Los sastres fuimos un gremio muy perseguido y muy combativo…
Conversación con Raúl
Inicie mi militancia sindical y en el Partido Comunista salvadoreño a principios de los años 50 del siglo pasado, bajo el gobierno de Osorio. Osorio era un gran demagogo, me acuerdo que para un 1ro.de mayo nos invitó a Casa Presidencial y nos explico que no podía realizar más cambios porque había fuerzas económicas poderosas que se oponían a estos y tenía que ser prudente.
Por esa época fue que conocí a Daniel Castaneda, que había sido fundador del Sindicato de Sastres, él trabajaba en un taller de un sastre de nombre Camilo, que quedaba en el Barrio Santa Anita. Después fui por muchos años Secretario General de este sindicato, que desapareció en los años ochenta.
También estaba en el Sindicato de Sastres, Ramón Argueta, Jorge “Negrito” Martínez, Miguel Iraheta, Lucas Ponce, (Luquitas vive en Ciudad Delgado por la farmacia La Salud) un compañero de apellido Quintanilla, y Fernando Marenco.
El Sindicato de Sastres tenía su local en la Confederación General de Trabajadores Salvadoreños, que estaba ubicada primeramente frente a la Iglesia de Concepción, luego se movió por la bajada del Cine México, en el Modelo. Y por último a la 5ta. Calle Oriente, del Parque Centenario una cuadra al sur y otra al oriente, por donde esta hoy la Unidad de Salud. Como Sindicato de Sastres también tuvimos un local al costado sur del Parque Bolívar.
La CGTS se formó luego de un gran congreso obrero allá por 1957 que se realizó en el local de la Sociedad de Obreros, que estaba ubicada frente al Cine Apolo, donde esta hoy un predio baldío. El presidente Lemus habló en este congreso.
Luego empezamos a trabajar para crear la Federación Unitaria Sindical Salvadoreña, la FUSS, que después estuvo en la casa número 630 de la Avenida Cuscatlan hasta que fue dinamitada a principios de la guerra.
En esa época, principios de los años sesenta, se acababa de aprobar el Código de Trabajo y nuestro trabajo sindical lo realizábamos a partir del Comité de Acción Sindical, CAS.
Daniel Castaneda, dirigente comunista
Daniel Castaneda llegaba esporádicamente al local de la CGTS, y aparecía como un fantasma en cada marcha del 1ro.de mayo, nos sorprendía verlo y aprovechábamos para saludarlo. Le teníamos mucho cariño y respeto. El vivía en la clandestinidad y su trabajo era cerrado, secreto, más partidario. Nosotros trabajamos en lo abierto, en lo legal.
Tenía una hija, Coni, Concepción Castaneda, que hasta hace algunos años todavìa nos visitaba. En el año 1982 la dirección del PCS decidió que Daniel de seudónimo Ponce, saliera del país por problemas de seguridad ya que vivía frente a la casa de un coronel en la Colonia Montserrat. Y ya le habían cateado la casa. Yo ayude a sacarlo. Daniel Castaneda llego a vivir los 100 años, nació en el 1900 y murió en el año 2000.
Un debate sindical
Me acuerdo que en esa apoca, que era el gobierno del coronel Julio Adalberto Rivera, tuvimos un gran debate al interior del movimiento sindical. El Partido nos aconsejaba que debiéramos pasar a constituir a corto plazo tres federaciones sindicales para luego crear una gran confederación.
Pero las bases y un grupo de dirigentes que eran “orejas,” pagados como informantes por el gobierno, sostenían que había que ir despacio y tomar en cuenta nuestra fuerza por lo que lo primero deberíamos crear una sola central sindical. Se armó el debate y tengo que reconocer que los orejas tuvieron la razón y al final prevalecieron.
Los orejas tenían la razón. El Partido estaba equivocado. Y era difícil para la dirección del Partido aceptarlo. Fue por esto que a regañadientes aceptaron la creación de la FUSS. Las reuniones las celebrábamos en la Unión de Trabajadores Ferrocarrileros (UTF) que era un sindicato fuerte que quedaba al tope de la 11 calle, cerca del parque Centenario.
Exiliado en Nicaragua
A mediados de los años sesenta, por el 64 0 65, hubo una gran represión contra estudiantes, obreros e intelectuales de izquierda, a mí me llegaron a sacar de la pieza del mesón donde vivía, que estaba frente a la Iglesia San Francisco, llegaron unos detectives y me dijeron: nos vas a acompañar…Y por què? Y porque va a ser pues, por comunista.
Yo estuve muchas veces preso en los túneles que habían en la Policía Nacional, ya me tenían fichado, me llegaban a sacar a mi casa o sino cuando salíamos de los locales sindicales allí nos capturaban. Nos acusaban de hacer pintas contra el gobierno en las paredes. Teníamos que conseguir tres colones de la multa para que nos pusieran en libertad. Y los compañeros hacían colectas para esto.
Me llevaron junto con otros que ya llevaban capturados a la policía de Santa Tecla, alli llegaron unos gringos, si unos gringos tipo rangers a interrogarnos con su español mal hablado, malencarados y muy amenazantes.
A los ocho días nos distribuyeron en diferentes sitios y a mi me enviaron para la Guardia Nacional. De allí nos enviaron para el Aeropuerto de Ilopango. Era de noche. Iba el Dr. Valiente me acuerdo. Iban también El Chinito Carlos Ramírez, Raúl Calderòn, Antonio Sansivirini, que era un cafetalero progresista de Ahuachapan, además Julio Farfán. Entre otros, éramos unos veinte.
Viajamos en un avión de carga rumbo a Managua. Viajamos esposados. Iban guardias nacionales cuidándonos. Eran los tiempos de Somoza padre, llegamos por la noche. Managua era un pueblòn donde la gente en las noches sacaba las mecedoras a las calles para platicar.
Al llegar nos encontramos con compañeros que los habían llevado antes. Allí estuvimos en la Policía. Hasta charlas políticas hacíamos, hicimos buenas relaciones con los guardias nicaragüenses que nos cuidaban. A la semana Somoza nos concedió asilo político. Nos dijeron que podíamos irnos, era de noche, salimos a conocer Managua, pero después decidimos regresar a la Policía y dormir de nuevo allí aunque ya libres, porque no conocíamos a nadie.
En el periódico Novedades salió en la portada “Redada de comunistas salvadoreños son enviados a Nicaragua.” Una vez fuimos al mercado y le gente nos pregunto: ¿ydiay y ustedes que no son los comunistas salvadoreños? Les dijimos que si. Y nos dijeron que nos esperáramos. Al rato venía una señora con dos canastadas de carne para nosotros ¡en solidaridad! La carne era baratísima en esos días.
La gente nos mostraba su aprecio, era muy cariñosa con nosotros. Nos sorprendió como se vendían en tiempos de Somoza padre los libros marxistas, libros de Lenin por los que te llevaban preso en El Salvador se vendían libremente en Managua. Nos comunicamos con la gente del Partido Socialista Nicaragüense, PSN, los comunistas. Fuimos a la UNAN y allí los encontramos.
Nos buscaron casas para quedarnos, colchonetas, muebles, porque la dinámica era que unos grupos de exilados llegaban mientras otros se iban. Nuestro grupo estuvo tres meses en Managua. Yo regrese junto con Carlos Ramírez a El Salvador. El Partido nos mandó a decir que nos viniéramos. Un camión nos lleva a la frontera, nos bajamos antes, el Chinito pasó llevando de la mano a unos niños que se encontró y yo pase después. El camión nos esperaba adelante, y ya en El Salvador. Poco a poco nos fuimos de nuevo incorporando al trabajo político.
La Campaña Nacional en Solidaridad con los pueblos mineros.
Una campaña nacional que realizamos los sindicatos de la CGTS fue en solidaridad con familias pobres que quedaron arruinadas por las compañías mineras que las habían explotado. Las minas quedaban en San Sebastián y en Montecristo. La gente había quedado muy enferma, y viviendo en una pobreza extrema. Organizamos brigadas para llevar comida y asistencia médica. Uno de los coordinadores de esta campaña fue el Dr. Antonio Díaz, dirigente de nuestro Partido. Las minas de oro fueron después abandonadas por compañías gringas.
Saúl y Oscar
A principios de los años setenta en los locales sindicales y durante las marchas recordábamos el sacrificio de los mártires de la clase obrera, los militantes comunistas Saúl Santiago Contreras y Oscar Gilberto Martínez. Ellos fueron asesinados durante la primera huelga general de los maestros en febrero de 1968. Saúl era dirigente del Sindicato de la Fabrica Textil La Estrella, propiedad de los Safie. Y Oscar era del Sindicato de trabajadores de la Construcción. Ambos eran líderes de la FUSS.
Un viaje a la patria del socialismo
En los años cincuenta participe junto con Roberto Armijo y Renan Rodas Lazo en el II Foro Internacional de la Juventud que se realizó en Moscú, en la Unión Soviética, lo que me permitió conocer la patria del socialismo, la URSS. Viaje en avión a México y allá nos reunimos con Roberto Armijo, de allí salimos para Canadá, luego Dinamarca y allí un Illuishin nos llevó a Moscú.
Participamos en muchos foros sobre la paz mundial y la lucha contra el imperialismo. Al regreso visitamos Praga, la capital de la entonces Checoslovaquia. Estuvimos allí una semana porque perdimos el vuelo de regreso y tuvimos que esperar que un contacto nos arreglara de nuevo los pasajes.
Allí visitamos a unos estudiantes salvadoreños amigos de Roberto que nos llevaron a muchos paseos. De regreso conocimos Suecia, pasamos por Estocolmo. Allí tomamos el vuelo para Canadá, luego México y luego el problema de regresar al terruño con boletos de AEROFLOT. Al final pagamos para resolver esta dificultad. Y regresamos sin problemas. Y aquí estamos…