CARACAS, 13 de abril de 2008 (SIEP) “Ha sido una experiencia inolvidable, esta asamblea del Consejo Mundial de la Paz en Caracas, Venezuela, nos hemos reconocido en las luchas de los pueblos del mundo…”dijo el Rev. Ricardo Cornejo, del Movimiento Salvadoreño por la Paz.
Agregó que “pudimos compartir con nuestros camaradas vietnamitas sobre la necesidad de derrotar las acciones del imperialismo, con los compañeros de la India y de Pakistán, con nuestros hermanos de Irak que resisten con las armas en la mano la intervención imperial.”
“Como latinoamericanos explicamos sobre nuestras luchas y el pensamiento de Simón Bolívar y nosotros llevamos también la figura y el pensamiento de Schafik, de Monseñor Romero, de Prudencia Ayala, de nuestros héroes y mártires… y les compartimos la declaración Final que aprobamos.”
DECLARACIÓN de la Asamblea del CMP – Caracas, 9-10 de abril de 2008
La Asamblea del Consejo Mundial de la Paz se celebró con éxito los días 9 y 10 de abril de 2008 en Caracas, Venezuela, con la participación de 265 delegados y 285 participantes de 124 organizaciones de 76 países. Luego de un debate muy rico y fructífero, los participantes de la Asamblea concluyeron con la siguiente declaración a los pueblos del mundo:
Los acontecimientos ocurridos desde la última Asamblea del CMP en mayo del 2004, han llegado a crear una situación que es crucial para la humanidad, una situación marcada por la intensidad creciente de la agresividad de la estrategia mundial de los EE.UU., que se empeña en imponer y consolidar el nuevo orden mundial de guerra y opresión. La humanidad como un todo enfrenta la agresividad acelerada de las políticas imperialistas. Su esfuerzo concertado para afianzar su dominación, va acompañado por una exacerbación e incremento en las rivalidades por los mercados, la energía y los recursos estratégicos, y por el dominio geopolítico y geoestratégico. La situación se agudiza particularmente en las regiones de importancia estratégica para el control económico y geopolítico, como los Balcanes, Eurasia y África.
Pero por otro lado, ciertos acontecimientos en diferentes países del mundo ayudan a crear más obstáculos para el imperialismo, el cual confronta un creciente aislamiento político como resultado de sus actos arbitrarios y unilaterales de violación de los derechos humanos y de los pueblos. La resistencia contra el imperialismo, como se da en América Latina o en el Medio Este, da esperanza a los pueblos de alcanzar un mundo justo y pacífico. El CMP hace un llamado a lograr relaciones políticas más equitativas entre las naciones, sin amenazas militares ni dominación imperialista, y a establecer un orden mundial de paz y justicia basado en los principios pacíficos de la Carta Constitucional de la ONU.
Hoy, el imperialismo dirigido por los EE.UU., amenaza la soberanía nacional y la integridad territorial de todos los países. Casi todas las recientes intervenciones imperialistas en todas las regiones han resultado en divisiones de países y separación de los pueblos por la guerra y la sangre. La unilateral declaración de independencia de Kosovo ha sido el ejemplo más reciente y dramático de la política del imperialismo de “dividir y gobernar”. Las ideas y los movimientos separatistas son apoyados y manipulados por el imperialismo. Los llamados “estados independientes” formados por la división de estados preexistentes, resultan ser apenas protectorados, que sirven de bases para las actividades imperialistas. Por consiguiente, es importante que el movimiento mundial de la paz asuma una posición firme contra esta política del imperialismo de “dividir y gobernar”, y que se haga mayor énfasis en los conceptos de soberanía nacional y de integridad territorial de los estados.
Otra amenaza para la paz mundial y los valores humanitarios hoy en día, es el fortalecimiento de ideologías reaccionarias, fundamentalistas, conservadoras y racistas en todo el mundo; esta es una tendencia que facilita el dominio de los capitalistas y de los imperialistas. El CMP y el movimiento mundial por la paz deben fortalecer también la acción contra las ideas reaccionarias y el racismo y deben promover ideologías progresistas y humanitarias.
La dominación del nuevo orden mundial imperialista está empeorando la situación económica de los trabajadores y de los pueblos en general, tanto en los países desarrollados como en los países en vías de desarrollo. La promoción de la restructuración capitalista y de las políticas neo-liberales, con la eliminación de los logros de los trabajadores y la aplicación de formas flexibles de empleo, la abolición de los convenios laborales y las privatizaciones generalizadas en todos los sectores, están provocando un incremento en la pobreza, el desempleo, el hambre y la miseria. Aumentan los problemas sociales y las tensiones. Crece el descontento y los trabajadores libran luchas a las cuales el movimiento por la paz puede y debe unirse. El CMP denuncia el creciente gasto militar, cuya responsabilidad recae, en primer lugar, sobre los EE.UU. El CMP exige recortes sustanciales en los presupuestos militares, y la reasignación de