SAN SALVADOR, 7 de mayo de 2021 (SIEP). “En 1975 se realiza en La Habana, Cuba un importante encuentro de partidos comunistas latinoamericanos en el que afinan su estrategia y táctica continental. Por El Salvador, participa el dirigente comunista Schafik Handal, a nombre del PCS…” reseña Roberto Pineda, coordinador del Centro de Estudios Marxistas “Sarbelio Navarrete.”
Indicó Schafik en su discurso que “la cohesión del movimiento comunista latinoamericano tiene una gran significación revolucionaria; es una de las premisas más importantes para impulsar la elevación del papel de la clase obrera en el proceso revolucionario, lo mismo que la unidad y la solidaridad de todas las fuerzas anti-imperialistas y democráticas en cada país y a escala continental.”
Afirmó que “desde el triunfo de la Revolución Cubana en 1959, quedo abierto el periodo histórico de revolución en que se encuentra la América Latina. Los anteriores logros revolucionarios fueron importantes; sin embargo eran solo las alboradas precursoras de este, que es un proceso de largo alcance, definitivo e irreversible.”
Aseguró que “los comunistas salvadoreños concordamos plenamente con quienes caracterizan el actual momento latinoamericano como momento de ofensiva de los pueblos. Son los pueblos y no el imperialismo quienes se encuentran a la ofensiva, a pesar de la dolorosa derrota temporal que logró infligirnos en Chile, la herida en Bolivia y Uruguay, y mucho antes en la República Dominicana y en Brasil.”
Explicó que “pensamos que la clase obrera y su Partido pueden llegar a encabezar el proceso revolucionario en nuestros países únicamente a condición de que impulsen resueltamente la lucha por la democracia, la independencia, y las hondas transformaciones económico—sociales, propias de esta etapa de revolución.”
Finalmente hizo un llamado a “a la solidaridad con Guatemala, con el pueblo guatemalteco, con el Partido Guatemalteco del Trabajo. Nosotros vivimos esa tragedia, allí estamos junto a ellos, nos enteramos de esa tragedia momento a momento. Nosotros creemos que ha llegado la hora de hacer un esfuerzo realmente sustancial para detener la matanza en Guatemala. ¡Los comunistas podemos hacerlo!”