Balance electoral y lucha contra el fascismo en El Salvador de 1976
Roberto Pineda San Salvador, 10 de julio de 2014
El año 1976 fue un año de preparativos para las grandes batallas electorales alrededor de las elecciones presidenciales de febrero de 1977; de la continuación del enfrentamiento con los sectores fascistas civiles y militares, de un fugaz pero significativo esfuerzo de unidad de la izquierda así como de las disputas entre sectores burgueses y oligárquicos alrededor del proyecto de “transformación agraria” impulsado por algunos sectores de las clases dominantes y de las fuerzas armadas.
A continuación hacemos un recorrido por estas temáticas desde la perspectiva de los comunistas salvadoreños y su semanario Voz Popular. Anteriormente se había tratado el periodo de enero a marzo de 1976.
EL COP-30 de Julio, antecedente histórico de unidad democrática-revolucionaria
Durante el mes de junio de 1976, el PCS realiza un esfuerzo de aglutinamiento de fuerzas democráticas y revolucionarias alrededor de la conmemoración del primer aniversario de la masacre del 30 de julio en el Seguro Social. Como resultado de este esfuerzo bajo el lema de ¡La unidad y combatividad del pueblo vencerá a la dictadura! surge el Comité de Organizaciones Populares 30 de Julio. Al final la dinámica de confrontación se impuso y se realizaron dos actividades, la de este esfuerzo unitario y la del entonces recién creado Bloque Popular Revolucionario (BPR).
En el COP-30 de Julio participaron los partidos PDC, MNR y UDN, integrantes de la UNO, así como las organizaciones populares influenciadas por el PCS, Asociación de Trabajadores Agropecuarios y Campesinos de El Salvador (ATACES) dirigida por Víctor Rivera; Comité Provisional de Mujeres Salvadoreñas (CPMS) dirigida por Camelia Cartagena, Federación Unitaria Sindical de El Salvador (FUSS) dirigida por Julio Cesar Castro Belloso; Federación de Sindicatos de Trabajadores de la Industria del Alimento, Vestido, Textil, Similares y Conexos de El Salvador (FESTIAVTSCES) dirigida por Pedro Antonio Cárcamo Recinos.
Así como incluía las organizaciones populares influenciadas por la Resistencia Nacional (RN): Frente de Acción Popular Unificada (FAPU) dirigido por Alberto Ramos y Federación Nacional Sindical de Trabajadores Salvadoreños (FENASTRAS) dirigida en ese entonces por Eleuterio de Jesús Cárcamo; y la Liga para la Liberación, (LL) dirigida por Francisco Jovel y Manuel Castillo, que luego se convertiría en el Partido Revolucionario de los Trabajadores Centroamericanos (PRTC).
El ERP en ese entonces no contaba con expresiones abiertas ya que se dedicaba a organizar “comités militares.”Y las FPL que controlaban AGEUS por medio del UR-19, dirigido por Medardo González, el MERS, así como el Consejo Ejecutivo de ANDES 21 de Junio, dirigido por Mélida Anaya Montes, se negaron a integrarse a este esfuerzo unitario calificándolo de “revisionista”. O sea fue una alianza coyuntural de las expresiones abiertas del PCS, RN y lo que luego sería el PRTC.
En su manifiesto de fundación informan los del COP 30 que se constituyen con “la finalidad de convertir este mes en una jornada de movilización popular para honrar la memoria de los héroes de nuestra juventud estudiantil que aquella tarde del 30 de julio de 1975 cayeron abatidos por las balas asesinas de los defensores del régimen corrupto y entreguista de Molina.”
Así como “para fortalecer la unidad y combatividad del pueblo en su lucha contra la dictadura; dar una contundente respuesta al régimen; robustecer la defensa de las organizaciones democráticas , asociaciones gremiales y los sindicatos; lograr que cese la represión contra dirigentes y miembros de base de las organizaciones populares; exigir el respeto a los derechos humanos…”
Reconocen los del COP 30 que “la lucha contra la dictadura en este país es afrontada por nuestras organizaciones a partir de diferentes enfoques, es decir, que tenemos diferencias de criterio en lo estratégico y lo táctico que determinan la no coincidencia ideológica y política en nuestros planteamientos. Sin embargo, estamos conscientes de que en este momento de nuestra historia, para ser consecuentes con una posición revolucionaria, todas las organizaciones representativas de los sectores populares debemos buscar los caminos de la UNIDAD.
“Coincidimos en que LA DICTADURA MILITAR ES EL ENEMIGO COMUN A DERROTAR y a partir de esta coincidencia básica, consideramos que es Néstor deber realizar una política de unidad de acción y por las base a fin de evidenciar ante el régimen que el pueblo es capaz en determinados momentos y periodos de ofensiva reaccionaria de coordinar sus acciones y unir fuerzas contra la dictadura en su escalada represiva y antipopular” indica el comunicado del 1 de julio, titulado Julio, Mes de Lucha contra la Dictadura.
Apuntes para el balance de la jornada electoral
En el número 71 de VP de la primera semana de abril de 1976 inicia un esfuerzo analítico para extraer las lecciones de la pasada experiencia electoral de marzo. Se considera en primer lugar que “hubo un fuerte descenso de la concurrencia a las urnas el 14 de marzo, a pesar del extraordinario esfuerzo que realizó el gobierno por forzarla mediante toda clase de amenazas (especialmente sobre los empleados públicos y las masas del campo).”
En segundo lugar se estima que “la UNO realizó, por primera vez en nuestro país, un campaña electoral que no giró en torno de tales o cuales candidatos o de sus respectivas y acostumbradas promesas para cazar votos. Casi toda la campaña de la UNO se desarrolló en cambio, en derredor del planteo: “dictadura fascista o gobierno democrático popular” como alternativa real del proceso político actual, y logró, en efecto, hacer comprender ala gran mayoría del pueblo salvadoreño la realidad del peligro fascista y lo que éste significa en las condiciones de nuestro país.”
“Nosotros creemos que la UNO ha hecho así un gran aporte a la educación política de las masas y que su enorme valor se pondrá de manifiesto cada vez más en los meses futuros, especialmente, si llega la hora de enfrentar el asalto decisivo de los fascistas.”
En tercer lugar, se argumenta que “la campaña electoral puso de manifiesto desde su inicio, la polarización de las fuerzas políticas existentes en nuestro país y, su desarrollo condujo a una mayor polarización, al mismo tiempo que a un más profundo debilitamiento de la influencia política del gobierno. La gran mayoría del pueblo salvadoreño no le cree ni media palabra al gobierno y su partido, digan ellos lo que digan y como lo digan, cualquiera que sea el número de veces que lo repitan.
En cuarto lugar, “de lado del gobierno y su partido todo giró alrededor de su planteamiento anti-comunista. Asustar a las masas con una imagen cavernaria del comunismo fabricada y difundida durante decenios pro la propaganda reaccionaria, para asustar especialmente a las capas medias, ganar la unanimidad a su favor de toda la burguesía, asumir el liderazgo único de toda la reacción, de todos los matices existentes en nuestro país, tal era el objetivo del régimen.”
Con respecto al retiro de las elecciones, se sostiene que esta decisión “puso a prueba la unidad de la UNO y salió victoriosa: ella no se deterioró sino salió fortalecida. Esta experiencia refleja madurez en la dirigencia y las bases de los tres partidos de la coalición….La unidad de la UNO tiene un valor estratégico.”
Ente los aspectos positivos del retiro de la UNO de las elecciones, los comunistas consideran que estuvo “la resuelta incorporación de la dirigencia nacional e intermedia de los tres partidos a las tareas de movilización popular. Antes de es reinaba una actitud notablemente apática en esos niveles.”
También se señala el “brusco incremento del apoyo popular a la UNO. Una de sus expresiones fue la crecida que experimentó la concurrencia a sus mítines; un gran repudio al gobierno se hizo sentir en las opiniones de la gente en las calles, en los buses, en los sitios de trabajo estudio, en los mercados, en los caminos y caseríos del campo.”
Asimismo “se rompió la base de la mecánica rutinaria que viene rigiendo la vida de los partidos integrantes de la UNO, especialmente en el caso del PDC: animación durante el proceso electoral, desorganización y somnolencia el resto del tiempo, para dedicarse a atender las alcaldías, mientras los dirigentes continúan haciendo política en la Asamblea Legislativa. Tal ha sido la rutina.”
A la vez se “ha creado condiciones para ampliar la unidad y acercar a sus realización la posibilidad d que todo el movimiento popular organizado, con todas sus ramificaciones, pueda presentar un frente común que resista y ataje la escalada hacia el fascismo y abra paso a la instauración de un régimen de democracia, independencia, cambios y progreso.”
Y entre los aspectos negativos se señala “que no fue del todo acertada la consigna específica respecto al voto lanzada por la UNO. Llamó a no votar por sus candidatos y pidió no concurrir a las urnas. Mirándolo a la luz de los resultados, creemos que llamando a votar NULO se habría logrado un mayor y más expreso repudio popular contra el gobierno y su farsa electoral.”
También que “después del 14 de marzo se ha dejado sentir una tendencia al repliegue, particularmente en las filas democristianas. En parte, ello se debe a la fuerza de una larga rutina en la que después de cada elección venía la desmovilización, pero ahora el fenómeno tiene relación inmediata con una de las consecuencias del retiro de las elecciones: la perdida de las alcaldías y diputaciones, alrededor de las cuales solía reagruparse una parte de los cuadros y activistas democristianos durante los periodos no electorales y a través de los cuales continuaban realizando cierta vinculación e influencia entre las masas.”
Asimismo “redundó en dejar a disposición del régimen importantes posiciones del aparato político estatal (diputaciones y alcaldías, especialmente la de San salvador) que si bien no constituían un punto de apoyo decisivo que permitiera a las fuerzas populares influir sobre el rumbo del país, pasarán a ser instrumentos valiosos para operar a favor de sus planes, que no son otros que avanzar hacia el fascismo con cobertura “legal” y procurando ganarse apoyo de masas, mediante pequeñas concesiones económico-sociales y mucha demagogia.”
Y es secuela negativa “el peligro de que logre generalizarse en los partidos de la UNO y en otras organizaciones populares, la opinión de que “al retirarnos de las elecciones del 14 de marzo nos hemos retirado de toda elección de aquí en adelante.” Este planteamiento implica la gratuita renuncia anticipada a emplear los instrumentos y formas de lucha que sean convenientes en cada momento.”
Se considera que “decidir si ha de participarse o no en unas elecciones, o si hemos de retirarnos de ellas, es un asunto táctico que debe ser resuelto ante cada caso, analizando al situación concreta, sus condiciones, la correlación de fuerzas, las contradicciones y tendencias en desarrollo, etc.,etc., buscando definir la conducta ante las elecciones dadas que ayudará a fortalecer y hacer avanzar más el movimiento popular hacia sus objetivos liberadores.”
Concluye que “influir en estos acontecimientos y buscar un desenlace que no favorezca a los fascistas, que abra la posibilidad de la victoria popular o la acerque, es una necesidad perentoria para el movimiento popular y ello no puede conseguirse desatendiéndose por completo de todo el asunto electoral. Para nosotros esta claro que el movimiento popular tiene que participar sin falta en este proceso, ya sea con o sin candidato, llamando a votar o a no votar, etc., pero participando del modo más activo.”
¿Qué es en esencia el fascismo?
La necesidad de escudriñar las características del fascismo en El Salvador como condición para definir una línea táctica, obligaron a los redactores de Voz Popular, en particular al entonces secretario general del PCS, Schafik Handal, entonces de 46 años, a continuar este análisis. Se considera que existen dos elementos fundamentales en el surgimiento del fascismo en los años 20 y 30: el primero vinculado a una “respuesta contra-revolucionaria de los sectores más rabiosos del capital financiero, frente al avance revolucionario hacia el socialismo.”
El segundo elemento relacionado con que “los países donde el fascismo surgió sufrían (en el caso latinoamericano, sufren) un tipo común de crisis estructural, propia del capitalismo de nivel medio de desarrollo bajo al dependencia; aunque esta última era más débil en los países europeos aludidos, en comparación con los países latinoamericanos de hoy.”
Sostiene que “la experiencia internacional indica que sobre el mismo terreno de la crisis estructural…brotan dos alternativas de solución distintas y opuestas: una alternativa burguesa cuyo objetivo es asegurar el sucesivo desarrollo del capitalismo; y una alternativa revolucionaria y popular que cumplidas ciertas fases previas ineludibles, desemboca en el socialismo.”
A la vez “la alternativa burguesa encierra dos posibilidades de desarrollo: una de carácter reformista, cuya realización práctica puede se encabezada por un gobierno “populista” (dictadura con apoyo popular) o por un gobierno liberal-reformista (con “democracia representativa”) o por alguna mezcla de estos dos modelos. La otra opción burguesa de salida a la crisis estructural es al vinculada a los sectores “dinámicos “ y “modernos” del gran capital monopoliza local y, sobre todo, el capital monopolista extranjero del que aquellos son socios.”
Aclara que “este segundo tipo de opción burguesa de salida a la crisis de estructura en una situación en la que constituye una amenaza real la alternativa revolucionaria popular, solamente pude realizarse instaurando un gobierno autoritario, centralizado y verticalista de derecha , es decir, un régimen fascista, que comienza aplastando toda posibilidad revolucionaria.”
Agrega que “la alternativa revolucionaria popular y la alternativa burguesa de solución a la crisis estructural se enfrentan y de los resultados de esa lucha depende el inmediato porvenir: pero también luchan entre sí loas dos opciones burguesas (la reformista y la fascista), generando conflictos intestinos en las clases dominantes y en el aparato de poder. El conjunto de todas estas contradicciones, en proceso de agudización, se expresa no siempre con nitidez, no siempre de un modo directo, en la crisis política, a veces de larga duración, en cuyos momentos de mayor agudeza y generalización puede abrirse una u otra salida, a la crisis estructural madura, que está en la base de todo.”
“¿Cuál de ellas ha de ser en la práctica la salida que se imponga? Esto depende de los cambios en la correlación de fuerzas interna, de las condiciones internacionales circundantes, de la capacidad de acción política de las distintas clases sociales, de la influencia de sus respectivos partidos u otros organismos, del acierto de su dirección, de su grado de organización, etc.”
Considera que “durante los últimos 10 años en El Salvador han venido luchando entre sí todas estas alternativas de solución a la crisis estructural, entrada en su fase de maduración desplegada desde que se agrietó y fracasó el Mercado Común Centroamericano, dejando al capitalismo dependiente sin un modelo eficaz para promover su desarrollo.”
Subraya que “en la segunda mitad de 1973 predominó la tendencia al rumbo reformista en el gobierno actual y, tajada por los sectores más reaccionarios de la oligarquía y el imperialismo (con la destitución de los 3 ministros reformista en octubre de ese año), cedió el lugar a la tendencia al fascismo, que desde entonces se ha venido haciendo cada vez más predominante y peligrosa.”
Establece que “la función histórica del fascismo en América Latina consiste en salvar al capitalismo dependiente, modernizándolo, promoviéndolo a pasar a la fase del capitalismo dependiente y, donde haya condiciones para ello, al capitalismo monopolista de Estado dependiente. Dicho modelo combina una fórmula política, una fórmula económica, una social y una ideológica.”
La formula política tiene tres componentes: el “aplastamiento del movimiento revolucionario y la máxima destrucción de todo el movimiento popular; supresión de la independencia entre los poderes del Estado, afianzamiento de la supremacía absoluta de la jefatura del Ejecutivo y desplazamiento de los sectores tradicionales de las clases dominantes, de sus partidos y líderes políticos.”
A nivel económico se caracteriza por “atracción a toda costa de la inversión de las transnacionales; formación de una economía predominantemente monopolista con dos polos: poderoso sector estatal y fuerte sector privado constituido por las sucursales de las transnacionales y sus asociados locales.”
En el plano social “extrema concentración del ingreso nacional en una minúscula cúspide social; inmovilismo para las grandes masas trabajadoras y para la mayoría de las capas medias; y difusión del modo de vida de la “sociedad de consumo.”
La fórmula ideológica se basa en el “anticomunismo visceral, “nacionalismo” y la demagogia social. Supremacía de lo emotivo por encima de lo racional, el esfuerzo por crear estados de ánimo e incluso apasionamiento colectivo en va de convicción aprovechando para ello toda clase de motivos (incluida las competencias deportivas) capaces de enervar a las masas, especialmente aquellos que permiten inflar el chovinismo. El modelo que hemos descrito atrás corresponde al que ha llevado a la práctica el régimen brasileño y, en su contenido principal, s el que se está tratando de generalizar ahora en América Latina por los sectores más reaccionarios del imperialismo yanqui y por los sectores de la burguesía, de los militares, los altos burócratas y tecnócratas latinoamericanos que les son adictos.”
Preparativo electoral en actos del 1ro. de Julio
En la VP número 79 se indica que “las celebraciones oficiales del 1ro de julio, estuvieron este año coronadas por la aprobación del Primer Decreto de Transformación Agraria, lo que motivó la manifestación de campesinos llevada a cabo en san salvador , organizada por ORDEN, e un afán de promover apoyo popular al famosos proyecto.”
“Se destacó en dichos actos: la posición predominante de ORDEN y la nula presencia del PCN y la Unión Comunal Salvadoreña; siendo lo más de bulto la promoción publicitaria que se hizo al Coronel Humberto Romero, Jefe Ejecutivo de ORDEN y virtual candidato oficial a las próximas elecciones presidenciales.”
Considera que con esta actividad “los fascistas buscan crearse una base de masas y este decreto sirve maravillosamente para tal fin,; la promoción de Romero como candidato presidencial es, por otra parte, una garantía para el gran capital especulativo, al cual él está ligado directamente , en calidad de socio menor y para los intereses norteamericanos, con los cuales ha venido teniendo vinculación.”
El PCS ante el Primer Proyecto de Transformación Agraria. Julio de 1976
La Comisión Política del PCS publica en el número 80 de Voz Popular su posición oficial sobre el controversial proyecto de transformación agraria impulsado por el presidente Molina. Expresan que “el cambio de la actual estructura de la propiedad de la tierra es una condición básica para superar el estancado modelo económico agro-exportador imperante.”
Señala que “los proyectos de Transformación Agraria tiene por finalidad desarrollar y afianzar el sistema capitalista en El Salador mediante la creación de más empresarios agrícolas (pequeños y medianos) en el campo, disminuir parcialmente el desempleo y aumentar el nivel de ingresos de la población rural, todo lo cual, redundaría en el ensanchamiento del mercado interno, necesario para estimular el desarrollo industrial, y consecuentemente, del comercio y de los servicios.”
Agrega que “esta medidas son una necesidad impostergable para el sistema, sumido desde hace tiempo en una aguda crisis estructural, en la que la estructura de la propiedad privada sobre la tierra es uno de los serios obstáculos que impiden la superación del fracasado modelo económico agro-exportador. Desde esta perspectiva política, la actitud del gobierno, no puede ser ni más franca ni más falsa al mismo tiempo.”
Franca, hacia los capitalistas y terratenientes a quienes el Coronel Molina les ha dicho: “será un seguro de vida para los actuales empresarios.”Falsa, hacia las masas trabajadoras del campo, a las cuales se les habla de la “dimensión profundamente humana” de la transformación agraria.
En el manifiesto del PCS se hace un análisis de este decreto No. 31, señalando como debilidades y vacíos “la excesiva lentitud del proceso, que se les da a los terratenientes la oportunidad de burlarse de la Ley; una limitación ambigua” y en particular “la ausencia de organizaciones de masas en el campo.”
Considera que “los grandes empresarios de la tierra, que controlan todas las asociaciones de empresarios, han adoptado a través de la ANEP, una actitud irracional. Echando mano de sus cuantiosos recursos, han promovido una fuerte campaña publicitaria contra el Primer Proyecto y contra toda la política de Transformación Agraria del gobierno. Lo que ocurre es que eso señores, son reacios a que se modifique la actual estructura de propiedad sobre la tierra, porque est es al fuente originaria de todos sus privilegios.”
Considera que “el Primer Proyecto será la principal bandera electoral del PCN en la próxima campaña presidencial y la motivación por medio de la cual se pretende crear una base social de apoyo para este gobierno, tan aislado y desprestigiado. ORDEN será el aparato encargado de promover esa base social.”
A partir de estos razonamientos, el PCS propone en este manifiesto como tareas políticas frente a esta maniobra gubernamental las de “1. Conseguir el cumplimiento real y total de los objetivos del Primer Proyecto del ISTA. 2. La aceleración de sus plazos y en contra de sus inconsecuencias 3. Porque se reconozca el derecho constitucional de organizarse a los trabajadores agrícolas y su participación en la toma de decisiones necesaria para la profundización del proceso 4. Porque se impulsen los otro proyectos de transformación agraria a la mayor brevedad.”
Finalmente los comunistas son de la opinión que “será importante el papel que jueguen las agrupaciones progresistas de oficiales dentro del Ejército, a fin de que impidan una marcha atrás de las metas agrarias señaladas, aunque ellas sean limitadas. Una adecuada conducta de estos elementos militares, podría, incluso, a partir de los proyectos de transformación agraria, propiciar el despegue de una alternativa democrática nueva para el país.”