La diputada, que suena como carta segura para el gabinete de Gabriel Boric, afirma que el éxito del futuro gobierno depende de sus vínculos con el mundo social. “Si no tenemos bien enraizado el proceso de cambios, puede ser inestable lo que construyamos y muy fácil de revertir”, advierte.
No quiso ir a la reelección como diputada por el Distrito 12. Tras cumplir dos periodos, Camila Vallejo tenía previsto pasar a una segunda línea. El triunfo de Gabriel Boric en la elección presidencial, sin embargo, puso en duda sus planes.
“Estamos a disposición de seguir trabajando duramente por el éxito del programa. A pesar de que yo quería pasar a segunda línea en este periodo, pero no sé si va a poder ser”, admite.
La legisladora, que es una de las cartas seguras para el gabinete del frenteamplista, aborda los desafíos de la nueva administración y el rol que jugará el Partido Comunista en el futuro gobierno.
¿Qué desafío se impone a esta nueva generación ?
La votación de Gabriel y la alta participación demuestra que ganaron las demandas sociales de las últimas décadas. El principal desafío del gobierno es representar esas demandas y la posibilidad de concretarlas con responsabilidad, pero también entregando certezas de que vamos a lograr avances significativos en derechos sociales. La juventud también demanda una nueva forma de hacer política y de gobierno feminista.
¿Qué han identificado para esas nuevas lógicas?
Hay que resignificar el poder. Eso es algo que tratamos de plasmar en la campaña y que Gabriel lo ha ido asumiendo desde que fue electo presidente.
¿Y cómo se resignifica?
No es solo una cuestión de generación, porque esta es una tarea intergeneracional. Pero una de las tareas principales es que no hay gobernabilidad sin una estructura de gobernanza que facilite la participación ciudadana.
Desplazaron a quienes han gobernado desde el retorno de la democracia. ¿Qué énfasis distintos quieren marcar?
La época de la transición dejó muchos vacíos y deudas respecto de las organizaciones sociales, sindicales, de mujeres, estudiantiles. Queremos recuperar esos vínculos, porque entendemos que no podemos solos y solas. La posibilidad de éxito de este gobierno depende mucho de lo que hagamos con el mundo social.
¿La moderación durante la segunda vuelta fue un factor significativo?
No creo que exista ese giro. Gabriel siempre ha sido una persona ponderada y dialogante que pone a disposición su liderazgo para lograr acuerdos. La campaña demostró una forma de hacer política distinta, que no tiene que ver con un giro al centro o a la ex Concertación, sino que con salir de la burbuja y sumar a la mayor cantidad de gente.
Han planteado la fórmula de abrir el gabinete a otras fuerzas, pero no la coalición. El mandatario abordó con el PS el eventual ingreso a su gobierno. ¿Cuál es su postura?
Comprendemos la importancia de mantener nuestro eje articulador, la coalición de AD, pero también que hay que ampliar los círculos concéntricos hacia quienes tengan disposición honesta a contribuir a los cambios que hay que empujar desde el gobierno y la calle. El presidente electo es quien debe tomar esa definición. No podemos cerrarnos, pero esa amplitud es en función de un programa de gobierno, si no nos haríamos un autogol.
El PC es el partido más grande de AD. ¿Qué papel esperan tener?
Somos el partido más grande de la coalición, pero no vamos a pesar ni más ni menos de lo que pesamos. Que nuestra bancada sea grande, que vayamos a ser parte del gobierno es una oportunidad para la coalición, para el trabajo que tenemos hacia adelante.
¿No esperan tener un rol mayor que en el gobierno de Bachelet?
No vinimos a hacer exigencias ni nada por el estilo, respetamos las decisiones del presidente, y donde estemos a nivel ministerial, seremos colaboradores y una importante contribución.
Con Bachelet plantearon que estarían en La Moneda y en la calle. ¿Se repite ese diseño?
Los pies en la calle son las raíces del árbol. Si no tenemos bien enraizado el proceso de cambios, puede ser inestable lo que construyamos y muy fácil de revertir. Esto no se puede digitar desde el Segundo Piso, desde La Moneda, sino que necesitamos al gabinete en terreno y en línea directa con la gente, a la cual nos debemos. Si no, vamos a seguir perpetuando la construcción elitaria del poder.
En AD se repite que el PC es el único partido que tiene asegurado un lugar en el comité político…
No lo había escuchado (ríe).
¿Y espera que sea así?
Gabriel lo va a anunciar. Aquí nadie tiene nada asegurado, esto depende de lo que el presidente electo estime más conveniente.
¿Le gustaría estar en el comité político?
No voy a responder esa pregunta. Como partido estamos a disposición de seguir trabajando duramente por el éxito del programa. A pesar de que yo quería pasar a segunda línea en este periodo, pero no sé si va a poder ser.
Dijo que el Ministerio de la Mujer podría pasar al comité político, cargo en el que también la mencionan. ¿Es una definición?
Esta es una definición que tiene que tomar el presidente electo.
¿Lo ha hablado con él?
He hablado otras cosas con él. Pero es compartido que no solo ese ministerio tiene que ser más relevante, sino también la transversalización de la perspectiva de género en todo el gobierno.
¿Cómo esperan manejar las expectativas de la gente?
El involucramiento de la ciudadanía en el proceso es clave, hacerlos parte, porque entienden más de lo que a veces se cree. Y obviamente el Congreso es un espacio de negociación, pero también es un Congreso que se constituye post revuelta y Convención, y se enmarca en un nuevo escenario donde Chile se ha posicionado como un ejemplo de democracia, participación y voluntad de cambio. Yo creo que vamos a lograrlo, hemos sorteado muchas dificultades los últimos 10 años.