Energía, comunicaciones y centros comerciales en El Salvador
Por Roberto Pineda San Salvador, 18 de marzo de 2015
La economía salvadoreña del siglo XXI, todavía en el marco del sistema capitalista dependiente y globalizado, se ha modificado profundamente y esto ha impactado tanto en el sector empresarial como en el de los trabajadores. Y estos cambios han impactado en los roles de elementos estratégicos como la energía, las telecomunicaciones, así como de las actividades relacionadas con los centros comerciales, hoteles y restaurantes.
En el caso particular de la energía y las telecomunicaciones, hoy controladas por el capital transnacional, únicamente una política de Estado orientada a recuperar estas palancas estratégicas del desarrollo nacional merece llamarse de izquierda. En el caso de hoteles, restaurantes y centros comerciales, son de los principales nichos de la actual oligarquía comercial-importadora, antigua oligarquía financiera, nieta de la oligarquía agro-exportadora. Y se expresan en tres grandes grupos de la burguesía comercial: los Poma (Grupo Roble), Meza (Grupo Agrisal) y Simán. A continuación exploramos estos sectores tanto en sus antecedentes históricos como en su actualidad.
Antecedentes históricos y actualidad de la producción de energía
La electricidad es el pilar fundamental del desarrollo industrial de El Salvador. Y el que controla la generación y distribución de este bien posee una de las palancas estratégicas de la economía. En nuestro caso, la generación es todavía nacional pero su distribución se comparte entre una compañía estadounidense (AES) y otra colombiana (Delsur).
La electricidad en El Salvador tiene su cuna en Soyapango. En 1890, Gustavo Lozano, Herman Prowe, Carlos D ́Aubuisson, Manuel Estévez y Maximiliano Cohn inician su producción, distribución y comercialización. Instalan en el sector de Agua Caliente, la primera planta de generación de la Compañía de Alumbrado Eléctrico de San Salvador, CAESS , con una turbina hidroeléctrica de 70 caballos de capacidad, que únicamente permitía la iluminación del hoy centro histórico de la capital, en esa época con 32, 000 habitantes. Todavía se observan las huellas en el lugar de estas instalaciones. Y el primer lugar donde nació la luz fue el Parque Bolívar, hoy Plaza Cívica o Parque Barrios.
Dos años después, en 1892 se crea en Santa Ana la Compañía de Luz Eléctrica, CLESA, orientada a los departamentos de Santa Ana, Sonsonate, Ahuachapán y parte del Departamento de La Libertad.
En el caso de CAESS esta empresa creció rápidamente y en pocos años atendía otros departamentos del país como Chalatenango, Cabañas, Cuscatlán, San Vicente, Morazán, San Miguel, La Unión, La Paz y La Libertad. Y en 1930 CAESS inicia sus operaciones como empresa de Alumbrado Público. En 1936 su capital accionario fue vendido a inversionistas canadienses con quienes el Gobierno acordó una concesión para administrar CAESS durante los siguientes 50 años, o sea hasta 1986.
En 1945 bajo la dictadura militar de Salvador Castaneda Castro, se crea la Comisión Ejecutiva Hidroeléctrica del Río Lempa (CEL) que desde el estado asume la producción energética, dejando a la empresa canadiense CAESS únicamente con la distribución.
Al concluir la concesión, en 1986, bajo el gobierno del Ing. José Napoleón Duarte y en plena guerra, la generadora y transmisora estatal, CEL, pasa a administrar los bienes de CAESS y comienza a preparar tanto la reestructuración como la futura privatización de la Compañía. Entre 1994 y 1996, bajo el gobierno de Calderón Sol, las empresas viven un proceso de reestructuración donde en occidente desaparecen CLEA y CLES y son absorbidas por CLESA. En el caso de CAESS se fracciona y nacen dos nuevas empresas: DEL SUR S.A. de C.V. y EEO S.A. de C.V. En esta ruta en 1995, se decide dividir a CAESS en tres compañías diferentes: CAESS SUR (ahora DELSUR), CAESS ORIENTE (ahora EEO) y CAESS NORTE (ahora CAESS).
En 1998, se realiza la privatización de estas tres distribuidoras y la venezolana EDC adquiere las acciones de CAESS y de EEO. Las acciones compradas de CAESS incluían la Distribuidora Eléctrica de Usulután, S.A. de C.V. (DEUSEM). Posteriormente, en junio de 2000, EDC vende estas acciones a la estadounidense AES Corp. En el caso de DELSUR esta fue adquirida en 1998 por la corporación mexicana AEI, y vendida en 2011 a la colombiana EPM.
En la actualidad existen cinco compañías de distribución. La participación en el mercado con datos de 2006 fue la siguiente: CAESS: 44% Delsur: 25 , AES-CLESA: 18, EEO: 10% y Deusem: 2% . CAESS, CLESA, EEO (Empresa Eléctrica de Oriente) y Deusem (Distribuidora Eléctrica de Oriente) están controladas por AES Corporation, mientras que Delsur por la colombiana Empresa Pública de Medellin, EPM. AES controla el 75% mientras que EPM el 25%.
El heroico Sindicato de la Industria Eléctrica de El Salvador, SIES
Entre los años 1946-1950 trabajadores de CAESS, CLESA, CEO y CLES crearon una estructura mutualista con características de Cooperativa, la cual fue llamada Sociedad de Empleados Eléctricos. A mediados de 1947 a través de dicha Asociación presentaron un Pliego Reivindicativo a las Administraciones de CAESS, CLESA, CEO y CLES, donde advertían que de no resolverse favorablemente lo planteado, los trabajadores estaban decididos a implementar una huelga.
Era tan claro el objetivo que recaudan 35 mil colones, para sufragar gastos de alimentación y movilización en caso de llegarse a la huelga. Finalmente, este conflicto se resolvió favorablemente para los trabajadores. Pero, no obstante esta victoria, los empleados del sector eléctrico estaban decididos a organizarse y se dan las primeras reuniones clandestinas de los fundadores. Las reuniones eran semanales y en los lugares que generaban menos sospecha, incluyendo uno que otro bar.
Fue en una de esas reuniones clandestinas a inicios del año 1951 que se llegó al acuerdo de dar el salto cualitativo en cuanto a crear una estructura reivindicativa con una expresión sociopolítica clara y contundente, que permitiría en términos generales mejorar las condiciones laborales de los trabajadores del sector y con la disposición de luchar para evitar acciones represivas en las empresas. Con base a estos esfuerzos, el 15 de septiembre de 1951 se funda el Sindicato de la Industria Eléctrica de El Salvador, SIES, uno de los más poderosos contingentes del movimiento sindical hasta la actualidad. La primera junta directiva estuvo dirigida por Herbert Martínez Álvarez.
La creación del SIES en 1951 genera un auge organizativo que permite la creación de seccionales en Santa Ana, Sonsonate, San Miguel, San Salvador, y Ahuachapán, donde se afiliaron los trabajadores de las empresas CAESS, CLESA, DEUSEM, DE MATHEU, CLES , CLEA, CECSA, CEO, COSAE. Las últimas 5 empresas mencionadas ya han desaparecido.
Años después, el 17 de noviembre de 1972, ante la necesidad de contribuir a la unificación del movimiento sindical desde una óptica de lucha, se crea la Federación Nacional Sindical de Trabajadores Salvadoreños, FENASTRAS. Nace en el local del SIES, ubicado en la 12 Avenida Norte número 219 en San Salvador. En FENASTRAS se aglutinaron junto al SIES otros combativos sindicatos de esa época, hoy ya desaparecidos, tales como el Sindicato Industrial de Dulces y Pastas alimenticias, Sindicato del IVU (Instituto de Vivienda Urbana), Sindicato de la empresa FORESMOST, Sindicato de Tecnillantas, Sindicato de Industria Textil, Sindicato de la Unión Pesquera Nacional y Sindicato del Beneficio Acahuapa, entre otros.
En octubre de 1978, los compañeros del Sindicato de la Central Azucarera de Izalco se declaran en huelga, y buscan el apoyo solidario del SIES Seccional CLES y en ese apoyo juega un papel protagónico la compañera Ana Silvia Olán, militante del Partido Comunista, PCS, quien era la secretaria administrativa de dicha Seccional. Los cuerpos represivos de la Guardia Nacional y la Policía de Hacienda no le perdonaron este gesto solidario, la identificaran y la asesinaran con lujo de barbarie dentro del mismo local de la Seccional.
A finales de septiembre de 1982, fueron secuestrados, torturados y posteriormente asesinados los compañeros Mauricio Ángel Valenzuela y Roberto Portillo Soto, ambos miembros de la Junta Directiva General del SIES. En la actualidad el SIES forma parte de la Federación Sindical de Trabajadores de los Servicios Públicos de El Salvador FESTRASPES. A través de dicha Federación, son parte de la Confederación Sindical de Trabajadoras y Trabajadores Salvadoreños CSTS, y de la Coordinadora Unitaria Sindical salvadoreña, CUSS.
El heroico Sindicato de la Industria Eléctrica de El Salvador, STECEL
En la industria eléctrica, coexistieron dos sindicatos: el de las empresas privadas y el de trabajadores del estado. En 1972 bajo la dictadura militar de Arturo Molina, surge el Sindicato de Trabajadores de Empresa de CEL, STECEL. Desde su nacimiento despliega una intensa jornada de lucha reivindicativa. STECEL es uno de los sindicatos que en 1972 constituyen FENASTRAS, junto con SICAFE, STITAS, SIDPA, SIPES, SIP, ATACES y SETA. De esta forma FENASATRAS aglutina a sectores estratégicos de la economía nacional tales como energía, telecomunicaciones, beneficios cafetaleros, textiles, pesca, puertos y agua.
En 1974 STECEL como parte de FENASTRAS, es de los fundadores del Frente de Acción Popular Unificada, FAPU. En 1980 STECEL conducido por Héctor Bernabé Recinos, y como parte del FAPU pasa a integrar la Coordinadora Revolucionaria de Masas, CRM. El 22 de agosto STECEL en el marco de la lucha contra la dictadura militar, impulsa un corte nacional de la energía eléctrica. Por esta acción son capturados Recinos junto con Arnulfo Grande, Arnulfo Preza, y otros dirigentes de STECEL. Fueron puestos en libertad hasta octubre de 1984 y recibieron asilo político en Holanda.
Antecedentes históricos y actualidad de la industria de la comunicación
Es durante el auge cafetalero de finales del siglo XIX que se establece en 1870 en El Salvador la primera línea telegráfica, enlazando la capital con el puerto de La Libertad. En 1876 aparece el primer teléfono y en 1889 surge la primera oficina de telégrafos y teléfonos. El estado se ponía al servicio de la recién nacida oligarquía cafetalera.
En 1916 llega al país la compañía sueca Eriksson, por cierto comprada en el 2012 por la japonesa Sony e instala líneas telefónicas subterráneas y una primera central urbana con 1,050 líneas e interurbana con 50 líneas.
En 1936 el general Martínez construye el histórico edificio conocido como el Telégrafo, que pasa a convertirse desde entonces en blanco obligado de cualquier intento golpista. En 1963, bajo el gobierno del Coronel Julio Adalberto Rivera, se crea la Administración Nacional de Telecomunicaciones, ANTEL; institución rectora de este sector estratégico de la economía nacional. En 1975 se faculta a ANTEL para controlar de manera exclusiva el espectro electromagnético del país.
En 1996 en el marco de los procesos de privatización impulsados por los gobiernos del partido ARENA, bajo el gobierno de Calderón Sol, las telecomunicaciones dejan de ser nacionales y se privatizan. Y ANTEL se divide en dos empresas: CTE- ANTEL para operar el servicio alámbrico e INTEL, para el servicio inalámbrico de telecomunicaciones. En 1998 se vende el 51% de las acciones de CTE-ANTEL a la compañía France Telecom por $275 millones así como el 51 % de las acciones de INTEL por $41 millones, a la española Telefónica. CTE-ANTEL fue posteriormente adquirida por la compañía mexicana América Móvil.
En la actualidad tanto el mercado de telefonía fija como el de telefonía móvil es disputado por cuatro grandes corporaciones internacionales: Tigo El salvador, parte del grupo Milicom de Luxemburgo; la mexicana Claro El Salvador que anteriormente operaba con las marcas Personal, Aló, Telecom, CTE Telecom y Antel; Digicil El Salvador, parte del grupo empresarial irlandés Digicel Group y la española Movistar, parte del grupo Telefónica. Es una disputa entre capitales luxemburgués, mexicano, irlandés y español.
En síntesis, en El Salvador del siglo XXI una corporación estadounidense y otra colombiana controla la distribución de la energía mientras que en las telecomunicaciones la disputa es entre tres corporaciones europeas: Tigo, Digicel y Movistar y una mexicana Claro.
El heroico Sindicato de ANTEL, ASSTEL.
En 1984, en plena guerra, surge un esfuerzo organizativo que se plasma en la Asociación Salvadoreña de Trabajadores de Telecomunicaciones, ASSTEL. ASTEL y su principal dirigente, Humberto Centeno, fallecido recientemente y Ministro de Trabajo durante el gobierno de Mauricio Funes jugaron un papel destacado en la creación de la Unidad Nacional de Trabajadores Salvadoreños, UNTS, en febrero de 1986, así como en los esfuerzos por lograr una salida política al conflicto armado. Al privatizarse ANTEL, ASSTEL desaparece.
Antecedentes históricos y actualidad de la industria hotelera
Se atribuye al alemán Alexander Porth la creación a finales del siglo XIX del primer hotel llamado Nuevo Mundo, que estaba ubicado en la 4ta. Calle Poniente y Avenida Cuscatlán. En los años 50 del siglo pasado, se estableció en este mismo lugar el Hotel Astoria. Posteriormente, en 1912 otro alemán, Jorge Mullenhof, funda la Pensión Germana, con atención en inglés, francés y alemán. En 1916 los italianos contraatacan y Vignolo crea el Hotel Occidental, en la Calle Delgado frente a la entonces Residencia Presidencial, y luego el Hotel Italia, que quedaba frente a la actual farmacia central. Ese mismo año en Santa Ana surgen los hoteles Florida y Roosevelt.
En 1922 Luís Jacinto Flores abre el Hotel Hispanoamericano, para ese entonces un rascacielos de cuatro pisos, además de madera, frente a la Plaza Barrios, donde está hoy la Biblioteca Nacional. En 1935 Jorge Windeisen inaugura el Hotel Internacional. Una segunda etapa hotelera está vinculada a los procesos de integración regional de mediados de siglo XX y el auge del Aeropuerto de Ilopango.
Inicia en la exclusiva Colonia Escalón, en las faldas del volcán de San Salvador, la construcción a mediados de los años 50 del Hotel Intercontinental, el cual es inaugurado en junio de 1958. En 1975 es sede del concurso Miss Universo en nuestro país y funcionaba bajo el patrocinio de la cadena Sheraton.
En 1990 se desliga de la vinculación internacional y opera como Hotel El Salvador. En 1999 se asocia a la cadena Radisson y pasa a llamarse Hotel Radisson Plaza El Salvador. En 1964 surge el Gran Hotel San Salvador, sobre la Avenida España, que es destruido por el terremoto del 1986 desapareciendo el mítico Bar Skandia.
En 1970 surge sobre la Alameda Roosevelt el Hotel Alameda. En 1971 el Hotel Ritz. En 1972 la familia Poma inaugura el Hotel Camino Real vinculado a su centro comercial Metrocentro. Este mismo año surge el Hotel Terraza. En 1978 se inaugura el Hotel Presidente y en 1979 el Hotel Siesta. En 1997 abre sus puertas el Hotel Princess Zona Rosa, vinculado a la cadena Hilton.
En la actualidad existen cuatro grupos empresariales salvadoreños, vinculados a cadenas internacionales, que se disputan el control sobre la industria hotelera: estos son el Grupo Poma, Grupo Agrisal (familia Meza), Grupo Bolívar (familia de Sola) y Grupo Safie. Su vinculación con el negocio hotelero es de décadas.
El patriarca Luis Poma inicio en 1970 la construcción del Hotel Camino Real y de su respectivo centro comercial Metrocentro. Posteriormente busca la sombra de una cadena internacional inclinándose por la poderosa IHG. En la actualidad el Grupo Real (Poma) opera con tres franquicias internacionales: la inglesa InterContinental, y las estadounidenses Choice y Marriot. En 1970 Luís Poma, como patriarca de este conglomerado empresarial, decidió ampliar su portafolio de negocios con acciones en la industria hotelera.
Dos años después inaugura su primer hotel de cinco estrellas, el Hotel Camino Real junto a su también primer centro comercial, Metrocentro. Veinte años después, en 1994 abre su segundo hotel de cinco estrellas, esta vez en San José, Costa Rica. En 1995 surge el Grupo Real como la división hotelera del poderoso Grupo Poma que luego cambia su nombre en 2006 a Real Hotel and Resorts. En 1997, inaugura su tercer hotel de cinco estrellas, en San Pedro Sula, Honduras.
Por su parte, el grupo Agrisal formado en 1953, y vinculado a la familia Meza, inauguró en las faldas del volcán de San Salvador, en 1958 el Hotel El Salvador, vinculado originalmente a la cadena de hoteles Sheraton, que en el 2005 asume el nombre de Radisson Plaza y en el 2010 de Crowne Plaza. Está conectado con el importante centro corporativo World Trade Center y Torre Futura, del mismo grupo Agrisal, conducido por el empresario Roberto Murray Meza, presidente del Fomilenio II. Además son propietarios del Holiday Inn, ubicado en Santa Elena.
La rama hotelera del salvadoreño Grupo Bolívar, vinculado a la familia de Sola, que en alianza con capitales guatemaltecos en el Hospiteum Corporation, abrió su primer hotel en marzo de 1993 en Guatemala, el Princess Reforma. Cuatro años después, en 1997 inauguran el hotel de cinco estrellas, Princess Zona Rosa en San Salvador. En 1998 abren el hotel Princess en Managua, Nicaragua y en 1999 el Hotel Princess en San Pedro Sula, Honduras. En 2004 estos cuatro hoteles se convierten en filiales de la cadena hotelera Hilton Internacional, adoptando el apellido de la segunda cadena en importancia a nivel mundial.
La Corporación Salvadoreña de Inversiones, CORSAIN, construyó el Hotel Presidente en 1979, y en 1992 el presidente Cristiani lo privatiza y lo vende a Oscar Antonio Safie Zacarías. En 1999 Safie adquiere la franquicia de la cadena hotelera Marriot, la cual utiliza hasta el año 2003. En julio de 2005 adquiere la franquicia Sheraton por diez años. En 1989 la marca Sheraton se retiró del país luego de la ofensiva guerrillera de noviembre en la que tropas del FMLN ocuparon la instalación. Antonio Safie es además dueño de Grupo Megavisión (Canal 21), Salnet, Hotel Siesta, Rayones de El Salvador, Hilanderías de Exportación y presidente de Seguros del Pacífico.
Antecedentes históricos y actualidad de la industria de restaurantes
A nivel de restaurantes existe un enfrentamiento entre las grandes corporaciones internacionales y los negocios de capital nacional, así como alianzas entre capitalistas nacionales con estas corporaciones. Es en la década de los años setenta cuando aparecen las grandes cadenas internacionales e inicia un acelerado proceso de transculturación en este sector. No obstante esto, la comida nacional, y en particular las pupusas continúan siendo el plato principal de las mayorías populares.
En 1947 surge el restaurante Los Siete Mares, en la Col. San Benito, vinculados con el estamento militar de la época y con un estricto protocolo de traje completo para ingresar a sus instalaciones. En 1950 surgen los restaurantes Monterrey, de comida mexicana y El Migueleño. Y de esa época son el mítico Frijolitos Carlota en La Praviana, que sucumbió ante el conflicto armado.
Y en esa época del PRUD y del presidente Osorio surgen también los famosos Drive-Inn, como el Café Don Pedro, El Mejicano y el Flamingo, a los cuales había que llegar en vehículo y se servía la comida en bandejas portátiles. En 1964 Doña Graciela de Hollman crea el concepto de La Parrilla (carne asada, arroz, chirimol y pan con ajo) y la obligada Pilsener. Luego surge en esta línea La Carreta y el Cheles.
En 1972 se establece en San Salvador la Pizza Boom, con la especialidad de comidas italianas. Ese mismo año frente al parque Morazán abre sus puertas el primer restaurante de la cadena estadounidense de hamburguesas McDonald, orientada hacia un público juvenil y de estudiantes, que vino a competir con la cadena Hardees, abierta en 1974, que en 1980 se convierte en Biggest, siempre propiedad de la familia Salume.
En 1973 la cadena guatemalteca de pollo frito Campero, propiedad del Grupo Gutiérrez, abre su primer local en el Boulevard de los Héroes. Luego abre el segundo en la Calle Rubén Darío y cuenta en la actualidad con más de 40 establecimientos. En 1974 ofrece sus servicios la Totos Pizza. En 1985 abre sus puertas el restaurante Paradise, propiedad del Grupo (Conrado y Francisco) Rovira de la Corporación Pirámide.
En 1987 se establece la cadena estadounidense Pizza Hut y termina con las pizzerías locales. Este mismo año surge La Pampa Argentina. En 1989 surge Mr. Donuts. En 1990 Lisandro Pohl inaugura el restaurante Dallas con especialidad en carnes, en la Zona Rosa y luego el Puerto Escondido, con espacialidad en mariscos. En 1992 entra en funciones la cadena Burger King. En 1996 abre sus puertas el restaurante guatemalteco Los Cebollines. En 1998 se inaugura el Toni Roma’s.
Antecedentes históricos y actualidad de la industria de centros comerciales (malls)
El empresario Luis Poma logró ampliar los negocios de su familia que descansaban originalmente en la venta de vehículos hacia el sector de los bienes raíces, hoteles y centros comerciales. Sus contactos gubernamentales le permitieron posicionarse en el sector noroccidental de la capital, e iniciar la construcción del primer centro comercial de El Salvador: Metrocentro, en la actualidad con 400 establecimientos comerciales y dividido en 12 etapas, y con su respectivo hotel: el Camino Real.
Metrocentro de los Poma rápidamente se convertiría en el nuevo eje de concentración comercial de la ciudad y contribuiría a la degradación del centro histórico capitalino como “eje de comercio, entretenimiento y cultura ciudadana” (Regazzoli 2002).
Y con el correr de los años el Grupo Poma, de origen catalán, iniciado por Don Bartolome Poma, se ha ido posicionando en todo el país e incluso en la región centroamericana. Existen tres sucursales de Metrocentro en Santa Ana, Sonsonate y San Miguel, además de Multiplaza en Antiguo Cuscatlan. E incluso sucursales en Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá.
E incluso los Poma se atreven a construir y manejar 6 hoteles Marriot en Colombia (Bogotá, Cali y Medellin) y uno en Santo Domingo, República Dominicana. Pero además construyen en Bogotá el Centro Comercial Multiplaza La Felicidad. Esto lo convierte en el grupo empresarial más poderoso de El Salvador.
Por otra parte, el Grupo Simán, con el edificio de su almacén principal destruido por el terremoto de octubre de 1986 decide incursionar en nuevos territorios y se instala en la Col. Escalón en la antigua Casona de la familia Guirola y a su alrededor construye el centro comercial Galerías. Posteriormente construyen en Antiguo Cuscatlán, el Centro Comercial La Gran Vía. Con 90 años de existencia, operando en las principales ciudades de El Salvador, San José; Costa Rica, Managua; Nicaragua y Ciudad de Guatemala; Guatemala.
Y también el Grupo Agrisal cuenta con su propio mall. Tiene como base la torre Futura (20 pisos) y la Plaza Futura con su respectivo hotel El Salvador Crowne Plaza. Y además el altamente lucrativo Centro Comercial Plaza Mundo en Soyapango. Grupo AGRISAL ingresó al negocio inmobiliario con la primera etapa del edificio de oficinas World Trade Center San Salvador. Y Agrisal también se ha regionalizado mediante la apertura en San José, Costa Rica en 2012 de la Plaza Tempo, con su respectivo hotel Holiday Inn San José-Escazú.