El Grupo Geoestratégico de Negocios de EY ha dado a conocer la Perspectiva Geoestratégica 2024, que examina cómo la geopolítica afectará a los negocios en el próximo año.
La geopolítica en 2024 será volátil e inestable. Antes de profundizar en la Perspectiva Geoestratégica 2024 (pdf), primero hagamos un repaso del año pasado. ¿Qué tan estrechamente se alinearon las expectativas en la Perspectiva Geoestratégica 2023 con la realidad?
Acerca de las Perspectivas Geoestratégicas 2024
El año pasado fue otro más en el que las empresas se enfrentaron a una extraordinaria colección de acontecimientos geopolíticos y tendencias cada vez más profundizadas. Muchos desarrollos geopolíticos se desarrollaron en gran medida como esperábamos.
La “volatilidad estabilizada” —uno de los temas generales que identificamos en nuestra Perspectiva Geoestratégica 2023— demostró ser una descripción apta de las tensiones geopolíticas y la intervención gubernamental en las economías que persisten y se estabilizan a un nivel elevado.
No obstante, las tensiones geopolíticas comenzaron a aumentar nuevamente en el cuarto trimestre, particularmente en Medio Oriente, una región que no habíamos incluido en nuestros 10 principales desarrollos para 2023.
Nuestro segundo tema general de 2023 también resistió la prueba del tiempo: los gobiernos de todo el mundo enfrentaron una variedad de “compensaciones políticas”. Entre las áreas políticas más consecuentes y dinámicas ha estado la seguridad energética y las preocupaciones de sostenibilidad asociadas. La política climática sigue reinando cerca de lo más alto de la agenda para muchos gobiernos, culminando en la reciente Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2023 (COP28) en los Emiratos Árabes.
No obstante, los bancos centrales y los encargados de formular políticas fiscales manejaron la paradoja de la inflación y la recesión mejor de lo que se esperaba. Y no previmos qué tan rápido surgiría la inteligencia artificial (IA) generativa, por lo que fue una sorpresa que la regulación de la IA saltara a lo más alto de la agenda.
De cara al futuro, muchos de los temas y desarrollos de 2023 continuarán teniendo lugar en 2024.
1.Navegar por un mundo multipolar
Un rasgo definitorio del entorno geopolítico en 2024 será la multipolaridad. Un mayor número de actores poderosos dará forma a un sistema mundial cada vez más complejo. Como grandes potencias, la Unión Europea, Estados Unidos y China continuarán dando forma al entorno operativo global de manera profunda.
Los estados geopolíticos oscilantes —países como India, Arabia Saudita, Turquía, Sudáfrica y Brasil (Rusia), que no están específicamente alineados con ninguna potencia o bloque importante— ganarán más peso en la agenda internacional.
Un gráfico de líneas que muestra cómo la atención corporativa a la geopolítica ha menguado un poco desde que llegó a su punto máximo a principios de 2022, a pesar de que el riesgo político global sigue siendo elevado.
Los riesgos políticos están creando tanto retos como oportunidades para las organizaciones globales, lo que hace imperativo desarrollar enfoques más estratégicos para gestionar el riesgo político. El Grupo Geoestratégico de Negocios ayuda a las empresas a hacer esto traduciendo los conocimientos geopolíticos en una estrategia de negocios.
Los países más pequeños y los actores no estatales también aprovecharán las oportunidades para volver a trazar las fronteras o dar forma a su rincón del multiverso geopolítico. La guerra en Ucrania y los conflictos geopolíticos que han estallado en varias otras partes del mundo pueden ser solo el comienzo.
2. Eliminar los riesgos en las cadenas de suministros globales
La segunda característica definitoria de la geoestrategia en 2024 será la eliminación de riesgos. La pandemia de COVID-19 y la guerra en Ucrania pusieron de relieve las dependencias globales de los países y los desafíos para lograr la resiliencia con cadenas de suministros justo a tiempo y globalizadas —especialmente cuando la producción se concentró en un pequeño número de mercados.
Los gobiernos han respondido retomando o ampliando su dependencia de la política industrial. Intentan promover una mayor producción nacional de productos críticos. En ciertos mercados, la competencia geopolítica ya se ha incorporado a estas políticas industriales. Veremos más de esta conexión explícita entre política económica y política exterior o de seguridad nacional en el próximo año.
3. Los países compiten por innovar en IA y regularla
Sobre la base de su impulso en 2023, la geopolítica de la IA cobrará más importancia en 2024. Los gobiernos correrán para regular la IA para reducir el potencial de riesgos sociopolíticos.
Pero los formuladores de políticas intentarán simultáneamente fomentar la innovación nacional en Inteligencia Artificial para competir geopolíticamente. Como resultado, la IA será una dinámica central en las relaciones entre Estados Unidos y China. En 2024, las carreras duales para innovar y regular la IA acelerarán el cambio hacia bloques geopolíticos distintos.
4. Los océanos toman protagonismo geoestratégico
Pero 2024 también será diferente en varias formas importantes. La geopolítica de los océanos ocupará un lugar más prominente en el zeitgeist global. Los océanos albergan el 94 % de toda la vida en nuestro planeta, y son un recurso económico y de seguridad nacional cada vez más importante. Un asombroso 90 % del comercio mundial de mercancías se envía a través de rutas marítimas, pero muchos de los corredores de tránsito marítimo más transitados del mundo corren el riesgo de sufrir disrupciones geopolíticas.
Y se pronostica que la minería de aguas profundas representará al menos un tercio del suministro de minerales críticos necesarios para la transición energética. Las empresas deberán tener en cuenta la geopolítica oceánica a la hora de establecer su cadena de suministros y estrategias de sostenibilidad.
5. Elecciones en todas partes al mismo tiempo
Y 2024 será un año de elecciones —lo llamamos el superciclo de elecciones globales—. Los votantes acudirán a las urnas en mercados que representan alrededor del 54 % de la población mundial y casi el 60 % del PIB mundial. Esto generará incertidumbre regulatoria y política en el corto y el mediano plazo. Podemos mirar hacia atrás en algunas —especialmente Estados Unidos y la Unión Europea— como las elecciones más consecuentes en décadas, en medio de visiones contrapuestas para las relaciones internacionales y la política económica que impactarán fundamentalmente en el entorno empresarial mundial.
Perspectivas Geoestratégicas 2024
Los acontecimientos actuales enturbian el panorama geopolítico y elevan el riesgo de una escalada de conflictos más significativa en el próximo año.
Pero lo que está muy claro es que la geopolítica se ha convertido en un multiverso: una mezcla compleja de alianzas y rivalidades, con superposición bilateral, regional y de otro tipo de agrupaciones institucionales. Estas dinámicas, sumadas a que más países se dirijan a las urnas en 2024 que en cualquier año de la historia reciente, elevan la probabilidad de sorpresas geopolíticas en 2024 —tanto a la baja como al alza—.
La geopolítica que rodea a la Inteligencia Artificial y los océanos son solo dos de los 10 principales desarrollos geopolíticos en la Perspectiva Geoestratégica 2024. El Grupo Geoestratégico de Negocios de EY seleccionó estos desarrollos porque es más probable que tengan impactos significativos en organizaciones de todos los sectores y geografías en 2024. A medida que los ejecutivos buscan anticipar y planificar las disrupciones geopolíticas, será importante tener en cuenta dos temas clave en 2024.
El primero es la multipolaridad, ya que el poder geopolítico se vuelve más disperso en medio de una mayor competencia entre bloques o redes de alianzas. El segundo es la reducción de riesgos, con posturas políticas de los países que buscan reducir las dependencias globales, priorizando la seguridad nacional (ampliamente definida) sobre consideraciones puramente económicas.
Una ilustración interactiva de los 10 principales desarrollos geopolíticos en la Perspectiva Geoestratégica 2024. Esos desarrollos son los siguientes:
El multiverso geopolítico
La creciente influencia de los estados geopolíticos oscilantes y de los jugadores más pequeños que buscan cambiar el statu quo creará un multiverso más complejo. Las empresas deben realinear su huella global y su estrategia corporativa para adaptarse a un panorama geopolítico multipolar.
Geopolítica de la Inteligencia Artificial
Las carreras duales para innovar y regular la IA acelerarán el cambio hacia bloques geopolíticos distintos. Las empresas necesitan desarrollar modelos de negocio y estrategias tecnológicas en torno a la IA que tengan en cuenta diferentes enfoques regulatorios en los distintos mercados.
Desafíos internos en Estados Unidos y China
Los riesgos políticos se acentúan dentro de cada mercado y podrían tener repercusiones en la geopolítica y el crecimiento mundial. Las empresas deben tener en cuenta los desafíos internos en Estados Unidos y China, así como su impacto en otros países expuestos a estos dos mercados, en las estrategias corporativas.
Superciclo de elecciones mundiales
Las múltiples elecciones que se avecinan en todo el mundo generarán incertidumbre regulatoria y de políticas, con implicaciones a largo plazo para las estrategias industriales, las políticas climáticas y los conflictos militares en curso. Las empresas necesitan realizar análisis de escenarios para explorar los impactos potenciales.
Priorizar la seguridad económica
Las medidas de seguridad económica para «reducir el riesgo» de las interdependencias mundiales serán una herramienta primordial en la competencia geoestratégica. Las empresas deben evaluar si partes de sus cadenas de suministros son estratégicas para los gobiernos ahora o estratégicas en el futuro y adaptar su estrategia de cadena de suministros en consecuencia.
La agenda de diversificación
La diversificación de la cadena de valor planteará riesgos políticos tanto al alza como a la baja para las empresas que ingresen o se expandan en mercados alternativos. Las empresas deben repensar sus estrategias de cadena de suministros y potencialmente ampliar la capacidad de producción y las relaciones con los proveedores en nuevos mercados.
Geopolítica de los océanos
La competencia por los océanos del mundo se intensificará en 2024, con implicaciones para las cadenas de suministros, los flujos de datos, el suministro de alimentos y la seguridad energética. Las empresas deben desarrollar resiliencia ante los impactos potenciales de los aumentos de tarifas de seguros marítimos, los retrasos en los envíos o los daños de carga y embarcaciones.
Competencia por los commodities
La competencia geopolítica se intensificará para asegurar suministros de minerales críticos, alimentos y agua. Las empresas necesitan analizar el acceso actual y futuro a las energías renovables y al agua en los mercados de todo el mundo, así como el potencial de atención pública sobre su uso del agua y de la energía.
Políticas verdes de doble vía
Los objetivos nacionales de crecimiento económico y seguridad energética impulsarán las políticas climáticas de los países. Las empresas deben incorporar a sus programas de sostenibilidad los riesgos y oportunidades que se derivan de las políticas, y al mismo tiempo mantenerse a la vanguardia de la curva regulatoria a nivel mundial.
Imperativo de adaptación climática
A pesar de que los formuladores de políticas se esfuerzan por mitigar el cambio climático mediante la reducción de emisiones, la urgencia de adaptarse a los riesgos físicos actuales del cambio climático se centrará más en la atención. Las empresas deben explorar oportunidades para invertir en soluciones basadas en la naturaleza y otras iniciativas de adaptación.
Los 10 principales desarrollos geopolíticos en la Perspectiva Geoestratégica 2024 tendrán impactos de base amplia en las empresas de todos los sectores y geografías. Pero es probable que cada desarrollo tenga impactos más directos en ciertos sectores y subsectores, particularmente en el corto y el mediano plazo.
Una ilustración visual de cómo los 10 principales desarrollos geopolíticos en la Perspectiva Geoestratégica 2024 pueden impactar ciertos sectores y subsectores. Los sectores y los impactos previstos son:
Manufactura avanzada y movilidad
Es probable que las políticas de seguridad económica brinden oportunidades de crecimiento e inversión para los fabricantes. Pero la competencia por los commodities afectará el precio y la disponibilidad de insumos críticos.
Productos de consumo y retail
Las políticas climáticas pueden brindar oportunidades para que las empresas de consumo inviertan en este espacio. Pero el riesgo de que las tensiones geopolíticas disrumpan las rutas marítimas críticas podría elevar los costos de envío y las tarifas de seguros.
Energía y recursos
Las políticas verdes de doble vía afectarán a los modelos y estrategias de negocio en todo el sector. La competencia por los commodities planteará riesgos y oportunidades para los mineros, los servicios públicos y los productores de biocombustibles.
Servicios financieros
La seguridad económica y la agenda de diversificación están afectando las huellas y estrategias globales de bancos y aseguradoras. Y el multiverso geopolítico afectará los tipos de cambio y los mercados de divisas.
Gobierno e infraestructura
El superciclo electoral mundial en muchos casos ralentizará la agenda de formulación de políticas. Y los sistemas electorales estarán en riesgo de interferencia extranjera a través de ciberataques, campañas de desinformación u operaciones financieras.
Ciencias de la salud y bienestar
Las políticas de seguridad económica pueden afectar la huella global y las cadenas de suministros de las empresas. La geopolítica de la Inteligencia Artificial afectará a las empresas que están explorando cómo aprovechar la IA para transformar el cuidado de la salud.
Private equity
Es probable que la seguridad económica cree oportunidades para financiar inversiones y lanzar más start-funds. La geopolítica de la IA y el imperativo de adaptación climática afectarán las tesis de inversión de los fondos.
Tecnología, medios y telecomunicaciones
Las políticas de seguridad económica afectarán las inversiones y ventas de fabricantes de semiconductores y empresas de telecomunicaciones. El alto uso de energía de los centros de datos podría ser objeto de escrutinio.
Tres pasos a seguir para prosperar en medio de la complejidad
La multipolaridad y la eliminación de riesgos plantearán tanto desafíos como oportunidades para las empresas de todo el mundo. Cada uno de los desarrollos explorados en la Perspectiva Geoestratégica 2024 afectará a las empresas de maneras únicas y, por lo tanto, requerirán acciones geoestratégicas específicas para capitalizar las oportunidades que presenten al tiempo que mitiguen los riesgos que plantean. A un alto nivel, hay tres movimientos geoestratégicos sin arrepentimientos que las empresas deberían tomar.
1. Construir consideraciones geopolíticas en modelos y estrategias de negocio.
En esta era de profundos cambios en el sistema internacional, la importancia de la geopolítica para la estrategia corporativa se encuentra en su nivel más alto en una generación. Entretejer con éxito dinámicas geopolíticas en la estrategia corporativa será cada vez más una ventaja competitiva.
2. Aumentar la resiliencia de las cadenas de suministros globales.
Las cadenas de suministros de muchas empresas están expuestas a desarrollos geopolíticos. Los ejecutivos necesitan determinar cómo pueden posicionar mejor el modelo operativo de su compañía y la estrategia de la cadena de suministros para ajustar de manera proactiva y aumentar su resiliencia a las disrupciones geopolíticas.
3. Adaptar las estrategias de sostenibilidad a las realidades geopolíticas.
La multipolaridad y la eliminación de riesgos están influyendo en los enfoques gubernamentales de las políticas en materia de cambio climático y recursos naturales, lo que afectará los requerimientos de sostenibilidad, costos, oportunidades competitivas y estrategia de las empresas. Los ejecutivos deben incorporar nuevas políticas y regulaciones, así como señales de cómo dichas políticas pueden evolucionar en el futuro, en sus estrategias de sostenibilidad.