Un día después, cara o cruz

Lunes, 16 de Marzo de 2009 / 00:44 h

Un día después, cara o cruz

Dagoberto Gutiérrez

Larga ha sido la campaña electoral y más larga aún la campaña política, la primera es fatigosa, sonora, intrusa y sobresaltante; pero la segunda es la que en realidad determina los acontecimientos y sus rumbos, no es visible aparentemente, pero entre otras cosas contiene campañas electorales.

De los dos partidos contendientes hay un ganador y un perdedor y en una primera mirada, ganan o pierden los votantes de ambos partidos, sin embargo, las cosas en estos temas no suelen ser unidireccionales, porque en una campaña electoral compiten dos o más partidos políticos, pero confronta la sociedad toda, sus clases sociales, sus intereses contrapuestos, sus ideologías y sus visiones de presente y futuro. Unos compiten y la sociedad confronta, esto quiere decir que pueden existir ganadores en el partido perdedor y perdedores en el partido ganador.

La clave consiste en situarse en el escenario de la confrontación, mas allá de la competencia formal, porque de ésta manera una victoria electoral del Frente es una victoria política de la masa de pobres que componen las militancias tanto del frente como de ARENA y, por lo mismo, una victoria electoral de ARENA será una derrota política para una militancia de ARENA y del Frente, así están puestas las cosas en la realidad del país.

Cuando se sabe, quien ha ganado se sabe, además, el significado concreto que esto tiene para el país, en este caso las urnas funcionan como una especie de oráculo de Delfos, donde en la Grecia antigua se miraba el futuro de cada ser humano cuando este no podía verlo.

Una diferencia, esperable, entre uno y otro partido es el de ejercicio diferente del poder político, porque ARENA al expresar la continuidad y el FMLN al expresar la posibilidad de cambio, parten ambos del ejercicio de poder político, este consiste en la capacidad del sector que controla el aparato estatal para ponerlo al servicio de sus intereses y sus proyectos, la victoria de ARENA supone entonces que el costo de la crisis planetaria debe pagarla la parte de la población más pobre, las clases medias, empresarios y comerciantes pequeños y medios y que el país esté uncido al carro estadounidense, a su política economía y sus guerras.

La victoria del FMLN, es la posibilidad de que la crisis, siempre la crisis, sea distribuida socialmente y que los mas débiles y vulnerables sean protegidos y no sean arrasados totalmente.

En todo caso y a la vista de los resultados, el pueblo necesita defender su vida porque este es el valor más amenazado en la actual coyuntura y se ha de saber que, siendo verdadera aquella verdad que dice que sólo el pueblo salva al pueblo, este ha de actuar con mucha determinación inteligencia y sabiduría, sabiendo que hoy mas que nunca, cuando se conocen los resultados de las votaciones, es cuando la campaña política que es permanente y no temporal y se nutre de todas las luchas, acuerdos y desacuerdos, avances y retrocesos, concertaciones y desconciertos; necesita acrecentarse y aclararse aun más.

Este es el momento para afinar los programas y las agendas de los sectores populares para así y en un mundo en crisis y en un país crítico, los más débiles sepamos lo que tenemos que hacer, es decir lo que necesitamos hacer lo que debemos hacer y lo que podemos hacer. Esto último está referido a la fuerza política real que tengamos y esto se pesa en términos de organización, mas que en cantidad de organismos.

El momento sigue siendo el de las alianzas inevitables, porque cuando la vida está amenazada las diferencias y su solución son el requisito fundamental para las uniones y hoy se trata justamente, de construir las mayores unidades posibles pero estas han de ser multicolores, pluriideológicas, plurireligiosas y pluriclasistas. Es el objetivo común de defender y salvaguardar la vida, que es el presupuesto que en estos momentos abre el camino para el logro de derechos y progresos en otros terrenos.

Para unos hay fiesta y para otros desencantos, sin embargo para el mundo vulnerable de nuestro país, el momento es el del encantamiento general por la vida, la justicia, la libertad y la democracia de mayorías.

Sandino: el abandono del disfraz a favor de la identidad

Sandino: el abandono del disfraz a favor de la identidad

febrero 26, 2009 – Toni Solo

Cuando el caribeño Derek Walcott escribió: “Tuve una sólida educación colonial. Adentro llevo holandés, negro e inglés, o soy nadie o soy una nación…” el poeta apuntó al impulso humano fundamental de buscar una identidad, lo cuál también, sea a nivel personal o a nivel colectivo de nación es, a la vez, el impulso hacia la libertad, la autonomía, la soberanía, la independencia.

La identidad no aparece de la nada. La libertad no existe en un vacío. Es imposible hablar seriamente del legado de Augusto César Sandino sin mirar a lo que él recibió de sus precursores, al contexto internacional en que él vivía y a la herencia que él recibía consciente o inconscientemente dentro de ese contexto.

A un nivel, como héroe de liberación nacional, Sandino se parece a otros destacados guerrilleros anti-coloniales de la época. Por supuesto, está la figura dominante de Emiliano Zapata de la Revolución Mexicana. pero uno piensa también en líderes como Michael Collins, quien enfrentó al imperio británico en la guerra de independencia de Irlanda entre 1919-1921. En el Caribe está la figura trascendental de Charlemagne Peralte, el líder guerrillero de Haiti, quien enfrentó entre 1917-1919 a la invasión de su país por los marines estadounidenses. Todos estos héroes murieron víctimas de emboscadas. Todos eran llamados “bandidos” y “forajidos” por sus enemigos imperialistas,

Pero igual o quizás más importante, en el sentido de apoyo cultural o sostén ideológico, eran las grandes figuras revolucionarias como nos ha señalado Rodrigo Quezada Monge : José Martí, Eugenio María Hostos, Ramón Betances. Recientemente, Aldo Díaz Lacayo ha escrito profundamente sobre la relación entre Ruben Darío y Sandino. Mucho depende sobre el enfoque que uno decide ocupar. Líderes políticos como Hugo Chávez, Daniel Ortega y Manuel Zelaya enfatizan la continuidad del gesto de Sandino con las ideas de Simón Bolívar y Francisco Morazán. Si se cambia el enfoque uno se encuentra considerando el actuar en Cuba de Julio Antonio Mella, y despue? Antonio Guiteras, o los movimientos contemporáneos con ellos de los obreros en Colombia y Venezuela o la revolución en El Salvador

A otro nivel Sandino es una figura de transformación social que tuvo homólogos en otras partes del mundo. Vale la pena mencionar otra gran figura guerrero-reformista del anti-imperialismo de la época Abd El-Krim Kattafi, quien peleó contra el imperio español en Marruecos. Igual que Sandino, Abd El Krim recibió la solidaridad de los movimientos progresistas y anti-imperialistas no sólo de su región sino del mundo. Igual que Sandino, Abd El-Krim infligió una humillante derrota – en la batalla de Anual – sobre el opresor. Sandino, como Abd El-Krim, quiso cambiar las relaciones socio-económicos existentes por unas relaciones más justas, en equilibrio con una espiritualidad de hecho revolucionario por motivo de su profundo antiimperialismo.

Como escribió Quezada Monge : “Si Sandino no conoció el marxismo, o si sabiendo muy poco de él, no logró entender la naturaleza de la lucha que Farabundo Martí realizaba en El Salvador (Sandino, 1930) eso no implica que su anti-imperialismo, que es lo que realmente importa aquí, sea menos válido o vigoroso, simplemente porque expresaba con honestidad sus ideas sobre lo divino y lo profano de su proyecto personal.” “El antiimperialismo a la luz de los héroes del 98: Martí, Hostos, Betances y Sandino”.

Diego Rivera, Salvador de la Plaza y sus colegas de la Liga Antiimperialista de Las Américas publicaron en la revista El Libertador imágenes de Sandino y Abd El-Krim. De esa manera reconocieron que las luchas de aquellos líderes asumieron un significativo mundial. España tuvo que aliarse con Francia. Se necesitaban dos grandes ejércitos de aquellos poderes coloniales europeos para vencer a Abd El-Krim en 1926, por medio también del uso de armas químicas, lanzados por artillería y por aviones bombarderos, contra la población civil. Los Estados Unidos en Nicaragua fue más económico. Como se hizo con Charlemagne Peralte en Haiti, usaron traidores para acabar con el General de Hombres Libres, Augusto César Sandino.

Quizás el ensayo “Caliban“de Roberto Fernández Retamar es el lugar clásico de nuestros tiempos que ha definido la centralidad de la identidad en el desarrollo de las sociedades de América Latina y del Caribe. Desde la perspectiva de la figura de Sandino, el primer párrafo del ensayo de Retamar es una poderosa letanía del pasado y futuro en que Sandino ha sido y sigue siendo una presencia clave y permanente. Retamar escribe,

“Nuestro símbolo no es pues Ariel, como pensó Rodó, sino Calibán. Esto es algo que vemos con particular nitidez los mestizos que habitamos estas mismas islas donde vivió Calibán: Próspero invadió las islas, mató a nuestros ancestros, esclavizó a Calibán y le enseñó su idioma para poder entenderse con él: ¿qué otra cosa puede hacer Calibán sino utilizar ese mismo idioma ‹hoy no tiene otro‹ para maldecirlo, para desear que caiga sobre él la “roja plaga”? No conozco otra metáfora más acertada de nuestra situación cultural, de nuestra realidad. De Túpac Amaru, Tiradentes, Toussaint-Louverture, Simón Bolívar, el cura Hidalgo, José Artigas, Bernardo O¹Higgins, Benito Juárez, Antonio Maceo y José Martí, a Emiliano Zapata, Augusto César Sandino, Julio Antonio Mella, Pedro Albizu Campos, Lázaro Cárdenas, Fidel Castro y Ernesto Che Guevara; del Inca Garcilaso de la Vega, el Aleijadinho, la música popular antillana, José Hernández, Eugenio María de Hostos, Manuel González Prada, Rubén Darío (sí: a pesar de todo), Baldomero Lillo y Horacio Quiroga, al muralismo mexicano, Héctor Villalobos, César Vallejo, José Carlos Mariátegui, Ezequiel Martínez Estrada, Carlos Gardel, Pablo Neruda, Alejo Carpentier, Nicolás Guillén, Aimé Césaire, José María Arguedas, Violeta Parra y Frantz Fanon, ¿qué es nuestra historia, qué es nuestra cultura, sino la historia, sino la cultura de Calibán?”

Retamar plantea la dilema cultural impuesto y creado por los colonizadores y por sus crímenes. Y a la vez avala el remedio, que ha sido la resistencia y la insistencia revolucionaria sobre la autodeterminación. Retamar termina su letanía de figuras heroicas con el nombre de Frantz Fanon. Fanon en su libro “Piel negro, máscaras blancas” escribió, “No soy el esclavo de la esclavitud que deshumanizaba a mis antepasados”

Una parte vital del enorme aporte de Sandino a nuestra vida contemporánea es precisamente su rechazo de la identidad que los invasores y agresores han querido imponer. Mientras los colaboradores del imperio se enorgullecen en el grado con que asumen las máscaras prestadas del opresor, Augusto César Sandino y los herederos de su legado abrieron el camino para pueblos enteros de abandonar el disfraz y reconocerse por sus propias caras, mentes y almas.

28 de febrero de 1977

Las derechas decidieron, una vez más, que en El Salvador no debía funcionar ningún tipo de alternancia y que en ningún caso, los votos podían decidir quién sería el presidente de la república.

En la madrugada y en el momento de mayor frió, cuando en los tragantes de los alrededores de la Plaza Libertad las ratas asomaban sus cabezas y los papeles de la calle eran sacudidos por un viento extraño, las ametralladoras 0.50 abrieron el fuego, aparecieron en las esquinas de las calles que venían de la Catedral Metropolitana y el pueblo reunido los sintió; pero cuando el murmullo empezó a correr los disparos cortaron, como cuchillos sangrientos, la medula del silencio.

Se disparó a matar, porque de eso se trataba, y las personas corrían en todas las direcciones aunque las balas parecían tener ojos y pies para buscar y encontrar su blanco vivo, los hilos de sangre se convirtieron en pequeñas corrientes de rojo hirviente y las personas caían como árboles milenarios tronchados por el rayo; el ejercito disparó, disparó y disparó.

El pueblo ocupó la Plaza Libertad desde que el mediodía del día de las elecciones de febrero de 1977, la votación fue suspendida porque el Partido de Conciliación Nacional perdía las elecciones presidenciales y el candidato de la Unión Nacional Opositora, Coronel Ernesto Claramount, ganaba las elecciones al general Carlos Humberto Romero, candidato oficialista designado por el Coronel Arturo Armando Molina.

La democracia resulta degollada siempre que se convierte en una amenaza, porque esta, la democracia, debe portarse bien, debe ser dócil , obediente y generosa con los poderosos, pero cuando el pueblo se toma en serio el tema del voto como arma del hombre libre, resulta que esta democracia electoral se enfiebrece y entonces se corre el riesgo de que la alternancia se convierta en alternativa.

Sucede que en 1972 ocurrió una catástrofe para la derecha, porque de repente ocurrió lo que nunca debe ocurrir en una democracia como la Salvadoreña : Que el partido de gobierno pierda las elecciones presidenciales. En ese año el Ingeniero José Napoleón Duarte, líder de la Democracia Cristiana, ganó las elecciones presidenciales al coronel Arturo armando Molina, y como las Reglas del juego democrático no incluyen perder las votaciones, el Ingeniero Duarte fue capturado, torturado, amputado, vejado y, finalmente, expulsado del país; pero, al fin y al cabo, la democracia fue salvaguardada en el mas típico estilo oligárquico salvadoreño.

Ese mismo año de 1972, la Universidad de El Salvador fue ocupada militarmente, acusada de conspirar contra el poder establecido y, sobretodo, por cometer el más peligroso de todos los delitos que pueden cometerse en una democracia, como son los pensamientos y acciones para ganarle las elecciones a la democracia de la derecha.

En Julio de 1975 es ametrallada y masacrada una manifestación estudiantil universitaria y de secundaria, a la altura del Externado de San José y del hospital del ISSS, porque los estudiantes, sin escarmentar, ejercieron el derecho de protestar y de manifestación.

Como sino fuera poco lo ocurrido , la Unión Nacional Opositora, integrada por el partido demócrata Cristiano , el Movimiento Nacional Revolucionario y el partido Unión Democrática Nacionalista, derrota de nuevo al Partido de Conciliación Nacional, aunque en esta ocasión el candidato ganador era un coronel de artillería, muy alejado de toda sospecha de ser comunista; pero de todas maneras, y aun con las credenciales de militar, se entendía que las reglas del juego democrático no podían cambiar, mediante el voto, más que las reglas de ese juego pero en ninguna circunstancia el juego que se juega con esas reglas.

En esta relación entre las reglas del juego y el juego que se juega con ellas, descansa la diferencia entre la alternancia y la alternativa, resultando que la democracia de El Salvador, no admite la posibilidad de la alternancia y, mucho menos, la de la alternativa.

El 28 de febrero de 1977 corrió la sangre a borbotones en la Plaza Libertad y el silencio de la noche fue iluminado por los fogonazos de los disparos; la oscuridad de la madrugada fue despertada por el aleteo furioso de los fusiles disparantes.

En el fondo de los fondos, esta matanza anunció la aurora de la guerra venidera y cerró todos los caminos para todo cambio posible inscrito en las urnas electorales. Resultó claro, entonces, que el régimen político Salvadoreño, siendo tan débil como es, no soporta ni un cambio de equipo gobernante, que es la alternancia, y mucho menos un cambio de política gobernante, que es la alternativa.

Han pasado 32 años y el parque Libertad resuena de fantasmas que claman justicia, y cada madrugada se escuchan los fogonazos; pero las tres décadas pasadas no han eliminado para el régimen el dilema de cambiar las reglas sin cambiar el juego.

El salvador se estremece en una grave crísis política, desconocida hasta ahora, y el mercado sujeta por el cuello y le pone su pie en el rostro al Estado, mientras amenaza el cuello estatal con un filoso cuchillo. El gobierno se desmorona por la corrupción que chorrea todas sus paredes de esquinas y corredores, y, una vez más, de manera tenaz y omnipresente, aparece la necesidad de cambiar, transformándolo, el ejercicio del poder que controla el Estado.

Por supuesto que en el fondo se trata de cambiar el poder mismo, y muchos dudan hoy que la nueva oligarquía financiera acceda a ello, comprometida como está con el capital transnacional que carece de país, de patria y de intereses nacionales.

A 32 años de la matanza del parque Libertad el tiempo corre indiferente, pero la época resulta ser diferente y de nuevo tenaz y, neciamente, la historia prepara sus encrucijadas. Ahora el pueblo no debe permitir nuevas emboscadas!

CEM publica Informe del CC del PCS de noviembre de 1973

SAN SALVADOR, 28 de febrero de 2009 (SIEP) “La lucha por una transformación radical de las estructuras socio-económicas de El Salvador fue una preocupación permanente de los comunistas salvadoreños” afirmó el Lic. Roberto Pineda, Coordinador del Centro de estudios Marxistas “Sarbelio Navarrete.”

“Este documento de los comunistas salvadoreños, de noviembre de 1973 comprende un análisis de la situación económica de ese momento, el panorama político y la línea de conducta militante ante la crisis” añadió.

En términos de la situación económica sostiene que “después de más de un año del actual gobierno, se ha agravado la situación de las masas populares. No se advierte salida al estancamiento, ni mucho menos una fórmula que conduzca al desarrollo económico.”

Sobre la situación política evalúa el documento que “el Plan de Desarrollo Económico Social, fue desde el primer momento atacado por el sector más reaccionario de la oligarquía que, haciendo uso de su poder económico y de su influencia política en el Estado y el Ejército, ha bloqueado aquellas medidas que dan relevancia al papel del Estado en la Economía.”

Finalmente considera como principal línea de la táctica la de “oponer activamente la solución revolucionaria al modelo desarrollista dependiente que difunde el actual gobierno y su partido. La denuncia de la esencia clasista reaccionaria del proyecto, así como los compromisos del gobierno no con los diversos segmentos de la oligarquía sino con el imperialismo es una tarea indispensable para que el pueblo no sea víctima de la demagogia y podamos ganarlo a la lucha por las transformaciones radicales que el país necesita.”

La grave situación del país y los problemas del pueblo exigen una solución a fondo y sin demora. Pleno del PCS de noviembre de 1973

LA GRAVE SITUACION DEL PAIS Y LOS PROBLEMAS DEL PUEBLO EXIGEN UNA SOLUCION A FONDO Y SIN DEMORA
Pleno del CC del PCS de Noviembre de 1973

Después de más de un año del actual gobierno, se ha agravado la situación de las masas populares. No se advierte salida al estancamiento, ni mucho menos una fórmula que conduzca al desarrollo económico. El Plan Quinquenal del gobierno, llamado en parte a cubrir en parte esa necesidad, no ha sido aplicado en sus aspectos esenciales debido, ante todo a la oposición del sector agroexportador de la oligarquía que saldría afectado con algunas de las medidas contenidas en él ( la reforma agraria para el caso). Los actuales gobernantes, por su parte, han sido inconsecuentes con ellos mismos, ya que han cedido a todas las presiones conservadora y retenido la puesta en marcha de su propio plan quinquenal desarrollista. Los siguientes datos demuestran el grado de estancamiento del país y la aguda depauperación de nuestro pueblo.

ESTANCAMIENTO ECONOMICO

1º) El Producto Territorial Bruto(PTB)., que es el valor total de bienes y servicios del país en un año, muestra a partir de l967 un estancamiento , veamos las cifras.

CUADRO COMPARATIVO ENTRE EL CRECIMIENTO ANUAL DEL P. T. B. CON EL INCREMENIO ANUAL Y EL CRECIMIENTO REAL PER CAPITA (Fuente: Plan Quinquenal 1973-1977)

AÑOS Tasa de crec. Tasa de crec. Crecimiento
del PTB de población per capita

1961 3.6 3.0 0.6
1962 11.9 3.1 8.8
1963 4.2 3.0 1.2
1964 9.3 3.0 6.3
1965 5.4 3.0 2.4
1966 7.2 3.3 3.9
1967 5.5 3.3 2.2
1968 3.2 3.4 -0.2
1969 3.5 3.4 0.1
1970 3.0 3.5 -0.5
1971 4.8 3.5 1.3

Puede advertirse por estas cifras:

A) Que entre 1961 y 1966 el P.T.B. registró un incremento muy notable; cono promedio resulta un 7.6 % anual.
B) Que a partir de 1967 sufrió una drástica disminución resultando un promedio. anua1 del 4% entre 1967-71.
C) Que el crecimiento del P.T.B. en los últimos cinco años está lejos de corresponder a las necesidades planteadas por el incremento anual de la pob1ación que es del 3.4%.
D) Restando este incremento poblacional a 1a cifra del P.T.B resulta para el mismo periodo 1967-71 un crecimiento real per cápita de 0.6% cono promedio.

Esta cifra está por debajo de1 porcentaje mínimo que según la Alianza para El Progreso deben alcanzar estos países y que se fijó en un 2.5% anual.

2o) Estancamiento de la Industria y el Comercio

TASAS DE CRECIMIENTO DE LOS SECTORES DEL P.T.B.
(Fuente: Plan Quinquenal 1973-77)

AÑOS AGROPECUARIO INDUSTRIAL COMERCIO OTROS

1961-66 3.1% 11.1% 11.7% 7.0%
1967-71 4.0% 4.1% 1.9% 5.5%

Del cuadro se deduce que La participación del Sector industrial en la formación del P.T.B. se ha visto drásticamente reducido en el periodo 1967-71. Igual ocurre en cuanto a la participación del comercio. Todo lo cual es consecuencia. de la crisis del Mercado Común Centroamericano, que fue la base sobre la que descansó el crecimiento industrial y comercial de El Salvador en el periodo 1961-66.

3o) El estancamiento económico de El Salvador ha venido a agudizar el problema de la desocupación a cifras tan elevadas en este momento que la misma empresa privada reconoce como alarmantes y “que está hacienda llegar al país a una situación dramática” (Carta Informativa de la Cámara de Comercio e Industria, octubre de 1973). .

La Prensa Gráfica del 8 de octubre pasado, citando a la “Carta de Negocios del Banco Agrícola Comercial” No. 52, septiembre de 1973, dice lo siguiente:

“En cifras absolutas tenemos que la desocupación en 1969 era de 59,000; en 1970 se elevó a l3,100 personas desocupadas; en 1971 el total había aumentado a 146,700, y en 1972 SE LLEGA A LA ALARMANTE CIFRA DE 265,600 PERSONAS SIN TRABAJO”

Agrega el editorial lo siguiente: “Las dramáticas repercusiones del problema se pueden vislumbrar si se considera 5 personas dependientes de cada persona que trabaja. Así que esa desocupación masiva podrá estar afectando a UN MILLON TRESCIENTAS MIL PERSONAS EN NUMEROS REDONDOS. Una desocupación de esa magnitud deja de ser un problema de índole exclusivamente económico para convertirse en una emergencia nacional (las mayúsculas son nuestras.).

Pero he aquí esta “emergencia nacional” es abordada por el gobierno no con transformaciones profundas en la estructura económica del país, como el caso amerita, sino con medidas superficiales que no van más allá del simple parche que le permita únicamente ganar más tiempo, y eludir así el camino de los cambios profundos. A ese espíritu obedece el marcado interés por poner en práctica el proyecto de las llamadas Zonas Francas”.

Puede asegurarse que tal proyecto; si bien podrá absorber cierta cantidad de mano de obra desocupada, no puede constituir ninguna sólida base que permita un sostenido crecimiento económico y resuelva los problemas planteados; porque en la práctica, las Zonas Francas producirán una deformación mayor a la industria nacional acentuando su carácter de apéndice de la economía de los países capitalistas desarrollados y en especial de los Estados Unidos de Norteamérica.

4º.) El ingreso per cápita de 635.00 cólones anuales como resultado del subdesarrollo del país y al mismo tiempo, como expresión del estancamiento económico ubica a El Salvador ocupando el décimo sexto lugar en América Latina, adelante solo de Ecuador, Paraguay, Haití, Honduras, Bolivia. Las cifras de los últimos años son las siguientes para El Salvador:
AÑOS INGRESO PERCAPITA (*)
( en colones )
1967 610
1968 616
1969 614
1970 629
1971 635

(*) Fuente: El Salvador en Gráficas 1972 Dirección General de Estadísticas y Censos

5º.) PRODUCCION DE ALIMENTOS

a) Producción Agrícola de Consumo Interno ( en quintales) (1)
Cosecha Maíz Maicillo Arroz Fríjol

1954-55 4,885,000 3,679,000 642,000 1,200,000
1961-62 3,144,665 1,835,510 252,665 227,815
1966-67 5,780,730 2,493,049 712,545 336,120
1967-68 4,540,000 2,350,000 1,100,000 380,120
1968-69 5,598,900 2,700,200 1,125,000 462,400
1969-70 6,064,500 2,784,100 504,200 571,460
1970-71 7,893,000 3,199,700 625,000 649,500
1971-72 8,200,000 3,400,000 775,000 750,000

(1) Cifras tomadas de la Revista Mensual, Julio de 1970 y julio de 1973 del Banco Central de Reserva de El Salvador.

b) Producción de carne. (2)

NUMERO DE CABEZAS DE GANADO SACRIFICADO

AÑOS VACUNO PORCINO

1967 124,445 170,751
1968 119,593 167,008
1969 118,921 166,213
1970 119,567 166,082
1971 117,428 156,242
1972 115,779 156,806

(2) Fuente: El Salvador en gráficas 1973. Dirección General de Estadísticas y Censos.

Las cifras del primer cuadro indican que a partir de la cosecha 1966-67 la producción de cereales se ha incrementado; pero aún así en lo que se refiere al fríjol y maicillo no recupera los niveles alcanzados en la cosecha de 1954-55. El arroz ligeramente los ha sobrepasado siendo únicamente el maíz el que ha duplicado su producción en comparación con aquel nivel.

Este descenso comparativo con 1954-55 tiene sus raíces en cultivos como los de el algodón, café y caña de azúcar, que vinieron a absorber las tierras antes dedicadas a la producci6n cerealera.

Puede decirse que el incremento observado a partir de 1966-67 es incremento sobre el déficit en la producción con que se inicia la década 1960-70 (ver cifras de la cosecha 1961-62). No es por tanto éste un incremento por sobre 1as necesidades de la población, en aumento constante de 125.000 habitantes por año.

En cuanto a la producción de carne, el problema es todavía más agudo ya que las cifras revelan que no sólo no se recupera sino que va en franca decadencia.

En reciente editorial, la Prensa Gráfica admite que esa deficiencia en la producción de carne se refleja en un consume per cápita de 12 gramos de carne al día o sea menos de media onza.

Es importante también traer a cuenta que según las cifras del censo agropecuario de 1950, existían en ese entonces 809.938 cabezas de ganado vacuno y 386.790 de ganado porcino. En 1971, a veinte años después, las cifras prácticamente no han variado: 990.057 cabezas de ganado vacuno y 407.739 de ganado porcino ( III Censo Agropecuario 1971. Dirección General de estadísticas y Censo)

El déficit en la producción cerealera y de carne, unidos a otros factores, colocan a nuestro país, entre los más desnutridos del mundo. En Centro América, ocupamos el último lugar en cuanto a consumo de calorías y de proteínas.

PAIS CONSUMO DIARIO DE CALORIAS PROTEINAS (*)

Costa Rica 2,008 48
Nicaragua 1,726 47
Honduras 1,447 34
Guatemala 1,323 31
El Salvador 1,318 30

(*) Del estudio “El desarrollo integrado de Centroamérica en la presente década : bases propuestas para el perfeccionamiento del MCCA.”
Todos estos cuadros evidencian a las claras la quiebra del esquema de desarrollo económico que nuestro país ha seguido hasta ahora. Este estancamiento, que ya se prolonga demasiado, requiere de manera urgente una total reorientación de la economía nacional que ponga en práctica medidas transformadoras profundas y radicales que elimine las raíces del problema.

Esta abierta, en consecuencia , la posibilidad de una opción distinta ante la cual todas las clases sociales se avocaran a darle salida de acuerdo a sus propios intereses.

En el seno de las clases dominantes se perfilan dos corrientes: una reformista (desarrollista); y la otra que sigue el esquema brasileño, partidaria de gobiernos antidemocráticos y dictatoriales (Brasil, Uruguay y últimamente Chile).

La alternativa a estas corrientes, que en esencia tienden ambas a lograr la perduración del capitalismo dependiente es la que ofrece el movimiento popular y democrático; expresado en el programa de la UNO.

Democracia, Independencia, Cambios y Progresos. La fórmula reaccionaria se hará viable, si las organizaciones democráticas y progresistas y, particularmente nuestro Partido, no promueven activamente una solución patriótica a los problemas del país y logran alrededor de ella, unir a todo el que esta en favor de los cambios.

6º.) La Crisis del Mercado Común

En cuanto a este problema, todavía no se aprecia un positivo
avance en su solución. La excesiva prolongación y la falta de un arreglo de conjunto, ha inducido a la mayoría de gobiernos a convenir tratados bilaterales de mutua conveniencia.

A principios del mes en curso, se reunió el Comité de Alto Nivel (CAN) para la reestructuración, habiendo aprobado únicamente algunas cuestiones de procedimiento, tales como la elaboración de un nuevo tratado encaminado a “establecer la Comunidad Económica y Social de Centroamérica” y se fijaron los plazos para la reestructuración, el primero, al 30 de abril de I974 que comprenderá el examen de los campos prioritarios: industrial , agrícola, libre comercio y social; el segundo, para analizar los demás aspectos, al 31 de diciembre del mismo año.

El principal obstáculo que impide la reestructuración del Mercado Común es, actualmente, el insoluble problema entre El Salvador y Honduras, emanado del conflicto bélico de 1969. Las negociaciones iniciadas el 15 de septiembre en México, entre representantes de ambos gobiernos, se proponen resolver este asunto clave, el cual como sabemos, es muy difícil e intrincado.

7º.) La inflación y sus repercusiones

El proceso inflacionario en el que se debate la economía capitalista mundial, por causas inherentes a su naturaleza, también ha venido a agravar la situación económica del país y, principalmente a empeorar las condiciones de vida del pueblo trabajador, de por si precarias; además, la influencia de factores internos coadyuvan al aceleramiento de dicho proceso, elevando el costo de vida a niveles sin precedentes.

Son dos las causas externas inmediatas que más han repercutido en la economía nacional: la devaluación del Dólar, que es al mismo tiempo la devaluación del colón salvadoreño frente a países de Europa Occidental y Japón en especial frente a la moneda de este último, con los cuales El Salvador mantiene un creciente comercio; y la carestía de materias primas y productos intermedios para la industria.

La causa interna inmediata que ha elevado el costo de la vida, es el déficit de la producción nacional de alimentos el cual es motivado por una política agropecuaria parcial que no se propone satisfacer las necesidades de la población, sino las necesidades del comercio exterior.

En ese sentido, tenemos que se han desarrollado los cultivos de exportación (café, algodón, caña) mientras la producción de cereales ha sido descuidada, sin crearle condiciones que le permitan satisfacer la demanda de una población en constante aumento. A este respecto tenemos que “…En los últimos cinco años la tierra bajo cultivo de maíz, fríjol, arroz y maicillo ha estado en proporción de una hectárea cultivada por cada OCHO PERSONAS. En 1967-68 esos cultivos ocuparon 262.OOO hectáreas, para una población de 3.217,000 habitantes; y en 1972 el total de hectáreas para los mismos cultivos fue de 390,000 para una población de 3.686.000 habitantes. Una hectárea por cada 8 personas marcan una dramática situación que año con año va agravándose con el aumento de 125,OOO habitantes que es el incremento natural de la población”… (1)
(1) La Prensa Gráfica. editorial 15 de octubre de 1973

Voceros de la empresa privada y altos funcionarios del gobierno mañosamente unilateralizan los repercusiones de los factores externos de la inflación, llegando a la conclusión de que prácticamente nada puede hacerse para detenerla. Así, por ejemplo, la Cámara de Comercio e Industria en la “Carta Informativa” del mes de Octubre, decía a propósito de la inflación que “.. .obedece a factores que están fuera del control de los organismos reguladores de nuestra moneda
y en general del gobierno de la república’. Más adelante apuntaba
”… es injusto que se acuse a la empresa privada de ser la culpable del alza de los precios.”

Tales planteamientos obedecen, por un lado, el afán de minimizar el papel que juegan la causas internas, pues reconocerlas significarla para los capitalistas y el gobierno, aceptar que su política económica ha sido de beneficio para una minoría, evadiendo así, el señalamiento de las medidas internas que pueden hacerle frente al problema. Por otro lado, de parte de la empresa privada, hay hipocresía, puesto que a la par que descargan la inflación en el consumidor nacional, elevando los precios de los productos para el consumo y uso, se lucran al vender a más altos precios los productos tradicionales de exportación en los mercados de Europa, Japón y Estados Unidos. Tal lo ilustra la revista guatemalteca “La Semana’, de fecha 20 de septiembre, que ofrece la
siguiente información:

“…Todo lo que exportamos se vende más caro ahora en el extranjero. Enumeremos: 1º.) La carne que en 1970 se vendía en el mercado de Nueva York a razón de $4l.32 las cien libras, en marzo de 1973 alcanzó un precio de $66.58; 2º.) El café colombiano en 1970 $56.66, las cien libras; en julio de este año $75.97; 3º.) El Algodón en 1970 $25.10 subió a $51.30 las cien libras; 4º.) El incremento de precio del azúcar también ha sido sensible”.

Los datos anteriores nos demuestran que es falso que la inflación afecte por igual a “ricos y pobres”. la oligarquía salvadoreña se esta aprovechando del fenómeno para aumentar sus ganancias y ello no se traduce en un mejoramiento sustancial de los salarios para los trabajadores, que son los que efectivamente están soportando las consecuencias negativas del proceso inflacionario.

SITUACION POLITICA

Evolución de la influencia del gobierno sobre las masas.

A 15 meses de su administración, el actual gobierno ha logrado hacerse de cierta base social atrayéndose a sectores de la pequeña y mediana burguesía, con la política de fomento y financiamiento, impulsada a través de diversas instituciones especializadas tales como: El Instituto Sa1vadoreño de Fomento de las Cooperativas (INSAFOCOOP) el Banco Agropecuario y el Fondo de Garantía para la Pequeña Empresa (FIGAPE). Estos logros significan un avance del gobierno en el afán por consolidarse.

Este esfuerzo por volver simpática la figura del Coronel Molina ante los ojos del pueblo trabajador no le ha dado el resultado deseado a no ser el de convertir el “gobierno móvil” en una continuación de la campaña electoral, que ha mantenido activos a sus cuadros medios; presente la figura del oficialismo y de moda los ofrecimientos y promesas.

La antipatía y el descontento hacia el gobierno en la mayoría del pueblo ha crecido notablemente, tanto por los pasos antidemocráticos que ha dado (asalto e intervención de la Universidad, represión constante, aprobación del Código Penal y Procesal Penal, expatriaciones), como por la incapacidad de poner en práctica medidas que contrarresten el constante alza del costo de vida.

El Plan de Desarrollo Económico y Social 1973-77, contiene toda la orientación que se propone introducir una nueva variante en el modelo capitalista del país, poniendo énfasis en el desarrollo de la industria y en la adopción de reformas conducentes a elevar la capacidad de compra del pueblo, necesaria para incrementar el mercado interno. El financiamiento de dicho plan se obtendría de fuentes nacionales y extranjeras, las reformas principales serían la agraria, la tributaria, y el fortalecimiento del papel de Estado en la banca, el comercio exterior y la industria.

Esa orientación y ese plan, por tanto, responde a la conveniencia económica de los siguientes sectores: a) cierto sector oligárquico con crecientes inversiones en la industria; b) capitalistas medianos de la industria y el comercio; c) inversionistas extranjeros, norteamericanos sobre todo, a nivel de la industria , comercio y los servicios. Comprometidos con estos intereses llegaron el Coronel Molina y su grupo al poder. La política del gobierno, por lo tanto conviene a esos intereses y no al interés nacional, mucho menos a la conveniencia de los trabajadores de la ciudad y del campo.

Pero esa orientación no responde a la conveniencia del sector más reaccionario y poderoso de la burguesía, ni de los terratenientes por excelencia, quienes continúan manteniendo el monopolio privado de la tierra y siendo los principales dueños de la banca privada, quieren mantener la situación actual. Su fuente de enriquecimiento esta básicamente en el exterior, a través de la exportación de productos de origen agropecuario. Lo que más despierta su oposición, es la promesa
de reforma agraria, porque perderían su actual influencia política y económica, pero, ante todo, por el “mal precedente” que significaría, quebrantar el “sagrado” principio de la propiedad privada.

El Plan Quinquenal: sus resultados.

El Plan de Desarrollo Económico Social, fue desde el primer momento atacado por el sector más reaccionario de la oligarquía que, haciendo uso de su poder económico y de su influencia política en el Estado y el Ejército, ha bloqueado aquellas medidas que dan relevancia al papel del Estado en la Economía y otras, como la Reforma Agraria, que debilitarían la influencia. De que este sector ha tenido éxito en su propósito, no cabe ninguna duda.

Habiendo cedido terreno, e1 Coronel Molina ante esas presiones, sólo se aplicaran como hasta ahora, aquellas medidas que no producen conflictos con ellos y cuentan con su venia como son los estímulos para 1a pequeña, mediana y gran empresa.

En consecuencia, la creación de la Junta Monetaria llamada a jugar importantes funciones en el control del sistema bancario, y de su política monetaria, de influir en la orientación de las importaciones y exportaciones, esta condenada a la inoperancia, a ser utilizada para beneficio de los poderosos banqueros privados.

La evolución de las contradicciones en las alturas.

La anterior realidad, que es la fuente de diversas contradicciones que existen en las alturas, originaron; la participación de varios partidos de la derecha en las elecciones últimas, los rumores de golpe de Estado, el abandono temporal del “impulso nacional” en sus aspectos cardinales y, últimamente , las renuncias al gabinete de los Ministros de Economía, de Agricultura y Ganadería y el Secretario Ejecutivo de CONAPLAN.

La renuncia de esos ministros, pilares de las proyectadas reformas, es una concesión a la derecha, al mismo tiempo que significa un debilitamiento de la corriente reformista y el abandono de las reformas más importantes del Plan Quinquenal.

Lo dicho anteriormente, sin embargo, no puede llevarnos a la conclusión de que las contradicciones han sido superadas. Las mismas seguirán latentes en la medida en que no se modifique la estructura que las origina.

Los oficiales del Ejército, por otra parte, que han estado siendo condicionados en favor de ese esquema desarrollista, seguramente que no podrán explicarse el abandono que Molina ha hecho de reformas que, hasta hace poco , les decía, eran impostergables y se avivará su descontento, que bien pudiera estimular las actividades golpistas. Con seguridad afirmase que lo que hoy parece una tregua, tarde o temprano desembocará en confrontaciones más fuertes.

En ese marco de cosas, la ausencia de una dinámica y creciente movilización popular, o lo que es igual, la prolongación del reflujo de las masas, ha impedido a esas contradicciones en las alturas evolucionar a niveles favorables para la causa del pueblo. Un proceso distinto estaría viviendo el país si las masas, dirigidas por las organizaciones democráticas en general, hubieran estado presentes luchando por sus intereses económicos y políticos.

Situación del Movimiento Popular y Revolucionario.

A la fecha del último Pleno (junio de 1973) , se constataba que el reflujo en el movimiento de masas seguía latente pero que las actividades alrededor del primero de Mayo hablan sentado premisas que podrían darle salida.

En el presente podemos registrar algunos hechos que :indican una pronta y favorable superación de la lucha popular.

1.- En las masas en general se advierte un creciente descontento, en la medida en que el costo de la vida ha venido subiendo. Fuente principal de este descontento ha sido la aplicación de las nuevas tarifas del servicio de agua, que ha aglutinado a diversos sectores comenzando en la zona occidental del país y desarrollándose en estos momentos en San Salvador. El hecho que debemos destacar es que el pueblo ha empezado a manifestar su inconformidad ante la situación que vive el país y que, poco a poco, la frustración y el temor heredados después del golpe del 25 de marzo va cediendo terreno. Este es aspecto muy importante para la movilización.

2.- En el movimiento sindical el suceso más importante es el fortalecimiento del proceso unitario entre varias Centrales, con el surgimiento de una nueva federación. Presentación de candidatos comunes en las elecciones de representantes obreros ante instituciones autónomas, como el Fondo Social de la Vivienda, en las que salieron derrotados los candidatos gobiernistas; así como la adopción de una plataforma común de lucha, son expresiones del avance habido en este terreno.

El aislamiento y debilitamiento de la CGS oficialista completa el marco de la situación en el movimiento obrero organizado, que ha sentado premisas para su desarrollo y unidad. La lucha por la creación de la Central Única adquiere, por todo esto mayor importancia y ella ha de resumir la táctica del Partido para el presente.

3.- El movimiento rural se ha visto debilitado con el paso de la Unión Comunal Salvadoreña al control directo del gobierno. Con esto, las posiciones progresistas y unitarias observada en los primeros meses del año han sido frenadas, su combatividad se ha visto frustrada y queda de ella una organización dedicada a la formación de cooperativas y a emprender obras comunitarias.

La Federación de Campesinos Cristianos, ya casi en la etapa de su extinción ha logrado zafarse de la tutela de los dirigentes venales (Barrios Amaya, Rigoberto Menéndez y otros) y se dispone a reestructurarse orgánicamente y a fortalecerse ideológicamente, teniendo como base los principios formulados por el movimiento de “Cristianos por el Socialismo”.

En lo que respecta a la Asociación de Trabajadores Agropecuarios y Campesinos (ATACES), después de su Segunda Asamblea Nacional, ha creado condiciones que le permitirán su desarrollo integral.

En su corta vida, esa Asociación ha ido tomando consistencia, identificándose con los obreros agrícolas y campesinos.

4.- En los partidos políticos legales se muestra alguna reanimación. El MNR, después de su Convención , ha normalizado su vida partidaria. Aunque, por ser muy reducida su membresía, ello no se traduce más que en algunos pronunciamientos.

La Democracia Cristiana, que había permanecido aislada del movimiento unitario después de los acontecimientos de Chile ha venido modificando su actitud. Dos hechos indican el peso que tiene dentro de ese partido la corriente avanzada; el pronunciamiento de condena al golpe fascista en Chile y los resultados de su reciente Convención, al aprobar una participación electoral en unidad con
los partidos que constituyeron la UNO.

El UDN, por su parte, continúa con los problemas de organización y Dirección que le imposibilitan hacer vida política permanente. Consecuencia de ello es la agudización de varios problemas en las Alcaldías donde comparte el poder local con la Democracia Cristiana. Estos problemas condujeron a un enfriamiento en las relaciones entre ambos partidos, lo cual todavía no permite poner en práctica planes de trabajo conjuntos, conducentes a un desarrollo del proceso unitario

Visto de conjunto el panorama de los partidos políticos legales, este indica una posibilidad real de reunificación, sobre todo a partir de las últimas conversaciones y de la Convención del PDC. El trabajo de unidad con las base es un tarea que permititira los avances que demanda la problemática nacional.

5.- El movimiento juvenil y estudiantil , por su parte, ha tenido avances muy importantes entre los que cabe destacar la creación de la Juventud Comunista y la reunificación del movimiento estudiantil universitario, bajo dirección de la izquierda consecuente.

En resumen, se han dado ciertas condiciones que nos llevan a la conclusión de que estamos en vísperas de una movilización amplia en las masas. La incorporación de estas a la lucha contra el alto costo de la vida; los avances en la unidad de acción del movimiento obrero y democrático y la natural inquietud popular en torno a las próximas elecciones de diputados y alcaldes, son elementos que deben ser valorados en su justa medida. Le corresponde al Partido la
tarea de saber canalizar y conducir hacia metas concretas todo este movimiento. Ello significa que, ante todo, deberemos corregir sin más entretención los problemas sujetos a la rectificación orgánica e ideológica planteado en el Pleno anterior. Sin resolver estos problemas internos que nos afectan, no podemos estar en condiciones de jugar un papel de vanguardia en las próximas luchas.
Profundizar la lucha por las transformaciones radicales

La grave situación del país y los problemas del pueblo exigen una solución a fondo y sin demora. Su postergación. acarrearía males a la economía y mayores calamidades para nuestro pueblo. La época de los parches ha pasado y sólo queda abierto el expediente de las radicales transformaciones.

Estas transformaciones en la estructura económico-social por el carácter de los problemas por resolverse, tienen que ser consecuentes al máximo y de contenido popular. Lesionarán los intereses de la oligarquía y el imperialismo, pero favorecerán a la mayoría de la población incluyendo a medianos capitalistas nacionales. Por ello, este proceso de cambios profundos sólo puede estar dirigido por fuerzas políticas realmente patrióticas, que no tengan compromisos con los oligarcas, ni con los imperialistas; y debe contar con la activa y múltiple participación del pueblo, que es en última instancia, el
artífice de todo cambio y de la historia.

En El Salvador existen las fuerzas políticas destinadas a dirigir ese proceso , lo mismo que un pueblo deseoso de jugar su papel determinante para que esa obra se realice. Lo que falta es una consecuente y permanente actividad de masas que combine políticamente las demandas, inmediatas de la población con la lucha por los cambios profundos y, en consecuencia, por un gobierno que encabece dichas transformaciones. Este esfuerzo debe proponerse también, acrecentar y consolidar la organización de las masas, lo mismo que elevar su conciencia política, condición indispensable para garantizar la conquista del objetivo revolucionario del pueblo.

La lucha por las transformaciones revolucionarias y por un gobierno consecuente, exige asimismo, la unidad de todas las fuerzas políticas activas (partidos o no ), que coincidan con la necesidad de luchar por los cambios, independientemente de sus creencias y concepciones político-ideológicas. Esta unidad habrá de partir de los actuales niveles y aprovechará la capacidad y aporte de las organizaciones e individuos según sus posibilidades, para empujar en el mismo rumbo. Los comunistas tenemos que ofrecer una gran voluntad y dar muestras de madurez en el terreno de la unidad, debemos para ello, tener siempre presente que el proletariado y su vanguardia revolucionaria, para vencer a los enemigos, necesita de aliados los cuales puedan ser temporales o permanentes. Recogiendo este espíritu, el Proyecto de Programa General se plantea como condición para asegurar la realización desplegada de los objetivos de la revolución, la formación de un Frente Democrático, el cual será producto del conjunto de acciones convenidas por nuestro Partido con otras fuerzas u organizaciones desde las mas simples hasta las mas complejas e importantes.

En el proceso unitario que ha comenzado a producirse en nuestro país, tienen posibilidades de participar sectores mayoritarios del pueblo, incluyendo sacerdotes y militares. Los únicos que quedan excluidos de toda participación patriótica son la oligarquía, los monopolios imperialistas y los sirvientes de éstos. Por ello, cobra especial significación impulsar la unidad de la clase obrera organizada, puesto que de su unidad depende la fortaleza del frente unitario de las masas populares.

En. ese marco, es que precisa ubicar las siguientes orientaciones tácticas, que regirán la actividad del partido en el período inmediato. Dichas orientaciones tácticas engarzan armónicamente con los objetivos generales de la revolución que en el presente tiene planteada nuestro pueblo.
1.- Oponer activamente la solución revolucionaria al modelo desarrollista dependiente que difunde el actual gobierno y su partido. La denuncia de la esencia clasista reaccionaria del proyecto, así como los compromisos del gobierno no con los diversos segmentos de la oligarquía cono con el imperialismo es una tarea indispensable para que el pueblo no sea víctima de la demagogia y podamos ganarlo a la lucha por las transformaciones radicales que el país necesita.

Dar esta orientación a la lucha popular, significa al mismo tiempo
enfrentar el peligro del reformismo, corriente burguesa que pretende ilusionar a las masas con reformas superficiales e introduce la división en el movimiento revolucionario.

2.- Organizar e impulsar la lucha de las masas populares por sus demandas inmediatas, siendo en este momento de especial significado movilizarlas contra del alto costo de la vida, que repercute en todos los hogares pobres y que gradualmente conduce a nuestro pueblo a más bajos niveles de existencia.

La lucha contra el alto costo de la vida es igual a luchar contra el
hambre y al hacerlo estamos planteando la necesidad de cambiar la estructura económico-social del país y su carácter dependiente.

3.- Aprovechar las contradicciones en el seno de la oligarquía y del gobierno para impulsar las demandas propias de las masas, e incidir de esa forma en la profundización de esas contradicciones. Especial interés deberá ponerse en demostrar al Ejército el papel reaccionario que lo han estado haciendo jugar las clases dominantes, los asesores norteamericanos y si jefes reaccionarios. Esta tarea tiene por finalidad debilitar las posiciones conservadoras y reaccionarias en las FF. AA.

4.- Avanzar en la unidad de la clase obrera alrededor de un programa de conveniencia común, entre las organizaciones sindicales existentes.

La lucha de la clase obrera, por otra parte, debe de saltar los niveles puramente económicos y presentar batalla en el terreno político. Ligar al Partido con la clase obrera condiciona el éxito de esta orientación.

5.- Fortalecer la unidad de las fuerzas políticas (partidos o no) que aspiren a los cambios. En este terreno, precisa estar atento a toda inquietud que se presente entre grupos de personas, instituciones u organizaciones que tiendan a ensanchar el movimiento unitario.

Es indispensable reservarnos del sectarismo y de criterios estrechos para analizar la conducta de personas u organizaciones que en el. pasado nos han visto con reserva o han estado en bando contrario al nuestro, dado que la realidad es tan cambiante y una mala o unilateral apreciación podría influir negativamente en la política de aliados del Partido.

6.- Participar en la próximas elecciones de alcaldes y diputados, para lo cual habrá que preparar una táctica especifica.

La rectificación orgánica y la construcción del Partido. Pleno del CC del PCS. Junio de 1973

LA RECTIFICACION ORGANICA Y LA CONSTRUCCION DEL PARTIDO
Pleno del Comité Central del Partido Comunista de El Salvador. San Salvador. 17 de junio de 1973

(Este Pleno del C. C., aunque hizo el examen de la situación política, estuvo dedicado casi por entero a los problemas de la construcción y desarrollo del Partido. El documento principal que el Pleno conoció y aprobó está dedicado a la rectificación orgánica y al crecimiento dirigido. Congruente con las conclusiones y recomendaciones de ese documento, el Pleno aprobó una amplia reforma de los Estatutos, que será llevada al VII Congreso para su aprobación definitiva, pero acordó poner en práctica desde ese momento dichas reformas, con el fin de que el Congreso pudiera tener a la vista no solo palabras, sino también resultados que le permitan evaluar le justeza o no de tales reformas.

Este Pleno del C. C., acordó convocar al Congreso de Fundación de la Juventud Comunista, el cual se realizó a mitad de julio del mismo año 1973. Por todo ello, constituye una de las reuniones del C. C., de mayor trascendencia para nuestro Partido.
Aquí se incluye únicamente una parte de la documentación discutida y aprobada por este Pleno del Central.

El Proyecto de Reformas a los Estatutos y el cursillo sobre La Célula, que fueron allí aprobados, son del amplio conocimiento de todo el Partido y por ello no han sido incorporados en esta recopilación.)

INTRODUClON:
El Pleno del C. C. reunido en julio de 1971 puso especial énfasis en el problema de la construcción del Partido, señalando que el rezago en esta tarea afecta a todo el proceso de acumulación de fuerzas y llamó a examinar a fondo y en detalle esta cuestión en otro Pleno.

Hay una pregunta que ha estado pendiente de respuesta durante muchos años: ¿Porqué nuestro Partido no se ha desarrollado de un modo correspondiente a la amplitud que él mismo ha logrado en el impulso de la lucha de masas? No pocas veces, ni pocos compañeros, han insistido en señalar que en algunas ocasiones no sólo no creció el Partido en medio de los grandes auges de la lucha popular, sino que, por lo contrario, su funcionamiento orgánico se vio seriamente afectado durante esos periodos, en los cuales los miembros del Partido actuaron intensamente, como individuos, al servicio de las organizaciones abiertas de masas, mientras que los organismos partidarios no fueron capaces de hacerlo como tales. Estas opiniones y señalamientos subrayan la gravedad de la interrogante planteada.

Creemos que ha llegado el momento de intentar una respuesta sistemática, basada en un análisis lo más profundo posible. Para comenzar, nos parece que el problema no consiste únicamente en la falta de reclutamiento, sino que arranca de serios defectos en la estructura de base y a todos los niveles de nuestro Partido. Si los organismos no pueden funcionar o debilitan su funcionamiento en las épocas de más intensa lucha popular, eso quiere decir que tales organismos no están estructurados de la manera más adecuada y conveniente para impulsar y dirigir la lucha. Se ha insistido en señalar que éste es un prob1ema de indisciplina, pero nosotros, aún cuando comprendemos que existe el fenómeno de la indisciplina y que habrá de ser enfrentado, sostenemos que fundamentalmente existe una defectuosa estructura orgánica que no facilita y a veces obstruye la labor de los organismos del Partido entre las masas.

Sostenemos asimismo, que junto a la defectuosa estructura orgánica existen en nuestro P. fenómenos ideológicos negativos que también actúan para obstaculizar su desarrollo.

Si vamos a proponernos el crecimiento y desarrollo del Partido, es indispensable por tanto que a la par del impulso al reclutamiento emprendamos la rectificación orgánica ó ideológica, Así pues, el desarrollo del Partido exige dos trabajos fundamentales:
a— Rectificación orgánica e ideológica;
b-. Crecimiento dirigido.

LA RECTIFICACION ORGANICA

He aquí la lista de los más determinantes defectos de nuestra estructura orgánica:

– falsa estructura celular;
-débil organización intermedia;
-organización superior atrasada, artesanal; – ausencia de correcta división en el trabajo y de sentido práctico, a todo nivel; – ausencia de dirección política-administrativa concreta en las Células y organismos intermedios;
-confusión de la dirección política y administrativa a nivel superior.
Otros problemas como el de la escasez de cuadros y la falta de formación permanente de los mismos son, a nuestro juicio efectos y no causas.

a) Falsa estructura celular.

Con algunas excepciones, nuestros organismos de base están formados como simples grupos, compuestos en atención a los más variados motivos y no son verdaderas Células organizadas a la manera leninista.

En algunos períodos el agrupamiento celular ha obedecido exclusivamente a razones de subsistencia, bajo la represión, tras el único objetivo de mantener en relación a los miembros y encargarles algunas tareas, tales como la distribución de propaganda impresa o la obtención de fondos.

Faltando en los Estatutos y en la tradición del Partido conceptos claros acerca de lo que es la Célula y los tipos de la misma, los organismos intermedios y a veces los organismos centrales, han procedido a reorganizaciones de la base celular siguiendo criterios dictados por necesidades del momento ó por ideas supuestamente “innovadoras”. Así por ejemplo, en ciertos momentos ha dominado la idea de agrupar a los compañeros desarrollados con los atrasados, buscando que aquellos eduquen a éstos; partiendo de este criterio en forma unilateral, no se ha tomado en cuenta si las componentes de la Célula trabajan o no en la misma empresa, viven o no en los mismos barrios, etc. Resultado de ello ha sido la formación de Células con vida casi exclusivamente interna, que no tienen vínculos naturales con las masas y que se marchitan al alejarse de ellas. Cuando han llegado las campañas electorales, o los períodos huelguísticos y de agitación callejera, los miembros de estas Células, se entregan a tareas entre las masas, distribuidas por los organismos abiertos y se encuentran — con que su pertenencia a esta clase de “Células” es un estorbo. Así llegan a interrumpirse las reuniones y el funcionamiento celular en todas sus formas, hasta por varios meses.

En cierto momento se creyó que, para definir un frente de masas claro para cada Célula, debían formarse éstas por gremio o sindicato. Surgieron así las Células de zapateros, sastres, empleados, jóvenes, mujeres, etc. Desde, luego este fue también un criterio equivocado, que no permitió una vinculación viva y diaria de las células con las masas, sus problemas y anhelos.

En ausencia de conceptos correctos acerca de la organización celular, quedo pues abierto un ancho camino para la improvisación y la mudanza frecuente de criterios organizativos, al extremo de que en ciertas ocasiones hubo organismos intermedios que consideraron conveniente formar “Células de ancianos” y se insistió en proponer la creación de Células formadas por compañeros con “tareas especiales”.

La Célula sólo puede cumplir su misión de organismo de vanguardia y escuela de comunistas, si tiene vínculos vivos y permanentes con las masas populares, ante todo, con la clase obrera y las masas trabajadoras en general. Esos vínculos deben quedar asegurados no por el simple llamamiento a los miembros para que los busquen, sino por la estructuración misma de este organismo básico.

El Partido Comunista es el partido de la clase obrera y por eso fue la Célula de Empresa el primer tipo de Célula surgido históricamente en el movimiento comunista internacional, la cual se forma por los obreros comunistas que trabajan en la misma fábrica. Lenin hablaba de convertir así a cada fábrica en una fortaleza de la revolución.
La Célula de empresa es el organismo del Partido que le asegura un vinculo vivo con su clase, la clase obrera, en el corazón de la economía capitalista, en el lugar donde ella trabaja y es explotada, donde se concreta su carácter de fuerza fundamental y decisiva de la producción, donde su lucha de clases puede golpear de la manera más directa a la burguesía.

Los miembros de la Célula de Empresa, aún los más atrasados, no pueden dejar de tener en cuenta los problemas que afectan a los trabajadores en la respectiva empresa y las reuniones y actividades de la Célula, de un modo natural, se encuentran vinculadas a los intereses vitales de esa masa.

Difícilmente una Célula de empresa puede caer en la situación de ausencia total de iniciativa, en “el esperarlo todo de arriba.”

El otro tipo de Célula, aparecido históricamente en el movimiento comunista internacional, es la CELULA DE CALLE. Se forma por los comunistas que viven en un mismo lugar y tienen la misión de promover la lucha y la organización de la masa que vive en su respectivo barrio, población, caserío, etc.

Las Células de calle se organizaron por primera vez en Europa cuando, la crisis económica, propia del sistema capitalista, lanzó a la cesantía a centenares de miles y millones de obreros. Las fábricas se pararon y los obreros, cuya vivienda estaba en los más diversos rumbos, se dispersaron; el funcionamiento de las Células de Empresa se hizo inútil. Era necesario que el Partido creara organismos de base adecuados para continuar ligados a su clase y el único criterio organizativo que resultaba funcional en tales condiciones, era tomar cono base el lugar de vivienda.
Las células de calle lograron sus objetivos en relación con los obreros cesantes, pero también demostraron sus virtudes para vincular al partido a las masas que normalmente forman la población económicamente inactiva y atraerlas a la lucha contra el capitalismo. Por eso, pasada la crisis, lo partidos europeos continuaron organizando ‘Células de Calle e incorporaron este segundo tipo de Célula permanentemente a su estructura orgánica básica.

Hace poco mas de dos años se organizaron en algunos Municipios del Área metropolitana de San Salvador algunas Células que denominamos “territoriales” compuestas por compañeros que viven en esos lugares. Estas Células quedaron encargadas de promover la organización de masas en varios frentes. En general los resultados de su trabajo han sido positivos, no solo en la promoción de la lucha de masas, sino también en el crecimiento del Partido, en algunos casos formando inclusive Células de Empresa, cuya existencia es demasiado corta aún para referirnos a su experiencia.

No puede escapar a nuestra comprensión que en esencia esta “territorial” es precisamente la misma Célula de Calle a que venimos refiriéndonos en la experiencia internacional. Podemos agregar por eso que también nuestra incipiente experiencia confirma la justeza de ésta propuesta de rectificación de nuestra estructura celular.

Estos dos tipos de Células son en realidad los únicos que pueden asegurar un vinculo vivo del Partido con las masas y dar fundamento a su desarrollo y crecimiento.

Por extensión del concepto de Célula de Empresa, se pueden crear éstas no sólo en las fábricas, sino en toda clase de empresas capitalistas de la agricultura, el comercio, los servicios, la construcción, etc., y el mismo criterio organizativo se puede aplicar no sólo a los obreros comunistas, sino también a los empleados, maestros, estudiantes comunistas, etc.

La experiencia de algunos Partidos hermanos indica que resulta conveniente formar Células de mujeres, como parte de los esfuerzos por incorporar a las masas femeninas a la lucha revolucionaria, pero tales Células han de ser al mismo tiempo e invariablemente , de Empresa o de Calle.

La Juventud comunista habrá de organizar Células de jóvenes, pero han de ser asimismo de Empresa o de Calle.

Por otra parte, puede resultar conveniente para elevar la calidad del P. disponer que camaradas desarrollados militen en Células de reciente formación, pero esas Células han de ser de Empresa o de Calle.

Es cierto que las necesidades de la lucha y las formas complejas que esta debe asumir, pueden hacer necesario agrupar a algunos comunistas de una manera distinta a estas dos clases de Células, para asegurarlas un vinculo con el Partido, concordante con la delicadeza de las tareas encomendadas a ellos; pero estos son casos excepcionales y únicamente pueden ser adoptadas dichas formas orgánicas de excepción con la autorización de los organismos superiores; según lo ilustra la experiencia de Partidos hermanos.

Así pues, debe quedar perfectamente claro que el principio rector de la estructura celular consiste en que sus dos formas fundamentales y generales son las Células de Empresa y la Célula de Calle.

Si no rectificamos la estructura celular de nuestro Partido, seguiremos padeciendo estrechez y estancamiento, perdiendo camaradas y reclutando pobremente. Sin esta rectificación tampoco sería posible crear y desarrollar el entusiasmo combativo de los militantes, que sólo pueden adquirirse por los estímulos que proporcionan las masas y su lucha; continuaremos sujetos a los períodos breves de entusiasmo, al calor de batallas de ocasión.

Sin esta rectificación orgánica en la base del Partido, tampoco podrá llevarse a la práctica una política de promoción y formación de cuadros, puesto que ellos tienen que surgir precisamente desde abajo; y tampoco será posible imprimir el Partido un crecimiento permanente y planificado; el trabajo planificado en general es imposible sin esta rectificación fundamental. Estas afirmaciones están, por lo demás, respaldadas por toda nuestra propia experiencia negativa.

Desde luego, no bastará con el simple reagrupamiento de los militantes en Células de Calle y de empresa. Será necesario acompañar la medida con un esfuerzo educativo intenso, tendiente a que todos los miembros del Partido asimilan la nueva concepción orgánica (nueva para nosotros) y sepan utilizarla; con ese fin hemos adaptado a nuestras condiciones un cursillo del P. C. de Chile sobre la Célula. Este folleto puede ser la base del trabajo educativo que se emprenda simultáneamente al reagrupamiento celular.

Nuestras Células adolecen también de ausencia de dirección político-administrativa concreta. Se supone que al designar a sus miembros para el desempeño de Secretarias o el ser investidos como “encargados” (según nuestra defectuosa terminología) de Organización, finanzas, educación, propaganda y nombrar un
Responsable de Célula, ha quedado asegurada la dirección de la misma, cuando en realidad sólo se ha conseguido con ello realizar una distribución elemental del trabajo. Ningún miembro de la Célula ú organismo dentro de la misma queda expresamente a cargo de las labores de la dirección política y administrativa de la misma. Lo cual contribuye a la despolitización e improvisación de su funcionamiento.

En base de la experiencia de otros partidos hermanos, se propone crear la DIRECCION DE CELULA, la cual debe ser desempeñada por un Secretariado de Célula o por el Responsable de Célula, según el número de miembros de la misma. El funcionamiento y las tareas de este Secretariado o Responsable se explican y definen en el folleto ya mencionado.

No existiendo dirección político-administrativa concreta de la Célula, tampoco puede haber verdadera planificación ni control y no puede esperarse que el funcionamiento celular sea una escuela de formación comunista.

En realidad la mayoría de nuestras Células son organismo rutinarios, cuyas reuniones carecen de un nivel político adecuado y en las cuales no se hacen esfuerzos sistemáticos por aplicar la línea del P. a las condiciones concretas y menos aportar al desarrollo o corrección de esa línea.

b) Débil y defectuosa organización intermedia

– Sobre los Comités Departamentales.

Es natural que con una estructura Celular tan distorsionada se encuentre enfermo todo el andamiaje orgánico del Partido. Esto se refleja particularmente en su organización intermedia, crónicamente endeble.

En apariencia, una gran parte de la estructura intermedia es débil únicamente a causa de su reciente formación; pero, sin despreciar que la corta edad influye fuertemente en la inestabilidad de algunos C. D., debemos poner nuestra atención en la persistente debilidad, que se cuenta en varios lustros, del C. D. de San Salvador, y, aunque en mucha menor escala, del C. D. de Santa Ana. Estos casos nos demuestran que su inconsistencia orgánica esté relacionada esencialmente con equivocadas concepciones organizativas vigentes , que oponen al desarrollo del partido obstáculos capaces de resistir imperturbables el paso de los años y que, por tanto, los jóvenes C. D. actuales puedan estar condenados a correr la misma suerte si no procedemos a la rectificación.

La rectificación de la estructura celular, estarnos seguros, creara condiciones muy favorables para la ulterior consolidación y desarrollo de los organismos intermedios, porque:
a) Proporcionaría un esquema claro y simplificado de la organización de base, que trae en si mismo, de modo natural, una distribución fundamental de las tareas del Partido entre las masas, lo cual facilitará su planificación, orientación y control por los organismos intermedios.
b) Asegurará el crecimiento del P. entre la clase obrera y abrirá canales funcionales entre el Partido y las masas, que harán posible que desde las entrañas de las mismas se destaquen hacia las Células y luego a la estructura intermedia y hasta la superior los obreros avanzados mejor dotados de diversas cualidades y en. general los mejores elementos del pueblo.

Sin embargo, es preciso también descubrir los defectos más específicos de nuestra estructura intermedia, para que simultáneamente con la rectificación celular procedamos a corregirlos, evitando que se hereden al futuro. He aquí los más destacados de dichos defectos:

1)- Estructuración de los C. D., con mucha frecuencia, a base de nombramiento de los organismos superiores y no de elección democrática. Este procedimiento, que se justifica en situaciones excepcionales, se ha convertido en la norma casi permanente en el C. D. de San Salvador y quizá una de las causas más importantes que hacen que el C. D. de Santa Ana muestre mayor consolidación, sea precisamente el hecho de que allá la norma ha sido la inversa.

La falta de electividad debilita la autoridad de los organismos intermedios, la vigilancia de las Células sobre su desempeño colectivo e individual y la responsabilidad individual y colectiva del Comité ante las Células; aparte de que hace nulo el derecho de todo miembro a ser electo para un cargo de dirección y, por consiguiente, desaparece el estimulo que este derecho deriva para el esfuerzo de los militantes en su formación como cuadros.

La violación al principio de la electividad acarrea a los organismos y cuadros de la dirección superior la sospecha de amiguismo, compadrazgo, etc., y los rodea de desconfianza en la base del P. Todo esto, se comprende, congestiona con obstáculos subjetivos internos el desarrollo del Partido en su conjunto y de los organismos y cuadros intermedios en particular.

También hemos tenido experiencias negativas con Comités Departamentales electos por Asambleas en San Salvador y pudiera creerse por eso que en realidad la práctica de la electividad no tiene importancia, corro se afirma atrás; pero tal conclusión seria apresurada y unilateral. Los casos de C. D. electos que resultaron deficientes o problemáticos fueron resultado de varias otras causas y condiciones que influyeron sobre ellos, algunas de las cuáles se mencionan adelante (Nos. 4,5) y ya entonces, haciendo una equivocada deducción creíamos poder corregir esas fallas volviendo a suprimir la electividad, sustituyéndola por el nombramiento desde arriba, con los resultados conocidos.
Pero no hay, pese a la apariencia, un circulo vicioso. La cuestión esta en abarcar en el análisis la complejidad del problema, descubriendo todas las causas y condiciones, primarias y secundarias, que intervienen en el resultado. La electividad es sólo un aspecto de este problema complejo, pero sostenemos que, salvo en condiciones verdaderamente excepcionales, este principio. organizativo no debe ser soslayado, porque su firme y persistente aplicación es indispensable para sentar premisas sólidas hacia la construcción de organismos intermedios con autoridad, prestigio y eficiencia.

2)- La integración de los C. D. y otros organismos intermedios con camaradas “de moda”, a los cuales se recarga con toda clase de responsabilidades, cargos y tareas en los más diversos organismos internos y de masas. Por lo general los miembros de los C. D. son al mismo tiempo Responsables de su Célula, miembros de una o dos Comisiones Nacionales o Departamentales si las hay, directivos de una o dos organizaciones de masas, etc.

Se alega que esto se debe a la estrechez numérica del P. y en particular a su falta de cuadros; pero, aceptando que es necesario hacer crecer con alto ritmo el número de miembros del P., entre otras cosas precisamente para alcanzar una correcta división del trabajo partidario, debemos admitir que a su vez, ese vicio en la integración de los organismos intermedios impide la formación de cuadros y destruye a los pocos que se destacan espontáneamente.

Por eso, a la par de que haremos esfuerzos por el crecimiento numérico del Partido, tendremos que romper sin vacilaciones con este vicio, integrando los C. D. incluso con compañeros sin gran experiencia, asegurando que entre ellos haya alguno que si la tengan y, sobre todo, proporcionándoles una permanente y solícita cooperación de los organismos superiores para ayudarles a vencer los obstáculos y a aprender a hacerlo por sí mismos, así como también para garantizarles una ágil información y orientación políticas.

Otras medidas, como la educación de estos nuevos cuadros y la vigilancia de su conducta y desarrollo de modo sistemático por la Comisión de Control, nos ayudaran grandemente a salir de éste que hoy es un terreno pantanoso.

3)- La dirección política-administrativa en los C. D. y otros organismos intermedios es débil. No cuenten con un Secretariado o este trabaja de un modo defectuoso, casi siempre en un sentido rutinario, sin imprimir contenido político a las deliberaciones y acuerdos del CD. Los Secretarios Generales de los C. D. son simples directores de debates.

En gran parte este defecto obedece a la falta de claridad acerca de las funciones y atribuciones propias del Secretariado, como órgano encargado de asegurar la dirección política y administrativa y a la falta de compresión acerca del papel que, como coordinador y dirigente político corresponde al Secretario General del C. D. Otra causa esta en la falta de una corriente constante de información y orientación política de la Comisión Política.

Todo esto tiene que ver, claro, con el nivel de la formación teórica de los cuadros, pero es un error cargar toda la cuenta o esta deficiencia y reducirlo todo a la falta de educación, porque hemos hecho la experiencia de enviar a cursos de teoría bastante completos a muchos cuadros que forman parte de los C. D. y, sin embargo no se ha obtenido la superación de las antiguas debilidades de estos organismos. Tenemos, por tanto, que abandonar la lógica simplista que hace arrancar todos nuestros defectos de la falta de educación y dar cabida en nuestros an1isis a otros factores y causas, relacionados con la estructuración de los organismos.

Una medida rectificadora fundamental será, por tanto, la de asegurar que todos los C. D. y demás organismos intermedios de dirección organicen su Secretariado y cuentan con su Secretario General, a los cuales habrá que instruir, mediante cursillos breves e intensivos, en el conocimiento de sus funciones políticas y administrativas y en el dominio de la línea general del Partido. Asimismo, tendremos que adoptar medidas para asegurar una transmisión de buena calidad y ágil de las orientaciones e informaciones políticas de la C. P. y el C. C. y las Comisiones Nacionales hacia esos organismos.

4)-. En las sucesivas oportunidades en que fue reorganizado desde arriba el C. D. de San Salvador, fueron nombrados uno a dos miembros de la C. P. para encabezarlo y, a falta de una planificación y una orientación colectivamente elaboradas por la CP. y, en general, a falta de ideas claras y unánimes acerca de la naturaleza de las funciones de éste organismo , esos compañeros de la Dirección, movidos por buenas intenciones, la imprimieron orientaciones.
concepciones y prácticas improvisadas por ellos. Uno tras otras fracasaron todos esos ensayos.

Pero este señalamiento es sólo una expresión concreta de otro más general que se ha repetido insistentemente por muchos años, como causa de la debilidad e ineficiencia de los C. D. de San Salvador: el “aplastamiento” de su personalidad propia por parte de la C. P. y de otros organismos nacionales, los cuales, se afirma, actúan con “demasiado centralismo” y atropellan o simplemente ignoran y no dejan campo al C. D. para que desarrolle su iniciativa propia, ni permiten que se configure la autoridad y la imagen de este frente a los organismos de base.
Procurando corregir estos errores, la C. P. en algunas ocasiones, cayó en el extremo opuesto, desatendiéndose casi absolutamente del funcionamiento del C. D. a fin de no interferirlo y dejar campo a sus iniciativas, pero los resultados no fueron precisamente el surgimiento de la personalidad propia ni de la iniciativa, sino el deterioro.

En esta cuestión, creemos, hay varios aspectos a considerar y no puede simplificarse las causas reduciéndolas a las extralimitaciones de la C. P. o de algunos de sus miembros. Además de la innegable tendencia de la C. P. y demás organismos Nacionales (Secretariado y Comisiones Nacionales) a pasar por encima de la autoridad y las atribuciones del C. D. de San Salvador, tendencia que deberá ser corregida poniendo en ello vigilancia, crítica y control, debe señalarse estas otras condiciones que favorecen la existencia de éste problema:

-En San Salvador están los organismos superiores de Dirección del P. y vive la mayoría de sus cuadros. Aquí están los organismos superiores de las organizaciones de masas y del Estado. Los organismos superiores y las Comisiones Nacionales se ven obligadas a tomar decisiones y emprender la aplicación de medidas y orientaciones en relación con éstas organizaciones de masas y frente a los organismos estatales, todo lo cual conduce a restringir el campo propio para la actividad del C. D. de la capital.

-La estrechez del número de Células en San Salvador hace posible que los miembros de la C. P. y de otros organismos nacionales, distribuidos para su militancia entre ellas, pueden de hecho ejercer mayor influencia en la base que el propio C. D., cuyos cuadros, lógicamente, cuentan con un desarrollo y una experiencia inferiores. a. las de aquellos.

A esto hay que agregar que hasta hace poco todas casi todas las Células funcionaban en el Municipio de San Salvador y en gran parte. en la Universidad, no había Comités Municipales (CM) y el C. D. de hecho era un C. M.

– Es natural que dentro de marcos tan estrechos, numérica y geográficamente, se entrecruzaran de modo tan agudo las actuaciones de los organismos superiores e intermedio.

Ahora que la organización de base se extiende a varios municipios del Departamento y se han comenzado a organizar Comités Municipales, han comenzado a notarse que los organismos superiores no pueden (aunque lo quisieran) inmiscuirse en todos los asuntos. De paso señalemos, sin embargo, que no es buena la práctica que ha surgido espontáneamente de que los miembros de la C. P., y de la C. S., y otras Comisiones Nacionales sean miembros de esos C. M.

Teniendo en cuenta todo esto, podemos decir con seguridad que la “falta de personalidad’. del C. D. de San Salvador desaparecerá como problema y se corregirá la actitud absorbente de los organismos y cuadros de Dirección superior, sobre todo como consecuencia del crecimiento y la construcción del P. en este Departamento.

5)- Los C. D. y los C. M. no cuentan con atribuciones concretas claramente definidas por la tradición de nuestro Partido ni por sus Estatutos Estos afirman, de la manera más general, que el C. D. dirigirá la actividad del Partido en el Departamento y aplicará las decisiones de los organismos superiores”. Lo mismo exactamente, pero referido a su respectiva localidad dice de los Comités Locales (ahora llamados Municipales), y de los Comités de Barrio.

Sin caer en minuciosas listados de tareas y funciones que complicarían más el problema en vez de resolverlo, debemos determinar las atribuciones de estos organismos intermedios de dirección y consignarlas en los estatutos. Ellos nos ayudará a educar a sus cuadros, facilitará la vigilancia sobre las violaciones a su autoridad por parte de cuadros y organismos de dirección superior y permitirá evaluar mejor su trabajo y su responsabilidad colectiva e individual. Esto contribuirá también a resolver el problema de la tantas veces mencionada falta de personalidad de estos organismos.

Sobre las Comisiones Nacionales

Ante todo debemos señalar que tenemos una organización auxiliar del C. C. sumamente débil y estancada. Hay Comisiones Nacionales que nunca han podido formarse, como la de Finanzas, Femenina, Estudios Técnicos; otras que han tenido una vida efímera o durante períodos mas o menos extensos, como la de Organización, la de Educación y la de Propaganda; y otras con vida permanente pero defectuosa, como la CNS, la CNR, la CNM.

La distorsionada estructura celular, la organización intermedia defectuosa y la ausencia de una política definida de promoción y desarrollo de cuadros, han impedido contar con el número y calidad suficientes de éstos para construir una organización auxiliar del C. C. sólida; esta falta de cuadros incluso ha afectado a la calidad y solidez del mismo C. C. Además, el trabajo fraccionalista en 1969-70 y sus antecedentes en 1968, malograron a un grupo de cuadros en proceso de formación o desarrollo, que poseían buenas y, en ciertos casos, hasta excelentes cualidades, abriendo una discontinuidad que se hace sentir todavía.

Construir una organización auxiliar del C. C. sólida y eficiente será, por tanto, una tarea de largo plazo, la cual puede coronarse con éxito a condición de que se aborde planificadamente, aprovechando las premisas favorables que se crearán con la rectificación de la estructura celular e intermedia y con la rectificación ideológica, pero también corrigiendo los defectos específicos que adolecen las actuales Comisiones Nacionales.

He aquí los más sobresalientes y decisivos de esos defectos específicos:

1- Falta de claridad acerca del carácter y misión de las Comisiones Nacionales. La mayor parte de las veces son organismos rutinarios, que hacen un trabajo de baja calidad política y en la práctica no auxilian al C. C. y a la C. P., para elaborar sus orientaciones y aplicarlas. Rara vez cumplen los encargos que les hace la Dirección. En General, pues no auxilian.

Pero también hemos tenido la experiencia de Comisiones que, al influjo del dinamismo y concepciones personales de cuadros de la C. P. que las han dirigido, tienden a convertirse en verdaderos centros de dirección independientes, que emiten orientaciones y directrices no sólo en su propio campo, sino además en otros varios, e interfieren las atribuciones de los C. D. y otros organismos.

Es pues necesario definir bien el carácter y la misión de las Comisiones Nacionales en general y de cada una de ellas en particular. En cuanto a lo primero, incluimos en el párrafo siguiente un concepto general; en cuanto a la definición particular para cada una, seria preferible que sea la C. P. la que lo haga al constituirlas, una por una.

Las Comisiones Nacionales son organismos políticos y técnicos que auxilian a la Dirección para elaborar sus directrices y para orientar la aplicación de la línea general y táctica por los organismos del Partido, en un frente de masas o un renglón del trabajo interno.

De esto se desprende no sólo el carácter auxiliar y especializado, técnico, y el carácter político de las Comisiones Nacionales, sino también que su misión consiste en orientar al Partido, a sus organismos intermedios, principalmente, pero también a los organismos a todo nivel, para aplicar de un modo correcto la línea general y cada una de las directrices del C. C. y la C. P. , lo mismo que le ayudan a la Dirección con sus opiniones y estudios para elaborar dichas directrices. Dentro de los acuerdos del C .C. y la C. P., las Comisiones Nacionales deben elaborar e impulsar sus propias orientaciones e iniciativas, sin necesidad de consultas y aprobación previas de los órganos superiores, pero en todo aquello que signifique modificar las orientaciones vigentes del C. C. o la C. P. las Comisiones Nacionales no deben impulsar sus opiniones e iniciativas sin el acuerdo previo de los organismos dirigentes superiores.

También se desprende de esto que la misión de las Comisiones Nacionales se cumple primordialmente en el Partido auxiliando a su Dirección y orientando a los demás organismos, intermedios y de base; y que, por tanto, esa misión no consiste en reducir su labor exclusiva o casi exclusivamente a esto.

2. Nuestras Comisiones Nacionales para los frentes de masas, por estar formadas en mayoría por dirigentes de la respectivas organizaciones, tienden a suplantar a los organismos directivos de las mismas, los cuales por esa causa languidecen y pierden su personalidad.

De este defecto resulta, pues, una doble deformación: se deforma nuestra Comisión Nacional adquiriendo, en el mejor de los casos, el carácter de un Grupo de Partido y se deforman los órganos directivos de las organizaciones de masas.

La rectificación en este aspecto no se encontrará únicamente por el camino de la prédica contra el te error, sino que deberá llevarnos a adoptar medidas que modifiquen la composición misma de las Comisiones Nacionales para los frentes de masas. Ante todo deberá establecerse como norma que la mayoría de miembros de esas Comisiones no puede estar formada por compañeros que son al mismo tiempo dirigentes de las organizaciones a nivel nacional.

La falta de cuadros, hará difícil el cumplimiento de esta norma en los primeros tiempos, pero tendremos que aferrarnos a ella, buscando soluciones en la -promoción de nuevos cuadros y quizá en la reducción del número de los integrantes de dichas Comisiones.

3.-Los componentes d las Comisiones Nacionales son al mismo tiempo miembros de varios otros organismos del Partido a lo cual se suma con frecuencia su responsabilidad en uno o varios organismos de masas.

Esta situación no permite a los cuadros concentrarse y especializarse, les impide conseguir el conocimiento a fondo de los problemas que confronta el desarrollo del trabajo del Partido en un frente o renglón interno y los inutiliza para aportar efectivamente a la elaboración de la línea. También impide la especialización de los cuadros las continuas reorganizaciones que se hacen en las Comisiones Nacionales, sin dar tiempo a que los cuadros conozcan y dominen la problemática respectiva.

Tendremos que fijar normas claras para poner fin a este viejo defecto o resignarnos a no contar nunca con cuadros especializados y eficientes.

4.- Para remediar la falta de trabajo de las Comisiones Nacionales con los C. D. y otros organismo intermedios, se ha venido ensayando desde hace algún tiempo con la fórmula de integrar dichas comisiones con compañeros que pertenecen a esos organismos intermedios. Así se ha conseguido que las Comisiones Nacionales estén mejor enteradas de lo que ocurre en el interior del país y que sus acuerdos y orientaciones sean transmitidos con prontitud a los intermedios. Pero tal composición de las Comisiones ha traído también lentitud a su funcionamiento, puesto que no resulta conveniente, ni práctico, ni barato, que los cuadros vengan con frecuencia a San Salvador y las reuniones de Comisión deben por ello espaciarse considerablemente. Así, marchan con frecuencia muy a la zaga de los acontecimientos y con la Comisión Nacional Rural se ha llegado al extremo de que, una vez terminada su reunión prácticamente queda ella desintegrada, ya que no hay un núcleo de sus cuadros que permanezca en la capital.

Teniendo en cinta las ventajas que este ensayo ha arrojado, no deberíamos desechar del todo la idea, pero teniendo en cuenta sus desventajas, estamos obligados a introducir rectificación, la cual puede consistir en que la Comisión Nacional esté integrada por cuadros que, salvo excepciones, no pertenezcan a organismos intermedios, pero que una vez por mes (por ejemplo), realizan una reunión ampliada con los compañeros que desempeñan las respectivas Secretarias en los intermedios.

Sobre los organismos superiores (permanentes) de Dirección.

Nuestra organización partidaria superior adolece de marcadas deficiencias que permanecen más o menos ocultas en los tiempos “pacíficos”, pero surgen a la vista de todo el Partido y en general del movimiento revolucionario y popular cada vez que, nos enfrentamos a un periodo de agudización de la lucha de clases y de tensión, al lado de numerosos y significativos aciertos políticos que han ayudado enormemente al avance de todo el movimiento revolucionario, nuestra Dirección se hace acreedora en dichas ocasiones a criticas y señalamientos tales como “incapacidad”, “falta de agilidad”, “falta de sensibilidad y combatividad”“falta de previsión,”“improvisación”, “falta de planificación”, etc., etc.

Una parte de nuestros críticos actúan indudablemente de mala fe, son en el fondo agentes del enemigo o anti-comunistas vergonzantes; otros se apoyan en tales señalamientos y su relativa veracidad objetiva para zarpar hacia la deserción o hacia tendencias ideológicas y políticas desviacionistas, de izquierda o derecha; y otros, manteniendo históricamente la confianza en el Partido, permanecen fieles a él, pero no se sienten inspirados a realizar un trabajo sacrificado, tesonero y creativo. Creemos llegada la hora de enjuiciar con espíritu auto-critico y con la mayor objetividad estos señalamientos, para verificar su justeza y el grado de la misma y, sobre todo, para buscar las causas inmediatas y profundas de estos defectos, con el propósito de encontrar el camino concreto que nos permita superarlos.

Tratando de abordar el problema sistemáticamente, nos limitaremos primero a señalar las deficiencias orgánicas de nuestros organismos Superiores, trataremos de indagar las causas orgánicas de las mismas y de apuntar soluciones en este mismo terreno. En un apartado siguiente de este mismo documento haremos el esfuerzo de analizar los factores ideológicos y las causas sociales que pesan sobre el proceso del Partido , como determinantes de estas deficiencias.

Hay que decir, también como algo introductorio, que nuestras deficiencias a nivel superior no tienen corta vida, sino que ya son crónicas y, por tanto, no seria correcto abordarlas como si se tratara de defectos propios de la inmadurez característica de la corta edad. Cualquier enfoque desde esta posición únicamente conseguiría cerrar el camino hacia la verdad y hacia la rectificación.

Algunos de los defectos específicos de nuestra organización superior pueden explicarse por los defectos y deformidades de nuestra estructura celular e intermedia, y la rectificación a esos niveles creara sin duda condiciones favorables para mejorar a los organismos superiores. Pero la Dirección superior es básicamente responsable de la defectuosa construcción del Partido a todo nivel y sus orientaciones equivocadas o su falta de orientaciones en este terreno han influido mucho para crear la situación orgánica que tenemos. Si a esto agregamos los problemas ideológicos aportados desde la Dirección, comprenderemos cuánto es el peso y la responsabilidad de ésta.

En los Estatutos aprobados por el V Congreso del Partido (1964) se introdujo un nuevo esquema orgánico para los órganos superiores. Antes del V Congreso, el organismo de dirección superior, aparte del Congreso, era el Comité Central, el cual organizaba de su seno un Secretariado y elegía un Secretario General; no había Comisión. Política y el C. C. se componía de 8 a 9 miembros. Por su tamaño
aquel C. C. se asemejaba a la actual C. P. y cuando ésta fue creada en los nuevos Estatutos, en el marco de un C. C. mas numeroso (20 propietarios y 10 candidatos), de hecho fue convertido en C. P. lo que antes era el C. C. con las mismas personas y trayendo consigo la norma de elegir al Secretariado dentro de sus miembros. Así el Secretariado, que antes era un organismo de dirección político-administrativa, quedó dentro de una organización superior más compleja, más grande, sin que siquiera se precisaran sus atribuciones, y sin que se reflexionara si en la nueva situaci6n era o no conveniente continuar eligiéndolo dentro de 8 o 9 , sin tomar en cuenta al resto del C. C.

Las funciones de dirección política que el. Secretariado habla venido desempeñando de un modo muy fuerte, le hacían tomar ante nuestros ojos el carácter de algo así como el centro superior de conducción del Partido, formado por sus cuadros más desarrollados, y por eso nada parecía mas natural e indiscutible (y en efecto nadie lo discutió, entonces ni después, hasta este momento), que , fuera formado dentro de la C .P.

Hay que decir que en los marcos del pequeño CC. existente hasta el V Congreso y cuando el Partido no desplegaba actividad más que en la Universidad, en un pequeño movimiento sindical y en una incipiente organización femenina, aquella estructura superior de Dirección resultaba suficiente y hasta cierto punto ágil (más o menos hasta 1958). Pero las cosas comenzaron a cambiar cuando el
movimiento sindical creció, cuando el Partido avanzó en el trabajo juvenil fuera de la Universidad y en el terreno de la lucha política abierta, dando origen a las correspondientes organizaciones de masas, y s volvieron aún más complejas cuando creamos y desarrollamos el FUAR, con sus 7 “Columnas”, al tiempo que pretendíamos impulsar organismos abiertos de los estudiantes de secundaria, de los maestros, de las mujeres, iniciábamos la marcha hacia el campo y dábamos al Partido un fuerte impulso en su crecimiento numérico (periodo l958-1964).

La nueva situación reclamaba una organización superior mus grande y ramificada; al principio ésta necesidad tendió a ser llenada convocando a “ampliados” del C. C.(es decir a reuniones del C. C. ampliado con invitados que no eran miembros suyos); más tarde se reformaron los Estatutos y apareció el actual esquema. Sin embargo, el C. C. más grande vino a. ser cono la legalización de aquellos ‘ampliados”, sin una concepción clara de los verdaderos contornos de su autoridad y su papel, sin incorporar a sus miembros a responsabilidades superiores de dirección de un modo permanente, y sin deslindar, en consecuencia, las funciones administrativas, políticas y auxiliares entre la C .P. el Secretariado y las Comisiones Nacionales. La Comisión de Control, creada en los nuevos Estatutos, permaneció sin elegirse durante 7 años. Una vez terminada la reunión plenaria del C. C. sus miembros, a excepción de los componentes de la C. P. y e1 Secretariado, dejaban de hecho de poseer autoridad y volvían a resumirse dentro del nivel común a la membresía. Algo se ha hecho desde 1970.para entregar responsabilidades permanentes a todos los miembros del C. C. pero la situación continua siendo básicamente la misma, entre otras cosas porque continúa concentrada casi toda la suma de la autoridad en la C. P. y dentro de ella una buena parte en el Secretariado.

No es casual que, en tales condiciones, reapareciera la práctica de los “ampliados” cuando la vida nos coloco en el centro del tempestuoso periodo l967-1968 y el C. C. surgido del V Congreso demostró sus limitaciones y hasta su ineptitud, erróneamente atribuidas en forma exclusiva a la falta de dominio de la teoría del marxismo-leninismo por parte de sus miembros, a su falta de iniciativa, etc.

La confusión entre la dirección administrativa y la dirección política en la Dirección Superior, expresada en la reunión del Secretariado y la C. P. en un mismo núcleo de cuadros, impide que los atributos y deberes de la autoridad superior abarquen a un número mayor de miembros del C. C. Impide la especialización de los cuadros y malogra la división del trabajo que teóricamente se hace al nombrar responsables de los distintos renglones de la actividad partidaria, quiénes se ven luego, sin ayuda para encarrilarse y desarrollarse y casi sin ningún control; impone una administración sumamente descuidada, lenta e ineficiente, sin planificación ni control y empuja hacia una dirección política con fuerte tendencia a la improvisación, a la cual sorprenden a menudo los acontecimientos; concentra la información de que se dispone en pocos cuadros, bloqueando la posibilidad de que los demás integrantes del C. C. reflexionen permanentemente sobre la situación política y la del Partido .y, en consecuencia, hagan esfuerzos por aportar con opiniones a la elaboración de la línea; hace que en ciertos asuntos el Secretariado asuma de hecho la dirección política o que la C. P. se enfrasque en asuntos administrativos, en perjuicio de la atención permanente y esmerada que debe prestar a la situación nacional e internacional y a los problemas del desarrollo del Partido; por otra parte al concentrarse las decisiones políticas y administrativas superiores en el mismo grupo de compañeros, se crea una base objetiva para que surja la sospecha de amiguismo contra toda la C. P. o el Secretariado, o contra algunos de sus miembros, lo cual debilita su autoridad y relaja lo disciplina partidaria.

Desde luego que es necesario, indispensable, que la dirección administrativa se supedite a la dirección política y que entre ambas exista coordinación; pero ello no se logra fundiéndolas en los mismos cuadros y organismos, coma ahora ocurre. Esto, que resulta correcto a nivel de la Dirección de la Célula y de los Comités intermedios, constituye un dañino defecto en. el nivel superior donde la Dirección tiene a su cargo tareas complejas, a las que necesariamente debe atender organizándose internamente con un criterio de división del trabajo más sistemático y ramificado. Es posible que, al desarrollarse algunos C. D. como el de San Salvador- también se vean en la necesidad de hacer las debidas separaciones y coordinación entre lo administrativo y lo político.

Para conseguir una interrelación correcta y un desempeño eficiente de la dirección política y la dirección administrativa será necesario:

i- Separarlas en dos organismos que hasta cierto punto no estén integrados por los mismos cuadros: El órgano de. la Dirección política permanente es la C. P. y el de la Dirección Administrativa es el Secretariado del C. C. El Secretariado no debe integrarse exclusivamente con miembros de la C. P. La autoridad de la C. P es superior a la del Secretariado
ii- Definir lo más concretamente posible las atribuciones de la C. P. y las del Secretariado del CC. Entre las atribuciones del Secretariado debe incluirse cierto margen definido de autoridad política para que pueda dentro de los acuerdos del C. C. y de la C. P. impulsar su cumplimiento
iii- Por encima de la C. P. sólo está el C. C. y el Congreso; en la superioridad de la C. P. sobre el Secretariado se expresa la supeditación de lo administrativo a lo político.

Otro factor que engendra deficiencias en el funcionamiento de los organismos Superiores de Dirección es la ausencia de la Secretaria General. Este es un asunto que en nuestro Partido tiene su historia,

Antes del V Congreso existía el cargo de Secretario General aunque sin especificar sus atribuciones, pero la práctica de los años anteriores el Congreso hicieron de la Secretaria General algo inútil, cuyas funciones se reducían a presidir las reuniones de aquel pequeño CC. y de Secretariado, representar a nuestro Partido internacionalmente (conste que ese fue un periodo de muy escasas relaciones internacionales). Hay causas, principalmente subjetivas que condujeron a esa situación de la Secretaria General en aquel periodo, pero no consideramos necesario referirnos a ellas o analizarlas en este documento. Pero aparte de esos factores subjetivos, objetivamente ayudaba a tal situación el número pequeño de componentes del C. C. y el reducido marco del trabajo partidario, condiciones que permitían que la falta efectiva de la Secretaria General pasara desapercibida y hasta llegara a consolidarse la equivocada idea de que ella realmente debía limitarse a aquellas escasas funciones formalistas, y por último, de que incluso no es ni siquiera necesaria su existencia,. Un reflejo de esto quedó estampado en los Estatutos que aprobó el V Congreso en los cuales, en efecto, apenas se atribuye al Secretario General del C. C. la facultad de presidir sus reuniones, las de la C. P. y el Secretariado, ni siquiera se le atribuyó la representación del Partido.

El compañero que fue electo Secretario General del C. C. surgido del V Congreso, tampoco hizo nada por dar al cargo su verdadera dimensión en la práctica y cuando se enfrascó más tarde (1969-1970) en sus actividades fraccionalistas, conocidas por todos quizo utilizarlo para sus fines. Además, durante la lucha contra el fraccionalismo, hubo circunstancias y mañosas acusaciones, que permitieron generalizar hasta cierto punto la falsa apreciación de que en el fondo del problema había una lucha personalista y de ambiciones por el cargo de Secretario General. Por todo esto, cuando se aproxima el 6° Congreso (extraordinario), algunos miembros de la C. P. propusieron llevar ahí la propuesta de introducir una enmienda transitoria a los Estatutos por medio de la cual se dejaba en suspenso, hasta el VII Congreso, la elección del Secretario General y se encargaban sus pobres atribuciones al Secretariado del C. C. La intención de aquella propuesta, que fue después aprobada por el Congreso , era la
de despejar la atmósfera partidaria de las posibles confusiones (ya mencionadas atrás) que pudieran entorpecer el proceso de reagrupamiento del Partido en torno de su C. C. buscando superar las consecuencias del fraccionalismo. Claro que a la adopción de una propuesta corro ésta ayudó decisivamente el hecho, ya apuntado, de la ausencia práctica de la Secretaria General del C. C. en la vida del Partido por mucho tiempo.

El modelo que tuvo a la vista para dar una salida así a la cuestión de la Secretaria General, fue el del Partido Comunista de Venezuela (PCV) en donde su Secretario General, Jesús Faría, permaneció preso por muchos años y su cargo debió asumirlo interinamente Pompeyo Márquez. Cuando Farias recuperó su libertad, estaba el Partido frente al hecho de que Márquez era un Secretario General que había enfrentado un periodo muy duro (la tiranía de Pérez Jiménez), demostrando en ello méritos de diversas índoles y ganando prestigio y autoridad en el P. Buscando soslayar un posible problema interno, fueron nombrados 3 Secretarios Generales (“Primeros Secretarios”), Farias y Márquez con un “tercero en discordia.”

Como se ve, el ensayo venezolano también surgió forzado por circunstancias anormales y por cierto que su resultados no fueron buenos.

¿Acaso ha sido positiva la ausencia de la Secretaria General, o negativa su existencia cuando la hubo? . Parece que ni lo uno ni lo otro. La experiencia indica, por lo contrario, que ha sido negativa la ausencia de este funcionario que hace continua la labor de dirección de los organismos superiores. Una vez terminada la reunión de la C. P. o del Secretariado es preciso impulsar sus acuerdos, resolver variados asuntos y consultas que dicho cumplimiento implica, coordinar adecuadamente los esfuerzos que en tal dirección hacen los distintos organismos partidarios, elaborar orientaciones que ayuden al mejor conocimiento de la línea general y táctica por todo el Partido, preparar concienzudamente las reuniones de la C. P. para asegurar que rinden los máximos frutos, representar la autoridad del conjunto del C. C. ante el mismo Partido y ante el pueblo.
Una larga experiencia internacional de los Partidos Comunistas confirma la necesidad de contar con un funcionario con las atribuciones del Secretario General. El modelo venezolano o nuestro, que sepamos, no se ha producido en otros Partidos, o al menos podemos estar seguros de que no constituye absolutamente ninguna tendencia organizativa digna de mención en el M. C. I. Todo lo contrario, la experiencia de muchos partidos los ha conducido a perfeccionar las atribuciones de este funcionario, dividiendo, también a ese nivel, las funciones políticas y administrativas , para los cual han creado, junto a la Secretaria General una Sub-secretaria General, o han denominado Primer Secretario General y Segundo Secretario al Sub-secretario, dejando al primero las atribuciones políticas y
al segundo las administrativas.

Creemos que muchas de las deficiencias y la lentitud que se observan en nuestros organismos superiores de dirección tienen su origen en la ausencia efectiva de este tipo o de estos dos tipos de funcionario ejecutivo.

Nuestro Partido tampoco ha hecho la experiencia negativa de contar con un Secretario General que se erige en todopoderoso y promueve el culto a su persona. Los abusos de autoridad en que incurrió Saúl durante sus últimos meses, antes de renunciar , en realidad no fueron consecuencia del cargo de Secretario General que tenía, sino de su labor fraccional y siempre que haya esta clase de actividad divisionista, tengamos o no Secretario General, confrontaremos el problema de los abusos.

Por otra parte, la separación de las atribuciones administrativas y políticas nivel de la Secretaria General (en dos Secretarios), la separación de ambos tipos de dirección entre el Secretario y la C. P. y su integración con miembros de C. C. que no son exactamente los mismos, el funcionamiento de la Comisión de control que responde sólo ante el C. C. y el Congreso, la incorporación efectiva de todos los miembros del C. C. a la información y a las labores de dirección. La
realización regular de los Plenos del C. C., la constitución y funcionamiento de Comisiones Nacionales, la definición estatutaria de las atribuciones de todos éstos organismos y de la misma Secretaría General y de la Sub-secretaria General, son un conjunto de medidas e interrelaciones orgánicas suficientes para asegurar la dirección colectiva y para contrarrestar sus violaciones.

Nos pronunciamos, pues, a favor del restablecimiento de la Secretaría General, de la creación de la Sub-secretaria General y de que se definan sus atribuciones dentro de los Estatutos.

La Comisión Política debe concentrarse muchos más en sus funciones como órgano permanente de la dirección política del Partido y adoptar medidas que permitan elevar su calidad. La principal de tales medidas, creemos, seria la de especializar a sus componentes en distintos renglones concernientes al estudio del proceso político nacional e internacional.

Por supuesto, que no debe esperarse milagros de estas medidas rectificadoras y menos a un plazo breve. Estas, como toda la rectificación orgánica en todos los niveles del Partido, únicamente crearán condiciones favorables para que el subsiguiente desarrollo del Partido pueda impulsarse con más éxito. Otros factores que influyen negativamente sobre ese desarrollo, como aquellos de orden ideológico serán abordados oportunamente y conducirán a un esfuerzo de rectificación en ese terreno.

Aún así no puede considerarse agotado el inventario de los obstácu1os que nuestro Partido enfrenta para desarrollarse; habría que tener presentes todavía aquellos que provienen de la acción del enemigo en todos los campos. Pero si nuestro Partido logra desembarazarse, al menos en los fundamental, del lastre de sus propios defectos y deformidades, podrá enfrentar con mayor éxito la lucha contra sus enemigos y lograr que esa lucha sea fuente genuina de su propia construcción y desarrollo.-

CEM publica Informe del CC del PCS de junio de 1973

CEM PUBLICA INFORME DEL CC DEL PCS DE JUNIO DE 1973

SAN SALVADOR; 28 de febrero de 2009 (SIEP) “Continuamos publicando documentos que nos permitan comprender la evolución del movimiento revolucionario salvadoreño. en esta oportunidad, un Informe de una reunión ampliada del Comité Central del Partido Comunista de El Salvador de junio de 1973” informó el Lic. Roberto Pineda, Coordinador del Centro de Estudios Marxistas “Sarbelio Navarrete.”

Indicó que “este importante documento trata sobre los problemas que enfrentaban los comunistas salvadoreños para construir y fortalecer el PCS en el marco de una dictadura militar que adoptaba rasgos fascistas y también del crecimiento de un poderoso movimiento social…”

Precisó que “los comunistas salvadoreños en el año 1973 definen la necesidad de impulsar la rectificación orgánica y el crecimiento dirigido para asegurar que esta organización jugará el papel leninista de vanguardia revolucionaria.”

Concluyó que “este Pleno del CC aprobó también una amplia reforma de los estatutos del PCS, que incluyó la necesidad de elegir un secretario general cago que recayó en Emilio ( Schafik Handal) así como en convocar para el 15 de julio de ese año al Congreso de Fundación de la Juventud Comunista de El Salvador.”

Breve análisis de la situación nacional

BREVE ANALISIS DE LA SITUACION NACIONAL
Pleno del Comité central del Partido Comunista de El Salvador Agosto de 1972

Para examinar la situación de este momento y orientarnos correctamente, es necesario que tengamos en cuenta al menos los aspectos más importantes del proceso general que está en desarrollo en nuestro país desde los meses finales de 1970, en los cuales llegó a su término lo que todavía a principios de ese mismo año (elecciones del 8 de marzo) parecía una consolidación duradera del gobierno militar tradicional, conseguida en base de la guerra contra Honduras.
He aquí los aspectos más importantes de ese proceso general:

1. Desde finales de 1970 nuestro país ha entrado en un periodo de grandes conmociones que configuran una crisis política en la cual llegó a peligrar gravemente la estabilidad del tradicional régimen militar derechista. He aquí una somera reseña:

-Ruptura de 1a unidad en los mandos superiores de la Fuerza Armada que condujo a la destitución y posterior captura de Medrano y el caso Regalado (diciembre-febrero 1970);
-Segunda huelga de ANDES (julio-agosto 1971);
-Campaña electoral de la U. N.0. (octubre 71-marzo 1972);
-Alzamiento militar fallido (25 de marzo 1972 )
-Ocupación Militar de la Universidad, destitución y captura de sus autoridades, abolición de su autonomía (19 de julio 1972)

Si se observa bien esta secuencia, se vera que la ocupación de la Universidad constituye un esfuerzo del régimen por realizar una contra-ofensiva, después de año y medio de conflictos intestinos y ofensiva popular.

2. En el trasfondo de esta crítica situación política se encuentra una economía nacional fuertemente deteriorada y un modelo de desarrollo atascado. Existe en marcha una crisis económica coyuntural (del momento) y también una crisis estructural, más profunda, que es permanente. A continuación los hechos más sobresalientes que revelan la existencia de esta doble crisis:

-Crecimiento de la desocupación: a fines de 1970 se había llegado a los 100 mil desocupados, entre ellos unos 35 mil trabajadores de la construcción;
-Incremento del proceso inflacionario: el costo de la vida aumentó en un 14% entre 1967 y 1971, mientras que solamente un 2% entre 1961 y 1966;
-Fuerte reducción de las inversiones privadas y públicas en los últimos cinco años: 361 millones en 1966, 302 millones en l970, después de haber descendido a 255 millones en 1968;
-Reducción drástica de la tasa de crecimiento del Producto Territorial Bruto: de un promedio anual de 7.8, entre 1962 y l966, a uno de 4.7% entre 1967 y 1971, mientras la población creció durante decenio a un promedio anual del 3.5Z;
-Caída de la tasa de crecimiento industrial, de un promedio del 11% (1961-66) al 4% (1967-71)

3.- Crisis del modelo de desarrollo. No hay duda de que esta en franca crisis el modelo de desarrollo en que ha venido enmarcado el país desde finales de la década de los años cincuenta. En lo fundamental ese modelo ha consistido en lo siguiente:
a) Impulso a una industrialización liviana para sustituir importaciones, dominada progresivamente por los consorcios imperialistas y a base de plantas dedicadas a. la terminación de productos semi-elaborados extranjeros
b) Mercado Común Centroamericano, al servicio de esa industrialización;
c) Inversiones públicas en la llamada “infra-estructura” (carreteras, muelles, red telefónica, acueductos, producción de energía eléctrica, educación técnica, etc.,) con un financiamiento basado en los prestamos norteamericanos
( inversión indirecta del capital imperialista).

Para este modelo no se incluían, ni se consideraban necesarias, reformas a la estructura económica atrasada, propia de país agrario. La creación y el desarrollo del Mercado Común Centroamericano se consideraba suficiente punto de apoyo y de estimulo para esta industrialización sustitutiva de importaciones, con las características ya dichas y, por lo contrario, se vela en el Mercomún la puerta de escape a la necesidad de. realizar cambios estructurales. Bien podemos caracterizar este modelo de desarrollo, como propio del proceso de expansión del capitalismo dentro del esquema moderno de la dependencia, cuyo énfasis está puesto en la industrialización y la integración regional bajo la hegemonía de los monopolios internacionales yanquis.

Pero este modelo se ha agotado , se encuentra atascado, choca con una estructura arcaica aún para el capitalismo que no ha sido modificado. El desmoronamiento progresivo del Mercado Común Centroamericano, el estancamiento del crecimiento industrial, la caída de la tasa de crecimiento del Producto Territorial Bruto, son los aspectos mas sobresalientes de esa crisis del modelo.

4. Frente al agotamiento de este modelo de desarrollo, el imperialismo yanqui y un importante sector de la burguesía grande y mediana de nuestro país, pugna, por introducirle variantes para inducir una. segunda fase del proceso de la dependencia moderna la cual vendría a ser una tercera etapa del desenvolvimiento de El Salvador por la vía del capitalismo dependiente *. Pero las variantes solo son posibles ya a condición de realizar ciertas reformas, principalmente en la estructura agraria, las cuales debilitarían la importancia de los terratenientes en la vida social y disminuirían drásticamente su influencia en el poder del Estado; al mismo tiempo que reforzarían la hegemonía del imperialismo yanqui sobre el aparato estatal y sobre todo la vida nacional y acentuarían relativamente el papel de ciertos sectores de la gran burguesía local, por cierto. no exentos del todo de contradicciones con el imperialismo. Estos sectores de la burguesía pasan a ser los principales aliados del imperialismo, para esta nueva fase que se proponen llevar adelante.

(* La primera fase fue la del capitalismo agro-exportador (añil, café, algodón, azúcar); la segunda, la de la industrialización para, “sustituir importaciones” y el Mercado Común Centroamericano.)

Se comprende que el solo planteamiento de la posibilidad de las mencionadas variantes en el modelo de desarrollo, trajera el aparecimiento y la agudización de contradicciones entre las ciases dominantes, que nosotros ya hemos estudiado y cuyas manifestaciones políticas hemos observado en la reciente campaña electoral presidencial.

Se comprende también que esas contradicciones sufrirán un empeoramiento si las aludidas reformas entraran a ser legisladas y-, más aún, si llegaran a aplicarse.

Sánchez Hernández, en un momento en que todavía no se atascaba tan gravemente el modelo desarrollista, llegó a la presidencia de la Republica comprometido con un plan de reformas, pero la tenaz resistencia que ellas despertaron de parte de fuertes sectores de la gran burguesía (es decir de la oligarquía) le impuso la renuncia a todo lo fundamental y decisivo del mencionado plan. Apenas se atrevió a una menguada Ley de Riego y Avenamiento. y a una tímida “Ley de Bancos’. Molina, que ha asumido la jefatura del gobierno en las condiciones ya avanzadas de la crisis del modelos también llega comprometido con un concreto plan. reformista avalado por Washington. Pareciera que la crítica situación hace tan necesarias y urgentes esas reformas para salvar al capital dependiente y asegurarle una nueva etapa de expansión, que esta vez el plan va en serio; pero no debemos subestimar la capacidad de resistir que poseen los sectores no alineados de la oligarquía, que han luchado y luchan por no ceder ninguno de sus privilegios. La conclusi6n que de esto surge es la de que aunque solo sea por este motivo, la crisis política seguirá presente, lo cual abre perspectivas de lucha contra un enemigo no cohesionado completamente en todas sus filas.

5. La crisis estructural y coyuntural., lo mismo que los aciertos tácticos de algunos sectores revolucionarios y de otras fuerzas, facilitaron un extraordinario auge de la lucha de masas que fue remontándose hasta agruparse en las elecciones pasadas alrededor de la UNO, en busca de la instalación de un gobierno democrático (de ‘transición’), con un programa de cambios básicamente anti-imperialista y anti.-oligárquico , que abriera el camino hacia la profunda revolución anti-imperialista y agraria que nuestro país necesita.

Ese inmenso auge popular comenzó a entrar en reflujo el frustrarse la huelga general política de fines de febrero (1972) y se paralizo bruscamente a raíz del fracasado alzamiento militar del 25 de marzo. Ahora estamos todavía inmersos en el reflujo y ésta es sin duda una de las condiciones que el gobierno aprovechó para asestar su golpe contra la Universidad.

Con la ocupación de la Universidad el gobierno ha conseguido tomar en sus manos la iniciativa y colocar el hecho en el centro de la situación actual. Ha conseguido asimismo ganar simpatías entre un numeroso sector acomodado de las capas medias, cohesionar en torno suyo a la parte más represiva de los militares (los “gorilas”) atraerse el apoyo de una parte de los grupos oligárquicos que le han sido desafectos. Otra parte de estos grupos mira con desconfianza la medida, pues temen que la consolidación del gobierno le estimule a golpearlos con su programa de reformas. El gobierno trata así de forzar la marcha hacia la salida de la crisis política, pero ya henos visto que ella tiene profundas causas económicas y, por consiguiente, su salida no puede encontrarse recurriendo sólo a maniobras de tipo político y por ello la expectación general continúa centrada en las anunciadas y reiteradamente prometidas reformas, a las cuales hacen resistencia buena parte de aquellos que ahora aplauden a Molina por haber enviado la tropa a los predios de la Ciudad Universitaria.
Por otra parte, si bien es cierto que el estado de animo (emotivo) de las masas se ha vuelto frío, también es una realidad palpable que ellas mantienen una actitud opositora (racional) hacia este gobierno, repudian sus métodos represivos y condenan su origen fraudulento. A las grandes masas trabajadoras y las capas medias inferiores no podrá atraérselas el gobierno con maniobras represivas, como la que ha efectuado contra la Universidad; para este fin necesita hacerles ciertas concesiones econ6micas y sociales, y además confundirlas… acerca de la naturaleza, verdaderas intenciones y alcances de tales concesiones. Se tiene noticias de que el gobierno prepara algunas leyes de su repertorio reformista para lanzarlas pronto, con lo cual dará comienzo una disputa por las masas, que nos plantea tareas políticas de enorme trascendencia, a las que referiremos más adelante.

Tres fases de la presente crisis política

Primera fase:

Desde la destitución de Medrano de la Guardia Nacional en diciembre de 1970 (con lo cual empezaron a salir a la superficie las contradicciones dentro de las clases dominantes y dentro del Ejercito), hasta el comienzo de la huelga de ANDES (7 de julio de 197l).

En esta primera fase, el factor inmediato que más impulsaba el avance de la crisis política eran esas contradicciones entre las clases dominantes. Las masas permanecían bastante frías y ocho meses atrás le hablan dado un fuerte respaldo electoral al gobierno (8 de marzo de 1970).

Segunda Fase:

Desde el inicio de la huelga de ANDES hasta el alzamiento militar del 25 de marzo de 1972.

En esta segunda fase de la crisis política su centro motor lo fue la creciente y amplia lucha de masas. Las contradicciones entre las clases dominantes continuaron presentes, se perfilaron con más claridad e incluso se agudizaron, pero pasaron a jugar un papel secundario.

Las contradicciones en el Ejército se volvieron muy activas hacia el final de esta fase y pasaron después con el alzamiento del 25 de marzo, a ocupar el primer plano.

Tercera fase:

En la cual nos encontramos desde el 25 de marzo.

Como ya dijimos, la lucha de masas sufrió una súbita paralización.

Las contradicciones entre los militares, que reflejan las contradicciones entre las clases dominantes y también las contradicciones entre pueblo y gobierno pasaron a ser el factor determinante y más activo de la crisis política, hasta la toma de posesión de Molina (1ro. de julio).Pero esas contradicciones en el Ejército, faltando la presión de la lucha de masas, entraron en un proceso de atenuación; una parte de los conspiradores negoció con Molina la llegada a la Presidencia a cambio de importantes puestos de mando y otras regalías. Otros se mantienen dentro de una expectativa, sin renunciar del todo a sus proyectos conspirativos.

En relación con la ocupación militar de la Universidad, han comenzado a producirse ciertos síntomas que indican que el reflujo popular está llegando a su fin y que dará comienzo una nueva ola ascendente, la cual habrá de desarrollarse en las complejas condiciones de la disputa por las masas que hemos dejado apuntadas.

En el bajón del estado de ánimo de las masas jugó un papel muy importante la frustración del impetuoso movimiento electoral, ante la incapacidad de las fuerzas opositoras y de las fuerzas revolucionarias, principalmente, para organizar la defensa eficaz del triunfo logrado en las elecciones presidenciales.

La pequeña dimensión de nuestro Partido, en particular su débil raigambre orgánica en la clase obrera, además de ciertas deficiencias de su Dirección para apreciar correctamente el grado de madurez de las condiciones favorables a la huelga general política, fueron las causas más influyentes que impidieron a ésta alcanzar la dimensión y la firmeza iniciales, que eran indispensables para poner en marcha el desarrollo progresivo de la misma.

A su vez, el bajón en el estado de animo de las masas ha interferido negativamente en las posibilidades de desarrollo del movimiento, menguado al aprovechamiento del trabajo electoral para su crecimiento. Lo que en este sentido se hace obedece a esfuerzos disparejos y adolece, además de una falta de planificación. No obstante, nuestro Partido ha podido impulsar tareas organizativas de masas (se destacan los valiosos progresos en el campo), llamadas a tener importante influencia en el proceso político de los meses próximos. Pese a todas las dificultades, al crecimiento del movimiento revolucionario podrá alcanzar un ritmo mayor si logramos:
-Imprimir alta combatividad a todo nuestro trabajo; – Despojarnos de la fuerte dosis de sectarismo que aún llevamos a cuestas; – Superar nuestros actuales métodos de reclutamiento.

Nuestra baja combatividad no inspira a las masas a seguirnos ni motiva en sus mejores hijos la aspiración a incorporarse a nuestras filas. El sectarismo ahuyenta de nosotros a lo mejor de la clase se obrera y de todo el pueblo y nos lleva a innecesarios conflictos con nuestros aliados, por motivos que en realidad no son de principios.
II

De acuerdo a las informaciones de que disponemos el plan para la política económico-social del gobierno de Molina fue elaborado en su totalidad por una Misión-Técnica del Banco Interamericano de Desarrollo (BID ), que trabaja en nuestro país desde octubre de 1971. Para ese plan el BID ha ofrecido amplias facilidades de financiamiento: El Salvador ha sido clasificado como “país C” por el Banco, lo cual significa que podrá contar con cierta prioridad en el otorgamiento de préstamos y gozar de largos plazos y bajos intereses.

El plan formulado por la Misión del BID fue negociado por Molina con un fuerte sector de le oligarquía , que lo aceptó con limitaciones y condiciones. El gabinete de Molina fue integrado con elementos que representan las pretensiones reformistas del imperialismo, a través del BID, y con elementos que representan el mencionado sector de la oligarquía, los cuales han sido encargados de velar por las condiciones y limitaciones pactadas.

El plan contempla medidas para enfrentar las dificultades económicas coyunturales (el desempleo principalmente) y otras encaminadas a aliviar algunos problemas estructurales , con el fin de hacer más expedito el desarrollo del país por la vía del capitalismo y de reforzar su dependencia del imperialismo yanqui.

Pasamos a presentar los aspectos principales del plan que elaboró la Misión del BID, el cual se ha convertido en el plan oficial de la nación para 1973-77, patrocinado por CONAPLAN:

1. Entre las medidas destinadas a causar efectos coyunturales, se destacan la que siguen:

i- Un programa de obras públicas para absorber una parte del desempleo. En este programa se destacan la construcción de la presa del Cerrón Grande, una fuerte inversión en carreteras, la posible construcción de un nuevo aeropuerto internacional en Comalapa y numerosas pequeñas obras de importancia local.

ii- Esfuerzos (bastante maltratados por cierto), para alcanzar un acuerdo pronto de normalización de las relaciones con Honduras, destinado a facilitar la reconstrucción del Mercado Común, al cual se le concede gran importancia para mejorar la coyuntura, aún cuando ya no se le asigna un papel primordial en lo planes perspectivos del desarrollo industrial, se le concede, en cambio, gran importancia para mejorar la coyuntura.

La Misión del BID, al parecer, confió más de la cuenta en las negociaciones pacificadoras de Béneke y no previó las nuevas dificultades que han seguido con Costa Rica.

iii- Confianza en que mejoraran los precios para las exportaciones agrícolas tradicionales (café, algodón, azúcar). Hay que reconocer que tales expectativas han resultado favorablemente satisfechas por el aumento de precio
del café y la posibilidad de colocar en su totalidad los excedentes actuales y las cosechas futuras (al menos durante 2ª 3 años),a causa de que las heladas de este año han castigado con severidad los cafetales de Brasil.

2.Las medidas destinadas a causar modificaciones estructurales tienen como objetivo central dar origen a una variante del modelo de desarrollo capitalista dependiente. La columna vertebral de esa variante consiste en producir una “nueva fase” dinámica de industrialización.

La industrialización habida en la década de los 60 estuvo basada en el Mercado Común Centroamericano, el cual ha agotado sus posibilidades: por eso, esta nueva fase de la industrialización se proyecta sobre el mercado capitalista mundial y sobre un mercado interno al que se procurará hacer relativamente más rico.

La industria establecida en los años 60 tendía a sustituir importaciones de El Salvador y Centroamérica, la que se proyecta es una industria para la exportación fuera de Centroamérica.

Se considera, además, como otra variante de importancia del modelo, hacer que el papel del Estado no se limite como hasta ahora, a invertir en la infra-estructura (carreteras, acueductos, electricidad , muelles, teléfonos, educación, etc.,) sino que participe de modo directo, como empresaria, en algunas actividades bancarias y comerciales; todo ello orientado a favorecer y servir al proyecto central; “la nueva fase de industrialización dinámica.”

Las más importantes medidas concretas de tipo estructural serian las siguientes:

i- Una reforma agraria para incrementar el poder de compra del mercado interno. Esta pendiente la decisión que escoger entre tres esquemas alternativos de. reforma agraria que se tienen en consideración:

-limitar en todo el país la propiedad privada de la tierra a unas 200 o 300 hectáreas; – limitar la propiedad privada solo en las tierras baldías o debajo rendimiento; dejando por fuera las tierras del café, algodón, caña y otros.
-Hacer “zonas de demostración de reforma agraria” , con el propósito principal de inducir a los terratenientes de otras zonas a realizar la parcelación privada de sus haciendas.

ii- Nacionalizar el negocio de exportación de café, algodón, azúcar y otros productos agrícolas, con el fin de canalizar las ganancias hacia el financiamiento de la industrialización, forzando de esta manera a la agricultura a prestarle cooperación a la “nueva fase dinámica.”

Debe hacerse notar que el proyecto de nacionalizar la exportación de productos tradicionales es claramente un punto de conflictos con el mismo sector de la gran burguesía que ha pactado su apoyo al gobierno, ya que en dicho sector se cuenta a los grandes exportadores de café (De Sola, Dueñas, Regalado, Meza Ayau, Liebes, etc.,)

iii- Reunir las instituciones financieras que ahora posee el Estado, en una sola institución poderosa, que no se limite a manejar el dinero proveniente de los préstamos del exterior, corro ahora lo hacen, (INSAFI , ABC, etc.,), sino que asuma funciones bancarias, captando ahorros y depósitos del público, en competencia con la banca privada.

El objeto de esta medida es modificar la resistente estructura tradicional del crédito, mayoritariamente al servicio de la agricultura de exportación, a la exportación misma de sus productos y a la importación y comercio interno de ella derivados, en detrimento del sector industrial. El poderoso banco estatal que se proyecta, destinarla la casi totalidad de su crédito, a dar apoyo a la “nueva fase dinámica de industrialización.

iv- Aplicar proyectos cono el de las “zonas industriales francas” y otros, destinados a proporcionar estímulos para la inversión de capitales en la industria de exportación.

Debe recordarse que la legislatura anterior aprobó dos leyes que favorecen estos propósitos: la Ley de Industrias de Exportación y la Ley de Pesca de Altura y Gran Altura.

v- Fortalecer el movimiento sindical “democrático”, con el supuesto fin de favorecer un nivel más alto de salarios, que ayuden a enriquecer el mercado interno, pero también con la finalidad de someter a los sindicatos bajo control para que no se salgan de la orientación oficial.

Se estuvo hablando de que, con los mismos propósitos, se permitiría la sindicalización de los trabajadores del campo, pero la discusión y aprobación del Código de Trabajo se encargó de mostrar las limitaciones a que están sometidas los proyectos de esta clase en gobiernos cono el actual, amarrados por mil vínculos y compromisos con los terratenientes que están presentes en la dirigencia del Partido oficial, en la Asamblea Legislativa, en las Fuerzas Amadas, etc. La forma en que fue manejado el problema de la sindicalización de los trabajadores del campo, puede dar la pauta de lo que será la reforma agraria que ha prometido el gobierno.

vi- Con finalidades similares respecto al mercado interno y como una medida demagógica para atraerse la simpatía de las masas trabajadoras de las ciudades y campos, se tiene en mente elevar un poco los salarios mínimos.

Todo este programa esta impregnado de la idea de atraer al país abundante capital extranjero, tanto en al inversión directa como en la indirecta ( préstamos) propiciando así un mayor dominio del capital imperialista, especialmente norteamericano, sobre la industria y sobre el Estado.

La esencia de este plan, es en una palabra, el neocolonialismo.

Por otra parte, se trata de un programa reformista que en realidad es moderado en cuanto a la envergadura de su medidas. Con la excepción de la reforma agraria, esas medidas no son, propiamente hablando, reformas. sino simples reguladores de política económica que están dentro de los marcos de una concepción burguesa moderada, la cual favorece un papel interventor del estado en la economía.

Sin embargo, pese a su modestia, esta medidas son capaces de promover, en El Salvador, agitados conflictos entre las clases dominantes. Nosotros tampoco debemos de subestimar las posibilidades de este plan para producir una reanimación de la economía, elevar el nivel de empleo y, sobre todo, para confundir a las masas.

No entraremos por ahora, a un análisis en detalle y de mayor profundidad de este plan.

III

Es necesario que tornemos la más clara conciencia de que el asalto a Universidad forma parte de una escalada hacia el entronizamiento de una tiranía fascista, para la cual existen planes que maneja la alta jefatura militar, que es la que en realidad toma las mas importantes decisiones en el gobierno actual.

La tendencia hacia el fascismo surge de la desesperada situación deterioro en que se ha visto colocado el tradicional régimen militar derechista, por sucesivos flujos de la lucha popular, que han sido cada vez más poderosos, la guerra contra Honduras, como sabemos, le permitió al régimen un alivio de la presión popular y le proporcionó el espejismo de una consolidación duradera, que pronto fue roto por un flujo todavía más potente, el de 1971 y comienzos de 1972. Este último empuje popular condujo a la división en el ejército y al alzamiento fallido del 25 de marzo. Así el régimen militar derechista ha sentido estremecerse el suelo bajo sus pies y ha encarado el peligro cierto de su desmoronamiento

– ¿Cómo anticiparse a un nuevo auge de la lucha popular, que puede ser más desastroso e incluso mortal para el régimen? Esta es la interrogante que se abrió para la estrategia enemiga.

Tres respuestas eran posibles para atajar el peligro:
a) Un programa reformista;
b) Un vasto plan represivo;
c) Una combinación de ambos: una mezcla de garrote y reformas.

Esta última parece ser la fórmula que ha sido adoptada. Su objetivo político central es disputarle las masas al movimiento que nuestro Partido y las demás fuerzas democráticas encabezamos. El enemigo pretende ganarse a las masas sobornándolas con migajas y, al mismo tiempo, aplicar selectivamente la represión contra el Partido, sus aliados y demás sectores progresistas, para debilitarlos o destruir su capacidad de dirección y su eficacia para organizar y orientar al pueblo.

Una línea basada únicamente en la represión, aislaría todavía más al régimen y forzaría el paso a las formas superiores de la lucha popular. Por lo demás, de las reformas no puede prescindir porque ellas han llegado a ser indispensables para la expansión del capitalismo.

Esta combinación del garrote con las reformas burguesas pro-imperialistas debemos estar claros, tiene un nombre: fascismo.

El fascismo trata siempre de ganarse a las masas, de atraerlas a dar apoyo a su po1tica y a su persecución anti-comunista, El fascismo siempre llega envuelto por la demagogia, se atribuye incluso calificativos “radicales.”En Alemania los fascistas encabezados por Hitler se hicieron llamar “nacional-socia1istas”.

El fascismo llega siempre exacerbando el chovinismo, rechazando toda doctrina que no sea nacional, bautiza sus planes como ‘auténticamente nacionalistas (“salvadoreños”) y levanta como como su bandera ideológica máxima el anti-comunismo.

El fascismo exalta el militarismo y trata de impregnar con los procedimientos militares todas las actividades de la vida nacional: militariza las escuelas, militariza su partido político, haciendo de él una especie destacamento de cheque, al tiempo que eleva el papel de la policía y demás cuerpos represivos y aplica la solución militar a todo conflicto social, militarizando empresas en huelga, disolviendo “manu militari” concentraciones y manifestaciones, etc.

Los fascistas cuidan de dar a sus actos –al menos al comienzo-una apariencia legal, ya sea forzando mañosamente la aplicación de las leyes existentes o dictando leyes apropiadas para sus fines y procedimientos.

Los fascistas se esfuerzan por convertir las organizaciones de masas, en especial los sindicatos, en dóciles apéndices del gobierno. Con ese fin procuran destruir la influencia do los comunistas y de otras tendencias progresistas en los sindicatos y demás organizaciones de masas, procediendo a la persecución de tales elementos e incluso disolviendo aquellas organizaciones en las que resulta muy difícil erradicar nuestra influencia.

Con el asalto de la Universidad hubo procedimientos nuevos que dan la pauta del estilo que se propone seguir este gobierno y son un indicio los planes anti-democrático que tiene en mente. Se pusieron en práctica acciones combinadas de los tres Poderes del Estado (Ejecutivo, Legislativo y Judicial) y de los medios de publicidad, bajo la dirección de un plan militar y de una jefatura militar.

Está en poder de la Asamblea un proyecto de nuevo Código de Procedimientos Penales y se prepara un proyecto do nuevo Código Penal, en los cuales se instituyen ciertas figuras delictivas que tienen clara dedicatoria contra el movimiento popular, y se hace más difícil la defensa de los acusados por tales delitos.

Entro tanto la absoluta docilidad del Poder Judicial ha quedado firmemente establecida por la actuación do la Corte Suprema de Justicia en el caso de la Universidad y por otros hechos recientes, como la sustitución del Juez Militar por haber dictado un resolución favorable a los acusados del 25 de marzo en el juicio que se les sigue. Ya antes había hecho lo mismo la Corte en el caso de Regalado. Prácticamente no hay tribunal ni autoridad ante quien recurrir en demanda de garantías frente a la represión.

Se sabe, por otra parte, que la alta jefatura militar tiene en estudio una reforma de la Constitución Política y de otras leyes, encaminada a restringir más los derechos y libertades, a imponer nuevas cortapisas al procedimiento electoral y a los partidos opositores, a restringir todavía más la autonomía municipal, etc.

Se ha procedido a reorganizar al PCN para que pueda cumplir tareas de propaganda demagógica y de fuerza de choque. Al mismo tiempo se está dando fuerte impulso y gran relevancia a la ORDEN, en cuyas manos se están poniendo tareas represivas cada vez mayores. Se ha designado a las bases de la ORDEN la misión de convertirse en los poderes organizados permanentes del PCN, entre ambos organismos se producirá en la práctica una fusión.

Todo indica pues, que no debemos subestimar ni en lo mínimo el peligro fascista. Sin embargo, no debemos tampoco sobreestimarlo. No debemos partir de que ya se ha entronizado una tiranía fascista, sino que debemos ser realistas, y entender que está en marcha el plan de fascistización, pero no ha logrado todavía entronizarse.

Una descuidada caracterización de éste gobierno de una vez como tiranía fascista, podría hacernos perder la perspectiva de la lucha, llevarnos a exagerar el papel de la lucha clandestina en la actualidad, y a abandonar y debilitar el amplio trabajo abierto y llevar confusión y fatalismo a las masas.

Para no sobreestimar el peligro del fascismo debemos tener en cuenta que su llegada no supera las contradicciones dentro de las clases dominantes, ni dentro del ejército y que, mucho menos, supera las contradicciones entre el pueblo y sus explotadores y opresores. La fascistización trae consigo, además, nuevas contradicciones. El mismo hecho que intente combinar represión con reformas lleva en sí una contradicción:
el recrudecimiento de la represión fortalece las tendencias conservadoras y debilita a los sectores y elementos reformistas dentro del gobierno, haciendo más superficiales las medidas que llegan a aplicarse; y, al contrario, entre más consecuentes son las reformas, más necesitan de la movilización y apoyo populares para defenderlas y consolidarlas contra la resistencia de los sectores recalcitrantes, lo cual entre en conflicto con las acciones represivas.

No debemos olvidar que el proceso de fascistización que se esta intentando no ocurre en un país capitalista desarrollado, sino en un país dependiente en el que ha avanzado mucha la crisis de estructura y son muy agudos los problemas sociales. Esto tiende a dificultar la marcha de la fascistización , puesto que para superar los graves problemas económicos y sociales no bastan los parches de superficie. Y no es muy fácil ganar con ello la simpatía de las masas. La esencia neocolonialista del Programa de reformas estimula la contradicciones del imperialismo con una parte de las clases explotadoras internas y provoca el desarrollo de tendencias patrióticas en el ejército.
Contamos con dos factores especialmente favorables para enfrentar el plan de fascistización:
-La muy difundida actitud opositora de las masas hacia este gobierno – El adelantado trabajo de frente único en el terreno político.

Contamos también con factores desfavorables: – La debilidad de nuestro P, y su baja combatividad actual; – La división del movimiento sindical, la avanzada influencia del economismo en los niveles dirigentes del sector sindical que hemos influido tradicionalmente y la lucha anti-partido que allí se nos ha declarado de parte de un grupo mediatizado por el gobierno: – La acción anti-partido de ciertos grupos enfermos de revolucionarismo pequeño-burgués, en los cuales trabaja también la mano del gobierno y del imperialismo. Es posible que estemos en vísperas de acciones aventureras de esos grupos. Las cuáles modificarían marcadamente ciertas condiciones políticas, favoreciendo el recrudecimiento de la represión, con las consiguientes dificultades para el desarrollo de la lucha de masas abierta. – El frío estado de animo de las masas.

IV

Es evidente que el gobierno aprovecharía ciertas condiciones favorables a sus acciones que se crearon dentro de la Universidad en las semanas previas al asalto de la misma.

El problema con la Facultad de Medicina fue el punto crítico que permitió una importante división del estudiantado y la formación de un fuerte grupo de autoridades y profesores activamente hostiles a las autoridades centrales. Su consigna de separar la Facultad de la Universidad marcó la madurez de las
condiciones apropiadas para que el gobierno, al golpear a la Universidad apareciera actuando como “obligado por el caos” y “acudiendo en auxilio de un sector de universitarios que así lo pedían”.

Pero el problema de Medicina llegó a ese punto no sólo porque el Decano y la Junta Directiva de la Facultad se lanzaron a una obstinada oposición a la política de “puertas abiertas”, -algunos de ellos de seguro en convivencia con el gobierno, sino también porque el conflicto fue progresivamente manejado mal por parte de las autoridades centrales, que se dejaron arrastrar hacia posiciones del revolucionarismo pequeño-burgués sustentado por los grupos estudiantiles dominantes. Debemos reconocer que los comunistas participamos activamente en la comisión de esos errores.

Poco tiempo antes los grupos ultra-izquierdistas habían caído en desprestigio y aislamiento, por su artificiosa campaña de las “tomas” de dependencias la Universidad y por su recalcitrante sectarismo. En la lucha contra estos métodos nuestros compañeros tuvieron una positiva participación. Sin embargo, fue una Célula de nuestro Partido la que patrocinó las “puertas abiertas” cuyo planteamiento improvisado y prematuro y el problema de Medicina, ofrecieron la oportunidad para que los mencionados grupos avanzaran, en la aplicación de su conocida táctica de “crear y ahondar artificialmente crisis sucesivas.” Según ésta tesis ultraizquierdista, las crisis fabricadas son el camino revolucionario no solo para “depurar” y “reestructurar” la Universidad, sino también para “desmoronar al gobierno.”
El hecho de que durante ese tiempo no estuvieran asistiendo en masa los estudiantes a la Universidad, ayudó también para que esos grupos le imprimieran su orientación al manejo del conflicto de Medicina.

Un aspecto muy importante en todo este problema universitario es el trabajo que el imperialismo y el gobierno, hicieron durante años dentro de la Universidad. Este trabajo se realizó principalmente en el terreno ideológico y estuvo a cargo de la CIA, mientras al gobierno le correspondían las tareas más directamente policiales. El instrumento ideológico principal que el enemigo empleó fue el anti-partidismo, llevado adelante con las banderas desplegadas del revolucionarismo pequeño burgués. Si bien es cierto que la composición pequeño-
burguesa del estudiantado es una premisa favorable para la difusión de esa ideología, también es cierto que una persistente, sistemática y firme lucha ideológica, divulgativa de marxismo-leninismo, una lucha seria por hacer prevalecer una línea general y una táctica correcta , hubiera reducido en gran medida el daño; pero las organizaciones de nuestro Partido no realizaron allí esa lucha ideológica y política.

Los efectos dañinos de este trabajo continúan favoreciendo al enemigo, aún después de la ocupación de la Universidad: la comunidad Universitaria, en especial el estudiantado, no han podido dar una respuesta adecuada al golpe asestado por el gobierno. Se alega que ello tiene explicación en el oportunismo de unos (los profesores y empleados a los que sólo les importa el sueldo ) y en el temor de otros. Pero ese análisis es superficial; en las masas siempre hay temores y elementos oportunistas y sin embargo, es posible promover sus luchas hasta los más altos grados de combatividad. El factor que más ha influido en frenar la combatividad de la comunidad universitaria es la dispersión ideológica y política, el enfrentamiento sectario que dentro de ellas se habla creado por los grupos ultra-izquierdistas, la desconfianza mutua, la falta de cohesión en torno de una línea política clara.

Todo ello ha impedido el surgimiento de una dirección única, respetada y acatada, capaz de organizar la respuesta , a la que muchos universitarios se encuentran dispuestos.

V

Se hace necesario trazar un lineamiento táctico que, teniendo en cuenta las características y condiciones de la actual situación, nos permita enfrentarnos a los planes de fascistización del gobierno y, lo que es más importante, asegurar el avance del movimiento popular hacia las metas de la. Revolución Nacional Liberadora. Agraria, Democrática y Popular.

Al elaborar nuestra táctica debemos tener muy presente que la disputa por las masas adquiere en la actual situación una relevancia central, que en esa disputa tendrá una influencia decisiva el reformismo oficial y la política de nuestras organizaciones frente a ese reformismo.

Debemos tomar en cuenta, así mismo, que la represión del gobierno en contra nuestra y de las organizaciones populares seguirá desarrollándose, no sólo por las vías de hecho tradicionales sino además por medio de la reforma de las leyes y la emisión de leyes nuevas tendientes a restringir o anular los derechos y libertades democráticas y que la lucha del gobierno contra nuestro Partido y demás organizaciones revolucionarias y democráticas no consiste únicamente en la represión, sino también en una amplia difusión de calumnias y rumores que tienden a destruir su prestigio como organizaciones y el prestigio individual de sus dirigentes y cuadros destacados.

Debemos tener claro que nuestro objetivo es frustrar y derrotar los planes fascistas del enemigo mediante una amplia, multifacética y organizada lucha de masas, que la encauce hacia las formas más desarrolladas de lucha por la libración definitiva.

NOTA: Las directrices tácticas concretas aprobadas por éste Pleno del C. C., relativas al reagrupamiento del movimiento universitario y la lucha por recuperar la autonomía de la Universidad; la lucha por avanzar hacia la unidad del movimiento obrero , el trabajo en el frente político legal y la construcción de nuestro Partido y la J.C., se acordó no incluirlos en este documento y fueron transmitidas verbalmente a los organismos intermedios y a las Células.

San Salvador, Agosto de 1972.

CEM publica Informe del CC del PCS de agosto de 1972

CEM PUBLICA INFORME DEL CC DEL PCS DE AGOSTO DE 1972

SAN SALVADOR, 14 de febrero de 2009 (SIEP) “ El diseño de una estrategia de contra-insurgencia para enfrentar el peligro de una revolución social en El Salvador fue realizado por una misión del BID en octubre de 1971” señaló el Lic. Roberto Pineda, Coordinador del Centro de Estudios Marxistas “Sarbelio Navarrete.”

Esta información surge de un documento presentado por el Comité Central del Partido Comunista de El Salvador, de agosto de 1972, titulado “Breve análisis de la situación nacional.”

El documento de 12 paginas se divide en cinco partes. La introducción en la que se reseña cinco grandes conmociones sociales que configuran una crisis política “en la cual llegó a peligrar gravemente la estabilidad del tradicional régimen militar derechista.”

“Estas conmociones son: 1. La ruptura de la unidad en los mandos superiores de la Fuerza Armada que condujo a la destitución y posterior captura de Medrano y el caso Regalado 2. Segunda huelga de ANDES 3. Campaña electoral de la UNO 4. Alzamiento militar fallido y 5. Ocupación militar de la Universidad.”

La segunda parte trata sobre la elaboración por el BID de un plan para la política económica-social del Gobierno de Molina. Este plan “fue negociado por Molina con un fuerte sector de la oligarquía, que lo aceptó con limitaciones y condiciones.”

La tercera parte profundiza sobre “una escalada hacia el entronizamiento de una tiranía fascista.”esta tendencia hacia el fascismo es el resultado, según el documento del PCS, de “la desesperada situación de deterioro del tradicional régimen militar derechista.”

La cuarta parte explora las condiciones que permitieron al gobierno intervenir militarmente a la Universidad de El salvador. señala que “el problema con la facultad de Medicina fue el punto crítico que permitió” al gobierno golpear a la Universidad.

Finalmente, el documento, en su quinta parte, establece que se necesita “trazar un lineamiento táctico que permita “enfrentarnos a los planes de fascistización del gobierno y asegurar el avance del movimiento popular.”

“Con esta publicación continuamos cumpliendo nuestro compromiso de divulgar los documentos fundamentales del pensamiento político marxista salvadoreño, en esta ocasión, representado por los comunistas salvadoreños” concluyó el Lic. Pineda.

La transformación del PCS en Tendencia Comunista al interior del FMLN

LA TRANSFORMACION DEL PCS EN TENDENCIA COMUNISTA AL INTERIOR DEL FMLN

Aprobado por el IX Congreso (Extraordinario) del PCS realizado en San Salvador los días 4 y 5 de Agosto de 1995

Necesidad de la Transformación del FMLN en Partido de Tendencias

I.-Durante 40 años el PCS fue un luchador solitario por el socialismo; dejó de ser el único sujeto político de la revolución cuando, en la década del 70, aparecieron otras organizaciones de izquierda que se proponían alcanzar el poder a través de la lucha armada. Por primera vez surgió la posibilidad del desarrollo de una vanguardia compartida.

II.-Con el surgimiento de la izquierda armada reivindicando el papel revolucionario y la lucha por el socialismo, aparece también la necesidad de la unidad de la izquierda revolucionaria para alcanzar el poder. La enconada lucha ideológica de los años setenta no permitió mayores acercamientos hasta finales de esa década, cuando la lucha popular rebasaba los niveles de aquella vanguardia dispersa. Se llegó a la conclusión de que sin la unidad revolucionaria no lograríamos mayores avances en el camino hacia la revolución.

III.-El FMLN fue fundado en octubre de 1980, en vísperas del estallido pleno de la guerra revolucionaria. Desde entonces cada organización miembro fue transfiriendo al FMLN la función de formular línea general, estrategia y programa únicos para ser aplicada en común y darle eficacia a la lucha. Esta ha sido la sustancia o esencia cada vez más profunda del proceso de unificación del FMLN.

Así, con línea general, estrategia y programa únicos llegamos al desenlace negociado de la guerra; los acuerdos de paz, su aplicación y hasta cierto punto a las elecciones generales de 1994.

Sin embargo, a medida que se profundizaba este proceso, iba quedando en evidencia que la dispersión de la membresía del FMLN en 6 estructuras orgánicas las de las cinco organizaciones asociadas y las del propio FMLN) entorpecía la eficacia de la lucha y el avance mismo de la unificación. Tal es lo evidenciado durante las pasadas elecciones generales de 1994.

IV.-Después de esas elecciones generales se puso en el orden del día transformar las estructuras de cada organización miembro, a fin de simplificarlas, democratizar el funcionamiento del FMLN y, unificar su línea general, su estrategia, su programa y, hacer su pensamiento político e ideológico, cada vez más coherentes.

De no realizar esa transformación y mantener el estado actual de las estructuras, ellas se transformarían en impedimentos al avance de la lucha por la revolución.

V.-Después de la firma de los acuerdos de paz la lucha ideológica recobró vigencia. En el FMLN se formaron dos bloques: los que creen que la Revolución Democrática ya fue consumada, y los que creemos que este es un proceso que espera su culminación para lo cual falta mucho por hacer.

Partiendo de que estamos transitando hacia la consumación de la revolución democrática, asumimos que ello exige el cumplimiento de tareas que nos hagan más ágiles y eficientes. Sin duda este nuevo momento histórico hace necesaria una superior unidad de las fuerzas revolucionarias.

VI.-El proyecto neoliberal trata de fortalecer el capitalismo dependiente del país, y de ésta manera alejar la posibilidad de la revolución. Para derrotar las pretensiones neoliberales, el FMLN debe consolidar su unidad interna, hacerse más fuerte y trazarse un proyecto que permita alianzas con sectores y fuerzas democráticas de diferente signo ideológico, político, religioso y social, a fin de obtener cambios suficientes en la correlación de fuerzas, que permitan el avance hacia los objetivos democráticos revolucionarios.

VII.-A diferencia del período de la guerra en que se generaron espacios territoriales para el protagonismo propio de los partidos, sin que ello llegara a ser tan contradictorio con el esfuerzo por el avance de la lucha armada, ahora que el FMLN es una institución política legal, con sus propias estructuras locales y nacionales, la distribución territorial de las estructuras de cada partido, paralelas a las del FMLN, ha entrado en conflicto con la necesidad de avanzar con eficacia.

La repetición innecesaria de estructuras requiere inversión recursos humanos, materiales y económicos por parte de cada partido (comités municipales y departamentales, comisiones y secretarias nacionales de cada partido, paralelas a las del FMLN). Son esfuerzos paralelos que restan eficacia a la lucha.

VIII.-Así, la consolidación del FMLN como partido o sujeto político de la revolución, constituye una necesidad fundamental y una condición indispensable para el logro de victorias y progresos sucesivos hasta la consumación del proyecto revolucionario. La Segunda Convención Nacional (ordinaria) del FMLN – diciembre de 1994- decidió, con este propósito, poner en marcha su transformación de partido de partidos “que es ahora, en un partido de tendencias”.

La tarea estratégica inmediata que tenemos planteada es volcar nuestras energías en la lucha política, de modo que las próximas elecciones de 1997 – 1999 tengan un desenlace favorable a la revolución. El cumplimiento de esta tarea requiere que la transformación del FMLN en partido de tendencias esté resuelta antes de que entremos de lleno a la lucha pre electoral, es decir antes de 1996.

IX.-A diferencia de las experiencias del PRD, de México, y el PT, de Brasil, cuyos partidos y agrupamientos que los integran tienen orígenes distintos y su constitución como partido de tendencias es de naturaleza permanente, los partidos que integran el FMLN tienen un origen histórico común y su transformación en un partido de tendencias constituye una meta intermedia, una nueva modalidad de transición hacia la meta superior de hacer del FMLN un partido, política e ideológicamente, unificado.

Teniendo en cuenta el origen histórico común de los partidos que ahora integran el FMLN y la cada vez más consolidada afinidad de pensamiento ideológico, político y programático que entre ellos existe, esas metas, objetivamente posibles de lograr, deben ser vistas más bien como partes de un proceso de reunificación de la izquierda revolucionaria de nuestro país, más fuerte y capaz, para darle continuidad histórica a la lucha librada durante este siglo que está por finalizar, por los objetivos de la democracia y el desarrollo con justicia social y en fin de cuentas por la consumación de la revolución democrática en rumbo al socialismo.

X.-Ahora bien, transformación en partido de tendencias y su consecuente transición hacia el partido unificado, hacen necesario resolver, entre otros, los problemas del hegemonismo que aún persisten en el seno del FMLN, el problema de los intereses económicos derivados de la gestión que cada cual ha venido haciendo y los problemas de pertenencia y de identidad que en cada uno de los partidos se dan entre sus miembros.

Esbozo del Patrimonio Histórico del Partido Comunista de El Salvador

I.-En sus sesenta y cinco años de existencia, el Partido Comunista de El Salvador (PCS), ha acumulado un inapreciable patrimonio. Nos referimos a su patrimonio histórico. Este comprende, a grandes rasgos, sus experiencias positivas y negativas, sus aciertos, errores y debilidades como la posición adoptada ante la guerra entre El Salvador y Honduras en 1969 o la actitud conservadora ante la necesidad del viraje hacia la lucha armada que privó entre 1977 y 1979; abarca la presencia en la historia nacional, desde los primeros grupos comunistas de los años veinte, que prepararon las condiciones para la fundación del PCS (30 de marzo de 1930) hasta el propósito de hoy de transformarse el PCS en tendencia comunista dentro de Frente “Farabundo Martí para la Liberación Nacional” (FMLN).

II.-Este lapso abarca acontecimientos cruciales de El Salvador en el Siglo XX, que han dejado profundas huellas como marcadas con fierro al rojo vivo. Entre esos acontecimientos, registramos los siguientes:

*La insurrección campesina obrera de 1932.

*El surgimiento y dominio, durante más de doce años de la dictadura del Gral. Maximiliano Hernández Martínez.

*Los acontecimientos de abril, mayo y diciembre de 1944, que produjeron el derrocamiento popular de Hernández Martínez, profundizaron la crisis política originada por el contragolpe restaurador encabezado por el Coronel Osmín Aguirre, superada con el “Golpe de los Mayores”, de diciembre de 1948, que marcó el inicio de un segundo modelo político de la dictadura militar.

*Los propósitos modernizadores del Estado, la sociedad y la economía propugnados por el Movimiento de los Mayores, una de cuyas realizaciones fue la aprobación de la Constitución Política de la República de El Salvador de 1950 que, en la práctica, ofició como enterradora de la “muy venerable Constitución liberal de 1886”.

*Los movimientos cívicos del pueblo salvadoreño incluyendo los destacados aportes de las mujeres, jóvenes, obreros e intelectuales comunistas, en pro de los derechos de los trabajadores de la reforma universitaria, de la vigencia y defensa de los derechos políticos, sociales y culturales y derechos humanos, en general, que dieran sustento a movimientos insurreccionales de oficiales democráticos del ejército, tales como el de abril, del 26 de octubre de 1960, el del 25 de marzo de 1972, y el del 15 de octubre de 1979.

*Once años de participación en jornadas electorales (1966- 1977) con programas democráticos antioligárquicos y antimperialistas, en las que el pueblo derrotó en dos ocasiones a la dictadura. Hay que destacar que con el PAR, el PCS fue el partido que levantó por primera vez la bandera de la Reforma Agraria en el país. La creación de la UNO (alianza del PCS/UDN, el PDC y el MNR) y su vigorosa y mayoritaria participación en dos elecciones presidenciales (1972-1977) desenmascararon la inexistencia de la democracia y el fraudulento sistema electoral y produjeron el viraje de extensos sectores populares hacia la lucha armada, que tenía expresiones organizadas desde 1970. Este fue el proceso que originó las condiciones que hicieron posible:

*El surgimiento en 1970-73 de la lucha armada revolucionaria y en 1975-77 de grandes organizaciones populares (BPR-FAPU, Ligas Populares 28 de Febrero, etc.); y en 1979-80 la concertación de sucesivos acuerdos de unidad de las fuerzas revolucionarias político-militares, que culminaron con la creación del FMLN (10 de Octubre de 1980); la creación de la Coordinadora Revolucionaria de Masas (CRM, enero de 1980) y del Frente Democrático Revolucionario (FDR, marzo de 1980)

*El estallido y culminación de la guerra popular revolucionaria de doce años, (1980-81 a 1991) en la que participó el PCS con sus Fuerzas Armadas de Liberación (FAL) como miembro del FMLN; su desenlace negociado y el proceso de cambios principalmente políticos derivados de la aplicación de los acuerdos de paz.

*La inauguración del período de transición que ahora vivimos después de la firma del Acuerdo de Paz, el 16 de enero de 1992.

III.-En esta crisis histórica, que comenzó en la década de los años veinte y que trata de ser resuelta con el Acuerdo de Paz, firmado el 16 de enero de 1992, en Chapultepec, (México) largo período del cual solamente hemos enumerado algunos de los acontecimientos más relevantes el PCS estuvo siempre presente en las primeras filas de la lucha, al lado de otras fuerzas democráticas y revolucionarias del pueblo salvadoreño. Para la solución de esa larga crisis histórica, era inevitable la guerra popular revolucionaria, a la cual el PCS dio su valioso aporte, no solo proveyendo de combatientes a la lucha armada de sus gloriosas Fuerzas Armadas de Liberación (FAL), sino también como consecuente y permanente promotor y defensor de la unidad de las fuerzas empeñadas en vencer el militarismo e instaurar, en El Salvador, un régimen de plena y nueva democracia.

IV.-Cuando hablamos de crisis histórica nos estamos refiriendo a la existencia de contradicciones antagónicas permanentes que agravadas a veces, se nos presentan como crisis coyunturales, de carácter económico o de carácter político o con ambas características a la vez. Tales crisis coyunturales, aunque lleguen a ser resueltas, no superan la crisis histórica la cual continúa en el fondo de la vida nacional. Las crisis históricas por consiguiente, son registrables en períodos largos y sólo es posible que terminen por cambios cualitativos que marcan, a su vez, el inicio de una nueva época histórica.

V.-Pensamos que es digno de repetir algo que nuestro VIII Congreso discutiera y aprobara, algo a lo cual nuestro Partido dio grandes e indiscutibles aportes: “Uno de los méritos de mayor importancia política del FMLN, fue mantener en sus manos la iniciativa de la negociación desde el momento mismo del despegue de la guerra, propiamente tal, hasta el desenlace; y demostrar el carácter revolucionario de esa política, en las condiciones de nuestro país. No es casual que los Acuerdos de Paz tengan correspondencia con el Programa de la Revolución Democrática, y se le haya reconocido por el Secretario General de las Naciones Unidas, Boutros Boutros Ghali, como una “revolución negociada”. ( Del Viraje a la Post Guerra. Informe del CC del PCS al VIII Congreso. Ediciones ALTERNATIVA, 1993, p. 51)

VI.-Decimos todo lo anterior , con el fin de proclamar, con orgullo revolucionario: El PCS es parte de la historia de El Salvador y, a la vez, el PCS tiene su propio patrimonio histórico. Este está constituido no únicamente por esa historia que aún no está escrita, y en la cual caben no sólo sus fundadores, sus héroes, sus mártires, sino también todos aquéllos que dedicaron sus vidas al Partido y que vivieron y morirán siendo comunistas. Son parte de nuestra historia todos nuestros leales amigos y simpatizantes, quienes desde el anonimato, dieron su invaluable cuota de valentía en difíciles días de persecución, de prisión y destierro. Son parte de este patrimonio, sus archivos con documentos, el testimonio oral y escrito de sus viejos militantes, el cual debe ser recogido cuidadosamente y con esmero, como una tarea inaplazable.

En ese patrimonio histórico inapreciable, poseemos algo que debemos proclamarlo en voz alta, defenderlo y seguir cultivándolo en las nuevas condiciones que se presentan. Ese patrimonio podemos enunciarlo de la forma siguiente:

1.-Los primeros grupos de comunistas, de los años 20, fueron los catalizadores que contribuyeron con su lucha tenaz, a la luz de nuevas ideas sociales, a que por primera vez en la historia de El Salvador la clase trabajadora se organizara como nuevo sujeto social con vocación política de poder.

En sus grandes rasgos, los años 20 se caracterizaron porque el modelo liberal, agroexportador instaurado en los años 80 del siglo anterior, entró en crisis profunda. Fueron detonantes de esta situación dos crisis mundiales, la de 1922 y 1929, pero sobre todo la segunda; fue el decenio en que el problema agrario y la reforma agraria se pusieron en el primer plano del escenario de las demandas sociales más sentidas y cuyas banderas fueron enarboladas, precisamente, por los comunistas; la clase trabajadora se organizó bajo nuevas concepciones, logrando la unidad de los obreros y de los campesinos como avanzada de la revolución; en esta labor organizativa, cabe destacarse el dinamismo de núcleos intelectuales esclarecidos que dieron su aporte valioso a las luchas reivindicativas laborales. De este recuento, no debemos olvidar el ejemplo de la gran Revolución Socialista de Octubre de 1917 en Rusia, que demandó la solidaridad de todos los pueblos oprimidos de la Tierra.

Cuando a estas alturas de la historia patria contemplamos esas luchas, que tienen todas las características de hazañas realmente heroicas, no podemos menos que rendir tributo de admiración y honda reverencia.

2.-Los comunistas siempre hemos estado en la primera fila de choque como defensores de los intereses nacionales, librando combate contra los violadores de los mismos, ya fueran éstos internos o externos. En tal sentido, el imperialismo y las fuerzas nativas aliadas a éste, siempre fueron objeto de nuestra acción en pro de la soberanía e independencia de nuestro país, lo cual corrobora nuestro real patriotismo.

3.-Los comunistas salvadoreños siempre hemos estado por la vigencia de derechos y garantías democráticas y, en general, porque se hagan realidad los derechos humanos, entre los cuales resaltamos los derechos políticos y la justicia social.

En aras de esos ideales los comunistas salvadoreños siempre mantuvimos la decisión de impulsar la lucha política contra la dictadura en las situaciones más adversas, incluso en los años de la guerra.

4.-Es innegable nuestra lucha contra el militarismo, desde una concepción científica cuya médula consiste en que en El Salvador se ha venido sosteniendo, en forma rampante, que el ejército debe dominar sobre la sociedad civil, total y absolutamente, lo mismo que sobre los aparatos del Estado encarnados en los órganos ejecutivo, legislativo y judicial. Hemos considerado, asimismo, que esa convicción castrense no es exclusiva de los militares que la sustentan, sino que a ella se adhieren tenazmente, capas, sectores y hasta clases sociales enteras. Intimamente ligada a nuestra lucha contra el militarismo ha estado siempre nuestra lucha contra la dictadura desde el 2 de diciembre de 1931.

Pese al Acuerdo de Paz, suscrito en Chapultepec, no debemos bajar nuestra guardia ante las posibilidades de surgimiento y consolidación de un neo-militarismo.

5.-Los comunistas salvadoreños hemos sido incondicionales internacionalistas: siempre hemos estado atentos al desenvolvimiento de los movimientos democráticos y revolucionarios en otras latitudes del mundo, para brindar nuestra solidaridad en muy variadas formas.

6.-A lo largo de sus 65 años de vida el PCS actuó reiteradamente con cabeza propia. He aquí algunos hechos históricos que así lo atestiguan:

a) la decisión del PCS de ponerse al frente de la insurrección de 1932 fue cuestionada por la Internacional Comunista, de la cual el PCS era teóricamente miembro;

b) la decisión de crear el Frente Unido de Acción Revolucionaria, FUAR, a principios de los años 60s, para hacer la lucha armada en el país aunque no llegó a realizarla tampoco contó con apoyo del movimiento comunista internacional, contrariamente fue condenada por varios partidos de Centro y Sur América, y calificada como una desviación pequeño burguesa, ultraizquierdista, debido a que la línea que predominaba entonces era la de la llamada “vía pacífica de la revolución”;

c) la creación de la coalición electoral Unión Nacional Opositora, UNO, en 1971, fue vista con recelo por diversos partidos del Movimiento Comunista Internacional porque era una alianza con el Partido Demócrata Cristiano. El PCS no tuvo que consultar a nadie para tomar esa decisión, que influyó grandemente en el curso histórico, político del país;

d) La unidad de la izquierda revolucionaria fue criticada porque se consideraba que era tranzar con los ultraizquierdistas, etcétera;

e) Sobre la invasión a Checoslovaquia por la Unión Soviética en 1968, tuvimos una posición diferente a la mayoría de los Partidos Comunistas; no nos sumamos incondicionalmente a apoyarla;

f) La participación del PCS en la guerra revolucionaria fue inicialmente criticada y al final apoyada, por el destacado papel del PCS en la misma, no por todos ni tampoco con agrado;

g) Respecto a la Perestroika, en ocasión de la celebración en 1987, en Moscú, del 70º aniversario de la Gran Revolución Socialista, expresamos oportunamente nuestro desacuerdo con la apreciación de sus teóricos y líderes sobre los acontecimientos internacionales, y en particular criticamos la omisión que ellos hacían de los movimientos revolucionarios del Tercer Mundo, de los cuales querían desligar al PCUS, abandonar la política de solidaridad hacia los mismos.

7.-Subrayamos de todo este patrimonio, la incansable, sostenida y permanente lucha por la unidad de todas las fuerzas democráticas y revolucionarias. La lucha por la unidad, para la cual siempre empeñamos nuestras mejores virtudes la paciencia, entre otras, nos ha proveído de una experiencia invaluable. En nuestras alianzas de todo tipo, es destacable el hecho de que se hayan realizado siempre sobre la base de principios democráticos y una ética política rigurosa, sin que nosotros nos alejáramos jamás de nuestras propias concepciones relacionadas con nuestro ideal socialista; y sin que, de nuestra parte, exigiéramos a nuestros aliados que ellos cambiaran sus propias concepciones.

8.-Debemos consignar como parte del patrimonio histórico, el método cultivado por el PCS de involucrar a su militancia en la toma de las grandes decisiones, como, por ejemplo, la de participar en la guerra revolucionaria.

9.-En resumen, a lo largo de más de 65 años de existencia los comunistas hemos promovido y defendido las ideas del socialismo y hemos sido educadores de generaciones de revolucionarios, consecuentes luchadores contra la dictadura y por la democracia, la justicia social y los intereses populares, por la unidad de los revolucionarios salvadoreños y la alianza con las fuerzas democráticas. Hemos sido incansables organizadores de los trabajadores del campo y la ciudad para la conquista y defensa de sus intereses.

Tal es el patrimonio histórico inapreciable que aportamos al FMLN al transformarnos dentro de él en Tendencia Comunista

VII.-Estamos seguros que a estas alturas, ya se hace esta pregunta: Una vez constituidos dentro del FMLN como tendencia comunista ¿qué se hará con nuestro patrimonio histórico? Pensamos que la misma pregunta se estarán haciendo las organizaciones hermanas que se transformarán también en tendencias, respecto a su propio acervo histórico. Nuestra respuesta es la siguiente:

1.-La transformación en tendencias, de cada uno de los partidos que integramos actualmente el FMLN, significa un paso de unidad superior a la actual; es un proceso de transformación y continuidad, no de desaparecimiento.

2.-Una vez unificado el FMLN tendrá éste su propia historia, de la cual serán parte integrante las historias particulares de cada uno de los partidos que se hayan extinguido; de tal manera que como efemelenistas tendremos una historia común y, por consiguiente, un patrimonio histórico común.

3.-En consecuencia con lo anterior, propondremos que sea fundado el museo del FMLN; éste deberá ser, en el sentido exacto de lo que es un museo, un instrumento pedagógico, de carácter formativo, informativo e ilustrativo para las futuras generaciones de revolucionarios y demócratas y para el pueblo todo. Quienes lleguen a visitarlo, saldrán conociendo la historia real de la izquierda en El Salvador. El Patrimonio Histórico, pues, será un fondo común de los que hicimos y hacemos posible la existencia y permanencia del FMLN en la vida de la nación.

Patrimonio Ideológico y Programático

I

La tendencia comunista dentro del FMLN continuará siendo portadora de las definiciones ideológicas y programáticas del Partido Comunista de El Salvador, adoptadas en sus Congresos, particularmente en el Octavo (marzo-93), y continuará asimismo aportando en lo nacional e internacional al esfuerzo de elaboración teórica que tiene lugar desde la desaparición del campo socialista europeo y de la Unión Soviética.

Los documentos “sobre la transición, formas de lucha, las alianzas y la unidad”, el “Programa de la Revolución Democrática” y los Estatutos del PCS aprobados por el Octavo Congreso recogieron las definiciones de los comunistas en el terreno del pensamiento y de las metas programáticas. Los artículos 2 y 3 de dichos Estatutos resumen esas definiciones de la manera siguiente:

Art. 2.-El PCS es un Partido revolucionario, unitario, humanista e internacionalista, que guía su actividad por un pensamiento propio, fruto de nuestras experiencias de lucha, de las tradiciones patrióticas y revolucionarias de nuestro pueblo y de otros pueblos, especialmente los latinoamericanos, del conocimiento del socialismo científico creado por Carlos Marx y Federico Engels, de la asimilación crítica del pensamiento socialista universal, de las ciencias sociales en general, y de aquellas manifestaciones del pensamiento filosófico, político y religioso comprometidas con la causa de los pobres, la democracia, la justicia social y la autodeterminación nacional.

El PCS lucha por alcanzar la meta histórica del socialismo, que será una sociedad democrática participativa, políticamente pluralista, comprometida con el progreso constante en todos los ordenes de la vida productiva, económica, social, política y cultural; constituida en una nación soberana e independiente; sustentada en una economía mercantil, libre de la explotación del hombre por el hombre y de la explotación del hombre por el Estado, en la que predomine la propiedad autogestionaria de los medios de producción, directamente poseídos por los colectivos y comunidades de trabajadores, cuyas empresas existen, crecen y son rentables en tanto incorporan los progresos tecnológicos; con una vida política y social basada en el respeto de la persona humana y sus derechos y en la promoción del desarrollo e iniciativa del individuo dentro de una colectividad solidaria.

Art.3.-Son fines del Partido, una revolución democrática, que garantice la transición al socialismo y al comunismo.

La revolución democrática busca configurar una sociedad caracterizada por la supremacía de la sociedad civil y del poder civil, democráticamente generado, sobre el poder militar; la imparcialidad e independencia reales de la administración de justicia, tanto respecto de los otros órganos de poder del Estado como entre los distintos niveles del órgano judicial; el total respeto y promoción de los derechos de las personas, de los derechos laborales, la igualdad ante la ley y un pleno Estado de derecho; el aseguramiento del pluralismo político e ideológico y la limpieza y transparencia del sistema electoral; la democratización del acceso a los medios de comunicación; la realización de las reformas estructurales que aseguren el arraigo y desarrollo de las formas de propiedad social e individual de los trabajadores y garanticen condiciones para el incremento de su producción y productividad; el respeto a la propiedad capitalista, en particular de aquella comprometida con el desarrollo con justicia social; la vigencia de la libertad empresarial y del mercado en igualdad de derechos y oportunidades para todas las formas de empresa y propiedad; el Estado comprometido con el desarrollo y justicia social y el mejoramiento sostenido de las condiciones de vida del pueblo, comenzando por el trabajo, el acceso a la educación, a la salud pública y a la seguridad social; y el aseguramiento de la autodeterminación nacional.

Para la consecución de estas metas programáticas, las fuerzas revolucionarias y demás fuerzas democráticas, deben alcanzar el poder político y conducirlo. El PCS está comprometido en esta lucha por el poder.

II

Los comunistas salvadoreños en el curso de la lucha política, social, ideológica, armada y no armada, legal e ilegal, abierta y secreta, que hemos realizado durante más de sesenta y cinco años, hemos abanderado principios, practicado y defendido valores, hemos partido de propósitos, buscado alcanzar objetivos y realizar ideales transformadores de justicia social y democracia. Ellos han sido nuestra inspiración y por ellos los comunistas, simpatizantes y seguidores nuestros sufrimos persecución, cárcel, torturas, mutilaciones físicas y muerte.

Estos principios, valores, ideales, propósitos y objetivos constituyen los fundamentos de nuestra ideología y perfilan lo que nos esforzamos ser como personas y como reformadores de la sociedad, hacia un estadio cualitativamente superior de su desarrollo:

1.- Los comunistas somos revolucionarios, no somos conformistas.
La revolución sigue siendo una necesidad del desarrollo social; las revoluciones “son las locomotoras de la historia”, como dijera Carlos Marx.

La revolución es una ley objetiva de la historia, que no ha desaparecido por la desaparición del sistema del socialismo de Estado en Europa Oriental y de la Unión Soviética. Es una ley propia del movimiento social y se realiza por la actividad de las personas, mediante sus luchas. Los revolucionarios somos facilitadores y actores del progreso social y nuestra eficacia es mayor cuanto mayor es nuestro conocimiento, nuestra conciencia y dedicación a la lucha por la revolución y cuanto mayor es nuestra capacidad de agrupar y organizar, unir y orientar la acción de las fuerzas del cambio en cada momento de la historia.

Los comunistas somos revolucionarios; cultivar, fortalecer y hacer cada vez más eficiente esta naturaleza y carácter de nuestra definición y nuestra conducta, constituye un compromiso esencial.

2.-Los comunistas no somos los únicos revolucionarios, como ha quedado demostrado en nuestro país durante los últimos 25 años (desde 1970). En 1979-80 todos los revolucionarios nos unimos y creamos el FMLN. Mantener la unidad de los revolucionarios, fortalecer y desarrollar el carácter revolucionario, el poderío y la eficacia del FMLN es un compromiso primordial de todos los revolucionarios salvadoreños.

Realizar la revolución democrática y el socialismo requiere la acción concertada de los revolucionarios socialistas y de las amplias fuerzas democráticas y progresistas.

La historia del PCS nos enseñó de modo práctico estas verdades. Los comunistas somos activos y fervientes partidarios y promotores de la unidad de los revolucionarios y de su alianza con todos los demócratas y fuerzas del progreso.

3 -Alcanzar el poder y ejercerlo en función de la transformación de la sociedad, en marcha hacia el socialismo, es el problema principal y decisivo de la revolución, en particular de la revolución democrática, cuya consumación continúa pendiente en El Salvador.

Hacer todo lo necesario, dentro de las condiciones y formas de lucha adecuadas al momento actual de nuestra historia, para que las fuerzas revolucionarias y democráticas asciendan al poder del Estado, consumen la revolución democrática y abran la gradual y prolongada transición al socialismo, esa es nuestra tarea principal.

Todo revolucionario, todo comunista, todo efemelenista, debe tener sentido de poder, orientar sus pasos en función del ascenso al poder del FMLN y las demás fuerzas democráticas y progresistas de nuestro país.

4.-Los comunistas salvadoreños somos demócratas, hemos realizado una larga lucha por la democracia, contra la dictadura de una pequeña, opulenta y poderosa oligarquía burguesa, expresada durante sesenta años del siglo XX (1931-1991) por medio de su instrumento, la dictadura militar.

Por eso, la manifestación fundamental y persistente del carácter democrático de los comunistas salvadoreños y de su lucha por la democracia, ha sido su antimilitarismo y su lucha contra la dictadura militar.

El militarismo sufrió una severa derrota como consecuencia de la guerra popular revolucionaria de los años ochenta y de los acuerdos de paz negociados, que le pusieron fin a esta guerra. Pero esta derrota del militarismo no genera por si sola la democracia, ni supera irreversiblemente el militarismo.

Los revolucionarios consideramos que el final irremediable del militarismo sólo puede lograrse mediante el establecimiento pleno de la democracia participativa y opinamos que la democracia no ha sido aún implantada plena y profundamente, como práctica cotidiana. Conviene por eso definir por cuál democracia hemos luchado y luchamos ahora:

-Se trata de una democracia de nuevo tipo: dará la libertad a quienes no la han tenido, al pueblo trabajador, sin despojar de ella a quienes la han tenido. No se trata por tanto de la llegada del pueblo a una democracia ya existente, de minorías, sino del establecimiento de una democracia nueva, de una democracia del pueblo.

-En correspondencia con su carácter popular, ha de ser una democracia participativa, no sólo representativa, que abrirá al pueblo trabajador el acceso a la toma de decisiones sobre los rumbos y contenidos del desarrollo económico, social y político y sobre la solución a los problemas cotidianos; lo mismo que asegurará su participación en la ejecución y control de esas decisiones, sobre la marcha y la conducta del gobierno en todas sus expresiones y niveles (ejecutivo, legislativo, judicial, municipal, ministerio público, etc.).

-Será una democracia política y a la vez una democracia social y económica, humana con justicia social.

-Será una democracia que combine y compagine la libertad e intereses colectivos e individuales en todos los órdenes de la vida social, económica y política. En ella el individuo tendrá espacio para su iniciativa su derecho a expresarse, su propiedad y demás derechos, no será aplastado por el colectivo y a la vez aprenderá a integrar sus ideas y coordinar armónicamente sus intereses con los del colectivo.

El debate sin censuras o prohibiciones es instrumento imprescindible para lograr un ajuste positivo, creativo y libre entre individuo y colectivo.

-Por consiguiente, se trata de una democracia fundamentada en el respeto a los derechos humanos, que promueve el desarrollo de éstos.

-Una democracia con libertad y tolerancia para el pluralismo político e ideológico, una de cuyas expresiones radica en el pluripartidismo.

-Una democracia fundada en el respeto a las creencias, fe y tradiciones de la gente, con plena libertad religiosa y de cultos.

5.-Los revolucionarios estamos profundamente comprometidos con el pueblo pobre y trabajador, con su lucha por superar la pobreza y emanciparse económica, social, política y culturalmente.

Este es un compromiso irrenunciable y su ejercicio hasta el logro de las metas liberadoras constituye, en esta etapa de nuestra historia como nación y país subdesarrollado, lo más esencial de nuestra conducta, de nuestro programa y de nuestra acción política.

6.-Los comunistas somos firmes e invariables partidarios de la unidad de los trabajadores, del respeto a la unidad e integridad de sus organizaciones sindicales, cooperativas, comunitarias, etc.

La unidad de acción y la unidad de las organizaciones populares es al mismo tiempo un objetivo y un medio indispensable para la lucha por la emancipación y el desarrollo del pueblo pobre y trabajador.

La unidad de los trabajadores presupone la democracia interna de sus organizaciones y el respeto de la autonomía y naturaleza de éstas por los revolucionarios. Estas organizaciones no deben ser sometidas a ninguna maniobra de hegemonización autoritaria o ideológica, que se imponga contra la voluntad de ninguna parte de sus miembros.

Mantener la unidad de estas organizaciones implica aceptar la comunidad de intereses de sus asociados y al mismo tiempo la diversidad ideológica y política que puede haber entre ellos.

Dividir las organizaciones populares significa contribuir a mantener la marginación, la explotación y la opresión sobre la mayor parte de la sociedad, es incompatible con nuestra condición de revolucionarios, de igual manera, los revolucionarios reconocemos y acompañamos la lucha del movimiento social por convertirse en fuerza creadora del cambio, es decir, de transformación en “poder social” capaz de transformar el actual modelo de sociedad en otros donde impere la democracia y la justicia social y económica.

7.-Los revolucionarios estamos profundamente comprometidos con la causa de la liberación de la mujer de su situación discriminada y sometida dentro de la sociedad.

Esto implica nuestra voluntad decidida a superar entre nosotros mismos las prácticas discriminatorias y machistas hacia la mujer, en todos los órdenes de la vida política y social y, desde esa posición, realizar una sistemática acción concientizadora entre el pueblo y una lucha tenaz por emancipar e incorporar total e integralmente a la mujer en igualdad de condiciones y oportunidades en la sociedad.

8.-Los revolucionarios somos internacionalistas; reconocemos que nuestros valores, objetivos e intereses son esencialmente los mismos por los cuales actúan y luchan los revolucionarios y pueblos de todos los países.

Nos pronunciamos a favor de la lucha de otros pueblos y en especial mantenemos nuestra solidaridad con el pueblo cubano en su lucha de resistencia contra el brutal bloqueo norteamericano.

Los revolucionarios salvadoreños hemos recibido una altísima cuota del internacionalismo mundial y comprendemos su legitimidad y necesidad para los demás pueblos.

9.-Por todo lo anterior y porque consideramos a la persona humana en la suma total de las relaciones sociales y como el valor central de la historia, sujeto, actor, objeto y fin al mismo tiempo, los comunistas y todos los revolucionarios somos humanistas.

10.-Los comunistas salvadoreños continuamos siendo antiimperialistas. Consideramos que esta es la lógica e indispensable consecuencia de que somos revolucionarios en un país periférico, explotado y dominado por el sistema capitalista mundial, en particular del sistema de los Estados Unidos.

Ser antiimperialista hoy exige reconocer y estudiar el capitalismo actual como capitalismo en proceso de globalización, como sistema mundial profundamente contradictorio, que mantiene centros desarrollados y ricos, en cuyo seno se configuran y ensanchan bolsones de pobreza y de atraso típicamente periféricos y con una periferia atrasada y pobre, cada vez más rezagada y distante de los niveles de desarrollo y riqueza de los países centrales del sistema, en cuyo seno sin embargo, se configuran bolsones de riqueza y desarrollo propios de los países centrales.

Si bien es cierto que el capitalismo en los países centrales o desarrollados sostiene niveles de vida altos, para una gran parte de su población, como consecuencia de las luchas de los trabajadores durante muchas décadas desde el Siglo XIX y como una necesidad de su competencia vital con el socialismo de los países del este Europeo y la Unión Soviética, durante 70 años del siglo XX, también es cierto que ese mismo capitalismo de los países centrales del sistema, ha sumido en el atraso, ha empobrecido y continúa empobreciendo, de manera creciente, a la inmensa mayoría de la humanidad; es el principal causante del masivo deterioro, contaminación y destrucción de los recursos naturales y, en general, del medio ambiente del planeta.

La tendencia al empobrecimiento creciente del proletariado, descubierta por Carlos Marx en el capitalismo del siglo pasado en Europa y Norteamérica, ha sido sistemáticamente negada en los países centrales por el capitalismo posterior a las dos guerras mundiales del siglo XX, lo cual es señalado por los teóricos burgueses como prueba del desacierto de la teoría marxista; pero al extenderse el capitalismo como sistema mundial, esa tendencia fue reemplazada por la pauperización creciente de la Humanidad y no solo del proletariado.

La humanidad es ahora más pobre, en su conjunto, incluso que durante la existencia de los imperios coloniales, y el planeta está mucho más destruido que entonces. Carlos Marx tenía razón, a fin de cuentas: el capitalismo no puede existir y desarrollarse sin empobrecer continuamente a la mayor parte de la gente y sin concentrar la riqueza en una minoría cada vez menor proporcionalmente. Así, pues, la tesis de Marx hay que valorarla hoy a escala del capitalismo como sistema mundial y no a escala de los países centrales por separado. Según las estadísticas de las Naciones Unidas (PNUD), el 20% de la población mundial recibe el 80% de los ingresos que produce el trabajo de la Humanidad, y el 80% de la población recibe, escasamente, el 20% de los ingresos que ella crea. Capitalismo y justicia social y humanismo y conservación del medio ambiente son incompatibles.

Incluso el programa de la revolución democrática que busca un desarrollo económico con justicia social en democracia que no es todavía un proyecto socialista, lleva implícita una resistencia al capitalismo como sistema mundial. Para ser realizado ese programa, requiere abrirse un espacio de soberanía y autonomía. Pero este espacio sólo es posible mancomunado en procesos integradores de los intereses de grupos de pueblos y países en cada región y concertando estrategias, posiciones y políticas comunes a escala de la periferia mundial del capitalismo.

Estamos decididamente en favor de la Integración Centroamericana y Latinoamericana como rutas para nuestra inserción en el mundo de hoy.

Estamos a favor del entendimiento y la acción común de los países del tercer Mundo por un nuevo orden económico y político mundial que abra posibilidades al desarrollo económico a la porción mayoritaria de la humanidad.

Ya no basta definir al imperialismo como capitalismo monopolista. El imperialismo de hoy es el capitalismo en proceso de globalización. Sus cabezas rectoras y autoritarias son los Estados de los países centrales, o las uniones de éstos con su poderoso instrumental político-militar y sus instituciones financieras internacionales conjuntas (FMI-BM- etc.) o propias (estatales o privadas). Existe, además, un proceso de creciente contradicción entre la globalización de la economía mundial y la conformación de bloques económicos (EEUU, Unión Europea, Japón y los países asiáticos). La efectiva globalización pasa por la apertura total de los mercados, la libre movilidad de la población laboral y del capital. Esto requiere la desaparición de dichos bloques o las restricciones que éstos imponen al ingreso de mercancías a sus mercados y al ingreso de población inmigrante a sus países. Lo que vemos hoy no es esto precisamente. El único componente económico realmente globalizado en la actualidad es el capital financiero, lo cual contribuye a fortalecer su indiscutible hegemonía.

El neoliberalismo, la doctrina dominante en el mundo, que conduce la globalización, sacrifica en los países pobres la función del Estado de trazar y conducir, soberana y autodeterminadamente, el rumbo y el proceso de desarrollo económico social; de proveer los servicios básicos (educación, salud, cultura, comunicaciones, etc.), propicia la destrucción creciente del medio ambiente, deforma el papel del mercado en beneficio de concentrar la riqueza en un pequeño grupo de la sociedad, cada vez menor proporcionalmente, y expande más y más la pobreza. Es decir, imposibilita el desarrollo económico socialmente justo y ecológicamente sustentable.

El imperialismo de hoy, una vez concluida la guerra fría, particularmente en América Latina, trata de deshacerse del militarismo que le fue tan útil y estructural durante la confrontación con la Unión Soviética e implantar la práctica electoral, realiza un sistemático acercamiento y trabajo sobre la izquierda con instrumentos ideológicos, políticos y hasta económicos, buscando cooptarla.

Al mismo tiempo, contradictoriamente, el imperialismo de hoy, del mundo monopolar especialmente el norteamericano sigue siendo militarista y agresivo, contrarrevolucionario y sufre un rebrote de racismo, xenofobia y conservadurismo reaccionario.

El antiimperialismo de hoy no puede eludir la tendencia a la mundialización de la economía (de la producción, los servicios, el comercio, las finanzas, etc.); pero exige proyectos nacionales y soberanos de desarrollo humano, sustentables y sostenibles, y la más conveniente inserción en la economía mundial.

El antiimperialismo de hoy exige de los revolucionarios una formación y una mayor capacidad para librar la lucha ideológica, mas compleja y sofisticada que nunca antes. Esto es particularmente sensible en la posguerra en El Salvador.

11.-En todo el mundo los revolucionarios estamos comprometidos con la defensa, la preservación y recuperación de la naturaleza. Esta es una de las tareas más humanistas, mas antiimperialistas y más revolucionarias de la actualidad.

12.-Los revolucionarios estamos comprometidos a transformar el sistema educativo salvadoreño para potenciar la formación democrática, científica, técnica y humanista de las nuevas generaciones, que les posibilite su participación ciudadana como agentes de la transformación de la sociedad. Al mismo tiempo, el sistema educativo nacional debe ser capaz de formar a los niños, jóvenes y adultos para incorporarlos como individuos productivos modernos, con conciencia ecológica y de género, promotores y constructores del crecimiento económico y el progreso social.

Estamos a favor de recibir y asimilar los grandes aportes de la cultura universal, a la par que rescatamos nuestros valores culturales nacionales.

Bases Organizativas y de Funcionamiento de las Tendencias en el FMLN

I.-Del Concepto de Tendencia

Concebimos una tendencia como un agrupamiento de personas que coinciden, en general, en su pensamiento ideológico y político-social, así como en la caracterización de la actual etapa de la revolución, su rumbo y contenidos, y que se esfuerzan por desarrollar su pensamiento e impulsar sus objetivos políticos dentro del FMLN del cual forman parte junto con otras tendencias, de acuerdo a sus Estatutos y a las normas de su Reglamento para el funcionamiento de las mismas.

II.-Objetivos de la Tendencia Comunista

a)Impulsar la consolidación del carácter revolucionario y socialista del FMLN.

b)Contribuir a niveles superiores de unidad de pensamiento y programa.

c)Facilitar la simplificación orgánica del FMLN y aumentar la eficiencia de su lucha política y social.

d)Consolidado el partido de tendencias, hacer de éste el medio para alcanzar un nuevo y superior nivel de unificación, es decir, la construcción del partido unificado, el cual será democrático, asegurará el derecho a la diversidad en el pensamiento revolucionario y la activa participación de sus miembros en la toma de decisiones y su ejecución.

e)Incorporar a todos los miembros del PCS al FMLN.

III.-De la Estructura de las Tendencias

En el partido unificado de tendencias, sólo deberá existir una estructura orgánica formal. Todos los afiliados, independientemente de la tendencia a la que pertenezcan, o de que no adhieran a ninguna, militarán en los comités del FMLN, ya sean estos territoriales, sectoriales o de otro tipo, existiendo un único registro de afiliados del mismo.

Lo anterior no excluye el que las tendencias puedan tener sus propios listados de miembros o adherentes, a nivel local o nacional, si así lo desearan; pero, el único registro valedero que dará fe de la pertenencia de las personas al FMLN y del cual se derivarán derechos y obligaciones, será su registro oficial.

Podrán formarse equipos especializados de trabajo para elaborar propuestas al FMLN, documentos políticos e ideológicos, organizar actividades de la tendencia (colectas, celebraciones, etc.), crearse medios de comunicación ya sea de índole teórica ideológica o de otro tipo; todo ello, siempre que no afecte el aporte de todos sus adherentes a las actividades del FMLN ni generen decisiones, orientaciones o pronunciamientos contradictorios con los que emanen de los organismos conductores del mismo.

En síntesis, la estructura de la tendencia debe limitarse a las necesidades estrictamente mínimas, a definirse según las condiciones concretas y para funciones específicas (teóricas e ideológicas que definen a la tendencia).

La Tendencia Comunista contará con un equipo de compañeras y compañeros que la representará y orientará. Ese equipo elaborará las indicaciones relativas a las formas orgánicas y de funcionamiento de nuestra Tendencia.