El régimen al desnudo (I Parte)

El régimen al desnudo (I Parte)

Dagoberto Gutiérrez

Cuando hablamos de régimen, y de régimen político, nos estamos refiriendo a la forma como funciona en la vida, en los hechos y en la práctica, un sistema político; es decir, que el régimen nos presenta las cosas, tal como son en la vida.

Pese a lo anterior, el régimen político se presenta siempre ante los ojos de los seres humanos cubierto y encubierto con el manto especial del derecho. Este proporciona a los hechos políticos reales, la apariencia de legalidad, y una vez hecho esto, con los procedimientos establecidos, los intereses poderosos que determinan el sentido del régimen quedan protegidos por medio de la figura del bien común. Y así, las decisiones más lesivas para los intereses de la mayoría y más beneficiosa para una minoría poderosa y controladora del poder, quedan protegidas en nombre del bien común. Y este rito se reproduce una y otra vez, y el gobierno parece y aparece amparado por “la constitucionalidad de sus actos”. Por supuesto que todo esto integra los fundamentos de lo que se llama democracia y también de lo que se llama representatividad.

Dentro de este rito, los seres humanos, hombres y mujeres, son despojados de su calidad real de trabajadores, de asalariados y explotados, de oprimidos y excluidos, y todas estas realidades son sustituidas por una: la de ser ciudadana o ciudadano, y así, la ciudadanía es construida en un terreno político limitado y total y absolutamente separado del universo determinante de la economía. Además, esta ciudadanía consiste simplemente en votar pero si elegir y en hacerlo aisladamente cada 5 o 3 años, y desde luego, votar en soledad y en secreto. Este es el modus operandi de los sectores dominantes y es lo que asegura una dominación extra económica, es lo que les permite a los dominadores, incluso, conceder derechos, conceder libertades y hasta convivir con una cierta democracia enfermiza llamada representativa.

Para todo esto, el poder económico sigue necesitando del poder político (Estado) para que, mediante la coerción, garantice la explotación sin sobresaltos y sin rebeliones. Las funciones están coordinadas pero separadas y los dominadores tienen asegurada su explotación y sus ganancias, su plusvalía sacrosanta, y el Estado, como cancerbero de estos intereses, funciona con la legalidad necesaria y el rito necesario para que esa plusvalía no sea amenazada.

Este fenómeno establece una relación con ese aparato llamado Estado que ciertamente funciona como garante de una economía; pero cuando esa economía extiende sus tentáculos a todo el planeta y se entabla la globalización, el Estado queda siempre reducido a la dimensión geográfica de un país. De modo que el Estado no crece, en cierto modo decrece, pero la economía capitalista se vuelve planetaria, y entonces tenemos un mercado total y un Estado local. Y este mercado, siendo global, sigue necesitando de este Estado, que sigue siendo local.

Así, a un mercado global no le acompaña un Estado planetario, y los intereses del capital globalizado y globalizante parecen entrar en contradicción con el modus operandi tradicional que permite a los capitalistas usar la democracia como procedimiento garantizador de su ganancia. En la contemporaneidad, podemos pensar que este conjunto de procedimientos llamados democracias representativas se han vuelto peligrosos para el capital, y podemos pensar en una naciente enemistad o mal querencia entre democracia y capital global y local.

En El Salvador, entramos a un momento político de desgarramiento de antiguas estructuras oligárquicas. En cierto modo, es la continuidad de los efectos políticos de la guerra de 20 años que, en el momento en que ésta termina, el desmantelamiento de las añosas amarras oligárquicas no fue acometido, por haberse rendido las tareas políticas ante las conveniencias electorales. Y más de 20 años después, el país está de nuevo frente a las tareas que se debieron cumplir 20 años atrás.

El país fue escenario del montaje de un modelo neoliberal de nivel planetario y la sociedad salvadoreña se convirtió en un laboratorio, y cada ser humano en un conejito de indias, en donde lo que se demostraba era que un neoliberalismo extremo podía aplicarse a una sociedad sin represión directa, con control ideológico total, en plena post guerra ocultada, y con una insurgencia domesticada. Al final del experimento se tiene el país que se tiene, la sociedad que se tiene, y los seres humanos que se tienen, dentro de ese laboratorio. He aquí, que la guerra civil se convierte laboriosamente, como abeja dedicada, en guerra social, pero también, que la antigua clase dominante cafetalera fue sustituida por el capital financiero. Aquí hay una fusión y un vaciamiento de una cabeza oligárquica en un vaso burgués que va a ser importante a la hora de reflexionar mas especifico sobre la coyuntura más específica.

En este proceso, el factor externo, Estados Unidos, deja de ser externo y se convierte en factor interno.

El acta de septiembre de 1821, Parte II

El acta de septiembre de 1821, Parte II

Dagoberto Gutiérrez

Como los pueblos tienen problemas con la historia y no con la memoria, conviene establecer que ambas, memoria e historia, siendo viajes al pasado, no buscan, sin embargo, lo mismo. La memoria se basa en el recuerdo como patrimonio de cada persona y tiene, además, plasticidad y discrecionalidad, por eso depende de cada persona y de la fidelidad de su recuerdo. La historia es siempre hecha por los pueblos pero escrita por los poderosos a partir de sus conveniencias, y aquí la verdad es una sola, es la verdad oficial, que requiere que los súbditos tengan en su cabeza una determinada visión. Por eso es que hay historia oficial y nunca memoria oficial.

El Salvador y Centroamérica son escenario fiel de las anteriores afirmaciones y la historia oficial, que revive cada mes de septiembre y abandona su ataúd polvoriento, nos habla de independencia, de próceres, de independentistas, de patrias y patriotas, de civismos y de fiestas, pero nunca, nunca, de las fuerzas motrices ni de correlaciones, ni de intereses que determinaron los acontecimientos de 1821. Lo mismo ocurre con los alrededores de esas fechas y con las luchas fracasadas para construir Centroamérica como realidad política. Todo lo anterior determina que el documento político fundamental del país: el Acta de Independencia del 15 de Septiembre de 1821, sea un documento secreto, clandestino, prohibido y quizá ilegal. Este documento secreto nos informa de la intensa lucha política del momento y de las correlaciones de fuerza que dinamizaban los acontecimientos. Nos aclara hasta qué punto los independentistas eran independentistas y, en todo caso, nos dice de quien querían independizarse.

El poder imperial español era un poder oscuro y lejano, y para el caso de los criollos de la provincia de San Salvador, lo más importante era liberarse del control de los criollos de la Capitanía General de Guatemala. Hay que recordar que a partir de las reformas borbónicas, San Salvador llegó a ser intendencia, sometida a Guatemala, y que Centroamérica, como tal, no existía. Toda la actividad económica importante con la metrópoli pasaba por el control de Guatemala y los poderosos criollos de San Salvador necesitaban sacudirse la coyunda de personajes como los Aycinena, que desde Guatemala manejaban los hilos del comercio y se aseguraban las mayores ganancias. Los de Guatemala estaban bien con la metrópoli y los de San Salvador estaban mal con los de Guatemala. Para unos y otros los acontecimientos se precipitaron, porque los franceses invadieron España y capturaron a un rey español de poca valía, en tanto en el Virreinato de Nueva España (México), se producen las heroicas rebeliones de los curas Miguel Hidalgo y José María Morelos, asesinados ambos por los españoles. Un desconocido militar español, Agustín Iturbide, se levanta contra el poder peninsular, declara la independencia, se proclama emperador y exige la anexión de Guatemala a México.

Todos estos hechos presionaron letalmente a los criollos de Guatemala y por eso se reunieron urgentemente en esa ciudad para decidir qué hacer. Y el documento que contiene las decisiones es el llamado Acta del 15 de Septiembre, de cuya lectura se pueden extraer las siguientes ideas: a) los criollos de Guatemala no buscaban la independencia de España sino ganar tiempo mientras aseguraban mantener sus vínculos de dependencia con la metrópoli, b) su maniobra consistía en proclamar una independen-cia en suspenso, mientras se aseguraba la anexión real de Guatemala al Virreinato de Nueva España, c) esto explica porque el acta del 15 de septiembre no es ni definitivo ni seguro, porque todo pasa a ser decidido por la asamblea que es convocada en el mismo documento del 15 de septiembre, para reunirse en la ciudad de Guatemala en marzo de 1822, d) el acta del 15 de septiembre dedica gran parte de sus 18 numerales a la organización de esta asamblea decisoria, e) los criollos de San Salvador aspiraban a romper sus vínculos de dependencia de la Capitanía General de Guatemala, pero su afán independentista no llegaba a tanto porque una vez culminada la anexión de Centroamérica a México, los criollos de San Salvador integraron una comisión, de la que formaba parte José Matías Delgado, que viajó a los Estados Unidos para ofrecer la anexión de El Salvador a ese país, f) el acta de independencia, de 18 partes, empieza en su primer numeral con una confesión tan franca que llega al cinismo rampante porque dicen que proclaman la independencia “para prevenir las consecuencias que serían temibles en el caso de que la proclamase de hecho el mismo pueblo”.

Aquí encontramos la separación absoluta entre los intereses de estos independentistas y el pueblo real de carne y hueso. Observemos que esa consecuencia temible a la que se refieren los firmantes resulta ser, nada más y nada menos, que la independencia, la cual en manos del pueblo sería de verdad. Y para estos personajes el problema se agrava porque esta independencia de verdad era la voluntad general del pueblo de Guatemala, pero no la de estos independentistas que querían culminar con éxito su maniobra.

¿Cómo interpretar el paro al transporte?

El paro de tres días al transporte que concluyó hoy es un fenómeno político nacional que amerita la más seria reflexión. Comparto estas reflexiones iniciales para coadyuvar a su análisis. Me parece que hay que abordar cinco aspectos básicos de esta situación: la respuesta gubernamental; el ánimo de la gente, el tejido social, los poderes emergentes y el proyecto autoritario

Sobre el primer punto me parece que la respuesta gubernamental fue sumamente débil. Y no podía ser de otra manera, porque se recurrió a la tradicional respuesta “autoritaria” de sacar miles de tropas a la calle contra un enemigo invisible. Eso fue lo que hizo Saca cuando enfrentó una situación similar en su gestión. El problema radica en que este es un gobierno de izquierda que no debería de seguir repitiendo las estrategias fracasadas de la derecha.

Un discurso triunfalista de Funes desde Casa Presidencial no puede ocultar la realidad que durante setentidos horas las pandillas MS y 18 pudieron con mínimos recursos paralizar este país. Y este hecho se convierte en la primera derrota política del Gobierno Funes, a manos de un poder emergente. Funes ha sido derrotado no por la Corte Suprema de Justicia, ni por la Asamblea Legislativa, ni mucho menos por la ANEP o por ARENA. Ha sido derrotado políticamente por fuerzas interesadas en un proyecto autoritario que han alquilado los servicios de estos grupos juveniles delincuenciales.

Una de las razones de esta derrota política radica en el timing. Los conspiradores supieron escoger el momento adecuado. Y el presidente Funes no midió la necesidad de su presencia en el terreno de juego y decidió seguir con su gira en Los Ángeles. El capitán del equipo estuvo ausente de este partido clave. La gente esperaba verlo y estuvo ausente. No puso su popularidad en las encuestas al servicio de ganar este partido.

Sobre el ánimo de la gente. No puede negarse que existen grandes segmentos de la población que se encuentran atemorizados por las pandillas juveniles y sus acciones delincuenciales. El hecho que la gente se movilizó hacia sus empleos a como diera lugar, no niega esta realidad. Es un hecho que las pandillas han logrado infundir temor y terror en la población. Y esto no se resuelve con una mayor presencia militar sino con la construcción de mecanismos que les garanticen mayores niveles de seguridad.

Y uno de los mecanismos más poderosos y al mismo tiempo más rezagados y debilitados es la organización popular. Un pueblo organizado no puede ser atemorizado. Pero en la actualidad la organización popular y particularmente comunitaria es muy débil. Se necesita impulsar la organización popular como mecanismo de defensa frente a la delincuencia. El Gobierno Funes debería poner esta estrategia como elemento esencial de una política nacional de seguridad. Pero no lo esta haciendo.

Debemos de reconstruir el tejido social de nuestras comunidades urbanas y rurales. La sobrevaloración del instrumento político FMLN sobre el instrumento social, proceso iniciado a partir de 1992, ha conducido a la actual situación en la cual “las maras” han desplazado al movimiento social de las comunidades de la ciudad y del campo.

Sobre las maras. Son una realidad que no puede obviarse. Están organizadas y cuentan con control territorial. Son nuestros jóvenes y son pobres. Están siendo manipulados. Están golpeando a nuestra propia gente. Ante esto surgen distintos caminos: ¿Los aniquilamos? ¿Los metemos presos a todos? ¿Los reinsertamos? ¿Es posible hacerlo? Necesitamos promover una gran discusión nacional sobre esta situación. Y construir una propuesta desde la izquierda. Porque la derecha esta avanzando en su labor de promover una salida militarista, reaccionaria.

Y finalmente debemos de preguntarnos quienes se benefician de esta situación. Y concluir que existen diversos sectores interesados en que este gobierno fracase, y lograr una restauración oligárquica. Estos sectores pudieran esta promoviendo estas acciones y luego justificar la necesidad de un golpe o de un régimen que imponga el “orden”. Por eso es peligrosa la salida “autoritaria” o la salida “legal.”

¿Cuales son los escenarios a futuro? Percibo tres escenarios, el más probable es que mañana se regrese a la normalidad y aquí no ha pasado nada y solamente esperar el estallido de la próxima crisis para ensayar las mismas respuestas. Y se espere que la ley aprobada de proscripción de pandillas resuelva la situación. Me parece que es la posición del Gobierno Funes.

Oro escenario es el de los sectores del proyecto autoritario que seguirán desde los medios de comunicación y desde trincheras de guerra psicológica, argumentando la necesidad de mayor presencia militar en las cárceles y en la calle, para que terminemos siendo una sociedad militarizada, en la que lo civil sea solamente un elemento decorativo.

Y otro escenario que pienso deberíamos de construir es el de fortalecer el movimiento popular y social, para que se convierta en el protector de sus comunidades frente a la delincuencia así como en el mecanismo para exigirle al Gobierno Funes que cumpla sus promesas de empleos, seguridad y reducir el alto costo de la vida. Este es nuestro desafío como izquierda.

Roberto Pineda, docente de la Universidad de El Salvador.

San Salvador, 9 de septiembre de 2010

El acta de septiembre de 1821, parte I

Lunes, 06 de Septiembre de 2010 / 10:12 h
El acta de septiembre de 1821, parte I

Dagoberto Gutiérrez

El numeral 1 del documento revela pues, una distancia confrontativa entre los intereses del
pueblo independentista y los firmantes del documento que buscaban culminar su maniobra, por supuesto que el texto es excesivamente perverso, por franco y cínico, porque nos muestra todo lo antipopular que escondió la reunión de Guatemala, en estos meses de septiembre.

Normalmente se entiende que una independencia de una colonia imperial pasa por el trapiche popular y es el pueblo el artífice de la libertad pero sin embargo aquí se trató, en el palacio nacional de Guatemala de evitar la participación del pueblo, para que este no frustrara la independencia palaciega que se cocinaba a fuego lento.

A partir de este primer numeral el acta pasa a organizar lo que era lo más importante para los conspiradores, es decir la asamblea de marzo de 1822, en donde se definiría lo relacionado con la independencia y llama la atención la minuciosidad con que el redactor va abordando, paso a paso, lo relacionado con el procedimiento electoral. Esto revela que eso era justamente lo importante, aunque como ya vimos lo realmente importante era la anexión a Nueva España y no ninguna asamblea independentista; pero como para guardar las apariencias, el redactor del texto detalla sobre los participantes, sobre el cuerpo electoral y las convocatorias.

Sobre el cuerpo electoral resulta notable el interés en la población de origen africano, porque muestra que por lo menos en esos momentos esa porción resultaba importante para las votaciones que interesaban a los redactores.

Los numerales 8 y 9 son los que muestran y demuestran que no se trató de ningún acto independentista ni de ninguna gesta de ese tipo, porque en el numero 8 se resuelve que el gobierno continué siendo dirigido y controlado y manejado por el mismo Brigadier Gabino Gaínza, el mismo que recientemente había sido nombrado como jefe de la capitanía general por los poderes de la metrópoli, pues bien, en una demostración elocuente de que aquí no ha pasado nada y que los mismos siguen mandando y que los mismos siguen siendo mandados, Gaínza sigue siendo el que controla el poder. Si alguien llama a esto independencia, tendrá que esforzarse mucho para demostrarlo.

De cara a los intereses de los conspiradores esto resulta ser, sin embargo, un paso lógico porque Gaínza, siendo parte de la conspiración no podía ni debía ser apartado de todo este negocio y resultaba ser, además, una demostración de buena fe de estos independentistas con respecto a la metrópoli, y desde luego, era un mensaje elocuente hacia los controladores del virreinato de Nueva España. Por supuesto que esta maniobra no podía ocultarse aunque ha permanecido soterrada y oculta al escrutinio analítico, pero como todos los nuncas se llegan y vivimos un momento en donde la única certidumbre es la incertidumbre, todos los cofres polvorientos parecen abrirse por ellos mismos.

Por si esto fuera poco, el texto dice que para ponerse a la altura de las circunstancias y para respetar apariencias (no es cita textual) se formará una comisión consultiva y pasa a nombrar a los integrantes. Hasta aquí aparece lo que pudiera ser una decisión sabia que equilibre las cosas, porque entonces el hombre fuerte, Gabino Gaínza deberá consultar a esta comisión y esto quería decir entonces que ya no tenia todo el poder y que estos independentistas o lo eran de verdad o querían ser o querían que los vieran como tales.

Sin embargo, y en una muestra de excesiva lógica imperial, los independentistas dicen que esta comisión consultiva deberá consultar con Gaínza todos los temas importantes, y miren que cosa mas notable la de estos señores, porque resulta que no es Gaínza el que deberá consultar, como se pudo creer al principio y lo que hubiera limpiado la cara de estos firmantes, pero quizás ellos creyeron que nadie iba a leer nunca este documento y mucho menos que pudiera ser sometido a juicio critico, pero vaya que se equivocaron porque cuando dicen que es la comisión la que debería consultar al hombre fuerte, ponen en la plaza publica a todas las vísceras de su maniobra, y ellos mismos, sin ninguna clemencia para ellos mismos, aparecen y parecen como leales monarquistas y desleales independentistas.

Ahora bien este era un paso inevitable porque ellos necesitaba asegurar el control del poder y ganar tiempo para culminar su anexión a México, probablemente contaban con la resistencia de los criollos de San Salvador, aunque no con la certeza de que ellos eran tan poco independentistas y mucho menos que llegaran hasta ofrecer El Salvador al gobierno de los Estados Unidos, esto significa que en esos años abundaba de todo, menos de independencia.

El documento pasa a asegurar el orden y encarga de esto a la Iglesia Católica de Guatemala, que aparece así como aliada privilegiada del poder imperial, por supuesto que en la misma acta se premia a la Iglesia católica, al asegurarles sus propiedades y sus rangos a la jerarquía eclesial, al mismo tiempo que se le garantiza que serán la única fe aceptable en estas tierras, algo parecido ocurre actualmente con el articulo 26 de la constitución de 1983.

En realidad, la asamblea de 1822 no llego a realizarse, porque la actividad predominante fue la organización del acuerdo regional sobre la anexión a México, la que efectivamente se logra y sepulta, como se esperaba, a cualquier asamblea independentista, porque la maniobra era precisamente eso: Impedir la independencia e impedir que naciera Centroamérica, los acontecimientos posteriores demostrarían cuanto resultó de estos socavones históricos.

Toda esta reflexión resulta necesaria para aproximarnos a la comprensión de los Estados que surgieron en cada una de las provincias que integraron la capitanía general de Guatemala. Para los salvadoreños en particular esta reflexión nos acerca a las raíces históricas del calvario que ha significado para el pueblo llamado salvadoreño, los sucesivos regímenes políticos que arrancaron de estos acontecimientos que estamos comentando.

El FORO DE ONGs EN LA LUCHA CONTRA EL VIH-SIDA, A UN AÑO DE CAMBIO EN LA JEFATURA DEL PROGRAMA NACIONAL DE ITS-VIH-SIDA DEL MSPAS.

En el Salvador a finales de agosto del corriente año se han registrado más de 25,000 casos de VIH Y Sida de acuerdo al Sistema de monitoreo y evaluación a cargo del programa de VIH, a pesar de los esfuerzos se mantiene un promedio de entre 4 a 6 casos diarios, el 82.6% de los casos están en las edades entre 15 y 49 años de edad, en el 2009 se registraron 328 muertes hospitalarias asociadas a Sida, se mantiene un promedio entre 1,800 a 2000 casos nuevos por año.

Los factores que inciden en la situación actual de la epidemia del VIH incluyen: la ausencia de una educación sexual integral, el acceso a servicios integrales en salud, la economía, la pobreza, la cultura, el derecho y el buen gobierno, La respuesta nacional al VIH requiere un enfoque estratégico realista.

Un enfoque tímido y sin rumbo como el que hasta hoy hemos tenido, impide el debate y el enfrentamiento de estas dificultades y como esta demostrado por las estadísticas el actual modelo sigue siendo condenado al fracaso. Se necesita una diversidad de respuestas, incluyendo ACCIONES ESTRATEGICAS SOSTENIBLES para promover la toma de conciencia y estimular la acción entre los responsables de la toma de decisiones en educación, así como la realización de esfuerzos destinados directamente a las poblaciones más afectadas, tanto a nivel educativo formal y no formal.

Con mucha esperanza la sociedad civil recibimos la noticia de cambios en el programa Nacional de VIH el año pasado, sin embargo hay muchas situaciones que desde nuestro punto de vista hasta hoy no se han mejorado, es por esto que las organizaciones aglutinadas en el foro de ongs en lucha contra el VIH, a un año del cambio en la jefatura del programa de VIH del ministerio de Salud y más de un año de Gobierno del Presidente Mauricio Funes Cartagena demandamos:

Una mayor aceleridad en los cambios al rumbo de la respuesta nacional al VIH, desde nuestro punto de vista actualmente se sigue trabajando en la misma línea de trabajo y con un enfoque conservador heredado sin mayores modificaciones e innovaciones.

La inclusión y visibilizacion del VIH en el plan quinquenal presentado por el Gobierno Central con el fortalecimiento presupuestario necesario.

El cumplimiento de compromisos internacionales como la declaración Ministerial suscrito en la conferencia de VIH en México en el 2008, donde los Ministerios de Salud y Educación acordaron impulsar conjuntamente una educación sexual integral y servicios de salud sexual amigables con un enfoque de Derechos Humanos, a pesar de habernos reunido con el Ministro de Educación no vemos la suficiente voluntad política en el cumplimiento de este acuerdo.

Una mayor inversión pública en los presupuestos nacionales que garantice la sostenibilidad de la respuesta nacional al VIH.

La presentación de una memoria de trabajo de la comisión nacional contra el Sida CONASIDA, y un mayor involucramiento en materia de políticas públicas para el VIH de esta comisión nacional.

En cuanto al Fondo Mundial de VIH administrado por el PNUD demandamos

Garantizar mecanismos de transparencia y equidad en la asignación de los recursos del fondo mundial hacia la sociedad civil, asumiendo actualmente el receptor principal funciones administrativas, contratación de personal sin importar los conflictos de interés, o vínculos familiares, fortalecimiento a organizaciones por afinidades y represalias hacia las pocas ONG´s que se atreven a denunciar este tipo de anomalías.

Implementar un proceso de evaluación de impacto del proyecto Fondo Mundial de VIH, abandonando el modelo actual donde los énfasis están más en la cantidad que la calidad y efectividad de los programas de prevención del VIH.

Fortalecimiento y sostenibilidad de sociedad civil a través del Fondo Mundial, descentralizado los recursos financieros, con controles de auditoría universalmente aceptados. La claridad y la transparencia debe ser una regla aplicable a las ongs y a la misma cooperación internacional en este caso al receptor principal del Fondo Mundial de VIH Y TB.

San Salvador 7 de septiembre de 2010

La Constitución Política de la República, los partidos y el FMLN (3ª parte final)

Lunes, 30 de Agosto de 2010 / 10:15 h
La Constitución Política de la República, los partidos y el FMLN (3ª parte final)

Licda. Norma Guevara de Ramirios

El 14 de Diciembre de 1992, después de varias retrancas, verdaderas trampas de los integrantes del Tribunal Supremo Electoral (TSE) de entonces, presidido por el Magistrado Zaldívar, era obligado emitir el acuerdo de inscripción del FMLN como partido político; pero se negaban a firmar el acuerdo los magistrados provenientes de Arena, del PDC y del PCN; inventaban un requisito inexistente en el Código Electoral y en el Decreto específico, pedían a los representantes del Frente, una certificación de ONUSAL haciendo constar que se habían inutilizado todas las armas utilizadas en la etapa del conflicto.

Al día siguiente, el 15 de Diciembre estaba previsto el Acto formal de cumplimiento de la fase armada, la negativa del TSE a cumplir la ley creaba crisis y amenazaba el otro paso en el calendario de cumplimiento de los Acuerdos.

Por fin fue emitido el acuerdo a la media noche, en fotocopia de Fax, se obtuvo el comprobante de la resolución.

Siempre estuvo en la mente calenturienta de quienes viven en el pasado, demandar la ilegalización del FMLN como partido; en otros, la frase de que el FMLN no quiere gobernar sino ser eternamente oposición; unos y otros ignoran que el FMLN es una auténtica organización partidaria que responde al pueblo, y en su avance gradual ha logrado lo que muchos creían imposible. El 15 de marzo de 2009 por fin la alternancia política adquiere un significado de fondo, como es lógico, el FMLN es y seguirá siendo un partido popular, democrático, revolucionario y socialista; un partido con capacidad de percibir el sentimiento popular y de recoger en su visión programática la respuesta a problemas nacionales.

Ninguna regulación distanciada de la comprensión que privó hasta un día antes de la sentencia de la Sala de lo Constitucional, llevará al FMLN a la idea de que se puede avanzar más por la vía de aspiraciones personalísimas o dispersas, antes bien, si algo puede el FMLN aportar a la democracia es su propio fortalecimiento partidario que se logra demostrando con tesón que los problemas de salud, de educación, de participación ciudadana, de seguridad, de recuperación económica y del medio ambiente le importan, cuentan en la cotidianidad de los municipios ganados, o en las iniciativas de sus legisladoras y legisladores; ideales, lealtad a los compromisos, afianzan la capacidad de representar al pueblo por parte del FMLN.

El Coordinador General del FMLN, desde el 31 de Julio pasado afirmó que se cumplirá la Constitución y la Sentencia de la Sala de lo Constitucional; cualquier idea de desestabilizar a la CSJ., a la Asamblea Legislativa o a la Presidencia de la República deben merecer un rotundo rechazo. Ya vivió el país el intento de crear una crisis institucional en 2009, cuando una abogada y la Sala de lo Constitucional anterior impusieran restricción a la Asamblea a elegir al tercio de la CSJ; hubo que poner mucha creatividad y mucha capacidad de concertación para sobreponer al país de la amenaza de parar al país por la anulación funcional de la Corte.

Es obligado analizar a fondo las consecuencias en la vida política de cada decisión que implique distorsiones en la institucionalidad del país, dejar pasar esos eventos solo favorece a las mentes golpistas que sobreviven a los cambios ya transcurridos en nuestro país, y con ese cuidado debe verse una sentencia que de primas a primeras vuelve relativo un Artículo de la Constitución (Art. 85) que limita a los partidos políticos, la expresión del pluralismo democrático y representativo (como se lee en la exposición de motivos de la Constitución). La sentencia sienta un criterio diferente que manda a legislar para abrir la posibilidad de candidaturas no partidarias; en los países latinoamericanos que existe esta modalidad, el mandato se expresa en las Constituciones de esos países entre ellos, Chile, Ecuador, Venezuela.

El hecho de tener la disposición de cumplir de ninguna manera puede evitar la libertad de analizar críticamente la sentencia, mucho menos de tener una opción preferente por la forma de participar como partido político que es, por todo lo señalado, la opción que la izquierda salvadoreña buscó para optar al gobierno.

Schafik Handal lo dijo más claramente en su discurso de la firma de los Acuerdos, “No venimos como ovejas descarriadas que vuelven al carril, sino como enérgicos transformadores que buscan los ideales tanto tiempo soñadas por el pueblo”, De manera que el ser partido en ninguna manera supone ser igual a otros, sino supone la diferenciación por la visión de sociedad.

La Constitución de la República, los partidos y el FMLN (2da. Parte)

Lunes, 23 de Agosto de 2010 / 08:40 h
La Constitución de la República, los partidos y el FMLN (2da. Parte)

Licda. Norma Guevara de Ramirios

En las reformas constitucionales de 1991, pactadas entre el FMLN y el Gobierno de Arena, se afectó sustancialmente el sistema político. Se sacó de escena a determinantes del régimen de dictadura militar, se suprimieron los roles de la Fuerza Armada que era un gendarme armado de la oligarquía, y se redujo su papel a lo que un Estado democrático debe contener.

Aún así, en los Acuerdos, el FMLN dejó una reserva que le habilitaba para continuar por vía de reformas constitucionales, lograr la desmilitarización de la sociedad; fue hasta 2003, bajo el liderazgo de Schafik, y considerando el cumplimiento de los Acuerdos por la Fuerza Armada, en el período post bélico una Convención Nacional dio por finalizada esa reserva.

Sacar a la FAES de su papel en las elecciones se hizo redefiniendo su rol, y con el fortalecimiento de los partidos políticos en el Estado; eso explica que uno de los acuerdos fuera la conversión del FMLN en partido político legalmente inscrito, y se estableciera también la aprobación de una ley que le permitió cumplir los requisitos para ser inscrito en la mitad del tiempo que normalmente requerían antes los partidos para lograr su inscripción. Ningún requisito fue excluido, más bien el TSE, el primero con ese nombre, inventó otros adicionales que nos llevaron a buscar hasta la partida de bautismo de Farabundo Martí y a probar que su nombre era ese con juicios subsidiarios probados con fotocopias de periódicos de 1932.

Pero el compromiso es recordar de qué manera el FMLN luchó en los acuerdos por fortalecer el papel de los partidos políticos como medios para la representación popular en el gobierno y veamos uno a uno de manera sintetizada esos acuerdos además de la derogatoria del artículo que servía para impedir la existencia de partidos de izquierda.

El Artículo 77 se reformó para establecer que “para el ejercicio del sufragio es condición indispensable estar inscrito en el Registro Electoral elaborado por el Tribunal Supremo Electoral”. Esto porque antes cada alcaldía sin muchos requisitos podía generar registros de cédulas que propiciaban el fraude masivo.

Agregó en el mismo artículo que “los partidos políticos legalmente inscritos tendrán derecho de vigilancia sobre la elaboración, organización, publicación y actualización del Registro Electoral”. Por cierto esto se dejó de cumplir a partir de la emisión del DUI, y se incumple aún.
Se reformó el Art. 79 estableciendo que “En el territorio de la República se establecerán las circunscripciones electorales que determinará la ley. La base del sistema electoral es la población”. En las elecciones pasadas se dejó de lado el nuevo censo de población de 2007.

En el Artículo 82 se estableció la prohibición de pertenecer a partidos políticos ni optar a cargos de elección popular a “los ministros de cualquier culto religioso, a los miembros activos de la Fuerza Armada y los miembros de la Policía Nacional Civil”, igualmente se les prohibió “…realizar propaganda en ninguna forma”. En la anterior elección presidencial, este artículo fue irrespetado haciendo propaganda a favor del candidato Ávila.

En ese mismo artículo se prohibió como sitios de votación “…los recintos de las instalaciones militares o de seguridad pública”.

Se incluyó como facultad de la Asamblea Legislativa en el Art. 131 la de elegir a los Magistrados del Tribunal Supremo Electoral, dos por mayoría calificada y 3 por mayoría simple.

Se reformó el Artículo 208 creando el Tribunal Supremo Electoral con cinco Magistrados, dos a propuesta de la Corte Suprema de Justicia y tres provenientes de propuestas hechas por los tres partidos o coaliciones que obtengan más votos en cada elección presidencial; se le otorga al TSE la máxima autoridad en materia electoral.

Se reformó el Artículo 209, estableciendo que en “…los organismos necesarios para la recepción, recuento y fiscalización de votos y demás actividades concernientes al sufragio… no predomine en ellos ningún partido o coalición de partidos”. Así mismo estableció en el mismo artículo, que “los partidos políticos tendrán derecho de vigilancia sobre todo el proceso electoral”.

En el Artículo 236 reformado, estableció “el deber de responder por delitos oficiales que cometan, al Tribunal Supremo electoral”.

En las disposiciones transitorias incluyó una que establecía la integración de primera vez del TSE, dando a los cuatro partidos con más votos de la anterior elección y uno por la CSJ, este último tendría en ese primer TSE las funciones de Presidente.

Como puede verse, en la reforma constitucional de 1991, la visión de los insurgentes, se plasmó ubicando a los partidos políticos con mayor fuerza, pues antes, ni partidos ni ciudadanos sin partido, tenían la mínima posibilidad de ser gobernantes como no fuera por un golpe de Estado.

“Esperanza y cambio. Eso ya se murió”

Texto y fotografía Tomás Andréu

Entrevista con el analista político Dagoberto Gutiérrez.

SAN SALVADOR – El ex comandante del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) y ahora “luchador social político” Dagoberto Gutiérrez, lanza, en entrevista con ContraPunto, dardos envenenados contra el matrimonio del presidente Mauricio Funes y del FMLN. Ambos salen reprobados por las críticas de quien encabeza el movimiento social Tendencia Revolucionaria.

Gutiérrez afirma que la “esperanza y el cambio” que enarbolaron el actual presidente Funes y el FMLN, están muertos, y remata que el binomio no “obtuvo una victoria política” como podría creerse.

De acuerdo al analista, la crisis que vive el sistema partidario del país, abre “un inmenso espacio donde debe aparecer una nueva alternativa política”. Es aquí que la Tendencia Revolucionaria podría “convertirse en determinado momento en instrumento partidario para las elecciones sin dejar de ser movimiento”. El ex comandante guerrillero descarta tener aspiraciones presidenciales…

Desde su perspectiva como analista, ¿cuál es el escenario sociopolítico que vive el país desde que llegó al Ejecutivo el binomio Mauricio Funes-FMLN?

Hay un proceso de desencanto que se convierte en un proceso de desengaño. Al mismo tiempo, hay un proceso de definición gubernamental y de conversión de un gobierno, formalmente de unidad nacional a un gobierno realmente neoliberal. Hay un proceso de distanciamiento del Estado y la sociedad. Hay de parte del gobierno, un alineamiento internacional, de acuerdo a la posición del gobierno de Estados Unidos. Y también hay un proceso de crisis política bastante galopante. Ese es el escenario.

¿Esa crisis la ve a nivel general o se refiere al binomio presidente Funes-FMLN?

Eso no tiene nada que ver con la crisis política. La crisis política se relaciona en que los de arriba no pueden seguir gobernando como antes y los de abajo no quieren ser mandados como antes. Esa es la crisis política.

Usted mencionó las palabras “desencanto” y “desengaño” a la vez. ¿Se puede seguir manejando o sustentando el músculo “la esperanza y el cambio” que lanzó el actual presidente y el FMLN?

En absoluto. Eso ya se murió. Hoy la gente y también el pueblo están abocados en la tarea de enfrentarse a la realidad tal como es y no como se desea.

¿Entonces qué es el gobierno de Mauricio Funes y el FMLN en lo que usted plantea?

El FMLN es el partido que ganó la votación y perdió el gobierno y el gobierno es un equipo sin partido y hay un partido sin gobierno.

Le he escuchado decir que la derecha tuvo una derrota electoral, pero no política. Siguiendo su lógica, ¿el binomio Funes-FMLN tuvo una victoria electoral pero no política?

ARENA tuvo una derrota electoral en la medida que Funes y el FMLN obtuvieron una victoria electoral, pero la derecha no fue derrotada políticamente y ni Funes ni el FMLN obtuvieron una victoria política.

Usted ha calificado al presidente Funes como un hombre de derecha. ¿Qué elementos toma en cuenta para que eso pudiera ser así?

Si un presidente aplica un modelo económico de derecha, si respalda los proyectos políticos y económicos de la derecha y se alinea internacionalmente con la derecha… Si respalda una lógica democrática de derecha… ¡hombre! tiene que ser de derecha. Todo eso es atribuible a Mauricio. La gente debe aprender eso. Esa es la cabeza política de Mauricio y no hay ninguna cosa mala o buena en eso. Él es así. A la fuerza no va a ser de izquierda. La gente quería que él fuera de izquierda, pero no lo es.

¿Entonces pecó de ingenuo el FMLN?

Hay algo de eso. La ingenuidad del FMLN fue en suponer que podría manipular al presidente Funes. No alcanzaron ningún acuerdo político con el candidato, porque no es la primera vez que se ganan elecciones con gente de derecha. Ya se hizo con Napoleón Duarte, pero en ese caso se hizo bajo la base de acuerdos políticos y aquí no hubo acuerdos políticos porque el FMLN se equivocó.

De cara a las elecciones de alcaldes, diputados y presidencial, ¿cuál es el futuro que le ve al partido FMLN?

A partir de ahora, el FMLN está en la condición de pagar todos los costos del fracaso de este gobierno. Para no ser así, el FMNL tendría que pasar a la oposición y parece que no puede hacerlo. Entonces va a pagar los costos del fracaso gubernamental. ¿La derecha está en condiciones de superar su situación crítica? Tampoco. De modo que en el terreno electoral hay un inmenso espacio abierto en donde debe aparecer una nueva alternativa política. (…) Este no es un gobierno de izquierdas y el FMLN no es un partido de izquierdas. Es importante precisar esto.

¿Entonces qué sería el partido FMLN?

Es un partido como ARENA, el PDC Y el PCN, porque si un partido de izquierda es como el FMLN, entonces la izquierda es igual que la derecha y no es así. Si este es un gobierno de izquierda, entonces un gobierno de izquierda es igual que uno de derecha y no es así. Por eso es necesario deslindar bien los terrenos. Eso es lo que se está haciendo en el terreno político. ¿La derecha está en condiciones de aprovechar eso? No. Hay un terreno para una alternativa.

Las alternativas dispersan los votos ¿Usted cree que la izquierda volvería a ganar la presidencia, llegará de nuevo al poder?

No, no lo creo. Además la izquierda no ha estado en el poder… ni tan siquiera en el gobierno.

Usted lidera el movimiento Tendencia Revolucionaria (TR). Creo que hay intenciones de volverlo un partido político…

No. Se trata de la construcción de un movimiento, que sea un nuevo sujeto político y no solo actor político que aglutine la agenda de la gente. Esa agenda es el agua, la comida, la lucha contra la minería, contra las presas, lucha contra los productos transgénicos, lucha contra la contaminación. Esa es la agenda de la gente. Esta no es la agenda de ningún partido político, por eso esto es una agenda política y no partidaria. Este movimiento puede convertirse en determinado momento en instrumento partidario para las elecciones sin dejar de ser movimiento.

“Si Mauricio Funes fuera yo, haría cosas muy diferentes”,
afirma Dagoberto Gutiérrez, quien también se desempeña como catedrático.

¿Cuál sería su papel en este movimiento?

El mismo: yo soy un luchador social. Luchador social político.

¿Descartaría un interés presidencial de su parte?

No me interesa.

¿Pero no lo descarta?

Lo descarto porque eso no me interesa. Lo que me interesa es un presidente popular, es decir, de izquierda de verdad. Un presidente popular que tenga también popularidad.

Supongamos que de la TR aparece un personaje con aspiraciones presidenciales “y que sea de izquierda de verdad” como usted dice. ¿Cómo se puede ser de izquierda cuando se navega sobre aguas liberales como en el caso de El Salvador?

Siempre van a haber aguas liberales y siempre habrá aguas de derecha.

Le hago esta pregunta porque a usted se le considera un hombre radical. El FMLN perdió elecciones con personas etiquetadas de radicales, excepto con Mauricio Funes.

Lo radical tiene que ver con la raíz de los problemas. Vos sos radical si tu pensamiento, reflexión y tu vida está vinculada a la raíz de la realidad. Los problemas del país son problemas radicales. No son problemas coyunturales ni superficiales y el abordaje requiere un abordaje radical en correspondencia con la naturaleza de esos problemas y la solución es radical. La derecha le enseña a uno a ser radical. Mirá la dolarización, esa fue una medida radical, totalmente radical. Mirá la renuncia a la agricultura, fue radical. Mataron a la agricultura. ¿Por qué solo la derecha va a ser radical? ¿Y el pueblo? Si el hambre es radical, la desocupación es radical, la zozobra es radical.

De lo que se trata es que la gente se dé cuenta de que esa radicalidad tiene que ver con su manera de todos los días y esto es el ánima. La gente debe romper la anomia social, la anomia es la reducción de la capacidad de reacción del ser humano frente al reto de la realidad, si se logra romper esa anomia y asegurar un ánimo en donde vos seas siempre sujeto…Esa es la clave, la clave de todo y que la gente sepa que está participando, no para ir a votar, sino para cambiar la vida, desde abajo y desde adentro.

Ese esquema que usted plantea, ¿es asumido por el partido FMLN y Mauricio Funes?

¡Noooo! Ni asumido, ni pensado, ni soñado, ni querido, ni aspirado, ni acariciado, ni entendido.

Bueno, alteremos el escenario. He consultado sobre sus planteamientos, sobre las intenciones de la TR de convertirse en partido político y sobre sus críticas al presidente Funes y el FMLN ¿No está Dagoberto Gutiérrez en campaña?

Hay una campaña política, el mercado por ejemplo está en permanente campaña política, todos los días, cada minuto y la lucha política de la gente es permanente. Si la gente no hace lucha política se muere y se la lleva la correntada, eso es así, ahora en qué momento la lucha política se convierte en lucha electoral, esa es la clave. De tal manera que la campaña electoral se vacíe en la lucha política, cuando la lucha electoral es sin lucha política, entonces el votante es actor pero nunca sujeto. Te lo dije desde un principio, se trata que el ser humano sea sujeto político y no solo actor.

¿Usted no se siente de pronto como un eco de la voz de la derecha? Sus críticas y señalamientos se unen al caudal de lo que pueda decir la derecha sobre el gobierno, el FMLN o la gente de izquierda ¿no se siente así usted?

Dos o tres personas pueden en determinado momento decir lo mismo, usar las mismas palabras, ¿cuál es la diferencia? La diferencia no está en lo que se dice, sino desde dónde se dice lo que se dice. Esa es la diferencia, desde dónde hablás vos, desde dónde pensás vos. Porque en más de una ocasión se dice lo mismo, pero cuando se descubre de dónde se está diciendo eso, se entiende que no se está diciendo lo mismo. Yo hablo desde la realidad y en ocasiones hablo desde el pueblo, pero casi siempre hablo desde la gente y la radicalidad que se encuentra en cierta palabra que yo uso, tiene que ver con la radicalidad con que la gente ve la realidad, porque la realidad de la gente es radical, esa es la clave.

Félix Ulloa decía que el FMLN ya no es el FMLN de aquel tiempo (de la guerra), incluso ponía a Sigfrido Reyes como un hombre de portada de revista [por su atuendo] A su criterio, ¿cambio el FMLN?

El FMLN fue un acuerdo de comunistas, anticomunistas y no comunistas. Nunca fue un partido y quizá tampoco un frente. Fue un acuerdo político al que se le llamó FMLN, nunca existió el FMLN como tal, sino este acuerdo de cinco organizaciones y lo que existió siempre fueron cinco organizaciones y por eso es que la gente ingresaba a cada una de estas organizaciones. Cuando la guerra termina, muere el FMLN y el Estado crea un partido político con el mismo nombre del FMLN, pero ya es otra cosa. Por eso es que una cosa es el FMLN [de la guerra] y otra cosa el FMLN [de la posguerra]. Yo no soy del FMLN, precisamente porque yo soy del FMLN y como soy del FMLN por eso no soy del FMLN. Mira qué cosas, Tomás.

¿Cómo ve este escenario de la derecha: la fragmentación de ARENA, surge GANA, luego un pequeño sismo en GANA, qué está pasando, esto es producto de la llegada al Ejecutivo de Mauricio Funes y el FMLN?

Para nada. Es que el capitalismo planetario atraviesa un momento de crisis planetaria, en este momento hay una derrota teórica del neoliberalismo, tal vez no del capitalismo, pero sí del neoliberalismo. Las clases dominantes de El Salvador son neoliberales y tienen una cabeza oligárquica muy poco burguesa. Los desencuentros que estos tienen, tiene que ver con esa crisis. Ahora bien, el escenario del país presenta un momento en donde el gobierno entra a un periodo de definiciones políticas y el gobierno, o afianza un rumbo vinculado a la gente o define el rumbo pro oligárquico que ha traído hasta ahora. No hay otro camino. Si me preguntás a mí para dónde va ir el gobierno en todo lo que falta, el gobierno va a caminar abiertamente hacia los brazos de la oligarquía, no por la fuerza de la oligarquía, porque la política de derechas es una política derrotada por la vida a nivel planetario, por eso es que hay amenazas de guerra en varias partes del planeta. El gobierno se va a ir en brazos de la oligarquía porque esa es la cabeza gubernamental, la gente que decide las cosas –el gobierno no tiene otra cabeza y no conoce otro mundo-, es gente formada por el Banco Mundial y por el FMI y no tiene otro alfabeto para leer más que el alfabeto neoliberal y uno lee la realidad de acuerdo al alfabeto en que has aprendido a leer, por eso es que me parece a mí que el rumbo definitivo que van a tomar es ese, a los brazos de la oligarquía.

Vamos a ver. Si usted estuviera en los zapatos de Mauricio Funes o del FMLN, ¿cuál fuera su actuar?

Nooo, nooo… Si yo fuera Mauricio Funes, obviamente, yo haría lo mismo que Mauricio Funes. Si Mauricio Funes fuera yo, haría cosas muy diferentes.

¿Como cuáles?

Establecería relación diplomática y económica con todos los países del mundo, rápidamente cambiaria la lógica de la filosofía económica del país, desmontaría el poder irrestricto que el mercado tiene en El Salvador, desarrollaría el sentido público del Estado y aseguraría que el Estado controle al mercado, desmontaría la sociedad de mercado total que funciona en El Salvador, aseguraría una revolución educativa y una revolución en la salud, establecería una política tributaria en donde el que tiene más debe pague más, afianzaría las formas de democracia participativa, avanzaría en la democratización de la democracia, aseguraría el cumplimiento de la ley del ambiente de manera rigurosa, no apoyaría a ningún gobierno golpista en la región cercana, ni lejana. Establecería reglas del juego muy claras para todos, sobre todo para la oligarquía y la burguesía, este es un programa de gobierno. Todo eso que te dije se puede hacer fácilmente.

La Constitución de La República, los partidos y el FMLN (1ra. Parte)

La Constitución de La República, los partidos y el FMLN (1ra. Parte)

Licda. Norma Guevara de Ramirios

A la sombra de la sentencia de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia sobre la demanda del ciudadano Félix Ulloa, declarando que además de los partidos, los ciudadanos sin partido y los movimientos ciudadanos pueden optar a la elección de diputaciones; se han hecho una serie de comentarios, muchos bastante alejados de la verdad histórica sobre el papel del FMLN que es necesario aclarar para evitar confusiones.

En primer lugar, es obligado recordar que el FMLN recoge el legado de los luchadores revolucionarios del siglo pasado, empezando por Farabundo Martí, quien era líder del Partido Comunista inscrito legalmente para participar en elecciones legislativas y municipales en 1931, como se sabe en medio de una crisis económica internacional de grandes dimensiones, el pueblo sufrió los efectos que los gobernantes dejaron caer principalmente en la población rural, indígena y de menos recursos; el PCS acompañó las luchas reivindicativas que demandaban tierra, leyes moratorias y otras demandas que fueron negadas; la gente se alzó, el PCS acompañó su voluntad, la revolución fue aplastada militarmente, el partido fue perseguido e ilegalizado para siempre.

Los comunistas, se levantaron de aquella derrota de la revolución del 32 y apoyaron la lucha social y democrática a lo largo del tiempo; procuraron hacer uso de las elecciones y los partidos que propusieran aspectos similares a su visión política, fueron ilegalizados, el poder de la derecha estableció en las Constituciones de 1939, de 1950, de 1962 y de 1983, restricciones para que participaran asociados en partidos políticos, aquellas fuerzas, que el poder de turno calificara como “detentador de ideas contrarias a la democracia”, las leyes electorales recogían ese estribillo que fue por décadas el cierre a las opciones populares de izquierda en el campo electoral y de mantener el gobierno prisionero de las derechas.

Aún en el marco de esas restricciones, los revolucionarios comunistas participaron en partidos creados por otros, como el PAR que postuló a Fabio Castillo en los años 60, el UDN creado por Don Francisco Lima con el cual se conformó la Unión Nacional Opositora (unidad de democristianos, socialdemócratas y comunistas); y a pesar del respaldo popular mayoritario, los fraudes electorales impusieron a militares de derecha que respondían a la preferencia de las oligarquías en cada tiempo. La última participación electoral fue en 1977, después de la represión de entonces, el PCS que era la única organización de izquierda empeñada en participar en elecciones se convenció que era necesario buscar el poder gubernamental por otros medios, y más tarde esto facilitó la unificación de todas las fuerzas revolucionarias en la creación del FMLN el 10 de Octubre de 1980.

A diez años de conflicto armado se abrió la negociación con la intermediación de la Organización de Naciones Unidas el 4 de Abril de 1990, y entre las primeras cosas se estableció una agenda de siete puntos, el séptimo se refería a la verificación del cumplimiento de lo que se pactara en los otros seis puntos. Uno de esos seis puntos de la agenda negociadora era EL SISTEMA ELECTORAL. Era lógico que así fuera, la izquierda era y es consciente que su visión de sociedad, que nace de la lucha y de la historia nacional, requiere ser compartida por el pueblo y ejecutada desde el gobierno.

En el resultado de la negociación del tema electoral, se obtuvieron varios acuerdos que debían impactar el sistema político de entonces; esos acuerdos se expresaron en puntos precisos de la Reforma a la Constitución de la República y en los actos precisos del calendario de cumplimiento de los Acuerdos.

En la segunda parte de este artículo me referiré a las reformas puntuales en la Constitución que se tomaron como acuerdo legislativo el 29 y 30 de Abril de 1992, nueve meses antes de la firma de la paz y debían ser también ratificados antes de la firma de la paz el 16 de Enero de 1992.

Aquél acuerdo de reforma constitucional, se debió cumplir por el gobierno de entonces que incluía al ejecutivo presidido por Félix Cristiani; a la Asamblea Legislativa integrada entonces con representación de varios partidos incluyendo a la llamada Convergencia Democrática que reunía a partidos aliados del FMLN, al Movimiento Popular Social Cristiano, al Movimiento Nacional Revolucionario, al entonces Partido Social Demócrata y, separado de ellos, pero con un diputado al Partido Unión Democrática Nacionalista.

Es lógico, que debía desaparecer de la Constitución y las leyes la perenne sentencia de dejar a tres fulanos que califiquen a los nuevos partidos como partidos con ideas contrarias a la democracia, esta sería la base fundacional de la nueva comprensión del pluralismo político.

José Matías Delgado, luchador antiimperialista

El sacerdote José Matías Delgado (1767-1832) es la figura más destacada del combativo movimiento independentista que se enfrentó a la Corona española de Fernando VII, a las pretensiones imperialistas del Emperador mexicano Agustín de Iturbide e incluso a la prepotencia del papa León XII. Fue un ardiente patriota, organizador, agitador, educador, organizador, conspirador, diplomático, ideólogo, teórico y conductor político y militar de las primeras décadas del siglo XIX.

En mi opinión, y finalizando ya esta primera década del siglo XXI, José Matías Delgado, junto con Anastasio Aquino, Francisco Morazán y Gerardo Barrios son los más sobresalientes lideres populares del siglo XIX. Y del siglo XX lo son Agustín Farabundo Martí, Prudencia Ayala, Fabio Castillo Figueroa, Schafik Jorge Handal y Monseñor Oscar Arnulfo Romero. Los primeros liberales, a excepción de Aquino, y los segundos marxistas, a excepción de Ayala y Romero. Las luchas anteriores de nuestros indígenas contra los olmecas, lencas, mayas y aztecas, quedan ocultas por la niebla de la historia. Y las del futuro están por escribirse…

Es de estos personajes históricos, y de las masas populares que los nutrieron, formaron y empujaron, de donde surgen las raíces de nuestra lucha, de nuestra rebeldía y antiimperialismo. El antiimperialismo ha sido el rasgo fundamental que a lo largo de nuestra historia, ha colocado los cimientos de nuestra identidad nacional. Somos la rebeldía de Aquino y la dignidad de Monseñor Romero. El antiimperialismo fue, es y será la clave de nuestra nacionalidad.

En el caso de José Matías Delgado debemos proceder a una minuciosa y objetiva labor de rescate histórico, hay que arrebatárselo a la oligarquía y reivindicar desde los sectores populares su recia figura antiimperialista, porque él fue el símbolo inicial de nuestra lucha desde los oprimidos contra los imperios, derrotó tanto a los españoles como a los mexicanos. Por muchos años la derecha se lo ha apropiado y la izquierda no ha tenido la madurez para asumirlo como figura.

Y es que José Matías Delgado procedía de los sectores terratenientes. Pero su origen de clase era diferente a su posición de clase. Toda su vida la dedicó a luchar por las ideas que ganaron desde muy joven su corazón y su mente: las ideas de la independencia y de la justicia social. Debemos rescatar la herencia teórica y las tradiciones revolucionarias de esta primera generación de salvadoreños y salvadoreñas.

Hay dos historiadores de izquierda que se han referido de manera crítica a la conducta política de los criollos independentistas, entre estos Delgado. El primero, Roque Dalton, que en su obra El Salvador (Monografía) cita un extenso análisis histórico del Partido Comunista de El Salvador, aparecido en diciembre de 1962 en su órgano La Verdad, que plantea en relación a la lucha contra Iturbide que “son estas jornadas en realidad, las que justifican en más alto grado, el puesto que ocupan en nuestra historia como padres de la Patria y son ellas las que inclinan a su favor el balance objetivo que estamos obligados a hacer los revolucionarios de la actuación de cada uno de ellos.”

Por su parte, Alejandro Dagoberto Marroquín, en su obra clásica Análisis sociológico de la independencia salvadoreña, sostiene que “la circunstancia de que en esta provincia fueran los criollos, en su mayoría grandes propietarios añileros y de ser además, el añil el articulo fundamental de exportación, hizo que fuera San Salvador el núcleo central del descontento de la lucha contra las metrópolis, por ser allí, precisamente, con mas agudeza se sentían los nocivos efectos de la equivocada política económica de España.”

“A nivel interno, se había creado un sector criollo que, al controlar una buena parte del poder económico pugnaba por apoderarse del poder político para poner la maquinaria estatal colonial al servicio de sus intereses de clase. Esta burguesía incipiente logro el respaldo de las clases y sectores oprimidos de ese tiempo: integrados por indígenas, comuneros, esclavos, campesinos siervos y mestizos ejidatarios, y de los trabajadores semi-libres que trabajaban en las plantaciones añileras, los que constituyen el antecedente histórico del proletariado salvadoreño” argumenta por su parte Roberto Pineda.

El 5 de noviembre de 1811 Delgado encabezó la revuelta popular con toques insurreccionales que inició con el toque a rebato de las campanas de la Iglesia La Merced. Estuvo acompañado de un grupo de patriotas que desafiaron el orden colonial establecido y proclamaron la independencia. Acompañaron al San Salvador insurrecto las poblaciones de Metapan, Zacatecoluca, Usulután y Chalatenango. Fueron derrotados y muchos de ellos encarcelados y exilados.

No obstante esto, en 1812 se dedican a redactar las instrucciones para los patriotas que fueran electos a la Diputación Provincial, y él es electo en 1813 lo que le obliga a marchar a la ciudad de Guatemala. Esta situación hace que no participe directamente en el movimiento insurreccional de enero de 1814. En esa ocasión el acta de independencia de los insurgentes fue quemada por los colonialistas en la Plaza Mayor.

En 1820 es de nuevo electo como diputado provincial, lo que le permite participar en las deliberaciones y enfrentar las maniobras dilatorias de José Cecilio del Valle, y al final concluir el 15 de septiembre con la firma negociada del Acta de Independencia, lo que permitió que los funcionarios españoles siguieran gobernando.

La noticia de la independencia se conoció en San Salvador hasta el 21 de septiembre y fue recibido con mucha alegría. Delgado regresa a la capital salvadoreña y asume la jefatura política de esta provincia el 28 de noviembre de 1821. Y el primer desafío que enfrenta es encabezar la resistencia popular contra las pretensiones imperialistas del Brigadier Agustín de Iturbide que confiaba en anexar la provincia al Primer Imperio Mexicano.

Y nos invadieron, penetraron desde Guatemala. Delgado además de preparar la defensa popular hábilmente solicito una tregua al Brigadier Vicente Filisola para ganar tiempo así como envió una misión a Washington, para solicitar la anexión a Estados Unidos. Esta resistencia duró de diciembre de 1821 hasta febrero de 1823. Al final los invasores fueron derrotados.

El 3 de marzo de 1822 se libra en los Llanos del Espino, en Ahuachapán, la primera batalla victoriosa en defensa de nuestra primera independencia, conducida por el Coronel Manuel José Arce, recién nombrado jefe del Ejercito Nacional. Un siglo después, en diciembre de 1944, en el mismo lugar se libraría una heroica gesta de la juventud salvadoreña contra las dictaduras militares.

Ese mismo año de 1823 Delgado, con la autoridad política alcanzada por resistir a Iturbide, preside en su calidad de delegado salvadoreño, a partir del 24 de junio, las sesiones de los 41 representantes del Congreso Constituyente de las Provincias Unidas de Centro América.

Uno de los primeros decretos impulsados por Delgado de este congreso fue el de abolir los tratamientos serviles de Majestad, Alteza, Excelencia, señoría, y la distinción del DON (de origen noble) y utilizar por todos el titulo de ciudadano.

El año siguiente 1824, realiza una colecta popular con la que compra en Guatemala la primera imprenta y el 31 de julio aparece el primer periódico salvadoreño, Semanario Político Mercantil, con una clara línea antiimperialista y liberal, desde donde se desarrollaron importante polémicas contra la ideología colonial y conservadora.

Una de estas polémicas fue la que desarrolló contra el arzobispo Casaus y Torres, de Guatemala e incluso contra el mismo Papa, dado que los sectores populares y liberales acordaron nombrarle el 5 de mayo de 1824 como Obispo y esto desató la furia de los conservadores. Delgado se mantuvo firme hasta que abdicó en 1829, luego de las amenazas “condenatorias” del mismo Vaticano.

Murió el 12 de noviembre de1832, meses antes de la rebelión de Anastasio Aquino. Su entierro que partió de la Plaza Mayor (hoy Libertad) fue una gigantesca manifestación popular en agradecimiento al luchador y patriota, similar a la de Monseñor Romero y de Schafik. Sus restos se encuentran sepultados en la Iglesia del Rosario.

Bibliografía

Bustamante, Gregorio. Historia Militar de El Salvador (1825-1935). SS. 1935

Dalton, Roque. El Salvador (Monografía) SS. Editorial Universitaria 1979

González, Darío. Compendio de geografía de Centro América. SS. 1888

Larde y Arthes, Enrique. Historia de Centro América. SS. 1930

López Vallecillos, Ítalo. El periodismo en El Salvador. SS. UCA Editores1987

Marroquín, Alejandro Dagoberto. Análisis sociológico de la independencia salvadoreña. SS. Editorial Universitaria 1964

Ministerio de Educación. Historia de El Salvador. SS. 1994

Pineda, Roberto. 1821-1987: 166 años de esfuerzos heroicos del pueblo salvadoreños por conquistar la independencia y la paz Sría. de Comunicaciones UES 1987

Pineda, Roberto. 460 años de lucha revolucionaria del pueblo salvadoreño hasta la victoria Revista 32 de NOTISAL. Junio de 1984

Rodríguez Ruiz, Napoleón. Historia de las instituciones jurídicas salvadoreñas. SS. Editorial Universitaria. 1959