Las ideas políticas en El Salvador. El antiimperialismo

Las ideas políticas en El Salvador. El antiimperialismo
Por Roberto Pineda San Salvador, 22 de mayo de 2014

4. El antiimperialismo

Orígenes

En junio de 1494 firmaron el Tratado de Tordecillas los reyes Fernando II de Aragón, Isabel I de Castilla y Juan II, de Portugal, con el noble fin de repartirse las zonas de conquista y anexión en el Nuevo Mundo. Muy pronto, Inglaterra, Holanda y Francia se unen a este esfuerzo de asegurarse posesiones coloniales, y dirigen sus miradas hacia el Medio Oriente, India, Indonesia, China, y Australia. Europa, una civilización y sus imperios, se apoderaba así del mundo conocido y por conocer, las otras civilizaciones que frente a esta agresión, organizaron sus respectivas resistencias.

Algunos siglos después, de noviembre de 1864 a febrero de 1865 se celebra en Berlín, Alemania, una Conferencia en la que las distintas potencias coloniales europeas se repartieron el continente africano. Posteriormente, las principales iglesias cristianas de esas potencias también se reunieron en 1910 en Edimburgo para diseñar una campaña evangélica mundial y luego en 1916 en Panamá, para repartirse el trabajo misionero en América Latina y el Caribe. Eso explica la llegada de bautistas a nuestras costas.

En la reunión de Berlín participaron catorce naciones: Inglaterra, Francia, Imperio Alemán, Portugal, Holanda, Imperio Austrohúngaro, Bélgica, Dinamarca, Reino de Italia, España, Rusia, Suecia, Imperio Otomano y Estados Unidos. No participa ningún estado africano. Uno de los acuerdos principales fue el derecho de los participantes para reclamar cualquier porción de la costa africana solo si dicho territorio se ocupaba efectivamente y se comunicaba de este hecho a otros estados. Era el nacimiento del derecho imperial. Pero donde hay opresión hay resistencia.

En febrero de 1927 se realiza en Bruselas, Bélgica, el Congreso Mundial contra el Imperialismo y la Opresión Colonial. A nombre de la sección salvadoreña, mexicana y panameña de la Liga Antiimperialista de las Americas, asiste el líder revolucionario cubano Julio Antonio Mella. Un honor histórico que Mella nos representara.

En este evento se evalúa la situación de la resistencia popular y nacional contra los imperios a nivel internacional así como se toman acuerdos para redoblar la lucha antiimperialista. En esta reunión también se produce la separación entre la visión antiimperialista pero reformista del partido APRA del peruano Raúl Haya de la Torre y la visión marxista de la III Internacional, que comprendía la defensa militante de la Unión Soviética.

Y es que el surgimiento del imperialismo a finales del siglo XIX como un desarrollo del capitalismo de libre competencia, plantea nuevos desafíos para los movimientos revolucionarios a nivel internacional, en particular para los partidos obreros de los centros imperiales. Así como también provoca el nacimiento de la resistencia popular y nacional, expresada en el surgimiento de movimientos de liberación nacional en Asia, África y América Latina.

Esta resistencia incluso se manifiesta dentro de los mismos centros imperiales. En 1898 el escritor estadounidense Mark Twain crea en Boston la Liga Antiimperialista que condena vigorosamente la invasión a Cuba. Por su parte, el revolucionario cubano José Martí, representa una de las primeras voces que se lanzan contra el expansionismo imperialista de Estados Unidos. Sus escritos y su práctica política configuran los antecedentes del pensamiento antiimperialista latinoamericano y caribeño.

Asimismo el argentino José Ingenieros, el uruguayo José Enrique Rodó y el mexicano Vicente Lombardo Toledano. E incluso el peruano reformista Víctor Raúl Haya de la Torre, fundador del APRA y que estuvo en El Salvador en 1928, donde pronuncia una conferencia sobre la reforma universitaria de Córdoba de 1918 y deja establecido un comité local.

Personajes

En nuestro caso como país habíamos sido colonia española por trescientos años, de 1524 a 1821. Esto nos marca profundamente (idioma, religión, cultura) y es la principal huella de nuestra identidad cultural. Y posteriormente en 1823 enfrentamos victoriosamente al Imperio Mexicano de Agustín de Iturbide. Y luego las pretensiones imperialistas inglesas y estadounidenses. Pero nunca tuvimos una situación de ocupación militar extranjera como la tuvo Nicaragua, Honduras y Panamá. Esto también forma parte de nuestra identidad.

José Matías Delgado y Manuel José Arce

El primer antecedente antiimperialista lo constituyen las gestas independentistas contra el yugo español y luego contra el efímero imperio de Iturbide. Y sobresalen las figuras del jefe político José Matías Delgado y del jefe militar Manuel José Arce. Estas jornadas de defensa militar, política y diplomática de nuestro territorio son parte de nuestras primeras raíces antiimperialistas.

General Ramón Belloso

Un según momento es la participación de tropa salvadoreña bajo el mando del General Ramón Belloso, nombrado General en Jefe del Ejército Aliado Centroamericano que enfrenta y en 1857 derrota al Filibustero William Walker, que representando los intereses de sectores esclavistas del sur de Estados Unidos, se había proclamado presidente de Nicaragua. Es muy interesante y paradójico que fue este mismo militar liberal y antiimperialista, el que en 1833 estuvo al mando de las tropas que derrotaron al combatiente indígena anti-oligárquico Anastasio Aquino. Son las paradojas de la historia.

Manuel Enrique Araujo

Un tercer momento surge con el presidente Manuel Enrique Araujo, de pensamiento liberal y ferviente unionista, que gobernó de 1911 a 1913, y que denuncia las pretensiones imperialistas de Estados Unidos, pero sospechosamente es asesinado. Araujo le escribe al presidente William Taft una carta en la que defiende enérgicamente la soberanía de Nicaragua y exige el respeto a la independencia de nuestras naciones. Además en 1912 ordena la adopción de un nuevo escudo y de una nueva bandera con los colores de la República Federal de Centro América, para sustituir a los vigentes desde 1865, y que en el caso de la bandera era similar a la de Estados Unidos, con barras y estrellas.

Carlos Meléndez

En octubre de 1913 el sucesor de Araujo, Carlos Meléndez aunque represivo y antidemocrático, pro oligárquico, rechaza categóricamente la pretensión del gobierno de Estados Unidos de establecer una base militar en el Golfo de Fonseca. Un año después, en 1914, al iniciar la primera guerra mundial, Meléndez asume una política exterior de neutralidad “benévola” lo que le permite continuar su relación con sus socios comerciales europeos, incluyendo a los adversarios Inglaterra y Alemania.

En 1915 Meléndez rechaza categóricamente la firma del tratado Bryan-Chamorro, entre Nicaragua y Estados Unidos, mediante el cual se le permite a Washington construir una base militar en el Golfo de Fonseca, al considerar que constituye una violación a la soberanía del país. Los internacionalistas salvadoreños Francisco Martínez Suárez y Reyes Arrieta Rossi elaboran la “Doctrina Meléndez” y la presentan ante la Corte de Justicia Centroamericana.

La Liga Antiimperialista

El 21 de noviembre de 1926 se constituye la Liga Antiimperialista, en casa del nicaragüense Rosendo Argüello, con un claro programa de denuncia a la intervención de Estados Unidos en Nicaragua. La junta directiva estaba encabezada por el director del Diario Latino, Miguel Pinto, los doctores Argüello, José de Jesús Zamora, Salvador Ricardo Merlos; José Dutriz, director de La Prensa y el General J. Ernesto Alvarado. Semanas después se crea la sección salvadoreña de la Liga Antiimperialista de las Américas, LADLA, encabezada por el sindicalista de la FRTS, Manuel de Jesús Mena, y otros representantes de los sectores populares como Manuel A. Leiva, los entonces estudiantes Alfonso Rochac, Alfonso Cañas, Víctor Manuel Noubleau, Concepción Anaya, y Simón Zapata.

La creación casi simultanea de estos dos organismos de solidaridad, pone de relieve la disputa que existía en ese momento entre sectores democráticos y revolucionarios salvadoreños, que no lograron ponerse de acuerdo en este punto, lo que revela la posterior separación entre sectores influenciados por el laborismo unos y otros por el marxismo.

Dr. José Gustavo Guerrero

En 1928 el Dr. José Gustavo Guerrero como canciller salvadoreño denuncia las posiciones intervencionistas de Estados Unidos en el marco de la VI Conferencia Panamericana, realizada en La Habana, Cuba, e incluso desafía al secretario de estado estadounidense. Al regresar al país, fue destituido por el presidente Pío Romero Bosque por temor a represalias del imperio, por la actitud patriótica de su hasta entonces canciller.

Agustín Farabundo Martí

En junio de 1928 Agustín Farabundo Martí se integra al Ejercito Defensor de la Soberanía de Nicaragua dirigido por Augusto Cesar Sandino, reafirmando así su profundo sentido antiimperialista. Pero también entre los sectores reformistas impacta el antiimperialismo.
Alberto Masferrer, Prudencia Ayala y Sarbelio Navarrete

Es el caso del pensador Alberto Masferrer, quien desde su periódico Patria se manifiesta en contra del intervencionismo de Estados Unidos en Nicaragua. La feminista Prudencia Ayala también se manifiesta como pensadora y luchadora antiimperialista. El académico y jurista Sarbelio Navarrete también se solidariza públicamente con la lucha de Sandino, el General de Hombres Libres.

En los años cincuenta, sesenta y setenta del siglo XX las organizaciones populares de izquierda y el PCS asumieron el antiimperialismo como parte integral de su programa político. Por otra parte, la Guerra Popular Revolucionaria realizada por el FMLN entre 1980 y 1992 tuvo un fuerte componente antiimperialista, ya que enfrenta la ayuda militar de la Administración Reagan a los gobiernos títeres salvadoreños.

El Movimiento Salvadoreño por la Paz

El 23 de octubre de 2004 personalidades políticas, religiosas y sociales constituyen el Movimiento Salvadoreño por la Paz, MSP y se adhieren al Consejo Mundial de la Paz, organismo que desde 1948 ha jugado papel relevante en la defensa de la paz mundial. Entre los firmantes de la Carta de Constitución del MSP se encontraba los líderes históricos del FMLN, Schafik Handal y Salvador Sánchez Ceren.

Por otra parte, luego de los Acuerdos de Paz de 1992, el movimiento popular ha denunciado la aprobación legislativa por parte del partido ARENA de la Base Militar de Comalapa en julio de 2000; del Tratado de Libre Comercio CAFTA en diciembre de 2004; y de la Escuela Internacional de Policía, ILEA en marzo de 2007.

Con la llegada del primer gobierno de izquierda en 2009 lamentablemente no se denunciaron estos acuerdos sino se ha fortalecido paradójicamente la relación con Estado Unidos creándose un Consejo para el Crecimiento e implementándose el Fomilenio I y se espera que el segundo gobierno de izquierda de Salvador Sánchez Ceren implemente el Fomilenio II.

En conclusión, el pensamiento antiimperialista ha constituido parte esencial de la identidad de la izquierda política y de los sectores populares. Y la conquista de una verdadera independencia pasa necesariamente por la adopción de una política antiimperialista y no por la supeditación a los dictados de Washington. Esta es la tendencia predominante en el Sur reflejada en los gobiernos de Venezuela, Ecuador y Bolivia. Esta es nuestra tradición histórica como sectores populares.

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