Hacia San Miguel… Entrevista a Alfonso Martínez (III)

SAN SALVADOR, 17 de abril de 2021. Una de mis experiencias políticas más significativas fue mi estadía en la ciudad oriental de San Miguel, nos comparte Alfonso Martínez, de 84 años, destacado revolucionario salvadoreño.

Un día llegó a visitarme comisionado por la dirección del Partido, Roberto Castellanos Calvo, y me propuso irme para oriente, para San Miguel, y de esta manera evitar la persecución de que era víctima en San Salvador, que me obligaba a estar encerrado, clandestino. Me propuso darme 65 colones por tres meses para que pudiera ubicarme en  San Miguel y que después de eso, yo me “rebuscara”. Acepté.  Iba  pasar diez años de mi vida allá en oriente, de 1964 a 1974…

Le correspondió a Modesto Ramírez irme a dejar allá porque yo no conocía. Lo primero que hicimos ya en San Miguel fue ir al mercado y ahí me compró un sombrero de palma. Y después me llevó a conocer a distintos contactos que tenía ahí el Partido, la mayoría vinculados a una empresa, la Fabril de Aceites. Fuimos donde un sobreviviente de 1932 de nombre Narciso Ramírez, de oficio panificador, y aceptó darme posada.

Vivía en un cuartito muy pobre, de tierra, y tenía dos niños pequeños, y gran cantidad de chuchos y gatos. La primera noche me acosté en una hamaca pero al momento sentí cientos de animalitos caminando por mi cuerpo, eran pulgas  y telepates; así que me levante y me fui para una mecedora, ahí pase la noche.

Al siguiente día, me fui a comprar gas y lo eché en la hamaca y los animalitos brincaban y se morían, por tres días repetí esta acción, hasta que logre erradicarlos. Después, mediante otros contactos, me trasladaron a otro cuarto, en el que había una hamaca de nylon limpia pero bastante usada, hasta brillaba, así como una cama de pita, a la que se le ponía  un petate para dormir.

El desafío de construir Partido en San Miguel

El desafío que me propuse fue el de construir Partido, porque había contactos, pero no existía organización partidaria. En este esfuerzo sobresalió el camarada Abilio Cruz, que era comerciante y tenía una tiendita, el vendía diversos tipos de mercadería y salía vender a los pueblos, y yo me le pegaba para acompañarlo. Y así pude conocer los diversos municipios y hasta cantones del departamento: San Gerardo, San Antonio del Mosco, Ciudad Barrios, etc.

Y así fuimos construyendo Partido, los iniciábamos con círculos de estudio. De esa época inicial también me acuerdo de Antonio Hernández, que trabajaba también en la Fabril de Aceites. Luego de algunos meses habíamos logrado construir movimiento sindical, establecer las seccionales de los sindicatos de sastres, panaderos, y hasta del STIRTCAES;  o sea de los trabajadores de la radio y la televisión. Hasta organizamos un sindicato en Mejoramiento Social, que era una fábrica textil del estado.

Y la visión era de construir célula del Partido donde hubiera sindicato. Incluso logramos reclutar a un dirigente de la CGS, al compañero Rafael Jaime Hernández, que había sido dirigente de la CGS, y que después sería capturado y asesinado en 1972 por la dictadura militar. Cuando lo asesinan allá en El Tránsito había ya firmado su solicitud para militar en el PCS.

Tuvimos trabajo partidario en la ciudad de La Unión. Ahí vivía un camarada ferrocarrilero, Mario Estrada, que por cierto lo capturaron y lo golpearon, lo torturaron. Había otro ferrocarrilero, de apellido Sorto, otro era Manuel Reyes, que después se vino a vivir aquí en Apopa, todos ellos dirigentes de la Unión de Trabajadores Ferrocarrileros, UTF. Y en Usulután, estaba Adán Chicas, delegado por el Partido para realizar trabajo político en esa ciudad. Con aquel siempre coordinábamos trabajo. Y fue con Adán que en el 2011 iniciamos el trabajo de lo que hoy es la Coordinadora Intergremial Rafael Aguiñada Carranza, la CIRAC.

Y a la par del trabajo partidario, pude también construir una familia. Ahí me acompañe con una muchacha que trabajaba en una farmacia, que era propiedad de un primo de Schafik, de Carlos William Handal. El nombre de mi compañera es María Dolores Hernández y tuvimos tres hijos, Ana Xiomara ya fallecida  y que nos heredó dos nietos, a los que con mucho cariño hemos educado  y ya están grandes, ya trabajan, Tania Zoraida, que vive y es periodista, y Yuri Alfonso, que es agrónomo. Mi esposa María Dolores falleció recientemente.

El trabajo con los mineros

También teníamos trabajo en Morazán. Antonio Hernández era de El Divisadero. Había un compañero de apellido Suazo, y sostuvimos diversas reuniones de trabajo con los mineros, ahí en la mina de San Cristóbal, en Santa Rosa de Lima como en la de mineral de oro de San Sebastián.

Fíjate que una vez nos invitaron para que fuéramos a conocer y nos metimos, caminamos como un kilómetro dentro de la mina, hacía un calor muy intenso, la piel como que se te iba quemando, y ya habían muerto trabajadores cuando se “destapaba un ácido.”

Ellos manejan sus propios términos, en la mina hay niveles, y las vetas se encuentran arriba , a 15 metros de altura, es como un embudo, y ahí tiran la brosa, y se sube en una escalinata que está pegada  a la roca, y se hace un espacio para resguardarse en caso de derrumbe, a ese mineral que se extrae se le llama “oro libre” la brosa es donde va la veta de oro, la cual es picada, y lo que se extrae se lleva en carretillas ( que son de madera  y no de metal, porque este se derrite) se lleva por medio de rieles…

Ahí formamos el Sindicato de la Industria Minera, con representación de trabajadores de las minas de San Sebastián y San Cristóbal.

Rafael Aguiñada  y la regionalización del PCS

En realidad fue Rafael Aguiñada Carranza el que, como secretario de organización del PCS propuso la descentralización,  y que había que ir a los territorios a realizar trabajo político, que no se podía seguir siendo un partido solo de San Salvador, solo con fuerza en la capital.  

En 1966 participamos activamente en la campaña presidencial apoyando la candidatura del Dr. Fabio Castillo Figueroa.  Nos visitó un par de veces y su planteamiento era el de cinco grandes soluciones para cinco grandes problemas con énfasis en la necesidad de una reforma agraria, lo cual era del agrado de los sectores campesinos allá en oriente. Me acuerdo que andaba llevando de seguridad a un camarada, al estimado ahuachapaneco Pedro Santacruz.

En 1971 fui Alcalde de San Miguel por tres meses

Fue así que llegamos a1970, cuando en las elecciones municipales, San Miguel, no obstante el fraude y la represión, la ganamos, ganó la UNO, fue la única ciudad que ganamos en todo el país. Tuvimos alcalde de oposición, el Dr. José Fausto Cisneros. Jaime Hernández era el primer regidor, y tu servidor el cuarto regidor. Mi suplente era otro camarada, Tadeo Ayala Vigil, que era agricultor.

Fíjate que en 1971 el doctor Cisneros, que era del PDC, tuvo que salir a cumplir un compromiso a una reunión internacional de los democratacristianos allá en México y se me eligió para dirigir la Alcaldía, estuve tres meses de Alcalde. Un alcalde comunista en San Miguel.

Y lo que gané en esos tres meses como Alcalde se lo ofrecí al Partido, pero ellos me aconsejaron que mejor se lo diera al movimiento sindical, y entonces entregue 1,5000 colones  a FUSS-FESTIAVTCES. Jiménez y Julio Cesar Castro Belloso llegaron bien contentos a traer el dinero a San Miguel.

En el caso del Dr. Cisneros era una personalidad democrática, antimilitarista,  de izquierda, muy atrevido e impulsivo. Nos escuchaba con mucho respeto como partido, pero él no era organizado. Una compañera, que le decíamos cariñosamente Lenchita,  jugó también un papel decisivo en la victoria del Dr. Cisneros, porque incluso logró atraer voto del PCN, conquistarse a votantes del mismo PCN, como fue el caso de Oscar Gotay.  

Además teníamos excelentes relaciones con la dirección del partido democratacristiano, con Humberto Trejos, de era de Ciudad Barrios y era un católico devoto, que hasta fíjate que tenía una capilla en su casa…

La persona que de la dirección del Partido llegaba para atendernos políticamente era el camarada Rafael Aguiñada Carranza, que fue asesinado  en septiembre de 1975. 

En marzo de 1972, después del golpe de estado se desató una fuerte represión y me tuve que clandestinizar, ocultarme. Me fui a esconder a la casa de un amigo, de Manuel Flores, que era un agrónomo que después se fue para Costa Rica. Él tenía un pequeño taller de panadería y ahí pase encerrado. Cuando la situación se calmó, pude salir para reiniciar mis actividades.

El papel de la camarada migueleña María Guardado

Y es que esa victoria electoral y política de 1970 tenía a la base un  fuerte trabajo previo de organización sindical y comunal. Existía, por ejemplo, el Comité Cívico en Defensa del Agua y las Pilas Públicas. Había una pugna entre lo municipal y lo nacional. Desde el gobierno, desde ANDA se procedió a la demolición de las pilas públicas y esto generó el rechazo de la gente, la resistencia popular.

Y encabezó esta resistencia contra la nacionalización del agua, una camarada del Partido que era muy querida y respetada por las comunidades, de nombre   María Guardado, y le decíamos Lenchita. Vivía allá por la 15 Calle Poniente, falleció en mayo del 2015, a los 81 años. 

Me cabe el honor de haberla reclutado. Pero su labor organizadora y de denuncia no pasó inadvertida para la dictadura militar, y a ella en enero de 1980 la capturan, la torturan, la golpean, la violan entre varios, se ensañaron con toda la furia contra nuestra querida camarada, que se ve obligada a salir del país, y vivió y luchó por mucho tiempo en Estados Unidos, en Los Ángeles, dando charlas en iglesias y universidades,  bueno hasta una película se hizo con su testimonio de vida y lucha.

Después del cruel asesinato de Jaime Hernández en marzo de 1972, que lo capturan en El Transito donde andaba ya huyendo, y lo fusilan cerca de su casa,  que quedaba aislada, fuera de la ciudad de San Miguel, lo golpearon y luego lo asesinaron, lo fusilaron, le aplicaron la ley marcial, en el camino hacia Montegrande, Ya nosotros le habíamos aconsejado que se viniera  a vivir a la ciudad, a San Miguel pero no nos hizo caso.

Por esos días, una noche llegaron guardias nacionales y se parapetaron en la esquina de mi casa, mi esposa se levantó y oyó que decían: Sí, sí aquí es donde vive…y yo no estaba durmiendo ahí sin que me movía en diversos lugares, pero ella me envío el mensaje: que me estuvieron esperando que llegara. Así que un sábado de gloria, bien me acuerdo, una hermana de ella me acompañó a la terminal de buses, y se subió al mismo bus pero en asiento separada para en caso de ser capturado hubiera una testigo,  a tomar el bus hacia Usulután. Ya ahí  en Usulután, como no hubo ningún contratiempo,  ella regreso a san Miguel y yo aborde un bus rumbo a San Salvador.

Me vine a buscar al Chele Aguiñada, que vivía en los multis de la colonia IVU, y él me ubico provisionalmente en una casa donde inicia la avenida España. Pero a la vez me dijo: tenés que regresar porque sino la gente va a preguntar por vos y se va a preocupar…Y me regrese pronto, tomando precauciones, me regrese.

Al regresar una de las primeras cosas que me entere y me dolió mucho fue del asesinato de Jaime Hernández. Estuve valorando si asistir o no a su entierro, peor finalmente no lo hice por el peligro  que ahí mismo en el cementerio fuera capturado. Tenía que recuperar  mi normalidad.

Monseñor Romero,obispo del dialogo

Fijate que por esa epoca conocia a quien con el correr del tiempo sería Monseñor Romero.Era el obispo de san Miguel y fuimos a visitarlo junto con Jaime Hernández, nos recibió amablemente y aunque para ese tiempo eera de pensamiento conservador estuvo de acuerdo con diversos proyctos sociales que estabamos Como Alcaldia por impulsar, incuso nos dejó como contacto a un cura que luego también jugaría un papel importante en a lucha social, me refiero a Miguel Ventura,que para esa época estaba muy joven y tenía muchos proyectos sociales en los que coincidíamos.

Con su muerte, digo asesinato,nos vimos obligados a quitar a Jaime Hernández de la propuesta de la UNO para la alcaldía 72-74, que en mi caso llevaba el mismo cuarto lugar. Otros candidatos eran un compañero de apellido Rosa, de San Gerardo. En esa época los regidores no recibíamos ningún tipo de ayuda, éramos como voluntarios.

Nuestro candidato a alcalde, el Dr. Cisneros, era una personalidad democrática, de un gran corazón, sabía que éramos del PCS y era un admirador del Partido. En esa oportunidad ganamos la alcaldía de El Transito, y nos reunimos para planificar el trabajo municipal… En todo este trabajo  partidario fue clave la participación del camarada Victoriano García, que también después había sido mandado  para realizar trabajo, para la organización de los sectores campesinos, así como para el trabajo partidario en general.

 1974: regreso a San Salvador

Un día veo llegar de San Salvador a Rafael Aguiñada y lo veo como desencajado y al nomas acercármele me dice: tenés 72 horas para salir, para irte de San Miguel. Tenemos información que van a capturarte y asesinarte. Y mi familia? Le pregunto. Llévatela. Pero vos tenés que irte ya…y no se lo digas a nadie. Y mi esposa tenía una tiendita así  que regrese a la casa y se lo comunique, y empezamos a guardar cosas, y suerte que logramos que un amigo que transportaba plátanos hacia Guatemala, pudiera hacernos el viaje, salimos de madrugada…

Me ubican en una casa en la colonia La Rábida, donde antes había vivido Oscar Gilberto Martínez. Dos semanas después de mi salida bajan al Dr. Cisneros de su carro allá por Lolotique y lo acribillan, y se desata una feroz persecución…Rafael me había salvado la vida.

Ya aquí me incorporo al trabajo sindical en el Sindicato de Sastres, que pertenecía a la FESTIAVTSCES y en 1975, en el marco de una reorganización del movimiento obrero influenciado por el PCS, pase a ocupar la secretaría general de esta federación.

Y ese mismo año la FUSS elige también un nuevo secretario general, al camarada y amigo Rafael Aguiñada Carranza, que iba a ser asesinado en septiembre de ese mismo año. Otro camarada del PCS  que pasó a integrar la junta directiva federal de FUSS fue un santaneco, de la industria de la construcción, de nombre Salvador Cárcamo.

Era en el marco de una campaña ideológica contra el economicismo en el movimiento sindical. Asimismo me integro a la Comisión Sindical del PCS, que era dirigida por el Chele Aguiñada, pero incluía también a Adán Chicas, a Salvador Sánchez Hidalgo y mi persona. La muerte del Chele Aguiñada en lo personal me causó mucha indignación, aumentó mi odio contra la dictadura militar.

En la marcha del 22 de enero de 1980

Como movimiento sindical participamos en la grandiosa marcha de la unidad del 22 de enero de 1980. Nosotros íbamos bastante adelante, y ya habíamos llegado cerca de la plaza San José cuando iniciaron los disparos, y a un compañero la atravesaron la espalda con un balazo. La seguridad de la marcha nos sacó  hacia el norte, marchamos en grupo y al llegar al Cinelandia, nos dijeron que había que dispersarse…

A cumplir una misión de solidaridad internacional

En noviembre de 1980 recibimos una invitación para asistir a una Conferencia Sindical que iba a realizarse en Quito, Ecuador, convocada por la Federación Sindical Mundial, FSM.  Aunque únicamente FUSS-FESTIAVTCES pertenecíamos a la FSM, se decidió integrar una delegación unitaria. Estaba integrada por Jorge Mendoza, del STIRTCAES, representando a la FUSS; un compañero de apellido Manzur, de la industria del mueble, representado a la FESTIAVTCES; Alfredo Vives del STISSS; José Sánchez de la Federación Sindical Revolucionaria, FSR; y Alejandro Molina Lara, de FENASTRAS.

Pero se dio la situación que Manzur, que trabajaba en la fábrica Minerva de los Molins, no pudo conseguir que le dieran un mes de permiso, y entonces no pudo ir. Entonces Adán Chicas, de la Comisión Sindical del PCS,  me designó para asistir. La misión que llevábamos era ir a recabar respaldo solidario (ayuda política y económica) para nuestro pueblo, y particularmente para el movimiento sindical, en el marco de la ofensiva guerrillera que como FMLN se estaba planificando para enero de 1981.

Ya estando en  el encuentro sindical, recibimos el apoyo de los diversos camaradas de los sindicatos latinoamericanos y caribeños, tanto es así que al finalizar el evento, cada país se ofreció a pagarnos los gastos de viaje y estadía en sus países y fue así que iniciamos una gira por diversos países, explicando la situación del movimiento obrero y la ofensiva guerrillera del FMLN.

De Ecuador –como delegación- nos fuimos para Perú, luego para Bolivia, luego para Colombia, Panamá, Costa Rica, ya en este país iniciamos gestiones para que se nos hiciera regresar a El Salvador, para participar en la ofensiva de enero de 1981. Nos mandaron entonces hacia Nicaragua, a Managua.

Al aterrizar y llegar nos estaba esperando en el aeropuerto una numerosa comitiva de periodistas, para que opináramos sobre la situación en nuestro país. Dimos declaraciones explicando de nuevo las profundas raíces del conflicto y el derecho de nuestro pueblo a hacer uso de la lucha armada para lograr su liberación.

Estuvimos en Nicaragua durante el desarrollo de la ofensiva guerrillera y como el desenlace no fue exitoso, el proceso de lucha se prolongaba, y por nuestras declaraciones no podíamos regresar, se decidió que nos fuéramos para México.  

Ahí en el DF establecimos el Comité de Unidad Sindical, CUS y desarrollamos una intensa campaña de solidaridad, que apoyada por los poderosos sindicatos de electricistas y telefonistas, nos llevó a recorrer muchos estados de la república mexicana. Una cuestión que nos impresionó fue que en Acapulco muchos sindicatos administraban sus propios hoteles y muy lujosos, para el disfrute de sus afiliados.

Incluso pudimos conocer y reunirnos con Fidel Velásquez, de la CTM-PRI,   quién también nos extendió su respaldo, incluso nos extendió un salvoconducto –credencial firmada por él- por si se nos presentaba cualquier tipo de problemas con autoridades mexicanas, el cual nos fue muy útil.

Estando en México algunos del grupo original se desesperaron y regresaron al país, no obstante nuestras advertencias que era muy riesgosos hacerlo. Ese fue el caso del compañero Vives, del STISSS, que regresó, fue capturado y desaparecido. Otro que regresó fue José Sánchez, de la FSR, pero en el camino, en Guatemala, le cayeron a una casa de seguridad de una chilena donde se estaba quedando, y a los dos los desaparecieron…

Teniendo a México como sede, realizamos  diversas salidas internacionales. Estuvimos en Canadá,  en varias ciudades incluyendo Toronto y Montreal. Estuvimos también en los Estados Unidos. Por cierto, cuando fuimos al consulado gringo a pedir la visa, el mismo cónsul nos atendió y nos explicó molesto que únicamente nos daba la visa -sabiendo quienes éramos- , para aplacar  las demandas del sindicato de  estibadores, que tenían a congresistas y senadores haciendo llamadas en Washington a sus mismos jefes en el Departamento de Estado, para que las visas fueran concedidas.

Nos dieron 30 días. Bueno, estuvimos en San Francisco y les agradecimos a los estibadores, por su solidaridad. Y visitamos otras ciudades, como Los Ángeles, Chicago, por cierto ahí me celebraron mi cumpleaños, el 23 de febrero. 

También estuvimos en Europa, fuimos a Holanda, en Amsterdam y otras ciudades escoltados por los camaradas solidario,  Pedro de Francy y Josefina Finder. Y también Francia, en Paris, y otras ciudades, ahí la anfitriona fue la sindicalista Helene Beaumont.

Por cierto, en esa época el responsable del PCS en ciudad de México era Raúl Vargas, el Bache y él me pasaba insistiendo en la necesidad que me fuera para Europa  como referente sindical del FMLN. Pero en este asunto si fui desobediente al Partido, porque lo que quería era regresar al país.

Fueron tres años que pase de la ceca  a la meca, hasta que la dirección del Partido tuvo a bien autorizarme el regreso en el año 1983. Pero antes de eso, en el 1982, me hicieron un regalo que siempre se los voy a  agradecer, trasladaron a mi familia la ciudad de México, llegó mi esposa con mis tres hijos. En 1983 mi familia se queda en México y a mí me autorizan a regresar para incorporarme a las filas de las Fuerzas Armada de Liberación,  de las FAL, el brazo armado de mi Partido.

Rumbo al frente de guerra de Guazapa

El momento había llegado, salí de México hacia Guatemala, no tuve ningún problema, y de ahí a El Salvador, habían pasado tres largos años fuer de mi patria. Me fui a quedar donde un amigo, que se sorprendió al verme, pero me recibió. A la semana fui a hacer el contacto convenido en Santa Tecla, y me dieron el lugar, día y la hora que tenía que estar en Apopa.

Así lo hice, la sorpresa fue que en esa “excursión” hacia el cerro me tocó irme con Chepe Luis Merino, el Comandante Ramiro, al que me dio mucho gusto verlo porque lo conocía de la Juventud Obrera Salvadoreña, JOS.  Entramos juntos al frente,  pero ahí nos separamos, él se fue por un lado y a mi llevaron por otro.

Ya en el campamento de las FAL, el responsable que me recibió era Dagoberto Sosa, Lucio. Nos dimos un gran abrazo. Empezamos a platicar, le conté de mis jiras solidarias y el trabajo en México. Le enfatice sobre la necesidad que el Partido creara un instrumento que le permitiera captar recursos de la solidaridad,  que no tenía forma muchas veces de cómo hacerlos llegar. Al final crearon a FUNSALPRODESE.

Él me explicó cómo es que funcionaba el campamento y cuales serían mis tareas. Estuve un mes en Guazapa, y al final se decidió que por mi experiencia sindical, era mucho más útil para la guerra allá en San Salvador, en el trabajo urbano, en la reorganización del movimiento sindical clandestino, y que debía recuperar su legalidad.

Así que me regresaron a la capital, a encontrarme con Edito Genovés dirigiendo la FUSS y Darío García dirigiendo la FESTIAVTCES.  Y le dedique varios años a este esfuerzo.

Con la reorganización del UDN

A medida que avanzaba la posibilidad de una solución negociada al conflicto armado, se van abriendo nuevas posibilidades en el trabajo político y se toma la decisión de reorganizar abiertamente el trabajo del UDN, que había sido la expresión electoral en los años setenta de nuestro Partido.

Y en el año 1988 se inicia proceso para su reimplantación en el país, y se delega en Mario Aguiñada, que vivía en México, un miembro de la dirección del PCS,  la conducción de este proceso. Pero se designa por el Partido a un numeroso contingente para que le diera vida. Entre este contingente se encontraba Aronette Vda. De Zamora, que pasa  a desempeñarse como Presidente del UDN.

Asimismo estaban Raúl García-Prieto, que fue de SICAFE; Luis Gálvez, profesor universitario; Vinicio Peñate, expresidente de AGEUS; Mayra Navarrete y Sonia Vivas, también del movimiento estudiantil; Fernando Chamorro, y este servidor, entre otros compañeros y compañeras.

En determinado momento se fueron dando roces entre Mario y Schafik, que se agudizaron cuando ya el proceso de negociación estaba bastante avanzado y condujeron a que se produjera lo que se llamó una “separación amistosa” entre el PCS y el UDN. Yo me quede con el PCS, no obstante les tengo mucho cariño  a  mis antiguos compañeros del UDN.

La construcción el partido político FMLN

Después de los Acuerdos de Paz me dedique a la organización del partido político FMLN en diversos municipios de San Salvador, en una nueva situación política en la que habíamos conquistado el derecho de proclamar abiertamente nuestras ideas de cambio social, socialismo y revolución.

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