LAS LUCHAS POPULARES DEL SIGLO XIX EN EL SALVADOR

La lucha de clases en El Salvador durante el siglo XIX fue básicamente un enfrentamiento inicial entre sectores colonialistas e independentistas, y luego entre sectores de los terratenientes añileros y de la emergente oligarquía cafetalera. Los sectores populares más avanzados acompañaron a los elementos más radicales del partido liberal mientras los más atrasados a los del partido conservador. Las denominaciones de ambos grupos fueron cambiando, popularmente eran conocidos como bacos y cacos, como imperiales y republicanos, como serviles y fiebres, y finalmente como conservadores y liberales.

Los sectores populares- ladinos, mulatos, negros, indígenas, artesanos, mujeres- no contaron durante todo este siglo ni con organizaciones que representaran sus intereses, a excepción de la gloriosa gesta de Aquino, ni tampoco con una ideología liberadora que reflejara su visión como sectores oprimidos durante la colonia y durante la época republicana. Los sectores más avanzados de estos grupos supieron captar en los planteamientos de los independentistas y luego de los líderes liberales, los motivos y las fuerzas a las que había que acompañar, más por instinto de clase que por conciencia. Los sectores más atrasados fueron manipulados por caudillos militares y civiles.

Desde los primeros años del siglo XIX registramos las primeras capturas de luchadores independentistas, las cuales es importante rescatar como parte de la historia de sacrificio que acompaña cada tramo de avance histórico popular. En la interpretación de estos acontecimientos y de sus protagonistas observamos dos visiones contrapuestas: los que sobredimensionan el papel jugado por los “próceres” y ocultan el rol desempeñado por los sectores populares y por otra parte, aquellos que reducen el proceso de lucha independentista y de lucha liberal a una agenda de necesidades económicas de la clase añilera emergente y luego del sector cafetalero, y niegan o minimizan el papel de la ideología, y su fuerza transformadora.

Por nuestra parte, pensamos que debe existir un balance entre ambos enfoques, que permitan identificar las necesidades del desarrollo de las fuerzas productivas en conflicto con las relaciones de producción, con las del papel de los individuos en la historia. En 1810 encontramos el primer ejemplo de luchadores independentistas que son encarcelados por sus ideas. Los sectores populares se incorporan a las fuerzas independentistas criollas que se enfrentan a los “españoles peninsulares” y luego se convierten en base de apoyo de los diversos proyectos liberales.

Durante un siglo los sectores populares acompañaron los esfuerzos de los caudillos independentistas y liberales en diversas formas de lucha y en variados escenarios, desde la lucha electoral hasta la lucha armada, y dentro y fuera de las fronteras patrias. En este proceso y como resultado de los cambios impulsados por las fuerzas liberales, se fue consolidando una oligarquía cafetalera, que vino a desplazar a la antigua oligarquía añilera que encabezó el proceso de independencia, y que sería la fuerza económica dominante durante el siguiente siglo.

En esto cien años, únicamente la gesta guerrillera de Anastasio Aquino rompe con el esquema liberal y establece un original episodio nacional, en el cual los sectores indígenas se lanzan al asalto del poder. Es la tribu de los nonualcos alzada contra la leva de sus jóvenes para guerras “de los blancos” y el despojo de sus tierras ancestrales.

A continuación presentamos esta breve reseña histórica.

1. “Muerte a los chapetones” gritaban los sectores populares en noviembre y diciembre de 1811

“Muerte a los chapetones” fue el grito de guerra de centenares de patriotas, hombres y mujeres, alrededor del país, que se incorporaron a la causa independentista que se fue convirtiendo en un combativo movimiento nacional, que tuvo como vértice la demanda en la ciudad de San Salvador, el 5 de noviembre de 1811, de la liberación del padre Manuel Aguilar, capturado y encarcelado el día anterior en Guatemala por el régimen colonial, por sus posiciones independentistas. El 14 de noviembre estalló otra insurrección independentista en León, Nicaragua.

En esa época, la Intendencia de San Salvador se hallaba dividida en cinco “partidos”: San Salvador, Olocuilta, Zacatecoluca, San Vicente, Usulután, San Miguel, Gotera, San Alejo, Sensuntepeque, Opico, Tejutla, Chalatenango, Santa Ana, Metapan y Cojutepeque. En Metapan estaban los ingenios de hierro y la mayor parte de la población era española. En Cojutepeque la mayoría de la población era india y estaba a cargo de un teniente subdelegado.

Ya en junio de 1810 habían sido capturados y encarcelados en San Miguel, los patriotas de la población oriental de San Alejo, Justo Zaldívar y Valentín Porras, que son los primeros presos políticos de que tenemos registro histórico.( Monterrey 1977) Ese 5 de noviembre de 1811, a las 4 de la mañana José Matías Delgado tocó las campanas de la iglesia La Merced para convocar a la población para exigir la liberación de Aguilar, unas horas más tarde, Manuel José Arce dirigió un mitin con el mismo fin a frente al edificio del Ayuntamiento, con centenares de hombres y mujeres en disposición de lucha.

Arce proclamó: “no hay Rey, ni Intendente, ni Capitán General, solo debemos obedecer a nuestro Alcaldes…” Los sectores populares, conducidos por el núcleo independentista, asaltan la Sala de Armas y se apoderan de los fusiles así como se toman las Cajas Reales. Tenían armas y dinero. Además deponen al Intendente Antonio Gutiérrez y Ulloa. Fue un levantamiento popular.

No obstante que hubo levantamientos en otras partes del país que acompañaron este primer esfuerzo, como en Pedro Grande, Santiago Nonoalco, Cojutepeque, Tejutla

( levantamientos indígenas) Usulután, Chalatenango, Santa Ana, Metapan y en diciembre en Sensuntepeque, al final las fuerzas independentistas fueron aisladas y derrotadas y muchos de sus dirigentes nacionales y locales fueron enviados a la cárcel en la ciudad de Guatemala.

Es importante rescatar de esta primera experiencia en términos de programa y de participación popular, que en Santa Ana los insurgentes del barrio España exigieron las siguientes demandas: 1. Que se quiten los impuestos del fondo de reserva (cuatro reales anuales que tenia que pagar todo hombre desde la edad de doce años hasta la de cincuenta 2. Que se quite la alcabala (medio real por cada peso del valor de la venta de una res) 3. Que se quiten los estancos de aguardiente 4. Que el tabaco se venda en los estancos a tres reales la libra 5. Que dejen de mandar los chapetones y que solamente manden los criollos. Son derrotados por las fuerzas coloniales y capturados Juan de Dios Trigueros y su mujer Juana de Dios Arriaga; Lucas Monzón y su mujer Inés Anselma Ascensio, Juana Dominga Fabia de Reina, mujer del cabecilla Francisco Reina.

En Metapan “los vecinos indios y ladinos se insubordinan…Los principales autores de la insurrección fueron el Alcalde indio Andrés Flores, su hermano Lucas Flores, el negro José Agustín Alvarado, la señora María Madrid.” En Sensuntepeque, participan del levantamiento las señoras María Feliciana de Los Ángeles y Manuela Miranda.

El arzobispo de Guatemala, Ramón Casaus y Torres, un personaje siniestro, calificó a los patriotas como “bandidos, asesinos y herejes.” Durante 1812 y 1813 los patriotas se repliegan y se dedican a reagrupar sus fuerzas y a realizar labores de propaganda como la colocación de pasquines en las casas de los principales funcionarios coloniales. Se logra crear una sólida estructura organizativa en los cinco barrios de la capital: Concepción, San Esteban, Remedios, Candelaria y San José.

En enero de 1813 se realiza una manifestación para exigir la libertad del padre Manuel Aguilar, encarcelado en Guatemala desde 1811. El Intendente se ve obligado a liberarlo y esto se constituye en una importante victoria popular. Es liberado el 5 de marzo y pronuncia un valiente discurso en el que denuncia a la opresión colonial.

Entre otras cosas plantea Aguilar en su discurso que “si por decir la verdad se me persigue, estoy pronto a marchar al sacrificio, porque como representante de Cristo, es mi deber predicar la verdad…”

En diciembre de 1813 los sectores populares eligen a Manuel José Arce como Diputado a Cortes, derrotando a los candidatos realistas, así como eligen a Alcaldes independentistas en los cinco barrios de la capital. Esta victoria fue celebrada con una misa en la iglesia Parroquial presidida por el padre Vicente Aguilar.

2. Pedro Pablo Castillo y el levantamiento de 1814

El 24 de enero de 1814 ocurre un segundo levantamiento, esta vez como respuesta a una acción represiva del Intendente Peinado que manda poner en la cárcel a algunos de los Alcaldes elegidos democráticamente recientemente por los diversos barrios, aprovechando los espacios abiertos por la Constitución de Cádiz de 1812, que permitió la representación popular, garantizando así a los sectores independentistas un nuevo terreno para acumular fuerzas en contra de la Corona española. Peinado ordenó la captura del Comisionado Francisco Campos, y de los alcaldes Domingo Ramos, de José Obispo Campo y de Pedro Pablo Castillo (1780-1817).

Castillo, de origen humilde, nace en el barrio de Candelaria, cohetero de oficio, mestizo, combativo, fue un destacado luchador independentista. Los españoles lo identificaron acertadamente como el alma de la revolución.

Ya antes en 1813 el Intendente Peinado había invalidado en dos ocasiones las elecciones realizadas de acuerdo a la Constitución de Cádiz de 1812, debido a que siempre ganaban los candidatos independentistas, hasta que en la tercera elección logró que se eligieran algunos de sus seguidores. Entre los Alcaldes electos se encontraban Juan Manuel Rodríguez, Pedro Pablo Castillo, Felipe Herrera, Manuel Delgado, Tomas Carrillo, etc.

Frente a este hecho represivo, Pedro Pablo Castillo, Alcalde segundo de San Salvador que no fue capturado se reúne en la sacristía de la Parroquia (Iglesia del Rosario) y convoca a la población a reunirse en el Ayuntamiento. Y se van concentrando grupos de manifestantes, gritando por las calles: ¡libertad! ¡libertad! Se manifiestan en franca actitud insurreccional: 150 en la Parroquia; en un solar vacío detrás de la parroquia otros 150 al mando de Manuel José Arce; frente al Convento de San Francisco (ahora ex Mercado Cuartel) mil hombres, en la plazuela de la Presentación, mil hombres, en la plazuela de Santo Domingo (hoy Catedral), otros mil hombres y también habían concentraciones en La Merced y en el puente del Acelhuate. Pedro Pablo Castillo, al mando de las fuerzas en san Francisco, se enfrentó en duelo de balas con el jefe militar español Zaldaña y lo derrotó. La muerte de Zaldaña asustó a algunos líderes independentistas, pero también caldeo el ánimo insurreccional de los sectores populares.

Las masas populares se indignaron por la captura de los alcaldes y se lanzaron a las calles para exigir: libertad de los presos políticos y desarme de los “voluntarios.” Peinado se negó al principio pero luego cedió en el primer punto. Y ganó tiempo para contraatacar y derrotar a los sectores rebeldes, los cuales fueron capturados y enviados a la cárcel en Guatemala. A los lideres los sometieron a “juicios de infidencia.”

El alcalde Juan Manuel Rodríguez al observar el ánimo insurreccional de los sectores populares decide ir a convencer a Peinado para que ponga en libertad a los capturados y logra su objetivo. Pero a medianoche, una patrulla del Cuerpo de Voluntarios de Fernando VII, grupo paramilitar al servicio de la Corona, dispara de manera criminal contra un grupo de patriotas que estaba en San Francisco y asesinan a Faustino Anaya y hieren a Domingo Lara.

Se declara la insurrección. No se asaltan los cuarteles por falta de armas. El Intendente decreta la ley marcial y sus tropas abren fuego contra los insurgentes. Pedro Pablo Castillo logra huir auxiliado por el padre Vicente Aguilar, que le presta el caballo y sus hábitos sacerdotales, luego que la tarde del día 25 la orden de su arresto fue publicada por bando militar en las cuatro esquinas de la Plaza mayor (hoy Plaza Libertad) y fue despachado por cordillera hacia las otras ciudades de la provincia. El 26 de enero son capturados el Alcalde primero Juan Manuel Rodríguez, Crisogono Perez y Santiago José Celis. En Chalatenango capturan al Alcalde Antonio Valle, en Usulután a Gregorio Melara y Juan José Mariona, agitadores independentistas. Son enviados a la cárcel en Guatemala.

Todavía el 27 de enero el pueblo insurrecto se toma el barrio La Vega y es desalojado por las tropas realistas. En marzo encarcelan de nuevo en Guatemala al padre Manuel Aguilar. El 2 de abril encarcelan a Nicolás y Vicente Aguilar, ambos sacerdotes. El 17 de abril José Santiago Celis, sonsonateco, “patriota de corazón, ardiente entusiasta por la libertad, fue estrangulado inhumanamente, ceñido con un cordel al cuello, en un pilar interior de las cárceles de San Salvador, por orden de Quiroa (Larde y Arthes, 1930) El 5 de mayo encarcelan a Manuel José Arce, al padre Mariano Antonio de Lara y a Juan Arauzamendi. Peinado ordena que se declare sospechosa toda reunión de tres hombres y que los rumbos y bailes, sean concluidos en horas tempranas.

En enero de 1817 una real cedula concedió indulto a todos los reos políticos. Con algunas excepciones, a Domingo Antonio de Lara se le condenó en mayo de ese año, a ocho años de presidio en El Morro de La Habana. El 14 de agosto de 1817 muere en Jamaica el luchador independentista Pedro Pablo Castillo. El 4 de julio de 1818 fueron puestos en libertad los reos políticos del levantamiento de 1814. El 25 de mayo de 1819 muere en Guatemala el padre Manuel Aguilar, confinado en ese país desde 1814.

El 24 de julio de 1820 surge la prensa revolucionaria en Guatemala, con el periódico El Editor Constitucional, publicado por el Dr. Pedro Molina, destacado independentista. Para contrarrestar esta iniciativa, los conservadores fundan a su vez el periódico El Amigo de la Patria, conducido por José Cecilio del Valle.

3. El Acta de Independencia del 15 de septiembre de 1821 y el temor a las masas independentistas

Grandes movilizaciones populares obligaron en la ciudad de Guatemala, el 15 de septiembre de 1821 a declarar la Independencia y colocar en su primer artículo que “para prevenir las consecuencias que serían temibles en el caso de que la proclamase de hecho el mismo pueblo.” Tenían los criollos temor de las masas populares.

Durante este año en febrero en la población de Iguala, México, el general del Ejercito Español, Agustín de Iturbide, había proclamado la independencia de México. Este hecho iba a influir sobre las clases dominantes locales para buscar salidas mediatizadas que resolvieran la crisis política existente, pero que evitara una solución radical. Por su parte, los sectores independentistas cuentan ya con una década de experiencia política y están en la disposición de avanzar hacia la independencia.

El 14 de septiembre se realizo en San Salvador un Cabildo Abierto para conocer sobre el Plan de Iguala, en el cual”el vecindario entusiasmado opta por la independencia incondicional” (Monterrey, pág. 61). Ese mismo día en la ciudad de Guatemala, fue convocado otro cabildo Abierto en el Palacio de los Capitanes Generales, para evaluar la situación existente, que acuerda convocar para el siguiente día a Junta General.

El 15 de septiembre luego de una intensa y acalorada discusión, el sector conducido por José Matías Delgado logra en Guatemala que se declare la emancipación política de Centro América. Al acta de esta reunión se le llamó Acta de Independencia y fue redactada por José Cecilio del Valle, quien le imprimió su propia visión ambigua y reaccionaria. Sobre el primer artículo Larde y Arthes (1930) opina que “envuelve una amenaza y teme a la soberanía del pueblo, a quine no concede el derecho de proclamar la independencia. La redacción es maliciosa.”

El 21 de septiembre se conoció la noticia en San Salvador y se convocó al Ayuntamiento, el cual proclamó el Acta de Independencia de San Salvador. El 30 de septiembre se efectúan elecciones para nombrar a los siete miembros de la Junta Consultiva de Gobierno. Las elecciones son ganadas por los patriotas y entonces el Intendente Barriere de manera dictatorial como era su estilo, disuelve la reunión y captura a Domingo Antonio de Lara, Manuel José Arce, Juan Manuel Rodríguez y los remite a Guatemala. El 27 de octubre se nombra a José Matías Delgado como Intendente de San Salvador, que al asumir su cargo libera a los patriotas encarcelados por Barriere, y los incorpora a su gabinete.

El PCS (1964) considera que en 1821 “la independencia llevó a los añileros al poder.”

4. José Matías Delgado, luchador antiimperialista 1767-1832

El sacerdote José Matías Delgado (1767-1832) es la figura más destacada del combativo movimiento independentista que se enfrentó a la Corona española de Fernando VII, a las pretensiones imperialistas del Emperador mexicano Agustín de Iturbide e incluso a la prepotencia del papa León XII. Fue un ardiente patriota, organizador, agitador, educador, organizador, conspirador, diplomático, ideólogo, teórico y conductor político y militar de las primeras décadas del siglo XIX.

En el caso de José Matías Delgado debemos proceder a una minuciosa y objetiva labor de rescate histórico, hay que arrebatárselo a la oligarquía y reivindicar desde los sectores populares su recia figura antiimperialista, porque él fue el símbolo inicial de nuestra lucha desde los oprimidos contra los imperios, derrotó tanto a los españoles como a los mexicanos. Por muchos años la derecha se lo ha apropiado y la izquierda no ha tenido la madurez para asumirlo como figura.

Y es que José Matías Delgado procedía de los sectores terratenientes añileros. Pero su origen de clase era diferente a su posición de clase. Toda su vida la dedicó a luchar por las ideas que ganaron desde muy joven su corazón y su mente: las ideas de la independencia y de la justicia social. Debemos rescatar la herencia teórica y las tradiciones revolucionarias de esta primera generación de salvadoreños y salvadoreñas que rompieron con el pensamiento colonial y se abrieron a las luchas e ideas liberales.

El 5 de noviembre de 1811 Delgado encabezó la revuelta popular con toques insurreccionales que inició con el toque a rebato de las campanas de la Iglesia La Merced. Estuvo acompañado de un grupo de patriotas que desafiaron el orden colonial establecido y proclamaron la independencia. Acompañaron al San Salvador insurrecto las poblaciones de Metapan, Zacatecoluca, Usulután y Chalatenango. Fueron derrotados y muchos de ellos encarcelados y exilados.

La noticia de la independencia se conoció en San Salvador hasta el 21 de septiembre y fue recibido con mucha alegría. Delgado regresa a la capital salvadoreña y asume la jefatura política de esta provincia el 28 de noviembre de 1821.

5. La resistencia popular contra el Imperio Mexicano de Iturbide 1822

Y el primer desafío que enfrenta Delgado es encabezar la resistencia popular contra las pretensiones imperialistas del Brigadier Agustín de Iturbide que confiaba en anexar la provincia al Primer Imperio Mexicano. Ya el 7 de diciembre de ese año san Vicente rechaza la anexión a México. Y lo mismo hace el Ayuntamiento de San Salvador. Fueron los únicos, los demás capitularon.

El 5 de enero el Capitán General Gabino Gainza acuerda la incorporación de Centro América al Imperio mexicano. El 11 de enero San Salvador en protesta se separa de Guatemala y nombra como Presidente de la Junta Provisional Gubernativa a José Matías Delgado. “La Junta abolió el tributo que se pagaba a los reyes de España, declaro abolidas la esclavitud, y a El Salvador, libre e independiente de España y de México.” (Monterrey, pág. 76) Por su parte, Santa Ana, Sonsonate y San Miguel se unieron al Imperio de México.

El 3 de marzo de 1822 se libra en los Llanos del Espino, en Ahuachapán, la primera batalla victoriosa en defensa de nuestra primera independencia, en contra del Imperio Mexicano, conducida por el Coronel Manuel José Arce, recién nombrado jefe del Ejercito Nacional, que logra apoderarse de Sonsonate, y anteriormente había asegurado Ahuachapán. Un siglo después, en diciembre de 1944, en el mismo lugar se libraría una heroica gesta de la juventud salvadoreña contra las dictaduras militares. El11 de junio de 1822 el ejército de Iturbide, al mando del coronel Manuel Arzu, penetra en San Salvador, y ocupa el Barrio El Calvario, donde las tropas invasoras saquean, asesinan y queman casas. Pero son derrotados y tiene que huir hacia Guatemala.

El año siguiente 1824, Delgado realiza una colecta popular con la que compra en Guatemala la primera imprenta y el 31 de julio aparece el primer periódico salvadoreño, Semanario Político Mercantil, con una clara línea antiimperialista y liberal, desde donde se desarrollaron importante polémicas contra la ideología colonial y conservadora.

Una de estas polémicas fue la que desarrolló contra el arzobispo Casaus y Torres, de Guatemala e incluso contra el mismo Papa, dado que los sectores populares y liberales acordaron nombrarle el 5 de mayo de 1824 como Obispo y esto desató la furia de los conservadores. Delgado se mantuvo firme hasta que abdicó en 1829, luego de las amenazas “condenatorias” del mismo Vaticano.

6. José Simeón Cañas y la Abolición de la Esclavitud 1823

El 31 de diciembre de 1823 José Simeón Cañas propuso y fue aprobada su moción por la Asamblea Constituyente de las Provincias Unidas de Centroamérica la abolición de la esclavitud. Este fue un paso de avance histórico en el camino hacia la igualdad social, en una época marcada por la existencia de elites feudales y esclavistas. Otra medida relevante fue la aprobación de una nueva Declaración de Independencia en la que de manera categórica se manifestaba que las naciones centroamericanas eran libres tanto de España como de México.

Dijo Cañas en esa ocasión: “vengo arrastrándome y si estuviera agonizando, agonizando viniera, para hacer una proposición benéfica a la humanidad desvalida…”

En 1825 se realizan elecciones para la presidencia de las provincias Unidas de Centroamérica y se enfrentan el salvadoreño Manuel José Arce y el hondureño José Cecilio del Valle. Con el apoyo de las fuerzas progresistas gana Arce, pero después ya en su gestión establece alianzas con los sectores conservadores, dándoles la espalda a sus antiguos aliados, y su gestión es al servicio de las fuerzas oligárquicas, por lo que los sectores liberales organizan la resistencia. Y surge un conflicto entre los gobiernos federal y los estados federados, que al final conduce a la disolución de la unión. Es en este contexto que surge la figura combativa de Francisco Morazán.

Ese mismo año 1825 en un gesto audaz y necesario se somete a censura las pastorales, edictos y circulares del archirreaccionario arzobispo Casaus y Torres, bajo pena de muerte, destierro o presión. El siguiente año, 1826, la Asamblea legislativa define las Fiestas Cívicas del Estado, que resultan muy ilustrativas de la visión política de la época: Día de la Santísima Trinidad, 6 de febrero, en memoria de los muertos por la libertad de la Patria; 4 de marzo, fecha de instalación del Congreso Constituyente del Estado de El Salvador en 1824; 3 de junio, en recuerdo de la victoria que el año 1822 se obtuvo sobre el primer ejercito imperialista de Guatemala; 12 de junio, fecha en que se decreto en 1824 la primera Constitución del estado; y 6 de agosto, día de El Salvador.

En 1827 llega al país y se nombra al internacionalista Coronel Rafael Merino, guayaquileño, del Ejercito del Libertador Simón Bolívar, como Comandante General del ejército salvadoreño; lo acompañan su hermano Guillermo Merino, y Alejo Sumaestre. Contribuyeron a la reorganización de esta institución, que todavía no era permanente. El 30 de abril de 1828 Rafael Merino será fusilado en San Miguel por tropas federales. El 9 de agosto de ese año fuerzas salvadoreñas al mando del colombiano Coronel Juan Prem se toman la población de Ayutuxtepeque.

En 1829 asume el gobierno José María Cornejo (1829-1830 y 1830-1832), y es el primer dictador salvadoreño ya que impulsa una política represiva contra los sectores populares, además de ser corrupto, servil, impuso la censura, suspendió periódicos, exiló opositores. Encabezó el movimiento para separar el país de la Federación Centroamericana. Junto a Arce proclamó la independencia de El Salvador (1832). Derrotado por Morazán, fue encarcelado en Guatemala.

7. La lucha contra los tributos injustos y las guerras. 1832

En agosto de 1832 el gobierno de Mariano Prado aprobó un impuesto individual para todos los ciudadanos del estado. Alrededor de la protesta contra este infame decreto se nuclearon los sectores populares hasta lograr su derogación en enero de 1833, en lo que fue una sonada victoria popular. Entre los levantamientos más destacados se encuentran los siguientes: en octubre se levantaron los barrios capitalinos; el 10 de noviembre en Izalco, conducidos por el padre Pablo Sagastume, Felipe Vega y Manuel Anaya, se tomaron el pueblo y luego se dirigieron a la ciudad de Sonsonate y la saquearon.

También hubo levantamientos en Zacatecoluca y San Miguel. Este último fue dirigido por Vicente Goyenaga, y fue muy radical, ya que fusilaron a las principales autoridades del gobierno central y municipal. Lo mismo pasó en Chalatenango y Tejutla, en donde fusilaron a las autoridades, en un levantamiento conducido por el padre Felipe Vides.

El ánimo insurreccional de las masas también se manifestó en noviembre de 1882 contra del reclutamiento obligatorio en las poblaciones de San Juan y Santiago Nonualco, que protestaron por ser blanco predilecto de las infames “reclutas.” Es en este marco que luego surgiría la gloriosa insurrección de Anastasio Aquino.

8. La epopeya de Anastasio Aquino 1833

El indio Anastasio Aquino se rebeló en enero de 1833 contra las levas forzadas de jóvenes indígenas para pelear en las guerras entre conservadores y liberales, así como en contra del saqueo de su tierras ancestrales por los europeos y luego por los criollos, y logró organizar un ejercito guerrillero de 3000 hombres armados de lanzas de huiscoyol con los que logró tomar las ciudades de Zacatecoluca y San Vicente, y en esta ultima ciudad se coronó rey de los Nonualcos con la corona de la imagen de San José, que se veneraba en el templo del Pilar.

Aquino derrotó el 1 de febrero a las fuerzas gubernamentales en el río Guisculapa. El 5 de febrero se toma Zacatecoluca y nombra como Comandante a su lugarteniente Francisco Castro, el 15 de febrero fusila al alcalde de Apastepeque y se tomó la ciudad de San Vicente. El 16 de febrero da a conocer en Tepetitan sus famosos decretos legislativos. El 27 de febrero obtiene una nueva victoria entre Olocuilta y Comalapa, sobre las tropas de San Martin. El 28 de febrero es derrotado en Santiago Nonualco. El 24 de julio es fusilado en san Vicente y su cabeza puesta en una jaula en la cuesta de “Monteros.”

Colocarse la corona de san José fue un gesto de profundo simbolismo revolucionario, de ruptura ideológica con la religión opresora que se les había impuesto por la conquista española. Además de estratega militar, Aquino promulgo los Decretos de Tepetitan y diseño una táctica guerrillera llamada cien arriba, cien abajo. Fue fusilado en la ciudad de San Vicente y su cabeza fue expuesta para escarmiento de los futuros rebeldes, como “ejemplo de revoltoso.” Lo mismo harían cien años después en 1932 en Izalco con la cabeza del cacique indígena Feliciano Ama.

Aquino enfrenta al gobierno de Mariano Prado (1823-1824,1826-29, 32-33) que había llegado al gobierno como resultado del derrocamiento por Morazán de Cornejo, y contaba con el apoyo de José Matías Delgado y de Doroteo Vasconcelos. Prado entregó el gobierno a Joaquín de San Martin.

Roque Dalton considera que en El Salvador Aquino “es una figura central en la historia revolucionaria.” Por su parte Jorge Arias Gómez, escribe que “Aquino esta y estará presente, oculto o en la vanguardia de la protesta, con su grito reivindicador enarbolado en su alta figura, mientras las masas del campo vivan en condiciones menos humanas, marginados de los beneficios de nuestra ponderada cultura occidental…”

El PCS considera que la gesta de Anastasio Aquino “enlazó las reivindicaciones de las masas campesinas comuneras con la lucha por el poder…es el primer acto insurreccional de los jornaleros semi-libres, precursores de los actuales asalariados agrícolas, proletarios del campo.”

En 1838 Timoteo Menéndez (1838-1839) sofocó una rebelión indígena en Zacatecoluca y Cojutepeque que el 23 de mayo de 1837 atacaron la guarnición de san Vicente, cinco años después del ataque de Anastasio Aquino

9. Francisco Morazán y la lucha por la unión centroamericana. 1829-1842

Morazán fue Presidente Federal 1829-1842 y figura principal de las luchas populares del siglo XIX. Se enfrentó a Arzobispo Casaus, según Dalton “la siniestra figura, brazo armado de la mas negra reacción.” Luchó contra el General reaccionario guatemalteco Rafael Carrera y contra el Cónsul ingles Federico Chatfield. Por lo que fue un consumado jefe liberal, unionista, anti-ingles, anti-clerical, anti-oligárquico, y estratega político-militar.

Su historia inicia en abril de 1827 cuando asume la defensa del gobierno liberal de Dionisio Herrera y derrota la rebelión de Justo Milla en la Batalla de la Trinidad, convirtiéndose en el líder de los liberales centroamericanos. En esta batalla participo un destacamento de tropa salvadoreña al mando del capitán Vicente Huezo. Luego va en ayuda de los liberales salvadoreños y logra el triunfo en la batalla de El Gualcho (1828) y también gana la batalla de La Charca en solidaridad con los liberales guatemaltecos (1829).

En enero de 1829 nombra a sus fuerzas como Ejercito Aliado Protector de la Ley. El 10 de julio expulsa de territorio guatemalteco hacia Cuba al nefasto Arzobispo Casaus y Torres así como a otros religiosos. En 1830 y 1834 es elegido Presidente de la Republica Federal de Centro América. En 1839 es nombrado Jefe de estado de El Salvador, cargo al que lo obligaron a renunciar y a embarcarse al exilio en Perú. Regreso para enfrentar la amenaza imperial inglesa.

Fue fusilado en la Plaza de San José, Costa Rica el 15 de septiembre de 1842, a los 50 años, había nacido en Tegucigalpa, Honduras, el 3 de octubre de 1792. Antes de ser fusilado escribió su Testamento Político, en el que llama a la juventud a asumir el ideal unionista.

Abolió los diezmos y primicias de la iglesia, decreto la desamortización de los bienes de las comunidades religiosas, otorgó libertad de cultos y la libertad testamentaria, promulgo la Ley de Divorcio, convirtió en prisiones modelos y escuelas los conventos de los curas y monjas, fomentó y democratizo la enseñanza, instaló imprentas en todos lo estados, propicio el surgimiento de periódicos, impulso el arte y la ciencia, etc. (Dalton 1962)

Morazán no pudo terminar el periodo para que fuera electo, debido a que los conservadores lograron imponer el separatismo y solamente El Salvador se mantuvo firme, al final triunfo según Dalton (1963) “la gran ofensiva reaccionaria que había logrado desmembrar Centroamérica.”

Según Cuenca (1994) para Morazán “la lucha no era otra que el choque entre los intereses del pueblo, intereses económicos, sociales y políticos, contra el bastión de los intereses de las castas feudales aristocráticas y reaccionarias.”

10. La invasión militar inglesa a El Salvador en 1844

Ya durante la presidencia de Juan José Guzmán (1842-1844) el buque ingles Champion bloqueo el puerto de La Unión. Durante la presidencia del conservador general Francisco Malespín, (mayo a octubre de 1844) el imperialismo ingles invadió El Salvador. Malespín, había ascendido a la presidencia gracias a las influencias de su padrino, el siniestro Obispo Jorge Viteri y Ungo, quien un año después en 1845 tuvo que excomulgar debido a que fusiló al presbítero Pedro Crespín y saqueo varias iglesias en León, Nicaragua.

Sucedió que “a causa de reclamos hechos a su cónsul por varios ingleses en El salvador, reclamos de tipo económico, enfilados contra el Gobierno, varios barcos ingleses bloquearon el puerto salvadoreño de La Unión y sus marinos desembarcaron en islas salvadoreñas del Golfo de Fonseca. Pese a su original oposición a aquella medida de fuerza del imperialismo ingles, el gobierno de Malespín, pagó finalmente las deudas reclamadas.” (Dalton 1963)

Por su parte, el historiador Monterrey (1977) plantea que en octubre 26 de 1849 fuerzas navales inglesa se apoderaron d e las islas Meanguera, Martin Pérez, y Zacate Grande de la bahía de Conchagua y establecieron un férreo bloqueo en el puerto de La Unión, con el fin de impedir la “Feria de la Paz” que se celebraba en San Miguel.” Pensamos que ambos historiadores se refieren al mismo suceso, aunque le damos mayor crédito a Monterrey.

Por otra parte, el 2 de enero de 1845 Micaela Guzmán organizó una manifestación de mujeres calvareñas en apoyo al vicepresidente Joaquín Eufrasio Guzmán. Asimismo el 23 de noviembre de 1846, los indígenas de Santiago y San Juan Nonualco, bajo el mando de Petronilo Castro, se sublevan contra el gobierno de Eugenio Aguilar.

11. Los ingleses bloquean el puerto de Acajutla en 1848

Doroteo Vasconcelos que gobernó del 1848 al 1851 fue un Presidente liberal, progresista, morazanista. “Durante su gobierno, el barco ingles Gorgón bloqueó el puerto de Acajutla en reclamo de una deuda de la extinta federación.” (Dalton 1963)

Monterrey (1977) establece que “en octubre 27 de 1850 el Comandante de la Armada Inglesa notificó en Acajutla del bloqueo de toda la costa salvadoreña, y advirtió que si se les negaba víveres y agua, procederían al bombardeo hasta destruir la población.”

Vasconcelos se enfrenta con el dictador Carrera pero es derrotado en la Batalla de La Arada, lo que permitió que Carrera impusiera al presidente títere Francisco Dueñas en 1851. Dueñas fue un elemento conservador, precursor de la oligarquía cafetalera, represivo, nada más y nada menos que el bisabuelo de Archie Baldocchie Dueñas (+), quien fuera hace algunos años Presidente del Banco Agrícola Comercial y del partido ARENA.

Durante la década de los años 40 el imperialismo inglés había avanzado en sus pretensiones territoriales ya que Honduras había sido despojada de las islas Roatán y pretendían arrebatarle Amapala; Nicaragua había sido despojada del puerto de San Juan del Norte y La Mosquitia; Costa Rica de Bocas del Toro y Guatemala de Belice, mientras México pretendía apoderarse del Soconusco (Chiapas) y al final lo logró.

12. Gerardo Barrios y la lucha contra la oligarquía. (1858-1863)

Gerardo Barrios fue un fiel seguidor de Francisco Morazán, incluso participó siendo un joven de 15 años, en 1828 en la famosa batalla de Gualcho, luego fue el que encabezó el contingente salvadoreño que se enfrentó al filibustero William Walker que había invadido Nicaragua. Fue parte del Estado Mayor del Ejército Federal, junto con Trinidad Cabañas.

Progresista, liberal, anti-oligárquico, anti-imperialista, anticlerical, unionista, apoyo siempre a los coquimbos o morazanistas. El 21 de abril de 1857 sale hacia Nicaragua conduciendo la 4ta. División Auxiliar, con la cual El Salvador completaba los 6,000 combatientes con los que contribuyo para la derrota de los filibusteros en Nicaragua. Cuando regresa a El Salvador luego de la derrota de Walker se enfrenta a Rafael Campo. Cuenta con el apoyo del incipiente movimiento artesanal.

Enfrentó también al dictador Carrera, aliado con Francisco Dueñas, que gobernó de 1863 a 1871. En 1863 Barrios es derrotado por la invasión salvadoreña-guatemalteca, desde entonces quedo sellada alianza entre ambas oligarquías. Es fusilado el 29 de agosto de 1865, luego de ser capturado en Corinto, Nicaragua y entregado a Dueñas.

A las 3 a.m. fue llevado al Cementerio General de San Salvador, en donde fue ejecutado. Al pasar por El Calvario, donde vivían sus fieles partidarios, dijo: “¡Los calvareños duermen, y yo voy a la muerte!” Se cuenta que sacó su pañuelo, se enjugó con él la frente y se lo entregó a su cuñado Ansaldi, diciéndole: “Ultimo recuerdo para mi pobre Adelaida”

Sus ultimas palabras fueron: “He sido vanidoso, pero mi vanidad ha servido para el engrandecimiento de El Salvador. He sido ambicioso, lo soy y lo seré hasta en la otra vida. Uds. no van a matar a un hombre común, a un cualquiera. ¡No!, Matarán a un hombre de Estado, que ha dedicado la mayor parte de su existencia a la grandeza de su Patria. Mi sombra os perseguirá y el pueblo salvadoreño me vengará algún día…”

( www. comisioncivicademocratica.org)

Barrios dijo antes de morir, mientras rezaba el padrenuestro: “hágase la voluntad del Arzobispo Zaldaña y del Presidente Dueñas” (Dalton 1963)

El economista Menjivar (1978) señala el año de 1864, bajo el gobierno de Dueñas, como el año que madura la transformación de “la estructura económica colonial” basada en la economía añilera y que luego culmina “en el periodo de acumulación originaria…ubicable en su parte más intensa entre 1880 y la segunda década del siglo siguiente.”

Por su parte el PCS (1980) considera que “la burguesía cafetalera, en tanto burguesía agraria, dio origen a una ideología política más parecida la de la burguesía prusiana que a la de los enciclopedistas franceses…. La burguesía agraria y los terratenientes terminaron uniéndose para desplazar del poder a los restos en descomposición de los grupos de políticos aferrados al liberalismo deforme que surgió durante la lucha por la independencia de España y que propició la gesta morazanica. Este liberalismo como corriente política, tuvo su momento de mayor florecimiento bajo el liderazgo de l Capitán General Gerardo Barrios, y culminó con la frustrada Constitución de 1885.

Agrega el documento partidario que “El ultimo gobierno dominado por los liberales fue el de los hermanos Ezeta, (iniciado en 1890); su autoritarismo se enfiló, precisamente, contra los señores de la tierra y el capital agro-exportador de café; el llamado “despotismo” de los Ezeta era en realidad defensiva: la lucha final por la supervivencia del liberalismo. Por eso, el golpe de estado de “los 44” que los derrocó (1894) fue, por un lado, el triunfo de los terratenientes retrógrados, pero, también, la “partida de nacimiento” del que llegaría a ser férreo poder de la oligarquía cafetalera.”

13. La creación de la Concordia y la entronización de los liberales durante el régimen del mariscal González.

El 2 de diciembre de 1870 todavía bajo el gobierno de Francisco Dueñas, los volcaneños de Santa Ana se sublevan bajo el mando de Nicolas Lemus exigiendo que se les devuelvan sus tierras de las que habían sido despojados por los terratenientes. Bajan y atacan el edificio del cabildo, lo queman, así como ponen en libertad a los reos de la cárcel, incendian las casas de funcionarios y los ajustician. El gobierno captura luego a Lemus y lo fusila.

El Mariscal Santiago González, que gobernó de 1871 a 1876, había traicionado a Barrios, y también traicionó a Dueñas, pero trató de reivindicarse permitiendo amplias libertades políticas, ya que en su régimen se aprobó una constitución progresista y fue apoyado por el entonces alcalde de Ahuachapán, Francisco Menéndez.

El año que asume el gobierno González muere en Honduras el general morazanista Trinidad Cabañas. González además desarrollo una muy cercana relación con sectores artesanales urbanos, que lo llevó a apoyar la creación en 1872 de la Sociedad de Artesanos “La Concordia” el año siguiente, en 1873, se crea la Sociedad de Artesanos de El Salvador, que publica el periódico “El Obrero.”

Guidos Vejar (1980-45) considera que fue precisamente con González en 1871, que se origina el estado oligárquico liberal al servicio de la producción y exportación de café. Plantea que “El café, así, removía hondamente todas las estructuras salvadoreñas, modificando desde el paisaje geográficos hasta las relaciones de poder en la nación. Desde la base de la producción cafetera surgirá una nueva sociedad que terminará por romper definitivamente con la sociedad colonial que había sobrevivido medio siglo a la independencia. Los rasgos coloniales más persistentes serán redefinidos en las nuevas relaciones sociales emergentes. “

Considera el autor citado que “los cafetaleros llegaron al poder mucho antes que las nuevas relaciones sociales de producción, de las que eran portadores, se hubiesen generalizado en la sociedad salvadoreña.”

14. La lucha contra el dictador Rafael Zaldívar. 1876-1885

González se enfrentó a Rafael Zaldívar (1876-1885) que fue finalmente impuesto por una singular alianza con el presidente y reformador liberal guatemalteco Justo Rufino Barrios, no obstante su talante conservador. Zaldívar que muy represivo y en sus ocho años de gobierno, fue pilar para la formación de la oligarquía financiera, aunque ya algunas familias habían acaparado tierras desde los gobiernos de José María Cornejo y Francisco Dueñas (Vallecillos 1987) La influencia política de Dueñas era clara y fuerte durante su gobierno.

En su régimen se aprobaron leyes como la de Extinción de Ejidos (1881) y la de Tierras Comunales (1880), que fueron claves para el afianzamiento de una economía de naturaleza capitalista, ya que afectaron a “no menos del 40% del territorio nacional.” (Menjivar 1978) asimismo considera el mismo autor que fue en el periodo que llega hasta 1880 “en el que El Salvador se articula al mercado mundial.”

También Menjivar considera que estos procesos condujeron “al surgimiento del proletariado y semiproletariado agrícola…en este marco podemos ubicar los reducidos núcleos de obreros que giran en torno de minas, y ferrocarriles controlados por ingleses primero, y norteamericanos después, además de los beneficios de café en manos de inmigrantes.”

Durante su administración, en 1882 se autorizo a la Compañía del Ferrocarril de Acajutla “para construir una vía que conectara las principales zonas cafetaleras entre Acajutla y Sonsonate…la compañía contrajo deudas externas (con el mercado ingles) e internas (crédito otorgados por los señores Medina y Guirola) y luego asumidas por el estado en su calidad de Garante.” (Menjivar, 1980). En 1892 continua la expansión de las vías férreas.

Fue el 4 de Junio de 1882, que el Presidente Rafael Zaldívar inauguró oficialmente el servicio del ferrocarril, con la llegada a Sonsonate de la primera locomotora que conducía un convoy de pasajeros y carga. A partir de aquel día, la región fue ensanchada de una fuerza generadora de progreso y turismo que convirtieron a Sonsonate en paso obligado y lugar de estacionamiento del movimiento de carga y pasajeros, que por Acajutla entraban al país hasta llegar a la ciudad capital. La máquina rodante constaba de dos locomotoras “American Type”, de 16 toneladas de peso cada una; un carro para pasajeros de primera clase con ventanilla de vidrio y persianas, ventilación suficiente y cómodos asientos; un carro góndola con techo, descubierto a los lados; catorce carros pequeños de trabajo y un carro para rieles. (www.cepa.gob.sv)

“En 1880 empezó a funcionar el Banco Internacional de El Salvador como banco privado emisor de billetes. El banco fue fundado mediante un contrato entre el Ministro de Hacienda, don Pedro Meléndez y don José Francisco Medina, el 5 de abril de 1880. Tenía la facultad de emitir billetes de curso legal, pagados a la vista y al portador. Le fue concedida la facultad de emisión exclusiva por 25 años.”

“El Banco Salvadoreño, que había nacido en 1885 con el nombre de Banco Particular de El Salvador, fue creado por una concesión del Ministerio de Fomento a los señores Mauricio Duke y Francisco Camacho. A éste también se le dio la facultad de emitir billetes pagaderos a la vista al portador y se le autorizó para negociar con el Banco Internacional su permiso para que sus billetes tuvieran curso legal. Fue en 1891 que cambió su nombre a Banco Salvadoreño.” (www.bcr.gob.sv)

15. El gobierno progresista del General Francisco Menéndez 1885-1890

Gobernante ahuachapaneco, liberal, progresista, patriota, derrocó a Zaldívar en la “revolución de mayo” de 1885. En su gestión se realizo la Constituyente de 1886 de donde surgió una Constitución avanzada para su época. Contó con el apoyo de intelectuales como Francisco Gavidia.

En 1888 se produce “la primera exportación de capital como capital industrial en la rama de la minería…se trata de la Divisadero Gold and Silver Minning Co. Ltd. Que se extendería en poder de capital ingles hasta aproximadamente 1920, para luego pasar a manos de capitalistas norteamericanos” (Menjivar 1980) La actividad minera, especialmente la extracción de oro y plata, se inicia en el tiempo de la colonia, los primeros registros históricos de producción minera data de 1780, sin embargo la producción de metales preciosos tuvo su mayor auge en la década de los 50. En el 2004, la empresa canadiense Pacific Rim solicitó al Ministerio de Medio Ambiente, permiso para la explotación minera la zona de El Dorado, en San Isidro, Cabañas.

El año de 1888 aparece el Compendio de Geografía de Centro América, en el que González nos dice que El Salvador “posee ricas minas de oro, plata, cobre, hierro, plomo y carbón de piedra. Las minas de más nombradía son las de Loma larga, Corozal, Divisadero, Encuentros, Tabancos y otras de los departamentos de Metapan y San Miguel. Las minas de hierro más notables existían en Metapan, departamento de santa Ana. En el departamento de Cabañas hay algunos buenos minerales, aquí, cerca de Ilobasco, hay una rica mina de carbón de piedra.”

“En 1889 comienzan los empréstitos para la construcción de ferrocarriles, que en definitiva pasarían a manos de los ingleses…” señala Menjívar (1980).

El Banco Occidental nació en noviembre de 1889. Fue fundado por León Dreyfus y el colombiano Emilio Álvarez y funcionaba en Santa Ana. También obtuvo la facultad de emitir billetes pagaderos a la vista y al portador.

El Banco Agrícola Comercial fue fundado en 1895, por José González Asturias y Rodolfo Duke. A éste se le facultó para emitir billetes al portador, al igual que a los otros bancos fundados anteriormente. Para 1898 funcionaban en el país cinco bancos: el Banco Internacional, el Banco Salvadoreño, el Banco Occidental, el Banco Industrial y el Banco Agrícola Comercial. (www.bcr.gob.sv)

16. El gobierno de los generales Ezeta 1890-1894

En junio de 1890 los hermanos Ezeta encabezaron un golpe de estado contra el General Menéndez. Opina Dalton (1963) sobre este gobierno que “no puede negársele algunos aspectos progresistas a favor de la economía nacional y en defensa de la soberanía…Terminó con los canones de guerra que se pagaban anualmente a Guatemala, reorganizo el ejercito y “aumentó los salarios de los trabajadores urbanos.”

17. La rebelión oligárquica de los 44 (1894)

Fue una sublevación de 44 “patriotas” de raigambre conservadora y oligárquica, que tuvieron éxito en derrocar a los Ezeta, como resultado de este movimiento asumió General Rafael Antonio Gutiérrez 1894-1898, “durante su Gobierno se firmo en Amapala un nuevo pacto unionista entre Honduras, Nicaragua y El salvador, que posteriormente fue desconocido por el general Regalado.

Pero fue un gobierno represivo, Vallecillos (1984) denuncia que “en 1897 los estudiantes universitarios José Gustavo Guerrero y Vicente Trigueros publicaron en san Salvador un periódico de combate al que llamaron El Látigo, y en el cual defendían con ardor y decisión la libertad del pueblo salvadoreño. En una ocasión, Gutiérrez los mando a arrestar y los incorporo al ejército como soldados rasos. Esto hizo que abandonaran el país.

Por otra parte, Prudencio Alfaro junto con el general Tomas Regalado fue uno de los 44 que aspiraba también al poder, aunque en su caso se le atribuye una tradición de apoyo popular. Gutiérrez es desplazado por quien consideraba como “su mejor amigo” el santaneco General Tomas Regalado Romero 1898-1903. Regalado murió en 1906 en un combate en Guatemala en contra del dictador Manuel Estrada Cabrera en el que participó totalmente ebrio.

Siguiendo la tradición académica de Paniagua Serrano (2002) podemos apuntar que Tomas Regalado fue el esposo de Concepción González (hija del Mariscal Santiago González) y de este matrimonio nacieron Marisa Regalado González y Tomas Regalado González. Este último fue el esposo de Marta Dueñas Palomo, nieta del expresidente Francisco Dueñas. Y de esta unión nacieron Miguel, Tomas, Raúl y Ernesto Regalado Dueñas. Tomas Regalado Dueñas es actualmente un reconocido empresario cañero, presidente del Grupo CASSA. En el gobierno de Regalado se “organiza una nueva explotación minera, la “Butters Salvador Mines Ltd.” (Menjivar 1980,44).

Y así terminamos esta breve reseña histórica del siglo XIX, que tiene el propósito de iniciar un estudio más profundo de nuestra historia, desde la visión de los que sueñan y luchan, ya que donde hay opresión hay resistencia.

Bibliografía

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Cuenca, Abel. MORAZAN, Democracia y federalismo en Centroamérica. Alin Editora S.A. Honduras, 1994.

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Larde y Arthes, Enrique. Historia de Centro América. SS. 1930

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Merlos, Salvador Ricardo. El Constitucionalismo Centroamericano en la Mitad del siglo XIX. SS. La Universidad 3 y 4 Julio-Diciembre 1960

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Paniagua Serrano, Carlos Rodolfo. El bloque empresarial hegemónico salvadoreño. SS. Revista ECA Julio-Agosto 2002.

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Partido Comunista de El Salvador. Programa Agrario. Marzo de 1964

Pineda, Roberto. 1821-1987: 166 años de esfuerzos heroicos del pueblo salvadoreños por conquistar la independencia y la paz Sría. de Comunicaciones UES 1987

Pineda, Roberto. 460 años de lucha revolucionaria del pueblo salvadoreño hasta la victoria Revista 32 de NOTISAL. Junio de 1984

Pineda, Roberto. José Matías Delgado, luchador antiimperialista. www.ecumenico.org

Rodríguez Ruiz, Napoleón. Historia de las instituciones jurídicas salvadoreñas. SS. Editorial Universitaria. 1959

Velásquez, J. Humberto. Estructura de clases en El Salvador a fines de la colonia. SS. La Universidad 1 y 2 Enero-Junio 1960

San Salvador, agosto de 2010

*Roberto Pineda, Docente de la Universidad de El Salvador

Carta a Fidel Castro en su cumpleaños

Lunes, 16 de Agosto de 2010 / 09:51 h
Carta a Fidel Castro en su cumpleaños

Dagoberto Gutiérrez

Querido Comandante:

Ochenta y cuatro años caben en dos números y por eso parecen pocos; pero cuando se trata de la vida de las personas se puede caer en cuenta, que se trata de bastante tiempo y aun mas, cuando se trata de la historia de un pueblo, uno puede darse cuenta que la vida de una persona resulta ser parte de la vida de millones de personas, o mas bien que una vida expresa la de millones y es, en realidad como la vibración, algo así como las cuerdas de la guitarra, de aquel hilo histórico que enlaza amorosamente los acontecimientos que construyen la vida de un país.

Esa es su vida, parte rumorosa e inseparable de la historia de lucha del pueblo cubano y en esa misma medida parte también de la historia de los pueblos latinoamericanos.

El asalto al Moncada es, pese al tiempo transcurrido, o precisamente por eso, millones de campanas sonando todos los días y anunciando que cuando un pueblo se decide a caminar y a romper las cadenas que lo aprisionan, no hay poder capaz de impedírselo.

Millones de hombres y mujeres de El Salvador hemos seguido con suspenso , las noticias de sus quebrantos de salud y también hemos recibido con alborozo las demostraciones de su recuperación. Usted sabe comandante que en ciertas circunstancias la salud de una persona se convierte en parte en la lucha política mas feroz y sin cuartel y cuando el mundo atraviesa, como esta ocurriendo hoy, momentos extremos de su supervivencia, su pensamiento, su palabra, su pluma, su voz y su inclaudicable compromiso con su pueblo y los pueblos del mundo, resultan ser, Querido Comandante, un estimulo insuperable para la construcción de las esperanzas en un mundo mejor.

La isla de Cuba, su revolución, su partido y usted nos han estimulado por décadas y cuando los caminos nos han conducido a aquellos puntos de cruz calle, siempre hemos tenido su voz, su aliento, su pensamiento claro y su posición invencible. La historia del movimiento revolucionario latinoamericano se cruza, por muchos arroyuelos con la historia de Cuba y desde el aliento gigantesco de ese gigante que fue José Martí, pasando por Céspedes Agramonte, Maceo y Máximo Gómez, hasta la figura inmortal del Che Guevara, la historia de Cuba ha inspirado siempre y lo sigue haciendo, la historia del continente, es una luz que alumbra los caminos, ilumina los rincones y sacude, con el temblor de los amaneceres, la lucha de lo justo y lo injusto, de lo nuevo y lo viejo, de la revolución frente a la contra revolución.

Le cuento Comandante, que nos alegró mucho, verlo y oírlo en un programa de Tele Sur, con muy buena salud, con muy buena palabra y muy buena reflexión, fue en ocasión de una platica que usted dio a gente de la solidaridad de los Estados Unidos y pensamos, todos lo que lo queremos, que lo tendremos con nosotros todo el tiempo que dure la vida de todos nosotros.

Usted sabe, querido Fidel, que no olvidamos ningún instante, su conducta solidaria e internacionalista con el proceso revolucionario salvadoreño y que Cuba es nuestro corazón y nuestro cerebro, es decir, un aula llena de pizarras en donde se aprende que para aprender hay que sentir y que aquel que aprende mucho pero siente poco, puede terminar aprendiendo poco.

Las noticias sobre su buena salud son como bandadas de palomas blancas enamoradas del cielo; pero su vida toda, es en realidad toda la lucha, todo el trabajo, todo el pensamiento contenidos en el minuto tenaz del compromiso, por eso es que su vida asusta tanto a los enemigos de los pueblos y a los amigos de los imperios, y alegra tanto a los luchadores por el socialismo, la democracia y la vida.

El proceso político salvadoreño cruza un tenso momento de definición, con un gobierno de unidad nacional al que le resulta insuperable aprender que ningún gobierno puede gobernar para todos y mucho menos en una sociedad como la salvadoreña con creciente distancia entre los ricos y los pobres. La buena noticia es que las organizaciones populares construyen afanosamente, a partir de su experiencia cotidiana, los acuerdos fundamentales, para definir un sujeto político que aglutine y concite a la oposición y a la resistencia al neoliberalismo.

Nos sigue estimulando su participación en las actividades del partido comunista de Cuba, sabemos que se prepara el próximo congreso y confiamos que de allí saldrán las decisiones que interpreten los signos de los tiempos, el pensamiento político del pueblo cubano, la sabiduría y experiencia de sus dirigentes y la palabra y pensamiento suyo Querido Fidel.

La Revolución Cubana ha demostrado que es posible hacer la revolución en las proximidades del imperio, que es posible avanzar hacia el socialismo, aun sin aliados estratégicos como la unión soviética y ahora, cuando los tambores de guerra resuenan por el cielo y la tierra y el capitalismo amenaza a la naturaleza y a la humanidad, la revolución cubana cruza un terreno expectante y tenso que será superado, sin duda alguna, con el acopio de su experiencia, sus luces, su entusiasmo y afán revolucionario inquebrantable. Esa firmeza y flexibilidad están contenidas en su vida toda querido Comandante, y son, por eso mismo, el punto crucial que une amorosamente la revolución cubana y la vida suya.

Te deseamos en ocasión de tu cumpleaños, muy buena salud, la mejor del mundo, un laborioso descanso y visitas reposadas para saborear buenos sorbetes en el Copelia, a lo mejor una tarde de estas……

El rock surgió de la protesta social…Entrevista con Luís López

SAN SALVADOR, 30 de julio de 2010 (SIEP) “El rock surgió de la protesta social allá en Estados Unidos…” nos comenta en el programa Dialogo Universitario de YSUES, el ya legendario cantante de Los Supersónicos, Luís López, mejor conocido en los medios artísticos como el Monseñor del Rock.

Añade que “nos permitió en aquel momento la oportunidad de enterarnos de la temática de la protesta juvenil en Estados Unidos, que era la oposición a la guerra de Vietnam. Fue un movimiento juvenil en el que las guitarras eléctricas sirvieron para habilitar, para expresar sus sentimientos, sus ideas, y este movimiento adquiere perfiles mundiales y llega a nuestras tierras…”

“Y a mediados de los años sesenta empezamos a conocer este movimiento, a hablar a través de la música, vamos adquiriendo una nueva visión, escuchamos al gran Bob Dylan…y descubrimos que el habla contra la guerra, contra las injusticias del sistema, contra la pobreza contra el establishment.”

Mundo Imposible

Y entonces desde Los Supersónicos salimos allá por 1966 con Mundo Imposible. ¿Se acuerdan? “Mira en tu chequera y así sabrás, que si tanto tienes tanto vales…” Ya influenciados por esta corriente que les menciono…en la batería estaba Mario Maida, que hizo la letra, la música es de Paco Morales.” Para que buscan felicidad, si no hay amor y paz…Grabamos el disco con RCA Víctor de México. 8 de las 10 melodías eran originales y fueron algunas megahits en esa época.

Estamos hablando de mediados y finales de los 60s. Y si, sostuvimos una rivalidad en la calidad musical con otra agrupación llamada Los Intocables. Nosotros como Los Supersónicos fuimos los primeros en tocar música de protesta y original, nuestra. Año 66. Estaba también Oscar Olano de Los Kiriaps, Mangandi, Mario Rodríguez, Sebastián Guandique, Jorge Granados. Cada uno de nosotros aportaba desde su propia perspectiva para construir un mensaje filosófico social. Hicimos una revolución musical, pasamos de las rancheras al rock.

Y teníamos intercambios, relaciones a nivel centroamericano, hubo integración, con los SOS y los Apple Pie de Guatemala. A nivel mundial escuchábamos a Los Iracundos, Bajo un monte lleno de ambiciones…el extraño del pelo largo…españoles, argentinos, imitábamos y desarrollábamos nuestra forma de vestir, la pintura, la poesía, el pop, la maxi y la mini, el uso de la manta, los sombreros, los collares, los faldones bordados, etc.

Estaba la guerra del Vietnam golpeándonos: cuando en el mundo gobierne el amor…cuando del pobre oigamos su voz…muchacho que vas a Vietnam…no vas a tocar guitarra…

Cuando tenía quince años, empezó la revolución de las guitarras eléctricas, antes sólo conocíamos y estábamos acostumbrados a las acústicas…las guitarras eléctricas tienen un sonido diferente, un lenguaje diferente y su propio genero de música. El rock venía de la música del blues, del soul, de las luchas de los negros contra la esclavitud, había todo un mensaje de protesta…era a mediados y finales de los sesenta. Aun que había surgido a mediados de los años 50 con Los Platters, Bill Halley, Elvis…inició como una música juguetona, inofensiva, para mover el cuerpo…

Por medio del rock se reunían los jóvenes para bailar y cantar… ¿Se acuerdan de Love me do de Los Beatles? Pero a medida que se fue metiendo el rock fue también evolucionando hacia temas sociales…tocando problemas que afectaban a los jóvenes. Y con la llegada de la cultura hippie el mensaje fue más fuerte. La época de los hippies vino a cambiar todo el esquema cultural.

El movimiento hippie nació en California, en el área de la bahía de San Francisco, en una búsqueda de libertad, de paz y amor. La canción Let it be de los Beatles se convirtió en uno de sus himnos. Era una búsqueda de construir una solidaridad humana…y estaba la guerra de Vietnam. Los jóvenes eran mandados a morir sin sentido. Y esto desató la protesta. Los hippies acompañaron esta protesta y usaron drogas para salirse de esta realidad. El alcohol estimula la violencia.

La película Woodstock vino a masificar el movimiento. Cada vez que se exhibía eran llenos completos, y también mucha niebla… ¿se acuerdan?

Las drogas se pensaba en esa época ayudaban a tranquilizarse, a conocerse a uno mismo, a ser más pensante, reflexivo. Estaba el Yoga. El LSD permitía se creía ver más dalla de la realidad o conocer otras realidades, mientras que el alcohol embrutecía. Les explico y aclaro que no uso ninguna droga porque te sacan de la realidad. En esa época los jóvenes soldados allá en Vietnam usaban drogas para salirse de esa realidad a la que eran obligados por la sociedad.

La Banda del Sol

Nunca podre olvidar la que considero la canción más descarada en el buen sentido del término de la protesta social. Me refiero a El Planeta de los cerdos… “Estamos dominados por los cerdos disfrazados, con armas y garrotes para poder dominar… izquier, dos, tres…” No se podía ser más claro… Y los militares mandaban en el país. Muchos se molestaron y en Guatemala dictaron orden de captura contra los integrantes de la Banda del Sol.

Pero fue una canción que sonó…la ponían en las radios, la gente la pedía, a pesar de la censura, a pesar de la mordaza…estamos hablando de 1970…sonaba en la YSU, en La Sonora, en La femenina, en la 1080…el autor es Tamba Aragón, que había iniciado con los Blue Souls, y era estudiante del Externado San José, junto con el Bolo Max Martínez, con Ricardo Archer, que eran “niños de sociedad” mientras que ahí el tamba era el proletario.

Es clave también la canción Abriendo caminos. Dice: abriendo caminos, viendo la luz del sol brillar… Y esto lo canta Fernando Llort, y Max Martínez, el nieto del general Martínez. Había mucha esperanza en el futuro, fue una juventud con una gran visión de hermandad, de justicia social, de liberación…”Ayer tuve un sueño…los pueblos vivían en paz…”

Fuimos del movimiento hippie, me acuerdo que visitábamos una finca propiedad de Ana Miriam Interiano, que quedaba en el Volcán de San Salvador, y ahí vivíamos en una comuna. Y si, experimentamos con drogas, con LSD, con peyote, con marihuana, era algo común…éramos alrededor de 100 jóvenes…ahí hice mi primer trip (viaje) con LSD.

Como dato interesante les menciono que el director de la Guardia Nacional, el Chele Medrano, visitó el lugar porque le habían informado que ahí funcionaba una gran célula guerrillera, y llego con la Guardia…buscando literatura subversiva, marxista, pero solo hallaron la Biblia y jóvenes bien locos (drogados), y así se los llevaron… luego los sacaron cuando oyeron que estaban cantando en las celdas. Y Medrano habló con ellos. Y ellos les explicaron: nuestro reino no es de este mundo. Y esto lo tranquilizo. Hasta después los visitaba…y me cuentan que en sus últimos días se había hecho evangélico, aunque todos sabemos su background.

Entre los primeros hippies criollos podemos mencionar a Ricardo Aguilar, Luis Vásquez, el Chele Uzquiano, Neto Zamora, Alex Batres, Pedro Portillo que se ha quedado activo, y otros…

El movimiento hippie en El Salvador tuvo magia, carisma, la música, el vestuario, el lenguaje, la cultura. Pero cuando el establishment logró convertirlo en una moda, en algo pasajero, comercial, hizo que tuviera final. Sobrevivieron los libos, los bolos, la cultura del alcoholismo, quienes eran discriminados por los hippies por su violencia, por ser belicos…Y también muere el movimiento hippie, en mi visión muy personal porque faltaba algo, que era Dios, claro, un Dios de verdad, no imitativo.

Hoy los espacios se han venido cerrando para los jóvenes, el mensaje musical es más crudo, el romanticismo desapareció, el mundo cambió…se da una fusión de rock salvadoreño y música tropical. Y se pierde el mensaje social…hay como el cierre de un círculo. Los Supersónicos mueren porque cada uno de sus integrantes considero la necesidad de desarrollarse individualmente. Y la vida sigue…

Partes de historia

Partes de historia

Escrito por Geovani Galeas / Columnista de LA PRENSA GRÁFICA
Martes, 10 agosto 2010 00:00

Para algunos, sobre todo en los países ricos, el punto era que los viejos habían hecho todo mal y había que transformar la vida en su sentido cotidiano. “Desconfía de quien tenga más de treinta años”, gritaba Bob Dylan en sus conciertos. “Preferimos morirnos de hambre que de aburrimiento”, coreaban los universitarios de París, Berlín, Washington y Londres.

Era el malestar ante las insuficiencias de la democracia. La insatisfacción que se expresaba en rebeldía individual y se agotaba en las drogas, el rock y el amor libre. Eran los hijos de James Dean y los hermanos de Jim Morrison, ansiaban la paz espiritual y enfilaban sus búsquedas por los rumbos del budismo zen y del Tao Te Kin.

Para otros, sobre todo en los países pobres, el problema residía en la desigualdad económica y en la represión política, en el abuso de los imperialistas y los oligarcas locales. “La paz de los ricos ha terminado, la guerra de los pobres ha comenzado”, proclamaba Víctor Jara en sus conciertos. “Alerta que camina la lucha guerrillera por América Latina”, repetían los universitarios de Lima, Montevideo, Caracas, Sao Paulo, Guatemala, Managua y San Salvador.

Era la indignación ante los excesos de las dictaduras. La ira que se expresaba en rebelión subversiva y trascendía en protesta social organizada. Eran los hijos de Sandino y los hermanos del Che Guevara. Querían la guerra revolucionaria y se nutrían del marxismo y los manuales guerrilleros de Carlos Mariguella.

Para entonces el Partido Comunista, que se había hecho fuerte en la Universidad de El Salvador, y se las arreglaba siempre para controlar las directivas de las organizaciones estudiantiles, empezaba a ser seriamente cuestionado por su legalismo pacifista y su adhesión dogmática a la ya anacrónica versión soviética del marxismo.

Eterno estudiante de Jurisprudencia, Schafik Hándal había establecido su puesto de mando en el recinto universitario. Se le miraba por todos lados y a toda hora en incesantes reuniones conspirativas, casi siempre relacionadas con las maniobras para volcar a favor de los comunistas la correlación de fuerzas en las asambleas generales.

Contaba la leyenda que no había nadie capaz de ganarle a Schafik una discusión sobre marxismo. Pero desde Argentina llegaron a la universidad tres sociólogos, Esther Alonso, Daniel Slutsky y Jacobo Waiserfield, que contribuirían a cambiar la historia.

Mientras Schafik continuaba anclado en la vieja y burocrática interpretación soviética del marxismo, porque en ella se había formado directamente en Moscú, los argentinos traían la fresca revisión crítica de Marx que habían iniciado en Europa Althusser, Marcusse, Poulantzas y Castoriadis, entre otros.

Y la leyenda cuenta que Jacobo Waiserfield fue el primero en derrotar a Schafik en un debate sobre marxismo. En todo caso, la apertura intelectual de los sociólogos argentinos estimuló, en la universidad, el estudio de nuevos enfoques teóricos y en consecuencia un saludable pluralismo ideológico.

De hecho, en 1970, cuando los comunistas presentaron a Jorge Federico Baires como candidato a la presidencia de la Asociación General de Estudiantes Universitarios Salvadoreños (AGEUS), la oposición más beligerante provino de diversos grupos de izquierda, desde los moderados, que eran los socialcristianos, hasta los radicales que ya en la clandestinidad se preparaban para la guerra de guerrillas.

En aquel momento, un muy pequeño grupo de jóvenes socialcristianos estaban en tránsito acelerado hacia la radicalización. Se habían convertido en discípulos de Jacobo Waiserfield, y estaban en posesión de un secreto peligroso: Waiserfield estaba vinculado al Ejército Revolucionario del Pueblo, de Argentina, una organización básicamente trotskista y por tanto antisoviética.

Alquimia y temporalidad

No pretendemos haber expuesto en tan pocas páginas todo lo esencial acerca de un tema de tan vastas proporciones, muchos de cuyos aspectos no hemos hecho más que entrever. Por otra parte, nuestro propósito no era el de resumir la historia de la metalurgia y las alquimias asiática y occidental. No teníamos otro designio que el de seguir el desarrollo de algunos símbolos y mitologías tributarias de estas técnicas arcaicas, gracias a las cuales el hombre asumía una responsabilidad creciente ante la Materia. Si nuestros análisis e interpretaciones están fundados, la alquimia prolonga y consuma un viejo sueño del homo faber: el de colaborar al perfeccionamiento de la Materia, asegurando al mismo tiempo su propia perfección.

Hemos descrito ya algunas
fases fundamentales de esta colaboración sobre las cuales no hemos de insistir. Hay un
distintivo común en todas estas tentativas: al asumir la responsabilidad de cambiar a la
Naturaleza el hombre se erigía como sustituto del Tiempo. Lo que hubiera necesitado
milenios o Eones para «madurar» en las profundidades de la tierra el metalúrgico y,
sobre todo, el alquimista estiman poder obtenerlo en pocas semanas. El horno sustituye
a la matriz telúrica: allí es donde los minerales-embriones concluyen su crecimiento. El
vas mirabile del alquimista, sus pequeños hornos, sus retortas, juegan un papel aún más
ambicioso: todos estos aparatos representan el lugar de un retorno al Caos primordial,
de una repetición de la Cosmogonía; allí mueren y resucitan las sustancias para ser
finalmente transmutadas en oro. Hemos hecho resaltar el aspecto espiritual de la obra
alquímica para poder considerarla ahora, desde fuera, como un esfuerzo encaminado a
la modificación de la Materia. En este punto esta obra prolongaba la empresa del artifex
de las eras prehistóricas que jugaba con el fuego para cambiar a la Naturaleza, crear
formas nuevas y, en definitiva, en la medida humana, colaborar con el Creador,
perfeccionar la Creación. La figura mítica del Herrero-Héroe Civilizador africano no ha
perdido aún la significación religiosa del trabajo metalúrgico: el Herrero celeste, como
ya hemos visto, completa la creación, organiza el mundo, funda la cultura y guía a los
humanos hacia el conocimiento de los misterios.
Es sobre todo mediante el fuego como se «cambia la Naturaleza», y resulta
significativo que el dominio del fuego se afirme tanto en los progresos culturales tributarios
de la metalurgia como en las técnicas psico-fisio-lógicas que fundamentan las
magias y místicas chamánicas más antiguas conocidas. Desde este estadio arcaico de
cultura el fuego es utilizado como agente de «transmutación»: la incombustibilidad de
los chamanes proclama que han superado la condición humana, que participan de la
condición de los espíritus (de ahí la repetición ritual de los firetricks, que confirma y
valida periódicamente los prestigios del chamán). El fuego, agente de transmutación, lo
es igualmente de ciertas iniciaciones de las que subsisten vestigios, incluso en los mitos
y leyendas griegas. ¿Quién sabe si incluso el rito de incineración no traducía por sí
mismo la esperanza de una transmutación mediante el fuego? En todos estos contextos
mágico-religiosos el «dominio del fuego» indica, por otra parte, el interés por lo que
nosotros llamaríamos poco más tarde «espiritualidad»: el chamán y, más adelante, el
yogui y el místico son los especialistas del alma, del espíritu, de la vida interior. Un
simbolismo extremadamente complejo asocia las aterradoras teofanías ígneas con as
más suaves llamas del amor místico y las epifanías luminosas, pero también con las
innumerables «pasiones» o «combustiones» del alma. En múltiples niveles, el fuego, la
llama, la luz cegadora, el calor interno expresan siempre experiencias espirituales, la
incorporación de lo sagrado, la proximidad de Dios.
Tan (señores del fuego» eran los fundidores y herreros corno les alquimistas, y
todos, al ayudar a la obra de la Naturaliza, precipitaban el ritmo temporal y, en fin de
cuentas, sustituían al Tiempo. Es indudable que no todos los alquimistas tenían
conciencia de que su obra sustituía ú Tiempo, pero esto poco importa: lo esencial es que
la obra, esa transmutación, supusiesen en una u otra ferma la abolición del Tiempo.
Como dice un personaje de Ben Johnson: «El plomo y los otros metales se habían hecho
oro si se les hubiera dado tiempo para ello.- Y otro alquimista añade: «Eso es lo que
realiza nuestro Arte.»
Pero lo alquimistas, convencidos de trabajar con el concurso e Dios,
consideraban a su obra como un per-feccionaminto de la Naturaleza consentido, si no
alentado, por Dbs. Por alejados que estuviesen de los antiguos metalúrgios y forjadores,
prolongaban, sin embargo, su actitud frote a la Naturaleza: tanto para el minero arcaico
com para el alquimista occidental la Naturaleza es una hieofanía. No solamente está
«viva», sino que es divina o, a menos, tiene una dimensión divina. Por otra parte, gracas
a esta sacralidad de la Naturaleza —revelada en elaspecto «sutil» de las sustancias—, el
alquimista consderaba que podía obtener la Piedra filosofal, agente de ransmutación,
tanto como su Elixir de inmortalidad. N hemos de volver sobre la estructura de
iniciación e la opus alchymicum. Bastará con recordar que la liberación de la Naturaleza
de la Ley del Tiempo iba emparejada con la liberación del alquimista. En la alquimia
occidental, sobre todo, la Redención de la Naturaleza implicaba, como Jung ha
demostrado, la Redención del hombre por Cristo.
El alquimista occidental acaba la última etapa del antiquísimo programa,
iniciado por el homo faber, desde el momento en que se propone transformar una Naturaleza
que consideraba en diversas perspectivas cono sagrada o susceptible de ser
convertida en una manifestación de lo sagrado. El concepto de la transmitación
alquímica es la fabulosa coronación de la fe en h posibilidad de cambiar la Naturaleza
mediante el trabajo humano (trabajo que implicaba, no lo olvidem>s, una significación
litúrgica).
No es en el momento en que la alquimia dsaparece de la actualidad histórica y la
suma de su saber empírico, químicamente válido, se encuentra integrado ei la química,
ni es en esta joven ciencia donde hemos é injertar la supervivencia de la ideología de los
alquimistas. La nueva ciencia química no ha utilizado más qie sus conocimientos
empíricos, que no representan, por numerosos e importantes que fuesen, el verdadero
espíritu de la alquimia. No hay que creer que el triunfo de la ciencia experimental haya
reducido a la nada os sueños y aspiraciones de los alquimistas. Por el contrario, la
ideología de la nueva época cristalizada en torno al nuevo mito del progreso infinito,
acreditado por las ciencias experimentales y por la industrialización ideología que
domina e inspira todo el siglo xix, recupera y asume, pese a su radical secularización, el
sueño milenario del alquimista. Es en el dogma específico del siglo xix —según el cual
el verdadero cometido del hombre consiste en cambiar y transformar a la Naturaleza
que está capacitado para obrar mejor y más aprisa quela Naturaleza, que está llamado a
convertirse en dueño le ésta—; en este dogma, decimos, es donde hay que buscar la auténtica
continuación del sueño de los alquimistas. El mito soteriológico del
perfeccionamiento y, en definitiva, de la redención de la Naturaleza sobrevive
«camuflado» en el programa patético de las sociedades industriales, que se proponen la
«transmutación» total de la Naturaleza, su transformación en «energía». En el siglo xix,
dominado por las ciencias físico-químicas y el impulso industrial, es cuando el hombre
consigue sustituir al Tiempo en sus relaciones con la Naturaleza. Entonces es cuando
consigue en proporciones inimagina-das hasta ese momento realizar su deseo de
precipitar los ritmos temporales mediante una explotación cada vez más rápida y eficaz
de las minas, los yacimientos hulleros y petrolíferos; entonces es sobre todo cuando la
química orgánica, movilizada para buscar el modo de forzar el secreto de las bases
minerales de la Vida, abre el camino a los innumerables productos «sintéticos»; y no es
posible dejar de advertir que los productos «sintéticos» demuestran por vez primera la
posibilidad de abolir el tiempo, de preparar en el laboratorio y el taller sustancias en
cantidades tales que la Naturaleza hubiera necesitado milenios para obtenerlas. Y sabido
es hasta qué punto la «preparación sintética de la Vida», aunque fuera ba¡o la humilde
forma de algunas células de proto-plasma, fue el sueño supremo de la ciencia durante
toda la segunda mitad del siglo xrx y comienzos del xx; pues bien, todo esto constituía
aún un sueño alquímico: el del homúnculo.
Situándose en el plano de la historia cultural, podemos, por tanto, decir que los
alquimistas, en su deseo de sustituir al Tiempo, anticiparon lo esencial de la ideología
del mundo moderno. La química no ha recogido más que fragmentos insignificantes de
la herencia alquímica. La masa de esta herencia se encuentra en otro lugar, en las
ideologías literarias de Balzac, de Víctor Hugo, de los naturalistas, en los sistemas de
Economía Política capitalista, liberal y marxista, en las teologías secularizadas del
materialismo, del positivismo, del progreso infinito y, en fin, en todas partes donde
alumbra la fe en las posibilidades ilimitadas del homo faber, en todas las partes donde
aflora la significación escatológica del trabajo, de la técnica, de la explotación científica
de la Naturaleza. Y si reflexionamos mejor, descubriremos que este entusiasmo
frenético se alimenta sobre todo de una certidumbre: al dominar a la Naturaleza con las
ciencias físico-químicas, el hombre se siente capaz de rivalizar con la Naturaleza, pero
sin perder tiempo. De ahora en adelante serán la ciencia y el trabajo los que hagan la
obra del Tiempo. Con lo que el hombre reconoce como más esencial, su inteligencia
aplicada y su capacidad de trabajo, asume hoy la función de la duración temporal; en
otros términos, sustituye al Tiempo en su cometido.
No hay necesidad de que desarrollemos ni prolonguemos las diversas
observaciones relativas a la ideología y la situación del homo faber en los siglos xix y
xx. Queríamos simplemente demostrar que es en su fe en la ciencia experimental y en
sus grandiosos progresos industriales donde hemos de buscar la continuación de los
sueños alquímicos. La alquimia ha legado al mundo moderno mucho más que una
química rudimentaria: le ha transmitido su fe en la transmutación de la Naturaleza y su
ambición de dominar al tiempo. Es cierto que esta herencia ha sido comprendida y
hecha realidad por el hombre moderno en un terreno totalmente distinto del que
sustentaba al alquimista. El alquimista seguía prolongando el comportamiento del
hombre arcaico,’para el cual la Naturaleza era una fuente de hierofanías y el trabajo un
rito. Pero la ciencia moderna sólo ha podido constituirse desacralizando a la Naturaleza:
los fenómenos científicos válidos no se revelan sino al precio de la desaparición de las
hierofanías. Las sociedades industriales no tenían nada que hacer con un trabajo litúrgico,
solidario de los ritos de oficio. Esta clase de trabajo era inutilizable en una fábrica,
aunque no fuera más que por falta de una iniciación posible, de una «tradición»
industrial.
Hay otro hecho que vale la pena recordar: al sustituir al Tiempo, el alquimista
evitaba cuidadosamente asumirlo; soñaba con precipitar los ritmos temporales, con
hacer oro más de prisa que la Naturaleza, pero como buen «filósofo» o «místico» que
era, sentía temor del Tiempo. No se declaraba como un ser esencialmente temporal:
suspiraba por las beatitudes del Paraíso, soñaba con la inmortalidad, con el Elixir Vitae.
En este aspecto, el alquimista se comportaba como toda la Humanidad premoderna, que
por todos los medios escamoteaba la consciencia de la irreversibilídad del tiempo, bien
«regenerándole»» periódicamente mediante la repetición de la cosmogonía, bien
santificándole por medio de la liturgia, o bien olvidándole, es decir, rehusando tomar en
consideración los intervalos profanos entre dos actos significativos (y, por consiguiente,
sagrados). Conviene, sobre todo, recordar que el alquimista «dominaba al Tiempo»
cuando reproducía simbólicamente en sus aparatos el caos primordial y la cosmogonía,
y además cuando sufría la «muerte y la resurrección» de la iniciación. Toda iniciación
era una victoria sobre la muerte, es decir, sobre la temporalidad: el iniciado se
proclamaba «inmortal»; se había forjado una existencia postmor-tem que estimaba
indestructible.
Pero desde el momento en que el sueño individual del alquimista fuese realizado
colectivamente por toda una sociedad, y sobre el único terreno en que era colectivamente
realizable —el de las ciencias físico-químicas y la industria— la defensa contra
el tiempo dejó de ser posible. La trágica grandeza del hombre moderno está vinculada al
hecho de que ha tenido la audacia de asumir, frente a la Naturaleza, la función del
tiempo. Hemos visto hasta qué punto sus espectaculares conquistas realizan, sobre un
plano totalmente distinto, los sueños del alquimista. Pero aún hay más: los hombres de
las sociedades modernas han acabado por asumir el papel del tiempo, no solamente en
sus relaciones con la Naturaleza, sino también con relación a sí mismos. En el terreno
filosófico se ha reconocido, esencial y tal vez únicamente, como un ser temporal
constituido por la temporalidad y orientado a la historicidad. Y el mundo moderno en su
totalidad, en la medida en que reivindica su propia grandeza y asume su drama, se siente
identificado con el tiempo, tal como le invitaron a hacer en el siglo xix las ciencias y las
industrias, al proclamar que el hombre puede obrar más aprisa y mejor que la
Naturaleza, a condición de penetrar, con su inteligencia, en los secretos de ésta y suplir
con su trabajo al Tiempo, las múltiples duraciones temporales (los tempo geológico,
botánico, animal) exigidas por la Naturaleza para llevar a término sus obras. ¿Cómo
imaginar una vacilación del hombre ante las fabulosas perspectivas que le abrían sus
propios descubrimientos? Pero no se puede olvidar tampoco el tributo ineluctable: no
podía sustituir al tiempo sin condenarse, implícitamente, a identificarse con él, a hacer
su obra incluso cuando no sintiera deseos de hacerla.
La obra del Tiempo no podía ser sustituida más que por el trabajo intelectual y
manual; pero sobre todo por este último. Es indudable que el hombre ha estado en todo
tiempo condenado al trabajo. Pero hay una diferencia, y ésta es fundamental: para
proveer la energía necesaria para los sueños y ambiciones del siglo xix, el trabajo tuvo
que ser secularizado. Por primera vez en la Historia el hombre asumió el durísimo
trabajo de «hacer las cosas mejor y más aprisa que la Naturaleza», sin disponer de la
dimensión litúrgica, que en otras sociedades hacía el trabajo soportable. Y es en el
trabajo definitivamente secularizado, en el trabajo en estado puro, medido en horas y
unidades de energía, donde el el hombre experimenta y siente más implacablemente la
duración temporal, su lentitud y su peso. En resumen, podemos decir que el hombre de
las sociedades modernas ha adoptado, en el sentido literal del término, el papel del
Tiempo, que se consume trabajando en lugar del Tiempo, que se ha convertido en un ser
exclusivamente temporal. Y ya que la irreversibilidad y la vacuidad del tiempo se ha
convertido en un dogma para todo el mundo moderno (precisemos: para todos cuantos
no se consideran solidarios de la ideología judeo-cristiana), la temporalidad asumida y
experimentada por el hombre se traduce, en el terreno filosófico, por la trágica
consciencia de la vanidad de toda existencia humana. Afortunadamente, las pasiones,
las imágenes, los sueños, los mitos, los juegos, las distracciones, están ahí —para no
hablar de la religión, que no pertenece ya al horizonte espiritual del hombre moderno—,
para impedir que esta conciencia trágica domine en otros terrenos distintos al de la
filosofía.
Estas consideraciones no suponen una crítica de la sociedad moderna ni un
elogio de las demás sociedades, arcaicas o exóticas. Pueden criticarse muchos aspectos
de la sociedad actual, igual que puede criticarse un aspecto u otro de las demás
sociedades, pero esto nada tiene que ver con nuestros propósitos. Solamente hemos
querido demostrar en qué sentido las ideas rectoras de la alquimia, arraigadas en la
proto-historia, se han prolongado en la ideología del siglo xix, y con qué consecuencias.
En cuanto a las crisis del mundo moderno, hay que tener en cuenta que este mundo
inaugura un tipo absolutamente nuevo de civilización. Es imposible prever su futuro
desarrollo. Pero resulta útil recordar que la única revolución que puede comparársele en
el pasado de la humanidad, el descubrimiento de la agricultura, provocó trastornos y
síncopes espirituales cuya gravedad apenas nos es dado imaginar. Un mundo venerable,
el de los cazadores nómadas, se perdía con sus religiones, sus mitologías, sus
concepciones morales. Fueron precisos milenios para extinguir definitivamente las
lamentaciones de los representantes del «viejo mundo», condenado a muerte por la
agricultura. Debe igualmente suponerse que la profunda crisis espiritual provocada por
la decisión adoptada por el hombre de detemerse y vincularse a la gleba, necesitó siglos
para integrarse por completo. No somos capaces de darnos cuenta de la «transvaloración
de todos los valores», ocasionada por el paso del nomadismo a la existencia sedentaria,
ni siquiera imaginar sus repercusiones psicológicas y espirituales.
Ahora bien: los descubrimientos técnicos del mundo moderno, su dominio del
Tiempo y del Espacio, representan una revolución de proporciones análogas, y cuyas
consecuencias estamos aún lejos de haber integrado. La desacralización del trabajo,
sobre todo, constituye una llaga abierta en el cuerpo de las sociedades modernas. No
podemos estar seguros, sin embargo, de que no se produzca una re-sacraíización en el
futuro. En cuanto a la temporalidad de la condición humana, representa un
descubrimiento aún más grave. Pero sigue siendo posible una reconciliación con la
temporalidad, si alcanzamos una concepción más correcta del tiempo. No es éste el
momento, sin embargo, de abordar estos problemas. Nuestro propósito era solamente
mostrar que la crisis espiritual del mundo moderno tiene también entre sus premisas
lejanas los sueños demiúrgicos de los herreros, los metalúrgicos y los alquimistas. Es
bueno que la consciencia historiográfica del hombre occidental se descubra solidaria de
los actos e ideales de sus antecesores lejanos, incluso si el hombre moderno, heredero de
todos estos mitos y todos estos sueños, sólo ha conseguido realizarlos desolidarizándose
de sus significados originales.

Ochenta años del Partido Comunista Colombiano

Ochenta años del Partido Comunista Colombiano

Por: Carlos A. Lozano Guillén

Historia revolucionaria de avances democráticos

Publicado en la revista virtual Izquierda No. 3 (en circulación). Puede leerse en www.espaciocritico.com

El Partido Comunista de Colombia, como se llamó antes, fue fundado el 17 de julio de 1930, aunque realmente el movimiento comunista en Colombia, bajo la influencia de la Internacional Comunista, comenzó antes, en la década de los años veinte, inspirado en la creación de partidos comunistas en el cono sur del continente y en los vientos del marxismo y del socialismo revolucionario que llegaban de la naciente Revolución de Octubre de 1917 y de la expansión de su experiencia a lo largo y ancho de la vieja Europa.

En marzo de 1924 fue conformado el Partido Socialista Revolucionario (PSR), cuyo primer presidente fue el periodista y poeta, Luis Tejada, quien murió en septiembre del mismo año. Antes existió el Partido Socialista, que surgió al calor de la revolución rusa de 1917. El PSR, integrado por intelectuales, artesanos y algunos obreros, debatía bastante sobre la ideología revolucionaria, aunque sobresalía en sus cuadros y militantes la simpatía por la Revolución Socialista de Octubre y la doctrina marxista, poca preocupación tuvieron estos, en principio, por desarrollar la organización del partido y ampliarla a todo el país. Desde el comienzo establecieron estrecha relación con la Internacional Comunista, especialmente con su secretariado en América del cual hacía parte el dirigente comunista argentino, Victorio Codovilla. Justificaban no adoptar el nombre de Partido Comunista de Colombia, porque era peligroso y se exponían a la represión de los gobiernos conservadores. Durante un tiempo estuvo vigente la ³ley heroica², en la hegemonía conservadora, de naturaleza anticomunista.

Sin embargo, más adelante y antes de la fundación del Partido Comunista de Colombia, en 1930, el PSR con el peso de destacados dirigentes obreros, entre ellos María Cano e Ignacio Torres Giraldo, entre otros, influyeron en el movimiento sindical, en particular en la zona bananera, y organizaron, en 1927, el Tercer Congreso Obrero Revolucionario de Colombia, en Cali, que le dio vida a la Confederación Nacional.

A la par surgió el Centro Comunista, dirigido por Juan de Dios Romero, que estableció también relaciones con la Internacional Comunista y en 1928 buscó contactos con sus principales dirigentes para recibir propaganda y distribuirla en el país. Mantuvieron siempre una abierta pugna con el PSR al que criticaban por el hecho de no adoptar el nombre de comunista en el partido y lo criticaban porque en su dirección predominaban posiciones putchistas.

En el Partido Socialista Revolucionario existían muchas contradicciones, fortalecidas después de la masacre de las bananeras, en 1928. En varios de sus dirigentes sindicales, aparecieron tendencias caudillistas, aunque también el peso intelectual de la pequeña burguesía que predominaba en el partido, le imprimía ciertas prácticas alejadas del marxismo-leninismo. Ello limitó su alcance político marxista, porque realmente varios de sus dirigentes, exceptuando a María Cano, José Ignacio Torres Giraldo, Rafael Baquero, entre otros, tenían fuerte influencia liberal radical y posteriormente se acomodaron en las toldas de este partido. También eran sobresalientes las posiciones putchistas y radicales.

Finalmente ­y por recomendación del buró de la Internacional Comunista, que creía que en el PSR había ausencia de un programa revolucionario- el 17 de julio de 1930, comenzando la hegemonía liberal, en el gobierno de Enrique Olaya Herrera, fue fundado el Partido Comunista de Colombia, el cual llegó para quedarse como una opción política revolucionaria y de propuesta de profundas transformaciones en la sociedad colombiana. Su programa audaz fue la revolución agraria y antiimperialista en un concepto de liberación nacional para la Colombia de la época. Era la revolución democrática y antifeudal en tránsito al socialismo. Por ser sección de la Internacional Comunista, la preposición ³de² que denota posesión o pertenencia, era parte del nombre del Partido Comunista en cada país. Por esta razón, en 1930, recibió el nombre de Partido Comunista de Colombia, el cual fue modificado en 1991 por el de Partido Comunista Colombiano por sugerencia de Gilberto Vieira, cuando la tercera IC había desaparecido muchos años atrás y estaba en boga la perestroika soviética que ilusionaba al movimiento comunista internacional en una reestructuración a fondo del ³socialismo real².

        • *

El Partido Comunista Colombiano, como se llama en la actualidad, llegó para quedarse. Logró superar diversas etapas de crisis, divisiones y hasta la criminal guerra sucia de exterminio de la oligarquía bipartidista.

La mayor división se produjo en el IV Congreso del Partido Socialista Democrático, nombre que había adoptado años atrás el Partido Comunista de Colombia en cuya dirección predominaban corrientes obreristas de derecha bajo la influencia del browderismo, que surgió en el Partido Comunista de los Estados Unidos, después de la Segunda Guerra Mundial con la ilusión del entendimiento entre las grandes potencias capitalistas y la Unión Soviética, aliados para la derrota del eje Roma-Berlín-Tokio. Una camarilla revisionista, encabezada por Augusto Durán, expulsó del partido a los marxistas-leninistas y lo enrumbó por una vía pacifista y electorera, encubierta en un obrerismo excluyente y sectario. En el V Congreso, en julio de 1947, la mayoría de los delegados se alinearon junto a la corriente marxista-leninista, liderada por Gilberto Vieira, rescataron al partido con una línea política y programa revolucionarios, así como con los estatutos leninistas, le reintegraron el nombre de Partido Comunista de Colombia y expulsaron a la camarilla derechista. Varios de los que acompañaron a Augusto Durán lo abandonaron y retornaron a las filas del Partido Comunista de Colombia.

En 1964 hubo otra división del Partido Comunista, cuando un importante grupo de dirigentes y militantes en la costa atlántica y otras regiones, conformaron un nuevo partido de orientación maoísta, en el marco de la ruptura política chino-soviética.

No fueron las únicas intentonas divisionistas. Hubo otras, provenientes de concepciones guerrilleristas y unilaterales en cuanto a las formas de lucha, que afectaron a núcleos de la Juventud Comunista. Prácticas como el ³paralelismo², la ³revoltura² en las formas de lucha como decía Gilberto Vieira, la infiltración a la Juventud Comunista por organizaciones guerrilleras, debilitaron al partido. Como también, el exterminio militarista de los años 80 de la Unión Patriótica, que cobró cinco mil víctimas, en su mayoría dirigentes y militantes comunistas, abrió un debate sobre la clandestinidad o no de la organización, que la debilitó y fraccionó sobre todo en las regiones agrarias, aunque también en el sector sindical y juvenil en menor escala.

De otra parte, las expectativas y exageradas ilusiones en la perestroika soviética llevaron a varios dirigentes y militantes, en particular intelectuales, a retirarse del partido, frustrados y decepcionados por el derrumbe del muro de Berlín y el colapso soviético.

Todos estos fenómenos más recientes, forzaron a una profunda crisis en el Partido Comunista Colombiano, porque en varias regiones de importancia popular y proletaria, la organización fue liquidada, exterminada, víctima de un genocidio que aún no termina. No se ha recuperado el Partido Comunista Colombiano a plenitud de esta crisis, que lo llevó a perder buena parte de la militancia intelectual, sindical y campesina. Afectó de forma notoria a la Juventud Comunista.

Pero la historia del Partido Comunista Colombiano es de logros y conquistas populares y democráticas. Todos los procesos de unidad de la izquierda, incluyendo el actual del Polo Democrático Alternativo, se han consolidado con la presencia de los comunistas, a pesar de ciertas corrientes de seudoizquierda excluyentes, sectarias y, en el fondo, anticomunistas. Lo mismo ocurrió en el movimiento sindical. Antes de la fundación oficial del partido, los comunistas patrocinaron la Confederación Obrera, como después contribuyeron a crear la Confederación de Trabajadores Colombianos (de la cual fueron expulsados), el frente de las organizaciones independientes y clasistas, la Confederación Sindical de Trabajadores de Colombia, CSTC (la central sindical más clasista y consecuente en la lucha popular) y en la Central Unitaria de Trabajadores, CUT, que amplió el espectro de la unidad y de la influencia sindical en el ámbito nacional.

La lucha de los comunistas ha sido fundamental en varios acontecimientos políticos y sociales en la vida del país, como la adopción de los derechos laborales y sindicales, de la contratación colectiva, la fundación del Comité Permanente de los Derechos Humanos, de organizaciones agrarias, cívicas y comunales, como de logros democráticos en la participación ciudadana y en los espacios políticos para la izquierda.

Fue el Partido Comunista Colombiano el primero que habló de apertura democrática y solución política negociada del conflicto, en 1980, cuando el ³estatuto de seguridad² del gobierno turbayista, hacía estragos en la democracia restringida y en la persecución a los luchadores del pueblo. El Partido Comunista Colombiano mantiene una fuerte influencia en el movimiento sindical, en el movimiento obrero, en las mujeres, la juventud y los estudiantes, los artistas y el sector cultural, la intelectualidad y la academia. Es una realidad de la vida política nacional y uno de los primeros destacamentos que integran el Polo Democrático Alternativo.

El Partido Comunista Colombiano introdujo en la teoría y la praxis revolucionaria los conceptos de vanguardia colectiva y partido único de la izquierda para la revolución y el socialismo.

(*) Abogado y periodista. Director de VOZ. Dirigente del Partido Comunista Colombiano y del Polo Democrático Alternativo.

La guerra popular, continuidad histórica

La guerra popular, continuidad histórica

Por Dagoberto Gutiérrez

Cien años después del levantamiento de Anastasio Aquino, en el centro del país, se produce el levantamiento de 1932, en el occidente del país. En ambos acontecimientos la oligarquía y su ejército degollaron sangrientamente la rebelión, en ambos los protagonistas fueron indígenas campesinos; pero en 1932 hay participación de clases medias.

Casi cincuenta años después del treinta y dos, estalla la tercera gran confrontación histórica y esta vez en todo el país, con una determinante participación de clases medias campesinas, sin clase obrera y sin que la bandera decisiva fuera la de tierra.
La Guerra Popular Revolucionaria de veinte años es parte de un solo cordón histórico y cumplió la misión histórica de derrotar a la dictadura militar de derecha impuesta en el treinta y dos del siglo pasado, de establecer reglas del juego democrático burgués, de civilizar el régimen político oligárquico, de terminar con la fuerza armada como clase gobernante, de asegurar formas del pluralismo político y, finalmente, de establecer un nuevo escenario para la lucha de clases.

El partido comunista de El Salvador, perseguido a muerte desde los años treinta y reorganizado con vigor desde los años cincuenta fue la fuerza política, social ideológica e intelectual que, desde la clandestinidad y la ilegalidad mantuvo con tenacidad, heroísmo y lucidez la lucha popular por el socialismo y la democracia.

En la década del setenta la franja social anti dictatorial se ensancha y la posición radical se reduce, perdiendo profundidad al mismo tiempo que ganaba extensión. Aparecen, larvadas en la crisis económica y política, organizaciones armadas nutridas por clases medias de estudiantes, profesionales y campesinos y esta insurrección de las clases medias determinó, en última instancia, la construcción del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional como una alianza política de fuerzas políticas comunistas, no comunistas y anti comunistas unidas en la lucha contra la dictadura.

El partido comunista se organiza para la lucha armada, luego de una larga e influyente escuela de privilegiada lucha política y, las fuerzas armadas de liberación, F.A.L., conforma, junto a los otros cuatro ejércitos guerrilleros, el mas poderoso ejercito popular que registra nuestra historia. Con las organizaciones armadas creamos una guerrilla, una cabeza política y militar, un trabajo político-diplomático de prestancia internacional y, en mil novecientos ochenta y nueve, el FMLN es capaz de desatar la mayor ofensiva militar de nuestra guerra, con ella demostramos que no era posible, al corto plazo, ninguna solución militar a la guerra y, que la negociación política era inevitable.

Las matanzas de la Derecha, los puñales desnudos de los escuadrones de la muerte, la guerra criminal gubernamental y el apoyo total de Washington al gobierno, fueron derrotados por el pueblo armado y el FMLN es, en esos momentos, sujeto de la única negociación política entre el poder oligárquico y el pueblo.

El partido comunista, junto a las organizaciones hermanas, cumplió con sangre y heroísmo, su papel histórico de luchador inagotable por el socialismo y la democracia, el fin de la guerra abrió históricamente el momento de la post- guerra; pero también determinó el final histórico del FMLN como la mayor alianza política imaginable.

El mundo conocido es cambiado en el momento final de la guerra, se derrumba la Unión Soviética, Cuba queda solitaria, el Imperio invade Panamá y El Salvador inicia el más complejo, tenso y complicado momento histórico.

Los cafetaleros, al perder la guerra, dejan de ser la clase dominante y son sustituidos por los banqueros; la fuerza armada deja de ser la clase gobernante, el movimiento popular no logra descifrar, en tiempos oportunos, que los cambios operados en el mapa político eran la continuación de una política neoliberal pero no la continuidad del proceso histórico popular.

Luego de estar adentro de la sociedad y afuera del sistema político, el FMLN, desaparecido al final de la guerra, es suplantado por un FMLN, que es ahora partido político y persona jurídica situada afuera de la sociedad pero adentro del sistema político.

1977 fue un año intenso de lucha popular… Entrevista con Dagoberto Sosa (III)

SAN SALVADOR, 1 de marzo de 2010 (SIEP) “1977 fue un año intenso de lucha popular….como PCS realizamos nuestro segundo intento de llegar al gobierno por la vía electoral y también fue el último, luego vendría la guerra…el primero fue en 1972 con Duarte, que ya hemos hablado…” nos indica Dagoberto Sosa, militante revolucionario salvadoreño.

“Lo de 1967 con el PAR y Fabio Castillo fue más un esfuerzo amplio de educación política, a nadie se le ocurría que íbamos a llegar al gobierno; para ese entonces, finales del 66, Schafik me jaló para el Comando Nacional de Campaña… fui el responsable, en la práctica, de poner el equipo de sonido y las unidades móviles un día antes que llegara la caravana del candidato. Las giras eran de dos días. Montábamos, por ejemplo en Ahuachapán, y al llegar la caravana, salíamos para el pueblo siguiente….y estábamos claros que no era para ganar, sino para penetrar con nuestras ideas democráticas en la mente de la población, y en ese marco, la campaña fue un éxito rotundo, incluso ya en la recta final, algunos hasta pensaban que íbamos a ganar.

El mismo Fabio llego a pensarlo… Decía: nosotros no considerábamos ganar, pero podemos ganarla. Qué éxito hemos tenido. Logramos la alianza con muchos sectores democráticos… “Pero durante la campaña a nadie se le ocurrió que íbamos a ganar. Sacamos el tercer lugar, abajo del PCN y del PDC. ”

“Nosotros habíamos llegado al PAR por medio de su entonces dirigente, diputado Julio Ernesto Contreras, hermano del Negro Contreras que fue director del Colatino. Me acuerdo que se pintaba en su campaña como: “El hombre que puso a raya al gobierno.”Con él pactamos una alianza y nos metimos al partido. Por cierto tiene hermanas que todavía nos acompañan en las actividades ya hoy como FMLN, vos las has de conocer. El PCS entonces le metió grupos de militantes a trabajar a tiempo completo en el área rural, para fortalecer la campaña y el resultado fue que empezaron a darse capturas, pero también que logramos poner en el centro de la opinión pública por vez primera desde 1932 la necesidad de una Reforma Agraria, y esto fue un logro político importante…”

“El aporte del Dr. Fabio (Castillo) es invaluable: en sus discursos enfatizaba la necesidad urgente de una reforma Agraria en el marco de un programa político de cinco puntos: a cinco grandes problemas, cinco grandes soluciones. El cierre de campaña fue majestuoso, imponente, nos impactó por la gran convocatoria. El Dr. Jesús Gochez Castro iba de candidato a la vicepresidencia. Estaba también en el Comando el Dr. Rafael Menjívar, y otros. Como anécdota me acuerdo que a la hora del almuerzo, y dado que Fabio era abstemio, no tomaba, llevaban el whiskey, porque tomaban whiskey, en bolsas y se iban repartiendo el guaro ante la mirada incrédula y sorprendida de Fabio. Se tomaba sin botella en medio de la mesa, sino debajo, escamoteado.

Interesante fue el papel de la iglesia en aquel momento, fíjate que hubo un obispo, Arnoldo Aparicio de San Vicente, que nos excomulgo no una sino varias veces y a todos los que votaron por nosotros…así que nos resulta difícil entrar a las puertas del cielo…

A principios de los años 70 hubo otro préstamo…Roberto Inclán del UDN nos buscó y nos contó que estaban en decadencia y que porque no llegábamos a un acuerdo y “nos juntamos, luchamos y ganamos…”Aceptamos la oferta y le pusimos la estructura al partido UDN o sea la gente. Ya antes como PCS habíamos realizado diversos esfuerzos para construir un instrumento electoral y estos no cuajaban, debido a que el CCE buscaba excusas para bloquear inscripción, y al PAR lo ilegalizaron luego de la campaña de Fabio porque les dio miedo, lo del PR no cuajó…estuvo lo del PRAM.

El muñeco que se armó comprendía construir una coalición electoral entre el PDC, el MNR y nosotros, ya como UDN. Al muñeco se le puso de nombre UNO. Ya para 1972 y mucho más en 1977 con la Unión Nacional Opositora, UNO, si la visión estratégica era ganar las elecciones y llegar al gobierno. La alianza política que como PCS habíamos construido con los democratacristianos (el PDC de Duarte) y los socialdemócratas (el MNR de Ungo) nos permitía hacer esta apuesta. Teníamos presencia, prestigio, fuerza. Nosotros llegábamos vía el partido UDN. El presupuesto de la campaña de 1977 fue de 150,000 colones. Mucha plata para entonces…

La DC estaba clara que este del 77 era el último intento electoral, debido a que había ya una aguda crisis política, en estado avanzado, por lo que diseñamos conjuntamente una estrategia para alcanzar la victoria que incluía llevar a un candidato militar. Y se busca a alguien potable. Schafik se reúne con militares retirados, demócratas, entre estos Mariano Munguía Payes, Mariano Castro Moran y otros y se decide impulsar la candidatura del Coronel Ernesto Claramount Roseville. En la reunión también participan civiles como la Pepa Flores, abogado y el tata ¿ya sabes? De Paco Flores.

Ellos se aglutinaban en el Movimiento de Unidad Nacional, MUN. Pensábamos que la fórmula electoral llevando a Claramount era eficaz tanto para atraer votos como para neutralizar e incluso atraer a sectores del ejército, agudizando las contradicciones al interior de esta institución, que era el pilar de la dictadura. La CP me delega como miembro de la CM para establecer el enlace permanente con el MUN y establecer una comisión para coordinar acciones políticas y organizativas en el evento electoral.

Claramount durante la campaña acuñó una consigna famosa que no se pudo realizar. El le explicaba a la gente: si nos hacen fraude como en el 72, ¡nos damos en la madre! Era una consigna movilizadora, de batalla, pero al final no estuvimos en capacidad de implementarla. Al final la dictadura militar nos hicieron un descarado fraude, como la gente nos lo había advertido, al principio se recetaron más de 100,000 votos, y todavía les ganábamos y tuvieron que parar el conteo y luego anunciar que Romero había ganado…y entonces decidimos como UNO ese mismo día 20 de febrero instalarnos en la Plaza Libertad y convocar a la población a acompañarnos. Puedo decir que Claramount le hizo huevo, se mantuvo firme, con todo el MUN, pero al final no teníamos condiciones para resistir… ¿con qué?

La toma de la Plaza Libertad fue un importante aprendizaje político para amplios sectores populares, día con día íbamos ampliando la zona de control, agregándole manzanas, cuadra por cuadra en actividades casi insurreccionales, presenciábamos como la gente le perdía el miedo a la muerte y se lanzaba a la lucha, fue muy hermoso y significativo, una jornada popular inolvidable, parte de nuestra historia de combate, una pagina gloriosa, ahí llegaron, se incorporaron y se forjaron, se foguearon muchos luchadores del pueblo, y también cayeron abatidos por las balas y corvos de la dictadura militar…

En la Plaza tomada permanentemente desde el 20, establecimos una tribuna abierta del pueblo, la gente hablaba, había música, estaba la Banda Tepehuani, y claro, organizamos grupos de autodefensa para detectar orejas y garantizar la seguridad. Como PCS teníamos esa responsabilidad.

Como dirección del PCS nos turnábamos para estar en la Plaza…a mí me correspondió estar el 27 todo el día a cargo de las acciones de auto-defensa y también estuve el 28, esa noche, como a las 10 le deje la responsabilidad al Viejo Américo: le dije: a vos te toca, yo me voy a dormir, llevo ya dos días aquí… Estaba sumamente agotado. Me fui para mi casa. Después Américo me fregaba: vos sabías…Américo estaba al mando de la autodefensa cuando nos atacaron…Al dia siguiente, me levanto, pongo la radio y oigo la noticia. Y salgo a buscar como contactarme para reaccionar ante este golpe…

La masacre del 28 de febrero de 1977 contra nuestra gente reunida en la Plaza Libertad marcó un giro de nuestra estrategia de lucha electoral. Se agotaba esta fase y se abrió el debate al interior del PCS sobre el camino a seguir. El Comité central definió la necesidad de prepararnos para un viraje de nuestra línea electoral. Había que construir el aparato para esta nueva situación, consolidar nuestras redes de grupos de auto-defensa, construcción de unidades militares propiamente dichas, prepararnos militarmente, diseño de una estructura militar urbana, no se nos ocurría en esa época que la guerra se iba a librar básicamente en el campo, empezamos armarnos desarmando serenos, recuperando vehículos, consiguiendo o comprando pistolas, etc. El esfuerzo nuestro inicia desde esa fecha, mediados del 77, todo el 78 hasta llegar al VII Congreso en marzo del 79. Estábamos atrasados con respecto a las demás organizaciones.

Para el VII Congreso alquilamos una finca en Los Planes de Renderos. Incluso algunos con trayectoria bohemia reconocieron el lugar, aunque se ingresaba con estrictas medidas de seguridad. Entre los acuerdos más importantes estuvo el de disolver la JC e integrarla al Partido; proceder a la formación de unidades militares. Y claro, las Tesis. En ese momento pensábamos y no solo nosotros, sino que todos, que la vía más probable era la vía insurreccional. La teoría insurreccional era nuestra guía. No le dábamos crédito a la lucha guerrillera rural, ya que el foco guerrillero había fracasado, fracasó en Bolivia, en Perú, en Venezuela… porque se aisló de la gente, del movimiento popular.

Y en nuestro caso evaluábamos que no teníamos montañas sino pueblos y ciudades. Luego la vida nos enseñaría otra cosa…Entonces la estrategia nuestra era crear las condiciones para la insurrección popular, la insurrección de masas que se alzaban contra el régimen establecido. Esa era la teoría aceptada y tuvo un peso fuerte en nuestro pensamiento durante toda la guerra.

Ya a finales del 79 estructuramos la primera unidad guerrillera del PCS, esfuerzos militares que después bautizamos como FAL. Se fueron para el monte a establecer un campamento en El Jícaro, en Chalatenango, queda antes de Las Vueltas. Era conducida por un dirigente de ATACES; por el papá de Misael y de Irma Mejía. Y para esas mismas fechas en San Vicente, la Guardia Nacional atacó una comunidad nuestra y la gente se enfrentó y decidieron irse para el volcán, para el Chinchontepec. Ya eran dos esfuerzos, dos campamentos guerrilleros iniciales…

Antes de la fundación de las FAL, no había un diseño de campamentos guerrilleros, estos se fueron formando de hecho como parte de la respuesta popular, campesina, ante las embestidas represivas de la dictadura; la gente durante el día bajaba a trabajar a su milpa y durante la noche subía llevando armas, la gente se insurreccionó en el campo.

Ya en el 80 teníamos más experiencia, ya había regresado gente de Cuba con conocimientos, adiestrados. En mi caso estuve en ese año en un curso para oficiales, para Jefe de Batallón. En ese año avanza la unidad y en mayo se crea la DRU. Estábamos todos juntos Y nos estábamos preparando. Calculo que hubo un momento en que tuvimos centenares de personas preparándose militarmente. Una vez hicimos una parada militar y era mucha gente. Pasamos 9 meses en zona montañosa, en Pinar del Río.

Todo el 79 pasaron entrenándose gente. Incluso el año 78. A principios del 80 se hizo un llamado a los estudiantes salvadoreños que estaban en la entonces URSS y vinieron los famosos Esquimales. Llegaron después del 10 de enero de 1981. Varias decenas. Con rango de oficiales, luego de un curso militar de seis meses.

Para la ofensiva del 81 todavía no contábamos con una estructura solida, y teníamos pocas armas. Y ni idea que la guerra iba a ser larga. Nadie se lo imaginaba. Muchos compañeros que se incorporaron a este esfuerzo pidieron una semana de permiso en sus trabajos, el triunfo estaba a la vuelta de la esquina, y estuvimos, como es la vida, hasta 1992. En mi caso, estuve fuera de febrero del 80 al 2 de enero de 1981, cuando entre para la Ofensiva.

Estaban jefeando en ese momento, o sea del Estado Mayor de las FAL, el Chele Ramón Suarez, el Viejo Claudio (Mayor Pedro Guardado, se levantó en 1972 con el Coronel Mejía, David El Gato Linares (de Montserrat), Juan José Jiménez (cayó en San Salvador) Vanzetti (Ricardo Rivera, que era el jefe logístico, desaparecido). Lucio ocupaba la jefatura del Estado Mayor y Schafik lo dirigía. JJ, David y Ramón estuvieron en un curso y al regresar se hizo el EM. Acordate que yo había regresado en enero del 81, días antes de la ofensiva.

En ese periodo que va de febrero del 80 a enero del 81 Ramón quedó al mando del EM. Me acuerdo que luego del VII Congreso la orientación que dimos para la militancia fue la siguiente: el que se mete, se mete, y el que no, que se aparte. En el movimiento sindical influenciado por nosotros, algunos compañeros se apartaron, incluso nos criticaron como aventureros y voluntaristas. La mayoría cerró filas con nosotros, como Edito. Lo curioso fue que muchos que nos criticaron sufrieron la represión del régimen.-

Ana Duarte: maestra y heroína inolvidable

ANA DUARTE MAESTRA Y HEROINA INOLVIDABLE.

Celio Amaya. Ana Duarte la admirada y respetable maestra que la mayoria de familias usulutecas conocieron desde los anos sesenta, siempre les expresaba a sus amigos cercanos, que a ella ninguna amenaza la moveria de su querido Usulutan. Cuando por fuentes fidedignas supo que los escuadrones de la muerte la habian incluido en la “lista negra” de maestras y maestros a ser asesinados, cuentan que dijo: “el dia que quieran matarme, ya saben donde encontrarme. Alli los enfrentare sin temor y firme con mis ideas de cambiar el sistema politico y economico de El Salvador a favor de los desposeidos”.

Se llamaba Ana Luisa Duarte de Quintanilla, pero todos en Usulutan, la conocian como “la nina Ana Duarte”. Gran parte de su vida trabajo en el Instituto Nacional de Usulutan (INU), y desde su llegada gano reputacion de ser muy competente en sus labores academicas y muy sensible a los problemas de los estudiantes que provenian de familias pobres. Ya fuera impartiendo Fisica, Inglés o Matematicas, Ana Duarte siempre dedicaba en sus clases un tiempo para hablar con sus alumnos de los problemas economicos, politicos y sociales de El Salvador. Sus ideas de justicia social y solidaridad con los oprimidos, las habia heredado de sus queridos padres, segun decia.

Su pensamiento, se vio reforzado cuando conocio al ya entonces dirigente revolucionario Shafick Handal, quien tambien era originario de Usulutan y uno de sus hermanos era companero sentimental de una de las hermanas de Ana Duarte. Con la influencia de Shafick, Ana Duarte y otros jovenes con ideas afines, decidieron organizar el primer embrion del Partido Comunista de El Salvador (PCS), en la ciudad de Usulutan. Siguiendo la estrategia del PCS, este grupo, decidio apoyar la candidatura presidencial del Dr. Fabio Castillo, postulado por el Partido Accion Renovadora (PAR), cuya propuesta principal al pueblo era la realizacion de una reforma agraria

que beneficiaria a la mayoria de habitantes del campo salvadoreno (1967). A la propuesta del PAR, los grandes terratenientes ultraderechistas entraron en panico y como siempre, se valieron del Estado para defender sus intereses. Le toco al Gral. Jose Alberto Medrano, entonces Director de la Guardia Nacional, encabezar la represion contra los partidarios de Fabio Castillo. Medrano, creo la organizacion paramilitar conocida como “La Mano Blanca”, la cual, entre otros metodos para aterrorizar, pintaba en el umbral de las viviendas de los partidarios de Fabio Castillo, una calavera y una mano blanca, como senal de que estaban condenados a muerte. No fueron pocos los que decidieron autoexiliarse para proteger sus vidas.

A pesar de los ruegos de su familia para que abandonara la ciudad, Ana Duarte no se amilano y decidio continuar su trabajo de organizacion y viviendo en Usulutan. Al final, estas elecciones fueron adjudicadas fraudulentamente al Gral. Fidel Sanchez Hernandez.

En 1968 y 1971, Andes 21 de Junio decreto respectivamente dos historicas huelgas cuyo impacto en la elevacion de la organizacion popular fue muy importante. En las dos huelgas, Ana Duarte se destaco como organizadora y brillante oradora, lo cual elevo su prestigio como dirigente popular y genero mucho mas admiracion entre las familias usulutecas. Finalizada la victoriosa huelga de 1971, Ana Duarte inicio sus esfuerzos para organizar politicamente a los jóvenes. Junto con Manuel, que despues seria su esposo, organizaron seccionales de la Union de

Jovenes Patriotas (UJP), y posteriormente la Juventud Comunista de El Salvador (JCS). La JCS dedico por su parte todos su esfuerzo a la organizacion de los estudiantes usulutecos. Asi, fue creada una seccional de la Asociacion de Estudiantes de Secundario (AES).

Ana casi siempre mostro reticencia hacia el matrimonio. Sin embargo legalizo su union con el tambien miembro del PCS Victor Manuel Quintanilla. Con Manuel, segun decia, vivio los mejores anos de su vida. A finales de los anos 70, nuevas responsabilidades politicas obligaron a Manuel a trasladarse a San Salvador. Ana decidio quedarse en Usulutan. Aun en la clandestinidad, Manuel siempre estuvo pendiente de Ana y en los mensajes que le enviaba, siempre estaban sus ruegos para que ella abandonara Usulutan . Ana, siempre respondio diciendo que no se moveria.

La ofensiva general del FMLN el ano 1981, agudizo el conflicto armado. La dictadura militar y los escuadrones de la muerte, tambien arreciaron su guerra de exterminio contra todos los sectores organizados. Todos los dias se reportaban decenas de muertos y desaparecidos al amparo del gobierno del partido Democrata Cristiano que encabezaba el Ing. Jose Napoleon Duarte. Como dirigente de la Coordinadora Revolucionaria de Masas, Manuel se volvio objetivo de los escuadrones. Fue asesinado por estos, a finales de 1981. Su cuerpo y el de otros militantes del FMLN, fueron encontrados ahorcados con alambre de puas y con los ojos quemados en las cercanias del mercado San Jacinto en San Salvador. El impacto de la muerte de Manuel, fue emocionalmente devastador para Ana. Practicamente se enclaustro en una casa propiedad de un hermano de Shafick.

En octubre de 1982 los escuadrones cumplieron su amenaza contra Ana Duarte. Una madrugada, invadieron la casa donde Ana se encontraba . Con ella, estaba su leal y anciano ayudante personal. Los dos, fueron sacados de la vivienda y llevados con rumbo desconocido. Ya a la luz del dia, los dos cuerpos ya asesinados, fueron encontrados en el desvio de la carretera que conduce a la ciudad de Santiago Maria, y llevados a la morgue del cementerio municipal de Usulutan. Un ex-alumno de Ana Duarte, que esa manana estaba en el camposanto, recordo ese dia asi: “ Fue a finales de Octubre. Se acercaba el dia de finados y yo, habia ido a pintar la tumba de mi hernano Jorel, el cual habia sido asesinado por los paramilitares de las defenzas civiles tres meses antes. De pronto, observe una movilizacion de gente hacia la morgue del cementerio. Queriendo saber que sucedia, tambien me encamine hacia el lugar. Alli estaban dos cadaveres uno al lado del otro. Primero observe al hombre. Se veia bastante mayor.Tenia las manos atadas hacia atras y los ojos vendados. Todo su cuerpo estaba lleno de balas y tenia un tiro en la cien izquierda. Cuando vi a la mujer, pense en lo que unas horas antes un conocido me habia dicho acerca de que habian sacado a la nina Ana Duarte de su casa. Fisicamente conocia bien a la nina Ana desde los anos del Instituto, pero cuando le observe la cara no la reconoci. Su craneo estaba destrozado por las balas y sus sesos le cubrian la mitad de su rostro. Para observar mejor, me cambie de posicion. Desde alli, pude ver detenidamente la parte visible de su cara, nariz y boca. Ya no tuve duda. Era la nina Ana. Senti una tristeza profunda, agache mi rostro, me persigne, di media vuelta y me retire con su imagen en mi pensamiento”

El mensaje de terror de los escuadrones era claro: lo mismo les pasara a todos los que piensen igual a Ana Duarte.La vida, sin embargo, mostro cuan equivocados estaban estos criminales al suponer que detendrian la incorporacion de cientos de salvadorenos al torrente de la guerra popular. El FMLN se hizo mas fuerte y el ano 1992, uno de los suenos de Ana Duarte y Manuel, fue logrado: la dictadura militar de derecha fue sacada del poder por la guerra popular revolucionaria.

Este 22 de Junio del 2010, cuando nuevamente recordemos a estos heroicos maestros, y a 28 anos del asesinato de Ana Luisa Duarte, podemos decir que parte de las ideas por las cuales ella lucho, siguen tan vigentes como cuando se inicio la guerra el ano 1981. Hoy mas que nunca, no podemos hablar de paz en El Salvador mientras existan y se profundicen las causas economicas y sociales que originaron el conflicto armado.

Ana Duarte y todos los maestros asesinados, estaran eternamente presentes en las luchas del magisterio y pueblo salvadoreno.

Estuve en los inicios de Yolocamba-Ita… Entrevista con Manuel Gómez

SAN SALVADOR, 23 de julio de 2010 (SIEP) “Naci como músico con Yolocamba-Ita en agosto de 1975, precisamente como respuesta y después de la masacre estudiantil del 30 de julio, que esta por conmemorarse; estudiábamos en el Externado San José junto con Franklin y Roberto Quezada, y Paulino Espinoza…” nos cuenta Manuel Gómez, en el programa Dialogo Universitario de la UES, que se trasmite por YSUES los viernes a las 11 a.m.

Posteriormente Manuel Gómez se integró al grupo musical Fiebre Amarilla y durante 25 años deleitó con su voz a miles de salvadoreños y salvadoreñas, dentro y fuera de nuestras fronteras. Hoy con 35 años de experiencia musical, conduce al grupo la Vieja Fiebre.
“Con los Yolocamba nos inspiramos en el Quinteto Tiempo de “salgo a caminar…” y me acuerdo que ganamos un festival auspiciado por Fe y Alegría. Éramos jóvenes pero responsables, me acuerdo que hacíamos investigación etnográfica para nuestra música y rescatamos el uso de la mandolina y la marimba de arco. Hicimos canciones sobre el Cipitío, la Siguanaba…”
“Antes de nosotros estuvo la Banda del Sol, de Tamba Aragón, que murió en la guerra. Se inmortalizó con El Planeta de los Cerdos ¿te acordas? “…Estamos dominados, por los cerdos disfrazados, con armas y garrotes, para poder asustar…les gusta el maquillaje y la maternidad, y por los cerdos rubios se dejan impresionar…y así nos dan estadios, les gusta vernos jugar… ¡solo jugar!” Otras del Tamba era Abriendo camino, El Perdedor. La voz y la letra son de él.

Un himno para el Equipo de Futbol de la UES

Buenos, antes de seguir, un saludo para la Comunidad Universitaria que es mi comunidad, soy de la facultad de Ciencias y Humanidades, de Psicología. Y es por eso que me da mucha alegría que estemos de nuevo en la primera división del futbol nacional. Y es tanta mi alegría que escribí este Himno para nuestro Equipo Universitario tomando en cuenta diversos elementos como el lema, la Minerva, el puma:

Somos guerreros en la cancha ante cualquiera. Hijos dignos de Palas Atenea Somos los pumas que rujen en la batalla Derribando con valor cualquier muralla
Esta es la U…U…U…U
Esta es la U…U…U…U
En cada juego van todo por la gloria Paso a paso conquistando la victoria…

Hablemos de música…de los 60 y 70.

Hablemos de música, de los años sesenta y setenta. Los años 60 fueron la época de oro de la música, de la producción nacional. Y una de las razones es que en esa época no existía la piratería…y había apoyo al artista, interés en promover la cultura musical.

Fue una avalancha de grupos, estaba Sagitario, la American Brass (que era del Liceo Americano) Hierro (que antes eran los Beats) Luís López con los Supersónicos, Toni Delgado con los Kiriaps, Oscar Olano con los Intocables, Macho, los Cristians de Santa Ana, los TNT, Hielo Ardiente, Remberto Trejo con los Vikings, y claro Fiebre Amarilla, y muchos más, calidad y variedad, una verdadera época de oro.

Hay un personaje que ayudo mucho, de nombre Tito Carías. A él no lo conocí personalmente pero se que él apoyo a grupos, orquestas y solistas a producir. Apoyó la causa del artista desde Radio Femenina…Incluso a tomar cover de fuera y convertirlos en éxitos aquí…Y luego estuvo y sigue Willie Maldonado, el mejor discípulo de Tito…y otros deseos primeros locutores, que entonces no se llamaban disc jockeys. Había mucha producción, intercambios con grupos guatemaltecos, una gran riqueza y variedad de voces, estaba la disquera DICESA…

Y estaba la época, eran los años 60, haba surgido una cultura hippie en Estados Unidos, estaba la Guerra Fría entre la URSS y USA; el envió de tropas a Vietnam, el movimiento antibelicista, las presidencias de Johnson y luego de Nixon, todo esto se fusionó e impacto en la música… ¿te acordas de Woodstock? Tres días de paz, música y amor. Era una nueva visión. Woodstock es un tesoro cinematográfico, musical y también político. Es un manifestó contrala guerra de Vietnam. Muchos grupos y canciones con una clara posición política. Por ejemplo Crosby, Still & Nash, Joan Baez. Bueno, la canción Not rain, not rain cuando empieza a llover que se pude entender también como Not war, not war. Jimmy Hendrix en le tercer y ultimo día con Purple Haze, que se refiere, claro, pastillas de anfetaminas. Es una época vinculada a una cultura de hierba, de hongosa alucinógenos, a drogas. Lucy in the sky with diamonds. Claro, los diamonds son pastillas…
Y toda esa cultura hippie, de la Guerra de Vietnam se vinculo en nuestro medio con nuestra experiencia de la Guerra con Honduras en 1969. Se crearon comunas hippies. Me acuerdo que al Monseñor del Rock, a Luis López, el cantante de los Supersonicos, lo detuvieron ese año con hierba, y el explicó en la Guardia Nacional: mi reino no es de este mundo. Medrano ayudo a sacarlo para congraciarse con la comunidad hippie.

Bueno el hijo de Medrano era hippie. Y el viejo Medrano hizo que la Guardia Regimental se aprendiera la música de Sargeant Pepper y tocaron en una Comuna. Pocos años después muchos de estos jóvenes tomaron conciencia de la situación del país y se incorporaron a la lucha popular. Incluso a las organizaciones político-militares que surgieron en los 70, al ERP y a las FPL.
En octubre de 1971 surge la Fiebre Amarilla, con gente que había integrado los Kiriaps. Estaban Germán Mangandi, Tony Delgado, Jorge Rivera, Juan Flamenco y Armando Zepeda. En esa época las orquestas tocaban cumbia, salsa y swing, mientras que los conjuntos música a go-go, rock y twist. Fiebre Amarilla rompió con este esquema y toco de todo, por eso pegó…podía tocar cumbia y luego rock and roll. Hocus Pocus, rapsodia Bohemia de Queens…el primer éxito de la Fiebre en el 71 fue Pellejo. Te acordas? “Pellejo, Jo! Jo!” Luego vinieron muchos éxitos más.

Luego vino Quédate conmigo. Se me perdió la cartera. El mercado. Chico anda báñate, Los Compadres, Y la vi sonriendo muy feliz, Yo soy guanaco, Te Pica, el Sumbao, y el éxito más grande: el Canchis Canchis. Se dice que en los 70 con esta canción subió la producción nacional de niños.
Me acuerdo que Macho, otro conjunto, decía: lo correcto es que los conjuntos toquen rock and roll y los mariachis toquen rancheras. Si vos te fijas muchas de nuestras producciones toman como modelos personajes de la calle, populares, que la gente los conocía…Por ejemplo, El Zumbao era un ladrón famoso, una especie de Robin Hood o de Chucho el Roto, les robaba a los ricos y lo distribuía entre los pobres lo robado, vivía en una zona marginal.

La Guardia Nacional lo mato, la canción dice: “hay viene el Zumbao…lo mató la jurumba…” y lo lanzaron a las riveras del río Acelhuate, cerca de donde vivía… Nos dedicábamos a lo popular, y Macho se dedico al underground, mucho de Pink Floyd, de Supertramp, de conjuntos ingleses. Nosotros rompimos ese esquema, esa ley…

También estaba el loco Te Pica que llegaba a las velaciones a dar el pésame y naturalmente a comerse los tamales y el pancito dulce con el cafecito; Carrito que andaba corriendo por las calles y se detenía en las semáforos cuando estaba en rojo a la par de los carros y dicen que hasta una vez le pusieron una multa por exceso de velocidad, Chico Anda báñate que andaba siempre sucio, y uno le gritaba: Chico, anda báñate y respondía iracundo: ya vasha ver, ya le vosha decir a mama, hishuetputa!
En 1977 ingreso a Macho. Estaba Chamba Elías, Tilo Paiz, Mario Mazariego y Raúl Monterrosa. Todos genios, maestros de la música. En 1978 ingreso a la Fiebre Amarilla. Le dedique 25 años de mi vida artística. Muchas melodías cuentan con mi voz. Fiebre Amarilla luego se fue descuidando, Carlos Peraza se fue para Honduras, esta en Marcala. Y entonces los que antiguamente fuimos de esta agrupación nos hemos vuelto a unir y nos llamamos La Vieja Fiebre… O sea que hoy el nombre de 35 años esta con músicos nuevos y el nombre nuevo con músicos viejos. En agosto por primera vez realizaremos una gira por USA. Visitaremos varias ciudades de la costa este: Boston, NYC, Washington D.C.

El decline de la Época de Oro

Y luego viene el decline…si te acordas los discos eran de vinil y no podían piratearse, luego surgieron los cassettes y hoy los CD, los VDS, etc. Si invertís como artista en la grabación de un disco original, con un costo digamos de 13 dólares, al día siguiente te vas a encontrar que lo están vendiendo en el Centro a 1 dólar y te quiebran, esa es la realidad.

Otro factor, desapareció el apoyo radial, ya no colocan música salvadoreña en las emisoras. Si te fijas la mayoría de música es extranjera, de Puerto Rico, de México, de Colombia, de Republica Dominicana, de Argentina, etc. O sea hay una falta de estimulo a la producción nacional. Muy poco apoyo de la empresa privada. Regatean nuestras ofertas, y hay que esperar hasta un mes para que paguen…esto desmotivo al artista nacional.

No hay tampoco apoyo gubernamental. Me acuerdo que incluso los gobiernos del PCN organizaban Cabalgatas Artísticas, y se apoyaba al artista, es la época de Albertico, Aniceto Porsisoca, Paco Medina Funes, las Orquestas Polío, de Lito Barrientos, etc.

ARENA rompe con este esquema y el artista es abandonado a su suerte. Fíjate que existen 3 sindicatos de artistas, el SGAV, el SGACES, el SGAM. Y cuando vienen artistas extranjeros por ley le corresponde a los artistas nacionales el 10 por ciento de los ingresos para esos tres sindicatos. ¿Y crees que se los dan? Claro que no, no se cumple. Gobernación no apoya. Ojala hoy haya cambios…Vienen Los temerarios y se dice que vienen cobrando digamos 5,000 dólares, lo cual es risible, pero así lo ponen en contratos chaveleados, espero que esto cambie…

Y esto provoca diversos niveles de competencia desleal entre nosotros, se ha vulnerado nuestra unidad como gremio. Si vos pedís por presentación 500 dólares, otro va llegar a ofrecerse por 200 y hasta puede surgir alguien que lo haga por 100. Y ahí nos quebramos ente nosotros.

Y también influye lo tecnológico. Hoy con un teclado en secuencia un solo integrante te toca como si fuera una sinfónica completa, ya solo necesitas un cantante, y esto afecta ya que para reducir costos se suprimen plazas como en una fabrica, se despide a músicos…la tecnología en nuestro sistema desplaza a los músicos. Otro factor son las discos móviles, como Milenio que antes no existían, y han venido a desplazar a las orquestas y a los grupos musicales.

Hoy nos hemos dispersado los músicos del ayer, Mangandi esta en California, Oscar Olano vive… se movió para Noruega…vocalista de los Intocables. Fíjate que el año pasado en noviembre nos reunimos en un Especial delas Buenas Épocas. Fue en el Teatro de Santa Tecla. Hoy vamos a estar en las Fiestas Julias de Santa Ana…