COMO ERA EL FMLN HACE 29 AÑOS

COMO ERA EL FMLN HACE 29 AÑOS
Presentación de Salvador Guerra

SANTA TECLA, 10 de octubre de 2009 (SIEP) En un Acto convocado esta mañana por exmiembros de la Coordinadora de Presos Políticos de El Salvador, COPPES se trajo a la memoria los momentos decisivos de los años 80. A continuación presentamos el testimonio del Comandante Salvador Guerra.

“Hace 29 años era difícil imaginar como sería el proceso de lucha que iniciamos como FMLN, desde 1980 con el proceso insurreccional y de guerra; hasta los Acuerdos de Paz de 1991; para luego convertirnos en partido político en 1992 y como se llegaría de manera pacífica y por medios políticos al gobierno en el 2009.”

En el año 79 estaba planteada la lucha contra la dictadura militar y en ese entonces, habían surgido las organizaciones político-militares, FPL, ERP, RN, PRTC y el partido clandestino PCS mantenía la lucha política; mientras por el lado de las organizaciones populares estaban organizados el BPR, el FAPU, las LP 28, el MLP y el partido político UDN.

Cuando iniciamos el proceso de acercamiento entre las organizaciones político militares en 1979, teníamos ante nosotros el reto de derrotar la Dictadura Militar y buscar una solución negociada que transformara al país mediante una Revolución Socialista y Democrática.

Al fracasar la posibilidad de una solución negociada, la estrategia principal que nos trazamos fue derrotar la Dictadura por la vía armada e insurreccional, ya que para ese año la lucha de calles y la de los comandos urbanos había rebasado la estrategia tradicional de llegar al gobierno por la vía de las elecciones, que había sufrido derrotas en 1972 y 1977 mediante la imposición de fraudes electorales.

Primero iniciamos un proceso de unidad en diciembre de ese año en donde constituimos la Coordinadora Político Militar –CPM- y la Coordinadora Revolucionaria de Masas –CRM-.

Luego en mayo de 1980, se consolida el proceso de coordinación y abrimos paso a una etapa superior que fue la unidad de todas las organizaciones revolucionarias mediante la constitución de la Dirección Revolucionaria Unificada, DRU.

Esta la constituimos con representantes de todas las organizaciones y entre los 12 fundadores estuvimos 3 representantes por cada organización.

Por el ERP estuvieron Joaquín Villalobos, Ana Guadalupe Martínez y Jorge Meléndez.

Por las FPL estuvimos Cayetano Carpio, Mélida Anaya Montes y Salvador Guerra.

Por el PCS estuvieron Shafick Hándal, Américo Araujo y Mario Aguiñada Carranza.

Por la RN estuvieron Ernesto Jovel, Eduardo Sancho y Alberto Ramos.

Luego en septiembre del 80 decidimos dar el siguiente paso para constituir el FMLN como una sola organización revolucionaria, en donde discutimos el nombre, la bandera, las consignas y los detalles del primer comunicado a la nación.

El nombre de Farabundo Martí lo propusieron las FPL, el color de la bandera roja el PCS y la estrella blanca el ERP.

Las consignas que acordamos fueron:

UNIDOS PARA COMBATIR HASTA LA VICTORIA FINAL y

REVOLUCION O MUERTE VENCERMOS

Ambas consignas reflejaban la aspiración de la Unidad, la decisión de hacer la Revolución y Vencer o Morir frente a la dictadura.

El proceso de unidad no fue fácil, ya que habían fuertes rivalidades en el liderazgo de las organizaciones, principalmente entre las FPL y el PCS por un lado y por otro entre el ERP y la RN. Esto provocó también entre otras razones, que el PRTC se incorporara hasta el mes de diciembre.

Sin embargo anteponiendo los intereses particulares acordamos que el 10 de octubre de 1980, haríamos público a la nación y el mundo la integración del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional .FMLN-.

Las FPL de ese entonces nos hicimos cargo de los preparativos para una conferencia de prensa clandestina en un local de seguridad de la organización. Convocamos a diferentes medios de prensa nacional e internacional y los trasladamos en vehículos polarizados al local en esa mañana de octubre donde los principales Comandantes de la Comandancia General recién constituida leyeron el comunicado.

Se anunció la lucha de todo el pueblo contra la dictadura y el llamado a constituir el Gobierno Democrático Revolucionario. Esto produjo un gran impacto a nivel nacional y por supuesto en el plano internacional ya que se habían agotado los medios políticos y diplomáticos y se iniciaba una nueva etapa de insurrección y guerra.

Posteriormente con la incorporación del PRTC se completó la organización del FMLN y se estructuró la dirección nacional con 15 miembros.

La Comandancia General encargada de la conducción diaria y cotidiana del Frente se integró con los Comandantes Cayetano Carpio, Joaquín Villalobos, Shafick Hándal, Francisco Jovel y Eduardo Sancho.

El Estado Mayor Conjunto que se encargaría de la dirección militar, la planificación, la logística y las comunicaciones; la cual se integró con Salvador Guerra, Jorge Meléndez, Jacinto Sánchez, Eduardo y Américo Araujo.

La Coordinadora Política, integrada por Mélida Anaya Montes (Salvador Sánchez Cerén en el interior), Alberto Ramos, Mario López, Mario Aguiñada y Sonia Medina.

Posteriormente se organizó la Comisión Político Diplomática con representantes en diferentes países a nivel internacional.

Con esto se completaban la Dirección Nacional y los tres grandes frentes de lucha, el Frente Militar, el Frente Político y el Frente Diplomático.

Se iniciaron todos los preparativos de planificación, dirección y logística de la primera gran Ofensiva Militar que se lanzó en enero de 1981, prácticamente 49 años después de la gran insurrección de 1932 planificada y dirigida por Agustín Farabundo Martí.

A 29 de años de la fundación del FMLN, es necesario reflexionar sobre las condiciones de éxito del Frente y sus principales enseñanzas.

• La primera fue la unidad como condición básica para la victoria,

• En lo militar la valentía, la decisión de vencer y la creatividad en la estrategia,

• El apoyo popular y la creatividad en la organización de la población.

• Las amplias relaciones diplomáticas y la solidaridad internacional

En cuanto a los sujetos revolucionarios, la composición de los fundadores del FMLN reflejaba lo mas avanzado del liderazgo, político y social de la época. En donde hay que destacar que de los 15 fundadores iniciales, 12 éramos de clase media entre estudiantes y maestros; y 3 provenían del sector obrero.

Otro aspecto a destacar fue el papel de la principal fuerza motriz masiva e indispensable de la insurrección, constituida por el sector campesino y cristiano quienes fueron decisivos en el futuro de la guerra.

En cuanto a la estrategia política del Frente, se destaca en todo el período desde su fundación hasta los Acuerdos de Paz, la propuesta de un Gobierno Democrático Revolucionario (GDR) y posteriormente el Gobierno de Amplia Participación (GAP).

Finalmente. esos gobiernos iniciarían transformaciones profundas en el país, mediante un proceso de Revolución Democrática hacia un Socialismo del Siglo XX.

SOBRE AQUELLOS DIÁLOGOS PARA EVITAR LA GUERRA…, RECUERDOS TRES DÉCADAS DESPUÉS

SOBRE AQUELLOS DIÁLOGOS PARA EVITAR LA GUERRA…, RECUERDOS TRESCADAS DESPUÉS

Alberto Arene

Cinco años después del fraude electoral de 1972 que llevó a la Presidencia al Coronel Arturo Armando Molina, el ejército salvadoreño y su Partido de Conciliación Nacional organizaron un masivo fraude electoral en Marzo de 1977 que llevó a la Presidencia al General Carlos Humberto Romero. El régimen político salvadoreño, para entonces la dictadura militar mas antigua del mundo, entró en un progresivo aislamiento nacional e internacional y en una crisis política que condujo al golpe de Estado del 15 de Octubre de 1979 y a la 1era Junta de Gobierno, tres meses después del triunfo de la revolución sandinista en Nicaragua.

Un año antes del golpe, se sostuvieron varias e interesantes reuniones de diálogo entre grupos de ciudadanos diversos que preocupados por la crisis nacional decidimos explorar a través del diálogo caminos para la paz y la democracia en El Salvador. Estos son algunos de mis recuerdos…

Con varios fraudes electorales, el exilio y la persecución de los principales líderes de la oposición, y la represión cada vez más generalizada a lo largo de la década del setenta, el Partido Demócrata Cristiano, principal fuerza en la Unión Nacional Opositora (UNO), se debilitaba cada vez más mientras las organizaciones político-militares y sus frentes de masas se fortalecían. Su consigna “Electoreros al Basurero…” ganaba terreno y legitimidad.

A finales de 1977/principios de 1978, en ausencia de los líderes históricos del PDC, un grupo de jóvenes llegamos a formar parte de la dirección del partido: Marianella García Villas, Francisco Paniagua, Eduardo Colindres, Francisco Díaz, Oscar Menjivar y yo, Alberto Arene, el menor con solo 23 años. Le propusimos al Partido que impulsáramos un diálogo nacional que contribuyera a despolarizar al país y encontrar una salida democrática que evitara la guerra. Luego Oscar y yo visitamos a Fidel Chávez Mena en su oficina del último piso de la Torre Roble donde trabajaba con el grupo Poma. Fidel asumió el reto y habló con Neto Rivas y sus amigos del sector privado. Así celebramos varias reuniones en la linda oficina de Neto de su compañía naviera enfrente de la Cámara de Comercio, con la participación de don Chico de Sola, Roberto Palomo y Francisco Calleja, entonces presidente de ANEP. Este grupo fue conocido después como “la lotería grande”. Luego hubo reuniones con otros dos grupos más jóvenes del sector privado: Roberto Murray Meza, Rafael Castellanos y otros a quienes les llamaron “la lotería media”, y con Ricardo Boet, Alex Dutriz y Guillermo González llamados “la lotería chica”.

Un tiempo después, Fidel, Oscar y yo fuimos al encuentro de Monseñor Romero, Monseñor Ricardo Urioste y Monseñor Jesús Delgado quienes aceptaron reunirse conjuntamente con nosotros y el sector privado en la oficina de Neto. Más allá de algunas diferencias naturales, las coincidencias sobre la necesidad de buscar una salida pacífica democrática a la crisis ganaron espacio y fuerza. Recuerdo particularmente a Monseñor Romero, tan sencillo y profundo a la vez, tan firme en su denuncia pero tan esperanzado que estos diálogos pudieran eventualmente conducir a una salida que evitara el baño de sangre. Esta mesa de tres fue conocida como la mesa 1, particularmente la del PDC y los grandes del sector privado.

La mesa 2 fue conformada por los partidos políticos de la oposición, los sindicatos y otras organizaciones sociales. Guillermo Ungo, líder del Movimiento Nacional Revolucionario (MNR), jugó un rol de importancia en esta mesa de diálogo. En ella participaron activamente Mario Aguiñada Carranza y Norma Guevara del UDN, brazo electoral del Partido Comunista de El Salvador. La activa participación de Memo en esta mesa, su liderazgo en el MNR partido miembro de la Internacional Socialista y su amistad con Román Mayorga Quiroz a quién la juventud militar buscó para liderar la Junta días antes del Golpe del 15 de Octubre de 1979, contribuyeron a su integración a la misma, junto con Mario Andino como interlocutor de la empresa privada, siendo los tres civiles que integraron la Primera Junta Cívico-Militar (Foto). Pero Memo, Mario y Norma también participaron en algunas reuniones de la Mesa 1 estando informados del contenido y evolución de los diferentes diálogos en marcha.

Chico Díaz y yo, también nos reunimos algunas veces con Joaquín Villalobos (Atilio) por un lado y con Eduardo Sancho (Fermán) por el otro, ambos en la clandestinidad. Cada quién tenía sus “preferidos”, con Chico coincidíamos más con Fermán, a Marianella le gustaban mas los “felipes” (FPL) mientras que a Mario Zamora Rivas le hacíamos bromas con el PC y con Schafik que como principal dirigente del PC seguía de cerca, con especial interés, los diferentes diálogos.

En una de las reuniones, don Chico de Sola que había sido secuestrado y liberado hacía ya algún tiempo preguntó ingenuamente “y de dónde sacan el dinero los grupos guerrilleros?…”. De “usted” le respondió Neto Rivas con amigable ironía después que don Chico y otros prominentes empresarios nacionales y extranjeros tuvieron que pagar grandes sumas de dinero por su liberación alimentando el “Fondo de Guerra” de las organizaciones que después conformarían el FMLN.

En otra reunión, esta vez con altos personeros de la Fuerza Armada en el Gabinete de Romero, en plena crisis, uno de sus líderes compartió con los representantes del Partido Demócrata Cristiano y del sector privado su “sofisticado” análisis de los grupos guerrilleros. Son tres nos dijo: “los asesinos” que ejecutan, “los bomberos” que se la pasan poniendo bombas, y “los millonarios” que están llenos de pisto después de los secuestros de empresarios nacionales y extranjeros… Debo confesar que no salimos de esa reunión muy iluminados….

Algunos políticos y analistas sostienen que dichos diálogos, y particularmente aquellos con el gran capital, contribuyeron a debilitar al régimen militar e indirectamente al golpe de estado mismo. Pero los jóvenes militares que lideraron el golpe perdieron progresivamente el poder frente a los Coroneles y Generales vinculados a los otros dos golpes que estaban en camino, uno de ellos apoyado por la estrategia del gobierno de los Estados Unidos que terminó imponiéndose.

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Así se recompusieron las relaciones de poder en el liderazgo militar, abortándose el proyecto político original de la Juventud Militar recogida en su proclama, lo que a su vez condujo a una mayor represión y a la renuncia, primero de la Primera Junta de Gobierno los primeros días de Enero de 1980, y de la Segunda Junta (Foto) dos meses después. La Democracia Cristiana se dividió, una parte de los jóvenes líderes renunciamos del gobierno y del partido para integrarnos a la revolución primero y a la búsqueda de una solución político-democrática después, mientras el sector liderado por Napoleón Duarte impulsó con apoyo Norteamericano y Venezolano las reformas y la guerra contrainsurgente con elecciones para “impulsar la democracia”. Algunos de los prominentes empresarios de “las tres loterías” apoyarían primero el surgimiento de ARENA y de su líder histórico, y diez años después la negociación de la paz con Alfredo Cristiani de Presidente

Con Neto Rivas volvimos a coincidir por tercera vez en la vida unos años después del golpe de Estado, él como Embajador en Estados Unidos del Gobierno de Magaña primero y de Napoleón Duarte después. El, adversado por una parte de la derecha y de sus antiguos amigos del gran capital, pero muy apreciado por la administración Reagan y por el liderazgo en el Congreso. Yo, junto con Francisco Altschul, como Embajadores –sin cartera- del FDR-FMLN intentando abrir espacios en el establecimiento político de Washington para una futura solución política negociada del conflicto. Francisco es hoy el Ministro Consejero del Gobierno de Mauricio Funes en Washington D.C.

En esta nueva etapa de la vida democrática del país hemos vuelto a encontranos con Neto por cuarta vez en la vida al igual que con varios participantes de aquellas mesas de diálogo. Nuestras lecturas de dichos diálogos y acontecimientos pueden ser más o menos diferentes o coincidentes, pero estoy seguro que la mayor parte concluirá conmigo que mas allá de la buena voluntad y de los esfuerzos realizados para encontrar una salida pacífica democrática que evitara la guerra, el país estaba perfectamente maduro y programado para desatar la guerra civil que nos dividiría y ensangrentaría durante los 12 años siguientes. Cuatro décadas de dictadura con la última de fraudes electorales y represión crecientes, con limitada cultura y organización democrática, en un nuevo contexto regional e internacional de exacerbación de la guerra fría, habrían hecho de El Salvador el diseño perfecto para la guerra civil que padeceríamos.

Muchos reconocen en el golpe de estado de Octubre de 1979, en la proclama de la Juventud Militar y en el Gobierno de la Primera Junta, la última oportunidad que nos quedaba a los salvadoreños de realizar los cambios necesarios para evitar la guerra y enrumbar al país por nuevos caminos. Pero esta tesis contrasta con las realidades de la visión del país y del mundo de los liderazgos más importantes del sector privado, de los principales medios de comunicación social, de las organizaciones guerrilleras en ascenso y de la política de los Estados Unidos en Centroamérica. La historia de El Salvador, particularmente en la década del setenta, es la dramática crónica de una guerra anunciada.

Estos son algunos de mis recuerdos… Ojalá otros participantes de estos diálogos compartan los suyos. Agradezco a Neto Rivas el haberme invitado a compartirlos con ustedes en su tan apreciado y leído blog.

De cómo dejé de tomar café en abril de 1982. Parte 1

30 de abril de 2006
De cómo dejé de tomar café en abril de 1982. Parte 1

Trabajaba en el periódico El día, de México, hoy virtualmente desaparecido, pero que en esos momentos tenía una sección internacional bastante buena, de la que era subjefe desde enero de 1980. Durante siete meses, entre 1981 y 1982 (no recuerdo las fechas), estuve como reportero de la sección cultural para tener un poco más de tiempo para dedicarme a Salpress, la agencia de prensa fundada por las Fuerzas Populares de Liberación, organización con la que colaboraba desde 1978.
A principios de 1980 había hablado con Hato Hasbún para armarla. Había un montón de cosas que tomar en cuenta: corresponsales, infraestructura, etcétera. Yo no era militante de las FPL; colaboraba cantando en actos de solidaridad, escribiendo cosas, haciendo algunas investigaciones para apoyar trabajos de mi padre, armando contactos y qué sé yo. Todo el mundo creía que yo militaba, y se ponían a hablar conmigo y a contarme cosas que se suponía que yo no debía saber, y menos a mis 20 años de edad. Cuando trataba de decirles que yo de eso no debía saber, ya habían contado demasiado, y ni modo de decirles que estaban metiendo la pata. Al final aprendí a oír, a decir que sí y a olvidarme de lo que escuchaba.
A mí me daba terror la militancia; había empezado en el Partido Socialista Costarricense, y había salido corriendo por no sé qué tonteras que se les ocurrieron. Para ese entonces no era de lo más amigo de hacer amigos, y no creo que hubiera club social o círculo literario, no digamos partido político, en el que hubiera durado mucho. (Como pasó.)
En lo de Salpress, yo iba a ayudar en especial en conseguir información, a concebir la estructura, a dar contactos con periodistas para que publicaran los materiales y algunos detalles más. No tenía idea de cómo iba a funcionar el contacto con El Salvador desde México, cómo iba a ser lo administrativo, lo político, ni era el caso; la idea era armar la agencia, y yo trataría de facilitarlo. Cuando íbamos a lanzarla, a mediados del año, apareció publicada en el periódico Uno más uno información de Salpress que no habíamos generado nosotros: no teníamos ni siquiera un redactor. Se armó el revuelo. A averiguar qué era eso, y resultó que la Resistencia Nacional se había “adelantado” y había lanzado su propia agencia, curiosamente con el mismo nombre. Hasta donde sabía, era un acuerdo en el FMLN que sería de las FPL, y que trabajaría para la unidad. No sería una instancia colectiva.
No recuerdo los detalles, porque ha pasado mucho tiempo. Sé que en casa hubo una reunión con Hato, creo que Joaquín Samayoa (aunque no estoy seguro; él de seguro llegó para octubre), mi padre, alguien más a quien no recuerdo, yo y dos personas de la RN. Estas dos personas iban a explicar que, bueno, se habían adelantado, sí, pero podíamos hacer una agencia en común, bajo términos comunes, etcétera. El director sería Demetrio Olaciregui, un periodista panameño que era corresponsal de UPI, por tener amplia experiencia en periodismo (así era), y él proporcionaría un equipo de profesionales que se harían cargo de lo técnico.
La reunión fue tensa, y los de la RN se exasperaron y se fueron en no muy buenos términos. No recuerdo que nadie de mi lado los haya agredido, pero tampoco era necesario; ya era claro desde antes que no iba a ser agradable. La única vez que se me ocurrió abrir la boca, Olaciregui me cortó en el plan de “tú, niño, no sabes de periodismo y no vas a hablar”, y a lo mejor era cierto, pero estaba en mi casa. No creo que haya hablado más para decir que si querían café o algo, pero igual debí decirlo con ironía. E igual ni siquiera empecé a hablar antes de que el otro me diera el parón. (Entre periodistas es más importante la lucha de egos que oír lo que el otro tenga que decir. Por eso a veces me harto del “medio”, como le dicen, y me dedico a otra cosa.)
Después de negociaciones en las que no estuve, porque no era mi papel y porque fueron entre las comandancias de las FPL y la RN, en Managua, en octubre llegó Benjamín Valiente Álvarez (Juan Ángel) a trabajar en la redacción de Salpress, y Joaquín Samayoa como director. Una agencia de dos personas. No, yo no era redactor ni nada en ese momento. Mi papel era ayudar a que empezara a funcionar. Y no había nada.
El contacto con El Salvador era mínimo e inseguro, y no había modo de pasar información por teléfono, por télex ni por ningún medio, al menos de manera regular. Lo que llegaba de Managua era obsoleto, porque las agencias de verdad lo traían. Así que nos fuimos el plan B: Benjamín llegaría todas las tardes a El día, copiaría la información de los cables (teníamos catorce agencias, más algunas independientes e institucionales), la procesaría y la distribuiría… incluso a El día. Algo publicaríamos de allí, más para darle crédito que porque no tuviéramos la información. Esto fue hablado con mi jefe y maestro, Carlos Vanella, y él a su vez consultó con la dirección del periódico. Hasta se logró más: como no había dinero, y como El día era una cooperativa, ésta haría donaciones de materiales. Juan Ángel salía no sólo con las notas, sino también con clips, resmas de papel de empaque (o papel revolución, como sabiamente se le dice en México), lápices, plumas y cintas para máquina.
Varias noches por semana me pasaba por Salpress —previsiblemente estaba en Avenida Revolución, por Mixcoac— para platicar con Benjamín y con Joaquín; a veces llevaba algunos tacos, a veces nos íbamos a cenar por allí, a veces nada.
En enero o febrero llegó el que sería el equipo de Salpress, formado por unas ocho o nueve personas, incluido un nuevo director y (gulp) la responsable política. El primero se presentó como José Ventura; yo lo había conocido un par de años antes como Enrique Salvador Castro, cuando llegó a casa como parte de no sé qué delagación de periodistas que iba a no sé qué evento, y habían querido conocer a mi padre. Me dio dos impresiones: una, que era un tipo que cambiaba de opinión con una facilidad irritante, según lo que pensara su interlocutor; dos, que se preocupaba más por hablar que por oír, o sea que era un periodista de los que no me gustan.
La responsable política se presentó como Antonieta, una señora severa y bastante sólida físicamente hablando. Hablé con ellos y decidí que no, que no me caían bien y que no iba a trabajar más en Salpress. Dije bienvenidos, mucho gusto, y me fui a mis cosas.
La primera y muy sabia decisión que tomaron fue dejar el local en avenida Revolución y pasarse a Insurgentes Centro 125, a una oficina mucho más pequeña pero más céntrica. Fue sabia porque El día estaba en Insurgentes Centro 123, a pared de por medio, y para ese momento era el único medio que publicaba a Salpress. El Uno más uno también, pero a la “otra” Salpress, que sobrevivió algunos meses más y luego se convirtió en la Agencia Independiente de Prensa.
Entre lo primero que hizo Antonieta fue ir a platicar conmigo. La intención era obvia: quería que trabajara en Salpress. En primer lugar yo no quería, porque ella no me caía bien. En segundo, tenía poco tiempo. Estudiaba música por las mañanas, trabajaba por las tardes y cantaba por las noches, además de los ensayos en fines de semana. Y tenía una familia. Además, seguía colaborando con las FPL a través de otras instancias, a través de mi padre y de otras personas. Estaba bien así.
Ella no sabía que yo no era militante, y me dijo que me iba a pedir a la estructura en la que trabajaba. Le dije que no pertenecía a ninguna y se lanzó a convencerme de que militara, que el pueblo, que mi obligación moral y todo lo demás. Como no quería ser brusco (ahora no me molesta tanto serlo, y lo aprendí con ella y con otros como ella), le dije que estaba escribiendo una novela y que no pensaba meterme en más cosas mientras no la terminara. Me dijo que qué bien que fuera escritor, que le gustaría conocer el material, que ella era maestra universitaria de letras, y que cuánto tiempo calculaba para terminarla. “Octubre”, le dije por decir algo. Me dijo que estaba bien, que si quería discutiéramos lo que llevaba escrito, y le dije que no, gracias.
Y era cierto. Estaba escribiendo desde hacía unos meses la Historia del traidor de Nunca Jamás y no le encontraba entrada ni salida. Pensaba que me tardaría mucho más, y que ya en octubre se me ocurriría otra cosa.
Antonieta siguió llegando cada semana a platicar conmigo, en el plan de “ganar” mi confianza. Era tan burdo y obvio el asunto que me costaba ser amable. Pepe Ventura llegaba también a dejar la información y me empezaba a hablar de poesía comprometida, de que él también escribía, y me enseñó varios trabajos. Sonreí y le dije que qué bonitos, pero nunca serví para mentir y debió notar que me parecían infames, mucho peores que los míos, que no eran de lo mejorcito que se estaba escribiendo en el mundo, como se ve en algunos ejemplos de este blog.
También iba a menudo a Salpress, a platicar con los compañeros, y les ayudaba con algunas cosas técnicas y qué sé yo; no eran periodistas profesionales, pero se estaban formando rápido y bien. Creo que fueron ellos los que me convencieron de que trabajara en la agencia: Juan Ángel, Rocío, Jorge Sampson (aquí encuentro un artículo de él) y una chava extraordinaria, María, la recepcionista, quien había sido secretaria del arzobispo Romero y debió huir cuando mataron a una compañera; su verdadero nombre era Ana Vicenta. (Si alguien, con esas coordenadas, sabe quién es, por favor avíseme; será un gusto saber de ella.)
“Octubre” se convirtió en “septiembre”, que fue cuando terminé la novela. Debí callármelo, pero se lo dije a Antonieta en la visita semanal. Bien, me dijo, cuando quisiera podía empezar a trabajar, y ya tenía al que sería mi responsable político. Suspiré y dije “Bueno”.

Recordando a un caido en la lucha – Chino Meme

Imposible mencionar a tantos y tantas muertos y desaparecidos…Una deuda impagable que medio sana haciendo justicia!
Me es grato presentarme, ya que objetivos comunes de lucha nos unen y en esta oportunidad se trata de agregar en la lista de caídos a un hermano: Manuel de Jesús Pineda Dubón, de quien haré una crónica, pero antes deseo presentarme:
Mi nombre: José Alfredo Pineda Dubón, santaneco de la Colonia El Palmar, Soy fundador de la Federación Magisterial Salvadoreña, devenida en ANDES 21 de junio de la cual también soy fundador; Exdiputado suplente del MNR por Santa Ana que ayudamos a fundar –credencial adjunta- Secretario Departamental del UDN y miembro de la Unión Nacional Opositora; exiliado en julio de 1972, junto a Rector –Dr. Rafael Menjívar Larín- y demás autoridades de la Universidad Nacional de El Salvador, militarizada por le gobierno militar de Armando Molina.
Actualmente resido en Costa Rica a donde llegué exiliado en agosto de 1972.

EL CHINO MEME

Mi hermano estaba incorporado al movimiento revolucionario y el fatídico día de su asesinato, después de realizar un acto en el Centro Universitario de Occidente de Santa Ana, fueron sorprendidos por el ejército que tomó las instalaciones y antes de su retirada dieron el tiro de gracia a MANUEL DE JESÚS PINEDA DUBÓN –el Chino Meme-, apellidos que adoptó por ser mi familia quien lo adoptó como un hijo más y como hermanos supimos darle el cariño que lo identificó con nosotros.
Espero contribuir a completar la historia de los caídos en la cruenta lucha por democratizar nuestro El Salvador, que hoy rinde frutos que debemos consolidar con más lucha y llevar hasta las últimas consecuencia la real participación popular en la nueva sociedad que nos proponemos.

Solicito hagan llegar la presente crónica al compañero Dagoberto Gutiérrez, con quien nos unen lazos de la lucha permanente desde Chalchuapa, donde fui profesor y uno de los fundadores del Instituto Nacional.

San Isidro de El General, San José, Costa Rica; 11/ X / 2009.

Regreso a la patria luego de 7 años…(V) (segunda versión aumentada y corregida) Entrevista con Américo Araujo

SERVICIO INFORMATIVO ECUMENICO Y POPULAR

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Regreso a la patria luego de 7 años…(V) (segunda versión aumentada y corregida) Entrevista con Américo Araujo

SAN SALVADOR, 19 de septiembre de 2009 (SIEP) “Un año después del Festival, a finales de junio de 1969 emprendí el viaje de retorno a la Patria. A mediados de ese mes se había realizado en Moscú una Conferencia Internacional de partidos Comunistas y Obreros y asistió, en su carácter de Secretario General del PCS, Salvador Cayetano Carpio” nos sigue compartiendo Américo Araujo.

Para financiar los viáticos del regreso a la patria mis amigos me habían colectado 25 dólares, y Cayetano me regaló otros 35 con lo que tenía 60. Regrese con la misma maleta con que había llegado 7 años antes a Moscú. De Moscú viaje a Paris…

Para realizar mi viaje tenía un problema: mi pasaporte además de vencido, estaba condecorado con sellos donde aparecía la hoz y el martillo y las visas soviéticas chocaban con la normativa de “prohibido viajar a países detrás de la cortina de hierro” que el Gobierno Salvadoreño a través de Migración estampaba en todos los pasaportes salvadoreños. Al llegar a Paris, lo primero que hice fue buscar el consulado salvadoreño para tratar de obtener un nuevo pasaporte. Fui recibido por el cónsul de ese entonces, Sr. Luís Gallegos Valdez, yo conocía a su hermano Gaby, (Gabriel Gallegos Valdés), que era un antiguo miembro del Partido Comunista y que años después,en 1979, durante el gobierno de la Junta Cívico Militar que sucedió al general Romero fue nombrado ministro de Trabajo.

Cuando Don Luís vio mi pasaporte se sorprendió y me informó que para extenderme un nuevo pasaporte tendría que solicitar autorización a su Cancillería en San Salvador. Le pregunte: ¿cuanto tiempo se llevará obtener esa autorización? –un mes o quizás más me respondió.. A estas alturas ya tenía menos de 60 dólares en mi bolsillo. .No podía esperar, y decidí retirarme y arriesgarme a viajar, de manera irregular, con pasaporte vencido. Don Luis se negó a facilitarme una identificación pues, supongo, temía ser acusado de cómplice de terroristas.

Había entrado a Paris por el aeropuerto de Orly, y había conseguido un cuarto en un hotel céntrico, al regresar por la tarde al hotel descubrí que estaba en medio de la Zona Roja , era un hotel barato que se llamaba “Los 3 Mosqueteros”, con baño colectivo, de los que ocupan los y las trabajadoras del sexo, para encuentros amorosos de corta duración …visite a ex compañeros libaneses que habían egresado de la Lumumba y estaban haciendo sus postgrados en Paris. Ellos me regalaron 11 dólares más…

Volé hacia la Ciudad de México y entre sin ningún problema. Estuve en el Distrito Federal dos días. Allí legalice mi titulo de Médico, primero en la Cancillería Mexicana y luego en la Embajada de El Salvador. En Moscú había obtenido la legalización de mi título en la Embajada de Mexico, que era el único país, de nuestra región, con relaciones con la URSS además de Cuba. Así en la cancillería me legalizaron la firma del cónsul mexicano en Moscú y después me fui para la Embajada salvadoreña en Distrito Federal para concluir el proceso. En la embajada salvadoreña no mostraron ningún tipo de emoción ante mi solicitud de legalización de firmas.

Llegue al aeropuerto de Ilopango, en Migración, al ver mi pasaporte vencido y los interesantes sellos, me apartaron de la fila y en un cuarto aparte me abrieron la maleta, y me decomisaron mi colección de casi 600 diapositivas acumuladas a lo largo de mi estadía en la URSS , me las quitaron y también incautaron mi titulo de “Doctor en Medicina”, me discutí con ellos y uno de los policía volvió a revisar mi pasaporte; allí aparecía el nombre de mi padre: Arturo Araujo Espinoza; este policía me preguntó si mi padre era el mismo Arturo Araujo que había sido presidente de El Salvador en 1931 y a quien derrocó el General Martínez; pensé que si mentía ellos podrían considerarme y entonces le respondí con toda seguridad: “Si, yo soy el hijo menor del Ingeniero Araujo”. Entonces el policía tomó mi Título, lo llevó a tomarle una fotocopia y me lo devolvió y me dijeron que podía retirarme del aeropuerto.

Y me dejaron salir…¡estaba de regreso en El Salvador! pero no tenía para adonde irme, no tenía hogar ni casa conocida; mi familia había emigrado del país, yo sabía donde vivían unas primas pero no me sentía con la suficiente confianza para llegar a su casa, y decidí irme a alquilar un cuarto en una pensión…conocía muy bien el sector de la calle Gerardo Barrios y como todavía tenía 23 dólares aborde un taxi ( el cambio era de 2.50 de colon por un dólar) y me llevó a un hospedaje cerca del Cementerio General, donde hoy venden llantas, era ya de tarde y el cuarto no tenía llave, deje mi maleta y salí a la calle, tomé un bus en la Calle Arce hacia la Universidad Nacional , y al subirme me encontré con Víctor René Marroquín, que había estudiado un postgrado de Economía Agrícola en la URSS y trabajaba como profesor en la Facultad de Economía de la UES , al verlo sentí una inmensa alegría, le conté mi aventura, y mi situación complicada…me dijo–no te preocupes, yo te llevo y te ayudaré a resolver tu situación…y nos fuimos para la UES ….

En la facultad de Economía me encontré con tres caras conocidas, tres ex lumumberos: Fernando Flores, Manuel García y Victoria Cortez. Ellos habían regresado dos años antes, en 1967, estudiaron cinco años en la Facultad de Economía de la Lumumba..

Manifiestaron una gran alegría al verme…Vicky me ofrecio su casa para quedarme “para mientras…”Vivía en La Rabida. Vicky trabajaba en la facultad de economía aquí en San Salvador y Fernando con Manuel trabajaban en el CUO, en Santa Ana, y estaban ese día de casualidad en San Salvador.

Luego me fui a Santa Ana con ellos, y al tercer día de estar allá, llegó Rafael Aguiñada Carranza, y pude hacer el contacto con el Partido…Rafaél me contacto con Dagoberto Sosa y este me consiguió donde vivir y me fui de pupilo donde una familia de apellido Contreras, que tenía cuatro hijos. A dos de los hijos, Luis y Gloria, yo los conocía porque Luis había sido compañero mío en el INFRAMEN y Gloria había estudiado en el Central de Señoritas, …resulta que esta familia que vivía en la Col. Acolhuatan , de Ciudad Delgado, pocos meses después de mi llegada, compraron un apartamento en la Col. IVU y me invitaron a mudarme con ellos, siempre como pupilo, acepte la invitación…

Un día, salí al balcón de atrás del apartamento y para mi sorpresa vi subir en el edificio de enfrente a Rafael Aguiñada, le silbé ¡éramos vecinos! Y asi me pude enterar de los cateos, capturas, que tenía que sufrir él y su familia, conocí a sus hijos que estaban pequeños, a Lito, Dinora, Tania y Galia.

Me entere que ya no existía la VJS , sino que la organización juvenil del PCS era entonces la Unión de Jóvenes Patriotas, UJP, que recién iniciaba, y me asignaron a una estructura…el 14 de julio estallò la guerra con Honduras…y este hecho vino a agravar la situación interna del Partido, de la cual vine a enterarme aquí…cuando me fui en 1962 la revolución estaba por triunfar e íbamos a prepararnos y cuando regresé en 1969 me encontré con un conflicto interno …la guerra no fue el motivo de la división dentro del Partido pero ella agudizó las contradicciones ya existentes…que habían sido administradas durante el V Congreso en 1964.

Dagoberto Sosa era el secretario general de la UJP… Conocí entonces a Dagoberto Gutiérrez, que vivía por la Washington.. .y era también de la UJP , luego llegó José Luís Merino, que trabajaba en la fabrica Superior, que era una ensambladora; estaba también un compañero al que conocíamos como El Vietnamita, estaba Armando Arteaga, que era el nombre verdadero de Pancho, el mismo compañero que, varios años después sería asesinado junto a Roque Dalton; estaba también Vladimir Rogel, que estudiaba en el Celestino (Castro). Este Rogel, junto con Pancho ingresaron al ERP y fue, precisamente Rogel, uno de los responsables materiales del asesinato de Roque y de Pancho.

Me acuerdo una de las acciones de la UJP , cuando vino la selección soviética a jugar, en 1970, decidimos llevar mantas al estadio, en solidaridad con el pueblo soviético, hicimos una manta gigantesca y el problema era como la entrábamos al estadio ya que registraban a la entrada, era un saludo de la UJP al pueblo soviético, y quien se animó a entrarla fue precisamente Vladimir Rogel, que era muy audaz…el la metió…

A principios de 1970 Cayetano empezó a convocar a reuniones paralelas para promover una corriente contraria a la C.P. del P.C.S. Yo siempre sentí mucho respeto por Salvador Cayetano, lo estimaba como compañero y como Secretario General; además era amigo de su hija, Guadalupe, posiblemente por eso Cayetano creyó que yo era reclutable para constituir un grupo dentro del Partido. , y me invitó a varias reuniones; te acordas que por medio de la Lupe , su hija, yo lo había conocido a Cayetano… Las reuniones las convocaba para la Rotonda Universitaria.

A Lupe que se apellidaba Rosales, la conocí en la UNEEM , ella estudiaba en el Central de señoritas y yo en el INFRAMEN…los dos íbamos a primero de bachillerato, era enero del 61 y conocí también a su hermana Corina, que era menor…y también tenían un hermano, Oscar. Lupe tenía un novio con moto, en ese tiempo Guadalupe no vivía con Cayetano sino con su mamá…Lupe era muy activa y locuaz, expresiva, hablaba bastante…Corina era más tímida, delgada, habrá tenido 14 años y nosotros 16-17…

Lupe tenía rasgos de liderazgo, era propositiva, con mucha iniciativa, era decidida. Algunos rasgos los obtuvo de su madre que era comerciante, y cuando no estaba la mamá ella, Lupe, asumía… era de la directiva de la UNEEM , una activista política temprana. Un rasgo de su personalidad era un extremado respeto y admiración por su papá, era muy considerada con Cayetano, y respetuosa con Tula.. Cayetano con Tulita vivían en Santa Anita, en un pequeño pasaje que esta sobre el Bulevard Venezuela entre la 19 y la 21 Avenidas sur. Cuando ingrese a la VJS en mayo del 61, Guadalupe ya estaba militando en la VJS , aunque al P.C.S. si ingresamos el mismo día. Me acuerdo que incluso después de la ruptura siguió atendiendo asuntos del Partido, era ya maestra.

Las reuniones paralelas que señalo se empezaron a efectuar desde que Cayetano regresó al país, o sea desde septiembre del 69 hasta principios del 70… eran en el laboratorio de Fisiología de La Rotonda , y quien tenía la llave era Roberto Vargas (hermano del General), quien junto con Salvador Moncada, (ahora consorte de una princesa belga y prestigioso investigador y científico británico) eran militantes comunistas de la Célula Frank Paiz, por cierto eran los alumnos preferidos del Dr. Fabio Castillo…fogosos polemistas y de aguda inteligencia. Salvador Moncada aún mantiene estrechas relaciones con la Doctora Isabel Rodríguez.

Creo que Cayetano se sorprendió cuando en una reunión del Partido yo critique fuertemente que se estaban realizando reuniones con compañeros de diferente células…resulta que yo era cuadrado, institucionalista, (no me he curado aun de ese mal), y había observado esto en las reuniones que Cayetano convocaba….¡ya no me volvieron a invitar!

El VI Congreso del PCS

Fui delegado por la UJP al VI Congreso del PCS, que se realizo en agosto de 1970 en la casa de Virgilio Guerra, una mueblería ubicada en la Calle Gerardo Barrios, pegado al puente Araujo…el siguiente, el séptimo fue en San Marcos, en la semana santa del año 79…el equipo de seguridad que nos metió estaba conformado, entre otros, por Lucio y Ramón…

Durante el VI Congreso, se trataron diversos temas: la ruptura, las formas de lucha, autocrítica de posiciones y acciones durante guerra con Honduras; y también estuvo el punto de elecciones de un nuevo Comité Central, comisión política y secretario general.

Durante el Congreso, Raúl Padilla Vela, que era del Comité Departamental de San Salvador, mantenía una actitud crítica hacia varios compañeros de la dirección del Partido. Raúl no estaba de acuerdo con algunas de las propuestas que el C.C. saliente hacía para constituir el nuevo C.C: Y sus propuestas para el Comité Central no lograban eco entre los congresistas, pero cuando fue propuesta una maestra a la que él criticaba mucho él saltó enardecido y dijo señalándome: ¡yo en su lugar propongo al Rusito! no mencionó ni mi seudónimo, a mi me sorprendió la propuesta ( ¿Qué tengo que ver yo en este pleito de Raúl pense?) pero me sorprendió más que en esta oportunidad la propuesta de Padilla Vela si fuera aprobada. Así fue como llegue al Comité Central de suplente.

Me acuerdo de Raúl Castellanos, que murió algunos meses después del VI Congreso…Raúl era culto, inteligente, tenía porte, talante y talento de profesor universitario…

En el 71 pedí permiso para salir del país por once meses…regresé el 72 y el siguiente año, 1973, volví a salir pero a Costa Rica, allá me encontré a los exilados del 72 de la Universidad , Sáenz Varela vivía y trabajaba en la ciudad de Turrialba, él era el representante del P.C.S. y yo asumí la representación de la J.C. , ya que por San José, por esos años, pasaba mucha información…. …regrese en septiembre del 74 y junto con un amigo odontólogo del partido, Salvador Pérez y Pérez, instalamos una clínica en la Avenida España.

Carpio llegaba frecuentemente a verse los dientes y platicábamos, claro, nunca de política partidarias ni del partido…para esa época, años 74-75 me lo encontraba en el bus, en la ruta 5, yo me bajaba en las inmediaciones de la Colonia IVU y el seguía de largo para Montserrat…¡imagínate que un hombre como Cayetano, en esas fechas, todavía podía moverse en bus¡¡

En 1975, no me acuerdo por que baja sufrida, me nombran propietario del Comité Central, y con la tarea de darle seguimiento a la Juventud Comunista.. .trabajo con José Luís Merino, con los de la JOS , conocí también a los del Bachillerato en Artes, asistía políticamente al grupo Tecolote y al Sol del Río 32.

A un grupo de compañeros entre los que estaban Domingo Santacruz, Adan Chicas, Mario Aguiñada y yo nos encomendaron organizar una escuela política y nos convertimos en facilitadores o “profesores” de la Escuela que estuvo bajo la dirección de Aguiñada. La escuela era un internado como de 10 días. En el 77 cerré la clínica, ya no pude mantenerme más en ese trabajo…y fuí electo miembro propietario de CP, me convertí en profesional del partido. Desde entonces deje la práctica de médico general. Hace 32 años¡¡¡¡¡

En los años 77-78 se agudizó la discusión partidaria sobre las formas de lucha y la vía de acceso al poder…luego de las elecciones de febrero del 1977 y la masacre de la Plaza Libertad del 28 de febrero, se toma la decisión de hacer el viraje hacia formas armadas de lucha, pero ese viraje nunca aparecía, había resistencia, eran largas e intensas discusiones alrededor de este punto….

Se decidió realizar el VII Congreso para Semana santa del año 79, y esto originó una confrontación sorda entre Mario Aguiñada y Schafik Handal…Mario empezó a trabajar propuestas y a realizar acciones orientadas a lograr la postulación para la secretaría general. Pienso que Mario sabía que tenía pocas posibilidades, y su cálculo quizás fue llegar a la sub-secretaría general. Y pienso que si Schafik hubiera estado de acuerdo lo hubiera sido, porque Mario era la figura natural para asumir esta posición por su experiencia y conocimientos. Schafik lo dejo hacer… Schafik tenía olfato que le permitía saber las próximas jugadas de su adversario y siempre estaba diez pasos adelante…

En una reunión previa al Congreso en la C.P. se discutieron las candidaturas a proponer para conformar el nuevo C.C. y la C.P. y para elegir a los nuevos Secretarios General y subsecretario. Al momento de las votaciones para secretario general creo que fue Octavio el que propuso a Schafik y este ganó por unanimidad… cuando se llegó el momento de las votaciones para sub-secretario general Schafik se adelanto a todos y dijo: propongo a Hugo…la propuesta se aprobó con la abstención de Mario. En el VII Congreso las propuestas fueron aprobadas por inmensa mayoría y así fue como llegue a sub-secretario general. Nunca me lo había propuesto. Creo que llegué a la sub Secretaría, por lo que he señalado, de manera circunstancial…….

Continuara…

Estuve en Bulgaria en 1968 en el IX Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes… (IV) (segunda versión, aumentada y corregida)

Estuve en Bulgaria en 1968 en el IX Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes… (IV) (segunda versión, aumentada y corregida)

SAN SALVADOR, 18 de septiembre de 2009 (SIEP) “Me impactó la ciudad, Sofía, su arquitectura, una ciudad verde, sus grandes extensiones boscosas, muchos árboles, muchos parques en el centro…” nos comparte Américo Araujo.

“Y en esa época, en los jardines de las casas, se observaba la figura de una planta para mi muy familiar, mucho maíz sembrado…formo parte de la delegación de la Universidad Patricio Lumumba, éramos 25 jóvenes, entre rusos, asiáticos, latinoamericanos y africanos, viajamos en tren desde Moscú, atravesamos Rumania…”

“En Sofía me encontré con Rubén Cuenca Sosa, sobrino de Abel Cuenca, que estudiaba allí en la Facultad de Medicina de la Universidad Estatal de Sofía, él fue también de la VJS , vivía en Ciudad Delgado. Es primo hermano de Dagoberto Sosa (Lucio). Rubén viajó a Bulgaria dos años después de mi partida, en 1964 y durante los años de su carrera se casó con una compañera búlgara de su facultad. Ambos habitan hoy, con sus hijos, en Suecia”

Llegamos a Sofía a finales de julio de 1968 y allí también me encontré con la delegación salvadoreña que asistía al festival, entre los Delegados salvadoreños venía uno de los hermanos Rivas Mira y por la AGEUS un estudiante que apodaban “El General”. Era un evento impresionante, 20,000 jóvenes de 138 países. En 1962 el VIII Festival se había celebrado en Helsinki, Finlandia, y el delegado de la VJS había sido Federico Baires (Lico).

“1968 fue un año muy intenso, de mucho contenido, y todo eso gravitaba y repercutía en el desarrollo del Festival…a principios de ese año, en Enero, había llegado a la Presidencia del gobierno Checoslovaco el economista Alexander Dubchek quien durante la primavera de ese año, en nombre del Comité Central del Partido Comunista, lanzó “…un Programa de Acción que buscaba profundizar el socialismo y darle un rostro humano…”, liberalizó muchas cosas y ello llevó a que el Pacto de Varsovia, considerando que aquello era un peligro para el Campo socialista, invadiera, en agosto de ese mismo año, a Checoslovaquia.

Durante el Festival el tema del socialismo con Rostro Humano era un punto que generaba gran debate; recientemente habían sucedido también los sucesos del Mayo Francés cuando miles de estudiantes se fueron a la huelga, Charles De Gaulle trató de ahogar aquellas huelgas con represión y la pradera política francesa se incendio: mas de diez millones de obreros se levantaron en huelga para solidarizarse con los estudiantes lo que devino en una revuelta de gran envergadura y el Gobierno francés entro en crisis, se disolvió el parlamento y fueron convocadas elecciones anticipadas. Así, Praga y Paris fueron símbolos en el Festival…

“Los checos habían llegado divididos al festival, estaban los que apoyaban al Pacto de Varsovia y la intervención soviética y los que se oponían; es mas, las mismas organizadoras del festival, la FMJD con sede en Budapest, Hungría y la UIE , con sedes en Praga estaban también divididas…en contra o próximas al punto de vista a favor de la URSS.. .”

En Sofía, conocí al guatemalteco Carlos González, cuyo nombre verdadero es Ricardo Rosales Román, quien entonces era funcionario de la UIE. Años después Carlos se convirtió en Secretario General del Partido Guatemalteco del Trabajo, PGT, y durante los años ochentas formó parte de la Comandancia General de la URNG. Actualmente Carlos escribe, todos los miércoles, una columna en el diario La Hora de la ciudad de Guatemala. Con Carlos, durante los años setentas, nos volvimos a encontrar en la clandestinidad y nos hicimos amigos. Todavía hoy mantenemos comunicación.

El Mayo Francés impregnó de simpatía, de optimismo, de esperanza, de visión indulgente al IX Festival…aunque yo llegaba de la Universidad Patricio Lumumba donde convivía con estudiantes provenientes de 70 países, y había vivido seis años en la URSS , la diversidad del Festival me impresionó, los diferentes puntos de vista, las distintas doctrinas políticas, a esta altura el imperio colonial se había ya desmoronado y llegaron las delegaciones de los nuevos países africanos independientes; estaba en su apogeo el conflicto chino-soviético; naturalmente China no llegó…se había abstenido de participar en eventos que ellos consideraban podrían estar o estaban vinculados al Movimiento Comunista Internacional…

Otro factor de la agenda no oficial del Festival lo constituyó lo que luego sería conocido como el Eurocomunismo; las posiciones de los partidos comunistas Español e Italiano generaban mucha discusión, Enrico Berlinguer era entonces el segundo del PCI, era una disidencia muy beligerante junto con los españoles de Santiago Carrillo…

Y el otro gran tema era Viet Nam, incrementándose la escalada de la intervención norteamericana, con más tropas y más bombardeos; y subiendo también la solidaridad, este Festival universalizó esa solidaridad con este pueblo heroico, estaba la figura del Che, el eurocomunismo, China y Albania…un momento de grandes conmociones, con países africanos recién liberados… pronto iba a suceder, en octubre de ese año, la matanza de Tlatelolco en México, las luchas guerrilleras se desplegaban a lo largo de Latinoamérica.

El IX Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes fue mi ultimo gran evento internacional en calidad de estudiante…yo había sido Presidente de la Asociación de Estudiantes Salvadoreños de la Universidad Lumumba , Vice-Presidente de la Asociación de Estudiantes Latinoamericanos de la Lumumba y también vicepresidente de la Asociación de Estudiantes Latinoamericanos en Moscú ; ello me permitió asistir a diverso eventos políticos en Moscú. Al finalizar el Festival el día de la Clausura fue muy emotivo, y por un momento todas las diferencias desaparecieron y nos unimos en un abrazo de solidaridad internacional…

Ese año egrese de la facultad…había terminado mi carrera y me preparaba para iniciar el Año de Internado.-

Obama’s Peace Prize: Wise and timely

Obama’s Peace Prize: Wise and timely

by: Juan Lopez
October 12 2009

In conferring the Nobel Peace Prize on President Barak Obama, the Nobel committee made a wise and timely decision. Despite fierce right-wing opposition at home during the first nine months of his presidency, President Obama is doing a remarkable job to overcome the national legacy of 30 years of far-right corporate dominance that threatens the world’s peace and security, and humanity’s very existence.

The Nobel committee highlighted Obama’s efforts to curb nuclear weapons proliferation, his accent on international diplomacy and cooperation among nations, and his overtures to the Muslim world.

With characteristic humility, the president said he “accepted this award as a call to action, a call for all nations to confront the challenges of the 21st century.”

Most of the nation and world embraced the choice as affirmation that, with President Obama at the helm, America has embarked on a new, far more constructive course.

As expected, the Republican response ran the right-wing gamut, from questioning Obama’s accomplishments and his emphasis on diplomacy to the racist notion that he won through oratory and star power.

But while not totally unexpected, the response from some on the left is nevertheless disappointing. Some said the Nobel committee “should have waited” to see results from the president’s initiatives while others said awarding the prize to a “war” president “cheapens” it.

In my view, these critics are not seeing the forest for the trees.

After 30 years of dominance by sections of the ruling class pursuing a reactionary, militaristic, unilateralist, jingoistic, anti-democratic, anti-working class, racist, sexist, homophobic, xenophobic and environmentally disastrous course, Obama’s election and his first nine months in office are the clear skies and rainbow following a prolonged and nightmarishly destructive storm.

On the international plane, the Obama administration is demonstrating in words and deeds a willingness to work with other nations. Among significant initiatives: steps to stem proliferation of nuclear weapons leading to their eventual elimination; a commitment to policies to protect the environment and develop sustainable energy resources; diffusing hotbeds of international conflict more often than not provoked by the previous administration; sitting down for talks with leaders of Iran and other nations previously listed as “terrorist”; serious efforts to resolve the Israeli-Palestinian conflict based on a two-state solution; pledging to close the prison camp at Guantanamo Bay, Cuba and relaxing travel to the island nation.

To be sure, these efforts are still in their infancy. When seen in isolation, they may seem to some folks like half-measures at best. But, when understood in the context of the last 30 years and the dangers humanity faces in the near future, they represent a qualitative break with the past and a huge opening for progressive humankind.

Again, it is a question of seeing the forest, not just the trees.

Now, don’t get me wrong. I’m not happy with all the administration’s international and domestic policies. Like other left and progressive folks, I advocate ending the Afghanistan military venture.

After saying the conflict in Afghanistan “concerns us all,” Nobel committee chair Thorbjorn Jagland remarked, “We do hope that an improvement of the international climate and the emphasis on negotiations could help resolve” that conflict. In awarding Obama the peace prize, the Nobel committee sought to inject itself as a force to encourage the new administration’s emphasis on diplomacy and international cooperation, and to discourage forces outside and inside the administration still clinging to bellicose means to exert U.S. imperialist power throughout the world. A smart move, I’d say.

But, I am mindful of the present balance of forces and the time needed to clean up the reactionary legacy President Obama inherited, mindful of the makeup of Congress, the media and other centers of corporate power where the Republican far right still has major sway. I realize the Obama administration and the Democratic majority in Congress both contain a spectrum from right to left. I am mindful of the relative strength and level of unity of the labor movement and other progressive social forces and movements.

And I am aware of the depression-level economic crisis and its potential to spark far-reaching reforms so long as our nation’s progressive forces are in ascendency.

In short, we are in a period of transition.

To ignore these realities leads to wrong conclusions about the current stage of struggle and what is needed to continue moving in a progressive direction.

The Republicans and the right wing intend to demean the president and his achievements, to block his domestic and international agenda – in short to bring his presidency down. In so doing, they would be attempting to bring down the broad movement that elected him, not to mention undercutting the potential to expand that movement especially at the grassroots.

Our strategic goal must be to consolidate the November 2008 victory against the far right in the 2010 and 2012 election cycle. Every tactical move must be made within this framework. There are no shortcuts.

Going back to the bad old days of the Bush administration is not an option. If the extreme right manages to significantly get its footing back in any significant way during the next election cycles, it will rebound on the nation and the world with a vengeance. This is the stuff of which fascism is made.

History does not move in a straight line or by absolutes. Life is far more complicated and richer. New developments seldom make a “clean” break with the past. The 2008 election result is the closest thing to a “clean” break in many years. But, as we see today, even then the present carries elements of both the reactionary past (i.e. the Republican and corporate far right) and of a radical, even revolutionary future (i.e. the labor and other progressive and left social forces and movements).

Thus it behooves all in the left-center core of the multiclass coalition that elected Obama to work to expand this coalition at all levels but primarily among the progressive social forces and movements.

The coalition’s main challenge is to consolidate the November victory against the far right in the next election cycles.

Related, but secondary is where possible, to replace as many right-of-center Democrats with left-of-center ones in the primary elections while safeguarding the unity of the multiparty and non-partisan camp for the final November push.

All along the core working-class and social forces and movements must build our numbers, strength, energy and unity to emerge as the dominant force in the multiclass coalition that re-elects the president and will make up his future administrations.

This is what’s needed to put the final nails in the coffin of the far right in the 2010 and 2012 elections, and put this Dracula to rest, hopefully forever.

A much expanded, dominant left-center core in the Obama coalition can potentially open the door to more radical reforms and with time, even revolutionary changes.

Contrary to the far right’s nutty mouthpieces, Barack Obama is not a socialist, but an advocate of capitalism. Like all of us, he is a work in progress. In my view, he has demonstrated a potential to embrace more far-reaching reforms as long as a strong enough people’s movement advocates and fights for them, with a chance to win.

In making its decision, the Nobel committee took into account the president’s considerable achievements during his short tenure and the new more constructive era they are ushering in. But I believe they also intended to give impetus to the generally progressive agenda advocated by President Obama and the coalition that elected him.

29 años: Fmln en victoria y compromiso

29 años: Fmln en victoria y compromiso

Norma Guevara de Ramirios

Este 10 de octubre se cumplieron 29 años de la fundación del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, FMLN, la organización política más importante creada a finales del siglo pasado, que ha transformado la sociedad salvadoreña, primero derrotando un régimen de dictadura militar, y luego abriéndose paso como partido político hasta que el pasado 15 de marzo ganara la primera victoria electoral en la Presidencia y Vicepresidencia de la República.

El FMLN, por su origen, se distingue del resto de partidos, no sólo por haber sido un movimiento político militar antes de que se firmaran los Acuerdos de Paz con el gobierno del partido Arena en 1992, sino por la consistencia popular de su organización; por sus raíces en la lucha reivindicativa, a favor de la democracia, de la soberanía e independencia nacional. Su edad, reúne y resume décadas de lucha, de la cual es continuador.

La respuesta al régimen dictatorial, oligárquico y pro imperialista, fue la organización de salvadoreñas y salvadoreños que sentían la necesidad de abrir paso a una sociedad diferente. Aquél régimen autoritario era caracterizado por el dominio de las Fuerzas Armadas y de la oligarquía sobre el gobierno, el aplastamiento de cualquier forma de competencia política; en aquél régimen, las diferencias internas de la clase dominante se resolvían con golpes de Estado, con conspiraciones, con simulacros de elecciones y fraudes. El FMLN entonces, surgió como una respuesta y un camino para el cambio.

Las organizaciones que fundaron el FMLN, eran clandestinas, pues todo intento de contraponerse a la dictadura por la vía legal era bloqueada. El Partido Comunista de El Salvador (PCS), Las Fuerzas Populares de Liberación “Farabundo Martí” (FPL), El Partido de la Revolución Salvadoreña (PRSERP), la Resistencia Nacional (RN) y el Partido Revolucionario de los Trabajadores Centroamericanos (PRTC), con experiencias y sistemas organizativos parecidos, se integraron para vencer. Cada organización propiciaba la organización popular entre la clase obrera, los campesinos, las núcleos poblacionales marginados, los estudiantes universitarios y de secundaria, en el magisterio y otras capas sociales, de manera tal que a pesar de la represión el tejido social organizado fue extendiéndose y sobre sus luchas, los gobiernos de turno desataron una feroz represión. Se intensificó la lucha armada, para muchos se convirtió en recurso de sobrevivencia. Aquélla cresta de organización popular y lucha, culminó entonces con el compromiso del FMLN de luchar para liberar al país de la opresión.

Los primeros intentos en 1981, no lograron derrocar la dictadura, más bien ésta se rodeó de apoyo externo militar, financiero y político, y el recién surgido movimiento debió aprender a resistir, desarrollarse y avanzar, tal fue su primer divisa después de la ofensiva militar e insurreccional de enero de 1981.

12 años duró la guerra revolucionaria bajo la conducción de la Comandancia General, que supo mantener la unidad, desarrollar el pensamiento, la acción, la organización y combatividad de aquél enorme movimiento clandestino, guerrillero, diplomático y político. Decenas de miles de salvadoreños y salvadoreñas de distintas edades y orígenes socioeconómicos formaran parte del Frente. Nuestro país vivió una confrontación entre la vieja dictadura y un movimiento revolucionario, logró un final negociado que permitió modificar sustancialmente el régimen político y abrir paso a la democracia.

El FMLN pasó a ser partido cumpliendo los requisitos legales mediante acuerdo del Tribunal Supremo Electoral del 14 de diciembre de 1992, debió organizarse inmediatamente para un nuevo escenario de lucha, pero en 1994 se colocó como segunda fuerza política con 21.4% de votos para diputados y 31.7% en segunda vuelta para Presidencia; fue creciendo consistentemente hasta situarse como primera fuerza electoral en 2003. Alcanzar sin embargo, la mayoría absoluta en primera vuelta de la elección presidencial en marzo de 2009, requirió de una estrategia muy bien elaborada y aplicada, que parte de comprender que un programa de cambios en beneficio de la gente requiere sacar a Arena del gobierno.

Ahora recién inicia un nuevo tiempo para El Salvador, el Presidente Mauricio Funes ha empezado a actuar con políticas orientadas a servir a las mayorías, la derecha que sigue siendo mayoría en la Asamblea Legislativa procura limitar el alcance de los cambios; pero esa circunstancia aumenta el compromiso de luchar arduamente en beneficio de la gente, para disminuir ese 40% de familias pobres, la inseguridad y los altos índices de problemas ambientales y de salud. Este 10 de octubre, dirigentes y activistas del Frente recorrieron todo el país para recordar su fundación, rendir tributo a sus héroes y mártires y reafirmar su compromiso de luchar por el cambio.

Carta por el Chino Duarte

Carta por el Chino Duarte

Dagoberto Gutiérrez

La década del 60 del siglo pasado, estaba preñada de cosas nuevas como siempre ocurre con los tiempos nuevos cuando éstos se juntan con los seres humanos y construyen las épocas, Santa Ana era un lugar tranquilo, un pueblo más grande que Chalchuapa, de donde yo llegaba todos los días, el Instituto Nacional de Santa Ana (INSA) parecía y aparecía ante mis ojos, como un plantel educativo gigantesco, impresionante donde se tenía que aprender con mucho rigor para llegar a ser Bachiller de la República.

El cuarto y el quinto curso eran las últimas aulas a la izquierda del edificio y ahí estudiábamos los más grandes, los que habíamos sacado el plan básico o los tres años después del 6º grado.

Todos éramos demasiado jóvenes para poder ser niños y tan poco jóvenes para poder ser hombres, todos rebosábamos de energía y éramos dueños de la fuerza determinante para el que es y el que no es joven: la juventud.

Combinábamos o relacionábamos el estudio afanoso con la vida intensa, la preocupación por los exámenes, con los azares del momento. El humor infaltable con la responsabilidad estudiantil y a algunos, nos provocaba, nos dolía y nos movía, más que a otros, la realidad política y social, de la época.

Mario Francisco Duarte Linares era uno de nosotros, un cipote de unos 17 años, mas bien blanco, pero fuerte y de anchos hombros, de un caminar seguro y de pasos firmes, hablaba de manera desafiante ante los profesores y de manera chuscona en el grupo de estudiantes. Era parte de la vida intensa del barrio Santa Bárbara, el célebre barrio santaneco, y conocía de las aventuras y desventuras de los amoríos, tanto de los fallidos como de los exitosos.

El Chino tenía manos grandes que siempre parecían habilidosas y aunque tenía palabra fácil no se acercaba al discurso ni mucho menos a la reflexión política. Todo el humor lo vinculaba a la vida cotidiana y también a las vicisitudes de los jóvenes pero El Chino era completa y totalmente serio a la hora de estudiar. Aunque nunca pareció ni apareció absorbido por su compromiso estudiantil, en realidad, en ningún momento descuidaba sus clases, su puntualidad, su correcta presentación y sus notas estudiantiles. Siempre fue la más completa armonía entre la vida del grupo estudiantil y su calidad de excelente estudiante.

Logró tener novias célebres aunque siempre fue prudente, en sus comentarios y en las tardes cuando nos movíamos a pie desde el INSA, en la colonia El Palmar, bajando hacia el mercado Colón en grulla estudiantil, cuando se comentaban los amoríos y aventuras, El Chino, en medio de risas y chistes agudos, siempre fue prudente y hasta reservado.

Siempre, o casi siempre, manejó la irreverencia y esta, sin llegar a ser irrespeto lo ponía siempre ante la realidad sonando tambores llenos de preguntas y esta, la realidad no parecía avasallarlo y mas bien lo ponía a él como capaz de enfrentarse, desde su irreverencia, a lo que apareciera en el camino. Nada de esto parecía estar fuera de sus posibilidades frente a las cuales también el chino se mostraba irreverente.

Estudió medicina y se hizo médico, un cirujano notable y experimentado que nunca abandonó su Santa Ana, transmitió su experiencia y conocimiento a muchos profesionales jóvenes y una vez estallada la guerra de 20 años, que enfrentó a la dictadura militar de derecha, nacida en 1932, con lo mejor del pueblo salvadoreño; El Chino atendió como médico a mi madre enferma en 1983, mientras yo combatía en el cerro de Guazapa.

La noticia de su muerte me conmovió así como estremece la caída, en medio de una tormenta silenciosa, de un árbol frondoso, verde y vigoroso. Yo sé que Mario tiene hijos, nietos y nietas, que murió haciendo desafíos de los retos y estoy seguro que la enfermedad que lo venció finalmente, fue tratada y confrontada por El Chino con irreverencia, desenfado y sin actitud de entrega.

No me es difícil imaginarme al Dr. Duarte en medio del combate, ineludible e infaltable para todos y todas, entre su vida y su muerte, me lo imagino y lo siento frente al dolor, sufriendo el dolor y conociendo lo irrefrenable como médico pero, finalmente, actuando como siempre fue desde sus años juveniles. Santa Ana pierde un buen cirujano, un padre, un esposo y un abuelo y sus amigos esperamos encontrarlo, de nuevo, entre la bruma y el sol, más allá de la muerte y más cerca del tiempo.

Comunicado de la DRU anunciando la incorporación del PRTC al FMLN ( 5 de diciembre de 1980)

Comunicado de la DRU anunciando la incorporación del PRTC al FMLN

El ingreso del PRTC a la Dirección revolucionaria Unificada, DRU, es la coronación de la lucha por la unidad del pueblo salvadoreño y sus organizaciones de vanguardia. Es un triunfo popular, es un paso adelante en la lucha por conquistar el poder para el pueblo, porque refuerza esta lucha, porque consolida estos anhelos del pueblo.

La superación de la dispersión de organizaciones que antes no podían coordinar acciones, significa un paso adelante en el fortalecimiento del FMLN. Con el ingreso del PRTC. el pueblo salvadoreño tendrá una dirección revolucionaria única, capaz de llevarle hasta la conquista del Gobierno Democrático Revolucionario, (GDR).

Ha sido difícil, compleja, la lucha por la unidad; desde 1970 el movimiento revolucionario se había mantenido dividido, disperso, concentrado en luchas sectarias, vanguardistas, hegemonistas y divisionistas. Esta tendencia se comienza a superar en diciembre de 1979, cuando se integra una coordinadora revolucionaria (formada por el PCS, FPL, FARN), que permitió dar los primeros pasos en la búsqueda de la coordinación revolucionaria en la acción y a definir objetivos políticos comunes.

Un paso adelante de esta coordinación fue la creación de la Dirección Revolucionaria Unificada, DRU, en mayo de 1980, que son fechas históricas del movimiento revolucionario salvadoreño, porque son los momentos para dar los saltos de unidad, en esta ocasión se integró el ERP y se forma un proyecto superior de coordinación que marcaba plantear la unidad política bajo un sólo proyecto político, una sola línea política y militar. Tuvimos dificultades en los ajustes de definir métodos de trabajo y se dio el impasse con el retiro de las FARN en agosto, situación que fue superada rápidamente al reingresar a la DRU el 7 de noviembre. De esta forma, la unidad dio un nuevo salto porque se sentaron las bases más profundas para impulsar la unidad política y militar del Frente Farabundo Marti para la Liberación Nacional, FMLN hasta nuestros días. Reflejo de ello, es que el ingreso del Partido Revolucionario de los Trabajadores Centroamericanos de El Salvador, PRTC, a las filas del FMLN, es un paso maduro para fortalecerla lucha revolucionaria para derrocar la dictadura e instalar un Gobierno Democrático Revolucionario.

Este ingreso multiplicara el poderío popular, permitirá a los revolucionarios trabajar en una sola dirección contra el enemigo común, nos permitirá coordinar mejor nuestras acciones y pasos, porque fortalece los avances del FMLN.

Para nuestro pueblo, será una noticia importante saber que los revolucionarios estamos en una sola trinchera preparando las batallas decisivas. Derrotamos los intentos divisionistas de nuestros enemigos. La unidad nos hace fuertes a cada una de las organizaciones del FMLN. Y nos permite dar pasos firmes hacia la lucha por la conquista del poder en estos momentos decisivos.

El ingreso de los compañeros del PRTC, demuestra que avanzamos y que el pueblo unido es una garantía del triunfo que se avecina.

¡Unidos para combatir hasta la victoria final!

Pleno de la Dirección revolucionaria Unificada, DRU

5 de diciembre de 1980