CUADERNO No.3
COMO SE HA DESARROLLADO NUESTRA ORGANIZACIÓN
(Estrictamente interno)
Nuestra Organización siempre ha aspirado a convertirse en el verdadero Partido Marxista Leninista y desde 1972 adoptó la estructura de Partido Marxista Leninista, bien conciente de que se necesita ese partido y
que no existe. Desde el Primero de Abril de 1970, que comenzó a formarse las FPL, tenían la visión de la formación del Partido, para eso hubo necesidad de discutir si para cumplir esa tarea histórica comenzábamos como estructura de Partido, o para avanzar era necesario comenzar con la formación de comandos armados y después
ir ramificando la Organización para crear las condiciones de enfilar hacía la formación integral del partido.
La esencia, la base fue desde el inicio y desde antes de dar esos pasos iniciales, el Marxismo Leninismo, el método de dirección y también los principios. Pero inicialmente no la estructura. Los Comandos Armados no son células ni tienen la misma función que las células, sino de unidades de combate, pero tenían la proyección de crear los vehículos hacia las masas y luego, con las masas como fuente inagotable, hacia la formación integral de un Partido Comunista. Desde el Primero de Abril de 1970, la idea y la tarea de la formación del verdadero Partido Comunista, estaba presente y era parte de la proyección histórica. El mismo hecho de haberse separado del Partido Comunista de El Salvador los miembros del núcleo inicial era un compromiso histórico y una obligación de la formación del verdadero Partido. Para no caer en el dogmatismo
fue necesario encontrar las formas orgánicas que en ese momento eran necesarias, para poder dialécticamente llegar a cumplir de manera integral la tarea de la construcción del auténtico Partido Marxista de la clase obrera.
Ya en 1973, se veía no sólo la necesidad sino la posibilidad y urgencia de conformar el Partido, no sólo
por su ideología Marxista, sino que también con una Organización de Partido. En 1973 hicimos el primer
esquema, conformado con los lineamientos y funcionamiento de un Partido Comunista. En preparación del
Primer Consejo se elaboraron las formas que iba a adquirir la Organización. Las FPL se habían ido desarrollando
así: El primer círculo, el original círculo de organización fue el Grupo Inicial, el Primer Comando Central (que
era de 7 compañeros). Se acordó que cada uno de sus miembros, que era gente ligada a la masa y que tenía a su
alrededor una cantidad de colaboradores, formara un comando armado.
El esquema primero fue de 7 comandos armados. Estos deberían empezar a actuar desde el principio
con lo que actuaron, pero aprendiendo la técnica de la guerrilla urbana. Tenían la característica de que a cada uno
de los miembros de un Comando (5 por Ej. ) se le obligaba a que tuvieran 15 colaboradores como cobertura para
poder comer, dormir, etc. De entre estos 75 colaboradores a los más avanzados, se les tenía que hacer labor
política y así el comando creció y al poco tiempo resultó que ya tenían Grupos de Apoyo (que fue el primer
nombre que les dimos), que tenían como mérito (y este fue un gran acierto) encargarse de la labor política entre
la masa. No eran grupos de apoyo simplemente logísticos, sino que eran las raíces revolucionarias de sus
respectivas fábricas, masa, gremio, etc.
A los dos años, la Organización ya se había ramificado, no tenía sólo Comandos Armados que estaban
en plena acción, sino que también instrumentos para penetrar en la masa (y campos de apoyo entre la masa).
En esta situación, aumentan las inquietudes hacia una eficaz estructuración Marxista Leninista, sobre
todo cuando ya se comenzó a crear un gran movimiento de masas. Sobre todo en 1973: los maestros, los
campesinos (cuando se fueran ramificado enormemente el trabajo en el campo), los estudiantes y un poco entre
los obreros.
Ya había necesidad de dirigir ese movimiento de masas, al mismo tiempo había necesidad de que el
Comando Central dirigiera los Comandos Armados. Los dirigía directamente y también directamente dirigía al
Movimiento de masas. La dirección se volvía cada vez más complicada. Surgieron dos grandes terrenos de
trabajo: el desarrollo de la guerrilla y el desarrollo del movimiento de masas. Ya no alcanzaba a dirigirse en la
forma inicial y se veía claro que sólo una Organización de Partido era capaz de darle una conducción verdadera a
los distintos terrenos. Porque de allí ya se derivaban otros terrenos y urgencias: la necesidad de la propaganda,
finanzas, educación, etc.; ya surgían muchas ramificaciones. El Comando Central ya no podía ser capaz de
dirigir todos los terrenos con el funcionamiento y estructura original. Sólo el funcionamiento y la estructura de
Partido Marxista podía ayudar a dirigir bien los diversos terrenos y combinarlos integralmente.
En 1973-74 se elaboró el primer esquema de estructura y funcionamiento de partido y se vio que el
Comando Central, tenía que estar supeditado a un organismo superior. Se creó el proyecto de formar el Consejo
Revolucionario. Hasta entonces el Co-Cen había sido por promoción, incluso promociones obligadas por la
misma guerra (algunos compañeros que morían era necesario sustituir para que hubiera siempre dirección). Se
creó el Consejo Revolucionario, el cual tenía que elegir al Comando Central. El Consejo todavía no tenía las
características de ser un órgano de representantes de las bases (porque no había ninguna base). Se estaba creando
la estructura orgánica a partir de arriba hacia abajo, porque todavía no había base. Lo que había eran órganos
para la dirección de las masas y órganos para la dirección militar. En lo interno de partido, las dos cosas se unían
y aparecían como un sólo cuerpo la dirección de masas y los órganos armados que venían a ser parte interna del
Partido. Todavía no había un ejército diferenciado, una estructura militar diferente.
Se vio la necesidad de que el Co-Cen tuviera Comisiones Nacionales y que se apoyara en ellas para
dirigir los distintos aspectos del trabajo: Comisión de Masas, Militar, Relaciones, Organización, Propaganda,
Educación, Finanzas, etc. Esta estructura ya era apropiada a un Partido Marxista. Y luego, debería de haber
órganos intermedios: las Direcciones de Zona. A pesar de eso impulso y rumbo inicial, fuimos después cayendo
en el desarrollo y funcionamiento espontáneo de Partido.
En el último Comando Central (de Agosto de 198 l), estudiamos la proyección de la formación
orgánica, la estructura Orgánica y funcionamiento de Partido, que tiene que ser de Centralismo Democrático y la
dirección colectiva con responsabilidad individual en cada nivel. Y se llegó a la conclusión de que nuestro
desarrollo, en gran medida se congeló y aún más, se truncó y fueron sucediendo una serie de deformaciones y
que no se comprendió la enorme importancia del principio Leninista de las células como organismo, no
propiamente sólo para adentro del partido, sino también respecto del papel fundamental de llevar la orientación
del Partido a la masa, donde ella esté, donde la corresponda: a la fábrica, el instituto, caserío, etc. y que sin ellas,
el Partido no tiene todas las posibilidades de llevar su conducción a las masas. Un partido que no tiene células,
no tiene raigambre en las masas, y eso es lo que nos fue sucediendo a nosotros. Nos quedamos a medias en la
construcción del partido, por una serie de enfoques equivocados.
a. De que a partir de las Comisiones Nacionales se dirigía orgánicamente todo el trabajo; planes y tareas
de su respectivo terreno. Por ejemplo la Comisión de Masas, y que igualmente a partir de las Sub-
Comisiones en un determinado sector de las masas.
b. A partir de las Sub-Comisiones, para la dirección orgánica se formaron buena cantidad de Equipos
Nacionales. Desde aquí, tenía que llevarse la línea, por si misma y por sus propios hombres, organismo
y redes hasta el último rincón del país: para el campesino, para el maestro, para los estudiantes. Un
esquema gremialista de dirección del partido y organización interna para dirigir los movimientos de
masas.
c. Y resultó que había Sub-Comisiones que tenían una red por todo el país. La Sub-Comisión del
Campo, llegó a tener hasta 75 equipos de funcionarios a tiempo completo para la organización, cada
uno de tres o cinco compañeros, y el Equipo Nacional, tenía una red de organismos en la que se
apoyaba en cada zona donde le correspondía actuar. La misma red que dependía exclusivamente de
cada equipo nacional que estaba formado por Compañeros que en su mayoría eran miembros del
partido, como parte de una sub-comisión.
d. Y en la práctica se daban dos cosas: en primer lugar, la comisión no alcanzaba a darles la preparación
política e ideológica a toda la enorme cantidad de compañeros y redes que estaban trabajando en toda la
república bajo su dirección.
En segundo lugar, al no elevarlos políticamente; no se promovía en calidad de miembros de las FPL o a
aspirantes.
Para ser miembros de una Sub-Comisión si se necesitaba que fueran miembros del Partido, entonces su
única preocupación era promover a algunos compañeros a la calidad de miembros para estar completa. Pero para
el desarrollo del Partido como tal, no había preocupación ni atención política, ni promoción, ni crecimiento de
partido, sino redes dirigidas desde las Comisiones Nacionales, Sub-Comisiones y equipos para poder dirigir la
política de partido dentro de las masas.
Esto vino a deformar totalmente nuestro cuadro de desarrollo del partido y éste se convirtió en un
organismo con una enorme cabeza, pero sin base ni raíz. Los compañeros en que se apoyaba cada Comisión,
eran los mejores revolucionarios en su caserío o en la fábrica; pero no eran miembros de Partido. Miles de ésta
gente murió, sin llegar a ser jamás miembros del Partido y eran verdaderas gentes abnegadas, gente que hubiera
ayudado a proletarizarse mucho más al partido, si nosotros los hubiéramos organizado.
Miles y miles de gente dirigidas orgánicamente en lo interno por estas Comisiones (porque lo de una
Comisión, se repetía en la otra y en todas) y a pesar de tanto trabajo abnegado que se hacia, pocos pensaban en
fortalecer la organización interna de partido. Las Direcciones de Zona, vegetaban y con grandes contradicciones
con algunas comisiones, porque había entonces una gran interferencia entre las Direcciones de Zona y las
Comisiones Nacionales, en lugar de que las Direcciones de Zona tuvieran células que llevaran a cabo la línea de
la Comisión y Sub-Comisión y que las llevaran a cabo dentro de su respectiva fábrica, dirigidas por estructuras
locales, de barrio o zonales en último caso. La verdadera raíz del Partido para penetrar en la masa no se
construyó, no se logró.
Deformamos el concepto del partido en cuanto a la gran cabeza sin base y una gran cabeza sin base no
puede llevar a cabo el Centralismo Democrático, ni la Dirección Colectiva, porque cómo puede existir esto en un
organismo auxiliar del Co-Cen que está atendiendo problemas de organización o de toda naturaleza, en una red
de centenares de elementos. Tienen entonces que formarse grandes estructuras: la Comisión de Masas llegó a ser
de 15 compañeros, cada Sub-Comisión de 7-8 de las que dependía un gran aparato burocrático, que a la larga con
un trabajo bastante bueno, que con el logrado auge de las masas, logró levantarse, pero al llegar los momentos
más duros nos quedamos sin la capacidad de poder dirigir a las masas en todas las situaciones.
Claro, que esto no consistió sólo en enfoque orgánico sino también en la línea y en los métodos. No
tuvimos la capacidad de ir cambiando la línea y métodos en la medida que el enemigo iba entrando en más
crudos niveles de guerra, pero con una estructura celular bastante arraigada entre las masas del país, mucha
mayor capacidad tendría el partido para llevar a cabo todas sus reestructuraciones en forma permanente y más
acompañadas de las masas. Esto se estudió a fondo en el Co-Cen en Agosto de 1981 y vimos que se cometió el
error, en el sentido de no poder crear la estructura de partido acorde con las necesidades de sus funciones.
De allí, se derivaron algunas recomendaciones y acuerdos, en cuanto a elaborar una línea de
organización, de educación ideológica política y una línea de forjamiento en el terreno teórico, en la lucha y en
todos los terrenos que corresponda a la línea que nos permita convertirnos en verdadero Partido Comunista.
El Papel de la Conciencia y de la Voluntad Consciente
Desde 1974 tenemos esa tarea y fundamentalmente desde el Primer Consejo, una tarea bien clara.
Décimos que estamos claros (en lo teórico), que comprendemos la necesidad, pero sucede que cuando
nos pusimos a hacer la tarea, deformamos el concepto de lo que es un verdadero Partido Marxista Leninista.
Ahora, nos está costando más organizar un verdadero Partido Comunista proletarizado, nos va a costar más que
antes. La tarea hoy es más dura: hay resabios y como se dice, cuando un árbol crece torcido, enderezarlo es bien
difícil. Sin embargo, si queremos cumplir con la tarea que la historia nos plantea, tenemos que hacer el esfuerzo
por formar el partido, dentro de la guerra, dentro de la grave y compleja tarea de dirigir acertadamente al pueblo
en guerra.
El Comando Central decía que lo primero es:
1. La conciencia de la necesidad de formar el verdadero Partido Comunista y valoraba que no todos los
mismos miembros del Comando Central tienen esa conciencia bien clara, porque si la tuviéramos todos
en realidad la tarea fuera más fácil. Hay miembros del Co-Cen, e incluso de la CP que no tienen
totalmente clara esa conciencia y esa voluntad. Tenemos una idea teórica, incluso podemos pasar horas
teorizando sobre lo que es el Partido y lo que dijo Lenin sobre el Partido, pero ya en la práctica la
construcción del partido no camina.
En la CP como Organismo permanente de dirección, ha pasado tiempos sin que esa tarea vital esté en el
orden del día, ni mucho menos que esté presente diariamente en la cabeza de los miembros de la CP. En
muchos miembros de comisiones, la tarea de construir el alma de la revolución es una tarea que no está
presente. Están presentes las tareas de su comisión, que son duras y que tienen que cumplirlas y que las
cumplen como miembros de la CP o del Co-Cen o del Consejo, o como cuadros, pero no tienen
integralmente la conciencia del gran esfuerzo que se necesita para convertir al partido que tenemos en el
verdadero Partido Comunista.
2. En segundo lugar, que es necesario crear esa conciencia porque no todos estamos concientes de que
somos nosotros los que estamos obligados a tomar sobre nuestra responsabilidad esa tarea histórica.
Decimos que es necesario, hay mucha teoría sobre la construcción de nuestro partido; pero en cuanto a
la conciencia de que seamos nosotros, los de las FPL, los que debamos de tomar en nuestras manos esta
responsabilidad, esta tarea histórica en las condiciones de nuestro país, y que sea por los esfuerzos que
debemos hacer todos, en esto se ve que no hay suficiente conciencia. Desde 1975 estamos construyendo
el Partido. Hay un documento, que si hoy lo leemos, conserva toda la actualidad, señalaba los diferentes
aspectos de la formación del Partido. Es un folleto: “Sobre la Construcción del Partido”. Si lo releamos,
veremos que allí está visualizado como tendría que ser el desarrollo del Partido. Pero una cosa es la
teoría y otra es la práctica. Y en la práctica nos ha resultado un partido de cuadros no un partido con
base en el pueblo.
¿A partir de qué se llegó a la conclusión de que éramos un Partido de Cuadros? de Cuadros Dirigentes a
distinto nivel?
Al hacer el recuento del Partido, sólo habían miembros de Comisiones, Sub Comisiones y algunos
equipos de dirección y de Dirección de Zona, así como los miembros del Consejo. Y llegó el momento en que
fue increíble: por ejemplo: cuando dijimos que se necesitaba formar la Sub-Zona de Roberto Sibrian. Los
compañeros dijeron, “aquí en todo el Frente Paracentral sólo hay 5 miembros del Partido, que son los 5
miembros de Sub-Zona”. No tenemos ni un miembro de Partido para organizar la dirección de Sub-Zona y eso,
en la zona cuna de la lucha del campo en la última época, cuna de la UTC lugar donde está “la Cayetana”, etc.
¡¡5 miembros de las FPL en todo el Frente!!
Entonces, en un Partido completamente de cuadros, el reclutamiento de partido era nada más en función
de los cargos. Resultaba que junto a la aceptación de un compañero como miembro, le iba endosado el cargo:
miembro de la Comisión Nacional, Sub-Comisión o Dirección de Zona.
Con todo el esfuerzo hecho del 75-80 como resultado de una llamada práctica, en lo que tuvo que ver
mucho la concepción de la Organización gremialista o aparatista, administrativa y estructuralista, llegó a resultar
que sólo un partido de cuadros teníamos.
Cuando se urgió, que se hizo alguna conciencia de la formación de las células, se comenzaron a formar
células. Las primeras células que formamos, era naturalmente de Cuadros también!!
Allí se iban a ver los mismos cuadros de la Comisión de Masas u otra. Se reunían en otra parte como
célula aparte como Comisión y, claro, no le encontraban sentido. Entonces, ¿Qué papel tiene la célula ?, se
preguntaban. Se respondía: Estudiar y controlar la militancia. Pero esto es sólo una parte del trabajo de la célula.
Y si una célula ni siquiera eleva el conocimiento político ideológico de sus miembros, si ni siquiera controla la
militancia de sus miembros, entonces no tiene ninguna tarea; pero esto no es la tarea fundamental de la célula. Su
tarea fundamental, es meterse dentro de su masa.
No es sólo para el control de la militancia, no sólo para elevarse políticamente bajo un plan, ni sólo para
leer los materiales de la Organización. Recuerdo que en el Partido Comunista de El Salvador muchas células
hacían sólo eso. Se reunían una vez por semana para leer una circular que hacia el secretariado, que le llamaba
“la carta semanal” para estudiarla su militancia y para hacer un estudio político. Era entonces un tipo de célula
deformada, que nunca hizo que ese Partido Comunista de El Salvador penetrara en las masas.
Las células son fundamentalmente para llevar la línea del partido a las masas, para organizarlas y
orientarlas, para persuadir, para ampliar la influencia del Partido en mayores círculos, para preparar
clandestinamente aquellas gentes de mejor contextura que quieran ayudar más al Partido, para hacer labor
práctica dentro de las masas.
Y en esto es necesario establecer una buena combinación de dirección y de trabajo: Por ejemplo la
Comisión de masas tiene que dar la línea bajo la dirección del Co-Cen y examinar como está todo el panorama,
para impulsarlo mejor. Y tiene sus propias atribuciones de control concreto de la aplicación de la línea.
Pensamos por caso, para escoger determinados elementos para candidatos a la directiva de una
Organización de masas. Esa orientación debe de llegar a la célula, para que sea la célula la que ayuda a preparar
las condiciones, que no choque con las orientaciones de la CONAMAS en el seno de esa organización de masas
y que de esa manera pueda llevarse a cabo esa tarea que es necesaria para el Partido.
Pero allí tiene que haber una buena combinación. Lo mismo que las DZ. Una combinación buena entre
las Comisiones Nacionales que son órganos de trabajo del Co-Cen, son sus instrumentos de trabajo. Las
Comisiones Nacionales tienen nivel de órganos de trabajo del Comando Central, no todos deben de ser
miembros de trabajo del Comando Central, no todos deben de ser miembros del Co-Cen, pero son los
instrumentos inmediatos, no sólo de asesoramiento. Tienen la tarea de asesorar el Co-Cen y por consiguiente a la
CP, pero tienen la tarea de orientar, de dar la línea con agilidad y espíritu de iniciativa. Una Comisión Nacional
no puede aprobar por si misma una línea como si fuera absoluta, sino que tiene que elaborar proyectos por su
conocimiento verdadero de la situación y servirlos al Comando Central, para que el Co-Cen pueda emitir la
línea. Pero una vez emitida, la Comisión tiene la obligación de llevar esa orientación, de hacerla cumplir.
Por eso, debe haber una interrelación con las DZ y a través de éstas con las células, para que éstas
puedan llevar la orientación de esa línea a donde les corresponde. Sólo así, hay un verdadero Partido. Si nos
quedamos a nivel nada más de dirección intermedia y nacionales, no tenemos Partido Leninista, el Partido que
Lenin decía que era capaz de conducir las masas, de llevar la línea a las masas de manera concreta. Y esto hay
que entenderlo como un sólo cuerpo interno, un sólo cuerpo no pasivo de partido sino un reflujo de
funcionamiento interno de arriba para abajo y viceversa.
Por eso también, para llegar a ser miembro del Partido o de una célula, se necesita un salto de calidad,
una escogitación, que vaya de colaborador a aspirante y luego los más valiosos son pasados a miembros. Pero
internamente es un sólo cuerpo que debe de trabajar armónicamente para arriba y para abajo. Por eso, sus
principios son del Centralismo Democrático, la dirección no debe estar a la espalda de la base del partido, debe
estar atenta a todo lo que vaya detectando la base del partido, porque si no, de nada serviría tener esas raíces
dentro de la masa. Las células llevan, lo que se llama, la sabia desde las raíces al cuerpo del árbol. Arriba debe
de estarse atentos, para poder llevar a cabo una buena línea y para ello necesita conocer que es lo que piensan las
células, las masas, a través de las células y a través de los organismos que están entre la masa.
Por eso este Centralismo es democrático. Es Centralismo, porque es un organismo bien centralizado,
mayormente en una situación extraordinaria como es la guerra. Tiene sus órganos centrales y sus niveles de
dirección: El Consejo (o Congreso) es superior al Co-Cen, el Co-Cen está completamente supeditado a las líneas
del Consejo y es elegido por él, puede ser renovado por el Consejo, luego el Co-Cen tiene un órgano de trabajo
que es de dirección, que es la CP, para cuando el Comando Central no está trabajando. Esta no se puede salir de
la línea del Co-Cen, pero si, debe de aplicarla de manera creadora, porque el Comando Central no se está
reuniendo cada semana. Hay situaciones en que no se puede convocar el Comando Central, ni siquiera
extraordinariamente, y entonces en forma creadora, sin salirse del espíritu de la línea, la CP, está obligada a
aplicar la línea del Co-Cen. La Comisión Política como depositaria del Co-Cen en épocas en que el Co-Cen no
esté reunido. La CP actúa con las Comisiones del Co-Cen. Estas Comisiones tienen la característica de ser
direcciones, partes de la Dirección Nacional principal que es el Co-Cen, órganos de la Dirección Nacional y en
parte internacional, como la de Relaciones. Y las Direcciones de Zona están en el nivel de órganos de dirección
intermedia, que tienen más o menos similares atribuciones globales político-militares que la que tiene el
Comando Central, pero en los limites de su zona y dentro de un nivel de dirección intermedia. Si nos quedamos
hasta allí, el cuerpo se queda sin pies y el árbol sin raíces.
Las Raíces del Partido Marxista en el Pueblo
En el Co-Cen en Agosto de 1981 se vio que en éste momento para nuestro Partido una necesidad clave
es poner verdadera atención a la formación de células. No con un criterio exclusivamente organicista, sino
completo. La célula es fundamentalmente el órgano que lleva al pueblo, a la masa, la línea del partido y que trae
de las masas su temperatura para que la conozca su dirección. Son los órganos de dirección del pueblo, de
partido que actúan clandestinamente. Pero al mismo tiempo, son los órganos forjadoras de la disciplina y los
órganos de formación política más directos, tarea que no les corresponde sólo a ellos, pero en la que tienen papel
principal y son los órganos también de preparación esmerada de sus miembros, para que vayan elevándose en
peldaños de actividad y conciencia política, a fin de que el partido tenga más materia prima para ir teniendo más
cuadros. Es decir, para la promoción de cuadros de Partido a distinto nivel.
Sin esa tarea no hay suficientes cuadros, como ahora que tenemos una escasés tremenda de cuadros; ni
desarrollo de Partido, porque no habría tampoco una verdadera tarea de reclutamiento, que es otra tarea de la
célula. Estas son las que tienen que estar atendiendo a los colaboradores, pero con una mentalidad de desarrollo,
no con una mentalidad de tenerlos años y años como colaboradores, sin proyección o como aspirantes, sino con
la mentalidad de reclutamiento, desarrollo, de crecimiento, y crecimiento del partido con lo mejor del pueblo.
Esta es otra tarea que sólo la célula puede hacer. Otro organismo no puede hacerlo tan integralmente como ella.
Es decir, debe hacerlo porque todos tenemos la obligación de contribuir al desarrollo del Partido en el
medio en que nos movemos, pero la célula es la que más puede y debe hacerlo como una de sus tareas
principales. Por eso, las tareas de la célula son fundamentales.
Cuando la célula reduce sus funciones, o sea cuando no tiene proyección de masa, que no tiene clientela
sobre el pueblo, en su respectivo gremio, barrio, empresa, unidad militar, etc., reduce la tarea exclusivamente a
los tres o cinco que se reúnen. Entonces, sí se degenera el panel de la célula. Cuando no hay una tarea concreta,
el tiempo alcanza y sobra incluso para prácticas liberales y no constructivas. Esto había sucedido en el PCS, con
una cantidad de células que no hacían ninguna labor, ninguna tarea entre el pueblo, y por eso ese Partido seguía
raquítico todo el tiempo, sin nueva vida. Cuando eso sucede, cuando no hay ninguna proyección para su
desarrollo, viene toda una deformación dentro de las células que indican que no se está cumpliendo con su papel.
El concepto de célula es el concepto de desarrollo del partido y de forjamiento de sus miembros, de
trabajo en la masa, de llevar la línea a la masa, de dirección del pueblo y sobre esa base, de fortalecimiento del
Partido del proletariado.
El Comando Central vio que, en este momento, para la construcción del Partido, el eslabón es la célula.
Tenemos que construir la célula, pero con un concepto integral y no sólo de cuadros ni sólo en función de
estructura, sino con el concepto de que es la raíz del partido en las masas.
Las Prioridades de Construcción del Partido el Comando Central las situó así:
a. Construcción de células, pero dentro del pueblo, de la masa, de las fábricas, empresas, gremios, el
ejército, etc. incorporando a todos aquellos compañeros que han pasado largo tiempo sin ser
promovidos, a pesar de haber mostrado la capacidad, la voluntad, la práctica revolucionaria, el temple
para poder ser miembros del partido y que a pesar de eso han pasado un gran tiempo como
aspirantes. Ver como enriquecemos lo más prontamente al partido, seleccionándolo mejor. Tampoco
hasta sólo el titulo de aspirante, sino también la calidad.
Debemos fortalecer rápidamente al partido y formar células de miembros adentro de las masas, dentro
de los distintos sectores, dentro del ejército, de los Poderes Populares, los campamentos, etc. y que las
células aprendan a trabajar con su papel integral.
b. La segunda tarea es reestructurar los órganos de dirección, su funcionamiento y métodos de
dirección, ver si es necesario que sigamos con el Consejo Revolucionario y que esté integrado por
promoción de si mismo, o sí ya es posible que las mismas bases elijan para ese organismo a los que ya
lo merecen, para conformar un órgano supremo de dirección que realmente represente lo mejor del
Partido.
Si es así, tendría que cambiar su carácter de consejo a congreso, porque la modalidad de Congreso exige
la elección por parte de los órganos de partido, especialmente las bases. Para eso, hay necesidad de células, pues
por ahí comienza la elección de representantes al congreso, cada número de células tiene derecho a enviar por
ejemplo un compañero y cada Dirección de Zona tiene derecho a enviar a uno por ejemplo.
Los miembros del Comité Central o Comando Central, tienen la obligación de estar como Congresal y
luego, dependiendo si se considera necesario, las Comisiones envían a su representante, eligen a sus congresales.
Es decir, que débese ir tomando una mentalidad de mayor amplitud, en cuanto a que es el Congreso, la dirección
suprema del Partido, hay que ver si éste Congreso va a seguir eligiendo, un órgano como el Co-Cen, como es
ahora, o si se necesita una modalidad más dinámica de funcionamiento de este Co-Cen o si hay necesidad de
darle la modalidad de Comité Central, con responsabilidades para cada miembro. Luego, como van a ser las
responsabilidades de una Comisión Política y si hay necesidad de un Secretariado del Comité Central para las
cuestiones administrativas y que la Comisión Política se dedique exclusivamente a la dirección Político Militar
táctica y estratégica. El Comando Central por eso pidió que se elaborara un esquema estructural, pero que no
expresara exclusivamente estructura, sino también el funcionamiento interno Leninista de Partido que facilitará
incluso en tiempos de guerra la correcta aplicación del Centralismo Democrático, el problema de la Dirección
Colectiva con responsabilidad individual a todo nivel.
Entonces, las prioridades se fijaron así:
1. Células. Y éstas organizar los pre-partidos. Es decir, las células con la obligación de atender a los
colaboradores y a los aspirantes.
A los aspirantes con un plan de preparación político-ideológico, de promoción y de atención y
observación verdaderos y a los colaboradores con la proyección de convertir en aspirantes a aquellos
que lo desearán.
La célula, como pivote de desarrollo interno del partido. La atención que debe tener sobre los aspirantes
no es una cosa teórica, no se trata sólo de ir a leerle un libro, sino también a que cumple tareas, de llevar
la dirección del partido organizadamente y con buenos métodos a su sector de pueblo.
Esta labor del partido está unida a la labor de crecimiento de influencia del partido en las masas.
2. La revisión del papel que están jugando los órganos de Dirección Nacional.
3. Una verdadera reestructuración de las direcciones de Zona y un estudio de las Direcciones
Nacionales para que cumplan su Papel. Porque resulta que en Enero de 1981 se tomó un acuerdo de
disolver muchas Direcciones Nacionales. La Comisión Nacional de Educación se disolvió, de
Propaganda también. Se tomó el acuerdo que cada uno de sus miembros se fuera a una zona. Pero
prácticamente desapareció el organismo.
El Co-Cen vio que eso no fue bueno, porque entonces qué órganos, qué instrumentos va a tener la
Comisión Política para poder atender todas éstas tareas, sobre todo la educación, propaganda, organización,
masas, etc. Si diluimos la Comisión de Masas y sin conservar sus lazos y mecanismos internos de
funcionamiento colectivo, no podrá lograrse algunos objetivos; mandamos a cada uno de sus miembros a las
zonas, sin que sigan funcionando como Comisión Centralizada, podrá darse saltos individuales, pero desde el
punto de vista de la Dirección Central del Partido y de la orientación de las masas, se sale perdiendo, es así como
sucedió ésta vez. En las zonas, a los meses, cada zona tenía un concepto diferente de lo que era la línea de masas.
Había una serie de líneas de masas, sin responder a una línea centralizada y se inició una serie de contradicciones
entre las Direcciones de Zona con la Comisión de Masas, ya no había centralización de Dirección, porque la CP
por si misma no puede atender todo, necesita de organismos auxiliares y sin embargo había diluido las
Comisiones.
El Co-Cen de Agosto, reconoció gravísimos errores en cuanto a la concepción aplicada en esa ocasión;
muy militarista, de disolver todas las Comisiones, de dirigir el Partido a través del jefe militar y dejar
prácticamente el cuerpo interno del Partido sin funcionamiento.
A los responsables de Direcciones de Zona les llegaba la Directiva de la CP, como orden de la
Comandancia General, a través del primer jefe de Estado Mayor. Allí se terminó la relación Comisión Política
con Direcciones Nacionales, Centralismo Democrático, etc. y quedó todo eso supeditado a las ordenes militares.
Eso sucedió durante muchos meses. Aún ahora se vuelve difícil enderezar lo que ya se había vuelto práctica. El
Co-Cen estudió eso y dijo que se deberá de estudiar las raíces donde están esos errores. Porque el Partido y el
Ejército tienen estructuras y funcionamiento diferentes: la del partido es una estructura con Centralismo
Democrático, y la Dirección Militar tiene su propia estructura: un jefe, una Comandancia General, la que ayuda
al jefe a tomar la decisión. La decisión la toma el jefe aún cuando haya bastante discusión; estados mayores con
su respectivo jefe etc. Una orden debe cumplirse. Es una estructura de dirección única centralizada, militar. Una
vez el jefe toma la decisión los miembros del Estado Mayor no pueden dejar de cumplir la orden. Después puede
haber valoraciones, etc. pero en el momento debe cumplirse.
La Comisión Política se traslapó como Comandancia General por comodidad. Comienza a dar las
instrucciones como Comandancia General a las Direcciones de Zona (que es otra estructura), a través de órdenes
militares transmitidas a los Jefes de los Estados Mayores.
Esto dio como resultado que se desfazó bastante, tanto un organismo como el otro. Todo esto, se
estudió en el Co-Cen. Por eso, la tarea de construir un verdadero Partido ahora para nosotros es más difícil,
porque hemos cometido muchos errores.
En primer lugar, al formar un organismo de cuadros, al no saber cual es el papel de las células y a tener
un partido que no tiene bases, que no tiene células.
Otro asunto: el Co-Cen hizo hincapié en que éste problema se vuelve más difícil porque ni siquiera
todos los miembros de Co-Cen y de la CP a esas alturas tenían conciencia clara de la necesidad de construir el
verdadero Partido Comunista y llegó a la conclusión que había necesidad de comenzar por hacer conciencia en
los mismos miembros de la Comisión Política, Co-Cen y Consejo. Por eso se acordó que ese documento se
comenzara a estudiar con los miembros del Consejo y darles toda la información de como el Co-Cen había hecho
su autocrítica profunda del estado en que se encuentra el Partido y porqué se encuentra así. Y luego a los cuadros
de dirección que tienen capacidad de estar al tanto de las necesidades del desarrollo del partido, había que
dárselas a conocer.
El Co-Cen tomó acuerdo especial de que sus acuerdos fueran dados a conocer a los organismos y
cuadros, comenzando por los Concejales, para su eficaz aplicación a partir de cobrar conciencia de su
importancia y necesidad.
De esa reunión del Co-Cen la gente salió realmente eufórica. Se había logrado profundizar en forma
autocrítica en los problemas, estudiándolos, incluso, desde el principio de la formación de la organización y se
había dado una línea clara de construcción del Partido. De esos acuerdos del Co-Cen de Agosto de 1981 se
deriva la obligación de elaborar estos cuadernos y otros medios para hacer llegar el espíritu de los acuerdos del
Co-Cen a los cuadros y miembros, para unificar la conciencia y la voluntad de acción hacia la construcción del
verdadero Partido Marxista Leninista del Proletariado.
¡REVOLUCIÓN O MUERTE!
¡EL PUEBLO ARMADO VENCERÀ!
FIN DEL CUADERNO No. 3
Prohibido su reproducción total o parcial
Preparado por el Cro. Marcial
1er Responsable del Comando Central de las FPL Farabundo Martí
Junio de 1982
Categoría: Reflexiones y Análisis
Nuestra obligación con otros sectores marxistas
CUADERNO No. 2
NUESTROS ESFUERZOS POR COMPARTIR NUESTRAS OBLIGACIONES CON
OTROS SECTORES QUE SE CALIFICAN MARXISTAS
(estrictamente interno)
Como FPL sabemos que tenemos la obligación de formar el Partido Marxista Leninista.
A finales del año antepasado, tomando en cuenta que el PCS al fin había aceptado la línea política
militar y que era el más cercano en ideología, nuestra Organización trazó una línea de acercamiento gradual,
aunque no hacia la fusión pero si de acercamiento. Al principio no en los terrenos orgánicos. Y se empezó a
aplicar dicho proyecto.
Se les planteó, que nosotros no queremos bloques dentro de la Unidad y que debemos tomar en cuenta
también otros destacamentos: que como no existe todavía un Partido único, el Partido verdaderamente Marxista
Leninista en El Salvador, que por los retrocesos que tuvo el Partido Comunista de El Salvador, en tomar la línea
de la lucha armada, tuvo muy poca incidencia en lo armado y que también en masas ha perdido gran influencia y
que no se deja sentir la influencia de un verdadero Partido Comunista dentro de la Unidad. Esta se
mueve……………………………………..como mas…… ……. ……………………….de comunistas
Les dijimos que entre las FPL y el PCS existe un tronco común, que es la teoría del Marxismo
Leninismo; que las FPL no nacieron como negación del Marxismo Leninismo, sino, como expresión de la
necesidad de interpretar y aplicarlo a las condiciones del país, y como en eso no nos pusimos de acuerdo durante
los años 60 y principalmente del 70.
Que las principales discrepancias fueron principalmente porque el PCS no estuvo de acuerdo en que la
lucha armada era necesaria como vía de desarrollo y hubo necesidad de crear el instrumento integral de lucha del
pueblo. Las discrepancias fueron en cómo interpretar y aplicar correctamente el Marxismo a la realidad de
nuestro país. Por eso hay ahora dos organizaciones con tronco Marxista. Las FPL consideró, que la mejor
aplicación del Marxismo en las condiciones del país es la estrategia político militar de Guerra Popular
Prolongada, unida a los otros medios de lucha, como vía de desarrollo para la acumulación de fuerzas políticas y
militares que nos permitiera después cambiar la correlación de fuerzas aplastante que tenía el enemigo contra el
pueblo.
“Ustedes siguieron planteando el camino de las elecciones, de las vías pacificas todavía durante varios
años. Ahora se ha llegado más o menos a un consenso de que la línea político-militar correctamente aplicada, es
la proyección para la liberación del pueblo y para el subsiguiente paso al socialismo”.
Ahora, gran parte de aquellas razones por las cuales hubo necesidad de que nos separamos se han
menguado, aunque naturalmente no todas.
Existen, pues, dos organizaciones que están basadas en la ideología Marxista Leninista.
Podemos considerar entonces, que existe una gran base Marxista Leninista en el país, para poder, a
través de un entendimiento, dirigir el proceso y hacer avanzar la unidad de manera consecuente. Podemos incidir
de una manera adecuada, positiva y consecuente a fortalecer la unidad. Porque las otras Organizaciones, ya
sabemos como ha sido y es su desarrollo.
Hay tres o por lo menos otras dos organizaciones que han tenido un tronco común, y que se bifurcaron,
que a consecuencia de sus malos métodos, se cortaron y que ahora son organizaciones distintas, pero al principio
formaban parte del mismo tronco. Estas ramas, ya se sabe su desarrollo, y que acepten llamarse Marxistas
Leninistas por conveniencia en algunas momentos, pero en esencia ellos dudan mucho del Marxismo. Tienen
otros conceptos sobre el Marxismo, por su misma forma como se desarrollaron.
Si tomamos conciencia de que los marxistas deben dirigir este proceso, debemos de ponernos de
acuerdo las dos organizaciones en algunas cosas claves, para poder hacer avanzar la unidad verdadera. Esto no
significa ni debe significar un bloque, pero si, significa en primer lugar que los Marxistas tomen conciencia de su
papel en ésta sociedad para hacerla avanzar y que luego, éste acercamiento pueda ir dando frutos a nivel de
bases, que haya reuniones de bases, que hayan intercambios y que pueda irnos permitiendo un acercamiento, que
tal vez a la larga pueda ser el núcleo de un Partido único, Marxista de la Revolución.
Durante algún tiempo, ellos dijeron que eso era correcto, pero luego, el año pasado su actitud fue
diferente, cuando ya estaban metidos en la ilusión de unas prontas negociaciones, y para ello, en la necesidad de
tener una imagen diferente.
Les recordamos la necesidad de echar adelante éste proyecto y que la unidad estaba muy mal y que si
nosotros nos poníamos de acuerdo iba a marchar mejor. Ya en esta ocasión ellos rechazaron de plano el
proyecto. Estaban envalentonados y nos dijeron que éramos insinceros, que había algunos incidentes en los
frentes y que habían perdido la confianza en nosotros. Que creían ¿que nosotros queríamos el acercamiento del
Partido, como una puerta para poder entrar al mundo Socialista? Es decir, adoptaron una actitud muy
presuntuosa y autosuficiente.
Tuvimos que decirlos que con esa actitud y esa desconfianza mostraban no estar preparados para
cumplir el deber de los Marxistas en El Salvador y crear un núcleo que pudiera orientar mejor el proceso
revolucionario y, en consecuencia, retiramos por de pronto, la proyección propuesta mientras ellos tuvieran esa
actitud. Lamentábamos que no estuvieran maduros para la gran responsabilidad que los Marxistas les toca
desempeñar en el país; y que dejáramos pendiente eso hasta que ellos puedan tener una verdadera conciencia del
deber histórico de los Marxistas en defensa de los intereses en la clase obrera y el pueblo.
Realmente su actitud fue un pretexto, nosotros jamás hicimos por el canal del Partido Comunista,
ninguno de nuestros acercamientos con los partidos hermanos. Nuestras relaciones las hemos ganado por nuestro
propio trabajo revolucionario. Recordemos que el primero de Abril de 1970 una de las líneas fundamentales que
tomamos fue no acercarnos a ningún Movimiento hermano del exterior hasta que pudiéramos presentarnos
genuinamente como revolucionarios. Esta línea la seguimos al pié de la letra. De tal manera, nosotros no
tomamos ni siquiera nombre al principio ante el pueblo, ni nos presentamos ante ninguna Organización hermana
del exterior, blasonando que éramos revolucionarios, sino hasta haber ganado esa calidad y hasta que nuestro
pueblo nos reconoció como organización revolucionaria por nuestra práctica revolucionaria. Hasta entonces
hemos establecido relaciones e intercambio internacional.
Quedaba claro que su actitud era un simple pretexto para alejarse de un aliado que les estorbaba en la
maniobra que en esa coyuntura ellos consideraban maestra. “La maniobra de negociación y otras”; por ejemplo
con los militares. Ellos creían que nosotros al estar cerca podíamos estarlos criticando. De manera que
rechazaron la posibilidad de que los Marxistas formaran lo que nosotros habíamos llamado como un eje Marxista
Leninista en nuestro país.
Por ese lado, no pudo llevarse a cabo la formación de un pivote Marxista que orientara conjuntamente
al pueblo. Este es otro elemento que muestra con mayor razón aún, la necesidad histórica de que las FPL por si
misma debe cobrar conciencia y decisión de convertirse en el verdadero Partido Comunista en El Salvador. Urge
dejar la idea un poco ingenua de que el PCS puede ser en éste momento y a corto plazo otro Partido Comunista
verdadero. No se puede descartar, que con el correr del tiempo y en el transcurso de la revolución, lleguen a
tener la conciencia y a abandonar determinados métodos para llegar a convertirse en Partido Comunista. Pero no
podemos dejar los destinos de la revolución en esa esperanza, sino que tenemos una responsabilidad histórica
que cumplir ahora mismo sin delegarla en nadie más.
En estos momentos, no debemos de descargar en ellos la responsabilidad de que se conviertan en un
verdadero Partido Comunista. En tales condiciones, tenemos que cobrar conciencia de que somos nosotros los
que tenemos que hacer el esfuerzo de convertirnos en el verdadero Partido Comunista de El Salvador.
En el Co-Cen se vio que se puede tomar dos puntos de vista: convertirse en un Partido Comunista de
nombre o convertirse en el verdadero Partido Comunista.
Hay aquí una diferencia casi abismal entre una y otra cosa: por la conciencia, por el esfuerzo, por la
mística, por el sacrificio, por lo complejo que significa el convertirse en el verdadero Partido Comunista de El
Salvador. Si decimos “convertirse en un Partido Comunista”, estamos dando involuntariamente idea de que en
este momento otras Organizaciones pueden también cumplir igualmente con esa tarea, y que nosotros cojemos
sólo una parte de ella. Que por tanto nos tomamos todo el tiempo, con calma, sin tomar a pecho la
responsabilidad de que las FPL se conviertan en el verdadero Partido Comunista.
Con esto, inconscientemente delegamos en otras organizaciones nuestra propia responsabilidad, con la
idea de que por ese camino de retardemiento y de delegación en otros se lograría, con el tiempo, mediante el
avance de la revolución construir el Partido único de la revolución, un partido único que puede o no ser Marxista
Leninista.
Sin embarco, nos ha tocado a nosotros la tarea, no podemos menospreciarla, y si la menospreciamos,
entonces no estamos a tono con ella y la vida espontáneamente va ir marchando, porque los pueblos, se dan lo
que necesitan. El que no muestra ser merecedor de las tareas históricas de la revolución se queda atrás. El pueblo
encontrará otros conductores.
Sólo el verdadero Partido Comunista puede dirigir integralmente la guerra, porque el ejército solo no
puede tomar en sus manos la tarea múltiple de dirigir todo y combinar todo por lo mismo, la dirección de las
masas y la dirección del ejército. Si un Estado Mayor tomará en sus manos en la misma forma la dirección de
todas las organizaciones de masas, realmente no alcanzarla a hacer su labor militar que es especifica. Y si la
dirección de los sindicatos quisiera dirigir las estructuras militares como se llegó a pensar en determinados
momentos en FECCAS: toda esa estructura militar a partir de la propia directiva de masas, sería un desastre
militar. Porque una organización de masas no puede realizar esas funciones. El único que tiene la capacidad
integral es un partido que sepa organizar bien todos los terrenos del trabajo, hacer bien el trabajo clandestino y
que se tengan buenos métodos para el trabajo abierto.
Es el único que pueda dirigir lo militar y lo político, la ideología y la línea, lo abierto y lo secreto y
combinar todos los terrenos de lucha.
La Falta del Verdadero Partido Marxista Leninista Impide Aprovechar Correctamente las Coyunturas
Históricas
Las FPL han estado en parte cumpliendo esa tarea, pero las grandes debilidades que tenemos derivan de
que no hemos logrado convertir a las FPL en el verdadero Partido Marxista Leninista del proletariado
Salvadoreño.
En el desarrollo del movimiento revolucionario se ha sentido esta necesidad para el avance del pueblo
Salvadoreño. La falta del Partido Marxista Leninista no ha permitido al pueblo organizarse como se debe, hacer
avanzar más rápido su proceso, acumular fuerzas político-militares más rápidamente. En cada una de las
coyunturas se ha ido viendo eso, lo mismo que en el proceso general.
Por ejemplo la gran oportunidad que tuvo el pueblo para avanzar hacia un régimen más adecuado a sus
intereses en 1944. Allí fue el chance más grande de romper el eslabón de las tiranías militares. No tuviéramos
ahora 50 años de tiranía militar, sí en ese momento el pueblo hubiera profundizado sus aspiraciones
revolucionarias, para lo que estaba bien dispuesto, dada la crisis en que en ese momento entraron las esferas del
poder. Estaban tan socavadas las contradicciones internas de las clases dominantes, que estaban pasando por una
crisis interna aguda y el pueblo estaba tan aburrido y cansado ya de la tiranía martinista y tan dispuesto a la
lucha, que allí hubiera bastado una buena dirección de clase para hacer avanzar el proceso. Pero ¿Qué sucedió?
El PCS de El Salvador, durante los 13 años posteriores a 1932 había estado organizado en mínima escala, sin
células, sin funcionamiento verdadero, apenas con algunos supervivientes de 1932 que tenían mucho sacrificio y
abnegación pero con el partido casi deshecho. Hasta cerca de 1942 empezó a conformarse nuevamente una
especie de Comité Central, más que todo unidos por las casualidades.
Se formó un Comité Central en 1944, con Dagoberto Marroquin a la cabeza, algún grupo de
compañeros como Mármol que venía desde 1932, pero con una gran aversión a la violencia, porque habían
sacado la conclusión de que la violencia no utilizada de manera oportuna, fue la culpable de todos los males que
había venido desde la violencia de 1932. Un Comité Central balbuceante, incipiente, que ni siquiera estaba
convencido de la práctica revolucionaria Marxista. Por otra parte, la dirección de la huelga cayó sobre un grupo
de profesores de la Universidad y estudiantes organizados como Comité de Huelga.
A principios de Mayo de 1944, cuando todo el pueblo se levantó en huelga a base de los llamamientos
de éstos y que se incorporó la clase obrera, ese núcleo de la pequeña burguesía funcionaba como núcleo real de
la dirección política de este movimiento.
Cuando Martínez se tambaleaba y comenzaron las primeras muestras de violencia del pueblo, entonces
estos se asustaron y entraron en tratos con Martínez para la “sucesión” constitucional!: Una sucesión legal en el
poder, lo que equivalía a romper el espinazo del auge revolucionario del pueblo. La última condición que
Martínez puso fue que no se rompiera la constitucionalidad, porque entonces el pueblo iba a “desbordarse”. La
dirección popular pequeño burguesa aceptó, y en vez del tirano Martínez pusieron como Presidente al Vice-
Presidente, al Gral. Ignacio Menéndez, y de esa manera lograron bajar los ánimos del pueblo. Aquello se
convirtió en triunfo y en humo. 6 meses después, estaba en toda su fuerza la tiranía con el golpe militar de Osmín
Aguirre; y así se ha ido repitiendo en las distintas coyunturas, donde el pueblo realmente pudo haber
profundizado su revolución popular, pero siempre ha sido mediatizado por sectores burgueses y pequeño
burgueses en su dirección por la inexistencia del verdadero Partido Marxista Leninista, el Partido del
proletariado, que le imprime el sello y que lo lleve hacia adelante con las masas organizadas y unidas en torno a
un esquema que garantice la continuación del proceso.
En todos esos campos, el PC, desde 1932 para acá, tiene el mérito de haber llevado la continuidad de la
lucha, eso no lo podemos negar. Es la única Organización que dentro de grandes sacrificios y represiones ha ido
llevando la continuidad, pero no la realidad de ser el verdadero PC.
Recuerdo que cuando entré al Partido Comunista, éste estaba compuesta por unos pocos artesanos,
dueños de taller, campesinos medios, pero clase obrera prácticamente no había.
Durante muchos años luchamos por cambiar esta debilidad y persistía la situación de que sólo
trabajadores de pequeños talleres, sastres, zapateros ingresaban, pero a la Organización del proletariado
industrial no le podíamos meter el diente para ingresarla al Partido, al campesinado tampoco. Era un partido que
vegetaba. Por años, dos cosas no se podían romper: el aparato del control del enemigo en el campo. No se pudo
hacer una Organización de trabajadores del campo. Luego, entre la clase obrera, que allí nosotros hacíamos
mucho trabajo, pero cada dos, cada cuatro años nos deshacía el trabajo el enemigo a base de represión.
El Partido era un partido que nunca pasaba de 300; de sus círculos de gente gremialista, maestros,
estudiantes y algunos profesionales, con una línea que dependiendo de las coyunturas, navegaba en el
oportunismo político, por el dogmatismo, la desproletarización, la débil práctica revolucionaría.
Por ejemplo en 1946 cuando Osorio dio el Golpe de Estado, inmediatamente la dirección en ese Partido
comenzó a recomponer su línea, considerando que en El Salvador “había habido una verdadera revolución” con
el golpe de estado del Cnel. Osorio.
Mecánicamente interpretaban que los industriales que habían estado sofocados por la oligarquía
terrateniente habían tocado los resortes del poder y que eso era una derrota de los feudales. Por tanto que eso era
el triunfo de la revolución burguesa, y un gran avance para la revolución de El Salvador aplastando al
feudalismo.
El Partido Comunista de El Salvador, con esa composición poco proletarizada, estuvo manteniendo la
bandera de la continuidad de la lucha, pero sin tener una verdadera consistencia ni característica de verdadero
Partido Comunista.
Por eso no fue una cosa casual que ocurriera lo que ocurrió, que cuando ya era claro e imposible de
negar frente de los sectores avanzados del pueblo que la lucha armada era necesaria, el Partido se impuso una
posición recalcitrante y reaccionaria, hasta que vio que la lucha armada se había vuelto un hecho innegable sin su
consentimiento y contra de su voluntad, hasta entonces pude sumarse con muchas limitaciones.
La Línea Político-Militar Avanza Progresivamente
Después de que las FPL apareció y puso en aplicación su línea político-militar, también otros sectores
tuvieron la capacidad de irse organizando. Aparece el ERP con “El Grupo” en su primera etapa. Era como un
grupo muy heterogéneo, integrado más que todo por muchos que adversaban la idea del Partido Comunista, con
bastante inclinación a las ideas en boga en Europa, que se llamaban Neo Marxistas, de Marcuse, Cohn-Bendit
etc. Algunos de ellos habían vivido en Europa en 1968. Se formó también de círculos de estudiantes de la
Juventud Social Cristiana; pero desde el principio adoptaron una línea y una modalidad orgánica que no se podía
decir que fuera Marxista; algunos se habían salido de la Juventud Comunista, otros eran anarquistas, etc. Toda
una serie de elementos descontentos de las tácticas del PCS y que tenían de común en ese momento la condena
al PC; pero era una conformación bastante diferente a las FPL. Las FPL fueron creciendo sobre la base del
reclutamiento personal y no de ingreso de grupos. El ERP se fue formando de tendencias ideológicas diversas,
anticomunistas y con una fuerte impregnación de métodos militaristas. A tal grado, que sus métodos iniciales de
operatividad estaban impregnados de militarismo y aventurismo. No actuó sobre la base de irse desarrollando
por si mismos y actuando de acuerdo con sus fuerzas de lo simple a lo complejo, sino comenzó por hacer una
operación muy grande, cuando todavía no tenían consistencia sus miembros, cuando apenas unos de ellos eran
colaboradores y muy pocos sus miembros. Pero también con otra modalidad; la primera acción que hicieron fue
una operación de gran envergadura, y no la hicieron ellos propiamente, sino que con hombres y asesoramiento de
otra organización centroamericana. Su forma de desarrollarse fue distinta, el concepto de desarrollo de su
organización, de su forma orgánica y también en cuanto al acento, el enfoque de la guerra, un enfoque y métodos
muy militaristas que condujeron a lo que sucedió después: que se les desprendió grupo tras grupo. Después se les
desprendió la RN. En una ola de asesinatos, incluso pusieron emboscadas contra doce de los futuros miembros
de la RN.
Esos métodos tuvieron su culminación en 1975, pero se prolongaron durante dos ó tres años en una
lucha interna de la misma naturaleza. Fusilaron a varios más. En 1977-78, comenzaron a presentar una nueva
imagen, pero de eso, es evidente que por dentro ha quedado un modo de actuar que no es la marxista.
Para hacer buena labor entre los aliados, es necesario conocerlos, no caer de ingenuos. Ese proceso del
ERP para que se purifique es un proceso no tan sencillo. El Cro. Jovel de la RN antes de morir decía:
a. Nosotros los conocemos bien, ellos sólo han disimulado, pero sus métodos los siguen utilizando. Si
los metemos a la unidad, esto se va a revertir en forma negativa.
b. La simulación que llaman pragmatismo burgués no es todo de enseñanzas del proletariado, sino
métodos burgueses, incluso de palaciegos feudales que siguen las enseñanzas de Maquiavelo y de
Fouché, de la simulación y el engaño, la traición. Método que puesto en el tapete de la política es un
arte de maniobrerismo y politiquería de acuerdo a las coyunturas. Para lograr el máximo provecho, se
simula haber adoptado determinadas posiciones y determinados aliados, por eso se simula cambios en la
ideología. Pero cuando ya se han logrado los objetivos, entonces se saca el filo y ya no hay porqué
esconder la cara y los objetivos.
Para llegar al poder y conseguir determinadas posiciones dominantes de acuerdo a ésa ideología o
filosofía se puede hacer cualquier cosa, cualquier simulación. Hoy se puede estar de aliado estrechísimo
con alguien, pero si mañana las condiciones para los mismos objetivos se presentan de tal manera que
ya no haya necesidad, entonces se entibia o se abandona esa amistad, porque ya están por otro lado las
posibilidades de hacer avanzar sus objetivos particulares.
Es decir, esto es lo que Jovel les criticaba como pragmatismo burgués. Ellos mismos, se lo han
autocriticado, pero como error de sus anteriores dirigentes. Y eso está en sus documentos de autocrítica
que después hicieron en el año de 1978 en donde se atribuye los malos métodos de pragmatismo
burgués nada más a una persona (Sebastián) y no como el método fundamental que esta Organización
ha venido desarrollando.
c. El cálculo de la utilización de la persona por un tiempo. Después, ya se le sacó todo el jugo y ya se
puede considerar hasta como enemigo. Ese método lo siguen utilizando perfectamente. Si en una
organización encuentran una persona débil, que no los conozca, que se deja llevar por el humo de los
halagos, hacen lo posible de romper esa organización, influenciando a esas personas. Por eso nosotros
tenemos que estar bien claros de cuales son los métodos, cómo son nuestros aliados, pues así como
tenemos que conocer a nuestros enemigos, con mayor razón tenemos que conocer a nuestros aliados
con quienes tenemos que trabajar durante largo tiempo diariamente.
Por otra parte, nosotros vemos que la RN no logra cohesionarse internamente y pasa por una perenne
crisis interna. Está formada por una serie de grupos y gente de diversas naturaleza a quienes no les exigen una
ideología homogénea de su Organización, sino lo que buscan es ampliar su organización, a base de todo lo que
llegue. La RN, se encuentra en una situación de debilidad interna que no se termina de configurar como una
Organización Marxista, sino con muchas vacilaciones por dentro.
Luego, el PRTC, parece que todavía no está bien cohesionado en una sola ideología.
Estas cuestiones son parte del desarrollo del movimiento revolucionario de El Salvador y no podemos
negarlo y menos ignorarlo. Si los recordamos es para reforzar el conocimiento de una realidad histórica en el
país. Si eso ha sido el desarrollo, si esa es la situación en el movimiento revolucionario en relación a las
Organizaciones más avanzadas con las que se conforma la Vanguardia Genérica, histórica: El Partido Comunista
de El Salvador no ha estado ni está en capacidad de tomar en sus manos la dirección correcta del movimiento
revolucionario como una verdadera organización proletaria Marxista-Leninista, si el ERP y la RN están en
situación más difícil de enrumbar hacia ese objetivo y el PRTC reciente su muy tierna formación, realmente si no
llegamos nosotros los de las FPL a la conclusión de que tenemos que tomar en nuestras manos y pecho y
decididamente la tarea de formar verdaderamente el Partido Comunista, no habría en El Salvador en estos
momentos la esperanza de que nuestro pueblo tenga a corto plazo ese instrumento para llevar a cabo la guerra,
para triunfar y hacer que ese triunfo, aún cuando sea intermedio y aún no completo, pueda estar en
correspondencia con los intereses del pueblo y del proletariado, el campesinado y sus aliados y pueda marchar
firmamente hacia la profundización de las condiciones para el Socialismo. Sería una enorme responsabilidad
histórica que nosotros tendríamos si no nos concientizamos en ésta tarea de honor y si no tomamos la
determinación y la llevamos adelante con éxito.
!REVOLUCIÓN 0 MUERTE! !EL PUEBLO ARMADO VENCERÁ!
FIN DEL CUADERNO No. 2
Prohibido su reproducción total o parcialmente
Preparado por el Cro. Marcial;
1er Responsable del Comando Central de las
FPL – Farabundo Martí
Junio 1982
El presidente Saca no tiene nada que hacer…
VLADIMIR MEDRANO
I PARTE. SITUACIÓN DE LAS DERECHAS EN EL SALVADOR.
VM: En los últimos días hemos visto como la delincuencia se ha desbordado, las autoridades no pueden controlar este brote de violencia que ha ido en ascenso desde hace mucho tiempo. ¿Cómo analiza usted esta nueva coyuntura planteada para los salvadoreños?
DG: Hay una relación sintomática entre el país y la delincuencia, es importante saber cuál es la fuente generadora, si el país genera la delincuencia o la delincuencia genera el país, y uno puede ver el país a partir de la delincuencia, es decir, si el país se encuentra en la delincuencia o si la delincuencia obtiene al país, aquí hay una relación de continente y contenido, sin embargo es muy difícil, muy difícil y muy aventurado decir que el país, que El Salvador, es sólo delincuencia, hay una buena parte de la población salvadoreña que no esta ligada orgánicamente a la delincuencia, ahora bien, es cierto que toda la sociedad tiene que ver con la delincuencia, en el sentido siguiente: en el que ningún salvadoreño puede presentarse como no afectado por la delincuencia y esto no quiere decir que haya sido asaltado o que haya sido víctima de la delincuencia, independientemente de eso, todo el país es afectado por la delincuencia, y allí aparece una relación muy íntima.
Que sucede entonces en un país donde la delincuencia aparece como el problema más importante, cuando eso ocurre hay una descomposición de la sociedad, y esto tiene lógica por que la sociedad salvadoreña se encuentra partida, una parte está en el territorio del Estado y otra parte está en el territorio de otros Estados del planeta, eso parte la sociedad por lo menos en dos: en los salvadoreños que están en el país y los salvadoreños que están en el exterior, en ambas partes hay jóvenes, muchachos y muchachas, los que están en el exterior están pensando en realizar el sueño americano para los que están en los Estados Unidos, o el sueño para los que están en otros países, pero los que se quedan aquí están pensando en viajar al exterior, unos están aquí porque no han podido irse y están soñando en irse, por otro lado hay una minoría que está aquí, están dispuestos a estar aquí y a permanecer aquí, esa es una minoría, esto quiere decir que la visión de país se difumina, se esparce y se debilita, esto es políticamente peligroso.
Hay un segundo factor, es que la distancia que existe entre el Estado y la sociedad es mayor, enorme, y cada día crece, la sociedad no se mira en el Estado y el Estado no expresa los intereses de la sociedad, ese es el país. Cuando hablo de Estado, hablo de lo que es en rigor el Estado, es decir, a una fuerza social, política, económica, militar, religiosa, ideológica, cultural, sujetiva, que nace de la sociedad, pero se sitúa por encima de la sociedad y de la ley. En El Salvador el Estado es Ricardo Poma, Ricardo Simán, Ricardo Kriete y unos dos más, eso es el Estado, de allí viene el gobierno, que es el administrador de la política del Estado, definida en ese grupo, ese es el Estado, entre ese Estado y la sociedad hay una guerra, entonces qué de raro tiene que los jóvenes se organicen en bandas, es casi un resultado natural y qué de raro tiene que esas bandas desborden en la delincuencia, no tiene nada de raro.
Ahora bien, el gobierno no controla esas bandas, pero además no las somete, hasta ahora lo que se llama gobierno usa la Policía Nacional Civil equivocadamente, hay que establecer que para el gobierno de derechas lo que ellos llaman delincuencia es un recurso político importante, por que eso llamado delincuencia justifica su política represiva y de reducción de los derechos de la ciudadanía, por eso es que ellos aparecen enfrentados con las bandas, otra cosa seria que las derechas pudieran establecer acuerdos políticos con esas bandas, pero no pueden hasta ahora, y han salido derrotados por las bandas juveniles, la Policía Nacional Civil ya no tiene nada que hacer, derrotada totalmente, y esto plantea para el gobierno de derechas un problema de ingobernabilidad.
El Salvador es un país sin gobernabilidad y ya están apareciendo signos de descomposición institucional, las bandas expresan una descomposición institucional, por ejemplo las alcaldías están estableciendo mecanismos de seguridad para su jurisdicción, eso es un rompimiento del orden institucional, y eso todavía empieza.
VM: La delincuencia se va extender más o el desorden institucional?
DG: El rompimiento del orden institucional se va romper aún más, es decir, en cada jurisdicción las alcaldías van a establecer sus propias reglas de seguridad, entonces se fragmenta aún más el poder gubernamental, ahora, pueden las alcaldías hacer eso, si claro que si, eso es lo que se esta poniendo a la orden del día y eso permitirá el establecimiento de políticas diferentes en cada jurisdicción.
VM: Esto es lo que pretendía la derecha o las derechas?
DG: No, esto es peligroso para la derecha, por que el poder de la derecha requiere centralización total, porque eso les garantiza control total, jamás la derecha estimula la descentralización, que es mover poder de arriba para abajo, pero es que esto se le ha ido de las manos a la derecha, la derecha no sabe que hacer.
VM: Estamos entonces frente al resquebrajamiento del sistema neoliberal en El Salvador?
DG: Todo esto que esta ocurriendo en el tema de la delincuencia, es consecuencia del neoliberalismo, por eso decía que su aparecimiento es algo casi natural, porque es una consecuencia inmediata de la política neoliberal, ellos no saben que hacer con el monstruo que han creado.
VM: Si la Policía Nacional Civil y si las instituciones gubernamentales no pueden hacer nada, que nos espera, la anarquía total?
DG: Estamos hablando de una ingobernabilidad, estamos hablando de ausencia de política social, este gobierno no tiene política social y tampoco tiene gobernabilidad, entonces llega el momento donde las propias comunidades han de tomar a su cargo, el problema de la delincuencia, pero no solo referido a la parte de seguridad de las bandas juveniles, también al tema de seguridad ambiental, aplicando un tema más extenso y más profundo de la seguridad, la seguridad en la defensa del agua, la seguridad en evitar la contaminación y del ambiente, la seguridad en la defensa del bosque y la seguridad de ejecución de medidas sociales, ese es el momento que está ya planteado en El Salvador.
El presidente saca ya terminó su periodo, eso es dramático.
VM: Por que Dagoberto?
DG: Porque él ya no tiene nada que hacer.
II PARTE. COMO PUEDE LA IZQUIERDA CAPITALIZAR ESTA COYUNTURA.
VM: ¿Como podría capitalizar la izquierda todo este momento adverso para las derechas?
DG: Este período es caracterizado por el estallido de una crisis política, no siempre la crisis política está a la orden del día, la crisis si, pero no crisis política, hay crisis social por ejemplo que es un fenómeno permanente, cuando la gente no tiene empleo, no tiene salud, vivienda, no tiene seguridad, eso se llama crisis social, la crisis social no supone crisis económica, no: para nada, el hecho de que la gente pierda el empleo no es una cuestión económica, puede haber mucha gente sin empleo, si embargo la economía de la banca va para arriba, los bancos siguen haciendo grandes negocios, no dependen de eso. ¿Cuando hay crisis económica?, cuando los grandes centros de poder capitalista dejan de hacer los negocios, que siempre hacen, y dejan de obtener las ganancias que siempre obtienen, entonces hay crisis económica, es decir, que la crisis social es abajo y la crisis económica es arriba, el hecho de que yo me quede sin trabajo eso no es crisis económica, como es de dramático, porque estamos hablando de la economía capitalista.
En el país hay ahora crisis social, pero también hay crisis económica, las empresas están cerrando, es cierto, el fenómeno de la delincuencia incide en el cierre de las empresas, aparece el fenómeno de la extorsión, pero no es el factor decisivo, para nada.
VM: Pero eso sucede con los micros, pequeños y medianos empresarios, no con los grandes.
DG: Si. Por eso no es el factor decisivo y por eso la crisis económica no deviene de la delincuencia, deviene de la misma lógica del modelo neoliberal, esta crisis económica se desarrolla con la firma del TLC, por ejemplo, porque las empresas salvadoreñas no tienen la capacidad de competir, no son competitivas, no tienen técnica, no tienen tecnología y no pueden producir mercancías de calidad que compitan, esas son las que compiten, si yo hago queso por ejemplo, este queso debe ser un queso limpio, higiénico y de una gran calidad, que compita con los quesos europeos o los quesos estadounidenses, se puede hacer eso en el país, no, claro que no, a eso me refiero, ahora bien, pero ahora aparece la crisis política.
¿Cuándo aparece entonces la crisis política? Es decir, que no todos los días hay crisis política, por ejemplo cuando hay conflicto entre el poder judicial y el poder ejecutivo, ¿hay crisis política? No. Cuando los partidos políticos no se ponen de acuerdo en la Asamblea Legislativa, ¿hay crisis política? No, al contrario eso es parte del juego. ¿Cuándo hay crisis política entonces? La crisis política tiene dos expresiones, primero: hay crisis política cuando se rompe el acuerdo en el equipo gobernante, eso es lo primero, hay que saber que un país no lo gobierna una persona, nunca, siempre lo gobierna un equipo y ese equipo ha de estar de acuerdo, eso es fundamental, hoy en el país se rompe ese acuerdo, claro hay crisis social, hay crisis económica, se rompe el acuerdo en el equipo gubernamental, debemos entender como gobierno al Órgano Ejecutivo, Legislativo y Judicial? Ellos son administradores, el poder lo tiene el estado, y ya sabemos quienes son el estado, tienen nombre y apellido, ellos se distribuyen el control de los puntos claves de la administración, esos no son diputados, claro que no, no son diputaditos, esos no son alcalditos, tampoco, esos no son ministritos, tampoco, para esos cargos ellos mandan a su gente, ellos controlan CEL, eso si lo controlan, ellos controlan la Energía Eléctrica.
¿Cómo se expresa la crisis política entonces? El ministerio más importante del gobierno se llama: Ministerio de Hacienda y el ministro más importante de un país es siempre el Ministro de Hacienda, aquí y en Marte, ¿Quién es hoy el ministro de hacienda?, William Handal. TACA, el anterior ministro López Suárez fue destituido, porque sucede que el ejecutivo necesita control, porque privatizaron todo y hoy el ejecutivo no tiene dinero, ¿A dónde está el dinero entonces? En la banca e impulsaron una reforma tributaria pero los banqueros le dijeron a su gobierno no le damos más dinero, entonces quitaron a López Suárez y pusieron a William Handal, directamente de TACA, entonces la empresa TACA controla hacienda, cuales son las dos misiones de William Handal: 1. Evitar que los señores del capital financiero paguen más impuestos y 2. Evitar que se reforme la ley tributaria, que los demás paguen impuestos pero ellos no.
VM: ¿Eso implicaría el incremento al IVA, entonces?
DG: Por su puesto, por allí va el tema, quienes controlan CEL, la familia Salume, que controlan el negocio de la comida ligera, cual es el tema, hay que elevar las tarifas de la luz eléctrica, ANDA funciona con energía, ANDA no le ha pagado a CEL, más de 40 millones de dólares, CEL anuncia que va a dejar de dar energía a ANDA, ya están en eso, entonces puede el ejecutivo aumentar las tarifa eléctrica impunemente, no, no puede, paga costos y lo que viene es el aumento al IVA, eso si porque el IVA lo pagamos todos, allí no hay problema para la banca, si yo gano $ 50,000 dólares anuales pago 13% de IVA y si gano $ 100,000 anuales pago 13% de IVA, los impuestos son la esencia de la injusticia, porque la ley trata de forma igual a personas totalmente desiguales, ese es el rompimiento del acuerdo en el equipo de gobierno, por eso es que el discurso del presidente el pasado 15 de septiembre ya no te dice nada, no hay país, es el primer componente.
El segundo componente es la conversión del pueblo de actor a sujeto, ¿Cómo opera esto?, el pueblo esta constantemente sometiendo a presión al régimen político, el pueblo exige agua, exige empleo, exige derechos, todo eso es obligación del Estado, forma parte de los derechos sociales, y también tiene derechos individuales, el Estado no responde a eso, aparentemente eso no tiene importancia, pero solo aparentemente, realmente sí. Cuando la gente va a la Asamblea Legislativa o le pide al Gobierno, la gente está actuando como Actor, es como cuando la gente vota, cuando tú votas eres actor, porque estas desempeñando un papel previamente establecido por el sistema político, pero qué ocurre ahora, la gente deja de ser actor y se convierte en sujeto, el control político consiste en que tú sigas siendo actor, si yo pido agua el régimen me da agua, si yo pido trabajo el régimen me da trabajo o me da seguro de desempleo como hacen en otros países, entonces actor es la persona que se mueve en el orden, adentro del orden establecido, sujeto es la persona que se mueve adentro del desorden, que ocurre aquí, la gente ha descubierto que para ser escuchada tiene que ser fuerte y entonces esta tomando las calles, eso lo descubrió hace poco, no hace mucho, se toma una calle, por cierto que las calles son la gloria del régimen político, porque es fácil hacer una calle porque con ellas se hace mucha propaganda, además porque las calles están el servicio del mercado, es de las inversiones menos inteligentes, pero más vistosas, entonces la gente aprendió a tomarse las calles, ¿está eso dentro del orden?, es el desorden, eso desbarata las reglas del orden establecido, es un desorden frente al orden, en ese desorden se construye sujeto político, y esto implica una perdida de control del régimen sobre los seres humanos, eso es lo que esta ocurriendo en el país todos los días, y la gente descubre que cuando se toma la calle llega la televisión, llega la radio, llega la prensa, pero no por el problema, sino por la fuerza demostrada, este es el segundo componente de la crisis, ahora el primer componente: el desacuerdo entre el equipo gobernante y éste van caminando.
Ahora bien. ¿El ejecutivo tiene respuestas? No, no tiene respuestas, por que el ejecutivo no tiene dinero, está en banca rota. ¿A dónde está el dinero? En los Bancos y los banqueros no quieren dar dinero y ya lo dijo William Handal en una entrevista excelente que le hizo El Faro en el que dijo: “yo represento a los empresarios y a los empresarios no les gusta pagar impuestos”, muy sincero. Entonces que hace el ejecutivo, no tiene nada que hacer, por eso es que el Presidente de la República va a pasarse varios días a Estados Unidos viendo lo del TPS y va a pedirle ayuda a Don Francisco, un personaje de una televisora “gringa”, que tiene un programa allá en los Estados Unidos para pedirle ayuda, para ver los problemas de los emigrantes… ¡¡¡Habrase visto!!!, ya no tiene nada que hacer, eso se llama crisis política, esto explica los acontecimientos que se están dando en el país.
Entonces hay en este marco un aumento de la resistencia de la gente y un crecimiento de la oposición, voy a precisar las dos figuras: 1. Aumenta la resistencia en las comunidades en la lucha por sus intereses más directos, agua, trabajo, seguridad, vivienda, la gente sabe hoy más que nunca que tiene que salir a la calle y está haciendo eso. 2. Pero también hay oposición, decir que la resistencia se sitúa en el campo del desorden, la oposición es la cancha del orden, la oposición es parte del juego sistémico, allí también hay un aumento. Inclusive gente que ideológicamente es de derecha no aparece hoy inscrita totalmente en la política del ejecutivo, que es política de derechas, es porque esta coyuntura afecta a todos.
Cada vez las personas que son beneficiadas por el sistema son más ubicadas y sabe todo el mundo que es una minoría de minorías, una cúpula de cúpulas, hay otro elemento en esta coyuntura: se debilita el papel de los partidos políticos, su papel institucional, todo partido político es una institución de derecho público, los partidos políticos son parte del Gobierno, si yo soy alcalde yo soy gobierno, si yo soy diputado yo soy gobierno y para la salud del régimen político, es bueno que el papel de estas instituciones crezca, es eso lo que está ocurriendo en el país, sube la resistencia, sube la oposición, pero aparte y afuera de los partidos políticos, no son los partidos políticos que estimulan esto, esta es una característica muy importante para la coyuntura.
VM: ¿Pero entonces en que desembocaría toda esta coyuntura?
DG: Primero, ¿Para dónde va esto? Al aumento del accionar político de la gente y de las comunidades, cada día la gente descubre que es necesario hacer política y cada vez es más difícil para la gente no hacer política, eso es maravilloso y estoy usando la palabra gente, no estoy usando la palabra pueblo. Pueblo es una categoría jurídica diferente a la categoría gente, yo soy pueblo y soy parte del pueblo, cuando soy súbdito de ese Estado, por ejemplo cuando un salvadoreño se hace ciudadano estadounidense forma parte del pueblo de los Estados Unidos, entonces se hace súbdito del Estado Estadounidense y ya puede ir a morir a Bagdad, a Afganistán como soldado ciudadano estadounidense, no se hace parte de la nación estadounidense, jamás, nunca, pero si del pueblo. Cuando yo digo gente me estoy refiriendo a la sociedad, a los sujetos políticos, porque el sistema político no reconoce sujetos políticos, el sistema político necesita actores, pero solo actores, limitando su papel, al papel que el Estado le asigna, pero aquí ya no se trata de actores, se trata de sujetos, que salen a la calle no para votar, salen a la calle para reclamar sus derechos, esa es la maravilla de la coyuntura actual. ¿Para dónde va esto? Hacia un aumento de la resistencia, a un aumento de las protestas, a un aumento de la protección de sujetos, ahora bien ¿A dónde va esto en cuanto al régimen político? A una descomposición del régimen, eso es lo que esta ocurriendo, el régimen no da respuestas.
VM: ¿Y la derecha entiende esto, en ese caso la izquierda como puede capitalizar toda esta coyuntura. ?
Las derechas al igual que las izquierdas, son un abanico amplio y multicolor, con distintos intereses, son derecha los dueños del Estado, los que controlan el aparato del Estado, pero también son derecha la gente del PCN, ellos no controlan el Estado y no controlan nada, también son derecha, no hay acuerdo entre ellos en como ven la coyuntura, pero si hay acuerdo en entender que la coyuntura es la más difícil que hayan tenido en la posguerra, es deseable que sigan así, pero no es seguro que sigan así, es probable que superen esta etapa y logren un entendimiento conjunto.
En cuanto a las izquierdas hay un panorama parecido, hay una izquierda partidaria, que no entiende esto, que esta ocupada en las cosas de la Asamblea Legislativa, y esta preocupada por el próximo candidato presidencial, que además, no tiene instrumentos teóricos para estudiar la realidad, porque ellos piensan que la realidad es lo de la Asamblea Legislativa, y no que la Asamblea Legislativa es parte de la realidad, no la realidad, entonces ellos no encuentran lo real, pero hay otra izquierda que son los que están en la calle, los que están descubriendo los arroyuelos de la resistencia, y eso es lo que va creciendo, ahora bien, así como pueden haber acuerdos en las derechas, también es necesario acuerdos en las izquierdas, los procesos tienen sus propias maduraciones y los acuerdos tienen valores objetivos, es decir, que no dependen de la voluntad de alguien, hay maduraciones en los procesos, y este es un proceso que esta madurando rápidamente.
El tigre acorralado
El tigre acorralado
Por Immanuel Wallerstein (*)
Cuando, hace muchos años, algunos de nosotros dijimos que la decadencia de la hegemonía estadounidense en el sistema-mundo era inevitable, imparable y estaba ya ocurriendo, la mayoría de la gente nos dijo que ignorábamos la obvia y avasalladora fuerza militar y política de Estados Unidos.
También hubo críticos que dijeron que nuestros análisis hacían daño porque servían como un vaticinio que acarrea su propio cumplimiento.
Luego, en la presidencia de Bush, subieron al poder los neoconservadores e instrumentaron su política unilateral de militarismo macho, diseñada (decían ellos) para restaurar la indisputable hegemonía estadounidense, amedrentando a sus enemigos e intimidando a sus amigos para que obedecieran, sin cuestionar, las políticas de Estados Unidos en el ámbito mundial.
Los neoconservadores tuvieron su oportunidad y sus guerras han fracasado espectacularmente: no han logrado atemorizar a quienes son considerados enemigos ni intimidar a sus antiguos aliados a que obedezcan sin chistar. La posición estadounidense en el sistema-mundo es hoy mucho más débil de lo que era en 2000, y esto es resultado, precisamente, de las muy erradas políticas neoconservadoras adoptadas durante la presidencia de Bush. Hoy, mucha gente está dispuesta a hablar abiertamente de la decadencia estadounidense.
Así que, ¿ahora qué pasa? Hay dos sitios a los cuales debemos mirar: al interior de Estados Unidos y al resto del mundo. En el resto del mundo, los gobiernos de todas las tendencias le prestan cada vez menos atención a cualquier cosa que Estados Unidos diga o quiera. Cuando era secretaria de Estado, Madeleine Albright dijo que Estados Unidos era »la nación indispensable’’. Esto pudo haber sido cierto alguna vez, pero ciertamente no es verdad ahora. Hoy, el tigre está acorralado.
No es todavía plenamente el »tigre de papel’’ del que hablara Mao Tse Tung, pero es cierto que va en camino de ser exhibido como un tigre agazapado, a la defensiva.
¿Cómo tratan otras naciones a un tigre acorralado? Con una gran dosis de prudencia, podría decirse. Aunque Estados Unidos ya no puede imponer sus modos en casi ninguna parte, sigue siendo capaz de infligir grandes daños si decide dar un coletazo. Irán puede desafiar a Estados Unidos con aplomo, pero intenta ser cauteloso para no humillarlo. China puede sentirse plena de vigor, segura de que se fortalecerá más en las décadas venideras, pero maneja con tiento a Estados Unidos. Hugo Chávez puede torcerle la nariz al tigre abiertamente, pero Fidel Castro, más viejo y sabio, habla en un tono menos provocador. Y el primer ministro italiano, Romano Prodi, toma de las manos a Condoleezza Rice mientras emprende una política exterior encaminada a fortalecer el papel mundial de Europa, independiente de Estados Unidos.
¿Por qué son todos tan prudentes? Para responder, debemos indagar lo que ocurre en Estados Unidos. Dick Cheney, jefe del Ejecutivo, de facto, sabe lo que se requiere hacer desde el punto de vista de los militaristas machos, de los cuales él es el líder. Estados Unidos debe »mantener el rumbo’’ y de hecho escalar la violencia. La alternativa sería admitir su derrota, y Cheney no es alguien que vaya a hacer eso.
Sin embargo, Cheney tiene un agudo problema político en casa. Sus políticas (y él mismo) pierden respaldo, masivamente, dentro de Estados Unidos. Los discursos amedrentadores acerca de los terroristas y las acusaciones de traición que lanza contra sus críticos ya no parecen ser tan efectivos como antes lo fueran. La reciente victoria del crítico de la guerra Ned Lamont sobre el defensor de la guerra Joe Lieberman, en los comicios de Connecticut para elegir candidato del Partido Demócrata al Senado, ha sacudido al establishment político estadounidense de ambos partidos.
Si, como parece bastante posible ahora, los demócratas obtienen el control de ambas cámaras del Congreso en las elecciones de noviembre de 2006, existe el riesgo de una estampida en favor de la retirada, pese a la renuencia del liderazgo demócrata en el Congreso. Esto será más seguro si, en varias elecciones locales, ganan prominentes candidatos que se oponen a la guerra.
¿Qué hará el bando de Cheney entonces? Uno no puede esperar que graciosamente reconozca el advenimiento de un presidente demócrata en las elecciones de 2008. Sabe que tal vez cuenta con sólo dos años más para crear situaciones de las cuales sea casi imposible que Estados Unidos pueda retirarse. Y dado que, con un Congreso controlado por los demócratas, no podrá lograr que pase ninguna legislación importante, se concentrará (todavía más que ahora) en intentar utilizar los poderes ejecutivos de la presidencia, en manos de su dócil testaferro, George W. Bush, para agitar estragos militares por todo el mundo y así reducir radicalmente el rango de libertades civiles dentro de Estados Unidos.
Sin embargo, en muchos frentes habrá resistencia contra la camarilla de Cheney. Sin duda, el más importante sitio de resistencia será el de los líderes de las fuerzas armadas estadounidenses (con la excepción de la Fuerza Aérea), que claramente piensan que las actuales aventuras militares han extralimitado en gran medida la capacidad militar estadounidense. Este liderazgo está muy preocupado de que la opinión pública estadounidense culpe a los militares cuando Rumsfeld y Cheney desaparezcan de los titulares de los periódicos. Resistirán también contra la camarilla de Cheney las grandes empresas, que consideran que las actuales políticas tienen consecuencias muy negativas para la economía.
Por supuesto, los de izquierda y centroizquierda en Estados Unidos impulsarán una resistencia contra esta camarilla, ahora que se sienten revigorizados, enojados y ansiosos por el rumbo de la política norteamericana. Hay una lenta pero clara radicalización de la izquierda y aun de la centroizquierda.
Cuando eso ocurra, la derecha militarista emprenderá represalias muy agresivamente. Cuando Lamont ganó las elecciones internas en su estado, un lector del Wall Street Journal escribió una carta que decía: »Hemos llegado al punto de inflexión en este país; si permitimos que la izquierda gobierne como mayoría, nuestro país está acabado’’. Este lector llama »ineptos’’ a los líderes republicanos. El, como muchos otros, buscará líderes más fieros.
Todo el mundo se preocupa por la guerra civil en Irak. ¿Y qué pasará en Estados Unidos? Tiempos alarmantes se avecinan.(Bitácora, Montevideo)
(*) Director del Fernand Braudel Center. Su último libro es Un mundo incierto.
Alejandro Dagoberto Marroquín (1911-1977)
Alejandro Dagoberto Marroquín (1911-1977)
(en el marco del VI Congreso Centroamericano de Antropología)
Carlos Benjamín Lara Martínez
Alejandro Dagoberto Marroquín es el antropólogo más destacado de El Salvador y uno de los científicos sociales de mayor influencia en toda Centroamérica. Nacido en 1911 en la ciudad de San Salvador, desde muy temprana edad se destaca como un agudo estudioso de los fenómenos socioculturales. En la Universidad de El Salvador, recibe la Medalla de Oro como el mejor alumno de la Facultad de Jurisprudencia y Ciencias Sociales.
Fue catedrático de diversas universidades: en las Facultades de Ciencias Económicas, Jurisprudencia y Humanidades de la Universidad de El Salvador; y en las Facultades de Jurisprudencia y Economía de la Universidad de Honduras. También realizó actividad docente en la Escuela Nacional de Antropología e Historia de México, siendo maestro de destacados antropólogos, como del Doctor Andrés Medina Hernández. En la Escuela Superior de Medicina Sanitaria de México, impartió la materia de Antropología Social, precisamente por su interés de abordar los problemas de salud como procesos socioculturales. Y en los Estados Unidos de América, impartió cátedra en la Universidad de Illinois.
Su labor profesional fue también destacada en la creación y consolidación de instituciones que impulsan el desarrollo de la antropología y de las ciencias sociales en Centroamérica y México. Fue Decano de la Facultad de Ciencias y Humanidades de la Universidad de El Salvador y fundador del Departamento de Ciencias Sociales de esta misma universidad. Fue miembro fundador del Instituto Nacional Indigenista de México y director del Instituto Indigenista Interamericano.
Se destaca como uno de los investigadores sobre poblaciones indígenas más importantes del continente americano. En México, su estudio LA CIUDAD MERCADO (TLAXIACO) es de gran valor para comprender la dinámica sociocultural de las Mixtecas, las cuales, de acuerdo con Aguirre Beltrán, “constituyen una unidad física y cultural” (1957, 7). El libro del Doctor Marroquín representa en la actualidad un material etnográfico de gran valor para aquellos que quieran profundizar en la vida social y cultural de las poblaciones indígenas de las Mixtecas.
En El Salvador, realiza las investigaciones sobre PANCHIMALCO y SAN PEDRO NONUALCO, ambos municipios en donde la presencia de poblaciones indígenas es de gran trascendencia. En 1975, publica en América Indígena, la revista del Instituto Indigenista Interamericano, un artículo ya clásico para la antropología centroamericana, “El Problema Indígena en El Salvador”, el cual constituye un punto de partida para discutir la situación de las poblaciones indígenas y de las políticas indigenistas en El Salvador y Centro América.
Dagoberto Marroquín hizo ver la trascendencia de las poblaciones indígenas en la sociedad salvadoreña del siglo XX, en un momento en el que todos los académicos, funcionarios de gobierno y actores políticos, independientemente de la ideología que profesasen, negaban la existencia de estas poblaciones. Dagoberto Marroquín no sólo señaló la existencia de las poblaciones indígenas en El Salvador, sino que también las estudió a profundidad y esclareció su papel en la configuración sociocultural de los municipios en donde habitan así como en la construcción de la sociedad y la cultura de la nación.
En sus estudios sobre PANCHIMALCO Y SAN PEDRO NONUALCO, el antropólogo salvadoreño muestra la vida social cotidiana de estos municipios, dando cuenta de la dinámica de la economía, la organización de la familia, la organización política y la vida religiosa. En otras palabras, desarrolla una visión holística o totalizadora en sus investigaciones sobre municipios con presencia de población indígena.
En el caso de Panchimalco, Marroquín sostiene que “la dicotomía ladino-indígena al subsistir a los cambios operados ahonda los problemas sociales, particularmente los de índole económica, pues rompe la homogeneidad y dificulta el esfuerzo común; tiende a perpetuar costumbres y modos de vida que no se acomodan a las nuevas estructuras económicas” (1974, 268). En otras palabras, Marroquín demanda un tratamiento especial para impulsar el desarrollo social en aquellos municipios en donde la presencia indígena sigue siendo de trascendencia.
En su investigación sobre San Pedro Nonualco, el antropólogo salvadoreño detecta que el municipio ha experimentado un importante proceso de mestizaje étnico-cultural, desplazando la dicotomía étnica por una dicotomía de clase, basada en el poder socioeconómico de los “señores” del centro frente a la gente común de los barrios. Los indígenas se encuentran en los cantones (o comunidades rurales) pero incluso en estas áreas rurales los indígenas son minoritarios.
Es en este estudio que presenta por primera vez su concepto de lo indígena, definiéndolo como “una categoría económica-cultural históricamente condicionada. Nuestros indios son, ante todo, un estrato económico, el más bajo de todos en nuestra sociedad salvadoreña; su ocupación principal es la agricultura y su tecnología es atrasada, casi primitiva; sus ingresos bajos los mantienen muy próximos al nivel de la subsistencia biológica; por otra parte, a esa situación económica corresponde un mundo cultural singular conformado por una tradición histórica varias veces secular” (1964, 104). Esta definición es depurada en su artículo: “El Problema Indígena en El Salvador”, en el cual establece que en el caso de El Salvador el indio puede concebirse como “una categoría socio-económica históricamente condicionada, constituida por los descendientes de los primeros pobladores de América, que por efecto de la conquista ibérica fueron reducidos a condiciones de aguda explotación, miseria, opresión e injusticia social, condiciones que, en lo esencial, se mantienen en dichos descendientes” (1975, 752).
Aunque esta definición de lo indígena puede discutirse con base en las investigaciones que posteriormente se han desarrollado sobre las poblaciones indígenas de El Salvador, es indiscutible que representó una primera caracterización de la problemática indígena en nuestro país y condicionó los estudios posteriores sobre el problema indígena en El Salvador y Centroamérica.
Pero Dagoberto Marroquín también caracterizó las etapas por las que ha atravesado la política indigenista en El Salvador. Así, determinó tres grandes etapas con sus correspondientes sub-etapas: 1.- el indigenismo colonial, con sus tres sub-etapas: (i) el indigenismo de exterminio; (ii) el indigenismo de salvación; (iii) y el indigenismo de explotación; 2.- la posindependencia, con cuatro sub-etapas: (i) el indigenismo liberal; (ii) el indigenismos romántico; (iii) el indigenismo de explotación; (iv) y el indigenismo de exterminio; finalmente, Marroquín establece la tercera y última etapa, el indigenismo de negación, la cual predominaba cuando él desarrollaba sus trabajos de investigación y que se caracterizaba por la tendencia a invisibilizar a los pueblos indígenas. Marroquín denunció esta última etapa y su trabajo fue útil para derrotar esta política indigenista. Actualmente, existe ya un reconocimiento de las poblaciones indígenas de El Salvador y se discute los derechos culturales y sociales de estos pueblos.
Por último, hay que señalar que uno de los temas privilegiados por Dagoberto Marroquín fue el de la antropología económica, a la cual dio grandes aportes. Su libro LA CIUDAD MERCADO (TLAXIACO) es fundamental para comprender el papel del comercio en la dinámica sociocultural de los municipios y las comunidades del área mesoamericana. También en PANCHIMALCO y en SAN PEDRO NONUALCO dio gran importancia a la vida económica de las poblaciones indígenas y ladinas de estos municipios. Sin embargo, Marroquín siempre estudió la economía como parte de la dinámica sociocultural global, es decir, tomando como base una visión holística o totalizadora. En este sentido, Marroquín es también uno de los autores centrales de la antropología económica en Centroamérica y México.
En síntesis, Alejandro Dagoberto Marroquín es uno de los antropólogos y cientistas sociales más importantes de Centroamérica y del área mesoamericana.
Leer y escribir antes y después de Babel
DANIEL GOLDIN
Leer y escribir
antes y después de Babel
“Una comparación entre las diversas lenguas demuestra que el problema planteado por las palabras no es ni el de su verdad ni el de su justeza, de otro modo no habría tantas lenguas.”
Friedrich Nietzsche
La ya muy lejana mañana en que escribí el título de la conferencia: “Leer y escribir antes y después de Babel”, no imaginaba ni por asomo los caminos que iba a seguir para desarrollarla. Babilonia y su famosa torre eran un pretexto. Inspirado en George Steiner y Walter Benjamin, había escrito algunas líneas acerca de Babel y del lenguaje edénico, y sentía que este pequeño texto me abría un campo para investigar, o si se quiere menos pretenciosamente, para especular en torno a las atribuciones dadas a la palabra escrita como un instrumento regulador de la convivencia entre los hombres.
El lenguaje edénico y Babel representan dos posibilidades extremas del lenguaje. En la primera situación, el hombre –aún no escindido– asigna nombres al mundo y la palabra establece una relación absolutamente transparente con lo nombrado. La palabra es la cosa y su sentido permanece en lo nombrado. Pero, justamente por ser tautológico con la realidad, el lenguaje no le es útil al hombre para referirse a ella ni a sí mismo.
En el otro extremo, Babel se presenta como el paradigma de la opacidad del lenguaje. Al comenzar el relato el hombre se vale de él para manipular la naturaleza y edificar un desafío. El lenguaje es una convención que utilizan los humanos para alcanzar propósitos comunes. Pero al concluir el episodio la convención se ha disuelto. La palabra no sólo ha dejado de ser idéntica a la cosa, ahora se ha vuelto cosa: un ruido ininteligible: es la antípoda de la transparencia del lenguaje edénico. No me parecía insensato usar esos dos referentes como metáforas extremas de algunas concepciones de la palabra en tanto instrumento para enfrentar y resolver conflictos. Pero era sin duda una osadía utilizarlas para reflexionar sobre la cultura escrita. Como es sabido, el mito de Babel está fundamentalmente relacionado con la disolución de una mítica lengua común y, a partir de esto, con la desaparición de una primigenia comunidad universal. Se trata de un mito sobre el lenguaje oral o, si se quiere, acerca del lenguaje en general.
En esta conferencia, y sin que lo haya imaginado en un principio, intento fundamentar una aproximación distinta al texto bíblico y especulo que tuvo su origen en conflictos derivados del uso de la escritura. Los supuestos implícitos en esta postura son abiertamente contrastantes frente a las lecturas habituales del mito: la lengua común y la comunidad universal no son el estado natural y originario de la humanidad, sino, en el mejor de los casos, el final anhelado.
Al buscar sustento histórico para fundamentar mis intuiciones, en cierta forma, sólo en cierta forma, Babilonia y su torre dejaron de ser un pretexto y se convirtieron en el tema central. En virtud de que no soy especialista en historia antigua ni en exégesis bíblica, arqueólogo, paleógrafo, antropólogo, ni experto en cualquiera otra de las disciplinas que me habrían dado mayor autoridad para hablar ante ustedes, de antemano pido perdón por mi osadía.
Soy editor de libros para niños. Mis inquietudes tienen que ver con el campo de la educación y la política. Aun sin proponérmelo soy un heredero de Condorcet –el primer teórico de la educación universal. Como tal, he visto en la educación y particularmente en la formación de lectores un instrumento fundamental para garantizar la universalización de los derechos(1) , o, como anhelaba Kant, para constituir un espacio público en el que los hombres ventilemos públicamente nuestros asuntos para hacernos más dueños de nuestro destino.
Pero han transcurrido más de dos siglos desde sus célebres Cinco memorias sobre la instrucción pública. Dos siglos complejos y terribles. Nuestra historia, nuestro presente, nuestra perspectiva de futuro no nos permiten ver con el optimismo ilustrado a la razón ni con la ingenuidad etnocéntrica a la escritura.
En esta conferencia juego con la historia para plantear dos modelos de acercamiento a la construcción de la comunidad a partir de la palabra escrita. Uno antes y otro después de Babel, como reza el título. Pero quisiera dejar claro que no se trata de un antes y después históricos. No me refiero a eslabones de un proceso teleológico, sino a modelos que pueden ser actuales en diferentes momentos, presentes y también futuros.
En un texto muy hermoso, Borges señala que todos los días visitamos y somos expulsados del Paraíso. Tal vez cada vez que hablamos, cada que escuchamos, tomamos un lápiz o abrimos un libro también construimos una torre para alcanzar una altura inaccesible y establecer una comunidad. Y cada vez nos dispersamos dejando atrás una pila de ruinas. Con la que deberemos volver a construir. Pero quizás debamos hacerlo también con los silencios. Si he insistido en el mito de Babel y lo traigo a estas jornadas dedicadas a la cultura escrita es porque me parece que en él se plantean con claridad de amanecer, conflictos centrales en el uso y la concepción de la palabra escrita, en los sentidos y conflictos que su práctica produce. Hechas estas aclaraciones, sólo me queda antes que comenzar dar mi agradecimiento a Carlos Alberto González no sólo su generosa invitación a estar con ustedes esta tarde, sino también por los intrincados periplos que tuve que cumplir para llegar hasta aquí.
ANTES DE BABEL
En el principio fue el caos, luego vino el verbo y creó el mundo, por lo menos ésa es la idea que, transmitida durante siglos por la tradición judeocristiana, le dio a la palabra y a todo acto de lenguaje un valor seminal.
Tal como relata el Génesis, Dios crea el mundo mediante sucesivos actos de lenguaje. “Y dijo Dios: sea la luz, y fue la luz”, es el primero. Prosigue de manera similar con el agua, la tierra, los vegetales y animales que la pueblan. Tras cada creación, Dios contempla sus obras, ve que son buenas y entonces les da nombre. Sólo con el ser humano, su creación final, establece un ritmo diferente. Creado a imagen y semejanza del ser divino, el hombre participa en la creación del mundo, nombrando. “Jehová Dios formó, pues, de la tierra toda bestia del campo, y toda ave de los cielos y las trajo a Adán para que viese cómo las había de llamar, y todo lo que Adán llamó animales vivientes, ése es su nombre.” (Génesis 4: 21). Adán asigna un nombre a todos los seres vivos. Estos nombres son una delineación exacta y total de su propia esencia. No cabe ocultación alguna. En el lenguaje adánico no hay sombras ni ambivalencias. Decir es hacer. Y como Adán nombra así permanece. La palabra es una suerte de escritura indeleble, de escultura en movimiento. “Ese esperanto adánico –dice George Steiner– era tautológico con respecto a la verdad y al mundo.”(2) “Cada nombre y cada frase constituía una ecuación estrictamente definida entre los hechos y la realidad y la percepción humana.”(3)
Por eso, desde cierto punto de vista es imposible suponer una escritura más diáfana y perfecta. Pero, a la vez, es inadmisible siquiera imaginar la existencia de la escritura en el Edén. En la superabundancia sin resquicio del estado adánico, no hay lugar para la escritura, como no lo hay para la ausencia, la conciencia moral o el conocimiento de la muerte.
¿Qué lengua se hablaba en el Paraíso?
Desde tiempos remotos muchos sabios se preguntaron qué idioma utilizaron nuestros ancestros para comunicarse entre ellos, dirigirse a la serpiente y para responder a Dios en el jardín del Edén. En un principio se dio por sentado que el hebreo había sido el lenguaje original de la humanidad. Pero a partir del Renacimiento, las lenguas del Edén prosperaron en todos los rincones de Europa. En 1580, Goropius pensó que la lengua del paraíso fue el holandés. Otros sostuvieron que fue el vasco, sueco o turco. En 1688, Andreas Kempe publicó en Hamburgo un opúsculo titulado Las lenguas del Paraíso en el que se divirtió señalando los aspectos burlescos de estas discusiones describiendo un Edén políglota: la voluptuosa Eva sucumbió a la seducción de una serpiente que empleaba las palabras de la lengua francesa. Adán hablaba en danés y Dios en sueco.(4)
Extrañamente los redactores del Génesis nunca se pronunciaron al respecto.
Dado el enorme peso que tiene el lenguaje en la cosmovisión judía, es aún más extraño que también guardaran silencio acerca del fenómeno del lenguaje en sí mismo. No existen mitos ni leyendas para explicar su origen. No hay teorías ni observación alguna alrededor de la universalidad del discurso humano. Sólo en Génesis 11 se asume, de manera muy simple, que la humanidad alguna vez poseyó una lengua común.(5)
¿Era la misma lengua del Edén que había sobrevivido al Diluvio o era otra?
La existencia y naturaleza de esta lengua universal es un enigma que se ahonda cuando nos percatamos de la naturalidad con la que en el capítulo anterior se habla de la diversidad lingüística del mundo. Pues en Génesis 10 se utiliza el plural para hablar de las lenguas en el mundo postdiluviano, no una sino tres veces seguidas. Una por cada uno de los hijos de Noé, que –en sentido bíblico– son las tres fuentes de la humanidad.
En el versículo 5, por ejemplo, al referirse a la progenie de Jafet se dice “poblaron las costas, cada cual según su lengua, conforme a sus familias en sus naciones.” Con ligeras variaciones se usa las misma fórmula en los versículos 20 y 32 al referirse a la descendencia de Sem y Cam. “Sus lenguas y sus naciones.” No hay asomo de duda ni de asombro acerca de la pluralidad lingüística del mundo. ¿Por qué dos versículos más tarde se señala que “toda la tierra tenía una sola lengua y unas mismas palabras”?
Como se sabe el capítulo de Babel ha sido objeto de numerosas interpretaciones. La mayor parte de las discusiones se suelen centrar en la atribución del sentido de la torre (si era un edificio para alcanzar a Dios y vengar la afrenta del Diluvio, o para rivalizar con su poder) o bien de los motivos del castigo (porque durante su construcción un ladrillo valía más que una persona, como castigo a la arrogancia, o porque la concentración urbana negaba tácitamente el mandamiento de crecer, multiplicarse y poblar la Tierra, por citar algunos). Pero, en general, nunca se pone en duda que en ese capítulo se narra la pérdida de la lengua original, la Ursprache y, de manera concomitante, la desaparición de la comunidad universal.
Cuando nos acercamos con mirada de historiador al texto bíblico, resulta imposible no observar el fuerte contraste entre la claridad con la que podemos determinar el referente del relato –la propia torre de Babel– frente a la carencia de fundamentación histórica para sustentar el contenido del mito: la disolución de una lengua universal.
Los estudiosos suelen coincidir: el texto alude al impresionante Zigurat de Babilonia llamado en acadio Etemanki, la Casa del fundamento del Cielo y de la Tierra. Este edificio fue una de las construcciones más espectaculares de su época. Era famoso en todo el mundo antiguo y atraía riadas de extranjeros de todas razas y creencias.
La Casa del fundamento del Cielo y de la Tierra se elevaba muy por encima del resto de Babilonia, una ciudad con más de 100,000 habitantes, y una sofisticada planeación urbana. Una tablilla cuneiforme fechada en el año 229 a. C., ella misma copia de una tablilla más antigua, describe las características de la torre. Este formidable edificio llegó a medir más de 90 metros de altura con una base superior a los 100 metros.
Herodoto, que visitó Babilonia en el siglo V a. C., describió con claridad esta construcción en la que se superponían ocho torres construidas en espiral, y remarcó su extraordinaria altura que hacía obligatoria la construcción de espacios para descansar. En la última se encontraba un gran templo y dentro de él había un lecho bien dispuesto en el que una mujer nativa esperaba durante la noche la llegada de un dios pues, según anota con cierta desconfianza Herodoto, los dioses babilonios pernoctaban en esa recámara.(6)
Hay discusiones acerca de la función del edificio y de la fecha en que se inició su construcción. Pero no hay dudas de que la torre fue construida y reconstruida muchas veces, a la usanza mesopotámica. Se ha descifrado una tablilla en la que Nabopolassar, el padre de Nabuconodosor, el más grande rey de Babilonia, declara: “Yo me aplicaré a elevar el Etemenanki para hacer rivalizar su cima con el cielo.”(7) Nabuconodosor prosiguió la obra. En lo fundamental no sólo pretendían construir el más alto edificio jamás conocido. La torre de Babel era el centro cósmico del mundo.(8) Contribuir a afianzarlo era asegurar la estabilidad del universo, pero sobre todo era reforzar el lugar privilegiado que los reyes babilonios tenían en él.
Al repasar el texto bíblico se hace evidente la familiaridad de sus redactores con la cultura babilonia. Su conocimiento de las técnicas de construcción regionales, que diferían de las usadas en Palestina, se remarca en el énfasis que se hace en los primeros versículos en la utilización del barro cocido y el asfalto o betún. Como veremos más tarde, los redactores también estaban familiarizados con la costumbre de asociar la perpetuidad del nombre con la edificación arquitectónica.
Pero, no hay ningún dato histórico para sustentar la desaparición de una lengua universal. Por el contrario, se sabe que en tiempos de Nabuconodosor Babilonia era una ciudad políglota, y existe una enorme cantidad de datos que permiten concluir que, al menos desde el tercer milenio a. de C., en la región mesopotámica se vivía con una enorme familiaridad la diversidad lingüística. (9)
¿De dónde proviene la idea de una lengua única?
Podemos asumir –como lo han hecho los estudiosos habitualmente–, que el mito busca aclarar el inexplicable misterio de la diversidad lingüística. Pero cometeríamos un grave error al asumir ligeramente que algo que a nosotros nos parece extraño, lo ha sido siempre para todos. Y no sobra recordar que, aún hoy, para la mitad de la población del mundo el bilingüismo es su condición natural.
Desde un punto de vista histórico, el único dato que podemos asociar con una lengua universal no es la mítica Ursprache, sino una creación cultural que Occidente con frecuencia desdeña: la escritura cuneiforme, probablemente la primera empleada por el hombre, al menos de un modo tan sistemático.
Millones de tablillas, redactadas a lo largo de tres milenios traen hasta nuestros días testimonios sorprendentes y conmovedores que permiten colegir una diversidad de usos y usuarios de la palabra escrita que Occidente alcanzó sólo milenios más tarde.
Este instrumento lingüístico (vacilo al denominarlo sistema gráfico o escritura porque a lo largo de su historia tal vez fue las dos cosas) permitió la consolidación sucesiva de los imperios sumerio, acadio-sumerio o babilonia, asirio y neobabilonio, al posibilitar una forma de comunicación y control sobre pueblos distantes, que hablaban lenguas diferentes. Al mismo tiempo permitió la primera formulación de una legislación que se pretendía universal y que buscaba regular la vida en el interior de los diferentes estados y entre éstos.
Desde esta perspectiva podríamos ver en el capítulo 11 de Génesis un ejercicio en cierta medida paródico que representa para los hebreos un deslinde fundamental ante la cultura babilonia de la que se sabían herederos.(10) (Tal vez por esto el relato la edificación de su torre, no tiene paralelo ni prototipo en la literatura babilonia, a diferencia de los capítulos anteriores del Génesis, en los que es claramente reconocible la presencia de los mitos mesopotámicos.(11) )
El más claro ejemplo de esta voluntad paródica es el trastocamiento del sentido etimológico del nombre Babel. Bab-il, que en acadio quiere decir puerta de dios, o bab-ilani que, en neobabilonio quiere decir la puerta de los dioses, se convierten en el símbolo de la confusión entre los hombres. Pues, según reza el último versículo de Génesis 11, el nombre de la capital del Imperio proviene de la palabra bilbul, que tanto en hebreo como en arameo quiere decir confusión o mezcla.(12) Podría mencionar algunos otros,(13) pero es fútil remarcar el sentido paródico si no resaltamos de qué y por qué se quieren distanciar los redactores bíblicos.
En mi opinión se trata tanto del concepto de universalidad impuesto por la cultura imperial como de la forma de utilizar la lengua escrita para alcanzar el dominio universal. Y es que, aunque nunca se nombre, la escritura –sus usos y valores imperiales– se encuentra dispersa en todo el capítulo bíblico.
Temo que no podré ser comprendido, si no comparto con ustedes alguna información sobre la naturaleza singular de esta “primera lengua universal”.(14)
La escritura cuneiforme había sido inventada por los sumerios en la baja Mesopotamia 3500 años antes de nuestra Era, ahí donde los príncipes (a los que tal vez sería más adecuado llamar déspotas que confundían en su persona poderes políticos, religiosos y económicos) habían alcanzado suficiente poder para asegurar su dominio sobre varias aldeas.(15) Su aparición coincide con la introducción de nuevas técnicas, en especial con el empleo del sello y nuevas formas de arquitectura.
Durante los más de tres milenios en que se mantuvo como un elemento esencial de la vida mesopotámica permaneció ligada a la arquitectura. En principio porque ambas tuvieron en la región el mismo soporte material, la arcilla.(16) Ese sustrato material explica la forma que tomaron los signos primitivos, su considerable difusión y el extraordinario destino de esa escritura. En el clima de Mesopotamia el rollo de pergamino o la placa de madera estaban condenados a tener una vida efímera. Por el contrario, la arcilla –abundante y poco costosa– era prácticamente imperecedera. Sobrevivía a los incendios, al desplome de los templos y palacios. Guardaba intactos por siglos y siglos los testimonios que los hombres les confiaran. No hay duda de que los sumerios y los acadios tuvieron conciencia de esta perennidad. De ahí el profundo respeto que tenían hacia todo lo que estuviera escrito y la confianza que ponían en su propia escritura.(17)
Prácticamente desde su nacimiento la escritura cuneiforme se liga a la arquitectura mesopotámica también por razones más directas, como lo demuestra el hecho de que sus primeros “textos”, por llamarlos de alguna forma, se encuentren ligados tanto a la gestión de bienes particulares y a la administración del estado, como a los llamados “escritos de fundación”.
Durante más de tres milenios los reyes de Mesopotamia acostumbraron enterrar en los cimientos de los edificios que hacían levantar o incrustar en sus muros, ciertos objetos ladrillos, tablillas, clavos o estatuillas en los que se podía leer un texto conmemorativo de la construcción. Estos textos, destinados a ser leídos por los dioses, precisaban generalmente el nombre del dios al cual se consagraba la edificación, el del soberano y el de la construcción o la lista de construcciones que éste había mandado a erigir. Como la escritura misma, la arquitectura era una forma de mantener el nombre y traspasar las generaciones.(18) No creo que pueda haber una explicación más plausible para comprender el versículo “Vamos, edifiquémonos una ciudad y una torre, cuya cúspide llegue al cielo; y hagámonos un nombre, por si fuéramos esparcidos sobre la faz de la tierra.”Gen 11: 4, que algunos exegetas han querido interpretar como hacerse fama.
En sus inicios el sistema de los pictogramas sumerios constituía una escritura de las cosas, sin la menor vinculación con ninguna lengua concreta.(19) Por esto, como la escritura china en la actualidad, podía comunicar a hablantes de lenguas diferentes a condición de no ser oralizada. En este sentido para los sumerios la invención de la escritura parece haber sido el antídoto a la multiplicidad de las lenguas.(20) Tal vez habría que precisar que, justamente por el hecho de no ser una lengua que posibilitara la trascripción exacta de la lengua oral, su justeza y precisión se veían reducidas de manera inversamente proporcional a su singular ductilidad para posibilitar una comunicación “universal”.
Posteriormente los escribas sumerios realizan una revolución. Para poder referirse a conceptos o palabras que no tienen una representación concreta y así tornar a la escritura en un instrumento que pudiera describir (o incluso construir) la realidad de manera más fina, se valieron de varios signos, y ya sea por la combinación de sonidos o de sentido dieron entrada a la lengua escrita a conceptos abstractos.(21)
Este cambio amplió el alcance de la escritura cuneiforme y posibilitó la adopción de ésta por otras culturas que hablaban lenguas de origen semita. Cuando se dio el trasvase de la técnica cuneiforme a las características fónicas propias de las lenguas semitas, los acadios desarrollaron un sistema de notación de sus raíces, atribuyendo a los ideogramas sumerios valores fonéticos. El resultado fue algo extremadamente complejo, puesto que se sirve al mismo tiempo del sistema ideográfico sumerio y del sistema fonético acadio, pudiendo de ese modo “leerse” un mismo grafismo de diferentes maneras.(22)
Si el cuneiforme se hubiera contentado con emplear para cada signo un valor, silábico o ideográfico, el sistema habría sido a pesar de todo, relativamente simple. Pero la mayoría de los signos eran polifónicos y, a menudo, homófonos. Polifónicos porque cada uno de ellos podía tener varios valores fonéticos. Homófonos, porque un mismo sonido podía ser notado indistintamente por varios signos. Además ideogramas y silabogramas no constituían dos grupos de signos diferentes. Y no existía un sistema de puntuación.(23)
De manera que pese a su amplísima difusión es de los sistemas de escritura más complicados que hayan existido. No sin humor Labat señala que se trataba de un sistema gráfico en el que todas las dificultades de lectura parecen haberse reunido.(24)
Obviamente, en este estadio la escritura cuneiforme, usada ya para transcribir idiomas diferentes, había dejado de ser una lengua universal. Pero es factible sostener que había posibilitado la emergencia de la asociación universalidad-escritura, que de manera ciertamente compleja acompañará la historia de la lengua escrita en Occidente.
Desde el año 1200, las tribus arameas venidas del oeste comienzan a expandirse creando un gran enclave de pueblos extranjeros en el interior del imperio. Y desde el siglo IX a. C. conviven en la región varias escrituras surgidas del alfabeto consonántico fenicio. Tal vez la inextricable complejidad de la escritura cuneiforme contribuyó al desplazamiento de la lengua acadia como lengua franca en la región, por el arameo, cuya escritura, lineal, alfabética era considerablemente más sencilla.
Durante el apogeo del imperio Neobabilonio, el arameo ya es la lengua hablada en Babilonia. Sin embargo, los viejos escribas mesopotámicos cuneiformes, refugiados en los bastiones de sus templos complican su escritura en lugar de simplificarla, al emplear juegos doctos de escritura propios de cada categoría de textos. Un buen número de tabletas de la época llevan la inscripción “que el iniciado muestre al iniciado, el profano no lo deberá ver.”(25)(26)
El instrumento que había sido utilizado como una herramienta para la comunicación entre los pueblos y para extender el poderío de los reyes se veía reducido a una forma de comunicación cada vez más críptica. No podía servir para entenderse en la comunidad universal. Tampoco para hacerse obedecer. Y es que en ese doble sentido –entender y obedecer– debemos interpretar ishmeu una de las palabras clave del relato del Génesis 11, que habitualmente se traduce como entender en el versículo 7 “ahora, pues, descendamos, y confundamos allí su lengua, para que ninguno entienda el habla de su compañero ”. Pues ishmeu del verbo lishmoah que literalmente quiere decir escuchar: Lishmoah es usado en la Biblia 1050 veces con el sentido de captó con los oídos, presto atención u obedeció. Mientras que sólo 29 veces es usada con el sentido entendió, supo o conoció.
Jacques Vicari señala a este respecto que es preciso recordar que para los judíos deportados a Babilonia(27) “el sistema tecno-teocrático mesopotámico, debió parecerles implacable, omnipresente, lo mismo que eficaz. Ellos no pudieron sino denunciar aquello que parecía su fuerza: la coherencia en todos los grados entre el pensamiento, la acción y el fin objetivo o la finalidad cualquiera que esta sea.”(28)
Pero tal vez habría que matizar.
Nabuconodosor y posteriormente los reyes persas no fueron particularmente crueles con los judíos mientras no hubiera sublevaciones.(29) Y, pese a que durante el exilio se cantaba con nostalgia a Jerusalén, los años del cautiverio en Babilonia distaron mucho de ser un periodo de opresión y sufrimiento. Por el contrario fueron especialmente fecundos y definitorios para la religión y la cultura judías.
Destaco dos repercusiones: por una parte, el rechazo a la esclavitud de los hebreos, algo permitido en el libro de la Alianza y el Deuteronomio y que en la ley de los sacerdotes postbabilonia se prohíbe expresamente. Por el otro, la creación de un sistema de autoridad que no proviniera del poder del Estado, como es natural en un pueblo exiliado.(30)
Muy poco tiempo después de su llegada forzada los judíos empezaron a formar parte de la vida comercial de Babilonia y constituyeron grandes comunidades que arreglaban sus propios asuntos bajo la guía de los ancianos. Durante el exilio babilonio los sofrim judíos (un término que inapropiadamente se traduce como escribas cuando se trata en realidad de hombres del libro) recopilaron y copiaron con todo cuidado los rollos de los profetas anteriores. Al reunirse para el culto, podían discutir, leer pasajes dudosos y otros documentos llevados con ellos. De hecho, el culto de la sinagoga tal como se conoce hoy tiene su origen en esas reuniones.
De manera que cuando en el año 538, después de la caída de Nabuconodosor y del establecimiento del Imperio Persa en la región, Ciro proclama un edicto que permitía a todos los pueblos forzados al exilio volver a sus tierras llevándose las imágenes de sus dioses, el retorno del exilio no fue inmediato, ni la opción seguida por la mayoría de los judíos.(31)(32) El exilio, en un principio forzado, se había convertido en una opción vital, al tiempo que la interacción en torno al texto se convertía en el sostén del vínculo comunitario.
Pero aún si aceptamos con Vicari que los redactores bíblicos hubieran reaccionado en contra de una dictadura tecno-teocrática, la lengua escrita estaba muy lejos de ser el instrumento de control que hoy –después de Orwell– podemos imaginar.
Como sabemos, durante toda la historia antigua no fue necesario saber leer ni escribir para ejercer el poder. Bastaba disponer con transcriptores que pudieran escribir, que el receptor contara a su vez con lectores y sin duda que el mensaje fuera creíble para estos.(33) Leer y escribir era una cuestión de oficio. No un signo de poder, educación o, mucho menos, de sabiduría. La distinción entre el autor y el ejecutor del texto era de tal manera natural y aceptada que se podía aludir a ella en el propio texto sin demérito del autor.
En el Código Hammurabi, la primera legislación que busca ser universal (tanto en el sentido de ser aplicada a todos en el interior de un país como entre los diferentes países),(34) la situación en la que el poderoso dicta a un escriba aparece de forma ilustrativa del modelo que he llamado “los usos” se recordará, el código está grabado en una piedra de diorita negra de más de dos metros de altura y está divido en dos partes. La primera, sin texto alguno, es un grabado en bajorrelieve. La segunda, el texto propiamente dicho, está redactada en escritura cuneiforme y, a la usanza de la legislación mesopotámica, está dividida en tres partes, un prólogo, el código o cuerpo de leyes y, por último, el epílogo.
En la parte no textual podemos ver a dos figuras Shamash el dios del sol, el inspirador de la equidad y la justicia y a Hamurabbi, el primero de los reyes que elevó a Babilonia al lugar de privilegio que ocupó en el mundo antiguo. La figura de la divinidad se halla sentada en actitud de dictar las leyes a Hamurabbi.(35)
Tanto en Prólogo como en el Epílogo se refuerza la idea del dictado, a la vez que se la encadena con las proezas guerreras del emperador legislador para señalar el campo donde esta legislación tiene vigencia. La total extensión geográfica del imperio. Veamos algunos fragmentos de estas dos partes:
Cuando el sublime Anum, rey de los Anunnaku, (y) Enlil, señor de los cielos y de la tierra (..) determinaron para Marduk, el primogénito de Enki, la divina soberanía sobre la totalidad del género humano, (cuando) le hubieron magnificado entre los Igigu, (cuando) hubieron proclamado el sublime nombre de Babilonia (y) lo hubieron hecho preponderante en las cuatro regiones del mundo, (cuando) hubieron establecido para él (Marduk), en medio de ella, una eterna realeza, cuyos fundamentos están tan definitivamente asentados como los de los cielos y de la tierra, entonces Anum y Enlil me señalaron a mí, Hammurabi, príncipe piadoso, temerosos de mi dios, para proclamar el derecho en el País, para destruir al malvado y al perverso, para impedir que el fuerte oprimiera al débil, para que me elevara, semejante a Samas, sobre los cabezas negras e iluminara el País (y) para asegurar el bienestar de las gentes.
(…) Cuando Marduk me hubo encargado de administrar justicia a las gentes y de enseñar al País el buen camino, (entonces) difundí en el lenguaje del País la verdad y la justicia (y de este modo) fomenté el bienestar de las gentes.
(…)
Hammurabi, el rey perfecto, soy yo.(…) no he sido negligente; (por ellos) no he dejado reposar mi brazo; les he buscado sin cesar lugares de paz, les he resuelto muy graves dificultades; les he hecho aparecer la luz.
El templo cuyos fundamentos son inamovibles como (los de) los cielos y la tierra, para promulgar la ley de este País, para hacer justicia al oprimido, he escrito estas palabras (…)
Que en los días venideros, para siempre (cualquier) rey que aparezca en el País, observe los decretos de justicia que he escrito en mi estela, que no cambie la ley del País que he promulgado, (…) que no destruya mis escritos.
No es difícil evocar el poder ontológico de la palabra edénica, su implacable contundencia, su voluntad de eternidad. Se trata del poder del verbo divino que se resume en la fórmula. “Y dijo Dios hágase la luz y la luz se hizo”.
En rigor, el poder del escrito no es aquí más que el implacable poder del lenguaje oral de un dictador que puede ser reactualizado más allá de su presencia. La escritura potencia la autoridad. Permite acumular legitimidad, extender el dominio y pretender darle un sentido universal (o la ilusión de serlo)(36) . Pero el poderoso está fuera del sistema de la escritura.
Está ligado a los dioses y es su intérprete. Como en los escritos de fundación a los que hice referencia anteriormente, la palabra escrita es una vía para comunicarse con los dioses y para que los hombres adquieran atributos propios de la divinidad. Es una construcción por la que los hombres se asoman al cielo y por la que descienden a la tierra las cualidades divinas –la inmortalidad en primer término.
La palabra escrita no puede limitar al soberano en gran medida porque él no está inscrito en una comunidad lectora ni requiere estarlo. La palabra escrita apenas comienza a ser un regulador de la vida social como el propio código lo muestra al hacer valer el derecho de propiedad sólo a partir de documentos escritos, al regular el comercio y la contabilidad a partir de textos, al legitimar el matrimonio a través de actas. Pero no se trata de una comunidad que se construya en torno a un texto.
Justamente porque la palabra escrita goza o anhela esa contundencia ontológica que tuvo el verbo divino en la Creación se puede hablar de un antes y después de Babel. Tal vez la torre que se derrumba sea ese camino por el que los hombres podían usurpar la voz de los dioses. Quizá con la caída de la torre los dos ámbitos quedan esencialmente separados. Aunque se puedan comunicar, el hombre está por siempre instalado en la temporalidad y sus construcciones serán precarias y perecederas.
LEER Y ESCRIBIR DESPUÉS DE BABEL
Para comprender el significado simbólico del texto bíblico es preciso tener presente que ningún texto de la Biblia pretender ser un relato histórico. El Pentateuco se ha canonizado y trasmitido como la Tora, una palabra hebrea que quiere decir simultáneamente ley, enseñanza, expresión de la revelación divina y el fundamento de la vida religiosa y social. De manera que estaríamos equivocados si buscásemos en ella o en cualquiera de sus partes testimonios o documentos históricos con pretensiones de objetividad.
Desde luego en la Biblia abundan los relatos de acontecimientos históricos. Pero son fragmentarios, tienen lagunas y partes obscuras o contradictorias. Además están mezclados con textos de otros géneros: leyes, poemas, cantos, reflexiones filosóficas, loas, etc.
En este sentido se puede considerar a la Biblia como un compendio o selección de la literatura nacional hebrea reunida y sancionada por autoridades religiosas.(37) Una de las peculiaridades de esta antología es que en el momento de ser canonizada sustituyó a toda la literatura que la precedía. “Todos los documentos sagrados anteriores a la Biblia escritos en hebreo se perdieron o fueron suprimidos de manera deliberada.”(38)
La redacción del Pentateuco duró aproximadamente dos siglos. En el año 444 a. C, Edrás, el sofer que había encabezado el retorno de los judíos de Babilonia a Jerusalén, presentó ante el pueblo los tres primeros documentos de la Tora. Algunos años más tarde fue incorporado el documento sacerdotal, que es una especie de comentario erudito a la compilación literaria compuesta por los redactores anteriores.39 En el año 400 a. C. aproximadamente se fijó y canonizó el texto. Una vez hecho esto se aplicó el dogma de la autoridad divina sobre él.
Según el dogma judío Dios había dictado a Moisés la totalidad de la Tora, salvo por los 8 últimos versículos que justamente narran la muerte del legislador (aunque algunos exegetas llegaron a afirmar que incluso estos habían sido escritos premonitoriamente por él). En ese dictado se estaba fundando la Alianza de Dios con el pueblo judío. “Escribe tú estas palabras; porque conforme a estas palabras he hecho pacto contigo y con Israel.” Éxodo 34: 27.(40)
De nuevo nos encontramos ante un corpus legislativo constituyente de una comunidad que es dictado por un dios a un legislador. Pero hay al menos tres diferencias fundamentales entre este modelo y el babilonio.
La primera es la santidad del texto tal cual ha sido fijado. Por ese estatuto se prohibía no sólo añadir o quitar un pasaje, sino incluso alterar una letra. Durante el proceso de fijación del texto cada palabra y cada letra fueron contadas. También los espacios en blanco, pues cada elemento estaba dotado de significación y podía ser interpretado.(41) En caso de un error de trascripción, por mínimo que éste fuera, el rollo o el libro en el que estaba inscripta la Tora debía destruirse.
La segunda es que el texto no lleva la firma de un autor.
La última característica no fue menos importante para determinar una forma diferente de acercamiento a la palabra escrita, se trata del carácter contradictorio del texto bíblico, una característica que en nuestro tiempo se puede ver como un defecto, pero que sin duda fue esencial para hacer emerger de la palabra escrita una fuerza liberadora.
Veamos como la combinación de las tres provocó esta transformación sustantiva.
Los orígenes de la veneración por la palabra escrita pudieron provenir de los tiempos bíblicos, de las dos tablillas que Moisés bajó del Sinaí.(42) Es importante remarcar que sólo el texto escrito correctamente, es decir sin ninguna falta frente a su original, era venerado.
Como ha sido señalado, el hecho de que para los judíos los textos de la Tora fuesen sagrados al grado de que estuviesen dispuestos a morir por salvar los rollos, no hubiera tenido igual significado si los textos hubiesen sido firmados. La validez de su tradición no dependía ni siquiera del más grande de sus mortales, el Dador de la Ley, Moisés.(43)
Tras la muerte de Moisés, cuando Jehová se dirige a Josué y le dice “Nunca se apartará de tu boca la Tora sino que de día y de noche meditarás en ella, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en ella está escrito.” (Josué 1: 7 y 8), le señala literalmente que debía hacer de la Tora el centro de su vida consciente e inconsciente, privada y pública.
Sin embargo, el contenido del texto no siempre se prestaba a una pronta utilización. Aunque tuviera origen y carácter divino, la Tora tiene una multitud de pasajes oscuros. Está llena de contradicciones. Algunos pasajes fueron redactados dos veces, y varias leyes fueron ensayadas en diversas ocasiones. La razón de todas estas aparentes anomalías nunca es explicada.(44)
Puesto que se trata de un libro divino, estos fallos o contradicciones, estas ausencias o repeticiones, no podían ser atribuidas a su autor. Era responsabilidad del lector esclarecerlas. Tomarlas como fallas era una señal de un estudio deficiente o insuficiente, pues la Tora, al igual que la naturaleza, no se revela en la primera lectura. De ahí la importancia de los círculos de estudio y discusión, una institución fundamental en la vida comunitaria, que justamente nació durante el exilio babilonio. En ellos se interrogaba al texto para responder a las inquietudes del presente, del pasado y del porvenir. Pues si la Tora es divina debió haber previsto todo. Le competía al lector encontrar en ella las respuestas a sus apremiantes preguntas. “Búscalo en la Tora y vuélvelo a buscar, pues en la Tora todo está incluido” era el apotegma que lo animaba a fatigar los rollos y a discutir hasta la madrugada un versículo oscuro.
Fieles a este mandato, al retornar a Jerusalén a mediados del siglo V a.C., Esdrás y sus partidarios elevaron conscientemente la Tora al más alto grado de importancia y se dispusieron a convertir al Libro en fundamento de la vida de la comunidad y en patrón del comportamiento individual. La lectura se tornaba una forma de ordenar la vida. Pero también en una forma de vivir. Un puente entre la contingencia y la trascendencia.
Esdrás era bisnieto del Sumo Sacerdote Zeraía, ejecutado por orden de Nabuconodosor y cuyos hijos probablemente llevaron consigo al exilio Babilonio los rollos que luego conformarían la Tora. Es factible que Esdrás haya formado parte del grupo de judíos cercanos a las élites gobernantes, tanto neobabilonias como Persas, y que como tal haya estado familiarizado con las culturas imperiales. En todo caso, lo que es seguro es que los años de su estancia en Babilonia fueron de estudio y preparación, como reza la propia crónica bíblica: “Por que Esdrás había preparado su corazón para inquirir la ley de Jehová y para cumplirla y para enseñar en Israel sus estatutos y decretos. Esdrás 7:10.(45)
Al detenerse en este versículo, Morris Adler hace notar que la palabra hebrea inquirir es lidrosh que también puede traducirse como interpretar. De ahí que este versículo sugiera el método mediante el cual la Tora se convertirá en la relevante fuerza adaptable a los cambios a los cuales el hombre se halla sujeto. A lo largo de los siglos la Tora iba a ser ampliada constantemente con la interpretación y el vocablo hebreo para este proceso deriva de la raíz que fue utilizada por Esdrás. El proceso es Midrash, interpretación.(46)
Puesto que las palabras y los textos no tienen sentidos unívocos, la Tora se convierte en el territorio –a menudo agreste, siempre inconquistable– del que emana el sentido perennemente renovado y perpetuamente frágil. En él moran y en él erran los judíos. Les permite habitar los trabajos y los días construyendo una comunidad lectora que en sí misma es una forma de regular la vida comunitaria, de contener, negociar y consensar la acción.
Para los exegetas más radicales, la Tora precedió a la misma Creación. Para todos, el texto era eterno e inmutable. Una suerte de patria que sin embargo le revelaba al hombre su condición de exiliado frente al Sentido eterno. Pues la fijeza de la escritura se había planteado de manera tan radical y estricta, que el tiempo y la contingencia se evidenciaron como la materia constitutiva de la lectura. Por paradójico que pueda parecer la lectura se manifestaba como la imposibilidad de alcanzar el ideal de perpetuidad que muchos escritores anhelaban en su fuero íntimo.
La palabra escrita era un dato o un acontecimiento que no sólo era susceptible de ser interpretado, sino que –a menos de ser ignorada– no era susceptible de no ser interpretado: toda lectura es interpretación. Incluso si fuera leída por su propio autor siempre generaría sentidos nuevos e insospechados. Lo remarcable de este nuevo acercamiento a la palabra escrita es que estableció de hecho una continuidad en espiral entre lo lingüístico (oral y/o escrito) y lo extralingüístico. Lo trascendente es que aunque el origen del texto fuera divino, ninguna autoridad terrenal podía adueñarse totalmente del sentido. Ninguna interpretación podía ser la última. La palabra escrita sería siempre como una puerta entreabierta, una herida que jamás podrá cicatrizar, que recordará el principio de la historia y de esta conferencia: la expulsión del Edén y el nacimiento de la conciencia.
En el principio fue el caos, luego vino el verbo y ordenó el mundo, tras él llegó la posibilidad –es importante subrayar su carácter posible– del diálogo y la discusión. La opción para despertar en el otro la dimensión del otro o para silenciarlo. No se trataba de una cuestión pueril pues si el lenguaje sirve para hacer cosas con las palabras, como diría Austin, también sirve para hacer cosas a las personas. Para insertarlos en una maquinaria de construcción de poderosas edificaciones que supuestamente representan el interés común de la humanidad entera. Ante esta disyuntiva, Esdrás y los redactores bíblicos prefirieron afirmar lo particular y postergar para un tiempo por venir –tal vez esencialmente siempre por venir– el ideal universal.
Dejo aquí esta interpretación exílica del mito de Babel. Se trata de una lectura heterodoxa que no contentará a judíos ni a gentiles, a filósofos ni a historiadores. Tal vez sea errada. Espero haber demostrado que no carece de fundamento.
Pero como dije al comenzar lo que más me interesa de Babel no es su pasado histórico sino su potencial el actualizable. Por eso quisiera volver al carácter modélico de Babel.
ANTES O DESPUES DE BABEL
¿A qué me refiero con esta disyuntiva?
Desde luego no apunto a la búsqueda de una nueva lengua universal, capaz de garantizar la sobrevivencia de la especie humana a través de una rápida comprensión entre los estados nacionales vecinos y las comunidades divididas por motivos ideológicos. De Paracelso, que hacia 1530 no duda que en algún momento la Divina providencia restaurará la unidad original de las lenguas, a Zamenhoff, el creador del esperanto, muchos hombres de bien se han propuesto reparar el desastre de Babel creando idiomas armónicos. Pocas de estas construcciones artificiales han sobrevivido y las que lo han hecho, como el propio esperanto, más que lenguas universales semejan el santo y seña de sectas bienintencionadas.(47)
Toda lengua es inestable y se alimenta de connotaciones privadas, vacilaciones entre el sonido y el sentido, de equívocos, préstamos y variantes dialectales. Sólo los académicos y los censores más obtusos pueden aspirar a contener su magnífico poder proteico. Por esto la disyuntiva antes o después de Babel, más que a las cualidades intrínsecas de la lengua, apunta a los supuestos atribuidos a su dominio como instrumento para la comprensión entre los hombres. Son formas de plantear la comunicación y la construcción de sentido, son modelos para el establecimiento de comunidades a través de la palabra escrita. Elevados a nivel de modelos por los cuales se busca establecer relaciones a través de la palabra escrita, los polos de esta disyuntiva ponen de manifiesto algunas implicaciones que me interesa resaltar. De entrada el sentido de la palabra escrita. Si la interpretación es la cualidad inherente a la lectura, el sentido de la palabra escrita no puede limitarse a la comunicación. No al menos como se define en la lingüística tradicional a partir de Saussure y se asume en las prácticas pedagógicas el ideal comunicativo. Es decir como un proceso en el que dos individuos (A y B) intentan resolver el problema de transmitir un pensamiento ya formulado independientemente en una mente (en la de A) a la otra mente (la de B). De acuerdo con este modelo la comunicación se lleva a cabo con éxito si y sólo si la transferencia se efectúa con éxito, es decir, si el pensamiento que recibe la mente de B es el pensamiento que formuló la mente de A.(48)
El modelo postbabélico se apartaría de estos supuestos. En principio porque la relación del propio escribiente con la escritura no es nunca la mera traducción de un pensamiento previamente formulado. Escribir es descubrir y descubrirse, no sólo plasmar lo ya sabido. Es recordar y regenerar, es registrar y traicionar lo pensado. Es también abrir un espacio para procesar y reprocesar ideas, intuiciones, deseos, identidades. Este espacio supone la introyección y el replanteamiento de pautas sociales, aunque escribamos solos y para nosotros mismos.
Pero también se distancia del ideal comunicativo antes planteado, porque la lectura siempre es contingente. Aunque el texto esté compuesto por palabras congeladas en el tiempo, nadie lee dos veces el mismo texto. ¿Cómo podemos aspirar a mantener la identidad de lo que sucede en la mente del escritor y lo que acontecerá en la del lector?
La segunda implicación de esta disyuntiva tiene que ver con las posibilidades de enfrentar conflictos a través de la palabra escrita.
De acuerdo con el primer modelo, la palabra escrita se sitúa sobre el conflicto y desde ahí busca resolverlo o acallarlo. En el segundo modelo el conflicto es inherente a la palabra escrita y la acompaña en cada momento de su circulación. Ciertamente se puede leer y escribir haciendo caso omiso de esto. Pero al hacerlo paradójicamente se le privaría de su potencial para enfrentar y resolver conflictos. Pues los conflictos generados por la propia producción y circulación de cultura escrita, complejizan otros conflictos al tiempo que ayudan a regularlos. La palabra escrita puede participar en la resolución de los problemas justamente porque genera otros. Propone una espiral en la que lectura, escritura, interpretación, conversación, discusión, debate, son etapas sucesivas en la construcción de sentido inacabable. Ese es su verdadero potencial civilizatorio. Pero tal vez sea imposible plantear esto a nivel universal. La palabra escrita ciertamente nos permite llegar a todos los rincones de la tierra. Pero la lectura siempre se realiza en un rincón, tiene una dimensión individual o al menos reducida pues puede ser compartida, y conversada.
Conviene aceptar esto, a pesar de que implique dejar a un lado los ideales universales que tan caros nos parecen. Tal vez como vio con rigor visionario Franz Kafka en “El escudo de la ciudad”, su pequeña narración dedicada a Babel, el valor de la torre (léase también de la universalidad) estriba en el hecho mismo de haber sido imaginada. Por este sólo hecho ya es real, aunque su final siempre esté postergado. Por eso señala Kafka que el secreto está en construirla lo más lento posible. Yo añadiría y procurar que en los campamentos de los albañiles y constructores no corra la sangre.
NOTAS
1 “El desconocimiento de sus derechos es lo que ha mantenido encadenado tanto tiempo al hombre. Únicamente las luces que la filosofía ha difundido hasta en las últimas clases han podido restituirle su antigua dignidad; y la falta de instrucción sobre sus intereses políticos puede volver a sumirlo por segunda vez en su esclavitud. Nos atrevemos a creer que la obra que proponemos a todas las clases de ciudadanos prevendrá esta desgracia” Jean-Antoine-Nicolas de Caritat, Marqués de Condorcet, Cinco memorias sobre la instrucción pública y otros escritos, Trad. Tomás del Amo, Ediciones Morata, S.L. Madrid. p. 253.
2 George Steiner, Errata. El examen de una vida, Trad. Catalina Martínez, Madrid, Siruela, 1998, p. 108.
3 George Steiner, Después de Babel. Aspectos del lenguaje y la traducción, Trad. Adolfo Castañón y Aurelio Major, México, FCE, 1995, 2a ed. aumentada, p. 80.
4 Véase: Maurice Oberlander, Las lenguas del Paraíso, Arios y semitas: la pareja providencial, Trad. Vicente Villacampa, Barcelona, 2001, Seix Barral, p. 14 y ss. y S. James George Frazer, El Folklore en el Antiguo Testamento, Trad. Gerardo Novás, México, FCE, pp. 192 y ss.
5 Véase: Nahum M. Sarna, Understanding Génesis. The heritage of biblical Israel, Schocken books, Nueva York, 1988, p. 66.
6 Cf. Historias, Libro I, pp. 181-183.
7 Beatrice André Salvini, Babylone, Presses Universitaires de France, Col. Que sais-je? París, 2001, p. 112.
8 El propio nombre de la torre compuesto por cuatro ideogramas es explícito: e, significa casa o templo, temen es la plataforma de fundación, determina la estabilidad del edificio de la misma forma que el etemenanki establece la estabilidad del mundo. an es el cielo, el dominio de Dios, mientras que ki es la superficie de la tierra, nombre del planeta. En cuya superficie se ubica Babilonia. Véase: André Salvini p. 114 y ss.
9 En la región se hablaban lenguajes diferentes, lenguas monosilábicas como el sumerio, y lenguas semíticas de raíces consonánticas. Había también diccionarios, un grado sofisticado de conciencia políglota. Beatrice André-Salvini dedicó al tema una ensayo luminoso.
10 Sobre la influencia de la cultura mesopotámica véase Robert Graves, Raphael Patai, Los mitos hebreos, Trad. Javier Sánchez García-Gutiérrez, Alianza editorial, Madrid, 2001; Frazer op. cit. ; Sarna op. cit., y el estupendo libro de Jean Botteró, Marc-Alain Ouaknine y Joseph Moingt, La más bella historia de Dios, Trad. Oscar Andrés Molina, Andrés Bello, Santiago de Chile, 1998.
11 El texto más cercano fue traducido por Kramer de una tablilla de arcilla de 23 cm. de largo y se titula Ennmerkar y el señor de Aratta en él describe una primera lengua original que posibilitaba que todos los hombres le hablaran a Enlil, una de las divinidades primordiales. Enki, el señor de la abundancia, cuyas palabras son dignas de confianza, cambia el discurso dentro de su boca e instala la discordia en el discurso de los hombres que era único. La confusión de las lenguas proviene pues de Enki y permite al hombre la actualización de potencialidades aún no expresada, fastas y nefastas. Entonces Enmarkar inventa la escritura y le dirige un mensaje al señor de Aratta, sin que haya mención de alguna dificultad para que éste pueda ser leído, pues como en el chino actual el lenguaje pictográfico puede ser leído y comprendido por personas que no hablan la misma lengua. Véase Jacques Vicari, La tour de Babel, Presses Universitaires de France, Col. Que sais-je?, París, 2000, pp. 80 y ss.
12 Desde luego no se trata de un caso único, en la Biblia hay muchas otras explicaciones etimológicas que en realidad dotan al nombre de un sentido nuevo. Jean Bottéro ha señalado que es también una costumbre de pueblos familiarizados con la escritura hacer derivar del nombre etimologías explicativas de las características del personaje.
13 Otro elemento claramente opuesto a la psicología religiosa de Mesopotamia es el sentido de la construcción. Para los babilonios se trataba de un lugar que los dioses utilizaban para descender a la tierra y pernoctar con vestales. Para los redactores bíblicos de una escalera para que los hombres ascendieran al cielo.
14 La mayor parte de la información acerca de la escritura cuneiforme que he utilizado proviene de las siguientes obras: René Labat, “La escritura cueniforme” en La escritura y la psicología del pueblo, México, Siglo XXI, Trad. Juan Almela, Calvet, op. cit., p. 47. Véase también Samuel Noah Kramer, La historia comienza en Sumer, Trad. Jaime Elias, Barcelona, Ayma, 1958, p. 192.
15 En este sentido la palabra escrita debe ser estudiada como uno de los numerosos mecanismos usados para establecer baremos comunes entre las diferentes partes, como la unificación de los pesos, medidas, y el propio calendario.
16 “Quien dice escritura cuneiforme dice, antes que nada, tablilla de arcilla.” René Labat, “La escritura cueniforme” en La escritura y la psicología de los pueblos, México, Siglo XXI, Trad. Juan Almela.
17 Por eso incluso cuando llegaron a conocer otros medios escriturarios las inscripciones en piedra o en metal, la tinta, el pergamino o las placas en madera los escribas cuneiformes siguieron usando la arcilla.
18 Existen numerosas inscripciones muy elocuentes, grabadas en textos fundacionales o en otras partes, que revelaban con claridad la conciencia generacional y la ardua tarea de reconstrucción como una manera de perpetuar el nombre. “Yo terminé las obras inacabadas de Esaglia, Que en días venideros, el príncipe futuro, en cuyo reinado esta gran obra se desplome en ruinas, se encargue de restaurar las ruinas y que inscriba mi nombre junto al suyo” Ver: Chanpdor, p. 91.
19 Es preciso señalar que la escritura cuneiforme, como la china, son sistemas de gráficos altamente eficaces para transcribir lenguas en las que predominan palabras monosílabas que de haber sido transcritas de una manera fonética se habrían confundido con otras homofónicas.
20 Pero incluso después de la desaparición del imperio sumerio, cuando en el segundo milenio el sumerio dejó de ser una lengua hablada, y el babilonio llega a ser la lengua franca, el sumerio adquirió entonces funciones de lengua escrita de cultura de manera que se podía hablar de una verdadera cultura bilingüe. (André-Salvini citada por Calvet, p. 53).
21 Así para representar la palabra amigo representaban dos flechas paralelas, mientras que para enemigo las flechas se cruzaban. Para representar la palabra esclava se valían del ideograma mujer (un dibujo de un pubis) y del ideograma montaña. O bien podían utilizar varios signos para componer una palabra de manera silábica. Por ejemplo, el ideograma cielo puede ser leído fonéticamente an, estando indicada la sílaba an en cualquier palabra acadia, o ser leído shamu y significar cielo, o incluso ily y significar dios.Véase: Luis-Jean Calvet, Historia de la escritura de mesopotamia a nuestros días, Paidos orígenes. Trad. Javier Placio Tauste, Barcelona, 2001, p. 46.
22 Calvet, op. cit., 56.
23 Ibid, p. 70 y ss.
24 Para los acadios, el problema de la homofonía no existía por lo mismo se podía pasar de una escritura que transcribiera la misma sílaba de formas diferentes a un sistema que pudiera transcribir fonéticamente. Recordar el sumerio como una lengua de sílabas y tonal para la cual la escritura pictográfica es funcional y la escritura alfabética no lo sería.
25 No es el único caso en el que el gremio toma decisiones deliberadas para dificultar el acceso a la lectura. En Roma por ejemplo, varios siglos después de Cristo se utilizaban interpuntua, los puntos que indicaban la separación entre las palabras; pero a partir de finales del siglo prevaleció incluso en los textos la scripta continua, muy arraigada en el mundo griego. Y a la necesidad de oralizar para facilitar la comprensión.
26 La escritura cuneiforme convive con la escritura aramea al menos desde el siglo VIII, cada una de ellas realizada en diferentes materiales escritorios y con diferentes utensilios. Es factible suponer que la utilización simultánea de las dos escrituras se debía al menos en ciertos casos al grado de confidencialidad sobre los asuntos a tratar.
27 A partir del año 586 a. C. –cuando Jerusalén fue tomada por los Nabuconodosor y el primer templo destruido, la élite intelectual y política de Jerusalen, aproximadamente 4,500 hombres fueron obligados a desplazarse a la capital del imperio.
28 Jacques Vicari, La tour de Babel, Presses universitaires de France, Col. Que sais-je?, Paris, 2000, p. 80.
29 Ratey, Los hebreos, México, FCE, pp. 136 y ss.
30 En Jerusalén la independencia política se desvaneció al tiempo que aumentó su importancia religiosa. El supremo sacerdote era reconocido como el jefe de una suerte de Estado con el que los señores debían negociar. Éste gobernaba al lado de un consejo de ancianos. La influencia de éste se extendía más allá de la población.
31 Rattey, op. cit. p. 145.
32 La vivencia de un lengua única, ellos mismos se alejaron de su propia lengua y comenzaron a familiarizarse con el arameo. Tal vez incluso el exilio marco también el exilio de su lengua y el texto.
Hacia el siglo IV a.C., ya después del regreso, en la propia Palestina el hebreo pasó a ser una lengua muerta y el arameo, que había sido empleada largo tiempo para el comercio y la diplomacia en Siria, llegó a ser la lengua popular.
33 Esta es una de las razones por las que los sellos fueron tan importantes. El lector recordará que la escritura aparece en Mesopotamia junto con la revolución de las técnicas de arquitectura y los sellos.
34 Conviene recordar otras medidas de universalización Hammurabi; estableció el imperio, hizo sustituir a los reyes locales y unificó el calendario.
35 Probablemente esta representación sin palabras la mise en scène tenía por función contribuir para que incluso los iletrados comprendieran el valor supremo del código y por tanto buscaran condicionar la recepción del texto.
36 Pues como señala Federico Lara Peinado, es muy discutible que el Código haya sido aplicado sobre las legislaturas orales o escritas locales.
37 Con esto asumo que el problema principal de sus redactores no era tanto el desarrollo de su propia vitalidad cuanto la manera como había debido, en cada periodo asimilar o desechar en nombre de otro imperativo la contribución de las culturas ambientes. Véase La Toráh o el Pentateuco, p. 295.
38 Robert Graves, Raphael Patai, Los mitos hebreos, Trad. Javier Sánchez García-Gutiérrez, Alianza editorial, Madrid, 2001, p. 7.
39 Enciclopedia Judaica Castellana, Ed. Enciclopedia Judaica Castellana S. de R. L. México, 1948, T2, p. 213.
40 Para Maimonides esto también incluye la Tora oral. Conforme a estas palabras alude a la interpretación oral que acompaña a la palabra escrita, (que en realidad podría traducirse “el dicho de las palabras estas”). En su introducción a su Mishné Torá Maimonides señala que todas las ordenanzas sinaíticas fueron transmitidas a Moisés con sus interpretaciones. La ley oral no era un añadido, era una parte del pacto original.
41 El término sofer quiere decir el relator, el hombre del libro y el que cuenta, en el sentido matemático del término. La Guematria, que tanta importancia tuvo en la Cábala proviene justamente del estudio de los valores numéricos atribuidos a las palabras y a las letras. Un mínimo error, inducía a una interpretación errónea.
42 Es importante señalar que el valor de la escritura no forzosamente dependía de su posibilidad de ser leída. La fuerza simbólica de los tefilim o filacterias, por ejemplo, no se reduce por el hecho de que los textos ahí resguradados, estuviesen envueltos en cuero de tal manera que fuese imposible leerles. Lo mismo ocurre con las Mezusas que aparecen en los dinteles de las puertas. Ver: Goodman, pp. 161 y ss.
43 Véase: Adler, El mundo del Talmud, Trad. Eugenia Dublin, Paidos, Biblioteca del hombre contemporáneo, Buenos Aires, 1964.
44 Ibid.
45 “En otros pasajes se dice algo similar, por ejemplo: hay que repetir las palabras de Dios, enseñarlas a los niños y hablar de ellas, estando en casa, andando por el camino, al acostarse y al levantarse, Deut 6,7.
46 Morris Adler, op.cit., p. 18.
47 Véase: George Steiner, Después de Babel, p. 213.
48 Ver: Roy Harris, Signos de escritura, Trad. Patricia Willson, Gedisa, Col. LeA. Barcelona, 1999, p. 35.
El liderazgo en un mundo confuso
MITOS
El liderazgo en un mundo confuso
Ignoramos el sentido del dragón, como ignoramos el sentido del universo, pero hay algo en su imagen que concuerda con la imaginación de los hombres…Jorge Luis Borges
Julio Llosa
Ingresar al templo del dios Marduk era toda una experiencia en Nínive o, al menos, así lo sentía Gilgash. Avanzar por las calles matemáticamente rectas hasta llegar a la plaza desde la que, de repente, el universo se llenaba con la vista del zigurat. Muros vidriados y relucientes flanqueaban la entrada, bellamente decorada con dragones dorados que relucían sobre fondos esmaltados multicolores. Todo el conjunto estaba rodeado por los jardines más maravillosos que el hombre ha conocido: tal era la entrada al templo de Marduk, dios favorito de Babilonia. Y, Gilgash, era su devoto sirviente y, por oficio, también su principal profanador.
Creció rodeado de lujos, en un hogar acomodado, donde los cortinajes de seda y los cojines bordados en pedrería fina eran comunes. Su padre, un próspero comerciante con tierras de ultramar, siempre quiso que fuese sacerdote; él se convirtió en ladrón. Su padre era trabajador, respetado, honesto. Gilgash era aventurero, temido, ambicioso. Y ahora, atravesando sigiloso el templo, Gilgash estaba a punto de robar las tablillas de los destinos, símbolo del poder y la autoridad de Marduk. Nada, real o imaginario, podía revestir mayor valor que su posesión, ¡nada! Y, sin embargo, nadie antes que él había podido hacerlas suyas.
Tiempo atrás, los sacerdotes de Marduk habían creado la leyenda de Zu, un dios-ave que supuestamente había robado las tablillas. ¡Ridículo!, se decía a sí mismo Gilgash, nada más que historias de supersticiosos repetidas de tarde en tarde por viejas comadronas. Él sabía que las tablillas permanecían en una cámara secreta, cuyo acceso era bloqueado por una pared deslizante que nadie podía abrir, ¡nadie salvo él!
Gilgash había conseguido, tiempo atrás, la información precisa para lograr su objetivo. Un esclavo moribundo del templo se la había confesado. Todo lo que tenía que hacer era girar 90 grados el octavo ladrillo de la cuarta fila del pedestal de la estatua de oro de Marduk, situada en el ala oeste del templo. Gilgash trazó el plan y, durante el quinto día de la festividad del año nuevo, cuando la estatua principal de Marduk era sacada en procesión por las calles de Nínive, mientras el zigurat permanecía vacío y sin vigilancia, era el momento adecuado.
Giró el ladrillo comprobando, sin mayor asombro, que el muro a su espalda se deslizaba silencioso, revelando una escalera que descendía hacia la oscuridad.
Bajó lentamente, palpando las paredes a su paso. Contó ciento ochenta escalones antes de detenerse frente a la pesada puerta de bronce. Retiró las trabas, se frotó las manos y, mientras un hilillo de sudor corría por su frente, la abrió.
Gilgash nunca pudo ver las tablillas que hasta hoy muchos consideran míticas. Es más, para ser sinceros, no tuvo tiempo de ver nada. Así de rápido fue el picotazo de Zu que le quitó la vida, limpia e inmisericordemente. El ave lo devoró de un bocado. Luego subió las escaleras, atravesó el templo de Marduk y, mientras la lejana procesión se perdía hacia el sur, echó a volar con destino al norte, agitando sus ciclópeas alas azules, que iridiscentes destellaban a la luz del atardecer. Se elevó, giró un par de veces sobre la ciudad, ganó altura y se dirigió majestuosa hacia Eridú, donde dicen que anida no muy lejos de lo que hoy llamamos el Golfo Pérsico.
Desde tiempos inmemoriales, la fantasía humana y la naturaleza nos han dotado de extraños seres que pueblan esa tradición imaginativa a la que llamamos mitología y con la que hemos tratado, y seguimos tratando, de explicar el mundo que nos rodea, reconciliándonos con nuestros temores y nuestra ignorancia. Del mundo entero surgen seres imaginarios, inspirados en una naturaleza pródiga, que no deja de asombrarnos.
Algo similar ocurre en el mundo del liderazgo. Cada vez con más frecuencia vemos cómo nuestros miedos y nuestra ignorancia se vuelven a confabular, guiando nuestra imaginación a través de senderos imposibles. Qué común es, en el mundo de hoy, reclamar entes mesiánicos, magos del liderazgo que con un movimiento de la mano nos saquen de la miseria, transformando la realidad. Qué común es ver a pueblos enteros bajo el hechizo del discurso altisonante y hueco del pseudolíder, prometiendo lo que no puede cumplir. Qué fáciles resultan las frases de los gurús, cuyas recetas se les antojan infalibles. Qué triste el contemplar las atrocidades que se cometen, día a día, en nombre de ideales tan hermosos como el liderazgo, la libertad o la paz.
Han pasado miles de años y, sin embargo, la historia no cambia. Hoy no son seres animales, semihumanos o semidivinos los que pueblan nuestra imaginación. La mitología moderna, virtual y mediática, marketera y oportunista, corrupta y mentirosa, se llena de líderes de barro cuya función, lejos de promover el cambio y construir hacia la realización, parece ser confundir y engañar. El verdadero líder debe estar alerta y distinguirse con claridad.
Zu descanza en la imaginación de los sumerios que le dieron origen. Los falsos líderes, en las mentes mezquinas que los sostienen. El verdadero liderazgo, como filosofía de vida, vive en la conducta de quienes creen en la trascendencia.
Sobre algunos problemas de organización
CUADERNO No. 1
SOBRE ALGUNOS PROBLEMAS DE ORGANIZACIÓN QUE CONSIDERO EL
COMANDO CENTRAL
Divulgación estrictamente interna – a los cuadros – de los acuerdos y orientaciones aprobadas por el Co-Cen de
las FPL Farabundo Martí, en Agosto de 1981.
Elaborado por el Compañero Marcial, 1er Responsable del Co-Cen.
En la última reunión del Comando Central, se estudió un punto:
EN CUANTO AL PARTIDO, A SU CONSTRUCCIÓN
En El Comando Central se vio que en El Salvador existe la necesidad de la existencia del verdadero
Partido Comunista Marxista-Leninista, proletario. Esta tarea es ahora mayor que nunca, porque estamos llegando
a escalones elevados de la Guerra Popular Revolucionaria sin tener el verdadero Partido Marxista Leninista en El
Salvador.
Esta es una de las características de nuestra revolución; una de sus características más negativas.
El hecho de que estamos llegando a niveles muy elevados de la guerra y lucha revolucionaria popular,
sin que existe una verdadera Organización que aplique como método de apreciación, de análisis y de
transformación el Marxismo-Leninismo, que lo aplique de manera creadora, no sólo en la teoría, sino en la
práctica y que enriquezca realmente a la misma a través de la experiencia y de la práctica del Marxismo
Leninismo en nuestro propio país, en sus condiciones propias.
Existen experiencias que son generales, se puede decir, universales en esto. Toda Guerra Popular es la
expresión, en un elevado grado, de la lucha de clases dentro de una sociedad. En ésta época en que el mundo
globalmente marcha en el periodo de transición del Capitalismo al Socialismo, una guerra de liberación contra el
Imperialismo tiene en si al mismo tiempo, la expresión de un choque de clases que ha llegado al extremo, a un
punto bastante agudo, en el cual hay necesidad de apelar a todos los medios: los pacíficos, los políticos y
armados para poder dilucidar el problema de clases que hay en un país.
El problema de la liberación está unido indisolublemente al problema de la liberación de las clases
explotadas y fundamentalmente del proletariado y el campesinado.
Una de las leyes generales del desarrollo de las revoluciones en el mundo en ésta época, demostrada
como una necesidad, es que una revolución, no pueda llevarse hasta las últimas consecuencias, hasta el
desarrollo de sus superiores etapas, si no está dirigida por un verdadero partido Marxista-Leninista, que
represente de verdad, en concreto y en la práctica, los intereses de la clase obrera y de sus aliados más fieles; el
campesinado pobre y las capas medias avanzadas. Esto no es un capricho, y quedó evidenciado desde que
comenzaron las revoluciones socialistas. Desde entonces, las teorías Leninistas y la práctica revolucionaria
mostraron la innegable necesidad del Partido Marxista como conductor de la revolución; así mismo mostraron
que un Partido que aspire a conducir la sociedad hasta el Socialismo, tiene que ser un partido de determinado
tipo.
La lucha que Lenin sostuvo para abrir estos conceptos, esta práctica contra los Mencheviques y contra
los oportunistas de la II Internacional, era una lucha no sólo clasista en cuanto a las tareas revolucionarias que
esta organización se trazaba y que debe de llevar adelante, sino, también en cuanto al contenido de clase de esta
organización, de allí sus características bastante diferentes a las organizaciones que hasta entonces se habían
llamado Marxistas y Socialistas.
Desde mediados del siglo pasado comenzaron a funcionar organizaciones bajo el molde Marxista, pero
con una orientación no proletaria, con métodos y estilos de trabajo no proletarios.
Los partidos de la II Internacional, aún cuando nacieron bajo la bandera del Socialismo, durante los
últimos 25 años del siglo pasado, fueron partidos que expresaban en esencia las modalidades de vida y trabajo de
la pequeña burguesía. Partidos que al expresar esto en su organización, tenían una forma liberal, amoldados más
o menos a las modalidades de los partidos pequeño burgueses y burgueses.
Algunas Características de los Partidos Pequeño-burgueses que se llamaban “Marxistas”
¿En qué se expresaba esto?
En primer lugar en que la militancia de cada miembro del partido no estaba controlada, ni estaba
organizada diariamente cada una de sus horas y días de trabajo, dentro de un plan que obedeciera a un conjunto
de tareas de toda la organización, sino, que cada quien que se consideraba a si mismo miembro del partido, si
acaso, asistía a algunas reuniones o aportaba alguna contribución o daba su voto durante las elecciones. Era una
masa amorfa, que favorecía mucho la forma de trabajo liberal pequeño burgués que reinaba entonces. En último
término, la dirección del partido era la fracción parlamentaria. En tales organizaciones se excluía la lucha armada
como medio de lucha y se utilizaban sólo los medios políticos abiertos y legales que aseguraba el régimen
burgués. Eso era hasta cierto punto explicable en una época en que el imperialismo no se había desarrollado
tanto, y no había impreso tanto su sello a la Sociedad Capitalista. Pero ya cuando el imperialismo concentró
enorme poder de dirección en todo el mundo a través de sus trust, monopolios y gobiernos adecuados a estos
intereses, entonces, había necesidad de que el proletariado buscara un sello en un partido, y que este partido
expresara los intereses que éste tiene como clase.
Entonces, Lenin expuso aquellas ideas de que al partido del proletariado no podían ingresar todos
aquellos que se consideraban revolucionarios o marxistas, sino que el ingreso al partido, a su membresía, era un
salto de calidad en la conciencia y en la práctica, en las costumbres y en la militancia revolucionaria de una
persona. Que no era necesario que sólo los proletarios ingresaran, pero sí, que era necesario que el que ingresara
al partido se comprometiera a asimilar plenamente las cualidades del proletariado; es decir que se proletarizara;
Que para ello es necesario que esté su vida controlada y organizada por un organismo que se llama célula.
En eso precisamente se distinguía el Partido del Proletariado; el nuevo tipo de partido, de los partidos
pequeño burgueses.
Decía: no todo el que se llama comunista puede ser miembro del partido, no todo el que se llame
Marxista, ni todo profesor, estudiante ni huelguista, por el hecho de serlo, tienen la calidad de ser miembros del
partido, sino que es la organización la que escoge y promueve a la calidad de miembros del partido a aquellos
revolucionarios que los considere dignos de serlo dentro de la sociedad, fundamentalmente del proletariado, del
campesinado, de los sectores medios de la población. Para que den ese salto a miembros deben de estar
dispuestos a que su vida esté acondicionada y amoldada a la línea del partido, dentro de la organización y de un
organismo que se llama célula.
Esa es precisamente una de las innovaciones de Lenin, que distinguía bastante al verdadero Partido
Marxista, de la fácil militancia, del pajareo que hasta entonces en los partidos pequeño-burgueses había habido:
el liberalismo, el amiguismo y que identificaban la militancia partidaria, con la vida fácil, cómoda, de
costumbres pequeño burgueses, de no amoldarse a una disciplina; elementos que habían sido característicos de
los partidos de la II Internacional.
En segundo lugar hay otra cuestión: que la teoría tiene que llevarse a la práctica. No basta con la teoría
Marxista, no basta con dominarla, con ser un teórico estudioso, sistemático del marxismo, sino que se necesita
que el Marxismo se lleve a la práctica por seres humanos pertenecientes, principalmente a la clase obrera, el
campesinado y sus aliados más cercanos que son las capas medias avanzadas.
En tercer lugar, el partido de la clase obrera de nuevo tipo, tenía que estar dispuesto a conducir al
proletariado y demás clases revolucionarias en la tarea de la toma del poder, que es una tarea que se lleva a cabo
en último termino con las armas, ya sea por la insurrección general o por otras modalidades de Guerra Popular y
por su combinación estrecha. Es el pueblo el que toma las armas de acuerdo a la fórmula científica de Marx, de
qué “la violencia es la partera de la historia” y que por medio de ella la Sociedad da el salto de una calidad a otra
calidad.
Lenin señaló también otra cuestión: estos partidos de la II Internacional, pequeño-burgueses y los
partidos burgueses de la sociedad alemana, francesa etc., tenían una característica: los partidos burgueses se
forman alrededor de corrientes; las corrientes las encabezan distintas personas. En los partidos burgueses hay
una convergencia y un convenio entre distintas corrientes y ambiciones de ellos. Eso se ve en las agrupaciones
en los mismos parlamentos. Un partido puede tener 10 ó 20 senadores pero cada senador tiene su propio partidito
y, en un momento determinado dentro de los partidos burgueses hay algunos desplazamientos de grupos en el
control de la dirección, de acuerdo a las conveniencias de grupo, incluso en acuerdo con otros partidos cercanos.
El funcionamiento de los partidos burgueses estriba en los acuerdos entre las distintas facciones, en los
diversos estratos políticos que allí se encuentran organizados. Los partidos burgueses no son partidos que tienen
una centralización verdadera, sino que la centralización se deriva de los acuerdos de las facciones. Esa,
generalmente es la dinámica de los partidos burgueses. Por eso es que manejan tanto el parlamentarismo, la
maniobra, el cálculo político, el regateo previo a los votos que van a sacar. Si les conviene estar en mayoría en
un momento determinado dan su voto con esa mayoría para determinados puestos, determinada influencia.
Si ven que esa mayoría está desgastada por algo y que luego va a perder fuerza, se ponen en la minoría,
en la oposición, para después estar en el poder con más ganguería, puestos etc. La vida en los partidos burgueses
es bien diferente a los partidos proletarios, porque en aquellos lo que juega fundamentalmente son los intereses
de grupo en servicio de la burguesía, con el método del pragmatismo burgués, que es la norma y regla para todas
las componendas y cabildeos dentro de estos partidos. Así es, como funcionan estos partidos burgueses, lo que
vale es la mayor capacidad política de cada grupo por mantener a estas fracciones políticas dentro del partido y
servirse de ellas y del partido y de tener la capacidad de que cuando se llegue el desengaño tener otra fórmula
que los mantengan.
Esa es la regla de esos partidos, esa es la norma. Por eso ellos toman como modelo lo que llaman
“política” a las teorías y las prácticas de Maquiavelo y Fouché. A los partidos pequeño burgueses llamados
Marxistas en la época de Lenin y anterior a él, se les había dado bastante peso, sobre todo porque estaban
dirigidos por fracciones parlamentarias y no apoyadas por el proletariado. Al proletariado y a las otras clases las
veían como clientela de votación, clientela del partido, para tener fuerza en las elecciones, pero lo que
predominaba fundamentalmente eran las camarillas y grupos parlamentarios que propiamente eran las que
dirigían la política del partido.
También estaban formados por fracciones unidas por algunos intereses de tipo político parlamentario y
otros intereses. Es decir que distintas corrientes convergían en un mismo partido. Por consiguiente también había
el cabildeo, el pacto, para que tal o cual corriente esté representada en la dirección, en el Comité Central. Eso lo
combatió Lenin tomando en cuenta que eran las modalidades burguesas metidas en los partidos que se
denominaban Marxistas, y se estableció algunas bases que desde entonces han mostrado que al irse desarrollando
de acuerdo a las condiciones de cada país, guardando la esencia del Leninismo, son la médula vital de los
partidos que han logrado conducir a sus pueblos hasta la victoria.
El Partido Comunista de Nuevo Tipo: Un Partido Marxista-Leninista
El primer verdadero Partido Comunista fue el de la URSS, el Partido Bolshevique, que tuvo necesidad
de deslindarse de la escoria de los Mencheviques, que eran los que defendían el tipo liberal de partido. Lenin
forjó al nuevo Partido Bolshevique en las cualidades del proletariado y en la aplicación creadora del Marxismo.
Así pudo el Partido Bolshevique conducir al proletariado en condiciones muy difíciles en 1905, en una
insurrección que no logró el éxito deseado. Luego, en los años tremendos de represión, de vida clandestina y de
trabajo muy represivo y después en el desarrollo de la lucha armada del pueblo en 1917.
Todos los compañeros que han tenido el honor de ir a Vietnam pueden atestiguar que la regla de oro de
ese heroico pueblo es la de que una revolución popular como la que ellos llevaron a cabo contra el imperialismo,
sólo puede lograr el pueblo con gran estoicismo, con alto grado de organización, de disciplina, con el combate y
ofensiva continua, con la combinación de lo político con lo militar, lo interno como lo fundamental, lo
diplomático como medio estratégico y coadyuvante y el trabajo entre las tropas enemigas bajo la sabia dirección
del verdadero Partido del Proletario Marxista-Leninista. También la experiencia mundial nos enseña que, de lo
contrario, la revolución se estanca en cualquiera de las coyunturas o en cualquiera de sus niveles y no se lleva
hasta sus últimas consecuencias.
En tal situación, los intereses del proletariado que están ligados al Socialismo se ven postergados y la
reacción se ve entonces con todas las posibilidades de retardar el proceso revolucionario, hasta cuando el
proletariado pueda tener la conciencia y el partido que lo pueda conducir hasta el Socialismo, pasando por las
diversas etapas, para actuar consecuentemente en cada etapa y en cada coyuntura y aunque tengan que
establecerse gobiernos intermedios que todavía no son el Socialismo, pero que son una necesidad en
determinadas etapas para el desarrollo, incluso en esas fases. Si no existe el Partido Comunista verdadero, que
sepa conducir el proceso, se va la alianza o bien por el lado del oportunismo y el logrerismo, con el olorcito a
poder, de los gobiernos intermedios, o bien se va por el lado del sectarismo extremo que no permite unificar a la
sociedad en estas etapas intermedias.
Esta dirección y conducción correcta, sólo la puede dar el verdadero Partido Comunista, Marxista-
Leninista, que se base creadoramente en el Marxismo para el análisis y la transformación de la sociedad y que
use también los medios adecuados. Que sea capaz de tener una línea política adecuada en cada momento
determinado y que pueda mover a todos sus miembros en una sola dirección, y a través de sus miembros, a la
mayor parte del pueblo, en una dirección y en una línea revolucionaria consecuente en cada momento
determinado. Esa condición la tuvo el pueblo Vietnamita y por eso pudo llevar en forma tan limpia y correcta la
revolución, pudiendo hacer un frente grande, nacional, pudiendo apoyarse en él, siendo amplios y al mismo
tiempo, teniendo la capacidad de orientarse correctamente dentro de los marcos de esa amplitud para manejarse
hacia los intereses del proletariado y no hacia los intereses de la burguesía y por construir un ejército y fuerzas
locales tan grandes. Desde hace 52 años, es indiscutible que Vietnam, tiene un Partido Comunista que logró
llevar a la sociedad Vietnamita hasta el Socialismo en una parte del país y luego continuó la tarea para unificar la
patria y construir el Socialismo en el país; Esto es algo básico, si queremos avanzar al Socialismo y sí queremos
defender los intereses del proletariado de verdad y no demagógicamente.
A la luz de esto, podemos ver como, para nuestro pueblo es básica la construcción del Partido
Comunista verdadero de El Salvador.
A veces se ponen ejemplos para diluir la conciencia y la voluntad de empeñarse a fondo en ésta tarea
histórica y se dice: “Bueno, los cubanos hicieron la revolución de otra manera y después, tomaron un buen
camino.” Eso es cierto en parte; no fue el Partido Marxista el determinante para el camino, para el triunfo y para
la primera etapa de la revolución. Pero allí sucedió algo muy importante, el Partido Marxista si tenía un gran
forjamiento proletario y una gran influencia sobre el proletariado: el Partido Socialista Popular. Su grave error
consistió en el dogmatismo que lo llevaba al conservadurismo en la línea política, por lo que no supo estar a la
altura de la necesidad de la lucha armada. En las primeras etapas de la lucha armada se opuso a ella. Se unió al
final a esa lucha armada. Por otra parte, al terminar la primera etapa de la guerra, es decir, al tomar el poder el
pueblo, hubo una cualidad muy grande por parte de los dirigentes del 26 de Julio, en gran medida porque existe
allí un Fidel, un revolucionario excepcional que se ha caracterizado por estar a la altura de las necesidades de su
pueblo en todo momento y por eso muy sensible a las necesidades históricas de ese pueblo.
Se recordará que unos días después del triunfo de la Revolución en Cuba, Fidel decía abiertamente que
no era Marxista, que la Revolución en Cuba no era roja, sino verde como las palmas. Entonces hubo el peligro de
que esa revolución se estancara. Sin embargo tuvo tanta capacidad de dirección, sobre todo Fidel, que es un
verdadero genio revolucionario, que se dan los pueblos en determinados momentos de la historia, que supo
comprender cuál era el rumbo de la revolución frente a las amenazas del imperialismo y frente al porvenir que
planteaba una parte del 26 de Julio, (que tuvo que ser depurado, de los anticomunistas que planteaban la
continuación de gobiernos burgueses). Otra cosa, que frente a las amenazas y agresiones del imperialismo, Fidel
y toda Cuba supo contestar, dando un paso adelante. Eso indudablemente llevó a todos los revolucionarios
cubanos verdaderos a la conciencia y a la comprensión de que sólo por el Marxismo-Leninismo y que sólo con
un verdadero Partido Comunista se podía continuar consecuentemente a la revolución Cubana. De lo contrario,
la revolución hubiera naufragado como tantas otras revoluciones, de direcciones pequeño burguesas y burguesas.
Ya van como 80 revoluciones de liberación nacional en Asia y en África, que se han estancado y se han
convertido en regímenes burgueses atrasados, neocolonizados, que neutralizan los intereses del proletariado al no
caminar hacia adelante. Las luchas revolucionarias, pueden llegar a una etapa de triunfo en su revolución,
conducidas por diversas clases, por la burguesía o por la pequeña burguesía; eso se ha visto en los últimos 30
años.
Si pudiéramos estudiar cómo han llegado a su triunfo determinadas revoluciones de liberación nacional
en África y en Asia, (una cantidad enorme, que pasa de 50), podríamos ver que allí donde no ha habido un
verdadero Partido Comunista, en donde han sido partidos pequeño-burgueses o burgueses los que han dirigido el
proceso (ya sea por falta de desarrollo del proletariado como clase o por otras causas), realmente esas
revoluciones se han estancado en la etapa que se llama de liberación nacional, y muchísimas han retrocedido
hacia situaciones casi parecidas a las que tenían antes. Muchas han caído bajo tiranías militares feroces, al
mando de los franceses, de los norte americanos, ingleses. Otras simplemente se han sostenido en una situación
precaria, con un pié en el capitalismo y bajo el dominio del imperialismo y otras tratando de avanzar hacia el
fortalecimiento de su independencia o hacia el Socialismo.
Allí donde no hay un verdadero Partido consciente y bien organizado, el Partido Comunista que tenga
respeto en toda la sociedad, allí, lo que la historia nos dice, es que las revoluciones pueden llegar a gobiernos
provisionales en un determinado momento, a un gobierno aparentemente en manos del pueblo, pero realmente en
manos de la pequeña burguesía o de la burguesía, por la carencia del verdadero Partido Comunista. Pueden haber
infinidad de variantes para llegar al poder; la cuestión está, en cómo la llegada a ese poder inicia un proceso que
profundice las bases para los subsiguientes pasos y que en ese periodo real se den los subsiguientes pasos que
conduzcan al Socialismo.
Eso sólo lo puede conducir el Partido Marxista-Proletario: ese interés sólo puede tener la clase obrera
que es la clase que está ligada al Socialismo, la clase proletaria. Ya volviendo al caso de nuestro país, la
desgracia que tiene precisamente nuestra revolución es que no ha habido un verdadero Partido Comunista en El
Salvador
Necesidad Histórica del Verdadero Partido Marxista Leninista en El Salvador
En el país hay un Partido Comunista que se fundó en 1930, que durante sus primeras etapas cumplió
una brillante actuación, con aspiración a proletarizarse, a conducir al pueblo con todos los medios de lucha. Fue
la etapa de Farabundo Martí. Desgraciadamente no se pudo conducir el proceso debido a otro tipo de
debilidades, entre ellas: de no tener suficiente poderío ni organización militar para poder combinarlo
acertadamente con el enorme movimiento de masas.
Pero luego, ese partido Comunista ha hecho balbuceos en algunos momentos en que los sectores más
avanzados de él, han tenido mayor posibilidad de utilizar todos los medios de lucha. Pero en general, después de
las acciones del 2 de abril y 8 de mayo de 1944, la línea del Partido Comunista fue la de la acumulación de
fuerzas por medios pacíficos. Sólo en 1959, en la caída de Lemus, y en 1961-62, cuando entró el Gobierno de
Rivera que derrocó a la Junta Democrática, sólo en esa época, el Partido Comunista hizo intentos por
implementar la lucha armada o algunas formas de lucha armada y de autodefensa de las masas.
Pero en general, la línea oficial del Partido desde los años 1944 y 1945 para acá, ha sido, en lo político
una línea bastante oportunista, que finalmente llegó a hacerse recalcitrante en cuanto a la necesidad de la lucha
armada. Después, en 1970 luchó tesoneramente contra las organizaciones que estaban comenzando a formar la
guerrilla y que impulsaron la estrategia Político Militar. Y luchó tesoneramente durante 7-8 años en forma
abierta, desplegada, tomándolas dentro del sector popular, como las contendientes y los adversarios
fundamentales.
No estoy diciendo con eso que ellos consideraron a las FPL, como el enemigo fundamental, porque por
suerte ellos no se desviaron en eso, y siempre consideraron como enemigo fundamental al Imperialismo. No
obstante, dentro de la lucha por las masas ellos lucharon de una manera dura, desleal, abierta contra las
organizaciones político-militares, especialmente contra las FPL. Y cuando llamaban a la unidad, era a una
unidad tradicional, en la cual no se garantizaba en absoluto la hegemonía de las clases proletarias, sino por el
contrario, ellos llamaban a una unidad que no tomaba en cuenta que fuera el proletariado y el campesinado el
que en esa unidad tuviera la hegemonía (aunque no se dijera). Durante 8 años lucharon abiertamente contra lo
que llamaban “la violencia, venga de donde venga”.
En la larga lucha ideológica, que hubo dentro de ese partido desde 1959 al 70, elaboraron teorías
bastante refinadas y después de la Primera Huelga de Maestros en 1968, decidieron parar el Movimiento de
Masas, porque decían que no convenía, que estaba llegando a niveles de radicalización. Con este fin,
establecieron una “ley” : Durante el periodo de acumulación de fuerzas, decían, la lucha armada es negativa,
dañina, y el proceso de desarrollo en el periodo de acumulación de fuerzas, debe llevarse a cabo sólo con
medios políticos y pacíficos. Por pacíficos se entendía incluso lo clandestino, lo abierto que no fuera legal, lo
semilegal, pero excluyendo la lucha armada. Elaboraron una tesis para el “desarrollo” del movimiento
revolucionario y popular: “en El Salvador, la vía de desarrollo es la acumulación de fuerzas por los medios
pacíficos. Y sólo cuando se ha acumulado suficiente fuerza y en un momento en el cual ya existen toditas las
condiciones revolucionarias, es decir, la plena situación revolucionaria, en ese momento se puede levantar en
armas el pueblo con el modelo de una insurrección general rápida.
Admitían que la lucha armada será el medio determinante para la toma del poder, pero para la
acumulación de fuerzas, hasta llegar a la víspera de la toma del poder, únicamente la acumulación de fuerzas por
medios pacíficos y políticos es admisible. Consideraron que en 1970, había la posibilidad todavía de seguir
llevando al pueblo a las elecciones. Hicieron las alianzas, con Duarte y con el MNR, participaron en una serie de
farsas electorales y en cada elección, enconaban la lucha contra las formas de lucha armada, para atraer los
votantes a las urnas y se desbocaban a tal grado que por períodos adoptaban actitudes verdaderamente
reaccionarias contra la línea político-militar.
En esa situación, el PCS no ha estado en condiciones de ser el verdadero Partido Comunista Marxista
Leninista del proletariado. Aún con rótulo de PC, ha sido un partido con una línea pequeño burguesa más, aún
cuando su estructura organizativa es la de un Partido Comunista, y aquí es donde debe entrar para nosotros la
reflexión de que la creación y construcción del verdadero Partido Comunista, no sólo es cuestión de estructuras y
de organización, aunque es algo necesario y vital la estructura leninista que es una estructura determinada; No
basta sólo pensar en sentido estructuralista para convertir al Partido Comunista en verdadero Partido Comunista,
sino también en sus métodos de trabajo, en estilo de trabajo, en línea fundamentalmente ideológica.
Hay dos cosas: Un Partido Comunista y principalmente sus dirigentes podrán manipular a maravilla y
aparentemente de manera lógica las reglas y normas del Marxismo y sus principios teóricos, y hacer
exposiciones bellísimas en relación con el desarrollo de la sociedad en general y el de su propia sociedad; más
eso, es una cosa, y otra es la consecuencia, los resultados y las conclusiones que sacan de esa belleza de
apreciaciones aparentemente Marxista pero no acordes en un momento determinado con la realidad del país.
O sea, lo que se llama línea política, de la cual se ramifican las distintas líneas políticas de área, que
obedezcan a un sólo pensamiento colectivo. Ese pensamiento se subdivide en trabajo hacia todas las áreas: la
línea de masas, la línea para lo internacional, para los aliados internos, para la diplomacia. Si la interpretación
Marxista se plasma en una política consecuente que converja en ese momento determinado y viendo hacia
adelante, a defender los intereses inmediatos y revolucionarios del proletariado, esa línea, es una consecuente
aplicación del Marxismo a la realidad, o sea de la teoría a la práctica.
Desgraciadamente con un Partido Comunista que por décadas ha jalado hacia las posiciones de derecha
y sobre todo con un Partido con una dirección ensoberbecida, autosuficiente, que no quiere dar su brazo a
torcer, que las criticas que se hace, sus autocríticas son aparentemente sinceras, pero bastante parciales, que
sólo tocan lo superficial para dejar el fondo de sus tesis, sus teorías, su actuación más fortalecidas todavía, con
una aparente sinceridad y autocrítica.
Algunas Experiencias de Nuestra Historia
Y en esto el Partido Comunista de El Salvador, su actual dirigencia (no quiero hablar de todo el PCS),
se ha caracterizado por ser maestros del maniobrerismo parlamentario y burgués, que lo utilizan en toda su
actuación; ya sea en sus reuniones bilaterales, ya sea en el convencimiento hacia una persona, hacia el conjunto
y los aliados.
El maniobrerismo burgués, su cálculo, su concepto todavía no correcto de lo que es la unidad del pueblo
en función de los intereses del proletariado, sino la unidad del pueblo como algo tradicional, con un concepto
cuantitativo, que mientras más grande es, por ese hecho es mejor; aunque se sacrifiquen los principios del
proletariado con tal de formar “una pelota bien grande” en manos de una parte de la burguesía.
Este concepto, el PCS todavía no lo ha depurado del todo. Su aparente sinceridad en la autocrítica es de
un estilo tal que le sirve para dejar las raíces de los errores siempre vivas, que no queden desacreditadas las
raíces de los errores y así en cualquier coyuntura poder actuar similarmente. Para dejar bien a las claras ese
método deformado de autocrítica, me voy a referir a la Guerra con Honduras, como un ejemplo.
En esa ocasión, los que considerábamos como una traición al proletariado internacional y al
campesinado, al proletariado y al estudiantado salvadoreño y hondureño la teoría de la defensa de la patria
salvadoreña, desarrollamos una oposición fuerte y muy aguda dentro del partido, en contra de la línea que tomó
la mayoría derechista de la dirección del Partido Comunista Salvadoreño. Esta tomó la línea de fortalecer el
esquema y la organización de “Unidad Nacional”, que promovió el General Sánchez Hernández en ese momento.
El Presidente Sánchez Hernández convocó a todas las “fuerzas vivas”, incluyendo a las organizaciones
populares, para darle base social a la agresión militar que en esos momentos se preparaba contra Honduras. El
Presidente del régimen tiránico y agresor planteó la necesidad de formar la unidad nacional en ese “momento de
emergencia y peligropara la patria”.
Esa unidad nacional significaría que la lucha de clases interna que en esos momentos estaba bastante
aguda debía de aplacarse. Que los patronos dijeran que iban a disminuir sus agresiones contra “sus” trabajadores
y que los trabajadores se comprometieran a no hacer ninguna huelga, ninguna petición de aumento de salario,
ninguna petición de clase y que cesarían sus agitaciones políticas.
La mayoría derechista de la Comisión Política del Partido Comunista de El Salvador inmediatamente
tomó el acuerdo de adherirse a ese llamamiento de Unidad Nacional”, porque daba la posibilidad, decían, de
unir a todo el pueblo por la paz.
Hay una cosa interesante: el oportunismo casi nunca trata de presentarse como tal, sino que teoriza, trata
de adornarse, de echarse una capita de azúcar, para que las masas pueden tragarse las orientaciones oportunistas.
De lo contrario no se las tragarían. En esa oportunidad, sus tesis las plantearon teóricamente, fundamentadas,
“basadas en el Marxismo”, con un enfoque de clase. Decían: En la guerra hay dos bandos: los dos obedecen a
intereses de clases; Sánchez Hernández está por los industriales y los industriales no quieren perder el mercado
de Honduras porque allí tienen 80 millones de dólares anuales, en el mercado más grande que tienen en Centro
América y una guerra podría hacerlos perder y se resquebrajaría el Mercado Común Centroamericano, y eso no
conviene a los industriales. Es un grupo que se opone a la guerra. A ese grupo es al que representa Sánchez
Hernández y son los que están por la Paz. En cambio, están por la guerra los terratenientes, porque ya es
demasiada presión interna del campesinado, y se está radicalizando mucha por no tener tierra. Los terratenientes
no quieren hacer una reforma agraria en El Salvador, no quieran dar la tierra y quieren la tierra Hondureña para
resolver dos cosas: El problema de presión demográfica y el problema social de la reforma agraria, para los
campesinos de El Salvador. Y lo quieren hacer a base de las tierras hondureñas.
Como vemos, aquí hay dos posiciones radicalmente distintas: Los que quieren la guerra y que están
capitaneados por Medrando y los que quieren la paz, que están capitaneados por el General Sánchez Hernández.
Nosotros apoyamos a Sánchez Hernández para preservar la paz y para luchar contra los guerreristas, como quien
dice, las palomas contra los halcones; y la cosa resultó al revés: se metieron de cabeza en el apoyo a la
reaccionaria política de la “defensa de la patria”, incluso le dieron a todas las células, y a todas las
organizaciones de masas la tarea de incorporarse a los grupos de defensa civil. En ellos estaban los de ORDEN.
Entonces, formaron unidad con los de ORDEN, que dirigía Medrano, en cada cuadra, multifamiliar, barrio, etc.
para controlar que la gente disciplinadamente cumpliera con las órdenes de los militares.
Andaban de cuarto en cuarto, de casa en casa, viendo que no se tuvieron encendidas las luces y que
estuvieran las cortinas bien cerradas. Y el que no cumpliera, el vecino que dejara las cortinas descorridas, ese era
un anti-patria, y lo denunciaban por estar a favor de los hondureños, dándoles puntos de referencia para el
bombardeo aéreo.
Otra tarea: Fue lograr el mayor número de dulces y abastecimientos para llevarles a los soldados de
Medrano a Ocotepeque o del Diablo Velázquez. Consideraban que no era buen miembro de la Asociación de
Mujeres u otra de masas, si no se hacia eso y ponían como ejemplo de ser buen miembro del partido, a quien
llevara chicles a los soldados defensores, es decir se metieron de lleno al asunto de la defensa de la patria. Pero
eso no fue lo fundamental, sino que lo fundamental fue haber engañado a la clase obrera. Un conocido miembro
derechista de la Dirección del PCS planteó en una reunión muy grande que se preparó la interfederación de
trabajadores (FUSS-FESTIAVTSES): “Nada ha sido dado sin lucha en el camino sindical. Nosotros lo que
hemos logrado ha sido a base de sacrificios. Aquí se ha derramado mucha sangre de compañeros obreros por
conquistar el fuero sindical, la libertad sindical, la ley para las huelgas, etc.; que no son perfectas, pero son
conquistas que han costado sangre. ¿ Qué pasará sí la burguesía Hondureña lograra imponer su régimen en El
Salvador ? Ustedes perderían las conquistas que han logrado”.
El engaño a la clase para uncirla a la agresiva política de la burguesía era bien evidente. Después, ante
la lucha ideológica fuerte, ante la critica contra esa línea y ante el desenmascaramiento de que igual había sido el
papel de los partidos oportunistas de la II Internacional, que habían lanzado obreros contra obreros en defensa de
su propia burguesía en la primera Guerra Mundial y ante las evidencias aplastantes de su traición a los principios
del Internacionalismo proletario, no tuvieron otro camino que hacerse una “autocrítica”.
Pero ¿ Qué tipo de autocrítica ? Decían: “Ustedes tienen razón, hemos cometido el error de apoyar la
línea de unidad nacional de Sánchez Hernández, pero fue ‘por falta de información’ cuando tomamos esa línea,
no nos habíamos dado cuenta que ya los industriales y los terratenientes se habían puesto de acuerdo en
impulsar una misma línea agresiva, en impulsar la guerra. Ese fue nuestro error, falta de información”. De tal
manera, no lo veían sino que lo adornaban.
La dirección de derecha del PCS nunca ha reconocido a fondo su política oportunista, sus autocríticas
son siempre calculadas, tácticas para resguardar el fondo y las raíces de los errores. Con la admisión autocrítica
trataban de ocultar la esencia del oportunismo, mediante un reconocimiento torcido autocrítico. Trataban de
mantener vivas las raíces de los errores, para no extirparlas totalmente y para no tomar una línea correcta. Ese
estilo, ellos lo siguen utilizando en su autocrítica. Por ejemplo para ellos decir Guerra Prolongada es un error. La
guerra comenzó, según ellos cuando se comenzaron a incorporar a la misma; con ese recurso, quedan
condonados todos los años, 8 años de su política oportunista de la década del 70 y su política reaccionaria contra
las guerrillas, e incluso las delaciones masivas. En sus autocríticas todo eso queda justificada y tratan de fabricar
la historia de otra manera. Por ejemplo dicen que el 28 de febrero de 1977, fue el día en que “finalmente el
pueblo a base de su propia acción y experiencia pudo convencerse de que el camino de las elecciones estaba
agotado”, y que era necesario tomar el camino de la lucha armada. Adornan así toda su política oportunista y
antiguerrillera de los años 70, tratando de justificarla con el argumento de que la participación en las elecciones
había sido buena porque “habían llevado al pueblo a la frustración”. Los revolucionarios, desde 1970
mostramos, con el avance de la lucha armada, que la burguesía utilizando todo ese enorme andamiaje de la
saturadora propaganda, que se hace en las elecciones en ese juego electoral y que ya sabemos sus resultados,
siempre engaña a una gran proporción de masas. Ellos se jactaban sus 300 mil votos, emitidos en el carrusel de
toda la propaganda que alrededor de las elecciones había logrado, sin ganar el gobierno y volvían a levantar
ilusiones y falsas esperanzas en un pueblo, que ya realmente hubiera ganado mucho de haberlo enfilado sin
vacilaciones en la estrategia política militar, como las FPL lo estaba haciendo.
Sin embargo en 1977, después de la masacre del 28 de febrero; hasta entonces dicen ellos, “el pueblo
pudo darse cuenta de que ya no había otro camino”; y que es bueno que se reconozca que otras organizaciones
desde antes habían empezado a decir lo mismo, pero que según ellos, hasta entonces se dieron las condiciones
masivas para que éste pueblo pudiera volcarse a favor de la lucha armada.
La Técnica de Manipulación de la Autocrítica
Así como esa, se hacen otras autocríticas. Realmente “nosotros en algunos momentos caímos en el
economismo, en el burocrátismo, que después lo combatimos en el seno de la clase obrera”, etc. Críticas de
paso. Pero el fondo del oportunismo queda vivo, listo a desbordarse en coyunturas que consideren favorables.
Se hacen otra autocrítica: Durante dos años no pudimos implementar la lucha armada, a pesar de que
desde 1977 estábamos ya convencidos. Y esto se debe a las costumbres liberales de nuestro partido que estaba
acostumbrado a la lucha legal; cuesta mucho reeducar a los miembros en la nueva línea y fue hasta 1979, que
nosotros empezamos a implementar la lucha armada”.
Pero precisamente para dejar vivas las raíces del oportunismo, ellos se siguen negando a reconocer que
la lucha armada comenzó en 1970, que la Guerra Popular comenzó entonces partiendo de lo simple a lo
complejo y, sobre la base de dejar vivo el fondo de sus errores quieran hacer su historia de otro modo: que la
guerra comenzó a partir de 1978 y más aún en 1980, cuando se unieron a la fuerza. Porque guerra no es
“cualquier cosa” dicen. Guerra es una cosa “integral”. Dicen que no puede llamarse guerra a las primeras
guerrillas, ni a todos los primeros periodos de desarrollo de la lucha armada, sino cuando ya se entabla la lucha
fuerte entre dos ejércitos. Así quedan sepultados de un plumazo, todos los sacrificios y esfuerzos de la parte más
avanzada del pueblo, la sangre de centenares de héroes y mártires revolucionarios, que desde 1970 fueron
poniendo y desarrollando la lucha armada, la guerra de liberación, pasando con éxito las etapas iniciales,
desarrollando y consolidando la guerrilla urbana y rural, convirtiendo la guerrilla y la lucha armada en una
realidad irreversible en El Salvador y conduciéndola a escalones cada vez mas altos; imposible de negar, incluso
por sus más recalcitrantes oponentes ideológicos, por aquellos que durante esos años se mofaban de los que
calificaban de “aventureros, terroristas, radicalismo de izquierda, ultras y grupúsculos aislados de las masas”,
porque no se sumaban al yugo burgués sangriento electoral del régimen. ¡Hasta donde se puede llegar tratando
de mantener vivas las raíces del oportunismo! ¡Hasta donde se puede manipular la autocrítica deshonesta y
empleada tácticamente!
Son autocríticas calculadas para dejar vivas los esquemas que pueden ser utilizados en coyunturas
posteriores. Por ahora estamos entrando en un grave peligro. Ya aparecen cantares de sirena de la “próxima
campaña electoral presidencial”. Comienzan a recomponerse las fuerzas para la participación en el jolgoria
electoral próximo. Y el partido no hace una autocrítica profunda de su línea oportunista del 70-78, porque quiere
dejar vivas las raíces de la posibilidad de “manejarse en las coyunturas”, con bastante agilidad, no en un sentido
como lo entendemos nosotros y con seguridad que en la medida en que arrecie el jalón hacia las próximas
elecciones van a ver en primer lugar: el “MPSC, (que dijo que está de acuerdo con una “proyección amplia” ). Y
el PCS con su UDN, que van a empezar a vacilar bastante y va a comenzar a dar azotazos hacia las próximas
elecciones, que es la segunda fase de la maniobra política del imperialismo. Por eso, las autocríticas que ellos
hacen, tenemos que estudiarlas como gente seria, desde el punto de vista Marxista y con el conocimiento que ya
tenemos de nuestros amigos.
Un partido así, que no ha sido capaz todavía de tener plena conciencia del papel que le corresponde para
dirigir a ésta sociedad hacia el Socialismo, sino que se va quedando en cada lagunita que va apareciendo en las
coyunturas, se van quedando empantanados en cada coyuntura. El resultado está en que en las coyunturas sus
previsiones no se han logrado.
En resumen: Tenemos una realidad en El Salvador, que no hay un verdadero Partido Comunista y no
hay disposición, por lo menos en la dirección de ese partido, de ser el verdadero Partido Comunista de El
Salvador.
En tales condiciones, en el proceso revolucionario de El Salvador, ha resultado que las FPL por haber
tomado con mucha dureza y sacrificio el camino más acertado para los intereses del pueblo y haberlo hecho una
realidad irreversible desde 1970, el camino de la estrategia política militar, y que algunos de sus cuadros y
miembros abandonaron ese partido para formar el instrumento del pueblo, las FPL, es ésta la organización que
ha tenido más posibilidades de formarse como el verdadero Partido Comunista. Y ese es así, tanto por sus bases
ideológicas Marxistas-Leninistas, que firmemente aspira aplicarlas creadora y consecuentemente a las
condiciones propias del país, como fundamento de la línea estratégica y política, como por su duro forjamiento
en la práctica revolucionaria.
¿Porque Corresponde a las FPL – Farabundo Martí Tomar en sus Manos esta Necesidad Histórica?
Conclusiones:
Aún cuando aquí no sea posible una exposición mas amplia sobre el pasado y el presente en el
desarrollo del proceso revolucionario en el país, de los rasgos expuestos queda evidenciada la necesidad, que hay
para el consecuente desarrollo de ese proceso, de que las FPL se convierte en el verdadero Partido Comunista
Proletario Salvadoreño.
1. Porque no existe verdadero Partido Comunista
2. Porque si realmente queremos impulsar la revolución, es necesario que exista en El Salvador el
legitimo Partido Marxista Leninista del Proletariado que vele por los intereses de la clase obrera, el campesinado
pobre y el resto del pueblo.
3. Que las FPL han creado tales condiciones en sí, por la dureza de la lucha que le ha tocado, por la
decisión con que ha tomado un camino, una línea, que en la práctica se ha demostrado que es una línea adecuada,
Marxista, a las condiciones del país. Por su devoción y su obligación de defender los intereses del proletariado,
por su aspiración y su trabajo en pro de la construcción de la base material de las alianzas y la unidad, que es la
alianza de los obreros y campesinos. Por el forjamiento de sus cuadros en el sacrificio, en el amor al pueblo, en
el internacionalismo proletario. Por todas estas razones, es la Organización en la que recae esta obligación
histórica más que en otras.
La necesidad en éste momento de la existencia del verdadero Partido Comunista, se deriva de la
necesidad histórica imprescindible y urgente para la conducción consecuente del pueblo hacia la revolución y el
socialismo.
4. En que realmente no existe ese necesario instrumento de conducción del pueblo.
5. En que las FPL tienen condiciones para ser la base del verdadero Partido Comunista de El Salvador,
si en verdad toman conciencia y se deciden a cumplir esa tarea histórica aún cuando no menosprecien la
posibilidad de que otros núcleos y otras organizaciones tomen conciencia de eso y emprendan también ese
camino, ésta es una obligación propia, no delegable a otros por las características que presentan y por las
características propias de la Organización. Es la que está en mayor capacidad de convertirse en menor tiempo en
el verdadero Partido Comunista de El Salvador, por la necesidad de la conducción de la guerra.
Sin el verdadero Partido Comunista, la conducción de la guerra popular, conduce a resultados muy
parciales, dada la necesidad de la combinación acertada de lo político y lo militar. Si no hay una fuerza
verdadera de Partido, el Partido verdadero, no se puede combinar acertadamente lo político con lo militar: o bien
lo militar predomina de una manera militarista sobre el resto de estructuras y necesidades, o bien se descuida lo
militar, y entonces, lo político en una forma unilateral y no correcta no llena las necesidades armadas del
pueblo para el triunfo de la revolución.
Sólo el Partido Comunista verdadero es capaz de dominar realmente los distintos medios de lucha de un
pueblo, tanto los medios políticos internos, como los militares y el trabajo dentro de las filas del ejército
enemigo, así como el trabajo en el exterior y en lo diplomático. Sólo el verdadero Partido Comunista, es capaz
de distribuir sus fuerzas, de hacer que todos actúen dentro de un sólo pensamiento y que haya una correcta
división del trabajo colectivo e individual dentro de una sola línea general y política que forme un solo concierto,
una sola unidad de voluntades que dé verdadero podería a la acción revolucionaria en todas partes, y ejercer
decisiva incidencia en la vida nacional y en el exterior.
Se necesita el verdadero Partido Comunista para el acertado accionar del pueblo en los actuales niveles
de lucha de clases, en las alianzas y en la unidad amplia del pueblo.
Precisamente el verdadero Partido Comunista de El Salvador que realmente lo fuera, no importando su
nombre, tendría mucha mayor capacidad de actuar de una manera positiva y consecuente en los terrenos de la
unidad, y hacer avanzar la unidad más consecuente y rápidamente a niveles superiores. Precisamente por los
intereses de la unidad se necesita de la existencia del verdadero Partido Comunista de El Salvador. Como no ha
existido, en eso estriba uno de los males fundamentales de la unidad y quizá el fundamental
!REVOLUCIÓN 0 MUERTE! !EL PUEBLO ARMADO VENCERÁ!
FIN DEL PRIMER CUADERNO
Prohibida su reproducción Total o Parcial
MARCIAL
1er Responsable del Co-Cen de las FPL Farabundo Martí
En el 36 aniversario de las FPL Farabundo Martí
ESTE 36 ANIVERSARIO DE LAS GLORIOSAS FUERZAS POPULARES DE LIBERACION –FPL-FARABUNDO MARTI
CON SU ESTRATEGIA REVOLUCIONARIA GUERRA POPULAR PROLONGADA
SALUDAN A NUESTRO HEROICO Y COMBATIVO PUEBLO SALVADOREÑO Y COMUNIDAD INTERNACIONAL.
LAS FPL-GPP. COMUNICAN.
A 36 años: La lucha continúa.
A 36 años de la gesta y visión revolucionaria del Comandante en jefe Salvador Cayetanio Carpio – Comandante Marcial, creando las Fuerzas Populares de Liberación – Farabundo Marti. GPP.
La situación política en nuestro país no ha cambiado nada, y nos da cada día la firmeza de continuar con nuestro objetivo de seguir luchando por nuestro pueblo. El régimen fascista de turno, utilizan todos sus medios de comunicación a su alcance, el poder económico manipulan y tergiversan a su antojo la realidad. El sufrimiento de nuestro pueblo, lo agudizan con sus proyectos: represivos, policiales, los escuadrones de la muerte siguen a diestra y siniestra cometiendo crímenes para atemorizar y neutralizar a nuestro pueblo, lo hicieron antes, durante y después de la guerra, hoy siguen como en las décadas pasadas, su lenguaje es el de la represión, la tortura, es el terror para la intimidación, como lo han demostrado en las recientes acciones policíacas contra nuestro pueblo, pero eso nuestro pueblo no lo olvidará jamás.
Nuestra realidad es tan evidente, tan desgarradora que no podemos quedarnos indiferentes, como nunca lo hemos estado, las injusticias siguen ocurriendo a diario, eso nos ha exigido – y exige – continuar lo que el Comandante en jefe: Compañero Marcial inició hace 36 años, y ahí seguimos, es nuestro objetivo , es nuestro compromiso y será nuestra victoria hasta construir el socialismo.
La situación en América latina de lucha nos tiene que comprometer tod@s en nuestro país. Fuimos un referente de lucha y de combatividad en los años en que el pueblo tomo conciencia y tomo las armas para dar un giro a las injusticias que cometían –comenten- ese neoliberalismo dependiente. Si en años atrás la lucha se llevó a todos los niveles, hoy, tenemos que continuar por el mismo camino. El imperialismo y sus servidores no consienten que el pueblo sea sujeto de su propia historia. La hegemonía imperialista en América Latina se basa en sectores sociales y políticos muy limitados. La mayor parte de las clases sometidas a la hegemonía son aquellas que colaboran abierta y continuamente con instituciones imperiales y comparten los beneficios del pillaje imperial.
Esto incluye a los líderes políticos de la mayoría de los partidos electorales, a banqueros locales, inversionistas, consultores, etc. Es evidente que la hegemonía imperial no funciona entre las masas, que no aceptan la hegemonía del imperialismo, pero están manipuladas por los líderes políticos y sociales pequeño burgueses que sí están bajo la hegemonía imperial. El imperialismo gobierna a las masas por medio de la fuerza y la manipulación retórica y organizativa de la arribista clase política electoral.
Han pasado años desde que termino el conflicto en nuestro país y nos hemos podido dar cuenta que ese camino no ha servido para cambiar y mejorar la situación de miseria de millones de salvadoreños. La situación de miseria y pobreza es peor que hace mas de 15 años. El neoliberalismo esta haciendo cada vez, mas ricos a los ricos, y a los pobres los esta convirtiendo en mas pobres. La brecha de la desigualdad se abre cada vez mas y es un
estigma permanente de este modo de producción capitalista-neoliberal es inhumano.
Es culpa de este sistema que millones de niños se mueran de hambre en el mundo. Es culpable de que millones de niños no tengan acceso a la educación, a la salud y a una vida digna. Es culpa de que las mujeres no se les reconozca sus derechos, la igualdad entre mujeres y hombres el neoliberalismo no lo permite ve solamente en las personas mano de obra barata y utiliza al ser humano como simples peones. El imperialismo se expande y gobierna mediante la fuerza y las ideas.
Lo estamos viendo en América latina como en todo el mundo. Se han inventado el once de septiembre para seguir justificando invasiones y asesinos colectivos que cometen sus mercenarios donde ellos están, Irak, Afganistán etc. son el ejemplo claro que el neoliberalismo y sus representantes, sólo ven a los países que poseen las riquezas del mundo, como simples mercados, y se inventan guerras para saquearlos. Antes era la guerra fría y que la Unión soviética quería expandir sus dominios esa era la excusa para mantener dictaduras y militarizar nuestro continente latinoamericano. Y nosotros los vivimos y lo sufrimos como pueblo. Vimos de lo que son capaces para seguir manteniendo su estado de corrupción y de explotación.
El proceso de colonización se inició con el uso imperial de la deuda externa como palanca de la «política de ajuste estructural»; a través de sus representantes en las instituciones financieras internacionales. Washington diseñó un programa para la privatización de empresas públicas, la desnacionalización de los recursos naturales, la cancelación de las medidas arancelarias protectoras, la desregulación del sistema financiero, la inversión de la legislación industrial y social y la promoción del control privado capitalista de la educación y la seguridad social.
Mienten, nos venden la falacia como verdad, acaban de hacerlo invadiendo a Irak con mentiras, y hoy empiezan a mentir contra Irán, en América latina tenemos – de esas mentiras y falacias – ejemplos cercanos, desde hace mas de 40 años lo ha sido (y lo sigue siendo) Cuba, y hoy empiezan con Venezuela y Bolivia. Debemos de seguir atentos a lo que ocurre en el Sur para seguir su ejemplo y solidarizarnos con esos países.
Ellos nos proponen para América latina, su ALCA, todos sabemos lo que significaría si los gobiernos títeres de nuestros países permitieran que el imperio meta sus manos en nuestras vida aún mas. El ALCA no es simplemente un problema de dominación económica, sino que afecta tanto la estructura interna como la política internacional de América Latina, incluida la formación de un ejército mercenario para vigilar el imperio, tal como se ha visto en la reciente intervención y la ocupación de Haití.
El ALCA significa que nuestros hijos, y sus hijos y sus hijos… estarían condenados a trabajar para seguir siendo explotados, mientras el imperio nos sacaría nuestras riquezas, nosotros nos convertiríamos en esclavos de su país.
Cuando hablamos de imperialismo y, en particular, de neoliberalismo o de neocolonias, debemos reconocer que se trata de categorías generales que sólo tienen un significado cuando se examinan las particularidades de la historia, la cultura y las relaciones sociales de formaciones sociales específicas. La lucha continúa en cualquier parte del mundo, y nosotros como FPL-GPP siempre hemos estado en pie de lucha. Sabemos que la situación no nos acompaña, que la historia de momento no nos favorece, pero somos conciente que la lucha es larga y prolongada, siempre lo ha sido.
Pero esto no es –ni ha sido- óbice para seguir en pie de lucha. Porque la dignidad de todo un pueblo no tienen precio. Estamos con las personas mas humildes de este país y desde ellos hemos nacido y salido…, vamos a seguir luchando por nuestro futuro. No permitiremos que se lleven nuestras riquezas. No permitiremos que insulten y asesinen a nuestros hij@s.
¡Vivan las FPL-GPP y sus 36 Aniversario!
¡Compañeros caídos en la lucha! ¡Hasta la Victoria Siempre!
¡Revolución o Muerte! ¡El Pueblo Armado Vencerá!
¡Todos a Combatir hasta destruir el capitalismo y su proyecto neoliberal!
¡Ante el TLC y el ALCA! ¡La lucha organizada es la alternativa!
¡Organicémonos para la lucha! ¡Solo combatiendo triunfaremos!
¡Vivan las gestas luchas de nuestros pueblos latinoamericanos!
Anticolonialismo en Asia y Africa
El auge de las dictaduras y del totalitarismo probaban que la esencia misma de la civilización europea la idea de libertad estaba en crisis. Además, por primera vez en siglos, el orden mundial había sido trazado en gran medida por un dirigente no europeo, por el presidente norteamericano Wilson, principal artífice, como vimos, de la paz de París, de los tratados de Versalles.
Pero había más. En 1898, un país europeo, España, había sido derrotado en una guerra por un país americano, Estados Unidos. Poco después, el imponente Imperio británico era mantenido en jaque durante casi tres años (1892-1902) en África del Sur por una informal guerrilla de granjeros de origen holandés pero africanos desde varias generaciones. Y en 1905, otro imperio europeo, Rusia, había sido vencido en otra guerra ésta, de grandes proporciones por un país asiático, Japón, lo que, además, electrizó a numerosos países no occidentales y pareció desencadenar una amplia rebelión antioccidental en toda Asia.
Lo que sucedía era evidente. Europa, que había logrado el pleno dominio mundial en los últimos treinta años del siglo XIX; que, por ejemplo, en 1885, en la Conferencia de Berlín, se había repartido África, empezaba de hecho a dejar de mandar en el mundo. Significativamente, la guerra de los boers que desprestigió seriamente al Imperio británico produjo también la aparición del libro, Imperialismo (1902) de J. A. Hobson, que sobre una tesis errónea (que el imperialismo respondía a los intereses de los grandes grupos financieros europeos) más iba a contribuir a restar legitimidad política y moral al expansionismo colonial. De hecho, aquel “nuevo imperialismo” que había comenzado con la ocupación de Túnez por Francia en 1881 y de Egipto por Gran Bretaña en 1882, y que hizo que en apenas treinta años Europa ampliase sus imperios coloniales en casi 17 millones de kilómetros cuadrados y en unos 150 millones de habitantes, desencadenó una muy intensa reacción anti-colonial. Esta fue mucho más honda de lo que quiso admitir la autosatisfecha conciencia colonialista europea, que tuvo precisamente ahora sus manifestaciones más explícitas: fastos formidables (la coronación de la Reina Victoria como Emperatriz de la India en 1876), mitos y leyendas memorables (Livingstone, Gordon, la Legión Extranjera), literatura exótica y de aventuras (Kipling, Conrad, Las minas del Rey Salomón de Rider Haggard, Las 4 Plumas de Mason) y representaciones neorrománticas (el orientalismo, la fascinación de algunos escritores franceses con el Sáhara y el norte de África). Sin duda, en ciertos casos, como los de Lord Cromer en Egipto, Lugard en Nigeria, Milner en Sudáfrica, Paul Doumer en Indochina, Lyautey en Marruecos y Curzon en la India, la administración imperial fue por lo general positiva, y esencial para la modernización de los países citados. Pero la expansión colonial tropezó en general con fuertes resistencias (al margen de las tensiones que generó entre las propias potencias coloniales, como Fashoda o la crisis de Marruecos. El Imperio británico estuvo en guerra permanente. En Egipto, los ingleses, para imponer su dominio, tuvieron que aplastar (junio-septiembre de 1882) la revuelta nacionalista del coronel Arabi contra el jedive Tawfik y contra la penetración extranjera. En Sudán, sufrieron varios reveses ante las fuerzas del Mahdi, entre ellos la aniquilación de la guarnición de Jartúm y de su jefe el general Gordon (26 de enero de 1885); reconquistarlo les llevó casi dos años de duras luchas (1896-98). En África del Sur, antes de la guerra de 1898-1902, Gran Bretaña ya había tenido que hacer frente a un primer levantamiento de los boers en 1880-81 y que contener revueltas tribales de los zulúes en 1878-79 (y luego en 1906); en Rhodesia, de los matabele (1896) y en Costa de Oro (la futura Ghana), de los ashanti en 1873-74, 1896 y 1900. Italia había sido derrotada en Adua (Etiopía) y en Libia (1911-12) encontró fuertes resistencias. Los alemanes se vieron también sorprendidos por grandes insurrecciones tribales en Tanganika (1905-07) y en el África Sudoccidental (rebelión de las tribus herero y hotentote en 1904-06). La penetración francesa en Túnez provocó la rebelión de las tribus del sur, en las regiones de Kairuán y Sfax, que hubo de ser aplastada por fuerzas navales y de tierra (julio-noviembre de 1881). El control del alto y medio Níger y el avance desde la costa atlántica hacia el Sáhara tropezarían con numerosas dificultades: por ejemplo, la misión del oficial Paul Flatters para trazar un posible ferrocarril transahariano fue masacrada por los tuareg (febrero de 1881) quienes, pese a reconocer hacia 1905 la presencia francesa en sus regiones (extendidas por el sur del Sáhara, Mali, Alto Volta, Níger y Chad), no fueron del todo pacificados. En Indochina, la extensión del protectorado francés al reino de Annam (1883) provocó fuertes resistencias en las zonas montañosas del norte, graves tensiones con China, y choques con bandas armadas y guerrillas diversas, como “Bandera Negra”, que crearon una situación de violencia que se prolongó hasta 1913-14. Buena parte de estas primeras rebeliones antioccidentales y hubo bastantes más de las mencionadas no fueron sino explosiones de xenofobia y resistencia de inspiración las más de las veces tradicionalista y a menudo tribal y religiosa. En algún caso, como en el Sahara o en Indochina, fueron incluso puro bandidismo. En otros, se trató de sublevaciones no sólo antioccidentales: la rebelión del Mahdi en Sudán fue un movimiento religioso islámico a la vez antibritánico y antiegipcio. Aquellas rebeliones carecieron por lo general de contenido nacionalista (o, en todo caso, fueron sólo protonacionalistas). Pronto, sin embargo, el nacionalismo vendría a dar sentido y legitimidad a la reacción antioccidental de muchos pueblos asiáticos y africanos. Lo hizo desde perspectivas y significados diversos y a veces contradictorios. En Japón, Turquía y en parte también en China, el nacionalismo fue, como enseguida veremos, un movimiento modernizador, reformista y a veces democrático, pero sirvió también de fundamento a políticas y reacciones de carácter militarista y autoritario. En la India, Egipto, Túnez, Marruecos, Indochina y en el África Negra, fue además el motor de los procesos de descolonización y cristalizó muchas veces en movimientos reformistas y hasta revolucionarios, en la medida en que la lucha anticolonial aspiraba paralelamente a liquidar las instituciones, oligarquías y costumbres semifeudales y tradicionalistas que habían imperado en aquellos territorios antes de y bajo el dominio colonial. Pero, a menudo, el nacionalismo anticolonial llevaba también en su interior elementos negativos y antidemocráticos como ambiciones territoriales, concepciones etnicistas, religiosas y exclusivistas de la nacionalidad, liderazgos fuertes, culto a la violencia, irracionalismos populistas y milenaristas que lo condicionarían decisivamente. Es más, las contradicciones de los nacionalismos anticoloniales determinarían la historia de aquellos países antes y después de su independencia; determinaron, también en gran medida, el destino de los imperios europeos.