Los inicios de la guerrilla

Los inicios de la guerrilla
Notas dispersas de Eduardo Sancho, fundador y miembro de la Comandancia General del FMLN durante la guerra.

Comandante Fermán Cienfuegos

Este relato está construido con pasajes entresacados de memorias de Eduardo Sancho en diferentes notas editoriales de diferentes periódicos y de dos libros: Crónicas entre los espejos y La línea imaginaria.
En esta primera entrega relatamos la formación de los primeros núcleos de jóvenes que apostaron por la lucha armada.

Lunes 17 de diciembre de 2007
Eduardo Sancho
Primera entrega
redaccion@centroamerica21.com

1
24 de diciembre de 1969. En la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional se reúnen diez jóvenes con el objeto de iniciar la lucha armada revolucionaria en el país; la mayoría de ellos provenían del movimiento social cristiano: Alejandro Rivas Mira, Lil Milagro Ramírez, Angélica Meardi, Carlos Menjívar, Salvador Montoya, Ricardo Sol, Alfonso Hernández, Carlos Rico, Julia Rodríguez y Eduardo Sancho, cuyo pseudónimo es Fermán Cienfuegos. Contaban con el apoyo del ex rector Universitario Fabio Castillo Figueroa.

Schafik Handal, jefe del Partido Comunista se opone a la idea. Los comunistas se burlan y afirman que no existen las condiciones objetivas ni subjetivas para una guerrilla, que no hay montañas en el país, que los campesinos no podían ser la fuerza principal de una revolución, que la Unión Soviética no quería una guerra en Centro América, que los impulsores de la lucha armada son provocadores al servicio de la CIA.

El grupo organiza sus redes clandestinas y comienza a armarse. Fermán Cienfuegos compra una pistola calibre 22 en la Casa de Empeño Las tres Bolas de Oro. Los jefes son Alejandro Rivas Mira y Lil Milagro Ramírez.

Surge el grupo inicial de las Fuerzas Populares de Liberación, FPL, bajo la jefatura de Cayetano Carpio.

2
Fermán, detectado y perseguido por la Guardia Nacional, ingresa a la clandestinidad en julio de 1971. Al mes siguiente, junto a Ricardo Sol, se incorpora a la jefatura del grupo. Por esos días, Julia Rodríguez, Alfonso Hernández y Fermán intentan robar un arma, en el centro de San Salvador, pero son rechazados a balazos. La operación fracasa. No tienen ninguna experiencia combativa.

Ese mismo día, por la noche, mientras espera recontactarse con sus compañeros, Fermán es sorpresivamente atacado por dos ladrones, en las inmediaciones del puente de San Miguelito, y recibe una puñalada en el pecho., muy cerca del corazón. No dispara su arma por no llamar la atención de la policía. Logra sobrevivir tras una intervención de emergencia practicada por un médico amigo.

3
Diciembre de 1971. El primer instructor militar de la guerrilla era un oficial retirado de la Fuerza Armada de El Salvador, FAES. El compañero Luis Felipe, Fermán y el instructor militar salen en un jeep rumbo a las lavas del Volcán de San Salvador en Quezaltepeque. Ahí la Fuerza Aérea ocupa el campo de tiro para pruebas de la aviación, y ahí aprovecha la guerrilla para hacer prácticas con diversas armas. Al probar el laza granadas del fusil G-3 estalla en varias esquirlas el tubo de metal, a Fermán lo salva la tolva de la pistola calibre 45 que lleva en la bolsa del pantalón. Eso impide que una esquirla le fracture la pelvis. Pero el estallido lo deja sordos por varios meses, con daños no visibles en los tímpanos. El oficial retirado sigue asesorando a la guerrilla, corrige la técnica hasta lograr la fabricación casera de morteros y granadas.

4
1972. El grupo inicial se transforma en el Ejército Revolucionario del Pueblo, ERP. Se organizan las dos primeras unidades militares. La número uno: Leonel Lemus, Armando Arteaga, Armando Sibrián, Manuel Angulo, Carlos Rico y Francisco Jovel. La número 2: Carlos Menjivar, Gilberto Orellana, Alfonso Hernández y Julia Rodríguez.

Se organiza la red de colaboradores y de lectores de los dos órganos de prensa: El Combatiente y Por la Causa Proletaria. Se agregan las unidades político-militares de apoyo. Así nace el grupo primario de la estrategia del desarrollo de la guerrilla urbana.

5
11 de marzo de 1972. Primera operación militar del ERP. La Unidad 2 recupera el primer fusil G-3 de manos de la Guardia Nacional, en las puertas del Hospital Bloom.

En la clandestinidad, el grupo fundador es una especie de cofradía con su reglamento disciplinario. Para sobrevivir no hay otro camino que este reglamente rígido por el extremo sacrificio exigido. Eso genera la mística profunda. Entre 1971 y 1974, el grupo de fundadores usan el cianuro: si caes herido o preso debes ingerir el veneno, es una orden militar irrecusable.

6
1974. Se funda el primer agrupamiento político que une a todas las fuerzas organizadas: Frente de Acción Popular Unificado, FAPU. Se conforma el movimiento Resistencia Nacional, RN, como eslabón semi clandestino del movimiento social entre el la estructura militar y el partido del ERP.

En Santa Tecla, la Guardia Nacional detecta una casa en que se reúnen Cayetano Carpio, Ernesto Jovel y Fermán. La guardia suponía que el mando de las FPL pernoctaba en dicho lugar. Los que se salvaron salieron de la reunión a las diez de la noche. La casa fue asaltada a las dos de la madrugada. Ahí murieron en resistencia dos miembros del comando central de las FPL: Clara Ramírez y Andrés Torres.

7
Abril-mayo de 1975. Acontecimientos que llevan a la muerte de Roque Dalton y a la separación del ERP y la RN.

Crónica de una guerrilla (V)

Crónica de una guerrilla

Por la tarde llegaron los máximos comandantes. Joaquín Villalobos, lejos de tratar de persuadir a los asistentes de sus ideas, los confrontó, los regañó. Quería imponer ideas políticas como quien gira orden militar. Estaba convencido de que había que virar a la democracia, pero quería imponer, verticalmente, a “la masa”, la conversión. Pero la guerra había acabado. Ya nadie le hacía caso a nadie. Se habían roto los hilos ideológicos y económicos que aseguraban la obediencia.

Lunes 11 de junio de 2007
Marvin Galeas
Quinta y última entrega
redaccion@centroamerica21.com

Comandancia General del FMLN, Joaquín Villalobos, Fermán Cienfuegos, Francisco Jovel, Shafik Hándal, Salvador Sánchez Cerén.

En El congreso del ERP en Jocoaitique, en 1992, fue un monumento al suicidio. La mañana en que arrancó el evento en la escuela pública del poblado estaban ausentes los máximos comandantes. Ellos llegarían pasado el mediodía. Carlos Argueta, el más joven de los miembros de la comisión política, fue asignado para coordinar la sesión inaugural.

Allí estaban los antiguos comandantes de frentes y unidades guerrilleras, los cuadros políticos, los dirigentes de las organizaciones de masas, los representantes de la organización en diversas capitales del mundo, los dirigentes de las comunidades eclesiales de bases, miembros de las estructuras de prensa y propaganda. Muchos combatientes andaban con sus armas, pues el proceso de desarme, supervisado por la delegación de Naciones Unidas, ONUSAL, aún no había terminado.

La primera sesión fue dedicada a elegir a los representantes que presidirían el congreso y a estructurar la agenda. Sin embargo, había en el aire un ambiente tenso que se reflejaba en las fuertes críticas a los máximos dirigentes. Pocos días antes, había circulado un folleto escrito por Joaquín Villalobos, titulado: “El socialismo democrático”, en el que abiertamente planteaba la conversión del ERP a la social democracia.

NOTAS RELACIONADAS

Crónica de una guerrilla (Primera Entrega)

Crónica de una guerrilla (Segunda Entrega)

Crónica de una guerrilla (Tercera Entrega)

Crónica de una guerrilla (Cuarta Entrega)

Pero el malestar no sólo era por aquel folleto. Había incertidumbre por el futuro. A los combatientes nadie les había explicado qué iba a pasar con su vidas una vez se desmovilizaran. La mayoría de los comandantes y cuadros de la guerrilla habían dedicado sus vidas a hacer la revolución y no había aprendido ninguna profesión u oficio con el cual mantenerse. No había toma del poder como en Cuba y Nicaragua. No habría entonces repartos de cargos públicos, ni de tierras. No habría expropiaciones de fábricas y empresas para transferirlas a los colectivos de trabajadores.

Se había repetido millones de veces que la cosa era de vencer o morir, revolución o muerte, de no olvidar jamás a los descalzos sin pan, de odios implacables en intransigentes contra los enemigos del pueblo, de nunca deponer las armas. Se había ajusticiado a más de alguno por dudar de los principios revolucionarios o por sospechoso. Y ahora, en un golpe de timón, había que convertirse en social demócrata, entregar lo fierros, sacar documentos en las alcaldías y salir a buscar trabajo con una hoja de vida, que aparte de un nombre de pila en desuso (por la tradición del seudónimo) no decía nada. Los programas de reinserción fueron como ponerle un parche a aquel estropicio de quimeras incendiadas e ilusiones destrozadas.

Combates en la colonia Escalón, durante la ofensiva de 1989

Por la tarde llegaron los máximos comandantes. Joaquín Villalobos, lejos de tratar de persuadir a los asistentes de sus ideas, los confrontó, los regañó. Quería imponer ideas políticas como quien gira orden militar. Estaba convencido de que había que virar a la democracia, pero quería imponer, verticalmente, a “la masa”, la conversión. Pero la guerra había acabado. Ya nadie le hacía caso a nadie. Se habían roto los hilos ideológicos y económicos que aseguraban la obediencia.

Hay que tomar en cuenta que la máxima dirección controlaba sin fiscalización alguna, desde las bases, el dinero y los recursos de donde salía la comida, los uniformes, los viajes, la gasolina, las medicinas para sanar y los tiros para matar. Eso ya se había acabado en Jocoaitique. La obediencia también.

Las intervenciones de los máximos comandantes, especialmente de Joaquín Villalobos, parecían tener el propósito de acabar con la organización. Después de aquel congreso, el pegamento ideológico y moral que sostenía el andamiaje se evaporó. Los ladrillos comenzaron a desmoronarse entre resentimientos, sospechas, mutuas acusaciones y una que otra amenaza de muerte.

En 1997, el instrumento social demócrata (el PD), que la dirección del ERP quiso convertir en la opción de poder desde la izquierda para pactar la transición con ARENA, desapareció porque obtuvo sólo 13 mil votos. Muy pero muy abajo del 3% requerido para sobrevivir. La bofetada en pleno rostro para aquellos antiguos héroes de los pobres fue terrible.

Así terminó aquella aventura guerrillera iniciada a principios de los años setenta por un puñado de jóvenes, estudiantes universitarios en su mayoría, que en el camino pasaron por todo. Conocieron de los rigores de la clandestinidad, lloraron por la muerte de sus compañeros caídos, algunos fueron salvajemente torturados, aprendieron a matar, pusieron a temblar a los poderes fácticos de El Salvador, preocuparon, y en serio, al Gobierno de Estados Unidos, soñaron con que el poder estaba a la vuelta de la esquina, fueron audaces, fueron temerarios y controvertidos, tuvieron momentos de torpeza, pero también de gran habilidad política. Fueron los últimos en llegar al FMLN y los primeros en retirarse. La primera guerrilla en formarse y la primera en disolverse.

Ya no guardo ningún tipo de relación con los antiguos dirigentes del ERP. No me interesa ni la social democracia, ni la democracia cristiana, ni las luchas por el poder. Estoy, como ciudadano, claramente definido con las ideas liberales. Mi propósito con esta crónica no es juzgar nada, sino contar en una apretada síntesis la historia de una organización que tuvo un alto papel protagónico en la historia reciente de nuestro país.

Origen y desarrollo del Ejercito Revolucionario del Pueblo, ERP.

ORIGEN Y DESARROLLO DEL EJERCITO REVOLUCIONARIO DEL PUEBLO –ERP-
EL ORIGEN.

El germen de inicio del Ejercito Revolucionario del Pueblo se encuentra en la inquietud de diferentes grupos de jóvenes, estudiantes y obreros que hacia fines de 1968 y los primeros meses de 1969 cuestionan la estrategia hacia la toma del poder hasta entonces desarrollada por la izquierda. Un fenómeno progresivo estimulado por la agudización de las condiciones objetivas de la sociedad salvadoreña, mas tarde profundizado por la ruptura del Mercado Común Centroamericano a raíz de la guerra por intereses oligárquicos entre El Salvador y Honduras.

En ese período surge la primera agrupación de esta vertiente formadora del ERP, bautizada por sus miembros como Acción Revolucionaria Salvadoreña, la ARS no logra consolidarse y después de realizar algunas acciones de sabotajes con explosivo a instalaciones gubernamentales es desmantelada por los cuerpos represivos, yendo a parar a la cárcel algunos de sus fundadores.

Para los años 69-70 Surge otro núcleo guerrillero integrado principalmente por estudiantes universitarios y desarrolla la primera acción de resonancia publica con el secuestro y posterior ajusticiamiento del oligarca Ernesto Regalado Dueñas, este núcleo es denominado por los medios de comunicación como “El Grupo”.

La represión desatada posteriormente les golpea, unos salen del país, otros son capturados y los demás se ven obligados a replegarse; se señala públicamente como parte de sus miembros a Lil Milagro Ramírez, Carlos Menjivar Martínez (Mario), Eduardo Sancho, Edgar Alejandro Rivas Mira (Sebastián) y otros.

En la Universidad de El Salvador se va formando en el año 70, otro núcleo denominado Comandos Organizadores del Pueblo –COP- del cual son parte Rafael Arce Zablah, Guadalupe Martínez, Joaquín Villalobos, Ana Sonia Medina, Janeth Hasbun Samour (Filomena), “Rodrigo” etc. y que incorpora jóvenes marxistas y otros de procedencia cristiana que en la coyuntura se han venido radicalizando.

Mientras, simultáneamente el debate político ideológico al seno de la Juventud Comunista Salvadoreña deriva en la separación de un grupo que reivindica la lucha armada y se convierte en otro núcleo impulsor de esta, entre ellos se encuentran Vladimir Rogel (Humberto), Jorge Meléndez (Jonás), Mercedes del Carmen Letona (Luisa), Lilian Mercedes Letona ( Clelia), Sonia Aguiñada (Galia), Alejandro Montenegro, Mario Vigil (Mateo), “Pancho”, etc.

EL ENCUENTRO.

Durante el año 1971 y parte del año 72, Alejandro Rivas Mira y otros compañeros desarrollan un proceso de contactos orientados a unificar los diferentes grupos dispersos y que da como resultado el agrupamiento de los diferentes núcleos desde un enfoque inicial casi federativo, en el que cada grupo mantiene su propia estructura bajo un solo mando coordinador donde están representados todos. Por un período forma parte de esta coordinación el agrupamiento formado por quienes mas tarde fundaran el PRTC y que se retiran de la organización en construcción por discrepancias políticas y de métodos de trabajo.

Es este agrupamiento en una sola organización el que se da a conocer públicamente el 2 de Marzo de 1972 con la operación de aniquilamiento de dos guardias nacionales y la recuperación de los dos primeros fúsiles G-3 que pasan a manos del pueblo, acción realizada frente al antiguo Hospital Bloom, hoy Hospital 1ª de mayo del ISSS, esta operación fue denominada “La guerra de los pobres ha comenzado, la paz para los ricos ha terminado” asumida bajo el nombre de Ejercito Revolucionario del Pueblo. Este mismo año se incrementan los contactos con los compañeros que por su parte construyen las Fuerzas Populares de Liberación –FPL- que da lugar a la publicación de un comunicado conjunto y a acuerdos de cooperación y coordinación en la construcción de un nuevo referente de organización de masas, que con el tiempo no logran concretarse debido a las dificultades que pronto atravesara el ERP.

A partir de aquella primera operación del 2 de marzo, el ERP continúa la acción ascendente de propaganda armada, recuperaciones económicas con asaltos a agencias bancarias y capturas de burgueses con fines de asegurar el financiamiento de la lucha; en ese accionar sacrificado dejan la vida valiosos compañeros como Carlos Menjivar Martínez (Mario, 1973), Francisco Antonio Guerrero (Juan en 1974) y otros más.

Para esa etapa del desarrollo del ERP, Rivas Mira (Sebastián Urquilla o el choco Sebastian) ha asumido la conducción y ya ha sido creado el Estado Mayor de la organización, convirtiéndose él en el primer responsable del organismo de conducción política y en jefe militar del Estado Mayor.

Esta fase de 1973-1974 es decisiva en el desarrollo de los acontecimientos posteriores en la organización. Se profundiza el debate interno sobre la estrategia y la táctica de lucha y se van dibujando dos posiciones, por una parte la de quienes sostienen un enfoque insurreccional que deriva hacia visiones en las que predomina el énfasis en lo militar y evoluciona hacia la negación del esfuerzo de masas por considerarse que el proceso caminaba rápidamente hacia a la maduración de la situación revolucionaria y en ese sentido la tarea fundamental era la construcción de la columna vertebral de conducción militar del levantamiento insurreccional.

Por otra parte, la de quienes sostienen en la perspectiva insurreccional la urgencia de desarrollar una mas profunda vinculación y desarrollo de la organización de masas.

Mientras, en el país el régimen profundizaba la represión que reafirmaba la justeza del impulso de la lucha armada y en el seno del pueblo el sentimiento de esta necesidad crecía.

La profundización del debate concepcional en el ERP deriva en crisis profunda en buena medida por los métodos de conducción y decisiones verticalistas impuestos al amparo de la necesaria compartimentación del trabajo, situación que facilitó la negación de procesos colectivos en la toma de decisiones y la imposición de la visión militarista en la conducción; y si esta situación en sí misma era grave, se volvía más compleja por el carácter federativo de la estructura, donde cada grupo se mantenía cohesionado como en su origen y era compartimentado respecto a los otros grupos.

Este enfrentamiento concepcional tenía por una parte al sector encabezado por Rivas Mira, Vladimir Rogel (El seco Humberto) y Villalobos (Rene Cruz o Chon) y en la otra a quienes levantaban el planteamiento de la Resistencia expresado por Roque Dalton, Lil Milagro Ramírez, Ernesto Jovel, Carlos Arias, Ferman Cienfuegos y que se traducía en la Resistencia Estudiantil Universitaria (REU), Resistencia Estudiantil de Secundaria (RES) y sectores obreros y campesinos articulados a este agrupamiento.

El debate desenlaza en Mayo de 1975 con las acusaciones de trabajar para la CIA contra Roque Dalton (Julio Dreifus Marín) que se había incorporado a finales de 1973 al ERP y la captura de Armando Arteaga “Pancho” un obrero que se convirtió en uno de los primeros y mejores jefes militares de la organización, acusado de insubordinación militar por oponerse a la decisión de capturar a Dalton. Luego de los intentos de mediación de las FPL en esta crisis, la Dirección del ERP encabezada por Rivas Mira y Joaquín Villalobos decide el asesinato de ambos, con lo que se configura el primero de los errores graves que comete esta Dirección que no solo implica la división de la organización al apartarse la Resistencia Nacional, sino que conduce a la hegemonía del sector militarista que define el abandono definitivo de la línea de organización de masas lo que configura el segundo error político grave pues supuso el desmantelamiento del Frente Luis Moreno (FRELM) que aglutinaba grupos importantes de jóvenes y estudiantes de secundaria, y de las Ligas Campesinas que se desarrollaban en varias zonas del país.

A mediados de 1975 se constituye el Primer Pleno de la Organización que analizó la crisis interna y fue el inicio de una serie de correcciones, de las que la principal fue la decisión de constituir el Partido de la Revolución Salvadoreña que busca instalar el funcionamiento en base al centralismo democrático y superar mecanismos individuales en la toma de decisiones. Aquí destaca el aporte de Rafael Arce Zablah que elabora los dos documentos centrales del Partido: “El Grano de Oro” que es un esfuerzo de interpretación de la estructura económica del país y su articulación al mercado capitalista mundial, y el otro denominado “Fascismo o Revolución” que es un abordaje de la situación político social del país. En el mes de Septiembre de ese año, Arce Zablah junto a “Tano” y “Tito” caen en combate cuando se retiraban después de la toma de Villa El Carmen, en la Unión y el ERP pierde no solo a uno de sus dirigentes más claros, sino a unos de los principales impulsores de la construcción del Partido.

Ante el aislamiento internacional y nacional derivado del asesinato de Roque Dalton, Rivas Mira pragmáticamente maniobra y se mueve a la búsqueda de espacios internacionales logrando establecer vínculos con el Partido Comunista de China y para finales del año se anuncia el alineamiento del PRS como partido de la corriente ML (Marxista Leninista) como se identificaban en esa época a las fuerzas de izquierda Pro Chinas.

Al retorno al país de Rivas Mira, este había sido desplazado junto a un pequeño sector de lo mas militarista en la organización formado por Vladimir Rogel (el seco Humberto), Valle, Mireya, Chepe, Victor y otros; la situación deriva en nueva crisis y en enero de 1976 Humberto es capturado y ajusticiado lo que lleva al desprendimiento de este sector de la organización. Rivas Mira debilitado en su poder interno por un funcionamiento mas colectivo se deteriora política y moralmente, se evidencia su verdadera condición ideológica, el individualismo pequeño burgués que le conduce aceleradamente a la perdida de perspectiva en la lucha y finalmente a la deserción de las filas revolucionarias a mediados de 1976.

En medio de los errores políticos cometidos, hubo también aciertos, el enfoque acentuadamente militarista de la estrategia propicio el desarrollo de la línea de construcción de “Comités Militares del Pueblo” desde mediados de 1975, que se complementa a finales de ese año con la línea de construcción de los “destacamentos Insurrecciónales”, lo que permitió un importante crecimiento con nuevos contingentes de jóvenes en la ciudad y el campo que se fueron forjando en el rigor de la clandestinidad y la acción de combate, en un destacamento de jefes y guerrilleros cuyo aporte fue indiscutible.

EL PROCESO DE CORRECCION

Para 1977 el PRS-ERP realiza una jornada interna decisiva que evalúa lo actuado en su desarrollo y que concluye en la autocrítica respecto al abandono de la lucha de masas y la decisión de retomar este esfuerzo; y se aproxima al reconocimiento del error en los sucesos que llevaron a la muerte de Roque y Pancho y a la separación de la Resistencia Nacional.

Una de las decisiones fundamentales fue impulsar el desarrollo de las Ligas Populares 28 de Febrero LP28 como un frente de masas que pasó a capitalizar toda la influencia social desarrollada desde la guerrilla en zonas de Morazán, Usulutan, San Vicente, La Unión, Santa Ana, y otras bases dispersas en cantones de Chalatenango y otros departamentos, así como el trabajo urbano en el área metropolitana.

Mas tarde en 1979, durante la ofensiva final del FSLN en Nicaragua el ERP envía un contingente de sus combatientes y jefes a apoyar esta lucha como expresión del sentido internacionalista cultivado, y ese mismo año a raíz del golpe de estado del 15 de octubre en nuestro país, el ERP se toma durante los días 16 y 17 las poblaciones de Mejicanos, Cuscatancingo, San Marcos, El Matazano, combatiendo para denunciar la maniobra golpista y llamar al pueblo a rechazarla, en estas acciones cae heroicamente en San Marcos, Dennis Bismarck Julián (Comandante Jerónimo) combatiendo frente a la Guardia Nacional.

Los esfuerzos para construir la unidad empiezan a dar sus frutos en esa época con la formación en enero de 1980 de la Coordinadora Revolucionaria de Masas –CRM- y en ese espacio el frente de masas creado por el ERP las LP28 se convierten en fundadoras junto al BPR, FAPU, UDN y MLP. Mas tarde el ERP aporta sus esfuerzos para la fundación del FMLN que se constituye el 10 de Octubre de 1980.

LA GUERRA DEL PUEBLO

Durante la guerra el Ejercito Revolucionario del Pueblo dio aportes importantes

desarrollando una fuerza guerrillera audaz y eficiente que combino con mucha creatividad la guerra urbana, la guerra en el campo y el uso de fuerzas especiales y artilleras altamente calificadas.

El ERP aporto en la construcción de la estrategia militar y en sus virajes, fue pionero en el desarrollo de la concentración de fuerzas y que aplicando la consigna “ Resistir, Desarrollarnos y Avanzar” permitió al FMLN después de la Ofensiva del 10 de Enero de 1981, su primera gran victoria militar al derrotar en movimiento a dos compañías del ejercito en lo que paso a la historia como “ La Batalla del Moscarrón” en la ruta Torola – San Fernando en el departamento de Morazán el año 1982. En esta batalla se logro la captura de mas de 50 soldados y oficiales, murieron mas de cien efectivos del ejercito y resultaron decenas de heridos, capturándose además gran cantidad de armas y otros pertrechos de guerra, como corolario de esta batalla se derribo un helicóptero en las proximidades de San Fernando con lo que se logro dar muerte al Coronel Beltrán Luna jefe del Destacamento Militar Nª4 de Morazán y la captura con heridas leves del Vice Ministro de Defensa el Cnel. García.

Una de las mas brillantes campañas que desarrollo “La Brigada Rafael Arce Zablah” fue la toma de la antena del Volcán Cacahuatique, posición en lo mas escarpado de este volcán, defendida con campos minados, serpentinas y casamatas, que no fueron suficientes para detener el empuje guerrillero. En el asalto de uno de los últimos focos de resistencia cayo combatiendo “Hernán” Jefe de columna y “Bravo” un compañero que siendo soldado fue capturado por nuestras fuerzas en el Moscarrón y decidió quedarse a combatir por el pueblo.

Parte de esa etapa fue la limpieza de posiciones enemigas que desarrollo la Brigada Rafael Arce Zablah (BRAZ) con sus dos agrupaciones norte y sur que expulso al ejercito de toda la región nor oriental y de parte de la región sur oriental del país.

Agotada esta fase de la lucha el ERP abandero la desconcentración de fuerzas en decenas de unidades guerrilleras a finales de 1984, que se convirtió en un viraje necesario para dar continuidad y profundidad a la guerra del pueblo y enfrentar de mejor forma la complejidad que el incremento de la ayuda militar yanqui planteaba en el proceso de lucha, era nuestra la consigna del FMLN “Hacer del país un inmenso mar de guerrillas y pueblo organizado”. En esas condiciones se creo además una de las mas formidables agrupaciones de Fuerzas Especiales con las que contó el FMLN, este grupo de combatientes fue responsable de audaces ataques de aniquilamiento a cuarteles enemigos como la tercera Brigada de Infantería en San Miguel donde cayo heroicamente “Guadalupe” campesino de Morazán y primer jefe de las FES o el cuartel del CEMFA en la Unión.

El ERP en esa etapa logro construir, defender y poner al servicio del FMLN uno de los mas desarrollados aparatos para el movimiento de la logística estratégica con que se contó en la guerra.

En este período el ERP además, aporto estratégicamente en el desarrollo de la propaganda revolucionaria con la Radio Venceremos que pronto paso a ser la Voz oficial del FMLN y con el desarrollo del Comando de Información COMIN que se convirtió en el “Sistema Venceremos”, responsable de “La Revista Internacional El Salvador” y otros impresos, así como del sistema de cine y fotografía que contribuyeron significativamente a difundir la realidad de la lucha salvadoreña en el mundo. Fundamental también, fue el desarrollo del aparato de trabajo internacional que extendido por casi toda Europa y Norte América estuvo al servicio del Frente en la gestión diplomática y la construcción de solidaridad.

A pesar de ello, una debilidad del periodo nuevamente fue la infuncionalidad del partido, esta vez el argumento de la guerra llevo a la anulación del método partidario y a la sobredeterminación de la lógica militar; fue hasta 1984 que se reorganiza el Comité Central y se le da vida a los Comités Regionales, sin embargo su funcionamiento no llega a ser pleno, como tampoco la construcción del partido desde la base de la organización llego a tener un sistema único. En esas condiciones decisiones trascendentales siguieron concentradas en manos de la Comisión Política de la organización lo cual derivo en contradicciones con una estructura intermedia que en el fragor del combate venía creciendo en experiencia, en madurez.

En los últimos años de la guerra algunas posiciones políticas de Villalobos eran cuestionadas por la dirección intermedia (caso helicóptero de Lolotique, por ejemplo) y la fuerte demanda de los Comités Regionales por que el Comité Central se reuniera en pleno para deliberar sobre el desenlace del conflicto, sobre la posibilidad de la salida negociada, que tampoco fue atendida por la Comisión Política contribuyeron a marcar el futuro del PRS-ERP.

Cuando la Paz había sido firmada, en el mes de marzo de 1992 en Jocoaitique se logro instalar la reunión del Comité Central Ampliado que significo un revés a las intenciones políticas de Villalobos de imponer sus “nuevas tesis”, una mayoría aplastante de dirigentes de todo nivel rechazo sus planteamientos y cuestiono a la antigua dirección, iniciándose un nuevo capitulo en la vida del ERP.

Para finalizar, es de señalar que este trabajo gigantesco lleno de aciertos y errores, reseñado a vuelo de pájaro tuvo a la base el espíritu de sacrificio, la disposición al combate, la entrega a la causa popular de miles y miles de hombres y mujeres que sin esperar nada personal a cambio fueron a la lucha por la liberación del pueblo salvadoreño, son ellos y ellas el ERP y no los modernos traidores

Otros mártires

Otros mártires

Por José Arnoldo Sermeño Lima

TEGUCIGALPA – Este jueves 27 de noviembre se conmemora el 28 aniversario del secuestro, tortura y asesinato extrajudicial y en cautiverio de los líderes del auténtico FDR: Enrique Álvarez Córdova, Juan Chacón, Enrique Escobar Barrera, Manuel de Jesús Franco Ramírez, Humberto Mendoza y Doroteo Hernández.

Entre esta matanza y la de los Jesuitas transcurrieron nueve años. Casi exactos. Y fue precedida por la de Monseñor Romero en ocho meses. También casi exactos.

El cadáver de Enrique Álvarez Córdova (50 años), Presidente del FDR, presentaba doce impactos de bala, señales de tortura en todo el cuerpo, un brazo cercenado y los ojos extraídos. Juan Chacón (28 años), Secretario General del BPR, tenía tres impactos (oreja, frente y tórax) y señales de estrangulamiento. Enrique Escobar Barrera (35 años), miembro del Movimiento Nacional Revolucionario (social demócrata) tenía dos impactos en la sien y señales de estrangulamiento.

Por otra parte, Manuel Franco (35 años), miembro de la Unión Democrática Nacionalista (comunista) con cuatro balazos en el tórax y señales de estrangulamiento. Humberto Mendoza (30 años), líder del Movimiento de Liberación Popular y ex líder estudiantil universitario, tenía dos lesiones de bala (sien y tórax) y señales de estrangulamiento. No encontré documentación sobre el sufrimiento que padeció Doroteo Hernández, periodista y dirigente de la Unión de Pobladores de Tugurios.

El Frente Democrático Revolucionario había sido constituido el 18 de abril de 1980, al articularse el Frente Democrático Salvadoreño (FDS) y la Coordinadora Revolucionaria de Masas (CRM). Las pláticas para su nacimiento iniciaron el 2 de abril, sólo tres días después del entierro de Monseñor Romero, cuyas exequias fueron objeto de represión.

A su vez, el FDS había surgido en marzo, al asociarse el Movimiento Independiente de Profesionales y Técnicos de El Salvador (MIPTES), presidido por Enrique Álvarez; el MNR (social demócrata) y el Movimientos Popular Social Cristiano (escindido del PDC). Recuerdo que en la constitución del FDS en una sala de la UCA, Félix Ulloa p. Rector de la UES, asesinado por escuadrones de la muerte un mes antes que los líderes del FDR: el 29 de octubre de 1980 con su humor permanente bromeaba, diciendo que esa firma era más importante que la del acta de independencia de España.

Por su parte, la CRM nació el 11 de enero de 1980, agrupando a los frentes de masas de la organizaciones del FMLN: BPR, FAPU, UDN y LP-28. En mayo se les unió el MLP.

Del liderazgo del FDR ese 27 de noviembre sólo se salvaron Leoncio Pichinte y Juan José Martel, quienes no se encontraban en la reunión que el grupo celebraba en el Externado de San José; de donde fueron sacados según testigos por un operativo combinado de varias fuerzas de “seguridad” pública, respaldadas por efectivos de la Policía de Hacienda que rodearon dicho colegio. Esas fuentes estimaron que en la operación participaron aproximadamente 200 efectivos.

La Junta de Gobierno presidida por Napoleón Duarte negó involucramiento de las fuerzas del Estado. Dos días antes él había llamado públicamente al diálogo… Se responsabilizó de esta acción una supuesta “Brigada Anticomunista Gral.

Maximiliano Hernández Martínez”; tomando el nombre del dictador que en 1932 exterminó a más de 30 mil campesinos, acusándolos de comunistas a pesar de que el PCS estaba recién formado, pero que en realidad habían sido afectados por la crisis económica que en esa época golpeaba al mundo y por la expropiación de sus tierras desde 1872. ARENA se enorgullece de esa masacre de 1932, al punto que ha creado la tradición de iniciar todas sus campañas electorales en el punto neurálgico de esa matanza: Izalco.

En 1980, el Socorro Jurídico del Arzobispado funcionaba en el Externado; y debido al incremento de la represión, ese año aumentaron sus visitantes buscando apoyo para familiares desaparecidos: registró 11,903 víctimas civiles. Por ello fueron numerosos los testigos del secuestro del liderazgo del FDR a manos del comando derechista que entró al colegio esa mañana, ordenando a los testigos tirarse al suelo y cerrar los ojos.

Los cadáveres de los líderes del FDR aparecieron al final de ese día en Apulo. Los cuerpos evidenciaban el calvario que pasaron estos mártires, señalado al inicio de este artículo. Fueron reconocidos por el Juez de Paz de Ilopango, quien envió el expediente al Juzgado Cuarto de lo Penal en San Salvador.

La Comisión de la Verdad conformada por personalidades internacionales y constituida por los Acuerdos de Paz dictaminó que no se investigó debidamente el caso, el que había sido archivado el 8 de octubre de 1982. De las decenas de testigos que estaban en el lugar del secuestro, las autoridades judiciales sólo interrogaron a cuatro. Según dicha Comisión, esas autoridades sólo cumplieron con un trámite burocrático, pues no ordenaron autopsias ni mucho menos otras diligencias para esclarecer hechos e identificar responsables. La Policía Nacional no quiso entregar ningún expediente a la Comisión de la Verdad.

Este secuestro y masacre cerró posibilidades de negociación en ese momento y potenció la confrontación armada, que ya se había incrementado ocho meses antes con el asesinato de Monseñor Romero. El sepelio de estos líderes fue un acto masivo, pero al igual que en el del arzobispo, la derecha acá también hizo estallar artefactos explosivos.

La Comisión de la Verdad no encontró colaboración oficial para esclarecer la matanza de estos líderes, pero por el análisis de la información disponible concluyó: “Sin embargo, la Comisión considera que hay suficiente evidencia para señalar que organismos del Estado en forma combinada fueron responsables de este hecho, violando el derecho internacional de los derechos humanos”. Agregó que “recibió información confiable de que la orden final de ejecución fue consultada al más alto nivel de sectores de la derecha”.

No tuve oportunidad de conocer a todos esos líderes, sino que sólo a cuatro de ellos. Quisiera terminar contando de dos de ellos un par de anécdotas ligeras, humanas, para intentar apartar la imagen del horror que estos mártires padecieron ese día.

Con Enrique Álvarez estuvimos en la directiva del MIPTES y, como relaté en el suplemento que “Contrapunto” publicó en homenaje a Monseñor Romero, a inicio de febrero de 1980 visitamos al religioso para anunciarle la formación de ese Movimiento. Ahí mencioné que Monseñor nos preguntó si creíamos que una eventual victoria de la guerrilla podría poner en riesgo la libertad religiosa. Quique respondió algo como esto:

– Monseñor: no creo que sea un riesgo, pues en su dirigencia hay gente religiosa. Yo no tengo temor. Yo crecí rodeado de soberbia. He viajado por casi todo el mundo, y conozco las virtudes y defectos de muchos tipos de sociedades que dicen preocuparse por sus ciudadanos, pero en ninguna encontré algo que se parezca tanto al cristianismo primitivo por su solidaridad como en Cuba o China. Ojalá El Salvador pueda tener algún día una sociedad más justa.

Sus cualidades humanas salían aún en momentos tensos. En los difíciles días que siguieron al asesinato de Monseñor, cierta vez toda la directiva del MIPTES íbamos en su vehículo de una reunión a la siguiente, y nos detuvo la policía.

Como ese año fue tan sangriento, uno sólo pensaba que venía lo peor. Él nos dijo que nos quedáramos en el carro, y se bajó. El tiempo pasaba y lo veíamos hablar con los policías, y el nerviosismo crecía entre nosotros. De lejos, nos hacía señas que nos quedáramos donde estábamos, y continuaba hablando. Cuando al fin regresó, nos dijo con la jovialidad de siempre que lo habían tratado muy bien, pues resultó que él había financiado al equipo de béisbol donde jugaba uno de los agentes.

Este hijo de una de las familias más poderosas del país había estudiado en el Externado, cuando era un colegio para la elite económica. A los 14 años se trasladó a Tarrytown, Nueva York, a estudiar en The Hackley School donde destacó como atleta, ganando para su institución campeonatos de básquetbol, jugando como “halfback” en fútbol norteamericano y capitaneando al equipo de tenis. Luego estudió en Rutgers, una de las universidades públicas más grandes de los Estados Unidos, fundada en 1776, donde fue miembro de la fraternidad Kappa Sigma.

Hackley School es un internado mixto que ofrece una formación rigurosa, tradicional y personalizada, buscando transmitir a sus alumnos carácter, responsabilidad, imaginación, un discurso intelectual abierto, que se sientan satisfechos de ayudar al prójimo y son estimulados a tener respeto por sí mismos y los otros. Su lema es luncti luvamus (“Unidos, nos ayudamos”), que Quique hizo propio.

En su hacienda “El Jobo” no sólo apoyó a sus trabajadores con proyectos de salud, educación y deportes, sino que los incentivó a tomar decisiones en la cooperativa que ayudó a formar, con compra de acciones por préstamos blandos que él les otorgó. Esos trabajadores aún mantienen un busto en su honor en esa propiedad.

En el gobierno de Fidel Sánchez Hernandez fungió primero como Viceministro de Agricultura y luego como Ministro, así como en el de Arturo Armando Molina; retirándose cuando el conservadurismo de los terratenientes impidió implementar la ley de avenamiento y riego, que implicaba modestas reformas.

En la Junta de Gobierno que se inauguró en octubre de 1979 también aceptó el Ministerio de Agricultura, advirtiendo que si no le dejaban hacer la reforma agraria, esta vez no renunciaría por supuestos “motivos de salud” como la vez anterior; sino que diría las verdaderas razones, lo que cumplió en enero de 1980 cuando renunció con todo el gabinete progresista.

Por otra parte, Enrique Escobar Barrera fue un filósofo formado en México; discípulo predilecto de Eli de Gortari, el ingeniero convertido en doctor en filosofía y luego decano del Instituto de Investigaciones de la UNAM. Enrique fue un líder social demócrata, primero en la UES y luego en su partido; pero conocía más de marxismo que muchos de los comunistas del país, a quienes “en broma pero en serio” echaba en cara la falta de estudio sobre las teorías que decían profesar.

Era un fuerte apoyo al líder del MNR, el Dr. Guillermo Ungo, especialmente en lo ideológico; habiendo contribuido a que su partido fuese respetado en ese campo entre la social democracia internacional. Actualmente sufriría al ver que en el país se llama socialdemócrata a cualquiera que quede “entre camagua y elote”: haciendo derroche de ignorancia, la derecha y cierta izquierda disidente se reclaman ahora como socialdemócratas por el solo hecho de “no ser tan radical”, a pesar de no saber nada de esa ideología. ¡Algunos “analistas” hasta tratan de pintar a Rodrigo Ávila como social demócrata, para intentar diferenciarlo de ARENA! El gordo Escobar debe estar removiéndose en su sepultura…

En 1968 la UES nos envió en microbús a México a un congreso estudiantil, que no se realizó porque cuando llegamos al DF la juventud mejicana se había lanzado a las calles, uniéndose a la inquietud estudiantil que recorría el mundo y que había empezado en mayo en París. Habíamos viajado estudiantes de varias facultades e ideologías. Ahora que veo la edad que tenían al morir los líderes del FDR, me asombro al constatar que Enrique tenía sólo 35 años cuando fue asesinado. En 1968 lo veíamos como un viejo, quizás porque él ya era un político reconocido.

Él nos condujo por el DF, donde había estudiado, llevándonos a muchas librerías. Era la época cuando en El Salvador uno iba preso por tener bibliografía de ideologías “contrarias a la democracia”. Sin exagerar. Por eso, meter esas compras al país fue un dolor de cabeza, para lo que nos sirvieron los fondos de los asientos y de sus respaldos en el microbús.

Al final de una tarde llegamos de regreso a la frontera salvadoreña, por la carretera del litoral. Largas filas de gente y vehículos esperaban por la revisión aduanal. Al acercarse nuestro turno, la muchachada estaba apelotonada, nerviosa. De pronto reparamos que el gordo no estaba con nosotros. Nos pusimos a buscarle, y al encontrarle nos hizo señas apuradas para que nos alejáramos, y permaneció solo. Costó identificarle pues se había disfrazado: a pesar del calor se había puesto un grueso suéter de lana y cuello de tortuga, se había peinado diferente y aunque no usaba lentes se había puesto unos con aros redondos a lo John Lennon. Fue al único del grupo a quien la policía revisó inútilmente la maleta…

(*) Politólogo y columnista de ContraPunto

La ofensiva de 1981

La ofensiva de 1981,

según Alejandro Montenegro

Este relato es un avance del libro que el ex comandante guerrillero, que fuera miembro del Estado Mayor del Ejército Revolucionario del Pueblo, está preparando para su próxima publicación en nuestro país. Es un valioso testimonio desde sus inicios en la lucha clandestina, su participación en varias de las más importantes operaciones ejecutadas por el ERP, y finalmente su captura, tortura y confinamiento.

Alejandro Montenegro

redaccion@centroamerica21.com

En la casa que alquilan los dos compañeros a los que cariñosamente les decimos tíos, donde funciona uno de los talleres de explosivos del ERP, y que está ubicado en la periferia norte de Soyapango, me dirijo a uno de los dormitorios, consulto mi reloj y son las 4 y 10 de la tarde.

No me siento nervioso, más bien alegre de que al fin estamos por iniciar los combates. Sin perder más tiempo procedo a ponerme el uniforme que vamos a utilizar los combatientes del ERP: camisa beige manga larga y pantalón de lona azul. Me coloco un cinturón militar verde olivo a la cintura y acomodo en su funda una pistola calibre 9 mm marca browning, luego reviso dos cargadores del fusil M-16 y también los coloco a la cintura, otros dos cargadores los adapto con cinta adhesiva en sentido contrario e introduzco uno de ellos al arma. Me coloco en la cabeza una boina color café oscuro y me encamino a la puerta. Al llegar a la sala veo a Mariana, Clelia, Misael y Pichinte.

Vuelvo a consultar mi reloj, son las 4 y 46 de la tarde. Ya falta muy poco para iniciar los operativos militares en la capital. A las 5 en punto les digo a los compañeros: “Ya es la hora, salgamos a la calle a esperar a la fuerza con la que vamos a asegurar el terreno aquí”. Todos se levantan de donde están y empezamos a salir con las armas en la mano. La gente que en ese momento está en la calle se sorprende al vernos. Algunos de ellos se van corriendo para sus casas y cierran rápidamente las puertas.

La ofensiva ha comenzado

No han transcurrido ni 3 minutos cuando veo que entran los compañeros que van a estar conmigo en esta parte del barrio. Doy órdenes inmediatamente y distribuyo a toda la gente en diferentes posiciones para asegurar la defensa, simultáneamente escucho ruido de bombas y disparos cerca de aquí. “La ofensiva ha comenzado”. Le comento a Mariana, que se ha quedado al lado mío al frente de la casa de la organización. “Sí, empezó todo bien sincronizado”, responde con mucha calma, observando todos los movimientos y sosteniendo una subametralladora UZI en su mano derecha.

Leoncio Pichinte empieza a arengar a la población y a invitar a que se unan a la insurrección armada que se ha iniciado en todo el territorio nacional por las fuerzas del FMLN. Empieza a oscurecer y para este momento las tropas del enemigo combaten en las calles con nuestras fuerzas en varios lugares de Soyapango. Pichinte no se cansa de arengar a la población e incluso ha ido visitando casa por casa con el grupo que pertenece a las Ligas Populares 28 de Febrero, nuestro frente de masas.

Sin embargo, es bien poca la población que nos está ayudando a hacer barricadas. La gran mayoría de la gente se ha quedado encerrada en sus casas. “¿Qué es lo que pasa que la población no se nos une?”, le comento preocupado a Mariana. “No sé, esperábamos que la población nos apoyara”, me responde también preocupada. “Pues sí, nos apoyan, pero no se integran a combatir al lado de nosotros, se han encerrado en sus casas”, le insisto. “Ya te dije, no sé que pasa”, dice ella suavemente.

A pesar de que la población no se nos ha unido masivamente, nosotros en esta parte de Soyapango mantenemos el control militar. Cerca de las 10 de la noche, Mariana me toca el hombro y me dice: “Mirá, llegó Mincho con su gente. “¿Que pasó?”, le pregunto a Mincho de entrada. Los de la RN no atravesaron el tren como vos dijiste. El ejército penetró con sus camiones sin problemas y ya tienen control del bulevar del Ejército”.

-¿O sea que nos han dividido la fuerza?

Claro, el resto de combatientes han quedado al otro lado, incluyendo los que atacan a la Fuerza Aérea, dice Mincho agitado.

-Está bien, con tu gente apoyá para asegurar el terreno aquí y en un rato veremos que hacemos, voy a evaluar la situación.

No hay insurrección

Me aíslo un poco, saco un cigarro de mi camisa, lo prendo y trato de analizar la situación. Las fuerzas de la RN o no pudieron atravesar el tren por causas que desconozco, o era mentira que podían hacerlo. El asunto es que tengo dividida la fuerza militar, lo cual limita mis posibilidades de maniobra y lo más importante es que la insurrección no se ha desarrollado. Estamos peleando ejército contra ejército y nosotros con muy poca ayuda de la población civil.

Llamo a Mariana, Clelia, y Misael y les digo:

-La situación militar no es buena para nosotros en las actuales circunstancias. El hecho político que no se haya desarrollado la incorporación masiva de la población es un asunto que cambia todas las perspectivas de esta maniobra. He decidido que solamente vamos a estar aquí un corto tiempo y luego nos retiramos al norte, buscando Tonacatepeque.

Me parece bien, dice Misael.

Dejo pasar como media hora y después ordeno a todos los mandos que den instrucciones a su gente para retirarnos. Reunimos a toda la fuerza y nos vamos retirando por grupos de manera ordenada hasta que nos convertimos en una inmensa fila de combatientes que camina un poco lento por la oscuridad que nos abraza. Pero pienso que la decisión de retirarnos la tomé en el momento justo porque no estamos siendo perseguidos por tropas del enemigo. Vito, uno de mis mandos medios, se me acerca y dice:

-Alejandro, ya llegamos a Tonacatepeque, en este punto tenemos que desviamos.

¿Y cómo se ve el pueblo?, le pregunto.

Ese lugar está tranquilo, no se ve movilización de tropas ni de civiles, responde.

Tomémonos este pueblo

Me quedo reflexionando unos segundos y pienso: ¿y si en vez de desviamos en silencio tomamos este pueblo?

-Vito, no nos vamos a desviar, vamos a tomarnos el pueblo. Vos encargate con tu fuerza de atacar el puesto de la guardia.

En pocos minutos empieza el ataque al puesto de la guardia y se escucha un combate bien nutrido y prolongado. “Puta, no pensé que los guardias iban a oponer tanta resistencia”, le comento a Mariana. En ese momento se me acerca el compañero Fermán y me dice:

-Alejandro, tenemos que retirarnos porque los tanques del ejército nos vienen siguiendo.

Me paro en todo el medio de la calle para ver una pequeña colina por donde tendrían que aparecer los blindados.

Yo no veo nada, le digo.

-Puta, Alejandro, mirá bien, allá se ven, vienen bajando por la colina.

Me esfuerzo para ver mejor y no veo los tanques que dice Fermán. No existen esos carros de combate, este lo que tiene es un ataque de nervios, pienso en mis adentros. Ya no le hago caso, trato de ponerle cuidado al desarrollo de los combates en el pueblo. Al cabo de unos minutos me doy cuenta que viene acercándose Mariana con una cara que expresa preocupación. Dice al llegar:

-El puesto de la guardia no se pudo tomar y mataron a Vito.

Vámonos de aquí, le digo contrariado.

Bordeamos el pueblo sin complicaciones y seguimos caminando siempre con rumbo norte.

Me siento mal y muy molesto por la muerte de Vito. Recuerdo que antes de iniciar los preparativos de esta ofensiva lo teníamos como candidato para que asumiera la jefatura de operaciones de San Salvador.

La evacuación

Seguimos caminando y yo no dejo de pensar en qué hacer en este momento con toda esta fuerza militar que llevo conmigo, porque es obvio que en la capital no ha habido insurrección y del resto del país estoy desconectado, no tengo por lo tanto la menor idea de lo que está ocurriendo.

Tengo informes que en Guazapa la Resistencia Nacional tienen una pequeña fuerza militar, pero nosotros no contamos con nadie en ese lugar, y además no conocemos el camino para llegar hasta los campamentos.

Al llegar a una zona con bastante vegetación doy la orden de pararnos, llamo a Mariana, Clelia y Misael. Les hablo despacio y muy calmado:

-Pienso tomar la decisión de evacuar a toda la gente desde este punto que nos ofrece un buen camuflaje, porque la ofensiva en la capital no salió como esperábamos y ustedes bien saben que en este momento no tenemos comunicación con el resto del país.

¿Y en Guazapa no se dice que hay fuerzas del FMLN?, pregunta Misael.

-Sí, pero no conocemos el camino y pronto nos sorprenderá el día. Es mejor que nos disgreguemos aquí. De aquí está cerca Quezaltepeque y ahí está don Tito, que tiene una infraestructura con capacidad suficiente para guardar las armas, y además buena cobertura porque es una estación de gasolina. Vamos a proceder en ese sentido y voy a dejar a cargo de la evacuación a Mincho. Que vaya trasladando las armas hacia ahí y que la fuerza militar se traslade para San Salvador poco a poco, como gente común y corriente, en la medida que él vaya trasladando el armamento.

Mando a llamar a Mincho y le explico el plan de evacuación.

Está bien Alejandro, yo empiezo a trabajar en eso y arreglo para que ustedes salgan primero para San Salvador, responde con aplomo.

A pesar de las expectativas que la ofensiva final había despertado en todos nosotros, tomamos algunas precauciones y en nuestras mochilas tenemos ropa normal para confundirnos con la población y poder viajar a la capital con algún mínimo de seguridad.

Fuimos impactados por los barbudos de la Sierra Maestra…Entrevista con Américo Araujo (II) ( segunda versión, aumentada y corregida)

Fuimos impactados por los barbudos de la Sierra Maestra…Entrevista con Américo Araujo (II) ( segunda versión, aumentada y corregida)

SAN SALVADOR, 31 de julio de 2009 (SIEP) “Para nosotros, adolescentes en el 58, que andábamos por los 13-14 años, los rebeldes y barbudos guerrilleros cubanos de la Sierra Maestra eran héroes, eran nuestros ídolos juveniles…” nos relata Américo Mauro Araujo, destacado luchador social salvadoreño.
Agrega que “conocí al Zarco (Armando) Herrera cuando yo cursaba el séptimo grado (primero de Plan Básico) y Armando cursaba el octavo. Ambos estudiábamos en el Liceo José Martí, que era propiedad del Lic. Manuel Luís Escamilla y se situaba sobre la Calle Delgado, una media cuadra hacia el oriente de la esquina sur oriente del mercado cuartel. El uniforme que usábamos era, (ridículo para mi criterio actual), saco, camisa y pantalón blanco…era el año 58, febrero del 58…Lemus era presidente…”
Y escuchábamos y leíamos las noticias de los rebeldes barbudos de la Sierra Maestra…de Fidel Castro, Camilo Cienfuegos, el Che…estábamos pendientes de escuchar en los radios marca Telefunken, Grundig, Philips y Zenith que entonces se encontraban en las casas de capas medias, incluso en aquellas de bajos ingresos, la señal de “Radio Rebelde” que salía todos los días por las tardes desde la Sierra Maestra. Igualmente, comprábamos en el centro de San Salvador, sobre todo en la Librería Claridad de Ana Rosa Ochoa, la revista Bohemia, que venía de Cuba, y que traía mucha información sobre la lucha guerrillera del Movimiento 26 de Julio, venían fotografías, reportajes…los jóvenes nos sentíamos atraídos hacia este tema.
En esos años había crisis de héroes y rápidamente los rebeldes cubanos se convirtieron en nuestros héroes. Hablo de que los adolescentes de entonces no teníamos ninguna cultura política ni ideológica y admirábamos a aquellos barbudos solamente por su valentía y rebeldía. Los ídolos de la juventud del 57-58-59 eran James Dean por lo de la película “El rebelde sin causa” y Elvis Presley, el Rey del Rock; incluso, muchos tratábamos de imitar su corte de pelo.
Los rebeldes de Sierra Maestra eran nuestros héroes y cuando triunfa la revolución cubana el 1 de enero de 1959 hubo un gran regocijo, recuerdo que sin estar organizado, asistí a un mitin convocado por un Comité de Solidaridad con Cuba…habían muchos universitarios, era una convocatoria para celebrar la victoria popular en Cuba…en el predio Universitario, al costado poniente de catedral. Debe de haber sido como el 7 u 8 de enero de aquel año.
Me llamaron la atención por su porte y aspecto de clase media, de estatura alta en comparación con la media salvadoreña de aquellos años, cuatro muchachos universitarios, a los cuales tiempo después conocería, estaban bien vestidos- camisas mangas larga- y bien nutridos…ellos eran Raúl Castellanos Figueroa, Roberto Castellanos Calvo, Schafik Handal y Mario Flores Macall…
Ese año 1959, ingrese a segundo año de Plan Básico (octavo grado actual) al INFRAMEN, allí me reencontré con Federico Baires, a quien había conocido, años atrás, en el Colegio Instituto América, cuando yo cursaba quinto grado, y Federico el sexto grado. En el América fui compañero de grado de Miriam Medrano, hermana de Mario, uno de los fundadores de ANDES 21 de Junio. Con Miriam años después coincidimos como estudiantes en la Universidad Patricio Lumumba, de Moscú. Al Instituto América llegue en junio del 56 pues durante el primer semestre de ese año estuve interno, en Santa Tecla, en el Juniorado Menor de los Maristas pues quería estudiar para ser Hermano Marista. El Juniorado funcionaba junto a un Colegio que se llamaba “María Inmaculada” y estaba enfrente a la Alcaldía Municipal de Santa Tecla, exactamente donde hoy se encuentra la infraestructura de la Iglesia María Inmaculada.
En aquella época esa iglesia era como una capilla y se encontraba a un lado del Juniorado. En el Juniorado conocí a Héctor Oquelí Colindres que también quería hacerse Marista. Cuando en el mes de mayo el Director del Juniorado me comunicó que tenía que viajar a Cuba para continuar mis estudios en el Juniorado Latinoamericano. Entonces apenas tenía once años, lo pensé mucho, me entró una duda, una crisis de identidad y, felizmente, mi madre me ayudo rápidamente a tomar una sabia decisión: desistir de hacerme Marista. Por eso me salí del Juniorado y llegué, a medio año, al Instituto América. Menos mal que tomé aquella decisión porque los Maristas en Cuba rápidamente entraron en conflicto con la Revolución y confrontaron y atacaron al gobierno revolucionario. Luego salieron de Cuba y aquel Centro Marista se convirtió desde 1963 en Villa Marista que es, hasta la fecha, un centro penal.
En 1959, como referí, ingrese al INFRAMEN a segundo de Plan Básico. En 1960 estallaron las jornadas populares contra Lemus y junto con Lico Baires , ya en 3er curso de Plan Básico (noveno grado), decidimos participar en las protestas contra la dictadura lemusista y desde agosto asistíamos a las concentraciones y marchas de protesta…el viernes 2 de septiembre de ese año me encontraba con Lico en uno de esas marchas cuando, la guardia nacional comenzó a reprimir, comenzaron a perseguirnos, de oriente a poniente, sobre la calle Rubén Darío, desde el Hula Hula hacia el Parque Bolívar.
En la esquina de la 9na. calle nos separamos; yo continué corriendo sobre la Darío hacia el poniente y Lico se fue para el Paraninfo Universitario, donde muchos años después construyeron el Hotel Ritz, enfrente de las Oficinas Centrales Administrativas de ANDA, porque consideraba que la Rectoría de la UES era más segura. Entonces la UES quedaba en la manzana frente a ANTEL centro, entre la 9 y 7 avenida sur. Haberse ido a la UES fue un fatal error, porque los Guardias, sin importarles la autonomía universitaria, irrumpieron precisamente en la Rectoría e incluso golpearon en la cabeza al Rector Dr. Napoleón Rodríguez. A Lico lo capturaron, estuvo como 4 días preso…el lunes 5 de septiembre cuando llegamos a clase Lico no llegó, estaba preso…esta represión creo una coyuntura que condujo al golpe contra Lemus el 26 de octubre de ese mismo año…
Había un grupo de muchachos, a quienes siempre veíamos en las concentraciones y marchas de protesta contra Lemus, donde estaban Armando “ el Zarco Herrera”, (con quien habíamos estudiado en 1958 en el Liceo José Martí), Mario Aguiñada Carranza, Alfonso “El Chiquitín” García, su hermana Esperanza García, Chequelito, “Pepita” de nombre Rubén y el poeta erótico Ricardo Castro Rivas. Meses después, ( el 26 de octubre del 60, el mismo día del golpe contra Lemus), este grupo constituyó, por instrucciones del P.C.S., del cual ellos ya formaban parte, la Unión Nacional de Estudiantes de Educación Media, UNEEM. Días después del golpe contra Lemus llegaron al Instituto a repartir propaganda e invitando a organizarse.
Terminamos el año escolar pocos días después del golpe y comenzaron las vacaciones de fin de año…estando en vacaciones, en los primeros días de diciembre del 60, la UNEEM convocó al Paraninfo Universitario para una charla, decidí asistir. Llegué al Paraninfo, vi que había poca gente y me retiré, …a mediados de enero del 61 conocí de una nueva convocatoria de la UNEEM. Esa vez convocaron para una reunión en una barbería, que estaba sobre la cuarta avenida sur, en la esquina nor poniente de donde comienza la Cuesta del Palo verde (8va Calle Oriente); a una cuadra al oriente del Cine Apolo. Lico Baires y yo decidimos asistir y esta vez nos inscribimos en la UNEEM, luego, el 25 de enero se efectuó el contragolpe de estado y participamos, ya como miembros de la UNEEM, en manifestaciones de repudio, en febrero comenzaron de nuevo las clases…
La Vanguardia de la Juventud Salvadoreña
Ya en abril de ese año conocimos sobre la existencia de Vanguardia de la Juventud Salvadoreña, VJS, una organización clandestina juvenil y en mayo ingresamos junto con Lico Baires …nos convocaron para el Parque Cuscatlan y allí nos juramentaron…lo hizo un compañero al que llamábamos Pepita. Nos convertimos en el Grupo 7 de la VJS. Yo pensaba en ese momento que éramos miles, después supe que éramos muy pocos…
Rápidamente fui ascendiendo…en la UNEEM pronto llegué a ser responsable de educación y en la VJS miembro del equipo de organización dirigido por el entonces Palmiro ( A. Herrera)y me nombraron responsable de un grupo en Santa Ana.
En Santa Ana, como VJS me tocaba atender a un grupo de jóvenes entre los que se encontraba Carlos Abrego, que fue también de la UNEEM, y con quien viajamos el siguiente año a estudiar en la URSS. Carlos Ábrego hoy vive en Francia; también estaba Alfredo Pineda Dubon, conocido como el León Dorado, que luego se convirtió en el León Peinado, porque en aquellos años tenía una melena rubia larga y alborotada, como melena de León, que luego, con la edad, el pelo rizado se volvió lacio y decidió peinarlo, ya para ese entonces, aunque jovencito, era maestro. Desde 1972, cuando el ejército, por órdenes del Coronel Molina, se tomó la Universidad, fue exiliado a Costa Rica y desde entonces vive allá. A Lico Baires le tocaba atender Usulutan y allá el dirigente local era Toni Handal, tanto de la UNEEM como de la VJS
Luego vino el periodo del Frente Unido de Acción Revolucionaria, el FUAR, y como VJS nos convertimos en su columna juvenil; me acuerdo que en mayo del 62 volví a encontrarme con aquel joven que había visto en enero del 59 en el Predio Universitario, Schafik era dirigente del FUAR y coordino una asamblea en mayo del 62, que fue en el edificio Chahin, en la azotea. Ahí le hable por primera vez a Schafik.
Ingreso al PCS
A finales de octubre de 1961 nos propusieron, a un grupo de jóvenes, que ingresáramos al PCS. Y nos convertimos en candidatos a miembros atendidos por el Zarco Herrera. Nos convocaron a una reunión que se celebró el 26 de diciembre. En esa reunión nos juramentaron. La reunión se desarrollo en una casa situada al costado oriente del Parque Bolívar sobre la 13 Ave. Sur, casi vecina de lo que actualmente es el Hospital Paravida. La casa la prestaba un miembro del P.C., que era estudiante de derecho y profesor de primaria, se llamaba Salvador Sagastizado, después se gradúo, se especializó en derecho laboral y fue asesor de muchos sindicatos, abogado de miles de obreros que presentaban sus demandas ante el Ministerio del Trabajo o apoderado de estos en los juzgados laborales del país. A. Cuando yo regresé de estudiar la Universidad de la URSS, a finales de los sesentas me hice amigo de Sagastizado. Salvador murió hace dos años atrás.
La juramentación para ingresar al PCS fue un acto sencillo pero muy solemne , en el que juramos lealtad al PCS y a la clase obrera salvadoreña. La Juramentación estuvo a cargo de Raúl Castellanos Figueroa, miembro de la Comisión Política del P.C.S. Ingresamos ese día a las filas del PCS los y las siguientes siguientes Compañeras: Diana Minero (hija de Camilo y que actualmente tiene complicaciones en su salud), Américo Duran (Pelo Pincho), Federico Baires (Lico), Guadalupe Rosales Carpio (hija mayor de Salvador Cayetano Carpio), un joven de apellido Arrazate y mi persona.
Nos constituimos como célula del PCS. Recuerdo un detalle de la reunión: a mitad de la reunión a Raúl le dieron ganas de fumar y me pidió que le fuera a comprar una cajetilla de cigarrillos Kent con filtro, que era los que fumaba. Lo hice, a propósito una vez Ricardo Castro Rivas, que era un poco mayor que nosotros, nos jugó una broma: recién regresaba de la Unión Soviética, y fue y compró cigarros y les corto el filtro para que no viéramos la marca y llegó a ofrecernos “cigarros soviéticos” y todos gustosos aceptamos y nos pusimos a fumar celebrando las delicias del tabaco soviético, no obstante que era tabaco muy fuerte y la final escuchamos las carcajadas de Ricardo y sus burlas por nuestra ingenuidad.¡Así era Ricardo!
Usualmente nos reuníamos en un local para estudiantes universitarios, donde había juegos de mesa, le llamábamos La Casona, o en San Jacinto, en la casa del Chiquitín García, que quedaba en un pasajito…y después en la casa de la Familia Baires. déjame decirte que el Chiquitín García era el más destacado de nuestro grupo. Era un poco mayor, era a la vez secretario general de la UNEEM y de la VJS. Estudiaba en el Colegio Orantes, donde estudiaba también Mario Aguiñada. El, junto con Mario Aguiñada y Armando Herrera habían vivido la experiencia política de la Juventud 5 de Noviembre, años antes, donde estuvo Ricardo Bogrand, y el mismo Ricardo Castro Rivas.
En julio de 1962, me convocaron a una reunión en casa de Salvador Cayetano Carpio, quedaba en el Barrio Santa Anita, cerca del Boulevard Venezuela, en un pasajito…en la misma casa vivía también Miguel Ángel Ortega y su hija Liudmila (que desde hace muchos años vive en Chile). Miguel era un reconocido Director de Teatro, le apodaban como “Cara de Olla” por su rostro redondo; había sido alumno del Maestro Edmundo Barbero. Miguel Ángel durante muchos años fue el Director de un prestigioso grupo de teatro llamado “Teatro Obrero” y también fue Director del Teatro del Colegio Celestino Castro. Miguel emigró a Cuba y allá murió en la década de los ochenta, durante los años de la guerra
En esa reunión el propio Cayetano Carpio nos comunicó que habíamos sido seleccionados para estudiar con una beca en la URSS. Cayetano nos instó a aceptar la beca pues nos aseguró que la victoria de la revolución estaba cerca y el nuevo estado revolucionario necesitaría de un nuevo tipo de profesionales. Nos expresó que la beca para estudiar la tomáramos como una tarea que la revolución nos asignaba. Todos aceptamos. Éramos un grupo de 8 jóvenes. De ellos siete viajamos a la URSS y uno a Alemania. A Moscú, para estudiar en la Universidad ”Amistad de los Pueblos Patricio Lumumba” viajamos : Carlos Abrego, Victoria Cortez, Fernando Flores, Manuel García, Jorge Palacios, Vladimir Acosta (hijo de Daniel Castaneda, en ese entonces Secretario General del PCS.) Américo Araujo y para Alemania a estudiar economía un compañero que creo todavía trabaja en la Alcaldía de Santa Tecla conocido como el “Chino Lone”.
Viajamos a la URSS en la segunda quincena de agosto vía México. Aunque era uno de los menores en edad me nombraron el responsable del grupo y al llegar a la Ciudad de México me correspondió ir a buscar al compañero Miguel Ángel Vásquez que trabajaba en la Librería “Fondo de Cultura Popular” que estaba situada a un costado del Parque “Alameda Central” cerca de las Estaciones de Metro Hidalgo, Juárez y Bellas Artes, en el centro histórico del Distrito Federal. A Miguel le entregamos nuestros pasaportes para el visado soviético y el los devolvió junto con los pasajes aéreos. Por cierto, Miguel Ángel Vásquez, murió solitario, a la edad cercana a los 90 años, en su apartamento de Distrito Federal. Su cadáver fue encontrado varios días después de fallecido cuando sus vecinos avisaron a la Policía.

Aquel año de 1962, en octubre, dos meses después de haber llegado a Moscú, estalló la “Crisis de Octubre”, el mundo estuvo al borde de la guerra nuclear y cientos de estudiantes latinoamericanos y yo, entre ellos, nos dirigimos a la Embajada de Cuba en Moscú para inscribirnos como voluntarios para ir a defender la revolución de los Barbudos que 3 años atrás habían despertado toda nuestra admiración. La Revolución Cubana es la principal cómplice de mi involucramiento en el proceso revolucionario y social salvadoreño. La Revolución Cubana me impacto de tal manera que enrumbo mi vida, trazó la ruta de mi vida. Por ella he transitado, sin variarla, durante los últimos 50 años y hoy, casi al final de ella ya no existe ninguna posibilidad de variarla. Me siento totalmente satisfecho.

Plataforma Programática del Gobierno Democrático Revolucionario del UDN, LP-28, BPR, FAPU

Plataforma Programática del Gobierno Democrático Revolucionario

UDN, LP-28, BPR, FAPU

Las estructuras económicas y sociales de nuestro país, que han garantizado el enriquecimiento desmesurado de una minoría oligárquica y la explotación de nuestro pueblo por el imperialismo yanqui, se encuentran en una crisis profunda e insalvable.
También se encuentra en crisis la dictadura militar, todo el ordenamiento jurídico y la ideología que han defendido y defienden los intereses oligárquicos e imperialistas norteamericanos, oprimiendo y sometiendo al pueblo salvadoreño por medio siglo. Las filas de esas clases dominantes se han agrietado y los intentos fascistas y reformistas para superar la crisis han fracasado, victimas de sus propias contradicciones y golpeados por la decidida y heroica acción del movimiento popular. Este fracaso no ha podido ser impedido ni siquiera por la casa vez más descarada intervención norteamericana en respaldo de esos proyectos anti-populares.
El fiel apego de las organizaciones revolucionarias a los intereses y aspiraciones del pueblo salvadoreño, ha permitido que, de manera indisoluble, se fortalezcan y ahonden sus raíces entre las grandes mayorías trabajadoras y las capas medias. El movimiento revolucionario por su arraigo popular, es ahora indestructible y constituye la única alternativa para el pueblo salvadoreño, que no podrá ser detenido ni desviado en su lucha por conquistar una patria libre en la que se realicen sus anhelos vitales.
La crisis económica y política de las clases dominantes, por un lado, y por otro, la pujanza del movimiento popular, constituido en la fuerza política decisiva de nuestro país, ha originado un proceso revolucionario y condiciones para que el pueblo asuma el poder.
La transformación revolucionaria de nuestra sociedad, sometida hasta ahora a la injusticia, el entreguismo y el pillaje, es hoy una realidad posible y próxima. Solo mediante ella conquistará y asegurará nuestro pueblo las libertades y derechos democráticos que le han sido negados. Únicamente la revolución solucionará el problema agrario, generando en beneficio de las masas campesinas y de los asalariados agrícolas condiciones materiales y espirituales de vida favorables a la inmensa mayoría de nuestra población, sumida hoy en la miseria, el atraso cultural y la marginalidad. Será la revolución la que conquiste la verdadera independencia política de nuestro país, dándole al pueblo salvadoreño el derecho de determinar libremente su destino y de alcanzar la independencia económica real.
Esta revolución es por ello, popular, democrática, anti-oligárquica y busca conquistar la efectiva y verdadera independencia nacional. Sólo la victoria revolucionaria detendrá la criminal represión y hará posible que el pueblo conquiste la paz de que hoy no goza; una paz sólida, basada en la libertad, la justicia social y la independencia nacional.
Esta revolución que esta en marcha, no es, ni podrá ser, la obra de un grupo de conspiradores; por el contrario, es el fruto de la lucha de todo el pueblo, es decir, de lo obreros, de los campesinos, de las capas medias en general y todos los sectores y personas honestamente democráticas y patrióticas.
Las filas más conscientes y organizadas del pueblo salvadoreño, que ya son multitudinarias, combaten ahora cada vez más ensanchadas y unidas. Por su disposición combativa, su grado de conciencia, temple y organización y su espíritu de sacrificio en aras del triunfo popular, la alianza de los obreros y campesinos ha confirmado ser el más firme puntal para garantizar la consecuencia y firmeza del movimiento hacia la liberación, en el cual se unen –como expresión de la unidad de todo el pueblo- las fuerzas revolucionarias y las fuerzas democráticas, los dos grandes torrentes engendrados por la larga lucha librada por el pueblo salvadoreño.
La tarea decisiva de la revolución, de la cual depende el cumplimiento de todas sus tareas y objetivos, es l conquista del poder y la instauración de un GOBIERNO DEMOCRÁTICO REVOLUCIONARIO que emprenda, a la cabeza del pueblo, la construcción de una nueva sociedad.

TAREAS Y OBJETIVOS DE LA REVOLUCIÓN

Las tareas y objetivos de la revolución en El Salvador son las siguientes:

1. Derrocar la dictadura militar reaccionaria de la oligarquía y el imperialismo yanqui, impuesta y sostenida contra la voluntad del pueblo salvadoreño desde hace cincuenta años; destruir su criminal maquinaria político-militar y establecer el GOBIERNO DEMOCRÁTICO REVOLUCIONARIO, fundamentado en la unidad de las fuerzas revolucionarias y democráticas, en el Ejército Popular y en el pueblo Salvadoreño.
2. Poner fin al poder y dominio político, económico y social en general, de los grandes señores del capital y de la tierra.
3. Liquidar definitivamente la dependencia económica, política y militar de nuestro país respecto al imperialismo yanqui.
4. Asegurar los derechos y libertades democráticas para todo el pueblo, particularmente para las masas trabajadoras, que son quienes menos los han disfrutado.
5. Traspasar al pueblo, mediante la nacionalización y la creación de empresas colectivas y asociativas, los medios de producción y distribución fundamentales, ahora acaparados por la oligarquía y los monopolios estadounidenses: la tierra en poder de los grandes terratenientes, las empresas productoras y distribuidoras de electricidad, la refinación del petróleo, las empresas industriales, comerciales y de servicios monopólicos, el comercio exterior, la banca, las grandes empresas del transporte. Todo ello sin afectar a los pequeños y medianos empresarios privados, a los cuales se dará estímulo y apoyo, en todo sentido, en las diversas ramas de la economía nacional.
6. Elevar el nivel material y cultural de la vida de la población.
7. Crear el nuevo Ejército de nuestro país, que surgirá fundamentalmente en base del Ejército Popular construido en el curso del proceso revolucionario, al cual podrán incorporarse aquellos elementos sanos, patrióticos y dignos que pertenecen al ejército actual.
8. Impulsar la organización popular en todos los niveles, sectores y formas, para garantizar su incorporación activa, creadora y democrática al proceso revolucionario y conseguir la más estrecha identificación entre el Pueblo y el Gobierno.
9. Orientar la política exterior y las relaciones internacionales de nuestro país, por los principios de la independencia y la autodeterminación, la solidaridad, la convivencia pacífica, la igualdad de derechos y el respeto mutuo entre los estados.
10. Con todo ello, asegurar en nuestro país la paz, la libertad, el bienestar del pueblo y el sucesivo progreso social.

EL GOBIERNO DEMOCRATICO REVOLUCIONARIO, SU INTEGRACIÓN Y SU PLATAFORMA DE CAMBIOS POLÍTICOS, ESTRUCTURALES Y SOCIALES

El GOBIERNO DEMOCRÁTICO REVOLUCIONARIO se integrará con representantes del movimiento revolucionario y popular de los partidos, organizaciones, sectores y personalidades democráticos, dispuestos a participar en la realización de la presente Plataforma Programática.
Este Gobierno se apoyará en una amplia base social y política formada en primer lugar, por la clase obrera, el campesinado y las capas medias avanzadas; íntimamente unidas a ellas, estarán todas las capas sociales dispuestas a llevar adelante esta Plataforma; pequeños y medianos empresarios industriales, comerciales, artesanales, agropecuarios (pequeños y medianos cafetaleros y de los otros renglones de la agricultura y ganadería). Comprenderá así mismo, a los profesionales honestos, al clero progresista, a partidos democráticos como el MNR, los sectores avanzados de la Democracia Cristiana; a los oficiales dignos y honestos del ejercito, que estén dispuestos a servir a los intereses del pueblo y todo otro sector, grupo, personalidades o segmentos que aboguen por la amplia democracia para las masas populares, por el desarrollo independiente, por la liberación popular.
Todas estas fuerzas concurren actualmente a integrarse en una alianza democrática y revolucionaria en la que se respeta plenamente la ideología política y religiosa de cada una. La forma orgánica de esta alianza voluntaria al servicio del pueblo salvadoreño, será un resultado del consenso de todos aquellos que la integren.

I. MEDIDAS INMEDIATAS EN LO POLÍTICO

1. Cese a la represión contra el pueblo en todas sus formas y libertad de los presos políticos.
2. Esclarecimiento de los presos y desaparecidos desde 1972 y castigo a los responsables (militares y civiles) de crímenes contra el pueblo.
3. Desarme y disolución efectiva de los cuerpos represivos ANSESAL, ORDEN, Guardia Nacional, Policía Nacional, Policía de Hacienda, Policía de Aduana y sus respectivas “Secciones Especiales”; de la “Escuela de Contra-Insurgencia” de Gotera y el llamado “Centro de Instrucción de Ingeniería de la Fuerza Armada (CIIFA)” de Zacatecoluca; de las patrullas militares, cantonales y suburbanas; de las bandas paramilitares privadas de la oligarquía y de toda clase de organizaciones, reales o nominales, dedicadas a la acción y difamación criminales contra el pueblo y sus organizaciones.
Los ahora mal llamados Cuerpos de Seguridad serán sustituidos por una policía civil
4. Disolución de los actuales poderes del Estado (Ejecutivo, Legislativo y Judicial), derogatoria de la Constitución Política y de todos los decretos que la hayan modificado o sustituido. El GOBIERNO DEMOCRATICO REVOLUCIONARIO dictará una ley constitutiva y organizará al estado y sus actividades con el propósito de garantizar los derechos y libertades del pueblo y el logro de los demás objetivos y tareas de la revolución. A este respecto, el GOBIERNO DEMOCRÁTICO REVOLUCIONARIO se adherirá a la “Declaración Universal de los Derechos Humanos” de las Naciones Unidas.
Dicha ley constitutiva regirá mientras el pueblo salvadoreño se de a una nueva Constitución Política que refleja fielmente sus intereses.
5. Se reestructurará el poder Municipal de manera que sea un órgano de amplia participación de las masas en a gestión del Estado, un órgano real del nuevo poder popular.
6. El GOBIERNO DEMOCRÁTICO REVOLUCIONARIO realizará una intensa labor de educación liberadora, difusión cultural y organización entre las más amplias masas, a fin de promover su incorporación conciente al desarrollo, fortalecimiento y defensa del proceso revolucionario.
7. Fortalecer y desarrollar el Ejército Popular, al cual se incorporarán los elementos de tropa, suboficiales, oficiales y jefes del actual Ejército que mantengan una conducta limpia, rechacen el intervencionismo extranjero contra el proceso revolucionario y apoyen la lucha liberadora de nuestro Pueblo.
El nuevo Ejército será el verdadero brazo armado del Pueblo, estará a su servicio, será absolutamente fiel a sus intereses y a su revolución; será una Fuerza Armada verdaderamente patriótica, defensora de nuestra soberanía y autodeterminación, decidida partidaria de la convivencia pacífica entre los pueblos.
8. Nuestro país será retirado del CONDECA, del TIAR y de cualquier otro organismo militar o policial que sea instrumento de intervencionismo.
9. El GOBIERNO DEMOCRÁTICO REVOLUCIONARIO establecerá relaciones diplomáticas y comerciales con los demás países, sin discriminar en razón de los diferentes sistemas sociales, sobre la base de la igualdad del derecho, la mutua convivencia y el respeto a la autodeterminación.
Se prestará especial atención al desarrollo de relaciones amistosas con los demás países del área centroamericana (incluidos Panamá y Belice), encaminados a afianzar la paz y la vigencia del principio de no intervención. Particularmente se cultivará el estrechamiento de fraternales relaciones con Nicaragua, como expresión de la comunidad de ideales e intereses entre nuestra Revolución y la Revolución Sandinista.
Nuestro país se incorporará como miembro al movimiento de Países No Alineados y desarrollará una política invariablemente afiliada a la defensa de la paz mundial y en favor de la distensión.

II. LOS CAMBIOS ESTRUCTURALES

El GOBIERNO DEMOCRÁTICO REVOLUCIONARIO procederá a:

1. Nacionalizar todo el sistema bancario y financiero. Esta medida no afectará los depósitos demás intereses del público.
2. Nacionalizar el Comercio Exterior.
3. Nacionalizar el Sistema de Distribución de la Electricidad y de las Empresas de Producción de las mismas que estén en manos privadas.
4. Nacionalizar la refinación del petróleo.
5. Realizar la expropiación, según la conveniencia nacional, de las empresas monopólicas en la industria, el comercio y los servicios.
6. Realizar una profunda Reforma Agraria que ponga la tierra, ahora en manos de los grandes terratenientes, a disposición de las grandes masas que la trabajan, de acuerdo a un plan efectivo que beneficie a las grandes mayorías de campesinos pobres, medios y asalariados agropecuarios y que promueva el desarrollo de la producción de la agricultura y la ganadería.
La Reforma Agraria no afectará a los pequeños y medianos propietarios de tierra, quienes recibirán estímulos y apoyo para hacerla producir cada vez mejor.
7. Realizar una Reforma Urbana que beneficie las grandes mayorías, sin afectar la pequeña y mediana propiedad de inmuebles.
8. Transformar a fondo el Sistema Tributario, de manera que el pago de impuestos no recaiga sobre los trabajadores. Se disminuirán los impuestos indirectos sobre los artículos y servicios del amplio consumo. Esto se hará posible no sólo por la reforma al sistema tributario, sino también porque el Estado percibirá fuertes ingresos provenientes de la actividad del sector nacionalizado de la economía nacional.
9. Establecer efectivos mecanismos de ayuda crediticia, fomento económico y técnico para la pequeña y mediana empresa privada en todas las ramas de la economía del país.
10. Establecer un sistema de efectiva planificación de la economía nacional, que permita impulsar un desarrollo equilibrado.

III. MEDIDAS EN LO SOCIAL

El GOBIERNO DEMOCRATICO REVOLUCIONARIO orientará sus labores en el terreno social hacia los logros siguientes:

1. Crear fuentes de trabajo suficientes, de manera de absorber la desocupación en el más breve plazo posibles.
2. Hacer efectiva una política salarial justa basada en:
i. Regulación de los salarios, teniendo en cuenta el costo de la vida.
ii. Enérgica política de control y rebaja de precios de los artículos y servicios de primera necesidad.
iii. Aumento sustancial de los servicios sociales a las grandes masas populares. (Seguro Social, educación, diversiones, salud, etc.)
3. Crear un Sistema Nacional Único de Salud, que garantice a toda la población (urbana y rural) un eficiente servicio de medicina, principalmente preventiva.
4. Realizar una campaña masiva de alfabetización que en el menor plazo posible acabe con la lacra social del analfabetismo.
5. Desarrollar un Sistema Educativo Nacional, de manera que asegure la enseñanza primaria a toda la población en edad escolar y se amplíe sustancialmente la educación secundaria y universitaria elevando la calidad y diversificación científico-técnico en todos los niveles e incrementando progresivamente su gratuidad.
6. Promover en amplia escala la actividad y la difusión cultural, apoyando y estimulando efectivamente a os artistas y escritores nacionales, rescatando y desarrollando el patrimonio cultural de la nación, incorporando al acerbo cultural de nuestro pueblo o mejor de la cultura universal y organizando el acceso a todas las manifestaciones de la cultura para las amplias masas populares.
Es opinión unánime de las fuerzas populares y democráticas, que sólo con la realización de las medidas contenidas en esta plataforma, se podrá resolver la profunda crisis estructural y política de nuestro país, en beneficio del pueblo salvadoreño.

Únicamente la oligarquía, el imperialismo norteamericano y quienes sirven a sus intereses antipatrióticos, se oponen y conspiran contra estos cambios.
A partir del 15 de octubre de 1979, diversos partidos y sectores, vanamente han intentado, desde el Gobierno, llevar a la práctica gran parte de las medidas que proponemos, sin derrotar primero al viejo poder reaccionario y represivo y sin instaurar un poder verdaderamente revolucionario y popular.
Esta experiencia confirmó con toda claridad, que esta obra transformadora sólo puede realizarla el movimiento revolucionario unido, en alianza con todas las fuerzas democráticas.
La hora de esta histórica victoria liberadora, por la que el pueblo salvadoreño ha luchado y derramado heroicamente tanta sangre suya, está llegando. Nada ni nadie podrá impedirlo.

¡POR LA UNIDAD DE LAS FUERZAS REVOLUCIONARIAS Y DEMOCRÁTICAS!

¡HACIA LA CONQUISTA DEL GOBIERNO DEMOCRÁTICO REVOLUCIONARIO!

COORDINADORA REVOLUCIONARIA DE MASAS

Por el Comité Coordinador Nacional de la UNIÓN DEMOCRATICA NACIONAL, UDN
Co. Manuel Franco

Por la Comisión Política Nacional de las LIGAS POPULARES – 28 DE FEBRERO, LP-28
Co. Leoncio Pichinte

Por el BLOQUE POPULAR REVOLUCIONARIO, BPR
Co. Juan Chacón
Co. Julio Flores

Por el Comité Coordinador Nacional del FRENTE DE ACCION POPULAR UNIFICADA, FAPU
Co. Héctor Recinos
Co. José Napoleón Rodríguez Ruiz

San Salvador, El Salvador, C.A.
23 de febrero de 1980

FMLN SALVADOREÑO ANUNCIA PRIMER CONGRESO COMO PARTIDO POLITICO

Publicado el 28/Enero/1992 | 00:00

FMLN SALVADOREÑO ANUNCIA PRIMER CONGRESO COMO PARTIDO POLITICO

San Salvador. 28.01.92. El comando general de la guerrilla
salvadoreña dejó de existir “formalmente”, y el Frente
Farabundo Martí de Liberación Nacional (FMLN) realizará “en
breve” su primer congreso como partido político, anunció el
martes en San Salvador uno de sus principales dirigentes, el
comandante Juan Ramón Medrano.

“Con el fin del conflicto, las estructuras verticales del FMLN
no tienen ya razón de existir y la dirección del Frente será
elegida por la base”, agregó Medrano, miembro del comité
político de la guerrrila, en una conferencia de prensa.

Esta se llevó a cabo sin medidas de seguridad particulares,
cuatro días antes de la entrada en vigor del cese al fuego,
previsto para el primero de febrero.

Medrano, conocido bajo el nombre de guerra “comandante Balta”,
se dejó filmar por la televisión por primera vez con el rostro
descubierto, junto a otro dirigente del FMLN, el comandante
José Leoncio Pichinte, que acaba de salir de la
clandestinidad.

Ambos confirmaron que los cinco miembros de la dirección del
FMLN llegarán el viernes o sábado próximos a San Salvador para
participar en los actos que marcarán la entrada en vigor del
cese al fuego tras doce años de una sangrienta guerra civil.

El FMLN organiza el sábado una gran fiesta en la céntrica
Plaza Cívica de la capital salvadoreña, que será presidida por
los jefes históricos de las cinco organizaciones del Frente:
los comandantes Shafick Handal, Joaquín Villalobos, Salvador
Sánchez Ceren, Francisco Jovel y Eduardo Sancho.

Ellos firmaron el 16 de enero pasado en México el Acuerdo de
Paz con el gobierno del presidente Alfredo Cristiani, en
presencia de personalidades internacionales.

Medrano no precisó en la conferencia de prensa la fecha en que
se realizará el congreso del FMLN. “Será un asunto de meses”,
se limitó a indicar.

Según los acuerdos de paz concluidos en Nueva York el 31 de
diciembre, la legalización del FMLN como partido ocurrirá el
30 de abril próximo y la desmovilización completa de los
guerrilleros antes del 31 de octubre de 1992.

“El congreso deberá pronunciarse democráticamente sobre los
cambios de estructura del Frente y ratificar la estrategia del
combate político”, con miras a las elecciones generales de
marzo de 1994, indicó Medrano.

“Nosotros aspiramos a formar un partido nuevo al servicio del
pueblo, un partido abierto a todas las ideologías, que podrá
agrupar un gran movimiento de centro izquierda”, añadió.

Subrayó que ese partido será “democrático, revolucionario y
cristiano”, y se declaró convencido de que los cinco
comandantes del FMLN seguirán unidos, rechazando con un gesto
una división del Frente una vez consolidada la paz.

Morazan, nuestro altivo heroe

Por Felipe de J Pérez Cruz

francisco_morazan-2.jpgEl nombre de José Francisco Morazán Quezada ha vuelto a ocupar espacios en esta hora de solidaridad y lucha con la hermana nación hondureña. Y no es casual que en la actual convocatoria de resistencia frente al golpe fascista organizado por la oligarquía de ese país centroamericano, se invoque en Morazán la experiencia y la enseñanza de la historia.

Nació Morazán el 3 de octubre de 1792, en una céntrica casa de la Villa de San Miguel de Tegucigalpa, Honduras, y fue bautizado en la iglesia parroquial de Nuestra Señora San Miguel de Tegucigalpa, el 16 de octubre del mismo año. Sus padres fueron Eusebio Morazán y Alemán, criollo antillano, descendiente de emigrantes corsos, y la centroamericana Guadalupe Quezada y Borjas.

Como hijo de una familia que disponía de recursos económicos, Morazán realizó sus estudios primarios de la mano de un preceptor, el fraile José Antonio Murga. Sobresalió desde niño por poseer una clara inteligencia y terminados sus estudios con Murga, toda su educación posterior fue obtenida por propio esfuerzo. El joven José Francisco se convirtió en un incansable autodidacta que logró superar las barreras que para el acceso a la modernidad, educación y ciencia, imponía el Estado colonialista. Así estudió Matemáticas y Dibujo, Historia, y principalmente Derecho. Aprendió el idioma francés, lo que le permitió tener un amplio conocimiento de la Revolución Francesa. Sus lecturas sobre la historia antigua y la que le era contemporánea, la atención a las obras de los enciclopedistas, su apasionamiento con el genio de Montesquieu, con el contrato social de Jean-Jacques Rousseau, le dotó de una sólida cultura política.
El cultivo del intelecto tenía en Morazán los encantos adicionales de la gallardía. De complexión delgada y elevada estatura, con un carácter atrayente fuerte y controversial , la sensibilidad del poeta y la magia del buen orador. Sobresalía entre los jóvenes de su tiempo. y se le consideraba un hombre apuesto, por lo que cariñosamente le llamaban “el niño bonito de Tegucigalpa”. Y no hay dudas de que tales cualidades personales se multiplicarían en la belleza mayor a la que aquel ser humano dedicaría su vida: La plena entrega a la causa de la emancipación nacional, su compromiso con las necesidades de justicia social, trabajo digno, educación y prosperidad para los indígenas, campesinos y artesanos humildes de la región, y sobre todo una incansable lucha por lograr la unidad e integración centroamericana.
Morazán era poseedor de una gran disciplina propia. A la edad de 16 años se trasladó con su padre a Morocelí, y allí se convirtió en asesor de la municipalidad e inspeccionó el archivo del Juzgado. Después trabajó en la escribanía de León Vásquez, donde adquirió conocimientos de derecho. Cuando se produce la independencia de Centroamérica, Morazán laboraba en el ayuntamiento de Tegucigalpa, como secretario del alcalde y defensor de oficio en casos judiciales en materia civil y criminal. Tales actividades le permitieron llegar a adquirir un gran conocimiento de la estructura y funcionamiento de la administració n pública de la provincia, y le proporcionaron un contacto íntimo con los problemas de la sociedad colonial.
El Ayuntamiento de Tegucigalpa se opuso rotundamente a la unión con México, y ante la beligerancia de los anexionistas, organizó en Tegucigalpa un ejército de voluntarios, con el fin de defender su opción independentista. Fue durante estos acontecimientos que José Francisco Morazán se alistó como voluntario, y fue designado capitán de una de las compañías. Comenzó así la vida militar de este prócer y su opción contra los intereses conservadores. Desde sus primeras acciones de armas demostró ser un excelente estratega militar, un jefe sereno, austero y preciso. Poseedor de un certero sentido de la justicia e impuesto de responsabilidad histórica.
La Asamblea Constituyente Federal en Guatemala nombra a Morazán miembro Vocal de la Comisión para estudiar la realidad de los países de la Federación en 1823. Algunos documentos históricos lo ubican como integrante de la comisión que dictaminó las bases del poder electoral de la Federación, en una reunión que sostuvo la Asamblea Constituyente de Centroamérica, pero no caben dudas de que con uno u otro nivel protagónico, siguió y apoyó decididamente este proceso de institucionalizació n de la unidad centroamericana.
En 1824, Morazán fue designado secretario general del gobierno de su tío político y primer Jefe de Estado de Honduras, Dionisio de Herrera. En 1825 José Francisco contrajo matrimonio con una joven viuda María Josefa Lastiri Lozano. De esta unión nacería su hija Adela. A Morazán se le conocieron además dos hijos, José Antonio Ruiz (hijo adoptivo) y Francisco Morazán Moncada.
El 11 de diciembre de 1825, Morazán está entre los firmantes de la primera Constitución de Honduras, en Comayagua. En 1826, pasó a presidir el Consejo Representativo de la República. Un año después, luego de infringir importantes derrotas a las fuerzas conservadoras, se convirtió en presidente de Honduras (1827-1830).
El proyecto unitario
Desde la presidencia hondureña Morazán llevó el peso de las operaciones militares en la guerra civil contra los terratenientes y ricos comerciantes que dominaban la Federación, tomó San Salvador (1828) y luego Guatemala (1829), que además de la capital federal era el bastión del conservadurismo. En este último estado también es proclamado presidente. Las elecciones de 1830 confirmaron a Francisco Morazán como presidente de la República Federal, triunfo que revalidó en las elecciones de 1834.
El presidente Morazán impulsó un cambio a favor de las mayorías más humildes, y enarboló un proyecto de desarrollo autóctono para la región, que tenía por objetivo la constitución y fortalecimiento de una clase burguesa nacional. Proclama el libre comercio con una clara concepción de defensa de los intereses de la región. No abre el país a la apetencia desmedida y empobrecedora de los productos extranjeros, sino que se ocupa de la promoción y desarrollo de las exportaciones. Para ello protege la industria textil y crea un programa de colonización con el propósito de abrir nuevas líneas de productos exportables y fomentar el mercado interno.

En particular Morazán fue un renovador de los sistemas educativos de su época. Definió la responsabilidad del Estado en la educación popular y fomentó escuelas y academias. En esta perspectiva la introducción de la imprenta fue una decisión dirigida a reafirmar la identidad criolla, para fomentar y producir la literatura y los textos de los centroamericanos.

Morazán proclamó en ley la separación de la Iglesia Católica y el Estado, la absoluta libertad de cultos y legalizó el divorcio, con lo que rompía uno de los ejes de la hegemonía ideológico cultural conservadora, y se situaba en la vanguardia del pensadores liberales más avanzados de la época. Frente a la realidad de una jerarquía católica beligerante y comprometida con las fuerzas más reaccionarias, Morazán expulsó del país a sus principales personeros. Luego, con la aprobación del Congreso de la República, confiscó sin indemnización los bienes y propiedades de la curia expatriada y de las órdenes religiosas, y los convirtió en patrimonio del Estado. Además abolió las “primicias” (primera cosecha al clero) y los “diezmos” (10 por ciento del salario al clero). Con tales medidas fracturó el poder económico de la Iglesia, y liberó a los campesinos, trabajadores e indígenas centroamericanos, de las relaciones feudales de explotación a que eran sometidos por la Iglesia Católica

Los propósitos y reformas impulsadas por Morazán, se estrellaron contra la activa oposición de los terratenientes en complicidad con el clero reaccionario y las potencias extranjeras. Estas fuerzas como lo habían hecho en el Sur americano, conspiraron para mantener sus privilegios económicos. Los regionalismos y particularismos de las provincias, la bancarrota financiera, las ambiciones personales de los jefes militares, y las críticas al nepotismo y la corrupción de los equipos gobernantes en los estados, fueron otros de los factores que laceraron la Federación Centroamericana.
En 1837 las fuerzas conservadoras protagonizaron una rebelión que tomó el poder en Guatemala, y tal éxito alentó a los enemigos de la integración a impulsar estallidos similares en el resto de los estados de la federación. Al terminar en 1839 el segundo mandato de Morazán, la situación de la Federación era en extrema crítica. No se celebraron elecciones para la presidencia federal y prácticamente la unión centroamericana se disolvió. Los enemigos del proyecto morazanista, acusaron al gobierno de no tener ninguna base legal porque su período había concluido. Ya en este momento la Federación prácticamente había colapsado.
En tan difíciles circunstancias los salvadoreños ratifican su confianza en el líder unitario. Morazán fue elegido presidente de El Salvador (1839-40), y desde allí se lanzó a reconstruir la unidad política, en lucha contra las fuerzas oligárquicas concentradas en Guatemala. El ‘General’ –como se le nombraba-, se había convertido en la personificació n misma del Estado unitario, era el cuerpo y alma de la Constitución de 1824, eliminarlo significaba terminar con cualquier idea o esperanza de Federación. Por esta razón los enemigos de la unidad no descansaban. El propósito era desalojarlo del mando en El Salvador, o en cualquier otro estado de la región, y en tal objetivo forman una alianza e inician los ataques armados. Morazán logra defender la integridad del territorio salvadoreño, pero es derrotado por el ejército pagado por la oligarquía en Guatemala. Para no causar más males de guerra a los salvadoreños, renunció en abril de 1840 y marchó al exilio en la República del Perú.
Desde Perú Morazán continúa atento a los acontecimientos centroamericanos. Cuando los ingleses comenzaron a intervenir en el territorio de La Mosquitia entre Honduras y Nicaragua, se apresta a volver ante la amenaza extranjera. Considera su retorno un “deber” y un “sentimiento nacional irresistible” no solo para él, sino que para todos “aquellos que tienen un corazón para su patria”. Definitivamente en abril 1842 desembarcó en Costa Rica, donde tomó brevemente el poder; pero antes de que pudiera consolidar su gobierno e iniciar la reconstrucció n de la unidad centroamericana, la oligarquía actúa con rapidez. Estrechan el cerco sobre Costa Rica y amenazan a sus ciudadanos con la desestabilizació n y la guerra.

En septiembre de 1842 se inició en Costa Rica, un movimiento contra Morazán, que fue capturado y ejecutado el día 15 del propio mes. Minutos antes de abrirse a la inmortalidad de la historia, escribe un breve Testamento político. Al estampar la firma en el documento, se incorpora y vuelve a leer: “Declaro que mi amor a Centroamérica muere conmigo…” En su último combate frente a la muerte, Morazán pudo asombrar a sus asesinos, incapaces de arrebatarle el privilegio de mandar la escuadra que lo fusila.

Los restos de Morazán descansan en El Salvador respetando su última voluntad: “Quiero que mis cenizas descansen en el suelo de El Salvador, cuyo pueblo me fue tan adicto”, escribió en el Testamento.
Morazán en la historia
Morazán es sin dudas la figura protagónica e ineludible de la historia de Honduras y toda Centroamérica en el período que va desde la independencia absoluta como República Federal, hasta su muerte. Supo levantar para Centroamérica el proyecto unitario que Simón Bolívar había impulsado en Suramérica, y a tal empeño consagró todas sus energías.

Pionero en subrayar la dimensión histórica y notable continuidad bolivariana, de la obra de Morazán, José Martí, sintió como ningún otro patriota de su época “la sombra de Bolívar que soñó para la América del Sur una sola nación, -la sombra de Morazán incrustando en su espada triunfante las cinco repúblicas de la América del Centro….”.

“Había en Morazán, a quien los centroamericanos rinden un culto semejante al que los hijos de Hispanoamérica rinden a Bolívar, algo del empuje, del poder excelso, de la fuerza mágica, del valor resplandeciente de nuestro maravilloso héroe”, afirmaba Martí.

Y no es casual que como Bolívar, Morazán sufriera la traición de quienes se plegaban a los intereses divisionistas y solo defendían apetencias de poder, en tanto el fin del proyecto unionista y la conversión de la federación en pequeñas repúblicas oligárquicas, garantizaba la continuidad de la explotación latifundista, los privilegios de la jerarquía católica, la segregación racista de los pueblos originarios y el mantenimiento del orden expoliador implantado por el colonialismo. Tampoco es casual que su vida fuera cortada por la crueldad de los esbirros.

Martí, al rescatar la figura de José Francisco Morazán Quezada a solo cuatro décadas de su muerte, hace gala del tino y la pasión del historiador que reconstruye el pasado –aún el pasado reciente-, con el propósito militante de la prospectiva política:

“La Independencia proclamada con la ayuda de las autoridades españolas –considera Martí en sus “Notas sobre Centroamérica” – , no fue más que nominal, y no conmovió a las clases populares, no alteró la esencia de esos pueblos –la pureza, la negligencia, la incuria, el fanatismo religioso, los pequeños rencores de las ciudades vecinas: solo la forma fue alterad. Un genio poderoso, un estratega, un orador, un verdadero estadista, el único quizás que haya producido la América Central, el general Morazán, quiso fortificar a esos débiles países, unir lo que los españoles habían desunido, hacer de esos cinco Estados pequeños y enfermizos una República Imponente y dichosa…

Morazán fue muerto y la unión se deshizo, demostrando una vez más que las ideas, aunque sean buenas, no se imponen ni por la fuerza de las armas, ni por la fuerza del genio. Hay que esperar que hayan penetrado en las muchedumbres” .

Martí asume para su proyecto latinoamericanista y antimperialista el ideal morazanista. Frente al convite imperial de la Conferencia “panamericana” de 1889, declara: “De la tiranía de España supo salvarse la América española; y ahora, después de ver con ojos judiciales los antecedentes, causas y factores del convite, urge decir, porque es la verdad, que ha llegado para la América española la hora de declarar su segunda independencia” . Y para tal tarea, junto a Bolívar, el líder cubano se plantea la necesidad de: “Resucitar de la tumba de Morazán a Centroamérica” .

Los oligarcas golpistas vuelven en estos días a enlutar al pueblo hondureño, y la jerarquía católica –ahora secundada por sospechosas iglesias-sectas de matriz estadounidense- , repiten su alineación reaccionarias y antipopular. Una vez más la convocatoria martiana para dar nueva vida a las ideas de Morazán, impone su urgencia.

Contra la oligarquía, el clero apátrida y los militares fascistas, se renueva la sentencia que dejó en su Manifiesto de David: “Hombres que habéis abusado de los derechos más sagrados del pueblo, por un sórdido y mezquino interés… ¡Con vosotros hablo, enemigos de la independencia y de la libertad!”.

José Francisco Morazán Quezada en la actual coyuntura hondureña resulta imprescindible. Proporcionan la única posición que es posible asumir:
“Deseo –afirma en su Testamento- que imiten mi ejemplo de morir con firmeza, antes que dejarlo (el país) abandonado al desorden en que desgraciadamente hoy se encuentra”.

La estrategia militar de las FAL… Entrevista con Domingo Santacruz (VII)

LA ESTRATEGIA MILITAR DE LAS FAL Entrevista con Domingo Santacruz (VII)

SAN SALVADOR, 20 de agosto de 2009 (SIEP) “Uno de los temas de mayor debate en el IV Pleno del Comité Central del PCS de 1984 estuvo relacionado con el trabajo político con la población, la disputa del corazón y la mente de la población como lo definían los amigos vietnamitas. Este importante trabajo era conocido en las fuerzas del FMLN como trabajo de expansión” explica el dirigente revolucionario salvadoreño Domingo Santacruz.

El trabajo de expansión

“El trabajo llamado de expansión estaba vinculado a la disputa de la población civil en las zonas periféricas de los frentes de guerra. De hecho estaba implícita la disputa del territorio, no tanto como escenarios de combates sino como parte de la retaguardia estratégica en las condiciones de El Salvador. Los cuadros políticos pasaban por una breve orientación y preparación psicológica, sin tener plena conciencia de las condiciones y características del comportamiento de la gente” señaló Santacruz.

“El enemigo por su lado anunciaba la implementación del CONARA, la Comisión Nacional de Reconstrucción (más bien de recuperación) de Áreas, organismo estatal encargado de coordinar la campaña socioeconómica de contrainsurgencia para disputar la población a la guerrilla. Un componente no militar de la Estrategia de Contrainsurgencia.”

“El tema del trabajo de expansión estuvo presente en los puntos de agenda de los organismos del Partido desde los primeros días de la Guerra Popular para enfrentar la estrategia enemiga. Hace poco, en una conversación que tuvimos con Ramón Suárez, recordando precisamente algunos detalles de nuestra experiencia en la construcción y desarrollo del Partido en los frentes de guerra, sin ninguna vacilación expresó que el trabajo de expansión del PCS y las FAL se inició en Jucuarán.”

Ramón Suárez me relató su experiencia en casi todos los frentes y cómo, desde el inicio de la guerra popular, este trabajo político de la FAL se ejecutó, apoyándose en la experiencia vietnamita, la cual estaba plasmada en un documento, La Construcción de las Bases de Apoyo. Ramón cuenta que ese material vietnamita de apoyo le fue muy útil en los primeros años de la guerra para preparar a los compañeros y compañeras encargados de ejecutar esta importante tarea política.

Ramón estaba al frente de nuestro trabajo político militar en ese frente, siendo el jefe militar el Capitán Romeo y su segundo el Tnte. Clímaco. El trabajo de la FAL del frente de Jucuarán se extendió en ese tiempo en varias direcciones. Recuerda que un compañero de nombre Luis fue enviado a la zona El Tigre; el Capitán Raulito fue enviado a la zona de Chaparrastique. Tito Bazán, cariñosamente conocido como el Chato Rodrigo fue designado como Comisario Político.

A mediados de 1982 la Comisión Política acuerda realizar algunos cambios a nivel de Mandos y cuadros de Dirección en los diferentes esfuerzos político-militares. Ramón y otros compañeros es llamado a Managua para la ronda de debates a que me he referido, después de los cuales sale con otras tareas importantes. La plaza dejada por Ramón fue ocupada por David Pereira (Comandante Pedro), a quien se envían otros cuadros de refuerzo, entre los cuales se encontraba la compañera Yuri, egresada del curso de oficiales en Cuba, que fue designada en apoyo del trabajo político.

Con las nuevas orientaciones y como resultado del trabajo político de crecimiento y desarrollo del Partido y de las FAL, este frente estuvo involucrado en los preparativos para las operaciones de la toma de Usulután en marzo de 1982. Hay que recordar, dicho sea de paso, que la Comandancia General había acordado realizar una operación de sabotaje a las elecciones con acciones militares conjunta en todos los frentes de guerra. En el caso de Usulután, la operación fue ejecutada en una buena coordinación con las fuerzas de las FPL, ERP y RN.

Cada una de ellas tenía prevista una posición de ataque. Las fuerzas militares presentes en la zona fueron bastante significativas al grado que no hubo elecciones en Usulután, pues la ciudad fue virtualmente tomada militarmente. Según Ramón Suárez, la participación conjunta fue planificada así: el Oriente de la Carretera Litoral fue cubierta por las FAL; la parte poniente por las FARN; por el Norte, por el lugar conocido como La Peña, atacarían las FPL. Ramón recuerda que la jefatura general de FPL en la zona la tenía Bernardo (Basificado en 3 Calles) y la jefatura operativa por Oscar Ortiz. El ERP atacaría por la parte Sur de la ciudad, por el lado de la Colonia los Naranjos y la Laguna Palo Galán.

Estas acciones, hasta donde recuerdo, todavía estaban dentro de la estrategia de la Guerra Popular Prolongada, sostenida por Marcial y en general por las FPL. El balance general de esta ofensiva no arrojó los resultados que se esperaban y cada una de las fuerzas político militares del FMLN retomaron el tema de la redefinición de la Estrategia Revolucionaria. Los estudios sobre la experiencia de la guerra vietnamita y la experiencia de más de un año de la implementación de la GPP, superando una coyuntura interna de crisis, condujo por fin a la adopción de la Estrategia Unificada de la GPR.

Este tema también fue abordado y afinado en los debates del IV Pleno del Comité Central. A esas alturas del Pleno ya habíamos pasado y superado tres momentos de crisis interna en el FMLN. El más difícil de ellos fue el derivado con el asesinato de la Comandante Ana María y el suicidio de Marcial, el cual trajo no sólo una división interna en las FPL, sino también otros escollos de relaciones conflictivas al interior de otras fuerzas hermanas.

En este marco se logra concertar una nueva reunión de la Comandancia General, con la ventaja de que uno de los puntos conflictivos ya no estaba presente. Por parte del PCS y del resto de organizaciones hermanas, con excepción del ERP, estábamos preparando el envío de un nuevo grupo de cuadros a Vietnam. Después del IV Pleno viajan a Hanoi Rafael Benavides (Ramón Suárez); Pedro Santacruz, (Ochoa); El Puma, Luis A. Hernández, (Ulises) y Pedro Guardado, (Jerónimo). Ramón y El Puma se quedan en Vietnam por 1 año estudiando la experiencia en la organización y conducción de Fuerzas Especiales.

Las valoraciones que teníamos en el IV Pleno respecto a las readecuaciones estratégicas y tácticas del enemigo, nuestra experiencia en el terreno y la experiencia vietnamita, nos arrojaron elementos de peso para realizar una revisión a fondo de la situación de la GPR.

La desconcentración de las FAL

Al recordar la situación compleja surgida de las decisiones de la Comandancia General del FMLN, relativas a la necesidad de poner en práctica la desconcentración de nuestras fuerzas sin perder la capacidad de concentración para golpear los puntos débiles del enemigo, hay que reconocer que no fue fácil cumplir con la orientación. Los Mandos de la FAL realizaron varios intentos en el marco de la disputa del territorio, de la población, y la necesidad de dispersar al enemigo

En Guazapa, hay que recordar, la medida se relegó por mucho tiempo debido a varios problemas que incidieron: la salida de los frentes de Ramón y la sustitución por Chepón; pero luego sale del frente Chepón y es sustituido por Italo; Italo cae herido en una mina, amputándose una pierna. Fue una cadena de problemas… todo ello retardó el proceso.

Luego se nos viene encima la prolongada Operación Fénix, aquella operación militar del enemigo con una duración de 18 meses en el Cerro de Guazapa. En esos momentos varios miembros de la Comisión Política y del Comité Central del PCS nos encontrábamos en el Cerro desde 1985. La Operación se inicia desde mediados de 1986, y todo indicaba que demoraría un buen tiempo. Decidimos desconcentrar una parte de la Dirección y de algunos Mandos Militares, saliendo por la noche en dirección de Piedra Labrada.

Nuestros expertos exploradores descubrieron un corredor de 200 metros por donde pasamos una columna de 25 personas, aproximadamente. Antes de este movimiento recuerdo la maniobra de desplazamiento en dirección a la zopilotera, en las cercanías de San Laureano. Desde ahí presenciamos un ataque sorpresivo a la fuerza enemiga que había ocupado una pequeña porción del territorio de nuestras Fuerzas Especiales. El ataque fue un éxito, obligando al enemigo a desplazarse hacia el occidente del Cerro.

De esa manera, luego de haber regresado al Cerro realizamos el movimiento antes referido, moviéndonos hacia el campamento de Copán en las cercanías de la ciudad de Nejapa, en donde permanecimos un día y luego avanzamos hacia el Volcán de San Salvador. Ahí nos encontramos con unidades comandadas por Facundo Guardado y Lorena Peña, (Rebeca). Dos o tres días después nos encontramos con unidades de la RN, con un equipo de Dirección integrado por Roberto Cañas, Salomón, Walter y otros compañeros. Luego aparece Manuel Melgar y Graciela del PRTC, acompañados por algunos de sus combatientes.

Las fuerzas enemigas concentran sus principales ataques al sur del Cerro de Guazapa, las cuales no pudieron consolidar ninguno de los puntos bajo dominio de nuestras fuerzas guerrilleras. Todas las fuerzas guerrilleras se ponen en acción para derrotar los intentos enemigos, que se ve obligado a dispersar sus fuerzas para encontrarnos en varios puntos al sur oriente, sur poniente, norte y sur del Cerro. Según recuerdo, en las evaluaciones que hicimos posteriormente, la derrota de la Operación Fénix fue objeto de una planificación minuciosa por parte del Mando: desgastarla y derrotarla por fases:

Al valorar los intentos del enemigo, que se propuso en un primer momento desgastar integralmente a las FAL mediante continuos enfrentamientos, los mandos de la FAL se proponen neutralizar la movilidad de las tropas enemigas mediante el uso masivo de los campos minados, pero al mismo tiempo, realizar ataques de aniquilamiento de efectivos de las tropas enemigas que habían logrado asentarse en nuestras posiciones.

La Operación Fénix estaba diseñada para ejecutarla en el pequeño territorio del Cerro de Guazapa, muy cercano a la Capital de San Salvador, lo que nos permitía manejarlo como un puñal clavado en el corazón del enemigo. El Ejército necesitaba una victoria a como diera lugar para moralizar sus fuerzas. Sin embargo, fracasaron. Las valoraciones posteriores nos indicaron que las operaciones militares ofensivas del enemigo significó el inicio de un viraje de la GPR, provocando una profunda crisis política en el régimen de José Napoleón Duarte.

Nuestra Dirección en sus análisis llegó a la conclusión de que se estaba produciendo el agotamiento de su papel de instrumento político al servicio de la Estrategia de Contrainsurgencia de los gringos. Esa valoración fue muy útil pues significaba que la Administración USA necesitaba a Duarte, sin cuyo papel, la escalada intervencionista de Washington quedaba al descubierto para venir en la salvación del proyecto democrático que estuvieron vendiendo hasta ese momento.

54 Aniversario del PCS

El IV Pleno del CC analizó la situación del FMLN, del PCS y de las FAL.

El IV Pleno estuvo presidido por la jornada de discusiones y decisiones de la Comisión Política en febrero-marzo de 1983 en Guazapa. Todo este esfuerzo de movimientos de la Dirección del PCS estaba encaminado a poner al Partido en sintonía con las exigencias de la GPR en ese momento de desarrollo. Respecto a las jornadas de Guazapa teníamos un período recorrido de 4 años y 5 con respecto al IV Pleno. En ambos eventos estaba planteada la tarea de revisar los avances del cumplimiento de los acuerdos del VII Congreso y especialmente en lo relativo al papel del Partido y de su Dirección en la GPR. Claro, a esas alturas también habían transcurrido 3 Plenos del CC, que también habían tomado acuerdos. Entonces estaba planteada de alguna manera la necesidad de realizar una especie de evaluación y valoración acerca de la forma de cómo se había venido ejecutando la línea.

A nivel del CC en su IV Pleno estaba la exigencia de ratificar o rechazar las cooptaciones que la CP había realizado en Guazapa un año antes. En un año transcurrido ya habían surgido nuevas manifestaciones de defección en el CC y hasta en la misma CP. Por ello la convocatoria del IV Pleno tenía un carácter de urgencia, que no debía esperar más tiempo o mejores condiciones de seguridad. Además, las cooptaciones realizadas por la CP no eran suficientes, se necesitaba una mayor ampliación del organismo de dirección para darle cobertura a todos los escenarios en que se movía y actuaba el PCS.

En otro momento ya me he referido a las bajas de Ever, de Wenceslao (suplente del CC). El enemigo ya había asesinado a Santos, un excelente cuadro de la Comisión Nacional de Organización, lo mismo a Felipe y Abelardo. Por ello el IV Pleno no vaciló en ratificar las decisiones de la CP y adoptar nuevas decisiones, incorporando a Damián, Jerónimo, Oscar y Walter en calidad de propietarios. Además, sustituir los espacios dejados por Damián, Wenceslao y Jerónimo en las suplencias. Si mal no recuerdo, el IV Pleno cooptó a Moisés (Farid), y a los Capitanes Italo y Raulito para llenar las vacantes.

Sobre las FAL, que estaba en la mira por el Pleno, para reforzar sus unidades, se acordó reforzar al BRAC, completar sus unidades, consolidarlo y crear un nuevo Batallón aunque fuese con dos Compañías cada uno. Se acordó crear una sola jefatura nacional de las fuerzas especiales, mejorar la dotación de equipos técnicos pero también políticos. El Pleno consideró necesario crear dos pelotones de fuerzas especiales en cada frente y concretamente en Guazapa, en Cerros de San Pedro y Jucuarán.

El trabajo urbano del PCS

El Pleno acordó reforzar el trabajo urbano en dos direcciones: mejorar las fuerzas especiales urbanas, que estaban dando sus aportes importantes a esa altura de la guerra, y al mismo tiempo, el trabajo político de masas, que había entrado a un estado de ánimo que apuntaba hacia el incremento de la lucha del movimiento social. En ese sentido el Pleno acordó reforzar el movimiento social con cuadros con experiencia político militar, especialmente en el área metropolitana de San Salvador.

Los debates sobre este tema aportaron significativamente en la idea de estimular el surgimiento y desarrollo de las milicia urbanas de Auto Defensa, sin descartar la selección de cuadros con cualidades especiales para la red de inteligencia y contrainteligencia.

La escuela “Teniente Edgar”

Esta Escuela de formación político-militar “Teniente Edgar” fue organizada, según el Capitán Ulises, el 30 de Diciembre de 1983. Al principio creíamos que se encontraba en territorio del departamento de Morazán, algo cerca de donde nos encontrábamos en esos momentos, pero luego, al hablar con el Capitán Ulises me entero que funcionaba en territorio controlado por las fuerzas comandadas por el Comandante Jeremías, hoy Roger Blandino Nerio. Es decir, estamos hablando de San Gerardo, un municipio ubicado al norte del departamento de San Miguel. Por cierto, Ulises informó que el año nuevo de ese año 1984 se vio obligado a replegarse al otro lado del Río Torola en dirección de San Juan El Mosco porque las tropas enemigas se habían propuesto no celebrar el año nuevo.

Pues, como venía diciendo, aprovechando nuestra presencia en territorio de Morazán, el Pleno acordó reforzar el funcionamiento de esta Escuela de formación político militar, designando al Capitán Ulises como su responsable. En los debates del IV Pleno recuerdo la importancia que concedimos a las Escuelas de formación político-militar. De ahí surge la decisión de crear la Escuela para Reclutas y combatientes en Chalatenango, la que más tarde adquiere el nombre de “Capitana Ileana”.

Otro de los acuerdos del Pleno fue crear la representación de las FAL en el frente occidental Feliciano Ama, bajo el mando del Capitán Ángel, (Benito Lara), reforzado con otros compañeros. Uno de los compañeros designados para reforzar ese frente fue Otón Sigfrido Reyes, el entonces Capitán Joaquín, a quien despedimos desde el Cerro de Guazapa, aún recuerdo el sombrero camuflado que le obsequié en esa ocasión.

En pleno desarrollo del Pleno estábamos cuando decidimos hacer un alto y celebrar el 28 de marzo, el 52 aniversario de fundación del PCS. Como siempre lo acostumbramos, nombramos una Comisión para que lo organizara, decidiera sobre las invitaciones de las fuerzas hermanas. El acto conmemorativo adquirió un carácter especial, si tenemos en cuenta la presencia de la Comisión Política y del Pleno del Comité Central Ampliado. El discurso de Schafik hace un breve recorrido de la experiencia del PCS en el uso de la lucha armada.

Recordó al Pleno que la Lucha Armada del PCS no había surgido con las FAL. Rápidamente se refirió a los sucesos de 1932 y de Abril, Mayo y Octubre de 1944. También mencionó los sucesos del 28 de Febrero de 1977 en la Plaza Libertad. Recordó que en 1978 y 1979, antes de llamarse FAL, las unidades armadas del PCS realizaron varias acciones armadas en el campo y la ciudad con fuerzas milicianas y de Auto Defensa Activa en San Vicente y en otros lugares. Recordó la recuperación de algunas armas cortas y largas en acciones con pequeñas unidades, principalmente en Santa Ana, San Salvador.

Schafik mencionó un ataque realizado en 1979 al puesto de la Guardia Nacional de Santo Domingo de San Vicente, en donde el enemigo tuvo 10 bajas. En su discurso Schafik recordó que antes del 24 de marzo de 1980, día de la fundación de las FAL, “nuestras unidades operaban en el Cantón Las Ánimas, en San Cayetano, en el Volcán Chinchontepec, así como en algunas emboscadas en la carretera Panamericana de San Vicente”.

Uno de los temas abordados por el IV Pleno fue la evaluación de la situación del Partido en el Área Metropolitana de San Salvador, lo mismo su situación en el exterior, principalmente en Managua, pero también a nivel internacional. Desde luego, también la situación del Partido en los frentes de Guerra. Se evalúan los crecientes problemas políticos a nivel internacional: la Guerra de agresión imperial a Nicaragua; la creciente descomposición del aparato político del PCUS y las amenazas al Movimiento Comunista y Revolucionario Mundial incluida la URSS; también analizó la situación de la unidad en el FMLN: los problemas ocasionados por Marcial, la conducta pragmática de Joaquín Villalobos.

Pero el IV Pleno centró su atención a la Dirección del Partido Comunista, con profundas críticas por su débil involucramiento en la conducción. Sometió a evaluación el problema de la construcción y conducción de las FAL, teniendo en cuenta el principio leninista de que la fuerza armada revolucionaria debe estar dirigida de manera total, directa y absoluta por el PCS. De todo ello se desprendía la seriedad y la importancia del IV Pleno para rescatar el papel del Partido. Desde luego, el Pleno también se ocupó de los cambios en la estrategia global del enemigo…

La Capitana Iliana y el Pelotón Silvia

No había finalizado la prolongada sesión del IV Pleno, cuando el 09 de abril recibimos la triste noticia de la caída en combate de la compañera Capitana Iliana, comandante del Pelotón Silvia (de mujeres). Todas y todos la conocíamos o al menos sabíamos muchas cosas sobre ella. Claro, a los compañeros provenientes de Los Cerros de San Pedro les impactó mucho más. Hablamos de Iliana, cada quien agregó los méritos, sus cualidades, sus virtudes como combatiente, como camarada, como comandante del aguerrido y famoso Pelotón Silvia, cuyas hazañas en los combates contra el enemigo recorrió el territorio nacional e internacional.

La compañera Iliana apenas contaba con 21 años. Su nombre verdadera era María Oralia Carranza Rivas. Recientemente, en viaje de recuperación de heridas recibidas en combates, que haría a Cuba, Iliana fue entrevistada por la Revista 32 que el PCS editaba mediante el Centro de Estudios, Investigación y Análisis, EIA, en Managua. En sus declaraciones había dicho que quería ser Piloto, que deseaba ser una madre con muchos hijos y que los educaría en una visión patriótica e internacionalista.

En esos días tuvimos varias noticias de compañeros y compañeras caídas en combate. Recuerdo que al llegar al campamento de la Guacamaya tuve que informar a Ulises sobre la caída de un hijo suyo.

Una nueva reunión de la Comandancia General en 1985

El siguiente año, 1985, la reunión de la Comandancia General del FMLN se celebró en Chalatenango. Inició en mayo y concluyó en junio. La reunión programada en ese frente tenía previsto nuestro movimiento a principios de mayo desde Morazán, calculando unas dos semanas de recorrido para luego llegar a territorio de Chalatenango.

La Comandancia tuvo varios encuentros. En 1983 hubo un encuentro parcial en el Cerro de Guazapa, interrumpida por la Operación Guazapa 10; en febrero de ese año 1984 hubo otro encuentro parcial en Morazán. En Chalatenango estaba prevista la asistencia de todos los Comandantes y así fue.

En esta reunión de la CG estaba contemplada una evaluación de la situación del FMLN y su readecuación estratégica, así como la situación del enemigo. También estaban en la Agenda otros puntos importantes, tales como la política de reactivación del movimiento de masas, la negociación, el trabajo político internacional y la readecuación estratégica de nuestras fuerzas militares, la combinación de la concentración y desconcentración de nuestro ejército. Como parte del trabajo político de masas se acordó la creación de la UNTS…se evaluó el Plan Unidos para Reconstruir del enemigo. En esa reunión participamos junto con Simón, Hugo, Lucio, Marcelo y Eduardo.

En Agosto de 1985 la Dirección del PCS es golpeada por el enemigo al capturar a los compañeros Américo Mauro Araujo (Comandante. Hugo) y Héctor Acevedo (Comandante Octavio Martínez).

El enemigo tenía en sus manos a varios prisioneros políticos de guerra: Nidia Díaz; el Indio, el Padre César Valle, (ERP), el Dr. Orellana (Bonifacio), Rosa Elena Romero (Graciela), del PRTC. Esta compañera era miembra de la Dirección de este partido hermano. En representación del PRTC actuaba junto al resto de organizaciones en toda la zona de Guazapa, Copán y el Volcán de San Salvador.

Después de la reunión del Equipo Conjunto para la Coordinación del Trabajo Político del Área Metropolitana, reunido en Piedra, la compañera Graciela es víctima de un descuido de los compas de Piedra que no previeron el movimiento de Graciela por el camino minado. La compañera muere desangrada producto de heridas por mina explosiva cuando salía del campamento de Piedra, de El Paisnal, el 14 de Agosto de 1986.

Graciela formaba parte del Equipo de Dirección del Sector Sur del Frente Central Modesto Ramírez del FMLN encargado de la dirección del trabajo de la Metro o trabajo del movimiento de masas. Era una excelente compañera, que se ganó el cariño de quienes la tratamos y coordinamos trabajo político de masas, de sabotaje a las líneas eléctricas y a la economía de guerra y conspirativas en general ejecutando orientaciones de la CG del FMLN. Recuerdo que en ese tiempo había una fuerte presión por la salida de más de 80 lisiados de guerra.

Con la captura de Hugo y después Octavio se planifica la captura de Inés Guadalupe Duarte, la hija del presidente José Napoleón Duarte. Se realiza todo un seguimiento, estudio de la situación operativa de sus movimientos hacia la Universidad Einstein, de sus 4 elementos de seguridad y de su acompañante de apellido Villegas, que también estudiaba, apareciendo como grandes amigas.

Los debates en el IV Pleno nos obligaron a recordar las metidas de pata que tuvimos en los años anteriores, pero también de muchas acciones exitosas, cuando prevalece la visión estratégica consciente. Si uno se equivoca, hay que tener la suficiente valentía de reconocerlo y corregir a tiempo con el apoyo del trabajo colectivo y las críticas constructivas. Con este método de partido pudimos corregir, orientar y reorientar. De ese encuentro salimos motivados. En Agosto de 1982, recuerdo que se convocan algunos cuadros y jefes a una reunión ampliada con la CP y CG de las FAL en Managua: asistiendo, Roberto, Ramón Suárez, Marcelo, Claudio, Sabino, Nacho, Héctor, (quien enfermó, se deprimió tanto que se contagió de delirio de persecución). Este compañero conocido también con el nombre de Magno, que fuera estudiante de medicina, logró superar su problema, graduarse y trabajar de médico posteriormente.

Hay algunos detalles de la guerra que no debemos olvidar. A finales de septiembre y algo de octubre de1982, recuerdo que los compañeros del ERP en el marco de la Operación Moscardón o Moscarrón capturan al Cnel Adolfo Castillo, que tuvo un tremendo impacto político en las filas enemigas y de mucha motivación en nuestro Frente.

También a finales de Diciembre de 1981 se realiza la Operación del Aceituno con unidades de la FAL, en donde la FAL capturan los primeros prisioneros de guerra. El Aceituno está ubicado frente al Cerro La Campana, casi enfrente de la Ciudadela Guillermo Manuel Ungo de Suchitoto. La operación fue realizada bajo el mando del Comandante Joel, apoyado por el Comandante Chepón y el Capitán René Armando.

Otro dato que debemos registrar en la memoria histórica es que al final de Enero de 1983 fue juramentado el Batallón Rafael Aguiñada Carranza, BRAC, en el frente del Cerro de Guazapa. Una de las primeras acciones del BRAC fue la toma de Calle Nueva, en las cercanías de Suchitoto a principios de Febrero de ese año.

Durante la Operación Militar “GUAZAPA 10”

LA OPERACIÓN GUAZAPA 10, es sin duda alguna, la operación Militar ofensiva más grande lanzada por el Ejército Enemigo en el frente de guerra del FMLN del Cerro de Guazapa, cuyo objetivo era aniquilar a las fuerzas insurgentes asentadas en él. Las informaciones de inteligencia militar recogidas, las evaluaciones realizadas posteriormente con otras informaciones, en donde pudimos identificar cada una de las unidades militares comprometidas en la operación, con sus nombres, número de efectivos y jefaturas, se llegó a la conclusión que habían concentradas entre 12 y 14 mil efectivos.

La operación se inició a mediados de febrero de 1983, cuando la Comandancia General y el Comité Central del PCS, se encontraba en ese teatro de operaciones. Todo indicaba que el enemigo contaba con información precisa de nuestra presencia, la cual no podía desaprovechar. El enemigo estaba muy ansioso de estrenar el Batallón Atlacatl entrenado por el Ejército norteamericano. Sin embargo, como ya es de todos conocidos, la operación fue derrotada, no logró ninguno de los objetivos. Ciertamente hubo concentración de jefaturas de las organizaciones hermanas: Fermán, Raúl Hércules y Eduardo por la RN; Roberto Roca, Manuel Melgar, (Rogelio) y otros jefes del PRTC; Salvador Guerra, Roque, y otros jefes de las FPL; la Comisión Política y varios del Comité Central del PCS. Se trataba de un plato suculento que no podían rechazar.

La reestructuración de la Dirección del PCS en 1986

Hay otro hecho político de interés de la vida interna del PCS que vale la pena recordar. A mediados de 1986, dos años después del IV Pleno del Comité Central, la Comisión Política decidió realizar otra acción histórica, la deposición de los cargos de todas y todos los miembros del Comité Central y de la Comisión Política e iniciar un proceso de evaluación interna del trabajo de sus integrantes para lo que acordó designar una Comisión Especial que procesara los resultados de la evaluación, la cual quedó integrada por Simón, Hugo y Lucio.

Después de la evaluación, las tareas que se le encomendaron fue conducir el proceso de reestructuración y verificar la elección de una nueva Comisión Política. Ninguno de nosotros objetó la decisión. Al contrario, todos colaboramos para que la Comisión Especial Transitoria, realizara bien su misión. Para algunos compañeros posiblemente no resultó buena la medida, aunque nunca lo manifestaron abiertamente frente al colectivo, sobre todo porque de antemano sabían que los resultados del proceso no le serían favorables, con el tiempo y observando sus reacciones no muy amistosas que digamos, eran manifestaciones de su malestar.

Varios otros estábamos claros y dispuestos a aceptar los resultados aunque no fuesen de nuestro agrado. Hubo compañeros de la Comisión Política que no fueron ratificados en sus cargos. Fue un tanto incómodo observarles el rostro decaído al conocer los resultados de las votaciones trasmitidas electrónicamente para quienes estaban en el exterior o en el resto de los frentes.

Continuara…