¿Esta en peligro la libertad de expresión en El Salvador?

Diariamente presenciamos un bombardeo ideológico para convencernos que en El Salvador el derecho constitucional a la libertad de expresión se encuentra en peligro. Es parte de la polémica permanente a la cual se encuentra sometida nuestra sociedad sobre diversos asuntos de la vida política, económica, social, cultural, deportiva, religiosa e internacional.

Es un debate que refleja nítidamente los intereses y la lucha de clases vigente. Es una discusión que involucra al Diario de Hoy y a la Corte Suprema de Justicia. Es un debate impulsado por la derecha empresarial y mediática para arrinconar y derrotar a los sectores populares y progresistas. La papa caliente esta en la sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia y pronto saldrá del horno. Los sectores populares debemos de reaccionar y no permitir que la derecha continúe manipulando este tema a su favor.

El Diario de Hoy, que es responsable de centenares sino miles de campañas de odio y difamación, manipula a sus periodistas para presentarlos como víctimas y así ocultar sus intereses ideológicos y empresariales y presentarse como defensor de una sociedad amenazada por “ideas extrañas a la democracia.”No es casual que su abogado defensor sea el diputado democratacristiano Rodolfo Parker, de señales conocidas por su anterior defensa de los militares.

Y es hasta ofensivo que el hijo mayor del propietario de este medio, Fabricio Altamirano, se atreva este día en un artículo titulado La voz de los “sin voz” a invocar la figura de Monseñor Romero, al cual desde su periódico atacaron despiadadamente durante sus tres años como arzobispo para defender sus intereses egoístas. Por respeto deberían de ser más prudentes. Les guste o no les guste Monseñor Romero es el salvadoreño más relevante de nuestra historia.

Desde principios de año la derecha mediática por medio de TCS, LPG, EDH, e incluso ARENA (el principal instrumento político de la derecha) la ANEP (el principal gremio empresarial) y FUSADES (el principal instrumento de formulación teórica del capital contra los trabajadores) etc., tratan de hacernos creer que la justificada demanda de inconstitucionalidad presentada por el Ing. Roberto Bukele ante la CSJ “penaliza la crítica periodística” lo cual es completamente falso.

Lo que se busca es evitar las reformas presentadas al articulo 191 del Código Penal por Rodolfo Parker con el propósito de defender a sus apoderados Enrique Altamirano y Lafitte Fernández, a quienes según Bukele “justo en el momento previo a dicha reforma se decretó ordenes de captura por el Juzgado Quinto de Sentencia por ser procesados los imputados penalmente por la comisión de delitos de difamación, calumnia e injuria.”

Agrega Bukele que “la demanda de inconstitucionalidad se presentó para buscar proteger al ciudadano salvadoreño, del uso indiscriminado de los grandes medios de comunicación, que impunemente difaman y calumnian violando el artículo 2 de la Constitución, que tutela y protege el derecho al honor y la propia imagen de las personas.”

Lo peligroso es que incluso el arzobispo José Luís Escobar Alas y el presidente Mauricio Funes se han sumado a esta campaña de la derecha. En el Día del Periodista ante la mirada de aprobación de los magnates de la prensa, afirmo Funes que “no podemos penalizar la crítica periodística, no podemos penalizar a quienes expresan opinión”.

La clase dominante, oligárquica y antidemocrática por naturaleza, pretende siempre salir al escenario disfrazada como defensora de los intereses del conjunto de la sociedad, ocultando con destreza su clara defensa de intereses minoritarios, que le permiten seguir dominando y aislando a sus enemigos. Es una bruja que se disfraza de Blanca Nieves.

De esto se trata esta campaña publicitaria de la derecha sobre la libertad de expresión, que acompaña a la campaña sobre las candidaturas independientes, y que continua la ya casi olvidada sobre la lectura de la Biblia en las escuelas. Es irónico como los principales violadores históricos de la libertad de expresión en este país hoy se autoproclaman sus abanderados.

Precisamente en la capacidad de las clases dominantes para imponer su visión ideológica y que sus ideas sean aceptadas como “justas y correctas” radica su papel hegemónico, ejercido por siglos y fortalecido en los últimos años. A partir de 1992 los mecanismos de control hegemónico sustituyeron a los antiguos mecanismos de dominación militar. Pero este control no es eterno ni absoluto.

Los sectores populares, oprimidos y desde la cotidianidad de la resistencia, también construyen sus armas ideológicas y en determinado momento enfrentan y logran derrotar a las ideas de las clases dominantes. Ya en 1972, por ejemplo, con la campaña de la UNO, la idea de la necesidad del cambio de régimen político, conquistó los corazones de la población y la dictadura militar se vio obligada a recurrir al fraude electoral. Estaba ya derrotada políticamente aunque sobrevivió muchos años más por medio de la represión y la guerra. Todo esto tiene que ver con la libertad de expresión.

La derecha maneja como discurso ideológico la defensa de la propiedad privada, del libre mercado, de la familia, de las tradiciones, de la republica, de la paz, de la democracia, y últimamente nos confiesan que también son partidarios de la libertad de expresión. No obstante el hecho comprobado que durante sesenta años de dictadura militar encarcelaron, desaparecieron, exilaron y asesinaron a centenares de periodistas. Así como dinamitaron e incendiaron radios y periódicos progresistas. Así como asesinaron a Monseñor Romero y a los padres jesuitas. Esa es la herencia “democrática” de la derecha salvadoreña y de sus medios de comunicación.

La idea de la libertad de expresión que luego se convierte en derecho universal surge del fragor de la lucha de la burguesía contra la nobleza feudal. Formó parte de la aguda lucha ideológica y política contra las visiones oscurantistas de la monarquía y de la iglesia feudal. Fueron las semillas que luego germinaron en las trece colonias en 1776 y en Francia en 1789. Estas ideas llamadas liberales, que comprendían entre otras la libertad de reunión y la libertad de expresión, fueron asumidas por nuestros próceres en la lucha contra el imperio español.

José Matías Delgado en 1924, tres años después de la independencia, hace una colecta popular para comprar una imprenta en Guatemala, de la cual en ese mismo año surgió nuestro primer periódico, radical y avanzado, el Semanario Político Mercantil, bajo la dirección de su camarada José Miguel Castro. Fue un órgano de combate liberal contra la reacción conservadora, combativo como un siglo después lo sería ya desde una visión marxista en muchas de sus épocas, Opinión Estudiantil, de la AGEUS. Y como lo sería durante la guerra civil, la legendaria Radio Venceremos.

No podemos subirnos al carro ideológico de las clases dominantes sino que debemos discernir donde se encuentran los intereses de los sectores populares, por lo que debemos de apoyar activamente este esfuerzo del Ing. Bukele por garantizar que los dueños de los medios no pasen por encima de nuestro ordenamiento legal. Ojala que la sala de la constitucional de la CSJ no ceda a las presiones y nos depare otra grata sorpresa para el avance democrático. De todos modos estaremos a la expectativa. Cui prodest? Nos beneficiará a los sectores populares.

Roberto Pineda, docente de la Universidad de El Salvador

San salvador, 12 de agosto de 2010

Las candidaturas independientes: una revolución jurídica y política en El Salvador

La decisión adoptada el pasado 29 de julio por 4 de los 5 magistrados de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, de permitir las candidaturas independientes y colocar en los listados de votación las fotografías de los candidatos a diputados, y no las banderas de los partidos, ha generado una singular e inesperada revolución jurídica electoral, pero principalmente ha sacudido el árbol político, sembrado, fumigado y abonado, en el territorio salvadoreño a partir de los Acuerdos de paz de enero de 1992.

Se ha abierto un debate inédito entre Asamblea Legislativa y Corte Suprema de Justicia. Es una pugna entre dos visiones de país, una autoritaria y otra democrática, que se expresa en términos jurídicos, pero que refleja la necesidad histórica de profundizar hasta romper el actual esquema de democracia representativa vigente, y abrirle paso a un nuevo orden social.

No es casual por tanto, que la derecha opositora, en sus múltiples expresiones así como la derecha mediática hayan saltado encolerizadas y se encuentren alarmadas por las repercusiones futuras de este valiente e inusual fallo del órgano judicial. Incluso el líder democristiano Parker amenazó con castigar la osadía cometida y llamó al desacato del fallo y a la remoción de los responsables. Lo que es extraño es que el FMLN, partido de gobierno y fuerza principal de la izquierda, se haya sumado beligerantemente a esta campaña de la derecha, acompañándolos en la precipitada y atropellada reforma del artículo 126 y 202 de la Constitución.

Los juristas de derecha se han lanzado a la palestra pública para demostrar el carácter “pétreo” del artículo 85 de nuestra “sagrada” Constitución de la Republica que señala que los partidos políticos “son el único instrumento para el ejercicio de la representación del pueblo dentro del gobierno”. Alegan que se pone en peligro el orden institucional que reconoce exclusivamente a los partidos políticos y que irremediablemente nos conducimos al caos jurídico.

Por su parte, los juristas de izquierda defienden la validez de la reforma electoral y explican que vendrá a modernizar y ampliar el sistema político establecido, ya que permitirá que otros sectores se incorporen al juego político electoral.

El presidente Mauricio Funes, por su parte, declaró y aclaró que la resolución de la CSJ “es una sentencia firme, tiene que ser obedecida, observada por el órgano legislativo, de lo contrario caería en desacato…”

Con respecto a la Constitución de la República hay un discurso de diciembre del 2005, del líder histórico de la izquierda, Schafik Handal, en la Asamblea Legislativa que es muy ilustrativo. Decía Schafik con su franqueza acostumbrada: “Esta Constitución es una especie de cadáver insepulto, acribillado, apuñalado, que se saca cada año para ponerlo sobre la mesa y rendirle el homenaje del Día de la Constitución.” La derecha siempre habla de la defensa de la constitución cuando están en peligro sus intereses. Lo mismo dijeron cuando iniciaban los diálogos por la paz. Lo mismo sostienen hoy.

Sorpresas tiene la vida. ¿Quien se iba a imaginar que la fuente de la subversión iba a ser trasladada a lo que siempre fue la cuna de la reacción: la sacrosanta sala de lo constitucional de la Corte Suprema de Justicia? Ars longa, vita brevis.

Se abre un nuevo momento político. Este fallo judicial puede quedar enredado en los cafetales y berenjenales legislativos o puede ser el inicio de un movimiento amplio, diverso y plural hacia una mayor participación ciudadana. De entrada ha generado debate, lo que es positivo, hoy se debe pasar a exigir su cumplimiento. Como movimiento popular y social debemos ir al encuentro de esta nueva ventana que se abre para opinar y para luchar. La felicidad es la lucha decía Marx.

Funes en Brasil: Dime con quien viajas y te diré quien eres

Es interesante analizar algunos de los integrantes no gubernamentales (y también los funcionarios) de la delegación que acompañó al presidente Funes al ayer realizado Encontro Empresarial El Salvador-Brasil, apadrinado por la poderosa asociación de industriales de Sao Paulo (FIESP) y su presidente Benjamín Steinbruck. Y claro, por el protector y mentor de Funes, el famoso Lula. Resulta curioso conocer quienes fueron favorecidos con el viaje y la respectiva caipirinha y quienes no. Entre los invitados estaban nada más y nada menos que:

Carlos Enrique Araujo Eserski, Presidente de la ANEP. Dueño de ferreterías, vinculado históricamente al Banco Agrícola.

Juan Carlos Eserski Álvarez. Vicepresidente de la Telecorporación Salvadoreña, TCS (canales 2,4 y 6)

Roberto Kriete Ávila. Presidente de TACA. Vinculado al Banco Agrícola. Aliado con Avianca.

José Roberto Dutriz Thomé. Presidente del Grupo Dutriz. Propietario de La Prensa Gráfica.

Cosas veredes, amigo Sancho

Roberto Pineda, docente de la Universidad de El Salvador

San Salvador, 10 de agosto de 2010

El movimiento popular y las “candidaturas independientes”

Lunes, 09 de Agosto de 2010 / 09:15 h
El movimiento popular y las “candidaturas independientes”

Dagoberto Gutiérrez

La reciente sentencia de la Sala de lo Constitucional sobre las candidaturas a diputados sin dependencia partidaria, ha convertido en discusión al ya largo debate sobre los partidos políticos, su papel como entes estatales y como intermedios entre el aparato de Estado y la sociedad. Los partidos, sin ninguna excepción, están actuando como una casta de privilegiados en la administración del botín de la cosa pública y como el monopolio constitucional que controla y usufructa la participación del pueblo en la política estatal.

En realidad, está planteada una confrontación entre el aparato y sus partidos y la sociedad, que necesita de manera vital hacer política para participar en la política propia, en la que necesita hacerlo, y no en la de los partidos. Resulta cierta la idea de que la sentencia de la Sala mueve el techo de las reglas del juego de la democracia representativa, agotada, enferma, ciega, muda y sorda ante las angustias del pueblo.

Pero, en el fondo, la figura de la participación independiente sigue estando situada dentro de la muralla de esa misma democracia representativa sin que signifique avance alguno hacia la necesaria y vital democracia participativa con la que se democratizará a la democracia.

El solo hecho de que para integrar la asamblea legislativa puedan aparecer candidaturas fuera de las listas partidarias no constituye, en realidad, el ejercicio político esencial para la democracia participativa que el pueblo necesita. Por lo menos no lo es mecánica o automáticamente, porque al final, diputado será el que viene de un partido o de una candidatura no partidaria y, en todo caso, se estará frente al ejercicio de los 3 derechos políticos que otorga la Constitución (Art. 72). Lo único que establecería la diferencia sería la concepción de lo que significa hacer política y su diferencia con la figura de participación en política. Esto es lo mismo que afirmar que un diputado representa a sus votantes o que un diputado representa al partido político que lo propone. Aquí está la esencia de este punto.

Los partidos políticos son el instrumento del régimen político, de su democracia representativa, y el cumplimiento y acatamiento de este papel destruye la posibilidad de que sean instrumentos de la gente que votó por ellos, porque ambas cosas no pueden cumplirse al mismo tiempo, y siempre el partido político y sus funcionarios prefieren la lealtad al aparato, que los premia, los privilegia, los consiente, los vuelve inviolables, y despierta en cada individuo la vocación para la reelección, que se convierte inadvertidamente en la única y real política partidaria, de modo que todo en la vida interna de los partidos, se reduce a crucificar la lucha interna teórica, política e ideológica para desarrollar la lucha intestina a fin de apartar y sepultar a los posibles rivales en el ejercicio de los cargos públicos.

De esta manera, los partidos políticos abandonan el ejercicio de la lucha política real que se desarrolla en una sociedad real con clases sociales confrontadas, con pueblos y comunidades víctimas de un modelo económico y de la vulnerabilidad ambiental, y se incorporan,
finalmente, en la cresta más alta de su entrega al aparato en la así llamada clase política estatal.

Esta es la estrangulación de la política como lucha por el poder y la renuncia a lo político como lucha vital y social por una nueva realidad.

Nada de este drama, propio de tragedia griega, desaparece con las candidaturas llamadas independientes, y el movimiento popular ha de saber que aunque es muy importante moverle el piso al monopolio de los partidos realmente existentes, lo verdaderamente importante es hacer política, aprender a hacer una política independiente, saber que esto solo se logra en el remolino vertiginoso de la lucha confrontada de los intereses opuestos de la sociedad y sabiendo que la conquista de un cargo público tiene sentido, siempre y cuando constituya este cargo público y este aparato, un instrumento para el logro de un fin previamente establecido, que no es, por ahora, el del aparato.

De no tener esta claridad en la cabeza política, el movimiento popular puede ser sacudido por las fiebres palúdicas de las candidaturas y, al igual que los partidos, podrían transformarse sus organizaciones en escenarios turbulentos, cuchillo en mano, con sangre derramada, para lograr candidaturas apetecidas que serían, como en los partidos, el fin en sí mismas, de una lucha que sin ser política tendría toda la apariencia de serlo.

Es una buena noticia que la Sala de lo Constitucional haya metido mano jurídica y puño sociológico para ajustar la ley secundaria electoral a la norma constitucional; pero lo mejor de la coyuntura viene dada por la desenredada oleada de crítica contra el sistema de partidos políticos, y además, por la circunstancia feliz de que ninguno de los partidos apoye o entienda, o muestre sensibilidad, ante la participación electoral de los ciudadano sin el control partidario.

Esto es aleccionante para los miembros de estos partidos porque pueden así entender que sus partidos son iguales en la medida que tienen la misma visión ante los aspectos esenciales del régimen político, y que las diferencias de discursos, de colores y de candidatos no reducen la identidad única en lo referente a su papel político fundamental de instrumentos del aparato estatal.

Por sí sola, la facultad de ser candidato a diputado en listas no partidarias no escapa al cercado de la democracia representativa ni vuelve a ésta más representativa ni participativa, todo dependerá de resolver bien, en la teoría y la práctica, el uso de los aparatos estatales en función de los fines populares.

El jaguar se niega a morir. La oligarquía salvadoreña en busca de orquídeas y esmeraldas.

Los proceso de venta de la banca salvadoreña por parte de la oligarquía financiera, realizados hace cinco años, dieron lugar a complejos procesos de expansión financiera, principalmente en proyectos de vivienda, hoteles y centros comerciales, en especial hacia la región centroamericana y hacia un nuevo territorio al sur: Colombia. El jaguar bancario que fue ofrendado en el altar de la globalización, renace y se transforma, y desde el silencio y la oscuridad, regresa con fuerza a la antigua caza de primavera y esta vez hacia nuevos territorios, al sur donde reina el cóndor andino, hacia la tierra de las orquídeas y las esmeraldas.

Y es que este bloque empresarial hegemónico, terminó acuñado por el brillante economista Carlos Rodolfo Paniagua Serrano (+) fue obligado por las fuerte corrientes globalizadoras a desplazar su control del sistema financiero hacia otras actividades económicas, comerciales e industriales, nuevas algunas y otras tradicionales, que es importante rastrear para conocer el rostro actual del jaguar. Hay que registrar en la historia económica que cedieron el control sobre el sistema financiero (bancos Agrícola, Cuscatlán, Salvadoreño, Comercio, Credomatic) la producción de cemento (CESSA), producción y distribución de cerveza, bebidas gaseosas y agua purificada (La Constancia), servicio de transporte aéreo (TACA). (1)

Los capitales derivados de estas ventas están siendo invertidos para proyectos de regionalización e internacionalización de empresas hoteleras y construcción de centros comerciales. Y a nivel interno, el fortalecimiento y diversificación de empresas nuevas y tradicionales en diversas áreas. Estos procesos están generando una nueva correlación de fuerzas económicas, en las que las empresas más fuertes (sector globalizado) están doblegando y desplazando a los más débiles (sector local).

Entre estas áreas en disputa de la dinámica empresarial interna se encuentran las siguientes: construcción de proyectos habitacionales, servicio de almacenaje de mercancías (Bodesa) cadenas de ferreterías (Vidri, Freund) comercialización de autos nuevos (Grupo Q, GEVESA) producción de harina de trigo (MOLSA) producción de productos metálicos, exportación de café (UNEX) distribución de fertilizantes (SERTESA, Cristiani Burkard) administración de fondos de pensiones ( Confía y Crecer) producción y exportación de zapatos (ADOC) manufactura textil (Textufil, Industrias St. Jacks) distribución de cigarrillos ( Tabacalera de El Salvador) agencias de viaje (U Travel Service) zonas francas ( El Pedregal).

Importación de maquinaria (COGESA) fabricación de pinturas (Sherwin Williams) fabricación de herramientas agrícolas (IMACASA) industria siderúrgica (CORINCA) venta de sorbetes (La Nevería) producción de aceites (La Fabril de Aceite, industrias UNISOLA) cadenas de cines (Cinemark) cadenas de comida rápida (Mister Donut, Biggest, Nash) producción de cuadernos (Cartotécnica Centroamericana) almacenes (Siman) empresas constructoras (Constructora Siman) distribución de equipos de computación (Sistemas C& C) importación y fabricación de medicamentos ( Droguería Santa Lucía) cementerios (Las Rosas, Jardines del Recuerdo, La Resurrección) fabricación de artículos de plásticos (SALVAPLASTIC) venta de artículos electrónicos y deportivos (OMNISPORT) ,etc.

Hace algunos años, de acuerdo con el economista Alfonso Goitia, “la economía de El Salvador está dominada por ocho grupos empresariales: Cuscatlán, Banagrícola, Banco Salvadoreño, Banco de Comercio, Agrisal, Grupo Poma, Grupo de Sola y Grupo Hill. Cada uno está relacionado con inversiones financieras, comerciales, agroindustriales y de la construcción.” (2) Esto ha cambiado y los banqueros se convirtieron en hoteleros y constructores de centros comerciales, en un proceso aun no concluido, parte del cual reseñamos a continuación.

Renace el jaguar del Grupo Poma

El 29 de julio el Grupo Poma inauguró un lujoso hotel de la cadena Marriot en Bogotá, Colombia. Era su segundo hotel, el primero fue construido en el 2009. El presidente del Grupo Poma es Ricardo Poma. Este grupo financiero estuvo vinculado al Banco Ahorromet. Y fue el primero en vender, ya que lo hizo en 1997 al canadiense Scotiabank, que luego compro en el 2005 el Banco de Comercio. Su capital se ha diversificado en cuatro áreas: Excel Automotriz, Grupo Roble, Real Hotels & Resorts y Grupo Solaire.

Grupo Excel Automotriz, desde enero de 2006 es la distribuidora de autos más importante de Centroamérica, y se encarga de vender vehículos nuevos y de prestar servicio técnico a través de talleres propios y en concesión. Es la antigua DIDEA. Excel administra las 50 salas de venta de las 14 marcas que distribuyen (como Toyota, Kia, Mitsubishi y Honda, entro otras), 41 talleres de servicio y 41 salas de venta de repuestos. Compite con el Grupo Q y Gevesa. El gerente es Andrés Poma.

El Grupo Roble, la división de bienes raíces, es una empresa que desarrolla proyectos habitacionales, centros comerciales y complejos corporativos en Centroamérica. Ha construido y vendido 50.000 viviendas y ha desarrollado y opera 20 centros comerciales en toda la región. Incluye el proyecto turístico Costa Real, en Costa del Sol así como las Torres Multiplaza. El gerente es Alberto Poma.

La división hotelera del conglomerado, Real Hotels & Resorts, lleva 35 años en ese mercado y opera, franquicia y es propietaria de 26 hoteles en Centroamérica, Estados Unidos, México, Panamá, el Caribe y Suramérica. Entre los proyectos más recientes del conglomerado están el JW Marriott Resort & Spa Guanacaste, en Costa Rica, el Hotel Marriott Bogotá, cerca del Aeropuerto El Dorado y el JW Marriott Bogotá, de la línea Premium de la marca Marriot, que está ubicado en la zona financiera del norte de Bogotá, en la calle 73. El hotel cuenta con 264 habitaciones: 143 con cama king size, 96 con dos camas full size, 24 junior suites y una suite presidencial. Su estilo es moderno y elegante, según lo define Fernando Poma, vicepresidente ejecutivo de Real Hotels and Resorts.

Y finalmente, el Grupo Solaire, que es proveedor de insumos y soluciones arquitectónicas para proyectos de construcción de Centroamérica y el Caribe. Las dos empresas que componen el Grupo Solaire son Unitmetal y Solaire. (1)

(www.bogotacorporatecenter.com).

Renace el jaguar del Grupo TACA

La familia Kriete estuvo vinculada al Banco Agrícola Comercial. Es propietaria de Taca. Esta empresa nació en Honduras en 1931, con un avión monomotor para brindar transporte de correo y carga dentro de ese país. Sin embargo, en 1982 trasladó su base de operaciones, mantenimiento y reservaciones a El Salvador. Los Kriete tomaron el mando en los 50 a través de Ricardo Kriete, quien murió en 1969. Asumió el mando de la aerolínea su hijo Ricardo, quien falleció en 1977. En la actualidad esta conducida por su nieto Roberto y su amigo estadounidense Federico Bloch. En los 90, realizó una de las fusiones más sonadas en el sector aéreo latinoamericano y se integraron Aviateca de Guatemala, Lacsa de Costa Rica, Nica de Nicaragua y Taca de Honduras, y conformaron el Grupo Taca. En octubre del 2009 vendió sus acciones a la empresa colombiana AVIANCA.

“La aerolínea inauguró esta mañana su nuevo simulador de vuelo, el cual se encuentra ubicado en las instalaciones de Aeroman, en el Aeropuerto de El Salvador. El equipo, valorado en unos 15 millones de dólares, servirá para entrenar a pilotos de toda Centroamérica, Perú, Costa Rica y de la línea Volaris de México. La aerolínea planea instruir este año a 578 pilotos; de los cuales 510 pertenecen a Taca y el resto son de Volaris.”

“El presidente de la aerolínea, Roberto Kriete, manifestó que actualmente la hora de uso de simulador tiene un costo de 450 dólares por pareja de pilotos. Con los nuevos instrumentos podrán capacitar a su propio personal y ahorrarse los costos de la instrucción en el extranjero. En total, la empresa espera ahorrar 1.3 millones de dólares…” (3)

Renace el jaguar del Grupo Agrisal

El Grupo Agrisal esta dirigido por Roberto Murray Meza. Era el dueño de la Constancia, la principal empresa de cerveza y gaseosas. Hoy además del negocio cervecero, se dedica a la hostelería y el turismo.

El negocio cervecero

Según un acucioso trabajo de Francesca Falconi, titulado La movida cervecera en Centroamérica, (4) “la SAB, la quinta cervecería más grande del mundo (96 empresas en 22 países), compró la Cervecería Hondureña a finales de noviembre del 2008. La transnacional sudafricana pagó U$S 537 millones de dólares, a la estadounidense DOLE Foods, por la citada cervecería, la embotelladora de Coca–Cola, un ingenio azucarero y unas siete mil manzanas de tierra. En el proceso de licitación, también participó la colombiana Bavaria.”
Luego de adquirir la Cervecería Hondureña, SAB se asoció con el Grupo Agrícola Industrial Salvadoreño (Agrisal). El resultado de la alianza fue bautizado con el nombre Beverage Company, BevCo. SAB compró los activos de la empresa hondureña, y colocó sus acciones en una nuevo holding, donde la sudafricana y Agrisal poseen cada una 50% con derecho a voto en BevCo. Las acciones comprometidas por Agrisal, corresponden a las empresas de bebidas que el grupo tiene en El Salvador: Industrias Cristal, Embotelladora Salvadoreña (Coca-Cola), La Constancia y Corchos y Latas S.A. El nuevo consorcio, “con un valor de 883 millones de dólares (US$ 537 millones de la SAB y US$ 346 de Agrisal), tiene la capacidad para producir 10 millones de hectolitros, que incluyen 1.8 millones de cerveza, 6.1 millones de bebidas suaves (gaseosas y refrescos) y 2.1 millones de agua envasada.” Con esta transacción la empresa sudafricana, se convierte en la principal transnacional del sector bebidas con acciones en Centro América.

La Constancia posee el monopolio en la producción de cerveza en El Salvador y es líder en la comercialización de cervezas importadas. “En total la empresa distribuye ocho marcas extranjeras. El primer convenio internacional que La Constancia estableció fue con el gigante estadounidense Anheuser-Bush, en 1994, distribuyendo sus marcas: Budweiser y Bud Ice; la primera de ellas la más vendida en todo el mundo. También importa la cerveza británica Guinness Draught, desde el pasado año. Por último, el más reciente fichaje de La Constancia es la cerveza Heineken, que ingresó a su portafolio de marcas en octubre del año pasado.”

Las marcas de La Constancia son: Pilsener, Regia, Suprema, Premiere, Barrilito y Golden Light. De ellas, la marca insignia es Pilsener, que se comenzó a exportar a Estados Unidos en la década de los 70. Vende al exterior las siguientes marcas: Suprema, Regia, Cantina, Cabaña, Caballo, Arriba y Taurino, en diferentes presentaciones.

“Por otro lado, el pasado 30 de enero, La Constancia y el Grupo Modelo, ratificaron un convenio comercial. Ambas empresas iniciaron relaciones comerciales en 1994. Ese año La Constancia se convirtió en importador exclusivo para El Salvador de cuatro de las marcas de cerveza que produce el Grupo Modelo: Corona, Coronita, Negra Modelo y Modelo Especial. Estas marcas acaparan cerca de la mitad de las ventas de cerveza importada en El Salvador. A nivel mundial, la Corona Extra es la quinta cerveza más vendida.”

El negocio hotelero

En junio de este año la marca hotelera Crowne Plaza fue presentada oficialmente por
Eduardo Quiñónez Caminos, director de la división hotelera del Grupo Agrisal, acompañado de Carlos Muhlbach, director de operaciones de la corporación. La conversión hacia la identidad y los estándares Crowne Plaza significará una inversión aproximada de $3 millones para el Grupo Agrisal, explicaron.

Según nota del Diario de Hoy del 8 de junio, “esta alianza viene a fortalecer la relación de largo plazo con IHG (InterContinental Hotels Group), el grupo hotelero más grande del mundo y socio estratégico de los planes a futuro en Centroamérica. (5)

“La incorporación de esta marca en la cartera de negocios de Grupo Agrisal es un motivo de orgullo, sobre todo porque viene a fortalecer la relación de una corporación 100% salvadoreña con el grupo empresarial más reconocido del mundo en el rubro de la hotelería”, aseguró Quiñónez.

Las construcciones

En diciembre del 2009 abrió sus puertas Torre Futura. En una nota en El Mundo (6) se dijo: Con una altura impresionante que descubre una panorámica de San Salvador hasta ahora oculto, Torre Futura abre sus puertas para imponerse, sobre todo, como un ícono corporativo, un proyecto de primer mundo ideado por Grupo Agrisal.

Dos años después de anunciar el proyecto y con una inversión de $45 millones, éste se inaugura para cumplir con los estándares internacionales más altos de las grandes corporaciones y con un sistema tecnológico que lo posiciona en los peldaños más altos, entre los edificios inteligentes.

Roberto Simán Siri, vicepresidente ejecutivo de Agrisal, expresó con entusiasmo la innovación que representa tanto para la zona como para el país. Asimismo destacó el monumento corporativo y comercial en el que se constituye, por ubicarse frente al Hotel Radisson, reconocido centro de convenciones, y junto de las dos torres del World Trade Center(WTC), lo que en conjunto suma un área de 67 mil metros cuadrados, en esencia, corporativos.

1. Pineda, Roberto. La ofrenda del jaguar. www.ecumenico.org

2. Goitia, Alfonso. Nuevos grupos de poder. www.libreopinion.net

3. EDH 11 de marzo de 2010

4. Falconi, Francesca. La movida cervecera en Centroamérica www.Rel-uita.org

Roberto Pineda, docente de la Universidad de El Salvador

5. EDH 5 de junio de 2010

6. Diario El Mundo www.elmundo.com.sv

Roberto Pineda, docente de la Universidad de El Salvador

San Salvador, 8 de agosto de 2010

¿Es posible un golpe de estado contra Funes en El Salvador?

La ruptura del orden constitucional por parte de las fuerzas armadas o de sectores oligárquicos ha sido una constante histórica en El Salvador y sus alrededores, desde los días en que empezó a gatear la Republica y se turnaban entre conservadores y liberales el dominio de lo que nuestro pueblo calificó sabiamente como “la guayaba.”

En nuestro caso, la historia de El Salvador es la historia de los golpes de estado. Son como los terremotos y los volcanes, parte del paisaje geopolítico. Y también lo es la resistencia popular. Como regla histórica cuando las clases dominantes ven en peligro sus intereses recurren invariablemente a la violencia, y en nuestra aldea, a la represión y a los golpes de estado.

Han pasado 30 años desde el último golpe de estado un 15 de octubre de 1979. Luego vino una guerra que mantuvo entretenidos a nuestros militares por doce años hasta que en 1992 regresaron a sus cuarteles. Desde entonces los uniformados se han mantenido silenciosos y obedientes al poder civil. Pero…dice nuestro pueblo: gallina que come huevos aunque le corten el pico.

Se pensaba ilusamente que en Centroamérica, luego de las guerras civiles de los años ochenta, que los golpes de estado y sus respectivas resistencias, eran reliquias de museo. Pero el año pasado, en pleno siglo XXI, en pleno gobierno imperial de Obama, en plena era digital, con TLC y Parlacen incluido, la derecha junto con los militares hondureños, Roberto Micheletti junto con el General Romeo Vásquez, nos dan una singular sorpresa al “destituir” al presidente electo Zelaya.

En la más tradicional de las modalidades, los militares van de madrugada a sacar al presidente Zelaya de su casa y lo mandan a otro país. En la vía chilena de 1973 asesinaron al presidente Allende y asumió el dictador Pinochet. En la variante hondureña asume un dictador civil, se realizan elecciones, el dictador civil entrega el mando y aquí no ha pasado nada. Dice también la sabiduría popular: cuando veas las barbas de tu vecino rasurar, pon las tuyas a remojar…

En los últimos tiempos en nuestro vecindario centroamericano, esta hazaña de la derecha hondureña únicamente ha sido superada, y precisamente a un año del golpe, por la decisión del congreso costarricense de autorizar convertir a Costa Rica en una gigantesca base militar para siete mil soldados de Estados Unidos. Los militares hondureños pisotean la democracia y los políticos ticos mancillan la dignidad de Centro América.

Son dos fenómenos que inciden negativa y fuertemente en el escenario político regional. Parece que Obama permite que en la región sean los halcones del Pentágono los que definan como arrinconar al gobierno de Daniel Ortega. Parafraseando a Bécquer podemos decir: volverán las tropas invasoras, en tu balcón sus nidos a colgar. Y estamos seguros que regresara también la resistencia…porque nuevos golpes militares y nuevas intervenciones de tropas extranjeras provocaran sin duda alguna la respuesta popular. Surgirán nuevos Sandinos y Farabundos…

¿Y como esto nos afecta en la patria chiquita mía…?

La reciente y valiente decisión de cuatro magistrados de la Corte Suprema de Justicia de admitir las candidaturas independientes para las elecciones legislativas y municipales del 2010 se ha convertido en un terremoto político. Frente a este terremoto político todas las fracciones legislativas rápidamente han blindado el sistema y salido a la defensa del status quo afirmando que solo se puede ser candidato desde el cántaro de los partidos del sistema.

Por otra parte, la derecha hace crecer en la opinión pública el desencanto por una Asamblea Legislativa improductiva y costosa, con muchos diputados viajeros y que cambian de partido como cambiar de camiseta. Es parte de un diseño estratégico para justificar la necesidad de golpear.

Se ha abierto una peligrosa crisis de institucionalidad. Esta en crisis el sistema político de partidos diseñado a partir de los Acuerdos de Paz de 1992. Y es una crisis vinculada a una crisis socio económica que no logra ser mitigada con los préstamos internacionales. Pero también la decisión de la CSJ abre nuevas posibilidades de expresión popular y de ampliar la participación ciudadana.

Y si a esto se le agrega la crisis en el tema seguridad es una combinación explosiva. Y es por esto que el Presidente ha pedido prudencia mientras que es sumamente curiosa la posición del FMLN defendiendo al sistema vigente. Podría uno fácilmente preguntarse: ¿Es debido al mareo por las alturas? ¿Se les ha subido el champagne?

Y mientras tanto los que sueñan con el golpe perciben que la vida les presenta otra nueva oportunidad para actuar. Audaces fortuna juvat.

Las lecturas de estos hechos nacionales y regionales son variadas de acuerdo al prisma ideológico y las necesidades de las fuerzas políticas en contienda. Vamos a hacer un recorrido por sus distintas vertientes.

Para un sector de la derecha, el golpe en Honduras y la presencia masiva de tropas estadounidense en Costa Rica, son un sello de garantía y a la vez una oferta única en un momento complejo en el cual marzo del 2012 se acerca inexorable y la maquinaria electoral llamada ARENA se encuentra fundida, con un líder cuestionado y una base confundida. Están esperando para actuar los resultados de las elecciones en Venezuela de septiembre próximo.

No están preparados para el 2012. Una operación de emergencia, preventiva, con un bisturí afilado, podría extirpar el tumor maligno. La prueba es que los hondureños pudieron hacerlo. La factura por la operación se paga en el camino, solo se necesita convencer a los cirujanos, definir donde cortar y buscar la sala de operaciones.

Hay otro sector de la derecha, más cauteloso, experimentado, que piensa que se puede y se debe navegar y bañarse en las tibias y tranquilas aguas del Gobierno Funes, el cual en el ejercicio del gobierno, aprenderá que la opinión de la empresa privada es crucial para todo tipo de proyecto. Un año les ha enseñado a los banqueros convertidos en hoteleros, como manejarse en esta nueva carretera, sin dañar sus vehículos y sin pagar multas de transito. Temen despertar la ira de la gente y abrir una caja de Pandora que luego será difícil de cerrar, piensan incluso que pueden vivir con una reforma tributaria light, pactada y segura.

La peor pesadilla de Funes

Para el gobierno Funes la posibilidad del golpe es la peor pesadilla que se abre en el horizonte inmediato y prefiere pensar que no debe de suceder. Confía Mauricio y su equipo que su “buen comportamiento” internacional –Honduras, Taiwán, próxima y principalmente Colombia y luego Brasil- y nacional – lectura de Biblia en las escuelas, reunión con cúpulas del FMLN y Arena, consultas a la ANEP, el CES- les permitirá contar con la bendición y protección de Washington para evitar cualquier tipo de aventura golpista. Ojala que las hojas no le toquen el cuerpo cuando caigan.

Para el FMLN como principal y más experimentada fuerza de la izquierda, y como partido de gobierno, y en medio de un proceso electoral interno, la posibilidad del golpe se percibe como remota. Confían demasiado en lo caminado en 18 años y piensan que no puede haber marcha atrás. Consideran que han mostrado en los hechos su decisión de jugar con las reglas del sistema y la opción del golpe no la ven factible, realista. Ojala tengan razón y los fascistas le teman a los niveles de la respuesta popular y al seguro inicio de una nueva guerra.

Pero los vientos de golpe soplan en los cuarteles así como soplaron los vientos de cambio en los barrios populares. Las ventanas de los cuarteles se abren siempre ante los clamores de la sociedad. Y las banderas buscan a los soldados. Esto lo vimos en marzo del 1972 con el golpe progresista del Coronel Benjamín Mejía. Y podríamos verlo de nuevo…con otro signo ideológico, no hay nada nuevo bajo el sol dice el Eclesiastés. Y también dice vanidad de vanidades, todo es vanidad…

¿Es posible un golpe de estado contra Funes? Es posible. El fascismo criollo levanta cabeza…y debemos de preparar la respuesta al zarpazo. No queda alternativa.

Roberto Pineda, docente de la Universidad de El Salvador

San Salvador, 8 de agosto de 2010

Sobre la teología de los reformadores

Sobre la teología de los reformadores:
Unas Reflexiones1

Se suele resumir el aporte teológico de la Reforma en tres puntos: (1) la justificación por la gracia mediante la fe (sola gratia, sola fide), (2) la sola autoridad normativa y definitiva de las Sagradas Escrituras (sola scriptura, tota scriptura), y (3) el sacerdocio universal de todos los creyentes. Pero, casi siempre, se olvidan otros dos, que son cruciales: (4) la libertad cristiana y (5) “la iglesia reformada siempre reformándose” (ecclesia reformata semper reformanda). Es especialmente sorprendente y lamentable que los evangélicos hoy hacen caso omiso del tema de la libertad cristiana. De hecho, dicho tema es, sin lugar a dudas, central en todo el movimiento de la Reforma. La Reforma fue, en su sentido más profundo, un proceso liberador en todas sus dimensiones.[2]

En este énfasis marcado sobre la libertad cristiana, Lutero siguió de cerca a su gran precursor evangélico, nada menos que el Apóstol Pablo, quien constantemente vinculaba la justificación por la fe con la libertad cristiana. Cuando los gálatas se echaron atrás al legalismo judaizante, San Pablo los acusó de haber negado el evangelio: “De Cristo se han desligado, los que por la ley se justifican; de la gracia han caído” (Gál 5.4), y eso, no porque hubiesen caído en alguna inmoralidad ni hubieran negado alguna doctrina ortodoxa, sino porque habían vuelto a insistir en la circuncisión y el legalismo como condiciones para ser aceptado ante Dios. Bajo tales legalismos, les dice San Pablo, “para nada les aprovecha Cristo” (Gál 5.2), porque “para libertad han sido llamados” (Gál 5.11). Por lo tanto, les exhorta, “estén firmes en la libertad con que Cristo los ha liberado” (Gál
5.1).

Al inicio de la misma epístola, Pablo escribe a estos creyentes en Galacia en términos parecidos: “Me asombro que tan pronto estén dejando ustedes a quien los llamó por la gracia de Cristo, para pasarse a otro evangelio” (Gál 1:5). En seguida, aclara que de hecho “no hay otro evangelio”, y advierte que si alguien pretendiera predicarles otro evangelio, “qué caiga bajo maldición” (1:8). Ser evangélico, según San Pablo, es vivir desde la gracia de Dios que nos hace libres. No se puede ser evangélico y legalista a la vez.

A Martín Lutero le gustaba señalar que su apellido venía de una palabra griega (eleútheros) que significa “libre, independiente, no ligado”; a veces se llamaba “Lutero el Libre”. Uno de sus primeros escritos, en el año 1520, se tituló “Sobre la libertad del cristiano”. Tan convencido estaba Lutero de que no podría haber libertad bajo la condición de pecado, como convencido estaba también de que el evangelio nos hace verdaderamente libres. Evangelio significa libertad; evangelio y servidumbre (dominación, autoritarismo) se excluyen mutuamente.

En los párrafos siguientes intentaremos demostar que cada una de las grandes afirmaciones de la Reforma, es una afirmación de la libertad cristiana. Sin la libertad cristiana, las demás verdades reformadas no se pueden entender en su sentido pleno.

(1) La sola gratia nos libera del legalismo:

Cuando Lutero descubrió la justificación por la pura gracia de Dios, dijo que se le abrieron las puertas del paraíso, porque la sola gratia le liberó del terror ante un Dios iracundo y vengativo. La doctrina de la justificacion por la gracia significó para Lutero su liberación del dominio de la ley y de las obras. Para él, personalmente, la revelación de “la gloriosa libertad de los hijos e hijas de Dios” (Rom. 8.21) fue la respuesta a su angustiosa búsqueda de paz y salvación. Significó liberación de las demandas de la ley. Ya que nuestra justificación es “por la gracia mediante la fe”, podemos confiar firmemente en la Palabra de Dios que nos asegura que el Señor nos ha aceptado. A la vez, para Lutero, la fe es muchísimo más que mero asentimiento teórico. “La fe es algo inquieto y activo”, decía Lutero; es “la fe que obra por el amor” (Gal. 5.6, cf. 6.9s).

Para Lutero, esta “libertad del evangelio” estaba por encima de toda autoridad y de todas las leyes humanas. El sistema papal le parecía una intolerable contradicción a esta libertad evangélica; el papa, escribió, había dejado “de ser un obispo, para convertirse en un dictador” (S. S. Wolin, Política y Perspectiva, p.158). Era imperativo restaurar “nuestra noble libertad cristiana”, pues “se debe permitir que cada persona escoja libremente…” (ibid, pp. 156,158).

Desde el tiempo de los fariseos, la mentalidad legalista, basada en la autosuficiencia de los méritos propios, siempre tiende a producir dos extremos: o el fariseo o el publicano. El fariseo está segurísimo de su propia justicia, con base en obras de moralismo externo, pero de hecho no es ni justo ni realmente libre. El publicano, en cambio, se desespera por su falta de mérito y su insuperable fracaso en lograr su propia vindicación. Pero ninguno de los dos puede hacer el bien libremente, puesto que la realizan sólo como medio para alcanzar su propia auto-justificación.

El mensaje evangélico rompe este círculo vicioso. Dios en su gracia divina recibe al injusto y lo justifica, “no por obras, sino para buenas obras” (Ef. 2:8-10). La gracia (járis) de Dios despierta nuestra gratitud
(eujaristía) y nos transforma en personas nuevas que buscamos hacer la voluntad de Aquel que nos ha redimido.[3] De esa manera, la gracia de Dios nos libera tanto del legalismo y moralismo (heteronomía moralista) como del fideismo y de la “gracia barata” de una fe puramente formal y verbal. La gracia nos hace libres para hacer el bien, no para lograr una justificación propia ante Dios, sino para agradecer y glorificar a Aquel que nos justificó por fe.

(2) La sola scriptura nos libera del autoritarismo dogmático:

La misma paradoja liberadora aparece en la afirmación de la sola autoridad normativa de la Palabra de Dios. El principio de sola scriptura relativiza, necesariamente, toda tradición y toda autoridad humana, aun las eclesiásticas. Ninguna autoridad humana puede imponerse sobre la conciencia del creyente, si no puede fundamentarse en las escrituras. Lo expresó Lutero elocuentemente en su defensa ante el Dieta de Worms (1521):

Mi conciencia es cautiva de la Palabra de Dios. Si no se me demuestra por
las Escrituras y por razones claras (no acepto la autoridad de papas y
concilios, pues se contradicen), no puedo ni quiero retractar nada, porque
ir contra la conciencia es tan peligroso como errado. Que Dios me ayude.
Amén.[4]

Años después Lutero dijo, “Soy teólogo cristiano. Quiero creer libremente y no ser esclavo de la autoridad de nadie. Confesaré con confianza lo que me parece cierto”. Sobre su monumento en Worms están escritas estas palabras: “los que conocen verdaderamente a Cristo no pueden nunca quedar esclavos de ninguna autoridad humana”. “La Palabra de Dios”, escribió Lutero, “que enseña la libertad plena, no debe ser limitada” (Wolin , ibid., p.155).

¡¡Qué palabras de libertad teológica!! Su total sumisión a la Palabra de Dios le hacía libre frente a dogmatismos, magisterios, concilios y papas. En la medida en que seamos realmente bíblicos, en esa misma medida seremos libres para “examinarlo todo” a la luz de las Escrituras y de las evidencias, hoy no menos que en los tiempos de Lutero.

Martín Lutero insistía terca y vehementemente en la única, exclusiva e incondicional autoridad de la Palabra de Dios, cuidadosa y evangélicamente interpretada. Sólo el evangelio y las Escrituras pueden tener autoridad sobre la conciencia del creyente. Por las Escrituras y por la gracia redentora de Dios, somos libres de cualquier otra autoridad que pretendiera imponerse sobre nuestra conciencia.

Estudiosos de la Reforma han llamado esto “el principio protestante”: sólo Dios mismo es absoluto, sólo su Palabra divina puede ostentar autoridad final. Cualquier otro absoluto no es Dios, sino un ídolo. Por lo mismo, sólo las Escrituras, fiel y cuidadosamente interpretadas en la comunidad creyente, pueden fundamentar artículos de fe. Ni el papa ni los concilios, ni las tradiciones ni los pastores ni los profesores de teología, pueden imponer sus criterios con autoridad obligatoria.

Sin embargo, a menudo pasa lo contrario (no sólo con los Testigos de Jehová sino con muchos que se llaman “bíblicos” y “evangélicos”): se levantan también en nuestro medio pequeños “papas protestantes” con su “Santo Oficio” que pretenden imponer sus tradicionalismos y dogmatismos y condenar (sin pruebas bíblicas de la más mínima seriedad) a todo aquel que no esté de acuerdo con los prejuicios de ellos. Sin darse cuenta, vuelven al autoritarismo dogmático contra el cual Lutero se había levantado, como los judeocristianos de Galacia también habían vuelto al legalismo anti-evangélico y anti-bíblico. Pero ser bíblico es ser mentalmente libre, abierto y crítico. No se puede ser bíblico y seguir siendo cerrado y dogmático.

¡Qué libertad la de Lutero, ante toda autoridad, tradición, opinión y criterio humanos! ¿Y por qué? ¿Cómo se atrevía Lutero a reclamar tan osada libertad para su propia conciencia? Aunque su postura pareciera arrogante y anárquica, la fuerza de su libertad evangélica fue algo totalmente distinta: “Mi conciencia es cautiva de la Palabra de Dios.”

Para Lutero, la obediencia evangélica a Dios y a su Santa Palabra tienen como corolario la liberación evangélica de toda autoridad, tradición o heteronomía que pretendieran ser absolutas (idolátricas) frente a la exclusiva autoridad normativa de la Palabra viva de Dios. Lutero explicó esto con elocuencia en su tratado de 1520, “sobre la libertad del Cristiano”: porque el cristiano está sometido incondicionalmente a la Palabra liberadora del Evangelio, “el cristiano es el más libre de todos los seres humanos” (cf. Rom. 6:16-18).

Bien lo expresa el himno, “Cautívame Señor, y libre en tí seré.” Eso se aplica también a nuestro pensamiento y a nuestras actitudes: cuando nuestra conciencia es cuativa de la Palabra de Dios y del glorioso evangelio, no podrá ser nunca cautiva de tradiciones humanas ni de autoridades humanas que pretendieran colocarse al nivel de, o incluso por encima de, la Palabra de Dios. Sola scriptura, sola gratia, sola fide: ¡mensaje de auténtica libertad evangélica para la conciencia de todos los cristianos hoy también!

(3) El sacerdocio de todos los fieles nos libera del clericalismo:

En tercer lugar, la afirmación reformada del sacerdocio universal de todos los fieles (1 Pedro 2:9; Apoc 1:6; 5:10) impulsa, lógicamente, un proceso de progresiva democratización dentro de la Iglesia, y por consiguiente dentro del mundo moderno. Para Lutero, todo cristiano es un sacerdote y un ministro de Dios, y toda la vida, todo empleo y oficio, son vocación divina dentro del mundo. “Una lechera puede ordeñar las vacas para la gloria de Dios”, decía Lutero. En un pasaje aun más atrevido, afirma que “Todos los cristianos son sacerdotes, y todas las mujeres sacerdotisas, jóvenes o viejos, señores o siervos, mujeres o doncellas, letrados o laicos, sin diferencia alguna” (W.A. 6,370; R. García-Villoslada, Martín Lutero, Tomo. I, p.467).

Es cierto que los Reformadores no llevaron este principio hasta sus últimas consecuencias. Conservaron mucho del clericalismo heredado de largos siglos de tradición eclesiástica. Sin embargo, algunos, conocidos como Anabautistas de la “Reforma Radical”, llevaron el principio del sacerdocio universal un buen paso adelante. Hoy día, tanto en círculos católicos como protestantes, se reconocen los carismas de todos los fieles y se cuestiona constantemente el clericalismo y el autoritarismo que, lamentablemente, han prevalecido en la iglesia protestante como también en la católica.

El paso de la Edad Media al mundo moderno significó un cuestionamiento radical del autoritarismo medieval e impulsó la evolución de una serie de libertades humanas que hoy día damos por sentadas. En ese proceso, Martín Lutero desempeñó un papel decisivo. Su mensaje de gracia evangélica nos libera del legalismo (autoritarismo ético). Su insistencia en la autoridad bíblica, interpretada crítica y científicamente, nos libera del tradicionalismo (autoritarismo doctrinal). Su enseñanza del sacerdocio universal de todos los fieles comenzó a liberarnos del clericalismo (autoritarismo eclesiástico).

Lutero lanzó una cruzada tenaz contra las estructuras autoritarias de la iglesia medieval: “Todas y cada una de las prácticas de la Iglesia”, escribió en 1520, “son estorbadas, y enredadas, y amenazadas por las pestilentes, ignorantes e irreligiosas ordenanzas artificiales. No hay esperanza de cura, a menos que todas las leyes hechas por el hombre, cualquiera que sea su duración, sean derogadas para siempre. Cuando hayamos recobrado la libertad del Evangelio, debemos juzgar y gobernar de acuerdo con él en todos los aspectos” (Woolf I, p.303, en Wolin p.156). Al denunciar la tiranía del Vaticano, Lutero exigió a la iglesia“restaurar nuestra noble libertad cristiana” (Wolin p.158) también en las iglesias evangélicas.

4) “La iglesia reformada siempre reformándose” nos libera del tradicionalismo estático:

Otra consigna de la Reforma, cuya importancia no puede ser exagerada, rezaba ecclesia reformata semper reformanda (“iglesia reformada siempre reformándose”). Es impresionante que los reformadores hayan tenido la humildad y la flexibilidad de ver su movimiento como inconcluso, con necesidad de continua revisión. Sabían que su encuentro con la Palabra de Dios había introducido en la historia nuevas fuerzas de transformación, pero (a lo menos en sus mejores momentos) no tenían ilusiones de haber concluído la tarea. Su gran mérito histórico fue el de haber hecho un buen comienzo, muy dinámico, y precisamente de no pretender haber dicho la última palabra per saecula saeculorum.

Hay un fenómeno típico en los movimientos históricos, que consiste en que después de comenzar con la espontánea creatividad de una búsqueda dinámica, poco a poco se van institucionalizando hasta perder casi totalmente la flexibilidad de sus inicios y su original capacidad de sorprender. En muchos casos, este proceso termina en un estado senil de arterioesclerosis institucional.

De hecho, esto es lo que pasó en gran parte con la Reforma protestante. Sus sucesores redujeron los explosivos descubrimientos de los fundadores (especialmente la “teología irregular” de Lutero mismo) en un nuevo escolasticismo ortodoxo, sea de cuño luterano o calvinista. El proceso dinámico de los inicios se petrificó en el sistema rígido y cerrado. Siglos después el fundamentalismo norteamericano resucitó a ese escolasticismo protestante en una nueva reencarnación histórica.

Los reformadores anticiparon este peligro, e implantaron en su teología defensas contra esa excesiva institucionalización y sistematización. En parte por factores adversos del siglo XVII, sobre todo el surgimiento del racionalismo escéptico, los sucesores de ellos buscaron una falsa seguridad en la “fortaleza teológica” de su ortodoxia inflexible. Contra eso, los ataques de pensadores como Lessing fueron devastadores. En el siglo XX,
volvió a surgir con gran dinámica el principio de ecclesia reformata semper reformanda.

En ningún momento todas estas libertades deben significar libertinaje, ni en doctrina ni en conducta; eso sería el extremo opuesto del legalismo. Como lo ha expresado el teólogo francés Claude Geffre, necesitamos dogma (doctrina) pero sin dogmatismo, tradición pero sin tradicionalismo, y autoridad sin autoritarismo (La iglesia ante el riesgo de la interpretación,1983, p.69) y, podemos agregar, insitituciones sin institucionalismo.

¿Qué nos dicen hoy estos postulados fundamentales de la Reforma? (1) Nos desafían a redescubrir constantemente el significado de las Buenas Nuevas y la fuerza de la libertad evangélica, tan caras para los reformadores. (2) Nos llaman al contínuo trabajo de exégesis bíblica, seria, científica, crítica y evangélica, individual y corporativa: sólo en la cuidadosísima interpretación de la Palabra de Dios se hallará la libertad evangélica del Pueblo de Dios y de la teología. (3) Nos llaman a un profundo respeto hacia los demás hermanos y hermanas, al buscar juntos la voluntad del Señor en esa obediencia a la Palabra que es también una sana libertad ante toda palabra humana. En las muy sabias palabras de un antiguo refrán de la Iglesia, “En lo esencial (lo bíblico y evangélico), unidad; en lo no-esencial (opiniones, tradiciones, costumbres), libertad; en todo, caridad”.

Bibliografía

García-Villoslada, Ricardo, Martín Lutero, Vol I:El fraile hambriento de Dios (Madrid: BAC, 1973).

Geffré, Claude, El cristianismo ante el riesgo de la interpretación (Madrid Cristiandad, 1984).

Wolin, Sheldon S, Política y Perspectiva (Bs.As.: Amorrortu, 1960).

[1] ) Charla en la consulta sobre la Reforma (CIC de Cuba y CLAI) en la Habana, octubre, 2002.
[2] ) Esto lo reconoció José Martí cuando escribió que “todo hombre libre debe colgar en su muro, como el de un redentor, el retrato de Martín Lutero” (citado por Alfonso Rodríguez en Nueva Democracia octubre 1952).
[3] ) Karl Barth decía a menudo que las dos palabras más importantes para la fe evangélica son “gracia” (palabra central de toda la teología) y “gratitud” (motivo central de toda la ética), Cf. el inicio de la Confesión
de Heidelberg.
[4] ) Ponemos a un lado las preguntas sobre la historicidad de esta declaración o de su formulación precisa. No cabe duda de que corresponde al momento histórico y expresa la convicción de Lutero.

Carta a la Sala de lo Constitucional

Lunes, 02 de Agosto de 2010 / 09:25 h
Carta a la Sala de lo Constitucional

Dagoberto Gutiérrez

Estimados Magistrados:

La corte Suprema de Justicia atraviesa el mejor de sus momentos, que tratándose de una justicia proveniente de una corte mayor, seria aquel en que la justicia aparece con todo su rostro, su peso , su historia y su sabor político, y también seria aquel en que la sociología y el derecho se dan la mano en medio de una polvareda en que la realidad de la sociología riñe con la ficción del derecho.

Hasta ahora la corte ha parecido y aparecido como un castillo feudal rodeado por un foso letal y guardado por lagartos gigantescos, ciega y sorda y con magistrados silenciosos e ignotos. En realidad la independencia de poderes termina en una obligación de colaborar entre ellos; pero La Corte si cuenta con una Sala Constitucional de verdad, no puede excluir ni la contradicción ni la confrontación ante las decisiones de los otros órganos de los otros poderes, a menos que el respeto a la constitución sea norma y espíritu sagrado de la conducta gubernamental y social.

Se ha llegado a entender, que todo anda bien cuando la corte santifica, como si fuera su obligación, todos los actos y conductas de los otros poderes y produce sobresaltos y turbulencias, cuando de repente, como luz en la tiniebla, La Sala de lo Constitucional resuelve en un sentido inesperado y contradictorio para los intereses dominantes o para el régimen imperante, aun cuando sea esa, justamente la conducta que se espera, de una sala de lo constitucional que ha sido elegida directamente por la asamblea legislativa, la misma que designa a su presidente como presidente del poder judicial, a diferencia de las otras salas de la corte que se integran discrecionalmente por la misma corte.

Señores magistrados ustedes están llevando oxígeno puro a la subjetividad abrumada de la sociedad y están prestigiando el derecho como instrumento democrático; pero, como ustedes lo saben muy bien, están tocando las cuerdas calientes de un contrabajo que aparece siempre como un violín rumoroso que se llama régimen político. El artículo 85 de la constitución, que fue construido en 1983, cuando la guerrilla brillante del FMLN, anunciaba su incorporación al sistema político sin salirse de la sociedad, estableció el monopolio de los partidos políticos en el proceso de participación ciudadana en la política, el texto tuvo un sentido defensivo y anunciaba que la guerrilla tenía que hacerse partido, pensar como partido y actuar como tal.

Cuando la guerra termina y desaparece el FMLN y el Estado crea al partido del mismo nombre, el régimen político se oxigenó y fortaleció; pero actualmente la rampante crisis política presenta a un sistema de partidos que viven parasitariamente de un sistema representativo sin representantes ni representados, se trata de partidos sin estatura intelectual, ni peso ideológico ni ventilación política, que funcionan al amparo y estilo del mercado, pero que son, pese a todo, la expresión del sistema político y “el único instrumento para el ejercicio de la representación del pueblo dentro del gobierno” .

Para que esto funcione, los partidos deben monopolizar las candidaturas ciudadanas, y todas las personas que pueden ser candidatos a cargos públicos deben pasar por el filtro partidario de la afiliación, de no ser así la ciudadanía preferiría, para los cargos públicos, a gente que no tenga nada que ver con estos partidos.

Por supuesto que en el caso de los diputados al no estar ligados por el MANDATO IMPERATIVO, están desligados de sus electores y viceversa y el artículo 126 de la constitución, no requiere afiliación partidaria para ser elegido diputado, y siendo así las cosas, resulta saludable para el mismo régimen político las candidaturas a cargos públicos que no provengan de los cuarteríos partidarios. En realidad no se trata de candidaturas independientes porque nada ni nadie lo es, mas bien el régimen político asegura que los funcionarios dependan de los partidos que los llevaron de candidatos y no de sus electores. Esta es la trampa pantanosa.

La reacción de todos los partidos afectados en su clientelismo electoral, sin ninguna excepción, es la que se debe esperar y como la asamblea legislativa es la proyección jurídica de la figura sociológica real de los partidos políticos, es de esperar, y ustedes lo saben mejor que nadie, la respuesta defensiva y ofensiva contra la sala.

Es buena noticia saber, queridos magistrados, Belarmino, Florentín, Sídney y Rodolfo que los dados están echados, y que el régimen antiguo se defiende, con la ventaja de la seguridad y el orden, y cuando la misma corte no parece asimilar que la Sala de lo Constitucional tiene un rango especial, la asamblea legislativa encontrará en ella a un rival o un enemigo peligrosos que es necesario desordenar.

Ustedes están reverdeciendo las esperanzas en el derecho y recobrando la relación, clandestina a veces e insospechada, como ocurre con Kelsen, entre la sociología y el derecho, y esta es una buena noticia.

Los partidos políticos están amenazados en sus negocios o así se sienten ellos, y siendo ellos la asamblea legislativa, sociológicamente, cuentan con recursos no escasos para crear figuras a su imagen y semejanza; pero en todo caso resulta irrenunciable que ustedes, magistrados, aseguren el seguimiento y el cumplimiento de su resolución, porque en estos tiempos de crisis política, los poderes, reales y formales, solo tienen vocación para cumplir aquello que les conviene, y en una sociedad donde El Estado de Derecho es un hogar donde el derecho y el estado duermen en camas separadas, no es esperable la buena fe en el cumplimiento de resoluciones o sentencias que rompen la quietud de los poderes tradicionales.

Todos los partidos políticos, sin ninguna excepción, se han mostrado como clientes del régimen político, temerosos del pueblo de carne y hueso, distanciados de la gente y sin capacidad para hacer política aunque, con experiencia en la participación política; por eso todos los seres humanos, ciudadanos o no, hemos de saber hacer política, y hemos de saber, sobre todo que la política no se hace en los partidos políticos sino en la calle, en los bancos, en la empresa, en el cantón, en el caserío, en la casa y en las esquinas de las calles más turbulentas. Aquel y aquella que no hace política, resultarán arrastrados por las correntadas.

¿Qué debemos esperar del Gobierno Funes?

¿Qué debemos esperar del Gobierno Funes?

La victoria electoral del partido FMLN el pasado 15 de marzo de 2009 y la toma de posesión como Presidente de la República del periodista Mauricio Funes creó fuertes expectativas en los diversos sectores de la vida nacional.

Para unos, en el campo de la izquierda, se trataba del inicio de un proceso difícil de transformaciones políticas y socioeconómicas, que permitiera desmontar los mecanismos nefastos del modelo neoliberal, implementado durante veinte años así como los estilos de corrupción y autoritarismo que habían caracterizado la historia de la vida republicana nacional. El FMLN de fuerza guerrillera en 1980 pasa a ser gobierno en el 2009.

Para otros, en la derecha, se abría un inédito y peligroso período de incertidumbre que podía poner en peligro el sistema de vida basado en la modalidad de capitalismo dependiente y democracia tutelada, y abrirle paso al socialismo. ARENA luego de ocupar el gobierno por veinte años pasa a ser oposición.

La realidad se ha encargado de aclarar los temores y de poner en su justo término las ilusiones y las perspectivas, las posibilidades y los límites del Gobierno Funes. Usando las categorías del pensamiento del filósofo alemán Immanuel Kant podemos con respecto al GF preguntarnos: ¿Qué podemos conocer? ¿Qué debemos esperar? y ¿que debemos hacer? La respuestas a estas interrogantes son de mucha utilidad para avanzar en nuestro proceso de lucha social por la democracia y el socialismo.

¿Qué podemos conocer?

¿Cuales son los principios y límites que rigen el pensamiento, la visión del GF? El GF es un gobierno que políticamente fluctúa entre la reforma y la conservación del sistema. No es el gobierno de la antigua oligarquía financiera pero tampoco es un gobierno popular. Es un hibrido político integrado por dos sectores con visiones diferentes: el que representa Mauricio Funes y el FMLN, que responden a intereses y necesidades comunes pero también particulares.

El GF representa los intereses, por una parte, de un sector empresarial emergente vinculado a sectores empresariales no hegemónicos y del capital transnacional, y por la otra, de una fuerza política y social como es el FMLN. Es un gobierno con dos cabezas y dos corazones. Y esto es una ventaja pero también una debilidad.

Su principal interés común es la sobrevivencia. Para sobrevivir necesitan la gobernabilidad o sea la estabilidad política y a la vez el respaldo popular, en una situación de crisis social provocada por el modelo neoliberal fracasado. Anhelan el mejor de los mundos posibles: enfrentar la crisis sin protesta social. Pero la crisis va originar la lucha popular, y esta va a mover el país. Esta es una realidad objetiva.

Además, Mauricio Funes necesita forjarse una base social mientras que el FMLN necesita credibilidad social, ser percibidos como estadistas. En la búsqueda de satisfacer estas necesidades ambos han construido nuevas alianzas y relaciones, nacionales e internacionales, que permitan transformar este gobierno en un proyecto nacional y no en una eventualidad histórica.

Funes necesita proyectarse como un estadista capaz de convocar a todas las fuerzas nacionales, como lo exhibió con la reciente reunión con las cúpulas de ARENA y del FMLN, y con su llamado a la cordura por el tema de las candidaturas independientes, tanto a la AL como a la CSJ. Y también convertirse en un líder regional, para lo cual utiliza el tema de Honduras.

Existen nuevas alianzas políticas y sociales. Mauricio Funes ha logrado el acompañamiento –antes, durante y después de su elección- de sectores del capital no hegemónico, y del capital transnacional en especial en su vertiente mexicana, así como el estratégico apoyo del Gobierno Obama y de la diplomacia brasileña. Esto explica su gestión por Lobo ante el SICA y la OEA.

La derecha empresarial, por su parte, pone sus ojos y sus chequeras en Bogotá, Colombia, acaba el Grupo Poma de inaugurar un “hotel de lujo” mientras una parte de la derecha política sueña y resueña con la “solución hondureña.”

La presencia del FMLN le garantiza a este gobierno el apoyo de Venezuela y Cuba. Y también de sectores del capital nacional no hegemónico. Y lo que es fundamental, el respaldo popular indispensable, que puede ser movilizado o mantenido como reserva estratégica, ante el aparecimiento de cualquier tipo de crisis en el “matrimonio.” Y Funes lo sabe perfectamente…

Es importante caracterizar al GF para el diseño de una política de alianzas que permita aislar al enemigo más peligro del momento que esta constituido por los sectores golpistas al interior de ARENA y de la ANEP, aliados a sectores derechistas centroamericanos y a fracciones guerreristas del Partido Republicano USA. Estos sectores deben ser aislados y derrotados políticamente.

El dulce encanto del poder y los principios revolucionarios

El FMLN necesita – como lo prueba la experiencia del FSLN en Nicaragua- para dirigir un proyecto nacional no solo capital político y social, que lo tiene de sobra, sino también capital económico. Ser fuerza política, ser fuerza social y a la vez fuerza económica. Como lo es la derecha. Es una necesidad para no ser meramente operadores del sistema político. Y la ineludible construcción de esta base económica que es poder real, es un proceso a largo plazo y conlleva serios riesgos de ser asimilados al sistema.

¿Podrá la conducción del FMLN mantener sus principios revolucionarios y a la vez acumular capital? La vida se encargara de respondernos, y la gente de observarlo, pero lo que es claro es que el sistema –como lo advertía magistralmente Schafik- cuenta con mecanismos para adormecer las conciencias y empujar a manejos “realistas” de la política.

El FMLN no debe olvidar que su fuerza principal insustituible radica en lo que representan esas cuatro letras: una historia de sufrimiento y de lucha. Lo acumulado hasta ahora en capital político –ministerios, alcaldías, diputados, etc.,- y en incipiente capital económico tiene su fuente en este reconocimiento popular. Y no es un cheque en blanco. Por lo que cada uno y cada una de sus dirigentes deben mostrar correspondencia entre lo que se dice y lo que se hace.

Porque existe el peligro, puede darse incluso, que algunos y algunas los principios se los guardan para las celebraciones y los rituales públicos, pero en su cotidianidad ganan y actúan como ricos, viven, viajan, se visten, se curan, hacen sus compras, sus hijos estudian en universidades caras, han sido asimilados, cooptados. Incluso algunos asisten a iglesias fundamentalistas y no para captar adeptos.

Y no es fácil evitarlo, es un problema ideológico serio vinculado a los espacios ganados. Por eso en la China de Mao cada cierto tiempo se enviaba a los funcionarios a cultivar arroz para que no olvidaran de donde venían.

¿Qué debemos esperar?

El avance o el retroceso de las conquistas sociales durante este régimen así como su gestión política, económica, social e internacional, esta vinculado a la capacidad del movimiento popular y social de incidir con sus banderas reivindicativas así como a la correlación de fuerzas entre la derecha y la izquierda que se refleja en la Asamblea Legislativa y en el Ejecutivo. No habrá avance sin lucha. La desmovilización social únicamente beneficia a la derecha.

En esta compleja situación, al FMLN como la mayor y más experimentada organización de izquierda, le corresponde formular una estrategia que le permita aislar al enemigo principal, acumular experiencia política en la conducción del gobierno central, y no descuidar la relación con los sectores populares, de donde se nutre su base política. Y prepararse para el 2012 y el 2014. La clave será como siempre fidelidad a los principios y flexibilidad en la táctica.

¿Qué debemos hacer?

El movimiento popular y social debe de tener la sabiduría de actuar en el marco de un gobierno progresista, fortaleciendo y apoyando las medidas de “compensación social” con la urgente y necesaria lucha por hacer avanzar este gobierno a mayores compromisos a todos los niveles. Al GF hay que exigirle que cumpla con sus compromisos de campaña y acompañar esta exigencia con lucha social. Por ejemplo, la lucha por una Ley de Medicamentos se realiza sin acompañamiento popular y esto debilita el esfuerzo. Y así sucede en varias situaciones, en casi todas.

Existe poca coordinación entre la gestión social gubernamental y el movimiento popular. No hay una estrategia común para incidir desde las diversas mesas del Consejo Económico Social por parte del sector popular representado por MUSYGES, FSNP y la CpC. La empresa privada por su parte, exhibe una interesante estrategia de golpear y concertar, de la cual podríamos aprender.

¿Porque debemos de luchar? Le vamos a agregar a Kant esta cuarta interrogante. Los dos ejes básicos de nuestra lucha deben ser los de un gobierno democrático y de un poder popular. Un gobierno democrático es el que expresa los intereses de los sectores populares que son la mayoría de la población. Es el resultado de una amplia coalición de fuerzas como la que derrotó a ARENA el 15 de marzo del 2009.

El poder popular se construye mediante la organización, la educación política y la movilización de los sectores populares. El poder popular rebasa los marcos institucionales del sistema capitalista y de democracia representativa. El poder popular se fortalece en la medida que derrota en lo político, ideológico y económico, al poder oligárquico. La llegada al gobierno central puede fortalecer al poder popular o puede debilitarlo. Un cambio democrático es un cambio de poder. En El Salvador se conquistó el gobierno, pero los otros pilares del poder oligárquico –económicos, mediáticos, culturales, militares entre otros-continúan intactos.

Una de las grandes interrogantes hacia futuro de nuestra revolución es dilucidar el carácter antiimperialista de nuestra lucha en el marco de una nación dividida, con una tercera parte de su población viviendo en USA, y con la necesidad ya estructural de las remesas y de las aprobaciones periódicas del TPS, que no pueden obviarse y que inciden claramente en el diseño de una estrategia política victoriosa que garantice el rumbo hacia el socialismo.

Roberto Pineda, docente de la Universidad de El Salvador

San Salvador, 30 de julio de 2010 (A 35 años de las heroicas jornadas del 30 de Julio de 1975)

El marxismo en América Latina

El marxismo en América Latina
Enajenación y nacionalización del socialismo latinoamericano (Córdoba, Alción Editora, 2010)

En un notable ensayo, Roberto A. Ferrero analiza la enajenación y la nacionalizació n del socialismo latinoamericano; es decir, aborda las deformaciones eurocéntricas y los intentos tendientes a captar a la auténtica realidad continental.

Enajenación y nacionalización del socialismo latinoamericano (Córdoba, Alción Editora, 2010) es un voluminoso estudio integral y sistemático del papel desempeñado por marxistas y no marxistas en la construcción del socialismo en este continente; más precisamente, realiza la historia crítica de su elaboración en Europa y de su aplicación en América Latina diferenciando las distorsiones del eurocentrismo de aquellos esfuerzos destinados a lograr su adecuación a las propias condiciones sociales: enajenación en un caso, y nacionalizació n en el otro supuesto.

Sobre la base de esa distinción se organiza el libro en dos partes. La primera está dedicada a denunciar las variadas formas de enajenación en que se ha incurrido en nombre del marxismo. La segunda destaca los distintos intentos de captación de la singularidad iberoamericana a través de descartar las categorías inaplicables del marxismo, de mantener sus núcleos valiosos y de crear otras categorías. La búsqueda de un conocimiento real tiende a tornar eficaz la acción revolucionaria en pos de la emancipación y de la justicia. Como es propio de la concepción marxista, se procura el conocimiento efectivo para poder transformar la realidad.
El socialismo enajenado
En la parte inicial, el autor se propone desentrañar el origen y la aplicación de aquellas tesis de los fundadores del marxismo que resultaron un obstáculo para la correcta interpretació n de la realidad social de este continente. Parte para ello de una cuestión medular:

“Entre las tesis de Marx aceptadas sin beneficio de inventario, como una verdad revelada, por la intelectualidad marxista argentina y latinoamericana se destaca una: nada menos que la entera concepción del desarrollo social, que había sido elaborada a partir de los datos históricos de la Europa Occidental y era, por lo tanto, unilateral, y por ello no idónea para la explicación del conjunto de la historia universal” (p. 9).

Sobre la base de este desajuste fundamental se aceptaron categorías que dificultaron seriamente la captación de la auténtica originalidad propia. La falsa conclusión derivada del procedimiento afirmaba que estos países habían vivido los mismos períodos y fases del pasado europeo.

Las aplicaciones se realizaron ignorando o prescindiendo de aportaciones de Marx y Engels formuladas con posterioridad a la publicación del Manifiesto comunista, sobre las relaciones existentes entre las potencias europeas y los países atrasados del mismo continente (Irlanda, Italia, etc.), y las mantenidas con los dominios coloniales periféricos (India, China, etc.). Habían arribado a rectificaciones: la liberación de Irlanda no necesitaba previamente la revolución socialista inglesa, como antes suponían, y la dominación de la India carecía de sentido progresivo, como creían precedentemente. En medio de la divulgación esclerosada, repitieron que no se darían inevitablemente en los restantes continentes las mismas etapas de la historia europea.

A América Latina llegó la versión dogmática del marxismo propagada por la II Internacional, que no difundía la permanente actualización del pensamiento de los fundadores. De ese modo, se impregnó la doctrina de rígidas afirmaciones, de recetas inaplicables y de pronósticos que no se cumplían. Pero la fuente de ciertos desenfoques también se encontraba en el marxismo originario, que mantuvo el señalamiento de la distinción entre civilización y barbarie, la confianza en los beneficios generales del libre cambio, el rechazo del poder centralizador del Estado, la inclusión de los países latinoamericanos entre los pueblos “sin historia”, etcétera.

Ferrero cierra la primera parte de su libro con la crítica del juanbejustismo, el codovillismo y el raurichismo en la Argentina, y también explica los fracasos del reformismo socialista, el comunismo estalinizado y el ultraizquierdismo desarmado y armado en diversos estados iberoamericanos.
Nacionalizació n del socialismo
La nacionalizació n del socialismo corresponde al proceso de rechazo de las categorías eurocéntricas que obstaculizan la comprensión de la realidad latinoamericana, a la adopción de aquellas que posibilitan la indagación de las peculiaridades continentales y a la creación de nuevas categorías. Ferrero destaca lo que en el marxismo resulta prescindible, aquello que perdura con vigencia (teoría de la revolución permanente, teoría del desarrollo desigual y combinado, lucha de clases, etc.) y lo que conforma el conjunto de contenidos duros (materialismo, dialéctica, historicismo, etcétera).

Sostiene además que la creatividad de categorías se produjo en sectores autocalificados de marxistas (J. A. Ramos en la Argentina y V. Trías en el Uruguay) y en grupos antiimperialistas que no se postulaban como marxistas (Eric Williams de Trinidad y Tobago y Juan Bosch de República Dominicana).
Pero el complejo proceso de nacionalizació n careció de una evolución lineal. “No necesariamente la nacionalizació n del marxismo sigue una línea ascendente –que sólo puede ser considerada idealmente– en la que la etapa de nacionalizació n sigue indefectiblemente a aquella de enajenación. Puede ser que ambos procesos se cumplan de modo paralelo, como en la Argentina: mientras algunos pensadores avanzan por la nueva senda, otros se conservan en la antigua concepción del marxismo eurocéntrico. O pueden darse fenómenos de retroceso, como en el Perú, donde las originales tesis nacionales de Mariátegui son sustituidas a su muerte en 1930 por categorías absurdas y dogmáticas extraídas del arsenal de la Internacional Comunista estalinizada” (p. 327).

Ferrero destaca los aportes de la izquierda nacional y su gravitación en otros países: la postulación de la unidad latinoamericana, la caracterizació n del peronismo como movimiento progresivo, la descripción de la sociedad agraria dependiente, la identificació n de la oligarquía capitalista pero no burguesa, el papel dual de las fuerzas armadas en una semicolonia, etcétera.
Breves consideraciones críticas
Son muy escasas las objeciones que pueden señalarse a este voluminoso ensayo. Si bien es cierto que en una obra precursora como América Latina: un país, de Jorge A. Ramos, se nota la influencia del revisionismo nacionalista, no parece ajustado incluir esa versión historiográfica como una de las tres fuentes constitutivas de la izquierda nacional en la Argentina.

En realidad, como el mismo Ferrero lo reconoce, la producción de la corriente, tan vasta como valiosa, se elaboró con un posicionamiento tan crítico del liberalismo mitrista como del nacionalismo rosista. La incorporación de José Ingenieros a la breve nómina de los impulsores del socialismo nacional queda efectuada con las debidas precisiones de tiempo y lugar, pero la inclusión sin acotamientos de Alfredo Palacios resulta forzada.

Pese a sus momentáneos arrebatos nacionales, nunca se desprendió de la pesada carga elitista y racista con base en el positivismo. La consideración del cantonismo como un movimiento distintivo del socialismo latinoamericanista aparece con una apoyatura argumental insuficiente, que torna procedente una revisión de la interpretació n proporcionada. En cambio, resultan abundantes los méritos incuestionables del libro. En forma sintética pueden mencionarse los siguientes:

• Aborda una temática crucial para el presente y el futuro del pensamiento y la acción del marxismo en estas latitudes.
• La cuestión no contaba con los estudios suficientes que su importancia requería.
• Realiza el análisis con la exhaustividad y el rigor que el tema merece.
• Lejos de la formal distancia académica, la obra refleja la pasión transformadora que impulsa al autor.
• Provee una información valiosa por su vastedad, variedad y origen.
• Su aporte hermenéutico corrobora la presencia de un crítico coherente, vigoroso e implacable.
• Conforma un libro sumamente interesante para los veteranos de la corriente, además de indispensable para las nuevas promociones militantes.
• Posee la meritoria claridad expositiva que caracteriza al conjunto de la producción del ensayista.
• Se ubica como la obra cumbre de un escritor fecundo.
• El ensayo se inscribe con singular relevancia en la larga lista de los grandes aportes propagandísticos de la izquierda nacional.
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Fuente: http://caminosocial ista.wordpress. com/2010/ 07/26/el- marxismo- en-america- latina/

La unidad nacional sin nación ni unidad

La unidad nacional sin nación ni unidad

Dagoberto Gutiérrez

La coyuntura actual resulta ser suficientemente aleccionadora para el gobierno y para el pueblo. Para ambos sectores se ha construido un momento que puede considerarse de definición política. Por un lado, el gobierno ha hecho todo lo necesario y posible para que los sectores oligárquicos se sientan cómodos, escuchados y atendidos en sus intereses; y el pueblo y sus organizaciones han llenado de paciencia, temperancia y espera sus reclamos, intereses y necesidades.

Por eso es que en este primer año de gobierno ha sido la indefinición y el rumbo equívoco la característica determinante de la acción gubernamental.

Por supuesto que para los sectores populares, el gobierno carece de un sentido popular y está muy lejos de ser un gobierno que trabaja para los pobres, pero ocurre que, contradictoriamente a lo que se esperara, tampoco las oligarquías reconocen al gobierno como uno de los suyos, pese a todas las señales inequívocas a su favor. Así las cosas, y transcurrido el primer año de gobierno, nos encontramos con que el planteamiento teórico central de ser un gobierno de unidad nacional se encuentra totalmente destruido por la vida.

Resulta posible y hasta probable que el gobierno, que es el equipo que administra la política del Estado, haya resultado a estas alturas que en El Salvador ni hay nación ni hay unidad de esa nación inexistente, pero también es posible que haya asimilado una verdad llena de tiempo y de polvo histórico que es aquella que dice que todo gobierno gobierna para una parte, aunque gobierna con todas las partes. Resultando, en consecuencia, imposible que se gobierne sin confrontación y sin contar con un bando definido que sostenga políticamente al gobierno, porque de no ser así, todo ejercicio termina como el actual, sin el apoyo de los de abajo y sin el respaldo de los de arriba.

Si nos fijamos un poco, nos daremos cuenta que la oligarquía de El Salvador es de las más primitivas y atrasadas del continente y será, sin duda, de las que menos cabeza burguesa posee y la que menos aprecia las reglas de la democracia burguesa. Esta burguesía no entiende, ni mínimamente, que la riqueza producida por la sociedad ha de ser distribuida, tal como manda la misma Constitución para asegurar un mínimo de estabilidad.

Tampoco entiende por qué el actual gobierno, que estando totalmente alineado internacionalmente con la política estadounidense, establece relaciones diplomáticas con Cuba, y peor aún, deja de entender por qué el Presidente Funes viaja a Cuba, anuncia su viaje a Cuba al mismo tiempo que su viaje a Colombia, sin anunciar ningún viaje a Venezuela. Tampoco entiende por qué el Presidente dice que sigue a Monseñor Romero pero apoya a las telefónicas y a la familia Salume en el tema de las presas.

Todas estas filigranas oscuras que le han costado al gobierno el apoyo de la gente son, sin embargo, conductas sospechosas para los oligarcas, y entonces, para los señores se plantea la tarea de lograr que este gobierno se defina de una vez por todas a su favor, aún más de lo que puede estar.

En esta coyuntura, son cuatro los temas que se han convertido en los puntos de definición, y en todos ellos, los oligarcas están pidiendo el propio corazón sangrante y palpitante de la política gubernamental. Estos puntos son: la flexibilización laboral, el tema de las telefónicas, el control de precios de las medicinas y la política tributaria.

Pues bien, resulta que en cada uno de estos puntos se encuentran aspectos esenciales de la lógica capitalista y su solución capitalista requiere una mínima cabeza burguesa porque deben pagar más impuestos los que tienen más y ningún gobierno sin ingreso tributario puede gobernar eficientemente; pero este planteamiento capitalista choca con la cabeza oligárquica de oligarcas añosos cuya inteligencia y virtud ha sido siempre no pagar el impuesto que deberían pagar.

En cuanto al precio de las medicinas, resulta ser un punto sin el cual el gobierno no podrá nunca hablar de una nueva política de salud, pero para eso se deberá recortar las inmensas y vergonzosas ganancias de las grandes empresas farmacéuticas, locales y extranjeras. De todos modos, aunque el gobierno actual intentara gobernar “con todos, para todos y en todo”, resulta imposible contar con corazones bondadosos de las farmacéuticas.

En el tema de las telefónicas, el presidente tiene a su favor decisiones previas favorables para estas odiadas empresas, pero aun así, se trata de un capital fáustico que siempre pide el corazón.

Ahora bien, resulta ser la flexibilización laboral la más determinante de las confrontaciones inevitables porque aquí se trata de quebrar con abundante descaro el planteamiento del gobierno consistente en que se evitaría que la crisis capitalista fuera pagada por los más pobres de la población y resulta que la figura de flexibilidad es, precisamente, y en todo tiempo, lugar y forma, una manera de que los más pobres paguen la crisis y los más ricos se lucren de la misma. Con esta figura, la cúpula empresarial le quiebra al gobierno la médula de su discurso y la riega como basura por las calles y veredas de este pequeño país. Por ahora, es la Ministra del Trabajo, Victoria de Avilés, la que muy dignamente resiste el vergonzoso proyecto cupular; mientras el Presidente guarda silencio, se mantiene alejado, oferente y ausente.

Estos temas y otros más han trazado una línea definitoria en la coyuntura, de modo tal que el zig zag gubernamental se ha tornado insostenible y el equipo que gobierna parece saberlo y parece entender que luego de perder un año en amoríos fallidos, se trata ahora de determinar el rumbo y de asimilar la verdad verdadera, de todos los tiempos, de que gobernar es siempre el reino de la parcialidad y todo aquel que intente hacerlo a medias o clandestinamente, puede terminar odiado y despreciado por todos, por todos los de arriba y todos los de abajo.