Oswaldo Escobar Velado

Oswaldo Escobar Velado

NACIÓ EN la ciudad de Santa Ana, el 11 de septiembre de 1919. Fue hijo del santaneco Simón Escobar Vides y de la dama sonsonateca María Velado de Escobar fallecida en mayo de 1959, por cuya rama fue nieto y sobrino de los también escritores Calixto Velado y Francisco Herrera Velado.

Miembro del Casino Juvenil Salvadoreño, fue estudiante en el capitalino Externado de San José y colaborador literario activo de la radio privada YSP propiedad de Fernando Albayeros Sosa y de las revistas y periódicos La universidad, El Diario de Hoy, Vida universitaria, La tribuna, Opinión estudiantil de la que fue corredactor, en 1944, durante su octava época y Tribuna libre.

En 1939 dio inicio a sus primeras labores editoriales, cuando en compañía de Inocente Alvarenga iniciaron los tirajes de la efímera revista capitalina Mikra.

Con otros escritores y autoras, integró el grupo SEIS, fundado en las instalaciones de El Diario de Hoy, en la mañana dominical del 11 de enero de 1942. En una de sus primeras actividades públicas como parte de ese grupo literario, Escobar Velado le cantó con su poesía a la Reina de la Loza, en San Juan Nonualco (mayo de 1942).

Tras salvarse de la muerte por inmersión en la playa Los Blancos, departamento de La Paz (20 de diciembre de 1942), durante el resto de la dictadura del general Maximiliano Hernández Martínez, desplegó una fuerte actividad intelectual y política en contra de los despotismos y los totalitarismos mundiales y centroamericanos, labor que pronto lo condujo al exilio, primero en Costa Rica donde completó sus estudios y se doctoró en Jurisprudencia y luego en Guatemala, país en que, en coautoría con Carlos Lobato, escribió y publicó Rebelión en la sangre (1945).

Pese a esa actitud, en la década de los 50 incursionó en política y apoyó a varios generales como precandidatos presidenciales, lo que le generó algunas animadversiones y ataques en círculos sociales e intelectuales del país.

Abrió su bufete sobre la primera calle oriente, en San Salvador, a una cuadra de la fatídica “esquina de la muerte”, en las cercanías de la Biblioteca Nacional (ahora predio municipal de vendedoras). En ese lugar, en el Café “Doreña” y en su sucursal al costado del Teatro Nacional, el Dr. Escobar Velado era visitado de forma asidua por jóvenes escritores, atraídos por su fama de poeta y su conversación amable y estimulante, la que muchas veces terminaba con la ingestión de un trago, que lo sumía en borracheras que duraban meses, hasta ser detenidas por su reclusión forzosa en una celda de la Guardia Nacional o en una cama de hospital.

Entre 1950 y 1960 realizó diversas publicaciones en Diario del pueblo, un semanario dirigido y editado en la ciudad de San Miguel por el doctor Juan Díaz Lazo.

En septiembre de 1951, su texto poético Biografía de la sangre rebelde mereció el tercer premio en los Juegos Florales de Quetzaltenango (Guatemala). Un año más tarde, su poemario Cristoamérica resultó triunfador en el Certamen Permanente Centroamericano “15 de septiembre”, organizado por diversas entidades culturales en la capital guatemalteca.

Este último galardón le fue entregado en la embajada de Guatemala en San Salvador, en la noche del martes 28 de abril de 1953.

En agosto de 1957, el jurado literario compuesto por Luis Gallegos Valdés, Juan Felipe Toruño y Alberto Rivas Bonilla le otorgó el segundo lugar compartido con Orlando Fresedo en los Juegos Florales Agostinos de la ciudad de San Salvador, por su poema El maíz, el hombre y don Alberto, dedicado a la vida y obra de Alberto Masferrer.

Un año más tarde y en ese mismo certamen literario capitalino, sus poemas Tekij y Jinete de América fueron galardonados con el primer y tercer premios de esa rama literaria, a la que se presentó escudado por los pseudónimos “Vladimiro” y “Nicolás Tapia”. En diciembre, su poema TV en frutas fue galardonado con el primer premio en los II Juegos Florales Dicembrinos de Nueva San Salvador.

En 1958, la radio YSKL dio a conocer el programa noticioso y crítico Mediodía, dirigido por Escobar Velado y el cual contaba con reporteros como los escritores Roque Dalton, José Roberto Cea, Tirso Canales, Dagoberto Orrego Candray, José Napoleón Rodríguez Ruiz y Jorge Campos. Cada sábado, este programa transmitía un suplemento cultural, titulado Toro de espuma: antología de la palabra. Por el nivel crítico de sus emisiones en general, este espacio informativo y cultural fue censurado pocos meses más tarde por el régimen de José María Lemus y sus conductores fueron salvados de ser capturados por la policía gracias a una amplia manifestación popular, convocada por los propios locutores durante la última transmisión del programa.

Entre 1958 y septiembre de 1959 fue fundador y director de doce números de la revista literaria capitalina Gallo gris, publicada en San Salvador. Entregada a la juventud literaria del país, esta nueva dirección logró editar cinco números más. Bajo el sello editorial Gallo Gris, el doctor Escobar Velado publicó varios libros, entre los cuales se encontraban sus poemarios Cristoamérica (1959) y Cubamérica (1960).

En compañía de los poetas Tirso Canales, Julio Escamilla Saavedra y Agustín Martínez, el primer día de octubre de 1959 fundó una nueva empresa editorial y literaria: las Carpetas antológicas centroamericanas, publicadas en San Salvador por la editorial Serpentario S. A., dirigidas ambas por Escobar Velado. El primer número de esta colección poética, ilustrado por Héctor Rafael Ruiz, apareció al mes siguiente y constaba de varios poemas de Claudia Lars (Casa sobre tu pecho, Tres sonetos del arcángel I, II y V, La rosa, Este origen del mar y Dibujo de la fuga). Poco después apareció la segunda entrega de este nuevo sello editorial, la cual constaba de una muestra literaria del guatemalteco Miguel Ángel Asturias.

Secretario de prensa de la efímera Junta de Gobierno salvadoreña (octubre de 1960-enero de 1961), fungió como trabajador en los departamentos jurídicos del Ministerio de Defensa y de la Guardia Nacional. En este último cargo, se dio a la tarea de promover la formación de tríos y grupos musicales, uno de los cuales grabó un sencillo disco con la letra de su poema Machete estate en tu vaina.

El 16 de febrero de 1963, esa incursión en el mundo discográfico se vio complementada de forma póstuma, gracias al lanzamiento de un disco con poemas grabados por él mismo, en los estudios de Radio Nacional de El Salvador, en una grabación realizada en octubre de 1960.

Falleció a las 19:15 horas del sábado 15 de julio de 1961, en el Asilo Salvador (ahora Hospital Psiquiátrico, San Salvador), víctima de un cáncer terminal en la garganta, por el que fue sometido a varias intervenciones quirúrgicas y tratamientos de quimioterapia, practicados desde febrero de ese mismo año en las localidades estadounidenses de Houston y Colorado Springs.

Sus restos mortales fueron velados en la casa de su hermano, el Dr. Héctor Escobar Velado, situada en el número 515 de la 91 avenida norte, en la colonia Escalón de la ciudad capital. Su entierro tuvo lugar a las 16:00 horas del domingo 16, en el Cementerio General de San Salvador.

Escribió y publicó otros poemarios, entre los que puede mencionarse a Poemas con los ojos cerrados (Guayaquil, Emporio Gráfico, 1942, 28 págs.), 10 sonetos para mil y más obreros (San Salvador, 1950), Árbol de lucha y esperanza (San Salvador, 1951), Volcán en el tiempo (San Salvador, Ministerio de Defensa-Imprenta Nacional, mayo de 1955, con ilustraciones de Camilo Minero y donde experimenta con sus poéticos “verbos inventados”), Tierra azul donde el venado cruza (San Miguel, 1959, obra ganadora de los Juegos Florales de esa ciudad del oriente salvadoreño), Cuscatlán en T. V. (San Salvador, 1960, obra que triunfó en los Juegos Florales de Nueva San Salvador) y Elegía infinita (San Salvador, revista Vida universitaria no. 8, 1962).

Compiló, anotó y dio a prensas la antología Puño y letra (San Salvador, Universitaria, 1959), compuesta por copias facsimilares de poemas manuscritos, redactados por distintos autores y escritoras del país.

A pesar de que en septiembre de 1961 se dio a conocer que su hermano Héctor patrocinaría un grueso volumen con las Obras completas del poeta, prologadas por Claudia Lars y acompañadas por un retrato hecho por el entonces exiliado pintor Camilo Minero y una portada diseñada por el caricaturista José Bernardo Pacheco (“Nando”), ese volumen no llegó a circular.

Varios de los textos de sus Conferencias fueron reunidos y publicados por la revista La universidad, órgano oficial de la Universidad de El Salvador (San Salvador, año LXXXVI, no. 1, enero-junio de 1962).

Para llenar el vacío intelectual dejado por sus frustradas Obras completas, hubo que esperar otras compilaciones y antologías póstumas, entre las que se destacan Poemas escogidos (antología prologada por Matilde Elena López e ilustrada con un grabado de Camilo Minero, San Salvador, 1967), Patria exacta y otros poemas (selección, prólogo y notas de Ítalo López Vallecillos, San Salvador, 1978) y Tierra azul donde el venado cruza (selección y prólogo de José Roberto Cea, San Salvador, 1997). Algunos poemas suyos figuran también en la compilación Con la cruz a cuestas: cinco voces poéticas (San Salvador, La hora cero, 1977).

Además de ser el custodio actual de algunos manuscritos de este poeta, el escritor y catedrático Francisco Andrés Escobar realizó un primer acercamiento académico a su biografía y quehacer literario con su tesis Lectura poética de la realidad política: introducción a la vida y obra de Oswaldo Escobar Velado (San Salvador, Universidad Centroamericana “José Simeón Cañas”, 1987), aunque también dedicó varios artículos sucesivos a su poemario Elegía infinita, divulgados hacia mediados de la década de los 80 por Diario Latino.
En homenaje a la memoria de “Pipo” Escobar Velado, varios jóvenes escritores crearon el Círculo Cultural Universitario (San Salvador, 1961) y lo bautizaron con su nombre, el cual también fue usado por las autoridades del Ministerio de Educación para denominar a una escuela parvularia de la capital salvadoreña.

Inspirados por el título de uno de sus poemas más conocidos, jóvenes escritores como Roberto Armijo, Tirso Canales, Jorge Campos y otros crearon al Frente Cultural “Tekij” (Universidad de El Salvador, noviembre de 1961), nombre que, además, fue empleado por la Dirección de Publicaciones del Ministerio de Educación para denominar a una de sus colecciones bibliográficas de poesía, a inicios de la década de los 70.

José Roberto Cea

NACIO EN Izalco, departamento de Sonsonate, el 10 de abril de 1939. Fue hijo de Isabel Cea.

En 1958, la radio YSKL dio a conocer el programa noticioso y critico Mediodia, dirigido por el doctor Oswaldo “Pipo” Escobar Velado, el cual contaba con reporteros como Cea y los tambien escritores Roque Dalton y Jorge Campos. Durante las transmisiones sabatinas, ese espacio radiofonico difundia el suplemento cultural Toro de espuma: antologia de la palabra. Por el nivel de sus criticas, el espacio informativo y su complemento cultural fueron censurados pocos meses mas tarde por el regimen de Jose Maria Lemus. Sus conductores fueron salvados de ser capturados por la policia gracias a una amplia manifestacion popular, convocada por los propios locutores durante la ultima transmision del programa.

Algunas de sus primeras producciones, destinadas al publico infantil, aparecieron en las paginas de la seccion El niño y su mundo, dirigidas en El Diario de Hoy por el poeta Ricardo Martell Caminos (marzo de 1958). En este mismo año, dio a conocer, en San Salvador, su galardonado oposculo triunfador Amoroso poema en golondrinas a la ciudad de Armenia.

Influidos por la estetica y literatura de la Generacion Comprometida y del Circulo Literario Universitario (1950-1956), otros de sus poemas aparecieron en la antologia Poetas jovenes de El Salvador (San Salvador, Tigre de sol, 1960), codirigida por el mismo y Rafael Gochez Sosa. Fue presentada en el Club de Leones de Nueva San Salvador, en la noche del sabado 19 de noviembre de ese mismo año.

Obtuvo los segundos premios en los III Juegos Florales de Sonsonate (enero de 1960, con su trabajo poetico Esquema para cantar a Sonsonate) y en los VIII Juegos Florales de la ciudad de San Miguel (noviembre de 1960, con su poemario Defensa del recuerdo, que presento bajo el seudonimo “Camilo Ramirez”). En diciembre de 1960, su trabajo Cinco poemas, calzado por el seudonimo “Rosamel”, obtuvo el primer premio de poesia en los IV Juegos Florales de Nueva San Salvador.

El 6 de octubre de 1961, se alzo con varios premios en el primer Certamen Cultural Universitario, promovido por la Asociacion de Estudiantes de Humanidades de la Universidad de El Salvador. En dicha justa, obtuvo los dos premios poeticos “Oswaldo Escobar Velado” por su trabajo Apuntes de un amor para cantar un amor (publicado en edicion mimeografica al año siguiente, en un formato de 4 X 10 pulgadas, con caratula hecha por Camilo Minero) y “Vicente Acosta”, compartidos con los poetas Roberto Armijo y Alvaro Menen Desleal. Ademas, con este ultimo escritor compartio el primer premio de narrativa “Arturo Ambrogi”. Estos trabajos y los de los otros ganadores fueron leidos el dia 28 de ese mismo mes y año, en una tertulia publica celebrada en el cafetin de la Facultad de Economia, situada entonces en el Edificio Chahin, sobre la calle “Ruben Dario”, estructura demolida por el megasismo del 10 de octubre de 1986.

Fue uno de los principales impulsores para que varios jovenes escritores crearan el Circulo Cultural Universitario “Oswaldo Escobar Velado”, de cuya revista Taztalut (San Salvador, octubre de 1961) se convirtio en corredactor. En este mismo año, en Guatemala, dio a prensas sus Poemas para seguir cantando.
En diciembre de 1961, su poemario Hay cosas mas bellas que el amor egoista fue galardonado con el primer premio poetico en los Juegos Florales de Nueva San Salvador.

En noviembre de 1962, compartio con Alvaro Menen Desleal el primer premio poetico “Oswaldo Escobar Velado” en el II Certamen Cultural organizado por la Asociacion de Estudiantes de Humanidades de la Universidad de El Salvador. Al mes siguiente, su poemario Presencia en el canto, firmado con el seudonimo “Olegario Pulunto”, se hizo acreedor al segundo premio poetico de los Juegos Florales de Zacatecoluca.

Junto con otros escritores salvadoreños contemporaneos y coetaneos, publico los 64 numeros de las dos epocas en que se dividieron las ediciones de la revista literaria La pajara pinta (1966-1972 y 1978-1979).

Otros de sus textos poeticos fueron acogidos en el volumen poetico colectivo De aqui en adelante (San Salvador, Los cinco ediciones-La idea, 1967), escrito y publicado junto con Manlio Argueta, Alfonso Quijada Urias, Roberto Armijo y Tirso Canales.

Poeta, dramaturgo, narrador, antilogo y editor muy conocido en la region centroamericana, fue responsable de la autoria y edicion de libros de texto para la enseñanza de la literatura en bachillerato. Entre 1978 y 1986, estos volumenes contaron con varias reediciones, pero su uso decayo con la llegada de la Reforma Educativa, impulsada por el Ministerio de Educacion desde 1995 hasta la fecha.

Su extensa lista de libros publicados incluye Los dias enemigos (poesia, San Salvador, 1965); Casi el encuentro (poesia, separata de la revista La Universidad, San Salvador, 1966); Cadice liberado (poemario ganador del segundo accisit del Premio Adonais, Madrid, 1966; publicado en Madrid y San Salvador, 1968 y 1969); Todo el codice (poemario que fue primer finalista del Premio “Leopoldo Panero”, Madrid, 1967; publicado en Madrid, 1968), De perros y hombres (narrativa breve, San Salvador, Universitaria, 1968; Valencia, Prometeo, 1969) y Las escenas cumbres (pieza teatral en tres actos, San Salvador, Universitaria, 1968 y Canoa Editores, 1976-1986, segunda a sexta ediciones. Con esta obra, inscrita con el titulo de Eternidad del sueño, gano el segundo premio en los Juegos Florales de Quetzaltenango, 1966).

Su listado bibliografico prosigue con Naufrago genuino (poemario que, bajo el titulo La narracion del exodo, obtuvo mencion honorifica en el XIII Certamen Nacional de Cultura de El Salvador; publicado en San Salvador, 1968); El potrero (poesia, San Salvador, Universitaria, 1969, con ilustraciones de Carlos Cañas); Mensaje a la madre de Tania la guerrillera (con Amelia Saieg, Lima, 1970); El solitario de la habitacion 5-3 (cuento, San Salvador, Direccion General de publicaciones del Ministerio de educacion, 1970); Antologia general de la poesia en El Salvador (San Salvador, Universitaria, 1971); Poesia revolucionaria y de la otra (poesia, San Jose, Faena-Universidad de Costa Rica, 1972); Lecturas italianas (San Salvador, imprenta Emiliani, 1973); De hospitales y dibujos (ensayo-poesia, San Salvador, Galeria Pasos, 1974, con ilustraciones de Carlos Cañas) y Toda especie de retratos (poesia, segundo lugar en los Juegos Florales de Quetzaltenango, 1976; editado en dicha ciudad ese mismo año).

Otros de sus titulos publicados son: Mester de picardia (poesia, Buenos Aires, Bermejo, 1977); Misa-mitin (poesia, Buenos Aires, Busqueda, 1977); Poeta del Tercer Mundo (poemario ganador del primer premio en el Certamen Latinoamericano de Poesia “Pablo Neruda”, Lima, Revistas de poesia, 1977); Chumbulum el pecesito de Darwin (narrativa infantil, San Jose, Costa Rica, EDUCA, 1983 y 1985) Los herederos de Farabundo (poesia, San Salvador, obra con la que gano el Premio “Ruben Dario”, en Nicaragua, 1981; reeditada en San Salvador, Universitaria, 1986); Los pies sobre la tierra de preseas (poesia, San Jose, EDUCA, 1985); De la pintura en El Salvador (panorama historico-critico, San Salvador, Universitaria, 1986) y Corral no, coral de los desplazados (San Salvador, Universitaria, Cuadernos Universitarios no. 3, 1986).

Fundador de su propio sello editorial Canoa Editores establecido en la capital salvadoreña, con el ha publicado: Pocas i buenas (antologia poetica, 1986); De la Guanaxia irredenta (cuentos, Panama, 1987; ree-ditado en San Salvador, 1989); Dime con quien andas y… (novela, 1989); Ninel se fue a la guerra (novela, 1990); En este paisito nos toco… (novela, 1990, segunda edicion revisada y corregida); La guerra nacional (1992), Teatro de y en una provincia centroamericana (estudio historico-critico, San Salvador, 1993, ampliacion del informe que presento, en 1988, al Ministerio de Cultura de España), Cantar de los Cantares y otros boleros (poemas, 1993) y Sihuapil taquetsali (literatura infantil, 1997).

Uno de sus cuentos, titulado El ausente no sale, sirvio para que la estatal Television Educativa realizara una breve produccion filmica (1983), que conto con un guion del escritor Ricardo Guevara y la actuacion de Francisco Andres Escobar.

Italo Lopez Vallecillos

Italo Lopez Vallecillos

NACIO EN el barrio de Concepcion de la ciudad de San Salvador, a las 09:00 horas del martes 15 de noviembre de 1932.

Fue hijo biologico de Lucinda Lopez Cuellar quien fallecio cuando el futuro escritor tenia siete años de edad y de Renato Castello Escrich, quien lo abandono, para dirigirse a la zona oriental del pais, donde el escritor lo encontro años mas tarde y se dedico a pasar algunas temporadas en su compañia.

Tomo su segundo apellido literario de Victor Vallecillos y su esposa Juana, una familia que lo acogio bajo su tutela, en la zona de la Iglesia del Calvario. Por desgracia, su padre adoptivo fallecio joven, por lo que Lopez Vallecillos se vio en la necesidad de emplearse en humildes colchonerias y ventas de muebles del centro capitalino, a la vez que realizaba sus estudios en la Escuela “Joaquin Rodezno”. Egreso de bachillerato del Instituto Nacional “Francisco Menendez”, de cuyo organo de difusion fue editor y distribuidor pragmatico.

Surgio a la vida literaria al ganar, a los diez años de edad y junto con Waldo Chavez Velasco, un certamen estudiantil organizado por El Diario de Hoy. En 1950 asumio la direccion de la pagina infantil de La Prensa Grafica, que anteriormente era redactada por Chavez Velasco por entonces tambien alumno de la escuela publica capitalina “Joaquin Rodezno”, bajo la supervision del humorista Jose Jorge Lainez.

En marzo de 1950, se incorporo al ceniculo literario juvenil desarrollado los martes de cada semana, a partir de las 17:00 horas, en la Escuela Normal de Señoritas “España”. A esas reuniones de intercambio artistico asistieron futuros escritores y autoras, como Mercedes Durand, Waldo Chavez Velasco, Irma Lanzas, Eugenio Martinez Orantes, Alvaro Menen Desleal, Orlando Fresedo, Mauricio de la Selva y otros.

Dirigio la efimera revista Hoja (1956-1957), publicada por la Casa de la Cultura de San Salvador y cuyo primer numero aparecio en 1949. En ella colaboraban Alberto Guerra Trigueros, Rene Arteaga, Carlos Sandoval, Waldo Chavez Velasco, Roque Dalton, Eugenio Martinez Orantes, Mercedes Durand, Mauricio de la Selva, Otto Rene Castillo y Manuel Olsen.

Su poema Canto general en seis estancias resulto ganador del primer premio en los II Juegos Florales de Zacatecoluca (19 de diciembre de 1952), a los que se presento amparado bajo el pseudonimo “Peregrino”.

Por pocos meses, fue subdirector-editor-gerente del periodico El independiente, fundado el 2 de abril de 1955 por el joven Jorge Pinto h. y que dejo de publicarse en diciembre de 1957. Abandono este cargo debido a discrepancias con la direccion de dicho medio.

Nombrado poeta oficial del Club de Alpinismo Centroamericano “El Diario de Hoy” (agosto de 1955), formo parte del grupo Octubre y, con posterioridad, de la Generacion Comprometida, grupo literario cuyo nombre fue creado por el propio Lopez Vallecillos, aunque su mismo autor cuestiono su verdadero contenido y propositos generacionales.

Becado por el Instituto de Cultura Hispanica, estudio periodismo en España (1956-1959). Tras su retorno al pais, colaboro en periodicos nacionales y fue director de la coleccion Papeles de poesia, que durante los años finales de la decada de 1950 sostuvieron la Casa de la Cultura de San Salvador y su grupo de apoyo, la Asociacion de Amigos de la Cultura.

A partir del domingo 1 de febrero de 1959 se desempeño como presentador del Noticiero Ceteco, tercer noticiario televisivo salvadoreño, patrocinado por esa marca de leche en polvo y transmitido todos los dias, a partir de las 13:15 horas, mediante el nuevo YSU canal 4. Como un aporte significativo para la television salvadoreña, este espacio noticioso contaba con servicios graficos internacionales aportados por la compañia estadounidense CBS. Dos meses despues de su primera transmision, el noticiario cambio su horario para las 19:00 horas.

Director de la Editorial Universitaria “Jose B. Cisneros” (Universidad de El Salvador, casa editora inaugurada el viernes 27 de febrero de 1959), fue miembro fundador del Partido Radical Democratico, organismo de izquierda nacionalista, de corta duracion. Ademas, se desempeño como corredactor de su organo semanal de difusion impresa, denominado El radical, que aparecio entre julio de 1959 y agosto de 1960.

A partir de 1960 fue director de la centenaria revista La universidad, lo que desperto sospechas en su contra entre las fuerzas policiacas del regimen de Jose Maria Lemus, por lo que fue capturado por la Seccion de Investigaciones Criminales de la Policia Nacional, el jueves 7 de septiembre de 1960, poco despues de los desordenes callejeros universitarios y la primera invasion militar al campus, ocurrida en la noche del viernes 2 de septiembre de ese mismo año.

Fue liberado junto con otros reos politicos tras el derrocamiento de Lemus, en la mañana del miercoles 26 de octubre de 1960. Fue recibido y vitoreado en las afueras del reclusorio por una multitud compuesta por veinticinco mil personas. En una ceremonia desarrollada en Casa Presidencial (barrio San Jacinto), a partir de las 11:00 horas del sabado 5 de noviembre de 1960, la Junta de Gobierno entrego a la Asociacion General de Estudiantes Universitarios Salvadoreños (AGEUS) las fichas policiales de cada uno de los estudiantes detenidos, entre las que se encontraba la de Lopez Vallecillos.

Desde marzo de 1961 fungio como director del consejo de redaccion de la revista Vida universitaria, otro de los mas importantes organos intelectuales de la Universidad de El Salvador, en cuyo paraninfo ofrecio un recital poetico, en la noche del viernes 26 de mayo de ese mismo año.

A las 10:00 horas del 21 de julio de 1961, fue capturado por las autoridades policiales del Directorio Civico-Militar, quienes lo condujeron, junto con 17 compatriotas mas, hacia el avion presidencial, que despego del aeropuerto de Ilopango y los condujo a Managua (Nicaragua), donde fueron dejados sin documentos ni dinero. Para poder sobrevivir, Lopez Vallecillos obtuvo un modesto empleo en una radioemisora local. Regreso al pais en la primera semana de septiembre de ese mismo año, tras hacer el recorrido a pie, a caballo y en automovil, en permanente evasion de la vigilancia establecida. Una vez llegado a la capital salvadoreña, denuncio su caso en los periodicos y obligo al Directorio a otorgarle garantias de vida y trabajo, a la vez que sus colegas periodistas lo apoyaron con un recurso de amparo ante la Corte Suprema de Justicia. Gracias a estas acciones, pudo retornar a sus labores en la Editorial Universitaria.

Su poemario Subita presencia obtuvo el segundo premio poetico en los Juegos Florales Dicembrinos de Nueva San Salvador (1961). Un año mas tarde, se hizo con la maxima presea en el concurso anual de cuentos de Navidad, promovido por el diario capitalino La Prensa Grafica.

En septiembre de 1963, contrajo nupcias con la medica salvadoreña Silvia Margarita Castellanos. Procreo con ella a Silvia, Italo Eduardo y Victor, convertidos en los albores del siglo XXI en destacados profesionales de formacion academica internacional, dedicados en El Salvador y Estados Unidos a campos de trabajo que abarcan desde el analisis literario hasta la fisica nuclear.

Desde septiembre de 1965, se incorporo a las filas del Movimiento Nacional Revolucionario (MNR), un partido politico de intelectuales progresistas, desaparecido en los años 90. Sobre esta faceta de su vida, el ya fallecido Dr. Meliton Barba, su colega en esas gestas partidarias, escribio reveladoras paginas en su libro testimonial Italo Lopez Vallecillos, el politico (San Salvador, 1996).

En su caracter de director de la Editorial Universitaria y miembro del Patronato de la Biblioteca Central de la Universidad de El Salvador, acompaño al rector Dr. Fabio Castillo Figueroa a Harvard (Massachussets, Estados Unidos), con el fin de hacer una primera evaluacion de la valiosa coleccion de libros de antropologia, arqueologia e historia, que pertenecio al Dr. Edwin M. Shook. Tras la evaluacion de otra comision y de expertos consultados, las 13,026 piezas de la Coleccion Shook fueron compradas en 150,000 dolares, el 25 de octubre de ese mismo año, en una transaccion presidida en Harvard por el fiscal universitario, el tambien abogado y escritor Jose Maria Mendez. Despojada de muchos de sus mas valiosos volumenes durante intervenciones militares y desastres naturales como resultado de los cuales muchos libros fueron vendidos en Estados Unidos, los restos de la Coleccion Shook se guardan, desde 1995, en el Instituto de Estudios Antropologicos, Arqueologicos e Historicos del Alma Mater nacional.

Por la calidad de su obra poetica, fue uno de los autores seleccionados por el escritor uruguayo Mario Benedetti para su antologia Los mejores poemas de amor de Hispanoamerica (Uruguay, 1967).

Miembro de la Academia Salvadoreña de la Lengua, fungio como director de la Editorial Universitaria Centroamericana (EDUCA, San Jose, Costa Rica, 1970-1975) y de UCA Editores (1975-1983), perteneciente a la Universidad Centroamericana “Jose Simeon Cañas” (UCA, San Salvador), a la que fundo y doto de casi todas las colecciones de su fondo bibliografico.

Retorno a Costa Rica en octubre de 1983 por la situacion de intolerancia politica imperante en El Salvador, que motivo sendos atentados dinamiteros contra su residencia y las oficinas de UCA Editores. En la capital tica dirigio las publicaciones de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) y la pagina cultural del Diario de Costa Rica, hecho que le merecio la entrega del Premio “Joaquin Garcia Monge”, conferido por primera y unica vez a un extranjero.

Fallecio en la sala de operaciones de un hospital de la ciudad de mexico, el 9 de febrero de 1986, a causa de un paro cardiaco que le sobrevino en medio de una complicada intervencion sobre una pancreatitis hemorragica.

Su vida intelectual puede resumirse en que fue un poeta, ensayista, dramaturgo, periodista, editor, divulgador cultural e investigador acucioso y prolijo, que realizo una importantisima labor intelectual en el ambito centroamericano.

Entre sus obras publicadas se encuentran Biografia del hombre triste (poesia, Madrid, 1954), Imagenes sobre el otoño (poesia, San Salvador, 1962, con ilustraciones de Camilo Minero y Carlos Cañas), mexico tras la cortina de cactus (carta abierta al mandatario mexicano Adolfo Lopez Mateos, San Salvador, 1963, 7 pags.), El periodismo en El Salvador (ensayo historico-critico, San Salvador, 1964), Gerardo Barrios y su tiempo (dos tomos, ensayo biografico-historico que, por presiones politicas, fue despojado del primer premio en el Certamen Nacional de Cultura, San Salvador, 1965), Burudi sur (pieza teatral en dos actos, premiada con mencion de honor en el XVII Certamen Nacional de Cultura de El Salvador, 1967. Fue publicada en la revista La universidad, San Salvador, marzo-abril de 1968), Puro asombro (poesia, San Salvador, 1970), Inventario de soledad (poesia, San Salvador, 1978) y Las manos vencidas (pieza teatral estrenada por el Teatro Universitario en 1967, pero no publicada, pese a su primer premio en los Juegos Florales de Quetzaltenango, Guatemala, 1964).
Escribio tambien los ensayos La influencia de mexico en la Independencia de Centroamerica, La insurreccion popular campesina de 1932, La dictadura del general Maximiliano Hernandez Martinez y la pieza teatral Celda noventa y seis (tres actos y un epilogo, 1975).

En 1987, la Editorial Universitaria Centroamericana (EDUCA), con sede en la capital costarricense, publico las 345 paginas de su Poesia completa donde se incluyo el poemario Del vulnerable amor, precedidas por un sentido testimonio de amistad escrito por el sacerdote jesuita Ignacio Ellacuria, rector de la Universidad Centroamericana “Jose Simeon Cañas”, asesinado junto con otros religiosos jesuitas y dos colaboradoras, en las primeras horas del 16 de noviembre de 1989, en una accion perpetrada por algunos elementos de batallones elite del ejercito salvadoreño.

En 1998, la direccion de Publicaciones e Impresos de CONCULTURA dio a conocer su antologia Ciego afin, seleccionada y prologada por el intelectual salvadoreño Dr. Ricardo Roque Baldovinos.

Entre sus obras inconclusas o ineditas se encuentran el indice general de la poesia salvadoreña (1760-1960), Historia general de El Salvador (1525-1969), Espejo (poesia, 1962) y las galardonadas monografias historicas de Usulutan (1960) y Ahuachapan (septiembre de 1962, certamen del centenario de titulacion como ciudad al que se presento con el alias “Victor Prudencio Villareal”)

Plática con Óscar Bonilla, presidente del Consejo Nacional de seguridad Pública

Plática con Óscar Bonilla, presidente del Consejo Nacional de seguridad Pública

“Hago política pública, pero no tengo opción partidaria”
Preside una institución que para los ojos más críticos ha sido completamente ignorada por las últimas dos administraciones. Él, sin embargo, dice estar convencido de que la cosa ha cambiado y que se puede reducir la violencia desde la prevención.

Habla con más tranquilidad de su trabajo al frente del Consejo Nacional de Seguridad Pública que de su pasado en las filas de las Fuerzas Populares de Liberación, del suicidio de Cayetano Carpio y el asesinato de Mélida Anaya Montes.

17 años después de firmada la paz, asegura que nunca fue comunista y que desde la Asociación General de Estudiantes Universitarios (AGEUS) las FPL lograron quitarle al partido comunista el control de la Universidad de El Salvador. En 1987 se fue a Francia, regresó en 1991, perdió dinero en el fraude financiero nacional más notorio (FINSEPRO e INSEPRO), y ahora mueve sus contactos con diferentes instituciones gubernamentales y privadas para conseguir fondos que permitan borrar tatuajes y reinsertar a los pandilleros.

Daniel Valencia y Edith Portillo /Fotos: Gracia Rodríguez
cartas@elfaro.net
Publicada el 16 de abril – El Faro

Enviar Imprimir | 1 | 2 | 3 | Siguiente página >>

¿Cómo fue a parar al Consejo Nacional de Seguridad Pública?
Llegó al Comité de gestión que organizó Salvador Samayoa. Había cierta preocupación de cómo crear un organismo en donde hubiera ciertas personas que facilitaran los entendimientos políticos. Estaban dos personas muy simbólicas en la negociación de los acuerdos de paz que eran David Escobar Galindo y Salvador (Samayoa).

A mitad de los noventa.
En ese momento se había creado el viceministerio de de Seguridad Pública, que entra don Hugo Barrera, y se crea el consejo para ayudar al diseño de la nueva institución. A partir de la administración Flores se le da un nuevo mandato al Consejo y se le agrega la misión de ejecutar el proyecto especial de la prevención social de la violencia y la delincuencia. Creo que el presidente Flores fue visionario en establecer el mecanismo de prevención para que se estableciera una cultura, al interior del estado, dirigido a poner factores de protección a los factores de riesgo, dada la situación de victimización y la percepción de violencia en el país.

¿Hugo Barrera se inventó el Consejo?
No sé si él fue el de la idea. Fue una discusión entre varios miembros de Naciones Unidas y el equipo que estaba cercano a don Hugo. En el periodo del presidente Flores yo estaba en el Tribunal Supremo Electoral de gerente de promoción institucional. Yo abrí los espacios a los medios de comunicación. Los periodistas tenían acceso a todo, a todo. Era un proceso que necesitaba legitimarse a partir de que en el pasado había sido una de las fuentes que cultivaron el conflicto armadazo en el país.

De ahí lo llaman.
Estando ahí, a Salvador lo nombran presidente del Consejo y me dice que si lo puedo acompañar junto con otras personas, incluyendo la Chelona Rodríguez.

¿A Samayoa ya lo conocía?
A Salvador lo conocí en el 79, cuando se incorporó a la guerrilla. Yo era el presidente de AGEUS. Eso es público y consta en mi currículo. Después de eso trabajamos en la gestión internacional: él como miembro de la comisión político diplomática y yo como encargado de las relaciones internacionales de las FPL (Fuerzas Populares de Liberación).

Eran muy cercanos.
Éramos un equipo. Hicimos documentos en donde planteamos que estábamos en contra del terrorismo, sobre todo el terrorismo que veíamos en Europa, y eso molestaba un poco los oídos de la cúpula del FMLN. Nosotros mirábamos que en los supermercados de Francia y España había actos terroristas, era el momento del conflicto este-oeste, y nosotros teníamos un punto de vista muy particular.

¿Cómo fueron sus años en AGEUS?
Era un momento muy crítico en el país. Todo lo que tenía que ser la función del estudiante en el proceso revolucionario era muy difícil. Era muy difícil que alguien que estuviera en la izquierda fuera estudiante; y yo era estudiante y peleaba por la reivindicación estudiantil. Eso me permitía a mí hablar de la universidad, ver problemas del presupuesto, de las facultades, los procesos de graduación, los problemas de las plazas de docentes que estaban repartidas en la facultad de medicina.

¿Cómo ve a estos bichos que se toman la UES y presionan, y logran que no se apruebe un préstamo para mejorar la UES?
Lo primero es que no sé si son universitarios. Tampoco puedo juzgarlos, porque sería irresponsable, porque no estoy viendo nada de eso.

¿Cómo se involucró con las FPL? Ahí tuvo un cargo importante.
No sé si era importante, pero tenía la responsabilidad de dirigir todo el trabajo internacional. Esto fue por mi experiencia universitaria. Nosotros logramos quitarle al monopolio comunista el control de la universidad, y pasar a lo que fue la incidencia e influencia de la nueva izquierda. Una izquierda que no venía de la escuela de la internacional comunista (que eso es lo que hace la diferencia de fondo de la izquierda y ciñe el debate al interior de la izquierda en el país).

¿Qué significaba ser presidente de AGEUS en esa época?
Ser universitario, de la Universidad de El Salvador, era un símbolo y no cualquiera llegaba a ser presidente de AGEUS. Asumí la presidencia en el momento de una disputa muy severa al interior de la izquierda; y el UR-19 –que era la organización influida por las FPL- tenía el control de AGEUS.

Usted era presidente de AGEUS cuando Samayoa renunció al gobierno.
Estando ahí participo con las FPL en actividades políticas. Salvador Samayoa, después de ser el ministro de educación más joven en la historia del país, decide –después de ver el fracaso del golpe de 1979- incorporarse a la guerrilla. Y lo hace de una manera pública, en el auditorio de derecho de la universidad.

Usted estaba ahí.
Yo organicé la Asamblea en donde se incorporó Salvador. Obviamente, cuando Salvador se incorpora, yo ya no estaba ahí. Él llegó con su gente y yo me retiré. Esa fue la primera vez que lo vi. Pasan unos meses, después de la Asamblea, y lo capturan.

Imagino que montar una evento como ese, para ese año, era muy riesgoso. Tenía que prepararse una seguridad…
No. Yo convoqué una Asamblea General para informar cómo está la situación del presupuesto. Ellos aprovecharon que estaba la Asamblea y llegaron ahí. Eso sí, teníamos una gran capacidad de convocatoria porque nosotros sí atendíamos los problemas de los estudiantes.

Pero ese no fue su primer paso en la “política”, ¿verdad?
Entramos a este proceso porque trabajábamos con campesinos, alfabetizábamos gente sin tener ninguna noción de la política y de la ideología. Era el puro sentimiento de solidaridad hacia la gente que más necesitaba, y sobre todo los campesinos que venían desplazados de la guerra con Honduras. Lo hacíamos en el cantón Nancintepeque, departamento de Santa Ana. Martes, jueves, sábado y domingo alfabetizando.

¿Adónde estudiaba?
En el Instituto Nacional de Santa Ana, con mucho orgullo.

De ahí salió Ana Guadalupe Martínez…
También el presidente de la Corte Suprema de Justicia. Yo fui presidente de los tres bachilleratos: del académico, el industrial y el comercial.

Usted andaba con ganas de estar metido en asociaciones, pues.
No andaba con ganas, simplemente uno nace como nace y hace lo que tiene que hacer en el momento que le corresponde. Usted tiene cierta formación, conciencia y no es un problema de capricho, es un problema de conciencia.

¿Le han reclamado por trabajar con el gobierno y antes haber estado en la guerrilla?
Quien rompió el hielo ahí fue Salvador Samayoa. Yo llegué con Salvador y Salvador será mi amigo toda la vida. Aquí lo que estamos haciendo es el bien en un país de libertades públicas, acentuadas, que no teníamos. Si me ponen a mí la oportunidad de servir, de salvar vidas, a mejorar al país, a ponerlo en la ruta del desarrollo… ¿Por qué no lo voy a hacer? Yo no estaba en el país, yo me vine de Francia, no estaba en Nicaragua, no estaba en México. Estaba en Francia, ya insertado.

¿Por qué Francia?
Estaba de representante en Europa para el FDR/FMLN.

Hay gente en la izquierda que dice que su salida se debió a problemas con los fondos de la organización.
Que lo demuestren. Yo nunca, nunca manejé un cinco. Jamás gestioné. Puedo pasar libre en cualquier parte. Si eso hubiera sido, ¿qué es lo que le toca? (Con su mano derecha hace el mate de una pistola y se la coloca en la sien). Especulaciones, como así mataron a mucha gente.

¿Por qué se fue?
Me retiré de las FPL en 1987 porque no estaba convencido que hubiera triunfo armado. Y como no estaba convencido ni entré convencido, convencido me retiré. Así de sencillo.

¿Y por qué entró entonces?
Convicción de que teníamos que cambiar y que tenía que haber democracia.

¿Usted disparó un arma cuando estaba en las FPL?
Le puedo garantizar que no tomé las armas.

¿Cuáles eran sus funciones?
Era político y diplomático.

¿Cómo fue romper con las FPL? ¿Con quien habló?
Conmigo mismo y con mi señora. Vi que las cosas no iban por donde yo estaba convencido.

Usted vivió la guerrilla en los años en que la lucha interna por el poder, por el control, era fuerte.
Sí. Era radical, duro, me enseñaban las armas los otros. Era desproporcionado, no había razón. Ahí era la fuerza y nosotros dominábamos, éramos los más fuertes.

Lo mismo dicen todos
Noo, es que no es “lo mismo dicen todos”. ¿Y quién tenía el control pues? Nosotros.

Explíquenos.
Usted tenía las organizaciones más grandes, las organizaciones populares más fortalecidas, usted tenía un trabajo con sectores más progresistas, con Salvador Samayoa –que no tenía ninguna razón para meterse en eso porque era un hombre muy sensible-; gente que formó parte de los sectores más poderosos del país que formaron parte en eso, y murieron. Ahora, el tema es que eso no es suficiente para orientar… para tener en la actualidad… es otra cosa. En ese momento estaba claro lo que había que hacer.

¿Quiénes murieron?
Estaba Enrique Álvarez Córdova, el rector de la Universidad, que no era y se convirtió… a Salvador lo capturaron…

El pleito entre las fracciones era de…
Todos contra todos.

¿Por qué?
Porque había concepciones diferentes de lo que pasaba en el país. Eran orígenes diferentes… aunque las FPL venían de una escisión del partido comunista, sobre todo su secretario general. Pero no todos en las FPL eran comunistas. Yo no era comunista, Salvador no era comunista. Eso es lo que hace la diferencia. El país ha cambiado y los salvadoreños hemos cambiado pero otros vivimos en el pasado. Creo que ha evolucionado más la derecha que la izquierda.

Hay un punto crucial en esos años que se ilustra con la muerte de Cayetano Carpio y Mélida Anaya Montes… Usted estuvo ahí, ¿qué pasó?
Ahí hay mucha distorsión. Cayetano se suicidó. Todavía está muy reciente el país y pasaron cosas demasiado gruesas ahí. Hay gente que habla y dice que saben del tema pero… yo vi y todavía falta…

Cuéntenos su versión. Usted era muy cercano…
¿A quién?

A Cayetano Carpio.
También era cercano a Mélida. Es que cuando usted está convencido de algo no es de quién está usted cercano, usted tiene las ideas claras. Los conocía, los apreciaba. Cada uno agarró el rumbo y defendía las ideas que creía eran las correctas en ese momento. Creo que llegar ahí y morir en las condiciones en que murió esta señora son condiciones inaceptables. Creo que eso es lo que más me marca a mí para decir: así no se vale.

¿Pero cuál es su versión, qué sucedió?
Es que no sé… el tema ahí es… es la discusión si es la vía de la negociación o de continuar fortaleciendo la vía militar y en torno a esas dos ideas se presenta la dificultad. Y le adjudicaron a Mélida que estaba por la negociación y que Cayetano estaba por la negociación. Y eso generó una contradicción al interior que terminó con el asesinato de ella y el suicidó de él. Eso es lo fundamental, pero obviamente era una crisis de toda la izquierda. No se hallaba para dónde agarrar, estaba en franca debilidad, no sabía qué hacer con la guerra. Eran concepciones diferentes. El ERP focalizando su recursos y por eso impactaba más. Las FPL dispersaban más sus recursos y los otros
andaban ahí en medio de esas dos corrientes.

¿Cómo logra una organización tan diferente en lo interno mantener una guerra de 12 años?
Porque había un objetivo común. La diferencia era tan acentuada, pero el objetivo era común y estaba claro que la única posibilidad de salir adelante era hacerlo juntos. Pero cada uno tenía sus finanzas, estructura, logística. Algunas partes las compartía: finanzas, trabajo internacional.

Usted regresó a principios de los noventa. ¿A qué se debió su regreso?
Trabajé para que a El Salvador le condenaran la deuda de Francia, antes de los acuerdos de paz. En aquel momento yo sentía que se me caía el mundo. Vine en el 91. Algunos decían que yo tenía miedo pero entré en guerra al país. Y me andaban buscando para hablar conmigo. Gente que me conocía.

Para “hablar”
Sí. Sabían que aquí estaba, circulé. Claro, con protección del gobierno francés. Y decían que tenía miedo. Les demostré hasta eso.

¿Por qué tenía protección del gobierno francés?
Ahh porque había sido representante en el exterior del FMLN y aparecía en la lista de los escuadrones de la muerte, ¿qué me podía pasar en guerra en este país?

¿Antes de irse a Francia ya estaba en la lista?
Sí. Los que creíamos que podíamos dar la cara éramos poquitos, entonces éramos blancos. A mí rápido me distinguían. Era “el chele Bonilla”.

Nunca estivo en al clandestinidad.
Estuve en semiclandestinidad porque sólo yo sabía dónde pernoctaría.

¿Cuál era su seudónimo?

Jajaja
Es que ustedes todo lo sacan.

Hasta colorado se puso. ¿Cuál era?
De todas maneras a quien le pregunten se los va a decir: “Tano”.

¿Por qué?
Por un campesino que se llamaba Estanislao. Era el hombre más humilde que he conocido. Decía que no se sentía digno de ser amigo de uno. Vivía en unas condiciones paupérrimas. Lo atendimos como correspondía, y todo el dolor era que nunca fuimos a su ranchito, que era el ranchito más pobre del caserío (Los Llanitos, del cantón Nancintepeque).

¡Ay dios! ¿Y eso no quería contar?
Noo… lo que pasa es que son cuestiones… esto no es una cosa… no hay secretos, no hay nada oculto. Si yo circulo por donde quiera, soy libre, libre como donde nací, así voy a morir.

Cuando usted regresa a El Salvador lideró una protesta en contra de una institución financiera (FINSEPRO/INSEPRO)
La gente de la banca estaba sorprendida de cómo un “poquitero” tuviera a su cargo una reivindicación con un montón de gente que tenía mucho dinero. Y este ha sido el único país en donde se ha resuelto de esa manera. Ha sido el único movimiento reivindicativo exitoso a ese nivel. Y no era un problema de colores sino de intereses. No hay nada que esconder.

Tanto se resolvió que, después de varios años, los condenados salieron libres.
Se resolvió hasta donde se podía resolver. Y todas las fracciones apoyaban esto.

¿Y cómo llego a organizar a toda esa gente estafada?
Es que no los estaba organizando. Yo era un afectado igual que ellos. Tuvieron la mala suerte los que no sabían quién era yo. Y la gente sabía quién era yo y de dónde venía yo. La buena suerte es que todo mundo estuvo de acuerdo en lo que se planteaba.

¿Cuánto perdió usted?
Yo tenía más o menos 150 mil colones. Es normal.

¿Cuánto perdió?
Como 16 mil colones.

Recuperó casi todo.
Así era: el que tenía menos recuperaba más, el que tenía más recuperaba menos porque era proporcional.

¿Cómo le supo la salida de Mathies Hill de la cárcel?
A nada. No guardo rencor. Allá él tendrá que responderle no sé a quién porque ya pasó por la justicia. Otra cosa fuera que no haya pasado ni a… Ese es un ejemplo de que el país haya cambiado. Una persona prominente que fue enjuiciada y condenada. Eso no lo destacan, que se rompió el ciclo de la impunidad.

Bueno, hablemos del Consejo. En el 2005, usted decía que en el Consejo ustedes eran escuchados pero no implementados, ¿sigue pensando así?
No. Desde finales del año pasado tengo la convicción de que el presidente Saca, a partir de la reorientación del sector de seguridad pública, y con todo el trabajo de la comisión de seguridad pública, y la implementación de un plan nacional de prevención, estamos muy satisfechos. El enfoque ahora es integral, no es un enfoque policial.

Pero en ese giro hubo una tardanza.
Como todo en la vida. Hay un traslado de una cultura de cero tolerancia a nivel policial, que venía de la administración Flores, y continúa con esta administración. Ahora hay un enfoque diferente. Lo que ustedes tienen que darse cuenta es que hay una vuelca de tuerca en el Estado salvadoreño. Tenemos reuniones permanentes con la dirección de la policía para discutir la evolución del fenómeno de las pandillas, violencia juvenil, observamos qué está pasando con el accionar de la policía… implementamos un plan piloto para reducir el impacto de las armas de fuego en la violencia, en Ilopango y San Martín… eso no es sólo la parte preventiva. Agarramos un factor directo de la violencia, las armas de fuego, y demostramos que con sólo aplicar la actual normativa y coordinar la acción del estado en la parte policial y del CAM en la parte municipal, podíamos reducir el impacto de las armas de fuego en la violencia. Eso promovió que se modificara la legislación en cuanto a las armas de fuego. El tema no es si es más o menos importante lo que nosotros hacemos. La satisfacción nuestra es que logramos –en dos niveles- salvar vidas de niños, reintegrar el tejido de la familia e incidir en la parte con armas de fuego.

¿Salvar vidas de niños?
Esta es una institución que no tiene mucho dinero, por lo tanto los recursos están destinados para atender comunidades en riesgo. Para ponerte un ejemplo: aquí tenés la Concha Viuda de Escalón. Este es un lugar emblemático: ¿cuántos llegan ahí? ¿De dónde llegan? Nos fuimos con Salvador a hablar con Roberto Murray Meza y su equipo de educación para decirle: nosotros vamos a hacer esto en esta zona, peo requiere que todos nos involucremos. No solo en el centro escolar donde asisten todos estos niños, sino que también atendamos los factores que generan que estos jóvenes roben caseteras, vendan crack y marihuana.

¿Entonces el Consejo apuesta sólo a la prevención?
Creo que nos movemos en el nivel de la prevención, que parte de la prevención primaria; pero hay algo muy novedoso: el programa de rehabilitación. Yo he buscado si en alguna parte del mundo existe un internado de rehabilitación voluntario. No existe. Nosotros llevamos la tercera promoción. El primer grupo fueron 10 pandilleros de la 18 y 10 de la MS. Se dice rápido, pero romper el mito de que pueden estar juntos es de alta significancia.

¿Funcionó?
Funcionó. De esos 20 tenemos al menos 14 que están reinsertados. Yo los puedo rehabilitar, ¿pero si nadie les da reinserción? En la región somos los únicos que tenemos dos máquinas láser, que es mucho más doloroso, para quitar tatuajes.

Gente que ha trabajado en programas de rehabilitación con pandilleros señalan que es muy difícil que ellos se rehabiliten debido a la presión y las amenazas de su misma pandilla. Le exigen que regresen y si no lo hacen, hasta lo pueden matar.
Sí. Pero es que de todas maneras en la vida de las pandillas siempre corre riesgo. Si decide cambiar ya no estará preocupado de que cada día lo van a matar si no que tiene que saber que tiene que cambiar su comportamiento, su vida. Hay otros que se rehabilitan por la vía de la religión, que ahí no estoy muy de acuerdo. Creo que no es suficiente.

Ese apoyo que señala del presidente Saca se ve matizado por cosas, como por ejemplo que en el presupuesto de 2007 ARENA, en la Asamblea, apoye para dar más pisto a la reparación de la torre de San Vicente que al Consejo.
Yo no veo si me hacen falta o no las cosas para ejecutar un proyecto. Yo me convenzo de que tengo que realizar el proyecto y después obtengo los apoyos. No tengo problemas para decir: es que no tengo presupuesto. Con lo que tenemos, hagamos bien lo que tenemos que hacer.

Pero sin dinero, hay cosas que no podés hacer.
Lo que nos corresponde es que cada quien haga su trabajo. Obras Públicas que hagan las obras de mitigación, Educación trabajará en mejorar el nivel de retención escolar, la Policía hará su trabajo… lo que nos falta es concertar en un terreno focalizado la acción estatal. Pero lo que no nos hemos dado cuenta es que el país ha cambiado y que hemos traslado fondos del gobierno central a los gobiernos locales. Y mientras los gobiernos locales no asuman la responsabilidad de gobernar con proximidad al ciudadano…

Que el gobierno no promueva más presupuesto para el Consejo y sí para una torre en San Vicente, ¿no demuestra la poca importancia que se le da al tema?
No porque tenemos los apoyos. El presidente nos ha dado el apoyo para hacer las gestiones y cancillería, a través de su dirección de cooperación externa, busca esos apoyos. ¿Cómo montamos la granja? A partir del esfuerzo y el apoyo del Ministerio de Agricultura y Ganadería. La secretaría sacó fondos de su presupuesto y les da de comer a los jóvenes, la empresa privada nos da los pollos. ¿Qué estamos demostrando nosotros? Modelos exitosos y que haciendo esto se puede cambiar la situación. Nuestro aparato de ejecución es bien pequeño, lo nuestro es el efecto demostración. Lo que decimos es: si tú me decís que no se puede, nosotros vamos a ver si no se puede.

¿No le molesta que la gente que aún está en la izquierda lo mire con desconfianza?
No me preocupa porque hasta entre ellos mismos se tienen desconfianza, no me quita el sueño. El tema es hacer algo diferente de lo que los otros no hacen. Y lo veo en las alcaldías. Es una contradicción que, teniendo “una visión progresista”, los alcaldes con formación de izquierda no hagan nada o no hagan más por modificar las condiciones de vida con que gobiernan.

¿La crítica va principalmente a las del Frente? ¿O también de ARENA?
Lo que estoy planteando es que el modelo de los gobiernos locales hay que revisarlo. No es un caso de orientación política, pero en los casos que gente que criticaba la pobreza, que no tiene acceso, y que hoy tiene oportunidad para trabajar por esos pobres no lo hace.

Hay quienes dicen que el Consejo está infiltrado por la juventud de ARENA.
No es un problema de ideología, sí ahí hay de todo.

Sólo digo es que hay esa percepción.
Lo que hay que ver es qué dicen las comunidades. Y en las comunidades se trabaja para resolver los problemas que tiene que ver con la violencia. Y la violencia no tiene nada que ver ni con religión ni con partidos políticos. Y llegar a esa comprensión, que es lo que nos une, es lo difícil. Y por eso hemos logrado proyectos como municipios libres de armas, donde hay visión del FMLN y visión de ARENA, para demostrar que hay temas comunes que deberíamos abordarlos con otra visión: de política pública.

¿El consejo nació con el modelo de prevención?
Nació en un país donde nadie sabía que iba a pasar con la violencia. Al no atender los factores sicológicos, al no saber cómo quedaba la población después de un conflicto armado… nos dedicamos a fortalecer otras instituciones, pero la gente es la gente: aunque le hayan dado tierra, es gente que no tenía vocación productiva, y ahí tendríamos que haber atendido de mejor manera. Mucha de esa gente, que después se ha involucrado en robos, secuestros… no estaríamos en estos niveles.

¿Plantea que la violencia es consecuencia directa de este problema?
Lo que estoy diciendo es que tendríamos que haber atendido el impacto psicológico en la juventud, en los niños… ¿qué pasaba? Nos dedicamos a hacer lo que decía la cartilla: que la nueva policía, que la nueva Corte Suprema de Justicia, que el nuevo Tribunal Supremo Electoral… entramos a lo macro. Ahora, este es un país que debe sentarse, con tranquilidad, a analizar los problemas que hacen que este no sea un país más preparado para el desarrollo.

¿En qué momento cree que se le fue la seguridad de las manos al Estado?
No creo que se le haya ido la seguridad de las manos. Lo que observo es que hay un tipo de delito que golpea, sobre todo la parte de los homicidios. O que más preocupa: homicidios y extorsiones. Los homicidios es un tema que tiene que ver con las prisiones. La saturación de las prisiones ha generado que no tengamos las mejores condiciones para la readaptación de esta gente. La visión no debe ser meter a todo mundo en prisión sino a los que verdaderamente provocan la situación. Esa es la acción inteligente de la justicia penal.

La policía como que no entiende, ¿no? El discurso es hacer méritos de los miles de capturados en un sistema que no lo puede soportar.
Lo que hemos hecho es sobresaturar el sistema. Tendríamos que redistribuir el país. Si es que le problema no es sólo en las prisiones… si miran ustedes Soyapango. ¿Cuántos kilómetros cuadrados tiene Soyapango? 29. ¿Cuántos habitantes tiene? ¿Cuántos habitantes tenía en 1974? 40 mil. Ahora tiene más de 300 mil. Dos factores que inciden: desastres naturales y el conflicto armado. Eso nos lleva a tener las ciudades saturadas.

Y a los que están ahí detenerlos para que no corrompan la ciudad.
Lo que pasa es que este no es un tema sólo de El Salvador. Veamos lo que pasa en Francia, Brasil, México… nosotros creemos que sólo es en El Salvador. Pero no es cierto.

Oiga, pero Brasil, Francia no hay el mismo índice de homicidios. Le repregunto, ¿no se la ha ido al estado la seguridad de las manos?
No porque no es cierto que todo el país esté así. Uno no puede decir que porque este tipo de delitos se focaliza en la zona metropolitana, en La Libertad, en el occidente y en una parte de oriente se le fue la seguridad de las manos al gobierno.

Claro, “no en todo el país”… pero hay 10 muertos diarios pues.
Sí, no lo podemos ocultar, es cierto. El estado lo acepta, el gobierno lo acepta.

¿?
Lo que tiene que ver es que ya pasó del enfoque represivo, punitivo, a un enfoque de atención integral. ¿¡Y no es lo que todo mundo quería, pues!? ¿¡Y no le reclaman al gobierno que no lo hiciera!? Y hoy que lo está haciendo, que tiene un programa nacional de prevención que están coordinadas todas las instituciones, para poder cambiar la situación de la violencia… claro, no se hace de la noche a la mañana.

Recuerdo haber visto a un Salvador Samayoa, frente a las cámaras, criticando al primer mano dura de Flores, pero no recuerdo a un Óscar Bonilla haciendo lo mismo.
Lo que pasa es que siempre he tenido la convicción de que al final nos pondremos de acuerdo. ¿De qué me sirve salir criticando cuando estoy participando? De tener la inteligencia y poder esperar para ponernos de acuerdo y demostrar que podemos trabajar de forma integral, juntos. Yo estoy de acuerdo que la policía sea dura, no hay policía en el mundo que cause risa. La policía tiene que generarle confianza al ciudadano correcto y temor al delincuente, igual que el juez. Cuando logremos eso, que creo que estamos a punto de lograrlo, vamos a tener un control más firme de la delincuencia en el país.

¿Estamos a punto de lograrlo?
Creo que sí.

Vaya sorpresa.
Le voy a decir por qué (digo esto). Me estoy concentrando en un esfuerzo con la Corte Suprema de Justicia, con unos fiscales, con unos policías, que van a atender en unas zonas donde tengo la mayor incidencia de la violencia… lo que pasa es que no hay que saturarlos y poner a los jueces que resuelvan un caso por cinco dólares, sino que actúen en los casos que verdaderamente inciden. Estoy convencido de eso. ¿Sabe por qué?

¿Por qué?
Primero por que he visto cómo condenaron a los que perpetraron la masacre del Plan de la Laguna, porque veo los operativos en La Palmas, estoy convencido porque veo a los policías en un tiroteo muy firmes, estoy convencido porque la mayoría de los jefes policiales están bien. Hay que apoyar esa policía. Me puedo poner a criticar, pero bueno, Salvador es Salvador y yo soy yo.

¿Está metido en algún movimiento político?
Mientras uno está en la función pública y en la acción creo que uno hace política. Hago política pública, lo que no tengo es opción partidaria. Tengo ideas claras socialdemócratas.

¿Usted participó en el intento de Salvador Samayoa del movimiento Socialdemócrata?
No. Digo que la conocí en el pasado, la estudié, me gusta.

¿Ve viable a la socialdemocracia acá?
Por el momento no veo nada en el escenario que me diga que sí.

¿Usted se ve en el Consejo si el FMLN llega a gobierno?
Es más una pregunta para ellos. No sé, no sé que harán ellos. Sé que hay especulaciones, candidaturas, pero de eso a que vayan a llegar al propósito no estoy seguro.

Roque Dalton

Roque Dalton

ROQUE ANTONIO Dalton García nació en la casa de Raúl Méndez, situada en el barrio capitalino de San José, en los primeros minutos del martes 14 de mayo de 1935. Fue “hijo natural” del estadounidense Winall Agustín Dalton y de la enfermera salvadoreña María García Medrano.

Vivió sus primeros años en la casa materna, la ahora desaparecida Tienda “La Royal”, situada en la esquina de la 2a. avenida norte y la calle “5 de noviembre”, en la ciudad de San Salvador. Allí, un primo de su madre, Santiago Díaz Medrano, le enseñó los rudimentos de la escritura y la lectura.

Gracias al apoyo financiero de su padre y a los esfuerzos de su progenitora, realizó sus estudios en los colegios Santa Teresita del Niño Jesús (fundado el 2 de mayo de 1920, era dirigido por las hermanas españolas María y Mercedes Gonzalbo), Bautista y Externado de San José, institución educativa jesuita a la que ingresó en 1946 y de la que se graduó como bachiller en Ciencias y Letras en 1952.

Como complemento a su formación educativa reglamentaria, recibió clases de inglés con Lillian, la abuela de David Escobar Galindo, quien para esos momentos residía al final del pasaje Rovira, en las cercanías de la tienda-residencia de Dalton y su madre. Separados por ocho años de edad, ambos futuros poetas entablaron conversación hacia 1952.

Cursó estudios de Jurisprudencia, Ciencias Sociales y Etnología en la Universidad Católica de Chile (1953) y en las estatales de El Salvador (1954-1959) y México (1961).

En mayo de 1954 ingresó a la Asociación de Estudiantes Universitarios (AEU), creada en el Alma Mater salvadoreña.

Al año siguiente, fue participante activo de las tertulias celebradas en “El rancho del artista” abierto en San Salvador, el sábado 9 de julio de 1955, por la escritora hondureña Clementina Suárez y fungió en la directiva provisional del Círculo deportivo Universitario.

Fue fundador del Círculo Literario Universitario en 1956, año en que también dio impulso al surgimiento del Teatro Universitario con el que participó en la puesta en escena de La alondra, pieza de Jean Anouillh basada en la vida de Juana de Arco, fungió como secretario de la primera comisión del Congreso Estudiantil Universitario, desarrollado en junio e inició sus labores como redactor para Teleperiódico primer noticiario televisivo de El Salvador y su anexo, el Teleperiódico impreso, dirigidos ambos por su amigo Álvaro Menéndez Leal.

En 1957 viajó a Moscú, como uno de los representantes salvadoreños ante el VI Festival de la Juventud y los Estudiantes por la Paz y la Amistad, organizado por la Federación Mundial de la Juventud Democrática (FMJD) y la Unión Internacional de Estudiantes (UIE). Su regreso al país fue difícil, pues debido al creciente anticomunismo internacional fue detenido o interrogado en Lisboa, Barcelona, Caracas, Panamá y otras ciudades, incluida San Salvador.

En ese mismo año, se adscribe a la asociación juvenil “5 de noviembre” y, gracias a su amigo guatemalteco Otto René Castillo, se afilia al Partido Comunista Salvadoreño (PCS), en el cual milita durante una década.

Se desempeñó como codirector de Ciencias Jurídicas y Sociales (1959), la revista estudiantil de la Facultad de Derecho de la Universidad de El Salvador. Ese mismo año, viajó a Santiago, capital de Chile, para ejercer funciones periodísticas durante la reunión anual de la Organización de Estados Centroamericanos (OEA).

Ganador del Premio Centroamericano de Poesía del Torneo Anual Cultural patrocinado por la Asociación de Estudiantes de Derecho de la Universidad de El Salvador (1956, 1958 con su largo poema El nuevo amor de siempre, 1959 y 1964 con El hijo pródigo y otros poemas del retorno), obtuvo el segundo lugar en los Juegos Florales Agostinos de la ciudad de San Salvador (1958) con su compilación Doce poemas, que presentó amparado bajo el pseudónimo “El que anuncia”.

En 1958, la radio YSKL dio a conocer el programa noticioso y crítico Mediodía, dirigido por el doctor Oswaldo Escobar Velado y el cual contaba con reporteros como Dalton y los también escritores José Roberto Cea y Jorge Campos. Durante las transmisiones sabatinas, ese espacio radiofónico difundía el suplemento cultural Toro de espuma: antología de la palabra. Por el nivel de sus críticas, el espacio informativo y su complemento cultural fueron censurados pocos meses más tarde por el régimen del teniente coronel José María Lemus.

Sus conductores fueron salvados de ser capturados por la policía gracias a una amplia manifestación popular, convocada por los propios locutores durante la última emisión del programa.

En ese mismo año, formó parte de la representación de los estudiantes universitarios en el Seminario Nacional de Educación Moral, promovido por el Ministerio de Cultura y en el que los jóvenes escritores y futuros profesionales asentaron, entre las conclusiones del encuentro, que una de las causas de la inmoralidad nacional era la pobreza de las mayorías populares.

En agosto de 1959, viajó a la capital chilena, en compañía del también escritor Álvaro Menén Desleal, con el propósito de dar cobertura periodística a la V Reunión de Cancilleres de América.

Junto con el poeta Roberto Armijo, participaron en un homenaje poético al X aniversario de fundación de la Facultad de Humanidades de la Universidad de El Salvador, acto desarrollado el sábado 31 de octubre de 1959, a partir de las 20:00 horas, en el Paraninfo del Alma Mater. Con Armijo, a fines de marzo de 1960 viajó a Guatemala, para atender una invitación de los estudiantes de Derecho de la Universidad de San Carlos (USAC). Por razones políticas, los dos jóvenes intelectuales salvadoreños fueron capturados al salir del avión en el Aeropuerto “La aurora”, pero fueron liberados y devueltos a El Salvador a los pocos días.

Acusado por el régimen de José María Lemus de ser uno de los dirigentes de los desórdenes callejeros universitarios del lunes 13 de diciembre de 1959, fue capturado en la noche siguiente y puesto a las órdenes del Juzgado Quinto de lo Penal. Por falta de pruebas contundentes que justificaran para su detención, fue liberado, bajo fianza, a las 12:30 horas del viernes 8 de enero de 1960.

Al salir de la cárcel, inició una cruzada dentro de la Asociación de Estudiantes de Derecho (AED) de la Universidad de El Salvador, con el fin de dar asistencia jurídica gratuita a más de un centenar de reos sin condena y sin recursos económicos, recluidos en la Penitenciaría Central, en San Salvador. Además, participó como miembro de la acusación en el sonado juicio seguido contra el comandante policial Adán Torres Valencia y José Urías Orantes, acusados de asesinatos y torturas en contra de varias personas, cargos por los que fueron condenados en julio de 1960.

Por sus ideas políticas en contra del sistema imperante, fue encarcelado de nuevo el jueves 25 de agosto de 1960, cuando fue interceptado en las inmediaciones del capitalino Parque Infantil de Diversiones. Desaparecido por varias semanas, se rumoró que había sido conducido por elementos de la Policía Nacional hacia la ciudad de Santa Ana y que su cadáver, con las orejas cercenadas, había sido encontrado en un barranco en la carretera que une a esa localidad occidental con Sonsonate. Tras incertidumbres, negaciones y acusaciones entre la Policía Nacional, los universitarios y la madre de Dalton, el viernes 14 de octubre apareció una publicación periodística, en la que se indicó que Dalton fue capturado el sábado 10 de octubre, en la hacienda San Antonio (Rosario de la Paz), en compañía de su esposa, cuatro guardaespaldas, granadas de mano, dinamita y “literatura comunista”, entre la que sobresalía el poemario Songoro cosongo, del cubano Nicolás Guillén.

Amenazado de muerte por sus captores, fue incomunicado en las bartolinas del cuartel central de la Policía Nacional (donde no fue registrado su ingreso como reo) y en el fatídico “callejón número nueve” de la Penitenciaría Central (San Salvador, hoy Fondo Social para la Vivienda).

Fue liberado junto con otros reos políticos tras el derrocamiento de Lemus, en la mañana del miércoles 26 de octubre de 1960. Fue recibido y vitoreado en las afueras del reclusorio por una multitud compuesta por veinticinco mil personas. Poco después, rindió su declaración como ofendido en contra de sus captores, en los tribunales de la capital salvadoreña.

Su testimonio de esas semanas de inhumana detención fue narrado por él mismo en tres artículos, aparecidos en la sección editorial de El Diario de Hoy, en diciembre de ese mismo año. Gracias a su denuncia y a otras muchas, el “callejón número nueve” fue demolido entre febrero y marzo de 1961.

En una ceremonia desarrollada en Casa Presidencial (barrio San Jacinto), a partir de las 11:00 horas del sábado 5 de noviembre de 1960, la golpista Junta de Gobierno entregó a la Asociación General de Estudiantes Universitarios Salvadoreños (AGEUS) las fichas de cada uno de los estudiantes detenidos, entre las que se encontraba la de Dalton, cuyas fotos fueron incluidas en la edición mexicana de Taberna y otros lugares (edición definitiva, México D. F., 1988, con un poema agregado de cuatro partes y palabras prologales de Eraclio Zepeda).

Tras el golpe realizado por el Directorio Cívico-Militar contra la Junta de Gobierno (enero de 1961), la inseguridad e inestabilidad social reinantes en el país lo condujeron fuera de las fronteras nacionales. Vivió y trabajó en Guatemala, México y La Habana, ciudad esta en la que laboró como comentarista para Radio Habana y la agencia noticiosa Prensa Latina. Además, frecuentó los locales de Casa de las Américas y la Unión de Escritores y Artistas Cubanos (UNEAC).

Durante sus estancias en Cuba, fue admirado y reconocido por sus amistades entrañables, sus dotes poéticas y sus particulares características para aprender técnicas militares, jugar balompié, bailar mambos, reír a carcajadas y beber largos tragos.

En la isla caribeña, entró en contacto con su hermana Margarita Dalton (nacida en México, en 1943), por entonces estudiante de Antropología en la universidad local y quien ganaría un concurso de novela juvenil en su ciudad natal (1967), con su Larga Sinfonía en D y había una vez, un homenaje a la droga hippie LSD.

Durante esa primera estancia cubana, su poemario El turno del ofendido fue galardonado con mención honorífica en el certamen continental Casa de las Américas (La Habana, 1962). En El Salvador, su cuento escénico El juicio del día fue divulgado por la revista Vida universitaria (San Salvador, nos. 6-7, 1962).

Pese a las veladas y explícitas amenazas a muerte vertidas en su contra, retornó a El Salvador, en cuya capital vivió en la clandestinidad desde los meses finales de 1963. Por un error suyo, en septiembre de 1964 fue capturado y recluido en el penal de Cojutepeque, del que se fugó tras el derrumbe de su celda, producto del sismo del 3 de mayo de 1965.

Vuelto a La Habana, se integró en el consejo de colaboradores de la revista Casa, en donde interactúa con destacadas personalidades intelectuales del mundo.

En 1966 se trasladó a Praga (Checoslovaquia), se estableció en la calle Thakurova e inició sus funciones en el comité de redacción de la revista internacional Problemas de la paz y el socialismo. Allí, redactó un complejo trabajo poético experimental, basado en los “poemas-problemas” y en sus constantes visitas a la taberna U’Fleku. Amparado con el seudónimo “Farabundo”, presentó el manuscrito de este poemario al certamen literario continental y anual de Casa de las Américas (La Habana, Cuba, 1969) en el que Taberna y otros lugares obtuvo el primer premio.

En Praga también sostuvo conversaciones con el obrero Miguel Mármol, salvado del paredón de fusilamiento durante los sucesos de 1932 en El Salvador. Fruto de esas conversaciones y de la imaginación daltoniana surgió el libro testimonial Miguel Mármol (San José, Costa Rica, 1972. Existe una traducción al inglés realizada por Kathleen Ross y Richard Schaaf, con prólogos de Manlio Argueta y Margaret Randall, 1986). La información de esa obra ha sido considerada canónica hasta la fecha, a pesar de que el propio Mármol intentó matizarla mediante la redacción de sus propias memorias, que quedaron manuscritas e inconclusas al momento de su muerte, ocurrida en la capital salvadoreña, en 1993.

Luego de tres años de haber salido de El Salvador, el poeta se reunió con su esposa Aída y sus tres hijos Roque Antonio, Juan José y Jorge Vladimiro en la capital checoslovaca, en 1967. En julio y agosto de este mismo año, asistió como uno de los delegados salvadoreños a la reunión de la Organización Latinoamericana de Solidaridad (OLAS), desarrollada en la capital cubana.

Radicado de nuevo en la isla caribeña, Dalton efectuó otros viajes periodísticos o políticos a Sur América, Europa, Rusia y a las Repúblicas Democráticas de Corea y Vietnam. Este último estado del sureste asiático fue reconocido oficialmente por El Salvador, en enero de 1960.

Tras renunciar a sus labores en el Comité de Colaboración de Casa de las Américas (La Habana, 20 de julio de 1970), Dalton se dedica a recibir intenso entrenamiento militar, motivado por su deseo de ingresar a los movimientos guerrilleros centro y latinoamericanos.

En 1973, viaja de nuevo a Santiago, la capital chilena, por invitación del gobierno socialista de Salvador Allende.

A finales de diciembre de ese mismo año regresa a El Salvador con su rostro retocado por la cirugía plástica y con una nueva identidad, bajo el alias de “Julio Delfos Marín” para integrarse a las filas del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), organización clandestina que posteriormente lo captura (13 de abril de 1975), lo enjuicia (a partir del 14 de abril de 1975, proceso en el que cuenta con la defensa del poeta Eduardo Sancho, después conocido con el sobrenombre de “comandante Fermán Cienfuegos”) y lo ejecuta a tiros, en atención a las órdenes vertidas por los dirigentes Domingo Mira (“Sebastián Urquilla”) y Joaquín Villalobos.

Aunque los datos existentes son aún confusos y obran en poder exclusivo de los participantes de ese hecho sangriento, la información disponible permite establecer que Dalton murió en una casa del barrio Santa Anita y que después fue trasladado a las cercanías volcánicas de Quezaltepeque, el 10 de mayo de 1975. En esa zona rural, su cuerpo fue abandonado, devorado por animales, semienterrado, descubierto por autoridades y perdido para siempre en una barranca, según lo estableció, en 1993, un informe de la Misión de Observadores de las Naciones Unidas para El Salvador (ONUSAL).

Las acusaciones vertidas en su contra para justificar su asesinato desataron condenas de sectores políticos e intelectuales del planeta entero. Entre ellas se destacan las voces del novelista y cuentista argentino Julio Cortázar y del escritor uruguayo Mario Benedetti, quien años más tarde preparó la primera antología poética de Dalton conocida a nivel internacional, publicada en La Habana (1980), San Salvador (1981) y Madrid (2000).

Los trabajos literarios y doctrinarios de Dalton aparecieron en múltiples publicaciones periódicas de diversos países (especialmente, El Salvador, Cuba y México), entre las que cabe mencionarse:Hoja, La jodarria, Opinión estudiantil (órgano universitario salvadoreño del que fue corredactor en 38 números de su decimocuarta época, entre junio de 1955 y julio de 1956), La universidad, Gallo gris, Tribuna libre, El independiente (del cual fue redactor), Letras de Cuzcatlán, Abril y Mayo (revista del Partido Revolucionario Abril y Mayo PRAM creado el 20 de diciembre de 1959 y declarado ilegal por el Consejo Central de Elecciones, el 14 de julio de 1960), Diario Latino, La Prensa Gráfica, El Diario de Hoy, Vida universitaria, Marcha, Tláloc, La pájara pinta, La gaceta de Cuba, El caimán barbudo y más.

Otras obras suyas son Dos puños por la tierra (poesía, San Salvador, 1955, en coautoría con el poeta y revolucionario guatemalteco Otto René Castillo), Mía junto a los pájaros (San Salvador, 1958), La ventana en el rostro (poesía, México, 1961, con prólogo de Mauricio de la Selva), El mar (poesía, La Habana, 1962, en edición de diez páginas patrocinada por la librería “La Tertulia”, propiedad de Fayad Jamís), El Salvador (monografía, La Habana, 1963), Los testimonios (poesía, La Habana, UNEAC, 1963, 75 págs.), César Vallejo (ensayo, La Habana, 1963, 50 págs.), El otro mundo (1963), Poemas (San Salvador, 1967), El intelectual y la sociedad (conversaciones con escritores, México D. F., 1969. Existe una traducción al italiano, realizada ese mismo año), Los pequeños infiernos (poesía, Barcelona, 1970, con palabras de José Agustín Goytisolo), ¿Revolución en la revolución? y la crítica de derecha. (La Habana, 1970), Las historias prohibidas del Pulgarcito (prosas y poemas, México D. F., 1974), Pobrecito poeta que era yo (novela, titulada alguna vez como Los poetas, San José, Costa Rica, 1976. Hay traducción al alemán Armer kliener Dichter, der Ich war, realizada por Silvia Pappe, y publicada en Basel, Rotpunkt Verlag, 1986), Caminando y cantando (pieza dramática, San Salvador, revista Abra, 1976), Poemas clandestinos (San Salvador, 1980), Los helicópteros (pieza dramática, escrita en colaboración con “Peperuiz”, pseudónimo del escritor y abogado Dr. José Napoleón Rodríguez Ruiz, San Salvador, 1980), Las enseñanzas de Viet-Nam (apuntes, California, 1981), Un libro rojo para Lenín (poesía, Managua, 1986) y Un libro levemente odioso (poesía, México D. F., 1988).

Los poemas de Dalton han sido recogidos en decenas de antologías, publicadas en ediciones bilingües en Europa, Estados Unidos Centro y Sur América. Tres de las más recientes y reveladoras son En la humedad del secreto (recopilación de poemas dispersos y antología crítica, preparada por Rafael Lara Martínez, San Salvador, Dirección de Publicaciones e Impresos, 1994, con reimpresión en mayo de 1995), Small hours of the night (Willimantic, Cubstone Press, 1996, edición de Hardie Saint Martín que recibió un premio estadounidense a la mejor traducción al inglés en 1997, gracias a las versiones hechas por Jonathan Cohen, James Graham, Paul Pines y otros), Antología mínima (selección de Luis Melgar Brizuela, San José, Costa Rica, EDUCA, 1998) y La ternura no basta (con prólogo de Víctor Casaus, La Habana-Sevilla, Fondo Editorial Casa de las Américas-Área de Cultura de la Diputación de Sevilla, 1999, 478 págs.).

Dos años antes de su muerte, Dalton presentaba entre sus obras inéditas títulos tales como El otro infierno (poemas, 1961), Profesión de sed (artículos), Imperialismo y revolución en Centro América (ensayo), Poemas del viajero solo y Dalton y Cía. (teatro). A esos trabajos hay que agregar varios poemas, publicados en las páginas de El Diario de Hoy durante los años 50, los cuales fueron rescatados entre los años 2000 y 2001 por el investigador salvadoreño Carlos Cañas-Dinarte. Esos textos poéticos compilados verán la luz editorial como parte de la segunda edición, corregida y aumentada, de la antología daltoniana preparada por Lara Martínez, actualmente en preparación en los talleres tipográficos de la Dirección de Publicaciones e Impresos de CONCULTURA.

Su vida, obra y voz han sido objeto de grabaciones y documentales fílmicos y televisivos realizados en La Habana (1969), México (1981) y San Salvador, además de mesas redondas, congresos literarios, reseñas y comentarios en publicaciones periódicas, tesis de licenciatura, maestría y doctorado en distintos puntos del planeta.

Entre esos homenajes tributados destaca la publicación del grueso volumen Recopilación de textos sobre Roque Dalton (La Habana, Casa de las Américas, serie Valoración Múltiple, 1986), en el que diversas personas e intelectuales del mundo entero aportaron rasgos biográficos y anecdóticos del escritor y revolucionario salvadoreño, quien a lo largo de su vida fue amigo de políticos e intelectuales como Fidel Castro, Carlos Fonseca Amador, Miguel Ángel Asturias, León Felipe, Nazim Hikmet, Juan Gelman, Ernesto Cardenal, Silvio Rodríguez, Roberto Fernández Retamar, Lisandro Otero, Miguel Barnet, Heberto Padilla, Elena Poniatowska, Fayad Jamís, Carlos Jurado, Claribel Alegría, Jorge Arias Gómez, Eraclio Zepeda, Manuel Galich, Juan Larco, Mario Benedetti, Julio Cortázar, Pablo Armando Fernández, René Depestre, Eliseo Diego, Félix Rodríguez, Eduardo Galeano, Lisandro Chávez Alfaro, Regis Debray y su esposa Elizabeth Burgos, Vicente Rojo, Carlos Monsiváis, Poli Délano, etc.

Pese a los esfuerzos editoriales ya mencionados, aún está pendiente de escritura una biografía completa del poeta y revolucionario, por lo que cuatro acercamientos a la misma los constituyen Vida y obra de Roque Dalton García (tesis para optar al grado de licenciada en Letras, escrita por Patricia Comandari de Hasbún, San Salvador, Universidad Centroamericana “José Simeón Cañas”, 1986), En memoria de Roque Dalton (escrito testimonial del historiador y abogado Dr. Jorge Arias Gómez, San Salvador, 1999), Roque Dalton: Una biografía poética (trabajo inédito del investigador salvadoreño Luis Alvarenga que, en diciembre de 2000, mereció el premio único de ensayo en los Juegos Florales de Panchimalco) y Un disparo… a la izquierda del corazón (biografía daltoniana escrita por el pintor e investigador salvadoreño Armando Solís, en prensa).

Por gestiones de su viuda Aída y dos de sus hijos el periodista Juan José y el cineasta Jorge, pues Roque Antonio murió en combate, en 1981, integrado a la naciente guerrilla salvadoreña del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), en mayo de 1998 la Alcaldía Municipal de San Salvador les extendió un documento en que se dejó establecida la condición legal de la defunción del escritor.

Pocos días después, en la sesión del día jueves 21 de ese mismo mes y año, la Asamblea Legislativa les entregó a Juan José y a Jorge el diploma que oficializa la declaratoria de “Poeta meritísimo de la república”, conferida a Roque Dalton gracias al decreto 186, fechado el 11 de diciembre de 1997.

En los meses finales de 1999, el archivo que contiene poemas manuscritos, papeles inéditos, cartas y fotografías del poeta fue devuelto a El Salvador desde sus sedes originales en las ciudades de La Habana y México, con el fin de que se constituya en el acervo documental de la proyectada Fundación “Roque Dalton”.

Una medalla cultural anual (México D. F.), la pinacoteca de la Universidad de El Salvador iniciativa del pintor salvadoreño Armando Solís, el Teatro Municipal de Cámara (barrio San Miguelito, San Salvador) y un centro escolar de Aguilares son algunas de las preseas y edificaciones que, a partir de la última década del siglo XX, fueron bautizadas con su nombre.

Dr. René Fortín Magaña

NR

Estamos con el Dr. René Fortín Magaña, uno de los personajes históricos de mayor relevancia, de mayor importancia en la historia contemporánea de El Salvador. El Dr. Magaña ha tenido una vida muy activa en la academia, política, cultura, etc. y continúa muy activo en su vida profesional, como asesor jurídico de FUSADES y en otras actividades análogas.

Tenemos el honor en el Blog “Conversaciones con Netorivas” de tener al Dr. Fortín Magaña en el espacio “El Personaje de la semana”. En esta primera edición incluiremos de su voz una breve biografía.

Entonces, René, por favor platícanos de ese personaje: Dr. René Fortín Magaña

RFM

Muchas gracias Neto, honor que me haces al formularme la invitación que yo gustosamente he aceptado por el alto aprecio que guardo por ti y por tu magnífica y excelente labor periodística y cultural en la que estás desenvolviéndote en estos últimos años, después de tu vida pública también muy intensa.

Me acuerdo que nos vimos en Washington, precisamente cuando tú eras embajador allá en tiempos agitadísimos para nuestro país.

Me pides que te hable un poco de mi vida y casualmente tenemos aquí en frente un libro que va saliendo de la imprenta, un libro que he publicado con el pseudónimo Víctor Uclés y que es una zaga que en general. Se llama: “El Vuelo del Tiempo” pero que este primer libro tiene el nombre, bastante subjetivo de: “Gritarán las Piedras”.

Este libro es una narración de los años en los cuales me ha tocado ser testigo y en algunas ocasiones, protagonista en la vida nacional pero paralelamente también de la vida familiar. Así que se desarrollará en este libro y en los que seguirán, si Dios me da la vida y la fuerza necesaria para ello, como continuación de la zaga.

“Gritarán las Piedras” primero comienza con la sublevación campesina en 1932 que es un hecho histórico o que marca un hito en la vida nacional. Aquí se narra la parte en que los campesinos van de las zonas próximas a Juayúa para Ahuachapán en medio de las cuales se encuentra una propiedad que era de nuestra familia, un finca que llamaban El Sauce.

Los campesinos van armados, con sus correspondientes instrumentos de combate, a tomarse el cuartel de Ahuachapán y en la noche hacen un alto en el camino y pasan a descansar todos ellos de una forma agresiva, pero tal vez no se habían dado cuenta que allí estaban los dueños que eran mis padres. Esa noche pasamos rodeados de todos ellos, yo en ese entonces tenía apenas 6 meses porque nací el 24 de julio de 1931.

Aquí se narran estos acontecimientos, fue un episodio muy duro en la vida nacional, realmente violentísimos, hubo excesos de parte de las dos facciones que se enfrentaban. Los campesinos, los partidos políticos, específicamente el Partido Comunista tuvieron una participación en eso.

Pero la represión fue fuerte también, la represión del General Maximiliano Hernández Martínez, que había llegado después de derrocamiento del Presidente Arturo Araujo a tomar la presidencia de la República como vicepresidente que era él en la fórmula del Ing. Araujo.

Después de mis estudios, ya para ir contando los episodios de mi vida a grandes rasgos, después de mis estudios en el Liceo Salvadoreño, ingresé a la Universidad de El Salvador en 1949, meses después de la caída del General Salvador Castaneda Castro y de la llegada al poder de El Consejo de Gobierno Revolucionario que estaba formado por el Mayor Oscar Osorio, el Mayor Oscar Bolaños, el Dr. Humberto Costa y el Dr. Reynaldo Calindo Pol.

En 1950 se promulga la Constitución más importante de esa época y en 1952 se inicia lo que yo podría llamar: “Mi comienzo en la vida pública” porque por decisión de los estudiantes me eligen presidente de la Asociación General de Estudiantes Universitarios Salvadoreños AGEUS.

La AGEUS, en aquellos años, tenía una presencia pública enorme, porque no había partidos políticos como los hay actualmente y entonces los grandes acontecimientos, los grandes problemas, las grandes cuestiones nacionales eran ventilados con la participación, en determinado momento, del estudiantado salvadoreño. La AGEUS, pues tenía una significación muy importante y me cupo el privilegio de presidirla en aquel año de 1952.

Entre las acciones que recuerdo, después de que se había desatado una fuerte represión contra los elementos opositores al régimen, entre los cuales estaban algunos compañeros nuestros o algunos que iban en años superiores pero que se consideraban como adversarios, como el Dr. Manuel Atilio Hasbún, cuya exhibición personal, pedimos nosotros desde la AGEUS, y que en respuesta todos ellos fueron mandados al exilio.

La AGEUS continúo con sus actividades hasta el punto de llevar una denuncia criminal en los Juzgado de lo Penal contra el Coronel Antonio Valdez y contra el Coronel Alberto Medrano. Esto también causó mucha conmoción, pero desde luego fueron absueltos de la denuncia que nosotros hacíamos de abuso de poder, pero causó una gran conmoción el hecho de que el estudiantado por medio de la AGEUS, hiciera esta acusación formal ante los tribunales. Después salí de esta Asociación.

Me doctoré en el años de 1959, que marca un hito muy importante en mi vida también porque dio una coincidencia muy importante. Nos graduamos el mismo día mi hermano José, en Arquitectura; mi hermano Miguel Ángel, en Medicina; y yo en Jurisprudencia y Ciencias Sociales, con el altísimo privilegio de que nos entregó el diploma quien era Rector de la Universidad en esos días, mi padre Romero Fortín Magaña.

Mi padre, quien también tuvo una vida pública bien grande, fue Secretario de Hacienda, en los inicios del gobierno del General Maximiliano Hernández Martínez, en los inicios porque luego renuncio cuando vinieron las aspiraciones reeleccionistas del General Martínez. También fue Ministro de Economía, escribió mucho en los periódicos, escribió varios libros y fue también Rector de la Universidad de El Salvador.

Ya con mi título ingresé al Poder Judicial y fui Juez en el Departamento de Sonsonate hasta el año de 1960 en que después de la conspiración sigilosa y en horas de la noche, llegamos al Movimiento insurreccional que culminó con la caída del Teniente Coronel José María Lemus.

Después de días muy agitados, hubo muchas reprensiones, en la calle hubo muchos heridos, muertos, se tomaron, las fuerzas policiales o armadas, no recuerdo, la Universidad de El Salvador, golpearon al Rector, al Secretario, etc. El clima estaba altamente caldeado y en esos momentos viene el derrumbamiento del régimen y entra la Junta de Gobierno de El Salvador de la cual tuve el honor y la alta satisfacción de formar parte.

Esta junta estaba integrada por el Coronel Cesar Yanes Urías, el Teniente Coronel Miguel Ángel Castillo y el Mayor Carlos Humberto Rosales, y como civiles: el Dr. Fabio Castillo Figueroa, el Dr. Ricardo Fallas Cáceres y este servidor.

La Junta de Gobierno provocó, como era natural, grandes expectativas, tenía como programa el desarrollo democrático del país con elecciones completamente libres y un programa educativo muy importante que se quedó trunco porque tres meses después la Junta de Gobierno a su vez fue derrocada por elementos de la Fuerza Armada que formaron El Directorio Cívico Militar que estuvo integrado por el Coronel Aníbal Portillo, el Coronel Julio Adalberto Rivera, el Dr. José Valiente, el Dr. Feliciano Avelar y el Dr. José Antonio Rodríguez Porth.

El Directorio logró estabilizarse, se formó el Partido de Conciliación Nacional que llevó a varios presidentes de nuestro País, Gobernantes, El primero de ellos fue el Coronel Julio Adalberto Rivera. Y el último fue el Coronel Carlos Humberto Romero, que a la vez fue derrocado por otra Junta. Esta se llamaba Junta Revolucionaria de Gobierno, de la cual todos conocemos. En esta no tuve yo participación, sino que meses después y momentos después comenzamos las actividades políticas y en 1981 formamos el Partido que se llamó Acción Democrática, mejor conocido como “el partido de la flechita” porque su símbolo era una flecha vertical con grandes círculos alrededor que representaba muy bien las aspiraciones de nuestro Partido.

En 1982 hubo elecciones para elegir Diputados Constituyentes, yo no participé en esas elecciones, pero participaron dos compañeros que fueron muy determinantes en la elaboración de la Constitución de 1983 y fueron los Dr. Luis Nelson Segovia y Ricardo González Camacho, allí estaba el Partido respaldando las acciones de ellos. A mí me habían aconsejado los estrategas del partido que yo me reservara para una candidatura para la presidencia.

Entonces realmente participé en 1984 como candidato a la Presidencia de la República pero me tocó enfrentarme a dos fuerzas poderosas, que ya entonces polarizaban el país, tal como está ocurriendo ahora precisamente.

Nuestro partido representaba una posición Social Demócrata, que la Social Democracia, desafortunadamente a mi juicio, no han logrado posicionarse en nuestro país. Yo tuve el pensamiento de que en estos días, pudiera haber surgido algo como eso y desafortunadamente no lo veo.

En 1984 participé en esas elecciones, tuve un considerable apoyo pero, desde luego, frente a las grandes poderosas fuerzas que me enfrentaba no podía más que desempeñar un papel que no alcanzaba los votos necesarios.

Estas fuerzas estaba representadas por dos grandes dirigentes nacionales, no cabe ninguna duda, líderes carismáticos de gran potencia, José Napoleón Duarte por un lado en la Democracia Cristiana, y Roberto D’Abuisson por el Partido ARENA, ambos realmente líderes de gran potencia. En medio de ellos, sin comulgar exactamente con ninguno de ellos, sino que trazando nuestra propia línea, estaba nuestro partido Acción Democrática, Partido como te digo, Social Demócrata.

Antes de esto, y como las cosas se van hilando según la voluntad de Dios, yo había sido elegido en el año de 1967 Decano de la Facultad de Derecho, después de haber sido profesor en varias asignaturas. El Vice Decano era el Dr. José Enrique Silva. Tuvimos una experiencia bastante dura, bastante traumática porque los sectores de izquierda extrema se habían posicionado en la Universidad y pretendían que toda ella, a través de sus distintos estamentos, actuara de una sola vez en actividades de calle, en actividades públicas, y bajo las ideas que traban de imponerse. Era entonces Rector de la Universidad el Dr. Fabio Castillo Figueroa, con quien habían sido, coincidentemente, miembros de la Junta de Gobierno de El Salvador.

Pero así lo quiso la historia. En aquel momento en la Junta de Gobierno estuvimos en la misma línea y esta vez estábamos en orillas distintas de ese caudal turbulento de la historia.

Yo defendía en aquel momento el derecho a la discrepancia, el derecho a disentir. Yo no estaba de acuerdo con muchas de las posiciones que se defendían de otras posiciones de gobierno en la Universidad y la cosa llegó a extremos bastantes duros, al punto de que se originara un conflicto muy serio y la posición mía, viéndose amenazada, fue llevada a un referéndum estudiantil para ver si yo contaba o no con el apoyo de los estudiantes.

El resultado de ese referéndum fue altamente satisfactorio para la posición mía, puesto que los números mostraron que realmente yo contaba con el apoyo de los estudiantes. No obstante, las fuerzas más radicales cerraron la Universidad, ya no permitieron mi ingreso y fui llevado a la Asamblea General Universitaria en donde finalmente se me “DESTITUYÓ”, digo esta palabra despacio y con orgullo porque, francamente, aunque no era una posición de vencedor era, sin embrago, la culminación de discrepancia y de defensa de la disidencia que se había sostenido durante un largo periodo.

Fui destituido en esa forma y tuve después de la altísima satisfacción que numerosos elementos de la vida profesional, de la vida nacional, de la vida empresarial pública del país me ofrecieran un homenaje que se llamó: “Cena de la Dignidad Profesional”. En esta cena se aprovechó para que varios oradores intervinieran, yo mismo lo hice explicando las circunstancias y desde luego apelando al sentido patriótico de cohesionar, digamos, las fuerzas que nos uniéramos en un mismo ideario en aquellos momentos contrarios a lo que estaba ocurriendo en la Universidad.

Años después la Universidad pasó todavía a una situación más crítica. Recuerdas tú que hubo una intervención de la Universidad, llegaron después las autoridades, muchos de ellas murieron, Carlos Alfaro Castillo que fue acecinado. El Dr. Rodríguez, Decano de la Facultad de Derecho también fue muerto en esas circunstancias. Cuando yo pasé por lo que pasé las cosas no habían llegado, afortunadamente, a ese extremo porque sino, no te estuviera contando estas historias. Pero, bueno, llegamos a 1984 después de mi experiencia política como candidato a la Presidencia de la República. Desafortunadamente los otros dirigentes del partido cayeron en manos de las tentaciones que les provocó la Democracia Cristiana y entraron a formar parte del gobierno de Duarte y el partido en esas circunstancias fue absorbido por la Democracia Cristiana o mejor dicho, languideció, murió y finalmente desapareció de la vida pública.

Entré a mi vida profesional de nuevo y la he ejercido con bastante satisfacción en bastantes períodos de mi vida. En 1997 me inscribí en la lista de Profesionales del Derecho que son considerados por el Consejo Nacional de la Judicatura para integrar la Corte Suprema de Justicia y en efecto fui electo para la Corte Suprema de Justicia para un período de nueve años. Así que estuve nueve largos años en la Corte Suprema de Justicia, tanto en la Sala de lo Civil, como en la Sala de lo Contencioso Administrativo. Nueve años de una rica experiencia, verdaderamente importantes, tanto en mi vida profesional como para poder desarrollar las ideas de toda mi vida. Tan es así que a mi salida de la Corte Suprema de Justicia, entré un poco en, digamos, contradicción con mis compañeros de la Corte, que habían hecho desaparecer por un acuerdo con el que yo nunca estuve satisfecho como fue la desaparición de las atribuciones de la Sección de Probidad de la Corte Suprema de Justicia.

Entonces, frente a eso yo preparé un recurso de nulidad que lo presenté ante la Fiscalía General de la República, en contra de las actuaciones de la Corte Suprema de Justicia. Como la Fiscalía General de la República no resolvía absolutamente nada, presenté un Recurso de Amparo ante la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia para que ordenara a la Fiscalía que resolviera, y en efecto, cuando la Fiscalía se vio amenazada por el amparo, la Fiscalía resolvió y el amparo ya no siguió porque ya no tenía razón de ser; pero la Fiscalía dijo que no podía intervenir en ese asunto y el asunto quedó así. Pero es un asunto grave porque desapareció prácticamente la Sección de Probidad, sino formalmente, en sus atribuciones reales. La Corte dijo que iba a actuar por su propia cuenta pero realmente no lo ha hecho. Fue un asunto delicado, grave me parece, que espero que algún día se corrija y que la Sección de Probidad vuelva a tener la importancia que originalmente tuvo.

Salí de la Corte en el año 2006 y desde entonces me incorporé de nuevo a la vida profesional. Hemos fundado un Instituto que se llama el Instituto Iberoamericano del Derecho Constitucional – Capítulo El Salvador, que ha tenido diferentes actividades, ha tenido Congresos, estamos por publicar un libro que recoge muchas de las actividades públicas del Instituto y en este mes de noviembre que se aproxima vamos a tener un Coloquio Centroamericano y de México y Panamá en donde vendrán representantes de derecho constitucional de estos países para que examinemos la marcha del país desde el punto de vista del Derecho Constitucional en los últimos 25 años; de modo que será un Coloquio de lo más importante.

He querido hablar a grandes saltos de mi vida personal que en los actuales momentos, este día, en el que estamos hablando, digamos que es un hito importante para mí, como es la publicación de este libro del que antes hablábamos.

No quisiera terminar sin recordar un episodio importantísimo que estaba quedándose. La guerra con Honduras en el año 1969. Fue un hito histórico de la mayor gravedad. Todos, sino todos, habría que recordárselo a las nuevas generaciones. Para nuestra generación recordará la importancia de aquel episodio, lo delicado que realmente fue. El conflicto fue llevado a la Organización de Estados Americanos (OEA). Se llegó a un acuerdo en la OEA, íbamos formando parte de la delegación el Ministro de Relaciones Exteriores Francisco José Guerreo, Chachi, nuestro querido amigo y un grupo de abogados entre los que iba yo, formamos parte de la delegación que estuvo en Washington en la sede de la OEA defendiendo las posiciones de nuestro país El Salvador. Se llegó a un acuerdo digamos ligeramente transaccional, que no satisfizo plenamente las aspiraciones del país como tampoco fueron satisfactorias las sentencias que después se pronunciaron en el tribunal de La Haya, cuando se llevó a ese Tribunal el conflicto por Honduras y por El Salvador y se pronunció una sentencia. Verdaderamente, yo no diría ni siquiera discutible, sino que condenable en muchos aspectos porque realmente es una sentencia cuyo basamento jurídico es muy, muy precario y que entran a posiciones y a cosas que no se habían discutido y que verdaderamente atropelló las pretensiones legítimos de nuestro país.

Y lo mismo ocurrió diez años después con el recurso de revisión en donde desafortunadamente, no obstante que teníamos argumentos buenos a nuestro favor, se culminó también con una sentencia que no satisfizo de luego nuestras aspiraciones y perdimos una parte de nuestro territorio. Ese asunto no está todavía resuelto, continúan las discusiones, el tema se ha vuelto, se ha prolongado, estamos con discusiones con Honduras, problemas con el Golfo de Fonseca, etc. y ojalá que lleguemos a una solución satisfactoria para todos.

Al contarte estas cosas, omito algunos detalles, por ejemplo, un tratado importante que se firmó en tiempos de José Napoleón Duarte y que fue mediador el ex presidente del Perú y varios detalles que realmente no podría yo aquí mencionarlo porque se haría esto interminable. Yo creo que con esto podemos, Neto, podemos ponerle punto final por mi parte, salvo que tu tengas alguna pregunta, yo con gusto te la respondería.

NR Muchas gracias René. Debe ser tan satisfactorio haber vivido una vida tan intensa, tan destacada como la que tú has vivido. Seguramente habrás tenido mucho momentos que te hacen sentirte orgullos como seguramente has tenido sinsabores en la vida. Pero no vamos a hablar de sinsabores. Hablemos de los momentos que más marcaron la vida de René Fortín Magaña. Lo que más te satisfizo en tu vida como académico, político, asesor, Magistrado de la Corte Suprema de Justicia. ¿Cuáles son esos momentos René?

RFM

Por supuesto el primer momento, es haber tenido la cuna que tuve Neto. Una madre bellísima, encantadora, buena y un padre Romeo Fortín Magaña, ya lo he mencionado, que tuvo una destacada vida pública y que sobre todo me enseñó a soportar esos sinsabores a los que tu antes te referías, entendiendo que la vida de los hombres sobre todo debe descansar sobre todo en el carácter y él lo tenía de una manera sobresaliente, de modo que para mí fue, además de mi personaje inolvidable, un gran ejemplo a seguir.

Bueno después de eso, como momentos estelares yo diría, la presidencia de la AGEUS, Asociación General de Estudiantes Universitarios Salvadoreños. Que marcó el inició de mi vida pública.

Después de eso el haber participado como miembro de la Junta de Gobierno de El Salvador, que a pesar de su breve duración en nuestra vida histórica fue sin embargo un hito, porque realmente marcaba una diferencia, buscábamos la plena realización de los ideales democráticos con un programa político de elecciones libres, de desarrollo democrático y un programa de desarrollo educativo muy importante y que como te dije quedó desafortunadamente truncados porque a los pocos meses esos ideales fueron cortados por las nuevas circunstancias históricas que se presentaron.

Después de eso la formación del partido Acción Democrática, que realmente nos deparó momentos muy gratificantes, pudimos expresar públicamente nuestro pensamiento social demócrata, la participación en la Asamblea Constituyente, aunque no personalmente, por medio de nuestros representantes, mi participación como candidato a la presidencia en el año de 1984. Mi participación como Magistrado de la Corte Suprema de Justicia.

Mis actuaciones en la Universidad Nacional de El Salvador, donde siempre defendí el derecho a la discrepancia, al punto que en varias ocasiones he escrito artículos que se llaman así “Viva la Discrepancia” porque yo creo que es la esencia, que haya varias opiniones, de la democracia, de los regímenes en donde impera la libertad de conciencia, de expresión y eso ha sido altamente satisfactorio el haber tenido la oportunidad de expresarlo.

Mi participación en algunos cargos públicos de la Junta de Gobierno, en el Banco Central, la CEL y la participación y el ejercicio profesional que también me ha deparado grandes satisfacciones Neto, por último tal vez, estas publicaciones a las que tú te has referido que culmina con esta última que ya hemos hablado que espero pues tengas tiempo para leerla

NR

René, en 1960, cuando integras parte de la Junta de Gobierno, ¿cuál era el programa político, el Programa de Nación de la Junta? y ¿qué era lo que tu personalmente esperabas del país, de los salvadoreños?

RFM

Mira realmente en aquel momento los Programas básicamente eran dos: Desarrollo de la Democracia, comenzando por unas elecciones absolutamente libres y se habían dado pasos excelentes en ese sentido y el Desarrollo de un Plan Educativo que también comenzó a desarrollarse pero como te digo, fueron truncados.

Deliberadamente, fíjate esto es importante: La Junta de Gobierno no se llamó “Junta Revolucionaria de Gobierno” porque nuestra pretensión era volver a la institucionalidad y que el Gobierno nacido de las urnas desarrollara su Programa Económico, Social y Político de acuerdo ya con sus propios criterios y con el respaldo de las urnas. Pero nosotros no entramos a cuestiones de orden revolucionaria, económica como años después si lo hizo la Junta Revolucionaria de Gobierno del años de 1979.

No entro yo a juicios valorativos, ni algo por el estilo, pero si quiero establecer esa diferencia y esa comparación.

NR

Yo recuerdo muy bien esos tres meses que estuvieron ustedes en el Gobierno y se hablaba mucho que ustedes querían revolucionar la economía del País, inclusive en pizarrones escribían el nombre de las 14 familias etc. Y eso no sé si específicamente es real, lo que sí es real es que a ustedes fueron considerados de “Izquierda” y que los derroca a ustedes un grupo que era de “Derecha”, ¿es esa percepción correcta?

RFM

Mira, sí en cierto modo, sí. Si la Social Democracia puede considerarse de izquierda pues yo no tendría ningún inconveniente en aceptar que así era, pero de eso a que éramos nosotros izquierdistas extremos, radicales, no, no, ni nada por el estilo, en ese sentido, pues sí, pero no.

Fíjate que nosotros tuvimos un gabinete de lujo, por cierto, la Junta de Gobierno, en donde tu podrás percibir que no podría haber un afán revolucionario, por los propios nombres por lo que te menciono, Don Carlos Avilés en la Agricultura, Ricardo Arbizú Bosque en Hacienda, Álvaro Magaña, Sub Secretario de Hacienda, quien después fue presidente de la República. Elementos todos de pensamiento progresista pero no estaba en los planes nuestros por lo menos el entrar a ser una revolución que permaneciese en el poder por largo tiempo, sino que lo contrario, llegar cuando antes a unas elecciones libres y que fuera el gobierno nacido de las urnas que desarrollara su propio programa económico Social.

NR

Pero ¿Por qué el contragolpe?

RFM

Bueno, yo supongo que hubo razones de orden estrictamente militar al que, me imagino que habrá tomado de sorpresa a algunos sectores el hecho de que la Junta de Gobierno fuera integrada tal como se integró por algunos elementos militares que seguramente tenían diferencia con otros y como en aquellos momentos y desafortunadamente sigue siendo un poco así, siempre se ve como extremista/comunista a todos los que tengan un pensamiento diferente, aunque sea ligeramente progresista pues entonces se nos dio el epíteto de comunista o pro comunistas, profidelistas y añadida a eso que también éramos Osoristas, ciertamente no voy a negar el Corlen Oscar Osorio tuvo una participación determinante de todos los acontecimientos, pero la Junta de Gobierno era independiente de todas esas posiciones de todos esos sectores.

NR

René, una de tus actuaciones destacadas de años recientes fue a la que tú hiciste referencia a la CSJ y el caso, vergonzoso, permíteme que use esa palabra, de encubrimiento, de lo que aparentaba haber sido actos de corrupción, que fue lo que provocó tu reacción y enojo, como lo expresaste en más de una oportunidad en lo que escribiste al respecto. Eso me trae a la actualidad y quisiera preguntarte sobre el Estado de Derecho en El Salvador hoy en día.

RFM

Bueno como tú sabes el Estado Democrático Constitucional de Derecho, es una aspiración para vivir un régimen, a mi juicio, el mejor que ha podido guiar a la humanidad, claro que en eso se va avanzando poco a poco, pero respondiendo concretamente tu pregunta yo te diría que en estos momentos todas las Instituciones están completamente caídas, todo lo que configura el verdadero Estado Democrático Constitucional de Derecho representa una imagen muy diferente a lo que actualmente estamos viviendo.

Para colmo una “Partidocracia” se ha apoderado de la vida política del país y entonces podemos decir que ni la Asamblea es la Asamblea que nosotros desearíamos, ni la CSJ, ni la Fiscalía General de la República, ni la Corte de Cuentas. Esto se ha vuelto como un feudo privativo de uno de los Partidos Políticos. Estas cosas no pueden ser así, así que tenemos grandes motivos para seguir adelante en nuestras aspiraciones y en nuestras luchas para que verdaderamente conquistemos ese estadio tan formidable que es el Estado Democrático Constitucional de Derecho en donde la sustituciones funcionan, en donde la Asamblea puede decirle NO al Presidente de la República, en donde la CSJ permita que el gremio se enorgullezca de sus resoluciones en la Sala de lo Constitucional, en donde la Corte de Cuenta sea verdejamente sea fiscalizadora de las actuaciones de los servidores públicos y una contraloría verdaderamente eficiente y penetrante y que permita defender los intereses nacionales.

Hay que reconocer que después de los Acuerdos de Paz, con la presencia de fuerzas políticas que antes hubieran sido impensable, la vida política nacional ha tomado una configuración absolutamente distinta a la que antes teníamos, entonces hay que reconocer que históricamente, en muchos sentidos, hemos avanzado no puede negarse, pero estamos todavía muy distantes de vivir lo que es un Estado Democrático Constitucional de Derecho.

NR

El Órgano Judicial, es un órgano cuestionado. El Departamento deEstado de EE.UU durante los últimos seis años, cada año, ha repetido lo mismo, dice que la corrupción el órgano Judicial en incontrolable. Asumiendo que eso sea cierto, tú me dirás si tu percepción es igual a la del Departamento de Estado… ¿Qué se puede hacer en el órgano Judicial, tú que estuviste en la CSJ nueve años?

RFM

Mira, las disposiciones constitucionales, en términos generales, (son sabias) con excepción de algunas cosas como la configuración del Tribunal Electoral que es absolutamente inaceptable y que tendría que cambiarse lo más rápidamente. Esta es una cuestión de ejercicio cívico que realmente los funcionarios acepten sus responsabilidades y es una cuestión, más bien de sociología política más que de cambios de leyes, porque en el diseño está en la Constitución Política con algunas reflexiones que hay que hacerles.

Lo que falta es la vivencia, ahora, entrar en el análisis de porqué esa vivencia falta es una cuestión de sociología política. Nosotros quisiéramos ver al frente de esas instituciones elementos que nos hicieron enorgullecernos realmente del ejercicio que ellos hacen de sus cargos y esperamos que el desenvolvimiento histórico, la acumulación de experiencias que se van presentando nos permitan en un futuro que tengamos ese panorama.

NR

David Escobar Galindo dice que la Asamblea Legislativa no es el primer Órgano del Estado. Dice David que el Primer órgano del Estado es la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, porque allí es donde termina todo allí comienza todo. ¿Tienen razón David?

RFM

Pues mira sí tiene razón en parte, pero la cuestión de eso de que primero, segundo y tercero órgano es una cuestión que, más bien, ha venido siendo considerado por una, digamos, manifestación popular, pragmática, no porque realmente la Constitución no distingue, tanto poder tiene el uno como el otro. Pero hay que reconocer que la Asamblea Legislativa tal vez tenga la justificación de llamarse primero porque sus integrantes son electos directamente por el pueblo, en cambio los integrantes de la CSJ ya son de segundo grado. En muchos países existe unas Sala de lo Constitucional fuera de la CSJ, nada menos aquí cerca en Guatemala esta cuestión es así.

Ahora, si consideramos la importancia de las decisiones de las Sala de lo Constitucional allí sí estuviera de acuerdo con David. Realmente, allí se dice la última palabra sobre la constitucionalidad de las leyes. En orden de importancia, habría que reconocer, no diría yo que primero, pero sí de una altísima importancia.

NR

Hablemos de la juventud, tú y yo somos contemporáneos y a veces yo me asusto de lo que estoy viendo en la juventud de ahora, veo una juventud desenfrenada, una juventud que tiene en sus manos un poder de comunicación extraordinario que tú y yo nunca lo tuvimos, como es Internet, en donde se manifiestan de forma desenfrenada como quieren, en el lenguaje que quieren, con el pensamiento que quieren.

Yo comentaba con un amigo, contemporáneo también y decía “es que tú no te acordás de los Desfiles Bufos de estudiantes universitarios, que eran igual o peor de lo que ahora se mira en los jóvenes en Internet. Platícame de tu opinión sobre la juventud del Siglo XXI.

RFM

Uno con los años tiende a hacer efectivo aquel refrán que dice: “todo tiempo pasado fue mejor”, pero la cosa creo que no es así, claro está que la juventud actual se ve sometida a grandes presiones mediáticas y de la informática, como tú muy bien lo expresas, muchas veces es un cúmulo de información deseable e indeseable, en la misma televisión se corre el peligro de que en determinado momento los hijos pequeños aprieten el botón que no es y se encuentren con escenas que yo consideraría inexplicables. Pero yo creo que allí viene la responsabilidad de los viejos y de las generaciones intermedias a través de los cuales nosotros podemos influir, para preservar, rescatar, defender, estimular los valores tradicionales de nuestra sociedad que creo que en ese fondo si somos conservadores.

Pareciera esto una paradoja porque te acabo de decir que mi ideología de adhiere fundamentalmente a las Social Democracia, pero no cabe duda que caben valores tradicionales, valores conservadores que las generaciones nuestras estamos en la obligación de transmitir, de sustentar, de defender. Directamente aquellos casos en donde afortunadamente puedan haber familias bien formadas, la influencia de los padres es enorme, lo mismo que en algunos colegios que últimamente han venido cultivándose y que desarrollan magníficos programas.

A veces asusta, decimos también “¿bueno y para dónde vamos?”. Tal vez el exceso de afán de lucro que, (metiéndome en cuestiones netamente políticas pero precisamente de eso se trata) estimula estos regímenes capitalistas voraces a los que calificó Juan Pablo II. Yo creo que tienen algo de culpa y desde el punto de vista de la organización política de nuevas ideas, de cierta participación varadamente conducida y organizada puede, desde luego, ayudar a que superemos esta situación.

NR

Si algún día se llegase a construir un monumento a René Fortín Magaña en el Parque Libertad, ¿qué quisieras tu ver que diga la placa de mármol al pié de ese monumento?

RFM

Huy, me la pones muy grande Neto, el único monumento que yo quiero es que se conserve un buen recuerdo por parte de mi familia, de mis hijos, hijas y nietos, ese es el único monumento que yo deseo. Pero platicando con ellos les decía yo que quisiera que pusieran en mi tumba, en mi pobre tumba, nada de monumentos, que pusieran este epitafio: “Procuró hacer el bien”.

NR

Muchas gracias René, una última pregunta que es un tema muy importante que se nos había quedado hasta el momento, tu familia, háblanos un poco de tu familia la familia inmediata, la familia que vive o vivió en esta casa tan acogedora.

RFM

Como te dije al principio realmente uno de mis grade orgullos, satisfacciones fue mi cuna, esto podrá escucharse un poco así exagerado pero bueno, uno se enorgullece de las cosas que son tan gratificantes para uno.

Mi familia, ahora un familión grande, si no situamos en la parte de los progenitores. Somos además 4 hermanos y una hermana y cada uno de ellos ha formado su familia pero la mía me ha dado satisfacciones también.

Yo estoy casado con Noemí Costa de Fortín Magaña y tenemos la suerte de tener 4 hijas, todas nos llenan de grandes satisfacciones. Tengo 9 nietos.

NR

Muchas gracias René ha sido un placer de verdad conversar contigo, te agradezco el tiempo, francamente eres un hombre admirable, que ha trabajado para su país de forma dedicada y con orgullo.

Manifiesto del PCS en Ocasión del 50 Aniversario de su fundación. 28 de marzo de 1980

MANIFIESTO DEL PARTIDO COMUNISTA DE EL SALVADOR EN OCASION DEL 50 ANIVERSARIO DE SU FUNDACION

A todos los trabajadores y al Pueblo salvadoreño en general:

El Partido Comunista de El Salvador (PCS) cumple 50 AÑOS DE EXISTENCIA. Su fundación, el 28 de marzo de 1930, obedeció a la necesidad histórica del proletariado salvadoreño de tener su propio Partido de clase que dirigiera y orientara a las masas trabajadoras, de la ciudad y del campo, hacia la conquista de sus más sentidas y acuciantes reivindicaciones económico-sociales, políticas y culturales, hacia la conquista de una democracia verdadera, la emancipación del dominio imperialista sobre nuestra patria y el logro de nuestra verdadera independencia nacional, hacia la liberación social, el fin de la explotación del hombre por el hombre.

El Partido Comunista de El Salvador, desde hace 50 años señaló la

posibilidad de establecer en nuestro país la sociedad socialista. La fundación del Partido Comunista de El Salvador, llevada a cabo por esforzados y visionarios luchadores de la época, surgió enmedio de grandes movilizaciones populares, que venían siendo impulsadas desde comienzos del decenio de los años veinte, por sus nuevas pero bien disciplinadas organizaciones de masas.

El Partido Comunista de El Salvador nació hace medio siglo en la clandestinidad y desde entonces ha venido en esa situación. El carácter revolucionario de nuestro Partido ha sido la causa fundamental de su existencia clandestina, que le ha sido impuesta por la persecución y represión en su contra, de los gobiernos que se han sucedido a lo largo de este tiempo.

El Partido Comunista de El Salvador no fue fundado para ser un partido más, de esos que la historia de nuestro país ya conocía; partidos que, en verdad, eran facciones de las mismas clases dominantes en sus pugnas intestinas e instrumentos para engañar al pueblo, y que se bautizaban con algún nombre; partidos en la mayor parte ocasionales y de corta vida, que
seguían servilmente a un caudillo.

El Partido Comunista de El Salvador fue fundado hace 50 AÑOS para cumplir su papel de vanguardia organizada y revolucionaria del proletariado, para conducir al pueblo salvadoreño hacia la conquista de un futuro sin explotadores ni explotados, sin clases sociales, en que el trabajo será la fuente de la prosperidad. y la felicidad de todos y no de la riqueza y el poder de unos pocos, que condenan a la miseria y el atraso a la mayoría trabajadora y le imponen sus designios a sangre y fuego, como hoy.

Menos de dos años habían transcurrido desde la fundación del Partido Comunista de El Salvador, cuando éste encabezó la insurrección del 22 de Enero de 1932, cuyos protagonistas fueron en su mayoría asalariados agropecuarios y campesinos pobres. Nuestro Partido, recién nacido, con escasa experiencia, a pesar de las condiciones adversas para la insurrección, para cuyo estallido jugó un papel apremiante la desesperación de las masas provocadas deliberadamente por el gobierno y las clases dominantes, cumplió con su deber histórico de no abandonar a los trabajadores a su propia suerte y se decidió, en cambio, a encabezar aquella insurrección indetenible y a luchar hasta las últimas consecuencias.

Tras la derrota de enero de 1932 que fue en realidad escasamente sangrienta, la dictadura militar reaccionaria, ayudada directamente por la oligarquía armada en su “guardia cívica” se estrenó realizando una atroz matanza. El saldo es más que conocido: en unas cuantas semanas fueron asesinados 30.000 trabajadores; una masacre sin precedentes en la historia de América Latina. Con este genocidio fue que se consolidó la tiranía militar del Gral. Maximiliano Hernández Martínez que duró trece años, y fue el inicio de la dictadura militar derechista que hasta el momento soportamos. El régimen martinista se encargó de levantar y difundir la tenebrosa leyenda sobre supuestas atrocidades, que en verdad jamás cometieron los insurrectos.

El anticomunismo fue levantado desde entonces como la bandera predilecta de la reacción en contra de todo movimiento de lucha consecuente por la democracia y la justicia social.

A pesar de que nuestro Partido fue golpeado dura y sangrientamente en 1932, reduciéndolo casi a la nada, logró recuperarse paso a paso, gracias a una heroica y tesonera labor de unos pocos camaradas, realizada en condiciones extremadamente difíciles, hasta situarse como una de las principales organizaciones protagonistas de la historia político-social de El Salvador.

En todos los acontecimientos políticos relevantes en la historia de nuestro pueblo, de 1930 a la fecha, el PCS ha jugado un papel destacado como genuina organización revolucionaria del proletariado salvadoreño: Desde antes del surgimiento del Partido y, con mucha mayor fuerza y eficacia desde su nacimiento, los comunistas fueron los incansables encausadores y organizadores del movimiento obrero y campesino de los años veinte, los que tuvieron su máxima expresión en la gloriosa Federación Regional de Trabajadores Salvadoreños; los acontecimientos de Abril y Mayo de 1944, que culminaron con la caída del sanguinario dictador de los 13 años y el formidable movimiento de organización popular durante los 5 meses siguientes, encabezado por el Partido Unión Demócrata, en cuya formación y conducción participamos los comunistas junto con los sectores y personalidades democráticos más destacados, y, sobre todo el movimiento organizativo obrero y campesino encabezado por la Unión Nacional de Trabajadores (UNT), que fue el partido legal creado por el PCS para llevar su propia orientación a las masas y empezar así a romper su obligada clandestinidad; la conquista de la legalidad de los sindicatos y el vigoroso resurgimiento de estos en 1949-51, bajo la conducción del Comité Obrero Sindical (CROS), creado por nuestro Partido; las jornadas huelguísticas de los obreros, los maestros y otros sectores del pueblo, en varias ocasiones durante los años cuarenta y sesenta; la lucha por la reforma universitaria en los años 40-50 y su realización en los años 60; la solidaridad activa de masas con el proceso democrático antiimperialista, encabezado en Guatemala por el Coronel Arbenz y contra la intervención militar organizada por la CIA para derrocarlo en los años 1950-54; la gran solidaridad popular con la Revolución Cubana, desde antes de su triunfo, en los últimos años 50 y primeros 60; la campaña movilizadora y de educación política popular que significó el proceso de creación y desarrollo del Partido Revolucionario Abril y Mayo (PRAM), en 1959-64; la formación del Frente de Orientación Cívica y las luchas populares impulsadas por éste en 1959-60, que derribaron al régimen de José María Lemus; la intensa movilización y concientización revolucionaria promovidas por el Frente Unido de Acción Revolucionaria (FUAR), en 1961- 63; la esclarecedora y programática campaña electoral de 1966-67 con el PAR (“NUEVA LINEA”); la creación de la UNION NACIONAL OPOSITORA (UNO) y las subsiguientes campañas electorales de 1972 y 1977 para solo mencionar las más importantes en donde el gobierno fue derrotado en las urnas y para mantenerse realizó los más descarados fraudes que conoce la historia de nuestro país; diversos movimientos huelguísticos en los últimos años, etc., han sido luchas en que el PCS ha desempeñado un papel de gran peso, a menudo incluso

determinante, y que han contribuido al sucesivo desarrollo de la conciencia y de la organización revolucionarias de nuestro pueblo, han contribuido a prepararlo para las arduas batallas de hoy, cuando ha entrado en la etapa final de su larga, sacrificada y heroica marcha hacia la conquista del poder y de su liberación definitiva.

En estas jornadas han caído luchando muchos militantes de base y
dirigentes de nuestro Partido, víctimas de la represión reaccionaria.

Las experiencias positivas y negativas, los aciertos y errores del Partido Comunista de El Salvador durante sus 50 AÑOS DE EXISTENCIA, forman fundamento y parte inapreciable de la riqueza práctico-teórica del movimiento revolucionario y democrático de nuestro pueblo, inspiran y orientan el diario quehacer revolucionario del propio PCS. Somos un Partido maduro no por el mero hecho de haber vivido medio siglo, sino porque desde hace tiempo poseemos una clara visión de nuestra realidad y una línea política general correcta, basada en nuestra multifacética e intensa experiencia, en el conocimiento científico de nuestro país y del proceso histórico mundial.

Durante 40 años de su vida, el PCS fue un abanderado luchador solitario de las ideas marxistas leninistas de la causa obrera, del anti-imperialismo, de la democracia popular y el socialismo. El trabajo del PCS abrió espacios a nuevos sectores democráticos y revolucionarios con la difusión de las ideas de vanguardia, con la formación de incontables cuadros, con la educación política de grandes masas y con su ejemplo de luchador inclaudicable.

El desarrollo del capitalismo dependiente trajo sustanciales

modificaciones a la estructura social de nuestro país, especialmente a partir de los años 60. Si a esas modificaciones de la. composición clasista agregamos el influjo de las ideas del socialismo científico a nivel mundial, acrecentado en América Latina con la llegada de la Revolución Socialista de Cuba, puede verse claro que todos estos factores y otros, contribuyeron a ampliar las posibilidades revolucionarias en El Salvador.

La formación de un nuevo proletariado, fruto de la industrialización dependiente, de la gran expansión del capitalismo en la agricultura, durante los años 50-60, y vinculado a ello el surgimiento de capas sociales intermedias, numerosas e influyentes, como las capas medias modernas, en las que destaca un nutrido sector estudiantil e intelectual en general; el aparecimiento masivo de las capa marginales, cuyo crecimiento es mayor que el del proletariado industrial, y ciertos otros rasgos de la estructura clasista, crearon las premisas sociales para el surgimiento de otras organizaciones revolucionarias. La aparición de nuevas organizaciones revolucionarias vino ligada por años a un proceso de división de la izquierda. El PCS reconoce que no estuvo en aquel momento a la altura que las exigencias revolucionarias

demandaban y no pudo encausar adecuadamente tales inquietudes. Ciertos errores ideológico-políticos y debilidades para la aplicación correcta de su línea política en los últimos años de la década de los sesenta, condujeron a la dispersión ideológica y a que las otras organizaciones revolucionarias surgieran procurando negar al PCS.

El surgimiento de tales organizaciones, a pesar de sus errores, imprimió dinamismo al quehacer revolucionario, estimulado por la emulación, y le permitió alcanzar el dominio de nuevas y superiores formas de organización y acción, especialmente de la lucha armada.

El esfuerzo por cohesionar a la vanguardia dispersa se convirtió para el PCS poco tiempo después, pero especialmente a partir de 1976, en una tarea primordial de orden estratégico. La unidad de las fuerzas

revolucionarias ha comenzado a lograrse desde los acuerdos alcanzados en diciembre de1979, los cuales no hubieran sido posibles exclusivamente por nuestra disposición unitaria, sin los esfuerzos y disposición que en ello pusieron las Fuerzas Populares de Liberación
FPL.Farabundo Martí y la Resistencia Nacional (RN), que habían
llegado a la misma conclusión de que la unidad de las fuerzas revolucionarias es una necesidad estratégica.

Los avances en esta tarea histórica son grandes en estos momentos y
ello ha sido factor decisivo para que otras organizaciones revolucionarias y democráticas se orienten también hacia la integración de un gran frente unido contra el enemigo común de nuestro pueblo. La perspectiva de alcanzar los anhelados objetivos liberadores del pueblo salvadoreño es hoy más cercana. Las organizaciones revolucionarias se han convertido, mediante su unidad, en la fuerza política principal y ampliamente mayoritaria de El Salvador y cuentan con el respaldo popular y progresista internacional.

La dictadura militar reaccionaria y sus amos imperialistas yanquis, la recalcitrante oligarquía, empeñados en destruir al movimiento popular, han incrementado mucho mas la sanguinaria represión desde que se publicaron los acuerdos unitarios en enero último. La persecución, la cárcel, el secuestro, la tortura, el asesinato, la destrucción de caseríos rurales, la matanza cotidiana que busca el exterminio masivo del movimiento popular y revolucionario, han alcanzado enormes proporciones y golpean también a los sectores y personalidades
democráticas. Mucha sangre valiosa del pueblo ha sido derramada por los enemigos de éste; centenares de hombres y mujeres, ancianos y niños, han caído por el solo delito de querer una vida más digna y justa.

El PCS sufrió desde los inicios de su vida estas brutales formas de
represión, que lograron imponerle una temporal debilidad. Pero se equivocan los curtidos y pérfidos verdugos del pueblo salvadoreño si creen que su fórmula impedirá ahora la victoria de la revolución liberadora. El movimiento revolucionario y popular se ha desarrollado bajo la represión creciente, tiene a su favor la inmensa mayoría del pueblo, cuenta con mucha experiencia, lucha combinando la lucha política y la lucha armada y tiene a su favor un gran apoyo internacional. Ahora la revolución puede vencer y vencerá.

Es imposible rendir un verdadero homenaje a los mártires y héroes de nuestro pueblo, si se los discrimina en razón de las diferentes organizaciones a que pertenecieron. Todos ellos han muerto y mueren por la misma causa, frente a los mismos enemigos. El PCS inclina su roja bandera en señal de admiración, reconocimiento y gratitud ante la memoria de los miles de mártires y héroes de la lucha de nuestro pueblo por su liberación, militantes de todas las organizaciones revolucionarias y democráticas, durante los últimos 50 años.

Esta mención invoca a todos los mártires de las demás organizaciones e instituciones: José Dimas Alas, Felipe Peña, Lil Milagro Ramírez, Carlos Mauricio Arias, Leonel Arevalo, Rafael Arce Zablah, Manuel Castillo, Sacerdotes Rutilio Grande y Alfonso Navarro, Capitán Máximo Morelli, Fernando Martín Espinoza, Mario Zamora Rivas.

Al celebrar medio siglo de existencia partidaria, deseamos recordar a nuestros propios camaradas desaparecidos, que dedicaron sus vidas y dieron su muerte para que el PCS viviera y se desarrollara. Es imposible contener en estas líneas la lista interminable de sus nombres y nos limitaremos por eso a mencionar aquellos que son representativos de la lucha del PCS en cada fase de su perseguida existencia:

AGUSTIN FARABUNDO MARTI, MARIO ZAPATA, ALFONSO LUNA, JOSE FELICIANO AMA, FRANCISCO SANCHEZ, RAFAEL BONDANZA, SERAFIN MARTINEZ, FIDELINA RAYMUNDO, ISMAEL HERNANDEZ, MODESTO RAMIREZ, JOSE CELESTINO CASTRO, OSCAR GILBERTO MARTINEZ CARRANZA, SAUL SANTIAGO CONTRERAS, ALBERTO VASQUEZ CARCAMO, RAUL CASTELLANOS FIGUEROA, CARLOS HUMBERTO RIVERA. LUIS NAPOLEON MORENO, RAFAEL JAIME HERNANDEZ, JUAN PIO APARICIO, FERNANDO SEGUNDO RAMIREZ, CARLOS MAURICIO CARVALLO, JOSE ERNESTO SORTO, JORGE ALBERTO MORAN CORNEJO, ROBERTO MIRANDA LOPEZ, VICTOR MANUEL SANCHEZ BONILLA, RAFAEL AGUIÑADA CARRANZA, CARLOS MADRIZ, ORLANDO GUERRERO CHAMUL, LAZARO DE JESUS ARIAS, JOSE MARIA
PORTILLO MONTENEGRO, ANA SILVIA OLIVARES OLAN, SALVADOR SANCHEZ HIDALGO, GERARDO ANTONIO ERAZO, RODOLFO ANTONIO VILLALTA, FRANCISCO RIVERA PERDOMO, ROBERTO CASTELLANOS BRAÑA y tantos otros comunistas.

El PCS saluda de todo corazón a las organizaciones revolucionarias hermanas, las Fuerzas Populares de Liberación (FPL) Farabundo Martí y la Resistencia Nacional (RN); en conjunto con ellas hemos puesto en marcha el proceso que unirá a todo el pueblo y lo conducirá a la victoria definitiva. Saludamos a las demás organizaciones revolucionarias que habrán de integrarse a esta unidad invencible, para encabezar la revolución, ERP y PRTC.

A todos ellos decimos:

¡ El enemigo jamás debe volver a encontrarnos divididos! Hagamos cada vez más sólida y profunda nuestra unidad, en el curso del avance hacia las fases superiores y definitivas de la acción revolucionaria.

Lo que más se destaca en los momentos actuales en el panorama nacional, es la heroica combatividad de la clase obrera que encabezó el gran paro nacional del 17 de marzo, junto con los estudiantes, los maestros y demás sectores del pueblo, incluidos muchos pequeños y medianos empresarios al mismo tiempo se destacan los crímenes masivos, pero inútiles, y el estruendo de la propaganda de la política de “matanza y reformas”, diseñada y apoyada por el imperialismo
yanqui y aplicada por la Junta militar democristiana en forma servil.

La dirigencia del Partido Demócrata Cristiano que tuvo la oportunidad de dar su aporte a la liberación del pueblo salvadoreño y gozar del cariño de éste, se ha hundido en la traición; ha preferido unirse a los enemigos del pueblo y ayudarlos a masacrarlo y esclavizarlo. Contrasta esta conducta pérfida, sobre la cual nuestro pueblo ya decidió su fallo condenatorio, con la digna, patriótica y valiente decisión adoptada por los que el día 10 de los corrientes renunciaron al Partido Demócrata Cristiano, para venir al encuentro con el movimiento popular.

El gobierno de los Estados Unidos, a la vez que maniobra con las
reformas por medio de sus títeres, prepara la intervención militar contra el pueblo salvadoreño. Dentro de este plan, el imperialismo yanqui ha arrastrado al gobierno demócrata-cristiano de Venezuela a participar en la agresión. Se ha dispuesto, con ese fin, la formación de un ejército invasor integrado con soldados puertorriqueños y venezolanos. Se ve a las claras, que el gobierno de los Estados Unidos quizá preferiría invadir El Salvador bajo la máscara de una intervención “multilateral” y bajo el pretexto de defender “un gobierno democrático y reformador social”.

Tal es, en parte, lo esencial del siniestro plan de los Estados Unidos y de sus comparsas en el gobierno de Venezuela.

Ya no puede caber duda a ninguna persona honrada y patriota que la paz solo puede alcanzarse por medio de la lucha armada, conquistando el poder, destruyendo la máquina sanguinaria y perversa de la dictadura militar, y creando un Gobierno Democrático Revolucionario que garantice la libertad para el pueblo hoy reprimido, que realice los profundos cambios estructurales apoyándose plenamente en éste, que actúe soberana e independientemente ante el imperialismo yanqui, ponga en marcha el desarrollo económico nacional y despeje la ruta del sucesivo progreso social.

Por encima de todos los discursos y frases de la propaganda contra la violencia, una verdad ha quedado ya establecida por la fuerza de los hechos: la violencia represiva reaccionaria jamás traerá la paz anhelada por él pueblo salvadoreño.

Unir más y más las fuerzas revolucionarias, forjar el más amplio frente unido de estas con las demás fuerzas democráticas, empuñar las armas revolucionarias con firme decisión, disponerse a resistir incluso la agresión militar del imperialismo, prepararse seriamente a realizar la gran ofensiva final por nuestra liberación y realizar un gran trabajo por ganar una inmensa solidaridad internacional con nuestra causa, capaz de amarrar las manos intervencionistas de los Estados Unidos y del gobierno de Venezuela. Tales son las tareas decisivas que tiene planteadas el movimiento popular y democrático, todo el pueblo salvadoreño, todos los patriotas, dentro y fuera de El Salvador.

El Partido Comunista de El Salvador saluda a la clase obrera, a los campesinos, a todos los trabajadores; saluda a la intelectualidad, a los militares patriotas y demócratas, a los pequeños y medianos empresarios, en fin a todas las fuerzas de nuestro pueblo que están por los cambios profundos y democráticos en El Salvador; que ansían una paz basada en la justicia.

El PCS agradece profundamente la solidaridad internacional.

Saludamos al gran partido de Lenin, al PCUS, al Partido Comunista de Cuba, a los Partidos Comunistas de Centro América y a todos los Partidos integrantes del Movimiento Comunista Internacional que, consecuentemente con los principios del internacionalismo proletario, aportan con su solidaridad a la causa de nuestro pueblo.

Saludamos a los gobiernos Socialistas y progresistas por su apoyo solidario a nuestras luchas.

Saludamos al Frente Sandinista de Liberación Nacional, vanguardia revolucionaria del heroico pueblo nicaragüense, cuya heroica gesta inspira e ilumina las luchas del pueblo salvadoreño.

Saludamos a todos los movimientos revolucionarios y democráticos de nuestro país y de otras partes del mundo; así como a las instituciones y personalidades de pensamiento democrático de todas las latitudes de la tierra que, en una u otra forma, se solidarizan con nuestro empeño por conquistar una patria justa.

¡ El Partido Comunista de El Salvador Cumplirá!

¡ Liberación o Muerte; unidos hasta la victoria final!

“Proletarios de todos los países, uníos”

Comité Central del Partido Comunista de El Salvador, (PCS)

San Salvador, 28 de Marzo de 1980, año del 50º. Aniversario.

CEM publica manifiesto del 50 Aniversario del PCS en 1980

SAN SALVADOR, 10 de abril de 2009 (SIEP) “El año 1980 presenció el despliegue de la unidad de la izquierda revolucionaria lo que se manifestó en un poderoso movimiento de masas…ese fue el ambiente de lucha y de victoria en que se celebró el 50 aniversario del PCS” opinó el Lic. Roberto Pineda, Coordinador del Centro de Estudios Marxistas “Sarbelio Navarrete.”

“En esta ocasión publicamos el Manifiesto del PCS en sus 50 años de fundación. Es un documento clásico del pensamiento marxista salvadoreño. Hace una evaluación del papel jugado por el Partido comunista en sus cincuenta años de existencia.”

Considera que su nacimiento “obedeció a la necesidad histórica del proletariado salvadoreño de tener su propio Partido de clase, que dirigiera y orientara a las masas trabajadoras de la ciudad y del campo hacia la conquista de una democracia verdadera.”

Sobre el papel del PCS en la insurrección indígena campesina de 1932 asegura que este “cumplió con su deber histórico de no abandonar a los trabajadores a su propia suerte y se decidió, en cambio, a encabezar aquella insurrección indetenible y a luchar hasta las últimas consecuencias.”

Establece que “en todos los acontecimientos políticos relevantes en la historia de nuestro pueblo, de 1930 a la fecha, el PCS ha jugado un papel destacado como genuina organización revolucionaria del proletariado salvadoreño.”

Afirma que “el movimiento revolucionario y popular se ha desarrollado bajo la represión creciente, tiene a su favor la inmensa mayoría del pueblo, cuenta con mucha experiencia, lucha combinando la lucha política y la lucha armada y tiene a su favor un gran apoyo internacional. Ahora la revolución puede vencer y vencerá.”

“Con la publicación de este histórico Manifiesto del PCS continuamos cumpliendo nuestro compromiso de divulgar el pensamiento revolucionario marxista salvadoreño…” concluyó el Lic. Pineda.

La experiencia del PCS, el más rico patrimonio político de la clase obrera y del pueblo salvadoreño…Schafik Handal (28 de marzo de 1975)

LA EXPERIENCIA DEL PCS,

EL MAS RICO PATRIMONIO

POLITICO DE LA CLASE OBRERA Y DEL PUEBLO SALVADOREÑO

Intervención de Schafik Handal, Secretario General del C. C. del

P. C. S. en el Acto Solemne dedicado a celebrar el 45 Aniversario del P. C. S.

Queridos Camaradas fundadores y veteranos de nuestro Partido, queridos compañeros del Comité Central; queridos camaradas que representan en este acto a la Juventud Comunista y a los organismos departamentales de Partido:

El 22 de enero pasado se cumplieron 43 años desde la fallida insurrección campesina y obrera de 1932, que fue seguida por la criminal masacre de decenas de miles trabajadores, llevada adelante con calculada crueldad por el. gobierno del. General M. H. Martínez, representativo de la oligarquía salvadoreña. Quienes llevaron a cabo aquella matanza creyeron, con toda la fuerza de su odio clasista hacia los explotados, que sepultarían para siempre al Partido Comunista de El Salvador y, con él, la posibilidad de que nuestro país arribara en el futuro al socialismo.

Ahora ya nadie puede dudar de que la oligarquía salvadoreña y sus
testaferros fracasaron en ese propósito y solo consiguieron demorar la liberación del pueblo salvadoreño; pero las huellas que dejó en la historia nacional aquella acción criminal son indelebles y han contribuido a configurar ciertos aspectos de la psicología de nuestro pueblo y ciertas características, aún fuertemente en vigencia, del aparato de poder y de sus métodos. En realidad no podrían comprenderse las modalidades de la lucha de clases actual en nuestro país, sin tener en cuenta los sucesos de 1932 y sin deducir de su estudio las conclusiones correctas.

I

El movimiento obrero y su vanguardia, el partido Comunista, surgieron en El salvador como una consecuencia directa del desarrollo social , como una consecuencia de la agudización de la lucha de clases interna , como una consecuencia del desarrollo de la sociedad humana y de la lucha mundial de la clase obrera contra el capitalismo, por el socialismo.

En el curso de la Primera Guerra Mundia1 (1914-1918) se produjo la primera ruptura del sistema capitalista mundial, con la victoria de la Gran Revolución Socialista de Octubre (1917) en Rusia, encabezada por la clase obrera y su partido, bajo la genial guía de Lenin. este trascendental acontecimiento histórico inicio la crisis general del capitalismo, e inauguró la época del paso al socialismo, que es la tendencia más profunda y determinante del siglo en que vivimos. La Revolución de Octubre abrió el camino para que la victoria del proletariado ruso y el movimiento por el socialismo del proletariado en los países capitalistas desarrollados, se enlazaran con las luchas de las colonias y países dependientes de Asia, América latina y África, y confluyeran en un solo torrente mundial de lucha de los pueblos contra el imperialismo.

Así, la reciente clase obrera de los países atrasados, coloniales y dependientes, encontró condiciones favorables para alcanzar su toma de conciencia y avanzar hacia las filas delanteras de la sociedad, empuñando la bandera de la democracia, de la independencia nacional y el progreso social, que antes había estado sólo en manos de los sectores progresistas de las burguesías locales.

América Latina que, por las condiciones de su proceso histórico, contaba entonces; con un grado de desarrollo capitalista relativamente superior al de Asia y África, poseía un proletariado más o menos numeroso y en algunos países contaba este con cierta organización y experiencia. La revolución de Octubre significó por ello un poderoso influjo de conciencia y un vigoroso estímulo para el proletariado latinoamericano. La década de los años veinte fue para este continente el marco de la creación de la mayoría de partidos comunistas, surgidos en medio de agitadas y multitudinarias luchas de los obreros, campesinos y sectores politizados de las capas medias. ese gran auge de la lucha de masas desembocó, a principios de los años 30, en varias insurrecciones populares que pretendieron un prematuro triunfo del socialismo en nuestro continente; entre esas insurrecciones sobresalió la de enero de 1932 en El Salvador.

Los partidos comunistas latinoamericanos se vieron enfrentados desde sus primeros días a las complejas tareas de organización y dirección de una aguda lucha económica y política de masas y también a la necesidad de sacar victorioso al marxismo-leninismo en el debate

ideológico con diversas tendencias de origen pequeño-burgués que surcaban la mente del joven proletario. Principalmente se trabó el combate de ideas con el anarquismo; éste, derrotado ya en Europa por el empuje arrollador del Marxismo, desde el siglo pasado, y despedazados sus esquemas de estrategia política por la iluminante experiencia de la Comuna de París (1971),intentaba refugiarse en

América, especialmente en Latinoamérica, donde la reciente formación de la clase obrera le ofrecía en principio favorables condiciones. Los partidos comunistas debieron igualmente enfrentarse al reformismo oportunista que divulgaba la II Internacional y ciertos centros europeos del movimiento sindical influidos por esta y sus partidos, en especial, el centro de Ámsterdam.

Los P. C. latinoamericanos debieron también enfrentarse al trotskismo, la forma principal que en los años siguientes a la revolución rusa adoptaba el revolucionarismo pequeño-burgués. Como se sabe, el trotskismo alcanzó no poca influencia internacional en el movimiento comunista, causando a numerosos partidos incontables daños.

II

Una breve crisis, traída por la terminación de la primera guerra mundial, sacudió la economía salvadoreña. La reducción de salarios y el desempleo que esa crisis trajo ,motivaron el despertar de los obreros a la lucha huelguística. En 1919 se produjo en San Salvador una huelga de los obreros sastres y en Sonsonate se declararon en huelga los ferroviarios de la compañía inglesa “Salvador Railway Co. En 1921 los operarios zapateros de San Salvador llevaron a cabo una huelga total. Estas huelgas contaron con la activa solidaridad de los trabajadores de otras ramas de la economía. El movimiento obrero emergente fue reprimido con dureza por la tiranía de los Meléndez-Quiñónez.

En Guatemala, Nicaragua, Honduras y Costa Rica, la clase obrera también despertaba y ponía en marcha sus luchas, aunque este movimiento del proletariado del Istmo se encontraba en un principio bajo la influencia del reformismo de la central de Ámsterdam y del anarcosindicalismo español.

Las represalias sufridas en 1921 por el naciente movimiento obrero salvadoreño hicieron comprender a sus núcleos dirigentes la urgencia de proceder a su organización. En 1923 nació la Unión de Carpinteros y similares, y en rápida sucesión aparecieron después la Unión de Zapateros, la Unión de Sastres, la Unión de Mecánicos, la Alianza Tipográfica, la Sociedad de Tejedores Manuales y otras organizaciones, agitando todas con claridad la consigna de la UNIDAD Y LA SOLIDARIDAD proletarias. Estas “Uniones” se transformaron poco después en sindicatos.

Producto del pujante movimiento obrero que se ponía en pie en Centroamérica fue la creación de la Confederación Obrera Centroamericana (COCA), fundada el 4 de enero de 1924 en la ciudad de Guatemala. El 16 de noviembre de ese mismo año, las organizaciones de El Salvador inauguraron un Congreso que concluyó el día 23, en el que constituyeron la Federación Regional de Trabajadores Salvadoreños, conocida cariñosamente más tarde con el nombre simplificado de “La Regional”.

Desde la fundación de la Regional cobró un impulso sostenido y creciente el proceso de organización de lo trabajadores, el cual rebasó pronto los marcos de las ciudades importantes y se internó por los campos, principalmente por las fincas de café de las zonas central y occidental.

Este impetuoso surgimiento y desarrollo del movimiento obrero, coincidió en nuestro país con agitadas luchas políticas en las que participaban enormes masas. En las elecciones de 1918, el pueblo salvadoreño, en gran medida agrupado en apoyo de la candidatura presidencial del médico Dr. Tomas García Palomo, soportó una sangrienta embestida de la tiranía de los Meléndez-Quiñónez; el 26 de febrero de 1921 en San Salvador, con ocasión de las multitudinarias protestas populares contra la reforma monetaria del gobierno, se produjeron fuertes enfrentamientos de las masas con las tropas en las calles, dejando el clásico saldo de sangre.

El 25 de diciembre de 1922 fue brutalmente masacrada un enorme manifestación de mujeres vestidas de azul, organizada en apoyo al Dr. Miguel Tomás Molina, candidato a la Presidencia de la Republica por el Partido Constitucional. Así se aplastó y paralizó un extenso reagrupamiento democrático contra la tiranía de Jorge Meléndez. Después de esta masacre, el tirano, procedió a imponer en la Presidencia a su cuñado Alfonso Quiñónez, organizador de la fatídica “Liga Roja”, cuerpo represivo de choque anexo al Partido Democrático, que era el Partido de gobierno. Este partido fue el iniciador de la funesta estirpe de partidos oficiales, organizados desde arriba, a la cual pertenecieron después el Pro-Patria del tirano M. I. Martínez, el PRUD y ahora el PCN. A su vez , la “Liga Roja” es el más antiguo antecedente de la actual ORDEN.

Muchos obreros avanzados fueron militantes de los partidos de oposición de aquellos años, especialmente del Partido Constitucional (“molinista”) y, más tarde, del Partido Laborista que llevó al Ing. Arturo Araujo a la Presidencia en 1930. En esos partido y bajo la dirección de sectores democráticos de la pequeña burguesía y de la burguesía media, hicieron sus primeras experiencias políticas, aprendieron el arte de la oratoria y algunos rudimentos organizativos, numerosos obreros que después se destacarían como organizadores y guías políticos de su clase. Los sindicatos fueron más tarde las más activas escuelas prácticas, donde continuaron forjándose los agitadores y organizadores proletarios.

Así, bajo la represión permanente del gobierno y del vandalismo do la “Liga Roja’; tuvieron que desenvolverse el movimiento democrático de oposición y la labor organizativa del movimiento obrero y campesino.

De entre las filas delanteras de aquel movimiento obrero fueron nucleándose los elementos más avanzados en torno de la inquietud por estudiar el marxismo, que llegaba en escasos folletos. La clase obrera comenzaba así a dar a luz a su vanguardia, a los comunistas, y años después, al Partido Comunista de El Salvador.

El surgimiento del movimiento comunista pronto se dejo sentir en la elevación de la calidad del movimiento de la Regional. La dispersión de las actividades de organización sindical, la falta do planes concretos de trabajo y de metas definidas, cedió el lugar, bajo la orientación de los comunistas, a metas claras.

Los comunistas, aún antes de organizar su Partido, se reunieron en 1928 y acordaron poner en práctica el siguiente programa de trabajo:

1. Desplazar a los reformistas de la dirección de la regional.

2. Impulsar la lucha de la jornada de ocho horas y otras demandas sentidas de los trabajadores

3. Organizar a los sin trabajo

4. desarrollar el espíritu de solidaridad internacional de la clase obrera y el pueblo salvadoreño, especialmente con la lucha del general Sandino

5. Crear la escuela de Estudios Comunistas

6. Fundar el Partido Comunista de El Salvador.

Con este programa, los obreros, campesinos e intelectuales comunistas (estos últimos muy pocos) ,actuaron más coordinadamente. Bajo la dirección de los comunistas la Federación Regional enfiló mejor sus baterías: demandó la jornada de ocho horas y organizó toda una campaña de movilización popular para conquistarla; demandó trabajo para los desempleados, aumento de salarios para los trabajadores del campo y la ciudad; demandó que en las fincas y haciendas se pagara los salarios con dinero en efectivo y no con fichas de cartón o metal, como se hacía entonces para obligar a los trabajadores a gastar sus ingresos en las tiendas de los mismos terratenientes; luchó contra los

malos tratos patronales y contra las arbitrariedades represivas de las autoridades; abanderó la lucha del pueblo a favor de una rebaja en las tarifas del alumbrado eléctrico y organizó la “Liga Inquilinaria Salvadoreña” en san salvador, Santa Ana y Sonsonate, para salvaguardar los derechos e intereses de los inquilinos arrendatarios de piezas de mesón; organizó la solidaridad del pueblo salvadoreño con los pueblos de América Latina y el mundo entero, en especial organizó un vigoroso movimiento de solidaridad con la lucha que encabezaba el general Augusto Cesar Sandino en las Segovias, por expulsar a los invasores yanquis de su patria, Nicaragua.

La lucha por las jornada de ocho horas promovió huelgas y manifestaciones populares, bajo la dirección de un Comité designado por la Regional. El 20 de junio de 1929, coronando con la victoria aquel extenso movimiento, la Asamblea Legislativa decretó la jornada de ocho horas.

Pero la fijación de la jornada en 8 horas fue respondida por los patronos más reaccionarios reduciendo los salarios de los trabajadores;

la Regional organizó entonces la lucha en defensa de esa conquista: la tarde del 8 de julio be carde de (1929) realizó un gran mitin en el Gimnasio Nacional y ese mismo día se declararon en huelga en defensa de sus salarios el Sindicato de Panificadores y el Sindicato de Trabajadores de Salón y Hoteles.

Dos años más tarde los trabajadores continuaban defendiendo la jornada de 8 horas: el 16 de agosto de 1931 el Sindicato de Motoristas del Transporte Urbano se declaró en huelga, exigiendo a los empresarios el cumplimiento de dicha jornada.

Entre1923 y 1931 la lucha d las masas trabajadoras fue en ascenso, abriéndose paso en medio de una enconada represión de patronos y autoridades. La ola de huelgas se extendió por los departamentos de San Sal rodar, La Libertad, Sonsonate, Ahuachapan (el área revolucionaria de aquellas días) . De entre las numerosas huelgas se

destacaron dos: la de los 900 trabajadores que construían los tanques de Holanda y del Coro en San Salvador, la cual culminó con la conquista de un 50% de aumento en su salario y la de los trabajadores de la finca de café “Aguas Frías”, de Santa Tecla, los cuales conquistaron el salario de un colón (C1.00)por día, sobresaliente para su época. Esta característica de la incorporación de los trabajadores agrícolas a la organización y la lucha reivindicativa impregnó todo ese periodo, así el 17 de enero de 1932, en vísperas casi de la insurrección, 1.500 trabajadores de la hacienda San Isidro (Departamento de Sonsonate , lograron después de enconada disputa, de amenazas de la Guardia y días de huelga, que la propietaria, doña Concha de Regalado les aumentara el salario y mejorara la comida.

La Regional, como se sabe, emprendió la tarea de dar formación cultural y política a sus cuadros. Con tal fin fue organizada por ella un centro de estudios al que se dio el nombre de “Universidad Popular” Los intelectuales demócratas más brillantes de la época fueron catedráticos de aquella singular Universidad, en la cual no sólo se declamaban principios y enseñanzas, sino que también se los practicaba al pie de la letra.

Uno de los rasgos más sobresalientes de la Universidad Popular fue su lucha militante contra el avance del imperialismo yanqui sobre la América Latina, Por eso, la Universidad Popular fue uno de los organismos que más se destacó en la solidaridad con el General Sandino. En una de sus asambleas realizadas en mayo de 1928,los comunistas promovieron la idea de enviar a las Segovias un primer grupo de combatientes, el cual se eligió y resultó encabezado por Agustín Farabundo Martí , uno de los más destacados comunistas de aquellos años, a cuyo nombre quedarían indisolublemente unidos después todos los recuerdos de los acontecimientos de enero de 1932.

El 22 de junio del mismo año se incorporó Martí a las huestes sandinistas ,junto con otros tres salvadoreños : Luís Mariona,, José Adán González y Guillermo Ajuria. El camarada Farabundo combatió al lado de Sandino con una inteligencia y una valentía que le merecieron pronto el grado de Coronel del “Ejercito Defensor de la Soberanía Nacional de Nicaragua”.

La causa de Sandino tuvo en las masas trabajadoras de El Salvador un incansable motor de solidaridad activa y práctica; los trabajadores agrupados en la Regional y. a la cabeza de ellos los comunistas, la popularizaron hasta convertirla en una causa de todo el pueblo. El propio gobierno de Don Pío asumió un papel activo en el apoyo a los combatientes de las Segovias, adoptando y defendiendo en materia de política exterior la doctrina de la “NO INTERVENCION”. En la Conferencia Panamericana, celebrada en La Habana en l928, fue precisamente la Delegación Salvadoreña la ponente y desafiante defensora de esta doctrina frente a la soberbia delegación de los EE. UU. La ponencia salvadoreña estaba orientada a garantizar el derecho a la autodeterminac6n de las naciones latinoamericanas frente al intervencionismo imperialista yanqui y, particularmente, a conseguir la inmediata retirada de su tropas invasoras de Nicaragua.

III

El año 1929 marcó la entrada en un período sumamente crítico, que desembocaría en la insurrección de 1932 y en la matanza contrarrevolucionaria. Los aspectos más destacados de aquella situación pueden resumirse así:

a) El mundo capitalista se estremecía hasta los cimientos por la acción de la devastadora crisis económica. En Nueva York quebró la bolsa de Va1oes espectacularmente y, tras de esa hecho, cientos de bancos y miles de empresas industriales, comerciales, del transporte, agrícolas, etc. , paralizaron sus labores; 15 millones de obreros norteamericanos quedaron sin trabajo, muchos otros millones habían perdido sus emp1eos en Europa.

El precio del café, producto que representaba entonces más del 905 de las exportaciones de El Salvador y era la fuente de empleo mayoritaria en nuestro país, se redujo de 44 colones por quintal a 14 colones primero, y después a doce. Toda la economía nacional crujió bajo el impacto de la crisis que el capitalismo mundial le imponía desde fuera: miles de trabajadores de campos y ciudades fueron lanzados al paro forzoso, las finanzas públicas sufrieron agudo quebranto y el Estado dejo de pagar puntualmente los sueldos do sus empleados; muchos miles de pequeños propietarios cayeron en la insolvencia y comenzaron a ser ejecutados por sus acreedores; la tendencia a la concentración de las riqueza en pocas manos tuvo así un brusco aceleramiento.

La crisis económica golpeaba duramente a los trabajadores de la ciudad y del campo, de lo cual ha quedado testimonio en las páginas de los periódicos de la época. Transcribo a continuación algunas noticias publicadas en La Prensa Gráfica de esos días:

Viernes 16 de mayo de 1930: Hay miles de hombres sin trabajo en Santa Ana. Es aflictiva la situación porque se han suspendido labores en fábricas y fincas.

Viernes 23 de mayo de 1930: Debido a la baja de trabajo se han cerrado fábricas y comercio. Grandes caravanas de trabajadores están emigrando para Guatemala y Honduras.

Lunes 10 de noviembre de 1930: Se calcula que un siete por ciento de los pobladores de San Salvador emigran a fincas de los alrededores, debido a la crisis reinante, y a pesar de ello los dueños de casas no quieren rebajar sus alquileres.

Sábado 4de Julio de 1931: Centenares de empleados van a quedar cesantes al entrar en vigencia el nuevo Presupuesto de la Nación.

Sábado 18 de Julio de 1931: Se suprimirá todo el personal femenino en los telégrafos.

Viernes 20 de noviembre de 1931: Se hace una prevención a los trabajadores salvadoreños para que no salgan del país en busca de trabajo, pues en todas partes hay crisis y tendrían dificultades.

En realidad estas noticias eran un pálido reflejo de la cruel realidad que abatía al pueblo salvadoreño. En esa realidad se encontraban las raíces y los motivos de las fuertes tensiones sociales y políticas de ese periodo.

En vez de buscar solución efectiva o al menos un alivio a esa desesperante situación, el poder oligárquico emprendió una sucesión de actos represivos y provocativos contra las masas que luchaban en busca de solución para sus problemas. Así la lucha de clases se fue agudizando, la violencia represiva ejercida desde arriba, que llegó en más de una vez a derramar la sangre de los humildes, engendró entre las masas la tendencia a la violencia desde abajo.

La crisis económica sensibilizo extraordinariamente a las masas populares.

b) Viejas reivindicaciones que habían permanecido dormidas surgieron a la superficie; tal fue el caso, por ejemplo de las masas indígenas de Izalco, Nahuizalco, Juayúa, etc., las cuales habían perdido sus tierras

a fines del siglo pasado y comienzos del presente, despojados por los

grandes señores que utilizaron para elle el poder público.

Guiados por el Cacique José Feliciano Ama, el pueblo indígena se

incorporó activamente a la lucha social y política, impulsado por el anhelo de recuperar las tierras perdidas y poner a salvo las que aun poseía.

c) La tiranía de los Meléndez-Quiñónez había sido debilitada por más de 10 años de lucha incesante en su contra y gobernaba al país, desde marzo de 1927, el Dr. Pío Romero Bosque, quien había sido hombre do confianza de Alfonso Quiñónez, como Vicepresidente de la república. Don Pío se vio obligado a aflojar relativamente las tensiones y en los primeros tiempos de su administración permitió ciertos márgenes de libertad para la orqaniuaci6n sindical y política. Al finalizar su período, la represión había reaparecido con la brutalidad acostumbrada.

Paralelamente al movimiento obrero y a la creciente influencia de los comunistas se había desarrollado en lucha contra la tiranía Meléndez-Quiñonista, un activo e influyente núcleo de la pequeña burguesía y de la intelectualidad, que levantaba las banderas de la democratización y ciertas reformas económico-sociales. Este núcleo estaba orientado por don Alberto Masferrer y tenía como principal instrumento de trabajo político al diario “Patria”, dirigido por él mismo. Al acercarse las elecciones presidenciales de 1930, ellos fundaron el Partido Laborista, alrededor de la candidatura presidencial del Ingeniero Arturo Araujo. Además de Masferrer, fueron figuras destacadas del araujismo los periodistas Neftalí Lagos y Felipe Recinos y el médico Mariano Corado Arriaza, uno de los introductores de la literatura marxista en El Salvador, hombre muy querido entre los campesinos de la zona occidental, por su generosidad en el ejercicio de su profesión. Felipe Recinos, había tenido graves enfrentamientos con los comunistas dentro de la Regional., de la que fue directivo y finalmente expulsado. Fundó el “Partido del Proletariado Salvadoreño” para apoyar a Araujo y realizó toda la campaña en derredor de la demanda de una Reforma Agraria. Don Alberto Masferrer, como orador principal del Partido Laborista, agitó también la bandera de la Reforma Agraria, aunque esta reivindicación en realidad no figuraba en el breve y simple programa prometido por el Ing. Araujo.

d) En 1929, la Regional envió una delegación a Montevideo, donde se celebró el Congreso de Constitución de la Conferencia Sindical Latinoamericana (CSLA) Los delegados fueron un comunista y un sindicalista cercano a los comunistas; después de esa reunión fueron invitados a viajar a Buenos Aires, en donde participaron en la Primera Conferencia do los Partidos Comunistas de Latinoamérica, representando al grupo, aún no constituido en Partido, de los comunistas salvadoreños. El retorno de la delegación aceleró los trabajos para la formación del Partido Comunista de El Salvador.

El domingo 28 de marzo de 1930 , los comunistas fundaron su partido en la ribera del lago de Ilopango, como una sección de la Internacional Comunista (“Tercera Internacional). Dos meses después salía hacia Moscú una delegación de la Regional integrada por dos comunistas, un zapatero y un jornalero agrícola (Miguel Mármol y Modesto Ramírez) pare asistir al 5to. Congreso de la Internacional Sindical Roja (ISR).

Así, el Partido Comunista de El Salvador surgió como un lógico desarrollo de la lucha de clases de nuestro país y como destacamento del proletariado internacional, al cual le unieron desde un comienzo múltiples y sólidas relaciones.

IV

Acicateadas por la crisis económica, las masas populares buscaban una salida política para su situación; intuían que la solución podía encontrarse por medio de un cambio en el gobierno, que llevare al poder a representativos de clases sociales distintas a las que habían venido gobernando y, por eso, el Partido de Araujo se vio bien pronto rodeado de un apoyo popular sin precedentes, en especial de las masas rurales que abrazaron con fervor la causa de la Reforma Agraria.

Mirando los hechos de entonces desde los días actuales, pareciera que aquellos dos caudalosos torrentes de lucha del pueblo salvadoreño (el movimiento obrero dirigido por los comunistas y el movimiento de la intelectualidad y la pequeña burguesía reformista), aún reconociendo sus divergencias ideológicas y políticas, hubieran podido encontrar objetivos comunes de lucha contra el poder oligárquico, enemigo común de ambos; pero no fue así.

La parte más influyente de la dirigencia araujista se declaraba anticomunista, y, por otro lado, el Partido Comunista, recién nacido padecía de sectarismo, como era natural para su edad, y adoptó frente a las elecciones presidenciales de 1930 una línea de abstención, aislándose de este modo de las grandes masas populares que veían en el evento electoral y en el apoyo a la candidatura de Araujo una posible salida para la angustiosa crisis que las azotaba. El Partido Laborista y el Partido Comunista adoptaron la línea de considerarse mutuamente adversarios y no posibles aliados.

La tenacidad de las masas populares en buscar una salida por la vía electoral llevó a la victoria la candidatura de Araujo. Esta obstinada tenacidad de las masas por buscar una salida electoral persistió todavía en 1931, cuando se acercaban las elecciones Municipales y de Diputados, obligando –literalmente- al Partido Comunista a abandonar la línea de abstención y a participar de lleno, con sus propios candidatos. Las elecciones debían realizarse el 4 de diciembre de 1931, pero el golpe de estado con que el General Martínez derribó a Arturo Araujo (2 de diciembre) , las transfirió para el 3 de enero de 1932.

Como se sabe, las elecciones de enero fueron un fraude escandaloso y un punto de recrudecimiento de la sangrienta represión. El espíritu insurreccional prendió en extensas masas trabajadoras rurales y en ciertos sectores obreros urbanos del centro y occidente del país,

imponiéndole al joven PCS la decisión de marchar a la cabeza de una insurrección general, cuya derrota dio comienzos a la bárbara matanza de decenas de miles de campesinos y obreros. Aniquilar a nuestro Partido fue el objetivo de aquella feroz carnicería y de la incesante matanza y persecución que el tirano Hernández Martínez mantuvo durante sus fatídicos 13 años de dictadura terrorista. ¡Pero aquí estamos para dar testimonio de que aquel propósito de la reacción fracasó! Nuestro Partido no sólo vive, sino que crece, se desarrolla, aumenta su prestigio, se gana más y más el cariño del pueblo trabajador.

V

El golpe martinista marcó la entrada en escena del Ejército como institución gobernante. Desde entonces lo sectores derechistas de los militares gobiernan al país y lo han mantenido amarrado a una ruta de desenvolvimiento dentro del capitalismo dependiente, condenándolo al retraso, es decir, al sub-desarrollo y la deformación de su estructura productiva y económica.

Es curioso y peculiar lo sucedido con el gobierno militar derechista en El Salvador: el General Martínez y muchos de los que lo rodearon inicialmente se consideraban a sí mismos como elementos anti-oligárquicos y anti-norteamericanos. Los sentimientos del tirano contra la oligarquía y cierta repugnancia de muchos de los grandes señores hacia aquel, se mantuvieron vivos durante sus 13 años de cruel dictadura, Y es bien sabido que Washington demoró su reconocimiento al gobierno encabezado por Martínez; este por lo demás, casi no ocultaba sus calurosas simpatías hacia el nazi-fascismo.

A pesar de todo esto, la feroz tiranía de Martínez salvó el poder de la oligarquía salvadoreña, históricamente caducado ya en la década de los años veinte y le permitió sobrevivir hasta nuestros días. El gobierno martinista fue, asimismo el marco en el que se abrió paso decisivamente la hegemonía del imperialismo yanqui sobre nuestro país y en primer lugar, sobre el Ejército salvadoreño. Un hecho muy significativo en este sentido fue la sustitución de un General alemán que fungía como Director de la Escuela Militar por un Coronel norteamericano en 1939.

Teniendo en cuenta lo dicho, puede caracterizarse el golpe martinista del 2 de diciembre de 1930 como una de esas actuaciones hasta cierto punto independientes de la Fuerza Armada, en momentos en que la burguesía se encuentra aterrorizada por el despliegue de la lucha de las masas trabajadoras y populares en general y prefiere apartarse del primer plano de la escena política y dejar que el Ejército asuma el control directo del poder. Si la alta jefatura militar está imbuida por una formación y una orientación reaccionarias, como lo estaban entonces los jefes salvadoreños, casos como éste terminan derivando hacia la defensa feroz de los intereses de las clases dominantes. Un ejemplo clásico de este tipo fue el de la dictadura bonapartista en Francia , analizado por Marx.

En nuestro país, la herencia reaccionaria del sanguinario gobierno militar fundado por el General M. H. Martínez aún predomina en la alta jefatura castrense; su legado consiste fundamentalmente en el anticomunismo. Sobre la base de esta premisa derechista resultó relativamente fácil al Pentágono, después de la segunda Guerra Mundia1, hacer prevalecer su doctrina anti-soviética de la “defensa continental” y luego del triunfo de la revolución cubana, su doctrina rabiosa del “frente interno”, según la cual la misión de los ejércitos latinoamericanos consiste en mantener “la seguridad interior”, entendida esta tarea en el sentido de mantener a raya a las masas trabajadoras y populares , aplastando sus anhelos liberadores mediante la represión.

Las interrupciones del gobierno militar derechista en 1944, después del derrocamiento de Martínez y en 1960, después del derrocamiento de Lemus, fueron efímeras y no pudieron cortar el proceso de subyugación política y económica del imperialismo yanqui , el cual continuo ensanchándose y profundizándose, tampoco amellaron el poder de la oligarquía burguesa-terrateniente y agro-exportadora.

Pero las sublevaciones militares de l944, 1960 y la más reciente del 25 de marzo de 1972, atestiguan que, en conflicto con el pensamiento reaccionario oficial, ha habido y hay un pensamiento democrático y progresista entre los militares salvadoreños que pugna por arrancar a la institución del puño del imperialismo y la oligarquía y hacerla desempeñar un papel de liberación y transformación social, junto al pueblo.

Marx y Engels señalaron que, siendo la Fuerza Armada parte integrante del aparato represivo del Estado, puede, en determinadas circunstancias históricas, desempeñar un papel independiente que no conduzca a fortalecer a la clase dominante, sino a debilitarla e incluso a derrocarla. Llamaron mucho la atención de Marx, por ejemplo, las actuaciones del ejército español durante numerosa coyunturas en el siglo pasado, en las que intervino como factor de progreso e incluso

“tomando en sus manos la iniciativa revolucionaria” (según las palabras de Marx).

Los geniales análisis y previsiones de los fundadores del marxismo, desarrollados después por Lenin, han tenido una brillante confirmación en nuestros días, en los casos de Perú, Portugal , Panamá, Ecuador y Honduras (guardando desde luego, las diferencias que hay entre los alcances de los procesos que viven estos países).

En Grecia, la actuación independiente do los militares contra el gobierno fascista, con todo y su positivo significado, sin embargo dio la hegemonía a ciertos sectores de la burguesía y no a las fuerzas Populares revolucionarias. Entre los factores que determinaron esta diferencia con el proceso portugués se encuentran ,según parece, cierta división dentro de las fuerzas revolucionarias griegas y su insuficiente vinculación con el movimiento de los militares demócratas.

¡Salta por si mismo a la vista lo aleccionador de estos sucesos contemporáneos!

En la Fuerza Armada Salvadoreña se dejan sentir nuevas corrientes progresistas que inquietan al cuerpo de oficiales y atraen su mirada hacia la brillante actuación de su colegas peruanos, panameños y portugueses. Nosotros pensamos que este es un fenómeno ,perfectamente natural, que corresponde al mundo de nuestros días, pensamos que es un fenómeno que merece la comprensión y el apoyo de todos los sectores revolucionarios y democráticos de nuestro país.

VI

Para los comunistas salvadoreños tiene un inapreciable valor el estudio crítico de la historia de su propio Partido. Yo solamente he querido traer a la mirada escrutadora de hoy un pequeño pero muy decisivo período de la historia del PCS: los años que rodearon su fundación, su primera y magna prueba de fuego. Una presentación más completa de la actuación de nuestro Partido durante sus 45 años de vida y un apunte autocrítico de sus errores y desviaciones se hace en la declaración del Comité Central; pero esto es aún insuficiente y debe tomarse sólo como un primer paso y sobre todo, como una incitación a investigar, a analizar, a debatir con la guía científica del marxismo- leninismo toda esta experiencia del PCS ,por que ella constituye el más rico patrimonio político de la clase obrera y del pueblo salvadoreño.

No es difícil descubrir los elementos comunes que hay entre aquella situación y la situación actual : crisis económica internacional del mundo capitalista, proceso de ascenso de la lucha de los pueblos contra el imperialismo y por el socialismo, creciente despertar de las masas trabajadoras de nuestro país, proceso de organización de las masas campesinas y, en general, del pueblo rural, fuerte avance de la politización general, etc., búsqueda por el pueblo salvadoreño de una salida para su angustiosa situación en la conquista de un gobierno capaz de realizar los profundos cambios políticos, económicos y sociales, que pongan fin al dominio de la oligarquía y el imperialismo yanqui sobre nuestra patria.

Pero tampoco es difícil descubrir las diferencias más pronunciadas que hay entre aquella situación y esta:

La primera generación de comunistas, generación heroica, inagotablemente combativa, fundó el PCS en un mundo hostil, cuando el socialismo había triunfado sólo en un país, la Unión Soviética, y ésta era aún débil y atrasada económicamente.

Ahora existe un poderoso mundo socialista, a la cabeza del cual se encuentra una Unión Soviética moderna, que dispone del más grande poderío militar, de la mayor influencia y prestigio mundial, con una economía desarrollada, de gran solidez, que crece planificadamente a ritmos acelerados y sostenidos; en suma, una formidable potencia proletaria que despliega ejemplarmente la solidaridad revolucionaria internacionalista con todos los pueblos del mundo que luchan por liberarse del imperialismo y avanzar hacia el socialismo.

Yo estoy seguro de interpretar los sentimientos de todos los comunistas salvadoreños al expresar un caluroso saludo al gran partido de Lenin, a su Comité Central, al camarada Brezhnev y a todo el pueblo soviético.

Ahora el socialismo se construye en tierra latinoamericana, en la gloriosa Isla de Cuba. El prestigio de Cuba Socialista se eleva mientras los más rabiosos reaccionarios se muerden los labios e intentan inútilmente descargarle su asqueroso veneno, fabricado con una mezcla de calumnias, ataques histéricos y grandes dosis de mentiras. Pero hoy los rabiosos no consiguen otra cosa que hacer el ridículo, como lo hicieron lo tres gobiernos peleles que votaron contra Cuba en la reunión de la OEA en Quito, como lo hizo el gobierno de EE. UU. emitiendo una vergonzante abstención en ese mismo evento, como lo hizo el Comité Ejecutivo del PCN al cerrar la posibilidad de que sus diputados viajen a Cuba y como lo ha hecho en estos últimos días el archirreaccionario Diario de Hoy, haciendo el anticuado escándalo de la “propagan da subversiva” y demás invenciones maliciosas a propósito del regreso de la primera excursión turística a Cuba.

Permítanme compañeros expresar a nombre de nuestro Partido un caluroso saludo al Partido Comunista de Cuba, al compañero Fidel Castro, a todo el heroico pueblo cubano.

Ahora, los pueblos están triunfando en los cuatro rumbos cardinales: el heroico e indómito pueblo vietnamita ,el pueblo camboyano en armas, están a un paso de su increíble victoria contra el imperialismo yanqui, el más poderoso y sanguinario de todos los tiempos. Permítanme, compañeros, que desde esta tribuna comunista rinda un homenaje de admiración y exprese un caluroso saludo, a nombre del PCS, a nombre de todos los comunistas salvadoreños, a los comunistas de todo Viet Nam, al Frente de Liberación Nacional de Viet Nam del Sur, al gobierno de la República Democrática de Viet Nam y a todo ese maravilloso pueblo. Permítanme saludar también a los camaradas

camboyanos y a todo su pueblo revolucionario.

Ahora la Iglesia cat6lica ha asumido en general una posición progresista y no son pocos los sacerdotes que abrazan la causa revolucionaría del proletariado, la causa del socialismo. El PCS saluda el surgimiento de las fuerzas progresistas y revolucionarias en el clero católico de nuestro país y va a su encuentro con los brazos abiertos y no con la punta afilada del. sectarismo destructor.

Ahora, han surgido vigorosas corrientes revolucionarias y anti-imperialistas en numerosos ejércitos d América Latina, Europa, África y Asia. En Perú tiene lugar una radical transformación revolucionaria dirigida por un gobierno militar, que avanza no sólo contra el imperialismo sino también contra el capitalismo en general; en

Panamá el gobierno encabezado por el General. Torrijos y la Guardia Nacional, mantiene una firme posición anti-imperialista; el gobierno militar de Ecuador, después de un período de estancamiento, da muestras de avanzar hacia posiciones anti-imperialistas más consecuentes; en Honduras el gobierno militar ha decretado una Ley do Reforma Agraria anti-latifundista y pro-campesina, despertando contradicciones con la oligarquía terrateniente, con los monopolios fruteros norteamericanos y con el sector derechista del ejército, en cuyo desenlace tendrán una participación decisiva las organizaciones obreras y campesinas, y, con ellas, el Partido Comunista de Honduras y todos los demás partidos y grupos políticos democráticos y progresistas.

Ya hemos dicho que en nuestro propio país hay indicios que anuncian la existencia de nuevas corrientes de pensamiento independiente y progresista entre los militares. El PCS los saluda y les dice que estaremos juntos combatiendo por liberar a la Patria del predominio de 1a oligarquía y el imperialismo, por construir una sociedad justa y una nación independiente y democrática.

En Portugal, la alianza del Partido Comunista y el Movimiento de la Fuerza Armada, constituye el pilar y la clave de los sucesivos y sorprendentes avances revolucionarios, que han arrancado el aplauso y la admiración de toda la humanidad progresista. Las resueltas y enérgicas acciones del Partido Comunista Portugués son un modelo de conducta revolucionaria para nosotros y, creemos, para todos los comunistas latinoamericanos.

Permítanme saludar a loa camaradas portugueses desde esta tribuna de los comunistas salvadoreños.

Ahora, el imperialismo yanqui no solo sufre las graves consecuencias de una honda crisis económica, sino que ha visto rodar por los suelos su autoridad y su prestigio en todos los continentes. El reciente fracaso de la publicitada gira diplomática de Kissinger en el Medio Oriente, diplomacia orientada a dividir a los pueblos árabes aprovechando las vacilaciones y la inconsecuencias del presidente egipcio Sadat, subraya de un modo especial la crisis política que sufre el imperialismo a nivel mundial.

Ahora, está triunfando la política de coexistencia pacífica leninista aplicada invariablemente y visionariamente por al Unión Soviética. esta política amarra y dificulta las pretensiones guerreristas del imperialismo alejando para la Humanidad el terrible peligro de una conflagración nuclear; y, al mismo tiempo, ofrece a los pueblos condiciones favorables para proseguir avanzando por el camino de su propia revolución.

Ahora marchan contra el imperialismo las más diversas fuerzas sociales y políticas. En América Latina los más diversos gobiernos adoptan una línea independiente, rompiendo con el dictado de Washington . Los gobiernos de Venezuela, México, Jamaica,

Guyana y, aunque con menos beligerancia, los de Argentina, Colombia y Costa Rica, que sin ser gobiernos revolucionarios, asumen un papel combativo, en defensa de la soberanía y las riquezas nacionales, una política exterior contraria al bloqueo anti-cubano y en general, anti-socialista, impuesta por el gobierno de los Estados Unidos en los años pasados.

Ahora los reveses que la revolución sufre no pueden ser ni muy exitosos para la reacción, ni muy duraderos. Un ejemplo claro en este sentido es el fracaso económico, diplomático y político de la Junta fascista que encabeza Pinochet en Chile.

El Partido Comunista de Chile se ha reagrupado y, restañadas sus heridas, se incorpora de un modo creciente al combate.

Los comunistas salvadoreños saludamos a los comunistas chilenos, especialmente al compañero Luís Corvalan y a todos los presos políticos, a todos los patriotas de las distintas corrientes ideológicas y partidos que ahora unen su lucha contra el fascismo.

Tampoco en Uruguay puede considerarse consolidado el podar de los militares derechistas fascistoides y del pelele Bordaberry; en Brasil los gorilas fascistas han comenzado a sufrir claras derrotas políticas, a pesar de toda su sanguinaria represión, de sus torturas y crímenes. El llamado ‘milagro brasileño” ha sido desinflado por la crisis económica. Los comunistas uruguayos y brasileños son la fuerza más organizada y firme en sus países, son los motores incesantes de la lucha de sus pueblos.

Nosotros, los comunistas salvadoreños, saludamos a los camaradas uruguayos y brasileños, especialmente a Rodney Arismendi, recién liberado de la prisión por la lucha de su pueblo y la solidaridad internacional y al infatigable y legendario compañero Luís Carlos Prestes.

Ahora en Centroamérica hay partidos comunistas en lo cinco países. Somos partidos hermanos que nos prestamos estrecha colaboración y apoyo, que nos reunimos con frecuencia para deliberar sobre los problemas comunes de nuestros pueblos.

El Partido Guatemalteco del Trabajo sufre una feroz campaña de exterminio de parte de los sucesivos gobiernos ultra-reaccionarios y títeres de la CIA y el Pentágono, desde el derrocamiento de Arbenz en 1954. Apenas hace unos cuantos meses fue asesinado el querido compañero Huberto Alvarado, Secretario General del PGT, con quien nos unían lazos de una vieja y siempre calurosa camaradería. Dos años antes habían sido asesinados seis de los más antiguos y experimentados dirigentes del PGT, encabezados por Bernardo Alvarado Monzón, entonces también Secretario General de su Partido Pero el PGT vive y combate, sabrá sobreponerse a los reveses y ocupar el lugar de vanguardia en la lucha liberadora victoriosa del pueblo guatemalteco.

Los comunistas salvadoreños, todo el PCS, inclina sus banderas en este 45 aniversario de su fundación, en señal de homenaje y duelo por la muerte de estos queridos compañeros dirigentes del PGT y por la muerte de tantos miles de comunistas y patriotas sin partido del hermano pueblo de Guatemala.

El. Partido Socialista Nicaragüense, partido de los comunistas, se enfrenta a la más antigua, más grosera y mas maniobrera tiranía centroamericana, a la tiranía de Anastasio Somoza. Pero los comunistas nicaragüenses, haciendo honor a su título, han sabido encontrar el camino para promover la unificación de amplias fuerzas anti-somocistas y la opinión internacional ha conocido, no sin cierta sorpresa, como en Nicaragua se alza frente a Somoza una lucha creciente, obligándolo a medidas desesperadas que lo desenmascaran más ante su pueblo y ante la conciencia centroamericana y continental.

Los comunistas salvadoreños sentimos como propios los avances y los sufrimientos de los compañeros nicaragüenses y queremos ahora enviarles nuestro saludo fraterno, nuestra felicitación por sus progresos.

Con el Partido Comunista de Honduras nos unen vínculos y relaciones muy estrechas. Nuestros dos Partidos han dado muestras de internacionalismo militante en las condiciones de chovinismo desenfrenado creadas a raíz de la guerra de 1969. Nos ayudamos mutuamente y hemos adoptado una política común frente a ese conflicto, que incluye una propuesta concreta de solución pacífica basada en los intereses esenciales de nuestros dos pueblos.

No queremos dejar pasar esta ocasión sin expresar desde esta tribuna comunista un caluroso saludo al Partido Comunista de Honduras.

Con el Partido Vanguardia Popular de Costa Rica, ha mantenido el PCS, desde hace muchos años, una relación viva y camaredil. Los comunistas costarricenses han manifestado siempre una actitud muy fraternal y cooperativa hacia nosotros, nos han ayudado muchas veces. Nosotros queremos expresarles desde aquí nuestros saludos comunistas.

Ahora la clase obrera, los campesinos, las capas medias han logrado reconstruir en lo fundamental sus organizaciones sociales y políticas destruidas en 1932 y largamente ausentes de la vida nacional. El pueblo salvadoreño cuenta hoy con partidos democráticos, con sindicatos, con organizaciones campesinas, con organización de los maestros y de los empleados públicos y municipales, con organizaciones de la juventud (estudiantiles y de trabajadores), con organizaciones culturales progresistas, con organizaciones revolucionarias de variado tipo, etc. Los comunistas estamos incondicionalmente a favor de la unidad y el desarrollo de todas estas fuerzas populares y en primer lugar a favor de la unidad del movimiento obrero y de su firme alianza combativa con el movimiento campesino; los comunistas estamos decididamente a favor de la unificación de todas las fuerzas democráticas y revolucionarias en un amplio frente único para conquistar un gobierno democrático, anti-imperialista y anti-oligárquico. Nosotros hemos contribuido y continuaremos contribuyendo a este gran proceso unificador y constatamos con alegría que avanza, a pesar de las maniobras divisionistas del enemigo y también a pesar del obstinado sectarismo de algunos revolucionarios.

Ahora el propio PCS no es el partido recién formado e inexperto. El PCS es hoy una organización madura y experimentada. El PCS no está hoy aislado ni solo, sino que cuenta con múltiples y multifacéticas alianzas, forma parte del bando general del pueblo salvadoreño, del frente común de las fuerzas de la democracia y el progreso social.

Todo esto tenemos ahora a favor de los comunistas salvadoreños de 1975, a diferencia de los ejemplares fundadores del PCS, que se enfrentaron a una enorme desventaja nacional e internacional. Pero no llegará la victoria por sí sola. Si ahora existen condiciones más favorables, si hay tanto a favor de la lucha revolucionaria, eso no reduce sino que aumenta la responsabilidad de los comunistas, porque convertir en realidad esa posibilidad que viene dada objetivamente por el proceso mundial y nacional, exige un gran trabajo organizativo, una gran combatividad frente al enemigo, una gran claridad política para analizar nuestra realidad, trazar orientaciones correctas a las masas e impedir que sean confundidas por el enemigo o por las tendencias desviacionistas seudorrevolucionarias o economicistas, exige una resuelta acción para superar nuestras debilidades y errores y para forjar la unidad de la clase obrera y de todo el pueblo.

El PCS deberá crecer mucho más ,deberá aumentar mucho más su calidad en todo sentido, para estar a la altura de la extraordinaria época revolucionaria actual.

En todas estas tareas corresponde a los comunistas el deber de estar en primera fila, el deber indeclinable de predicar no sólo con la palabra, sino sobre todo con su conducta diaria.

Es propio de los comunistas cumplir bien las tareas más difíciles. ¡Los comunistas salvadoreños y nuestro querido PCS, cumpliremos!

El partido Comunista de El Salvador es el partido del proletariado salvadoreño, es el único partido verdaderamente obrero en nuestro país y no sólo por definición teórica, sino por la composición obrera de sus filas; el PCS es también el partido de todo el pueblo trabajador, es el partido de la intelectualidad; es también un probado y templado destacamento del proletariado mundial que tiene el honor y el orgullo de ser miembro activo del Movimiento Comunista Internacional; el movimiento más poderoso y revolucionario de todos los tiempos, la fuerza que esta organizando y dirigiendo la transformación general de nuestro planeta: la liberación de la humanidad del vasallaje imperialista y de la explotación del hombre por el hombre, tras la que se abre la era del socialismo y el comunismo, el abandono de la pre-historia y la entrada triunfal del hombre en la historia.

El Partido Comunista de El Salvador no puede ser destruido porque el pueblo trabajador no puede ser destruido, porque no puede ser paralizado y mucho menos destruido el proceso revolucionario mundial; porque es indestructible la teoría científica revolucionaria del marxismo leninismo y son inmortales las geniales ideas liberadoras de Marx, Engels y Lenin.

Solo los miopes, los delirantes obcecados, los criminales aprendices de Hitler y ahora de Pinochet, pueden abrigar la podrida esperanza de destruir al Partido Comunista.

Agustín Farabundo Martí, Mario Zapata, Alfonso Luna, Francisco Sánchez,_Feliciano Ama, Alberto Gualán, Rafael Bondanza, Gabriel Eméstica, Alfonso Navas, Manuel Bonilla, Marcelino Hernández, Santiago Granillo, y tantos miles de comunistas, cayeron en 1932 y los años siguientes. Saúl Santiago Contreras, Oscar Gilberto Martínez Carranza, Alberto Vásquez Cárcamo, Juan Pío Aparicio, Carlos Humberto Rivera, Luís Napoleón Moreno, Jorge Alberto Morán Cornejo fueron asesinados en los años recientes. Ofrendaron sus vidas para abrir a la clase obrera y al pueblo salvadoreño la ruta de su liberación, ¡el futuro socialista y comunista!

¡Ellos murieron para que el PCS viviera!

Raúl Castellanos Figueroa, un ejemplar intelectual revolucionario, dedicó lo mejor de su juventud y desde entonces todos los momentos de su vida y su talento para fortalecer y desarrollar a su partido, el PCS. Segundo Ramírez y Modesto Ramírez, dos jornaleros agrícolas, dedicaron sus largas y ejemplares vidas a la causa de nuestro Partido, que es la causa del pueblo salvadoreño.

Son muchos los camaradas que hoy sacrifican todo por el PCS. De día y de noche, bajo el peligro, corriendo todos los riesgos y dispuestos a enfrentarse con lo que sea, los comunistas trabajan, en la mayoría de casos anónimos, , haciendo una paciente labor, para construir un
poderoso PCS y sentar las sólidas bases de la victoria revolucionaria ya cercana al pueblo salvadoreño.

Por eso, al rendir homenaje a nuestros heroicos muertos, yo pienso que también debemos homenajear a nuestros heroicos cuadros vivos, que trabajan abnegadamente en medio de privaciones y peligros para que el futuro revolucionario llegue bien y llegue pronto.

Al cumplir 45 años de lucha ininterrumpida, el PCS saluda al sufrido y combativo pueh1 salvadoreño, a sus organizaciones políticas y sociales y les dice: ¡La victoria está cercana; hay condiciones favorables para conquistar un gobierno democrático y revolucionario; luchemos unidos por hacer realidad esta posibilidad madura!

¡ VIVA EL PUEBLO SALVADOREÑO

¡ VIVA EL P. C. S.!

¡VIVA EL MOVIMIENTO COMUNISTA INTERNACIONAL!

¡VIVA EL SOCIALISMO Y EL COMUNISMO!

¡ VIVA EL INTERNACIONALISMO PROLETARIO!

¡VIVA EL MARXISMO LENINISMO!

San Salvador, 28 de marzo de 1975.

SALUDOS DE PARTIDOS HERMANOS

Partido Comunista de Checoslovaquia

Comité Central

Praga, 22 de marzo de 1975

Al Comité Central del Partido Comunista de El Salvador

Estimados camaradas:

El Comité Central del Partido Comunista de CHECOESLOVAQUIA les envía a ustedes los saludos fraternales y combativos en tan significante jubileo, como es el 45 Aniversario de la fundación del Partido Comunista de El Salvador.

Nosotros apreciarnos sus esfuerzos en la creación de la organización y de la ideología de la unidad del movimiento obrero y campesino, en la lucha política contra la reacción doméstica y contra los intentos del monopolismo internacional por detener la democracia y los cambios económicos fundamentales en EL SALVADOR.

Nosotros les deseamos nuevos éxitos en la lucha del Partido, de la clase obrera y de todos los trabajadores de su patria.

¡Que viva el PARTIDO COMUNISTA DE EL SALVADOR!

¡Que crezca la unidad del Movimiento Comunista Internacional sobre la base de los principios del marxismo-leninismo y del internacionalismo proletario.

COMITE CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CHECOESLOVAQUIA

Partido Comunista de la Unión Soviética

Comité Central

Al Comité Central del Partido Comunista de El Salvador

San Salvador, El Salvador C. A.

Queridos compañeros:

El Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética les envía a ustedes y a todos los comunistas salvadoreños un saludo fraternal y felicitaciones calurosas con motivo del 45 aniversario de la fundación del partido. El Partido Comunista de El Salvador, actuando en tas condiciones de persecución incesante y del terror ha recorrido un difícil y glorioso camino de la lucha contra la opresión del imperialismo y la oligarquía de terratenientes y burgueses, por los intereses vitales de la clase obrera y de todos los trabajadores, por la paz, la democracia y el progreso social.

Deseamos a su Partido nuevos éxitos en su actividad noble, en la tarea del fortalecimiento de la influencia en las masas, en la consolidación ideológica y de organización de sus filas en la lucha por el triunfo de las ideas del marxismo-leninismo y del internacionalismo proletario.

EL COMITE CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE LA UNION SOVIETICA

Partido Comunista Rumano

Comité Central

Al Comité Central del Partido Comunista de El Salvador

Queridos camaradas:

En el 45 Aniversario de la creación del Partido Comunista de El Salvador; el Comité Central del Partido Comunista Rumano les envía a ustedes, a todos los comunistas y a los trabajadores salvadoreños un cálido saludo camaraderil y sinceras felicitaciones, junto con nuestro mensaje de amistad y de solidaridad.

Vuestro Partido celebra ese Aniversario en las condiciones en las cuales se producen rápidos y profundos cambios en la correlación de fuerzas en el plano mundial, se intensifica la lucha de los pueblos por eliminar las viejas prácticas de dominación, de opresión nacional y social, por instaurar principios nuevos en las relaciones internacionales.

Los pueblos de América Latina levantan su voz, cada vez con más decisión, en contra de la explotación de sus riquezas nacionales por los monopolios extranjeros, actúan con firmeza para afirmar su derecho de ser dueños en sus países, de vivir libremente y asegurarse un

desarrollo económico y social independiente.

En este marco, apreciamos los esfuerzos hechos por el Partido Comunista de El Salvador para el fortalecimiento de sus propias filas, para la realización de la unidad de la clase obrera y la movilización de todas las fuerzas democráticas y progresistas con miras a producir transformaciones renovadoras en la vida política, económica y social del país.

Saludamos con satisfacción las buenas relaciones establecidas entre nuestros Partidos ilustradas también por la participación de una delegación de su Partido, encabezada por el Secretario General, al XI Congreso de nuestro Partido y expresamos nuestro deseo de ampliarlas aún más en el futuro, en el interés de la amistad y de la colaboración entre nuestros países y pueblos, de la causa general de la lucha antiimperialista de los pueblos por la paz y el progreso social.

El Cornit4 Central del partido Comunista Rumano

Partido Vanguardia Popular de Costa Rica

Comité Central San José, 24 de marzo de 1975

Compañeros

Comité Central del Partido Comunista de El Salvador

San Salvador.

Queridos compañeros:

Al cumplirse 45 años de lucha del Partido que ustedes dirigen con tanto acierto, tenemos el mayor gusto en remitirles nuestros calurosos saludos de felicitación.

Sabernos bien que esos cuarenta y cinco años han sido de lucha y sacrificio sin cuento. Nuestros Partidos, por diversas razones, se han mantenido en estrecho contacto y esto permite que nosotros conozcamos en todo su valor la abnegación de su trabajo, la entrega sin límites a la causa del proletariado y de los campesinos de su patria, su profunda comprensión del internacionalismo proletario y su decisión de dar la vida por la causa de la revolución mundial.

Fraternalmente

Manuel Mora Valverde

Secretario General

Bogota, 22 de marzo de l975

Comité Central del

PARTIDO COMUNISTA DE EL SALVADOR

San Salvador – El Salvador, C. A.

Queridos camaradas:

Queremos hacer llegar al Comité Central del hermano Partido Comunista de El Salvador y por vuestro intermedio a toda la militancia, un saludo fraternal y revolucionario con ocasión de celebrarse el próximo 28 del presente mes los 45 años de fundación de vuestro glorioso Partido.

No es casual que el Partido Comunista de El Salvador a la cabeza del proletariado salvadoreño haya logrado, junto al pueblo de ese querido país centroamericano, grandes batallas para la democracia, contra el imperialismo y por la nueva sociedad socialista. Su casi medio siglo de existencia lo convierten en una de las vanguardias más probadas y combativas de América Latina.

Conocemos también, de manera clara y contundente la posición internacionalista y fraternal de vuestro Partido, y sus aportes en la discusión dentro del Movimiento Comunista Internacional, especialmente en el rechazo a las posiciones divisionistas y antisoviéticas que se han presentado últimamente encabezadas por los dirigentes chinos.

En Centroamérica, tan cercana al imperialismo yanqui, la solidaridad con la lucha de liberación de los pueblos dependientes, contra la explotación de los monopolios internacionales, por la paz, la democracia y el socialismo, ha tenido en el Partido Comunista de El Salvador un baluarte inexpugnable

Deseamos a la dirección de vuestro Partido, a todos los m1litantes y al hermano pueblo salvadoreño los mejores éxitos en la lucha contra el enemigo común y sus aliados internos y estamos seguros que este 45 aniversario redundará en un positivo y decisivo avance en el proceso liberador y revolucionario de El Salvador.

Con saludos fraternales,

PARTIDO COMUNISTA DE COLOMBIA

Gilberto Vieira

Secretario General

Partido Comunista del Ecuador

Comité Central

Guayaquil, Marzo 20 de 1975

Al Comité Central del

Partido Comunista de El Salvador, San Salvador, El Salvador C. A.

Queridos Camaradas:

El Partido Comunista del Ecuador, su Comité Central y toda su militancia, saludamos alborozados al hermano y glorioso Partido Comunista de El Salvador, con ocasión de su cuadragésimo quinto aniversario, que los cumple el 28 del corriente mes y año.

Vuestro Partido, camaradas, desde su fundación y a lo largo de su heroica y fructífera existencia ha sido –y es- la irreductible vanguardia de los trabajadores y de todo el pueblo progresista salvadoreño en la lucha por el bienestar popular, la democracia, el progreso social, la liberación nacional y la paz, en el camino hacia las luminosas metas del socialismo y el comunismo.

Los comunistas ecuatorianos estimamos altamente la permanente acción revolucionaria del Partido Comunista de El Salvador que, tanto en la legalidad como en las más duras condiciones de represión reaccionaria impuestas por los imperialistas los enemigos jurados de la humanidad y sus sirvientes la oligarquía criolla ha desplegado y despliega intransigente y valerosamente en defensa de los derechos del pueblo y la Nación salvadoreña en su conjunto y por los objetivos de la liberación social y nacional de su país. Estimamos, asimismo, el leal cumplimiento por vuestro partido de sus deberes internacionalistas, como firme destacamento del movimiento comunista y obrero internacional, en defensa de la unidad de este, bajo los principios de la inmortal doctrina marxista-leninista, que los anticomunistas y antisoviéticos tratan de vulnerar.

Reciban, queridos camaradas, junto a nuestros saludos calurosos y felicitaciones caudalosas, nuestros deseos porque los éxitos de vuestro indesmayable combate revolucionario sean siempre crecientes y culminen, más temprano que tarde, con la derrota definitiva de los enemigos internos y externos de vuestro pueblo, que son también los enemigos del nuestro.

Con fraternidad comunista.

Pedro Saad

Secretario General del Partido Comunista del Ecuador

Partido Comunista de Venezuela Caracas, Marzo de 1975

Comité Central

Al Comité Central del

Partido Comunista de El Salvador

San Salvador.

Queridos camaradas:

El Comité Central del Partido Comunista de Venezuela les envía calurosas felicitaciones con motivo del 45 Aniversario de la fundación de vuestro Partido.

A todo lo largo de esos 45 años de lucha esforzada y sin tregua, signados por cruentas represiones y una heroica resistencia a las dictaduras implantadas por la oligarquía terrateniente y respaldadas par el imperialismo, los comunistas salvadoreños han sabido permanecer a la vanguardia de su pueblo, leales al marxismo-leninismo, fieles al internacionalismo proletario. Y es por todo ello, queridos camaradas, que consideramos como nuestra la efemérides que Uds., celebran . Desde la masacre de 1932, hemos seguido con fraterno interés las incidencias de vuestros combates. Y hoy como entonces, pueden Uds., contarnos a vuestro lado.

En estos momentos promisores para el movimiento revolucionario latinoamericano, la celebración de ese aniversario cobra especial significado. Los pueblos del continente, divididos por las maniobras imperialistas, se acercan cada día más los unos a los otros para hacer frente a los monopolios norteamericanos. Y nuestros Partidos tienen un importante papel, que jugar en el desarrollo de ese proceso. De allí la necesidad de fortalecer nuestra solidaridad, de intensificar nuestros contactos. Este mensaje tiene ese significado y persigue ese objetivo.

Dentro de tal orientación, lleguen hasta Uds. estas palabras y nuestros sinceros votos por nuevos y grandes éxitos en la misión que se han impuesto de defender intransigentemente los intereses de la clase obrera salvadoreña y de conquistar para vuestro pueblo la democracia, la paz, la independencia nacional y el socialismo.

¡Viva el Partido Comunista de El Salvador!

Por el CC del PCV,

Jesús Faría

(Secretario General)

Eduardo Gallegos Mancera

(secretario de Relaciones Internacionales)

PCS: 45 años de sacrificada lucha revolucionaria 1930-1975

PCS: 45 AÑOS DE SACRIFICADA

LUCHA REVOLUCIONARIA 1930-1975

Comité central del PCS, 28 de marzo de 1975

El Partido Comunista de El Salvador (PCS) ) , ha recorrido un largo y difícil camino, que comienza con la formación de los primeros grupos marxistas (1924-28) , llegando hasta los días actuales, cuando nuestro Partido es la organización de izquierda más fuerte y experimentada en el país.

El Partido Comunista de El Salvador (PCS) fue fundado el 28 de marzo de 1930; se formó como una necesidad histórica, en medio del impetuoso movimiento obrero surgido después de la Primera Guerra Mundial, bajo la influencia de la Gran Revolución de Octubre en Punja (l917) y de los indiscutibles triunfos del primer país socialista, del primer estado obrero y campesino: la Unión de repúblicas Socialistas Soviéticas. El PCS se ha guiado siempre por la doctrina del marxismo-leninismo y se ha educado en los principios del internacionalismo proletario.

FI PCS ha llegado a ser la organización revolucionaria más significativa del país y con mayor influencia en la clase obrera, sobreponiéndose a los sangrientos y pérfidos ataques del régimen militar reaccionario que impera desde 1931 y realizando una lucha de principios contra las corrientes oportunistas y revisionistas, tanto de izquierda como de derecha, que han amenazado y amenazan desviar al movimiento obrero y revolucionario.

La historia del PCS es la historia del desarrollo de la lucha política y reivindicativa de los trabajadores; es la historia del inicio de la organización y lucha revolucionaria de los campesinos; la historia de la lucha de nuestro pueblo por la democracia y por la emancipación de la dependencia del imperialismo; es la historia de la lucha por el socialismo; la historia del señalamiento y búsqueda del poder político para las masas trabajadoras y para el pueblo salvadoreño en general; del entrelazamiento consciente de la lucha de nuestro pueblo con la de otros pueblos de diversas razas y continentes; la historia de la conquista de derechos sindicales, de prestaciones sociales y económicas; la historia de la organización del movimiento obrero, del crecimiento de la influencia de las ideas del socialismo, de la divulgación y defensa del marxismo-leninismo en las peores condiciones de terror y persecución.

La lucha reivindicativa y revolucionaria de los trabajadores desde los años veinte, la promoción y la orientación de la lucha política popular, la mayor incorporación de sectores de las capas medias al campo de la revolución en nuestros días, han sido y son la cotidiana actividad del Partido de la clase obrera, el Partido Comunista de El Salvador, que ha entregado innumerables mártires y héroes en sus 45 años de vida.

Los primeros años del Partido

La actividad del Partido Comunista de El Salvador (PCS), en sus primeros años de existencia, estuvo empeñada en dar contenido nuevo, revolucionario, a la lucha de la clase obrera y a ensanchar su organización; en llevar la organización al campo y en enlazar las luchas del proletariado con las del campesinado.

Surgieron muy pronto las primeras organizaciones independientes de la clase obrera y de los campesinos, fundamentalmente en la zona central y occidental del país, las cuales enarbolaron sus propias demandas económico-sociales, comenzando, así, a diferenciarse de las organizaciones burguesas paternalistas.

Acorde con el acento de su actividad, el PCS levantó en alto la lucha por el cumplimiento de la jornada laboral de 8 horas, que había sido conquistada en junio de 1929 por la gran movilización promovida por la “Federación Regional de Trabajadores”, ya entonces dirigida por los comunistas; por pan y trabajo para los desocupados, en las condiciones de la crisis capitalista mundial que envolvía al país; por aumentos de salarios en el campo y en la ciudad; por mejor trato y mejores condiciones de trabajo; por la abolición del pago con fichas de cartón o de metal que se hacía en fincas y haciendas. El Partido también organizó en sus primeros días la lucha popular alrededor de demandas comunitarias, tales cono el abaratamiento de los alquileres y de las tarifas del alumbrado eléctrico; la construcción de mercados amplios e higiénicos por parte de las municipalidades; y la instalación del agua potable en las comunidades urbanas.

El PCS participó con sus propios candidatos en las elecciones de alcaldes el 3 de enero de 1932 buscando canalizar el interés de los trabajadores por ejercer sus derechos políticos y utilizar las elecciones como un instrumento de elevación de su organización, de su conciencia y un medio para conquistar derechos y libertades.

Fiel a su esencia proletaria internacionalista ,el PCS estableció desde sus orígenes relaciones con partidos comunistas y movimientos revolucionarios de Centro América, Latinoamérica y los Estados Unidos, y con el Partido Comunista de la Unión Soviética. Brindó activa solidaridad proletaria a la lucha emancipadora anti-imperialista encabezada por Augusto César Sandino en Nicaragua; creó e impulsó la actividad de la Seccional del Socorro Rojo Internacional en El Salvador, organización mundial para la solidaridad con los luchadores por la democracia, la liberación nacional y el socialismo en todos los continentes. En nuestro país el Socorro Rojo llegó, en pocos meses, a convertirse en una gran organización de masas.

En la época en que surgió el Partido revolucionario de la clase obrera, se encontraba en pleno desenvolvimiento la peor crisis económica que ha sufrido el sistema capitalista mundial (1929-32) , la cual repercutió gravemente en nuestro país, trayendo mayores sufrimientos a las masas populares, principalmente a las del campo. El brusco agravamiento de la desocupación, de la miseria, del hambre; la quiebra de pequeños y medianos comerciantes y dueños de talleres; la pérdida de sus pequeñas propiedades a manos de los prestamistas, por miles de personas mas del campo y las ciudades, junto con la represión y la indiferencia de los gobernantes ante las calamidades del pueblo, hicieron crecer la actividad política de las masas, hasta culminar con la insurrección del 22 de Enero de 1932.

Correspondió al PCS, conciente de su responsabilidad histórica, encabezar aquel levantamiento campesino y obrero en circunstancias extremadamente difíciles, en las que las masas estaban dispuestas a la acción armada y el partido no tenía la adecuada preparación ni experiencia política suficiente, dada su reciente fundación de hacía apenas 22 meses; y en condiciones en que la oligarquía y el gobierno martinista decidieron jugar la carta del terror reaccionario armado, como medio para aniquilar el formidable ascenso revolucionario de las masas que se venía operando desde principios de la década del 20.

El PCS, antes de la insurrección, trató de impedir el sangriento desenlace, incluso buscando una negociación con el propio General Hernández Martínez, tendiente a que cesara la represión sangrienta que estaba cobrando vidas en varios lugares del occidente del país.

( especialmente en el Departamento de Ahuachapán) , pero el tirano eludió y de hecho rechazó, la negociación. El plan del gobierno estaba trazado: llevar adelante la represión, hasta desesperar a las masas, y justificar así, la matanza que luego realizaría, como el medio elegido para conservar el predominio y el poder de la Oligarquía, históricamente caducado ya.

Los comunistas fueron entonces a la insurrección para no dejar solas a las masas, a merced de la criminal re presión que las sangraba en casi toda la zona occidental del país y para no abandonarlas a su suerte cuando el gobierno militar derechista había decidido ya avanzar de todas formas hacia la masacre; y, por otra parte, cuando las mismas masas, llevadas a la desesperación, se encontraban lanzadas por el camino de la insurgencia, como su única esperanza.

Ahora, 43 años después del levantamiento de 1932 ,cuando el Partido tiene una mejor visión de los errores ,deficiencias y debilidades cometidas entonces, no podemos, sin embargo, dejar de rendir tributo ferviente a aquellos camaradas y revolucionarios verdaderos que intentaron, por vez primera, conquistar el poder para loo obreros y campesinos, e iniciar la construcción de una nueva sociedad, libre de explotadores y explotados. El reconocimiento de sus obligaciones revolucionarias ante las masas populares, su convicción firme, su abnegada lucha ,su lealtad a los trabajadores hasta el

sacrificio, non enseñanzas imperecederas de la primera generación de comunistas salvadoreños. A manera de representantes de esa lucha, mencionaremos algunos nombres de nuestros héroes y mártires: Agustín Farabundo Martí, Feliciano Ama, Alfonso Luna, Mario Zapata , Alberto Gualán , Francisco Sánchez. quienes simbolizan la abnegación y sacrificio de los pioneros de la revolución socialista en El Salvador.

La masacre y las calumnias anti-comunistas

Al ser derrotada la insurrección popular, se pasó a una salvaje carnicería ejecutada por las fuerzas militares del gobierno y por bandas armadas constituidas por elementos burgueses y terratenientes, bajo el hipócrita nombre de “guardia cívica”. Fueron asesinadas decenas de miles de personas por el sólo hecho de ser trabajadores, con el objetivo de implantar el terror contrarrevolucionario de los más grandes explotadores sobre los explotados y sobre el pueblo en general. La represión, llevada adelante con saña y sevicia, multiplicó muchas veces las cifras de lo caídos en combate, elevando de tal modo la cantidad de muertos hasta convertirse, en esos días, en el más grande genocidio en América Latina. Marcada por el estigma de ese crimen y de esa sangre, se estableció la dictadura militar de derecha que gobierna nuestro país desde entonces.

En lo últimos años, se ha avivado el interés de historiadores y sociólogos nacionales y extranjeros por investigar y analizar los sucesos de 1932, en El Salvador, y todos están de acuerdo en que las víctimas de la insurrección fueron relativamente pocas: la mayoría de ellas fueron muertas o heridas en combate, por ambas partes; y aquellos que no murieron combatiendo, sino ajusticiados por los insurgentes, en castigo de sus crímenes y su saña observada contra los trabajadores, se pueden contar con los dedos de las manos y salen sobrando dedos. Las decenas de miles de muertos fueron ocasionadas después de derrotada la insurrección.

Las historietas horripilantes de los comunistas arrasándolo todo, matando a todos , saqueando, violando mujeres, etc., fue inventada desde el principio hasta el final por los criminales vencedores, para justificar la salvaje matanza. Son ellos los que arrasaron, los que quemaron cientos de humildes ranchos, los que violaron mujeres, los que sembraron con cadáveres de trabajadores, prácticamente, toda la campiña de los departamentos do Ahuachapán, Sonsonate , La Libertad y algunos lugares de los departamentos de San Salvador y Santa Ana.

Los comunistas , vencidos , perseguidos implacablemente, no pudieron durante años defenderse de esas venenosas calumnias y, así, la reacción pudo divulgar y hacer prevalecer su pérfida patraña sobre los sucesos de 1932, haciéndola creer incluso a gente humilde y explotada de nuestro sufrido pueblo.

En los meses de 1932, siguientes a la masacre, los más firmes comunistas sobrevivientes se replegaron a distintos departamentos del país y casi inmediatamente se dedicaron a promover la lucha popular. El pueblo salvadoreño, por su parte, no se acobardó frente a la masacre, sino que siguió oponiendo valiente resistencia. He aquí algunos hechos que respaldan lo dicho, tomados de las páginas de la prensa de esos días:

Viernes 24 de junio de 1932 (La Prensa Gráfica) : “Los zapateros de Santa Ana se opusieron a que se les haga la concesión que han pedido los industriales Artiñano, de aquella localidad. Son apoyados por los zapateros de Sonsonate”. Los Artiñano querían fabricar zapatos de piel.

Sábado 2 de julio/32 (Diario del Salvador) : “El Comisionado Cantonal de los Amates, (jurisdicción de Sta. Tecla), acompañado de sus alguaciles llegó ayer a la Gobernación Departamental respectiva llevando un rollo de carteles de propaganda comunista, que amanecieron pegados en las paredes de las casas del cantón mencionado y los q’ dicho Comisionado quitó cumpliendo con su deber, como autoridad constituida”.

Jueves 7 de julio/32 (Diario del Salvador) : “Los destazadores de Sta. Tecla declarados en huelga compacta, amenazaron con destazar a los compañeros que trabajen o con darles una apaleada mayor.”

Lunes 1 de agosto/32 (La Prensa Gráfica) : “se declararán en huelga los médicos y practicantes del Hospital Rosales como protesta por la vuelta del Dr. García González a la Dirección de dicho establecimiento”.

Viernes 19 de agosto/32 (La Prensa Gráfica) : “Hay des contento entre algunos trabajadores de oriente porque se les paga un sueldo inferior y se les hace trabajar de sol a sol.”

Domingo 21 de agosto/32 (La Prensa Gráfica) “La Cámara de Comercio en Pequeño protesta porque la Compañía del Mercado trata insolente y despiadadamente a las vendedoras.”

Martes 4 de Septiembre/32 (Diario del Salvador): “En pie las protestas por el alza de los víveres en Ahuachapán”.

Miércoles 2 de noviembre/32 (Diario del Salvador):”Serio incidente entre los trabajadores y el Administrador de la hacienda “El Peñón”, de los señores Guirola; los señores Guirola, según se nos asegura, tienen establecido el sistema de vales y fichas desde hace mucho tiempo en sus haciendas. El suceso no tuvo graves consecuencias por la oportuna intervención que se le prestó”.

Los años 1933 y 1934, fueron testigos de la reiterada combatividad de los comunistas y de las nuevas y crueles olas de represión en su contra.

Reorganizar el Partido y emprender la lucha contra la tiranía martinista.

La tiranía martinista prohibió todo tipo de organización popular, nulificó los derechos y garantías constitucionales, instauró un régimen policial, fomentó la delación, puso a la orden del día el crimen político y los encarcelamientos prolongados, sin juicio ni orden judicial. Económicamente, se plegó a los designios de la oligarquía y en política internacional se alineó con los gobiernos nazifascistas de Alemania, Italia y Japón, hasta que Martínez fue forzado en 1941 por el gobierno de EE.UU. a “declararle la guerra” al Eje.

En 1934, el PCS, que había quedado prácticamente aniquilado, daba muestras de haber reiniciado su vida orgánica y se reponía lentamente. En 1936, se cumplió la etapa de la reestructuración del Partido al fusionarse los grupos de camaradas sobrevivientes que se encontraban dispersos en varios Departamentos del país, con el núcleo principal del Partido que funcionaba en San Salvador.

Luego de ese lapso dedicado a su reestructuración el PCS impulsó la lucha contra la tiranía martinista. La activación de la lucha de los trabajadores alrededor de sus demandas económico-sociales también ocupó la atención del Partido, impulsando la formación de uniones mutualistas de trabajadores según la rama de la producción o los servicios a que se dedicaran, dado que los sindicatos estaban prohibidos.

En la medida en que creció en el mundo la amenaza del fascismo y en que el tirano Martínez estrechaba sus vínculos con los gobiernos del Eje Roma-Berlín-Tokio, el Partido planteó la lucha contra el fascismo, alertó sobre su nefasto significado y llamó a combatirlo, tal como lo demandaba la Internacional Comunista y lo exigía la- conveniencia de la humanidad. En este afán, el PCS coincidió con las fuerzas antifascistas que existían dentro del país, pertenecientes a diferentes clases y grupos sociales, incluyendo a elementos burgueses.

La lucha contra el fascismo en El Salvador, dada la confluencia de múltiples factores políticos y económicos se tradujo también en la lucha contra la tiranía martinista, propósito en el cual gradualmente fueron coincidiendo numerosos sectores e intereses económicos de los que no quedaba al margen el propio Ejército.

De esa forma, en las tareas conspirativas para derrocar al General Maximiliano Hernández Martínez y terminar con la sangrienta dictadura de los 13 años, tuvo activa participación el Partido en el terreno de la propaganda y de la preparación de las organizaciones de masas para las tareas políticas que estaban previstas. Asimismo,

cumpliendo los acuerdos del Partido, numerosos comunistas tuvieron participación directa en las acciones armadas del 2 de abril de 1944 y en la preparación y desarrollo triunfante de la huelga general política (conocida como Huelga de Brazos Caídos) que consiguiera el derrocamiento del tirano de “las aguas azules” el 9 de mayo de 1944.

Desarrollo del movimiento popular a la caída de la tiranía

Al ser derrocado Martínez, las uniones mutualistas de trabajadores se tornaron en sindicatos y cobraron vida legal; el movimiento sindical se desarrolló a la par de protestas y huelgas realizadas en fincas, talleres y fábricas. El PCS constituyó la Unión Nacional de Trabajadores (UNT) con el propósito de que esta se convirtiera en partido político legal de los trabajadores. A través de la UNT el Partido orientó el movimiento huelguístico y promovió la organización creciente de sindicatos.

Las vacilaciones y traiciones del gobierno provisional encabezado por el General Andrés I. Menéndez, que sustituyera al tirano Martínez; la agudización de las contradicciones entre los diversos grupos sociales que participaron en el derrocamiento del tirano y la debilidad de la clase obrera y su Partido, que todavía no se reponía suficientemente del revés sufrido en 1932, permitieron que las fuerzas de derecha se reagruparan en torno a ciertos militares reaccionarios y dieran un golpe de Estado, el 21 de octubre de 1944. En la presidencia de la República fue colocado el Cnel. Osmín Aguirre y Salinas quien una vez en el timón del Estado, canceló las pocas conquistas democráticas que se habían conseguido y desarticuló al movimiento obrero mediante la represión.

Sin embargo, la represión, la cárcel y el destierro, no amilanaron a los patriotas salvadoreños, entre ellos los comunistas, habiéndose iniciado casi de inmediato la lucha contra el régimen. Como parte de esa perseverante y valiente lucha patriótica, se dan las fallidas acciones amadas de San Miguelito, (8 de diciembre) en San Salvador y la del Llano del Espino, en Ahuachapán (12 de diciembre) , combates en los que participaron numerosos estudiantes universitarios, obreros, profesionales y oficiales del Ejército. Numerosos comunistas de entonces y otros que vinieron después a las filas del PCS, participaron en esas acciones armadas.

Bajo las persecuciones de la tiranía osminista, el PCS promovió la actividad sindical, tomó medidas encaminadas a conseguir el funcionamiento clandestino de la dirigencia sindical, organizando el CROS (Comité de Reorganización Obrera Sindical) y creando un periódico de orientación laboral. Tal actividad permitió que se desataran las amplias acciones huelguísticas de 1946.

En la actividad del CROS están sintetizados los esfuerzos del Partido durante aquellos años para sacar adelante la lucha de los trabajadores, pese a las adversas circunstancias. Esto organismo, que desenvolvió inicialmente sus actividades en la clandestinidad, salió a la luz pública al ser derrocado el gobierno del General Castaneda Castro por el ‘Consejo Revolucionario”, el 14 de diciembre de 1948. El CROS, ya como organismo abierto, desarrolló ampliamente sus lazos con los trabajadores e impulsó la creación de los sindicatos. Esta actividad creció y se hizo más notable al ser conquistado por ese movimiento el reconocimiento del derecho a la organización sindical, primero en un decreto del mismo Consejo de Gobierno y, después , en la Constitución de 1950.

El CROS ganó el cariño y el reconocimiento de los trabajadores, convirtiéndose en el centro de dirección único del movimiento sindical, aunque en aquel tiempo no se conocía legalmente el derecho a crear una central sindical. El movimiento obrero resurgía, así, rescatando las cualidades más importantes legadas por la gloriosa Regional: la unidad de sus filas, la independencia clasista respecto al gobierno y la patronal y la vigorosa acción organizativa y combativa. El PCS resurgía como el Partido de la clase obrera salvadoreña, como su prestigioso destacamento organizador y dirigente.

Entre 1948 y 1952, el PCS desarrolló una extraordinaria actividad

por reagrupar al movimiento estudiantil en torno a la lucha por la democratización de la enseñanza superior y por la Reforma Universitaria. Los esfuerzos de los comunistas en la Universidad estaban dirigidos también a reafirmar los lazos de unión combativa entre el estudiantado y el movimiento popular, recogiendo las mejores tradiciones del movimiento universitario, especialmente aquellas que en 1944 lo colocaron en la primera fila de la lucha por derrocar a Martínez y luego a Osmín Aguirre.

Las grandes jornadas de la lucha estudiantil de aquellos años por la Reforma Universitaria y por plasmar en la Constitución de 1950 el reconocimiento de la Autonomía de la Universidad, el resurgimiento de “Opinión Estudiantil” con una orientación democrática y anti-imperialista, el activo movimiento de solidaridad con el gobierno democrático anti-imperialista de Arbenz en Guatemala, tuvieron a los comunistas entre sus principales promotores y sentaron bases para el progresivo desplazamiento de la influencia derechista en el Primer Centro de estudios de nuestro país.

Corno contrapartida, de esos avances, la reacción desató de nuevo la represión contra el PCS, esta vez por el gobierno del Coronel Oscar Osorio, llegado a la presidencia de la República por medio de un fraude electoral en 1950. En febrero de 1951 , tomando como pretexto la aparición en las paredes de San Salvador de un manifiesto del PCS , fueron capturados , torturados y después expatriados a Nicaragua varias decenas de miembros dirigentes y de base de nuestro Partido.

Sin embargo, el objetivo principal de dicha represión, que era la destrucción del CROS, no fue lograda más que de nombre. E1 lugar del CROS lo ocupó de inmediato, también bajo la dirección de los comunistas, el Comité Pro-defensa de los Derechos Laborales, que se dio a la tarea de defender las conquistas de los trabajadores en el terreno del derecho laboral, agredidas por la embestida represiva. Reorganizó rápidamente las directivas sindicales afectadas por las capturas y la persecución; continuó la organización de nuevos sindicatos e impidió que el movimiento sindical fuera dividido por la pandilla de agentes adiestrados y pagados por la ORIT (Organización Regional Interamericana de Trabajadores, dirigida desde los EE.UU.: por conocidos agentes del imperialismo) . Esto fue lo que más dolió al gobierno.

El auge del movimiento obrero y popular continuó avanzando y adquiriendo más combatividad, la represión no había logrado paralizarlo. Por eso, en septiembre de 1952, el gobierno de Osorio descargó un nuevo golpe contra el PCS, inventando para ello haber descubierto “un complot comunista” fraguado y dirigido desde el extranjero, “desde Moscú y Pekín”.

Esta segunda represión del gobierno d Osorio, más extensa y más cruel que la anterior, logró temporalmente sus fines: condujo a la división del movimiento sindical, y al rebajamiento de la lucha popular democrática. Los sindicatos descabezados por la represión, fueron puestos bajo la dirección obligada de los lacayos del divisionismo formados por la ORIT. El PRUD ( partido oficial de entonces) logró así un breve periodo de tranquilo reinado, mediante el exilio de decenas de patriotas y llenando las cárceles con otros tantos, a los que se torturaba a diario con la fatídica ‘capucha” y manteniendo una permanente persecución contra los activistas y cuadros de las organizaciones populares.

Sin embargo, no pudieron ser sometidos todos los sindicatos a los designios de los agentes del imperialismo y un firme núcleo se mantuvo en pie, resistiendo la arbitrariedad, la persecución y toda clase de presiones . El movimiento estudiantil también pudo retornar a su cauce progresista, a pesar de la persecución y la delación contra los estudiantes comunistas. El PCS, aunque duramente golpeado por la represión, no pudo ser desarticulado y prosiguió su desenvolvimiento orgánico, en medio de aquellas difíciles condiciones.

El Coronel Osorio terminó su periodo presidencial en medio de agudas contradicciones dentro de su equipo de mando de la Fuerza Armada y del PRUD, entre estos se contaba a los dirigentes sindicales oritianos divisionistas.

Esta situación condujo a que el nuevo Presidente ,Coronel José María Lemus, considerara necesario iniciar su periodo con medidas tendientes a relajar el ambiente represivo heredado de su antecesor y fue así como se derogó la “Ley de Defensa del Orden Democrático Constitucional” (Ley anti-comunista) , dictada en los días siguientes a la represión de septiembre de 1952. Aquella ley reaccionaria, hipócritamente dedicada a defender el inexistente “orden democrático”, fue una copia casi textual de la Ley de “Defensa de la Democracia” (bautizada popularmente como “Ley Maldita”) que poco antes había dictado el traidor Gabriel González Videla, en Chile. De esta manera fue también que se permitió el retorno de todos los exiliados políticos, debiéndose subrayar que en ese momento (1956) , todos los exiliados salvadoreños eran comunistas, y la mayoría de estos obreros sindicalistas.

Aquella coyuntura política no sólo abrió las fronteras para el retorno de los comunistas exiliados ,sino que también entreabrió la posibilidad de reunificar al movimiento sindical. El PCS se lanzó a esta tarea con todo su entusiasmo y sus fuerzas, aumentadas por el retorno de los compañeros que traían un nuevo bagaje de experiencia y conocimientos adquiridos durante su militancia en otros Partidos Comunistas hermanos del continente, mientras estuvieron desterrados.

Lucha por la reunificación sindical y por el desarrollo del movimiento democrático

Esta causa culminó en 1957, con la formación de la Confederación General de Trabajadores Salvadoreños (CGTS) en el Primer Congreso Nacional de Unidad Sindical. Este esfuerzo del Partido y de la clase obrera no pasó desapercibido para la burguesía y la embajada norteamericana quienes rápidamente se lanzaron a la contraofensiva debilitando a la CGTS y desmembrando varios sindicatos de su seno para constituir la confederación General de Sindicatos (CGS) . En esta sucia labor debilitadora de la clase obrera, se contó con la venia oficial. Se estimularon la corrupción y el oportunismo en muchos dirigentes sindicales, que se prestaron a semejante maniobra. Es justo reconocer que cierta dosis de sectarismo, con la que entonces actuamos los comunistas, ayudó a los divisionistas en sus tareas.

En esta década de los años cincuenta, fue cuando el PCS, dando muestras de completa recuperación y de comprensión del papel que debía asumir como guía revolucionario de la clase obrera y del pueblo trabajador, se esforzó por crear los variados instrumentos de lucha que vinieron a dar una nueva configuración a la actividad política en el país y a estructurar un movimiento independiente de la izquierda. Esos avances organizativos y esas luchas son los basamentos en los cuales se fundamenta la lucha política actual de nuestro pueblo.

En la universidad se creó, en 1954, Acción Estudiantil Universitaria (AEU) , como frente político revolucionario, en oposición a los grupos activos de la derecha y de las corrientes conservadotas de la iglesia católica que, aprovechándose del exilio de valiosos dirigentes estudiantiles, pretendieron dominar la situación en el Alma Mater.

En 1956 se dieron los primeros pasos para crear una organización revolucionaria de la juventud, sucediéndose la formación de los clubes “Lamatepec” y “Tazumal” y la Asociación de la Juventud 5 de Noviembre. Esta última, formada en 1958, ayudó a desarrollar las inquietudes patrióticas en numerosos jóvenes obreros, estudiantes e intelectuales en San Salvador y Santa Ana, principalmente. Jóvenes surgidos en la “5 de Noviembre” crearon la Unión Nacional do Estudiantes de Educación Media (UNEEM) .

En 1960, en plena lucha contra la represión desatada por José María Lemus a finales de su gobierno, fue creada ”Vanguardia

de la Juventud Salvadoreña” (VJS) , frente juvenil del Partido,

base y antecedente importante de la actual Juventud Comunista; y fue creada, asimismo, , la “Federación Magisterial “, uno de los núcleos que afluyeron después a la creación de “ANDES” en 1966.

En esa misma década se impulsó la actividad cívica y reivindicativa de la mujer salvadoreña, lo cual dio como resultado la formación de “Fraternidad de Mujeres Salvadoreñas”, en 1956.

En el afán de que las fuerzas de la izquierda tuvieran más vivencia en el país y contaran con su propia organización política que las armonizara, el PCS, junto a diversas personalidades de pensamiento progresista, formaron el “Movimiento Cívico Abril y Mayo’, en 1959 que posteriormente, dio origen al ‘Partido Revolucionario Abril y Mayo” (PRAM). El PRAM contribuyó grandemente a la educación política de apreciable cantidad de salvadoreños y encabezó memorables jornadas en la lucha de nuestro pueblo contra los gobiernos de Lemus, el Directorio Cívico Militar y durante la administración del Coronel Julio A. Rivera.

Con una clara visión de la necesidad de un frente unido democrático para enfrentar al dictatorial gobierno de Lemus y luchar por un pliego de demandas democráticas, entre ellas la reforma a la Ley Electoral, el PCS participó activamente, junto con diversas organizaciones políticas, gremiales y estudiantiles, en la constitución del “Frente Nacional de Orientación Cívica” (FNOC) que dirigió la lucha contra ese régimen y contribuyó grandemente a su derrocamiento en octubre de 196O.

El funcionamiento de todas estas organizaciones de masas, con sus variadas actividades y luchas, forjó incontables activistas y cuadros revolucionarios y democráticos y abrió paso a una conciencia política popular más avanzada, comenzando a liquidar el oscurantismo en que sumió al país la matanza de 1932. Este nuevo auge combativo sentó premisas para los pasos de avance mayores, que vinieron después, en el terreno organizativo, político e ideológico en nuestro país.

La perspectiva del poder político en la lucha del PCS

El cambio gradual de la correlación de fuerzas políticas internas; los impresionantes éxitos del socialismo en el mundo; el debilitamiento del sistema de dominación colonial imperialista y, con ello, el vuelco definitivo de la correlación de fuerzas en favor del socialismo; y la presencia de la Revolución Cubana en el continente latinoamericano, para no mencionar más, dieron a la lucha de nuestro Partido mayor impulso y nuevas perspectivas.

Tales cambios en la dinámica del proceso revolucionario llevaron al PCS a plantearse el problema de la toma del poder político. Con el propósito de dar respuesta a esa necesidad histórica, el Comité Central del partido, en su reunión ampliada de abril de 1961, trazó en líneas generales la estrategia y la táctica de la Revolución de Liberación Nacional Salvadoreña, determinando las fuerzas motrices de la misma y señalando la vía armada como la más probable; y reconociendo, como cuestión de principio, la necesidad de formar el frente democrático al mismo tiempo que elevar a la clase obrera a su papel de vanguardia.

Las conclusiones del Comité Central fueron puestas en práctica de inmediato. La ejecución, llevada a cabo en el marco de la lucha contra el terror impuesto por el Directorio Cívico Militar a partir del 25 de Enero de 1961, tuvo la activa participación de las capas políticamente más avanzadas de las organizaciones de masas existentes entonces: sindicatos, asociaciones estudiantiles, Vanguardia de la Juventud Salvadoreña (VJS) , Federación Magisterial, Partido Revolucionario Abril y Mayo, etc. las cuales constituyeron organismos clandestinos de acción, fundándose después de pocos meses, como producto del proceso, el Frente Unido de Acción Revolucionaria (FUAR) , organización compuesta por varias columnas de combatientes que se proponía convertirse en el instrumento del pueblo en la lucha por la revolución.

Dos años después de constituido el FUAR, la oligarquía burguesa-terrateniente había superado la crisis eco nómica y política coyunturales por la que venía atravesando, resolviendo los problemas que habían conducido a que se planteara objetivamente aunque en forma incompleta, una situación revolucionaria. El PCS, oportunamente, corrigió la línea de acción que aplicaba, desplegando interés por fortalecer su ligazón con la clase obrera industrial, que se desarrollaba notablemente y en restablecer sus relaciones con sectores sociales que, en la aplicación de aquella línea unilateral había descuidado.

Fue el V Congreso del Partido, celebrado en febrero de 1964, el que se encargó de proseguir la elaboración de la estrategia del Poder que había sido iniciada por el Comité Central en 1961. El Congreso modificó la calificación que se hacía del país, caracterizándolo como país dependiente en desarrollo capitalista; cambió su apreciación sobre el tipo de revolución que está planteada en la presente etapa histórica, definiéndola como Nacional Liberadora, Agraria, Democrática y Popular; previó el transito rápido al socialismo, con la condición de que la clase obrera sea clase hegemónica de la revolución; asentó la eventualidad de un régimen de transición previo a la Revolución Nacional Liberadora.

El V Congreso también dotó al Partido, por primera vez en su historia, de un Programa General y un Programa Agrario que, en calidad de proyectos, fueron aprobados.

Posteriormente, los órganos dirigentes del Partido han elaborado orientaciones político-militares que fundamentan su concepción sobre la vía de la revolución, culminando así la etapa de la elaboración de la teoría del PCS sobre la revolución en El Salvador. De esta manera, nuestro Partido es la única organización revolucionaria que le muestra a nuestro pueblo un camino claro, objetivos concretos y un Programa revolucionario para su emancipación.

Lucha por el fortalecimiento del movimiento democrático. Hacia un régimen anti-oligárquico y anti-imperialista.

Cumplida esta etapa de la vida del Partido Comunista de El Salvador, este cobró una estatura política mayor ya no sólo entre el movimiento democrático y revolucionario, sino también ante adversarios y enemigos. Desde entonces, no han podido, al elaborar los primeros sus planteamientos; o pretender oscuros designios, los segundos, dejar de tomar en cuenta el papel que juega el Partido en el quehacer político nacional.

Así, la formación de mayor número de sindicatos; el desarrollo del movimiento huelguístico a partir de 1967; y la lucha creciente por la unidad de la clase obrera, han tenido en el PCS el principal impulsador y defensor. esto explica el desprestigio en que se han venido sumiendo los dirigentes sindicales oficialistas y proimperialistas, así como el debilitamiento de las organizaciones que controlan. El fortalecimiento de la tendencia unitaria, que hoy se abre paso entre el movimiento sindical del país, en buena medida, fuera de otras causas que existen, se debe a la lucha emprendida por el Partido contra el oportunismo y la corrupción y a favor del mayor elevamiento del papel de la clase obrera en la vida política del país.

La causa del magisterio nacional ha tenido en el PCS un incondicional apoyo, primero en las tareas grises, duras y anónimas, por la formación de la asociación de maestros y posteriormente, en las huelgas del gremio, realizadas en 1968 y 1971. En la primera, ofrendaron sus vidas, cumpliendo con su deber de comunistas, los queridos camaradas Saúl Santiago Contreras y Oscar Gilberto Martínez Carranza.

Por su destacada actividad política al frente de la lucha popular, encontraron la muerte a manos de los carceleros de nuestro pueblo, los militantes de nuestro Partido: Dr. Alberto Vásquez Cárcamo (en 1968) , el Ingeniero Agrónomo Carlos Humberto Rivera y el pequeño agricultor Juan Pío Aparicio (en 1971) y el joven dirigente sindical Jorge Alberto Morán Cornejo (en 1974).

En el despertar del campesinado y de los obreros agrícolas a la lucha popular ,el PCS ha hecho, asimismo, una gran contribución junto con otras fuerzas, logrando impulsar su organización y promover muchas de sus luchas por la tierra, contra los desalojos, por mejores salarios y prestaciones laborales, por la reforma agraria, y por un gobierno democrático popular, anti-imperialista y anti-oligárquico, que realice la transformación radical del país.

La lucha revolucionaria que e PCS viene promoviendo ha logrado generalizar la convicción de que el nuestro es un país dependiente y atrasado, que son la oligarquía y el imperialismo los responsables de esta situación. Esto ha puesto en el centro del debate político nacional la disyuntiva de cambios o conservación del sistema, obligando a los diversos partidos y organizaciones, representativos de las diversas clases sociales, a adoptar una posición frente a esta disyuntiva y permitiendo a las grandes mayorías populares adoptar una posición política claramente enfilada contra el sistema socio-económico y político imperante, rechazando las falsas y demagógicas posturas progresistas que hoy se ve obligada a adoptar la dictadura militar derechista para subsistir.

Trabajando hacia este objetivo fuimos participes principales de la estrategia puesta en práctica en las elecciones presidenciales de 1967 por el agrupamiento de izquierda que apoyó las candidaturas presentadas por el Partido Acción Renovadora (PAR) . En 1971 nuestro Partido diseñó una línea de unidad amplia de fuerzas progresistas para luchar por un gobierno democrático, comprometido con su Programa de cambios económico-sociales anti-oligárquicos y anti-imperialistas. Siguiendo este planteamiento, hemos dado nuestra contribución activa a la formación del mayor agrupamiento político de los últimos tiempos, que lucha por la independencia, los cambios, la democracia y el progreso a través de la Unión Nacional Opositora.

Actualmente, el PCS ha formulado, el planteamiento de la lucha por un gobierno democrático, anti-oligárquico y anti-imperialista, como la salida de contenido popular y revolucionario para sacar al país de la crisis, liquidar la dependencia y el subdesarrollo y mejorar las condiciones de vida de la población salvadoreña. Formando parte de este planteamiento sostenemos la necesidad de formar un frente democrático antiimperialista, con la mayor amplitud, en el que deben tener cabida organizaciones o individuos representativos de la clase obrera, los campesinos, las capas medias y la pequeña burguesía. Dentro de esa amplitud, los comunistas valoramos altamente lo que pueden hacer los militares con pensamiento democrático e innovador, para que la Fuerza Armada marche efectivamente del brazo del pueblo en su lucha hacia la liberación y hacia la conquista de sus metas de democracia y progreso social.

Frente a la perspectiva cierta de que la lucha popular por alcanzar el poder del Estado ha de recrudecerse en el futuro próximo, los agentes del imperialismo norteamericano y de la recalcitrante reacción terrateniente-burguesa interna, traten de imponer al país la coyunda de un gobierno fascista, es decir, de un gobierno brutalmente represivo que arrase, incluso, con las precarias libertades y derechos ahora tolerados al pueblo salvadoreño; como única vía que tienen a mano aquellos sectores de las clases dominantes que por el carácter de sus intereses no pueden ofrecer esa otra alternativa de solución a la crisis económica y política en desarrollo, la que temen desemboque en una revolución popular triunfante.

El PCS ha venido denunciando este peligro y alertando en su contra, ha llamado a cerrar filas para cortarle el paso al fascismo. Lo comunistas tenemos claridad acerca de que ante el fascismo hay que realizar múltiples y variadas alianzas democráticas e incluso, unir en un amplísimo frente común a las más diversas fuerzas, aunque no coincidan todas ellas en el Programa de las transformaciones económica-sociales o sólo coincidan en una parte del mismo.

Contra el fascismo deben marchar, ante todo, las fuerzas más organizadas y combativas, realizando una resuelta lucha, pero también hay que atraer para oponerlos al fascismo, a todos aquellos que, sin ser capaces de la misma combatividad, realicen en contra de ese peligro cualquier tipo de oposición, bajo cualquiera forma. es un grave error de sectarismo que puede aislar a las fuerzas revolucionarias y llevarlas a la derrota, exigir que para ser reconocido como anti-fascista debe aceptarse tales o cuales formas de lucha, tales o cuales postulados ideológicos, o aceptar el mismo Programa por el que los revolucionarios luchamos.

El PCS esta conciente de que la lucha anti-fascista puede llegar a convertirse en la tarea central, sino también única, para todo el movimiento revolucionario y para todo el movimiento democrático, pero considera que estando hoy a la orden del día la necesidad de obstruir y detener la escalada en que están empeñados los fascistas la tarea central continúa siendo la lucha por conquistar un gobierno democrático, anti-imperialista y anti-oligárquico y que un prematuro planteamiento del anti-fascismo como tarea única tal como lo exige cierto sector da la ultra-izquierda , conduciría en la práctica a malograr las posibilidades revolucionarias que vienen implícitas en el desarrollo de la crisis económica y política del sistema capitalista, a nivel internacional y nacional.

El PCS, parte del Movimiento Comunista Internacional

El fortalecimiento del papel e importancia del Partido en la vida política nacional, ha venido acompañado de el desarrollo e incremento de su actividad en la arena internacional, como parte del Movimiento Comunista Internacional. El relativo aislamiento internacional en que se encontraba aún en la década de los años 50 ha sido de lado atrás de manera notable y, actualmente, pese a sus limitaciones, nuestro Partido tiene un trabajo internacional creciente y activo.

Participó en los Conferencias de Representantes de Partidos Comunistas y Obreros del MCI realizadas en Moscú, en los años de l957, 1960 y 1969; asistió a la reunión de Partidos Comunistas de América Latina, realizada en La Habana el año de 1964; ha enviado delegaciones a numerosos eventos internacionales realizados en países socialistas, tales como Congresos de los Partidos hermanos en el poder, reuniones diversas y encuentros de la Revista Internacional, órgano permanente del Movimiento Comunista Internacional.

A nivel regional, el PCS ha participado activamente en las nueva Conferencias de partidos Comunistas de Centroamérica, México y Panamá, que se han realizado desde 1961 hasta 1974, ha estrechado relaciones con cada uno de los partidos Comunistas de la región, con los que realiza frecuentemente encuentros bilaterales de información, evaluación y coordinación. Ha sido preocupación del PCS la superación de la secuela dejada por el conflicto armado entre nuestro país y Honduras, habiendo pro movido nacionalmente y en la región lo necesario para desarrollar un movimiento popular y otras presiones a favor de la solución pacifica y negociada del conflicto. Las constantes opiniones alrededor de este asunto y la declaración conjunta firmada con el Partido Comunista de Honduras, que ofrece una fórmula concreta de arreglo, son evidencia de la preocupación del PCS en este terreno.

En lo que se refiere al cumplimiento de sus deberes internacionalistas, el PCS , en la medida de sus posibilidades, ha prestado activa solidaridad moral e incluso material a la lucha de numerosos pueblos y movimientos revolucionarios de los distintos continentes. Últimamente se destaca la actividad promovida para apoyar la causa del pueblo vietnamita contra el imperialismo agresor y completar la reunificación del país, la solidaridad activa con el pueblo hermano y patriotas chilenos, durante el gobierno de la Unidad Popular, y posteriormente a

su derrocamiento, contra la Junta Militar fascista; la solidaridad

con el pueblo hermano y el movimiento revolucionario de Guatemala ha sido tarea permanente de los comunistas salvadoreños. La defensa de la Revolución Cubana, ante el cerco criminal y las agresiones militares yanquis han constituido una de las tareas de primer orden del PCS.

Especial significación tienen para nuestro Partido las estrechas relaciones establecidas y desarrolladas constantemente con el Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS), bastión invencible de la lucha del proletariado mundial y de los pueblos oprimidos contra el capitalismo y la explotación, vanguardia indiscutible del socialismo y el comunismo en el mundo de nuestros días. Estas relaciones han permitido el conocimiento de nuestro país y de sus problemas en la Unión Soviética; lo mismo que han contribuido al establecimiento de relaciones comerciales entre El Salvador y la URSS y serán decisivas en las tareas económico-técnicas que se le plantean al país en su lucha contra la dependencia y el subdesarrollo.

Aprender de los aciertos, pero también de los errores.

Como es natural, en la vida de nuestro Partido se han registrado desviaciones, errores y debilidades. La superación de tales errores y debilidades ha sido una tarea ardua y de naturaleza compleja: política, ideológica y organizativa. El PCS ha aprendido y aprende no sólo de sus aciertos, de sus éxitos, sino que también de sus reveses, de sus equivocaciones. Por ello, el PCS, no tiene la menor intención de ocultar sus errores.

En los primeros pasos de nuestro Partido, asomaron cabeza rasgos de sectarismo y economicismo que, bruscamente, se tornaron en errores del tipo opuesto, en errores de izquierdismo infantil. Para ese entonces, esta desviación izquierdista estaba justificada por la corta edad política de los comunistas y de su Partido y además, reflejaban en cierta manera, la influencia ideológica que en aquellos años desplegaba el trotskismo en algunos sectores del movimiento comunista internacional.

En el período siguiente a la masacre, hasta el derrocamiento de la tiranía martinista, el. PCS tuvo una vida orgánica precaria, en la que predominaba un clandestinismo casi absoluto que, en muchos momentos, lo mantuvieron aislado de las masas. Los éxitos del trabajo da los comunistas en esos años estén ligados a los esfuerzos que algunos de sus miembros y organismos realizaron para vincularse al trabajo organizativo de las masas, a su orientación política, creando organizaciones que hoy constituirían, por su naturaleza, formas muy atrasadas , como las asociaciones mutualistas. Sin embargo, en esos tiempos, bajo al férula de la tiranía martinista, eran casi la única posibilidad de agrupar a los obreros.

En general, durante este período se disputaban la orientación del Partido dos corrientes ideológicas y políticas sustentadas dentro de su membresía. Una de esas corrientes tenía su fundamento en la nueva generación de comunistas llegados a las filas del PCS después de la masacre. Entre ellos se destacaba un influyente núcleo de estudiantes universitarios e intelectuales que ingresaron imbuidos de pretensiones teorizantes, propias de su extracción social y que no supieron ayudar a los antiguos miembros obreros y campesinos , en muchos casos artesanos, en el. conocimiento de la teoría, sino que les reprochaban su poco dominio de la misma, culpándolos de todos los reveses sufridos. Se abrió así una lucha interna, que debilitó durante años la capacidad organizativa y de acción del PCS , y en la cual se manifestaron tendencias divisionistas de variado tipo.

La composición social del PCS, se tornó predominante pequeño-burguesa y, con ello, las desviaciones de derecha alentadas por las conciliadoras concepciones del dirigente comunista norteamericano Earl Browder, a fines de la II Guerra Mundial, encontraron por poco tiempo un punto do apoyo dentro del PCS. Ello no obstante, la luche contra Martínez fue un factor unificador decisivo y el PCS pudo hacer un considerable aporte al derrocamiento y a la reorganización del movimiento obrero y popular en los cinco meses y medio que siguieron a su caída.

Es muy importante señalar que las disensiones ideológicas internas no condujeron, como en otros Partidos Comunistas latinoamericanos en esos mismos años, a la división de nuestro Partido.

Durante todos esos años, hasta comienzos de la década del cincuenta, fue una característica muy sobresaliente del PCS su inestabilidad orgánica. Muchos de aquellos “brillantes” intelectuales que llegaron a sus filas e incluso alcanzaron los primeros cargos de dirección, los abandonaron después, algunos en franca y repugnante deserción y hasta traición.

Es a partir de los primero años del cincuenta que avanzó el proceso de la consolidación orgánica del PCS, en medio de parciales retrocesos. Sin embargo siguió siendo predominantemente pequeño-burguesa y artesanal la composición de su membresía hasta 1970, año en el que, después del VI Congreso, dio comienzo una sistemática rectificación en todos los aspectos de la vida y la política del Partido, que han conducido a un radical cambio en su composición social. Ahora, nuestro Partido tiene una composición predominantemente proletaria (63%) y entre su militancia proletaria predominan los obreros fabriles y agrícolas y no los de taller artesanal; el segundo lugar en la composición del PCS corresponde a las capas medias urbanas asalariadas y en tercero y último lugar se encuentra la militancia procedente de la pequeña burguesía, propiamente tal, es decir, de la capa de pequeños propietarios, urbanos y rurales.

Por eso, mientras la composición del Partido del proletariado no era, en los hechos, proletaria, su política y su ideología estaban expuestas a bandazos desviacionistas. Así, por ejemplo, durante los meses de la Junta de Gobierno que derrocó a Lemus, a la par del decisivo esfuerzo de los comunistas en la promoción de la organización popular, estuvo el inicio de una nueva edición de sectarismo que condujo a facilitar la ruptura del Frente Nacional de Orientación Cívica y la unidad de la AGEUS, objetivos por los que luchaba la reacción anti-comunista y anti-democrática, para frenar el avance revolucionario popular en nuestro país. Después de la caída de la Junta el 25 de enero de 1961, el CC del PCS hizo un análisis fundamentalmente correcto al señalar que el país vivía un proceso de maduración objetiva de una situación revolucionaria y que, por tanto, había que poner rumbo hacia las taras relativas a la conquista del poder. Pero al aplicar esa orientación, el PCS fue incurriendo más y más, en un error de izquierdismo, que condujo a unilateralizar las formas de lucha casi exclusivamente al terreno de una agitación que anunciaba el pronto inicio de la lucha armada revolucionaria y desnaturalizó el papel de diversas organizaciones de masas, especialmente de los sindicatos. La desviación izquierdista fue corregida mediante un largo confrontamiento ideológico en el seno del Comité Central, el cual se desarrolló y culminó dentro del absoluto respeto de las normas de vida partidaria y, par tanto, no acarreó ni el más leve peligro fraccionalista. El V Congreso (1964) coronó la corrección de la desviación izquierdista.

No obstante los llamamientos a evitar que le corrección del error de un tipo condujera a incurrir en el de tipo opuesto, en los hechos tal tendencia apareció duran te 1964-66, bajo la forma del abandono, casi absoluto, de la lucha política y del fomento de la organización política de masas, para concentrar todos los esfuerzos en el terreno de la lucha y la organización por demandas económicas y sociales. Al corregirse esta desviación de derecha en los años 1966, 67, 68, no se realizó una lucha ideológica radical en su contra, junto con las medidas prácticas que se adoptaron. De esta forma, las raíces de la desviación economicista (de derecha) , quedaron vivas entre los cuadros comunistas del movimiento obrero y fueron capaces de dar origen a nuevos tallos y frutos en diferentes momentos, desde entonces. Aún hoy, esas raíces ideológicas del economicismo no han sido totalmente erradicadas y destronadas, pero el PC; se empeña en esta tarea, con toda resolución, especialmente a partir de los acuerdos de la Comisión Política y del CC en los últimos meses.

Por otra parte, el no haber desenmascarado consecuentemente la ideología economicista, que es una forma de influencia de la burguesía y la pequeña burguesía sobre la clase obrera, quedo preparado el terreno para que resurgiera la desviación izquierdista bajo nuevas formas, esta vez también entre los comunistas del movimiento sindical, empuñando la bandera de la lucha contra el economicismo, el burocratismo, etc.

El izquierdismo es una ideología pequeño-burguesa. Tiene, pues, una raíz de clase común con el economicismo y pudo alcanzar cierta influencia entre los jóvenes comunistas (especialmente estudiantes e intelectuales)y ciertos núcleos de miembros del PCS en el sector sindical, ligados a la producción de los talleres artesanales que, como se sabe, es una forma de producción impregnada del espíritu pequeño-burgués, de la sicología del pequeño propietario.

Durante el conflicto con Honduras en 1969, la Comisión Política del Comité Central incurrió en graves errores de derecha, bajo la forma de concesiones al nacionalismo reaccionario burgués. Aunque el PCS denunció el peligro y la naturaleza reaccionaria, burguesa, de la guerra que se preparaba y realizó una campaña de mítines ,asambleas obreras de discusión, charlas y mesas redondas

etc., en las que se llamaba a impedir la guerra y a buscar una justa solución pacífica y negociada, no desenmascaró consecuentemente las causas verdaderas del conflicto y, una vez iniciada la invasión sobre Honduras, cesó nuestro partido de condenar aquella guerra, dejando a las masas a merced de la propaganda patriotera del gobierno y de las clases dominantes.

Estos errores fueron deliberadamente exagerados por los izquierdistas, que ya habían formado fracción en el Partido. Ocultaban todo lo que el Partido hizo contra esa guerra, incluso corriendo graves riesgos para su vida de parte de los comunistas que fueron a las plazas públicas (los miembros de la C. P. entre ellos); y únicamente reconocían las debilidades y errores, basándose ,con perfidia, en documentos que no llegaron a circular fuera de nuestras filas.

Los izquierdistas no estaban tan interesados en corregir esos errores, sino en utilizarlos como bandera para dividir al PCS. Así quedó demostrado después, cuando a pesar de que el Comité Central hizo un balance en que se señalaron y condenaron esos errores, la fracción izquierdista continuó empeñada en su labor divisionista. Pero los izquierdistas fracasaron en sus planes de dividir al PCS; sus pretensiones fueron rechazadas, prácticamente, por toda la membresía y ellos optaron por renunciar del Partido y retirarse a formar grupo aparte.

Entre los pocos que se fueron, había algunos elementos valiosos que habrían sido salvados si la lucha ideológica se hubiera realizado consecuentemente contra el economicismo y, luego, contra el izquierdismo, desde fines de 1967.

El PCS es ahora blanco de los ataques, no sólo de la reacción, sino también de los diversos grupos ultra-izquierdistas; pero la defensa de nuestro Partido la concebimos, ante todo, como un esfuerzo por desarrollarlo y superar sus defectos y no como una defensa ciega que no reconoce los errores propios.

No es casual, por ello, que el PCS esté creciendo y desarrollándose en cantidad y calidad, poniéndose en condiciones de hacer un aporte más decisivo a la lucha revolucionaria de nuestro pueblo.

El PCS es ahora, más que en ningún otro momento, más fuerte y unido, conoce mejor los problemas del país y del mundo, tiene más variados y sólidos vínculos internacionales de hermandad y solidaridad proletaria; posee una línea más correcta y clara, más ampliamente aceptada; posee variadas y amplias alianzas políticas y relaciones amistosas con las diversas fuerzas democráticas y populares en nuestro país.

Si en 1932 el PCS no pudo ser destruido, ni siquiera con aquella brutal matanza, menos puede ser destruido hoy.

El PCS es un firme e imperecedero bastión y destacamento de combate del proletariado y del pueblo salvadoreño; es un destacamento probado del proletariado mundial.

Enseñanzas históricas del PCS

Al conmemorarse el 45 Aniversario de la formación del Partido Comunista de El Salvador y reparar en las diversas etapas y acontecimientos que rodean su vida, contenidos en el anterior bosquejo histórico, las generaciones actuales de comunistas, tanto del Partido como de la Juventud, así como los obreros, campesinos, intelectuales, estudiantes, maestros, etc. , están en mejores condiciones de valorar el valioso aporte que el Partido ha prestado y sigue prestando a las luchas de nuestro pueblo. Sabrán valorar más los inmensos sacrificios que ha sufrido

para hacer avanzar el proceso revolucionario ; comprenderán la relación que hay entre la actividad del partido y las conquistas democráticas, laborales, económicas, sociales que han conseguido los trabajadores y diversos sectores sociales en los 9 lustros transcurridos desde su fundación.

Ello también permitirá apreciar la causa por la que el Partido posee prestigio y constituye, objetivamente, la principal y más experimentada fuerza revolucionario del país y probada vanguardia del proletariado. Del mismo modo, la modificación de la correlación de fuerzas internas, menos favorable; a la oligarquía y al imperialismo, confirma la causa de nuestro Partido y permite prever que el objetivo por el cual lucharon aquellos que en 1932 “intentaron el asalto al cielo”, esta más próximo y cuenta con la simpatía creciente de cientos de cientos de miles de salvadoreños.

Los 45 años de la lucha abnegada y valerosa del PCS, están llenos de enseñanzas y lecciones, las que deben ser estudiadas por comunistas y revolucionarios en general. Su vida es la historia de la revolución social en El Salvador; su teoría es la teoría más revolucionaria de la emancipación de la clase obrera y nuestro pueblo. Su rica experiencia conoce la utilización de las más diversas y variadas formas de lucha. No cabe ninguna duda, que la lucha del PCS es una escuela viva de comunismo, de lucha por la vigencia de los principios internacionalistas del proletariado y de militante solidaridad en la lucha de los diversos sectores y organizaciones populares del país.

De esas enseñanzas , ahora enumeramos las principales que deben tenerse en cuenta para el desarrollo ulterior del proceso revolucionario:

1. La lucha del proletariado salvadoreño en contra de su opresores, obtuvo un cambio cualitativo notable con el surgimiento del Partido Comunista, ampliando su perspectiva fuera de los marcos estrechos de la lucha puramente económico y concibiendo la necesidad de la toma del poder político, como condición para construir una vida mejor sin explotados ni explotadores.

2. El proletariado únicamente puede avanzar en la lucha cuando une las reivindicaciones económicas a los objetivos políticos y cuando cuenta con un Partido revolucionario intransigente frente a los revisionistas y oportunistas; lo mismo que, audaz y valiente contra la burguesía y sus instrumentos de poder.

3. El partido de la clase obrera, no puede cumplir su misión de vanguardia de la clase obrera, de dirigente y organizador de la revolución, si no posee y domina la teoría marxista-leninista, si no cuida de su pureza, sin convertirla en dogma.

El marxismo da al Partido la posibilidad de orientarse dentro de cada situación histórica determinada, ante un hecho o fenómeno social concreto; de descubrir sus nexos con los demás fenómenos y situaciones, de descubrir su esencia y prever la marcha y desenlace de los acontecimientos. El Partido del Proletariado que no domina la teoría marxista-leninista o la practica esquemática o dogmáticamente , vaga a tientas, se desorienta y, por tanto, se ve imposibilitado de dirigir a la clase obrera en sus luchas.

4. El Partido revolucionario del proletariado debe ser capaz de arrastrar tras de sí a los trabajadores y puede defenderse de los ataques de la burguesía, de todos sus intentos por destruirlo, únicamente cuando tiene fuertes vínculos con las masas, que le permita fortalecerse constantemente, escucharlas y aprender de ellas.

El Partido es invencible si sabe vincularse, aproximarse y hasta cierto punto si queréis, fundirse con las más grandes masas trabajadoras, en primer término con la masa proletaria, pero también con la masa trabajadora no proletaria” V. I. Lenin.

COMITE CENTRAL DEL
PARTIDO COMUNISTA DE EL SALVADOR

SAN SALVADOR, 28 DE MARZO DE 1975.