Agar y la resistencia a la opresiòn

AGAR Y LA RESISTENCIA A LA OPRESION

Reflexión sobre Génesis 16

Para mi hermana Esther

La opresión es una situación humana, estructural, histórica, cultural, que abarca diversas y profundas dimensiones de nuestra vida y del mundo y que tiene como raíz el afán de poseer y dominar. La opresión caracteriza a los más famosos imperios y aparece en las familias más humildes. Es un cáncer que devora lo que encuentra a su paso.

Cada uno de nosotros y de nosotras, por nuestra misma naturaleza de seres creados, de criaturas, llevamos la semilla de la opresión en nuestro corazón y esta germina y se manifiesta a veces sin que nos percatemos de ello, o sabiéndolo tratamos de ocultarlo, o lo manifestamos sin preocuparnos de las consecuencias.

En el Antiguo Testamento nos encontramos con historias de personajes que simbolizan diversas actitudes y conductas en el marco de la lucha por la justicia y contra la opresión, así como de la resistencia a los imperios y también de la fe, de la gracia y de la esperanza de los pueblos y naciones.

Una de estas historias –en el capítulo 16 de Génesis- es la de Agar. Agar significa en hebreo emigrante, refugiada. Agar es una joven esclava egipcia, obligada a ser madre alquilada y luego hostigada y rechazada por la esposa oficial de Abram, por Sarai. Al final ella huye y recibe la bendición de Dios.

Es una historia de opresión y resistencia. Agar fue una valiente luchadora social que con su ejemplo desafió la opresión y se levantó en rebeldía, a través de los siglos su sonrisa victoriosa nos sigue iluminando el futuro. Agar es la joven mujer en resistencia.

Esta historia comienza con la decisión de Sarai que era estéril, de tener un hijo por medio de Agar. Agar era una esclava y Sarai era la dueña. Agar no fue consultada. Agar fue utilizada. Era un instrumento en manos de Sarai, como un espejo o un peine. Abram aceptó la propuesta. La cultura de esa época aceptaba la esclavitud. Pero Agar no acepto la propuesta.

Y cuando Agar quedo embarazada empezó a rebelarse. El embarazo forzado le hizo tomar conciencia de su situación de esclava, de su situación de opresión. Los esclavos piensan que pertenecen a sus amos. Así pensaba Agar. Pero el embarazo le permitió comprender, iluminó su conciencia y le empujó a luchar. Y Agar miraba con desprecio a su señora.

Y su primera reacción fue de odio hacia su dueña. Los poderosos pretenden que sus sirvientes los admiren y los adoren. Y hasta se extrañan cuando estos reaccionan airados ante la opresión. Y los poderosos se inventan religiones para predicar la conciliación de clases. Y hablan de la amistad y el respeto pero no mencionan la explotación y la opresión. Cada persona encuentra su propio camino hacia la liberación. En el caso de Pablo, tuvo que caerse del caballo y quedar ciego para comprender la realidad.

En el caso de Agar, tuvo que quedar embarazada. El rechazo de los oprimidos a los símbolos de poder de los poderosos es el inicio de su liberación. Agar empezó a caminar por su cuenta. Agar empezó a recuperar su dignidad. Y por eso se burlaba y miraba con desprecio a su dueña. Eran enemigas, no podían ser amigas. Agar había sido humillada y no podía responder con una sonrisa sino con un grito de rebeldía. La amistad no existe entre el opresor y el oprimido sino solo la lucha, el enfrentamiento.

Y frente a la toma de conciencia de Agar, Sarai reaccionó alarmada. Y se lo comentó furiosa a Abram, quien le autorizó para maltratarla. Abram y Sarai se unieron en contra de Agar. Lo poderosos siempre se unen cuando ven en peligro sus intereses. Y estos maltratos obligaron a Agar a huir, a escaparse. Sarai pensó que Agar iba a someterse como en el pasado, pero Agar había cambiado. Agar ya no soporto la opresión y huyó.

Una historia común de opresión entre Agar y Adela

Cuando tenía ocho años viví mi primera experiencia de liberación. El hogar en el que vivía era un espacio de opresión. Mi padre era muy autoritario y violento. Mi madre era dulce y obediente. Cuando mi padre consideraba que la sopa del almuerzo estaba fría se la arrojaba a los perros. Cuando su ropa no estaba suficientemente lavada y almidonada la tiraba al piso. Cuando el estaba presente se imponía el silencio de la opresión. Y mi madre se sentía orgullosa de soportarlo, pensaba que era su cruz y debía de cargarla con resignación. Mi padre era Francisco y mi madre Adela.

Pero un día mi hermana Esther huyó de casa, huyó de la opresión. Y su nombre ya no podía mencionarse en presencia del amo. Algo cambió en mi mamà. No se que pasó. Lo que sé es que empezó una conspiración. Ellas, la madre y la hija se comunicaban. Supe que mi hermana se había casado y rápidamente se había separado. Vivía sola. En el tercer piso de un apartamento de un edificio. Y tenía un empleo en el Ministerio de Salud. Era libre.

Un lunes a mediados de año mi madre me dijo que ese día no iría a la escuela. La veía preocupada y ansiosa. Espero que mi papá saliera, había guardado ya mi ropa y su ropa, le dio una última mirada a la cocina y al lavadero y salimos para ya no volver. Mi mamà había decidido huir, irse, fugarse, liberarse…como lo hizo Agar. Nos fuimos a vivir con mi hermana…

El diálogo entre ángel del Señor y la esclava fugitiva Agar

Cuando se huye de un peligro se experimenta la soledad y el desamparo, la derrota. Agar buscaba salvar su vida, proteger al hijo que llevaba en su vientre. Estaba angustiada. Y en medio de esa situación, en el desierto de su vida, el ángel del Señor, la presencia del Dios de la justicia se manifestó para acompañarla.

Es un Dios que se aparece a una esclava egipcia, joven embarazada, que huye de sus amos. Es un Dios diferente, que se aparece a los que luchan por su vida y tienen esperanza. No es el dios de la opresión. Es un Dios de la justicia. Y este Dios le pregunta a Agar: ¿de dónde vienes y adonde vas? Le pregunta por la clave de la vida. Por el orìgen y el fin. Ella venía de la opresión y buscaba la seguridad. Ella respondió con la verdad: vengo huyendo de mi señora.

Y el ángel de Dios le dice: regresa a tu señora y obedécele. Los caminos de Dios son misteriosos, insondables. Agar debía regresar a la opresión y desde allí organizar la resistencia, personal, solitaria. Agar debía regresar a la casa de la esclavitud para que la profecía sobre su hijo fuera cumplida. Y Agar obedece. Y así salva su vida y la de su hijo. Y así nace Ismael. Tanto Ismael como luego Isaac serán la semilla de Abraham.

Pero además el ángel del Señor le comparte la promesa hecha a Abram, le dice: aumentare tanto tus descendientes que serán incontables. Agar recibe en el pozo de un desierto la promesa de ser madre de muchos pueblos y naciones. Y Agar creyó. Y así sucedió. Si Agar se hubiera quedado en el desierto lo más probable era que Ismael o Ismail no naciera.

Y agrega el ángel del Señor: mira, estas encinta y darás a luz un hijo que llamaras Ismael porque el Señor te ha escuchado en la aflicción. Ismael tenía que nacer. La promesa de Dios la realiza una joven esclava egipcia que tuvo la voluntad de luchar hasta el final en medio de la humillación. Agar es símbolo de las miles de jóvenes mujeres que lo arriesgan todo para que la vida fluya como río en el desierto.

Y el ángel del Señor describe el espíritu rebelde de Ismael: será arisco como un potro salvaje; luchará contra todos, y todos contra él, pero él afirmará su casa aunque sus hermanos se opongan. Las raíces del pueblo árabe palestino, indomable, heroico, siempre en resistencia. Agar es la madre del pueblo combatiente de la Granja de Gaza, de Cisjordania, de Hebròn. Agar es la madre de la Intifada así como Ismail es padre espiritual de Yasser Arafat.

Y Agar bautiza al Señor como el Dios que ve. No es un Dios invisible que vegeta en el cielo, es un Dios que ve las injusticias y escucha el clamor de los que sufren. Un Dios que siente como propias las injusticias contra sus hijos e hijas. Un Dios que se entristece con las derrotas y saborea las victorias de los pueblos que se liberan.

Rev. Roberto Pineda

Iglesia Luterana Popular de El Salvador

San Salvador, 30 de junio de 2006

Iglesia Luterana Popular denuncia asesinato de padres de Mariposa

SAN SALVADOR, 2 de julio de 2006 (SIEP) “Con mucho dolor e indignación hemos conocido la fatal noticia del asesinato del padre y la madre de Marina Manzanares, conocida como Mariposa, ocurrido esta mañana en la ciudad de Suchitoto” dijo el Rev. Roberto Pineda, de la Iglesia Luterana Popular de El Salvador.

“Ambos ancianos, Francisco y Juana Manzanares fueron cruelmente torturados y degollados por un grupo de “hombres fuertemente armados vestidos de civil” que llegaron a su vivienda esta mañana para cometer este vil asesinato” señaló.

Indicó que “expresamos a Marina, nuestra querida Mariposa, que fue locutora de Radio Venceremos, nuestro más sentido pésame por esta perdida irreparable, por esto nuevos mártires de la lucha de liberación del pueblo salvadoreño. Debes saber que no estas sola, miles de salvadoreños y salvadoreñas te acompañamos en tu dolor y te acompañaremos en tu lucha por que se esclarezca este crimen y se castigue a los culpables.”

Señaló que “exigimos al presidente Saca juicio a castigo para estos criminales del pueblo, que ya habían sido denunciados por la Procuradora Dra. Beatrice de Carrillo y que continúan sembrando el terror en las comunidades de nuestro país.”

Enfatizó que “este nuevo crimen no puede quedar en la impunidad y en el olvido. Los Escuadrones de la Muerte, los que asesinaron a Monseñor Romero hoy asesinan a esta pareja de ancianos honestos, patriotas. Este es el resultado de erigir estatuas para asesinos como DAubuisson en Antiguo Cuscatlan.”

“Hacemos un llamado –exclamó- a nuestros hermanos y hermanas de la solidaridad internacional para que denuncian este nuevo crimen y le exijan a este gobierno represivo el cumplimiento de los pactos internacionales que garantizan el respeto a la vida. Se pretende crear un clima de terror para que la gente no proteste y acepte resignada el paquetazo económico impuesto por Saca y el partido ARENA.”

FMLN inaugura Auditorium Schafik Handal en Foro Internacional

LOS PLANES; 1 de julio de 2006 (SIEP) Esta mañana fue inaugurado el Auditórium Schafik Jorge Handal ubicado en la Escuela de Cuadros del FMLN, en el marco de un Foro Internacional con delegados de República Dominicana, Guatemala, Venezuela y Rusia.

Tania Bichkova de Handal pronunció las palabras de inauguración del Auditórium destacando que “estoy muy emocionada por este acto. La fuerza de las ideas fue decisiva para el impulso de procesos revolucionarios en nuestra época. Y es clave lo que ese gran dirigente revolucionario ruso , Lenin, nos aconsejó: estudiar, estudiar, estudiar.”

“Asimismo Fidel Castro nos ha dicho que “las ideas son el arma esencial de la lucha de la humanidad por su propia salvación.” Y Schafik decía que “el FMLN solo tiene sus ideas que al divulgarse entre la gente se vuelven incontenibles.” Tania junto con los invitados internacionales procedieron a develar la placa de inauguración del auditórium.

A continuación fue presentado el dirigente revolucionario de República Dominicana, Narciso Isa Conde, de 64 años, camarada cercano por varias décadas de Schafik Handal y amigo cercano del proceso revolucionario salvadoreño.

Narciso Isa Conde: Nuestra América es continente de cambios y esperanza

Inicio su presentación sumamente emocionado expresando “ queridos hermanos, hermanas, camaradas, amigos entrañables: creanme de verdad que no miento “ni un chinchín” como decimos en mi país, ni una pizca, que me embarga una alegría inmensa al pisar esta tierra, hay tantos seres queridos y representa tantos otros que no nos cabe en el corazón.”

“Me llega al corazón la sangre derramada por combatientes dominicanos en tierra salvadoreña: la sangre de Román Luna Cornelio, Polo Santana, Nicolás Dupree, Bienvenido Mejìa.”

¡El modo de conseguir seguridad es terminando con la Ocupación israelí!

“El PCI hace un llamamiento a todos los que desean la paz para
denunciar los crímenes de la ocupación y exigir la inmediata salida del Tzahal de todos los lugares de la Franja de Gaza”.

El PCI denuncia al gobierno de Olmert-Peretz por el agravamiento de la
sangrienta guerra contra el pueblo palestino, especialmente contra los
habitantes de la Franja de Gaza y los ministros, miembros del parlamento y oficiales de alto rango palestinos secuestrados.

Durante el mes de junio, la armada israelí (Tzahal) asesinó a docenas
de palestinos, incluyendo varios niños, y ahora estos crímenes
continúan con la ocupación de gran parte de los territorios de la franja de Gaza bajo la excusa de liberar al soldado secuestrado. El PCI desaprueba tanto los asesinatos de civiles israelíes como de palestinos.

El PCI hace un llamamiento a todos los que desean la paz para denunciar
los crímenes de la ocupación y exigir la inmediata salida del Tzahal de
todos los lugares de la Franja de Gaza.

El PCI insiste una vez más, que seguridad y paz sólo pueden conseguirse
poniendo fin a la ocupación israelí, evacuando todos los asentamientos
israelíes, estableciendo un Estado palestino independiente al lado de
Israel, estableciendo dos capitales en Jerusalén y resolviendo la
cuestión de los refugiados de acuerdo a las resoluciones de Naciones Unidas.

Hadash (Frente de Paz y Democracia) y miembros del PCI participarán en
un gran número de manifestaciones durante los próximos días en todo el
país, especialmente en la manifestación de los objetores veteranos de Yesh Gvul, que tendrá lugar el sábado por la noche enfrente de la residencia del primer ministro en Jerusalén, con el objetivo centrado sobre los lideres políticos y militares responsables de crímenes de guerra. Yesh Gvul lleva a cabo un activo papel en el propósito de llevar a estos líderes militares y políticos a la justicia internacional.

Partido Comunista de Israel

Apuntes sobre el Dr. Wilhelm Reich

«Todo lo que puedo decir es que si Reich fue un loco y los individuos que nos gobiernan, los del Pentágono y Westminster, están cuerdos, el mundo es un lugar bastante extraño… No soy discípulo de Reich. Tan solo soy un individuo que ve en Reich un genio, un hombre de gran percepción y de infinita humanidad, un hombre que, con decisión, se puso del lado de la juventud, de la vida, de la libertad. Pienso que es el más grande psicólogo desde Freud.» (A. S. Neill, «Hablando sobre Summerhill»).

Podemos definir el trabajo de Wilhelm Reich como el ORIGEN SINTETIZADO DE UN SABER. Después de 30 años, su discurso se ha enriquecido y sigue evolucionando. No es una momia de la historia, sino que pertenece al grupo de personas que han aportado VIDA a la dinámica autodestructiva de la especie humana. Al decir esto, no pretendo mitificar, ni idolatrar, solamente quiero recordar que en nuestro crecimiento humano, el Dr. Reich está jugando un papel importante.

Reich vive en Viena (1918-30) en la época de apogeo de dos jóvenes movimientos, el marxista y el psicoanalista, en los que participará. Interesado por la sexología, Reich conoce a Freud (1919) y se adhiere a su forma de ver las cosas y a sus principales enunciados: la LIBIDO, o energía sexual, como fuente del desarrollo vital; la idea de que el niño nace con sexualidad; la neurosis como disturbio fruto de la represión sexual en las distintas fases infantiles; la idea del inconsciente; y a su visión terapéutica.
En 1920 es admitido como miembro de la A.P.I. (Asociación Psicoanalítica Internacional) cuanto tenía 23 años, y a partir de este momento su actividad clínica va a ser el foco central de su trabajo. Se especializa en psiquiatra, ejercerá como psicoanalista didáctico en el Instituto Psicoanalítico de Viena, ocupará el cargo de director de la primera Policlínica de psicoanálisis…
Durante estos años sus aportaciones al psicoanálisis son muchas. Algunas de ellas se han incorporado a la Teoría Psicoanalítica –su visión del llamado «Transfert negativo», el papel de la resistencia en el proceso analítico y técnicas para neutralizarlas…– y otras han sido rechazadas por lo que de conflicto tenían, el masoquismo como consecuencia de la represión del placer y del impulso vital sexual; rechazando la idea de que el «complejo de edipo» sea universal, porque en realidad es el fruto de la educación de la familia patriarcal, autoritaria y sexofóbica; la tesis de que la «impotencia orgástica» es la que mantiene el estasis de energía libidinal, y por lo tanto la neurosis; viendo la estructura caracterial de las masas basada en el sometimiento a la autoridad y en la imposibilidad de vivir sus vidas como consecuencia de la represión sexual (el animal castrado deja de ser agresivo)… siendo la experiencia de estos años la base para el desarrollo posterior de su metodología clínica, denominada Vegetoterapia Caracteroanalítica, y que según Reich, es el resultado de la evolución de los principios freudianos, muchos de los cuales se anquilosaron o se transformaron, porque Freud y el Movimiento quería ser aceptado por la ciencia oficial, y para eso tenía que reformar y claudicar en ciertas tesis. En su contacto con el trabajador asalariado de Viena, por su trabajo en la policlínica psicoanalítica (centro gratuito, donde la gente acudía, sobre todo por sus problemas sexuales), Reich confirmó las ideas que de la lectura de Marx había tomado, y fue viendo una vinculación directa entre su dialéctica y la de Freud. Fruto de esta concordancia fue el libro «Psicoanálisis y Materialismo Dialéctico».
Influenciado por esta óptica social va a conceder una importancia primordial a la profilaxis como medio para disminuir los futuros problemas del individuo. Profilaxis que desarrollará con un grupo de colegas, creando centros de higiene sexual donde se informaba sobre los anticonceptivos, el aborto, etc., y reivindicando la libre sexualidad del niño y del adolescente, y el apoyo social para esto. Durante esos años milita en el Partido Socialista y posteriormente en el comunista. Pasando su propio análisis didáctico con Sadger y Paul Federn, y en Berlín con Sandor Rado.

En 1930 marcha a Alemania donde militará en el partido comunista, y fundará el movimiento Sex-Pol (sexología-política), que fue un intento de unificar los diversos movimientos sexuales existentes bajo unos fines comunes para hacer presión social, y que aglutinó a más de 40.000 miembros, cosa que asustó al propio partido y también al movimiento psicoanalítico. Unos porque –según ellos– desviaban a la juventud proletaria de los objetivos reales, y los otros, porque estaba politizando una ciencia.

En 1934, por diversos motivos, fue expulsado del partido y de la A.P.I., teniendo que salir de Berlín porque estaba en la lista negra de Hitler. Sus libros son prohibidos a los militantes comunistas y meses después quemados por el gobierno nazi.
De 1936 a 1939 va a residir en Noruega donde va a estructurar la Vegetoterapia, viendo en esta metodología terapéutica el medio para recuperar la «potencia orgástica», es decir, la capacidad de placer y de abandono en el orgasmo, y por lo tanto, para tener una autorregulación energética-biológica y equilibrar el Sistema Nervioso Vegetativo, que regula las funciones vitales del organismo. Con unas bases psicodinámicas y neurofisiológicas propias, mediante un proceso de crecimiento personal, Reich va a trabajar con la palabra y con el cuerpo del sujeto, desbloqueando los siete segmentos funcionales musculares de la «Coraza» defensiva, liberando así las emociones y los recuerdos reprimidos que van ligados a ella. También en estos años, en colaboración con otros científicos –entre los que se encontraba Roger Du Teil–, va a trabajar en la observación de los movimientos de los protozoos, viendo una relación funcional entre éstos y los que desarrolla todo órgano vital (contracción-expansión) y en el orgasmo (tensión-carga-descarga-relajación), descubriendo las vesículas de energía que representan un estadio de transición entre la no-vida y la vida, y a las que denominaron BIONES. Por esta labor, la Sociedad Internacional de Plasmología le concedió el titulo de miembro honorífico en 1939. También investigó los procesos bioeléctricos de la piel de acuerdo a la idea de que ésta tiene una carga energética, que aumenta en los fenómenos de placer (expansión), –sobre todo en los sexuales– y desciende en los de displacer (contracción), fundamentando su Teoría de la antítesis de la vida vegetativa (placer-angustia).
Hay que decir que tanto en estos años, como en el resto de su vida en América, jamás olvidaría su compromiso social (que no político, por no volver a afiliarse a ninguna organización), relacionando todas sus investigaciones con la causa primera, es decir, con las condiciones económicas-sociales, y los medios de transmisión ideológica de un sistema. Creando una síntesis funcional entre la Biología, la Sicología y la Sociología.
Invitado por el Dr. Teodore Wolfe (especialista en medicina psicosomática) a ser profesor adjunto de Psicología Médica en Nueva York (donde se encontraría en la misma universidad que Malinowski, etnólogo de cuyas tesis Reich confirmará y reforzará su visión de la sexualidad), y ante su inestabilidad legal en Europa, marcha a América. Durante los 17 años que desarrolló allí su actividad generó muchas hipótesis y fundamentó otras, llevando una labor interdisciplinaria, fruto de la cual se fundaría «Orgonón», que era una comunidad de científicos donde se trabajaba en la formación de orgonterapeutas (Reich da el nombre de Orgonomía a su ciencia, al fundamentar biológica y físicamente la existencia de la energía vital orgonómica o vital; en el estudio de las leyes de la energía orgónica y sus aplicaciones (llegando a utilizar un motor movido por esa energía, demostrando la posibilidad de tener un control metereológico con el «Cloud-Buster», y utilizando el «Or.Ac.» –acumulador de energía orgónica– y el «Dor Buster», como instrumentos médicos en su lucha contra la enfermedad); y poniendo los medios para prevenir el sufrimiento en el animal humano, posibilitando a cada nuevo ser humano que sus ciclos vitales y su capacidad de autorregulación sea respetada (por medio de la «Vegetoterapia prenatal» durante el embarazo, la asistencia orgonómica en el parto).
Pero esta labor se vio interrumpida en varias ocasiones por las intromisiones del gobierno americano. Primero del F.B.I., siendo detenido al poco tiempo de su llegada, y posteriormente por la comisión «de drogas y alimentos», que –en plena caza de brujas– lo acusan de vender el Or.Ac. sin patente, creando un espiral de situaciones cada vez más conflictivas que culminarán en la incineración de toda su obra y aparatos, una multa fortísima a su instituto, y el encarcelamiento del Dr. Silvert y de él mismo, muriendo Reich en la cárcel de Feniswurg mientras cumplía su condena de 2 años, el 3 de noviembre de 1957. Provocando una fuerte crisis moral e infraestructural en todo el movimiento orgonómico de América, del que no se repondrá hasta 1968, fecha en la que el Dr. Baker y otros discípulos y colaboradores de Reich crean el Colegio americano de Orgonomía, y fundan la revista «Journal of Orgonomy», desarrollando desde entonces un fuerte trabajo científico y profundizando en las distintas ramas científicas de la orgonomía, aunque olvidando algunas de las bases sociales radicales del Dr. Reich.
En Europa y en otros lugares, colaboradores de Reich seguían su trabajo tanto durante su estancia en América, como después de su muerte. Así, la Doctora Nic Waal, formaba en Oslo un centro de tratamiento de niños y adolescentes donde se aplicaba, y se aplica, la vegetoterapia en los trastornos psicóticos, procesos autistas, y ciertos casos de subnormalidad. El Dr. Ola Raknes desarrolló una intensa labor en la formación de orgonterapeutas, fruto de la cual será la creación de la Scuola Europea di Orgonoterapia (S.E.OR.) y junto a su director el Dr. F. Navarro, fundamenta y amplia las bases y el método de la Vegetoterapia. El Dr. Walter Hoppe, que en Tel Aviv utilizó los Or.Ac. en el hospital central en el tratamiento de casos de cáncer, leucemia y otras enfermedades degenerativas con gran éxito… y tantos otros nombres que podría citar. Todos ellos han contribuido a que la orgonomía haya echado raíces en algunos sectores profesionales de la juventud actual.
También por otros campos profesionales han llegado a reconocer o a coincidir en cosas que Reich ya había elaborado. Así el matrimonio Kirlian con sus estudios sobre el Aura, que Reich denominó la manifestación externa de la energía orgónica en los seres vivos. El Dr. Alexander con la relación que hace entre el sistema neurovegetativo y las enfermedades funcionales, que es uno de los pilares de la Vegetoterapia. Los estudios de Grossart-Maticek, sobre la influencia de la familia, de la falta de afecto y de la sexualidad en la aparición del cáncer, que Reich ya había fundamentado en su libro la «Biopatía del Cáncer». Las repercusiones que sobre las células embrionarias –con riesgo de mutaciones– y sobre la piel tienen los focos de neón, que están llevándose a cabo en la actualidad por la Universidad de Sydney, y que Reich ya había descrito, explicándolo bajo la óptica de que el gas neón anula los efectos vitales de la energía orgonómica del organismo. La visión cosmológica actual de que no existe el vacío, sino que por el contrario el espacio está ocupado por «algo», que desprende una radiación a tres grados Kelvin, y que Reich ya afirmó este enunciado hace 30 años, explicando este fenómeno como el efecto luminoso y calorífico de la energía orgonómica…
Algunas de estas tesis antes de Reich ya habían sido mencionadas por otros investigadores, pero Reich las hace suyas globalizándolas bajo su método científico, el funcionalismo orgonómico, fruto de una labor continuada y evolutiva que no ha terminado.
Podemos englobar en tres apartados el resumen de su obra, a saber, su Teoría del Orgasmo, y a partir de ella todo su trabajo clínico; su análisis Biosocial de las relaciones humanas; y su descubrimiento de las leyes y aplicaciones de la Energía Orgónica; llenaríamos muchas cuartillas enumerando sus aportaciones concretas. A título de ejemplo enumero algunas de ellas:
Aportaciones psicoanalítica y técnica del análisis del Carácter (1923-34); inhibición respiratoria y coraza muscular (28-34); el papel del irracionalismo y de la economía sexual humana en el origen de las dictaduras (1930-34); el reflejo del orgasmo (1934); naturaleza bioeléctrica de la sexualidad y la ansiedad (1935-36); los biones (1936-39); origen de la célula cancerosa a partir de tejido animal biónicamente desintegrado (1936-39); descubrimiento de la bioenergía (energía orgónica) en los biones SAPA (1939), en la atmósfera (1940); invención del Or.Ac. (1940) y de un medidor de campos de energía orgónica (1944); investigación experimental de la biogénesis primaria (experimento XX) (1945); Hipótesis de sobreimposición cósmica de dos corrientes de energía orgónica como base de formación de los huracanes y de las galaxias (1951); Efectos de la radiación antinuclear por la Energía Orgónica (experimento Oranur) (1947-51); teoría de la formación de desiertos en la naturaleza y en el hombre (desierto emocional) y demostración de su reversibilidad (1954-55), teoría de la enfermedad basada en la acumulación de D.O.R. (energía negativa fruto del estancamiento de la energía vital u orgónica por los bloqueos musculares) en los tejidos (1954-55); ecuaciones orgonométricas (1950-57)…
«Respecto a mi persona y mi obra pido al lector que considere un hecho sencillo: Los psicoanalistas neuróticos me califican de esquizofrénico, los comunistas fascistas me combaten como trosquista, las personas sexualmente lascivas me han acusado de poseer un burdel, la policía secreta alemana me persiguió como bolchevique, la estadounidense como espía nazi, los charlatanes de la psiquiatra me llamaron charlatán, los futuros salvadores del mundo me calificaron de «nuevos Jesús» o «nuevo Lenin»… Yo estoy dedicado a otra labor que requiere todo tiempo y la fortaleza de que dispongo: el trabajo sobre la estructura irracional humana y el estudio de la energía vital, descubierta hace muchos años; en pocas palabras: «estoy dedicado a mi trabajo en orgonomía» (Reich).

FMLN realiza 1er. Foro Internacional «Schafik Handal.»

LOS PLANES, 1 de julio de 2006 (SIEP) Con la presencia de reconocidos dirigentes revolucionarios de otros países, inició esta mañana el 1er. Foro Internacional Schafik Jorge Handal, organizado por el Frente Farabundo Martì para la Liberación Nacional.

La actividad de dos días se realiza en la Escuela de Cuadros de este instituto político ubicada en el sur de San Salvador y cuenta con la presencia de militantes de los 14 departamentos, así como dirigentes nacionales del Bloque Popular Social de El Salvador.

Este foro internacional organizado por la Secretaría de Educación Política del FMLN, contempla la participación de Ramiro Vásquez (FMLN), Tania Bichkova de Handal, Narciso Isa Conde de Republica Dominicana, Kiva Maidanik de Rusia, Amilcar Figueroa de Venezuela y Leonel González del FMLN.

Ramiro Vásquez, de la comisión política del FMLN inauguró el evento expresando que “queremos dar un saludo especial a nuestros visitantes, a Amilcar Figueroa de V Republica de Venezuela, guerrillero, luchador, amigo de la revolución salvadoreña.”

“A Kiva Maidanik, revolucionario, militante de la revolución internacional, amigo de los salvadoreños y en particular amigo de Schafik; a Narciso Isa Conde, dirigente revolucionario de Repùblica Dominicana, a Leonel Gonzáles, viejo luchador revolucionario, y para cerrar con broche de oro, a Tania de Handal.”

“La decisión de realizar este foro surge de la necesidad de hacer un alto en el camino, que nos permita reflexionar sobre lo que hemos hecho y sobre los retos que tenemos planteados, nutrir, fortalecer nuestro pensamiento y echarle combustible a la lucha por la toma del poder.”

Construir la fuerza política del cambio

“Hace 14 años el FMLN firmó los Acuerdos de Paz. En aquel momento, al producirse la desmovilización de las columnas guerrilleras, hicimos el planteamiento de que íbamos a construir la fuerza política necesaria, para cumplir las tareas que no logramos con las armas en la mano, para realizar las transformaciones revolucionarias.”

“Íbamos a transformar la fuerza guerrillera en fuerza política, el capital militar acumulado en capital político, y podemos decir que hemos avanzado mucho y que estamos cumpliendo la misión que nos trazamos. Pero hay que reconocer que hay dificultades y hay que hacer ajustes y correcciones en el diseño de la lucha.”

“Cuando salimos de la clandestinidad y de la montaña, por primera vez los sectores dominantes, la derecha, el imperialismo, tuvieron al FMLN de cuerpo entero, supieron quienes éramos y de donde veníamos, y trazaron planes para domesticarnos, para cooptarnos. Esa fue la jugada estratégica de la derecha, domesticarnos y volvernos instrumentos del sistema.”

“Hoy podemos decir con la frente en alto: el FMLN sigue siendo revolucionario, sigue luchando por los intereses del pueblo, aunque tenemos moretones, chindondos, y nos faltan pedazos del cuerpo con el que salimos de la montaña.”

“Este esfuerzo de hacer un alto en el camino para reflexionar es un rasgo que aprendimos de Schafik, que fue un autodidacta, muy estudioso, siempre buscando respuestas a preguntas surgidas del mismo proceso de lucha.“·

“Cuando la guerra se generalizó, tuvimos que estudiar y desarrollar el pensamiento militar y político, y nuestros cuadros se nutrieron de la experiencia rusa de la lucha contra los nazis, de la experiencia vietnamita de la guerra del pueblo, de la experiencia africana, de la experiencia guerrillera cubana, de la experiencia de los sandinistas, esto nos permitió ampliar nuestros horizontes y desarrollar nuestro pensamiento revolucionario.”

“Y es con esta misma idea que realizamos esta actividad, este foro. Ese mismo criterio nos impulsa hoy a buscar y renovar ideas, con nuevas energías. Hemos logrado transformar las columnas guerrilleras en un enorme partido, pero también en el proceso perdimos parte de nuestra fuerza y calidad revolucionaria.”

Hay que recuperar la mística revolucionaria

“A lo mejor en los últimos revolcones de la guerra o en las primeras fiestas se perdieron la mística en la que se formaron aquellos hombres y mujeres revolucionarios de los años setenta y ochenta, y hay que recuperarla, recuperar la capacidad de pensar, de reflexionar sobre lo que estamos haciendo…”

“La propuesta nuestra es que esta discusión de ideas venga a ayudarnos a ajustar nuestro reglamento interno, nuestros estatutos, a ajustarlos a las necesidades del momento, a que somos una fuerza que sigue luchando por transformar esta sociedad, por construir un nuevo sistema social y eso demanda rasgos, que se han debilitado. Debemos de prepararnos, debemos de recuperar la calidad revolucionaria en toda nuestra militancia, debemos de asumir el proyecto revolucionario. Ese es el reto que nos planteamos.”

“Es evidente que el plan enemigo produjo resultados. Si bien es cierto que nuestro Partido ha venido acumulando electoralmente, hay aristas que se fueron debilitando, entre estas la capacidad de investigar, de estudiar, debilitamos la disciplina, eliminamos la vida celular, la organicidad del partido.”

“Y en cada evento electoral enfrentábamos el dilema de reinventar el partido. Debilitamos la disciplina partidaria, debilitamos la visión estratégica, que son rasgos fundamentales de los años setenta y ochenta, en los que siempre hubo claridad de ser una fuerza para la toma del poder, claridad en las relaciones del Partido con las fuerzas sociales interesadas en la revolución socialista.”

“Entre más bajo sea el nivel social de las personas, más votan por la derecha. Entre más bajo sea su nivel cultural más votan por la derecha. Entre más alejadas están las personas de los centros urbanos más votan por la derecha. Tenemos el reto estratégico de recuperar las relaciones con estos sectores. Debemos movernos, acercarnos hacia esos sectores, debemos anotarlos.”

“Este seminario tiene la visión de analizar el escenario internacional, y a partir de allí lograr hacer una reflexión que amplié nuestra visión estratégica y nos permita recuperar rasgos del partido revolucionario que tanto necesita nuestro proceso de lucha popular.”

“Lo que acumulamos de 12 años de guerra nos ha servido para salvarnos, pero hay señales que esto se puede agotar, los últimos resultados electorales en la capital son un grito de alarma, los resultados en San Salvador son preocupantes. Por supuesto hay fraude, pero también hay señales de la población, que diferencia por ejemplo entre el voto a diputados y alcaldes, esto hay que anotarlo y nos llama a corregir.”

“Y por esto la presencia de estos hermanos de otros países, su experiencia y visión es importante, como una contribución para las batallas por venir: este es un rasgo de un gran combate internacional entre un mundo que muere y un mundo que nace, y la construcción de una estrategia victoriosa nos demanda ser mejores, con más calidad como Partido y como personas”

Finalmente indicó el ex comandante guerrillero que “tenemos la certeza que este intercambio internacional, este diálogo con nuestros compañeros, nos va a ayudar a mantener el rumbo histórico que el camarada Schafik Handal nos trazó…”

El reto de vivir con VIH-SIDA

EL RETO DE VIVIR CON VIH-SIDA
Por Jaime Argueta
Presidente
ACJ de El Salvador

CARTA DIRIGIDA A TODAS LAS ACJs-YMCAs DEL MUNDO, ESPECIALMENTE A AQUELLAS QUE ASISTIRAN AL 16 CONSEJO MUNDIAL EN DURBAN (SUD AFRICA).
ESPERANDO SIRVA DE ANALISIS Y REFLEXION SOBRE LAS DECISIONES QUE SE TOMEN EN RELACION A LAS PERSONAS QUE VIVIMOS CON VIH-SIDA.

…Y el impacto de haber sido afectado por la coinfección TB/VIH.

Hoy en día el medico que no sepa de sida no sabe nada de medicina…
(Eduardo Arathon, medico guatemalteco)

Mi nombre es Jaime Argueta, y soy el Presidente de la ACJ-YMCA El Salvador, tengo 40 años y esta es parte de mi historia de ser una persona que vive con VIH-SIDA, y en dos momentos de mi vida he sufrido la coinfección tuberculosis y VIH.
No ha sido fácil empezar a escribir esta historia pues algunos hechos, han querido ya ser borrados de mi memoria, pero he tratado de realizar una esfuerzo por recordarlos (aunque es doloroso pues “recordar es volver a vivir”), para que sirvan de educación de otras personas, también no ha sido fácil ya que algunos hechos transcurren casi simultáneamente en el tiempo y me ha sido un poco difícil reconstruirlos fielmente en mi memoria espero que este ensayo resulte bien.

Antecedentes

Soy ing., Agrónomo, Graduado de la Universidad Evangélica de El Salvador en el año de 1994, Agrónomo de la Escuela Nacional de Agricultura en el año de 1985 y Bachiller del Instituto Nacional Francisco Menéndez en 1981.

El principio del fin…

Trabaje en Cathólic Releif Services hasta Septiembre del 98 lugar de donde prescindieron de mis servicios por “termino de contrato”, pero la realidad fue que presente una infección rara conocida como “tuberculosis ganglionar” según se podía ver en mi incapacidad medica la cual alerto al personal internacional a pensar que mi sistema inmunológico podía estar comprometido, (varios de ellos y también personal nacional se realizaron la prueba de tuberculosis), lo que llevaba a sospechar que tenia SIDA.(Comprobé antes de saber que tenia SIDA, que es mas difícil decir “tengo tuberculosis” que decir “tengo SIDA)

Quiero hacer un pequeño paréntesis en esta historia pues creo que hay que detenerse y comentar un poco el impacto de haber presentado un tipo “extraño de Tb.”. Digo “extraño”, pues aunque los síntomas eran característicos de la TB no se me diagnostico a tiempo, pasaron al menos 5 meses (empecé a sentirme mal desde mayo) sin que se tuviera un diagnostico certero, ahora que conozco un poco mas de la coinfección me doy cuenta que los síntomas que presente son conocidos por los médicos mas elementales (hasta promotores rurales de salud), entonces viene a mi mente la duda; fue negligencia medica?, fue discriminación? Apatía de los médicos por hacer un buen esfuerzo?, o simplemente ignorancia? Ahora con la cabeza menos turbada creo que fue una mezcla de todas estas cosas las que en ese momento me pusieron por primera vez al borde de la muerte. Pero la triste verdad es que aun hoy en día a casi mas de siete años de eso todavía es frecuente ver en los hospitales, de El Salvador y de la región centroamericana, en grupos de pvvs, a personas con evidentes síntomas de presentar TB que no han podido ser diagnosticadas adecuadamente y cuyo futuro es totalmente incierto. He aquí la importancia de realizar acciones de abogacía en el manejo de la coinfección tb-vih, pues es la tuberculosis generalmente es la primer infección oportunistas con que debutamos las personas con VIH que llegamos a la fase de SIDA., Y POR LO TANTO ES UNA DE LAS PRINCIPALES CAUSAS DE MUERTE EN PERSONAS CON VIH EN LA REGION CENTROAMERICANA Y EL CARIBE.

Un mes después logre ganar una plaza en el Proyecto “Reinserción Socioeconómica de excombatientes del conflicto armado en 10 municipios del departamento de Morazán” de la Unión Europea, y al presentarme a firmar el contrato e iniciar labores fui entrevistado por los Codirectores, Nacional e internacional, que en lugar de indagar sobre mi experiencia laboral estaban mas interesados en conocer acerca de mis últimos problemas de salud y me di cuenta que ya sabían de las sospechas que había sobre mi posible infección con el virus del HIV, el resultado fue que no fui contratado en ese momento sino 5 meses después en una plaza diferente a la inicial, con menos sueldo, un contrato corto ( 2 meses) y por servicios profesionales, es decir sin prestaciones laborales (Seguro social, de vida, fondo de pensiones, etc.)

(…Pero aun así la vida continua…)

El diagnostico…

En agosto del 99 tuve que ser ingresado en el hospital San Juan de Dios de San Miguel
Por una rara infección que me dificultaba tragar, lo que resulto ser hongos en el esófago(Candidiasis), lugar donde sin consultarme siquiera me realizaron la prueba de HIV.
Fui aislado en un lugar sin las condiciones mínimas de higiene en el 5° piso al lado de las bartolinas donde internan a las personas con problemas psiquiátricos, lo triste del caso es que todos en el piso sabían mi diagnostico menos yo, pues pusieron un rotulo fuera del cuarto, escrito en una hoja de papel bond que leía “paciente con SIDA”.
Me di cuenta de esto cuando llegaron mis familiares y amigos a verme y se encontraron con esa cruda realidad, todos se impactaron mucho, pero quien sufrió la mayor parte fue Thelma, Mi compañera de vida con la que procreamos dos hijas, que en esa época tenían 2 y 6 años. En ese momento también las palabras del medico no fueron alentadoras “ le daré al alta pues es mas fácil sacarlo todavía vivo del hospital pues ya muerto es mas difícil sacar el cadáver, pues no podemos hacer ya nada por el. ” Me pronostico solo dos meses de vida.

Quero hacer otro breve paréntesis en este punto y es que también aun a mas de siete años de esto todavía en la región hay personal de salud que no sabe diferenciar una candidiasis esofágica de una faringoamigdalitis, y si la logra diagnosticar usualmente solo ofrecen medicamentos de uso tópico, lo que no surte el efecto deseado complicando mas la ya deteriorada salud de las personas con VIH.

La “muerte social”…

Lo mas difícil estaba por venir, en mi trabajo mi contrato no fue renovado en ese mes, ya que se dieron cuenta de mi diagnostico, quedando cesante, las deudas siguieron implacables, vinieron los embargos (Aval card, Credomatic, Bancos, etc.) la venta de los bienes de mi hogar para mitigar algunas de estas deudas y para que mi familia sobreviviera, pero no era suficiente, mi salud empeorando,
“La muerte social” pues mis llamadas “amigos” al informarles de mi condición me dieron la espalda. Mi intención con ellos era la de prevenirlos, (pues tenían conductas similares a las mías, y no necesariamente promiscuas, pero si relaciones con “amigas”).

Los hospitales…

Durante este periodo mi segundo hogar fueron los hospitales,(San Miguel, Zacamil, Rosales, Medico Quirúrgico, Especialidades, etc) mis entradas y salidas a ellos eran constantes, sufrí de candidiasis esofágicas en formas recurrentes, otro tipo de tuberculosis diseminada,* meningitis criptococica (tratamiento que me duro mas de 8 meses con anfotericina B) me practicaron dolorosos exámenes de diagnostico (en repetidas ocasiones punciones lumbares, biopsias de medula óseas, tragos de bario) me sentía conejillo de indias, en el cual practicaban los médicos internos, también me fueron negados exámenes invasivos de diagnostico,(como endoscopias y cateterismos, este ultimo todavía a la fecha espero, pues tengo el diagnostico de una trombosis venosa profunda en mi pierna izquierda), se me negaron procedimientos quirúrgicos ( me diagnosticaron hernia del Hiato al final del esófago y nunca me realizaron la cirugía) también en este periodo ocurrieron otros dos hechos trascendentales para mi futuro, el primero fue el abandono a mi suerte de mi compañera de vida (quien no resulto infectada, y ahora tiene un nuevo hogar); y el conocer a la Asociacion Cristiana de Jovenes, institución en la cual conocí mas de lo Que es vivir con VIH, a luchar por mi derechos, a que no soy un “ sidoso”, sino una persona viviendo con VIH/SIDA, conocí que hay otras personas como yo que luchan contra el virus día a día.

  • Esta tuberculosis también merece su espacio aparte pues fue todavía mas espectacular que la anterior, sucede que empecé con los síntomas característicos de la TB y mi medico infectologo me ingreso para algunas pruebas e iniciar mi tratamiento, al ser ingresado en el servicio de medicina dos

del seguro social increíblemente el médico jefe de la sala se negó a seguir las instrucciones del infectologo y no inicio lo que se llama “prueba terapéutica”. Digo increíble, pues a pesar que tenia fiebre, perdida de peso, antecedentes de TB, odiaba los alimentos, no se quiso usar este procedimiento de prueba terapéutica, yo pedía tomarme los medicamentos para tb pues sentía lo mismo que la primera vez, pero en vez de eso iniciaron una seria de procedimientos que hasta la fecha no me queda claro por que fue que los realizaron (uno de estos procedimientos fue la terrible biopsia de medula ósea),Estaba perdiendo “una libra diaria de peso” y pase mas de 25 días en ese ingreso y aun así no podían decir si era tb, Hasta que decir salir del hospital y empezar el tratamiento por mi cuenta, firme muchos papeles exonerando al personal médico de irme, pero fue lo mejor.

El medico infectologo que me trataba logro ingresarme en otro servicio y me inicio inmediatamente la prueba terapéutica con antifimicos, pero también fue dolorosa esta experiencia pues como ya estaba tan débil que no tenia fuerzas para tomarme el medicamento así que me los iniciaron administrando por sonda nasogastrica, pero la vida volvió nuevamente a mi

La Esperanza de la vida nueva…

A partir de estos dos hechos si realmente empecé mi nueva vida. Empecé a luchar por mi derechos, a luchar por mi tratamiento, a levantar mi autoestima, me regalaron un lote de medicamentos a punto de vencer con los cuales inicie la terapia contra el virus, la cual a las pocas semanas me dio un impulso significativo de recuperación, lo cual basto para que un amigo de la infancia, con tal de ayudarme un poco me empleo en su empresa, para ayudarlo en hacer cualquier cosa, al principio fue difícil, pues después de ser un jefe ingeniero, ser ordenanza no es fácil, pero al menos ya tenia de nuevo ingresos, y lo mas importante para entonces, afiliación al seguro social.
Tuve que realizar un viaje a Estados Unidos, pues necesitaba para sobrevivir medicamentos cuyo costo no podía cubrir mi familia y el seguro social no los suministraba (Necesitaba fluconazole que en El Salvador cada cápsula costaba $32 dólares y tomaba dos al día) en USA también ocurrió algo inesperado, me reencontré con a una persona muy valiosa que conocía mi diagnostico y desde que lo supo me había apoyado desde lejos, me ayudo mucho y me hizo ver que las decisiones que había tomado en mi vida posiblemente no habían sido las correctas, fue triste pues me di cuenta de eso demasiado tarde para dar marcha atrás en nuestras vidas.
Regrese a El Salvador donde después de una demanda interpuesta por un grupo de personas con VIH, logre al fin tener acceso a la llamada terapia antirretroviral.(La cual me mantiene con vida), algo fundamental en esta época fue (y lo es hasta ahora), el apoyo incondicional de mi familia, de la Asociacion Cristiana de Jovenes y de algunos amigos y amigas que se han solidarizado conmigo y me han apoyado en esta “ vida nueva”.

Y la lucha continua…

Yo sufrí en carne propia las discriminaciones de los “amigos”, vecinos, compañeros de trabajo, personal de salud, políticos, (una ves un diputado que me había visto en los pasillos de la asamblea peleando por la ley de VIH y que me conocía desde pequeño, estaba con una cerveza en la mano en un lugar cerca de mi casa y al verme pasar por la calle grito “hay va el símbolo del SIDA de la ciudad”), por todo eso y también porque me doy cuenta que a pesar que el tiempo a pasado muchas de las cosas que yo viví aun se siguen dando en los sistemas de salud de mi país y de la región por lo que decidí salir del anonimato y salir a luz publica como persona viviendo con VIH y luchar por mi derechos, como activista y lo que he descubierto a través de ello es que la discriminación ha desaparecido para mi, que quien es mi amigo lo es porque soy Jaime Argueta me aprecia por lo que soy ahora. También a través de esto he conocido a la gente mas bella del mundo, mas sincera, mas humana, he conocido el don mas bello que Dios nos ha dado que es la solidaridad demostrada a través de la compasión .He logrado a través del VIH hacer vivo el evangelio de Cristo, ya que veo en cada persona con VIH a Cristo en la Cruz y es el don mas inapreciable que puedo haber recibido.

El futuro, los retos…

Ahora soy un activista en la lucha contra el estigma y la discriminación, a través del respeto a los derechos humanos de las personas que vivimos con VIH. Tengo un trabajo digno en la Asociación Agua Buena, además ostento un cargo muy importante, como es, el Presidente de la Asociacion Cristiana de Jovenes, que me ha dado mi espacio, y quizás sea la única organización en El Salvador que tenga esta apertura hacia las personas que vivimos con vih. He ganado el respeto de mi familia y amigos en especial de mi hij@s, una de las cuales a sus 8 años también me acompaña en la lucha contra el VIH… y Puedo levantar la cara con orgullo y dignidad en cualquier lugar donde me encuentre y decir “Soy una persona que vive con el Virus del VIH/SIDA. RESPETA MIS DERECHOS.

(“Mira por este que salvamos, cuantos vinieron después a reclamarnos”)
Facundo Cabral, cantautor argentino.

El capitan David

EL CAPITAN DAVID

Dagoberto Gutiérrez

La piel de color oscuro, pero sin llegar al color negro. Era, lo que se llama: un morenito fino. De pequeña estatura, delgado y sólido. Tenía el aire de alguien que había vivido largo tiempo en un seminario y, de vez en cuando, le daba por abotonarse la camisa hasta arriba, hasta apretarse el cuello.

Cuando hablaba unía sus manos como en oración y siempre mostraba gran respeto hacia su interlocutor; pero cuando reía no se sabía, a ciencia cierta, el motivo de la risa, y, además, nunca parecía reírse plenamente sino con cálculo y medida, como cuando el agua gotea de un tejado humedecido.
Así era Albino Jovel, tan reservado que durante la guerra nadie supo su verdadero nombre, ni los de mayor confianza y cercanía.

No se supo nada de su familia, pero sí de sus cualidades, porque, en realidad, a su regreso de la Unión Soviética, donde estudiaba como tanto joven salvadoreño, se incorporó directamente a la guerra y rápido, muy rápido, se supo que David tenía condiciones humanas para conducir la tropa guerrillera, y por eso le otorgaron el grado de capitán.

El capitán David era ordenado y organizado hasta el más mínimo detalle y así, parecía que en su cabeza existían una serie de secciones donde guardaba cada cosa y cada caso que tenía que resolver. A la hora de escribir, siempre usaba un cuaderno que sacaba de su mochila, donde parecía guardar todas las cosas imaginables, anotaba lentamente, como dibujando cada uno de las letras y pensando cada una de las palabras mientras miraba, desde el fondo de la mirada, a su interlocutor, y todo era meticulosamente registrado.

Durante muchos años mandó las tropas de las FAL en Chalatenango y enfrentó innumerables veces a fuerzas enemigas superiores y, así mismo, atacó innumerables veces a fuerzas mayores. Reconocido por su valentía y serenidad, y también por su capacidad organizativa.

David tenía en su cabeza y en su corazón un remolino de fuerzas telúricas que iban y venían, subían y bajaban, se encendían y se apagaban y, a la hora de pensar, daban la impresión, real o aparente, de que siempre tenía más de una opinión sobre cada tema, pero no las soltaba todas. En el fondo insondable del espíritu de David parecía quedar espumeante un mar de ideas a las que no se tenía acceso. Todo este maremagno no alteraba en lo más mínimo su inveterada tranquilidad y parsimonia.

Durante el mes de diciembre de 1989, cuando el Batallón Belloso atacó el Cerro de Guazapa, hacía dos días que habíamos llegado de San Salvador, del volcán de San Salvador, luego de la brillante ofensiva militar de ese año. El Belloso alteró nuestros planes de descansar y evaluar la campaña militar, con mucho apoyo aéreo, fuego artillero e infantería, presionó nuestras fuerzas hacia la parte superior del cerro.

Nos reunimos a las once de la mañana para tomar decisiones, la noche anterior habíamos dormido en una barranca de piedras grandes sin quitarnos las botas, pero aflojándoles las cintas. Esperamos a David, hasta que apareció, su frente perlada por el sudor y su uniforme bien ordenado y limpio, se sentó en una piedra redonda que parecía estarlo esperando, con la mochila a sus pies; se quitó lentamente su sombrero verde con barbiquejo y lo puso, casi con primor, sobre su mochila. Al empezar la reunión sacó del fondo oscuro, profundo y silencioso de su mochila su infaltable cuaderno de notas y empezó a tomar notas.

Aquella reunión operativa fue rápida y las decisiones salieron como fogonazos de un incendio enloquecido, había que dividir la fuerza, dejando en la parte Sur, fuerzas operativas y moviendo para el norte del Cerro la mayor cantidad de tropa, hospital y talleres. La fuerza de David se quedó en la parte Sur y al despedirnos, guardó con primor su cuaderno en la biblioteca de su mochila.

Durante la guerra y cuando, por alguna razón, el Capitán David pasaba por Guazapa, platicábamos largamente durante las tardes, y en estas pláticas danzaba su interés en la situación internacional, en la coyuntura política del país y, caso extraño, en las experiencias, aciertos y errores de ese pájaro tierno llamado amor. David que siempre parecía un remanso en medio de la turbulencia tenía en realidad, un corazón turbulento, y no pocas noches la pasión le develaba el sueño. En verdad, no se puede asegurar que el verdadero interés fuera el amor o fueran las mujeres; pero lo cierto es que el romance de la vida y por la vida hacía del Capitán David una persona suficientemente sensible para ser revolucionario, como él lo era y, suficientemente fuerte para ser Jefe guerrillero, como él también lo era.

En las tardes de campamento aparecía con una sonrisa en su rostro, como temeroso, como indeciso, pero tomando asiento en la piedra más cercana e iniciando de inmediato el diálogo, y yo sabía que ni incertidumbre, ni indecisiones, ni temor, movía, en ningún momento, la segura voluntad del Capitán David. El llegaba a platicar de los temas de su interés y siempre me fue agradable conocer, aunque fuera un poco, sus pasajes espirituales, sus sueños verdaderos y sus esperanzas.

Nunca dejó de confiar en la certeza de la lucha popular y dueño de un inmenso sentido práctico de la vida, supo siempre que los fusiles eran necesarios e imprescindibles así como sabía, con su gran sentido político, que era clave saber usar estos fusiles para saber cuando disparar y hacia donde hacerlo. Así era el Capitán David. Su vida reservada y su pensamiento cuidadosamente expresado, mostraban una ordenada existencia. Aunque la vida, al moverse dentro de la existencia, resulta ser una fuerza dinámica que no siempre se controla, y, por el contrario, sacude como rama en la tormenta, la existencia de las personas. Después de la guerra, David siguió su mismo estilo y parecía que la guerra y la paz estaban en su vida armoniosamente matrimoniadas.

Luego de mantenerse durante algunos años en el departamento de Chalatenango, donde guerreó tanto tiempo, David se hace sindicalista, regresa a su pueblo natal, Tepetitán, en el Departamento de San Vicente. Siguió viviendo en el ojo del huracán, como viven los hombres y mujeres que deciden cambiar el tiempo. Hasta que un día, reservado, silencioso y misterioso, el Capitán David decide morirse en el seno de su familia, era el mes de Junio, cuando las lluvias invernales anunciaban huracanes y cuando el verde vegetal estallaba la lujuria del trópico, David descubre que una vieja dolencia renal le ha seguido lentamente los pasos y le ha tendido una emboscada artera y exacta.

Nada importante se puede hacer y así, en el silencio de las horas, se escapa la vida del guerrillero tenaz. Nadie supo tan siquiera que estuvo enfermo, como si hubiera decidido emboscar a la memoria. Y no se supo ni el día que murió ni el día que lo enterraron, hasta que su muerte se hizo noticia y circuló más allá de la habitación que lo vio morir. El capitán David supo vivir como quería hacerlo, pero también supo morir de acuerdo a su voluntad, porque este hombre, pequeño y tenaz, obstinado y sereno, sin duda sabía que cada quien tiene su hora y su segundo y que todos, sin falta, nos morimos hacia adentro pero vivimos hacia fuera. David sabía cual es la ronda misteriosa que construye el equilibrio entre éstas dos esferas.

Modos de producción, patriarcado y triple opresión

Modos de producción, patriarcado y triple opresión

Iñaki Gil de San Vicente
Red Vasca Roja

Muchas investigaciones críticas feministas en múltiples campos —antropología, historia, economía, arte, filosofía, ciencia y epistemología, tecnología, sexualidad, psicología, etc.— han demostrado que el sistema patriarcal no es eterno ni consustancial a la especie humana y menos aún a los mamíferos, sino que surge en un momento muy corto en la larga historia de nuestra especie y en un lugar muy preciso y localizado del planeta. Aproximadamente entre el -3000 y el -600, y en lo que en la visión geográfica eurooccidental se define como Oriente Próximo. Es esta una época de transición entre la sociedad de casta y la sociedad de clases sociales. ¿Qué diferencia hay? Muy sintéticamente resumido, pues que la sociedad de castas está formada por grupos diferenciados entre sí pero sin definitiva y total propiedad privada de los medios de producción, de la tierra, del ganado, de los instrumentos de trabajo. Las diferencias de casta, desde luego, suponen diferencias de bienestar, comodidad, descanso y ocio, etc., porque las castas altas, sobre todo la formada por el núcleo real, los sacerdotes-escribas y los militares, controlan y administran tanto el producto social producido por el trabajo colectivo de las castas bajas como los planes de inversión, consumo ostentoso, ahorro, etc., del excedente sobrante, de lo que no se ha consumido y se guarda en los grandes almacenes del palacio y del templo.

Sin embargo, en la sociedad de castas existe una contradicción interna que impulsa a la casta alta, real, o como quiera denominársele, a convertirse en casta dominante y después, en casta que se apropia para sí y para sus descendientes de la propiedad colectiva, convirtiéndola en su exclusiva propiedad privada que, tras la imposición de la herencia familiar, será traspasada a sus descendientes y no devuelta al pueblo trabajador. Desde el momento en el que esa minoría expropia y arranca a la mayoría trabajadora esas riquezas producidas por su fuerza de trabajo social y acumuladas por generaciones sucesivas, desde ese momento las castas se convierten en clases sociales antagónicas, una de las cuales, la propietaria de los medios de producción ahora privatizados pero anteriormente colectivos y sociales, vive y se enriquece a costa de la explotación de las clases trabajadoras, expropiadas de los bienes que producen. Surge así, la lucha de clases.

Pero este proceso históricamente documentado y teóricamente asumido, no surge de la nada sino que requiere de una acumulación básica previa, anterior. ¿Qué quiere decir acumulación básica? Pues que las originarias agrupaciones humanas, reducidas a pocas decenas de individuos y luego a clanes, tribus y etnias de contados miles de miembros, van guardando y almacenando de generación en generación pequeñas cosas materiales y cada vez más sofisticadas tradiciones culturales, saberes prácticos, interpretaciones imaginarias y mitológicas, etc., que pese a todas sus limitaciones reflejan a su modo sus relaciones sociales internas y las relaciones externas con la naturaleza. Sin embargo, llega un momento en el proceso de acumulación básica en el que la contradicción surge dentro mismo de la colectividad aún no separada entre castas sino sólo entre clanes y familias —no en el sentido de familia burguesa actual— porque las necesidades de la producción agraria y ganadera sedentarias facilitan —pero que no exigen— que los hombres se especialicen en determinadas tareas en detrimento y menoscabo de las mujeres. Este proceso requiere una explicación algo más detenida porque su comprensión es crucial.

Las mujeres no solamente producen vida sino que también producen conocimiento y saber. Ambas cosas son tan simples y básicas como las raíces, frutas, cortezas, algas, ostras, almejas, peces, larvas, gusanos, insectos, roedores, pájaros, piedras talladas, cestos, redes, etc., y sobre todo, decisivo, el control del fuego, que —en su conjunto— aseguraron la existencia, crecimiento y felicidad humana. Sabemos que las mujeres aportaban alrededor de las tres cuartas partes del total de alimentos y producto de todo tipo que necesitaban los colectivos humanos; sabemos que las mujeres participaban con los hombres en la caza y captura de los grandes mamíferos; sabemos que fueron las primeras diosas y todo indica que las magistrales pinturas rupestres y el control del fuego eran obra suya. Todo indica también que el primer conocimiento de la doma de animales y de la agricultura itinerante fue logro de las mujeres. Sin embargo, llegó el momento en el que empezaron a ser desplazadas de su posición y recluidas en el trabajo dentro de la casa campesina, para tener más y más hijos para talar bosques, desbrozar campos, ararlos, sembrar y recolectar; hijos para ser soldados y padres; y más y más hijas para ser canjeadas por objetos, o vendidas por bienes preciosos, o entregadas como regalos, o como buenas esposas y madres, es decir, como fuerza sexo-económica de trabajo que correctamente administrada aumentaba la riqueza de la familia amplia, del clan y de la tribu.

Muchos estudios sugieren que esta marginación y luego explotación de las mujeres venía facilitada por la experiencia anterior de la exogamia, es decir, de la necesidad de que las mujeres de los grupos se cruzasen con hombres de otros grupos exteriores para tejer alianzas de ayuda mutua y, sobre todo, para evitar la degeneración y extinción por la consanguinidad inevitable a la endogamia intragrupal, lo que ahora se llama incesto. Aún y todo así, esta práctica de supervivencia no explica por sí misma el surgimiento del sistema patriarcal, que tiene su origen en las contradicciones producidas, en primer lugar, por las reacciones internas a los límites de agricultura y la ganadería itinerantes que van agotando las tierras libres y exigen cada vez más tierras disponibles; en segundo lugar, en la medida en que esa forma itinerante se va haciendo sedentaria, fija en una zona más o menos amplia pero que necesita ampliarse cada vez más por la naturaleza extensiva de forma económica y, en tercer lugar, en la medida en que las sociedades ya sedentarizadas en un territorio deben defenderlo de otras sociedades que necesitan ese territorio, o, a la inversa, de esas sociedades que por presiones objetivas exteriores como cambios climáticos, catástrofes geográficas o ambientales, plagas, pestes, etc., o presiones igualmente objetivas pero interiores como sobrepoblación excedentaria que no puede mantenerse por los escasos recursos propios y que deben emigran a otros territorios, salvajes o ya ocupados por otras sociedades.

Estas razones básicas y otras secundarias a cada región o sociedad, están facilitadas por la superior fuerza física del hombre sobre la mujer. Mientras que la mujer es más resistente globalmente que el hombre, éste tiene más fuerza física en un tiempo corto, para un trabajo intenso y rápido. La mujer está más dotada que el hombre para la supervivencia en condiciones de penuria y peligro, de pocos recursos materiales, y el hombre es por ello mismo cualitativamente inferior en el vital problema de la supervivencia como especie, que es de lo que se trata. Desgraciadamente para la mujer y la especie humana en su conjunto, una serie de factores que deben ser analizados en casa caso particular, propiciaron la victoria de la fuerza bruta sobre la resistencia biológica. Pero fue una victoria que encontró mucha más resistencia y oposición de las mujeres que lo que se dice según la historiografía patriarcal. Los textos escritos, tradiciones orales y recuerdos transmitidos de aquella época, desde el Gilgamés en adelante, incluida la Biblia, muestran, de un lado, la historia de la opresión de la mujer desde la perspectiva de los hombres; de otro, las maniobras justificatorias de los hombres para ocultar y tergiversar ese proceso y, por último, cómo, pese a todo, han pervivido mal que bien restos de las resistencias de las mujeres.

La expansión del patriarcado fue, grosso modo expuesto, un paso por delante de la expansión de la propiedad privada, de la expropiación de la propiedad colectiva y su transformación en privada, y este proceso se asentó sobre la experiencia de la previa explotación de las mujeres por los hombres. La victoria de las castas ricas sobre las pobres se asentó sobre la victoria de los hombres sobre las mujeres, y las castas ricas dispusieron como aliados a los hombres de las castas pobres que descargaban sobre las mujeres muchas cosas, desde sus frustraciones y miserias, hasta su agresividad brutal en forma de violaciones y asesinatos, pasando la sobreexplotación de su fuerza de trabajo sexo-económica. Las religiones de la época, desde los dioses griegos, violadores e incestuosos, hasta el judaísmo patriarcal y misógino, pasando por la oposición del budismo machista a las diosas hinduistas, y el patriarcalismo de Zoroastro, semejante pléyade de horrores y miedos masculinos, muestran de forma invertida la tragedia del proceso de explotación de las mujeres.

Lo cierto es que para año -600 el sistema patriarcal está ya asentado y a su vez asienta al sistema clasista ya establecido en sus pilares básicos. Sin embargo, antes de que las clases sociales aparecieran definitivamente, se produjo la esclavización de las mujeres de los pueblos vencidos por las guerras. Esta práctica era coherente con las necesidades del patriarcado en ascenso, urgido por aumentar su poder mediante la explotación de más mujeres. ¿Dónde las podía obtener? Pues de los pueblos con los que luchaba para quitarles el ganado, las fuentes de agua y los bienes acumulados. Conforme se agotan los recursos y se debilitan y desaparecen los lazos de ayuda mutua y economía de trueque y reciprocidad, van aumentando lenta pero inexorablemente los estremecedores exterminios de grupos enteros a cargo de otros para saquearlos de todo, o probablemente más tarde, imponerles condiciones leoninas de entrega de impuestos para no ser exterminados por el grupo más poderoso. Al inicio del expansionismo, se extermina prácticamente a todos porque ni hay recursos alimenticios para mantenerlos vivos ni ellos mismos son capaces de producir un excedente del que se apropie el vencedor si los conserva con vida y los pone a trabajar. Pero las mujeres tienen una cualidad que no tienen los hombres, y es que sólo ellas pueden dar hijos además de trabajar hasta la extenuación, y también placer sexual. Así, a las mujeres jóvenes se les deja con vida, y a las mayores se les extermina. El desarrollo económico va permitiendo al grupo vencedor ampliar la gente que va dejando viva, y llega el momento en que también se libran de la muerte para ser esclavizados los viejos porque su experiencia y conocimiento acumulado son cada vez más necesarios y por tanto, valiosos.

Muy sucintamente expuesto, la opresión clánica, tribal y étnica anteceden y preparan la opresión nacional posterior El hilo conductor de todas ellas es el de la explotación de la fuerza de trabajo del grupo nacional oprimido, aunque ese hilo empiece con la esclavización de sus mujeres jóvenes y se extienda luego a la totalidad de sus habitantes. Sin embargo, existen diferencias dentro de esa totalidad porque, en primer lugar, de nuevo, son las mujeres nacionalmente oprimidas las que cargan sobre sus cuerpos la peor parte de la explotación; además, incluso los hombres de su propio pueblo llegan a usarlas como tributo sexo-económico para aplacar la ira del ocupante, entregándole cada determinado tiempo una cantidad de mujeres, caballos, riquezas, etc. Esta práctica se ha mantenido de forma indirecta en los tiempos modernos cuando la inmensa mayoría de los hombres de la nación ocupada, sobre todo los de sus clases ricas, toleran de un modo u otro que los ocupantes traten con especial dureza a las mujeres ocupadas. Por último, las clases ricas y dominantes del pueblo ocupado no dudan en negociar una rendición honrosa y muy frecuentemente colaboracionista con el ocupante.

Así pues, se estable una jerarquía de procesos de explotación y expropiación que empezando en la base de la mujer, se extiende hacia arriba en forma piramidal hasta llegar a la cúspide, al vértice en el que los hombres de la clase dominante del pueblo dominante acaparan la inmensa mayoría de las riquezas. Estos flujos de expropiación eran ya claramente perceptibles en el Oriente Próximo de la época que tratamos, y se estructuraron definitivamente en la época del imperialismo griego clásico. Atenas es un ejemplo perfecto. Luego la era dorada alejandrina y más tarde Roma, centro neurálgico de corredores terrestres y marítimos por donde se transportaban las mercancías, el oro y la plata, los objetos raros y exóticos, las legiones y tropas auxiliares y sobre todo las grandes masas de esclavas y esclavos. Esas vías llegaban mal que bien pero llegaban hasta la lejana China, Centroáfrica, Gran Bretaña y norte de Europa, funcionando como las arterias por las que confluía en Roma, en sus campos, talleres, comercios y prostíbulos la sangre y el dolor de millones de mujeres explotadas como esclavas pertenecientes a pueblos ocupados o sometidos. Mientras que en Roma y sus ciudades, las mujeres latinas eran explotadas como mujeres y como trabajadoras, las mujeres de los pueblos ocupados de la periferia y que sostenían buena parte de la criminal gloria romana, eran también explotadas como pueblo, o nacionalmente en términos modernos.

No podemos analizar ahora los cambios sucedidos en esta jerarquía de flujos durante los siglos oscuros posteriores al hundimiento romano en occidente de Europa, y las invasiones llamadas “bárbaras”, aunque seguía totalmente activa en el imperio romano de Oriente, o Constantinopla y más tarde Bizancio. Pero, volviendo a Europa occidental, es a partir de los siglos XII-XIII, fundamentalmente, cuando se reactiva el comercio marítimo y empiezan a llegar riquezas de Africa y Oriente, que se pone en marcha otra vez el mecanismo de explotar a las mujeres del exterior. Una de las primeras prácticas fue la mal llamada “reconquista” de la península ibérica por los ejércitos feudales europeos. Simultáneamente se lanzaron las llamadas “cruzadas”, con su sanguinaria brutalidad —idéntica a la de la “reconquista”— y con ambas agresiones criminales se expandió lenta pero imparablemente el comercio europeo. Es verdad que ya desde mediados del siglo VIII y conforme se expandía el imperio carolingio, sus atrocidades contra los pueblos paganos de Europa, y también contra Euskal Herria, se basaban también en la instauración de la triple opresión de sus mujeres, pero fue sólo un anuncio de lo que luego ocurriría. Para el siglo XV el norte de Italia, una zona de Catalunya y parte del norte de Europa, son las terminales de las principales vías por las que el creciente comercio europeo expolia a otros pueblos, o sea, principalmente, a sus mujeres y ,masas trabajadoras. De esta forma, como había ocurrido en la época griega, se establece una invisible triple explotación realizada mediante la dictadura encubierta del comercio a larga distancia. Son las mujeres las que aportan el grueso de la fuerza de trabajo de los pueblos que ya entonces son sometidos a los que ahora se define como “intercambio desigual”.

Debemos detenernos un instante en esta forma de invisible triple opresión porque, por ello mismo, pasa desapercibida. Imaginémonos un pueblo no europeo que, de pronto, recibe la “visita” de una galera veneciana, genovesa o catalana que establece relaciones comerciales con su clase dominante. Al cabo de un tiempo, ese comercio ha crecido y su clase dominante se ha enriquecido, pero su pueblo, y con él sobre todo sus mujeres, se han especializado en los productos que se comercializan, dejando las formas productivas tradicionales y hasta olvidándolas. Ese pueblo se hace dependiente del comercio internacional, pero en realidad es dependiente de Venecia, Génova, Barcelona o ciudades alemanas. Por varias razones que no podemos explicar, en otra “visita” extranjera, se enteran que los precios han bajado, que la demanda ha bajado, y que incluso deben cumplir determinadas exigencias de los extranjeros. Los ricos del pueblo dudan, discuten, buscan otros mercados porque se han especializado demasiado y no pueden variar de producción, e incluso buscan un aliado más fuerte que les defienda de los europeos. Aumentan las tensiones en el pueblo porque los ricos propietarios quieren una solución determinada y las masas trabajadoras otra. Puede incluso estallar la guerra con los antiguos aliados. De un modo u otro, ese pueblo, sin perder una sola guerra, ha visto su independencia mermada invisiblemente porque realmente depende del comercio con una potencia extranjera, y en esa dependencia son las mujeres las que sufren la invisible triple opresión.

Hasta comienzos del siglo XVI situaciones así se dieron a montones en el Mediterráneo, Oriente Próximo, África del norte y este de Europa. Pero conforme avanzaba ese siglo y según los focos de poder dentro de Europa pasaban a los Países Bajos, norte del Estado francés y poco más tarde Gran Bretaña, esos pueblos más y más presionados por las exigencias implacables de las viejas ciudades-estado comerciales europeas. A la vez, la triple explotación se expandía por las Américas, pero ahora de forma manifiesta, abierta y pública, chorreando sangre y genocidios absolutos conforme la “civilización cristiana” esquilmaba a sus habitantes. Verdad es que allí también existió la opresión tribal, étnica y nacional antes de la invasión europea, pero en muchos pueblos la opresión patriarcal aún no existía o era todavía mucho más débil que en Occidente De todos modos, la diferencia cualitativa que ya empezaba a aparecer en el siglo XVII radicaba en otra cosa que no existía anteriormente y era que ya desde entonces la expoliación y la triple opresión empezaban a estar en función de la acumulación de capital y no en función de la acumulación de riqueza. Esta diferencia cualitativa, que luego explicaremos, se fue extendiendo por todo el globo a lo largo del siglo XVII y era ya definitiva a comienzo justo del siglo XVIII en el comercio británico, holandés y francés por este orden, y en bastante menor medida en el español y portugués.

La acumulación de riqueza consiste en que una familia poderosa, un rey, una clase social, y de rebote aunque cada vez en menor medida según se desciende en cascada para abajo, el resto del pueblo, obtiene mediante el saqueo, el expolio, el comercio tramposo o desigual, etc., una cantidad de bienes superior a los que tenía al inicio del trato comercial. Se conservan largas cartas de comerciantes árabes, judíos, venecianos, etc., y hasta chinos, hindúes, mongoles, persas, etc., que explican cómo realizan sus recorridos para, al terminar, obtener una ganancia. Pero son riquezas que desaparecen fácilmente porque no se sustentan en la explotación sistemática de la fuerza de trabajo, sino en el trasiego de mercancías de un lugar a otro. Incluso hasta bien entrado el siglo XIX ser comerciante era un negocio inseguro porque se basaba en imponderables de todo tipo. Muchos, la mayoría de esos comerciantes, buscaban la riqueza para mantener una forma de vida lujosa y ostentosa, para prestar a la nobleza cada vez más endeudada y para, con todo eso y más, poder ascender ellos mismos a nobles, frecuentemente usando a sus hijas como objetos de compraventa de títulos mediante casamientos, y a sus mujeres como prostitutas que conseguían favores de reyes, altos nobles y alto clero. En contra de lo que dice la hipócrita autopropaganda burguesa, los grandes comerciantes y banqueros eran truhanes, fulleros, piratas y saqueadores que no dudaban en vender o alquilar a sus madres, esposas, hijas o sobrinas con tal de enriquecerse. Ingentes fortunas se creaban del día a la noche y se perdían de la noche al día.

Pero la acumulación de capital es cualitativamente diferente porque, por un lado, no dilapida todo o casi todo lo acumulado, como ocurría con harta frecuencia en la acumulación de riqueza, sino que guarda una cantidad para reproducir luego el proceso de acumulación; de otro lado, no busca la ganancia sólo en el comercio, la piratería, la esclavitud, el saqueo, etc., aunque también, sino que cada vez más va invirtiendo ese resto no gastado, guardado, en contratar trabajadores a sueldo bien en sus casas propias, bien en talleres privados, bien en colaboración con el Estado en talleres estatales con auténtica esclavización interna, etc. y, por último, desde finales del siglo XVIII, cada vez más comprando más máquinas, sustituyendo lenta pero inexorablemente al trabajador manual, humano, por la máquina, y convirtiendo al hombre en pieza, en tuerca de la máquina, que se convierte en el nuevo ídolo, y el ser humano en simple accesorio de la máquina. Surge así, como efecto inherente a la acumulación de capital, la explotación industrial de la fuerza de trabajo y todo el proceso que va del plusvalor a la ganancia, pasando por la plusvalía. Este salto cualitativo de la acumulación de riqueza a la acumulación de capital, que se simboliza en el salto del modo de producción precapitalista al capitalista, tiene efectos decisivos sobre la triple opresión de la mujer.

La acumulación de riqueza necesitaba un territorio al que esquilmar, pero una vez agotado era abandonado para buscar otro rentable. Los comerciantes pasaban con sus caravanas, o con sus barcos, establecían relaciones con la gente del lugar e incluso construían fuertes para descansar con cierta seguridad y guardar sus mercancías. Podían mantener incluso delegaciones fijas al estilo de las modernas embajadas, pero una vez que se marchaban apenas dejaban rastro ni recuerdo, excepto el de los fortines, algunos grabados y pinturas, y algunas palabras incrustadas en la lengua del pueblo al que había esquilmado. Muchos pueblos pudieron recuperarse más o menos, pero otros desaparecieron. Sin embargo, la acumulación de capital es cualitativamente devastadora porque una vez que penetra en un territorio debe sangrarlo hasta la última gota, como un vampiro que se bebe hasta el aliento y el alma del pueblo al que destruye. Un ejemplo lo tenemos en las compañías europeas que comerciaban con oro, plata, piedras, pieles, resinas, etc., con pueblos precapitalistas en muchas partes del planeta. Cuando agotaban un territorio lo abandonaban dejando destrozados a sus pueblos autóctonos, indefensos ante la llegada de colonos europeos que se asentaban para sembrar la tierra. Allí donde esos arrasadores encontraban sociedades más desarrolladas, por ejemplo la India, China, etc., hacían prácticamente lo mismo pero con pactos con sus clases dominantes, o tras sus derrotas militares, y terminaban arruinando y llevando a la desesperación al país entero, lo que suponía a la larga que sus pueblos oprimidos terminaban sublevándose en guerras de liberación nacional anticolonial. La explotación comercial bien planificada requería incluso carreteras —ya las hacían los romanos—, trenes y puertos, destrozando las viejas formas económicas para acelerar el saqueo de riquezas. Con ese saqueo simultáneamente se destruían las culturas e identidades tribales, étnicas y nacionales para dejar el vacío y la nada.

La triple opresión de la mujer bajo la acumulación capitalista se endurece en todos los aspectos porque, a diferencia de la acumulación de riqueza, ahora lo que está en juego es convertir a la mujer no sólo en el último basamento de la expoliación extensiva, sino fundamentalmente en la intensiva. ¿Qué diferencia existe entre extensiva e intensiva? La primera sólo atañe a las riquezas que no requieren para su obtención una explotación sistemática de la conciencia, de la identidad, del complejo lingüístico-cultural del pueblo ocupado. Se expolia la riqueza material, desde los bosques hasta las joyas, pasando por las mujeres, pero no se expolia la cultura ni la inteligencia colectiva, la capacidad de crear cultura de un pueblo. Bien es cierto, como se ha dicho, que en las fases últimas de la esclavitud, los invasores se preocupaban por dejar con vida a las personas cultas, y los romanos y chinos eran muy astutos en esta cuestión. Pero no utilizaban ese conocimiento esclavizado para producir más conocimiento, sino sobre todo como elemento de curiosidad, prestigio y poder pasajero. La expoliación del conocimiento de un pueblo para aumentar el capital global del invasor comenzó a realizarse con el capitalismo, cuando la inteligencia también se fue convirtiendo en una mercancía, y desde el siglo XIX cuando las ciencias fueron convirtiéndose en fuerzas de producción intelectual pertenecientes al capital fijo o constante, es decir, a las máquinas, instalaciones, tecnología, etc. La acumulación capitalista es, básicamente, acumulación intensiva de fuerza psicosomática de trabajo, es decir, de la totalidad del ser humano, desde su fuerza muscular bruta hasta su refinada inteligencia. Esta es la inhumana atrocidad cualitativa del capitalismo. Y ella le exige destruir hasta los cimientos simbólicos, referenciales e imaginarios de los pueblos que sojuzga.

La triple opresión de la mujer es aquí llevada a su extrema crueldad porque, a diferencia de los modos de producción anteriores, el capitalismo necesita que la mujer se aliene definitivamente en su capacidad de producir vida, es decir, praxis crítica y creativa, y devenga en simple fábrica de beneficio psicosomático para el capitalismo extranjero que ocupa al pueblo nacionalmente oprimido al que pertenece la mujer. En todo pueblo, la mujer sigue siendo decisiva en la socialización de la primera infancia, en la transmisión y re-creación del complejo lingüístico-cultural en los primeros y decisivos años de vida, y también conserva su influencia en la segunda socialización, en los años de la adolescencia. Esto lo sabe muy bien el capitalismo y en la medida en que mercantiliza hasta la primera infancia para ampliar los mercados, y mercantiliza hasta el amor y la procreación para aumentar el consumismo y la financierización de la existencia, con las cuentas de ahorro para recién nacidos y de crédito para niños, en esta medida, la alienación de la mujer para que produzca seres alienados desde sus primeros instantes de vida se convierte en una necesidad urgente para la acumulación capitalista. También sabe el capitalismo que la mujer sigue siendo fundamental en el cuidado de las personas mayores, creando mercados específicos para su comercialización con especial insistencia en la industria de la salud y de la drogadicción en todas sus formas, sobre todo en la televisiva, por lo que ha de mantener la alienación de la mujer durante toda su vida para que no luche contra esa explotación psicosomática total. Podríamos poner muchos más ejemplos sobre la explotación intensiva que confirman la aterradora cualidad específica de la acumulación de capital a diferencia de la acumulación de riqueza precapitalista.

Pues bien, en los pueblos nacionalmente oprimidos, el drama se convierte en tragedia si no existe una tenaz y sistemática lucha opuesta. Y otra vez más, la mujer aparece como la piedra angular o basal, según se mire, del problema entero. Sin embargo, los pueblos oprimidos tienen añadido un problema cualitativo que no tienen los que no sufren opresión, y es la inexistencia de su poder estato-nacional propio que le permita dirigir su propio destino. Tal ausencia, deliberadamente buscada y mantenida por el estado ocupante, repercute en la totalidad de los problemas y en primer y decisivo lugar en las cargas que la mujer trabajadora nacionalmente oprimida ha de asumir. Dado que es ella la que, como hemos visto, sostiene en buena medida la estructura entera de explotación, su alienación nacional es decisiva para el mantenimiento del poder ocupante, y su alienación social y clasista como trabajadora es decisiva para el mantenimiento del sistema burgués, y su alienación como mujer es decisiva para la pervivencia del patriarcado. Resultado de todo ello es que esa triple alienación repercute directa y esencialmente en la cultura que ella transmite a sus hijos e hijas. Comprendemos así la experiencia histórica que muestra la importancia de la recuperación lingüístico-cultural desde la primera infancia en la lucha de los pueblos oprimidos, y dentro de ese complejo, la importancia de la transmisión de la memoria nacional de lucha del pueblo contra el ocupante, y del papel de la mujer en todo ese proceso.

Las repercusiones de todo lo que estamos analizando se extienden a la totalidad de la vida del pueblo oprimido, lo que explica entre otras muchas cosas, que sea en estos pueblos donde más fácilmente hayan triunfado las luchas revolucionarias; que sean en estos pueblos en donde la militancia de la mujer adquiere, según sus contextos culturales, una importancia y participación superior a las de las simples luchas de clases en los pueblos donde no hay opresión nacional; que sea en estos pueblos, sobre todo en los que conservan raíces de identidad simbólica preindoeuropea con la naturaleza, en donde las tradiciones colectivas con fuetes restos paganos y precristianos alimenten una valoración superior del medioambiente… No tenemos tiempo para extender estos análisis a otras cuestiones como, por ejemplo, la importancia teórica de estas experiencias para las reflexiones autocríticas de las izquierdas de las naciones que oprimen a otras naciones, con su responsabilidad objetiva en lo que estamos analizando. Por último, la lección básica a extraer es que sin la triple emancipación es imposible avanzar en la construcción colectiva del pueblo oprimido que al haber superado la triple explotación permite construir una nación nueva, la cual, a su vez, se convierte en una fuerza emancipadora de la nueva humanidad.

21 de julio de 2001

Pedagogía de la resistencia y de las emancipaciones

Pedagogía de la resistencia y de las emancipaciones

Claudia Korol

Quiero realizar algunas consideraciones sobre los temas en debate, a partir de una experiencia teórico práctica: la experiencia de educación popular, concebida como pedagogía de la resistencia y de las emancipaciones, de la rabia y la indignación frente a las injusticias, de rebelión y de revelación de los nuevos mundos que pugnan por crecer y por crear relaciones políticas, culturales, sociales, económicas, de género, opuestas a las que reproducen y refuerzan la dominación.
No voy a detenerme en el diagnóstico de las formas en que se ejerce la dominación, ni en el relato de experiencias sobre ejercicios concretos de autonomía, de resistencia, de creación de una cultura emancipatoria, cuyos protagonistas están presentes y pueden realizarlo de manera mucho más contundente. Quisiera abordar algunos de los aprendizajes y desafíos que surgen de las últimas décadas, en las que se han constituido movimientos populares nacidos fundamentalmente como respuesta a las políticas de exclusión social del capitalismo y del patriarcado, o a partir del reconocimiento de diferentes modalidades con las que se ejerce la dominación, y en las que se han transformado profundamente las prácticas de muchos de los movimientos existentes previamente. Quisiera anclar este análisis especialmente en la Argentina post-rebelión. La Argentina que para muchos intelectuales y políticos pretende ser sepultada con más o menos honores, pero que entiendo que es una Argentina que más allá de los momentos de repliegue de nuestras fuerzas, a partir del restablecimiento de una precaria gobernabilidad, sigue pujando por nacer, e intenta cuidar y multiplicar lo ganado en las jornadas que imaginaron y propusieron el “que se vayan todos”, consigna que configura los alcances y límites de nuestro imaginario rebelde.
Las jornadas del 19 y 20 de diciembre en la Argentina, y la multiplicación de energías que de ellas se desprendieron, permitieron volver a plantear la diversidad de dimensiones emancipatorias de las resistencias, y anunciaron algunas tendencias que al margen de avances y retrocesos coyunturales marcan la subjetividad de nuevas franjas de protagonistas sociales y políticos, con señales que hablan de la recuperación de la confianza en las propias fuerzas, la deslegitimación del “orden” que nos condena, la posibilidad de pensar en la necesidad de una nueva institucionalidad y en consecuencia repensar la política, la insinuación de distintas maneras de amasar identidad y proyecto, sobre la base de un esfuerzo colectivo que al tiempo que sueña el proyecto, intenta construirlo en las prácticas cotidianas, modificando las relaciones de opresión y dominación. Es parte también de lo “ganado” en las jornadas de rebeldía, la cotidiana victoria sobre el terror introyectado por la dictadura y la impunidad, el desafío de dar una nueva vuelta en la historia de los vencidos, resignificando el sentido mismo de la victoria y la derrota, y achicando las distancias entre una y otra, en la medida que ambas forman parte del camino de creación de nuevos mundos humanizados por la resistencia y los proyectos fértiles que en ésta van echando raíces. Valorizar lo ganado no significa ilusionarse en que esto ya ha sido integrado “de una vez y para siempre” en la subjetividad popular; pero implica reconocer que estas experiencias, aún en los momentos en que ese impulso retrocede o encuentra un cierre parcial, han atravesado vivencialmente a millones de hombres y mujeres, y especialmente a las generaciones jóvenes que fueron protagonistas de la rebelión, dejando impresa su huella en nuestra historia colectiva.
Sin embargo, vale la pena pasados algunos años desde el “que se vayan todos”, reflexionar brevemente sobre la disputa de sentidos que se produjo en la interpretación posterior de esas jornadas. No fue el grito solo del movimiento social organizado. No fue el grito de los piqueteros, o de las “cacerolas” nacidas en esas jornadas como instrumentos de lucha. Fue el punto de encuentro de distintas indignaciones y rebeldías, que por aquellos días lograron realizar una tarea común, que iba más allá de sacarse de encima a un gobierno y a una política. Lograron poner en jaque al sistema de representación política, y cuestionaron el programa neoliberal sostenido por todos los gobiernos en la etapa pos-dictatorial. Se reconoció en los Bancos una de las caras del enemigo: el capital financiero. Se cuestionaron las privatizaciones y el pago de la deuda externa. La Argentina entró en default, y la mayoría creyó que correspondía no pagar al FMI y al Banco Mundial, cuya “confiabilidad” también quedó bajo la desconfianza generada en la crisis de representatividad.
El “que se vayan todos”, no cuestionó solamente a las expresiones políticas de las diversas fracciones del poder. Al tiempo que deslegitimó a los tres poderes, significó también una forma de cuestionamiento de las fuerzas políticas y sindicales pretendidamente populares, que actuando en los marcos de esa institucionalidad, no tuvieron capacidad de interpretar y actuar con eficacia, no sólo en el momento de la revuelta popular, sino en las acumulaciones previas e incluso en las posteriores de resistencias y de búsquedas alternativas. Se criticó la fragmentación de las izquierdas sostenidas en las peleas por mezquinos hegemonismos. Se cuestionaron las modalidades verticalistas de dirección política. Se multiplicaron los esfuerzos por construir maneras de democracia directa. Se puso en evidencia la tensión existente en las fuerzas organizadas de la izquierda que quedaron presas muchas veces de una institucionalidad burocratizada y decadente.
La conciencia social de los argentinos, en esas jornadas, adquirió algunas luces. Entre ellas, la revalorización de la capacidad de resistir, la decisión de no aceptar la condena al suicidio implícita en las políticas neoliberales para franjas cada vez más amplias de excluidos, la necesidad de fortalecer los movimientos y organizaciones que sirvan para la lucha, y de inventar las organizaciones o movimientos, o acciones que no existen, para satisfacer los derechos y expandir las posibilidades de una vida digna.
Se aprendió que “la lucha tiene sentido” (dicho en otras palabras, se reaprendió el sentido de la lucha), después de varias décadas en las que se pregonó desde el poder la imposibilidad de obtener ningún cambio a partir de la participación social. Se rechazaron las formas de representación vaciadas de legitimidad. Se intentaron diversas modalidades de dirección de los movimientos, basadas en prácticas sociales más horizontales y asamblearias, con mayor relación entre palabras y actos, entre teorías y cuerpos.
Es desde esa experiencia, que intento señalar lo que en este momento de reflujo del movimiento queda como algunas de las posibles enseñanzas y desafíos para nuestras prácticas emancipatorias, aclarando que entiendo por ellas a la cotidiana deconstrucción de las relaciones sociales de opresión, basadas en la batalla contra la alienación, que nos impide constituirnos como sujetos históricos. Se trata de la lucha individual y colectiva, contra todas las opresiones derivadas de una cultura que ha impuesto a sangre y fuego un patrón hegemónico “occidental”, blanco, burgués, patriarcal, homofóbico, racista, xenófobo, totalitario.
Un aspecto central de nuestra búsqueda, en la perspectiva de la formación política y de la educación popular, es la de promover la descolonización de nuestros paradigmas y teorías.
La conquista y colonización de América promovió la hegemonía de una cultura racista, legitimadora del saqueo de nuestros recursos naturales, de la devastación de nuestros territorios, del genocidio de nuestros pueblos, y la imposición de una visión del mundo sobre las muchas existentes en estas tierras.
Hasta la actualidad, la fractura entre las clases dominantes y los sectores populares fue profundizando una mirada agresivamente racista hacia las culturas originarias y hacia los descendientes de pueblos africanos. El mito de la Argentina “blanca y europea”, no sólo alimentó el desencuentro de los argentinos y argentinas respecto del resto del continente latinoamericano y caribeño. También reproduce sistemáticamente el racismo y la xenofobia, incluso al interior del movimiento popular. Estos datos de nuestra cultura son eficazmente manipulados a la hora de enfrentar a clases medias y piqueteros, al barrio y a la villa, a trabajadores ocupados y desocupados. Enfrentamiento que se prolonga hoy en el pánico que algunas franjas de las clases medias, e incluso de los trabajadores y de los intelectuales considerados progresistas sienten hacia la “Argentina plebeya”, que periódicamente irrumpe en la escena política y social, alterando las relaciones de fuerzas, desafiando las nociones de identidad forjadas en los períodos de aparente “calma social”, y escandalizando al sentido común construido por la cultura europeizante que promueve la segregación y el ocultamiento de las mayorías.
La cultura de la conquista dejó su huella en la subjetividad popular, instalando algunos núcleos ideológicos que fueron resignificados por las sucesivas dictaduras, y en la última etapa, por la “modernización” realizada bajo el nombre del neoliberalismo, que se sustentó en un nuevo genocidio -la dictadura del 76-83-, y en el despojo de los hombres y mujeres, tanto de la tierra como de las conquistas logradas en las luchas obreras y populares del siglo XX. Entre los núcleos ideológicos que con mayor fuerza golpean a los movimientos de resistencia, profundizados por el impacto del neoliberalismo, se encuentran: la cultura de la sobrevivencia, la cultura de la impunidad, la cultura de la exclusión. Algunos de los rasgos resultantes de estas “culturas” superpuestas son el pragmatismo, el adaptacionismo, la desesperación, el cortoplacismo, el inmediatismo y la corrupción.
En esta dirección, un tema que me interesaría plantear es el del reconocimiento de la historicidad de los procesos sociales y de los movimientos populares, de manera de cuestionar la división tajante que se intenta realizar muchas veces entre movimientos nuevos y viejos, proponiendo entonces que analicemos qué y cuánto de nuevo hay en los llamados nuevos movimientos, y qué y cuánto de viejo contienen; discutiendo esta categorización que inmediatamente entiende lo nuevo como mejor que lo viejo, tema a analizar, cuando verificamos que uno de los movimientos que tienen fuerte impacto en el desafío a la cultura hegemónica del neoliberalismo y a las relaciones de poder que establecen son por ejemplo los pueblos originarios.
Pensar a estos movimientos como nuevos movimientos sociales resulta una falacia que tal vez parta del criterio de que lo nuevo se constituye cuando el intelectual lo nombra, y no en el tiempo en que se producen las resistencias concretas y las acciones que los pueblos van realizando en el camino de su constitución como sujetos históricos.
Esto me lleva a otro tema: la necesidad de repensar colectivamente la experiencia histórica de nuestro país, de nuestro continente y del mundo, como camino para 1- avanzar en la elaboración teórica, a partir de la crítica de los modelos políticos que condujeron a numerosas frustraciones, y de la indagación de nuevas posibilidades políticas, organizativas, teóricas; y 2- crear memoria colectiva de las experiencias en la que se socialicen aprendizajes, se afiancen los símbolos de rebeldía frente al poder, y se pueda aprender del camino recorrido, tanto en sus éxitos como en sus reveses. La necesidad de que esta mirada hacia el camino, se realice de la manera más sistemática posible, y en un diálogo permanente entre los protagonistas de la experiencia, que en la reflexion sobre la misma y en su práctica se van constituyendo como sujetos históricos, con los intelectuales que acompañan el andar del movimiento, no como observadores o jueces, sino como compañeros de militancia. Las batallas emancipatorias, la posibilidad de crear nuevos sentidos a partir de nuestras prácticas, la formación de identidades que conjugan la historia con el proyecto, la rebeldía con la estrategia, nacen de las experiencias sociales de quienes siendo conscientes de su opresión, van buscando e intentando maneras diversas de luchar que apuntan a su supresión.
La constitución de los movimientos en lucha como sujetos históricos, implica una ardua batalla por transformar la cultura de la desesperanza en pedagogía de la esperanza, la desesperación en proyecto, el escepticismo en pasión transformadora, la cultura de sobrevivencia en la invención de nuevas modalidades de trabajo no enajenantes. Significa relacionar las transformaciones sociales a las que aspiramos, con el cambio de las relaciones en nuestros propios movimientos, incluso en las relaciones interpersonales; terminando con las disociaciones entre la esfera de lo público y de lo privado, que conducen a la incoherencia entre un discurso que proclama la solidaridad, y prácticas cotidianas que reproducen el autoritarismo, el egoísmo, el verticalismo, el sectarismo; entre un mundo público hegemónicamente masculino, y un mundo privado sostenido por las mujeres; entre un mundo público en el que no es posible verificar un cambio en las relaciones sociales que intentamos producir, porque en él se potencian viejas y nuevas modalidades de dominar, discriminar, y oprimir; ejerciéndose de manera despótica relaciones de poder autoritarias, en la administración de los frutos de la exclusión.
Otro tema a pensar, es la relación entre la dimensión de la vida cotidiana, y las perspectiva local, nacional e internacional de nuestras batallas, modificando la costumbre de concebir a las emancipaciones como un lugar de llegada futura, y no como camino. Si de lo que se trata es de cambiar las relaciones sociales de opresión por relaciones sociales fundadas en la cooperación y la solidaridad, en la libertad, en el placer; es necesario y posible que empecemos a ejercer experiencias que nos permitan fortalecer la subjetividad y creer en la viabilidad de esos cambios, asumiendo al mismo tiempo –y en experiencias concretas de intercambio, solidaridad y acción común- la dimensión mundial de los mismos. Anclando la batalla cultural en la transformación de la vida cotidiana, es imprescindible experimentar la dimensión internacionalista de las batallas emancipatorias, lo que permite que las batallas angustiantes por sobrevivir no ahoguen en la impotencia de las dificultades cotidianas a los movimientos, y que se puedan superar mejor las dificultades que surgen de la desfavorable relación de fuerzas. Esto al mismo tiempo, es parte de abonar la convicción de que es necesario terminar con todas las opresiones en escala universal.
En esta dirección, el sistemático cuestionamiento a las relaciones de género opresivas, es parte de la batalla necesaria de librar por los movimientos populares, que permita deconstruir las diversas formas de dominación que reproducen al sistema, incluso en las prácticas de nuestros movimientos. Esto es un aporte a la creación de una nueva subjetividad, y también al enriquecimiento de las teorías emancipatorias, sobre la base de prácticas sociales que al realizarse, van acumulando conciencia crítica sobre las formas de ejercer el poder del capitalismo patriarcal.
El manejo del saber como factor de poder se ha vuelto cada vez más evidente para los movimientos que luchan contra la exclusión, también en este campo, y que se han visto precisados de recurrir a saberes populares y a conocimientos ancestrales, para asegurar su sobrevivencia. Al mismo tiempo, estos saberes intentan ser apropiados por el poder, a través de diferentes mecanismos, patentes, investigaciones, etc. Se vuelve necesario establecer una clara alianza entre los intelectuales que trabajan en los diversos campos del conocimiento y los movimientos populares, para elaborar estrategias que permitan recuperar conocimientos existentes, y que los nuevos saberes sean puestos al servicio de las resistencias.
Un eje de los debates emancipatorios, sigue siendo el de la autonomía. Hablamos aquí de autonomía no como un estado a alcanzar en el futuro nuestro, sino como un proyecto a crear en este presente, que apunta a la superación de las situaciones de dependencia, de alienación, a la construcción de espacios propios en dónde se recobra la identidad histórico-cultural. Si entendemos la batalla por la autonomía no desde una lógica estrictamente economicista, sino como un modelo cultural de acción política, los avatares que los movimientos sufren en las políticas ligadas a la sobrevivencia, deben ser considerados como límites pero no como obstáculos insalvables en la generación de nuevas formas de relaciones sociales y en la creación de una nueva subjetividad, no alienada ni alienante.
Es fundamental en este sentido, todos los esfuerzos que se están desarrollando de debate de los modelos de autonomía, de análisis de sus logros y dificultades, de sistematización de prácticas, y de formación de nuevos valores que permitan que quienes sean parte del movimiento no se encuentren en él sólo por la respuesta material a las urgencias cotidianas, sino porque hallan también una manera de reintegrar su identidad, de ser parte de un proyecto, de sentir que su mundo privado es parte de un mundo social solidario, en el que sus pensamientos, sentimientos y acciones, no sólo son respetados y valorados, sino que son necesarios para dar oportunidad a la transformación social duradera.
Es por ello que cobran especial importancia las prácticas políticas concretas con que se constituyen los movimientos. El espacio real que hay en las mismas para que quienes los integran desarrollen, al tiempo que proyectos productivos o acciones de resistencia, diversas actividades tendientes a la formación colectiva de una nueva concepción del mundo.
Las prácticas de autonomía parten de los valores y creencias de la comunidad, como principal componente ético en la determinación de los proyectos y acciones. Tal decisión implica elegir un camino “más largo”, que el que supone una forma de dirección vertical sobre una masa de “necesitados”, que llegan al movimiento por el plan, y allí reciben “la luz” de una conducción que ha predeterminado estrategias, tácticas, y las acciones cotidianas. Este camino “más largo”, parece ser, sin embargo, el único posible a recorrer si lo que se busca es la emancipación
Señalaba el educador popular uruguayo José Luis Rebellato, que “la autonomía no es un dato de la realidad, como tampoco lo es el protagonismo del sujeto y su ejercicio de la iniciativa en las decisiones. En los hechos, somos constituidos como objetos por la sociedad y por las relaciones sociales que predominan en ellas… La imposición de una lógica exterior al sujeto, lo convierte en objeto. El verdadero sujeto pasa a ser el partido o la dirección sindical. Toda decisión que no emane del propio sujeto, lo aliena.”
La posibilidad de ejercicio de la autonomía, es condición para la constitución de sujetos históricos, protagonistas de las batallas emancipatorias. Es por ello que todas las prácticas de dominación intentan cercenar esta dimensión de las organizaciones populares, intentando medrar para ello con la cultura de la desesperación, que emerge de las condiciones de sobrevivencia. “Los modelos de beneficencia señala Rebellato no hacen más que prolongar esta situación de objetos, sólo que legitimada bajo la afirmación de que es bueno para nosotros que sigamos siendo así, que la gente no tiene otra alternativa y posibilidad”
Es una batalla cultural de dimensiones gigantescas. Esto requiere ser más conscientes de la dimensión histórica de la subjetividad en la lucha liberadora, que abarca no sólo la creación de lazos solidarios imprescindibles para la constitución de un bloque histórico, sino también la forja de una identidad de resistencia que favorezca el reconocimiento de quienes sufren la opresión en diversas formas, no sólo las que se originan en la explotación económica, sino también las diversas maneras con que se ejerce la dominación. Es imprescindible que la batalla por la creación de una conciencia nueva sea acompañada por una apertura a nuevos sentimientos, a nuevas sensibilidades, que posibiliten superar las rigideces que la cultura de la dominación introyectó en el saber popular e incluso en las organizaciones revolucionarias.
En la búsqueda de respuestas que aporten al desarrollo de una política emancipatoria, se plantea también el debate sobre qué tipo de organizaciones estamos creando. ¿Pensamos el desafío al poder y a la hegemonía capitalista y patriarcal, desde organizaciones o movimientos que reproducen o confrontan en su misma lógica a las políticas de Estado, definiéndose desde el apoyo o la oposición a las mismas?
Si las opciones políticas se achican al punto de reducirse a apoyar a gobiernos o a oponerse, sin creación de un concepto propio de política, de poder, de proyecto, no sería extraño que se reprodujera en estas organizaciones, las lógicas del poder que se creen combatir: autoritarismo, jerarquías, hegemonismo, clientelismo, verticalismo, machismo, homofobia, hipocresía, doble moral, individualismo, marginación de la crítica, pragmatismo, cortoplacismo, sustitución del diálogo por la orden, de la consulta por la voz de mando, de la solidaridad por la competencia. Por este camino, estas organizaciones o movimientos se vuelven tan espejo del Estado, que no resulta compleja su cooptación, su integración, su manipulación; y si esto no es posible, su fragmentación y disolución.
Creo que en los movimientos populares que se están desarrollando en la Argentina, ha habido aprendizajes que permiten pensar la superación de estos límites. Se van sorteando dicotomías establecidas con rigidez entre lo social y lo político, se va imaginando la posibilidad de crear momentos de unidad en un campo fragmentado y marcado por la diversidad, se va proponiendo modelos organizativos que parten de la organización de los excluidos, pero que no se agotan en la esfera de dar respuesta a la sobrevivencia. Se generan experiencias de poder popular, limitadas en el espacio o en el tiempo, pero que permiten acumular fuerzas, capacidad de desafío, iniciativa, protagonismo, ejercicio de la autonomía.
Frente a estos aprendizajes, el poder reacciona, manipulando y comprando conciencias, y avanzando en las políticas de militarización, judicialización de la protesta, combinado con políticas de contrainsurgencia en las regiones donde se encuentran mayores desafíos, y con descargas de asistencialismo para apagar los posibles incendios. Fue aprobada por el congreso la Ley Antiterrorista, vuelve a discutirse la posibilidad de dar inmunidad a las tropas extranjeras, para garantizar la presencia de Bush en la cumbre de Mar del Plata. Se continúa con la entrega de los bienes naturales fundamentales.
En este contexto, vale la pena pensar en una agenda de debates que nos permita pensar en ejes de acción común, que articulen nuestros esfuerzos hoy fragmentados en el terreno de la resistencia, pero que nos permitan también volver a pensar juntos en las posibilidades y dificultades del camino común. En esta dirección, creo que necesitamos conocer mejor las políticas del imperialismo, las modalidades con las que se ejerce la dominación, de manera de actuar cada vez más concretamente en el terreno de la denuncia o de la obstaculización de las políticas de saqueo de nuestros bienes o de militarización del pais.
La batalla cultural imprescindible para subvertir el sentido común y crear nuevos sentidos implica una práctica pedagógica. Éste es el espacio de la educación popular, a la que seguimos considerando como una pedagogía de los oprimidos y oprimidas, como una pedagogía de la resistencia y de las emancipaciones, que concibe a la esperanza como una necesidad ontológica, y que se reconstruye cotidianamente en la invención de los nuevos mundos posibles.
Entendemos a la educación popular, como acción cultural por la libertad. Como una pedagogía del conflicto y no del “orden”, del diálogo de saberes y no del pensamiento único, de la pregunta y no de las respuestas repetidas, de lo grupal y colectivo, frente a las prácticas y teorías pedagógicas que reproducen el individualismo y la competencia, de la democracia y no del autoritarismo. Es una pedagogía de la libertad, frente a las que refuerzan la alienación. Es una pedagogía que hace del acto de enseñar y aprender, una de las tantas maneras de comprender y transformar el mundo. Es una pedagogía del placer, frente a las que escinden el deseo de la razón. Es una pedagogía de la sensibilidad, de la ternura, frente a las que enseñan la agresividad y la ley del más fuerte, como camino para la integración en el capitalismo salvaje. Es una pedagogía del ejemplo, que hace de la relación teoría-práctica una base ontológica fundamental, afirmada en la vida cotidiana y en las resistencias de los pueblos. Es en esa perspectiva, una pedagogía anticapitalista, antiimperialista, libertaria, socialista.