26 diciembre 2012. Es extraño pensar que, con la campaña presidencial ya plenamente lanzada, dentro de un año todavía estará en apogeo, y todavía faltarán tres meses para las elecciones. Es muy difícil prever lo que puede estar pasando en esta fecha el otro año. Hay varias predicciones distintas. Aquí podemos discutir tres.
La primera, que es la más vieja, es que Norman Quijano va a arrasar en primera o en segunda vuelta contra cualquier candidato. La predicción estaba basada en las encuestas de medio año, que sugerían que esto iba a pasar. Todavía puede suceder. Pero para que suceda tendría que revertirse la tendencia de los últimos meses, en los que Quijano ha bajado muy rápidamente hasta estar muy cerca de un empate triple con el candidato del FMLN y con el expresidente Tony Saca, que todavía no se ha lanzado pero que ya anunció que lo hará en Febrero de 2013. Es decir, si ignoramos que su tendencia es hacia abajo y las de sus competidores hacia arriba, podemos decir que Quijano se encuentra en la misma condición que ellos. Ya no tiene la ventaja. Cualquier ganancia tendrá que lograrla en la campaña.
Esta predicción estaba acompañada de otra complementaria, que decía que, habiendo puesto al vicepresidente Salvador Sánchez Cerén como candidato, el FMLN estaba demostrando que no quería ganar las elecciones sino mantener su naturaleza radical, satisfaciendo así a los radicales que todavía hay en el partido. Esta predicción se ha esfumado junto con la anterior al volverse evidente que el FMLN sí quiere ganar las elecciones y que ha ganado posiciones tratando de vestir a su candidato como un moderado tipo José Mujica de Uruguay.
El FMLN también ha nombrado como candidato a la vicepresidencia a Óscar Ortiz, que ha cultivado una imagen de moderado como alcalde de Santa Tecla. Algunos interpretan este nombramiento como evidencia de querer vestirse de moderación y otros como evidencia de que la cúpula, temerosa de perder las elecciones con Sánchez Cerén, tuvo miedo de que al perderlas Óscar Ortiz les podría arrebatar el partido. Ahora, con él de candidato, si el FMLN pierde Ortiz será tan perdedor como la cúpula y no podrá liderar una revuelta contra ella.
La segunda predicción es que Tony Saca va a medrar del miedo que podría provocar en la derecha una caída más pronunciada de Norman Quijano hasta llegar por debajo de Sánchez Cerén. Ante el pánico de la derecha, Tony Saca se presentaría como el salvador de la democracia y los derechos individuales en el país y le robaría votos a ARENA en cantidades suficientes como para quedar de segundo en cualquier primera vuelta, y como primero en la segunda. A pesar de que Saca ha sido presidente y miembro prominente de ARENA, correría como una cara nueva alegando que los otros dos son miembros estructurales de los dos partidos tradicionales y él no. Eso es lo que le daría la ventaja.
La objeción más seria que se presenta a esta predicción es que Saca no tiene una estructura partidaria tan grande como la de ARENA y el FMLN. El contraargumento es que Saca tiene suficientes fondos para atraer estructuras de ARENA y otros partidos a su causa.
La tercera predicción es que el FMLN reemplazará a Óscar Ortiz por Sánchez Cerén para presentar una cara auténticamente nueva, con lo que sus probabilidades de atraer el 40 por ciento de votantes no comprometidos hacia un candidato del FMLN se aumentarían drásticamente. Esto, según la predicción, llevaría al FMLN a la victoria.
El tiempo que falta para las elecciones es tan largo que no es posible vislumbrar siquiera lo que va a pasar. Pero es claro que es posible construir escenarios que llevan a la victoria a cualquiera de los tres candidatos. Esto lo deben entender todos los candidatos. Que las elecciones serán difíciles y que nadie quiere perderlas es obvio. Sólo alguien sin experiencia puede pensar que serán muy fáciles.