LLAMADO A LAS MADRES DE AYUTUXTEPEQUE: ¡LUCHEMOS POR EL TRABAJO, LA SEGURIDAD Y LA VIDA PARA NUESTROS HIJOS E HIJAS!

Queridas madres de Ayutuxtepeque:
Reciban este día un sincero saludo del Comité de Despedidas de la Alcaldía de Ayutuxtepeque. La mayoría de nosotras somos madres y desde esta condición deseamos analizar la situación del país, de nuestro municipio y hacerles un llamado a luchar.
Consideramos que a nivel nacional nuestro país ha avanzado poco desde la llegada del FMLN al Ejecutivo. Las promesas de campaña siguen siendo promesas. En nuestras comunidades seguimos enfrentando la delincuencia, el alto costo de la vida, el desempleo, la falta de oportunidades para nuestros hijos e hijas. Debemos de saber que solo con nuestra lucha podremos garantizar que estas promesas se cumplan.
Al Presidente Mauricio Funes le exigimos que cumpla sus promesas. Que castigue a los corruptos. Que cree fuentes de trabajo para nuestros hijas e hijas. Que resuelva el problema de la delincuencia. Que trabaje a favor de los humildes y no de los ricos.
Con respecto a nuestro municipio, como madres debemos de reconocer que hemos retrocedido. Los logros alcanzados por las cuatro administraciones anteriores del FMLN se han estancado. No ha habido obras y se ha favorecido el amiguismo, la incapacidad y el despilfarro de recursos.
Prueba de esto fue el raquítico Cabildo que realizo la Alcaldesa el 30 de abril, en el que incluso fuimos golpeadas por ejercer nuestro derecho a la libre expresión. La gente manifestó su rechazo a la Alcaldesa mediante su ausencia. Tenemos que transformar ese rechazo pasivo generalizado en acciones de protesta.
Como madres de Ayutuxtepeque, este 10 de mayo le exigimos a la Alcaldesa Blanca Flor Bonilla.
1. Que cese su respaldo exclusivo a K-Mart (Despensa de Don Juan) y apoye a las madres y abuelas que vendemos en nuestro Mercado Municipal y estamos endeudadas por los altos impuestos municipales.
2. Que deje de invitar a los Cabildos y reuniones publicas a sus amigos embajadores de Taiwán y Colombia y que invite a representantes de gobiernos revolucionarios como los de Cuba y Venezuela.
3. Que abra una línea de créditos para madres solteras, que están totalmente abandonadas en este municipio.
4. Que reinstale en sus puestos a las 12 trabajadoras despedidas el pasado 6 de enero.
5. Que lo que se gasta en viáticos para viajes al extranjero sea invertido en gestiones para instalar agua potable en el Cantón El Zapote.
6. Que se construya una política de seguridad municipal, con énfasis en el cantón Los Llanitos, lugar en el que han sido asesinadas madres jóvenes
7. Que deje de seguir endeudando al municipio con prestamos bancarios que tendrán que pagar nuestros hijos e hijas
8. Que cese su política de acoso laboral y respete el derecho a la libre sindicalización de los empleados municipales.
9. Que respete el derecho a la libre expresión del pensamiento consignado en nuestra Constitución de la República, la cual juro cumplir.
10. Que ya no continúe contratando allegados y contrate gente capaz
Como madres de este municipio asumimos el compromiso de luchar por este programa y les hacemos un llamado a otros sectores del municipio, a que nos unamos para lograr que las conquistas alcanzadas no sean revertidas, y que podamos avanzar en la construcción de poder popular, que será el poder de la gente organizada, de madres y padres, hijos e hijas, abuelos y abuelas luchando por un Ayutuxtepeque Democrático, Diverso, y Prospero.
¡Viva el 10 de Mayo, Día de la Madre Salvadoreña!

Comité de Despedidas de la Alcaldía de Ayutuxtepeque, 10 de mayo de 2010

Bases Estatutarias de las Fuerzas Populares de Liberación «Farabundo Marti»

Bases Estatutarias de las Fuerzas Populares de Liberación “Farabundo Martí” (F.P.L.F.M.)

ORIENTACION PRELIMINAR
La II Reunión Ordinaria del Consejo Revolucionario de las FPL, realizada en 1977, ha significado uno de los más importantes impulsos para el proceso revolucionario, y constituye un acontecimiento relevante en la historia del país de los últimos años, por los trascendentales resultados del mismo, dentro de los que se destaca por su certeza política e histórica la aprobación de nuestras Bases Estatutarias.
En esta oportunidad, con motivo de la Segunda Edición de las Bases Estatutarias, la Comisión Nacional de Organización del CO-CEN consideró, con la autorización debida del Comando Central, la necesidad de adjuntarle la presente nota con el objeto de que las Bases Estatutarias cumplan más eficazmente con su cometido.
Las Bases Estatutarias constituyen uno de los pasos más decisivos de nuestra conversión en un Partido, ya que han materializado, de manera establecida y de acuerdo a nuestras condiciones particulares los principios LENINISTAS de organización, las bases de su funcionamiento proletario e incluso estatuyen el carácter ideológico marxista-leninista y los objetivos revolucionarios fundamentales de las FPL. En tal sentido, las Bases Estatutarias son el sistema normativo fundamental de nuestra Organización y representan la sistematización teórica de la experiencia adquirida, en este terreno, en los siete años de la vida combatiente de las FPL.
¿PARA QUE HAN SERVIDO LAS BASES ESTATUTARIAS?
Han servido para mejorar el cauce de la vida revolucionaria interna de la Organización, para sentar los cimientos sobre los cuales se están erigiendo los pilares del Partido; o sea, para adecuar nuestra estructura, para ensanchar las bases orgánicas de las FPI, para mejorar nuestros métodos de trabajo y, en consecuencia, para hacer más efectiva y fructífera nuestra acción revolucionaria. No obstante eso, como es natural, aún hay mucho camino por recorrer.
¿QUIENES DEBEN CONOCER LAS BASES ESTATUTARIAS?
En primer lugar, deben conocerlas a fondo y aplicarlas con rigor todos los militantes de las FPL. Quienes al mismo tiempo que rigen su vida revolucionaria por los lineamientos estatutarios, tienen el deber de velar por el cumplimiento de las mismas.
Deben conocerlas también todos los aspirantes a miembro, ya que es precisamente sobre la base de un profundo conocimiento, aceptación consciente e incondicional; así como de la aplicación consecuente de las Bases Estatutarias a que éstos han podido venir adquiriendo la calidad de aspirantes.
Deben conocerlas también todos nuestros colaboradores activos, ya que es de ese caudal de luchadores de donde debe extraerse toda la sustancia viva que nutrirá y desarrollará a nuestra estructura partidaria pasando, claro está, previamente por el escalón de aspirantes a miembros.
Al respecto, una de las resoluciones del II Consejo Revolucionario de las FPI dice:
“2. Introducción de las Bases Estatutarias de manera inmediata a todo nivel, para que la Organización en su integridad norme su funcionamiento en tales Bases”.
¿COMO DEBEN ESTUDIARSE?
Cada colectivo debe programar un intenso y profundo estudio del presente documento; el cual debe realizarse tanto colectiva como individualmente, con el propósito de impregnarnos plenamente de él y llevarlo a la práctica. Lo fundamental, en este sentido, es la aplicación correcta y consecuente de las Bases Estatutarias que nos rigen tanto en lo colectivo como en lo individual.
Es preciso tener presente que su profundización no debe limitarse al estudio programado obligatorio, sino que es necesario recurrir a los Estatutos en los distintos momentos de la vida revolucionaria; porque las Bases Estatutarias de las FPL deben ser para cada uno de nosotros no sólo la guía teórica general sino la guía práctica concreta y cotidiana.
Todos los Organismos recibirán, las Bases Estatutarias y, en caso de necesitar más ejemplares, deben solicitarse a la Comisión Nacional de Organización y al Comando Central.
¿COMO DEBEN APLICARSE?
Deben aplicarse fielmente. No deben buscarse ni permitirse las interpretaciones y aplicaciones caprichosas y distorsionadas. Debemos ser creadores en su aplicación estableciendo normas, reglamentos específicos, medidas y disposiciones variadas; enmarcándonos en todo momento en lo establecido en nuestras Bases Estatutarias y claramente orientados al efectivo y fiel cumplimiento de ellas.
La correcta aplicación de nuestras Bases Estatutarias debe ser un deber fundamental para nosotros.
¡A IMPULSAR LA APLICACION DE NUESTRAS BASES ESTATUTARIAS!
¡A IMPULSAR EL ESTUDIO INTENSO DE NUESTRAS BASES ESTATUTARIAS!
¡A CONVERTIRNOS EN UN PARTIDO PROLETARIO PODEROSO E INVENCIBLE!
¡ADELANTE EN LA CORRECCION DE LOS METODOS DE TRABAJO Y DE DIRECCION!
¡POR LA CONSTRUCCION DE LA VANGUARDIA Y POR SU CONSOLIDACION PROLETARIA!
¡REVOLUCION O MUERTE! ¡EL PUEBLO ARMADO VENCERA!
COMISION NACIONAL DE ORGANIZACION DEL CO-CEN.
RATIFICADO POR EL COMANDO CENTRAL
El Salvador, Centroamérica, mayo de 1978.

BASES ESTATUTARIAS DE LAS FUERZAS POPULARES DE LIBERACION FPLFARABUNDO MARTI”
INTRODUCCION.
I.
Las FUERZAS POPULARES DE LIBERACION FPLFARABUNDO MARTI”, organización político-militar de El Salvador, marxista-leninista. que aspira a convertirse en la vanguardia revolucionaría de la clase obrera y del pueblo, y cuyas actividades de estructuración orgánica, de accionar político-militar e ideológico se iniciaron el primero de abril de 1970, ante la necesidad histórica de dotar al pueblo de sus instrumentos revolucionarios de lucha frente a la defección de las organizaciones tradicionales de izquierda, especialmente el P.C.S., hundidas en las corrientes de derecha del oportunismo, el revisionismo, el reformismo burgués, el economismo y el burocratismo, han podido constatar en la práctica revolucionaria la necesidad histórica de su formación.
En un periodo muy corto, guiándose por la ciencia del marxismo-leninismo aplicado e las condiciones concretas de El Salvador y Centro América, a través de la estrategia político-militar de Guerra Prolongada del Pueblo, ha podido desarrollarse como organización revolucionaria que marcha firmemente hacia su conversión en partido político revolucionario marxista-leninista de la clase obrera, ha sido capaz de crear la guerrilla y consolidarla en el territorio salvadoreño, como medio estratégico para la formación del Ejército Popular de Liberación, ha alcanzado profunda influencia organizada en amplios sectores del pueblo dirigiéndolo y orientándolo activamente en sus luchas combativas y comienza a profundizarla en la clase obrera industrial; y ha comenzado a formar los organismos armados para -militares: milicias.
En este complejo grado de su desarrollo, frente a las cada vez mayores y variadas responsabilidades de conducción del pueblo en todos los niveles y modalidades de sus luchas; entre las cuales la lucha armada es el eje, íntimamente entrelazada con los otros medios enfilados al fortalecimiento del proceso revolucionario, de sus bases orgánicas, de su estructura y funcionamiento no pueden ser las mismas que en sus períodos iniciales de desarrollo.
El fortalecimiento orgánico, político-ideológico de las FPL permitirá su mayor capacidad de conducción de las masas populares y de su incorporación a la lucha revolucionaria, mayor capacidad de formación y conducción del Ejército Popular de Liberación, y de las milicias populares en una palabra mayor capacidad de conducción del pueblo en la guerra revolucionaria hasta la Revolución Popular y el Socialismo.
Por ello, en este grado de su desarrollo, las FPL emiten sus BASES ESTATUTARIAS, basadas en las normas leninistas de organización y adaptadas a la necesidad histórica de desarrollo de la vanguardia organizada de la clase obrera de nuestro país.
Ellas establecen el carácter marxista-leninista de las FPL, su esencia de clase proletaria que obedece a los intereses inmediatos y fundamentales de la misma y que tiene como fin la consecución de sus objetivos revolucionarios, para lo cual desarrollan la tarea estratégica de organizar, elevar la conciencia, la combatividad y disposición revolucionarias de las masas populares, para incorporarlas activamente al proceso revolucionario, como factor directo del triunfo de la Revolución Popular hacia el Socialismo, del establecimiento de un Gobierno Popular Revolucionario como paso necesario para el tránsito a la sociedad socialista y al comunismo.
Establecen como las bases de su organización, estructura y funcionamiento, los principios leninistas del Centralismo Democrático que combinan armónicamente el carácter* firmemente centralizado y democrático de la organización, adaptados (*así en el original) al funcionamiento clandestino dentro del marco de la Guerra Prolongada del Pueblo, en el cual le toca conducir a éste.
Las bases orgánicas fijan la estructura interna de las FPL, que se van conformando como partido revolucionario marxista-leninista del proletariado salvadoreño, y fija los vínculos de interrelación y coordinación entre sus diversos órganos internos que forman un complejo de organismos con plena supeditación de los organismos inferiores a los superiores; del individuo al colectivo; de la minoría a la mayoría y establece firmemente la no aceptación de fracciones en el seno de la organización. En esta estructura el Consejo Revolucionario de las FPL representa la suprema autoridad y dirección político-militar; y el Comando Central, electo y dirigido por el Consejo Revolucionario de las FPL, la dirección nacional estratégica y táctica político-militar diaria de las FPL, apoyada en las Comisiones Nacionales del CO-CEN, que bajo la inmediata dirección y control de éste le ayudan en la dirección de las diversas ramas de trabajo a nivel nacional, para lo cual se apoyan en sub-comisiones de carácter nacional. Para la dirección regional y local, las bases orgánicas establecen las Direcciones de Zona con atribución sobre regiones geográficas concretas, que, a su vez, se apoyan en sub-direcciones zonales de diversas áreas de trabajo.
Las FPL establecen como sus organismos de base, las células de miembros de la organizacion, que funcionan de acuerdo con el principio leninista celular, base de la estructura de un partido proletario marxista.
Las bases orgánicas de las FPL establecen los requisitos de alta calidad revolucionaría que son necesarios para tener el alto honor y responsabilidad de ser miembro de las organizaciones y para conservarlo. Establecen quiénes pueden ser miembros de las FPL y los requisitos para su ingreso y normas de militancia.
Establecen ampliamente los deberes y derechos de los miembros. Regulan las reglas y procedimientos tos para sopesar, juzgar y sancionar las faltas y delitos cometidos por miembros de la organización.
Y, finalmente, tomando en cuenta su fiel apego a los principios del Internacionalismo Proletario, establecen los canales para desplegar la solidaridad internacional revolucionaria y para el estrechamiento de relaciones con el Campo Mundial del Socialismo y con las organizaciones revolucionarias del mundo, en especial, para llevar a cabo la tarea conjunta de los pueblos Centroamericanos: la revolución popular y el Socialismo.
II.
¿Por qué las FUERZAS POPULARES DF LIBERACION han adoptado este nombre? Las razones del porqué las FPL han adoptado este nombre son:
FUERZAS
Porque efectivamente las FPL constituyen una fuerza militar y política en creciente desarrollo. El vocablo FUERZAS encierra una concepción dinámica que expresa apropiadamente los que somos actualmente y también la perspectiva del desarrollo inmediato y futuro de esta organización revolucionaria. Incluye la Idea de lo militar y lo político.
POPULARES
Porque esas fuerzas no son aislados del pueblo, sino que son producto del mismo, su instrumento orgánico político-militar, cuya misión estratégica tiene como uno de sus objetivos fundamentales incorporar activamente al pueblo a la guerra revolucionaria militar y política, ya que es el pueblo el creador de su propio destino y el único que puede llevar hasta la victoria final la causa de la revolución y construir el futuro régimen socialista. Nuestra organización se está forjando como el instrumento político y militar del pueblo para llevar adelante la lucha revolucionaria.
DE LIBERACION
Porque el pueblo, a través de la guerra prolongada política y militar, en plena unidad con la lucha revolucionaria de los otros pueblos centroamericanos, alcanzara su liberación de las garras del imperialismo yanqui; de la burguesía interna; de los sangrientos regímenes de los opresores, sostenes de las clases explotadoras, para que sobre la base de la destrucción del poder de las clases dominantes explotadoras, llevar a cabo su Revolución Popular hasta la construcción del Socialismo.
a) Aspiramos al honor de ser continuadores y herederos de las luchas revolucionarias que, a través de su historia han tenido los pueblos centroamericanos y el salvadoreño en particular. Nos esforzamos por retomar sus tradiciones de lucha y hacerlas avanzar. La bandera en sangrentada de la revolución del pueblo viene de mano en mano y de generación en generación y será llevada hasta las cumbres del socialismo por las presentes y futuras generaciones. Entre esas luchas del pueblo cuatro grandes jalones han dejado profunda huella en nuestra historia:
1. La heroica lucha de nuestros antepasados contra el invasor español, hasta sucumbir en el colonialismo.
2. Las luchas de la independencia del yugo español, especialmente desde 1811.
3. E1 levantamiento campesino dirigido por Anastasio Aquino que abarcó a los pueblos nonualcos.
4.1a insurrección campesina de 1932 con sus decenas de millares de mártires y héroes del pueblo.
Ha habido otras grandes luchas populares como la de 1944, pero indudablemente que estas cuatro han dejado los más profundos surcos en la historia popular. De ellas la que inmediatamente engarza con las actuales luchas del pueblo, es el masivo levantamiento de 1932, que tuvo ya un carácter clasista obrero-campesino y una turbulenta orientación hacia el Socialismo
b) Entre los dirigentes de este gigantesco episodio, que marcó tan profundas huellas en los siguientes períodos de la historia del país, indudablemente el más integral y elevado exponente del pueblo fue AGUSTIN FARABUNDO MARTI; no obstante las debilidades o fallas que ahora puedan señalarse en su preparación y en la dirección político-militar del movimiento popular, los rasgos revolucionarios esenciales de su figura concuerdan en gran medida con los principales del movimiento revolucionario actual.
Veamos brevemente algunos de esos rasgos:
1. Fue un combatiente y jefe revolucionario de la lucha armada del pueblo y no de manera casual, sino sistemática. Fue no sólo político, sino también militar revolucionario. Fue Guerrillero en las montañas de Las Segovias, a la par de Augusto Sandino, de quien fue secretario y uno de sus oficiales. Dió* (*asi en el original) impulso a la lucha armada en El Salvador, a través de la gran insurrección campesina de 1932, la más grande insurrección popular en toda la historia del país.
2. Fue pionero del marxismo-leninismo en El Salvador, precisamente en los años en que el marxismo se extendió por el mundo bajo la influencia de la triunfante Revolución Socialista de Octubre (bajo las naturales limitaciones que en esa época había en el país para el conocimiento profundo de la teoría marxista). Fue creador del Partido Comunista de El Salvador, al que concebía como el combativo partido revolucionario del proletariado y no como un apéndice de la burguesía. Trató de extender el marxismo a otros pueblos de Centroamérica.
3. Agustín Farabundo Martí no concebía la lucha revolucionaria de nuestro pueblo con un estrecho criterio chovinista, sino que en toda su amplitud centroamericana v latinoamericana, yendo en la práctica a pelear en las montañas de Nicaragua. Las FPL tienen, como las bases de su estrategia, la necesidad histórica de unificar la lucha revolucionaria de los pueblos centroamericanos, hasta la creación del Ejercito Popular Centroamericano, para la definitiva victoria de la Revolución en nuestros pueblos.
4, Agustín Farabundo Martí imprimió al movimiento de masas en el Salvador, un profundo carácter anti-imperialista y luchó con las armas en la mano por expulsar a los marinos yanquis de Nicaragua.
Las FPL consideran al imperialismo yanqui como el enemigo fundamental de nuestros pueblos y lucharán con todas sus fuerzas por su expulsión definitiva en El Salvador y Centroamérica.
5. Agustín Farabundo Martí mostró en la práctica, y no sólo de palabras, el profundo internacionalismo proletario en la lucha común de los pueblos contra sus enemigos comunes. Ese mismo principio inspira la lucha revolucionaria de las FPL.
6. Martí imprimió a la lucha de masas un carácter político radical y de gran combatividad con la utilización de medios de lucha; tales como, las huelgas casi continuas en la ciudad y el campo, movilizaciones combativas, choques de calle con las fuerzas represivas, huelgas de hambre, etc., elevando a través de esos choques de clase la disposición del pueblo a la lucha armada; orientaciones y métodos de lucha muy diferentes al posterior apoltronamiento del economismo, del reformismo y del legalismo introducidos en las luchas de masas y que las desenmascaran y combaten ideológicamente para elevar la disposición de la lucha revolucionaria del pueblo.
7. Agustín Farabundo Martí murió ante el pelotón de fusilamiento con toda valentía, con la plena conciencia del desarrollo histórico de estos pueblos, ratificando en el último segundo de su vida la inquebrantable confianza en el triunfo de la Revolución y avizorando que futuros combatientes revolucionarios llevarían, con las armas en la mano, la bandera de la Revolución hasta la victoria final: hasta el Socialismo y el Comunismo.
En las condiciones presentes, nuevos combatientes del pueblo construyen esta organización revolucionaria político-militar, empeñan sus esfuerzos en las tareas tendientes a impulsar el proceso revolucionario de nuestro pueblo y de los pueblos centroamericanos hasta sus victorias decisivas.
La figura de Agustín Farabundo Martí inspira a los combatientes revolucionarios actuales, en la lucha ideológica contra las posiciones seudo-revolucionarias de los falsos comunistas, que han abandonado la tradición combativa de nuestro pueblo y los principios y métodos en que sustentaron sus luchas Martí y la generación obrero-campesina de esos años. Su figura permite a los combatientes actuales retomar la tradición de lucha radical de las luchas de masas y la tradición de lucha armada de nuestro pueblo, que los seudo-revolucionarios, oportunistas y falsos comunistas, han tratado de interrumpir convirtiéndose en instrumentos de la burguesía para pacificar la rebeldía de las Masas.
Por todo ello, las FPL tienen como LEMAS los siguientes: ¡REVOLUCION O MUERTE! ¡EL PUEBLO ARMADO VENCERA!
Estos lemas encierran toda la disposición del pueblo que, a través de sus armas y demás medios de lucha revolucionaria, inevitablemente combatirá hasta sus últimas consecuencias; es decir, hasta conseguir su máximo objetivo que es la Revolución Popular, el Socialismo y el Comunismo y que para ello todos los miembros de las FPL están empeñados aun a costa del sacrificio de su vida y de sus intereses personales y familiares.
III.
Brevemente expuestos, cuáles son los objetivos históricos que persigue la actividad revoluciona ría de las FPL.
1. Poner fin definitivamente a la dependencia (político-militar-económica-social) del país respecto del imperialismo yanqui.
2. Liquidar definitivamente el poder político, económico, social de la oligarquía burgués-terrateniente aliada al imperialismo; y liquidar la explotación capitalista en general.
3. Sentar las bases económicas, políticas, culturales, técnicas y sociales para pasar a la construcción del socialismo.
4. La construcción del Socialismo y del Comunismo.
Para que nuestro pueblo alcance tales metas históricas fundamentales, las FPL luchan incansablemente por alcanzar y concretar dos objetivos estratégicos revolucionarios fundamentales para esta etapa histórica:
a) La Revolución Popular hacia el Socialismo, de carácter anti-imperialista y anti-capitalista.
b) La instauración del Gobierno Popular Revolucionario, bajo la hegemonía del proletariado en firme alianza con el campesinado especialmente con el campesinado pobre, y con otros sectores populares revolucionarios; es decir a través de la Alianza Popular Revolucionaria. El Gobierno Popular Revolucionario es, en esencia, la forma política que adoptará la Dictadura del Proletariado en tal etapa, de acuerdo con nuestras particularidades históricas, políticas, económicas y sociales.
En el proceso de lucha por la Revolución Popular hacia el Socialismo, se presentan las siguientes tareas estratégicas para las FPL:
a) Desarrollar y profundizar la Guerra Prolonga del Pueblo como la estrategia única para el triunfo revolucionario; utilizando en ella la lucha armada como el medio de lucha fundamental estrechamente combinada con las otras formas de lucha del pueblo en todos los aspectos y formas: legales e ilegales, pacíficas, violentas, etc., que sean necesarias para el desarrollo de la Guerra Popular
b) Organizar y orientar políticamente al proletariado industrial y agrícola, al campesinado (especialmente al campesinado pobre) y demás sectores del pueblo que sufren la explotación y opresión del sistema capitalista.
c) Movilizar combativamente a todos los sectores populares en la lucha por sus reivindicaciones inmediatas, como un medio de incorporar al pueblo a la guerra.
d) La creación, desarrollo y consolidación de la Alianza Popular Revolucionaria que tenga como eje central la alianza obrero-campesina con la hegemonía del proletariado.
e) Desarrollar y profundizar la lucha armada revolucionaria y sus instrumentos: la guerrilla urbana y suburbana, como el medio estratégico para la formación del Ejército Popular de Liberación y las Milicias Populares Revolucionarias. Tales fuerzas militares y para-militares, como las integrantes de las Fuerzas Armadas Populares de Liberación, son las que darán las batallas a las fuerzas reaccionarias del imperialismo y de la burguesía salvadoreña y centroamericana.
f) Buscar y establecer firmemente la coordinación y solidaridad con otras organizaciones revolucionarias centroamericanas, para lograr la unificación de la Guerra a nivel regional y constituir el Ejército Popular Revolucionario de Centroamérica y las alianzas de clases regionales a todo nivel que finalmente derroten al imperialismo y al capitalismo.
g) Fortalecer y ampliar los lazos de amistad, solidaridad y cooperación con los países del Bloque Socialista Mundial, principalmente con Cuba Socialista, vanguardia revolucionaria en Latinoamérica. Y ejercer activamente el internacionalismo proletario y revolucionario con los pueblos latinoamericanos y con sus organizaciones revolucionarias, así como con las de otras regiones del mundo.
Ahora bien, las FPL consideran que en la etapa del Gobierno Popular Revolucionario, las tareas estratégicas generales a desarrollar (brevemente reseñadas) son las siguientes:
a- Concentrar en manos del pueblo los medios fundamentales de producción necesarios para sentar las bases que permitan pasar a la construcción del Socialismo. de una manera más pronta y eficaz mientras más profundas y radicales sean las medidas revolucionarias necesarias, las que naturalmente deberán estar sujetas a un programa concreto en cada uno de los renglones básicos, de planificación, ampliación, profundización, detalle y concreción práctica.
Entre ellas, será indispensable realizar de la manera más enérgica la expropiación de los principales medios de producción de manos de los imperialistas y capitalistas criollos; tales como las fábricas, tierras, instalaciones, medios de transporte, etc., etc., que pasarán a la administración popular. Asi como la destrucción del aparato estatal burgués (en todos sus aspectos: legislativo, judicial, administrativo,- ejecutivo, militar, etc., etc.), y la construcción del aparato estatal revolucionario.
b- Sentar todas las bases políticas, económicas, técnicas, científicas, culturales e ideológicas para la construcción del Socialismo.
c- Establecer firmemente la independencia política, económica, cultural, etc., del imperialismo; así como de todo tipo de coloniaje, y establecer el Estado Soberano Popular Revolucionario.
d- Dotar a las poderosas Fuerzas Armadas Populares de Liberación con armamento moderno, y alta técnica militar; inculcarles una moral y psicología revolucionarias; preparación de combate, de tal manera que sean capaces de derrotar cualquier resistencia burguesa o las agresiones del Imperialismo y de sus lacayos externos.
e- Instaurar firmemente la dictadura del proletariado que en su fase inicial adoptará la forma de Dictadura Popular Revolucionaria bajo la hegemonía del proletariado, como única forma de barrer definitivamente los intentos desesperados de los burgueses criollos y del imperialismo por regresar al capitalismo y someter de nuevo al pueblo a su dominio de explotación.
f- Buscar la formación de la unidad revolucionaria centroamericana con los países que se vayan liberando y ayudar a liberarse a los que no lo hayan hecho.
g- Organizar el verdadero Partido Comunista de El Salvador, como el arma estratégica revolucionaria del proletariado en su conducción del pueblo al triunfo.
h- Elevar el nivel de vida general de la población trabajadora, mediante el desarrollo de la agricultura y de la, industria, la atención técnica y financiera a los pequeños productores, la creación de fuentes de trabajo para todos los trabajadores, el fortalecimiento de las finanzas populares, de las exportaciones y relaciones comerciales y diplomáticas con todos los países que estén dispuestos a respetar la soberanía e independencia revolucionaria; el prodigioso impulso a la educación popular, el arte, la ciencia, la técnica y la cultura, a la vivienda y al bienestar y progreso en todos los terrenos.
i- La organización masiva del pueblo en todos los niveles y escalones de la actividad social para incorporarlo rápidamente al desarrollo y defensa del proceso revolucionario y para el fortalecimiento en amplitud y profundidad de los- órganos del Poder Popular. El disfrute de la amplia democracia revolucionaria para las masas populares; la aplicación de estrictas medidas de control y coersión* (*así en el original) revolucionaria y de reeducación de los elementos explotadores reeducables* (*así en el original) así como la liquidación implacable de la contra-revolución.
J- La intensa educación ideológica y elevación del nivel de conciencia política de las masas de su iniciativa revolucionaria creadora; la intensa labor de persuasión revolucionaria para la reeducación hacia el Socialismo de amplias masas de pequeños y medianos productores de la ciudad y del campo, del pequeño y mediano comercio y demás sectores pequeños y medianos ligados a la propiedad privada; así como de los sectores menos avanzados de las capas medias para comprender la necesidad de pasar a la etapa de construcción del Socialismo y colaborar con el proletariado y campesinado pobre en ese paso histórico.
IV.
IMPORTANCIA HISTORICA DE LAS BASES ESTATUTARIAS DE LAS FPL.
Dentro de tal marco de proyección estratégica fundamental e histórica, y sobre la base del desarrollo alcanzado por el proceso revolucionario de las FPL, la aprobación de las Bases Estatutarias, por parte del Consejo Revolucionario de las FPL, representa un paso de primera importancia para la vida y desarrollo de nuestra organización y para el avance del proceso revolucionario del país y Centroamérica.
Es una expresión del gran avance obtenido por las FPL en su desarrollo interno y en su influencia organizada entre las masas. En nuestro caso, no representa un paso apresurado o una medida artificial, sino que constituye una necesidad ineludible cuya correcta solución propiciara los pasos subsiguientes en la consolidación y crecimiento de las FPL y de su trabajo político-militar. De no atenderse esa necesidad vital, se produciría un estancamiento y desmejoramiento que podrían conducir a la organización no aprovechar las ricas posibilidades que para su desarrollo le está brindando nuestro pueblo, y a perder o alejar la posibilidad de convertirse en la efectiva vanguardia revolucionaria de la clase obrera.
La aprobación y puesta en ejecución de las Bases Estatutarias pone a las FPL en la vía segura para orientarse firmemente hacia su evolución dinámica, dialéctica y progresiva hasta convertirse en el verdadero Partido Marxista-Leninista de la clase obrera, hacia su conversión en el auténtico e indiscutido Partido Comunista de nuestro país. Objetivo que no lo consideramos inmediato ni fácil, pero que estamos en posibilidad de emprender esa histórica empresa: dotar a la clase obrera y al pueblo de una consecuente vanguardia revolucionaria político-militar, marxista-leninista, que le conduzca con paso firme y seguro hasta la coronación victoriosa del proceso revolucionario: hasta la Revolución Popular y el Socialismo.
Las Bases Estatutarias ayudaran a los miembros presentes y futuros a forjarse en las cualidades revolucionarias del proletariado, a forjarse como inquebrantables combatientes revolucionarios, que con honor llevaran la orientación y la dirección revolucionaria de nuestra organización al seno de las masas y que libraran junto a nuestro pueblo la lucha en sus diversas manifestaciones; entre ellas, la lucha armada revolucionaria, que es el medio decisivo para la destrucción definitiva del régimen burgués imperialista de opresión, miseria y explotación. Las Bases Estatutarias ayudaran a la membresía de las FPL a forjarse en la disciplina férrea, indispensable para dirigir al pueblo y combatir a sus enemigos.
Tales Bases nos permitirán cumplir con nuestros deberes internacionalistas, con el internacionalismo proletario y revolucionario, haciendo realidad de nuestra parte el lema internacional del proletariado: “Proletarios de todos los países, uníos”. Nos permitirán igualmente, conducir nuestras acciones por el camino de. la Revolución centroamericana hasta la liberación definitiva de nuestros pueblos centroamericanos y de América Latina. Las Bases Estatutarias, por si solas, no expresan nuestra estrategia y táctica revolucionaria político-militar pero si son el marco adecuado para que esos pilares vitales de nuestro quehacer revolucionario, puedan desplegarse en los carriles orgánicos del centralismo democrático, de la disciplina partidaria y consciente, y que nuestra organización pueda marchar como un solo hombre hacia la realización de sus objetivos estratégicos y tácticos.
Guiados por la ciencia del marxismo-leninismo, por la ideología revolucionaria del proletariado, y enmarcados en bases orgánicas leninistas, las FPL marchan al encuentro de sus deberes históricos: convertirse en la vanguardia revolucionaria, conducir a nuestro pueblo en la dura y prolongada guerra revolucionaria hasta derrotar para siempre al imperialismo y su aliada la burguesía criolla; y establecer un Gobierno Popular Revolucionario, basado en la Alianza Popular Revolucionaria, que tiene como fundamento básico la alianza obrero-campesina y como fuerza hegemónica el proletariado; y que es el pórtico histórico que nos abrirá la ruta hacia la construcción del Socialismo y de la sociedad Comunista.
¡REVOLUCION O MUERTE! ¡EL PUEBLO ARMADO VENCERA!
BASES ESTATUTARIAS DE LAS FUERZAS POPULARES DE LIBERACION FPLFARABUNDO MARTI”
CAPITULO I
SOBRE EL NOMBRE, LEMAS, CONSIGNAS Y SIMBOLOS
Art. 1 El nombre de la organización es FUERZAS POPULARES DE LIBERACION FPLFARABUNDO MARTI”
Art. 2 Sus lemas son ¡REVOLUCION O MUERTE! ¡EL PUEBLO ARMADO VENCERA!
Art. 3 Se establecen como principales consignas, las siguientes:
POR UN GOBIERNO POPULAR REVOLUCIONARIO CON HEGEMONIA PROLETARIA Y BASADO EN LA ALIANZA OBRERO-CAMPESINA. POR LA REVOLUCION POPULAR HACIA EL SOCIALISMO.
Art. 4 La bandera de las FPL tiene las siguientes características: Color rojo, con la Hoz y el Martillo en el ángulo superior izquierdo; y las letras FPL al centro, bajo las cuales están las palabras FARABUNDO MARTI. Todo esto, en color amarillo oro. Tamaño: uno y medio por uno. Sin adornos.
Art. 5 Tendrá un himno oficial, que será aprobado por el Consejo.
Art. 6 El símbolo revolucionario de las FPL es el siguiente: La Hoz y el Martillo en medio de dos fusiles colocados en forma de una “V”. Y el nombre completo de la Organización colocado en semi-círculo, arriba y abajo.
CAPITULO II
CARACTER Y FINES DE LA ORGANIZACION
Art. 7 Las FPL se instituyen como el germen del Partido Revolucionario que le permita, desde el punto de vista orgánico y político, convertirse en el destacamento de vanguardia del proletariado, de su aliado principal el campesinado pobre y demás sectores oprimidos y explotados del pueblo, con el objeto de responder a las necesidades históricas del proceso de Guerra Revolucionaria en el presente, y a la dirección futura en la construcción del Socialismo. En este sentido, se presenta como el germen de verdadero Partido Comunista que aspira a encabezar el proceso revolucionario y la construcción del Socialismo en El Salvador, en el marco Centroamericano.
Art. 8 Las FPL son una organización político-militar clandestina, que impulsa todos los medios de lucha: legales e ilegales, pacíficos y violentos, políticos y militares; y consideran de importancia cardinal la incorporación del pueblo a la Guerra Prolongada Revolucionaria. Es por ello que orientan a las masas a luchar combativamente por sus reivindicaciones políticas, económicas y sociales, como un medio de incorporación de éstas a la guerra.
Art. 9 En las FPL militan y pueden militar, hombres y mujeres provenientes de la clase obrera, el campesinado, pobladores de tugurios, pequeños comerciantes, empleados, estudiante maestros y de otros sectores que demuestran disposición a luchar por la Revolución Popular hacia el Socialismo y acepten la ideología proletaria en la teoría y en la práctica revolucionaria.
Art. 10 Como representantes de los intereses proletarios, las FPL se basan en la teoría científica del Marxismo-Leninismo, como guía que orienta la acción del pueblo en el proceso revolucionario.
Art. 11 Las FPL, como vanguardia histórica del proletariado, tienen como principio revolucionario el Internacionalismo Proletario, el cual es desarrollado hacia los pueblos del Campo Socialista Mundial, así como hacia aquellos pueblos del mundo que luchan decididamente contra el imperialismo y el capitalismo; y especialmente, hacia los pueblos latinoamericanos y centroamericanos.
Art. 12 Los objetivos revolucionarios fundamentales de las FPL, son:
a) La Revolución Popular hacia el Socialismo, de carácter anti-imperialista y anti-capitalista.
b) La instauración del Gobierno Popular Revolucionario con hegemonía proletaria y basado en la alianza obrero-campesina, que sentará las bases del Socialismo y que es en esencia la forma política que adoptará en tal etapa la Dictadura del Proletariado en nuestras particularidades históricas, económicas y sociales.
c) La construcción del Socialismo y del Comunismo.
CAPITULO III
BASES DE FUNCIONAMIENTO
Art. 13 Las FPL basan su estructura, funcionamiento y organización interna en los principios leninistas del Centralismo Democrático y de la Dirección Colectiva, adaptándose a las necesidades de la conducción de la Guerra Prolongada del Pueblo.
Art. 14 Los principios del Centralismo Democrático que norman el funcionamiento y estructura orgánica de las FPL, son:
a) La elección de los organismos de dirección de abajo hacia arriba, en la medida en que lo permitan las condiciones de la guerra.
b) La participación de los miembros en la discusión de los problemas de la organización y su participación activa en la orientación de la actividad de la misma.
c) La obligación de los organismos de dirección de rendir periódicamente cuentas ante los organismos dirigidos por ellos y ante sus organismos superiores.
d) La disciplina rigurosa de todos los miembros y organismos, igual para todos, así como la rigurosa subordinación de la minoría a la mayoría.
e) Los organismos inferiores están obligados incondicionalmente a cumplir las decisiones de los organismos superiores de dirección.
f) La dirección colectiva con responsabilidad; así como el ejercicio del control colectivo sobre el trabajo individual.
g) El ejercicio de la crítica y de la au-crítica* (*asi en el original) correctas como motor de desarrollo de la organización.
h) Los principios del Centralismo Democrático son completamente opuestos a la formación, existencia y funcionamiento de fracciones en el seno de la organización, las cuales rompen los fundamentos de la dirección centralizada. La existencia de fracciones es incompatible con las leyes de la disciplina interna de la organización.
Estos principios conjugan el ejercicio de la democracia con la dirección centralizada, la discusión democrática con la disciplina rigurosa y garantizan la unidad de voluntad y acción interna.
Estos principios garantizan que los dirigentes no estén situados por encima de la organización, sino que actúan bajo su control, y permiten una correcta formación, educación y selección de cuadros dirigentes y su promoción a las labores que concuerden con sus aptitudes y capacidades y con las necesidades de la organización.
El ejercicio correcto de estos principios afianza la elaboración colectiva de decisiones, evita que expresen la opinión personal de uno u otro dirigente y asegura que la dirección se fundamente en la experiencia colectiva.
Art. 15 En el periodo que vive nuestro pueblo, caracterizado por el desarrollo de la Guerra Popular Prolongada, el ejercicio de la democracia interna tiene que armonizarse con el carácter político-militar de las luchas del pueblo y, por consiguiente, con las necesidades de la Guerra Popular. En este sentido, algunos aspectos de la democracia interna no pueden ser ejercidos a plenitud como lo serían en condiciones de lucha pacífica y de funcionamiento abierto irrestricto.
Art. 16 Debido a su funcionamiento clandestino y orgánicamente compartimentado, la organización se rige por rigurosas normas de seguridad y trabajo secreto.
Art. 17 La planificación es una regla de trabajo de la organización. Todos sus organismos a distinto nivel, deben trabajar bajo programas y planes realistas que señalen metas, plazos y formas de control concreto de los mismos.
CAPITULO IV
LA ESTRUCTURA ORGANICA DE LAS FPL
Art. 18 La estructura orgánica de las Fuerzas Pop lares de Liberación FPLFARABUNDO MARTI” está integrada por:
-El Consejo Revolucionario de las FPL.
-El Comando Central (CO-CEN).
-Las Comisiones Nacionales del Comando Central y sus Sub-Comisiones.
-Las Direcciones de Zona y sus Comisiones de Zona.
-Los organismos de Base (células)
A- Del Consejo Revolucionario de las FPL
Art. 19 El organismo superior de Dirección Político-Militar es el Consejo Revolucionario de las FPL (Consejo).
Art. 20 Es el organismo responsable de aprobar y modificar la línea estratégica general Político-Militar de la organización y la línea táctica general, las bases orgánicas, la composición y elección del Comando Central y de adoptar las medidas que considere convenientes para el desarrollo de la organización y la marcha del proceso revolucionario.
Art. 21 Estará integrado por los miembros del Comando Central y por los demás cuadros de dirección nacional o local que el Consejo Revolucionario de las FPL haya promovido a la calidad de miembros del mismo.
Art. 22 El Consejo Revolucionario de les FPL se reunirá ordinariamente una vez cada seis meses, y, extraordinariamente, cada vez que una emergencia o las necesidades urgentes de la organización lo hagan necesario. Las reuniones ordinarias del Consejo Revolucionario de las FPL serán convocadas por el — Comando Central, y las extraordinarias, a iniciativa del Comando Central o cuando se lo soliciten el 51% de miembros del Consejo. Si varios miembros del Consejo solicitaren reunión del mismo, el CO-CEN consultará a los demás miembros del Consejo Revolucionario de las FPL para saber si el 51% de los mismos están de acuerdo con dicha solicitud.
Art. 23 En momentos de emergencia extrema, si el CO-CEN fuere golpeado gravemente por el enemigo, si hubiese tenido sensibles bajas o si hubiese problemas internos que le impidieren dirigir adecuadamente a la organización, será el Primer Responsable del CO-CEN quien hará la convocatoria al Consejo Revolucionario de las FPL.
En caso de que éste no pudiese hacerlo, será el Segundo Responsable quien la hará, y en caso de que ninguno de los dos pudiera la convocatoria quedará bajo la responsabilidad de los miembros del CO-CEN que queden. En caso de que falte en pleno el Comando Central, la convocatoria quedará a cargo de los restantes miembros del Consejo.
(Cita en cuadro y mayúsculas en el original)
LA APROBACION Y PUESTA EN EJECUCION DE LAS BASES ESTATUTARIAS PONE A LAS F P L EN LA VIA SEGURA PARA ORIENTARSE FIRMEMENTE HACIA SU EVOLUCION DINÁMICA, DIALECTICA Y PROGRESIVA HASTA CONVERTIRSE EN EL VERDADERO PARTIDO MARXISTA LENINISTA DE LA CLASE OBRERA, HACIA SU CONVERSION EN EL AUTENTICO E INDISCUTIDO PARTIDO COMUNISTA DE NUESTRO PAIS. OBJETIVO QUE NO LO CONSIDERAMOS INMEDIATO NI NADA FACIL, PERO QUE ESTAMOS EN POSIBILIDAD DE EMPRENDER ESA HISTORICA EMPRESA: DOTAR A LA CLASE OBRERA Y AL PUEBLO DE UNA CONSECUENTE VANGUARDIA REVOLUCIONARIA POLITICO-MILITAR, MARXISTA.-LENINISTA, QUE LE CONDUZCA CON PASO FIRME Y SEGURO HASTA LA CORONACION VICTORIOSA DEL PROCESO REVOLUCIONARIO: HASTA LA REVOLUCION POPULAR Y EL SOCIALISMO.
(Cierre de cita)
Art. 24 En momentos en que el desarrollo y agudización de la guerra no permitan la instalación del Consejo Revolucionario de las FPL, se realizarán reuniones locales y sectoriales de consulta, cuyos resultados sintetizará el Comando Central. El CO-CEN estará obligado a instalarlo inmediatamente después que pasen las circunstancias que impedían su realización.
Art. 25 El Comando Central (CO-CEN) está obligado a presentar los informes necesarios del trabajo y de la situación nacional e internacional, los planes y proyectos que han de servir de base para las deliberaciones del Consejo Revolucionario de las FPL, así como el proyecto de reglamento para las reuniones del Consejo y el Proyecto de agenda de cada reunión. El proyecto de agenda, así como los materiales fundamentales serán puestos a consideración del Consejo y serán entregados a los miembros del mismo por el Comando Central con la debida anticipación. Todo miembro del Consejo puede presentar los proyectos, consideraciones y sugerencias que considere necesarios.
Art. 26 El Comando Central instalará al Consejo Revolucionario de las FPL, e inmediatamente después éste aprobará el reglamento normativo de sus sesiones.
Art. 27 Las votaciones en el Consejo serán de cuatro tipos:
a) Mayoría simple o relativa
o) Mayoría absoluta (51%)
e) Mayoría de los dos tercios
d) Unanimidad
Para tomar acuerdos orgánicos o de funcionamiento se necesitará mayoría simple. Para la toma de acuerdos sobre las líneas generales político-militares, de masas, de alianzas e internacional, se necesitará mayoría absoluta. Será el propio Consejo, en cada caso, el que acordará qué acuerdos, por su importancia, requerirán de la mayoría de dos tercios.
art.* 28 (*Así en el original) Para que pueda instalarse la reunión del Consejo Revolucionario de las FPL, se necesitará que estén presentes el 75% de los miembros del mismo
art.* 29 (*Así en el original) Los criterios, para seleccionar a los miembros del Consejo Revolucionario de las FPL son los siguientes:
a) Tener como mínimo un año de haber ingresado a la organización en calidad de miembro.
b) Ser compañeros con una formación política Marxista-Leninista que les permitan manejar correctamente la línea estratégica político-militar de Guerra Prolongada del Pueblo, visionar* (*así en el original) y aplicar la línea de la organización en los problemas candentes del proceso revolucionario y, cuando menos, una elemental preparación militar.
c) Ser compañeros disciplinados en el cumplimiento de las normas de disciplina y seguridad de la organización.
d) Que hayan mostrado alto grado de responsabilidad en el cumplimiento de las tareas y responsabilidades a ellos encomendadas.
e) Tener una moral y contextura revolucionarias de calidad probada.
f) Debe ser miembro de Comisiones Nacionales y Direcciones Zonales o Sub-Comisiones Nacionales.
g) Los candidatos a miembros del Consejo Revolucionario de las FPL pueden ser propuestos, tanto por el Comando Central, como por cualquier miembro del Consejo.
Art. 30-El Consejo está facultado para privar de la calidad de miembro del mismo a aquél compañero que:
a) Tenga fallas graves en su moral y contextura revolucionarías.
b) Que no cumpla con responsabilidad los cargos y atribuciones asignadas por la organización.
c) Que viole sistemáticamente las normas de seguridad y disciplina impuestas por la organización.
d) Que tenga serias debilidades en su formación política.
Art.31 Se podrá admitir en el Consejo, en cuestiones de importancia, los votos escritos de miembros que por razones de enfermedad u otra razón justificada no puedan estar presentes en el momento de la votación
B- Del Comando Central
Art.32 El Comando Central (CO-CEN) es el organismo central de dirección permanente político-militar de las Fuerzas Populares de Liberación FPLFARABUNDO MARTI”. Toma todas las medidas para llevar a la practica la linea general estratégica, táctica y orgánica y demás disposiciones y acuerdos del Consejo Revolucionario de las FPL; conduce la Guerra del Pueblo en todos sus aspectos políticos y militares, dirige el funcionamiento y desarrollo de la organización y tiene la representación de la misma ante otras organizaciones revolucionarias de Centroamérica y del resto del mundo.
Art.33 El CO-CEN está integrado por el número de miembros que el Consejo considere necesario para la mejor realización de las responsabilidades de dirección político-militar de las FPL. Tendrá:
-Un primer responsable del Co-Cen
-Un segundo responsable
-y los demás responsables necesarios.
Las responsabilidades principales del CO-CEN son:
-Coordinación y control
-Organización
-Educación Político-ideológica
-Propaganda
—Trabajo político entre las masas
-Trabajo militar
-Milicias Populares
-Relaciones
-Infraestructura
-Finanzas
-Logística y Abastecimiento
-Seguridad
-Información y Contra-Inteligencia
Art. 34 Para el eficiente desarrollo de su trabajo de dirección político-militar, el Comando Central integrará las Comisiones Nacionales del CO-CEN, las cuales serán:
-Comisión Nacional de Organización.
-Comisión Nacional de Educación Político-Ideológica.
-Comisión Nacional de Propaganda y Agitación.
-Comisión Nacional de Trabajo Militar.
-Comisión Nacional de Trabajo Político de Masas.
-Comisión Nacional de Milicias Populares.
-Comisión Nacional de Relaciones.
-Comisión Nacional de Infraestructura.
-Comisión Nacional de Logística.
-Comisión Nacional de Seguridad.
-Comisión Nacional de Información y Contra-inteligencia.
Cada Comisión Nacional del CO-CEN estará encabezada por el responsable miembro del CO-CEN y tendrá un segundo responsable de la misma.
Las atribuciones y límites de cada responsable y Comisión Nacional serán establecidas en un Reglamento Especial de responsabilidades y Comisiones Nacionales del CO-CEN, aprobado por el Consejo Revolucionario de las FPL.
Art. 35 El Comando Central funciona bajo el principio de la dirección colectiva con responsabilidades individuales.
Los planes y líneas de trabajo fundamentales se consideran y adoptan colectivamente, realizándose una adecuada distribución de responsabilidades y tareas.
Art. 36 El primer responsable del CO-CEN tiene la responsabilidad de dirección político-militar del mismo. Convoca a sus reuniones ordinarias y extraordinarias, coordina y controla el trabajo concreto de cada responsable de las Comisiones Nacionales del CO-CEN. El segundo responsable ayuda al primer responsable en las tareas de dirección político-militar y lo sustituye en sus ausencias. Tiene a su cargo otras responsabilidades que el organismo le asigne.
Art. 37 Para tomar todas las medidas necesarias a fin de llevar a la práctica la estrategia y la táctica en lo político-militar, el Comando Central se reunirá con una periodicidad adecuada, adoptará las líneas necesarias para el trabajo revolucionario en sus distintos aspectos, aprobará programas, planes y presupuestos de las Comisiones Nacionales del CO-CEN y Direcciones Zonales; hará evaluaciones y balances periódicos, críticos y autocríticos del trabajo de cada Miembro del CO-CEN, del organismo en su conjunto y de la marcha de los planes y programas de trabajo.
Art. 38 El Comando Central será electo por el Consejo Revolucionario de las FPL, por un período de dos años y sus miembros serán removidos por el Consejo en el momento en que lo estime necesario y conveniente. Asimismo, podrán ser reelectos por el Consejo los miembros del Comando Central que lo ameriten, las veces que considere necesario.
Art. 39 Las decisiones serán tomadas en el CO-CEN por el principio de la mayoría simple de votos.
Art. 40 Los acuerdos y decisiones del Comando Central son de obligatorio cumplimiento para el mismo y para el resto de organismos de las FPL que están supeditados al mismo: Comisiones Nacionales del CO-CEN y Sub-Comisiones, Direcciones de Zona y Sub-Direcciones dependientes de éstas, organismos de base (células), así como también para los aspirantes y colaboradores, lo mismo que para los organismos de la organización que se creen a nivel internacional. Las decisiones y acuerdos serán transmitidos a través de los Responsables de dichos organismos, y también por medio de los órganos internos de transmisión que se creen: Boletines, circulares, comunicados internos, periódicos internos, etc.
Art. 41 A través de los responsables respectivos de estos organismos, el CO-CEN recibirá la información permanente sobre la marcha del trabajo y las sugerencias sobre las necesidades de dichos organismos para el impulso de su trabajo político-militar.
Art. 42 El Comando Central conducirá las relaciones con otras organizaciones revolucionarias del país, de Centro América y del resto del mundo, especialmente con el Campo Socialista Mundial.
Art. 43 Podrán ser candidatos a miembros del CO-CEN, todos aquellos compañeros que en su trayectoria de cuadros revolucionarios hayan alcanzado las siguientes altas cualidades revolucionarias:
a) Ser miembro del Consejo Revolucionario de las FPL.
b) Alta responsabilidad y sólida contextura revolucionaria.
c) Disciplina ejemplar en el cumplimiento de las normas de la organización.
d) Poseer una sólida formación política marxista-leninista, tanto en lo teórico como en lo práctico.
e) Poseer una elemental formación militar teórica y práctica.
Art. 44 Uno o más miembros del CO-CEN, pueden ser suspendidos o removidos temporal o definitivamente únicamente por el Consejo, al perder su calidad por el incumplimiento de los requisitos arriba mencionados.
C- De las Comisiones Nacionales del CO-CEN y de las Sub-Comisiones.
Art, 45 Las Comisiones Nacionales son organismos de trabajo del Comando Central y estarán encabezadas por el respectivo responsable, miembro del CO-CEN.
Art. 46 Para el desarrollo del trabajo político-militar a nivel nacional se estructuran las Comisiones Nacionales señaladas en el artículo 34 de estas Bases Estatutarias, correspondientes al Comando Central.
Art. 47 .Las Comisiones Nacionales están en la obligación de elaborar y ejecutar los planes particulares de trabajo en sus respectivos sectores y áreas de trabajo, de acuerdo a los lineamientos tácticos y estratégicos dictados por el Consejo y el Comando Central. Tales planes serán sometidos a estudio y aprobación del CO-CEN.
Art. 48 Las Comisiones Nacionales establecerán los mecanismos de coordinación con las zonas que sean necesarios -autorizado y controlados por el CO-CEN- para el mejor desarrollo del trabajo político-militar a nivel nacional y zonal, dentro del marco del centralismo democrático y de la compartimentación. Las Comisiones Nacionales deberán tener, además de un Primer Responsable, un Segundo Responsable.
Art. 49 Las atribuciones y responsabilidades de las Sub-Comisiones Nacionales serán fijadas en cada caso por la Comisión Nacional respectiva y el Comando Central. Un reglamento especial normará sus funciones.
D- Las Direcciones de Zona
Art. 50 Las Direcciones de Zona serán los organismos de dirección político-militar en la zona, bajo la inmediata dirección, coordinación y control del CO-CEN, para la aplicación de la estrategia y táctica de la Organización, su línea político-militar en los diferentes aspectos.
Art. 51 Se considerará la conveniencia de organizar la Dirección de Zona en cada área del país en donde lo requieran las necesidades de desarrollo del trabajo revolucionario del pueblo y, en consecuencia, del desarrollo de las FPL. Las áreas, límites geográficos, así como su ampliación o reducción territorial, serán especificados en cada caso por el Comando Central, atendiendo las necesidades orgánicas y políticas señaladas.
Art. 52 Para el desarrollo del trabajo político-militar de una zona el Comando Central nombrará responsables del trabajo en esa zona, que estarán directamente coordinados por el mismo.
Cuando la dimensión y calidad del trabajo organizativo de esa zona lo ameriten, el CO-CEN organizará la Dirección de Zona entre los cuadros más avanzados de la misma o por medio del reforzamiento de la Zona con cuadros más experimentados de otros lugares.
La Dirección de Zona estará directamente coordinada y controlada por el CO-CEN.
Art. 53 La Dirección de la Zona estará integrada por:
a. El Primer Responsable -que ejercerá la coordinación, control y educación político-ideológica. Será nombrado por el CO-CEN, tratando de que sea miembro del Consejo Nacional Revolucionario.
b. Un segundo Responsable, que tendrá a su cargo la organización y propaganda.
c. Un responsable del trabajo militar de la zona.
d. Un responsable del trabajo político de masas en la zona.
e. Un responsable de Milicias Populares de la Zona.
f. Un responsable de finanzas, logística e infraestructura.
Art. 54 Para su trabajo, la Dirección de Zona se apoyará en comisiones de Zona:
Comisión Zonal de Organización
Comision Zonal de Educación Político-Ideológica
Comision Zonal de Propaganda
Comision Zonal de Trabajo Militar
Comision Zonal de Trabajo Político entre las masas
Comision Zonal de Milicias Populares
Comision Zonal de Logística e Infraestructura.
Las Comisiones Zonales se podrán agrupar o sub-dividir de acuerdo con las necesidades y posibilidades de cuadros de la calidad y contextura requeridas, y, de acuerdo a las necesidades, se crearán nuevas, mediante la aprobación del CO-CEN.
Art. 55 Las Comisiones de Zona tendrán un canal de vinculación con sus respectivas Comisiones Nacionales del CO-CEN bajo un reglamento, para facilitar su más eficiente y coordinado trabajo, pero orgánicamente dependen di rectamente de su respectiva dirección de Zona y son directamente controladas y coordinadas por ésta.
E- Las Células
Art. 56 La Célula es el organismo de base de las FPL. Es un organismo de naturaleza político-militar, estrictamente clandestino y compartimentado.
Art. 57 La célula toma colectivamente todas las medidas concretas necesarias para aplicar lo más eficazmente posible en su respectiva jurisdicción y atribuciones, las líneas y orientaciones generales y coyunturales de la organización y las tareas concretas que le asignen los organismos de dirección nacional y local.
Art. 58 Todo miembro de la organización debe pertenecer y militar activamente en una célula de base de la organización. Pueden ser relevados de esta obligación por acuerdo expreso del Comando Central los compañeros que por variadas responsabilidades de dirección no pueden hacerlo. En este caso, el organismo de dirección al que pertenece ejerce el control de su militancia.
Art. 59 Una célula se organiza por acuerdo de la Dirección de Zona respectiva y por el Comando Central a través de la Comisión Nacional de Organización del CO-CEN.
Art. 60 Las células de las FPL están integradas por un mínimo de tres miembros y un máximo de cinco.
Art. 61 Todos los miembros de la célula están obligados a participar en las reuniones de la misma, intervenir en sus deliberaciones para que sus resoluciones sean fruto de la participación colectiva. La célula distribuirá sus atribuciones y tareas concretas, asignando a cada compañero las tareas correspondientes y estableciendo un sistema de control diario de la ejecución de las tareas y sobre la militancia de cada uno.
Art. 62 Si por causa justificada, enfermedad, razones de seguridad, etc.; un compañero no puede asistir a una reunión de su célula, debe dar una explicación satisfactoria ante la misma, y si ello fuere posible, debe hacerlo anticipadamente.
Art. 63 De acuerdo con las necesidades de la organización en su trabajo de dirección político-militar del pueblo, una célula en su calidad de organismo de base de las FPL puede estar dedicada fundamentalmente a una rama de la actividad revolucionaria o bien sus miembros pueden estar dedicados a varias ramas; pero en todo caso la célula es organismo revolucionario político-militar y todo miembro tiene que ser un revolucionario proletario político-militar.
Art. 64 Toda célula tiene indispensables atribuciones de orden interno y hacia el pueblo:
a) Interno: Coordinación y control, organización, educación político-ideológica, propaganda, finanzas, logísticas, infraestructura, seguridad.
b) Hacia el pueblo: Guerrilla, dirección política de masas y milicias populares.
Art. 65 La Célula tendrá:
a) Un Primer Responsable, a cuyo cargo está la coordinación, control de militancia, ejecución de planes y tareas.
b) Un Segundo Responsable, que a su vez es el responsable de organización.
c) Las otras responsabilidades serán divididas en la forma más eficiente posible, de acuerdo a las atribuciones indispensables y de la actividad fundamental de la-célula.
Art. 66 Cada célula debe guardar estricta compartimentación, observar seriamente las normas del trabajo clandestino, las previsiones de seguridad, tener su propia infraestructura, su logística, finanzas, sus medios de emergencia, buzones, depósitos, eleves y señales exclusivas etc.
CAPITULO V
DE LOS MIEMBROS DE LAS FPL.
Art. 67 Podrán ser admitidos como miembros de la organización, todos aquellos hombres y mujeres salvadoreños o no, mayores de 16 años de edad, que estén dispuestos a luchar por la causa revolucionaria del pueblo en el seno de las FPL, demostrando su calidad de revolucionarios avanzados, en todas aquellas tareas, ramas y secciones de trabajo entre el pueblo.
Que acepten y estén dispuestos a aplicar consecuentemente, la línea general estratégica, y tácticas concretas en lo político: militar, etc.; los acuerdos y disposiciones de sus organismos; las tareas que se les asignen, su línea orgánica y normas disciplinarias.
Que acepten militar y trabajar activamente dentro de uno de sus organismos celulares internos, y bajo su dirección y control. Que hayan pasado todas las pruebes y requisitos necesarios para su incorporación a las FPL.
A- Requisitos para ser miembros de las FPL
Art. 68 Los requisitos para ser miembros de las FPL son los siguientes:
a- Acatar fiel y empeñosamente la estrategia y táctica general de las FPL; las líneas tácticas concretas; las directivas y orientaciones de sus organismos; así como sus acuerdos, y disposiciones.
b- Haber sido probado por la organización ya sea en el trabajo político de masas, como en las milicias populares o en la guerrilla, y haber mostrado en tales actividades ser un elemento de avanzada en la lucha revolucionaria.
c.- Acatar rigurosamente la disciplina y normas internas de organización y seguridad.
d- Tener claridad política suficiente como para cumplir las tareas revolucionarias de la organización, con plena eficiencia y empeño.
e- Haber logrado una contextura revolucionaria que le permita desarrollar el espíritu de entrega y sacrificio necesarios en el desarrollo de la guerra revolucionaria y en las distintas etapas del proceso revolucionario del pueblo.
f- Estar dispuestos a militar en uno de sus organismos celulares y a desarrollar su trabajo bajo su control y dirección.
Art. 69 Por ser las FPL una organización marxista-leninista, que busca constituirse como vanguardia del proletariado, su seno se nutrirá fundamentalmente (y hacia ello se dirigirán sus esfuerzos básicos) de elementos de la clase obrera industrial y agrícola y de los campesinos pobres.
También podrán militar los miembros revolucionarios de los sectores medios de la sociedad, que demuestren sincera disposición a proletarizarse, y demuestren, en la práctica, su conciencia sobre la necesidad de realizar la Revolución Popular, el Socialismo y el Comunismo.
Dentro de estos sectores ubicamos a estudiantes, maestros, empleados, pequeños y medianos comerciantes y propietarios, vendedores ambulantes y de los mercados, amas de casa, etc., serán aceptados bajo estrictas normas de selección.
B- Procedimiento para el ingreso a la Organización.
Art. 70 Para ingresar a las FPL se requiere lo siguiente:
a- Haber sido probado durante un período en calidad de aspirante a miembro, bajo un programa de trabajo revolucionario de preparación y práctica sobre la firmeza de su resolución, su madurez revolucionaria, su disciplina, su calidad y grado de lealtad a la organización.
b- Durante el período de trabajo como aspirante, deben comprobarse sus relaciones, amistades, familiares, así como sus actividades personales y políticas pasadas y presentes, sus proyecciones personales, etc., para evitar peligros de infiltración enemiga.
c- Al Ingresar, el nuevo miembro debe comprometerse expresamente, a través de un juramento revolucionario, a acatar las normas orgánicas, las normas de seguridad y trabajo clandestino y a aplicar fielmente la línea estratégica, táctica y política de las FPL. Este juramento debe rendirse ante el colectivo celular al que se integra.
d- La decisión de ingresar a las FPL representa un trascendental paso en la vida de un revolucionario, y debe tener carácter individual. No se admitirá el ingreso por grupos de personas.
Cualquier relación o disciplina anterior, ajena a las FPL, queda disuelta y supeditada a la disciplina y normas orgánicas de la organización.
C- Deberes de los miembros
Art. 71 Todo miembro tiene como deberes ineludibles:
a- Ser leal a toda prueba a las FPL y, a través de ella, a la causa revolucionaria del pueblo.
b- Tener ilimitado amor al pueblo, confianza en su capacidad revolucionaria y en su futuro socialista, confiando en la clase obrera como abanderada del resto de sectores populares para la transformación revolucionaría de la sociedad.
c- Tener decisión inquebrantable de realizar los esfuerzos máximos cada día, en la gran tarea de incorporar al pueblo a la lucha revolucionaria y por promover a la clase obrera de la ciudad, y del campo, a su puesto de vanguardia revolucionaria.
d- Sentir odio implacable contra los enemigos de clase del proletariado y del pueblo.
e- -Prepararse constantemente para asimilar y aplicar en forma creadora y no dogmática el marxismo-leninismo a la realidad concreta de El Salvador y Centro América, y llevar a cabo una lucha ideológica incansable contra las corrientes y prácticas deformadoras de la teoría científica del proletariado.
f- Estar dispuesto a aplicar diariamente un elevado espíritu de sacrificio, y, llegado el caso, asumir el máximo sacrificio en el cumplimiento de las tareas que la organización encomiende en todos los aspectos de su trabajo.
g- Estar dispuesto e desarrollarse constantemente en el aspecto teórico-ideológico, político, combativo y técnico para servir al máximo de sus capacidades y cada vez mejor las tareas revolucionarias que la organización requiere.
h- Anteponer incondicionalmente los intereses de la causa revolucionaria que ésta impulsa a los intereses personales, particulares y familiares; llevar una vida pública y privada honesta, sincera, modesta y consciente, conforme corresponde al nuevo tipo de hombre que la organización necesita.
i- Combatir el liberalismo para evitar y erradicar con correctos métodos revolucionarios a través de una crítica profunda, fraternal y constructiva, las debilidades y defectos que surjan en el trabajo de la organización y de sus miembros. Combatir toda muestra de liberalismo para consigo mismo y ejercer una autocrítica sincera.
j- Esforzarse por contribuir en el marco de las normas orgánicas a la elaboración y desarrollo de la línea política, estratégica y táctica de la organización.
k- Esforzarse constantemente por contribuir al desarrollo y fortalecimiento de las FPL en todos sus aspectos.
l- Acatar y aplicar incondicionalmente los acuerdos y disposiciones de los organismos, aunque en lo personal no haya estado previamente de acuerdo; y cumplir las decisiones del responsable en las atribuciones de dirección que al mismo correspondan.
m- Sinceridad y franqueza en el colectivo sobre los problemas y dificultades personales o colectivas que le causen perturbación.
n- Ejercer la camaradería revolucionaria hacia los compañeros, así como el respeto mutuo, fomentando constantemente una alta moral revolucionaria y un elevado espíritu combativo y de disposición al cumplimiento de las tareas.
D- Derechos de los miembros.
Art. 72 Los miembros de las FPL tienen los derechos siguientes:
a- A elegir y ser electos o promovidos para los cargos internos de acuerdo a las normas orgánicas establecidas;
b- A participar en la elaboración y desarrollo de la línea estratégica, táctica y política de la organización.
c- Exponer su opinión y sugerencias sobre los distintos problemas en su organismo, y, en caso necesario, hacer llegar su opinión o petición hasta los organismos de dirección.
d- A ejercer la crítica con métodos correctos, de todo lo que merezca ser rectificado o mejorado. Esto no es sólo un derecho, sino también un deber ineludible, al igual que la autocrítica, como el medio marxista para la corrección de los errores y debilidades.
e- A defenderse y ser oídos en los casos en que haya acusaciones o enjuiciamientos; así mismo, a dar las explicaciones sinceras y descargos, previo a la Imposición de sanciones por faltas que les sean atribuidas.
f- A apelar de las sanciones que les parezcan inustas* (*asi en el original), y sobre la base de los principios arriba establecidos.
Estos derechos serán ejercidos dentro de las normas orgánicas de compartimentación y seguridad de la organización.
E- De los aspirantes a Miembros de la Organización
Art. 73 Los aspirantes a miembros de las FPL no son todavía miembros de la misma, sino que son aquellos revolucionarías que han sido promovidos a la calidad de aspirantes, encontrándose en un período de prueba, durante el cual son atendidos a través de un programa de trabajo revolucionario que les permite demostrar, en la práctica, su contextura revolucionaría, su firme decisión de pertenecer a la organización y las cualidades morales y revolucionarias del aspirante, así como sus vinculaciones, trayectoria política, relaciones amistosas, familiares, etc.
Art. 74 Los aspirantes a miembros son seleccionados entre los colaboradores activos de la organización más conscientes, que aspiren a dar los saltos de calidad que les permitan el honor de llegar a ser miembros de las FPL.
Art. 75 Se entiende por colaborador activo de las FPL a aquel revolucionario (de cualquier edad o sexo) que preste una colaboración consciente, activa y permanente a la organización, aplicando su línea y realizando tareas en algún sector de trabajo revolucionario, bajo la dirección de un miembro de las FPL, de un aspirante a miembro a de otro colaborador activo. El colaborador activo debe ser atendido en forma constante, con vistas a su formación política y desarrollo revolucionario, ya que es dentro de los mismos donde se realiza la escogitación* (*así en el original) para aspirantes a miembros.
CAPITULO VI
MEDIDAS Y PROCEDIMIENTOS DISCIPLINARIOS
Art. 76 La violación de las normas disciplinarias y orgánicas serán sancionadas.
a- La violación a las normas de seguridad del trabajo clandestino.
b- El incumplimiento de los deberes individuales o colectivos señalados en las presentes normas orgánicas y las normas disciplinarias en ellas establecidas.
c- El incumplimiento de los acuerdos y disposiciones adoptados por los organismos y responsables en el ejercicio de sus respectivas atribuciones.
Art. 77 Se consideran delitos contra la organización los siguientes:
a- Actos de insubordinación.
b- Actos de deserción.
c- Actos de delación.
d- La traición.
PROCEDIMIENTOS
Art. 78 Según la gravedad de la falta, así será la sanción que corresponda: a faltas leves, castigos leves; y a faltas graves, sus correspondientes castigo*. (*Así en el original)
a- Las faltas no graves serán consideradas colectivamente en el respectivo organismo donde milite el compañero que las haya cometido. Allí mismo se tomara la sanción correspondiente si las mismas lo ameritan.
b- Las faltas graves serán consideradas en el organismo donde milite el compañero en primera instancia, y comunicado el fallo a los organismos superiores para su ratificación definitiva.
c- Por faltas graves el organismo puede imponer tareas especiales a realizarse en plazo fijo, programas especiales de rectificación, prevención concreta, suspensión temporal de sus atribuciones al nivel de las faltas cometidas.
La destitución de las atribuciones y responsabilidades, la separación temporal o definitiva de la organización, son sanciones muy graves que dependen de la magnitud de las faltas cometidas.
Art. 79 En los casos de delitos contra la organización, el organismo de última instancia será el Comando Central, el cual podrá nombrar un Tribunal Especial para su juzgamiento.
a- Al integrarse el Tribunal Especial, nombrará de su seno un responsable y un secretario, recibirá y examinará los cargos y descargos, estudiará todos los apectos* (*así en el original) del caso y emitirá un fallo revolucionario a conciencia. El fallo será tomado por la mayoría absoluta de miembros del Tribunal y cada miembro dará su voto individual y razonado. La sanción solo será ejecutada cuando el Comando Central la haya ratificado o modificado, y en el sentido acordado por este.
b- En los casos que revistan características graves para la seguridad de la organización, el Comando Central podrá encargarse directa y rápidamente del caso, acordar y llevar a cabo la sanción correspondiente.
c- Según la gravedad del delito, podrá imponerse la expulsión de la organización. Si el caso lo amerita, podrá aplicarse además sanciones más drásticas.
Art. 80 Un compañero inculpado tiene derecho a defenderse personalmente en cualquier instancia en que se vea su caso. Cuando un compañero no quiera o no pueda estar presente en el juzgamiento de su caso, será obligatorio poner un compañero que se encargue de defender al enjuiciado presentando los justificativos, descargos o atenuantes que haya, demostrado las falsedades o exageraciones que haya en las acusaciones.
Art. 83 Las sanciones establecidas en este capítulo serán reguladas en un Código Disciplinario.
CAPITULO VII
SOBRE EL PROCESO DE UNIDAD ORGANICA REVOLUCIONARIA Y SOBRE LAS RELACIONES CON OTRAS ORGANIZACIONES.
Art. 84 Las FPL por su estructura, por su práctica y por su actuación ideológico-política, aspira a convertirse en el Partido marxista-leninista verdadero, en la vanguardia revolucionaría nucleadora* (*así en el original) de la lucha revolucionaria del pueblo, y, por consiguiente, de los elementos revolucionarios más avanzados de la clase obrera y demás sectores revolucionarios.
En tal sentido, en el avance del proceso revolucionario de la Guerra Prolongada del Pueblo, las FPL promoverán o contribuirán activamente a formar el verdadero Partido Comunista con las organizaciones revolucionarias y personas que en la práctica de Guerra del Pueblo, a través de su actuación práctica político-militar, comprueben su calidad de vanguardia proletaria marxista-leninista.
Art. 85 Un proceso de integración orgánica con organizaciones que demuestren ser revolucionarias marxistas-leninistas, político-militares sólo podrá realizarse concretamente por expreso acuerdo del Consejo Revolucionario de las FPL.
Art. 86 La unidad con las organizaciones revolucionarias verdaderas de Centroamérica para la lucha conjunta hasta la victoria de la Revolución Popular, el Socialismo y el Comunismo, es un objetivo constante y estratégico de las FPL.
Art. 87 Las relaciones con otras organizaciones del país o del exterior, las conduce concretamente el Comando Central dentro de los intereses del desarrollo del proceso revolucionario del pueblo en su lucha por la Revolución Popular, el Socialismo v el Comunismo.
CAPITULO VIII
GENERALES
Art. 88 Cualquier asunto no previsto en este documento, que tenga carácter de base orgánica fundamental, será resuelto por el Consejo Revolucionario de las FPL.
¡REVOLUCION O MUERTE! ¡EL PUEBLO ARMADO VENCERA!
1a. edición JUNIO 1977
2a. edición MAYO 1978
3a. edición ENERO 1979
Nota Editorial: Siguiendo fielmente las estrictas normas de reproducción y publicación de documentos, el Centro Histórico Revolucionario Salvadoreño “Salvador Cayetano Carpio – Comandante Marcial”, ofrece las explicaciones siguientes con respecto a correcciones encontradas en el presente documento. Usamos la modalidad (*Así en el original) o (*así en el original), en vez del uso literario universal “(sic!)”, para denotar algo que es erróneo en la fuente original. Desde que pretendemos que nuestro lector se concentre en el documento, y no en tener que buscar significados de símbolos desconocidos, usamos la traducción libre al español de “(sic!)”, el cual se refiere a errores tipográficos, ortográficos o gramaticales en general, para especificar su origen. Aunque los errores pudieran ser de lenguaje, como en el caso de la palabra “escogitación”, no reconocida por la Real Academia Española de la Lengua, y perfectamente entendible en español salvadoreño, o la palabra “visionar”, que el diccionario de la RAE define como“creer que son reales cosas inventadas”, o también “ver imágenes de cine o TV como técnico o crítico”, en el contexto la palabra calza bien, y se explica el uso intencionado, aun si la palabra a usar podría haber sido “comprender” o “comprehender”, aunque también“conocer” o “manejar” hubieran llevado el mismo o similar mensaje.
El uso, copia, y distribucion de este material es gratuito. Se solicita el reconocimiento del Archivo Histórico Revolucionario Salvadoreño como su fuente.
(Digitalizado en el Centro de Información, Documentación, y Apoyo a la Investigación (C.I.D.A.I.), Universidad Centro Americana “José Simeón Cañas”.)

CEM reproduce Bases Estatutarias de las FPL Farabundo Marti de 1977

SAN SALVADOR, 9 de mayo de 2010 (SIEP) “Las Fuerzas Populares de Liberación Farabundo Martí, FPL, nacidas el 1 de abril de 1970, fueron un ejemplo de acertada combinación del marxismo a las condiciones de nuestro país, lo que les permitió crecer y aportar significativamente al proceso revolucionario salvadoreño…” sostuvo el Lic. Roberto Pineda, del Centro de Estudios Marxistas “Sarbelio Navarrete.”

“A continuación presentamos –prosiguió- sus Bases Estatutarias, aprobadas por el II Consejo Nacional Revolucionario, realizado en la más absoluta clandestinidad en el año 1977. Nuevamente señalamos y agradecemos como fuente de este documento al Archivo Histórico Revolucionario Salvadoreño y que fue digitalizado por el Centro de Información, Documentación, y Apoyo a la Investigación (C.I.D.A.I.), de la Universidad Centro Americana “José Simeón Cañas”

“En 1976 se realizo el Primer Consejo Revolucionario. En 1977 se realiza la segunda reunión de este organismo, el cual discute y aprueba orientaciones para el trabajo revolucionario en las diversas áreas de actividad, así como aprueba estas Bases Estatutarias, obligatorias pata todo militante de las FPL. Las FPL se disuelven el 9 de diciembre de 1995 en la Finca El Espino, y sus militantes se integran al FMLN.”

Considera el documento que “las FPL constituyen una fuerza militar y política en creciente desarrollo. El vocablo FUERZAS encierra una concepción dinámica que expresa apropiadamente lo que somos actualmente y también la perspectiva del desarrollo inmediato y futuro de esta organización revolucionaria. Incluye la Idea de lo militar y lo político.”

Y que estas “fuerzas no son aislados del pueblo, sino que son producto del mismo, su instrumento orgánico político-militar, cuya misión estratégica tiene como uno de sus objetivos fundamentales incorporar activamente al pueblo a la guerra revolucionaria militar y política, ya que es el pueblo el creador de su propio destino y el único que puede llevar hasta la victoria final la causa de la revolución y construir el futuro régimen socialista. Nuestra organización se está forjando como el instrumento político y militar del pueblo para llevar adelante la lucha revolucionaria.”

Establece que “el pueblo, a través de la guerra prolongada política y militar, en plena unidad con la lucha revolucionaria de los otros pueblos centroamericanos, alcanzara su liberación de las garras del imperialismo yanqui; de la burguesía interna; de los sangrientos regímenes de los opresores, sostenes de las clases explotadoras, para que sobre la base de la destrucción del poder de las clases dominantes explotadoras, llevar a cabo su Revolución Popular hasta la construcción del Socialismo.”

ESTATUTOS DEL PARTIDO COMUNISTA DE EL SALVADOR (P.C.S.) Marzo, 1964

ESTATUTOS DEL PARTIDO COMUNISTA DE EL SALVADOR (P.C.S.) Marzo, 1964

Documentos Aprobados

INTRODUCCION

Camaradas
El V Congreso de nuestro Partido, tiene como una de sus trascendentales tareas, aprobar nuevos Estatutos.
Los Estatutos son la Ley Fundamental del Partido, establecen las normas de su vida interna, los principios de estructura orgánica y el método y formas de su actividad práctica.
Los Estatutos vigentes fueron aprobados en 1946. De esa fecha hasta este momento en que se efectúe nuestro V Congreso, han transcurrido 17 años. El cambio de Estatutos ha sido dictado por la vida, por las nuevas condiciones históricas en que el Partido tiene que actuar.
En los últimos años el Partido ha crecido numéricamente, ha adquirido una valiosa experiencia en materia de organización y en la dirección política de las masas. Los nuevos Estatutos tienen que registrar los cambios operados en la actividad practica y ponerse a la altura de las nuevas tareas que el Programa presenta al Partido.
Ante las grandiosas tareas los comunistas tenemos que realizar para conquistar la meta estratégica de la instauración de un régimen de’ liberación nacional, antifeudal y antiimperialista, como paso previo para la construcción de la sociedad Socialista, es indispensable ‘que elevemos nuestra combatividad y afinemos nuestra combatividad y afinemos nuestros métodos de trabajo y formas organizativas.
El camarada Lenin nos enseñó que, ante las nuevas tareas el Partido tiene que elaborar nuevas formas de organización, reglas y normas de su vida interna, que le permitan cumplir con éxito su papel de vanguardia. Apegarse a lo viejo, a lo caduco, es negar la vida, el proceso dialéctico, el fin, atar el Partido al pasado.
Del Partido y sus fines
El proyecto de nuevos Estatutos especifica que es el Partido Comunista de El Salvador, a que clases y sectores de clase representa y cuál es su base ideológica. Explica a grandes rasgos cuales son los fines que persigue. Ambos aspectos, muy importantes, no aparecen en los Estatutos vigentes.
El Partido Comunista de El Salvador, como parte integrante del movimiento comunista internacional, considera como cuestión básica para garantizar el triunfo definitivo del socialismo en el mundo entero, contribuir a fortalecer la unidad del movimiento comunista mundial, luchar por el mantenimiento de la paz mundial, por la coexistencia pacífica entre los estados de distinto régimen económico, político y social, y porque sea una realidad del principio leninista de la autodeterminación de los pueblos.
Se propone el cambio de lema del Partido. El lema nacional: “Por la liberación Nacional, Trabajadores Salvadoreños Uníos”, por el lema de la solidaridad internacional de los trabajadores: “PROLETARIOS DE TODOS LOS PAISES, UNIOS!”, palabras finales del Manifiesto Comunista de Marx y Engels de 1948, que ahora tiene más valor que nunca para el movimiento comunista internacional, frente a los ataques de los revisionistas y los dogmáticos, empeñados en disminuir importancia al principio del internacionalismo proletario.
El título de miembro del Partido.
El Proyecto de Estatutos contiene el principio leninista que norma la pertenencia al Partido. En la construcción del Partido tiene una importancia fundamental definir quiénes pueden pertenecer a él. De su composición depende, ante todo, su fortaleza y combatividad, al que pueda cumplir con su papel dde (así en el original) vanguardia de la clase obrera y del pueblo. El Partido tiene que agrupar en su seno a los mejores hijos de nuestro pueblo, a los hombres más honrados y concientes (así en el original), a los que demuestran en su actividad política y en su vida privada ser dignos de llevar el honroso título de comunistas.
En los actuales tiempos, cuando se han ido desmoronando como castillos de naipes todas las calumnias que contra los comunistas echó a rodar por el mundo la reacción internacional; cuando crece inconmensurablemente el prestigio del campo Socialista; cuando inclusive las mentes de muchas personas evolucionan rápidamente hasta llegar a aceptar las ideas marxista-leninistas, el título de miembro del Partido adquiere mayor importancia y aumenta también su responsabilidad frente al Partido y el pueblo.
En nuestro Partido hay camaradas que no cumplen a cabalidad con el principio leninista que norma la pertenencia al mismo. Son muchos los camaradas que, sin motivo justificado se ausentan varias semanas de su célula y que no pagan con regularidad sus cuotas de militante. Nosotros preguntamos: Estos camaradas son dignos de seguir llevando el honrosa título de miembros del Partido? Todos los organismos del partido deben tomar con toda resolución la tarea de corregir a corto plazo esta situación irregular que entraña el cumplimiento de las distintas tareas. El Partido, incuestionablemente, tiene que irse depurando de aquellos miembros que no hacen el esfuerzo por mejorar su militancia, de los que obstruyen el trabajo, de los miembros nominales que rompen la disciplina interna. Son verdaderos comunistas los que con el esfuerzo propio y la ayuda fraternal de los demás camaradas, superan sus debilidades y deficiencias.
Derechos y obligaciones del miembro del Partido
Los derechos y obligaciones son los fundamentos básicos de una buena militancia. El comunista debe ser un ejemplo en todos los órdenes de la vida, y no le es permisible empañar el prestigio del Partido. Los Estatutos le confieren el derecho de elegir y ser electo de acuerdo con sus capacidades y méritos, para cualquier cargo de dirección. Todos los militantes tienen que ser luchadores de primera línea por las reivindicaciones económicas y políticas del pueblo tienen el deber de salvaguardar por todos los medios la unidad ideológica y orgánica del Partido, que es la condición principal de su fuerza y poderío; tienen que mantener en alto vigilancia revolucionaria y proteger al Partido contra la penetración de los agentes del enemigo o de personas indignas de llevar el honroso título de comunistas; tienen que estrechar día a día sus vínculos con las masas; tienen que esforzarse por elevar continuamente su nivel ideológico y político, su grado de conciencia y por asimilar los fundamentos del marxismo-leninismo.
El comunista tiene que ser honrado y veraz, debe observar estrictamente la disciplina del Partido, que se fundamenta en su madurez ideológica y en su inquebrantable decisión de conducir a nuestro pueblo hacia la meta gloriosa de la construcción de una patria que sea de todos y no de un puñado de explotadores. El Partido nos exige que sirvamos con fidelidad a la causa de la clase obrera y de todo el pueblo trabajador.
El comunista debe por todos los medios a su alcance difundir los principios del marxismo-leninismo, explicar a las masas la política del Partido y atenerse a las indicaciones de Lenin, de que no sólo hay que enseñar a las masas sino aprender de ellas, estudiar y aprovechar su experiencias, tomar oportunamente sus problemas y luchar junto a ellas, sin olvidar que la grandeza del Partido reside en su ligazón con las masas y que está es la condición determinante para que aquél pueda cumplir con las grandes tareas que se ha trazado.
El método marxista-leninista con que cuenta el Partido, para corregir los errores y las debilidades de sus miembros y organismos, es el de la crítica y la autocrítica, luchar contra la tendencia a encontrarlo todo bueno, contra el conformismo por los éxitos obtenidos y contra la pasividad y la desmoralización entre los errores y fracasos. La crítica y la autocrítica son como un motor que impulsa al desarrollo del Partido, y quienes las obstaculicen le causan un grave daño al Partido. La crítica y la autocrítica son un derecho y un deber.
CANDIDATOS A MIEMBRO DEL PARTIDO
En el Proyecto de Estatutos se ha introducido un nuevo capítulo que contempla la necesidad de darle categoría interna a los candidatos a miembro. En esta forma se ayuda a que los organismos del Partido hagan una mejor selección de los futuros miembros.
En el pasado hemos tenido algunas experiencias negativas en el trabajo de reclutamiento. Este nuevo capículo (así en el original) hará que los organismos aumenten su responsabilidad en las tareas de reclutamiento y trabajen en forma organizada con los candidatos.
En la selección de los nuevos miembros deben de escogerse los más avanzados y honrados, tomando en cuenta tanto su trabajo político, como la forman en que se comporten en su vida privada.
MEDIDAS DISCIPLINARIAS
La disciplina del Partido es consciente y obligatoria por igual para todos sus miembros.
Se establece cuáles son los motivos que den lugar a sanciones y, de acuerdo con ellos, cuál es la medida disciplinaria que debe aplicarse.
Por faltas leves se aplica medidas que ayuden a superar los errores y debilidades del militante. En este aspecto juega un papel de primer orden la crítica fraternal. Las medidas disciplinarias tienen un fin educativo y correctivo, excepto la expulsión.
Al mismo tiempo, las medidas disciplinarias contenidas en el Proyecto son inflexibles con los enemigos de la clase obrera, con los provocadores y degenerados, para conservar la pureza de la moral comunista y de los principios marxista-leninistas que sustenta nuestro Partido. Se establece nuevas categorías de sanciones disciplinarias y el procedimiento para aplicarlas que garantice el derecho democrático de cada miembro a participar en su propia defensa y apelar de cualquier medida que considere injusta.
LA DEMOCRACIA EN LA VIDA INTERNA DEL PARTIDO
La condición básica para el desarrollo de la iniciativa de los miembros del Partido consiste en garantizar la más amplia democracia en su vida interna.
El comunista no sólo se limita a cumplir los acuerdos, sino que mediante sus opiniones expresadas en su respectivo organismo, ayuda a elaborarlos. Es un derecho de todo miembro participar en la elaboración de los estatutos, programa y línea política del Partido.
En materia de organización y en su actividad interna, el Partido se rige por el principio leninista del centralismo democrático. El centralismo no contradice la democracia. Presupone el desarrollo de la iniciativa creadora.
El centralismo Democrático significa, por un lado, que el Partido tiene una dirección centralizada que lo permite disponer y movilizar todas sus fuerzas ante los cambios operados en la situación política nacional, concentrar sus esfuerzos en el cumplimiento de las históricas tareas presentes y venideras, y por otro lado, que se apoya en la voluntad libremente expresada de todos sus miembros.
El Centralismo Democrático asegura la más firme unidad ideológica y orgánica del Partido.
En los nuevos Estatutos se mantienen inalterables los fundamentales principios leninistas de organización y funcionamiento de otro modo seria desnaturalizar al Partido y éste dejaría de ser un Partido marxista-leninista.
Es norma en la vida interna del Partido no poner trabas a la libertad de opinar y discutir sobre todos los aspectos de su actividad política y práctica, impidiendo caer en discusiones interminables.
Cuanto más importante es la cuestión en debate, mayor cantidad de miembros deben de participar en el mismo.
Los acuerdos se toman mediante el más amplio intercambio de opiniones, y son obligatorios para todos, aún para aquellos que sostuvieron puntos de vista diferentes. Si se permitiera que los que no estuvieron de acuerdo llevaran a la práctica sus opiniones, se estarla introduciendo el fraccionalismo y la división. Esto no quiere decir que a aquellos que expresaron puntos de vista diferentes no tengan el derecho de guardar su opinión.
El Centralismo Democrático en la práctica, significa que:
Todos los órganos dirigentes son elegidos, de abajo arriba; los órganos del Partido informan periódicamente de su labor ante sus organizaciones; hay una estricta disciplina y subordinación en cada caso de la minoría a los acuerdos de la mayoría; los acuerdos de los órganos superiores son absolutamente obligatorios para los inferiores.
El principio de la dirección colectiva es el método básico de dirección, que pone al Partido a salvo del mandonismo, del caudillismo, que en última instancia conducen el culto a la personalidad. La dirección colectiva no excluye la responsabilidad individual.
La dirección colectiva disminuye las posibilidades de que el Partido tome acuerdos unilaterales y subjetivos. La violación de este principio directamente conduce a cometer serios errores del cálculo y a exponer al Partido a los golpes del enemigo.
El Partido, tomando en cuenta la experiencia internacional y la propia, lucha con todo empeño contra toda manifestación de revisionismo, sectarismo y dogmatismo. En los nuevos Estatutos se condena el culto a la personalidad, por ser extraño al marxismo-leninismo. El culto a la personalidad es una violación flagrante del principio leninista de la dirección colectiva y de las normas que rigen la vida interna del Partido.
DE LOS ORGANOS DEL PARTIDO
El Proyecto de Estatutos establece una nueva estructura más acorde con la realidad y las necesidades de desarrollo del Partido. Sus actuales órganos de dirección nacional son: Congreso Nacional, Consejo Supremo Nacional y Comité Central del Partido.
Los órganos intermedios son: Comités Departamentales, Comités Distritales o Seccionales; y los organismos de base, las Células.
En los nuevos Estatutos los organismos de dirección nacional son: Congreso Nacional del Partido, Comité Central, Comisión Política del Comité Central y Secretariado del Comité Central.
El Comité Central como organismo superior de dirección entre Congreso y Congreso, debe ser un organismo amplio, representativo de Iodo lo más activo, experimentado, audaz y dinámico que existe en el Partido; la Comisión Política del Comité Central, es un organismo encargado de aplicar la línea política trazada por el Comité Central, mientras éste no se encuentre reunido. El Secretariado es el organismo encargado de impulsar la ejecución diaria de los acuerdos tomados por los organismos superiores de dirección.
En cuanto a los organismos intermedios de dirección sus nombres han sido cambiados. Se ha dado el debido relieve a las asambleas como organismos superiores en los departamentos y localidades, con lo que se trata de garantizar el funcionamiento democrático del Partido en cada lugar, y el control de los militantes sobre sus organismos de dirección local y departamental.
LA CELULA
El Partido no es una suma de individuos, sino un conjunto de organismos, dentro de los cuales la célula es su fundamento básico.
La célula es el medio de contacto del Partido con las masas, recoge de ellas sus opiniones para llevarlas al seno del Partido, el que de esta manera elabore y desarrolla su línea política y sus resoluciones.
La célula tiene importancia fundamental para la orientación política de las masas, les toma el pulso, descubre sus necesidades, las moviliza y organiza, las educa y las orienta políticamente al calor de las luchas diarias.
El buen trabajo de la célula entre las masas que la rodean permite que éstas vean en el Partido al más firme defensor de sus intereses, y al mejor intérprete de sus aspiraciones y necesidades. Sólo en esta forma el Partido acrecienta su prestigio entre las masas y afianza su papel de vanguardia de la clase obrera y del pueblo.
LOS GRUPOS DEL PARTIDO
El Proyecto de Estatutos introduce un capítulo sobre el funcionamiento de los organismos formados por los comunistas que trabajan en las organizaciones de masas, que les permiten coordinar su labor en dichos frentes. Esto tiene importancia, porque facilita la vinculación del Partido con las masas populares, definiendo el trabajo de sus miembros en los distintos frentes de masas. En los nuevos Estatutos, tales organismos se denominan Grupo del Partido, y en los Estatutos anteriores se denominaban Fracciones.
LOS GRUPO (así en el original)
EL PARTIDO Y LA JUVENTUD COMUNISTA
En los nuevos Estatutos se incluye un capítulo en el que se define que es la Juventud Comunista, cuáles son sus fines y cuáles sus fundamentales principios de organización y funcionamiento.
En las actuales circunstancias se han venido desarrollando condiciones objetivas para la formación de la juventud Comunista. Su constitución será un paso de trascendencia histórica en la vida de nuestro Partido y de nuestro pueblo.
La Juventud Comunista de El Salvador será una organización de jóvenes partidarios del marxismo-leninismo, con iniciativa propia, activo auxiliar del Partido y cantera inagotable en la formación de nuevos cuadros del Partido.
Los fines principales de la J.C.S. serán: Organizar, movilizar, educar y dirigir a las masas de jóvenes salvadoreños.
Se esforzará por canalizar la audacia, el arrojo y entusiasmo de la juventud hacia las luchas del pueblo salvadoreño. Defenderá incansablemente los derechos e intereses vitales de los amplios sectores de la juventud. Les preparará para que puedan cumplir sus altas tareas, y creará las organizaciones necesarias para ello.
La estructura y funcionamiento de la Juventud Comunista se regirá por los principios leninistas de organización y métodos de dirección.
LAS RELACIONES INTERNACIONALES DEL PARTIDO
Se ha introducido en el Proyecto. de Estatutos un nuevo capítulo relativo a las relaciones de nuestro Partido con el Movimiento Comunista internacional.
El Partido se guía en sus relaciones con los demás Partidos hermanos por el principio del internacionalismo proletario; en este terreno, en los últimos años ha dado importante pasos. Las relaciones con los Partidos hermanos de Centro América y del Campo Socialista se han ampliado en forma considerable, lo que ha permitido a nuestro Partido intercambiar valiosas experiencias con el Movimiento Comunista Internacional.

COMITE CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA. DE EL SALVADOR

ESTATUTOS DEL PARTIDO COMUNISTA DE EL SALVADOR
Capítulo 1
DEL PARTIDO Y SUS FINES
Art. 1- El nombre del Partido es “PARTIDO COMUNISTA DE EL SALVADOR” (P.C.S.).

Art. 2- El Partido Comunista de El Salvador es el Partido Marxista – leninista del proletariado. Está constituido por el conjunto de organismos en que se hallan agrupados conforme a estos estatutos, los elementos de vanguardia de la clase obrera, de la clase campesina y de las demás clases sociales.

Art. 3- Su emblema es un lienzo rectangular de color rojo vivo, con una proporción de 8 (horizontal) por 6 (vertical), con la Hoz y el Martillo en el ángulo superior izquierdo, de color amarillo oro. Su lema es “PROLETARIOS DE TODOS LOS PAISES, UNIOS) (así en el original). Su domicilio es la ciudad de San Salvador, y su representación jurídica y social la tiene la Comisión Política del comité Central, pudiendo ésta, delegarla en el Secretario General del Comité Central, En caso de necesidad su domicilio podrá ser cualquier otra ciudad de la República.

Art. 4- Sus objetivos inmediatos son:
a) el mejoramiento de las condiciones de vida, materiales y culturales, de los obreros, campesinos, empleados, artesanos, intelectuales y pueblo en general;
b) la destrucción de toda forma de opresión económica y política del pueblo;
c) la liquidación de toda discriminación racial y de sexo;
d) el desarrollo económico independiente y el progreso social y cultural del país;
e) la Reforma Agraria;
f) la formación de un gobierno democrático de liberación nacional antifeudal y antiimperialista;
g) la defensa de la paz mundial y de la coexistencia pacífica entre los estados con distintos régimen económico, social y político;
h) la preservación del derecho de autodeterminación de los pueblos;
i) la más amplia solidaridad con todos los pueblos que combaten contras las oligarquías y el imperialismo, con los que construyen el socialismo y el comunismo;
j) el fortalecimiento de la unidad del movimiento comunista internacional.
Su objetivo mediato es: la construcción del socialismo como paso previo para la construcción de la sociedad comunista.
CAPITULO II
DE LOS MIEMBROS DEL PARTIDO
Art. 5- Miembro del Partido es aquel que acepta su Programa, sus Estatutos, se compromete a cumplirlos y a luchar porque se cumplan, aplica sus decisiones, respeta su disciplina, pertenece a una célula y actúa bajo su control y dirección inmediata, y paga con puntualidad la cuota mensual que le corresponde.
Únicamente la Comisión Política del Comité Central podrá eximir de militar activamente en una célula a un miembro, pero sólo en atención a intereses superiores del partido o por enfermedad prolongada o impedimento físico.
Art. 6- Podrá ser admitido como miembro del Partido Comunista de El Salvador cualquier salvadoreño, o extranjero radicado en el país, mayor de 18 años, de uno u otro sexo, que sea de honesta conducta privada y pública.
Para ser admitido como miembro del Partido será necesario presentar a la célula correspondiente, previa autorización de la misma, una solicitud de ingreso individual y por escrito, respaldados por uno o más miembros con un año, por lo menos, de militancia que recomienden al candidato. La solicitud será discutida en la célula en que se haya presentado y, una vez aceptada por la mayoría de sus miembros, se pondrá en conocimiento del organismo superior inmediato, para su aceptación y para la definitiva ubicación del solicitante.
En atención a méritos relevantes o a acciones distinguidas, podrán ser admitidos corno miembros del Partido, personas menores de la edad establecida.
Art. 7- Al ingresar al Partido, el nuevo miembro deberá formular ante la Célula respectiva la siguiente promesa:
“Prometo solemnemente la más firme lealtad a los intereses de la clase obrera y del pueblo salvadoreño y a los movimientos progresistas del mismo. Prometo también permanecer fiel a los principios del Partido Comunista de El Salvador, mantener su unidad de propósitos y de acción, combatir toda labor de fracción en el seno del mismo, fortalecer su disciplina, observar la aplicación de sus Estatutos trabajar con el máximo de mi empeño por el cumplimiento de su Programa y por la aplicación de su línea política.
Prometo mantener una actitud solidaria con los movimientos de liberación nacional de todos los pueblos del mundo, por ser leal a los principios del internacionalismo proletario y luchar por la paz mundial”.
Art. 8- Ninguna célula podrá admitir a un militante de otra, sin la autorización del organismo inmediato superior, el cual deberá comunicar a las respectivas células el motivo del traslado.
Todo militante que cambie de lugar de residencia deberá comunicarlos con suficiente anticipación a su célula y ésta al organismo inmediato superior. Aquellos que desempeñen cargos en el Partido, necesitarán autorización del organismo en que tengan dicha responsabilidad.
Todo militante para ausentarse del país deberá hacerlo previa autorización de su célula, ratificada por el organismo inmediato superior. Los miembros de organismos superiores del Partido serán autorizados a ausentarse del país por la Comisión Política del C.C., y los de dirección intermedia podrán ser autorizados a ausentarse del país por el Secretariado del C.C. Dichas solicitudes deberán resolverse dentro de los 8 días siguientes a su presentación.
En los casos en que los organismos de dirección encarguen a un miembro tareas que impliquen ausencia de su célula, comunicarán esto último a la misma.
Art. 9- Los miembros del Partido que radiquen en el exterior deben militar en el Partido comunista u obrero del país donde se encuentren. Si, por razones especiales, no pueden hacerlo, seguirán organizados bajo la dirección del P.C.S.
Art. 10- El ingreso y permanencia de un miembro del partido es voluntario, y consciente. Nadie podrá ser admitido en el Partido, ni permanecer en el, si no es con su plena voluntad. Si en determinado momento un miembro expresa ya no tener voluntad de seguirlo siendo, se debe procurar persuadirlo y elevar su conciencia política; mas si después de esto persiste en su actitud, debe acordarse su separación del Partido. En este caso, deberá entregar documentación secreta al Partido.
CAPITULO III
DE LOS DEBERES Y DERECHOS DE LOS MIEMBROS
Art. 11- Todos los miembros del Partido serán los mas esforzados defensores de los intereses de nuestro pueblo y combatientes de vanguardia donde quiera que les toque actuar.
Art. 12- Son deberes de todo miembro del Partido:
a) Observar fielmente la disciplina del Partido;
b) Salvaguardar por todos los medios la unidad del Partido, condición principal de su fuerza y poderío;
c) Ser un activo combatiente en la aplicación y cumplimiento de la línea política del Partido;
d) Estrechar día a día los vínculos con las masas, tomar oportunamente sus problemas y luchar junto a ellas por la solución de los mismos;
e) Esforzarse por elevar continuamente su nivel ideológico y político, su grado de conciencia y por asimilar los fundamentos del marxismo-leninismo a través del estudio colectivo e individual y, aplicando estos principios a la práctica diaria, empeñarse constante y seriamente en la corrección de los propios errores, debilidades y prejuicios burgueses y pequeño-burgueses para llegar a convertirse en un verdadero comunista;
f) Reclutar nuevos miembros;
g) Aplicar y desarrollar en los organismos de base y dirección la crítica y la autocrítica, para corregir a tiempo los errores y defectos en el trabajo, luchando contra la tendencia a encontrarlo todo bueno y contra el conformismo por los éxitos obtenidos, así como contra la pasividad y desmoralización ante los errores y fracasos;
h) Dar a conocer, en su organismo respectivo los defectos y errores cometidos en el trabajo por cualquiera de los organismos de sus miembros. .E1 cumplimiento de este deber no puede ser impedido;
i) Ser veraz y no ocultar la verdad ante le (así en el original) Partido; no permitir que nadie oculte o tergiverse hechos que menoscaben los intereses del Partido;
j) Ejercer la vigilancia revolucionaria para proteger al Partido de la penetración de los agentes del enemigo; guardar con absoluta discreción las cuestiones que el Partido determine y, mientras éste permanezca en la clandestinidad, observar fielmente las reglas del trabajo secreto;
k) Al elegir a los cuadros para las tareas o cargos de dirección, guiarse exclusivamente por sus cualidades políticas o prácticas; desechando toda consideración de amistad, parentesco o aversión personal;
l) Divulgar los principios del marxismo-leninismo y la línea política del Partido lo mismo que difundir su literatura, su prensa y demás publicaciones;
ll) Esforzarse por enriquecer su iniciativa en la aplicación de la línea política del Partido, bajo el directo control de su célula;
m) Pertenecer a su respectivo sindicato o a la organización que guarde relación con su trabajo o actividad, y esforzarse por crear y desarrollar esas organizaciones donde no las haya;
n) Ser responsable en el trabajo personal, en los estudios, en el hogar y, en general, en todas las actividades de su vida pública y privada.
o) Asistir con puntualidad a las reuniones de su célula.
Art. 14- Son derechos de todo miembro del Partido:
a) Elegir y ser electo para cualquier puesto en los organismos del Partido.
b) Participar en la elaboración del Programa, de los Estatutos y de la línea política del Partido;
c) Expresar en las reuniones del Partido su punto de vista sobre cualquier cuestión con el fin de contribuir a liquidar las debilidades y a mejorar el trabajo; podrá criticar la actividad de cualquier organismo o militante, y, si lo considera necesario, podrá también exponer su punto de vista al organismo superior correspondiente, incluso al Congreso.
d) Exigir el funcionamiento regular de los organismos del Partido y la práctica de la dirección colectiva.
e) Participar personalmente en las reuniones de su organismo en que se discuta sobre su actuación política o conducta personal, y sobre todo en las reuniones que tengan como fin adoptar una decisión al respecto.
f) Recurrir contra cualquier decisión con la que no se esté de acuerdo, ante el organismo inmediato superior; pudiendo hacer llegar su recurso hasta el Congreso. Sin embargo, durante el trámite, el o los recurrentes deben cumplir la decisión objetada.
g) Recibir la solidaridad del Partido, particularmente cuando se encuentre en dificultades derivadas del cumplimiento de sus tareas políticas.
Art. 14- Para ser miembro del Comité Central y Candidato a miembro del mismo se requiere, como mínimo, tres años de militancia activa en el Partido y tener buena conducta personal. Para ser miembro de los organismos de dirección intermedia se requiere, como mínimo, dos años de militancia activa y buena conducta personal.
Con el fin de propiciar el desarrollo del Partido, pueden ser electos para los organismos de dirección intermedia, miembros del Partido que tengan menos de dos años de militancia activa, en aquellos casos en los que de otro modo no podrían organizarse adecuadamente dichos organismos de dirección intermedia.
CAPITULO IV
DE LOS CANDIDATOS A MIEMBROS DEL PARTIDO
Art. 15- Candidato a miembro del Partido es aquella persona que, habiendo manifestado su deseo de ingresar en él, sea recomendado por dos o más militantes, y aceptado como tal por una célula. El candidato permanecerá en tal calidad durante el tiempo necesario para que conozca el Programa, los Estatutos y la línea política del Partido, y para que la célula respectiva compruebe sus cualidades personales y su trabajo práctico.
Art. 16- La célula tiene la obligación de ayudar a cada candidato a prepararse para su ‘.ingreso y, cuando a juicio de ella hayan llenado satisfactoriamente las condiciones señaladas por el artículo anterior, le pedirá su solicitud de ingreso.
Art. 17- Los candidatos a miembros del Partido deben pagar con regularidad la contribución económica que voluntariamente se fijen y cumplir las tareas que se les encomienden.
CAPITULO V
DE LA DISCIPLINA
Art. 18- La disciplina del Partido es obligatoria para todos sus miembros, En el Partido no puede haber dos disciplinas: una para dirigentes y otra para militantes de base. La disciplina es conciente (así en el original) resultado del libre cambio de opiniones en la discusión.
Presupone la obligación del afiliado de aplicar rápida y escrupulosamente las decisiones de los organismos correspondientes
Art. 19- Cada afiliado tiene el derecho y el deber de discutir en su organismo todas las cuestiones y defender su punto de vista: pero una vez adoptada una decisión por la mayoría de miembros de su organismo, el cumplimiento de la misma es obligatorio para todos.
Art. 20- Son motivos de sanción:
La violación del Programa, de los Estatutos y de la línea política; el incumplimiento de las resoluciones de los organismos respectivos; la no asistencia reiterada a su base: revelar los secretos del Partido; el fraccionalismo y todo atentado contra la unidad del Partido; las infracciones a la moral proletaria falta de honestidad y sinceridad ante el Partido, difusión de calumnias, costumbres disolutas, mal comportamiento familiar, indebida conducta amorosa, embriaguez consuetudinaria-; los actos de provocación; el rompimiento de huelgas o la traición en cualquier forma a los trabajadores, al movimiento obrero o al pueblo; y todos aquellos actos que dañen al Partido y a su autoridad ante las masas.
Art. 21.- Tomando en consideración las circunstancias concretas y la gravedad de una o varias faltas contra la disciplina del Partido, los organismos respectivos aplicarán las siguientes sanciones:
a) CENSURA INTERNA: Consiste en el señalamiento dentro de un organismo del partido de la falta cometida por uno de sus miembros, acompañado de la advertencia de tomarse medidas más severas en el caso de reincidencia. La censura se dará a conocer al resto del Partido según la gravedad del hecho, en escala local, departamental o nacional, previo acuerdo del organismo superior respectivo.
b) CENSURA PUBLICA: Esta sanción consiste en el señalamiento fuera del Partido de la falta cometida por un compañero y sólo puede ser acordada por la Comisión Política del Comité central.
c) DESTITUCION DEL CARGO QUE SE OCUPA EN EL PARTIDO:
Es la remoción, como pena, del desempeño de una función en un organismo, ya sea éste superior, intermedio o de base.
d) SUSPENCION (así en el original) TEMPORAL COMO MIEMBRO ACTIVO DEL PARTIDO: Esta pena comporta el relevar a un miembro de su militancia en el Partido, aunque no de sus deberes en su respectivo frente abierto, durante un tiempo determinado. Comporta asimismo, el poner en observación su conducta, brindándosele ayuda fraternal para que la supere y corrija sus errores.
El suspendido temporalmente, por lo tanto, no tendrá derecho a concurrir a su célula a conocer las cuestiones internas del Partido y se le exigirá el pago de la cuota mensual.
e) SUSPENSION INDEFINIDA COMO MIEMBRO DEL PARTIDO: Esta es una sanción que se aplica cuando en base al examen de la conducta anterior y presente del autor de una falta grave y de las circunstancias en que ésta ha sido cometida, se considera que la suspensión temporal será ineficaz para la superación y corrección de sus errores. En virtud de esta sanción, el miembro queda privado de sus derechos como tal; sometido a la observación de su conducta pública y privada; y advertido de que, mediante sus esfuerzos personales debe corregir sus errores, defectos o posibilidades. Esta sanción comporta la ayuda fraternal del Partido al sancionado.
f) SEPARACION DEL PARTIDO: Esta sanción se aplica cuando un miembro d (así en el original) ha demostrado no remercer (así en el original) el honor de pertenecer al Partido, pero que no ha cometido actos de carácter público o privado que lo convierten en enemigo.
g) LA EXPULSION: Es la más severa sanción que pueda imponer el Partido, y comporta la nota de infamia a quien sea objeto de ella. Antes de decidir y ratificar la expulsión, debe procederse con el máximo cuidado y espíritu de camaradería; examinarse a fondo los hechos; y considerarse detenidamente los alegatos que a su favor haga el militante acusado.
El acuerdo de las sanciones cometidas en los literales c), d), e), f) y g) será informado en las bases por los canales adecuados; la expulsión, además, se dará a conocer a los amigos, aliados y simpatizantes del Partido, y en caso necesario, al público en general.
Art. 22- Las medidas disciplinarias, para que sean válidas, deben ser aprobadas por la mayoría de los participantes en la reunión del organismo correspondiente y sólo serán puestas en práctica cuando el organismo inmediato superior las ratifique. Se exceptúa de la ratificación la sanción de censura dentro de un organismo.
Art. 23- Los miembros titulares y candidatos a miembros del Comité central sólo pueden ser sancionados por el Congreso o por decisión del Comité Central. En el segundo caso, la decisión debe tomarse por los dos tercios por lo menos, de los miembros del Comité Central, y la sanción comenzará a aplicarse desde el momento de ser decidida. Sin embargo, las decisiones del Comité Central sobre este particular, serán llevadas oportunamente al conocimiento del Congreso.
Los actos de un miembro del Comité Central que sean criticados por su organismo de base y que sean merecedores de sanción, deberán ser considerados por el Comité Central al recibir el informe del organismo inferior correspondiente.
Art. 24- Podrán ser separados de sus cargos de dirección, los miembros que no justifiquen en el desempeño de sus funciones la confianza puesta en ellos por el Partido, o que pierden su honor y dignidad.
Art. 25- Será suspendido indefinidamente como miembro del Partido aquel que, sin causa justificada, debe (así en el original) de asistir a su célula durante un período de tres meses o deje de pagar su cuota mensual por el mismo período y no atienda las recomendaciones que se le hagan.
Art. 26- Las denuncias contra un miembro del Partido deben ser hechas en el organismo correspondiente. Este podrá exigir su ratificación por escrito. El acusado tendrá derecho a presentar en su defensa todas las pruebas que estime convenientes.
Las quejas y denuncias de personas no miembros del Partido contra alguno de sus miembros, deberán ser atendidas y tramitadas debidamente.
Art. 27- Todo miembro del Partido que estime injusta una sanción recibida podrá pedir su reconsideración, al organismo, que se la impuso. Caso de que no se reconsidere la sanción, podrá recurrir ante los organismos superiores, incluso ante el Congreso.
Art. 28 Para proceder al levantamiento de la suspensión ya sea temporal o indefinida, o a la readmisión de una persona separada, es necesario a) La superación de parte del sancionado, de sus errores; b) El informe sobre su actuación política y privada desde el momento de la aplicación de la sanción. El levantamiento de la suspensión y la readmisión serán tramitados por el organismo que impuso tales sanciones o por el inmediato superior.
Art. 29- A los individuos de quienes se compruebe que son agentes del enemigo, se les aplicará un procedimiento especial de expulsión, debiéndose tomar en cuenta la seguridad del Partido.
El miembro u organismo que tenga indicios de la presencia de un agente del enemigo en las filas del Partido, loc (sic!) comunicará a la Comisión Política del Comité Central, que tomará en sus manos e1 caso hasta fallarlo.
CAPITULO VI
DEL FUNCIONAMIENTO DEL PARTIDO
Art. 30- El funcionamiento del Partido se rige por el principio del centralismo democrático, que significa:
a) Elección democrática, directa o por medio de delegados, para todos los cargos y organismos dirigentes.
b) Obligación de los organismos dirigentes de informar regularmente de sus actuaciones a todos los miembros del Partido.
c) Obligación absoluta para los organismos inferiores de cumplir los acuerdos de los organismos superiores.
d) Subordinación de la minoría a la mayoría y observación de la disciplina firme y consciente del Partido.
e) Prohibición de la existencia de fracciones en el Partido.

Art. 31- La dirección colectiva es el principio rector del trabajo de los organismos del Partido, los que deben discutir y decidir colectivamente las cuestiones políticas y las tareas. La dirección colectiva está estrechamente unida a la responsabilidad individual y se complemente con ella.

El culto a la personalidad es extraño al Partido marxista-leninista.

Art. 32.- Los miembros de todos los organismos del Partido deberán ser elegidos democráticamente. Todas las elecciones deben reflejar cabalmente la voluntad de los electores y serán nominales.
Bajo las condiciones de su ilegalidad, en caso de no poderse celebrar elecciones en Asamblea, la designación la harán transitoriamente los organismos de dirección; pero en este caso, en el menos tiempo posible, deben someterse el nombramiento o nombramientos a la aprobación o desaprobación de la respectiva Asamblea.

Art. 33- Todos los miembros tienen derecho a discutir libremente en las reuniones las cuestiones políticas y del Partido. Los organismos dirigentes son responsables de asegurar la democracia interna para permitir la más amplia discusión, a fin de desarrollar la crítica y la autocrítica y fortalecer la disciplina consciente y voluntaria. Terminada la discusión, el voto de la mayoría decide y todos los afiliados están obligados a acatar la resolución adoptada. La discusión sobre el asunto en debate sólo puede ser reabierta por decisión de la mayoría del mismo organismo o por el organismo superior. El afiliado que mantenga desacuerdos con la decisión adoptada tiene derecho a recurrir ante el organismo superior, incluyendo al Comité Central y al Congreso, cuyas decisiones son definitivas; pero mientras la decisión no sea revocada, deberá ser aplicada incondicionalmente.
Todo miembro del Partido tiene el derecho de guardar su opinión si no está persuadido de que una resolución tomada es correcta; pero al mismo tiempo, debe aplicar esta resolución, incondicionalmente, con plena honradez y dedicación. Guardar la propia opinión no significa propagarla, sino conservarla, y exponerla en los organismos correspondientes, en los casos en que se reabra la discusión sobre el asunto de que se trate.
Art. 34- La crítica y la autocrítica deben ser practicadas ampliamente en todos los organismos del Partido, en la dirección y en la base. La crítica y la autocrítica constituyen la ley de su desarrollo, el método principal en la formación de sus militantes, el mejor procedimiento para enjuiciar su trabajo y examinar la conducta de su miembros. La más amplia libertad de crítica y autocrítica constituye la mejor manera de descubrir y combatir las debilidades los errores, y de superar y fortalecer a todos los organismos y miembros. La crítica y la autocrítica son un derecho y un deber, han de aplicarse partiendo de1 deseo de fortalecer la unidad de1 Partido.

La discusión de los problemas debe ser- organizada de tal modo que no degenere en una polémica sin límites que impida la realización de las tareas o sirva de pretexto para la formación de grupos f’raccionalistas que rompan la disciplina y la unidad del Partido.

El ejercicio de la crítica no puede ser coartado. Debe aplicarse en forma constructiva y nunca fuera de los organismos del Partido. Quien no aplica o impide la crítica y la reemplaza por el halago y la familiaridad causa un grave daño al Partido, lo mismo que quien haga la crítica con espíritu sectario.
CAPITULO VII
DE LA ESTRUCTURA DEL PARTIDO
Art. 35- Los órganos del Partido en escala nacional son los siguientes:
a) Congreso del Partido, integrado con la representación de todas las bases del Partido,
b) Comité Central (C.C.) del Partido, electo por el Congreso.
c) Comisión Política del C.C., electa por éste de su seno; y
d) Secretariado del C.C. electo por éste entre los integrantes de la Comisión Política.
Art. 36 – Los órganos del Partido en escala departamental son los siguientes:
a) Asamblea Departamental integrada con la representación proporcional de los miembros del Partido en el Departamento;
b) Comité Departamental, electo por la Asamblea respectiva.
Art. 37- Los órganos del Partido en escala local son los siguientes.
a) Asamblea Local, integrada con la representación proporcional de todos los miembros del Partido en una localidad;
b) Comité local, electo por la respectiva Asamblea.
Art. 38- Los órganos de dirección del Partido en un barrio, cuando sea necesario, son los siguientes:
a) Asamblea de Barrio, integrada por la representación proporcional de todos los miembros del Partido en el Barrio; y
b) Comité de Barrio, electo por la respectiva Asamblea.
Art. 39- El Comité central podrá crear organismos intermedios de dirección sin sujeción a un criterio territorial de sus atribuciones y autoridad cuando lo estime conveniente para el desarrollo del Partido o para la mejor aplicación de su línea en un frente de trabajo.
Art. 40- Las organizaciones de base del Partido son las células y en ellas el Partido organiza a sus miembros.
Las células pueden ser de empresa, taller, fábrica, finca, hacienda, barrio, pueblo, cantón, centro de estudios, gremio, etc., según sea que se agrupa a los militantes del Partido en una empresa, finca, hacienda, etc.
CAPITULO VIII
DE LOS ORGANOS NACIONALES DEL PARTIDO
Art. 41- El Congreso del Partido es su más alta autoridad y se integra con los miembros del Comité Central y con delegados electos por las células de acuerdo con una proporción fijada por el Comité Central. . Podrán asistir los candidatos a miembros del Comité Central y otros invitados con voz pero sin voto. El Congreso se celebrará cada tres años, previa convocatoria del Comité Central, y puede ser convocado extraordinariamente cuando el Comité Central lo considere necesario por mayoría de votos, o por petición de por lo menos la mayoría absoluta de Comités Departamentales al Comité Central. Cuando circunstancias especiales lo justifiquen podrá posponerse su reunión ordinaria.
Art. 42- El Congreso del Partido sólo podrá ser convocado por el Comité Central y con tres meses de anticipación por lo menos. El orden del día y los materiales y proyectos del mismo deberán ser elaborados por el Comité Central y después de haber sido aprobados por Éste serán entregados a las organizaciones de base, por lo menos, con tres meses de anticipación, para que puedan ser conocidos y discutidos ampliamente por todos los militantes del Partido.
El Comité Central tendrá la obligación de recoger y sintetizar las opiniones y sugerencias de las bases, fruto del estudio y discusión de estos materiales, y de darles a conocer al Congreso para que los acuerdos del mismo, sean el resultado del esfuerzo creador de todo el Partido.
Art. 43- Al instalarse el Congreso nombrará de su seno una mesa Directiva de 5 miembros que someterá a discusión el Reglamento Interno del mismo, dirigirá los debates y hará el resumen de las sesiones. Además, nombrará las comisiones que juzgue necesarias para que preparen los proyectos de resolución que deberán adoptarse todos los delegados al Congreso del Partido estarán en condiciones de igualdad. Todos los delegados opinarán y votarán en el Congreso atendiendo al mandato de las bases respectivas, o según su propio criterio formado al través de las discusiones desarrolladas en el’ seno del Congreso.
Art. 44- Las atribuciones del Congreso del Partido, exclusivamente suyas, son las siguientes:
a) Discutir, aprobar, improbar o modificar los informes que le presente el Comité Central.
c) Aprobar o modificar el Programa del Partido y los Estatutos del Partido.
d) Determinar la orientación fundamental de la política del Partido.
e) Fijar el número de los miembros del Comité Central y de los candidatos a miembros, no debiendo ser menos de quince el número de los titulares.
f) Elegir y sustituir a los miembros y a los candidatos a miembros del Comité Central.
g) Resolver sobre los recursos que sean sometidos a su consideración.
Art . 45- El Comité Central constituye la más alta autoridad del Partido mientras no esté reunido el Congreso. Ordinariamente durará en sus funciones tre (así en el original) años, El Comité Central se reunirá en pleno cada tres meses por convocatoria de la Comisión Política del Comité Central. El Comité Central podrá reunirse extraordinariamente o su reunión ordinaria podrá ser pospuesta, cuando las circunstancias así lo exijan.
Art. 46 Son atribuciones del Comité Central:
a) Dirigir la lucha del Partido de acuerdo con el Programa y las resoluciones del Congreso;
b) Velar por el cumplimiento de los Estatutos;
c) Tomar todas aquellas medidas que sean necesarias para la aplicación de la línea política del Partido trazada por el Congreso, estando autorizado para introducirle las modificaciones necesarias de -acuerdo con los cambios de la situación concreta;
d) Elegir y remover a la Comisión Política, cuyo número no deberá ser menos de nueve miembros, al Secretariado y al Secretario General del Comité Central;
e) Designar a los directores de los órganos centrales de expresión del Partido;
f) Nombrar responsables de las Comisiones del Comité Central;
a) Elegir a la Comisión de Control y Vigilancia del C.C.;
b) Crear y disolver organismos del Partido cuando así convenga a los intereses, a la buena marcha y la disciplina del mismo;
c) Conocer de los recursos y de todas aquellas cuestiones que sean elevados a su consideración.
Art. 47- Los candidatos a miembros del Comité Central podrán asistir a los plenos del Comité Central con derecho a voz pero sin voto. En caso de que se produzcan vacantes en el Comité Central éste designará a los sustitutos, eligiéndolos entre los candidatos a miembros del CC.
El Secretario General del Comité Central preside a la Comisión Política y al Secretariado del Comité Central.
Art. 48- La Comisión Política del Comité Central (C.P. del C.C.) es la autoridad más alta entre Pleno y Pleno del Comité Central, se reunirá periódicamente en la forma que ella misma lo establezca; dirigirá la actividad del Partido, en tanto no esté reunido el C.C., dentro de los acuerdos del Congreso y del Comité Central. Además será el organismo encargado de concluir los pactos y alianzas políticas, escoger a los miembros que serán candidatos para cargos de elección popular y dirigir a los diputados que pertenezcan al Partido.
Art. 49 El Secretariado del Comité Central está integrado por el numero secretarios que acuerde el Comité Central. El Secretariado del Comité Central es el responsable del trabajo diario de la dirección del Partido, de cumplir y hacer cumplir los acuerdos del Comité Central y de la Comisión Política del Comité Central, de la distribución y formación de los cuadros, debiendo informar sobre sus actividades a la Comisión Política del Comité Central.
CAPITULO IX
DE LOS ORGANISMOS INTERMEDIOS DF DIRECCION
Art. 50 El organismo Superior del Partido en cada departamento es la Asamblea Departamental, integrada por delegados de las células y por los miembros del Comité Deaprtamental (así en el original). La proporcionalidad de la representación de las Células de la jurisdicción será fijada por el Comité Departamental de acuerdo con la Comisión Política del CC.
Se reunirá una vez cada seis meses, convocada por el Comité Departamental. Puede remover a uno o a más miembros del Comité Departamental, aún (así en el original) cuando no hayan cumplido el período para el cual fueron electos, si de acuerdo con los estatutos hay motivo para ello. Extraordinariamente podrá ser convocada por el Comité Departamental o cuando lo soliciten la mayoría de organismos de base del departamento o por decisión de la Comisión Política.
Art. 51- E1 Comité Departamental tendrá el número de integrantes que determine la Asamblea Departamental. Deberá reunirse por lo menos una vez cada quince días ordinariamente y extraordinariamente cada vez que sea convocado por su Secretario General, por tres de sus miembros o por su Secretariado.
El Comité Departamental, cuando sea necesario, podrá integrar de su seno un Secretariado con la cantidad de miembros que se estime conveniente. Sus funciones serán las de coordinar el trabajo del Comité Departamental y ejecutar todos sus acuerdos, Deberá informar de lo actuado en cada reunión del Comité Departamental (así en el original).
El Comité Departamental designará las comisiones de trabajo que considera necesarias, dirigirá la actividad del Partido en el Departamento, y aplicará las decisiones de los organismos superiores,
Art. 52- El organismo superior del Partido en cada localidad es la Asamblea Local, integrada por los miembros del Comité Local y por los delegados de las células de la jurisdicción. La proporcionalidad de la representación de las células será fijada por el Comité Local de Acuerdo con el Comité Departamental respectivo, y por los organismos superiores de dirección cuando lo estimen necesario.
La Asamblea se reunirá una vez cada seis meses, discutirá el orden del día fijado y designará cada año al Comité Local.
La Asamblea Local podrá ser convocada en forma extraordinaria por el Comité Local o a pedido de la mayoría de las células de su jurisdicción, por el Comité Departamental, o por los organismos superiores de Dirección.
Art. 53- El Comité Local tendrá el número de integrantes que determine la Asamblea Local. Deberá reunirse ordinariamente cada semana, y extraordinariamente cada vez que sea convocado por su Secretario General o tres de sus miembros. Podrá designar las comisiones de trabajo que considere necesarias.
El Comité Local dirigirá la actividad del Partido en su jurisdicción y aplicará las decisiones de los organismos superiores.
Art. 54- El organismo superior del Partido en los barrios donde sea necesaria su existencia será la Asamblea de Barrio, integrada por los miembros del Comité de Barrio y por los delegados de las células de la jurisdicción. La proporcionalidad de la representación de las células será fijada por el Comité de Barrio, de acuerdo con el Comité Local. Podrá ser fijada, en caso necesario, por los organismos superiores.
La Asamblea de Barrio se reunirá ordinariamente cada seis meses, discutirá la orden del día fijada por el Comité de Barrio, y designará al Comité de Barrio cada año.
La Asamblea de Barrio podrá ser convocada extraordinariamente por el Comité de Barrio o a pedido de la mayoría de los organismos de su jurisdicción o por un organismo superior a ella.
Art. 55- El Comité de Barrio tendrá el número de integrantes que determine la Asamblea de Barrio. Deberá reunirse ordinariamente una vez por semana y cada vez que sea convocado por el Secretario General o por tres de sus miembros.
El Comité de Barrio dirigirá la actividad de las organizaciones del Partido en su jurisdicción y aplicará las decisiones de los organismos superiores a él.
Art. 56- Ninguno de los organismos departamentales, locales, de barrio, ni las células o sus representantes, podrán hacer pronunciamientos públicos sobre problemas políticos de carácter nacional o internacional en los que aún el Partido no haya adoptado su línea; sin embargo, podrán realizar discusiones dentro de sus respectivas organizaciones y hacer proposiciones a los organismos nacionales del Partido.
Los organismos locales deberán desarrollar la suficiente iniciativa y actividad en todos los asuntos de su respectiva jurisdicción
CAPITULO X
DE LAS ORGANIZACIONES DE BASE DEL PARTIDO
Art. 57- La célula es la organización fundamental del Partido. Es la que permite aprovechar el esentusiasmo (así en el original), la voluntad y la iniciativa de los militantes y al mismo tiempo formarlos en el espíritu del Partido. Es la receptora de las necesidades y de las aspiraciones del pueblo, la transmisora de los mismos a los organismos de dirección, e igualmente la ejecutora de la línea del Partido en el seno de las mismas.
Art. 58- Las células tendrán como mínimo tres miembros, con una organización interna de tres responsables, por lo menos: un responsable de la célula, que podrá asumir al mismo tiempo la organización; un responsable de finanzas y otro de educación y propaganda. La célula podrá nombrar más responsables cuando lo juzgue necesario.
Art. 59- Las células podrán ser organizadas por un organismo intermedio, o directamente por el Secretariado del Comité Central o por el Responsable de Organización del Comité Central.
Art. 60. Las células deberán reunirse ordinariamente una vez por semana; extraordinariamente todas las veces que fuere necesario. Pueden convocar a una reunión extraordinaria, el responsable de la célula o dos de sus miembros. También podrá ser convocada extraordinariamente la reunión de la célula por un organismo superior a ella.
Art. 61- Aquellas células, que por pertenecer a grandes empresas o concentraciones agrícolas, o por otras razones, reclamen atención especial, podrán depender directamente de la Comisión Política del CC. o del Comité Departamental respectivo, previa decisión de la Comisión Política.
Art. 62- La célula vincula estrechamente al Partido con la clase obrera, los campesinos y demás clases populares. Sus principales tareas son:
a) Realizar trabajo de dirección, agitación, propaganda y organización entre las masas; difundir entre ellas el marxismo-leninismo, su línea política, su prensa y literatura.
b) Organizar a los trabajadores y a la población de su jurisdicción para la lucha general de la clase obrera y el pueblo, por la liberación nacional y social. Conocer de las necesidades y sentimientos de los trabajadores y del pueblo y comunicarlo a los órganos superiores del Partido. Discutir los problemas de 1as masas y esforzarse de manera creadora por encontrarles soluciones adecuadas. Hacer que los miembros del partido tengan participación activa en los sindicatos y organismos de masas, atendiendo a los problemas políticos, económicos y culturales de los trabajadores y del pueblo, para que se organicen y luchen por la solución de todos los problemas que les afectan.
c) Reclutar sistemáticamente nuevos afiliados, educándolos políticamente y ayudándoles a asimilar los fundamentos del marxismo-leninismo.
d) Desarrollar la crítica y la autocrítica, para proceder a la corrección de los errores, mejorar el trabajo del Partido y educar a los afiliados en el espíritu de lucha intransigente frente a los defectos en el trabajo del Partido.
e) Hacer llegar Fondos al Partido.
CAPITULO XI
GRUPOS DEL PARTIDO EN LAS ORGANIZACIONES DF MASAS
Art. 63- Los miembros del Partido que pertenezcan a una misma organización de masas, o algunos de ellos, según lo estime conveniente el organismo superior correspondiente, constituirán un Grupo del Partido. El trabajo en Grupo del Partido no exime a los miembros del deber fundamental de pertenecer a una célula. El Grupo del Partido no es un organismo de base del Partido, sino solo un órgano auxiliar que agrupa a los miembros del Partido en las organizaciones de masas; su misión es coordinar el trabajo, acrecentar la influencia del Partido y aplicar la línea política en ese sector.
Art-64- Los Grupos del Partido están subordinados a los correspondiente (asi en el original) organizaciones del Partido (Comité Central, Comité Departamental, Comité Local o de Barrio), y tiene la obligación de regirse por las resoluciones de los organismos dirigentes del Partido y por sus propias resoluciones adoptadas dentro de la línea política de éste.
CAPITULO XII
EL PARTIDO Y LA JUVENTUD COMUNISTA
Art. 65- La Juventud Comunista de El Salvador (J.C.S.,) es una organización de jóvenes partidarios del marxismo que cuenta con iniciativa propia y constituye una activa auxiliar y reserva inagotable en la formación de nuevos miembros para el Partido.
Art. 66- La J.C.S. ayuda al Partido, de acuerdo con sus características y peculiaridades, a la tarea de organizar, educar y dirigir a las masas juveniles salvadoreñas, para incorporarlas a la lucha por sus propias reivindicaciones y a la lucha general del pueblo por la revolución de liberación nacional, anti-feudal y anti-imperialista.
Art. 67- Las organismos de la J.C.S. gozan del derecho de amplia iniciativa en el examen y planteamiento de sus problemas. La J.C.S, realiza sus actividades de acuerdo con sus Estatutos su Programa (sic!), las resoluciones emanadas de sus organismos, y bajo la dirección del Partido.
Art. 68- El principia rector de la estructura orgánica de la J.C.S. es el centralismo democrático.
Art. 69- Dejan de pertenecer a la J.C.S. los afiliados que ingresan al Partido o que sean candidatos a miembros, salvo el caso de que ocupe puestos de dirección en ella.
Art. 70- Durante el período de consolidación y organización de la J.C.S. el Partido Comunista de El Salvador prestará especial solicitud y tomará todas las medidas necesarias para asegurar el correcto proceso de su formación
CAPITULO XIII
DE LAS FINANZAS Y FONDOS DEL PARTIDO
Art. 71- Los ingresos del Partido están formados por las cuotas ordinarias y extraordinarias de todos los miembros del Partido, el producto de las campañas financieras, los aportes voluntarios de amigos y simpatizantes, y los fondos obtenidos por todos los medios que no comprometan en ninguna forma la independencia y el prestigio del Partido.
Art. 72- Los miembros del Partido que ocupan cargos de elección popular, deben entregar su sueldo íntegro al Partido, el que, de acuerdo con los salarios anteriormente devengados por aquellos, y tomando en cuenta sus nuevas necesidades y los gastos de representación de los cargos que ocupen les designará los sueldos que les permitan vivir honestamente, dentro de las posibilidades del Partido, considerándolos como funcionarios del mismo.
Art. 73- Las cuotas ordinarias se fijarán voluntariamente por los miembros del Partido y se pagarán mensualmente en el Comité de Base, pero en ningún caso podrán ser inferiores a las que resulten de aplicar las tabla siguiente: medio por ciento (1/2%) para los que tengan un salario mensual hasta de 5O colones; uno por ciento (1%) para los que tengan un salario mensual mayor de 50 colones hasta 200 colones; dos por ciento (2%) para los que tengan un salario mensual mayor de 200 colones hasta 300 colones; tres por ciento (3%) para los que tengan un salario mayor de 300 colones hasta 500 colones.
Los que ganen más de 500 colones darán una cuota convenida con la Comisión de Finanzas del Comité Departamental respectivo, la cual nunca podrá ser menor del tres por ciento (3%). En los casos que por excesivas cargas familiares un miembro no pueda pagar la cuota que le corresponda según la tabla, podrá solicitar una reducción ante la Comisión de Finanzas.
Los compañeros que carezcan de ingresos monetarios pagarán una cuota simbólica convenida en su organismo de base.
Art. 74- La Comisión de Finanzas y la Comisión de Organización del Comité Central controlará el pago regular de las cuotas.
En casos especiales las células podrán disponer de parte de sus ingresos previa autorización del organismo inmediato superior.
Art. 75- La Comisión de Finanzas del Comité Central, elaborará el presupuesto general del Partido, cuyos fondos serán administrados por el responsable de la misma.
Art. 76- El Comité Central recibirá balances e informaciones periódicas de la Comisión de Finanzas del Comité Central, los revísar (a?) (sic!) y a su vez informará al Congreso del Partido.
Art. 77- El patrimonio del Partido está formando por sus ingresos, bienes muebles e inmuebles.
CAPITULO XIV
DE LAS RELACIONES INTERNACIONALES
Art. 78- El Partido Comunista de El Salvador, consecuente con el internacionalismo proletario, mantendrá y fortalecerá constantemente las relaciones fraternales de solidaridad con los demás Partidos hermanos, aprovechando al máximo sus experiencias y enseñanzas. El desarrollo de estas relaciones corresponde a la Comisión Política del Comité Central.
Mantendrá solidaridad con todos los pueblos y procurará mantener relaciones con sus organizaciones revolucionarias
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CEM reproduce Estatutos del PCS de 1964

SAN SALVADOR, 8 de mayo de 2010 (SIEP) “Prometo solemnemente la más firme lealtad a los intereses de la clase obrera y del pueblo salvadoreño y a los movimientos progresistas del mismo…”afirmaron decenas de luchadores sociales, hombres y mujeres, cuando juramentaron como militantes del Partido Comunista de El Salvador, PCS… explico el Lic. Roberto Pineda, del Centro de Estudios Marxistas “Sarbelio Navarrete.”

“Era un juramento que se hacia clandestinamente y significaba entregar la vida a la causa de la revolución y el socialismo, era un momento solemne, era recibir una bandera roja que había sido alzada en la insurrección de enero de 1932, era consagrarse a las luchas del pueblo por la democracia y la justicia social…”
“Estos Estatutos fueron discutidos y aprobados por el V Congreso del PCS, realizado en marzo de 1964, en el que también se aprobaron el Informe del Comité Central saliente y el Programa Agrario, que como CEM hemos ya publicado. Quedamos pendientes de publicar digitalmente el Programa General que también fue aprobado en esa reunión. En este V Congreso fue electo Saúl (Salvador Cayetano Carpio) como secretario General del PCS). El primer congreso fue el 30 de marzo de 1930. El segundo en 1946. El tercero en 1948. El cuarto en 1950. El sexto en 1970. El séptimo en 1979. El octavo en 1992. Y el noveno y último en1995. El PCS tuvo una existencia de 65 años.”
“De nuevo agradecemos como fuente de este documento al Archivo Histórico Revolucionario Salvadoreño y que fue digitalizado por el Centro de Información, Documentación, y Apoyo a la Investigación (C.I.D.A.I.), de la Universidad Centro Americana “José Simeón Cañas”

“Estos Estatutos del PCS fueron originalmente aprobados en el II Congreso en 1946, reformados en 1964. En 1979 fueron discutidos y aprobados nuevos Estatutos del PCS, los cuales publicaremos próximamente, que son los que llegaron hasta 1995.
Una de las reformas aprobadas por el V Congreso fue la de cambiar el lema del Partido, que era: “Por la liberación Nacional, Trabajadores Salvadoreños Uníos”, por el lema de la solidaridad internacional de los trabajadores: “PROLETARIOS DE TODOS LOS PAISES, UNIOS!”, palabras finales del Manifiesto Comunista de Marx y Engels de 1948, y que se mantuvo vigente en el PCS hasta su disolución en 1995.
Reproducimos para finalizar, y como un espejo en que debemos de vernos hoy en el FMLN, lo que se consideraba en aquella época como atributos de la personalidad de los comunistas:
“Los derechos y obligaciones son los fundamentos básicos de una buena militancia. El comunista debe ser un ejemplo en todos los órdenes de la vida, y no le es permisible empañar el prestigio del Partido. Los Estatutos le confieren el derecho de elegir y ser electo de acuerdo con sus capacidades y méritos, para cualquier cargo de dirección. Todos los militantes tienen que ser luchadores de primera línea por las reivindicaciones económicas y políticas del pueblo tienen el deber de salvaguardar por todos los medios la unidad ideológica y orgánica del Partido, que es la condición principal de su fuerza y poderío; tienen que mantener en alto vigilancia revolucionaria y proteger al Partido contra la penetración de los agentes del enemigo o de personas indignas de llevar el honroso título de comunistas; tienen que estrechar día a día sus vínculos con las masas; tienen que esforzarse por elevar continuamente su nivel ideológico y político, su grado de conciencia y por asimilar los fundamentos del marxismo-leninismo.”

Algunos antecedentes del conflicto arenero y de la derecha (parte I)

Cuando Elías Antonio Saca asumió la candidatura presidencial en 2003, el partido ARENA sufría un significativo deterioro. Por una parte había tenido magros resultados en las elecciones legislativas y de alcaldes de los años 2000 y 2003; por otra parte, el Presidente Francisco Flores había mostrado poco interés en el partido.

Unas semanas antes de su nombramiento como candidato, habían surgido varios precandidatos, entre ellos se destacaba Armando Calderón Sol que ya había montado casa de campaña. Para la vicepresidencia aparecía Silvia Aguilar como favorita de las bases areneras.

Pero de pronto vinieron las omnipotentes voces del gran capital salvadoreño, en pocas horas sacaron a Armando Calderón de la jugada. Les costó un poquito mas quitar del camino a Silvia Aguilar, pues tuvieron que usar la prensa para recordarle que había comprado su titulo de abogado en una universidad salvadoreña. En pocas horas los amos del país impusieron a Elías A. Saca y a la Sra. Vilma de Escobar. Ambos, empleados de confianza de los poderosos grupos de poder económico.

El mismo Saca lo comentaba muchas veces en privado cuando estaba en la presidencia, que le habían entregado un partido destruido, hecho pedazos por la indiferencia de Paco Flores y él lo había levantado. El actual ARENA le costaba mucho esfuerzo y dinero, y por tanto era su propietario.

Pero además el período presidencial de Saca fue el de las transformaciones del control de la propiedad de las grandes empresas generadoras de la riqueza económica. Los bancos dejaron de ser de las grandes familias y pasaron a ser propiedad de las transnacionales financieras. Grandes empresas símbolos de la economía nacional como la Constancia, Cemento CESSA, Cemento Maya, etc. pasaron también a ser propiedad de grandes transnacionales. Otras empresas ya habían emigrado años antes, como es el caso de las dos tabacaleras, la ADOC, etc. se habían instalado en otros países de la región centroamericana.

Durante este período presidencial de Saca, muchos poderosos empresarios, cuya fuerza era consecuencia de aparto empresarial que poseían, pasaron a ser simples “burros con pisto” al vender sus acciones y empresas. Esto les hizo perder poder político. Los nuevos dueños del país eran los nuevos propietarios de la banca y de las industrias estratégicas, que ni se imaginaban que además de un banco o una fábrica adquirían un país.

Por tanto, Antonio Saca ya no tenía patronos locales a los cuales obedecer. Cuando las tradicionales familias le quisieron dar ordenes, él simplemente se reveló. Ahora tendrían que entenderse de tu a tu. Además el dueño del instrumento político era Saca y no la vieja oligarquía. El antiguo y fiel empleado ahora se creía también patrón y exigía ser sentado en la mesa entre iguales.

Las primarias internas para elegir candidatos a la alcaldía de San salvador y a la presidencia de la Republica, fueron solamente un show para ocultar la disputa interna entre una antigua oligarquía económica que exigía la devolución del partido y el presidente Saca que se negaba a cederlo. Saca impuso al candidato Norman Quijano, a Rodrigo Ávila y la mayoría de los diputados. La vieja oligarquía se replegó y colaboró poco en la campaña. No tenían empacho en señalar su descontento con lo que pasaba. Acusaban a Saca y su equipo, conocido humorísticamente como “la Jaula de las Locas”, de ser una pandilla corrupta de mafiosos. En el fondo deseaban que las cosas le salieran mal al presidente.

Este grupo descontento sostenía que ARENA había fallado en reinventarse, como lo hacía siempre antes de cada elección presidencial. Que parecían “mas de lo mismo” en un momento en el cual el votante quería cambios. Por ello las encuestas electorales no les favorecían. El grupo de Saca confiaba en que el miedo al FMLN llevaría a los sectores descontentos de la derecha a unificarse en torno a sus candidatos. Según sus cálculos no tendrían más opción que apoyarlo.

La victoria de Norman en San Salvador, fue un momento importante, renovaron sus esperanzas de ganar. Se juntaron a limar asperezas y se tomaron la foto de familia. Había una posibilidad de triunfo, evitarían que ganaran los comunistas y después arreglarían las cuentas pendientes. Pero la unidad llegaba demasiado tarde.

A la tardanza en aparecer juntos, se agregaron los garrafales errores cometidos por el PCN cuando quiso sacar a patadas a Chévez de la candidatura presidencial para apoyar la de Ávila. Además Mauricio Funes había organizado un entramado de alianzas, pactos y expresiones de apoyo que le harían crecer su votación.

En forma paralela y en privado, las tradicionales familias habían organizado lazos de comunicación con el equipo de campaña de Mauricio. Habían obtenido seguridades sobre la futura conducción del gobierno en caso de ganar. Algunos hasta dejaron unas limosnas en los platos. Aunque la propaganda electoral arenera sobre Hugo Chávez sonaba con fuerza en los medios de comunicación, la vieja oligarquía sabía que eso no ocurriría si triunfaba Funes. Los antiguos oligarcas jugaban a una estrategia de dos carriles, pero con la posibilidad que el segundo carril se convirtiera en el primero, como efectivamente sucedió.

*Juan José Martel
colaborador de PSES

COMUNICADO DEL EJERCITO REVOLUCIONARIO DEL PUEBLO E.R.P. (mayo de 1975)

El Ejército Revolucionario del Pueblo E.R.P. acaba de salir victorioso de una de los ataques más peligrosos que lanza la tiranía y el imperialismo. Los aparatos de policía secreta del país dirigidos por la C.I.A. (Agencia de Inteligencia del imperialismo Norteamericano) hicieron el intento de infiltrarse en nuestra organización revolucionaria con el propósito de destruirla y hacer caer a las masas populares en la frustración al ver una de sus organizaciones de vanguardia aniquilada por el enemigo.

No obstante, los revolucionarios salvadoreños ya dejamos atrás el tiempo en el que la policía secreta y la C.I.A. actuaban sin ser detectadas, asesinado a revolucionarios en crímenes que nunca fueron esclarecidos, y capturando a gente trabajadora y revolucionaria.

El Ejecito revolucionario del Pueblo logro detectar y contrarrestar la infiltración enemiga y por eso el enemigo ha reaccionado con los rastrillos, las capturas, los bloqueos de carreteras con el objetivo de destruir a las organizaciones revolucionarias con los métodos convencionales, ya que sus métodos de infiltración fracasaron rotundamente.

El Ejercito Revolucionario del Pueblo fue objeto de infiltración enemiga por medio del salvadoreño Roque Dalton, quine militó durante algún tiempo en nuestra organización revolucionaria y quien estaba colaborando con los aparatos secretos del enemigo. La labor traidoras que realizo Roque Dalton en el seno de nuestra organización costó a nuestra organización y a nuestro pueblo la vida de dos de sus mejores combatientes Armando y Mauricio y el fracaso de algunas acciones militares revolucionarias. Roque Dalton fue detectado, capturado y fusilado por las fuerzas del E.R.P. Existen innumerables pruebas de su labor traidora en el seno de nuestra organización.

Ante este éxito del E.R.P. contra la infiltración, el enemigo ha reaccionado rabiosamente con los rastrillos, los cercos, los bloqueos de carreteras y mas refinadamente tratando de confundir a los sectores populares, publicando volante sy difundiendo rumores a nombre del E.R.P. Hacemos un llamado a todos los sectores revolucionarios y progresistas a no dejarse confundir con estas medidas del enemigo.

El Ejercito Revolucionario del Pueblo E.R.P. siempre reconocerá públicamente las acciones militares que realice y sus comunicados tiene que ser suscritos por el Estado Mayor del E.R.P. o bien por el Partido de la Revolución Salvadoreña marxista-leninista (actualmente en formación).
La prueba por la que ha pasado nuestra organización ha sido dura, pero también ha consolidado y compactado a nuestras filas. La decisión inquebrantable de Vencer o Morir, que ya se ha manifestado en múltiples combates con el enemigo, se mantendrá hasta el triunfo de la Revolución Salvadoreña.
VENCER O MORIR

ESTADO MAYOR DEL EJERCITO REVOLUCIONARIO DEL PUEBLO

E.R.P.

CEM reproduce Comunicado del ERP de 1975 informando de la muerte de Roque Dalton

SAN SALVADOR, 7 de mayo de 2010 (SIEP) “Me estremece leer este comunicado del ERP 35 años después, me invaden los mismos sentimientos de indignación y tristeza, de cuando lo leí por primera vez, pero hay que hacerlo…” expresó el Lic. Roberto Pineda, del Centro de Estudios Marxistas “Sarbelio Navarrete.”

“Es un comunicado que refleja uno de los momentos más confusos y dolorosos de la izquierda salvadoreña, en el cual una organización, el ERP, decidió eliminar físicamente a un adversario político e ideológico, de la calidad humana de Roque Dalton, acusándolo de ser “agente enemigo.”

“Algunos de los culpables de este crimen todavía caminan libres por las calles. La impunidad de que gozan los asesinos de Roque Dalton debe terminar. El cambio también significa conocer la verdad y el Presidente Funes tiene la responsabilidad histórica de decirnos quien, como, cuando, donde mataron a nuestro Poeta Nacional.”
“Debe de crearse a la mayor brevedad una Comisión Nacional de Notables, con plenos poderes para investigar este caso y deducir responsabilidades. Es un crimen de lesa humanidad que no puede prescribir. Esperamos todavía que el Presidente Funes reflexione que el mejor homenaje es conocer la verdad. El pueblo se lo agradecerá siempre.”
“La vida y obra de Roque es parte ya de nuestra salvadoreñidad. Los que lo asesinaron fracasaron en su intento de matar a este salvadoreño inmortal, que con sus poemas nos enseño que la alegría de la vida radica en la lucha y que con su muerte nos convoca a seguir encendiendo la luz de la justicia para esta su patria suya…”concluyo el Lic. Pineda.

BALANCE AUTO-CRITICO 1975-1976: RESISTENCIA NACIONAL (R.N.) Marzo-Abril, 1976

I – PRESENTACION
Ya va a hacer un año que la RESISTENCIA NACIONAL nace a la vida revolucionaria del país, como una organización independiente; dicho nacimiento, sin embargo, es en realidad el resultado de un largo proceso de depuración en las filas del antiguo Ejército Revolucionario del Pueblo (E.R.P), que tuvo su culminación en el mes de mayo de 1975 con el cobarde asesinato de dos valiosos combatientes del pueblo, Roque Dalton y “Pancho”, y la clarísima delimitación de dos vertientes, de dos tendencias, que venían gestándose en el seno del ERP: en primer lugar la corriente aventurera, militarista y blanquista responsable ya de varios crímenes contra la revolución y en segundo lugar la Resistencia Nacional que se presenta así, como una de las organizaciones que heredan la tradición revolucionaria del país y que ahora intenta sistematizar y aplicar la ciencia marxista-leninista a nuestra realidad concreta.

Desde entonces, en torno a la división ERP-RN y los dos asesinatos, han abundado las especulaciones; el enemigo mismo ha sacado provecho de la falta de información y de la situación misma, para arrojar lodo contra el movimiento popular salvadoreño.
Creemos, pues, que ya es hora de contribuir al esclarecimiento de un proceso que forma parte de la historia de la revolución salvadoreña; esta es una exigencia que hacemos nuestra y que encaramos con toda la seriedad y honestidad revolucionarias que el momento reclama. Esto significa que debemos revisar, re-hacer nuestra propia historia (que en última instancia es la historia del proceso), sacando a luz hechos y circunstancias hasta ahora desconocidos para el pueblo, pero que creemos necesarios para la comprensión global del problema.
La tarea no es nada fácil. El revisar nuestra historia y ubicarla dentro del marco de la lucha de clases en nuestro país, ha implicado reavivar viejas heridas y dolorosas experiencias; ha significado, también, un difícil proceso de auto crítica que intentamos plasmar en este documento. Y bien sabemos que esta situación puede ser aprovechada no solo por el enemigo, cada vez más refinado en su embestida ideológica contra el pueblo, sino también por los revisionistas, reformistas y oportunistas de toda laya que están prestos a batir palmas ante cada derrota parcial que sufre el proceso revolucionario salvadoreño. Tenemos previsto, pues, que toda la fauna oportunista gozara al ver plasmado un episodio doloroso de la historia salvadoreña; ya los veremos, en los corrillos y cafetines, en su dorada burocracia, en la verborrea impune, hacer comentarios superficiales e inútiles, del precio que la lucha del proletariado ha tenido que pagar en la búsqueda de una línea consecuente con sus principios, lejos de la conciliación con la burguesía.
Y sin embargo no nos preocupa esa situación. Nosotros lanzamos esta autocrítica abierta, de cara al pueblo, porque sabemos que el proceso nos lo está demandando. Y esta misión, no es de revolucionarios eludirla. Porque, además, si bien es cierto que nuestra crítica y auto-critica tiene su lado “negativo” (en el sentido de errores cometidos; pero sabemos que incluso los errores son valiosos en la experiencia), este ha sido el costo menor, necesario, para consolidar una línea política que va demostrando ser la correcta.
Porque ya pocos niegan que la RESISTENCIA NACIONAL, se ha convertido en elemento indispensable para la construcción del Partido de Vanguardia del proletariado en el proceso revolucionario salvadoreño; este hecho, no tan simple por cierto, explica los errores y los coloca en su real perspectiva. Motivo de más para que lancemos a la luz pública este documento que, desde ya, dedicamos a la gloriosa memoria de dos grandes combatientes: ROQUE DALTON y “PANCHO”.
II – DESARROLLO DEL E.R.P.
PRIMERA FASE (71 – 72)
I – ORIGEN Y NACIMIENTO (Situación y avance de la lucha de masas 67 – 71)
Todavía falta una historia de la guerrilla en nuestro país; ubicar su nacimiento y consolidación como vía hacia la toma del poder, exige por lo menos una revisión de la historia de la lucha de clases en El Salvador.
Es con el triunfo de la Revolución Cubana que el debate sobre las vías al poder se agudiza en los núcleos revolucionarios del país; el burocratizado Partido Comunista Salvadoreño (PCS) estancado por la inactividad y la falta de un análisis global de nuestra formación social concreta, se vio sacudido por el debate. Es por demás sintomático que los cuadros proletarios fogueados en la lucha contra la tiranía, desde los tiempos del castanedismo pasando por Osorio y Lemus, apoyados por otros grupos nacidos de la pequeña-burguesía radical, conducían aquella lucha ideológica. Estos compañeros, que no partían de una práctica burocrática sino que habían vivido la experiencia de la lucha de masas, interpretaban así, a su modo, la nueva situación creada por un proletariado en ascenso que peleaba su organización, consolidación y hasta su misma supervivencia, ante los embates de la dictadura.
La vieja burocracia del PCS, sin embargo, logró capear el temporal y aunque el debate siguió cada vez más agudo, logro ser absorvido* y diluido en complicados y largos mecanismos burocráticos. Por otra parte es de notar que en esta época (1960-66) se producían nuevas reagrupaciones políticas en el seno del pueblo, y la dictadura misma, alborozada por la perspectiva del MCC y la seudo-industrialización, se permitía una seudo-apertura “democrática” que terminó por encandilar a la vieja burocracia del PCS y esta, en la realidad, pospuso el debate sobre la vía armada hacia la toma del poder.
El capitalismo dependiente, sin embargo, mostraba ya una seria fisura en la segunda mitad de la década de los sesenta; una profunda crisis se abatió sobre el MCC y la seudo-industrialización, llegando hasta la estructura agraria y sacudiendo el edificio burgués. Los mecanismos “democráticos” burgueses comenzaron a mostrarse peligrosos para la dictadura y, en la brecha abierta por la crisis, irrumpieron las masas populares con todo su ímpetu creador. Es la época de la Gran huelga General del 67, de las grandes movilizaciones en torno a las huelgas de ANDES, etc.
Los cuadros revolucionarios, fogueados en aquellos combates, revitalizaron el problema de la vía armada hacia la toma del poder; ellos no hacían más que estructurar la experiencia misma de las masas populares, que habían apuntado, en los enfrentamientos de calle, a nuevas formas de organización y de lucha. La guerrilla, pues, había nacido en realidad en las calles de San Salvador; las masas populares, en la defensa de sus intereses y ante las crueles y bestiales embestidas de la dictadura, habían aprendido, espontáneamente, que ese era el camino.
Ahora, correspondía a los revolucionarios sistematizar la experiencia, dar la perspectiva, sistematizar una vía hasta entonces embrionaria: la vía armada. El PCS por su parte se desenmascaró ya en esta coyuntura: la “apertura a la derecha” abrió el camino a una serie de pasos agigantados que habrían de conducirlo al revisionismo más descarado. Y esta situación ya no era posible que la soportara el movimiento revolucionario.
Los cuadros revolucionarios se convirtieron, así, en los herederos de la larga tradición de lucha del pueblo salvadoreño, mientras el revisionismo sentaba sus reales en la burocracia del PCS. 1967-71, sin embargo, todavía marco un compás de espera: los cuadros surgidos de la lucha de masas, y que expresaban los intereses de la revolución proletaria, no acertaban a aglutinarse ni a consolidar todavía una línea coherente. El revisionismo, por su parte, conducía a las masas al matadero de la derrota electoral de 1972 y, con la desviación ya consolidada, lejos de atraer la experiencia de la misma, empujo a las masas a la conciliación y el oportunismo.
Por eso 1972 es un nuevo punto de inflexión: el pueblo derrotaba a la burguesía en su propio campo (las elecciones) pero al mismo tiempo la burguesía derrotaba al revisionismo en sus aspiraciones electoreras (demostrando su ineficacia como vía hacia la toma del poder). Doble negación que tendría su expresión política en la consolidación de una nueva alternativa: en 1972, nacían el E.R.P y las F.P.L intentando conducir al pueblo por el camino de la vía armada, en un intento por retomar el hilo de la historia de la revolución salvadoreña que fuera sangrientamente truncada en 1932.
El ERP se formaba con núcleos dispersos y nacidos al calor de la lucha de masas, lo cual significo el pago de un enorme precio: se negó al Partido como concepción, nos aislamos de las masas y de la lucha de masas, pusimos el acento en la lucha clandestina y los pequeños grupos conspirativos. Todo lo que “hueliera* a Partido” era despreciado, y se concebía la revolución como la tarea de una secta clandestina.
Este precio, en realidad, era el precio de una primera negación: la negación del Partido (para entonces, “partido” era el PCS). Hasta entonces no había conciencia de que era necesaria una segunda negación que pusiera en marcha un proceso encaminado a la construcción del verdadero Partido de Vanguardia.
Así es come se inición* en nuestra organización y en el proceso salvadoreño, la larga marcha hacia el Leninismo.
II – 2 VIA ARMADA HACIA LA TOMA DEL PODER:
El nacimiento del ERP se remonta al año 1972. El principal elemento aglutinador de aquella época, radicaba en la conciencia de la necesidad de dar organización e impulso a la lucha armada como vía hacia la toma del poder. La práctica política de quienes luego formaríamos el ERP, nos había demostrado que las estructuras orgánicas tradicionales (Partido Comunista, Organizaciones Sindicales, Organizaciones políticas nacionales y estudiantiles, organismos gremiales y de masa, etc* por su concepción y su estructura orgánica, constituían impedimentos reales objetivos y subjetivos para que de su seno mismo surgiera la práctica militar ligada a una práctica política. Sobre todo, la desviación de derecha en el partido había llegado al estado de negar la lucha armada como vía hacia la toma del poder para el proceso revolucionario salvadoreño, sustituyéndola por la vía pacífica, la vía electoral. Como resultado de esta situación, las nuevas organizaciones nacimos afirmando la necesidad de construir el aparato armado, impulsando la actividad guerrillera y negando el Partido. Es así como en los años 71 y 72, predominó en las nuevas organizaciones una concepción militarista, no solo en sus aspectos organizativos internos y clandestinos, sino en la misma argumentación y defensa de la lucha armada. La raíz de nuestra errónea concepción residía en el siguiente argumento: es necesario negar la concepción orgánica y política del PCS, su desviación de derecha, solo así puede construirse el aparato armado que siempre se han negado a construir en la práctica. Este análisis mecánico nos condujo a trabajar durante dos años en forma unilateral: construyendo el aparato armado para el proceso revolucionario salvadoreño. No caímos en la cuenta de que por negar un partido que no había alcanzado la calidad de marxista-leninista, negábamos también para nuestra propia formación, la necesidad de construir desde el principio núcleos políticos de Partido; y de esta forma caímos en una desviación de izquierda al unilateralizar* el trabajo orgánico orientado a la construcción de nuecleos* militares y para-militares que fundamentalmente determinaron el desarrollo y vida del ERP. Caímos pues en el error de un desarrollo orgánico en una sola dirección: la construcción militar, abandonando la construcción del trabajo político en el seno de las masas y en el seno mismo del ERP.
II – 3) GUERRILLERISMO – MILITARISMO:
Al predominar una línea organizativa militarista, se hacía difícil tener una visión de conjunto y buscar el camino político correcto. A nivel de la dirección, existía teóricamente la inquietud por el trabajo de masas y por la vida política interna, pero la estructura misma y la necesidad concreta de construir orgánicamente el aparato armado, impedían dar impulsos prácticos a esta inquietud.
Por otro lado, se comienzan a impulsar actividades militares revolucionarías y este ejercicio absorvió* en forma casi total el quehacer del ERP. La práctica misma orientada hacia la actividad militar de núcleos aislados de las masas, constituyó el caldo de cultivo para que, a nivel de las bases (que naturalmente venía con debilidades teóricas y políticas no superadas en su militancia interna en el ERP por carecer de la concepción y metodología adecuadas para dar impulse a la vida partidaria), se comenzaba a enraizar la concepción y la práctica militarista y guerrillerista, profundizándose no sólo la negación al trabajo político y de masas del PCS sino el desprecio a las tareas señaladas, considerándolas como una “fase superada e inferior” a la fase militar dentro de la cual nacía y se afirmaba la existencia misma del ERP. Poco a poco va cobrando forma este sentimiento de desprecio respecto al trabajo político y de masas al cual se le identifica con la desviación revisionista de derecha que habíamos criticado al Partido Comunista y que constituía la negación primaria para nuestra propia afirmación y existencia.
A finales del 71, iniciamos la publicación de “EL COMBATIENTE” en cuyos primeros números se evidencia el énfasis sobre la necesidad de construir el aparato armado, la negación al partido y la afirmación de la práctica militar como fundamento de la lucha revolucionaria y la existencia del ERP.
II – 4) PRIMERAS APROXIMACIONES TEORICAS SOBRE LA CONCEPCION ESTRATEGICA Y LA LINEA POLITICA:
Los acontecimientos políticos y militares de marzo del 72 a nivel nacional, impactaron profundamente en el seno del ERP, y a nivel de la dirección, se tuvo la visión de la gran debilidad que la orientación unilateral de nuestro trabajo organizativo le imprimía al ERP en su conjunto. En un esfuerzo de interpretación de la realidad concreta, se plantean las primeras aproximaciones teóricas sobre la concepción estratégica, la caracterización del período y la línea política.
Es a estas alturas que por primera vez se habla en nuestra organización del peligro de una corriente fascista en el seno de las clases dominantes y en consecuencia de la necesidad de estructurar una respuesta política de las masas. Este esfuerzo lleva a sentar las primeras bases de elaboración de la concepción de “La Resistencia” como línea política del ERP. Cabe señalar que todo este proceso de cuestionamiento, análisis y elaboración, se dio a niveles de dirección con poca participación de algunos cuadros intermedios; la gran mayoría de nuestra organización, estaba ausente de estos avances y por lo tanto, la estructura y el trabajo del ÉRP en su conjunto, continuaba su marcha unilateral por la vía práctica del guerrillerismo, desligado de las masas y profundizando gérmenes de múltiples desviaciones ideológicas y políticas.
En octubre del 72, damos nacimiento al periódico “ POR LA CAUSA PROLETARIA”, el cual surge como un órgano político e ideológico destinado a las masas y las bases de la organización y a nombre de la “Resistencia Nacional”. Sin embargo, los 10 primeros números evidencian la dispersión ideológica y política en el seno mismo del ERP, en ellos puede analizarse las dos tendencias que pugnan por desarrollarse, por derrotarse, por unificarse. Es un procese complejo y que se desarrolla sin control de los organismos de Dirección. La misma aparición no planificada ni estable del periódico, indica la falta de visión interna para darle su lugar a la Prensa Revolucionaria como elemento aglutinador y orientador tanto en lo interno como en la proyección hacia las masas.
De esta primera fase del ERP, consideramos positivo su propio nacimiento, en relación al estado de la lucha de clases en su conjunto; y negativo, la dirección unilateral hacia la construcción del aparato armado que determinó la vida y el quehacer de la organización en esta etapa.
SEGUNDA FASE (72 – 73)
II–1–a) ESTILO FEDERATIVO DE CONDUCCION INTERNACOMPOSICION SOCIAL DEL GRUPO DE DIRECCION:
En la práctica, y desde su fundación, el ERP se integró porla sumatoria de diversos núcleos que hacían de él una federación de grupos con su respectiva representación a niveles de Dirección. Este fue el estilo de conducción predominante durante los años del 71 al 74. La Dirección central podía mantener la cohesión por el espíritu militar con que era coordinado el quehacer todo de la organización desde la Dirección. Los lineamientos de trabajo se transmitían desde arriba en forma es estrechamente vertical (por la estructura y la concepción que imperaban) de forma tal que la militancia aceptaba la línea sin discusión.
En este marco, las opiniones divergentes y los cuestionamientos a “la línea” llegaban inmediatamente a puntos muertos y provocaban inminentes rupturas de personas o pequeños grupos a los cuales el ERP y su dirección fueron incapaces de conservar a través de un proceso de lucha ideológica. Esta debilidad no fue vista en forma auto-crítica por los niveles de Dirección; por el contrario, se buscaron mecanismos de justificación y se hablaba de que los desprendimientos eran el resultado natural de un proceso de “depuración ideológica” en el seno de la organización. Durante todo este período, no se tomó conciencia de que estos hechos aislados y en cierto modo insignificantes* para el ERP en su conjunto, eran el síntoma de la falta de vida política y discusión ideológica en el seno de la organización.
El volumen de trabajo a nivel de la Dirección, se recargaba hacia las tareas de coordinación de las actividades militares, intercambio de informes y “rectificaciones sobre la marcha” en forma superficial y sin profundizar seriamente sobre el proceso todo de desarrollo y construcción del ERP come organización de Vanguardia. Las raquíticas discusiones ideológico-políticas que se daban a este nivel de Dirección, no llegaron a cuajar en crear un estilo serio de trabajo colectivo en el núcleo de Dirección; cada uno de sus miembros exponía sus tesis y criterios, se tomaban acuerdos “concretos” para el quehacer inmediato: y la revisión y afinamiento de las concepciones y principios iba siendo relegado constantemente.
Con este estilo de trabajo el espíritu federativo fue profundizándose, los miembros de dirección, aparentemente unificados por acuerdos “políticos y tácticos” bajaban a sus bases a impulsar los acuerdos y la “línea” dando un estilo y sello de interpretación personal que, lejos de unificar teórica, ideológica y políticamente a la organización, profundizaba su división, al impulsar en la práctica diversas concepciones e interpretaciones de los “acuerdos políticos” de la Dirección Nacional. El resultado era que el mismo acuerdo tomado a nivel superior, generaba prácticas completamente distintas y hasta contrarias en las bases del ERP. La dispersión ideológica y la carencia de una concepción estratégica general constituía* la gran deficiencia del ERP y su Dirección Nacional. Esta misma situación federativa fue creando algunas condiciones objetivas para un proceso de burocratización de algunos miembros de la Dirección Nacional.
Es nuestro deber señalar ahora que la composición social de la Dirección Nacional, la procedencia de clase de quienes la constituíamos, tiene indudablemente que haber influido en las posteriores desviaciones en el seno de la organización. El núcleo de dirección del ERP, tenía una composición de clase pequeño-burguesa que, durante toda la primera fase y por la estructura misma, así como por el proceso de separación dirigencia-base; impedía desarrollar los presupuestos y mecanismos para que cuadros orgánicos de la clase obrera y el campesinado fueran proporcionados a los niveles de Dirección superior e intermedio de la organización.
A nivel de la Dirección, se permitió y fomento el liberalismo manifestado en el “dejar hacer, dejar pasar”, se consideraba que por su nivel, cargo y funciones, los miembros de Dirección no necesitaban ser cuestionados ni vigilados, y fue así como no se impulsó el proceso de crítica y auto-crítica, vigilancia del colectivo sobre sus mismos miembros y mucho menos vigilancia crítica de las bases sobre su Dirección Nacional; el estilo federativo, la verticalidad estrecha y la compartimentación mal entendida, condicionaron este quehacer.
Esta situación llegó al grado de que, a la altura de 1973, la base social del ERP era ya en su mayoría proletaria, mientras su Dirección Nacional se conservaba, con la composición de clase original, y los cuadros que durante esa etapa habían ascendido a dicho nivel, procedían también de la pequeña-burguesía. El proceso de proletarización científica que hubiera servido para superar las naturales desviaciones del origen de clase, no podía impulsarse acertadamente debido a la no hegemonía de los criterios proletarios en el seno de la Dirección, a la no vigilancia de las bases y al liberalismo en el estilo de trabajo y conducción.
II–2–a) EL COYUNTURALISMO COMO POLITICA DE PROYECCION Y LIGAZON CON LAS MASAS:
Es en esta fase, especialmente en el año 73, que el ERP hace intentos por proyectarse hacia las masas. Sin embargo, la propia naturaleza de su estructura orgánica, le impide realizar un trabajo constante y de vinculación permanente, y le obliga a buscar una incidencia coyuntural y desde afuera. El estilo federativo y la carencia de una concepción estratégica unificada, hacen que, según la agudización de las coyunturas en el proceso, se busque “incidir” desde la Vanguardia. Esto propicio la profundización mayor del guerrillerismo: no habiendo vinculación permanente con las masas, alejados de la práctica política y encaminados en la práctica militar, la “incidencia” del ERP en las coyunturas se traducía corno respuestas militares de núcleos aislados de la masa, frente a las embestidas del enemigo de clase.
La concepción de “Resistencia Nacional”, no encontraba todavía en el seno mismo de la organización, concreción práctica significativa, las bases del ERP no estaban preparadas para comprenderla, asimilarla e impulsarla, y la Dirección Nacional no había impulsado y desarrollado un método de estudio y discusión interna que permitiera este proceso. Por ello, durante toda esta fase, si bien a niveles de Dirección se iba clarificando y depurando la concepción, la práctica del ERP continuaba siendo fiel a la concepción original militarista y coyuntural desligada de la masa.
II–3–a) DESARROLLO MILITAR ESPONTANEO Y DISPERSO:
En realidad no había en el seno de la organización, una clara concepción de la lucha armada; la práctica militar se veía solo como la secuencia de acciones exitosas, como el crecimiento mecánico de unidades militares que impulsaran el activismo armado.
Es así como fuimos construyendo un aparato armado desligado de la lucha de masas. Esta posición errónea permitía cultivar y enmascaraba la tendencia a buscar acciones sensacionalistas, a la par que propiciaba la profundización de la desviación de la futura camarilla militarista: el desprecio a las masas, a la lucha de masas y al trabajo político como eje y dirección del trabajo militar.
Es también este activismo militar lo que propicia otro tipo de desviaciones tales como el individualismo, la concepción de que “el mejor guerrillero combatiente es el mejor revolucionario” por sus cualidades personales aplicadas al combate y no por el nive1 de su conciencia política y de clase, o por su capacidad de conducción revolucionaria hacia las bases de la organización y las masas.
El criterio de la disciplina militar y el estrechamiento de la vida política e ideológica como sistema y estilo de trabajo en los núcleos del ERP, así como el respeto total a la “autoridad” del Jefe Militar, se traducen en la sumisión de las bases a la concepción política que dicho jefe sustenta, sin discusión ni cuestionamiento.
La garantía de la conducción desde la Dirección Nacional, descansaba también en las cualidades individuales y las capacidades personales que encontraban campo irrestricto para la aplicación de iniciativas individuales en cada sector. Al no existir una concepción estratégica política y militar unificada y al depender el trabajo de iniciativas personales de los respectivos jefes militares, los militantes no participaban de ninguna discusión y se iban acostumbrando a ser sujetos que recibían órdenes y actuaban en consecuencia. Todo ello se reflejaba en el desarrollo desigual en lo militar, según las capacidades e iniciativas de cada jefe militar, surgen las mil escuelas y se profundiza la división en el seno de la organización. La Dirección Nacional que pretende estructurarse como una Dirección Política, encuentra entre ella y las bases, el valladar de una estructura orgánica militar compuesta por Jefes Militares que dan a los lineamientos políticos aplicación metodológica dentro de los marcos de la disciplina militar, ahogando con ello la posibilidad de vida política en la organización. El Mando Central, organismo ejecutivo de la actividad militar y que formalmente se somete y depende de la Dirección Nacional, va adquiriendo en la realidad un cierto grado de autonomía e independencia, ya que la estructura misma le permite la conducción real sobre la militancia.
II–4–a) DESARROLLO Y PROFUNDIZACION DE LA CONCEPCION DE RESISTENCIA:
Mientras la militancia marcha desarrollándose dentro del marco señalado, en el seno de la Dirección Nacional se profundizan los análisis teóricos sobre la concepción, se afina la tesis de Resistencia como propuesta orgánico política de trabajo del ERP hacia la masa y se elaboran los primeros documentos de esfuerzo interpretativo de la realidad (“Avance Estratégico”, “Análisis Político de la Situación Nacional”, Combatientes No. 4 y 5). Esto determina también el primer esfuerzo de evaluación interna, y a finales del 72 y principios del 73, la Dirección Nacional reconoce la política coyunturalista* (*así en el original) que había venido aplicando, descubre la contradicción entre las aproximaciones teórico políticas y la estructura orgánica de corte militar, y se propone la sitematización* (*así en el original) del trabajo a través del impulso de una escuela de formación teórico-política y de un proceso de reorganización interna con el objeto de crear bases políticas en el seno del ERP.
De este esfuerzo y de este impulso, no participan todos los miembros de Dirección Nacional, si bien en forma declarativa es aceptado el balance crítico de la fase 71-72, en la práctica no se hace el esfuerzo por transformar la estructura orgánica en función de las nuevas concepciones políticas y militares en desarrollo, ni se impulsa en forma unitaria, la escuela de formación. Esto profundiza el desarrollo desigual y el proceso de estructuración de las dos tendencias que continúan gestándose en el seno del ERP. Por un lado, la tendencia de seguir desarrollando el activismo militar como tarea fundamental de la organización, negando en la práctica el trabajo político orientado hacia las masas; y por otro, se pretendía impulsar la conjugación dialéctica del trabajo político y militar bajo el principio de que lo político priva sobre lo militar.
TERCERA FASE (73 – 74)
II–1–b) MADURACION DE LA CONCEPCION ESTRATEGICA (POLITICA Y MILITAR) Y DE LA LINEA:
En el seno de la Dirección Nacional es ya indetenible el proceso de maduración de la concepción estratégica; a partir del planteamiento de Resistencia.
Esta es la época en que la organización se pone a la cabeza de la izquierda revolucionaria en lo que a desarrollo teórico se refiere. Se logra caracterizar adecuadamente el período de dominación (escalada fascista de la dictadura militar), se ubica la contradicción principal de la sociedad salvadoreña, se define el estado de la lucha de clases y se encaminan los esfuerzos hacia la clarificación de la aplicación táctica de la línea política. Es a estas alturas que se deslinda todavía más la frontera entre las dos tendencias: la concepción militarista no derrotada ideológica, política, ni orgánicamente en el seno del ERP, busca subsistir con nuevos argumentos, mientras la concepción de Resistencia Nacional, profundiza sus esfuerzos por desarrollarse y superar las deficiencias del pasado en un proceso de unificación de criterios y síntesis dialéctica de ambas tendencias.
II–2–b) LOS PROBLEMAS DE ADECUACION DE LA ESTRUCTURA ORGANICA:
Los esfuerzos de la nueva concepción por llenar la vida de la organización y reorientar su práctica de conjunto bajo los lineamientos del marxismo-leninismo, encontraban dificultades concretas en la misma estructura orgánica que canalizaba el quehacer del ERP. Agregado a esto las profundas deficiencias del núcleo de Dirección donde el estilo federativo y el liberalismo habían conducido a un quehacer distorsionado y habían deformado las funciones de una Dirección revolucionaria, permitiendo la entronización de elementos burocráticos que, sin apoyo de un trabajo en las bases, buscaban sostenerse en sus puestos a través de malabarismos y radicalismos cada vez más aventureros e irresponsables.
A pesar de la poca vida política e ideológica de las bases, esta es también la fase en que se produce un proceso de profunda crítica de la militancia dirigido a la Dirección Nacional. La falta de métodos, canales e instrumentos y el poco ejercicio de la crítica y la auto-critica así como la ausencia de practica en la lucha ideológica interna, impide que este sano proceso de critica que intuitivamente inicia la base, se lleve por canales adecuados y sirva para consolidar a la organización. Por el contrario, el proceso se da fuera de los organismos tanto superiores como inferiores y en vez de llegar a resultados positivos, impulsa otra desviación: la discusión y crítica personal e incorrecta fuera de los colectivos. Este ejercicio viciado permitirá después a la camarilla impulsar maniobras y engaños para su propio provecho.
II–3–b) LA CONCRECIÓN DE LA VIA ARMADA HACIA LA TOMA DEL PODER:
Producto del esfuerzo de interpretación y elaboración, es a estas alturas, el hecho de contar con aproximaciones teóricas que apuntan hacia la posibilidad de estructurar una verdadera organización de Vanguardia que cuente con una concepción estratégica política y militar definida, con una estructura orgánica adecuada a la concepción y con una línea política para ligarse al trabajo amplio de masas. Es así como la organización define que la vía armada hacia la toma del poder en el proceso revolucionario salvadoreño, deberá impulsarse a través de la Guerra Revolucionaria y Prolongada del Pueblo y la Insurrección; afirma que la conducción y aplicación de esta concepción exige y presupone la construcción de un Partido de Vanguardia del Proletariado; y reafirma la necesidad de la construcción de un Ejército Revolucionario, subordinado al Partido, como garantía, de la conquista y sostenimiento del poder político.
II–4–b) BÚSQUEDA Y ENCUENTRO CCN LAS MASAS:
A partir de las anteriores concepciones, se comienza a volcar el trabajo hacia la búsqueda de las masas, este proceso, ayuda a confirmar en la práctica los aciertos y a corregir las deficiencias. Sin embargo, ya la diferenciación de ambas tendencias se refleja en la práctica: mientras el esfuerzo de unos sectores del ERP se enfila hacia la búsqueda de las masas para impulsar la construcción de un Partido estrechamente ligado al pueblo a través de métodos y principios leninistas de conducción política revolucionaria; otros sectores de la organización buscan en la masa el apoyo de sus tendencias militaristas y ven el trabajo político en función de lo militar, profundizándose más la desviación militarista.
La irrupción del trabajo de masas en el seno de la organización, agudiza las contradicciones internas y hace estallar en todos los niveles la lucha ideológica para la cual, hemos señalado, no existían condiciones objetivas ni subjetivas que permitieran su adecuada canalización.
Por el carácter federado que privaba en la organización, este aprendizaje con las masas se desarrolló en forma desigual, evidenciando las posiciones que despreciaban el trabajo de masas y continuaban haciendo énfasis exclusivo en las tareas militares, despreciando también la necesidad de elaboración teórica de la
concepción militar y profundizando el simple activismo, el guerrillerismo, pretendiendo incorporar a las masas a la vía armada a través de un proceso anti-dialéctico en que el pueblo, sin problemas, pasaría de sus condiciones de pasividad, neutralización y concepciones reformistas y revisionistas, a empuñar las armas y a asaltar el poder político arrebatándoselo a la burguesía. Desde esta concepción, cualquier coyuntura de agudización de la lucha de clases era propicia para el asalto armado de las masas conducidas por el ERP, hacia la toma del poder.
Este es también el momento en que aflora el profundo odio de la camarilla contra el Bloque Socialista, despreciando los frutos de la experiencia revolucionaria internacional, echan lodo sobre la revolución cubana y la revolución rusa, califican a la Unión Soviética de social-imperialismo y al estado cubano como satélite de aquella, impulsando la campaña contra el revisionismo internacional visualizado como enemigo irreconciliable de los movimientos revolucionarios y de liberación latinoamericanos y africanos. Inclinándose por otro lado y en forma servil a la tendencia “maoísta” que ellos santifican corno “la única experiencia y ejemplo revolucionarios en el mundo y la historia”.
La dispersión ideológica se profundiza en el seno del ERP al nacer en este período, múltiples organismos de propaganda que eran elaborados en forma sectorizada y federativa, así surgen las publicaciones: “BANDERA ROJA”, “DESPERTAR CAMPESINO”, “TRINCHERA JUVENIL”, “EL ARTILLERO” y “PENSAMIENTO PROLETARIO”, desde las cuales y según el sector de la federación correspondiente, se planteaban las concepciones que privaban en cada lugar, desorientando y confundiendo a la militancia y a las masas que tenían acceso a tales publicaciones.
Las relaciones base-dirigencia se terminan de deteriorar cuando se tratan de impulsar los lineamientos tácticos para desarrollar el trabajo entre las masas. A nivel de Dirección se evidencia ya en forma clara el grupo que se preocupa seriamente por los múltiples y complejos problemas de la relación Vanguardia – Masa, mientras otro grupo, por sus concepciones desviadas y su asilamiento* del trabajo de masas, se desinteresa de problemas a los cuales no da ninguna importancia y los cuales no entiende por no constituir su práctica cercana.
Lo anterior evidencia que, a nivel de Dirección, había también un desarrollo desigual bastante pronunciado, quienes se habían empeñado en mantener las viejas concepciones y los errores de origen, quedaban rezagados y no podían ya mantenerse a la cabeza de la organización en el plano objetivo, aunque formalmente estuvieran ahí parasitando e incrustados burocráticamente en el seno de la Dirección por meras razones históricas y sin ningún argumento o razón política que diera funda mento al ejercicio de un cargo de Dirección. Si fue posible que conservaran tal función, fue porque la Dirección se había burocratizado y estaba desligada de las bases, la fuerza de la costumbre y los resabios liberales de la procedencia de clase de todos sus elementos, pesaba para impedir el cuestionamiento de los “intocables” dirigentes; nadie se atrevía a cuestionar el “papel histórico” que cada uno cumplía, y el liberalismo establecía lazos superficiales de unificación, que ya no tenían ninguna base ideológico-política consecuente con las necesidades de Dirección de una organización que pretendía convertirse en Vanguardia de la clase.
El colectivo de Dirección no existía en sus dimensiones reales, su estilo de reuniones era la de un grupo que llegaba a escuchar aportes individuales y donde la decisión de aplicarlos o no al trabajo concreto, quedaba al arbitrio individual; de esta manera se impedía la transmisión hacia abajo de las ideas de otros sectores, así como la comprobación práctica de las diferentes experiencias y la tarea de síntesis y unificación en el nivel superior. Frente a este estancamiento de la Dirección, se propuso la ampliación de la misma, con el objetivo de llevar a su seno representantes de los sectores obreros y campesinos ya desarrollados. Fue cerrada y terca la oposición que a este proceso de apertura y ampliación de la Dirección manifestaron los militaristas, alegando los más diversos argumentos, desde sostener que llevar obreros por llevarlos a la Dirección Nacional, era caer en el “obrerismo”, pasando por alegar que no había en la organización ningún obrero o campesino “suficientemente capacitado” para .asumir tareas de Dirección; hasta querer “demostrar” que los miembros de la Dirección tradicional del ERP, si bien tenían origen pequeño-burgués, estaban ya garantizados por un proceso de “proletarización científica” que se hacía descansar en criterios tales como el de ser “profesionales”, de “haber combatido militarmente”, etc. etc. En lo concreto, quienes estaban ligados desde sus bases con el amplio trabajo de masas, venían asumiendo la dirección política de la organización; mientras los otros se iban arrinconando en el quehacer militar, lo que iba replegándolos y dejándolos en una situación cada vez más evidente de burocracia y oportunismo.
Esta situación en el seno de la Dirección Nacional se volvía insostenible, más temprano que tarde, haría crisis y los elementos rezagados, que mantenían concepciones ya superadas iban a ser depurados por la lucha ideológica y la rectificación de estilos de trabajo que venían subiendo de las bases y los cuadros intermedios ya ligados al trabajo de masas.
Ante la amenaza de perder sus puestos de dirección, la desviación de los elementos militaristas, practicistas* y coyunturalistas* se profundiza y pretenden asumir para sí mismos la conducción política del trabajo de masas que ya no tienen en el seno de la Dirección.
El más grave error del grupo de dirección que sostenía posiciones políticas consecuentes, fue en aquel momento el no medir la profundidad de la desviación militarista y en su incapacidad para impulsar enérgicamente un proceso de crítica y auto-crítica de la Dirección Nacional, apoyado en las bases, abriendo la discusión ideológica con suficiente anticipación, antes de que las contradicciones a nivel de la Dirección llegaran a ser insuperables.
La tradición burocrática, la no costumbre de trabajar estrechamente ligado a las bases como miembros de Dirección, y el liberalismo que impedía el juzgamiento de las concepciones y los comportamientos personales, posibilitó más adelante la maniobra y el desconcierto de la militancia, frente a una lucha ideológica que para las bases estallaba sin antecedentes, como una tormenta en cielo sereno.
Ese desbordamiento provocó el desconcierto, las dudas, las inquietudes y la desconfianza respecto a una Dirección a la que se había santificado y de la cual se tenía la idea de solidez y cohesión y que ahora se presentaba profundamente dividida y en total proceso de descomposición. Dentro de este marco, la deshonestidad y las maniobras encontraron el campo propicio que necesitaban para sorprender la buena fe de muchos compañeros, y los desenlaces posteriores de esta furiosa lucha ideológica interna, han constituido uno de las más duros ejemplos y dolorosas experiencias para los revolucionarios salvadoreños y centroamericanos.
III – LA DIVISIÓN ERP – RN Y LOS ASESINATOS
(Finales 74 – Principios 75)
III – 1) LA DIVERGENCIA DE CONCEPCIÓN Y APLICACION TACTICA:
El año de 1974, significó para el ERP, el afinamiento casi definitivo de su Concepción Estratégica y su Línea Política. A nivel teórico declarativo, todos parecíamos coincidir en que las tareas estratégicas para la organización se centraban por un lado, en construir el Partido de Vanguardia y buscar las formas y métodos de ligarlo a la masa para asumir la conducción de la lucha popular y orientarla por los cauces revolucionarios; y por otro lado, en construir el ejército revolucionario del pueblo, buscando asimismo afinar la concepción militar a través de la cual y bajo la conducción del Partido, fuera posible incorporar a las masas a la vía armada hacia la toma del poder.
En la aplicación de los lineamientos tácticos para perseguir estos objetivos, surgieron las divergencias: el grupo de la camarilla militarista comienza en la práctica a negar el Partido, a negar la necesidad de ligarnos a la masa a través de diversos niveles de lucha y de conciencia, a negar el predominio de lo político sobre lo militar; y en la práctica, impulsan todo lo contrario a la concepción y a la línea: proponen no “entretenernos” en la construcción del Partido y poner todo el énfasis en la construcción del ejército, alegando que la coyuntura previsible inmediata es un desenlace insurreccional inminente donde lo militar es la tarea política fundamental de una organización revolucionaria; afirman que “el auge de las masas” barrerá de un plumazo con toda otra forma de lucha que no sea la militar y que por lo tanto trabajar por Conducir* y orientar a las masas desde sus diversas formas de lucha, es rezagarse y marchar a la cola del proceso.
Estas tesis chocan frontalmente en lo teórico y en lo práctico, con la concepción de desarrollar un intenso y amplio trabajo político tanto interno como de proyección hacia las masas. En relación a la construcción del Partido, considerábamos que era preciso un proceso de unificación de la izquierda y un proceso de maduración y de fogueo de los sectores trabajadores en la lucha de masas que comenzaba a reactivarse en el país; En relación al ejército, reconocíamos la gran deficiencia de no contar con una concepción militar que respondiendo a la concepción política, permitiera estructurar un trabajo de organización militar que fuera incorporando a las masas a la lucha armada.
El mes de enero de 1975, transcurre para la Dirección Nacional en un profundo proceso de lucha ideológica donde las posiciones militaristas no presentan argumentos ideológicos ni políticos de suficiente solidez y se sostienen a base de declaraciones cada vez más radicales, aventureras y voluntaristas.
Se plantea entonces un “impasse” a nivel de Dirección, en el seno de la cual las posiciones contrapuestas no encuentran forma de llegar a la síntesis de unificación, decidiéndose entonces bajar a las bases en consulta y discusión de la concepción y la línea, a fin de decidir por los mecanismos del centralismo democrático según el concenso* de la mayoría de la organización. Esta decisión se toma a mediados de febrero del 75 y coincide con una de las maniobras más hábiles de la camarilla: la presión por que el Mando Central se convierta en Estado Mayor, alegando razones de división del trabajo, esta situación permitió a la camarilla refugiar
se en el Estado Mayor, a pesar de que en el acuerde de su constitución, se afirmaba que seguía siendo un organismo ejecutivo de la actividad militar, sometido a la Dirección Política y que tenía como primera tarea la elaboración de la concepción militar basándose en la concecion* política, la camarilla utilizo sus nombramientos para preparar todas las maniobras, arbitrariedades e injusticias que enlodaron para siempre el nombre del ERP.
III – 2) GESTACIÓN DE LA CAMARILLA E IMPULSO DE SUS MANIOBRAS:
(Febrero a Marzo del 75)
Es evidente que durante todo este proceso de lucha ideológica intensa a nivel de la Dirección Nacional, los elementos militaristas débiles en lo ideológico y en lo político, comienzan a impulsar diversas maniobras que les permitan impedir, mediatizar o sustituir los mecanismos de lucha ideológica.
Aprovechando la situación de la estructura militar en la cual se han refugiado, comienzan un proceso paralelo a la lucha ideológica que se daba en las bases políticas, convocan militarmente a multitud de cuadros, los mantienen concentrados alegando actividades militares impostergables, impidiendo con ello la asistencia a la vida política de los núcleos en los cuales va a impulsarse la lucha ideológica
Sabiendo que la misma concepción militar estaba en cuestionamiento y que su primera tarea a nivel del Estado Mayor consistía en presentar a plazo fijo un documento sobre la concepción militar a fin de que fuera discutido y aprobado por la militancia de la organización en el seno de su estructura política, toman una serie de medidas aceleradas en relación a “preparar las condiciones de la insurrección” y van militarizando cuanto pueden a su alrededor.
Socavan las bases políticas impulsando campañas de desprestigio personal de dirigentes que no comulgan con sus ideas, “reclutan” con criterios policiacos a miembros de base a los cuales les encargan tareas de “vigilancia política” contra sus propios compañeros y responsables de célula; mantienen y crean redes de verdaderos “orejas” en el seno de la organización que les informan sobre las opiniones y criterios que se vierten en la lucha ideológica, lanzan asimismo una intensa campaña contra el “revisionismo interno” identificando esa desviación con la posiciones políticas que buscan el acercamiento a las masas y la combinación de todas las formas de lucha útiles al proceso revolucionario.
Este proceso de maniobras y medidas no-revolucionarias, los va llevando necesariamente a definirse come una camarilla que constituye un doble poder y que se refugia en el “Estado Mayor” del ERP, desde el cual comienza a funcionar en forma paralela a la Dirección Nacional.
A pesar de todas sus maiobras* y esfuerzos, la discusión se les vuelve insostenible, sus argumentos políticos no tienen la solidez capaz de “*convencer a los sectores más politizados y por el contrario, los argumentos de la otra tendencia van ganando terreno y no pueden ser rebatidos por las bases que ellos conducen ni por ellos mismos; la estrecha apertura que se han visto obligados a permitir, comienza a ponerlos en evidencia frente a su misma base, comienza a generar cuestionamiento y amenaza con derrotarlos a pesar de todos sus esfuerzos y maniobras.
A nivel de la Dirección, se ha suspendido la lucha ideológica, con la negativa rotunda de la camarilla de permitir que la Dirección, en un último esfuerzo de cumplir con sus funciones, elabore seriamente y por escrito un documento en el cual se plasmen responsablemente las dos concepciones y que sea la base de la lucha ideológica que oriente la discusión de la militancia. A pesar de ello, se elaboran documentos cuya discusión sacude a la militancia, esto los obliga a a* deslizarse más y más por la pendiente de la maniobra, la calumnia y la deshonestidad.
Incapaces de reconocer su derrota ideológico-política, cegados por la desesperación del inalcanzable triunfo de sus posiciones a través de un proceso correcto de lucha ideológica, y trasladando la imagen de su propia situación al resto de la organización, van creyendo que, de la misma forma en que en sus sectores la camarilla es la única que entiende, comparte y defiende su “concepción” a través de un método de sometimiento militar de las bases en relación a dicha concepción, “tiene” que existir en los otros sectores de la organización, un núcleo o cabeza pensante que sea la fuente de la concepción que se les opone; de esta aberración no es nada difícil pasar a pensar en la solución de “neutralizar” esa cabeza para que el resto de la organización, a la que consideran incapaz, no consciente y “nanejada”* por el seguidismo (como ellos manejan a su base) se sienta débil y sea permeable a sus imposiciones.
Este papel de “cabeza pensante y gestor de la concepción” se lo adjudicanal compañero Roque Dalton, en quien consideran tener su “máximo adversario”, como el único “capaz” por sus cualidades teóricas, de ser la fuente y sostén de la concepción.
Grave error de apreciación de la camarilla militarista, que aislada del desarrollo político de amplios sectores de la organización, no fueron capaces de com prender que si bien el compañero Roque Dalton, compartía y defendía esa concepción, no había jugado en su gestión, desarrollo y defensa, el papel fundamental y decisivo que en sus mentes desviadas le querían adjudicar. Total incomprensión del proceso de elaboración y maduración de una línea y una concepción que por su envergadura no podía provenir de un individuo, sino que constituía la síntesis del esfuerzo elaborativo*, la experiencia práctica procesada y el aporte de muchos colectivos de la organización ligados al trabajo de masas.
III – 3) EL PLAN DE ASALTAR EL PODER POLÍTICO INTERNO:
(Abril del 75)
Con la idea preconcebida de “deshacerse” (políticamente por el momento) del compañero Roque Dalton, corno un paso que les permitiría avanzar en sus posiciones, planifican aceleradamente maniobras de provocación constantes, tendientes a propiciar una oportunidad de eliminarle de las discusiones, y de paso, que diera lugar al impulso de otra maniobra: la de involucrar a algunos miembros de la Dirección Nacional, en el “complot” que habrían de adjudicarle contra el Estado Mayor del ERP.
Este plan se pone en marcha a través de intentos de neutralizar una serie de cuadros intermedios, impulsando acusaciones y campañas de desprestigio personal contra los responsables políticos, en forma descarada y de provocación arrogante. Así mismo se intensifica la militarización acelerada de la militancia, a través de convocatorias constantes al activismo militar de acciones espectaculares y de gran envergadura.
Cierran la llegada a sus bases de los miembros de Dirección Nacional que tienen posiciones contrarias a las suyas y presionan intensamente por “visitar” al resto de sectores que no han caminado bajo su conducción directa. Alegando razones de fuerza mayor y necesidad por el volumen de las actividades militares planificadas, concentran en sus manos todos los recursos económicos y militares de la organización.
Lanzan la tesis insurreccional corto-placista* y blanquista pretendiendo centrar la lucha ideológica en torna a decir “si” ó “no” a dicha tesis, negando rotundamente la necesidad de la discusión a nivel de la concepción estratégica, con el argumento de que ello indica tendencias intelectualizantes* desviadas de la práctica concreta; y de paso, utilizando la aceptación o rechazo a sus tesis insurreccionales como un termómetro para “medir” el grado de decisión o vacilación de la militancia.
Elevan a la calidad suficiente y necesaria para ser miembro de “Vanguardia”, la exclusiva participación en combates militares y el hecho formal de ser profesionales en el seno de la organización. Convierten la tesis de construir el partido de Vanguardia de la clase, en la de construir el “Partido de la insurrección” caracterizándose dicho “partido” por ser un partido en guerra en el cual predomina lo militar sobre lo político.
13 de Abril: Se provoca una situación en la que el compañero “PANCHO” es forzado a un comportamiento que la camarilla juzga de “rebeldía militar” y es capturado de inmediato en forma violenta y grosera. Dos horas después, es capturado el compañero Roque Dalton, acusado de haber incitado a “Pancho” a observar la actitud de rebeldía; así mismo, se decreta el arresto para los miembros de Dirección Nacional que ocasionalmente se encontraban presentes al momento de las capturas y en menos de 24 horas se procede al “Consejo de Guerra” contra los compañeros.
Momentos antes de realizarse el “Consejo de Guerra” el cual estará a cargo de la camarilla que ha efectuado la provocación, los arrestos y va a montar la farsa erigiéndose como jueces y partes todopoderosos de la situación, el resto de miembros de la Dirección Nacional exigimos una reunión de emergencia con el objeto de impedir los irracionales sucesos que se avecinaban. En dicha reunión, uno de los miembros de la camarilla se autonombra “jefe político de la organización”, niega a la Dirección Nacional reunida en pleno, su capacidad y autoridad para impedirle al Estado Mayor la realización de un Consejo de Guerra; niega a la Dirección Nacional su derecho de apelar a las bases en defensa de los compañeros y lanza amenazas directas de muerte contra los miembros de Dirección Nacional que pretenden en cualquier forma oponerse a lo acordado por el Estado Mayor.
14 de Abril: El “Consejo de Guerra” se lleva a cabo y en él, miembros de la camarilla acusan a Roque Dalton como instigador de la conducta “en rebeldía” de Pancho y como complotador contra el Estado Mayor, pidiendo su ajusticiamiento inmediato. La defensa es llevada por un miembro de la Dirección Nacional y consigue que el Estado Mayor, constituido en tribunal por auto-nombramiento, de cida resolver penas de arresto contra los compañeros acusados.
Creímos entonces de buena fe, que el peligro más grave había pasado y que la camarilla respetaría sus propios acuerdos en relación a los compañeros juzgados, considerando que el problema interno en el seno del ejército, no debería de incidir en el proceso de lucha ideológica que estaba pendiente en las bases de la organización. Sin embargo, la camarilla se sabía ya incapaz de permitir y sostener tal proceso hasta sus últimas consecuencias sin salir derrotados.
16 de Abril: Se emite un boletín del Estado Mayor en que informa de las capturas, el “Consejo de Guerra” y las penas de arresto decretadas contra los compañeros. En la misma fecha, un sector de la organización denuncia las maniobras de un miembro del Estado Mayor que ha pretendido personalmente desconocer a la Dirección Nacional y asumir la conducción política del sector, solicitando que se le destituya por su actitud.
17 de Abril: Se realiza la última reunión de Dirección Nacional del viejo ERP en la cual la camarilla toma por asalto el poder político disolviendo el organismo de Dirección bajo el pretexto de que algunos miembros de ella formaban parte de una fracción oportunista de derecha jefeada* supuestamente por Roque Dalton, y argumentándose que la camarilla y sus bases constituían la “mayoría política” de la organización. Dan por terminada la lucha ideológica decretando el triunfo de sus posiciones y abriendo un nuevo proceso de sometimiento en relación a los sectores que les son adversos.
A partir de ese día la discusión política se suspende en el seno de las bases por ellos conducidas y en el resto de la organización pretenden someter bajo amenazas de expulsiones, destierros y ajusticiamientos, toda oposición y divergencia con la “línea” de la “mayoría política”.
20 de Abril: En un esfuerzo por no romper la unidad orgánica del ERP, los sectores que ahora constituimos la Resistencia Nacional, hacemos un llamado a todas las bases de la organización para celebrar un Congreso o evento en que se defina en forma total la línea y la concepción estratégica. Este documento ni siquiera es dado a conocer a la militancia por parte de la camarilla la cual pasa a una nueva fase de maniobras: revelan internamente la identidad del compañero Roque Dalton (que en el seno de la organización era conocido por “Julio Delfos Marín”) señalándolo como un revisionista de derecha y agente pro-cubano infiltrado en el ERP. No logrando que esta acusación impacte a la militancia y la incline a su favor, en días posteriores lanzan su cobarde acusación de ser un agente de la CIA, motivo por el cual, la organización entra en “emergencia militar”, el “ejército” asume la dirección total de la organización a través de su “estado mayor” para “salvar” al partido. Decretando que en tales condiciones no es posible abrir ni la lucha ideológica m mucho menos un evento como el Congreso, mientras el “ejército” no garantice la total depuración de la infiltración realizada, según ellos, por el compañero Roque Dalton.
1o. de Mayo: Es en estas circunstancias que los responsables políticos de lo que ahora constituye la Resistencia Nacional, en consulta total con nuestras bases, realizamos una reunión de emergencia y acordamos la separación orgánica de la camarilla militarista que habiendo irrespetado todo principio leninista de conducción, todo principio revolucionario, carecía de solvencia moral y revolucionaria para continuar en cargos de dirección en el seno de nuestra organización. El documento de separación también es ocultado a las bases y la camarilla asume bajo su personal responsabilidad todos los hechos que se suceden posteriormente.
8 de Mayo: La respuesta ciega e irracional de la camarilla militarista enquistada en el seno del ERP, fue la de asesinar sin ninguna consideración a los miembros de la Resistencia Nacional. En esta fecha, se prepararon tres atentados criminales, todos los cuales a pesar de la zaña* con que son impulsados, resultan fallidos y no les permiten consumar sus criminales planes contra miembros de la Resistencia Nacional.
9 de Mayo: Apresuradamente y para justificar sus acciones criminales del día anterior, elaboran un “comunicado” firmado por el Estado Mayor en el cual condenan a la muerte o al exilio a todos los que consideran responsables políticos de la Resistencia Nacional.
10 de Mayo: Impotentes y rabiosos por la frustración de los asesinatos que pensaban cometer en miembros de la Resistencia Nacional, ceban su furia contra los compañeros capturados y asesinan irresponsablemente a “PANCHO” y ROQUE DALTON.
El compañero PANCHO, fue uno de los más altos exponentes de su clase, obrero industrial, con larga trayectoria combativa, iniciador del proceso de lucha armada en nuestro país, uno de los más valientes y bravos combatientes de la guerrilla salvadoreña, que por su decidida participación en innumerables acciones armadas, había alcanzado en el seno de las filas revolucionarias el grado de sub-oficial, Jefe de Escuadra y Primer Instructor Militar técnico y táctico de nuestras fuerzas armadas.
El compañero ROQUE DALTON GARCIA, se distinguió políticamente desde 1960 en las luchas populares, contra el régimen de Lernus del cual fue uno de los más fuertes adversarios. Siendo miembro del Partido Comunista Salvadoreño (PCS) inició su indetenible trayectoria como poeta e intelectual de izquierda alcanzando renombre internacional. Exiliado por el régimen, vivió en Praga, donde fue miembro de la Pla na de Redacción de la Revista Internacional Comunista. Posteriormente radicó en Cuba donde trabajó en Casa de las Américas hasta su incorporación a la guerrilla salvadoreña, donde rindió militancia con grado de soldado combatiente y como miembro de una Célula de Vanguardia (del Partido en formación) del ERP, hasta su cobarde asesinato.
16 de Mayo; En un acto de desesperación y de ceguera política que ha recibido el total repudio de la conciencia revolucionaria nacional e internacional y la condena de la historia, se hunden para siempre en el abismo de la ignominia al declarar públicamente ser los autores del asesinato de Roque Dalton, sobre cuya memoria pretenden lanzar el lodo de la calumnia y de la infamia.
Frente a la inminencia de enfrenamientos armados entre R.N. y E.R.P. a causa de las cRIMinales* provocaciones de la camarilla militarista empeñada en continuar su baño de sangre revolucionaría, las FUERZAS POPULARES DE LIBERAC1ON (F.P.L.) “FARABUNDO MARTI”, asumen el histórico papel de intermediarios, exigiendo a nombre del proceso revolucionario, el cese de hostilidades y el mutuo respeto a la integridad física y a la vida política independiente de ambas organizaciones.
A partir de ese momento, el proceso se vuelve irreversible, la RESISTENCIA NACIONAL camina para siempre desligada de la camarilla militarista, y el tiempo transcurrido ha venido a demostrar ante el pueblo y la conciencia proletaria, los alcances de la profunda desviación militarista que hegemonizó en el seno del ERP.
IV – LECCIONES PARA EL PROCESO.
Para quienes hayan leído con algún detenimiento lo descrito hasta el momento en estas páginas, resultara posible comprender que, los hechos que condujeron a la división del ERP y al asesinato de dos revolucionarios, forman parte de un proceso cuyos rasgos esenciales yacen dispersos a lo largo de nuestra exposición. Creemos que es necesario hacer una breve síntesis de los elementos más importantes.
1) El ERP surge en 1972, como una negación orgánico-política del PCS, este radical rechazo de todo lo que se relaciona con “el partido” sentó las bases de una desviación inicial de tipo guerrillerista y militarista que determino el desarrollo posterior del ERP.
2) La línea política, estructura orgánica y metodología de trabajo iniciales (72-74) se configuraron impulsadas por una concepción alejada del trabajo de las masas y sus luchas; esto permitió la entronización y burocratización de una Dirección Nacional que si bien en sus inicios jugo un papel histórico fundamental, posteriormente se convirtió en un obstáculo para los avances de conjunto.
En la medida en que la organización fue superando sus concepciones iniciales y consolidando su vinculación con las masas (la clase obrera en particular), parte de esa Dirección Nacional fue quedando histórica y políticamente desfasada y al no ser renovada por medio de la aplicación de los principios leninistas de organización (especialmente el Centralismo Democrático) propició en su seno el germen de la camarilla militarista.
3) Este desfase de una parte de la Dirección en cuanto a los avances ideológico-políticos de la organización en su conjunto, fue la condición básica concreta que determino la gestación de dos tendencias opuestas (militarismo versus línea de masas) que al desarrollarse desembocan en dos posiciones antagónicas que terminan por fraccionar la organización. La no unificación política de la Dirección Nacional y la falta de tradición de lucha ideológica y uso de mecanismos adecuados para resolver las contradicciones internas, determinaron la eventual división de una organización política.
4) Una organización revolucionaria debe centrar sus esfuerzos de desarrollo político interno, más que en el crecimiento orgánico cuantitativo; en el desarrollo de una Escuela de Formación revolucionaria que dote a la organización de la metodología adecuada para la correcta y efectiva transmisión de la línea política (elaborada en base a una estrategia y táctica adecuadas) entre los diferentes niveles de la organización.
En este sentido, la experiencia del ERP es bastante ejemplificante*, puesto que fue precisamente la falta de tradición interna en la discusión y elaboración colectiva de la línea, lo que dio al traste con los intentos de lucha ideológica desarrollados en el seno de la organización entre enero y abril del 75. Cabe señalar que esta carencia de tradición de lucha ideológica, ha sido una de las tristes herencias del Partido Comunista Salvadoreño que nunca supo impulsarla en su seno.
5) En una organización revolucionaria con estructura partidaria (ya formada o en proceso de formación) pueden y deben coexistir las tendencias ideológico políticas que posibiliten el correcto desarrollo de la lucha ideológica para hacer avanzar a la organización en sus concepciones, siempre y cuando se cumplan dos requisitos mimimos:
a) Que las tendencias se den en torno a una línea política única y plenamente aceptada por todas las tendencias en sus elementos básicos y fundamentales (objetives estratégicos, caracterización del período, vía para la toma del poder, y Táctica General).
b) Que la elaboración de la línea política sea un proceso continuo en el que bases y Dirección participen (en forma dialéctica y según los principio del centralismo democrático) en la depuración y adecuación táctica de la misma.
A este respecto, si se analiza con más detenimiento las páginas de este folleto en donde se describe el período 73-75 del ERP, se verá que fue precisamente el incumplimiento de estos principios básicos lo que permitió que una de las tendencias (la de la camarilla militarista) se transformara en fracción y precipitara la división de la organización.
V – DAÑOS CAUSADOS AL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO.
Nuestro balance incluye, auto-críticamente, los daños que se han causado al movimiento revolucionario salvadoreño; en esto reconocemos la responsabilidad de la Resistencia Nacional, no pretendemos eludirla. Sabemos que gran parte de la responsabilidad recae sobre quienes estando en los niveles de Dirección del antiguo ERP, no supimos ubicarnos en el contexto general de la lucha ideológica que se desarrollaba; pero, y aunque esto no es una justificación, también debemos decir que no podíamos hacerlo con la claridad que ahora nos ofrece la visión retrospectiva.
Porque ya ha trascendido que la principal fuente de las divisiones (y en última instancia de la dispersión ideológica) de la izquierda en nuestro país lo ha sido el ERP; de su seno se han desprendido importantes sectores que han venido a complicar el panorama de la izquierda revolucionaria en el país. En esto*, sin embargo, no somos los únicos responsables; en realidad, ha sido quizás el origen pequeño-burgués de las
divisiones y fragmentaciones en el seno del ERP, el que se ha enmarcado en los grandes procesos de reagrupación de las fuerzas populares en las principales coyunturas que marcan el desarrollo del proceso revolucionario. Y esto es propio de la vida de un Partido, y más de un Partido en formación.
La intensidad de la lucha ideológica en el seno de nuestra organización, no marcaba sino la misiva intensidad de la búsqueda de la vía correcta para la revolución; que esto es así, lo demuestra que el largo y doloroso proceso de las depuraciones condujo a la consolidación de la línea militarista, aventurera y blanquista del actual ERP, Y este es un alto precio, es un gran daño para el movimiento proletario, en cuya gestación reconocemos nuestra parte de culpabilidad.
La consolidación del aventurerismo del ERP, ha servido, en realidad, a las más oscuras fuerzas contra-revolucionarias. Nadie más que ellos han sacado el máximo provecho de la situación. El proletariado salvadoreño ha tenido que pagar por la consolidación de una tendencia blanquista, el elevado precio del terror que las clases dominantes han lanzado pretendiendo confundir en un mismo saco la sanguinaria desviación del ERP y la “izquierda” en general. Y así, cada acto del ERP, cada acción aventurera e irresponsable de esa tendencia es aprovechada por el enemigo para consolidar al ejército burgués, para aglutinar a la tropa, para emprender campanas de terror entre los elementos avanzados del pueblo, y para justificar los actos más arbitrarios y despiadados en contra de las masas trabajadoras.
Esto ha significado la desmoralización de elementos avanzados de las luchas populares que, incapaces de ver la situación en su conjunto y de ubicar a la tendencia blanquista del ERP en su contexto, se asquean y abandonan la lucha, dejando el campo abierto a la desmovilización de amplios sectores populares que, confundidos, no aciertan a encontrar el camino de la lucha revolucionaria. Y este es otro precio alto que el movimiento popular ha tenido que pagar.
Pero quizás el peor daño de todos ha sido el de la subsistencia de la tendencia rnisma; el aventurerismo del ERP, que cabalga sobre el cínico engaño a sus bases y la explotación de su honestidad y poco desarrollo político, ha sentado el precedente nefasto del asesinato como medio de zanjar la lucha ideológica, segando así vidas que podrían ser valiosas para el movimiento popular. Por eso, y por la existencia misma de la irresponsabilidad y el aventurerismo organizados, que de seudo-revolucionarios han pasado al papel de provocadores contra-revolucionarios, el movimiento proletario salvadoreño todavía tiene una inmensa tarea que cumplir para aislar dicha tendencia, y neutralizar sus nefastas influencias, si quiere hacer menos doloroso el paso al socialismo.
Pero los elementos mínimos ya están dados. El proceso revolucionario avanza incontenible, y los errores están pasando al archivo del proceso; el hecho mismo de que comencemos a tocarlos y analizarlos, sin temor a reavivar las llagas, es una prueba de que estamos madurando y de que, en última instancia, el pueblo mismo sale ganando. Pues los pueblos solo se plantean los problemas cuando ya están en capacidad de resolverlos.
La izquierda revolucionaria que consecuente y responsablemente quiera asumir el papel histórico de conducir las luchas populares en el proceso de su liberación, debe comprender que ha llegado la hora de impulsar seriamente un sostenido proceso de unificación de las filas revolucionarias, que así consolidadas puedan marchar hacia el triunfo de sus objetivos.
El proletariado avanzado por su parte, debe exigir de sus organizaciones político-militares la realización de este proceso de unificación, madurando así las condiciones para que surja en el proceso la Vanguardia de la clase, y la lucha revolucionaria cuente con una dirección capaz de conducirla a la conquista del poder político, la derrota del enemigo de clase y la construcción del socialismo.
LUCHA ARMADA HOY, SOCIALISMO MAÑANA!!!!!
DIRECCIÓN NACIONAL DE LA R.N.
COMISIÓN MILITAR DE LAS F.A.R.N.
(marzo* – abril* de 1976)
*Asi en el original
El uso, copia, y distribucion de este material es gratuito. Se solicita el reconocimiento del Archivo Histórico Revolucionario Salvadoreño como su fuente.
(Digitalizado en el Centro de Información, Documentación, y Apoyo a la Investigación (C.I.D.A.I.), Universidad Centro Americana “José Simeón Cañas”.)

CEM reproduce Balance Auto-critico 1975-1976 de Resistencia Nacional

SAN SALVADOR, 7 de mayo de 2010 (SIEP) “El conocimiento de la verdad sobre los acontecimientos que condujeron al asesinato en 1975 de Roque Dalton y Armando Arteaga en el seno del Ejercito Revolucionario del Pueblo, ERP, es una tarea que tenemos pendiente” indico el Lic. Roberto Pineda, Coordinador del Centro de Estudios Marxistas “Sarbelio Navarrete.”

“Y por lo tanto es una responsabilidad histórica de los revolucionarios salvadoreños garantizar que se creen los mecanismos para conocer esta verdad, y particularmente hoy, que existen condiciones favorables, por estar la izquierda en el gobierno, para que esto se realice…” señaló.
“Estamos por conmemorar el 25 aniversario de este magnicidio, y lo más justo sería que el Sr. Presidente Funes nos indicara claramente, que medidas va a tomar para garantizar que estos asesinatos no queden en el olvido sino que se conviertan en símbolos de la lucha por la verdad y contra la impunidad, es lo menos que puede hacerse…”

“En este espíritu divulgamos digitalmente este Balance Autocritico 1975-1976 realizado por la Resistencia Nacional. Es un valioso documento histórico que publicamos teniendo como fuente al Archivo Histórico Revolucionario Salvadoreño y que fue digitalizado por el Centro de Información, Documentación, y Apoyo a la Investigación (C.I.D.A.I.), de la Universidad Centro Americana “José Simeón Cañas”

“El Balance se divide en cinco partes. La Presentación explica que. “ya va a hacer un año que la RESISTENCIA NACIONAL nace a la vida revolucionaria del país, como una organización independiente; dicho nacimiento, sin embargo, es en realidad el resultado de un largo proceso de depuración en las filas del antiguo Ejército Revolucionario del Pueblo (E.R.P), que tuvo su culminación en el mes de mayo de 1975 con el cobarde asesinato de dos valiosos combatientes del pueblo, Roque Dalton y “Pancho.”

La segunda parte trata sobre la evolución histórica del ERP, el cual “se formaba con núcleos dispersos y nacidos al calor de la lucha de masas, lo cual significo el pago de un enorme precio: se negó al Partido como concepción, nos aislamos de las masas y de la lucha de masas, pusimos el acento en la lucha clandestina y los pequeños grupos conspirativos. Todo lo que “hueliera* a Partido” era despreciado, y se concebía la revolución como la tarea de una secta clandestina.”

La tercera parte aborda el problema de la división del ERP-RN y los Asesinatos de Roque y Armando. Considera que en abril de 1975 “con la idea preconcebida de “deshacerse” (políticamente por el momento) del compañero Roque Dalton, corno un paso que les permitiría avanzar en sus posiciones, planifican aceleradamente maniobras de provocación constantes, tendientes a propiciar una oportunidad de eliminarle de las discusiones, y de paso, que diera lugar al impulso de otra maniobra: la de involucrar a algunos miembros de la Dirección Nacional, en el “complot” que habrían de adjudicarle contra el Estado Mayor del ERP.”

La cuarta parte se titula Lecciones del proceso y establece que “una organización revolucionaria debe centrar sus esfuerzos de desarrollo político interno, más que en el crecimiento orgánico cuantitativo; en el desarrollo de una Escuela de Formación revolucionaria que dote a la organización de la metodología adecuada para la correcta y efectiva transmisión de la línea política (elaborada en base a una estrategia y táctica adecuadas) entre los diferentes niveles de la organización.”

Y en la última parte de este documento se reconoce autocríticamente que “nuestro balance incluye, auto-críticamente, los daños que se han causado al movimiento revolucionario salvadoreño; en esto reconocemos la responsabilidad de la Resistencia Nacional, no pretendemos eludirla. Sabemos que gran parte de la responsabilidad recae sobre quienes estando en los niveles de Dirección del antiguo ERP, no supimos ubicarnos en el contexto general de la lucha ideológica que se desarrollaba; pero, y aunque esto no es una justificación, también debemos decir que no podíamos hacerlo con la claridad que ahora nos ofrece la visión retrospectiva.”