Semana Santa en Chalchuapa

Lunes, 25 de Abril de 2011 / 09:49 h
Semana Santa en Chalchuapa

Dagoberto Gutiérrez
Todo pareciera como si durante todo el año, toda la ciudad se estuviera preparando para la semana santa, aunque también podría ser que la semana santa se estuviera preparando para la ciudad. Esta es una fervorosa relación bien cuidada y conservada en las esquinas mas recónditas del tiempo, en aquellas donde las telarañas se tejen con hilos celestes de cielo, de nubes y de sentimientos y todos los hilos mecen y estremecen los ojos de la historia. Así es Chalchuapa, un lugar con mucha historia que es, en sí misma, una historia. Asiento de civilizaciones anteriores a la invasión criminal de criminales europeos, después un pueblo rodeado de cafetales, influido por las fronteras cercanas de Guatemala, bañado en sangre en los tiempos de acero de la guerra popular, cuna de héroes y mártires y hoy, una ciudad que se extiende por todas sus orillas, que crece en pobreza pero también en sueños irrenunciables, que parece saber, que no todo lo nuevo es bueno ni todo lo antiguo ha dejado de ser bueno.

Es cierto que entre la Semana Santa y las pirámides del Tazumal y de la Casa Blanca hay una confrontación histórica porque la primera habla de la religión de los invasores y la segunda hablan nosotros. Esto es muy cierto, tan cierto como la luz del amanecer; pero también es cierto que las tradiciones suelen ser adoptadas y hasta adaptadas a los gustos, los colores, los sabores y los olores de los pueblos que han tenido que aceptar, a sangre y fuego, determinadas visiones del mundo y de la vida tras ser derrotados militarmente.

Así ocurre con el cristianismo globalizado por el genio de Pablo de Tarso, que tiene en su Semana Santa una expresión concentrada de los últimos días y horas de su figura central: Jesucristo.

Desde niño me impresionó este personaje, por justo por claro por sencillo y por determinado a cumplir su misión, muy temprano, aún estudiando la primaria en la escuela Francisco Ignacio Cordero, supe que lo había matado el imperio Romano, y aprendí a odiar a todos los imperios, supe también, que siendo judío había sido condenado a muerte por su propia gente organizada en un consejo llamado Sanedrín, este Sanedrín era aliado del Imperio Romano y aseguraba , mas allá de las legiones romanas, el sometimiento del pueblo judío al poder imperial. Eran, en pocas palabras, traidores al pueblo, entendieron que Jesús ni era comprable ni era de este mundo, es decir no era del mundo de los romanos, sino de otro mundo, es decir del mundo de la Libertad y de la independencia, del mundo del pueblo judío libre de cadenas. Este es el drama que se presenta y representa en la Semana Santa, y por supuesto que combina el fervor religioso y la fe en un dios justiciero que aparece derrotado.

Hay una contradicción en esta trama, porque la Semana Santa es la Semana en la que el imperio Romano muestra su poder, el Sanedrín muestra su traición, el pueblo judío muestra su desconocimiento sobre Jesús, y, finalmente, aparece la cruz como expresión de poder y derrota.

En Realidad la Semana Santa, no enfatiza ni desarrolla la figura de la resurrección y resulta que el pueblo es convocado al entierro del crucificado y condenado, pero no es convocado a la victoria de la resurrección, esta, la resurrección, queda al final y en silencio y sin pueblo y sin fe, como si la Semana Santa culminará el viernes Santo y se celebrará la derrota a manos de la traición del Sanedrín y del poder del imperio.

Chalchuapa, aprendió a celebrar la Semana Santa y a combinar muy bien la conmemoración con la celebración, por eso conmemora, la muerte del más justo, del maravilloso y del más humano de los dioses: Jesucristo, y celebra la victoria de la vida sobre la muerte, porque la resurrección es, una victoria de la fe y la confianza de la justicia en el justo, porque la justicia no puede morir, aunque el justo muera, esa resurrección es la resistencia de un pueblo sojuzgado frente a un imperio sojuzgador, y es la vida de un pueblo burlando la muerte del opresor.

Siempre estuve cerca de gente dueña de mucha fe, pero siempre busqué, desde muy pequeño, la relación entre la fe y la persona de carne y hueso que tenía fe.

En verdad cuando iba a misa los días domingo a la parroquia del patrón Santiago, no me impresionaba el lugar físico, sino una cosa rara, una especie de sentimiento abarcante, como una espiritualidad que flotaba en el ambiente, y me intrigó siempre la tenaz confrontación entre el mensaje justiciero del cristianismo y la injusticia reinante en una sociedad cuyos miembros decían ser hijos de Jesús.

Chalchuapa se prepara febrilmente para la Semana Santa, se forman comités, se hace acopio de los materiales, se discute y se decide el diseño de las alfombras, se reúnen febrilmente los que van a ser cargadores el Viernes Santo, se preparan los que participaran en la lavada el día lunes y llevaran las ropas sagradas desde la parroquia hasta el trapiche, portando la ropa en bateas, que portan los hombres seleccionados. Mientras el calor de la época entrega días luminosos, tardes calurosas y noches con estrellas.

Yo aprendí a saborear la Semana Santa en Chalchuapa y también aprendí, allí mismo, a pensar la Semana Santa, a sentirla con el corazón y a pensarla con el cerebro. Allí capturé, sus reverberaciones religiosas y empecé a asumir sus implicaciones ideológicas, por eso es que Chalchuapa es, para mi corazón, un perfume con todos los olores y para mi cerebro una idea con todas las razones.

Hay que ir a Chalchuapa esta Semana Santa para ver esas alfombras y a esa gente tan divina, hay que ir al Tazumal, a las ruinas de Casa Blanca, a la laguna de Cuzcachapa, a comer yuca con chile y chicharrón, hay que ir a bañarse a Galeano y al Trapiche, a visitar los templos de la parroquia y el calvario, y a entender que los pueblos siguen resucitando históricamente a través de sus mártires y sus héroes.

La oligarquía salvadoreña sale en busca de la sociedad civil…

Cada momento histórico determina los sueños y los temores, los ángeles y los demonios de las clases sociales y sus expresiones políticas, gremiales o ideológicas. Así fue con los conquistadores ibéricos, que pusieron su confianza en las espadas y las cruces ensangrentadas para ahuyentar a los espíritus rebeldes que acechaban detrás de cada cerro e incluso detrás de cada mirada de resignación. La resistencia se esconde siempre en los corazones de los que sufren.

A partir del 15 de marzo del 2009 se abre un nuevo amanecer popular y los poderosos descubren que las banderas rojas se alzaban imponentes en los altares de la patria. El viento traía en sus alas la esperanza de la victoria. Y el rostro de Schafik simbolizaba la voluntad de luchar.

Y la oligarquía y el imperio descubren que el sistema de dominación esta de nuevo en peligro, y que su principal instrumento político, el partido ARENA, ha sufrido una humillante derrota. Y hay la necesidad urgente de buscar los caminos para continuar la opresión. Y los más ancianos en la derecha recuerdan que es una experiencia ya vivida.

En 1980 la oligarquía vio por sus ventanas el paso de la marcha de la revolución. Eran tiempos de cambio. Miles de campesinos desafiantes con sus tecomates y sus machetes marchando por el centro de San Salvador, con sus camisas sudadas en esperanza…y los ricos respondieron a este duelo, con las pistolas desenfundadas, y llenaron las calles de cadáveres y decidieron en sus fincas cafetaleras que lo más adecuado era formar la Alianza Republicana Nacionalista para que fueran las elecciones después de los cementerios los que decidieran el destino del país. Y los jóvenes se volvieron guerrilleros y se fueron a vivir y luchar a las montañas…y un día bajaron.

Y ya varias lunas antes en 1932, los abuelos de los actuales hoteleros, observaron sorprendidos como en sus apacibles campos y ciudades, donde ondulaban doradas espigas, y chisporroteaban los yunques, aparecía el manifiesto subversivo de mano en mano y los jornaleros exigían una tortilla adicional para el almuerzo. Y los indígenas decidieron desafiar los soberbios volcanes y metralletas de la oligarquía…y fueron ahogados en el río de la historia. Y los terratenientes estuvieron agradecidos del olor a pólvora que salía de los cuarteles. El peligro había sido eliminado…gracias mi general.

Y antes de esto, los próceres de levita y gabardina, los verdaderos abuelos de los abuelos de los actuales hoteleros, de oficio añileros, se habían enfrentado en las montañas de Zacatecoluca contra la furia del rey de los nonualcos, el abuelo pero de los insurgentes…y su cabeza fue metida en una jaula y colgada en una esquina…

Y es que la historia es como un río que recorre los valles de las comarcas olvidadas. Y hoy los hoteleros, que antes fueron banqueros, y antes fueron dueños de fincas cafetaleras y haciendas añileras y quizás mucho antes de castillos en la antigua patria lejana, hoy están de nuevo preocupados porque han perdido la llave del trono.
Y esta llave misteriosa que esconde el secreto de la primavera ha sido sustraída del aposento del fuego. Y cuando en la amada patria de nuevo extrañas voces se oyeron, que convocaban a la fiesta de la justicia, los poderosos resolvieron observar y visitar a los habitantes de la esperanza.

Y los poderosos encontraron una nueva formula para conjurar la amenaza de los pobres. Y es la de rechazar a los partidos y abrazar a la sociedad civil. Y que haya elecciones pero con candidatos de la sociedad civil, no de los partidos. Y que se elimine la bandera roja del comunismo. Y El Salvador será la tumba…

Y los nietos del jaguar, observan y sonríen porque viene la celebración del primero de mayo y avanzan ya banderas de unidad, y tú vendrás marchando junto a mí, y así veras tu canto y tu bandera florecer…

Roberto Pineda
San Salvador, 18 de abril de 2011

COMUNICADO DEL VIII FORO MESOAMERICANO DE LOS PUEBLOS

Este 10 de Abril concluyeron satisfactoriamente los trabajos del VIII Foro Mesoamericano de los Pueblos, realizado en las instalaciones de la Facultad de Trabajo Social de la Universidad Veracruzana con sede en Minatitlan, Veracruz, contandose con la participación de más de 700
delegados y delegadas de México,Guatemala, El Salvador, Honduras, Panamá, Nicaragua y Costa Rica. Asimismo hubo participantes de Suiza, España, Italia, Estados Unidos, Alemania, Brasil, Colombia y Canadá.

En este Foro se constanto la grave situación de pobreza y violencia que se vive en toda la región y se denuncio que la firma de tratados de libre comercio, así como el llamado Plan Puebla-Panamá ( hoy Proyecto Mesoamerica) han agudizado la miseria, los despojos y la imposición de
megaproyectos hidraulicos, mineros, de infraestructura de comunicaciones y otros que han afectado la población.Se cuestiono a los gobiernos del área mesoamericana, cuyo papel es el promover y proteger los intereses de las grandes corporaciones trasnacionales a costa del bienestar de la población.

Se denuncio la criminalización y persecución en contra de los luchadores sociales y la grave situación de violencia que sufren los migrantes en su tránsito hacia el Norte y la complicidad de los gobienos en esta tragedia,
en particular se denuncio al gobierno de México, por hacer el trabajo sucio al Gobierno de los Estados Unidos. Se denuncio en particular la graves violación a los derechos humanos de las mujeres y los feminicidios que ocurren en todos los países del área.

Los delegados centroamericanos denunciaron la discriminación que sufrieron los y las integrantes del movimiento lésbico-gay por parte de los consulados y embajadas mexicanas las cuales les negaron la expedición visas, en un claro acto de homofobia.

Además se denuncio que el plan del Banco Mundial de mitigación de los impactos del Cambio Climatico y la ampliación del Mercado de Carbono a través de REDD, son soluciones falsas y favorecen la privatización de recursos y territorios indígenas.Por lo cual el Foro se pronunció porque sean los respansables del desastre ambiental quienes lo asuman.

La Plenaria del Foro aprobo la Declaratoria que anexamos y además se pronuncio en solidaridad con los habitantes de Oaxaca, Guerrero y Jalisco que luchan en estos momentos en contra de la construcción de las grandes represas de El Zapotillo, La Parota y Paso de la Reina.Asimismo expreso su solidaridad con la lucha de los pobladores del D.,F. en contra de los megaproyectos como la Supervía Poniente.

Se ratifico la solidaridad con la lucha del pueblo hondureño que en estos momentos sufre una brutal escalada represiva por parte del gobierno de Porfirio Lobo. Además acordó exigirle al gobierno mexicano castigo para los asesinos de Bety Cariño y Jyri Jaakkola, a quienes este Foro rindió un intenso homenaje.

Este VIII Foro Mesoamericano de los Pueblos acordó constituirse como Movimiento Popular de Mesoamerica y crear un comite coordinador e instrumentos de comunicación que le permitan impulsar acciones y campañas conjuntas para enfrentar problemas globales.

PROGRAMA DE TRANSICIÓN: LA AGONÍA DEL CAPITALISMO Y LAS TAREAS DE LA IV INTERNACIONAL (1938)

La situación política mundial del momento, se caracteriza, ante todo, por la crisis histórica de la dirección del proletariado.

La premisa económica de la revolución proletaria ha llegado hace mucho tiempo al punto más alto que le sea dado alcanzar balo el capitalismo. Las fuerzas productivas de la humanidad han cesado de crecer. Las nuevas invenciones y los nuevos progresos técnicos no conducen a un acrecentamiento de la riqueza material. Las crisis de coyuntura, en las condiciones de la crisis social de todo el sistema capitalista, aportan a las masas privaciones y sufrimientos siempre mayores. El crecimiento de la desocupación ahonda a su vez la crisis financiera del Estado y mina los sistemas monetarios vacilantes. Los gobiernos, tanto democráticos como fascistas, van de una quiebra a la otra.

La burguesía misma no ve una salida. En los países en que se vio obligada a hacer su última postura sobre la carta del fascismo marcha ahora con los ojos vendados hacia la catástrofe económica y militar. En los países históricamente privilegiados, vale decir, aquellos en que pueden aún permitirse el lujo de la democracia a cuenta de la acumulación nacional anterior (Gran Bretaña, Francia, Estados Unidos) todos los partidos tradicionales del capital se encuentran en un estado de confusión que raya, por momentos, con la parálisis de la voluntad. El “ New Deal,” pese al carácter resuelto que ostentaba en el primer período sólo representa una forma particular de confusión, posible en un país donde la burguesía ha podido acumular inmensas riquezas. La crisis actual que está lejos aún de haber completado su curso, ha podido demostrar ya que la política del “ New Deal ”, en los EE.UU. como la política del frente popular en Francia, no ofrece salida alguna del impasse económico.

El cuadro de las relaciones internacionales no tiene mejor aspecto. Bajo la creciente presión de ocaso capitalista los antagonismos imperialistas han alcanzado el límite más allá del cual los conflictos y explosiones sangrientas (Etiopía, España, Extremo Oriente, Europa Central…) deben confundirse infaliblemente en un incendio mundial. En verdad la burguesía percibe el peligro mortal que una nueva guerra representa para su dominación, pero es actualmente infinitamente menos capaz de prevenirla que en vísperas de 1914.

Las charlatanerías de toda especie según las cuales las condiciones históricas no estarían todavía “ maduras ” para el socialismo no son sino el producto de la ignorancia o de un engaño consciente. Las condiciones objetivas de la revolución proletaria no sólo están maduras sino que han empezado a descomponerse. Sin revolución social en un próximo período histórico, la civilización humana está bajo amenaza de ser arrasada por una catástrofe. Todo depende del proletariado, es decir, de su vanguardia revolucionaria La crisis histórica de la humanidad se reduce a la dirección revolucionaria.

EL PROLETARIADO Y SU DIRECCION

La economía, el Estado, la política de la burguesía y sus relaciones internacionales están profundamente afectadas por la crisis social que caracteriza la situación pre­-revolucionaria de la sociedad. El principal obstáculo en el camino de la transformación de la situación pre-revolucionaria en revolucionaria consiste en el carácter oportunista de la dirección proletaria, su cobardía pequeño-burguesa y la traidora conexión que mantiene con ella en su agonía.

En todos los países el proletariado está sobrecogido por una profunda inquietud. Grandes masas de millones de hombres vienen incesantemente al movimiento revolucionario, pero siempre tropiezan en ese camino con el aparato burocrático, conservador de su propia dirección.

El proletariado español ha hechos desde abril de 1931 una serie de tentativas heroicas para tomar en sus manos el poder y la dirección de los destinos de la sociedad. No obstante, sus propios partidos (social-demócratas, stalinistas, anarquistas y POUM) cada cual a su manera han actuado a modo de freno y han preparado así el triunfo de Franco.

En Francia, la poderosa ola de huelgas con ocupación de las fábricas, particularmente en junio de 1936, mostró bien a las claras que el proletariado estaba dispuesto a derribar el sistema capitalista. Sin embargo, las organizaciones dirigentes, socialistas, stalinistas y sindicalistas, lograron bajo la etiqueta del Frente Popular, canalizar y detener, por lo menos momentáneamente, el torrente revolucionario.

La marca sin precedentes de huelgas con ocupación de fábricas y el crecimiento prodigiosamente rápido de los sindicatos industriales en los EE.UU. (el movimiento de la C.I.O.) son la expresión más indiscutible de la aspiración más instintiva de los obreros americanos a elevarse a la altura de la misión que la historia les ha asignado. Sin embargo, aquí también las organizaciones dirigentes, incluso la C.I.O. de reciente creación, hacen todo lo que pueden para detener y paralizar la ofensiva revolucionaria de las masas.

El paso definitivo de la I.C. hacia el lado del orden burgués, su papel cínicamente contra-revolucionario en el mundo entero, particularmente en España, en Francia, en Estados Unidos y en los otros países “democráticos”, ha creado extraor­dinarias dificultades suplementarias al proletariado mundial. Bajo el signo de la revolución de octubre, la política conservadora de los “Frentes Populares” conduce a la clase obrera a la impotencia y abre el camino al fascismo.

Los “Frentes Populares” por una parte, el fascismo por otra, son los últimos recursos políticos del imperialismo en la lucha contra la revolución proletaria. No obstante, desde el punto de vista histórico, ambos recursos no son sino una ficción. La putrefacción del capitalismo continuará también bajo el gorro frigio en Francia como bajo el signo de la swástica en Alemania. Sólo el derrumbe de la burguesía puede constituir una salida.

La orientación de las masas está determinada, por una parte, por las condiciones objetivas del capitalismo en descomposición, y de otra, por la política de traición de las viejas organizaciones obreras. De estos dos factores el factor decisivo, es, por supuesto, el primero; las leyes de la historia son más poderosas que los aparatos burocráticos. Cualquiera que sea la diversidad de métodos de los social traidores (de la legislación “social” de Blum a las falsificaciones judiciales de Stalin), no lograrán quebrar la voluntad revolucionaria del proletariado. Cada vez en mayor escala, sus esfuerzos desesperados para detener la rueda de la historia demostrarán a las masas que la crisis de la dirección del proletariado, que se ha transformado en la crisis de la civilización humana, sólo puede ser resuelta por la IV Internacional.

EL PROGRAMANIMO Y EL PROGRAMA DE TRANSICION

La tarea estratégica del próximo período -período pre-revolucionario de agitación , propaganda y organización- consiste en superar la contradicción entre la madurez de las condiciones objetivas de la revolución y la falta de madurez del proletariado y de su vanguardia (confusión y descorazonamiento de la vieja dirección, falta de experiencia de la joven). Es preciso ayudar a la masa, en el proceso de la lucha, a encontrar el puente entre sus reivindicaciones actuales y el programa de la revolución socialista. Este puente debe consistir en un sistema de reivindicaciones transitorias, partiendo de las condiciones actuales y de la conciencia actual de amplias capas de la clase obrera a una sola y misma conclusión: la conquista del poder por el proletariado.

La social-democracia clásica que desplegó su acción en la época del capitalismo progresivo, dividía su programa en dos partes independientes una de otra; el programa mínimo, que se limitaba a algunas reformas en el cuadro de la sociedad burguesa y el programa máximo, que prometía para un porvenir indeterminado el reemplazo del capitalismo por el socialismo. Entre el programa máximo y el programa mínimo no existía puente alguno. La social-democracia no tenía necesidad de ese puente, porque sólo hablaba de socialismo los días de fiesta.

La Internacional Comunista ha entrado en el camino de la social democracia en la época del capitalismo en descomposición, cuando a éste no le es posible tratar de reformas sociales sistemáticas, ni de la elevación del nivel de vida de las masas; cuando la burguesía retoma cada vez con la mano derecha el doble de los que diera con la izquierda (impuestos, derechos aduaneros, inflación “deflación”, vida cara, desocupa­ción, reglamentación policíaca de las huelgas, etc.); cuando cualquier reivindicación seria del proletariado y hasta cualquier reivindicación progresiva de la pequeña burguesía, conducen inevitablemente más allá de los límites de la propiedad capitalista y del Estado burgués.

El objetivo estratégico de la IV Internacional no consiste en reformar el capitalismo, sino en derribarlo. Su finalidad política es la conquista del poder por el proletariado para realizar la expropiación de la burguesía. Sin embargo, la obtención de este objetivo estratégico es inconcebible sin la más cuidadosa de las actitudes respecto de todas las cuestiones de táctica, inclusive las pequeñas y parciales.

Todas las fracciones del proletariado, todas sus capas, profesionales y grupos deben ser arrastradas al movimiento revolucionario. Lo que distingue a la época actual, no es que exima al partido revolucionario del trabajo prosaico de todos los días, sino que permite sostener esa lucha en unión indisoluble con los objetivos de la revolución

La IV Internacional no rechaza las del viejo programa “mínimo” en la medida en que ellas han conservado alguna fuerza vital. Defiende incansablemente los derechos democráticos de los obreros y sus conquistas sociales, pero realiza este trabajo en el cuadro de una perspectiva correcta, real, vale decir, revolucionaria. En la medida en que las reivindicaciones parciales –“mínimum”- de las masas entren en conflicto con las tendencias destructivas y degradantes del capitalismo decadente -y eso ocurre a cada paso, la IV Internacional auspicia un sistema de reivindicaciones transitorias, cuyo sentido es el de dirigirse cada vez más abierta y resueltamente contra las bases del régimen burgués. El viejo “programa mínimo” es constantemente superado por el programa de transición cuyo objetivo consiste en una movilización sistemática de las masas para la revolución proletaria.

ESCALA MOVIL DE LOS SALARIOS Y ESCALA MOVIL DE LAS HORAS DE TRABAJO

En las condiciones del capitalismo en descomposición, las masas continúan viviendo la triste vida de los oprimidos, quienes, ahora más que nunca, están amenazados por el peligro de ser arrojados en abismo del pauperismo. Están obligados a defender su pedazo de pan ya que no pueden aumentarlo ni mejorarlo. No es posible ni necesario enumerar las diversas reivindicaciones parciales que surgen a cada rato de circunstancias concretas, nacionales, locales, profesionales. Pero dos calamidades económicas fundamentales, a saber: la desocupación y la carestía de la vida, exigen consignas y métodos generales de lucha.

La IV Internacional declara una guerra implacable a la política de los capitalistas, que es, en gran parte, la de sus agentes, los reformistas, tendiente a hacer recaer sobre los trabajadores todo el fardo del militarismo, de la crisis, del desorden de los sistemas monetarios y demás calamidades de la agonía capitalista. Reivindica el derecho al trabajo y una existencia digna para todos.

Ni la inflación ni la estabilización monetaria pueden servir de consignas al proletariado porque son las dos caras de una misma moneda. Contra la carestía de la vida que, a medida que la guerra se aproxima, se acentuará cada vez más, sólo es posible luchar con una consigna: la escala móvil de los salarios. Los contratos colectivos de trabajo deben asegurar el aumento automático de los salarios correlativamente con la elevación del precio de los artículos de consumo.

Bajo pena de entregarse voluntariamente a la degeneración, el proletariado no puede tolerar la transformación de una multitud creciente de obreros en desocupados crónicos, en menesterosos que viven de las migajas de una sociedad en descomposición. El derecho al trabajo es el único derecho que tiene el obrero en una sociedad fundada sobre la explotación. No obstante se le quita ese derecho a cada instante. Contra la desocupación, tanto de “estructura” como de “coyuntura” es preciso lanzar la consigna de la escala móvil de las horas de trabajo. Los sindicatos y otras organizaciones de masas deben ligar a aquellos que tienen trabajo con los que carecen de él, por medio de los compromisos mutuos de la solidaridad. El trabajo existente es repartido entre todas las manos obreras existentes y es así como se determina la duración de la semana de trabajo. El salario, con un mínimo estrictamente asegurado sigue el movimiento de los precios. No es posible aceptar ningún otro programa para el actual período de transición.

Los propietarios y sus abogados demostrarán “la imposibilidad de realizar” estas reivindicaciones. Los capitalistas de menor cuantía, sobre todo aquellos que marchan a la ruina, invocarán además sus libros de contabilidad. Los obreros rechazarán categóricamente esos argumentos y esas referencias. No se trata aquí del choque “normal” de intereses materiales opuestos. Se trata de preservar al proletariado de la decadencia, de la desmoralización y de la ruina. Se trata de la vida y de la muerte de la única clase creadora y progresiva y, por eso mismo, del porvenir de la humanidad. Si el capitalismo es incapaz de satisfacer las reivindicaciones que surgen infaliblemente de los males por él mismo engendrados, no le queda otra que morir. La “posibilidad” o la “imposibilidad” de realizar las reivindicaciones es, en el caso presente, una cuestión de relación de fuerzas que sólo puede ser resuelta por la lucha. Sobre la base de esta lucha, cualesquiera que sean los éxitos prácticos inmediatos, los obreros comprenderán, en la mejor forma, la necesidad de liquidar la esclavitud capitalista.

LOS SINDICATOS EN LA EPOCA DE TRANSICION

En la lucha por las reivindicaciones parciales y transitorias, los obreros necesitan, ahora más que nunca, organizaciones de masa, ante todo sindicatos. El auge de los sindicatos en Francia y en los Estados Unidos es la mejor respuesta a las doctrinas ultra-izquierdistas que predicaban que los sindicatos estaban “fuera de época”.

Los Bolchevique Leninistas se encuentran en las primeras filas de todas las formas de lucha, aún allí donde se trata de los intereses de los más modestos de la clase obrera. Toman parte activa en la vida de los sindicatos de masa, preocupándose de robustecer y acrecentar su espíritu de lucha. Luchan implacablemente contra toda las tentativas de someter los sindicatos al estado burgués y de maniatar al proletariado con “el arbitraje obligatorio” y todas las demás formas de intervención policial, no sólo son fascistas sino también “democráticas”. Solamente sobre la base de ese trabajo es posible luchar con buen éxito en el seno de los sindicatos contra la burocracia reformista incluidos los stalinistas. Las tentativas sectarias de crear o mantener pequeños sindicatos “revolucionarios” como una segunda edición del partido, significa en el hecho la lucha por la dirección de la clase obrera. Hace falta plantear aquí como un principio inconmovible: el auto-aislamiento cobarde fuera de los sindicatos de masas, equivalente a la traición a la revolución, es incompatible con la pertenencia a la IV internacional.

Al mismo tiempo la IV Internacional rechaza y condena resueltamente todo fetichismo de los sindicatos, propio de los treadeunionistas y de los sindicalistas.

a) Los sindicatos no tienen, y, por sus objetivos, su composición y el carácter de su reclutamiento, no pueden tener un programa revolucionario acabado; por eso no pueden sustituir al partido. La creación de partidos revolucionarios nacionales, secciones de la IV Internacional, es el objetivo central de la época de transición.

b) Los sindicatos, aún los más poderoso, no abarcan más del 20 al 25 de la clase obrera y por otra parte, sus capas más calificadas y mejor pagadas. La mayoría más oprimida de la clase obrera no es arrastrada a la lucha sino episódicamente en los períodos de auge excepcional del movimiento obrero. En estos momentos es necesario crear organizaciones ad-hoc, que abarquen toda la masa en lucha los comités de huelga, los comités de fábrica, y en fin, los soviets.

c) En tanto que organizaciones de las capas superiores del proletariado, los sindicatos, como lo atestigua toda la experiencia histórica, comprendida en ella la experiencia fresca aún de los sindicatos anarco-sindicalistas de España, desenvuelven poderosas tendencias a la conciliación con el régimen democrático burgués. En los períodos agudos de lucha de clases, los aparatos dirigentes de los sindicatos se esfuerzan por convertirse en amos del movimiento de masas para domesticarlo. Esto se produce ya en ocasión de simples huelgas, sobre todo con la ocupación de las fábricas, que sacuden los principios de la propiedad burguesa. En tiempo de guerra o de revolución, cuando la situación de la burguesía se hace particularmente difícil, los jefes de los sindicatos se transforman ordinariamente en ministros burgueses.

Por todo lo que antecede las secciones de la IV Internacional deben esforzarse constantemente no sólo en renovar el aparato de los sindicatos proponiendo atrevida y resueltamente en los momentos críticos nuevos líderes dispuestos a la lucha en lugar de funcionarios rutinarios y carreristas, sino también de crear en todos los casos en que sea posible, organizaciones de combate autónomas que respondan mejor a los objetivos de la lucha de masas contra la sociedad burguesa, sin arredrarse, si fuese necesario, frente a una ruptura abierta con el aparato conservador de los sindicatos. Si es criminal volver la espalda a las organizaciones de masas para contentarse con ficciones sectarias, no es menos criminal tolerar pasivamente la subordinación del movimiento revolucio­nario de las masas al contralor de pandillas burocráticas abiertamente reaccionarias o conservadoras disfrazadas de “progresistas”. El sindicato no es un fin en sí, sino sólo uno de los medios a emplear en la marcha hacia la revolución proletaria.

LOS COMITES DE FABRICA

EI movimiento obrero de la época de transición no tiene un carácter regular e igual sino afiebrado y explosivo. Las consignas, lo mismo que las formas de organización, deben ser subordinadas a ese carácter del movimiento. Huyendo de la rutina como de la peste, la dirección debe prestar atención a la iniciativa de las masas.

Las huelgas con ocupación de fábricas, una de las más recientes manifestaciones de esta iniciativa, rebasan los límites del régimen capitalista normal. Independientemente de las reivindicaciones de los huelguistas, la ocupación temporaria de las empresas asesta un golpe al ídolo de la propiedad capitalista. Toda huelga de ocupación plantea prácticamente el problema de saber quién es el dueño de la fábrica: el capitalista o los obreros.

Si la ocupación promueve esta cuestión episódicamente, el comité de fábrica da a la misma una expresión organizada. Elegido por todos los obreros y empleados de la empresa, el comité de fábrica crea de golpe un contrapeso a la voluntad de la administración.

A la crítica reformista de los patrones del viejo tipo, los “patrones de derecho divino”, del género de Ford, frente a los “buenos” explotadores “democráticos”, nosotros oponemos la consigna de los comités de fábrica como centro de lucha contra unos y otros.

Los burócratas de los sindicatos se opondrán, por regla general, a la creación de comités, del mismo modo que se oponen a todo paso atrevido en el camino de la movilización de las masas. Sin embargo, su oposición será tanto más fácil de quebrar cuanto mayor sea la extensión del movimiento. Allí donde los obreros de la empresa están ya en los períodos “tranquilos” totalmente comprendidos en los sindicatos, el comité coincidirá formalmente con el órgano del sindicato, pero renovará su compo­sición y ampliará sus funciones. Sin embargo, el principal significado de los comités es el de transformarse en estados mayores para las capas obreras que, por lo general, el sindicato no es capaz de abarcar. Y es precisamente de esas capas más explotadas de donde surgirán los destacamentos más afectos a la revolución.

A partir del momento de la aparición del comité de fábrica, se establece de hecho una dualidad de poder. Por su esencia ella tiene algo de transitorio porque encierra en sí dos regímenes inconciliables: el régimen capitalista y el régimen proletario. La principal importancia de los Comités de Fábrica consiste precisamente en abrir un período pre-revolucionario, ya que no directamente revolucionario, entre el régimen burgués y el régimen proletario. Que la propaganda por los Comités de Fábrica no es prematura ni artificial, lo demuestra del mejor modo la ola de ocupación de fábricas que se ha desencadenado en algunos países. Nuevas olas de ese género son inevitables en un porvenir próximo. Es preciso iniciar una campaña en pro de los comités de fábricas para que los acontecimientos no se tomen de improviso.

EL “SECRETO COMERCIAL” Y EL CONTROL OBRERO SOBRE LA INDUSTRIA

El capitalismo liberal basado en la concurrencia y la libertad de comercio se ha eclipsado en el pasado. El capitalismo monopolizador que lo reemplazó, no solamente no ha reducido la anarquía del mercado, sino que, por el contrario, le ha dado un carácter particularmente convulsivo. La necesidad de un “control” sobre la economía, de una “dirección” estatal, de una “planificación” es reconocida ahora – al menos verbalmente – por casi todas las corrientes del pensamiento burgués y pequeño-burgués, desde el fascismo hasta la social-democracia. Para el fascismo se trata sobre todo de un pillaje “planificado” del pueblo con fines militares. Los social-demócratas tratan de desagotar el océano de la anarquía con la cuchara de una “planificación” burocrática. Los ingenieros y los profesores tratan de convertirse en tecnócratas. Los gobiernos democráticos tropiezan en sus tentativas tímidas de “reglamentación” con el sabotaje insuperable del gran capital.

El verdadero nexo entre explotadores y “controladores” democráticos se revela en el hecho de que los señores “reformadores” poseídos de una santa emoción, se detienen en el umbral de los trusts con sus “secretos” industriales y comerciales. Aquí reina el principio de “no intervención”. Las cuentas entre el capital aislado y la sociedad constituyen un secreto del capitalismo: la sociedad no tiene nada que ver con ellas. El “secreto” comercial se justifica siempre, como en la época del capitalismo liberal, por los intereses de la “concurrencia”. En realidad los trusts no tienen secretos entre sí. El secreto comercial de la época actual es un constante complot del capital monopolizador contra la sociedad. Los proyectos de limitación del absolutismo de los “patrones de derecho divino” seguirán siendo lamentables farsas mientras los propietarios privados de los medios sociales de producción puedan ocultar a los productores y, a los consumidores la mecánica de la explotación, del pillaje y del engaño. La abolición del “secreto comercial” es el primer paso hacia un verdadero control de la industria.

Los obreros no tienen menos derechos que los capitalistas a conocer los “secretos” de la empresa, de los trusts, de las ramas de las industrias, de toda la economía nacional en su conjunto. Los bancos, la industria pesada y los transportes centralizados deben ser los primeros sometidos a observación.

Los primeros objetivos del control obrero consisten en aclarar cuales son las ganancias y gastos de la sociedad, empezando por la empresa aislada, determinar la verdadera parte del capitalismo aislado y de los capitalistas en conjunto en la renta nacional, desenmascarar las combinaciones de pasillo y las estafas de los bancos y de los trusts; revelar, en fin, ante la sociedad el derroche espantoso de trabajo humano que resulta de la anarquía del capitalismo y de la exclusiva persecución de la ganancia.

Ningún funcionario del estado burgués puede llevar a cabo esa tarea, cualesquiera que sean los poderes de que fuera investido. El mundo entero ha observado la impotencia del presidente Roosevelt y del presidente del consejo León Blum frente al complot de las “60” o de las “200” familias de sus respectivos países. Para quebrar la resistencia de los explotadores se requiere la presión del proletariado. Los comités de fábrica y solamente ellos pueden asegurar un verdadero control sobre la producción llamando en su ayuda como consejeros y no como tecnócratas a los especialistas honestos y afectos al pueblo: contadores, estadísticos, ingenieros, sabios, etc…

En particular la lucha contra la desocupación es inconcebible sin una amplia y atrevida organización de “grandes obras públicas”. Pero las grandes obras no pueden tener una importancia durable y progresiva, tanto para la sociedad como para los desocupados, si no forman parte de un plan general, trazado para un período de varios años. En el cuadro de un plan semejante los obreros reivindicarán la vuelta al trabajo, por cuenta de la sociedad, en las empresas privadas cerradas a causa de la crisis. El control obrero en tales casos sería sustituido por una administración directa por parte de los obreros.

La elaboración de un plan económico, así sea el más elemental, desde el punto de vista de los intereses de los trabajadores y no de los explotadores, es inconcebible sin control obrero, sin que la mirada de los obreros penetre a través de los resortes aparentes y ocultos de la economía capitalista. Los comités de las diversas empresas deben elegir, en reuniones oportunas, comités de trusts, de ramas de la industria, de regiones económicas, en fin, de toda la industria nacional, en conjunto. En esa forma, el control obrero pasará a ser la escuela de la economía planificada. Por la experiencia del control, el proletariado se preparará para dirigir directamente la industria nacionalizada cuando la hora haya sonado.

A los capitalistas, especialmente aquellos de pequeña y mediana importancia que, a veces, proponen ellos mismos abrir sus libros de cuentas ante los obreros – sobre todo para demostrarles la necesidad de reducir los salarios – los obreros deberán responderles que lo que a ellos les interesa no es la contabilidad de los quebrados o de los semi-quebrados aislados, sino la contabilidad de todos los explotadores. Los obreros no pueden ni quieren adaptar su nivel de vida a los intereses de los capitalistas aislados convertidos en víctimas de su propio régimen. La tarea consiste en reconstruir todo el sistema de producción y de distribución sobre principios más racionales y más dignos. Si la abolición del secreto comercial es la condición necesaria de control obrero, ese control representa el primer paso en el camino de la dirección socialista de la economía.

Proclama del Partido Comunista de Honduras en su 57 aniversario

Con profundo orgullo PROCLAMAMOS: Este 9 y 10 de abril 2011 en un lugar de la patria, hemos celebrado el V CONGRESO del PARTIDO COMUNISTA DE HONDURAS (PCH), reactivando sus estructuras orgánicas y aprobando sus Estatutos y Programa Político.

No resurgimos como pretensiosa vanguardia ni como dueños de la solución a la crisis nacional, sino como críticos serios y enemigos frontales del sistema capitalista mundial en general y del sistema capitalista dependiente nacional en particular.

El Partido Comunista de Honduras (PCH) es un partido revolucionario que se propone ser una suma en la fuerza capaz de impulsar, junto al proletariado hondureño y demás sectores sociales, el proceso revolucionario en Honduras desde los principios del marxismo-leninismo y recuperando el espíritu anti imperialista, anti colonial, anti oligárquico y anticlerical de Francisco Morazán que inspira nuestra lucha.

Reiteramos nuestra decisión de acompañar al pueblo hondureño en su lucha por la refundación de la patria, así como la lucha de todos los pueblos del mundo por su liberación definitiva y su verdadera independencia, su resistencia al imperialismo y las diferentes expresiones de explotación y opresión de la humanidad.

Los tiempos han cambiado y junto con él la conciencia de protesta y reclamo de la hondureñidad, quien ahora enarbola la bandera de una patria digna y por lo tanto no se le asusta ni se le amedranta con las campañas mediáticas anticomunistas, al contrario, ahora muestra su interés, disposición y aspiración por un sistema justo de producción socio económica socialista como respuesta y solución al degenerado y podrido sistema de producción capitalista, quien sólo sufrimiento y luto le produce a la humanidad.

Excitamos a todos nuestros/as camaradas a mantener su participación activa en las diferentes organizaciones que luchan con dignidad por el bien de nuestro pueblo y en especial a los que participan activamente en el Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP) contribuyendo en todos los espacios y procesos unitarios, promoviendo la tolerancia y rechazando cualquier intención o acción de manipulación en la toma de decisiones unilaterales. Nuestro principal deber es asegurar la mayor participación popular en esta instancia amplia y revolucionaria del pueblo hondureño.

Llamamos a todos/as cuya visión revolucionaria es la construcción del socialismo, a integrarse a nuestras filas.

¡VIVA EL PARTIDO COMUNISTA DE HONDURAS!

¡PROLETARIOS DEL MUNDO UNIOS!

¡HASTA LA VICTORIA SIEMPRE!

PCH

El Olor de Santidad

La niña Juanita era una adorable señora de… bueno, la verdad es que resulta difícil precisar su edad, pues en el pueblo hasta las personas mayores decían que se acordaban de haberla visto ya señora, cuando aun eran cipotes, o cipotas. En el mercado, algunas señoras decían que la niña Juanita nunca tuvo hijos, y que vivía sola desde que, un día su marido se marchó al norte, y nadie volvió a saber de él. Otras señoras decían que la niña Juanita había tenido marido pero que se le murió y que tenía un hijo grande que se fue a vivir a otro país. Y por último estaban por cierto las más numerosas que afirmaban que la niña Juanita estaba virgen; decían: “nunca ha probado, no le han volado la corcholata, está cartucho, todavía está como Dios manda, no ha conocido hombre, es una santa, nunca le ha entrado, está virga, nunca ha jugado capirucho, no sabe lo que es canela fina, si supiera de lo que se está perdiendo, si supiera que es más rico que la tortilla”, etc., etc., etc. Y coincidían en decir que la niña Juanita moriría en olor de santidad.

De todas estas atenciones que la gente prestaba a su vida y que eran motivos de conversación en el mercado, la niña Juanita seguramente ni se enteraba. Vivía la señora en una casa enorme, conocida como La Casa de Caridad, que según el decir de la gente, era de una familia que hacía mucho tiempo se había ido a vivir al extranjero. La municipalidad y un patronato de gente cercanas a la iglesia se ocupaban de mandar a desherbar los dos patios interiores de la casa, y de mantener las paredes bien blanquitas con agua de cal. Ahí vivían gente sola y de extrema pobreza, o que por la avanzada edad no eran capaces de trabajar. La Casa de Caridad también era una ocasión de hacerse buena conciencia, para usureros, jugadores, dueños y dueñas de prostíbulos, honorables propietarios y propietarias de ventas de aguardiente clandestino, de bebida fermentada de maíz conocida como chicha, en suma, de pícaros y sinvergüenzas de todo tipo. La mentada Casa también servía de pretexto al señor cura para recaudar dinero por medio de las señoras devotas a María, pedir cal en las tiendas, y conseguir con el alcalde dos reos de las bartolinas municipales para desherbar y pintar la susodicha casa. ¿Y el dinero?. Sin duda para mantener la iglesia, es decir al señor curita. Es simpático agregar que a las señoras devotas a María, se les conocía socialmente como las señoras “De botas amarillas”, y es muy atinado decir que la tal casa le servía más a la gente que se movía alrededor de ella que a sus mismos moradores, pero en fin…

Todas la mañanas a las ocho, la niña Juanita barría el zaguán, sacaba una mesita, una banqueta, colocaba en un rinconcito una estampita de las ánimas benditas que un carpintero del pueblo con alma bondadosa le había enmarcado, y en un vaso colocaba un ramito de ruda. Después de ese casi ritual de todos los días, se iba para adentro a buscar unas cajas de cartón en las que guardaba dulces, lápices, nishpulos (dulces hechos con maíz y miel de caña), cartuchitos de pinol (maíz tostado y molido con azúcar y especies), botellitas y pistolitas de azúcar cristalizada, que conservaban en su interior el azúcar en jarabe (las había de diferente color y sabor), rosicleres ( trozos rosados de espuma de azúcar cristalizada, y del tamaño de una libreta de bolsillo y una pulgada de espesor, que después de mojarlos en un vaso de agua se chupaban hasta acabárselos), quiebra dientes, alegrías y caramelos de miel, estampitas, jabón de cuche, candelas de cebo, cancioneros, espejitos, polvos “Para Mi”, y cigarros que ella misma confeccionaba, de esos que la gente llama: “Pata de cabra”. Arreglaba su venta y se quedaba dormida sentada, esperando que llegaran a comprarle, o a encargarle un rezo para algún difunto, o alguna plegaria. Las plegarias eran encargadas por mujeres jóvenes, que guardaban secreta la intención por tratarse la mayoría de las veces de la reconciliación con el novio o con un amante secreto que habían perdido. Las mañanas transcurrían muy tranquilas, sin persona que viniera a interrumpirle su sueño para comprarle o encargarle algo. A las diez, la niña Inocenta, dueña de la tienda de la esquina llegaba con una batidorcito de barro para llevarle una taza de leche tibiecita. A las doce pasaban los cipotes de la escuela, que eran sus principales clientes, para comprarle cuartillo de dulces. A las doce y media la niña Juanita se levantaba, contaba los escasos centavos de la venta; con ellos empuñados en su manita, pequeñita y tierna como la de un niño, se persignaba, rogaba porque la venta del día siguiente fuera mejor, guardaba todo, entraba para calentar algo que comer en la cocina común de todos los habitantes del lugar y se acostaba a dormir hasta las tres, hora a la que se encaminaba a la iglesia para hacer los rezos que tenía encargados o para rezar por ella y entretenerse delante de cada imagen limpiando los candeleros de la esterina (estearina) derramada y decir una oración a la intención de todas las animas benditas del purgatorio, o fieles difuntos, como ella llamaba a los muertos.

Los días sábados, al pasar frente a su pequeño comercio, se oía un zumbido como de abejas. Era la niña Juanita y uno o dos niños rezando: El Padre nuestro que estas en los cielos… El Ave María Purísima sin pecado concebida… El creo en Dios padre todo poderoso… Diciendo las letanías del rosario; o cantando:

Vamos niños al sagrario

Que Jesús llorando está,

Pero viendo tantos niños,

Muy contento se pondrá.

Jesús vamos no llores,

Que nos vas a hacer llorar…

La fama de la niña Juanita en esos menesteres de preparar a los niños para la primera comunión (principal fuente de sus escasos ingresos) venía de que algunos de sus discípulos incluso habían llegado a ayudar el día domingo a dar misa, y se preparaban para participar en las celebraciones de la semana santa con el incensario, que servía (aunque el cura no lo dijera) para disimular con sus nubes de incienso todos los pedos que la gente se tiraba en las procesiones.

Así de tranquila e inmutable transcurría la vida de la niña Juanita, que se alteró solamente cuando cambió de iglesia (habían dos en el pueblo). Fue cuando a uno de los curas se le armó un escándalo en la entrada de la iglesia: Resulta que dos mujeres venidas de la capital se apostaron en la entrada, y cuando los fieles salían de la misa dominical, una de ellas se abalanzó sobre una señorita muy conocida y respetada en el pueblo, la agarró del pelo y literalmente la arrastró por todo el atrio de la iglesia, hasta que otras mujeres que asistían a la misa acudieron en su auxilio, pero tarde pues la atacante ya le había rajado la blusa y la falda. La pobre exhibía a la asistencia dominical su bikini celeste, y las chiches le bailaban fuera del brasier, mientras se esforzaba por soltarse de su agresora. Al acudir las demás mujeres, la segunda mujer apostada, que más parecía una boxeadora por su cuerpo y su desplante, comenzó a repartir manadas a diestra y siniestra, y cuando salió el sacristán y el cura de la casa parroquial, alarmados por el griterío y el tumulto de las mujeres, pero sin siquiera imaginarse el motivo, el sacristán no pudo impedir que la boxeadora hiciera trastrabillar al cura con un gancho, luego lo rematara de una trompada en el ojo izquierdo, lo hiciera ir a caer de culo encima de una mata de rosas, y pegara un grito que no esta claro si fue por la manada o porque se espino el trasero y los huevos. El sacristán corrió para auxiliarlo pero recibió una senda patada en las partes nobles, de tal magnitud, que lo hizo rodar por el suelo dando aullidos. Los hombres no se metieron aduciendo que se trataba de un pleito entre mujeres, aunque la verdad era (después se supo) que tenían miedo de recibir un trompón de la boxeadora y quedar en ridículo y en la historia popular del pueblo, por haber sido vergueados por una dama en pleno día domingo a las nueve de la mañana, a la salida de misa y delante de todo el mundo. Más tarde en la acción, esos espectadores que no se metían en pleitos de mujeres por ser hombres, al ver la suerte corrida por el cura y el sacristán, se fueron haciendo los majes y rapidito hicieron mutis.

En el desconcierto general y griterío de las mujeres que se habían apostado a un lado del atrio algunas ya con cacerolas palos y piedras, pero sin acercarse mucho, no fuera a ser… y mientras la principal agredida corría en bikini para su casa, todavía tratando de arreglarse las chiches, las dos asaltantes arrastraron al cura hasta un carro volkswagen escarabajo en el que un chofer, dicen que hermano de la que atacó a la señorita (aunque a estas alturas se dudaba si todavía lo era), ya había arrancado el motor, se apresuró para ayudar a meter al cura en el asiento de atrás entre las dos mujeres, y partió con rumbo desconocido.

Luego corrió la noticia, que la dama que primero atacó, era una mujer con quien el cura tenía amores en la ciudad capital, y que ésta, al darse cuenta de que su “Romeo” tenía otra “Julieta” en el pueblo, más joven y bonita que ella, y que indudablemente ponía en peligro su relación. había procedido como procedió.

La niña Juanita fue testigo. Y por eso se cambió de iglesia, porque vio la vergueada que le metieron a la señorita y la vergüenza en que la dejaron frente al pueblo por andar de caliente con los curas, que para la niña Juanita eran almas del señor; vio también la talegueada que le propinaron al cura por puto; y sintió lástima por los aullidos que pegaba el sacristán cuando la boxeadora le dio la patada por metido y andar defendiendo a un pecador. Sentada a un lado del atrio, vio todo, y oyó todos los improperios de uno y otro bando. No dijo nada, se puso a rezar el rosario en voz baja y decidió cambiarse de iglesia. Fue la única vez que en la vida de la niña Juanita hubo un cambio. Y no regresó a la iglesia, ni siquiera cuando la abrieron tres meses después, tiempo que transcurrió para que el obispo considerando que los ánimos ya se habían calmado, se decidiera nombrar como cura de la parroquia a un viejecito que por su edad resultaba impensable que todavía se le parara y se viera mezclado en tales líos.

Y por suerte la buena señora no se enteró que también cambiaron al cura de la otra iglesia, ¡Sino quien sabe!. En el pueblo había comenzado a saberse que, muy a pesar de su voto de castidad se le caía la mano, y formaba equipos de fútbol para rodearse de jóvenes

El resto de sus días los pasó aquella mujer lamentando el incidente que la había privado de ir a la iglesia de su devoción, la cual había visitado desde hacia una eternidad. Era tanta su tristeza que no volvió a pasar enfrente de la iglesia prefiriendo hacer un rodeo cuando tenia que ir por esa dirección. Así era la niña Juanita: aunque después de aquellos hechos, con una gran tristeza en el alma. Pero siempre tan inocente, tan tierna, y tan bondadosa con los niños, a quienes ofrecía un caramelo después del catecismo, mismo si un dulce podía significar un déficit para su pequeño comercio.

Tan inocente, que aunque jamás había hablado de ciertas cosas de su fe profunda, se podía adivinar, o yo pude enterarme siendo aun cipote choreado. Para ella las monjitas y los sacerdotes eran seres muy puros: ¡Almas del señor!. El Santo Papa, ya no se diga; tan, pero tan puro, que se tiraba pedos con olor a lavanda. Que cuando hacía pipi, él sólo se subía la sotana y un angelito le sacaba el arrocito para que parara su chorrito de agua bendita. Tan puro el hombre que cuando iba al baño para hacer pupú, un coro de angelitos bajaba del cielo, cantando, tocando liras, trompetas, y le limpiaban el culito con pétalos de rosas y de otras flores olorosas; que en lugar de caca hacia unas bolitas suavecitas de todos colores, como el dulce de algodón que venden en las fiestas para los niños. En su fe, los pedos para la niña Juanita eran las sufridas almas de los cerotes que se iban volando al cielo. Eso creía la niña Juanita. Por eso yo estaba convencido que era cierto que moriría en olor de santidad como decía la gente. Aunque, claro está que por ser Cipote, yo no entendía muy bien eso del olor de santidad, pero si podía imaginarme muy bien el agradable olor de santidad que la rodearía a la hora de su muerte. Olor de rosas, violetas, jazmines o algo más sutil.

Cierta vez pasaron tres días sin que se supiera nada de la niña Juanita. La gente dijo que se había ido de romería para ir a ver a no se que santo muy de moda en esos días, pero al pasar una semana sin noticia, los rumores comenzaron a correr en el mercado, hasta que decidieron ir a su cuarto para ver si encontraban un indicio de su misteriosa desaparición. La sorpresa fue terrible. Las señoras delegadas en el mercado para ir a su cuarto la encontraron muerta, y la noticia corrió por el pueblo, diríase que a la misma velocidad que la luz.

Cuando supe de la muerte de la niña Juanita fui corriendo a su casa. Conocía a la niña Juanita, porque para mí era la que vendía las pistolitas de azúcar más mieludas y los más sabrosos nishpulos del pueblo, y también porque desde hace tiempos estaba intrigado con eso del olor de santidad. Al llegar a la Casa de Caridad, agarré la curva del zaguán a toda velocidad, pero una señora me hizo alto y me dijo que no podía entrar. Advertencia que coincidió con los frenos que ya había aplicado a fondo a mi carrera. Di media vuelta y me regresé.

No se sabe de que murió la niña Juanita, pero en su agonía se había cagado y había quedado nadando en un charco de mierda líquida, que con los días se había secado y aumentaba el mal olor de su cadáver ya en descomposición.

Me alejé del lugar más de prisa que la que había tenido para llegar, sentí un miedo terrible de la muerte y me fui a sentar en una acera frente al parque. Allí me quede largo rato pensando en la niña Juanita y me dije: ¡Puta!, que horrible es el olor de santidad.

Recordando a la Tropa Loca…

Recordando a la Tropa Loca…

Y si me acompañás después podemos ir a tomar shuco con pan francés acabadito de salir del horno. Sé de un lugar allá por “Las Tres V”, y si ya no existe conozco otro sitio cerca del “Mesón la Fosa”, abajito de La Polícia Nacional, más allá de donde estuvo “La Tropa Loca”, conocida socialmente por “Las Aguas Cristalinas”.

Fijate que este volado de “La Tropa Loca” para mi tiene su historia: resulta que yo trabajaba de auxiliar de un Juzgado de Paz de la capirucha y un día fuimos para hacer una inspección a la tal “Tropa Loca” que quedaba arribita de donde estaban en ese entonces ( principios de los años setenta) “Las Conchas Julia”, esto es en la bajada de la Policía Nacional yendo para Candelaria a la vuelta del Nuevo Liceo Centroamericano.

Bueno, pues en “La Tropa…” hubo un desmadre sabatino con heridos, pijiados, ojos morados, puntas, armas de fuego, monte y otras hierbas aromaticas, Cocacolas con Revonal, guaro, patchuli, una docena de presos y un cristiano que por poco se lo cepillan y lo tuvieron que llevar al Rosales. Resultado del bochinche prohibieron “La Tropa Loca”, y la venta de bebidas alcoholicas y Cocacolas con las susodichas pastillas, mientras se averiguaba todo aquello.

Unos días después regresamos para nuevas diligencias, y el encargado (porque dicen que era de la múcura segundo frente de un militar) nos recibió muy amable y nos invitó a unas bebidas de cremasoda, pero que si queríamos nos mandaba a traer unas conchitas con cerveza para mientras platicábamos y realizábamos la nueva inspección.

Lo simpático de la nota fue que al ir bajando las escaleras, nos topamos con un rotulo que decía “Club Social Las Aguas Cristalinas”, conocido socialmente como “La Tropa Loca”, porque se prohibió el nombre y lo abrieron de nuevo con otro nombre, pero para que los visitantes se sintieran en su cancha, se les aseguraba que era el mismo sitio con otro nombre.

Total la mara (entonces la mara, no eran los mareros de hoy) siempre decía La Tropa Loca. Aquí viene lo delicado: Una pregunta Reverendo ¿ Y vos, antes de tu reencarnación como ferviente cristiano, conociste ese celestial lugar de San Salvador, que desde su entrada en horas del medio día, cuando hace calor, anunciaba con su aroma los bacanales nocturnos y cultos a la diosa Venus que los feligreses de la parroquia realizaban en el lugar, en la penumbra creada por “La Luz Negra” de esos lugares?

Resultado de esos ires y venires al lugar, terminé de novio con la Zuleyma, una flor de esos jardines. Todavía llevo una herida en el pecho que no logro curar y me la recuerda. Una noche de baile su amiga Silvia me dijo que bailaramos. Fui y después de la canción Zuleyma me araño la cara, nos discutimos, y por orgullo me fui del lugar. No regrese (error de enamorado) pero cuanto sufrí.

Ya no la volví a ver y nunca la busque ni la he buscado en mis regresos por miedo (como dice la canción) Volver… Tengo miedo del pasado que poblado de recuerdos encadena mi sufrir, volver….ja, ja, ja… el último parrafo es pura literatura para que te rias un poco.

Va pué Maese, ya no sigo agitando su alma de cristiano devoto con mundanas zanganadas.

Víctor Delgado

Blas Escamilla: una vida dedicada a la patria, la revolución y el socialismo

SAN SALVADOR, 15 de febrero de 2011(SIEP) “Dentro de tres días, el 18 de febrero, Blas Escamilla cumplirá 100 años. Blas es indiscutiblemente uno de los más nobles, sacrificados y firmes luchadores por los intereses populares, y somos afortunados en poder celebrar su centenario…” expresó Roberto Pineda, amigo del veterano militante revolucionario.

Agregó que “como el mismo lo relata, Blas llegó a la revolución ya maduro, en el año 1945, cuando participó en una huelga de los trabajadores panificadores. Ahí ocurrió su primera captura, cárcel y exilio de los muchos que ha vivido. Llegó a Costa Rica, y ahí inicia su militancia revolucionaria en el partido Vanguardia Popular.”

“Participó como combatiente en 1948 en la Guerra Civil, bajo el mando de Carlos Luís Fallas. Luego fue organizador sindical de los trabajadores bananeros en Puerto Limón. Ahí fue capturado y estuvo preso por comunista. En 1953 regresa a El salvador para incorporarse a la lucha revolucionaria y es capturado en el aeropuerto. Pasa lagos meses en la cárcel hasta que es liberado con la amenaza del Chele Medrano que “no te vaya a encontrar en un sindicato porque te morís.”

“Al salir en 1954 de la cárcel busca el contacto con Raúl Castellanos Figueroa y se incorpora al PCS. Se dedica al trabajo sindical con el CROSS y luego en 1957 con la CGTS. Participa en los años 1958, 1959 en las jornadas de lucha contra el dictador Lemus. Y luego pasa a conducir la Columna Sindical del FUAR. En octubre de ese año representa al PCS en las celebraciones del 10 aniversario de la Republica Popular China.”

“Durante los años sesenta es un combativo militante comunista en los medios obreros, y responsable a finales de la década del Comité Departamental de San Salvador del PCS. A principios de los años ochenta “Crucito” es capturado como “guerrillero del FMLN” y enviado a la cárcel de Mariona. Luego sale al exilio a Nicaragua.”

“En 1992 al regresar a la patria, se instala en San Marcos, al sur de la capital, y es nombrado Coordinador Municipal del FMLN. Y bajo su conducción se conquista el primer gobierno municipal del FMLN en esa ciudad, 1994 a 1997. Blas sigue viviendo en San Marcos, como orgullo de los revolucionarios marquenses de contar entre sus filas a una persona de la trayectoria política de Blas. ¡Feliz cumpleaños Blas!”

Sobre la educación

Ustedes saben mejor que nadie que en el conocimiento y la cultura no sólo hay esfuerzo sino también placer.

Dicen que la gente que trota por la rambla, llega un punto en el que entra en una especie de éxtasis donde ya no existe el cansancio y sólo le queda el placer.

Creo que con el conocimiento y la cultura pasa lo mismo. Llega un punto donde estudiar, o investigar, o aprender, ya no es un esfuerzo y es puro disfrute.

¡Qué bueno sería que estos manjares estuvieran a disposición de mucha gente!

Qué bueno sería, si en la canasta de la calidad de la vida que el Uruguay puede ofrecer a su gente, hubiera una buena cantidad de consumos intelectuales.

No porque sea elegante sino porque es placentero.

Porque se disfruta, con la misma intensidad con la que se puede disfrutar un plato de tallarines.

¡No hay una lista obligatoria de las cosas que nos hacen felices!

Algunos pueden pensar que el mundo ideal es un lugar repleto de shopping centers.

En ese mundo la gente es feliz porque todos pueden salir llenos de bolsas de ropa nueva y de cajas de electrodomésticos.

No tengo nada contra esa visión, sólo digo que no es la única posible.

Digo que también podemos pensar en un país donde la gente elige arreglar las cosas en lugar de tirarlas, elige un auto chico en lugar de un auto grande, elige abrigarse en lugar de subir la calefacción.

Despilfarrar no es lo que hacen las sociedades más maduras. Vayan a Holanda y vean las ciudades repletas de bicicletas. Allí se van a dar cuenta de que el consumismo no es la elección de la verdadera aristocracia de la humanidad. Es la elección de los noveleros y los frívolos.

Los holandeses andan en bicicleta, las usan para ir a trabajar pero también para ir a los conciertos o a los parques.

Porque han llegado a un nivel en el que su felicidad cotidiana se alimenta tanto de consumos materiales como intelectuales.

Así que amigos, vayan y contagien el placer por el conocimiento.

En paralelo, mi modesta contribución va a ser tratar de que los uruguayos anden de bicicleteada en bicicleteada.

LA EDUCACIÓN ES EL CAMINO

Y amigos, el puente entre este hoy y ese mañana que queremos tiene un nombre y se llama educación.

Y miren que es un puente largo y difícil de cruzar.

Porque una cosa es la retórica de la educación y otra cosa es que nos decidamos a hacer los sacrificios que implica lanzar un gran esfuerzo educativo y sostenerlo en el tiempo.

Las inversiones en educación son de rendimiento lento, no le lucen a ningún gobierno, movilizan resistencias y obligan a postergar otras demandas.

Pero hay que hacerlo.

Se lo debemos a nuestros hijos y nietos.

Y hay que hacerlo ahora, cuando todavía está fresco el milagro tecnológico de Internet y se abren oportunidades nunca vistas de acceso al conocimiento.

Yo me crié con la radio, vi nacer la televisión, después la televisión en colores, después las transmisiones por satélite.

Después resultó que en mi televisor aparecían cuarenta canales, incluidos los que trasmitían en directo desde Estados Unidos, España e Italia.

Después los celulares y después la computadora, que al principio sólo servía para procesar números.

Cada una de esas veces, me quedé con la boca abierta.

Pero ahora con Internet se me agotó la capacidad de sorpresa.

Me siento como aquellos humanos que vieron una rueda por primera vez.

O como los que vieron el fuego por primera vez.

Uno siente que le tocó en suerte vivir un hito en la historia.

Se están abriendo las puertas de todas las bibliotecas y de todos los museos; van a estar a disposición, todas las revistas científicas y todos los libros del mundo.

Y probablemente todas las películas y todas las músicas del mundo.

Es abrumador.

Por eso necesitamos que todos los uruguayos y sobre todo los uruguayitos sepan nadar en ese torrente.

Hay que subirse a esa corriente y navegar en ella como pez en el agua.

Lo conseguiremos si está sólida esa matriz intelectual de la que hablábamos antes.

Si nuestros chiquilines saben razonar en orden y saben hacerse las preguntas que valen la pena.

Es como una carrera en dos pistas, allá arriba en el mundo el océano de información, acá abajo preparándonos para la navegación trasatlántica.

Escuelas de tiempo completo, facultades en el interior, enseñanza terciaria masificada.

Y probablemente, inglés desde el preescolar en la enseñanza pública..

Porque el inglés no es el idioma que hablan los yanquis, es el idioma con el que los chinos se entienden con el mundo. …..(Genial)

No podemos estar afuera. No podemos dejar afuera a nuestros chiquilines.

Esas son las herramientas que nos habilitan a interactuar con la explosión universal del conocimiento.

Este mundo nuevo no nos simplifica la vida, nos la complica..

Nos obliga a ir más lejos y más hondo en la educación.

No hay tarea más grande delante de nosotros.

1932: heroica y dolorosa pagina de nuestra historia…Síntesis de Ponencia de Francisco Jovel en Foro sobre el 32

SAN SALVADOR, 25 de enero de 2011 (SIEP) “Los sucesos de 1932 constituyen una heroica y dolorosa pagina de la historia de nuestro país de principios del siglo XX” expresó esta tarde Francisco Jovel, de la Comandancia general del FMLN de 1980 a 1993, en Foro sobre el 32, organizado por COFEVI.

Agregó que “necesitamos recuperar y mantener viva la memoria histórica en la población salvadoreña, especialmente entre los jóvenes, y no hay mejor recurso que este tipo de actividades…”

“En 1968-1969 un grupo de jóvenes estudiantes universitarios tuvimos un encuentro con estos acontecimientos de 1932 por medio de platicas con Miguel Mármol y se nos abrió la cabeza a toda una etapa la historia que desconocíamos, veníamos de estudiar la secundaria y nunca nos mencionaron estos sucesos, nada sobre el 1932…la dictadura militar había logrado meter en la más absoluta oscuridad esos acontecimientos.”

¿Quién ayudo a esa recordación? Uno de los que continuaron siendo artífices de la historia de El Salvador, que había sobrevivido, era Miguel Mármol, y cuando empezó de nuevo a ser perseguido por la dictadura, se refugió en la Universidad Nacional, en la Residencia Estudiantil Universitaria, que la dirigía Abner Díaz Salazar, que luego se incorpora a las FAR de Guatemala, y ahí escuchábamos sus historias, y algunos nos incorporamos a la lucha revolucionaria…

En pláticas, en círculos de estudio, tomamos conciencia del significado del 32, nos enfrentamos a ese hecho y tomamos la decisión que había que dar a conocer esos acontecimientos, y l hicimos desde las organizaciones estudiantiles, desde la AGEUS, la SECE, la SECH, la AED, etc. realizamos conferencias donde Miguel Mármol contaba y contaba, relataba hechos y acontecimientos, personajes, las causas por las que fue derrotado aquel esfuerzo insurreccional.

Ese esfuerzo de Miguel Mármol con ayuda de estudiantes universitarios, de divulgar los hechos del 32 hizo que surgieran grandes cantidad de universitarios convencidos de la firme necesidad de exponer la vida en la lucha contra la dictadura militar. Eso nos lleno de una gran indignación y respeto ante aquella sangre derramada por artesanos, indígenas y estudiantes, masacrados por el ejército gubernamental. Uno de los represores fue el Comandante Calderón, abuelo del expresidente Calderón Sol, tiene raíces en esa veta de la derecha. Y quien capturó a Farabundo fue Osmin Aguirre y salinas, quien fue luego ajusticiado ya en los años ochenta.

El 32 nos dejó muchos personajes que son símbolo de lucha, que derramaron su sangre como Farabundo Martí, Feliciano Ama, el artesano Francisco Sánchez, (que sobrevivió y vivía sabemos en Usulután). Y asumimos el compromiso de esta memoria a nivel de sociedad, y llevamos esa memoria a sectores del campo, a lugares donde el desconocimiento era total, como era el oriente del país, la zona paracentral, Guazapa, porque en el Occidente si se recordaba. Hoy todo el país conoce de aquel gran acontecimiento, y nuestro respeto para los mártires y héroes de esa gesta.

Y nuestra generación hizo una maravillosa experiencia de ir al campo, de organizar en el campo, íbamos estudiantes universitarios, obreros al campo, y nos fuimos ganando la confianza de los campesinos, gradualmente, sin acelerar las cosas, para que comprendieran nuestras ideas y no perder su confianza.

Recuerdo una experiencia en San Vicente, formamos un sindicato en la principal empresa lechera, y el patrón cuando se entero les echó la Guardia Nacional y los detuvieron para luego despedirlos, algunos llevaban más de 30 años de trabajar en la empresa y era un despido arbitrario, eran 20 los despedidos. Y me acuerdo que fue precisamente un estudiante de derecho, que estaba de alta en la Guardia nacional, fue el que asumió la defensa de estos trabajadores…así era de contradictoria la realidad.

A principios de los años 70, en el ejército, en los mismos cuerpos represivos, esta surgiendo una nueva conciencia…la lucha popular les impactaba. En marzo de 1972 hubo un esfuerzo desde el interior de la Fuerza Armada para golpear la dictadura. Hubo un golpe de estado, incluso capturaron al presidente que era Fide Sánchez Hernández, pero no se atrevieron a fusilarlo y esta fue la cusa de su derrota, porque cuando la Guardia nacional se entero de esto, decidió reaccionar y revirtió el golpe…Y esto revivió aun más la conciencia, la claridad que la dictadura militar solo se le derrotaba, con un esfuerzo militar y políticamente.

Y reviviendo la conciencia del esfuerzo insurreccional del 32, luego de diez años de lucha guerrillera, se logro darle forma a la creación del FMLN, que construyó un ejército popular que libró la guerra de los años ochenta, y que a partir de 1992 impulsa un proceso de democratización del país.

El 32, el 44, el 60, los años 70, 80 son referentes históricos. Nos corresponde hoy profundizar este proceso democratizador en los planos económico, social y cultural. Porque el proceso democrático tiene cuatro componentes, como las cuatro patas de una mesa, y además de lo político debemos de avanzar en lo económico, en lo social y en lo cultural. Esas son las tareas que tenemos hacia futuro como país.-