Militantes del FMLN se toman las calles del centro de Los Angeles

Los Angeles, CA. 25 de Marzo- La comunidad salvadorena en Los Angeles, estuvo muy bien representada en la marcha masiva Pro-inmigrante en Los Angeles; toda la militancia del Frente Farabundo Marti para la Liberacion Nacional (FMLN), se volco a las calles del centro angelino para protestar y apoyar a la gran comunidad latinoamericana en sus justas luchas de igualdad y derechos migratorios.

La cita fue a las 10 de la manana, pero ya a las 9 no se podia ni tan siquiera tener acceso a la calle Broadway, que recibe a mas de 6 millones de personas el fin de semana; las calles estaban abarrotadas, los latino salian de todas partes, como abejas de un panal. la Broadwayse inundo de gente en un abrir y cerrar de ojos. la marcha apenas iba a comenzar, y ya la multitud llegaba hasta la alcaldia de Los Angeles; la Policia no pudo controlar la situacion, y los efemelenistas apoyados por los mexicanos, guetamaltecos, hondurenos t nicaraguenses, se tomaron la calle Hill, la ruta alterna que la policia habia apartado para que el trafico se mantuviera normal!
Era un mar de gente, que protestaba por las nuevas leyes migratorias impuestas por el imperio, y la gente rompio el miedo y se lanzo a las calles, y los efemelenistas se hicieron presentes con mantas, tambores y banderas rojas. Se portaban imagenes gigantes de Mons/ Romero, de Padre Luis Olivares quien fuera el primer sacerdote de Los Angeles que diera santuario a los salvadorenos que huian de la guerra civil de los 80’s, como una imploracion a aquellos hombres santos para que ayuden a detener la Phofia desatada por los enemigos de America, la nuestra!.
La comunidad protestaba por la aprobacion en la casa de representantes de la propuesta de ley HR 4437 :Acta de Proteccion de fronteras, antiterrorismo y control de inmigracion ilegal del 2005”, la cual introduce altas penalidades a las personas indocumentadas en Los Estados Unidos y aquellos sacerdotes, doctores, enfermeras, educadores y cualquier persona que les preste ayuda. Esta propuesta de ley efectivamente criminaliza a todos aquellos que trabajan con indocumentados en el ambito pastoral, educativo y medico.
La protesta es la primera de una serie de portestas que se haran hasta derrotar la propuesta de ley, que esta siendo apoyada hasta por algunos democratas en la casa de representantes.
Se le esta pidiendo a la comunidad que se pnga en contacto con su representante en el senado y se esta dando la informacion de los representantes de California, para que se haga presion y se derrote a la propuesta HR 4437, que traera mas dolor y discriminacion a la comunidad latinoamericana en los Estados unidos.

Bloque Popular Social rinde homenaje a Monseñor Romero

SAN SALVADOR, 24 de marzo de 2006 (SIEP) Con un Culto Ecuménico y un Festival Político-Cultural realizado esta mañana en la Plaza Cívica, el Bloque Popular Social rindió homenaje al Obispo Mártir Oscar Arnulfo Romero, en el 26 Aniversario de sus asesinato.

Marìa Aída Pineda, presidente de la Comunidad Monseñor Romero de Tonacatepeque, señaló que “la semilla depositada por Monseñor Romero ha germinado en miles de salvadoreñas y salvadoreños que hoy luchamos por la tierra, por un techo y por nuestra dignidad.”

Por su parte la líder indígena y pastora luterana, Sihuat Tutut, quien sufrió recientemente un ataque al corazón, envió un mensaje al acto diciendo que “para los pueblos indígenas Monseñor Romero es un profeta que denunció las injusticias de esta sociedad capitalista, egoísta y racista.”

Asimismo, la líder ambientalista Gloria Rivas, hizo un llamado a “que sigamos el ejemplo de Monseñor Romero y siempre defendamos los derechos de los pobres y nos opongamos a cualquier proyecto de muerte… Y es en la lucha donde esta Monseñor Romero.”

El pastor bautista Alex Orantes, de las Comunidades de Fe y Vida dijo que “Monseñor Romero esta hoy más vivo que nunca, ya que vive en los sueños y las esperanzas de este pueblo luchador que no se rinde, y continúa luchando hasta la victoria final.”

Cerró la actividad la dirigente campesina Guadalupe Erazo, opinó que “el pensamiento liberador de Monseñor Romero guía y continuará guiando las luchas de este pueblo hasta alcanzar su liberaciòn definitiva e iniciar la construcción de una sociedad más justa.”

La memoria que resiste y nunca muere

Por Florencia Copley
La memoria que resiste y nunca muere

Se cumple un nuevo aniversario del siniestro golpe de Estado del 24 de marzo de 1976. Pero esta vez son 30 años. Significativos 30 años en los que la Argentina sangró y murió en un pueblo perseguido, torturado y asesinado por una dictadura fascista; revivió con la democracia pero sufrió con la impunidad; se convirtió en un ejemplo neoliberal para el FMI; y cayó en la mayor pobreza de su historia, dentro de una crisis política, económica y social jamás imaginada antes de aquel fatídico 1976. Hoy intentamos recuperarnos en una América Latina que despierta, incorporándonos en un suelo que fue testigo de nuestro dolor y nos obliga a no olvidar.

Aquel 24 de marzo de 1976 en Argentina no fue un hecho aislado ni, por supuesto, casual. Todo era parte de un plan, un operativo destinado a callar el bramido de los pueblos alzados. Los años 60 y 70 fueron tiempos revolucionarios, tiempos de resistencias, guerrillas y sueños de libertad. Cuba se había escapado del dominio de los Estados Unidos y las nuevas administraciones de Washington no podían permitir que eso se repitiera en otra parte de América, donde hombres y mujeres se oponían al poderío del empresariado internacional y la explotación de las oligarquías nacionales.
La red de dictaduras en el Cono Sur consistió entonces en la ejecución del mismo plan de exterminio masivo. La periodista Stella Calloni da pruebas de esta articulación en su libro “Los años del lobo. Operación Cóndor”: “El general Alfredo Stroessner llevaba ya una década en el poder cuando los militares brasileños derrocaron al gobierno democrático y popular de Joao Goulart. La tradición de golpe tras golpe llevó a la dictadura de Hugo Banzer en 1971 en Bolivia. El golpe del general Augusto Pinochet, el 11 de septiembre de 1973 en Chile, terminó con el experimento socialista de un gobierno elegido democráticamente, derrocando al presidente Salvador Allende, que no se rindió y murió en la casa gubernamental destruida por los bombardeos. Ese mismo año, la prolongada democracia en Uruguay culminó cuando el presidente Juan María Bordaberry, aliado con los militares, cerró el Congreso y puso al país bajo dictadura. Tres años después, el 24 de marzo de 1976, una Junta militar, presidida por el general José Rafael Videla, interrumpió, una vez más en Argentina, un gobierno civil”(1).
Pero detrás de todas estas dictaduras la historia demostró la presencia de una mano negra que las articulaba. El gobierno de los Estados Unidos, con el FBI y la CIA fueron los artífices del llamado Plan u Operativo Cóndor, que bien supieron ejecutar los militares latinoamericanos y consistió en la internacionalización del horror, donde no existieron fronteras ni límites territoriales para el secuestro, la tortura, la muerte y la desaparición.
Matar las causas nobles
La Junta militar que tomó el mando aquel nefasto 24 de marzo en Argentina, en complicidad con sectores de poder nacionales e internacionales, llegó para diezmar a un pueblo esperanzado y desaparecer una generación entera de jóvenes soñadores que creyeron en la libertad.
El 30 de marzo del 76, el general Videla dio un discurso en el que vaticinó el horror: “Es seguramente para asegurar la debida protección de los derechos naturales del hombre que asumimos el ejercicio pleno de la autoridad; no para conculcar la libertad sino para afirmarla; no para torcer la justicia, sino para imponerla. Sólo el Estado (…) habrá de monopolizar el uso de la fuerza (…). Utilizaremos esa fuerza cuantas veces haga falta para asegurar la plena vigencia de la paz social; con ese objetivo combatiremos, sin tregua, a la delincuencia subversiva en cualquiera de sus manifestaciones, hasta su total aniquilamiento”.
Y así lo hicieron, sin culpa ni piedad. 30 mil fueron los desaparecidos y muchas más las víctimas de aquel horror, del silencio, el miedo, el exilio y el dolor de perder a los seres queridos. Porque para los militares, “la delincuencia subversiva” fueron los obreros, los estudiantes secundarios y universitarios, los docentes, los periodistas y profesionales, los dirigentes sindicales, los artistas, los que participaban en agrupaciones y partidos políticos, los que no callaban, los que veían y escuchaban, los que se quedaban a pesar del miedo y la persecución (2).
Además, acompañando a la muerte llegó la venta del país y el endeudamiento ilegítimo, cuyas consecuencias (agravadas por los posteriores gobiernos, especialmente los del Dr. Carlos Menem) aún persisten. “Al mismo tiempo, se implementó un plan económico basado en el liberalismo monetario. Se puso fin al Estado intervencionista, a la protección del mercado interno y al subsidio a empresas. Se congelaron los sueldos y se dejó actuar al mercado libremente. Los resultados fueron la famosa ‘bicicleta financiera’, un gran endeudamiento externo, las industrias quebradas y sobre el fin de la dictadura una altísima inflación. El encargado de cumplir el plan económico de los militares fue José Alfredo Martínez de Hoz. Modelo económico neoliberal y Estado terrorista fueron partes inseparables del nuevo régimen dictatorial que subió al poder.” (3)
El 28 de abril de 1983, año en el que finalmente se realizarán las elecciones democráticas, la Junta militar emite a través de la cadena nacional de radio y televisión el “Documento final sobre la guerra contra la subversión y el terrorismo” que en una extensa y cínica explicación de los acontecimientos informa: “En consecuencia, debe quedar definitivamente claro que quienes figuran en nóminas de desaparecidos y que no se encuentran exiliados o en clandestinidad, a los efectos jurídicos y administrativos se consideran muertos, aún cuando no pueda precisarse hasta el momento la causa y oportunidad del eventual deceso, ni la ubicación de sus sepulturas” (4).
La resistencia
Los 30 años pasaron, como todo tiempo pasa, pero los surcos que quedaron fueron profundos. Las Madres fueron ejemplo de resistencia. Comenzaron a concentrarse a fines de abril de 1977 frente a la Casa de Gobierno en reclamo de la aparición de sus hijos secuestrados. Sin embargo, como la policía les prohibió reunirse y las forzó a circular, ellas iniciaron su marcha alrededor de la pirámide de la Plaza de Mayo.
Algunas de ellas también desaparecieron. Azucena Villaflor, iniciadora del movimiento Madres de Plaza de Mayo, fue secuestrada el 10 de diciembre de 1977, dos días después que otras dos Madres desaparecieran en la Iglesia de la Santa Cruz, junto a otras personas. Estos secuestros fueron realizados por un comando de la Armada que integraba Alfredo Astiz (apodado “el ángel de la muerte”), quien se infiltró como Gustavo Niño entre las Madres haciéndose pasar por el hermano de un desaparecido.
28 años después de su desaparición, los restos de las Madres Azucena Villaflor, María Eugenia Ponce y Esther Ballestrino de Careaga enterrados como NN en el cementerio de General Lavalle fueron identificados por el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF).
Nora Cortiñas, representante de la agrupación Madres de Plaza de Mayo – Línea Fundadora recuerda: “Azucena Villaflor, fue una de las primeras mujeres organizadoras de las Madres de Plaza de Mayo. Ella fue la que lanzó nuestra proclama inicial: ‘Todas por todas y todos son nuestros hijos’. ¿Qué queríamos decir con esto? Era una promesa implícita de las Madres, nuestra lucha no era individual, era colectiva. A lo largo de estos años, si no fuera por esta filosofía que planteó Azucena, hubiese sido muy difícil afrontar tantas adversidades. Varias madres murieron, otras debieron criar a sus nietos por la desaparición de los padres. A algunas compañeras les desaparecieron todos sus hijos, a otras les quitaron la posibilidad de criar a sus nietos, porque esos niños también fueron secuestrados junto con sus padres y mantenidos en cautiverio, hasta que los asesinos de sus familiares se los apropiaron y después los registraron con una identidad falsa. Sólo la fuerza que te da el conjunto permite seguir la búsqueda. Nosotras ya no somos madres de un solo hijo, somos madres de todos los desaparecidos”.
Aquellas Madres que además perdieron a sus nietos iniciaron una búsqueda que hasta hoy no cesa. Se estima que unos 300 niños nacieron en los centros clandestinos de detención o fueron robados como “botín de guerra” e inscriptos como hijos propios por los represores o entregados de manera ilegal en adopción. Estas mujeres conformaron la agrupación Abuelas de Plaza de Mayo y en su búsqueda incansable han encontrado a 82 nietos; el último fue Sebastián, hijo de Gaspar Onofre Casado y Adriana Leonor Tasca, identificado a comienzos de este año.
Muchas son las historias de la resistencia que se tejieron entre el año del golpe (incluso antes, cuando la persecución estaba en manos de la Triple A, Alianza Anticomunista Argentina) y estos tiempos de democracia donde la justicia no ha saldado la deuda con el pueblo argentino que no olvida ni perdona. En aquel tiempo las Madres y Abuelas, los organismos de derechos humanos, los artistas, intelectuales, escritores y periodistas que arriesgaron e incluso dieron su vida como el escritor Rodolfo Walsh con su carta abierta a la Junta militar defendiendo los más altos ideales, los desaparecidos que pese a la tortura no traicionaron, los familiares, amigos y víctimas de la represión y el exilio, todos ellos resistieron. Muchos aún hoy resisten y se evidencia en las agrupaciones de hijos de desaparecidos y la cantidad de organizaciones y movimientos que siguiendo el ejemplo de las Madres no dieron ni un paso atrás en sus reclamos por la memoria y la justicia.
La memoria colectiva
No todos tuvieron o tienen memoria. Algunos la tuvieron un tiempo y pronto se les olvidó (generalmente aplacada por otros intereses). Otros tienen memoria de a ratos; es sincera pero esporádica. Hay un sector, el que generalmente detenta el poder, que recurre a la memoria en los momentos en que eso es lo importante. Siempre están, y ellos son ejemplo de resistencia, los que nunca olvidan.
Esta conmemoración de los 30 años trajo mucha memoria. A todos. Algunos que nunca olvidan se ofendieron, porque la memoria era propia de ellos y ciertamente tenían más derecho a reclamarla. Otros decidieron compartirla con los que por fin recordaron. Este fue el extraño caso del gobierno del presidente Néstor Kirchner que se atrevió a descolgar el retrato de los dictadores, a proponer convertir en museo la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) que funcionó como uno de los principales centros de detención de la ciudad de Buenos Aires, a declarar nulas las leyes de impunidad (Obediencia Debida y Punto Final), a poner a una mujer al mando de las Fuerzas Armadas y, esta vez, a los 30 años del fatídico golpe de Estado, tuvo la iniciativa de nombrar el 24 de marzo “Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia”, feriado nacional aprobado por el Congreso de la Nación bajo la Ley 26085.
¿Traerá esto al futuro más memoria o se convertirá en una fecha patria de la que mucha gente desconoce su origen? Pues está en nosotros seguir recordando. Porque la batalla no ha terminado. Porque la justicia no se ha pronunciado como el pueblo argentino espera y los represores están libres. Porque no todos los niños nacidos en cautiverio han aparecido. Porque el silencio fue cómplice entonces (no olvidemos aquella frase publicitaria que indicaba: “el silencio es salud”) y podrá ser cómplice mañana.
Hoy América Latina despierta en un tiempo nuevo. Soberanía, justicia y dignidad es la bandera de lucha contra un imperio que no cesa sus agresiones políticas y económicas. Podemos ser libres y ponernos de pie, y unidos escribir la historia de nuestros pueblos vencedores. Y debemos, por nuestros 30 mil muertos y desaparecidos y los 300 mil de todos los países latinoamericanos, no olvidar nunca más.
Notas:
1. Calloni, Stella, Los años del lobo. Operación Cóndor, Ediciones Continente, 1999.
2. El Informe de la CONADEP menciona la siguiente distribución de desaparecidos según profesión u ocupación: Obreros 30,0%. Estudiantes 21,0%. Empleados 17,8%. Profesionales 10,7%. Docentes 5,7%. Conscriptos y personal subalterno de las Fuerzas de Seguridad 2,5%. Amas de casa 3,8%. Autónomos y varios 5,0%. Periodistas 1,6%. Actores y artistas 1,3%. Religiosos 0,3%. (Informe de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas, CONADEP, Nunca Más, Eudeba, 1984.)
3. Copley, Florencia, “Cuando el terror es gobierno”, Diario NuestraAmerica.info, www.nuestraamerica.info, marzo de 2002.
4. “Documento final sobre la guerra contra la subversión y el terrorismo”, emitido a través de la cadena nacional de radio y televisión por la Junta Militar, el 28 de abril de 1983 a las 20 hs.

El Salvador: balance de elecciones y presencia de Monseñor Romero

1. Las elecciones municipales y legislativas del 12 de marzo de 2006 fueron un impresionante y significativo enfrentamiento nacional entre dos proyectos històricos en pugna: el representado por ARENA que sostiene la viabilidad del capitalismo y del TLC para resolver la actual crisis econòmica y social y el expresado por el FMLN, que considera la necesidad de realizar cambios estructurales en la economìa y la polìtica, orientados al socialismo del siglo XXI.

2. Estas elecciones fueron un plebiscito en el cual centenares de miles de ciudadanos y ciudadanas rechazaron la actitud prepotente del presidente Saca, que se vio obligado a abandonar su rostro sonriente para lanzarse a despotricar contra el FMLN, convertido en un vulgar activista del partido que dirige y al cual llevò a la derrota.

3. Este sexto proceso electoral luego de los Acuerdos de Paz de 1992 exhibe ya claros signos de un agotamiento de este mecanismo de distribuciòn de cuotas de poder formal, que se revierte de manera peligrosa contra los sectores dominantes locales y el imperio. ARENA ya no puede continuar gobernando como antes. Han tenido que repetir las tacticas fraudulentes del PRUD y del PCN. Es claro que el FMLN les sigue ganando en su propia cancha electoral.

4. La izquierda representada por el FMLN mantuvo su posiciòn de primera fuerza polìtica nacional al derrotar la estrategia electoral del presidente Saca y el COENA, de la presidencia del TSE, de la cupula de la ANEP, de los principales medios de comunicaciòn y de la Embajada de Estados Unidos. La gente ya no le esta creyendo sus mensajes a la derecha y esta perdiendo el miedo.

5. Existen diversos niveles de comprensiòn de la realidad a nivel popular. Basicamente hay tres sectores:un amplio sector esta convencido de la necesidad de transformar el paìs, es el voto duro del FMLN que se mantiene màs allà del medio millòn de votantes, otro sector tambièn amplio sigue prisionero del discurso demagògico y del temor y es voto duro de ARENA y un tercer sector continùa hundido en la indiferencia y ni siquiera asiste a las elecciones. Es el sector polìticamente màs atrasado dela poblaciòn. Pero a estos tres sectores les afecta la crisis y son arrastrados a la lucha social. Y pueden haber votado por ARENA pero seguramente iran a bloquear una carretera para exigir agua. Lo social arrastra a lo polìtico y la lucha social es el pan de cada dìa y el fuego de cada comunidad.

6. El FMLN sigue siendo para centenares de miles de personas el referente històrico de la lucha del pueblo salvadoreño por su liberaciòn y el socialismo. El FMLN es el heredero històrico de las luchas populares contra la dictadura militar del siglo pasado, la fuerza guerrillera invencible del conflicto armado y el partido de masas con fuerte presencia municipal, legislativa y en el movimiento social.

7. La batalla por la Alcaldìa de San Salvador fue antes, durante y despues del 12 de marzo el escenario principal de enfrentamiento electoral y de movilizaciòn social entre ARENA y el FMLN. Fueron decenas de miles las personas que se movilizaron y realizaron una riquìsima experiencia polìtica que rebasò el horizonte electoral.

8. El FMLN necesita urgentemente mejorar a nivel nacional sus mecanismos de defensa del voto, que representa la voluntad popular de cambio, y que fue en muchos casos arrebatado por las maniobras fraudulentas pero efectivas de la rueda de caballitos y el voto mercenario transnacional. Y esto quedo en la impunidad.

9. La idea de la posibilidad y legitimidad de la insurrecciòn ante el fraude, del uso justificado de la violencia de masas, prendiò en el animo de amplios sectores de la militancia del FMLN y apareciò publicamente como posible y urgente para responder a la prepotencia de Saca y de ARENA. Este es un elemento clave en la construcciòn de una visiòn que contemple el uso de todas las formas de lucha para derrotar a la derecha subordinada al imperio.

10. El FMLN y el Movimiento Social aùn disperso han avanzado en los ùltimos meses en la construcciòn de mecanismos de coordinaciòn que permitan enfrentar los desafìos impuestos por la implementaciòn del TLC. La coordinaciòn entre el BPS y el MPR-12 es clave en este proceso, asì como la participaciòn de los sectores sindical, campesino y de vendedores populares.

11. El FMLN y el Movimiento Social deben prepararse desde ya para definir una estrategia de lucha para la Batalla del 2009, para las elecciones presidenciales, que pasa por unificar a la izquierda pòlìtica y la izquierda social, asì como aumentar los niveles de organizaciòn y de movilizaciòn popular, para enfrentar a este gobierno corrupto, demagògico, entreguista y represivo, representante de los sectores financieros locales vinculados a la globalizaciòn imperial.

Sobre Monseñor Romero, 26 años despues

12. A 26 años de la muerte de Monseñor Romero, presenciamos entusiasmados como la semilla de rebeldìa que sembrò ha crecido por todo el paìs y se expresa en la lucha que dìa a dìa realiza este pueblo por su liberaciòn, en resistencia contra el TLC, rechazando las polìticas de este regimen tìtere del imperio. La figura de Monseñor Romero, el cariño de su pueblo, sigue creciendo porque es un sìmbolo de lucha y de dgnidad frente a los poderosos y frente al imperio.

13. Observamos con mucha alegrìa como ha surgido una nueva generaciòn de sacerdotes de la Iglesia Catòlica que no conocieron a Monseñor Romero pero siguen sus enseñanzas. Presenciamos el surgimiento de la Iglesia Popular, comprometida con la defensa de la vida en las diversas denominaciones religiosas y como la palabra, el espìritu de Monseñor Romero ha sido clave para este despertar.

14. Como Iglesia Luterana Popular rendimos tributo a este seguidor de Jesùs de Nazaret que supo transformar su vida y ponerla al servicio de los pobres. Ese es nuestra tarea y nuestro desafìo: ser semilla de liberaciòn como lo fue Monseñor Romero.

San Salvador, 21 de marzo de 2006

*Participaciòn de Rev. Roberto Pineda, pastor de la Iglesia Luterana Popular de El Salvador en entrtevista relizada por Ramòn Portillo para programa radial Amanecer Campesino, dirigido por el salvadoreño Feliz Grande, trasmitido por la Radio Comunitaria de la Universidad de Waterloo, Canada.

La colonizaciòn cultural del 24 de marzo

La fecha del 24 de marzo, una fecha asociada al matadero, ha sufrido reiteradamente el intento de la manipulación “ideológica”. Ideología significa aquí “falsa conciencia”: una representación distorsionada de algo que motiva falsamente a la acción moral y/o política (el señor bebió el brebaje que “se creía” que era un tónico, y que luego “se supo” que era veneno). El 24 de marzo es pues un campo más de lucha cultural y simbólica acerca de lo que debemos recordar y por el sentido de lo ocurrido. En esta lucha se juega, para decirlo con las conocidas consignas, la memoria, la verdad y la justicia, esto es, no pocas cosas, si convenimos que son no sólo resultados, sino supuestos de la libertad.

Es una certeza teórica que el 24 de marzo el Partido Militar sustituyó en el gobierno definitivamente a los otros partidos políticos del Estado de clase; aniquiló lo que restaba de las garantías constitucionales y de las instituciones del Estado de Derecho; radicalizó muy poco (cf. Ottalagano, Ivanisevich, Frattini) la persecución ideológico-cultural (cf. la Operación Claridad); y extremó mucho más (cf. el Rodrigazo) la política de saqueo económico contra la nación y el pueblo (cf. Martínez de Hoz).

En cambio, lo que es discutible, es que (1) si estos hechos significaron una cesura, una ruptura, un cambio cualitativo, y aun un drástico cambio, (en el sentido de que se abolió el “Estado de Derecho” y la “Democracia” existentes; o en el sentido de que se pasó de una presunta política económica antiimperialista y antioligárquica a una de saqueo); o bien, (2) si estos hechos fueron sólo una exasperación de la lucha contrarrevolucionaria o contrainsurgente y un significativo incremento, pero sólo cuantitativo, de la política de persecución ideológica, de despojo y saqueo económicos y del Terrorismo de Estado preexistentes.

Sabemos que la primera hipótesis es la que echó andar el ex presidente Dr. Raúl Ricardo Alfonsín en la célebre versión del pasado reciente argentino como “la lucha de los dos demonios”. Como se sabe, la versión clásica de “la teoría de los dos demonios” la dio el laureado escritor inglés desterrado en el sureño Río de la Plata, Jorge Luís Borges. El literato de marras, que antes había afirmado con ocasión del Putsch de marzo de 1976, que “la Argentina había vuelto a ser gobernada por caballeros” (5/76), espetó con admirable sagacidad para la elaboración de metáforas: “los militares argentinos se comían a los caníbales”.

La discusión, por cierto, no tiene un interés sólo histórico: es una discusión acerca del futuro, acerca de la autoconciencia actual y hodierna de la “democracia” argentina. ¿Cuándo comenzó el Terrorismo de Estado en la Argentina? ¿Cuándo comenzó la política de expoliación popular y de saqueo del país? ¿Cuándo comenzó la persecución ideológica y la censura a la libertad de expresión? ¿El 24 de marzo quiebra o profundiza un ciclo? La discusión apunta hacia qué vamos a llamar “Democracia” y si vamos a llamar “Democracia” y “Estado de Derecho” a ese fenómeno histórico, por ejemplo, que tenía por protagonistas a los grandes demócratas, Enrique Tomás Cresto, María Estela Martínez de Perón, José López Rega, Adolfo Savino, Celestino Rodrigo, Oscar Ivanisevich, Alberto Ottalagano, que frente a estos últimos el Prof. Bruera era casi un demócrata. Pero, sobre todo, es necesario discutir, en esta época que sigue a Patti, Sobich, Blumberg y otros, ¿qué desapareció y qué pervive y qué se profundizó desde 1983?

Al Dr. Alfonsín, seamos honestos, le debemos la hazaña histórica, casi única en el mundo, de haber juzgado a los facinerosos de las juntas militares, en drástica oposición al PJ que sostenía “la continuidad jurídica del Estado”, o sea, la autoamnistía de los sicarios; una cosa es humillar hoy a los militares que juzgarlos en 1983. La versión estatal-alfonsinista del pasado reciente es, sin embargo, la primera forma de manipulación ideológica del 24 de marzo. En 1983 Alfonsín que contaba con “la cultura” de su lado, tenía por tarea exculpar a los partidos políticos del Estado de clase y a “los empresarios”, para arremeter contra el Partido Militar y (a su manera) contra la burocracia sindical (el pacto militar-sindical). Entonces fue cuando comenzó la política unilateral y distorsionada de la memoria, la demonización del Partido Militar, su transformación en un chivo expiatorio. Claro está: el Partido Militar es culpable, pero es sólo el síntoma de un fenómeno político y social muchísimo más amplio y profundo. Se ocultó, sobre todo, el carácter de clase del golpe: sus víctimas fueron (ante todo) los trabajadores organizados. Nunca se tuvo la misma contundencia ni la misma decisión de poner en evidencia y en la persecución penal, a los instigadores y a los beneficiarios sociales del golpe. Nunca se dijo que los facinerosos eran una suerte de sicarios de esa especie de “grupo de tarea”, que fueron el “grupo Perriaux”, la APEGE y el CEA de Martínez de Hoz, el capital extranjero y el capital financiero internacional. Para decirlo de forma intuitiva: “Jaques” Perriaux no es tan conocido como el “Chicho” Camps o “Pajarito” Suárez Mason. Hay que destacar que mientras que el antes influyente Partido Militar se ha transformado hoy en un grupúsculo de empleados públicos también ellos flexibilizados y comandados por una montonera reciclada, los intereses económicos a los cuales benefició y aun sirvió el golpe, no sólo se desentendieron tempranamente de la suerte de los sicarios, sino que han acrecentado hasta el paroxismo su poder y su riqueza. También la versión ideologizada del 24 de marzo incluía, como un capítulo fundamental, la exculpación de la participación y la complicidad en el Terrorismo de Estado que estaba apañado por casi todas las corporaciones y los partidos de derecha y de “izquierda” (Cf. Fernando Nadra), incluido el Partido de Dios que alentaba a matar “en nombre de Dios” (Tortolo, Bonamin, Ogñenovich, Quarraccino, Caggiano, Primatesta). Es necesario reeditar el número y los nombres de los funcionarios que los partidos políticos (NF, UCR, PJ, PS, PC, etc.) le prestaron a la “Dictadura”.

En fin, cuando el gran filósofo existencialista Karl Jaspers1 tuvo que determinar la culpa de los crímenes del nazismo y del pueblo alemán en general, distinguió correctamente las culpas criminal, política, moral y metafísica, y no pretendió exculpar al pueblo alemán. Cuando su discípula, la gran filósofa existencialista judía Hannah Arendt2, tuvo que buscar a “el criminal del siglo”, no lo encontró en el gran dictador o en el gran genocida, sino en un personaje mucho más opaco, mucho más aparentemente inofensivo: lo halló en el padre de familia. Entre nosotros, no habría que olvidar ni “el yo no sabía”, ni “el por algo será”, ni “el yo, argentino”, etc. La sociedad argentina ha sido sucesivamente en gran parte “astiziforme” y “menemiforme”, y es también la que últimamente vimos siguiendo al filósofo político (neo)liberal Johann Karl Blumberg. Nuestra sociedad anida, y hay muchas evidencias contundentes, al fascismo.

A pesar de toda esta primera manipulación ideológica, el 24 de marzo logró constituirse en el día seguramente más importante de la militancia antifascista, de la protesta, del descontento y de la lucha contra todo el estado de cosas existentes. A esta jornada de lucha popular por la verdad y la justicia, es contra la que se arremete hoy, transformándola en una “fiesta” y en sentido literal “en una política de Estado”. Hasta hace pocos días, el 24 de marzo era una efeméride de lucha del pueblo contra el Estado, contra ese Estado de clase, al que siempre debe reclamar por sus derechos pisoteados y negados. Hoy el Estado acaba de colonizarlo. Al colonizarla, el Estado hará lo que ya hizo con el 1/5, 25/5, 9/7, 20/11, 17/10: la estatalización de una fecha revolucionaria, la ganancia para la contrarrevolución de la revolución.

Por último, existe un tópico y un fantasma que sobrevuela de forma especial a la época y a la hodierna autoconciencia de la “democracia” y que también ha sido “ideológicamente” tratado: el Estado y la resistencia a la opresión, la fuerza legítima y la ilegítima, la violencia estructural e invisible y la superficial y visible, en fin, el delito, el crimen, la libertad y la justicia.

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[1] Jaspers, Karl, El Problema de la Culpa. Paidos.

[2] Arendt, H. La Culpa Organizada. Apud Habermas, J. Perfiles. Taurus.

World Actions against the Irak war

At demonstrations called by the ANSWER Coalition, more than 25,000 people marched through the streets of San Francisco, while another 20,000 took to the streets in Los Angeles. The two West Coast demonstrations were the largest of the over 500 actions in the United States that were scheduled as part of a global day of action marking the third anniversary of the war of aggression against Iraq. The ANSWER Coalition’s demonstrations, and the call to action issued by A.N.S.W.E.R. in early November, explicitly connected the Iraq war with the ongoing assault against the Palestinian people, the U.S. overthrow of the Haitian government, and the intensifying threats and intervention against Iran, Venezuela, Cuba, and the Philippines. The call to action also linked the antiwar movement to the struggle against racism and for workers’ rights at home, highlighting the government’s racist and criminal negligence of the people of New Orleans and the other areas ravaged by the hurricane.

At the Los Angeles demonstration, which began at 12 noon at Hollywood and Vine, speakers included Academy Award winner, Paul Haggis, Vietnam War Veteran Ron Kovic, and Golden Globe nominated actress Maria Bello.

In San Francisco, the 25,000 strong antiwar demonstrators showed their solidarity with hotel workers who have been working without a contract, by marching to the Hilton hotel, one of fourteen hotels being boycotted by the labor movement. A militant delegation of hotel workers were part of the demonstration and set up a rally at the hotel as the march passed by. The keynote speaker in San Francisco was Malik Rahim, a leader of Common Ground Relief in New Orleans. The march included a very multinational and diverse crowd, including strong contingents from the Palestinian community, the Filipino community, and a very large contingent from the American Indian Movement.

In Seattle, the ANSWER Coalition initiated a demonstration of 2,000 people. In Chicago, feeder marches took place around the city, including in total thousands of protesters. As we write, the Chicago’s activities have not yet completed. In New York City, several thousand demonstrators rallied at Times Square, in an action initiated by TONC, and marched to the U.N. In Fayetteville, North Carolina, home of Fort Bragg, 1,200 rallied. Hundreds of other antiwar actions have taken place across the U.S. today.

In New York City tomorrow, Sunday, March 19, there will be a Youth & Student March and Speakout taking place in the Bronx. Assemble at 1pm at Grand Concourse and Tremont [take the D train]. At 2pm, the march will proceed up Grand Concourse to the Recruitment Center at Fordham & Grand Concourse. In front of the recruitment center, there will be a youth & student speakout, as well as with spoken word & hip hop performances.

Throughout the next day, the A.N.S.W.E.R. Coalition website, http://www.answercoalition.org/, will report on a large number of the other demonstrations that took place in the United States and around the world.

La cruz de Jesùs es la cruz de la resistencia

LA CRUZ DE JESUS ES LA CRUZ DE LA RESISTENCIA
Reflexiòn sobre Juan 2: 13-22
“Como se acercaba la Pascua de los judìos, Jesùs subiò a Jerusalen…”

La cruz de Jesùs de Nazaret es un sìmbolo en disputa desde el momento e n que los poderosos arrebatan la direcciòn del Movimiento Popular y lo transforman en la Instituciòn Iglesia con Constantino a la cabeza. Desde ese momento la cruz popular se tranforma en la cruz imperial, y aparece en los estandartes de las tropas romanas, de los cruzados europeos, de los conquistadores españoles y de las tropas estadounidenses en Puerto rico, Corea, Vietnam, Afganistàn e Irak.

Pero los sectores populares no olvidaron a lo largo de la historia que la cruz representaba tambièn el castigo de los imperialistas romanos para los que se rebelaban, asì como el compromiso de Jesùs con los oprimidos; que el mensaje de la cruz era el mensaje de la liberaciòn, y que el Jesus rebelde que crucificaron era el mismo que habìa resucitado victorioso.

La cruz fue el castigo de los imperialistas romanos y sus sirvientes locales frente al llamado de Jesùs de Nazaret a la insurrecciòn. Donde hay opresiòn hay resistencia. Esta es una ley històrica. Jesùs encabezò un movimiento de resistencia popular en contra de la dominaciòn imperialista romana. Y por lo tanto, la cruz es el principio de toda reflexiòn teològica.

En determinado momento de su ministerio, cuando considerò que las condiciones objetivas y subjetivas estaban dadas, Jesùs toma la decisiòn de incursionar en Jerusalen, y topar, enfrentar, chocar con las fuerzas del imperio, y lo hace primeramente mediante una combativa Marcha Popular en la cual recibe el apoyo de la poblaciòn. (Juan 12:12-19)

Posteriormente planifica y ejecuta un ataque,una toma, contra el simbolo màs importante de la dominaciòn romana, que era a la vez el bastiòn principal de los sectores dominantes locales judìos, el Templo de Jerusalen, El Templo era el simbolo religioso y a la vez el sìmbolo polìtico y comercial.

Era templo y a la vez estado y mercado. Los sacerdotes saduceos oficiaban, gobernaban y comerciaban. Eran religiosos, polìticos y banqueros. Y quizas màs banqueros que religiosos o polìticos. Y la gente lo sabìa.

Y frente a esta situaciòn, y ya en Jerusalen, mediante la organizaciòn y la lucha, el Movimiento Popular de Jesùs de Nazaret se apodera del Templo, y lo mantiene durante algunos dìas. Luego son derrotados y reprimidos, Jesùs es capturado y finalmente crucificado.

En este texto, de manera clara Juan nos señala como el templo se habìa convertido en un mercado, donde todo se compraba y se vendìa, incluso la dignidad del pueblo judìo frente al poder romano. Era un lugar de comerciantes y de banqueros, de vendedores y de cambistas. Habìan convertido la casa de oraciòn en una cueva de ladrones.

Y Jesùs se enfurece y con gran indignaciòn y de manera violenta, sì, de manera violenta, hizo un azote de cordeles y los echò a todos del templo con las ovejas y bueyes, desparramò las monedas y volcò las mesas de los cambistas…”Jesùs no descartò ninguna forma de lucha para establecer la justicia del reino de su Padre. Y en su ministerio organizò marchas, talleres de formaciòn polìtica, campañas educativas, de salud, y tambièn tomas de templos. De la misma manera que se se hace aquí con Catedral.

Es muy interesante como Jesùs se enfrentò violentamente con los banqueros y les advirtiò que no convirtieran la casa de su padre en un mercado. Porque desde aquella epoca, los banqueros se han aprovechado del sudor, del sacrificio y de la religiosidad de la gente para enriquecerse. Y lo mismo sucede en nuestro paìs, con los sacerdotes y pastores banqueros, que se preocupan màs de la ofrenda, que del testimonio de fe. Son los saduceos modernos.

Jesùs fue asesinado porque expulsò a los banqueros del templo, que representaban al poder romano. La cruz es el fruto del àrbol de la rebeliòn, de la bandera de la resistencia, del grito de la insurrecciòn, del sueño de la esperanza. Y seguimos soñando y seguimos gritando, con las banderas rojas en alto, con la cruz de la rebeliòn y la resistencia.

Y ante las amenazas de los dirigentes judìos y los invasores romanos Jesùs les respondiò: matenme, pero resucitare. Y efectivamente resucitò y esta aca con nosotros acompañandonos siempre, en las victorias y en las derrotas, sonriendonos, protegiendonos, aconsejandonos, nunca estamos solos.

Las celebraciones de Cuaresma y en especial la Semana Santa rinden memoria a esta gesta insurreccional y popular. Cuaresma es la celebraciòn de las jornadas populares alrededor de la toma del Templo y el Martirio de Jesùs de Nazaret. Es la fiesta de la resurrecciòn y la victoria popular. Es nuestra memoria històrica como pueblo de Dios que marcha hacia su reino. Es nuestra convicciòn que con Jesùs algun dìa expulsaremos del planeta a los banqueros y comerciantes del Grupo de los Ocho, del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional.

Rev. Roberto Pineda

Iglesia Luterana Popular de El Salvador

San Salvador, 19 de marzo de 2006

Biografìa de Roque Dalton

Roque Dalton

ROQUE ANTONIO Dalton García nació en la casa de Raúl Méndez, situada en el barrio capitalino de San José, en los primeros minutos del martes 14 de mayo de 1935. Fue “hijo natural” del estadounidense Winall Agustín Dalton y de la enfermera salvadoreña María García Medrano.
Vivió sus primeros años en la casa materna, la ahora desaparecida Tienda “La Royal”, situada en la esquina de la 2a. avenida norte y la calle “5 de noviembre”, en la ciudad de San Salvador. Allí, un primo de su madre, Santiago Díaz Medrano, le enseñó los rudimentos de la escritura y la lectura.
Gracias al apoyo financiero de su padre y a los esfuerzos de su progenitora, realizó sus estudios en los colegios Santa Teresita del Niño Jesús (fundado el 2 de mayo de 1920, era dirigido por las hermanas españolas María y Mercedes Gonzalbo), Bautista y Externado de San José, institución educativa jesuita a la que ingresó en 1946 y de la que se graduó como bachiller en Ciencias y Letras en 1952.
Como complemento a su formación educativa reglamentaria, recibió clases de inglés con Lillian, la abuela de David Escobar Galindo, quien para esos momentos residía al final del pasaje Rovira, en las cercanías de la tienda-residencia de Dalton y su madre. Separados por ocho años de edad, ambos futuros poetas entablaron conversación hacia 1952.
Cursó estudios de Jurisprudencia, Ciencias Sociales y Etnología en la Universidad Católica de Chile (1953) y en las estatales de El Salvador (1954-1959) y México (1961).

En mayo de 1954 ingresó a la Asociación de Estudiantes Universitarios (AEU), creada en el Alma Mater salvadoreña.
Al año siguiente, fue participante activo de las tertulias celebradas en “El rancho del artista” abierto en San Salvador, el sábado 9 de julio de 1955, por la escritora hondureña Clementina Suárez y fungió en la directiva provisional del Círculo deportivo Universitario.
Fue fundador del Círculo Literario Universitario en 1956, año en que también dio impulso al surgimiento del Teatro Universitario con el que participó en la puesta en escena de La alondra, pieza de Jean Anouillh basada en la vida de Juana de Arco, fungió como secretario de la primera comisión del Congreso Estudiantil Universitario, desarrollado en junio e inició sus labores como redactor para Teleperiódico primer noticiario televisivo de El Salvador y su anexo, el Teleperiódico impreso, dirigidos ambos por su amigo Álvaro Menéndez Leal.
En 1957 viajó a Moscú, como uno de los representantes salvadoreños ante el VI Festival de la Juventud y los Estudiantes por la Paz y la Amistad, organizado por la Federación Mundial de la Juventud Democrática (FMJD) y la Unión Internacional de Estudiantes (UIE). Su regreso al país fue difícil, pues debido al creciente anticomunismo internacional fue detenido o interrogado en Lisboa, Barcelona, Caracas, Panamá y otras ciudades, incluida San Salvador.
En ese mismo año, se adscribe a la asociación juvenil “5 de noviembre” y, gracias a su amigo guatemalteco Otto René Castillo, se afilia al Partido Comunista Salvadoreño (PCS), en el cual milita durante una década.
Se desempeñó como codirector de Ciencias Jurídicas y Sociales (1959), la revista estudiantil de la Facultad de Derecho de la Universidad de El Salvador. Ese mismo año, viajó a Santiago, capital de Chile, para ejercer funciones periodísticas durante la reunión anual de la Organización de Estados Centroamericanos (OEA).
Ganador del Premio Centroamericano de Poesía del Torneo Anual Cultural patrocinado por la Asociación de Estudiantes de Derecho de la Universidad de El Salvador (1956, 1958 con su largo poema El nuevo amor de siempre, 1959 y 1964 con El hijo pródigo y otros poemas del retorno), obtuvo el segundo lugar en los Juegos Florales Agostinos de la ciudad de San Salvador (1958) con su compilación Doce poemas, que presentó amparado bajo el pseudónimo “El que anuncia”.
En 1958, la radio YSKL dio a conocer el programa noticioso y crítico Mediodía, dirigido por el doctor Oswaldo Escobar Velado y el cual contaba con reporteros como Dalton y los también escritores José Roberto Cea y Jorge Campos. Durante las transmisiones sabatinas, ese espacio radiofónico difundía el suplemento cultural Toro de espuma: antología de la palabra. Por el nivel de sus críticas, el espacio informativo y su complemento cultural fueron censurados pocos meses más tarde por el régimen del teniente coronel José María Lemus. Sus conductores fueron salvados de ser capturados por la policía gracias a una amplia manifestación popular, convocada por los propios locutores durante la última emisión del programa.
En ese mismo año, formó parte de la representación de los estudiantes universitarios en el Seminario Nacional de Educación Moral, promovido por el Ministerio de Cultura y en el que los jóvenes escritores y futuros profesionales asentaron, entre las conclusiones del encuentro, que una de las causas de la inmoralidad nacional era la pobreza de las mayorías populares.
En agosto de 1959, viajó a la capital chilena, en compañía del también escritor Álvaro Menén Desleal, con el propósito de dar cobertura periodística a la V Reunión de Cancilleres de América.
Junto con el poeta Roberto Armijo, participaron en un homenaje poético al X aniversario de fundación de la Facultad de Humanidades de la Universidad de El Salvador, acto desarrollado el sábado 31 de octubre de 1959, a partir de las 20:00 horas, en el Paraninfo del Alma Mater. Con Armijo, a fines de marzo de 1960 viajó a Guatemala, para atender una invitación de los estudiantes de Derecho de la Universidad de San Carlos (USAC). Por razones políticas, los dos jóvenes intelectuales salvadoreños fueron capturados al salir del avión en el Aeropuerto “La aurora”, pero fueron liberados y devueltos a El Salvador a los pocos días.
Acusado por el régimen de José María Lemus de ser uno de los dirigentes de los desórdenes callejeros universitarios del lunes 13 de diciembre de 1959, fue capturado en la noche siguiente y puesto a las órdenes del Juzgado Quinto de lo Penal. Por falta de pruebas contundentes que justificaran para su detención, fue liberado, bajo fianza, a las 12:30 horas del viernes 8 de enero de 1960.
Al salir de la cárcel, inició una cruzada dentro de la Asociación de Estudiantes de Derecho (AED) de la Universidad de El Salvador, con el fin de dar asistencia jurídica gratuita a más de un centenar de reos sin condena y sin recursos económicos, recluidos en la Penitenciaría Central, en San Salvador. Además, participó como miembro de la acusación en el sonado juicio seguido contra el comandante policial Adán Torres Valencia y José Urías Orantes, acusados de asesinatos y torturas en contra de varias personas, cargos por los que fueron condenados en julio de 1960.
Por sus ideas políticas en contra del sistema imperante, fue encarcelado de nuevo el jueves 25 de agosto de 1960, cuando fue interceptado en las inmediaciones del capitalino Parque Infantil de Diversiones. Desaparecido por varias semanas, se rumoró que había sido conducido por elementos de la Policía Nacional hacia la ciudad de Santa Ana y que su cadáver, con las orejas cercenadas, había sido encontrado en un barranco en la carretera que une a esa localidad occidental con Sonsonate. Tras incertidumbres, negaciones y acusaciones entre la Policía Nacional, los universitarios y la madre de Dalton, el viernes 14 de octubre apareció una publicación periodística, en la que se indicó que Dalton fue capturado el sábado 10 de octubre, en la hacienda San Antonio (Rosario de la Paz), en compañía de su esposa, cuatro guardaespaldas, granadas de mano, dinamita y “literatura comunista”, entre la que sobresalía el poemario Songoro cosongo, del cubano Nicolás Guillén.
Amenazado de muerte por sus captores, fue incomunicado en las bartolinas del cuartel central de la Policía Nacional (donde no fue registrado su ingreso como reo) y en el fatídico “callejón número nueve” de la Penitenciaría Central (San Salvador, hoy Fondo Social para la Vivienda).
Fue liberado junto con otros reos políticos tras el derrocamiento de Lemus, en la mañana del miércoles 26 de octubre de 1960. Fue recibido y vitoreado en las afueras del reclusorio por una multitud compuesta por veinticinco mil personas. Poco después, rindió su declaración como ofendido en contra de sus captores, en los tribunales de la capital salvadoreña.
Su testimonio de esas semanas de inhumana detención fue narrado por él mismo en tres artículos, aparecidos en la sección editorial de El Diario de Hoy, en diciembre de ese mismo año. Gracias a su denuncia y a otras muchas, el “callejón número nueve” fue demolido entre febrero y marzo de 1961.

En una ceremonia desarrollada en Casa Presidencial (barrio San Jacinto), a partir de las 11:00 horas del sábado 5 de noviembre de 1960, la golpista Junta de Gobierno entregó a la Asociación General de Estudiantes Universitarios Salvadoreños (AGEUS) las fichas de cada uno de los estudiantes detenidos, entre las que se encontraba la de Dalton, cuyas fotos fueron incluidas en la edición mexicana de Taberna y otros lugares (edición definitiva, México D. F., 1988, con un poema agregado de cuatro partes y palabras prologales de Eraclio Zepeda).
Tras el golpe realizado por el Directorio Cívico-Militar contra la Junta de Gobierno (enero de 1961), la inseguridad e inestabilidad social reinantes en el país lo condujeron fuera de las fronteras nacionales. Vivió y trabajó en Guatemala, México y La Habana, ciudad esta en la que laboró como comentarista para Radio Habana y la agencia noticiosa Prensa Latina. Además, frecuentó los locales de Casa de las Américas y la Unión de Escritores y Artistas Cubanos (UNEAC).
Durante sus estancias en Cuba, fue admirado y reconocido por sus amistades entrañables, sus dotes poéticas y sus particulares características para aprender técnicas militares, jugar balompié, bailar mambos, reír a carcajadas y beber largos tragos.
En la isla caribeña, entró en contacto con su hermana Margarita Dalton (nacida en México, en 1943), por entonces estudiante de Antropología en la universidad local y quien ganaría un concurso de novela juvenil en su ciudad natal (1967), con su Larga Sinfonía en D y había una vez, un homenaje a la droga hippie LSD.
Durante esa primera estancia cubana, su poemario El turno del ofendido fue galardonado con mención honorífica en el certamen continental Casa de las Américas (La Habana, 1962). En El Salvador, su cuento escénico El juicio del día fue divulgado por la revista Vida universitaria (San Salvador, nos. 6-7, 1962).
Pese a las veladas y explícitas amenazas a muerte vertidas en su contra, retornó a El Salvador, en cuya capital vivió en la clandestinidad desde los meses finales de 1963. Por un error suyo, en septiembre de 1964 fue capturado y recluido en el penal de Cojutepeque, del que se fugó tras el derrumbe de su celda, producto del sismo del 3 de mayo de 1965.
Vuelto a La Habana, se integró en el consejo de colaboradores de la revista Casa, en donde interactúa con destacadas personalidades intelectuales del mundo.
En 1966 se trasladó a Praga (Checoslovaquia), se estableció en la calle Thakurova e inició sus funciones en el comité de redacción de la revista internacional Problemas de la paz y el socialismo. Allí, redactó un complejo trabajo poético experimental, basado en los “poemas-problemas” y en sus constantes visitas a la taberna U’Fleku. Amparado con el seudónimo “Farabundo”, presentó el manuscrito de este poemario al certamen literario continental y anual de Casa de las Américas (La Habana, Cuba, 1969) en el que Taberna y otros lugares obtuvo el primer premio.
En Praga también sostuvo conversaciones con el obrero Miguel Mármol, salvado del paredón de fusilamiento durante los sucesos de 1932 en El Salvador. Fruto de esas conversaciones y de la imaginación daltoniana surgió el libro testimonial Miguel Mármol (San José, Costa Rica, 1972. Existe una traducción al inglés realizada por Kathleen Ross y Richard Schaaf, con prólogos de Manlio Argueta y Margaret Randall, 1986). La información de esa obra ha sido considerada canónica hasta la fecha, a pesar de que el propio Mármol intentó matizarla mediante la redacción de sus propias memorias, que quedaron manuscritas e inconclusas al momento de su muerte, ocurrida en la capital salvadoreña, en 1993.
Luego de tres años de haber salido de El Salvador, el poeta se reunió con su esposa Aída y sus tres hijos Roque Antonio, Juan José y Jorge Vladimiro en la capital checoslovaca, en 1967. En julio y agosto de este mismo año, asistió como uno de los delegados salvadoreños a la reunión de la Organización Latinoamericana de Solidaridad (OLAS), desarrollada en la capital cubana.
Radicado de nuevo en la isla caribeña, Dalton efectuó otros viajes periodísticos o políticos a Sur América, Europa, Rusia y a las Repúblicas Democráticas de Corea y Vietnam. Este último estado del sureste asiático fue reconocido oficialmente por El Salvador, en enero de 1960.
Tras renunciar a sus labores en el Comité de Colaboración de Casa de las Américas (La Habana, 20 de julio de 1970), Dalton se dedica a recibir intenso entrenamiento militar, motivado por su deseo de ingresar a los movimientos guerrilleros centro y latinoamericanos.
En 1973, viaja de nuevo a Santiago, la capital chilena, por invitación del gobierno socialista de Salvador Allende.
A finales de diciembre de ese mismo año regresa a El Salvador con su rostro retocado por la cirugía plástica y con una nueva identidad, bajo el alias de “Julio Delfos Marín” para integrarse a las filas del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), organización clandestina que posteriormente lo captura (13 de abril de 1975), lo enjuicia (a partir del 14 de abril de 1975, proceso en el que cuenta con la defensa del poeta Eduardo Sancho, después conocido con el sobrenombre de “comandante Fermán Cienfuegos”) y lo ejecuta a tiros, en atención a las órdenes vertidas por los dirigentes Domingo Mira (“Sebastián Urquilla”) y Joaquín Villalobos.
Aunque los datos existentes son aún confusos y obran en poder exclusivo de los participantes de ese hecho sangriento, la información disponible permite establecer que Dalton murió en una casa del barrio Santa Anita y que después fue trasladado a las cercanías volcánicas de Quezaltepeque, el 10 de mayo de 1975. En esa zona rural, su cuerpo fue abandonado, devorado por animales, semienterrado, descubierto por autoridades y perdido para siempre en una barranca, según lo estableció, en 1993, un informe de la Misión de Observadores de las Naciones Unidas para El Salvador (ONUSAL).
Las acusaciones vertidas en su contra para justificar su asesinato desataron condenas de sectores políticos e intelectuales del planeta entero. Entre ellas se destacan las voces del novelista y cuentista argentino Julio Cortázar y del escritor uruguayo Mario Benedetti, quien años más tarde preparó la primera antología poética de Dalton conocida a nivel internacional, publicada en La Habana (1980), San Salvador (1981) y Madrid (2000).
Los trabajos literarios y doctrinarios de Dalton aparecieron en múltiples publicaciones periódicas de diversos países (especialmente, El Salvador, Cuba y México), entre las que cabe mencionarse: Hoja, La jodarria, Opinión estudiantil (órgano universitario salvadoreño del que fue corredactor en 38 números de su decimocuarta época, entre junio de 1955 y julio de 1956), La universidad, Gallo gris, Tribuna libre, El independiente (del cual fue redactor), Letras de Cuzcatlán, Abril y Mayo (revista del Partido Revolucionario Abril y Mayo PRAM creado el 20 de diciembre de 1959 y declarado ilegal por el Consejo Central de Elecciones, el 14 de julio de 1960), Diario Latino, La Prensa Gráfica, El Diario de Hoy, Vida universitaria, Marcha, Tláloc, La pájara pinta, La gaceta de Cuba, El caimán barbudo y más.
Otras obras suyas son Dos puños por la tierra (poesía, San Salvador, 1955, en coautoría con el poeta y revolucionario guatemalteco Otto René Castillo), Mía junto a los pájaros (San Salvador, 1958), La ventana en el rostro (poesía, México, 1961, con prólogo de Mauricio de la Selva), El mar (poesía, La Habana, 1962, en edición de diez páginas patrocinada por la librería “La Tertulia”, propiedad de Fayad Jamís), El Salvador (monografía, La Habana, 1963), Los testimonios (poesía, La Habana, UNEAC, 1963, 75 págs.), César Vallejo (ensayo, La Habana, 1963, 50 págs.), El otro mundo (1963), Poemas (San Salvador, 1967), El intelectual y la sociedad (conversaciones con escritores, México D. F., 1969. Existe una traducción al italiano, realizada ese mismo año), Los pequeños infiernos (poesía, Barcelona, 1970, con palabras de José Agustín Goytisolo), ¿Revolución en la revolución? y la crítica de derecha. (La Habana, 1970), Las historias prohibidas del Pulgarcito (prosas y poemas, México D. F., 1974), Pobrecito poeta que era yo (novela, titulada alguna vez como Los poetas, San José, Costa Rica, 1976. Hay traducción al alemán Armer kliener Dichter, der Ich war, realizada por Silvia Pappe, y publicada en Basel, Rotpunkt Verlag, 1986), Caminando y cantando (pieza dramática, San Salvador, revista Abra, 1976), Poemas clandestinos (San Salvador, 1980), Los helicópteros (pieza dramática, escrita en colaboración con “Peperuiz”, pseudónimo del escritor y abogado Dr. José Napoleón Rodríguez Ruiz, San Salvador, 1980), Las enseñanzas de Viet-Nam (apuntes, California, 1981), Un libro rojo para Lenín (poesía, Managua, 1986) y Un libro levemente odioso (poesía, México D. F., 1988).
Los poemas de Dalton han sido recogidos en decenas de antologías, publicadas en ediciones bilingües en Europa, Estados Unidos Centro y Sur América. Tres de las más recientes y reveladoras son En la humedad del secreto (recopilación de poemas dispersos y antología crítica, preparada por Rafael Lara Martínez, San Salvador, Dirección de Publicaciones e Impresos, 1994, con reimpresión en mayo de 1995), Small hours of the night (Willimantic, Cubstone Press, 1996, edición de Hardie Saint Martín que recibió un premio estadounidense a la mejor traducción al inglés en 1997, gracias a las versiones hechas por Jonathan Cohen, James Graham, Paul Pines y otros), Antología mínima (selección de Luis Melgar Brizuela, San José, Costa Rica, EDUCA, 1998) y La ternura no basta (con prólogo de Víctor Casaus, La Habana-Sevilla, Fondo Editorial Casa de las Américas-Área de Cultura de la Diputación de Sevilla, 1999, 478 págs.).
Dos años antes de su muerte, Dalton presentaba entre sus obras inéditas títulos tales como El otro infierno (poemas, 1961), Profesión de sed (artículos), Imperialismo y revolución en Centro América (ensayo), Poemas del viajero solo y Dalton y Cía. (teatro). A esos trabajos hay que agregar varios poemas, publicados en las páginas de El Diario de Hoy durante los años 50, los cuales fueron rescatados entre los años 2000 y 2001 por el investigador salvadoreño Carlos Cañas-Dinarte. Esos textos poéticos compilados verán la luz editorial como parte de la segunda edición, corregida y aumentada, de la antología daltoniana preparada por Lara Martínez, actualmente en preparación en los talleres tipográficos de la Dirección de Publicaciones e Impresos de CONCULTURA.
Su vida, obra y voz han sido objeto de grabaciones y documentales fílmicos y televisivos realizados en La Habana (1969), México (1981) y San Salvador, además de mesas redondas, congresos literarios, reseñas y comentarios en publicaciones periódicas, tesis de licenciatura, maestría y doctorado en distintos puntos del planeta.
Entre esos homenajes tributados destaca la publicación del grueso volumen Recopilación de textos sobre Roque Dalton (La Habana, Casa de las Américas, serie Valoración Múltiple, 1986), en el que diversas personas e intelectuales del mundo entero aportaron rasgos biográficos y anecdóticos del escritor y revolucionario salvadoreño, quien a lo largo de su vida fue amigo de políticos e intelectuales como Fidel Castro, Carlos Fonseca Amador, Miguel Ángel Asturias, León Felipe, Nazim Hikmet, Juan Gelman, Ernesto Cardenal, Silvio Rodríguez, Roberto Fernández Retamar, Lisandro Otero, Miguel Barnet, Heberto Padilla, Elena Poniatowska, Fayad Jamís, Carlos Jurado, Claribel Alegría, Jorge Arias Gómez, Eraclio Zepeda, Manuel Galich, Juan Larco, Mario Benedetti, Julio Cortázar, Pablo Armando Fernández, René Depestre, Eliseo Diego, Félix Rodríguez, Eduardo Galeano, Lisandro Chávez Alfaro, Regis Debray y su esposa Elizabeth Burgos, Vicente Rojo, Carlos Monsiváis, Poli Délano, etc.
Pese a los esfuerzos editoriales ya mencionados, aún está pendiente de escritura una biografía completa del poeta y revolucionario, por lo que cuatro acercamientos a la misma los constituyen Vida y obra de Roque Dalton García (tesis para optar al grado de licenciada en Letras, escrita por Patricia Comandari de Hasbún, San Salvador, Universidad Centroamericana “José Simeón Cañas”, 1986), En memoria de Roque Dalton (escrito testimonial del historiador y abogado Dr. Jorge Arias Gómez, San Salvador, 1999), Roque Dalton: Una biografía poética (trabajo inédito del investigador salvadoreño Luis Alvarenga que, en diciembre de 2000, mereció el premio único de ensayo en los Juegos Florales de Panchimalco) y Un disparo… a la izquierda del corazón (biografía daltoniana escrita por el pintor e investigador salvadoreño Armando Solís, en prensa).
Por gestiones de su viuda Aída y dos de sus hijos el periodista Juan José y el cineasta Jorge, pues Roque Antonio murió en combate, en 1981, integrado a la naciente guerrilla salvadoreña del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), en mayo de 1998 la Alcaldía Municipal de San Salvador les extendió un documento en que se dejó establecida la condición legal de la defunción del escritor.
Pocos días después, en la sesión del día jueves 21 de ese mismo mes y año, la Asamblea Legislativa les entregó a Juan José y a Jorge el diploma que oficializa la declaratoria de “Poeta meritísimo de la república”, conferida a Roque Dalton gracias al decreto 186, fechado el 11 de diciembre de 1997.
En los meses finales de 1999, el archivo que contiene poemas manuscritos, papeles inéditos, cartas y fotografías del poeta fue devuelto a El Salvador desde sus sedes originales en las ciudades de La Habana y México, con el fin de que se constituya en el acervo documental de la proyectada Fundación “Roque Dalton”.
Una medalla cultural anual (México D. F.), la pinacoteca de la Universidad de El Salvador iniciativa del pintor salvadoreño Armando Solís, el Teatro Municipal de Cámara (barrio San Miguelito, San Salvador) y un centro escolar de Aguilares son algunas de las preseas y edificaciones que, a partir de la última década del siglo XX, fueron bautizadas con su nombre.

Martìn Lutero

Perfiles
A 456 AÑOS DE LA MUERTE DEL REFORMADOR CRISTIANO
MARTIN LUTERO
El fraile de Wittenberg, Martín Lutero, fue un hombre de la Edad Media, pero con sus ideas de reforma religiosa abrió el camino de la modernidad. Político Notable, tan importante como Maquiavelo y Tomás Hobbes.
‘Yo he nacido para pelear con facciosos y demonios y para estar siempre en campaña; por eso mis libros son tempestuosos y batalladores. Mi destino es descuajar troncos y cepas, cortar setos y espinos, rellenar ciénagas; soy el rudo taladro que abre caminos en el bosque’.
Lutero
‘Es de Lutero de quien arranca la libertad del espíritu’.
Hegel

La historia no puede explicarse a partir de héroes, a la manera de Carlyle, porque su desarrollo es un complejo entramado de elementos económicos, sociales, políticos y culturales. De todas maneras, las grandes personalidades como la de Martín Lutero sintetizan las luchas, avances y contradicciones de cada época, ya que ‘el hombre es el constructor de la historia’.
Lutero fue una personalidad carismática, de aguda inteligencia para captar la realidad de su tiempo, poseyendo, además, una buena formación intelectual, tanto teológica como universal. La suya no fue la erudición de los humanistas como la de Erasmo o la de Melanchthon, sus conocimientos, que no fueron pocos, estaban unidos a una férrea voluntad que no dejaba de lado la imaginación y los problemas de la vida.

En los océanos bibliográficos sobre el reformador cristiano y el protestantismo, abundan las obras de naturaleza religioso-teológica, económica, social y cultural. Es necesario realizar una mirada sobre Lutero desde la ciencia política, porque el fraile de Wittenberg fue un estratega que conocía también las leyes de la política. A diferencia del florentino Nicolás Maquiavelo, padre de la ciencia política, él pudo llevar adelante las alianzas necesarias con príncipes, caballeros, plebeyos o campesinos, armarlas o romperlas, de acuerdo a su finalidad eminentemente religiosa.

Era un hombre de la Edad Media, como bien lo expresó Ernst Troeltsch, pero hizo algo más que participar en la formulación de la modernidad. Fue él quien desató con su propuesta religioso-política todas las fuerzas contenidas que alumbrarían una nueva etapa de la historia que aún planea en nuestros días: secularización, libertad espiritual o cultural; educación popular; mística sin clericalismo, subjetividad existencial e individualismo; comprensión bíblica sin literalidad integrista; opción por los pobres y utopía social, según demostró Jean Jaurés en su tesis universitaria ‘Los orígenes del socialismo alemán en Lutero, Kant, Fichte y Hegel’.

Aunque negó la mística con tanta fuerza como lo hizo con el racionalismo aristotélico, llevado al extremo de los absurdos silogistas del tomismo tardío, el luteranismo tuvo un fuerte implante misticista, el de encontrarse a sí mismo e identificarse en la oposición con el mundo (con la maldad y la corrupción), resignando la existencia individual a favor de lo absoluto (teología de la Cruz).

Lutero estudió tempranamente el agustinismo pero por la vía de la ‘Teología germánica’ de Tauler, del maestro Eckhart de Lombardo y probablemente en los escritos del Francofurdiense, anónimo, aunque se los atribuye a un sacerdote custodio de la casa de los Caballeros Teutónicos, sospechándose que fuera el teólogo Juan de Frankfurt (+ 1440), profesor de Heidelberg. La vía mística luterana llegará hasta el siglo XVII; con Jacobo Boheme y la corriente existencial influirá en Sören Kierkegaard, como su impulso educativo signará al gran pedagogo Pestalozzi.

Los tres principios básicos del luteranismo, comunes a todas las tendencias posteriores del cristianismo reformado, revolucionaron su tiempo y lo transformaron. Rompieron el Imperio y quitaron definitivamente el poder exclusivo al papado romano. Esos principios fueron: a) la salvación por la fe; b) el sacerdocio universal de los creyentes; y c) el movimiento biblicista con la libre interpretación de las Sagradas Escrituras.

Los dos primeros principios asestaron un golpe definitivo al imaginario y a las estructuras político-culturales de la Edad Media, iniciándose el proceso de secularización. La relación fue entre Dios y el hombre, terminándose con los intermediarios, iglesia y sacerdocio.

El tercero el biblicismo también contribuyó a diluir el poder sacerdotal y la exégesis criptoromana. El retorno a la lectura popular de la Biblia él la tradujo al alemán fue precedida por una fuerte corriente hebraísta y cabalista cristiana, impulsada, entre otros, por el sabio alemán Reuchlin y los italianos renacentistas Pico Della Mirándola y Marsilio Ficino.

Entre Maquiavelo y Hobbes

Entre julio y diciembre de 1513, Maquiavelo escribió ‘El Príncipe’, sus consejos sobre política y el arte de gobernar. Ese mismo año Lutero inicia, a la edad de 30 años, sus ‘comentarios sobre los Salmos’, y en la primavera vive su legendaria ‘experiencia de la torre’, cuando leyendo a Pablo descubre la base de su teología, cuya defensa lo llevará a romper con Roma y a contribuir al derrumbe de la alta Edad Media. El hombre se salva por la fe, se justifica por ella, más allá de sus obras y sin necesidad de intermediarios. Cuando sobrevino, poco tiempo después, la cuestión de las indulgencias, por las cuales, con algunos dineros para el papado, se lograba la salvación, estalló la indignación del fraile que arremetió contra Roma e hizo tambalear al imperio.

El objetivo primordial de Lutero era el de lograr su salvación. El terror escatológico formaba parte de la vida cotidiana medieval y todavía se extendió algunos siglos después. Ese tormento personal lo llevó al fraile agustino a exteriorizar públicamente su revelación, a luchar con una voluntad sorprendente y para ello no sólo utilizó las armas de la crítica sino que alentó la crítica de las armas, de la que dio fe de la autodefensa protestante con la Liga de Esmalcada.

El fenómeno luterano estuvo muy relacionado con la formación de las ciudades y el deseo del pueblo germano a lograr autonomía con respecto a Roma.

También ayudo a desplegar la faz más aguda de la rebelión de los campesinos, inspirada principalmente por la prédica de los teólogos radicalizados, particularmente los anabaptistas.

Lutero se alió primero a los caballeros germanos (Von Hutten, Sickingen), logró el apoyo o neutralidad de varios príncipes, exaltó al clero alemán, concitó el apoyo de teólogos y estudiantes y recurrió a la plebe urbana y campesina. En ese largo proceso anudará y romperá las alianzas, de acuerdo al desarrollo de los acontecimientos, como explicará antes de morir, en sus ‘Conversaciones de sobremesa’.

Para Lutero la política era un medio y cuando elaboraba la doctrina de los ‘dos reinos’ (la esfera religiosa y la secular), confirma, desacralizando, la esfera pública, y su concepto de la unidad del poder político la monarquía absoluta adelanta la teoría de Tomás Hobbes en ‘El Leviatán’ (ver perfil de Tomás Hobbes), formulada un siglo después de la muerte de monje rebelde.

La doctrina de los ‘dos reinos’, conocida por la crítica desde 1922, tenía en Lutero, como antecedente, las ‘dos ciudades’ de San Agustín. No hay dos espadas sino una única que pertenece al reino del mundo. El reino de Dios es un régimen que se gobierna por la Palabra (la Biblia) y los Sacramentos. Al reino del mundo se la confiere la ‘espada única’ (poder civil de dirección y coerción).

Pero no debe pensarse que Lutero creía en el despotismo totalitario. Repudiaba, con Pablo, la justicia por propia mano o la de la multitud, porque consideraba que si ‘se desata, en vez de un tirano habrá cientos’. Roland H. Baiton señala con acierto que ‘en este sentido se adhería al punto de vista de Santo Tomás, de que debe terminarse con la tiranía mediante la insurrección, solamente si la violencia hará presumiblemente menos daño que el mal que trata de corregir’.

Apelaba Lutero primero a la oración, a la desobediencia civil y a la resistencia pacífica. Luego sostenía ‘el poder de fiscalización’, por el cual la resistencia activa contra la autoridad la ejercen aquellas personas que proveen funciones de autoridad.

Aceptaba la legítima defensa reconocida por el derecho, es decir el derecho de resistencia establecido en el derecho político positivo. En 1530 reconoce que si los juristas lo consideran, puede haber derecho a la resistencia. Lutero sigue el concepto judeopauliano en cuanto a la autoridad estatal, la ‘hypotassesthai’ (someterse, obedecer), que incluso aparece en comunidades contestatarias y disidentes como la de los esenios. Pero el sometimiento no es incompatible con la desobediencia, lo cual se da en el caso de que el Estado requiera lo que no corresponde al ordenamiento dispuesto por Dios. Para Lutero no se obedece incondicionalmente, porque la autoridad final radica en Dios y en el compromiso en la lucha por la justicia. La espada no es un fin en sí misma ni significa carta blanca.

La rebelión campesina

No cabe duda de que la prédica de Lutero desató la Gran Guerra Campesina. Así lo testimonió el propio Erasmo al acusarlo por el enorme levantamiento popular, que en realidad se venía gestando desde un siglo y medio antes. El reformador condenó el levantamiento en varios trabajos panfletarios. En el frente interno debía enfrentar la competencia de los teólogos radicales, como Tomás Muntzer. En lo general, el fraile había sido advertido que los príncipes protestantes se habían unido a los católicos para ahogar en sangre la rebelión.

La crítica marxista contra Lutero, principalmente de Ernst Bloch, se equivoca porque extrapola al personaje, a la época y a la situación concreta que ponía en grave riesgo todo el proceso reformista.

Pero si Bloch se equivocó, no le ocurrió lo mismo a Federico Engels, quien en su estudio sobre ‘La Gran Guerra Campesina en Alemania’ detalló la tragedia política de los revolucionarios que se lanzaban al asalto al cielo cuando no existían condiciones objetivas para ello.

La acción de Muntzer fue tan heroica como abnegada, pero utópica. En la batalla final esperaba que los ángeles del cielo llegaran en auxilio de los campesinos. Lo que llegó fue una gigantesca represión, una de las más grandes en la historia de la humanidad.

Obras políticas

Las obras claves políticas de Martín Lutero son las siguientes: ‘A la nobleza cristiana de la nación alemana acerca del mejoramiento del estado cristiano’; ‘La cautividad babilónica de la Iglesia’; ‘Comercio y usura’; ‘La autoridad secular’; ‘¿Es posible ser soldado y cristiano?’; ‘Exhortación a la paz. En relación con los doce artículos de los campesinos de Suabia’; ‘Los artículos de Esmalcada’; ‘La necesidad de crear y mantener escuelas cristianas: exhortación a las autoridades municipales de Alemania’; ‘Derechos de la comunidad cristiana’; ‘Administración de una caja comunitaria’; ‘Los concilios y la Iglesia’, y, redactado por sus discípulos y alumnos, ‘Conversaciones de sobremesa’.

Una sociedad más fraterna

A diferencia del calvinismo, Lutero tuvo una visión más favorable hacia los desheredados. En sus escritos tempranos, habla de los ‘cristianos verdaderos’ para referirse a las clases pobres y marginadas, especialmente en sus observaciones sobre los ‘Dictata Super Psalterium Salmos’. En sus comentarios sobre ‘Romanos’ es más definido respecto a la realidad socioeconómica y lo reitera en sus famosas ’95 tesis’ (la 43 y siguientes).

La misma prédica está presente entre 1519-1530, cuando habla de los ‘cristianos bajo la Cruz’ y luego lo reitera, incluso en el período trágico de la represión y masacre de la revolución campesina. Entre las virtudes que debe tener todo gobernante, el fraile rescata la búsqueda del bienestar y protección de los pobres y reclama que para pacificar debía evitarse el uso injusto de la violencia.

La tragedia campesina rondó en la cabeza de Lutero hasta el final de su vida. Por eso, en sus ‘Conversaciones de sobremesa’ declara la licitud del uso de la violencia en casos excepcionales. ‘Si un tirano ataca y persigue a uno de sus súbditos, ataca y persigue a todos los demás… de ahí se deriva que si uno tolerase esto, él destruiría y devastaría todo el imperio’. En otra de sus charlas agrega: ‘Por eso estamos comprometidos a seguir el derecho y las la leyes más que a un tirano. Si él toma por la violencia, de éste su mujer, de aquel su hija, de aquel otro sus bienes, si los ciudadanos se juntasen por no poder soportar más la violencia y la tiranía, ellos deberían matarlo como a cualquier otro asesino y salteador’.

Lutero desplegó sus ideas y accionar en una etapa de transición entre dos mundos. Fue una época signada por una globalización a partir de la formación de las nacionalidades. Emmanuel Wellerstein lo ha explicado como ‘una economía-mundo europea’.

En ese contexto, el fraile de Wittenberg, al hablar de la ‘vocación profesional’ y el ‘trabajo’, dignificó la tarea humana cotidiana, en tanto miraba con cierta crítica al pietismo medieval.

Condenó la usura y los monopolios comerciales, fustigó a los banqueros, como los Fugger, y tuvo un enfoque democratizante sobre la iglesia, a la que consideraba como una ‘comunidad o pueblos reunidos’ libremente y sin jerarquías elitistas. Trabajó por la dignidad de la mujer, instando a su instrucción y a su ruptura con los lazos de servidumbre eclesiástica.

Altmann sostuvo, polémicamente que ‘no llegó a percibir los vínculos estructurales entre el poder político emergente y el poder económico’. Si se leen atentamente sus textos sobre el comercio internacional, los precios, el interés y la usura, parecen controvertir la opinión del eminente intelectual.

En su ‘Administración de una caja comunitaria’ propone formas concretas de solidaridad social, pioneras del cooperativismo y de una cierta tendencia hacia la colectivización, a partir de los municipios o gobiernos locales urbanos. Una apuesta por una sociedad más fraterna.

¿Què es la vida?

La convención organizada por la ONU sobre la biodiversidad
biológica, que se está celebrando estos días de marzo en
Curitiba, desde cierto punto de vista es tan importante o más
que la de Rio de Janeiro de 1992. Entonces se trataba de ver
la relación entre desarrollo y medio ambiente. Se oficializó
la expresión desarrollo sostenible. Pasados más de diez años
se ha constatado que el desarrollo habido se ha mostrado
absolutamente insostenible porque prácticamente todos los
indicadores ambientales empeoraron. Se ha comprobado que la
lógica de este tipo de desarrollo lleva consigo la devastación
ecológica y la creación de desigualdades sociales. Ahora la
humanidad está dándose cuenta lentamente de que ese desarrollo
puede amenazar la vida de Gaia y el futuro de la humanidad.
Por eso el tema más urgente y fundamental es: ¿cómo garantizar
y salvar la vida?

En este contexto conviene que reflexionemos brevemente sobre
lo que es la vida. Las respuestas consagradas dicen que
proviene de Dios o que está habitada por algo misterioso o
mágico. Pero nuestra visión cambió radicalmente cuando en 1953
Crick y Watson descifraron la estructura de una molécula de
ácido desoxirribonucleico (ADN) que contiene el manual de
instrucciones de la creación humana. La molécula de ADN
consiste en múltiples copias de una única unidad básica, el
nucleótido, que se presenta bajo cuatro formas: adenina (A),
timina (T), guanina (G) y citosina©. Este alfabeto de cuatro
letras se desdobla en otro alfabeto de veinte letras que son
las proteínas, formando el código genético que se presenta en
una estructura de doble hélice o de dos cadenas moleculares.
El código genético es igual en todos los seres vivos. Watson y
Crick concluyeron: «La vida no es más que una vasta gama de
reacciones químicas coordinadas; el \“secreto\” de esta
coordinación es un complejo y arrebatador conjunto de
instrucciones inscritas químicamente en nuestro ADN». (Cf. DNA,
Companhia das Letras 2005, p. 424).

Con este descubrimiento la vida fue introducida en el proceso
evolutivo global. Después de la gran explosión del Big bang
hace quince mil millones de años, la energía y la materia
liberadas se fueron expandiendo, densificando, haciéndose más
complejas y formando nuevos órdenes a medida que el proceso
avanzaba. Después que se alcanzó un nivel alto de complejidad
de la materia irrumpió la vida como un imperativo cósmico. La
vida representa, pues, una posibilidad presente en las
energías originarias y en la materia primordial. La materia no
es «material» sino un campo altamente interactivo de energías.
Este evento maravilloso ocurrió en un minúsculo planeta del
sistema solar, la Tierra, hace 3.800 millones de años. Pero la
Tierra no tiene, según el premio Nóbel de medicina Christian
de Duve (1974), la exclusividad de la vida. En su libro Polvo
Vital escribe: «El universo no es el cosmos inerte de los
físicos con una pizca extra de vida por precaución. El
universo es vida con la necesaria estructura a su alrededor.
Consiste en billones de biosferas generadas y sostenidas por
el resto del universo». (Objetiva 1997, p.383).

No necesitamos recurrir a un principio trascendente y externo
para explicar el surgimiento de la vida. Basta que el
principio de complejidad y de auto-organización de todo, el
principio cosmogénico, haya estado presente en aquel puntito
primordial que primero se inflacionó y luego explotó, creado,
sí, por una Inteligencia suprema, un infinito Amor y una
eterna Pasión. La vida, la mayor floración del proceso
evolutivo, hoy está amenazada; de ahí la urgencia de cuidarla.