FEMICIDIOS E INFANTICIDIOS: ESTADO NEGLIGENTE, SOCIEDAD TOLERANTE, IMPUNIDAD GALOPANTE

FEMICIDIOS E INFANTICIDIOS:
ESTADO NEGLIGENTE, SOCIEDAD TOLERANTE, IMPUNIDAD GALOPANTE
El Instituto de Estudios de la Mujer “Norma Virginia Guirola de Herrera” CEMUJER, se pronuncia
enérgicamente:
1. Denuncia una vez más ante la opinión pública nacional e internacional la permanente y cada vez más creciente ola de violencia contra mujeres, niñas, niños y adolescentes sin que el Estado salvadoreño tenga una respuesta clara, efectiva, contundente e integral en la prevención y combate así como en la
protección, restitución de derechos y garantía de no repetición de la violencia, para las mujeres, niñez y adolescencia víctima y sobreviviente.
2. Cada 3 horas una violación, cada 10 horas una mujer asesinada aunque sus cuerpos no sean encontrados inmediatamente, mujeres, niñas, niños y adolescentes desaparecidos, cementerios clandestinos, acoso sexual, formas contemporáneas de esclavitud, torturas, tratos crueles e inhumanos, impunidad y tráfico
de influencias.
3. No basta con discursos y mini campañas coyunturales, cuando no hay una visión estratégica, integral y sistémica que oriente coordinadamente la respuesta del Estado, cuando de manera sistemática no se quieren escuchar los cuestionamientos y las propuestas de instituciones serias y consistentes.
4. CEMUJER señala esta actuación negligente del Estado salvadoreño, la alta tolerancia de la violencia contra mujeres, niñez y adolescencia por parte de la sociedad y la ahora imperceptible voz de organizaciones de la sociedad, de derechos humanos de las mujeres y niñez, de organizaciones feministas, que ha perdido su fuerza en la denuncia pública, persistente y demandante ante esta que más que ola es un tsunami horrendo de violencia e impunidad contra las mujeres, niñas, niños y adolescentes.
5. El Estado salvadoreño se encuentra en un permanente incumplimiento efectivo de instrumentos internacionales de derechos de las mujeres y niñez ratificadas desde hace más de dos décadas y de la normativa nacional correspondiente, constituyéndose ello en una deuda aún pendiente, mientras El Salvador sigue encabezando las listas de los países con más Femicidios en el mundo.
6. Los esfuerzos diversos que realizamos entidades no gubernamentales y entidades gubernamentales están ahí y los reconocemos, pero también debemos reconocer su escaso impacto en el efectivo cumplimiento de los derechos humanos mientras no haya una Estrategia Nacional coordinada.
7. Es impostergable encontrar el rumbo, alejado de la prepotencia, la adulación y el fanatismo, reconocer de una vez por todas la realidad y desistir de los espejismos distorsionadores y manipuladores que lo único que logran es el impulso de decisiones erráticas e invisibilizadoras,
8. En este esfuerzo, el silencio y la tibieza condescendiente y justificadora no tienen cabida, así como tampoco lo tienen la indiferencia y tolerancia hacia la violencia.
9. CEMUJER hace un llamado urgente al Sistema de Naciones Unidas en El Salvador, al Cuerpo Diplomático acreditado en el país, a las instancias internacionales de Derechos Humanos, a Amnistía Internacional, a la opinión pública nacional e internacional, y Demanda que el Estado salvadoreño:
a. Asuma públicamente la necesidad de corregir el rumbo.
b. Convoque a la brevedad a su gabinete.
c. Declare estado de emergencia en cuanto a la violencia contra mujeres, niñez y adolescencia.
d. Escuche y retome las diversas propuestas las distintas organizaciones así como las que CEMUJER ha planteado reiteradamente como la estructuración de una Unidad Especializada de Investigación de Femicidios articulada entre Fiscalía, Policía y Medicina Legal, la implementación de un Sistema de Alerta Temprana en la detección de potenciales Femicidios que incluye el abordaje de TODO acto de violencia de pareja, intrafamiliar y sexual como un potencial Feminicidio.
e. Estructure una estrategia de organización comunitaria para enfrentar la violencia contra mujeres,
niñez y adolescencia.
f. Establezca los mecanismos y disponga de los recursos necesarios para responder de forma clara, efectiva, contundente e integral en la prevención y combate así como en la protección, restitución de derechos y garantía de no repetición de la violencia para las mujeres, niñez y adolescencia víctima y sobreviviente.

NO MÁS IMPUNIDAD, SÚMATE AL ESFUERZO

CEMUJER, Casa Morada de la Mujer, San Salvador, El Salvador, 24 de Marzo de 2014.

Llamamiento del Movimiento Nuevo País

No. 8 LLAMAMIENTO DEL MOVIMIENTO NUEVO PAÍS Marzo 2014

El 9 de marzo recién pasado, los dos partidos contendientes ARENA y el FMLN fueron sorprendidos por la votación realizada, durante la segunda campaña electoral, la derecha como clase dominante asumió la dirección los contenidos, el financiamiento y el rumbo de la campaña y Arena, como instrumento, salió del área de las
decisiones por eso pudimos apreciar a toda la clase dominante, en sus distintos segmentos y fracciones, actuando como partido político: Cambiaron sustituyeron la seguridad nacional por el tema Venezuela, sembraron el miedo en el corazón de los más pobres y en sectores de la pequeña burguesía, organizaron el traslado de los votantes y aseguraron que la derecha acudiera a votar el día de la votación, amenazaron y presionaron a sus trabajadores.

El partido FMLN no alcanzó a prever el rumbo de los acontecimientos ni a entender lo que ocurrió y los resultados demostraron que durante este años de gobierno del FMLN no ha sido construido ningún pensamiento alternativo al de la derecha, ningún proyecto y ningún camino ni ruta esencialmente diferente al de la vieja oligarquía tradicional.

Cualquiera que capture el gobierno será un gobierno débil y partirá, eso sí, de la derrota filosófica e ideológica de la derecha clasista porque aunque esta derecha gano esta campaña electoral no le alcanzaron los números para capturar el Ejecutivo pese a su campaña total que eclipso la campaña eficiente, costosa y técnica que el partido FMLN hizo en la primera vuelta. Estamos ante una gran derrota de grandes dimensiones, de la oligarquía tradicional que abre el camino para las luchas populares venideras.

Entre los dos partidos contendientes no hay diferencias filosóficas, políticas y programáticas de relevante importancia y por eso el pueblo no tiene más camino que asegurar y defender sus propias reivindicaciones e intereses, construir su propio movimiento político independiente de todo partido político, alinear los intereses de
país con los intereses de las mayorías populares y prepararse para una movilización y formación necesarias para defender la vida individual y social amenazadas.

Se trata de defender los intereses de los pensionados, de los trabajadores del Estado y privados, de la construcción de un nuevo Estado, de la organización de una nueva democracia de defender la vida del Río Lempa, de recuperar la agricultura, de garantizar la soberanía y seguridad alimentaria, de salvar al bosque cafetero, de construir una nueva relación con América Latina, con Estados Unidos y con el mundo, de lograr una nueva relación con la naturaleza.

En definitiva se trata de construir un nuevo país y una nueva República donde quepamos todos con una economía que de comida, dignidad, educación y agua a los seres humanos, por eso el pueblo organizado ha de asegurar estas y otras exigencias.

Apoyamos toda iniciativa encaminada al logro de acuerdos políticos entre sectores ideológicamente diferentes pero políticamente concertados, rechazamos los acuerdos de cúpulas partidarias o de cúpulas empresariales que desconozcan y sepulten los intereses de la mayoría por mucho que se llamen acuerdos de nación o democracia
pero que marginen los intereses de los que solo tienen su fuerza de trabajo.

Llamamos al pueblo a expresarse, a movilizarse y a organizarse porque el momento de la patria y la crisis histórica del país requieren determinántemente que el pueblo haga política, aprenda a identificar sus intereses y luche por ellos, esta es la clave para que nuestro país pueda ser salvado.
¡LUCHAMOS POR NUEVO PAIS!

Sobre la historia del Partido Revolucionario de los Trabajadores Centroamericanos

Sobre la historia del Partido Revolucionario de los Trabajadores Centroamericanos

Nidia Díaz: La creación del Partido Revolucionario de los Trabajadores Centroamericanos debe contextualizarse en un período dictatorial de represión, de violación de las libertades y los derechos políticos, y de surgimiento del movimiento guerrillero salvadoreño, que abarca desde 1969 hasta 1975. Fue un período de construcción de las fuerzas revolucionarias político‑militares, que también se caracterizó por la dispersión ideológica, política y organizativa, luego que en 1969 se produce la ruptura del Partido Comunista de El Salvador que da origen a las Fuerzas Populares de Liberación Farabundo Martí y, casi simultáneamente, aparece que se conoció como «El Grupo», que fue prácticamente el germen del Ejército Revolucionario del Pueblo‑Resistencia Nacional, formado por jóvenes que venían de las filas comunistas, en particular, por jóvenes que habíamos trabajado en sectores cristianos y estudiantiles.

Somos producto del legado histórico de nuestros libertadores, de la influencia de la conciencia revolucionaria de otros pueblos y también de nuestro propio proceso de lucha. Recordemos que Francisco Morazán crea la República Federal de Centroamérica en 1824 y que Farabundo Martí funda el Partido Comunista Centroamericano en 1925. Recordemos, además, que en 1930 surgen las primeras células revolucionarias en el país, al fundarse el Partido Comunista de El Salvador, también liderado por Farabundo Martí, nuestro conductor ideológico, cuyos valores y principios nos llevaron adoptar su nombre para nuestro partido, Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional y el desarrollo el centroamericanismo. Esos años de lucha del PCS fueron la antesala de nuestra conciencia revolucionaria. Es preciso reconocer su papel en la historia

La vertiente de la que surge El Grupo es expresión de los primeros esfuerzos unitarios del movimiento político‑militar salvadoreño, aunque en el momento inicial la relación entre ellos fuese federativa, es decir, que estaba formada por varios núcleos y sus respectivas redes de células. Entre los fundadores de esta vertiente se encontraban Cáceres Prendes, Leonel Lemus Arévalo, Eduardo Sancho, Francisco Jovel, Adán Díaz Salazar, Eduardo Rico y Chino Cibrián. El Grupo se descoordinada a raíz de acciones fallidas y de un accidente explosivo. Una vez superados esos problemas, esta articulación entre núcleos guerrilleros se transforma en el Ejército Revolucionario del Pueblo y la Resistencia Nacional (ERP‑RN). En este momento, a los núcleos iniciales se suman otros dirigentes como Rafael Arce Zablah, Virginia Peña, Francisco Montes, Alfonso Hernández, Humberto Mendoza y Joaquín Morales Chávez. La mayoría de los compañeros que dirigían este esfuerzo opinaban que el fusil era lo determinante para el desarrollo de la lucha en El Salvador, es decir que la lucha armada estaba por encima de la lucha política, lo cual generó una polémica porque la Resistencia Nacional era el conducto de la lucha política con el pueblo, era un destacamento de cuadros políticos que discrepan del enfoque militarista.

El ERP se da a conocer mediante una acción de propaganda armada realizada el 2 de marzo de 1972, consistente en la recuperación de fusiles. Esa operación se iba a realizar en dos lugares: uno iba a ser en el Hospital Rosales y el otro en el de Maternidad. La operación exitosa fue la del Hospital Rosales, donde se dejaron escritas las siglas ERP. Ese día se conmemora la aparición pública de esa organización pero en realidad el proceso de formación de los primeros grupos guerrilleros ocurre entre 1969 y 1972. Por ejemplo, estaba el grupo de Francisco Jovel, integrado también por Alfonso Hernández y Francisco Montes. Este último fue quien me reclutó a mí en el año 1971, con el planteamiento de que la estrategia era político-militar y que los tipos de lucha debían de ser político, militar e ideológico, todos articulados entre sí, con una visión de acumulación de las fuerzas del pueblo, en un gran ejército político de masas que iba a ser el agua donde iba a nadar el pez, que era nuestro ejército, dentro del cual había que construir un partido.

Como el ERP, en su estrategia y su táctica revolucionarias, combinaba todos los tipos y formas de luchas, cuidamos urnas de la Unión Nacional Opositora en las elecciones de febrero de 1972, en representación de la Unión Democrática Nacional. Yo fui secretaria de una Junta Electoral y sufrí en carne propia que la dictadura militar me golpeara y que me quitaran la urna. En esas elecciones hubo un gran fraude electoral, que impuso en la presidencia al coronel Arturo Armando Molina, quien un mes después intervino la Universidad Nacional de El Salvador y eso provocó que otra oleada de revolucionarios ingresara a la guerrilla. En esos momentos yo estaba dedicada a las actividades político-ideológicas, a la formación militar de los compañeros que ingresaban a la organización y a los vínculos con sectores sociales, pero nuestros colectivos eran aun dirigidos por la estructura militar.

En el ERP se desata una lucha ideológica y política en contra de la línea militarista que culminó en 1973 con el fraccionamiento de esa organización. Esta lucha fue principalmente sobre dos puntos: primero, nuestra insistencia en que se debía construir un Partido de la Revolución, marxista‑leninista; segundo, que nosotros defendíamos que había que combinar todas las formas de lucha, pero que la lucha política es la que rige el resto de luchas, es decir, que el fusil se somete a la política y no al revés, porque para nosotros la lucha armada era la continuidad de la lucha política.

La ruptura la desencadena la evaluación de los resultados de una acción militar contrala Guardia Nacionalrealizada en Cuscatancingo en una zona en la cual se estaba construyendo una organización social. Aquella acción, decidida por la dirección del ERP, desató una represión que afectó a los habitantes del lugar, quienes estaban trabajando en la formación del frente de masas de la propia organización. El rechazo de la dirección del ERP a aceptar que la lucha político‑social también contara con un espacio propio dentro de la organización es lo que provoca nuestra separación y la de otros tres núcleos con sus respectivas redes de células. En mi célula participaban Luis Adalberto Díaz, Mercedes Turcios y Carlos Asencio. Entre los liderazgos de esos otros núcleos resaltaban Fabio Castillo, Manuel Federico Castillo, Roberto Galeano y Alicia de Galeano.

Después de ese esfuerzo unitario fallido, entre 1973 y 1974, nos dedicamos a construir la Organización Revolucionaria de los Trabajadores (ORT). Ese último año hicimos actividades de recuperación de fondos, reestructuramos nuestros colectivos y emprendimos, junto a la Resistencia Nacional, el proyecto de crear un frente revolucionario de las masas, en este caso el Frente de Acción Popular Unificado (FAPU), con dirigentes de los sectores magisterial, campesino y religioso, entre los se destacaban Mario López, José Acosta, Margarita Villafranco y los padres Alas. La influencia de la Educación Popular de Paulo Freire y de la Teología de la Liberación es lo que explica, entre otros aspectos, el surgimiento de muchos núcleos guerrilleros en Suchitoto y San Vicente, donde sectores de la población, en particular, los campesinos, adquieren conciencia y adoptan la decisión de organizarse, no solo para luchar por su sector, sino también por la liberación nacional. Este es un momento en el que se dan las condiciones sociales, políticas y sicológicas para el encuentro de un amplio sector campesino con las organizaciones guerrilleras marxistas-leninistas.

En los años 1974-1975 se da otra lucha ideológica en el seno de la ORT, sobre si, desde el inicio, el carácter de nuestra lucha seria regional, es decir centroamericanista, o si seria nacional. La mayoría estábamos convencidos de que debía ser regional, de que no podría crearse una situación revolucionaria en un solo país, aisladamente. Pensábamos que era necesario tener en cuenta, por un lado, el apoyo solidario de los países vecinos y, por el otro lado, trabajar en la construcción de una retaguardia en ellos una retaguardia de la lucha revolucionaria. Partíamos que los pueblos centroamericanos teníamos un enemigo común, el imperialismo norteamericano, y de que el desarrollo económico y social, se lograría si nos uníamos. Ese era el sueño de Francisco Morazán y de Farabundo Martí, quien fue a pelear a Nicaragua con Augusto C. Sandino. Todo eso es válido, pero, además, nosotros teníamos la visión de que la formación económico‑social también era casi igual en toda la región, lo cual la vida nos demostró que era un error, pues el origen y desarrollo del capitalismo es desigual. Con ello se relaciona otro error en que incurrimos: no tener en cuenta el desarrollo desigual de la lucha de clases. No obstante, en aquel momento prevaleció ese enfoque y la mayoría de nosotros dijimos: Bueno, vamos a consolidar desde un principio una organización centroamericana que, aunque tenga diferencias en cuanto a profundización de la lucha, vamos a tener que impulsar todos estos factores, de propaganda, de organización regional, para que sea exitosa la lucha en donde esté el eslabón más débil, y decidimos crear un partido centroamericano. Hubo otro sector de la ORT, que, por cierto, se quedó con el nombre, que se alió con la Resistencia Nacional y se fundió con ella. Eso fue a principios de 1975.

La ruptura entre el sector de la ORT que se fundiría con la RN y el que funda el PRTC se expresa, durante todo 1975, en la construcción de las fuerzas sociales, de las fuerzas populares. En una asamblea celebrada en abril de 1975, se da una discusión sobre si el FAPU iba a ser un frente de una tendencia o de varias tendencias, es decir, si iba a ser un frente de solo de la RN o si también iba a participar el núcleo que iba a formar el PRTC, pero como el sector de la ORT que rompió con nosotros se fundió con la RN, ya nosotros no cabíamos ahí. Entonces, quienes estábamos en proceso de fundar el PRTC tomamos la decisión de no participar en el FAPU y nos fuimos, con todos los vínculos que teníamos en el movimiento popular, a construir la Liga para la Liberación, que se funda en mayo de 1975 como una organización multisectorial de obreros, campesinos, estudiantes y maestros.

El planteamiento estratégico y político de la Liga era muy interesante porque era una organización que combinaba todas las formas de lucha, que se estaba construyendo en esa etapa de la dictadura y que también formaba parte de la lucha por la liberación, a tal punto fue que entramos en contacto con un grupo de sacerdotes jesuitas que luego ingresaron a las FPL. Se incorporaron a las FPL porque en el seno de nosotros se dio una discusión sobre la relación entre marxismo y cristianismo, en la cual prevaleció la idea de que no eran compatibles. Esa no era la posición de quienes veníamos del sector cristiano, de las filas de la Teología de la Liberación, y que habíamos asumido también el marxismo, pero predominó otro criterio. Así es como los compañeros jesuitas entran en las FPL y forman una organización revolucionaria de estudiantes en la Universidad Centroamericana.

Durante 1975 nos desplazamos por todo Centroamérica para organizar el congreso de fundación del PRTC. Primero hubo plenarias locales por zona. La zona 0 era México; la zona 1, Belice; la zona 2, Guatemala; la zona 3, El Salvador; la zona 4, Honduras; la zona 5, Nicaragua; la zona 6, Costa Rica; la zona 7, Panamá; y la zona 0.1, los Estados Unidos. Esa fue nuestra estructura. Cada zona tenía una pequeña dirección. Donde más desarrollo organizativo había era en El Salvador, Honduras y Costa Rica. En Nicaragua no logramos formar un colectivo de dirección. Eso es lógico porque el Frente Sandinista de Liberación Nacional tenía un gran desarrollo y no veíamos forma alguna de hacer un planteamiento alternativo. En El Salvador, formamos la dirección de la zona en 1975. El encargado era Mario López, quien llamábamos comandante Venancio Salvatierra. En esa zona estaba también Francisco Jovel, pero él se movía más en toda la región y estaba más ligado a Costa Rica.

La plenaria del congreso de fundación del PRTC se desarrolla en Costa Rica entre noviembre de 1975 y enero de 1976. Allí definimos la estrategia y la táctica, aprobamos los Estatutos, elegimos los organismos de dirección regional y ratificamos los organismos de dirección local, nacional. Elegimos como secretario general a Fabio Castillo y como comisario organizativo a Francisco Jovel. Ratificamos a Mario López como encargado de la zona de El Salvador y a Manuel Federico Castillo como responsable de la Liga para la Liberación. Yo quede como miembro de la Dirección Nacional de El Salvador y a cargo del sector campesino.

El nombre del partido fue ampliamente debatido. Algunos pensábamos que Partido de los Trabajadores Centroamericanos era suficiente para dejar establecido el carácter de la lucha y la identidad con los trabajadores pero en la votación triunfó la propuesta de llamarlo Partido Revolucionario de los Trabajadores Centroamericanos. Por el carácter centroamericano de nuestra lucha y por el nombre del partido, hubo personas que creyeron que éramos trotskistas. Nosotros éramos marxistas‑leninistas y estábamos pensando en que el nombre del partido se asemejara al de Viet Nam, que era Partido de los Trabajadores de Viet Nam.

En marzo de 1979 celebramos nuestro segundo congreso, en forma muy clandestina, en Tegucigalpa. Ahí se eligió, al hondureño, José María Reyes Mata como secretario general del PRTC. Allí evaluamos autocríticamente que la formación económico-social de Centroamérica no era idéntica y que no podía haber una sola táctica para todos los países. Comprendimos que el desarrollo de la lucha de clases y el desarrollo del proceso revolucionario era diferente en cada país. La pretendida uniformidad regional se había convertido en un obstáculo para nosotros en El Salvador, donde la lucha era más aguda, pero para realizar una acción armada o de propaganda armada en El Salvador, la decisión había que tomarla en Costa Rica. Había compañeros como Reyes Mata, quien fue nombrado Comisario Militar en 1975, que tenían ideas espectaculares. Por ejemplo, montamos varios operativos de recuperación en los que se capturaba a alguien en un país y se liberaba en otro, para que la propaganda armada fuera simultánea. La idea era que el día que aparecieran las letras del PRTC en El Salvador, también tenían aparecer en los demás países. Pero, el desarrollo organizativo era desigual y también lo eran la capacitación y la preparación de la guerrilla. En El Salvador estábamos enfrentados a la lucha diaria y no podíamos esperar por los otros. Eso nos fue creando una situación muy engorrosa porque nos acusaban de irrespetar las líneas, pero tampoco podíamos quedarnos cruzados de brazos. Eso se resolvió dándonos independencia táctica por acuerdo del congreso, sabiendo diferenciar que había elementos comunes en una estrategia para enfrentar el imperio, pero que debíamos construir estrategias locales y tener independencia táctica.

Washington y el FMLN: aprender a bailar

Washington y el FMLN: aprender a bailar

Por Héctor Silva Ávalos
Publicado el 19 de Marzo de 2014

Nadie duda ya aquí que Salvador Sánchez Cerén es el presidente electo de El Salvador y que el FMLN, que no tendrá que leerse ya a través del caleidoscopio Funes, hará gobierno con más propios que extraños. Nadie duda aquí que habrá que bailar con esa pareja en Centro América: la fragilidad de Honduras, la relación tensa con Otto Pérez en Guatemala y la silenciosa resignación ante la Nicaragua de Ortega, a los que se suman la creciente influencia de las comunidades salvadoreñas en Estados Unidos y asuntos estratégicos para Washington que seguirán pasando por El Salvador, como la interdicción de drogas a través del radar instalado en Comalapa, marcan ritmos que Washington no parece querer obviar. Y aunque la influencia de Caracas parece haber entrado al más complicado de sus capítulos tras los despropósitos del regimen venezolano, la sombra de China en la región es, también, un asunto a tratar por la comunidad estadounidense de política exterior.

Pero a Washington no le gusta bailar con la izquierda salvadoreña. Aun hoy, años después de las guerras de los 80. Viejos prejuicios ideológicos, la inercia que provoca haber tenido por aliada a la derecha criolla durante décadas y una agridulce relación con la administración de Mauricio Funes, han dejado al establishment político estadounidense los funcionarios de Obama y asistentes del Congreso que lidian con América Latina con pocas ideas sobre cómo relacionarse con el futuro gobierno de Salvador Sánchez Cerén, el guerrillero elegido presidente del pequeño país donde en 1983 Ronald Reagan dibujó la última frontera de su guerra contrinsurgente.

A falta de ritmos conocidos y casi con la certeza que los primeros pasos en la pista serán en seco, sin música, Washington empieza a preguntar con ansias sobre las posibles características del nuevo gobierno.

Del presidente electo la CIA y el Departamento de Defensa guardan viejos memos que lo perfilan como uno de los cinco comandantes del FMLN, heredero de las FPL de Marcial y Ana María. Dicen algunos de esos informes que Sánchez Cerén, el comandante Leonel González, es un hombre parco, cuyo liderazgo, sin haber sido estridente, fue importante en las rondas de negociaciones previas a la firma de los Acuerdos de Paz. Otros, más a la izquierda, añaden a ese perfil de hombre más bien discreto el adjetivo honesto. Entre asistentes legislativos y burócratas menos curtidos, el nuevo presidente es, en esencia, una incógnita. De todas estas fuentes, y a falta de nexos de comunicación fluidos entre el Frente y Washington, está extrayendo sus insumos la administración Obama.

Hoy, despejados algunos lugares comunes, exacerbados por la derecha local asociada al partido republicano o al lobby cubano-americano de la Florida, como el episodio de aquella manifestación en la que Sánchez Cerén participó y en la que simpatizantes de la izquierda salvadoreña quemaron una bandera estadounidense tras los atentados del 9 de septiembre de 2011, ha empezado en las riberas del Potomac una conversación un poco menos ideológica sobre el ex comandante que gobernará El Salvador.

“Lo de la bandera es importante para mucha gente, quizá una explicación sería oportuna… Sobre el resto de cosas que se han dicho, lo de la conexión con las FARC y todo eso, se entiende perfectamente que fue un intento de la derecha de aquí por influir en la campaña electoral”, reconoce un asistente legislativo cercano al partido demócrata.

Tras varias rondas de pláticas con funcionarios estadounidenses, en el Congreso y el Departamento de Estado, y con académicos y oenegés a la que los primeros acuden en busca de pistas, quedan claras tres líneas iniciales de preguntas que hay en la ciudad sobre ese al que ya Washington se refiere como el primer gobierno real del FMLN. Se habla del signo ideológico y programático del nuevo gobierno: ¿Es Sánchez Cerén un radical? ¿Quiénes serán sus principales influencias en política económica y exterior?; sobre la seguridad pública: ¿Qué hará el nuevo gobierno con la policía? ¿qué hará el gobierno respecto a la tregua? ¿cómo se relacionará el presidente electo con el ejército?; y sobre política exterior, área en que las preguntas empiezan, casi siempre, en Caracas, aunque no necesariamente terminen ahí: ¿Si el FMLN se alinea oficialmente con ALBA, será su retórica antiestadounidense? ¿Será El Salvador un modelo parecido al de Nicaragua -en el que Daniel Ortega tiene buenas relaciones con las fuerzas productivas e incluso con Washington, a pesar de la retórica?

A las preguntas sigue, en la plática, el menú de los temas salvadoreños inmediatos sobre los que en Washington se empieza a discutir desde que, a finales de 2013, empezaba a quedar claro que el FMLN tenía buenos chances de ganar la presidencia. Son tres: la relación del gobierno del Frente con los organismos mulilaterales, el segundo compacto de la Cuenta del Milenio (el Fomilenio 2) y el futuro de la tregua entre pandillas.

Sobre la relación con los organismos multilaterales, la primera cita importante será la próxima semana en Bahía, Brasil, donde en el marco de la reunión anual de gobernadores del BID pueden, según dos analistas independientes en Washington quienes pidieron no ser citados por sus nombres por no estar autorizados a hablar en público del tema, surgir las primeras preguntas del Fondo Monetario Internacional sobre los planes fiscales del FMLN, sobre el manejo de la deuda pública, sobre futuros préstamos y, lo más importante, pistas sobre las condiciones que el FMI puede poner para avalar líneas de financiamiento del BID y el Banco Mundial. Puedes haber, ahí, pistas de cómo el FMLN se posicione respecto a las multilaterales, y a las exigencias del FMI, que pueden incluir alzas en impuestos.

Desde el Congreso, la pregunta por el tema fiscal: Una pregunta constante aquí es si el gobierno del FMLN podría recurrir a financiamientos de otros socios, como China o Venezuela, lo que, a juicio de algunos, no sería una jugada inteligente, sobre todo cuando en Estados Unidos hay temas en la mesa como el Fomilenio y el Asocio para el Crecimiento.

Cuando la conversación llega a Fomilenio 2, el segundo compacto que la directiva de MCC ya aprobó el año pasado pero cuyo financiamiento sigue pendiente en el comité de apropiaciones de hacienda del senado, el asunto se ramifica hacia la relación de Washington con Funes y hacia el mapeo inicial de los aliados con los que el gobierno de Sánchez Cerén podría contar en Capitol Hill.

Desde el Congreso se aclara, también, que Fomilenio 2 es un tema inconcluso. Primero, el Departamento de Estado pidió congelar la discusión hasta que pasaran las elecciones en El Salvador y estuviese claro quién gobernará los próximos cinco años. “No porque la decisión pudiese cambiar dependiendo del ganador, sino sobre todo porque había quedado claro que antes de la elección no se resolverían algunos temas que son fundamentales, como la ley APP (Ley de Asocios Público-Privados, pendiente de aprobación final en la Asamblea Legislativa de El Salvador)”, dice un asistente. Luego, está claro que las dudas de (el senador Patrick) Leahy siguen sin aclararse. A mediados del año pasado, Leahy, un influyente legislador de Vermont objetó verbalmente la aprobación del segundo compacto para El Salvador debido a que, según él, instituciones públicas como la PNC eran presas de la corrupción y a que el gobierno del presidente Funes no hacía suficiente para combatir el crimen organizado. La directiva de MCC puede aprobar, pero el Congreso puede congelar los fondos. Las dudas siguen…

Y está el asunto de la tregua. Ya hay, en esta ciudad, matices diferentes al rechazo inicial que la administración Obama mostró frente al pacto, cuyo símbolo más importante es hasta ahora la nominación de la MS como organización criminal transnacional y de seis de sus miembros como “objetivos” de la fuerza pública estadounidense. En la USAID y en algunas oficinas del Departamento de Estado hoy ya se habla de “aproximaciones alternativas” que pueden significar devolver el financiamiento a programas sociales en zonas con alta presencia pandilleril. Hay dos visiones, una desde State y la AID, que puede ser más flexible, y otra de las agencias policiales, que es la que tenemos hasta ahora; así las explicaciones desde Capitol Hill.

“Todo lo que sobre la policía pidió Leahy y el tema de las negociaciones por la tregua… todo eso se puede abordar y creo que habrá flexibilidad. Hay que ver ahora el tema de las símbolos, de cómo se ve al FMLN desde aquí…”, dice un asistente legislativo que conoce la conversación en torno a El Salvador.

Y está, claro, el asunto de cómo el FMLN verá a Estados Unidos en su lista de prioridades. Desde esa perspectiva en la pista de baile, la del Frente, también es claro que no ha sido Washington un compañero fácil.

Así la partitura inicial.

Viejos socios y viejos hábitos

Puede parecer un sinsentido, pero no lo es. En Washington siguen vigentes los viejos conceptos y toda la narrativa oficial creada en torno al FMLN la última vez que El Salvador ocupó un lugar prioriatirio en la agenda estadounidense de política exterior. Cuando el 27 de abril de 1983 Ronald Reagan se dirigió a una sesión conjunta del Congreso ambas cámaras presentes para decir que el apoyo al ejército salvadoreño en su lucha contra la guerrilla era una apuesta de su gobierno por “la libertad” y “la seguridad” de los Estados Unidos, creó una especie de marco teórico de la política exterior que se vio fortalecida cuando los halcones de Bush ocuparon a Venezuela y a Hugo Chávez para volver a la narrativa dual de buenos y malos.

Mucho ha llovido desde entonces, pero aun hoy, en el segundo periodo de la administración Obama y con el Departamento de Estado dirigido por John Kerry, quien en los 80 fue un crítico importante de las políticas reaganistas, esos viejos ritmos de la Guerra Fría aun se escuchan en el sonido ambiente en Washington. Son viejos hábitos, difíciles de cambiar para una burocracia como la de la política exterior en esta ciudad que tiene 30 años dominados por funcionarios que heredaron todo el discurso reaganista o, en el mejor de los casos, por clintonitas de la era de Bill Clinton a los que no les importaba ya Centro América.

Cuando Funes ganó la presidencia, se vendió en Washington como un moderado, un Lulista. Y Washington compró. Con congresistas demócratas influyentes como aliados Leahy y Kerry en el senado y Jim McGovern en la Cámara Baja y con burócratas del Departamento de Estado abiertos a rechazar la vieja partitura maniquea, Funes se anotó tantos tempraneros, como la vista de Obama a San Salvador, el Asocio para el Crecimiento (AC) y el inicio de la gestión por Fomilenio 2.

Washington, luego, presionó a Funes para que removiera a Manuel Melgar de Justicia y Seguridad Pública; el tema se convirtió en punto de honor para seguir con la pláticas en torno al AC. Funes cedió y aprovechó para sacar al FMLN de todo el gabiente de seguridad e instalar como jefe a David Munguía Payés, un militar al que la Embajada de Estados Unidos en San Salvador había llamado buen aliado antes de 2009. Golpeado porque Munguía gestó la tregua pandillera sin avisarle, Washington terminó por renegar del general, de su gestión y de varios de sus oficiales protegidos en la PNC. Ese baile entre la izquierda y Estados Unidos empezó, entonces, a sonar ríspido.

Y vino luego la desconexión de Funes de aquellos aliados naturales de la izquierda en el congreso. De McGovern se distanció luego del nombramiento de Munguía. Y con Leahy protagonizó el presidente saliente un rifi-rafe público luego que el senador señalara a su gobierno por permitir y tolerar la corrupción.

Hoy, a favor del FMLN juega que tras el holgado triunfo de la primera vuelta y de la caída en desgracia del ex presidente Francisco Flores favorito de la derecha republicana tras las revelaciones del Taiwan-Gate, Washington empezó a entender con más matices el débil estado del instrumento político de la derecha salvadoreña.

Así la música. Así la partitura. El FMLN y Washington estarán a partir del primero de junio en una pista de baile inédita para ambos.

  • El autor es investigador asociado del Centro de Estudios Latinoamericanos de American University en Washington, DC.

Carta a Mauricio Funes

Carta a Mauricio Funes
marzo 19, 2014 Voces Comentar
Publicado en: Actualidad, Contracorriente – Dagoberto Gutiérrez, Elecciones 2014, Nacionales, Política

Los cinco años de tu periodo pasaron rápido, casi volando y casi corriendo, y casi como una exhalación, será porque los tiempos son muy acelerados o porque el país requiere tantas cosas por hacer, pero tu gobierno llegó rápido y pasó rápido, las huellas son como un testimonio de que alguien o algo pasó por un lugar y en un cierto momento; en la historia las huellas tienen que ver con los pasos que alguien da y con las cosas que alguien hace o no hace, con lo que dicen o no dicen.

Dagoberto Gutiérrez

Tu gobierno es de aquellos de los que todos esperan todo o casi todo porque llegaste desde las cámaras de televisión a un lugar donde las decisiones no eran fáciles y sin tener la fuerza necesaria para tomar las decisiones necesarias.

En la historia tu gobierno no responde a una transición porque ésta requiere la derrota de un régimen político anterior y el montaje de uno nuevo y en ese proceso en el que lo antiguo no desaparece y lo nuevo no aparece es donde estalla, enmarañado, el conflicto. Tu gobierno no registra conflictos históricos y estructurales, es más bien un gobierno de transito.

He de decirte que tu decisión de controlar el aparato de Estado, junto con tus amigos y de establecer tu propio centro de decisión fue muy importante y otorgó una característica clave para tu gobierno, porque eso te permitió asegurar las decisiones convenientes y adecuadas sin que ningún aparato partidario controlara y usufructuara el aparato estatal. Estoy seguro que nos entendemos cuando afirmo que es el control del aparato del estado y su uso en la dirección que se acuerde y en la manera que se estime conveniente y al servicio de los intereses a los que se sirven, lo que determina los temblores y estremecimientos de la lucha política del país.

Hay algo fundamental en todo ese empeño y es que en todo momento vos fuiste siempre vos, y no permitiste que el cargo te subsumiera, por eso no fue el presidente el que le dio el uniforme a Mauricio Funes, sino Mauricio Funes fue el que se hizo Presidente, pero sin dejar de ser Mauricio Funes. Te repito, esto le dio a tu presidencia un cierto olor, un cierto sabor y un cierto color de alguien que sabe que los cargos son pasajeros como la vida toda y que la clave es saber que la carga viene cuando la persona descubre que hay que encargarse de la realidad y hay que hacerse cargo de ella, ambos sabemos que un cargo no supone eso de encargarse de lo que estoy hablando.

Por supuesto que navegaste en la maraña encendida del conflicto, porque siendo este un componente infaltable de la realidad, lo es más cuando se trata del poder y sobre todo, del poder político que sirve o de manera subversiva o de manera conservadora, todo depende de quién lo use y en ambos casos si se usa para transformar la vida de los seres humanos beneficiando a los más débiles hay conflictos con los más poderosos, pero cuando el poder se usa en beneficio de estos poderosos debe, tiene y puede haber conflictos con los débiles, afectados, heridos y ofendidos, sobre todo cuando estos débiles han esperado y desesperado, bajo el Sol y la noche, por una vida diferente y nueva, de modo que el conflicto tiene que ver con la circunstancia de ¿Para quién trabaja el gobierno?

Entiendo que esto lo tienes resuelto en tu cabeza, porque la gente y también el pueblo, tiene sobre esto, ideas que son cada vez más claras.

Por supuesto, querido Presidente Mauricio Funes, que aparecer peleando con las cúpulas empresariales del país era algo inusual en los estilos de gobernar y también en los métodos de someterse a los poderes, porque los presidentes se sometían sin hacer ruido, pero tu conflicto pareció romper ese conocido arroyo de imponer y de acatar los intereses más fuertes; por supuesto que todo depende de la naturaleza de los conflictos, de sus esencias mas allá de las palabras ríspidas y los discursos con llamas, aunque al público pareció gustarle esa confrontación así como pareció aprobar que el aparato de Estado no fuera apropiado por los partidos políticos.

La figura del cambio fue el anuncio y también el motor de tu ascenso al gobierno y en cierto modo tú representaste eso, el cambio, como ambos sabemos es una palabra húmeda y sinuosa que puede significar desgracia o ventura, por eso es una palabra que requiere de ingredientes precisos para convertirse en transformación; pero cómo pudiste aprender, transformar un país, requiere una cabeza subversiva, total respaldo de un pueblo ganado para las transformaciones y saber situarse, totalmente en el terreno del conflicto.

El nuevo gobierno que previsiblemente asumirá el próximo primero de junio te debe mucho, bastante, como la luz al día. Tu decidida campaña política en medio de la campaña electoral, sin ese trabajo y sin tu experiencia en la comunicación, los resultados en la primera campaña electoral no hubieran sido, probablemente, los obtenidos.

La segunda campaña es otra historia y aquí es más importante la derrota de unos que la victoria de los otros, porque el que gana con pocos votos es débil, y el que pierde con pocos votos es fuerte y esto es importante para los días y meses que están corriendo.

Te diré que el nuevo gobierno no enciende las esperanzas ni las hogueras que vos encendiste, esto no es necesariamente un consuelo, pero sí un punto de diferencia sustantiva cuando los días que vienen van a requerir de un pueblo movilizado, organizado y formado, dispuesto a construir, con sus propias manos, las esperanzas necesarias; sabiendo que estas no vienen de arriba, pues nacen abajo, muy abajo. Por eso los movimientos en el cielo son precedidos por los cambios en la tierra y la crisis agravada y la ofensa agigantada producirá, sin falta, sus movimientos, pero esto es otro tema.

Elecciones con resultados sorprendentes

Elecciones con resultados sorprendentes
15 de Marzo de 2014 a la(s) 6:0 – Juan Medrano
El Tribunal Supremo Electoral ha terminado el escrutinio de los votos emitidos por la ciudadanía en las elecciones del pasado domingo 9 de marzo, pero al momento no ha proclamado a la fórmula ganadora hasta que se cumpla con el proceso de revisión y conteo de los votos de las actas impugnadas. Aunque Eugenio Chicas dijo que él considera que los resultados son irreversibles. Cosa lógica, en tanto que la suma de los votos impugnados es de alrededor de 4,000, mientras que la diferencia a favor del FMLN es de más de 6,600.
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La noche del domingo 9 de marzo, después de que se realizaron las elecciones de segunda vuelta, yo decía en una entrevista con el periodista Fernando del Rincón, de CNN: “ARENA casi pierde en primera vuelta y casi gana en segunda vuelta”. Eso podría explicar, que la situación haya alterado los nervios y ánimos de algunos dirigentes que se proclamaron ganadores de las elecciones antes de que el TSE terminara el conteo preliminar del mismo día. Y la oposición está en su derecho de exigir que se cumplan los procedimientos legales, sobre todo con una diferencia tan pequeña. Pero ese tipo de discurso irresponsablemente incendiario no es aceptable en personas que aspiran a dirigir los destinos de los salvadoreños.

Afortunadamente, Salvador y Óscar se mantuvieron serenos, y esperaron que el TSE diera los datos preliminares (en los que aparecían con ventaja sobre ARENA), para proclamarse triunfadores. Y afortunadamente también, el día siguiente los ánimos de los dirigentes areneros amanecieron menos caldeados.

Para la primera vuelta, el FMLN metió toda la carne al asador y casi gana; le faltó un punto (menos de 30,000 votos) para ganar. En la segunda vuelta ARENA metió toda la carne al asador y casi gana, le faltó 0.22 % (un poco más de 6,600 votos) para ganar. En la primera vuelta, el Frente tensionó al máximo sus estructuras y realizó una campaña superior a la de la derecha en cantidad y calidad. Pero además, los temas Flores-Taiwán y CEL-Enel, inteligentemente empujados por el presidente Mauricio Funes, fueron muy negativos para los intereses de ARENA.

En la segunda vuelta, ARENA movilizó sus estructuras y aliados, combinando también una campaña propositiva y más intensa que la del Frente, con una campaña de miedo a que en El Salvador (si ganaba el FMLN) se podía generar una situación parecida al actual caos que vive Venezuela. Y manejó además una intensa campaña de rumores, de que en el accidente del Ferrari del redondel Masferrer iba el presidente Funes manejando. Temas muy negativos para los intereses políticos del FMLN.

Pero en la segunda vuelta, gana el que obtiene la mitad más uno de los votos; y el Frente ha ganado, al sacar 6,645 votos más que ARENA, según los datos del TSE. Datos que podrían variar con la revisión de los votos impugnados.

Al final, tenemos un país políticamente dividido, pues cada partido sacó cerca del 50 % (millón y medio de votos) y cada uno ganó en siete de los 14 departamentos. Hoy más que nunca se necesita de la sensatez y madurez de los dirigentes, en ambos bandos. Y sabiduría y voluntad, para alcanzar entendimientos; y coincidir en un plan de nación, para el combate común a la delincuencia y la pobreza.

Ha terminado la hegemonía conservadora

Ha terminado la hegemonía conservadora

La oligarquía apostó a polarizar con el FMLN dando por sentado que los salvadoreños serían eternamente conservadores y que por lo tanto jamás elegirían a un partido de izquierda. El juego era que entre más radical luciera el FMLN era mejor para ellos. Pero todo cambia, primero los derrotó el Frente con un candidato externo y ahora los ha derrotado con un candidato propio.

Última actualización: 18 DE MARZO DE 2014 09:18 | por Joaquín Villalobos

El asesinato de los padres jesuitas en noviembre de 1989 no sólo fue responsabilidad de los autores materiales e intelectuales. Se trató de un crimen más complejo. ¿Por qué concluyeron los jefes militares que unos religiosos académicos eran un peligro?. Este magnicidio, al igual que el del Arzobispo Romero, fue en realidad el resultado de una prolongada y sistemática instigación movida por la derecha económica y política. Esa instigación convirtió mentiras en verdades, generando miedo y odio incontrolables. Quienes organizaron estos crímenes fueron instrumentos de un clima irracional construido por los mismos poderes que el domingo 9 de marzo llamaron a la Fuerza Armada a dar un Golpe de Estado.

El miedo puede convertirse en el padre de las más grandes estupideces. Bram Stoker, en su novela más famosa “Drácula”, dice que inventar espantos, señales y advertencias sirve para asustar y hacer que la gente haga cosas que en circunstancias normales jamás haría. Cuando se promueven odios y miedos, éstos terminan encontrando quienes los conviertan en crímenes. Pero en el país ya no existen cuarteles donde esconderse, ni policías cómplices, ni justicia que encubra. En democracia todo se termina sabiendo, por eso existe ahora un ex-presidente fugitivo.

Es patética la imagen de ARENA y su candidato copiando lo que hizo el izquierdista Andrés Manuel López Obrador en México. Denunciar un fraude sin presentar pruebas, bloquear avenidas, demandar contar voto por voto y proclamar a su candidato como el presidente legítimo. Esa política acabó con Obrador quien se quedó solo, colgado de las calles. El partido ARENA podría quedar colgado de unas protestas sin futuro, mientras el país sigue su camino. Los partidos políticos pagan caro involucrarse en lucha callejera, el FMLN conoce bien esa historia.

ARENA está subordinando la política nacional a la estrategia insurreccional de un sector de la oposición venezolana. Lo que ocurre en ese país es un chiste comparado con el conflicto que vivió nuestro país. Aquí tuvimos 80,000 muertos, dictadura, fraudes, matanzas, magnicidios, represión y guerra civil en serio. Pero la diferencia más notable es que los chavistas llevan 15 años en el gobierno y aquí ni siquiera se sabe si el futuro gobierno del FMLN copiará al régimen venezolano. ¿Qué harán si el Frente no imita al chavismo?. Si eso no ocurre más electores perderán el miedo y el FMLN podría ganar más gobiernos. Pero, ¿por qué la derecha política y económica aplica una política de miedo que la desgasta y denuncia un fraude que no existe? La posición extremista que han asumido pretende evitar el ajuste de cuentas al interior del partido ARENA por la derrota sufrida. Están usando el miedo para impedir una verdadera transformación política de la derecha y preservar el poder de la oligarquía en el partido.

El trío ANEP-FUSADES-ARENA ha establecido como victoria el “casi ganan”. La segunda vuelta fue percibida por la gente como un referendo de sistema y así lo machacaron ellos en su campaña. Utilizaron desde la amenaza a sus empleados hasta asustar con el peligro de una maldición divina. La elección no fue normal, fue un enfrentamiento entre el imaginario conservador anticomunista de la derecha y el imaginario revolucionario de la izquierda representado por los partidos de la guerra. Si tomáramos en serio la campaña que lanzó la derecha tendríamos que concluir que el 50% de los salvadoreños votaron por el comunismo, el ateísmo, la dictadura y el sometimiento de nuestro país a Venezuela.

Para entender esto es indispensable analizar las tres elecciones más emblemáticas de los últimos 20 años. La elección de 1994, por ser la primera en que competía el FMLN al terminar la guerra, la segunda del 2004 porque el candidato del FMLN fue el histórico dirigente comunista Schafik Handal y finalmente la elección del pasado 9 de marzo. En la primera ARENA obtuvo el 70% de los votos y el FMLN el 30%, en la segunda ARENA obtuvo el 58% y el FMLN el 36% y en la última podemos decir que ambos están en 50%. En veinte años el voto conservador perdió el 20% de seguidores. El partido ARENA fue derrotado en esta ocasión por lo que a juicio de muchos representa la extrema izquierda y por un candidato ex guerrillero que tenía más opiniones negativas que positivas; un candidato del cual la derecha se burlaba y consideraba fácil de vencer. El 50% del país sigue siendo conservador, pero ahora el 50% ha reafirmado su simpatía por la izquierda. En ese sentido, que el resultado haya sido estrecho es irrelevante, lo central es que la hegemonía conservadora que perduró durante más de un siglo ha terminado y este cambio es irreversible. Podrá moverse ligeramente en una dirección u otra de vez en cuando, pero jamás volverá a recuperar la derecha la enorme ventaja de que gozaba.

La oligarquía apostó a polarizar con el FMLN dando por sentado que los salvadoreños serían eternamente conservadores y que por lo tanto jamás elegirían a un partido de izquierda. El juego era que entre más radical luciera el FMLN era mejor para ellos. Pero todo cambia, primero los derrotó el Frente con un candidato externo y ahora los ha derrotado con un candidato propio. En ese juego el candidato del que se burlaban es ahora el presidente numéricamente más votado de nuestra historia. No previeron que la polarización convertía al FMLN en su único adversario y que por lo tanto un día los terminaría derrotando. Destrozaron todas las opciones de centro que aparecían y sólo le dejaron a los electores de oposición la opción de extrema izquierda. Dividieron sus propias filas, expulsaron adversarios, rompieron alianzas, olvidaron a la base conservadora pobre, maltrataron a los agricultores, no generaron empleo, no aplicaron políticas sociales, no les importó la inseguridad, prefirieron los pleitos a los pactos, se corrompieron, dejaron de invertir, sacaron el dinero del país y usaron al Estado sólo para hacerse más ricos.

La política de polarizar para ganar los llevó a una borrachera de dinero, soberbia y arrogancia. Dilapidaron el capital político y la extraordinaria ventaja ideológica que tenían. El Salvador ha dejado de ser un país de derecha. ARENA tienen cientos de miles de electores pegados con la saliva del miedo, si el FMLN no se radicaliza los pierden. La campaña de última hora y el “casi ganamos” son la tapadera de un monumental error histórico. Es sobre el despilfarro de poder y sobre la fragilidad política en que han dejado al sector conservador que deben ser juzgados los dirigentes de la derecha económica y política por sus seguidores.

¿Cómo piensan ahora ANEP-FUSADES-ARENA sacar a la derecha del agujero en que la han metido?, ¿bloqueando calles, haciendo marchas, tirando piedras y quemando llantas? ¿profundizando la polarización para provocar la radicalización del FMLN? ¿rechazando dialogar y pactar? ¿haciendo más de lo mismo? El Salvador ha cambiado, ya no somos el país de mozos analfabetas y católicos resignados bajo el dominio de unos finqueros pistoleros. La migración, las remesas, el crecimiento de clases medias, la diversidad religiosa, la aparición de nuevos ricos, el pluralismo político y la conexión con el capitalismo y la democracia estadounidense nos han transformado. Los acuerdos de paz nos dejaron una democracia con un Poder Judicial y una Fiscalía independientes, un moderno sistema electoral antifraudes, una Policía que no tortura, unas Fuerzas Armadas obedientes del poder civil y una sociedad que rechaza la violencia política. Somos ahora otro país que para resolver sus problemas necesita pasar de la polarización a los acuerdos. Le escuché al presidente Juan Manuel Santos de Colombia una frase que me parece muy oportuna: “Sólo los más estúpidos no cambian cuando la realidad ha cambiado”.

Políticas de izquierda, gobiernos de derecha

Políticas de izquierda, gobiernos de derecha
Es paradójico que la derecha gane las elecciones europeas tras naufragar el neoliberalismo. Y que gobierne tantos países aplicando políticas socialdemócratas. El centro-izquierda debe retomar la bandera del cambio
Antonio Estella 9 JUN 2009

A nadie le ha pasado desapercibido: la derecha ha ganado las elecciones al Parlamento Europeo y, sin embargo, se ha producido el derrumbamiento del programa que la sustentaba, el neoliberalismo. Además, en la mayor parte de las capitales europeas gobiernan partidos de derechas (las excepciones serían España, Portugal, Austria, Bulgaria, Hungría, Eslovaquia y Eslovenia, más el moribundo Gobierno laborista de Reino Unido), pero todos ellos están aplicando para salir de la crisis recetas más propias de la socialdemocracia (del neo-keynesianismo). O sea, la derecha domina en Europa la política, pero la izquierda domina las políticas.

¿Qué es lo que explica esta aparente paradoja? ¿Cómo es posible que estemos en una situación en la que, a pesar de que el paradigma ideológico y programático que empieza a dominar sea más cercano a la socialdemocracia, la derecha esté en el poder? ¿Confía la gente más en la derecha para aplicar recetas socialdemócratas?

En Europa es difícil encontrar partidos socialdemócratas con una agenda de cambio propia

La izquierda reformista no debe esperar a que alguien asuma sus ideas y haga el trabajo por ella

Indudablemente, las coyunturas específicas en las que se encuentran determinados partidos socialdemócratas pueden tener que ver en la explicación de esta situación. Así ocurriría con el caso francés y con el caso italiano, por ejemplo. El Partido Socialista Francés se encuentra inmerso en una lucha fratricida desde que Lionel Jospin fue descabalgado de su dirección. Por su parte, la izquierda italiana, a pesar de la relativa mejora que ha experimentado en estas elecciones europeas, sigue fuera de juego, incapaz de unirse y de encontrar un líder que no sea fagocitado por el concurso de egos que todavía se practica en ese lado del espectro ideológico italiano. De todas, la situación en Italia es la más preocupante: puede que la Primera República haya muerto, pero desde luego la Segunda República no ha nacido todavía.

La coyuntura importa, desde luego, pero no lo explica todo. En otros países la izquierda tiene los deberes aproximadamente hechos: está unida, y con líderes relativamente solventes, a pesar de lo cual la gente sigue prefiriendo a la derecha, no consciente (o quizá sí) de la disonancia que implica votar por partidos conservadores al tiempo que les exige la aplicación de recetas más propias del centro-izquierda. Alemania sería el más claro exponente de esta situación.

Existen, por tanto, corrientes más de fondo, explicaciones más estructurales sobre lo que está pasando. Exploraré las dos que me parecen más sugerentes. Primero, la idea de que, a pesar de lo que podamos pensar, existe en realidad una gran dosis de convergencia política entre partidos, lo que da pie a la emergencia de los llamados policy regimes. Y segundo, y en ese contexto, la facilidad con la que algunos partidos de izquierda han asumido programas de corte neoliberal.

En un estudio seminal de capital importancia para la comprensión de la evolución de la socialdemocracia en Europa, Adam Przeworski sostuvo en 2001 lo siguiente: “Todo el mundo asume que los objetivos y las políticas de un Gobierno difieren necesariamente de los que perseguiría el partido de la oposición si éste llegara al poder. Sin embargo, lo que se observa que ocurre en la práctica es que Gobiernos de derechas continúan implementando las políticas de sus predecesores de izquierdas, y viceversa”. Dos son los ejemplos que da Przeworski. Así, el Gobierno danés de centro-derecha se embarcó entre 1968 y 1971 en un programa de subidas de impuestos y del gasto público de tal calibre que incluso hizo palidecer las políticas que en este terreno desarrollaron sus predecesores de izquierda. De la misma manera, los Gobiernos de Blair adoptaron muchas políticas neoliberales que habían probado los Gobiernos conservadores de Thatcher.

Por tanto, la historia de cómo se conforma el desarrollo de las políticas adquiere el siguiente aspecto. Un partido llega al gobierno con un determinado programa. Lo aplica. Algunas partes de ese programa no son muy exitosas, pero otras sí. Con el tiempo, ese partido es descabalgado del poder por la oposición. Aunque el partido de la oposición gana las elecciones con un programa diferente al que estaba aplicando el Gobierno, una vez en el poder, sigue desarrollando las políticas con las que el otro partido tenía éxito. Y no sólo las gestiona, sino que, como en el caso danés, puede incluso darles una vuelta de tuerca más, llevarlas hacia un estadio de evolución superior. La moraleja es clara: si quieres seguir manteniéndote en el poder, haz lo que tu competidor hacía de manera exitosa y, si puedes, mejóralo.

La conclusión que arroja esta moraleja en parte es triste para la socialdemocracia y en parte no. Lo es en el sentido de que invita a dejar de lado el programa máximo, cualquiera que éste sea, de la socialdemocracia. Y no lo es en el sentido de que establece de manera muy clara las condiciones a partir de las cuales la socialdemocracia puede dejar de ser antílope y convertirse en pantera.

En efecto, lo que el recuento anterior viene a decir es que la democracia es una constricción fundamental con la que debe jugar la socialdemocracia. Una vez que aceptas la democracia, sólo puedes pretender desarrollar políticas que gocen del apoyo mayoritario. Intentar desarrollar tu programa máximo será por tanto suicida si éste no recibe el respaldo de la mayor parte de la gente. Más que la revolución, la socialdemocracia tiene que tender hacia el reformismo. Éste es el camino más sabio si quiere sobrevivir. Y eso explica, en parte, que en muchos países haya asumido con tanta facilidad el neoliberalismo. Como en Reino Unido.

Pero que el margen para la innovación política sea muy reducido no significa que sea inexistente. Existen momentos en que los políticos, todos ellos, pero también los socialdemócratas, pueden dejar de ser antílopes, y dejar de estar simplemente atentos a los cambios en la mayoría, y convertirse en panteras, intentando conformar dichas mayorías, al convencerlas de que un cambio es necesario y de que son ellos precisamente los que están en mejores condiciones para liderarlo.

Esas condiciones son fundamentalmente tres: primero, que se den las circunstancias que permitan abrir una ventana de oportunidad para proponer una nueva política; segundo, que la gente acepte esa innovación, y tercero, que el que propone la innovación tenga buena suerte.

La intuición que hay detrás de esta idea es que cuando los votantes no saben qué pensar de una nueva política, se fijarán en la innovación en tanto en cuanto piensen que el partido que la propone es un partido responsable y que el statu quo no es positivo. Además, pensarán que el partido que propone el cambio es responsable si ese partido está convencido de que es necesario un cambio y aparece ante los ojos de la gente como más preocupado por el bienestar general que por la supervivencia política. Paradójicamente, el hecho de que haya desarrollado políticas más propias del otro bando en el pasado le ayudará a ganar reputación ante el electorado. Existe un límite, sin embargo: el partido socialdemócrata en cuestión tendrá muy difícil convencer a la gente de que no ha hecho electoralismo si en el pasado compró por completo la agenda de su competidor. El ejemplo británico re-emerge aquí de nuevo.

Por tanto, los partidos socialdemócratas que se han mantenido fieles a sus señas de identidad y que tienen una agenda específica de cambio tendrán muchas mejores perspectivas para que en el futuro la gente vuelva a acudir a ellos para la implementación de políticas socialdemócratas. En Europa es posible encontrar muchos partidos socialdemócratas que han sido aproximadamente fieles a sus señas de identidad. Es más difícil, sin embargo, encontrar partidos socialdemócratas que de verdad tengan una agenda de cambio propia, estén íntimamente convencidos de ella, y dispuestos, teniendo en cuenta las constricciones existentes, a desarrollarla.

Por tanto, para eliminar la disonancia que supone que sea la derecha y no la izquierda la que aplique en medio de las crisis políticas socialdemócratas, la izquierda tiene que preguntarse cuáles son sus objetivos y su plan para llevarlos a cabo, y no esperar a que alguien haga el trabajo por ella. En otras palabras, lo realmente importante en este ámbito de estrecho margen para la innovación política será establecer el tono: es decir, quién innova y quién copia al que innova.

Antonio Estella es profesor de Derecho de la Universidad Carlos III de Madrid

FMLN: análisis d ela coyuntura electoral

Tema: Análisis de Coyuntura

http://www.robertolorenzana.com/site/

Hemos comenzado ya hablando del resultado de las elecciones realizadas el 9 de marzo. Es importante comenzar con un saludo a todas las personas que participaron en este proceso.

Por supuesto. La Dirección del partido. El partido en general agradece la participación del pueblo. Felicita al pueblo salvadoreño por su vocación democrática de elevar los niveles de participación para de esa manera participar en la decisión de quienes son sus futuros gobernantes y marcar el rumbo de la vida nacional. Es una participación que creció entre la primera y segunda vuelta, en un porcentaje importantísimo. Creo que fueron cerca de 300 mil votos más que los que hubo en la primera vuelta, vamos a ver exactamente después las cifras, pero creo que ha llegado hoy a 2 millones 900 mil, seguramente se ha rebasado un poco, en la primera vuelta anduvimos por 2.6 aproximadamente, o sea, que aumentó la participación de la ciudadana.

Un saludo a toda la militancia del partido, a los militantes que participaron no solamente en la campaña, hoy una felicitación especial a los que estuvieron en la defensa del voto, 120 mil compañeros y compañeras que estuvieron en todo el aparato con una actitud disciplinada, con una defensa férrea de la voluntad popular, voto a voto se ha defendido en las mesas electorales, y por supuestos a todo el aparato logístico, de transporte del partido que dio como resultado que Salvador y Oscar, fueran electos Presidente y Vicepresidente de la República. Hay que registrar que esta es la votación que obtuvimos en esta oportunidad como partido FMLN, y como candidatos, como fórmula presidencial, es la votación más alta que registra la historia de un Presidente y un Vicepresidente.

No hay si revisamos la historia del país, no hay ningún candidato que haya recibido la votación que ahora obtuvo Salvador, es la más alta de la historia, no solo para el FMLN sino de todos los partidos políticos. Entonces es una votación que le da una enorme legitimidad, un enorme prestigio, y un enorme reconocimiento del pueblo salvadoreño. El FMLN creció entre la primera y la segunda vuelta aproximadamente 175 mil votos, lo cual fue producto del trabajo de las alianzas, de los entendimientos con otros sectores. Prácticamente toda la gente que votó por el FMLN en la primera vuelta volvió a votar en la segunda vuelta, y en la segunda vuelta adicionalmente tuvimos un incremento más o menos de 175 mil votos que es el voto de los aliados, el voto de nuevos simpatizantes, gente que se había quedado. Y no podemos dejar de expresar también que nuestro adversario también tuvo un crecimiento importante, lo cual hizo una elección competitiva, pero a estas alturas del juego la suerte está echada, se decidió.

El Salvador tiene Presidente y Vicepresidente de la República, es el resultado preliminar del conteo del Tribunal Supremo Electoral con el 100% de las actas, establece que el FMLN, y Salvador y Oscar han sido electos como Presidente y Vicepresidente por una diferencia más o menos de 6 mil 500 votos, esa es la diferencia. Es una diferencia suficiente para establecer su victoria, no se necesita más que un voto. La mitad más uno de los votos hay que tener al menos, como cuando se elige Presidente, y tenemos más de 6 mil votos. Entonces es incuestionable, irreversible. Nosotros tenemos el 100% de las actas agradezco y felicito también a nombre de la dirección del partido a todo nuestro aparato que tuvo la capacidad en la misma noche de entregar el 100% de las actas nuestras.

Nosotros tenemos el 100% de las actas, no se nos ha perdido ninguna acta, y las hemos revisado y corresponde realmente con el dato que el Tribunal ha dado. Entonces no tenemos absolutamente ninguna duda de la certeza de este resultado, y por otro lado, hay que decir, bueno Salvador ha hecho un planteamiento que lo acompaña la dirección del partido, en el sentido de que además de agradecer al pueblo por haberle dado la confianza mayoritaria de hacerlo Presidente y Vicepresidente en el caso de Oscar, por supuesto de que vamos a esperar para hacer una proclamación oficial. El conteo definitivo que hace el Tribunal que es un trámite que simplemente consiste en verificar que las actas que tenemos los partidos corresponden con las actas que ya el Tribunal Supremo Electoral puso en el internet. Hoy están en el escrutinio popular, están en el escrutinio de los medios de comunicación, están en el escrutinio nacional e internacional. El mundo entero puede verificar hoy, incluso el detalle de las actas de cada mesa electoral.

De tal manera, que hay una auditoria generalizada, entonces no hay en esto ninguna duda. Quiero también expresar lo siguiente, ya ARENA y su candidato, y luego vamos a hablar un poco más de sus declaraciones, hizo un planteamiento el día de ayer, que ellos lo que quieren es que se vaya al conteo voto por voto. El conteo voto por voto se hace en las mesas electorales, se hace en ese momento cuando se hace el conteo en cada junta receptora de votos, ahí se hace el conteo voto por voto, de ahí se hace un acta y la Ley establece que en el conteo definitivo lo que se hace es verificar las actas, que las actas correspondan, que sean las publicadas con lo que cada partido tiene. Entonces, es un intento que se les diga que no justamente porque la Ley establece que solamente cuando los votos son impugnados, son superiores a la diferencia entre un partido y otro, entonces es se va a verificar, a abrir las cajas, y a contar voto por voto.

Esto la Ley lo establece por lo siguiente, en este momento por ejemplo tenemos como 4 mil 500 votos impugnados, y nosotros tenemos una diferencia de 6 mil 500, quiere decir que si aún se les regalara a ARENA todos los votos impugnados, que no fuera así, porque los votos impugnados son impugnados de ambos lados, o sea, son votos que tienen alguna objeción, que están manchados, que están fuera de la marca, o sea de la bandera de un partido, etc. Los votos impugnados aun cuando se los diéramos el 100% no alcanzarían para rebasar la diferencia que tenemos. Entonces por eso es que la Ley establece eso, y no se puede realizar. Ellos, lo que están buscando es un pretexto para llamar a la violencia, para llamar al desacato, para tratar de cuestionar un resultado limpio que ha sido observado por la comunidad internacional, como bien ustedes lo decían antes, los observadores han dado un planteamiento de transparencia.

Han hecho un reconocimiento del trabajo limpio que ha hecho el Tribunal Supremo Electoral, y una felicitación al pueblo salvadoreño por sus niveles de participación. Entonces así están las cosas, estamos contentos, estamos satisfechos. Hubiéramos querido por supuesto que la diferencia fuera mayor, pero yo voy a empezar a hacer una lectura, yo sé que esto va haber necesidad de más tiempo, pero quiero decir, lo siguiente, o sea, nosotros crecimos. Tenemos la historia más alta de la historia que haya tenido un Presidente de la República, eso expresa la voluntad popular de querer continuar por la ruta de los cambios mayoritariamente. Pero no podemos desconocer que en el último mes se registró un crecimiento importante de nuestro adversario, quiere decir, dentro de otras cosas que funcionó el miedo realmente en una parte importante de la población, ese es el registro principal que hay que hacer. La campaña de miedo que hicieron al final, si bien es cierto fue derrotada, porque la ha derrotado el pueblo salvadoreño en esta elección de nuevo, porque no alcanzaron a superarnos, los superamos nosotros, lo superó el pueblo. Pero quiere decir, que una parte de la población sí fue impactada por la campaña de miedo. Y a eso se debe ese resurgimiento.

No es ARENA realmente. ARENA, es un cascaron destruido. Es la fuerza de la oligarquía nacional, son los grandes capitales del país, que movilizaron, que financiaron la campaña del miedo acompañada por una parte importante de medios de comunicación, la ANEP, FUSADES. Y yo, quiero decirles que ellos se equivocan también, porque nosotros no queremos confrontar con ellos, queremos entendernos. Pero bueno, tienen el legítimo derecho de tener una participación política, e inclinarse ideológicamente por quien quieran, pero la campaña de miedo funcionó y quizá funcionó más, porque ya era muy evidente la victoria del FMLN, y lograron ellos engarzar campaña de miedo con los acontecimientos de Venezuela, por ejemplo, y eso hizo que reaccionara una parte.

Y las empresas que llamaron a sus trabajadores, presionaron a sus trabajadores, fueron varias decenas de empresas que presionaron a sus trabajadores para que votaran en una dirección, amenazándolas que iban a perder su trabajo, que iban a perder su empleo, entonces funcionó una parte. Pero afortunadamente la campaña del miedo fue derrotada. El FMLN derrotó a ARENA, y derrotamos a la derecha en su conjunto, eso es lo que ha pasado. Derrotamos a la derecha económica, derrotamos al gran capital salvadoreño que es el que sustituyó. Empresarios importantes del país estaban en algunos centros electorales dirigiendo y tenían en las mesas a sus empleados, a los que los obligaron a ir a cuidar mesas, los derrotamos a ellos también. Y ahora, Salvador y el FMLN, les tiende la mano para que busquemos un entendimiento nacional. Hay que voltear esta página. El FMLN se llevó la victoria, Salvador es Presidente de la República y Oscar, Vicepresidente, y queremos un diálogo nacional para entendernos.

Rechazamos categóricamente ese planteamiento que hizo Norman Quijano, que dicho sea de paso no le han dado los medios de comunicación mucha fuerza, el primer planteamiento que él hizo fue: estamos en un estado de guerra, dijo estamos en un estado de guerra, Norman Quijano. Nosotros rechazamos ese planteamiento, categóricamente. Dijo que llamaba al ejército, a las fuerzas armadas del país a que se sumaran a una especie de sedición para imponerse por la vía militar, nosotros rechazamos categóricamente ese planteamiento, y felicitamos a las fuerzas armadas de El Salvador, que no se han sumado a ese planteamiento irresponsable de Norman Quijano. Creo que los medios de comunicación deberían de condenarlo, a mí me extraña por qué no lo hace, si tenemos todos, el compromiso de darle al país estabilidad política y estabilidad social. Nosotros rechazamos categóricamente ese planteamiento irresponsable de Norman Quijano.

Hoy está haciendo llamados ya al Tribunal Supremo Electoral, ayer fueron a la Fiscalía, un grupito minúsculo realmente, queriendo seguir el camino de la oposición venezolana de generar violencia en las calles, nosotros no nos vamos a prestar a ese juego, vamos a evitar provocaciones. Ahora, se quieren movilizar del redondel Luceiro para el hotel donde está el Tribunal Supremo Electoral, para ir a hacer un hostigamiento. Nosotros creemos que no hay que permitir, por supuesto, tienen la libertad de expresión pero hechos desestabilizadores no se pueden permitir y las instituciones deben de funcionar. Esta es una situación en que el pueblo ya decidió, y yo quiero decirles, con todo el respeto que nos merecemos todos, el FMLN va a defender también la voluntad popular. El pueblo ya decidió, y por lo tanto, eso se respeta. Y queremos hacerlo por la vía civilizada, por la vía pacífica, porque no vamos a caer en la tentación de la violencia como están provocando el partido ARENA, y particularmente, su candidato a la presidencia.

Reiterando para aquellas personas que preguntan desde el exterior, y que preguntan por qué no nos pronunciamos abiertamente como ganadores, cuando se proclamó Quijano, declarándose ganadores. Hay mucha información y desinformación.

En realidad Salvador siempre dijo que iba a pronunciarse alrededor de la elección cuando el Tribunal Supremo Electoral hubiese dado la información. El Tribunal Supremo Electoral, a eso de las 10 de la noche dio un conteo casi terminado, del conteo preliminar. En la que ya establecía el carácter irreversible prácticamente de esta elección. Fue hasta la medianoche cuando se tenía prácticamente que ya se tenía el 100% de las actas, y en la que se podía establecer con mucho más firmeza el carácter irreversible, por eso es que Salvador cuando va a la plaza con el pueblo salvadoreño, que estaba aglutinado una gran cantidad en el redondel de la Victoria, como le llamamos hoy al Redondel Masferrer, él dijo, estos son los datos del Tribunal y nosotros creemos que esto es irreversible, porque nosotros también tenemos esta información.

Pero vamos a esperar que el Tribunal Supremo Electoral oficialice esos datos. Por Ley el Tribunal Supremo Electoral tiene que oficializar la elección del Presidente y Vicepresidente cuando se ha terminado el conteo definitivo. Y el conteo definitivo se reinició el día de ayer, de tal manera, que nosotros creemos que un par de días más, y ahí, se hace conteo definitivo. Que solamente consiste en chequear si las actas que tenemos los partidos corresponden a las actas que ha publicado el Tribunal Supremo Electoral. Pero esto ya está decidido. Ayer bromeábamos con Oscar, porque Oscar utilizaba la frase en campaña, este arroz está cocinado. Pero le decíamos ayer a Oscar que se hizo con baño de María, un poco lento.

Pero eso así es, la democracia así es, respetamos nosotros la voluntad popular. Felicitamos también a todos los que participaron en contra nuestra, vamos a entendernos con todos los sectores sociales, vamos a tener entendimientos con todas las fuerzas políticas que sean necesarias. El respeto a la voluntad popular significa también impulsar el programa de gobierno que hemos promovido con el pueblo salvadoreño, pero al mismo tiempo debemos de ponernos de acuerdo en otros aspectos que no están en el programa que son de interés nacional. La comunidad internacional debe de vernos juntos como pueblo salvadoreño. Creo que Salvador tendrá la capacidad de unir a la nación, y no puedo dejar de expresar también, aunque nos hemos visto personalmente, una felicitación a Salvador por parte del partido, por el enorme esfuerzo que hizo, y a Oscar también por la energía que le imprimieron a esta campaña.

¿Cuándo se espera que el Tribunal dé el resultado final?

Nosotros esperamos que ya mañana eso este finiquitado. Porque solamente se trata de chequear que las actas que están publicadas en la página web corresponden a las que tenemos los partidos, y que tiene la Fiscalía, y que tiene la Procuraduría. Eso es todo. Entonces, eso ya está revisado, nosotros hemos revisado detalladamente en las actas, que las recibimos en 100%, y no le vemos mayor objeción.

El FMLN desde el inicio y mantuvo una campaña limpia. Decía Salvador, hemos terminado campaña limpia, a diferencia del otro que hasta el mismo día de la elección estaba diciendo que estaba en pie de guerra. El país necesita certidumbre Salvador y Oscar, han dicho estamos ya en contactos y tendiendo puentes.

Sí. Yo creo que nos vamos a dar un chance para celebrar. Quiero decirle a toda la militancia del partido, la dirección nacional, el día de ayer que estuvo reunida, dijo bueno vamos a celebrar con el pueblo. Seguramente, hay que estar atentos en los próximos días o próximas horas, la dirección del partido, su comisión política, hará una convocatoria nacional a la militancia, al pueblo salvadoreño para hacer una celebración. Todavía no tengo los datos de cuándo se va a hacer eso, pero vamos a celebrar. Pero tenemos que empezar a trabajar inmediatamente en organizar gobierno, en redefinir las readecuaciones que hay que hacer en el trabajo legislativo, el partido tiene que entrar en una nueva dinámica respecto a los desafíos del próximo momento, tenemos una campaña electoral dentro de un año. Hay que hacer una evaluación con rigor de lo que ha pasado. Hay que hacer una revisión de nuestros errores, hacer nuestras respectivas autocríticas para corregir, y ver los aspectos positivos y negativos de nuestro trabajo. Entonces, eso lo vamos a hacer en los próximos días.

Cerrar con un llamado a la población.

Un llamado al pueblo salvadoreño, a la militancia, como lo hizo Salvador el día de ayer, tranquilidad. Hay que tener tranquilidad. Hay que tener prudencia. El país merece respeto, el pueblo salvadoreño merece respeto, y por lo tanto, celebramos sin triunfalismos. Respetémonos y no caigamos en provocaciones. Y le pedimos por supuesto, al partido ARENA, que no se vaya a atrever porque nosotros queremos estabilidad política.

El Salvador: la derecha en la calle y la izquierda en el gobierno

El Salvador: la derecha en la calle y la izquierda en el gobierno Por Roberto Pineda San Salvador, 14 de marzo de 2014

“Cambia lo superficial, cambia también lo profundo, cambia el modo de pensar, cambia todo en este mundo…”
Mercedes Sosa

La segunda vuelta de las elecciones presidenciales en El Salvador, realizada el 9 de marzo ha creado una nueva situación política, en la cual la derecha al fracasar en su empeño electoral de una restauración oligárquica se lanza a las calles a protestar, mientras la izquierda hace llamados a la calma mientras se prepara para asumir un segundo gobierno. A continuación reflexionamos sobre este cambio a la luz del contexto latinoamericano así como de la necesidad de la labor ideológica y la nueva lucha contra el militarismo.

El contexto latinoamericano

A partir de 1999 con el triunfo en Venezuela de Hugo Chávez inicia un nuevo periodo histórico en nuestra región latinoamericana y caribeña, que le permite a la izquierda alcanzar gobiernos por medio de procesos electorales, derrotando a la derecha en su propia y tradicional cancha. La lucha electoral pasa a ser la forma principal de lucha. La izquierda latinoamericana logra así salirse de la camisa de fuerza del silencio y la derrota impuesta por el desmoronamiento del socialismo “realmente existente” de noviembre de 1989.

El pueblo de Venezuela tomaba la estafeta revolucionaria en 1999 de la mano del pueblo nicaragüense victorioso en 1979, que la había tomado a su vez del pueblo cubano victorioso en 1959. La lucha continuaba por nuevas avenidas y lo importante es que en esta nueva época de globalización no nos habían derrotado. Y gradualmente el sur se fue tiñendo de diversos matices de rojo, Brasil con Lula, Bolivia con Evo, Argentina con los Kirchner, Uruguay con Mujica, Nicaragua con Daniel, Ecuador con Correa, Chile con Bachelet. Incluso los procesos abortados de Honduras con Zelaya y de Paraguay con Lugo.

Han pasado ya quince años y existen frutos regionales de estos procesos iniciados por Chavez en 1999, como lo es la CELAC, UNASUR y ALBA. E incluso a nivel mundial el Brasil de Lula y de Dilma ha jugado un papel destacado en la construcción de una alternativa internacional a los imperios occidentales por medio del BRICS. Lo mismo el PT brasileño y Atacc con lo que fue el Foro Social Mundial iniciado en Porto Alegre en el 2001, heredero también en parte de las batallas de Seattle contra la OMC, a finales de 1999.
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Frente a estos desarrollos progresistas en América Latina, hay un esfuerzo por parte de la ultima administración Bush y de la Administración Obama desde su primera gestión, para revertir este proyecto integracionista alternativo mediante la creación inicialmente del ALCA, y últimamente de la Alianza del Pacífico y por la otra, el respaldo a la derecha latinoamericana, a machete desenvainado en Honduras y mediante golpe parlamentario en Paraguay; abiertamente en Cuba, Venezuela, Ecuador, Nicaragua y Bolivia, y veladamente en El Salvador.

El esfuerzo principal de la estrategia intervencionista está focalizado en Europa en Ucrania y en Nuestra América en Venezuela, pretende golpear a uno de los procesos sociales y políticos más avanzados y pilar fundamental de este proyecto. Y todo esto incide, influye en El Salvador. La victoria del FMLN fortalece este proceso de integración regional alternativa y una victoria de ARENA hubiera conducido seguramente al fortalecimiento de la Alianza del Pacífico.

La izquierda derrota de nuevo a la derecha en El Salvador

En este contexto de vientos de cambio en el sur, en marzo de 2009 la izquierda salvadoreña a partir de una amplia coalición con fuerzas democráticas logra derrotar electoralmente a la derecha. Han pasado ya cinco años de esa fecha. Y ya en la búsqueda de un segundo gobierno de izquierda, en las elecciones presidenciales del 2 de febrero de 2014 el FMLN logra alcanzar una diferencia de alrededor de 300,000 votos que equivalen a una diferencia de 10 puntos sobre el partido ARENA, pero no logra como lo exige la ley electoral la mitad más uno de votos. Y se impone una segunda vuelta electoral el 9 de marzo en la cual sorpresivamente ARENA logra remontar esa diferencia, aunque el FMLN termina ganando la elección presidencial por un ajustado margen de 6,364 votos.

Estos resultados significan políticamente el surgimiento de una situación de equilibrio estratégico entre estas dos fuerzas, que vienen enfrentándose electoralmente desde hace veinte años, desde 1994. Será un equilibrio estratégico que será confirmado o modificado en las próximas elecciones municipales y legislativas de 2015.

En definitiva, se establece de nuevo un equilibrio estratégico entre el FMLN y ARENA, como ya había sucedido en el pasado durante el conflicto armado entre el FMLN y la Fuerza Armada. Esta nueva situación política ha provocado momentáneamente una situación de alegatos de fraude por parte de ARENA, mientras se define por parte la oligarquía los rumbos futuros de cara a un segundo gobierno de izquierda.

Frente a la actual situación de un segundo gobierno del FMLN, ARENA con el capital político logrado, tendrá que decidir si negocia aspectos de la política social y económica a cambio de aceptar la legitimidad de este gobierno o decide rechazar esta elección y mantener la ya iniciada estrategia dual de lucha de calle, llamando incluso a la desobediencia civil junto con el agotamiento de las diversas instancias jurídicas para anular el resultado electoral. La decisión, pronto lo sabremos, aunque la tendencia a corto plazo parece ser lanzarse hacia la desestabilización del régimen.

La lucha por la agenda política pasa a ocupar el primer plano. ARENA seguramente tratará de prolongar la situación de incertidumbre acerca de los resultados electorales. Posteriormente se dedicará a observar cuidadosamente y deslegitimar la conducta futura de este segundo gobierno del FMLN. El presidente Funes, por su parte, probablemente pase a ser lo que en Estados Unidos se llama un lame duck, un presidente de salida.

ARENA pasa de experimentar una derrota humillante el 2 de febrero, a buscar una derrota aceptable el 9 de marzo, a conseguir una amplia votación que le permite en un primer momento casi saborear la victoria de una restauración oligárquica y en un segundo momento, a pretender descarrilar el proceso electoral alegando fraude y finalmente a negarse a reconocer la victoria del FMLN, privando así a este de la tan ansiada y urgente legitimidad.

El FMLN de este segundo gobierno, de ser fuerza subversiva en el pasado ha pasado a convertirse en el principal defensor del orden establecido, de la ley y el orden, incluyendo la defensa de la fuerza armada y del régimen económico, el cual no puede ser quebrantado por “elementos al margen de la ley.” Los roles han cambiado aunque los personajes y los intereses son los mismos. Al FMLN le corresponde hoy defender y cobijarse en el marco constitucional heredado de la Constitución contrainsurgente de 1983. ARENA por su lado, opta momentáneamente por subirse al carro de la lucha de calle y la desobediencia civil.

Al final, se comprueba que las formas de lucha no son patrimonio de la izquierda, aunque en el caso de la lucha de calle, para los sectores populares salvadoreños si forma parte valiosa de su identidad histórica. Paradojas de la historia: la revolución para avanzar se ve obligada en 2014 a defender el orden constitucional impuesto por la contrarrevolución en 1983.

Y mientras el FMLN se convierte en el partido de la ley y el orden, ARENA deviene el partido de la subversión y la desobediencia civil. Todo cambia a excepción de la contradicción principal y de naturaleza antagónica que continúa siendo entre el proyecto oligárquico –dominante desde mediados del siglo XIX- y el proyecto popular, en el gobierno desde 2009.

La necesidad del trabajo ideológico

La izquierda salvadoreña experimenta en este 2014 un problema de correlación de fuerzas motivada por la desaparición súbita de una extraordinaria mayoría electoral, determinada en parte por la existencia en sus actuales proyecciones políticas de una clientela electoral y no una militancia social. En la vieja escuela leninista de la revolución, la fortaleza ideológica existente que incluso permitía estar dispuesto a entregar la vida en cualquier momento tenía como fundamento una ideología, el marxismo, con sus respectivos apellidos.

Alrededor de esta ideología de izquierda y de sus principios iniciada en nuestro país hace casi noventa años se encontraba la certeza en el triunfo del socialismo sobre el capitalismo, la lucha de clases y el esfuerzo de la vanguardia revolucionaria por la toma del poder; el orgullo de estar “organizado” de ser militante en una organización revolucionaria clandestina, la solidaridad con los pueblos que luchaban contra el imperialismo, la conciencia e identidad de clase proletaria opuesta a la clase burguesa, el rechazo a la ideología y explotación del capitalismo, la identificación de varios enemigos: la oligarquía, la dictadura militar, el imperialismo; las banderas eran muy claras: luchábamos por la democracia y contra la dictadura militar, y por el socialismo; por una sociedad sin opresores ni oprimidos y lo hacíamos de manera disciplinada, con una plena confianza en la dirección política que luego devino en comandancia general.

Cada quien cumplía su tarea en el campo que le correspondía, y se era parte de un colectivo. Un elemento clave, de principios, era el apoyo a las luchas populares. Cada huelga, cada demostración, estaba acompañada por la izquierda. Esa fue nuestra formación política, nuestra escuela. Y no estábamos equivocados ya que esa fortaleza ideológica permitió construir la fuerza militar que derrotó a la dictadura. Y es lo que únicamente permitirá a futuro construir la fuerza que derrote a la oligarquía desde lo político y lo ideológico pasando por lo electoral. Mientras tanto las victorias serán frágiles y hasta transitorias.

Mucho de estos elementos ideológicos se han perdido a partir de los Acuerdos de Paz y en particular luego de la disolución de las cinco fuerzas que constituyeron el FMLN en 1995 y reconstruirlo es esencial para seguir avanzando. Sin teoría revolucionaria, no puede haber movimiento revolucionario. Fue y es clave la formulación y divulgación de la teoría revolucionaria, del marxismo, hoy más que nunca. El Código Electoral y la Constitución de 1983 no pueden convertirse en los nuevos fundamentos ideológicos.

En la nueva escuela cada quien resuelve por sí mismo y lo más importante es lo electoral. Y aún así, partiendo de lo acumulado durante la guerra, como FMLN se ha logrado avanzar de manera impresionante, pero los límites están a la vista. La derecha nos disputa fuertemente el corazón de la gente, y de la gente más pobre.

La voz del amo de la finca cafetalera sigue fluyendo de los gramófonos ideológicos de la oligarquía y es escuchada y obedecida por miles de personas…aunque es una realidad que hemos empezado a cambiar, en particular durante estos últimos cinco años. Pero modificar esta situación requiere un aprendizaje a largo plazo que incluye lo político electoral pero que a la vez necesita otros componentes, como la disputa al interior de las iglesias y universidades, la creación de medios alternativos, y la reconstrucción del tejido organizativo popular y de la militancia de izquierda. Reducirlo a lo electoral es un grave error. Por otra parte, el problema de la disputa de la gente, además de ser político es un problema de naturaleza cultural.

Modificar la cultura política autoritaria heredada de la larguísima resistencia clandestina contra la dictadura militar y reforzada en la izquierda durante el conflicto armado es un proceso a largo plazo, pero es fundamental para este periodo de transición. La cultura política autoritaria en la que nacimos y crecimos permite que la opresión continúe internalizada en amplios sectores populares y explica incluso el desbordamiento de movimientos religiosos derechistas en nuestras mismas comunidades, en nuestros mismos territorios. Profundizar la democracia exige dar esta difícil batalla ideológica, que incluye también la batalla contra el machismo y contra el militarismo.

La nueva lucha contra el militarismo

Se observan peligrosas señales de un resurgimiento del militarismo. El presidente Funes informaba recientemente que 5 mil efectivos del ejército se sumaran a las labores contra la delincuencia aunque esto signifique la militarización de nuestras escuelas; el domingo 9 de marzo el candidato presidencial de la derecha invoca a la fuerza armada clamando por un golpe para “garantizar la democracia.”; el Alto Mando de la Fuerza Armada aparece en respuesta a esta llamado en una Conferencia de Prensa reivindicando su naturaleza “apolítica.”

Ya antes a los militares les había comprado el presidente Funes unos aviones chatarra. Ya antes a altos militares violadores de los derechos humanos los habían guardado en la exGuardia Nacional para que no los detuvieran y los juzgaran en España.. Este peligroso proceso de remilitarización del Estado y la sociedad, que lleva ya varios años, entra en conflicto con la letra y el espíritu de los Acuerdos de Paz de 1992 y lo curioso es que parece ser aceptado e incluso impulsado tanto por el FMLN como por ARENA.

Es parte de una cultura autoritaria que debemos de rechazar y que se manifiesta entre otros aspectos en la vigencia del silencio obligado, del ocultamiento de la verdad, de la secretividad y del culto a la decisión jerárquica. La claridad acerca de estos desafíos y la necesidad de enfrentarlos son los pilares para poder así construir una cultura democrática, tolerante, que exprese la pluralidad de nuestra sociedad. La lucha continúa.