La visita del Papa Francisco a Ecuador, Bolivia y Paraguay es una visita diferente. Roberto Pineda 9 de julio de 2015
La actual cabeza de la iglesia universal, el Papa Francisco I, visita al continente de la lucha y la esperanza. El norte visita al sur. El Vaticano visita a sus provincias de la fe. Es el encuentro de dos mundos. Ya había ocurrido en el pasado. Hay continuidad y ruptura, pero más ruptura que continuidad. Juan Pablo II visitó Nicaragua en 1983 y regañó al sacerdote sandinista Ernesto Cardenal. De la misma manera Benedicto XVI visitó América Latina sin pena ni gloria. Pero esta visita es diferente.
El mundo del capitalismo globalizado es el mismo pero la visita es diferente. Antes las cabezas europeas del Vaticano venían y se sorprendían por la increíble pobreza de los pobres y se apiadaban de ellos. Hoy el Papa Francisco viene y denuncia la pobreza y se reúne para escuchar a los pobres que luchan contra la pobreza.
Y reconoce con simpatía el camino de la lucha como medio para superarla a la vez que identifica y condena a los que se aprovechan de esta. Es la solidaridad y el respeto de Baltazar, Melchor y Gaspar ante la luz que irradia la estrella de la esperanza. Ya no es una estrella solitaria.
El mundo del capitalismo globalizado es el mismo pero el mensaje del Papa es diferente. Nacido en la Argentina de Gardel, del Che y de Evita Perón, es un Papa que habla desde el idioma de los oprimidos, de los que sufren, pero también desde el idioma de la rebeldía, de la fe en la resistencia, de los que sueñan con un mundo nuevo, como lo soñó Jesús de Nazaret y sus seguidores.
El mundo del capitalismo globalizado es el mismo pero América Latina es diferente. El Papa Francisco visita a dos países, Ecuador y Bolivia, con gobiernos y sectores populares, particularmente indígenas, que encabezan profundos procesos de transformaciones, de recuperación de la soberanía nacional, de enfrentamientos con las oligarquías y el imperio. Es una nueva América Latina que recibe a un nuevo Papa. Es un encuentro subversivo, inédito.
El mundo del capitalismo globalizado es entonces desafiado hoy desde el Vaticano, desde América Latina e incluso desde la Europa de los pueblos, desde la Europa de la Dignidad Popular que en Grecia, en España, en Irlanda, en Portugal, en Italia se enfrenta contra la Europa del Euro, la Europa de la Troika, la Europa de las amenazas y la imposición. La lucha continúa, porque Ecuador, Bolivia, Venezuela y Cuba están en el NO de Grecia. Amén.