Congreso de Estados Unidos interviene en Amèrica latina con la SOA y la ILEA

19 de junio del 2006

El Congreso estadounidense continúa financiando la intervención en América Latina con la SOA y la ILEA
Por el comite en solidaridad con el pueblo de El Salvador

En junio el Secretario de Estado interino de Estados Unidos, Robert Zoellick, tuvo la desfachatez de hablar públicamente contra el “intervencionismo” en América Latina en la reunión de la Organización de Estados Americanos, OEA, llevada a cabo en República Dominicana. Irónicamente, unos días después el Congreso votó por la continuación de la intervención militar en América Latina al rechazar la enmienda propuesta por el representante McGovern, la cual habría excluido el financiamiento de la infame Escuela de las Américas (SOA en inglés) como parte de la revisión anual de la ley de Apropiaciones de las Operaciones en el Extranjero. Para la mayoría de latinoamericanos, instituciones como la SOA – una escuela de entrenamiento militar estadounidense muy famosa por entrenar dictadores y fuerzas de contrainsurgencia que condujeron brutales masacres de civiles en América Latina durante las décadas de los 70’s y los 80’s – constituye una directa intervención en los asuntos internos de sus países. En El Salvador únicamente, graduados de la SOA fueron responsables de la masacre de El Mozote donde más de mil personas civiles – la mayoría ancianos, mujeres y niños – fueron exterminados, así como del asesinato del Arzobispo de San Salvador, Monseñor Oscar A. Romero, la ejecución sumaria de seis sacerdotes jesuitas, entre muchos otros abusos a los derechos humanos.

Aún cuando 188 representantes votaron a favor del cierre de la SOA – un paso hacia adelante en la prevención de la intervención de Washington en el hemisferio – es imperativo que también tomen una posición contra instituciones similares de “aplicación de la ley” que el gobierno de Estados Unidos está financiando en todo el mundo. En la propuesta de ley de Operaciones en el Exterior de este año, por ejemplo, $16.2 millones fueron concedidos para financiar academias internacionales para la aplicación de la ley (ILEA’s) alrededor del mundo para “programas y actividades de entrenamiento policial”.

El financiamiento para una nueva “ILEA-Sur” en El Salvador también fue incluido en ese presupuesto de cuantía considerable. La decisión de financiar esta nueva agencia ILEA en El Salvador fue tomada sin ningún debate en el Congreso estadounidense. De hecho, cuando la Secretaria de Estado, Condoleeza Rice, anunció la decisión durante una reunión cumbre de la OEA el año pasado, nadie en el Congreso había sido informado acerca de esta decisión. De una manera similar, la propuesta fue aprobada inconstitucionalmente en El Salvador, porque acuerdos internacionales necesitan una mayoría de dos tercios en la Asamblea Legislativa de El Salvador. Incluso, ni siquiera el acuerdo fue revelado al público –los funcionarios derechistas sospecharon (sin equivocarse!) que la mayoría de salvadoreños se opondrían fervientemente a la presencia de la academia de la aplicación de la ley financiada por Estados Unidos en su país.

¿Saben nuestros congresistas estadounidenses que la ILEA-Sur había sido propuesta inicialmente para ser construida en Costa Rica, pero que fue rechazada cuando el gobierno rehusó garantizar la exclusión de personal militar? ¿Saben los congresistas que ya existe una base militar estadounidense en El Salvador así como una oficina del FBI, una oficina de la INTERPOL y que El Salvador es el segundo receptor más grande de “ayuda” militar en el hemisferio? ¿Saben los congresistas que a la luz de la guerra civil de El Salvador, en la cual Washington contribuyó con $1.5 millones diarios para apoyar a las fuerzas militares brutales, que los Acuerdos de Paz de 1992 prescriben explícitamente la separación de las fuerzas policiales de las militares? Con la represión gubernamental escalada contra activistas sociales, la ILEA de seguro empeorará la ya borrosa separación entre las fuerzas policiales y militares. Es irónico que mientras el Congreso estaba aprobando esta ley, el Sr. Zoellick estaba en América Latina denunciando el “intervensionismo”. Talvez a su jefa Condoleeza se le olvidó “informarlo” acerca de la ILEA.

La enseñanza de “buena gobernanza” en el exterior viene en un momento controversial para nuestro gobierno, pero en estos días de la “guerra contra el terrorismo” parece que es válido hacer de todo fuera de nuestras fronteras. La cuestión de financiar o nó instituciones como la SOA o la ILEA-Sur ni siquiera debiera ser considerada a debate, especialmente ante el creciente entendimiento público del récord abismal de violación de los derechos humanos que poseen las fuerzas militares de Estados Unidos en todo el mundo. Pero sin embargo lo es, haciendo necesario que los ciudadanos y ciudadanas de Estados Unidos tomen posición y acción contra la política exterior de su gobierno.

El Comité en Solidaridad con el Pueblo de El Salvador (CISPES) tiene organizaciones locales en todo el país y ha comenzado una campaña para poner alto al financiamiento de esta nueva ILEA en El Salvador. Para mayor información y cómo ser parte de esta campaña visite www.cispes.org .

El elemento extra: la organización

Subcomandante Insurgente Marcos
El elemento extra: la organización
(Entrevista realizada por Sergio Rodríguez Lascano,
director de la revista mexicana Rebeldía, 14 junio de 2006)

Rebeldía: Desde hace ya bastante tiempo el EZLN ha venido insistiendo sobre una tendencia que se está expresando en el ámbito mundial: la crisis del Estado-Nación. Esta idea tiene como punto de partida la transformación de una serie de paradigmas políticos que fueron la base de la teoría del Estado-Nación. Aquí no nos interesa volver a una explicación ya dada por ustedes, el asunto es más concreto: ¿Qué relación tiene esta visión con la propuesta de la Otra Campaña?
SCI Marcos: Lo básico que vemos nosotros es que esta crisis está por resolverse. No, como piensan algunos, volviendo a las bases fundamentales originales del Estado Nación, sino ya respecto a todo lo que está ocurriendo a nivel mundial con la globalización y con el neoliberalismo. Según nosotros, ya la destrucción ha sido tal en las bases de los Estados nacionales que hacen imposible, desde arriba, la reconstrucción.
Pero aparece todo un sector de la nueva clase política, o la reactivación de ciertos sectores de la clase política con otra perspectiva que plantean volver a organizar el Estado Nación; hacerlo funcional de nuevo ahora en esta etapa del capitalismo salvaje.
Esta reestructuración o esta reorganización de los Estados nacionales, ya dentro de la perspectiva de la globalización, por un lado significa para los movimientos sociales, para los movimientos populares —en general para el movimiento de la rebelión a nivel mundial— su amenaza más importante. Y, por otro, que este reordenamiento de los Estados y de sus gobiernos va a significar que se acabe de concretar la destrucción del planeta. Y no me refiero a un sentido simbólico, sino real.
O sea, que se avance esta voracidad de las grandes empresas transnacionales que están literalmente destruyendo la naturaleza: manantiales, bosques, playas, ríos. Y, entonces, ese Estado, ese nuevo Estado que está surgiendo, cuyas principales puntas del iceberg son: el nuevo Estado en Brasil, con Lula, en algunas partes también de Sudamérica, y en esta propuesta de la izquierda parlamentaria o de la izquierda institucional del PRD y de López Obrador.
Por eso, el EZLN empieza a ver este proceso de reordenamiento. Ya no va a ser lo mismo que con Zedillo y con Fox, esta especie de desorden o de caos y que los gerentes que están en el gobierno y que están en los puestos de dirección del Estado simplemente están operando las cosas. Ahora se trata de volver a recuperar el hombre-Estado, el estadista de antes, pero ahora con otra perspectiva. Viene este reordenamiento, viene una disputa sobre lo que es el proyecto social o el proyecto de nación —como está de moda decir allá arriba— y si no hay una alternativa a la propuesta que es de arriba, viene una gran derrota moral, casi equiparable a la de la caída del Muro de Berlín.
Nada más que más grave, según nosotros, porque está este engaño de que por arriba se va a poder solucionar la cosa y, de una u otra forma, uno se convierte en cómplice de esa destrucción.
Se hace este análisis, que nosotros representamos en la Sexta Declaración con la espiral, antes de esto hay otras pistas que da el EZLN sobre cómo toma sus decisiones, de pasos, que se pasa de lo particular y luego para arriba, y luego más arriba, que es el caracol que se va creciendo. Y, entonces, se plantea esto de qué es el EZLN, dónde está, luego se va a lo nacional, luego se va a lo mundial.
Y, no está ahí y sí está ahí esta visión —en la Sexta Declaración— de que va a haber una disputa y no se mete en el problema de cuáles son las características de ese nuevo Estado que va a surgir, sino en sus implicaciones. Para nosotros, la lucha contra eso significa la única posibilidad de sobrevivencia como nación. El nuevo Estado Nacional, o el nuevo confederado a la multinacional que se está creando, significa la destrucción de lo que nosotros llamamos Patria y de todo lo que la compone.
Entonces, la Sexta Declaración hace este análisis, toma esa decisión y dice: lo que hay que ver es si en nuestro país y en el mundo hay otros que estén viendo esto que estamos viendo nosotros y que están pensando hacer lo mismo. La propuesta de la Otra Campaña es esta propuesta de unir, primero conociéndonos y escuchándonos, estas coincidencias que, al principio, pensamos que iban a ser menos o más dispersas y que, conforme avanza el paso de la Otra Campaña y se va concretizando —no me refiero sólo al paso de la Comisión Sexta, sino cómo la Otra Campaña va evolucionando— resulta que no, que son más, que son muchos y que la experiencia todavía es mayor. Y que coinciden en esto: ésta es no sólo la nuestra, sino es la última oportunidad que tenemos.
Si nosotros dejamos pasar esta crisis y dejamos que se solucione arriba, el costo para todo el movimiento social, no sólo el de izquierda, definido como de izquierda, sino incluso el espontáneo, es la muerte. Así lo vemos nosotros.
Rebeldía: Explotación, despojo, desprecio y represión fueron señalados en la Sexta Declaración de la Selva Lacandona como los cuatro flagelos que el capitalismo, en su fase actual, desata en contra de la humanidad y en especial en contra de los más pobres. Después de recorrer 20 estados del país. ¿Consideras que efectivamente estos cuatro flagelos representan el objetivo a combatir?
SCI Marcos: Sí, nosotros pensamos que lo que está ocurriendo es que hay dos etapas en este desarrollo del capitalismo a nivel mundial y en México. Se trata de despojar, de robar, y luego de explotar lo que inmediatamente aparece como fuente de riqueza: el trabajo, la tierra. Y digamos que en torno a esos dos ejes se construyen las formas ideológicas de dominio, políticas, culturales, que se sintetizan en estas dos palabras: desprecio y represión.
Pero llega un momento en que no basta con estos cotos de riqueza, con esta imagen que teníamos de las grandes ciudades: ciudades con gran concentración de la riqueza rodeadas de un cinturón de pobreza, sino que ahora estas ciudades —para usar el mismo símil— ese nudo de la red del poder capitalista avanza ya cada vez más sobre lo que era su periferia, lo que no le importaba. En concreto, decimos nosotros: sobre nuestra pobreza. No les basta que seamos pobres, también quieren esa pobreza porque han descubierto que ahí todavía queda algo.
En el caso del sector más pobre y más marginado de este país, que es el de los pueblos indios, es clarísimo: se trata de despojarles de su casa, porque hasta ahora es que su casa se ha convertido en una mercancía. Y me refiero a los bosques, a los manantiales, los ríos, los litorales, o sea las playas, e incluso el aire.
Entonces, cuando se plantea esto y se plantea también que esto está operando en otros sectores, como el del movimiento obrero, como del movimiento campesino no indígena, la seguridad social, la salud, todo pues lo que empieza a hacer el sistema en una sociedad. Lo que está pasando es que en el núcleo central del capital que es la explotación de la fuerza de trabajo y todos los engaños que se hacen en torno a ésta, se empieza a generar una especie de remolino brutal en contra de todos los sectores para despojar a todos de todo. Aunque sigue siendo el núcleo central, según nosotros, la explotación de la fuerza de trabajo.
Pero esto empieza a hacerse así y le permite a ese núcleo central, el hecho de que la explotación, el despojo, el desprecio y la represión empiecen a aventar a grandes sectores de la población a ver qué hace, le permite a ese núcleo central contar con lo que se llama el ejército de reserva… Que le permite bajar todavía más los salarios, aumentar la cuota de explotación y regresar cien años atrás el desarrollo del capitalismo en México. Aparte del fenómeno de la migración, que es un problema para abajo y también para arriba, como se está viendo con las respuestas del gobierno norteamericano.
El hecho de bajar la noción del capitalismo a estas manifestaciones es lo que ha permitido a la mayoría de la gente que forma parte de la Otra Campaña el entender que esto es lo que nos hace, como pueblos indios, como obreros, como campesinos, como estudiantes, como maestros, como gente pues de abajo. Cualquiera puede reconocer esos cuatro elementos del capital que, de otra forma, aparecen diluidos.
Si se habla del desprecio y el racismo, por ejemplo, en cuanto a los pueblos indígenas queda muy diluido. Pero como está claramente acompañado por el despojo de tierras comunales y ejidales, entonces queda claro quién es el enemigo y que no basta —porque aquí lo que está resolviendo toda la Otra Campaña es que no bastan las luchas que estamos llevando a nivel individual o grupal—, que el horizonte fue rebasado, fue roto, no por nosotros —porque tengamos una gran visión—, sino fue roto por el capital, por el poder.
Entonces, ¿quién es el que decide que los pueblos indios eleven la mira y dejen de pelear sólo por el reconocimiento de sus derechos indígenas, sino ahora contra el capital? Es el capital; el que ha roto. Ha dicho claramente: el problema no es reconocerte como indígena, porque para mí no vas a existir, te voy a destruir.
Y en el caso del movimiento obrero, esto que se llama la pulverización del movimiento obrero y del sector obrero, y no me refiero sólo al partirlos en muchos pedazos, sino incluso cronológicamente: eres obrero un rato y luego ya no lo eres. No tienes ninguna seguridad. Y a veces lo eres en un lado y a veces no, a veces lo eres en otro. Esta gran mentira de que la entrada de capitales y de industrias signifique empleo para la población que está ahí; y resulta que los trabajadores son jalados de otros lados. Porque está esa disposición de los que despojaron.
Se convierte en una guerra que, decimos nosotros, en estos cuatro aspectos es donde todos coincidimos. Y es donde se permite que las trabajadoras y trabajadores sexuales, los homosexuales y lesbianas, los indígenas, los jóvenes, los niños, dicen: sí, aquí, en esto está. Esto cambia de nombre pero es el mismo efecto para nosotros. Y significa para nosotros —el avance de esto—, nuestra destrucción como lo que somos. En algunos caso, incluso destrucción física.
Rebeldía: Parecería como que la Otra en Puebla significó una especie de punto de redefinición de la Otra Campaña, en especial las reuniones que se tuvieron en Altepexi. Un proletariado nuevo, diferente, muy otro al tradicional agrupado en los grandes sindicatos de rama industrial se apareció, contó su dolor e identificó a su enemigo, no tan sólo en abstracto, sino que lo señaló por sus nombres. Ese proletariado —muy indígena— no tiene la experiencia de años de organización sindical, tampoco ha sido tocado por la ideología de la revolución mexicana, en cambio, tiene una claridad impresionante de lo que significa su explotación y considera a su patrón como su enemigo. ¿Qué le dice al EZLN ese proletariado? ¿Se miran en el mismo espejo? ¿Se identifican en su dolor y en su lucha?
SCI Marcos: ¿Qué significa para nosotros y qué significa para las organizaciones políticas, con una visión tradicional o más cuadrada de lo que es el movimiento obrero? Para nosotros significa, por un lado, nuestro destino. Porque toda esta gente que está ahora en maquiladoras es gente indígena que, por el despojo de tierras, sale —sobre todo jóvenes— a conseguir trabajo y se empieza con esta realidad. Ahora sí que del campo a la ciudad, como luego se dice, pero de la forma más brutal que se pueda imaginar. En ese sentido identificamos las raíces, el común denominador, y creo que, de alguna u otra forma, cuando se da este encuentro se batalla menos que con los obreros tradicionales, porque tenemos la misma raíz, el mismo origen.
A la hora que ellos explican esto, lo explican como lo explicamos nosotros. Y se está planteando esto que insistimos una y otra vez: esta gente va allí expulsada. No por mejores condiciones de vida, sino por sobrevivir. Porque no hay otra opción. Y eso es lo que permite esas condiciones tan brutales de explotación: jornadas laborales de 14 a 16 horas; salarios mínimos, muy mínimos, de 45 o 50 pesos, y un alto costo de la vida, porque ya en la ciudad pues hay que rascarse con sus propias uñas.
Nosotros pensamos que con este proletariado, con este nuevo proletariado, hay una identificación casi inmediata. Es esta raíz indígena la que les da esa firmeza y esa claridad, cuando menos para nosotros. Y se ve claro en el encuentro obrero: los trabajadores que venían de ese sector y con esa tradición, inmediatamente dijeron: aquí de lo que se trata es de un sistema, no de un sindicato. A pesar de que han hecho luchas por registrar sindicatos y por condiciones laborales, es tan brutal y tan inmediata la presencia del patrón: casi igual como la presencia del terrateniente en la hacienda porfirista. Y el hecho de que esos sectores también identifiquen, no la realidad histórica del movimiento obrero de Fidel Velázquez por la independencia sindical, sino que empieza a presentar semejanzas —a lo mejor no concientes— con el movimiento obrero en la época porfirista. Muy combativo, muy radical, muy sobre enfrentar al capital, ahí, en el centro de trabajo. Paremos, forcemos, rebelémonos en la misma línea de producción, que casi no tiene ahora ningún ejemplo por ese lado.
Como que la lucha obrera actual —digamos la que más se conoce— no se da en la línea de producción, sino se da afuera: vía el sindicato o vía las movilizaciones. No sé, soy muy ignorante de esto, pero son pocas las luchas obreras que se den en la línea de producción. Y éstos las están planteando ahí. Ahí es donde se está dando la rebelión. Cuando menos lo que nos estuvieron contando. A la hora en que las obreras maquiladoras mandan a la chingada la línea, o se levantan, paran, entonces se viene todo el proceso de represión. Nosotros creemos que tenemos ahí un maestro importante: que en ellos no esté todavía la noción de que tienen mucho que enseñar, tal vez se opaca por esta decisión y esta radicalidad en su lucha.
Cuando el EZLN y la Comisión Sexta dice que los indígenas son los que se van a trincar hasta lo último, no se refiere al pueblo indígena tradicional que está en su comunidad y hace sus artesanías y luego llegan los finqueros y la policía a despojarlos de la tierra. También, y sobre todo, se refiere a éstos. A éstos que aquí en México, o en el otro lado, están enfrentando la explotación de otra forma, pero la están enfrentando con sus raíces. Y eso es lo que los lleva a su radicalidad y su determinación en la lucha.
Nosotros pensaríamos que las organizaciones políticas y sindicales deberían voltear a ver allá y aprender muchas cosas.
Rebeldía: Existe una crítica muy fuerte de algunos intelectuales de izquierda (por lo menos así se definen ellos) y de corrientes de izquierda —que actúan en el límite entre la institucionalidad perredista y charril y el movimiento social autónomo— en contra del EZLN sobre la frase: “Me cago en la correlación de fuerzas”. Desde luego sabemos que existe una especie de cultura en la que el análisis de la correlación de fuerzas es una magnifica coartada para evitar la lucha y la confrontación. Sabemos también que muchas veces el culto a la correlación de fuerzas ayuda a tirar los principios y la ética de la actuación política. Sabemos que la repetición incansable del concepto correlación de fuerzas no es otra cosa que la hipócrita resignación frente al pensamiento y la práctica de la derecha: ¿Cuál es la evaluación que tú haces de esa crítica?
SCI Marcos: Va más arriba el problema. Nosotros decimos que hay un problema en el sector intelectual, no sólo éste que señalas, sino en todo el sector intelectual —incluyendo el de izquierda radical— que es la separación o el desprendimiento del quehacer intelectual del quehacer político. A la hora que estás produciendo teoría o reflexión teórica, desligado de un movimiento, en esta especie de outsider que se propone a sí mismo el intelectual, está espontáneamente tomando de la realidad una concepción, y es esa concepción la que le permite editar la realidad y elegir: “esto es lo más importante”. Es la idea ésta de que “bueno, si espontáneamente —no como producto de un movimiento social, sino espontáneamente— de lo que veo en la realidad —que lo que ves de la realidad es lo que dicen otros intelectuales, lo que dicen los medios de comunicación, lo que se dice en los círculos culturales: que el imperialismo, o el Imperio, o la nueva correlación de fuerzas—, eso es lo que les permite decir: “esto es lo que importa” y les permite construir teorías como las de los corredores, diferentes tendencias que dicen: “así está la realidad”. Y sí, si partes de esa concepción, sí consigues obtener elementos de realidad que te confirmen tu tesis y también la contraria. Pero nunca llegan a esa parte.
Nosotros decimos que la teoría, en ese sentido, allá arriba, siempre va a cojear de eso. Porque no se está planteando lo que dijo —no me acuerdo quién— que el problema de la teoría es práctico, fundamentalmente práctico. Y la práctica no es dar una clase, no es escribir un artículo, sino vincularse directamente con un movimiento social o político. Ahora, dentro de ese sector, está esto que se llama la comodidad en el código cultural. Cualquier cosa que altere mi posición como intelectual; que la ponga en crisis o que la cuestione, es algo que espontáneamente el intelectual rechaza. Si hay elementos en la realidad o movimientos que en la realidad están planteando una radicalización de la sociedad, eso significa que el intelectual pierde su espacio de seguridad para producir teoría.
Los elementos se precipitan y no alcanza a producir la reflexión teórica. ¿Cuál es la queja fundamental de los intelectuales de izquierda y de derecha respecto a la irrupción de la Comisión Sexta, a partir de lo de Atenco? Nos desarregla el panorama. Ya teníamos aquí los elementos: los partidos políticos, el IFE… Y de pronto aparece y entra —¿por dónde? por la ventana— esta bola de plebeyos que no sólo no controlo y no sólo no sé de qué se trata, no quiero entenderlos, y me desarreglan todo el panorama. Y está esa desesperación que se traduce en odio y en coraje.
Eso es digamos en general. En esta parte, en concreto, es: “nosotros no podemos —nosotros como intelectuales— valorar la correlación de fuerzas que no sea desde arriba, si no, nos lleva a la pregunta de ¿qué vas a hacer? Cuando mi trabajo como intelectual es responder qué no hay que hacer”. Y sí, vas confrontando las propuestas de los intelectuales de izquierda y de derecha y es: no hay que hacer esto, no hay que hacer esto, no hay que hacer esto. Y no hay que hacerlo. Cuando alguien diga: “hay que hacer esto”, pues uno le va a decir: “hombre, vente para acá, aquí tienes un espacio, hay que entrarle”.
Entonces, en ese nivel, la correlación de fuerzas se convierte en la coartada para no hacer nada. Ni siquiera para el cambio pausado. Porque si se ve la argumentación que se da no es que la correlación de fuerzas dice que no se puede por vía insurreccional o por vía violenta; que es necesario un cambio pausado —que es algo que se podría discutir—; lo que dice es que no se puede un cambio, punto. Lo que se puede es dentro de esta estructura inacabada, pero fundamental, hacerle algunos arreglos. Y arreglos que me beneficien a mí como intelectual.
Evidentemente, si todo se solucionara en el espacio académico y con ese nivel de que “yo te digo y tú me dices” del debate allá arriba, que no es apasionado. Yo me acuerdo que hace algunos años el debate entre intelectuales era apasionado y no significaba que tuviera bajo nivel. Ahora resulta que si se apasionan es que no tienen nivel teórico.
Entonces, me puedo mantener en ese canal y seguir siendo la conciencia cómoda de la derecha, no de la izquierda, de la derecha. Decir: “no, no hay que cometer excesos”, “sí, está bien, hay que explotar, hay que despojar, hay que despreciar y hay que reprimir, pero con ciertos parámetros de civilidad”. En ese sentido, la correlación de fuerzas nunca llega al punto fundamental, que en un análisis de correlación de fuerzas es: ¿es el sistema, o no es el sistema? Porque a lo mejor la correlación de fuerzas es: “para cambiar el sistema, no se puede; para cambiar de partido en el gobierno, ahí sí se puede”. Está este brinco que hay de un lado para otro.
Lo que nosotros pensamos es que este análisis de lo que es la correlación de fuerzas lo que está haciendo es seleccionar de la realidad los elementos que les permitan argumentar el “no voy a hacer”, “no hay que hacer”, “no se muevan”, “no hagan olas”. Pero que si hacemos realmente un análisis de la correlación de fuerzas, a lo mejor puede salir que sigue siendo más poderoso el enemigo, pero que ya hay otro elemento del que nunca se es conciente: que es el de abajo. Y su rebeldía es organización.
No se trata que el EZLN esté diciendo, esté hablando de un sentimiento o de una subjetividad rebelde. El EZLN, a la hora que está pasando por los estados, está detectando que esa subjetividad está organizada y tiene una historia. No se trata de movimientos espontáneos, ni de encontrar a la gente nada más que esté lista. Resulta que la gente ya tiene su organización y su historia. Entonces, si se ve eso y se ve lo de arriba, entonces, la correlación de fuerzas cambia.
Cuando el EZLN dice: “me cago en la correlación de fuerzas”, es me cago en la visión que en el sector académico se hace de la correlación de fuerzas. Tanto mundial, como nacional, como regional, como local, según como lo vayan bajando. Y que significa —así en términos muy pedestres de nosotros— que están mirando arriba y no miran abajo. Si alguien, mirando hacia abajo, nos dijera: oye ya viste que… esto. No, pero tan nos desprecian, que ni siquiera existimos. Esa es la molestia fundamental con la Otra Campaña por lo de Atenco: si no existía, pasaba por cualquier lado, no tenía nada que ver, ahora que se mete en esto se obliga a ver para abajo y no gusta lo que se está viendo. Porque se está viendo un movimiento plebeyo, rebelde, grosero, mal hablado, que pone los pies encima de la mesa, que come con los codos también sobre la mesa… Que no sigue el criterio que se ha establecido.
Nosotros decimos que ese análisis no tiene ningún efecto. Porque, en todo caso, el que ofrece la derecha da más coartadas. Y es al que se dirige la izquierda institucional. O sea, al PRD no le importa lo que digan los analistas en La Jornada, lo que les importa es lo que se dice en Letras Libres; lo que les importa es lo que se dice en Vuelta —bueno ya no existe Vuelta—; en Nexos y todo eso, porque ellos han construido una interlocución con el poder y con los medios de comunicación. Y los sectores más marginales que piensan que no, porque los invita a comer Jesús Ortega y que algo les hacen caso, pero en la realidad no les importa. Ni su radicalidad, ni su prudencia. Los intelectuales de la izquierda de arriba se la pasan rogando al poder por que los mire, y se contentan con muy poco. Si, a cambio de eso, ellos pueden decir: mi correlación de fuerzas que estoy ofreciendo para el movimiento revolucionario del mundo —porque hasta eso son prudentes y modestos— no tiene ningún efecto ni abajo, ni arriba, ni siquiera en la academia —no creo que en los alumnos provoque ningún entusiasmo.
Pero para ellos sirve. Para que cada día se puedan ver al espejo y decir que sí estás haciendo tu trabajo de orientar al proletariado, lo que pasa es que no te comprenden, no te obedecen. Pero en realidad, casi nunca, lo que señalan va dirigido hacia abajo, siempre es arriba. “No los veas, no les hagas caso porque son ultras, son plebeyos, no toman en cuenta la correlación de fuerzas”.
Rebeldía: En el mismo sentido se ha señalado, por los mismos, que el señalamiento de que “vamos por los ricos de este país” o “vamos a derrocar al gobierno que sigue sin importar de qué partido sea” representa una idea propagandista irrealizable, que reflejaría una especie de voluntarismo infantil. Esto de alguna manera revela la cortedad de miras de estas personas que no pueden imaginar un horizonte de ruptura revolucionaria, radical, rebelde o como se le quiere bautizar: ¿A qué crees que se deba esta cortedad de miras?
SCI Marcos: Esto del voluntarismo en realidad tiene su contrapeso. Es un señalamiento deshonesto de parte de esos intelectuales, porque todos ellos están apuntando al otro voluntarismo que sí está perfectamente definido. Porque dicen: sí es cierto que el PRD no tiene cuadros de izquierda; sí es cierto que el grupo gubernamental se está formando con cuadros priístas y panistas… pero está López Obrador, y en su voluntad, en su honestidad, ése es el que va a permitir que cambien las cosas, a pesar de que todo el entorno —y lo reconocen, pero no lo mencionan— es contrario, es de derecha.
Entonces, ellos dicen: aquí están todos estos elementos para que nuestro voluntarismo, que tiene el aval de nosotros como intelectuales, sí funcione, y el voluntarismo plebeyo de abajo no funcione. El EZLN no está pidiendo permiso para que lo tomen en cuenta o para que lo clasifiquen allá arriba. Entre su desafío está fundamentalmente el desafío a ese sector intelectual. ¿Cómo lo decidió y cómo calculó los costos? Es parte de otra historia. Pero en eso el EZLN ha sido muy claro: no nos importa que no nos guiñen el ojo o que no nos den palmaditas, o que no nos orienten, o que no nos tomen en cuenta.
Al revés. Nuestra propuesta es también frente a eso, también rebelde frente a eso. Y lo que está haciendo el EZLN es lo que ha hecho toda su vida, desde que nació hace 22 años, que es tocar abajo y leerlo que está tocando. Y decir claramente: nosotros no podemos fingir de decir que los problemas que estamos detectando se van a solucionar, sin que cambien las cosas fundamentales de este país; sería mentir. No lo vamos a hacer; o lo hacemos y entonces no vamos a ser nada, ni siquiera reformistas.
No se puede seguir manteniendo el proyecto social de esta nación con esta mentira de que evolucionan arriba y evolucionan abajo. Llegó donde ya se acabó la paga, entonces, que sobreviva uno significa la muerte del otro —del otro como proyecto nacional—. Entonces,¿por qué vamos a decir que este movimiento se va a detener en democracia electoral, cuando vemos que lo que está brincando es una democracia directa? ¿Qué va a pasar con la democracia electoral, o la democracia de partido de clase política —que es la que está ahorita— cuando se plantee la democracia directa u otros tipos de democracia que están surgiendo? Pues tienen que desaparecer. Y no se van a resignar a desaparecer. Entonces, va a haber que destruirlos como clase política, no como personas.
Y, ¿en qué momento la riqueza que se está acumulando en un lado será posible quitarla y repartirla equitativamente? Nosotros decimos: ya no es posible. Es necesario destruir al que detenta esa riqueza y que pase a ser posesión del verdadero poseedor, del que fue despojado de esa riqueza: del trabajador. Del trabajador, del pueblo indio, de toda la gente que está abajo.
Entonces, ¿qué debíamos hacer nosotros? ¿Mentir o decir una verdad a medias? Decir sí, la situación está muy mal en el país, va a haber una rebelión y ¿qué va a pasar después? No, pues yo creo que los ricos, el gobierno, van a decir sí es cierto vamos a otorgarles algunas concesiones. Nuestra experiencia como indígenas zapatistas es la contraria: lo que logramos construir allá no tiene nada que ver con algo que nos hayan dado allá arriba. Ni el derecho a vivir, ni el derecho a vivir mejor. Si el EZLN sobrevivió fue por su capacidad para conectarse con otros y por la nobleza de la gente de otros lados para apoyarlo. Pero no porque el gobierno haya resuelto; haya dicho: sí, está muy dura la cosa, vamos a darles algo.
Y si tú constatas lo que pasa en las comunidades priístas —o que aceptan la ayuda gubernamental—, que se supone que reciben la ayuda que fue producto de que el gobierno entendió: sí, es que las condiciones de los indígenas están muy graves. Y las de las comunidades indígenas, puedes ver —sin ninguna pena— que éstas van a desaparecer, las que reciben ayuda. A desaparecer físicamente: son las que más aportan para la migración a la ciudad y a Estados Unidos. Entonces, ¿por qué vamos a mentir o quedarnos a medias si sabemos que esto es lo que significa nuestra sobrevivencia? La sobrevivencia como nación, como México de abajo, pasa necesariamente por la destrucción del México de arriba; por su expulsión; por hacerlos pedacitos, como dice aquí.
Entonces, ¿cuál es el problema de la clase política? Porque son dos cosas: vamos por los ricos de este país, es que los vamos a sacar y, si tienen delito, pues a meterlos a la cárcel. Porque ese momento se tiene que presentar. Según nosotros no es posible la convivencia, porque su existencia de ellos significa nuestra desaparición. Y, aparte, está lo del gobierno. Es decir, cómo es posible que pases —que es lo que preguntaba Loret de Mola— ¿cómo es posible que pases por encima de 40 millones de mexicanos que fueron y votaron y eligieron a un gobierno? Y yo le preguntaba: ¿y los otros 70? Porque ni siquiera son 40, van a ser como 30 o veinte y tantos. ¿Y los otros 70, qué?
Ese gobierno que está allá arriba y esa clase política no tiene identidad ideológica. No es de izquierda ni de derecha, ni de centro. Es una clase que está buscando chamba y donde haya se pone el rostro, paradójicamente, se pone el pasamontañas que le conviene. Y se ve claramente en sus discursos. Donde conviene ser de izquierda —y no me refiero sólo a López Obrador, también a Calderón y a Madrazo— y cuando conviene hacerse duro, y cuando conviene hacerse pato. No hay una identidad que digas: aquí estos candidatos son de izquierda en todos lados. No, es según el auditorio, según el tema.
Entonces, si ningún gobierno arriba va a cuestionar el rumbo económico —o la macroeconomía, para que quede más claro—, entonces ese gobierno tiene que ser derrocado. A nuestro entender, salvo que Patricia Mercado o Campa Cifrián, o el doctor Simi tengan alguna baraja debajo del saco, ningún gobierno de los que vaya a llegar está planteando esto. Piensan que es posible seguir, como nación, con las variantes macroeconómicas. Nosotros decimos: No. Ahora, si es voluntarista o no, pues ahí se va a ver si nosotros como Otra Campaña podemos organizar a todo ese pueblo y confrontarlo con la realidad que dice que no pueden seguir así las cosas, pues no veo por qué tengamos que mantener a un gobierno que nos va a destruir como nación.
Entonces, ¿qué vamos a hacer con ese gobierno? Pues derrocarlo, o deponerlo —porque dicen que derrocar tiene que ser con las armas y la deposición es con movimientos—, como se llame. Con una movilización civil y pacífica deshacernos de ese gobierno, que es nuestro derecho constitucional, y hacer otro. Ahora, lo que nosotros estamos diciendo es que no es sólo eso, por eso agregamos lo de los ricos. Es necesario cambiar el sistema y quitarles lo que nos quitaron a los que ahora poseen los medios de producción. O sea, quitarles la tierra y trabajarla nosotros. Quitarles las fábricas y trabajarlas nosotros. Quitarles los bancos, los comercios, y trabajarlos nosotros. Eso ya lo había dicho antes alguien ¿no? Y antes sí había mucha gente que luchaba…
Rebeldía: Hace varios años, después de la caída del muro de Berlín, Eduardo Galeano dijo que la izquierda latinoamericana —y de alguna manera la mundial— semejaba a un niño perdido bajo la niebla. Esa orfandad creo que tiene que ver con la idea de que no hay nada “más allá del capitalismo”. Que el desarrollo y el progreso solamente son concebibles si el capital está presente, si hay inversión extranjera, si se respetan las leyes del mercado. Y entonces lo que queda como horizonte de izquierda es luchar para que los pobres sean un poco menos y los ricos un poco menos ricos. ¿Qué opina el EZLN sobre este escenario? ¿Es válido para un proyecto de izquierda?
SCI Marcos: Mira, nosotros estamos partiendo al revés. No se trata de si el desarrollo y el progreso son concebibles sólo en el capitalismo. Nosotros decimos que la destrucción y la miseria sólo son posibles en el capitalismo. Entonces, si nosotros no queremos ser destruidos como humanidad, o como nación en este caso de la mexicana, y queremos salir de la miseria, tendríamos que destruir el sistema que lo está provocando. Esto quiere decir que en cuanto al desarrollo y al progreso también hay uno arriba y uno abajo. No sólo eso. Aquella ficción de que el hombre se construía su fortuna ya no se puede sostener más. Los ricos y poderosos de este país y del mundo, lo son, por un crimen fundamental que es el del despojo y, en muchos casos, crimen de sangre, de muerte y de destrucción.
El progreso y el desarrollo de ellos ya no es que ellos son ricos allá y nosotros somos pobres, sino, fundamentalmente, esa riqueza que están acumulando brutalmente es por el despojo, por la explotación, la represión y el desprecio que sufrimos nosotros abajo. Su desarrollo y su progreso son, necesariamente, nuestra destrucción y nuestra miseria.
Entonces, nosotros estamos planteando esta lucha, la lucha anticapitalista, en este momento y de esta forma radical, tan radical, porque según nosotros es una cuestión de sobrevivencia, no sólo como nación, sobre todo, como un proyecto de izquierda. Ninguna organización política de izquierda va a sobrevivir dejando pasar esto, si realmente es de izquierda. Es la última llamada como organización política de izquierda. Y me refiero a todo el espectro: socialistas, comunistas, trotskistas, guevaristas, anarquistas, libertarios, punks o zapatistas. Ningún proyecto de izquierda va a sobrevivir. No va a haber por qué luchar como proyecto político. Y esto es fundamental porque unos piensan: no, hay que dejar que llegue el menos malo porque nos va a dar aire. Nosotros decimos: no, no va a haber aire. Si no los destruimos, no va a haber aire. Tenemos que construir primero ese espacio y luego confrontarlo.
Esta imagen de Eduardo Galeano… sí, la izquierda mundial estamos como un niño perdido en la niebla, pero ahora ya sabemos que hay un abismo allá adelante y que tenemos que buscar otra cosa. Que si nosotros seguimos dentro del sistema capitalista —veamos o no veamos que está el precipicio allá— vamos a desaparecer. Por eso es que hay que construir otra cosa, porque no hay otro referente. Sí lo hay, pero no lo hay. Porque existe pues una tradición de lucha, existe una teoría, una ciencia que ha construido esa puerta. Pero no la hay porque a nivel cultural parece que no hay esa perspectiva, porque todo se apostó a ese muro. Qué paradójico ¿no? a un muro. En este caso al muro de Berlín y lo que eso significó. Como que todos coinciden que ese es el símbolo que trastocó todo, sin ver que había más cosas, pero ese es otro problema.
Sí, podemos seguir en la niebla o no. Ese no es el problema, ya sabemos que si seguimos avanzando vamos a la destrucción. Y, entonces, es donde la Otra Campaña dice: vamos a hacer otra cosa. Vamos a mirar nuestra historia, vamos a mirar otra teoría. Todo lo que ya ahí está y que fue dejado de lado como si fuera un vestido que pasó de moda, y que resulta que no es un vestido, sino que es una perspectiva de lo que es la historia, de lo que es la sociedad y lo que es la lucha. Y no me refiero solamente a científicos, también éticos, morales, políticos. De que cuando la correlación de fuerzas te dice que tienes que hacer algo —invariablemente es venderte, rendirte, traicionar—, la ética te diga “ni madre”, “contra la correlación de fuerzas, ni me vendo, ni me rindo, ni traiciono”.
Eso, y buscar y encontrar a otras gentes y decir: está bien, vamos a hacer el balance del muro de Berlín y de la teoría y todo eso. Pero ¿vamos a proponer algo nosotros? Esto que estamos haciendo es tan nuevo, y tan viejo al mismo tiempo. Tan viejo como es la humanidad rebelándose una y otra vez, no sólo en la cadena de producción, no sólo en las cavernas, no sólo en las pirámides, sino en todo lo que es el trayecto histórico de la humanidad. Otra vez volviéndose a rebelar y apostando otra vez, con el entusiasmo de equivocarse —que para los otros es temor y para nosotros es el entusiasmo de hacer algo y equivocarnos, pero hacerlo— de crear algo nuevo. A lo mejor no resulta, o no como lo pensamos, pero sí va a ser mejor de lo que hay en este momento y, sobre todo, va a significar la sobrevivencia nuestra como nación, y también como pueblo; física pues.
Eso es lo que les aterra —yo creo—, que no significa sólo que hay que volver a leer lo que se leía antes, sino volver a entender que eso que se está leyendo, lo que se está escuchando, lo que se está viendo, te está diciendo: ¿y, tú? ¿y, tú? Es algo que aterra a los intelectuales, a todo el sector ese cultural de izquierda: que le pregunten ¿y tú, qué haces? Que lo saque pues, de su marasmo.
Rebeldía: Todo esto se ha reforzado con la llegada de gobiernos de izquierda en varios países de Sudamérica. Los triunfos de Lula en Brasil, de Kischner en Argentina, de Tabaré en Uruguay, de Evo en Bolivia y de Chávez en Venezuela —incluso los más tolerantes ponen en esta lista a la señora Bachelet— son presentados como la evidencia de que es viable la construcción de un camino alterno al neoliberalismo que parta de una política gubernamental, es decir de arriba. Pero cuando se analizan sus programas de gobierno (los casos de Venezuela y Bolivia hay que darles tiempo para ver cómo evolucionan) y sobre todo su práctica, resulta que respetan los marcos de referencia del proyecto neoliberal. ¿Por qué el EZLN insiste en que no hay que ver para arriba (a excepción de cuando un dedo de abajo señale hacia allá) sino voltear hacia abajo?
SCI Marcos: Porque nosotros pensamos que un proyecto fundamental, diferente, o sea que agarre para otro camino, es el que se necesita en América Latina. No lo que nosotros estamos viendo —sobre todo en el caso de Lula en Brasil, de Kischner en Argentina, de Tabaré en Uruguay y de López Obrador en México—, que es: sigamos por el mismo camino y —como lo dice él—cambiemos de caballo y de jinete. Pero nunca dice el camino. Y el camino es éste que dice: hay que mantener estas variables macroeconómicas y vamos a cambiar qué canción cantamos en el camino, o cómo nos vestimos y todo eso, pero el rumbo que llevamos es igual.
Entonces ¿quién va a plantear o de dónde va a salir una propuesta que diga: no queremos ir a ese lugar? No sólo porque nos lleva a un abismo, sino porque lo que nosotros queremos es otra cosa y cambiar a otro camino. Sólo la gente de abajo y los grandes movimientos sociales. Espontáneos, organizados, planeados o surgidos sin que hayan sido vistos por los medios de comunicación. Es ahí donde se está planteando. Porque es esa gente, la gente de abajo, la que sí está viendo —al mismo tiempo que está viendo su explotación y a la hora que se empieza a organizar—, está viendo otro camino, otro mundo, uno donde esa explotación, ese despojo, ese racismo, ese desprecio, esa represión, no existan para ellos.
Entonces, es ahí donde el problema no es quién va a montar el caballo o cómo va a ser el caballo, como se dice, sino que decir: bueno, vamos siendo claros, aquí el problema no es el jinete ni el caballo, sino el camino. Porque ni nosotros vamos en ese caballo, ni vamos en carro, ni nada. A nosotros nos están llevando a punta de bayoneta, o a punta de engaños —según sea el que le toca a cada quien— y nosotros queremos ir para otro lado.
Si Evo Morales, si Hugo Chávez —en Bolivia uno, en Venezuela el otro—, o cualquiera en cualquier lugar, empieza a seguir otro camino va a ser porque fundamentalmente lo van a jalar de abajo, no porque arriba va a entender las cosas. Si fue posible la revolución cubana; cualquier revolución que agarró otro rumbo para un pueblo, fue porque hubo un pueblo que dijo “¡órale!”. Aunque entendemos que se concentre en una figura: en Castro o en Guevara; en Lenin, o en el que sea. Pero fundamentalmente fueron pueblos los que voltearon a ver para otro lado y dijeron: ¡vámonos por otro lado! Y ahí es donde la organización política, o el partido, o el gobierno, el que sea, opta: o confronta eso —como está haciendo Lula en Brasil—, o trata de seguirlo, o trata de buscar la coincidencia.
Pero los de abajo están marcando ese camino. ¿Quién va a valorar el papel de Evo en Bolivia y de Chávez en Venezuela? El pueblo boliviano y el pueblo venezolano. Son los que van a decir: sí, sí están con nosotros, o no, ya no están con nosotros. O un rato están con nosotros y otros no. Pero, fundamentalmente, otra Bolivia u otra Venezuela va a ser producto de abajo; de los trabajadores del campo y de la ciudad de esos países. Y en cualquier lugar va a ser igual.
Ahora, el cambio de los gobiernos de Lula en Brasil, de Kishner en Argentina, de Tabaré en Uruguay, no significan sólo esto de que “bueno, se va a administrar el proyecto neoliberal con la mano izquierda. No vamos a decir neoliberalismo, va a ser el capitalismo con rostro humano o bien administrado”. No es sólo eso. De ahí está emergiendo —yo creo que López Obrador es el que lo está proponiendo en México— un nuevo Estado-Nación. Más subordinado, más adecuado, sin ninguno de los rastros de autonomía e independencia que tenían los Estados nacionales antes de la caída del muro de Berlín. Y eso se tiene que ver, porque en todos lados donde está llegando, el movimiento social de izquierda que no resiste, es cooptado, destruido. Y cuando no, es atacado como si fuera el enemigo. Y a veces está la coartada de que sirve a la derecha. A veces, ni siquiera importa esa coartada; como los choques que ha habido de Lula con el Movimiento sin Tierra, en Brasil.
Esto se va a ir viendo conforme avance todo eso. La propuesta en México es: agarremos un sector de la vieja clase política, démosle un nuevo sentido, y vamos a sacar el nuevo Estado mexicano. Lo que es la tontería más grande del mundo, no sé como se lo están tragando allá arriba —necesitan muchos espots o muchos cafés con los intelectuales—, ¿quién puede sostener que va a salir un nuevo proyecto de nación —o ¿cómo le dice? proyecto alternativo de nación— reciclando a la clase política priísta? No, no es posible.
Rebeldía: Una de las declaraciones que causó más polémica entre los detractores de la Otra Campaña (articulistas, moneros, etcétera) fue aquella en la que dijiste que el EZLN no tenía a qué ir a la toma de posesión de Evo Morales y luego, en otro momento, dijiste que el EZLN no volteaba hacia Bolivia y luego que lo que se estaba haciendo en México era lo más chingón y que no tenía parangón en el mundo. ¿A qué te refieres? ¿Podrías explicar un poco más qué es lo que estás diciendo con frases como éstas?
SCI Marcos: Primero, el EZLN dijo que no debía ir a la toma de posesión, no sólo que no tenía, que no debía hacerlo, porque significaba voltear hacia arriba. El aspecto fundamental de la Sexta Declaración es esa ruptura.
Hasta antes de la Sexta Declaración, el EZLN volteaba hacia arriba. No sólo hacia los Evos, no sólo hacia los articulistas, moneros e intelectuales progresistas, también hacia el gobierno mexicano. Y su interlocución privilegiada era con ellos. Pero ahora —después de la Sexta Declaración de la Selva Lacandona, y en relación a lo que preguntas—, el EZLN dice: no debemos hacer esto porque hemos elegido otro camino, que es mirar abajo.
Y es tanta la riqueza que vemos abajo que esa mirada nos demanda más que cualquier otro, por eso no debemos hacerlo. Además, por ética, sería mandar una señal contraria. El reproche de no ir a la toma de posesión de Evo Morales ni siquiera es tan elemental como decir: bueno, a qué horas va a sacar el pasaporte o la visa, sino era de que yendo a la toma de posesión de Evo Morales era un aval inmediato a la campaña de López Obrador: sí es posible que arriba se cambien las cosas. Y luego, cuando nosotros decimos: el EZLN no voltea hacia Bolivia, no voltea hacia la Bolivia de arriba, sino a la de abajo. Y son esas valoraciones las que toma en cuenta: las del movimiento popular que permitió el quiebre en Bolivia y la posibilidad de que el gobierno de Evo pueda decidirse por un lado y por otro.
Ahora, sobre lo otro, lo que se está haciendo en México no tiene ningún referente, porque el EZLN está invirtiendo completamente el proceso.
No se trata de un grupo de iluminados que genera conciencia en las masas y que dice vamos a luchar por esto y vamos a convencerlos para luchar por esto; sino que el EZLN dice: vamos a construir desde abajo. Que yo sepa —no sé mucho de historia mundial— no hay ningún proceso que haya empezado así. Que deje las definiciones fundamentales pendientes, que trace nada más el panorama general y empiece a construir de abajo, confiando en que de abajo —confiando en la gente pues—, en que de abajo va a surgir una propuesta: orgánica, de destino, de paso, de compañía, de ritmo, de velocidad. Todo lo que se plantea, hasta antes de la Sexta, como decisión de un grupo, de una organización o de un grupo de organizaciones.
Y, entonces, ya construido este movimiento, nosotros pensamos que el problema del gobierno —y de la toma del poder— se invierte: deja de ser el objetivo central de un movimiento de transformación y se convierte en una pieza más de ese movimiento. Ojo: una pieza más; no es excluida de ese movimiento. Sí va a haber que hacer eso, pero no es el punto de partida, ni el de llegada. Es uno de los pasos que hay que dar en esa organización de la sociedad. Y, a lo mejor —pensamos nosotros—, podemos construir un referente mundial que no sea un muro, como el de Berlín, sino que sea otra cosa. Un rompecabezas cuya figura no está definida y que se va modificando con cada pieza que se agrega. Y como es abajo, y donde cada quien asegura su lugar, el problema aquí no es qué imagen va a quedar al final, sino que cada pieza tenga mi figura y mi color, que esté yo ahí.
Y eso es lo que hace que el movimiento que la Otra Campaña… que ese rompecabezas se siga armando abajo, no arriba. Y, eventualmente, ahí va a caber la pieza del gobierno, o la pieza de la democracia electoral, o la de los derechos… muchas cosas pues que están ahí. Pero no es ni el punto de partida, ni —ojo— el punto de llegada. Pero tampoco se trata de evitarlo. Eso es lo que el EZLN está diciendo una y otra vez.
Rebeldía: La acción del Estado mexicano en contra del pueblo de Atenco parecería como un ataque abierto a la Otra Campaña. Si uno analiza el tipo de operativo parece que se llevó a cabo con base en un manual de aldea arrasada. El asunto no era detener a tal o cual persona, sino realizar una agresión contra el pueblo en su conjunto y todos los que estaban ahí presentes solidarizándose. La brutalidad de la acción fue tal que ahora se dice que de manera individual quizá algunos policías exageraron. ¿Qué piensas tú del tipo de operativo que se realizó y será ésta la política que siga el Estado para enfrentar a la Otra Campaña?
SCI Marcos: Sí va a ser la política, pero no es un operativo. El señor Wilfrido ha visto demasiadas películas y programas de TV Azteca y de Televisa y montó un operativo para la televisión. Un operativo de represalia, de castigo, para los medios de comunicación. Y esto explica que los medios de comunicación estuvieran ahí y que se editaran las partes para presentar: “estos rebeldes, revoltosos, que atentan contra la paz social fueron ejemplarmente castigados”. El operativo es muy malo, muy mal hecho, en cuanto a los objetivos de detener, los objetivos de reprimir y a los objetivos de imponer miedo. Porque no habían pasado 24 horas, cuando recuperamos simbólicamente Atenco. Fue, sobre todo, una señal arriba de reconocimiento a quién manda en este país, ahorita en este vacío gubernamental, que son los medios de comunicación. Y a la hora que se está volteando esto de que se está viendo: bueno sí, es que resulta que no hay ninguna legitimidad en eso que hicimos, entonces ya la legalidad no importa, porque la legitimidad se ha perdido. Y se perdió en el mismo terreno donde lo habían ganado, que es en los medios de comunicación. Y a los medios ya no les está importando si hubo o no violaciones, sino que ya el común de la gente no puede creer que los policías hayan sido honestos, humanos y legales, a la hora que entraron en San Salvador Atenco.
Va a ser la política que siga el Estado para enfrentar a la Otra Campaña y a cualquier movimiento social, en tanto que exista y que se trate de manejar por los medios de comunicación. Y que los medios de comunicación, con esa autonomía e independencia que tienen ahora, no como beneficio sino para poder hacer lo que les gusta, pues no hay ninguna política definida. No sabemos si, al crecimiento éste que está operando en la Otra Campaña del movimiento de protesta por libertad de los presos y presas en Atenco, vaya a responder con la represión o vaya a responder con la libertad. Lo que sí se ve es que cada vez se le acaba el margen de hacerse pato; de decir: bueno, pues ahí vemos, y ahí vemos, y ahí vemos. Sobre todo, si la movilización va creciendo.
Hasta antes del quién quede en el poder, va a seguir sin definirse una política para enfrentar cualquier movimiento social. Y no me refiero sólo a reprimirlo, también a darle solución a sus demandas. No va a haber. Y eso es lo que están proponiendo los tres candidatos principales. Que inmediatamente dijeron: “yo voy a seguir esa política”, o “yo no la voy a seguir”, o “yo no sé”. Bueno, nadie dijo que no la iba a seguir ¿no? López Obrador dijo “no, pues…”.
Entonces, lo que está pasando es que el operativo se desmorona ya totalmente, en cuanto a su legitimidad, se empieza a desmoronar en cuanto a su efectividad y va a acabar de desaparecer en el momento en que salgan los presos. Porque entonces ¿para qué sirvió? Ellos piensan que no pueden hacerlo, porque significaría reconocer. Allá arriba no les importa que paguen Peña Nieto o Wilfrido. El chiste es que el movimiento no se conforme. Que a la hora que caigan esos; que ofrezcan las cabezas y digan “cálmense”, le digan que NO, hasta que salgan los presos. Y ya será parte del movimiento, ahora castigo a los culpables y todo eso. Porque ellos van a ofrecer eso: van a ofrecer el castigo a los culpables, a los culpables que seleccionen y el castigo que ellos seleccionen, ¿Y los presos? Ni siquiera jurídicamente se sostiene.
No es la primera vez que el Estado opera eso, con esta seducción que le provocan los medios de comunicación. O sea, Wilfrido se imaginaba perfectamente entrevistado por Denisse Mercker, por Ciro Gómez Leyva, por López Dóriga —por toda la pléyade—, y él dando cuentas de que había impuesto el orden. Igual Peña Nieto. Y a la hora que tienen que dar y que tienen que pagar sus espots para decir que sí lo hicieron, es cuando ya van perdiendo la batalla. Y finalmente la perdieron esa. Porque incluso Wilfrido nunca va a poder dar las cuentas; lo que siempre le van a estar diciendo: “pudiste haber hecho ese operativo limpio”. Con un poco más de tiempo y más de inteligencia. Tenía el tiempo, pero no, Wilfrido no tiene la inteligencia. El Estado mexicano no tiene esa inteligencia. Esa es la que está tratando de recuperar López Obrador y Madrazo, y Calderón: “nosotros sí vamos a hacer las cosas bien”. No es que van a dejar de reprimir, sino que lo van a hacer bien. Ahí lo vean, porque les van a caer donde se publica la revista.
Rebeldía: Al inicio de la Otra Campaña, tú mandaste una carta a los reporteros de los medios de comunicación en la que explícitamente señalabas que la Otra no buscaba y no iba a captar el interés de los grandes medios de comunicación. Posteriormente, los sesudos analistas de la televisión (Denise Dresser, Hernández López, Riva Palacios, Krauze, Carlos Marín, Aguilar Camín) —puro cuadrazo, como dice un amigo— señalaban que el EZLN no había captado el interés de los medios de comunicación, que no aparecía el Sup en televisión, en los noticieros, en la prensa. Desde luego sin quererlo y sin saberlo estaban confirmando lo que el EZLN había dicho en esa carta a los reporteros. Ahora, después de la acción criminal contra el pueblo de Atenco, señalaste que participarías en una serie de entrevistas en los medios de comunicación masiva. En especial la entrevista a Televisa levantó una cierta polémica. ¿Cuál era el objetivo para realizar esta entrevista?
SCI Marcos: Había antes de Atenco una especie de acuerdo no explícito: donde la Otra Campaña seguía por abajo, no estaba mirando hacia arriba: no se metan con nosotros, nosotros no nos metemos con ustedes. No nos metemos no quiere decir que no estuviéramos criticando a los de arriba. No nos metemos en el sentido de que claramente habíamos definido desde hace mucho tiempo que la política se está definiendo en los medios de comunicación. Entonces, nosotros no nos metíamos a los medios masivos de comunicación, a pesar que desde que rompimos el silencio había solicitudes de entrevistas de todo el mundo. Que es lo que están olvidando ésos. En concreto, varios de los que se estaban quejando habían solicitado la entrevista.
Dijimos: bueno, no, nosotros vámonos por abajo. Estamos en ese entendido: ellos no se meten con nosotros, nosotros no con ellos. Los medios sacaban sólo los golpes que eran al PRD o a López Obrador, pero pues ahí quedaba, no pasaba nada más. Como quiera era lo que decían que se decía. Entonces, cuando se da el ataque de Atenco y los medios se vuelcan en contra no sólo de Atenco, sino de la Otra Campaña, y la clase política junto con ellos, nosotros decimos: bueno, ahora sí que la tregua se rompió. Y la tregua significaba nosotros seguimos acá abajo, no nos metemos, ahora nos vamos a meter a los medios de comunicación. Porque sabíamos que había este interés en los medios de comunicación, desde antes de que empezara incluso la Otra Campaña.
Nosotros dijimos: la clase política nos está chingando pues, con este operativo policíaco, pues entonces nos vamos a meter y vamos a disputarles ahí. Ni siquiera disputar, porque no tienen ninguna legitimidad ni ninguna inteligencia. Vamos a ver lo que no querían ver que es que la gente contraste entre una propuesta honesta, articulada y las mentiras que se están diciendo, o los cambios de rumbo que va a haber. Entonces, en ese sentido, se decide que aquél que trabajó la entrevista desde hace mucho tiempo, con olfato periodístico —porque todos los demás decían que no era noticia—, y el único que estaba insistiendo en que sí, que algo iba a haber, que algo había; que tuvo olfato periodístico, fue Loret de Mola. Entonces, se decide dársela a él. Pero antes, dársela a La Jornada en el entendido que era diferente una y otra. Luego se me reprocha que por qué ahí en Televisa no se mencionó lo de la ley Televisa y todo eso y se pasa por alto que el objetivo de esa entrevista era cambiar la visión que sobre Atenco había. Que fue lo que se consiguió.
Me reprochaba una periodista: “pero tenías una hora, pudiste haber tocado muchas cosas”, y luego tuvo una hora ella en entrevista y dijo: “no pues es que falta tiempo”. Y antes en La Jornada también se habían tomado cuatro horas y también decían que faltaba el tiempo, porque había muchas cosas que hablar. Nosotros pensamos que había que hacerla y que había que enfocarla: ponerla al servicio de la Otra Campaña. Volteando la correlación de fuerzas respecto a qué había pasado en Atenco. Y eso fue lo que hizo la entrevista. Decir: momento, aquí no son brutalidades iguales. No se trata de la violencia venga de donde venga. Hay un desequilibrio total y éste es el que se encarga de la ley. Y creo que sí se consigue eso. Si además se le consigue dar visibilidad a la Otra Campaña, pues qué bueno, pero nuestro objetivo era ese. Y luego, fundamentalmente es coherente porque nosotros decimos que en este país los que gobiernan son los medios. Fuimos a decirle al gobierno que tiene que dejar libres a los compañeros y compañeras si no quiere problemas. Y si no los deja libres, pues esos problemas van a seguir creciendo.
Hay dos grandes críticas que se hacen a la participación de Marcos en Televisa, fundamentalmente: una es la que viene de los medios alternativos, que dicen —aunque no muy convencidos— que con esa presencia, aunque sea crítica, se avale toda una política de medios. Y pues se puede discutir, porque es una crítica de izquierda. Y la crítica que hacen los intelectuales en los medios de comunicación, donde coincide todo el espectro supuestamente de izquierda con el de derecha. Y fundamentalmente todo se reduce a eso: “por qué nos desarregla el panorama”. Como periodistas dicen: sí, pues qué banquete, tener a alguien que sí puedes entrevistar y que la gente sí quiere escuchar. Porque ¿quién quiere escuchar a López Obrador y a Calderón y a Madrazo? Ahora sí que ni pagados. No digo que no vaya a ocurrir también eso con Marcos, pero, en ese momento, era La entrevista, o sea, el banquete periodístico.
Y el resultado es que sale bien, que mucha gente se entera, que se cambia toda esta percepción de lo que pasó en Atenco, y entonces dicen: no pues ahora resulta que tenemos aquí una variable que no estaba contemplada, que no tiene registro, que ni siquiera paga espots y que nos desarregló esto. Y si revisas las críticas de los sectores de editorialistas que se reivindican de izquierda y las de la derecha, puedes cambiar los nombres y no hay ninguna diferencia.
Rebeldía: Parecería que tú quieres cobrar caro la represión a Atenco. ¿Qué significará tu presencia en la Ciudad de México en el marco de las elecciones federales? ¿Si se libera a los compas que están detenidos tú seguirás tu gira por el resto del país?
SCI Marcos: Sí. Liberados todos los compas que fueron tomados prisioneros en Atenco, la Otra Campaña sigue y sigue abajo. Esa fue la propuesta que se hizo pública y es la que vamos a cumplir. Pero, si no los sueltan, no sólo sobre las elecciones y no sólo sobre la ciudad de México. La Otra Campaña como una organización nacional está adquiriendo un perfil que no tenía antes de Atenco. Y es para nosotros una cuestión de dignidad, de ética y de moral hacerlo. Y estamos dispuestos a llamar a todo el que esté en disposición de sumarse para llevar hasta sus últimas consecuencias el “tienen que salir”. Esa es la apuesta y ese es el mensaje claro: suéltenlos y volvemos a la marginalidad. Si no, les vamos a hacer todo el ruido posible. Lo malo es que esta revista no la lee nadie allá arriba. De balde estoy mandando el mensaje.
Rebeldía: Para terminar y volviendo a la Otra: Arriba nos hablan de un país cruzado por dos “realidades”: el campeonato mundial de fútbol y las elecciones del 2 de julio (dos hologramas, el segundo más irreal que el primero); abajo ¿Qué pasa? ¿Qué país, que pueblos, qué gente, qué miradas estás viendo?
SCI Marcos: No hay ningún país allá arriba cruzado por ninguna de estas realidades. Hay una simulación en el México de arriba, en el país de arriba. Una simulación que está apostando todo al 2 de julio y a este gritar al espejo, o gritarle al espejo: somos modernos, somos modernos. Aunque esté pudriéndose la carne que lo tiene. Aunque sean las mismas historias de antes: 68, todas las historias de represión, las que estén colgando como pedazos de carne putrefacta en el rostro de ese que se está viendo ahí. En cambio, el del campeonato mundial de fútbol, pues sí ese sí tiene impacto abajo, pero ese se empieza y se acaba igual que el 2 de julio.
Nosotros estamos viendo abajo, primero, una mirada de desesperación. Este cambio que habíamos visto del escepticismo o el cinismo respecto a lo que pasaba arriba —la clase política— a una rabia y a unas ganas de hacer algo. Si no, la Otra Campaña no hubiera crecido. Todavía hasta antes de que se diera esta inflada —que por supuesto es una inflada artificial— de Calderón, en Jalisco, algunos reporteros nos decían que los mítines de la Otra Campaña eran más grandes que los de Calderón. Ahora resulta que no, que hay gran apoyo. Pero todavía hasta ahí, hasta hace un mes, la Otra Campaña estaba levantando más que la campaña de Felipe Calderón.
Y no se trata de gente que esté esperando respuestas, sino gente que está esperando un espacio y, sobre todo, la garantía de que ese espacio va a ser respetado para ellos. Entonces, si empieza como buzón de quejas la Otra Campaña y luego se va transformando en el intercambio de experiencias, en el conocimiento de esas experiencias, y conforme va avanzado se convierte ya en el espacio de lucha. Ahora sí ya vamos a luchar. No se trata de algo lejano. Y el gobierno está poniendo la mesa para que esta lucha se de: con los golpes, con las represiones, con las amenazas.
Si te das cuenta, cuando se da la represión en Atenco y está la primera ofensiva de medios de comunicación… ¡La segunda! La primera era para que atacaran, la segunda es cuando ya se da el ataque y dicen: “triunfó la ley”. Todos se apuntaron y de todo el espectro político: Salazar Mendiguchía en Chiapas, Zeferino Torreblanca en Guerrero, Lázaro Cárdenas Batel en Michoacán, en todos lados dijeron: ¡órale! ahorita es donde hay que golpear a lo que tenemos a cada rato. Unos lo hacen, otros no lo hacen. Piensan como que es la hora de los cuchillos largos y todo el espectro político dice. ¡órale! ahorita es cuando vamos a cobrarles a todos. Pero como sólo dura unas horas y se empieza a voltear, empieza otra vez el repliegue. No es el repliegue sólo por los medios de comunicación, sino que también abajo pasa la primera etapa esta de que ¡chin! nos pegaron y empieza ya la etapa de organización, todavía medio dispersa porque la Otra Campaña no tenía cuerpo todavía. Era todavía nada más el recorrido del Delegado Zero. Y ahora ya empieza a adquirir una estructura organizativa y es la que empieza a decir: ¡órale! vamos a hacerlo. Es esa estructura organizativa que significa, en términos cualitativos, un salto adelante de la Otra Campaña que nosotros pensábamos que iba a ser mucho después.
Lo estamos viendo. Lo estamos viendo abajo, Sí hay todavía miedo y todavía hay rabia. Sobre todo rabia, más rabia que miedo. Pero ahora el elemento extra es la organización. La capacidad de organizar. Vamos a organizarnos a nivel nacional para hacer una cosa y para hacer otra cosa. Y sus primeras pruebas van a ser la dislocación del 19 y la concentración del 28. Nosotros pensamos que ahí la Otra va a tener un perfil más definido y va a poder entrar, en junio, a disputarle a la clase política y al poder, la libertad de los compañeros y compañeras de Atenco. Sobre el mismo escenario que ellos plantaron.
Si hasta ahora ese escenario, el electoral, había servido para oprimirnos, para hacernos a un lado, para ignorarnos, ahora, dependen de lo que hagamos nosotros para que les salgan las cosas como quieren que les salgan. ¿Me vi muy amenazante? Es una promesa.
Rebeldía: Una última cosa. Has dicho en algunas reuniones que lo que estás viendo en el México de abajo te recuerda el 92 en Chiapas. ¿Podrías explicar eso?
SCI Marcos: Sí, mira. Lo que pasó en 92, empezaron run runes. Nosotros teníamos nuestras tropas en la montaña y cada tanto íbamos a dar clase política: cómo está el país, cómo está el mundo, y los pueblos indios, bla, bla, bla. Y en 1992, los que regresan de los pueblos a las montañas y nosotros cuando estamos yendo a las reuniones de responsables —entonces no eran comités, eran nada más responsables— empiezan a decir: no pues la gente dice que ya, que ya es hora. Estoy sintetizando lo que se dice en otras palabras allá. Y empezó por un lado, y en una unidad y en otra, y en una zona y en otra; empezó a pasar también en los Altos, no sólo en la selva —que es donde estaba yo— en el norte, en la costa, empezaron a decir: y es que ya es la hora, tenemos que hacer algo. Y no se trataba de que —que a veces pasa— que fuera producto de una movilización. Nosotros hacíamos movilizaciones adentro de la selva. Como nadie nos pelaba, pues nadie se dio cuenta, pero podíamos juntar miles de combatientes en una concentración, o dislocarlos para hacer acciones de práctica. No hacíamos ningún ataque. Que yo podía entender como mando, no pues se calentaron porque vieron que era un mocho y ¡vámonos! No, al revés, no había un referente inmediato, sino que era producto de sus mismas condiciones o de lo que estaban viendo, uno. Y dos: y de que tenían una organización que podía hacer algo. Porque el que no tenía organización, pues se chinga, está pasando la situación ahí.
Entonces, fue cuando dijimos: no, pues no podemos tomar una decisión sobre rumores, tendríamos que preguntarle a la gente. Y ya sabíamos lo que eso significaba. Porque el modo de las comunidades es pregúntales, pregúntales a todos y discútelos. Entonces se programa la consulta. Nosotros dimos el pitazo a la gente de la ciudad: así está. Nos dijeron: están locos, está Salinas más poderoso que nunca, el derrumbe del campo socialista, no tienen ninguna posibilidad, los van a hacer pedazos, etcétera. Y, como quiera, sacamos la consulta y pasamos en cada lugar. Y pasa lo que pensamos nosotros que pasa también en la Otra Campaña, cuando alguien empieza a hablar la posibilidad de otra cosa: no de la muerte, sino de vivir, de ganar, de sacar a los finqueros, de derrotar al rico, al que te está humillando. Pero esto no es que se corra la voz, sino que es como parte del inconsciente colectivo que llega a esa conclusión y empieza a producirse en las asambleas, porque fueron casi simultáneas, ni siquiera podías decir: es que a esos los influenció la asamblea anterior. Fueron así, simultáneas, en zonas cercanas, y sale: sí, sí, sí, pero por mayoría abrumadora. Sobre todo porque ahí se busca el consenso.
Y, entonces, como a mí me tocó hacer ese recorrido y ver las argumentaciones en lengua en los pueblos: esa mirada, esas palabras y esos silencios, son los que estoy viendo ahorita. O los que hemos visto, pues, en los estados. Hay como dos partes en lo que es la Otra Campaña: digamos los actos públicos, que es donde tiran su rollo y aplauden y lo que sea y las reuniones éstas que, a muchos les desesperan, y nadie tiene el perfil completo de una reunión de adherentes, porque se desesperan, se van al baño, se duermen, dejan la grabadora puesta.
Entonces, se da todo esto y empieza esta —según nosotros maña pues o esta virtud—, no sé cómo decirle, de nosotros de escuchar lo que se dice y lo que no se dice, que es lo que yo siempre les reprocho a ustedes. Es que ustedes están escuchando lo que está diciendo la gente, alguien, Marcos o el que sea, y no lo que está produciendo lo que está diciendo entre la gente. O sea que no saben escuchar.
Entonces, empezamos a ver esto. O sea, una cosa es que alguien se pare y diga: es que yo necesito tierra y ayúdenme y no sé qué, o pinche gobierno, pinche PRI. Y otra que empieza a contar una historia de lucha y el efecto que empieza a producir en la demás gente. Y nosotros decimos: es que esta gente, en cualquier estado —porque te describe una situación de pobreza extrema—, sobre todo en zonas rurales, que tú pasas a las comunidades indígenas zapatistas en el 92 y es la misma, el mismo perfil. O sea, se están muriendo, los están matando, les están quitando todo y nadie se da cuenta. Nadie los ve ni los oye. Entonces, dices, no pues es que esto va a lo mismo que nosotros, pero sin armas. Sin organización, o sea, espontáneamente; o sea, va a la derrota. Nosotros decimos: en lugar de promover eso, porque nosotros hemos hecho una guerra y sabemos lo que cuesta, probemos otra cosa. Démosle a esta gente una alternativa que no le implique perder su perfil, su autonomía, su independencia, su historia, y que le evite llegar a un movimiento espontáneo.
Cuando se iba pasando por los distintos estados, todos estábamos en la perspectiva de que va a llegar el momento en que vamos a definir la construcción. Y ahora resulta que no, que ya hay que construir, aunque faltan muchas cosas, y que en esa construcción más gente se acerca. La organización que está haciendo la Otra Campaña, por ejemplo en la zona metropolitana, D.F y estado de México, está siendo más efectiva que un mitin gigantesco, en cuanto a que acuerpe a más gente en la Otra Campaña. Porque ya son tareas, ya es la realidad de que sí eres parte de este movimiento; tienes tú lugar, tu tarea tiene su lugar. Entonces, no hay mejor mitin que eso. O mejor actividad para promover la adhesión que la misma lucha que ya está haciendo la Otra Campaña. O sea, hasta ahora, no hacíamos lucha como Otra Campaña; hacíamos pase de lista. A partir de lo de Atenco, estamos ya luchando como Otra Campaña. Qué chingón ¿no? Pero ojalá no sea tan caro. O sea, que sí salgan todos pues.
Aquella vez, durante las reuniones preparatorias de la Otra, cuando se peleaban —que si esto, que si lo otro—, nosotros decíamos: no hay que preocuparse mucho por eso, porque en la calle cuando estemos chocando o nos estén reprimiendo se va a diluir todo. Y es lo que está ocurriendo. En este momento ya no importa si eres anarquista. Tienes tu organización pero la disputa no es quién es autoritario, quién es vertical y quién es libertario, sino cómo vamos a hacer nuestra chamba para sacar a todos, todas, nuestros compañeros, nuestras compañeras.

Revista Rebeldia

LLAMADO A ACCIONES CONTRA LAS FINANCIERAS MULTILATERALES

LLAMADO A ACCIONES GLOBALES
CONTRA LAS INSTITUCIONES FINANCIERAS MULTILATERALES
del 14 al 20 de Septiembre de 2006

La siguiente es una declaración para firmar, que expresa una
crítica al papel y las operaciones de las Instituciones Financieras
Internacionales, y un llamado a los movimientos sociales,
organizaciones populares, ONGs, grupos ciudadanos,
organizaciones comunitarias, sindicatos y organizaciones obreras
y movimientos políticos a librar una campaña concertada contra
las IFIs sobre una plataforma común; y a organizar movilizaciones
coordinadas en la mayor cantidad de países posible, para culminar
durante la semana de las Reuniones Anuales en septiembre de
2006.

La propuesta surgió durante la 2° Consulta Sur-Norte sobre
Resistencia y Alternativas a la Dominación de la Deuda, donde los
y las representantes de movimientos y organizaciones de más de
50 países acordaron entre otras iniciativas conjuntas el Llamado a
Acciones Globales contra las IFIs en el 2006. Posteriormente la
iniciativa fue asumida por la Asamblea de Movimientos Sociales
reunida en Caracas, Venezuela, durante el VI Foro Social Mundial
(Policéntrico) en enero de 2006.

¡ Invitamos a su organización a sumar su adhesión a la
declaración, a difundirla a todas las redes y grupos que estén a su
alcance, y a participar activamente en la implementación del
llamado !

Durante más de sesenta años, el Fondo Monetario Internacional y
el Banco Mundial junto a los bancos regionales de desarrollo y
agencias de crédito para las exportaciones aliados, han utilizado el
capital financiero internacional para ejercer el control y
reestructurar las sociedades del Sur a fin de servir a los intereses
de las corporaciones privadas globales y a la agenda económica y
geopolítica de las pocas naciones poderosas que controlan estas
instituciones.

Los efectos resultantes sobre las vidas de los pueblos, sobre las
comunidades, sobre el medioambiente y sobre las estructuras
tanto económicas como políticas en el Sur han sido profundos, y a
través de los años han generado numerosas luchas de resistencia
contra estas instituciones.

A pesar de evidencias bien documentadas e innumerables
testimonios de la destrucción, el desplazamiento y el
desposeimiento que han causado sus políticas y operaciones,
estas instituciones insisten en legitimar su papel. En años
recientes se han declarado a sí mismas campeonas de la
“reducción de la pobreza” y del “buen gobierno”.

En este año 2006, nos comprometemos a intensificar nuestras
luchas contra estas instituciones y elevar el nivel de coordinación
internacional y acciones concertadas. Nos comprometemos
especialmente a organizar diversas formas de movilización y
acción directa en muchos países de todo el planeta durante la
semana de las Reuniones Anuales del FMI y el BM, del 14 al 20
de Septiembre de 2006. Esto incluirá varias actividades y acciones
en las cercanías de sus Reuniones Anuales en Singapur.

HACEMOS UN LLAMADO a todas las organizaciones populares,
movimientos sociales, movimientos de trabajadores, movimientos
de mujeres, grupos campesinos, pueblos originarios, grupos
religiosos y culturales, organizaciones comunitarias, ONGs,
fuerzas políticas, y a todas las y los ciudadanos interesados del
mundo, a que se unan a nosotros/as para montar acciones
contundentes que centren la atención del mundo en la destrucción
y violación de los derechos humanos causados por el FMI y el
Banco Mundial, los bancos regionales de desarrollo, las agencias
de crédito a las exportaciones y el sistema neoliberal global que
aplican.

Nuestras acciones identificarán temas y articularán exigencias que
reflejen los impactos específicos de estas instituciones sobre cada
uno de nuestros países, pero también se unirán sobre las
siguientes exigencias globales:

1. Anular inmediatamente el 100% de las deudas multilaterales,
como parte de la anulación total de las deudas reclamadas al Sur,
sin la imposición de condicionalidades externas.

Las consecuencias inhumanas y destructivas de la dominación de
la deuda, en la perpetuación de las cuales las Instituciones
Financieras Internacionales juegan un rol fundamental, son la
evidencia contra las declaraciones escandalosamente engañosas
de estas instituciones de que están trabajando para la “reducción
de la pobreza” y el “financiamiento del desarrollo”.

A la fecha las iniciativas para el alivio de la deuda de las
Instituciones Financieras Internacionales han cubierto sólo una
pequeña parte de la deuda reclamada al Sur. Peor aún, estas
iniciativas vienen con condiciones que minan la soberanía de los
pueblos para decidir su propio camino al desarrollo, han
demostrado ser dañinas para el bienestar y el medioambiente, y
mantienen las economías de los países del Sur atadas a los
intereses del lucro privado global.

La anulación de sólo una pequeña parte de la deuda podría liberar
algunos fondos que podrían usarse para servicios básicos, pero no
liberaría al Sur de la servidumbre de la deuda. La anulación de la
deuda debe ser del 100%.

Para la acción inmediata destacamos los casos especialmente
urgentes: la mayor parte de África, Haití, Nepal, países afectados
por los tsunamis y otros recientemente devastados por
calamidades naturales, países arrasados por las guerras,
sociedades agobiadas por el HIV/SIDA, y otros que están
sufriendo severas crisis sociales, financieras y económicas.

Rechazamos el marco de “deuda sustentable” que siguen
aplicando las instituciones financieras internacionales. No existe
ningún nivel de deuda “sustentable” en un sistema económico
global basado en la dominación y la explotación de los pueblos,
las economías y los recursos del Sur. Este marco es un medio a
través del cual estas instituciones justifican el mantenimiento del
“endeudamiento” de los países del Sur.

La insistencia en un “marco de deuda sustentable” es además una
negativa a tratar la cuestión más fundamental de la ilegitimidad de
la deuda reclamada al Sur. Los pueblos del Sur no deben ser
obligados a pagar deudas ilegítimas – deudas de las cuales no se
han beneficiado, deudas que financiaron proyectos que han
causado el desplazamiento de comunidades y daños al
medioambiente, deudas gastadas en corrupción o proyectos
fallidos, deudas contraídas por medios antidemocráticos y
fraudulentos, deudas con términos completamente injustos y
condiciones dañinas, deudas odiosas incurridas por dictaduras,
deudas contraídas en el contexto de relaciones internacionales
económicas explotadoras, deudas por las cuales los pueblos del
Sur ya han pagado varias veces.

Aunque las deudas financieras reclamadas al Sur sean
cantidades sorprendentes, totalizando más de $2.3 billones de
dólares, de hecho el Norte le debe al Sur una deuda varias veces
mayor. Es la deuda histórica, económica, social y ecológica
acumulada a través de siglos de saqueo y explotación por parte
del Norte con la colaboración de las elites del Sur.

El FMI y el Banco Mundial deben correr con el costo de anular
deudas que reclaman, utilizando la Disposición acerca de pérdidas
por préstamos incobrables (loan loss provisin) del Banco Mundial
(valuada en $3 mil millones de dólares al 30 de Junio de 2005),
ganancias retenidas (valuadas en 27 mil millones de dólares al 30
de Junio de 2005) y las reservas en oro del FMI. Al sobrepasar la
cotización del oro los $600 dólares la onza, los 103.4 millones de
onzas de oro del FMI valen más de U$S 60 mil millones, en vez de
los U$S 9 mil millones asentados en los libros del FMI.

2. Realizar Auditorias Externas abiertas, transparentes y
participativas de las operaciones de préstamos y las políticas
relacionadas con ellas de las Instituciones Financieras
Internacionales, comenzando por el Banco Mundial y el FMI.

Campañas contra la deuda, movimientos, organizaciones
populares y ONGs están involucradas actualmente en la
preparación e implementación a niveles nacionales, de Auditorias
Ciudadanas independientes de las Deudas reclamadas a los
países del Sur. Así también están exigiendo a los gobiernos del
Sur que realicen Auditorias oficiales (por ej. parlamentarias)
transparentes, abiertas y participativas de estas deudas. Estas
auditorias apuntan a examinar los orígenes y causas del problema
de la deuda, hacer un inventario de sus efectos e impactos, sacar
a la luz el carácter dudoso e ilegítimo de las deudas identificando
responsabilidades, y estableciendo y fortaleciendo las bases para
cambios urgentes en las políticas nacionales sobre deudas y
problemas relacionados.

Desafiamos a las instituciones financieras internacionales a
someterse a auditorias independientes similares de los préstamos
que han otorgado, de sus políticas crediticias, sus procedimientos
y operaciones, y los términos y condiciones que han acompañado
estos créditos, y hacer inventario de los efectos e impactos. Tales
auditorias deberían investigar la culpabilidad y responsabilidad de
estas instituciones financieras internacionales y evaluar qué
restituciones y reparaciones deben realizarse.

Recientemente las instituciones financieras internacionales han
aumentado sus esfuerzos por mostrarse como campeonas del
“buen gobierno”, incluyendo anuncios de esfuerzos y estrategias
renovadas para luchar contra la corrupción. Desafiamos a estas
instituciones a empezar por ellas mismas y examinar la forma en
que han estado involucradas en la creación y exacerbación del
problema de la corrupción. Las auditorias externas independientes
de sus préstamos, operaciones crediticias y condicionalidades
deberían incluir este tema. Más aún, la corrupción debe verse
como un problema sistémico que también involucra al sector
privado, especialmente a las corporaciones transnacionales.

3. Poner fin a la imposición de condiciones y la promoción de
políticas y proyectos neoliberales.

Por medio de las condicionalidades que acompañan los préstamos
y programas, el FMI y el Banco Mundial han logrado reestructurar
la economía global. La utilización extendida de los “programas de
ajuste estructural” desde principios de los 80 en países con una
deuda importante, pobreza y problemas financieros, han forzado a
la mayoría de países del Sur a imitar las políticas económicas de
los países industrializados, al margen de cuan inapropiadas
pudieran ser éstas para las necesidades de desarrollo del país.

Debido a la imposición de políticas neoliberales sobre países
desesperados por acceder a los créditos, los pueblos de todo el
Sur se ven enfrentados a economías orientadas a la producción de
exportaciones antes que a la provisión de los mercados locales, a
sectores manufactureros devastados, a un gran porcentaje de
factores económicos en manos extranjeras, a valiosos recursos
públicos privatizados, a servicios de salud y de otros servicios
sociales mutilados por décadas de falta de inversiones, a recursos
ambientales devastados por la sobreexplotación, las chacras y los
pequeños emprendimientos arruinados por la denegación de
créditos y subsidios, y un desempleo masivo.

Nuestra lucha contra la dominación de la deuda se libra en gran
parte para liberarnos de las condiciones que se chantajea a los
gobiernos endeudados a aceptar. Para las acciones de Septiembre
de 2006 exigimos:

a. En este 50° aniversario de la Corporación Financiera
Internacional (CFI), que las IFIs pongan fin a la promoción de
privatizaciones de los servicios públicos y al uso de recursos
públicos para apoyar las ganancias privadas.

El FMI y especialmente el Banco Mundial han sido los impulsores
principales de la privatización de los servicios básicos; y junto a
ellos otras instituciones como los bancos de desarrollo regionales
y las agencias de crédito a las exportaciones.

Las instituciones financieras internacionales promueven la
privatización a través de políticas condicionantes y asesoramiento
en políticas, financiando proyectos que abren el camino a las
privatizaciones, proveyendo asistencia técnica en la preparación de
estudios de factibilidad como también en el proceso de
implementación y hasta apoyando directamente a las compañías
privadas para que compren los servicios públicos. La Corporación
Financiera Internacional juega un rol preponderante en la provisión
de garantías de riesgo tanto como de capital accionario para estas
compañías privadas, y facilitando el rescate público de los
servicios privatizados en apuros.

El énfasis continuo en la privatización de servicios básicos como la
provisión de agua – o cuando ninguna compañía está interesada en
adquirir el servicio, el arreglo de arrendamientos y contratos de
servicio – y la “comercialización” hasta de agencias de socorro
como las que administran las reservas de alimentos, reflejan una
fijación en el mercado como el único principio organizador para las
economías aún en vista de evidencias abrumadoras en su contra.
Un fracaso tras otro en las privatizaciones del agua en el Sur no ha
disuadido a las IFIs de su misión de arrebatar los bienes de
propiedad pública.

Nuestro mensaje a la CFI y sus socios multilaterales es claro: no
más recursos públicos para el mantenimiento de las ganancias
privadas.

b. Detener el financiamiento y colaboración de las IFIs en
proyectos destructivos del medioambiente, empezando por las
grandes represas, el petróleo, el gas y la minería, e implementar
las principales recomendaciones del Examen de Industrias
Extractivas (EIR).

Las instituciones financieras internacionales también se presentan
como liderando la lucha contra el cambio climático y la
destrucción medioambiental. Sin embargo ningún tipo de retórica
astuta sobre un compromiso más fuerte y nuevas estrategias
pueden ocultar el hecho de que muchos proyectos diseñados,
dirigidos y apoyados por las instituciones financieras
internacionales violan las ya diluidas normas y salvaguardas
declaradas por estas mismas instituciones y causan tanto
problemas ambientales como sociales enormes.

El mismo Banco Mundial es un deudor ecológico muy importante,
ya que ha financiado grandes proyectos como represas
hidroeléctricas, minas, tuberías, exploraciones petroleras y el
desarrollo de proyectos que han desplazado poblaciones y
producido daños ambientales enormes. El Banco Mundial ha
rechazado implementar recomendaciones importantes de su
propia Examen de Industrias Extractivas, incluyendo 1) el principio
de que las comunidades enfrentadas a los proyectos de extracción
de recursos deben dar su consentimiento libre e informado, 2) y el
retiro progresivo de inversiones en proyectos de extracción de
hidrocarburos.

El intento del Banco Mundial de establecer su liderazgo en el
problema del cambio climático con la aplicación de su desarrollo
de la comercialización de créditos de carbono es otro trágico
ejemplo del fundamentalismo de mercado. Confiar el precario futuro
del clima mundial a las ingeniosas soluciones de mercado que
inventa el Banco Mundial distrajo a los actores principales de
concentrarse en el sobre consumo que amenaza de muerte al
planeta y a todos los que viven en él. Mientras tanto el Grupo
Banco Mundial, que declama su liderazgo en el desarrollo de
energías alternativas, dedica muchos más recursos a desarrollar
fuentes de energía convencionales. En efecto, el Banco Mundial es
el líder mundial en la financiación de proyectos que producen el
efecto invernadero.

c. Poner fin inmediatamente a la imposición de condiciones que
exacerban las crisis sanitarias como la pandemia de SIDA y
hacer restituciones por prácticas pasadas tales como la exigencia
de pago de cuotas a los usuarios de la educación pública y los
servicios públicos de salud.

Las políticas de las IFIs han agravado las crisis sanitarias como la
pandemia de SIDA de muchas formas. Las medidas de austeridad
han restringido los presupuestos para la salud, impedido la
contratación de maestros y trabajadores de salud sumamente
necesarios debido a los límites impuestos al gasto en empleos del
sector público, y alejó a los usuarios de las clínicas y a los y las
niños de las escuelas por la insistencia en el pago de aranceles.
Las políticas macroeconómicas que han impuesto las
Instituciones Financieras Internacionales durante los últimos 25
años – incluyendo la austeridad fiscal, altas tasas de interés,
liberalización comercial unilateral y la privatización de servicios
esenciales – han llevado a índices inferiores de crecimiento y
menores progresos en los indicadores sociales que los de las dos
décadas entre 1960 y 1980.

Las IFIs les deben una enorme deuda social a los países cuyos
servicios públicos han sido dañados por sus políticas. Sus
acreedoras son las mujeres de los países del Sur quienes han
tenido que intervenir para proveer los cuidados de la salud, la
alimentación, la docencia, el agua y los otros bienes y servicios
básicos que fueron puestos fuera del alcance por las políticas de
las IFIs. El Banco Mundial y el FMI deberían pagar por la
educación y la salud primaria gratuita como una forma de
reparación o restitución por el daño causado por sus políticas.

Mientras salimos a las calles y plazas del 14 al 20 de Septiembre
en Singapur y en todo el mundo, permanecemos unidos/as en
nuestro llamado para poner fin a la destrucción infligida al Sur por
el FMI, el Banco Mundial, los otros bancos multilaterales y los
países que los controlan.

Solicitamos a los movimientos y organizaciones que adhieren a
este Llamado que compartan con nosotros la información acerca
de sus planes de acción y los resultados, a fin de poder
respaldarnos mutuamente a través de la amplia difusión enviando
un mail a la Secretaría Regional Jubileo Sur/Américas:
jubileosur@wamani.apc.org.

Declaraciòn de Rivas

Asamblea de movimientos sociales reunida durante el
II FORO SOCIAL MUNDIAL DE LAS MIGRACIONES

“Por una ciudadanía universal y los derechos humanos. Otro
mundo es posible”

Las mujeres y los hombres que hacemos los movimientos
sociales y las organizaciones de la sociedad civil
altermundialista, reunidos en Rivas Vaciamadrid (España)
del 22 al 24 de junio de 2006 y representados por 1.193
organizaciones de 84 países de todo el planeta,

CREEMOS QUE:

Crear otro mundo es posible, necesario y urgente. Las y
los migrantes somos sujetos y agentes de transformación de
las sociedades a las que llegamos y de las que salimos y se
debe reconocer y promover este papel y la oportunidad que
representa para el crecimiento de ellas.

La migración es un proceso que tiene lugar, en este
momento, en el marco de la globalización y no puede ser
analizado fuera de ésta. No se dede por tanto abordar como
un tema exclusivamente de fronteras o de “puertas para
adentro”, sino que es un proceso económico, político,
cultural y social relacionado directamente con los efectos
que el modelo capitalista neoliberal impuesto genera
mundialmente.

Las políticas migratorias no pueden estar al margen de los
Derechos Humanos; éstos son patrimonio común de la
humanidad y se debe asegurar su interdependencia,
integralidad y universalidad.

La ciudadanía universal es una necesidad para los procesos
de convivencia. Todas las personas que llegan a un nuevo
país debemos tener todos los derechos que son inherentes a
la condición de ciudadano sin vincularse a la nacionalidad,
incluido el voto.

Las y los migrantes somos sujetos sociales cuyo
empoderamiento y articulación como agentes de
transformación política, social, cultural y económica, es
fundamental. En este sentido, el Foro Social Mundial de
las Migraciones es un espacio privilegiado para la
articulación del movimiento de defensa de los derechos de
las y los migrantes.

DENUNCIAMOS QUE:

Las políticas económicas, sociales y culturales base de la
actual globalización impiden un desarrollo humano y
sostenible desde los propios intereses y necesidades de
todas las sociedades. La acción de las empresas
multinacionales, la deuda externa, la pérdida de soberanía
alimentaría, el comercio injusto, la expoliación de los
recursos naturales y los conflictos armados son causa de
que las personas se vean forzadas a desplazarse y emigrar,
tanto hacia el Norte como entre países del Sur.

No son admisibles prácticas al margen de los derechos
humanos como la externalización de fronteras, las zonas
francas de producción y los centros de internamiento que
han de ser cerrados. No admitimos que la migración sea
relacionada con la seguridad y sea utilizada como moneda de
cambio entre los gobiernos o con fines electoralistas.

Existe una visión reduccionista de las y los migrantes como
fuerza de trabajo. Las y los migrantes somos personas y no
mercancías y por tanto debemos tener garantizados todos los
derechos que nos permitan desarrollarnos y poder ser
ciudadanas y ciudadanos de la sociedad a la que hemos
llegado: derechos laborales, sociales, culturales,
económicos, civiles y políticos.

Hay otras formas de persecución, que están obligando a
millones de personas a tener que salir de sus sociedades de
origen como el impacto de los megaproyectos económicos, los
desastres ambientales, la persecución por razones de
género, orientación sexual, raza, religión y la vulneración
de derechos económicos y sociales que no están recogidos en
la legislación internacional de protección.

Denunciamos todas las formas de racismo, xenofobia,
islamofobia y antisemitismo.

Hay miles de personas que a diario mueren, son torturadas,
mutiladas y desaparecen en la migración con absoluta
impunidad. Denunciamos la fortificación de fronteras, los
muros, las patrulleras, las mafias y el tráfico de personas
para la explotación sexual que originan estos crímenes.
Igualmente denunciamos la trata de personas y el trabajo
esclavo.

PROPONEMOS, EXIGIMOS Y NOS COMPROMETEMOS

Exigimos que el desarrollo global como responsabilidad
pública sea asumido por los estados y organismos
multilaterales con la participación de la ciudadanía.

Exigimos que los derechos humanos estén garantizados en
todas las sociedades, más allá de la situación
administrativa de las personas y en todas las etapas de los
procesos migratorios origen, tránsito, destino y retorno.
Exigimos que no se criminalice a las y los migrantes por el
hecho de no tener papeles, que se deroguen las leyes de
extranjería que contradigan el derecho internacional de los
Derechos Humanos y que se se garantice el derecho a la
libre circulación.

Exigimos la firma, ratificación y puesta en práctica de la
Convención Internacional para los Derechos de los
Trabajadores Migrantes y sus Familias, del Convenio 143 de
la Organización Internacional del Trabajo sobre las y los
trabajadores migrantes y el Convenio 49 contra el Tráfico
de Seres Humanos. Nos comprometemos a vigilar que los
poderes públicos de todos los estados adopten las medidas
que llevan a su ratificación. Exigimos especialmente a los
sindicatos su compromiso en esta materia.

El derecho a vivir en familia es fundamental para todas las
personas migrantes. Exigimos que sea garantizado.

Exigimos que se amplíe la protección internacional a las
personas que son víctimas de otras formas de persecución no
incluídas en la Convención de Ginebra. Exigimos que se
garantice a los perseguidos el acceso al derecho de asilo
en país seguro y el derecho al retorno de las personas
refugiadas con garantías.

Exigimos que se reconozca y visibilice nuestro papel
protagónico como mujeres inmigrantes, superando la visión
victimista que se tiene de nosotras.

Nos comprometemos a hacer llegar como Foro Social Mundial
de las Migraciones a todos los espacios de incidencia
internacionales, nacionales y locales nuestras denuncias,
exigencias y propuestas.

POR ELLO

1. Hacemos de la DECLARACION DE RIVAS, nuestra agenda de
trabajo que nos permitirá un trabajo conjunto en los
ámbitos internacionales, nacionales y locales.

2. Nos comprometemos a realizar el III Foro Social Mundial
de las Migraciones y dar continuidad a las acciones aquí
acordadas. Además nos comprometemos a organizar el eje de
migración del próximo Foro Social Mundial en Nairobi 2007.

3. Realizaremos una movilización mundial una vez al año
como elemento denuncia, propuesta y visibilización del Foro
social Mundial de Migraciones.

4. Damos continuidad a la web del Foro como espacio de
trabajo, memoria e intercambio.

5. Abrimos un espacio de redacción conjunta de la Carta
Mundial de los Migrantes que será discutida en el próximo
Foro.

6. Creamos un Comité Internacional Permanente del Foro
Social Mundial de las Migraciones en el que haya
representación de todos los continentes que asegure el
seguimiento de los compromisos de trabajo y que pueda tener
réplicas regionales y locales.

Y hacemos esto porque creemos que,
OTRO MUNDO ES POSIBLE, NECESARIO Y URGENTE

El sueño de Borges

El sueño de Borges
Por María Esther Gilio, gentileza Semanario Brecha, especial para Causa Popular.- A 20 años de la muerte de Jorge Luis Borges (14 de junio de 1986) las calles de Buenos Aires han amanecido empapeladas con sus frases más célebres. En diciembre de 1974, a pedido de Eduardo Galeano, director de “Crisis”, lo entrevisté en Buenos Aires. El texto que aparece a continuación ha sido seleccionado de esa entrevista con el criterio quizás equivocado de trasmitir no sus frases más geniales sino las más curiosas, las que tienen que ver, más que con su brillante inteligencia, con algunos hechos de lo cotidiano.

¿Qué hechos en su infancia considera que han marcado su literatura?

Muchas cosas. Las espadas de mis abuelos por ejemplo. Provocaban mi fantasía. También el retrato de mi bisabuelo, el coronel Suárez, me impresionaba mucho. Él ganó la batalla de Junín. Salió de Buenos Aires con San Martín a los 16 años. Cuando volvió a los 27 la familia no lo conocía. Y mi abuelo Borges, que inició su carrera militar defendiendo la plaza sitiada por los blancos de Oribe en Montevideo, y tenía en esos momentos 14 años. Luego tomó parte en la batalla de Caseros, en la división oriental de César Díaz, y tenía 16 años. Después ya vino una larga carrera militar: dos balas en la guerra del Paraguay, las campañas con…

Usted tiene una gran añoranza de todo eso. ¿Le hubiera gustado?

Sí, sí, sí. Pero no sé si hubiera servido.

Aparte de que hubiera servido o no, tal vez su añoranza es también de no haber servido. Se ve en sus cuentos, en “El sur”, por ejemplo. Ese personaje es usted mismo.

Sí, sí. Ese es un cuento autobiográfico, en parte.

Ahí está eligiendo su muerte. Preferiría morir acuchillado en la llanura que morir en un quirófano.

Sí. Matar o ser muerto acaso no sea peor que envejecer, morir en la cama o sufrir la noche, dije alguna vez.

Sufrir la noche. ¿Sufre realmente la noche? Porque leyéndolo, a veces, uno tiene la sensación de que usted siente cierta felicidad no viendo, de que eso no le pesa, e incluso al contrario. En el cuento sobre Homero, el héroe descubre que ha dejado de ver. Usted dice: “Sintió como quien reconoce una música o una voz”, y luego: “Lo había encarado con temor, pero también con júbilo, esperanza y curiosidad”.

No, una cierta felicidad, no. Pero yo nunca viví en un mundo visual. Por ejemplo… -y quedó callado por tanto rato que pensé que se había olvidado de mí.

¿Qué quiere decir con que nunca vivió en un mundo visual?

Por ejemplo, yo sé que tengo, lo ha asegurado mi madre que no me engaña, dos corbatas. En otras épocas habré tenido más, pero nunca he sabido cuántas.

Me parece que eso tiene más que ver con otras características suyas. Usted dice: “Nunca viví en un mundo visual”. Tampoco táctil. Usted no sabe cuántas corbatas tiene porque no le interesan las corbatas, simplemente.

Yo no sé cuál es el color de la ropa que llevo. Me ha sucedido de estar enamorado de una mujer, muy enamorado, este… este… y no poder imaginármela bien.

Explíqueme qué quiere decir exactamente.
Imagino el ambiente de ella, la felicidad de estar con ella. Eso sí lo imagino. Pero si me preguntan el color de sus ojos, la forma de la nariz o de su boca, yo no sabría contestar.

¿Entonces lo que le llega de una mujer qué es? ¿Su manera de hablar, por ejemplo?

¡Ah, no!, pero…(Volvió a distraerse).

Estábamos hablando de las mujeres. De las mujeres que lo enamoran.

No, pero es que yo creo que hay algo misterioso ahí, aun en el tema de la inteligencia. Uno va a una reunión, uno conversa con varias personas. Entre esas personas hay una que hace observaciones agudas y hay otra que no dice nada o que dice trivialidades. Al salir uno piensa: fulana de tal es una imbécil y la otra es inteligente.

¿Cuál es la inteligente, la que dijo las cosas agudas o la otra?

La que no dijo nada. Uno ha sentido la inteligencia de un modo misterioso. En cambio una persona puede decir cosas interesantes y dejar la impresión final de que es idiota. Posiblemente eso ocurra porque una persona brillante es fácilmente una persona vanidosa, entonces uno siente antipatía por ella, ¿no?

¿Cómo se sintió cuando se dio cuenta de que no podía leer más?

Cuando sentí eso fue allí, en la biblioteca. Un día me di cuenta de que sólo veía las letras muy muy grandes. Entonces recordé una frase del filósofo alemán Steiner: “Cuando algo concluye no sé, una mujer lo deja a uno, o lo que sea, o se pierde de vista uno debe pensar que empieza algo nuevo”. Claro que ese consejo es un poco inútil porque uno sabe lo que ha perdido y no sabe lo que comienza. Con todo, yo dije: “Aquí va a empezar algo”.
Usted lo relata en el cuento de que le hablaba: “Una terca neblina le borró las líneas de la mano, la noche se despobló de estrellas”.

Sí, hablando de Homero. Entonces resolví estudiar anglosajón, inglés antiguo.

En varios de sus cuentos, en “El ajedrez” o en “El condenado a muerte”, aparecen pesadillas e insomnios. ¿Tiene eso relación con su vida concreta?

Sí, yo tengo ahora pesadillas casi todas las noches.

¿Pesadillas? ¿Usted tiene pesadillas?

Usted me acaba de preguntar por las pesadillas, ¿de qué se sorprende?

Pensé que me iba a decir: “nunca he tenido pesadillas”.

No era lógico.

¿Cómo son esas pesadillas?

Contadas no son horribles, pero soñadas sí lo son.

Cuénteme.

Noches pasadas soñé con un señor alto, rubio, muy paquete, a la manera del siglo xix. Y yo sabía que él era inglés como uno sabe las cosas en los sueños. Ese señor tenía melena y una cara que era casi la de un león. Un semicírculo de personas que tenían un poco cara de leones, aunque menos que él, lo rodeaba.

A mí me parece un sueño bien extraño.

Y él vacilaba. Todo eso estaba fotografiado en un gran cuadro y abajo decía “Leones”. Y había otro señor, de espaldas a mí, que gesticulaba y daba testimonio de todo lo que pasaba en el cuadro. Él era judío y yo lo sabía, como uno sabe las cosas en los sueños, sin que se las digan. Ese señor estaba en el medio, así, enamorado.

¿Enamorado?

Sí, y alrededor de él ese semicírculo de personas todas vestidas como él, con melenas y barbas. Algunos, yo me di cuenta, casi no tenían cara de leones. Simplemente buscaban ese puesto y se habían caracterizado. Eso contado no tiene nada de particular.

¿Y qué será lo que lo angustia tanto, entonces?

Bueno, eso es lo que yo no sé, pero me desperté temblando.

¿No le buscó una explicación?

Como usted ve, ese sueño es disparatado, pero no terrible. A mí no me amenazaban esas figuras. ¿Cómo? ¿Cómo?

No, nada, yo no dije nada. Quisiera saber qué es lo que le resultaba tan terrorífico. ¿Qué interpretación le daría usted al sueño?

¿Yo? Ninguna. Yo creo en lo que decía Coleridge, el poeta inglés, que en la realidad los hechos producen emociones. Por ejemplo, si entra aquí un león uno siente miedo, o si se le apoya un animal en el vientre, siente opresión. Pero en los sueños uno empieza por una emoción, luego de un modo dramático inventa una explicación.

Que es el sueño.

Sí. Es decir que yo dormido por alguna razón sentí miedo o sentí horror, y entonces inventé esa explicación disparatada.

El sueño sería una explicación a su miedo.

La verdad es que yo no lo encuentro tan inocente, lo encuentro bastante terrorífico.

No, no es terrorífico. Simplemente es raro. Posiblemente si uno viera un cuadro…

Esos tipos, con caras de leones vestidos de personas…

¡Es que eran personas! Lo único que tenían de leones era la cara. Y este señor tenía un bastón muy lindo, estaba vestido de negro, creo que de frac, no estoy seguro de ese detalle. Este sueño en sí no es horrible, sin embargo cuando lo soñé era una pesadilla, y cuando desperté estuve varios minutos aterrado, hasta que pensé que ante todo el sueño no era terrible, que además era un sueño. En cuanto me di cuenta de eso me quedé dormido.

¿No sufre de insomnio?

He sufrido mucho de insomnio y he escrito un cuento que refleja eso.

Por eso le preguntaba. Pensaba en “Funes el memorioso”.

Ese cuento… voy a contarle un detalle que quizá puede interesarle. Me acostaba y empezaba a imaginar. Me imaginaba la pieza, los libros en los estantes, los muebles, los patios. El jardín de la quinta de Adrogué, esto era en Adrogué. Imaginaba los eucaliptos, la verja, las diversas casas del pueblo, mi cuerpo tendido en la oscuridad. Y no podía dormir. De allí salió la idea de un individuo que tuviera una memoria infinita, que estuviera abrumado por su memoria, no pudiera olvidarse de nada y por consiguiente no pudiera dormirse. Pienso en una frase común: “recordarse”, que es porque uno se olvidó de uno mismo y al despertarse se recuerda. Y ahora viene un detalle casi psicoanalítico: cuando yo escribí ese cuento se me acabó el insomnio. Como si hubiera encontrado un símbolo adecuado para el insomnio y me liberara de él mediante ese cuento.

En su literatura hay psicologías muy bien relatadas que se refieren a personajes fantásticos.

Usted lo dice.

Yo lo digo. Pero cuando se trata del hombre real la descripción es más somera, ¿a qué atribuye eso? Es como si el hombre real siguiera siendo una invención.

No sé, puede ser, no sé. No había pensado en eso. Tiene cierta lógica eso. Es natural que sea así. Yo le digo a usted: fulana de tal caminaba por la calle Chacabuco. No precisa que se la detalle porque usted conoce la calle Chacabuco. Si yo elijo hacer una escena fantástica preciso ser un poco detallista.

Bueno, fíjese que al contestarme eso está corroborando indirectamente lo que acabo de decirle. Yo le hablaba de personas, no de cosas.

Puede ser, pero en todo caso es inconsciente.

¿No habrá alguna forma de lejanía entre usted y sus contemporáneos? ¿Alguna incapacidad de acercamiento?

No, yo no creo. Soy un hombre que tiene muchos amigos.

No dudo de eso, pero es muy claro que usted está realmente ajeno a los problemas de la sociedad en que vive.

No tengo la vanidad de creer que puedo resolver los problemas de mis contemporáneos.
Esa vanidad le crearía obligaciones que seguramente no desea asumir.

Mi escepticismo me impide crearme tales obligaciones. Usted debería ya saber que soy un escéptico; un escéptico no se propone vaguedades tales como salvar a sus contemporáneos. ¿Qué otra cosa quiere saber?

¿Usted se ha dado cuenta de que en su obra hay una gran ausencia de mujeres?

Será porque he pensado tanto en ellas, en realidad.

Quiere decir entonces que no se debe a una actitud de misoginia.

Noooo, yo le doy demasiado importancia a las mujeres, demasiada.

Casi no hay mujeres en sus cuentos.

Les he escrito cientos de poemas.

Escribirles poemas serviría para negar su misoginia, pero no su particular visión de las mujeres. Son muy pocas, y cuando las hay, cumplen roles adjudicados regularmente a los hombres. Estoy pensando, por ejemplo, en “Ema Zunz”, que va a matar a su patrón.

Ese cuento me lo dio Cecilia Ingenieros, ella inventó el argumento y yo lo escribí. Aunque a mí no me gustan las historias de venganzas porque la venganza me parece horrible. La venganza es un error, no sirve de nada la venganza. El pasado no se modifica, y entonces ¿para qué? Los hombres vengativos para mí tienen algo de femenino. La gente vengativa no es gente fuerte. El olvido es lo único, y el olvido al mismo tiempo es una forma de perdón, porque si se perdona y se recuerda no se perdona del todo. Si usted le perdonara a una persona algo y está pensando todo el tiempo en la ofensa, no es verdad que perdonó.

Los problemas del perdón y la venganza le preocupan mucho. Ya me habló, por lo menos, dos o tres veces del tema.

Hum…

Ahora, creo que siempre se refiere al perdón y la venganza en una relación de amor.

Hum… Dejemos ese tema…

Manuel Castells: vida y obra

Sociólogo español, nacido en Barcelona en 1942.
Ha sido comparado con Adam Smith y Carlos Marx, por su esfuerzo para comprender cabalmente los mecanismos de funcionamiento de lo que él denomina el capitalismo de la información. Exiliado bajo la dictadura de Franco, estudió sociología con Alain Touraine en París, y en 1966, a los 24 años de edad, se convirtió en el profesor mas jóven de la Universidad de París. Fue en su clase del campus de Nanterre donde Daniel Cohn-Bendit y otros estudiantes empezaron el Mayo Francés de 1968 (“no incitado por mi”, declama Castells), a raíz de lo cual fué expulsado de Francia.

Al llegar a a la Universidad de California Berkeley (EEUU) en 1979, Castells se encontró con el fenómeno de la revolución tecnológica de la información en pleno desarrollo. Eso cambió su vida. Sintió que esta rápida difusión de la tecnología dentro de la sociedad y la economía iba a tener un efecto significativo, y resolvió desde ese momento, que todo lo que hiciera profesionalmente, cada curso, cada proyecto de investigación, trataría sobre ese tópico.

Posteriormente enseñó en América Latina, en Singapur, Japón, Taiwan, Corea. Consultó con la Unión Soviética, China, Africa, y Europa Oriental y Occidental. En todos los casos enfocó su atención sobre el desarrollo de las tecnologías de la información y su impacto sobre la sociedad. Fué recién a partir de los libros de Castells que apareció una visión comprensiva de los mecanismos de la economía de la información y sus consecuencias sociales en todo el mundo.

Castells ha estado en todas partes. Habla seis idiomas (aunque no los asiáticos), y se ha vinculado personalmente con las culturas y sociedades sobre las que escribe.

Su obra clave es una monumental trilogía publicada bajo el título general de La Era de la Información: 1) La Sociedad Red, 1996; 2) El poder de la identidad, 1997; 3) Fin de Milenio,1998.

La Era de la Información es un estudio comprensivo, región por región, plenamente documentado en los cambios económicos, sociales y culturales del siglo XX. Pero es mucho mas que una investigación académica. Es un intento visionario para comprender los cambios que describe. Castells ve la “Sociedad en Red” como una nueva forma de organización social, no una simple etiqueta para un fenómeno tecnológico. En la “Sociedad en Red” la identidad personal se define a partir de la conexión a una red, antes que por la ubicación dentro de una familia, clan, tribu o estado. Las sociedades, para Castells, están siendo estructuradas a partir de la complemetariedad bipolar de Red y Ego.

“En un mundo de flujos globales de salud, poder e imágenes, la búsqueda de la identidad colectiva o individual, asignada o construída, se vuelve la fuente fundamental del sentido social”, escribe. Y debido a la prevalencia actual de la tecnología de la información, el mundo está siendo quebrado entre una tecno-elite, globalmente conectada, y las identidades comunitarias, atrincheradas en lo local. Castells destaca la importancia del moderno proceso de localización, a la par de la globalización.

A partir de esas definiciones Castells visualiza un siglo XXI, en el cual las identidades serán absorbidas en la red, o excluídas de ella como se ha hecho con algunas tribus indígenas en reservaciones. Esas serán, dice, las batallas culturales del siglo 21.

La obra es el resultado de doce años de investigación en la que recorre todos los aspectos de la nueva sociedad tecnológica: la economía global, el fin del patriarcado, el papel del estado, los movimientos sociales contra el orden global, el nuevo concepto del trabajo, la crisis de la democracia, la pujanza del Pacífico, el cuarto mundo informacional, etc, y conceptos nucleares tan sugerentes como la “cultura de la virtualidad real” y el nacimiento del “Estado Red”.

Castells se rehúsa explícitamente a ofrecer un programa para enfrentar los cambios que describe, a pesar de que claramente se preocupa por ellos. No por nada la tapa de su primer volúmen muestra una foto de la Tierra, y el segundo un poster zapatista. Recientemente Castells ha colaborado activamente en la elaboración del programa 2000 del PSOE (Partido Socialista Obrero Español).

Entrevista con Alain Touraine en Argentina

“Veo un gran esfuerzo de reorganización”
Conmovido por su visita a la ESMA, habló de institucionalidad, democracia, el rol de Europa y el de EE.UU. y los ciclos entre capitalismo “extremo” y construcción social. Su escepticismo ante las fábricas recuperadas y los piqueteros, su rechazo a Chávez y su visión del Presidente argentino.

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Por Susana Viau
A sus 81 años, el sociólogo Alain Touraine, autor, entre otros, de Sociología de la acción y La sociedad post industrial, y figura máxima del Foro Internacional sobre el Nexo entre Políticas y Ciencias Sociales, auspiciado por la Unesco, despliega una energía envidiable. Tras pasar buena parte de la mañana en la fábrica Brukman, realizó un largo recorrido por la ESMA. Al llegar al hotel, pasado el mediodía, pregunta a Página/12 si puede almorzar mientras responde. Después de una rápida consulta al camarero, opta por un risoto y una fruta fileteada que devora sin complejos. Es un hombre educado, pero no hace derroches de cordialidad; el buen humor no parece ser la especialidad del profesor de la Escuela de Altos Estudios de Ciencias Sociales de París. Sin embargo, se excusará con un argumento imposible de rechazar: el diabólico circuito de la Escuela de Mecánica lo conmovió más allá de lo previsto.

“Estábamos solos, no había nadie más y teníamos la impresión de encontrar sombras. Me habían propuesto visitar la fábrica, piqueteros y este campo. Yo puse la fábrica en tercer lugar y la ESMA en el número uno, por una razón quizá demasiado favorable a los argentinos. Estaba impresionado por la forma en la cual los argentinos –y solamente los argentinos– desarrollaron la memoria, de tal manera que los desaparecidos se oyen, están verdaderamente presentes y no sólo con las Madres. Por eso hay una oposición tan grande entre las voces argentinas y el silencio chileno o uruguayo. Es la legitimidad de la Argentina de hoy. No es una legitimidad propiamente democrática. Es una legitimidad más profunda, de la defensa de la lucha. Eso constituye un principio de legitimación a partir del cual las cosas cambian. El hecho de que el Presidente dé tanta importancia al tema de los derechos humanos es un avance de la democracia. Aquí la palabra democracia no es una palabra clásica, un poco gastada, como lo es en Inglaterra. En este país decir ‘un demócrata’ era como decir ‘un agente de la CIA’. No significa que todo es democrático, quiere decir que el cuadro de referencia lo es.”

–¿Que opinión tiene de las fábricas recuperadas?

–Es un fenómeno muy secundario, recibió subvenciones del Estado, con fábricas trabajando con viejas máquinas, con muros sin pintura, sus productos son de calidad muy modesta para población de escasos recursos. Pero sobreviven. No es el paraíso. Es una cosa interesante, que los argentinos muestran como si fuera un símbolo del nuevo régimen. Es respetable, interesante…, pero hablemos de otra cosa. Todo eso es respetable, es una parte muy minoritaria de lo que se llama movimiento obrero, pero no constituye una solución. Hay que saludar, hay que esperar que sigan recibiendo apoyos. Hubiera preferido ver a los piqueteros.

–¿Considera que los piqueteros tuvieron mayor incidencia?

–Tienen menos que hace unos años, pero en todos los países latinoamericanos, como hay mucha gente fuera de juego, la experiencia democrática no puede ser total. No están abajo, están fuera. Por eso hay un componente populista y de movimientos de base. Si el sistema progresa, su capacidad de reincorporación, de cooptación va aumentando; si no lo hace, se puede transformar en un tipo de antidemocracia. De todas formas, la recuperación argentina es más rápida de lo que se esperaba.

–Usted sostuvo que el liberalismo no es modelo social.

–El liberalismo extremo como tal es la negación de un modelo social. Un capitalismo extremo separa lo económico de lo social, lo social se va a pedazos. Estamos saliendo de eso, pero hemos vivido largos períodos de desocialización. Lo que se va a construir será totalmente diferente.

Siempre después de un período capitalista extremo hay que reconstruir el control de la economía por parte de la sociedad.

–También dijo que en Estados Unidos había ghetos y en Europa no.

–Absolutamente cierto, yo lo decía siempre a los amigos extranjeros. Pero ahora hay. Se crearon en gran parte porque el viejo instrumento de integración que era el alojamiento subvencionado por el Estado, los HLM, ya no existe más. Yo vi personalmente barrios con un solo supermercado donde no hay ni vino ni jamón. Hay un movimiento de retraimiento. La población francesa rechaza y algunos de los rechazados, por el momento bajo el control de la familia, pasarán hoy o mañana a un integrismo agresivo. Estamos en un proceso de desintegración.

–Esto es lo que explica los episodios de violencia del año pasado.

–Es violencia pura, sin organizaciones sociales, sin metas, sin discurso, sin palabras, sin ideología, sin nada. Por un lado, el rechazo a los hombres jóvenes porque se llaman Yousseff o Ahmed, que no encuentran trabajo y dicen “yo soy francés, pero de segunda categoría”. Este fenómeno se ve, y mucho peor, en Bélgica, en Dinamarca, en Austria.

–Pero estalló en Francia. ¿Qué condiciones lo hicieron posible?

–Inglaterra tuvo muertos, hace 20 años. Eso no hubo en Francia nunca. Pero sí hay un elemento muy importante en Francia y es la referencia republicana. Es el sistema francés del “todos iguales”. El no preocuparse por las diferencias, es la idea de que debemos encontrarnos todos en el universalismo de la ciencia, del arte, de la nación y del no sé qué. Esto los hemos estudiado, y lo digo con tristeza. Esta escuela republicana es el factor más importante de discriminación social. Al joven cuyo padre no habla francés, ¿quién lo ayuda? ¿Quién se ocupa de ese tipo? Entonces, para decirlo de manera más clásica, no utilizar una discriminación positiva es aceptar una discriminación negativa. Los franceses tienen que eliminar sus costumbres pretenciosamente republicanas y aceptar las discriminaciones positivas. Nosotros tuvimos el ejemplo de un sistema de discriminación sumamente eficiente: el que se creó a fines del siglo XIX, el impuesto progresivo. El más rico aportaba una tasa más alta. Este es un proceso de redistribución.

–Había señales en el cine y en la literatura, ¿por qué se demoró tanto en advertirlas?

–Lo peor es observar que después de estos disturbios, cuatro meses más tarde, no se ha tomado ninguna medida. El gobierno tuvo una posición muy buena y quiso evitar a toda costa muertes, como en el ’68. Pero si no se toman medidas muy rápidamente vamos a la violencia a la inglesa o a la americana. Ahora, desde que dejé París, hay un joven asesinado por judío a manos de “gangs”. Los franceses están paralizados por su republicanismo.

–¿La discriminación tiene raíces puramente culturales?

–Lo que hay es un proceso básicamente cultural, especialmente en la escuela: “por favor, ve al fondo de la clase porque tus compañeros son más rápidos”. Hay un proceso de marginalización constante. Sin exagerarlo, porque luego de los disturbios del año pasado no hubo ninguna manifestación de extrema derecha, ninguna, y el gobierno de Chirac, repito, no está a favor de una política represiva. Pero hay que cambiar de paradigma, hay que cambiar de siglo. Hay que incorporar una pluralidad de culturas.

–Después de la entrevista con el Presidente afirmó que Kirchner no era populista.

–No digo eso. Lo que digo es que definir a Kirchner como enteramente populista, es falso. Hay una tendencia, tal vez en gran parte vinculada a su personalidad y a la falta de integración de la sociedad. Pero en general considero que los componentes no populistas del Kirchner actual son más importantes que sus rasgos populistas: por eso rechazo esa definición. Hay gente que dice, y con razón, que hay un proceso peligroso de desestructuración de las instituciones. Yo creo que sí, pero veo también un esfuerzo grande de reorganización de una sociedad que no tenía Estado, que tiene un nivel muy bajo de capacidad de decisión, que tiene una capacidad de management, de government, muy inferior a la de Chile. Es muy pragmático, un poco desarrollista, hay un poco de Frondizi en él también. Insiste mucho en eso y me parece muy importante. El segundo aspecto y quizás el más relevante es el lugar que da al tema de los derechos humanos. Tiene una visión muy pragmática en lo económico y sinhostilidad al sistema económico mundial. Respecto de Chávez, no concuerdo con su postura. Por el nacionalismo peronista, por el clima antiamericano actual, Kirchner siente que en ciertos aspectos no está muy lejos de Chávez. Yo le dije que esta imagen que está creando es absolutamente negativa para él porque la del propio Chávez es negativa. Es petróleo, petróleo, mucha plata sin desarrollo económico, más un juego a la Fidel Castro, y yo no tengo ninguna simpatía por ese tipo de cosas. Argentina tiene que ser vista como un país que lucha contra la pobreza, contra el desempleo. Hay un riesgo de concentración del poder, eso se discutió mucho a propósito del debate parlamentario reciente. A eso hay que agregar que es un hombre bastante solo, bastante ensimismado. Existe un riesgo de populismo y la relación con Chávez es un indicador. Pero yo creo –y no quiero ser demasiado optimista– que Kirchner no está reconstruyendo el país, creo que lo está construyendo.

–Para entendernos, ¿cuál sería para usted el rasgo esencial del populismo?

–En un dirigente político el populismo consiste en dirigirse directamente a las masas por encima de los sistemas institucionales: como Toledo al principio, o Perón. Reitero que no me parece que haya en Kirchner la vocación de líder carismático; por el momento, Morales tampoco es populista, Lula seguramente no; el señor del petróleo, sí. Me parece importante para el presidente argentino mostrar que no hay un eje Caracas- Brasilia-Buenos Aires y que Argentina es un país que debe concentrarse en la solución de sus problemas.

–¿No cree que ese eje le da a Argentina capacidad de negociación?

–Yo creo lo contrario. Si se habla de Mercosur, sí. Pero Venezuela no es un país, es un pozo de petróleo, como Irán.

–Se diría que el suyo es un pensamiento metropolitano, eurocéntrico.

–Toda mi vida he tratado de expresar una postura exactamente opuesta. Todo el mundo sabe que si hay una metrópoli, es Estados Unidos. Los europeos y los latinoamericanos han tenido la misma posición. Con el liderazgo de Francia, contra los americanos. Gracias a Dios un chileno y un mexicano se unieron para votar con los franceses contra Washington. Además, los europeos no tiene crecimiento, no son productores de un modelo nuevo. Yo tengo más una visión, no negativa pero sí un poco desesperada de Europa. Ahora, si usted me dice que yo tengo modelos de pensamiento que obligan a todo el mundo a pasar por el modelo europeo debo decirle lo siguiente: a la vez sí y no. En eso mantengo el valor universal de ciertos aspectos del modelo europeo, los fundamentales de la Ilustración, la confianza en la razón y en los derechos individuales como universales. Pero a partir de eso le digo que dos países de inmigración, Inglaterra y Francia, muchas veces identificaron su propia historia, su propio modelo de sociedad, con el universalismo. Pero en este momento los ataques antieuropeos me parecen crear una debilidad más grande, eso es exactamente Al Qaida, es la guerra y yo no quiero la guerra.

Manifesto da Opus Gay para o Dia do Orgulho Gay

Manifesto da Opus Gay para o Dia do Orgulho Gay

Portugal precisa de estar na Europa com os dois pés.

Chamamos por isso a atenção para as ultimas resoluções do Parlamento Europeu e das Directivas já em vigor, que são muito claras na defesa e no reconhecimento dos direitos das minorias sexuais.

Os problemas dos Direitos Humanos vão a par com os problemas de expansão da economia que condicionam a qualidade politica e social da Democracia.

Portugal precisa de integrar plenamente a modernidade e isso passa não só por um choque tecnológico, mas essencialmente por um choque cultural.

A data que agora comemoramos, o Dia do Orgulho Gay, aponta para a necessidade de todos na assunção da plena diversidade, sendo para isso necessário estabelecer o diálogo nos vários níveis da Sociedade, no Governo, no Poder Legislativo, no Poder Judicial, no Poder Local, na Opinião Pública, nas Associações Representativas da Sociedade Civil e nas Escolas, como a Opus Gay vem há muito vem referindo.

Entre nós, um dos problemas graves com que nos defrontamos é o da discriminação.

O Exmo. Sr. Presidente da República e o Governo dão sinais de estarem atentos ao fenómeno, mas simultaneamente, parecem discriminar a orientação sexual.

A primeira e grande luta que temos de travar é a luta contra os ódios e comportamentos discriminatórios, a luta contra a homofobia/lesbofobia e a transfobia sendo esta uma questão de género.

É fundamental e urgente legislar para prevenir totalmente a expressão destes comportamentos.

Relativamente aos Transexuais, reconhecemos que são o grupo mais desfavorecido por falta de visibilidade, sendo necessário produzir legislação que os enquadre.

Temos também de aceitar que na nossa sociedade existem novas formas de família que incluem os relacionamentos afectivos dos homossexuais, que precisam absolutamente de ser tratados em pé de igualdade com a heterossexualidade e que vão desde os casamentos civis ás uniões de facto alargadas e o direito á adopção.

Cada vez há mais cidadãs e cidadãos homossexuais que tem a seu cargo a educação de filhos sendo necessário acabar com o preconceito, de que a Homossexualidade pode ser factor prejudicial para a educação das crianças.

Eis as propostas que a Opus Gay apresenta a todos os Portugueses.

Lisboa 24 de Junho de 2006.

A Direcção da Opus Gay

António Serzedelo Válter Filipe

Iglesia Bautista Emmanuel: 42 Aniversario

CARTA PASTORAL
EN OCASIÓN DE NUESTRO 42º ANIVERSARIO DE FUNDACIÓN.

1. Gratitud y Fidelidad a Dios:
1.1 Damos gracias a nuestro Dios, que en su bondad y misericordia nos ha sostenido y nos ha concedido celebrar nuestro 42º Aniversario de fundación.

1.2 Reflexionando en el tema de nuestro Aniversario cuyo lema es “Afirmados como Iglesia fiel al Señor Jesucristo y a su Evangelio”, sentimos la obligación moral de compartir una Palabra Pastoral con las misiones, comunidades e iglesias hermanas, con organizaciones e instituciones amigas –compañeras, y con nuestro pueblo en general.

1.3 Ser fiel a Jesucristo El Señor, es destacar los valores del Evangelio, en esta situación de crisis generalizada, que tiene en su base, una crisis de valores éticos y morales. Como cristianos, como Iglesia, creemos hoy más que nunca, que los valores del Evangelio deben ser propuestos como camino alternativo a cambio de la violencia, la impunidad, la injusticia y la pobreza que como muros nos atajan en la búsqueda de un mejor futuro.

2 La Realidad de pecado que denigra a las hijas e hijos de Dios.
2.1 Que rostro vemos en nuestra sociedad, en nuestro pueblo?. Vemos un rostro de incertidumbre, un rostro agobiado por la realidad cotidiana, pero a la vez, un rostro con mirada de búsqueda, busca de esperanza, de salidas frente a una situación en la que predominan circunstancias de violencia, – en todas sus formas -, de fraude, de desesperanza y muerte.

2.2 En nuestra condición de cristianos Evangélicos, no podemos ignorar esta situación, mucho menos acomodarnos a ella y permanecer insensibles; es necesario una Palabra que señale esta avalancha de muerte, que es repudiable y abominable a los ojos de Dios.
Quién puede estar seguro en este país?. Mientras la muerte baila su danza macabra, tronchando la vida de niñas –niños, jóvenes, mujeres y hombres; siendo las victimas, en su mayoría gente pobre, cuyas vidas quedan truncadas ante las miradas impotentes de la gente.

2.3 Esta crisis económica, y todas sus secuelas, se han quedado para siempre; y someten, oprimen, humillan a cada hija e hijo de Dios. Este que es el mayor problema que hemos arrastrado a lo largo de nuestra historia. Es una situación que nos acusa a todos, de mezquindad, de insolidaridad, de codicia, de ambición. Precisamente este desastre de la pobreza, que victimiza a la mayoría de nuestro pueblo, debería ser enfrentado con madurez cívica y nacional, no se puede seguir demarcando el territorio poblacional, entre los pocos que acaparan la riqueza nacional y los muchos cuyas vidas son sometidas a la pobreza y a la miseria humillante.

Este no es un problema, de enfoques políticos –ideológicos, esta es la marca permanente en el rostro del `país, que después de 175 años de supuesta independencia, solo pone en evidencia nuestra pobreza moral y espiritual, mucho más en aquellos que habiendo estado y estando en los niveles de poder, solo se han servido de este y no a los intereses nacionales de los que tanto hablan.

2.4 La Iglesia de Cristo, fiel a quien es su Señor, tiene que referir la verdad imperante en el país, a la vez que se declara intransigente frente a una situación que de manera sistemática niega la vida, la justicia, la dignidad, la paz de los hijos e hijas de Dios en este país.

2.5 La patética crísis en los sistemas de salud, educación, vivienda, servicios de agua principalmente, son producto de la falta de visión y de voluntad política; a su vez del lastre de la corrupción que se ha apropiado de los dineros del pueblo y ha beneficiado a los allegados al poder, Esta desgracia de la corrupción que es como maldición enquistada en los diferentes eslabones de la estructura de poder, a la que todos debemos oponernos y denunciar.

2.6 Somos testigos de tanta presunción democrática, en el respeto a las leyes, pero este es solo un discurso al estilo de los fariseos. En nuestro país, de una forma asombrosa e inaudita, se viola el Estado de Derecho, se continua aplicando las leyes en forma discriminada e igual se irrespetan los tratados y leyes internacionales.
No es congruente, ni ético cuando se ufanan Los funcionarios públicos de aplicar todo al rigor de la ley, mientras se ha tolerado y hasta encubierto los delitos de delincuentes allegados a los círculos del poder.

3 Nuestro llamado Pastoral.
Como iglesia, como discípulos y discípulas fieles al Señor, de toda verdad y justicia, e interpretando el sentir de comunidades hermanas y de amplios sectores de la vida nacional, queremos pedir a las autoridades en cada uno de los poderes Legislativos, ejecutivo y de Justicia:

1º) Que se recurra a todos los medios y mecanismos de Ley para PROHIBIR LA IMPORTACIÓN Y VENTA de armas de fuego; e igual se adopten leyes estrictas que restrinjan la portación y uso de armas de fuego.

Una población armada solo es proclive a la violencia y el crímen. Es imperativo la obediencia a la ley de Dios que dice” NO MATARAS” (Éxodo 20:13), porque la voluntad de Dios esta más allá de atentar contra la vida, “No habrá –nadie-, que haga ningún daño en todo mi santo monte, dice El Señor”(Isaías 65 :25).

2º) Que todas las Iglesias en El Salvador, junto a todos los sectores de la vida nacional, nos unamos en una “Cruzada Nacional por la Paz, la reconciliación contra la Violencia”

3º) Que NO SE INCREMENTE la tarifa del servicio eléctrico, ni ninguna otra tarifa de los servicios públicos.
La verdad, es que la población ya no soporta, la carga del alto costo de la vida, acentuado por la imposición del dólar. Toda alza en el precio de los productos y servicios básicos, termina afectando la economía de la mayoría pobre en el país.

“… Juzguen conforme a la verdad y hagan misericordia y piedad
cada cual con su hermano, no opriman a la viuda, al huérfano,
al extranjero, ni al pobre, ninguno piense mal en su .
corazón contra su hermano”
(Profeta Zacarías 7:9-10)

4º) Que haya una restitución del Estado de Derecho, que no se cometan más abusos de
poder y violaciones a la ley.
Que no se encubra y se consienta más la impunidad, desde donde se incuban tantos males de delincuencia y criminalidad que nos están causando tanta ruina y desaliento.
Que no se apruebe esa “dádiva”, abusiva de $25 mil dólares a cada magistrado retirado, mientras se humilla con migajas de $15.00 dólares al mes a familias hermanas pobres.
“Hagan justicia al débil y al huérfano! Hagan justicia al pobre y al necesitado!. Libren a los débiles y pobres, y defiéndalos
de los malvados!. Levántate oh Dios y juzga la tierra,
Tú eres el dueño de todas las naciones!”
(Salmo 82: 3,4, 8).

4 Como Iglesia Cristiana, afirmamos nuestro compromiso con la difusión del Evangelio del Reino de Dios, con la práctica de los valores cristianos, asumiendo la responsabilidad del acompañamiento y el servicio solidario a nuestros hermanos y hermanas pobres y marginados en nuestro país.

En la esperanza que el sueño de Dios, porque sean plenas la Justicia y la Paz en nuestro país, fructificará y florecerá en bien de todos nuestros hermanos y hermanas, llamamos a todas las mujeres y hombres de El Salvador a caminar en los caminos de la redención de Dios.
“Nunca más se oirá en tu tierra Violencia, destrucción, ni quebrantamiento, en tu territorio, sino que a tus muros
llamarás Salvación, y a tus puertas Alabanza.”
Isaías 60:18
Que la paz y la bendición de Dios, nos asistan en esta hora en la que nuestra fe es desafiada a la perseverancia y fidelidad a Jesucristo El Señor, Amén.

Rev. Miguel Tomás Castro
Pastor Iglesia Bautista Emmanuel
Vice-Presidente del Instituto Vida y Paz de Suecia.
9,10 de junio, 2006.

El embrollo de la ocupaciòn judìa

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El embrollo de la ocupación

Suhail Hani Daher Akel
AlQuds Palestina

Personajes deplorables formaron parte de la memoria de los pueblos sometidos. Entre ellos se destacó el líder de la propaganda nazi, Joseph Goebbels, quien acuñó la frase: “Miente, miente que algo quedará”. La misma fue la tinta en la pluma de aquellos que construyeron el altar de la tergiversación y la deformación. Permanentemente algunos de ellos intentan modificar la historia de un pueblo milenario negando su antigua tradición, humillando y deshumanizando al pueblo palestino.

Con argumentos desacertados, evocan la Biblia sin tomar en cuenta puntos inquietantes en la vida desarrollada en Palestina. Josué, quien después de Moisés encabezó a los hebreos provenientes de Egipto, cita el filo de la espada con la que arrasaron Jericó tras derribar, en 1020 a.C. las murallas de la ciudad cananea-filistea (palestina) más antigua del mundo, con 10.000 años de historia. Con la invasión ocuparon una parte de Canaán, estableciendo el reino de Israel. Enfrentados, el reino se fisuró, dando lugar al de Judá y ocuparon Jerusalén, ciudad administrativa de Canaán.

Fueron los jebuseos, cananeos-semitas de la genealogía palestina los fundadores de Salem (Jerusalén), 3500 años antes de Cristo. Su rey cananeo Maleq Sadec (Melquisedc) recibió en 1850 a.C. a Abraham, quien lo reconoció y le entregó sus diezmos. Siendo después Abraham padre de naciones, fue receptor de la tierra prometida cuando tenía a su único hijo de 13 años, el primogénito Ismael, nacido en Canaán-Falestin (Palestina) fruto del vientre árabe de Hagar. Luego de la promesa, nació de la entraña hebrea de su esposa Sara, su hijo Isaac.

“El Estado israelí se creó sobre la tierra de Palestina, gracias a la ONU y también al terrorismo sionista”

Otras muchas evocaciones pueden echar por tierra los argumentos de las plumas que, obstinadas, continuaron comprometidas en convertir la Biblia en una escritura inmobiliaria para justificar el presente de Israel en la tierra palestina.

Ante las persecuciones en Europa, los judíos de Palestina encontraron un hábitat en el que gozaron de igualdad con los cristianos y los musulmanes. No sufrieron persecuciones religiosas, se respetaron sus lugares sagrados y formaron parte inseparable del pueblo palestino, resistiendo juntos los embates de la historia en las distintas ocupaciones. El judío, al igual que el cristiano y el musulmán nacidos en Palestina, era palestino. La convivencia se resintió cuando los sionistas de Europa, en 1897, decidieron edificar un Estado judío en Palestina.

El Estado israelí se creó sobre la tierra de Palestina gracias a la resolución 181 de la ONU, de 1947, y al terrorismo sionista, que, llegado de Europa, arrasó con 418 aldeas y ciudades palestinas, entre ellas Jerusalén, y expulsó al 60 por ciento del pueblo palestino de su tierra natal. Este terrorismo sionista fue denunciado por la propia ocupación británica en Palestina.

Uno de esos terroristas llegado de Polonia, luego premier de Israel, Yitzhak Shamir, durante el acto del 51er. aniversario de su grupo, Stern, “justificó el terrorismo y el terror para la fundación de Israel”, según lo consignó la agencia Reuter el 4 de septiembre de 1991. Curiosamente quienes impusieron esa política de terror hoy acusan a la resistencia palestina de terrorismo. Paradójicamente, intentaron aplastar la insurrección palestina conocida como intifada de la misma manera en que Heinrich Himmler, jefe de las SS, mandó aplastar, en el gueto de Varsovia, el levantamiento judío por considerarlo terrorista.

El mundo convulsionado de principios del siglo XX, la caída de los zares, el advenimiento de la Unión Soviética, las guerras mundiales con sus genocidios y holocaustos, el nuevo orden de Yalta, la caída del colonialismo británico, el surgimiento estadounidense, el ocaso de la Sociedad de las Naciones y la construcción de las Naciones Unidas fueron la incubadora en la que germinaron las perspectivas sionistas de quedarse con Palestina. La colonizaron y la dividieron. Le arrancaron de su seno a una de sus comunidades, la judía, y le dieron, desde 1948, otra identidad: la israelí. Establecieron fronteras unilaterales con un poder que mucho preocupó al científico judío Albert Einstein, quien se negó a ser el primer presidente de Israel. Con su poderío construyeron un Israel nuclear “capaz de volar la región en segundos”, según el científico israelí Mordachei Vanunu.

En 1967 ocuparon la totalidad de Palestina e intentaron hacer desaparecer a su pueblo. Al no conseguirlo, no sólo lo convirtieron en víctima de la ocupación, sino, además, de la semántica de los ocupantes. Dijo la premier israelí Golda Meir: “No hay cosa alguna llamados «palestinos».”

En el embrollo de la ocupación, los sionistas adulteraron tanto sus fábulas que intentaron hacer creer que sus relatos e historias fueron verdaderos y que el pueblo natural de Palestina era salvaje, ignorante y con derechos relativos. Sin pudor, en su momento el premier israelí Menahem Beguin dijo ante el Parlamento: “Los palestinos son bestias que caminan sobre dos patas”. Como parte de la sinfonía de los relatos, en una entrevista publicada por el diario israelí Haaretz, en 2004, con el principal asesor del premier Ariel Sharon, Dov Weissglas, éste declaró: “Nosotros educamos al mundo para que comprenda que no tenemos ningún interlocutor válido. Y recibimos un certificado de «nadie-con-quien-hablar »”.

La demonización fue siempre un leitmotiv para Israel. La OLP, Al Fatah, Yasser Arafat, el liderazgo palestino, la Autoridad Nacional Palestina, la intifada, Hamas y desde el más pequeño al más anciano de los palestinos fueron llamados terroristas y, al igual que al presidente Mahmoud Abbas, desprestigiados y obligados al permanente fracaso. Se les echaron las culpas y las responsabilidades.

Europa nunca aceptaría en sus filas un partido de ultraderecha en el poder. Sin embargo, al parecer, en Israel es posible. Con el triunfo del Likud se estableció, en 2001, el gobierno de ultraderecha encabezado por Sharon, juzgado por los tribunales belgas por “crímenes de lesa humanidad” y por los propios tribunales israelíes por la masacre de cinco mil palestinos refugiados en Sabra y Chatila, en 1982.

Sin embargo, el mundo lo aceptó y no les exigió a Israel y a su flamante gobierno que reconociera al Estado de Palestina, ni que abandonara sus armas de destrucción masiva. Tampoco le bloquearon los 30.000 millones de dólares anuales que le proporciona Estados Unidos y que Israel utiliza para potenciar su material bélico. Nadie levantó su voz ni se atrevió a congelar fondos ni relaciones con un país que viola los derechos humanos, las resoluciones de la ONU y se mantiene como potencia ocupante de Palestina.

En tanto, la democracia palestina es un ejemplo. Es el único país del mundo en el que su pueblo vive en democracia bajo una ocupación extranjera. Israel pretendió reducir esta democracia al servicio de sus intereses coloniales. El triunfo absoluto de Hamas, surgido de la voluntad popular palestina, fue deliberadamente demonizado.

Inoportunos, Europa y Estados Unidos se sumaron, causando un terremoto político poco lógico. Lejos de comprender la angustia palestina bajo la ocupación, le exigieron a Hamas que reconociera al Estado de Israel y abandonara las armas y se bloqueo la ayuda económica humanitaria. ¿Se pueden imponer presiones a un pueblo que como consecuencia de la ocupación extranjera necesita apaciguar su hambruna y sólo porque eligió democráticamente a quienes no agradan a los ocupantes?

En 2005, el 45% del pueblo palestino tuvo dificultades para conseguir alimentos, el 64% de los habitantes de la Franja de Gaza vieron reducidos sus alimentos, la mortalidad infantil superó el 18% y el desempleo llegó al 39%. A esto se suman los casi cinco mil palestinos asesinados en estos últimos cinco años y los más de ocho mil hogares demolidos.

La extorsión económica de Israel por el triunfo de Hamas no es ética. Como no lo es prohibir la moneda palestina, obligando al pueblo a utilizar el dinero israelí, con las figuras que evocan a quienes se quedaron con su tierra y mataron a su gente. Al desborde de la insensibilidad israelí se suman sus chistes. Dov Weissglas disparó éste: “Será como una cita con el dietista. Los palestinos adelgazarán un montón, pero no morirán”.

Algo más preocupante fue la declaración del premier israelí Ehud Olmert, quien afirmó: “Israel fijará sus fronteras de aquí a 2010”, diseñando una nueva frontera marcada con el muro del apartheid, que se está quedando con el 58% del territorio palestino de 1967.

A Yasser Arafat le llevó largo tiempo hacer comprender su estrategia de reconocer al Estado de Israel. Fueron muchos sus esfuerzos. En 1988, lo logró, dando lugar a un reconocimiento mutuo y al acuerdo de 1993. Nuestro socio en la paz Yitzhak Rabin fue asesinado por un terrorista israelí en 1995, y luego Sharon acabó con la vida de Arafat, convirtiendo la esperanza de ambos pueblos en un fugaz sueño. Al despertar se encontraron separados por un muro que asfixia a Palestina con sus 720 kilómetros de longitud, cuando las fronteras de 1967 sólo alcanzan a 356 kilómetros. Zigzagueante, separa ciudades y aldeas, perfora Jerusalén y activa 397 puestos de control militar israelí.

Sobre la base de sus mitos, Israel hace todo lo necesario para negar el Estado palestino y no acepta ser la potencia ocupante. Estos dos puntos vitales se alejan de la visión palestina de Fatah y Hamas, que no hablan de la destrucción del Estado israelí.

“A pesar de todo, el pueblo israelí sigue siendo el principal socio para la paz que tiene el pueblo palestino”

El presidente Abbas mantuvo firme su principio de continuar con el diálogo y el designado primer ministro palestino, Ismael Haniyeh, dijo: “Si Israel declara que dará un Estado al pueblo palestino en los territorios de 1967 y que le otorgará todos sus derechos, estamos dispuestos a reconocerlo”. Sin embargo, el ministro de Defensa israelí, Shaul Mofaz, advirtió al premier Haniyeh que puede ser blanco de un ataque selectivo.

Frente a la iniquidad israelí, florecen las palabras pronunciadas en 1956 por uno de los fundadores de Israel, David Ben Gurion: “Si fuera un líder árabe, nunca firmaría un acuerdo con Israel. Es normal: hemos tomado su país. Es verdad que Dios nos lo prometió a nosotros. ¿Cómo puede interesarles eso? Nuestro Dios no les pertenece. Existieron el antisemitismo, el nazismo, Hitler, Auschwitz. ¿Eso fue por su culpa? Sólo ven que fuimos y les robamos su país. ¿Por qué aceptarían eso?”

A pesar de todo, el pueblo israelí sigue siendo el principal socio en la paz y junto al pueblo palestino devolverá la dignidad a sus hijos y a los hijos de sus hijos.

  • El autor es el embajador de Palestina en la Argentina.