La estrella de Belén brilla sobre Irak…
Reflexión sobre Mateo 2:1-12
La estrella de Belén brilla en el lugar donde la lucha entre los imperios y las resistencias es más intensa. Así ha sido a lo largo de la historia. La Epifanía surge de esta experiencia de fe en la lucha popular.
La Epifanía de la solidaridad
Epifanía es un vocablo griego que significa manifestación, hecho milagroso, darse a conocer, mostrarse…En la historia de Jesús de Nazaret hay tres grandes momentos de epifanía: la de los reyes magos, que se celebra este día; el bautizo de Jesús en el Jordán por Juan y luego el milagro de la fiesta de Cana, con el que inicia su vida pública.
La más conocida de estas epifanías es la de los tres reyes magos. Es ya proverbial la imagen de estos personajes, con sus coronas, montados en camellos, y que llevan oro, incienso y mirra al Niño Dios.
Los tres reyes magos
La llegada de los tres reyes magos y la noticia sobre el nacimiento del Mesías sorprende a las estructuras de poder de Judea y desencadena una ola represiva contra los sectores populares organizados, que puso en peligro la vida del recién nacido Jesús.
La Judea de ese entonces, la Patria de Jesús, era un lugar con una larga tradición de resistencia a la dominación romana, cuna de muchas rebeliones. Y precisamente la llegada de los reyes magos, de los reyes astrólogos, era la expresión de la solidaridad de otros pueblos con las luchas del pueblo judío.
La resistencia judía se encontraba activa y trabajaba afanosamente en la organización, educación y movilización del pueblo contra los romanos imperialistas. Y como parte de esa tradición se encontraba la certeza sobre la llegada de un Mesías que aglutinaría a la resistencia y daría un fuerte impulso a la lucha contra Roma.
La estrella de Belén marcó la llegada de este momento. Un Liberador había surgido del seno del pueblo judío. La estrella de Belén siempre brilla sobre los pueblos que sufren y luchan.
¿Dónde brilló la estrella de Belén en el siglo pasado?
Hace ochenta años, a finales de los años veinte, la estrella de Belén iluminaba a los combatientes de Las Segovias nicaragüenses; que enfrentaban alas tropas invasoras del imperialismo yanqui. Había un gran apoyo, una gran simpatía popular por los patriotas de Nicaragua, y en los barrios se organizaban comités sandinistas. Sarbelio Navarrete saludo en San Vicente la gesta heroica de Sandino.
En la Federación Regional de Trabajadores salvadoreños se organizó un destacamento para irse a pelear, y salió electo Agustín Farabundo Martí, y estuvo allá y hasta adquirió el grado de Coronel del Ejército Defensor de la Soberanía Nacional de Nicaragua.
Luego la estrella de Belén se desplazó hacia Europa, y a mediados de los años treinta estaba en España. Brillaba en Valladolid, en Zaragoza, en Barcelona, en Madrid. Y supimos del grito No Pasaran y de La Pasionaria. Y todo el mundo progresista tenía su vista puesta en la España republicana. Y porque en 1936 el fascista Francisco Franco da un golpe de estado y la defensa de la Republica se convierta en la bandera de la humanidad.
Tuve la oportunidad de conocer en Nueva York a veteranos de la Brigada Abraham Lincoln, un grupo de patriotas estadounidenses que se fueron a pelear a España. Y hablaban con tanta alegría y orgullo de esta experiencia en la que fueron reyes magos para el pueblo ibérico.
Luego la estrella de Belén giró hacia el norte, hacia la tierra de Lenin, hacia la ciudad de Stalingrado, en los años cuarenta, en la segunda Guerra Mundial. En esta ciudad la dignidad de la humanidad midió fuerzas con las huestes fascistas de las SS hitlerianas. Stalingrado fue el corazón de un mundo en resistencia. Stalingrado estuvo sitiada por largos meses, en invierno y resistieron y al final conquistaron la victoria.
Luego la estrella de Belén se traslado al oriente. Y estuvo iluminando a los trabajadores chinos que derrotaron a los japoneses. Y la estrella de Belén se fue hacia Vietnam. Y desde los arrozales de la esperanza, un pueblo heroico derrotó a los imperios, a los franceses, a los japoneses y finalmente a los norteamericanos. Y luego estuvo en Cuba, en Chile…
Luego la estrella de Belén ilumina en Nicaragua. De nuevo en Nicaragua. Y presenciamos entusiasmados el asalto al Palacio, la ofensiva, la insurrección de Masaya. Y muchos salvadoreños combatieron al lado del FSLN. Y la estrella de Belén iluminó a estela, a León, a Chinandega, a Managua.
Y luego ¿y luego? Es a nosotros que ilumina. En los años ochenta del siglo pasado la estrella de Belén alumbraba los campamentos guerrillero del FMLN en Guazapa, en Chalatenango, en Morazán, a las asambleas de la UNTS. Y en todo el mundo se hablaba de la lucha del pueblo salvadoreño.
Me acuerdo que tuve la oportunidad en febrero de 1981 de estar en Europa. Y presencie una marcha en Roma y miles de jóvenes gritaban: Rosso El Salvador! Rosso El Salvador! Y lo mismo en Ámsterdam, en Londres, en Paris. En Alemania una revista recogió miles de dólares para comprar armas para el FMLN. Miles de dólares se recogieron en universidades y sindicatos, en comunidades e iglesias de los Estados Unidos. Ese fue el oro, la mirra y el incienso. El apoyo, la solidaridad.
Y en cada revolución surgen personas que rompen con el nacionalismo estrecho y están dispuestas a entregar su vida por otro pueblo hermano. Ese fue el espíritu del Che. Ese es el espíritu de los tres reyes magos, que a propósito ni fueron tres ni eran reyes pero la tradición así los ha retratado. Pro si fueron probados internacionalistas de esas gestas revolucionarias del tiempo de Jesús.
En la ciudadela Guillermo Ungo, en Suchitoto, hay un cementerio de los caídos en la guerra, de combatientes de las FAL, y a la par de sus nombres uno puede leer en una pared lo gentilicios de chileno, nicaragüense, dominicano, mexicano, estadounidense, internacionalistas que regaron su sangre en nuestras tierras, en el cerro de Guazapa.
La internacionalista Valeria
Cuando era joven, en los años setenta, conocí a una internacionalista, quizás la primera internacionalista. Como Movimiento Estudiantil Cristiano (MEC) recibimos la visita, el intercambio de una joven irlandesa, en realidad, era mayor que nosotros. Y nos impactó. Su nombre era Valeria y venía de Inglaterra. Era irlandesa.
Y nos sorprendió como a los pocos días ya se relacionaba con mucha gente, con los sindicatos, iba a la Universidad, sabía de nuestras reuniones clandestinas, y se identificaba con nuestro pueblo, con su forma de hablar, con la forma de vestir de los sectores populares, de comportarse y nos hablaba de feminismo, en aquella época, algo nuevo para nosotros, y de que éramos homófobos. De la ecología. En fin, abrió nuestro horizonte intelectual y político. Fue nuestra reina maga que vino a solidarizarse con la lucha de este pueblo.
Pero cinco años después ya nos olvidamos, la lejanía, la debilidad orgánica del movimiento social…Y la gente haya sigue luchando, sigue resistiendo al ejército más poderoso de mundo…y no han podido imponer su voluntad imperialista. En nuestro caso tenemos el agravante de tropas salvadoreños que no hemos sido capaces de hacer regresar. No hemos sido buenos reyes magos con Irak. La estrella de Belén brilla sobre los combatientes iraquíes, sobre el movimiento popular iraquí, sobre sus sindicatos y organizaciones sociales.
Como Iglesia Luterana Popular nos mantenemos vigilantes de ubicar la estrella de Belén. En el 2003 estuvo en Venezuela. La estrella de Belén es la estrella de la esperanza de los pueblos. Y sin duda alguna brillará de nuevo en nuestra Patria en el 2009…así es la historia.”
- Predicación realizada por el Rev. Roberto Pineda en Iglesia Luterana Popular el 6 de enero de 2008.