La cancin necesaria

El arte de trovar, la juglara, los cantores y las cantoras, la cancin de protesta, la cancin social, la cancin de pueblo, el canto nuevo, la cancin revolucionaria, la cancin comprometida, la cancin poltica, la cancin necesaria, la nueva cancin latinoamericana, la nueva trova; son conceptos que definen a un fenmeno artstico musical cuyo contenido estar caracterizado por elementos sociales, polticos, amorosos, patriticos, de hermandad entre pueblos, de humanidad, de paz en el planeta y de liberacin.

En realidad se trata de un arte que histricamente ha jugado un papel interesante en los diversos procesos culturales y polticos de los pases latinoamericanos y de otros pases. Para conocer cmo en la prctica social se fue definiendo esta corriente cultural, es preciso describir su historia, partiendo desde sus orgenes hasta nuestros das y analizar en forma breve los acontecimientos ms importantes.

La Cancin Necesaria en el tiempo histrico

Los antecedentes histricos del arte trovadoresco, reconocido como tal dentro de la historia de la cultura universal, se encuentran en la Europa del medioevo, en el siglo XI, especficamente en Provenza, antigua provincia del sudeste de Francia, extendindose desde all a otras regiones del pas, y tambin a Alemania, Espaa e Italia. Surge en el marco de las cruzadas, que por ser el fenmeno sociopoltico de mayor determinacin durante este perodo histrico, va a condicionar el carcter esencial del arte de trovar. Los protagonistas de dicho arte son los caballeros andantes, viva expresin del orgullo y la prepotencia en lo social y lo militar, que a travs de este arte exaltan el culto a la personalidad, al soberano, a Dios, al amor, el honor y lo heroico. Los reyes prncipes y seores de la corte se apoyaran en el contenido de los poemas para enfatizar y mostrar a la sociedad su identificacin con los valores ticos expuestos en ellos.

Es el tiempo del feudalismo, rgimen en el que los seores feudales conforman una clase social dominante que condiciona el arte de la poca, el cual no es ms que una expresin de la hegemona de los intereses de dicha clase. Sin embargo, se dan otras manifestaciones dentro de la misma esencia trovadoresca pero con “… motivaciones en la creacin, como fue el enueg, mucho ms representativo de la problemtica del juglar o trovador <>, que no perteneca a la nobleza”. Daz (1997)

En Amrica Latina el arte de trovar se inicia con la llegada del colonizador. Un aporte fundamental ser la introduccin de la guitarra, instrumento que va a enriquecer el cancionero popular latinoamericano. Se inicia as una simbiosis cultural que dar como resultado un trovador dotado de canto, poesa y sabidura popular y exaltar en sus composiciones a la mujer amada, a su tierra y un alto sentimiento por su patria. No obstante, los textos y la msica revelan la influencia de elementos forneos, europeos esencialmente. Hay un uso de imgenes literarias totalmente divorciadas del contexto social; sin embargo, en el transcurso del siglo XIX se irn produciendo cambios ms vinculados a la realidad, por tanto, ms autctonos.

Elementos caractersticos del oficio de juglar en Amrica Latina es posible encontrarlo hacia el siglo XVIII, en las pampas argentinas, regin habitada por los gauchos, personajes desarraigados cuya nica manifestacin artstica es la msica, el canto y la poesa. Estos gauchos poetas son los llamados payadores que significa coplero o tambin cantor popular y errante en Amrica del Sur. El payador continuar, a la manera de los antiguos juglares medievales, su recital de poemas como improvisador, con acompaamiento de guitarra, charango o tiple. El contenido de su canto es folclrico pero tambin se encuentra en sus textos temas de clara intencin social y poltica.

En Mxico, dentro del proceso de la Revolucin Mejicana, tambin es posible encontrar aportes significativos para la cancin poltica en Amrica Latina, escritas con ritmo de rancheras, corridos y guapangos. Canciones como Adelita, Valentina, El camino de Durango y Carabina treinta treinta, son apenas una muestra de todo un caudal de composiciones alusivas a la Revolucin.

Estados Unidos no escapa al influjo del movimiento de la cancin social. Como iniciador de este acontecimiento musical en dicho pas se reconoce a Joe Hill, obrero cantor, que particip en la creacin de sindicatos, para lo cual difunda canciones solidarias y de protesta. En 1915 fue fusilado por un delito que no cometi. Sus canciones fueron recopiladas en un libro titulado “Canciones para avivar las llamas del descontento”. Despus, hacia los aos 30, nuevos seguidores del modo de cantar creado por Joe Hill entran en escena; son ellos Woody Gutrie, Pete Seeger, Cisco Houston, Sony Terry y Huddy Ledbetter, quienes dan inicio a la fusin de la msica negra y blanca con cantos de amor y lucha. En 1941 surge un grupo llamado “Almanac Singer’s” que organizaba recitales para los obreros en las puertas de las fbricas y sindicatos; este grupo se desintegr, fue reorganizado y se rebautiz como People Song (Cancin de Pueblo), lo cual revela una clara intencin de compromiso de estos artistas con el pueblo.

Hacia los aos 1950 y 60, en el mbito internacional comenz a gestarse un movimiento de cancin folklorista con proyeccin social cada vez ms comprometida, al cual se denomin histricamente como oleada de la nueva cancin en el mundo.

En Estados Unidos, hacia los 60, se conoce una nueva generacin del canto social, es el caso de Jimmy Hendrix, Joan Bez, Malvina Reynolds, Bob Dylan y Simon and Garfunkel. Los temas de sus canciones abogaban por los derechos humanos y la paz en el mundo, condenaban la guerra de Estados Unidos contra Vietnam y exaltaban las luchas por la liberacin en frica, Asia y Amrica.

Por el mismo tiempo aparece en Barcelona (Espaa) la Nova Canc Catalana, un movimiento impulsado por Miguel Porter y Luis Serrahima en el que se agrupa a todos los trabajadores del arte con el objetivo de legalizar el uso de la lengua catalana. Entre los idelogos e idelogas del grupo se destaca la presencia de Joan Manuel Serrat, Mara del Mar Bonet, Delfi Abella, Guillarmina Mota y Raimon. Inspirado en este movimiento, pero no con el objetivo de reivindicar un idioma, Luis Eduardo Aute, inicia en Madrid un tipo de cancin que influira enormemente en los cantautores de Espaa y dara origen en 1968 al grupo “Cancin de Pueblo” como homenaje y respeto al People Song de Estados Unidos.

En la dcada del 60 en Amrica Latina, como consecuencia de la agudizacin de los conflictos sociales y del despertar de los pueblos del continente, comenz a gestarse un movimiento de cancin al que se denomin Nueva Cancin Latinoamericana. En el inicio el inters del Movimiento es ir al rescate del folklore, pero la excesiva represin y los frecuentes golpes militares hizo posible un proceso de radicalizacin en los autores, quienes, sin dejar de interesarse en los ritmos de cada pas, en adelante abordarn en sus textos el problema poltico-social.

El marco poltico que caracteriza este tiempo es el de las dictaduras militares y representa el inicio de una nueva etapa para la cancin social. Entre las fundadoras y fundadores de ese movimiento estn: Hctor Roberto Chavero (Atahualpa Yupanqui) de Argentina, Violeta Parra de Chile (folklorista / cantautora), Judith Reyes de Mxico, Edu Lobo y Joao Do Vals de Brasil. Mas adelante se incorporaran Daniel Viglietti y Alfredo Zitarrosa (folklorista / cantautor) ambos Uruguayos; Gloria Martn y Al Primera en Venezuela.

A finales de los 60 y a comienzos de la dcada del 70 la cancin de contenido social y poltico es un fenmeno con vida propia en Amrica Latina. Se reconocen los aportes y el trabajo de: Hctor Pavs y Vctor Jara en Chile; Facundo Cabral, Jorge Cafrune, Jos Larralde, Horacio Guaran (folklorista / cantautor) y Mercedes Sosa (cantora) de Argentina; de Argentina es tambin Bernardo Palombo, reside y canta en el estado de New York, en los Estados Unidos; Gabino Palomares, Oscar Chvez, Julio Solrzano, Guadalupe Trigo, Jos de Molina y el grupo los Folkloristas en Mxico; Venjo Cruz, Nilo Soruco, Luis Rico y los grupos Savia Nueva y Jharcas en Bolivia; el grupo Pueblo Nuevo en Ecuador; Milton Nascimento, Chico Buarque y Gilberto Gil de Brasil; Roy Brown, Andrs Jimnez (el Jbaro) y Lucecita Bentez de Puerto Rico; Tania Libertad y Susana Baca en el Per; Leonor Gonzlez Mina (La Negra Grande de Colombia) y la Moposina en Colombia; Carlos Meja Godoy, Luis Enrique Meja Godoy y Norma Elena Gadea en Nicaragua; los grupos Yolocamba-ita y Cutumay Camones en El Salvador; Sonia Silvestre y Ramn Leonardo en Repblica Dominicana (reside y canta en el pueblo de Lorens en el estado de Massachussets de los Estados Unidos)

En algunos pases centroamericanos como Nicaragua y El Salvador, la Cancin no slo cumplira con una actividad cultural de sensibilizacin social, sino que, adems de esto, las cantoras y cantores e integrantes de las agrupaciones musicales forman parte de los frentes guerrilleros, y en sus giras artsticas a otros pases cumplen funciones cual si fueran embajadores en la bsqueda de apoyo para la paz en sus pases y en Centroamrica. En otros casos se trata de cantores que se dedican al trabajo sindical o cultural o poltico o a la guerra de guerrillas como Venjo Cruz y Al Primera. Son autnticos intelectuales orgnicos de las clases dominadas.

Las formas meldicas parten del folklore y se apoyan generalmente en la guitarra, pero se van incorporando instrumentos autctonos como es el caso del charango y los instrumentos de viento del altiplano. Los textos, sin descuidar lo folklrico, lo vivencial y lo humano, tienen un marcado acento poltico y antiimperialista pues se abordan temas que denuncian la explotacin de los obreros; el saqueo de los recursos naturales minerales y agrcolas por parte de las transnacionales; la tenencia de la tierra en manos de los terratenientes; el derecho de las comunidades indgenas a poseer sus territorios; tambin se tocan temas que exaltan el amor entre los pueblos, la libertad y la propuesta de la unidad latinoamericana.

(Servicio Informativo Ecumnico y Popular SIEP, comparte con nuestros lectores parte de un importante trabajo del cantautor venezolano Carlos Ruiz, quien recientemente nos visit en El Salvador en el marco de la conmemoracin 25 aniversario del martirio de Monseor Romero.)

Jess nos abre las puertas del compromiso poltico

Los Evangelios fueron escritos en un ambiente de represin y persecucin poltica contra el Movimiento Popular de Jess de Nazaret. Los imperios a lo largo de la historia de la humanidad siempre han utilizado la represin de sus opositores para asegurar su poder. La Palestina de Jess no fue la excepcin. El imperio romano fue un imperio cruel y sanguinario.

En Palestina, el imperio romano a la vez que permiti la presencia de un gobernante ttere, de nombre Saca, perdn, Herodes, garantizaba con sus legiones de soldados y sus ejecuciones, la estabilidad poltica y su dominacin. La cruz de madera era el castigo que aguardaba a aquellos que osaban rebelarse contra la voluntad del Cesar y sus sirvientes locales.

Y an as no lograron los norteamericanos, perdn, los romanos, doblegar el Espritu de resistencia del pueblo judo. La lucha por la justicia y la independencia siempre termina rompiendo las cadenas del temor. La luz de la esperanza siempre logra filtrarse por los barrotes de las crceles. Los sueos al final transforman las realidades. Los oprimidos escucharon y comprendieron que su liberacin estaba cerca. Aqu radica el corazn del mensaje de Jess de Nazaret.

Como nos ensearon los mismo romanos, guta cava lapida. La gota rompe la piedra. La gota de los humildes, cada marcha, cada manifiesto, cada puo alzado, cada charla, cada reunin, termina por romper la piedra de la dominacin de los poderosos. En esto consiste la historia de la salvacin, perdn, de la revolucin.

La represin del imperio romano y la resistencia del pueblo judo, fueron las experiencias fundantes del compromiso poltico de las primeras comunidades cristianas, que proclamaron con fuerza, que por encima del Cesar romano se encontraba el Seor Jess, el rebelde crucificado que resucit al tercer da y subi a los cielos. El rebelde de rebeldes. El subversivo de subversivos. El agitador de agitadores. El rey de reyes. El Mesas esperado. El organizador y maestro popular.

La resistencia popular contra el imperio de estas primeras comunidades, se sostuvo y creci sobre la base de la fe en Jess como Seor y Liberador. A partir de esta conviccin de fe se construy la esperanza en un mundo nuevo, con valores nacidos en la lucha, con una espiritualidad de la resistencia, a esto se le llam el reino de Dios, una sociedad superior a la sociedad esclavista, clasista, racista, sexista, egosta, del imperio romano. Esta ruptura con la ideologa dominante no fue un proceso sencillo, lineal, fueron momentos muy difciles.

Este texto nos permite asomarnos a esos momentos iniciales. Acompaamos a estas primeras comunidades en sus temores y desafos. Es una lectura que se comprende con mayor facilidad desde la experiencia de la represin del imperio, desde el horizonte de la resistencia popular, desde el compromiso poltico con la revolucin, desde la perspectiva de una iglesia necesaria.

Nos informa Juan:“la tarde de ese mismo da, el primero de la semana, los discpulos estaban a puertas cerradas por miedo a los judos. Jess se hizo presente all, de pie en medio de ellos”El entorno es de represin. Acaban de crucificar a Jess. Los discpulos estan escondidos. Estan encerrados. Estan atemorizados. Guardan silencio. Estan derrotados. Cuando el enemigo nos impone el silencio es que hemos sido derrotados. La palabra es la seal de que estamos resistiendo. Los discpulos haban sido silenciados, haban cerrado sus corazones a la esperanza.

Me acuerdo la primera vez que me enfrente a la muerte por represin. Fue en abril de 1974. Llegue a un local sindical donde nos reunamos, la FUSS, llamada tambin 6-30, sobre la Avenida Cuscatlan. Los observe nerviosos. Algunos lloraban. Me entere que haban matado a un sindicalista, militante comunista, Jorge Alberto Moran Cornejo, su cadver lo haban tirado al ro Acelhuate. Un par de veces lo salude.

Me dio mucho miedo. Pens en salir huyendo. Me sent impotente, derrotado, silenciado, como los discpulos. Al final me quede. Fuimos a ver donde lo haban matado. Hicimos un boletn de denuncia y salimos a repartirlo. Lo velamos y lo enterramos con una grandiosa marcha para un digno martr popular. Luego vinieron muchos ms muertos, y tambin mucha ms resistencia.

Me acuerdo tambien que en los momentos ms difciles de la represin, en los setentas, cuando la dictadura militar, bajo Estado de Sitio, bajo Ley Marcial, salamos por las noches a hacer pintas en las paredes, y superando el miedo, gritbamos con la fuerza de nuestras manos locas: gobierno asesino!

El miedo es natural, ayuda a protegernos. Pero el seguir a Jess, el compromiso poltico de seguir a Jess, pasa en nuestros pases ineludiblemente por vencer el miedo y recuperar la dignidad de gritar. El grito por la justicia es una seal divina. La protesta social es historia de salvacin.

Regresando al texto. En esta situacin de derrota estratgica Jess se hace presente. Jess no se ausenta, no se pierde en los cielos. Jess siempre nos acompaa, en las buenas y en las malas. Estaban los discpulos encerrados y con temor, y Jess se aparece de pie, en medio de ellos. Jess llega de pie, con dignidad, con la frente en alto, erguido. Su sola presencia inspira confianza, respeto, seguridad, cario. Es la experiencia de la comunidad de fe, de la comunidad de vida, de la comunidad de lucha. No estaban solos.

Nosotros como iglesia hemos vivido esta experiencia de la presencia de Jess muchas veces, cuando se acompaa a las luchas populares la presencia de Jess es muy intensa, cotidiana. Jess nos da la fuerza y nos indica el camino. Jess les dice a sus militantes: la paz este con ustedes. Es un saludo subversivo. Los tenan acorralados, los buscaban para matarlos, estaban derrotados y Jess les dice: la paz este con ustedes. Jess es nuestra paz. Y luego los enva a la misin. Los enva a la revolucin. Los enva a construir iglesia, a organizar, a educar, a movilizarse contra el imperio.

En febrero del 2001, una tarde con mi amigo Ricardo venamos de una reunin, cuando escuchamos gritos cerca de la 49 avenida, decidimos ir a ver que pasaba, era una marcha de familias campesinas, muy pobres, que venan a pedir comida al COEN, y la PNC no los dejaba pasar, y ante sus insistencia, los antimotines empezaron a reprimir, vimos como le disparaban a una anciana. Y llegamos y exigimos respeto a sus derechos.

Los antimotines nos apuntaban con sus fusiles y la gente nos miraba sorprendida. Nuestra presencia les dio a la gente seguridad y empezaron a gritar con ms fuerza. Tenamos miedo, estabamos orando y sentimos la presencia del Espritu de Jess dndonos fuerza, hicimos la denuncia. Fuimos iglesia, discpulos de Jess, militantes del reino. Nunca lo olvidaremos. Vimos la gloria de nuestro Seor en los rostros curtidos y dignos de esas familias campesinas.

La lucha por la justicia, por los derechos humanos, por la dignidad de nuestros pueblos es la expresin de la voluntad divina de que “tengamos vida y la tengamos en abundancia.” Jess nos abre las puertas del compromiso poltico con la paz y la justicia. Jess nos abre las puertas de su reino. Amn.

Rev. Roberto Pineda, Iglesia Luterana Popular de El Salvador

San Salvador, 9 de abril de 2005

Indiferencia del Papa frente al desesperado pedido de auxilio de Oscar Arnulfo Romero

“En El Salvador no existe un conflicto entre el pueblo y el gobierno como quieren hacer creer muchos funcionarios. Existe un conflicto entre el gobierno y el pueblo, un pueblo que est sufriendo muchos horrores, y la Iglesia y sus pastores tienen que estar con l”.

Esas fueron las palabras de moseor Oscar Arnulfo Romero cuando en Roma se entrevist con el entonces flamante papa Juan Pablo II, quien ni siquiera se detuvo a mirar los informes, las fotografas y las copias de las cartas enviadas por el arzobispo de San Salvador, en su desesperado pedido de auxilio para detener la matanza del pueblo salvadoreo murieron 70 mil personas a manos del ejrcito, la Guardia y los escuadrones de la muerte.

Aquella noche de agosto de 1979, cuando conoc a monseor Romero, a quien haba llegado a entrevistar al arzobispado de San Salvador, se poda percibir la tristeza provocada por la indiferencia del nuevo jerarca catlico, despus de haber hecho enormes esfuerzos para llegar a Roma, porque “crea que algunas manos negras impedan que cartas e informes llegaran a destino”.

Cuando entr a la habitacin vena de una misin pastoral, nada menos que salvar a nios cuyos padres haban sido asesinados esa tarde por el ejrcito salvadoreo y los paramilitares. Traa a un pequeo en sus brazos y otros, temblando por la lluvia y la tormenta de ese da, se colgaban de su sotana mojada.

As como estaba se sent para contar, con la voz cargada de tristeza, las penurias de su pas. “De todo esto quera hablar con el Santo Padre”, deca sealando a los refugiados, a los sobrevivientes de las matanzas. Durante aquella entrevista recibi siete amenazas telefnicas.

No quera hablar con el Papa de las amenazas en su contra, sino de “los crmenes cometidos contra un pueblo indefenso”. Quera hablar de los sacerdotes asesinados en el pas en los ltimos aos, como Rutilio Grande, Ernesto Barrera, Octavio Ortiz Luna Rafael Palacios, y Alirio Napolen Macas. “Fueron asesinados porque estaban haciendo lo que deban, estaban cumpliendo su misin con los pobres y los desamparados”, dijo.

Eso quiso explicarle a Juan Pablo II en sus cartas. Luego haba ido a Roma y se encontr con la imposibilidad de ver al Papa a travs de los canales normales del Vaticano. Casi obligado a regresar a su pas, recurri a una accin desesperada, que fue la de mezclarse con los fieles para contactar al jefe de la Iglesia.

Buscaba una palabra de justicia para el pueblo salvadoreo, y slo encontr indiferencia. Esa indiferencia que alent a sus asesinos el 24 de marzo de 1980.

Un domingo en que el Papa baj al gran saln para la audiencia general, logr colocarse en primera fila y cuando Wojtyla lo salud, le retuvo la mano para implorarle una audiencia.

Llevaba en sus manos las pruebas del horror. Pero su primera sorpresa fue un regao de Juan Pablo II por lo “voluminoso” que era el material que traa. Mara Lpez Vigil, quien escribi un libro sobre monseor Romero, cuenta que el Papa le dijo al arzobispo salvadoreo: “Ya les he dicho que no vengan cargados con tantos papeles!”

Ni siquiera quiso mirar las fotografas de los sacerdotes asesinados. Recuerda Lpez Vigil que monseor Romero insisti sobre el caso de la vctima ms reciente, el padre Octavio Ortiz. “Yo lo orden y saba de todos los trabajos en que andaba. El da aquel estaba dando un curso de evangelio a los muchachos del barrio… nos lo mataron diciendo que era un guerrillero.”

“El Papa mira fijamente la foto y no pregunta ms. Mira despus los empaados ojos del arzobispo Romero y mueve la mano hacia atrs, como querindole quitar dramatismo Y acaso no lo era? contesta”.

Monseor Romero quera mostrar otras fotos. Nada quiso ver el Papa, que slo habl para recordarle que su papel como arzobispo era mantener buenas relaciones con el gobierno. Romero volvi a El Salvador. En aquella entrevista, pareca implorar que alguna luz iluminara a Juan Pablo II. Todava esperaba.

Francisco Flores, humillado, retira candidatura para la OEA

SAN SLVADOR, 8 abril de 2005 (SIEP) Diversos sectores sociales reaccionaron con una inmensa alegra ante el anuncio esta noche del retiro de la candidatura de Francisco Flores para la secretara general de la OEA. Un Francisco Flores, humillado, triste, despojado de su tradicional prepotencia apareci en la televisin para informar sobre el retiro de su candidatura.

“Lo logramos. Evitamos como pas la vergenza de tener un salvadoreo expresidente, que iba dedicarse a atacar a Cuba y Venezuela, un salvadoreo que iba a estar siempre arrodillado ante la voluntad del imperio norteamericano” opin el pastor luterano Rev. Roberto Pineda.

Agreg que “como Bloque Popular Social, desde que se conoci a candidatura de Flores realizamos mltiples actividades, nos hemos movilizado, fuimos a la Asamblea Legislativa, hemos visitado embajadas, incluso hemos visitado a senadores y congresistas norteamericanos para explicar nuestra oposicin. Hemos logrado una importante victoria. La hicimos. Antonio Saca fracas en su intento de imponer a Flores en la OEA.”

“Hemos observado –puntualiz Pineda- a un Francisco Flores humillado, nos informan que incluso Saca le retiro su apoyo al conocer la correlacin que beneficiaba al chileno Insulza, incluso Roger Noriega le retiro su apoyo, al final Flores se quedo solo. Mal paga el diablo a quien bien le sirve, dice la sabidura popular”

“Hoy aparece Flores balbuceando explicaciones incoherentes, que renuncia por la unidad de Mesoamrica, cuando todos sabemos que lo haca por ambicin personal y con el fin de seguir siendo empleado del gobierno norteamericano y que renuncia presionado, no queran otro corrupto, no queran otro servil”indic el religioso luterano.

Finalmente subray que “como Bloque Popular Social vamos a celebrar esta victoria. Los Estados Unidos no lograron imponer su voluntad. Son tiempos nuevos. Se esta configurando un bloque de pases que no se someten a los dictados de Washington. La misma OEA va a reflejar estos cambios. Estamos avanzando.”

Bloque Popular Social respalda demanda de Procuradora sobre el 347

SAN SALVADOR, 7 DE ABRIL DE 2005 (SIEP) Diversos sectores populares entre los que se encontraban el Bloque Popular Social (BPS) la Asociacin General de Empleados Pblicos y Municipales (AGEPYM), la Coordinadora Sindical de Trabajadores Salvadoreos (CSTS) y Bases Magisteriales, entre otros, manifestaron esta maana su respaldo a la demanda de inconstitucionalidad presentada por la Procuradora Dra. Beatrice de Carrillo, ante la Corte Suprema de Justicia.

La demanda de inconstitucionalidad presentada por la Procuradura para la Defensa de los Derechos Humanos (PDDH) es contra el decreto legislativo No.347 del 15 de junio del 2004, que reform los artculos 104 literal b y 200 literal b, de la Ley del Sistema de Ahorro para Pensiones (Ley SAP).

Estos artculo modificados expres la Dra. de Carrillo “se refieren a los requisitos que deben de cumplir las personas afiliadas al Sistema de Ahorro para Pensiones, para tener derecho a una pensin por vejez.”

Agreg que “con la reforma aludida s suprime el derecho de las personas a jubilarse, independientemente de la edad que tengan la momento de completar un periodo de treinta aos de cotizaciones continuas o discontinuas al Sistema de Ahorro para Pensiones.”

“Por tanto- indic- se restringe la libertad de las personas de ejercer el derecho a una pensin por vejez al cumplir con el requisito de .los treinta aos de cotizacin, con autonoma de la edad que tenga la persona que desea acceder al derecho a jubilarse.”

“Exhorto a la Honorable –finaliz- Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia a que, a partir de la defensa d la constitucionalidad de las leyes, decretos y reglamentos, declare y resuelva a favor de la demanda que como titular de la Procuradura para la Defensa de los Derechos Humanos he interpuesto este da.”

Por otra parte, la dirigente ambientalista Gloria Ricas, present, a nombre del Bloque Popular Social una pieza de correspondencia ante la Asamblea Legislativa exigiendo que se “decrete un aumento general del salario mnimo para los trabajadores del campo y la ciudad, pblicos y privados.”

Asimismo que “se establezca un sistema de subsidio para los transportistas que permita evitar el aumento al pasaje, medida que de realizarse vamos a rechazar en las calles porque la paciencia de este pueblo ya se esta agotando ante tanto atropello de este gobierno neoliberal de Antonio Saca.”

La pieza de correspondencia cont con el apoyo del diputado Humberto Centeno del FMLN, quine expres que “apoyamos esta iniciativa de nuestros amigos del Bloque Popular Social, ella refleja una preocupacin generalizada de la ciudadana ante el aumento drstico de los precios de la canasta bsica popular.”

Tambin el diputado Salvador Arias del FMLN opin sobre la necesidad de “luchar por una Poltica de Ingresos Justa para la poblacin trabajadora, que incluya un salario justo, empleo adecuado, control sobre tarifas de servicios pblicos, sistema de subsidios y gratuidad de educacin y salud.”

En solidaridad con la lucha del pueblo colombiano por la paz

El Captulo de El Salvador del Congreso Bolivariano de los Pueblos, preocupado por el incremento de la represin contra el movimiento social colombiano y la negativa del gobierno de Alvaro Uribe de reanudar las conversaciones de paz con las fuerzas insurgentes, manifiesta ante la opinin pblica nacional e internacional lo siguiente:

1. Consideramos que la heroica lucha que desarrolla el pueblo colombiano por su autodeterminacin, forma parte integrante de las luchas latinoamericanas y caribeas por la independencia y el progreso social. Es por lo tanto nuestra lucha.

2. Condenamos la poltica entreguista del gobierno de Alvaro Uribe, que se arrodilla ante la voluntad del imperio norteamericano y desata una criminal guerra de contrainsurgencia contra el pueblo colombiano. Son miles las vctimas de esta guerra de exterminio.

3. Rechazamos la presencia de fuerzas norteamericanas, enviadas por el gobierno guerrerista de George Bush, que bajo el pretexto de combatir el narcotrfico con el Plan Patriota, estan en realidad invadiendo el territorio colombiano con asesores militares.

4. Exhortamos a los sectores progresistas y democrticos latinoamericanos y caribeos, a duplicar los esfuerzos de solidaridad y cooperacin con la heroica resistencia del pueblo colombiano.

5. Hacemos un llamado a conmemorar este 8 de abril el martirio del dirigente popular colombiano Jorge Elicer Gaitan que con su ejemplo de dignidad y resistencia, nos sigue convocando a la lucha por la democracia, la justicia y la paz.

Como organizaciones sociales y polticas, comprometidas con una visin bolivariana, que integramos en El Salvador el Congreso Bolivariano de los Pueblos manifestamos:

1. Nuestro respeto y admiracin por la lucha tenaz que realiza el pueblo colombiano por la defensa de los derechos humanos, la paz y la justicia social. Estamos con ustedes.

2. Nuestro respaldo a la lucha por una salida poltica al conflicto armado colombiano por medio del dilogo y la negociacin.

3. Nuestro llamado a realizar acciones en todos los pases en solidaridad con el pueblo colombiano.

4. Nuestro compromiso con la denuncia a las sistematicas violaciones que comete el ejercito y los paramilitares colombianos contra la poblacin civil.

El espritu de lucha de nuestros mrtires Jorge Elicer Gaitan y de Monseor Romero unifican los esfuerzos de nuestros pueblos hermanos, el colombiano y el salvadoreo, por lograr la paz y la independencia, la justicia y una verdadera democracia.

Viva la amistad entre el pueblo colombiano y salvadoreo!

Viva la justa lucha del pueblo colombiano!

Alto a la represin contra las comunidades campesinas en Colombia!

Captulo de El Salvador del Congreso Bolivariano de los Pueblos

San Salvador, 7 de abril de 2005

Frente a la crisis energtica: exigimos aumento del salario mnimo y subsidio para transportistas!

Diputados/Diputadas

Asamblea Legislativa

Presente.

El Bloque Popular Social, integrado por organizaciones campesinas, comunales, religiosas, sindicales, indgenas, estudiantiles, ambientalistas, y de excombatientes, alarmado e indignado por la actitud irresponsable del gobierno de Antonio Saca frente al aumento vertiginoso de los precios de la canasta de consumo popular y la amenaza que estos incluyan un aumento al pasaje del transporte pblico, se dirige ante esta Asamblea Legislativa con las siguientes valoraciones y recomendaciones:

Valoraciones:

1. La crisis energtica esta golpeando fuertemente a los sectores populares, aumentando drsticamente el costo de la vida. El aumento al pasaje del transporte pblico va a rebasar la paciencia de este pueblo.

2. El gobierno tiene la obligacin constitucional de garantizar el bienestar de la poblacin y de tomar medidas que eviten el incremento del pasaje del transporte pblico.

3. La crisis energtica es el resultado de nuestra dependencia de las grandes corporaciones internacionales, que se lucran del sacrificio de nuestro pueblo.

4. Este es un problema de pas que debe ser abordado con seriedad y no dejado a la voluntad de las fuerzas del mercado. Hay que tomar medidas.

Recomendaciones:

1. Que esta Asamblea Legislativa decrete un aumento general del salario mnimo para los trabajadores del campo y la ciudad, pblicos y privados.

2. Que esta Asamblea Legislativa decrete un sistema de subsidios para los transportistas que permita evitar el aumento al pasaje.

3. Que la Asamblea Legislativa convoque de urgencia a la Ministra de Economa para que explique las medidas que esta desarrollando para enfrentar esta crisis energtica.

4. Que se exploren las posibilidades de diversificar nuestras exportaciones de petroleo, incluyendo compra a menor costo en mercados como Venezuela e Irn.

Como Bloque Popular Social advertimos al gobierno de la Repblica y explicamos ante esta Asamblea Legislativa que no se puede seguir jugando con la paciencia de este pueblo sufrido y marginado. La paciencia se esta agotando ante tantos atropellos y medidas antipopulares, ante tanto aumento de la luz, del agua, de los telefonos, etc. Los sectores populares vamos a empezar a movilizarnos y a luchar por nuestro derecho a una vida digna.

San Salvador, 7 de abril de 2005

Coordinacin Nacional del Bloque Popular Social de El Salvador.

Lo que pas con el Papa en Nicaragua

BIENVENIDO A LA NICARAGUA LIBRE GRACIAS A DIOS Y A LA REVOLUCION deca una gran manta en el aeropuerto cuando lleg el Papa. Si Juan Pablo II la ley, ella le habr dado ms disgusto del que ya llevaba adentro. Analistas religiosos en Espaa observaron que estuvo muy efusivo y carioso en toda su gira por Centroamrica, acarici a los nios, salud a un jovencito o alguna jovencita y algn lisiado, pero no estuvo as en Nicaragua, sino que all se mantuvo muy serio y muy rgido, sin ninguna espontaneidad afectiva, ningn gesto que no fuera controlado. Y eso que fue antes del bochorno que iba a acontecer durante la misa campal en la plaza.

De las primeras cosas del Papa cuando pis suelo nicaragense fue la humillacin pblica que me hizo en el aeropuerto enfrente de todas las cmaras de televisin. Aunque no me cogi de sorpresa porque estaba preparado para ello.

El Nuncio ya me haba advertido que eso poda pasar. El Papa no quera que ninguno de los sacerdotes en el gobierno estuviera recibindolo en el aeropuerto. Pero solo a m se aplicaba eso. El padre Escoto, que era canciller, tena que estar en una reunin de cancilleres en Nueva Delhi. Fernando, mi hermano, que despus fue Ministro de Educacin, no lo era entonces, sino que era un dirigente de la Juventud Sandinista. El padre Parrales, otro de los del Gobierno, tena un cargo diplomtico en Washington. Slo yo, como miembro del gabinete, deba estar presente en el recibimiento. Les dije a los de la Direccin Nacional que no tena ningn inters de estar all, y que mejor me negociaran por cualquier otra cosa. Porque para la venida del Papa todo era negociacin. Quin subira a la escalerilla del avin para bajar con su Santidad. Si se quitaba el mural de los fundadores del Frente Sandinista que iba a quedar por encima de la cabeza del Papa ( no se quit). Hasta lo ms nimio se discuta. Porque parece que cuando viaja un pontfice nada es nimio. Y en cuanto a m, la Direccin Nacional no cedi. Dijeron que deba estar all, porque adems de ser miembro del gabinete era una gloria nacional.

Se amenaz con que en ese caso el Papa no vendra a Nicaragua. Pero haca poco el presidente Reagan haba visitado todos los pases de Centroamrica saltendose Nicaragua, y para el Papa era muy feo repetir lo mismo. Al final el gobierno propuso una solucin: el Papa pasara saludando de lejos a los ministros, y as no tendra que encontrarse conmigo. El cardenal Silvestrini, que era el segundo de la Secretaria de Estado, en la que el cardenal Casaroli era el Secretario, vino una semana antes para afinar los ltimos detalles, y dijo que esa era una solucin genial, y que as se hara. Pero el Papa lo dispuso de otro modo.

Despus de todos los saludos de protocolo, incluyendo los de guardia de honor y la bandera, el Papa le pregunt a Daniel que lo llevaba del brazo si poda saludar tambin a los ministros, y naturalmente le dijo que s; y se dirigi a nosotros. Flanqueado por Daniel y el cardenal Casaroli fue dando la mano a los ministros, y cuando se acerc a donde m hice lo que en ese caso haba previsto hacer, alertado ya por el Nuncio: y fue quitarme reverentemente la boina, y doblar la rodilla para besarle el anillo. No permiti l que se lo besara, y blandiendo el dedo como si fuera un bastn me dijo en tono de reproche: “Usted debe regularizar su situacin”. Como no contest nada, volvi a repetir la brusca admonicin. Mientras enfocaban todas las cmaras del mundo.

Un periodista del Atlantic Monthly escribi que yo le cont que mi mam, dolida por el incidente, me haba dicho: “Yo crea que te tratara como un padre”, y yo le contest: “Me trat como un padre, pero no como una madre”. Francamente no me acuerdo de eso.

Me parece que todo esto fue bien premeditado por el Papa. Y que las cmaras de televisin estaban sobre aviso. El hecho es que esta imagen fue difundida por el mundo entero, y lo sigue siendo todava: ahorita mismo, 19 aos despus me informan que la han vuelto a sacar con motivo de unos recientes viajes del Papa.

En aquella ocasin el norteamericano Blase Bonpane escribi una carta abierta al Papa dicindole que era un escndalo lo que haba hecho conmigo, y que me deba pedir perdn pblicamente. Y le reclam que al mismo tiempo que a m se me hubiera hecho ese rechazo en Nicaragua, en El Salvador se hubiera abrazado con el asesino de Monseor Romero.

En realidad era injusta la reprimenda del Papa, porque yo tena regularizada mi situacin con la Iglesia. Los sacerdotes con cargos en el gobierno los tenamos con autorizacin de los obispos, y ellos haban hecho pblica esa autorizacin. ( Hasta despus fue que el Vaticano nos prohibi tener esos cargos).

Y la verdad es que lo que ms le disgustaba al Papa de la revolucin de Nicaragua es que fuera una revolucin que no persegua a la Iglesia. El hubiera querido un rgimen como el Polonia, que era anticatlico en un pas mayoritariamente catlico, y por lo tanto impopular. Lo que menos quera era una revolucin apoyada masivamente por los cristianos como la nuestra, en un pas cristiano, y por lo tanto una revolucin muy popular. Y lo peor de todo para l que fuera una revolucin con sacerdotes!.

No era as la posicin del cardenal Casaroli, el Secretario de Estado. Yo haba sido recibido por l en el Vaticano, tal vez como un ao antes. Su ornamentado despacho estaba exactamente debajo del despacho del Papa, en un piso ms abajo. Comenz dicindome que yo saba la posicin del Vaticano con respecto a los sacerdotes en los puestos de Gobierno; pero que l crea que Nicaragua poda ser una excepcin, porque era una cosa nueva; el sola decir en el Vaticano: “En Nicaragua todo es nuevo”. Me pregunt por Solentiname, y cuando le dije que deseaba renunciar para volver all, vi la preocupacin en su rostro. Me dijo que una decisin de esa clase no deba hacerse con ligereza; deba ser pensada bien y consultada. Vi que le impresion, y como que era algo en lo que no haba reparado mucho, cuando le dije que los cargos de los sacerdotes en la revolucin no eran meramente honorficos, sino de los ms fundamentales en una revolucin. El de canciller era el ministerio ms importante en un gobierno, como era el suyo de Secretario de Estado. A Fernando le haban encomendado la formacin de la juventud, que era el futuro de la revolucin. El de Cultura era el ministerio ideolgico de la revolucin: encargado de las publicaciones, literatura, cine, teatro, artes plsticas, msica, bibliotecas, casas de cultura. Y me volvi a decir que mi ida a Solentiname deba ser bien meditada. Tambin a l lo que ms le gustaba era dar clases de filosofa, pero deba renunciar a eso por el trabajo que le haba tocado hacer en el Vaticano. Me dijo que el marxismo lo conoca bien, porque haba sido nuncio en los pases socialistas por 8 aos, y que l no tendra objecin a un marxismo que exigiera tener que ser ateo, y le dije que se era el marxismo de la revolucin de Nicaragua.

La noche antes de la gran misa del Papa en Managua, en la misma plaza, y mientras se hacan en ella los ltimos arreglos de la misa, gobierno y pueblo celebraron juntos los funerales de 17 muchachos de colegio que haba sido matados por la contra. Fue ste el primer ataque fuerte de la contra en Nicaragua; todava no se haba conformado el ejrcito y la defensa la hacan los jvenes, que no tenan mucha experiencia militar ni buenas armas ( cuando los atacaron ni siquiera haban colocado postas). La sangre estaba fresca en ese lugar, y se esperaba all del Papa al menos una palabra a favor de la paz.

En los otros pases de Centroamrica que visit el Papa la concurrencia fue de 75000 a 100000 personas !pero en Managua fueron 700000! Haban viajado das para ver y escuchar al Papa. Vinieron de cada rincn del pas en camiones repletos. Toda Managua estaba llena de esos camiones transportando gente. Las masas estaban desde muy temprano en la maana aguantando el sol abrazador de todo el da. Se haba decretado da feriado para la venida del Papa y se dispuso transporte gratis en todo el pas, hasta desde los sitios ms remotos.

En todas partes se hicieron comisiones con la autoridad civil, la autoridad militar y el cura del lugar, para facilitar el viaje a todo el que quisiera ir a Managua, y para dar el transporte ms cmodo a las personas de ms edad o con algn impedimento; lo que cost ms de $50000 a la empobrecida Nicaragua. El gobierno hizo todo lo posible para que la plaza de Managua, en la misa del Papa, se llenara de gente; porque llenarse de gente sera llenarse de revolucionarios.

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>As fue que en la plaza hubo 700000 personas. Nicaragua tena entonces 3 millones de habitantes, y eso quera decir que una cuarta parte de la poblacin estaba all presente. Tambin la derecha acarre por su parte lo ms que pudo de gente, y stos fueron unas 50000 personas lideradas por el padre Carballo, que entraron a la plaza desde la noche antes y ocuparon los lugares de adelante.

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>Nos extrao que el Papa en su discurso en el aeropuerto hablara de aquellos impedidos de llegar a su encuentro como hubieran querido. Lo que repiti varias veces durante la misa. Y pona un nfasis perverso en cada slaba, para que se entendiera bien que eran muchos a los que no se les haba permitido llegar. Acaso podan haber llegado ms de las 700000 personas? Y como los discursos los traa escritos, y haban sido hechos en Roma, cmo es que ya saban desde antes que eran muchos a los que se les impidi llegar?

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>El sudor nos empapaba a todos al comenzar la tarde de aquel 4 de marzo de 1983, pues marzo es uno de los dos meses ms calientes de Nicaragua, y la temperatura puede haber sido de ms de 40 grados: pero nadie sospechaba que los nimos se iban a caldear mucho ms que esos 40 grados durante la misa del Papa.

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>Sorpresivamente la misa comenz con una alocucin del arzobispo Obando. Tanto que se esforz la revolucin en colmar esa plaza de gente, y fue para que a esa gente le hablara ahora el archienemigo de la Revolucin. En todas las negociaciones previas, en las que hasta lo ms nimio se discuti, no se haba contemplado que monseor Obando hablara. Y Obando dio la bienvenida al Papa comparando su llegada a Nicaragua a la visita que una vez Juan XXIII haba hecho a una crcel a Roma. Me choc esa comparacin de Nicaragua con una crcel, pero ms me choc el aplauso de toda la plaza. Era que todo el pueblo se haba volteado contra nosotros?

Las lecturas de la misa no fueron inocentes. Se vea que haban sido escogidas exprofesamente contra los sandinistas. Del Antiguo Testamento fue ledo lo de la Torre de Babel: los hombres que se quisieron igualar a Dios. Del Nuevo, lo del Buen Pastor: solamente Cristo lo es; los otros son ladrones y salteadores.

El tema de la homila papal fue el de la unidad de la Iglesia, lo que quera decir un ataque a la llamada “Iglesia Popular”, o tambin “ Iglesia paralela”: los cristianos revolucionarios a los que se nos acusaba de querer destruir esa unidad.

Fernando y yo estbamos sentados juntos en la tribuna del gobierno, y poco antes de que empezara la misa lo llam Daniel Ortega. Era para que les dijera a un grupito de telogos que estaban listos a asesorar en caso de una emergencia, que no haba nada que temer, que haban ledo la homila del Papa y que no sera conflictiva. Pero resulta que no pareca conflictiva para quien la leyera rpidamente, pero s lo era pronunciada por el Papa. La agresividad no estaba en las palabras sino en el tono acusatorio en que eran dichas y aun gritadas a veces. Una cosa era pasar los ojos por un texto al parecer inocuo, y otra orlo vociferado por el Papa.

Era evidente que el Papa odiaba la revolucin sandinista. Y haba llegado a Nicaragua a pelear. Lo desconcertante era que en cada final de frase la plaza estallaba en aplausos y vivas al Papa. Hubo un momento en que pens que la revolucin se vena abajo. Me dije que de seguir eso as, a todos los de esa tribuna del gobierno nos iba a tocar hacer maletas esa tarde. Pero entonces es que cesaron los grandes aplausos; los que aplaudan ya eran slo los 50000 que haba acarreado el padre Carballo, y el resto de la plaza comenz a protestarle al Papa.

Despus me enter que la orientacin de la revolucin en todo el pas haba sido de no decir ninguna consigna poltica, tan slo gritar vivas al Papa y aplaudir lo que dijera. Se pensaba que lo que dira sera de carcter personal; eso haba asegurado repetidas veces el Vaticano.

Si uno ve los vdeos de la misa puede comprobar que hubo un cambio progresivo en la gran mayora de la plaza, dejando de aplaudir primero, y protestando ms y ms despus, conforme se van dando cuenta que el Papa al hablar de la Iglesia esta hablando contra la revolucin y contra los cristianos y los sacerdotes de la revolucin. Y que por lo tanto no fue como muchos dijeron despus, un ataque al Papa hecho premeditadamente por la revolucin; sino que el Papa atac primero a la revolucin, el pueblo se mantuvo confuso y dudoso como veinte minutos, y despus reaccion contra el Papa.

Repetidas veces el Papa haba dicho que Nicaragua era su “segunda Polonia”. Y se fue un gran error, porque Nicaragua no era Polonia. El crea que haba un rgimen impopular, rechazado por la gran mayora cristiana, y que su presencia beligerante provocara una sublevacin del pueblo contra los comandantes de la Direccin Nacional y la Junta de Gobierno que estaran presentes en la plaza. Que bastaba que l hablara contra la revolucin sandinista, y tendra el respaldo masivo de esa plaza. Y el Papa lleg a Nicaragua a desestabilizar la revolucin. Si el Papa no hubiera estado equivocado, la noticia mundial de ese da habra sido que el pueblo de Nicaragua rechazaba la revolucin. Y ciertamente ese hubiese sido el derrumbe de la revolucin sandinista, como yo lo llegu a temer esa tarde. Pero como el pueblo defendi su revolucin y rechaz al Papa, la noticia mundial fue “el agravio que se hizo al Papa en Nicaragua”.

El pueblo le falt el respeto al Papa, es verdad, pero es que antes el Papa le haba faltado el respeto al pueblo.

Primero las madres de los 17 muchachos muertos comenzaron a pedirle al Papa una oracin por sus hijos, y l no les hizo caso. Y despus se acercaron al altar, y empezaron a pedirlo a gritos. Otros pedan una oracin por la paz, y despus eran muchos gritando “ Queremos la paz!”, lo que hizo que el Papa le respondiera a la multitud gritando: “La primera que quiere la paz es la Iglesia”; y ms tarde, porque las protestas del pueblo iban creciendo, cogi el micrfono y grit a todo pulmn: “Silencio”. A partir de entonces el irrespeto fue total. El Papa quera decir las palabras de consagracin, las del momento ms solemne de la misa, y no poda por las consignas que la multitud gritaba: “!Queremos la paz!”, y “No pasarn!”. Haba tambin vivas al Frente Sandinista, mientras los miles de derecha que estaban en la parte delantera de la plaza lanzaban vivas al Papa. En uno de los vdeos se oye a una mujer que grita: No es un Papa de los pobres. Miren cmo se viste!”.Dos o tres veces

ms el Papa tuvo que volver a gritar silencio. Por primera vez en la historia moderna un papa era humillado por la multitud. En los videos se le desconcertado por lo que est pasando, y varias veces da muestras de vacilacin ya que esta a punto de deja el altar. Al final de la misa, la bendicin papal apenas la pudo hacer, despus de iniciarla tres veces, ante una multitud que estaba cantando el himno del Frente Sandinista.

El Papa se fue directamente de la misa al aeropuerto, en un auto en el que lo acompaaba slo el arzobispo Obando. Y en el trayecto ninguno de los dos se dijeron ninguna palabra. Al que fue el chofer de ese vehculo, que era un oficial del Ministerio del Interior, se lo o contar; que el Papa iba taciturno, y no habl no coment nada de lo que haba pasado.

Ya en el aeropuerto el Papa quiso subir al avin sin ningn protocolo de despedida, pero lo detuvieron, y fue impedido de irse de esa manera.

El embajador de Nicaragua en el Vaticano, mi amigo Ricardo Peters, me cont que al acabar la misa se le acerc sombro el cardenal Casaroli paa preguntarle su opinin, y l le dijo: “El Papa vino a hacer un acto poltico a Nicaragua, y Su Eminencia vio el resultado”. Casaroli pareci estar de acuerdo, porque dijo que veran cmo enmendaban eso en Roma. Pero era algo que no tuvo enmienda.

El cardenal Casaroli haba sido partidario de las buenas relaciones con Nicaragua, y a lo mejor le alegr lo que haba pasado, por eso le vena a dar la razn a l y demostraba que la poltica del Papa estaba equivocada. Pero lo que sucedi es que l fue destituido de su cargo de Secretario de Estado (el nmero 2 del Vaticano y a quien se consideraba un posible Papa) y enviado a una oscura parroquia de Italia; donde no s si tendra la oportunidad de dar las clases de filosofa que amaba. Mientras Obando fue nombrado cardenal, y al regresar de Roma, antes de ser recibido en Nicaragua, se present ante los exiliados nicaragenses en Miami, que lo recibieron jubilosos.

Lo que dijo el Vaticano, lo que dijo la prensa capitalista de todo el mundo entero, lo que dijeron muchos obispos, fue que el rgimen marxista de Nicaragua haba cometido un ultraje contra el Sumo Pontfice, se habl de sacrilegio y de profanacin de la misa papal. Y en otras misas de Centroamrica que l visit despus se celebraron misas de desagravio. Fue un descrdito mundial para la revolucin ciertamente. Pero qu hubiera pasado si el pueblo hubiera seguido aplaudiendo? Me parece que fue una prueba de fuego que la revolucin, y que sali triunfante. Porque era un pueblo mayoritariamente catlico el que estaba all presente, y ni todo el prestigio y poder espiritual del Papa de Roma pudo hacer que se volteara contra sus dirigentes, sino que se volte contra el Papa.

En Estados Unidos el peridico catlico National Catholic Reporter, escribi que en Managua el Papa se haba negado a hablar de la paz como lo hizo en las otras naciones centroamericanas, y la multitud se le enfrent como lo haba San Pablo con el primer Papa.

>Tambin hubo otros que sealaron que en las diferentes misas campales de Centroamrica el mensaje del Papa fue la paz, menos en Nicaragua, donde era ms necesario porque estaba enfrentando una guerra. No habl de paz y no rez por los cados. Igualmente se seal que en los pases latinoamericanos donde haba guerrillas el Papa siempre se diriga a los guerrilleros exhortndolos a que depusieran las armas. Solamente no lo hizo en Nicaragua, que sufra una guerrilla financiada por Reagan, y era el nico sitio donde su exhortacin podra haber influido, porque cometan muchas atrocidades y crmenes invocando su nombre.

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>Unos meses despus circul por el mundo un documento secreto que parece que fue el que asesor a Juan Pablo II sobre la situacin poltica y eclesistica para la visita que hara a Nicaragua. Telogos espaoles dijeron que la actitud del Papa pareca haberse atenido literalmente a las propuestas de este documento, y que aqu se encontraba la clave de la actuacin del Papa en este pas. La revista francesa Informaciones Catlicas Internacionales coment: “Parece ms bien un informe hecho por el Consejo de Seguridad de Estados Unidos que un documento pastoral. Todo ah se realiza en trminos polticos y de relaciones de fuerza; no hay ningn vestigio de una preocupacin pastoral o evanglica”.

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>Se descubri tambin que el autor era el nicaragense Humberto Belli, un fantico de derecha, que despus del triunfo de la revolucin dirigi la campaa ideolgica del diario La Prensa en materia religiosa, colabor estrechamente con monseor Obando, y ms tarde en Estados Unidos organiz una campaa de difamacin de la revolucin sandinista y de los sectores de la Iglesia que la apoyaban. Las tesis de Belli extraordiariamente sintetizadas por un equipo especializado norteamericano fueron dadas al Papa, con una estructura gramatical y sintctica tomada del ingls, y con ella fueron elaborados los discursos que el Papa llevo a Nicaragua.

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>Tambin hay algo que el Vaticano ha mantenido en secreto, y son muy pocos los que lo han sabido, y es que con la venida del Papa llegaron a Nicaragua como 20 chalecos antibalas; y le insistieron al Papa que usara uno durante su misa campal, aunque l no lo quiso usar. Y para mi este un dato revelador: indica que saban que el Papa estara incendiario en Nicaragua, que podra incluso hasta tumbar el Gobierno, y que por tanto podra ser vctima de un atentado.

El superior general de una orden religiosa muy vinculado al Vaticano revel una vez en confidencia que el Papa Juan Pablo II era muy vengativo, y jams olvidaba lo que se le haba hecho en Nicaragua. Esto es confirmado cuando aos despus Juan Pablo II regres a Nicaragua a vengarse de los sandinistas, y no perdi oportunidad de humillar a los dirigentes que lo haban humillado, y que haban perdido el poder poltico tras una derrota electoral. Ello hizo que el National Catholic Reporter tambin escribiera esta vez que el Papa que haba visitado una crcel de Roma para perdonar al que haba atentado contra su vida, no haba sido capaz de perdonar a los sandinistas.

Esta segunda vez que el Papa dijo que en su misa campal que ahora si podan llegar a expresar su fe ante l todos lo que haban querido, sin que nadie se los impidiera: aunque el pblico que haba en esa misa era una tercera parte del que la primera vez. Se refiri a la Nicaragua de la vez anterior llamndole “la noche oscura”, aunque aquella misa haba sido a media tarde en pleno sol.

Y es verdad que para muchos catlicos cuando al final de la tarde se alejaban de la tarde se alejaban de la plaza cubierta de papeles, lo que cayeron fueron muchas tinieblas; y vacil la fe de muchos, y hubo otros que talvez perdieron la fe.

Y tal vez quien mejor interpret a la mayora de los que colmaron a la plaza fue un vendedor de man que dijo: “El Papa no nos dijo nada, nos ha dejado un vacito”.

Tomado de manera integra de: Hoja Filosfica. N6. Universidad Nacional. Facultad de Filosofa y Letras. Departamento de Filosofa. Costa Rica.

En esta lucha no hay fronteras…

SAN SALVADOR, 5 de abril de 2005 (SIEP) “Donde tu vayas yo ir. Mi pueblo ser tu pueblo y tu Dios ser mi Dios”le dice Ruth a su suegra Noem para expresar la relacin entraable que las una y que no poda ser disuelta. Ruth es ejemplo de solidaridad entre los pueblos. De la misma manera Ldice es ejemplo de solidaridad entre nuestros pueblos latinoamericanos, ella nunca nos abandon y se hizo salvadorea” dijo el pastor luterano Roberto Pineda al presentar a la venezolana Ldice Navas en el programa radial Fe y Esperanza.

Lidice Navas trabaja actualmente en el Banco de Desarrollo de la Mujer en Caracas, pero vivi en nuestro pas luego de los Acuerdos de Paz. En las montaas de San Vicente cayeron combatiendo como guerrilleros tanto su esposo como uno de sus hijos. Visit nuestro pas, su pas, para asistir al 25 aniversario del martirio de Monseor Romero, en representacin del Congreso Bolivariano de los Pueblos.

“Soy funcionaria del –nos dice Ldice- Banco de Desarrollo de la Mujer, institucin creada con el fin de potenciar el desarrollo integral de la mujer en Venezuela, por medio del otorgamiento de creditos que les permita avanzar, ya que en el pasado estuvimos excluidas de cualquier oportunidad.”

“Me vincule a la lucha del pueblo salvadoreo a partir de nuestra propia lucha en Venezuela, en los aos sesenta, setenta y ochenta participe junto con mi esposo en las guerrillas, en los combates por construir una sociedad ms justa, l fue perseguido poltico y tuvo que asilarse en la Embajada de Mxico, y viaj a ese pas, en el hotel donde los colocaban pudo conocer a exilados, a luchadores salvadoreos, y comenz a integrarse al proceso de lucha del pueblo salvadoreo. Yo por mi parte, participe en la creacin del Comit Venezolano de Solidaridad con El Salvador.”

“Mi esposo cay combatiendo en san Vicente, en las filas del FMLN, el 29 de diciembre de 1981. Su nombre era Julio Cesar Guzmn. El estuvo dedicado a la lucha en Venezuela desde los 14 aos, se incorpor a la lucha guerrillera en el oriente de Venezuela, fue capturado y hecho preso poltico, lo torturaron, fue un hombre de mucha conviccin revolucionaria.”

“Posteriormente mis dos hijos fueron aprendiendo, desarrollando su sensibilidad humana, su solidaridad con los pobres, ayudando a los que pasaban pidiendo comida y ropa, abriendo las puertas de nuestra casa a la solidaridad, fueron educados, formados en nuestro ejemplo de luchadores sociales.”

“Eso hizo que uno de mis hijos, Julio Cesar Guzmn Navas, tambin decidiera incorporarse a la lucha del pueblo salvadoreo, y una vez que baj al pueblo fue detenido en Santa Clara por el ejrcito y ejecutado el 30 de octubre de 1991. Despus de los Acuerdos de Paz yo vine a ver donde haban cado.”

“En esta lucha no hay fronteras…la lucha de otros pueblos es la lucha nuestra. En la medida que avance nuestro pueblo venezolano avanza el pueblo salvadoreo. Una victoria de un pueblo es una victoria de todos. Lo mismo que las derrotas. Yo egrese a Venezuela en el 95 y no cre que se fuera a dar un vuelco, de que se pudiera reaccionar rapidamente ante la situacin, aunque ya en el 89, las medidas econmicas neoliberales de Carlos Andrs Perez llevaron al pueblo a reaccionar de manera violenta, y el 27 de febrero hubo una explosin social. El pueblo ya no estuvo dispuesto a seguir soportando la miseria y la explotacin.”

“El golpe del 92 dado por Hugo Chvez abri una brisa de esperanza hacia una situacin distinta. Esto se consolid a partir del 98 con procesos electorales en las que el pueblo ha expresado esas ansias de transformacin, hoy se vive, hoy se construye una sociedad de inclusin, que tome en cuenta a los jovenes, nios y ancianos que ahora tengan esas oportunidades, de educacin por medio de la Misin Robinson, que ha logrado que un milln y medio de personas aprendan a leer escribir, de la Misin Barrios Adentro, que ha llevado la consulta mdica y medicinas a las comunidades pobres, al sistema micro financiero que permite oportunidades de lograr creditos, y se trabaja en lo econmico y lo social.”

“Estamos construyendo en Venezuela una nueva sociedad participativa y protagnica. Y no es extrao que seamos por eso una revolucin amenazada. Y nos estamos preparando para defender nuestra soberana porque sabemos que estamos afectando los intereses del gobierno norteamericano. Mi deseo es que as como en Venezuela el pueblo se decidi a transformar la sociedad porque ya no poda vivir como estaba, que as el pueblo salvadoreo se decida a encontrar su propio camino para avanzar, para construir una nueva sociedad.”

UES: conflicto y reforma acadmica

El domingo 3 de abril se puso “punto final” al paro tcnico de los docentes de la Universidad de El Salvador y al paro de labores del Sindicato de empresa de los trabajadores del Alma Mater, que haba mantenido suspendida las actividades administrativo-acadmicas por ms de dos semanas, dejando sin clases a miles de estudiantes universitarios.

La demanda de incremento salarial de docentes y trabajadores llev tras la negativa de las autoridades centrales al mencionado paro, y no fue sino la participacin valiente y decidida de los estudiantes lo que permiti encontrar una salida negociada y de consenso.

Las autoridades centrales, encabezadas por la Dra. Mara Isabel Rodrguez, segn trabajadores y docentes “son incapaces de comprender las necesidades ms sentidas de ambos sectores” y los trabajadores “no tuvieron la suficiente paciencia y comprensin del proceso de escalafn universitario”, segn las autoridades.

El conflicto se agrav por la afectacin directa de miles de estudiantes y se traslad a la opinin pblica, a travs de la prensa, principalmente de la posicin negativa de las autoridades centrales.

En opinin de los docentes, este conflicto y solucin negociada, se vuelve relevante en el pas pues la UES est en un proceso de redefinicin institucional, en el marco de exigencias gubernamentales e internacionales de instituciones de financiamiento que condicionan su apoyo econmico a la implementacin de medidas tendientes a la privatizacin en la institucin.

Los estudiantes representantes del Consejo Superior Universitario y los gremios estudiantiles que representan, dieron el apoyo a la solucin del conflicto demandando y comprometiendo a las autoridades centrales, docentes y trabajadores a la instalacin de una mesa permanente de negociacin de los problemas universitarios y la adecuacin curricular necesaria para reponer las semanas de clases perdidas.