El Salvador 2025: un país seguro en el peligroso mundo de Trump?  Roberto Pineda, 29 de abril de 2025

Introducción

El mundo vive una nueva realidad, a partir de la toma de posesión el 10 de enero de este año, de Donald Trump como presidente de Estados Unidos. Asistimos a la ruptura violenta de los acuerdos de convivencia internacional, asumidos hace ochenta años por las principales potencias del mundo, luego de la Segunda Guerra Mundial.

Trump, en su segundo mandato,  –el primero fue del 2017 al 2021-está haciendo uso del vigoroso musculo económico de Estados Unidos, para imponer un nuevo orden mundial, para bloquear la posibilidad que  China se convierta en el nuevo hegemon de la sociedad global.

Simultáneamente en el frente interno, Trump mediante el multifacético movimiento MAGA,  despliega una aplastante guerra cultural contra los avances democráticos, en derechos civiles,  cultura, educación, legislación, logrados por los sectores populares estadounidenses en los últimos cien años. Esta lucha se despliega en barrios, escuelas, universidades, museos y bibliotecas.

El movimiento MAGA tiene dos componentes principales, por una parte, el grupo de nacionalistas y reaccionarios de extrema derecha, entre estos, Stephen Bannon, y por la otra, los recién llegados pero poderosos representantes de la derecha tecnológica del Silicon Valley, encabezados por  Elon Musk. Ambos grupos mantienen un frágil equilibrio  de coexistencia, que en cualquier momento pudiera romperse.

El autoritarismo político que practica Trump, viene a ser a nivel internacional la tendencia principal y hoy se combina, desde Estados Unidos, con un esfuerzo proteccionista que golpea fuertemente los acuerdos -logrados por los globalistas- en relación al comercio mundial, y pretende la construcción de un nuevo orden mundial, bajo la vieja figura de zonas de influencia. 

Toda esta corriente autoritaria influye poderosamente y permite el fortalecimiento en América Latina de gobiernos, como el de Milei, Novoa y Bukele, que promueven la soberbia política, desafían los procesos de avances democráticos, logrados en Honduras, Chile, Colombia, Brasil y México, y contribuyen a la fragmentación política de la región.

En El Salvador, el gobierno Bukele, en su sexto año, fortalece su modelo autoritario, basado en un amplio respaldo popular, en una oposición irrelevante, un movimiento popular debilitado, y desde enero de este año, también en la alianza política con la Administración Trump.

En este artículo abordaremos cuatro tópicos: algunas de las principales tendencias en la situación internacional, así como en los escenarios político, económico, y social de El Salvador, y concluiremos con algunas conclusiones y paisajes de futuro. 

1.La búsqueda de un nuevo orden mundial

Antecedentes: finales del 2024

Fueron muy pocos los que pudieron imaginarse a finales del año pasado,  el tipo de terremoto que la segunda llegada de Trump iba a desencadenar en los mercados mundiales. Entonces las perspectivas de crecimiento eran modestas, pero muy estables.

Se consideraba que  el PIB mundial crecería cerca del 2.7%. El FMI calculaba un crecimiento  del 3.3% tanto en 2025 como en 2026. Se estimaba en billones de dólares que Estados Unidos (30,4) y China (19,6) ocuparían los dos primeros puestos, seguidas de Alemania (5,6) y Japón (4,4), y en quinto lugar, la India (4,3).

La economía estadounidense  y de las principales potencias mundiales

Los globalistas, adversarios políticos de Trump  y dueño de Wall Street y de la City londinense, advierten que los aranceles van seguramente a provocar una desaceleración económica global así como una fuerte recesión en Estados Unidos.

La economía estadounidense tiene cuatro grandes pilares: las compañías tecnológicas, en las que dominan a nivel mundial las 5 Grandes: Alphabet (Google, Larry Page), Amazon (Jeff Bezos), Apple (creada por Steve Jobs), Meta ( antes Facebook, Mark Zuckerberg) y Microsoft (Bill Gates), y  tienen como base el Silicon Valley (San Francisco, California) donde se especializan en IA, biotecnología y software.

En segundo lugar, las finanzas, los grandes bancos, con sede en la ciudad de Nueva York, entre estos el JP Morgan Chase ($3.46 trillones), Bank of America ($2.59 t.), Wells Fargo Bank (1.71 t.), Citibank (1.70 t. ) y U.S.Bank (662.9 billones).

Luego, las compañías farmacéuticas, entre estas Johnson & Johnson, Eli Lily, Abb Vie, Merck, y Pfizer. Y la industria manufacturera, centrada enlo aeroespacial (Boeing, Space X (Elon Musk),la defensa ( Lockheed Martin) y los vehículos de motor (General Motors). 

Es a estos sectores que debe Trump beneficiar, y es desde estos sectores que seguramente recibe presiones y demandas. Pero ya Boeing soporta las consecuencias de los aranceles, debido al rechazo de compradores chinos de aceptar aviones previamente acordados, debido a la guerra arancelaria. Y el sector financiero y manufacturero parece que serán los más golpeados en esta guerra comercial.

Y ni nosotros nos salvamos, Trump anunció el ya famoso 2 de abril

un arancel (impuesto) del 10 % para las exportaciones de El Salvador, a donde se dirige el 33 % de los productos elaborados por las empresas salvadoreñas. Lo mismo le pasará a Honduras, Guatemala, Ecuador, Argentina, Costa Rica, Panamá y Perú, mientras que para Nicaragua anunció un 18 % y para Venezuela llega a un 15 %.

En el caso de China, conocida como la “fábrica del mundo”, la economía gira alrededor de diversas industrias: la industria tecnológica (Huawei, Alibaba, Tencent), que avanza en AI, 5G y energía renovable; la de Maquinaria (equipo de construcción, maquinaria agrícola, equipos industriales), Vehículos eléctricos (BYD)  textiles y paneles solares, entre otros.

Con relación a El Salvador, China nos vendió productos el año pasado valorados en $2,423.2 millones (16.6%) de nuestras importaciones, y nosotros le vendimos $52.6 millones. Un excelente intercambio comercial. Le compramos (vehículos, equipo tecnológico, juguetes, plástico, hierro, etc.) 51.5 veces más de lo que le vendemos (azúcar, prendas de vestir, desechos de aluminio).

Con respecto a Alemania, la economía gira alrededor del sector servicios, y le siguen el sector manufacturero, anclado en el llamado Mittelstand, un complejo de medianas empresas industriales. Su modelo económico se orienta a la exportación.

Japón, por su parte, ha descendido de ser la segunda economía mundial en los años noventa  en que le disputaba  a los Estados Unidos su hegemonía. Se economía se basa en un fuerte sector manufacturero, ramificado en electrónica (Sony), vehículos de motor (Toyota) y robótica. Su modelo económico se orienta también a la exportación.

Y finalmente la India, con una economía que crece rápidamente. Su fuerte es el sector servicios, particularmente la tecnología de la información, con sus dos gigantes: Infosys y TCS. También la industria farmacéutica, en el campo de los medicamentos genéricos.

Es interesante que en el ranking mundial, los siguientes cinco lugares correspondan a  Reino Unido, Francia, Italia, Canadá, y el décimo Brasil. Los lugares sexto (RU), séptimo (Francia) y octavo (Italia) refieren a países que fueron la cuna de la modernidad occidental desde el siglo XV, junto con España (lugar 14 del ranking) y Alemania, que defiende el tercer lugar del ranking. Canadá (noveno lugar) como Estados Unidos son culturalmente una extensión de Europa en América y Brasil es Latinoamérica. 

De los primeros cinco lugares, dos corresponden al BRIC (China y la India), mientras que EE.UU., Alemania y Japón corresponde al G-7.  De los siguientes cinco lugares, uno corresponde al BRIC (Brasil) y los otros cuatro al G-7: Reino Unido, Francia, Italia y Canadá.

Comercio mundial

Con relación al comercio mundial este alcanzó un record en el 2024, de 33 billones de dólares. El primer país exportador es China (3.38 billones: electrónica, maquinaria, textiles y automóviles; su principal socio comercial es EE.UU.; le sigue la Unión Europea, luego países de ASEAN).

El segundo es Estados Unidos (2.02 b.: aeronaves, maquinaria, vehículos, productos farmacéuticos y agrícolas; su principal socio comercial es México, luego Canadá, luego China). El tercero es Alemania (1.69 b.; automóviles, maquinaria, productos químicos, y equipos eléctricos, su principal socio comercial es EE.UU, le sigue China.)

El cuarto es Japón ( $717 mil millones: automóviles, electrónica maquinaria y acero, su principal socio comercial es China. Le sigue Unión Europea, Corea del Sur y Taiwán)  y el quinto Francia ($648 mil millones: aeronaves, vehículos, productos farmacéuticos y agrícolas; el principal socio comercial es Alemania, EE.UU., Bélgica, Italia y España).  Le siguen a Francia en el ranking, Italia, Países Bajos, Reino Unido, Hong Kong y Singapur.

De los primeros cinco lugares, uno corresponde al BRIC (China) mientras los otros cuatro al G-7. De los cinco restantes, uno Hong Kong (China) pertenece al Bric, y dos al G-7 (Italia y Reino Unido).

Con relación a El Salvador, los Estados Unidos es nuestro principal socio comercial, El año pasado exportamos $2,134.9 lo que equivale al 33.1% del total de  nuestras exportaciones (BCR dixit). Los productos principales son textiles, condensadores eléctricos, azúcar de caña de remolacha. Y por otra parte, les compramos productos por $4,423.4  y un 91.6% ($7,769.2 millones) de las remesas proceden de EE.UU.

El huracán Trump golpea con fuerza el comercio mundial

Todo este andamiaje comercial, diplomático, incluso de tratados militares (OTAN), construido por los mismos Estados Unidos durante ochenta años de predicar la ideología del libre comercio, está siendo destrozado por la piocha de los aranceles de Trump y paradójicamente, los que se lanzan hoy a la defensa del libre comercio y de la diplomacia sobre la fuerza, es China. Cosas veredes, amigo Sancho.

Es evidente que la contradicción principal es entre Estados Unidos y China, y que alrededor de esta contradicción principal se desarrollan contradicciones secundarias y terciarias, que debemos saber  relacionar e identificar.

Entre estas el papel que juegan Rusia y la Unión Europea, en relación a la contradicción principal, en lo que podemos calificar como un cuadrilátero geopolítico global (EE.UU., China, UE y Rusia), saturado de alianzas, compromisos y rupturas.  

Las apuestas estratégicas de los cuatro gigantes del mundo

Los Estados Unidos con Trump a la cabeza, le apuesta a lograr con su política comercial, derrotar y aislar a China del resto del mundo, incluso separarla de Rusia, y lograr así debilitarla, para poder construir un nuevo orden mundial, basado en el proteccionismo, y las zonas de influencia.

China, por su parte, asume la defensa del libre mercado como mecanismo para asegurar la continuidad de su estrategia de la Franja de la Seda, y el fortalecimiento del BRIC ampliado y la ASEAN.

Por otro lado, la Unión Europea debe aceptar que los Estados Unidos no seguirán garantizándole su defensa frente a Rusia, y que necesitan construir sus propia defensa y usar su poderío económico para una nueva relación con EE.UU.

Rusia, por su parte, espera que tanto EE.UU. como China salgan debilitados de esta guerra comercial, lo que le asegure apoderarse de Ucrania y aumentar significativamente por medio de su poderío militar, su ahora débil peso económico y diplomático en el plano global.

Los próximos meses de este año permitirán medir el éxito o el fracaso de la estrategia de Trump, orientada a terminar globalmente con la doble amistad/doble beneficio (aprovecharse de la pugna EE.UU/China) y exigir a todas las naciones del mundo, una clara definición: aliados o enemigos.   

Y se abren varios escenarios como desenlace: el primero es el éxito de esta estrategia, el segundo un éxito parcial, el tercero un fracaso parcial y el cuarto, un fracaso general. Las cartas están echadas, presenciaremos a partir de hoy las estrategias de cada uno de estos jugadores globales.

La guerra cultural contra la democracia en Estados Unidos

Trump ha logrado el respaldo de un sector significativo del electorado estadounidense, y hoy tiene el desafío de mantener ese respaldo, mediante medidas que demuestren que sus políticas benefician a la nación.

Y Trump enfrenta internamente a una fuerte oposición empresarial, estatal, política y social, representada por un sector del gran capital, particularmente los bancos y los medios de comunicación; la dirección del Partido Demócrata, entre estos los expresidentes Clinton, Obama y Biden; universidades, funcionarios locales y jueces; y un diversificado movimiento popular y social, que incluye sindicatos, organizaciones de mujeres, jóvenes, afroamericanos, latinos, ambientalistas, artistas, etc.  

Uno de los territorios principales de este enfrentamiento es el de la cultura, es una guerra entre progresistas y conservadores, luego de un largo periodo de tolerancia y coexistencia entre ambas expresiones de la sociedad estadounidense. Los conservadores hoy pretenden imponer modas, gustos, opiniones, e incluso hasta creencias religiosas. 

Los Estados Unidos han construido un complejo andamiaje cultural de valores democráticos (Hollywood, música, teatro, literatura, etc.) que hoy se encuentra asediado por sectores conservadores, que rechazan la naturaleza multirracial y multicultural de esta nación. Y particularmente rechazan la cultura “woke”, un derivado de “wake” (despertar)  y es un término que surge desde la comunidad afroamericana y significa, estar alerta  frente a  la injusticia racial.

Una de las primeras medidas de Trump fue la orden ejecutiva de consagrar el inglés como lengua oficial. Continuó con la disolución de la AID, ( Agencia para el Desarrollo Internacional) que realizaba programas a nivel global  para fortalecer los Derechos Humanos y civiles, la transparencia, el apoyo al periodismo independiente, la democracia, las acciones contra el cambio climático, apoyo sanitario para personas con VIH y otras enfermedades, la migración controlada y los movimientos LGBTI.

Le siguió la de exigir que las universidades cambien sus políticas de contratación y admisión así como sus prácticas de enseñanza, -violando así la autonomía académica-, o vean en peligro las ayudas federales. Y estamos hablando de Harvard, Yale, Princeton, MTI, Duke, etc. En respuesta 200 rectores demandaron al Gobierno por bloquear fondos federales y amenazar su exención fiscal.

Latinoamérica y el Caribe  y la disputa geopolítica

La respuesta latinoamericana y caribeña frente a Trump es diversa y va desde sus adversarios, como son los gobiernos de Cuba, Venezuela y Nicaragua, hasta sus aliados como son los gobiernos de El Salvador, Argentina y Ecuador. Entre estos extremos, y con diferentes enfoques, se encuentran los llamados gobiernos del progresismo.  Y entre estos, por su peso económico, sobresalen México y Brasil.

En el caso de México,  socio económico principal de Estados Unidos, la política hacia Trump se ha realizado con una estrategia de buscar la negociación directa con base en la prudencia y el respeto. El lema mexicano es “coordinación, si, subordinación nunca.”

Esta actitud de la presidente -desde octubre pasado-, Claudia Sheinbaun y sus políticas sobre migración y fentanilo, incluso le han ganado el respeto del inefable Trump, quien hasta excluyó muchos productos mexicanos de los aranceles.  Por cierto, este no es el caso del primer ministro canadiense Justin Trudeau, despreciado públicamente por Trump.  

Con respecto a Brasil, Lula plantea que están listos para responder a cualquier iniciativa de imponer mayor  proteccionismo, pero que preferirían negociar con Trump. Aseguró que exigirá reciprocidad en el trato porque Brasil no renuncia  a su soberanía.  Estados Unidos es el mayor socio comercial de Brasil, luego de China.

2. Lo político  y la política

Bukele y el peligro de no tener peligros

El meteórico ascenso político del presidente Bukele desde que fue Alcalde de San Salvador está vinculado a la capacidad de enfrentar e imponerse frente a enemigos con mayores recursos. La primera pelea la dio al interior de su partido FMLN y logro presentarse como una víctima de la “cúpula” que bloqueó su candidatura presidencial.

Luego se enfrentó en su papel de víctima contra el sistema electoral del TSE que bloqueaba su participación y con una repentina alianza con GANA, logró su inscripción como candidato presidencial, y ganó abrumadoramente. Y ya en el inició de su presidencia, se enfrentó con la Asamblea Legislativa y la Corte Suprema de Justicia, y logró derrotarlas.

Luego se enfrentó a los poderes oligárquicos representados en la ANEP, y los venció. Luego se enfrentó con los dos principales partidos políticos del país, ARENA y el FMLN, y los derrotó, en el caso del FMLN, dejándolo políticamente huérfano, sin ninguna alcaldía ni diputación.

Luego logró identificar un nuevo y peligroso enemigo: las pandillas MS y 18  y se les fue con todo,  y al hacerlo aseguró  un respaldo mayoritario de la población, una acumulación política estratégica y una patente de corso frente al dominio de la ley, todo es válido ante esta amenaza  y él lo sabe. 

Pero los enemigos se le han terminado al presidente Bukele y esto le plantea un serio problema estratégico. Necesita con urgencia la aparición de un nuevo enemigo, o en caso contrario, los enemigos  tendrá que salir a buscarlos o construirlos.

Y esta búsqueda de oxigeno político podría conducir hacia sus nuevos aliados de la oligarquía, o a sus aliados políticos (PCN, PDC, GANA)  y quien quita, que no los busque incluso dentro de sus propias filas, al interior de Nuevas Ideas, en sus consejeros, ministros, alcaldes o diputados.

Es un problema vital de sobrevivencia política, el de  evitar el acomodamiento y mantenerse siempre en pie de guerra. Él o sabe.

Un bloque dominante fortalecido

El presidente Bukele, suerte quiere la vida, recibe durante  su segundo mandato, un regalo soñado: librarse de la administración demócrata de Biden que le bloquea los fondos del FMI, y además  respalda financieramente a sus adversarios políticos y sociales.

Y llega a partir del 10 de enero de este año un nuevo inquilino a la Casa Blanca, Donald Trump, personaje al que si no puede llamar su amigo con propiedad, si puede llamarlo su aliado  y socio. Y esto viene a fortalecer aún más su ya consolidado poder.

Esto hace que el presidente Bukele además de controlar la institucionalidad estatal, de contar con un mayoritario respaldo popular, una oposición política errática y disminuida, hoy cuenta además con el respaldo de la Administración Trump. Sacudir el palo será hoy más difícil…

La derecha política debilitada, la derecha oligárquica fortalecida

El último ciclo de la  derecha política salvadoreña, estuvo representada en el partido ARENA y gobernó durante veinte años (1989-2009). Hoy el poderoso partido fundado por el Mayor Roberto DAubuisson y que movilizaba a amplios sectores populares, y lo integraban combativos sectores, como el femenino, el empresarial, la juventud, es una triste caricatura, con dos diputados y una alcaldía.

Esto esté vinculado a profundos cambios en la estructura económica, que a principios de este nuevo milenio, obligaron a  la oligarquía a vender sus principales activos y a ser desplazada por un más poderoso capital transnacional.

Todo indica que este partido difícilmente se recuperara, no van a regresar al gobierno, y seguramente seguirá la senda del cementerio, trazada históricamente por el Propatria de Martínez (1932-1944) y el Prud de Osorio (1948-1960). 

Lo que resulta interesante, es que el PCN (1962-1979) , el antiguo partido de la dictadura militar, así como el PDC (1980- 1989), en su último trecho  partido de la contrainsurgencia gringa, aunque seguramente tampoco regresaran al gobierno, si lograron reinventarse y sirven hoy como aliados políticos minoritarios del proyecto Bukele.

Pero mientras que el antiguo partido político de la oligarquía se debilita, los negocios de este sector crecieron, ya resignados a la necesidad de permitirle al presidente Bukele que dirija el país, mientras ellos se dedican a fortalecer sus empresas.

La izquierda política en la marginalidad

Con respecto al FMLN el pronóstico es reservado. No se trata solo de buenos deseos, sino de realidades políticas. El paso por el gobierno (2009-2019) permitió dilapidar el acumulado político de procesos de organización, conciencia y movilización de tres décadas, incluyendo la construcción de grandes frentes electorales (UNO) de masas (CRM) y de un ejército popular (FMLN).

Volver a acumular políticamente como izquierda – que rebasa al FMLN como partido político- es un proceso complicado y a largo plazo. No se pueden pedir aguacates al conacaste,  luego de los resultados electorales del 2024.

Da la impresión desde afuera que el FMLN es un partido altamente respetuoso de la normativa electoral; disciplinado, orientado hacia el funcionamiento de sus estructuras, que ha tenido la capacidad de manejar sus diferencias internamente, y esperando el quien quita… del 2027.  

Reinventarse, superar la irrelevancia, para poder volver a ser atractivo para las nuevas generaciones que surgen a la lucha, es el gran desafío, ojala puedan lograrlo, ya que esto contribuiría grandemente a una futura democratización del país.

1 de mayo 2025: un movimiento popular y social fragmentado

El movimiento popular y social sufrió un quiebre en su proceso de rearticulación y movilización, con la captura a finales del pasado  mayo -previa segunda toma de posesión del presidente Bukele-, de  José “Pepe” Melara, dirigente principal de la coalición Alianza El Salvador en Paz, el comunicador Luis Menjívar y el dirigente histórico del FMLN, Atilio Montalvo.

Estas capturas, en particular la de Pepe, lograron descabezar la dirección de la Alianza El Salvador en Paz, una de las coaliciones populares que encabezaban la lucha, desde los sectores de excombatientes del FMLN y veteranos de la FAES, contra diversas medidas del presidente Bukele.

A partir de esas capturas, las movilizaciones de calle se han ido debilitando tanto en convocatoria como en los tiempos, y han sido convocadas básicamente por otra coalición popular, el Bloque de Resistencia y Rebeldía Popular, BRP.

Para este jueves 1 de mayo, se han conocido dos convocatorias a marchas, ambas enfatizan la unidad  pero extrañamente los lugares a los que se invita, son diferentes.  En el caso de la progubernamental USS no se conoce convocatoria todavía.

La primera convocatoria, surge desde los sindicatos, en concreto desde la Unión Nacional para la Defensa de la Clase Trabajadora, UNT: Convocamos al 1ro. de Mayo UNITARIO. TODAS LAS LUCHAS, UNA MISMA RUTA. Convocan a marchar del Salvador del Mundo a la Plaza Cívica.Como un solo puño la Clase Trabajadora debe de salir unida éste primero de mayo y dar un golpe de timón.”

Por su parte, el Bloque de Resistencia y Rebeldía Popular invita a marchar del Parque Cuscatlán a la Plaza Cívica. Y en una de sus invitaciones se lee: PUEBLO TRABAJADOR RESCATEMOS EL SALVADOR. MARCHEMOS EN UNIDAD POPULAR.

Parece ser que asistimos  a un nuevo escenario de disputa de la conducción del movimiento popular y social, lo cual puede ser positivo en la medida que cada fuerza va acumulando y luego puede llegarse a acuerdos de coordinación y unidad, como sucedió en el pasado lejano y reciente. Ojala así sea.

Pero también, esta dispersión orgánica e ideológica debilita de hecho las posibilidades de construir un frente común, que permita la defensa de los intereses populares frente a diversas medidas del gobierno de  carácter antipopular, como el desalojo de los vendedores del centro, la minería metálica, el despido masivo de empleados estatales, etc.

3. Lo económico

Detallo algunos elementos que me parecen importantes. En diciembre del año pasado, sorpresivamente, el Fondo Monetario Internacional, FMI, informó que financiaría con $1,400 millones al gobierno del presidente Bukele, a cambio de algunos ajustes fiscales y reformas al polémico bitcoin.

Además se facilitará el financiamiento de $3,500 millones por medio del Banco Mundial y el BID. Música clásica para los oídos de la Administración Bukele.

A esto debe de sumársele que según el Ministerio de Turismo más de 12 millones de visitantes ingresaron a.los sitios públicos al término de 2024. Un crecimiento del 14% respecto a 2023. Otra serenata para los oídos de la Administración Bukele.

En febrero de este año el presidente Bukele colocó la primera piedra del Aeropuerto del Pacífico, que será construido en La Unión y cuya primera fase tendrá una inversión de $386.4 millones. El inicio de operaciones está previsto para el 2027.

El BCR informó que la economía salvadoreña cerró el 2024 con un crecimiento de un 2.6 %.  Esto es poco y difícilmente se podrá avanzar con este índice de crecimiento.

Las exportaciones, lo que vendemos, consiste en lo siguiente: T-shirts y camisetas ( $590.9 millones); Suéteres ($386.6); Envasado de plástico ($3º6.2); Azúcar ($241.2) y papel higiénico (191.9). Esto representó el 25.68% del total de bienes exportados en 2024.

Mientras las importaciones, lo que compramos, fueron: aceites de petróleo ($1,760.9 millones); medicamentos ($553.8); gas de petróleo y demás hidrocarburos (546.6); vehículos para mercancías ($421.4) y teléfonos ($382.3).

El año pasado, las actividades financieras y de seguros  fueron las que registraron el mayor crecimiento (8.37%), seguido por alojamiento y servicios de comida (6.38%). Y le siguen las de entretenimiento y recreativas (4.96%) mientras que la industria de la construcción registró un 1.6%, muy lejos del 18.19% del 2023 (el 2024 hubo menos proyectos públicos).  Esta es la tasa más baja desde el 2020 en que el covid paralizó la economía. Así estamos.

El capital transnacional se apodera del Centro Histórico

1.El capital transnacional es el capital que hegemoniza la economía salvadoreña y sus sectores principales alcanzaron cuantiosas ganancias durante el 2024. Pero también, ojo, como novedad se apoderaron del Centro Histórico, con restaurantes, cafeterías y tiendas de productos de regalos.  

Hemos presenciado el desplazamiento y asedio de los vendedores ambulantes, junto con el cierre de negocios de pequeños emprendedores locales, la llegada de una  fina lluvia de negocios chinos en edificios simbólicos (equipajes, zapatos, juguetes, bisutería, joyería, ropa, etc.) y la implantación de cadenas internacionales (McDonald, Llao Llao, Starbuck, etc. ) y hasta de un lujoso hotel (el Cardedeu).

En el caso de la franquicia española de yogurt helado, Llao Llao, inaugurada en noviembre de 2024, esta tuvo el mayor volumen de ventas de las 16 existentes en todo el país. 

La pregunta obligada es: ¿cómo se va a esconder la pobreza?

2. En el caso de los bancos, los capitales colombianos y hondureños salieron fortalecidos. En el ranking bancario a diciembre de 2024, el colombiano Banco Agrícola alcanzó activos del orden de los $6,088.9 millones, mientras que los activos del hondureño banco Cuscatlán suman 4,250.7 millones.

Un 70 % de la banca es de capital colombiano, y un 86% corresponde a capital colombiano, centroamericano (Honduras y Guatemala) y estadounidense. Los bancos de origen salvadoreño son el 14%. 

Y los colombianos Banco de América Central alcanzó los $ 3,699.2  millones y Davivienda los   $3,335.9 millones. La Patria Exacta es tres bancos colombianos y un hondureño hegemonizando el sistema financiero de El Salvador.

3. En el caso de la Inversión Extranjera Directa (IED), para el 2024, sumó $639.63 millones. Sus principales orígenes podemos encontrarlos en España, con $284.84 millones, México con $236.72, Estados Unidos (principal destino de exportaciones e importaciones) con $113.48 , Panamá con $100.38 y Honduras con $42.15.

4. El presidente Bukele el pasado 3 de abril puso la primera piedra de Surf City 2, ubicada en Jucuarán, Usulután,  y se sinceró que  «Apostarle al turismo no es una moda. Es una necesidad si queremos crecer, al menos para El Salvador. ¿Por qué rechazar lo poco que tenemos para crecer?…ya que El Salvador «no es un país productor de petróleo, productor de gas, no somos un país que imprime su propia moneda»… «lo que sí tenemos es nuestra gente, nuestras playas, las montañas, nuestra cultura, las pupusas (platillo típico), nuestras olas, es lo que le podemos ofrecer al mundo.” La primeraSurf City 1 queda en el puerto de La Libertad.

5. En diciembre de 2024 la hondureña Inversiones Cuscatlán Centroamérica (presidente: Federico Nasser Facusse), sociedad dueña de Banco Cuscatlán (segundo de la plaza)  y aseguradora SISA (primera de la plaza) en El Salvador, anunció la adquisición del 100 % de las acciones de La Hipotecaria Holding Inc, ( funciona en Panamá y Colombia) del panameño grupo ASSA.

En noviembre pasado  SISA había adquirido el guatemalteco Banco Inmobiliario así como el 90% de las acciones de la también guatemalteca Aseguradora Confío.

Es de señalar que Honduras  fue el año pasado el principal inversionista de la región centroamericana en nuestro país, aportando $13.63 millones,  mientras que nuestro principal socio, los Estados Unidos únicamente invirtieron $57.78 millones, y el principal inversor fue España con $396.21 millones, el conjunto de países asiáticos, incluida China, invirtieron $3.29 millones, según datos del mismo BCR.

6. La distribuidora Delsur del colombiano Grupo EPM invertirá $100 millones para reforzar su operación salvadoreña entre 2025 y 2028.

7. El gigante energético francés Neoen, que inició actividades en El Salvador en 2014,  ha invertido $300 millones en 10 años de operaciones, pionero en la generación fotovoltaica en el mercado y actualmente el mayor proveedor de esta tecnología renovable. Neoen opera dos centrales y un sistema de almacenamientos que representan 255 megavatios, equivalente al 70 % de la capacidad solar instalada en El Salvador.

El capital oligárquico

1.En marzo de este año, el empresario de Avianca, Roberto Kriete inauguró el Instituto Kriete de Ingeniería y Ciencias, (KEY). De esta forma el capital oligárquico salvadoreño de nuevo incursiona en la educación del país. Su oferta académica la integran tres carreras: ingeniería y ciencias de la computación integrada, ingeniería industrial y manufactura avanzada, e ingeniería mecatrónica y robótica.

2. Inversiones Bolívar, del Grupo de Sola, orienta parte de sus capital ($600 millones) hacia construcción de edificios de apartamentos. Este consorcio sorprendió en el 2000 con el primer edificio de altura en la simbólica Colonia San Benito.

3.  El Grupo Agrisal inició la construcción del proyecto habitacional de altura Vista Soyapango (tres torres de apartamentos de nueve niveles cada una), a 500 metros del Boulevard del Ejercito, en la calle al Matazano.

4. El Grupo ECON por medio de su desarrolladora inmobiliaria Puntto  inicio la construcción de cinco torres de 36 apartamentos cada una, en las cercanías del Parque Cuscatlán.

Los capitales emergentes


1. La familia del presidente Bukele,  parece haber ampliado su giro comercial de los servicios a la agricultura y los bienes raíces. En agosto del año pasado se anuncio el inicio de operaciones de una cafetería en el Aeropuerto Internacional de El Salvador, con el nombre de “Bean of Fire”  que según el anuncio, se originan en una finca ubicada en las faldas del volcán Ilamatepec de Santa Ana. Por otra parte, en octubre del 2024, se reveló que Karim y Yusef, hermanos del presidente Bukele, compraron un edifico en el Centro Histórico de San Salvador, entre las plazas Gerardo Barrios y Libertad.

4. Lo social

1. El censo 2024  realizado por el BCR en marzo pasado, identificó que un 35.2 % de la población salvadoreña vive en ciudades, asentadas en un 1.9 % del territorio, repartidos en seis grandes centros urbanos:  el principal es el Área Metropolitana de San Salvador (AMSS) donde vive el 71 % de la población con una extensión de 253.8 km2.  El segundo, el área Colón-San Juan Opico, con un área de 22 km2, con un 5.8 % de la población.

El tercero, Santa Ana: 39.4 km2, con un 7.4 % de la población.  El cuarto, Ahuachapán: con un 17.1 km, y un 3.2 % de la población, el quinto es  Sonsonate con  el 5.1 % de la población de ciudad, en una extensión de 26.1 km2, y el último San Miguel, con 39 km2, con 7.5 % de la población.  El total de la población suma 6, 029,976 personas. San Salvador, Santa Ana, San Miguel, Soyapango y Mejicanos son los distritos más poblados.

El atractivo modelo de una seguridad autoritaria

Para la mayoría de la población, la estrategia de seguridad autoritaria implementada por el gobierno Bukele y que tiene  como pilar básico al régimen de excepción es no solo aceptable sino necesaria, y además atractiva, coincide profundamente con su visión caudillista y autoritaria.

Independientemente de las violaciones a los derechos humanos que pudieran cometerse, y el CECOT se ve como un castigo ejemplar para aquellos que durante años los mantuvieron  sometidos a una  vida miserable de dolor y temor.

Uno de los grandes desafíos para la izquierda salvadoreña radica en encontrar un equilibrio entre la necesidad de proteger  las comunidades de las pandillas y por otra parte, la necesidad de defender el estado de derecho y las libertades individuales.

Como izquierda debemos de ser autocríticos que no supimos interpretar los niveles de opresión causados por las pandillas en las comunidades populares y el rechazo generalizado hacia estas, lo cual nos generó perder lazos de identidad y de respeto político con la población en general.

En términos generales, los sectores populares y el país experimentó en los últimos años tres grandes arremetidas, una guerra civil que  se expresó en 75,000 muertes entre 1980 y 1992, con un costo del 26% del crecimiento del PIB.

Luego una guerra social o criminalidad que registró entre 1994 y 2022, cerca de 120, 000 muertes y y un crecimiento de un 70% del crecimiento del PIB y la pandemia del Covid-19, que cobró más de 4,000 vidas y un crecimiento de un 10.5% del PIB. Los del CAF califican estos tres sucesos como los tres cisnes negros.

Empleo y desempleo  en tiempos de Bukele

Según datos de Fecamco, con datos a 2023, la tasa de desempleo en El Salvador de 5.2 % es relativamente baja, en términos regionales. Nos supera Costa Rica con un 7.8%, Panamá y Honduras con 7.4%.  Y nos lleva la delantera Nicaragua con 2% y Guatemala con 1.7%.

Pero estos datos regionales ocultan una triste realidad,  la de la alta informalidad, en la cual El Salvador   posee uno de los índices más altos de la región, de 69.1%.  

Esta es la  patria exacta. En el caso de Honduras la informalidad  es del 80%, en Guatemala del 70.3% , Nicaragua del 63%, Panamá 52.8%b y Costa Rica del 45.8%.

Estamos hablando de que uno de cada 7 salvadoreños tiene que rebuscárselas desde la madrugada, en el sector informal vendiendo lo que sea, para poder subsistir, y sin ningún tipo de cobertura social de salud ni mucho menos pensiones. Según el PNUD, con datos de 2024, el 70% de los salvadoreños posee un empleo informal para sobrevivir.  

Si disminuye la migración disminuyen las remesas

Uno de los factores que garantiza la continuidad de este modelo de desarrollo económico-social desigual son las remesas. Para enero de este año se recibieron $677.1 millones, la cifra más alta documentada desde enero de 1991, según BCR. El 99.2% de estas remesas proceden de Estados Unidos.  

Conclusiones

Los diversos elementos de la realidad internacional, así como las variables económicas, sociales y políticas nacionales, nos permiten concluir que a corto plazo, las posibilidades de un retorno a modalidades democráticas de convivencia social son limitadas. El autoritarismo engarza con una cultura patriarcal que la refuerza y alimenta.

La reconstrucción del imaginario de izquierda en los sectores populares y del tejido social de organización, conciencia y movilización es una tarea que exige dedicación y paciencia, y que se encuentra bloqueada por  la fragmentación ideológica y orgánica existente.

La supervivencia no solo es social en general, sino también de los organismos populares, incluso hoy de las ONGs, y hasta de la misma UES, que históricamente ha sido la reserva estratégica del movimiento popular, hoy está y desde hace varios años bajo el asedio conservador.

Vivimos un periodo de resistencia, de avances lentos y dudas, de retrocesos, sin conducción ni agenda, momento de proteger lo poco que queda, y en los que se vuelve aun más urgente mantener la cabeza fría y el corazón ardiente, con la certeza que históricamente, luego de la tormenta  siempre vuelve a salir el sol.   

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