Bolivia: Álvaro García Linera: “El sujeto revolucionario es el que hace la revolución”

Bolivia: Álvaro García Linera: “El sujeto revolucionario es el que hace la revolución”

por Vinicius Mansur, Elena Apilánez Piniella

El pasado 25 de Octubre, Vinicius Mansur (Brasil de Fato, Brasil) y Elena Apilánez Piniella (Trapiche, Bolivia) sostuvimos una interesantísima y pausada conversación con el Sr. Álvaro García Linera, Vicepresidente del Estado Plurinacional de Bolivia, con el fin de ahondar en aspectos de interés sobre el actual contexto socio-político latinoamericano. Hemos querido conservar al máximo la estructura de la entrevista dado el alto interés de los contenidos tratados en la misma1.

– La historia política de América Latina, en cierta manera, se mueve en base a ciclos y, en las décadas recientes, puede verificarse la existencia de una ola de preeminencia de la Izquierda –aunque con algunas contradicciones entre los diversos países-. ¿Cuál es su valoración de este proceso? ¿Son distintos los procesos en cada país, hay distintos grados dentro de ese mismo proceso?
Creo que éste es un ciclo muy novedoso que no tiene parangón en los últimos cien años de la historia política latinoamericana. Lo único común en el Siglo XX latinoamericano fueron las dictaduras militares; fuera de eso, la Izquierda tuvo una presencia esporádica, descompasada de un lugar a otro.
Un proceso parecido de presencia de la izquierda fue la ola de lucha armada, pero sin lograr una victoria de la izquierda sino una presencia combativa y resistente de los grupos más radicalizados. Entonces, en estos cien años hay una especie de sintonía territorial de los gobiernos progresistas revolucionarios de Izquierda en el continente. La Derecha tenía esa habilidad de continentalizar las acciones como poder dominante; la guerrilla intentó la continentalización de sus luchas pero fracasó y hoy la Izquierda creo que sin buscarlo logró un proceso de continentalización de su presencia victoriosa en el gobierno, en el poder del Estado.
Esta situación tiene que ver, evidentemente, con el ciclo de crisis neoliberal continental que más o menos golpeó a todos los países de una manera casi simultánea en sus efectos y eso es lo que ha permitido una oleada continental de gobiernos progresistas que han asumido el control de los gobiernos. Por eso, éste es un proceso muy novedoso: por su carácter continentalizado, por la búsqueda de políticas post-liberales unas más radicales, otras menos, porque es un ascenso de la Izquierda a través de las urnas, de la vía democrática, de la vía electoral..; es novedoso porque, por primera vez, la Izquierda se plantea estrategias de carácter estructural coordinadas a nivel continental.
Antes la Izquierda manejaba la mirada del continente en términos de la conspiración revolucionaria y de la lucha armada, nunca en términos de economía, de comercio, de defensa. Son reflexiones muy novedosas: ¡en su vida había pensado imaginar la Izquierda eso!… así, la Izquierda está asumiendo una serie de retos que tienen que ver con el ejercicio del gobierno, con una madurez de su propia reflexión. Lo novedoso es que se hace sin un pensamiento único de ya que no hay un referente común: no está la URSS –¡por suerte!- no está China ¡mejor todavía!; ser de izquierdas es ser muchas cosas ahora: puedes ser marxista ultra radical, puedes ser socialista, puedes estar vinculado al postmodernismo ultra virtual, puedes ser más nacionalista… todos son Izquierda y eso es también muy novedoso y muy rico porque permite una pluralidad de reflexiones, de discursos, de ideas…Estamos en un momento de reconstrucción plural muy rico y diverso en el pensamiento de Izquierda todavía muy primitivo evidentemente, de niveles muy de base, pero se está reconstruyendo.
Éste es un momento germinal, inicial y no tiene todo: eso es lo novedoso. Éste es un proceso complejo y de largo aliento y se van a requerir todavía varias oleadas de ascenso social y popular que permitan despertar toda la potencia del momento: Marx maneja el concepto de la revolución por oleadas: van y regresan, luego pueden ir más allá y regresan un poco… Estamos apenas en la primera oleada y quizás luego haya un pequeño reflujo a la espera de una nueva oleada que permitirá y eso va a depender de lo que hagamos los hombres y mujeres de carne y hueso que se puedan expandir a otros ámbitos territoriales y profundizar los cambios que hasta ahora, hoy por hoy, son cambios en algunos casos superficiales, parcialmente estructurales. – ¿Cree que la superación del capitalismo está en debate de nuevo y este proceso continental de la Izquierda lo coloca en el punto de mira?
No es un tema tanto de teoría o de discurso, es una cuestión de realidad. Mirando la realidad, tal y como se presenta hoy en el continente, está claro que la primera meta que se han planteado las fuerzas populares diversas (obreras, ciudadanas, indígenas, campesinas, estudiantiles…) es ponerle freno a este proceso de vaciamiento de derechos, de vaciamiento democrático y de vaciamiento material que caracterizó a los gobiernos neoliberales. Vaciamiento material mediante la externalización de los excedentes, vaciamiento social mediante el retiro de los derechos sociales conquistados en los últimos cien años por la sociedad y vaciamiento cultural mediante el aplanamiento de una doctrina única, liberal e individualista que comenzó a prevalecer en la vida cotidiana. Esa es la primera tarea que se ha planteado la sociedad.
El segundo momento ha venido por el lado de reconstituir y ampliar los derechos de la sociedad, asumir el control del excedente económico y expandir la generación de la riqueza con su distribución.
Estamos en este primer horizonte, en esta primera y segunda generación de demandas sociales que van desde el año 1995 hasta el 2009 quince años; estamos ante unas demandas de carácter democrático-social en el sentido marxista del término. Sin embargo, en medio de ellas, como parte de ellas, ya han comenzado a emerger, a visualizarse, demandas más radicales así como populistas –digámoslo así- pero todavía incipientes, parciales, fragmentadas. O el potenciamiento de las estructuras comunitarias como discurso y como acción mediante la búsqueda de un desarrollo diferente ante la maquinaria de la economía de escala, mediante tecnologías alternativas, articulación de producción. Es decir, estas potencias comunistas de la sociedad –porque no hay comunismo que no venga de la sociedad, no hay comunismo de decreto, no hay socialismo de Estado, eso es un sinsentido- este potencial comunista desde el ámbito de la sociedad en la toma de decisiones: el asambleismo y, en el ámbito económico, desde la producción: empresas sociales, control y gestión social y comunitaria de esas empresas tiene todavía una fuerza muy dispersa, una presencia todavía muy embrionaria.
Entonces, siguiendo esta lectura, hoy 2009 no estamos ante la perspectiva de una superación del capitalismo; decir otra cosa es engañarnos. Lo que sí está claro es que hoy 2009 han ido emergiendo de una manera dispersa, fragmentada y débil acciones de la sociedad que apuntan hacia a una sociedad socialista como un hecho construido por las propias clases trabajadoras… Sí, emergen, están ahí, hay señales, hay semillas, hay florecimientos, pero todavía no constituyen la razón dominante de la sociedad, aunque están latentes, están presentes. ¿Cuánto madurarán? ¿Cuánto no madurarán?. Eso nadie lo puede saber; lo que sí puede hacer el revolucionario es a cada semilla, a cada atisbo de socialismo como reapropiación de los productores de su propia producción, como democratización y socialización de la toma de decisiones potenciarla, reforzarla para que se expanda… ¿Cuánto durará eso? ¿Un año, diez años, veinte años, treinta años? Eso no se puede definir. El comunismo es el movimiento real de la gente, de su capacidad de hacer, de asociarse, de producir y, cuando surge en un pequeño lugar, el deber del revolucionario es potenciarlo, reforzarlo, mejorarlo, ampliarlo… Pero está claro que todavía hoy ese movimiento real de la sociedad que supere el orden capitalista es aún incipiente, fragmentado, débil y disperso.
Marx indicaba, cuando evaluaba la revolución de 1850: “se va a requerir decenas de luchas, miles, de fracasos, de pequeñas victorias, de nuevos fracasos para que de la propia experiencia de la clase trabajadora emerja una necesidad de asociarse para tomar el control de la producción.” – Existe un enfoque claro de articulación regional en los últimos años; este enfoque se da, seguramente, porque hay un contexto político que permite que se dé. En este proceso de articulación, ¿cuál es la importancia del ALBA? ¿Qué futuro se proyecta para el ALBA? ¿Cómo ubica al ALBA respecto de UNASUR? ¿Qué papel están jugando los movimientos sociales en la construcción de estos dos espacios de integración regional? ¿Ustedes analizan la posible vulnerabilidad del proceso de cambio continental en el caso de que haya, nuevamente, un giro político? Ahora estamos en un contexto político muy favorable, pero ese contexto político puede cambiar…
UNASUR es un proyecto de carácter continental fruto de esta sorprendente simultaneidad –en una buena parte del continente- de gobiernos progresistas. Eso, desde este enfoque de la Izquierda, nunca se imaginó, nunca vio el continente más allá de la lucha y ahora es una mirada continental la que hay que hacer en términos de estructura, de materia, de economía, de sociedad, de cultura, de legislación… Un gran salto, ¡un gran salto! La Izquierda no reflexionaba sobre esas cosas antes. Este “chip” de pensar así, en clave continental más allá de la formación de grupos, es muy interesante. Quienes tratan esos temas siguen siendo los funcionarios de Cancillerías tradicionales pero, ¡no es una construcción de esos dinosaurios!, es una construcción de gobernantes progresistas que no tiene el acompañamiento del intelecto social progresista.
UNASUR significa un esfuerzo por mirar continentalmente la construcción de un espacio común; ahora, como se trata de una mirada continental, un proyecto continental de integración y tiene que tomar en cuenta la unanimidad de los criterios de cada país, es un proceso mucho más lento, estructural y tiene que tomar en cuenta la dinámica de cada Estado. Por eso tiene un ritmo más pausado: hay que hacer continuamente acuerdos, consensos y pasan los años… La perspectiva es buena pero la velocidad es lenta, como tiene que ser un buen proceso de integración, no hay que desesperarse…. La UE se construyó en cuarenta años, en treinta años, está en ello todavía….
La construcción de Estados-Región o Estados-Continente son procesos siempre complejísimos y que requieren mucha paciencia. Esos son los que van a contar en el momento de la toma de decisiones, de la influencia en la economía. Está bien apuntado pero hay que esperar, respetar los ritmos que requiere una cosa tan complicada.
El caso del ALBA es distinto porque el ALBA es una iniciativa de gobiernos progresistas mucho más afines políticamente, mucho más afines en sus líderes, mucho más afines en su mirada de las adversidades comunes y eso está permitiendo que las cosas puedan tener una mayor velocidad respecto a UNASUR. Visto en la distancia, tanto MERCOSUR como el ALBA algún día deberían disolverse al interior de UNASUR cuando UNASUR se consolide.
Mientras tanto, éstas son estructuras de tareas –por usar lenguaje militar; se habla de tareas porque son de acción inmediata-. Entonces, voy a llamar estructuras regionales de tarea a esa serie de iniciativas más rápidas, más efectivas. Claro, al interior del ALBA se están articulando varias cosas, no solamente las reuniones de Presidentes, las reuniones de movimientos sociales o el debate conjunto sino también temas muy específicos que tienen que ver con la articulación económica y usando reglas que, por afinidad política, no pueden ser tomadas en otro escenario. Son unos flujos interesantes de ida y de vuelta que hablan de esfuerzos yo diría bastante audaces, de complementariedad. En el ámbito económico se están dando pasos muy interesantes para buscar otros mecanismos de integración que no estén basados en las regulaciones de mercado. El siguiente paso es el Sucre, como un mecanismo de pago que podría ser un nuevo piso en este proceso de construcción de algo muy novedoso que no se da en ninguna otra parte del mundo y que aquí, de manera humilde, está dándose. Y esto es muy relevante ¡Ojalá se consolide!
Otro paso va a poder ser el de las empresas gran-nacionales: empresas del Estado, esencialmente, que empiezan a vincular la Región, a tomar decisiones, a hacer actividades conjuntas y a tener una mirada de gestión de la economía de manera regionalizada y no únicamente localizada respecto sus países. Yo creo que Bolivia va a poder dar ese primer paso de la empresa gran-nacional con Venezuela a muy corto plazo, dadas las condiciones materiales para este proceso.
Son velocidades distintas de procesos de integración que en algún momento deberían converger en un mismo escenario; pero, en tanto el gran escenario continental no se consolide con todos los mecanismo internos, estos otros mecanismos regionales como MERCOSUR o como ALBA permiten asumir tareas específicamente regionales y comenzar a visualizar lo que debería ser, a mayor escala de aquí a una década, UNASUR.
Los movimientos sociales. No tengo todavía una figura completa sobre éstos, pero creo que la articulación de los movimientos sociales a nivel continental, su participación en estos procesos de integración es todavía muy, diríamos, ¿qué concepto usar?… todavía muy básico. Está habiendo un proceso de conocimiento mutuo después de mucho tiempo; yo tengo la impresión de que en los años treinta y cuarenta había una articulación entre obreros del continente más intensa que la de ahora pero el liberalismo fragmentó todo y redujo la articulación a la unión vía ONG. No era una articulación autónoma, era una articulación mediada si bien hoy recién comienza a haber un encuentro de compañeros cara a cara, que se visitan.
Cuando hay reuniones del ALBA, se reúnen los movimientos sociales y debaten temas complementarios a los de los Presidentes; eso es un gran avance, más aún cuando varios de los temas que plantean los Presidentes han sido previamente discutidos con los movimientos sociales o con, al menos, los liderazgos nacionales y regionales; eso es también otro gran avance. Pero todavía falta un mayor proceso de acercamiento directo entre los movimientos sociales; encontrarse con sus pares y comenzar a crear sus propias redes de movimientos sociales que luego se activan y están en el debate. Ahí yo noto que todavía se ha avanzado poco y que requiere más. ¡Y ya no digamos que aún no se ha creado todavía una plataforma continental de los movimientos sociales en términos de propuestas! Está complejísimo plantear eso; incluso a nivel de país, cuando se logra crear una plataforma nacional del movimiento social… ¡eso es una revolución! Pero eso también falta a nivel continental, falta… el mirarse como continente, no solamente acompañar las acciones de los Presidentes, sino el mirarse a sí mismos continentalmente como movimientos sociales. Es dificilísimo, pero quizás sea un norte que hay que plantearse y necesitamos crear una Internacional Continental de Movimientos Sociales que se reúna, debate, plantee sus cosas.
Necesitamos una estructura bolchevique en el buen sentido del término del movimiento social. Esa la tienen que hacer los movimientos, tiene que nacer de ellos, tienen que plantearse un norte, una movilización, un debate. ¡Es que ahora el movimiento social tiene que proteger su continente! Luchó y, en el caso de Bolivia, logró la toma del poder. En otros países participa en reivindicaciones y demandas pero tiene que tener una mirada continental de lo que es su proceso; al fin y al cabo, si esta oleada progresista se detiene o va para atrás, quienes más van a sufrir son los movimientos sociales. Quienes tienen que defender, apuntalar y empujar más allá este proceso son ellos, ¡son los más interesados! Están obligados a pensar continentalmente … se necesita una estructura bolchevique del movimiento social para debates, toma de decisiones y acciones continentales; una especie de Internacional … ahora se necesita una Internacional de Movimientos Sociales continental. Una Internacional de Movimientos Sociales con una mayor capacidad de vinculación en sus decisiones, de movilización hacia los países, de articulación entre movimientos y de una agenda común, debatida y discutida continentalmente entre los movimientos sociales para defender este proceso, para apuntalarlo, para radicalizarlo, para profundizarlo.
Con modestia aparte, creo que Bolivia es la experiencia más avanzada de movimientos sociales, más que Brasil. Es un país más pequeñito y de menos gente, pero la eficacia político-estatal del movimiento es la más radical en el continente y, por eso, el proceso boliviano es más original ahora respecto otros procesos. Todo esto es movimiento social: en el Estado, por fuera del Estado, por debajo del Estado, por encima del Estado… Tiene que haber un grupo, una alianza de movimientos sociales continentales fuertes, que sean los articuladores. Una auto convocatoria así va a ser muy complicada, tiene que haber unos cuatro, cinco, seis que se lancen y, sobre eso y de manera muy respetuosa, con democracia de base ir articulando el debate con los demás. Alguien tiene que dar el primer paso, y tiene que ser pronto. Esta nueva década tiene que nacer ya con una plataforma mucho más sólida. Hay que rescatar esta experiencia de Marx.

– ¿Cuál es el sujeto revolucionario en el continente, o en Bolivia para centrarnos en su caso concreto?
El sujeto revolucionario es el que hace la Revolución. No hay una predestinación, para que adivine quién debería ser…: ese fue el gran error del debate ocioso de la Izquierda desde los años cincuenta –o un poco antes- hasta ahora. La Revolución esperaba, seguía esperando a su jefe y su jefe estaba en otra cosa. ¿Paranoico, no? Por suerte, ahora no hay mucho de eso, pero el sujeto es el que hace la Revolución. Y está claro que ese sujeto que hoy está haciendo la Revolución viene del mundo del trabajo: bajo la forma de campesino, bajo la forma de comunario, indígena comunario, bajo la forma de obrero, bajo la forma de intelectualidad, o bajo la forma de vecino… pero es desde el mundo del trabajo que se ha complejizado infinitamente frente a lo que Marx conoció, pero sigue siendo el mundo del trabajo.
Dependiendo de cuál de estos espacios del mundo del trabajo asume un mayor protagonismo, el proceso tenderá a visualizar tales o cuales aspectos en detrimento de otros. Si es el mundo indígena campesino, visualizará el tema de la tierra, el tema de la biodiversidad y no visualizará otros el salarial, por ejemplo. Y, en su momento, volverá a emerger de nuevo el mundo del trabajo en su forma salarial visualizando este tema, de aquí a unos años… unos diez o veinte años, porque hay todo un proceso de reconstrucción del mundo salarial en el continente. Si es más vecinal, visualizará los temas de derechos, de necesidades básicas, aunque sean obreros. Eso es lo que pasó en Cochabamba: quienes participaron en la Guerra del Agua en Cochabamba eran obreros pero no se movían como obreros, como sindicato obrero, se movían como vecinos o como regantes. Porque moverse como obreros significaba ser botados de las fábricas, por eso tuvieron que canalizar sus expectativas de otra forma. No hay que estar esperando: ¡tiene que ser el obrero de fábrica que se vuelve sindicato para hablar del protagonismo del mundo laboral en el continente!
En el caso de Bolivia, este mundo del trabajo tiene como liderazgo al movimiento campesino indígena. Son trabajadores, trabajadores que quieren estructuras locales, asociativas, formas de gestión común de la tierra, trabajo individualizado, vínculos con el mercado parcial y quieren un protagonismo: llevan el liderazgo. Pero, en el medio, están también otros mundos laborales, asalariados, no asalariados que también se movilizan, con menor intensidad, con mayor dificultad…El sujeto es el trabajo, ¡no cabe duda! ¿Cuál de las modalidades del trabajo será a quien le tocará en la siguiente década asumir el protagonismo? Habrá que ver, la lucha lo va a decidir; no lo decide un texto, lo decide la lucha de la gente.
En el caso de Brasil, está claro que, en la medida en que hay una recomposición geo-económica de la producción (Brasil es ahora el taller del mundo) y, si no hay una presencia fuerte de su mundo asalariado, está claro que la eficacia del movimiento social va a ser débil; pensar en un proceso de radicalización revolucionaria ahí hace pensar en su mundo obrero, en tanto toma cuerpo y respira y se reorganiza ese mundo asalariado brasilero, ese MST que ha asumido la posta de mantener la vigencia de la presencia de la sociedad en el debate, en la experiencia y en la construcción de alternativas. Pero si no le acompaña de aquí a una década el movimiento obrero, lo que va a hacer el MST va a ser poco frente la necesidad que requiere una potencia mundial como es Brasil.
En el caso de Bolivia no es así, aunque a su modo Bolivia ha tenido también unos procesos de asalariamiento complejizados muy interesantes. Todo lo que está haciendo el movimiento indígena campesino, si no logra avanzar más es porque el movimiento obrero aún no ha logrado organizarse, o el gran movimiento obrero se modificó su estructura material, se lo pulverizó, como gran sindicato se ha diversificado como micro sindicato, compuesto por jóvenes y mujeres que no tienen experiencia sindical, que no se identifican como obreros; pero si ese mar de obreros de aquí en cinco, diez, veinte años no logra unificarse con identidad y acción colectiva, lo que pueda hacer el movimiento indígena campesino va a encontrar un límite. La clave va a estar en los dos brazos y habrá que esperar entre diez y quince años hasta que se reorganice el movimiento obrero. Este nuevo siglo es del movimiento obrero, resultado de este proceso de recomposición territorial de la fuerza de trabajo planetaria. Entonces, ese es el sujeto, el que surge como revolucionario. – ¿Y ahí están las mujeres también, aunque no sean obreras?
Sí, depende de su lucha. Lo que sí está claro es que las mujeres tienen una fuerte presencia en el movimiento indígena en Bolivia haciéndose respetar gradualmente, con muchas dificultades, porque el movimiento indígena también tiene estructuras machistas. El ideal hombres-mujeres hasta ahí nomás funciona: la realidad habla de un movimiento muy jerarquizado entre hombres y mujeres.
En el caso obrero, la mitad de la fuerza obrera de Bolivia son mujeres jóvenes pero todavía el sindicalismo obrero, el que conocimos, no le da cabida, no las reconoce. Las mujeres no logran asociarse autónomamente en tanto mujeres, prefieren moverse como estudiantes –yo tenía obreras estudiantes- o como vecinas o amas de casa; aún no como obreras, eso va a requerir un gran proceso en que se modifique la idea del sindicato.
El sindicato que hemos creado es de estructura machista jerarquizada y el sindicato que va a permitir reorganizar u organizar ese nuevo mundo obrero de jóvenes, feminizado por la presencia de mujeres, va a tener que ser otro tipo de sindicato, no el que hemos conocido con este cambio: que modifique el tema de los horarios, el tema del discurso y otros porque esos son mecanismos que anulan. Si la reunión es a las diez de la noche, ¡qué mujer va a ir! ¡La sacan a empujones de su casa! Horarios del sindicato que permitan que las mujeres participen, que tome en cuenta la presencia de niños y niñas que todavía quedan bajo control en muchas sociedades de las mujeres.
Sin mujeres no va a haber movimiento obrero. El viejo movimiento obrero, masculinizado, donde las mujeres eran excepción (cocineras o lavanderas), ha desaparecido. Antes, la condición obrera en Bolivia era de hombres que estaban en el sindicato. Hoy, la condición obrera es de hombres y de mujeres y va a haber mucha mujer, mucha mujer. Pero el sindicato que se construyó en el Siglo XX correspondía a la condición obrera masculinizada de los obreros, por eso ahora ese sindicato ya no cuaja con la nueva condición obrera, porque las prácticas, el discurso, el saber, los tiempos, la dinámica de este nuevo mundo obrero, joven y con muchas mujeres, no entra en la estructura masculinizada. Se requiere que esa estructura sindical se modifique y surja un nuevo sindicato que sea capaz de articular a las mujeres, en su discurso, en su dinámica. ¡Eso va tardar veinte años! Sí, hay que esperar, hay que ver la Historia así, a largo plazo. Hay que planificar en décadas lo que nos va a llevar adelante.

– En Bolivia, el papel del discurso campesino indígena y del discurso no indígena es chocante para quien viene de otro país. A veces, trato de entender lo que pasa y hablando con las personas de las organizaciones, me dicen que con una formación político-occidental de izquierda tradicional no se puede comprender el proceso de acá. Como intelectual de tradición marxista ¿nos puede explicar nuestras limitaciones? ¿Hay puntos de encuentro: cuáles son, cómo se articulan estas dos visiones? ¿Es exagerada esta visión indigenista de cómo ejecutar toda la tradición de izquierda?
¡No hay que meterse con asesores! O con ONG que asesoran la política, porque ahí está ese tipo de discurso. Cuando ustedes van a las organizaciones, con los regantes, la CSUTCB, las comunidades, no vas a encontrar eso; ese tipo de debate no existe, sólo se mueve a nivel de los asesores muy influidos por las ONG: es un falso debate y no estás dialogando con quien de verdad tienes que dialogar. Esta adscripción reciente al mundo indígena porque antes estaban involucrados con la Izquierda más tradicional, ha llevado a que radicalicen sus puntos de vista un poco ostentosamente.
Pero no, el movimiento indígena campesino, en esos niveles intermedios y de base, no está en ese debate. Hay que entender que se trata de una reacción debido a que, durante mucho tiempo, la Izquierda tradicional de nuestro país desestimó al movimiento indígena; entonces, una inteligencia indígena se formó en los años setenta, ochenta, noventa, siguiendo las tesis de Fausto Reinaga en el rechazo a ese discurso izquierdista yo diría “falsamente izquierdista” porque era una lectura bien primitiva del mundo de Izquierda. Hay una inteligencia indígena que se ha formado en batalla, que peleaba con la Izquierda que los devaluaba y que repetía una discriminación defendiendo que, quienes tienen que conseguir los logros son los obreros y los campesinos eran la masa de apoyo en cuyos hombros irán los obreros y encima de ellos irán los intelectuales. Van a encontrar ese tipo de lecturas por parte de conversos recientes, o de antiguos luchadores indígenas que han tenido que enfrentarse a la lectura de Izquierda pseudo izquierdista de los años sesenta, setenta y ochenta.
Hemos ido a buscar un encuentro entre el marxismo y el indianismo. Yo creo que ese encuentro ha sido fructífero. Yo reivindico mi vertiente marxista y cada vez más me reivindico también indianista aunque no sea indígena; eso no es para mí ningún problema, ni me acompleja pues no tengo por qué ponerme a hablar para reivindicar mi indianismo como proyecto de sociedad. El indianismo tuvo la gran virtud de denunciar la colonialidad del Estado; lo denunció y lo visibilizó: esa fue la gran virtud y no podía haber sido otro que no fuera el movimiento indianista. El indianismo denunciaba la colonialidad del Estado, la desenmascaraba y la visualizaba pero, al mismo tiempo, era impotente en el tema del poder y era imposible definir una estrategia discursiva y de alianzas que permitiera el acceso al poder. Había que indianizar el Estado: ¡Muy bien!… ¿Y cómo se hace eso? ¡Silencio! porque su discurso era movilizador pero solamente denunciativo. Entonces, la vertiente marxista, con sus debilidades y sus incomprensiones, era la que planteaba el tema del poder pero lo hacía al margen del movimiento indígena. Eso pasó en los años setenta, ochenta y noventa. A finales del siglo XX se fusiona este indianismo denunciativo y movilizador con el marxismo que plantea la cuestión del poder y entonces el indianismo pasa a plantearse la cuestión del poder y el marxismo pasa a plantearse la cuestión de la acción de masas: dándose una fusión virtuosa entre indianismo y marxismo a principios del siglo XXI.
En términos de discurso y de creación teórica intelectual, esa es su originalidad. En términos de acción –digamos- política es la gran movilización de masas: en los levantamientos, en las insurrecciones está su originalidad. Es un siglo de movilizaciones gigantescas a nivel social, a nivel intelectual y este encuentro entre inteligencia indígena e inteligencia marxista es el que permite crear un escenario y una estrategia. – ¿Qué tanto las bases se apropian de esos discursos teóricos?
Se trata de espacios cotidianamente diferentes: por un lado, el mundo de la Academia a quienes se les paga para que estén pensando 24 horas y de eso viven y, por el otro, el mundo de la vida laboral, asociativa y sindical del movimiento campesino. Lo que están detectando son los canales de comunicación de ciertas cosas de acá a acá con distintos lenguajes. Pero hay momentos en que esto se acerca mucho más y tiende a crear un espacio de precisión más grande: son los momentos de los grandes ascensos en los que lo que esta intelectualidad progresista reflexiona es lo que día a día está siendo debatido en las asambleas y donde lo que aquí ha surgido en un texto de periódico, en un discurso o en un folleto, es ampliamente retomado por los niveles dirigenciales que los llevan hasta las bases. Momentos de esos son la Guerra del Agua…
Pensar esta fusión del espacio intelectual y académico con el movimiento social es imposible. Es falso. Lo que sí hay son vasos comunicantes yo diría fluidos que han llevado incluso a que el ámbito intelectual en diez años vaya entrando en otros temas. Hasta los sectores conservadores tienen que reflexionar sobre los hechos ¡Están vivos! La Constitución, el ámbito del Derecho Penal, ¿cómo se va a vincular con la NCPE?. Hoy por hoy, hay vasos comunicantes; en momentos son ríos comunicantes, ya son fusiones incluso, parciales y, luego, separaciones; es la dinámica, yo creo, de cualquier proceso de transformación. Otra vez por oleadas, nada es perpetuo. La idea de Revolución permanente no es tan cierta; los hechos demuestran que son procesos por oleadas, cíclicos, que van y vienen, se intensifican o se dilatan. Estos cuatro años, intensos, en Bolivia, demuestran que la existencia de esa dinámica de la oleada de la que hablaba Marx. – ¿Cómo ve el movimiento estudiantil en el país? ¿Está acompañando el proceso?
No hay movimiento estudiantil universitario hoy: no existe; lo que existe es el eco de los años sesenta y setenta: un gran movimiento estudiantil que asumió el liderazgo, las marchas, las movilizaciones, el debate público, la construcción de asambleismo, de democracia radical de base, de vinculación con las luchas populares, cuyo momento culminante llegó hasta los años 1983 y 1984.
El profesor Pierre Bourdieu hizo una investigación en Francia para entender el ’68 muy interesante y choqueadora frente a la visión romántica que se tiene todavía de ese momento, pero ¿qué es lo que yo veo para Bolivia? En los años sesenta y setenta la Universidad pública, la más grande, estaba compuesta por estudiantes de clase media y clase media-alta, personas que tenían cierta estabilidad económica, que no estaban buscando un ascenso social sino la estabilización y la continuidad de su condición social y que, por lo tanto, tenían más tiempo para disponer para sus estudios, para la movilización. En los años setenta comienza el proceso de ampliación de las Universidades a sectores populares: en el año 1980, 60.000 estudiantes en el sistema universitario, en el año 2000, 300.000 estudiantes en Bolivia (es un elevado porcentaje, en términos de población universitaria, uno de los más elevados del continente) y se da un amplio proceso de incorporación de clases populares a la Universidad; la ilusión del ascenso social vía la educación.
Es una ilusión, pero es una ilusión bien fundada y creída por la gente: los estudiantes no vienen a pasar el tiempo ni vienen a consolidar su condición social sino que vienen a buscar el ascenso social. Son compañeros que no tienen tiempo para la asamblea porque tienen que trabajar. Vienen una hora, algunos caminando o desde El Alto, para pasar sus clases y se tienen que ir luego a trabajar, hay que ir a la biblioteca para buscar el libro (porque no tienen plata para comprar), a cuidar a la wawa o atender a la familia. Pero, además, vienen con otra mentalidad: no están ahí para reclamar mayor democracia en el ámbito universitario, han venido a obtener su título lo más rápido posible porque necesitan su título para el siguiente paso. Las expectativas materiales de este bloque popular son muy distintas a las expectativas materiales de los estudiantes de hace veinte años. – Pero, sus papás y mamás están participando…
¡Claro! y ellos también: en las revueltas que ha habido acá, las sublevaciones, las insurrecciones… esos estudiantes estaban en primera fila pero no como estudiantes, sino como vecinos, como miembros de su barrio. Una cosa es la clase social como materialidad y otra la clase social movilizada. Eso también pasa con los obreros. Los obreros no se mueven como obreros, se mueven como vecinos, como comerciantes… Los estudiantes no se mueven como estudiantes, se mueven como partícipes de un sindicato, como miembros de la Junta de vecinos, padres de familia… Una cosa es la clase y otra la forma… la clase objetiva y la clase movilizada. A veces coinciden: soy clase obrera y soy clase obrera movilizada; otras veces soy clase obrera, pero soy clase vecinal movilizada. Mi identidad material y mi identidad social pública. Cuando se dan estas “tijeras”, las cosas se complejizan más.
Pero la Universidad es el mejor mecanismo de difusión de ideas en la multitud porque cada estudiante que está ahí se va a la fábrica, se va al barrio, se va al comercio y lleva la idea que está gestando. Las ideas, los libros que lee, los textos, los periódicos… No va a servir para el debate en la Universidad, no tienen tiempo para debatir ahí; eso va a servir para que luego lo vean en El Alto, encolado en el Sindicato o en la Junta Vecinal, resumiendo lo que se ha hablado de una cosa u otra.

http://www.alainet.org/active/35302&lang=es

– Esta entrevista ha sido publicada originalmente en Brasil de Fato (portugués) y Trapiche

[1] Agradecimientos a Irene Manero por su inestimable apoyo en el trabajo de transcripción

With a little help from my friends

What would you do
If I sang outta tune
Would you stand up
And walk out on me?

Lend me your ears
And I’ll sing you a song
I will try not to sing outta key
‘Be outta tune’

‘Oh baby high, without no key’
(High with a little help from my friends)
‘All I need is my buddies’
(High with a little help from my friends)
‘I say I’m gonna get even higher, all I want’
(High with a little help from my friends)
‘Whoa-oh whoa-oh, oh yeah’
(Woo-ooo-ooo)

What do I do when my love is away
(Does it worry you to be alone?)
‘No-no’
‘How do I feel at the end of the day?’
(Are you sad cause you’re on your own?)
‘l can’t, don’t even say it no mo’

(By with a little help from my friends)
‘Gonna get by without a friend, with a little tune’
(High with a little help from my friends)
‘Yeah, yeah, yeah, I’m gonna’
(Try with a little help from my friends)
‘People there that I know of’
(Woo-ooo-ooo)

(Do ya need anybody?) (Do ya need any money)
‘I need someone to love’
(Could it be anybody?)
‘All I need is someone to love’
‘Won’t you try, oh yeah’
‘Some love between your soul, now’

‘Baby’
(High with a little help from my friends)
‘Say I’m gonna beg you as my friends, with a little help’
(By with a little help from my friends)
‘Whoa-ho, I wanna keep on tryin, with a little
(Try with a little help from my friends)
‘I’m gonna keep on tryin’, now and then’
(Woo-hoo-ooo)

(Would you believe in a love at first sight?)
‘I’m certain it happens all the time, yeah’
(What do you see when you turn out the light?)
‘I can’t tell ya, but it sho’ feels like mine’
(By with a little help from my friends)
‘Don’t you know I’m gonna make you a lot happier’
(High with a little help from my friends)
‘I’m gonna sing about good-byes’
(By with a little help from my friends)
‘Said I’m gonna try and love her too, Lord)
(Woo-hoo-hoo)

(Do ya need anybody?)
‘Whoa-ooooh-ooooh, yeah, yeah, yeah’
(Could it be anybody?)
‘Oh, it’s gotta be someone like you’
‘Going to be, but not your lies
Someone better babe, to choose
‘Whoa, yeah, yeah’

(By with a little help from my friends)
‘Said I’m gonna get by without prayers, little girl’
(Try with a little help from my friends)
‘Oh, never want a cheater with lies
(By with a little help from my friends)
‘Keep on talking about friends, oh Lord’
(By with a little help from my friends)
‘Whoa, you never know it’s got no hope’
(High with a little help from my friends)
‘I’m gonna keep on trying’
(By with a little help from my friends)
‘Gettin’ high, I wanna make time, oh Lord’
(Ooo-ooo-ooo)
‘Gonna get by with my friends, yeah’

‘Whoa-oh, I’m gonna get on by’
‘Yes, I’m gonna get on by, girl’
‘I won’t sit alone, alone and cry’
‘I won’t tell you I’m lonely, girl’
‘Can’t hear me, now’

‘Thought you were lookin’ at the way I feel
And the warning sign in my eyes’
‘Whoa, I’m gonna take my friends along with me’
‘And then away we go’
‘Everywhere we go we’re gonna be on the same road.

~

Fui de las FAL en 1980… Entrevista con Iván Yash

SAN SALVADOR, 16 de febrero de 2010 (SIEP) “Nos estuvimos capacitando militarmente unos meses antes del 11 de enero de 1981, los entrenamientos los realizábamos en Quezaltepeque, por la noche, en donde esta la lava…” nos comparte Iván Yach, excombatiente de las Fuerzas Armadas de Liberación, FAL, brazo armado del PCS.

“En diciembre nos informaron que nos íbamos a encampar. A finales de diciembre del 80, después del 24 me convocan para San Marcos, fue como el 26 de diciembre y me fallo el contacto y tuve que quedarme ahí, vagando, le pedí a una gente que me diera donde dormir en el patio…ahí conozco después a la mara del primer campamento de las FAL. Ahí nos concentran. Había gente que había llegado de la Isla, estaba Mariano, que vive en Estados Unidos, y alguna gente del mismo San Marcos. Estaba el Lobito Daniel…

El Jicaron, primer campamento de las FAL

Nos llego a traer Chepon, hasta ahí lo conocí, nos vamos por el lado de Opico y nos lleva a un lugar de Atiocoyo y empezamos a caminar por un sitio conocido como El Jocote. Esa vez incluso creo que iba El Caballo. Íbamos seis en el carro. Al llegar nos regalaron unas boinas verdes. Llegamos a un lugar llamado El Jicaron, entre El Paisnal y Aguilares. Hace poco pase y pude identificar ese cerro…allí establecimos el primer campamento de las FAL. Éramos alrededor de 30 combatientes. Ahí pasamos el Año Nuevo 1981.

Por problemas de descoordinación no realizamos ninguna acción para el 11 de enero de 1981, sino que a la semana siguiente, como el 17 de enero hicimos un ataque nocturno a la Hacienda Las Marías, con resultado negativo. Esta fue una acción coordinada con fuerzas de las FPL. Hubo resistencia y cayo El Bollo, o sea Rafael que era de Santa Ana y logro meterse a la hacienda. Quedo herido en el combate y fue abandonado y luego acribillado por los soldados que estaban apostados en la hacienda y que tenían una .50 y eran un batallón. En la madrugada nos retiramos. Luego llego un avión Push and Pull a labores de hostigamiento. Y luego el ejército metió un operativo a la zona, Nos ubicaron y salimos en guinda. Días después nos avisaron que venia otro operativo…y salimos a enfrentarlo. Fuimos como 15 o 20 bajo el mando militar de Rene Armando. Aunque todavía estaba Chepon con nosotros. Pero era falsa alarma y nos regresamos al campamento.

Cuando veníamos de regreso, nos dividimos en dos columnas, una dirigida por Chepon y otra por el teniente Lito; una venia por la calle y otra por el monte paralelo a la calle, al pasar por el campamento de las FPL que estaba cerca del nuestro nos extraño que estuviera vacío. Nos metimos a un callejón y al irlo atravesarlo recibimos la orden de agacharnos y regresar. Y ahí mismo empezó la balacera…Habían emboscado a Chepon, estaba oscureciendo. Nos fuimos caminando, en la noche lo encontramos y logramos llegar a la carretera del cantón. Regresamos a los días y nos encontramos con que nos habían matado a 8 compañeros. Cayó Celia, de San Vicente; Bernardo, joven hondureño, que venia de San Marcos; Juan, joven de Ciudad Delgado, otro joven de Santiago Nonualco que olvido el nombre, Rodolfo, achinado, regordete, de lentes, de alrededor de 35 años, que era el Comisario Político; cayo en una emboscada, le dieron un balazo en la pierna; Rigo, que era de AES, alto, peludo, de bigotes, chistoso. Y dos días antes nos habían matado a otro compañero que salio para buscar contactos, le decíamos El Colocho era de Quezaltepeque. Con mucha tristeza abrimos una zanja y enterremos a nuestros compañeros. Nos habían dado un fuerte golpe. A la semana siguiente nos cayó otro operativo del ejército. Nos habían ubicado.

El mando decide que nos trasladábamos para Guazapa. Iniciamos la lenta marcha hacia un cerro que se veía envuelto en llamas. Nos detenemos. No sabíamos que pasaba en el cerro y decidimos esperar una semana más. Y nos cae otro operativo. En realidad no estábamos operando, no teníamos control de territorio, solo pasábamos escondidos en charrales. En esos trajines de ir de un lado a otro perdí mi mochila con mi ropa. Luego cayó Celia, la enterramos y tomamos rumbo a Guazapa, era el 1 de febrero de 1981, habíamos pasado en el campamento del Jicaron desde finales de diciembre y todo enero. Nos mencionaban a Guazapa como territorio bajo control nuestro, del FMLN.

Rumbo al Cerro de Guazapa.

Como dato curioso cuando llegamos a Guazapa nos encontramos con una fuerza militar llamada Comandos de Liberación Nacional, CLN, que no pertenecían al FMLN. Se les explico la necesidad que se incorporaran al proceso unitario y decidieron integrarse al ERP.

Cruzamos el río Guaza de madrugada, nos bañamos y al salir nos dan la noticia que tropas del ejercito se están acercando, algunos de nosotros cargamos hasta tres fusiles debido a los compañeros que han caído; alcanzamos a llegar a 3 Ceibas, a un campamento de las FPL donde nos dieron comida, y luego empezamos a subir el cerro rumbo al Roblar, que quedaba como a mil metros. Fue entonces que comenzó una ofensiva que duro 44 días, termino hasta el 14 de marzo cuando salio Duarte por televisión ofreciendo amnistía a los “alzados en armas.”

Llegamos a El Roblar, exhaustos, era la punta del cerro, un sitio extraño. Había un cafetal enorme. Y había un nacimiento de agua. Pasamos allí 15 días. Vimos a Renato, que en ese momento era de las RN y luego se hizo de las FAL. Era el hermano mayor de Mao Mao. Luego logramos bajar el cerro, llegamos a Palo Grande, y allí surgieron operativos enemigos por todos lodos, que nos obligaron a irnos para El Franco. Paso siete días atrincherado en la parte baja de El Franco hasta que llegan a relevarme. Bajamos a la casa de Lito Melara, un hacendado de la zona. Y allí llega el ejército, y se inicia enfrentamiento.

Decimos subir de nuevo el cerro. Esta fue una época que pasamos a la defensiva, huyendo, escondiéndonos. Y luego salimos para El Salitre. Descubro que nos habían dado paja, aquí en Guazapa había gente, pero desarmada. Ya para ese entonces en los últimos días de esa ofensiva enemiga, andaba un G3. En una de esas caminatas, veo que de unos montes empieza a salir un montón de gente, de masas campesinas, como 200 personas. Incluyendo niños, ancianas, etc. Nunca había visto tanta gente. Allá en El Jicaron era despoblado.

El cielo se veía lleno de fuego, el enemigo se había tomado El Roblar. Y ya no quedaban cerros, acordate que Guazapa es una hilera de pequeños cerros, y ya solo quedaba el nuestro que ya iba ser tomado, me preguntaba para donde podíamos huir. Estábamos en el cerro El Zapote conocido también como Los Jarros. Odir que estaba herido plantea que habia que llegar al centro del cerro. O sea ir de El Zapote hasta el otro lado, con masa, lo hicimos, bajamos el cerro y subimos de nuevo, y ya estaba amaneciendo, se veían las luces del enemigo, bajamos por Las Pacayas, bordeamos y saltamos a El Ishcanal, allí la población nos dio de comer.

Dieron la orden de tomar posiciones en el cerco de piedra, entre La Campana y Los Jarros, que son cerros gemelos. El enemigo no sabia cuanta fuerza teníamos. Era la Guardia Nacional y al final no pudieron subir. Todos estábamos allí en Los Jarros, era nuestro último baluarte. Nos dieron 60 tiros, 60 cartuchos y nos dijeron que esto era patria o muerte, o sea que vencíamos o moríamos. Paso un helicóptero rafagueando, se deslizo hasta la zona baja del Lago Suchitlan, y me emociono ver como en todo ese trayecto de cerca de 200 o 300 metros le seguíamos rafagueando, estábamos presentes en la zona, habia presencia guerrillera…

Luego pasamos tres meses sin establecer contacto con el Mando, hasta que Rene Armando lo restableció. En esa época incluso tuvimos la visita de El Pajarito, del Comandante Miguel que después cayo, te estoy hablando de Lito Aguiñada. Esos tres meses me los pase en harapos, no tenia ropa y mis zapatos estaban rotos, andaba en camiseta. Luego mejoro la logística. La RN fue muy solidaria, nos regalaron comida. Hacíamos postas hasta de tres días sin comer ni dormir. En mayo restablecimos contacto. Nos visito Chepon, llego logística que tanto necesitábamos, hasta nos llego gente de la Metro que venia huyendo de la represión gubernamental. O gente que empezó a enviar el Partido. Venia gente que habia sobrevivido a la represión de Montecarmelo en Soyapango, donde mataron a muchos jóvenes organizados.

En junio de ese año el ejército desplegó una nueva ofensiva de tres días que logramos derrotar, se la desbaratamos. Incluso quedo en Guazapa el jefe de ese operativo, un coronel que olvido su nombre. Y luego de esa derrota ya no llegaron, nos dejaron tranquilos hasta diciembre de ese año, el cerro fue nuestro, solo nuestro. Esa fue la primera vez que oí y vi a un avión Fouga Magíster, era espantoso, insoportable el ruido que producía, daba vueltas y vueltas y así paso una semana. Metieron hasta un tanque hechizo, lo metieron por Aguacayo y venia serpenteando cuando Misael Gallardo, de las RN, apunta con una 57 mm. Y le pone a la tanqueta, y todavía le dispara otro para asegurarse. Y la tanqueta queda boca abajo…llevaba hasta una ametralladora eléctrica que fue para nosotros una novedad que habia que experimentar y lo que mas nos gusto es que llevaban pollo frito, mucho pollo frito, que ni lentos ni perezosos empezamos a devorar allí mismo…en el Museo de la Palabra esta una foto donde aparezco encima de esta tanqueta. Anda vela…

La Navidad de 1981 me toco asistir a una recepción. Camine 23 horas hasta San José las Flores. Salí a mediodía. Habia primero que llegar a El Salitre, que tomaba tres horas, luego bajar hasta Piedras Pachas y luego a Las Flores. Hacer la recepción y luego de regreso.
El siguiente año, 1982, fui trasladado a Cinquera, al campamento La Escopeta. Era una vida tranquila. El enemigo llegaba pero de vez en cuando, no era tanta la actividad militar. Una vez atacamos al pueblo de Cinquera, penetramos pero perdimos a cinco compas que cayeron. A finales de este año llegaron nuevos compañeros. A ese campamento lo conocíamos como la Escoputa porque era un lugar maldito, árido, donde no se encontraba comida y abastecerse era una odisea, era un sitio plano, pequeño, en un hoyo. Solo para conseguir agua habia que ir al lago.

Guazapa 10

Y en diciembre del 82 nos fuimos para Guazapa para un congreso del partido. En realidad era una reunión de la dirección del FMLN. Estaba Schafik y gente del comité central del PCS, y también de las otras fuerzas, solo Joaquín (Villalobos) faltaba. Allí celebramos la Navidad y el Año Nuevo.

Y allí nos agarro en enero del 83 el Guazapa 10, el operativo enemigo más grande de la guerra. Miles de tropas, 11 mil efectivos y apoyo aéreo, bombardeos, etc. Habían llevado de todo. Nos querían sacar del cerro. Nos quedamos con Damian, aunque el Chele Locadio era nuestro jefe, aquel allí vive todavía en la Ungo…Logramos evadir el cerco enemigo. Nos ordenan bajar y tomar punto sobre Calle Nueva para garantizar el paso de nuestros compañeros. Me dan un FAP, que es un fusil ametralladora de la Segunda Guerra Mundial, casi una reliquia. Después el ejercito lanzo una contraofensiva. Y fue aquí donde murió la Lic. Marianella Garcia Villas, que habia sido diputada del PDC y trabajaba con organismos de derechos humanos. Las RN se movilizaron hacia Copapayo, las FPL y el PRTC hacia Pepeshtenango.

Logramos regresar a nuestro querido hogar La Escopeta. Y cuando me disponía echar un merecido descanso descubro que mi hamaca estaba siendo ocupada por nada más y nada menos que por el Comandante Simon. Habían llegado otros compañeros como Marcelo, Sabino, el mismo Chele Merino (Ramiro).

Me nombran para equipo de guardaespaldas de Schafik, que va en caballo. Llevo una radio naranja. Paso monitoreando. El ejército aplica persecución. Pasan helicópteros. Pasamos Quezalapa. Hay explosiones. Llegamos al lago. Iba a pasar el Estado Mayor al otro lado, a Chalate…y lo hizo, se quedaba de este lado el Chele Merino. Íbamos acompañando las FAL en pleno, unos 200 hombres. Pasamos por Pepeshtenango, y luego bajamos al lago, a Copapayo. Y por allí se veía circular los más variados uniformes y banderas, parecía una feria subversiva, pregunte si no íbamos a hacer una línea de fuego.

El Chele Merino indico: vamos a tener que romper el cerco. Aquí ya la cagamos, nos quieren cercar, por lo general se retiran luego de un operativo pero esta vez están improvisando, nos vamos a tener que enfrentar con el Batallón Atlacatl en plena retirada…se oyen los aviones bombardeando Santa Bárbara. Un pelotón de las FAL se quedo para detener el movimiento enemigo y lo logro.

Logramos llegar a Copapayo cuando estaba amaneciendo, llegamos rendidos, exhaustos. Venia Arnulfo que nos informo que ya habían pasado todos. Pasamos el cerro el Tigre y nos regresamos a La Escopeta. El enemigo ya se habia ido. Pasamos varios meses sin pena ni gloria. Nunca habíamos tenido una victoria militar hasta que se planifico una operación conjunta entre FPL y nosotros. Nos tomamos Cinquera. El grueso de las fuerzas era de las FPL.

Después nos tomamos Tenancingo en dos ocasiones. Era radista. Iba con la radio. Combatimos hasta la madrugada, nos bombardearon, asaltamos el puesto de la Guardia Nacional, ellos se habían establecido en una casa que también se tomo por asalto, recuperamos varios fusiles. Detrás venia el Atlacatl que nos aplico persecución, estuvimos como jugando mica con ellos en esa zona del Guiliguishte, nos retirábamos y nos acercábamos, y luego pasamos cuatro días sin comer hasta que logramos subir el cerro El Coyote, allí devoramos unos elotes crudos…

Entramos a Tejutepeque por atrás, desde un cerro se ve la carretera que va a Ilobasco, y en la noche no se veía. Colocamos nuestras ametralladoras en posición. Alas 2 de la mañana ya estaba tomada la plaza. Recuperamos un arsenal enorme. Los de las F lo primero que hicieron fue requisar 2 morteros de 120 m.m. y se los llevaron para Chalatenango. Les cayeron como anillo al dedo para un ataque al final del año.

La Navidad de 1983 lo pase en Chalatenango, preparándonos para la toma de la IV Brigada de Infantería, del Cuartel El Paraíso. Estábamos acampando en el cantón El Limón, arriba de las Vueltas. Hicimos una fiesta para el Año Nuevo. El 31 de diciembre nos dirigimos a El Paraíso.

En marzo abril del 84 fui trasladado a San Vicente, a cerros de San Pedro y al Volcán. Un día bajamos a Santa Clara e hicimos un mitin en la plaza. Llegaron varios jóvenes. Vengan, se van con nosotros, les dijimos. Nos llevamos a 20 jóvenes. Era el reclutamiento forzoso. Para mi fue un fuerte golpe a mi conciencia revolucionaria. Era actuar como lo hace el ejército enemigo. Nosotros habíamos ido a la guerra por convicción, por principios y siempre condenamos esta forma de actuar del enemigo. Incluso en esa ocasión nos llevamos a un joven que había sido del Belloso.

Luego a mediados de ese año me enviaron para San Salvador a buscar contactos, fui a buscar a Neto Panzón y a la Mari a la Iglesia Luterana, me dijeron que la ayuda ya la habían enviado. Trate de regresar y ya no pude, me fallo el contacto, Edgar mi hermano estaba en México y me fui a buscarlo…había pasado tres años y medio en la montaña.

Historia del ERP

El germen de inicio del Ejercito Revolucionario del Pueblo se encuentra en la inquietud de diferentes grupos de jóvenes, estudiantes y obreros que hacia fines de 1968 y los primeros meses de 1969 cuestionan la estrategia hacia la toma del poder hasta entonces desarrollada por la izquierda. Un fenómeno progresivo estimulado por la agudización de las condiciones objetivas de la sociedad salvadoreña, mas tarde profundizado por la ruptura del Mercado Común Centroamericano a raíz de la guerra por intereses oligárquicos entre El Salvador y Honduras.

En ese período surge la primera agrupación de esta vertiente formadora del ERP, bautizada por sus miembros como Acción Revolucionaria Salvadoreña, la ARS no logra consolidarse y después de realizar algunas acciones de sabotajes con explosivo a instalaciones gubernamentales es desmantelada por los cuerpos represivos, yendo a parar a la cárcel algunos de sus fundadores.

Para los años 69-70 Surge otro núcleo guerrillero integrado principalmente por estudiantes universitarios y desarrolla la primera acción de resonancia publica con el secuestro y posterior ajusticiamiento del oligarca Ernesto Regalado Dueñas, este núcleo es denominado por los medios de comunicación como “El Grupo”.

La represión desatada posteriormente les golpea, unos salen del país, otros son capturados y los demás se ven obligados a replegarse; se señala públicamente como parte de sus miembros a Lil Milagro Ramírez, Carlos Menjivar Martínez (Mario), Eduardo Sancho, Edgar Alejandro Rivas Mira (Sebastián) y otros.

En la Universidad de El Salvador se va formando en el año 70, otro núcleo denominado Comandos Organizadores del Pueblo –COP- del cual son parte Rafael Arce Zablah, Guadalupe Martínez, Joaquín Villalobos, Ana Sonia Medina, Janeth Hasbun Samour (Filomena), “Rodrigo” etc. y que incorpora jóvenes marxistas y otros de procedencia cristiana que en la coyuntura se han venido radicalizando.

Mientras, simultáneamente el debate político ideológico al seno de la Juventud Comunista Salvadoreña deriva en la separación de un grupo que reivindica la lucha armada y se convierte en otro núcleo impulsor de esta, entre ellos se encuentran Vladimir Rogel (Humberto), Jorge Meléndez (Jonás), Mercedes del Carmen Letona (Luisa), Lilian Mercedes Letona ( Clelia), Sonia Aguiñada (Galia), Alejandro Montenegro, Mario Vigil (Mateo), “Pancho”, etc.

EL ENCUENTRO.

Durante el año 1971 y parte del año 72, Alejandro Rivas Mira y otros compañeros desarrollan un proceso de contactos orientados a unificar los diferentes grupos dispersos y que da como resultado el agrupamiento de los diferentes núcleos desde un enfoque inicial casi federativo, en el que cada grupo mantiene su propia estructura bajo un solo mando coordinador donde están representados todos. Por un período forma parte de esta coordinación el agrupamiento formado por quienes mas tarde fundaran el PRTC y que se retiran de la organización en construcción por discrepancias políticas y de métodos de trabajo.

Es este agrupamiento en una sola organización el que se da a conocer públicamente el 2 de Marzo de 1972 con la operación de aniquilamiento de dos guardias nacionales y la recuperación de los dos primeros fúsiles G-3 que pasan a manos del pueblo, acción realizada frente al antiguo Hospital Bloom, hoy Hospital 1ª de mayo del ISSS, esta operación fue denominada “La guerra de los pobres ha comenzado, la paz para los ricos ha terminado” asumida bajo el nombre de Ejercito Revolucionario del Pueblo. Este mismo año se incrementan los contactos con los compañeros que por su parte construyen las Fuerzas Populares de Liberación –FPL- que da lugar a la publicación de un comunicado conjunto y a acuerdos de cooperación y coordinación en la construcción de un nuevo referente de organización de masas, que con el tiempo no logran concretarse debido a las dificultades que pronto atravesara el ERP.

A partir de aquella primera operación del 2 de marzo, el ERP continúa la acción ascendente de propaganda armada, recuperaciones económicas con asaltos a agencias bancarias y capturas de burgueses con fines de asegurar el financiamiento de la lucha; en ese accionar sacrificado dejan la vida valiosos compañeros como Carlos Menjivar Martínez (Mario, 1973), Francisco Antonio Guerrero (Juan en 1974) y otros más.

Para esa etapa del desarrollo del ERP, Rivas Mira (Sebastián Urquilla o el choco Sebastian) ha asumido la conducción y ya ha sido creado el Estado Mayor de la organización, convirtiéndose él en el primer responsable del organismo de conducción política y en jefe militar del Estado Mayor.

Esta fase de 1973-1974 es decisiva en el desarrollo de los acontecimientos posteriores en la organización. Se profundiza el debate interno sobre la estrategia y la táctica de lucha y se van dibujando dos posiciones, por una parte la de quienes sostienen un enfoque insurreccional que deriva hacia visiones en las que predomina el énfasis en lo militar y evoluciona hacia la negación del esfuerzo de masas por considerarse que el proceso caminaba rápidamente hacia a la maduración de la situación revolucionaria y en ese sentido la tarea fundamental era la construcción de la columna vertebral de conducción militar del levantamiento insurreccional.

Por otra parte, la de quienes sostienen en la perspectiva insurreccional la urgencia de desarrollar una mas profunda vinculación y desarrollo de la organización de masas.

Mientras, en el país el régimen profundizaba la represión que reafirmaba la justeza del impulso de la lucha armada y en el seno del pueblo el sentimiento de esta necesidad crecía.

La profundización del debate concepcional en el ERP deriva en crisis profunda en buena medida por los métodos de conducción y decisiones verticalistas impuestos al amparo de la necesaria compartimentación del trabajo, situación que facilitó la negación de procesos colectivos en la toma de decisiones y la imposición de la visión militarista en la conducción; y si esta situación en sí misma era grave, se volvía más compleja por el carácter federativo de la estructura, donde cada grupo se mantenía cohesionado como en su origen y era compartimentado respecto a los otros grupos.

Este enfrentamiento concepcional tenía por una parte al sector encabezado por Rivas Mira, Vladimir Rogel (El seco Humberto) y Villalobos (Rene Cruz o Chon) y en la otra a quienes levantaban el planteamiento de la Resistencia expresado por Roque Dalton, Lil Milagro Ramírez, Ernesto Jovel, Carlos Arias, Ferman Cienfuegos y que se traducía en la Resistencia Estudiantil Universitaria (REU), Resistencia Estudiantil de Secundaria (RES) y sectores obreros y campesinos articulados a este agrupamiento.

El debate desenlaza en Mayo de 1975 con las acusaciones de trabajar para la CIA contra Roque Dalton (Julio Dreifus Marín) que se había incorporado a finales de 1973 al ERP y la captura de Armando Arteaga “Pancho” un obrero que se convirtió en uno de los primeros y mejores jefes militares de la organización, acusado de insubordinación militar por oponerse a la decisión de capturar a Dalton. Luego de los intentos de mediación de las FPL en esta crisis, la Dirección del ERP encabezada por Rivas Mira y Joaquín Villalobos decide el asesinato de ambos, con lo que se configura el primero de los errores graves que comete esta Dirección que no solo implica la división de la organización al apartarse la Resistencia Nacional, sino que conduce a la hegemonía del sector militarista que define el abandono definitivo de la línea de organización de masas lo que configura el segundo error político grave pues supuso el desmantelamiento del Frente Luis Moreno (FRELM) que aglutinaba grupos importantes de jóvenes y estudiantes de secundaria, y de las Ligas Campesinas que se desarrollaban en varias zonas del país.

A mediados de 1975 se constituye el Primer Pleno de la Organización que analizó la crisis interna y fue el inicio de una serie de correcciones, de las que la principal fue la decisión de constituir el Partido de la Revolución Salvadoreña que busca instalar el funcionamiento en base al centralismo democrático y superar mecanismos individuales en la toma de decisiones. Aquí destaca el aporte de Rafael Arce Zablah que elabora los dos documentos centrales del Partido: “El Grano de Oro” que es un esfuerzo de interpretación de la estructura económica del país y su articulación al mercado capitalista mundial, y el otro denominado “Fascismo o Revolución” que es un abordaje de la situación político social del país. En el mes de Septiembre de ese año, Arce Zablah junto a “Tano” y “Tito” caen en combate cuando se retiraban después de la toma de Villa El Carmen, en la Unión y el ERP pierde no solo a uno de sus dirigentes más claros, sino a unos de los principales impulsores de la construcción del Partido.

Ante el aislamiento internacional y nacional derivado del asesinato de Roque Dalton, Rivas Mira pragmáticamente maniobra y se mueve a la búsqueda de espacios internacionales logrando establecer vínculos con el Partido Comunista de China y para finales del año se anuncia el alineamiento del PRS como partido de la corriente ML (Marxista Leninista) como se identificaban en esa época a las fuerzas de izquierda Pro Chinas.

Al retorno al país de Rivas Mira, este había sido desplazado junto a un pequeño sector de lo mas militarista en la organización formado por Vladimir Rogel (el seco Humberto), Valle, Mireya, Chepe, Victor y otros; la situación deriva en nueva crisis y en enero de 1976 Humberto es capturado y ajusticiado lo que lleva al desprendimiento de este sector de la organización. Rivas Mira debilitado en su poder interno por un funcionamiento mas colectivo se deteriora política y moralmente, se evidencia su verdadera condición ideológica, el individualismo pequeño burgués que le conduce aceleradamente a la perdida de perspectiva en la lucha y finalmente a la deserción de las filas revolucionarias a mediados de 1976.

En medio de los errores políticos cometidos, hubo también aciertos, el enfoque acentuadamente militarista de la estrategia propicio el desarrollo de la línea de construcción de “Comités Militares del Pueblo” desde mediados de 1975, que se complementa a finales de ese año con la línea de construcción de los “destacamentos Insurrecciónales”, lo que permitió un importante crecimiento con nuevos contingentes de jóvenes en la ciudad y el campo que se fueron forjando en el rigor de la clandestinidad y la acción de combate, en un destacamento de jefes y guerrilleros cuyo aporte fue indiscutible.

EL PROCESO DE CORRECCION

Para 1977 el PRS-ERP realiza una jornada interna decisiva que evalúa lo actuado en su desarrollo y que concluye en la autocrítica respecto al abandono de la lucha de masas y la decisión de retomar este esfuerzo; y se aproxima al reconocimiento del error en los sucesos que llevaron a la muerte de Roque y Pancho y a la separación de la Resistencia Nacional.

Una de las decisiones fundamentales fue impulsar el desarrollo de las Ligas Populares 28 de Febrero LP28 como un frente de masas que pasó a capitalizar toda la influencia social desarrollada desde la guerrilla en zonas de Morazán, Usulutan, San Vicente, La Unión, Santa Ana, y otras bases dispersas en cantones de Chalatenango y otros departamentos, así como el trabajo urbano en el área metropolitana.

Mas tarde en 1979, durante la ofensiva final del FSLN en Nicaragua el ERP envía un contingente de sus combatientes y jefes a apoyar esta lucha como expresión del sentido internacionalista cultivado, y ese mismo año a raíz del golpe de estado del 15 de octubre en nuestro país, el ERP se toma durante los días 16 y 17 las poblaciones de Mejicanos, Cuscatancingo, San Marcos, El Matazano, combatiendo para denunciar la maniobra golpista y llamar al pueblo a rechazarla, en estas acciones cae heroicamente en San Marcos, Dennis Bismarck Julián (Comandante Jerónimo) combatiendo frente a la Guardia Nacional.

Los esfuerzos para construir la unidad empiezan a dar sus frutos en esa época con la formación en enero de 1980 de la Coordinadora Revolucionaria de Masas –CRM- y en ese espacio el frente de masas creado por el ERP las LP28 se convierten en fundadoras junto al BPR, FAPU, UDN y MLP. Mas tarde el ERP aporta sus esfuerzos para la fundación del FMLN que se constituye el 10 de Octubre de 1980.

LA GUERRA DEL PUEBLO

Durante la guerra el Ejercito Revolucionario del Pueblo dio aportes importantes

desarrollando una fuerza guerrillera audaz y eficiente que combino con mucha creatividad la guerra urbana, la guerra en el campo y el uso de fuerzas especiales y artilleras altamente calificadas.

El ERP aporto en la construcción de la estrategia militar y en sus virajes, fue pionero en el desarrollo de la concentración de fuerzas y que aplicando la consigna “ Resistir, Desarrollarnos y Avanzar” permitió al FMLN después de la Ofensiva del 10 de Enero de 1981, su primera gran victoria militar al derrotar en movimiento a dos compañías del ejercito en lo que paso a la historia como “ La Batalla del Moscarrón” en la ruta Torola – San Fernando en el departamento de Morazán el año 1982. En esta batalla se logro la captura de mas de 50 soldados y oficiales, murieron mas de cien efectivos del ejercito y resultaron decenas de heridos, capturándose además gran cantidad de armas y otros pertrechos de guerra, como corolario de esta batalla se derribo un helicóptero en las proximidades de San Fernando con lo que se logro dar muerte al Coronel Beltrán Luna jefe del Destacamento Militar Nª4 de Morazán y la captura con heridas leves del Vice Ministro de Defensa el Cnel. García.

Una de las mas brillantes campañas que desarrollo “La Brigada Rafael Arce Zablah” fue la toma de la antena del Volcán Cacahuatique, posición en lo mas escarpado de este volcán, defendida con campos minados, serpentinas y casamatas, que no fueron suficientes para detener el empuje guerrillero. En el asalto de uno de los últimos focos de resistencia cayo combatiendo “Hernán” Jefe de columna y “Bravo” un compañero que siendo soldado fue capturado por nuestras fuerzas en el Moscarrón y decidió quedarse a combatir por el pueblo.

Parte de esa etapa fue la limpieza de posiciones enemigas que desarrollo la Brigada Rafael Arce Zablah (BRAZ) con sus dos agrupaciones norte y sur que expulso al ejercito de toda la región nor oriental y de parte de la región sur oriental del país.

Agotada esta fase de la lucha el ERP abandero la desconcentración de fuerzas en decenas de unidades guerrilleras a finales de 1984, que se convirtió en un viraje necesario para dar continuidad y profundidad a la guerra del pueblo y enfrentar de mejor forma la complejidad que el incremento de la ayuda militar yanqui planteaba en el proceso de lucha, era nuestra la consigna del FMLN “Hacer del país un inmenso mar de guerrillas y pueblo organizado”. En esas condiciones se creo además una de las mas formidables agrupaciones de Fuerzas Especiales con las que contó el FMLN, este grupo de combatientes fue responsable de audaces ataques de aniquilamiento a cuarteles enemigos como la tercera Brigada de Infantería en San Miguel donde cayo heroicamente “Guadalupe” campesino de Morazán y primer jefe de las FES o el cuartel del CEMFA en la Unión.

El ERP en esa etapa logro construir, defender y poner al servicio del FMLN uno de los mas desarrollados aparatos para el movimiento de la logística estratégica con que se contó en la guerra.

En este período el ERP además, aporto estratégicamente en el desarrollo de la propaganda revolucionaria con la Radio Venceremos que pronto paso a ser la Voz oficial del FMLN y con el desarrollo del Comando de Información COMIN que se convirtió en el “Sistema Venceremos”, responsable de “La Revista Internacional El Salvador” y otros impresos, así como del sistema de cine y fotografía que contribuyeron significativamente a difundir la realidad de la lucha salvadoreña en el mundo. Fundamental también, fue el desarrollo del aparato de trabajo internacional que extendido por casi toda Europa y Norte América estuvo al servicio del Frente en la gestión diplomática y la construcción de solidaridad.

CON JORGE ARIAS GÓMEZ

CON JORGE ARIASMEZ

En sus últimas horas de vida

(Comentario)

José Fidel Santacruz

En los primeros días de Junio del 2004, Lucio Rivera me llamó contándome que Jorge Arias Gómez estaba muy enfermo y me pedía en nombre de la familia, si yo podía colaborar con ella en cuidarlo parte del tiempo. Me dio el número de teléfono y en el mismo instante llamé a casa de Jorge. Fue Coyito, su hermana la que me respondió, me dio la dirección y una hora más tarde, estaba en su casa.

Me hizo pasar a la salita, mientras ella terminaba de preparar una bebida para Jorge. A su vez, ella, respetando los deseos de su hermano, le daría mi nombre y le preguntaría si aceptaba que yo le prestara algunos cuidados.

Mientras esperaba en la sala, me dediqué a ver varios diplomas y reconocimientos, entre ellos el de su doctorado en Jurisprudencia y Ciencias Sociales, extendido por la Universidad de El Salvador. Entre otras cosas, vi con gran interés unas libreras repletas de libros, documentos y muchos objetos de arte, sencillos, algunas fotografías y pequeñas pinturas.

A propósito yo llevaba su libro sobre Farabundo, para mostrarle mi interés por sus obras.

Después de unos momentos, Coyito me hizo pasar hasta el sencillo lecho donde Jorge libraba una feroz batalla contra esa cruel enfermedad que se llama cáncer. Estaba muy delgado, demacrado y su estado de ánimo era valiente, a pesar de la tortura que el dolor abrazaba todo su cuerpo, sus entrañas.

Al ver su estado de gravedad, no quise enseñarle su libro, pues uno de mis deseos era pedirle una firma, pero en aquellas condiciones, ni pensarlo.

La última vez que yo había visto a Jorge, fue en la Facultad de Jurisprudencia, el día que la Universidad de El Salvador le hiciera entrega de un merecido reconocimiento como el de PROFESOR EMÉRITO, en la cual se le hacía otro Reconocimiento de similar categoría al maestro Camilo Minero.

Al ver a Jorge en aquellas condiciones, sentí mucha pena por su estado de salud. Hubiera querido quedarme algún tiempo con él. Cuando fui joven trabajé varios años como auxiliar de enfermería y con frecuencia he puesto en práctica algunos conocimientos elementales. Pero Jorge no aceptó que me quedara. –“Yo le agradezco Fidel, su colaboración, pero aquí tengo a Coyito que me presta toda su atención; más adelante, cuando sea necesario que ella se comunique con usted.”

Al ver los esfuerzos que Jorge hacía para disimular sus dolencias, preferí retirarme para no incomodarlo más. Me despedí de él, estrechando su mano frágil, pero suave y cálida de afecto.

Unos quince días más tarde, recibí otra llamada de Lucio. Esta vez para decirme que Jorge estaba hospitalizado y que ahora si necesitaba que yo le apoyara, sobre todo por las noches. Era un día sábado.

A eso de las cinco de la tarde, llegué al hospital de Oncología del Seguro Social. A su lado estaba una de sus hijas y Coyito, su leal hermana, quienes se fueron a descansar a sus respectivas casas.

Si la vez anterior lo vi muy demacrado, agotado, sin mucho aliento; esta vez su estado de ánimo, su condición física era muy delicada. Sin embargo, él me reconoció inmediatamente. –¡Hola Fidel! –Respondió a mi saludo. Yo estrechaba su mano y sentí la sensación que me transmitía la suya, muy débil, por cierto, pero había un mensaje, un impulso de su estado emocional conciente y de su afecto bondadoso.

La alegría no se borró de sus ojos, ni la sonrisa de sus labios. Aún, en aquellas condiciones expresaba fuerza y ánimo.

Desde que llegué me mantuve a su lado. Unas veces ayudándolo a escapar de la tos, humedeciendo sus labios, limpiando sus ojos y su rostro; otras veces hablándole, pero pidiéndole que él no lo hiciera, que se mantuviera sereno, necesitaba conservar energías.

En un momento, yo le hablaba de los cambios sociales en El Salvador y en el mundo. Le recordé el papel que él jugó desde joven estudiante, lo del Llano del Espino, la Guardia Cárcel de Ahuachapán en 1944 y mucho más allá de toda su vida.

Esto sin duda, le alegró mucho porque sonrió; sonrió en todo su rostro, sus labios, sus ojos expresaban ese movimiento que se contrae y brillan con una sensación infantil.

En el momento que yo extraje tres libros suyos y se los coloqué a la altura de sus ojos: —¡Mi libro!… ¡Ha, mi libro! –Dijo cuando vio a su Farabundo.

Lo vi emocionado, feliz. Me lo decían sus ojos, sus labios con aquellas palabras: ¡Mi libro!… ¡ha, mi libro! Y me lo decía su mano que yo mantenía estrechada, para expresarle lo cercano que yo estaba de él.

De vez en vez, lo movía cambiando su posición; masajeaba sus brazos, sus pies y piernas y las flexionaba con gran cuidado. Masajeaba su espalda y un tanto los músculos de la cara, del cuello y su cabeza.

Ya no era aquel hombre fuerte y ágil que conocí hacía más de treinta años. Le recordé allá por 1986 en Pochomil, una playa del Pacífico nicaragüense, donde pasamos un día con Jorge, disfrutando de las deliciosas aguas del mar. Esa vez a Jorge se le escapaba de sus manos, una de la flechas de Cupido. Nos acompañaba una diana europea a quién Jorge había invitado a conocer las aguas del Pacífico.

Por el estado de lucidez que Jorge presentaba en aquel momento en el hospital, yo calculaba que pasarían varios días y a lo mejor, semanas.

En algunos momentos que se quedaba más lúcido, como mirando el horizonte, yo hacía lo posible por continuar hablándole. Le mencioné libros y autores que yo había leído. Cuando le dije que recientemente había leído “La Insoportable levedad del ser” de Milán Kundera, —¡Excelente! –Exclamó.

Yo recordaba en aquel momento haber leído algo de Jorge en donde citaba a Milán Kundera; le hablé del Fausto de Goethe, de lo mucho que me gustaba Dostoievski, Stefan Zweig, Neruda, Salarrué. Cuando mencioné a Dostoievski, quiso decir algo, pero se lo impidió un acceso de tos; la tos era frecuente por la acumulación de residuos gástricos que no podía expulsar por la falta de movilidad.

Jorge ya no tenía las energías necesarias para hablar; pero yo sabía que escuchaba y me proponía hacer aquello con la esperanza de hacerle placentero aquellos últimos momentos.

Me preparaba para quedarme una noche sin cenar; pero allí estaba la cena que habían llevado para Jorge, la enfermera me dijo que podía comérmela. Mientras la saboreaba estaba pensando: “he venido a cuidar al enfermo y me estoy comiendo su comida”. Pero Jorge ya no estaba en condiciones de deglutir alimentos sólidos; le habían practicado una operación con algún propósito de prolongar su vida, algo de eso supe. Se le administraba oxígeno y suero de manera permanente.

A eso de las once de la noche, Jorge comenzó a manifestar cierta incomodidad. Demandaba tal vez, cesaran sus dolores y todo aquello que le torturaba, que le impedía seguir viviendo normal, activa. Yo lo cambiaba de posición, flexionaba sus miembros y se quedaba tranquilo durante algunos minutos.

Por momentos me sentaba en una silla plástica, pero también me levantaba a cada instante para atenderlo. No podía abandonarlo.

A eso de la una de la mañana, comenzó a quejarse más y más. Yo continuaba prodigándole los mismos cuidados. Pero comenzó a decir: “¡no!… ¡no!… ¡no!” –Además, yo no dejaba de hablarle para darle confianza de que no estaba solo. Me daba cuenta que había entrado a esa fase grave.

Tal vez serían las dos y media de la mañana. Jorge se había quedado tranquilo, como sumido en un mundo lejano. Me senté bastante cansado en la silla. Tal vez recargué mi peso hacia una pata trasera; ésta se rompió con un ruido estrepitoso bajo mi cuerpo.

—¡Cuidado! –Escuché bien claro la voz de Jorge, muy débil, pero conciente.

Ya no me retiré del lado de su cama. Primero que ya no había otra silla; segundo se me quitó el sueño y a la vez comencé a notar un desfase en su condición física. Aumentó un poco la respiración, un cansancio de corta respiración y una evidente inquietud. (La enfermera llegaba frecuentemente para observar su condición) Jorge empezó a llevarse la mano libre para quitarse la sonda de la nariz por donde le llegaba el oxígeno. La otra mano, la izquierda, por cierto, estaba atada a la cama para inmovilizar el brazo por el suero que corría.

Jorge había hablado muy poco, pero a partir de aquel momento, tres o tres y cuarto de la mañana su voz se fue tornando más apagada, inaudible. En un instante que yo impedía que su mano derecha llegara hasta su nariz, para arrancarse la sonda continuó diciendo: ¡no!… ¡no!… ¡no!…

Sin duda alguna, él sentía que el oxígeno ya no jugaba ningún papel. Yo no podría decir si era conciente o inconciente aquella acción suya.

Mientras le quedaban algunas energías, su mano se dirigía hacia la sonda y su frase ¡no!… ¡no! –Continuaba diciéndola cada vez más extinguida y más pausada. Parecía decir: ¡quitanme ya esta cosa! Pero yo no dejé que se la sacara.

Después de una media hora, tal vez cuatro a cuatro y diez, yo continuaba a su lado sin soltar su mano. Cada vez con menos fuerza la fui deteniendo para que él no se arrancara la sonda del oxígeno. Era una fuerza regresiva, era una voluntad que ni en aquel momento se doblegaba.

Pero llegó un momento en que Jorge hizo un último esfuerzo, como queriendo dar un salto y ponerse de pie. Vi las contorciones de su rostro, de sus labios y también un intento como el de incorporarse o acercarse a mi. –“¡Ya no Fidel, esto es el fin!”. –Aquellas palabras casi inaudibles, fueron las últimas que logré captar con mi audición bastante perdida.

Con más de seis años que trabajé con enfermos graves, comprendí que Jorge había entrado a esa fase de pelea entre la vida y la muerte; el ocaso que vence al día con virtual ventaja de las tinieblas que vencen a los últimos destellos.

Después vinieron otros intentos por decir algo, pero sólo fueron apagados estertores agónicos. Nuevamente sentí el deseo de hablarle; era mi despedida de Jorge, ¿qué otra cosa podía hacer yo ahí a su lado en aquel momento que se iba?

-Jorge, -le hable. Usted deja a nuestro pueblo un legado histórico que todos recordaremos. Sus libros serán leídos y muchos profesionales a quienes usted ayudó en sus estudios lo recordarán siempre.

Su aporte no solo ha servido a nuestro pueblo, sino que a otros pueblos del mundo. Quedamos en deuda con usted y por eso no lo olvidaremos jamás. Algún día las luces del conocimiento iluminen en la mente de nuestro pueblo, del hombre humilde, de los campesinos y entonces Jorge Arias Gómez, continuará investigando y escribiendo la obra que deja inconclusa.

Nunca he olvidado Jorge, allá por el año 1969, cuando Schafik y Cayetano tuvieron que salir para participar en la Conferencia Internacional de Partidos Comunistas y Obreros que se celebraba en Moscú. Usted llegó a la célula Van Troi, para sustituir a Schafik. Luego, yo iba a su casa, llevaba y recogía los materiales que serían publicados en el periódico TRENES. ¿Se acuerda, Jorge? ¡Estoy seguro que si! Si en este momento yo pudiera, Jorge, me gustaría escuchar con usted la coral de Beethoven o el primer movimiento del Concierto número uno de Tchaikovski.

Le estuve hablando mucho tiempo, aún en aquellos momentos que Jorge se fue quedando quieto, sin mover su mano con la que escribió tantas cosas valiosas. A pesar que ya no la movía yo se la tenía agarrada entre las mías y continué a su lado, mirándolo y sintiendo en lo más profundo.

Prácticamente llegábamos al final del ocaso. Yo sentía un gran pesar por no haber llegado antes en auxilio del amigo y compañero. Lamentablemente yo no llevaba reloj. No supe la hora exacta de cada suceso. Ni la hora exacta del instante de su muerte. Yo la calculo entre seis y diez a seis y cuarto de la mañana del día domingo.

Lo vi morir y me aparté de su lado una vez que estuve seguro de su muerte. Fui a avisarle a la Enfermera con un gesto de mis manos, queriéndole decir: ¡murió!

La enfermera tiene que saber la hora exacta en que muere un paciente; como allí estaba yo, ella se atuvo. Mientras ella lo examinaba, me pidió que saliera de la sala. Entré al baño, me lavé las manos y salí del hospital.

En la calle había poco movimiento vehicular. Yo sentía un gran pesar por la muerte del amigo. Sin embargo, Apolo, impulsado en su carruaje, emprendía su largo viaje; el vibrante mundo iba tras él.

Para finalizar debemos de reconocer que Jorge Arias Gómez, no solo fue un investigador, un sociólogo, historiador, estudioso de la filosofía en todos los campos, sino que fue más allá del ámbito conciente del intelectual comprometido con la verdad y con la vida.

Si en estos momentos Jorge estuviera vivo, ya hubiese “pedido la palabra” para dar respuesta a varios críticos intelectuales, que buscan no se con que propósitos políticos e ideológicos, de desvirtuar los acontecimientos del 1932 en un campo de batalla prácticamente sin contendientes, en un país atrasado y doblegado por grandes intereses económicos y geopolíticos excluyentes en todos los sentidos de la vida.

Estoy totalmente de acuerdo con revisar la historia en general y en particular de todos los acontecimientos sucedidos en El Salvador. Trabajar en verdaderos estudios críticos y consecuentes con la realidad histórica de este país, sin apartarse ni un ápice de los actores sociales, ni de los sucesos históricos con pretensiones de minimizar los hechos en desmedro de unos actores o de “lavar” la culpa de otros.

Roque Dalton ya no está vivo para que pudiera defender su trabajo o su libro MIGUELRMOL. Miguel en persona ya no existe y ahora que también ya no vive Jorge Arias Gómez, quién pudiera dar su aportes en torno al tema que hasta ahora se pretende ponerle peros.

San Salvador, 30 de Abril de 2005.

Celebran cumpleaños 99 de Blas Escamilla: comunista salvadoreño

SAN SALVADOR, 18 de febrero de 2010 (SIEP) “Con gran alegría celebramos tres o mas generaciones de comunistas aquí presentes, este cumpleaños 99 de nuestro camarada Crucito, ejemplo de militante comunista, modelo de terquedad revolucionaria, de patriotismo…” expreso el director ejecutivo del Comité de Reconstrucción y Desarrollo, CRD, Rafael Benavides.

Por su parte, Domingo Santacruz, Embajador de El Salvador ante Cuba, indico que “el año pasado como CRD le celebramos el cumpleaños 98, Blas es una persona muy especial, como lo fue el papa de Coni, Daniel Castaneda, que también vivió 100 años, y fue secretario general del PCS…”

Agrego que “Blas es un autentico bolchevique, que ya desde los años 40 aparece como sindicalista del pan, en 1944 el 9 de mayo regresa de Panamá, el mismo día que Martínez iba de salida, en 1945 es exilado a Costa Rica, donde ingresa a vanguardia Popular y participa bajo el mando de Carlos Luís Fallas y los hermanos Mora en la guerra civil de 1948, regresa en 1953 y es capturado y torturado, es compañero de Cayetano Carpio, de Chepe Martínez y de la Chila, de Julita, todos panificadores.”

“Fue del CROSS. Luego de la CGTS junto con el Chele Cativo, con Antonio Velasco Iglesias, con Jorge López. A principios de los años 60 aparece conduciendo la Columna Obrera del FUAR, es un viejo veterano revolucionario, fue profesor nuestro. Nació en Moncagua en 1911. Militante testigo y participante de las luchas populares de estos últimos setenta años. No se doblego en los momentos mas difíciles, sufrió torturas, cárcel, fue objeto de vejámenes, incluso le aplastaron los testículos, Blas es un revolucionario autentico, un genuino comunista del que nos sentimos orgullosos.”

Durante el agasajo a Blas también se entrego un reconocimiento a Domingo Santacruz por su papel en la conducción del CRD desde su fundación. El reconocimiento fue entregado por el actual director ejecutivo Rafael Benavides, conocido durante la guerra como Ramón Suárez.

Por su parte, Damián Alegría, diputado del FMLN, hizo un brindis a nombre de los presentes: te deseamos Crucito, que cumplas más años y personalmente me siento feliz por esta familia de comunistas, de revolucionarios, de personas que luchan por un futuro mejor para nuestro país. Todo revolucionario salvadoreño debe sentirse feliz por personas como Blas.”

Carlos Ruiz, Alcalde de Soyapango, expreso que “es motivo de alegría para cualquier revolucionario salvadoreño esta celebración. Conocí a Blas cuando tenia 23 años, hicimos un trabajo organizativo en Montecarmelo, trabajamos juntos y pude conocer la profundidad de su personalidad revolucionaria, asi como la de Berta Deras de Aguiñada que se encuentra acá con nosotros.”

“”Bueno, me van a permitir…”indica Blas. “Durante toda mi vida lo que me ha impulsado a luchar es el rechazo a la injusticia, nunca me han gustado las injusticias y nunca me van a gustar…eso fue lo que me hizo afiliarme al partido Vanguardia Popular, que así se llamaban los comunistas en Costa Rica. Fíjense que una vez estaba en un parque y paso el presidente tico Teodoro Picado saludando a todos. Y yo me puse a pensar: los presidentes aquí saludan y allá en El Salvador lo meten preso a uno.

Me impacto en Costa Rica Vanguardia Popular, su nivel organizativo, llegamos 16 exilados. 2 abogados, 2 profesores, 4 obreros, estudiantes, etc. Iba el papa de un estudiante al que no hallaron y decidieron llevarse al padre, era de Sonsonete, de apellido Comandari, un señor elegante. Y nos fueron a recibir los de Vanguardia a la frontera, y desde allí nos trasladaron, ya lo tenían todo organizado. Abogados con abogados, obreros con obreros…Nos capturaron luego de una marcha del 15 de septiembre y nos sacaron a Honduras, luego a Nicaragua y terminamos en Costa Rica, ahí pase siete años…”

Antes, había regresado a El Salvador el 9 de mayo de 1944, de Panamá, no fuimos a hacer el canal, el canal ya estaba hecho… fuimos a ampliarlo, los gringos necesitaban ampliarlo por la Segunda Guerra Mundial, y luego me entere que por cada salvadoreño el General Maximiliano Hernández Martínez cobro un dólar, nos vendió por un dólar o sea que yo un dólar valgo…y dicen que fue un presidente honrado, fue un gran pícaro…

Y fue en Panamá donde yo conocí al primer comunista salvadoreño, porque yo no estaba organizado, se llamaba Eduardo Camporreales, era talabartero, tenía un taller de nombre El Potro, y platicábamos y empezó a lavarme el coco. Una vez e dijo _mira va pasar un mexicano y me gustaría que lo fueras a escuchar. Y fui a oírlo hablar en la Plaza Santa Ana. Era Vicente Lombardo Toledano. Y ahí abrí los oídos y se me abrieron los ojos, sus palabras me quedaron revoloteando por mucho tiempo…el explico que para liberarse como pueblos y como personas había que luchar, que ahí estaba la clave de la vida, de una vida digna.

Cuando regrese en 1953, la dirección de Vanguardia Popular me había dicho te vamos a enviar por tierra, por aire o por mar. Les dije: envíenme como sea, peor envíenme que ya me quiero ir para mi país. Y me enviaron por avión aprovechando que venia un equipo de fútbol a jugar, ahí me vine entre los jugadores. Al llegar pase aduanas sin problemas. Y salí a buscar un taxi, era el Aeropuerto de Ilopango. Pero nomás salí, cuando se me acercaron tres agentes de la DIC y me encañonaron. Les pregunte que querían. Y me respondieron: que nos acompañes. Y me llevaron a la Policía Nacional. Yo iba con mi valijita llena de ropa que me decomisaron. Al llegar a las bartolinas, era un pasillo y las celdas a los lados, vi que todos me saludaban. Unos levantaban las manos. Y reconocí a Cayetano. Y desde entonces era el mas viejo, por eso me decían Viejo.

Carpio me envió un papelito en una caja de fósforos. Decía: prepárate porque desde esta noche te van a torturar….Y cabal así fue…me fueron a sacar por la noche, vendado: y me preguntaban: conoces a esta persona. Respondía: si, y a esta: también. Y a esta otra: tamben la conozco. ¿Verdad que son comunistas? Respondía: eso si no se. Y se encachimbaban. ¿Y como es que los conoces y no sabes que son comunistas? Respondía: nunca me lo han dicho. Y venia la patada a las costillas. Como a la semana dejaron de torturarme. Y siempre pasábamos viendo por los barrotes a quien traían, que noticias traía de allá afuera. O buscando que dejaran los policías pedazos de páginas de periódicos. Al final, meses después, cuando me sacaron me levaron mi valijita y al abrirla veo que solo estaba un calzoncillo, y les reclame: esta maleta estaba llena. Y me dijeron: estas diciendo que aquí hay ladrones. Les respondí: yo no se, lo que se es que esta maleta estaba llena. Y llego Medrano, que era el Director y pregunto que pasaba y también me dijo: estas diciendo que aquí hay ladrones. Le dije: no se, solo se que mi valija estaba llena. Al final acepte que mi valija la habían saqueado y me fui, me fui a buscar el contacto que en Costa Rica me habían dado que era el Licdo. Raúl Castellanos Figueroa.

Una de las grandes enseñanzas que ha practicado en mi ya larga vida es que nunca me he sentido superior a nadie. Siempre he creído que hay personas que saben mas que uno….y por eso les digo, hoy que veo aquí a algunos funcionarios y diputados, el que quiere ser dirigente popular y dirigente comunista debe ser el mas humilde…no hace falta grandes estudios, yo tres años fui a la escuela, pero tengo conciencia, eso si, y e indigno ante cualquier injusticia…y lo libros que he leído me han ayudado, porque los marxistas consideramos que la teoría alumbra el camino de la practica. Hay libros que me son muy queridos y me ayudaron mucho como Mis Universidades de Máximo Gorki, y el libro La Catedral que narra la historia de un sacerdote en España que se hace comunista. Nunca he terminado de leer El Capital de Marx, tengo que reconocerlo, Lo empiezo y no lo termino…

Una vez nos preguntaron en Cuba, en 1961, cuando nos preparábamos para cruzar la Sierra Maestra en 9 días como parte de un programa de adiestramiento militar, nos pregunto el profesor que cuales libros habíamos leído. Le respondí: yo he visto muchos…pero la pasta. Y el nos dijo: ustedes han venido aquí para aprender. Éramos 13 los salvadoreños. Y una vez nos toco cruzar un rió cargando una piedra en la nuca. Y el Ratón Hidalgo como era un poco jorobado nos gano a todos.

Les voy a contar como fue que me torturaron. Esto fue a principios de los ochenta. Me acusaban de haber matado a dos coroneles, al coronel Manzano y al coronel Choto. Esto nunca lo había contado públicamente pero ya que Domingo lo menciono. Bueno, me capturaron y me tenían no en una cárcel sino en un pasillo. Me tenían vendado de los ojos. Pedí que me llevaran al baño a orinar. Me dijeron. Hay hacete en los pantalones. Les respondí: yo no soy cochino. Y al momento sentí que me pegaban una pata en los testículos y me desmaye. Dicen que después llego el director y al verme desangrado dijo que me trasladaran al hospital. Desperté ya cuando me ingresaban en el hospital. Empecé a gritar al verme fuera de la cárcel: a mi me han torturado…me han torturado…llamen a los periodistas.

Entonces sentí una mano que se posaba sobre mi cuerpo y me dijo: cálmese compañero, que aquí lo vamos a curar. Me dio una inmensa alegría estaba entre compañeros. Y me cuidaban, los doctores, las enfermeras, no dejaban que los policías que estaban fuera del cuarto entraran. Me condujeron al quirófano. Nunca le he tenido miedo a la muerte, yo sabia porque estaba allí por comunista, y no me arrepentía, aunque yo no había matado a esos coroneles…Al salir del quirófano, vino el doctor a hablar conmigo y me dijo: hicimos todo lo posible por dejarle un testículo y no se pudo, estaba ya también destrozado…Su expresión de sinceridad me dio animo. Me dije a mi mismo: ¡estoy vivo! ¡puedo seguir luchando! ¡que más quiero! ¡he vencido a mis torturadores! Y me sometí a las curaciones hasta salir del hospital y que me enviaran a Mariona.

Entonces los asistentes le dijeron: Viejo ¿y el grito? Respondió: Quieren oír el grito…vaya pues…¡¡¡Viva el Partido Comunista!!! Entonces Dagoberto Sosa contó: cuando salimos de Mariona, este Viejo lo primero que hizo al salir fue gritar con todas sus fuerzas: ¡Viva el Partido Comunista!

Asimismo Roberto Pineda indico que por medio del Servicio Informativo Ecuménico y Popular, SIEP se podía enviar saludos de felicitación para Blas. Por otra parte, Américo Araujo informo que el próximo 31 de marzo en el local de Nuestra América se celebrara el 80 aniversario del PCS. Ese es el día asignado en el marco de las celebraciones del 30 aniversario del FMLN. Habrá un día para cada una d las fuerzas que constituyeron el FMLN en 1980.

Realizan charla sobre experiencias historicas del movimiento revolucionario salvadoreño

SAN SALVADOR, 13 de febrero de 2010 (SIEP) “Dentro de la tradición teórica marxista y leninista, el problema político fundamental de toda revolución es el problema del poder, y este esta vinculado a la existencia de una situación revolucionaria…” asevero esta tarde en la UES el Lic. Roberto Pineda, del Centro de Estudios Marxistas “Sarbelio Navarrete.”

El Lic, Pineda inicio el Curso Superior de Educación Política 2010 organizado por el Movimiento de Intelectuales, Técnicos e Intelectuales de El Salvador, MPTIES. La segunda conferencia tratara sobre El Sistema Político de Dominación y estará a cargo del Dr. Américo Araujo.

Agrego el Lic, Pineda que “el movimiento revolucionario salvadoreño ha acumulado una riquísima experiencia en la lucha por la toma del poder. Durante el siglo XX se configuraron diversas situaciones revolucionarias de las cuales podemos extraer valiosas lecciones para el avance de nuestra lucha hacia el socialismo. Entre estas experiencias hemos seleccionado cinco: 1932, 1944, 1960, 1980 y 1989. Esta conversación la dividiremos en dos partes: una parte teórica inicial y luego el estudio de estos cinco casos.”

La teoría leninista de la situación revolucionaria

Vladimir Illich Lenin fue el principal continuador de la doctrina de Carlos Marx y maestro revolucionario ruso, que sintetizo la experiencia histórica del movimiento obrero y la aplico a la situación de su país convirtiéndose en el conductor de la primera revolución socialista triunfante, la Gran Revolución Socialista de Octubre. Y para esto tuvo que profundizar sobre las características de una situación revolucionaria.

Lenin planteaba que la revolución es imposible sin una situación revolucionaria. Y que la experiencia enseñaba que no toda situación revolucionaria terminaba con una revolución triunfante. Había derrotas que permitían acumular experiencia a las fuerzas revolucionarias. Y había derrotas que postergaban por muchos años el surgimiento de nuevas situaciones revolucionarias. Es nuestro caso, lo vivimos en el 32 con la gran masacre de la dictadura militar recién iniciada y en la actualidad vivimos desde los Acuerdos de Paz de 1992 una situación de apertura democrática prolongada, y desde el 1 de junio del 2009 un gobierno de signo progresista con presencia de sectores revolucionarios, pero debemos de estar claros que el poder no se encuentra en manos de los trabajadores, la lucha por la toma del poder sigue siendo una tarea pendiente en nuestra patria…

Lenin sintetizaba en tres rasgos básicos las características de una situación revolucionaria. El primer rasgo es que la clase dominante, los sectores poderosos no pueden seguir gobernando como lo venían haciendo, hay “crisis en las alturas”, hay conflictos entre los grupos que controlan el aparato de estado, no se ponen de acuerdo para gobernar, hay choque de intereses; y por otra parte los sectores populares, la clase oprimida se lanza a las calles a protestar, hay efervescencia popular…ya que un gobierno nunca cae por si solo, hay que hacerlo caer.

Decía Lenin que para que estalle la revolución se necesita no solo que “los de abajo no quieran” sino también que “los de arriba no puedan” seguir viviendo como hasta entonces. O sea que surja una crisis política nacional que afecte a todas las clases y las empuje a la acción política. Y que las acciones de los sectores oprimidos con su fuerza logren romper la resistencia de las clases dominantes, que nunca, y esto es una ley, nunca abandonan voluntariamente el poder. Hay que sacarlos, derrocarlos.

En segundo lugar, se necesita que el país atreviese por una crisis económica social intensa, profunda, que lance a la miseria y al desempleo a miles de personas. Una crisis que golpee fuertemente a los sectores populares y que permita, la aparición del tercer factor, el ánimo de lucha de las masas, el despliegue de la movilización popular.

Cuando surge una situación revolucionaria, lo hemos vivido todos, miles de gente que no se preocupaba por la política, se lanzan a la calle a protestar. Son grandes jornadas de batallas populares. Así fue en agosto de 1975 y en febrero de 1977. La lucha revolucionaria atraviesa dos momentos: el de acumulación de fuerzas, caracterizado por la construcción del ejercito político de la revolución y el momento de ascenso de la lucha de clases, de la lucha por la toma del poder, en el marco de una situación revolucionaria.

La vanguardia revolucionaria debe tener la sabiduría y el olfato político para construir y detectar el surgimiento de una situación revolucionaria en la que el problema de la toma del poder esta a la orden del día. Los bolcheviques rusos con Lenin a la cabeza supieron en abril de 1917 lanzar la consigna de todo el poder para los soviets, luego de la revolución en febrero que derroco al zar. Y definieron las tareas que llevaron al ataque al palacio de Invierno en noviembre de ese año. En junio de 1915, en el marco de una polémica con sectores reformistas, Lenin escribió La bancarrota de la segunda internacional, escrito en el que sintetiza su visión sobre la situación revolucionaria.

Otra aproximación leninista nos habla de factores objetivos y subjetivos de la situación revolucionaria. Los objetivos están vinculados a la existencia de una crisis política y una crisis socioeconómica. Los subjetivos a la existencia de cuatro componentes: nivel de organización de los sectores populares, nivel de educación política, nivel de movilización y finalmente, la existencia de una vanguardia revolucionaria, que en la visión de Lenin, es la de un partido marxista leninista. Este formato lo utilizaremos para analizar los cinco casos de situaciones revolucionarias en la historia del movimiento revolucionario de nuestro país, aclarando que no son los únicos casos, sino a nuestro juicio, los más relevantes.

La situación revolucionaria de 1932.

La crisis financiera provocada por la caída de la bolsa de valores en Wall Street en 1929 golpeo fuertemente la economía nacional. Los precios del café se vinieron abajo y provocaron el desempleo de miles de personas que vagaban por el campo buscando que comer. A los empleados públicos se les retrasaba el sueldo hasta por tres meses.

Y esta situación objetiva provoco que un gobierno reformista, surgido a principios de 1931 y dirigido por el Dr. Arturo Araujo entrara en crisis. En este gobierno figuraba un ideólogo reformista que haría historia, Alberto Masferrer y en la campaña electoral se había ofrecido realizar una reforma agraria. Pero de vicepresidente llevaron como candidato al general Maximiliano Hernández Martínez, en una peligrosa jugada orientada a ganar el respaldo de los sectores militares.

El 2 de diciembre de 1931 Martínez aprovechándose de la aguda crisis socioeconómica y política existente, de manera encubierta, propicio un golpe de estado cuyos autores rápidamente lo buscaron para ofrecerle la presidencia. Los Estados Unidos vacilaron en reconocerlo debido a un acuerdo previo entre los gobiernos centroamericanos de no reconocer a ningún gobierno surgido de golpe de estado. El escenario de situación revolucionaria estaba configurándose. Había crisis en las alturas. Los de arriba no se ponían de acuerdo para gobernar.

En el marco de los factores subjetivos, desde 1924 se había iniciado un proceso de organización de la clase obrera artesanal (sastres, panaderos, zapateros, talabarteros, etc.) mediante la creación de la Federación Regional de Trabajadores Salvadoreños, FRTS, conocida como La Regional y primer instrumento de lucha reivindicativa de los trabajadores salvadoreños que se trazo como una de su principales banderas la lucha por la jornada laboral de ocho horas. Por medio de la FRTS se realizo un intenso esfuerzo organizativo en el occidente y centro del país.

También la FRTS realizo una vasta campaña de educación política orientada a despertar la conciencia de clase de los sectores populares y a ganar a la lucha a sectores de la clase media, crearon la Universidad Popular donde destacados intelectuales participaban mediante charlas, entre estos Salvador Ricardo Merlos. Mediante dibujos se enseñaba como estaba estructurada la sociedad salvadoreña, como estaba dividida en clases sociales.

Y la crisis económica genero también una amplia movilización exigiendo empleo para los desocupados y salarios justos para los que trabajaban. El régimen respondió con la represión. Y esto fue encendiendo la indignación de miles de trabajadores de la ciudad y de los campesinos, incluyendo a sectores indígenas radicalizados que reclamaban sus tierras ancestrales.

Por otra parte, el 30 de marzo de 1930, a orillas del lago de Ilopango, cerca de Asino, había surgido el Partido Comunista de El Salvador, PCS, bajo la influencia de la Revolución Rusa y de Lenin. Era un pequeño destacamento pero contaba con prestigio entre los sectores organizados. Su primer secretario general fue Luís Díaz. Fue este partido el que se puso a la cabeza de la insurrección popular del 22 de enero de 1932. Considero que la situación revolucionaria inicio el 2 de diciembre de 1931 y tuvo como su momento de cresta del 22 de enero del 32 al 25 o 26 de ese mismo mes, fueron solamente algunos días. Por primera vez en nuestra historia, el ejercito de la burguesía se enfrento al ejercito de los trabajadores e indígenas.

Cuando Martínez dio el golpe el 2 de diciembre de 1931 estaban planteadas elecciones municipales en las que participaría el PCS en enero de 1932. El pospuso la fecha de las elecciones. Por San Salvador se llevaba como candidato a un taxista de nombre Joaquín Rivas. Antes, los votantes hacían filas según el partido de su preferencia y esto permitió identificar al electorado comunista. Esas listas fueron después utilizadas para buscar y asesinar a todo aquel que hubiera votado por el PCS.

Y por otra parte el Partido recibía la presión de amplios sectores populares del Occidente del país que exigían responder a la violencia represiva con acciones revolucionarias y que amenazaban con desbordarse si el Partido no garantizaba la conducción de estos esfuerzos. Se manejo una estrategia electoral y una insurreccional. A estas alturas de enero de 1932 en la dirección del Partido figuraba ya Agustín Farabundo Marti, dirigente principal de este esfuerzo revolucionario junto con los estudiantes universitarios Alfonso Luna y Mario Zapata. Luego de gestiones infructuosas con Martínez para detener la represión, el Partido decide organizar la insurrección, lanzarse a la toma del poder. Y se nombra a Comandantes Rojos que son enviados para sus respectivos teatros de operaciones. Entre estos estaba Modesto Ramírez, que es enviado para Sonsonate.

Unos días antes del inicio de la insurrección que había sido ya pospuesta en dos ocasiones, son capturados en una casa de seguridad en el barrio de San Miguelito, Farabundo Marti, Luna y Zapata. La insurrección quedaba sin cabeza, sin conducción estratégica aunque se garantizaba la conducción táctica en el terreno. Marti era el que manejaba los contactos con militares opositores que después no actuaron y fueron eliminados. El 22 de enero de 1932 miles de campesinos e indígenas se levantaron en el centro y occidente del país izando la bandera roja de la hoz y el martillo. En Tacuba fue tomada la alcaldía e izada esta bandera de los trabajadores.

Cuando le preguntaron al cacique Feliciano Ama de Izalco si aceptaba integrarse al PCS el dijo que como pueblo lo aceptaban, o sea se integro junto con su etnia, y así combatió hasta entregar su sangre por la liberación de este pueblo. Combatieron durante tres cuatro días. Fueron derrotados. La superioridad militar del ejército termino imponiéndose. Y luego de esta derrota, como ha sucedido en muchos lugares, la derecha inicio una feroz cacería de comunistas y una masiva represión que alcanzo a miles de personas. Algunos sobrevivieron y nos contaron lo que había pasado, entre estos el inolvidable Miguel Mármol.

Actualmente hay un esfuerzo desde historiadores nacionales y extranjeros por tratar de arrebatarle al PCS su papel de vanguardia en estos acontecimientos. Es un anticomunismo disfrazado de objetividad histórica. El 32 fue una gran derrota histórica en el que el PCS cometió errores por su falta de experiencia pero no por su falta de vínculos con las masas o por falta de compromiso con el pueblo. Al final, acompaño a su pueblo y es por eso que la figura de Farabundo Marti es símbolo de rebeldía que después es asumido para la construcción de un ejercito popular, como lo fue el FMLN.

Hay cuatro sucesos históricos claves que anteceden al 32. El primero, es la resistencia indígena contra la invasión española que va de 1524 a 1539. El segundo las jornadas insurreccionales pro independencia que van de 1811 a 1821, el tercero la resistencia patriótica ante las tropas anexionistas del Imperio de Iturbide en 1824 y la cuarta, la rebelión indígena de Anastasio Aquino de 1833.

La situación revolucionaria de 1944.

Martínez entronizo su dictadura por trece años, a base de represión pero también de demagogia. Al final hubo sectores de la oligarquía que rechazaban su gestión económica, sectores del ejército que anhelaban un mecanismo de relevo generacional en la conducción del estado y sectores populares, en particular universitarios que repudiaban sus políticas represivas. En esta situación revolucionaria el factor de crisis económica estuvo casi ausente.

El 2 de abril se produce un levantamiento cívico militar contra el dictador. La Dra. Matilde Elena López anuncia por la radio YSP que la dictadura había caído. La figura mas representativa del anhelo popular de cambio era el Dr. Arturo Romero. El General Martínez que se encontraba en el puerto de la Libertad se entera del alzamiento y de quienes son los que lo apoyan. Diseña una estrategia de respuesta y regresa a San Salvador, se va hacia la Policía Nacional y desde ahí va derrotando uno a uno a los sublevados.

El levantamiento fracasa militarmente. Los cabecillas son juzgados y condenados a muerte. Diariamente pasaban las carretas con los condenados en dirección al Cementerio general donde eran fusilados debajo de un ámate y enterrados. La crueldad del dictador indigno a la población. Y como decía Mao una chispa puede encender la pradera. Y la gente respondió al llamado realizado por estudiantes universitarios a una Huelga General de brazos caídos. Las secretarias en sus oficinas mecanografiaban los comunicados rebeldes. Los ferrocarrileros se sumaron al paro, los comercios, las oficinas públicas, el país estaba paralizado. El dictador tuvo que renunciar…el 9 de mayo la gente celebraba la renuncia del tirano. Salio del país…

La dictadura no fue desmontada pero se estableció un ambiente de amplias libertades democráticas que duro cinco meses. El movimiento popular aprovecho para fortalecer su organización. Se crea la Unidad Nacional de Trabajadores, UNT, dirigida por Alejandro Dagoberto Marroquín, entonces dirigente del PCS. El 21 de octubre vino el contragolpe de la dictadura militar para garantizar su supervivencia. Y de nuevo vino la represión, los exilios, la cárcel, la tortura.

La situación revolucionaria que se inicia el 2 de abril y concluye el 9 de mayo no desemboco en un triunfo revolucionario, sino en una apertura democrática de algunos meses, este fenómeno se repetiría en el futuro. Las razones de este resultado radican en la ausencia de elementos del factor subjetivo. Había muy poca organización popular, solo algunas sociedades mutualistas de obreros y AGEUS. El nivel de conciencia política era muy limitado. Lo que había era un amplio sentimiento antidictatorial. Antes del 2 de abril la movilización popular era inexistente.

El PCS era muy débil, diezmado por la represión, super clandestino. De esa época surgen líderes estudiantiles que iban a ser intelectuales orgánicos, como planteaba Gramsci, de la derecha como Reinaldo Galindo Pohl y de la izquierda como Fabio Castillo Figueroa y Raúl Castellanos. Las jornadas de abril y mayo de 1944 fueron una escuela política que permitió al pueblo salvadoreño aprender que la lucha y la unidad popular pueden derrotar a una dictadura, por represiva que esta sea. Fue un gran aprendizaje popular, una valiosa experiencia histórica.

La situación revolucionaria de 1960.

De nuevo aquí el factor económico no es especialmente relevante. Y el elemento desencadenante es lo político. En 1956 la dictadura militar impone como presidente al coronel José Maria Lemus. Al llegar a la presidencia este hace algunos gestos democráticos como permitir el regreso de los exiliados políticos. Pero ante el fortalecimiento del movimiento popular impulsa acciones represivas que desatan la ira del pueblo. En especial causo un amplio repudio la represión en contra de la Universidad Nacional y el atropello del que fue victima su rector y autoridades en septiembre de 1960.

El movimiento popular organiza el Frente Nacional de Orientación Cívica, el FNOC como mecanismo de conducción de la lucha contra Lemus. Lo integran AGEUS, la CGTS, y algunos partidos de oposición como el PAR, el PRD. El FNOC convoca a movilizaciones para repudiar el asalto a la Universidad nacional. Fueron grandes jornadas de lucha popular. Y esto provoca que sectores en el ejército reaccionen. El ejército es siempre, por regla general, una caja de resonancia de lo que sucede en el país. Y el 26 de octubre se produce un golpe de estado. Lemus es derrocado y se establece una Junta de Gobierno Cívico Militar, que incluye al Dr. Fabio Castillo. La situación revolucionaria inicio con el asalto a la UES y concluyo el 26 de octubre de 1960 con el golpe de estado triunfante.

Se abre, igual que en 1944, un periodo de apertura democrática que dura tres meses. El 25 de enero de 1961 vino de nuevo el contragolpe de la dictadura militar asesorada esta vez por la Misión Militar norteamericana y se reinician las acciones represivas contra la izquierda y el movimiento popular. Un movimiento popular influenciado por la experiencia guerrillera de Fidel Castro y la Sierra Maestra y por las conquistas sociales de la Revolución Cubana. En respuesta a la represión los sectores populares orientados por el Partido Comunista organizan el Frente Unido de Acción Revolucionaria, FUAR, organización de naturaleza político militar, antecedente histórico del FMLN., que fue desactivada hasta 1963.

A nivel de factores subjetivos podemos mencionar que el nivel organizativo era mayor que en 1944; lo que permitió incluso pasar en 1961 a constituir el FUAR, pero mas como mecanismo de defensa, porque el momento revolucionario ya había pasado; el nivel de educación política era limitado; el nivel de animo, de indignación de las masas de San Salvador fue muy elevado en ese periodo de septiembre y octubre de 1960 pero no lo suficiente para inclinar la balanza hacia la revolución; y el PCS seguía siendo un instrumento todavía débil, sin reponerse del todo de la brutal represión del coronel Osorio en 1952. De nuevo la situación revolucionaria no desemboco en la toma del poder por parte de las clases oprimidas.

La situación revolucionaria de 1980.

El año 1980 es un año de mucha actividad revolucionaria, de mucha disputa entre las fuerzas de la revolución y la contrarrevolución. Es un año en que la posibilidad real de la toma del poder por parte de las fuerzas revolucionarias se pone de nuevo a la orden del día. Es el año en que los de arriba ya no pueden seguir gobernando como antes y los de abajo ya no quieren seguir siendo gobernados y se lanzan a la calle a luchar por la revolución.

El 15 de octubre de 1979 un grupo de militares derrocan al general Carlos Humberto Romero. Se instala una Junta de Gobierno con presencia de sectores democráticos, entre estos el Dr. Guillermo Ungo, de filiación socialdemócrata, representando al Foro Popular. Por otro lado, la mayoría de las fuerzas revolucionarias condena el golpe y lo califica como una maniobra para prevenir el triunfo popular.

Para entender el papel de las fuerzas revolucionarias en esta coyuntura debemos de remontarnos al año 1970, en el cual la izquierda salvadoreña deja de ser únicamente el Partido Comunista y pasa a contar con otros componentes. En abril de 1970 Salvador Cayetano Carpio renuncia como secretario general al PCS y crea las Fuerzas Populares de Liberación Farabundo Marti, FPL y asume una estrategia militar de guerra popular prolongada, en oposición a la estrategia electoral de acumulación de fuerzas preconizada en ese entonces por el PCS. En 1972 teniendo como antecedente a El Grupo, que secuestra al industrial Regalado Dueñas, y procedentes de la Juventud del Partido Demócrata Cristiano, se funda el Ejercito Revolucionario del Pueblo, ERP, que asume la estrategia militar insurreccional.

Durante los años setenta se desarrollan simultáneamente y yo diría complementariamente ambas estrategias, la vía electoral y la vía militar. Y se desarrollaron ambas en el marco de una aguda polémica ideológica. Los comunistas calificaban a las FPL y al ERP como aventureros y estas a su vez llamaban al PCS electorero.

El PCS entra en alianza con el PDC y con el socialdemócrata MNR y forman la Unión Nacional Opositora, UNO. Llevan como candidato a la presidencia en 1972 al Ing. José Napoleón Duarte, que en esa época era un destacado dirigente opositor. La UNO gana las elecciones al partido de la dictadura militar, el PCN. Estos hacen fraude. Hay un intento de golpe de estado el 25 de marzo de sectores democráticos dirigido por el Cnel. Benjamín Mejia que fracasa. Duarte es enviado al exilio. La dictadura se desgasta. Tuvieron que recurrir al fraude. Y no podían ganar las elecciones.

Antes, en 1967 habían derrotado al candidato de izquierda, Dr. Fabio Castillo. En 1972 pierden las elecciones. En 1974 la UNO gana diversas alcaldías y varios diputados. En 1976 decide equivocadamente no participar en el evento electoral. Craso error ya que pierden posiciones ganadas. En 1977 la UNO lleva como candidato a la presidencia a un militar, el Cnel. Ernesto Castillo Claramount. De nuevo el PCN comete un fraude masivo en febrero de ese año, no permitieron que la gente votara. La UNO convoca a la Plaza Libertad y se mantiene por una semana con una concentración popular permanente.

El 28 de febrero el ejército y los cuerpos de seguridad reprimen a los manifestantes y desalojan la plaza. Claramount es exiliado. No cumplió su compromiso de “darse en al madre” como lo decía en sus discursos para generar confianza. No hubo levantamiento de militares progresistas como se esperaba. La vía electoral agoto sus posibilidades. Miles de gente comprendieron que la dictadura solo seria derrotada mediante la vía armada. No obstante esto, los partidos que conformaban la UNO, el PDC, MNR y UDN, junto con otros sectores populares crean en septiembre de 1979 el Foro Popular. Asimismo había surgido un representativo sector progresista al interior de la Iglesia Católica que tenia como vocero al Arzobispo de San Salvador, Monseñor Oscar Arnulfo Romero, que se había convertido en “la voz de los sin voz.” La dictadura en su desesperación había llegado al asesinato de sacerdotes.

Por su parte, el sector de las organizaciones político militares había avanzado tanto en acumulación de experiencia militar y de fondos para la guerra como en el diseño de estrategias de organización y lucha popular. Las FPL lograron en 1975 luego de la masacre estudiantil del 30 de julio construir una poderosa organización de masas llamada Bloque Popular Revolucionario, BPR, la más grande organización popular conocida en nuestra historia, integrada por maestros de ANDES 21 de Junio, estudiantes universitarios del UR y de secundaria del MERS, pobladores de tugurios, obreros y principalmente campesinos. Los campesinos a través de FECCAS y UTC pasan en los años setenta a constituirse en parte principal del esfuerzo revolucionario. Esto permitió crear las condiciones para la guerra revolucionaria que se venia encima, que inicio en las ciudades pero luego se desarrollo fundamentalmente en el campo.

El ERP por su lado, desarrolló inicialmente una estrategia de creación de comités militares y de búsqueda de contactos en el ejército para desencadenar una insurrección. Descuidaron el trabajo de organización popular. Esta visión militarista hizo crisis en mayo de 1975 con el asesinato de Roque Dalton y provoco el surgimiento de otra fuerza político militar, la Resistencia Nacional, RN, la cual tenía una visión más amplia y retomo la conducción del primer frente revolucionario de masas, el Frente de Acción Popular Unificada, FAPU, surgido en 1974.

El FAPU contaba en sus filas a sectores de trabajadores industriales organizados en FENASTRAS y de sectores claves de la economía, como los de la energía eléctrica, los de STECEL. Y también sectores de la Iglesia Católica, marco la llegada de sacerdotes al movimiento popular. Posteriormente de las filas de la RN surgió el quinto actor del conjunto de fuerzas de la revolución, el Partido Revolucionario de los Trabajadores Centroamericanos.

A mediados de 1979 el triunfo de la Revolución Popular Sandinista en Nicaragua mostró la necesidad de avanzar en la unidad de los sectores democráticos y revolucionarios. La dispersión de diez años llego a su fin. En diciembre de ese año se forma la Coordinadora Política Militar aglutinando a las FPL, RN y PCS. Esta noticia fue recibida entusiastamente por miles de revolucionarios salvadoreños y genero un amplio movimiento de solidaridad internacional. A partir de allí los hechos se sucedieron precipitadamente, como en un torbellino de acciones revolucionarias.

El 11 de enero se creo la Coordinadora Revolucionaria de Masas, CRM, aglutinando al BPR, FAPU, Ligas populares 28 de Octubre, MLP y partido UDN, que era la expresión abierta del PCS. El 22 de enero se realizo convocada por al CRM la manifestación mas grande de la historia patria, solo comparable a los funerales de Monseñor Romero y de Schafik Handal. Fueron miles y miles de personas que respondieron a este llamado unitario, la vez primera que marchaban juntas las cinco fuerzas revolucionarias unificadas en homenaje a los mártires y héroes de 1932.

El 24 de marzo asesinan a Monseñor Romero. La indignación nacional y popular fue enorme. Creo que este fue el pico, la cumbre de la situación revolucionaria abierta en octubre de 1979 y que se extendió hasta enero de 1981. Lamentablemente las fuerzas revolucionarias no habían alcanzado el suficiente nivel de unidad y de experiencia militar para dar la batalla decisiva, era el momento indicado de tomar el poder pero no se pudo hacerlo. El 19 de abril se crea el Frente Democrático Revolucionario, FDR, presidido por el Ing. Enrique Álvarez Córdoba., que aglutinaba a los sectores democráticos y revolucionarios.

El 1 de mayo se sale a las calles, pero la convocatoria disminuye, fue casi una marcha armada. La represión ha calado en una parte de los sectores populares. La lucha de masas en las calles se haba agotado. En mayo se integra el ERP a la unidad revolucionaria y se crea la DRU. En junio como FDR se convoca a un exitoso paro nacional. En octubre se crea el FMLN. En noviembre la dictadura asesina al comité ejecutivo del FDR. El 11 de enero de 1981el FMLN convoca a una Ofensiva Final que no dio los frutos deseados, el momento decisivo ya había pasado. El llamado a la insurrección no fue respondido por la población, que estaba agotada y atemorizada. Hay que rescatar de esta ofensiva que se logro por vez primera el levantamiento de un cuartel, la II Brigada de Infantería de Santa Ana, y la incorporación a las fuerzas revolucionarias de un grupo de oficiales y tropa del ejercito gubernamental. Por otra parte, la situación revolucionaria se extinguía y daba lugar a una Guerra Popular Revolucionaria de larga duración. Luego del 11 de enero de 1981 se planteo la estrategia de Resistir, Desarrollarse y Avanzar y se crearon los primeros frentes guerrilleros.

La situación revolucionaria de 1989.

El 11 de noviembre de 1989 el FMLN inicia la mayor ofensiva militar de la guerra, concentrando sus fuerzas sobre los barrios populares del norte y oriente de San Salvador. Se abre una situación revolucionaria en la que las clases oprimidas y su ejército popular, construido desde enero de 1981 logran mantenerse por una semana en la capital del país. La fuerza armada se ve obligada a bombardear los barrios populares para expulsar a los rebeldes. La posibilidad real de la toma del poder por parte del FMLN esta a la orden del dia en vista del fracaso del ejercito para contener esta ofensiva insurgente. El FMLN le jugaba la cara al ejército en la ciudad principal del país. Pero la insurrección esperada no se produce, hay ejército guerrillero pero no hay insurrección. Las masas se mantienen a la expectativa del desenlace militar. Muestran simpatía por el FMLN pero no se lanzan a la calle.

Ya para esta altura el FMLN es una fuerza militar respetable, con territorio bajo su control permanente en Chalatenango y Morazan y presencia estratégica en Guazapa y el Volcán de San Salvador. Con amplia experiencia diplomática que le permitió mantener siempre la iniciativa en este terreno. Con una red multifacética de solidaridad internacional, especialmente en ciudades estadounidenses. Con un movimiento social organizado poderoso encarnado en la Unidad Nacional de Trabajadores Salvadoreños, UNTS.

Al final este magno esfuerzo militar no logro quebrar el sistema de dominación. No logro la derrota militar del régimen. No logro provocar una crisis política que abriera el camino a la revolución triunfante. Pero si logro inclinar la balanza hacia una solución política del conflicto mediante el dialogo y la negociación y con la mediación de las Naciones Unidas. El bloque de poder dominante, la oligarquía, las fuerzas armadas, y el Gobierno USA se vio obligado a negociar un Acuerdo de Paz que modifico sustancialmente el sistema político salvadoreño, garantizando el final de la dictadura militar y la vigencia de libertades publicas.

1992 inicio un nuevo periodo histórico de acumulación de fuerzas para derrotar políticamente a la derecha representada en ARENA y construir el ejército político de la revolución. La derrota de ARENA se logra después de 17 años, en marzo del 2009. En junio del 2009 la llegada al gobierno de un presidente progresista, de Mauricio Funes y la derrota política infringida por el FMLN al partido ARENA inaugura otro periodo histórico, el de la acumulación de fuerzas para consolidar el predominio de la izquierda en el 2012 y 2014.

El FMLN como partido político legal se ha convertido en una poderosa, disciplinada y experimentada maquinaria electoral. La figura de Schafik Handal es su referente más simbólico. Pero se ha descuidado el vínculo y la construcción del movimiento popular, que aparece debilitado y disperso, lo que reduce las posibilidades de golpear de manera más contundente a la derecha y de seguir construyendo el ejército político de la revolución, del cual el FMLN es su núcleo principal, el más avanzado.

Es un momento complejo, en el que los desafíos políticos se relacionan con la capacidad para ofrecer soluciones a problemas nacionales como el de la delincuencia y el alto costo de la vida. La izquierda no tiene el poder pero es parte del poder. Y la gente observa su conducta dentro del gobierno. La experiencia acumulada desde 1994 en la administración de gobiernos locales, en la dinámica legislativa, es grande. 2009 marca el inicio del FMLN como partido de gobierno. Es un gran desafío.

De la manera como se resuelva este desafío depende la continuidad del FMLN como el instrumento político para conducir al pueblo a las nuevas batallas, que siguen vigentes, a las batallas por la toma del poder. Hay considero, en la dirección del FMLN las reservas políticas y morales para cumplir estas tareas y ser fieles así al sacrificio de miles de revolucionarios y revolucionarias que ofrendaron su vida por un El Salvador Socialista. De lo que se trata es de incorporarnos a esta gran batalla._

Asamblea de AGEPYM apoya a despedidos de alcaldia de Ayutuxtepeque

SAN SALVADOR, 13 de febrero de 2010 (SIEP) “Damos un saludo a nuestros compañeros y compañeras despedidos de la Alcaldía de Ayutuxtepeque que se mantienen en pie de lucha, un aplauso para ellos…” expreso esta mañana ante centenares de trabajadores en Asamblea de AGEPYM, el Lic. William Huezo, su presidente.

Agrego que “desde el 6 de enero nos hicimos presentes para encontrar una salida a este problema por medio de una mesa de dialogo pero nos hemos encontrado con la negativa de la Sra. Alcaldesa Blanca Flor Bonilla. Les prometemos que no vamos a abandonarlos, vamos a seguir acompañándolos en su justa lucha.”

Por su parte, Álvaro López, coordinador de la seccional de AGEPYM indico que “hemos estado apoyando a estos 18 compañeros, a estas 12 mujeres y 6 hombres, compañeros y compañeras nuestros, vamos a lograr que los reinstalen, son despidos injustos…”

“Es triste decirlo porque nosotros mismos anduvimos en la campaña, pero debemos reconocer que se ha entronizado un gobierno local neoliberal que por medio de la amenaza, del miedo a ser despedido, pretende arrebatarnos conquistas laborales conquistadas a través de los años, y no vamos permitirlo…”

“Además que despidieron a estos 18 compañeros y compañeras, nos han eliminado el bono, rechazan realizar aumentos salariales alegando que hay crisis financiera, pero siguen contratando a nuevo personal y han realizado aumentos selectivos disfrazados de nivelaciones…”

Por su parte, Ana Guerrero, una de las despedidas de 62 años, manifestó que “aunque estoy muy enferma he venido, ver a miles de personas nos da animo de seguir luchando, es triste que una persona que dice ser dirigente del FMLN, de su comisión política, quiera burlarse de nosotros y no pagarnos lo que nos corresponde, son quince años que llevo desrrabadillandome y hoy solo quieren darme una patada y echarme…”

“Pero Dios no se lo va permitir, esta señora Alcaldesa tiene un corazón cruel, como que si no tuviera ella hijos que alimentar, estamos pasando grandes dificultades, ya llevamos sobre dos meses de no recibir ni un cinco, pero no lograra derrotar nuestra dignidad de mujeres trabajadores y esta asamblea nos lo demuestra, la gente nos apoya, nos da animo para seguir luchando.”

El capitán Feliciano

Lunes, 15 de Febrero de 2010 / 09:05 h
El capitán Feliciano

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Dagoberto Gutiérrez

Blanco y de mejillas rosadas, delgado y fuerte, alto y elegante, fuerte y agradable, así era Tomás García y algo más: Era campeón nacional de esgrima y tenía, lógicamente, un cuerpo de espadachín, es decir, flexible y fuerte y era muy joven, pero desde siempre y desde las honduras más insondables de su ser, Tomás supo, que en la guerra que se desataba el tenía un lugar establecido y no vaciló ni un segundo en ocuparlo.

Como ocurre en estos casos, no se sabe de dónde llega la señal o la voz o la orden que llama al ser humano a ocupar una posición en el combate que se ha armado ya entre los explotados y los explotadores, pero Tomás parecía saber, desde siempre, cual era su lugar en la confrontación y lo asumió sin vacilación.

Eran tiempos de clandestinaje, así como hoy, cuándo el pensamiento también es clandestino; pero en aquellos años, acción y pensamiento se cuidaban de la luz, aunque esta debía siempre iluminar a ambas, pero en el mayor de los secretos, y el más intenso de los amoríos.

Siempre me dio seguridad y lo recuerdo de manera vívida, de pantalón azul, que terminaba en un ruedo ancho, de camisa verde claro y de un caminar desafiante, con revólver en uno de sus bolsillos y caminando adelante, mientras, de vez en cuando, se volvía para mirarme, y sus ojos claros y grandes no sabrán nunca toda la confianza que me transmitían, porque la decisión que emanaba de ellos era indescifrable; después platicábamos de cosas de la vida, pero él siempre mantenía cierto respeto y cierto límite y yo siempre estuve interesado en descifrar la firmeza y la convicción que se desprendía, como torrente de montaña, de aquel esgrimista y de aquel estudiante y de aquel joven que siéndolo era un convencido de lo que estaba haciendo.

La guerra ya había estallado y nadie sabía para dónde iba, porque eso nadie lo sabe, pero ya sabíamos que las horas y los minutos estaban cargados de fuego, de acero de vida y de muerte y los estudiantes, profesionales, campesinos y clases medias en general se preparaban para una guerra que era la suya, era la guerra del pueblo; el enemigo sabía, como lo saben siempre todos los enemigos de todos los tiempos, que había que impedir que ese fuego humano creciera y la vieja y sangrienta oligarquía afilaba sus cuchillos día y noche y anunciaba la repetición de la matanza de 1932 y la de 1830.

Los banqueros y cafetaleros tenían pesadillas con los fantasmas de Anastasio Aquino y Farabundo Martí, ambos rondaban, con sus ejércitos de nonualcos y de pipiles, de artesanos, obreros e intelectuales, las conocidas veredas de la patria, y, los cuchillos oligarcas relumbraban como pompas de jabón.

Los estudiantes de educación media sabían, por la vida misma, que la cosa era con ellos y que las campanas de la lucha preguntaban por ellos, y Tomás, cuya foto salía en los diarios, que era noticia como esgrimista, que era acariciado por la propaganda oficial, supo siempre que desde el fondo de su ser había una voz que lo llamaba a la pelea y no vaciló.

Su situación se hizo insostenible en la ciudad, y “la chucha” era un nombre que se repetía en las listas represivas de la policía, su madre, una secretaria, hermosa e inteligente de Mejicanos y su padre, un cubano que llegó aquí exilado y regresó después a Cuba, es coronel del ejército cubano, combatiente internacionalista y alumbrado también por la luz de su hijo que nunca se apaga, así como no cesa la luz de José Martí, del Che y de Fidel.

Feliciano ya había nacido como tal, y era un combatiente de la guerrilla urbana de los que se enfrentaban a los asesinos de los cuerpos represivos con valor y arrojo, pero debía salir de la ciudad y pasar a Guazapa para hacerse guerrillero rural, fuera del alcance de la represión; todo estaba listo para que el capitán Feliciano saliera hacia el cerro al día siguiente; pero decide despedirse de su madre, y así lo hizo, era un apartamento pequeño y cómodo cerca del Cine Jardín, en zona populosa y de mucho tráfico, y allí llegó Feliciano para que su madre lo viera la última vez, y para que él la viera por última vez.

Sobre él cayeron los ojos enemigos como cuchillos de sangre y de alguna manera supieron que Feliciano estaba en la casa de su madre, y se organiza el cerco. En horas de la madrugada revienta el ataque, ellos sabían que no lo capturarían vivo y concentraron todo el fuego disponible para destruir la habitación y arrasar como si allí hubiera todo un ejército.

Feliciano no se entregó y la madrugada se llenó de combate, de la luz y de los fogonazos, de las maldiciones y de los lamentos de los policías heridos y muertos, los disparos siempre sonaron furiosos y mortales, y siempre la resistencia se mantuvo, tenaz, fuerte, e invencible. La casa fue destruida, la madre fue muerta, el hermano menor de Feliciano también fue muerto y cuando al fin cesaron los disparos Feliciano había caído disparando hasta el último tiro.

No sabían si seguir disparando o entrar a la casa, apretaron el cerco y esperaron la luz del día para entrar porque ya nadie disparó, y porque nadie se entregó y nadie se rindió. El silencio invencible dominaba la escena y en medio de la destrucción y de la sangre que humedecía la sala, la cocina y los dormitorios, un sentimiento de derrota dominaba al enemigo.

Un esgrimista había peleado hasta el fin, el guerrillero sabía, que lo que venía era eso: una pelea sin fin y que su sangre abría un camino que no se cierra todavía y que sigue llamando, a todos y a todas los Felicianos que la patria necesita, y a todos y a todas los que necesitan de la patria.

El padre de Feliciano escucha su historia y pareciera saber que es parte de ella y que su mano también es parte de aquella que disparó hasta el final en la madrugada del asalto. Esa mano de Feliciano sigue disparando para que la penumbra abra paso a la luz que se sigue necesitando.

La izquierda: del triunfo a la expectativa

El proceso nacional, cargado de energías históricas, llevó a la alternancia en el ejercicio del poder presidencial en marzo de 2009. Este hecho, que ya era impostergable para evitar que se siguiera acrecentando el detén que significa la permanencia de un mismo partido más allá de los tiempos normales dentro de la dinámica democrática, llevó al FMLN a ganar las elecciones aludidas. Un triunfo legítimo, que sin embargo hay que dimensionar para no caer en las autocomplacencias deterministas, a las cuales la izquierda es tan dada, así como lo es la derecha con los apegos exclusivistas. Aquéllos dicen: llego y me quedo porque la Historia (con mayúscula desde luego, para más dramatizar) me lleva y me mantiene; éstos dicen: estoy y debo quedarme porque soy la única defensora de los principios y valores de la civilización (es decir, los principios y valores que me interesan y me convienen). Como es fácil colegir, ambos argumentos, que tienen en el fondo una almendra infantiloide, son ajenos a la lógica adulta de la realidad.

En verdad, lo que estamos viendo en la secuencia del día a día político es un abanico de evidencias sobre los desafíos que este momento ha traído para todos, y no sólo para las organizaciones partidarias, que son las más visiblemente comprometidas, pero no las únicas, ni mucho menos. Para la izquierda esta es una coyuntura que pone a prueba, en primer lugar, las actitudes y los tonos de su desempeño. En esa línea, y vistas las expresiones y reacciones de días recientes, pareciera tener sentido esperar que el Presidente de la República ejerza la paciencia activa que toda fase transicional aguda necesita, y que el FMLN se proponga institucionalizar la prudencia, porque eso, en la democracia, es mucho más productivo que la devoción por la radicalidad. Esto último, no sólo como recurso de aguante hasta las próximas elecciones de 2012 y de 2014, sino como ejercicio posibilitador de una redefinición de línea ideológica, que es lo que está necesitando la izquierda desde hace tiempos. Al oír que lo que se le dice a la audiencia dura del FMLN es que se busca un “Presidente rojo” para 2014, la impresión que da es que la izquierda competitiva sigue presa de las imágenes de otro tiempo, ya rancias en sus estuches acartonados, cuando este podría ser momento más que propicio para elaborar propuestas diferentes, aunque algunos fieles tuerzan el gesto.

El FMLN ya vivió experiencias desafortunadas por no responder al talante del electorado sino a una interpretación ingenua de las aspiraciones del mismo. Sobre todo en 2004, quiso creer que, luego del buen resultado obtenido en los comicios de 2003, podía ganar las siguientes elecciones con independencia de quién fuera el candidato, lo cual era una conclusión interesadamente fácil para volver a lo mismo: impulsar figuras históricas, en ese caso la más visible de todas las suyas, Schafik. En contraste curioso, ARENA sobredimensionó su declinación en 2003, y el FMLN sobrevaloró su avance en dichas elecciones. ¡Cómo les cuesta a ambos apreciar los hechos reales tal como son! Pero hoy estamos en un momento de características muy peculiares: el FMLN formalmente es partido de gobierno, pero ya se ve que en la realidad de los hechos políticos no llega a serlo. ¿Cómo encajará dicho partido tal situación? Lo ha hecho hasta hoy con bastante cautela, sorprendente en muchos sentidos; pero empiezan a aparecer señales que podrían ser reveladoras de una “contraofensiva popular”, que de seguro a nadie le convendría al final del día.

Esa forma de confrontación larvada entre el Gobierno y su partido debería mantenerse bajo control, para no desatar en ninguna de las dos partes la tentación de demostrar más poder. En el caso del FMLN hay cosas que tendrían que ser ajustadas a tiempo, porque hoy ya no es fuerza de oposición, sino —pese a todos los matices y limitaciones— fuerza copartícipe de la tarea de ser Gobierno. Por ejemplo, ya no tiene sentido estar hablando de “tomar el poder”, pues en la democracia nadie toma el poder, todos llegan y se van con miras a volver para volver a irse, en ese péndulo que llamamos alternancia. Hay que insistir en un hecho que no es ideológico, sino de la vida: pasó el tiempo en que se podía hablar de “sustitución de sistemas”, y pasó cuando fue evidente que la “revolución” al estilo marxista-leninista ya no era posible. ¿Qué revolución ha emergido en los 20 años recientes, como no sean algunas caricaturas en el entorno latinoamericano? El FMLN tiene suficiente energía acumulada para ser capaz de despojarse de la hojarasca y asegurar su futuro con un proyecto propio verdaderamente viable; ése es su reto más sensible.