BRISBANE, Australia, 9 de diciembre de 2014 (SIEP) “Han pasado ya 35 años desde el asesinato de Salvador Sánchez Hidalgo, mi querido camarada Chamba, y todo me parece como si fuera ayer. Tengo muy presente su porte, su voz, su determinación de luchar…” expresa emocionado Ricardo Martínez, conocido como el Chele Foremost, destacado dirigente sindical en los años setenta y que hoy vive y lucha en Australia.
Añade que “me acuerdo de aquellos momentos en los que juntos como hermanos, realizábamos las tareas sindicales de la Confederación Unitaria de Trabajadores Salvadoreños, CUTS, que estaba formada por las federaciones sindicales, FENASTRAS, FUSS y FESTIAVTCES. Eran días muy difíciles para nuestro pueblo y el trabajo sindical se efectuaba bajo la amenaza de la represión de la dictadura militar en contra del movimiento popular.”
Una vez fuimos delegados para atender una reunión de un sindicato textil en la ciudad de Apopa, y cuando preguntamos por los viáticos (pago de buses y almuerzo) el secretario de finanzas nos manifestó que no habían fondos en la caja, que viéramos como hacíamos para solventar el problema. Conseguimos prestado solamente para el pasaje de los buses y partimos para cumplir esta tarea. Cumplir una tarea sindical era un deber sagrado, irrenunciable.”
Al mediodía tuvimos un receso para el almuerzo, todo mundo se fue a sus casas y nosotros nos quedamos en el local. Entonces Chamba me pregunto: ¿tenés hambre? -Sí un poco le respondí. También me dijo: no te preocupes, gastémonos el pasaje de bus de regreso y nos regresamos caminando. Entonces fuimos al mercado a comprar una papelada de arroz y frijoles con queso.”
Cuando llego el primer compañero de regreso a la reunión nos encontró almorzando nuestra papelada y sorprendido nos preguntó: ¿ustedes no tenían dinero para ir a un comedor? No fíjate, le respondimos y le explicamos que Finanzas de las CUTS no tenía dinero en la caja y este compañero muy sorprendido por lo sucedido inmediatamente lo comunicó al resto de compañeros quienes pidieron disculpas y nos dieron para el pasaje de bus de regreso. Había una hermandad muy grande y un profundo sentido de compañerismo.
En septiembre de 1979 habíamos electo a la nueva junta directiva de la CUTS, yo desempeñaba el cargo de secretario de organización y Chamba el de educación y propaganda. Recuerdo como saltaba de alegría porque habíamos logrado organizar por primera a los trabajadores y trabajadoras de la Alcaldía Municipal de Santa Ana. Me sentía muy feliz ir a esa ciudad morena por las tardes a atender las asambleas generales, el local se llenaba de gente, había mucho entusiasmo porque al fin los trabajadores municipales tenían una organización que iba a velar por sus intereses.”
Algunas personas me llamaban algunas veces aparte para decirme: “Mire compañero tenga cuidado cuando venga aquí porque a estas reuniones se hacen presentes miembros de los escuadrones de la muerte enviados por los ricos más rancios de Santa Ana, que no se tientan los hígados para matar gente.” En ese entonces yo tomaba en cuenta las sugerencias pero tanto Chamba como yo sabíamos que en cualquier parte corríamos riesgo, allí mismo en San Salvador a unos pocos metros de la FUSS habían unos “cuilios” vestidos de civil en una camuflajeada venta de muebles.”
Aun tengo muy fresco en mi memoria aquel 17 de diciembre de 1979 cuando nos encontramos en el local de la FUSS en horas de la tarde, y le comunique a mi amigo y compañero que en Santa Ana estaba programada en la mañana del 18 de diciembre una reunión con el alcalde de esa ciudad para conversar sobre unas demandas de los trabajadores y por la noche habían convocado a la gente a una asamblea general para dar a conocer los resultados y otros asuntos.
Le pedí a Salvador que atendiera esas reuniones porque en la mañana no podía estar presente en la reunión con el alcalde, a lo que él respondió: “ En septiembre a mi me eligieron como secretario de organización, esa tarea me corresponde a mí, entonces ahora me toca a mi iniciar mis funciones atendiendo a la gente de Santa Ana. Quedamos de acuerdo y minutos más tarde llegó al lugar donde me encontraba, diciéndome: “ Que mala suerte vos todas las veces que has ido a Santa Ana llevas la camioneta para regresarte el mismo día, ahora esta arruinada y tengo que irme en bus, pero no importa me quedare a dormir en la casa de algún compañero para regresarme al día siguiente”.
Esas reuniones se iban a llevar a cabo el 18 de diciembre, y yo estaba impaciente por conocer los resultados el día 19 que Chamba estaría de regreso en San Salvador. Me interesaba conocer los resultados de su gestión. Pero ese fatídico 19 fue para mí doloroso, algo inimaginable, cuando recibí la noticia: “Salvador Sánchez Hidalgo y Gerardo Erazo, ambos sindicalistas de la FUSS, han sido asesinados por los escuadrones de la muerte en la ciudad de Santa Ana”.
“Inmediatamente me traslado para Santa Ana para encontrarme con algo terrible, a los dos compañeros los habían torturado horriblemente hasta su muerte. Luego comienzo a entrevistar a la gente del sindicato de la Alcaldía Municipal sobre que sabían ellos de su muerte y me manifestaron que al salir de la reunión a eso de las 10 pm Chamba se fue a cenar con otros compañeros. Luego Gerardo Erazo le ofreció donde ir a dormir y lo acompaño. Erazo ya había recibido varias amenazas a muerte, y a la altura del cementerio de esa ciudad fueron interceptados por hombres armados, quienes se los llevaron secuestrados.”
Es lamentable que todavía la impunidad heredada de la derecha más recalcitrante de nuestro país continúa igual. No se ha investigado a quienes con lujo de barbarie atacaron a mis camaradas Salvador Sánchez Hidalgo y Gerardo Erazo, otro sindicalista honesto, trabajador y con sus ideas firmes por la revolución socialista como nosotros. Tampoco se ha hecho justicia por el asesinato de los padres de la revolucionaria “Mariposa” locutora de Radio Venceremos, que con su voz fuerte y firme dio ejemplo de lucha a todas las mujeres del mundo.”
Hay tantos casos de impunidad que aun continúan guardados en las gavetas de la Fiscalía General. Asimismo, en esas gavetas se encuentran decenas de casos de corrupción del actual partido Arena que en sus veinte años en el gobierno se robaron millones de dólares, dinero que hubiera servido para beneficiar a la población desposeída.
No obstante esto, vemos cambios que están beneficiando a los sectores más pobres de la población. En el actual gobierno bajo la dirección del FMLN, ahora los niños están recibiendo beneficios nunca vistos en la historia de El Salvador, los campesinos, las personas de la tercera edad y las mujeres están siendo beneficiadas con programas para cambiar su vida.
Un día en 1978 estábamos sentados los dos en la casa vieja de la FUSS en la Avenida Cuscatlán No. 630, en la parte de arriba. Conversábamos sobre diferentes temas políticos y entre otras cosas, Chamba me decía: “nosotros luchamos para que los niños sean felices en una sociedad más justa y por eso nuestros ideales de lucha por el socialismo están más que justificados”
En El Salvador y en otras partes del mundo, miles de personas, hombres y mujeres, estamos en pie de lucha y también América Latina se está transformando. Cuba sigue siendo el ejemplo que alumbra los cambios en nuestros países, a los que hoy se suma Venezuela, Ecuador, Nicaragua, Bolivia, Argentina, Uruguay, que van camino a las transformaciones con gobiernos surgidos democráticamente.
Nuestros ideales y sueños por una vida mejor en nuestros pueblos pobres, por lo que ofrendaron sus valiosas vidas nuestros hermanos Salvador y Gerardo, y nuestra lucha por esos objetivos siguen vigentes y mantenemos erguidas las banderas de nuestros queridos mártires hasta cumplir con sus sueños libertarios.