Descubriendo rostros distintos de Dios

Descubriendo rostros distintos de Dios

Se dice que hacer teología es hablar de Dios. Pero hablar de Dios es, en cierto sentido, hablar de uno mismo. Porque de Dios hablamos desde nuestra propia perspectiva particular. No importa los esfuerzos que hagamos en el intento de ser objetivos. Nuestra impronta nos delatará de alguna u otra manera, sea por el lugar donde nacimos, nos formamos, caminamos o nos dejamos influenciar. De Dios no podemos hablar de otra manera sino con nuestro propio lenguaje humano, y este “racializado” , “generizado” (de género) y “culturizado”.

Por eso, compartir mi itinerario teológico es como compartir la vida y por lo tanto, soltar las amarras de lo que no se ve en mi discurso de Dios, pero da razón del contenido.

Pobreza sin conciencia: mi infancia

Se puede vivir pobre sin saberlo y se puede vivir feliz. Esto ocurre cuando se es una niña o un niño, y cuando todos los del barrio son pobres. Yo fui pobre y feliz. Tuve la libertad de los niños que andan descalzos en la calle y sin horarios fijos para ir a dormir. No padecí el sufrimiento de aquellos niños que sin hambre son obligados a comerse toda su comida. Porque no había mucha. Es ahora que caigo en la cuenta de que nuestra comida casi siempre era la misma –tortillas y frijoles– y las galletas del desayuno, acompañadas de café negro, eran contadas. Aún escucho el sonido de cada galleta contada, que mi madre dejaba caer en el plato de cada uno de mis hermanos y hermanas, y a la vista de todos para evitar pleitos. En una casa pequeña de 3 cuartos: una sala, un dormitorio y una cocina, viví la infancia con mis padres, 7 hermanos, una tía y un primo que se vino a la ciudad. En total vivíamos 12 personas en ese reducido espacio.

Fue mucho después que caí en la cuenta de que la angustia de mi madre era frecuente frente a cada horario de comida que se acercaba, especialmente en los tiempos en que mis hermanos mayores no tenían la edad para trabajar y ayudar a mi padre, un hombre incapacitado de la vista, bastante ausente y eternamente desempleado. Y a pesar de eso no puedo negar que fui feliz cuando era niña: jugué mucho con mis hermanas cercanas a mi edad y con los amiguitos del barrio. Nada se me prohibió que yo recuerde: jugué con agua y tierra, todo lo que quise; con todo tipo de juegos sean de varones o de niñas, sin supervisión ni censura; toqué todos los animales a mi alcance, excepto los venenosos, según mi mamá, y fui a todas partes sin que se me negara el permiso. Las palabras de mi madre eran: tú sabrás lo que es mejor para ti. La única restricción y severidad de mi madre era el estudio. Cumpliendo con eso tenía todo el mundo a mis pies.

Mi mamá era de esas que se encargaba de tragarse todo la angustia y sufrimiento de la pobreza para que los hijos sean felices. Pero al cumplir los quince años, la edad para trabajar, era imposible mantener ese mundo feliz en una ciudad industrial al norte de México, como Monterrey, llena de contrastes entre ricos pobres. No me tocó experimentar la amargura de esa realidad porque a los 15 años me fui de la casa a la Ciudad de México a vivir con mi hermana mayor que se había casado con un pastor de ese lugar.

A pesar de que crecí con un margen mayor de libertad que los niños de clase media, había en mi casa y entre los amigos claros límites con respecto a lo bueno y lo malo, más que desobedecer, lo malo era, robar, traicionar, dañar, mentir, prostituirse o matar. Estos supuestos eran concebidos y asumidos por los niños, tal vez inconscientemente. Venían principalmente de la iglesia.

Si hoy día me dedico a la educación y producción teológica mucho tiene que ver la iglesia en la cual crecí. Una iglesia presbiteriana, pequeña, que se convirtió en el centro de la vida social de muchos de nosotros de la colonia Hidalgo. A pesar de ser ideológicamente conservadora, allí aprendí a ser persona con palabra, a ser líder, y sobre todo a estar muy cerca de Dios. La iglesia era como un segundo hogar en donde se aprendía mucho pero también se jugaba todo el tiempo. Ahora, como teóloga, me doy cuenta de tantas concepciones erróneas que escuché. Caigo en la cuenta, por ejemplo, de que ese Dios cercano era intimista e imparcial. Sin embargo, el haberme hecho sentir ser una persona con palabra y el haber aprendido a sentir la cercanía de Dios, son dos cosas por las cuales estaré siempre agradecida a la iglesia.

Esta inicial historia de vida marcará en cierto sentido mi futura teología. Ciertamente mi percepción del rostro de Dios irá cambiando en mi pensar teológico al paso de los años. Pero la experiencia de pobreza me ayudará a entender teológicamente con mayor facilidad el mundo de los pobres y discriminados, así como un nuevo rostro de Dios en el encuentro con ese mundo.

El Dios de la calle y de los pobres: mi formación

Muy joven, a los 18 años, ingresé a estudiar teología en el Seminario Bíblico Latinoamericano, ubicado en Costa Rica. No pude estudiar en México simplemente porque en la iglesia presbiteriana las mujeres no teníamos acceso a los estudios superiores de teología, sólo los varones.

Aquí mi mundo teológico dio un vuelco, no sólo porque las ciencias bíblicas me quitaron la venda de los ojos, sino porque me di cuenta que el Dios que conocía era muy chico. Descubrí diferentes rostros de Dios. Primero descubrí al Dios que se sale del templo a las calles. Como no había iglesia presbiteriana asistí a la metodista y asumí la frase de Wesley: “el mundo es mi parroquia”, pero con una significación muy propia: la del secularismo. Bultman y Barth y otros teólogos europeos se debatían entre algunos profesores pero yo en ese entonces no los entendía mucho. Más me gustaban las “Oraciones para rezar por la calle” de Michel Quoist,(¿?) “Oraciones a Quemarropa” de Luis Espinal y El cristiano como rebelde de Harvy Cox. Vivir la fe fuera de las paredes del templo me parecía altamente revolucionario y bonito allá por el 69, al inicio de mis estudios. Siempre me gustó la literatura, así que más tarde, mientras hacía la licenciatura en Teología, estudiaba asimismo literatura y lingüística en la Universidad Nacional.

Lo mejor que me ha pasado en “mi vida teológica” es haber descubierto al Dios de los pobres. Es decir, el rostro del Dios misericordioso que se indigna frente a la injusticia y opresión y opta por los excluidos de la sociedad. A la Teología de la Liberación le debo esta descubierta. Durante la segunda mitad de los 70 y la primera de los 80 nuestro contexto latinoamericano exigía nuevos rostros de Dios que respondieran a una realidad de lucha generalizada en muchos de los países. Las ciencias sociales, especialmente la sociología y más tarde la economía política, habían puesto al descubierto la realidad de dependencia y explotación del continente. Se necesitaba de una transformación radical. A los ojos de los teólogos, el desfase entre los discursos teológicos que manejábamos, productos del norte, y nuestra realidad era evidente. Los documentos de Medellín que tanto citan los católicos cuando se habla del inicio de la TL, no son el punto de partida de un nuevo quehacer teológico latinoamericano. Son simplemente la sistematización de lo que se estaba gestando, exigencia de una realidad que pide ser pensada teológicamente de manera pertinente. Porque no son las ideas (de un documento) los motores de un pensar nuevo, sino las vivencias. La tesis doctoral de Rubén Alves, publicada bajo el título Religión, opio o instrumento de liberación, teólogo presbiteriano, circulaba a principios de los 70 entre nosotros los estudiantes como el libro más novedoso. Poco después llegaron a nuestras manos el libro de Gustavo Gutiérrez, Teología de la liberación y el de Hugo Assmann. Pueblo oprimido, señor de la historia. Aquellos momentos eran difíciles por la represión de las dictaduras en el sur y en Centroamérica.

En 1976 se formó en Costa Rica el DEI, Departamento Ecuménico de Investigaciones, yo ingresé, siendo aún estudiante, muy joven y sin mucho recorrido, a formar parte del equipo de investigadores. Se trataba de un grupo de intelectuales cristianos de distintas disciplinas que discutían temas desde la economía y la teología. Esa fue otra escuela para mí. Las armas ideológicas de la muerte, de Franz Hinkelammert , fue la primera obra que publicó el DEI y que se discutió en equipo. Y tengo que decir que esta es una de esas obras que han marcado mi pensamiento hasta hoy día.

Durante la efervescencia revolucionaria en Centroamérica a finales de los setenta y principios de los ochenta se me develó con fuerza el rostro del Dios liberador y el del Jesús histórico de Nazaret que por su práctica por la justicia fue condenado a muerte por la ley romana. Además se hizo sentir, a través de las comunidades cristianas de base en toda América Latina, una nueva manera de ser iglesia. Del 78 al 86 viví intensamente la historia marcada por la revolución, juntamente con mi esposo José Duque, con quien me había casado en el 75. A veces pienso que no hacíamos historia, sino que la historia nos hacía. A pesar de vivir en Costa Rica, creo que cada paso que dábamos, o pensamiento que creábamos, respondía a las exigencias de una historia en tiempos de guerra. Porque Centroamérica era como un solo país. Muchos experimentamos la muerte, tortura o desaparecimiento de amigos o parientes. Varios talleristas del DEI, amigos nuestros, fueron desaparecidos al regresar a sus países. Hoy día, la sala de los profesores de la Universidad Bíblica Latinoamericana lleva el nombre de Noel Vargas, un estudiante nicaragüense, pentecostal asesinado en Nicaragua durante el tiempo de la guerra de baja intensidad apoyada por USA. Yo todo lo llevaba a la teología: los pobres, los ricos, la lucha, la sangre, el amor, la solidaridad, la violencia, en fin la vida, la mujer. Mucho me gusta hasta la fecha hacer meditaciones bíblicas. Así que leía la Biblia selectivamente y casi en toda la Biblia encontraba al Dios liberador de los pobres. Ahora caigo en la cuenta de que cerraba los ojos frente a los textos bíblicos opresores y patriarcales. Reflexionar sobre la vida era el tema fundamental. Entre más sangre derramada había en Guatemala, el Salvador y Nicaragua más teologizábamos sobre la vida. Mi segunda obra fue un librito de lecturas bíblicas para las comunidades, llamado La hora de la vida, escrito en 1978.[1] El tema de la vida aparece siempre en mis escritos, sin proponérmelo. Incluso hoy sigo escribiendo sobre la vida, pero desde otro contexto.

A principios de los 80 se inició una represión algo clandestina en Costa Rica, el país de más tradición democrática en Centroamérica. La palabra Cuba y Nicaragua eran malditas, así como la palabra teología de la liberación. . Allanaron al DEI; el Seminario Bíblico Latinoamericano era vigilado frecuentemente por la Seguridad y migración llegó con frecuencia a solicitar los papeles de los estudiantes extranjeros, que son la mayoría. Yo estaba en la lista, de manera que no hubo un solo día del 80 al 86 cuando llegaba a Costa Rica de algún viaje, que no se me detuviera en el aeropuerto para interrogarme en una salita exclusiva de Seguridad. Dentro de las iglesias evangélicas había en ese tiempo una gran tensión ideológica. Ya enseñaba en el Seminario Bíblico, una institución ecuménica, que hoy es la Universidad Bíblica Latinoamericana y que fue tachada de entrenar guerrilleros, lo cual era una acusación muy grave. Pero en ese entonces no se podía estar en medio, o se estaba con la revolución o no se estaba. Los tiempos eran difíciles para la iglesia oficial, católica o protestante. Las iglesias tenían que dar la cara por sus muertos creyentes y militantes que aparecían tirados en las calles o barrancos en los países de dictadura, y eso generaba grandes tensiones y discusiones dentro de ellas. Temas eternos de discusión eran Fe y política, violencia, Reino de Dios e historia humana, oración y acción, Fe y obras, los ricos también son buenos, etc. Nuestra teología era atrevida, para muchos se salía de la ortodoxia. Así que la lucha se tenía en dos frentes frente a la situación de represión y frente a los dirigentes conservadores de la iglesia. No podemos decir que todos, porque parte de la jerarquía entendió que la teología que surge de situaciones límites pude traspasar las fronteras de la ortodoxia si es necesario. La muerte de Monseñor Romero en el 80 fue de gran inspiración para todos, protestantes y católicos.

Para mí la teología no era ni es debatir ideas interesantes, independientemente de la realidad. Es expresar experiencias de vida en situaciones particulares que reflejan ausencia o presencia de Dios. La teología se vive. Recuerdo aún las liturgias de esos tiempos y su densidad teológica. Realmente era como si la sangre de los mártires actualizara la muerte de Jesús. Por eso, si bien experimentamos el rostro liberador del Dios de los pobres, igualmente sentimos el rostro del Dios que sufre, del Dios crucificado.

Mujer y teóloga

Las mujeres envueltas en la teología de la liberación a finales de los 70 y principios de los 80 poco hablamos de una teología feminista. Vivíamos en un contexto demasiado politizado y nuestra visión de mundo era muy ideologizada. Feminismo significaba infiltración del imperio norteamericano y veíamos a los movimientos feministas Latinoamericanos como imitaciones del primer mundo que dividían la lucha. Por otro lado, los movimientos feministas de América Latina se distanciaban de los cristianos por considerar a la religión cómplice en el sometimiento de la mujer. Ambos sectores estábamos equivocados, y ambos perdimos los valiosos aportes respectivos. Grupos de mujeres de iglesia, miembros de los diversos movimientos feministas, hicieron el puente de la comunicación. Por otro lado, la revolución sandinista, con cristianos y cristianas involucrados, logró en parte cambiar la visión sobre la religión a muchas mujeres del movimiento del feminista. Y varias teólogas, especialmente de Estados Unidos, nos sorprendieron positivamente con sus aportes teológicos y exegéticos.

Nuestro primer encuentro como mujeres teólogas fue en México a finales del 79. En esos momentos comenzamos a vernos como sujetos femeninos de producción teológica. Y este paso fue cambiándonos poco a poco. Recuerdo que no teníamos herramientas de análisis y nos costaba mucho pensar como mujer. Sin embargo descubrimos una clave para hacer teología desde la mujer dentro de la Teología de la Liberación: La mujer es doblemente oprimida, pues a su condición de pobre se le añade su condición de mujer discriminada. En el 80 yo escribí un artículo que circuló por muchas partes y fue traducido a varios idiomas: “La mujer que complicó la historia de la salvación”. La relectura se trataba de Agar, la mujer que sufrió una triple opresión por parte de Sara y Abraham, por su clase, raza y sexo. Insistíamos que no podíamos hablar de la mujer en términos abstractos, pues había lucha de clases y discriminaciones entre mujeres. Para este entonces nuestro lenguaje no era nada inclusivo.

Más tarde las mujeres teólogas fuimos profundizando lo que significaba hacer teología con ojos de mujer. En 1985 nos reunimos en Argentina y la producción de ese encuentro permite ver dónde estábamos. El libro que edité se llamó El rostro femenino de Dios. En el se recogen ponencias como “Hacer teología desde la óptica de la mujer”, “Yo siento a Dios de otro modo”, “Cristología desde la mujer”, etc. Todas las ponencias apuntaban hacia la necesidad de contar con un discurso teológico diferente cuando se hace teología con ojos de mujer. Se rechazaba el discurso analítico y racional como el único discurso válido en el quehacer teológico. Se hablaba de la importancia de la ternura dentro de la lucha revolucionaria. No era suficiente la praxis de la justicia, se necesitaba también la praxis del cariño entre hombres y mujeres para “sanar juntos las venas abiertas de América Latina”.

En el 85 defendí mi tesis de Licenciatura en Literatura y Lingüística en la Universidad Nacional. Ya había decidido dedicarme sólo a la teología, pero quería cerrar el episodio de los estudios de literatura que había iniciado en 78 y concluido en el 83. Para la tesis trabajé el texto del “Cantar de los Cantares” desde una perspectiva secular, como poemas universales de amor humano. Analicé el erotismo del signo lingüístico, intentando descubrir el punto del placer que causa la lectura al lector. A pesar de que me causó mucho placer escribir esta tesis, y es de los pocos de mis escritos que leí después, pues odio leer mis propias cosas, nunca fue publicado. Creo que el manuscrito fue como un escrito clandestino en medio de la lucha revolucionaria. El placer era una dimensión difícil de sacar a la luz, frente a la militancia política. Yo constaté, sin embargo, que esa experiencia placentera no era sólo mía, de alguna manera la teníamos todos y todas en lo cotidiano, al margen de las publicaciones. Aunque el trabajo sobre El Cantar nunca fue publicado, he encontrado bastantes copias clandestinas que corrían entre teólogos y biblistas.

En este tiempo (1985) también publiqué el libro de entrevistas sobre la mujer a teólogos de la liberación. Entrevisté a todos los teólogos más conocidos de América Latina; aprovechaba nuestros encuentros de teología y en cualquier país del mundo o en cualquier rincón los entrevistaba. Aquellos que habían sido mis maestros los sentía como amigos. Hoy son además mis colegas. De manera que para mí era importante que se esforzaran por pensar en la situación de las mujeres e incluyeran su perspectiva en su producción teológica. Una teóloga amiga decía que los teólogos eran de buena voluntad pero que necesitaban voluntad, es decir voluntad política para abrir los espacios eclesiales y académicos a las mujeres.

Por el distanciamiento con el feminismo y una visión demasiado reducida a la lucha de clases hacíamos teología feminista sin herramientas científicas que ayudaran a entender mejor la opresión de las mujeres. Revaloramos mucho la capacidad de las mujeres de dar vida, pues el tema fundamental era la vida. Buscamos el lado femenino de Dios en las imágenes bíblicas. Más tarde caímos en la cuenta de que estábamos reforzando valores que la sociedad había asignado a las mujeres, como el sacrificio, la maternidad y la ternura.

Hacia finales de los 80, ya varias mujeres estábamos escribiendo nuestras tesis doctorales en diversas universidades del mundo. Mi familia esposo y dos hijos, y yo nos fuimos a Lausanne, Suiza. José y yo decidimos hacer nuestro doctorado en la Facultad de Teología de la Universidad de Lausanne. A nuestro regreso, en el 90, la situación era totalmente diferente. El mundo había cambiado. El movimiento popular estaba muy debilitado y se implantaba por doquier el modelo económico neoliberal de mercado libre.

También dimos un vuelco las mujeres en nuestro pensamiento. Ya varias teólogas se habían introducido en el estudio serio de teorías feministas. Las teorías de género nos ayudaron a ver el mundo diferentemente y a autocriticarnos. Ivone Gebara decía que lo que habíamos hecho era teología feminista patriarcal. Y tenía razón. No salimos del mismo marco teológico de la ortodoxia cristiana y este definitivamente es patriarcal. La trinidad, la cristología, la eclesiología son construcciones occidentales patriarcales. Teníamos muchas preguntas y las teorías de género hasta la fecha son aquellas que nos desafían a deconstruir y reconstruir el pensamiento teológico o la hermenéutica bíblica. Temas sobre el cuerpo, el derecho al placer, la cotidianidad, entraron con más fuerza. El desafío para la teología feminista latinoamericana en esta década es grande: deconstuir y reconstruir la teología de una manera holística y a la vez incorporar el desafío de los excluidos que sobreabundan por las políticas económicas del mercado libre.

El Dios de la gracia y su ausencia. El hoy

Siempre me gustó el estudio de la Biblia, más la hermenéutica. Me gusta descubrir sentidos nuevos al texto, que digan su palabra a la realidad inmediata que la reclama. La mayoría de mis producciones, libros y artículos van en esa línea. En mis estudios de licenciatura del Seminario Bíblico Latinoamericano trabajé más el Antiguo Testamento, y en mis estudios doctorales en Suiza, el Nuevo.

Yo quería en mi tesis doctoral hacer una contribución a la Teología de la Liberación, como teóloga protestante. Los conservadores atacaban a la Teología Latinoamericana de pelagiana. La justificación por la fe era un tema clásico que quería releerlo desde la perspectiva de los excluidos. Ahora me alegro haberlo hecho, pero el primer año casi me arrepiento porque todas las lecturas que hacía sobre el tema, incluyendo los diálogos entre los luteranos y el Vaticano, las encontraba tremendamente aburridas y sin mucho aporte para el contexto en el cual me movía. Recibíamos los informes de la comisión de derechos humanos en Centroamérica, y leíamos las noticias sobre el número de muertos mensuales en Colombia y yo me percataba que la justificación por la fe no tenía nada que decir a esa realidad que era nuestra realidad. Hasta podía ser contraproducente porque se enfatizaba el perdón gratuito al impío. Decidí entonces trabajar la carta de Pablo a los Romanos. Yo había trabajado la Carta de Santiago, incluso había publicado un pequeño libro sobre la epístola (Santiago, una lectura latinoamericana de la epístola, 1985). Sin embargo, después de meterme a fondo con la Carta a los Romanos, esta me fascinó. Pablo dejó de ser el tradicional misógino para mí y se convirtió en aquel teólogo-misionero que, tal vez sin proponérselo, por su crítica a la ley y el concepto de pecado y gracia, daba en el centro del problema de la opresión y muerte, propio de todos los sistemas e instituciones. Descubrí la fuerza liberadora de Pablo al trabajar el primer siglo y ubicar su epístola en los tiempos del Imperio Romano. Esta una de las claves que me llevó a poder releer la carta a la luz de las leyes del mercado hoy que generan la exclusión de miles de personas. Para mí la justificación por la fe finalmente entraba en las fronteras de la historia humana, y dejaba de lado toda una discusión de siglos sobre la dicotomía fe y obras o sobre la iniciativa primera de Dios y el pesimismo antropológico paulino o sobre el lado forense o creacional de la justificación. Mi tesis doctoral fue publicada en Español en el 90 bajo el título Contra toda condena. Tengo que decir que la reflexión sobre el perdón quedó trunca, porque justo cuando escribía sobre él, el ejército asesinó a los Jesuitas de El Salvador. Me fue realmente difícil escribir sobre el perdón en esos momentos. Creo que este trabajo ha sido un buen aporte para los estudios paulinos. Muchos artículos he escrito que van en la línea de la gracia y la libertad en la sociedad meritocrática y mercantil de hoy.

A esta década de los 90, que a veces nos parece un tiempo sin horizontes claros, sin Dios, por la realidad de pobreza extrema, de insensibilidad y de escasez de utopía, la he encontrado, sin embargo, desafiante y rica. Trabajamos diferente ya no somos el bloque de teólogas y teólogos que pensábamos en bloque respondiendo a la represión de la sociedad o de la iglesia. Y no es porque no la haya. Creo que la unidimensionalidad de la globalización y el debilitamiento del movimiento popular nos abrió muchos frentes. Todos ellos válidos. Podríamos decir que tal vez gracias al debilitamiento popular hegemónico la voz de los indígenas se oye con más fuerza, así como la de las mujeres y los negros de América Latina. Cosas muy buenas están pasando con la irrupción de estos sujetos específicos. Sus aportes teológicos novedosos y desafiantes nos llevan a ampliar la perspectiva teológica de la liberación. El tema de la ecología toma finalmente importancia entre varios teólogos y teólogas. El ecofeminismo va aportando también en esa línea. Ahora se valora mucho lo cotidiano, como categoría hermenéutica y para muchos, incluyéndome a mí, el desafío del cambio estructural sigue estando allí. Creo que hay conceptos a los cuales no debemos renunciar pero sí reestructurar o repensar, como por ejemplo la categoría de sujeto. El equipo del DEI está retrabajando el concepto. Ya no es aquel concepto marxista, en el cual el sujeto es el proletariado protagonista de la historia, sino un sujeto viviente aplastado pero rebelde frente a la ley. Un sujeto viviente concreto que se manifiesta a través de su lugar social genero y raza. Para las mujeres, los indígenas y los negros la categoría de sujeto es importante, pues ahora que tienen voz y quieren ser sujetos, no es justo, dicen, que se les niegue el derecho de hacer su historia.

A finales de los ochenta se había encendido la mecha de la lectura popular de la Biblia. Hoy es una de las actividades más sólidas de biblistas de la liberación. Se redescubrió masivamente la Biblia con nuevas claves hermenéuticas. Yo me incluyo en este sector. Formamos RIBLA (Revista Bíblica Latinoamericana); se establecieron los talleres intensivos (CIB), y la red de biblia. La revista presenta relecturas bíblicas en donde las ciencias bíblicas se alían con la pertinencia pastoral del texto para la situación latinoamericana. Los talleres son cursos intensivos de biblia por seis meses, en algún país de América Latina, con participantes de todo el continente y con insumos de los diferentes biblistas de la liberación.

Mi última publicación en biblia es una relectura del Eclesiastés. Cuando los horizontes se cierran. En ella intento descubrir en el sabio Qohélet palabras de sabiduría que nos ayuden a sobrevivir en tiempos de sequía mesiánica. Porque a nivel global, estamos viviendo acá en América Latina una sequía mesiánica a la par de tantas catástrofes por la guerra o por la naturaleza. Mi preocupación hoy es cómo afirmar la vida concreta y sensual en tiempos de desesperanza, y cómo hacer un llamado a la solidaridad en una sociedad de mercado en la cual la eficacia, la competencia y la exigencia de modernización tecnológica, se colocan como rivales de la solidaridad y la misericordia frente al sufrimiento que causa la exclusión y la violencia de todo tipo.

Creo que es posible soñar a pesar de la “moderna cultura de desesperanza”, es un derecho al cual no podemos renunciar frente a la frase dominante de muchos intelectuales, cuando insisten, “no hay alternativas”, “hay que ser realistas”. Creo también en la solidaridad y en la lucha por la vida, al nivel local e internacional, a pesar de que para muchos suena algo anacrónico. Sueños y solidaridad por una sociedad donde quepan todos y todas son dos dimensiones humanas que no quisiera perder a principios de este tercer milenio.

[Fuente: Elsa Tamez. “Descubriendo rostros distintos de Dios.” En Juan José Tamayo y Juan Bosh, editores. Panorama de la teología latinoamericana. Cuando vida y pensamiento son inseparables. Estella (Navarra): Verbo divino, 2001, págs. 647-659.]

Nota

[1] Mi primera obra publicada había sido un diccionario conciso Griego-Español, solicitado por las Sociedades Bíblicas Unidas; lo escribí en el 1974 a mis 23 años.

Sara de Ur

6. SARA DE UR
Y precisamente para esto hay que recordar a una última mujer, Sara de Ur, la mujer de Abraham, que en un viejo relato de la Biblia aparece como el primer ser humano que se rió. Y se rió nada menos que de las mismísimas palabras de los mismísimos ángeles, y el nombre de su hijo (Isaac en hebreo tiene relación con el verbo reír), recuerda para siempre el buen humor de su madre (Gen 21,6).

Las mujeres, y más dentro de la Iglesia, corren el peligro de dramatizar las situaciones que viven y de sentirse como «desterradas hijas de Eva». Y con eso no consiguen más que lamentaciones estériles que no conducen a ninguna parte. Tienen también el peligro de radicalizar sus posturas y convertirse en feministas avinagradas que alardean de poder pasarse del hombre, o en profesionales tensionadas que entran con agresividad en el terreno de la competitividad y de la concurrencia para conseguir el poder. O en mujeres culpabilizadas por no tener un trabajo remunerado, o por el amor materno, o por tener demasiada sensibilidad. La risa de Sara les recuerda algo muy importante que es el sentido del humor, un humor que no está reñido con la clarividencia para analizar situaciones insostenibles, ni con la lucha por conseguir un cambio.

El humor de las hijas de “Sara la risueña” es, como Isaac, hijo de la paciente espera de quien sabe ir más allá de toda decepción y de la sonrisa que es capaz de no quedarse en la simple ironía. Es él quien permite tener una mirada positiva para descubrir todo lo que existe de calidad de humanidad en las vidas de tantas mujeres: desde las amas de casa que arrastran el carrito de la compra y que llevan sobre sus espaldas el peso de la familia y de la educación de los hijos, hasta las que, desde el campo de la teología intentan crear un lenguaje nuevo que recuerde a todos que “Dios no tiene sólo hijos varones…”.

O las mujeres que llevan trabajando desde los 9 o los 11 años y no han podido ir nunca a la escuela y que ahora, a sus 40 o más años, empiezan un nuevo aprendizaje, acuden a centros de cultura, descubren lo que es tener amigas, comunicarse, ser creativas y cuántas cosas pueden hacer con unas manos que hasta ese momento parecía que sólo estaban hechas para quitar suciedad y con una palabra que hasta ahora no escuchaba nadie. Desde las que deciden comprometerse en las esferas de lo público o las que dejan atrás el modelo de «mujer bonsai» y se atreven a querer ser «árbol de mostaza» y a tener fe en sí mismas, hasta los hombres de buena voluntad, que también los hay, y que intentan crear un nuevo tipo de relación con la mujer rompiendo viejos odres, viejas costumbres, viejos lenguajes.

Qué alegría da encontrar hombres que se han decidido a cultivar esas cualidades que por «venerable tradición» eran sólo femeninas, y se han puesto imaginativamente a la tarea de demostrar que la «especialización emocional» también está a su alcance…

Y esa mirada positiva y esperanzada, más allá de todas las decepciones e impaciencias, es posible mantenerla cuando se tiene la convicción de que el Evangelio tiene razón, y de que existe en él una levadura capaz de levantar esta masa tan mal amasada de las relaciones dominadoras de unos países, unas razas o un sexo sobre el otro. Y es eso lo que nos permite seguir luchando contra todo lo que mantiene encorvada a la mujer, a cualquier mujer, sin olvidar que el secreto de toda vida humana es guardar el corazón abierto y vulnerable. Es lo que nos permite seguir buscando incansablemente que nuestra Iglesia cambie su actitud hacia la mujer, pero apostando a la vez por pertenecer a esta Iglesia de hombres y mujeres que tenemos que mantener viva la memoria de Alguien que supo permanecer en el amor hasta el final. Y seguir confiando en que esa memoria sigue arrastrándonos, más allá de nosotros mismos, a vivir una libertad insólita.

Los hijos de Eva, Sara y Marìa

Los hijos de Eva, Sara y María

Los publicistas de Argentina deben creer de que las mujeres sufrimos algún tipo de mutación genética que nos hace parir sólo hijos varones porque del 95 al 99% de los avisos que diseñan y producen para productos destinados a amas de casa muestran a una madre alimentando, cuidando, limpiando, curando, protegiendo y jugando con y para un único hijo varón.

Los publicistas y las empresas que encargan estas campañas se justifican con los sondeos, el target y el marketing; una serie de absurdos a través de los cuales las empresas sostienen un estereotipo femenino en torno al ama de casa y a la esposa tradicional que pervive en sus mentes androcéntricas.

De esta manera los creativos (así se autodenominan) reproducen ese estereotipo en los discursos publicitarios cuyo destinatario final es el público femenino. Y también el masculino, al verse los varones en esos avisos como centro de la vida de las mujeres.

La cuestión no sólo reproduce y sostiene un estereotipo femenino conocido sino que también, y más peligrosamente, invisibiliza a las hijas, a las niñas y adolescentes, que casi nunca aparecen como centro de la atención femenina materna. O cuando aparecen es para dirigir sus atenciones al padre, el otro hijo varón de la mujer patriarcal en la mentalidad androcéntrica de la publicidad, jugando con él, cocinándole, cuidándolo y dándole el producto en cuestión.

No me sorprende que tantas mujeres y jóvenes tengan problemas de anorexia y bulimia si desde que son pequeñas ven cientos de avisos que se repiten y reiteran diciéndoles que la nutrición física, intelectual y espiritual es para los varones y no para ellas. A esto se suma los ya conocidos avisos de la moda y de otros productos en los que se impone el dogma de la delgadez suicida.

En “El mito de la belleza” Naomi Wolf ha señalado con acierto cómo la publicidad dirigida a las mujeres, especialmente la de la moda y cosmética, basa su discurso publicitario en la baja autoestima y en boicotearla cuando está sana creando problemas inexistentes cada vez que surge una nueva generación que reafirma sus derechos y libertad, dirigiendo los avisos a las nuevas generaciones apenas asoman al mundo adulto creándoles dudas y conflictos sobre sus cuerpos y belleza que de hecho las niñas y jóvenes no tienen, ni exiten como tales.

El problema se extiende a otros ámbitos donde los varones de todas las edades ocupan el primer plano en los medios de comunicación ya sea como futbolistas, roqueros, intelectuales, humoristas, galanes y artistas. Muchas veces en los medios, especialmente en la televisión, la ausencia de figuras femeninas significativas y constantes que muestren distintos modos de ser mujer es catastrófica, y el protagonismo masculino en los medios, aún cuando no sea desde un costado machista, es por momentos, abrumador.

Los avisos, aunque son mensajes con objetivos comerciales, no son inocentes y siempre se apoyan en algún tipo de visión sobre las relaciones y los géneros. Transmiten una ideología con arquetipos o seudo arquetipos que sirven de modelo “ejemplar” y su reiteración en todos los horarios y todos los días se asemeja al adoctrinamiento compulsivo y rozan el lavado de cerebro debido a las técnicas de persuación y repetición que utilizan.

Hace tiempo que en la televisión argentina no se ve un aviso donde el grupo familiar esté formado por varias hijas e hijos. Tampoco aparecen tías, abuelas o hermanas mayores, mientras que abuelos y hermanos mayores tienen cada tanto una presencia significativa en los avisos. Las familias y parejas que no son heterosexuales prácticamente no existen en la mente de los publicistas, efectuando así una discriminación indirecta.

Detrás de toda esta propaganda misógina, sexista y discriminatoria hacia las mujeres de todas las edades están las visiones filosóficas y religiosas que perduran, casi sin cambios, en la mentalidad masculina patriarcal de los varones y también de muchas mujeres como modelo basal de la conciencia individual y colectiva. Volviendo a los avisos de amas de casa con hijos varones vemos que reproducen el estereotipo que presenta a Eva, Sara y María como las tres madres más importantes de la Biblia y las tres sólo tienen hijos varones. Estas tres madres funcionan dentro de un sistema religioso centrado en un dios masculino que no se relaciona con ninguna diosa ni con ningún poder divino femenino independiente. Tampoco con otras deidades masculinas diferentes a él. Este Dios reina solo en la dimensión sagrada que sirve de modelo “ejemplar” a la sociedad y la cultura, produciendo una mentalidad, patriarcal, que ha modelado las conciencias personales y colectivas de ambos sexos. Las madres estereotipadas de los publicistas son una reproducción fiel de aquellas tres madres sin diosa y al servicio de ese solitario dios.

A la manera de Eva, Sara y María, las mujeres influenciadas por la publicidad solemos experimentar nuestra identidad como “hijas del patriarcado”, expresión de la psicóloga neojunguiana Marion Woodman, por la cual, dentro del modelo patriarcal nos definimos en relación a los varones como hijas, madres, esposas, amantes, secretarias, compañeras fieles, objeto sexual, etc. Así nos adoctrinan los mensajes publicitarios día a día, a nosotras, a nuestras madres, hermanas, hijas y amigas.

Por esto replantear modelos arquetípicos y variedad de figuras simbólicas para cada género y en las relaciones entre los sexos se está convirtiendo en una tarea más que urgente de autoprotección y protección de las nuevas generaciones de niñas y niños que crecen “catequizados” por esas imágenes estereotipadas de los medios de comunicación. A la manera de las ancestrales comunidades matrísticas prepatriarcales necesitamos una variedad y dinámica de arquetipos femeninos y masculinos que expresen todas las cualidades y diversidades de ambos géneros, no sólo para las mujeres y varones adultos también para las jóvenes generaciones.

La transmisión de una arquetípica más amplia y variada como modelo para ser y actuar en las relaciones y en la cultura era transmitida en las sociedades ancestrales durante ritos de iniciación cuando las muchachas y los muchachos ingresaban en el mundo adulto, proveyéndoles de un mapa de género básico con el cual guiarse y donde no había un solo dios masculino sino numerosas diosas y dioses que expresaban las múltiples posibilidades de ambos géneros.

Hoy día rara vez realizamos para nosotras mismas y para las y los jóvenes estos ritos de iniciación y tanto ellos como nosotras deambulamos perdiendo mucho tiempo hasta encontrar nuestra identidad, derechos y esencia más íntima. Erróneamente creemos que una total libertad les proveerá a las y los jóvenes de todo lo que necesitan para desarrollarse, pero lo cierto es que la publicidad y los medios los adoctrinan como alguna vez nos adoctrinaron a nosotras y a los varones de nuestra generación.

Por distintos caminos las mujeres nos estamos acercando a las culturas prepatriarcales de la Diosa para descubrir que el modelo de Eva, Sara y María no es el modelo femenino originario ni el más antiguo. También comenzamos a prestar atención a la conformación de los arquetipos y los estereotipos utilizando símbolos, mitos y tradiciones de las Diosas y de las mujeres que se identificaron con ellas.

Todo esto nos lleva necesariamente, por un lado, a hacernos productoras de nuestros propios arquetipos femeninos, porque necesitamos algún modelo simbólico que guíe nuestra conciencia con la flexibilidad de integrar y desarrollar diferentes aspectos de la identidad femenina, en lugar de consumir los estereotipos de los medios masivos. Por otro lado, allí donde no hay un reemplazo consciente y sistemático de un estereotipo patriarcal por otra simbología más o menos integral, el estereotipo vuelve, se instala en la conciencia y sigue guiando las actitudes y pensamiento de las mujeres.

Un tercer paso sería presionar suficientemente a los varones para que aborden de manera directa y sin atajos la masculinidad patriarcal ya que son ellos los principales reproductores de la misma y aún viven inspirados por una arquetípica patriarcal como es la del dios masculino único, infantilmente atendido por la mujer que nunca fue diosa y que todavía cree que puede gobernar el cielo y la tierra, la vida y la muerte según sus caprichos de hijo único.

Analía Bernardo, escritora y periodista

investiga en mitos y tradiciones de las Diosas

coordina el taller “La Triple Diosa en cada mujer”

analiabernardo@yahoo.com

Los mitos fundacionales del estado de Israel

Los mitos fundacionales del Estado de Israel (Introducción)

Roger Garaudy (*)

«Allí donde la libertad eche raíces, estará mi tierra.»
Benjamin Franklin
Este libro es la historia de una herejía. Esta consiste, en base a una lectura literal y selectiva de la palabra revelada, en hacer de la religión el instrumento sacralizado de una determinada política. Es una enfermedad mortal de este fin de siglo que ya he definido como Integrismos. He intentado combatirlos en los libros citados antes de esta introducción. En ellos dije cosas que no gustaron como: «El islamismo es una enfermedad del Islam» (Grandeur et décadences de l’lslam) o «El Cristo de Pablo no es Jesús» (Vers une guerre de religion).

Los combato hoy entre los judíos con este libro, con el riesgo de atraerme las iras de los israelí-sionistas a quienes tampoco les agradó que el Rabino Hirsh les recordara que «El sionismo quiere definir al pueblo judío como una entidad nacional Esto es una herejía».

¿Qué es el sionismo que denuncio en mi libro (y no a la fe judía)?

Se define frecuentemente por sí mismo:

1· Es una doctrina política (Desde 1896, sionismo se refiere al movimiento político fundado por Théodore Herzl).

2· Es una doctrina nacionalista que no ha nacido del judaísmo sino del nacionalismo europeo del siglo XIX. El fundador del sionismo político, Herzl, no apelaba a la religión: «No obedezco a un impulso religioso, Soy un agnóstico».

Lo que le interesa, no es particularmente la tierra santa; acepta de buen grado, para sus objetivos nacionalistas, Uganda o Libia, Chipre o Argentina, Mozambique o el Congo. Pero ante la oposición de sus amigos de fe judía, toma conciencia de la importancia de la «poderosa leyenda» como él dice que «constituye una llamada de reunión de una irresistible fuerza».

Es un eslógan movilizador que este eminente político realista no podía ignorar. De esta manera proclama, transformando la poderosa leyenda del retorno en realidad histórica: «Palestina es nuestra inolvidable patria histórica; este solo nombre sería un grito de reunión poderoso para nuestro pueblo. La cuestión judía no es para mí ni una cuestión social, ni una cuestión religiosa , es una cuestión nacional».

3· Es una doctrina colonial. A este respecto el lúcido Théodore Herzl no oculta sus objetivos: como primera etapa, realizar una Compañía a la carta, bajo la protección de Inglaterra o de cualquier otra potencia, a la espera de hacer el Estado judío.

Por ello se dirige a quien se había revelado como el maestro en este tipo de operaciones: el traficante colonial Cecil Rhodes, que, de su Compañía a la carta, supo hacer una Africa del Sur, dando a una de las tierras integrantes su propio nombre: Rhodesia. Herzl le escribió, el 11 de enero de 1902: «Le ruego que me envíe un texto en el que diga que ha examinado mi plan y que lo aprueba. Si se pregunta por qué me dirijo a Vd., Sr. Rhodes, le diré que es porque mi programa es un plan colonial». Doctrina política, nacionalista y colonial, tales son las tres características que definen al sionismo político tal y como triunfó en el Congreso de Basilea, en agosto de 1897. Théodore Herzl, su genial fundador, pudo decir, con justa razón al término de este Congreso: «He fundado el Estado judío».

Medio siglo más tarde es en efecto esta política la que aplicarán escrupulosamente sus discípulos al crear, según sus métodos y siguiendo su línea política, el Estado de Israel (inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial). Pero esta empresa política, nacionalista y colonial, no tenía nada de la proyección de la fe y la espiritualidad judías. Al tiempo del Congreso de Basilea que no pudo celebrarse en Munich (como lo había previsto Herzl) por la oposición de la comunidad judía alemana, se celebraba en América la Conferencia de Montreal (1897) donde, a propuesta del Rabino Isaac Meyer Wise, la personalidad judía más representativa de la América de entonces, se votó una moción que se oponía radicalmente a dos lecturas de la Biblia, la lectura política y tribal del sionismo y la lectura espiritual y universalista de los Profetas. «Desaprobamos completamente cualquier iniciativa tendente a la creación de un Estado judío.

Tentativas de este género ponen en evidencia una concepción errónea de la misión de Israel que los Profetas judíos fueron los primeros en proclamar Afirmamos que el objetivo del judaísmo no es ni político, ni nacional, sino espiritual Apunta hacia una época mesiánica en la que todos los hombres reconocerán pertenecer a una sola gran comunidad para el establecimiento del Reino de Dios sobre la tierra».

Esta fue la primera reacción de las organizaciones judías desde La Asociación de los rabinos de Alemania, hasta la Alianza Israelita Universal de Francia, la Israelitische Allianz de Austria, al igual que las Asociaciones judías de Londres.

Esta oposición al sionismo político, inspirado por el vínculo a la espiritualidad de la fe judía, no ha cesado de expresarse. A continuación de la Segunda Guerra Mundial, se aprovechó en la ONU, la rivalidad entre las naciones, y sobre todo el apoyo incondicional de los Estados Unidos, para que el sionismo israelí se impusiera como fuerza dominante y, gracias a sus lobbies, invirtió la tendencia e hizo triunfar la política israelí-sionista de poder, contra la admirable tradición profética. Sin embargo no logró acallar la crítica de los grandes místicos. Martin Buber, una de las más grandes voces judías de este siglo, no cesó, hasta su muerte en Israel, de denunciar la degeneración e incluso la conversión del sionismo religioso en sionismo político.

Martin Buber declaraba en Nueva York: «El sentimiento que me embargaba, hace sesenta años, cuando entré en el movimiento sionista, es esencialmente el que siento hoy Esperaba que este nacionalismo no siguiera el camino de otros que comienzan por una gran esperanza y se degradan posteriormente hasta convertirse en un egoismo sagrado, que osan incluso, como el de Mussolini, proclamarse como sacro egoísmo, como si el egoísmo colectivo pudiera ser más sagrado que el egoísmo individual. Cuando regresamos a Palestina, la cuestión era:¿Quiere Vd. venir aquí como un amigo, un hermano, un miembro de la comunidad de pueblos de Oriente Próximo, o como el representante del colonialismo y del imperialismo? La contradicción entre el fin y los medios a alcanzar ha dividido a los sionistas: unos querían recibir de las Grandes Potencias privilegios políticos particulares, otros, sobre todo los jóvenes querían solamente que se les permitiera trabajar en Palestina con sus vecinos,para Palestina y para el porvenir.

»No siempre fueron perfectas nuestras relaciones con los árabes, pero existía, en términos generales, una buena vecindad entre el pueblo judío y el pueblo árabe. Esta fase orgánica del establecimiento en Palestina perduró hasta la época de Hitler. »Fue Hitler quien empujó a las masas de judíos a venir a Palestina. De esta forma, a un desarrollo orgánico selectivo se sucedió una inmigración de masas con la necesidad de encontrar una fuerza política para su seguridad La mayoría de los judíos prefirió aprender de Hitler que de nosotros Hitler ha enseñado que la historia no sigue el camino del espíritu, sino el del poder, y que cuando un pueblo es lo suficientemente fuerte, puede matar con impunidad Esta es la situación que nosotros teníamos que combatir En el Ihud propusimos que judíos y árabes no se contentaran con coexistir sino en cooperar Ello haría posible un desarrollo económico de Oriente Próximo, gracias al cual Oriente Medio podría aportar una gran y esencial contribución al futuro de la humanidad.»

Dirigiéndose al XII Congreso Sionista celebrado en Karlsbad, el 5 de septiembre de 1921, decía: «Nosotros hablamos del espíritu de Israel y creemos que no es parecido al de las demás naciones Pero si el espíritu de Israel no es más que la síntesis de nuestra identidad nacional, nada más que una bella justificación de nuestro egoísmo colectivo transformado en idolo, nosotros, que hemos rehusado aceptar cualquier otro príncipe que no sea el Señor del Universo, entonces somos como el resto de las naciones y bebemos con ellos en la copa que les embriaga. La nación no es el valor supremo Los judíos son más que una nación: son los miembros de una comunidad de fe. La religión judía ha sido desarraigada, y ésta es la esencia de la enfermedad cuyo síntoma fue el nacimiento del nacionalismo judío a mediados del siglo XIX. Esta forma nueva del deseo de la tierra es el trasfondo que marca lo que el judaísmo nacional moderno ha tomado en préstamo del nacionalismo moderno de Occidente ¿Qué tiene que ver en todo esto la idea de la elección de Israel? La elección no designa un sentimiento de superioridad sino un sentido de destino. Este sentimiento no nace de una comparación con los demás, sino de una vocación y de una responsabilidad de cumplir la tarea que los Profetas no han cesado de recordarnos: si os vanagloriáis de ser los escogidos en lugar de vivir en la obediencia a Dios, cometeis una felonía».

Evocando esta crisis nacionalista del sionismo político que es una perversión de la espiritualidad del judaísmo, concluía: «Esperamos salvar al nacionalismo judío del error de hacer de un pueblo un ídolo. Si no lo logramos habremos fracasado».

El profesor Judas Magner, Presidente de la Universidad Hebraica de Jerusalén desde 1926, consideraba que el Programa de Biltmore de 1942, que exigía la creación de un Estado Judío en Palestina conduciría a la guerra contra los árabes. Al pronunciar, en la reapertura de 1946, el discurso inaugural de esta Universidad Hebraica de Jerusalén que presidía desde hacía veinte años, decía: «La nueva voz judía habla por la boca de los fusiles Así es la nueva Tora de la tierra de Israel. El mundo ha sido encadenado a la locura de la fuerza física. El cielo nos proteja de encadenar ahora al judaísmo y al pueblo de Israel a esta locura. Es un judaísmo pagano el que ha conquistado una gran parte de la poderosa Diáspora. Nosotros habíamos pensado, en los tiempos del sionismo romántico, que Sión debía ser redimido por la rectitud. Todos los judíos de América llevan consigo la responsabilidad de esta falta, de esta mutación incluso aquellos que no están de acuerdo con las artimañas de la dirección pagana, pero que permanecen sentados, con los brazos cruzados. La anestesia del sentido moral conduce a su atrofia».

En América, desde la Declaración de Biltmore, los dirigentes sionistas tendrán en lo sucesivo a Estados Unidos como su más poderoso protector. La Organización sionista mundial barrió la oposición de los judíos fieles a las tradiciones espirituales de los Profetas de Israel, y exigió la creación, no ya de un hogar nacional judío en Palestina, según los términos de la Declaración Balfour de la guerra precedente, sino la creación de un Estado judío de Palestina.

En 1938 Albert Einstein condenó esta orientación: «Sería más razonable alcanzar un acuerdo con los árabes sobre la base de una vida común pacífica que crear un Estado judío La conciencia que tengo de la naturaleza esencial del judaísmo tropieza con la idea de un Estado judío dotado de fronteras, con un ejército, y con un proyecto de poder temporal, por modesto que sea. Temo los perjuicios internos que el judaísmo sufrirá en razón del desarrollo en nuestras filas, de un nacionalismo estrecho Nosotros no somos ya los judíos de la época de los Macabeos. Volver a ser una nación, en el sentido político del término, equivaldría a apartarse de la espiritualidad de nuestra comunidad que hemos recibido del genio de nuestros Profetas».

En cada violación del Derecho Internacional por Israel, no han dejado de oirse las protestas. Citaremos dos ejemplos en donde se dijo en voz alta lo que millones de judíos piensan (aunque sin poder decirlo públicamente por estar bajo la inquisición intelectual de los lobbies israelí-sionistas). En 1960, durante el juicio de Eichmann en Jerusalén el American Council for Judaism declaraba: «El Consejo estadounidense del Judaísmo dirigió ayer lunes una carta a M. Christian Herter para denegar al Gobierno de Israel el derecho de hablar en nombre de todos los judíos. El Consejo declara que el Judaísmo es una cuestión de religión y no de nacionalidad».

El 8 de junio de 19S2, el Profesor Benjamín Cohen, de la Universidad de TelAviv, durante la sangrienta invasión de los Israelíes al Líbano, escribió a P. Vidal-Naquet: «Le escribo escuchando el transistor de radio que acaba de anunciar que nosotros estamos a punto de alcanzar nuestro objetivo en el Líbano: asegurar la paz a los habitantes de Galilea. Estas mentiras dignas de Goebbels me vuelven loco. Está claro que esta guerra salvaje, más bárbara que todas las precedentes, no tiene nada que ver, ni con el atentado de Londres, ni con la seguridad en Galilea A quellos judíos, hijos de Abraham. Aquellos judíos víctimas de tantas atrocidades, ¿han podido volverse crueles hasta tal extremo? El mayor éxito del sionismo es, así pues, éste: la desjudeización de los judíos. Haced, queridos amigos, todo lo que esté en vuestras manos para que los Beghin y los Sharon no logren su doble objetivo: la liquidación final (expresión de moda aquí estos días) de los Palestinos como pueblo y de los israelíes como seres humanos».

Esto es lo que está en juego en la lucha entre la fe profética judía y el nacionalismo sionista, fundado, como todo nacionalismo, en el rechazo del otro y la sacralización del yo.

Todo nacionalismo tiene necesidad de sacralizar sus pretensiones, tras la dispersión de la cristiandad, los Estados-nación han tenido la pretensión de recoger el legado de lo sagrado y de haber recibido la investidura de Dios: Francia, es la Hija mayor de la Iglesia, por medio de la cual se cumple la acción de Dios (Gesta Dei per Francos). Alemania está por encima de todos porque Dios está con ella (Gott mit uns). Eva Perón proclamaba que la Misión de Argentina es la de anunciar a Dios al mundo, y en 1972, el Primer Ministro de Africa del Sur, Vorster, célebre por el racismo salvaje del apartheid, vaticina a su vez: «no debemos olvidar que somos el pueblo de Dios, investido de una misión». El nacionalismo sionista comparte esta embriaguez de todos los nacionalismos. Incluso los más preclaros se dejan tentar por esta borrachera.

Hasta un hombre como el Profesor André Neher, en su magnífico libro L ‘Essence du prophétisme tras haber evocado el sentido universal de la Alianza: alianza de Dios con el hombre, llega a escribir que Israel es «el signo, por excelencia, de la historia divina en el mundo. Israel es el eje del mundo y en él está el nervio, el centro, el corazón».

Tales frases evocan desagradablemente el mito ario en cuya ideología se basó el pangermanismo y el hitlerismo. En esta vía se está en las antípodas de las enseñanzas de los Profetas y del admirable Je et Tu de Martin Buber. El exclusivismo no permite el diálogo: no se puede dialogar ni con Hitler, ni con Beguín, puesto que su superioridad racial y su alianza exclusiva con lo divino no les permite en absoluto escuchar al prójimo.

Tenemos conciencia de que en nuestra época no existe más alternativa que el diálogo o la guerra, y que el diálogo exige, como no nos cansaremos de repetir, que cada cual sea consciente de lo que le falta a su propia fe, y que tiene necesidad de los demás para cubrir ese vacío. Nuestro libro se sitúa en la prolongación de los esfuerzos de aquellos judíos que han intentado defender un judaísmo profético contra un sionismo tribal. Lo que alimenta el antisemitismo, no es la crítica de la política de agresión, es el mantenimiento incondicional de esta política que no proviene de las grandes tradiciones del judaísmo, que podían justificarse por una interpretación literal, es la política que eleva por encima de cualquier ley internacional la sacralización de los mitos de ayer y hoy.

Fuentes

Kimhe John, Palestine et Israël. Ed. Albin Michel. 1973
Encyclopaedia of zionism and Israel. Herzl Press. Nueva York (EEUU)
Isaac Shamir, Looking back, looking ahead
. Herzl: Diaries. Ed. Victor Gollanz. 1958.
Herzl, L’Etat juif
Conferencia Central de Rabinos estadounidenses. Yearbook VII, 1987
Martin Buber, Israel and the World, Ed. Schocken, Nueva York, 1948.
Norman Bentwich. For Sion Sake. Biografía de Judas Magnes. Philadelphia. Jewish Publication Society of America. 1954.

(*)Título original: Roger Garaudy, Les Mythes fondateurs de la politique israélienne. 2a édicion: Samiszdat Roger Garaudy, Paris, 1996.
© Historia XXI Ap. C. 14.243 08080 – Barcelona 1ª edición: Diciembre 1997. Traducción: José Luis Jérez Riesco. ISBN: B-84-923089-0-7 Depósito legal: B.48.721-97

Globalización, migración y género (I)

Globalización, Biblia y teología

Globalización, migración y género (I)

No debiera arrancarse a la gente de su tierra o país, no a la fuerza. La gente quedaq dolorida, la tierra queda dolorida. Nacemos y nos cortan el cordón umbilical. Nos destierran y nadie nos corta la memoria, la lengua, los calores. Tenemos que aprender a vivir como el clavel del aire, propiamente del aire.
Soy una planta monstruosa. Mis raíces están a miles de kilómetros de mí y no nos ata un tallo, nos separan dos mares y un océano. El sol me mira cuando ellas respiran en la noche, duelen de noche bajo el sol.
Juan Gelman, Bajo la lluvia ajena, XVI

Este texto no parte desde la globalifobia ni se dirige a promoverla. Tampoco asume la globalifilia como estrategia de comunicación. Intenta apenas ubicarse en una perspectiva determinada por algunos de los metarrelatos bíblicos que se remiten a épocas muy antiguas de la historia humana, para, a partir de ellas, dialogar con la situación presente. Cada enunciado del título de esta presentación exige ser tratado con suficiente profundidad dadas sus implicaciones prácticas, ideológicas y políticas. Así, la interacción entre globalización y migración, y globalización y género, reclama análisis que si duda se esbozarán en las siguientes ponencias. Aquí, partiremos de la necesaria búsqueda de relaciones entre estos temas y la perspectiva del Antiguo Testamento.

Globalización, Biblia y teología: universalizar la gracia y lo humano
Para tal fin, asumiremos un punto de vista cercano a las propuestas del conocido sociólogo de la cultura Néstor García Canclini en su libro La globalización imaginada, donde define la globalización de la siguiente manera: “La globalización puede ser vista como un conjunto de estrategias para realizar la hegemonía de macroempresas industriales, corporaciones financieras, majors del cine, la música y la informática, para apropiarse de los recursos naturales y culturales, del trabajo, el ocio y el dinero de los países pobres, subordinándolos a la explotación concentrada con que esos actores reordenaron el mundo en la segunda mitad del siglo XX”.(1)

Como se ve, en esta definición no aparece ni rastro de satanización o confrontación a priori con este fenómeno cuya problemática ocupa a tanta gente a principios de siglo y de milenio. Más bien se aprecia un verdadero respeto por la complejidad del asunto y una sana intención de abordarlo y desmitificarlo. Porque vaya que ha alcanzado la estatura de un mito genial o de enemigo favorito hacia el cual lanzar los dardos ciegamente o plantear acríticamente múltiples formas de idolatría. En la vertiente económico-política existen centros de estudio dedicados a desmontar minuciosamente todos sus aspectos negativos. Los logros de muchos autores/as son fundamentales para apreciar sus elementos nocivos.(2) No obstante, García Canclini sugiere que es posible hablar en plural de este fenómeno y, desde otras formas de entender y vivir la globalización, replantear sus posibilidades. Por ello, agrega:

La globalización es también el horizonte imaginado por sujetos colectivos e individuales, o sea por gobiernos y empresas de los países dependientes, por realizadores de cine y televisión, artistas e intelectuales, a fin de reinsertar sus productos en mercados más amplios. Las políticas globalizadoras logran consenso, en parte, porque excitan la imaginación de millones de personas al prometer que los dos más dos que hasta ahora sumaban cuatro pueden extenderse hasta cinco o seis. Muchos relatos de lo que les ha sucedido a quienes supieron adaptar sus bienes, sus mensajes y sus operaciones financieras para reubicarse en un territorio expandido indican que el realismo de lo local, de quienes se conforman con sumar cifras nacionales, se habría vuelto una visión miope .(3)

Bajo el membrete globalización se cobijan, entonces, muchas realidades contradictorias, complementarias, simultáneas… Por ello García Canclini la caracteriza como un “objeto cultural no identificado” y extrae un par de conclusiones sumamente útiles a la hora discutir sobre ella: a) La globalización no es un paradigma científico, ni económico, en el sentido de que no cuenta con un objeto de estudio claramente delimitado ni ofrece un conjunto coherente y consistente de saberes, consensados intersubjetivamente por especialistas y contrastables con referentes empíricos (Passeron, 1991); b) tampoco puede considerarse a la globalización un paradigma político ni cultural, en tanto no constituye el único modo posible de desarrollo. La globalización, más que un orden social o un único proceso, es resultado de múltiples movimientos, en parte contradictorios, con resultados abiertos, que implican diversas conexiones “local-global y local-local” (Mato, 1996). Los conocimientos disponibles sobre globalización constituyen un conjunto de narrativas, obtenidas mediante aproximaciones parciales, en muchos puntos divergentes.(4)

El contacto de este tipo de análisis con la perspectiva bíblico-teológica, aparentemente no tan explícito, se aclara si partimos de uno de los postulados básicos del judeocristianismo (y de otras muchas religiones): la necesaria universalidad de la acción divina en la historia. Además, García Canclini apunta a la viejísima oposición entre lo local y lo universal, tan intensa ya en muchos textos veterotestamentarios cuando se contrapone el etnocentrismo con la visión universal de Yahvé. Se podría resumir el contenido del AT afirmando que es testimonio histórico-simbólico del proceso conflictivo mediante el cual el Dios de Israel, partiendo de lo local, intenta universalizar su acción, gracia y presencia en todos los pueblos de la tierra. Como bien podemos recordar, este proceso se llevó a cabo siempre en oposición con las fuerzas etnocéntricas israelitas que no entendieron la clase globalización de la gracia y de lo humano que quería realizar su Dios. Un ejemplo muy intenso de esta oposición y su resolución aparece en el libro de Jonás. El Dios bíblico emerge en la historia en medio de una situación de esclavitud forzada en un país extraño para enjuiciar las realidades de opresión presentes en ese ambiente.

Por otra parte, el manejo de estos elementos como nuevos paradigmas de interpretación bíblica debe cuidar que no se convierta solamente en una moda más sino que responda a un interés de diálogo profundo con los textos bíblicos en vías de su actualización dinámica. Asimismo, no hay que olvidar el intenso recuerdo (toda una confesión de fe) acerca de los orígenes más remotos que se promueve en una época determinada del texto bíblico, en la tradición historiográfica deuteronomista, la cual destaca las raíces arameas y errantes (Dt 26.5: “Mi padre era un arameo errante que bajó a Egipto y residió allí como inmigrante siendo pocos aún, pero se hizo una nación grande, fuerte y numerosa. Los egipcios nos maltrataron…”), así como las leyes preocupadas por la condición de los extranjeros en medio del pueblo de Israel ya establecido en Canaán: “El recuerdo de la identidad de extranjero y su experiencia marca los límites en el ejercicio del poder y permite la relación igualitaria”.(5)

México es un país en donde confluyen críticamente en la actualidad los tres enunciados que dan título a este trabajo. Primero, porque los regímenes recientes se han convertido en campeones de la globalización, del libre mercado, de las privatizaciones y el adelgazamiento del Estado para disminuir su presencia como rector de la economía. Segundo, porque el segundo gran factor de su economía lo constituyen los ingresos que envían los trabajadores migrantes de origen mexicano desde Estados Unidos.(6) Y tercero, porque en su frontera norte, en los últimos años, han sido asesinadas cientos de mujeres, mayoritariamente empleadas de maquiladoras, símbolos en gran medida, del fenómeno globalizador. De modo que con este trasfondo resultará imposible no buscar pistas para relacionar las realidades bíblicas con la situación presente en este país. Se evitará el concordismo, pues aunque los tres aspectos aparecen claramente delineados en los textos del AT, no es honesto incurrir en afirmaciones extemporáneas o en anacronismos en el afán de hallar similitudes inexistentes para aquellas épocas antiguas.

Próximo artículo de esta serie: “Globalización, migración y género: cruce de caminos”

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(1) N. García Canclini, La globalización imaginada.. Buenos Aires, Paidós, 1999 (Estado y sociedad, 76), p. 31.
(2) Baste con mencionar las publicaciones de Naomi Klein y las investigaciones sistemáticas del Departamento Ecuménico de Investigaciones, dirigido en Costa Rica por Pablo Richard. Entre los autores que han profundizado más en este tema hay que citar, para sólo incluir nombres latinoamericanos, a Franz Hinkelammert, Julio de Santa Ana, Jung Mo Sung, Germán Gutiérrez y Raúl Fornet-Betancourt.
(3) N. García Canclini, op. cit., p. 32.
(4) Ibid, p. 47.
(5) E. Tamez, “Migración y desarraigo en la Biblia”, en Vida y Pensamiento, vol. 24, núm. 1, mayo de 2004, p.
(6) Sobre el tema de las migraciones de los braceros mexicanos bien vale la pena revisar el suplemento Masiosare del periódico La Jornada., así como otros números que abordan precisamente el quehacer de las mujeres dentro y fuera del país como respuesta a estos fenómenos.

Leopoldo Cervantes-Ortiz es escritor, médico, teólogo y poeta mexicano.

HERMENEÚTICA BIBLICA NEGRA FEMINISTA

HERMENEÚTICA BIBLICA NEGRA FEMINISTA

Maricel Mena López(1)

Introducción

La ultima década se afirmó en América Latina y el Caribe una generación de biblistas negras identificadas con el ejercicio de una hermenéutica bíblica negra y feminista. Esta afirmación viene de un proceso largo de luchas revolucionarias originadas en la década de los 60s que continúan en los 70s, época de fuerte represión de los gobiernos con dictaduras militares, y en los 80s con la efervescencia de grupos armados que lucharon contra las dictaduras. Desde el punto de vista teológico-eclesial en los 70s la Teología de la Liberación define su metodología teológica y asume al pobre como locus teológico.(2)

A partir de la década de los 80s, época en que tuve mis primeros contactos con la Teología de la Liberación, me he identificado y comprometido con su filosofía. Soy consiente de sus aciertos y lagunas, principalmente en la reducción de los problemas sociales a la categoría de clase. Pero también sé que ella posibilitó el surgimiento de otras teologías comprometidas con la vida y lucha de las mujeres, negros, indígenas, ancianos, haciendo visibles los rostros de la Teología o Teologías de Liberación: afro-americana, feminista, indígena, holística, eco-feminista. Estas teologías son hoy en América Latina, teologías hermanas que caminan de la mano. Tienen objetivos comunes como el romper con las barreras impuestas por el discurso teológico occidental patriarcal, “las especificaciones de cada una de ellas, lejos de fragmentar el discurso teológico que nace desde los más pobres, son diferencias que aportan a la formación de una teología plural, creativa, que se comunica y fortalece en la diversidad”(3). Estas teologías no son simples temas complementarios dentro de la Teología. Son lugares de encuentro y diálogo que caminan en la búsqueda de nuevos aportes teológicos. Pero no quiero presentar aquí los principales aportes de estas teologías específicas, quiero antes de más nada, hablar de la Hermenéutica Negra Feminista de Liberación.

El siguiente estudio presenta las características y desafíos fundamentales de esta hermenéutica. Enseguida presento brevemente algunas consideraciones sobre la reconstrucción histórica de las mujeres negras en la Biblia y, algunos elementos que nos ayudan a seguir pensando y profundizando el caminar de la hermenéutica negra feminista.

La hermenéutica bíblica negra feminista (HBNF)

En los últimos diez años aproximadamente, las estudiosas de la Biblia, han explorado las implicaciones y las posibilidades de una interpretación bíblica negra feminista que tenga en cuenta el silenciamiento de las mujeres dentro de las instituciones eclesiales. Así, libros, artículos de estudios bíblicos en la óptica de la negritud comienzan a tener audiencia en las diversas iglesias, y lentamente, también abren espacios en el mundo académico(4). Estos estudios pretender articular las cuestiones religiosas de las comunidades negras y demostrar su presencia en las religiones bíblicas. Los estudios sobre las mujeres negras intentan modificar los temas y enfoques de la línea masculina. Presentan la participación activa de las mujeres y de los grupos marginados en las religiones bíblicas, así como también entienden eso como una herramienta de liberación. Estos textos presentan nuevos enfoques con la intención de recobrar la herencia bíblica de las mujeres como un potencial religioso para el presente y para el futuro.

Todos esos estudios surgen de la necesidad de leer los textos bíblicos a partir de las experiencias de vida comunitaria y religiosa tanto de mujeres cristianas como de aquellas pertenecientes a religiones de origen africano en América-Latina y el Caribe. De este modo, la HBNF se preocupa en primer lugar por las situaciones concretas de racismo, sexismo, clasismo, colonialismos y anti-semitismos que marcan las experiencias de vida de las oprimidas de nuestras sociedades. Esto quiere decir, que la reflexión teológico-hermenéutica es el segundo momento de una teología primera que es el cotidiano de las mujeres.

La HBNF se auto-presenta y reconoce como una hermenéutica que quiere manifestar la revelación de Dios/Diosa en la vida de las mujeres pobres y negras. Interpreta la realidad como una fuente para la emancipación y busca repensar la experiencia de la Divinidad en su corporeidad(5). Pretende desconstruir los sistemas políticos que esclavizaron, protestando incluso en el silencio, en el toque, en las canciones, poesías, comidas, slogans. Ella se manifiesta a través de diversas formas de expresión: en el lenguaje hablado, en los símbolos, en los gestos, en el cuerpo, en la estética, etc. Se articula en un proceso liberador y de fe de las mujeres negras.

Esta hermenéutica parte no solamente del lugar de dolor por la discriminación y racismo vivenciado por las mujeres negras, sino también de sus luchas y resistencias. Ella se presenta como una teología que va más allá de la simples inclusión de las mujeres negras dentro de la categoría pobres, sin olvidar lógicamente que ellas continúan siendo esclavas del hambre, de enfermedades y de las tasas más elevadas de desempleo. Con todo, la HBNF rescata a la mujer negra del papel de pobre, criada y esclava, un papel inventado por los eruditos que formaron el imaginario socio-religioso y la coloca como protagonista de una historia de lucha y resistencia aun cuando la historia oficial se empeñe en ocultar su poder, sabiduría y resistencia. De esta manera la HBNF busca eliminar los escondidijos: clasismo, racismo y sexismo camuflados en la erudición bíblico-teológica.

2.1. Algunas características

La HBNF hoy en América Latina está conquistando un espacio importante de reflexión teológica. Poco a poco las mujeres negras están ocupando lugares en las facultades de teología posibilitado una importante sistematización del camino teológico que viene enraizada en la vida de las comunidades. Dentro de los principales elementos que caracterizan esta hermenéutica destaco los siguientes:

La vida cotidiana: se entiende como un factor fundamental que posibilita la reflexión sobre las experiencias de fe. Las relaciones de la vida cotidiana de la comunidad, llaman a las mujeres a buscar justicia y liberación a partir de sus experiencias cotidianas. No se trata por tanto de experiencias en abstracto, sino que involucra sus cuerpos, sus historias, sus lugares geográficos, permitiendo una construcción simbólica y política que parte de sus experiencias. El Dios que participa de estas experiencias es la fuerza que impulsa cambios sustanciales en las relaciones de género, de violencia, tanto en el ámbito privado como público. Ellas están problematizando elementos culturales incuestionables para el androcentrismo(6) sistémico, que ve toda práctica machista como natural de la cultura negra, encubriendo así las asimetrías de género y la participación de las mujeres en la historia de las comunidades. De esta forma se van creando relaciones nuevas más armoniosas y/o equilibradas entre hombres y mujeres.

El cuerpo como lugar de revelación: El cuerpo es el espacio donde confluyen nuestras alegrías, angustias, temores, fe y esperanza, es decir, la mujer experimenta el mundo desde su cuerpo. Los cambios que busca se viven a través de su cuerpo. A partir de sus cuerpos se inician nuevos espacios donde acontece la salvación. Por eso, en respuesta a una sociedad que desvalorizó el cuerpo de mujer negra y de una teología que durante años considero impensable el hecho de que este cuerpo negro “cuerpo de pecado”, fuera lugar de revelación, las mujeres negras reivindican sus cuerpos como espacios sagrados de revelación.

La propia subjetividad: La afirmación de las propias subjetividades significa que optamos por una teología que revela los trabajos de las mujeres, de una teología capaz de reconocer nuestro propio valor y aporte, capaz de incluir nuestras experiencias como partes del lenguaje teológico. Esta subjetividad parte de nuestra propia autoestima, esto nos ayuda a una autodeterminación en la reflexión de nuestras experiencias de fe. Esa subjetividad refuerza la lucha para salir de la dominación patriarcal.

La tradición oral como memoria histórica de resistencia: las mujeres negras han jugado un papel importante en la preservación-resistencia de la herencia cultural de origen africana. Uno de los mecanismos empleados para dicha preservación es la transmisión de la palabra, la tradición oral. La palabra es poder, ella transmite fuerza y ejerce un papel didáctico en la preservación de la armonía comunitaria. La palabra tiene importancia en cuanto oralidad que no se agota en las cosas dichas, pero que se extiende al silencio, al cuerpo, al movimiento, a los toques al no saber. El hecho de recuperar el pasado nos da el sentido a nuestra propia vida y nos proyecta hacia el futuro. Pero esa recuperación va mucho mas allá de una simple constatación histórica, así por ejemplo, al rescatar el papel de los mitos en la tradición afro-americana, las mujeres están atentas a las metáforas femeninas del lenguaje androcéntrico que promueve asimetrías entre hombres y mujeres.

El sentido de los ancestros: la memoria de los ancestrales es fundamental para la comprensión de las cosmovisiones de mundo de los diversos grupos étnicos traídos para América Latina y el Caribe. Ella tiene que ver con los fundamentos primordiales de un grupo, con su identidad. La ancestralidad es una forma que lo sagrado posee para ir hasta las personas, ella se hace presente a través de la naturaleza, de las cosas, de la comunidad y de la familia, entendida esta no en el sentido de familia nuclear, pues ella abarca parientes y personas no consanguíneas que comparten la vida de grupo(7). Y ese sagrado presente en la naturaleza, es la fuerza que impulsa a la comunidad en la búsqueda de justicia. En las religiones de origen afro-americana, lo sagrado se manifiesta también a través de las personas, de los cuerpos de mujeres y hombres.

Una conciencia ecológica: la HBNF se propone denunciar la masacre de la tierra, la destrucción de la naturaleza y de los derechos de las mujeres en todo el continente. De este modo desenmascara el sistema ideológico patriarcal que promueve la dominación económica e institucionalizada de las mujeres, de la tierra y de los animales.

Al reivindicar el derecho a la tierra y a la defensa de un territorio, las mujeres intentan construir un mundo donde sea posible vivir en armonía con todos los seres creados. Para que esto sea posible es necesario denunciar un complejo patrón de relaciones sociales y construcciones culturales que promueven desigualdades entre hombres y mujeres y entre los mismos con la naturaleza. Solamente a partir de la complicidad y la conciencia de sus compañeros el sueño por un territorio para todas y todos será posible.

La búsqueda de una vida digna: En el modelo de sociedad actual, hay múltiples relaciones sociales de poder, que se traduce en una civilización basada en divisiones y antagonismos. El holocausto vivido por los pueblos negros e indígenas a causa de la mentalidad colonialista, reforzó las divisiones y la concentración del poder que continua generando ideologías racistas, sexistas y clasistas. Al constatar que vivimos en una sociedad donde se ve una acentuada feminización de la pobreza y donde las mujeres negras son las más afectadas, somos obligadas a reflexionar sobre la resistencia de nuestras mujeres y a reclamar por mejor calidad de vida. Sí, la pobreza en América Latina y el Caribe además de tener rostro femenino, tiene rostro negro, es decir, rostro de mujer pobre y negra. Esta confirmación nos llevó no solamente al fortalecimiento de grupos de conciencia negra y feminista, como también, al incremento de este debate en el quehacer teológico.

Estos elementos entre otros, constatan que nuestra hermenéutica está cargada de emociones, está presente en nuestros cuerpos, por eso tiene una racionalidad diferente que exige distintos espacios y métodos de reflexión. No es posible expresar un sentimiento dentro de una racionalidad oficial, tradicional. Es por eso que es importante establecer un diálogo entre las tradiciones cristiana y afro-americana, a fin de que nuestra teología sea cada vez más amplia y plural y donde se respete nuestro derecho a expresar nuestras espiritualidades diversas.

2.2. Principales desafíos

Al proponer un diálogo entre las tradiciones cristianas y las de origen afro-americana, no estamos reforzando dicotomías entre estas tradiciones ya que en la práctica religiosa afro-americana a veces es imposible observar estas tradiciones como contradictorias. Es por eso que entre los principales desafíos que las mujeres tienen hoy es problematizar y reformular conceptos utilizados dentro del lenguaje religioso cristiano tradicional. Me refiero a conceptos como inculturación, sincretismo y macro-ecumenismo, entre otros. Temas polémicos para la jerarquía oficial que parte de la auto-comprensión de que el cristianismo es la única religión que posee la única y verdadera revelación de Dios.

Se entiende por inculturación el proceso de evangelización a través del cual son dadas a una cultura las semillas evangélicas, de modo que la fe pueda brotar y desenvolverse. El problema con este concepto es que ya existen semillas sembradas en varias culturas. Una de las limitaciones de Santo Domingo es que se propone dialogar con las culturas y no con la religión, de este modo se niega que muchas de estas culturas ya tienen un sistema religiosos propios. La inculturación “en última instancia respeta la cultura pero sustituye la religión”(8) De este modo la HBNF al proponer una nueva inculturación, entiende ésta no como un proceso descendente, cuyo protagonismo es solamente del mensajero, se trata de una práctica que da prioridad al pueblo, con sus culturas y religiones. No se trata de una implantación de símbolos de un universo religioso para otro, sino de asumir y respetar las riquezas culturales y religiosas de culturas no hegemónicas.

Aunque el fenómeno de sincretismo religioso se ha observado en todos los tiempos y lugares donde culturas diversas tuvieron contacto, en América Latina y el Caribe la palabra fue utilizada, peyorativamente, para caracterizar las religiones de origen africana como sinónimo de mezcla, algo inauténtico y modelo religioso atrasado e incompleto. Al lado de los términos como animismo, fetichismo y primitivismo, las religiones afro-americanas: macumba, vudú, umbanda, candomblé, fueron en muchos momentos contrapuestas al catolicismo, entendido como universal y auténtico. Así, cualquier intento de práctica religiosa sincrética católica fue condenado, aunque la fe sincrética sea común en la práctica religiosa popular. Entonces ¿cómo se explica el hecho de que en el Brasil por ejemplo exista la iglesia del Señor del BONFIM en honor de Oxalá, divinidad afro-brasilera de la paz? ¿Qué significa eso? ¿Los africanos fueron los que corrompieron entonces el catolicismo español y portugués o fue éste el que violentó las tradiciones ancestrales de los primeros? Obviamente las influencias buenas o malas fueron recíprocas. Por eso al reivindicar la fe sincrética me refiero al hecho de que hubo contribución africana en la formación de la cultura latino-americana. El sincretismo es la síntesis o interacción dialéctica de la cual resulta algo nuevo “la creencia, el rito de uno es reinterpretado por el otro recíprocamente”(9). El sincretismo explícita la mutua influencia entre evangelio y cultura, en tanto que evangelización significa anunciar el mensaje en torno de símbolos cristianos a cada época y cultura.

En cuanto la inculturación es el proceso a través del cual el mensaje es anunciado, el sincretismo es su punto final, que huye del control del misionero o anunciante y del receptor del mensaje. Con todo eso, creo que el diálogo entre las religiones afro-americanas debe hacerse a partir del concepto macro-ecumenismo. Este es un término que intenta superar los límites impuestos por los términos ecumenismo (restricto a iglesias cristianas) y diálogo inter-religioso, que no siempre llega a expresar la necesidad de una práctica común por la paz y por la justicia(10). El macro-ecumenismo incluye respeto por las diferencias religiosas y la búsqueda de agendas comunes que reivindiquen una vida digna para todas y todos. Por lo tanto, la mencionada interrelación entre evangelización, inculturación y sincretismo en la reflexión teológica es posible y deseada. Además, al volver nuestra atención al mundo sincrético se puede avanzar a un encuentro interdisciplinar (antropología, fenomenología, sociología, literatura, etc) mas estimulante para la investigación teológica. Así pues partiendo de todos estos presupuestos metodológicos y teóricos las mujeres estamos proponiendo una reconstrucción histórico-feminista de la tradición bíblica a fin de recuperar la participación de las mismas dentro de la tradición judeo-cristiana. Y eso es justamente lo que intento debatir en el siguiente punto.

3. Reconstrucción histórico-feminista negra en la tradición bíblica judeo-cristiana

La reconstrucción histórica de la participación de las mujeres negras o de origen afro-asiático en la Biblia debe reconocer que las referencias a los pueblos africanos y a las mujeres están filtradas por la interpretación y por la redacción, ambas androcéntricas. Para que la histórica de las mujeres contribuya en la reconstrucción científica de la tradición judeo-cristiana, es necesario comprender y tornar explícita la perspectiva androcéntrica de los modelos histórico-científicos, así como de la tradición judeo-cristiana y su redacción.

El androcentrismo sistémico de la cultura occidental es evidente, pues en la mayoría de los casos poco se cuestiona el hecho de que los hombres “blancos” han sido sujetos y agentes históricos en la iglesia. El papel histórico de los grupos considerados “no importantes” para la construcción del judeo-cristianismo como: pueblos y culturas de origen africana, los grupos de mujeres, entre otros, y no el de los hombres “blancos de horizonte semita occidental” es problemático, pues la masculinidad y la superioridad son la norma, en cuanto que la feminidad y la negritud constituyen un desvío de esa norma. Así concuerdo con Elizabeth Schüssler Fiorenza en que “nuestras estructuras sociales y científicas definen a las mujeres derivativas y secundarias con relación al hombre”(11). Lo mismo se debe aplicar con relación al hombre blanco y negro, a la mujer blanca con relación a la mujer negra, a las israelitas con relación a las extranjeras etc. Se trata de estructuras jerárquicas presentes en la retórica patriarcal de los textos bíblicos, pues es evidente el presupuesto de que los hombres y no las mujeres desenvolvieran iniciativas de liderazgo cultural y religioso en los diversos períodos de la historia bíblica.

La cuestión de saber si los pueblos africanos y las mujeres en especial tenían una posición de liderazgo en el desenvolvimiento de la sociedad israelita y cristiana, intensifica el problema de la interpretación objetiva de la historia. Pues de hecho, la objetividad es una ficción de los estudiosos, ya que ella no da cuenta de sus propios presuposiciones y modelos científicos. En la mayoría de los casos, la objetividad de la investigación sobre los pueblos africanos y las mujeres determina intereses políticos que inspiran una identidad y continuidad de la tradición judeo-cristiana. Pero la reconstrucción histórico-feminista negra va más allá de una simple justificación de una identidad dentro de la tradición, pues lo que en verdad se busca es una interpretación más justa y más humana, una reconstrucción igualitaria. Así nuestra reconstrucción no es solamente descriptiva sino también, constructiva, no es motivada solamente por el interés en un pasado, al contrario, intenta recuperar tradiciones olvidadas a fin de lanzar nuevos desafíos en busca de una vida justa para todas y todos.

3.1. Una mirada crítica y reconstrutiva de los textos bíblicos

Las referencias bíblicas sobre la tierra de Cuch o Etiopía como eran designados los pueblos negros en la Biblia son numerosas y significativas (Gn 2,20-14, Gn 9,18-27, Is 11,11, Is 18,1-2, Am 9,7, Sof 1,1, Jó 28,18-19). En cuanto que la alusión específica a las mujeres de origen afro-asiático, al igual que al conjunto de las mujeres bíblicas, son pocas. Pero ellas aparecen siempre en momentos significativos de la historia israelita. Las figuras femeninas que confirman la participación de mujeres negras en la historia israelita y cristiana son: la esclava Agar (Gen 16 y 21), Séfora, la mujer de Moisés (Nm 12,1), la sulamita del Cantar de los Cantares (Cant 1,5), la reina de Sabá (1 Rs 10,1-13) y la reina Candace (Hch 8,26-40). Estas figuras se convierten en referencias de interpretación para muchas mujeres que releemos los textos bíblicos desde una perspectiva negra feminista. Personajes que participaron en las luchas por la emancipación de la esclavitud: Anastácia en Brasil, Mamá Tingó, en República Dominicana, Anacaona en Haití, entre otras nos ratifican las luchas de las mujeres en los procesos de esclavitud y liberación. Tanto las mujeres bíblicas como las post-bíblicas tienen en común su participación dentro de la historia de la humanidad. Lo que pasa es que esa participación siempre fue oculta o mal interpretada.

La primera y más estudiada de las mujeres bíblicas es la esclava egipcia Agar(12). Ella al ser oprimida y discriminada por su raza y por su condición de esclava es un paradigma de lucha para las mujeres pobres y negras de América Latina y el Caribe. En la historia de Sara y Agar, descubrimos las relaciones de poder de las mujeres que viven en el patriarcado, así, tomamos partido por Agar, la esclava egipcia que empuja a las mujeres negras para su liberación. Ella es portadora de un proyecto ético, político e ideológico, al luchar y garantizar para su hijo un lugar dentro de la sociedad israelita.

De Moisés se dice que él se habría casado con una mujer cuchita, Séfora (Nm 12,1-10) y que ella seria la responsable por el castigo de Miriam, la hermana de Moisés. Miriam fue castigada con lepra por murmurar en contra de su hermano “por causa de la mujer cuchita” con quien se casó. Ese castigo que puede ser interpretado como una tentativa de erradicación de cualquier sentimiento de xenofobia en los orígenes del pueblo israelita es invertido para la justificación de ideología racistas.

La figura de la Sulaminta, mujer negra del más bello poema de amor existente en la Biblia Hebrea (Ct 1,5), ha servido para la condena del erotismo, la sensualidad y la belleza de los cuerpos de las mujeres negras, es decir, para la justificación de ideologías racistas, sexistas y clasistas. Por ejemplo, Orígenes analiza la frase “soy negra pero hermosa” de la siguiente manera: “Negra por la ignominia de la raza, pero hermosa por la penitencia y la fe”; “negra por el pecado, pero hermosa por la penitencia y por los frutos de la penitencia” (PG 13, 103-112).

Con todo eso, la crítica textual al posibilitar el descubrimiento del sentido original de los textos, nos permite la recuperación de la identidad de las mujeres negras. La frase tradicionalmente conocida como “soy negra pero hermosa”, fue traducida por las mujeres como “soy negra y hermosa.” La partícula conjuntiva (e) del texto hebraico original, nos ayuda en la recuperación de la autoestima, de la belleza de nuestros cuerpos negros.

La reina de Sabá a su vez, además de ser una figura importante para las más diversas tradiciones – Yemanita, judaica, etíope, cristiana -, es vista casi siempre como un figura folclórica y como el más claro ejemplo de sumisión y legitimación del proyecto monárquico de Salomón por las mujeres. Ella es condenada hasta por las mismas mujeres que ven en ella una mujer sin proyecto político, como una figura decorativa del patriarcado. Esas interpretaciones tienen connotaciones ideológicas que desvalorizan el legado de sabiduría negra y femenina en el Israel antiguo. ¿Será que no es liberador el hecho de tener una monarca negra y extranjera con poder y sabiduría similar a la del “gran rey” Salomón? ¿Será que no es interesante percibir el aporte cultural y religioso de los pueblos africanos como forma de descentralizar el javismo israelita? Considero estos elementos importantes en la búsqueda de un cristianismo plural que respete o derecho de ser y de sentir como negras a lo largo de nuestro continente.

En el Nuevo Testamento tenemos todavía otra reina, se trata de Candace, la reina de Etiopía. Esta figura no ha sido importante para los investigadores/as neotestamentarios, en la mayoría de los estudios ella es desapercibida. Toda la atención es dada al ministro eunuco. Al reconocer su lugar de procedencia, Etiopía, el texto de Hechos 8,26-40 fue interpretado teológicamente como cumplimiento mesiánico. De este modo, la fe en Jesús es universal para todos los pueblos. Hoy dada la realidad ecuménica de los pueblos negros latinoamericanos vemos como esta relectura de cierta forma es muestra de una tendencia ideológica de universalización del cristianismo a todos los pueblos. Corriendo el riesgo de ocultar las experiencias culturales y religiosas de las comunidades afro-latinoamericanas y caribeñas.(13) Entre tanto, nos preguntamos por la relevancia del texto para las comunidades negras ¿Será que debe ser entendido solamente como un cumplimiento mesiánico? ¿Será que la inclusión de estos pueblos al cristianismo no es muestra también de un cristianismo ecuménico que respeta la diversidad religiosa y cultural? ¿Por qué habiendo sido incluidos en este proyecto liberador todavía hoy somos excluidas a partir de mentalidades colonialistas, sexistas, racistas y clasistas?

Estas preguntas continúan desafiando las interpretaciones tradicionales, de este modo, nuevos caminos, nuevas perspectivas teológicas que apuntan a una pluralidad religiosa y cultural nos ayudan a seguir soñando con una vida mejor para las mujeres a lo largo del continente. En última instancia, la Hermenéutica Negra Feminista quiere proporcionar un espacio abierto e inacabado en el que otras voces y prácticas encuentren reconocimiento como constructoras de cultura y conocimiento.

3.2. Una palabra más sobre el método

Con la intención de recuperar nuestra herencia bíblica, la lectura negra y feminista, desea que el cristianismo y la Biblia sean des-occidentalizados. Al intentar rescatar los textos bíblicos de su unilateral interpretación occidental, queremos recuperar la participación de las mujeres y pueblos africanos en la historia israelita y cristiana. Al incorporar la participación de las mujeres tan marginadas y silenciadas por la tradición, queremos proporcionar pistas de entrada en la recuperación cultural y religiosa de las tradiciones de nuestros pueblos.

Al recuperar no solamente la historia de esclavitud sino también la historia de un pueblo que tenia riquezas, se quiere proporcionar un espacio de denuncia y resistencia. De denuncia porque siendo un pueblos rico vivimos hoy en miseria gracias a las ideologías colonialistas, esclavistas y racistas. De reinas pasamos a ser esclavas, cocineras, mal asalariadas, trabajadoras nocturnas y madres solteras. Espacios de resistencia cultural y religiosa en cuanto que en esos textos vemos como las mujeres resisten e inventan estrategias para resistir al patriarcado.

Además, vemos importantes elementos para la recuperación de nuestra autoestima. Así somos llamadas a denunciar y desvelar los mecanismos a través de los cuales se producen y reproducen la dominación de las mujeres y de los pueblos negros en los procesos históricos de resistencia social. Contribuimos así al rescate de las memorias de lucha como fuentes de ánimo y voluntad histórica de cambios sociales.

Así, nuevos caminos, nuevas líneas de lectura que apuntan a la pluralidad religiosa y cultural nos ayuda a seguir soñando con una vida mejor para nuestras mujeres a lo largo del continente. En última instancia, la hermenéutica negra y feminista de la Biblia quiere proporcionar un espacio abierto e inacabado en que otras voces y prácticas encuentren su reconocimiento como constructoras de cultura y conocimiento.

1 Maricel MENAPEZ, es doctora en Biblia, especialista en exégesis del Antiguo y Nuevo Testamento.

2 Elsa TAMEZ “Hermenéutica feminista de la liberación” en Teología feminista latinoamericana, Maria Pilar AQUINO y Elsa TÁMEZ, editoras, Ediciones Abya-Yala, Quito, 1998, p.82 (Serie Pluriminor)

3 Silvia Regina de Lima SILVA, “Teología feminista latinoamericana” en Teología Afro-americana – II Consulta Ecuménica de Teologías y Culturas Afro-americana y Caribeña, Quito, Ediciones Afroamerica, 1998, p.119.

4 Elvira Moisés da SILVA, Provérbios de Mulher e sobre Mulher da cultura Banto e na Bíblia – Um estudo a partir dos Provérbios 16,1-22, 16, São Bernardo do Campo, Universidad Metodista de São Paulo, 1997 (Disertación de Mestria). Eliad Dias dos SANTOS, Mulher negra – Teologia feminista e teologia afro-americana em diálogo, São Bernardo do Campo, Universidade Metodista de São Paulo, 1998 (Disertación de Mestria).

5 Maria Pilar AQUINO, “Teología feminista latinoamericana” en Teología feminista latinoamericana, Maria Pilar AQUINO y Elsa TÁMEZ, editoras, Ediciones Abya-Yala, Quito, 1998, p.54 (Serie Pluriminor)

6 Entiendo por androcêntrico o androcentrismo sistémico las construcciones lingüísticas de la historia que tienden a apagar a las mujeres como participantes activas en la historia. Confiera Elisabeth Schüssler FIORENZA, As Origens Cristãs a partir da mulher – Uma nova hermenêutica, São Paulo, Ediciones Paulinas, 1992, p.56.

7 Confira Vilson Caetano de Sousa Junior, editor, Ancestralidade Bíblia e Negritude, n.2, AGBARA – grupo ecumênico de leitura bíblica a partir das comunidades afro-americanas e caribenhas, 1998, p.2.

8 Torres QUEIRUGA, 1997

9 Afonso Maria Ligorio SOARES, Sincretismo e inculturação – Pressupostos para uma aproximação teológico-pastoral às religiões afro-brasileiras, buscados na epistemologia de Juan Luis Segundo, São Bernardo do Campo, Universidad Metodista de São Paulo, 2001, p.76. (Tesis de doctorado)

10 Heitor FRISOTTI, 1996

11 Elizabeth Schüssler FIORENZA, Discipulado de iguais – Uma ekklesia-logica feminista crítica da libertação, Petrópolis, Vozes, 1995, p.176.

12 Vea Mercedes BRANCHER, Dos olhos de Agar aos olhos de Deus, Gn 16,1-16, São Bernardo do Campo, Instituto Metodista de Ensino Superior, 1995, 152p (Disertación de Maestria); Marli WANDERMUREN, Riso, gracejo e herança – Espaços de conflitos em Gênesis 21,1-12. São Bernardo do Campo, Universidade Metodista de São Paulo, 1998, 160p (Disertación de Mestria).

13 Maricel MENAPEZ, Proselitismo etíope – Uma proposta de leitura a partir de Atos 8,26-40. São do Campo, Universidade Metodista de São Paulo, 1998, 160p (Disertación de Mestria).

El terrateniente Abraham y su divinidad expansionista

EL TERRATENIENTE ABRAHAM Y SU DIVINIDAD EXPANSIONISTA

Reflexión sobre Génesis 15

El sueño de un campesino es un pedazo de tierra. El sueño de un terrateniente es muchos pedazos de tierra. En determinado momento los sueños de justicia económica de Abraham, que pasaban por la posesión de un pedazo de tierra se transformaron en sueños de acumular haciendas y grandes propiedades por medio de la guerra y del saqueo de otros pueblos.

Abram fue capturado por las divinidades de la guerra

La propiedad privada sobre la tierra fue derrotando la visión comunal y fue construyendo una voluntad expansionista y una religión que justificaba este viraje hacia la opresión y la explotación. Y surge una divinidad que justifica el arrebatar territorios por medio de la guerra y el conquistar poblaciones para someterlas a la esclavitud.

Y esa justificación religiosa de la ocupación militar de otros pueblos y naciones ha servido para justificar las políticas imperiales de los poderosos a lo largo de la historia. Y sigue siendo utilizada por los dirigentes de Israel para someter al pueblo palestino y por los poderosos de Washington para legitimar la ocupación militar de Puerto Rico y Guantánamo y la invasión a Afganistán e Irak.

Podemos afirmar que mientras Lot fue capturado por las tropas de Codorlahomer y fue fácilmente liberado por el propio Abram, este fue capturado en su corazón por las divinidades de la guerra, las cuales enturbiaron su razón campesina y lo volcaron a la agresión hacia sus pueblos vecinos. Este fue un proceso largo y doloroso que vino a modificar la visión campesina de Abram recibida del Dios de la justicia.

Abram recibió un llamado de Dios. El fallecido teólogo mexicano Raúl Macin nos explica en su obra Lectura Revolucionaria de la Biblia que “la palabra vocación significa llamado, aun cuando en realidad no traduce bien la expresión hebrea que equivale a grito…Dios llamó a gritos, por su nombre a Abram y le llamó para encomendarle un trabajo, una misión: y serás bendición. “

En la Biblia la palabra bendición significa dar ayuda y la palabra maldición negar ayuda. Por lo tanto la misión de Abram es la de ayudar, de comprometerse, de solidarizarse, de trabajar por la justicia, de socorrer a los más necesitados, en especial a la viuda, al huérfano y al extranjero. Y Abram no solo escuchó esta palabra sino que la obedeció. Y en este aspecto es una tradición progresista, revolucionaria. Pero existe también un aspecto retrogrado, vinculado a la teoría de la “nación escogida” y la justificación de apoderarse y oprimir otros pueblos, que es importante analizar y rechazar.

En este texto aparece inicialmente un diálogo entre Dios y Abram. Abram recibe en una visión la palabra de Dios. No temas, yo soy tu escudo y tu recompensa será abundante. Es significativo que en esta cuarta aparición a Abram, Dios utiliza un lenguaje diferente, con tonalidades militares, habla de escudo y de paga o recompensa. Anteriormente habló de salida, bendición, maldición, familias, promesa, tierra, descendientes. El lenguaje ha cambiado. Pensamos que es otro dios el que habla.

Abram no le agradece por el escudo y la paga sino que le expresa dudas sobre su promesa de darle muchos descendientes. Recordemos que tanto èl como Sarai eran ancianos. Pero Dios le reafirma la promesa. Su descendencia será como las estrellas del cielo, incontable.

Y sobre la promesa de la tierra Abram también tiene dudas: ¿cómo sabré que voy a poseerla? Y Dios le pide la ofrenda de una novilla, una cabra, un carnero, una tórtola y un pichón. Abram prepara estos sacrificios partiendo por en medio los animales y colocándolos una mitad frente a otra. Posteriormente el misterio de la presencia divina se manifestó en la oscuridad, cuando una humareda de horno y una antorcha ardiendo pasaron entre los miembros descuartizados.

Dios pronunció un cuarto discurso mientras Abram fue invadido por un sueño profundo y un terror intenso y oscuro cayó sobre él. El pronunciamiento de Dios es una revelación de lo que sucedería, le dice “tu descendencia vivirá en tierra ajena, tendrá que servir y sufrir opresión durante cuatrocientos años. Tu te reunirás en paz con tus abuelos y te enterraran ya muy viejo.” Le estaba hablando de Egipto.

Una alianza para el robo y el saqueo

Y concluye este capítulo 15 del Génesis con unas palabras muy significativas del giro producido en el contenido de la alianza entre Dios y Abram. Le dice Dios a Abram: a tus descendientes les daré esta tierra, desde el río de Egipto hasta el Gran Río (Eufrates): la tierra de los quenitas, quenizitas, cadmonitas, hititas, fereceos, refaitas, amorreos, cananeos, guirgaseos y jebuseos.

Esta divinidad entregaba a Abram la tierra de diez naciones vecinas. La promesa de la tierra para los pobres se convertía en promesa de tierra para dominar otras naciones, la promesa de un pueblo numeroso se transformaba en la promesa de un pueblo numeroso para hacer la guerra y la promesa de ser bendición para todas las naciones era cambiada por la de oprimir a otras naciones. Era un cambio radical en la religión y en la política que reflejaba el cambio ocurrido en la economía. Algunos campesinos se habían convertido en terratenientes y anhelaban acumular tierra para acrecentar su poder.

El lenguaje utilizado no es el de un Dios de justicia sino el de una divinidad conquistadora, promotora de faraones, reyes, zares, mandarines, generales, caciques, emperadores, gerentes y conquistadores. La ambición de acumular tierra, poder y riquezas había anidado en sus corazones. Regresaban al espíritu de Caín.

Y para esto propósito iban a oprimir y explotar a los pueblos de diez naciones vecinas. Cada uno de estos pueblos tenía su propia historia, territorio, cultura, idioma y religión. A los quenitas, que era una tribu vinculada con los madianitas. A los quenizitas, un grupo familiar vinculado a los edomitas de donde descendía Caleb.

A los cadmonitas, a los hititas o heteos, que eran de origen indoeuropeo y en el pasado habían constituido un imperio junto con Babilonia y Egipto, de donde descendía Urías; a los fereceos, que junto con los cananeos ocupaban Betel, los refaitas, de estatura alta y que eran los habitantes originales de Canaan, a los amorreos, que habían sido aliados de Abram, tenían como rey a Mamre y vivían en aldeas, , a los cananeos, que habitaban en Siquem y en ciudades amuralladas, a los guirgaseos, que eran muy numerosos, y a los jebuseos, los reyes de la montaña, tribu cananea que controlaba Jerusalén. A todos estos pueblos iban a expulsarlos de sus tierras y a oprimirlos y explotarlos.

Muchos siglos después, en este mismo estilo prepotente, el Imperio Británico iba a declarar la guerra, oprimir y explotar a muchas naciones como las siguientes: a los jamaiquinos, en el Caribe, a los beliceños, en Centroamérica, a los australianos en el Pacifico Sur, a los bengalíes, a los hindúes, a los malayos, a los chinos de Hong Kong, a los egipcios, a los sudafricanos, y a los nigerianos.

Y el imperio de Estados Unidos también siguió los mismos pasos que todos los imperios al realizar intervenciones militares contra el pueblo salvadoreño, la primera misión de entrenamiento militar fue enviada en 1948; iraní en 1950 para derrocar al presidente Mussadegh, chino, en 1945-1949 para ayudar a Chiang Kai-shek, italiano, en 1947-1948 interviene en las elecciones para evitar el triunfo de los comunistas, griego, en 1947-1949 apoyan a los neofascistas.

Contra el pueblo filipino que en 1945-1953 se levanto con el movimiento huks; coreano,apoyando a los fascistas que se apoderaron del sur del país, guatemalteco, derrocando en 1954 al gobierno progresista de Jacobo Arbenz, vietnamita, invadiendo y bombardeando su territorio desde 1950 hasta 1973 y dominicano, invadiendo en abril de 1965.

Y frente a las intervenciones militares, las agresiones económicas, la conquista cultural, de los imperios se alza la resistencia de los pueblos en todas las épocas y naciones. Y el espíritu de Abram campesino es más poderos que el espíritu de Abram terrateniente. Y el Espíritu de Dios que es un Espíritu de Justicia nos permita seguir caminando y seguir luchando, seguir soñando y seguir esperando porque otro mundo es posible.

Rev. Roberto Pineda

Iglesia Luterana Popular de El Salvador

San Salvador, 25 de junio de 2006

La izquierda necesaria para el triunfo de la revoluciòn salvadoreña

LA IZQUIERDA NECESARIA PARA LLEVAR A SU TRIUNFO DEFINITIVO LA REVOLUCIÓN POPULAR INCONCLUSA EN EL SALVADOR.

SALVADOR ARIAS

“La única forma de conciencia que puede traducirse en acción – y que puede explicar la historia, el pasado el presente y el futuro – es la conciencia de clase”

Mao Zedong decía: “El conocimiento de la ley para construir el socialismo tiene necesariamente un proceso. Hay que partir de la realidad, pasar de la no-experiencia a la experiencia, de la experiencia limitada a la experiencia ampliada”.

I. LAS CLASES SOCIALES Y LA LUCHA DE CLASES EN EL SALVADOR

A. El carácter de clase de la lucha de nuestro pueblo, está en su génesis, está definida por la existencia de opresores y oprimidos; o sea la base del carácter de clase, de la lucha, está dado por la existencia de esas dos clases, que en el capitalismo se llaman proletarios y burgueses. No se puede decir que por haber disminuido el peso del proletariado industrial, en la estructura de las clases sociales, producto de la destrucción de los sindicatos en el marco del neoliberalismo, o por la existencia de organizaciones de jóvenes, mujeres, o informales, etc., ya no existe la lucha de clases, no obstante se siga viviendo en el sistema capitalista y este adquiera niveles mayores de concentración y centralización del capital y sus leyes básicas estén en su pleno desarrollo y organicen el total de la sociedad . Por otra parte es importante mencionar, que las relaciones sociales en el proceso de producción capitalistas, tienen una triple dimensión que abarca no solamente la relación capital trabajo (entre explotadores y explotados), sino también las relaciones al interior de la clase trabajadora, y en la relación ínter capitalista.

Es en este marco teórico y lectura de la realidad de nuestro país en cuanto a su estructura de clases, que proponemos que se debe enmarcar la interpretación y debate, del carácter y la dimensión de la lucha de clases en nuestro país. Marx definiría un concepto de proletariado no reduccionista, diferente al que asumen los “revolucionarios revisionistas” que señalan que debido a que se ha reducido el peso de la clase obrera, para ellos los únicos proletarios, etos ya no representan a la vanguardia, es más, muchos llegan a decir que ya no hay un problema de lucha de clases.

En cuanto a esto Marx plantea: un educador se transforma en proletario cuando vende su fuerza de trabajo a una empresa que le paga un salario para enseñar. También se refiere al escritor, que deja su condición de “artista independiente” cuando pasa a ser un trabajador de una empresa imprenta que le paga un salario por sus escritos. Lo cual deja ver que en cualquier proceso productivo se establecen relaciones específicas entre propietarios y trabajadores. Estas diferencias sociales dan origen a grupos sociales diferentes llamados clases sociales.

LENIN en su libro “Una gran iniciativa” define las clases sociales así: “Las clases son grandes grupos de hombres que se diferencian entre si por el lugar que ocupan en un sistema de producción social históricamente determinado, por las relaciones en que se encuentran con respecto a los medios de producción (relaciones que las leyes refrendan y formulan en gran parte) por el papel que desempeñan en la organización social del trabajo y, consiguientemente, por el modo y la proporción en que perciben la parte de la riqueza social de que disponen. Las clases son grupos humanos, uno de los cuales puede apropiarse el trabajo del otro por ocupar puestos diferentes en un régimen de economía social”

La teoría marxista, nos enseña que las clases sociales son el ensamble de agentes sociales, determinados principalmente, pero no exclusivamente, por el lugar que ocupa en el proceso de producción. Este lugar lo ocupa la persona en la esfera económica independientemente de su voluntad. Para el marxismo, si bien la economía tiene un rol determinante dentro de un modo de producción y dentro de una formación social, también lo tiene la política y la ideología, como parte de la superestructura. Podemos concluir que una clase social se define por su lugar que ocupa en el conjunto de prácticas sociales o sea su lugar en la división social del trabajo, que comprende las relaciones políticas y las relaciones ideológicas.

El lugar de trabajo, incorpora en sí, lo que se define como determinación estructural de la clase, en la existencia misma de la determinación de la estructura – relaciones de producción, espacios de dominación–subordinación política e ideológica, dentro de la práctica de clase. Las clases sociales significan al mismo tiempo contradicciones y lucha de clases. Así la lucha de clases sólo existe dentro de una sociedad dividida en clases sociales.

Esa determinación estructural de las clases, que sólo existe en sí, como lucha de clases, tiene, por lo tanto que distinguirse o diferenciarse de la posición de clase en el marco de la coyuntura, la cual define la situación concreta de la lucha de clases: una distancia entre la determinación estructural de la clases y la posición de clase en la coyuntura.

PRACTICA /LUCHA DE CLASES
DETERMINANTES ESTRUCTURALES/ COYUNTURA
UBICACIÓN DE LAS CLASES POSICION DE CLASE
División social del trabajo
Clases, fracciones, capas, categorías sociales

IDEOLOGIA
Relaciones de dominación/
Subordinación ideológica

Lucha ideológica

POLITICA
Relaciones de dominación
Subordinación política

Lucha política

ECONOMIA
Relaciones de producción
Relaciones de explotación

Lucha económica

Conceptos de estrategia: fuerzas sociales, bloques de poder, (el pueblo)

a. Una clase social, una fracción o una capa social, puede no tener una posición de clase que corresponda a sus intereses, o igualmente circunscritos por su determinación de clase como horizonte de lucha. El ejemplo típico es el de la aristocracia obrera, que tiene en muchos casos durante las coyunturas, posiciones de clase burguesa. Esto no implica que el se convierte en burgués, el continúa en su determinación de clase estructural, a partir de la clase obrera, pero asume esa posición por haber sido influenciado por intereses de clases que no son los suyos.

Así la pequeña burguesía, puede verse en una coyuntura concreta, en una posición de clases proletaria o que se acerca a la clase obrera. Eso no quiere decir que la pequeña burguesía se convierte en proletaria. Así por ejemplo, los técnicos que pertenecen a la cadena de producción tienen a la vez posiciones proletarizadas, tomando en el marco de una huelga, por ejemplo, posición a la par de la clase obrera y, pueden igual tener a la vez posiciones a la par de la burguesía.

Reducir la determinación estructural de clase, a la posición de clase, significa abandonar la determinación objetiva, los lugares o posición de clase, significa abandonar la determinación objetiva del lugar de clases sociales, por una ideología “racional” del “movimiento social”

b. Las relaciones ideológicas y políticas o sea la ubicación de dominación-subordinación, política e ideológica, significan por sí, la determinación estructural de clases: esto no es más que la ubicación objetiva en la estructura económica, que implica la ubicación económica en las relaciones de producción.

c. La composición social de la clase trabajadora en El Salvador y por ende la explotación y la apropiación del plusvalor o excedente, son parte del concepto global de dominación. Esta dominación se da actualmente a partir de tres espacios: el control de los medios privados de producción y el sistema financiero, incorporados en los conglomerados financieros; el control de los recursos financieros, institucionales y legales del Estado; y el control de los medios de comunicación masiva, que impone, la dominación ideológica y política, que amalgaman la dominación económica.

La inmensa mayoría de salvadoreños en nuestro país esta compuesta sin duda alguna por proletarios: trabajadores asalariados y no asalariados, semiproletarios y lumpen proletarios. Así tenemos que formalmente podemos ubicar que de los 2.52 millones de hombres y mujeres que conforman la población que están en el merado laboral, 116 miles de personas (4.6%) son calificados como patronos o sea que contratan fuerza de trabajo o sea que tienen bienes de capital productivo y conforman la burguesía de nuestro país. De este total de Patronos 13,634 son gerentes propietarios……..

Por otra parte 705,864 personas son calificados como cuenta propia, que son los que podríamos llamar semiproletarios, que posean ciertos bienes de producción, pero no logran una reproducción simple o sea que obtienen un ingreso suficiente para reproducir su fuerza laboral y recuperar su capital de trabajo, por lo que tienen que vender de manera parcial su fuerza laboral en el mercado de trabajo, conforman el semiproletariado, constituido principalmente por comerciantes, agricultores o campesinos, artesanos y operadores de maquinaria, profesionales, técnicos y empleados de oficina. En esta categoría podemos ubicar igualmente a los cooperativistas. Así los semiproletarios conforman el 28% de la población económicamente activa.

El proletariado que lo único que tiene es su fuerza de trabajo para su reproducción y de su familia esta compuesto por 1,695,990 personas que andan buscando trabajo, estos representan el 67.3 de la PEA. De este proletariado sólo 931,123 tienen un salario permanente, lo que implica que 764,867 son subempleados calificados como asalariados temporales (416,548), familiares no remunerados (219,053), aprendiz ( 6,305)y servicio domestico (117,788). Además existen mas de 200,000 personas en edad de trabajar que no califican en este mercado laboral por ser el lumpen proletariado o sea desempleados permanentes.

Los sectores sociales excluidos de la explotación directa e indirecta de los sectores dominantes mencionados son muy pocos y están ubicados en los profesionales independientes, la mediana y gran empresa que no forma parte de la acumulación dinámica del modelo capitalista imperante, llamado neoliberal.

Lo dicho anteriormente se refleja en el siguiente cuadro que es a su vez resultado de una Encuesta de hogares con propósitos múltiples realizada en el año 2003. En el primero se ofrecen datos de ocupación según sexo y categoría ocupacional y en el segundo por rama de actividad económica y categoría ocupacional.

B. Grupos económicos. En los cuadros anteriores se expone la estructura de clases y la fuente del excedente en nuestro país, y demuestra el peso de los explotados por el capital directa e indirectamente, y nos muestra que todos los asalariados reciben únicamente el 38% de la riqueza generada anualmente; mientras que los dueños del capital se apropian del 62% de la misma. Sin duda alguna en el caso de otros países no hay mucha diferencia y posiblemente en algunos la situación sea aún peor.

A continuación se muestran algunos de los grupos empresariales que cada vez concentran más activos del Estado, mediante privatizaciones de aquellas instituciones que son más rentables para su acumulación, entre ellos se encuentran:

1. GRUPO CUSCATLAN
Este es uno de los grupos económicos más poderos del país, se configura en 1993 como Grupo Financiero Cuscatlan S.A. de C.V., luego cambia a Grupo Regional de Inversión (GRI.S.A de C.V), ahora es conocido como Inversiones Financieras Cuscatlan y es parte de la Corporación Unión de Bancos Cuscatlan Internacional (UBCI, Holding Company en Panamá) que es la estructura regional de este grupo. En El Salvador Inversiones Financieras Cuscatlan esta formada por las siguientes empresas:

Llama la atención que Inversiones Colón S.A. de C.V. Que es una empresa asociada al familia Cristiani /LLach aparece en esta instancia de dirección del Grupo, lo cual prueba los intereses que tiene el ex Presidente Cristiani. Adicionalmente los intereses de la familia Bahaia están presentes tanto directamente así como por la empresa Textufil. También las empresas Consejo S.A de C.V. y Siete más Uno S.A. de C.V. están asociadas a los intereses de la familia Cristiani/Llach, ya que los accionistas son miembros de las empresas de estas familias y al mismo tiempo tanto Cristiani como otros miembros de la familia Llach están en la junta directiva de estas empresas.

2. GRUPO BANAGRICOLA
La estructura del Grupo Financiero Banco Agrícola (BANAGRICOLA) está también regionalizada, tiene intereses en El Salvador, Nicaragua, Honduras y Panamá. La empresa que controla el conglomerado es Inversiones Financieras Banco Agrícola S.A., en El Salvador, son parte de este conglomerado: el Banco Agrícola, BURSABAC S.A. de C.V., Credibac S.A. de C.V., Servicambio S.A. de C.V., Arrendadora Finaciera S.A. y la Sociedad Bienes y Servicios. Además se articulan las compañías de seguros Asesuisa S.A., Asesuisa Vida Seguro de Personas, Aseguradora Agrícola Comercial y la AFP Confia.

Las familias relacionadas más directamente con este grupo son: Baldochi Dueñas, Dueñas, Kriete Avila, Palomo Déneke, Araujo Eserski, Schildknecht, Pacas Díaz y Cohen. Para conocer mejor las empresas financieras y las asociadas, veamos cual es su capital y los accionistas.

3. GRUPO BANCO DE COMERCIO (BANCO)
El grupo financiero vinculado al Banco de Comercio, es también una estructura importante dentro del poder económico del país. Aquí se articulan empresas de las familias Belismelis, Catani Papini, Alvarez, Freund, Cahen, Sol, Escalante Sol, Quiñonez Sol, Palomo y otros en menor escala. La familia Belismelis se considera una de las más afectadas por el proceso de reforma agraria de los años ochenta, habiendo sido expropiada 929.7 hectáreas de tierras de las cuales 489.3 eran dedicadas al café, a otras familias como Sol Millet y Luis Escalante les expropiaron 2,727 hectáreas de las cuales 1,162 eran dedicadas a café. En este marco es necesario considerar al igual que otros grupos económicos el interés de buscar otros mecanismos de acumulación y concentración del capital y si es posible de recuperación de las tierras.

4. GRUPO BANCO SALVADOREÑO (BANCOSAL)
Este Grupo Financiero esta vinculado al Banco Salvadoreño y articula un conjunto de empresas de las familias Simán Jacir, Salume, Simán Siri, Zablah Touche y otras vinculadas al capital Arabe en El Salvador. Es importante señalar que algunas de estas empresas han presentado una importante expansión a nivel regional.

Este grupo ha logrado un crecimiento significativo en las últimas dos décadas, aspectos asociados a la orientación de sus inversiones, a su proceso de capitalización en tiempos del conflicto armado y a las políticas económicas de liberalización apertura externa y privatización, que fortalecieron su capital comercial y de servicios.

No solamente estas empresas y este grupo han crecido nacionalmente sino que también algunas de ellas se han expandido regionalmente, es el caso del grupo Simán que tiene sucursales de Almacenes Simán en Guatemala y Nicaragua. Almacenes Siman Guatemala se crea en 1993, y en el 2002 crean Galería Siman en Nicaragua a partir de la compra de Galería Internacional. También el grupo Simán adquirió las cadenas de tiendas Curacao, Tropigas, Loco Luis, Music Shop en Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua. Así mismo adquirió las marcas comerciales de las mismas en Costa Rica. En el 2001 adquirió la franquicia de la cadena de ropa Zara.

5. GRUPO AGRISAL (BANCO DE AMERICA CENTRAL/ CREDOMATIC).
Este Grupo empresarial es de los más importantes de El Salvador, su vinculación con las empresas dedicadas a la producción de cerveza, aguas purificadas, Coca Cola y Tropical son las más reconocidas. El Grupo se constituye a partir de la empresa fundada en 1906 R. Meza Ayau y Cia, dedicada a la fabricación de cerveza, la cual se convierte después en la empresa industrial La Constancia S.A., que al final de todos estos años ha permitido la creación de la Sociedad Agrisal S.A. Este grupo en la actualidad no solamente esta en la industria de bebidas, sino que ha trascendido a empresas de ensamblaje de carrocería industrial, y representaciones y venta de vehículos, hoteles, centros de negocios, agro industria, y centros comerciales entre otros.

6. GRUPO POMA (BANCO SCOTIABANK)
El Grupo Poma, es uno de los grupos comerciales e industriales más grandes de la región Centroaméricana, Panamá y el Caribe. Algunos datos históricos nos pueden acercar a como se constituye esta estructura de poder económico en El Salvador. El grupo fue fundado en 1919 por Bartolomé Poma y Genova a partir de la empresa “B.Poma Ltd.” comenzó distribuyendo automóviles (Hudson y Essex) en El salvador, con gran éxito desde su inicio y proporcionando otros servicios para la industria de automóviles. Al inicio de la década de los 30, bajo difíciles condiciones económicas mundiales, Luis y Didine Poma, hijo e hija del fundador, tomaron el liderazgo del negocio y lo nombraron Poma y Cia, y empezaron a desarrollarlo obteniendo la distribución de General Motors Corporation, y explorando otras áreas de expansión. (MONEDA. Periódico Financiero 25-29 de agosto 2003).

7. GRUPO SALAVERRIA PRIETO
Incorporamos a este grupo de la familia Salaverría Prieto por su presencia en el Banco Scotiabank. Este grupo empresarial consideramos que esta más asociado al Banco Scotiabank ya que en la junta directiva de 1999 de este banco aparecía como presidente uno de sus miembros. En la actualidad no esta presente en la junta directiva, pero sus intereses económicos pueden continuar.

“El patriarca del núcleo, Miguel Angel Salaverría Alcaine, nació en Sonsonate en 1927, sus padres fueron Juan Salaverría y Beatriz Alcaine de Salaverría. Este importante diplomático empresario se casó con Rosa García Prieto, procreando en el matrimonio a siete hijos, uno de ellos fue el Presidente del Banco Scotiabank “(Estudio UCA).

Los miembros más importantes de esta familia son Federico Salaverría y su padre Miguel Angel Salaverría, este último ha desempeñado cargos importantes en los gobiernos de ARENA, como Embajador de El Salvador en los Estados Unidos, Ministro de Relaciones Exteriores y Presidente de CEPA.

8. GRUPO QUIROZ (GRUPO Q)
Se considera a Samuel Quiroz como el iniciador del Grupo Q. En 1952 en San Miguel se crea la empresa Samuel Quiroz y Cía. Actualmente los hermanos Carlos Enrique y José Angel Quiroz, son los representantes más importantes del Grupo, éste último fungió como Ministro de Obras Públicas en la administración de Francisco Flores. Este Grupo se ha expendido regionalmente especialmente en El Salvador, Honduras y Nicaragua. Para 1968 la Compañía Samuel Quiroz pasa a ser SAQUIRO, S.A. Las empresas están vinculadas a la importación y distribución de automóviles y de repuestos. Son distribuidores de las marcas NISSAN, ISUZU, CHRYSLER, DOCH y JEEP. También distribuyen la marca coreana HYUNDAI, HONDA, RENAULT.

A partir del conocimiento de la integración de los Grupos Económicos de Poder, podemos comprender mejor la dinámica de la concentración de la riqueza y el ingreso y la reestructuración económica que se ha desarrollado en el país en los últimos quince años.

Ciertamente estamos ante la presencia de la reconfiguración de poderosos grupos económicos, que se habrían visto limitados en su proceso de acumulación durante los años de la guerra y de las reformas económicas de los ochenta. Pero que después de quince años en el poder y de la aplicación de políticas y medidas en beneficio de ellas han logrado reconstituirse un bloque único en defensa de sus intereses de clase.

La privatización de la banca ha sido uno de los mecanismos más importantes para la integración del capital, de tal forma que alrededor de los bancos encontramos un conjunto de empresas dedicadas a distintas actividades que a su vez controlan el mercado en forma oligopólica y monopólica. Así mismo hay una mayor relación entre los grupos familiares no solo por las relaciones de parentesco, sino por la alianza de sus capitales.

Hemos identificado en principio seis grupos de poder económico, vinculados a los distintos bancos, aunque aquí no se agotan, entendemos que existen otros como los Salaverría Borja, los Llach Hill y algunos otros, que están a su vez vinculados a estos Grupos de Poder pero hace falta profundizar en la investigación. En todo caso esto puede complementarse en el futuro.

El resumen de los capitales de estos grupos económicos de poder puede darnos una idea de la capacidad de influencia en la economía salvadoreña y de la importancia del control del aparato de Estado.

GRUPO ECONÓMICO DE PODER

Grupo Cuscatlán (Banco Cuscatlán)
Grupo Banagrícola (Banco Agrícola)
Grupo BanCo (Banco de Comercio)
Grupo BancoSal (Banco Salvadoreño)
Grupo AGRISAL (Banco de América Central/ CREDOMATIC)
Grupo Poma/Salaverría Prieto/Quirós (Banco Scotiabank)
Grupo De Sola (Banco Cuscatlán)
Grupo Hill/Llach Hill (Banco Cuscatlán y Scotiabank)

C. La fase actual del imperialismo y su intervención en nuestro pais. Esta se caracteriza por una forma de concentración que provoca la extinción del empresario nacional que es sustituido por los cartel y holdings financieros internacionales y la conformación de redes de empresas en los diferentes países, manteniendo en sus países de origen, la propiedad accionaría, la realización fundamental de su producción, el control financiero, el control de la ciencia y la tecnología y sus innovaciones tecnológicas, aspectos de diseño, etc.

Las fusiones y adquisiciones introducen dos aspectos de cambio fundamentales en la organización social del capital en el marco nacional y mundial: por una parte la creación de holding, los cuales profundizan la centralización de las tres formas del capital. El capital industrial es uno de los grandes impulsores del nuevo sistema financiero mundializado e igualmente se convierte en el controlador de más del 66% del comercio mundial, con el desarrollo del comercio intra-firma y el comercio directo hacia los mercados finales; y por otra parte, se ponen fin a las especialidades y a las cadenas productivas como las lógicas más avanzadas de organización social del capital. Así el desarrollo de las economías de escala, combinan no sólo las tres formas del capital, sino también aspectos fundamentales como el desarrollo de la ciencia y la tecnología, la cual a su vez es responsable en buena parte del fin de las especialidades de las cadenas productivas.

Del máximo desarrollo de la concentración y centralización del capital, nace una nueva división internacional del trabajo La mundialización del mercado laboral, que tiene como objetivo central hacer refuncionalizar la acumulación y la ganancia del capital de los países de la Tríada, consigue su objetivo a partir de dos procesos que convergen: debilitar y desarticular la organización laboral en la fábrica y en el ámbito nacional y, simultáneamente, reducir el salario real de la fuerza laboral de los países desarrollados al confrontarlos con el mercado laboral de los países no desarrollados. Sin embargo, es importante aclarar que la disminución del salario real de la fuerza laboral es un fenómeno que se desarrolla a nivel mundial en el marco de las políticas neoliberales y de la flexibilidad laboral. Así nace el obrero mundial y el ejército de reserva en el ámbito mundial.
D. El Estado y las clases sociales. El aparato del Estado tiene como uno de los roles principales el mantener la unidad y cohesión de una formación social, concentrando y consagrando la dominación de clases, y reproduciendo así las relaciones sociales, es decir las relaciones de clase.

El Estado no es más que una entidad, un instrumento, resultado el mismo de la concreción de las relaciones de clase. Así las funciones (económicas, políticas, ideológicas) que ejecuta el Estado en el proceso de reproducción de las relaciones sociales, no tienen una función neutra, representan los intereses de la clase dominante, que tienen dominio sobre el terreno político.

Así la clase obrera no se puede conformar, en el proceso de la revolución socialista, con tomar el lugar de la burguesía en el estado, la clase obrera y el poder revolucionario deben transformar radicalmente (quebrar) el aparato del Estado burgués y remplazarlo por el aparato del Estado proletariado, cambiar completamente el carácter de clase del Estado. Es el poder del Estado, resultado de las relaciones de clases, el que esta directamente articulado a la lucha de clases y al funcionamiento del aparato del Estado. Así el Estado juega un papel fundamental en la cohesión de la formación social, la representación de los intereses de clase y la producción de las relaciones sociales, reproducción del poder de la clase dominante que el representa.

II: SOBRE LA ESTRATEGIA DEL FMLN

La claridad en cuanto al carácter de la coyuntura y del enemigo de clase, así como la definición del enemigo principal y mas peligroso y el enemigo inmediato a derrotar, permite junto con el conocimiento pleno de nuestras fuerzas y contradicciones, abordar de manera correcta la definición de la estrategia de nuestro Partido FMLN, hacia la construcción del poder democrático, revolucionario y socialista.

Esto con el objetivo inmediato de avanzar: por una parte en las conquistas democráticas que permitan un mayor control de parte de nuestro Partido, de las estructuras del Estado dominante, neoliberal; y por otra parte ser un sujeto activo estratégico en la construcción de una organización popular y social que siente las bases del nuevo poder.

Todo lo anterior para derrotar al neoliberalismo y comenzar la transformación hacia una revolución democrática y revolucionaria, que transforme el carácter del Estado, hacia un Estado que represente los intereses del pueblo y los demás sectores de la sociedad (SOCIALISMO).

A. EL ESTADO EN LA COYUNTURA ACTUAL Y CARACTERIZACIÓN DELGIMEN.

COYUNTURA INTERNACIONAL

Una mirada rápida a la situación internacional permite observar lo siguiente:
1. El modelo neoliberal ha hecho mas ricos a los ricos y mas pobres a los pobres ampliando la enorme brecha entre estos y creando una situación explosiva de incalculables consecuencias.
2. El imperio impulsa una política militarista invadiendo pueblos, quitando y poniendo gobiernos a su antojo y amenazando a otros pueblos con acciones militares si no cumplen sus designios.
3. Gobierno USA continua amenazando a países que cuentan con recursos estratégicos, con invadirlos y poner a su servicio dichos recursos, pueblos y gobiernos.
4. El gobierno USA impulsa una política antiemigrantes con el pretexto de guardar su seguridad interna, de esa manera refuerza militarmente sus fronteras y multiplica su sistema de espionaje.
5. Junto a todo eso el mundo vive una reactivación de la lucha antiimperialista y resurge con fuerza la lucha popular por sus reivindicaciones más inmediatas.
6. En América Latina surgen gobiernos de izquierda como resultado de las luchas de sus pueblos e impulsan proyectos alternativos en algunos casos en abierta confrontación con el imperialismo.

COYUNTURA NACIONAL

1. El Estado actual calificado como NEOLIBERAL, en el sentido que su quehacer esta orientado de manera exclusiva a implementar el neoliberalismo en lo económico, lo político, lo ideológico y lo cultural, aún a costa de haber transformado su naturaleza, expresada en la Constitución de la República, dejando así, de representar los intereses del pueblo y la sociedad en su conjunto y pasando a representar, defender e imponer, a toda la sociedad, los intereses de la oligarquía financiera y el capital transnacional a partir del principismo de la trinidad neoliberal: el libre mercado, la libre competencia y la ganancia.

2. Con los Acuerdos de Paz se sentaron las bases para abrir un período de transición hacia la democracia, sin embargo esa transición ha sido bloqueada por el imperialismo en alianza con la oligarquía financiera y los gobiernos de su partido ARENA, quienes enrumbaron la transición hacia un modelo neoliberal que anula paso a paso las conquistas de los acuerdos de paz.

3. Se impone el modelo neoliberal en lo económico, en lo político y en lo social, colocando al país en una marcha hacia la dictadura oligárquica-imperialista. Muestra de ello es el claro predominio del órgano ejecutivo sobre el legislativo y el judicial, procurando su desprestigio y sumisión. Grave situación que hace peligrar la estructura republicana del estado.

4. Estamos atravesando una nueva fase de autoritarismo, en la que se niega a la persona humana como el origen y fin de la actividad del Estado, a partir de convertir a este en el principal instrumento para negar las libertades, violar los derechos humanos, instrumentalizar las instituciones (TSE, Corte de Cuentas, Superintendencias, etc.), desnaturalizar la PNC volviéndola represiva, conociéndose ya los primeros casos de tortura.

5. Si bien la vía aceptada para llegar al gobierno es aquella electoral, el régimen se ha encargado de afectar su credibilidad y viabilidad, al pervertir el funcionamiento del sistema electoral a partir de su máxima instancia (TSE), como fue evidente durante el pasado proceso de elecciones presidenciales, ante el temor de un triunfo del FMLN.
6. El neoliberalismo se caracteriza por la privatización de los bienes del estado y la desregulación del mercado en beneficio del gran capital, lo que produce por un lado, un estado debilitado y empobrecido, incapaz de hacer frente a los retos en materia social de la población y acrecentando su dependencia con el imperialismo y el ahorro externo, y en contraposición un Estado dictatorial con la fuerza legal y policial para defender e imponer los intereses de la oligarquía financiera y del capital transnacional.

7. Este modelo neoliberal asume una forma corporativa, en la que se fusionan (como una gran maquinaria) el partido ARENA, el estado, la gran empresa privada, los mayores medios de comunicación y algunos sectores religiosos, para consumar sus propósitos políticos y económicos a costa de la población.

8. Los gobiernos de ARENA en una posición entreguista y sumisa impulsan las grandes políticas de la globalización mundial provenientes del Grupo de los 7 y de la OTAN, canalizadas por medio de las instituciones financieras internacionales como el FMI, BID, OMC y del Comando Sur. El país estaría no solamente encaminado hacia una nueva dictadura, sino hacia un proceso de neocolonización.

9. La debilidad principal del Programa Neoliberal en El Salvador está en su crisis financiera, aunque para este año el Gobierno ha resuelto su déficit con más endeudamiento, este es un problema estructural que persistirá.

10. La debilidad política de ARENA está en que las Reformas Económicas y Fiscales han provocado malestar generalizado en la mayoría de la población debido al alto costo de vida, pago a cuenta de Renta e IVA, cuotas voluntarias en unidades de salud y hospitales lo que redunda en más pobreza.

11. El reflujo en que habían caído las fuerzas populares después de los acuerdos de paz parece que están por terminar, reaparecen organizaciones que parecían dormidas, se organizan nuevas organizaciones en torno a problemas provocados por el modelo neoliberal y el combate popular en torno a sus reivindicaciones históricas son acompañadas de alzamientos espontáneos por el agua, por la protección del medio ambiente, contra los Tratados de Libre Comercio etc.

12. El FMLN se mantiene firme en su lucha por los objetivos de la Revolución Democrática, comprometiéndose a rescatar el país del rumbo destructivo que caracteriza al neoliberalismo y es apoyado crecientemente por gran parte del electorado, no obstante las amenazas y las mentiras que sobre él caen permanentemente. En América Latina se han venido dando cambios importantes donde un número creciente de países están anteponiendo los intereses genuinos de la población a las políticas neoliberales fracasadas.

B. FUERZAS POLÍTICAS

ARENA

• El enemigo principal al que nos enfrentamos es el bloque conformado por el imperialismo, conducido por la derecha guerrerista más recalcitrante de los EEUU, en alianza con la oligarquía financiera de El Salvador, el gobierno de Saca y su expresión política electoral, ARENA.

ARENA se ha posesionado del estado, pervirtiendo su funcionamiento y se apoya en aquella parte de la población con mayor atraso educativo y cultural, y, por tanto, con mentalidad conservadora. La conducción política del estado la ejerce el sector más servil y sumiso al imperialismo.

ARENA tiene una conducción estratégica autoritaria y vertical, que le permite ocultar las contradicciones internas, creando una apariencia monolítica, con la ayuda de los grandes medios informativos.

• La derecha desarrolla sistemáticamente campañas de propaganda de desprestigio al FMLN, pues lo considera el mayor peligro y obstáculo para conseguir sus propósitos. Los grandes medios de comunicación están directamente involucrados con los planes políticos de ARENA y en el diseño de su estrategia mediática.

• La sociedad salvadoreña tiene una importante dimensión religiosa, fundamentalmente cristiana, que es aprovechada por la derecha en complicidad con algunos sectores religiosos.

• La derecha utiliza crecientemente la corrupción, la amenaza y el chantaje como instrumentos para lograr sus objetivos políticos.

• Podemos constatar como ARENA hace la guerra al FMLN tratando de golpearlo y desarticularlo, dividirlo o fomentando la disidencia. Instrumentos del estado como la OIE son utilizados con ese fin.

• Las fortalezas más notorias de ARENA son el control del aparto del estado y su efectividad mediática.

• Su debilidad mayor es inherente al mismo modelo que impulsa: pobreza, alto costo de la vida, desempleo, crisis económica, crisis fiscal, etc. ARENA no posee la capacidad ni la voluntad política de resolver estos problemas fundamentales. Los altos niveles de corrupción de sus funcionarios también corroen su imagen.

ARENA promueve los típicos valores capitalistas (consumismo, individualismo…) y estimula la migración, pues las remesas familiares no son solo un “flotador” económico, sino un “flotador” político.

– EL FMLN

FORTALEZAS:
• Posee la más grande organización política y fuerza movilizadora y se convierte en la principal fuerza electoral mostrada en las últimas jornadas electorales.

• Es la única fuerza de izquierda en el país, con fuerte raigambre popular, capaz de resistir las embestidas del bloque derechista neoliberal.

• Es el principal y verdadero partido de oposición y ha conquistado un significativo poder institucional.

• Es la mayor fracción legislativa con 32 diputaciones la cual acompañada de 54 alcaldías ganadas pueden jugar un papel más efectivo en sus posibilidades de vínculo estrecho con la población.

• Es el único partido que presenta propuestas realmente alternativas al modelo neoliberal, siendo reconocido por gran parte de la población como la única fuerza que defiende sus intereses y combate los abusos de poder por parte del gobierno.

• Es una fuerza electoral en crecimiento, lo muestran las elecciones presidenciales en las que se lograron 812, 519 votos el mas alto resultado en elecciones de ese tipo logradas por el FMLN y mas de 700,000 votos en la ultima jornada electoral Municipal, la cual es la mas alta lograda por nuestro partido en este tipo de elecciones.

• Posee excelentes relaciones con gobiernos y fuerzas políticas importantes en América Latina y otras partes del mundo.

DEBILIDADES:
• La dinámica deformadora de los frecuentes procesos electorales internos, ha provocado tremendo desgaste al partido y nos deja después de cada evento electoral divididos y con un sabor a derrota en buena parte del partido.

• Como resultado de lo anterior se destaca la falta de unidad y cohesión partidaria para enfrentar a nuestros enemigos de clase y ejecutar los planes de lucha, lo que inmoviliza.

• La ausencia de un plan sistemático para la educación política e ideológica de sus militantes a nivel nacional y la falta de una política de cuadros.

• El debate ideológico se ha vuelto un lugar adecuado para aquellos que buscan culpables de sus propias deficiencias y encuentran más fácil acusar de desviaciones ideológicas a aquellos que no concuerdan con sus pobres puntos de vista escasos de análisis y su poca capacidad para sostener una discusión teórica o sobre aspectos de la política local.

• La falta de espacios de discusión interna provoca que se acumulen resentimientos y problemas a los cuales se les podría dar fácil solución si se enfrentaran a tiempo.

• El desarrollo de una estrategia efectiva de comunicación hacia la población, rompe el necesario vínculo con el pueblo.

• Pérdida de la mística revolucionaria, que se manifiesta, en la baja disciplina partidaria y acomodamiento de una parte de los funcionarios.

• La doble función de cuadros – en el estado y el partido no permite su desarrollo en las áreas de su responsabilidad afectando directa y principalmente al partido.

• La rueda de caballitos permite que una parte del parque de cuadros del partido se conviertan en funcionarios públicos vitalicios y logran burlar de esa manera nuestros estatutos, ya que al terminar el periodo permitido ya tienen asegurado su candidatura en otro cargo de elección popular, con lo que se va formando una argolla dorada.

III. EL TEMA DE LA VANGUARDIA.

CLASE DE VANGUARDIA

La vanguardia de la lucha la define el carácter proletario, del asalariado, del explotado, que le da un contenido de clase y por lo tanto rompe visiones meramente económicas de la lucha o políticas coyunturales, dado que su carácter de clase lo introduce, a través de la práctica revolucionaria (a través de las huelgas políticas de masas, las manifestaciones políticas en sus diferentes acepciones), y simultáneamente con la lucha ideológica, política y económica que le permite enfrentar el poder de los sectores dominantes, desestabilizar crecientemente el modelo económico y el poder político de la burguesía financiera, e ir acumulando una fuerza política e ideológica creciente, entre los diferentes sectores del pueblo, hasta que acumule la fuerza suficiente, que levante la línea insurreccional política, para derrotar el poder de la burguesía y por lo tanto ser la base de la construcción del poder alternativo de la clase trabajadora, proletarios, asalariados y semiproletarios. Es el proletariado el que le da el carácter de clase a la lucha popular. Pero es el proletariado en la tipificación expuesta el que al final es el sujeto histórico con más conciencia de clase y por lo tanto deberá asumir la vanguardia de la revolución democrática, de ideología y de valores socialistas, que garantiza que del triunfo, de la revolución democrática, transitemos hacia el socialismo.
PARTIDO DE VANGUARDIA
LENIN en su obra “QUE HACER” afirma que las ideas revolucionarias le deben llegar al proletariado desde afuera y de esa manera los sindicatos, los agricultores campesinos y el proletariado asalariado en general, deben superar el economicismo, ese es el papel del partido revolucionario quien junto a estos organiza la confrontación directa al capital, cualificando su lucha y enrumbándola hacia la lucha política revolucionaria en el marco de la democracia burguesa para debilitar su poder; y a la lucha ideológica para la creación de una nueva sociedad y un nuevo poder popular, que de la base para derrotar al sistema capitalista e impulse la revolución democrática para la construcción del socialismo., de esta manera el partido revolucionario junto a la clase revolucionaria asumen su papel de vanguardia de la revolución proletaria.

El partido de la clase obrera debe ser un partido que penetre en la conciencia de los trabajadores, que los organice, que los abandere. El partido debe actuar sistemáticamente entre las masas, nunca alejado de ellas, porque la revolución se organiza, organizando a las masas en torno del partido e incorporando a sus filas a los trabajadores más solidarios, más abnegados, más decididos, más dispuestos a entregarse a una lucha donde se expone todo y sólo se obtiene la satisfacción del deber cumplido.
De esta manera el partido de la clase obrera se convierte en la vanguardia de su clase y de todo el pueblo. El partido no podrá dirigir la lucha hacia estadios superiores de la vida social si no cuenta con prestigio y autoridad.
Pero el título de vanguardia no se obtiene por el sólo hecho de proclamarse a sí mismo vanguardia. Este título hay que conquistarlo todos los días con pronunciamientos acertados, con éxitos cotidianos, con la lucha diaria y con la congruencia entre las ideas y la forma de ser y de actuar de sus militantes. LENIN afirma: “no basta titularse vanguardia, destacamento avanzado: es preciso también obrar de suerte que todos los demás destacamentos vean y estén obligados a reconocer que marchamos a la cabeza”. Lo anterior nos coloca ante un reto; ser y parecer vanguardia de las mayorías empobrecidas.
IV. EL BLOQUE DE IZQUIERDA Y LAS ALIANZAS.

En esta estrategia de llevar hasta sus últimas consecuencias la revolución inconclusa en El Salvador y Centroamérica, además de establecer claramente el tema de la vanguardia, se vuelve de carácter estratégico cohesionar el “bloque de izquierda” en la lucha por derrocar a la burguesía financiera. Así en El Salvador este bloque se perfila entre otras organizaciones por el FMLN, LAS ORGANIZACIONES SOCIALES Y POPULARES DE IZQUIERDA (SINDICATOS, ORGANIZACIONES CAMPESINAS, ORGANIZACIONES DE MAESTROS, ORGANIZACIONES DE BARRIOS Y COMUNIDADES, ONGs DE IZQUIERDA QUE TRABAJAN CON BASES ORGANIZADAS DE IZQUIERDA), LOS INTELECTUALES Y PROFESIONALES DE IZQUIERDA, LA TENDENCIA REVOLUCIONARIA “TR”, EL BLOQUE POPULAR SOCIAL, EL MPR-12 DE OCTUBRE, tomando muy en cuenta su unidad y sus contradicciones. En El Salvador, este “bloque de izquierda” debe ser la vanguardizado por el FMLN, como la fuerza política revolucionaria de carácter socialista, que representa la fuerza política predominante en términos, en primer lugar, de ser la fuerza apoyada por la inmensa mayoría de la población, que lucha por derrotar al neoliberalismo y por construir un proceso democrático revolucionario de principios y de transición hacia el socialismo; y en segundo lugar, por tener la mayor capacidad organizativa institucional con una presencia en todos los departamentos y municipios del país; y por ser la primera fuerza política en el país, en términos de control de gobiernos municipales, además de contar con la fracción legislativa mayoritaria en el país y una importante legitimación internacional,

El proletariado obrero, de los servicios, el proletariado del ejército de reserva (desempleados crónicos), el semi-proletariado agrícola, el del sector informal, y el microempresario y campesinos, los cooperativistas agrícolas, los asalariados técnicos y profesionales, los asalariados del Estado, los excombatientes de los ejércitos no insertos en los partidos de izquierda: los ex soldados y ex patrulleros del ejercito, así como los empresarios pobres excluidos de la acumulación, conforman todos estos, los sectores sociales, que deberían ser las fuerzas motrices de la gran marcha hacia la conclusión de la revolución, en una estrategia revolucionaria político-insurreccional.

Con estas fuerzas motrices, es que el Partido de izquierda revolucionario y democrático de principios socialistas, debe realizar el trabajo político-ideológico y de organización, de la revolución democrático proletaria y construir la alianza estratégica para derrotar a la burguesía financiera y su modelo neoliberal, base de la expansión imperialista en su búsqueda de la segunda conquista de América Latina, “la conquista económica de las transnacionales norteamericanas”.

En esta alianza hay que tener en cuenta, que el carácter burgués y pequeño burgués de la micro, pequeña y mediana empresa, de los campesinos, de los profesionales, de los intelectuales, de los técnicos, se da básicamente a partir de que su lucha se centra inicialmente en sus reivindicaciones económicas, sólo cuando estas no se consiguen y lo llevan a la proletarización y precariedad, comienzan a desarrollar un carácter político e ideológico en su lucha, que los va separando de su carácter burgués de clase y los puede convertir en revolucionarios.

El carácter de las alianzas con estos sectores, por lo tanto hay que tenerlo claro y por eso no pueden considerarse parte de la vanguardia, pero si el proletariado asalariado y el Partido deben trabajar en su formación ideológica política y hacerlos en la práctica revolucionaria avanzar hacia posiciones revolucionarias. Es importante tener en cuenta que el neoliberalismo ha acelerado y profundizado el proceso de proletarización de estos sectores, lo cual crea constantemente una mayor base social potencialmente revolucionaria.

Existen además una serie de movimientos liderados fundamentalmente por diferentes tipos de ONGs, tanto nacionales como internacionales, con diferentes orientaciones ideológicas que reivindican un amplio abanico de temas sociales, que van desde el medio ambiente y la sustentabilidad del desarrollo, el tema género, la problemática juvenil, niños, etc. En algunos países estos movimientos se han llegado a convertir en partidos políticos. En cuanto a estos procesos lo importante es incorporar dicho movimiento, pero haciendo énfasis en el carácter de clase que estos necesitan, en cuanto a luchar por sus reivindicaciones, pero incorporando política e ideológicamente, el tema de la necesidad de derrotar al modelo neoliberal desde la estrategia de la lucha de clases.

Por ejemplo podríamos resolver el problema de la sustentabilidad de los recursos, luchar por la descontaminación de las aguas continentales, que actualmente están contaminadas en un 90%, la cual ya descontaminada se exporta a los Estados Unidos por una transnacional, de ahí que la sustentabilidad le sirva al capital pero no al pueblo salvadoreño. El mismo tema de género, podemos tener mujeres dirigiendo los puntos estratégicos del Estado, de los Partidos y se siga aplicando el neoliberalismo, de ahí que el carácter de clase debe ser incorporado en estos movimientos, incluyendo el de la juventud, defensa de la cultura, etc.

Las alianzas con los sectores del capital, contra los cuales arremete y desvaloriza el neoliberalismo en la lógica natural del capital y su ley básica de acumulación y centralización del capital, lo cual ha provocado que aún sectores de la mediana y gran empresa rural, industrial, de servicios, del transporte, hayan sido excluidos de la lógica de la acumulación y muchos estén cerca de la quiebra. Estos sectores con un carácter de clase burgués muy definida, tienen un resentimiento contra el Gobierno y los dueños del Sistema financiero, quienes no sólo los han abandonado, sino que les han quitado sus empresas, sus propiedades y a veces hasta sus casas y sus ahorros. Algunos llegan a estar en contra del modelo neoliberal, aunque nunca estarán en contra del sistema, sólo excepcionalmente.

Estos sectores deben ser parte de las alianzas tácticas para la acumulación de fuerzas y canalizar estas, fundamentalmente a la lucha económica y política, lo cual ayudará al debilitamiento del poder de la burguesía financiera, el modelo neoliberal y por lo tanto acumulará para llegar a la construcción concreta del Gobierno de la Revolución Democrática. Además debe incluirse en estas alianzas, cada grupo de población que esté dispuesto a luchar por el programa democrático y por el mejoramiento de la vida de todo el pueblo trabajador.

El FMLN debe a corto plazo iniciar un proceso de construcción de estas fuerzas e impulsar una Estrategia de alianzas como la suma de fuerzas políticas y sociales de amplio espectro, diversas temáticas, tamaño, que fortalezcan la lucha popular y que en su momento le den base a una propuesta de Gobierno de Amplia Participación bajo la hegemonía del FMLN.

V. LOS TRES ESCENARIOS DE LA LUCHA DE LA VANGUARDIA DEL BLOQUE DE IZQUIERDA, DE LAS FUERZAS MOTRICES DE LA REVOLUCIÓN DEMOCRATICA Y LAS ALIANZAS TACTICAS.

a. Confrontar la burguesía con la lucha económica agudizando las contradicciones que le genera la acumulación, debilitando los mecanismos de refuncionalización del capital y agudizando los mecanismos de contra-refuncionalización.
b. La lucha política en el marco de la democracia burguesa y el constitucionalismo, para transformarla en la democracia popular que construya el poder para la construcción del socialismo.
c. La lucha ideológica como el sustento que da la base de los principios de la revolución democrática y del proyecto socialista, a partir de la interpretación de la realidad, la practica revolucionaria y los valores humanistas del socialismo, utilizando como método el materialismo histórico y dialéctico. La teoría y el pensamiento marxista.

Se hace fundamental hacer una caracterización del enemigo en la coyuntura actual de la revolución y en el horizonte de los próximos 10 a 20 años: además del gran capital financiero y el gran capital nacional no financiero, en el estadio actual del neoliberalismo y a partir de la estrategia de dolarización, de los Tratados de Libre Comercio, el Plan Puebla Panamá y el ALCA, LAS TRANSNACIONALES NORTEMARICANAS pasarán crecientemente a ser los principales sujetos a los cuales el Estado salvadoreño y los estados centroamericanos responden, es decir serán los sujetos de los que podríamos llamar el “contrato social de los Estados semi-coloniales centroamericanos con las transnacionales norteamericanas”. La burguesía financiera y las Transnacionales norteamericanas, tendrán en los estados de la región y el Estado norteamericano, acompañados de su aparato de poder político y militar, la defensa de sus los intereses.

Los partidos de derecha y de centro hasta ahora conocidos, seguirán siendo los instrumentos partidarios necesarios para manejar el marco legislativo, judicial y el gobierno central para resguardar y reforzar los intereses de la burguesía financiera y las transnacionales norteamericanos. Esto a partir de continuar con la generación de leyes para hacer el juego en el espectro político electoral y ser parte de la confusión política e ideológica del pueblo salvadoreño y centroamericano. Este es el papel de los partidos de la derecha ( ARENA, PCN, PDC, CDU), por lo cual es necesario proseguir con su desgaste, hasta que desaparezcan totalmente y sólo queda, como en la legalidad ya lo es, los dos bloques políticos que representan claramente los intereses de los dos grandes sectores sociales de El Salvador, el FMLN que representa los intereses del pueblo con sus principios democráticos, revolucionarios y socialistas, y el Partido ARENA que representa a la burguesía nacional y de las grandes transnacionales norteamericanas.

El carácter del Estado capitalista y del Estado salvadoreño que enfrentamos, la debilidad ideológica del movimiento social y popular y su falta de fuerza para la lucha política y económica contra la burguesía salvadoreña y las Transnacionales son las expresiones políticas.

VI. EL PARTIDO INSTRUMENTO Y/O SUJETO POLÍTICO

a. Existe la tendencia a convertir a los partidos de izquierda, en partidos copulares y verticalistas, sin bases ideológicas, instrumento para ascender al poder, democraticismo para la escalera arribista del poder y conservar privilegios de la conducción histórica, como premio por el papel jugado en la historia del proceso revolucionario o para arribar a los privilegios del sistema, convirtiéndose en partidos de la izquierda del sistema.
b. El Partido de la izquierda, revolucionaria, democrática y socialista, debe tender a convertirse en un partido de cuadros y de bases organizadas con una fortaleza ideológica y política socialista, funcionando en el centralismo democrático, como base para la construcción del partido que sea la vanguardia política e ideológica de la democracia revolucionaria, y que funcione a partir del poder de la dialéctica revolucionaria científica: de la realidad a la construcción teórica e ideológica, y de la ideología a la realidad y conducción política.
c. El partido de la izquierda revolucionaria, democrática y socialista, debe incorporar en sus diferentes niveles de dirección, desde los Comités de Base hasta la conducción nacional, una representación importante de la clase trabajadora, para que esta garantice el carácter de clase del partido, de izquierda revolucionaria y garantizar además que en el proceso de la revolución democrática ésta se oriente a la transformación de una revolución socialista. Actualmente en los partidos se garantiza la participación de la mujer y la juventud, pero no la representación proletaria de la clase trabajadora y esa es una de las causas de porqué los partidos de izquierda tienen constantemente un enfrentamiento sobre el carácter del partido en cuanto a la concepción de la revolución democrática, donde sectores revisionistas, pequeño burgueses buscan dejar esa revolución en la lógica del sistema con el peligro de terminar con una revolución democrática burguesa y traicionar los intereses del proletariado. Así el partido debe trabajar por el sujeto de la lucha política garantizando el desarrollo de su carácter de clase y la construcción de las alianzas necesarias para destruir el poder burgués financiero y construir el poder de la democracia revolucionaria que construya el socialismo.
d. Esta revolución necesita un partido de revolucionarios profesionales que piensen en la revolución las 24 horas del día y que dediquen su accionar diario a las luchas de este pueblo. Una militancia revolucionaria con preparación política y fortaleza ideológica, de amplia conciencia social, solidaria, fraterna, inclaudicable, incorruptible, internacionalista y en combate diario contra todo tipo de desviaciones burguesas o pequeño burguesas. Un partido con una militancia revolucionaria convencida de su misión histórica, la toma del poder.
e. Este partido además debe ser el sujeto que lleve la vanguardia ideológica y política, en la construcción del poder, desde el momento previo al triunfo de la revolución democrática revolucionaria.
f. La disyuntiva es convertirnos en un partido mas del sistema o retomar el rumbo de un partido de lucha permanente para derrotar el Sistema y construir la fuerza política-ideológica revolucionaria para instaurar el Gobierno democrático revolucionario de principios socialistas cuya misión fundamental es: Desarticular el poder económico de la burguesía y de las Transnacionales, desarticular el modelo neoliberal, lograr el desarrollo de las fuerzas productivas que dé la base para la transición al socialismo y transformar el Estado burgués capitalista en un estado democrático revolucionario.

VII: LA REVOLUCIÓN DEMOCRÁTICA, REVOLUCIONARIA Y SOCIALISTA, Y EL ENTORNO INTERNACIONAL

a. El carácter actual del internacionalismo:
i. proletario,
ii. de las izquierdas latinoamericanas y del resto del mundo,
iii. del socialismo existente (Cuba, Vietnam, China).
b. La lucha ideológica, política y económica del imperialismo americano y del sistema capitalista en general.
c. La estrategia de reconstrucción del internacionalismo, revolucionario, socialista, democrático, humanista: de la revolución democrática salvadoreña, a la centroamericana y a la latinoamericana y mundial.

1. El internacionalismo de los pueblos de centroamericana, Americana Latina, los países socialistas y la sociedad mundial de izquierda y la humanidad excluida del capitalismo y su estadio actual el neoliberalismo.
2. El internacionalismo de los Partidos y los movimientos y los gobiernos de izquierda existentes y países capitalistas, de Centroamérica, de América Latina y el mundo entero.
3. El internacionalismo socialista a partir de los Países Socialista existentes (China, Cuba, Vietnam, Corea,).

VIII. LAS MEDIDAS DE LA REVOLUCIÓN DEMOCRÁTICA REVOLUCIONARIA

Medidas urgentes que deben impulsarse desde el momento actual hasta su consecución total en el desarrollo de esta revolución democrática revolucionaria, como el andamiaje fundamental para transformar esta revolución en una revolución socialista.

a. Detener el avance del neoliberalismo, para lo cual hay que combatir y detener el TLC con los Estados Unidos, detener las privatizaciones y corregir las que están fuera de la ley, frenar el proceso de endeudamiento de nuestros estados y sociedades en general, detener la política fiscal regresiva para imponer una progresiva.
b. La destrucción de la máquina estatal burguesa
c. Desarrollo de las fuerzas productivas atendiendo simultáneamente la pobreza estructural y dejando de producir nueva pobreza y sentar las bases económicas para el tránsito al socialismo
d. Superar el constitucionalismo liberal, que será necesario en el proceso de la toma del poder y en las primeras fases de instauración de la revolución democrática.
e. La democratización del capital
f. La regulación democrática de la vida económica de parte del Estado.
g. Establecimiento del marco jurídico institucional y la asignación de recursos, para hacer de manera libre y efectiva, la organización universal de la fuerza asalariada y trabajadora en general, así como la de los micro, pequeños y medianos empresarios y sectores del campesinado, como aspecto fundamental para la construcción del poder popular y el desarrollo de la propiedad social.
h. Establecer y hacer efectivo el salario social
i. Establecer los programas y proyectos necesarios para convertir la empresa social en un sector estratégico del modelo de acumulación de la revolución democrática
j. Establecer al Sistema Financiero Nacional
k. Establecer los medios de comunicación para la libre expresión y la formación política e ideológica de toda la población.
l. Lograr la alfabetización educativa, científica, cultural, política e ideológica del pueblo.
m. Acceso a la salud universal y el desarrollo de la salud preventiva, con la construcción de Sistema Único de Salud.
n. El desarrollo de la ciencia y la tecnología y el acceso democrático del mismo.
o. Promover y trabajar activamente en el desarrollo del internacionalismo proletario, el internacionalismo político de la izquierda socialista y el internacionalismo del socialismo triunfante y en desarrollo que involucra a más de 1,400 millones de personas.

IX. LA MARCHA HACIA LA INSURRECCIÓN POPULAR Y EL TRIUNFO TOTAL DE LA REVOLUCIÓN DEMOCRÁTICA.

A la luz de lo analizado en este documento se puede afirmar que el método electoral de lucha por el poder adoptado después de los acuerdos de paz se está agotando aceleradamente y aparecen otras formas de lucha popular que en gran medida no están bajo control del Frente y menos que respondan a su estrategia lo que nos coloca fuera del contexto de la lucha revolucionaria actual, por tanto se vuelve imperioso estudiar la nueva situación y hacer un nuevo viraje hacia la combinación de las mas variadas formas de lucha, sin abandonar ninguna, ya que será el pueblo quien nos diga con claridad cual será el método a emplear en el momento oportuno.

Para derrotar el poder de la burguesía e instaurar la revolución democrática, requiere del proceso de una organización revolucionaria del pueblo, de acción política, de lucha ideológica, del accionar revolucionario táctico y estratégico, mencionado anteriormente, estableciéndose claramente que en el capitalismo contemporáneo y en toda la historia de este, ha sido y es imposible ser un revolucionario si se le teme a la marcha hacia el socialismo.

En el capitalismo que ha transitado en el último siglo, de un “capitalismo monopolista de Estado”, a un “capitalismo monopolista mundializado de las Transnacionales” en el estadio actual de la mundialización de las leyes capitalistas, dominado y protegido hasta ahora por el imperialismo norteamericano, el cual organiza el total de las sociedades del mundo, con excepción de los cuatro países socialistas existentes, En este sistema capitalista la única forma de avanzar, es seguir construyendo las fuerzas necesarias para avanzar hacia el socialismo. En la construcción de la revolución democrática, las fuerzas verdaderamente democráticas, deben marchar estrechamente en alianza con el proletariado, la única clase verdaderamente revolucionaria.

Esa marcha debe crear en su devenir histórico las condiciones subjetivas para la toma del poder, a partir de las existencia de las condiciones objetivas dada la profundidad de la pobreza y la exclusión, la amenaza del agotamiento de los recursos naturales estratégicos (del petróleo, el agua potable, el cambio climático producto del efecto invernadero, etc.) de seguirse profundizando el actual modelo de acumulación capitalista y el creciente deterioro y proceso de agotamiento de los mecanismos históricos de refuncionalización del capitalismo. El camino hacia el triunfo de la revolución democrática y su etapa final de carácter insurreccional popular, no puede estar soportada por conjuras o acuerdos de oportunistas con militares, sectores de la burguesía financiera o con el imperialismo; igual no puede estar sustentada únicamente en un Partido, sino que debe estar basada y vanguardizada en la clase más avanzada, debe estar sustentado este proceso en un creciente auge revolucionario del pueblo. Esas condiciones subjetivas se crearán en la lucha política, ideológica y económica que comience desde ya el camino de viabilizar las medidas de la revolución democrática revolucionaria, apuntadas anteriormente.

Esta marcha hacia la insurrección popular para concluir la revolución democrática, debe apoyarse en la creación y comprensión oportuna del viraje en la historia de la revolución ascensional, en que la actividad de la vanguardia del pueblo sea mayor, en que las vacilaciones del enemigo se vuelvan un verdadero factor de debilitamiento de su poder, al igual que las vacilaciones se expresen en las filas de los amigos débiles, amigos a medias, amigos indecisos de la revolución.” Esto a partir de haber contribuido de manera dialéctica a ese momento, de haber aprovechado las condiciones objetivas y de haber logrado que la mayoría del pueblo esté con la revolución democrática de principios socialistas.

Para todo ello es indispensable un partido unido, con una estrategia única, pero sobre todo una militancia fuerte, con disposición a impulsar este proceso, asumirlo con todos sus riesgos y llevarlo hasta sus últimas consecuencias.

Envío especial del Servicio Informativo Ecuménico y Popular

La casa y los perros. Una paràbola

La casa y los perros: Una parábola

En los días de la gran represión, cuando el país estuvo hundido en guerra, pobreza y soledad, hubo una pequeña aldea que era diferente.

Era una aldea aislada, ubicada en la parte menos fértil y más montañosa del país. Sus habitantes eran fugitivos y desertores. Cansados de su servidumbre, hambre y explotación, habían huido de las grandes ciudades y campos de batalla.

Para muchos de ellos, la vida anterior había sido tan insoportable que por ningún precio querían volver a ella. No habían huido para seguir en lo mismo, sino para iniciar algo nuevo.

Es así que comenzaron a dividir las pocas tierras cultivables en parcelas iguales y a construir casas comunitarias con suficiente espacio para albergar a 2 ó 3 generaciones a la vez.

Y así, de a poco, fue naciendo una aldea que era diferente del resto del país. Cada habitante tenía suficiente para su sustento, no había amos ni esclavos, terratenientes ni peones. Los pocos caballos que había trabajaban con los campesinos en el cultivo de la tierra y los herreros forjaban sus herramientas: la guerra había muerto.

Pero, a pesar de que cada uno tenía su casa, su familia y su trabajo, muchos de los aldeanos sentían que algo faltaba, algo que hiciera visible su nuevo proyecto de vida. Una noche se juntaron y decidieron construir, en el corazón de la aldea, una casa: la casa del pueblo. Y mientras cada uno entregaba lo que podía, empezó a tomar forma lo que debía ser el retrato de aquel pueblo y su proyecto diferente.

A través de los años, la casa se agrandaba cada vez más, porque cada generación tenía derecho a agregar lo suyo, su experiencia y lo que había sido su vida, y parecía que para cada nueva generación la casa cobraba más importancia. Sus paredes contaban de la larga caminata de los antepasados y enseñaban a los hijos y los hijos de los hijos cómo seguir manteniéndose fuera de la guerra y explotación.

La casa era verdaderamente el alma de aquel pueblo: todos los días los aldeanos se juntaban allí para comer, contar historias y descansar. En ella se casaban y en ella nacían los niños. Los que venían a visitar el pueblo se dirigían a ella porque ella era la historia del pueblo y su proyecto diferente. La destrucción de aquella casa habría sido la destrucción del pueblo mismo.

Hasta que un día, del otro lado de las montañas, llegaron unos hombres que se habían ido de su patria en busca de negocios y nuevas tierras. Y como no tenían casa, se les ofreció vivir por un tiempo en la casa del pueblo.

Al comienzo no hubo problema. Los visitantes se sentían honrados con la casa, y los aldeanos con los visitantes. Cuando empezaron a cocinar y llenar la casa con olores extraños, reordenar algunos muebles, ocupar permanentemente una de las piezas principales, la cual quedó cerrada para el público, e imponer un horario de descanso durante el cual cerraban toda la casa, causaron un poco de molestia entre la gente. Pero la gran hospitalidad de los aldeanos hizo que se tomaran estos cambios como un detalle.

El problema verdadero comenzó cuando uno de ellos fue a su patria y trajo de vuelta a su familia y dos perros, macho y hembra. No fue solamente que empezaron a ocupar en forma permanente otras piezas más, sino que durante la hora de la siesta y en las noches soltaban a los perros para vigilar la casa y hacer que nadie entrara sin permiso.

Después regresó otro a su tierra y trajo un carro lleno de alambre de púa con el cual acorralaron la casa.

Cuando los aldeanos protestaron vehementemente y hablaron de abuso de su hospitalidad y de que era su casa la que les habían prestado por un tiempo, los visitantes contestaron que ahora, después de tanto tiempo, la casa era suya y que la podían cuidar mucho mejor. ¿Quién cuida una casa que es de todos? Además dijeron que ahora había comenzado una nueva era que iba a traer mucha prosperidad para el pueblo. Y, para terminar con las protestas y discusiones, soltaron a los perros vigilantes día y noche.
Así volvió la guerra a la aldea.

Lo que inició el cambio en la situación fue un hecho que nadie había esperado: después de medio año de guerra fría, la perra resultó preñada y tuvo unos lindos cachorros, de pura raza. Los primeros 2 meses quedaron con la mamá, pero después empezaron a buscar comida en los callejones de la aldea. Fue en aquel momento que la aldea empezó a enamorarse de los perros. Primero los niños: por más que sus padres se lo prohibían, les guardaban lo que sobraba de las comidas, los llevaban a la mamá cuando se habían extraviado, los cepillaban y jugaban con ellos todos los días. Ya muy pronto el cuidado de los cachorritos era lo único que ocupaba la mente de los niños: todos los juegos que habían conocido antes quedaron obsoletos.

Cuando se corrió la voz que el dueño de los perritos estaba dispuesto a regalarlos y ayudar a los padres a cuidar y adiestrarlos, no había vuelta que darle al asunto.

Y así los perros comenzaron a poblar las casas de los aldeanos, unas pocas primero, casi todas después, porque no hubo padre que pudiese resistir las súplicas de sus hijos. De cada camada un cachorro se quedaba para vigilar la casa del pueblo, el resto se regalaba y lo que había comenzado como un juego de niños, se convirtió en asunto serio, casi una ciencia.

El interés de los aldeanos, que hasta hace muy poco había estado en la recuperación de la casa del pueblo, se volcó ahora hacia otro lado, y las preguntas que se hacían giraban todas en torno a los perros: ¿Cuál era la mejor comida o la mejor edad para comenzar el adiestramiento? ¿Cuál era la mejor manera de cruzarlos? ¿Qué hacer en épocas de celo? ¿Cómo procurar que en una camada hubiera 3 rubios y 3 negros? ¿A quién invitar para ser juez en las exposiciones? ¿Cómo organizar las competencias de adiestramiento?

Eran tantos los problemas que superar y las cosas que hacer con los perros que ni aún los aldeanos más comprometidos con la recuperación de la casa del pueblo pudieron escapar de esta nueva cultura.

Así volvió la paz a la aldea, y los visitantes que venían porque habían escuchado de la casa del pueblo y querían verla y palpar sus paredes que hablaban del proyecto diferente, terminaron admirando los perros vigilantes.

A la casa del pueblo ya no podía entrar nadie que no fuera amigo o descendiente de los que la habían expropiado.

En esta parábola está reflejada la manera en que muchos cristianos, a lo largo de los siglos, se han acercado a la Biblia: como visitantes que terminan admirando los perros vigilantes que impiden el acceso a ella.

La Biblia se hizo sobre la marcha, sobre la marcha de un pueblo hacia su libertad, y muchos de los testimonios que ahora encontramos en el Antiguo y Nuevo Testamento dejan constancia de esta caminata y este compromiso con lo que iba a ser un proyecto diferente en medio de la represión, hambre y soledad.

Los que hicieron la Biblia no tenían Biblia y no tenían la menor idea de que su experiencia-hecha-palabra, algún día iba a pertenecer a “la escritura”: una casa bien vigilada por muchos perros vigilantes.

Cuando aquellos desertores y fugitivos que iban a ser los primeros israelitas se arrancaron de los campos de batalla y de los sistemas faraónicos y comenzaron a contar y cantar de su experiencia, se inició el proceso de confección de la Biblia.

Pero estos relatos, poemas e historias sobre su éxodo no eran sagrada escritura, sino que hablaban de un compromiso sagrado, pues contaban cómo un grupo de esclavos se había atrevido a hacer lo imposible: romper con el Faraón y salir de la servidumbre en busca de un proyecto nuevo, un estilo de vida diferente, un lugar diferente.

La construcción de la casa del pueblo, la Biblia, se inicia cuando Israel comienza a contar de esta incomparable experiencia de su éxodo. Los relatos sobre esta experiencia, más que ser testimonios de testigos oculares, tenían la función de mantener viva la voz de aquellos que habían salido de Egipto y, al mismo tiempo, enseñar a sus hijos y a los hijos de sus hijos cómo mantenerse fuera de la explotación y seguir con el proyecto diferente que habían iniciado sus padres.

A lo largo de los siglos, otras experiencias se fueron agregando a aquella primera. Experiencias de dolor y angustia, cautiverio y coloniaje, experiencias de opresión y pobreza. Son estas experiencias-hechas-palabra de un pueblo viviendo en torno a un proyecto diferente, las que van constituyendo lo que ahora llamamos el Antiguo Testamento: la casa del pueblo de Israel en cuyas paredes está escrita la historia de un compromiso sagrado.

La expropiación de la casa tomó varios siglos y comenzó cuando vinieron visitantes de lejos que no habían compartido la vida de los aldeanos, ni tenían mucho interés en aquel compromiso sagrado. Cuando ellos entraron, la casa comenzó a cerrarse para los que la habían construido y se convirtió en monumento, repleto de objetos de arte. Una casa linda y bien conservada, pero inaccesible para los que en su interior querían buscar huellas de la vida de sus constructores y de su proyecto.

Una vez convertido en museo lo que había sido la casa del pueblo, era necesario vigilarlo y hacer que no todo el mundo pudiera entrar. Es el momento donde en la parábola los nuevos habitantes traen de su patria a los perros vigilantes. Los perros vigilantes que impiden el acceso a la casa del pueblo son las preguntas a través de las cuales solemos acercarnos a la casa. Aunque no nos damos cuenta, muchas veces terminamos nuestra ida hacia la casa admirando los perros vigilantes sin haber entrado. Son preguntas de carácter variado, pero lo que tienen en común es que no facilitan la entrada, sino que la impiden.

De una u otra manera, todos somos hijos de los que inventaron toda una cultura de preguntas erróneas a los textos bíblicos. Es una cultura tan ampliamente divulgada que ya no sabemos lo que es entrar a la casa del pueblo: nos enamoramos demasiado de las preguntas que lo impiden.

En lo que sigue en este libro un comentario desde América Latina al libro del Génesis, trataremos de escapar por un momento de esta cultura y ver si una nueva pregunta puede facilitarnos el acceso a la casa y evocar de ella una nueva respuesta.

No será tan fácil, porque el libro del Génesis, casi mas que cualquier otro, cayó víctima y fue aplastado ya hace mucho por esta cultura. No será fácil imaginarnos que al lado de las preguntas que tan bien conocemos hay a lo mejor otras que pueden servir mejor para la recuperación de la casa del pueblo. Porque es ésta la tarea que nos espera: recuperar la casa del pueblo y ver si es posible palpar, por lo menos, su puerta de entrada.

El libro del Génesis no es solamente el primer libro de la Biblia o del Pentateuco, sino que es al mismo tiempo la puerta de entrada a toda la Biblia. Haber comprendido realmente de lo que este libro nos habla es decisivo para nuestra comprensión y recuperación de toda la Biblia.

Además de ser el primero, el libro del Génesis es también uno de los libros más conocidos de la Biblia. ¿Quién no conoce, al menos superficialmente, la historia de Adán y Eva en el huerto del Edén? ¿Quién no conoce la historia de la serpiente y la manzana?

Es precisamente por eso que cada esfuerzo por leer de nuevo estos textos será una re-lectura. Una relectura que, entre otras cosas, nos conducirá a preguntarnos si todo aquel “conocimiento” adquirido a lo largo de los años ha significado algo para nuestro propio caminar, si en algo ha cambiado nuestra percepción de la vida, si en algo ha contribuido a paliar el dolor más agudo de los quebrantados y maltratados. ¿Ha cambiado en algo el libro de Génesis, o si se quiere toda la Biblia, nuestra práctica?

Es curioso, pero sin exagerar mucho podemos constatar que casi el cien por ciento de las preguntas que solemos hacer a los textos bíblicos no tienden en absoluto a obtener una respuesta que pudiera cambiar nuestra práctica. Son preguntas que tocan cosas teóricas: ¿Cuándo creó Dios los cielos y la tierra? ¿Cómo lo hizo? ¿Fue creación o evolución?

Está claro que, aunque supiéramos que Dios creó los cielos y la tierra en el año 20.000 a.C., un dato así no cambiaría en nada nuestra práctica como seres humanos. Puede ser que por eso la Biblia nunca contestará esa pregunta. Lo que a los constructores de la casa del pueblo interesa es que podamos ser seguidores de los que comprometieron su vida con aquel proyecto diferente que, por un tiempo, hizo morir a la guerra y la explotación. La casa se construyó para que viéramos la práctica de vida de sus constructores e hiciéramos como ellos.

Tratemos de encadenar por un rato los perros vigilantes, tratemos de olvidarnos de aquellas preguntas que nos trajeron los visitantes de lejos y tratemos de convertir nuestras vidas en pregunta. Puede ser que así el libro del Génesis engendre luz en una espaciosa noche, la noche que vive la América morena ya por tantos años.

Tratemos de establecer un nuevo diálogo con los textos. Tal vez ellos nos comenzarán a enseñar nuevas prácticas que pueden cambiar las cosas. Al establecer un nuevo diálogo podemos ir recuperando, de a poco, la casa del pueblo; habitarla de nuevo e ir descubriendo y reconociendo experiencias y prácticas de un pueblo que, por su compromiso con aquel proyecto diferente, pasó por lo peor. Experiencias de caras y uñas rotas, cuerdas vocales cortadas, ojos sin brillo y pies que de tanto caminar se hicieron llagas.

Las bocas que contaron lo que ahora llamamos áridamente “Génesis”, y las manos que amasaron aquellas historias sobre los principios, fueron humanas, parecidas a las nuestras.

No fueron dioses los que compusieron el Pentateuco, sino compañeros de caminata que al caminar desde la opresión dejaron una huella, abriendo surcos en la historia.

Al comentar el libro del Génesis desde América Latina, al tratar de sentir lo que sintieron aquellas personas cuyas voces nos siguen sonando desde lejos, es necesario desenterrar aquellas preguntas y situaciones a las cuales ellos quisieron responder a través de sus relatos.

Al ir iba llorando llevando la semilla, al volver vuelve cantando trayendo sus gavillas

dice el Salmo 126 (1). También los que hicieron el Génesis iban llorando mientras llevaban la semilla. Queremos unirnos a ellos, fundir nuestros horizontes con los de ellos y hacernos aprendices de sus experiencias. Queremos entrar a su casa, compartir el pan con ellos y dejar que sus experiencias entren a nuestra vida y nos conviertan un poco.

Aunque ellos estén dispuestos a respondernos varias de nuestras preguntas ¡no los interrumpamos demasiado pronto! Aprendamos primero a escuchar. Evitemos enamorarnos demasiado rápido de los perros vigilantes.

Para poder reconocer las preguntas y situaciones con que luchaban los que llorando sembraban la semilla, tendremos que aprender primero a cortar y alejar el alambre de púa que rodea nuestra comprensión.

Puede ser, pues, que el libro del Génesis no hable en absoluto de las cosas de que creemos que hablaba. Podría ser que hable mucho más de nuestra propia vida de lo que nos imaginábamos. Nuestra vida en América Latina, que en muchos casos está destinada a la no-existencia.

La única manera en que la Biblia, y el libro del Génesis que es parte de ella, se pueda convertir en sagrada escritura es que tenga sentido-para-nosotros, que ilumine nuestra existencia. Sólo así, re-leyendo los textos a partir de lo que somos, sólo así podrá haber luz en la espaciosa noche y sólo así podremos llevar las gavillas a casa entre cánticos. Sólo así la Biblia podrá tener una solución a los problemas nuestros: la desmesurada violencia, la desmesurada represión, el poder absoluto, el feudalismo, la desmesurada riqueza y la inimaginable pobreza. Una re-lectura latinoamericana del libro del Génesis está obligada a tomar en serio estos problemas, por la sencilla razón de que somos de su esencia. Somos parte de un mundo donde a diario ocurren hechos que para otros parecen producto de mentes demasiado surrealistas. No hay problema o enfermedad social que no haya tenido una rápida acogida en éste, nuestro mundo.

Es recién en las últimas décadas que un grupo de biblistas anclados en este continente empezó a atreverse a llevar sus vidas y las de otros, envueltas en esos problemas, a la Biblia.

Esta re-lectura latinoamericana de la Biblia tiene varios nombres; pero lo que hace que sus resultados sean inauditos, es su coraje de encadenar los perros vigilantes y entrar a la casa a pesar de la prohibición de sus actuales dueños.

En el presente libro trataremos de ser aprendices de ellos y ver hasta dónde nos alcanza nuestra capacidad de convertir la vida misma, nuestra vida en América, en una nueva pregunta frente a los textos sobre los principios. Podría ser que en esa caminata hacia el interior del Génesis redescubramos lo que debe ser nuestro compromiso sagrado.

Vayamos entonces al mundo del Mediterráneo, donde estuvo la cuna de los que construyeron la casa del pueblo, y veamos si es posible unirnos por un momento a lo que fue su caminata.

Un mundo ajado: Reconociendo el mundo de los textos

El mundo del Mediterráneo se encuentra arrugado y bastante cicatrizado cuando Israel se presenta como pueblo en medio de otros pueblos. Canaán no es un país vacío, sino que habitan allí “los quenitas, quenizitas, cadmonitas, hititas, perezitas, refaítas, amorreos, cananeos, guirgasistas y jebuseos” (Gén. 15:19-21).

Desde que nació, Israel tuvo que aprender a compartir el mundo con otros Estados que lo acompañarán durante toda su historia. Con excepción de dos momentos relativamente breves, Israel nunca dispuso de un territorio muy extenso. Nunca fue grande, así como eran Siria, Asiria, Babilonia o Egipto.

Israel en la época de David, período de la mayor expansión territorial jamás obtenida en su historia, ocupa menos espacio que Asiria, que en ese mismo momento experimenta la máxima reducción de su superficie. Y cuando Asiria (Neo-Asiria) entre los años 750 a.C. y 650 a.C. llega a su culminación, la proporción es de 300 a 1 en relación con Israel.

Casi siempre Israel fue minoría, no solamente en cuanto a su superficie o población, sino también con relación a otras cosas. Las mejores partes de Canaán, los lugares más fértiles, se ubicaban en las planicies que estaban en manos de otros, así como el acceso directo al mar.

En el reducido territorio no era posible encontrar oro o plata, por la sencilla razón de que no había. La madera preciosa, el cedro, se tenía que importar desde el Líbano, el cobre del sur, los caballos de Egipto, y el hierro, al menos en el comienzo, se tenía que comprar a los filisteos. La arqueología no ha encontrado nada todavía que pudiera representar un tipo de arte específicamente israelita.

Su idioma era un dialecto derivado de otros idiomas de la región. Las rutas principales no atravesaban territorio israelita. La mayor cantidad de lluvia caía fuera de los límites del territorio, y el Jordán, el único río importante, no era navegable y en verano hasta los niños podían cruzarlo sin mayor peligro.

Al nacer ese pueblo de campesinos, el mundo ya estaba arrugado. Es posible palpar sus cicatrices entre las líneas de las crónicas que nos dejaron los hititas, los egipcios, los babilonios y los de Asiria.

Cuando uno de los reyes asirios, hacia el año 900 a.C., se autodenomina “rey del universo” o “rey de los 4 vientos”, es solamente uno de toda una serie de reyes que se llamaban así.

En el siglo 15 (1500 – 1400 a.C.) los vasallos cananeos llamaban a sus señores faraones: “Mi rey, mi Sol, mi Dios”. Y cuando tomamos un solo fragmento de las crónicas asirias, que más que cualquier otra parecen estar caligrafiadas con la sangre de las víctimas, leemos:

En el año décimo primero de mi gobierno
salí de Nínive y pasé por novena vez por el Eufrates.
Conquisté 97 ciudades de Aramu; las destruí y las quemé al fuego.
La ciudad Astamahu la conquisté, además de 99 ciudades que saqueé …
12 Reyes de la región del mar se juntaron y fueron al encuentro de mí.
Luché con ellos y los vencí. 10.000 de sus soldados maté a espada.
Les quité sus carros de combate, sus caballos y su material de guerra…
En el año décimo cuarto de mi gobierno
pasé por el Eufrates con 120.000 de mis soldados…

(De la inscripción del toro de Salmanasar III, 848 a.C.)

A través de esta cita, podemos apreciar lo que fue toda una literatura bélica, producto de las innumerables guerras, conflictos bélicos, revueltas y revoluciones.

Israel, al nacer como pueblo, entra en un mundo frío e inhóspito, sobre todo para un grupo minoritario de campesinos.

Es importante destacar esto ahora porque más adelante veremos que precisamente el tema de la liberación, libertad y sobrevivencia del débil, del que está a punto de perecer (Deut. 26:5), es clave en el Pentateuco y el Génesis.

Mucho antes del año 1200 a.C. (momento de la aparición de Israel como entidad popular en Canaán), se habían inventado el fuego y la rueda. Por mucho tiempo se sabía cómo labrar el bronce y el cobre, el oro y la plata, y con estos metales hacer joyas y armas. También por mucho tiempo se conocía el arte de escribir, de hacer canales de irrigación y de hacer política.

Mucho antes que Israel naciera bajo el sol, había gente en el Medio Oriente que se amaba, hacía el amor y se odiaba.

Mucho antes que los hebreos produzcan su literatura, ya existían proverbios, cantos, poemas, grandes relatos (epopeyas) y Salmos, y también ya se había hablado de la creación, el diluvio, el pecado, la muerte y el amor. Escuchemos dos ejemplos:

Próspero es él, este príncipe bueno.
Aunque también buena fortuna pueda sufrir daño.
Las generaciones desvanecen y otras permanecen,
desde los día de antaño.
Los dioses (= faraones) que antes vivían
descansan en sus pirámides,
los beatificados también están muertos,
enterrados en sus pirámides.
Y los que construyeron casas
sus lugares ya no existen.
Mire lo que fue de ellos…
es como si nunca hayan existido.
No hay quien vuelva del otro lado,
para que contara cómo están
para que contara lo que necesitan
para que apaciguara nuestros corazones,
hasta que también nosotros
viajemos al lugar donde fueron ellos.
(De la canción del arpista, original Egipto, 2000 a.C.)

Un fragmento, elegido al azar, de una canción muy popular entre los egipcios.

El amor de mi hermana está al otro lado (del río)
Una corriente nos separa
y un cocodrilo espera en la arena de la orilla.
Pero cuando bajo al agua,
atravieso la corriente,
mi corazón es grande, por encima de la corriente,
y las aguas son como tierra firme para mis pies.
Es el amor de ella que me hace firme.
Cuando veo viniendo mi hermana
mi corazón baila
y mis brazos se abren para abrazarla,
cuando mi amante me viene al encuentro…
(de la colección de poemas de amor, Egipto, 1300 a.C.)

He aquí un fragmento de una serie de canciones de amor donde, así como en el Cantar de los Cantares, los enamorados se llaman hermano y hermana. Israel no fue el primer pueblo del Medio Oriente Antiguo que produjo versos, canciones y relatos, ni tampoco fue primero en hablar de la creación, el primer hombre y el diluvio.

Cuando Israel, a su vez, va tocando estos temas, lo hace existiendo ya una vasta literatura sobre ellos.

En la tablilla VI del poema babilónico de la creación (Enuma Elis), Marduc exclama:

Amasaré sangre y crearé huesos.
Estableceré un ser humano; “hombre” se llamará.
En verdad, un ser humano crearé
para que, cargando con el servicio de los dioses,
éstos puedan reposar…

(Enuma Elis VI: Sss, original 1700 a.C)

El relato (epopeya) del héroe Guilgames se conocía ya antes del año 1000 en varias partes de¡ Cercano Oriente; sus 12 tablillas tratan temas seculares así como: el hombre y la naturaleza, aventuras, amistad, combate, etc. La tablilla más extensa (más de 300 líneas) se suele llamar “tablilla del diluvio”.

Después de terminar el barco, Utnapistim, amigo de Guilgames y protagonista de la historia del diluvio, entra al barco:

Lo cargué con todo lo que tenía
todo lo que tenía de plata, de oro,
de seres vivientes cargué.
Toda mi familia hice entrar al barco,
los animales del campo,
las bestias del campo
y todos los obreros hice entrar…

con el primer amanecer
subió del horizonte una nube negra.
Es sacudido el país como una olla…
nadie puede ver a su compañero…
los dioses están asustados por el diluvio…
los dioses se sientan y lloran.
Seis días y seis noches
sopla el viento diluvial
al día séptimo…
el mar se hizo quieto,
la tempestad tranquila
el diluvio se detuvo…
Encima del monte Nisir
el barco se detuvo…
Cuando el día séptimo llegó
libré y mandé a una paloma…

pero … regresó.
Después libré y mandé a una golondrina
y ella también regresó.
Después envié a un cuervo…
y no regresó.
Salimos del barco
y ofrecí un sacrificio…
Los dioses sintieron su buen olor.
Los dioses se juntaron
como moscas alrededor de¡ que sacrifica.
Después llegó la gran diosa y dijo:
“no olvidaré, siempre recordaré estos días, los tendré presentes,
no olvidándolos nunca…”
(de la epopeya de Guilgames, XI: 80-165)

En verdad son sorprendentes los paralelos con el posterior relato bíblico. Tan sorprendentes como las diferencias que descubriremos en los próximos capítulos, donde veremos que este pequeño grupo de campesinos, este pequeño grupo de gente un poco diferente, ofrece su propia versión del comienzo y fin del mundo. Una versión que se basa en esta extraordinaria experiencia de ser pequeño, ser gente menuda, ser Israel.

“Nadie que se compadeciese de ti”

Entre los chilenos refugiados en la Argentina después del año 1973, circulaba la siguiente anécdota.

Tres cansados refugiados estaban ante el representante del Alto Comisionado de Refugiados de las Naciones Unidas en Buenos Aires. “¿A dónde viajan ustedes?”, les preguntó. “Estoy camino a Roma”, dijo el primero. “Mi destino es México”, dijo el segundo. “Yo quiero ir a Zimbabwe”, dijo el tercero. “¿Zimbabwe? ¿Por qué tan lejos?”, dijo el representante. “¿Lejos de qué?”, le respondió el refugiado.

Así como la serpiente que se come su propia cola, la parte de la historia del pueblo de Israel, que abarca su nacimiento hasta la escritura del Pentateuco, es como un círculo vicioso.

Los allegados término que mejor cubre la condición de los hebreos en Egipto deciden romper con su situación, se consiguen una casa y la pierden.

El profeta Ezequiel, exiliado en Babilonia, describe el comienzo de la historia de su pueblo así:

Y en cuanto a tu nacimiento,
el día que naciste no fue cortado tu ombligo
ni fuiste lavada con agua para limpiarte
ni salada con sal,
ni fuiste envuelta con fajas.
No hubo ojo que se compadeciese de ti,
para hacerte algo de esto,
teniendo de ti misericordia;
sino fuiste echada sobre la faz del campo,
con menosprecio de tu vida,
el día que naciste.
(Ez. 16:4-5)

Ésta es una de las mejores descripciones del Antiguo Testamento de las condiciones en que estaban los allegados hebreos en Egipto: huérfanos desamparados a punto de ahogarse en su propia sangre.

El final de aquella etapa que comprende la estadía en Egipto hasta la escritura de¡ Pentateuco (1200 a.C. – 500 a.C.) está captado en una imagen impactante, resonante hasta el Nuevo Testamento (Mt. 2:18), del profeta Jeremías, contemporáneo de Ezequiel:

En Ramá se escucha un clamor
llanto y lloro amargo:
Raque¡ que llora por sus hijos,
que rehúsa consolarse
por sus hijos
porque ya no existen.
(Jer. 31:15)

En la actualidad existe un consenso entre los exégetas en que el Pentateuco, así como lo tenemos ahora, nació al final y como producto de una historia que abarca los comienzos del pueblo de Israel hasta el segundo cautiverio. Son los años 1200 – 500 a.C., como señalamos anteriormente.

Dicho de otra manera, y es importante destacarlo, aunque pareciera que muchos de los relatos del Pentateuco, especialmente los del Génesis, no hacen sino tratar la historia de los orígenes, no fueron escritos ni pensados al comienzo del mundo, sino después de que Raquel tuviera que acompañar miles y miles de veces el ataúd de uno de sus hijos hacia la tumba.

No se trata aquí de hablar detalladamente de la policía secreta que operaba en la corte de David, ni tampoco de cómo Salomón copió el sistema del trabajo forzado egipcio y se lo impuso a su propia gente (véanse resp. II Sam. 20:23 y I R. 5:27; 11:28; 12:4), o sea, no es posible resumir aquella historia entre “ni fuiste lavada con agua para limpiarte” y “Raquel que rehúsa consolarse porque sus hijos ya no existen”, historia al final de la cual aparece el Pentateuco. Pero fue esta historia, esta experiencia de la vida misma, la que va engendrando y moldeando los relatos y poemas que constituyen nuestro Pentateuco.

El Pentateuco es principalmente la historia del origen de un pueblo de esclavos e hijos de esclavos, hecho que Israel nunca desmintió ni borró de su memoria:

Les impusieron pues capataces
para aplastarlos bajo el peso
de duros trabajos…
Y redujeron a cruel servidumbre a los israelitas,
les amargaron la vida con rudos trabajos de arcilla y ladrillos,
con toda clase de servidumbre
que les imponían por crueldad.
(Ex. 1:11, 13 y 14, BJ)

Así fue la situación de los allegados israelitas en Egipto hacia el año 1250 a.C. y he aquí la situación 800 años más tarde, la época de Nehemías, momento en que el Pentateuco está por terminarse:

Míranos hoy a nosotros esclavos…
y en el país que habías dado a nuestros padres
para gozar de sus frutos y bienes,
mira que aquí en servidumbre nos sumimos.
Sus muchos frutos son para los reyes…
que a capricho
dominan nuestras personas, cuerpos y ganados.
¡En gran angustia nos hallamos!
(Neh. 9: 36ss.)

Pareciera que no ha cambiado nada, con excepción del lugar de la tragedia.

Aunque no es posible resumir esta historia de 800 años, ni destacar aquí las huellas que dejó en la visión del campesino israelita de lo que era el mundo o Dios o el mal, sin embargo es importante para nuestra comprensión del libro del Génesis que descubramos dos elementos que, a partir de esta experiencia con el mundo, impregnaron el tejido del Génesis. Son dos productos o subproductos de la opresión que sufrió casi constantemente una gran parte de ese pueblo pequeño llamado Israel.

En primer lugar, estos 800 años arrojaron lo que podemos llamar una alergia al poder. O sea, se aprendió a odiar profundamente todo lo que era creerse autosuficiente, creerse dios, no querer compartir el mundo, no querer vivir en comunidad. La experiencia popular israelita que, por lo menos en gran parte, produjo el Pentateuco a través de tantas muertes innecesarias, a través de tantos exilios, a través de tanta opresión, aprendió que era necesario y cuestión de sobrevivencia desconfiar y odiar profundamente a gente y sistemas sin sombra, a todo lo que olía a esclavitud, desigualdad, coloniaje y ser el más fuerte. Y ellos, el pueblo israelita, sabían odiarlo porque lo habían vivido todo. Veremos más adelante que, sorprendentemente, el libro del Génesis es un espejo que refleja gran parte de esta alergia.

Muchas veces este odio y esta suspicacia se dirigen directamente contra aquello que encarna y promueve esta desigualdad: el machismo, la ciudad como centro del poder, los reyes, los caballos y carros de combate, las torres, ciertos países, ciertos pueblos, ciertas profesiones: en una sola palabra, los soberbios gigantes. Gigantes de carne y hueso que acompañaron y determinaron, por fuera y por dentro, gran parte de la historia del pueblo israelita.

En segundo lugar, no conocemos otra instancia en la literatura del Medio Oriente Antiguo donde el pueblo haya tenido tanto espacio para decir su mundo como en el Antiguo Testamento. También los sacerdotes que tuvieron tanta injerencia en la escritura y enseñanza del Pentateuco, fueron pastores de un pueblo que pasó por lo peor.

Gran parte de la literatura producida por los egipcios, babilonios y asirios pertenece a lo que podemos llamar el culto imperial, es decir, obras producidas bajo vigilancia y censura directas de la corte misma, que no hace sino acallar las preguntas del famoso poema de Bertold Brecht (2).

¿Quién construyó Tebas, la de las siete puertas?
En los libros figuran sólo nombres de reyes.
¿Acaso arrastraron ellos los bloques de piedra?
Y Babilonia, mil veces destruida,
¿Quién la volvió a levantar otras tantas?
¿Quiénes edificaron la dorada Lima, en qué casas vivían?
¿A dónde fueron la noche en que se
terminó la Gran Muralla china,
sus albañiles?
Llena está de arcos triunfales
Roma la grande. ¿Quién los construyó?
Sus Césares ¿sobre quiénes triunfaron?
Bizancio,
tantas veces cantada, para sus habitantes
sólo tenía palacios?
Hasta en la legendaria
Atlántida, la noche en que el mar
se la tragó, los que se ahogaban pedían bramando,
ayuda a sus esclavos.
El joven Alejandro conquistó la India.
¿El solo?
César venció a los galos.
¿No llevaba siquiera un cocinero?
Felipe II lloró al saber su flota hundida.
¿No lloró nadie más que él?
Federico de Prusia ganó la guerra de los 7 años.
¿Quién la ganó también?
Un triunfo en cada página.
¿Quién preparaba los festines?
Un héroe cada diez años.
¿Quién pagaba los gastos?
A tantas historias tantas preguntas.

Incluso un vistazo superficial a, por ejemplo, los libros Josué – II Reyes nos enseña que los historiadores de Israel no compartieron la manera de trabajar de sus colegas extranjeros: la historia de los reyes de Israel, la historia oficial, es considerada como anti-historia. Antes de comenzar a leer el Génesis, es bueno comprender que, allí, esclavos y desterrados sí reciben la oportunidad de hacer preguntas a muchas historias.

Estar en Egipto

El lugar de nacimiento del Pentateuco es principalmente el segundo cautiverio (3).

Más adelante veremos algunos elementos que comprueban esta afirmación.

Por ahora, es suficiente que podamos sacar algunas conclusiones para nuestra lectura del libro del Génesis en base a la estructura general del Pentateuco.

El centro y fundamento de los cinco momentos de los que se compone el Pentateuco es, sin duda alguna, la historia del éxodo (Ex. 1-15). Todo lo demás fue escrito y pensado en función de lo que allí pasa: la historia de cuando el mal toca a la gente buena.

Es como si toda la temática del Pentateuco que por lo demás es muy dramática, así como lo fue la situación de los cautivos gire en torno a su centro: el éxodo. En el Génesis estamos yendo a Egipto y después de Ex. 15 nos estamos alejando de él.

En otras palabras, ¡también el libro del Génesis hay que leerlo y entenderlo a partir de la historia del éxodo y no al revés!

O sea, el binomio opresión-liberación es la clave de lectura que nos da acceso también a las historias que nos ofrece el Génesis, incluyendo las de la creación y el diluvio.

El Génesis introduce y apunta a la historia del éxodo. Dicho de otra manera: para entender realmente el libro del Génesis debemos haber estado en Egipto.

Historia y mito

Terminemos este primer capítulo con algunas palabras sobre historia y mito para completar nuestro equipamiento.

Más adelante veremos que nos ayudará mucho en nuestra relectura del Génesis. Comencemos por la palabra historia.

Sin exagerar mucho, podemos decir que lo que más obstaculiza el libre acceso a los relatos bíblicos en general, y los del Génesis en particular, es lo que se suele llamar una lectura lineal-histórica. Los perros vigilantes que impiden su llegada a nuestra casa y vida pertenecen más que nada a esta raza.

Entendemos por esta lectura la manera de interpretar los textos como si el Génesis 1:1 fuera escrito en el año 0 de un mundo vacío; los demás sucesos “caída”, Caín y Abel, el diluvio, etc. vienen cronológicamente después, como si los textos sobre estos acontecimientos que ocurrieron una sola vez, irreversible e irrepetiblemente, hubieran sido escritos por un solo autor en el momento del acontecimiento mismo y luego transmitidos hacia nosotros, sin cambio alguno.

Ahora bien, a pesar de ser ésta la lectura más comúnmente practicada y enseñada en el mundo cristiano, arroja más preguntas que respuestas.

El Génesis no es el inicio de una experiencia, sino el resultado, por más que hable de los comienzos.

Por muy raro que parezca, lo que más perjudica y echa a perder la posibilidad de dialogar con los textos bíblicos es precisamente esta lectura individualista (un solo autor) e histórica (un solo momento histórico).

Los textos bíblicos quieren ser leídos comunitariamente, por ser ellos mismos producto de una labor comunitaria. Los textos bíblicos quieren ser re-leídos ahora, por ser la Biblia misma producto de un constante proceso de relectura y reactualización. No hay texto bíblico que no haya pasado por muchas manos antes de que consiguiera la forma en que lo conocemos ahora. No hay tampoco prácticamente ningún texto bíblico que hable de un solo momento histórico. El preciso hecho de tener una Biblia que nos sigue hablando se debe a que sus textos y relatos dan como para releerlos como si el evento descrito en ellos estuviera ocurriendo ahora mismo.

A través de sus poemas, cantos y relatos, Israel, a partir de la época del éxodo, va contando una historia. Estos cantos, poemas y relatos experiencia hecha palabra se van transmitiendo, no por ser tan hermosos ni por pertenecer a la Biblia ¡los que hicieron la Biblia no tenían Biblia! sino más bien por necesidad. Las generaciones que acogieron y transmitieron aquellas historias de antaño lo hacían por la sencilla razón de que ellas daban significado y sentido a su presente.

Si la historia del éxodo, así como la tenemos ahora, hubiera sido producto de una sola persona y hubiera hablado exclusivamente de un momento histórico, no habría estado en la Biblia.

Lo mismo vale para el Génesis.

Lo que fue decisivo en el proceso de transmisión de los textos que después formarán la Biblia, fue su capacidad de iluminar más de una situación y más de un momento histórico. Es lo que se suele llamar la reserva-de-sentido de un texto.

Nosotros, que vivimos hoy en Chile, no habitamos el delta del Nilo y nuestra capital no se llama Tebas. Sin embargo, iluminados por el texto bíblico, podemos decir que sí estamos en Egipto. Y, al decir que vivimos en Egipto, estamos haciendo nuestra relectura de la historia de Ex. 1-15, historia que va más allá, entonces, del siglo 13 a.C., porque su reserva-de-sentido posibilita aplicarla al Chile de hoy.

Pero hay una cosa más que decir sobre lo que es relectura.

Cuando interpretamos la situación que nos toca vivir hoy en Chile a través del lente que nos ofrece la Biblia y cuando afirmamos que estamos en Egipto, nosotros no hacemos menos que transmitir ahora la historia del éxodo. Y también nosotros lo hacemos por pura necesidad.

Del éxodo no escribimos, hablamos o predicamos porque tengamos tanto interés en los acontecimientos ocurridos en el siglo 13 a.C. en Egipto. Es todo lo contrario. La mayoría ni siquiera sabíamos que el éxodo se llevó a cabo en aquel siglo.

No. Estamos transmitiendo la historia del éxodo porque nos ilumina nuestro propio mundo y nuestro propio caminar. Y, por lo tanto, aquella vieja historia se pone moderna y sumamente actual, porque el momento presente necesita de ella. Necesita de ella por la sencilla razón de que una relectura de ella posibilita, a la vez, hacer una relectura de nuestro propio mundo. De algún modo, aquella historia antigua nos entrega herramientas que nos facilitan una mejor comprensión de nuestro propio mundo.

No es exagerado decir que en Chile necesitamos a un Moisés para que salgamos de nuestra casa de servidumbre. Pero cuando decimos esto estamos ya haciendo una relectura de nuestra sociedad a través del relato de Ex. 1-15.

Seguramente nuestro Moisés no estará vestido al estilo egipcio del siglo 13 a.C.; casi seguramente usará terno y corbata, o poncho a lo mejor. Seguramente nuestro Moisés no tendrá que enfrentar los famosos carros de combate egipcios. Ahora son carros blindados, guanacos y tanquetas. Los látigos han hecho lugar a instrumentos de tortura más modernos, y los hebreos y esclavos de ahora tienen otro nombre.

Pero, pese a estas diferencias, en lo esencial la historia no cambió. Todavía se espera que haya un Moisés contemporáneo nuestro y es por eso que cantamos:

El pueblo de Dios continúa gimiendo,
una vida de esclavo está conduciendo.
Grita perseguido, ya casi muriendo:
¿Quién es, quién es, quién es, quién es,
quién librará al pueblo, Moisés?
(canto religioso popular)

Ahora bien, lo que acabamos de hacer nosotros con Moisés es decir, querer que fuera contemporáneo nuestro, revestirlo es precisamente lo que hicieron, con sus antepasados, los que transmitieron los relatos bíblicos. También los que vivieron después de Abraham, Jacob y Moisés convirtieron a sus antepasados en contemporáneos. También los “hijos de Abraham” hicieron su relectura del evento Abraham. La única diferencia entre la relectura de los hijos de Abraham y la nuestra, es que la de ellos llegó a formar parte de la Biblia.

Es por eso que una lectura detenida de los textos bíblicos nos prepara sorpresa tras sorpresa. En algunos textos del libro del Éxodo, nos encontramos con el Moisés del siglo 13 a.C.; momento en que efectivamente vivió. Pero en otros textos del mismo libro Éxodo, descubrimos a otro Moisés, un Moisés releído que figura como líder de la comunidad judía en el segundo cautiverio. Lo mismo pasa con Abraham, Jacob y José.

Más adelante, cuando nos pongamos a comentar los impactantes textos del Génesis, veremos como también las relecturas posteriores contribuyeron a crear el Abraham así como lo conocemos ahora. También, respuestas posteriores de los que nunca alcanzaron a conocer Abraham, fueron incorporadas en lo que ahora llamamos Biblia.

Esto nos lleva a un último punto.

Debe estar claro ahora que la lectura que llamamos lineal-histórica (un autor, un momento histórico) no hace justicia al proceso que llevó a la confección del Antiguo Testamento y que fue un proceso de re-lectura continuada.

La lectura lineal-histórica no quiere saber nada de relectura, aunque ella misma lo hace constantemente porque, si no, la Biblia no tendría sentido hoy.

Lo que la lectura fundamentalista hace, es negarle a los que hicieron la Biblia lo que ella misma hace a cada rato: releer la escritura para que me ilumine mi mundo y mi vida.

Ya hace mucho que la ciencia bíblica, con instrumentos muy fidedignos y teorías bien fundamentadas, demostró la verdad de estos procesos de relectura en la Biblia misma. Con esta ciencia moderna, la lectura fundamentalista tiene enormes problemas. Problemas que de alguna manera todos (re)conocemos.

La ciencia bíblica nos enseña que mucho de lo que se dice de los Patriarcas o mucho de lo que está en el libro de Isaías es fruto de relecturas posteriores que reflejan otro momento histórico.

Frente a la cifra 600.000 todos los varones que salieron de Egipto sin incluir sus familias, la ciencia dice que no es posible y que esta cifra obedece más bien a una relectura posterior.

Nuestro problema es que los textos no dicen cuándo son lectura la experiencia inicial hecha palabra o cuándo son relectura. También las relecturas se presentan como si fueran parte del acontecimiento original. Se presentan como si el éxodo hubiera ocurrido realmente después del Éxodo.

En el Génesis 14 nos encontramos con una relectura de la época de los Jueces del evento Abraham. Es por eso que allí, en este relato de la famosa lucha con los reyes legendarios, Abraham consigue rasgos de un guerrillero, función principal de los jueces mismos. Pero el texto no tiene fecha. Solamente a través de una lectura detenida podemos descubrir que el Abraham descrito en este capítulo es distinto del que figura en otros. Pero el relato mismo hace como si Abraham realmente hubiera vivido en la época de los Jueces, ni antes ni después. Esto vale en general para las relecturas incluidas en la Biblia: todas hacen como si el acontecimiento que describen o el actor de que hablan realmente viviera en su propia época. Todas las relecturas se presentan como verídicas, aunque el actor principal murió ya hace mucho.

Al revivir personajes de la historia que ya han muerto, al reinventar y re-usar situaciones históricas que ya pasaron, las relecturas nos ponen ante las siguientes preguntas: Han muerto los Césares de Roma; ¿no hay más Césares? Ya no hay más hebreos en Egipto, ¿ha terminado la esclavitud? El pueblo de Israel ya no camina por el desierto, ¿ha terminado la caminata hacia la tierra prometida?
Para que la Biblia tenga una palabra para nosotros que hoy vivimos, no es posible no releer su mensaje y afirmar que los Faraones y Césares de hoy, aunque ya no se llamen Augusto o Ramsés, igualmente son Ramsés y Augusto.

Es precisamente por eso que toda relectura es verdad. No miente ni falsifica la historia, porque cuenta la verdad de la historia de los hijos de Abraham y Jacob y Moisés.

La cifra 600.000 no miente, sino que transmite la verdad de los hijos de los que salieron de Egipto.

En lo que sigue en el presente libro, será de mucha importancia el saber hacer preguntas a este segundo nivel.

Hacer la pregunta por la verdad-de-la-relectura.

Porque si no sabemos negociar bien con los textos, si no entendemos los términos que ellos nos ponen, siempre seguiremos enamorados de los perros vigilantes, sin entrar nunca a la casa del pueblo.

En la Biblia hay poemas y es posible determinar que son poemas porque tienen su propio estilo, una rima y un ritmo particular.

En la Biblia hay cartas y es posible ver que son cartas porque hay saludos al comienzo y al final que el autor dirige a sus destinatarios. Así también, hay mitos en la Biblia y, otra vez, es posible ver que son mitos porque hablan “de los comienzos” y de lo que Dios hizo al comienzo.

La primera parte de Génesis, sobre todo los capítulos 1-11, contiene muchos mitos. Pero cuando usamos la palabra mito, y aunque la usemos como término técnico para definir una determinada manera de hablar, sin embargo muchos lectores se asustan, porque la vox populi entiende una cosa por mito pero la ciencia otra.

En el lenguaje popular, la palabra mito vino a significar nada menos que: no es efectivo, no es verdad, es una fábula, es falso, no tiene valor. Y, por no ser verdad, el mito es descartable y desechable.

No es así, es todo lo contrario. Es difícil encontrar otra herramienta literaria que dé mejor posibilidad de transmitir mensajes tan cargados de sentido y verdad que el mito.

Veamos si podemos resolver el problema y comencemos por una definición de lo que es un mito.

“El mito es un relato sobre una acción o acontecimiento de los dioses, que tiene lugar al principio y manifiesta el sentido de una realidad, una institución o costumbre presente”.

La frase “en el comienzo creó Dios los cielos y la tierra” es una frase que es muy típica de los mitos de creación. Pero el que en los mitos habla no es Dios, ni el primer hombre. Los que hablan en los mitos no estuvieron presentes en la creación del mundo, sino que vivieron mucho tiempo después. La definición que acabamos de dar dice en su segunda parte: “relato sobre un acontecimiento que tuvo lugar al principio pero manifiesta una realidad presente”. Es decir: presente ahora, mucho después de la creación del mundo. En otras palabras, lo que pasa en un mito es que una costumbre, una realidad presente hoy, se presenta como establecida por los dioses al comienzo. A través del mito es posible convertir una realidad existente hoy en cuestión de principios.

Los mitos casi siempre explican una cosa. Explican y fundamentan una situación como es ahora, retroproyectándola hacia los comienzos.

Los mitos no quieren ser y no son crónicas de ciertos acontecimientos del pasado, más bien apuntan al futuro. Quieren que la situación relatada en el mito se dé o se mantenga. Los mitos siempre tratan situaciones que son fundamentales para un pueblo, un país, una sociedad.

En los mitos están diseñados los fundamentos mismos del mundo o las condiciones fundamentales del ser humano.

El mito representa siempre algún pensamiento o diseño fundamental de alguna sociedad en algún momento de su historia. Al convertir este diseño o este pensamiento en acontecimiento que ocurrió en-aquel-tiempo, se hace cuestión de principios y, por lo tanto, intocable e inalterable.

Los mitos siempre son verdad.

Y todos los mitos dan a conocer una opción y un proyecto de vida. Más adelante descubriremos que el proyecto de vida que Israel formuló a través de sus mitos de creación difiere bastante del de sus vecinos.

Por ahora, basta con que seamos capaces de hacerle también al mito las preguntas correctas. Descubrir por qué mundo optan y qué proyecto de vida se esconde detrás de sus palabras.

Los mitos nunca tienen fecha, sencillamente porque la cuestión de principios de que se trata no tiene fecha.

La peor pregunta que se le podría hacer a un mito sería entonces: ¿cuándo exactamente o cómo?

Los mitos no fueron diseñados para contestar preguntas como éstas. No nos van a responder si les interrogamos sobre esto. Es muy posible que, frente a estas interrogantes, la corona pierda su forma y se convierta en barra amarilla sin brillo alguno.

Para subir la montaña y poder gozar del panorama que nos ofrece estar encima de ella, es necesario contar con el equipo adecuado. En este primer capítulo quisimos mostrar la parte más elemental de él.

El éxito de nuestra subida va a depender de nuestra capacidad de usarlo.

Mientras más avancemos, serán cada vez mayores las sorpresas y descubrimientos que nos llevemos. Cuidémonos de no sentir pánico cuando se nos ofrece una cumbre muy resbalosa. Hay tiempo suficiente para ir subiendo de a poco.

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Notas

(1) Las citas bíblicas fueron tomadas, en su mayoría, de la traducción de Reina de Vaiera (Revisión 1960), la versión que más se consulta en las iglesias protestantes. Se consultaron también otras traducciones y, cuando fue necesario donde otra traducción hacía más justicia al original hebreo, se usó otra versión. En este caso se indica la fuente con las siguientes siglas: NBE (Nueva Biblia Española) BJ (Biblia de Jerusalén) TP (Traducción Propia)

(2) Los poemas e historias de Bertold Brecht fueron tomados de: Bertold Brecht, Die Gedichte, Frankfurt am Main (Suhrkamp) 1981. La traducción y adaptación es del autor.

(3) Por segundo cautiverio se entiende el período comprendido entre los años 587-539 a.C., en que una parte de la población judía fue llevada a Babilonia por el rey Nabucodonosor. En esta oportunidad, Jerusalén y su templo, junto a numerosas ciudades en Judá, fueron destruidos por completo. Véase la letanía de aquel período en el libro de las Lamentaciones.

El idioma materno de Europa

El idioma materno de Europa
«Casi todos los idiomas de nuestro Continente son un puente hacia los otros»
–¿Para qué quieres la gramática letona de Bielenstein? En los Balcanes no tendrás que hablar en letón con nadie.

Mi hermano concluyó tranquilamente de hacer el trato con el propietario del puesto ambulante de libros y después me dijo sonriendo:

–No es más que un recuerdo del Japón. Llevaba allí cuatro semanas cuando un colega japonés me presentó en la Universidad una nota con un par de palabras garrapateadas en letón y me pidió que las tradujese. Los dos nos quedamos no poco sorprendidos. Yo estaba contratado como profesor de alemán y dominaba acaso el francés y el inglés, en la forma que se aprende en nuestras escuelas. Ahora me exigían letón. El colega japonés, por su parte, no podía comprender que yo encontrase dificultades en un idioma europeo, pues todos ellos le parecían muy semejantes en léxico y construcción. Cuando menos él aprendió inglés con sorprendente rapidez tan pronto como consiguió dominar el alemán. ¿Y no es el letón también un idioma indoeuropeo? En resumen, tuve que sentarme y estudiar la nota. Cuando caí en la cuenta de que el «meitu gegheris» equivalía al holandés «meisjesjager» o al «Mädchenjäger», que en español quiere decir «tenorio», había ganado la mitad de la batalla. Todavía pude traducir «¡Ojalá me hubiera ahogado mi madre de pequeño!» Mi amigo japonés supo todo lo que deseaba. Pero yo aprendía en Kochi, en el Japón, lo que hubiera podido aprender mucho más fácilmente en Europa, es decir, a no sentir temor ante ningún idioma europeo, pues todos los indoeuropeos, están emparentados entre sí.

Indoeuropeo-indogermano

El japonés llamaba indoeuropea a esa familia de idiomas. La ciencia alemana, primera que descubrió esta conexión, ha conservado el antiguo nombre de «indogermánico». Ambas denominaciones significan lo mismo; es decir, que desde Calcuta y Madrás en la India; desde Teherán, en Persia, y Eriván, en Armenia, pasando por Roma, Atenas y Bucarest, Sofia y Belgrado, Moscú y Riga, hasta Berlín, Londres, París, Madrid y Lisboa, y, más al Norte, hasta Islandia, a través de Copenhague, Estocolmo y Oslo, todos los idiomas tienen la misma fuente y se asemejan en riqueza de palabras como en la construcción y, según veremos, en la concepción del medio ambiente.

Naturalmente que no se piense al decir esto en el enjambre de palabras que siguen a la civilización por todo el mundo como pajes de cola, como hotel, estación, capital, social y moderno. Cada año surgen nuevas palabras semejantes a éstas. En lo esencial proceden del latín, que se ha afirmado en nuestro tiempo como idioma internacional religioso, oficial y erudito. El griego y las lenguas vivas contienden con él en este aspecto. Ni Cicerón ni Horacio han conocido un «restaurant» pero ambos podrían reconocer rápidamente el significado de tal inscripción sobre la puerta de un establecimiento si volviesen a la tierra; es un neologismo erudito francés tomado del latín. También puede ser que aquí una y allá otra de estas palabras reciban la misma acepción: en los países alemanes, escandinavos y eslavos, el enfermo puede enviar a la «Apotheke»; en Roma y París se llama «farmacia» y «pharmacie». Ambas palabras son de origen griego: «Apotheke» es el almacén o depósito de mercancías; «pharmacie» es la colección de medios terapéuticos.

Se empieza con el yo y el tú

Pero no hablamos aquí de estas palabras de la civilización. No, los términos que cada idioma considera propios desde un principio, pueden se comprendidos sin necesidad de aclaración por todos los habituados a este idioma, porque presienten sus «raíces», portadoras del verdadero sentido; estas palabras aparentemente las más peculiares de cada uno son comunes a la mayor parte de los idiomas europeos.

Se comienza con el yo y el tú. Ambas palabras no son en general las primeras que pronuncia un niño. Ya es un progreso importante en el conocimiento que un pequeño ser diga por primera vez «yo» y se separe así del resto del mundo. Importa mucho más que el niño entre en seguida en buena relación con el «tú», es decir, con el resto del mundo, con lo que el yo y el tú quedan bien definidos para toda la vida. El filósofo griego Platón decía «ego», lo mismo el emperador Augusto, un pequeño romano de hoy dice «io», el portugués «eu», el holandés «ik», el danés y el noruego «jeg», el francés «je» o «moi», el iglés «I». Los griegos decían «ü» a la segunda persona; los latinos «tu», como lo hacen hoy los portugueses y los españoles, como también los letones y lituanos; «ti» los serbocroatas, «Thou», el inglés cuando se refiere a Dios. El holandés cortés no tutea a la gente, sino que le dice de «gij» (usted). ¿Y en indio? Seguramente han oído ustedes hablar ya de la gran enseñanza del budismo: «Tat tvam asi», «también tú eres esto». «Tvam» contiene la raíz idiomática de nuestro «tú».

Al principio pertenecemos a nuestra familia. Los nombres de parentesco –padre, madre, hermano, hermana– constituyen un ejemplo especialmente hermoso de nuestro caudal y recorren, modificados poco en su fonética desde Calcuta hasta Islandia. Quizá diga un francés «Pero mis père», «mère» y «frère» suenan de manera completamente diferente que los «Vater», «Mutter» y «Bruder» alemanes o que los ingleses «father», «mother» y «brother». Sólo necesitamos recordar que Napoleón I prohibió la «recherche de la paternité» o que la revolución francesa transformó en consigna la «ègalité, liberté, fraternité» y tenemos ya dos términos –«paternité» y «fraternité»– en su forma completa. Por lo demás, también el sueco acostumbra a contraer sus «fader» y «moder» en «far» y «mor».

También puede ocurrir que un idioma utilice un término propio para expresar una de tales palabras. El «Bruder» alemán es en español «hermano» y en portugués «irmâo». Pero el portugués llama al hermano religioso «freire», y en Sevilla la cofradía –«Bruderschaft» en alemán– recorre las calles en procesión. También el griego pide la palabra: hermano es para él «adelphos», palabra que nos es conocida de Filadelfia, la ciudad del amor fraternal. Podemos objetar a los griegos que, además de «adelphos», sus antepasados conocían la palabra «phrator».

¿Hace falta continuar con los apelativos de parentesco? Los antiguos prusianos, los actuales lituanos y letones, los rusos, servios y búlgaros llaman «mati» a la madre. Las palabras padre, madre, hermano y hermana se repiten hasta la India. También en la denominación de los restantes parentescos existen amplias coincidencias en la familia idiomática indoeuropea. Los filólogos comprueban que en el parentesco es mayor la atención hacia la familia del hombre que hacia la de la mujer. ¡Decide el derecho paterno, no el materno!

Buenas noches a través de toda Europa

¡Pero dejemos a los parientes! Les deseamos buenas noches a todos y continuamos. Aquí tenemos ya otra palabra común. «Gute Nacht» dice el alemán, «god nat» el danés, «god natt» dice el noruego, «good night» quien habla inglés, «buona notte» el italiano, «bonne nuit» el francés, «boa noîte» el portugués y «buenas noches» el español cortés. Es siempre la misma palabra en latín «nox noctis», en griego «nüx, nüktos». También el serbocroata desea «laku noc». Y así sucesivamente, hasta Teherán y Madrás. Al contrario de la noche, el día, «Tag» en alemán, se le llama «dag» en Amsterdam, «Dag» en Copenhague, «dag» en Estocolmo y Oslo, «day» en Londres y en Lisboa «dia», mientras Roma yParís parecen hacer excepciones con «giorno» y «jour»; pero ambas palabras proceden del adjetivo «diurnus», diario, más cómodo en boca de los latinos que «dies», el verdadero sustantivo. La tarde, «Abend» en alemán es «avond» en holandés, «aften» en danés, «afton» en sueco, «evening» en inglés. El sueco tiene aún otra palabra, «kväll». Los filólogos enseñan que el mozo hace un «Kiltgang» en los Alpes alemanes cuando visita de noche a su novia y que este «kilt» y el «kväll» sueco son una y la misma raíz, que ha perdurado en las montañas escandinavas y en los Alpes alemanes.

Todas las cosas buenas son tres

Hemos reunido ya tres grupos de palabras: los calificativos de las personas, del parentesco y de las horas del día. En ruso podemos hablar de una «troika», o triga. «Todas las cosas buenas son tres (drei)», dice el alemán. Quizá opinen ustedes que la propia Trinidad se ha preocupado de que recorra todo el mundo la designación del tres sagrado. Pero, para hablar de otro idioma, en Budapest se dice «három». El húngaro, el estonio, el turco y el finlandés no pertenecen ya al grupo lingüístico indoeuropeo. Naturalmente, no es sólo el tres común a los indoeuropeos, sino también las demás cifras: «octo» en latín, «otto» en italiano, «ocho» en español, «huit» en francés, «eight» en inglés, «okto» en griego, «acht» en alemán, «otte» en danés, «åtte» en noruego, «åtte» en sueco.

Tres árboles y tres animales

En alemán hay tres nombre de árboles: «Birke» (el abedul), «Buche» (el haya) y «Eiche» (el roble) y tres de animales: «Bär» (el oso), «Wolf» (el lobo), y «Schaf» (la oveja). «Birke» es en holandés «berken»; para el danés «birk»; «breza» para el serbocroata; «bereza» para el pequeño ruso. «Buche» es «bukva» para los eslavos, mientras el sueco tiene en sus bosques «bok», «björk» y «ek». Al pronto, el latino «fagus» o el italiano «faggio», como el portugués «faia», parecen extraños a «Buche» y «buk», pero los sonidos «f» y «g», se modifican en la boca, el uno más suave y el otro más ásperamente. Sin embargo el «fagus» latino nos permite explicar el significado del nombre «Buche»: encontramos la raíz «fag» en la palabra «anthropophage» (comedor de carne humana). El «fagus» o el «Buche» era el árbol de los frutos comestibles.

«Bär» (el oso) ha recibido su nombre del color. Es maese «Braun» (marrón). Lo propio ocurre con gran parte de las lenguas indogermanas. También la raíz «Wolf» (el lobo) experimenta las más peculiares variaciones de sonido cuando pasa de un idoma a otro: «lükos» en griego, «lupus» en latín, «lôbo» en portugués, «visk» en antiguo eslavo, «Wolf» en alemán y «ulo» en danés.

El antiguo nombre alemán «Egenolf» significa lobo agudo. «Ege», «Ecke», «eckig» es la modificación fonética del «acus» latino (aguja), en italiano «ago», en rumano «ac» y «acies» (agudeza, frente de batalla). Ya conocen ustedes la palabra «akut» (agudo)

Dejemos a un lado el refrán alemán: «Zum Wolf gehört das Schaf» (la oveja acompaña al lobo), a pesar de que podría encontrarse también en otros idiomas y tomemos la palabra «Aue», del dialecto de la Baja Sajonia. En holandés existen dos semejantes, «schap» y «ooi». Desde «Aue» o «ooi» la distancia es relativamente reducida hasta el inglés «ewe», el griego «ois», el rumano «oaie», el latino «ovis», el eslavo «obtsa» o el antiguo indio «avi». Ustedes saben que la oveja era el animal sagrado. El Indra védico, es decir, casi la más antigua divinidad india, se representa como un carnero. El Zeus griego tenía ante su rostro una máscara de carnero, para no perjudicar a Hércules con su mirada. El dios germánico Donar fue arrastrado al cielo por dos carneros y diseminó belemnitas por los campos. Antiquísimas pinturas rupestres del Sahara representan carneros sagrados; son las pinturas más antiguas de la humanidad.

Los idiomas escandinavos parecen dejarnos en mal lugar con la palabra «Schaf», para la que tienen «Faar», o «får». Son conocidas las islas danesas Feroe o de las ovejas. Los filólogos nos enseñan que «faraz» es una deformación fonética de la raíz del «pecus» latino, en alemán «Vieh» (ganado). También los italianos llaman con frecuencia a las ovejas «pecore», el ganado. En el «pecus» latino se basa también una expresión rumana para pastor, «pacurar». Otra vez nos encontramos ante un término indoeuropeo que, por lo demás, todos conocen. En la Edad Antigua, como todavía hoy en muchas partes de África, se pagaba todo con ganado, que era la moneda y por tanto el capital. Así, los latinos llaman al dinero «pecunia», el hato o tropel. Quien se hallaba en dificultades «pecuniarias», carecía de dinero con que poder pagar.

Aunque somos pobres, nos resta la participación en los elementos de vida generales. Tomemos de ellos el agua, «Wasser» en alemán. El antiguo romano decía «aqua» mientras el de hoy dice «acqua». En francés, la raíz se transformó en «eau» y en plural «eaux», al que corresponde el término más antiguo de «aix», como en Aix-les-Bains, el magnífico balneario saboyano al que el Emperador Graciano dotó de grandes termas. También del agua ha tomado su nombre la ciudad imperial alemana de Aachen (Aquisgrán), cuyos baños fueron un regocijo para Carlomagno. Los bávaros llaman «Ache» a un torrente, el Achensee y el Salzach, cerca de Salzburg han dado a conocer la palabra. Más al Norte, sólo queda la «a» de «aqua». Fulda y Werra se llaman los dos ríos alemanes que forman al unirse el Weser.

Otra denominación del elemento líquido de la tierra es «Wasser» en alemán; «water» en holandés e inglés; «vatten», en sueco; «woda», en serbocroata y ruso. Cuando usted bebe wodka, toma una «agüita». «Woda» está emparentado con el latín «umides», húmedo, o «unda», la ola, y el griego «hydor», o con el antiguo indio «ud», lo que hoy significa todavía «húmedo» en rumano. También podríamos mencionar, el persia o el armenio.

A propósito de la taza

Usted prefiere mejor que agua una taza de café. «Taza» es un extranjerismo de origen árabe y no nos concierne en nada. Pero los ingleses toman «a cup», los holandeses un «kopje» y también el alemán habla de un «Tassenkopf». La palabra significa vasija y cabeza. Entre latinos e italianos se ha conservado el término «cupa», «cuppa», «coppa», vasija y vaso. La cabeza es la vasija, el revestimiento del encéfalo. En el litoral alemán se bebe una «cáscara de café». La filología relaciona etimológicamente esta crátera con la palabra «Schädel». Por lo demás, el romano tenía todavía una palabra para vasija, «testa». Significaba primitivamente cacharro o tarro y con el bajo latín adoptó el significado de cabeza. El monte Testaccio, en Roma, fue durante mucho tiempo el barrio pobre de la ciudad. «Testa» engendró «tète» en francés que extremece quizá a propios y extraños por su cercano parentesco con «Gefäss» y «Kopf». Nos acude a la memoria que con el cráneo del enemigo vencido se fabricaba antiguamente la crátera del vencedor. El rey lombardo Alboin obligó a su esposa Rosamunda a beber en el cráneo de su padre, a quien había vencido y matado en la lucha. Tuvo que expiarlo con la muerte. Pero así nos conducen súbitamente a tiempos remotos dos palabras que usamos inocentemente en gran parte de Europa y también de Asia.

La pregunta es natural: ¿Cómo llegan a tener los pueblos el mismo acervo de palabras? ¿Se emplean quizá confundidas? Los filólogos nos previenen contra la deducción de consanguinidades a partir de los idiomas. Un pueblo imperante puede haber impuesto su lengua a otro sometido, para lo que la coacción no necesitaba ser cruel. Pero, ¡cuántos pueblos han sido romanizados por los romanos y hablan hoy un idioma romano, una lengua hija del latín y no necesitan para ello ser todos latinos! No obstante tal cautela, los filólogos están convencidos de que una vez existió un pueblo aborigen –el «indoeuropeo» o «indogermánico»– del que procede no sólo el idioma sino también la sangre de los pueblos indoeuropeos. ¿Cuándo y dónde ha vivido este pueblo?

¿Dónde estuvo la residencia primitiva de los indoeuropeos?

Es el sino de la ciencia tener que convencerse a veces –constantemente dicen los sabios– de que su ciencia era errónea. Así, se ha supuesto que la residencia primitiva de los países indoeuropeos radicaba en los países más diversos, hasta que llegó a probarse que se encontraba en un país nórdico. «Birke», «Buche», «Eiche», «Wolf» y «Bär» no pueden sustituirse por palmera y caña de azucar, león y tigre. La ciencia busca todavía hoy, en general, palabras indoeuropeas para todo lo que caracteriza a la zona tórrida, a pesar de que gran parte de los indoeuropeos viven en la misma. En cambio, «Schnee» (nieve) se llama en latín «nix, nivis», «neve» en italiano y portugués, «neige» en francés, «sneuw» en holandés, «snö» en sueco, «sniegas» en lituano, «sniegs» en servocroata y «nipha» en griego. La raíz llega hasta la India, en tanto que Hungría, por ejemplo, le llama «hò». Los idiomas eslavos parecen tener su propia raíz –«led»– para «eis» (hielo).

Falta un término común para el mar, de manera que la residencia primitiva no se encontró junto a él, pues de otra manera no hubiera sido olvidado. Los indogermanos no tenían buques, sino carruajes (Wagen). Esta palabra, que indica el vehículo de cuatro ruedas, no prevalece, pero el «Karren» tiene sus equivalentes en el «currus» romano, el sueco «kärra», el noruego «kjerre» y los españoles «carro» y «carreta». La carreta tenía dos ruedas. Por consiguiente, el carruaje automóvil lleva impropiamente su nombre: le corresponde como máximo al remolque de dos ruedas. También el carro del triunfador romano era de dos ruedas, como el griego de carreras de Delfos o el de guerra de Aquiles.

Sabemos ya que los indogermanos primitivos sabían hilar y tejer y que cultivaban avena cuando labraban el campo, pero que eran principalmente pastores nómadas. En el cuadro del linaje común indoeuropeo trabajan hoy la filología comparada –el estímulo más poderoso en este aspecto se produjo en 1808 con la obra del romántico alemán Friedrich Schlegel «Uber Sprache und Weisheit der alten Inder» (Sobre idioma y ciencia de los antiguos hindús); le habían precedido el danés Raske y el inglés Jones– y la investigación prehistórica. En la vida diaria nos recuerdan las numerosas palabras y grupos de palabras que aprendimos. Las palabras son formas acuñadas del espíritu. La belleza adquiere también una forma que no puede desaparecer una vez que surgió en el mundo. Cuando menos comprendemos claramente que la ciencia puede determinar con certeza la forma indogermana de una palabra, a pesar de no haberse conservado ninguna tradición escrita de este pueblo, sólo filológicamente investigado. Pero cuando tenemos ante nosotros la historia de tales palabras y actúa sobre nosotros, ya no parece imposible considerar como un conjunto a los idiomas europeos. La demanda del japonés tenía cierta justificación. Sólo que el uso diario ha desgastado de tal manera las palabras, y en cada pueblo de distinto modo, que en general ya no las comprendemos. Johann Peter Hebel cuenta la historia de un centinela francés de la época revolucionaria que gritó a la guardia alemana, a través del Rin: «¡Filou!» (granuja). El suabio entendió: «Wieviel Uhr?» (¿qué hora es?») y contestó inocentemente: «¡Las cuatro y media!». No todos los malentendidos se desarrollan así. Haríamos bien en recordar en Europa cuán emparentados estamos.