El partido comunista de Honduras (CPH)
Anales Históricos 23 junio, 2013 – 1:08 PM
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Edgardo Rodríguez
El PCH ESTUVO PRESENTE EN LA HISTORIA DE HONDURAS DEL SIGLO XX. Fue odiado y perseguido sin tregua por sus enemigos fundamentales; y confrontado por los intereses particulares de otros destacamentos de la izquierda quienes veían en él no a un aliado, sino a un rival a vencer.
Reconocido a nivel regional e internacional, en el PC militaron gran cantidad de destacadas personalidades del sector obrero, campesino, magisterial, estudiantil, femenino e intelectual del país, muchos de los cuales han sido actores de acontecimientos históricos de la nación.
Sin lugar a dudas, esta fue la organización con más larga experiencia de lucha entre todos los destacamentos de la izquierda nacional. De hecho sirvió de semillero para la mayoría de las agrupaciones que surgieron en Honduras en las décadas de los sesenta, setenta y comienzos de los ochenta.
Los primeros comunistas
El triunfo de la revolución rusa, el 7 de noviembre de 1917, provocó una onda expansiva de las ideas del socialismo en todo el planeta, mismas que se encarnaban en la filosofía del marxismo leninismo.
La activista revolucionaria, Graciela García, en el libro Páginas de lucha señala que a inicios de los años veinte ya se habían formado en Honduras círculos de estudio marxistas. Los primeros surgieron en Tegucigalpa, San Pedro Sula, Tela, La Ceiba, Puerto Castilla, El Progreso y San Juancito.
Entre las personas que pertenecieron a dichos círculos se destacan: Manuel Cálix Herrera, Juan Pablo Wainwright, Néstor Juárez, Víctor M. Angulo, F. Armando Amaya, Daniel Canales Palencia, Víctor Ceferino Muñoz, Maximiliano B. Uclés, Gregorio Méndez, Faustino Delgado, Tránsito Amaya, Fidel Miranda, Carlos F. Gómez, Abel Cuenca, José Ángel Trujillo, Hermenegildo Briceño, Juan Ángel Tablas, Rosendo Ferrera, Victorino Salgado, Fernando Cañas, Pablo y Luis Alemán, Juan F. Barahona, Zoroastro Montes de Oca, Jacobo Zavala y Manuel González, entre otros.
Graciela García precisa: “En el año 1922 se produjo la fundación del Partido Comunista de Honduras (PCH). Se convocó una asamblea que tuvo verificativo en la ciudad de San Pedro Sula y en ella se nombraron las comisiones para la elaboración de estatutos, programa y fundamentación de la táctica a seguir. Se eligió al Comité Ejecutivo, llamado a dirigir las actividades de la nueva organización, recayendo el cargo de Secretario General en la persona de Manuel Cálix Herrera. Se eligieron también los comités seccionales y se aprobaron, después de largas discusiones, el programa, los estatutos y la táctica”.
No obstante lo anterior, en la edición 203, del mes de abril de 1981, del periódico Patria², órgano de divulgación del PCH, Longino Becerra, citando el testimonio del escritor comunista Ramón Amaya Amador, corrige diciendo que la fundación se produjo en 1924. ¿Cuál de las dos fechas es la correcta? Esto aún es motivo de una investigación pendiente.
Otro hecho del cual se carece de suficiente información es la existencia en los años veinte de un Partido Comunista de Centroamérica, con sede en Guatemala y que operaba en la región con las directrices del organismo de la Internacional Comunista llamado “Buró del Caribe”, con sede en Cuba. En 1927 es disuelta esta instancia y su lugar es llenado por cada uno de los partidos nacionales.
Uno de los grandes conductores del Partido Comunista en esa época fue indudablemente Manuel Cálix Herrera (1900-1935). Nacido en Olancho, entregó lo mejor de su vida por la causa revolucionaria. Catalogado como un luchador y organizador incansable, gracias al gran prestigio del que gozaba fue el candidato presidencial del Bloque Obrero Campesino, en las elecciones de 1932.
En 1935, a los 35 años de edad, muere Cálix Herrera a causa de tuberculosis, contraída debido a las torturas sufridas y a los largos períodos en la cárcel.
El otro gran conductor y líder comunista de la época fue Juan Pablo Wainwright (1894-1932). Nació en Santa Bárbara, de padre inglés y madre hondureña, de buena posición económica; hombre de temple, tenaz, dinámico, honesto y de energía inagotable.
Graciela García lo recuerda diciendo: “En 1931, bajo el gobierno de Vicente Mejía Colindres, se impuso la tarea de organizar a los obreros agrícolas explotados de manera despiadada en la Costa Norte del país por el conocido monopolio imperialista, la United Fruit Company. Wainwright fue capturado y enviado al Castillo San Fernando de Omoa, tenebrosa prisión política de entonces, pero a los pocos días, ante el asombro de sus verdugos, que consideraban imposible escapar del castillo, se fugó y traspasó las fronteras patrias, llegó a Guatemala, donde al poco tiempo fue capturado, se le instruyó un proceso y se le condenó a muerte, acusado de planear y dirigir un complot comunista”.
“Refieren que la víspera de su ejecución, con una hoja de afeitar se cortó las venas y con su sangre escribió en las paredes de la celda: ¡Viva el Soviet, el único gobierno que debe existir en el mundo! ¡Viva la Internacional Comunista! ¡Viva la revolución social!”. Murió fusilado el 18 de febrero de 1932”³.
De 1923 a 1932 el Partido Comunista trabajó en la legalidad. Varios intelectuales de la época se acercaron a sus filas, tal fue el caso de José Pineda Gómez, Francisco Murillo Selva, Arturo Martínez Galindo y Julián López Pineda.
Este primer Partido Comunista dedicó gran parte de su trabajo a la organización de los trabajadores y a la difusión del marxismo. Bajo su conducción se formaron la Federación Sindical Hondureña, la Sociedad Fruit Company, la Tela y la Truxillo Railroad Company.
En enero y febrero de 1932 el PCH, a través de la Federación Sindical Hondureña dirige el movimiento huelguístico desatado en la Tela, Truxillo Railroad Company y la Standar Fruit, que es duramente reprimido.
En junio de 1932, por primera y única vez en la historia de Honduras, el PCH con el apoyo del Bloque Obrero Campesino, participó en un proceso electoral con la candidatura presidencial de Manuel Cálix Herrera y Celso Jiménez Bonilla, como vicepresidente.
Posteriormente el gobierno de Tiburcio Carías Andino (1933-1949) implantó un régimen represivo que obligó al Partido Comunista a pasar a una rigurosa clandestinidad.
En su obra Evolución histórica de Honduras, Longino Becerra, al referirse al período del cariato señala:
“Los sindicatos constituidos durante años anteriores tuvieron que realizar sus actividades en forma clandestina o simplemente disolverse. Cualquier trabajador que intentara formar un sindicato en las empresas capitalistas nacionales o extranjeras, sobre todo en los campos bananeros, era acusado de subversivo y era enviado a la cárcel o simplemente muerto por los verdugos de Carías. Por esa razón y por el hecho de que el combate contra la dictadura se convirtió en la principal batalla política del pueblo hondureño durante este período, las actividades puramente sindicales y obreras pasaron a un segundo plano”⁴.
En 1939 tuvo lugar el último Pleno del comité Central del Partido Comunista en su primera etapa. En esa oportunidad se discutió la línea a seguir respecto al estallido de la Segunda Guerra Mundial. Después de una intensa deliberación, se aprobó hacer campaña contra el fascismo⁵.
Desde 1940 cesó prácticamente el funcionamiento orgánico del PCH. Los cuadros más firmes continuaron realizando esfuerzos infructuosos por mantener la actividad, otros se auto marginaron o se fueron al exilio.
El 26 de diciembre de 1948 se efectuó un intento por reorganizar el PCH. Un grupo de viejos militantes se reunieron en Tegucigalpa, eligieron a Dionisio Ramos Bejarano como Secretario General, aprobaron unos estatutos y un programa denominado la “Revolución democrática y liberadora”.
Fueron creados los Comités Locales de Tegucigalpa y San Pedro Sula. Sin embargo, este esfuerzo no pudo consolidarse a consecuencia de la dura represión existente. Los mismos militantes del PC no reconocieron este intento en su segunda fundación de 1954.
¹ García, Graciela. Páginas de lucha. Editorial Guaymuras, Tegucigalpa, 1981. Ps. 96 y 99.
² Periódico Patria número 203, 11 de abril de 1981. P. 6.
³ García, Graciela, Op cit. P. 98.
⁴ Becerra, Longino. Evolución Histórica de Honduras. Editorial Baktun, Tegucigalpa, 1983. P. 154.
⁵ Patria. Op. Cit. P. 6.
Fuente: La Izquierda Hondureña en la década de los ochenta.