«…Ningun partido sirve para promover un cambio trascendente en la República Dominicana. » Entrevista con José Israel Cuello, por Carmen Imbert. Julio, 2002

Antiguo miembro de la agrupación política 14 de junio y Director del periódico de la organización, dirigente del Partido Comunista Dominicano –PCD-y Director del desaparecido semanario Hablan Los Comunistas, el ingeniero José Israel Cuello evalúa la situación de la izquierda dominicana y su experiencia electoral el pasado 16 de mayo. Transcurrido el tiempo el otrora militante de la izquierda dice que no le toca calificarse en términos ideológicos, ni tampoco puede ser inclemente con sus ex camaradas.

» A mí no me toca calificarme ni puedo ser implacable con la izquierda porque no sé si yo la dirigiría mejor. En esta situación de ausencia de paradigmas nadie ha acertado, nadie encuentra el camino de la izquierda.»

» Cuando pasan cosas como la de las pasadas elecciones, achacarle la culpa a esos abnegados combatientes que todavía levantan banderas en una trinchera destruida, me parece indigno. Tienen el mérito de mantener la bandera en la mano así sean ellos conscientes de que les queda un trapo.»

Cuello, hoy empresario y analista político, controversial y agraz explica por qué consideró pertinente militar en el PCD.

» Lo hice porque todo lo otro era y sigue y siendo una porquería, porque cuando lo elegí, al PCD, era dirigente del 14 de junio y ya no había mucho que hacer ahí. Pensé que en el PCD había un ambiente más promisorio pero mantengo que ningún partido sirve para promover un cambio trascendente en la República Dominicana.»

» El PCD se desarrolló y tuvo una capacidad de administración de la opinión publica impresionante. Cuando sacamos Hablan Los Comunistas llegamos a vender 18,000 ejemplares semanales y llegamos a manejarnos en la opinión pública con habilidad, pero eso no se expresó en organización, no logró expresarse antes que surgieran las discrepancias sobre la táctica.»

El propietario de Editora Taller y Productor del Programa de TV, Contrapunto, se adelantó a la debacle del socialismo real. En el año 85, en una carta dirigida al PCD, renuncia del partido y explica las razones que motivan el abandono de la militancia. El contenido de aquella misiva no se publicó in extenso, la decisión le costó la correspondiente crítica y los calificativos usuales: revisionista, vendido al sistema, converso… El Gordo Cuello, sobrevivió. 17 años después, utiliza un estilo de perdonavidas, extraño a su esencia, para explicar el momento.

El contradictor por antonomasia, ríspido y desbocado, dice sin decir, el epigrama le fascina y provocar con sus ideas también.

» No puedo juzgar a nadie, bastante me han juzgado a mí, ya pagué mi cuota hasta la séptima encarnación. El único juez válido es la conciencia. Después de aquello ha habido acontecimientos mayores que una carta que nunca se publicó completa. La caída del muro de Berlín que se produjo luego de la disolución de la URSS me parece más importante que la carta de un pobre tropical que no mereció su publicación completa. Lo que sí debió conmover para siempre fue la caída de los paradigmas, la permanencia de Fidel Castro envilecido en el poder. Hoy se proclama una elección en Cuba, con nombre, apellido, dirección, huellas digitales de cada votante. Si eso es democracia yo estoy muy lejos de esa vaina.»

NADIE COMO MINERVA

José Israel, antes de adentrarse en las miserias electorales y en lo que califica la anómala representatividad, hace un recuento histórico de la izquierda dominicana. Entre la crudeza y el pesar, asevera que los mejores se fueron y sobrevivieron los menores. La izquierda nuestra – declara- no conoce la ambición propia de cualquier político. Considera como única líder válida y con carácter a Minerva Mirabal, los demás temieron a la política más que a la muerte.

«La izquierda dominicana se caracteriza por existir, porque evidentemente existe. Desarticulada, carente de definición, de objetivos, de táctica y de estrategia pero existe. Si alguna falla fundamental ha tenido desde su origen, donde parecía muy vigorosa, es la escasez de ambición de sus líderes, la humildad de sus dirigentes. Los dos que tuvieron posibilidad de conducirla al triunfo le tenían más miedo a la política que a la muerte y prefirieron morir a jugar el papel que les correspondía. Estoy hablando de Manolo Tavárez Justo y Francis Caamaño, los otros aunque parezcan ambiciosos al frente de pequeños grupos en ningún momento han conocido la ambición natural de cualquier político y es una falla. A través de la historia, el sentido de la predestinación de los líderes ha sido determinante. Ni Mao Tse Tung ni Lenin ni Tito ni Fidel ocultaron sus ambiciones personales, si tú quieres en esos casos exacerbada y en los casos dominicanos disminuido. Yo recuerdo con el respeto que Manolo me hablaba del profesor Balaguer y del profesor Bonnelly y recuerdo con el sentimiento absoluto de aplastamiento a que se refería Francis, en el campamento de Cuba, al profesor Bosch, la devoción y aceptación de sus conceptos y directrices a pesar de que ya era evidente que Bosch tenía un juego propio con Balaguer. De manera que ese ha sido un factor determinante en el papel de la izquierda.»

«Hay otro factor, el más importante y es la cuota de sangre que aportó la izquierda a esa transformación tan repentina que se produjo en la sociedad dominicana entre el 14 de junio de 1959 y el 30 de mayo de 1961. En apenas dos años el país pasó del dominio absoluto de Trujillo a la desaparición de Trujillo y de la parte más irritante del despotismo trujillista y ¿quién dio la cuota de sangre mayor? La izquierda. Se destacaron muchos que no conocí personalmente en las expediciones de Constanza, Maimón y Estero Hondo pero se destaca entre todos uno que hubiese variado la historia dominicana y de la izquierda se llamaba Minerva Mirabal. La conocí y la conocí en la acción política, no pude apreciar ambiciones personales en ella pero don de mando sí y capacidad de mando sí. Nadie lo tuvo en la izquierda, nadie, ni antes ni después, ni lo tuvieron los líderes elementales de la primera izquierda. Naturalmente sin la muerte de Minerva el proceso no hubiese sido tan rápido porque ella con su cuota de muerte aceleró la muerte de Trujillo. La vida es contradictoria, para ella sobrevivir sobrevivía el trujillismo. De manera que entramos a la vida pública huérfanos de padre y madre, diezmados, todo lo que se había podido transformar en un pensamiento elevado se murió, sobrevivimos los menores y agrégale a eso que surgimos en medio de un conflicto internacional de proporciones gigantescas, la guerra del mundo se daba en El Caribe y cometimos errores garrafales como dividirnos los anti trujillistas en anti trujillistas de derecha y antitrujillistas de izquierda. Por ahí fue que se coló Balaguer, para permanecer eternamente en el poder, y también se coló el trujillismo.»

LA REPRESENTATIVIDAD ANÓMALA

Subraya Cuello que con los antecedentes señalados imputar a la izquierda un fracaso puro y simple en las urnas, es una mezquindad. Aparte de la pobre oferta, el sistema electoral –afirma- afectó las posibilidades de la izquierda.

«Hay un problema de mecánica política, es una izquierda que se pasa tres años y medio al margen de los mecanismos electorales del sistema y en seis meses piensa que la sociedad puede sintonizar con ella. Existe el voto utilitario, el ejemplo es Pelegrín Castillo que es el más votado dentro del PLD y saca más votos que los que su papá ha sacado en toda su vida, incluyendo si sacó alguno cuando era trujillista. Eso se produce porque estaba en la mecánica electoral, postulado por el PLD, era útil el voto porque podía ganar, eso aparte de que hizo una diputación activa.»

¿Eso ocurrió también en el año 78?

«La izquierda fue por primera vez a las elecciones en ese año a través de tres expresiones: EL Partido de los Trabajadores Dominicanos –PTD- que se retiró, el PCD que sacó poco menos de 11,000 votos y el PLD que entonces podía valorarse como de izquierda, que sacó 18,000 votos. Ya era claro en esa época que la representatividad era anómala, mientras Balaguer conocía el recurso de la representatividad y se manejó para quedarse con el Senado y con el Poder Judicial, la izquierda no hizo conciencia ni convirtió en parte de sus demandas la representatividad. En ese momento el PLD ganó más votos que todos los senadores que ganaron en la frontera juntos y no sacó un senador y probablemente el PCD pudo sacar un senador y no fue capaz de plantearse ese problema.»

«Si algo tiene de valioso esta elección es que el problema de la representatividad afecta a los grandes partidos. Un partido saca el 40% de los votos y tiene 29 senadores, el siguiente saca 28% y tiene un senador y el otro saca 22% y tiene dos senadores. Por cada voto de Pedernales tienen que votar 18 capitaleños y eso es anómalo y esa anomalía se creó cuando Trujillo, en el 1932, modificó la composición territorial y aumentó de 7 a 25 las provincias.»

«La representatividad es más importante que la reelección, que cualquier reforma. No es verdad que Narciso Isa Conde representa menos que un senador de la frontera y que merece estar en el Congreso menos que uno de esos vagabundos.»

PERO NECESITA VOTOS..

» Él los tiene. Él sacó más votos que ellos. Hay senadores de 4,000 votos. En otros países existe el voto acumulativo. Al país entero le preguntas el nombre de los senadores de la frontera y no lo saben, pero si le preguntas por Narciso lo conocen.»

UN DISCURSO IRREAL

Sin embargo, Cuello admite las deficiencias en el discurso de la izquierda y sugiere el trabajo sistemático y el acercamiento a la sociedad y sus realidades.

«La izquierda tiene un discurso fuera de la realidad, eso de ir a las elecciones con una bandera de antielectorales por antonomasia puede confundir. Francis Caamaño nunca fue a elecciones ni le importaba eso, tú puedes estar de acuerdo o no con el Ché o con Caamaño en los momentos cumbres de su acción pero no sé por qué levantarlos ahora, eso parece incoherencia, utilitarismo. La mayoría de los que votaron hoy no saben de eso ni les importa. Yo lo que creo es que se está en el sistema o no se está. Si estás en el sistema tienes que ser electorero todo el tiempo y si estás fuera se coge el fusil aunque no hay posibilidad de cogerlo hoy.»

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