Sr. Ciro Cruz Zepeda,
Presidente de la Honorable Asamblea Legislativa,
Honorables Sres. Diputados, Invitados especiales, amigos y amigas, querido pueblo salvadoreño:
Agradezco a ustedes la especial deferencia al honrarme con este reconocimiento como Educador Meritsimo de El Salvador.
Nunca antes he deseado como hoy poder dirigir un discurso con la mayor elocuencia. No puedo este da encontrar, en forma adecuada, las palabras ms persuasivas que me permitan transmitir lo que considero debe ser el fuerte pero liviano andamiaje educacional. ste deber sostener el edificio que convierta a nuestra sociedad en el grupo humano capaz de alcanzar el desarrollo social sobre la firme base del bienestar material y espiritual de todos los seres humanos componentes de esta sociedad.
A lo largo de mi vida he considerado como mi obligación informar sobre aquellos actos y aquellos pensamientos que a través de la historia han dificultado que las y los ciudadanos sean sujetos del proceso educativo y del desarrollo cientfico.
En la segunda mitad del siglo XIX, mi abuelo, hombre de intelecto superior de quien solamente hered el nombre y muy especialmente el inters y la pasin por la educacin. Fue junto con un pequeo grupo de jvenes cientficos de la Universidad Nacional, fundador de la Facultad de Ciencias y Letras, la cual fue, de hecho, la primera escuela normal de nivel superior. Ese hombre cuya fuerza nos dej sealado el camino para recoger ese legado y continuar en la lucha por la educación de este sufrido pas.
La educacin, entendida como el desarrollo de conocimientos y habilidades sobre la realidad material y espiritual, tambin genera una actitud crtica y una respuesta creativa, transformadora del hombre mismo y de su sociedad. Por eso, hablar de una verdadera educacin es hablar de libertad de pensamiento y de acción.
En este país, en varias ocasiones, se han hecho esfuerzos por superar las limitaciones geopolticas y los condicionamientos del subdesarrollo, como son la constante pobreza material y las escasas condiciones para el desarrollo personal. En ese sentido, no es la cultura la que libera, sino la educacin que pone a disposicin de todos las herramientas de anlisis y de cambio.
En estos das hablamos de un nuevo modelo educativo para el pueblo salvadoreño. Sería deseable que esta nueva iniciativa se corresponda con el pas que queremos y necesitamos todos y todas, y que no sea una educacin al servicio del proyecto de unos pocos.
Por eso me permito hacer un llamado a la Honorable Asamblea Legislativa, a los magistrados de la Corte Suprema de Justicia y a las autoridades de Educacin, a que se nos escuche a los diferentes sectores del magisterio, cuya experiencia y vocacin puede ayudar a la formulación de la nueva educación, que de verdad sea transformadora y no simplemente una reforma de lo mismo.
Sres. Diputados: Considero que la búsqueda de los derroteros del país es tarea de todos y debe ser pensada por todos, particularmente cuando se deposita hoy en los jóvenes las semillas del futuro que soñamos.
Este homenaje lo recibo como un reconocimiento muy especial a la importancia de la educacin, los derechos humanos y la integracin centroamericana, valores por los que hemos luchado con el convencimiento de que un pueblo educado es capaz de transformar la sociedad.
Este homenaje y reconocimiento nos da fuerza y nos abre el camino para continuar la labor a fin de impulsar el desarrollo educativo y científico. Muchas gracias a todas y todos. Gracias por abrir el espacio a fin de ser ampliamente escuchados.
Fabio Castillo, San Salvador, 17 de Septiembre, 2004
*Palabras del Dr. Fabio Castillo Figueroa al recibir reconocimiento de Asamblea Legislativa de El Salvador.