Mitos, omisiones, y verdades sobre la historia del Partido Socialista Nicaragüense y el movimiento sindical. Rafael Casanova ( Voz Socialista, No.14, Enero 2022)

La historia del movimiento revolucionario en Nicaragua, se confunde erróneamente con el movimiento revolucionario sandinista, la tendencia general en las versiones oficiales ha
sido la de dar un salto lineal desde la lucha del Gral. Augusto C. Sandino (1927-1934) hasta la fundación del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) a inicios de los años sesentas.

Se da la impresión de que antes y paralelo al FSLN no existió ningún tipo de organización política y/o social que desde su
propia óptica luchara contra el Somocismo y el sistema capitalista antes de 1979.

Las breves menciones -cuando no se hacían omisiones- sobre otras fuerzas políticas, eran de forma tergiversada o minimizada, sobreponiendo el papel del sandinismo en el proceso histórico. Víctima de esta equívoca apreciación, fue principalmente, el histórico Partido Socialista Nicaragüense (PSN) surgido
en el año de 1944.

Muchas expectativas se crearon después de 1979, principalmente en los cuadros y militantes de la tendencia mayoritaria del PSN (surgida después de la división de 1976) quienes habían acompañado al FSLN tanto en la organización de masas Movimiento Pueblo Unido (MPU) como en la misma lucha armada,
creyeron que había llegado el momento “doblar la página” tanto a las discusiones polémicas en los sesentas y setentas, así como al marcado sectarismo que se había dado, entre estas dos
organizaciones revolucionarias.
Sin embargo, a pesar de que esta misma tendencia del PSN se fusionó con el FSLN en diciembre de 1979, en los documentos oficiales de los años ochenta cuando se hacían referencia a la historia del FSLN y en los mismos discursos de los miembros de la DN, nunca se dedicó una línea a mencionar los aportes de los socialistas nicaragüenses en la lucha contra la Dictadura.

Sino que por el contrario, en algunos escritos oficiales, nunca
se perdió la oportunidad para hacer alusión a su papel de fariseos al acusarlos –entre otras cosas- de negar la lucha armada como eje
principal en la lucha contra la dictadura.

Si de excepciones se habla, hubo un documento interno en los años ochenta escrito por un miembro de la DN en el que se reconocía
que también el PSN había organizado a las masas pero al poco tiempo fue recogido y celosamente archivado. Casi a finales de la
RPS en julio 1989, se mencionó a título individual a algunos dirigentes socialistas que habían participado en la parte militar de la Insurrección final como Roger Cabezas (Barricada, julio de 1989).

Muy recientemente, en 2021, se hizo un reconocimiento a la exdirigente femenil Amada Pineda, quien a su vez fue candidata a primer diputada en las últimas elecciones, pero a la hora de referirse
a ella lo hacen principalmente en su papel de víctima del Somocismo, de la derecha local y no a sus aportes como dirigente femenil socialista en los años señalados.

Los mitos y las omisiones.

Entre las principales tergiversaciones y falsedades que se dijeron sobre esta fuerza política: los socialistas fueron reformistas y no
planteaban la toma del poder; negaron la lucha armada;el movimiento sindical dirigido por los socialistas era economicista, fue débil y sus dirigentes se limitaron a recoger la cotización y
nada más; las masas obreras se iban a las huelgas espontaneas inspiradas por ejemplo heroico de las columnas guerrilleras del FSLN; a los socialistas no los molestaban hacían sus reuniones y la guardia no les hacía nada. Los socialistas fueron puro bla bla nada de práctica (N. del A.)

A tales especies se sumaron otras tergiversaciones que desafortunadamente en versiones de ex dirigentes nacionales del
FSLN, o escritores oficiales pueden parecer creíbles con el paso del tiempo en medio del atraso cultural político ideológico que pervive
dentro de la colectividad, hasta los tiempos actuales.

Entre estas podemos señalar las siguientes que en los años de 1978 y 1979 que el movimiento sindical había sufrido una drástica reducción de más del 50% debido a la represión; el sindicalismo se hizo presente en la insurrección final con los Comandos Cristianos Revolucionarios promovidos por la Central de Trabajadores
de Nicaragua.(Ortega, 2010.P:473,474.

Este mismo autor relacionando la participación armada del PSN entre los años de 1978 y 1979 de forma tergiversada e incompleta afirma cosas como la muerte aislada y solitaria del jefe nacional del brazo militar de los socialistas. En la Frontera Sur se continúa combatiendo y muere el tercerista del PSN Álvaro Montoya
periodista; o que los socialistas se incorporan a la lucha armada a través de la GPP. (Ortega, 2010.P. 528)

Las verdades.

1-Es innegable el hecho de que el Partido Socialista Nicaragüense (PSN) -dado a conocer públicamente en 1944, en medio de un
auge del movimiento sindical- vivió una etapa reformista bien marcada, dado que sus jóvenes dirigentes -tanto en edad como en experiencia política- llegaron a concebir entre otras cosas que era el mismo desarrollo del capitalismo, el que iba a propiciar en Nicaragua el surgimiento de la clase obrera moderna de allí que llegaron a considerar –entre otras cosas- a Somoza García como el “portador del progreso o el mal menor” en comparación con los
conservadores, quienes se oponían a demandas que hicieron los socialistas desde su movimiento sindical.

Pero en agosto 1948 Somoza, hizo a un lado su social demagogia,
sacó las narices de su anticomunismo e inició su persecución al PSN y a su movimiento sindical,  encarceló a 80 dirigentes y 300
militantes en una sola noche. Una represión que continuó en los años subsiguientes tantocontra las estructuras del Partido clandestino,
como contra el movimiento sindical.

2-No obstante, los detractores del PSN omiten, – entre otras cosas- que el Código del Trabajo establecido en 1945, no fue un regalo del
Dictador sino como parte de la presión del movimiento sindical organizado; olvidan también que desde fines de la década de los
años cincuenta, particularmente después de la VII Conferencia Nacional de noviembre de 1957, se definió entre otras cosas la creación de un frente político legal para unir fuerzas con
otros sectores progresistas para luchar contra la Dictadura, que sería Movilización Republicana(MR); estructurar una central
sindical nacional para organizar a los trabajadores del campo y la ciudad, de tales esfuerzos surgió la que sería la central política
más importante del país en 1961 la Confederación General de Trabajo(independiente);la creación de un organismo juvenil para aglutinar a los jóvenes revolucionarios y progresistas de cuya
iniciativa surgió en marzo de1958 la Juventud Democrática Nicaragüense (JDN), la que sirvió de base para constituir la combativa Juventud Patriótica Nicaragüense(JPN) en 1959
(Guevara 2014,218-219).

Erróneamente en Wikipedia la JPN aparece como fundada por jóvenes provenientes del Partido Conservador de Nicaragua. Integrantes de JPN al igual que dirigentes juveniles del
PSN fueron los fundadores el FSLN entre los años de 1961 y 1963.Basta mencionar a Carlos Fonseca, Noel Guerrero, Tomás Borge, Rodolfo Romero, Silvio Mayorga y Jorge Navarro. Todos con evidentes y documentados orígenes socialistas.

A partir de 1959 hubo una ruptura total con las posiciones reformistas en el seno del socialismo en tanto definieron como enemigo principal al aparato de dominación capitalista
representado por el Somocismo.

El eje fundamental de su propuesta, descansó en privilegiar las formas político-organizativas, basadas en la lucha económica para confrontar a los capitalistas en el movimiento sindical; la lucha ideológica para divulgar la teoría marxista leninista en contra de la ideología capitalista; y finalmente la lucha política que consistía en unir las fuerzas opuestas a la Dictadura para aislar y lograr el derrocamiento de Somoza y dar paso a una etapa de
liberación nacional y la lucha por el socialismo, en una vasta alianza político-social con los campesinos y las fuerzas revolucionario-
progresistas del país.

3-En el movimiento sindical, la acusación de “economicistas” la hicieron principalmente basados en que la “organización sindical solo promovía reivindicaciones económicas y que no educaba ideológicamente a la clase obrera y no la preparaba para la toma del poder político”.

Si bien eso fue cierto aislado en la conducta de algunos dirigentes, no fue la razón ni la tendencia general del PSN. Este Partido
promovió –en medio de la represión y el atraso político-ideológico- además de la organización sindical,  la organización de los campesinos, de los estudiantes, de los pobladores de los barrios, de las mujeres, y la divulgación constante de las ideas socialistas a través de diversos medios tales como círculos de estudios, talleres de capacitación, asambleas ampliadas, publicación de materiales teóricos, etc.

Es innegable que a la base de la confrontación clasista en el plano económico, el movimiento sindical organizado, logró arrancarle a la
patronal capitalista muchas reivindicaciones de carácter social tales como el mencionado Código del Trabajo, la aplicación del séptimo
día, los ajustes salariales, la Ley de Inquilinato, el Seguro Social en 1957 y muchos otros que en la historia, suelen ser omitidas o entendidas como dádivas del sistema capitalista.

Las resoluciones del VIII Congreso de la Confederación del Trabajo independiente (CGTi) dan cuenta que sus propuestas no
estaban ligadas a la preservación del régimen burgués, ni a postrarse en las reivindicaciones inmediatas. La organización sindical y su lucha por las reivindicaciones inmediatas estaban inscritas tanto en la lógica de aprovechar los espacios legales del sistema capitalista para confrontarlo en el plano económico.

Basta observar –entre otras- tres resoluciones básicas:
“a) Orientar y organizar a todos los trabajadores haciéndoles ver por su propia experiencia que únicamente con un cambio en las relaciones sociales y de propiedad que rigen en nuestro país podemos conquistar un nivel de vida superior al actual.
b) Luchar intransigentemente en contra de la clase patronal por hacer prevalecer los derechos que la limitada legislación laboral,
promulgada por el gobierno burgués señala para los trabajadores y en especial luchar por el mantenimiento de salarios que concuerden con el alto costo de la vida.
c) Luchar incansablemente por la conquista de mejores salarios como objetivo de lucha fundamental de nuestras organizaciones
sindicales por encima de las tablas oficiales que fijen las juntas de salario mínimo.”

Se planteó además que no solo se debía de luchar por la independencia del movimiento sindical de los partidos burgueses sino también defender la unidad clasista que debe de privar en el sindicalismo cegetista a fin de que el proletariado nacional pueda llenar su cometido histórico.( Orientación Popular, 21 de marzo)

Y cuál era el cometido histórico? Demos un salto en la historia y veamos cómo le respondió en 1977 el dirigente de la CGT (i) y cuadro nacional del PSN, Nathan Sevilla, siendo prisionero en un interrogatorio a un oficial de la OSN. Nathan negó en todo momento ser del Partido y ante eso el interrogador lo espetó: lo que me decís no me satisface si no sos del Partido Socialista que tiene que ver la CGT (i) con el Partido. El interrogado le respondió:te lo voy a decir claro la CGT (i) y el Partido Socialista coinciden en que ambos
luchamos por la construcción del socialismo en Nicaragua (Sevilla, 1977).

Entonces era economicista la CGT (i) y el PSN reformista? Fue el PSN a través de la misma CGT (i) – fundada en 1961-el que impulsó la creación primero de la Comisión Nacional Campesina (CNC) en 1962 y después la Confederación General Trabajadores Agrícolas y Campesinos de Nicaragua CGTAN en 1967. La CGTAN – se diferencia de otras organizaciones campesinas
de otras filiaciones que surgieron a fines de los años setentas, con escasa organización en las bases- estuvo conformada por más de 80
organizaciones sindicales, establecidas en distintas áreas rurales del país.

El PSN fue quien en el año de 1962 fundó el Frente Estudiantil Revolucionario (FER) (O.P. 9 de diciembre de 1962, p.1 y 8; y el 16 de diciembre de 1962 P. 4,5 y 6) lo que permitió que se viniera
nutriendo de estudiantes que simpatizaran con el mismo FSLN y que este aprovechara en 1966 para convertirlo desde entonces en su
principal organismo intermedio.

Su órgano juvenil, la Juventud Socialista Nicaragüense (JSN) organizó y encabezó a los estudiantes de secundaria en distintas jornadas de lucha enla mayoría de los departamentos del país.

También el PSN fue el fundador de los primeros frentes femeniles revolucionarios, la Federación de mujeres de Nicaragua (FMN) en 1966 y la Organización de Mujeres Democráticas de Nicaragua (OMDN) en 1970; de las primeras organizaciones comunales como la Comisión Nacional de Defensa Popular (CNDP), organizadora de barrios a nivel nacional y dirigente junto a otras organizaciones en jornadas como las luchas contra las alzas de la leche y la gasolina en 1972.

4- Es válido destacar que en el PSN pesaron las formas colectivas de dirección, basadas en las concepciones leninistas del Partido de
Nuevo Tipo. Pero tal particularidad no excluye los liderazgos individuales. Pero hay que decir que a lo largo de su historia en el PSN tuvieron mucha más importancia los liderazgos político-sociales, en su dimensión zona, local y/o departamental, no así los liderazgos políticos nacionales que carecieron de estabilidad
temporal, pero además del carisma y firmeza que se requería en una organización revolucionaria.

5- En la etapa pre insurreccional, en el Movimiento Pueblo Unido, MPU,  el PSN demostró en la práctica y con cifras que fue la organización que tenía más amplitud territorial que las mismas tendencias del FSLN, las cuales, si bien tenían más representatividad
en Managua y algunos departamentos, en el movimiento estudiantil y juvenil, pero no en los movimientos sindicales y de pobladores.

Por otro lado, fueron cuadros del PSN quienes –en apoyo del FSLN-se opusieron abiertamente a las posiciones conservadoras que asumieron los dirigentes del micro Partido Comunista  de Nicaragua, PC de N, ante la perspectiva insurreccional en 1979

6-Si bien desde la vasta represión que se dio a partir de 1967 contra el movimiento sindical urbano y rural que liquidó a más de un centenar de sindicatos en todo el país, incluido el asesinato de dirigentes reconocidos como Bernardino Díaz Ochoa, el movimiento sindical principalmente urbano adquirió gran fortaleza
tras la exitosa Gran Huelga de la Construcción en 1973, seguida de las huelgas hospitalarias, le dieron gran reanimación.

Solo el SCAAS de la CGT (i) logró aglutinara casi 40 mil obreros
en los distintos planteles del país. Después de estas jornadas hubo una fiebre organizativa, estimulada por la obtención de reivindicaciones en la mencionada huelga, esta creciente,
continuó considerablemente hasta el año de 1979.

Sucede que algunos autores se basan en un informe oficial del Ministerio del trabajo de 1979, donde se señala que había 27 mil
afiliados en 133 sindicatos (Velásquez, 1986,p. 51). Porque en este Ministerio no registraban en sus informes a los que no estaban inscritos oficialmente.

La cifra en esta dirección era mucho mayor. Las principales centrales obreras,  la CGT (i) y en segundo lugar la CTN aglutinaban a decenas de miles de trabajadores en todo el país (Casanova, 2013).

Cabe destacar que además de los encarcelamiento y torturas a cuadros ydirigentes del PSN, se dieron varios asesinatos
selectivos principalmente en el Occidente y el Norte del país, muchos de ellos disfrazados de accidentes y/o vendettas personales. Por lo que esa afirmación de que no los molestaban es de lo más absurdo.

7-Los llamados Comandos Cristianos Revolucionarios (CCR), respondieron más a una iniciativa de una de las fracciones del
Partido Socialcristiano y no representaban precisamente ni a la clase obrera ni a los sindicatos en general. Fue una milicia fundada
en 1979, que no rebasó su accionar más allá del barrio San Judas. Esa información, por tanto, es errónea (Ortega, 2010.P:473,474).

8-Es evidente el desconocimiento de la realidad y hasta minimización de una de las principales fuerzas de la izquierda
revolucionaria del país. El PSN era la única que tenía una organización territorial en 14 de los 16 departamentos del país cuyo último registro en 1976 arrojó la cantidad de 1.800 cuadros y
militantes
. Todos los seccionales tenían bajo su control a frentes de masas como el sindical, el comunal, el estudiantil, el femenil y en
algunas áreas como el Norte, Occidente y Oriente del país los frentes campesinos de la CGTAN (Casanova, ARCF).

9-Con relación a la participación armada del PSN en 1979, las imprecisiones son notorias, pero no se puede desconocer que quizás por falta de información sobre el particular las afirmaciones que aparecen a nivel de cápsulas salgan tan imprecisas. Pero en esta falta de información se debe destacar que de parte de los dirigentes de los “fusionados socialistas”, no hubo ni un mínimo esfuerzo por rescatar la historia de la participación de su Partido en la lucha armada entre los años de 1978 y 1979.

Pero con esto es válido acotar, que en medio de una lucha pertinaz contra los elementos oportunistas de la dirección, hubo esfuerzos en
torno a implementar, la lucha armada sin descuidar la organización y orientación de las masas.

Entre los años de 1966 y 1971 por acuerdo del Secretariado Ejecutivo Nacional, los dirigentes Abdul Sirker y Nicolás Arrieta fundaron las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FARN).Cuya actividad empezó a declinar en 1969 con la captura masiva de muchos de sus miembros y la caída en combate de uno de sus principales dirigentes militares: el Comandante  Jacinto Baca Jerez.

La última y más cercana experiencia fue la realizada por la Organización Militar del Pueblo (OMP) fundada en 1978, pero cabe destacar que la actividad militar preparativa se empezó
a desarrollar desde el año anterior en los inicios de1977, al darse la ruptura total con las posiciones reformistas en noviembre de 1976, que sustentaba el ahora articulista de la derecha Luis Sánchez Sancho, entonces Secretario General del PSN.

Con una nueva dirección revolucionaria se iniciaron -entre
otras actividades- entrenamientos militares aprovechando la experiencia de los cuadros, recientemente capacitados en la URSS y la de los que provenían las desaparecidas FARN.

Una actividad que tuvo como dirigentes principales a Álvaro Montoya Lara (Comisario Nacional y Comandante en jefe) Federico López y Roger Cabezas. Hubo una estructuración a nivel de todos los seccionales departamentales y se hizo desaparecer a la
JSN, para militarizar sus estructuras.

En este mismo año se ampliaron los entrenamientos militares en el interior del país y en el exterior, particularmente en la hermana
República de Cuba. En ningún momento se pensó establecer una competencia con el FSLN en esta dirección, sino que a partir de la
actividad propia del Partido, hubo coordinaciones para aportar al mismo FSLN con instructores para entrenamiento de sus
militantes, con comandos para el desarrollo de acciones armadas y sabotajes en conjunto.

El PSN tenía principalmente sobre sus hombros la dirección y orientación correcta de las organizaciones de masas, principalmente
en la alianza MPU, en tanto en una insurrección popular se requería el apoyo y participación de las masas de forma organizada y en esta dirección el Partido debería volcar toda su experiencia y prestigio
acumulado.
No obstante, en la parte militar podemos destacar que hubo hechos y acciones que por un lado fueron omitidas o minimizadas o más
bien –diría yo- de forma innecesaria en una organización que como el FSLN tuvo sobre sus hombros la dirección político-militar de la
insurrección y su elevado protagonismo en el derrumbe de la Dictadura en julio de 1979.

Por qué no reconocer los méritos o aportes de otras organizaciones, que desde esa misma perspectiva pueden considerarse de menores
dimensiones?

Entre los aspectos que pueden destacarse del trabajo militar del PSN estuvieron:
Participación en los frentes de guerra con sus propias agrupaciones, como fue el caso de Jinotega, Matagalpa y Zelaya Central con el
antiguo nombre de las FARN; y en los frentes Sur, Occidente, Oriente, Chontales y Managua como OMP.

Entre hechos que se pueden destacar estuvieron: el reforzamiento de las columnas y frentes guerrilleros del FSLN en Occidente, Oriente Centro Norte y el Frente interno de Managua. En el caso del Norte, se reforzó la columna que entró a Jinotega encabezada por Germán Pomares y en el área rural: las tomas de Rio Blanco y Waslala. La ocupación de la Mina El Limón en Occidente.

En Managua en apoyo al FSLN con comandos de la OMP en
los barrios occidentales y orientales, además de la Carretera Norte. Esto permitió que los comandos y milicianos de la OMP participaran en hechos como, como fue el asalto a Niapsa, la defensa de Bello
Horizonte y Santa Rosa, la emboscada de Río Seco, los combates en el Aserrío Morales Orozco y de la Aduana. Los combates de
Masaya en la INCA y el Coyotepe.

Un mismo dirigente nacional del FSLN Henry Ruiz dejó
clara esta participación cuando afirmo en una entrevista: y toda la nación bajo la bandera del FSLN no había otra bandera…por
ejemplo el Partido Socialista al final puso sus fuerzas, nadie decía que era del Partido Socialista si se encontraba allí era bajo el
FSLN.(Baltodano,2010,T.I.P.606)

10-Un aporte que tuvo costos elevados como la caída del máximo jefe de la OMP Álvaro Montoya Lara en el Frente Sur, (no como
combatiente “tercerista, sino como dirigente de un contingente de combatientes socialistas), la muerte de Enrique González en Diriamba, Vinicio Jordán en Chinandega, Blanca Montenegro en Condega, Marvin Alemán en Managua y muchos integrantes de las
escuadras OMP que se sumaron a los mártires que fueron asesinados antes de la Insurrección.

Finalmente , como Rommel López y Efraín González y tantos hechos de muertes y desapariciones que echan por tierra las ingenuas y hasta malintencionadas afirmaciones de que los
socialistas no eran reprimidos. Aquí es aplicable la sentencia de alguien como José Benito Escobar, referente a una situación
similar dijo no solo hay razones históricas, sino también morales,(Escobar, 1980) por lo que no se debe de manosear la sangre de todos aquellos, que dieron su juventud, su sudor y hasta su sangre por la liberación nacional y social de Nicaragua.

Bibliografía básica y otras fuentes.
1-Baltodano, Mónica. Memorias de la lucha sandinista (en tres tomos). Fundación Rosa Luxemburgo. Managua 2010.

2-Casanova Fuertes Rafael. Bordes Ocultos. Copy Express. Managua, 2013.
3-Escobar, José Benito. El Principio del Fin. Secretaría Nacional de Educación Política y Propaganda (SNEP). Managua 1980 (folleto)
4-Guevara López, Onofre. Nicaragua Mi Lectura de su historia contemporánea. (SPI). Managua 2014.
5-Ortega Saavedra, Humberto. La epopeya de la insurrección. LEA. Managua 2010
6-Velásquez Pereira, José Luis. Nicaragua:Sociedad Civil y Dictadura. Asociación Libro Libre. San José, 1986.
7-Números del semanario Orientación Popular (OP) de los años de 1962- 1965
8-Resoluciones tomadas en el VIII Congreso de la Confederación General de Trabajadores (CGTi).Celebrado el 23 y 24 de febrero de
1963. Casa del Obrero en Managua. En: OP 21 de marzo de 1963.P.3.
9-Conversación con el dirigente sindical Nathan Sevilla, Managua 1977.

Dejar una respuesta