El secretario técnico de la Presidencia, Alexander Segovia; el secretario presidencial para Asuntos de Vulnerabilidad, Jorge Mélendez; el exmagistrado del Tribunal Supremo Electoral Félix Ulloa y el exdiputado efemelenista Dagoberto Gutiérrez han estado reuniéndose con la idea de preparar su camino a la próxima Asamblea Legislativa. Aunque no tienen claro cómo llegar, pues algunos no están seguros de si desean unir fuerzas, todos coinciden en que el FMLN no debe ser la única fuerza de izquierda con representación legislativa en el período 2015-2018.
Meléndez, Ulloa y Gutiérrez tienen en común haber estado conversando desde hace dos años en un espacio denominado Foro de la Nueva Izquierda, que pretende diseñar un proyecto que gane representación en la próxima Asamblea. Meléndez, secretario general del Partido Social Demócrata (PSD), abandonó al FMLN en 1994 por diferencias con la dirigencia de Schafik Hándal; Ulloa estuvo antes de la guerra en la Resistencia Nacional, una de las organizaciones que integraron la guerrilla del FMLN, y de 1994 a 1999 fue magistrado del TSE en representación de los partidos FMLN y Convergencia Democrática; Gutiérrez fue guerrillero, integró el Partido Comunista y fue diputado del FMLN de 1994 a 1997. A finales de los años 90 fundó la Tendencia Revolucionaria, una de las facciones más radicales dentro del FMLN, que terminó rompiendo con el partido de izquierdas. Segovia, un economista, se incorporó al primer gobierno del FMLN con el cargo de secretario técnico de la Presidencia.
Los que pertenecen a la Nueva Izquierda no pretenden convertir ese espacio en un partido político, pero uno de ellos, Meléndez, cree que su PSD es el vehículo que deberían abordar para competir, aunque los demás no están tan seguros.
El secretario técnico de la Presidencia pretende llegar sin motes partidarios y busca perfilarse como independiente. Ulloa asegura que él no necesariamente será candidato, pero habla con entusiasmo de un bloque legislativo de izquierda alternativo al FMLN tanto en la Asamblea como en las alcaldías. Y Dagoberto Gutiérrez está trabajando para inscribir formalmente como partido a su Movimiento Nuevo País (MNP).
Ulloa habla de las alcaldías porque las elecciones de 2015 también son para nombrar gobiernos municipales, y por primera vez en la historia salvadoreña cada uno de los 262 concejos tendrá la posibilidad de quedar integrado por políticos de más de una organización partidaria, ya que los partidos que obtengan más votos tendrán derecho a la mayoría simple en el concejo y a nombrar al alcalde, pero el partido o los partidos perdedores tendrán derecho a una cuota proporcional de concejales.
El sueño de Jonás
Jorge Meléndez apoyó en 2009 la candidatura presidencial del FMLN, pero para 2015 busca arropar a un grupo de personajes con los que pretende formar un bloque alternativo al de los efemelenistas. Un esfuerzo que ya intentaron repetidas veces otros, y fallaron en cada examen en las urnas desde 1997, cuando compitió por primera y última vez el Partido Demócrata.
Meléndez fue conocido durante la guerra civil como Jonás, un comandante guerrillero que fundó el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), una de las cinco fuerzas que formaron el FMLN. Hablar de Jonás también es hablar de Roque Dalton, posiblemente uno de los poetas más universales de El Salvador, asesinado por decisión de la dirección del ERP en 1975. Jonás alega que esa decisión terminó no con un asesinato, sino con que “una persona murió fruto de un proceso político”.
Al eliminar todas las noticias que hablan de Jonás como secretario presidencial de Vulnerabilidad, los hechos más destacados de la vida reciente de este funcionario pueden resumirse en tres: en 2012, un juez lo exoneró del crimen de Dalton. En 2013, su partido recibió la autorización para competir en elecciones. En 2014 decidió no participar con su bandera en la presidencial y formó parte de las personas que apoyaron la fórmula presidencial del FMLN.
El 1 de junio, el gobierno de Mauricio Funes llega a su fin, y en 2015 los salvadoreños renovarán la Asamblea Legislativa, adonde Jonás pretende llegar con un grupo de personas a quienes él llama “los talentos de la sociedad”.
—¿Cuál es el plan para afrontar las elecciones de 2015? —le preguntó El Faro.
—Queremos ser partícipes del mayor número de concejos municipales, ese es el primer gran objetivo. Segundo: queremos una representación legislativa que nos permita tener una plataforma pública permanente. Tercero: queremos llevar a la Asamblea Legislativa a los talentos de la sociedad, más que a representantes del partido. Hemos hablado con el doctor (Alexander) Segovia, con Félix Ulloa, con Dagoberto Gutiérrez, con Roberto Rubio -resume.
—¿Y qué respuesta ha obtenido de esas personas?
—He tenido una respuesta positiva —asegura—. Tenemos coincidencias básicas y programáticas con estos personajes.
El dinero para financiar esta campaña, asegura Jonás, puede venir de empresarios salvadoreños radicados en el exterior interesados en el nacimiento de una “nueva izquierda”.
Roberto Rubio es un economista, presidente de la Fundación Nacional para el Desarrollo (Funde), que dice no tener interés en buscar un escaño legislativo.
Segovia habla de independencia
Al igual que Meléndez, el secretario técnico se libera del cargo el 1 de julio, cuando asuma como presidente el excomandante guerrillero Salvador Sánchez Cerén. Dice que no pretende abandonar el país al terminar estos cinco años. “Me voy a quedar para trabajar desde la academia… pero también desde la política no partidaria”, revela Segovia.
Segovia dice que sería candidato a diputado si encuentra con quién hacer equipo. “No lo haría nunca como un proyecto personal, lo voy a hacer como un proyecto político, junto a otros, de transformación”, dice. Para discutir su posible candidatura, los bueyes tienen que ir antes de la carreta . Eso quiere decir que no discutirá ninguna participación sin antes no haber hablado el proyecto de país que se quiere seguir.
Dice que nadie le ha hecho una propuesta formal para ser diputado pero después de una plática de 20 minutos se entiende que le interesa la posibilidad de una candidatura no partidaria, habilitadas desde las elecciones de 2012 gracias a una sentencia de la Sala de lo Constitucional.
—La pregunta obvia es si usted quiere ser un candidato independiente a diputado.
—Esa no es la pregunta obvia.
—Para mí ahora sí.
—No, no es la pregunta obvia. Desgraciadamente no puedo adelantarte más información en este tema, pero en las próximas semanas sí puedo hacerlo.
Segovia dice que ha escuchado sobre el Foro de Nueva Izquierda en el que están involucrados Meléndez, Ulloa y Gutiérrez. Al igual que ellos, dice que le interesa que haya representantes directos de la ciudadanía.
—He tenido pláticas con líderes, no los que salen en la televisión, sino mucha gente en el territorio y ahí hay mucha gente, ciudadanos comunes, como nosotros, que quieren una nueva forma de participación política no partidaria —acota—. Si logramos varios, ojalá muchos, ponernos de acuerdo en una visión de país, en una estrategia de país, en una plataforma de cambio de país, ahí podemos hacer alianzas. Yo personalmente lo haría en el puesto que se me asigne, con partidos y movimientos, pero alrededor de una agenda de país, pero no alrededor de una agenda personal o partidaria.
¿Qué pasará con la oferta de Jonás? Segovia dice que Jorge Meléndez es su amigo desde la campaña de Mauricio Funes, y con quien intercambia análisis de coyuntura al ritmo de una vez cada dos o tres semanas. Asegura que tienen coincidencia ‘en términos generales’, pero cuando salta el nombre del PSD los caminos se bifurcan.
—Yo voy a ayudar a profundizar la democracia pero en esta fase desde una perspectiva no partidaria.
En el corto plazo, Segovia trabajará en desarrollar investigaciones desde el centro de pensamiento que presentó en sociedad antes de la Semana Santa. Se llama Instituto Centroamericano de Investigaciones para el Desarrollo y el Cambio Social (Incide) y busca, en palabras de su director, aportar al debate nacional de la administración pública y el poder. “No somos neutros, no hacemos ciencia por hacer ciencia… es una ciencia al servicio de la transformación de Centroamérica y de El Salvador”.
El capítulo después de Unidad
“Estamos trabajando para buscar representatividad en la Asamblea”, dice Félix Ulloa, abogado exmagistrado del TSE y director del Instituto de Estudios Jurídicos de El Salvador (IEJES). Y cuando dice ‘estamos’ menciona al PSD de su amigo Jorge Meléndez, y al Movimiento Nuevo País (MNP) de su otro amigo Dagoberto Gutiérrez, vicerrector de la Universidad Luterana*.
“Existen charlas con el PSD y van a tener como resultado la formulación de una estrategia que pasa porque todos los movimientos de la nueva izquierda busquen una agenda común para articularse, sumar esfuerzos y para poder tener una participación si no exitosa, por lo menos satisfactoria”, dice Ulloa.
Ulloa sostiene que unirse con sus pares de izquierda implica que haya una “cabuda” de recursos para abarcar la mayor parte del territorio posible. Quien sea fuerte en Santa Ana, trabajará ahí; quien lo sea en San Miguel, igual. “Hay que hacer una combinación de esfuerzos territoriales, financieros, mediáticos para apostarle a un proyecto común. Hay que sumar esfuerzos porque el riesgo que se corre es que la izquierda se convierta en pedazos cada vez más pequeños”, dice Ulloa.
Él dice que será diputado solo cuando el territorio que le toque representar, si es que lo eligen a él, está de acuerdo con su nombramiento. “Los rostros de este esfuerzo van a depender de los liderazgos locales porque ellos van a construir quiénes son sus candidatos y dirigentes”, explica.
Dagoberto Gutiérrez es un veterano comunista quien a mediados de los 90 decidió estudiar teología. Ulloa dice que apoya al MNP en su lucha para inscribirse como partido político ante el Tribunal Supremo Electoral como partido político. En el último año, Gutiérrez ha compartido micrófonos con Ulloa, con quien comparte la idea de “refundar el país, refundar el Estado”. Pero para lograrlo, lo primero es lograr espacios en la institucionalidad.
Gutiérrez y Ulloa además han estado trabajando desde el MNP reuniéndose con sus bases para discutir el futuro del movimiento y establecer la estrategia a seguir de cara al nuevo panorama político ya con el FMLN en el gobierno.
Ulloa dice que el FMLN está tan ocupado en administrar la cosa pública, las instituciones del Estado, sus Órganos y las alcaldías del país, que ha descuidado su papel de coordinador de alianzas con otras fuerzas. “Es una izquierda burocratizada. No hay intelectuales en el FMLN, no hay visionarios. Están perdido en la administración del Estado, no hay gente viendo al horizonte”, dice Ulloa, quien reclama que el Frente no haya discutido plataformas ni agendas con fuerzas aliadas.
Ulloa dice que se malinterpretó los acercamientos que él y Gutiérrez tuvieron con Unidad, el movimiento tripartito que encabezó el expresidente Antonio Saca y con el cual este intentó ganar la presidencia de la República en las elecciones pasadas. Explica que fue Unidad la que forzó a la segunda vuelta electoral gracias a que fue una opción despolarizadora y que eso trajo como beneficios que el FMLN se sintiera obligado a negociar con las demás fuerzas políticas. Ahí es donde entran ellos, dice Ulloa.
“La sociedad podría paralizarse por la falta de hegemonía del FMLN y tendrían que surgir nuevas fuerzas que impulsen los cambios y ahí es donde el MNP y otros sectores podrían jugar este papel”, explica Ulloa.
Jonás ya se reunió por aparte con Ulloa y Gutiérrez, y es este último, según Jonás, quien es el más escéptico de la idea de ir juntos a 2015. A Gutiérrez, El Faro le preguntó si él se miraba en un mismo grupo con Alexander Segovia, el secretario técnico de Funes, en el camino hacia la Asamblea Legislativa. Gutiérrez, habituado a gesticular cada palabra que dice, frunció el ceño como cuando alguien comienza a desaprobar algo. “Él es del Banco Mundial”, dijo.