Posicionamiento de la Sociedad Civil de Latinoamérica

Posicionamiento de la Sociedad Civil de Latinoamérica

Las organizaciones de la sociedad civil de Latinoamérica y el Caribe, representada por 98 delegados y delegadas, participantes de la Reunión de Alto Nivel sobre el VIH y el Sida en Naciones Unidas, saludamos que el documento aprobado establezca metas realistas , las que deben alcanzarse en la prevención, tratamiento del VIH y Sida y apoyo a las personas que viven con VIH para el año 2015.

Consideramos estratégico que los Estados Miembros se comprometan a realizar una mejor recopilación de datos y análisis referidos a las poblaciones con mayor riesgo de infección, y que se garanticen los servicios de consejería y pruebas confidenciales y voluntarias. También el documento reafirma que el pleno cumplimiento de los derechos humanos y las libertades fundamentales para todas las personas, son esenciales en la respuesta mundial al VIH, reconociendo además, que las respuestas al estigma y a la discriminación contra las personas que viven, o se supone que viven con VIH, son fundamentales en la lucha contra la epidemia.

Saludamos que el documento, además de enumerar las medidas preventivas que deben aplicar los Estados Miembros, por primera vez, hace referencia al uso de los condones, y no solamente al “acceso” a ellos, considerando su uso como “un comportamiento sexual responsable”.

Valoramos que se aliente a los Estados Miembros a identificar y revisar, a fin de eliminar las restricciones, sobre la entrada, estancia y residencia de las personas que viven con VIH.

Adherimos a las posiciones defendidas por los gobiernos de Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay, Chile, Bolívia, Perú, Ecuador, Colombia, Venezuela, Costa Rica, Guatemala y México que promovieron las posiciones mas progresistas, buscando garantizar una Declaración que efetivamente responda a los retos actuales de la epidemia global. Sin embargo observamos con preocupación, que a pesar de todos los esfuerzos seguimos enfrentando un déficit de voluntad política de los gobiernos fundamentalistas y de los que antepusieron el interés financiero y comercial a la vida humana, lo que se tradujo en una Declaración que no avanzó en muchos puntos esenciales, a saber:

• El segundo párrafo aprobado, debilita la credibilidad de las referencias a los derechos humanos del documento, sugiriendo que las leyes nacionales y las normas culturales, sociales y religiosas tienen prioridad sobre las obligaciones de los derechos humanos.

• La única meta que considera a las mujeres, solo se ocupa de la transmisión vertical, y como tal, no contempla a las mujeres, jóvenes y niñas para garantizar el acceso a la salud, a sus derechos sexuales y reproductivos, a una educación sexual integral y a una vida libre de violencia.

• Saludamos la referencia expresa a las poblaciones de hombres que tienen sexo con hombres, personas que usan drogas, trabajadores sexuales y sus clientes, aunque nos preocupa que este enfoque, no garantizó acciones concretas de los Derechos Humanos de tales poblaciones. También en el párrafo 26 se estigmatiza a las personas que usan drogas, sin hacer referencia a la garantía de sus derechos.

• Hay evidencias que en Latinoamérica, la población mas afectada es la población trans (travestis, transexuales y transgeneros), sin embargo, la misma no esta incluida en el documento y sigue invisibilizada. Debido a la negación de algunos Estados Miembros en reconocer su existencia.

• Entendemos que el lenguaje sobre poblaciones migrantes es muy débil ante el impacto de la epidemia en éstas. Así mismo llamamos la atención que los pueblos originarios y las personas usuarias de drogas por otras vías, no han sido consideradas.

• Los párrafos 77 y 85 omiten la homofobia, la transfobia y la discriminación contra las trabajadoras sexuales, como factores que aumentan significativamente los riesgos del VIH en éstas. Además, el lenguaje “incluyendo la explotación comercial”, para calificar la mirada sobre la explotación sexual de las mujeres (no de niños y niñas) en el párrafo 81 (también en la declaración de 2006) estigmatiza a los trabajadores/as sexuales y socava el reconocimiento del trabajo sexual como trabajo.

• Nos preocupa que las Naciones Unidas solo considera jóvenes a aquellos de entre 15 a 24 años, y la Declaración deja descubierta la franja comprendida entre 10 y 14 años, mas aun cuando en la región la exigencia de consentimiento de padres o tutores y barreras legales impiden el libre acceso a la salud de miles de jóvenes.

• Es importante que la Declaración reconozca que los países tengan acceso a medicamentos de bajo costo, incluyendo los genéricos, para proteger la salud pública y promover el acceso a los medicamentos. Incluyendo el compromiso de eliminar los obstáculos que limitan la capacidad de los países en desarrollo, para suministrar productos para el diagnóstico, atención, prevención y tratamiento, así como de los medicamentos e insumos para el VIH y otras “infecciones oportunistas”. También, por primera vez, las organizaciones internacionales, en particular la OMPI, la UNIDO, el PNUD, la UNCTAD, la OMC y la OMS se les insta a ayudar a los países en desarrollo a crear capacidades nacionales destinadas a aumentar el acceso a medicamentos y tratamientos, incluso mediante la optimización de la adopción y el uso de las flexibilidades existentes en los acuerdos sobre ADPICs. Sin embargo hace un llamado a la temprana aceptación de las enmiendas al artículo 31 de estos acuerdos, que impide la concesión de una licencia obligatoria dirigida principal o únicamente a exportar a un país que necesita de medicamentos.

• Nos preocupa que los compromisos de financiación están formulados de manera que no vinculan la obligación de los países donantes en el suministro de recursos. Además no se explicita la necesidad de fondos para los programas de prevención. Una vez mas vemos con preocupación que en el documento no se menciona a Latinoamérica, lo que hace muy difícil que los fondos sean direccionados a nuestra región, agravándose la crisis de financiamiento ya afectada por la salida de la cooperación internacional de nuestros países.

Finalmente, consideramos que los compromisos asumidos por los Estados Miembros, deben ser tomados como oportunidad para fortalecer el seguimiento de los mismos, sin embargo nos preocupa la debilidad de las acciones de seguimiento planteadas en la Declaración. De esa manera, la Sociedad Civil de Latinoamérica y el Caribe demanda:
• Que los gobiernos de la región, agencias de Naciones Unidas, y la Cooperación Internacional cumplan con los compromisos firmados en la “Consulta Regional y Reunión de Alto Nivel Sobre Acceso Universal en México” (marzo 2011), haciendo los necesarios vínculos con la Declaración Global “Intensificando nuestros esfuerzos para eliminar el VIH y Sida” (“Intensifing our Efforts to Eliminate HIV and AIDS”)que hoy se aprueba en las Naciones Unidas.

• Un plan y consulta regional de evaluación sobre el cumplimiento de las metas entre gobiernos, sociedad civil, agencias de las Naciones Unidas y cooperación internacional en el año 2014;
• La realización de una Reunión global de Alto Nivel sobre el VIH y Sida en el año 2016;
Nueva York, 10 de Junio de 2011.

I ENCUENTRO DE LAS IZQUIERDAS POR LA REFUNDACIÓN DE LA REPÚBLICA

Exposición de Héctor Béjar

I ENCUENTRO DE LAS IZQUIERDAS POR LA REFUNDACIÓN DE LA REPÚBLICA

Queridas compañeras, queridos compañeros:

Nuestro pasado inmediato

Esta reunión es resultado de un prolongado período de actividades que ha pasado por la formación del Frente Amplio contra Fujimori en 1995, el Frente Amplio Cívico Nacional en 1996 con Gustavo Mohme y la resistencia contra el fujimorismo, la Marcha de los Cuatro Suyos el 2000, la Coordinadora Nacional de Izquierda y Fuerzas Progresistas en 2001, el Frente Amplio de Izquierda en 2003, la Coordinadora Político Social en 2005, el Frente por la Vida y la Soberanía en 2009 y ahora el I Encuentro de Izquierdas por la Refundación de la República el 2010. Durante este proceso nos hemos venido relacionando partidos políticos, personalidades, movimientos sociales, movimientos de los pueblos originarios y amazónicos, organizaciones no gubernamentales de la sociedad civil y partidos políticos. Hemos hecho las grandes jornadas del 29 de junio de 2007, el paro de julio de 2008, las movilizaciones de junio de 2009. Hemos participado en una innumerable serie de protestas, manifestaciones, paros regionales y nacionales. Desde el movimiento popular hemos presentado propuestas y suscitado diálogos sobre los problemas sociales más acuciantes. Hemos ido limando asperezas, venciendo desconfianzas, acostumbrándonos a respetar las diferencias de opinión y entendiendo que tenemos objetivos comunes que son mucho más importantes para nosotros y para el país que las diferencias que podamos tener.

Nuestra historia

Sin embargo nuestra lucha es mucho más antigua. Se remonta a los Lévano, Barba y Fonkén y los líderes anarcosindicalistas que formaron los primeros sindicatos, la primera central obrera CGTP de Mariátegui y Portocarrero, la revolución universitaria de 1930, el Partido Socialista después Comunista de José Carlos Mariátegui, los indigenistas como Luis E Valcárcel e Hildebrando Castro Pozo quienes desde el arte, el estudio y la política defendieron a los pueblos originarios los partidos de la nueva izquierda en la generación de los años 70, las luchas seculares de los campesinos por la tierra, de los maestros y maestras por la educación y la dignidad y de los obreros por mejor salario, la lucha democrática contra las dictaduras de Sánchez Cerro, Benavides, Odría y Fujimori, la labor creativa de los cientos de narradores, artistas, pintores y cineastas como Ciro Alegría, José María Arguedas, César Vallejo, Manuel Scorza, Gustavo Valcárcel, Juan Gonzalo Rose, César Calvo, Edgardo Tello, Adela Montesinos, Rosa Alarco, José Sabogal, Julia Codesido, Teodoro Núñez Ureta; los sacerdotes que se identificaron y se identifican con el pueblo en la teología de la liberación como Gustavo Gutiérrez, los filósofos como Augusto Salazar Bondy, los militares que lucharon por la soberanía nacional durante el proceso liderado por el General Velasco entre 1968 y 1975, o que denunciaron crímenes contra los derechos humanos como el General Robles; demócratas socialistas como Alfonso Barrantes; empresarios como Gustavo Mohme, parlamentarios como algunos de los compañeros y compañeras presentes que supieron enfrentarse a los grupos de asesinos que desde el poder atentaban contra los derechos humanos. Nuestros compañeros que murieron en acciones armadas de diversos tipos contra el sistema imperante como Luis de la Puente Uceda, Guillermo Lobatón, Javier Heraud, Máximo Velando. Cientos, miles de peruanos y peruanas. Es nuestra obligación recordarlos siempre y también lo hacemos hoy porque nos enorgullecemos de ellos y de nuestro pasado.

Quiénes somos

La izquierda que se reencuentra es una izquierda plural y democrática, no es ni pretende ser monolítica y está fuertemente enlazada con el movimiento popular y social de nuestra patria. Debemos entender para empezar que lo que llamamos izquierda es la protesta contra el actual sistema y la confianza en que podemos generar con nuestra acción colectiva un cambio fundamental, no de maquillaje ni superficial, sino de bases económicas y de la forma en que las bases sociales están relacionadas con el poder, es decir un cambio de sistema y de poder. En ese sentido, la izquierda es mucho más que nosotros quienes estamos reunidos en esta ocasión, pero nosotros somos el núcleo inicial de algo mucho más grande, numeroso y potente.

El Perú de hoy

No han sido fáciles estos años. Nuestro país es distinto al que teníamos en los setenta cuando existía la Izquierda Unida. Somos casi el doble de peruanos y peruanas. Un nuevo proletariado compuesto por millones de microempresarios, campesinos parceleros, pequeños agricultores, trabajadores y trabajadoras eventuales en la ciudad y en el campo, niños y niñas trabajadoras, pequeños comerciantes, mineros, pueblos originarios amazónicos y andinos, trabajadores y trabajadoras que la tecnocracia denomina informales, explotados de todas las ramas de la producción y los servicios, se ha incorporado a la antigua sociedad que era habitada solamente por los campesinos, los obreros y los empleados de la clase media y la oligarquía. Nuestra sociedad es más compleja, más numerosa, necesita un mayor estudio y comprensión, tiene más y más profundos problemas. Nuestra sociedad es más grande que antes, más múltiple que antes, pero también más injusta que antes. Tenemos que hacer un reencuentro con esa sociedad así como nos reencontramos entre nosotros.

Hemos vencido obstáculos
Hemos vivido la división, el enfrentamiento entre nosotros mismos, el liquidacionismo, el sectarismo, las conductas oportunistas de todos los tipos. Hemos visto desplomarse el gran campo socialista. Hemos vivido un cambio mundial de paradigmas en que el dinero, el egoísmo, la competencia y no la solidaridad son antivalores promovidos por los grupos que dominan el mundo. Hemos vivido diez años de terrorismo con la muerte de miles de compañeros y compañeras de las organizaciones sociales y políticas a manos de gente que los ha matado a nombre de supuestos ideales revolucionarios o a nombre del Estado.

Y sin embargo, aquí estamos. Aquí está la izquierda. No han podido liquidarnos. Mantenemos frente a las circunstancias del pasado una actitud crítica que no ignora los errores para no repetirlos ni en el presente ni en el futuro pero que no arría banderas en nombre de la crítica del pasado. Y mantenemos en alto nuestras banderas de siempre, que son las banderas del socialismo, de la liberación de las cadenas imperiales, de una democracia ampliada por y para el pueblo, de una soberanía nacional recuperada. A esas banderas se agregan ahora las de la inclusión de los pueblos originarios, la reivindicación de los derechos de las mujeres y los jóvenes, la lucha por defender el medio ambiente infectado por las empresas transnacionales, la lucha contra toda forma de discriminación por razón de género, orientación sexual, etnia, color de la piel, idioma o situación económica.

Tenemos que preguntarnos por qué hemos podido supervivir. Y la respuesta es: lo hemos hecho porque representamos una necesidad nacional. La izquierda existe porque tres de cada diez peruanos sufre hambre, seis de cada diez peruanos supervive con un trabajo semiesclavo, cuatro de cada diez peruanos sufre pobreza. Existe porque hay millones de personas que, de diversas maneras, haciendo huelgas, bloqueando carreteras, manifestando en las calles, haciendo propuestas de diversos tipos, pidiendo diálogo con los poderes existentes, desde la calle o desde el Parlamento, demandan un cambio. Existe porque la riqueza se concentra más y es más insolente y discriminadora.

¿Por qué la riqueza se concentra más y es más discriminadora? ¿Por qué tenemos explotación de los trabajadores y trabajadoras, semiesclavismo, tráfico de mujeres y niñas, hambre y pobreza? Porque desde agosto de 1975 vivimos la restauración del poder oligárquico que culminó implantando a espaldas del país en agosto de 1990 algo que denominamos modelo neoliberal.

El “modelo”

El modelo neoliberal no es modelo, no es nuevo y no es liberal. No puede ser modelo para nadie. No es nuevo sino una resurrección de lo más reaccionario, lo más obsoleto en ideas y prácticas económicas y políticas. No es liberal, porque está contra la libertad. Es un sistema de saqueo, de extracción del trabajo de nuestros pueblos y la riqueza de nuestros países.

Ese modelo de succión de riqueza para acumularla en los centros imperiales de poder tiene varios tentáculos.

Primer tentáculo: la extracción de oro y cobre. El oro está a mil dólares la onza. El cobre a seis mil dólares la tonelada. De nuestro país en un solo año se extraen tres millones de onzas de oro, equivalentes a 179 TM, cada año se extrae una cantidad que es igual a todo el oro que los españoles se llevaron en trescientos años de coloniaje (1). Por apoderarse del cobre las empresas espían, pagan políticos, están dispuestas a pagar y matar. En la colonia existían las regalías, lo que había que pagarle al rey, el quinto de todo lo que se extraía. En el incario, la tercera parte iba al Inca para ser redistribuida en forma de caminos, almacenes de alimentos y otros servicios para todos. Si como dicen los demócratas liberales ahora el rey es el pueblo y el pueblo está representado en el Estado, habría que dejarle al rey, es decir al pueblo, el 20% de lo extraído. Serían algunos miles de millones de dólares anuales. En vez de ello nos dejan escoria, plomo, contaminación, prostitución y pretenden defender sus intereses con empresas constituidas para espiar, amenazar y asesinar a quienes denuncian y protestan. La criminalización de la protesta, la ley de dispara primero y piensa después, la ley de los mafiosos de Chicago, ha sido impuesta en el país por políticos corruptos, grupos de lobbistas mafiosos, espías telefónicos, periodistas dispuestos al asesinato mediático y ejércitos privados.

El segundo tentáculo son las AFP. Obligatoriamente, todos los peruanos que tienen el privilegio de disfrutar de un empleo formal, deben entregar el 12% de su salario a las AFP. Las AFP meten la mano al bolsillo de quienes tienen trabajo y se quedan con ese dinero. ¿A dónde va ese dinero? A financiar a las empresas que saquean el país que por supuesto no usan su dinero sino el de los peruanos y lo presentan como “inversión extranjera”. Las AFP son un impuesto forzoso del que disfrutan los saqueadores. Ese capital inagotable, que fluye todos los meses para los capitalistas, mil millones de soles anuales, es entregado en forma de compra de acciones en la Bolsa a las empresas de los señores Benavides de la Quintana, Brescia, Graña y Romero (2). ¿Significa que a cambio de esa inversión los trabajadores que cotizan son dueños de las empresas de esos señores? No. Ni siquiera se les da cuenta de dónde está su dinero. A cambio de ello tendrán una pensión mísera durante los pocos años de retiro.

El tercer tentáculo es la remisión de utilidades al exterior. Las empresas sabemos que no reinvierten en el país. Se llevan sus utilidades al extranjero sin pagar impuestos. En 2009 mil millones de dólares salieron del país en forma de utilidades.

El cuarto tentáculo son los pagos anuales por deuda externa. El Perú sigue pagando devotamente su tributo a los señores de Wall Street. Desde 1993 en que nos reinsertamos en el sistema financiero internacional, hemos pagado unos 20 mil millones de dólares a los acreedores.

Si sumamos los mil millones de utilidades más los tres mil millones que pagamos por deuda tendremos cuatro mil millones de dólares al año. Es decir 10 mil escuelas de la mejor calidad, 300 hospitales, mejores sueldos para los maestros, médicos, enfermeras, seguro social para todos.

Qué hacer

¿Por qué aceptamos este saqueo? Porque nuestro pueblo no sabe lo que está pasando. Está descontento, siente que sus salarios no son suficientes, que hay injusticia, pero no sabe por qué. Nuestra misión es explicarle por qué, desmontar junto con él, el sistema del que somos víctimas. Nadie sino nosotros, es responsable de que nuestro pueblo tome conciencia. Nuestra misión es de estudio y es pedagógica. Tenemos que hacer estudio revolucionario y pedagogía revolucionaria. Podemos hacerlo. Parte de los mejores técnicos e intelectuales del país son de izquierda. Los sindicatos que dirigimos tienen enormes locales vacíos, donde solo se hacen asambleas. Nuestros partidos tienen redes nacionales de activistas y también disponen de locales. Una red de locales en todo el Perú y una red de intelectuales, técnicos y cuadros políticos debe ser convertida en una red de escuelas políticas. ¿Quiénes enseñarán en esas escuelas? Nosotros mismos. Y para eso tenemos que estudiar. El estudio, desde el punto de vista revolucionario, no es un entretenimiento diletante de los intelectuales burgueses, sino una obligación. Pero, por supuesto, no seremos nosotros los únicos que enseñemos. Enseñará también nuestro pueblo, nuestros líderes sindicales, políticos y sociales dentro de un nuevo concepto de la educación en que todos cooperamos a construir conocimiento usando también la inmensidad de recursos que nos ofrece la nueva tecnología de Internet que nos permite mantenernos comunicados en tiempo real. Las escuelas serán también no solo centros de difusión de conocimientos sino centros de investigación y análisis de la realidad.

Sin embargo, hacer de la pedagogía una misión exclusiva de nosotros sería sectario. Tenemos que reconciliarnos con los intelectuales peruanos y de otros países que no son de izquierda pero que son valiosos. Uno de los males peruanos es la separación entre la gente que piensa, la gente que lucha y la gente que hace política. Muy malo para todos. Porque la gente que hace política acaba en la politiquería y la gente que piensa acaba en el oportunismo intelectual y el diletantismo. Un reencuentro de las izquierdas debe ser también un reencuentro con los intelectuales y los artistas quienes trabajan en el conocimiento y la expresión de los sentimientos. ¿Por qué muchos amigos y compañeros que deberían estar aquí no están ahora? Suponemos que nos están observando. Ver para creer. Ganaremos a la gente no solo con la permanente invitación a unirse a nuestro esfuerzo sino con el ejemplo diario de los éxitos que vayamos ganando en la reconstrucción que hemos emprendido.

Cómo organizarnos

¿Cómo organizarnos? Durante años hemos pensado en el partido revolucionario. Muchos de nosotros han entregado su vida a la construcción del partido más o menos paradigmático, más o menos revolucionario. Y, al hacerlo, creyendo que somos siempre más revolucionarios, más puros que los demás, nos hemos fragmentado. Este reencuentro significa que iniciamos el camino de retorno, de lo centrífugo a lo centrípeto. Retornamos a la formación de un gran centro y campo de acción que nos permita mantenernos siempre comunicados y coordinados. Siento que a estas alturas del mundo, ni la idea del partido único ni la del movimiento único son suficientes para llenar las nuevas necesidades de expresión y de acción que tienen los pueblos respecto del poder establecido. Necesitamos una entidad permanente. Pero como querían nuestros mayores desde Marx hasta Mariátegui, una entidad permanente en términos revolucionarios no sólo es una organización sino una emoción, un espíritu, un mito. No sólo organización entonces sino conciencia es lo que necesitamos. Y esa gran conciencia de que pertenecemos a un proyecto revolucionario común debe permitir que nos expresemos de distintas maneras, que nos agrupemos libremente en distintas organizaciones, siempre que lo hagamos en torno a objetivos comunes, para construir y no para destruir. No es el monolitismo lo que buscamos. Lo homogéneo es lo aburrido, lo conservador, lo que puede llevarnos al congelamiento y la derrota. Lo múltiple es lo que permite conciliar la libertad con la revolución, lo que permite la renovación y la iniciativa.

Esta es desde luego una actitud ética. Si algo tenemos que hacer es recuperar la relación entre ética y política que está en el nacimiento mismo del socialismo. Carlos Marx, José Carlos Mariátegui no fueron solo grandes líderes durables, clásicos, de la política y el conocimiento. Fueron ejemplos de comportamiento ético. Es decir aquél que no acepta usar la política como el camino para el poder personal sino para la conquista del poder colectivo con arreglo a ciertos valores que conocemos de sobra y que son los de la justicia, la honestidad y la solidaridad.

Esa gran organización debe ser una gran red o una gran articulación de redes que trabaje en las dimensiones de la política, la reivindicación sindical, social e indígena, que luche por los derechos de las mujeres, los indígenas y los jóvenes, que difunda y cree el conocimiento, el arte y la cultura.

Pero esa red debe ser ante todo una opción de poder. Nuestro rol es hacer que el pueblo se apropie del poder para quedarse allí. Y que nunca más caigamos en las manos de los traficantes, los inmorales, los ladrones y los estafadores que ahora nos gobiernan. Repito: lograr que el pueblo llegue al poder para quedarse. Es decir, un poder organizado y estable conseguido gracias a la previa conquista de la conciencia popular.

Antes que ganar el poder en la política es importante ganarlo en las conciencias. La política significa confrontarse con los actuales poderes fácticos cada cinco años en las elecciones. La conciencia significa lo estable, lo duradero en la vida de las personas y las colectividades.

¿Significa eso que no debemos participar en elecciones? Oscilamos entre dos polos: o somos electoreros o anti electoreros. Ser electorero significa trabajar solo para las elecciones, configurar su personalidad y su conducta al corrupto sistema de la democracia burguesa. Ser anti electorero significa alejarse del mundo del pecado, encerrarse en la estéril pureza individual. Hay también quienes piensan en las elecciones como un instrumento que escondería una verdadera táctica de toma del poder por la violencia, engañando al adversario. Ni una cosa ni la otra. Si logramos ampliar las redes que ya tenemos en el campo popular, si construimos una presencia estable en la conciencia popular, las elecciones serán apenas un incidente que debamos enfrentar cada cinco años mientras gobernamos desde abajo y ganamos poder arriba. Porque se puede gobernar desde abajo, mediante el convencimiento, la presión política, la difusión de ideas y la construcción de una fuerza moral e intelectual que por su propio peso devendrá en una fuerza política.

El programa

Gobernar desde abajo no significa que no querramos gobernar desde arriba. Cuando lo hagamos, no será de manera improvisada sino de acuerdo con un programa claro procedente de las demandas populares y con personas que deben ser honestas y responsables ante el conjunto del país. Ese programa incluye la recuperación del rol soberano del Estado, la limpieza a fondo de la corrupta administración pública y de la putrefacta democracia actual. La formación de una nueva configuración social y, como consecuencia, la fijación de una nueva correlación de poder, de un contrato social, en una nueva Constitución.

Trabajamos por un contrato social y una república. En términos estrictos, nuestro país no ha tenido nunca ni contrato social ni república. No podía haber contrato social entre Pizarro y Atahualpa, entre amos y esclavos, terratenientes y siervos, oligarcas y pueblo excluido, dictadores y oprimidos. No puede haber res pública allí donde todo lo público es apropiado por las empresas privadas y nada menos que un capítulo constitucional que es el que somete al Estado a un rol subsidiario en la economía, cancela en realidad la república.

Todo ello debe ir acompañado por una reforma tributaria (los que ganan más deben pagar más) una fuerte inversión en educación, un sistema de seguridad social y de salud que cubra a todos los peruanos y peruanas sin excepción.

Conclusiones

En resumen planteamos:

Estamos contra el modelo neoliberal.

El modelo neoliberal significa el saqueo del país mediante la inversión extranjera, las AFP, el pago de la deuda externa y la exoneración de impuestos. Tal sistema es intrínsecamente inmoral y corrupto. Luchar contra ese modelo significa luchar por la revisión de los contratos con empresas extranjeras y por una profunda transformación del Estado y del gobierno convirtiéndolos en entes reguladores de la inversión privada y líderes del desarrollo del país hacia un nuevo sistema social de orientación y contenido socialista.

Postulamos la presencia de la izquierda como una presencia no sólo política sino cultural, ética y moral. Respetable por lo que dice y por lo que hace.

Imaginamos la organización de la izquierda como un múltiple conjunto de redes políticas, sindicales, sociales, indígenas, artísticas y culturales que operan en el seno del pueblo. Una organización donde mujeres y hombres, jóvenes, adultos y adultos mayores, personas de distintas culturas, criollos, mestizos, andinos y amazónicos, intelectuales y trabajadores, podamos cooperar en términos de justicia e igualdad.

Estamos convencidos de que nuestros grandes objetivos comunes pueden y deben albergar diferencias de opinión. Es en la diversidad donde está la riqueza. Y la diversidad significa democracia real.

UN PERÚ DISTINTO, DEMOCRÁTICO, LIMPIO, ORDENADO, JUSTO, ES POSIBLE. PODEMOS Y DEBEMOS AYUDAR A RECONSTRUIRLO.

NOTAS

(1). Entre los años 1503 y 1660 se transportó 181.333 kilos (181 TM) de oro y 16.886.815 kilos (16,000 TM) de plata de América a España según los Libros de Cuentas y Razón y Cargo y Data de la Casa de Contratación. Estas cifras no incluyen el transporte de contrabando de las naves que no estaban inscritas en la Casa de Contratación. En toda la historia hasta el 2008, según el National Geographic1, sólo se han obtenido 161,000 TM de oro en el mundo. No son cifras espectaculares, sino más bien decepcionantes (hoy serían 4,500 millones de dólares aproximadamente a valores de mercado del 2008, $600 la onza) si se las compara con las cantidades de oro que extraen todos los años las minas del Perú en nuestros tiempos. Más no se podía transportar en los galeones de la época. Y era costoso hacerlo: había que desplazar flotas de guerra en protección de lo transportado. El gran mito de la dorada América se extendió sin embargo por todo el mundo. El Perú produjo en 2008 según la SNMPE 179 toneladas de oro puro y 1`200,000 TM de cobre. El oro sobrepasó los mil dólares la onza (la onza equivale a 28.35 gr). El pasado lunes 10 de abril, el precio del cobre volvió a tocar un nuevo máximo histórico en su cotización; llegando a US$ 2,68 por libra (ó US$ 5.921 x TM) según la “London Metal Exchange” (LME), principal mercado mundial de metales no ferrosos.

(2). Las inversiones locales que realizan las cuatro Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) que hay en el Perú sumaron 43,132 millones de soles al 16 de enero 2010, cifra que equivale al 86.9 por ciento de la cartera administrada por las AFP. Mientras tanto, las inversiones en el exterior llegaron en 7,523 millones de soles en el mismo período, lo que representa el 15.2 por ciento de la cartera. Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS).

Ultima actualización ( Domingo 18 de Abril de 2010 16:26 )

Po

El Partido (Los fundamentos del Leninismo)

J. Stalin

Los fundamentos del Leninismo

VIII

El Partido

En el período prerrevolucionario, en el período de desarrollo más o menos pacífico, cuando los partidos de la II Internacional eran la fuerza predominante en el movimiento obrero y las formas parlamentarias de lucha se consideraban las fundamentales, en esas condiciones, el Partido no tenía ni podía tener una importancia tan grande y tan decisiva como la que adquirió más tarde, en las condiciones de choques revolucionarios abiertos. Kautsky, defendiendo a la II Internacional contra los que la atacan, dice que los partidos de la II Internacional son instrumentos de paz, y no de guerra, y que precisamente por eso se mostraron impotentes para hacer nada serio durante la guerra, en el período de las acciones revolucionarias del proletariado. Y así es, en efecto. Pero ¿qué significa esto? Significa que los partidos de la II Internacional son inservibles para la lucha revolucionaria del proletariado, que no son partidos combativos del proletariado y que conduzcan a los obreros al Poder, sino máquinas electorales, apropiadas para las elecciones al parlamento y para la lucha parlamentaria. Ello, precisamente, explica que, durante el período de predominio de los oportunistas de la II Internacional, la organización política fundamental del proletariado no fuese el Partido, sino la minoría parlamentaria. Es sabido que en ese período el Partido era, en realidad, un apéndice de la minoría parlamentaria y un elemento puesto a su servicio.
No creo que sea necesario demostrar que, en tales condiciones y con semejante partido al frente, no se podía ni hablar de preparar al proletariado para la revolución.

Pero las cosas cambiaron radicalmente al llegar el nuevo período. El nuevo período es el de los choques abiertos entre las clases, el período de las acciones revolucionarias del proletariado, el período de la revolución proletaria, el período de la preparación directa de las fuerzas para el derrocamiento del imperialismo y la conquista del Poder por el proletariado. Este período plantea ante el proletariado nuevas tareas: la reorganización de toda la labor del Partido en un sentido nuevo, revolucionario, la educación de los obreros en el espíritu de la lucha revolucionaria por el Poder, la preparación y la concentración de reservas, la alianza con los proletarios de los países vecinos, el establecimiento de sólidos vínculos con el movimiento de liberación de las colonias y de los países dependientes, etc., etc. Creer que estas tareas nuevas pueden resolverse con las fuerzas de los viejos partidos socialdemócratas, educados bajo las condiciones pacíficas del parlamentarismo, equivale a condenarse a una desesperación sin remedio, a una derrota inevitable. Hacer frente a estas tareas con los viejos partidos a la cabeza, significa verse completamente desarmado. Huelga demostrar que el proletariado no podía resignarse a semejante situación.

He aquí la necesidad de un nuevo partido, de un partido combativo, de un partido revolucionario, lo bastante intrépido para conducir a los proletarios a la lucha por el Poder, lo bastante experto para orientarse en las condiciones complejas de la situación revolucionaria y lo bastante flexible para sortear todos y cada uno de los escollos, que se interponen en el camino hacia sus fines.

Sin un partido así, no se puede ni pensar en el derrocamiento del imperialismo, en la conquista de la dictadura del proletariado.

Este nuevo partido es el Partido del leninismo.

¿Cuáles son las particularidades de este nuevo partido?

1) El Partido como destacamento de vanguardia de la clase obrera. El Partido tiene que ser, ante todo, el destacamento de vanguardia de la clase obrera. El Partido tiene que incorporar a sus filas a todos los mejores elementos de la clase obrera, asimilar su experiencia, su espíritu revolucionario, su devoción infinita a la causa del proletariado. Ahora bien, para ser un verdadero destacamento de vanguardia, el Partido tiene que estar pertrechado con una teoría revolucionaria, con el conocimiento de las leyes del movimiento, con el conocimiento de las leyes de la revolución. De otra manera, no puede dirigir la lucha del proletariado, no puede llevar al proletariado tras de sí. El Partido no puede ser un verdadero partido si se limita simplemente a registrar lo que siente y piensa la masa de la clase obrera, si se arrastra a la zaga del movimiento espontáneo de ésta, si no sabe vencer la inercia y la indiferencia política del movimiento espontáneo, si no sabe situarse por encima de los intereses momentáneos del proletariado, si no sabe elevar a las masas hasta la comprensión de los intereses de clase del proletariado. El Partido tiene que marchar al frente de la clase obrera, tiene que ver más lejos que la clase obrera, tiene que conducir tras de sí al proletariado y no arrastrarse a la zaga del movimiento espontáneo. Esos partidos de la II Internacional, que predican el “seguidismo”, son vehículos de la política burguesa, que condena al proletariado al papel de instrumento de la burguesía. Sólo un partido que se sitúe en el punto de vista del destacamento de vanguardia del proletariado y sea capaz de elevar a las masas hasta la comprensión de los intereses de clase del proletariado, sólo un partido así es capaz de apartar a la clase obrera de la senda del tradeunionismo y hacer de ella una fuerza política independiente.

El Partido es el jefe político de la clase obrera.

He hablado más arriba de las dificultades de la lucha de la complejidad de las condiciones de la lucha, de la estrategia y de la táctica, de las reservas y de las maniobras, de la ofensiva y de la retirada. Estas condiciones son tan complejas, si no más, que las de la guerra. ¿Quién puede orientarse en estas condiciones?, ¿quién puede dar una orientación acertada a las masas de millones y millones de proletarios? Ningún ejército en guerra puede prescindir de un Estado Mayor experto, si no quiere verse condenado a la derrota. ¿Acaso no está claro que el proletariado tampoco puede, con mayor razón, prescindir de este Estado Mayor, si no quiere entregarse a merced de sus enemigos jurados? Pero ¿dónde encontrar ese Estado Mayor? Sólo el Partido revolucionario del proletariado puede ser ese Estado Mayor. Sin un partido revolucionario, la clase obrera es como un ejército sin Estado Mayor.

El Partido es el Estado Mayor de combate del proletariado.

Pero el Partido no puede ser tan sólo un destacamento de vanguardia, sino que tiene que ser, al mismo tiempo, un destacamento de la clase, una parte de la clase, íntimamente vinculada a ésta con todas las raíces de su existencia. La diferencia entre el destacamento de vanguardia y el resto de la masa de la clase obrera, entre los afiliados al Partido y los sin-partido, no puede desaparecer mientras no desaparezcan las clases, mientras el proletariado vea engrosar sus filas con elementos procedentes de otras clases, mientras la clase obrera, en su conjunto, no pueda elevarse hasta el nivel del destacamento de vanguardia. Pero el Partido dejaría de ser el Partido si esta diferencia se convirtiera en divorcio, si el Partido se encerrara en sí mismo y se apartase de las masas sin-partido. El Partido no puede dirigir a la clase si no está ligado a las masas sin-partido, si no hay vínculos entre el Partido y las masas sin-partido, si estas masas no aceptan su dirección, si el Partido no goza de crédito moral y político entre las masas.

Hace poco se dio ingreso en nuestro Partido a doscientos mil obreros. Lo notable aquí es la circunstancia de que estos obreros, más bien que venir ellos mismos al Partido, han sido enviados a él por toda la masa de los sin-partido, que ha intervenido activamente en la admisión de los nuevos afiliados, que no eran admitidos sin su aprobación. Este hecho demuestra que las grandes masas de obreros sin-partido ven en nuestro Partido su partido, un partido entrañable y querido, en cuyo desarrollo y fortalecimiento se hallan profundamente interesados y a cuya dirección confían de buen grado su suerte. No creo que sea necesario demostrar que sin estos hilos morales imperceptibles que lo unen con las masas sin-partido, el Partido no habría podido llegar a ser la fuerza decisiva de su clase.

El Partido es parte inseparable de la clase obrera.

Nosotros dice Lenin somos el Partido de la clase, y, por ello, casi toda la clase (y en tiempo de guerra, en época de guerra civil, la clase entera) debe actuar bajo la dirección de nuestro Partido, debe tener con nuestro Partido la ligazón más estrecha posible; pero sería manilovismo y “seguidismo” creer que casi toda la clase o la clase entera pueda algún día, bajo el capitalismo, elevarse hasta el punto de alcanzar el grado de conciencia y de actividad de su destacamento de vanguardia, de su partido socialdemócrata. Ningún socialdemócrata juicioso ha puesto nunca en duda que, bajo el capitalismo, ni aun la organización sindical (más rudimentaria, más asequible al grado de conciencia de las capas menos desarrolladas) esté en condiciones de englobar a toda o a casi toda la clase obrera. Olvidar la diferencia que existe entre el destacamento de vanguardia y toda la masa que gravita hacia él, olvidar el deber constante que tiene el destacamento de vanguardia de elevar a capas cada vez más amplias a su avanzado nivel, sería únicamente engañarse a sí mismo, cerrar los ojos ante la inmensidad de nuestras tareas, restringir nuestras tareas (v. t. VI, págs. 205-206).
2) El Partido como destacamento organizado de la clase obrera. El Partido no es sólo el destacamento de vanguardia de la clase obrera. Si quiere dirigir realmente la lucha de su clase, tiene que ser, al mismo tiempo, un destacamento organizado de la misma. Las tareas del Partido en el capitalismo son extraordinariamente grandes y diversas. El Partido debe dirigir la lucha del proletariado en condiciones extraordinariamente difíciles de desarrollo interior y exterior; debe llevar al proletariado a la ofensiva cuando la situación exija la ofensiva; debe sustraer al proletariado de los golpes de un enemigo fuerte cuando la situación exija la retirada; debe inculcar en las masas de millones y millones de obreros sin-partido e inorganizados el espíritu de disciplina y el método en la lucha, el espíritu de organización y la firmeza. Pero el Partido no puede cumplir estas tareas si él mismo no es la personificación de la disciplina y de la organización, si él mismo no es un destacamento organizado del proletariado. Sin estas condiciones, ni hablar se puede de que el Partido dirija verdaderamente a masas de millones y millones de proletarios.

El Partido es el destacamento organizado de la clase obrera.

La idea del Partido como un todo organizado está expresada en la conocida fórmula, expuesta por Lenin en el artículo primero de los Estatutos de nuestro Partido, donde se considera al Partido suma de sus organizaciones, y a sus miembros, afiliados a una de las organizaciones del Partido. Los mencheviques, que ya en 1903 rechazaban esta fórmula, proponían, en su lugar, el “sistema”, de autoadhesión al Partido, el “sistema” de extender el “título” de afiliado al Partido a cualquier “profesor” y a cualquier “estudiante”, a cualquier “simpatizante” y a cualquier “huelguista” que apoyara al Partido de un modo u otro, aunque no formara ni desease formar parte de ninguna de sus organizaciones. No creo que sea necesario demostrar que este original “sistema”, de haber arraigado en nuestro Partido, habría llevado inevitablemente a inundarlo de profesores y estudiantes y a su degeneración en una “entidad” vaga, amorfa, desorganizada, que se hubiera perdido en el mar de los “simpatizantes”, habría borrado los límites entre el Partido y la clase y malogrado la tarea del Partido de elevar a las masas inorganizadas al nivel del destacamento de vanguardia. Huelga decir que, con un “sistema” oportunista como ése, nuestro Partido no habría podido desempeñar el papel de núcleo organizador de la clase obrera en el curso de nuestra revolución.

Desde el punto de vista del camarada Mártov dice Lenin las fronteras del Partido quedan absolutamente indeterminadas, porque “cualquier huelguista” puede “declararse miembro del Partido”. ¿Cuál es el provecho de semejante vaguedad? La gran difusión del “título”. Lo que tiene de nocivo consiste en que origina la idea desorganizadora de la confusión de la clase con el Partido (v. t. VI, pág. 211).
Pero el Partido no es sólo la suma de sus organizaciones. El Partido es, al mismo tiempo, el sistema único de estas organizaciones, su fusión formal en un todo único, con organismos superiores e inferiores de dirección, con la subordinación de la minoría a la mayoría, con resoluciones prácticas, obligatorias para todos los miembros del Partido. Sin estas condiciones, el Partido no podría formar un todo único y organizado, capaz de ejercer la dirección sistemática y organizada de la lucha de la clase obrera.

Antes dice Lenin, nuestro Partido no era un todo formalmente organizado, sino, simplemente, una suma de diversos grupos, razón por la cual no podía de ningún modo existir entre ellos más relación que la de la influencia ideológica. Ahora somos ya un partido organizado, y esto entraña la creación de una autoridad, la transformación del prestigio de las ideas en el prestigio de la autoridad, la sumisión de las instancias inferiores a las instancias superiores del Partido (v. t. VI. pág. 291)
El principio de la subordinación de la minoría a la mayoría, el principio de la dirección de la labor del Partido por un organismo central suscita con frecuencia ataques de los elementos inestables, acusaciones de “burocratismo”, de “formalismo”, etc. No creo que sea necesario demostrar que la labor sistemática del Partido como un todo y la dirección de la lucha de la clase obrera no serían posibles sin la aplicación de estos principio. El leninismo en materia de organización es la aplicación indefectible de estos principios. Lenin califica la lucha contra estos principios de “nihilismo ruso” y de “anarquismo señorial”, digno de ser puesto en ridículo y repudiado.

He aquí lo que dice Lenin, en su libro “Un paso adelante” a propósito de estos elementos inestables:

Este anarquismo señorial es algo muy peculiar del nihilista ruso. La organización del Partido se le antoja una “fábrica” monstruosa; la sumisión de la parte al todo y de la minoría a la mayoría le parece un “avasallamiento”… la división del trabajo bajo la dirección de un organismo central le hace proferir alaridos tragicómicos contra la transformación de los hombres en “ruedas y tornillos”… la sola mención de los estatutos de organización del Partido suscita en él un gesto de desprecio y la desdeñosa… observación de que se podría vivir sin estatutos.
Está claro, me parece, que los clamores contra el famoso burocratismo no son más que un medio de encubrir el descontento por la composición de los organismos centrales, no son más que una hoja de parra… ¡Eres un burócrata, porque has sido designado por el Congreso sin mi voluntad y contra ella! Eres un formalista, porque te apoyas los acuerdos formales del Congreso, y no en mi consentimiento. Obras de un modo brutalmente mecánico, porque te remites a la mayoría “mecánica” del Congreso del Partido y no prestas atención a mi deseo de ser cooptado. Eres un autócrata, porque no quieres poner el poder en manos de la vieja tertulia de buenos compadres! (v. t. VI. págs. 310 y 2).
3) El Partido como forma superior de organización de clase del proletariado. El Partido es el destacamento organizado la clase obrera. Pero el Partido no es la única organización de la clase obrera. El proletariado cuenta con muchas otras organizaciones, sin las cuales no podría luchar con éxito contra el capital: sindicatos, cooperativas, organizaciones fabriles, minorías parlamentarias, organizaciones femeninas sin-partido, prensa, organizaciones culturales y educativas, uniones de la juventud, organizaciones revolucionarias de combate (durante las acciones revolucionarias abiertas), Soviets de Diputados como forma de organización del Estado (si el proletariado se halla en el Poder), etc. La inmensa mayoría de estas organizaciones son organizaciones sin-partido, y sólo unas cuantas están directamente vinculadas al Partido o son ramificaciones suyas. En determinadas circunstancias, todas estas organizaciones son absolutamente necesarias para la clase obrera. pues sin ellas no sería posible consolidar las posiciones de clase del proletariado en los diversos terrenos de la lucha, ni sería posible templar al proletariado como la fuerza llamada a sustituir el orden de cosas burgués por el orden de cosas socialista. Pero ¿cómo llevar a cabo la dirección única, con tal abundancia de organizaciones? ¿Qué garantía hay de que esta multiplicidad de organizaciones no lleve a incoherencias en la dirección? Cada una de estas organizaciones, pueden decirnos, actúa en su propia órbita y por ello no pueden entorpecerse las unas a las otras. Esto, naturalmente es cierto. Pero también lo es que todas estas organizaciones tienen que desplegar su actividad en una misma dirección, pues sirven a una sola clase, a la clase de los proletarios. ¿Quién cabe preguntarse determina la línea, la orientación general que todas estas organizaciones deben seguir en su trabajo? ¿Dónde está la organización central que no sólo sea capaz, por tener la experiencia necesaria, de trazar dicha línea general, sino que, además, pueda, por tener el prestigio necesario para ello, mover a todas estas organizaciones a aplicar esa línea, con el fin de lograr la unidad en la dirección y excluir toda posibilidad de intermitencias?

Esta organización es el Partido del proletariado.

El Partido posee todas las condiciones necesarias para lo primero, porque el Partido es el punto de concentración de los mejores elementos de la clase obrera, directamente vinculados a las organizaciones sin-partido del proletariado y que con frecuencia las dirigen; segundo, porque el Partido, como punto de concentración de los mejores elementos de la clase obrera, es la mejor escuela de formación de jefes de la clase obrera, capaces de dirigir todas las formas de organización de su clase; tercero, porque el Partido, como la mejor escuela para la formación de jefes de la clase obrera, es, por su experiencia y su prestigio, la única organización capaz de centralizar la dirección de la lucha del proletariado, haciendo así de todas y cada una de las organizaciones sin-partido de la clase obrera organismos auxiliares y correas de transmisión que unen al Partido con la clase.

El Partido es la forma superior de organización de clase del proletariado.

Esto no quiere decir, naturalmente, que las organizaciones sin-partido, los sindicatos, las cooperativas, etc., deban estar formalmente subordinadas a la dirección del Partido. Lo que hace falta es simplemente, que los miembros del Partido que integran estas organizaciones, en las que gozan de indudable influencia, empleen todos los medios de persuasión para que las organizaciones sin-partido se acerquen en el curso de su trabajo al Partido del proletariado y acepten voluntariamente la dirección política de éste.

Por eso, Lenin dice que el Partido es “la forma superior de unión de clase de los proletarios”, cuya dirección política debe extenderse a todas las demás formas de organización del proletariado (v. t. XXV. pág. 194).

Por eso, la teoría oportunista de la “independencia” y de la “neutralidad” de las organizaciones sin-partido, que produce parlamentarios independientes y publicistas desligados del Partido, funcionarios sindicales de mentalidad estrecha y cooperativistas imbuidos de espíritu pequeñoburgués, es completamente incompatible con la teoría y la práctica del leninismo.

4) El Partido como instrumento de la dictadura del proletariado. El Partido es la forma superior de organización del proletariado. El Partido es el factor esencial de dirección en el seno de la clase de los proletarios y entre las organizaciones de esta clase. Pero de aquí no se desprende, ni mucho menos, que el Partido pueda ser considerado como un fin en sí, como una fuerza que se baste a sí misma. El Partido no sólo es la forma superior de unión de clase de los proletarios, sino que es, al mismo tiempo, un instrumento del proletariado para la conquista de su dictadura, cuando ésta no ha sido todavía conquistada, y para la consolidación y ampliación de la dictadura, cuando ya está conquistada. El Partido no podría elevar a tal altura su importancia, ni ser la fuerza rectora de todas las demás formas de organización del proletariado, si éste no tuviera planteado el problema del Poder, si las condiciones creadas por el imperialismo, la inevitabilidad de las guerras y la existencia de las crisis no exigieran la concentración de todas las fuerzas del proletariado en un solo lugar, la convergencia de todos los hilos del movimiento revolucionario en un solo punto, a fin de derrocar a la burguesía y conquistar la dictadura del proletariado. El proletariado necesita del Partido, ante todo, como Estado Mayor de combate, indispensable para la conquista victoriosa del Poder. No creo que sea necesario demostrar que, sin un partido capaz de reunir en torno suyo a las organizaciones de masas del proletariado y de centralizar, en el curso de la lucha, la dirección de todo el movimiento, el proletariado de Rusia no hubiera podido implantar su dictadura revolucionaria.

Pero el proletariado no necesita del Partido solamente para conquistar la dictadura; aún le es más necesario para mantenerla, consolidarla y extenderla, para asegurar la victoria completa del socialismo.

Seguramente dice Lenin, hoy casi todo el mundo ve ya que los bolcheviques no se hubieran mantenido en el Poder, no digo dos años y medio, sino ni siquiera dos meses y medio, sin la disciplina rigurosísima, verdaderamente férrea, de nuestro Partido, sin el apoyo total e indefectible prestado a él por toda la masa de la clase obrera, es decir, por todo lo que ella tiene de consciente, honrado, abnegado, influyente y capaz de conducir tras de sí o de arrastrar a las capas atrasadas (v. t. xxv, pág. 173).
Pero ¿qué significa “mantener” y “extender” la dictadura? Significa inculcar a las masas de millones y millones de proletarios el espíritu de disciplina y de organización; significa dar a las masas proletarias cohesión y proporcionarles un baluarte contra la influencia corrosiva del elemento pequeñoburgués y de los hábitos pequeñoburgueses; reforzar la labor de organización de los proletarios para reeducar y transformar a las capas pequeñoburguesas; ayudar a las masas proletarias a forjarse como fuerza capaz de destruir las clases y de preparar las condiciones para organizar la producción socialista. Pero todo esto sería imposible hacerlo sin un partido fuerte por su cohesión y su disciplina.

La dictadura del proletariado dice Lenin es una lucha tenaz, cruenta e incruenta, violenta y pacífica, militar y económica, pedagógica y administrativa, contra las fuerzas y las tradiciones de la vieja sociedad. La fuerza de la costumbre de millones y decenas de millones de hombres es la fuerza más terrible. Sin un partido férreo y templado en la lucha, sin un partido que goce de la confianza de todo lo que haya de honrado dentro de la clase, sin un partido que sepa pulsar el estado de espíritu de las masas e influir sobre él, es imposible llevar a cabo con éxito esta lucha (v. t. XXV, pág. 190).
El proletariado necesita del Partido para conquistar y mantener la dictadura. El Partido es un instrumento de la dictadura del proletariado.

Pero de esto se deduce que, con la desaparición de las clases, con la extinción de la dictadura del proletariado, deberá desaparecer también el Partido.

5) El Partido como unidad de voluntad incompatible con la existencia de fracciones. La conquista y el mantenimiento de la dictadura del proletariado son imposibles sin un partido fuerte por su cohesión y su disciplina férrea. Pero la disciplina férrea del Partido es inconcebible sin la unidad de voluntad, sin la unidad de acción, completa y absoluta, de todos los miembros del Partido. Esto no significa, naturalmente, que por ello quede excluida la posibilidad de una lucha de opiniones dentro del Partido. Al revés: la disciplina férrea no excluye, sino que presupone la crítica y la lucha de opiniones dentro del Partido. Tampoco significa esto, con mayor razón, que la disciplina debe ser “ciega”. Al contrario, la disciplina férrea no excluye, sino que presupone la subordinación consciente y voluntaria, pues sólo una disciplina consciente puede ser una disciplina verdaderamente férrea. Pero, una vez terminada la lucha de opiniones, agotada la critica y adoptado un acuerdo, la unidad de voluntad y la unidad de acción de todos los miembros del Partido es condición indispensable sin la cual no se concibe ni un Partido unido ni una disciplina férrea dentro del Partido.

En la actual Época de cruenta guerra civil dice Lenin. el Partido Comunista sólo podrá cumplir con su deber si se halla organizado del modo más centralizado, si reina dentro de él una disciplina férrea, rayana en la disciplina militar; y si su organismo central es un organismo que goza de gran prestigio y autoridad, está investido de amplios poderes y cuenta con la confianza general de los afiliados al Partido (v. t. XXV, págs. 282-283).
Así está planteada la cuestión de la disciplina del Partido en las condiciones de la lucha precedente a la conquista de la dictadura.

Otro tanto hay que decir, pero en grado todavía mayor, respecto a la disciplina del Partido después de la conquista de la dictadura:

El que debilita, por poco que sea dice Lenin, la disciplina férrea del Partido del proletariado (sobre todo en la época de su dictadura), ayuda de hecho a la burguesía contra el proletariado (v. t. XXV, pág. 190).
Pero de aquí se desprende que la existencia de fracciones es incompatible con la unidad del Partido y con su férrea disciplina. No creo que sea necesario demostrar que la existencia de fracciones lleva a la existencia de diversos organismos centrales y que la existencia de diversas organismos centrales significa la ausencia de un organismo central común en el Partido, el quebrantamiento de la unidad de voluntad, el debilitamiento y la descomposición de la disciplina, el debilitamiento y la descomposición de la dictadura. Naturalmente, los partidos de la II Internacional, que combaten la dictadura del proletariado y no quieren llevar a los proletarios a la conquista del Poder, pueden permitirse un liberalismo como la libertad de fracciones, porque no necesitan, en absoluto, una disciplina de hierro. Pero los partidos de la Internacional Comunista, que organizan su labor partiendo de las tareas de conquistar y fortalecer la dictadura del proletariado, no pueden admitir ni el “liberalismo” ni la libertad de fracciones.

El Partido es la unidad de voluntad, que excluye todo fraccionalismo y toda división del poder dentro del Partido.

De aquí, que Lenin hablara del “peligro del fraccionalismo para la unidad del Partido y para la realización de la unidad de voluntad de la vanguardia del proletariado, condición fundamental del éxito de la dictadura del proletariado”. Esta idea fue fijada en la resolución especial del X Congreso de nuestro Partido “Sobre la unidad del Partido”.

De aquí, que Lenin exigiera “la supresión completa de todo fraccionalismo” y “la disolución inmediata de todos los grupos, sin excepción, formados sobre tal o cual plataforma”, so pena de “expulsión incondicional e inmediata del Partido” (v. la resolución “Sobre la unidad del Partido”).

6) El Partido se fortalece depurándose de los elementos oportunistas. El fraccionalismo dentro del Partido nace de sus elementos oportunistas. El proletariado no es una clase cerrada. A él afluyen continuamente elementos de origen campesino, pequeñoburgués e intelectual, proletarizados por el desarrollo del capitalismo. Al mismo tiempo, en la cúspide del proletariado compuesta principalmente de funcionarios sindicales y parlamentarios cebados por la burguesía a expensas de los superbeneficios coloniales, se opera un proceso de descomposición. “Esa capa dice Lenin de obreros aburguesados o de “aristocracia obrera”, enteramente pequeñoburgueses por su género de vida, por sus emolumentos y por toda su concepción del mundo, es el principal apoyo de la II Internacional, y, hoy día, el principal apoyo social (no militar) de la burguesía. Porque son verdaderos agentes de la burguesía en el seno del movimiento obrero, lugartenientes obreros de la clase de los capitalistas 1/4, verdaderos vehículos del reformismo y del chovinismo” (v. t. XIX, pág. 77).

Todos estos grupos pequeñoburgueses penetran de un modo o de otro en el Partido, llevando a éste el espíritu de vacilación y de oportunismo, el espíritu de desmoralización y de incertidumbre. Son ellos, principalmente, quienes constituyen la fuente del fraccionalismo y de la disgregación, la fuente de la desorganización y de la labor de destrucción del Partido desde dentro. Hacer la guerra al imperialismo teniendo en la retaguardia tales “aliados”, es verse en la situación de gente que se halla entre dos fuegos, tiroteada por el frente y por la retaguardia. Por eso, la lucha implacable contra estos elementos, su expulsión del Partido es la condición previa para luchar con éxito contra el imperialismo.

La teoría de “vencer” a los elementos oportunistas mediante la lucha ideológica dentro del Partido, la teoría de “acabar” con estos elementos dentro del marco de un partido único es una teoría podrida y peligrosa, que amenaza con condenar al Partido a la parálisis y a una dolencia crónica, que amenaza con entregar el Partido a merced del oportunismo, que amenaza con dejar al proletariado sin Partido revolucionario, que amenaza con despojar al proletariado de su arma principal en la lucha contra el imperialismo. Nuestro Partido no hubiera podido salir a su anchuroso camino, no hubiera podido tomar el Poder y organizar la dictadura del proletariado, no hubiera podido salir victorioso de la guerra civil, si hubiese tenido en sus filas a los Mártov y a los Dan, a los Potrésov y a los Axelrod. Si nuestro Partido ha conseguido forjar dentro de sus filas una unidad interior y una cohesión nunca vistas, se debe, ante todo, a que supo librarse a tiempo de la escoria del oportunismo y arrojar del Partido a los liquidadores y a los mencheviques. Para desarrollar y fortalecer los partidos proletarios, hay que depurar sus filas de oportunistas y reformistas, de social-imperialistas y social-chovinistas, de social-patriotas y social-pacifistas.

El Partido se fortalece depurándose de los elementos oportunistas.

Teniendo en las propias filas a los reformistas, a los mencheviques dice Lenin, no es posible triunfar en la revolución proletaria, no es posible defenderla. Esto es evidente desde el punto de vista de los principios. Esto lo confirman con toda claridad la experiencia de Rusia y la de Hungría… En Rusia, hemos atravesado muchas veces por situaciones difíciles, en que el régimen soviético habría sido irremediablemente derrotado si hubiesen quedado mencheviques, reformistas, demócratas pequeñoburgueses dentro de nuestro Partido… En Italia, donde, según la opinión general, las cosas marchan hacia batallas decisivas entre el proletariado y la burguesía por la conquista del Poder del Estado. En tales momentos, no sólo es absolutamente necesario expulsar del Partido a los mencheviques, a los reformistas, a los turatistas, sino que puede incluso resultar útil apartar de todos los puestos de responsabilidad a quienes, siendo excelentes comunistas, sean susceptibles de vacilaciones y manifiesten inclinación hacia la “unidad” con los reformistas… En vísperas de la revolución y en los momentos de la lucha más encarnizada por su triunfo, la más leve vacilación dentro del Partido puede echarlo todo a perder, hacer fracasar la revolución, arrancar el Poder de manos del proletariado, porque este Poder no está todavía consolidado, porque las arremetidas contra él son todavía demasiado fuertes. Si en tal momento, los dirigentes vacilantes se apartan, eso no debilita al Partido, sino que fortalece al Partido, al movimiento obrero, a la revolución (v. t. XXV, págs. 462, 463 y 464).

DECLARACION FINAL DEL XVII ENCUENTRO DEL FORO DE SAO PAULO

DECLARACION FINAL DEL XVII ENCUENTRO DEL FORO DE SAO PAULO
El XVII Encuentro del Foro de Sao Paulo, reunido en Managua, en ocasión del 50 Aniversario de la fundación del Frente Sandinista de Liberación Nacional de Nicaragua y l l6 años del natalicio del General Augusto C. Sandino, contó con la participación de 640 delegados de 48 partidos miembros pertenecientes a 21 países, y 33 invitados de 29 partidos pertenecientes a 15 países de África, Asia y Europa.

Las organizaciones y participantes presentes en el XVII Encuentro debatieron durante cinco días temas de gran interés para los pueblos latinoamericanos y para toda la humanidad, tales como: el proyecto alternativo de las fuerzas populares, progresistas y de izquierda en América Latina y el Caribe; los logros de los gobiernos y parlamentos nacionales, estatales y locales impulsados por los partidos del Foro; la crisis internacional, en todos sus aspectos, económica, alimentaria, energética, climática, social y política; la lucha por la descolonización y la soberanía nacional; las amenazas y tragedias causadas por las políticas del imperialismo y la derecha, tales como el narcotráfico y el crimen organizado que atentan contra la paz, los derechos humanos y los derechos de los pueblos.

Debatimos, también, asuntos de importancia trascendental, como la necesidad de democratización de la información, la comunicación y la cultura; la lucha por ampliar los derechos y la participación de las mujeres, los jóvenes, las etnias y pueblos originarios; la defensa de los derechos de los trabajadores migrantes y sus familias; los desafíos de los movimientos sociales; la temática de la defensa y de la seguridad.

Los partidos políticos participantes del XVII Encuentro, que ya gobernamos una importante cantidad de países en nuestro continente, reafirmamos nuestra firme disposición a seguir construyendo un cambio de época, lo que incluye alcanzar nuevos avances de la izquierda y fuerzas populares y progresistas latinoamericanas y caribeñas en las elecciones de este año 2011; en Argentina, para derrotar a la derecha y profundizar los cambios; en Perú, con un patriota identificado firmemente con la democracia y comprometido con que la prosperidad económica llegue a los sectores empobrecidos de su país, Ollanta Humala; en Nicaragua, con el experimentado combatiente y estadista, líder revolucionario sandinista, Comandante Daniel Ortega; y en Guatemala, con la luchadora por los derechos de nuestros pueblos originarios y Premio Nobel de la Paz, Rigoberta Menchú como candidata de todas las fuerzas unidas de la izquierda en lo que constituye un logro histórico que nos llena de júbilo.

El Foro de Sao Paulo felicita por su valentía y su vocación indeclinable por la democracia, al Presidente Rafael Correa en ocasión del incuestionable triunfo obtenido en el referéndum para el establecimiento de políticas que profundicen el proceso de cambios que se vive en Ecuador.

Las victorias de la izquierda desde la elección del Comandante Hugo Chávez en 1998 hasta el triunfo del FMLN con Mauricio Funes en 2009 expresan nuestra fortaleza política, en parte como resultado del rechazo al neoliberalismo y a la política tradicional; pero sobre todo por la actividad política organizada de la izquierda que de este modo, ha alcanzado no solamente gobiernos nacionales, sino gobiernos locales, gobernaciones territoriales y espacios en los poderes legislativos. Desde estas nuevas posiciones de poder político nos hemos planteado como objetivo el desmontaje del modelo neoliberal y la construcción de una alternativa que responda a las demandas inmediatas e históricas de nuestros pueblos.

Las políticas de gobierno impulsadas por la izquierda y fuerzas populares y progresistas latinoamericanas y caribeñas, orientadas a la redistribución de la riqueza, al control de los recursos naturales, a la creciente participación de los ciudadanos y los sectores sociales en la vida política y, económica acompañada de la correspondiente institucionalización de tales procesos, marcan el rumbo hacia ese proceso de cambios que tiene como punto de referencia inicial, la necesidad de formular y construir proyectos alternativos al neoliberalismo. La redistribución del ingreso, la democratización de la comunicación y la defensa de la soberanía nacional constituyen banderas comunes e indeclinables de las fuerzas de izquierda en el continente.

La superación del neoliberalismo surgirá de la diversidad de los procesos nacionales, de la unidad de las fuerzas progresistas y de izquierda, de su consolidación, de la profundización de los cambios y como parte de ella, de la radicalización de la democracia, lo cual podrá habilitar etapas superiores del desarrollo social. La crisis capitalista en curso representa para los movimientos sociales nuevos desafíos; no solamente la denuncia del modelo neoliberal, sino también la construcción de alternativas históricas.

Las políticas y logros de las fuerzas de izquierda en el gobierno a favor de los sectores populares de nuestro continente se manifiestan en proyectos de construcción social que se corresponden, cada uno de ellos, con lás realidades de los países correspondientes, entre los cuales se ha destacado siempre la Revolución Cubana, en este momento empeñada una vez más en su perfeccionamiento, mediante la actualización de su modelo económico con la más amplia participación popular, lo cual adquiere un significado muy particular teniendo en cuenta que el proceso revolucionario en la mayor de las Antillas ha sido fuente de inspiración para los revolucionarios del mundo, y que sin su contribución no habría sido posible el auge de la izquierda y el movimiento popular en América Latina con la llegada del nuevo siglo.

Nos pronunciamos una vez más repudiando la terrible injusticia, la arbitrariedad, la falta de ética y la doble moral que aplica el imperialismo norteamericano en contra de los cinco héroes cubanos luchadores contra el terrorismo, a quienes se mantiene encarcelados mientras por otra parte, se protege y se absuelve aún de delitos menores a un terrorista confeso y delincuente como Luis Posada Carriles, y mientras se aplica desde hace cincuenta años el más prolongado bloqueo que se haya ejercido en contra de país alguno en el mundo, con el objetivo de rendir por hambre y enfermedades a todo un pueblo por el hecho de haber decidido construir su propio destino de una forma que no es del agrado de los poderosos del mundo.

Procesos revolucionarios y de cambio social progresista se desarrollan en América Latina mostrando con sus políticas y con el impulso del proyectos alternativos, que los intereses populares sólo pueden ser defendidos con efectividad si se cuenta con una fuerza política organizada que presente batalla a la derecha, la oligarquía y el imperialismo. Muestra de ello y de las políticas antes señaladas, además de la Revolución Cubana y su ejemplo ya mencionados antes, son: Nicaragua con su Revolución Sandinista nuevamente en marcha, cristiana, socialista y solidaria; Venezuela con la Revolución Bolivariana y la construcción del socialismo del siglo XXI; El Salvador con el desplazamiento del poder de la oligarquía y la gran madurez del FMLN respecto a sus alianzas en relación con el gobierno que ha iniciado cambios favorables en el país; así como también los grandes cambios en Brasil y Uruguay; Bolivia con la construcción del Estado Plurinacional y el socialismo comunitario; Ecuador con la Revolución Ciudadana; Paraguay alcanzando mejorías notables en las condiciones de vida de su pueblo; Argentina rescatando al país de la postración y la debacle en que lo había sumido el neoliberalismo y promoviendo nuevos derechos.

Con todo, los éxitos obtenidos en las luchas recientes, no deben llevamos a desconocer el peligro que se cierne ante nosotros con el contra-ataque del imperialismo, la derecha y las oligarquías locales en nuestro continente, a cuyo servicio se encuentran listas a actuar en cualquier momento, las bases militares extranjeras en diversos países y territorios coloniales. Asimismo, en sus ataques contra los gobiernos progresistas y revolucionarios la derecha ha recurrido sistemáticamente al fraude electoral, cuyo ejemplo más evidente es el de México; y ha retornado el uso de los golpes de Estado, los cuales han sido derrotados por las fuerzas populares en Venezuela, Bolivia y Ecuador.

El Foro de Sao Paulo reafirma su apoyo al Frente Nacional de la Resistencia Popular de Honduras (FNRP) en su lucha de resistencia contra el gobierno actual que no es sino una prolongación del golpe de Estado perpetrado contra el gobierno legítimo de José Manuel Zelaya. Acompañamos el proceso de mediación en curso para el regreso del Presidente Zelaya.

Reafirmamos que mientras las demandas del FNRP no sean cumplidas, no aceptamos el regreso de Honduras a los espacios internacionales de los que fue correctamente expulsada, tales como la. Organización de Estados Americanos (OEA) y el Sistema de Integración Centroamericano (SICA), el cual se encuentra en una verdadera parálisis como parte de toda una crisis generada por el golpe de Estado.

Reiteramos nuestra firme convicción de que el conflicto interno en Colombia, con profundas raíces históricas y socioeconómicas, solamente puede ser resuelto por la vía de la negociación política. Reafirmamos nuestro apoyo al Polo Democrático Alternativo, partido de la unidad de la izquierda colombiana y único partido de la oposición.

Expresamos nuestra solidaridad con la lucha del pueblo haitiano por la reconstrucción de su país, la superación de las consecuencias de las políticas que lo han llevado a la miseria, incluidas las desplegadas ante los desastres naturales, y en defensa de su soberanía frente al intervencionismo de los EEUU y otras potencias imperialistas.

El XVII Encuentro del Foro de Sao Paulo tiene lugar en momentos particularmente complejos y dramáticos a nivel mundial. Las rebeliones populares en los países árabes, entre las que se destacan Túnez y Egipto nos muestran que los pueblos no permanecen pasivos eternamente, pero también nos recuerdan que la reacción mundial y el imperialismo no permanecerán nunca indiferentes y harán lo que sea para frustrar el empuje revolucionario de esa rebeldía.

Destacamos la flagrante violación de la soberanía nacional de Libia, cuyo pueblo está siendo bombardeado por las fuerzas de la OTAN en lo que constituye un ataque masivo de las potencias imperialistas del mundo contra una sola nación, soberana e independiente que por tanto, tiene el derecho de escoger por sí misma, el régimen socioeconómico y político que más le convenga y que se corresponda con sus propias aspiraciones, su cultura y su forma de ver el mundo y la vida; así como a resolver sin imposiciones externas sus problemas y conflictos internos.

El Foro de Sao Paulo demanda el cese de la agresión imperialista contra el pueblo libio, comenzando con la suspensión inmediata de los bombardeos; de la misma manera que plantea la necesidad de un cese al fuego por ambas partes en conflicto dentro de Libia, poniendo fin a la confrontación fratricida, con el fin de lograr una solución pacífica a la guerra civil, sin condiciones previas que solamente obstaculizan los esfuerzos que puedan hacerse por alcanzar la paz.

En tal sentido, hacemos propias todas las iniciativas que promueven la paz en Libia, tales como las que hicieran el ALBA, la Unión Africana y el grupo integrado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica.

Nos solidarizamos con la lucha del pueblo palestino por la creación de un Estado nacional independiente y saludamos el acuerdo entre sus diversas fuerzas políticas, a la vez que exigimos el restablecimiento de las fronteras existentes en 1967. Saludamos y manifestamos de nueva cuenta nuestro apoyo al pueblo saharaui y la República Árabe Saharaui Democrática por el reconocimiento de su soberanía nacional, y llamamos a la Organización de las Naciones Unidas a intensificar los esfuerzos para que el pueblo saharaui pueda ejercer su derecho a la autodeterminación mediante un referéndum de acuerdo al derecho internacional.

El Foro de Sao Paulo reitera su posición de que el terrorismo no se puede combatir con más terrorismo, desprecio a la soberanía nacional, violencia contra civiles y ejecuciones individuales.

Las élites de poder en los países dominantes han recurrido al estigma del terrorismo para criminalizar la justa lucha de los pueblos por su libertad y en defensa de sus derechos, mientras por otra parte se practica el terrorismo de Estado y en aras de ello se hace uso del pretexto de las acciones “humanitarias”. Asimismo denunciamos la pretensión de EEUU de imponer su agenda de Seguridad Hemisférica, particularmente en algunos países, cuyos gobiernos de derecha impulsan la militarización de la seguridad pública amenazando la democracia, la paz y los derechos humanos.

En un mundo globalizado, donde las fuerzas de la reacción mundial y el imperialismo actúan de manera cada vez más agresiva, y en un momento caracterizado por una de las más profundas e integrales crisis del sistema capitalista, se hacen más necesarios que nunca los procesos de integración, una de las garantías para que nuestro continente tenga una identidad y un peso específico con capacidad de influencia en el mundo actual.

En ese sentido, es oportuno destacar la derrota de la iniciativa norteamericana de la Alianza de Libre Comercio de las Américas (ALCA), y el impulso de alternativas como la Alianza Bolivariana de los pueblos de América Latina y el Caribe (ALBA), iniciativa que se destaca entre los espacios de integración y unión latinoamericana y caribeña, por la práctica sistemática de la solidaridad entre los pueblos, el mejoramiento en las condiciones de vida y en la defensa de los derechos sociales de los sectores populares en los países que forman parte de esta alianza y en otros que sin ser miembros, se han beneficiado de sus proyectos específicos.

Una importantísima expresión de integración continental soberana, es UNASUR, donde los países sudamericanos avanzan en la defensa de los intereses comunes de nuestros pueblos. Saludamos el rol de UNASUR contra los golpes de Estado en Bolivia y Ecuador, y con el acuerdo colombo-venezolano de normalizar sus relaciones. Reconocemos el rol del recientemente fallecido ex presidente argentino Néstor Kirchner como primer secretario general de ese organismo.

Un verdadero acontecimiento histórico se está gestando desde el momento en que unánimemente, los países miembros del Grupo de Río decidieron las conformación de una nueva organización continental que agrupará a todos los países de América Latina y el Caribe: la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC). Demandamos la inclusión de Puerto Rico en ese organismo como una forma de avanzar en la lucha por lograr el reconocimiento pleno de su derecho a la soberanía nacional

La persistencia del colonialismo constituye una situación particularmente grave en nuestro continente, que afecta directamente a Puerto Rico, Martinica, Guadalupe, Curazao, Aruba, Bonaire, la “Guayana francesa” y las islas Malvinas argentinas, lo cual constituye un obstáculo para la realización completa del proceso de integración, a la vez que representa una amenaza para la soberanía de los pueblos de América Latina y el Caribe. El Foro de Sao Paulo reafirma su solidaridad con los pueblos de todos los continentes que luchan por el respeto de su soberanía y se oponen a la dominación y a la explotación.

El imperialismo, la derecha continental y las oligarquías pretenden retardar e impedir la integración continental. Este fue el propósito del ALCA, así como de los Tratados de Libre Comercio y, también, del Acuerdo del Pacífico, firmado en Lima y que reunió a los gobiernos de México, Colombia, Perú y Chile interesados en un Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos y alineados a la política exterior de Washington.

Destacamos que el Foro de Sao Paulo realizará su próximo encuentro en Caracas en solidaridad con la Revolución Bolivariana, con motivo de la instalación de la CELAC y en el marco del Bicentenario de nuestras independencias.

Hay que resaltar la vital importancia que en este XVII Encuentro del Foro de Sao Paulo ha tenido el debate sobre los temas de la estrategia y el modelo alternativo de la izquierda latinoamericana y caribeña, y la unidad de los pueblos de nuestro continente para la defensa de sus intereses frente a las acciones de las grandes potencias que pretenden perpetuar su dominación histórica que nos ha sumido en la miseria y las injusticias sociales. Sólo unidos podremos vencer y esa es la razón de ser del Foro de Sao Paulo como espacio de encuentro de las fuerzas populares, progresistas y revolucionarias que luchan por un continente con justicia, libertad y prosperidad y un futuro socialista para nuestros pueblos.

Es importante destacar que Nicaragua, país sede de este XVII Encuentro del Foro de Sao Paulo, se dispone a un nuevo triunfo de la izquierda latinoamericana y caribeña en el mes de noviembre con su candidato, el Comandante Daniel Ortega a quien brindamos todo nuestro apoyo. El XVII Encuentro del Foro de Sao Paulo concluye expresando su profunda gratitud al pueblo nicaragüense y manifestando su más firme respaldo al triunfo electoral del Frente Sandinista de Liberación Nacional.

VIVA LA UNIDAD DE LOS PUEBLOS DE AMÉRICA LATINA Y CARIBE.

Managua, 20 de mayo de 2011

Presidente Mauricio Funes ante el Consejo de las Américas

Presidente Mauricio Funes ante el Consejo de las Américas
Miércoles 11 de Mayo de 2011

El Presidente de El Salvador, Mauricio Funes, participó como orador en la 41º Conferencia sobre las Américas (COA), este 11 de mayo de 2011, en Washington. La actividad, organizada conjuntamente por el Departamento de Estado de los Estados Unidos y el Consejo de las Américas, se desarrolló en la sede del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), bajo el tema «Oportunidades en una América Cambiante».

La COA es una organización internacional formada por compañías internacionales líderes, que representan un amplio espectro de sectores y con el compromiso común del desarrollo económico y social, el libre mercado, el imperio de la ley y la democracia en todo el Hemisferio Occidental.

El Presidente Funes pronunció su discurso titulado «El Momento de El Salvador», cuyo contenido presentamos a continuación.

Buenos días, permítanme, para comenzar, expresar mi agradecimiento a los organizadores de este encuentro, que me formularon la invitación para exponer esta mañana.
Agradezco también a las autoridades del Departamento de Estado, especialmente, a la Secretaria de Estado, la señora Hillary Clinton, por su amabilidad, hospitalidad y generosidad con que siempre nos recibe.

Pensar en las oportunidades que se abren a partir de los cambios –grandes cambios, habría que enfatizar- que se operan en nuestra América, nos remite de inmediato a nuestros propios sueños.

Los latinoamericanos soñamos con una sociedad que elimine para siempre la violencia, la marginalidad y la injusticia que nos acompañan –con sus más y sus menos- desde nuestra independencia.

Soñamos con una sociedad que honre la vida, en todas sus manifestaciones. La paz, la seguridad, la vida digna, con educación de calidad que nos permita abrirnos paso y avanzar hacia el futuro, con empleos e ingresos justos y suficientes, con plenos acceso a la cultura y a las tecnologías. Es el sueño humilde pero a la vez grandioso que sueña cada uno de nuestros hijos e hijas de toda Latinoamérica.

¿Podemos, acaso, ser más ambiciosos? ¿No es esa vida la que soñamos?

Si me preguntan a mi, como mandatario del más pequeño país del continente, con una historia signada por la violencia, la injusticia y la desigualdad de oportunidades; si me preguntan que deseo para mi pueblo y cuál es el afán que me mueve como Presidente, no vacilaré en decir que quiero esa vida digna para las salvadoreñas y los salvadoreños.

De modo que cuando nos ponemos a pensar en las oportunidades vemos que las mismas aparecen por las circunstancias mundiales, de una parte, pero fundamentalmente por la mirada optimista que tenemos, por ese afán que mueve a los pueblos, por esa esperanza que mueve el motor del cambio y de la búsqueda de superación de los obstáculos y los problemas.

Pero también, y porque no decirlo, porque en las últimas décadas hemos aprendido de la historia y hemos comenzado a manejar mejor los asuntos públicos, las políticas macroeconómicas y los conflictos sociales.

América vive tiempos de cambio. No son cambios violentos, no son sismos; son cambios progresivos, que parecen lentos, pero que avanzan inexorablemente porque son profundos, no se detienen en la superficie de las cosas y están sustentados, en la mayoría de los casos, en procesos democráticos y participativos.

Deseo referirme particularmente a la América Latina; la América morena, plural, multifacética; la América que tiene sus propias características subregionales –el cono sur, los países andinos, el Caribe, Centroamérica- y que, sin embargo, es una comunidad de origen marcada por la lengua, la historia, la cultura.

Antes deseo hacer una breve digresión porque es preciso enmarcar el proceso latinoamericano de sus últimas décadas en el también cambiante contexto mundial.

La segunda mitad del siglo pasado comenzó con la llamada Guerra Fría y parecía que la bipolaridad que dominaba y tensionaba la vida planetaria era una realidad sólida que se proyectaría en el tiempo por un largo período. No fue así. Sólo tres décadas bastaron para que una nueva etapa mundial comenzara a abrirse paso.

En pocos años, aquel escenario que hasta entonces era dominado por un par de actores cambió radicalmente y fue sustituido por una realidad convulsa y compleja en la que aún quedan muchos paradigmas por decidir.

Dos palabras, sin embargo, ayudan a definir la nueva era de nuestro planeta que surgió a partir de esa ruptura y en la que cada vez es más difícil encontrar asideros sólidos sobre los que construir definiciones que abarquen la totalidad.

Esas palabras son, a mi entender, globalización y multilateralismo.

No es mi intención referirme en profundidad a estos fenómenos. Sólo quiero subrayar que asistimos a la aceleración del fin de las hegemonías de los estados, que las integraciones se abren paso y consolidan, que el multilateralismo ha comenzado a ser una voz y una realidad cada vez más frecuente en los foros mundiales.

En efecto, ya no se puede pensar Europa, sin la Unión Europea. Ya no se puede pensar aisladamente en Brasil y Argentina, sin pensar en Mercosur; en fin, ya no se puede pensar el presente y futuro del planeta sin los nuevos “gigantes” que han surgido como fruto del fin de la bipolaridad: China, India Y Brasil, entre otros.En este nuevo contexto ha sido el propio Presidente Barack Obama quien ha señalado el nuevo rumbo: el del liderazgo multilateral. Los vínculos que los Estados Unidos mantienen en la actualidad con la comunidad internacional no son los mismos que sostenía hasta hace apenas un par de décadas.

Pero me interesa aquí destacar que ha sido también el propio Presidente Obama quien ha anunciado la voluntad de construir un nuevo vínculo con la América Latina. Y así ha inaugurado lo que, creo, será el comienzo de una nueva forma de relacionarse entre los Estados Unidos y la América Latina.
Hace más de cuatro décadas, el gran poeta y ensayista mexicano, premio Nóbel y uno de los más grandes intelectuales latinoamericanos, Octavio Paz, escribía que nuestra amada Latinoamérica sólo conseguiría establecer un diálogo, un verdadero diálogo con los Estados Unidos cuando lograra articularse como una sola voz.

Debíamos crecer los latinoamericanos para ser tomados en cuenta por el gran hermano del Norte, que mientras tanto debía también resolver el problema de sus minorías. En ambos casos, el proceso sería la integración. En un caso, integración de los países que, aisladamente, no tienen destino en un mundo cada vez más competitivo. En el otro, integración de esas minorías raciales para mirarse íntegro y luego mirar hacia los otros.
Considero que la reciente gira del Presidente Obama por Brasil, Chile y mi país, El Salvador, es el inicio de un nuevo tiempo. Es la reafirmación de la oportunidad del diálogo adulto, maduro y necesario entre las dos grandes regiones americanas.

Y aquí regreso al proceso latinoamericano.

En los años 50 y 60 se vivió en Latinoamérica –en general- una ola de revoluciones nacionales que significó –para decirlo sintéticamente- el mayor intento para lograr la incorporación de las grandes mayorías a la vida política, económica y social. Fue un proceso de democratización que en Estados Unidos, en general, se interpretó como un proceso que amenazaba sus intereses, lo que llevaba de suyo una cierta incomprensión de la naturaleza más profunda de esas experiencias.

A esos gobiernos populares los enfrentaron las fuerzas conservadoras que usaron sistemáticamente a los militares como ejecutores de los golpes de Estado.

Así, no sólo la América del Sur, sino toda Latinoamérica vivió un cuarto de siglo bajo dictaduras, alguna de ellas verdaderamente sangrientas.
Pero desde los ochenta en adelante, los países latinoamericanos recuperaron su democracia y han desarrollado un proceso continuo de fortalecimiento de sus instituciones democráticas, que hace pensar que los golpes militares son cosa del pasado. Y paralelamente los pueblos avanzan en la conquista de los derechos humanos y sociales que les fueron negados históricamente.

Algo similar ha sucedido en Centroamérica, con excepción de la lamentable experiencia hondureña de 2009. Poco a poco, la locura de las dictaduras y del mesianismo castrense que ensombreció nuestro pasado, ha dado paso a una región que quiere vivir en paz, repito: que apuesta unánimemente por la democracia y el respeto a los derechos humanos y que avanza con decisión para superar la que siempre fue su gran asignatura pendiente: la desigualdad y la injusticia.

Un caso paradigmático, en este sentido, es mi país.

El Salvador vivió una guerra civil, un conflicto armado que enfrentó durante años a hermanos contra hermanos y a partir de 1992, con la firma de los Acuerdos de Paz, inició un proceso de recuperación de su democracia y de sus instituciones.

En ese lapso un solo partido gobernó por cuatro mandatos sucesivos de cinco años cada uno. Dos décadas enteras estuvo Arena en el gobierno y la ex guerrilla, el Frente Farabundo Martí de Liberación nacional, FMLN, se convirtió en la principal fuerza de oposición, con una numerosa representación parlamentaria y con el gobierno de más de 90 alcaldías municipales.

Hasta que en las elecciones de marzo de 2009 el pueblo votó por el cambio, votó por la alternancia, y eligió al candidato del FMLN.
Quiero recordarles que durante la campaña presidencial se agitaba el temor de que la llegada de un gobierno de izquierda significaría la pérdida de las libertades, el caos económico y el enfrentamiento volvería a ocupar el centro de la escena política nacional.

Nada de eso ocurrió. Por el contrario, se vivió una transición ordenada.

El gobierno que presido, consciente de las grandes tareas que había que emprender, de los enormes desafíos por delante, se constituyó como un gobierno plural y de diálogo que convocó de inmediato a la unidad nacional.

En suma, la alternancia ha significado en los hechos un fortalecimiento de las instituciones que era una tarea pendiente.
La independencia de los poderes comenzó a ser una realidad. El diálogo continuo y los consensos como nueva forma de gobernar fueron imponiéndose.

En estos dos años de gobierno hemos instituido el Consejo Económico y Social, que es de carácter consultivo, como un ámbito de participación directa de los empresarios, los trabajadores, las organizaciones sociales y la academia.

Las iniciativas del Órgano Ejecutivo se presentan allí, donde son debatidas y cada sector expresa su opinión y recomendaciones.
A la par, los partidos políticos tienen también un ámbito de participación directa en la Comisión Consultiva, que presido personalmente. Aquí se analizan, debaten y acuerdan los grandes temas de Estado, como etapa previa al envío de los proyectos de ley a la Asamblea Legislativa. De este foro forman parte también los ex presidentes que cumplieron su mandato desde los Acuerdos de Paz en adelante.

Este es un ejercicio de diálogo y consenso inédito que se irá imponiendo por una razón que, a mi juicio, es insoslayable: el pueblo salvadoreño ha apoyado y apoya fuertemente esta nueva forma de gobernar, cansado de las tensiones y enfrentamientos que marcaron largas décadas en el país.
Este es el primero y no menos importante, gran cambio que se ha gestado como resultado del ejercicio de la alternancia política: el cambio en la forma de hacer las cosas, en el ejercicio del poder político y en la construcción de las políticas publicas.

Hemos pasado de una concepción patrimonialista del Estado, en donde este era utilizado para asegurar la acumulación de unos cuantos grupos empresariales, a un ejercicio democrático del poder, donde el gobierno se inspira en el cumplimiento de objetivos nacionales.
Este período de diálogo y concordia debe ser el prefacio del logro de la seguridad y la paz definitiva en El Salvador. Estoy convencido de ello porque observo que el pueblo está convencido de que este es el camino correcto que debemos seguir.

Ahora bien: mientras el proceso democrático se afianza y las instituciones políticas se modernizan, en toda América Latina se está gestando, desde hace pocos años, otro cambio esencial, que es el cambio del paradigma económico y social.

Un cuarto de siglo de predominio de las políticas neoliberales, con modelos basados esencialmente en la especulación financiera, la concentración de la riqueza y la apertura indiscriminada, determinaron el crecimiento de la pobreza, la exclusión y, en muchos casos, la desarticulación del tejido productivo de los países.

La errónea teoría del “derrame” –que prometía crecimiento y bienestar para las grandes mayorías una vez que la cúpula recibiera los grandes beneficios de las economías nacionales- mostró crudamente su falacia.

La crisis desatada en el sistema financiero a partir de 2008 golpeó duramente a nuestros países, en particular a aquellos con economías más dependientes del mercado norteamericano, como es el caso de El Salvador.

Sin embargo, esa misma crisis sirvió para confirmar que el nuevo modelo de gestión económica y social que venía implementando Brasil o Chile, por ejemplo, era un camino viable y necesario. De hecho, Brasil tal vez haya sido el país que menos sufrió la crisis de 2008, precisamente porque había desarrollado fuertemente su aparato productivo, había diversificado sus mercados y había convertido a la lucha contra la pobreza en un factor clave de su nueva política económica.

Nuestra economía –hablo ahora esencialmente de El Salvador, pero podríamos extender el mismo análisis a otros países de Centroamérica y el Caribe- sufrió en las dos últimas décadas la pérdida de su tejido productivo y una cada vez mayor dependencia del mercado norteamericano.
Debido al abandono a que fue sometida la agricultura ahora debemos importar el 30% del frijol; el 70% del arroz, el 30% del maíz y más del 90% de las frutas y hortalizas que consumimos los salvadoreños.

Al iniciar nuestra gestión el país estaba endeudado en un poco menos del 50% del Producto Bruto Interno y sufríamos las consecuencias de dos crisis convergentes: de un lado, la crisis financiera mundial; y del otro, la crisis acumulada de 20 años de erróneas apuestas económicas, que significaron un gran incremento de la concentración de la riqueza y la injusticia distributiva.

El Salvador padece de una elevada pobreza estructural, fruto de aquel mismo modelo de concentración que hemos comenzado a desmontar paulatinamente.

Déjenme decirles que la concentración no había sido sólo económica. Había sido también política. El mismo partido de gobierno dominaba la Asamblea Legislativa y el Poder Judicial. A tal punto que aún los nostálgicos de aquel régimen ven el actual proceso de recuperación institucional, de democratización real y de independencia de poderes como factores de inseguridad.

Los ministros y funcionarios del área económica de los gobiernos se elegían en las oficinas de los cuatro o cinco grandes grupos empresariales o en las oficinas de las gremiales empresariales controladas por estos mismos grupos que se aseguraban de ese modo sostener y ampliar el régimen de privilegios que les garantizaba la más alta rentabilidad.

Sin virajes traumáticos, en dos años se está generando una democratización real del país y se ha comenzado a sentar las bases de un nuevo modelo de gestión económica y social.

Se ha creado un Sistema de Protección Social Universal sin precedentes para atender las necesidades dramáticas de amplísimos sectores sociales sumergidos en la pobreza y la exclusión.

Paralelamente, hemos comenzado a recuperar la productividad del campo salvadoreño y a generar las bases de un sistema financiero destinado en esencia a financiar el proceso productivo, mientras la banca privada opera casi con exclusividad con préstamos para el consumo.

Después de dos años de una férrea disciplina fiscal, de promoción de las actividades productivas el país ha comenzado a recuperar el ritmo del crecimiento. En el año 2009 registramos una caída del -3.8 % del PIB. En 2010 se detuvo la caída y ya este año estaremos creciendo al 2,5%.

El primer trimestre de este año muestra una evolución alentadora de los principales indicadores económicos: han crecido las exportaciones; las remesas de los salvadoreños radicados en el exterior han aumentado también; sectores como la construcción –que fue quien más sufrió la crisis-, la maquila y la agricultura han recuperado visiblemente la actividad, al punto que ya se están recuperando los puestos de trabajo que se perdieron como resultado de la crisis de los años anteriores.

De todos modos, para lograr los objetivos trazados la economía de El Salvador necesita crecer a una tasa cercana al 4% al final de 2014, generar al menos 250 mil nuevos empleos decentes, ejecutar proyectos de inversión pública, aumentar las exportaciones al menos en 20% y mantener la inflación cercana al 2.8% al final de 2014.

Asimismo, El Salvador debe reducir el déficit fiscal en relación al PIB a un nivel inferior al 2.0% al final del período, disminuir la deuda externa pública en relación al PIB a un nivel inferior al 46% al final del período, y lo más importante, reducir la pobreza entre 12 y 15 puntos porcentuales en 5 años.
Evidentemente, este Plan requiere de los recursos necesarios en materia de inversión y de tributación. Es por ello que se ha abierto en el seno del Consejo Económico y Social el debate tendiente a alcanzar con todas las fuerzas vivas del país un Pacto Fiscal, que será en verdad un pacto de nación.

Actualmente la carga tributaria del país porcentaje de los ingresos fiscales en relación con el Producto Interno Bruto (PIB) del país es de apenas el 14,1%. Desde ya, en el Consejo Económico y Social, antes de hablar sobre impuestos, debemos acordar en qué debemos invertir el gasto público, cómo podemos apoyar temas estratégicos como la seguridad, cómo vamos a rendir cuentas, qué nivel de déficit y deuda pública estamos dispuestos a asumir.

Allí están, pues, los objetivos presentados, que son realistas y hasta superables, diría yo. Se trata de ponernos de acuerdo y poner en ejecución ese Pacto Fiscal que se constituirá en la base de un programa de desarrollo para la siguiente década.

Señoras, Señores:
El Salvador está a las puertas de una gran oportunidad y somos optimistas en cuanto a las perspectivas ciertas de abrir un proceso cierto de desarrollo estable con inclusión social.

La segunda revisión del acuerdo Stand-By indica que la política fiscal impulsada por el Gobierno ha ayudado a mitigar los efectos de la desaceleración económica, se han logrado proteger las prioridades sociales y se han cumplido todos los criterios de desempeño del programa.

En dos años se ha logrado reducir el déficit fiscal de 5.6% a 4.2 por ciento respecto al Producto Interno Bruto. Y esta reducción en el déficit refleja el aumento en la recaudación de impuestos producto de las reformas fiscales y del control en el gasto.

Y al mismo tiempo, las condiciones objetivas del país y la rica experiencia de profundización democrática han sido factores importantes a la hora en que la administración del Presidente Barack Obama ha elegido –en Latinoamérica- sólo a nuestro país para iniciar su nueva política de cooperación, que es el Asocio para el Crecimiento.

Los equipos de economistas de ambos países ya han finalizado el estudio para determinar cuáles han sido los principales obstáculos para el crecimiento salvadoreño y ya tenemos listo el calendario de trabajo para echar a andar rápidamente este Asocio.

De parte de El Salvador hay estudios y proyectos avanzados así como un marco legal elaborado que será presentado al parlamento para convertirlo en ley que regule esta nueva realidad.

Otras acciones, como la Iniciativa Bridge, que impulsa el Departamento de Estado, coadyuvarían a iniciar un proceso sostenido de crecimiento basado en la inversión privada nacional e internacional.

Por su parte, mi gobierno se ha comprometido a hacer su tarea en esta materia y en un punto esencial, que es un obstáculo insoslayable cuando hablamos de inversión y desarrollo.

Me refiero a la inseguridad reinante en el país y en la región. Me refiero a la lucha contra el crimen organizado, contra las organizaciones que operan en nuestro país, que generan altísimos índices de violencia y criminalidad.

Ustedes bien saben que nuestra región, más Colombia y México, esencialmente, constituyen el territorio de operación de los grandes cárteles de la droga y el crimen. Son organizaciones poderosísimas, que controlan y mueven más dinero que nuestros propios países. Un solo dato, confirma esto: sólo el contrabando de cocaína mueve una cifra en torno de los cien mil millones de dólares. Eso es casi 5 veces el PIB de mi país.

Al inicio de nuestra gestión decidimos dar un giro de 180% grados en materia de Seguridad, respecto de la inacción observada durante las gestiones que nos precedieron. Y resolvimos constituirnos en firmes impulsores de la integración regional de las políticas de seguridad, habida cuenta de que no habrá éxito en esta materia si no damos juntos la buena batalla, que necesariamente incorpora también a los Estados Unidos.
Formulamos iniciativas que están en desarrollo y asumimos ese liderazgo que siempre se requiere cuando se emprende un camino nuevo, cual es la formulación de un Plan Regional de combate al crimen organizado.

Somos consientes que estas son largas batallas, que no se ganan con voluntarismo ni con acciones meramente mediáticas. El esfuerzo que hacemos y que deberemos hacer es muy grande.

Hemos aumentado fuertemente el presupuesto del área de Seguridad del gobierno para llevar 8 mil soldados a las calles y aumentar en más de 4 mil el número de efectivos policiales.

En estos momentos el país enfrenta el desafío de obtener los recursos para atender un presupuesto extraordinario del orden de los 400 millones de dólares para profundizar el Plan de Seguridad. Son fondos que deberán destinarse a incorporar otros 4 mil nuevos policías; ampliar el radio de actuación militar; equipar los sistemas de inteligencia y comunicaciones de las fuerzas del orden. En fin, amigos, amigas: mi gobierno ha resuelto que esta batalla contra el crimen y por la paz y la seguridad es su mayor prioridad, por cuanto no podremos pensar en el futuro desarrollo económico y social del país con los actuales niveles de inseguridad imperantes.

Insisto: soy optimista al pensar que los cambios que se están operando en nuestro continente son alentadores y abren ciertas oportunidades para el despegue definitivo de nuestras naciones.

El asocio de mi país con los Estados Unidos es, desde ya, esa gran oportunidad que puede transformar radicalmente el país para colocarlo en la senda del crecimiento sostenido y para que pueda comenzar a bajar de modo creciente el nivel de pobreza y atraso que hoy tenemos.

Aprovecho la oportunidad para agradecer al Presidente Obama por haber escogido a El Salvador como una de los cuatro países que serán beneficiados con esta iniciativa de Asocio para el Crecimiento, lo que ayudara a identificar los obstáculos que impiden el logro de un crecimiento alto y sostenido.
Para mi gobierno esta iniciativa representa una buena excusa para construir un amplio consenso nacional alrededor de una agenda nacional de desarrollo así como una amplia coalición internacional a favor del desarrollo del país. Una de las grandes apuestas de mi gobierno, como he señalado antes, es la construcción de un nuevo modelo económico y social, inclusivo y eficiente, sustentado en una amplia base empresarial y en el dinamismo de la inversión privada nacional e internacional.

Antes de finalizar quisiera precisar un concepto que me parece esencial para los efectos de este foro.

Actualmente, y no sin razón, existe una visión optimista sobre América Latina: es la región del mundo que mejor resistió y supero la crisis internacional del 2008, y es la región que hoy en día muestra un mejor desempeño económico y una mayor solidez macroeconómica y fiscal. Estos logros son mas significativos si se consideran que han ocurrido en un contexto de consolidación de la democracia y de una reducción notable de la pobreza.
Sin embargo, no debemos empalagarnos con dichos logros, ya que todavía tenemos enormes desafíos que superar para consolidar y hacer sostenibles dichas tendencias y procesos.

En primer lugar, hay que tomar en cuenta que el buen comportamiento económico no ha sido homogéneo. Esta claro que a estas alturas existen dos tipos de países: los productores de materias primas básicas y alimentos, que además tienen una notable diversificación de productos y mercados, y aquellos otros que no producen materias primas básicas y que son importadores netos de petróleo y alimentos, con el agravante de que cuentan con sectores exportadores poco diversificados tanto en términos de productos como de mercados. El primer tipo de países es el que ha salido beneficiado, mientras que el segundo grupo sigue enfrentando los mismos desafíos que en años pasados. Sin dejar de mencionar que la mayor parte de nuestros países siguen registrando inaceptables niveles de desigualdad que son sin duda incompatibles con el objetivo de la consolidación de la gobernabilidad democrática, altos niveles de violencia e inseguridad, producto en buena medida de la existencia del crimen organizado y de la debilidad de sus instituciones.

Este último desafío, la debilidad institucional, pone a la orden del día la necesidad de profundizar nuestras democracias.
Y es que solo alcanzando una sólida democracia, económica y social, podremos salir adelante.

Los problemas de la democracia –digo siempre- se resuelven con más democracia.

El acatamiento a la voluntad popular es el primer paso. Pero la democracia no debe detenerse en el ejercicio del voto. Debemos tener democracia plena para que desde el primero hasta el último de nuestros hijos e hijas tengan pleno acceso a la educación de calidad, a la salud, a la cultura, a los bienes que hacen a una vida digna.
No hay otro objetivo que pueda estar por encima de ese. No hay otra tarea más importante que nos deba distraer de esa batalla por la paz, la seguridad y la vida digna de nuestros pueblos.
Muchas gracias.

Mauricio Funes Cartagena
Presidente de la República
Washington D.C., EE.UU

Pronunciamiento del 1 de mayo 2011 de la Coordinadora Intergremial Rafael Aguiñada Carranza

COMUNICADO DE LA COORDINADORA INTERGREMIAL
RAFAEL AGUIÑADA CARRANZA”
MOVIMIENTO SOCIAL SALVADOREÑO.

El Movimiento Social aglutinado en la Coordinadora Intergremial “Rafael Aguiñada Carranza” con motivo de celebrarse el 1º de mayo día internacional de la clase trabajadora integrada por el sector campesinos, obreros del campo y la ciudad, estudiantes, maestras y maestros, profesionales, sociedad civil, y pueblo en general, ante la actual coyuntura que vive el país MANIFIESTA:

1. Nos encontramos en la medianía del ejercicio del periodo presidencial presidido por Carlos Mauricio Funes Cartagena, quien ha desarrollado grandes esfuerzos por cumplir sus promesas de campaña, es reconocible dicho esfuerzo, sin embargo los cambios estructurales y el combate a la corrupción, evasión y elusión, no se hace sentir.

2. Los efectos de la dolarización se incrementan cada día, ya que dependemos de las políticas monetarias del emisor de dólar (Estados Unidos) lo que hace más vulnerable nuestra precaria economía y disminuye el poder adquisitivo de nuestra población, volviendo inalcanzable el cubrir la canasta básica afectando la calidad de vida.

3. Reconocemos los esfuerzos que en materia de seguridad hace el gobierno, para atender los procesos de desestabilización que hacen los que quieren truncar el proceso de cambios y esperanza que el pueblo anhela, sin embargo se hace necesario profundizar en el combate al narcotráfico, la delincuencia y los delitos de cuello blanco.

4. Es fundamental señalar que en el área de educación, este gobierno ha generado un proceso de cambios en el Sistema Educativo, ello provoca un mejoramiento en la atención de la cobertura, gratuidad y calidad de la educación, favoreciendo a las grandes mayorías. Sin embargo el exiguo presupuesto asignado sigue obstaculizando el logro de los objetivos del milenio.

5. Respecto a la salud, es importante reconocer los cambios efectuados en el Sistema de Salud, especialmente la gratuidad de la consulta, el acercamiento de la atención a la salud comunitaria y la entrega de medicamentos. Sin embargo es preocupante el alza de precios de los medicamentos distribuidos a través de la red de droguerías y farmacias, lo cual lo ha convertido en un negocio inescrupuloso.

6. En el área de generación de empleo, se ha observado algunas iniciativas, estos niveles de generación de empleo no impactan en la disminución de desempleo ya que son mínimos.

Ante la situación señalada, LA COORDINADORA INTERGREMIALRAFAEL AGUIÑADA CARRANZA” al gobierno de la república plantea lo siguiente:
1. Hacer grandes esfuerzos para provocar y llevar adelante cambios estructurales y el combate a la corrupción, evasión y elusión, para que el Estado reciba más fondos y pueda hacer mayor distribución para afrontar los problemas sociales, y se beneficie a las grandes mayorías.
2. Sugerimos a quien corresponda el cumplimiento de la Ley de Bimonetarismo, poniendo en circulación el colón y recuperar la política monetaria nacional, para poder emitir moneda y regular el sistema financiero nacional, esto permitirá una mayor capacidad adquisitiva de la clase trabajadora. Así mismo solicitamos que se emita una Ley de estabilización de precios de los productos de la canasta básica ampliada.
3. Profundizar en el combate frontal del narcotráfico, la delincuencia y los delitos de cuello blanco, esto para generar mayor estabilidad social y confianza de la inversión.
4. Demandamos al gobierno de la república haga grandes esfuerzos para que el presupuesto del Ministerio de Educación se eleve al 6% en relación al Producto Interno Bruto, con ello tendremos la posibilidad real del cumplimiento de los objetivos del milenio y además cambiar la injusticia educativa y democratizar el acceso real a todos los niveles.
5. Demandamos que el gobierno busque los mecanismos y estrategias necesarias para que se apruebe la Ley de Medicamentos y se genere una política de producción, distribución y consumo de medicamentos, esto para provocar la estabilización de precios de medicinas y su abaratamiento.
6. Sugerimos al gobierno que negocie con los banqueros para que los fondos almacenados en las bodegas, se saque y se ponga a la disposición en sistemas crediticios para que el gobierno, las municipalidades y la población en general puedan provocar un nuevo impulso de la economía y el abaratamiento de los intereses bancarios, esto podrá revitalizar la agroindustria y el comercio, todo ello generará más oportunidades de empleo para los/as trabajadores/as.
7. Sugerimos al gobierno acelerar el funcionamiento del foro económico social y el alcance de acuerdos que posibiliten un desarrollo viable del sistema económico, político y social de la nación.
Finalmente reiteramos nuestra disposición en la continuidad de la lucha por las reivindicaciones laborales y económicas.
Solicitamos a la clase trabajadora mantenerse siempre dispuesta a luchar para alcanzar nuevas conquistas económicas y sociales.
Reiteramos nuestro saludo y respaldo a los/as trabajador/as en su día.

VIVA LA COORDINADORA INTERGREMIALRAFAEL AGUIÑADA CARRANZA”,
VIVA EL MOVIMIENTO SOCIAL SALVADOREÑO
¡VIVA EL 1º DE MAYO!
ANDES 21 DE JUNIO; SITADMES-ANDES 21 DE JUNIO; SITRAISNA; SITRAMIGOB; MOTUES; SECTOR PROFESIONAL; COORDINADORA NACIONAL DE MUJERES.
SINDICATOS DE FESTES: SECTOR AZUCARERO: INGENIO EL ANGEL, INGENIO JIBOA, LA MAGDALENA; SECTOR DE MAQUILAS: SINDICATO GENERAL DE COSTURERAS, SINDICATO GREMIAL DE TRABAJADORES DEL VESTIDO, SINDICATO POR EMPRESA CONFECCIONES GAMA; SECTOR JUDICIAL. SEJES 30 DE JUNIO; MOLINOS DE EL SALVADOR; SINDICATO DE EMPLEADOS DEL ISSS; SINDICATO DE LA INDUSTRIA AEROPORTUARIA DE EL SALVADOR.

Palabras del Salvador Sánchez Cerén, en ocasión de la conmemoración del Primero de Mayo 2011

Primero de Mayo, palabras Salvador Sánchez Cerén
Escrito por Administrator
Lunes, 02 de Mayo de 2011 11:47

Palabras del Salvador Sánchez Cerén, Vicepresidente de la República de El Salvador, en ocasión de la conmemoración del Primero de Mayo.

San Salvador 1 de mayo de 2011

Saludos,

Quiero reconocer a los organizadores de esta marcha. A los organizadores que han hecho posible que miles y miles de salvadoreños marchen por estas calles. Esta es una muestra de la fuerza de la clase trabajadora junto al pueblo, junto al FMLN y junto a su gobierno.

Quiero saludar a la Concertación Social por Un País Sin Hambre y Seguro,

Al Frente Sindical Salvadoreño,

A la Confederación Sindical de Trabajadores de El Salvador,

Al Movimiento Patria para Todos

Al Frente Social por un Nuevo País,

A las organizaciones sindicales, estudiantiles y sociales,

Y un saludo especial a la dirección de mi partido, ese partido heroico que ha construido historia en este país,

A nuestros militantes,

Es un honor para mí dirigirme a ustedes, a los trabajadores y a nuestros militantes porque primeramente les tengo respeto, pero no solo respeto, los admiro y además les tengo el profundo cariño de ser ustedes los actores de la historia en El Salvador. Ahora la clase obrera esta llamada a ser el cambio profundo en este país.

Hace un año, en este mismo lugar, bajo una torrencial lluvia, juntos: el pueblo y el FMLN estuvimos acá, ahora sigue entrando la marcha, miles de trabajadores están en sus hogares y sabemos que están escuchando esta transmisión a través de Radio Maya Visión.

Por eso quiero enviarles a todos ellos en este día tan especial Primero de Mayo, que estamos de nuevo acá para rendir homenaje a la clase social trabajadora que con su esfuerzo, trabajo y entrega, dinamiza la vida productiva y económica del país.

El Frente Farabundo Martí FMLN” saluda a los trabajadores y trabajadoras de todo el mundo, en el día internacional del trabajo a 125 años del inicio de sus luchas por los derechos de los trabajadores y se solidariza con la defensa de sus conquistas laborales.

En especial el FMLN saluda a los trabajadores y trabajadoras de El Salvador, que hoy marcharon por las principales calles de la capital exigiendo salario justo y digno, medidas que enfrenten el alto costo de la vida y exigen se les garantice la seguridad alimentaria, la generación de empleo y además garantizar una política que priorice el agro, como eje importante de la reactivación económica del país.

Queremos decirles, hermanos y hermanas, compañeras y compañeros que apoyamos totalmente su causa por justa y que busca el bien común. Les apoyaremos desde las instancias del Estado en que participamos y sus reivindicaciones son el fundamento de nuestra lucha política.

Queremos recordad que hace un año hacíamos un balance del camino recorrido hasta entonces y concluíamos que teníamos que seguir profundizando los cambios. Que las verdaderas transformaciones apenas están comenzando y que en este momento de transición es el tiempo de crear y sembrar las bases de una nueva sociedad realmente democrática, de una nueva generación que goce de igualdad de condiciones y apuntalar las bases del cambio.

Hoy, en el 2011, aquí estamos de nuevo, marchando juntos las y los trabajadores, el pueblo y el FMLN, para ratificar que nuestro partido siempre está y estará al lado de ustedes compañeros y compañeras.

Reconocemos la importancia de la lucha de las y los trabajadores, su unidad y el compromiso con el bienestar de la humanidad y en especial del pueblo salvadoreño.

La voz, la organización y su compromiso con el bien común conmocionan a todo nuestro planeta: África, Europa, El Mundo Árabe, atraviesa importantes luchas y en América Latina, el agotamiento y la derrota de la política neoliberal inició un proceso de cambios y transformaciones que siguen en marcha y los trabajadores son los llamados a defenderlas.

Especial mención merece el proceso revolucionario de los trabajadores cubanos en la defensa de su revolución socialista, su pueblo liderado y conducido por su Presidente el General de Ejército Raúl Castro, quien realiza profundos cambios para garantizar los ideales y principios del socialismo en una nueva realidad que vive Cuba y el mundo

Sabemos que en El Salvador la lucha de las y los trabajadores, en las diferentes etapas históricas ha dado una contribución a los cambios y transformaciones. Su participación y compromiso con el pueblo fue fundamental para la victoria electoral del FMLN en el 2009 y sacar a ARENA del gobierno y no dudamos de ese compromiso y participación para hacer realidad este proceso de cambios que ha iniciado El Salvador.

Después de los Acuerdos de Paz El Salvador se convirtió en una sociedad más estable, en un proceso de construcción democrática que todos admiran por la capacidad que ha tenido este pueblo de enrumbarse por medio del diálogo y la concertación.

En El Salvador, estamos en un proceso de consolidación democrática que tiene que ver con nuevas instituciones, mayor tolerancia y también con una cultura de respeto, diferente a la cultura que existía antes de los Acuerdos de Paz, en la que los conflictos se resolvían con enfrentamientos. Ahora, las diferencias las buscamos resolver mediante el diálogo.

Somos una sociedad que en 18 años ha ido sentando las bases de esa cultura democrática y de una sociedad más firme, más sólida, más justa.

Pero hay momentos en que se presentan coyunturas complejas, como ahora, y es allí en donde el trabajador y la trabajadora, con su conciencia política, sabe distinguir de dónde vienen esas voces perturbadoras y planteamientos cortoplacistas.

Hoy en este nuevo escenario, con una nueva crisis internacional no sólo económica sino también financiera, alimentaria, ambiental y política, El Salvador no está libre de los efectos de esas crisis mundiales. Nos afecta como afecta a todos los países del mundo. En todo el planeta hay encarecimiento de materias primas y por ende de algunos alimentos. Los precios de los hidrocarburos hacen que se disparen a límites insostenibles los precios de muchos productos.

Nosotros lo hemos sentido, ningún país está exento de esta realidad. En El Salvador nuestra dinámica económica depende en gran medida de la importación. No todo lo que consumimos lo producimos, para mantener viable la economía debemos importar desde granos básicos, materia prima hasta todo tipo de comestibles y productos, no somos un país industrial, no tenemos petróleos.

Dependemos de ese círculo peligroso de los vaivenes internacionales. Por eso nuestro gobierno y el presidente Mauricio Funes ha puesto especial empeño en encontrar salidas viables a esta realidad compleja.

Tenemos que terminar de derrotar las políticas neoliberales en nuestro país, construir un nuevo modelo que viabilice las justas demandas de los trabajadores.

Este Gobierno de alianzas, en el que el FMLN tiene una significativa participación, ha iniciado cambios en ese camino, por ello el FMLN debe trabajar junto al pueblo trabajador, por conquistar un gobierno en donde el partido y la clase trabajadora logren las aspiraciones de justicia y bienestar para todos, y estamos dispuestos a construir la mayor alianza posible para hacerlo realidad, y no dudamos que el pueblo trabajador será la base fundamental de esta nueva alianza.

Por ello no nos extraña que algunos movimientos, organizaciones y dirigentes hayan mostrado su inconformidad de nuestra participación este Primero de Mayo, pues comprendemos que su visión ignora esta realidad y promueven movimientos políticos no partidarios que buscan impedir que el FMLN llegue a gobernar El Salvador. Por ahora les digo que el FMLN es el partido con mayor aceptación en la población, el que tiene mayor credibilidad, el partido más honesto y que cumple con sus promesas. Estos señores se olvidan que la historia del FMLN surge de la identificación con la clase obrera y campesina.

Farabundo Martí, nuestro líder Schafik Hándal, junto a los trabajadores y campesinos iniciaron la lucha contra la dictadura militar y el FMLN concluyó esa gesta heroica y abrió por medio de los Acuerdos de Paz un proceso de construcción de la democracia en El Salvador.

Nuestra historia es la del pueblo trabajador, nuestros anhelos y aspiraciones son construir una sociedad donde el bien común sea para todos y todas.

El Gobierno de El Salvador por medio del Presidente Mauricio Funes, anunció recientemente una serie de medidas para palear la grave situación del costo de la vida y garantizar el acceso a los productos esenciales de la canasta básica. Se anunció medidas destinadas a aliviar el alza del costo de la vida:

1. Aumento del salario mínimo.

2. Subsidio a la electricidad.

3. Reducción de $0.25 centavos por galón en el precio de la gasolina.

4. Subsidio al gas que abarcará a los comedores de mercados, escuelas y organizaciones sin fines de lucro.

5. Venta de frijol a $0.75 centavos.

6. Créditos a la producción agrícola. Se dispondrá de $40 millones para diferentes tipos de crédito de avío con una baja tasa de interés de 4 por ciento. Para la siembra de granos básicos se dará financiamiento de hasta 6 mil dólares con un seguro del 100 % ante desastres naturales. Para la siembra de frutas y hortalizas y la instalación de invernaderos se darán créditos de hasta 500 mil dólares con plazos de entre 7 y 10 años y con dos años de gracia, además de seguro del 80%.

Sabemos que estas medidas son insuficientes, pues la situación exige mayor profundidad, pero debemos de reconocer que el gobierno manifiesta a través de estas medidas su voluntad de favorecer a los trabajadores, a los pobres y a los desposeídos.

Como FMLN le hemos solicitado al Presidente de la República y al gabinete económico que volvamos la vista a la reactivación agropecuaria, desactivada por los gobiernos areneros.

El FMLN ha dicho que tenemos que despertar la agro-industria, tenemos que agilizar los mecanismos de créditos, de insumos agrícolas, dar acompañamiento técnico a nuestros campesinos para volver productiva la tierra. Hay miles y miles de hectáreas de tierra sin producir. Eso no puede seguir así.

Tenemos que dinamizar el mercado agrícola interno. Los campesinos deben producir más, el gobierno garantizar una red de distribución para que los productos lleguen a los mercados y a los supermercados en una lógica de ganar todos en la cadena productiva y de distribución y que el producto llegue a precio módico. El gobierno debe garantizar capacitación técnica y créditos humanos y no leoninos, como ha sido la práctica de los gobiernos anteriores.

Somos conscientes de los problemas que enfrenta el país y estamos luchando con realismo para disminuir su impacto, buscando soluciones y salidas estructurales. Para nadie es un secreto el alto costo de la vida, los niveles de pobreza, la migración y miles de deportados, la enorme dependencia alimentaria, la inseguridad ciudadana; pero todo ello es resultado de ese modelo económico neoliberal que heredamos y queremos transformar.

Quienes liberaron los precios en la lógica perversa del mercado, quienes impulsaron las privatizaciones, eliminaron impuestos y abandonaron totalmente el agro fueron los ARENEROS, en 20 años de gobierno hizo todo para beneficiar a un grupo reducido de empresarios que usufructuaron y sacaron beneficio de las arcas del estado.

La empresa privada nacional debe entender que se necesita más inversión, que esta realidad difícil se agrava aún más por los altos niveles de evasión y elusión fiscal por parte de muchos empresarios, no de todos pero si muchos.

Estos son momentos de sumar, de unirnos todos, debemos enfrentar juntos esta dura realidad, pueblo, partido y gobierno, en un solo bloque, en un solo puño, con decisión y fortaleza.

Hay ejemplos de sociedades que han salido adelante y han sabido desarrollarse y transformarse en condiciones similares a las nuestras.

Este primero de mayo hacemos nuestras las demandas de ustedes las y los trabajadores: exigir a los empresarios que asuman su responsabilidad en relación al alto costo de la vida y la situación nacional, pagando los impuestos que por ley tienen que pagar, mejorar los salarios, generar inversión, crear empleos decentes.

Somos conscientes que la clase trabajadora exige una política de empleo con salarios justos, respeto a la libertad sindical, detener el alto costo de la vida, promover el empleo sin asistencialismo, entre otras demandas.

Desde que asumimos el Gobierno en junio del 2009, nos hemos propuesto mejorar las condiciones de vida y laborales de la familia salvadoreña. A la vez, queremos darle el verdadero significado a la lucha de los trabajadores y trabajadoras; respetando las luchas reivindicativas apegados a los convenios internacionales firmados por El Salvador en la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Ésa gesta y este día son propicios para reflexionar sobre las condiciones laborales en nuestro país. En el pasado, la clase trabajadora fue reprimida, dividida, oprimida y marginada por las dictaduras militares y los gobiernos neoliberales de derecha. Históricamente la clase trabajadora ha estado en desventaja y por ello, en el Gobierno del Cambio estamos comprometidos con sus derechos laborales y con una política social más digna y humana.

Compañeras y compañeros trabajadores, la coyuntura que vive el país no solamente es de crisis económica, sino una situación nueva en lo político, en la aplicación y revalorización de la justicia, ello obedece al cambio que vive el país, en donde los diferentes organismos del Estado tienen autonomía e independencia y hacen los esfuerzos de conducir sus actos sobre el cumplimento y aplicación de nuestra Constitución.

No dudamos que pueden existir sectores y personas que quieran aprovechar este momento para generar desestabilización y zozobra y regresar al pasado.

Debemos defender la constitucionalidad del país, exigir el fortalecimiento institucional y recordar a todos los actores privados, públicos y gubernamentales que la estabilidad y el respeto a la Constitución es fundamental para hacer avanzar el proceso de cambios hacia las transformaciones institucionales de este país.

Desde que asumimos el Gobierno en junio del 2009, nos hemos propuesto mejorar las condiciones de vida y laborales de la familia salvadoreña. A la vez, queremos darle el verdadero significado a la lucha de los trabajadores y trabajadoras; respetando las luchas reivindicativas apegados a los convenios internacionales que El Salvador ha suscrito.

Este día es propicio para reflexionar sobre las condiciones laborales en nuestro país. En el pasado, la clase trabajadora fue reprimida, dividida, hoy eso es historia. La clase trabajadora ha estado en desventaja, hoy eso es historia, hoy el Gobierno y el FMLN estamos junto a los trabajadores.

El futuro que estamos construyendo tenemos que verlo con optimismo, fortalezcamos una alianza viva y dinámica entre pueblo, partido y gobierno, junto a todas las fuerzas productivas del país para que ello nos permita salir del subdesarrollo y la crisis, y seguir impulsando los cambios y sembrando las transformaciones.

Viva la clase obrera

Viva el Primero de Mayo

Viva El Salvador.

La batalla de Libia es la batalla de Nuestra América

La batalla de Libia es la batalla de Nuestra América
En homenaje a Saif Al Arab, mártir de la causa antiimperialista

El verde de la bandera libia simboliza la dignidad de los pueblos que resisten con las armas en la mano las agresiones de los imperios cobijados en la OTAN. La sangre roja de Saif Al Arab representa el sacrificio de los mártires y héroes que acompañan esta lucha por la paz y la justicia.

La batalla de Libia es la batalla de América Latina y el Caribe, y su desenlace impactará sin duda alguna la correlación mundial de fuerzas que se enfrentan alrededor del control de los recursos estratégicos como es el agua y el petróleo.

Una derrota del pueblo libio significará un grave retroceso de los esfuerzos que se hacen desde el Sur por construir un mundo más justo, y la mayor entronización de un orden mundial basado en la fuerza y el saqueo, que pretende repetir el reparto del mundo entre las potencias coloniales de principios del siglo XX.

Y por otra parte, una victoria del pueblo libio representará un significativo avance en la tarea crucial de la humanidad para amarrar las manos de las fuerzas que mediante la guerra pretenden sojuzgar a nuestros pueblos, y así poder atarlos al yugo de un nuevo proyecto de colonialización imperial.
Los imperios pretenden arrebatarle a Libia el petróleo y el agua y humillar a su líder Muamar El Qadafi. Pero la rebeldía ante los imperios es el rostro y el espíritu de los pueblos árabes. Así como es el rostro y el espíritu de nuestro pueblo salvadoreño.

Saludamos desde este rincón del mundo la resistencia heroica del pueblo libio ante los bombardeos genocidas. Libia lleva hoy sobre sus hombros el peso de la dignidad de los pueblos del mundo. Y por tanto nos corresponde, como hombres y mujeres amantes de la paz y la justicia, proclamar desde el fondo de nuestros corazones y con todas nuestras fuerzas: ¡Alto a la guerra de agresión contra Libia! ¡Alto a los bombardeos contra Trípoli! ¡Viva la amistad entre el pueblo libio y el pueblo salvadoreño!

Roberto Pineda
San salvador, 3 de mayo de 2011

Los ríos de la memoria del jaguar rebelde…

Los ríos de la memoria del jaguar rebelde…

“El marxismo consiste de miles de verdades, pero todas se reducen a una frase: Es justo rebelarse”. Mao

En las densas brumas del pasado milenario yacen las huellas de nuestras actuales luchas por el pan y la alegría. La búsqueda de esos pasos, borrados por el viento, es la clave para identificar la energía del sol de la mañana y la tranquilidad de las estrellas que seguirán hilando sueños. Es un viaje a nuestras raíces como nietos del jaguar rebelde. Y pretende también abrir una ventana para observar entre los templos y palacios, al jaguar imperial.

Es que identificar los escenarios de lucha de los siglos pasados, cuando no existen registros escritos, es uno de los grandes desafíos para modelar la cerámica multicolor de nuestros sueños. Y es que sabemos que lenguas con identidad propia existen desde hace 5000 años: la familia lingüística lenca y las lenguas macro-chibchas (paya, sumu).

Los caminos del tiempo del jaguar rebelde

El preclásico (1200-250 dC)

La cuna de la resistencia salvadoreña a los imperios se labró en Chalchuapa. Esta población probablemente lenca, formó parte de la red de intercambios comerciales olmecas, y hablamos del primer milenio antes de Cristo. Es más, hablamos de una aldea agrícola con chozas de muros de adobe y techo de paja del año 1200 a.C., ubicada cerca de la laguna Cuscachapa. Es la aldea más antigua localizada en El Salvador. Sus artesanos producían la cerámica llamada Usulután. Además controlaban el comercio de la obsidiana de Ixtepeque. Inicia el primer momento imperial olmeca.

Trescientos años después, en el año 900 a.C. Chalchuapa es una importante plaza comercial y religiosa y su centro se ha trasladado a El Trapiche, con una edificación de 20 metros, de las más altas de esa época. Es su momento de mayor auge. Y ya han surgido otras poblaciones a lo largo del país: San Nicolás, Barranco Tovar, El Perical, Jayaque y Antiguo Cuscatlán.

Al seguir caminando en el tiempo, llegamos al año 500 aC., surgen nuevas comunidades y se van conformando núcleos culturales. Entre estas se encuentran Santa Leticia (en lo que es hoy Apaneca), Cara Sucia, Tacuscalco, Atiquizaya, Acajutla, Las Flores, Río Grande, El Campanario (valle de El Paraíso) El Cambio (valle de Zapotitan) Cerro El Zapote y Loma de El Tacuazín (valle de Cuscatlán) y Quelepa, en el oriente del país.

Este periodo inicial concluye con la súbita irrupción en el año 250 d C., del volcán de Ilopango que destruye muchas poblaciones y provoca la huida y reubicación de otras. Pero la vida no había terminado y la gente volvió a reunirse para comer y reírse, para observar las estrellas y soñar con los cambios.

El clásico (250-900 dC)

A los pocos años de la debacle ecológica, alrededor del año 300 dC., Chalchuapa fue repoblada. Esta vez se establecieron sus habitantes en Casa Blanca y Tazumal, “pero jamás recuperó el poder que tenía en el preclásico.” Durante este periodo las comunidades del occidente quedaron integradas a la cultura maya. Es el segundo momento imperial, esta vez maya. Y fue en esta época que se construyeron la mayoría de edificaciones.

La población de Cara Sucia en Ahuachapán, alcanza su máximo apogeo entre los años 650-950. Se convirtió en un centro comercial vinculado a la sal. Y además se vinculó con la cultura maya Cotzumalhuapa, de la costa del Pacifico guatemalteca.

La población de El Cambio (Zapotitan) fue abandonada completamente por la erupción mencionada. 200 años después surgió la repoblación de San Andrés, como cabecera de diversas aldeas, ubicada en al confluencia de los ríos Sucio y Agua Caliente. Alcanzó su auge comercial y religioso durante los años 650-1000 dC. Joya de Ceren era una de las aldeas tributarias de San Andrés, y en el año 600 fue cubierta por las cenizas de un volcán cercano.

Quelepa alcanzo su máximo esplendor como centro comercial y religioso durante los años 625 al 1000dC. El año 1000 Quelepa fue misteriosa y completamente abandonada. Y con este fenómeno llega a su término el más importante asentamiento precolombino de la zona oriental. Los tiempos de auge y decadencia son los de la cultura maya.

El post-clásico (900-1524 dC)

A estas alturas de la historia, aparecen las migraciones del norte (900-1200 dC) y la presencia nahua se intensifica. Estos grupos iniciales son identificados como pipiles. Los encontramos en casi todo el país: en el valle de Chalchuapa (Tazumal) al occidente, en el centro, en la parte baja del río Lempa (Loma China) en la parte superior de la cuenca del rio Acelhuate (Cihuatan y Santa María) en la región Metapan-lago de Qüija; en el valle de Sonsonate, en la planicie costera de Acajutla y en la Costa del Bálsamo.

Durante los siglos XIII y XIV se realizaron las últimas migraciones nahuas, entre los que estaban los nonoalcos, llegaron en los años del 1200 al 1350, y representaron por su agresividad y fuerza un peligroso adversario para los pipiles, que se habían establecido siglos antes. En sus incursiones, los nonoalcas destruyeron las redes comerciales establecidas por los pipiles. En Chalchuapa los pipiles fueron desplazados por tribus mayas pokomames, que fueron las que encontraron los españoles a su llegada. Este es el tercer momento imperial, el azteca.

Alrededor del siglo XIII, (circa 1200) Cihuatan y Las Marías, los dos principales sitios del Valle de El Paraíso, fueron destruidos. Este fenómeno se adjudica a la existencia de conflictos con los nonoalcos, quienes al momento de la conquista controlaban parte de territorio salvadoreño. El históricamente documentado Estado de Cuscatlán probablemente corresponde con este grupo indígena.

La conquista (1524-1539)

Todas estas tribus se enfrentaron a la invasión española que penetró el 8 de junio de 1524 bajo el mando de Pedro de Alvarado. Los invasores encontraron que los pipiles controlaban el área entre el río Paz y el río Lempa. Los lencas

entre el río Lempa y el Golfo de Fonseca.

Estos fueron probablemente los habitantes originales del país que fueron luego desplazados por los pipiles. Al norte, cerca de Chalatenango, existía un grupo maya que hablaba el chorti, en el extremo nororiental había un grupo que hablaba el cacaopera, en el sureste, estaban los uluas, y un grupo mangue en el extremo oriental.

Los pipiles contaban con dos grandes señoríos que controlaban dos ciudades-estado: Tecpan-Izalco, cabecera de 15 asentamientos: entre estos Izalco, Caluco, Nahulingo, Nahuizalco, Tacuscalco, etc. Y Cuscatlán, cabecera de 59 pueblos: entre estos Cojutepeque, Nonualco, Tecoluca, Cuscatlán, etc.

Los caminos del tiempo del jaguar imperial: Teotihuacan, Tula, Tenochtitlán, Castilla, Londres, Washington

El preclásico (1200-250 dC)

Los olmecas de la costa del Golfo de México (sur de Veracruz), no construyeron ninguna ciudad imperial. Sus principales centros ceremoniales fueron San Lorenzo, La Venta y Tres Zapotes. Y casi al mismo tiempo que los olmecas surgió en la costa sur del Pacifico la cultura zapoteca, con Monte Alban como su mayor centro ceremonial.

La cultura del jaguar y de las cabezas gigantes, o sea el imperio olmeca inició en los años 1200 aC., y concluyó entre los años 300 a 100 a.C. Su influencia cultural fue enorme. Los olmecas fueron el imperio que mediante la guerra impusieron el primer Tratado de Libre Comercio a los habitantes de Chalchuapa. Y fue con ellos que comenzó la resistencia…

Al otro lado del océano, por el año 1220 aC., los hebreos abandonan Egipto e inician el éxodo hacia Canaán, conducidos por Moisés. Al llegar a Canaán, eligen jueces para enfrentarse a las tribus que ahí habitaban. En el año 1000 surge la monarquía.

En el año 900 aC., los celtas se establecen en el norte de España. En el 700 AC., los griegos establecen colonias en el litoral levantino. En el año 500 aC., los cartagineses conquistan el litoral mediterráneo. En el 209 aC., los romanos inician la conquista de España que tres años después es declarada Hispania, colonia romana. En el año 133 aC., los pobladores de Numancia prefieren morir quemados que convertirse en vasallos de Escipión Emiliano.

Los bretones, un pueblo de origen celta, habitan la isla de Gran Bretaña desde el año 800 aC. En el año 55 aC. Julio Cesar realiza una primera expedición militar. Y logran en el 54 a C. que varias tribus bretonas se conviertan en tributarias del imperio romano. El romano Aulo Plautio invade Britania en el 43 dC y conquista la parte sur. En el año 43 Aulo Plautio es nombrado Cónsul de Britania. El 410 dC., el imperio romano abandona Britania. El 449 invaden los anglos, sajones y jutos. Arturo es el caudillo mítico de la resistencia de los romanos bretones.

El clásico (250-900 dC)

Teotihuacan es la primera ciudad imperial y surge a la historia en los primeros siglos de nuestra era. Y esta grandiosa urbe fue abandonada entre los años 650-750. Duró poco tiempo su gloria. Se cree que estuvo gobernada por una casta teocrática y guerrera conocida como los toltecas. Cara Sucia, San Andrés y Quelepa alcanzaron su auge en este periodo. Asimismo los teotihuacanos dominaron a las altiplanicies mayas. Y son precisamente ellos los que fortalecen la ciudad de Tikal y la convierten en una poderosa urbe maya, en el año 600, la principal de Mesoamérica.

En el año 400 los mayas fundan Kaminaljuyu (ciudad de Guatemala). La cúspide del desarrollo de la civilización maya va del 250 al 900 dC. Y este nivel de desarrollo incluyo a nuestro territorio. En este periodo se establecen las dinastías dinásticas que heredan el poder en línea vertical a sus descendientes. Y los gobernantes empiezan a sentirse dioses y exigen que se les llame señores sagrados, “cuhul ahau.” En el 562 Tikal es derrotada por Kalakmul (ciudad de Belice). La última ciudad-estado maya fue Chichen Itzá. En el año 900 Tikal es abandonada.

Y al otro lado del océano, en el año 409 invasiones germánicas se apoderan de Hispania y ocupan sus provincias, aprovechando la crisis del imperio romano. En el 711 enfrentan una nueva invasión, esta vez del sur, y el último rey visigodo, Don Rodrigo es derrotado por los musulmanes, cae el reino de Toledo. Y los musulmanes conquistaron y se mantuvieron por 800 años.

El post-clásico (900-1524 dC)

Luego de la caída de Teotihuacan, despuntan las ciudades-estado de Xochicalco y Cacaxtla hacia el año 900 dC. Inician las migraciones hacia el sur. Luego aparece Tula, ubicada en el actual estado de Hidalgo, que en su época de mayor desarrollo llego a tener 60,000 habitantes. Durante cuatro siglos fue la metrópoli de los toltecas y su influencia fue muy poderosa. Es en la cultura de esta ciudad-estado que surge el mito de Quetzalcoatl. En el año 1200 Tula colapsa debido a pugnas internas. Es desde esta ciudad que parten las primeras olas migratorias nahuas que llegan inicialmente a Chalchuapa y a la cuenca de El Paraíso. Y todavía faltaba que surgiera otra gran metrópoli imperial.

Cuando en 1519 las tropas españolas divisaron a Tenochtitlán, la capital de los mexicas, quedaron sorprendidas ya que en Europa no existía ciudad que pudiera comparársele. Tenía una población de cerca de 150,000 habitantes. Durante la segunda mitad del siglo XV fue la ciudad más grande de Mesoamérica. Su epicentro ceremonial lo componían78 edificios. Era la urbe que representaba el poder de las belicosas tribus aztecas, que hablaban náhuatl.

Se empezó a edificar en el 1345 dC., al ver la señal de un águila devorando una serpiente sobre un nopal. Doce años después otro grupo mexica fundó Tlatelolco en 1357. En 1521 Tenochtitlán fue destruida y saqueada por los invasores españoles.

Mas al sur del continente, el imperio Inca va del año 1100 a 1532 dC., cuando los invasores al mando de Pizarro españoles capturan al rey Atahualpa, el ultimo emperador inca, en Cajamarca.

En el otro lado del mundo, en el 929 dC., comienza el califato de Córdoba. En el 1085 Alfonso VI reconquista Toledo. En 1248 Fernando III conquista Sevilla. En 1492 con la reconquista de Granada termina la dominación mora. Ese mismo año llegan las tres carabelas a América y se inicia una nueva conquista y surge una nueva resistencia, de la que somos herederos y herederas.

Bibliografía

Educación, Ministerio de. Historia de El salvador. Tomo I. San salvador. 1994

Pastor Rodolfo, Historia de Centroamérica. Editorial Piedra santa. Ciudad de Guatemala. 1995

Pineda, Roberto. Las semillas de la resistencia salvadoreña a los imperios… 22-enero-06 www.ecumenico.org

Manzanilla, Linda. Atlas histórico de Mesoamerica. Larousse. Ciudad de México. 2002.

Walter, Knut. Historia del itsmo centroamericano. Tomo I. Ciudad de Mexico. 2002.

Roberto Pineda

San salvador, 30 de abril de 2011

CHÁVEZ ENTREGA MILITANTE AL ESTADO TERRORISTA COLOMBIANO, PIERDE LA CONFIANZA DE LA IZQUIERDA Y NO GANARÁ LA DE LA DERECHA

CHÁVEZ ENTREGA MILITANTE AL ESTADO TERRORISTA COLOMBIANO, PIERDE LA CONFIANZA DE LA IZQUIERDA Y NO GANARÁ LA DE LA DERECHA

(NOTA POLÍTICA DEL PCB)

El Partido Comunista Brasileño (PCB) manifiesta su indignación con la reciente detención, en Caracas, del militante colombiano Joaquim Pérez Becerra, cuando llegaba de un vuelo procedente de Alemania, y su posterior extradición ilegal y abominable para Colombia.

Ex-concejal de la Unión Patriótica en el municipio de Corinto, Estado de Valle Cauca, y uno de los pocos supervivientes del exterminio de más de 5.000 militantes de esa organización, promovido en los años noventa por el estado terrorista colombiano, Pérez fue obligado a huir de las persecuciones en Colombia y a exilarse en Suecia. Su esposa fue secuestrada por los grupos paramilitares. Actualmente, Pérez es director del portal de noticias ANNCOL, especializado en informaciones alternativas sobre la lucha del pueblo colombiano.

El PCB se suma a la indignación generalizada de todas las fuerzas progresistas del mundo en relación a la detención y a la extradición arbitrarias, hechas de común acuerdo con el servicio de inteligencia colombiano (subordinado a la CIA), violando todos los principios democráticos, jurídicos y de respeto a los derechos humanos. Pérez tiene ciudadanía y una vida legal en Suecia, donde ejerce el periodismo.

La entrega a Colombia de un ciudadano buscado por los servicios de inteligencia de ese país es una verdadera sentencia de muerte, dada la violencia y brutalidad con que son tratados los prisioneros políticos del estado colombiano, que se transformó, como Israel en Oriente Medio, en una gran base militar del imperialismo norteamericano contra América Latina.

Es un error grave el de Chávez imaginar que, cediendo a las presiones, disminuirá la oposición que le hacen la burguesía venezolana y el imperialismo. Por el contrario, mientras más cede, más nuevas exigencias le harán. Sólo le va a agradar al capital si ponga fin a la revolución bolivariana. Y aún así no será perdonado, sino humillado. El ejemplo de Libia muestra que no basta con hacer concesiones.

Además de eso, hay una cuestión de principio. Más que un error, se trata de una traición. ¿Cómo un gobierno que se dice revolucionario puede entregar un militante de izquierda a las fuerzas más reaccionarias de América Latina, sabiendo que su destino será la tortura, o incluso la muerte, en las siniestras prisiones colombianas? ¿Cómo un gobernante que se dice revolucionario puede colaborar con los servicios secretos colombianos y norteamericanos?

Y esta no es la primera concesión de Chávez en esta cuestión de principios. Primero, extraditó para las cárceles españolas a militantes vascos refugiados en Venezuela. Después, repatrió para Colombia a militantes de las FARC y del ELN.

El PCB – con la autoridad de haber apoyado con independencia política, hasta ahora, el gobierno Chávez y, principalmente, el proceso de cambios en Venezuela – hace un llamado a todas las fuerzas progresistas, a las organizaciones sociales y de la juventud, a las organizaciones populares y a los defensores de los derechos humanos en nuestro continente, y al pueblo venezolano, en particular, en el sentido de expresar el firme repudio a la detención y extradición del compañero Joaquim Pérez Becerra.

A estas torpes decisiones de entregar militantes a sus verdugos, se suma ahora una oscura negociación en curso en Caracas, que envuelve a Chávez, a Manuel Zelaya, al dictador hondureño (Porfirio Lobo) y al presidente de Colombia (Santos), con el objetivo de legitimar el golpe de estado en Honduras, con el reconocimiento del gobierno de hecho por parte de la OEA, en pago de algunas concesiones en el campo de la democracia burguesa.

Se trata claramente de una inflexión del gobierno de Chávez a la derecha, rindiéndose a los sectores corruptos y anticomunistas y a los nuevos burgueses que lo cercan y, sobre todo, al capital y al imperialismo. El destino de la llamada revolución bolivariana está ahora en las manos del pueblo venezolano, sobre todo de los trabajadores y del proletariado en general.

Queda aquí nuestra solidaridad militante a los pueblos venezolano y colombiano, a sus organizaciones revolucionarias y, expresamente, al Movimiento Continental Bolivariano (MCB) y a la Agencia de Noticias ANNCOL, que continuarán contando con nuestro Partido en la lucha emancipadora de todos los oprimidos de América Latina.

¡Toda solidaridad a los que luchan!

PCB – Partido Comunista Brasileño

Comisión Política Nacional

Ivan Pinheiro – Secretario General

Edmilson Costa – Secretario de RR II

Rio de Janeiro, 26 de abril de 2011