El marxismo en América Latina. Michael Lowi. 2007. Documentos del Partido Comunista de El Salvador

( tomado de Roque Dalton, “Miguel Mármol: El Salvador 1930-32”, en Pensamiento Crítico, No 48, La Habana, enero de 1971, pp. 98-106.)

Los textos siguientes son llamamientos, proclamas y documentos del Partido Comunista de El Salvador durante la insurrección campesina de 1932, que fue la única sublevación armada de masas dirigida por un partido comunista en América Latina.

Hay que situar el acontecimiento en el contexto del viraje a la izquierda del Comintern (“Tercer Período”) pero constituye en lo esencial la expresión de un movimiento revolucionario “desde abajo”, auténtico y autónomo.

Los llamamientos a los soldados en las proclamaciones del Partido Comunista de El Salvador no eran mera retórica, correspondían a una real influencia de los comunistas en las bases del Ejército.

Estos documentos fueron publicados por el poeta comunista salvadoreño Roque Dalton, como anexo a los recuerdos de Miguel Mármol, único sobreviviente de la dirección del PCS de 1932, en la revista cubana Pensamiento Crítico.

Manifiesto comunista para los soldados de Ahuachapán

A los camaradas soldados:

Los obreros y los campesinos, todos bajo la dirección del CC del Partido Comunista de El Salvador, no tenemos nada que esperar del gobierno actual que está en manos de los ricos. Vosotros mismos conocéis que los camaradas del cantón Santa Rita están en una huelga por la que reclaman aumento de salarios, disminución de los terrajes que no les dejan casi nada a los trabajadores agrícolas. El capitalista Rogelio Arriaba y Rafael Herrera Morán, también capitalista, emborracharon a la guardia para que asesinara a los camaradas en huelga. El gobierno, siendo como es, de los ricos, ha mandado fuerzas para aplastar a los trabajadores. Vosotros, camaradas soldados, sois de nuestra clase explotada y no debéis disparar un cartucho contra los trabajadores. Los obreros, campesinos y soldados deben unirse para establecer el gobierno obrero y campesino. Vosotros debéis desconocer a los oficiales y jefes porque todos ellos están contra los trabajadores. Nombrad vosotros delegados para que entren en un acuerdo con nosotros. Acabemos con los jefes y oficiales del ejército de los ricos y formemos el Ejército Rojo compuesto de soldados y de jefes nombrados entre los mismos soldados. Ni un cartucho contra nosotros. Los delegados de los camaradas soldados deben recibir órdenes del Partido Comunista. El Comité Central del Partido Comunista nos llevará a la victoria contra los ricos ladrones.

Ahuachapán, 7 de enero de 1932

Socorro Rojo Internacional Comunista de El Salvador

Comité Ejecutivo Nacional

(Confidencial y urgente)

Camarada:

Esperamos que a la hora definitiva no se desanime ni lleve desaliento a las masas. Debe estar convencido de que los Estados Unidos mirarán con buenos ojos la insurrección y la atribuirán a una reacción del araujismo y en consecuencia nos reconocerán inmediatamente una beligerancia que de momento nos es indispensable, mientras tomamos las riendas del poder, que es nuestro objetivo, y después, ya con las armas en la mano y con la ayuda de los camaradas de toda América y en especial la de los camaradas de Estados Unidos, podremos enfrentar cualquier situación desesperada. La lucha es de vida o muerte.

Por las víctimas de la reacción y del imperialismo.

Por el Comité Ejecutivo Nacional.

Ismael Hernández, secretario general.

Plan que desarrollará el Comité Militar Revolucionario el día… del actual (enero) en la lucha por la toma del poder por los obreros, campesinos y soldados, por resolución del Comité Central del Partido Comunista de El Salvador

1o. Este CG del PCS nombra al Comité Militar Revolucionario que operará bajo la dirección de este mismo CC y queda integrado por los camaradas: […]

2o. El Comité Militar Revolucionario queda facultado por este CC para organizar la insurrección inmediata planteada por este CC ampliado, en su sesión del 8 del actual.

3 o . Todos los miembros del partido quedan bajo las órdenes del Comité Militar Revolucionario a quien le deben la disciplina más severa.

9 de enero de 1932. Proletarios de todos los países, uníos.

Por el CC Octavio Figueira, Secretario General Interino.

Por qué el soldado debe tomar parte en la revolución proletaria

Ante todo, el soldado es un obrero o un campesino a quien los ricos explotan en fábricas, talleres y campos. Todavía joven es llevado a los cuarteles, donde se le obliga a manejar un arma para defender las riquezas que como obrero o campesino le hizo a la clase rica. El descontento que el soldado siente en los cuarteles por la opresión en que vive, se debe a que el soldado, a pesar de las mentiras de los jefes y oficiales, siente que ellos son sus enemigos, porque esos mismos jefes y oficiales pertenecen a la clase que los explota en los talleres, fábricas y campos.

Un ejemplo: el golpe del dos de diciembre del año pasado. En este golpe, el soldado comprendió que peleando al lado de sus jefes no consigue más que la mejoría de éstos, quedando él en la misma condición de esclavo; así vemos que mientras los jefes están bien, gozando de todo, al soldado no le pagan: mientras a los cadetes los han ascendido, el esclavo se está muriendo de hambre.

Todo esto te hace comprender, camarada soldado, que tus intereses son los mismos de estas clases trabajadoras a quienes tus jefes y oficiales te obligan a matar, cuando en defensa de los derechos, como son aumentos de jornales, disminución de horas de trabajo, disminución de terrajes, luchan por lo mismo que a ti te tiene sin sueldo el rico, o sea por las crisis que los ricos echan sobre las espaldas de nosotros y sobre las de ustedes mientras ellos viven como príncipes en grandes banquetes y fiestas.

Por consiguiente, tu deber de hombre proletario, tu deber de explotado como obrero, como campesino o como soldado, es organizarte hoy más que nunca, porque tienes un arma en la mano que te permitirá ayudar de una manera efectiva a tu clase, que dirigida por el Partido Comunista llegará al poder para suprimir la explotación del hombre por el hombre.

No dispares jamás un tiro contra tus mismos camaradas del campo y del taller. No atiendas a tus jefes y oficiales cuando éstos te manden a que te manches las manos con la sangre de los oprimidos, pues tú eras como ellos una víctima del capitalismo nacional y del imperialismo. Saluda a la bandera de la revolución y quiérela porque es la que te llevará a la libertad que durante tanto tiempo te han negado tus jefes y oficiales y el gobierno que es un criado de los ricos.

¡Viva el Partido Comunista que llevará al poder a los obreros, campesinos y soldados! ¡Viva el Ejército Rojo en el cual el soldado tendrá los derechos de hombre y no será un esclavo como es el ejército manejado por los ricos!

Comunicaciones de militantes dirigidas al Comité Central del Partido en los días anteriores a la insurrección y una información dirigida al Comité Militar Revolucionario de San Salvador

Camarada jefe: quiero que se discuta de una manera amplia y a fondo, para definir un movimiento eficiente y de resultados efectivos, los puntos siguientes:                                                                     1] ¿Qué puntos hay que asegurar para el desarrollo de la contienda? Esto es de vital importancia, porque deben ser de una estrategia definida.                                                                                                               2] Con qué medios y elementos se cuenta, dónde estarán los lugares de aprovisionamiento o si no los hay.                                                               3] Cómo están organizados los diferentes sectores y quiénes los comandan para tener seguridad de unificar la acción.                                     4] Cuáles deben ser los puntos de concentración de los diferentes sectores al iniciarse la acción.                                                                         5] Qué medios más rápidos de comunicación deben adoptarse en los momentos necesarios.                                                                                       6] Qué medios políticos deben emplearse con los habitantes de los lugares que se tomen. Esto también es de vital importancia.                         7] Quiénes o quién dirigirá la acción puramente militar.                                           8] La hora matemática en que deben estar todos en su puesto. Salud,

(firmado) MAGÓN . […]

Credencial de Comandante Rojo

Partido Comunista de El Salvador.

Sección de la Internacional Comunista.

Comité Central.

Este Comité Central nombra al CAMARADA Inocente Rivas Hidalgo COMANDANTE R OJO DE LAS FUERZAS DE EJÉRCITO R OJO que operarán en la Zona de…………………… y en la toma de la ciudad de San Salvador, quedando bajo su absoluta responsabilidad la marcha de la lucha revolucionaria hasta el triunfo final contra la clase explotadora.

Extendido en el Cuartel General del Ejército Rojo de El Salvador a los diez y seis días del mes de enero de mil novecientos treinta y dos.

Por la destrucción implacable de la burguesía nacional y el imperialismo.

Por el Comité Central

El Secretario General Interino

Octavio Rodríguez.

[En la esquina inferior izquierda se ve un sello con una hoz, un martillo y una estrella de cinco puntas y una leyenda circular en torno (con dos erratas) que dice: PARTIDO COMUNISTA /G.C. SEG. S ALVADOR III. Según la policía y el Ejército, se recogieron más de mil quinientos de estos carnets.]

Manifiesto del Partido Comunista de El Salvador a los soldados del Ejército

San Salvador, enero 20 de 1932.

Camaradas:

El Comité Central del Partido Comunista se dirige a ustedes en los momentos en que las clases trabajadoras de la república comienzan la lucha armada por conquistar el poder, que emplearán para libertarse y libertar a ustedes del yugo del capital y de los grandes dueños de tierras, que hoy están condenando al hambre a muchísimas familias trabajadoras en fábricas, ferrocarriles, talleres, fincas, haciendas y demás empresas capitalistas con salarios tan bajos que no alcanzan a remediar la miseria de todos los que producimos las riquezas.

Ustedes mismos conocen las matanzas que los gobiernos de Romero Bosque, Araujo y Martínez, de acuerdo con los ricos y el imperialismo han hecho en los trabajadores de Santa Tecla, Sonsonate y Zaragoza y últimamente, el 5 de este mes, en el cantón Santa Rita, jurisdicción de Atiquizaya.

Ustedes conocen también que las huelgas que declaramos los trabajadores tienen por objeto obligar a los ricos a que nos aumenten los jornales, pues no podemos vivir con los mismos pagos que siempre y ahora son miserables. Los ricos y el gobierno actual no quieren que los trabajadores organizados reclamemos derechos y por eso han matado y matan, han puesto presos y ponen todavía a cientos de trabajadores a quienes están mandando a la carretera de Cojutepeque a pesar de que las huelgas se hacen en la forma más ordenada.

Este Comité Central ha guiado a los trabajadores en las elecciones municipales y de diputados. En todas las ciudades, villas y pueblos, todo el mundo se ha dado cuenta de que el Partido Comunista es el más grande de todos, habiendo obtenido mayoría de votos, como los mismos diarios de la clase rica lo han dicho; pero a pesar de esa mayoría el gobierno de Martínez, que es el criado de los ricos, no ha permitido que los trabajadores lleguemos a ocupar las alcaldías, ni puestos de diputados en la Asamblea Nacional.

Comprenden los ricos y el gobierno que los trabajadores en esos puestos hubiéramos favorecido a nuestra clase pobre, que toda la vida ha estado con el yugo de la esclavitud.

Por estos motivos, el Comité Central del Partido Comunista tiene armados para lanzarse con ellos a todos los obreros, obreras, campesinos y campesinas para conquistar el poder y establecer un gobierno de obreros, campesinos y soldados, quienes por medio de Consejos en que estén representados los obreros, los campesinos y los soldados, tendrán toda la fuerza para aplastar sin piedad a los ricos y a la burguesía en general, dando las tierras a los campesinos y soldados y protegiendo a los campesinos pobres que tienen su pedacito de tierra, puesto que nuestra lucha va contra los ricazos que tienen grandes fincas y haciendas y no contra los que tienen un pedacito apenas y no tienen ni siquiera donde morir.

El levantamiento armado de las masas obreras y campesinas, dirigido por este Comité Central, debe encontrar en ustedes, camaradas soldados, toda la ayuda, todo el apoyo que son ustedes capaces de prestar como hermanos nuestros en la lucha a muerte contra los ricos explotadores, que son los mismos que los tienen a ustedes ahí condenados a la disciplina dura del cuartel, no pagándoles y ocupándolos solo para oprimir a la misma clase de pobres a que ustedes también pertenecen.

En cuanto el movimiento armado comience, en cuanto las grandes masas de trabajadores se levanten al grito de la revolución, deben ustedes nombrar delegados que recibirán amplias instrucciones del Comité Central.

Deben nombrar Comités de Soldados entre ustedes mismos y a un soldado como Comandante Rojo, quien de acuerdo con este Comité Central los dirigirá en el movimiento. No deben disparar ni un solo tiro contra nosotros. ¡Viva el ejército rojo! Viva el comité central del partido que es el jefe de la revolución proletaria! ¡Abajo los oficiales y jefes!

Manifiesto del Comité Central del Partido Comunista a las clases trabajadoras de la República: obreros, campesinos y soldados

Camaradas:

El Partido Comunista, que es el Director del Proletariado hacia la victoria final que solo podrá alcanzarse hasta que hayan sido suprimidas el hambre, la desocupación y todas las demás formas de esclavitud a que la clase rica y el imperialismo nos condenan a nosotros los trabajadores, ha sostenido para bien de los trabajadores una lucha encarnizada contra los gobernantes y los grandes propietarios. Primeramente los ricos y su gobierno trataron de desacreditarlo diciendo que el Partido Comunista era una banda de ladrones. Ladrones nosotros, los trabajadores, a quienes se nos roba nuestro trabajo, pagándonos un jornal miserable; nosotros a quienes están matando lentamente, condenándonos a vivir en mesones cochinos, sin agua, sin luz, o en cuarteles hediondos o trabajando día y noche en el campo bajo la lluvia y el sol. Somos calificados de ladrones por exigir el jornal que se nos debe, disminución en las horas de trabajo y en los terrajes, que son tan grandes que los ricos se quedan con casi toda la cosecha, robándonos el trabajo.

A las calumnias agregaron la muerte, los palos, las cárceles y la expulsión del país para camaradas luchadores de nuestra clase. Así hemos visto las matanzas de trabajadores y trabajadoras y hasta de niños y ancianos proletarios de Santa Tecla, Sonsonate y Zaragoza y en estos momentos en Ahuachapán.

Nosotros los trabajadores, según los ricos, no tenemos derecho a nada, no debemos hablar. Nuestros periódicos han sido suprimidos, nuestras cartas abiertas y robadas. En nuestra lucha por poner alcaldes y diputados de nuestra misma clase, a pesar de que el Partido Comunista es el más grande y disciplinado, el gobierno y los ricos descaradamente nos demostraron que mientras la clase rica no caiga del poder por la fuerza de todos nosotros, siempre seremos sus esclavos. En Ahuachapán, después que no dejaron votar a nuestros camaradas, la guardia, por orden de los ricos, los maltrató. Valientemente nuestros compañeros de Ahuachapán están con las armas en la mano defendiéndose de los asesinos.

En presencia de todo esto, el Comité Central del Partido Comunista, que representa la opinión de todos los trabajadores y trabajadoras de la República y que cuenta con el apoyo moral y material de todos los trabajadores del mundo, y bajo la dirección de la Internacional Comunista, Ordena:

El armamento de todos los obreros y campesinos y el establecimiento del Cuartel General del Ejército Rojo de El Salvador.

La insurrección general de los trabajadores y trabajadoras hasta establecer un gobierno de obreros, campesinos y soldados.

Camaradas obreros: ¡ármense y defiendan la Revolución Proletaria! Camaradas ferrocarrileros: ¡tomen los ferrocarriles y pónganlos al servicio de la revolución!

Camaradas campesinos: ¡tomen las tierras de las grandes haciendas y fincas y protejan al que actualmente tiene un pedazo de tierra y defiendan sus conquistas revolucionarias con las armas, sin piedad para los ricos!

Camaradas soldados: ¡no disparen ni un solo tiro contra los obreros y campesinos revolucionarios! ¡Maten a los jefes y oficiales! ¡Pónganse a las órdenes de los camaradas soldados que han sido nombrados Comandantes Rojos por este Comité Central!

Camaradas: ¡formemos consejos de obreros, campesinos y soldados!

¡Todo el poder a los consejos de obreros, campesinos y soldados!

San Salvador, a 21 de enero de 1932. Dado en el Cuartel General del

Ejército Rojo de El Salvador. El Comité Central.

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