1977: el 60 aniversario de la Gran Revolución Socialista de Octubre en El Salvador
Por Roberto Pineda 18 de agosto de 2014
Diversas organizaciones populares vinculadas al Partido Comunista como la FUSS y el partido UDN ya bajo la dictadura del General Carlos Humberto Romero celebraron en octubre-noviembre de 1977 con diversas actividades el 60 aniversario de la Gran Revolución Socialista de Octubre, que inicio la época de las revoluciones proletarias en el planeta.
Entre estas actividades se encuentran charlas en Santa Ana, San Miguel, Usulutan y La Unión; que incluyeron exhibición de diapositivas y del documental “Lenin y la III Internacional.” A la vez la dirección de los comunistas salvadoreños publicó un extenso documento acerca de este acontecimiento.
Asimismo se publica en el número 95 de Voz Popular, reiniciada su publicación luego de un hiato de diez meses, un documento crítico sobre las posiciones eurocomunistas del entonces secretario general del Partido Comunista español, Santiago Carrillo. A continuación hacemos un resumen de ambos documentos, en un esfuerzo por conocer la visión internacional del PCS, de esta época, en el marco de este ya prolongado estudio sobre las ideologías políticas en El Salvador, en la parte correspondiente al marxismo.
60 años de la Gran Revolución Socialista de Octubre
“Hace 60 años la Humanidad fue estremecida –inicia el documento del comité central del PCS- en medio de la Primera Guerra Mundial, por la Gran Revolución Socialista de Octubre, la hazaña del proletariado revolucionario de la vieja Rusia, llevado a la victoria por la conducción magistral del Partido Bolchevique, organizado, educado y dirigido por Vladimir Illich Lenin. Esto acontecimiento no solo significó un viraje radical en la vida social y política de Rusia, sino que ha sido sin duda el más importante y determinante suceso del presente siglo, puesto que modificó por completo el curso de la historia de toda la humanidad.”
Agrega que “el Gran Octubre Rojo comprobó la verdad científica del marxismo y, en particular, su tesis fundamental de que la clase obrera es la fuerza más revolucionaria bajo el capitalismo, capaz de liquidar la explotación del hombre por el hombre hasta sus cimientos, liberar al conjunto de la sociedad definitivamente de la división de clases antagónicas y abrirle las puertas a un desenvolvimiento histórico, esencialmente superior y distinto a todo lo vivido hasta entonces. Al mismo tiempo, la grandiosa hazaña de la Revolucion de Octubre entregó al proletariado y a los pueblos de todo el mundo, una extraordinaria arma teórico-práctica revolucionaria, el leninismo, desarrollo creador del marxismo en las condiciones de imperialismo.”
Considera el documento que “bajo la influencia bienhechora de la hazaña bolchevique, se crearon la mayoría de los Partidos Comunistas y Obreros de la actualidad, y las ideas iluminantes de Lenin se convirtieron en la guía segur de todo el Movimiento Comunista Internacional, la fuerza política de alcance mundial más influyente de la Historia. El Gran Octubre dio un potente impulso a la lucha por el socialismo de la clase obrera de los países capitalistas y abrió, para los pueblos sometidos al colonialismo y a otras formas de dominación imperialista, las condiciones, la posibilidad y el apoyo necesarios para conquistar su liberación nacional…”
Plantea que “desde octubre de 1917, en el breve plazo histórico transcurrido , el pueblo soviético, impulsado por la portentosa energía creativa desatada por la revolución socialista, ha recorrido un glorioso camino de radicales transformaciones sociales, políticas y culturales, y realizado pasos gigantes en su propio progreso general: abolió l régimen burgués de explotación y todas las otras formas de explotación anteriores al capitalismo existentes en su inmenso país multinacional; abolió la opresión nacional y creo una comunidad de naciones hermanas, iguales en derechos, que edificaron juntas un poderoso e imbatible estado proletario internacionalista; se abrió el acceso a la educación para todos sus componentes, elevó a los niveles más altos de la cultura y conquistó las cumbres de la ciencia universal…”
Subraya el documento de los comunistas salvadoreños que “en la gestación y victoria de la Revolución de Octubre, en el triunfo definitivo del socialismo en la URSS y, ahora, en la fase de tránsito al comunismo, ha sido determinante el papel revolucionario de vanguardia del Gran Partido de Lenin. El PCUS ostenta para siempre los grandes galardones de haber sido el primer partido de nuevo tipo de la clase obrera, dirigente de la primera revolución socialista victoriosa, fundador del Primer Estado Socialista y, seguramente, conquistará un galardón más como constructor de la Primera Sociedad Comunista.”
Reconoce que “el prestigio conquistado por el PCUS y la Unión Soviética ante todos los pueblos, es también un factor que favorece la marcha del proceso anti-imperialista mundial; por eso nuestros enemigos se esfuerzan hoy, con renovado impulso y refinados métodos demagógicos, en deformar la verdad política y social del país soviético y de otros del campo socialista.”
El octubre rojo inspiró a la clase obrera salvadoreña
Añade que “la estremecedora victoria del proletariado revolucionario en Rusia, y el auge revolucionario mundial que siguió mal Octubre Rojo, insufló combatividad e inspiró ideológicamente a la clase obrera salvadoreña, que comprendió desde los años 1918-1919, y sobre todo durante la década de los veinte, una inusitada actividad, culminada con la creación del Partido Comunista de El Salvador (PCS) y con la insurrección obrera-campesina de enero de 1932, seguida de un gran baño de sangre contra-revolucionario, luego de su derrota.”
Señala que “a pesar de la extrema debilidad a que lo condenó este severo revés, sufrido amenos de dos años de su nacimiento, el PCS desempeñó un papel importante en la reagrupación de las fuerzas democráticas y en las acciones decisivas que derrocaron, en 1944, la sanguinaria tiranía de los 13 años, lo mismo que en la condena del nazi-fascismo y la solidaridad con la URSS durante la Segunda Guerra Mundial.”
“Perseguido añade el documento citado y obligado a profunda clandestinidad durante muchos años, el PCS mantuvo en alto la bandera el socialismo y el comunismo, promovió continuamente a la clase obrera a organizarse, unirse y luchar; se esforzó por unir a las fuerzas democráticas y promover la lucha por la libertad y la solidaridad con los demás pueblos, pero fue solo hasta el triunfo de la Revolución Cubana, su rápido tránsito al socialismo y el decisivo e impresionante respaldo que le dio la Unión Soviética, cuando nuestro pueblo tuvo la oportunidad de mirar de cerca lo que es el socialismo y lo que significa la solidaridad del gran país de Lenin.”
Precisa que “el PCS contó entonces con condiciones favorables para llevar con amplitud a la clase obrera y al pueblo en general las ideas del socialismo y difundir la realidad de la URSS y su papel histórico mundial, vincularse cada vez más extensa y raigalmente con las masas y, elaborar en consecuencia, una línea cada vez más acabada y certera, promover con éxito la unidad de las fuerzas democráticas populares y, junto con ellas, lanzar sucesivas ofensivas políticas de gran envergadura, que han terminado agrupando a la gran mayoría del pueblo y aislando a la reacción y su tradicional instrumento de poder, la dictadura militar derechista instaurada desde diciembre de 1931.”
Concluye que “el Partido Comunista de El Salvador –está seguro que con él la clase obrera y el pueblo salvadoreño- rinde un emocionado homenaje al pueblo soviético y al PCUS, en ocasión de celebrarse el 60 aniversario de la Gran Revolución Socialista de Octubre, que como bien dijera Lenin, inició “una nueva época en la Historia Universal, época en que domina una clase nueva que se halla oprimida en todos los países capitalistas y que en todas partes avanza hacia una vida nueva, hacia la liberación de la humanidad del yugo del capital y de las guerras imperialistas.”
A propósito de las declaraciones de Santiago Carrillo, Secretario General del P. C. Español
La comisión política del PCS, en declaración oficial del 7 de octubre de 1977 considera que “cuanto mayores han sido el prestigio de la URSS y su poderío, tanto mejor y más favorable ha sido y será ello para la lucha de los pueblos de todo el planeta, y tanto más rápido ha avanzado y avanzarán hacia su liberación, en el camino hacia el socialismo…Por ello nos aceptamos las declaraciones públicas que ha venido realizando el camarada Santiago Carrillo, Secretario General del Partido Comunista español (PCE), endilgadas contra el Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS),ni ciertos conceptos suyos vertidos en su libro “Eurocomunismo y Estado.”
Agrega que “según se desprende las aludidas declaraciones y conceptos, el camarada Carrillo cree que para los comunistas españoles puedan avanzar en su lucha, es necesario dirigir ataques contra el PCUS y que a su vez, es conveniente que el PCUS dirija ataques contra ellos. Esta tesis contradice el curso histórico del proceso revolucionario mundial y de los partidos comunistas europeos en particular, cuyo engrandecimiento a estado vinculado de muchas maneras a la gloriosa epopeya del PCUS y del pueblo soviético: a su internacionalismo ejemplar, al aprovechamiento d su riquísima experiencia revolucionaria; a las geniales e inmortales ideas de Lenin.”
Considera que “el camarada Carrillo da la espalda a esta verdad de la vinculación esencial y objetiva ente el papel internacional del PCUS y la URSS, con el desarrollo del proceso revolucionario mundial: al hacerlo así, lesiona los intereses de todas las fuerzas anti-imperialistas, al mismo tiempo que introduce un factor que actúa por la división del Movimiento Comunista Internacional.”
Aclara que “no es que el Partido Comunista de El Salvador (PCS) considere que las actuaciones nacionales e internacionales de los partidos comunistas, incluido el PCUS, sean indiscutibles e incriticables, o que el proceso de construcción del socialismo en los países del campo socialista, incluida la URSS, haya estado exenta d errores y deficiencias. Cada partido Comunista responde por su conducta ante su clase obrera y su pueblo, pero también ante el proletariado mundial y el Movimiento Comunista Internacional.”
Por lo que “las relaciones entre los partidos integrantes del Movimiento Comunista Internacional se asientan en su independencia, en el no sometimiento de unos a otros pero también en la base principista común del marxismo-leninismo, en la solidridad mutua, activa e inquebrantable y en la crítica camaraderil de unos a los otros.”
“Por nuestra parte –afirman los comunistas salvadoreños- rechazamos categóricamente que haya o pueda haber un marxismo-leninismo no revolucionario o reformista para Europa Occidental y otro revolucionario para el resto del mundo, no aceptamos la idea consiguiente que la revolución social sea un asunto de los países atrasados pero una necesidad “superada” por el desarrollo capitalista y por la lucha de clases en ellos; nosotros consideramos que tales tesis implícitas en los conceptos expuestos por Carrillo, tienen una negativa significación teórica general y que, por lo tanto, deben ser rebatidos:”
Se constituye la Confederación Unitaria de Trabajadores Salvadoreños, CUTS
El 4 de diciembre de 1977 las tres principales centrales del país, FUSS, FESTIAVTSCES y FENASTRAS se unifican en la Confederación Unitaria de Trabajadores Salvadoreños, CUTS. La Creación de la CUTS, conquista histórica del proletariado salvadoreño, fue el resultado de un largo y complejo trabajo de unidad sindical, emprendido y orientado por los comunistas salvadoreños aglutinados en el sector sindical del PCS.
Al acto de constitución asistieron representantes de la Liga para la Liberación (LL) y del Frente de Acción Popular Unificada (FAPU). Posteriormente FENASTRAS se constituye en el brazo sindical del FAPU, vinculado a la organización político-militar Resistencia Nacional (RN) y logra una fuerte presencia en el movimiento de los trabajadores urbanos.
La primera Directiva Confederal quedo integrada por Ricardo Martínez Flores, como Secretario General; junto con Fernando Cortez Ávalos (Organización), José Arnulfo Grande (Conflictos), Ricardo Erazo (Finanzas), Rigoberto Torres (Relaciones Nacionales) , Diego Flores (Relaciones Internacionales) , Salvador Sánchez Hidalgo (Educación Sindical) , Adán Chicas (Prensa y Propaganda), Mario Rivera (Asuntos Agrarios), Reyes Henríquez (Seguridad Social)y Alfredo Hernández Represa (Actas y Acuerdos). En ese momento el secretario general de la FUSS, que inauguró el evento, era el militante del PCS, Maximino Jaimes, que hoy vive en Edmonton, Canada.
Derrotemos la Ley de Defensa y Garantía del Orden Público. Comisión Política del PCS. Diciembre de 1977
“El gobierno del General Romero- afirma la declaración del PCS- ha asestado un nuevo golpe a los ya maltratados y precarios derechos humanos y democráticos de nuestro país, al hacer aprobar por su incondicional Asamblea Legislativa la llamada “Ley de Defensa y Garantía del Orden Público.” Esta ley prácticamente anula los derechos individuales y colectivos establecidos por la Constitución y establece un Estado de excepción permanente (comúnmente llamado estado de Sitio) sin necesidad que la Asamblea decrete la suspensión temporal de las garantías constitucionales.”
Considera que “en el plano jurídico, es una ley opuesta a la Constitución, violatoria de principios fundamentales del Derecho Moderno, violatoria del contenido y la forma de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, de los convenios internacionales relativos a los derechos sindicales y sociales en general, suscritos por el estado de El Salvador y que tienen, por tanto, fuerza de ley en nuestro país.”
Además “desde el punto de vista político e histórico, esta es una ley profundamente reaccionaria que se suma al arsenal de las sucias herramientas con las que el gobierno realiza la represión sistemática contra el pueblo salvadoreño, contra sus anhelos de libertad y cambio social en pos de los cuales ha luchado, cada vez con mayor madurez, organización y determinación, a lo largo de toda nuestra historia.”
Y cita para fundamentarlo históricamente “desde sus gloriosas batallas por la emancipación del yugo español en 1811; su heroica resistencia solitaria a la invasión anexionista del retrógrado imperio de Iturbide, la insurrección campesina de Anastasio Aquino, la incorporación masiva a la causa unionista y genuinamente democrática de Francisco Morazán y Gerardo Barrios, las grandes luchas contra la tiranía de los Meléndez-Quiñonez, la valiente y heroica insurrección campesina de 1932 contra el dictador Hernández Martínez, las ejemplares jornadas cívico-militares de abril, mayo y diciembre de 1944 contra los tiranos Maximiliano Hernández Martínez y Osmín Aguirre.”
“De septiembre-octubre de 1960 contra el tirano José María Lemus, hasta las cada vez más extensas luchas por conquistar un gobierno democrático de independencia y cambios estructurales profundos, que vienen teniendo lugar durante la década de lso años sesenta y lo que va de los setenta, luchas en las cuales han salido y salen más y más a la palestra histórica las grandes mayoría sobreras y campesinas, que son al sustancia principal de que esta hecha nuestra nación.”
Considera que esta ley “es un instrumento para dar a la represión una apariencia legal y aplicándola a un cierto numero de casos destinados a la publicidad, mientras el grueso de la represión continuara por los mismo canales de siempre, es decir, por las vías de hecho y al margen de la ley.”
Además que “el hecho que se haya arrancado el juzgamiento de los delitos que ella establece e manos de los Jueces de lo Penal y del Jurado, como corresponde, para trasladarla a las Cámaras de Segunda Instancia, se debe a que estas se forman por personas de la intima confianza del régimen, comprometidos con él, lo cual le asegura sentencias condenatorias, peor busca, llevar a los altos escalones del Poder Judicial a participar activamente en la represión.”
Por otra parte esta ley “pretende también convertirse en un instrumento de intimidación, en una amenaza “terrible” capaz de sembrar el temor y rebajar la combatividad popular e inducir el repliegue a las organizaciones políticas sociales. Pero en El Salvador ninguna amenaza de esta clase es ya superior a lo que en la práctica viene sufriendo nuestro pueblo a manos del régimen asesino desde hace tantos años. Ellos se ha constituido en uno de los principales estímulos para levantar la resolución de las masas a combatir por su libertad, a buscar su propia defensa y no creemos que el propósito atemorizador de esta Ley vaya a cumplirse.”
Concluye que “es necesario derrotar esta nueva maniobra del régimen, este nuevo paso en su escalada fascista, este intento de enmascararse, esta ofensiva de atemorización. Debemos unir la acción de todas las fuerzas revolucionarias y democráticas para conquistar la derogatoria de esta ley, como un golpe que hay que asestar a los fascistas, pero al mismo tiempo debemos en la práctica frustrar y nulificar los objetivos que ella persigue.”