Movimiento Nacional Revolucionario (MNR)

Movimiento Nacional Revolucionario (MNR)
Tue, 08/27/2013 – 16:23
by editor
Para que no olvidemos
Entrevistas
MNR

Aporte del MNR al trabajo político y al movimiento social en la década de los 70 y al político-diplomático (FMLN-FDR) de los años 80

José Francisco Marroquín
Miembro de Movimiento Nacional Revolucionario (MNR), en la década de los 70.
Nacimiento del Movimiento Nacional Revolucionario (MNR)

El Movimiento Nacional Revolucionario (MNR) de El Salvador, se fundó en 1968 si mal no recuerdo, y se denominó de manera similar al de Bolivia. Se registró en ese mismo año y surgió como consecuencia de varios intentos por formar un partido de izquierda democrática, que venían desde 1930, con el movimiento del Ingeniero Arturo Araujo, pero que cobraron fuerza hacia los años 50, después de la lucha cívica en contra de la dictadura del General Maximiliano Hernández Martínez. Hubo dos intentos, uno se llamaba Partido Radical Democrático (PRD), y el otro esfuerzo fue el Partido Social Demócrata (PSD), con gente proveniente del movimiento de la Reforma Universitaria, que solo cristalizó el año 1960, alimentado por la onda de la revolución popular latinoamericana, del APRA de Perú, y de los movimientos revolucionarios de Bolivia, Argentina y México.

El MNR fue fundado por gente que estuvo vinculada a los grupos estudiantiles de mediados de los años 60, cuando también se fundó el Partido de Conciliación Nacional PCN), quien después de un golpe de estado, en el año 1962, ganó las elecciones presidenciales, pero al mismo tiempo generó movimientos de oposición entre los que estaban el Partido Auténtico Constitucional (PAC) y el Partido Demócrata Cristiano (PDC). Pero había un grupo de personas que no encontraban sitio en esos partidos, por lo que decidieron crear el MNR, liderados por el señor Rodrigo Antonio Velásquez Gamero, el primer diputado que el Partido tuvo en la Asamblea Nacional Legislativa. Velásquez Gamero estaba rodeado de muchas personas de las zonas oriental y occidental del país, como por ejemplo el Dr. Marco Antonio Vásquez, el Dr. Obelio Velásquez, el señor Rogelio Salinas –un caficultor de Ahuachapán-, el Dr. Daniel Ríos Lazo y el Dr. Antonio Rosa de San Miguel, el Dr. Pablo Cerna de Usulután; de San Salvador estaban el Ing. Raúl Valiente Argueta, el Ing. Hugo Navarrete, el Dr. Julio César Oliva, el Dr. Jorge Sol Castellanos, el Lic. Rafael Glower Valdivieso, y no estoy seguro si estaba el Dr. Amílcar Martínez Arguera. Como perdimos muchos archivos, no se con exactitud si todos ellos estaban en el acta de fundación del MNR, sin embargo jugaron un papel político importante en esa época.

El MNR fue un partido reformista, a pesar de su nombre revolucionario, pero consecuente con sus métodos de lucha; la organización de grupos de elite contribuía al cabildeo y a la conspiración entre los grupos militares y civiles democráticos, con el objetivo de revertir los procesos que la oligarquía tenía muy bien controlados. Lo que el MNR pretendía era la instauración de un gobierno democrático, amplio, que hiciera las reformas que el país necesitaba, que permitiera la libertad de expresión, de organización política, la libertad de organización sindical y campesina. Era un trabajo que animaba el MNR, cuya estrategia desde el principio fue electoral parlamentaria, para lo que organizaba a los sectores de manera que pudieran incidir en la realidad salvadoreña y participar en las elecciones.

Al principio, el MNR no tenía una posición social demócrata muy clara, muy precisa; lo que si dominaba en su interior, era un sentimiento antimilitarista, antiimposición y, hasta cierto punto, un sentimiento antiimperialista. En este primer grupo no todos tenían preocupación por aclarar o definir las ideas en el contexto de una ideología social demócrata, aunque existían elementos de esa ideología. EL MNR se identificó como social demócrata hasta la crisis de mediados de los años 70.
Integrantes y composición social del MNR

Las ideas del MNR confluían con las de cierto grupo de militares democráticos en situación de retiro, entre ellos el Coronel Mariano Castro Morán, el Coronel Mariano Munguía Payés, el Coronel Armando Mena Molina, el Tte. Sermeño, el Tte. José Belisario Peña papá de Felipe, Virginia, Margarita y Lorena Peña, y habían otros que no recuerdo y que eran del MUN (Movimiento de Unidad Nacional). Así fue como en 1977 el Coronel Ernesto Claramount llegó como candidato a la presidencia por parte de la Unión Nacional Opositora (UNO).

La mayoría de los integrantes del MNR eran profesionales, de capas medias, caficultores, pequeños terratenientes y profesionales liberales; era el típico partido de la pequeña burguesía, como se le llamaba en esos tiempos; por supuesto, tenía entre sus filas a gente de la clase obrera y trabajadora, de los sectores medios del gobierno, aunque su liderazgo era eminentemente profesional, con dirigentes que eran abogados, médicos, economistas e intelectuales como Italo López Vallecillos, que pertenecía a la dirección del MNR.

También el MNR se nutrió mucho de gente que perteneció al movimiento estudiantil, principalmente de la Asociación General de Estudiantes Universitarios Salvadoreños (AGEUS), pero en aquel momento, lo que distinguía a esta posición política dentro de la Universidad de El Salvador era, lo que se llamaba ampliamente el Movimiento de Izquierda Democrática (MID). Este movimiento tenía referentes principalmente en las Facultades de Derecho, Medicina e Ingeniería, pero con el correr del tiempo, esto dio origen a finales de los años 60 y hasta el cierre de la Universidad de El Salvador en 1972 a la Federación Socialista Democrática (FSD), integrada por frentes estudiantiles que eran claramente social demócratas. El MID ya estaba ahí, pero los demás que vinieron posteriormente se llamaron Movimiento Demócrata Revolucionario (MDR), Movimiento Social Demócrata (MSD) o Acción Progresista de Estudiantes de Química (APEQ)- Este último era un movimiento integrado por gente de pensamiento liberal demócrata y social demócrata.

Con los maestros o el magisterio también teníamos contactos, porque el Dr. Guillermo Manuel Ungo fue miembro del Tribunal de la Carrera Docente, propuesto por los maestros entre 1967-1972 si no estoy equivocado, trabajo que tenía sus bases en las huelgas de ANDES que fueron apoyadas por el MNR, tanto la de 1968 como la de 1971.
Aporte social del MNR a la lucha del Pueblo Salvadoreño

En el ámbito del campesinado, el MNR logró vínculos con la Unión Comunal Salvadoreña (UCS), fundada en 1968, como parte de un proyecto de contrainsurgencia norteamericano en respuesta a la revolución cubana. La Alianza Para el Progreso y Los Cuerpos de Paz, eran parte de esos programas norteamericanos que se desarrollaron y dieron origen a estructuras que muy pronto fueron reprimidas también, lo que les obligó a buscar un referente político al cual vincularse, y terminaron contactando a la Democracia Cristina o al MNR.

Nuestro aporte a la lucha social para el cambio en nuestro país -ya la definí al principio de esta entrevistaconsistió en la participación electoral, pero no solo fue eso, porque el MNR tuvo dos ideas acertadas; una de ellas fue la creación de una Escuela de Capacitación Sindical en el Sindicato de Industrias Unidas Sociedad Anónima (IUSA), con el apoyo de FENASTRAS, y la otra fue la de crear el Centro de Estudios Políticos “Dr. Marco Antonio Vázquez”, en cooperación con la fundación Friedrich Ebert, vinculada al Partido Socialdemócrata Alemán. En esas escuelas se desarrollaban programas políticos, de derecho laboral, de capacitación política, las cuales eran materias fuertes con las que el MNR capacitaba permanentemente con estudios, publicación de análisis de la realidad nacional y posiciones relativas a la búsqueda de salidas a la crítica situación que vivía nuestro país. Por nuestra Escuela Sindical vi pasar a Febe Elizabeth Velásquez, que después fue asesinada en una operación terrorista de la policía que dinamitó la sede de los sindicatos de FENASTRAS; vi pasar a gente del sindicato del transporte, cuando los sindicalistas eran los propios motoristas y no los empresarios que hay ahora, porque en ese tiempo el movimiento sindical era de los obreros del transporte.
Participación del MNR en los procesos electorales

En 1968 el MNR participó en las elecciones y ganó un diputado que fue el Dr. Ángel Gochez Castro y su suplente el bachiller Velázquez Gamero. En 1970 volvió a tener participación legislativa, y creo que ganó la alcaldía de San Miguel; participó en las elecciones para la alcaldía de San Salvador, llevando como candidato al Dr. Melitón Barba, y también participó en las elecciones para la alcaldía de Zacatecoluca. Con el PCN no tuvimos ninguna relación, aunque el MNR respetaba la institucionalidad hasta donde fuera posible, pero ocurrió que en las elecciones de 1967, en la que participó de una manera destacada el Partido Acción Renovadora (PAR), que llevó en su planilla presidencial al Dr. Fabio Castillo Figueroa – quien despertó muchas expectativas-, el MNR fue crítico al principio, pero luego terminó apoyándolos. El PAR fue cancelado como consecuencia de su éxito, y los intentos de revivirlo tampoco fueron aceptados por el Consejo Central de Elecciones que era progubernamental. Entonces, el partido Unión Democrática Nacionalista (UDN), creado por el Dr. Francisco Roberto Lima y por el Dr. Magaña Menéndez, gente vinculada a los sectores del capital nacional, vino a facilitar las cosas, posibilitando la incorporación a ese partido, de mucha gente que venía del PAR y del Partido Comunista. Obviamente, la base del UDN era del Partido Comunista. Toda la gente que dirigía al PC estaba vinculada al UDN: Shafick Jorge Handal, Raúl Castellanos Figueroa, Salvador Cayetano Carpio, Mario Aguiñada, Carranza, etc. A partir de ahí, se generó una relación entre el UDN y el MNR, con el objetivo de atraer al Partido Demócrata Cristiano (PDC), porque este era un partido conservador con mucho peso adicional al que ya tenían los otros dos. El PDC llegó a tener, él solo, a más de 20 diputados en la Asamblea Legislativa, porque era la fuerza en la que se aglutinaban maestros, campesinos y estudiantes. El movimiento estudiantil socialcristiano era tan fuerte, que la Federación Socialista Democrática nuestra y la Federación de Estudiantes Universitarios Revolucionarios, apoyados por el PC, teníamos que aliarnos para ganarle las elecciones a la Federación Revolucionaria de Estudiantes Socialcristianos que era muy fuerte.

Así se formó la Unión Nacional Opositora (UNO), con la participación del PDC, el MNR y el UDN, con los objetivos de competir en las elecciones desde 1972 hasta 1977–78 y para generar un movimiento de desgaste electoral impresionante, agrupamiento solo comparable al que había tenido el Perú con la participación de los comunistas, los demócratas cristianos y los social demócratas. Todos contra la dictadura.

Resumiendo, el MNR participó en las elecciones de 1968, en las que ganó un diputado, en 1970 ganó algunas alcaldías y algunos diputados, y en 1972 con la UNO, perdió las elecciones presidenciales mediante el fraude, pero se afianzó en la Asamblea Legislativa con algunos diputados y en algunas alcaldías en coalición. Participó en coalición con la Unión Nacional Opositora en las elecciones municipales y legislativas de 1974, 1976, y en las presidenciales de 1977 que fraudulentamente ganó el General Carlos Humberto Romero, y no estoy seguro si en las municipales y legislativas de 1978.
Relación del MNR con el Movimiento de Masas y organizaciones Político-Militar de la década de los 70

Teníamos muy buenas relaciones con las estructuras sindicales, estudiantiles, campesinas, las comunidades eclesiales de base y, por supuesto, con las FPL y el ERP, organizaciones político-militares que en ese tiempo nutrieron los acontecimientos con mucha actividad de todo tipo. Nuestras relaciones con esos nuevos partidos eran cordiales, por el hecho de conocer a sus dirigentes, lo que facilitó el intercambio de opiniones a lo largo de toda esa década de los 70. Por eso, cuando vinieron las rupturas del ERP y surgieron el PRTC y la RN, el MNR siguió cultivando la amistad con esas organizaciones y siempre las mantuvo con el PC, a titulo del proyecto de la UNO y en la coordinación de propuestas en la Asamblea Legislativa, trabajo que el MNR hacía junto al UDN y el PDC en contra del PCN que tenía muchos más diputados. Las relaciones fueron un espacio de intercambio y de crítica durante toda la década de los años 70, hasta el golpe de Estado de 1979. Por ello, la conformación de una alianza FMLN-FDR, es consecuencia de una década de trabajo en la que hubo una relación de intercambio, y a veces de colaboración en términos de análisis, de contactos con las organizaciones armadas y organizaciones de base. Estas relaciones no eran fortuitas o de simple surgimiento espontáneo, venían de contactos estudiantiles universitarios, de compartir preocupaciones sociales, y de haber visto el surgimiento de estructuras políticas más complejas, creadas por amigos y compañeros que fundaron organizaciones como el Frente de Acción Popular Unificada (FAPU) de la RN; el Bloque Popular Revolucionario (BPR) que era el frente de masas de las FPL, las Brigadas Populares (BP) del PRTC, las Ligas Populares 28 de Febrero del ERP y las organizaciones que ya tenía el PC como la UDN. Sin embargo el MNR tenía una relación crítica en determinados momentos, porque fue una época de acumulación de poder, pero también de secuestros, asesinatos, etc.

El Importante papel del Movimiento de Masas

El movimiento de masas jugó un rol importantísimo en el desgaste de los gobiernos militares antidemocráticos de esa época y además preparó las condiciones para ascender en calidad hacia la lucha popular, lo cual veíamos como una enorme virtud, porque era un movimiento popular de masas que no se había visto antes. Nosotros habíamos organizado grandes movilizaciones a favor de los maestros, de los trabajadores del transporte, de obreros del acero, pero nunca como las movilizaciones que posteriormente realizaron las organizaciones de masas, sobre todo la del 22 Enero de 1980, organizada y dirigida por la Coordinadora Revolucionaria de Masas (CRM), conformada por el Bloque Popular Revolucionario (BPR), Las Ligas Populares 28 de Febrero (LP-28), Las Brigadas populares (BP), el FAPU y la UDN. Esa fue quizás, la concentración humana más grande que ha habido en El Salvador de preguerra y postguerra.

Este movimiento, aunque disperso –dado que es un periodo en el que se da una intensa batalla ideológica-, porque unos eran más marxistas que otros, maoístas, gramscianos, cristianos, socialdemócratas, humanistas, militaristas, etc.-, fue importante porque marcó un periodo de crecimiento de la sociedad salvadoreña, de ir rompiendo muchos esquemas y propiciando la maduración de unas condiciones que permitieron la unidad de cinco organizaciones político-militares, que en 1980 formaron el FMLN. Ese movimiento de masas le insufló al país una dinámica diferente y esperanzadora; era el resultado y consecuencia de dos décadas de acumulación de esfuerzos populares.
Persecución y represión contra nuestro trabajo y compañeros militantes

El MNR siempre fue visto como un partido de la inteligencia, por el seguimiento que los compañeros le daban a la situación política, económica y social del país. De ahí que nuestra gente de dirección fuera objeto de persecución por parte de la policía, o de la dirección de investigaciones de ésta. El MNR fue objeto del bloqueo sistemático de sus iniciativas ante el Consejo Central de Elecciones; era constante la persecución, las amenazas a los dirigentes y quizás el que más sufrió esos desmanes y atropellos fue Ítalo López Vallecillos, porque él, como muchos de nosotros, trabajaba en la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA) de los jesuitas. Le pusieron bombas a la casa y a la editorial de la UCA donde Ítalo laboraba. La casa del Dr. Luis Alonso Posada -ex Alcalde de Santa Teclafue ametrallada y destruida parcialmente por una bomba que pusieron en la cochera. La presión política y militar era muy fuerte, tanto así que después de la toma de la Universidad de El Salvador en 1972 por parte de las fuerzas represivas, los compañeros que no cayeron presos se fueron exilados a Venezuela o a otros países.

De igual manera que las demás organizaciones y movimientos sociales de la época, sufrimos la represión y las consecuencias de ese embate dictatorial. Por ejemplo, la juventud del MNR participó activamente en la marcha por la autonomía universitaria del 30 de julio de 1975, la cual fue reprimida brutalmente a la altura del Hospital del Seguro Social en San Salvador. Ahí fue asesinado Roberto Miranda López. Ese día casi se termina la juventud del MNR; sin embargo, hasta donde recuerdo, entre los fallecidos no hubo nadie de la juventud del MNR; solo algunos golpeados y fracturados, pero varios compañeros optaron por la lucha armada desde aquel día, y se fueron a engrosar las filas del PRTC y del ERP. Nosotros tuvimos que reorganizarnos, porque en las alcaldías y oficinas a las que tenía acceso el MNR, se empezaron a perder las armas, ya que los jóvenes se las estaban llevando para aumentar los arsenales de las nacientes organizaciones guerrilleras de los años 70.

El MNR fue objeto de mucha persecución y represión. Un caso particular fue cuando a principios de 1980 vino a El Salvador una comisión de la Internacional Socialista dirigida por Lord Chitnis ciudadano británico de origen hindú, con el objetivo de realizar un informe sobre el subdesarrollo en nuestro país, lo que por supuesto tenía mucho que ver con la constatación de la pobreza, la situación de las zonas marginales, de los sindicatos obreros y de las organizaciones campesinas, estudiantiles y la represión hacia el pueblo salvadoreño. Como esa comisión fue atendida y apoyada por el MNR, tuvimos como consecuencia el asesinato del Dr. Fernando Martín Espinoza Altamirano, médico, que era, hasta donde supimos, pariente del señor Enrique Altamirano Madriz, actual dueño de El Diario de Hoy. A partir de ahí, se desató una permanente persecución contra varios de nuestros compañeros de Ahuachapán, Sonsonate, San Salvador y San Miguel, hecho que obligó a los compañeros a esconderse permanentemente en diferentes casas y de casa en casa. En septiembre de ese año, el compañero Enrique Barrera Escobar fue atacado a tiros y herido mientras transitaba por el Paseo General Escalón en San Salvador. Dos meses después, en noviembre de 1980, caía asesinado junto a los demás miembros de la dirigencia del FDR.

En esa lucha social y popular de los años 80 tuvimos varias bajas; yo perdí de vista a varios compañeros y compañeras que se incorporaron al movimiento guerrillero y a otros que se fueron al exilio. Personalmente sufrí ese acoso y represión junto a David Mena, porque éramos profesores de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA), y por la sencilla razón de tener posiciones políticas de apoyo y compromiso con la lucha por el cambio hacia una sociedad más justa. Fuimos amenazados de muerte y tuvimos que salir del país el 22 de diciembre de 1980. Pero los dos golpes más fuertes y dolorosos que tuvimos como partido, fueron el asesinato en Guatemala del Dr. Héctor Oquelí Colindres a manos de sicarios derechistas que poseían información de la CIA, mientras se dirigía a una reunión regional de la Internacional Socialista que se habría de realizar en Costa Rica, y al hacer escala en Guatemala lo secuestraron y asesinaron. Un año después sufrimos la muerte del Dr. Guillermo Manuel Ungo a causa de un tumor cerebral. La desaparición de estos dos importantes cuadros limitó las posibilidades de mantenimiento y desarrollo del MNR.
Golpe de estado de 1979 y nuestra participación en la Junta de Gobierno

En octubre del año 1979, el golpe de Estado de la juventud militar nos tomó en una situación de relativa sorpresa. Pese a que teníamos indicios de que el golpe venía, no lo creíamos; no le veíamos coherencia, aunque las fuentes eran los doctores Ricardo Navarro y Julio Cesar Oliva, ambos militantes del MNR en ese tiempo y miembros del Centro Salvadoreño de Tecnología Apropiada (CESTA). Lo creímos hasta que la información comenzó a venir directamente de los sectores militares, sobre todo del Coronel René Guerra y Guerra, el militar que más relaciones tenía con nosotros, y que por cierto fue a uno de los primeros que llamaron a formar parte de la nueva Junta de Gobierno. Para presidir la Junta de Gobierno llamaron también al Ingeniero Román Mayorga Quirós que en ese tiempo era rector de la UCA, quien para aceptar puso como condición que participara el Foro Popular (FP), organización que surgió como consecuencia del fraude electoral de 1977.

El Foro convocó a una reunión para nombrar a su representante en la Junta de Gobierno y salieron dos candidatos: el PDC propuso al Ingeniero José Napoleón Duarte que a esas alturas todavía estaba en el exilio en Venezuela y el MNR y la UDN propusieron al Dr. Guillermo Manuel Ungo. El Ing. Duarte solamente sacó un voto el de Rubén Zamora y los demás representantes del Foro Popular votaron por el Dr. Ungo. Para la negociación de la formación del gabinete de ese gobierno, participamos el MNR, la UDN, el PDC, la UCA, el Foro Popular y otras fuerzas. Finalmente el Gabinete de Gobierno se constituyó con cuadros valiosos como Héctor Dada, Raúl Valiente y otros grandes personajes como Enrique Álvarez Córdova. Lamentablemente solo duró tres meses, porque vino el contragolpe dirigido por el Coronel Guillermo García y el Coronel Nicolás Carranza, por supuesto acompañado de una represión que no pudieron parar ni la Junta ni los militares golpistas, ya que eran 14 jefes militares de cuarteles departamentales que se oponían a ese intento de cambio progresista. Esa fue la razón por la que decidimos salirnos del gobierno.

Pero la decisión de salirnos se tomó en consulta con Monseñor Romero, con Joaquín Villalobos, con Fermán Cienfuegos, con Salvador Cayetano Carpio y Gerson Martínez entre otros, quienes pidieron 30 días de chance para tener un espacio que permitiera no ser objetos de la represión militar. Monseñor Romero también pidió 30 días para que las organizaciones populares de base no fueran aplastadas brutalmente por la represión. Pero en ese corto tiempo, el Gobierno Norteamericano logró que la Democracia Cristiana asumiera el nuevo gobierno, pactado con los militares contragolpistas. Hasta ahí llegó la UNO. Se rompió la unión.
Formación del Frente Democrático Revolucionario

Con el pacto militar demócrata cristiano, después del fracaso de la Junta Revolucionaria de Gobierno, se terminó la Unión Nacional Opositora, pero en la medida en que se incrementó la represión en 1980, también se fragmentó el PDC y surgió de ahí el Movimiento Popular Socialcristiano (MPSC), formado por Jorge Villacorta y Rubén Zamora; pero tanto estos como el MNR se habían quedado sin el UDN, que entonces formaba parte de la Coordinadora Revolucionaria de Masas. Sin embargo, el Ingeniero Enrique Álvarez Córdova que había sido Ministro de Agricultura de ese fallido gobierno, fundó el Movimiento Independiente de Profesionales y Técnicos de El Salvador (MIPTES), el cual se rodeó de gente que no quería involucrarse con las demás organizaciones de masas, ni con las organizaciones político-militares. Entonces, el MIPTES con el MPSC y el MNR fundaron el Frente Democrático (FD) allá por febrero o marzo de 1980. Este frente estaba prácticamente a la par de la Coordinadora Revolucionaria de Masas, y ya con la cristalización del FMLN, se hizo necesario tener una expresión más abierta. Surgió así la necesidad de cohesionar en un solo esfuerzo a la CRM y al FD, y de esta alianza resultó el Frente Democrático Revolucionario (FDR), dirigido por la representación y liderazgo de Juan Chacón del BPR, Leoncio Pichinte de las LP-28, el Dr. José Napoleón Rodríguez Ruiz del FAPU, Manuel Franco de la UDN, Humberto Mendoza de las Brigadas Populares, el Ing. Enrique Álvarez Córdova del MIPTES – Presidente del FDR-, Juan José Martel del MPSC, y Enrique Barrera Escobar, nuestro compañero del MNR. Infelizmente los cuerpos policiales asesinaron a finales de noviembre de 1980 a casi todos esos compañeros de dirección, salvándose únicamente los que por una u otra razón llegaron tarde a los puntos de contacto, o los que como norma de precaución tenían que salir cada hora, tal fue el caso de Pichinte, del Dr. Rodríguez Ruiz y de Martel. Al asesinar a Enrique Álvarez Córdova, la representación de ese esfuerzo democrático nombró por unanimidad al Dr. Guillermo Manuel Ungo Secretario General del MNR para la coordinación general, tarea que le permitió tener una gran labor internacional.
Comisión Político Diplomática del FMLN-FDR

Cuando dio inicio la Ofensiva General del 10 de enero de 1981, se hizo necesario el trabajo político en el exterior, de manera que la alianza FMLN-FDR decidió crear una Comisión Política Diplomática (CPD). Esta comisión tenía a tres representantes del FMLN: Salvador Samayoa, Ana Guadalupe Martínez y Mario Aguiñada Carranza y por el lado del FDR estaban el Dr. Ungo y Rubén Zamora, pero el Secretario Ejecutivo de todos ellos era el Dr. Héctor Oquelí Colindres del MNR.

El nombramiento de Héctor para ese cargo se debió a varios factores: había sido Vicecanciller durante el gobierno de la Junta, tenía una formación integral por sus estudios de postgrado en la Escuela de Economía y Ciencias Políticas de Londres, tenía viejos y estrechos vínculos con la Internacional Socialista, conocía a la Internacional Demócrata Cristiana y a la Internacional Liberal. Desde estudiantes teníamos el necesario conocimiento del movimiento político estudiantil internacional; Héctor fue a un congreso de la Unión Internacional de Estudiantes (UIE) que se celebró en Praga, Checoslovaquia, así como al Congreso Latinoamericano de Estudiantes (CLAE) en la Habana, y yo fui delegado de la AGEUS al IX Congreso de la Unión Internacional de Estudiantes (UIE), celebrado en Ulan Bator, Mongolia. Teníamos muchísima participación en el mundo estudiantil, lo que nos permitió conocer a compañeros del movimiento estudiantil que posteriormente llegaron a ser ministros o altos funcionarios en Suecia, Inglaterra, Francia, Austria, Estados Unidos, Canadá, Méjico, etc. Esos contactos le abrieron puertas al movimiento democrático revolucionario salvadoreño, concretamente al FMLN y al FDR, aspecto que contribuyó a que los compañeros de la CPD proyectaran e hicieran una labor impresionante, tanto en Naciones Unidas (ONU), como en la COPPAL (Conferencia Permanente de Partidos Políticos de América Latina), etc.

La Comisión Político-Diplomática fue la cara visible del movimiento democrático revolucionario salvadoreño, con la ventaja de que el Doctor Ungo había sido miembro de la Junta Revolucionaria de Gobierno de El Salvador y era Presidente del FDR, lo que le habría puertas en todas partes, dándole un trato de ex Jefe de Estado y a su vez, le permitía el acceso a distintos foros, así como a miembros o asesores de gabinetes de seguridad de diferentes estados, para discutir con los Secretarios de Estado, con senadores y jefes de comisiones. Estos espacios eran importantes, porque daban la posibilidad de informar sobre la situación salvadoreña, y además, era una forma de hacer labor en provecho de las posiciones del movimiento revolucionario y democrático salvadoreño.

Desde principios de los años 80, existía una propuesta de solución política negociada al conflicto armado salvadoreño y de formación de un gobierno de amplia participación. Este trabajo exigía una labor intensa y permanente en el campo internacional, de manera que la Comisión Político-Diplomática fue como la cancillería del movimiento revolucionario en ese ámbito político diplomático mundial.
Declaración Franco Mejicana, primer reconocimiento internacional a la Lucha del Pueblo Salvadoreño

Un hecho importante y relevante en la historia de la lucha del pueblo salvadoreño, en 1981, fue la “Declaración Franco Mejicana”, una manifestación de reconocimiento internacional a la legitimidad de la lucha del pueblo salvadoreño, encabezada por el FMLN y el FDR. Por supuesto, en ese momento, las relaciones entre la comandancia general del FMLN y el directorio del FDR eran de una extraordinaria armonía, de mucha comprensión, comunicación y apoyo mutuo. A ello contribuyó que en esos años, en Francia estuviera como presidente el socialista Francois Miterrand y en México el presidente José López Portillo, quienes con sus flamantes cancilleres Don Jorge Castañeda y H. Cheysson, nos apoyaban en todo sentido. Es de ahí que resulta una declaración de apoyo al pueblo salvadoreño en lucha, lo que por otro lado, era un pronunciamiento en contra de la política exterior norteamericana, en claro desafío a la hegemonía de Estados Unidos en la Región Centroamericana.

El aporte de los compañeros Dr. Ungo y Dr. Oquelí para hacer realidad la “Declaración Franco Mejicana”, fue en el cabildeo político y diplomático, en las conversaciones preliminares, en la elaboración del texto, en las aclaraciones que había que hacerle a muchos partidos, cancillerías y gobiernos, sobre la legitimidad de nuestra lucha. Este trabajo tuvo repercusiones positivas en las Naciones Unidas, porque además, la alianza FMLN-FDR tenía un estatus importante en Nueva York, dado que el FMLN era una fuerza armada beligerante que tenía que respetarse, realidad indiscutible que hizo ganarse el reconocimiento internacional y llegar finalmente a la solución negociada.

Para que no olvidemos – See more at: http://marcialteniarazon.org/blog/movimiento-nacional-revolucionario-mnr#sthash.9FYDCKQw.dpuf

Dejar una respuesta