Patricio Lumumba y La Lucha Por La Independencia y el Socialismo

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Patricio Lumumba y La Lucha Por La Independencia y el
Socialismo

José María Lucas
Militante del PCPE

Cuando un país como el nuestro se acaba de pronunciar
políticamente sobre la aceptación o no de un tratado
internacional que le liga estratégicamente a un proyecto de
tipo imperialista, es cuando vienen al recuerdo, desde lo
profundo de la memoria, ideas y conceptos que se
actualizan, reactualizan o se comparan. Entre estas ideas y
conceptos aparecen, con fuerza, las de dependencia,
soberanía nacional, antiimperialismo, sumisión, misería
política y económica, pueblo, metrópoli y lucha por la
libertad y la justicia social. Todo este glosario de
palabras, ideas y conceptos sacado de la historia de la
lucha de los pueblos contra el colonialismo, el
imperialismo y el capitalismo goza o debería gozar hoy de
una tremenda actualidad y, por ello, invitar a la reflexión
sobre su origen y contenido histórico en un ejercio
intelectual y político muy saludable y tremendamente
necesario. La profunda y necesaria inmersión histórica para
la mejor comprensión de los antecedentes sobre el
colonialismo y el imperialismo nos retrotraerían al último
tercio del siglo XIX, y nos obligaría a realizar un
recorrido histórico muy amplio y quizás demasiado
historicista (aunque también interesante), pero nos
desviaría algo del objetivo central del artículo que es
hablar de la descolonización a partir de la figura de
Patricio Lumumba, de su tiempo y de sus coetáneos, todo
ello con la sana intención de reflexionar sobre el
neocolonialismo actual y los proyectos imperialistas de él
emanados.

En el periodo 1945-1961, objeto del artículo, el mundo
colonial surgido y desarrollado en torno a tiempos y
procesos históricos relacionados con la Conferencia de
Berlín (1885), la 1ª Guerra Mundial, la entrada en la
historia de los fascismos, la 2ª Guerra Mundial, la derrota
nazi, “la guerra fría”, la dependencia europea de los
Estados Unidos, las luchas nacionalistas y populares por la
independencia y soberanía y la fuerte presencia
internacional de las ideas y los países socialistas, va
discurriendo por un proceso emancipador de dientes de
sierra, suave o brusco, según circunstancias, pero siempre
avanzando, aunque todavía dividido básicamente en pueblos
independizados, pueblos semicoloniales (con estado propio,
Gobierno, Ejército, Policía, bandera e himno nacionales),
pero dependientes económicamente de sus antiguos estados
coloniales, y pueblos que siguen en situación colonial
absoluta.

Este mundo colonial, perteneciente a todos los continentes,
pero, especialmente, a África y Asia, va a iniciar, tras la
2ª Guerra Mundial, un proceso histórico, político y
económico, que culminará en diversas soluciones, aunque
casi todas marcadas o bien por el hierro candente del
neocolonialismo o bien por las enormes dificultades para
iniciar o seguir un camino emancipatorio propio, que, en
última o penúltima instancia, terminó (o se encuentra) en
una difícil situación. Este mundo colonial, este conjunto
de países que iniciaron su independencia de las metrópolis
colonialistas, principalmente europeas, y que terminaron en
gran número bajo fórmulas neocoloniales, y/o que están en
estos momentos sometidos a la pax americana, provenían de
situaciones muy dificiles en todos los planos y lugares.
Por ello, requieren un mínimo de reflexión para la
necesaria comprensión de su actual situación y para
objetivizar y clarificar su necesaria alternativa.

El marco general político, económico e histórico en el que
se encuadra las luchas de emancipación de los países
colonizados va asociado, indisolublemente, en una primera
etapa, a su extrema dependencia colonial. Estas colonias
empiezan a agitarse tras la 2ª Guerra Mundial como
consecuencia del incumplimiento por parte de las metrópolis
de las promesas sobre reconocimiento de derechos
nacionales, libertades democráticas y cierta soberanía
económica realizadas a las colonias -más en concreto a su
élites burguesas- por su apoyo a las luchas contra el
nazi-fascismo imperialista. La movilización de recursos
humanos, la creación de industrias militares o
paramilitares, la creación de vías de comunicación para la
guerra, la necesaria creación de élites administrativas y
políticas que apoyaran y desarrollaran este modelo, llevó a
las potencias imperialistas a prometer formas de autonomía
e, incluso, independencia, que, tras finalizar la 2ª Guerra
Mundial, o bien sólo concedieron a medias o bien
incumplieron totalmente. Si a ello le unimos las
declaraciones y documentos soberanistas surgidos de las
Naciones Unidas, inmersas en un proceso de recreación de
sus principios y bajo la enorme influencia política e
ideologica del socialismo, y añadimos también la existencia
de una poderosa corriente panafricanista y
nacionalista-democrática surgida en torno a los años 20,
tendremos un esbozo de cuáles fueron, a grosso modo, los
parámetros políticos de la lucha anticolonialista y
antiimperialista.

Esta lucha se plantea desde la más cruda de las realidades
sociales, políticas y económicas. La inmensa mayoría de los
países colonizados tenían una estructura de tipo feudal,
con una pequeña oligarquía latifundista rica y dominante y
una numerosa masa campesina sumida en la miseria, cuya
única estructura de defensa social era y es la familia
patriarcal.

La creación de grandes núcleos urbanos, derivada de las
necesidades administrativas, militares y económicas de la
metrópoli, genera una impresionante ola de emigración del
campo a la ciudad y radicalizará políticamente a los
campesinos arrinconados en los suburbios, que serán la base
política y social de los procesos independizadores. El
atraso técnico e industrial a que tenían sometidos las
metrópolis a los países colonizados -por claros intereses
imperialistas-, y que no daba respuesta a la enorme demanda
de trabajo y beneficios que objetivamente existía, generaba
una frustración constante en los escasos sectores
aburguesados y en las masas populares, que no sólo no
gozaban de las posibilidades derivadas de la
industrialización, sino que, además, tampoco se
beneficiaban de una manera importante de los réditos de las
minas, refinerías y plantaciones, los cuales, en una
inmensa mayoría, iban a parar a las grandes empresas
extranjeras o a contados individuos o clanes de la clase
dominante. Si a esta deplorable situación
político-económica le sumamos el crecimiento demográfico
habido en estos países a partir de 1930 y el aumento de
hambre, enfermedades y muertes (40 millones al año),
tendremos completo el puzzle de las luchas
anticolonialistas y antiimperialistas.

Es lógico concluir que, con esta estructura socioeconómica,
los partidos y organizaciones populares que pudieran
encabezar la lucha por la independencia no tendrían la
forma clásica europea, aunque es evidente que, por cierto
mimetismo cultural y político, las organizaciones
anticolonialistas sí son, en parte, una imagen, aunque es
verdad que cóncava de ellas. Por lo tanto, la lucha
política es llevada en un pequeño porcentaje por
organizaciones copiadas de los partidos metropolitanos y,
en un gran porcentaje, por organizaciones continuadoras de
las viejas estructuras tribales y/o por sociedades secretas
y sectas.

Como se deduce de lo expuesto anteriormente, surgen grandes
tensiones entre las nuevas ciudades modernas y las
primitivas aldeas, entre el campo y la ciudad, entre las
diferentes etnias, religiones y lenguas, entre una pequeña
capa de funcionarios formados en los países coloniales, con
pensamiento y formas coloniales, y una enorme masa de
campesinos totalmente analfabetos. Estas tensiones se
traducen en una constante inestabilidad política, dando una
enorme importancia al Ejército como único instrumento
cohesionado, organizado y con poder real, (contrapesado
sólo por algunos sindicatos), lo cual determina y
fundamenta el surgimiento de ideologías de tipo
nacionalista, que tienden a expresarse políticamente en
formas autoritarias de carácter militar.

Los territorios colonizados es el campo fundamental en que
se dirime la lucha de clases internacional entre
capitalismo y socialismo, donde el período de la “guerra
fría” tiene múltiples expresiones de guerra de baja
intensidad, no abierta, no directa, pero sí dura. Tanto la
URSS como China, Estados Unidos y el bloque capitalista
europeo mueven capitales, asesores y todo tipo de
instrumentos para ganar espacios físicos y políticos que
les permitan avanzar en la correlación de fuerzas
internacional, lo cual, a su vez, les permitirá mantener
sus espacios de explotación, en unos, o hacer avanzar el
socialismo, en otros. Es el período de la ayuda a Nasser
para la construcción de la presa de Assuán o de créditos de
China a Tanzania sin intereses, o del Plan Colombo y de la
creación de la Corporación Financiera Internacional (1956)
por parte de EEUU, continuación de los famosos cuatro
puntos de Truman (1949) destinados a ayudar económica y
militarmente a los países recien independizados, a fin de
salvaguardarlos de lo que el imperialismo USA de la época
llamaba “expansión comunista”.

La necesidad obliga y la “guerra fría” también. Por ello, y
con el objetivo de lograr la independencia en las mejores
condiciones posibles, los países colonizados, atrapados
entre su realidad política y social concreta, las presiones
imperialistas, el entorno geoestratégico y los distintos
ritmos de los procesos independentistas, eligen las
Conferencias Internacionales como modo y método para
intentar avanzar de una manera coherente, unitaria y
precisa en los principios de la independencia real. Las más
importantes serán las de Bandung (1955), en la que 29
países afroasiáticos condenan el colonialismo, la
discriminación racial y el armamento atómico. Luego se
celebra la 1ª Conferencia Afro-asiática de El Cairo (1957),
donde participan 43 estados entre ellos, la URSS, y en la
que se proclama la coexistencia pacífica como método
político para la justa independencia de los países
colonizados. La 3ª en importancia será la Conferencia de
Conakry (1960), donde se condena la política
intervencionista y racista de los estados capitalistas y
donde, expresamente, se pone el énfasis en la lucha contra
el neocolonialismo como forma perversa de nueva
explotación. Y, por último, la más problemática -por sus
contradicciones y por su nivel de enfrentamiento
ideológico-, la de Belgrado ((1961), con profundas
controversias entre los estados neutrales y los del bloque
socialista con diferencias también entre estos últimos
sobre el papel de la lucha por la paz y el desarme.

Resultado de estas Conferencias, de la lucha de los pueblos
contra los colonialistas e imperialistas, del apoyo
económico, ideológico y humano de los países del socialismo
a distintos niveles y escalas, una serie de países van a
lograr, no sin grandes costos y esfuerzos, la
independencia, que, en algunos casos, será más profunda y
real que en otros, pero que en todos será saludada con
ilusión por las masas populares.

En este sentido, sería conveniente citar a algunos de los
países que conseguirán su independencia armados de la
ideología nacional-revolucionaria y que serán paradigmas
internacionales de estos procesos socio-políticos, al
tiempo que del breve relato de su proceso independentista
podrán deducirse los métodos, procedimientos y formas que
tuvo, tiene y tendrá el imperialismo para evitar los
auténticos procesos emancipatorios de los pueblos que
luchan por su soberanía e independencia.

Cronología de los procesos de liberación nacional en Asia

Comencemos por Asia, y, más concretamente, por Indonesia,
por hacernos eco de la mas hiriente y triste actualidad.
Allí, tras retirarse los japoneses favorecedores de los
movimientos nacionalistas frente a las potencias coloniales
europeas, y como consecuencia de una prolongada guerra de
guerrillas contra los ocupantes holandeses, Sukarno
proclama los “Cinco principios de la lucha nacional”, que
serán la base política de la independencia: fe en Alá,
humanitarismo, nacionalismo, democracia y justicia social.
En 1945, se proclama la República de Indonesia, por Sukano
y Mohamed Atta, y, en 1946, se da la unión con la República
Oriental Indonesia, bajo protectorado holandés. En 1947,
presionada por la ONU, Holanda suspende las accciones
policíacas en Java y accede a negociar con la República de
Indonesia, que consigue la independencia en 1949, tras la
conferencia de La Haya. Es elegido presidente vitalicio
Sukarno. En 1950, secesión de las Molucas Meridionales. En
1956, disolución de la Unión Holandesa y tentativas de
autonomía de las islas con mayoría musulmana, propiciadas
por Holanda y los EEUU. En 1957, levantamientos contra el
régimen centralista y la “democracia dirigida” de Sukarno.
En 1959, Sukarno da un golpe de estado e instaura una
dictadura personal, con ayuda del Ejército y aprovechando
sus enfrentamientos con el Partido Comunista, dirigido por
Aiditt, influenciado por el PC chino. En 1962, conflicto
con Holanda a propósito de Nueva Guinea. En 1964, amenaza
de guerra contra Malasia. En 1965, Indonesia abandona la
ONU, golpe de estado militar contra Sukarno y matanza
generalizada de comunistas (más de 300.000). El general
Suharto, de la mano de Estados Unidos, se proclama nuevo
primer ministro y actuará de procónsul del imperio en la
zona.

En Filipinas, se proclama la independencia, en 1946, de la
mano de EEUU, que, entre los años 1946 y 1953, instala una
serie de presidentes autoritarios, corruptos, del estilo de
Roxas y Quirino. Entre 1949 y 1952, hay un levantamiento de
los Huks (ejército popular de ideología revolucionaria)
creado, en 1942, para luchar contra los japoneses. Este
levantamiento es aplastado con la ayuda norteamericana.

En Malasia, la independencia se logra en 1948 con la
creación de la Liga Malaya, que agrupa a nueve sultanatos y
a las colonias de la corona británica. En 1954, criminal
represión de partisanos comunistas chinos con ayuda de las
tropas británicas. En 1963, proclamación de la Federación
de Malasia y continuación de las luchas entre comunistas
chinos y “voluntarios indonesios” financiados por
Inglaterra y EEUU. En 1965, y como consecuencia de las
continuas guerras y de la conspiración inglesa, Singapur se
retira de Malasia. En este como en muchos otros ejemplos,
la segregación territorial, las luchas tribales, raciales y
culturales son armas corrientes y ampliamente empleadas por
el imperialismo contra los pueblos.

Thailandia empieza a recuperar los territorios ocupados
por los japoneses entre 1943 y 1945 gracias a la lucha de
las organizaciones guerrilleras y nacional-democráticas. A
partir de este período, gobiernos militares criminales,
autoritarios y corruptos, financiados y entrenados por
Estados Unidos, acaban con la oposición democrática y
reprimen sangrientamente a las organizaciones comunistas.
En aplicación de esta doctrina, en 1947, el mariscal Phibul
Songram instaura una dictadura que, a pesar de provocar
ríos de sangre, no logra eliminar a las organizaciones
populares. En esta misma dirección y sentido es el golpe de
Estado del mariscal Sarit Thanarat (1957), con supresión
de la Constitución, prohibición de los partidos políticos,
persecución y represión de las organizaciones comunistas.
Crecen las tensiones con Camboya. La corrupción, la
represión política y el militarismo, tres instrumentos
básicos del imperialismo en todos los lugares y
circunstancias, han hecho de Thailandia un bastión político
y militar de EEUU.

La India, la mitificada India, es uno de esos países
puestos como ejemplo de lo que, según los portavoces de la
burguesía, debe ser una lucha “ideal” por la independencia.
Su modelo ghandiano, preñado de contradicciones sociales,
políticas y religiosas, significó, no obstante, un
acontecimiento histórico. Ese país tan inmenso y
contradictorio en todos los aspectos, laboratorio imperial,
modelo de explotación y rapiña imperial, tuvo los arrestos
populares, la voluntad política y la energía social para,
en 1947, como consecuencia de las luchas populares,
arrancarle al gobierno inglés la independencia. Tras ella,
las profundas diferencias existentes en el seno de la
sociedad, que el imperialismo había contenido con
represión, astucia y prebendas, estallaron, produciéndose
graves enfrentamientos entre hindúes y musulmanes, con
huida y emigración de las minorías religiosas. En 1948, es
asesinado Gandhi, padre espiritual y héroe de la
independencia, fruto de las tensiones religiosas, étnicas y
sociales. Y, por fin, en 1950, tras reorganizar
administración y territorios, se contituye la República de
la Unión India, que surgirá como país independiente
lastrado por los graves problemas étnicos, religiosos,
económicos y sociales que la herencia colonial les había
dejado. A continuación, en 1951, se da la victoria del
Partido del Congreso (partido ncional vinculado a la
familia Ghandi) y elaboración del Primer Plan Quinquenal,
con reformas agrarias, donaciones de tierras,
nacionalización de la banca, de las compañías de seguros y
de la aviación. En 1956, aprobación del segundo Plan
Quinquenal, que fracasa por las luchas religiosas,
lingüísticas, prejuicios de casta y aumento descomunal de
la población. En 1954, visita histórica del dirigente chino
Chou En Lai, con el que la Unión India fija los principios
de la coexistencia pacífica. En 1955, visita a Moscú de
Nerhu, que asegura a la India ayuda de los dos bloques y un
equilibrio inestable en su papel internacional. En 1958, en
el marco de la “guerra fría”, es disuelto el primer
gobierno comunista de Kerala, por exigencia de los
imperialistas. En 1959, conflictos fronterizos con China,
por no reconocer esta última la línea McMahon, problema de
fronteras heredado del colonialismo. En 1961, anexión de
las colonias portuguesas de Goa, Damao y Diu, ofensiva
china en la región nordeste y permanentes enfrentamientos
con Pakistán por el tema de Cachemira. En fin, un breve
compendio, una pequeña muestra de los gravísimos problemas
de todo tipo que dejaron los imperialistas en los países en
que pusieron e impusieron sus valores.

La experiencia africana

Pero si estos acontecimientos descritos para el continente
asiático son fundamentales para la comprensión básica del
período anticolonialista en su conjunto, y para la
comprensión especial en alguna de sus particularidades, los
sucesos, las prácticas políticas, la dinámica de los
acontecimientos, el papel de los líderes, los intereses
imperialistas, el papel de la cultura, el carácter casi
único del modelo de luchas populares, convierten al
continente africano en paradigma iniguable para el estudio
de las causas y consecuencias del imperialismo. Si en Asia
las potencias imperialistas tuvieron que vérselas entre sí,
y padecieron rebeliones y enfrentamientos constantes y de
todo tipo con las poblaciones y gobernantes autóctonos, en
África donde una parte de su población fue esclavizada y
sacada del continente-, el modelo colonialista se implantó
casi sin enfrentamientos, con gran consenso entre las
potencias coloniales, con pocos enfrentamientos con los
poderes autóctonos y con poderosos medios. Por ello, las
consecuencias tuvieron y tienen más intensidad social y
temporal, y fueron y son más profundas y amargas las
realidades. Es así que el papel de los líderes y las
organizaciones de la independencia africana cobran especial
relevancia, más si son en clave socialista y todavía más si
son de la categoría humana de Patricio Lumumba. Por ello,
es por lo que lo hemos elegido como fígura, como arquetipo,
del luchador antiimperialista y socialista, en esa
síntesis duplicadora de ambas.

La mentalidad y la conciencia política de Patricio Lumumba
no es sólo fruto de la observación minuciosa, crítica y
constante de la realidad colonial del Congo Belga, sino
que, como cualquier otro luchador, pensador u hombre de
acción, tambien es el resultado de un proceso progresivo de
carácter político y cultural, que tiene lugar en distintos
puntos de África, elaborado por distintos pensadores
africanos y puesto en práctica por distintos tipos de
organizaciones. Por no caer en el personalismo y en la fría
relación de organizaciones, es preciso nombrar
conjuntamente las asociaciones y a sus más preclaros
dirigentes que contribuyeron a crear y elevar la conciencia
política de las masas africanas. Veamos.

Los primeros teóricos, y teorías, sobre la independencia
africana surgen en torno a 1920, alrededor de pensadores
afincados, fundamentalmente, en Estados Unidos e
Inglaterra, que elaborarán ideas que gravitarán en torno a
un hipotético movimiento panafricano, el cual debería tener
como referencia los valores africanos, la vuelta a los
orígenes culturales propios, la emancipación racial, etc.

La primera organización política, como tal, fue la Unión
Democrática Africana fundada por Houphouet-Boigny, en 1946,
que tuvo como dirigentes regionales, en Guinea, a Sekou
Touré; en Mali, a Modoso Keita, y, en Senegal, a Leopold
Sédar Senghor. Le siguen la Convention People´s Party,
fundada por Kwame Nkrumah, en 1949, en Ghana, y, en 1954,
se funda la Tanganika African Nacional Union, por Julius K.
Nyerere.

Es necesario resaltar que, paralelamente a estas
organizaciones nacional-revolucionarias, se crean
sindicatos nacionales o regionales, que son secciones
sindicales de los sindicatos europeos o internacionales.
Fruto de ello es la creación, en 1956, en Guinea, de la
Unión General de Trabajadores Africanos, de clara
orientación comunista, fundada por Sekou Touré, y ampliada,
en 1961, en Casablanca, en la Unión Sindical Panafricana.

Antes se ha señalado que, en la lucha contra el
imperialismo en África, se utilizaron múltiples
instrumentos; entre ellos, los surgidos de las tradiciones
étnicas y culturales de los diversos pueblos africanos.
Cabe destacar, por su importancia las sociedades secretas,
que fueron una herramienta importantísima para luchar
contra el poder colonial blanco en el campo y contra las
estructuras políticas coloniales en su conjunto. La más
importante de estas sociedades es la denominada del Mau-Mau
(Kikuyu), de Kenia, dirigida por Jomo Kenyata, que puso en
jaque al imperialismo británico entre 1952 y 1954, y fue
artífice de la independencia de su país.

Como instrumentos colectivos más o menos organizados de
lucha surgen también las Federaciones como formas de
transición semiautónomas con objetivos claramente
políticos. Las primeras son las de la Federación de África
Occidental bajo colonialismo británico y la Federación de
África Central, en 1953. Esta última sufre una escisión con
Malawi (Banda), Zambia (Kaunda) y Rhodesia (Ian Smith -que
proclama la independencia de Rhodesia, en 1965, condenada
por las Naciones Unidas). Como consecuencia del conjunto de
todas las formas y tipos de lucha, a partir de finales de
los años 50 se va a producir una impresionante eclosión de
procesos independentistas que darán lugar a multitud de
países independientes. En 1957, se declara la independencia
de Ghana, primer estado africano con vocación y tendencia
socialista. El primer ministro, Nkrumah, se declara
partidario del neutralismo activo y de la política
panafricana. Imprime al país un carácter socialista (apoyos
de China y URSS), lo cual provoca su caída, por un golpe
militar, dirigido por Inglaterra y Estados Unidos. En 1958,
y siguiendo parámetros antiimperialistas, Seko Touré
orienta a Guinea en una dirección también socialista. 1960
es el año de la independencia masiva. Consiguen su
independencia formal: Camerún, Congo-Brazzaville, Gabón,
Chad y la Repúblicana Centroafricana, que coordinan su
política aduanera y económica por medio de la Unión de
Repúblicas Centroafricanas, mientras que Togo, Costa de
Marfil, Dahomey, Alto Volta y Níger constituyen la Unión
Shel-Benin. También obtienen la independencia Nigeria,
Senegal, Mali, Madagascar, Somalia, Mauritania y
Congo-Leopoldville. En 1961, obtienen su independencia
Sierra Leona y Tanganika (ésta forma Tanzania con
Zanzíbar). En 1962, obtienen su independencia Uganda,
Ruanda y Burundi. En 1963, la obtiene Kenia y, en 1965-66,
Gambia.

Desde 1961, y como consecuencia de la “guerra fría”,
quedarán configurados dos grandes bloques: los llamados 7
estados de Casablanca (neutralistas no alineados- y
revolucionarios) y los 21 Estados de Monrovia
(prooccidentales). En 1963, se celebra la ConferenciaCumbre
de Addis Abeba (Etiopía), que es el inicio de la OUA, que
crea comisiones de arbitraje para los conflictos y Comités
de Liberación para los territorios aún sometidos. Otro
resultado loable es la aprobación del boicot a la Sudáfrica
racista.
En 1964, se celebra la Conferencia de la OUA en El Cairo:
resolución a favor de los procesos independentistas y
contra las ingerencias imperialistas, especialmente en el
Congo. Como consecuencia de las presiones de los
imperialistas, los estados prooccidentales rompen con la
OUA y se unen a un proyecto imperialista denominado OCAM
(Organización afro-malgache), creado en 1965.

De la misma manera que se ha esbozado una breve historia de
los países colonizados asiáticos, sobre todo de aquellos
considerados representativos, es conveniente y necesario
hacerla para África, ya que es todavía más representativa
de la barbarie imperialista.

Comenzaremos por el país de la quintaesencia de la
explotación colonial, de las perversidades racistas, que,
además, por la duración del modelo, la hace especialmente
“interesante”. Nos estamos refiriendo a la República
Sudafricana. En 1948, la República Sudáfricana profundiza
la política racista destinada a garantizar a la minoría
blanca (3 millones), ligada a los monopolios
internacionales, el dominio político y económico del país
frente a los 11 millones de bantúes. La oposición bantú,
india e interracial se organiza en torno al Congreso
Nacional Africano. En 1963, se empieza con las políticas de
bantustanización, destinadas a dividir a la mayoría y
enfrentarse entre ellos.

En Marruecos, interesados por la situación estratégica y
los recursos del país, los Estados Unidos prestan ayuda
financiera para la explotación de los yacimientos de
fosfatos, manganeso y plomo, además de apoyo político para
su independencia, basada en los principios del Istiqlal. En
1951, Francia concede a USA bases militares y, en 1956,
Mohamed V proclama la independencia con el consentimiento
de Francia, incorporando Tánger y el norte de Marruecos,
bajo colonización española. El partido del Istiqlal se
divide: la Unión Nacional, dirigida por Ben Barka, rechaza
la monarquía y exige reformas democráticas. En 1960,
Mohamed V asume el poder y reclama para Marruecos los
territorios de dominio español de Ifni, Africa Occidental
Española (Río de Oro) y Mauritania. En 1963, conflicto
fronterizo con Argelia. En 1965, crisis económica:
disolución del parlamento y gobierno personal y tiránico de
Hassan II.

En Túnez, como consecuencia de la lucha política del
partido nacionalista del Neo-Destur, dirigido por Habib
Burguiba, se concede un estatuto de autonomía, en 1954, que
se convierte, en 1956, en independencia. La ayuda de EEUU y
la dependencia económica y militar de Francia orienta a
Túnez en una dirección occidental, en contra del líder
egipcio Nasser y la orientación política nacionalista que
impulsaba en el mundo arabe norteafricano.

En Argelia, a partir de 1946, se empieza a exigir la
autonomía de Francia. Esta concede un estatuto de
administración autónoma, con representación parlamentaria,
que es saboteado por los llamados “franceses de Argelia”.
En consecuencia, en 1947, se funda el FLN (Frente de
Liberación Nacional), dirigido, entre otras personalidades,
por Ahmed Ben Bella. El FLN, entre 1954 y 1962, se enfrenta
a Francia en una guerra de liberación, en la que los
crímenes de los militares franceses crean escuela. En 1962,
de conformidad con los acuerdos de Evian, se crea la
República de Argelia, que sigue orientación socialista. El
proceso se altera con el golpe de estado del Consejo
Revolucionario encabezado por Bumedienne.

Libia, colocada bajo la tutela de la ONU, obtiene la
independencia en 1951, con el rey Idris I, hasta que el
coronel Gaddafi da un golpe de estado, orientando su
política en una dirección socialista.

Hemos dejado para el final, como síntesis general del
antiimperialismo y de la lucha por la emancipación y la
soberanía real, a un país, a un líder político, a un hombre
admirable en todos los sentidos. El país: Congo; el líder,
el ya nombrado Patricio Lumumba.

A proposito de Patricio Lumumba, decía Allen Dulles,
director de la CIA, en 1960: “En los altos niveles del
gobierno concluimos que si Lumumba sigue en el poder, las
consecuencias serán catastróficas…para el mundo libre.
Por eso, nuestra conclusión es que urge quitarlo de en
medio lo antes posible”. Es la expresión más acabada y
concreta de los métodos empleados por el imperialismo en su
lucha contra los pueblos; y esta frase, sacada de sus
memorias, no es nada más que la forma habitual con que
tratan los imperialistas de toda calaña a los luchadores
por la libertad y el socialismo: no es la excepción, es la
norma.

Este gran dirigente revolucionario africano nació el 2 de
julio de 1925 en Onalua, provincia de Kasai, antiguo Congo
belga, actual República Democrática del Congo. En la etapa
colonial, Bélgica había creado en el Congo una red de
puestos militares y campos de trabajos forzados destinados
a explotar las enormes riquezas minerales que de todo tipo
tenía y tiene el Congo. En ellos, la brutalidad contra los
africanos fue sinónima de la generada posteriormente por
nazis y norteamericanos: en un lapso de 20 años, la
población disminuyó de 25 a 15 millones de habitantes.

Durante la II Guerra Mundial, el Congo fue la principal
fuente mundial de caucho y de minerales esenciales, como
titanio y cobalto, para la maquinaria bélica imperialista.
El uranio para las bombas atómicas que EEUU soltó sobre las
ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki provino de la
mina Shinkolobwe, del Congo.

Con el colonialismo emergió también un proletariado
moderno, al lado de los millones de campesinos, que
formaban la mayoría de la población. En 1941, ligados a la
producción militar, había 500.000 trabajadores, la segunda
concentración de proletarios del continente africano.

Los congoleños no podían estudiar en escuelas y
universidades. Antes de los años 50, solo 100 congoleños
tenían educación universitaria. Los colonos aplicaban una
estrategia de “dividir para conquistar”, fomentando
enemistades entre los varios pueblos y regiones.

Siendo trabajador de Correos, Lumumba comienza a organizar
un sindicato de trabajadores, siendo detenido y encarcelado
por los colonialistas belgas en 1955. Tras su salida de la
cárcel, dos años más tarde, entra en relación con el
movimiento independentista. A partir de este momento,
Lumumba, que había comenzado su lucha política siendo un
demócrata burgués de corte radical, se fue convenciendo del
comunismo como único pensamiento para liberar a su país de
la esclavitud imperialista.

En 1958 consigue agrupar a la mayoría de las fuerzas
progresistas en un partido panafricanista semilegal: el
Movimiento Nacional Congoleño, primer partido político de
ámbito nacional, convirtiéndose rápidamente en el principal
dirigente independentista del país. El MNC se dedicó a
superar las diferencias tribales y regionales y a crear un
país independiente y unificado, frente a las ambiciones
imperialistas de repartirse el país en áreas de influencia
y crear varios estados independientes. En diciembre de
1958, el dirigente panafricanista de Ghana, Kwame Nkrumah,
convocó en Accra la Conferencia de los Pueblos de Africa.
El movimiento de liberación congoleño estuvo representado
por Lumumba. Al regresar a su país, habló ante una ingente
multitud en Leopoldville (hoy, Kinshasa) y, en un discurso
coherente, duro, en clave revolucionaria, exigió la
independencia del Congo. Acto seguido se produjeron
movilizaciones en la ciudad. Lumumba escapó, pero fue
detenido más tarde por los colonialistas belgas,
considerado responsable de los desórdenes. El gobierno
colonial belga condenó a Lumumba y muchos de sus
partidarios por sedición y los encarceló. Lumumba, gracias
a la movilización popular, fue liberado en 1960.

Entonces, viajó a Bélgica para negociar la declaración de
independencia. De aquí saldría su sentencia de muerte al
negarse en redondo a entregar las riquezas de su país a las
compañías multinacionales belgas y norteamericanas. En la
campaña electoral para un Congreso Constituyente, Lumumba
se declara comunista y esta postura le vale el apoyo de las
clases trabajadoras para obtener la victoria en las urnas
en mayo de 1960. El 23 de junio se forma un gobierno de
coalición con Joseph Kasavubu como Presidente y Lumumba
como Primer Ministro, gobierno que proclamaría la
independencia días después, el 1 de julio.

El resultado político de las elecciones era enormemente
inestable. Junto a los verdaderos independentistas,
encabezados por Lumumba, partidarios de la unidad,
cohabitaban los neocolonialistas de Kasabuvu, dirigente de
la ABAKO (Asociación del Bajo Congo). El plan de Kasabuvu
no era mantener la unidad del país, por lo que, junto con
Moisés Tshombé (a quien Bélgica apoyaba), en la provincia
de Katanga (hoy Shaba), pretendió convertir el nuevo estado
en una federación descentralizada en la que prevaleciesen
los intereses locales. Pero Lumumba estaba resuelto a
forjar un gobierno central fuerte.

El rey belga, Balduino I, fue a Leopoldville (Kinshasa) a
proclamar la independencia personalmente. Esperaba que sus
colonos y sus secuaces locales le garantizaran un gobierno
dócil a sus voraces intereses imperialistas. Pero Lumumba,
el nuevo primer ministro, agarró el micrófono y le habló al
pueblo congoleño sobre la terrible vida colonial y las
nuevas esperanzas para el futuro y le dijo al monarca
imperialista: “Ya no somos sus monos”. El discurso dejó
horrorizado al rey. Lumumba siguió diciendo: “Durante los
80 años del gobierno colonial sufrimos tanto que todavía no
podemos alejar las heridas de la memoria. Nos han obligado
a trabajar como esclavos por salarios que ni siquiera nos
permiten comer lo suficiente para ahuyentar el hambre, o
vestirnos, o encontrar vivienda, o criar a nuestros hijos
como los seres queridos que son. Hemos sufrido ironías,
insultos y golpes día tras día sólo porque somos negros…
Las leyes de un sistema judicial que sólo reconoce la ley
del más fuerte nos han arrebatado las tierras. No hay
igualdad; las leyes son blandas con los blancos, pero
crueles con los negros. Los condenados por opiniones
políticas o creencias religiosas han sufrido horriblemente;
exilados en su propio país, la vida ha sido peor que la
muerte. En las ciudades, los blancos han tenido magníficas
casas y los negros destartaladas casuchas; a los negros no
nos han permitido entrar al cine, los restaurantes o las
tiendas para europeos; hemos tenido que viajar en las
bodegas de carga o a los pies de los blancos, sentados en
cabinas de lujo. ¿Quién podrá olvidar las masacres de
tantos de nuestros hermanos, o las celdas en que han metido
a los que no se someten a la opresión y explotación?
Hermanos, así ha sido nuestra vida. Pero nosotros, los que
vamos a dirigir nuestro querido país como representantes
elegidos, que hemos sufrido en cuerpo y alma la opresión
colonial, declaramos en voz alta que todo esto ha terminado
ya. Se ha proclamado la República del Congo y nuestro país
está en manos de sus propios hijos”.

A pesar de la declaración formal de independencia, los
militares belgas todavía controlaban el ejército y la
policía. Los grandes monopolios todavía controlaban los
recursos naturales y la burocracia del Estado. Manejaban
los hilos de la política interna del Congo, a través de
peones, como el presidente Kasavubu y el general Mobutu,
hombre de los servicios secretos belgas desde su época de
estudiante, y, luego, agente de la CIA norteamericana.

Inmediatamente después de proclamada la independencia, los
imperialistas iniciaron una campaña de desestabilización.
La CIA, el servicio de inteligencia belga y de otras
potencias trabajaban día y noche para mantener en el poder
a los congoleños leales al imperialismo. Bélgica retiró a
sus especialistas, tratando de provocar la parálisis del
país. Promovieron la sublevación de los policías
katangueños, dirigidos por Moisés Tshombé, un agente de la
compañía minera belga de Katanga (Shaba), que proclamó la
secesión de aquella región, donde se encuentran las
principales reservas mineras. Además, provocaron otros
movimientos secesionistas, como el del reyezuelo Alberto
Kalonji Ditunga, autoproclamado “Alberto I” de Kassai y
promovido por las sociedades mineras belgas que explotaban
la extracción de diamantes. Su objetivo era dividir al país
y repatírselo. Lumumba y los suyos eran el obstáculo y
había que acabar con ellos a toda costa.

Con la excusa de proteger a la población belga, Bélgica
envia tropas a Katanga, intentando sostener el gobierno
secesionista. Ante esta situación, el gobierno de Kinshasa
recurrió, primero, a las Naciones Unidas, para expulsar a
los belgas y ayudar a restaurar el orden. Las tropas belgas
se negaron a evacuar el país y continuaron apoyando la
secesión de Katanga. La ONU envió tropas, pero éstas no
sólo se negaron a intervenir en apoyo del gobierno central,
sino que intensificaron la desestabilización del nuevo
gobierno, y, finalmente, propiciaron el acoso y derribo de
Lumumba. Entonces, Lumumba solicitó ayuda a la Unión
Soviética, y, en septiembre de 1960, empezaron a llegar al
Congo asesores y agentes militares soviéticos. En agosto,
reunió a los principales líderes africanos en Kinshasa y
les pidió que unieran sus fuerzas al gobierno del Congo.

Las potencias imperialistas reaccionaron presionando al
Presidente Joseph Kasavubu para que acabara con Lumumba,
cosa que hizo el 5 de septiembre de 1960, destituyéndole
ilegalmente del gobierno y reemplazándolo por Joseph Ileo.
Pero Lumumba se negó a abandonar el cargo de primer
ministro y destituyó, a su vez, a Kasavubu. Los amos no
estaban satisfechos. Lumumba seguía vivo y era el dirigente
reconocido por las masas trabajadoras y campesinas. En
agosto, el presidente yanqui Eisenhower dio la orden de
matar a Lumumba. Uno de los asesinos enviados para la tarea
fue Frank Carlucci, que sería, luego, Secretario de Defensa
de Ronald Reagan.

Allen Dulles, que estaba al frente de la CIA, envió un
telegrama a su delegado en el Congo sugiriéndole que
reemplazara al gobierno congoleño tan pronto como le fuera
posible. El jefe de la delegación en el Congo, Lawrence
Davlin, recibió órdenes de mantener el secreto del
asesinato.

Patricio Lumumba, en una carta a su esposa, escrita en
enero de 1961, una semana antes de su asesinato, le decía:
“Ninguna brutalidad, maltrato o tortura me ha doblegado,
porque prefiero morir con la cabeza en alto, con la fe
inquebrantable y una profunda confianza en el futuro de mi
país, a vivir sometido y pisoteando principios sagrados. Un
día la historia nos juzgará, pero no será la historia según
Bruselas, París, Washington o la ONU, sino la de los países
emancipados del colonialismo y sus títeres”.

El 14 de septiembre, nueve días después de la destitución
de Lumumba, el coronel Joseph Mobutu Sese Seko, jefe del
Ejército, se hace con el control político en la capital,
desata una ola de represión contra las organizaciones
políticas y expulsa a los técnicos soviéticos. Auténtico
hombre fuerte del gobierno congoleño, antes de dos meses
Mobutu había devuelto el poder a Kasavubu y se autodesignó
comandante en jefe de las fuerzas armadas. Pero Lumumba
seguía vivo y, con él, la esperanza para el pueblo
congoleño. El 6 de octubre, Bélgica se une a los planes
asesinos de los estadounidenses y el Ministro de Asuntos
Africanos del gobierno, Aspremont Lynden, siguiendo órdenes
del primer ministro, el democristiano Gaston Eyskens,
ordena, en un cablegrama a Kananga, “eliminar
definitivamente” a Lumumba. El 10 de octubre, el ejército y
las tropas de la ONU le detienen, pero Lumumba logró
escapar el 17 de noviembre y huir en avión hacia su
principal base de apoyo, Kisangani (entonces llamada
Stanleyville), en donde contaba con mayores apoyos.

Comenzó el tributo de sangre que reclamaban los
imperialistas. El secretario general de la ONU, Dag
Hammarskjold, concertó una reunión con Tshombé, que tendría
lugar en la ciudad de Ndola, en Zambia. Cuando el avión de
Hammarskjold se aproximaba al aeropuerto de Ndola, perdió
el control y se estrelló. El Secretario General de la ONU
pereció en el “accidente”. Lumumba fue detenido de nuevo,
el 2 de diciembre, por el ejército. Siempre con las órdenes
de no intervenir, las tropas de la ONU hicieron la vista
gorda cuando lo torturaron brutalmente. Más tarde se supo
que se mantuvo firme durante las largas sesiones de
torturas y con la moral muy elevada. Lo llevaron primero a
Kinshasa, a una prisión del ejército congolés, donde lo
exhibieron ante los periodistas y diplomáticos. Durante el
mes siguiente, lo fueron pasando de un grupo a otro para
que lo golpearan y torturaran. Al final, lo llevaron a
Katanga. Allí, en un descampado en medio de la oscura
sabana, iluminado por las luces de los coches de la
policía, el oficial belga Julien Gat cogió del brazo a
Lumumba y lo llevó hacia un enorme árbol. El dirigente
africano apenas podía caminar a causa de las torturas. Un
escuadrón de ejecución, formado por cuatro hombres,
provisto de fusiles FAL belgas y revólveres Vigneron,
espera, mientras que 20 soldados, policías, oficiales
belgas y ministros katangueses observaban en silencio. El
capitán belga dio la orden de disparar y una lluvia de
balas acribillaron a Lumumba y a dos de sus ex-ministros,
Maurice Mpolo y Joseph Okito.

Para tapar la verdad, un equipo de policías belgas
desenterró el cadáver y lo disolvió en ácido sulfúrico que
proporcionó una compañía minera. El comisario belga, Gerard
Soete, que trabajaba para el régimen pelele de Katanga,
confesó que se le ordenó hacer desaparecer a los fusilados.
Su trabajo “no fue fácil, tuvimos que despedazarlos”,
reconoció el verdugo. Su cuerpo fue espantosamente
descuartizado para evitar su reconocimiento. Los
imperialistas no querían dejar ninguna huella del crimen.

Luego vino la campaña de intoxicación en la prensa.
Inicialmente, los imperialistas yanquis y belgas anunciaron
que lo habían asesinado “campesinos airados”; más tarde
dijeron que lo ejecutaron “sus enemigos congoleños”.
También contaron que, estando encarcelado en Katanga, a
mediados de febrero, intentó huir siendo mortalmente
herido.

Pero el parlamento belga, 40 años después, admitió su
responsabilidad en el asesinato en una sesión celebrada en
noviembre de 2001.

Cuando lo asesinaron, Lumumba tenía 35 años. Apenas había
permanecido tres meses como primer ministro. Su asesinato
indignó a millones de personas de todo el mundo.

Moisés Tshombé tomó las riendas de un nuevo gobierno títere
y se abrió un período de guerra civil de cinco años en la
que los imperialistas y sus sucursales locales trataron de
despedazar Congo. En 1965 lo reemplazó Mobutu, quien
gobernó y saqueó el país sin piedad durante décadas en
beneficio de sus amos de la metrópoli.

Hoy, cuando el reto de la revolución y la liberación
nacional se le plantea a tantos pueblos y movimientos, la
historia de Patricio Lumumba nos proporciona una clara
lección sobre la crueldad del imperialismo y el
neocolonialismo. Los soviéticos abrieron en Moscú la
Universidad “Patricio Lumumba” en su memoria para que allí
pudieran estudiar los estudiantes del Tercer Mundo. Y es
que Lumumba sigue siendo la antorcha ardiente de todos los
pueblos africanos.

Culto Ecumènico en homenaje a Rafael Aguiñada Carranza

SAN SALVADOR; 23 de septiembre de 2006 (SIEP) “Deseo invitarles a que acompañen a nuestra familia en el Culto Ecuménico en homenaje a mi esposo, Rafael Aguiñada Carranza, que realizaremos este próximo martes 26 de septiembre, a las 11 a.m. en el Cementerio de Los Ilustres” informó Berta Deras viuda de Aguiñada.

“Mi esposo fue un militante revolucionario, un luchador social, un dirigente de izquierda, líder sindicalista de este país, que luchó por una paz con justicia social, por los derechos de los trabajadores, por el socialismo, por la dignidad de este pueblo…“añadió.

Rafael Aguiñada Carranza, fue asesinado la noche del 26 de septiembre de 1975 por la dictadura militar de ese entonces. Era un alto dirigente del Partido Comunista de El Salvador (PCS), secretario general de la Federación Unitaria Sindical (FUSS) y diputado del partido Unión Democrática Nacionalista (UDN) en la Asamblea Legislativa.

“Hace 31 años asesinaron a Rafael, pero sus ideas de justicia social y de socialismo continúan vivas en el pueblo salvadoreño, su sangre germina en los miles de jóvenes que continúan luchando para que tengamos patria libre, para que la vida triunfe sobre la muerte. Los esperamos.”

En la entrada principal del Cementerio General (costado poniente del Mercado Central) estarían personas esperando para conducir a los invitados a la actividad. El acto religioso será realizado por pastores de la Iglesia Luterana Popular.

A treinta años del asesinato del “Chele” Aguiñada

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A treinta años del asesinato del “Chele” Aguiñada – Thursday, September 29, 2005 hora 15:45

Raúl Leiva Jiménez

Este 26 de septiembre se cumplen 30 años del asesinato de Rafael Aguiñada Carranza, quien al momento de su muerte era Secretario General de la Federación Unitaria Sindical (FUSS), hecho ocurrido en el centro de San Salvador, a pocas cuadras del antiguo edificio de la Policía Nacional.
Aguiñada Carranza, quien a la vez era diputado a la Asamblea Legislativa por el partido Unión Democrática Nacionalista (UDN), se distinguió por sus ideas y práctica revolucionarias a favor de la unidad de la clase obrera y por la defensa de los intereses de los desposeídos en El Salvador.
En el año 1975 se vivía en nuestro país una escalada represiva de corte fascista, en contra de las organizaciones populares y sus dirigentes, a través de los llamados cuerpos de seguridad y los grupos paramilitares auspiciados por el régimen que se ocultaban en el anonimato y la impunidad.
En fechas recientes ya habían ocurrido asesinatos deleznables como el del sindicalista Alberto Morán Cornejo en Apopa y masacres como las del cantón La Cayetana en Tecoluca y San Agustín 3 Calles contra sectores campesinos, y la perpetrada contra indefensos estudiantes que se manifestaban pacíficamente por las calles de San Salvador, el 30 de julio de ese mismo año.
Los restos de Aguiñada fueron sepultados el 29 de septiembre de 1975 en el Cementerio Central y fueron acompañados por miles de trabajadores, estudiantes y representantes de sectores populares. La crónica del sepelio publicada en el semanario “Voz Popular”, narraba que ante sus restos hicieron uso de la palabra dirigentes sindicales y de organiza-ciones populares, así como de partidos políticos, entre ellos el Diputado Mario Zamora Rivas, quien el 4 de marzo de 1980 también sería masacrado por esbirros al servicio del régimen, siendo Procurador General de la República y alto dirigente del Partido Demócrata Cristiano.
El “Chele” Aguiñada como cariñosamente se le conocía, perteneció a una familia de revolucionarios que fue víctima como pocas, de la barbarie asesina y contra insurgente registrada en El Salvador en las pasadas décadas.
En febrero de 1968 fue asesinado por integrantes de la Guardia Nacional su hermano Oscar Gilberto Martínez Carranza junto a Saúl Santiago Contreras, obreros de la construcción, después de ser capturados por solidarizarse con la huelga reivindicativa que en ese entonces efectuaban maestros pertenecientes a ANDES 21 de Junio. El 11 de abril de 1981 fue asesinado su hijo Rafael Aguiñada Deras, “Lito” como le llamaban sus compañeros, cuando se disponían a capturarlo miembros de un Escuadrón de la Muerte en San Salvador. En diciembre de 1989 fue muerta en combate en la zona guerrillera de Guazapa su hija menor, Margarita. Años antes fue herido en combate, capturado vivo y desaparecido, su sobrino Alex.
En honor a este insigne luchador comunista, las Fuerzas Armadas de Liberación del Partido Comunista de El Salvador, bautizaron con su nombre, Rafael Aguiñada Carranza, al batallón creado por esa organización durante el recién pasado conflicto armado, el cual posteriormente fue disuelto para impulsar la lucha guerrillera en pequeñas unidades.
A 30 años el crimen sigue impune, como lo están los de miles de salvadoreños que lucharon por librar a este pueblo del yugo y la opresión. Honremos su memoria, su firmeza, entrega y valentía, redoblando esfuerzos y luchando por las causas por las que Rafael ofrendó su vida, que aún siguen vigentes.

Juventud FMLN de Ayutuxtepeque conmemora cumpleaños de Fidel Castro

AYUTUXTEPEQUE, 26 de agosto de 2006 (SIEP) “Estamos muy felices de celebrar el 80 aniversario del nacimiento del Comandante Fidel Castro Ruz, líder histórico de la Revolución Cubana…“dijo Sergio Peñate, dirigente de la Juventud del Frente Farabundo Martì para la Liberación Nacional.

“En la juventud de nuestro partido el ejemplo, las enseñanzas de Fidel Castro como conductor del proceso revolucionario cubano son una fuente inagotable de inspiración y guía, por su defensa inquebrantable de los derechos del pueblo cubano.”

Agregó que “presentamos esta película “la vida de Fidel Castro” para que nuestro pueblo y juventud en Ayutuxtepeque conozcan los desafíos que este insigne revolucionario ha enfrentado en su esfuerzos por construir el socialismo a 90 millas del imperialismo yanqui.”

La actividad se realizo frente a la Despensa de Don Juan y “contó con la asistencia de muchas personas que exigieron el fin del bloqueo contra Cuba y la liberación de los cinco héroes cubanos presos en las cárceles del imperio” concluyó el también joven concejal de esta ciudad.

Discurso de Hugo Chàvez en ONU

Señora Presidenta, Excelencias, Jefes de Estado, Jefes de Gobierno, y altos representantes de los gobiernos del mundo. Muy buenos días a todos y a todas.

En primer lugar quiero invitarles con mucho respeto, a quienes no hayan podido leer este libro, a que lo leamos: Noam Chomsky, uno de los más prestigiosos intelectuales de esta América y del mundo. Chomsky, uno de sus más recientes trabajos: Hegemonía o Supervivencia. La estrategia imperialista de Estados Unidos. Excelente trabajo para entender lo que ha pasado en el mundo el siglo XX, lo que hoy está pasando y la más grande amenaza que se cierne sobre nuestro planeta, la pretensión hegemónica del Imperialismo Norteamericano pone en riesgo la supervivencia misma de la especie humana. Seguimos alertando sobre ese peligro, y haciendo un llamado al propio pueblo de los Estados Unidos y al mundo, para detener esta amenaza que es como la propia espada de Damocles.

Yo pensaba leer algún capítulo pero por respetar el tiempo más bien lo dejo como una recomendación. Se lee rápido. Es muy bueno señora Presidenta, seguramente usted lo conoce, está publicado en inglés, en alemán, en ruso, en árabe (aplausos) seguramente. Miren, yo creo que los primeros ciudadanos que deberían leer este libro son los ciudadanos hermanos y hermanas de los Estados Unidos, porque la amenaza la tienen en su propia casa, el Diablo está en casa pues. El Diablo, el propio Diablo está en casa.

Ayer vino el Diablo aquí, (risas y aplausos) ayer estuvo el Diablo aquí, en este mismo lugar. Huele a azufre todavía esta mesa donde me ha tocado hablar. Ayer señoras, señores, desde esta misma tribuna el Señor Presidente de los Estados Unidos, a quien yo llamo “El Diablo”, vino aquí hablando como dueño del mundo. Un psiquiatra no estaría de más para analizar el discurso de ayer del Presidente de los Estados Unidos. Como vocero del Imperialismo vino a dar sus recetas para tratar de mantener el actual esquema de dominación, de explotación y de saqueo a los pueblos del mundo. Para una película de Alfred Hitchcok estaría buena, incluso yo propondría un título: “La receta del Diablo”. Es decir, el Imperialismo norteamericano, y aquí lo dice Chomsky con una claridad meridiana y profunda, está siendo desesperados esfuerzos por consolidar su sistema hegemónico de dominación. Nosotros no podemos permitir que eso ocurra, no podemos permitir que se instale la dictadura mundial, que se consolide pues, que se consolide la dictadura mundial.

El discurso del Presidente “tirano” mundial, lleno de cinismos, lleno de hipocresía, es la hipocresía imperial, el intento de controlar todo, ellos quieren imponernos el modelo democrático como lo conciben, la falsa democracia de las elites, y además un modelo democrático muy original, impuesto a bombazos, a bombardeos y a punta de invasiones y de cañonazos. ¡Vaya qué democracia! Habría que revisar las tesis de Aristóteles y de los primeros que hablaron por allá en Grecia de la democracia a ver qué modelo de democracia es ese, el que se impone a punta de marines, de invasiones, de agresiones, y de bombas.

Dice el presidente de los Estados Unidos ayer, en esta misma sala lo siguiente, cito: “Hacia dónde quiera que usted mira, oye a extremistas que le dicen que puede escapar de la miseria y recuperar su dignidad a través de la violencia, el terror y el martirio”. Adondequiera que él mira ve extremistas. Yo estoy seguro que te ve a ti, hermano, con ese color, y cree que eres un extremista. Con este color. Evo Morales, que vino ayer, el digno Presidente de la Bolivia es un extremista. Por todos lados ven extremistas los imperialistas. No, no es que somos extremistas, lo que pasa es que el mundo está despertando y por todos lados insurgimos los pueblos. Yo tengo la impresión señor dictador imperialista que usted va a vivir el resto de sus días con una pesadilla, porque por dondequiera que vea vamos a surgir nosotros, los que insurgimos contra el imperialismo norteamericano. Los que clamamos por la libertad plena del mundo, por la igualdad de los pueblos, por el respeto a la soberanía de las naciones, sí, nos llaman extremistas, insurgimos contra el Imperio, insurgimos contra el modelo de dominación.

Luego, el señor presidente vino a hablarle, así lo dijo, “hoy quiero hablarles directamente a las poblaciones del Oriente Medio. Mi país desea la paz” esto es cierto, si nosotros nos vamos por las calles del Bronx, si nosotros nos vamos por las calles de Nueva York, de Washington, de San Diego, de California, de cualquier ciudad, de San Antonio, de San Francisco y le preguntamos a la gente en las calles, a los ciudadanos estadounidenses, este país quiere la paz. La diferencia está en que el gobierno de este país, de Estados Unidos, no quiere la paz, quiere imponernos su modelo de explotación y de saqueo y su hegemonía a punta de guerras, esa es la pequeña diferencia. Quiere la paz y ¿qué está pasando en Irak? ¿Y qué ha pasado en el Libano y en Palestina? ¿Y qué ha pasado en cien años pues en América Latina y en el mundo y ahora las amenzas contra Venezuela, nuevas amenazas contra Irán? Le habló al pueblo del Líbano, “muchos de ustedes –dijo- han visto como sus hogares y sus comunidades quedaron atrapadas en el fuego cruzado” ¡Vaya qué cinismo! ¡Vaya qué capacidad para mentir descaradamente ante el mundo! Las bombas en Beirut y lanzadas con precisión milimétrica ¿son fuego cruzado? Creo que el Presidente está pensando en las películas del oeste cuando se disparaba desde la cintura y alguien quedaba atravesado en el fuego cruzado.

¡Fuego imperialista! ¡Fuego fascista! ¡Fuego asesino! Y fuego genocida el del Imperio y el de Israel contra el pueblo inocente de Palestina y el pueblo del Líbano. Esa es la verdad. Ahora dicen que sufren, que estamos sufriendo porque vemos sus hogares destruidos.

En fin, el Presidente de los Estados Unidos vino a hablarle a los pueblos, vino a decir además, yo traje señora Presidenta unos documentos, porque estuve esta madrugada viendo algunos discursos y actualizando mis palabras. Le habló al pueblo de Afganistán, al pueblo del Líbano, al pueblo de Irán le digo, al pueblo del Líbano le digo, al pueblo de Afaganistán le digo. Uno se pregunta, así como el Presidente de los Estados Unidos le dice: le digo a esos pueblos ¿qué le dirían esos pueblos a él? Si esos pueblos pudieran hablar ¿qué le dirían? Yo se los voy a recoger porque conozco la mayor parte del alma de esos pueblos, los pueblos del Sur, los pueblos atropellados dirían: ¡Imperio Yankee go home! Ese sería el grito que brotaría por todas partes, si los pueblos del mundo pudieran hablarle a una sola voz al Imperio de los Estados Unidos.

Por eso, señora Presidenta, colegas, amigas y amigos, nosotros el año pasado vinimos aquí a este mismo salón como todos los años y los últimos ocho, y decíamos algo que hoy está confirmado plenamente y yo creo que aquí casi nadie en esta sala pudiera pararse a defenderlo, a defender el sistema de Naciones Unidas, aceptémoslo con honestidad, el Sistema de Naciones Unidas nacido después de la Segunda Guerra Mundial colapsó, se desplomó, no sirve. Ah bueno para venir acá a dar discursos, a vernos una vez al año, sí, para eso sí sirve, y para hacer documentos muy largos y hacer buenas reflexiones y oír buenos discursos como el de Evo ayer, como el de Lula, sí, para eso sirve y muchos discursos, el que estábamos oyendo ahora mismo del Presidente de Srilanka y de la Presidenta de Chile, pero nos han convertido a esta Asamblea en un órgano meramente deliberativo, meramente deliberativo sin ningún tipo de poder para impactar de la más mínima manera la realidad terrible que vive el mundo. Por eso nosotros volvemos a proponer, Venezuela vuelve a proponer aquí hoy, este día 20 de septiembre que refundemos las Naciones Unidas y nosotros hicimos el año pasado señora Presidente, cuatro modestas propuestas que consideramos de necesidad impostergable para que las asumamos, bueno, los Jefes de Estado, los Jefes de Gobierno, nuestros embajadores, nuestros representantes y las discutamos.

Primero: la expansión. Ayer lo decía Lula aquí mismo, del Consejo de Seguridad tanto en sus categorías permanentes como en las No Permanentes, dando entrada a nuevos países desarrollados y a países subdesarrollados, el Tercer Mundo, como nuevos miembros permanentes. Eso en primer lugar.

En segundo lugar, bueno, la aplicación de métodos eficaces de atención y resolución de los conflictos mundiales. Métodos transparentes, de debate, de decisiones, tercero, nos parece fundamental la supresión inmediata, y eso es un clamor de todos, de ese mecanismo antidemocrático del veto. El veto en las decisiones del Consejo de Seguridad. Vaya un ejemplo reciente, el veto inmoral del gobierno de los Estados Unidos, permitió libremente a las fuerzas israelíes destrozar el Líbano en el rostro, delante de todos nosotros, evitando una resolución en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.

Y en cuarto lugar necesario es fortalecer, decimos siempre, el papel, las atribuciones del Secretario General de Naciones Unidas. Ayer nos daba un discurso el Secretario General prácticamente de despedida, y reconocía que en estos diez años el mundo lo que ha hecho es complicarse y que los graves problemas del mundo, el hambre, la miseria, la violencia, la violación a los derechos humanos lo que ha hecho es agravarse, esto es consecuencia terrible del colapso sobre el sistema de Naciones Unidas y de la pretensión imperialista norteamericana.

Por otra parte, Señora Presidenta, Venezuela decidió hace varios años dar esta batalla por dentro de Naciones Unidas, reconociendo Naciones Unidas como miembro que somos, con nuestra voz, con nuestras modestas reflexiones. Una voz independiente somos, para representar la dignidad y la búsqueda de la paz, la reformulación del sistema internacional, para denunciar la persecución y las agresiones del hegemonismo contra los pueblos del Planeta. Venezuela, de esa manera ha presentado su nombre. Esta patria de Bolívar ha presentado su nombre y se ha postulado para un puesto como Miembro No Permanente del Consejo de Seguridad. Vaya usted a saber, el gobierno de los Estados Unidos ha iniciado una agresión abierta, una agresión inmoral en el mundo entero para tratar de impedir que Venezuela sea elegida libremente para ocupar una silla en el Consejo de Seguridad. Le tienen miedo a la verdad. El Imperio tiene miedo a la verdad, a las voces independientes, acusándonos de extremistas. Ellos son los extremistas.

Yo quiero agradecer aquí a todos aquellos países que han anunciado su apoyo a Venezuela, aun cuando la votación es secreta y no es necesario que nadie lo anuncie, pero yo creo que dada la agresión abierta del Imperio Norteamericano, pues eso aceleró el apoyo de muchos países, lo cual fortalece mucho moralmente a Venezuela, a nuestro pueblo, a nuestro gobierno, el MERCOSUR, por ejemplo, en bloque, ha anunciado su apoyo a Venezuela, nuestros hermanos del MERCOSUR. Venezuela ahora es miembro pleno del MERCOSUR con Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay, y muchos otros países de América Latina como Bolivia. El CARICOM en pleno anunció su apoyo a Venezuela. La Liga Arabe en pleno anunció su apoyo a Venezuela, agradezco muchísimo al mundo árabe, a nuestros hermanos de Arabia, esa Arabia profunda, a nuestros hermanos del Caribe. La Unión Africana, casi toda Africa anunció su apoyo a Venezuela y países bueno como Rusia, como China y muchos otros países del Planeta. Muchísimas gracias a nombre de Venezuela, a nombre de nuestro pueblo y a nombre de la verdad, porque Venezuela al ocupar un puesto en el Consejo de Seguridad va a traer la voz no sólo de Venezuela, la voz del Tercer Mundo, la voz de los pueblos del Planeta, ahí estaremos defendiendo la dignidad y la verdad.

Más allá de todo esto señora Presidenta, creo que hay razones para que seamos optimistas. Irrenunciablemente optimistas, diría un poeta, porque más allá de las amenazas, de las bombas, de las guerras, de las agresiones, de la guerra preventiva, de la destrucción de pueblos enteros uno puede apreciar que se está levantando una nueva era, como canta Silvio Rodríguez, “la era está pariendo un corazón”. Se levantan corrientes alternativas, pensamientos alternativos, juventudes con pensamiento distinto. Se demostró ya en apenas una década que era totalmente falsa la tesis del Fin de la Historia, totalmente falsa la instauración del Imperio Americano, de la paz americana, la instauración del modelo capitalista, neoliberal que lo que genera es miseria y pobreza. Es totalmente falsa la tesis, se vino abajo, ahora hay que definir el futuro del mundo. Hay un amanecer en el Planeta y se ve por toda partes, por América Latina, por Asia, por Africa, por Europa, por Oceanía, quiero resaltar esa visión de optimismo para que fortalezcamos nuestra conciencia y nuestra voluntad de batalla por salvar al mundo y construir un mundo nuevo, un mundo mejor.

Venezuela se suma a esa lucha y por eso somos amenazados. Ya Estados Unidos planificó, financió e impulsó un golpe de estado en Venezuela. Y Estados Unidos sigue apoyando movimientos golpistas en Venezuela y contra Venezuela, sigue apoyando al terrorismo. Ya la Presidenta Michel Bachellet recordaba hace unos días, perdón hace unos minutos, el terrible asesinato del ex Canciller chileno Orlando Letelier. Yo sólo agregaría lo siguiente, los culpables están libres. Y los culpables, de aquel hecho donde murió también una ciudadana estadounidense, son norteamericanos, de la CIA. Terroristas de la CIA.

Pero además, hay que recordar en esta sala que dentro de pocos días también se cumplirán 30 años, igualmente, de aquel hecho terrorista horripilante de la voladura del avión cubano, donde murieron 73 inocentes, un avión de Cubana de Aviación y ¿dónde está el más grande terrorista de este Continente y quien asumió él la voladura del avión cubano como autor intelectual? Estuvo preso en Venezuela unos años, se fugó allá por complicidad de funcionarios de la CIA y del gobierno venezolano de entonces, está aquí viviendo en Estados Unidos, protegido por este gobierno, y fue convicto y confeso. El gobierno de los Estados Unidos tiene un doble rasero y protege el terrorismo.

Estas reflexiones, para decir que Venezuela está comprometida en la lucha contra el terrorismo, contra la violencia y se une a todos los pueblos que luchamos por la paz y por un mundo de iguales.

He hablado del avión cubano, Luis Posada Carriles se llama el terrorista, está protegido aquí, como protegidos están aquí grandes corruptos que se fugaron de Venezuela, un grupo de terroristas que allá pusieron bombas contra embajadas de varios países que allá asesinaron gente durante el golpe de estado, secuestraron a este humilde servidor, y lo iban a fusilar, sólo que Dios metió su mano y un grupo de buenos soldados y un pueblo que se fue a las calles y de milagro pues estoy aquí, están aquí protegidos por el gobierno de Estados Unidos los líderes de aquel golpe de estado y de aquellos actos terroristas. Yo acuso al gobierno de Estados Unidos de proteger al terrorismo y de tener un discurso totalmente cínico.

Hablamos de Cuba, venimos de La Habana, venimos felices de La Habana, estuvimos allá varios días y allí se puede ver el nacimiento de una nueva era la Cumbre del Grupo de los 15, la Cumbre del Movimiento de los No Alineados, con una resolución histórica, documento final, no se asunten no lo voy a leer todo, pero aquí hay un conjunto de resoluciones tomadas en discusión abierta y con transparencia, más de 50 Jefes de Estado, La Habana fue capital del Sur durante una semana. Hemos relanzado el Grupo de Los No Alineados, el Movimiento de los No Alineados, y si algo puedo pedir yo aquí a todos ustedes compañeros y hermanos y hermanas es que le pongamos mucha voluntad para fortalecer el Grupo de Los No Alineados, importantísmo para el nacimiento de la nueva era, para evitar la hegemonía y el Imperialismo y además, ustedes saben que hemos designado a Fidel Castro, Presidente del Grupo de los No Alineados para los próximos tres años y estamos seguros que el compañero Presidente Fidel Castro va a llevar la batuta con mucha eficiencia. Para los que querían que Fidel se muriera pues frustrados quedaron y frustrados quedarán porque Fidel ya está uniformado nuevamente de verde oliva y ahora no sólo es el Presidente de Cuba si no el Presidente de Los No Alineados.

Señora Presidenta, queridos colegas, presidentes, ahí nació un novimeinto muy fuerte, el del Sur. Nosotros somos hombres y mujeres del Sur, nosotros somos portadores, con estos documentos, con estas ideas, con estas críticas, con estas reflexiones que ya cierro mi carpeta y el libro me lo llevo, no olviden que se los recomiendo mucho, con mucha humildad, tratamos de aportar ideas para la salvación de este Planeta, para salvarlo de la amenaza imperialista y para que ojala pronto, en este siglo, no muy tarde, ojalá podamos verlo nosotros y vivirlo mejor nuestros hijos y nuestros nietos, un mundo de paz bajo los principios fundamentales de la Organización de Naciones Unidas, relanzada y reubicada.

Creo que a Naciones Unidas tenemos que ubicarla en otro país, en alguna ciudad del Sur, hemos propuesto desde Venezuela, ustedes saben que mi médico personal se tuvo que quedar encerrado en el avión, el Jefe de mi seguridad se tuvo que quedar encerrado en el avión, no les permitieron venir a Naciones Unidas. Otro abuso y atropello Señora Presidenta que pedimos de Venezuela quede registrado como atropello hasta personal del Diablo, huele a azufre, pero Dios está con nosotros, un buen abrazo y que Dios nos bendiga a todos. Muy buenos días.

Iglesia Luterana Popular denuncia ley contra movimiento social

SAN SALVADOR; 21 de septiembre de 2006 (SIEP) “Este ley es un atentado contra las libertades civiles del pueblo salvadoreño establecidas en nuestra Constitución, vamos hacia la dictadura y vamos hacia la resistencia popular” indicó el Rev. Roberto Pineda, de la Iglesia Luterana Popular de El Salvador.

La Ley Antiterrorista propuesta por el bloque de partidos de derecha en la Asamblea Legislativa, que se pretende aprobar este día, contempla penas hasta de 65 años para personas que realicen protestas populares como bloqueo de calles y criticas a los gobernantes.

Agregó que “con la excusa de reprimir el terrorismo, la derecha salvadoreña representada en ARENA, PCN y PDC continua construyendo mecanismo jurídicos para enfrentar la creciente protesta popular. Esta ley es señal de debilidad y no de fortaleza. No es ley antiterrorista es ley antidemocratica.”

“Así como derrotamos a las leyes represivas de los dictadores del pasado, de los militares Martínez, Osorio, Lemus y otros que pensaron que con represión se iba a detener la lucha de este pueblo, estamos seguros que derrotaremos esta nueva agresión contra el movimiento popular” sostuvo el religioso de las iglesias históricas.

Por su parte, el Rev. Ricardo Cornejo, junto con otros pastores de las Comunidades de Fe y Vida acompañó a sectores sindicales y campesinos que se hicieron presentes a la Asamblea Legislativa para repudiar la aprobación de esta ley antidemocrática por el bloque de derecha.

“Estamos aquí para manifestar nuestro rechazo a esta ley mordaza, a esta ley represiva, a este intento de callar la voz de la justicia que surge del sufrimiento de nuestro pueblo, del hambre y el desempleo…“indicó el Rev. Cornejo.

Por su parte, el diputado del FMLN, Dr. Salvador Arias manifestó que “debemos de luchar por nuestra dignidad como pueblo, por el presente y el futuro de nuestro pueblo, porque como nación no pueden seguir imponiéndonos leyes antidemocráticas que atropellan al pueblo en su libertad de expresión y manifestación.”

UNES realizara Primera Caminata Ecològica al Boqueròn

SAN SALVADOR; 21 de septiembre de 2006 (SIEP) “Los invitamos a que nos acompañen este sábado 23 a la Primera Caminata Ecológica al Boquerón” expresó Morena Murillo, de la Unidad Nacional Ecológica Salvadoreña.

Agregó que “esta es una actividad que realizamos junto con el Complejo Deportivo de la Universidad de El Salvador para promover la toma de conciencia en la juventud y población en general de la necesidad de proteger nuestro medio ambiente.”

“Estaremos saliendo-dijo- del redondel de la Constitución, a las 6:30 a.m. Recomendamos que sean puntuales, llevar agua y comida saludable, zapatos cómodos, y no llevar bebidas alcohólicas ni mucho menos tirar basura por el camino.”

Para mayor información sobre esta actividad pueden comunicarse con Morena Murillo o Luis González al teléfono 22 60 14 47.

El islam jacobino

Entrevista a Santiago Alba Rico (pertenece al Comité de Apoyo de Attac)

No se puede aprender nada bueno de una “civilización” a la que se asocia a bombardeos, torturas, masacres de inocentes

La siguiente entrevista es la versión íntegra de la publicada en los números 29, 30 y 31 de la publicación bimestral “Masala-Periódico de información y denuncia de Ciutat Vella (Barcelona)” entre mayo y septiembre de 2006

1. La mirada de occidente construyendo al enemigo
«El dantesco “golpe de efecto” de Ben Laden el 11-S y la dinámica rígidamente especular del “choque de civilizaciones”, han borrado de un plumazo, como respondiendo a los deseos de Bush, la riqueza islamista»

– Igual que el desarrollo de Al-Qaeda tiene una íntima relación con los servicios secretos estadounidenses, en su momento la existencia de Hamás fue respaldada por Israel ¿Que sectores u organizaciones tienen un pasado relacionado con la política de la guerra fría, y hasta que punto reclaman sus derechos en el mapa político y económico, después de haber hecho parte del trabajo sucio?
Como el espíritu hegeliano, el imperialismo carece de escrúpulos y contra el comunismo –según esa flexible definición estadounidense que incluía también nacionalistas como Mussadaq en Irán, Nasser en Egipto o los partidos «baaz» de Siria e Iraq- todo estaba y está permitido. A los casos citados de Ben Laden o Hamas hay que añadir el caso ejemplar del islamismo egipcio, alimentado y apoyado, contra nasseristas y socialistas, por el presidente Anwar Al-Sadat, asesinado luego por la criatura que él mismo había contribuido a fortalecer. En el marco de la guerra fría, Afganistán se convirtió no sólo en la última batalla de la Unión Soviética y en la escena final de su derrota; fue también el taller donde los EEUU fabricaron el enemigo que sustituiría a los soviéticos tras la demolición del comunismo. Son los “retornados” de la guerra de Afganistán, financiada por el gobierno de Washington, los que extenderán y organizarán el islamismo militante a finales de los 80 y principios de los 90, de Pakistán a Mauritania, de Sudán a Argelia, de Arabia Saudí a Marruecos, en países minados por la dependencia, la miseria y/o la dictadura política. No hay que olvidar tampoco la intervención de estos «retornados» de Afganistán, ligados a Ben Laden, en las guerras balcánicas, concretamente en Bosnia y Kosovo, donde resultaron también muy funcionales para la OTAN (incluso después de que Ben Laden se convirtiera en el terrorista número uno para los EEUU) contra la Yugoslavia federal en ruinas. El islamismo chií se ha desarrollado quizás de un modo más independiente, notoriamente –claro- a partir de la revolución iraní de 1979, y ha influido en el islamismo sunní sobre todo gracias al prestigio de Hizbullah como la única fuerza que ha sido capaz de infligir una derrota a Israel. Pero incluso en el caso del chiísmo vemos a qué atolladeros puede conducir la falta de escrúpulos del imperialismo y su necesidad de poner en hora ininterrumpidamente el reloj en escenarios variables y con un margen de maniobrabilidad cada vez más pequeño: EEUU ha basado la invasión y ocupación de Iraq en su alianza con los grupos religiosos chíies más «fundamentalistas» y, contra la resistencia patriótica, ha acabado por poner el país en manos de su archienemigo iraní. – En «El islam jacobino», dices que no es el islam el que ha invadido la sociedad sino que es la sociedad la que ha invadido el islam, que en realidad el “integrismo” está laicizando las sociedades musulmanas, que ha roto con la religiosidad sumisa anexa a los sistemas de gobierno, y que es una “alternativa de modernización”. Resumes que “el islam es sabio, el islam es moderno y el islam es laico”. Espero no haber simplificado demasiado, pero ¿como explicar esto en la sociedad occidental?
Me gustaría recordar de entrada dos cosas: la primera es que no soy arabista ni historiador ni especialista en el islam. La segunda es que «El islam jacobino», que utiliza fuentes originales y trata de ajustarse a un mínimo rigor académico, es sobre todo un panfleto y lo digo con conciencia y en su defensa. Está dirigido de un modo intencionadamente provocativo a esos lectores occidentales que siguen contemplando el legado y la historia de Europa como una diferencia positiva, ejemplar, olímpica, y que olvidan que la «libertad de conciencia» y el «laicismo» fueron el resultado —todavía hoy mal asentado— de unas devastadoras guerras de religión, auténticas guerras entre fundamentalismos cristianos; y que el paso a una dudosa modernidad —en realidad al capitalismo— estuvo marcado por el Terror, tanto en su versión revolucionaria como contrarrevolucionaria. En mi texto trato de iluminar algunos de los parentescos filosóficos entre los movimientos europeos que llevaron a la ruptura con el Antiguo Régimen y un amplio espectro de corrientes de renovación islámica —desde la «nahda» a principios del siglo XX hasta organizaciones o figuras tan diferentes entre sí como los Hermanos Musulmanes, Hizbullah, Hassan al-Turabi, Adil Hussayn o Al-Ghanushi—: corrientes todas ellas de inspiración letrada, legalista, moralista, típicamente “modernas” y enfrentadas por eso, al mismo tiempo, a los gobiernos dictatoriales de la zona y al islam supersticioso y popular, ritualista e “idólatra”, ideológicamente muy funcional para el poder. Durante todo el siglo XX —digamos— socialistas y panarabistas por un lado e islamistas jacobinos por el otro ofrecieron dos vías posibles de «modernización» del mundo árabo-musulmán y la hegemonía provisional de los últimos se debe en gran parte, como se dijo en la anterior pregunta, a la utilización de estos movimientos de inspiración islámica, por parte de EEUU y sus regímenes títeres en la región, contra el marxismo y el nacionalismo laico. En todo caso, mi tesis era la de que los movimientos islamistas se podían interpretar como reacciones «modernas» frente a la postmodernidad del mercado y a su relativización radical de leyes, valores y vidas humanas. Algo así como una reforma «moderna» del capitalismo en nombre de conceptos, si se quiere, muy rousseaunianos y legitimada por un Dios secularizado, socializado —lo que forma parte de la constitución misma del islam como religión de salvación y como contrato social—, inscrito como un límite legal en el corazón de un orden económico que por lo demás no cuestionan.
Pero dicho esto, añadiré enseguida que «El Islam Jacobino» fue escrito antes del 11-S y completado inmediatamente después y lo que ha ocurrido desde entonces invalida parte de sus argumentos. Es un texto del siglo pasado. Quiero decir que ahora empezamos a adivinar también, tras la derrota definitiva del socialismo y del nacionalismo laico, la derrota del islam jacobino como «vía alternativa a la modernidad». Aunque si su análisis me parece sólo a medias acertado, Olivier Roy tiene razón al hablar del fracaso del islamismo. El dantesco «golpe de efecto» de Ben Laden el 11-S y la dinámica rígidamente especular del «choque de civilizaciones» preparado e inducido por el imperialismo estadounidense, han borrado de un plumazo, como respondiendo a los deseos de Bush, la riqueza islamista a la que me refiero en mi texto. También los islamistas jacobinos están a punto de convertirse en figuras del siglo pasado en favor de ese wahabismo irracionalista construido a la medida del fundamentalismo sionista, del integrismo protestante y de la contrarreforma católica del Vaticano. El capitalismo va transitando muy rápidamente de la postmodernidad a la pre-modernidad (a un nuevo Antiguo Régimen de libertades sociales y garantías legales muy limitadas y de supersticiones trascendentales y bárbaras) y arrastra consigo a un mundo árabo-musulmán al que no se había permitido edificar todavía su propia “modernidad”. – La polémica en torno a las caricaturas de Mahoma ha demostrado entre otras cosas, la total permeabilidad de la sociedad árabe respecto a los hechos y la información construida desde occidente, y la opacidad de occidente ante cualquier discurso crítico construido desde allí. ¿La superioridad tecnológica ha cogido el relevo los relatos novelescos y de la antropología colonial, que entre el siglo XIX y el siglo XX se dedicaron a definir «Oriente» desde la mirada de «Occidente»?

Creo que la superioridad tecnológica transporta y presupone esa “mirada” nihilista de la que he hablado tantas veces y que implica un tranquilo, natural y hasta elegante desprecio por el otro, pero el imaginario de la hegemonía occidental sigue necesitando y construyendo relatos “orientalistas”, y mucho más desde que se han restablecido esas condiciones del dominio colonial directo que llevaron en el siglo XIX a la perfección del género. Daniel Pipes, Huntington, Serafín Fanjul, Gabriel Albiac, César Vidal, Oriana Fallaci, Vargas Llosa, por citar sólo a algunos, junto a decenas de periodistas y de políticos, reproducen hoy los mismos clichés agresivos y justificatorios, completamente normalizados, que Balfour, Macaulay, Cromer, Hegel o Renan usaban en el siglo XIX, con la diferencia de que entonces los judíos formaban parte, junto con los musulmanes, de los pueblos dormidos, atrasados, insalvables para la razón, necesitados de un empujón civilizatorio, y hoy han pasado a ser «occidentales» con todo derecho y, aún más, a convertirse en la cabeza de puente de Occidente —con sus valores democráticos y moralidad superior— en el Oriente adormilado, fanático, primitivo y sin remedio. Esta pequeña «variación» debería servir al menos para hacernos pensar sobre la nula consistencia de los conceptos de «occidente», «oriente», «islam», y para examinar los intereses políticos y económicos que subyacen a las categorías culturalistas.
En cuanto a tu observación sobre el efecto de las caricaturas de Mahoma en el mundo musulmán y la desigualdad en la recepción de información de un lado y de otro, señala antes que nada una paradoja del (neo)colonialismo. La desproporción misma de las fuerzas implica que el mundo colonizado, por mucho que quiera cerrarse y contraerse, permanece siempre abierto, expuesto, al borde de la realidad, mejor informado, mientras que la potencia colonial, volcada al exterior, se mantiene cerrada, impermeable, clausurada en su propio imaginario. El poder de someter al otro es asimismo el poder de construir el propio yo y de construirlo de tal manera que no pueda irrumpir ahí nada que conmueva, modifique o desmienta la propia imagen (aunque se trate, paradójicamente, de la ilusión de la propia «apertura» frente a la «cerrazón» del otro). En un paralelismo psiquiátrico, podríamos decir que el mundo colonizado es paranoico mientras que el mundo colonizador es neurótico. La diferencia, claro, es que Iraq está siendo realmente bombardeado, que Palestina está siendo realmente ocupada, que el mundo árabo-musulmán está siendo realmente agredido y si finalmente sus poblaciones responden de un modo más sensible a la provocación de un periódico fascista danés que a la agresión real de los misiles y del FMI se debe (más allá de a las manipulaciones de sus clases dirigentes) a esta particular sensibilidad simbólica del colonizado, que a su vez es utilizada por la neurosis del colonizador para justificar y afianzar su dominio. Precisamente es el conocimiento de esta relación de fuerzas y de sus efectos psicológicos, la que explica la provocación de las caricaturas como una maniobra premeditada de construcción y apuntalamiento del propio poder neurótico: la sensibilidad simbólica del colonizado refuerza la imagen narcisista del colonizador. La paranoia, no lo olvidemos, es un exceso de apertura al mundo mientras que la neurosis consiste básicamente en su abolición. No es difícil imaginar cuán lejos puede llegar en su proyecto de abolición del mundo una neurosis armada al mismo tiempo con misiles, mucho dinero y medios de comunicación.

2. Apuntes sobre la Guerra de civilizaciones
«La inmigración es resultado de la occidentalización armada del planeta: significa tener permanentemente ante nuestros ojos lo que hemos hecho con el mundo» – ¿Como funciona y cual es el daño del discurso de la guerra de civilizaciones?
Por las razones arriba citadas y en una pendiente amenazadora para la supervivencia misma del planeta, el discurso de la «guerra de civilizaciones» se ha naturalizado neuróticamente como la vía occidental normalizada para no abordar las propias responsabilidades políticas. De hecho, como bien explica Starobinski, el concepto de «civilización» nace al hilo de la expansión colonial europea como relevo natural de la evangelización cristiana. Es, pues, un concepto teológico que sirve para justificar el propio dominio y para cortar el paso a los planteamientos políticos y en este sentido la propuesta de Zapatero de una «alianza de civilizaciones», aceptada con entusiasmo por una ONU incapaz de hacer acatar sus propias resoluciones, respeta la misma lógica teológica y apolítica de los que atizan o invocan la «guerra de civilizaciones»: de lo que se trata es de no enfrentarse a la verdadera naturaleza del problema y de impedir además que los otros lo hagan. Nuestra neurosis alimenta la paranoia de nuestras víctimas y nuestras buenas intenciones reproducen el marco de nuestra injusticia. Y se olvida que los discursos son capaces de hacer mucho daño, pero absolutamente incapaces de remediarlo; para el mal, son armas, pero para el bien son sólo magia. Es absurdo pretender corregir con magia lo que destruimos con armas. – A pesar de su carácter pedagógico y propagandístico de consumo interno ¿porque prácticamente nunca se habla del significado que adquiere el término «guerra de civilizaciones» en el interior de la propia sociedad occidental, como cala en nuestra mentalidad política y cultural, como incide en relación a la inmigración?
En cuanto a la inmigración, es un tema complejísimo sobre el que habría que escribir centenares de páginas, pero me limitaré a señalar una cuestión. La inmigración es un fenómeno occidental, el resultado de la occidentalización armada del planeta y puede definirse como la penetración visible en nuestras ciudades de la verdad de Occidente (de la verdad, más exactamente, del capitalismo): significa tener permanentemente ante nuestros ojos lo que hemos hecho con el mundo, lo que le hemos hecho al mundo; significa tener que cargar de un modo visible, dentro de nuestros propios muros, con el fracaso del modelo colonial capitalista. Contra este fracaso, la neurosis colonial no puede reaccionar cuestionándose a sí misma sino combatiendo a sus víctimas, culpabilizándolas, proyectando freudianamente la responsabilidad sobre los que lo soportan (el fracaso). La «guerra de civilizaciones», una vez más, se presentará como la explicación teológica más sencilla para «resolver» el problema; es decir, para seguir creyendo que nosotros no somos el problema, autosugestión que es la solución neurótica a todos los problemas. Pero una vez más, esa neurosis tiene mecanismos legales, propagandísticos y policiales para imponerse; y una especie de estructura empírica —la presencia inmigrante asociada al paro, la delincuencia y ahora al terrorismo— que garantiza el apoyo de la población. Al mismo tiempo, y eso aumenta el peligro general, esta neurosis armada activa la paranoia defensiva del inmigrante, la cual, por su parte, reproduce y legitima todas las medidas tomadas contra ella. – ¿Qué importancia tiene el desarrollo de los acontecimientos en Oriente Medio en el futuro político, militar y diplomático internacional a medio y largo plazo?
Como quiera que, por razones obvias, mientras el futuro político de la humanidad se construye en Latinoamérica su destino material –su supervivencia misma- se decide en el mundo árabo-musulmán, nuestra tarea en estos momentos debe ser la de desmontar la falsa y desgraciadamente real «confrontación civilizacional» y repolitizar, remodernizar el conflicto. Precisamente en Iraq y Palestina –más que en Afganistán- está en juego esta posibilidad y es responsabilidad de la izquierda occidental buscar interlocutores que frenen la deriva fundamentalista —ellos contra nosotros— que buscan imponer tanto Bush como Ben Laden. Lavarse las manos, ceder a la propaganda criminalizadora de los gobiernos y los medios de comunicación, es condenar a las poblaciones árabo-musulmanas, humilladas y masacradas, a buscar refugio en el victimismo identitario. Hay que inscribir los movimientos de resistencia de esa zona del mundo –socialistas, nacionalistas e islamistas jacobinos y moderados- en el marco de la lucha anti-imperialista global. Por eso hay que agradecer a Carlos varea y a la CEOSI la labor que están haciendo. – El proceso de paz palestino-israelí, renunciando al derecho de retorno de los refugiados, olvidando las fronteras anteriores a 1967 y haciendo tabla rasa de las sucesivas resoluciones de la ONU, de alguna manera quiso borrar la historia, convertir el proceso en un fin en sí mismo mas que en la resolución del conflicto histórico. ¿La victoria de Hamás volverá introducir la historia dentro de la negociación, y hasta que punto Israel o al menos buena parte su sociedad y su élite política estarán dispuestos a aceptarlo?
En primer lugar hay que decir que la victoria electoral de Hamas expresa sobre todo la resistencia del pueblo palestino frente a esa voluntad que tú mencionas de borrar la historia, voluntad de la que había acabado por hacerse cómplice el propio movimiento de Al-Fatah. Pero soy más pesimista respecto de la posibilidad de que Hamas pueda reintroducirla con alguna esperanza de éxito. La victoria de Hamas es sin duda una contrariedad seria para EEUU e Israel, pero los dos terribles gemelos van a intentar encajar ese dato nuevo en un esquema prácticamente inamovible al menos desde 1967. Eso implica sólo dos alternativas: o Hamas se adapta al juego, acepta las condiciones impuestas por Tel Aviv, se “rehabilita” a los ojos de sus enemigos y traiciona por tanto a su pueblo –lo que difícilmente puede ocurrir- o justificará, con su sola existencia, la continuidad de la política de hechos consumados, limpieza étnica y terrorismo cotidiano de Israel, ahora a mayor escala y con la complacencia absoluta de EEUU. La victoria de Hamas es una declaración de resistencia del pueblo palestino y eso tiene que alegrarnos; pero cualquier declaración de resistencia del pueblo palestino es una declaración de guerra a ese proyecto de Israel compartido por la mayor parte de la población israelí y por la totalidad de sus fuerzas políticas (incluida la presunta izquierda del Meretz). La radicalización e islamización de la resistencia palestina es la respuesta a la radicalidad fundacional del Estado de Israel y a su fundamentalismo tolerado, alentado y reivindicado por EEUU y la UE. De momento Israel ha logrado su primer objetivo, que era el de alejar definitivamente la solución al mismo tiempo real e imposible de un único Estado laico, democrático y plurinacional en Palestina; Hamas es objetivamente mucho más moderado que Kadima, los laboristas o el Likud en el campo israelí, pero su islamonacionalismo representa sin duda un retroceso en el buen camino. Ahora se trata de hacer inviable también la inestable solución de los dos Estados mediante políticas depredadoras de anexión territorial, desplazamientos de población, fijación unilateral de fronteras y división de Cisjordania en «reservas» palestinas sin continuidad geográfica. Israel es una bomba adherida al pecho de Oriente Medio y del mundo entero y sólo un imposible cambio de posición de EEUU, o una improbable política realmente europea de la UE, pueden desactivarla. El Estado de Israel debe ser disuelto y reconstituido democráticamente para que haya interlocutores dispuestos a hacer una paz justa con los palestinos; pero para eso habría que obligar a Israel y ninguna de las tres fuerzas capaces de hacerlo —la propia población judía, los EEUU y la UE— parecen dispuestas a presionar en ese sentido. Más bien todo lo contrario. Y en este contexto —contra el horizonte de un imperialismo cada vez más global y agresivo— la combinación de soledad, debilidad militar y espíritu inquebrantable de resistencia de los palestinos sólo augura más violencia, más muertes y más ignominia general. ¿El pesimismo más sombrío es compatible con la alegría más pura? Creo que gran parte de la población palestina —y muchos de los que apoyan desde fuera su lucha— sintieron precisamente eso tras la victoria electoral de Hamas. Alegría por esa lección de democracia y resistencia ofrecida a la hipocresía y crueldad del mundo occidental y a sus vasallas instituciones internacionales. Pesimismo porque –ojalá me equivoque- la moderación de Hamas (que ha aceptado ya las fronteras del 67 y en cuyo movimiento militan nacionalistas cristianos) pone radicalmente en cuestión la existencia misma del Estado judío de Israel. Sencillamente la historia —por mínima que sea— e Israel son incompatibles. Casi a uno le entran cobardemente ganas de que los palestinos se rindan de una vez porque todo parece indicar que la única alternativa a la rendición —en el precarísimo contexto árabo-musulmán y planetario— es el Apocalipsis. Es este el chantaje totalitario (el de generar un Apocalipsis de consecuencias imprevisibles) con el que viene

3. Mujeres en el Islam
«El feminismo occidental olvida que sus conquistas fueron el resultado de un proceso secular muy largo y agotador» – La marroquí Nadia Yassin, del movimiento Justicia y Espiritualidad, dice: «La mujer musulmana está marginada en nombre del Islam. La pregunta esencial es si son los textos originales o nuestro alejamiento de las fuentes» (Masala nº28, Febrero-Marzo 06). ¿Que diferencias hay en la situación de las mujeres en países tan distintos como Marruecos, Jordania o Palestina, y en general, que papel juegan o que representan las mujeres en el islam político?
Debemos partir de dos presupuestos básicos. Uno: la emancipación femenina es un principio universal objetivo no relativizable. Dos: el islam no es una doctrina esencialista inmutable sino un “marco”, dentro del cual no han dejado de operar fuerzas históricas, económicas y políticas que desbordan, atraviesan y reelaboran ese “marco”, adaptado a lo largo de los siglos a contenidos sociales muy diferentes, según el contexto geográfico y geopolítico mundial. La historia del islam es también la historia de sus librepensadores —cuatro o cinco siglos antes de que los hubiera en Europa—, de sus herejes, de sus mujeres sufíes; y de su funcionalidad capitalista, tal y como demuestra Maxime Rondinson a aquéllos que todavía creen que el islam no puede adaptarse a diferentes tipos de infierno. Por otro lado y por esta misma razón, hay que decir que, de la misma manera que Europa salió –relativamente- del cristianismo desde dentro del cristianismo, también es posible –si es que hay otra vía- superar el islam desde el interior del islam. Como la emancipación femenina es un principio universal no sujeto a discusión, no debemos aceptar que se someta a la mujer ni en nombre del islam ni del socialismo ni de la etnología, pero debemos apoyar por eso mismo cualquier iniciativa que conduzca a su liberación. Quizás una interpretación del Corán en ese sentido puede ser mucho más eficaz que la imposición de una plantilla ilustrada occidental que ignore la consistencia antropológica y cultural de los países musulmanes y multiplique así los malentendidos y las resistencias. Históricamente está demostrado que no importa cómo se inicie o cómo se vehicule este proceso: la propia liberación de la mujer acaba liberando a la mujer –sujeto ya de su emancipación- de las fuerzas y las doctrinas en que se apoyó inicialmente. Liberar a la mujer desde el islam puede ayudar inesperadamente a liberarse también del islam.
Pero hay muchos «islam» y al final la propia beligerancia feminista occidental, por muy bien intencionada que se quiera, acaba sirviendo al propósito unificador sobre el que descansa la propaganda imperialista.
— En su momento, grupos de mujeres nigerianas criticaron las campañas llevadas a cabo en occidente contra el juicio y la lapidación de Amina Lawal, planteando que estaban plagadas de prejuicios culturales y que interferían y perjudicaban el trabajo de los colectivos locales. ¿Hasta que punto las buenas intenciones del feminismo occidental pueden estar resultando perjudiciales a la liberación de las mujeres en países musulmanes?
El feminismo occidental olvida a veces que sus conquistas –aún insuficientes- fueron el resultado de un proceso secular muy largo y agotador y que sus avances estuvieron siempre limitados por las representaciones y presiones de sus sucesivos contextos históricos, trascendidos milímetro a milímetro pero en ningún caso suspendidos de un solo golpe; y olvida que el «marco» llamado islam impone también un tempo, unos márgenes, unas fronteras –ideológicas y culturales- que deben ser desplazadas desde dentro y a empujones, pero que no se pueden superar de un salto. No se puede volar y hay una cierta arrogancia etnocentrista en no querer darles tiempo. El feminismo occidental olvida además que ese «marco» al que llamamos islam alberga decenas de países y situaciones diferentes que utilizan medios semejantes para expresar significados no sólo distintos sino contradictorios entre sí.
— ¿Hasta donde es verdad y hasta donde es mentira el «conflicto del velo islámico?
No acabamos de aceptar que la arbitrariedad del signo lingüístico establecida por Saussure es aplicable también al campo social y que los recursos indumentarios y corporales, bastante reducidos, se activan semánticamente según el contexto político y social. Nuestros medios son finitos; nuestras ideas infinitas. Los hombres podemos dejarnos o no barba y la barba ha funcionado de muchas maneras: como símbolo de los revolucionarios de Sierra Maestra en Cuba, de los “progres” antifranquistas en España u hoy también, en el mundo árabo-musulmán, de la militancia de diferentes grupos islamistas. Lo mismo pasa con el velo. Mientras aceptamos la desemantización del signo indumentario en Europa, como resultado de una autonomía relativa —y quizás lamentable— del ámbito «estético» (no se sacan conclusiones de un pearcing: puede llevarlo también un joven votante del PP), seguimos interpretando de un modo unívoco y estrecho el uso del velo en el mundo árabo-musulmán. Esto forma parte ya de ese «orientalismo» fuertemente ideológico que quiere construir a toda costa un otro manejable, aunque sea fantástico y aunque así lo pongamos además en peligro. Pero el velo se lleva por motivos muy diferentes y expresa afiliaciones muy distintas —desde la pura integración consentida o forzada a la subversión consciente— en una teocracia como la de Arabia Saudí o en una dictadura laica como la que existe en Túnez. En Arabia Saudí, donde la mujer acaba de ser autorizada a conducir un coche y donde los bomberos se niegan a salvar de un incendio a escolares con la cabeza descubierta, el velo es la marca al fuego en el lomo de una bestia, el hierro de la esclavitud, la imposición brutal de ese wahabismo irracionalista que las potencias occidentales incluyen entre los «regímenes moderados». El caso de Túnez es muy distinto: allí donde es el laicismo el que reprime, encarcela, silencia y amordaza y donde la vestidura occidental de la clase media-alta suele ir acompañada de aculturación, acomodamiento, indiferencia ante los problemas del mundo y colaboracionismo con el régimen, el velo declara al contrario una toma de conciencia y un desafío político asumido libre y a veces heroicamente (contra leyes más severas que la Sarkozy en Francia). En ausencia de un laicismo democrático –exiliado o desarticulado y ninguneado desde Occidente-, el velo en Túnez, como la barba “progre” antifranquista, expresa públicamente la resistencia al mismo tiempo contra el régimen de Ben Ali y contra el imperialismo occidental en el que se apoya. Lo que hay que lamentar –o, aún más, imputar jurídicamente- es el retroceso que en este sentido ha experimentado un país como Iraq como consecuencia directa de la ocupación estadounidense: lo único que ha “liberado” la invasión de EEUU es el irracionalismo de los sectarios y el miedo de las mujeres.
Para ilustrar mejor esta cuestión, suelo contar siempre dos experiencias personales, una de Egipto y otra del Líbano. Viví en El Cairo entre 1988 y 1994 y allí conocí a dos jóvenes egipcias, Mona y Hoda, a las que llegué a admirar mucho. Eran dos mujeres extraordinarias en todos los sentidos: por su belleza física, por su formación intelectual, por su compromiso ideológico, por su conciencia de género. Eran, por así decirlo, de las nuestras. Habían estudiado en la Universidad Americana de El Cairo, eran muy sensibles a la situación social de su país y querían hacer algo por transformarlo. Les angustiaba particularmente –porque afectaba además a su vida cotidiana- el machismo tranquilo, asumido, capilar, que atravesaba y reproducía otras relaciones de dominio. Así que decidieron no conformarse con disfrutar de las ventajas relativas de las mujeres de su clase. Acometieron una acción heroica. En la plaza de Bab-al-Luq, en el centro de la ciudad, hay un café de nombre irónico, Hurriya, «libertad», uno de los pocos locales donde los clientes pueden al mismo tiempo beber cerveza y fumar la shisa (la conocida pipa de agua árabe) y donde, precisamente por esta razón y como en el resto de los cafés cairotas, el acceso está tácitamente prohibido a las mujeres. Yo no sé si se puede imaginar el ambiente: un centenar de hombres solos, cuarentones y altivos, envueltos en densas nubes de humo y con una enorme botella de cerveza Stela sobre la mesa; un público particularmente áspero en una sociedad en la que el consumo del alcohol se asocia al «baltagui»” (el matón) y el delincuente. Pues bien, Hoda y Mona, vestidas a la occidental, con sus jeans y sus mangas cortas, entraban en el café y pedían al camarero una shisa y una cerveza. Tras un minuto de silencio, que parecía interrumpir la seguridad varonil de los clientes, se imponía la lógica social que su presencia había activado y las miradas, los gestos, las notitas insinuantes, las proposiciones más desvergonzadas y explícitas, los insultos más ignominiosos llovían sobre mis amigas. Ellas aguantaban unos minutos, desafiantes y en tensión, y salían finalmente perseguidas por dos o tres o cuatro hombretones que habían interpretado sin vacilaciones su gesto como una oferta sexual y que no aceptaban ahora una retirada. Lo repitieron varias veces, pues eran valientes y orgullosas, pero al final tuvieron que rendirse: la presión era tan insostenible que salían del Libertad asqueadas, humilladas y psicológicamente deshechas. Poco tiempo después Hoda y Mona decidieron aceptar una beca para estudiar en Bélgica y EEUU y abandonaron Egipto.
La otra historia es algo así como la figura incusa de ésta. En septiembre del 2002 estuve en el Líbano, con ocasión del 20 aniversario de las matanzas de Sabra y Chatila, y acudimos en Beirut a una Asociación de Mujeres gestionada por Hizbullah y dedicada a impartir enseñanzas y prestar protección y asesoramiento a las jóvenes chiíes del barrio. Yo asistía al encuentro en calidad de intérprete como único hombre en un grupo de mujeres del Estado español a las que preocupaba particularmente la cuestión de género, pero escasamente familiarizadas con el mundo árabe y el islam. Y creo que todos nos quedamos muy sorprendidos, y hasta desarmados, ante las maneras y el discurso de nuestra anfitriona, la directora del centro, una «fanática fundamentalista», perteneciente a un grupo «terrorista», que eliminó inmediatamente todas las distancias –con su manera franca de abordar los temas más comprometidos- y nos impuso incluso una suave superioridad política e intelectual. La imagen preconcebida de una «fundamentalista» encerrada en la Edad Media chocó con la de esta mujer muy culta, muy preparada, muy acostumbrada a tratar en pie de igualdad con hombres e imponerles su criterio; una mujer que conocía nuestra cultura y nuestras fuentes mucho mejor –claro- de lo que nosotros conocíamos las suyas y que aceptaba con mucha más naturalidad que nosotros la “diferencia” del interlocutor. Esta mujer (le pido disculpas por haber olvidado su nombre) llevaba cubierta la cabeza con un velo. Y le preguntamos, claro, por la cuestión del velo, todavía con una cierta condescendencia etnocentrista, desde la posición un poco arrogante de las «liberadas» occidentales. Su respuesta fue más o menos la que sigue: «Vivimos en una sociedad muy machista y eso no tiene que ver, o no sólo, con el islam. Con arreglo a las representaciones de esa sociedad, la mujer pertenece a la naturaleza y el hombre a la cultura y el paso de la naturaleza a la cultura está reglado también por mecanismos muy machistas. Ese es el paso de la no-humanidad a la humanidad, de lo privado a lo público, de la pasividad invisible a la intervención decisoria, del ámbito familiar al ámbito político. El velo es una elección estratégica. Mediante él nos humanizamos, nos convertimos en sujetos de razón, nos volvemos “audibles” e influyentes, dejamos de ser un objeto amenazador o despreciado para pasar a ser “iguales” a los hombres, a los que podemos así disputar el espacio político y al mismo tiempo –y por eso mismo- imponer otro modelo de relación con las mujeres. En estas condiciones sociales y antropológicas, el velo es nuestra única posibilidad de participar en la vida pública, la única vía para transformar la sociedad y cambiar también a los hombres y pensamos por tanto en un futuro en el que podremos salir, hablar y hacer política sin él. Pero para quitarnos el velo primero tenemos que ponérnoslo».
Las admirables Hoda y Mona acometieron un gesto heroico y se desgastaron muy rápidamente, poniendo fuera de juego –al menos de momento- su talento, su formación, su energía, como instrumentos de transformación social. La «feminista» de Hizbullah –pues a su manera lo era sin duda- decidió aceptar conscientemente el velo como el vehículo contextualmente inevitable a través de cual podía introducir su talento, su formación y su energía como instrumentos de transformación social de su comunidad. No creo que un partido chií inspirado en la doctrina de Jomeini vaya a permitir cambios realmente decisivos en términos de emancipación femenina, pero puede facilitar sin querer la toma de conciencia de muchas mujeres, la presencia de mujeres en espacios de decisión política y, a la larga, la erosión de la relación de dominio patriarcal en los medios chiíes libaneses. En todo caso, desde occidente no podemos eludir el incómodo dilema que proponen las dos historias que acabo de contar; y me pregunto si nuestros movimientos feministas no deberían plantearse la posibilidad de trabajar e intercambiar experiencias –quizás se esté ya haciendo- con mujeres de organizaciones no sólo musulmanas sino islamistas, lo que puede redundar en beneficio de todos, individual y colectivamente.

— Entre los regímenes políticos y el islam hegemónico y el interesado discurso occidental, un feminismo árabe e islámico tiene un margen escaso
Quiero aclarar en cualquier caso dos cuestiones. La primera es que el peligro —muy claramente delineado en el horizonte de la «guerra de civilizaciones»— es el de acabar reivindicando el velo en sí mismo, no como un instrumento sin el cual, en determinadas condiciones, es imposible intervenir en el mundo, sino como una marca identitaria y como el signo neurótico de una «liberación» invertida. He querido aquí ilustrar la polisemia social del velo en un contexto muy rico, muy variado, y también el «orientalismo» que sigue presidiendo nuestra relación –la de la izquierda occidental- con el mundo musulmán. Ni podemos reivindicar el velo sumariamente, como una diferencia cultural postmoderna, ni podemos convertir el velo, también sumariamente, en una expresión del horror medieval en el que vive el islam. Defender el velo desde un relativismo fascinado o incluso intimidado es dar la razón a quien no queremos dar lecciones e invierte la relación de poder, sin suspender su lógica, excluyendo por tanto el terreno común de una discusión política en pie de igualdad. Pero defender la prohibición o abolición del velo como condición de la liberación femenina en el mundo árabo-musulmán (o entre los inmigrantes de nuestras ciudades europeas) es en estos momentos casi más peligroso; es casi como pretender que, para liberar a las mujeres musulmanas de la tiránica superstición de la virginidad, hay que mandar algunos aguerridos marines a que las violen a los dieciséis años.
La segunda cuestión es de algún modo el resumen de todo lo dicho hasta ahora. La posibilidad enunciada de una liberación del islam desde el interior del islam es impedida no sólo por los irracionalismos sectarios en la región sino por las fuerzas exteriores que los alimentan y cortan toda salida a sus ciudadanos. Todos los retrocesos en materia de género son inseparables de la intervención imperialista, directa o por vía interpuesta, en los países de la zona, intervención que tiende a esquematizar y radicalizar la separación entre el mundo occidental y el mundo musulmán y a cerrar toda posibilidad de enseñanza recíproca. Una sociedad como la nuestra, que identifica cada vez más islam y terrorismo, no puede exigir a sus víctimas que sean más finas a la hora de hacer distinciones. Es difícil aceptar que se pueda aprender erotismo de un violador; es difícil aceptar que se puede aprender algo bueno (en el terreno político o cultural) de una «civilización» a la que se asocia a bombardeos, torturas, masacres de inocentes, invasiones, humillaciones, saqueo de recursos y dictadura política. El terreno está abonado en ambas partes para las demagogias, pero sigue siendo un misterio por qué sigue habiendo menos demagogia –con toda la que ya hay- precisamente del lado de los que más sufren. Quizás porque hace falta siempre más demagogia para agredir que para defenderse.

  • Esta entrevista fue realizada antes de la invasión de Gaza y del linchamiento del Líbano, nuevos crímenes israelíes que desgraciadamente han venido a confirmar las reflexiones aquí desarrolladas por el autor.

Luchar por la solidaridad de los pueblos latinoamericanos caribeños

El hermano Brooklyn Rivera está en la Unidad Nicaragua Triunfa, nos acompañó en la inaugura-ción de este evento y, creo que algo muy importante en este ejercicio de reconciliación, es que, con los hermanos de la Costa del Caribe de Nicaragua, con Yatama, que es la organización del pueblo miskito… ellos habían votado por la UNO, estuvieron en alianza con la UNO en el 90; fueron en alianza con el PLC en el 96; fueron en alianza con el PLC, nueva-mente, para el 2001; votaron por doña Violeta, por el Doctor Alemán, y por el Ingeniero Bolaños, con la esperanza de que se hiciera realidad la Ley de Autonomía.

Esta es una ley, que todavía está con muchas debilidades, no se cumple a plenitud; pero, llegaron al convencimiento de que estos tres gobiernos ¡no les cumplieron! Les dieron la oportunidad y ¡no les cumplieron!

Finalmente, ahora para estas elecciones nacionales, vamos en alianza con Yatama. Es la primera vez que integramos una alianza con ellos. Eso es un fenómeno nuevo, y tiene que ver mucho con lo que es la reconciliación y, donde la entrada en vigencia de la Ley de Autonomía es el elemento fundamental.

También hemos logrado reconciliarnos con la Iglesia Católica. Con ellos y, en particular con Su Eminencia el Cardenal Obando, nosotros mantuvimos una relación con altibajos, pero, siempre se mantuvo la relación, aún en momentos más complicados, más duros.

Cuando luchábamos contra Somoza, el entonces Arzobispo de Managua, Monseñor Miguel Obando y Bravo… a solicitud del Frente Sandinista, en una operación que el Frente llevó a cabo, para lograr la liberación de varios prisioneros, entre los que me encontraba yo… el FSLN fue, el que pidió a Monseñor Obando que fuera garante ante Somoza ¡que no era fácil! porque Somoza, estaba dispuesto a desbaratar el lugar ocupado por el Comando sandinista… ¡no estaba dispuesto a ceder!

Al final, la posición firme, de reconciliación del Cardenal, entonces Monseñor Miguel Obando y Bravo, facilitó una salida que no fuese cruenta. Desde ese momento, Somoza le empezó a llamar “el comandante Miguel” al Cardenal Obando; lo calificó como un comandante sandinista más.

Antes de eso, es importante reconocer que, cuando nos encontrábamos en la cárcel, yo permanecía más de siete años en la cárcel, donde nos tenían totalmente aislados y no teníamos la posibilidad de recibir libros, revistas, oír radio, ver televisión ¡todo eso estaba prohibido!… nos tenían aislados. Éramos siete compañeros que, estábamos, en condiciones muy difíciles y, allí, llegaba el Cardenal Obando a visitarnos; a pesar que Somoza se molestaba, él pedía autorización para visitar la cárcel y, cuando llegaba visitaba a los reos comunes y después, pedía ir donde estábamos nosotros. Y se lo querían negar, pero él insistía y, al final, lo dejaban pasar.

Teníamos una relación también, por el conocimiento que él tenía de mi madre, porque nacimos en el mismo pueblo, La Libertad, Chontales; mi madre, el Cardenal y yo, nacimos en La Libertad, y había esa afinidad.

Nos visitó en varias ocasiones, cuando hacíamos huelgas de hambre; una vez hicimos una que duró 45 días, pidiendo la libertad de un profesor salvadoreño, Efraín Nortan Walton, que había sido capturado en la época de Somoza, ya había cumplido pena y no lo querían liberar; y pedíamos también, la libertad de un ex guardia de Somoza, Francisco Ramírez, que se incorporó al Frente, nos entregó el fusil, lo descubrieron, lo capturaron y lo metieron preso.

Ya había cumplido condena y no lo dejaban libre, entonces nosotros, hicimos una huelga de hambre, que duró 45 días y, allí, llegó el Cardenal Obando a mediar, interceder para que, al final, cedieran. Había protestas en las calles, pero el gobierno estaba muy duro y, al final ¡cedió!

Al triunfo de la Revolución, nos acompañó el Cardenal, estaba en la Plaza. Cuando la toma del Palacio, inmediatamente lo llamamos; después, al triunfo de la Revolución, nos acompañó. Pero, aquí se presentó un fenómeno en Nicaragua, que fue un fenómeno latinoamericano, el fenómeno de la Teología de la Liberación.

Nosotros, en ese momento, no llegábamos a dimensionar las grandes contradicciones que generaba la Teología de la Liberación. Yo diría que todavía en los 79, 80, no hacía crisis en el seno de la Iglesia Católica… estaba planteado el debate, las discusiones, pero, de repente, aquello se tornó, altamente conflictivo, en el caso de Nicaragua.

En la medida que algunos sacerdotes fueron ocupando cargos, y comprometidos con la Teología de la Liberación, vino el Papa, y nos pidió que los retiráramos de los cargos. Realmente, hizo la solicitud con todo respeto, pero, bueno, nosotros pensábamos que era saludable para el país, por la experiencia de estos sacerdotes, que se mantuvieran al frente de estos cargos y eso, nos generó una contradicción.

Una contradicción que no contribuyó y que, quizás, ya uno con el paso del tiempo, piensa… si hubiésemos actuado con más flexibilidad, nos hubiésemos entendido con los mismos sacerdotes, pero, no fue posible! Nuestra juventud, nuestra rebeldía, nuestra energía, no nos permitía actuar con tanto cuidado, con tanto tacto y ¡tuvimos contradicciones fuertes!

Pero, en medio de las contradicciones, siempre mantuvimos, yo mantuve la comunicación con el Cardenal Obando, con la Conferencia Episcopal. Y, luego de los Acuerdos de Esquipulas, donde acordamos formar Comisiones de Reconciliación en cada país centroamericano, Nicaragua fue la primera en formarlas. Yo, regresando de esa reunión, invité al Cardenal Obando para que presidiera la Comisión de Reconciliación; invité también a un pastor evangélico, el Reverendo Gustavo Parajón, como Vicepresidente, ¡y ayudaron mucho!

Indiscutiblemente, la voz, la fuerza de un líder religioso, para ayudar a generar confianza en un clima tan duro, como el que vivíamos en Nicaragua, era determinante, y que se pudiera poner fin a la guerra; que se pudieran entender las familias nicaragüenses, en los lugares de mayor conflicto, donde, no era posible, hasta ese momento, ni siquiera cruzarse palabras.

Este proceso de reconciliación, halló adoquines, y su momento culminante, diría, fue en el año 2004; siempre, nosotros en comunicación con el Cardenal, él hacía su mensaje; las fuerzas que nos adversan tomaban el mensaje como mejor les parecía. Le tenían mucho respeto al Cardenal, lo admiraban, lo alababan; los medios de comunica-ción que están al servicio del gran capital, y que no les gusta pagar impuestos, también hacían lo mismo.

¡Sí, no les gusta pagar impuestos! En Estados Unidos pagan impuestos, en todas partes se pagan impuestos… aquí, no les gusta pagar impuestos. Ellos también alababan al Cardenal, porque agarraban ciertos mensajes, así como ciertos mensajes de Su Santidad el Papa, para convertirlos en mensajes políticos en contra del Frente Sandinista, manipulándolos.

En el 2004, el Cardenal decide aceptar oficiar una misa el 19 de Julio, una misa por la reconciliación. Ese fue nuestro pedido, una misa por la reconciliación en la Santa Iglesia Catedral. Su Eminencia celebró la misa, algunos de ustedes que nos acompañaban para los actos del 19 de Julio, estuvieron participando de esa misa…

De allí en adelante… el Cardenal dejó de ser el bueno para los ricos, para los capitales que están detrás de algunos medios de comunicación. Ya se convirtió, entonces, en el malo. Empezaron a ridiculizarlo, a caricaturizarlo de la forma más irrespetuosa, más grotesca, más vulgar.

Y el Cardenal, que antes fue para ellos un héroe, se volvió villano, simplemente, porque decidió hacer una misa por la reconciliación. ¡Qué mentalidad! ¡Qué veneno el que tiene esta gente adentro! ¡Qué resentimiento! tiene esta gente! Y esto explica, porqué ellos son los que siguen alimentando la confrontación.

Como les decía, a pesar de la campaña que ha sido feroz, en contra de la Iglesia… ¡una campaña terrible! ahora, la iglesia es mala, porque acepta hacer una misa por la reconciliación y porque la realizó el Cardenal en el año 2005 y la volvió a realizar este año 2006. ¡Eso es malo! según ellos. Es una actitud dictatorial; ellos que tanto hablan en contra de la dictadura, son los mayores dictadores.

Hemos logrado este avance con la Iglesia, en el proceso de reconciliación… sin condiciones, lógicamente; ellos, con su posición crítica; nosotros respetando esa posición. Lo importante es que todos somos nicaragüenses, todos somos hijos de un mismo Dios, en todo este Planeta y, en pueblos como los nuestros, donde el 99.9% de la población es creyente, habrá un 0.01 % no creyente… pero, de repente, el no creyente ¡también invoca a Dios!

En este pueblo, que es tan católico, cristiano, evangélico, indiscutiblemente que la Iglesia Católica y la Evangélica, están contribuyendo a que erradicamos el odio; porque nuestro mensaje es ése y, no se trata de olvidar. Nadie puede olvidar a sus muertos, pero, no se trata de estar recordando a los muertos para alimentar odio y confrontaciones ¡no se trata de eso!

Nosotros consideramos que el mensaje de la reconciliación, está avanzando, pero, por otro lado, está el mensaje de la confrontación, del odio; la campaña sucia. Nosotros hemos dicho, a la campaña sucia, no le respondemos con campaña sucia. Le respondemos con nuestro programa, con nuestras propuestas, con la reconciliación, el entendimiento.

Y debemos librar también la batalla contra las artimañas y maniobras que, con todo el poder que ellos tienen, pueden montar. Ahorita, por ejemplo, como parte de la campaña que quiere favorecer a determinado candidato, un canal televisivo que está al servicio de ese candidato, es de los que más siembra la confrontación, el odio y el veneno; junto con la CNN, donde ya no está nuestro amigo Ted Turner.

Cuando estuvo Ted Turner en la CNN, yo diría que tuvo una actitud decente; luego que salió Turner, la CNN se ha convertido en un instrumento al servicio de las políticas de la confrontación y de la fuerza.

Entonces, viene la CNN con este canal televisivo, deciden, por sí y ante sí, organizar un debate ¡sin consultar con los candidatos! Es decir, con una mentalidad patronal, ellos deciden organizarlo; deciden quiénes van a ser los moderadores; deciden el día, la hora, el local del debate. Y, simplemente, empiezan a publicar un anuncio en el que dicen “que invitan” a los candidatos, al debate… ¿qué se han creído? Se creen los dueños de Nicaragua, ahora, los de la CNN y los señoritos éstos del Canal 2, porque son unos señoritos, con ínfulas de príncipes, los que tenemos allí, en el Canal 2.

Organizan el debate y todo esto ya está montado; combinados con un diario, que ya adelantó la encuesta, porque ellos tienen sus líneas de encuestas y, en ella, ya está claro que la gente está a favor de que, se tiene que ir al debate. Y si van, y preguntan a la población ¿cuántos están viendo los debates en televisión? ¡Muy poca gente está viendo debates por televisión.

Por dos razones, uno, que los debates están totalmente dirigidos a favorecer a las fuerzas de derecha, donde todos ellos, su mensaje es de confrontación en contra de la Unidad Nicaragua Triunfa. Es un mensaje de confrontación y, todos están disputándose, que ellos son los que van a acabar con Daniel, con esta Unidad Nicaragua Triunfa. Esa es la disputa entre ellos.

Pero, además, está el otro problema… ¡están los apagones! Es decir, ¿quién estará viendo programas de televisión ahora, si la gente se está perdiendo la telenovela? porque aquí, la gente lo que más ve, son telenovelas, películas, programas de humor; los niños, con “los muñequitos” como decimos aquí.

Como tenemos apagones y ayer, estaba conversando con la Comandante Elia María Galeano, una comandante de campo de la Resistencia, de las que combatían; hermana de Israel Galeano, uno de los grandes líderes de la Resistencia, que en paz descanse. Ella, con un grupo de comandos, se incorporó a la primera alianza que hizo el Frente con la Resistencia, en el año 1996.

Estaba conversando con ella y me contaba de un recorrido que andaba haciendo, por el lado de Ayapal, Wamblán, comunidades que están en la profundidad de la montaña, en los departamentos de Jinotega, por la Costa; al lado de Wiwilí, Nueva Segovia, Murra. Ella es originaria de esa zona; toda su familia estuvo con la Resistencia, con la Contra.

Me comentaba que conversando con antiguos miembros de la contra que han estado con el Partido Liberal, en estos años, le decían: pero es que va a volver la noche negra. Y ella le decía, pero, “acordáte que la noche negra, era porque nosotros les volábamos las torres.” Porque la Contra, volaba las torres de energía y dejaba a oscuras… no era un problema de falta de abastecimiento de petróleo, bunker; o de que las plantas hidroeléctricas no estuviesen funcionando; o que no funcionaran las plantas geotérmicas.

Porque, en medio de la guerra, nosotros ¡construimos dos plantas geotérmicas! que le incorporaron 70 megawats al sistema nacional. A ustedes, les deben sonar ridículas estas cifras, porque, la demanda de energía de Nicaragua, anda por los 450, 500 megawats y, la producción en estos momentos, puede andar por unos 400 megawats, y para nosotros, incorporar esos 70 megawats, ¡era una hazaña!

Y los incorporamos con energía propia, porque tenemos un potencial de hasta 3,000 megawatas en la geotermia. Y allí, en la base del Volcán Momotombo, se construyeron dos plantas. Gracias a la solidaridad nos venía el petróleo, teníamos bunker, diesel, para alimentar las plantas térmicas y, teníamos las plantas hidroeléctricas.

Es decir, no era un problema de capacidad instalada ni de producción de energía, sino que el problema nos lo creaban, como le recordaba la Elia María al otro comandante de la Contra. “lo creábamos nosotros, porque nosotros volábamos las torres.” Era la contra, la que volaba las torres de energía y cuando lo hacían, nos dejaban sin luz. ¡Ese era el problema!

Y ahora, le decía Elia María, ¿ahora, cómo estás? hablándole de la situación económica, social. Les decía que en estas condiciones, muy poca gente ve televisión, porque con los apagones de 8 horas… ayer, fue un apagón grande en Managua; un día anuncian que los van a reducir, otro día anuncian que se incrementarán.

Un día dicen que van a ser de 8, 10 y hasta 12 horas; otro día dicen que van a ser de 2 horas. ¿Dónde está el problema? El problema es que no han invertido en proyectos energéticos, donde utilicemos nuestros propios recursos. No ha habido una política de Estado… Ha habido unas pequeñas inversiones, no lo vamos a negar, pero, no ha habido una política para multiplicar esta inversión.

Se podría estar multiplicando plantas de energía en todo el país, pequeñas plantas de energía como las que están desarrollando en Brasil, donde han logrado desarrollar de 5, 10 megawats; no son esos grandes megaproyectos, pero, son plantas hidroeléctricas que en el corto plazo, ya están funcionando.

Además, como el régimen de lluvias es cada vez más irregular, podemos identificar bien las zonas donde haya un mejor régimen de lluvia, y allí, instalar plantas hidroeléctricas. En las zonas, donde el régimen de lluvias no es muy bueno, también la planta hidroeléctrica, porque si no llovió, buscar alternativas con plantas geotérmicas. Tenemos el potencial en Nicaragua.

Nicaragua tiene recursos para autoabastecerse y vender energía en Centroamérica; en estos 16 años, no se ha invertido; el Estado no se ha metido a hacer una política de estímulo a la inversión, sino que más bien, han puesto obstáculos y trabas. ¡Y miren lo que está pasando en estos momentos en Nicaragua, en plena economía neoliberal! Es decir, ¿este es el éxito de la economía neoliberal? Privatizaron y miren los resultados… apagones por todos lados.

Les decía que, el famoso debate que han organizado, es una conspiración! La CNN conspirando con el canal ése, y con el diario que todos conocemos; una conspiración para favorecer al candidato que también, todos conocemos.

Pero, la verdad es que ellos juegan con encuestas; un día nos ponen abajo; otro día nos ponen arriba, para tratar de darle credibilidad a sus mentiras, porque después, ponen arriba al que a ellos les interesa. Por eso, es que yo insisto con el pueblo nicaragüense y les digo: la encuesta va a ser el cinco de noviembre, cuando se haya depositado y se haya contado el último voto.

Quiero referirme a un tema muy importante y es la labor de Observación. Aquí, en 1990, vinieron muchos observadores; el Consejo Supremo Elec-toral, era totalmente sandinista, y era un Consejo Electoral eficiente, no se le pudieron erigir faltas.

Aquí se estableció una forma de votación para acercar la mesa de votación al votante, lo que hace que las elecciones en Nicaragua, sean de las más claras en América Latina. Los que siempre están tratando de descalificar, han montado una campaña en contra de que los costos son tan elevados.

La respuesta es la siguiente: si queremos costos bajos, alejemos las mesas de los votantes y, vamos a tener entonces, un enorme abstencionismo. Lo que nosotros hicimos, fue acercar las mesas a los votantes, para que la gente, caminando llegara a ellas y que, en cada mesa de las Juntas de Votación, vote un máximo de 400 personas.

Ese fue un esfuerzo que hicimos, de manera extraordinaria, para lograr que la mayor parte de los nicaragüenses votaran, y lo hicimos, desde el año 1984, en la primera elección. Ya estaba instalado ese sistema y para el 90, lo desarro-llamos para mejorarlo.

Y, con un Consejo Electoral sandinista, con las encuestas que decía que nosotros ganábamos, al final, el Consejo reconoció los resultados, y nosotros admitimos un revés electoral ¡y entregamos el Gobierno! Esa es la realidad. Y todos los observadores que estuvieron en esa ocasión ¡muy contentos!

Luego, en el 96, el Consejo Electoral ya era otro, como resultado de la campaña revanchista, que fue alimentada por sectores de la UNO, por toda la UNO, pero en el Gobierno hubo sectores revanchistas que alimentaron esa campaña, despidieron a miles de trabajadores del sector salud, miles de profesores, a todo aquél que estaba calificado como sandinista. Fue una represión, una violación a los derechos humanos, ejercida por los demócratas.

Porque ellos se dicen muy demócratas, nosotros no somos demócratas; todos ellos se autodefinen como las fuerzas democráticas, que están luchando contra la fuerza antidemocrática, que es el Frente.

En esta ocasión, también lanzaron su revanchismo hasta los Poderes del Estado, Corte Suprema de Justicia; Poder Electoral, Contraloría, etc.; fueron trabajando de tal manera que, se trataba de una persecución por la forma de pensar del ciudadano. Si era sandinista, no podía ser Magistrado… ¡había que despolitizar! quitando al sandinista y poniendo a quién? al liberal, al conservador, al demócrata cristiano, al que era de la UNO. Eso era democratizar.

Poner al que está al servicio del capital, porque los del COSEP, los capitalistas, también proponen siempre a sus candidatos para los Poderes del Estado… ¡para despolitizar! Es decir, para entregar, lógicamente, el poder a las fuerzas más conservadoras y derechistas.

Se formó un nuevo Consejo Supremo Electoral, con una Presidenta que venía del sandinismo y que terminó, dedicándole canciones al doctor Alemán; porque a la señora le gusta cantar y cada vez que cumplía años el doctor Alemán, le dedicaba canciones… ¡la Presidenta del Consejo Supremo Electoral!

Entonces el Consejo… ¡era despolitizado! porque los sandinistas no teníamos mayor presencia en él. Ese proceso electoral, fue totalmente desordenado, viciado, corrupto; faltaba un mes para las elecciones y no nos entregaban el Padrón Electoral, pero el Partido Liberal ya lo tenía en sus manos. Recordemos que aquella elección fue polarizada, entre el Partido Liberal y el Frente; aunque participó también el APRE, pero realmente, se polarizó entre las dos fuerzas.

El día de las votaciones, esto fue un desastre y, algunos de ustedes, que estuvieron aquí en Nicaragua, observaron lo que pasó en aquella ocasión. No solamente se observó, fue filmado por todos los medios de comunicación nacional e internacionales. Al día siguiente de las votaciones que recibí en la Oficina Nacional del Frente a algunos observadores, que son los que valen para la gente del Norte.

Recibí al Expresidente César Gaviria, que era entonces el Secretario General de la OEA; al Expresidente Carter y al entonces Expresidente Oscar Arias, que andaba como parte de la misión. Les di la bienvenida y les dije: ya vieron lo que pasó.

Tomó la voz cantante el Presidente Arias y me dijo: “Daniel, en cualquiera de nuestros países, por hechos mucho menores de los que hemos observado aquí, se suspenden estas elecciones y se convoca de nuevo a elecciones; pero aquí, no puede pasar eso, porque acuérdense, están ustedes, la Revolución, los Estados Unidos. Tienen que entender ustedes que no hay más que aceptar.”

Salieron de la reunión, dieron sus declaraciones, dijeron que las elecciones habían tenido sus debilidades, pero que ¡estaban bien…! Desde ese momento ¿qué podemos confiar nosotros en los observadores? ¿Qué confianza podemos tener en ellos?

Hay observadores que vienen, que nos acompañan, realmente, con una actitud constructiva, respetuosa; pero, hay observaciones que son totalmente injerencistas, irrespetuosas y que están, simplemente, para facilitar o crear condiciones, para que ganen los que son los candidatos del capital; los candidatos del neoliberalismo; y, para evitar que gane una fuerza como el Frente.

¿Qué está pasando en estos momentos? y es importante que ustedes, hermanos de la COPPPAL, lo conozcan. Primero, da la casualidad… ¡que no es ninguna casualidad, ya lo sabemos!… que cuando, recién asume la Secretaría General de la OEA, el amigo José Miguel Inzulsa, aquí en Nicaragua hay un debate entre la Asamblea Nacional y el Ejecutivo.

Se han llevado a cabo unas reformas, el pecado de las cuales, es darle más poder a la Asamblea y quitarle poder al Presidente. Ese era el pecado de las reformas; porque nosotros, estamos convencidos que hay que restarle poder al Presidente y darle más poder a la Asamblea y… que hay que restarle poder a la Asamblea y darle más poder al pueblo, abriendo espacios de participación ciudadana.

Simplemente, estamos buscando cómo fortalecer lo que es una democratización del poder en Nicaragua; pero, como el que está en medio de esto, llevando la iniciativa es el Frente, entonces, hacen venir al Secretario General ¡en su primera misión! a Nicaragua. Donde, no habían grandes manifestaciones en las calles, no habían tumultos, no había una situación de ingobernabilidad, simplemente, el debate normal que se da entre un Parlamento y un Presidente, o un Primer Ministro en el caso de Europa.

Mientras, en Ecuador y en Bolivia, el pueblo está en las calles y los gobiernos ¡están a punto de caer! Yo le decía a José Miguel: tendrías que estar en Bolivia, en Ecuador, no en Nicaragua; pero, lo mandaron a Nicaragua. ¿Quiénes lo mandaron a Nicaragua, quiénes presionaron para que viniera aquí?

En lo que es este proceso de observación de la OEA, ¿con qué nos encontramos? Con una OEA, que tiene la misión más grande instalada en país alguno de América Latina; la misión más costosa, pagada, en un 80% por el Gobierno norteamericano. ¿Qué tarea le han encomendado a la misión, entre otras? Descalificar el proceso.

Ahora, hay que descalificar el proceso, porque el Frente va a ganar! y, el actual Consejo Supremo Electoral, entre sus miembros, empezando por su Presidente… ¡es el mismo Presidente del Consejo Supremo Electoral que le dio la victoria al Ingeniero Enrique Bolaños para el 2001! Ese Presidente del Consejo Supremo Electoral que entonces, era reconocido y aplaudido como muy eficiente y muy honesto, cuando le da la victoria al Ingeniero Bolaños… ahora, ya no es ni eficiente, ni honesto.

Ya dejó de ser eficiente y honesto; ahora, ya es sospechoso de estar promoviendo un fraude, sencillamente, porque están convencidos ellos mismos, que, independientemente de las encuestas que inventen… ellos saben que aquí, hay una tendencia irreversible para una victoria de esta Unidad Nicaragua Triunfa.

¿Qué han hecho? Han hecho algo que tampoco tiene precedente… la OEA, cuando va a observar, le presenta el informe a la Asamblea, después de las elecciones. En cambio aquí, ya empezó a presentar informes; presentó un primer informe en el mes de agosto, donde tienden a descalificar el proceso electoral. ¿Cuáles fueron los titulares de los medios al servicio de la oligarquía, del capitalismo salvaje? OEA confirma el fraude.

Esos fueron los titulares, a pesar de que, el Secretario General, José Miguel Insulza, después que el Presidente de la misión de la OEA en Nicaragua, el excanciller Gustavo Fernández de Bolivia, rindió su informe; el Secretario General hizo una intervención donde trató de ubicar, realmente, lo que es el proceso electoral nicaragüense, con sus defectos, pero también con sus avances cualitativos y señalando, que no hay proceso electoral perfecto en el mundo.

Ya están preparando el segundo informe y lo van a presentar en octubre, digamos a pocas semanas de las elecciones. La intención es que ese informe, sea un informe que reciba el respaldo de la mayoría de los miembros de la OEA, para descalificar el proceso electoral en Nicaragua y, por lo tanto, restarle legitimidad a la victoria de la Unidad Nicaragua Triunfa.

Ese es el plan, así está trazado. Ya el primer informe se presentó en agosto, están preparando el segundo informe para octubre. Claro, que cuando presentaron el primer informe en agosto, lo respaldó, lógicamente, en primer lugar, el Representante del Gobierno de Nicaragua… él tiene su candidato, porque el gobierno de Nicaragua, el Presidente, tiene su candidato. Pidió el respaldo de todos los Representantes de la OEA a ese informe y, ¿quiénes se sumaron? Lógicamente, Estados Unidos, El Salvador y Guatemala. El resto de los países, no se sumó, e incluso, fue muy digna la intervención del Representante de Chile en ese debate.

Ahora, viene la segunda ofensiva para octubre y, nosotros tenemos la seguridad que, con la OEA actual, donde tenemos una gran mayoría de países latinoamericanos y caribeños con una posición digna, respetuosa; una actitud a favor de lo que es la independencia, la soberanía de nuestros pueblos. Estoy seguro, que aún cuando intenten buscar la aprobación de una resolución pensada para tratar de descalificar las elecciones en Nicaragua, seguramente, se van a encontrar, con que no van a lograr los votos.

Pero, el hecho de que llegue un informe y que lleve elementos destructivos, eso, manejado mediáticamente, independientemente que en el Consejo no logren los votos… va a tener su impacto; porque, a última hora, ¡qué les importa no tener los votos en el Consejo! Lo que les interesa es que llegue el informe y que luego, sea potenciado por los medios de comunicación, en esa guerra mediática que sostienen día a día, en contra nuestra.

Por eso, es que, con todo el respeto que nos merecen muchos de los miembros de misiones de observación de la OEA, del Centro Carter… nosotros hemos dicho que ¡no creemos en observadores! No podemos creer en observadores; creemos en los fiscales. Cada fuerza política pone sus fiscales y esos ¡son los mejores observadores para defender el voto!

¿Qué pasa con la OEA? Es una OEA que se mueve, en función… ¿de qué intereses? Yo no vi a la OEA preocupada, cuando se daba el debate en Estados Unidos, en la primera elección en que participaba el Presidente Bush, contra Al Gore. Estaba la discusión en La Florida y, Estados Unidos es miembro de la OEA, pero la OEA ¡no dijo esta boca es mía frente a un problema como ése! No dijo una sola palabra, no se fue a meter allá.

Es decir, vemos una actitud totalmente dirigida para tratar de evitar la victoria de… no evitar la victoria del Frente, porque ya eso lo dan por un hecho, sino, tratar de descalificarla, deslegitimarla. Ese es el plan que vienen desarrollando.

En todo esto, nosotros siempre les damos la bienvenida a todos aquellos amigos de la comunidad internacional, latinoamericanos, caribeños, norteamericanos, europeos, asiáticos, africanos, que quieran venir a acompañarnos. Un acompañamiento en estas elecciones, y que puedan observar, ver. ¡Eso es observar! Lo otro, es imponer un suprapoder sobre el Poder Electoral nicaragüense, quieren tomarse directamente, el Poder Electoral. Eso, sencillamente, no es posible, debe haber un respeto mínimo a nuestras instituciones. Pero ellos, están apostando por la descalificación de estas elecciones.

Queremos invitarlos a ustedes, a que nos acompañen en estas elecciones. El acompañamiento es respetuoso, eso no es injerencismo; el acompañamiento es para contribuir a que se fortalezcan las normas que tiene establecido el sistema electoral nicaragüense; para que se fortalezca la institucionalidad… para eso es el acompañamiento, no para venir a atentar contra la institucionalidad.

Tenemos que seguir luchando los nicaragüenses, como latinoamericanos, como caribeños, como ciudadanos del mundo, porque, esta batalla que estamos librando, realmente, borra las fronteras. Nuestros adversarios han borrado las fronteras; la globalización borra las fronteras. La globalización a favor del neoliberalismo, a favor del capitalismo salvaje.

Los pueblos, para defendernos, también tenemos que borrar las fronteras, tenemos que integrarnos, unirnos y, allí, cobra una enorme trascendencia este momento histórico que está viviendo América Latina y El Caribe, por la integración, la unidad latinoamericana y caribeña.

Tenemos que estrechar los vínculos con las fuerzas políticas europeas, norteamericanas, las más sensibles al sentido de la solidaridad y a las luchas que tenemos que librar por la sobrevivencia de la especie humana. Porque esos luchadores, están en todo el mundo.

Luchar por la solidaridad de los pueblos latinoamericanos y caribeños, que ¡nunca han sido agresores de potencia alguna! sino que hemos sido víctimas de las agresiones de las potencias y, por eso, es que, hoy más que nunca, tenemos que ratificar nuestra solidaridad para con el hermano pueblo de Cuba, que hoy es anfitrión de la Cumbre de Países No Alineados.

Nuestra solidaridad, nuestro respeto, nuestro cariño para Fidel, para ese pueblo. También nuestra solidaridad y nuestro cariño, para el pueblo Bolivariano de Venezuela, que encabeza el hermano Hugo Chávez. Nuestra solidaridad, nuestro cariño, para el pueblo brasileño, con nuestro hermano Lula; seguros de que va alcanzar la victoria, nuevamente, en octubre.

Nuestra solidaridad para con el pueblo boliviano, con ese líder de los pueblos originarios, Evo Morales; nuestra solidaridad para con el valiente, heroico, tenaz y luchador, pueblo puertorriqueño.

Nuestra solidaridad para con todos los pueblos de América Latina y El Caribe que, hoy más que nunca, están caminando con la frente en alto. Están haciendo sentir su voz; están actuando con un sentido de unidad, de integración.

No se está avanzando lógicamente, con los ritmos que todos deseáramos, pero, tendrá que hacerse realidad, la unidad latinoamericana y caribeña y, aún más… ¡tendrá que hacerse realidad la unidad de todas las Américas! Porque, algún día, el pueblo norteamericano, se va a sumar a esta gran unidad con los pueblos de América Latina y El Caribe.

Les agradecemos el reconocimiento que han otorgado a ese gran luchador centroamericano, nuestro hermano Shafick Handal, que está en nuestro corazón. Igualmente, el reconocimiento que le han otorgado a nuestro querido hermano, fundador del Frente Sandinista, Comandante Tomás Borge Martínez.

Gracias, hermanos de la COPPPAL, y ¡adelante, hacia nuevas victorias, unidos, siempre!

Los que sostuvieron la bandera roja en El Salvador

Los que sostuvieron la bandera roja en El Salvador…
Entrevista con Domingo Santacruz (segunda parte)

En convención del FMLN

“En 1933 el santaneco Daniel Castaneda, el Viejo Pío, asume la presencia como Partido Comunista. En 1934 otro santaneco, Virgilio Guerra (1904-1982) se le une a este esfuerzo. En esos mismos años aparece Miguel Mármol activando en Usulutan, Modesto Ramírez, Segundo Ramírez. Y todos los que sobrevivieron a la masacre de 1932.”

Daniel Castaneda, (1906-2002) de oficio sastre, fue secretario general del Partido Comunista de El Salvador, PCS. Fue sustituido en el V Congreso de 1964 por Salvador Cayetano Carpio.

“Y hay que señalar la contribución al proceso revolucionario por muchas décadas del intelectual revolucionario, abogado Miguel Ángel Vásquez, ((circa 1904-1990) quien participó junto con otro abogado, Moisés Castro y Morales en la fundación el 1 de mayo de 1925 del partido Comunista de Centro América en la ciudad de Guatemala, donde estaban exilados. Ellos fueron luchadores desde la década del veinte del siglo pasado.

Miguel Ángel Vásquez luego se exila en México y vivió allá por cuarenta años, era el director del Fondo de Cultura Popular. Muere en la ciudad de México a principios de los noventa.

Moisés Castro y Morales es originario de Chalchuapa pero vivió mucho tiempo en Usulutan. Fue profesor de la Universidad Popular en los años veinte y fundador del Partido Comunista de El Salvador el 30 de marzo de 1930.Muere en 1982 exilado en San José, Costa Rica.

Luis Felipe Recinos, que apoyo al laborista Araujo, anduvo con Alberto Masferrer y fundó a finales de los años veinte el Partido del Proletariado Salvadoreño. En 1921 participó en México en la creación de la Confederación General de Trabajadores.

Hasta Alfonso Rochac que luego fue ministro, se acercaba a los círculos obreros y fue profesor de la Universidad Popular.

El Dr. Salvador Ricardo Merlos, luchador demócrata de muchas décadas. Desde los años veinte hasta la lucha contra el dictador José María Lemus a principios de los años 60.

Y hubo internacionalistas como el mexicano Jorge Fernández Anaya, que era del Partido Comunista Mexicano y del Buró del Caribe de la Internacional Comunista, y a quien pude conocer en México y que jugó un papel destacado en los momentos iniciales del movimiento comunista salvadoreño.

Una vez hicimos un esfuerzo por recoger y sistematizar la experiencia revolucionaria de tres comunistas históricos salvadoreños bajo la orientación de un historiador soviético de nombre Serguei Semionov, que investigaba las luchas iniciales de los comunistas salvadoreños. Lo conocí en la reunión de la OLAS en 1967 en La Habana.

“Ya estando en Moscú los tres instalados surgieron diferencias sobre la metodología a utilizar. Mármol quería escribir una historia a partir del periodo precolombino. Al final no se realizó el proyecto y los tres regresaron a El Salvador. Estoy hablando de Miguel Mármol, Daniel Castaneda y Virgilio Guerra.”

Ingreso en 1964 al Partido Comunista de El Salvador

En 1962 conocí a Carpio. En 1964 nos propone a Pedro mi hermano y a mi que nos organizáramos en el Partido. Ingreso al Partido el 15 de mayo de 1964. Fui juramentado por Virgilio Guerra que era el responsable de la célula. Asumí el peudònimo de Nelson. La reunión fue en el garaje de una casa de esquina entre la 13 Av. Sur y la Calle Gerardo Barrios. La célula a la que me integre se llamaba Julius Fucik.

Otros miembros eran Roberto El Pichón Cea; Darío David Chumbulun Torres, que era sobrino de Lidia Torres Díaz; y el poeta y periodista Santiago Chanti Castellanos, que fue después asistente de Schafik.

Este Chumbulun fue parte de un grupo grande de militantes que fueron a entrenar a Cuba. Fue el segundo destacamento. Eran bastantes…65 compañeros. En el primero habían participado Blas Escamilla, Manlio Argueta, Jorge Arias Gómez, era un grupo más reducido. Les toco estar allá para la crisis de los misiles en octubre de 1962.

“Para esa época el FUAR estaba ya desapareciendo. Solo quedábamos los más curtidos. En agosto de ese año 1964 despedimos a los compañeros Alfredo y Julio, que se iban a estudiar a la Unión Soviética. El Movimiento Revolucionario 2 de Abril todavía existía pero de 225 miembros que llegamos a tener habíamos bajado a 100. Estaba todavía el PRAM con Roberto Carìas Delgado, con Pedro Mancìa Cerritos, y otros.”

“Como célula apoyábamos a la parte sindical, establecíamos contacto con trabajadores de fábricas, personalmente visite varias fábricas…de sacos, dulces, talleres mecánicos. En ese año me volví empresario y puse un negocio de relojería y joyería, me iba bastante bien. El negocio quedaba en el Mercado de san Miguelito. Allí me buscaban bastantes compañeros. A muchos los invitaba a almorzar.”

“Allí llegaba Carpio. El era semiclandestino. Hablaba en los mítines y llegaba a los locales sindicales. Lo visite muchas veces en su casa, en los diversos sitios donde vivió. En la Colonia Ferrocarril, en la Zacamil, en la Santa Ursula. Éramos amigos. El llegaba a la FUSS que se creo bajo su conducción en octubre de 1965.”

“En el FUAR fui responsable de la comisión de organización y esto me permitió conocer el trabajo de las demás comisiones y visitar las columnas. Schafik era el coordinador general. Tula Alvarenga coordinaba la Columna de Mujeres. Mario Moreira, la Columna estudiantil. Mario Medrano, la magisterial. Rafael Aguiñada, la Columna 9 de Mayo, en la que participaban Rafael Lizan, Tirso Canales y otros. Mario Aguiñada, la Columna Juvenil, junto con Armando Herrera, Dagoberto Sosa, Abel Cuenca (que esta en Suecia y es primo de Lucio) y otros. Blas Escamilla, la Columna Obrera.”

1966: en el Comité Departamental de San Salvador del PCS

“A principios de 1966 asisto a una asamblea departamental del PCS y soy electo para integrar el Comité Departamental. También eligieron a Tirso Canales, y a Roberto Armijo. La reunión se celebró en una finca al norte de Cojutepeque. Rafael Aguiñada presidió la reunión. Asumo el cargo de responsable de Organización. Es el área en la que sobresalía. Me dedique a la atención de células, al crecimiento orgánico del Partido…”

“Ese mismo año fui seleccionado para asistir a las celebraciones del 13 aniversario del ataque al Cuartel Moncada, en Cuba. Para estar en La Habana el 26 de Julio representando al PCS. Viaje solo hacia México y allí seguí las instrucciones dadas por Raúl Castellanos: decir un santo y seña en el hemiciclo de Benito Juárez a las 11 de la noche determinado día de julio. Funciono.”

“Y salimos para Paris. Viajábamos tres. Salvador Moncada y Héctor Oquelì Colindres, viajaban a la 4ta. Asamblea de la OCLAE. Conocía a Salvador porque junto con El Peche, Alfredo Castro Quezada, Roberto Vargas y Salvador Linares eran de la célula universitaria Frank Paìz. De Paris viajamos a Praga. Allí estuvimos una semana. Estuvimos platicando con Roque Dalton y Jorge Arias Gómez. Estaba también Miguel Mármol haciendo el libro de su vida, trabajando con Roque. Luego en un Britannia hicimos 23 horas de vuelo hacia La Habana, pasando cerca del Polo Norte.”

“Me impactó mucho el avance del proceso revolucionario cubano. Observar el socialismo en la práctica. Los cambios en la economía. Pude conocer la situación de las provincias. Pude hablar con mucha gente sobre el significado de la responsabilidad del poder. Me entusiasmaba ver el espíritu de entrega a la construcción del socialismo…”

“Visite los hospitales, para ver como habían cambiado y como se diferenciaban de los de nuestros países, que yo conocía. Y fue muy agradable verificar los cambios. Se iniciaba a aplicar el enfoque preventivo. Y había una formación acelerada de cuadros de la salud, de médicos. Estuve dos semanas en la isla. Regrese como vine, Paris, Praga, Panamá, y allí me detienen y me interrogan. Regreso por Honduras.”

“Al regresar al país me integro al esfuerzo del PAR-Nueva Línea, que era un partido opositor credo en los años cincuenta por el Coronel Ascensio Menéndez. Militar antimartinista. Fuimos a platicar con él, vivía en una finca ubicada en una loma, después del mirador de los Planes de Renderos. Me acuerdo que le decían “Cabro Loco.”

“En la directiva del PAR-Nueva Línea estaba Raúl (Castellanos) Schafik (Handal) y Rafael (Aguiñada). Rafael era el responsable político de este esfuerzo. Yo los apoye en el área de organización. El local del PAR estaba frente al Cine Magestic, donde hoy venden piñatas.”

“Fue en esa dirección que un día recibí un telegrama a mi nombre, desde La Habana, en la que los cubanos nos pedían realizar actos de protesta contra los bombardeos norteamericanos a Vietnam, a Hanoi. Inmediatamente fui a enseñárselo a Schafik y nos incorporamos a esta denuncia internacional.”

La campaña del PAR-Nueva Línea

“El esfuerzo político que como PAR realizamos fue muy grande. Llevamos a Fabio Castillo Figueroa como candidato a la Presidencia. Recorrimos todo el país educando, movilizando, organizando. Schafik acompañó toda la campaña. Lo acompañaron como seguridad Pedro Santacruz y Alejandro “Chiricuto” Montano, que vive en Estados Unidos. Fue una campaña muy intensa. Con Fabio nos echamos todo Morazán, que ya yo conocía. Al final logramos sacar 27,000 votos.”

“Como candidato a alcalde de San Salvador llevamos al Dr. Napoleón Rodríguez Ruiz, el papá de Pepe, que le decían “Pistola Cuta” por su baja estatura. Había que llevar una grada para que hablara en las tribunas. A este esfuerzo se unieron muchas personalidades democráticas cercanas al Partido, como José María Méndez padre, el oftalmólogo Roberto Bracamonte y otros.”

“Fabio era muy entusiasta, a la vez que obstinado. Al principio tuvo dificultades para comunicarse por su forma de hablar pausada, reflexiva. Se le puso a la par a Farid Handal para que complementara. Farid hablaba de sobarle el lomo a la bestia…Luego Fabio aprendió y se soltó a hablar y lo hacía muy bien. Se ganó el cariño de la gente…”

“Hay que señalar que con la participación de la izquierda, del Partido en esta campaña del PAR se logro disputarle al Partido Demócrata Cristiano la influencia que había adquirido por el vacío que habíamos dejado en este espacio político electoral. Establecimos vínculos con miles de personas y se incorporaron decenas de cuadros nuevos a la lucha.”

Estuve en 1967 en la reunión de la OLAS

“En 1967 me eligen en el Partido para participar en Cuba en la reunión de la Organización Latinoamericana de Solidaridad, OLAS. Y se decide también enviarme a estudiar a la Unión Soviética, a la Escuela Internacional de Ciencias Sociales en Moscú. Iba a conocer la patria de Lenin, el país de los soviets…”

“En ese tiempo existía un esfuerzo de los cubanos por incidir en el pensamiento revolucionario latinoamericano y empujarlo hacia el apoyo a la lucha armada. Cuestionaban fuertemente la llamada vía pacífica, impulsada por el Partido Comunista de la Unión Soviética, el PCUS. Muchos militantes que iban a estudiar a Moscú regresaban imbuidos con ese pensamiento pacifista, gradualista.”

“Por otra parte, los miembros del Movimiento 26 de Julio, al interior del Partido Unificado de la Revolución Socialista, PURS, que así se llamaba en aquel momento la vanguardia revolucionaria cubana, consideraban la línea de la lucha armada como la única forma de lucha para alcanzar el poder, para tomar el poder.”

“Y había una efervescencia latinoamericana alrededor de la lucha armada que se expresaba en Guatemala con las FAR, con Yon Sosa levantándose en 1962; en Brasil con Carlos Mariguela; en Venezuela con Douglas Bravo y el FLN, en Colombia con las FARC y el ELN; en México con Lucio Cabañas y así en cada país.”

“El libro del francés Regis Debray Revolución en la revolución criticaba fuertemente a los partidos comunistas latinoamericanos, partidarios de la llamada vía pacífica. Hubo declaraciones fuertes de Fidel Castro en contra del Partido Comunista de Venezuela, de Farìas. “

“Es en este marco de debate de ideas que se celebró en marzo-abril de 1966 la Conferencia Tricontinental en La Habana, con delegados de Asia, África y América latina. Nuestro delegado como PCS a esa reunión fue Jorge Arias Gómez. En esta reunión se acordó convocar para julio de 1967 y constituir el capítulo latinoamericano. Se invitó de manera amplia a todas las organizaciones revolucionarias del continente sin descuidar a los partidos comunistas.”

“En nuestro caso decidimos enviar una delegación amplia. Fuimos el único país donde no encontraron otra fuerza política más que el PCS. Integramos una delegación con AGEUS, el PRAM, la FUSS, la JCS y el PCS. Fue una gran experiencia. Un evento muy grande. En una gran sala de conferencias. Con cerca de 800 delegados de todo el mundo aunque la reunión era latinoamericana. Salió la noticia en la revista Bohemia. En la reunión utilice el pseudónimo de Raúl Recinos.”

“Allí conocimos al ruso Serguei Semionov. Al periodista mexicano Mario Menéndez, director de la revista Por esto, que después entrevisto a Cayetano Carpio. También conocimos al periodista español Domingo Lavin, de la revista Siempre. Eran muy interesantes los talleres, conferencias, mesas redondas, debates, etc.”

“Estuvieron participando en la OLAS los cubanos Armando Hart y Osmany Cienfuegos, el uruguayo Rodney Arismendi, el colombiano Gilberto Vieira, el mexicano Arnoldo Martínez Verdugo. Hubo en la reunión muchas consignas. Había una fogosidad tremenda. ¿Estaban las condiciones maduras para la revolución en América Latina? La experiencia del Che en Bolivia nos arroja una evidencia muy significativa.”

“Nosotros decidimos no obstante tener serias diferencias no pelearnos con los cubanos, sino reconocer sus esfuerzos. Y reconocer la perdida de la mística revolucionaria en muchos de nuestros partidos comunistas. Fuimos cuidadosos que nuestras valoraciones no fueran a afectar nuestras relaciones con los revolucionarios cubanos. Schafik jugó un importante papel en esto.”

“En nuestra delegación fueron Mauro Américo Araujo, representando a la JCS, de la cual era coordinador en Moscú donde estaba estudiando; Domingo Mira y Renan Rodas Lazo, representando al PRAM, Federico Baires y Salvador Menéndez Linares representando a AGEUS; Américo Duran conocido como Pelo Pincho, que trabajaba en la UES, representando a la FUSS, y Schafik y yo como PCS.”

“Como hecho curioso fue que durante este encuentro aparecieron en Granma unas declaraciones del escritor Álvaro Menéndez Leal, que supuestamente se encontraba en Cuba, aunque no venía en la delegación en las que criticaba a los partidos comunistas por ser “obstáculos para la revolución.”

Hacia la Unión Soviética…

Al terminar la OLAS salimos con Schafik rumbo a Moscú. En un Iliushin en un vuelo que pasaba por el Polo Norte, fueron 14 horas hasta Murmansk, luego hacia la capital soviética. Estuve estudiando por casi tres años, de julio del 67 a enero del 70. El curso duraba dos años pero me quede otros seis meses para una especialización en aspectos organizativos y experiencias de trabajo clandestino. Me interesaba la experiencia del trabajo de la resistencia soviética a los nazis.”

“Allá fui a encontrarme con otros salvadoreños. Raúl Vargas estaba por dos años también. Emma Guadalupe Carpio por seis meses; Mario Aguiñada por un año. Éramos diez los estudiantes salvadoreños. El responsable era Mario Aguiñada, que era ya miembro de la Comisión Política. Al venirse él yo asumí esa responsabilidad.”

“Regrese a El Salvador en enero de 1970 en plena crisis interna. Allá llegaron los documentos de este debate e hicimos comentarios y críticas. Llegaron tanto Schafik como Cayetano. También llegaba Raúl, y daba conferencias magistrales a todos los estudiantes. Era muy pausado para hablar lo que ayudaba a la traducción simultanea…”