Raúl Castro en el VII Congreso del PCC: transformar para más socialismo

Discurso íntegro de Raúl Castro en apertura del VII Congreso del PCC: transformar para más socialismo
Domingo, 17 de Abril de 2016

teleSUR.- “Lo peor que puede hacer un revolucionario, sea comunista o no, es quedarse cruzado de brazos ante los problemas… No tenemos ese derecho y menos en los tiempos que corren”, dijo Raúl Castro Ruz, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, en la presentación del Informe Central del máximo foro de los comunistas cubanos.

Discurso del presidente Raúl Castro en la apertura del VII Congreso del Partido

El desarrollo de la economía nacional, junto a la lucha por la paz y la firmeza ideológica, constituyen las principales misiones del Partido

Informe Central al 7mo. Congreso del Partido Comunista de Cuba, presentado por el Primer Secretario del Comité Cen­tral, General de Ejército Raúl Castro Ruz

Raúl Castro Ruz

Informe Central al 7mo. Congreso del Partido Comunista de Cuba, presentado por el Primer Secretario del Comité Cen­tral, General de Ejército Raúl Castro Ruz, La Habana, 16 de Abril de 2016, Año 58 de la Revolución

(Versiones Taquigráficas-Consejo de Estado)

Compañeras y compañeros:

Damos inicio a las sesiones del 7mo. Congreso del Partido Comunista de Cu­ba cuando se cumple el 55 aniversario de la proclamación, por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, del carácter socialista de la Revolución, el 16 de abril de 1961, en la despedida del duelo de las víctimas en los bombardeos a las bases aéreas el día anterior, preludio de la invasión mercenaria por Playa Girón, organizada por el gobierno de los Estados Unidos y que fue derrotada en menos de 72 horas, gracias a las acciones previas acometidas por la Seguridad del Estado y al coraje de los combatientes del Ejército Rebelde, policías y milicianos, que por vez primera lucharon defendiendo el socialismo, bajo el mando directo de Fidel.

Nos reunimos hoy, a los cinco años exactos del anterior Congreso, con lo cual damos cumplimiento al Objetivo de trabajo No. 17 aprobado por la Primera Conferencia Nacional del Partido, que estableció mantener la periodicidad fijada en los Estatutos para la celebración de los congresos del Partido, salvo ante la amenaza de guerra, desastres naturales y otras situaciones excepcionales.

El 7mo. Congreso, órgano supremo de la organización partidista, cuenta con la participación de mil delegados, propuestos desde la base y electos democráticamente, que representan a más de 670 000 militantes, integrados en aproximadamente 54 500 núcleos.

Como podrá apreciarse, ha disminuido la militancia de nuestro Partido, lo que está influenciado por la negativa dinámica demográfica que afrontamos, el efecto de una política restrictiva de crecimiento desde el año 2004 y las insuficiencias propias en el trabajo de captación, retención y motivación del potencial de militantes. Cierto es también que en los últimos años se ha logrado frenar esta tendencia.

En el período transcurrido, se ha venido aplicando lo establecido en el Ob­jetivo No. 18 de la Primera Confe­rencia Nacional, de efectuar como mínimo dos plenos del Comité Central al año donde se analiza la marcha del proceso de implementación de los Lineamientos, el cumplimiento del Plan de la Economía y el Presupuesto y de los propios Objetivos señalados. En las sesiones ordinarias de la Asamblea Nacional del Poder Popular, órgano supremo del poder del Estado, se han debatido igualmente dos veces al año la ejecución del Plan de la Economía y el cumplimiento de los Lineamientos.

Arribamos al 7mo. Congreso con la presentación de cuatro importantes proyectos de documentos rectores, en varios de los cuales se comenzó a trabajar prácticamente al concluir el 6to. Congreso de la Organización. Estos son:

Primero: Reseña de la evolución de la economía en el quinquenio 2011-2015. Informe sobre los resultados de la implementación de los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución. Actualización de los Linea­mientos para el período 2016-2021.

Segundo: Bases del Plan Nacional de desarrollo económico y social hasta 2030: Propuesta de Visión de la nación. Ejes y sectores estratégicos.

Tercero: Conceptualización del modelo económico y social cubano de desarrollo socialista.

Cuarto: Trabajo del Partido en cumplimiento de los Objetivos aprobados en la Primera Conferencia Nacional y de las Directrices del Primer Secretario del Comité Central.

Son documentos abarcadores y de gran complejidad que marcarán el rum­bo del proceso revolucionario cubano, del Partido y de la sociedad hacia el futuro en la construcción de un socialismo próspero y sostenible.

Están estrechamente vinculados en­tre sí y debemos enfocarlos no como una obra totalmente terminada ni con un prisma estático o dogmático, sino que tras los debates en este evento, tal y como hicimos a partir del 6to. Congreso, serán sometidos a evaluaciones periódicas, don­de predomine una visión dinámica de estos documentos programáticos.

A diferencia del Congreso anterior cuando la propuesta de los Lineamientos fue sometida previamente a amplia consulta con la militancia del partido, la juventud comunista y el pueblo en general y posterior a su aprobación en ese evento se refrendó por la Asamblea Na­cional, en esta ocasión no se realizó ese proceso considerando que se trata de la confirmación y continuidad de la línea acordada hace cinco años en cuanto a la actualización de nuestro modelo económico y social.

Los cuatro proyectos enumerados que se presentan a este evento son resultado de una elaboración colectiva, con la participación de profesores universitarios, académicos, investigadores de las ciencias económicas y sociales y funcionarios del Gobierno y el Partido.

Para su análisis en las respectivas co­misiones, fueron debatidos en dos plenos del Comité Central del Partido, en los meses de diciembre y enero pasados, proceso que aportó más de 900 opiniones y sugerencias que conllevaron a la elaboración de una nueva versión para someterla al criterio de los delegados al Congreso, en reuniones en todas las provincias, a inicios de marzo, con la contribución de más de 3 500 invitados en representación de los diferentes sectores de la sociedad, incluidos todos los diputados de la Asamblea Nacional, con cuyas intervenciones y propuestas, que superaron la cifra de 8 mil 800, se preparó la versión final.

Es la primera vez que presentamos a un Congreso del Partido el tema de la Conceptualización, que recoge las bases teóricas y las características esenciales del modelo económico y social al que aspiramos como resultado del proceso de actualización.

A lo largo de estos cinco años se elaboraron ocho versiones de la Conceptua­lización que fueron analizadas sucesivamente, primero en las reuniones de la Comisión del Buró Político para el control de la implementación de los acuerdos del 6to. Congreso y posteriormente en el Buró Político y en los plenos del Comité Central, con la participación del Consejo de Ministros.

Por su parte, el proyecto relacionado con las bases del Plan Nacional de De­sarrollo hasta el 2030, es fruto de la labor realizada desde hace cuatro años por académicos y especialistas de los or­ganismos del gobierno y de la Comisión Permanente para la Implementación y Desarrollo. Aborda un asunto de alcance trascendental, cuya gran complejidad téc­nica no nos permitió llegar al Con­greso con el Plan Nacional de Desarrollo hasta el 2030 terminado, como era el propósito inicial, sino que se presentan sus bases, o sea, la Visión de la Nación y los Ejes y Sectores Estratégicos, lo cual nos proporciona una formidable herramienta para continuar trabajando hasta su conclusión, que esperamos alcanzar en el año 2017.

Hemos concebido que ambos documentos, es decir, la Conceptualización y las bases del Plan Nacional de Desa­rro­llo, luego de su análisis en el Con­greso, sean debatidos democráticamente por la militancia del Partido y la Unión de Jó­venes Comunistas, representantes de las organizaciones de masas y de am­plios sectores de la sociedad, con el propósito de enriquecerlos y perfeccionarlos.

Con ese fin solicitamos al Congreso que faculte al Comité Central que sea electo para introducir las modificaciones que resulten del proceso de consulta y su aprobación definitiva, incluyendo los ajustes pertinentes a los Lineamientos que se aprueben en este evento.

Desde la aprobación de los Linea­mien­tos por el pasado Congreso nos que­daba claro que el proceso de su im­plementación no constituiría un camino fácil, libre de obstáculos y contradicciones, así como que las transformaciones fundamentales requeridas para la actualización del modelo nos tomarían más de un quinquenio. La práctica ha confirmado la justeza de aquella apreciación. Hemos continuado avanzando con paso seguro, sin prisas, pero sin pausas, o sea, con la gradualidad e integralidad necesarias para alcanzar el éxito.

El obstáculo fundamental que hemos enfrentado, tal y como previmos, es el lastre de una mentalidad obsoleta, que conforma una actitud de inercia o de ausencia de confianza en el futuro. No han faltado, como era lógico esperar, sentimientos de nostalgia hacia otros mo­mentos menos complejos del proceso revolucionario, cuando existían la Unión Soviética y el campo socialista. En el otro extremo han estado presentes aspiraciones enmascaradas de restauración del capitalismo como solución a nuestros problemas.

Pese a ello se ha trabajado con sistematicidad e intensidad en la implementación de los Lineamientos, habiéndose implantado totalmente el 21% de los 313 aprobados. Se encuentran en la fase de implementación el 77% de ellos, mientras que no se ha iniciado en el 2%.

Estas cifras no logran mostrar con toda claridad cuánto se ha trabajado y avanzado en el proceso, que no es poco ni mucho menos, y encuentran su reflejo en la aprobación de 130 políticas y la emisión de 344 nuevas normas legales de diferentes rangos, la modificación de 55 y la derogación de 684. Sin embargo, la lenta puesta en práctica de las regulaciones jurídicas y su asimilación, sobre todo, ha dilatado la implantación de las políticas aprobadas.

Como resultado de la labor realizada en la implementación de los lineamientos y las nuevas tareas que se incorporaron al proceso de actualización del modelo económico, se somete a la consideración del Congreso una propuesta actualizada para el período 2016-2021, con un total de 268 lineamientos, de ellos 31 conservan la redacción original, 193 se modifican y se agregan 44 nuevos.

Al valorar el ritmo de las transformaciones en curso, no debe perderse de vista el hecho de que en el caso de Cuba jamás puede permitirse la aplicación de las llamadas “terapias de choque”, frecuentemente empleadas en detrimento de las clases más humildes de la sociedad. Esta premisa, que se corresponde con el principio de que nadie quedará desamparado, condiciona en gran medida la velocidad de la actualización del modelo económico cubano, en lo cual es innegable la influencia de la crisis económica internacional y en particular los efectos del bloqueo económico contra Cuba.

Las fórmulas neoliberales que propugnan la privatización acelerada del patrimonio estatal y de los servicios so­ciales, como la salud, la educación y la seguridad social, nunca serán aplicadas en el socialismo cubano.

Aun con las limitaciones económicas presentes, se han preservado y perfeccionado los servicios sociales a la población cubana en Educación, Salud, Cultura y Deportes y la Seguridad Social. Sin em­bargo, debemos insistir en la necesidad de mejorar sostenidamente su calidad.

Las transformaciones realizadas en el reordenamiento de estos sectores, a pe­sar de las quejas e incomprensiones iniciales que fueron debidamente esclarecidas o realizados los ajustes requeridos, han contribuido a elevar la calidad de los citados servicios con un menor costo presupuestario, lo que se evidencia en los indicadores de salud obtenidos, co­mo es el caso, por sólo mencionar un dato, de la tasa de mortalidad infantil de 4,2 por cada 1 000 nacidos vivos, semejante a la que se obtiene en muy pocos de los países más desarrollados.

El reordenamiento de la red escolar permitió reducir la cantidad de centros y alrededor de 250 000 alumnos internos, mientras que se invirtió la pirámide existente en la formación de técnicos medios y obreros calificados mediante el incremento de la matrícula en la educación técnico-profesional.

Está en marcha un programa de mantenimiento y recuperación de la infraestructura constructiva y el equipamiento del sistema de Educación.

En el sistema nacional de Salud se ha venido ejecutando un conjunto de medidas dirigidas a su reorganización, compactación y regionalización de los servicios, con el objetivo de mejorar el estado de salud de la población, incrementar la calidad y satisfacción del pueblo por los servicios que se le prestan y hacer eficiente y sostenible el sistema, a la vez que se garantiza su desarrollo.

El perfeccionamiento de las estructuras de dirección y el ajuste de las plantillas propició la disminución de 152 000 plazas y la reubicación de más de 20 000 médicos en la actividad asistencial. Estas decisiones, unidas a otras orientadas al uso racional de los recursos, permitieron la reducción del presupuesto asignado a la Salud en más de 2 000 millones de pesos.

De forma paralela, se han presentado dificultades en el suministro a las farmacias de medicamentos importados y de producción nacional y persisten condiciones higiénico-sanitarias que propician la trasmisión de enfermedades infecciosas como el cólera, dengue, chikungunya y últimamente el zika. En la actualidad se acomete el Plan de acción para el enfrentamiento a enfermedades trasmitidas por el mosquito Aedes que no puede verse como una efímera campaña más, sino que debe garantizar su sostenibilidad en el tiempo.

Las decisiones en la economía no pueden, en ningún caso, significar una ruptura con los ideales de igualdad y justicia de la Revolución y mucho menos resquebrajar la unidad de la mayoría del pueblo en torno al Partido. Tampoco se permitirá que como consecuencia de esas medidas se genere inestabilidad e incertidumbre en la población cubana.

Por eso insisto en que se requiere mu­cha sensibilidad e intencionalidad po­lítica para avanzar en la implementación de los Lineamientos. Es preciso asegurar más explicación al pueblo, más disci­plina y exigencia y un mayor y más cercano seguimiento al proceso de cambios. Hay que tener, como ya hemos dicho, los oídos y los pies bien puestos sobre la tierra.

La muestra más elocuente de la complejidad del proceso de implementación radica en la dualidad monetaria y cambiaria, asunto en el que no se ha dejado de trabajar a lo largo de estos años, y cuya solución no quedará para las calendas griegas, ya que aunque no representa la solución mágica a las distorsiones es­tructurales de la economía, significará un impulso fundamental para avanzar en el resto de las tareas de la actualización de nuestro modelo económico.

El ordenamiento monetario del país facilitará crear las condiciones requeridas para superar los nocivos efectos del igualitarismo y hacer realidad el principio socialista que expresa “de cada cual según su capacidad, a cada cual según su trabajo”. Con ello será posible rectificar el fenómeno de la llamada “pirámide in­vertida” que no permite retribuir de manera justa el trabajo en función de su cantidad, calidad y complejidad y que el nivel de vida se corresponda con los in­gresos legales de los ciudadanos, generando desmotivación de la fuerza laboral y también en los cuadros, lo cual desestimula su promoción a mayores responsabilidades.

Es propicia la ocasión para ratificar, una vez más, la decisión de garantizar los depósitos bancarios en divisas internacionales, en pesos cubanos convertibles y pesos cubanos, así como el efectivo en poder de la población y las personas jurídicas extranjeras y nacionales.

La empresa estatal socialista, definida como la forma principal de gestión en la economía nacional, se encuentra en una posición desventajosa en comparación con el creciente sector no estatal que se beneficia por trabajar en un circuito monetario basado en la tasa de cambio de 1 X 25, mientras que para ella rige la paridad del CUC con el peso cubano. Esta importante distorsión deberá ser solucionada a la mayor brevedad posible, en el marco de la unificación monetaria y cambiaria.

Esa anomalía sumada al discreto de­sempeño de nuestra economía no ha permitido avanzar sustancialmente en la implementación de los lineamientos vinculados a la eliminación paulatina de las gratuidades indebidas y los subsidios excesivos, teniendo en cuenta que no se ha podido generalizar el incremento de los ingresos de los trabajadores, ni asegurar la oferta estable de determinadas mercancías en el mercado liberado.

A pesar de que se disminuyeron o su­primieron algunos productos de la ca­nasta familiar normada, dígase la famosa libreta de abastecimientos, y se trasladó la venta minorista de estos al mercado liberado a precios no subsidiados, se mantiene un alto nivel de subsidio en una variada gama de productos y servicios básicos.

Por otra parte, el elevado índice de envejecimiento de la población cubana, la cual además migra del campo a las ciudades, se concentra y eleva su nivel de calificación, representa un problema estratégico para el desarrollo, que se origina en la existencia desde hace años de un conjunto de factores socioeconómicos y culturales no fáciles de revertir. Fue elaborada la Política para enfrentar esta situación, definiéndose 76 medidas y 252 acciones, cuya aplicación será gradual dependiendo del desempeño de la economía y los resultados se obtendrán en el largo plazo.

Fue aprobada la Política para la In­versión Extranjera, reconocida como una fuente importante y necesaria para el desarrollo del país y se puso en vigor una nueva Ley en esta materia, la cual a la par de brindar incentivos y seguridad jurídica a los inversionistas, preserva la soberanía nacional, la protección del medio ambiente y el uso racional de los recursos naturales.

Se constituyó la Zona Especial de De­sa­rrollo del Mariel con ventajas adicionales para la atracción de inversionistas nacionales y foráneos, y se aseguró el marco jurídico y la infraestructura necesaria para su asentamiento y despliegue productivo con el objetivo de generar exportaciones, promover la sustitución de importaciones, propiciar la transferencia de tecnologías y habilidades gerenciales de los cuales apenas sabemos nada, generar fuentes de empleo y de financiamiento de largo plazo y conformar la logística que facilite alcanzar altos niveles de eficiencia.

Sin menospreciar en lo más mínimo el obstáculo que en este sentido significa el bloqueo norteamericano y su aplicación extraterritorial, se requiere dejar atrás prejuicios arcaicos respecto a la inversión extranjera y avanzar resueltamente en la preparación, diseño y concreción de nuevos negocios.

El destino de las inversiones se ha mo­dificado sustancialmente, si hace 5 años la esfera productiva y las infraestructuras recibían el 45% de ellas, en el 2015 acumularon el 70%. Asimismo, en el proceso inversionista se ha incrementado el rigor y el control en el cumplimiento de los planes y en sentido general mejoraron sus indicadores, a pesar de que se mantienen no pocas tensiones en los suministros y el aseguramiento de fuerza de trabajo debidamente calificada y mo­tivada, al tiempo que subsiste la improvisación, superficialidad y falta de integralidad a causa de una incorrecta preparación de las obras, lo que conduce a dilatados plazos de ejecución y afectaciones en la calidad de las terminaciones.

En el propósito de fortalecer el papel de la empresa estatal socialista y su autonomía, se ha avanzado en la separación de las funciones estatales de las empresariales, modificándose de manera paulatina las relaciones de los organismos del Gobierno con las empresas, cuyos directivos cuentan hoy con mayores facultades para su gestión.

No obstante, este es un trayecto que no se recorre en un día, semanas o me­ses, sino que madurará a mediano y lar­go plazos en la medida en que se consoliden las condiciones organizativas, la capacitación de los cuadros y se supere el hábito de esperar por instrucciones des­de arriba para actuar en el marco de fa­cultades ya otorgadas, en lugar de promover la iniciativa y el espíritu emprendedor.

Ha continuado al propio tiempo el avance del proceso de perfeccionamiento de los organismos de la Admi­nistra­ción Central del Estado y entidades na­cionales incluyéndose, en una primera etapa, a los organismos globales y de la esfera productiva. Se concluyó el proceso en cuatro de ellos, se extinguieron o fusionaron cuatro y 13 están en la etapa de implantación. Prosigue el trabajo con los organismos vinculados a los principales servicios a la población.

También se encuentra en fase de implementación el experimento que se desarrolla en las provincias de Artemisa y Mayabeque, con vistas a su posterior generalización, que entre otros aspectos persigue la separación de funciones de la dirección de las asambleas del Poder Popular y de los Consejos de Adminis­tra­ción, lo que permite que las asambleas se concentren en la atención directa a los delegados, consejos populares y al trabajo de las Comisiones en su labor de control y fiscalización.

La aplicación del nuevo modelo en las administraciones locales ha conducido a una notable reducción de los cargos de esos órganos en provincia y municipio, sin generar inestabilidad en su funcionamiento, favoreciendo su autoridad para ejercer las funciones estatales asignadas.

Tal y como se expresa en las conclusiones del proyecto de informe sobre los resultados de la implementación de los Lineamientos, han existido insuficiencias y deficiencias por parte de los organismos y entidades, incluyendo la propia Comisión Permanente para la Im­ple­mentación y Desarrollo, ocasionando dilaciones en la aplicación de algunas medidas, la conformación de propuestas que adolecían de falta de integralidad o con una visión limitada, fundamentalmente en lo referido a la valoración de los niveles de riesgo y en la apreciación correcta de los costos y beneficios de determinadas medidas.

También se manifestaron problemas en la conducción y control de las políticas aprobadas y en la divulgación y capacitación a los diferentes niveles de dirección. Sobre todo en este último aspecto de la capacitación de los diferentes niveles de dirección hubo quien se creyó que elaborando un papel y mandándolo de un extremo al otro del país y pidiendo que se lo estudiaran los cuadros ya se resolvía el problema, y cuando fuimos a ver cada uno aplicó la medida a su manera; así sucedió con la Resolución 17 del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, en un tema tan importante como ese, sobre el cual haré una breve referencia en el transcurso de este discurso.

En algunos casos ha faltado sentido de la urgencia cuando los efectos en la práctica no han sido los deseados y hasta, en ocasiones, contrarios al espíritu de las medidas adoptadas, lo que se traduce en que al no enfrentar decididamente una desviación cuando todavía es pequeña, luego de su masificación la justa rectificación se convierte en un problema político.

Un ejemplo gráfico de lo anterior lo representa el comportamiento de los precios de los productos agropecuarios con la reaparición del fenómeno de la especulación y el acaparamiento en beneficio de unos pocos y en detrimento de la mayoría de la población.

Aunque comprendemos que el factor primordial en el crecimiento de los precios reside en un nivel de producción que no satisface la demanda y que el avance en esta materia está condicionado por factores objetivos y subjetivos, no podemos quedarnos con los brazos cruzados ante la irritación de los ciudadanos por el manejo inescrupuloso de los precios por parte de intermediarios que solo piensan en ganar cada vez más.

El reconocimiento del mercado en el funcionamiento de la economía socialista no implica que el Partido, el Gobierno y las organizaciones de masas dejen de cumplir su papel en la sociedad de en­frentar cualquier situación que dañe a la población, ni mucho menos decir: “es una cuestión del Gobierno, yo no me puedo meter”. Yo Partido, yo Gobierno, de cualquier nivel, y yo miembro de una organización de masas me metería en cualquier problema injusto que afecte a nuestra población (Aplausos).

Por eso, apenas se produjo la discusión en el Parlamento sobre este tema, que recordarán sobre todo los diputados aquí presentes y que tardamos mucho en reaccionar, apoyé inmediatamente al Segundo Secretario del Partido, compañero Machado Ventura, que salió al combate por todo el país enfrentándose a ese problema (Aplausos).

Y debemos sacar la conclusión de este hecho, como de otros muchos, que lo peor que puede haber, lo peor que puede hacer un revolucionario o una simple persona honesta, comunista o no, es quedarse cruzado de brazos ante un problema. No tenemos derecho, mucho me­nos en los tiempos en que estamos viviendo y en los cambios que estamos introduciendo. Es una experiencia que vale la pena recordar, porque nos la podemos encontrar cientos de veces, por no decir miles de veces, en el cumplimiento de esta gigantesca tarea que estamos elaborando para el mejoramiento de nuestro país y de nuestro socialismo.

La introducción de las reglas de la oferta y la demanda no está reñida con el principio de la planificación. Ambos conceptos pueden convivir y complementarse en beneficio del país, como se ha demostrado exitosamente en los procesos de reforma en China y de renovación en Vietnam, como ellos lo califican. No­sotros le hemos llamado actualización porque no vamos a cambiar el objetivo fundamental de la Revolución.

Positivas son las experiencias obtenidas en algunas provincias con la adopción reciente de una serie de medidas organizativas, entre ellas, el incremento del acopio en interés de asegurar la presencia de productos en los mercados estatales, induciendo la disminución de los precios de oferta y demanda. Este es un asunto que requiere un seguimiento cons­tante por parte de todas las instituciones involucradas.

En medio de estas circunstancias los salarios y pensiones siguen siendo insuficientes para satisfacer las necesidades básicas de la familia cubana. Aunque el salario medio experimentó un crecimiento del 43% en el período 2010-2015, este se concentró en los dos últimos años, a partir de las decisiones adoptadas a favor de los trabajadores de la Salud Pública, la Inversión Extranjera, la esfera del Deporte y por la flexibilización en los sistemas de pago en el sector empresarial. Sin embargo, no ha sido posible extender a la mayoría de las actividades presupuestadas los incrementos salariales previstos en la política aprobada.

La implementación de los nuevos sistemas de pago por resultado establecidos por la Resolución No. 17 del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, a la que hice mención hace un instante, si bien influyó en sentido general en la elevación de la motivación de los trabajadores y el aumento de la productividad, que pude precisar personalmente visitando diferentes fábricas y conversando con los trabajadores, cierto es que también se presentaron múltiples deficiencias, originadas en lo fundamental por la inadecuada preparación de condiciones previas, in­cluyendo la capacitación de los directivos empresariales y el seguimiento.

En esta cuestión igualmente se tardó en corregir las incongruencias conceptuales que se pusieron de manifiesto en su aplicación.

Las experiencias nos enseñan que no basta con que los documentos normativos estén bien elaborados, hay que preparar a los ejecutores directos y pasado un tiempo volverles a dar algunos cursillos y controlar cómo están sus conocimientos para la aplicación de estas im­portantes actividades, comprobar su dominio de las regulaciones, exigir con sistematicidad que se cumplan en la práctica las disposiciones y reaccionar oportunamente ante las desviaciones, impidiendo que se conviertan en problemas políticos mayores.

Nuestro Héroe Nacional, José Martí, razonó que “Gobernar es prever”, ¡qué simples palabras, son solo tres! ¿Será posible que a algunos de nuestros funcionarios les sea tan difícil aprenderse esas tres palabras de las enseñanzas martianas? Es decir, “gobernar es prever”. Tenemos que aprender a prever pa­ra evitarnos bastantes problemas. Debo reconocer que en general durante la implementación de los Lineamientos no hemos sido suficientemente previsores ni ágiles para actuar en la corrección de las deficiencias.

Además de no prever, después nos ponemos a pensar cómo resolver el problema que se creó y no tenemos la agilidad necesaria para enfrentar inmediatamente al problema. Estoy hablando con toda crudeza, como corresponde en un congreso de nuestro Partido Co­munista y en todas las reuniones de los comunistas.

Ha proseguido la ampliación del sector no estatal de la economía, en tanto el empleo estatal se reduce del 81,2% en el 2010 a 70,8 en el 2015. Algo más de medio millón de cubanos están registrados como trabajadores por cuenta propia, prestan servicios y generan producciones muy necesarias. Se va conformando una atmósfera que no discrimina ni estigmatiza el trabajo por cuenta propia debidamente autorizado; sin embargo se han presentado manifestaciones de corrupción e ilegalidades, ante las cuales el enfrentamiento ha resultado, una vez más, insuficiente y tardío, como es el caso por ejemplo de conductas evasoras del pago de tributos y el ejercicio ilegal de actividades no permitidas.

Reafirmamos el principio socialista del predominio de la propiedad de todo el pueblo sobre los fundamentales me­dios de producción, así como la necesidad de descargar al Estado de otras actividades no determinantes en el desarrollo de la nación.

Como mismo aspiramos a mayor eficiencia y calidad en la producción y servicios del sector estatal, también favorecemos el éxito de las formas no estatales de gestión, sobre la base, en todos los casos, del estricto cumplimiento de la legislación vigente.

Continúa en fase experimental la crea­ción y funcionamiento de cooperativas de producción no agropecuarias, principalmente en el comercio, la gastronomía, servicios técnicos, pequeña industria y la construcción.

En esta actividad también se han producido algunos logros, pero igualmente se han puesto de manifiesto deficiencias, que parten de la insuficiente preparación y divulgación de la política aprobada y las normativas emitidas —a las que hemos hecho referencia en varias ocasiones en este informe—, inadecuada organización y control de la contabilidad, aumento de los precios y restricciones para acceder a suministros y servicios en el mercado mayorista.

Al propio tiempo ha resultado inapropiada la conducción y control de este experimento por las instancias correspondientes, razón por la que decidimos concentrar el esfuerzo en consolidar las cooperativas ya creadas y avanzar con gradualidad.

En medio de un entorno internacional desfavorable, caracterizado por la crisis económica global iniciada a finales de la década pasada, en el quinquenio 2011-2015 el producto interno bruto de nuestro país creció a una tasa promedio anual del 2,8 %, no suficiente para asegurar la creación de las condiciones productivas y de infraestructura requeridas para avanzar en el desarrollo y mejorar el consumo de la población.

En este complejo contexto se ejecutó un conjunto de acciones enfiladas al sa­neamiento de las finanzas externas del país y en particular el reordenamiento de la deuda, cuestión en la que se han logrado resultados significativos y que, de conjunto con el cumplimiento de los com­pro­misos financieros asumidos, con­tribuye al restablecimiento de la credibilidad in­ternacional de la economía cubana y fa­vorece mayores posibilidades de comercio, in­versiones y financiamiento para el desarrollo.

No podemos retroceder en esta esfera y con ese propósito debemos asegurar un adecuado balance en la toma de créditos y su estructura, el pago de las deudas reordenadas, la deuda corriente y el cumplimiento del plan. Nunca más de­be­mos volver a empeñarnos.

Foto: Juvenal Balán

Por otra parte, se viene introduciendo un conjunto de medidas diseñadas para eliminar trabas que desestimulaban a las diferentes formas productivas de nuestra agricultura, pero no han madurado y el ritmo de crecimiento de la producción agropecuaria todavía no es suficiente, mientras que, como media, cada año el país debió dedicar alrededor de 2 mil millones de dólares a la importación de alimentos, la mitad de los cuales podemos producir en Cuba y hasta exportar los excedentes.

Continúa expandiéndose la exportación de servicios médicos y el turismo, los que aportan más de la mitad de los ingresos en divisas del país, al tiempo que se reduce el peso específico de las exportaciones tradicionales, golpeadas por la caída de sus precios.

Esta realidad corrobora la conveniencia de proseguir diversificando nuestras fuentes de ingreso para no volver jamás a depender de un mercado ni de un producto y desarrollar relaciones comerciales y de cooperación mutuamente ventajosas con todos los países, configurando un adecuado equilibrio en esta esfera.

El innegable prestigio internacional de la medicina cubana, fruto genuino de la Revolución y de los desvelos del compañero Fidel, encierra enormes potencialidades todavía no explotadas en toda su dimensión, como por ejemplo la prestación de servicios médicos a pacientes extranjeros en Cuba, para lo cual se acometen inversiones que en definitiva también reportarán beneficios a la población cubana, que accede gratuitamente a la salud pública.

En cuanto al turismo, en los años transcurridos desde el 6to. Congreso se pusieron en explotación más de 10 900 nuevas habitaciones y se restablecieron otras 7 000, complementándose con el aumento hasta más de 14 000 de las habitaciones que arriendan en CUC los trabajadores por cuenta propia y el despliegue de instalaciones y servicios extrahoteleros, lo que ha permitido proseguir la senda ascendente de esta importante rama de la economía, que posee grandes posibilidades para impulsar el desarrollo de otros sectores y generar encadenamientos productivos.

El programa de inversiones hoteleras en los principales destinos del país marcha a buen ritmo y se retoma la construcción de emblemáticos hoteles de lujo en la capital para enfrentar el déficit habitacional existente. Cada hotel que se inaugura es una fábrica más que ge­nera dentro de nuestras fronteras ingresos de exportación muy necesarios para el país.

El pasado año se sobrepasó por primera vez la cifra de tres millones y medio de visitantes. Se viene consolidando la competitividad del producto turístico cubano en mercados emisores diversificados, sin ignorar las insuficiencias presentes que conspiran contra la calidad de los servicios.

Se vienen conformando condiciones para que en el quinquenio 2016-2020 ob­tengamos resultados superiores y crear en nuestra economía las bases para un desarrollo económico-social sostenible.

En la parte introductoria de este informe explicamos que por primera vez se presenta al máximo evento de nuestro Partido un Proyecto de conceptualización del modelo económico y social cu­bano.

El objetivo principal de este documento es exponer y fundamentar con claridad los rasgos principales del modelo, de modo que sirva de guía teórica y conceptual a la construcción del socialismo en Cuba, en correspondencia con nuestras características y esfuerzos propios, to­mando como base la historia de la na­ción y del proceso revolucionario, la cultura nacional, las condiciones internas y la situación internacional, así como las experiencias de los procesos de desarrollo económico y social socialista en otros países.

Los principios que sustentan la conceptualización parten del legado martiano, el marxismo-leninismo, el pensamiento del Líder Histórico de la Revolución Cubana, Fidel Castro Ruz, y la propia obra de la Revolución.

Como ya expuse, la complejidad teórica y práctica de este Proyecto y su trascendental repercusión de cara al futuro, aconsejan que no sea aprobado en el marco de este Congreso. En su lugar proponemos a los delegados continuar el debate y adoptar, en principio, ese Pro­yecto para que sirva de base al profundo y democrático proceso de análisis por la militancia del Partido y la Unión de Jó­venes Comunistas, así como por am­plios sectores de nuestra sociedad, con cuyos resultados se presentará a la aprobación definitiva del Comité Cen­tral. O sea, por las razones expuestas, continuar discutiéndolo desde los municipios, y con la participación democrática de todo el Par­tido, la juventud, representantes de las organizaciones de masas, etcétera, con el objetivo de concluir su elaboración y se faculta al Comité Central del Partido para su aprobación. Además, se supone que se presente a la Asamblea Nacional, ór­gano supremo del poder del Estado que es a quien le corresponde darle el valor legal.

Uno de los aspectos novedosos que ha suscitado mayor atención y hasta cierta polémica, es el referido a las relaciones de propiedad, y es lógico que así sea, ya que en dependencia del predominio de una forma de propiedad sobre las demás se determina el régimen social de un país.

En Cuba socialista y soberana la propiedad de todo el pueblo sobre los me­dios fundamentales de producción es y continuará siendo la forma principal de la economía nacional y del sistema so­cioeconómico y por tanto constituye la base del poder real de los trabajadores.

El reconocimiento de la existencia de la propiedad privada ha generado in­quietudes honestas de no pocos de los participantes en las discusiones previas al Congreso, quienes expresaron preocupaciones de que al hacerlo estaríamos dando los primeros pasos hacia la restauración del capitalismo en Cuba. En mi condición de Primer Secretario del Comité Central del Partido estoy en el deber de aseverar que ese no es, en lo más mínimo, el propósito de esta idea conceptual.

Se trata precisamente, compañeras y compañeros, de llamar a las cosas por su nombre y no refugiarnos en ilógicos eufemismos para esconder la realidad. El incremento del trabajo por cuenta propia y la autorización de la contratación de fuerza de trabajo ha conllevado en la práctica a la existencia de medianas, pequeñas y microempresas privadas que hoy funcionan sin la debida personalidad jurídica y se rigen ante la ley por un marco regulatorio diseñado para las personas naturales dedicadas a pequeños negocios que se realizan por el trabajador y su familia.

Foto: Juvenal Balán

El Lineamiento No. 3 aprobado por el 6to. Congreso y que se propone mantener y reforzar en el proyecto actualizado precisa rotundamente que “en las formas de gestión no estatales no se permitirá la concentración de la propiedad”, y se adiciona que “tampoco de la riqueza”; por tanto, la empresa privada actuará en límites bien definidos y constituirá un elemento complementario del entramado económico del país, todo lo cual deberá ser regulado por la Ley.

No somos ingenuos ni ignoramos las aspiraciones de poderosas fuerzas externas que apuestan a lo que llaman el “empoderamiento” de las formas no estatales de gestión, con el fin de generar agentes de cambio en la esperanza de acabar con la Revolución y el socialismo en Cuba por otras vías.

Las cooperativas, el trabajo por cuenta propia y la mediana, pequeña y microempresa privada no son por su esencia antisocialistas ni contrarrevolucionarias y la enorme mayoría de quienes allí laboran son revolucionarios y patriotas que defienden los principios y se benefician de las conquistas de esta Revolución.

El cuarto proyecto de los documentos mencionados que se somete al 7mo. Congreso es el referido al trabajo del Partido en cumplimiento de los objetivos aprobados en su Primera Conferencia Nacional. Sobre el particular considero que han existido progresos en la superación de los métodos y estilos de trabajo que propiciaban la suplantación e interferencia por el Partido de las funciones y decisiones que corresponden al Estado, gobierno e instituciones administrativas. En su lugar se han desarrollado con sistematicidad el ejercicio de la dirección y el control partidista sobre el cumplimiento de los acuerdos del 6to. Congreso, sin dejar de actuar de conjunto con las autoridades en la atención directa de situaciones que afectan a la población como ya señalamos.

La autoridad moral del Partido exige de sus militantes, en particular de quienes ostentan responsabilidades de dirección, ejemplaridad, combatividad, preparación, así como demostradas cualidades éticas, políticas e ideológicas y estrecho y permanente vínculo con las masas.

El Partido ha seguido promoviendo la participación de los colectivos de trabajadores, estudiantes y el pueblo en la ejecución de las políticas y las medidas vinculadas al proceso de actualización del modelo económico, coadyuvando a transformar el actuar de los militantes, núcleos del Partido y cuadros, a partir de nutrirse de modo sistemático de las opiniones y propuestas de las masas.

Igualmente se ha alcanzado un mayor vínculo y atención por el Partido a la Unión de Jóvenes Comunistas, a las or­ganizaciones estudiantiles y los movimientos juveniles, con el objetivo de elevar su protagonismo y desarrollar la la­bor político-ideológica con los militantes y jóvenes, lo que presupone la defensa de su independencia orgánica e incentivar las iniciativas.

Al mismo tiempo el Partido ha priorizado la atención a las organizaciones de masa, que en este período asumieron considerables transformaciones en su quehacer y celebraron sus respectivos congresos, en cuya preparación y de­sarrollo se generó un amplio debate so­bre el funcionamiento de estas organizaciones, el cumplimiento de sus funciones y la labor político-ideológica.

Hemos constatado que ha continuado el estrechamiento de los vínculos del Partido y el resto de nuestros órganos y entidades con las diferentes instituciones, organizaciones religiosas y asociaciones fraternales en las variadas facetas de la vida nacional, lo que ha contribuido a la unidad de los cubanos, creyentes y no creyentes.

Debe tenerse muy en cuenta que en la propia medida en que se avance en la implementación del nuevo modelo, se irá configurando un escenario distinto para la organización partidista, caracterizado por la creciente heterogeneidad de los sectores y grupos en nuestra sociedad, que se origina en la diferenciación de sus ingresos. Todo ello impone el reto de preservar y fortalecer la unidad nacional en circunstancias distintas a las que nos habituamos en etapas anteriores.

El artículo No. 5 de la Constitución de la República consagra al Partido Comu­nista de Cuba como la fuerza dirigente superior de la sociedad y del Estado que organiza y orienta los esfuerzos comunes hacia la construcción del socia­lismo.

Los Estatutos de la organización lo definen como fiel continuador del Parti­do Revolucionario Cubano que fundó Martí para dirigir la lucha por la independencia, del primer Partido comunista simbolizado en Carlos Baliño y Julio Antonio Mella y fruto de la fusión voluntaria de las tres organizaciones revolucionarias que protagonizaron la lucha contra la tiranía batistiana.

En Cuba tenemos un Partido único, y a mucha honra, que representa y garantiza la unidad de la nación cubana, arma estratégica principal con que hemos contado para edificar la obra de la Revo­lución y defenderla de todo tipo de amenazas y agresiones. Por ello, no es nada casual que se nos ataque y exija, desde casi todas partes del planeta para debilitarnos, que nos dividamos en varios partidos en nombre de la sacrosanta democracia burguesa. Son conceptos que no deben prestarse a la confusión, ni hoy ni nunca. Si lograran algún día fragmentarnos, sería el comienzo del fin, ¡no olviden nunca esto!, si lograran algún día fragmentarnos sería el comienzo del fin en nuestra patria, de la Revolución, el socialismo y la independencia nacional, forjados con la resistencia y el sacrificio de varias generaciones de cubanos des­de 1868.

Creo que me deben permitir una pequeña anécdota, muy real, que yo la cuento y la disfruto bastante y quisiera compartir con ustedes.

Como es natural, con representantes de diferentes niveles de los Estados Unidos he tenido que discutir y reunirme mucho, y con algunos que sin ser nor­teamericanos, representan a otros países y también a ellos. Cuando hemos entrado a discutir derechos humanos, pues he­mos dicho que estamos dispuestos a discutir sobre todas esas cuestiones… Me han pasado una nota que dice: “Es­tamos en vivo”. Yo creo que lo que estamos es vivos (Risas y aplausos).

Yo disfruto y quiero también que lo disfruten todos los que tienen la amabilidad de vernos en vivo, incluido en el exterior. Hemos dicho que estamos dispuestos a hablar de todos los derechos humanos.

Revisando documentos el otro día sobre los Tratados y Convenciones, en esta materia que nadie los cumple todos, resulta que nosotros somos parte de 44, y los Estados Unidos de solo18. Yo les he dicho que mientras se pretenda seguir politizando los derechos humanos eso no va a caminar; por ejemplo, para nosotros salario igual por igual trabajo, sea hombre o mujer, es un derecho humano. En otros países, entre ellos los Estados Unidos, no lo es, las mujeres ga­nan menos y así se pueden citar decenas de los llamados derechos humanos.

La atención médica gratuita en Cuba es un derecho humano, ¿en cuántos países del mundo lo es? En muchos no es un derecho humano, es un negocio. En nuestro país la educación es gratuita, ¿en cuántos países del mundo la educación es gratuita? Es un negocio también. Es decir, que este tema de los derechos humanos lo discutimos con el que sea y donde sea, y a los que tengan la razón se la daremos.

Lo que más disfruto, hablando de los derechos políticos, es cuando me dicen que en Cuba nada más hay un partido. Y yo les contesto: “Sí, igual que ustedes, tienen un solo partido”, y los norteamericanos me contestan: “No, nosotros tenemos dos.” Y como si yo no lo supiera, me dicen sus nombres: “Demócrata y Repu­blicano.” “Correcto, eso es correcto, eso es igual que si en Cuba tuviéramos dos par­tidos, Fidel dirige uno y yo el otro” (Risas y aplausos).

Seguro que Fidel va a decir: “Yo quiero dirigir el comunista”, yo diré: “Bueno, yo dirigiré el otro, no importa el nombre” (Risas).

Como expresábamos, aquí había tres organizaciones: 26 de Julio, el Partido So­cialista Popular y el Directorio Revo­lucionario 13 de Marzo. Podíamos haber hecho tres partidos; pero todos coincidieron en la necesidad de unirse para hacer un solo partido, y fusionar sus respectivos órganos de prensa, para ser más fuertes; todos sus dirigentes tuvieron una magnífica y decisiva actitud en dar ese paso, ¿por qué vamos a dividirnos ahora? Lo que sí tiene que ser es un partido muy democrático, que es a lo que aspiramos, y que se pueda discutir con profundidad y entera libertad cualquier problema.

La propia CTC, los obreros se tienen que unir para ser más fuertes, en cualquier agencia de prensa occidental que usted lea algo que haga referencia a nuestra Central de Trabajadores, añaden entre paréntesis: única, como si eso fuera un delito. Ellos quieren modelar al mundo —ya saben a quiénes me refiero: a los Estados Unidos y a todos los que los acompañan—, ajustar al mundo a sus conveniencias, es lo que quieren hacer, y por eso debemos estar alertas hoy más que nunca. Ellos mismos han dicho: 50 años de bloqueo no dio resultado y no pudimos aislar a Cuba, por el contrario, estábamos corriendo el riesgo de quedarnos aislados nosotros en América Latina. Hay que cambiar eso. ¿Y por qué lo van a cambiar?, por otros métodos más difíciles de combatir. De ahí la im­portancia de estas cuestiones que deben estar suficientemente claras en nuestras mentes y en nuestro pueblo.

No es ocioso reiterar que son conceptos que no deben prestarse a la confusión, ni hoy ni nunca. Si lograran algún día fragmentarnos, sería el comienzo del fin en nuestra patria, de la Revolución, el Socialismo y la independencia nacional, forjados con la resistencia y el sacrificio de varias generaciones de cubanos des­de 1868.

La existencia de un partido único presupone estimular el más amplio y sincero intercambio de opiniones, tanto dentro de la organización partidista como en su vínculo en la base con los trabajadores y la población. El Partido está obligado a potenciar y perfeccionar de manera permanente nuestra democracia, para lo cual es imprescindible superar definitivamente la falsa unanimidad, el formalismo y la simulación. El Partido está en el deber de favorecer y garantizar la participación cada vez mayor de la ciudadanía en las decisiones fundamentales de la sociedad. No tenemos ningún miedo a opiniones distintas ni a las discrepancias, pues solo la discusión franca y honesta de las diferencias entre los revolucionarios nos conducirá a las mejores deci­siones.

Sabemos que el Partido y la Re­vo­lución cuentan con el apoyo mayoritario del pueblo, es un hecho que nadie puede negar, no obstante, no ignoramos que en determinados sectores de la población existen manifestaciones de falta de compromiso y desinterés por los asuntos de la vida política y que se mantienen opiniones negativas sobre la ejemplaridad de algunos militantes y cuadros, así como su desvinculación de nuestro pueblo.

Se ha verificado en el período más reciente un crecimiento de las acciones enfiladas a fomentar valores de la sociedad de consumo; la división, la apatía, el desaliento, el desarraigo y la falta de confianza en la dirección de la Revolución y el Partido, sembrando una matriz de opinión que trata de mostrarnos como una sociedad sin futuro.

Se estimula la emigración ilegal y de­sordenada de jóvenes y de especialistas de diversos sectores al amparo de la Ley de Ajuste Cubano, la Política de pies secos-pies mojados y el Programa de parole, o sea, el permiso para residir en los Estados Unidos, otorgado con absoluta rapidez, para nuestros médicos, los que prestan servicios en el exterior, cuestiones a las que me referiré más adelante.

En estas circunstancias se impone fortalecer una labor preventiva inteligente, firme y sistemática y elevar las exigencias y el control por parte de los órganos encargados del enfrentamiento a la subversión político-ideológica, así como levantar la combatividad de los militantes, la vigilancia en los centros de trabajo y la labor ideológica con las nuevas generaciones, potenciando el insustituible papel de la familia y la escuela. Repito: ¡Potenciando el insustituible papel de la familia y la escuela!

Se ha avanzado en las acciones dirigidas a forjar una cultura comunicacional en el país y disminuyeron las manifestaciones de secretismo, sin embargo continúan presentándose vacíos informativos e interpretaciones erróneas a causa de que todavía no es suficiente la divulgación de la marcha del proceso de actualización y la implementación de las políticas aprobadas.

La influencia en nuestra realidad de las complejidades del mundo en que vivimos, la política de hostilidad y acoso, las acciones dirigidas a introducir plataformas de pensamiento neoliberal y de restauración capitalista apoyadas por una perversa estrategia de subversión político-ideológica que atenta contra las esencias mismas de la Revolución y la cultura cubana, la historia y los valores que en ella se han forjado, la innegable existencia de problemas acumulados en la sociedad, a lo que se suma el propio proceso de implementación de los Li­neamientos y los profundos cambios en que nos encontramos inmersos, así como el nuevo escenario en las relaciones entre Cuba y los Estados Unidos, son hechos que imponen elevados desafíos al trabajo ideológico. Esos programas van dirigidos hacia los sectores que el enemigo identifica como los más vulnerables y abarca a los jóvenes, la intelectualidad, los trabajadores asociados a las formas no estatales de gestión y las comunidades con mayores dificultades materiales y económicas.

A la par que salvaguardamos en el pueblo la memoria histórica de la nación y perfeccionamos la labor ideológica di­ferenciada, con especial énfasis hacia a la juventud y la niñez, debemos afianzar entre nosotros la cultura anticapitalista y antiimperialista, combatiendo con argumentos, convicción y firmeza las pretensiones de establecer patrones de la ideología pequeño burguesa caracterizados por el individualismo, el egoísmo, el afán de lucro, la banalidad y la exacerbación del consumismo.

El mejor antídoto contra las políticas de subversión consiste en trabajar con integralidad y sin improvisación, hacer bien las cosas, mejorar la calidad en los servicios a la población, no dejar acumular problemas, reforzar el conocimiento de la historia de Cuba, la identidad y cultura nacionales, enaltecer el orgullo de ser cubano y propagar en el país un ambiente de legalidad, defensa del patrimonio público, de respeto a la dignidad de las personas, los valores y la disciplina social.

El desarrollo de la economía nacional, junto a la lucha por la paz y la firmeza ideológica, constituyen las principales misiones del Partido. La economía sigue siendo la asignatura pendiente fundamental y la labor político-ideológica es un asunto permanente vinculado íntimamente con la batalla económica, pues asegura la participación consciente, activa y comprometida de la mayoría de la población en el proceso de actualización del modelo económico y social.

En materia de la política de cuadros también se avanzó, aunque no nos da­mos por satisfechos. Se han dado pasos importantes en la preparación y recalificación de los cuadros partidistas, estatales, gubernamentales y empresariales, aunque se requiere insistir en la preparación específica para el desempeño de los cargos asignados.

No desconocemos la influencia negativa que representan en esta esfera factores objetivos y subjetivos, como el ya mencionado fenómeno de la pirámide invertida, que favorecen la fluctuación de los cuadros y la falta de motivación para comprometerse con las misiones encomendadas.

Grandes potencialidades se pierden a causa del inadecuado trabajo con las reservas de cuadros y por la débil influencia de los responsables en el proceso de selección y formación de la cantera, lo cual propicia que personas sin compromiso y ética sean promovidos a responsabilidades vinculadas al control y disposición de recursos materiales y financieros, creando el caldo de cultivo para la corrupción y otras ilegalidades e indisciplinas.

Al propio tiempo, se ha incrementado progresiva y sostenidamente la promoción de mujeres, jóvenes, negros y mestizos a cargos de dirección, sobre la base del mérito en su tránsito gradual por diferentes responsabilidades y las condiciones personales. No obstante, tampoco nos sentimos complacidos con los resultados alcanzados porque persisten viejos hábitos y prejuicios que conspiran contra la política de cuadros del Partido.

Deberá proseguirse sin tregua el combate contra cualquier vestigio de racismo que obstaculice o frene el ascenso a cargos de dirección de los negros y mestizos, cuyo peso específico en el total de la población cubana ha seguido elevándose de censo en censo. Para consolidar los resultados en esta importante y justa política de la Revolución, es preciso trabajar con sistematicidad, previsión e intencionalidad. Una cuestión de esta trascendencia no puede quedar a merced de la generación espontánea o la improvisación.

La cantidad de mujeres en cargos decisorios aumentó —poquito, pero au­mentó, en cargos donde se decide, cargos decisorios; es decir que aumentó—, pero las cifras todavía no expresan el potencial de que disponemos, ya que son mujeres el 49 % de la masa de trabajadores en el sector estatal civil y el 66,8 % de la fuerza de mayor calificación técnica y profesional del país. Sin embargo, solo están ocupados por mujeres el 38 % de los cargos en los órganos del Estado, or­ganismos del gobierno, entidades nacionales, Consejos de la Adminis­tración y Organizaciones Superiores de Dirección Empresarial.

Me atengo a la más estricta verdad cuando afirmo, sobre la base de mi experiencia en tantos años de Revolución, que las mujeres, por lo general, son más maduras y mejores administradoras que los hombres. Por ello, aunque reconozco el progreso alcanzado, considero que bajo la dirección del Partido debe proseguir elevándose la promoción de nuestras combativas féminas, especialmente a cargos decisorios en toda la nación.

En el Informe Central al 6to. Congreso me referí a la necesidad de acometer paulatinamente, sin precipitaciones ni im­provisaciones, la creación de una reserva de cuadros debidamente preparados, con suficiente experiencia y madurez para asumir las nuevas y complejas ta­reas de dirección en el Partido, el Estado y el Gobierno. También expresé la conveniencia y necesidad de limitar a un máximo de dos períodos consecutivos de cinco años el desempeño de los cargos políticos y estatales fundamentales que determinará el Comité Central en el caso del Partido y las organizaciones de ma­sas, y nuestro Parlamento en lo que respecta al Estado y el Gobierno.

Considero que en este asunto de significación estratégica también se ha avanzado, si bien los próximos cinco años, por razones obvias, serán definitorios y debemos introducir límites adicionales en la composición de los organismos superiores del Partido, es decir, el Co­mité Central, el Secretariado y el Buró Político, proceso de tránsito que se debe ejecutar y concluir con la celebración del próximo Congreso. Esto es un quinquenio de tránsi­to para no hacer las cosas corriendo, no es quitar a uno para poner a otro que tiene 10 años menos, etcétera. Atrasos tenemos, y lo que queremos hacer, precisamente, es que eso fluya con naturalidad, y debe estar bien precisado en las leyes o regulaciones que se establezcan.

Proponemos establecer 60 años como edad máxima para ingresar al Comité Central del Partido. Se podría establecer en cualquier otro momento también con­tar con suplentes en el Comité Cen­tral más jóvenes, todas esas cosas se pueden hacer, la cuestión es tener un método, un camino, un proyecto para que las cosas nunca nos sorprendan y evolucionen con naturalidad. En este caso, los ingresos deben ser, a partir del futuro con menos de 60 años. No crean algunos que porque no se pueda estar en un nivel de dirección del país ya no puede hacer nada, pero la experiencia de algunos países nos ha demostrado que eso no es positivo nunca, y aunque es un secreto a voces, nunca olviden, ya al final de la etapa de la Unión Soviética, la cual estimamos y queremos como siempre, que en un corto período de tiempo murieron tres primeros secretarios del Comité Central del Partido.

Por eso proponemos establecer 60 años como edad máxima para ingresar al Comité Central y hasta 70 años para de­sempeñar cargos de dirección en el Par­tido, lo cual, sumado a la limitación de hasta dos períodos consecutivos para ocupar responsabilidades políticas, ga­rantizará, desde la base, el rejuvenecimiento sistemático en todo el sistema de cargos partidistas. Y repito, que después se tendrá que regular con precisión, porque habrá quien tenga 75 u 80 años y pueda desempeñar una tarea importante, pero no una actividad de dirigente importante, por razones obvias, y por la propia experiencia con la que les estamos hablando.

Como es lógico, de resultar aprobada esta propuesta por el Congreso, se introducirían las modificaciones correspondientes en los estatutos del Partido. Pensamos que esa misma política debe ser aplicada en las instituciones estatales, gubernamentales y las organizaciones de masas.

En mi caso no es un secreto que en el 2018 concluirá el segundo mandato con­secutivo como Presidente de los Con­sejos de Estado y de Ministros y cederé esas responsabilidades a quien sea elegido.

Estas modificaciones en materia de plazos y edades límites para el desempeño de cargos de dirección, deberán fijarse en la Constitución de la República que nos proponemos reformar en los próximos años, considerando las importantes transformaciones asociadas a la actualización del modelo económico y social y su conceptualización. En la Cons­titu­ción hay que reflejar todo lo que vamos haciendo, en el momento en que ya estén listos los que deban ser recogidos en la misma y, sobre todo, discutidos con la población.

La Constitución vigente, aprobada en referendo popular en 1976, hace 40 años, y reformada parcialmente en 1992 y en el 2002, responde a circunstancias históricas y condiciones económicas y sociales que han ido cambiando con el decursar del tiempo y la propia implementación de los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución.

El proceso de reforma, que previamente deberá ser aprobado por la Asamblea Nacional, en correspondencia con sus facultades constituyentes, prevé una amplia participación popular, incluyendo la realización de un referendo constitucional.

Esta será una oportunidad para ajustar en nuestra Carta Magna otras cuestiones que requieren de amparo constitucional.

Debo resaltar que en el alcance de estos cambios constitucionales propondremos ratificar el carácter irrevocable del sistema político y social refrendado en la actual Constitución, que incluye el papel dirigente del Partido Comunista de Cuba en nuestra sociedad (Aplausos), y que en la actual Constitución es el artículo 5.

Dedicaré algunas reflexiones al tema de la defensa. Al hacerlo es propicio recordar las palabras de Fidel en el Informe Central al 1er. Congreso cuando expresó: “Mientras exista el imperialismo, el Par­tido, el Estado y el pueblo les prestarán a los servicios de la defensa la máxima atención. La guardia revolucionaria no se descuidará jamás. La historia enseña con demasiada elocuencia que los que olvidan este principio no sobreviven al error”.

La doctrina de la Guerra de todo el Pue­blo constituye el fundamento estratégico de la defensa del país y define que cada cubano conozca y disponga de un medio, un lugar y una forma de lucha contra el enemigo, bajo la dirección del Par­tido, en un sistema político-militar y económico único de preparación y realización de la guerra. Si el agresor intentara ocupar a Cuba tendría que enfrentar a millones de cubanas y cubanos en un mortal avispero, sin frente, retaguardia ni flancos, ni descanso tampoco, día y noche.

Como hacemos cada cuatro años des­de 1980, planificamos desarrollar en no­viembre el Ejercicio Estratégico Bastión 2016 con el objetivo de actualizar y ejercitar a los dirigentes, jefes y órganos de dirección y de mando en la conducción de las acciones previstas en los planes defensivos del país. Esta actividad, como es tradicional, concluirá con la celebración, un fin de semana, de dos días nacionales de la Defensa con masiva participación popular.

Unos días después, el 2 de diciembre, arribaremos al Aniversario 60 del de­sembarco del Granma, fecha que marca la fundación de nuestras Fuerzas Ar­madas Revolucionarias y que conmemoraremos con una Revista Militar de­dicada al compañero Fidel en su 90 cumpleaños (Aplausos prolongados) y a nuestra aguerrida juventud, que participará con un impresionante y compacto bloque que cerrará el desfile, como heredera y continuadora de las glorias combativas del pueblo cubano a lo largo de su historia.

Compañeras y compañeros:

Desde el 6to. Congreso se han producido numerosos acontecimientos y cambios sustanciales en la arena interna­cional.

Han pasado 15 meses desde que anunciamos simultáneamente con el presidente Barack Obama, la decisión de restablecer las relaciones diplomáticas entre Cuba y los Estados Unidos, sobre la base de la igualdad soberana, la no injerencia en los asuntos internos y el respeto absoluto a nuestra independencia. Horas antes de esa alocución se había cumplido la promesa de Fidel al pueblo al completarse el regreso a la patria de los Cinco Héroes (Aplausos).

Llegamos a ese momento gracias a la heroica resistencia y sacrificios del pueblo cubano y su lealtad a los ideales y principios de la Revolución, que contó con el decisivo apoyo de la solidaridad internacional, puesta de manifiesto en múltiples eventos y en las organizaciones internacionales, en particular las abrumadoras votaciones de la Asamblea General de las Naciones Unidas contra el bloqueo.

El mapa político de Nuestra América había cambiado bajo el influjo de los avances de las fuerzas políticas de iz­quierda y movimientos populares que contribuyeron al progreso de la integración re­gional, simbolizado en la constitución de la Comunidad de Estados Lati­noa­me­ricanos y Caribeños (CELAC), en diciembre de 2011.

Todo ello había colocado a los Estados Unidos en una situación de aislamiento insostenible en el hemisferio y puso en crisis al llamado sistema interamericano, como se hizo evidente en el reclamo del cese del bloqueo y contra la exclusión de Cuba en la VI Cumbre de las Américas de Cartagena, en el 2012.

Por otra parte, se venían produciendo cambios en la sociedad norteamericana y la emigración cubana a favor de la modificación de la política de Estados Unidos hacia Cuba.

En abril del pasado año, asistimos a la 7ma. Cumbre de las Américas en Pana­má con la frente en alto. No es necesario repetir aquí las consideraciones expuestas en aquella ocasión.

A lo largo del período transcurrido, desde el 17 de diciembre de 2014, se han constatado resultados concretos en el diálogo y la cooperación entre Cuba y Estados Unidos. Sin embargo, el bloqueo económico, comercial y financiero, impuesto hace más de medio siglo, continúa vigente, con incuestionables efectos intimidatorios de alcance extraterritorial, aunque reconocemos la posición del Presidente Obama y altos funcionarios de la administración contra el bloqueo y los repetidos llamados al Congreso en interés de eliminarlo.

Las medidas anunciadas poco antes de su visita a La Habana para introducir algunas modificaciones en la aplicación del bloqueo, a partir de la utilización de facultades ejecutivas son positivas, pero no suficientes.

Como expusimos en el encuentro de ambos presidentes con la prensa, para avanzar hacia la normalización de relaciones deberá eliminarse el bloqueo, que provoca privaciones a nuestra población y constituye el principal obstáculo para el desarrollo económico del país, y devolverse el territorio ilegalmente ocupado por la Base Naval en Guantánamo en contra de la voluntad del gobierno y el pueblo cubanos.

Asimismo, debieran suprimirse los programas dirigidos a cambiar el sistema político, económico y social que escogimos soberanamente, entre otras políticas lesivas aún vigentes.

La política migratoria continúa siendo utilizada como un arma contra la Revo­lución. Se mantienen en vigor la “Ley de ajuste cubano”, la “política de pies secos-pies mojados” y el “Programa de parole para profesionales médicos cubanos”, que estimulan la emigración ilegal e insegura y buscan despojarnos de personal calificado.

Estas prácticas no se corresponden con el declarado cambio de política hacia Cu­ba y generan dificultades a terceros países.

No son pocas las declaraciones de funcionarios del gobierno norteamericano que al reconocer el fracaso de la política contra Cuba no disimulan al afirmar que los propósitos son los mismos y solo se modifican las formas.

Tenemos la voluntad de desarrollar un diálogo respetuoso y construir un nuevo tipo de relación con los Estados Unidos, como la que nunca antes ha existido entre ambos países, porque estamos convencidos de que ello solo puede reportar beneficios mutuos.

No obstante, es preciso reiterar que no debe pretenderse que para lograrlo Cuba renuncie a los principios de la Revo­lu­ción ni realice concesiones inherentes a su soberanía e independencia, ceda en la defensa de sus ideales ni tampoco en el ejercicio de su política exterior, comprometida con las causas justas, la defensa de la autodeterminación de los pueblos y el tradicional apoyo a países hermanos.

Como establece la Constitución de la República, “las relaciones económicas, diplomáticas y políticas con cualquier otro Estado no podrán ser jamás negociadas bajo agresión, amenaza o coerción de una potencia extranjera”.

Es largo y complejo el camino hacia la normalización de los vínculos bilaterales y avanzaremos en la misma medida en que seamos capaces de poner en práctica el arte de la convivencia civilizada o, lo que es lo mismo, aceptar y respetar las diferencias, que son y serán numerosas y profundas; no hacer de ellas el centro de nuestra relación, en su lugar concentrarnos en lo que nos acerca y no en lo que nos separa, promoviendo el beneficio de ambos países.

Las relaciones con los Estados Unidos históricamente han representado un desafío para Cuba, por su permanente pretensión de ejercer su dominación sobre nuestra nación y la determinación de los cubanos de ser libres e independientes, sin importar los peligros a en­frentar ni el precio que tengamos que pagar (Aplausos).

La unidad del pueblo en torno al Par­tido, su profundo patriotismo y cultura política, que nos permitieron enfrentar la política de agresión y hostilidad, servirá de escudo para vencer cualquier intento de socavar el espíritu revolucionario de los cubanos. Este será un reto, en especial para los más jóvenes, a quienes el Partido reconoce como continuadores de la obra revolucionaria y de las convicciones patrióticas de sus abuelos y padres.

Agradecemos el apoyo que durante todos estos años hemos recibido de la comunidad internacional, partidos y movimientos políticos, organizaciones sociales, intelectuales, académicos, religiosos, artistas, líderes sindicales, campesinos y estudiantiles, amigos solidarios que desde todas partes del mundo nos han acompañado en nuestra lucha. Sabemos que podremos seguir contando con ellos en la batalla por construir un mundo mejor. A todos les ratificamos que siempre tendrán el apoyo incondicional y solidario de la Cuba eternamente revolucionaria e internacionalista.

América Latina y el Caribe se encuentran bajo los efectos de una fuerte y articulada contraofensiva imperialista y oligárquica contra los gobiernos revolucionarios y progresistas, en un contexto complejo, marcado por la desaceleración de la economía, que ha impactado negativamente en la continuidad de las políticas de desarrollo e inclusión social y las conquistas alcanzadas por los sectores populares.

Esa acometida reaccionaria utiliza métodos y tecnologías propias de la nueva doctrina de la guerra no convencional, especialmente en el terreno de la comunicación y la cultura, sin descartar acciones desestabilizadoras y golpistas.

Esta política está dirigida principalmente contra la hermana República Boli­variana de Venezuela y se ha intensificado en los últimos meses en Bolivia, Ecua­dor, Brasil, así como en Nicaragua y El Salvador.

Recientes reveses de gobiernos de izquierda en el hemisferio son utilizados para anunciar el cierre de un ciclo histórico progresista, abrir paso al retorno del neoliberalismo y desmoralizar a las fuerzas y partidos políticos, movimientos so­ciales y clases trabajadoras, lo que deberemos enfrentar con más unidad y ma­yor articulación de las acciones revolucionarias.

Abrigamos la firme convicción de que el pueblo venezolano defenderá el legado del querido compañero Hugo Chávez Frías e impedirá el desmantelamiento de los logros alcanzados. A la Revolución Bo­livariana y Chavista, al Presidente Ma­duro y su gobierno, a la unión cívico-militar del pueblo venezolano, les ratificamos nuestra solidaridad y compromiso y el resuelto rechazo a las pretensiones de aislar a Venezuela mientras se dialoga con Cuba.

Demandamos que se respete la soberanía e independencia de los Estados y cesen los actos de injerencia en sus asuntos internos. Al propio tiempo, reafirmamos el apoyo decidido a todos los gobiernos revolucionarios y progresistas, encabezados por líderes prestigiosos, cuyas políticas económicas y sociales han llevado justicia, dignidad, soberanía y be­ne­ficios tangibles a las grandes mayorías de la región más desigual del planeta.

Se renuevan también los esfuerzos de los Estados Unidos y sus aliados, para so­cavar la unidad y el proceso de integración regional, frustrar el avance de la CELAC, del ALBA, UNASUR y otros, mediante una supuesta reforma del sistema in­teramericano, en particular de la OEA, así como se otorga mayor protagonismo a otros esquemas afines a sus intereses hegemónicos.

No olvidaremos jamás que la OEA—Organización de Estados Americanos, fundada por los Estados Unidos a finales de la mitad del siglo pasado, al inicio de la Guerra Fría— solo ha servido a intereses contrarios a los de nuestra América. Esa organización, justamente calificada como “ministerio de colonias” de Estados Uni­dos por el Canciller de la Dignidad, el compañero Raúl Roa García, fue la que sancionó a Cuba y estuvo dispuesta a dar apoyo y reconocer a un gobierno títere, si se hubiera consolidado la invasión mercenaria de Playa Girón. Es interminable la lista de su accionar contra la naciente Revolución cubana y otros gobiernos revolucionarios y progresistas.

A pesar de que nunca hemos estimulado a otros países para que abandonen dicha organización, sí debo reiterar lo expresado en Brasil hace ya unos años, parafraseando a José Martí, de que antes de que Cuba regrese a la OEA “se unirá el mar del Norte al mar del Sur y nacerá una serpiente de un huevo de águila”.

Es indispensable continuar avanzando en la consolidación de la CELAC como mecanismo de concertación política genuinamente latinoamericano y caribeño, basado en el concepto de la unidad en la diversidad. La Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz, firmada por los Jefes de Estado y Gobierno durante la Segunda Cumbre celebrada en La Habana, mantiene plena vigencia y sus principios deben regir las relaciones entre nuestros Estados y también a nivel internacional.

Mantendremos nuestros esfuerzos, como hasta ahora, para alentar el proceso de paz en Colombia.

Es invariable el tradicional apoyo de Cuba a los esfuerzos de la República Argentina para recuperar la soberanía sobre las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur.

Reafirmamos nuestra solidaridad con el pueblo de Puerto Rico y su aspiración de alcanzar la autodeterminación y la independencia, al igual que rechazamos cualquier forma de colonialismo.

Proseguiremos abogando, actualmente desde la Presidencia de la Aso­cia­ción de Estados del Caribe, por la plena integración regional y la defensa de los legítimos intereses de las naciones caribeñas en materia económica y ambiental y en apo­yo a su justa demanda de com­pen­sación por las terribles consecuencias de la esclavitud y el colonialismo. Seguire­mos otorgando especial prio­ridad a nuestra cooperación con Haití.

Los pueblos hermanos del Tercer Mundo que se esfuerzan por transformar la herencia de siglos de dominación colonial saben que siempre contarán con la solidaridad y apoyo de Cuba y que continuaremos cumpliendo los compromisos de cooperación, sobre la base de compartir lo que tenemos, no lo que nos sobre.

Una confirmación de ello fue la participación heroica del personal médico cubano en la lucha contra el Ébola, que concitó reconocimiento universal.

Seguiremos priorizando el desarrollo multifacético de las relaciones con todos los amigos y socios que nos han acompañado durante estos años y mantendremos el intercambio de experiencias con los partidos y gobiernos de los países socialistas. Al mismo tiempo reiteramos la política de nuestro Partido de desarrollar relaciones con todas las fuerzas y movimientos políticos legítimos independientemente de su signo ideológico.

La próxima firma del Acuerdo de Diá­lo­go Político y Cooperación entre Cuba y la Unión Europea, que entraña la eliminación de la injerencista Posición Co­mún y la positiva evolución de los vínculos bilaterales con sus Estados miembros, son factores que contribuyen a la conformación de un clima propicio para el desarrollo de una interrelación mutuamente ventajosa con este importante bloque de naciones.

A ello se une el reciente acuerdo alcanzado con el Club de París, que permitirá normalizar las relaciones con la comunidad financiera internacional.

La visita a Cuba el pasado año del Papa Francisco, sus prédicas en favor de la paz y la equidad, la erradicación de la pobreza, la defensa del medio ambiente y sus análisis sobre las causas de los principales problemas que afectan a la humanidad contribuyeron al avance de los vínculos entre la Santa Sede y Cuba, en el marco del 80 aniversario de su establecimiento.

El histórico encuentro en La Habana del Papa Francisco y el Patriarca Kirill, el pasado mes de febrero, nos honró profundamente y permitió reiterar el compromiso de Cuba con la preservación de la paz y la promoción del diálogo a nivel internacional.

Son cada vez mayores las amenazas a la paz y la seguridad internacionales que se derivan del intento del imperialismo norteamericano de imponer su posición hegemónica frente a los cambios en el equilibrio mundial, de la filosofía de usurpación y control de recursos naturales estratégicos que se evidencian en el creciente carácter ofensivo y agresivo de la doctrina militar de la OTAN y en la proliferación de guerras no convencionales con el pretexto del enfrentamiento al “terrorismo internacional”; la agudización de sus contradicciones con Rusia y China, y el peligro de un conflicto bélico de dimensiones incalculables en el Me­dio Oriente.

Como advertimos muy tempranamente, la expansión de la OTAN hacia la frontera con Rusia ha provocado graves peligros a la paz y la estabilidad, lo cual se agrava por la aplicación de arbitrarias e injustas sanciones unilaterales contra ese país.

La situación en Siria, a causa de la intervención extranjera, ha tenido un saldo de cientos de miles de vidas y enorme destrucción. Confiamos en la capacidad del pueblo y el gobierno sirios para encontrar una solución pacífica que preserve la independencia y la integridad territorial de esa nación.

Las oleadas de refugiados hacia Eu­ropa conmueven la conciencia de la hu­manidad. Son consecuencia de la intervención foránea, las guerras provocadas desde el exterior y el propio subdesarrollo, poniéndose de manifiesto el doble rasero y la hipocresía en el tratamiento de los derechos humanos, el aumento de la xenofobia, el racismo y la discriminación de los inmigrantes, así como el reforzamiento de fuerzas neofascistas.

Mantenemos nuestra tenaz oposición al terrorismo en todas sus formas y manifestaciones y del que hemos sido víctimas desde el mismo triunfo de la Re­volución.

Condenamos la ocupación por Israel de los territorios palestinos y de otros países árabes, sin cuya solución no se alcanzará una paz duradera en esa región.

Reiteramos nuestra solidaridad con la República Árabe Saharaui Democrática en la lucha contra la ocupación de su territorio.

La desfavorable situación económica internacional, marcada por el agravamiento de la crisis sistémica mundial, y las tendencias recesivas de las principales economías hacen más vulnerable y precaria la situación de los países del Tercer Mundo; se acentúan la injusticia y la irracionalidad del orden económico internacional que es indispensable sustituir y se pone de manifiesto la necesidad de construir una nueva arquitectura financiera internacional.

Consideramos que mientras ello no ocurra serán inviables los objetivos proclamados en materia de desarrollo sostenible e inclusión social en la Cumbre de las Naciones Unidas para la aprobación de la Agenda de Desarrollo Sostenible 2030.

De igual modo, creemos que el marco de cooperación acordado tras la Cumbre de París sobre el cambio climático continúa siendo limitado por la persistencia e imposición de patrones irracionales de producción y consumo, incompatibles con la preservación de la especie humana. La falta de voluntad política de las naciones industrializadas impide establecer compromisos efectivos en cuanto al financiamiento y la transferencia de tecnología, a tono con el concepto de responsabilidades comunes, pero diferenciadas.

En las complejas circunstancias de nuestra región y del mundo, la política exterior de la Revolución Cubana se mantendrá fiel a los principios originales que hemos defendido en las coyunturas más difíciles y ante las más graves amenazas y desafíos.

Finalmente, compañeras y compañeros, tenemos por delante intensas jornadas de labor en este Congreso, convencidos de que será un evento histórico y fructífero, del cual emanen las direcciones principales de nuestro trabajo en pos de la consecución de una nación soberana, independiente, socialista, próspera y sostenible.

Muchas gracias (Ovación).

Un Partido por las masas y para las masas (II)

Un Partido por las masas y para las masas (II)

A solo dos meses de la histórica victoria de Playa Girón, el 24 de junio de 1961, tuvo lugar un importante pleno del Comité Cen­tral del entonces Partido Socialista Po­pular

Autor: Granma | internet@granma.cu

7 de abril de 2016 19:04:04

Fidel fue el propulsor y forjador indiscutible de la unidad de las fuerzas revolucionarias. Desde los días de la guerra de liberación, el máximo líder de la Revolución propició contactos, alcanzó compromisos y acuerdos con las organizaciones que participaban en la lucha. Después del triunfo del primero de enero de 1959, el Comandante en Jefe promovió encuentros con los principales dirigentes de esas fuerzas, incluso en condiciones de la más absoluta discreción, y poco a poco se hicieron más sistemáticas y definitorias esas reuniones en aras de alcanzar el crisol de la unidad.

A solo dos meses de la histórica victoria de Playa Girón, el 24 de junio de 1961, tuvo lugar un importante pleno del Comité Cen­tral del entonces Partido Socialista Po­pular, al que asistieron los máximos dirigentes del Movimiento 26 de Julio y del Directorio Re­volucionario 13 de Marzo. En aquella reu­nión se decidió, unánimemente, unir esas tres fuerzas para cumplir las impostergables tareas del periodo de transición y la construcción del socialismo.

En ese memorable encuentro se reconoció a Fidel como el principal dirigente de la nación. Con la resolución aprobada, el Par­tido Socialista Popular se disolvió y seguidamente, de forma similar, procedieron el Mo­vimiento 26 de Julio y el Directorio Revo­lu­cionario 13 de Marzo. Esas decisiones dieron paso inmediato al surgimiento de las Organizaciones Revolucionarias Integradas (ORI), paso previo para la formación de un Partido único.

Se iniciaba a partir de este hecho un proceso intenso con la creación de las estructuras territoriales y de base. Así, el 8 de marzo de 1962 se constituyó su Dirección Na­cio­nal, que el 22 de ese mismo mes acordó de­signar como Primer y Segundo Se­cre­tarios a Fidel y Raúl, respectivamente; se creó el Secretariado, la Comisión de Organización, y el compañero Blas Roca fue designado director del periódico Hoy.

El nacimiento de una sola organización política con una dirección única significó un fortalecimiento extraordinario para la Revolución. Días antes, el 13 de marzo, Fi­del había alertado y señalado públicamente acerca de ciertas actitudes sectarias que se manifestaban y concretaban, entre otros hechos, en la desconfianza a quienes no habían pertenecido al PSP y se discriminaba su ingreso a la nueva estructura. A tiempo se puso fin al sectarismo en el proceso de constitución y el funcionamiento de la naciente organización.

En virtud de estas críticas se desarrolló un trabajo ininterrumpido en los núcleos de las ORI y de formación de nuevas organizaciones de base, bajo la más estricta línea de consultar a las masas sus integrantes.

Fidel realizó un aporte extraordinario a la teoría y práctica de la construcción del Partido: fue el artífice de su constitución, fundamentado en la aplicación creadora de las ideas de Martí y Lenin en las condiciones específicas de la Revolución cubana y que tuvieron su expresión práctica en las normas y los procedimientos, los métodos de dirección, los principios, la disciplina, la consulta a las masas, la democracia interna y la dirección colectiva.

Bajo estos conceptos se ha forjado una vanguardia política con una selección rigurosa de sus militantes y estrechamente vinculada a las masas, lo que le ha ganado prestigio y autoridad, condiciones vitales para su eficaz desempeño político.

Acerca de esa concepción, en abril de 1962, el Comandante en Jefe expresó: “La Revolución se hace por las masas y para las masas. Esa es la razón de existir del Partido, y todo su prestigio y toda su autoridad estará en relación con la vinculación real que tenga con las masas”.

Recordando a Américo Mauro Araujo, en ocasión del 4º. aniversario de su desaparición física

Domingo Santacruz Castro
2 de Abril de 2012
PARTE I

Américo falleció a las 4.25 de la tarde del primero de abril de 2012, en el Centro de Investigaciones Médico Quirúrgicas, CIMEQ, de la ciudad de La Habana, República de Cuba.

1.ALGUNOS DATOS PERSONALES:

Debo disculparme con su familia por saber poco acerca de los orígenes familiares de Américo. La culpa la tuvo el PCS que nos formó y educó a no preguntar ni saber más de lo necesario para luchar y combatir al enemigo; así, bajo esa regla, nos formaron y continuamos formando a las nuevas generaciones, sin preguntar la información personal ni otras. Las generaciones revolucionarias del PCS hasta los años 70-80 fueron educadas a manejar únicamente información de utilidad para el cumplimiento de las misiones encomendadas. Hubo quienes violaron esa regla, de donde salieron lamentables fugas de información con graves costos políticos. Américo fue uno de los cuadros que supo manejarse muy disciplinadamente.
Américo Mauro Araujo.

Américo Mauro Araujo.

Entre menos se sabe, decíamos, menos información exponemos frente al enemigo. Fue la formación que recibimos en los años de la clandestinidad. Pero, en las condiciones abiertas y legales, fue muy poco lo que cambió nuestra costumbre, y Américo se mantuvo cerrado en sus asuntos personales. Por eso me limitaré a compartir lo que conozco, como, que Américo nació el 21 de noviembre de 1944, hijo de Carlota Ramírez de Araujo y de Arturo Araujo E. De las pocas veces que hablamos de los asuntos familiares, recuerdo haberle escuchado la mención de un hermano de nombre Jorge y de una hermana Elizabeth, ambos con los mismos apellidos. Después de la Guerra, es decir, más de 30 años después de conocerlo, supe que eligió como esposa a la compañera Teresa Olmedo, su incondicional camarada que le acompañó y se apoyó en las comunicaciones durante los años de la guerra revolucionaria, con quien procreó sus únicas dos hijas, eso creo: Mónica, estudiante de psicología, graduada en la Universidad José Simeón Cañas, UCA, y Kathia, que la dejó estudiando el segundo año también de Psicología, en la misma Universidad, hoy día, seguramente ya es una profesional.

Sobre su padre y madre, no puedo decir mucho, excepto que su madre vivió durante muchos años en los EEUU, que regresó a morir en El Salvador; que su padre, Arturo Araujo, homónimo del ex presidente salvadoreño electo en marzo de 1931, derrocado por el General Maximiliano Hernández Martínez en Golpe de Estado a los 10 meses de haber tomado posesión. Por cierto, recuerdo una anécdota que nos hizo reír ante la pregunta ingenua, medio en serio y medio en broma del viejo Alejandro, (Julio César Castro), durante un encuentro de la CP en ciudad de Managua, a principios de la guerra: “pero usted no es hijo del expresidente Arturo Araujo, verdad camarada Hugo”? Hugo lo mira fijamente a los ojos, con la respuesta seca: “es cierto que tengo cara de viejo Alejando, pero no tanto”. Alejandro no estaba enterado que Américo tuvo un incidente en el Aeropuerto de Ilopango, cuando regresó de la Unión Soviética. No sabía que gracias a esa relación feliz, Américo había respondido: “Sí, soy el hijo menor del Ing. Arturo Araujo, el presidente derrocado en 1931”, elemento que le sirvió para evitar ir a la cárcel, por presentarse con el Título de doctor en medicina otorgado por la Universidad Patricio Lumumba, nada menos que de la cuna del comunismo. Por supuesto, el policía le creyó o consultó y lo dejaron que se marchara.

Américo cursó estudios de secundaria en el Instituto Nacional General Francisco Menéndez de la ciudad de San salvador y la carrera de medicina en la Universidad Patricio Lumumba de la ciudad de Moscú, Unión soviética, entre 1962-69.

*Memoria Américo Araujo 3

2.ALGO SOBRE EL ROL POLÍTICO DE AMÉRICO M. ARAUJO EN LA LUCHA REVOLUCIONARIA.

Cuando lo conocí y traté por primera vez, Américo no había concluido los estudios de secundaria, pero ya estaba vinculado a la organización juvenil “Vanguardia de la Juventud Salvadoreña”, VJS, recién organizada, a finales de 1960. Por conversaciones lejanas y por los testimonios de otros jóvenes de su generación, supe que las primeras ideas revolucionarias las conoció Américo cuando estudiaba bachillerato en el Instituto Nacional General Francisco Menéndez, INFRAMEN, lugar donde conoció a varios otros compañeros de su generación que coincidieron en actividades de reparto de papeles de organizaciones juveniles revolucionarias surgidas a finales de los años 50 del S XX.

Con Américo hablamos muchas veces sobre el contexto político del país cuando él y yo, por caminos diferentes caminábamos hacia los mismos objetivos: derrotar a la oprobiosa dictadura militar y sustituirla por un gobierno democrático revolucionario. Américo, mucho más joven que yo, no conocía en ese tiempo, sobre la apertura política decretada por el gobierno de Lemus, al derogar la Ley de Amnistía General en 1956, lo que permitió el regreso de todos los exiliados políticos diseminados por todo el Continente Latinoamericano. Ambos no nos enteramos que ese año, 1956, surgió la organización Fraternidad e Mujeres Salvadoreñas. Él, a los 17 años, no supo que en agosto de 1957 surgió la Confederación General de Trabajadores Salvadoreños, CGTS, en cuyo acto de constitución asistí como curioso observador; supo de esa organización, me comento, hasta que escuchó los vehículos con altavoces llamando a las movilizaciones del Primero de mayo, el año siguiente.

*Memoria histórica AMÉRICO ARAUJO2De la Asociación Juvenil 5 de Noviembre, que surgió en septiembre- octubre de 1957, se enteró por medio de amigos y compañeros de estudio, que andaban involucrados. Sobre este tema de la organización y lucha juvenil en nuestro país, Américo y otros compañeros estudiantes en la Universidad Patricio Lumumba, realizaron varias conversaciones de intercambios con el compañero José Antonio Aparicio, conocido más tarde, en el mundo de las letras, como el Poeta Ricardo Bogrand.

Sobre algunos detalles de esta parte de la historia me enteré a finales de la década de los años sesenta, después de la reunión de OLAS en La Habana. Al calor de unos roncitos extra secos en el Hotel Habana Libre, recuerdo la discusión de Américo con Lico Baires, sobre el origen de la 5 de noviembre y de los grupos Tatzumal, Lamatepec, la FEEM y luego la VJS. Roque Dalton, por las razones ya conocidas casi no se relacionaba en esos días con la Delegación salvadoreña, de la cual se fue apartando, no conocí su versión sobre su papel en la primera, es decir, de la Cinco de Noviembre.

Varios años después, en intercambios virtuales con Ricardo Bogrand, ya residiendo en México, habló muy brevemente sobre la tarea que recibió de la Dirección del PCS, de organizar y dirigir la Asociación 5 de Noviembre, conjuntamente con Roque Dalton, Manlio Argueta y alguien más, en septiembre de 1957.

En el proceso organizativo juvenil del PCS fui conociendo que fue Vanguardia de la Juventud Salvadoreña, VJS, la organización que aglutinó a varios de los grupos juveniles dispersos, en Octubre de 1960. En esos momentos , en 1961, Américo Araujo ingresó a la VJS junto con otros jóvenes estudiantes del INFRAMEN, cuando no había cumplido los 16 años.

Mi relación con Américo, en ese tiempo, fue un tanto marginal, aunque si me fui enterando de su protagonismo como uno de los compañeros jóvenes más activos en la VJS, organización juvenil que ingresó al Frente Unido de Acción Revolucionaria, FUAR, con el nombre de Columna Vanguardia de la Juventud Salvadoreña, VJS, eso sucedió entre febrero y abril de 1961.

En ese tiempo, yo me desempeñaba como dirigente del Movimiento Revolucionario Dos de Abril, “MR-2-4”., que habíamos organizado un grupo de amigos revolucionarios, el día 2 de abril de 1959. Américo, con la VJS, entró directamente bajo la influencia del PCS. Yo llegué por un camino diferente. Las condiciones de la lucha en la clandestinidad no daban para detenerse a pensar en los detalles de la pertenencia. Mi llegada a la revolución y mis primeros aportes estaban fuera de las orientaciones del PCS. Mi incorporación a las luchas sociales, políticas y revolucionarias no dependía de esa orientación política. Un poco antes de la VJS, mantuve relaciones muy puntuales con algunos activistas de la Federación de Estudiantes de Educación Media, FEEM, que había surgido producto de una alianza de pequeños otros grupos. Muchos de los jóvenes de VJS se habían forjado en las luchas contra la Dictadura del Coronel José María Lemus, especialmente en la Asociación 5 de Noviembre, la Asociación Tatzumal, Lamatepec, que dieron origen a dicha Federación de Estudiantes de Educación Media.

Con el influjo de la Revolución Cubana, fueron aparecieron diferentes sectores sociales interesados en luchar. Por casualidad me vi involucrado en los procesos de organización del Partido Revolucionario Abril y Mayo, a principios de 1959, luego me veo vinculado en actividades que resultaron preparativos para la formación del Frente Nacional de Orientación Cívica, FNOC, con la presencia de varias organizaciones, entre ellas, el Partido Revolucionario Abril y Mayo, que me enteré que fue organizado por el PCS en 1959. Es decir, en la segunda mitad de la década de los años 50, después de la derogatoria de la Ley de Defensa del Orden Democrático Constitucional, así como el decreto de la Ley de Amnistía General, todo ello favoreció para el surgimiento de condiciones políticas para las alianzas políticas, necesarias para enfrentar la crisis socioeconómica y política nacional, que exigía una salida democrática, que las clases dominantes se negaban cederle el paso, y por tanto, estaba planteada la tarea de derrocar la dictadura de José María Lemus y su instrumento político, el PRUD.

En ese efervescente ambiente político nacional estábamos cuando fuimos impactados por el triunfo de la Revolución Cubana el 01 de enero de 1959, que devino en un flujo revolucionario que alcanzó niveles de maduración de una situación revolucionaria en nuestro país. En esa década surgen varias organizaciones populares, como Fraternidad de Mujeres Salvadoreñas, 1956, la CGTS, en 1957, el Partido Radical Democrático, 1958, el PAR que ya tenía historia, desde 1950, la combativa AGEUS, que venía desde 1927, la Federación Magisterial en formación ascendente y luego la VJS, todas ellas dieron origen al Frente Nacional de Orientación Cívica, FNOC, cuyo objetivo político fue el derrocamiento de José M. Lemus, alcanzado el 26 de octubre de 1960. En este auge ascendente de masas, se incorpora Américo M Araujo, siendo parte activa de la organización juvenil ya mencionada. En muchos años no había surgido un nivel de desarrollo del pensamiento radicalizado de amplias masas populares. Américo entro a formar parte de esa efervescencia política revolucionaria que marcó un sello especial en las luchas sociales y políticas de nuestro país en esa explosiva coyuntura política.

El triunfo de la Revolución Cubana, como se ha dicho, produce en El Salvador un flujo revolucionario que contagió a casi todos los sectores sociales de nuestro país; fue esa ola de lucha social y política, la que contagió al aún adolescente Américo Mauro Araujo, que al ingresar a la VJS, en mayo del 61, no se apartó nunca. Este amplio y combativo destacamento juvenil, como se ha dicho, se convirtió en la Columna Juvenil de Frente Unido de Acción Revolucionaria, surgido a principios de 1961. Siendo, Américo, un adolescente, recuerdo que se llevaba muy bien con compañeros Dirigentes juveniles que venían destacándose de ese ruidoso período, como el Chiquitín Alfonso García, Oscar Rolando Orellana, Américo Durán Cativo, Breni Cuenca, Mario Aguiñada Carranza, así como Ana Guadalupe Carpio, que ya estaba militando en la VJS, Rubén Cuenca, Ricardo Castro Rivas, Armando “el Zarco” Herrera, Dagoberto Sosa, para mencionar solamente algunos nombres.

Oscar Rolando Orellana había sido electo Secretario general de la VJS, que, como he dicho, se convirtió en la Columna Juvenil del FUAR, la cual, con la disolución del FUAR a mediados de 1964, fue inevitable su declinación hasta su disolución. Pero Américo no participó durante este período en la organización juvenil en el interior del país. A su regreso de la Unión Soviética la VJS había sido disuelta y surgido en su lugar, la Unión de Jóvenes Patriotas, UJP, una organización más amplia y abierta, en donde podían ingresar y participar también, jóvenes de pensamiento democrático y patriótico. A esas alturas ya se hablaba de la necesidad de estructurar nuevamente la Juventud Comunista de El Salvador, que se disolvió después de los acontecimientos de 1932. Varios Cuadros jóvenes del PCS fueron encomendados a trabajar por construir y desarrolla primero la UJP y luego la JCS. La amplitud de la UJP atrajo a estudiantes universitarios que habían sido contagiados con las ideas Social Cristianas y Socialdemócratas. Algunos de ellos prefirieron salirse de la UJP y trabajar por formar organizaciones con esas tendencias. La UJP creó su propio periódico “Juventud” bajo la responsabilidad de René Contreras, un estudiante de Periodismo originario de Zacatecoluca.

Como militante de esta organización juvenil, Américo fue parte de las filas juveniles del Frente Unido de Acción Revolucionaria, FUAR, en 1961. Ahí se encontró con Armando Herrera, el Chiquitín García, Mario Aguiñada, Rafael Aguiñada, algunos de ellos venían de la 5 de Noviembre. La línea de la VJS era crear trabajo de masas entre los sectores juveniles. Como parte de su ampliación, la VJS contribuyó a formar la Unión Nacional de Estudiantes de Educación Media, la UNEEM.

Américo junto con Armando Herrera y Federico Baires, formó parte de la Comisión de Organización de la VJS, habiendo mostrado a su temprana edad, sus dotes de organizador. Después del derrocamiento de José María Lemus, pasando por la Junta Cívico Militar con una breve apertura democrática que apenas duró 3 meses, cuando nos vimos en el campo de lucha contra el Directorio Militar surgido el 25 de Enero de 1961.

Américo no había salido hacia la URSS, tuvo tiempo de experimentar por dos años el combate político que ofrecía un marco favorable para iniciar acciones político militares, en momentos que la situación revolucionaria parecía ir en ascenso. La coyuntura daba para que aparecieran muchos jóvenes luchadores, estimulados por la crisis social y política interna, pero también por el triunfo reciente de la Revolución Cubana. Estábamos viviendo un importante flujo revolucionario que se manifestaba en los diferentes sectores sociales que mostraban su voluntad de luchar contra la Dictadura Militar. Las filas de las organizaciones juveniles revolucionarias rápidamente se vieron fortalecidas con numerosos militantes.

En ese ambiente efervescente nos encontramos muchas veces con Américo. Él como activista y con responsabilidades en la VJS, yo como dirigente del MR-2-4 y activista en el PRAM. Eran diferentes escenarios de lucha: el Frente Unido de Acción Revolucionaria, FUAR , el PRAM, y cada una de las organizaciones políticas de masas; Américo en la Columna de la VJS y yo en el MR-2-4- que había surgido de forma independiente del PCS. Varias veces nos encontramos en actividades de propaganda de pinta y pega, aunque cada una de las Columnas del FUAR, tenía asignada una zona. En ese Frente se formaron muchos cuadros juveniles y adultos, numerosas mujeres. En los grupos se mezclaban estudiantes universitarios y de secundaria con obreros y campesinos; maestros profesionales. Cada una de las columnas, que tenía su propia autonomía, realizaba de acuerdo a su desarrollo, tareas no sólo de propaganda, agitación, autodefensa de masas, también de preparación y entrenamiento militar. Cada Columna contaba con sus Centros de producción, distribución en una ramificada red y reparto de propaganda. Varias de ellas alcanzaron niveles de desarrollo organizativo en el recuperado movimiento sindical, gremial y campesino. La Columna Juvenil dio origen a buena cantidad de cuadros políticos que con los años llegaron a ocupar cargos en las organizaciones políticas y revolucionarias, como lo fue Américo M. Araujo, Oscar Rolando Orellana, Mario Aguiñada Carranza, Dagoberto Sosa, para mencionar unos pocos en representación de centenares que fueron contagiando y multiplicando diversos esfuerzos que con el tiempo dieron origen a otras organizaciones revolucionarias hermanas.

Parte de la línea política de la VJS era crear trabajo de masas entre los sectores juveniles, universitarios y de secundaria, Se forma la Unión Nacional de Estudiantes de Educación Media, la UNEEM, bajo la coordinación de Alfonso el Chiquitín García, donde Guadalupe Carpio era de la directiva, una activista política. Estos destacamentos juveniles recibían orientación del FUAR, pero particularmente de la Dirección del PCS.

La dirección del Partido en ese tiempo estaba constituida por Daniel Castaneda, el Secretario General; Schafik Jorge Carpio, Coordinador del FUAR; Salvador Cayetano Carpio, responsable del sector sindical; Raúl Castellanos Figueroa, responsable de Propaganda y del Partido Revolucionario Abril y Mayo; Roberto Castellanos Calvo, responsable de Fianzas; Jacinto Castellanos, Virgilio Guerra, Modesto Ramírez, que dirigía la Columna Campesina del FUAR, Miguel Mármol, Jorge Arias Gómez. La atención política de la Juventud se realizaba en dos grupos, uno lo atendía Jorge Arias Gómez , otro Roberto Castellanos Calvo. En el primero grupo: Armando Herrera, Mario Aguiñada, Américo Durán, apoyado por Raúl Padilla Vela.

En los tiempos del FUAR, a mediados de 1962, recuerdo que estaba anunciada la llegada del Coordinador General del Programa Alianza para el Progreso, el portorriqueño Teodoro Moscoso. Eran momentos de graves amenazas a la Revolución Cubana, que seguía siendo agredida por el imperialismo norteamericano. Estaba en juego el destino de la Revolución Cubana, la autodeterminación de Cuba como nación soberana necesitaba de la solidaridad militante de nuestros pueblos. Menos de un año antes había sido derrotada la invasión mercenaria en Playa Girón, las bandas contrarrevolucionarias y los sabotajes se intensificaban; los planes intervencionistas aumentaban. La presencia del Sr. Moscoso en nuestro país, significaba para el amplio y combativo movimiento popular una clara provocación, era un claro respaldo a la Dictadura Militar y respaldo a los planes intervencionistas contra Cuba. Para el movimiento popular, Moscoso era un títere de la estrategia contrarrevolucionaria del imperio del norte.

No estoy seguro si Américo tomó parte, pero lo que sí estoy seguro que a la VJS se reasignaron tareas de agitación, de movilización, de riega de tachuelas y miguelitos para sabotear y detener la columna de vehículos del Sr Moscoso. Unas Columnas se ocuparon de pintar paredes, muros, pega de afiches, bajar las banderas de EEUU de los postes eléctricos, de colocar pancartas volantes en los tendidos eléctricos; un grupo seleccionado de activistas fue seleccionado, preparado y encomendado a preparar huevos, tomates maduros, bombillos de alumbrado eléctrico llenos de alquitrán (petróleo) o pintura para lanzar a los vehículos de la caravana; todo eso estaba distribuido desde el Aeropuerto Internacional de Ilopango, a unos 8 KM de la Capital, en ese tiempo, hasta el predio donde años después se construiría la Embajada de los EEUU en la 25 Av Norte. Las dudas sobre si participó o no, se desprenden que en esos momentos Américo había clasificado como candidato para una beca de estudios de medicina en la Universidad Patricio Lumumba de Moscú, URSS y en esos meses ya estaban en preparativos para emprender viaje.

Siete años después, al regreso de la URSS, Américo contaba que “Me enteré que ya no existía la VJS, sino que la organización juvenil del PCS era entonces la Unión de Jóvenes Patriotas, UJP, que recién iniciaba operaciones, y me asignaron a una estructura. En esos días, el 14 de julio estalló la guerra con Honduras y este hecho vino a agravar la situación interna del Partido, de la cual vine a enterarme aquí. Cuando me fui, en 1962, la revolución estaba por triunfar e íbamos a prepararnos, cuando regresé en 1969 me encontré con un conflicto interno. La guerra no fue el motivo de la división dentro del Partido pero ella agudizó las contradicciones ya existentes que habían sido administradas durante el V Congreso en 1964”

3.EL PASO POR LA ESCUELAUNO DIEZ” DEL FUAR

Esta escuela funcionaba en una casa de la Calle La Campiña, allá por la Colonia Panamá, dirigida por Schafik J Hándal. Por esa escuela debían pasar los mejores militantes y cuadros de todas las Columnas del FUAR. Todos debían recibir cursos de preparación política y algo de teoría y visión militar, con entrenamiento de arme y desarme de arma larga y corta, así como elementos sobre la lucha armada, como forma y como vía hacia el Poder. Américo recibió el curso por una semana, antes de que la Policía Nacional le cayera encima. Hay toda una historia alrededor de esa escuela, cuyo funcionamiento con resultados exitosos originó celos en Salvador Cayetano Carpio. En parte porque éste era el responsable de la escuela de cuadros del PCS, que en cierto momento estuvo bajo chequeo de la inteligencia enemiga y Schafik no pudo impedir que Carpio trasladara y fusionara las dos escuelas. Esa medida permitió que un infiltrado y luego otro, en la Dirección departamental del PCS de San Salvador conociera el lugar de la Escuela “UNO DIEZ” de la Campiña. La Policía asaltó el local y capturó a cerca de 18 compañeros y una compañera, incluyendo al mismo Schafik. Antes del asalto y clausura, por los cursos políticos militares pasábamos todos. Allí apareció el grupo del Instituto Nacional Francisco Menéndez, es decir, Américo Araujo, Lico Baires y alguien de nombre Jacobo.

4.ENCUENTRO EN LA CONFERENCIA LATINOAMERICANA DE SOLIDARIDAD, OLAS, EN LA CIUDAD DE LA HABANA, CUBA.

En Julio de 1967 nos encontramos en La Habana, en donde tuvo lugar la Conferencia Continental de la Organización Latinoamericana de Solidaridad, OLAS, convocada por la Conferencia Tricontinental de la OSPAAAL surgida a mediados de enero de 1966, reunida en La Habana. A propósito, a este evento se dieron cita muchos de los más destacados dirigentes revolucionarios de Asia, África y América Latina. Eran momentos intensos de lucha antiimperialista, de resistencia de los pueblos de los tres continentes contra el coloniaje y el neocolonialismo; por un lado no cesaba la ofensiva del imperialismo norteamericano contra la Revolución Cubana, que se manifestaba en agresiones terroristas, sabotajes, intentos de asesinatos a dirigentes, etc. La resistencia de la Revolución Cubana estimulaba la solidaridad de varios movimientos de liberación de América Latina; la lucha de los pueblos de Indochina y particularmente de del heroico pueblo vietnamita mantenía en alto la bandera contra la agresión imperial de los EEUU que escalaba la guerra especial a la guerra local. También estaban en pie de lucha muchos pueblos del continente africano. El encuentro en La Habana en enero de 1966 era indispensable para analizar la compleja situación de resistencia, pero también de avances, de victorias, contra el enemigo común. En los tres continentes se debatía sobre la necesidad de adoptar y generalizar la lucha armada, como la forma de lucha principal, pero también la coordinación y la solidaridad de todos los pueblos de los tres continentes contra el mismo enemigo. Para el encuentro de la reunión de la Tricontinental el delegado del PCS fue Jorge Arias Gómez. La Dirección del PCS conoció el informe sobre las decisiones de la Tricontinental, procediendo de inmediato a formar el Comité de Solidaridad con los Pueblos de América Latina. Dicho Comité fue integrado por el Partido Revolucionario Abril y Mayo, PRAM; la organización Vanguardia de la Juventud Salvadoreña, VJS; la Federación Sindical, FUSS; la Asociación General de Estudiantes Universitarios, AGEUS; Fraternidad de Mujeres Salvadoreñas y el Partido Comunista de El Salvador, PCS.

En 1967 se recibe la invitación de los cubanos para asistir a la reunión de OLAS. En las discusiones para elegir a los delegados surgió el nombre del Dr. Fabio Castillo que había quedado con bastante prestigio de la campaña electoral como candidato presidencial del PAR; después de los debates se nombra a Schafik y a Domingo Santacruz en representación del PCS; a Domingo Mira, y Renán Rodas Lazo por el Partido Revolucionario Abril y Mayo (PRAM), Federico Baires y Salvador Menéndez Linares por AGEUS; como representantes de la JCS, fueron nombrados Américo Durán Cativo y otros compañeros que no pudieron viajar, lo que permitió el espacio para la incorporación de Américo Mauro Araujo, que estudiaba en la URSS, en período de vaciones . Roque Dalton García que fungía como representante del PCS en la Revista Internacional, Problemas de la Paz y el Socialismo, en Praga, Checoslovaquia, fue incorporado como parte de la delegación del PCS. Hay todo un relato sobre los debates, los encuentros y desencuentros entre las organizaciones revolucionarias, que ya es asunto de otro tema.

5.REENCUENTRO EN LA UNIVERSIDAD PATRICIO LUMUMBA

Por más de dos años, mientras permanecí en Moscú, la capital de la URSS, me encontré varias veces con Américo Araujo en la Universidad Patricio Lumumba y fuera de ella. Durante ese corto tiempo, por lo menos cada tres meses, quizás un poco más, algunos estudiantes del Instituto de Ciencias Sociales y concretamente, Mario Aguiñada, Raúl Vargas y yo, mantuvimos una cordial y solidaria relación con las y los compatriotas estudiantes salvadoreños, donde se realizaban pequeñas y amplias reuniones de Lumumberos y de otras Escuelas de estudios superiores. Recuerdo que a todos, sin distinción, les llamábamos lumumberos, porque la reunión era la Lumumba, aunque sabíamos que los becarios llegaban de otras Universidades de Moscú y de otras más o menos cercanas de la capital soviética. Américo fue uno de los estudiantes más disciplinados y responsables tanto con sus estudios académicos, como en fomentar y mantener una relación solidaria con sus compatriotas dispersos en ese enorme país, enfrentando dificultades climatológicas, culturas e idiomáticas diferentes a las nuestras. Muchas veces tuvimos que intervenir para tratar de conciliar conflictos surgidos entre nuestros compatriotas y casi siempre quien ejercía un papel de liderazgo y de esfuerzos por mantener el espíritu unitario fue Américo, el Rusito, como le decían algunos, por su físico pero también por su habilidad en asimilar y manejar el difícil idioma ruso.

En realidad, yo mantenía buenas relaciones con varios de los compañeros de la Lumunba y las sigo manteniendo con los pocos que quedan un tanto cercanos al proyecto de cambios en el país. Pero con Américo la relación fue casi de hermanos, siempre fraterna, sin dobleces, solidaria, desde entonces hasta su regreso y reincorporación a las luchas sociales y políticas en nuestro país. Claro, otros compañeros estudiantes del Instituto de Ciencias Sociales también contribuyeron a mantener y desarrollar, como una necesidad, los vínculos entre la comunidad de salvadoreños en la URSS. Varias veces nos encontramos con estudiantes que llegaron de otras ciudades y Repúblicas Socialistas Soviéticas. Cada quien llevaba sus inquietudes, las compartía con sus compatriotas y regresaban con nuevos elementos estimulantes para resistir y finalizar sus carreras para regresar al país, jurando poner todo su empeño y sus conocimientos a favor del pueblo salvadoreño, excluido y marginado. También, de cuando en vez, viajaba hasta la Escuela de de formación política de la Juventud Comunista, Comsomol, lugar donde cada cierto tiempo llegaba un grupo de 6 u ocho compañeros de la juventud comunista. Recuerdo a Víctor Manuel “Cantarito” Quintanilla, a Víctor Manuel Sánchez Bonilla, a Rafael Jiménez (Piluya). En algunas ocasiones los coordinaba e invitaba para que un fin de semana se encontraran con Américo en lugares escogidos por ellos: entre los cuales recuerdo a “La exposición permanente”, la Universidad Lomonósov, la Torre Ostanquínov, o simplemente viajar y conocer las maravillosas estaciones del Metro de Moscú.

Américo gozaba del aprecio de muchos de sus compañeros y compañeras de estudios universitarios, no sólo de la Lumumba. En esta universidad es donde se encontraba la mayoría de becarios. Olga Baires, Ludmila Ortega, Miriam Medrano, Reginaldo Hernández, Oscar Rolando Orellana, Manuel García, Roberto Góchez, Salvador Pérez y Pérez, Alfredo Avilés, (que llegaban de Ucrania) …. En la Universidad Lomonósov habían otros estudiantes realizando maestrías o doctorados: Raúl Flores Ayala, Víctor René Marroquín. Varias jóvenes becarias y becarios fueron enviados a universidades de Repúblicas Socialistas Soviéticas ubicadas en el occidente y la zona del Cáucaso de la URSS, en donde fueron recibidos nuestros compatriotas. Leningrado, la hoy ciudad de San Petersburgo, también recibió en su seno a varios de nuestros compañeros y compañeras. Uno de ellos, el poeta José Antonio Aparicio, conocido en el mundo literario salvadoreño como Ricardo Bogrand, residente en México desde hace varios años, a quien informé sobre el fallecimiento de Américo. Me escribió con un comentario que comparto:

“Estimado Domingo: Gracias por tu mensaje. Es muy amplia y sentida la información que me envías acerca de la vida y la muerte de nuestro compañero Américo Mauro Araujo. Si, tú tienes razón, era un buen compañero, un buen amigo, recto, leal. Yo lamento mucho no haberlo tratado durante más años y más detenidamente. Como yo vivía en Leningrado, las veces que nos vimos eran cuando yo viajaba a Moscú, ocasión en que conocí a otros compatriotas en la Universidad Patricio Lumumba; por entonces en la Universidad Lomonosov estaba también otro paisano, el chino Flores Ayala, quien parece que se fue a Suecia y no volví a saber más de él. Todas estas cosas las recuerda uno y parece que sucedieron ayer, y han pasado muchos años. Me parece que estas son las características de la senectud. Recuerdo que en una de mis varias veces que viajé a Moscú, nos encontramos con Américo en la Patricio Lumumba; tomamos el metro y nos fuimos al centro de la ciudad; una vez aquí, me dijo Américo que cerca se podían comer unos choricitos como los de San Salvador, que si quería podíamos ir a probar. Fuimos y en verdad que eran casi como los que se comían en las noches cerca de la praviana, en la 3a. calle oriente. Y así seguimos frecuentándonos cuando podía ir a Moscú, hasta que yo tuve que salir de regreso a El Salvador, dejando mis estudios por motivos de salud. Recuerdo que Américo me fue a despedir al aeropuerto, para iniciar un viaje lleno de temores, porque tenía que viajar solo a Paris, Nueva York y México”.

6.EL RETORNO AL PAÍS

Américo regresó al país, en Julio de 1969, 7 años después de haber salido de El Salvador, a sus estudios profesionales de medicina, a la Universidad Patricio Lumumba. Él comentaba que aún pudo ver los carteles de promoción del Festival de la Juventud y los Estudiantes que estuvo reunido en Moscú un año antes. Con él y otros compatriotas nos encontramos muchas veces, siendo uno de los temas de debates, el papel de la juventud en las luchas sociales, políticas y revolucionarios. Desde mediados de 1967 a 1968, por lo general, asistíamos desde el Instituto de Ciencias Sociales, Mario Aguiñada Carranza, Raúl Vargas y yo. Cada cierto tiempo nos dábamos cita en una de las aulas de la Universidad para informar e informarnos sobre problemas diversos, políticos, académicos y personales. Algunos estudiantes llegaban desde Leningrado, Odesa, el Cáucaso, de otros Institutos de Moscú y de la Universidad Lomonòsov. A veces nos encontrábamos en determinados puntos de la ciudad de Moscú para visitar algún museo, caminar por la Exposición Permanente o degustar algún platillo típico moscovita. Recuerdo haberlo visto la última vez en Moscú cuando, a mediados de junio de 1969, había culminado la Conferencia Mundial de los Partidos Comunistas y Obreros que se había realizado en Moscú. A ella, desde El Salvador participaba el secretario general del PCS, Salvador Cayetano Carpio, a la cual, como parte de la formación política fuimos invitados en algunos momentos, Américo, Raúl Vargas y yo. Mario Aguiñada había regresado al país al finalizar su diplomado. Américo asistió en representación de los militantes de la JCS en la URSS, y yo como responsable de los Estudiantes del Instituto de Ciencias Sociales, de Moscú.

Varios otros becarios graduados de la Universidad Patricio Lumumba, de otros Institutos y Universidades Soviéticas, recién habían emprendido su regreso al país, mientras otros estaban finalizando los preparativos para regresar.

7.ENCONTRÓ PROBLEMAS INTERNOS EN EL PCS

Después de una década de debates internos entre salvador Cayetano Carpio y la mayoría de miembros de la Comisión Política, y principalmente contra los intelectuales, la crisis interna se agravó debido a la supuesta posición chovinista de algunos miembros de la CP frente a la guerra contra Honduras. Cuando Américo se incorpora, la guerra aún no había estallado, pero los debates ya habían adquirido fuerza. En uno de los comentarios recuerdo haberle escuchado su malestar.

A principios de 1970 me toca el turno de regresar al país e incorporarme a las tareas revolucionarias después de casi tres años de estudios en la URSS, encontrando, al igual que Américo, un ambiente de mucha dispersión, de confrontaciones, de parálisis de la actividad partidaria. Ambos sufrimos las invitaciones de Cayetano que empezó a convocar a reuniones paralelas para promover una corriente contraria a la CP. y al mismo PCS.

Con el tiempo, cuando recordábamos aquellos difíciles momentos, coincidíamos en valorar el respeto y aprecio que sentíamos por Salvador. Al igual que él, yo siempre sentí mucho respeto por Salvador Cayetano, lo estimaba como compañero, como el maestro que me recluto al PCS; Américo lo respetaba como Secretario General y como padre de Guadalupe, a quien apreciaba. Américo decía, presentía que ser amiga de Guadalupe, Cayetano estaba casi seguro que podía reclutarlo para constituir un grupo dentro del Partido. Américo fue invitado varias veces, yo nunca fui invitado, pero si tratado con cierta deferencia para generar cierta confianza para el reclute. Ambos, Américo y yo, no le dimos espacio.

Estos temas relacionados con el trabajo paralelo de Carpio los conversamos muchas veces con Américo. Él conoció antes que yo, los esfuerzos de Carpio por crear una organización paralela al PCS. Américo se enteró que las primeras reuniones paralelas empezaron a efectuarse desde que Cayetano regresó al país de su viaje a la Conferencia mundial de los Partidos comunistas y obreros, o sea desde septiembre del 69 hasta principios del 70. Estas reuniones se realizaban en el laboratorio de Fisiología de La Rotonda, donde Roberto Vargas, (hermano del General), facilitaba la entrada. A ella acudían jóvenes del Instituto Obrero José Celestino Castro, pero principalmente los integrantes de la Célula Frank Pais. No todos acudían, pero sí la mayoría, tales como el Peche Alfredo Castro Quezada, Salvador Menéndez Linares, Roberto Vargas, Salvador Moncada, hoy importante científico británico, consorte de una dama de la realeza belga. Recuerdo que siendo miembro del Comité Departamental del PCS de San Salvador, varias veces acompañé a Salvador Carpio a reuniones de la Célula Frank Pais y otras de San Jacinto y del Barrio La Vega, deduciendo que la intención de invitarme era para incidir a favor del reclutamiento.

8.EN EL VI CONGRESO DEL PCS

Américo fue delegado al VI Congreso del PCS, reunido el 30 de Agosto de 1970. Américo manejaba que fue delegado por la UJP, pero realmente, él era un militante comunista en esa organización juvenil. Con él tuvimos una discusión acerca del lugar donde se realizó el Congreso. Después de una serie de detalles llegamos al acuerdo en sostener que fue en la casa del viejo SARA, el verano Virgilio Guerra, uno de los militantes históricos ingresado al PC en 1933, convertido a finales de los años sesenta en pequeño empresario, con una mueblería abastecida por la fábrica de su hijo Virgilio, desde Santa Ana. La venta de muebles Morazán estava ubicada entre la Calle Gerardo Barrios y la 17 Av. Sur, pegado al puente Araujo.

También discutíamos con Américo sobre los temas que trató el Congreso VI. No fue difícil ponernos de acuerdo en que Durante el VI Congreso, se abordaron los temas: las causas de la ruptura del PC, su evolución y desenlace; las formas de lucha y la vía más probable de acceso al poder; autocrítica de posiciones y acciones durante la guerra con Honduras; elección de un nuevo Comité Central, comisión política y secretario general. Algunos de los delegados, de origen obrero, dirigentes sindicales, fueron muy críticos contra, lo calificado por ellos, la soberbia de Cayetano Carpio.

Américo recordó la posición de Raúl Padilla Vela, quien era miembro del Comité Departamental de San Salvador. Raúl Padilla mantenía una dura actitud crítica hacia varios compañeros de la dirección del Partido; Raúl rechazaba algunas de las propuestas que el C.C. saliente presentaba para constituir el nuevo Comité Central. Se propuso ganarle apoyo a sus propuestas, hablando bilateralmente con algunos compañeros. Pero sus propuestas no convencían a la mayoría del Congreso, en parte por la forma de acompañar las críticas, muy duras; sus argumentos ponían el acento en la capacidad, entrega y disciplina para el nuevo Comité Central. Raúl nos comentó que en el plenario del Congreso había una compañera, maestra, que yo conocía, pero, según él, era confidente, “oreja”, seguramente enviada por Carpio; decía que ella había sido criada en la casa de Carpio.

Pero sus argumentos por impedir que fuera incluida, fracasaban, no lograba el suficiente apoyo, al grado que alguien no solo la defendió sino que la propuso como propietaria, cosa que preocupó a Raúl. Recuerdo sus reacciones: se paró, con la mano en alto, con el dedo en movimiento de forma insistente, exclamando: “yo propongo en su lugar al Rusito, es decir, al compañero Torres, que era Américo Araujo. Hubo otras propuestas para respaldar a los dos. Américo fue electo como miembro suplente del Comité Central, pero también la maestra obtuvo los votos suficientes para la suplencia. La compañera estuvo en la Escuela de Cuadros de Moscú en un curso de un año. Yo la conocía y tenía buena impresión de ella, más o menos conocía sus relaciones con la familia de Cayetano Carpio, pero los argumentos de Padilla Vela, de elegir al Rusito en vez de ella, no eran suficientes ni aceptados para condenarla. Claro, la compañera Mercedes, creo que ese era su nombre, no duró mucho tiempo en el Partido y optó por retirarse, se apartó, no la ganó la revolución. Pienso que Raúl fue demasiado sectario y duro con ella.

9.EN LA DIRECCIÓN DEL PCS

Al año de haber sido electo como suplente al CC, Américo, que no había resuelto la consiga de una plaza en algún puesto de salud, para no hablar de un Hospital, ni siquiera de una Unidad de Salud, pues existía una discriminación hacia los médicos graduados en el extranjero y no digamos en la URSS. En ese tiempo su madre vivía en los EEUU y no tuvo más opción que pedir un permiso en el Partido para ausentarse por un tiempo del país.

Eso sucedió en 1971. Permaneció casi un año y regresó, pero al poco tiempo, en 1973, por las mismas razones decidió salir a probar suerte hacia Costa Rica. En este país hermano se encuentró con Miguel Sáenz Varela y otros profesionales salvadoreños conocidos, recién expulsados de El Salvador y residentes en Costa Rica. Pero no logró asimilar su condición de refugiado o autoexiliado y regresó al país en 1974, para no salir más. Se asoció con salvador Pérez y Pérez, para montar una pequeña clínica en un reducido pasaje paralelo a la 7ª. Ca. Pte en donde teníamos la Librería Picasso y ave. España, pero tampoco logró resolver lo suficiente para vivir.

El caso de Américo fue planteado en el Secretariado y luego en la CP y Ésta acuerda proponerle a Torres, (Américo), que se convirtiera en profesional del PC a tiempo completo.

En 1975, el CC no había resuelto la sustitución de dos bajas de su seno, uno por la expulsión a Costa Rica, y otro que había sido sancionado por mal comportamiento frente al enemigo, haber confesado y proporcionado información al enemigo. Este compañero no soportó las críticas a por debilidades mostradas frente a los interrogatorios de los Cuerpos de Seguridad, siendo suplente de la CP. Américo entra en sustitución de este último, también de Santa Ana. En esas condiciones fue electo propietario del Comité Central, encargándole el apoyo y atención de la recién creada Juventud Comunista. Creo que en esta fase de trabajo, Américo conoció y trató más de cerca de los compañeros Dagoberto Gutiérrez, José Luís Merino y otros cuadros de la JCS.

Los 86 años del Partido Comunista de El Salvador

Los 86 años del Partido Comunista de El Salvador
abril 06, 2016 Voces Comentar
Publicado en: Actualidad, Contracorriente – Dagoberto Gutiérrez, Nacionales, Voces Ciudadanas

Dagoberto Gutiérrez

A las 8 de la mañana del domingo 3 de abril, empezaron a llegar grupos de jóvenes que entre risas y abrazos parecían saber que es lo que iba a ocurrir en el Teatro de Cámara Municipal “Roque Dalton” en San Salvador.

Las puertas estaban abiertas, la musica resonaba en el escenario, suave y cadenciosa, una manta grande con el nombre de Partido Comunista de El Salvador y retratos de Marx, Engels, Lenin, Farabundo Martí, coronaban ese escenario. En el exterior se instalaban ventas de libros, adornos y otras cosas de ocasión, mientras el café y el pan empezaba a circular. La mañana era radiante y el sol lleno de cortesía no calcinaba todavía.

El Partido Comunista de El Salvador celebraba sus 86 años de existir, luchar en diversos terrenos, resistir y promover. Los que en marzo de 1930 lo fundaron a orillas del Lago de Ilopango, probablemente no esperaban que la nutrición ideológica y política de la creatura que surgió ese domingo, en esa reunión de obreros, artesanos e intelectuales, tuviera tanto vigor y llegara a ser tan necesario.

El PCS ha recorrido diversos territorios, empezando por la fugaz y peligrosa legalidad en las elecciones que el dictador Maximiliano Hernández Martínez convocó en el año 31 del siglo pasado. Luego vinieron largos años de represión hasta que en 1950, en los turbulentos acontecimientos de esa década, nuevamente el Partido Comunista emerge buscando comunicación con las masas. Estos fueron años de desarrollo del trabajo en el seno del movimiento sindical, hasta que a finales de esa década, en 1959, al triunfar la revolución cubana, el pueblo es cruzado en su ánimo, voluntad y pensamiento por un huracán de entusiasmo y resistencia que esta revolución expandió.

Estos años fueron espacios encendidos de lucha de masas, de organización, movilización y también de áspera y ruda clandestinidad que en ningún momento impidió el trabajo político del PCS.

El ambiente social con sus llamas, sus cruces de pensamiento y acción, crearon las condiciones para que en 1969, el Partido sufriera la única división de su historia, de resultas de la cual fueron creadas diferentes organizaciones populares. Al final de esta década viene la guerra con Honduras y el Partido apoya la lucha contra la cúpula militarista del gobierno hondureño, que estaba masacrando a miles de migrantes salvadoreños radicados en Honduras.

En este década del 60 estalla la primera huelga nacional de maestros, dirigida por Andes 21 de Junio, y el Partido Comunista fue un destacamento infaltable en esta gesta histórica. Un año anterior, en 1967, el Partido es fuerza fundamental en la campaña electoral del Partido Acción Renovadora (PAR), que movilizó y organizó a miles y miles de salvadoreños.

La década de los años 70, que es como una bisagra histórica, fue el escenario del ensanchamiento de las fuerzas revolucionarias y la lucha armada aparece como una de las formas políticas de resistir a la dictadura militar de derecha, establecida en 1932. En esta década se fundamentan las condiciones ideológicas y políticas de las que surgirá la guerra en su forma de lucha armada, y ya en los años 80, la guerra aparece como lucha armada generalizada.

Es en estos años donde el pueblo, a través de sus organizaciones, construye su obra maestra: la alianza política llamada Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, que dirigiría la guerra del pueblo contra sus opresores durante 20 años.

El Partido y la Juventud Comunista remontaron esta máxima prueba con un alto costo de sangre y de vidas preciosas, pero al final, el PCS está política, ideológica y socialmente fortalecido y transformado.

Este momento histórico de cruce de caminos resulta caro y oscuro para un partido que había resistido con éxito décadas de represión y aislamiento y que había remontado con éxito la más sangrienta guerra de nuestra historia, al final de la cual se extingue el acuerdo político entre las distintas fuerzas y sobreviene el dilema histórico de incorporarse al sistema político pero saliendo de la sociedad. Es en este momento cuando este sujeto histórico sufre un quebranto en su existencia y aparentemente es apartado de la lucha política en nombre de un supuesto y nuevo actor destinado a circular en las cañerías ideológicas del mismo régimen.

Han pasado 25 años de un periodo amargo y oscuro para el pueblo y resurge la necesidad de un instrumento político que construya junto con el pueblo la luz del entendimiento necesaria, que construya los caminos que hay que recorrer, que proponga las formas que las luchas deben y tienen que adoptar, que convoque a los hombres y mujeres con voluntad para resistir y que finalmente lleve al pueblo a nuevos estadios de lucha contra la actual dictadura del mercado neoliberal, de su gobierno lacayo y de los nuevos esbirros.

El pueblo colmó las instalaciones del Teatro de Cámara y adultos, jóvenes, hombres y mujeres, permanecieron atentos y entusiasmados ante el mensaje que un Partido Comunista resistente expresó toda la mañana. Este pueblo buscaba respuestas y también preguntas, buscaba caminos y soluciones históricas para que puedan convertirse en soluciones puntuales a problemas puntuales.

A los 86 años, el Partido expresa un amorío entre una larga experiencia histórica y un entusiasmo juvenil para acometer lo que el momento requiere, y así, los acordes de la Internacional se cruzaron con las notas y cánticos de la resistencia actual, y aquel Partido que estuvo en la base organizativa del levantamiento de 1932, que fue diezmado por la matanza, aparece con vigor, con pensamiento fresco y resistente. El pueblo que nutre los sueños y las utopías, que necesita un instrumento real para las luchas actuales, necesita como nunca antes a un Partido Comunista popular, revolucionario, anti-capitalista, participativo y constructor del socialismo necesario y oportuno.

La fiesta del domingo 3 de abril debe continuar y necesita ensancharse para que sus luces no se apaguen nunca y la sangre de los mártires siga alumbrando los caminos llenos de redención de todos aquellos y aquellas que murieron en la tortura, que desaparecieron sin nombre, que cayeron con el fusil en la mano. Para todos ellos, esta fiesta es parte del homenaje necesario y perenne que construimos con nuestra lucha.

AEP presenta el 14 de abril en UES libro de Roberto Pineda

AEP presenta el 14 de abril en UES libro de Roberto Pineda

SAN SALVADOR, 5 de abril de 2016 (SIEP) “Como Asociación de Estudiantes de Periodismo, AEP, de la Universidad de El Salvador reivindicamos el rescate de la memoria histórica de los sectores populares y revolucionarios de nuestra Patria.”
“Y es en este espíritu que realizaremos el próximo 14 de abril el conversatorio y presentación del libro Ideas emancipatorias y tradiciones de lucha de nuestro compañero Roberto Pineda…” agregaron dirigentes de AEP.
Indicaron que con este esfuerzo se contribuye “a conocer la historia de esta formación política, el PCS, que durante 65 años luchó incansablemente por la democracia y el socialismo en El salvador.”
Por su parte Roberto Pineda manifestó que “es para mí un gran honor la presentación de este libro en la UES y organizado por la AEP, y en el marco de las celebraciones del 86 aniversario de fundación del Partido de Farabundo Martí y Schafik Handal, del partido de Fidelina Raimundo y Julia Mujica.”

Ilusiones progresistas devoradas por la crisis. América Latina a la hora del lumpencapitalismo

“Ilusiones progresistas devoradas por la crisis. América Latina a la hora del lumpencapitalismo”: Jorge Beinstein
04/04/2016

La coyuntura global está marcada por una crisis deflacionaria motorizada por las grandes potencias. La caída de los precios de las commodities, cuyo aspecto más llamativo fue desde mediados del 2014 la de las cotizaciones del petróleo, descubre el desinfle de la demanda internacional mientras tanto se estanca la ola financiera, muleta estratégica del sistema durante las últimas cuatro décadas.
La crisis de la financierización de la economía mundial va ingresando de manera zigzageante en un zona de depresión, las principales economías capitalistas tradicionales crecen poco o nada1 y China se desacelera rápidamente. Frente a ello Occidente despliega su último recurso: el aparato de intervención militar integrando componentes armadas profesionales y mercenarias, mediáticas y mafiosas articuladas como “Guerra de Cuarta Generación” destinada a destruir sociedades periféricas para convertirlas en zonas de saqueos. Es la radicalización de un fenómeno de larga duración de decadencia sistémica donde el parasitismo financiero y militar se fue convirtiendo en el centro hegemónico de Occidente.

No presenciamos la “recomposición” política-económica-militar del sistema como lo fue la reconversión keynesiana (militarizada) de los años 1940 y 1950 sino su degradación general. La mutación parasitaria del capitalismo lo convierte en un sistema de destrucción de fuerzas productivas, del medio ambiente, y de estructuras institucionales donde las viejas burguesías se van transformando en círculos de bandidos, novedoso encumbramiento planetario de lumpenburguesías centrales y periféricas.

La declinación del progresismo

Inmersa en este mundo se despliega la coyuntura latinoamericana donde convergen dos hechos notables: la declinación de las experiencias progresistas y la prolongada degradación del neoliberalismo que las precedió y las acompaño desde países que no entraron en esa corriente de la que ahora ese neoliberalismo degradado aparece como el sucesor.

Los progresismos latinoamericanos se instalaron sobre la base de los desgastes y en ciertos casos de las crisis de los regímenes neoliberales y cuando llegaron al gobierno los buenos precios internacionales de las materias primas sumados a políticas de expansión de los mercados internos les permitieron recomponer la gobernabilidad.

El ascenso progresista se apoyó en dos impotencias; la de la derechas que no podían asegurar la gobernabilidad, colapsadas en algunos casos (Bolivia en 2005, Argentina en 2001-2002, Ecuador en 2006, Venezuela en 1998) o sumamente deterioradas en otros (Brasil, Uruguay, Paraguay) y la impotencia de las bases populares que derrocaron gobiernos, desgastaron regímenes pero que incluso en los procesos más radicalizados no pudieron imponer revoluciones, transformaciones que fueran más allá de la reproducción de las estructuras de dominación existentes.

En los casos de Bolivia y Venezuela los discursos revolucionarios acompañaron prácticas reformistas plagadas de contradicciones, se anunciaban grandes transformaciones pero las iniciativas se embrollaban en infinitas idas y venidas, amagos, desaceleraciones “realistas” y otras astucias que expresaban el temor profundo a saltar las vallas del capitalismo. Ello no solo posibilitó la recomposición de las derechas sino también la proliferación a nivel estatal de podredumbres de todo tipo, grandes corrupciones y pequeñas corruptelas.

Venezuela aparece como el caso más evidente de mezcla de discursos revolucionarios, desorden operativo, transformaciones a medio camino y autobloqueos ideológicos conservadores. No se consiguió encaminar la transición revolucionaria proclamada (más bien todo lo contrario) aunque si se logró caotizar el funcionamiento de un capitalismo estigmatizado pero de pié, obviamente los Estados Unidos promueven y aprovechan esa situación para avanzar en su estrategia de reconquista del país. El resultado es una recesión cada vez más grave, una inflación descontrolada, importaciones fraudulentas masivas que agravan la escasez de productos y la evasión de divisas que marcan a una economía en crisis aguda2.

En Brasil el zigzagueo entre un neoliberalismo “social” y un keynesianismo light casi irreconocible fue reduciendo el espacio de poder de un progresismo que desbordaba fanfarronería “realista” (incluida su astuta aceptación de la hegemonía de los grupos económicos dominantes). La dependencia de las exportaciones de commodities y el sometimiento a un sistema financiero local transnacionalizado terminaron por bloquear la expansión económica, finalmente la combinación de la caída de los precios internacionales de las materias primas y la exacerbación del pillaje financiero precipitaron una recesión que fue generando una crisis política sobre la que empezaron a cabalgar los promotores de un “golpe blando” ejecutado por la derecha local y monitoreado por los Estados Unidos.

En Argentina el “golpe blando” se produjo protegido por una máscara electoral forjada por una manipulación mediática desmesurada, el progresismo kirchnerista en su última etapa había conseguido evitar la recesión aunque con un crecimiento económico anémico sostenido por un fomento del mercado interno respetuoso del poder económico. También fue respetada la mafia judicial que junto a la mafia mediática lo acosaron hasta desplazarlo políticamente en medio de una ola de histeria reaccionaria de las clases altas y del grueso de las clases medias.

En Bolivia Evo Morales sufrió su primera derrota política significativa en el referendum sobre reelección presidencial, su llegada al gobierno marcó el ascenso de las bases sociales sumergidas por el viejo sistema racista colonial. Pero la mezcla híbrida de proclamas antiimperialistas, postcapitalistas e indigenistas con la persistencia del modelo minero-extractivista de deterioro ambiental y de comunidades rurales y del burocratismo estatal generador de corrupción y autoritarismo terminaron por diluir el discurso del “socialismo comunitario”. Quedó así abierto el espacio para la recomposición de las elites económicas y la movilización revanchista de las clases altas y su séquito de clases medias penetrando en un vasto abanico social desconcertado.

Ahora las derechas latinoamericanas van ocupando las posiciones perdidas y consolidan las preservadas, pero ya no son aquellas viejas camarillas neoliberales optimistas de los años 1990, han ido mutando a través de un complejo proceso económico, social y cultural que las ha convertido en componentes de lumpenburguesías nihilistas embarcadas en la ola global del capitalismo parasitario.
Grupos industriales o de agrobusiness fueron combinando sus inversiones tradicionales con otras más rentables pero también más volátiles: aventuras especulativas, negocios ilegales de todo tipo (desde el narco hasta operaciones inmobiliarias opacas pasando por fraudes comerciales y fiscales y otros emprendimientos turbios) convergiendo con “inversiones” saqueadoras provenientes del exterior como la megaminería o las rapiñas financieras.

Dicha mutación tiene lejanos antecedentes locales y globales, variantes nacionales y dinámicas específicas, pero todas tienden hacia una configuración basada en el predominio de elites económicas sesgadas por la “cultura financiera-depredadora” (cortoplacismo, desarraigo territorial, eliminación de fronteras entre legalidad e ilegalidad, manipulación de redes de negocios con una visión más próxima al videojuego que a la gestión productiva y otras características propias del globalismo mafioso) que disponen del control mediático como instrumento esencial de dominación rodeándose de satélites políticos, judiciales, sindicales, policiales-militares, etc.

¿Restauraciones conservadoras o instauraciones de neofascismos coloniales?

Por lo general el progresismo califica a sus derrotas o amenazas de derrotas como victorias o peligros de regreso del pasado neoliberal, también suele utilizarse el término “restauración conservadora”, pero ocurre que esos fenómenos son sumamente innovadores, tienen muy poco de “conservadores”.

Cuando evaluamos a personajes como Aecio Neves, Maurico Macri o Henrique Capriles no encontramos a jefes autoritarios de elites oligárquicas estables sino a personajes completamente inescrupulosos, sumamente ignorantes de las tradiciones burguesas de sus países (incluso en ciertos casos con miradas despreciativas hacia las mismas), aparecen como una suerte de mafiosos entre primitivos y posmodernos encabezando políticamente a grupos de negocios cuya norma principal es la de no respetar ninguna norma (en la medida de lo posible).

Otro aspecto importante de la coyuntura es el de la irrupción de movilizaciones ultra-reaccionarias de gran dimensión donde las clases medias ocupan un lugar central. Los gobiernos progresistas suponían que la bonanza económica facilitaría la captura política de esos sectores sociales pero ocurrió lo contrario: las capas medias se derechizaban mientras ascendían económicamente, miraban con desprecio a los de abajo y asumían como propios los delirios neofascistas de los de arriba. El fenómeno sincroniza con tendencias neofascistas ascendentes en Occidente, desde Ucrania hasta los Estados Unidos pasando por Alemania, Francia, Hungría, etc., expresión cultural del neoliberalismo decadente, pesimista, de un capitalismo nihilista ingresando en su etapa de reproducción ampliada negativa donde el apartheid aparece como la tabla de salvación.

Pero este neofascismo latinoamericano incluye también la reaparición de viejas raíces racistas y segregacionistas que habían quedado tapadas por las crisis de gobernabilidad de los gobiernos neoliberales, la irrupción de protestas populares y las primaveras progresistas. Sobrevivieron a la tempestad y en varios casos resurgieron incluso antes del comienzo de la declinación del progresismo como en Argentina el egoísmo social de la época de Menem o el gorilismo racista anterior, en Bolivia el desprecio al indio y en casi todos los casos recuperando restos del anticomunismo de la época de la Guerra Fría. Supervivencias del pasado, latencias siniestras ahora mezcladas con las nuevas modas.

Una observación importante es que el fenómeno asume características de tipo “contrarrevolucionario”, apuntando hacia una política de tierra arrasada, de extirpación del enemigo progresista, es lo que se ve actualmente en Argentina o lo que promete la derecha en Venezuela o Brasil, la blandura del contrincante, sus miedos y vacilaciones excitan la ferocidad reaccionaria. Refiriéndose a la victoria del fascismo en Italia Ignazio Silone la definía como una contrarrevolución que había operado de manera preventiva contra una amenaza revolucionaria inexistente3. Esa no existencia real de amenaza o de proceso revolucionario en marcha, de avalancha popular contra estructuras decisivas del sistema desmoronándose o quebradas, envalentona (otorga sensación de impunidad) a las elites y su base social.

La marea contrarrevolucionaria es uno de los resultados posibles de la descomposición del sistema imponiendo de manera exitosa en algunos casos del pasado proyectos de recomposición elitista, en el caso latinoamericano expresa descomposición capitalista sin recomposición a la vista.

Si el progresismo fue la superación fracasada del fracaso neoliberal, este neofascismo subdesarrollado exacerba ambos fracasos inaugurando una era de duración incierta de contracción económica y desintegración social. Basta ver lo ocurrido en Argentina con la llegada de Macri a la presidencia: en unas pocas semanas el país pasó de un crecimiento débil a una recesión que se va agravando rápidamente producto de un gigantesco pillaje, no es difícil imaginar lo que puede ocurrir en Brasil o en Venezuela que ya están en recesión si la derecha conquista el poder político.

La caída de los precios de las commodities y su creciente volatilidad, que la prolongación de la crisis global seguramente agravará, han sido causas importantes del fracaso progresista y aparecen como bloqueos irreversibles de los proyectos de reconversión elitista-exportadora medianamente estables. Las victorias derechistas tienden a instaurar economías funcionando a baja intensidad, con mercados internos contraídos e inestables, eso significa que la supervivencia de esos sistemas de poder dependerá de factores que las mafias gobernantes pretenderán controlar.
En primer término el descontento de la mayor parte de la población aplicando dosis variables de represión, legal e ilegal, embrutecimiento mediático, corrupción de dirigentes y degradación moral de las clases bajas. Se trata de instrumentos que la propia crisis y la combatividad popular pueden inutilizar, en ese caso el fantasma de la revuelta social puede convertirse en amenaza real.

La estrategia imperial

Los Estados Unidos desarrollan una estrategia de reconquista de América Latina aplicándola de manera sistemática y flexible. El golpe blando en Honduras fue el puntapié inicial al que le siguió el golpe en Paraguay y un conjunto de acciones desestabilizadoras, algunas muy agresivas, de variado éxito que fueron avanzando al ritmo de las urgencias imperiales y del desgaste de los gobiernos progresistas. En varios casos las agresiones más o menos abiertas o intensas se combinaron con buenos modales que intentaban vencer sin violencias militar o económica o sumando dosis menores de las mismas con operaciones domesticadoras.

Donde no funcionaba eficazmente la agresión empezó a ser practicado el ablande moral, se implementaron paquetes persuasivos de configuración variable combinando penetración, cooptación, presión, premios y otras formas retorcidas de ataque psicológico-político.

El resultado de ese despliegue complejo es una situación paradojal: mientras los Estados Unidos retroceden a nivel global en términos económicos y geopolíticos, van reconquistando paso a paso su patio trasero latinoamericano. La caída de Argentina ha sido para el Imperio una victoria de gran importancia trabajada durante mucho tiempo a lo que es necesario agregar tres maniobras decisivas de su juego regional: el sometimiento de Brasil, el fin del gobierno chavista en Venezuela y la rendición negociada de la insurgencia colombiana. Cada uno de estos objetivos tiene un significado especial:

La victoria imperialista en Brasil cambiaría dramáticamente el escenario regional y produciría un impacto negativo de gran envergadura al bloque BRICS afectando a sus dos enemigos estratégicos globales: China y Rusia. La victoria en Venezuela no solo le otorgaría el control del 20 % de las reservas petrolíferas del planeta (la mayor reserva mundial) sino que tendría un efecto dominó sobre otros gobiernos de la región como los de Bolivia, Ecuador y Nicaragua y perjudicaría a Cuba sobre la que los Estados Unidos están desplegando una suerte de abrazo de oso.
Finalmente la extinción de la insurgencia colombiana además de despejar el principal obstáculo al saqueo de ese país le dejaría las manos libres a sus fuerzas armadas para eventuales intervenciones en Venezuela. Desde el punto de vista estratégico regional el fin de la guerrilla colombiana sacaría del escenario a una poderosa fuerza combatiente que podría llegar a operar como un mega-multiplicador de insurgencias en una región en crisis donde la generalización de gobiernos mafioso-derechistas agravará la descomposición de sus sociedades.
Se trata tal vez de la mayor amenaza estratégica a la dominación imperial, de un enorme peligro revolucionario continental, es precisamente esa dimensión latinoamericana del tema lo que ocultan los medios de comunicación dominantes.
Decadencia sistémica y perspectivas populares
Más allá de la curiosa paradoja de un imperio decadente reconquistando su retaguardia territorial, desde el punto de vista de la coyuntura global, de la decadencia sistémica del capitalismo, la generalización de gobiernos pro-norteamericanos en América Latina puede ser interpretada superficialmente como una gran victoria geopolítica de los Estados Unidos aunque si profundizamos el análisis e introducimos por ejemplo el tema del agravamiento de la crisis impulsada por esos gobiernos tenderíamos a interpretar al fenómeno como expresión específica regional de la decadencia del sistema global.
El alejamiento del estorbo progresista puede llegar a generar problemas mayores a la dominación imperial, si bien las inclusiones sociales y los cambios económicos realizados por el progresismo fueron insuficientes, embrollados, estuvieron impregnados de limitaciones burguesas y si su autonomía en materia de política internacional tuvo una audacia restringida; lo cierto es que su recorrido ha dejado huellas, experiencias sociales , dignificaciones (suprimidas por la derecha) que serán muy difícil extirpar y que en consecuencia pueden llegar a convertirse en aportes significativos a futuros (y no tan lejanos) desbordes populares radicalizados.
La ilusión progresista de humanización del sistema, de realización de reformas “sensatas” dentro de los marcos institucionales existentes, puede pasar de la decepción inicial a una reflexión social profunda, crítica de la institucionalidad mafiosa, de la opresión mediática y de los grupos de negocios parasitarios. Ello incluye a la farsa democrática que los legitima. En ese caso la molestia progresista podría convertirse tarde o temprano en huracán revolucionario no porque el progresismo como tal evolucione hacia la radicalidad anti-sistema sino porque emergería una cultura popular superadora, desarrollada en la pelea contra regímenes condenados a degradarse cada vez más.
En ese sentido podríamos entender uno de los significados de la revolución cubana, que luego se extendió como ola anticapitalista en América Latina, como superación crítica de los reformismos nacionalistas democratizantes fracasados (como el varguismo en Brasil, el nacionalismo revolucionario en Bolivia, el primer peronismo en Argentina o el gobierno de Jacobo Arbenz en Guatemala). La memoria popular no puede ser extirpada, puede llegar a hundirse en una suerte de clandestinidad cultural, en una latencia subterránea digerida misteriosamente, pensada por los de abajo, subestimada por los de arriba, para reaparecer como presente, cuando las circunstancias lo requieran, renovada, implacable.
[1] Si consideramos el último lustro (2010-2014) el crecimiento promedio real de la economía de Japón ha sido del orden del 1,5 %, la de Estados Unidos 2,2 % y la de Alemania 2 % (Fuente: Banco Mundial).
[2] Un buen ejemplo es el de la “importación” de fármacos donde empresas multinacionales como Pfizer, Merck y P&G hacen fabulosos negocios ilegales ante un gobierno “socialista” que les suministra dólares a precios preferenciales. Con un juego de sobrefacturaciones, sobreprecios e importaciones inexistentes las empresas farmaceuticas habían importado en 2003 unas 222 mil toneladas de productos por los que pagaron 434 millones de dólares (unos 2 mil dólares por tonelada), en 2010 las importaciones bajaron a 56 mil toneladas y se pagaron 3410 millones de dólares (60 mil dólares la tonelada) y en 2014 las importaciones descendieron aún más a 28 mil toneladas y se pagaron 2400 millones de dólares (un poco menos de 87 mil dólares la tonelada). Como bien lo señala Manuel Sutherland de cuyo estudio extraigo esa información: “lejos de plantearse la creación de una gran empresa estatal de producción de fármacos, el gobierno prefiere darles divisas preferenciales a importadores fraudulentos, o confiar en burócratas que realizan importaciones bajo la mayor opacidad”. Manuel Sutherland, “2016: La peor de las crisis económicas, causas, medidas y crónica de una ruina anunciada”, CIFO, Caracas 2016.
[3] Ignazio Silone, “L’École des dictateurs”, Collection Du monde entier, Gallimard, París 1964.

Qué pensó Marx sobre América latina (2006)

Qué pensó Marx sobre América latina (2006)

Un libro reciente del mexicano Arturo Chavola comenta las ideas de Marx y los marxistas sobre Latinoamérica. Néstor Kohan hace aquí una lectura crítica de sus tesis; le objeta, sobre todo, no tener en cuenta las revisiones que el Marx maduro hizo a sus análisis de juentud. Además, una entrevista con el especialista Michael Löwy.

NESTOR KOHAN.

Ante su muerte, José Martí escribió: “Ved esta gran sala. Karl Marx ha muerto. Como se puso del lado de los débiles merece honor”. Así le rendía tributo, sin ser marxista, una de las máximas plumas de América latina al fundador del socialismo revolucionario.

No fue la única vez que el pensamiento insumiso se entrecruzó en América con la llama libertaria inaugurada por Marx. Durante los años 20, el peruano José Carlos Mariátegui se animó a recuperar el “comunismo incaico” como antecedente de las luchas socialistas. Treinta años más tarde, Fidel Castro identificó a Martí como “el autor intelectual” de la toma del cuartel Moncada que inicia la revolución cubana. Ernesto Che Guevara, estudiando con sus combatientes en Bolivia, leyó a Lenin entremezclado con las historias de Juana Azurduy. En los 70, sus discípulos más radicales de la insurgencia argentina eligieron la bandera del Ejército de los Andes de San Martín para representar su ideología guevarista. Inscribiéndose en esa dilatada herencia, Hugo Chávez desafía hoy a los EE.UU. reivindicando a Marx, Lenin, Trotsky, Mao, el Che y Rosa Luxemburgo abrazado a Simón Bolívar.

¿Cómo entender ese sincretismo latinoamericano, donde el judío alemán Karl Marx se viste de indígena, negro, mulato, cristiano revolucionario, campesino sin tierra o piquetero? ¿Es el marxismo parte central de la cultura de la rebelión latinoamericana o es una “ideología foránea”, como acostumbraban vociferar los genocidas militares de 1976?

A diferencia de los primeros inmigrantes europeos, que a fines del siglo XIX tradujeron y divulgaron algunas obras de Marx y Engels, los primeros marxistas latinoamericanos utilizaron sus categorías de un modo creador. Tenía razón el investigador italiano Antonio Melis cuando caracterizó a Mariátegui como “el primer marxista de América”. El peruano no sólo citó a Marx. Apeló a su pensamiento para dilucidar el problema indígena, articulando la lucha anticapitalista, el antiimperialismo y el socialismo.

Enfrentando tanto el populismo nacionalista de Víctor Raúl Haya de la Torre como el incipiente stalinismo de Victorio Codovilla, Mariátegui inauguró el marxismo latinoamericano. Tradición que, hasta hoy, se opone a los esquemas eurocéntricos y a los simulacros populistas que terminan reclamando, en nombre del “movimiento nacional”, el apoyo de los trabajadores a fracciones de empresarios y banqueros.

Entre los fundadores, Mariátegui es el más radical, original y audaz para descifrar incógnitas que Marx no había conocido. Pero no estuvo solo. En sus polémicas contra Haya de la Torre, Mariátegui estuvo acompañado por el joven marxista cubano Julio Antonio Mella. A ese brillante binomio podrían quizás agregarse otros dos nombres: el argentino Aníbal Norberto Ponce y el chileno Luis Emilio Recabarren.

A este gran elenco le sucedió, durante 30 años, el eco de los esquemas mediocres implantados por Stalin en la Unión Soviética, donde Marx no era más que una caricatura. Recién con la revolución cubana y la hegemonía de Fidel Castro y el Che Guevara, el marxismo de este continente podrá sacudirse el polvo burocrático y dogmático de las Academias de Ciencias de la URSS. No es casual que en los 60 la revolución cubana recuperara el marxismo revolucionario de los 20 (antiimperialista y anticapitalista) y los escritos menos transitados de Marx. En especial, los artículos, cartas y manuscritos tardíos donde estudia el colonialismo y las sociedades periféricas y dependientes, revisando y superando las limitaciones eurocéntricas de juventud.

Sobre este horizonte se inscriben investigaciones posteriores como El marxismo en América latina (1980) de Michael Löwy; Marx y América latina (1980) de José Aricó; Una lectura latinoamericana de “El Capital” de Marx (1988) de Alberto Parisi; El último Marx y la liberación latinoamericana (1990) de Enrique Dussel y De Marx al marxismo en América latina (1999) de Adolfo Sánchez Vázquez, entre otros.

Más allá de los matices, estas obras coinciden en que, en su madurez, Marx revisa sus puntos de vista frente al problema del colonialismo, el mundo periférico y los pueblos sometidos a la dominación capitalista. Y llega a dos conclusiones. Primero, no hay “progreso” para los pueblos sojuzgados mientras sigan bajo la bota imperial. Inglaterra no sólo no hizo avanzar a la India colonial —como ingenuamente había esperado el joven Marx—: la hizo retroceder. Segundo, la historia no tiene un recorrido evolutivo por etapas. No hay un centro único (Europa occidental), del cual se irradiarían, escalón por escalón, sin saltarse ninguno, las diversas etapas del desarrollo histórico para todo el orbe.

Estas dos conclusiones del Marx tardío son dinamita. Lo obligaron a repensar toda su concepción histórica y política. Están presentes, por ejemplo, en su correspondencia con Vera Zasulich y en otros escritos análogos.

Apologista del imperio?

Para los estudiosos serios constatar ese cambio de paradigma en los escritos de madurez ya constituye un lugar consensuado. Existe suficiente documentación empírica que lo prueba. Pero, a la hora de discutir a Marx, suele pasarse por alto el estudio riguroso de los documentos que hoy están al alcance de cualquier investigador. Marx sigue despertando pasiones encendidas. No es malo, siempre y cuando el ardor del corazón no nuble la vista. Tal es el caso de algunos ensayistas que, todavía hoy, se dejan llevar por su arrebato polémico.

Por ejemplo, José Pablo Feinmann, en su libro Filosofía y Nación (escrito en plena euforia del populismo nacionalista entre 1970 y 1975, publicado en 1982 y reeditado en 1996) afirma con liviandad que Marx es “un pensador del imperio británico”, un ingenuo apologista de la dominación colonial sobre los pueblos sometidos. Una lógica discursiva que comparte —pese a sus intenciones opuestas— el hoy neoliberal Juan José Sebreli, quien en El asedio a la modernidad (1992) caracteriza a Marx como un vulgar entusiasta de la expansión imperial. Algo que a Sebreli le servía, en los 90, para barnizar con jerga “filosófica” su apoyo a la derecha argentina y a las privatizaciones de la era menemista.

Mucho más exquisito pero no menos superficial, Toni Negri en su celebrado Imperio (2000) termina aplaudiendo los escritos de Marx de 1853 sobre la dominación británica en la India. Le sirven para legitimar su actual apología de la globalización del capital, su defensa de la constitución europea, etcétera. Ni siquiera menciona la revisión que el propio Marx realizara al final de su vida de aquellos textos.

Sea para rechazarlo, “defenderlo” o manipularlo, en estos casos se toma como axioma que Marx es un pensador eurocéntrico, modernista e ilustrado, y se dejan de lado sus incisivos textos tardíos, donde esa perspectiva es agudamente criticada.

Después de todos ellos, ahora un académico mexicano se suma al coro de quienes quieren ver en Marx un acrítico partidario de la expansión imperial. Es el profesor Arturo Chavola, director del Instituto de Estética de la Universidad de Guadalajara, autor de La imagen de América en el marxismo (Prometeo, 2005).

El libro de Chavola resulta un típico producto académico de esta época, donde el rechazo del marxismo se encubre con una terminología en apariencia neutral. Aunque su autor no lo aclara, está escrito para rendir examen en la Academia francesa. Esto tiñe muchas de sus conclusiones, de mal disimulada antipatía por el marxismo. Toda la bibliografía se cita en francés, aun cuando el idioma de Marx es el alemán y el del autor, el castellano. Hasta se citan en francés libros que sólo han sido editados en la Argentina o México, como los de Pasado y Presente.

Como Feinmann, Sebreli o Negri, Chavola insiste con que Marx es un europeo que aplaude la dominación de las colonias y no entiende nada de los pueblos oprimidos. Pero mucha agua ha corrido bajo el puente. Al menos este profesor mexicano no desconoce algunos escritos tardíos de Marx. Sólo que en lugar de registrar el notable cambio de mirada del último Marx, ve en ellos la confirmación de los textos juveniles. Desconociendo la revisión que Marx emprende a partir de la creación de la Asociación Internacional de los Trabajadores (AIT), Chavola vuelve a dibujar un Marx iluminista, determinista, eurocéntrico y apologista de la burguesía europea. Y decreta cómodamente la inutilidad del marxismo para América latina.

No conforme con esto, condena en forma tajante el “desarrollo nefasto” (sic) que produjo el marxismo en América. Lo curioso es que el autor reconoce explícitamente “no haber estudiado” las opiniones marxistas que han defendido las culturas latinoamericanas ni los documentos de la Internacional Comunista y sus repercusiones en este continente. ¿La ignorancia otorga derecho?

Es incuestionable que el debate sobre la herencia de Marx no está saldado en América latina. Contribuyeron a que ahora haya resurgido el interés, entre otros, el Movimiento Sin Tierra, la teología de la liberación, el zapatismo, las rebeliones contra el neoliberalismo y los foros sociales mundiales. Superadas las secuelas que produjo la derrota de la revolución sandinista en los 90, la discusión sobre Marx ha regresado al centro de la escena. ¿Cómo será el marxismo del siglo XXI? Este interrogante y sus desafíos siguen abiertos. Es muy probable que la respuesta no venga de los papers académicos.

N. Kohan es autor de Marx en su (Tercer) mundo y El Capital: Historia y método.

Aprender de Obama

Aprender de Obama
El sector privado ha ganado 10 millones de puestos y el paro en EE UU está por debajo del 5%
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Paul Krugman
2 ABR 2016 – 00:43 CEST

Como muchos adictos a la política, me he pasado muchísimo tiempo analizando sondeos y tratando de sacar conclusiones de ellos. ¿De verdad es posible que Donald Trump obtenga la nominación de su partido? (Sí). ¿Y Bernie Sanders? (No). Pero las primarias no son lo único sobre lo que se hacen sondeos; aún sigue llegando información actualizada sobre la popularidad del presidente Obama. Y en ese terreno ha pasado algo sorprendente.

A finales de 2015, Obama seguía en un nivel bajo, y lo suspendían bastantes más estadounidenses que los que lo aprobaban. Desde entonces, sin embargo, su popularidad se ha disparado, mientras que el número de suspensos ha caído en picado. Sigue estando en un nivel que solo es ligeramente positivo, pero la variación en los promedios de los sondeos ha sido de unos 11 punto porcentuales, lo cual es muchísimo.

¿Qué está pasando?

Bueno, una posible respuesta sería que, últimamente, los votantes han tenido ocasión de comprobar cómo son de verdad los malos líderes. Pero quiero pensar que la ciudadanía también empieza a darse cuenta de los muchos éxitos que ha cosechado el Gobierno de Obama en su lucha contra los problemas de Estados Unidos. Y esos éxitos pueden enseñar una lección a quienes estén dispuestos a aprender.

Sé que, en ambos bandos, hay muchos a los que les cuesta asimilar la idea de que la labor de Obama haya sido un éxito. En la izquierda, quienes se dejaron llevar por el entusiasmo de 2008 se sienten defraudados por la prosaica realidad de gobernar dentro de un sistema político extremadamente polarizado. Por otro lado, la ideología conservadora vaticina desastres ante cualquier intento de gravar las grandes fortunas, ayudar a los menos afortunados y refrenar los excesos del mercado; ¿y a quién van a creer, a la ideología o a sus propios ojos mendaces? Pero los éxitos están ahí, a la vista de todos.

Empecemos por la economía. Se podría argumentar que los presidentes no influyen en los resultados económicos tanto como los votantes parecen imaginar, y especialmente los presidentes que se enfrentan a una oposición destructiva por parte del Congreso durante la mayor parte de su mandato. Pero esa no es la cuestión: los republicanos llevan siete años repitiendo sin cesar que las políticas de Obama son un desastre que “destruye puestos de trabajo” y acaba con los incentivos empresariales, así que el hecho de que a la economía le haya ido bien es una noticia importante.Y así ha sido: el sector privado ha ganado 10 millones de puestos de trabajo desde que Obama llegó al cargo, y el paro está por debajo del 5%. Es verdad que, en algunos ámbitos, los resultados siguen siendo decepcionantes (baja tasa de actividad, escasa subida de los salarios). Pero imaginen las fanfarronadas que estaríamos escuchando si fuese Mitt Romney quien ocupase la Casa Blanca.

Luego está la reforma sanitaria, que (no se lo digan a nadie) ha cumplido sus objetivos. Allá por 2012, justo después de que el Tribunal Supremo permitiese a los estados rechazar la ampliación de Medicaid, la Oficina Presupuestaria del Congreso predijo que, tal día como hoy, el 89% de la población no anciana tendría cobertura sanitaria; la cifra actual es del 90%. Los detalles han sido un tanto sorprendentes: se han inscrito menos personas de las esperadas, pero hay menos empresarios de los esperados que han reducido la cobertura y más gente que se ha registrado en Medicaid (lo que significa, por cierto, que Obamacare se parece a un sistema de pagador único mucho más de lo que cualquiera parece ser consciente). Pero lo importante es que, en efecto, la reforma ha traído consigo la gran mejora del grado de cobertura que prometió, y lo ha conseguido por un coste menor del previsto.

También está la reforma financiera, que la izquierda considera ineficaz y la derecha considera destructiva. El hecho es que, aunque los grandes bancos no se han desmantelado, el exceso de apalancamiento —el verdadero peligro para la estabilidad financiera— se ha reducido en gran medida. Y, en cuanto a las repercusiones económicas, ¿he mencionado lo bien que ha ido la creación de empleo?

Por último, pero espero que no menos importante, el Gobierno de Obama ha usado su autoridad ejecutiva para tomar medidas medioambientales que, si un presidente republicano no las abole y los futuros Tribunales Supremos las mantienen, supondrán una actuación importante frente al cambio climático.

En definitiva, es todo un récord. Si los demócratas conservan la presidencia, a Obama se le acabará considerando un presidente de lo más transcendente, más que Reagan. Y estoy seguro de que los republicanos aprenderán mucho de sus logros.

¡Menuda inocentada!

Hablando en serio, no hay básicamente ninguna posibilidad de que los conservadores, cuyas ideas llevan décadas sin cambiar, se replanteen su dogma. Pero es posible que los progresistas tengan una mentalidad más abierta.

Las elecciones de 2008 no trajeron la transformación política que esperaban los entusiastas de Obama, ni acabaron con el poder de los intereses creados: Wall Street, el complejo médico-industrial y los grupos de presión de los combustibles fósiles siguen ahí, usando su dinero para comprar influencias. Pero se los ha contenido de tal forma que la vida de los estadounidenses es ahora mejor y más segura.

En otras palabras, la lección de los años de Obama es que el éxito no tiene que ser completo para ser muy real. ¿Dicen que quieren una revolución? Bueno, uno no siempre puede conseguir lo que quiere, pero es posible que descubra que, si lo intenta, a veces puede conseguir lo que necesita.

Paul Krugman es premio Nobel de Economía. Traducción de News Clips.

“La izquierda tiene que repensar su aparato teórico y táctico”: David Harvey

“La izquierda tiene que repensar su aparato teórico y táctico”: David Harvey
04/04/2016 Deja un comentario Go to comments

Sin títuloDavid Harvey, uno de los pensadores marxistas más prominentes de nuestro tiempo, se sentó con el activista colectivo AK Malabocas a discutir las transformaciones en el modo de acumulación capitalista, la centralidad del terreno urbano en las luchas de clase contemporáneas, y las implicancias de todo esto para la organización anti-capitalista.

AK Malabocas: En los últimos 40 años, el modo de acumulación capitalista ha cambiado globalmente. ¿Qué significan estos cambios para la lucha contra el capitalismo?

DH: Desde una perspectiva macro, cualquier modo de producción tiende a generar un tipo distintivo de oposición, la cual es un espejo curioso de sí mismo. Si miras atrás, en los ’60 o ’70, cuando el capital estaba organizado en grandes formas corporativas, jerárquicas, tenías estructuras de oposición que eran corporativas, tipos sindicalistas de aparatos políticos. En otras palabras, un sistema fordista generaba una oposición de tipo fordista.

Con el quiebre de esta forma de organización industrial, particularmente en los países capitalistas avanzados, se terminaba con una configuración del capital mucho más descentralizada: más fluida sobre el espacio y el tiempo que lo pensado previamente. Al mismo tiempo veíamos el surgimiento de una oposición que está ligada a las redes, a la descentralización y a la que no le gusta la jerarquía y las formas previas de oposición de tipo fordista.

Así, que de una manera curiosa, las y los militantes de izquierda se reorganizan a sí mismos en el mismo modo en el que la acumulación del capital se reorganiza. Si entendemos que la izquierda es una imagen en espejo de lo que estamos criticando, entonces tal vez lo que debamos hacer es romper el espejo y salir de esta relación simbiótica con aquello que estamos criticando.

MK: ¿En la era fordista, la fábrica era el principal sitio de resistencia. Dónde podemos encontrarla ahora que el capital se ha movido lejos del piso fabril hacia el terreno urbano?

DH: Antes que nada, la forma fabril no ha desaparecido. Todavía encuentras fábricas en Bangladesh o en China. Lo que es interesante es cómo el modo de producción en las ciudades centrales cambió. Por ejemplo, el sector logístico se ha expandido: UPS, DHL y todos sus trabajadores y trabajadoras están produciendo valores enormes hoy en día.

En las últimas décadas, un gran cambio tuvo lugar en el sector servicios también: los más grandes empleadores de mano de obra en la década de 1970 en los Estados Unidos eran General Motors, Ford y US Steel. Los más grandes empleadores de mano de obra hoy son Mc Donalds, Kentucky Fried Chicken y Walmart. Antes, la fábrica era el centro de la clase obrera, pero hoy encontramos a la clase obrera más que nada en el sector servicios. ¿Por qué diríamos que producir autos es más importante que producir hamburguesas?

Desafortunadamente la izquierda no se siente cómoda con la idea de organizar a los trabajadores y trabajadoras de la comida rápida. Su imagen de la tradicional clase obrera no encaja con la producción de valor de los trabajadores y trabajadoras de servicios, los de distribución, de restaurants, de los supermercados.

El proletariado no desapareció, pero hay un nuevo proletariado que tiene características diferentes del que tradicionalmente la izquierda solía identificar como la vanguardia de la clase trabajadora. En este sentido, las y los trabajadores de Mc Donalds se convirtieron en las y los trabajadores metalúrgicos del siglo XX.

MK: ¿Si esto es lo que es el nuevo proletariado, cuáles son los lugares desde organizar la resistencia hoy?

DH: Es muy difícil de organizar en los lugares de trabajo. Por ejemplo, las y los trabajadorss de la distribución se mueven de un lado a otro. Así que esta población tal vez podría organizarse mejor fuera del lugar de trabajo, quiero decir, en sus estructuras barriales.

Hay una frase interesante en el trabajo de Gramsci de 1919 que dice que organizarse en el lugar de trabajo y tener concejos fabriles está muy bien, pero que deberíamos tener también concejos en los barrios también. Y los concejos de los barrios, dijo, tienen un mejor entendimiento de lo que son las condiciones de toda la clase trabajadora, comparado con el entendimiento sectorial de la organización en el lugar de trabajo.

Las organizadoras y organizadores fabriles solían saber muy bien lo que un trabajador metalúrgico era, pero no entendían lo que el proletariado era como un todo. La organización barrial habría incluido, por ejemplo, a los trabajadores y trabajadoras de la limpieza urbana, de la distribución y las trabajadoras doméstica. Gramsci nunca tomó esto y dijo: “Vamos! el Partido Comunista debería organizar asambleas barriales”

No obstante, hay algunas excepciones en el contexto europeo donde los partidos comunistas organizaron, de hecho, concejos barriales, porque no podían organizarlos en las fábricas, por ejemplo en España. En la década de 1960 esta era una forma de organización muy poderosa. Por ello, como he discutido por un largo tiempo, deberíamos ver la organización barrial como una forma de organización de la clase. Gramsci sólo lo mencionó una vez en sus escritos y nunca lo desarrolló más en profundidad.

En Gran Bretaña en los ’80, hacía formas de organización laboral en plataformas a lo largo de la ciudad, sobre la base de concejos de oficios, que estaban haciendo lo que Gramsci sugirió. Pero dentro del movimiento sindical, estos concejos siempre fueron mirados como formas inferiores de organización laboral. Nunca se los trató como un componente fundacional de cómo el movimiento sindical debería operar.

De hecho, ocurrió que los concejos de oficios fueron a menudo mucho más radicales que los gremios tradicionales y eso era porque estaban basados en las condiciones de toda la clase trabajadora, no sólo de los sectores más privilegiados de la clase. Así, al punto de que estos tenían una definición mucho más amplia de la clase, los concejos tendieron a darse políticas mucho más radicales. Pero esto nunca fue valorado por el movimiento sindical en general, siempre fue mirado como un espacio en el que lxs radicales podían actuar.

Las ventajas de esta forma de organización son obvias: supera la brecha entre organizarse de manera sectorial, incluye todas las formas de trabajo “desterritorializado” y es muy adaptable a nuevas formas de organizaciones comunitarias y de base asamblearia, como Murray Boockchin planteó, por ejemplo.

MK: En las recientes oleadas de protesta en España y Grecia, por ejemplo, o el movimiento Occupy puedes encontrar esta idea de “localizar la resistencia”. Pareciera que estos movimientos tienden a organizarse alrededor de cuestiones de la vida cotidiana, más que en torno a grandes cuestiones ideológicas en las que la izquierda tradicional solía enfocarse.

DH: Por qué dirías que organizarse alrededor de la vida cotidiana no es una de las grandes cuestiones. Yo creo que es una de las grandes cuestiones. Más de la mitad de la población mundial vive en ciudades, y la vida cotidiana urbana es a lo que la gente está expuesta y en lo que encuentra dificultades. Estas dificultades residen tanto en la esfera de realización del valor como en la esfera de la producción del valor.

Este es uno de mis más importantes argumentos teóricos: todo el mundo lee el Volumen I del Capital y nadie lee el Volumen II. El Vol I es acerca de la producción del valor, el II es sobre la realización del valor. Al enfocarse en el Vol II, puedes ver claramente que las condiciones de realización son tan importantes como las de producción.

Marx a menudo hablaba de la necesidad de ver al capital como la unidad contradictoria entre la producción y la realización. Donde el valor es producido y donde es realizado son dos cosas diferentes. Por ejemplo, mucho valor es producido en China y, de hecho, es realizado por Apple o por Walmart en los Estados Unidos. Y, por supuesto, la realización del valor trata de la realización del valor por medio de costoso consumo de la clase obrera.

El capital puede conceder salarios más altos en el punto de la producción, pero luego los recupera en el punto de la realización por el hecho de que los trabajadores y trabajadoras tienen que pagar alquileres y gastos de vivienda más elevados, costos de teléfono, tarjetas de crédito y así sucesivamente. Así que las luchas de clase en torno a la realización, alrededor de viviendas más baratas por ejemplo, son tan significativas para la clase trabajadora como las luchas acerca de salarios y condiciones de trabajo. Cuál es el punto de tener un salario más alto si te es inmediatamente extraído en términos de gastos más elevados para tener un techo?

En su relación con la clase trabajadora, los capitalistas han aprendido hace mucho que pueden hacer un montón de dinero recuperando lo que antes habían entregado. Y, al punto que particularmente en los 60 y 70 lxs trabajadorxs se empoderaron de manera creciente en la esfera del consumo, así que el capital comienza a concentrar mucho más en extraer valor a través del consumo.

Así que las luchas en la esfera de la realización, que no eran tan fuertes en los tiempos de Marx, y el hecho de que nadie lea el maldito libro (Vol II), es un problema para la izquierda convencional. Cuando vos me decís: “¿cuál es el problema macro aquí?”- bueno, ¡esto es un problema macro! La concepción del capital y la relación entre producción y realización. Si no ves la unidad contradictoria entre ambos entonces no vas a tener la imagen completa. Tiene lucha de clases escrita todo alrededor y no puedo entender por qué un montón de marxistas no logran ver cuán importante es esto.

El problema es cómo entendemos a Marx en el 2015. En los tiempos de Marx, la extensión de la urbanización era relativamente conveniente y el consumo de la clase trabajadora era casi inexistente, así que de lo único que Marx tenía que hablar era acerca de la clase trabajadora arreglándoselas para sobrevivir con un salario magro y cómo eran bastante sofisticados para hacerlo. El capital los dejaba hacer con sus propios dispositivos lo que les gustaba.

Pero hoy en día, vivimos en un mundo en el que el consumo es responsable de casi el 30 % de la dinámica de la economía global; en EE UU llega al 70 %. Así que ¿por qué estamos aquí sentados y diciendo que el consumo es casi irrelevante, pegándonos al Volúmen I y hablando acerca de la producción en lugar del consumo?

Lo que hace la urbanización es forzarnos a cierto tipo de consumo, por ejemplo: tienes que tener un auto. Y tu estilo de vida está dictado en muchos sentidos por la forma que toma la urbanización. Y de nuevo, en los tiempos de Marx esto no era significativo, pero en nuestros días es crucial. Tenemos que amigarnos con formas de organización que de hecho reconozcan este cambio en la dinámica de la lucha de clases.

Los grupos que marcaron los recientes movimientos con su estilo, viniendo de tradiciones anarquistas y autonomistas, están mucho más metidos en la política de la vida cotidiana, mucho más que las y los marxistas tradicionales.

Les tengo mucha simpatía a las y los anarquistas, tienen una mucha mejor línea en este tema, precisamente al lidiar con la política del consumo y su crítica acerca de lo que el consumo es. Parte de su objetivo es cambiar y reorganizar la vida cotidiana alrededor de nuevos y diferentes principios. Así que creo que esto es un punto crucial hacia el cual mucha de la acción política debería ser dirigida en estos días. Pero desacuerdo con vos cuando decís que esta no es una “gran cuestión”.

MK: Así que, mirando ejemplos de Europa del Sur -redes de solidaridad en Grecia, auto-organización en España o Turquía- parece ser muy crucial para construir movimientos sociales alrededor de la vida cotidiana y las necesidades básicas en estos días. ¿Ves esto como un acercamiento promisorio?

DH: Creo que es muy promisorio, pero hay una clara limitación ahí, lo que es un problema para mí. La propia limitación es la reticencia para tomar el poder en algún punto. Bookchin, en su último libro, dice que el problema con las y los anarquistas es su negación del significado del poder y su inhabilidad para tomarlo. Bookchin no va tan lejos, pero yo creo que es su rechazo a ver al Estado como un posible aliado hacia la transformación radical.

Hay una tendencia a considerar al Estado como enemigo, el enemigo al 100 %. Y hay muchos ejemplos de estados represivos fuera del control público en el que este es el caso. No hay duda: el estado capitalista debe ser combatido, pero sin dominar el poder del estado y sin tomarlo, pronto vuelves a la historia de lo que pasó por ejemplo en 1936 y 1937 en Barcelona y luego en toda España. Al rechazar tomar el Estado en un momento en el que tenían el poder para hacerlo, los revolucionarios y revolucionarias de España permitieron que el estado volviera a caer en las manos de la burguesía y del ala estalinista del movimiento comunista. Y el estado se reorganizó y aplastó la resistencia.

MK: Eso puede ser cierto para el estado español en la década de 1930, pero si miramos al estado neoliberal contemporáneo y el retroceso del estado de bienestar, ¿que queda de estado para conquistar, para aprovechar?

DH: Para empezar, la izquierda no es muy buena para responder la pregunta de cómo construimos infraestructura masiva. ¿Como construirá la izquierda el puente de Brooklyn, por ejemplo? Toda sociedad reposa sobre grandes infraestructuras, infraestructuras para toda una ciudad, como el suministro de agua, electricidad, etc. Yo creo que hay una gran reticencia dentro de la izquierda para reconocer que necesitamos diferentes formas de organización.

Hay áreas del aparato de estado, aún del aparato de estado neoliberal, que son terriblemente importantes; el centro de control de enfermedades, por ejemplo. ¿Cómo respondemos a epidemias globales como el Ébola o similares? No puedes hacerlo al modo anarquista del “hazlo tu mismo o tú misma”. Hay muchas instancias en las que necesitas alguna forma de infraestructura de tipo estatal. No podemos confrontar el problema del calentamiento global a través de formas descentralizadas de confrontación y actividades solamente.

Un ejemplo que es frecuentemente mencionado, a pesar de sus muchos inconvenientes, es el Protocolo de Montreal para enfrentar el uso de clorofuorocarbono en heladeras para limitar la afectación de la capa de ozono. Fue reforzada de manera exitosa en los ’90 pero necesitó de un tipo de organización que es muy diferente a aquella que proviene de una política basada en asambleas.

MK: Desde una perspectiva anarquista, yo diría que es posible reemplazar aún instituciones supranacionales como la OMS con organizaciones confederales que serían construidas de abajo hacia arriba y que eventualmente arribarían a una toma de decisiones global.

DH: Quizás a un cierto grado, pero tenemos que ser conscientes de que siempre habrá algún tipo de jerarquías y de que siempre enfrentaremos problemas como la responsabilidad o el recurso correcto. Siempre habrá relaciones complicadas entre, por ejemplo, gente lidiando con el problema del calentamiento global desde el punto de vista del mundo como un todo y desde el punto de vista de un grupo que está en el territorio, digamos, en Hanover o similar, y que se pregunta, por qué debería escuchar lo que ellxs están diciendo?

MK: Entonces, ¿crees que esto requeriría alguna forma de autoridad?

DH: No, va a haber estructuras de autoridad de cualquier modo, siempre las habrá. Nunca he estado en una reunión anarquista en la que no hubiera una estructura de autoridad secreta. Está siempre esa fantasía de todo siendo horizontal, pero me siento, miro y pienso, “oh dios, hay toda una estructura jerárquica acá pero está encubierta”

MK: Volviendo a las protestas recientes alrededor del Mediterráneo, muchos movimientos se han concentrado en luchas locales. ¿Cuál es el siguiente paso hacia la transformación social?

DH: En algún punto tenemos que crear organizaciones que sean capaces de ensamblar y reforzar el cambio social en una escala más amplia. Por ejemplo, será ¿Podemos en España capaz de hacer eso? En una situación caótica como la crisis económicas de los últimos años, es importante que la izquierda actúe. Si la izquierda no lo hace, entonces la derecha será la siguiente opción. Yo pienso y odio decirlo que la izquierda tiene que ser más pragmática en relación a las dinámicas que están ocurriendo ahora.

MK: ¿Más pragmática en qué sentido?

DH: Bueno, ¿por qué apoyé a SYRIZA aunque este no fuera un partido revolucionario? Porque abría un espacio en el que algo diferente podía pasar y eso era una movida progresiva para mí.

Es un poco como Marx diciendo: el primer paso hacia la libertad es la limitación de la duración de la jornada de trabajo. Demandas muy estrechas abren un espacio para resultados más revolucionarios, y aún cuando no hay ninguna posibilidad para ningún resultado revolucionario, tenemos que buscar soluciones de compromiso que sin embargo se apartan del sinsentido de la austeridad neoliberal y abren el espacio en el que nuevas formas de organización pueden tener lugar.

Por ejemplo, sería interesante si Podemos buscara organizar formas de confederalismo democrático, porque en cierto modo Podemos surgió de un montón de reuniones de tipo asambleario teniendo lugar a lo largo de España, así que tienen mucha experiencia con ese tipo de estructura.

La cuestión es cómo conectarán la forma asamblearia a formas más permanentes de organización, en relación a su creciente posición como un partido fuerte en el parlamento. Esto también vuelve a la pregunta de la consolidación del poder: tienes que encontrar maneras de hacerlo, porque si no la burguesía y el capitalismo corporativo van a encontrar modos de reafirmarse y tomar nuevamente el poder.

MK: ¿Qué piensas acerca del dilema de las redes de solidaridad llenando el vacío que dejó la retirada del estado de bienestar e indirectamente convirtiéndose en un aliado del neoliberalismo en ese sentido?

DH: Hay dos formas de organizarse. Una es el vasto crecimiento del sector ONG, pero mucho de eso está financiado de manera externa, no son organizaciones de base, y eso no se acerca a la cuestión de los grandes donantes que marcan la agenda, la cual no será una agenda radical. Aquí nos acercamos a la privatización del Estado de bienestar. Esto me parece que es muy diferente políticamente a las organizaciones de base en las que la gente dice “Ok, el estado no se ocupa de nada, así que vamos a tener que hacernos cargo de nosotros y nosotras mismas” Esto me parece que tiende a formas de organizaciones de base con un status político muy diferente.

MK: Pero ¿cómo evitar llenar esa brecha al ayudar, por ejemplo, a gente desempleada para que no sean exprimidos por el estado neoliberal?

DH: Bueno, tiene que haber una agenda anti-capitalista, para que cuando el grupo trabaje con gente todo el mundo sepa que no se trata sólo de ayudarla a arreglárselas sino que hay todo un intento organizado de tratar de cambiar políticamente el sistema en su integralidad. Esto quiere decir tener un proyecto político muy claro, lo cual es problemático con tipos de movimientos no centralizados, no homogéneos, donde alguna gente trabaja de un modo, otra trabajan de manera diferente y no hay ningún proyecto colectivo en común.

Y esto se conecta con la primera pregunta que hiciste: no hay coordinación acerca de lo que son los objetivos políticos. Y el peligro es que sólo estes ayudando a la gente a arreglárselas y que no haya política saliendo de ahí. Por ejemplo, Occupy Sandy ayudó a la gente a volver a sus casa e hizo un maravilloso trabajo, pero en última instancia, hicieron lo que la Cruz Roja y los servicios de emergencia federales deberían haber hecho.

MK: El fin de la historia parece haber pasado de largo. Mirando las condiciones actuales y los ejemplos concretos de lucha anti capitalista, ¿piensas que “ganar” es todavía una opción?

DH: Definitivamente; y más aún, tienes fábricas ocupadas en Grecia, economías solidarias a través de cadenas productivas siendo forjadas, instituciones de democracia radical en España y muchas cosas hermosas ocurriendo en muchos otros lugares. Hay un crecimiento saludable del reconocimiento de que necesitamos ser mucho más amplios y amplias en lo que concierne a la política en todas esas iniciativas.

La izquierda marxista tiende a desdeñar un poco estas cosas y creo que está equivocada. Pero al mismo tiempo no creo que ninguna de estas cuestiones sea lo suficientemente grande en sí misma como para lidiar con las estructuras fundamentales de poder que necesitan ser desafiadas. Aquí hablamos de nada menos que del Estado. Así que la izquierda debe repensar su aparato teórico y táctico.

Original inglés: ROAR magazine

Traducción: de Gabriela Mitidieri para Democracia Socialista, editado por VIENTO SUR

Fuente: Rebelión

1 de Abril de 1970: Salvador Cayetano Carpio rompe con el PCS e inicia el camino de la lucha armada

1 de Abril de 1970: Salvador Cayetano Carpio rompe con el PCS e inicia el camino de la lucha armada Roberto Pineda 18 de marzo de 2016

El 1 de abril de 1970 el exsecretario general del Partido Comunista de El Salvador, Salvador Cayetano Carpio, inicia junto con un grupo de exmilitantes del PCS (cuatro estudiantes y tres obreros, además de su esposa e hija) el difícil e inédito camino de construir una organización político-militar, para enfrentar con las armas en la mano, a la dictadura militar de derecha que había gobernado el país desde diciembre de 1931.

Estos esfuerzos los llevaran a edificar una organización de izquierda armada, que durante veinticinco años aportará una valiosa contribución a las luchas del pueblo salvadoreño por su liberación, y que mediante el esfuerzo, sacrificio y creatividad lograra constituirse en una poderosa estructura político-militar, conducir a un amplio movimiento de masas ( el Bloque Popular Revolucionario, BPR), desarrollar el control durante la Guerra Popular Revolucionaria de una amplia zona en el norte del país, particularmente en Chalatenango, y contribuir decisivamente a la estrategia militar, política, conspirativa, de masas, de solidaridad y diplomática que permitiera lograr los Acuerdos de Paz de 1992 así como la inserción exitosa como partido político dentro de un nuevo escenario de lucha electoral, que permite elegir en 2014 al principal dirigente de las FPL desde 1983, el profesor Salvador Sánchez Ceren, como Presidente de El Salvador.

A continuación iniciamos un esfuerzo por reseñar, por describir los principales hitos de esta impresionante epopeya popular de la izquierda salvadoreña, enfatizando los hechos más relevantes así como los giros en el desarrollo de su pensamiento, tanto con respecto al régimen, como a su propia organización y estrategia de lucha, a su relación con las otras fuerzas revolucionarias, reflejados en las publicaciones y discursos de sus principales dirigentes.

Los 25 años de lucha de las Fuerzas Populares de Liberación, FPL “Farabundo Martí” la hemos dividido en seis partes: el primer periodo va desde su surgimiento el 1 de abril de 1970 al 4 de agosto de 1972 cuando divulgan públicamente su existencia; el segundo periodo va del 4 de agosto de 1972 al 6 de agosto de 1975, cuando surge el Bloque Popular Revolucionario; el tercer periodo va del 6 de agosto de 1975 al 16 de diciembre de 1979, cuando se logran los primeros acuerdos unitarios con el PCS y la RN; el cuarto periodo va del 16 de diciembre de 1979 al 12 de abril de 1983 cuando ocurre el trágico asesinato de Ana María (Mélida Anaya Montes) y el suicidio de Marcial; el quinto periodo va del 12 de abril de 1982 al 16 de enero de 1992, cuando se firman los Acuerdos de Paz y por último, el sexto periodo va del 16 de enero de 1992 al 3 de agosto de 1995, cuando cumpliendo un acuerdo unitario del FMLN se decide disolverse.

El primer periodo. Del 1 de abril de 1970 al 4 de agosto de 1972

Las jornadas iníciales

Mientras los cuatro jóvenes estudiantes universitarios, además dirigentes de AGEUS, que renuncian al PCS solicitan días después del inicio de la nueva organización, que se les permita concluir sus estudios de Medicina, a lo que se accede, en el caso de los tres obreros, que venían del COAP, estos se incorporan de lleno a las nuevas tareas de carácter político-militar. Estos son José Dimas Alas Alfaro, José Ernesto Morales Sandoval y Armando Arteaga.

Posteriormente Armando Arteaga decide retirarse de la organización para integrarse a uno de los núcleos que luego constituirían el Ejército Revolucionario del Pueblo, ERP. Y en el caso de Dimas Alas y Ernesto Morales estos mueren en un enfrentamiento en Ciudad Delgado el 10 de febrero de 1973. Con su muerte gloriosa se cierra el capítulo de la primera generación de fundadores de las FPL. Pero ya para entonces existe el relevo histórico de estos heroicos combatientes.

El año 1970 y 1971 se dedican básicamente a construir la infraestructura logística que le permitiera al núcleo inicial la preparación física y militar, la creación de los primeros comandos armados, así como el contacto con sectores con potencial de reclutamiento, en particular en el magisterio y el estudiantado universitario. Este etapa inicial ha sido abordada por diversos participantes entre estos el mismo Salvador Cayetano Carpio, Gerson Martínez, Lorena Peña, Medardo Gonzales, Atilio, Salvador Sánchez Ceren e incluso por el desertor Napoleón “El Ronco” Romero.

Los primeros héroes

El 4 de abril de 1971, el joven panificador Mauricio González Domínguez (Antonio), de los primeros reclutados por el núcleo inicial, falleció en los Planes de Renderos mientras realizaba tareas de reconocimiento y propaganda armada, en el marco de un enfrentamiento con la Guardia Nacional, convirtiéndose en el primer combatiente caído de las FPL. Ahí se recuperan los dos primeros fusiles G3.

El 23 de febrero de 1972 el obrero panificador Vladimir Umaña Santamaría (Ferrum) y Sergio Orellana Acosta (Carlos) murieron mientras realizaban pintas y propaganda armada contra las elecciones, en un enfrentamiento con la Policía Nacional en la Colonia 3 de mayo, al norte de la capital. Son los tres primeros combatientes caídos de las FPL.

Los primeros contactos

En diciembre de 1971 el núcleo inicial toma la decisión de buscar contactos con trabajadores y estudiantes de la UES. Y el mismo Carpio se reúne con dirigentes de AGEUS, entre estos con su presidente Manuel “Cosita” Rivera, Felipe Peña, Francisco Montes, Atilio Montalvo, Machado entre otros. No se logra llegar a acuerdos por desconfianzas originadas en su procedencia PCS, pero posteriormente, luego de la intervención militar a la UES el 19 de julio de 1972, reflexionan y muchos de estos se incorporan sea a estedestacamento o al ERP.

Otro sector estudiantil con el que se reúne Carpio es con los becados de la Residencia Estudiantil que estaba ubicada donde hoy está el Edificio de Filosofía-Idiomas. Habla ahí con Francisco “El Perico” Jovel; y también se reúne con integrantes de El Grupo, como Ferman Cienfuegos, e incluso con Vladimir “el Seco” Rogel, que venía de la UJP. Asimismo Carpio se reúne con la dirección del Sindicato de Trabajadores Universitarios, STUSS. (Ver nacimiento y fundación de las FPL, Montalvo 2014).

Felipe Peña Mendoza

El entonces estudiante de Economía en la UES, Felipe Peña Mendoza es reclutado para las FPL por el propio Salvador Cayetano Carpio, quien en sus reuniones con la AGEUS de diciembre de 1971 va identificando con su agudo olfato de organizador sindical a las personas que podrían ser incorporadas a la nueva organización. Y ya ganado a la causa, Peña se dedica no solo a atraer a otros líderes estudiantiles universitarios sino también a abrir nuevos cauces en otros sectores, como los estudiantes vinculados a la orden jesuita, lo que posteriormente permitiría desarrollar un amplio trabajo organizativo con el campesinado.

Nos indica Atilio Montalvo que “gracias a la labor de Peña Mendoza y del estudiante de sociología y miembro de ACUS Andrés Torres Sánchez, las FPL comenzaron a organizar campesinos en el departamento de Chalatenango a finales de 1972, un territorio que se convertiría en el bastión de la guerrilla en la década de los ochenta. Aprovechando sus contactos en ACUS, Torres contactó con el sacerdote Benito Tovar, quien a su vez, le puso en contacto con líderes comunitarios de las comunidades campesinas del norte de Chalatenango donde ejercía el sacerdocio (Ascoli, s.f.).”(Ver Martín Álvarez 2010)

Es precisamente Peña el que se encarga de reclutar a dos estudiantes universitarios que luego serían destacados dirigentes de las FPL, Atilio Montalvo, que posteriormente asumiría el nom de guerre de Salvador Guerra y Napoleón Romero, el famoso Ronco, que luego sería capturado y convertido por las agencias de inteligencia norteamericanas, en un vulgar delator. Montalvo y Romero, junto con el actual secretario general del FMLN, Medardo González, constituirían al reabrirse la UES en 1974, el combativo agrupamiento Universitarios Revolucionarios(UR) 19 de Julio, que un año después y en alianza con el Frente de Estudiantes Universitarios (FUERSA) “Salvador Allende”, conducido por el ERP, le arrebatarían al Frente de Acción Universitaria (FAU) , dirigido por el PCS, la conducción de la emblemática Asociación General de Estudiantes Universitarios de El Salvador, AGEUS.

La táctica de Comandos Urbanos

Explica Salvador Cayetano Carpio en entrevista con Marta Harnecker (ver Nuestras montañas son las masas 2010) que luego de la separación del PCS inicialmente decidieron construir una estructura de comandos armados, “pero con vistas a que cada uno de estos…se apoye en un colchón de colaboradores ligados a la masa. A los cuatro o cinco meses, es decir, en poco tiempo, estábamos formando la segunda red de estructura.”

Agrega que “cada compañero de un comando armado tenía la obligación de tener 15 colaboradores, y como eran compañeros que habían estado precisamente en el movimiento sindical, o bien ligado a la masa, aquellos 15 colaboradores eran generalmente dirigentes sindicales, activistas sindicales. Entonces cuando veníamos a sentir ya teníamos 60 a 75 compañeros, que era un colchón en el que se movía e comando urbano. Entonces, éste por fuerza, se vio obligado a ir escogiendo entre estos 15 a los mejores e ir formando lo que se llamó “grupos de apoyo” pero no grupos de apoyo logístico, sino grupos de apoyo para el trabajo entre las masas.”
Indica que “a los seis meses ya teníamos a los primeros comandos armados en funcionamiento, porque desde el principio los hicimos funcionar en acciones que iban desde lo simple a lo complejo, desde quitarle una placa de matrícula a un carro para poder enmascarar otros carros, o capturar un carro…”

Afirma que “nosotros partimos absolutamente de cero, no teníamos ni un centavo, ni una pistolita, la primera que tuvimos por ahí en los primeros meses, fue una Beretta 22, que fue con la que primero empezamos a aprender a armar, desarmar, agarrar puntería, y todo eso. Y luego las fórmulas de algunos explosivos, fórmulas de explosivos caseros, mucho ejercicio, mucha caminata…En ese tiempo la policía no estaba sensibilizada y uno podía caminar muchísimos kilómetros para conocer el país y también para estar en forma. Como no teníamos un centavo y no teníamos una casa para infraestructura, fue obligatorio para nosotros buscar colaboradores, gente que sintiera simpatía hacia nosotros.”

Reflexiona que “si el sector de derecha del Partido Comunista no hubiera bloqueado tan obstinadamente esa necesidad histórica de la violencia de masa y de la combinación de todas las formas (de lucha) al pueblo, hubiera resultado natural y armónico que los primeros comandos armados fueran organizados en seno, bajo una dirección partidaria ya formada. Pero como esto no ocurrió así, tuvieron que organizarse bajo la dirección de una nueva organización: las FPL.”
Ernesto Morales (Omar) San Salvador 1949-Ciudad Delgado 1973

Elsa Morales, comparte en el marco del 40 aniversario de las FPL, la siguiente información sobre su querido hermano, fundador de las FPL. Indica que era “obrero de la construcción y exmilitante de la Unión de Jóvenes Patriotas, UJP, conocido popularmente como El Gato, en el año 1969 fue electo Secretario de Asuntos Juveniles de la FUSS. A principios de los años 60 ingresa tanto al Sindicato de la Industria del Mueble Similares y Conexos( SIMAS) como a Vanguardia de la Juventud Salvadoreña, VJS, organización en la que se educa políticamente y participa en múltiples actividades de lucha reivindicativa y lucha política electoral.”

“A principios de 1968 participa activamente en las jornadas de solidaridad con la primera huelga de ANDES 21 de Junio, por lo que es capturado junto con otros jóvenes por la Guardia Nacional, pero es liberado por la presión popular. Esta captura templó sus convicciones revolucionarias así como el asesinato en esa misma coyuntura de los dirigentes obreros del PCS, Saúl Santiago Contreras y Oscar Gilberto Martínez, a los cuales conocía y respetaba mucho.”

“En esa época se incorpora a la Juventud Obrera Salvadoreña, JOS, y se vincula con dirigentes obreros como Carlos Marín, Blas Escamilla, José Dimas Alas, y en particular con Salvador Cayetano Carpio. Es en el local de la FUSS, donde estaba un pequeño cuarto de la JOS, ubicado en la 5ta. Calle Oriente y 10ma. Avenida Norte que Ernesto conoce también a Jorge Alberto Morán Cornejo, El Beatle, que fue asesinado en 1974, a Roberto Sibrian, Mauricio Gonzalez, panificador, conocido como El Pulgón, Armando Arteaga, El Ordinario, que luego muere dentro del ERP como “Pancho” junto con Roque Dalton en mayo de 1975, Vladimir “El Seco” Rogel que al igual que Arteaga también ingreso al ERP.”

“El Gato vuelve a ser capturado junto con otros jóvenes, entre estos Mauricio González, a finales de 1969 o principios de 1970 cuando ingresaba al estadio Flor Blanca para presenciar el partido con la selección rusa llevando escondida una manta de solidaridad con la URSS. Los capturan y los llevan al penal de Ahuachapán y el juicio se realiza en Santa Tecla, pasan cuatro meses encarcelados. Para esa época trabajaba en la Facultad de Medicina de la UES. Cuando Carpio renuncia del PCS a finales de marzo, Ernesto estaba preso. Al salir de la cárcel, ya no regresa a la UES, se clandestiniza ya dentro de la nueva estructura subversiva. Ese mismo año 1970 Ernesto contrae matrimonio con Sonia y tienen una hija. Y si viviera sería abuelo con dos preciosas nietas.”

“El sábado 10 de febrero de 1973, junto con José Dimas Alas, al caminar por la línea férrea de la Col. San Pedro al barrio San Sebastián, caen en una emboscada tendida por la dictadura militar y mueren gritando: revolución o muerte, el pueblo armado vencerá…” Con ellos prácticamente desaparecía el núcleo de obreros fundadores de las FPL.

José Dimas Alas (Carlos, Ramiro) -Ciudad Delgado 1973

De oficio panificador, exmilitante del PCS y exsecretario general de la Federación Unitaria Sindical Salvadoreña, FUSS. Luego de la ruptura utilizaba como cobertura para movilizarse la de vendedor de colchas y camas (Sancho, 1994). José Salvador logra incorporar a su hermana Ines, maestra, a la organización, y ella también muere heroicamente en un enfrentamiento con los cuerpos represivos. Ya durante la guerra y en Chalatenango las FPL forman su primer batallón guerrillero de Unidades de Vanguardia, con el nombre de José Dimas Alas.

Armando Arteaga (+10 de mayo de 1975)

Armando Arteaga fue parte de la Juventud Obrera Salvadoreña (JOS), así como la Unión de Jóvenes Patriotas (UJP), y aunque abandona el PCS junto con Salvador Cayetano Carpio, luego decide salirse del núcleo inicial de las FPL para integrarse a una de las agrupaciones que después integrarían el Ejército Revolucionario del Pueblo, ERP. Es asesinado por la camarilla militarista de esta organización junto con el poeta Roque Dalton.
La primera dirección de las FPL

Atilio Montalvo explica que “El primer Comando Central (Dirección de las FPL) se formó en 1972, el cual fue integrado por los compañeros Salvador Cayetano Carpio como Primer Responsable, José Dimas Alas “Ramiro” que era prácticamente el segundo al mando y los Jefes de Comandos Urbanos, Ernesto Morales “Omar”, Felipe Peña “Ignacio”, “Rómulo” y “Ernesto Campos”.”

“Los primeros Comandos Urbanos se integraban de 3 a 5 compañeros entre los que recuerdo, estábamos Juan Morales Chávez “Osmín”, Gloria Palacios “Ursula”, René Contreras “Pepe”, “Juan Sebastián”, “Alberto”, “Oscar Barba”, “Tomás”, Rafael Avalos “Félix”, Roberto Sibrián “Martín”, Margarita Peña “Julia”, Roberto Gonzáles “Mayo”, “Filomeno” y “Salvador Guerra”. Además estaban numerosos compañeros que se incorporaron a los Grupos de Apoyo político-militar como Clarita Ramírez, Alejandro Solano, Andrés Torres y otros valiosos compañeros.” ( ver nacimiento y fundación de las FPL, Montalvo 2014).

La forma original de la estructura de organización fue un Comando Central del que se desprendían varios comandos urbanos y luego estaban los grupos de apoyo y después los colaboradores que eran como el más amplio espectro, pero eran el nutriente de los grupos de apoyo.

La solidaridad con los presos argentinos masacrados en Trelew. 8 de agosto de 1972

El 8 de agosto se coloca una bomba en la Embajada Argentina en repudio a la masacre perpetrada contra prisioneros políticos del ERP encarcelados en Trelew. Durante la acción se dejan comunicados en el que se anuncia públicamente sobre su autoría. Son las Fuerzas Populares de Liberación, FPL “Farabundo Martí” y su lema es: ¡Revolución o muerte! ¡El pueblo armado vencerá!

Luego de esta acción se realiza una campaña de acciones guerrilleras, que incluyeron la colocación y detonación de bombas en la ITT, IBM y Coca Cola en repudio a la intervención gringa en Vietnam, al bloqueo contra Cuba y a la injerencia de los Estados Unidos en los asuntos internos de nuestro país.

En diciembre también se hizo la campaña de colocación de bombas en los locales del partido oficial PCN de Ciudad Delgado, San Marcos y San Salvador.También se realizó el ataque de ametrallamiento a los policías nacionales que ocupaban el portón poniente de la U frente al edificio de la ex IVU en donde se incendiaron con molotov un carro patrulla y la caseta de vigilancia. Esta acción fue en protesta por la ocupación militar de la Universidad por parte de la dictadura. ( Ver nacimiento y fundación de las FPL, Montalvo 2014).