Los BRICS y la « desoccidentalización » autoritaria del mundo. Andrés Kogan Valderrama. CETRI. Septiembre 2023

La reciente cumbre de los BRICS y la invitación a ser parte de este bloque a países como Argentina, Egipto, Irán, Arabia Saudita, Etiopía y Emiratos Árabes ha despertado el interés de parte de ciertos sectores de izquierda, progresistas y hasta decoloniales, que lo han visto como un paso más para pasar de un mundo unipolar a uno multipolar, dejando atrás cinco siglos de dominación occidental, hegemonizado por Estados Unidos en los últimos 30 años, siendo el último centro del capitalismo mundial.

Es el caso de intelectuales como Atilio Borón [1] y Ramón Grosfoguel [2], al celebrar el fortalecimiento de los BRICS frente a Estados Unidos, como parte de un proceso histórico que lo ven con esperanza para los pueblos, por lo que cualquier mirada alternativa a esto y crítica a gobiernos autoritarios, sea rápidamente catalogada por ellos como imperialista.

En la misma dirección, solo que desde una mirada mucho menos dogmática y con menos entusiasmo que Borón y Grosfoguel, también Walter Mignolo ha planteado lo positivo de la multipolaridad [3], a partir de la idea de desoccidentalización, la cual busca describir un proceso de pérdida de poder y de influencia de las potencias occidentales (G7) y sus organismos internacionales (FMI, BID, Banco Mundial).

Si bien es innegable y positivo para el mundo que Occidente, particularmente Estados Unidos, deje de tener la importancia que ha tenido en los países, a través de la imposición colonial y por la fuerza de recetas económicas, intervenciones y guerras contra quienes no comparten sus ideales, no se puede desconocer la brutalidad de las acciones de algunos gobiernos de los BRICS, como lo ocurrido con la invasión criminal de Rusia a Ucrania.

Es lo planteado por Kavita Krishnan [4], quien ha señalado que la retórica de la multipolaridad se ha usado de parte de gobiernos autoritarios de usar su guerra contra el imperialismo para justificar su ofensiva contra la democracia, haciendo que muchas izquierdas caigan en el juego de que vale cualquier cosa si estás contra Estados Unidos, sean estas autarquías, dictaduras, invasiones o violaciones a los derechos humanos.

A su vez, revisando la declaración final de la cumbre de los BRICS en Johannesburgo, Sudáfrica, si bien se plantea la necesidad de usar monedas nacionales para el comercio internacional (desdolarización), reformas al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, el fortalecimiento del Banco de los BRICS, implementar la Agenda 2030 y los acuerdos de París ante la crisis climática, no se ven cambios profundos y alternativos a un sistema capitalista totalmente incompatible con la vida en el planeta.

Por lo mismo, la crítica al colonialismo verde de los países del Norte Global al resto, a través de New Green Deal y de un proceso de descarbonización mundial para el 2050, pareciera que solo fuera por razones económicas de quienes son parte de los BRICS, no por un real interés en construir formas de vida sostenibles para los territorios, promoviendo procesos de despatriarcalización, descolonización y desmercantilización.

Ante esto, muchos sectores de izquierda han aplaudido el liderazgo de Brasil, a través de Lula Da Silva y Dilma Rousseff, por su rol en los BRICS, pero genera muchas dudas el real aporte que tiene todo esto para América Latina y el Caribe, más allá de una retórica de izquierda antiimperialista, que omite el rol de China en nuestros países, que nos sigue condenando al extractivismo y a la venta de naturaleza para que el gigante asiático se siga industrializando.

En consecuencia, pasar de un regionalismo extractivista pro occidental a otro prochino, dado el enorme peso que tiene en los BRICS, es cerrar la posibilidad de pensar en una integración regional fuerte, que sea un actor relevante en el escenario internacional, dadas sus riquezas naturales y su enorme biodiversidad, de manera que así no sigamos siendo saqueados por enormes empresas locales y extranjeras, sean de Canadá, Estados Unidos, China o Rusia.

Frente a esto, sería bueno que los sectores de izquierda que ven con tanto optimismo lo de la expansión de los BRICS, y el protagonismo de gobiernos autoritarios en esta nueva etapa del capitalismo, también vean iniciativas más profundas desde el Sur Global, como es el caso del Pacto Ecosocial del Sur, que plantea una renta básica universal, priorizar la soberanía alimentaria, la creación de sistemas de cuidado, la autodeterminación de los pueblos indígenas y de transiciones postextractivistas

Pero para eso, habría que dejar atrás una retórica de izquierda de la Guerra Fría y estadocéntrica, promovida por Atilio Borón y Ramón Grosfoguel y disfrazada de decolonial, que denostan y tratan de imperialista a cualquier medida que se salga de los intereses de ciertos gobiernos autoritarios, que hablan por los pueblos, pero sin ellos en la práctica finalmente.

«Manifiesto inaugural». Grupo Latinoamericano de Estudios Subalternos. 1995

Introducción

El trabajo del Grupo de Estudios Subalternos, una organización interdisciplinaria de intelectuales sudasiáticos dirigida por Ranajit Guha, nos ha inspirado a fundar un proyecto similar dedicado al estudio del subalterno en América Latina. El actual desmantelamiento de los regímenes autoritarios en Latinoamérica, el final del comunismo y el consecuente desplazamiento de los proyectos revolucionarios, los procesos de redemocratización, las nuevas dinámicas creadas por el efecto de los mass media y el nuevo orden económico transnacional: todos estos son procesos que invitan a buscar nuevas formas de pensar y de actuar políticamente.

A su vez, la redefinición de las esferas política y cultural en América Latina durante los años recientes ha llevado a varios intelectuales de la región a revisar algunas epistemologías previamente establecidas en las ciencias sociales y las humanidades. La tendencia general hacia la democratización otorga prioridad a una reconceptualización del pluralismo y de las condiciones de subalternidad al interior de sociedades plurales.

La comprobación de que las élites coloniales y postcoloniales coincidían en su visión del subalterno llevó al Grupo Sudasiático a cuestionar los macroparadigmas utilizados para representar las sociedades coloniales y postcoloniales, tanto en las prácticas de hegemonía cultural desarrolladas por las elites, como en los discursos de las humanidades y las ciencias sociales que buscaban representar la realidad de estas sociedades.

El artículo inaugural de Guha en el primer volumen de la serie Subalternal Studies, publicada por el grupo a comienzos de 1982, enseña ya la pretensión central del proyecto: desplazar los presupuestos descriptivos y causales utilizados por los modelos dominantes de la historiografía marxista y nacionalista para representar la historia colonial sudasiática (Guha 1988: 37-43).

En su libro de 1983 Elementary Aspects of Peasant Insurgency, Guha critica la parcialidad de los historiadores que, en su registro de los hechos, privilegian aquellos movimientos insurgentes que disponen de agendas escritas y programas políticos teóricamente elaborados. Tal insistencia en la escritura, anota Guha, delata el prejuicio de las élites nacionales y extranjeras que construyeron la historiografía sudasiática.

La lectura, “en reversa” (o “against the grain”, en el idioma de la deconstrucción utilizado frecuentemente por el grupo) de esta historiografía para recobrar la especificidad cultural y política de las insurrecciones campesinas tiene, para Guha, dos componentes básicos: identificar la lógica de las distorsiones en la representación del subalterno por parte de la cultura oficial o elitista, y desvelar la propia semiótica social de las prácticas culturales y las estrategias de las insurrecciones campesinas (Guha 1988: 45-84).

La opinión de Guha es que el subalterno, que por definición no está registrado ni es registrable como sujeto histórico capaz de acción hegemónica (visto, claro, a través del prisma de los administradores coloniales o de las élites criollas educadas), emerge en dicotomías estructurales inesperadas; en las fisuras que dejan las formas hegemónicas y jerárquicas y, por tanto, en la constitución de los héroes del drama nacional, en la escritura, la literatura, la educación, las instituciones y la administración de la autoridad y la ley.

En otras palabras, el subalterno no es pasivo, a pesar de la tendencia que muestran los paradigmas tradicionales de verlo como un sujeto “ausente” que puede ser movilizado únicamente desde arriba. El subalterno también actúa para producir efectos sociales que son visibles – aunque no siempre predecibles y entendibles – para estos paradigmas o para las políticas estatales y los proyectos investigativos legitimados por ellos.

Es el reconocimiento de este papel activo del subalterno, el modo en que altera, curva y modifica nuestras estrategias de aprendizaje, investigación y entendimiento, lo que inspira la sospecha frente a tales paradigmas disciplinarios e historiográficos. Paradigmas que se encuentran ligados a proyectos de orden nacional, regional o internacional manejados por élites que, en su despertar, administraron o controlaron las subjetividades sociales, buscando filtrar las hegemonías culturales a lo largo de todo el espectro político: desde las élites mismas hasta las epistemologías y los discursos de los movimientos revolucionarios, ejerciendo su poder en nombre del “pueblo”.

1. El subalterno en los estudios latinoamericanos

Los límites de la historiografía elitista en relación al subalterno no constituyen una sorpresa teórica para los Estudios Latinoamericanos, que desde hace mucho tiempo han trabajado con el supuesto de que la nación y lo nacional son conceptos totalizantes de carácter no popular. El concepto y la representación de la subalternidad desarrollados por el Grupo Sudasiático de Estudios Subalternos no encontraron viabilidad sino hasta los años ochenta, mientras que los Estudios Latinoamericanos habían estado trabajando con conceptos similares desde su establecimiento como área de investigación en los años sesenta.

La constitución de este campo de estudios (y de la Asociación de Estudios Latinoamericanos – LASA – como su soporte institucional) en tanto que formación necesariamente interdisciplinaria, corresponde al modo en que el grupo sudasiático conceptualiza al subalterno como un sujeto que emerge en los intersticios de las disciplinas académicas, desde la crítica filosófica de la metafísica o la teoría literaria y cultural contemporáneas, hasta la historia y las ciencias sociales.

Sin embargo, detrás del problema del subalterno se encuentra la necesidad de reconceptualizar la relación entre el estado, la nación y el “pueblo” en los tres movimientos que han inspirado y dado forma a los Estudios Latinoamericanos (y a Latinoamérica misma): las revoluciones mexicana, cubana y nicaragüense.

Quisiéramos esbozar la relación entre la emergencia de los Estudios Latinoamericanos y el problema de la conceptualización de la subalternidad en términos de tres grandes etapas, desde 1960 hasta el presente.

Etapa primera: 1960-1968

Como es bien sabido, aunque la mayoría de los países latinoamericanos ganaron su independencia en el siglo XIX, los estados nacionales resultantes fueron gobernados predominantemente por criollos blancos que establecieron regímenes coloniales internos con respecto a los indios, los esclavos descendientes de africanos, el campesinado mestizo y mulato, o los nacientes proletariados. La revolución mexicana marcó una desviación con respecto a este modelo blanco, patriarcal, oligárquico y eurocéntrico de desarrollo, pues se fundaba en la agencia de los indios y los mestizos, no sólo como soldados sino también como líderes y estrategas del levantamiento revolucionario. No obstante, durante el México postrevolucionario, en un proceso que ha sido ampliamente estudiado, este protagonismo fue bloqueado a nivel económico, político y cultural – en favor de la emergente clase mestiza, alta o media – mediante la supresión de las comunidades y líderes indios, así como por la resubalternización del indio, que dejó de ser visto como un sujeto histórico-político para convertirse en artefacto “cultural” vinculado al nuevo aparato estatal (p. e. en el muralismo mexicano).

La revolución cubana representó una recuperación parcial del impulso hacia la emergencia del subalterno, en particular gracias al acento que otorgó al problema del carácter no europeo (o post-europeo) de los sujetos sociales en América Latina en el contexto de la descolonización, levantándose así frente a la primacía de la historiografía eurocéntrica y frente a los paradigmas culturales establecidos.

La relectura que hizo Roberto Fernández Retamar de Franz Fanon y del discurso de liberación nacional en su ensayo Calibán es ejemplo de una nueva conceptualización de la historia y la identidad latinoamericanas. Este impulso afectó no solamente a escritores del Boom como Mario Vargas Llosa, Carlos Fuentes y Gabriel García Márquez, sino también a científicos sociales como André Gunder Frank y los teóricos afiliados a la escuela de la dependencia. Ambos grupos creían en la viabilidad de establecer en América Latina economías y sociedades que “rompieran” radicalmente con las estructuras del sistema dominante; una ruptura que, al menos en teoría, dejaría campo para el protagonismo de los sujetos subalternos.

La revolución cubana generó prácticas culturales y políticas insatisfechas con la representación de la clase media o alta como sujeto social por excelencia de la historia latinoamericana. El nuevo prestigio que la revolución otorgó al marxismo entre los intelectuales latinoamericanos y los trabajadores culturales generó un gran optimismo y una certeza epistemológica respecto a las posibilidades de la subjetividad histórica. El concepto del pueblo como “masa trabajadora” se convirtió en el nuevo centro de la representación.

Entre los resultados más apreciables de este cambio [epistemológico] en la esfera de la cultura se encuentran los documentales de la escuela de Santa Fé creada en Argentina por Fernando Birri, las películas del Cinema Nuovo brasileño y del ICAIC cubano, el concepto del “cine popular” desarrollado en Bolivia por Jorge Sanjinés y el grupo Ukamu, el “teatro de creación colectiva” en Colombia, el teatro Escambray en Cuba y movimientos afines en los Estados Unidos, como el teatro campesino.

Con todo, aun cuando estos trabajos problematizaban asuntos de genero, raza y lenguaje, su acento recaía en la existencia de un sujeto clasista unitario y en su asimilación de los textos teórico-literarios producidos por una élite intelectual que se identificaba con ese sujeto, lo cual velaba la disparidad de negros, indios, chicanos y mujeres, los modelos alternativos de sexualidad y de corporalidad, así como la existencia del “lumpen” y de aquellos que no habían entrado en pacto con el estado revolucionario. (Una buena dramatización de este problema que, sin embargo, es parte del problema por su forma de presentarlo, fue el examen que hizo la cubana Sara Gómez en su película De cierta manera de asuntos referentes a la clase, la raza y el género en la Cuba postrevolucionaria). El sujeto de la historia no fue puesto jamás en duda, como tampoco la idoneidad de sus representaciones (tanto en el sentido mimético como político) por parte de las sectas revolucionarias, por las nuevas formas de arte y cultura, o por los nuevos paradigmas teóricos como la teoría de la dependencia o el marxismo althuseriano.

Segunda etapa: 1968-1979

La crisis del modelo protagónico de la revolución cubana empieza con el colapso de la guerrilla del Ché Guevara en Bolivia y de los focos guerrilleros a finales de los sesenta; un colapso basado en parte sobre la separación existente entre estos focos y las masas que ellos buscaban impulsar hacia la acción revolucionaria. (Una imagen muy vívida de esto proviene del mismo Ché Guevara, quien en su Diario reconoce la falta de apoyo por parte de la población campesina de lengua Aymará que él estaba tratando de organizar).

La “Nueva Izquierda” en los Estados Unidos, el movimiento antibélico, el “Mayo” francés y las manifestaciones de los estudiantes mexicanos frente a la matanza de 1968 en Tlatelolco, señalan la aparición del estudiantado como actor político en el escenario mundial, desplazando a los tradicionales partidos social-demócratas y comunistas. Las prácticas culturales que acompañaron estas insurrecciones se hallan ejemplificadas en América Latina por la figura de Violeta Parra y el movimiento de la nueva trova en la música latinoamericana, o por la emergencia de formas musicales de contracultura como el reggae y el rock.

Políticamente, el movimiento se caracteriza, por un lado, como un conflicto “generacional” entre las élites o los sectores medios y una nueva clase amorfa que los estudiantes pretendían representar; por el otro lado, como una alianza política muy amplia entre movimientos populares, como por ejemplo en el caso de la Unidad Popular chilena bajo la figura de Allende.

En el campo de la producción cultural, la emergencia de formas documentales o testimoniales desplazó los parámetros de representación fundados en la actividad de los escritores y las vanguardias. A diferencia de la ambición mostrada por los novelistas del Boom de “hablar por” América Latina, los sujetos subalternos representados en los textos testimoniales se convirtieron en parte misma de la construcción textual.

La insatisfacción con la estrategia metaficcional y masculina de los autores del Boom condujo a un nuevo énfasis en lo concreto, en lo personal, en las “pequeñas historias”, en la escritura (o las películas) producidas por mujeres, lumpen, homosexuales y prisioneros políticos, generándose en este proceso la pregunta de quién representa a quién.

Simultáneamente, en el ámbito de la crítica literaria nació la propuesta de construir una “historia social” de la literatura latinoamericana, concretizada en proyectos tales como el grupo de literatura e ideología en la Universidad de Minnesota y el Centro de Estudios Latinoamericanos “Rómulo Gallegos” en Caracas, iniciativas ambas apoyadas por la gran diáspora de intelectuales de izquierda provenientes del cono sur en los años posteriores a 1973.

Esta etapa marca también la introducción en Latinoamérica del postestructuralismo francés, el marxismo gramsciano y la Escuela de Frankfurt, que sirvieron para desestabilizar algunos presupuestos vigentes en el marxismo ortodoxo de los sesenta, y también en los paradigmas de “modernización” generados por las ciencias sociales norteamericanas.

La recepción latinoamericana de la obra de Bakhtin, Voloshinov, Lotman y la Escuela de Tartu, así como de los estudios culturales provenientes de Gran Bretaña y los Estados Unidos, sirvieron para responder al formalismo de la semiótica estructuralista, acentuando la heteroglosia, el dialogismo y la multiplicidad de los discursos y de las prácticas significantes.

Tercera etapa: los años ochenta

La revolución nicaragüense y la importante difusión teórica y práctica de la teología de la liberación se convirtieron en fuentes primarias de referencia durante esta etapa. Las palabras claves fueron “cultura”, “democratización”, “globalización” y algunos “post” (postmarxismo, postmodernismo, postestructuralismo).

Formas establecidas de la cultura alta, como por ejemplo la literatura, fueron cuestionadas por la crítica que desarrollaron la deconstrucción, el feminismo y los estudios negros y chicanos en los Estados Unidos, siendo reemplazadas por una visión antropológica de la cultura como “experiencia vivida”.

En concordancia con la emergencia de proyectos como el Grupo de Estudios Subalternos o el Centro de Estudios Culturales en Birmingham dirigido por el jamaiquino Stuart Hall, los latinoamericanistas empezaron a criticar la persistencia de sistemas coloniales o neocoloniales de representación en América Latina (cf. Rama 1984).

Se tenía la sensación de que las dinámicas políticas y culturales habían comenzado a funcionar en un contexto global que tornaba problemático el modelo centro-periferia de la teoría de la dependencia, así como las estrategias nacionalistas que lo acompañaban (el final del ciclo de crecimiento de los sesenta y la crisis del endeudamiento fueron, de hecho, los eventos económicos predominantes durante toda la década).

El rápido desarrollo y expansión de los medios de información fue la característica tecnológica más importante durante esta etapa, permitiendo, entre otras cosas, la entrada y difusión en los nuevos circuitos globales de textos y prácticas culturales provenientes de áreas que anteriormente pertenecían al mundo colonial (la publicación, recepción y centralidad alcanzada por el libro de Rigoberta Menchú en el debate estadounidense sobre el multiculturalismo es tan sólo un pequeño ejemplo de las nuevas formas en que los objetos culturales son creados y administrados).

Gracias a la proliferación de la televisión, la telenovela se convirtió en la forma cultural dominante en América Latina y las ciencias de la comunicación irrumpieron como el área de mayor crecimiento académico.

Este es precisamente el momento en que emergen los estudios culturales en la universidad anglo-americana, impulsados por la conjunción entre el feminismo, la crítica del discurso colonial, nuevas formas de marxismo y teoría de la sociedad (Jameson, el “postmarxismo” de Mouffe y Laclau, la condición postmoderna de Lyotard), los análisis psicoanalíticos de Lacan concernientes a la construcción del sujeto, el nuevo interés por los mass media y la cultura popular, así como las nuevas experiencias de la globalidad y la simultaneidad.

Con un retraso de aproximadamente cinco años, este fenómeno se dio también en Latinoamérica misma y en los Estudios Latinoamericanos. Sería apropiado, por tanto, concluir este relato sobre los vínculos entre los Estudios latinoamericanos y el problema de la subalternidad con dos observaciones: 1) el proyecto de crear un Grupo Latinoamericano de Estudios Subalternos, tal como el que estamos proponiendo, representa tan solo un elemento, crucial sin embargo, al interior del campo emergente y mucho más amplio de los estudios culturales latinoamericanos; 2) en la nueva situación de globalización, el significante “Latinoamérica” hace referencia también a un conjunto de fuerzas sociales al interior de los Estados Unidos, que se han convertido ya en la cuarta o quinta (entre veinte) nación de habla española más grande del mundo.

2. Conceptos básicos y estrategias

Lo que establece las pautas de nuestro trabajo es, principalmente, el consenso respecto a la necesidad de construir un mundo democrático. Creemos que la naturaleza ética y epistemológica de este consenso y el destino de los procesos de democratización en Latinoamérica están unidos de tal forma, que imponen nuevos retos y exigencias a nuestra labor como académicos y educadores. Esto implica, por un lado, una mayor sensibilidad frente a la complejidad de las diferencias sociales y, por el otro, la creación de una plataforma plural, aunque limitada, de investigación y discusión en la que todos puedan tomar parte.

Las configuraciones tradicionales de la democracia y el estado-nación han impedido que las clases sociales subalternas tomen parte activa en los procesos políticos y en la constitución del saber académico, sin reconocer sus contribuciones potenciales como capital humano (excepto para explotarlo).

Lo que queda claro en el trabajo del Grupo Sudasiático de Estudios Subalternos es el axioma de que las élites representadas por la burguesía nacional y/o la administración colonial son responsables de haber inventado la ideología y la realidad del nacionalismo. Su forma de mirar las cosas se ubica en el punto de intersección creado entre el antiguo poder colonial y el futuro sistema poscolonial del estado-nación, en donde ellas ocuparían un papel hegemónico.

El problema central de la poscolonialidad es lo que Guha llamase “la incapacidad histórica de la nación para realizarse a sí misma”, incapacidad debida al liderazgo inadecuado de las élites gobernantes. La nueva economía política global trae consigo la necesidad conceptual de deconstruir los paradigmas de la nación y la independencia, lo cual explica los cambios que viene experimentado últimamente la terminología de las ciencias sociales.

Conceptos tales como “pluralismo”, “democracia”, “consenso”, “subalternidad”, “desplazamientos de poder”, “nuevo orden mundial” y “Gran Área” son ejemplos de tal mutación. Ellos han sustituido a conceptos como “modernización”, “dictadura”, “partido”, “revolución”, “centro-periferia”, “desarrollo”, “nacionalismo” y “liberación nacional”.

Uno de nuestros propósitos centrales es rastrear el modo en que los conceptos mudan, y lo que significa la utilización de una determinada terminología.

Además de conceptualizar la nación como un espacio dual (élites metropolitanas / élites criollas; élites criollas / grupos subalternos), el estudio de la subalternidad en América Latina incluye otras dicotomías estructurales. Al ser un espacio de contraposición y colisión, la nación contiene múltiples fracturas de lengua, raza, etnia, género, clase, y las tensiones resultantes entre asimilación (debilitamiento de las diferencias étnicas, homogenización) y confrontación (resistencia pasiva, insurgencia, manifestaciones de protesta, terrorismo).

El subalterno aparece entonces como un sujeto “migrante”, tanto en sus propias representaciones culturales como en la naturaleza cambiante de sus pactos con el estado-nación. De acuerdo a las narrativas del marxismo clásico y del funcionalismo sociológico respecto al “modo de producción”, el sujeto migrante aparece cartografiado como formando parte de los estadios de desarrollo de la economía nacional. En tales narrativas, la participación de las clases subalternas y su identificación con categorías económicas sirven para enfatizar el crecimiento de la productividad, que es el signo del progreso y la estabilidad.

La pregunta por la naturaleza del pacto social entre el subalterno y el estado resulta fundamental para la implementación de un gobierno eficaz en el presente, así como para la planeación de su eficiencia en el futuro.

La des-nacionalización es, simultáneamente, el límite y el umbral de nuestro proyecto. La “des-territorialización” del estado-nación bajo el impacto de la nueva permeabilidad de las fronteras y del flujo de capital-trabajo repite simplemente los procesos genéticos de implantación de las economías coloniales en América Latina durante los siglos XVI y XVII.

No se trata solamente de que ya no podemos operar exclusivamente con el prototipo de la nacionalidad, sino que el concepto de nación, atado al protagonismo de las élites criollas en su afán de dominar o administrar a otros grupos sociales, ha oscurecido desde el comienzo la presencia y realidad de los sujetos subalternos en la historia latinoamericana. Desde este punto de vista, necesitamos mirar hacia atrás para reconsiderar aquellas formas pre-nacionales de territorialización precolombina y colonial, pero necesitamos también mirar hacia adelante para pensar en nuevas formas emergentes de subdivisión territorial, fronteras permeables, lógicas regionales, y sobre conceptos tales como el Commonwealth y el Panamericanismo.

Llamar a juicio el concepto de nación equivale, a su vez, a cuestionar determinadas representaciones “nacionales” sobre las élites y los grupos subalternos. Garantizadas legalmente por el estado, las políticas de inmigración o de reubicación demográfica en América Latina (y ahora también en los Estados Unidos) se han impuesto artificialmente sobre formaciones sociales y económicas ya existentes y, consecuentemente, sobre la representación y el protagonismo del subalterno. ¿Cuáles son las fronteras de América Latina si, por ejemplo, consideramos a Nueva York como la mayor ciudad puertorriqueña y a Los Angeles como la segunda metrópoli más grande de México? ¿O si consideramos a la población afro-americana y angloparlante de la costa norte de Nicaragua, que se consideran a sí mismos “criollos” y cuyas preferencias culturales incluyen la música country norteamericana y el reggae jamaiquino?

Esta insistencia en mirar al subalterno desde el punto de vista de la posmodernidad no significa que rehusemos perseguir los rastros que han dejado anteriores hegemonías culturales en la formación del subalterno y de las correspondientes élites locales. Podemos hallar al subalterno únicamente en los linderos articulados por antiguas prácticas socioculturales, epistemológicas y administrativas, en la hibridación histórica de mentalidades culturales y en los pactos contingentes que se dan cada vez que ocurre un empalme transicional.

De acuerdo a la narrativa de las elites, el nacionalismo es una aventura idealista conducida por ellas mismas, guiada en parte por el ideal “literario” de la nacionalidad. Pretendiendo altruismo y auto-abnegación, las élites criollas, con su antagonismo frente al colonizador, invocaron la bondad del pueblo y de las clases subalternas en lugar de buscar los medios para su promoción social.

La historia de las burguesías nacionales se convierte así en la (auto)biografía espiritual de las elites, hecho que contribuye decisivamente a la formación política y cultural de los subalternos (es el caso, por ejemplo, de la resistencia frente a la cultura letrada del idioma español en algunas áreas indígenas, y frente a la “cultura alta” en general por parte de los grupos subalternos).

El no reconocimiento de la contribución del subalterno a la creación de su propia historia revela la pobreza de la historiografía [ilustrada] y señala las razones por las cuales fracasaron los programas nacionalistas de promoción popular. El transnacionalismo del subalterno es registrado únicamente como un problema de ley y orden, o, positivamente, como una respuesta al carisma de los líderes de la elite, es decir, como una movilización vertical (a través de la manipulación massmediática y populista) por parte de ciertos grupos y facciones.

Representarse la subalternidad en América Latina cualquiera que sea la forma en que ella aparece (nación, hacienda, lugar de trabajo, hogar, sector informal, mercado negro), encontrar el locus en donde ella habla como sujeto político y social, requiere una exploración de las márgenes del estado. Insistimos en nuestra premisa básica: la nación, como espacio conceptual, no es idéntica a la nación como estado.

Nuestro aparato conceptual adquiere, por ello, una connotación más geográfica que institucional. Y nuestra estrategia de investigación nos obliga a realizar un trabajo arqueológico en los intersticios abiertos por las formas de dominación (ley y orden, poder militar o policial) e integración (aprendizaje y escolaridad).

Empero, desde la perspectiva del subalterno ambas cosas, la policía y el maestro, pudieran aparecer como estrategias muy bien coordinadas al interior de un proyecto transnacional de expropiación económica y administración territorial.

Al conceptualizar la subalternidad debemos, por ello, tener mucho cuidado en no colocarnos a nosotros mismos en la posición de letrados subalternos (muy común en articulaciones previas del discurso de “liberación nacional”, por ejemplo en algunas formas del nacionalismo puertorriqueño o del arielismo literario latinoamericano), es decir, en la posición de transcriptores, traductores, intérpretes o editores; de evitar, en otras palabras, la construcción de una intelligentsia poscolonial ubicada en los centros culturales hegemónicos.

Con esto no queremos obviar el problema, sino simplemente indicar que permanecer enfocados en la actividad de la intelligentsia y en sus prácticas características (centradas en el cultivo de la escritura, la ciencia, etc.) nos dejaría todavía en aquel espacio de “ceguera” y de prejuicio historiográfico que Guha criticara en sus estudios sobre la insurrección campesina.

En la medida en que la nación y lo nacional sean repensadas como categorías variopintas que oscilan entre el criollo y el mestizo, entre el mestizo y el mulato hasta el negro o el indio, entre el hombre y la mujer, nos acercaremos más a la idea de territorialidad (espacios, áreas, geografías) que buscamos dibujar.

En otras palabras, el sujeto social desinstitucionalizado e internacionalizado es el que confirma las estructuras de globalización y de control de la población (tanto político como biológico). Reconocer la presencia de este sujeto es importante para ver de qué manera los sujetos subalternos entran a formar parte activa, como seres vivientes de carne y hueso, en las estructuras administrativas y en las prácticas de dominio.

Debido a que las epistemologías coloniales y “nacionales” les habían otorgado el status de puros objetos, la actividad del subalterno aparece ahora como “eruptiva”, como una ruptura con modelos tradicionales de movilización vertical y de control social que cuestiona las formas hegemónicas de representación y que obliga al estado y a sus agentes (incluyendo a los profesores universitarios y a las instituciones de investigación científica) a negociar unas políticas sociales y de investigación que tengan en cuenta su propio proyecto de hacer historia.

Sin embargo, no estamos buscando dejar de lado el problema de lo “nacional” y otras formas de nacionalismo y de movilización “nacional-popular”, como por ejemplo en el caso de la revolución sandinista en Nicaragua (estamos influenciados aquí por la obra de Carlos Vilas y su tesis sobre la identidad del sujeto social de la revolución (cf. Vilas 1986). Tampoco queremos establecer una fisura entre lo político y lo teórico. El subalterno no es una sola cosa. Se trata, insistimos, de un sujeto mutante y migrante. Aun si concordamos básicamente con el concepto general del subalterno como masa de la población trabajadora y de los estratos intermedios, no podemos excluir a los sujetos “improductivos”, a riesgo de repetir el error del marxismo clásico respecto al modo en que se constituye la subjetividad social.

Necesitamos acceder al vasto y siempre cambiante espectro de las masas: campesinos, proletarios, sector formal e informal, subempleados, vendedores ambulantes, gentes al margen de la economía del dinero, lumpen y ex-lumpen de todo tipo, niños, desamparados, etc.

Quisiéramos concluir este Manifiesto reconociendo, sin embargo, los límites de la idea de “estudiar” al subalterno. Nuestro proyecto, conformado por un equipo de investigadores (pertenecientes a universidades norteamericanas de elite) que quieren extraer de ciertos documentos y prácticas hegemónicas el mundo oral de los subalternos, es decir, la presencia estructural de un sujeto que los letrados no habíamos reconocido y que nos interpela para mostrarnos qué tanto estábamos equivocados, debe confrontarse con la resistencia del subalterno frente a las conceptualizaciones de la elite.

No se trata, por ello, de desarrollar nuevos métodos para estudiar al subalterno, nuevas y más eficaces formas de obtener información, sino de construir nuevas relaciones entre nosotros y aquellos seres humanos que tomamos como objeto de estudio. Las palabras de Rigoberta Menchú al final de su famoso testimonio son relevantes en este contexto: “Conservo todavía secretos que nadie puede conocer. Ni siquiera los antropólogos y los intelectuales, no importa cuántos libros hayan escrito, pueden descubrir todos nuestros secretos” (Menchú 1984).

BIBLIOGRAFÍA

Guha, Ranajit. “Preface”, en: Guha, Ranajit / Spivak, Gayatri (eds.). Selected Subalternal Studies. New York: Oxford University Press, 1988.

Guha, Ranajit. “On Some Aspects of the Historiography of Colonial India”, en: op.cit.

Menchú, Rigoberta. I, Rigoberta Menchú: An Indian Woman in Guatemala. London: Verso, 1984.

Rama, Angel. La ciudad letrada. Hanover: Ediciones del Norte, 1984.

Vilas, Carlos. The Sandinista Revolution: National Liberation and Social Transformation in Central America. New York: Monthly Review Press, 1986.

Nota

*Este Manifiesto fue publicado inicialmente por la revista Boundary 2 (vol. 20, número 3) y reimpreso luego en el volúmen The Posmodernism Debate in Latin America (eds: J. Beverley, J. Oviedo, M. Aronna, Duke University Press 1995) con el título “Founding Statement”. Agradecemos a Boundary 2 y a Duke University Press por autorizarnos para incluir ésta traducción en castellano (N.E.).

Traducción: Santiago Castro-Gómez

Teorías sin disciplina (latinoamericanismo, poscolonialidad y globalización en debate). Edición de Santiago Castro-Gómez y Eduardo Mendieta. México: Miguel Ángel Porrúa, 1998.

Alan Woods on world perspectives: crisis, class struggle and the tasks of the communists. IMT. January 2024.

At the end of January, around 100 comrades of the International Marxist Tendency (IMT) from across the globe came together for a leadership meeting that represented a decisive landmark in our history.

Below, we publish a full transcript of the opening talk by Alan Woods on the turbulent world situation, and the urgent tasks that this places before communists. On Monday, we look forward to publishing a full report of the meeting, which will include important announcements of interest to revolutionary communists everywhere.

Analysis of world perspectives would be a childishly simple thing if economic phenomena were the only factors we needed to analyse. Of course, they establish the broad tendencies, there is no question about that. And yes, they are ultimately the decisive question.

But, just as in the ocean, in the world situation there can be many crosscurrents, which at any given moment can exercise a powerful effect on the way things develop, and above all on the pace of development. At times, the pace can seem painfully slow. But at other times it can be enormously accelerated. That is the position we face at the present time – processes have enormously intensified and accelerated at all levels.

I will not deal at any length with the economic analysis, which we’ve done thoroughly elsewhere. Sometimes, we may be a little bit too simplistic in making general declarations, which in general may be true. Yes, but what is true in general may not be true in a particular circumstance.

For example, it is impossible that the bourgeoisie can make reforms – true or false? In general it is true. Not only can the bourgeoisie not offer any new, meaningful or lasting reforms to the working class; not only is the bourgeoisie unable to make reforms that are solid and sustainable; they cannot even guarantee the maintenance of all the reforms that the working class has painfully conquered over the last 50 years.

That is a decisive fact. That is the reason why the crisis of capitalism is also, as night follows day, a crisis of reformism.

But is it true, necessarily, that under no circumstances can the bourgeoisie make reforms? Oh no, my friends, that doesn’t follow at all. If the ruling class is faced with a fundamental crisis, in which their whole system can be overthrown, if faced with losing everything, they will carry out reforms – we had better believe it. They will make decisions which are ‘impossible’ to make, and they will spend money which they do not possess.

This is irresponsible from a strictly economic, logical point of view. But that is precisely what they did following the crisis of 2008-2009, when the system was threatened with overthrow.

And therefore they did the opposite of everything they had said in previous years. They spent vast, incredible sums of money – government money, non-existent money – in order to save the system. And they succeeded. Oh yes, they succeeded in temporarily stabilising the situation, which was out of control. And they did the same thing on an even greater scale during the COVID-19 crisis. They spent huge amounts of money, money which they did not possess. Did they succeed? Yes, they succeeded.

However, by doing so, all they succeeded in doing was to create even greater contradictions, huge contradictions, insoluble contradictions. And now, those contradictions have caught up with them.

They are laden with vast, unimaginable quantities of debt: government debt, company debt, private debt, consumer debt. And of course, we’ve seen an enormous jump in inflation. Therefore, they are now forced, like a man whose car is out of control, to slam on the brakes. And that, of course, causes tremendous contradictions.

I remember distinctly, that we predicted precisely this fact in 2008. At that time, I explained the following: every attempt of the bourgeoisie to restore the economic equilibrium, which is what they were desperately trying to do, will destroy the social and political equilibrium.

And that is precisely what we see. Incidentally, the period of historically low rates of inflation, which all the stupid economists said was permanent – why they thought that, I do not know – and correspondingly low rates of interest, is finished. It cannot be restored, at least for the foreseeable future, if ever.

The most turbulent period in history

This is the context in which everything else has developed. It is a finished recipe for precisely what we said: the most stormy and turbulent period in the whole of history.

You see this turbulence, this chronic instability, everywhere. Just turn on the television set, listen to the news, if you can stand it. Personally, I have stopped listening to the BBC – it is just a stream of stupid propaganda.

Everywhere you see the same instability: economic instability; financial instability; social instability; political instability; diplomatic instability, and yes, military instability. If you understand that, then you’ve understood the nature of the period through which we are passing.

Let us be clear on another thing: economic processes, at any given moment in time, can be seriously affected by political questions – and by military questions. There is no Chinese Wall to separate them. Such an idea would be a stupid one, like imagining that all processes in science are chemically pure. They are not.

In a given situation, political questions can have a drastic effect on the economy. And, of course, the economy always has a fundamental effect on political questions. There is an interrelationship, as we can see when we read the alarm expressed by the more serious strategists of capitalism – one or two of them are still alive.

Although most of them are complete idiots. As Lenin said: a man on the edge of a precipice does not reason.

I ask the comrades to remember that statement. I’ve seen this many times, where we make mistakes in perspectives – and we have made mistakes – it is quite often for the following reason: we assume, wrongly, that the bourgeoisie acts in a logical manner.

If that were true, to develop perspectives you would just have to work out what’s in the logical interest of US imperialism and, therefore, they will act accordingly.

Oh, no, no, no, no. The bourgeois does not necessarily act in a logical manner, as we will see. It very often happens in history that serious problems are caused by miscalculations on the part of the ruling class.

Adolf Hitler made the biggest miscalculation imaginable when he attacked the Soviet Union in 1941. By the way, Stalin, Churchill and Roosevelt also made similarly stupid miscalculations throughout the course of the war and after.

Ukraine

Today, you see gloomy articles in the press; the former optimism has turned into dark pessimism, because there are very few strategists that are able to think. As Trotsky said in 1938: they are tobogganing towards disaster with their eyes closed, and they are making serious mistakes.

They are facing a perfect storm. All these factors – economic, political, military, and diplomatic – are combining, coming together, producing a catastrophic downward spiral. They don’t seem to be able to stop. They can’t stop it.

We see that in the events in the Middle East and in Ukraine. These two elements will have to occupy quite an important part in this discussion.

Let us start with Ukraine. First of all, you have to ask the question: what is the strategic importance of Ukraine for US imperialism? Why is it so vitally important that it has become an obsession for Biden and his ministers? Let us answer that question. Read my lips: Ukraine, from the general standpoint of the global interests of American imperialism, is of zero importance. China, if you like, even Taiwan: they are important.

When Biden was elected, believe it or not, part of his programme was supposed to be a peace program. He wasn’t going to get the US involved in any more of these so-called ‘Forever Wars’ in the Middle East.

Believe it or not, he said he was going to do a deal with Russia, that he would have established a stable relationship with Russia in order to concentrate on the central problem, which is of course China, as we will see shortly.

Mr. Joseph Biden, in the short space of time that he has occupied the White House, has achieved precisely the opposite of what he said he was going to do.

The Americans deliberately pushed Ukraine into a senseless conflict with Russia, which could easily have been avoided. Easily, by elementary diplomacy, such as, for example, agreeing that Ukraine would never join NATO. Simple. In fact, Zelensky was prepared to discuss this with the Russians. He was prepared to do most of these things initially, until he had his arms twisted by NATO and the Yanks: “Don’t trust Putin! No deals with Putin!” It is now abundantly clear that the Americans deliberately provoked that war.

Now, I have described it as an unnecessary war. I know for a fact that some comrades think of this as a very strange thing to say. After all, if the war took place, it must have taken place of necessity. That is true. When you reach a certain point anything becomes necessary.

But does that mean that the war could not have been avoided? That is a very wrong and a very foolish assumption to make. I am telling you now – and I am not the only one saying this, many people are saying this – they could and they should have avoided it, by making some concessions: secondary, unimportant concessions.

But no, no, no: they considered the question of the expansion of NATO to be a matter of principle, which they could not renounce. That was a very stupid assumption to make in the first instance. Why should it be so important? Really speaking, it is not important. They thought wrongly. They misjudged. They misinterpreted the entire situation.

They thought:

 “Here is an opportunity for a nice little war with Russia. We will not be involved. No American lives will be lost. Let the Ukrainians do all the fighting. We will give them arms and money. Wonderful modern arms. And we will give them a chance to win.”

Wonderful modern arms like the Leopard tank, and the Abrams tank, and these new jet fighters, which they will give them. And I say: so what? Let them hand over these weapons. It makes no difference.

“The Russians are weak. The Russian generals are useless. The Russians haven’t got modern weapons like us.” They actually believed their own lunacy – and it is lunacy.

But could the Ukrainians win? We said from the word go, that there is absolutely not a snowball’s chance in hell of Ukraine winning a war with Russia. It was and remains a stupid idea.

Looking at it now, they are beginning to understand. It is taking them a little bit of time. First of all, they pushed Zelensky into this conflict, which he didn’t want. Now he wants it because his career depends upon it.

On at least two occasions, they sabotaged a deal which was being made. If I’m not mistaken, the last one was in April of 2022.

The deal was signed by both Russia and Zelensky, I believe in Istanbul, brokered by the Turks. And it was deliberately sabotaged by that imbecile Boris Johnson, a perfect representative of our intelligent British ruling class. ‘Prime Minister of Britain’ – he’s not fit to run a circus! He’s barely suited to the role of a clown. But Johnson would have never made that statement, unless he was backed by Biden. Never. British imperialism is a negligible power.

‘Brexit’, ‘independence’ – what independence? When they’re constantly licking the boot of American imperialism? What are you talking about? Washington says jump and they say: how high? It’s embarrassing.

No, they deliberately sabotaged it, and they pushed the Ukrainians into this offensive last June. I won’t go into details, but that’s what they did.

I have very good reason to believe, I’m sure of it, that Zaluzhnyi did not want this offensive. The commander-in-chief didn’t want it. Why? Because he knew that they would lose. He knew they’d be smashed.

I wrote an article when he launched the offensive, in which I explained that I do not understand why the Ukrainians say:

    “Oh, look, the Russians have got minefields. The Russians have minefields. Since when?”

You didn’t know about these minefields?

    “Oh they’ve got strong defences; strong lines of defence.”

And you didn’t know they had strong lines of defence?

Zaluzhnyi knew, and that’s why he wasn’t pleased. Again, he was pushed into it by the Yanks.

They believed their own nonsense that these ‘wonder weapons’ were going to be game changers and it would be child’s play. They would easily defeat these hopeless Russians. Russia would be defeated. They’d get the Crimea and all the territories back. Putin would collapse, and probably commit suicide or something. And then they’d all live happily ever after. Well, it didn’t quite work out like that, did it?

And yet you read this nonsense. I don’t know whether some comrades would have been affected by it. It is propaganda: denigrating the Russians and praising the military capacity of the Ukrainians. That is rubbish, it is nonsense: it was always nonsense.

It is true that, at the beginning of the war, the Russians made some bad mistakes and they paid the price for it. That’s true. They made some mistakes; they made some miscalculations. But in war, you learn from your mistakes, and they have learned from their mistakes.

They reorganised the whole business along different lines, and now they’re in a very strong position. That’s the point.

Now there’s gloomy assessments being drawn. Even the thickest skulls in London and Washington are beginning to register that this offensive didn’t quite work out as planned.

“Oh look, there’s a stalemate. There’s a stalemate.” Comrades: there is no stalemate whatsoever in Ukraine. None. The Russians are advancing. This was a defeat.

But the word ‘defeat’ sticks in their throat. They can’t say it, so they talk about a ‘stalemate’ instead. It sounds better, doesn’t it? Except, it’s a lie.

This was not just a defeat. It was an absolutely crushing defeat. It destroyed any possibility of Ukraine now resisting the Russians. They have no possibility.

They suffered such colossal deaths, such staggering deaths, even the western press are forced to admit that the casualty rates are staggering, although they don’t give the figures.

And these would include all of the trained, experienced, battle-hardened soldiers. They’re all either dead or wounded, they cannot fight. And they cannot be replaced.

Now the Ukrainian press is full of reports of the army and the police arresting young men, dragging them out of nightclubs and sending them straight to the front. People don’t want to fight anymore. People in Ukraine no longer believe anything that the government tells them. They know it’s a pack of lies. They see the coffins coming back, they know all this.

Young men don’t want to join the army. I’m not surprised. You join the army, you don’t get any training, if you’re lucky you get a gun, and then you get sent straight to the front, where you stand a very good chance of being killed very quickly.

By the way, I remember the propaganda in the past. The Russians were supposed to be running out of missiles. Remember that? “Oh, Russia is running out of missiles. They have no missiles.”

Some stupid person, I think from MI5 in London, 12 months ago said that the Russian soldiers in Bakhmut were fighting with shovels. I say, some shovels!

What’s the reality? Russia is not out of missiles. They’re bombing all the time. They’ve got plenty of missiles, their industry is working well, they’re producing missiles, shells, tanks, planes – and very good tanks and planes, by the way. They are just as good, if not better, than what NATO has.

But the Ukrainians are running out of ammunition. They’re running out of shells. They were promised a million shells from the European Union, which they never received. The Americans had to borrow half a million shells, which were sent to the Ukrainians. But that’s no good, it’s no good at all. The Ukrainians are firing shells and missiles and rockets as if there was no tomorrow and the West cannot keep up with their needs.

I think it was the New York Times or the Wall Street Journal that published a narrative, stating that for every five or six shells the Russians fire at the Ukrainian lines, the Ukrainians are lucky to fire one or two in return. The Russians are advancing slowly but remorselessly.

They’ve built up huge forces on the front and in Belarus. They are ready for a general offensive. It may come, or it may not.

If it comes in the next few months, perhaps in the next month or so, there is no way that the Ukrainians could resist it: none whatsoever. So what’s the position of the Americans? What’s the position of NATO? If they were acting logically, they’d say, “well look, Ukraine is defeated. There’s no alternative. We must negotiate with the Russians and see if we can get something.”

Do they say that? No. What do they say? “Carry on. We must support Ukraine, we must send more weapons, we must send more to this shattered, bleeding country.”

That’s a crime. That is a war crime: to persist in this terrible slaughter, at the risk of the total annihilation of Ukraine as an independent country. They don’t care.

On Joe Biden, we must understand: he is undoubtedly the stupidest, most ham-fisted, ignorant president of the United States for some time. I would say for a hundred years, but then of course there’s George W. Bush… but after Bush, Biden comes close behind.

When we come on to the Middle East, we will see it’s more of the same.

Biden is like a car without a reverse gear: “Forward, forward, attack.”

He reminds me of the captain of the Titanic: “Full steam ahead.”

But there’s a difference with the captain of the Titanic. That poor chap didn’t see the iceberg until it was too late. Joe Biden and his advisers could see the great big iceberg coming towards them, and they still exclaimed: “full steam ahead!”

An excellent example is what he’s done with the Houthis, which we will come on to. A journalist asked Biden, “are the strikes in Yemen working?” To which the President of the United States replied (this quote must go down in history):

    “Well, you say ‘working’. Are they stopping the Houthis? No. Are they going to continue? Yes.”

For goodness sake, this borders on insanity. If something is not working, the conclusion is… that you continue!

I heard Obama went to visit Biden a few weeks ago and tried to persuade him to change his policy. It was a complete waste of time. Biden doesn’t listen to anybody.

But to sum up on the question of Ukraine: NATO has suffered a humiliating defeat.

On this damned nonsense about ‘wonder weapons’, like the Leopard tank: what happened to these unconquerable Leopard tanks? You can see them online, if you like, wrecked, in flames, in ruins, in the middle of Russian minefields.

It is a complete humiliation for the German army, and Ukraine now is having a big effect inside Germany. I don’t know much about this new left party that’s emerging there, but one thing is true: they’re against the war in Ukraine.

This business in Ukraine was supposed to show the weakness of Russia. It shows no such thing. As we predicted, all the sanctions have failed miserably. The Russian economy is still going forward.

I don’t know how long that will last, but it is going forward. And all these ‘wonder weapons’ have been exposed as a bluff. It is embarrassing, but it shows the weakness of NATO.

It’s not the Russians who are running out of missiles and artillery shells. Rather, it is debilitating the Americans, and exhausting their stocks.

Now there are articles coming out every day, in which generals in the West complain about the lamentable conditions of the armed forces, in Britain, in France, and in Germany, for example. And now the Americans and NATO are demanding – and this is going to be a key question that we must take up – that all these governments must spend more money on arms to meet the Russian threat, which is non-existent. There is no Russian threat to any country except for Ukraine.

Ukraine is defeated now. In the Ukrainian population now, there is a mood of pessimism and defeatism. People are angry against Putin, of course, absolutely. But they’re also angry now against Zelensky and Zaluzhnyi, who, by the way, are clashing.

The mood in Ukraine is actually pregnant with revolutionary implications. At bottom, it is a war between the rich and the poor: the poor men that have been slaughtered at the front are young kids from poor families. The rich can buy their way out of it or escape abroad. Meanwhile, the corruption of the ruling circle, including Zelensky, is notorious.

However, the mood at this stage is likely to be a very depressed one, certainly incomparable to the situation at the beginning of the conflict. Then, the Ukrainians were prepared to fight and were prepared to make sacrifices. Not anymore.

A country like that cannot resist a Russian attack. It may be that the offensive of the Russians will not take place. Why should it? The Russians are not in any hurry.

They can wait, while bombarding Ukraine with the missiles. Until what? Until quantity becomes transformed into quality, leading to a collapse, which is quite possible, and a surrender, which is also quite possible.

These social contradictions are reflected in an open split in the regime. Zelensky and Zaluzhnyi are no longer speaking to one another. I think it was in December that Zelensky sent a letter to Zaluzhnyi. Zaluzhnyi is supposed to be the commander in chief, but Zelensky lost all confidence in him and demanded his resignation.

Zaluzhnyi sent a letter back to his commander in chief, which can be roughly translated into South Wales English as: “go jump in the lake!”

What he actually said was, “look I am not resigning, and if you sack me, you must accept the consequences.”

That’s more than a mutiny. That’s the threat of a coup. That’s how bad things have become. Zelensky’s support is collapsing and the vultures are circling.

War in the Middle East

Suddenly, in the midst of this mess, came the crisis in Gaza. We have dealt with this thoroughly in our documents, and I won’t deal with the details, which are well known.

But once again: what is the position of the United States? I have noticed something strange in the news: they are blaming Iran. “It’s Iran, it’s Iran, it’s Iran,” they repeat. That’s not an accident.

There has been general agreement in the United States for a long time: both the Republicans and the Democrats regard Iran as their main problem in the Middle East, a problem that must be dealt with.

I have no doubt whatsoever where this is leading. Why did Biden immediately send two aircraft carriers to the area? One to the eastern Mediterranean and one to the Red Sea. I know the excuses: to stop the war from escalating? Well my friends, if that was the intention – it may well have been the intention – but they have achieved precisely the opposite.

But I have no doubts in my mind that at least one wing of the Administration saw this conflict in Gaza as a perfect excuse to attack Iran. I am certain of this. I have no doubt about it that this was always their intention.

The reason they haven’t done so quickly, is because others were saying, “hang on one second. This will have consequences.” And it will have consequences.

Is it a surprise that the USA supported Israel? It is no surprise at all, it was absolutely inevitable. But was it inevitable for Joe Biden, the President of the United States, immediately, without even thinking, to jump on a plane, to fly to Israel, and to publicly embrace Netanyahu, on television, in front of the whole world, making a declaration that “we support Israel unconditionally”, and in so doing giving this monster Netanyahu a blank cheque to do whatever he wants?

What necessity was there for the man to do such a thing? It’s unheard of, without any precedent. By his actions he completely tied the hands of American foreign policy. They cannot retreat from that.

Immediately, they alienated the likes of Saudi Arabia, a key ally of US imperialism since 1945. That alliance was already very shaky even before 7 October. The Saudis had defied the Americans over oil prices when the latter wanted to freeze or reduce them. The Saudis replied, in pure Arabic, which I believe can again be translated into the South Wales dialect as: “go jump in the lake.”

And they refused to support the Yanks in Ukraine. They drew closer to Russia and even to Iran, actually, and away from Israel. That means that the whole policy which the Americans were trying to put together in the Middle East has been shattered.

Big consequences will flow from this. There is no point in discussing further the terrible massacre that has taken place in Gaza. It is monstrous. Netanyahu is a monster. But he is pursuing his own agenda, by the way – his own personal agenda – and not necessarily the interests of the Israeli ruling class.

He has two objectives: to crush Hamas, and to cling to power and stop himself going to jail. These are two very clear objectives that he will continue to pursue. But months into this terrible conflict, they have not defeated Hamas. They will not defeat Hamas, at least not completely, in the manner that he promised. That’s impossible.

What they have achieved is to stir up the whole of the region, even without an attack on Iran, which I think will come, in time.

In the meantime, this massacre, this deliberate slaughter of civilians, will continue. There are no two ways about it: it is a war crime. I don’t usually use the term ‘genocide’, but if it’s not genocide, it’s something that comes very close to it.

We see the hypocrisy of the West once more on display. Quite soon after the beginning of the war in Ukraine, they immediately went to the International Court of Justice. There is, by the way, absolutely no truth whatsoever in any assertion that the Russians have deliberately killed Ukrainian civilians. That is untrue, and yet they immediately accused Putin of ‘war crimes’; and, they immediately ordered a ceasefire.

What about this business on the other hand, where the South African government has produced a detailed account of the slaughter that is taking place? There is no question of a ceasefire. Instead, the ICJ says, “you can carry on, but you must take measures to kill fewer civilians.” What a joke. And still there is no question of a ceasefire.

If you had any doubts about the influence of American imperialism over these bodies, well, there’s the proof.

So, this slaughter is going to continue. To make matters worse, in the last few days, Mossad, the Israeli secret police, produced a so-called report accusing a dozen or so UN relief workers of some kind of involvement in the events of 7 October. It’s clearly a stitch-up. It’s clearly a manoeuvre. In response, western governments immediately cut off aid to people who are starving to death. Immediately. No question of any investigation. Find out the facts? No, no, no.

If ever you required proof of the vicious, hard-hearted cruelty of the imperialist powers, of the so-called western democracies, this is it. All this has consequences.

World relations

Events, particularly in Ukraine and in Gaza, have now accelerated enormously what you could describe as a seismic shift in the tectonic plates of world relations.

For a long time, these relations were frozen. As long as the Soviet Union existed, it was a powerful counterbalance against American imperialism. But the collapse of the Soviet Union was a seismic change.

For a time, Russia was helpless and impotent. American imperialism was the only superpower in the world. But with colossal power comes colossal arrogance.

Joe Biden is a product of that period, and a product also of the Cold War. He is obsessed with a deep-seated hatred of Russia. And he is obsessed with the idea of American power. He hasn’t realised that that power has begun to shrink in the world.

Over Ukraine, they constantly repeat that Russia is isolated in the world. Is that true? It is not true. Russia is only isolated by a minuscule group of imperialist powers in Europe, plus Japan and Canada.

What disgusting jackals the Canadian ruling class are, by the way. Aren’t they repulsive elements? ‘Liberals’. I think I hate the liberals even more than I hate the conservatives, although it’s just the same anyway. The only difference is one gang is openly reactionary, while the others are snivelling hypocritical bastards that hide their reaction behind a false mask of liberalism.

But this rich man’s club in NATO, that’s not the world. In the rest of the world, Russia is not isolated. America is isolated, and increasingly so.

I mentioned Saudi Arabia, but there are other countries. Turkey, for example. Say what you like about Erdogan, but he’s doing his own thing. He’s no longer interested in what the Americans say.

Returning briefly to the Middle East, the most important conclusion for the situation is this: the Middle East was always a powder keg, it just required a spark to set it off.

These Arab regimes are not very stable. A group of them have been very close to the United States, and that is their weak point.

The mood among the masses in the Middle East now is one of fury. Absolute fury. And this is directed against Israel, of course, and inevitably also against America. But increasingly it will be directed against their own governments, which are tainted and poisoned by this toxic relationship. They’re in deep trouble. That explains why the Qataris and others are desperately trying to get some kind of a deal to send aid to the Palestinians.

It doesn’t make any difference, of course. Netanyahu is just continuing. He pays no attention to the decisions of the International Court of Justice. For decades, Israel has paid no attention to anything that comes out of the United Nations. They use all these resolutions for Palestinian rights for wiping their backsides.

The war will continue, but this mood of the masses is reaching explosive proportions, by the insane policy that the Americans are pushing. Do the Americans want this? No, they don’t want it. Is it in their interest? No, it’s not in their interest. But they’re pushing in that direction all the time by their actions, by the stupid bombing of the Houthis.

Again, they underestimated the Russians; they underestimated the Iranians; they underestimated the Houthis as well. Say what you like about the Houthis, but they’re a tough bunch. They’re a disciplined, battle-hardened force.

Yes, they are backed by Iran. Have you noticed on the news? Whenever they mention these groups, they say, “the Iranian-backed Hamas”, “the Iranian-backed Houthis”, “The Iranian-backed Hezbollah”. Do they ever say, “the American-backed Israel”? Have you ever heard that? Because I certainly haven’t

But by the way, there is a certain parallel here. Israel is the proxies of American imperialism, yes. These groups – the Houthis, Hezbollah – yes, they are proxies of Iran. They get help from Iran, yes.

But, do the Americans control Israel? Do they control Netanyahu? He’s their proxy, but they don’t control him. They can’t control him, and that’s a fact. Actually, the Americans, now, are a picture of impotence.

But here’s an interesting point. All the time, they’ve been clearly inching towards an attack on Iran. That’s why they always repeat it in the media, “Iran has backed this”, “Iran has backed that”, and “Iran has done something else”. That is preparation.

They will continue to attack the Houthis, but they’ve made a big mistake. Look, the Houthis have been fighting wars for decades. They are well disciplined and tough. For 10 years, they resisted the most savage bombardment by the Saudi Arabian Air Force, backed by Britain, France and America. Now look, for an organisation that’s able to do that, I ask you a question: do you believe for one minute they’re going to be impressed by a couple of bombs by British and American planes? It doesn’t impress them, of course. It is like a pinprick. They’re well dug in with tunnels and like that.

In fact, if somebody asked the Houthis, “what do you think about these bombs?”, they would reply, “We’re quite pleased, actually. We’re happy, because now at last we’re fighting the real enemy, which is the United States.”

So, the bombing will have no effect. Biden has admitted that there’s no effect. So, ask yourself: what is the next logical step? Ah! If Joe Biden was present here, the next logical step would be to negotiate with somebody. Negotiate with someone, for Christ’s sake, to get us out of this mess. Put pressure on Netanyahu to stop them. But they can’t do that.

The next illogical step – but one they will take, in all likelihood, in my opinion – is to bomb Iran. Not a land operation: a ground invasion of either Yemen or Iran is out. This isn’t possible, they can’t do it.

But if they do bomb Iran, it will have the most serious consequences. If the Houthis are a formidable enemy, the Iranians are a thousand times more formidable. And they’ve got the means to make life very hard for the Americans, all over the Middle East.

About a month ago, I think, Nasrullah, the leader of Hezbollah, made a public speech warning the Americans after they murdered a leader of Hamas in Beirut.

I’m pretty sure Nasrullah is trying to hold Hezbollah back, but Hezbollah wants to fight. He doesn’t want a war with Israel, but he warned the Americans:

    “You had better be careful what you do. If you make a wrong step in our direction, we will hit you hard. We can do this.”

He told them clearly: “you know what I mean”. I don’t know what he meant, but the Americans, who have bases all over the Middle East, certainly did.

The interesting thing is this: the Iranians understand what’s happening and they’ve taken their own measures. They fired long range missiles against targets in Syria, Iraq, and Pakistan. What’s interesting about that? What they did is not as interesting as what they did not do. Not one American base was attacked. Not one American life was lost.

It was a warning to the Americans: “You see what we are capable of doing? We can hit any target.”

But now we have this other attack that hit a small American base. I don’t know who is responsible. It wasn’t the Iranians directly but was one of these pro-Iranian groups. This is playing with fire. The Americans are preparing. I don’t think there’s any doubt about that.

A direct attack on Iran would set the whole region on fire. And by the way, despite the fact that the mass of the population hate the Mullahs, make no mistake about it, if Iran is attacked by Israel or America, the mass of people will rally to defend the country.

The conclusion we have to draw is this: at the present time, there is not one single solitary stable regime in the whole of the Middle East. Not one. And the course taken by events can easily result in revolutionary explosions in one country after another, in the overthrow of one rotten Arab regime after another. In other words, it’s possible we could have a replay of the Arab Revolution.

It’s possible. We must be prepared for the most dramatic events. The whole situation is pregnant with revolutionary implications.

To come back to world relations: India, Saudi Arabia, and Erdogan in Turkey, all have moved away from the American sphere of influence.

The first effect of American foreign policy is the opposite of what they wanted. Instead of separating Russia from China, which was Trump’s idea, they’ve succeeded in uniting them now, very firmly.

It has other effects. North Korea has moved towards Russia. They’re exchanging military material, hardware and information, which disturbs the position of South Korea.

It’s quite ironic, the Americans have just taken half a million shells off the South Koreans to give to the Ukrainians at the very same time when little rocket man, Kim Jong-Un, suddenly announces that he wants to change the constitution of North Korea declaring South Korea to be an enemy. You might find it amusing. I don’t think the people in South Korea find it amusing.

Then of course there’s the little question of Taiwan. It has caused another upset with the recent elections just a couple of weeks ago, where a pro-independence outfit was elected.

Now that is a red flag to a bull for the Chinese, who consider Taiwan to be a break-away rebel province of China.

I don’t think actually there is a danger of a Chinese invasion or a war, but they’re certainly preparing. The government of Taiwan had better be very careful what they do.

With a situation as alarming as that – with Asia, the Pacific being the key question for American strategic interests, and which is supposed to be a central element of American policy – with all of this trouble brewing in the Pacific, the American army finds itself over-reached, with depleted stocks and bogged down in unwinnable conflicts in Ukraine and in the Middle East.

By the way, if you ask the question “would America now be in a position to effectively defend Taiwan against the Chinese?” Well I’m not a military expert, but I think they’d find it extremely difficult.

Then there’s India. A central policy of America was to get control of India and its wealth. India is now an economic power that’s rising in the world. It used to be a satellite of the USSR, whereas Pakistan was allied with China.

Gradually, the Americans have succeeded in pulling India towards them. Now that has reversed. India is moving more and more in the direction of Moscow.

India refused to condemn the Russian invasion of Ukraine and the Americans must have been horrified that Modi recently visited Putin in Moscow. It’s a clear example, and I could give many others, but there’s no time. I would say, as dramatic a change is now underway in world relations as occurred with the collapse of the Soviet Union.

Class struggle on the agenda

Now we come to the central point of the discussion, the conclusion. What can we draw from this? This year there will be many elections taking place. And I’ll predict now that we will see violent swings in public opinion: from the right to the left, and from the left to the right. This, of course, puzzles people on the so-called ‘left’.

For example, in the elections in the USA – whilst you can never be sure about anything with elections – Joe Biden is the most unpopular president in the USA, in modern history. Actually, I think the Democrats would like to get rid of him, but they can’t.

And then there’s Mr Trump. The liberal press in the United States and internationally is horrified. Look, it’s amazing: Trump has come back again!

There’s an old black-and-white horror film from the 1950s called, The Night of the Living Dead. You should watch it: these phantoms arise from the grave, these dead people stagger around. They can’t be killed by bullets or the army or the police. They are powerless against these monsters that have risen from the grave. That’s Donald J. Trump.

They’ve tried everything. They’ve tried to attack him in the press and destroy him, to drag out his ex-girlfriends.

They’ve fought 91 court cases against him. That’s why I say he’s a zombie: he’s not a human being. Any normal guy would be completely wrecked, destroyed. Not Donald J. Trump, no matter what they try.

Every time they announce a new case against him, his support goes up in the polls. He has it easy: all Trump has to do, although it would be difficult for him, is to keep his mouth shut, sit back, and wait. That’s all he has to do. Joe Biden will do the rest.

Everything indicates after Iowa and New Hampshire that he’s obviously going to be the Republican candidate. They can’t put him in jail. That’s nonsense. If they put him in jail, then they would have a civil war on their hands, or something like it. They’d certainly have serious bother, so it’s no good, they can’t. Therefore, I think there’s no avoiding it: America will have to once more go through the School of Donald Trump.

Of course, the reaction of all the sects is predictable. They’ll all be beating the tom-toms again. “Fascism, fascism,” they will cry. Of course, it is not fascism at all. But I’ll say something here which might be a bit controversial.

Of course, that Trump is a reactionary goes without saying. But even the support for Trump in the United States, in a very peculiar way, has been based on how this horrible reactionary billionaire has been quite skillful in his rhetoric, in his demagogy, attacking the establishment, the fat cats in Washington. And there’s no question that he’s struck a note. Because in the United States – and it’s quite a deep phenomenon now – as in all countries, without exception, has an underlying mood, which you cannot underestimate: a mood of blazing anger, of rage against the ruling class, against the rich and powerful, against the establishment, against the lying media. They don’t believe a word any of them have to say.

And that means that sometimes they’re open to the arguments of demagogues if there’s no alternative. And Trump has been quite skillful in posing as this alternative, which is, of course, as we understand, no alternative at all.

He’s likely to be swept to power in the next election. And that will aggravate all the contradictions in American society from top to bottom. It will also probably be the last time that he’ll be elected, he’ll probably be dead anyway.

You see, the masses need to go through this experience in order to expose this demagogy for what it is: demagogy. And that will prepare the ground for a new radicalisation and a revival of the class struggle, which is beginning already in America. That’s the point.

In the last two years there have been many strikes in America. There was an article recently, in the Financial Times I believe, referring to the unexpected revival of American labour. Unexpected to you, perhaps, but not unexpected to us.

And yes, here we have a very interesting point. When asked how favourably Americans view various institutions, in an opinion poll, labour unions rated more favourably than the CIA, the Supreme Court, the FBI, the state government, and the media. I don’t know who that leaves out.

And the least favourably viewed institutions were the large corporations. By the way, the same Financial Times article notes that auto workers in the United States are engaged in a class war. This is the Financial Times. The revival of strikes also applies to Canada. There, the number of strikes in the last year was the highest in 18 years.

In Germany, we’ve seen a very important rail strike, which caused alarm among sections of the ruling class. I see that even museums and other places like that were affected. I quote the very interesting words of Carsten Nickel, the deputy director of a firm called Teneo: “it really looks increasingly like a general strike”. That’s in Germany.

He adds, “we haven’t had a general strike in Germany since 1906,” and he also points out, and I quote: “the economy minister narrowly escaped what we might call physical altercations with an angry mob of protesters last weekend”. And he adds, “those were scenes that we haven’t seen in Germany before”.

It’s the same phenomenon. In Britain, there’s been a wave of strikes, of which we’ve given the details elsewhere.

The nurses, for example, don’t even have a proper union. There is an organisation called the Royal College of Nurses, if you can believe that. And this organisation called a strike for the first time in over 100 years. But it is not a question of collecting strike statistics.

These figures don’t really convey the depth of feeling that exists in society. Everything which I’ve stated is reflected in the beginnings, at least, of a profound change in consciousness.

Even some representatives of the ruling class are beginning to understand this. For example, in the Daily Telegraph, which is a very reactionary Tory newspaper in Britain, David Frost, who is a prominent leader of the Conservative Party, wrote a very interesting article. What conclusion does he draw? I’ll tell you, it’s contained in the title of the article. Pay attention to this: “The British public is in the mood for revolution”. That is what this Tory has to say.

He explains the collapse of confidence, the lack of interest, and in relation to the elections which are soon to take place and which will annihilate the Tories, he says – quite perceptively: “the truth is, that most voters pay almost no attention to politics. Apart from a few days around elections,” adding, “I don’t blame them”.

It’s absolutely rational and reasonable to do this. He draws a very profound conclusion: this so-called apathy isn’t apathy at all.

It happens because people have switched off from the Westminster game. And here is the punchline, here is his decisive conclusion: this isn’t apathy, it’s a total loss of confidence in the system.

That comes from the house of an enemy. Recently, in Davos in Switzerland, a group of billionaires sent a letter entitled “Proud to Pay”, in which they said they were prepared to pay more taxes.

This is not a reflection of any generosity on their part, but of a growing fear of the social and political consequences of extreme inequality in society.

In the United States, people were asked in a poll, “how would you rate the way that capitalism is working in the United States today?” 7 percent said ‘excellent’; 14 percent said ‘very good’, 29 percent said ‘somewhat good’, but then 10 percent said ‘somewhat poor’, 5 percent said ‘very poor’, and 10 percent said ‘terrible’.

That means that 30 percent said that it was either somewhat poor, very poor or terrible. That, in itself, indicates the beginning of change.

And in Britain, it’s even clearer. They were asked, “what are the words that you associate most closely with capitalism?” The word above everything else is ‘greed’, at 73 percent; then ‘Constant pressure to achieve’, 70 percent; ‘corruption’, 69 percent. 42 percent of respondents agreed with the expression that capitalism is dominated by the rich and that they set the political agenda. These are just a few isolated polls.

There are other indications. In America, for example, the Communist Party, the CPUSA claims to have recruited 8,000 young people in the last two years. What’s the reason for this? Well, you see, many people now, especially the youth, are alienated from the existing political establishment and they’re looking for an alternative, a revolutionary alternative.

If you look at the last period, since the crisis of 2008, things have not been static. The first expression was a swing in the direction of what you might call ‘left reformists’. They were not very much on the left, but let’s stick with that.

You had Syriza in Greece, Podemos in Spain, Bernie Sanders in the United States, and Jeremy Corbyn in Britain. We’ve explained many times the limitations of left reformists. In every single case, they aroused enormous expectations, enormous hopes, only for them to be dashed in every single case. The left reformists have always capitulated in the moment of truth.

But now there’s a vacuum. The old left is, of course, completely demoralised. 99 percent of them are finished. We should not waste time with these people. Don’t have any hopes in them: they’re hopeless, they’ve got no hopes in themselves.

I’ve drawn the following comparison before. You all know that I’m not English. I am Welsh and proud of it. Welsh by birth, by sentiment, and a proletarian internationalist by conviction.

And I was born on the shores of the Atlantic Ocean, as a matter of fact, in a town called Swansea, which used to be a nice town in those days. And from my bedroom window I could hear the foghorns from the ships overlooking a beautiful bay. There are many bays in that area, beautiful bays, with kilometres of sand.

And you walk along these vast expanses of sand, and when the tide would go out, you would see all kinds of creatures washed up on the beach.

Dead and dying fish. Empty shells, husks. But of course, the sea would go out, and the sea would come back in again.

And when the sea came in again, it would wash aside all this crap. All this rubbish would be swept to one side. And the ocean would again breathe with fresh oxygen, with new life.

I’m describing the class struggle. You see all the rubbish that’s left from defeated revolutions of the past: fit for nothing, dead and dying fish. You know, a fish starts to rot from the head downwards.

But the class struggle is not determined by dead fish. And we are now witnessing the turn of the tide, comrades. That’s what we’re witnessing.

I speak for myself, I speak for Rob and other comrades, when I say: we’ve experienced a lot, good, bad and indifferent.

And for a long time, this organisation was fighting against the stream. It is very difficult to fight against the stream. But now, the tide of history has definitely turned in our favour. And now, at last, we’re swimming in the right direction with the tide, with the tide of history. As for the dead fish, let them sink. They will sink.

Every single one of them will sink without trace. Because they lack the necessary ideas, perspectives, tactics and strategy, which we alone possess.

And whilst I say this, I’m not one to boast or brag. That’s out of place. It should have no place in our organisation. We’re still a relatively small force. Although we’re advancing rapidly, we must have a sense of proportion. The tasks before us are immense. But events are moving quickly. You must grasp that fact. Conditions can change: I warn you now.

In every single country, conditions can change, and consciousness can change in 24 hours.

We must be prepared. And how do we prepare? Well, it’s very simple. In the past, you had to struggle to persuade people as to the correctness of communist ideas and Marxist ideas.

Not anymore. In all countries it’s a fact, an empirically verifiable fact. I’ve not invented it: thousands, tens of thousands, hundreds of thousands, probably millions of young people are already drawing the correct conclusions.

They’ve already accepted the idea of communism. They desire communism. To these people, even ‘socialism’ doesn’t sound right. Somehow, it sounds weak. It sounds related to reformism. It doesn’t fit the bill. It doesn’t answer what they feel in their guts, in their hearts, in their souls.

You say to me, “well, these young kids are very green. They haven’t studied. They don’t know. They’re not proper Marxists.” That’s not correct. They are very proper Marxists. They are real communists. You know, I’ve been a communist since I was a kid, and Rob also, we are from a communist, working-class family.

I was a communist before I read any books. The books are important. They’re fundamental. Without that knowledge we’re nothing. We’re unskilled labourers. That’s no good at all.

However, real communism doesn’t come from the books. It comes from the soul. It comes from your gut instinct and the need to fight, to change things. These young kids, they call themselves communists. They may have never read the Communist Manifesto. But they are communists. You don’t need to convince these kids. They are looking for us. We have to find them. We have to establish contacts wherever they are.

I myself am impressed – it’s not always easy to impress people – but I myself am impressed by the marvellous reports that I get. Not just from Britain, which is fantastic. The comrades in Britain have changed the name of the paper. It’s called The Communist and it hit the streets on Thursday. What has the response been like? Marvellous. Marvellous. I would say incredible, but I don’t find it incredible. I find it perfectly credible.

People are coming to us because they are looking for us. They are looking for the banner of communism. They are not interested in the rest. This period, comrades, is made for us. It’s made for this International. It’s made for you.

There is no excuse now, no excuse at all, none at all for failing to build enormously. Not just marginal growth – no, no, no, no – a big increase. Double the membership. For God’s sake, it’s possible. Don’t start off by trying to identify difficulties. It is not hard. The difficulties are in your head and not in the objective situation. What we must do is to reach this enormous layer.

What did Heraclitus say? “A man who goes in search of gold must dig up a lot of dirt and find a little”. That has been the case for many years. But today, to correct Heraclitus, we don’t have to dig up a lot of dirt. Forget the dirt. There’s a rich seam of gold waiting to be discovered, and we have to discover it. It’s there, it won’t take much.

All you need to do is to stand on the street corner, proclaim communism, take a banner, take a newspaper if possible, and the gold will come to you. They will come to you.

The problems and the tasks begin there. But they’re new problems, new tasks, big tasks: the kind of tasks that we should welcome and seize with both hands.

This leadership meeting, comrades, must not be like any other we’ve ever had in our history. No. We must base ourselves on this.

This meeting must not be any ordinary routine meeting, because the period is not an ordinary routine period. What I’m putting before you is not fraught with huge difficulties – nothing I’ve said should frighten anybody.

But we must seize the opportunity. This campaign that we’ve launched – the “Are you a communist?” campaign – has received a huge response. And all of our enemies and rivals are standing around with their mouths open. They can’t understand it.

These sects, these miserable sects, never understood anything about communism, Marx, Engels, Trotsky, or anything else. Nothing. They’re useless. That’s why they’re all in crisis and splitting. And we wish them luck with their splits: get on with it!

We are not interested in any of that. By the way, they’ll be sending us letters soon. “Please can we have a united front? Will you join this? Will you join the other?” They must think we’re terrible sectarians. As far as they’re concerned, we are sectarians, we always were sectarians, and we always will be sectarians.

In the 1960s, even then we’d get letters from them. Will you join this? Will you join that? I always remember what Ted used to say: “Don’t answer it. Put it straight in the waste paper basket.”

We’re not interested in anything that these gentlemen and ladies think, say or do. They’re finished. On the contrary, we’re the only organisation that has a responsibility for re-establishing communism. We have to turn towards the communist parties.

We have begun to do that in Brazil and some other places. This is the space which we will now seek to occupy.

The tasks before us are huge. They present us with a challenge. But, you know, Rob and I just produced a book about Lenin. I’m not asking you to read it. I’m asking you to study it in detail. You will find the following lesson in this book: no task was ever too big for Lenin. We will deal with these tasks. We will solve the problems. And we will build a powerful communist International, which will be a serious force, not just able to observe events and comment on them, but to begin to become a real force able and willing to participate in the developing class struggle in all countries.

Integridad de las elecciones bajo cuestionamiento en El Salvador. Ana María Méndez Dardón. WOLA. 30 de enero de 2024

El Salvador no ha celebrado elecciones presidenciales y legislativas simultáneamente desde 2009. Ahora en un contexto de graves violaciones a derechos humanos y un profundo deterioro del estado de derecho, el 4 de febrero de 2024 la ciudadanía salvadoreña elegirá presidente, vicepresidente y diputados/as de la Asamblea Legislativa, y el 3 de marzo a alcaldes y diputados al Parlamento Centroamericano. A pocos meses de las elecciones, varios cambios y reformas que afectan al proceso electoral han entrado en vigor a pocos meses de las elecciones, pero el deterioro democrático viene de años anteriores.

Aquí detallamos una serie de medidas clave tomadas por el presidente Bukele que de manera rápida deterioraron el respeto al estado de derecho y los valores democráticos en el país, desde que asumió la presidencia en 2019.

La Corte Interamericana de Derechos Humanos —entre otros organismos— ha establecido una serie de lineamientos que definen la integridad electoral y son la base de elecciones libres, justas y transparentes. Se ha señalado que para que unas elecciones sean íntegras se requieren garantías judiciales, mayor transparencia, una administración electoral independiente, seguridad y publicidad del conteo de votos, equidad de recursos para competir, y claridad de las normas jurídicas electorales.

El Salvador ha incumplido esos estándares mínimos para el ejercicio de los derechos políticos como se ejemplifica a continuación:

    *Reelección inconstitucional: Bukele se postuló a la reelección presidencial pese a que la Constitución lo prohíbe en al menos 6 artículos. El Secretario General de la OEA solicitó una opinión consultiva de acuerdo a la Comisión de Venecia sobre la reelección, la cual concluyó que esta no es un derecho humano y que, “la decisión de alterar o eliminar los limites a la reelección presidencial debe sujetarse a un escrutinio y debate públicos minuciosos y debe respetar plenamente los procedimientos constitucionales y legales relevantes”. La reelección se basa en una resolución de la Sala de lo Constitucional y debido a que Bukele goza de mucha popularidad debido a sus políticas de seguridad represivas (90 por ciento de aprobación), no hubo mayor reacción de la población.

    *Ausencia de controles y contrapresos en los poderes del Estado: existe una alta concentración del poder en manos del actual presidente Nayib Bukele y su partido Nuevas Ideas que mantiene el control de la Asamblea Legislativa con 55 de 84 puestos. Asimismo, una serie de acciones evidencian que han habido amenazas e interferencias constantes al Poder Judicial por parte del presidente Bukele, que limitan las garantías de independencia.

    *Reformas electorales que benefician a Bukele y su partido: con solo ocho meses antes de la elección, la Asamblea Legislativa aprobó una reforma que introduce un nuevo método de conteo de votos. La fórmula D’Hondt es un sistema de asignación de escaños de manera proporcional, que, para muchos analistas, implica favorecer a los partidos mayoritarios. Esto podría incluso atentar contra el régimen plural de partidos políticos garantizado en la Carta Democrática Interamericana debido a que existe un riesgo alto de que Nuevas Ideas —el partido de Bukele— se convierta en el único partido gobernante en la Asamblea, dejando fuera a la oposición política necesaria en cualquier democracia representativa. Muchos de los 13 partidos en contienda pueden desaparecer luego de la elección al no llegar a 50.000 votos o lograr un puesto en la Asamblea.

    *Debilidad institucional electoral y falta de claridad sobre el voto en el exterior: han habido señalamientos públicos de la falta de credibilidad e independencia de los magistrados/as del Tribunal Supremo Electoral (TSE) así como limitadas capacidades técnicas para la supervisión del financiamiento de campaña, control de medios de comunicación y, principalmente, para regular el voto en el exterior. Las y los salvadoreños en el exterior podrán emitir su voto en dos modalidades: a) remoto por internet, b) presencial en los consulados (electrónico), pero no hay certeza si se consideró la viabilidad de almacenar imágenes de autenticación facial de los votantes en línea para auditorías posteriores a los resultados.

    *Falta de transparencia y acceso a la información pública: se ha registrado un retroceso severo en acceso a la información pública sobre el proceso electoral. Tres comisionados del Instituto de Acceso a la Información Pública fueron sancionados por el gobierno de los Estados Unidos por “afectar procesos democráticos y bloquear información”. Observadores también han denunciado la falta de transparencia, especialmente sobre los riesgos de uso ilegal de fondos públicos para campaña, financiamiento electoral ilícito y corrupción.

En este contexto, es indispensable que la comunidad internacional una esfuerzos para la defensa del orden democrático en El Salvador y haga un llamado para:

    *Fortalecer el espacio cívico, la libertad de prensa y expresión. Debido a las constantes amenazas a la integridad electoral se hace necesario incentivar el rol garante de la sociedad civil como oxígeno de la democracia.

    *Proteger la labor de la observación electoral tanto nacional como internacional. Grupos como “Observa El Salvador”, integrado por un consorcio de 6 instituciones académicas y sociedad civil, monitorearán y evaluarán el proceso.

    *Restablecer las garantías constitucionales y poner fin al régimen de excepción que no solo ha afectado gravemente los derechos humanos sino generado falta de certeza jurídica.

    *Que las misiones de observación electoral internacionales tanto de la Organización de Estados Americanos y de la Unión Europea emitan recomendaciones sustanciales para, por ejemplo, prevenir la reelección indefinida que atenta contra la alternancia del poder, pilar esencial de la democracia representativa. Y documenten irregularidades o prácticas que ponen en riesgo los derechos civiles.

El Salvador 2024: un momento de readecuación política. Roberto Pineda. Abril 6 de 2024[1]


Agradezco a la Secretaría Nacional de Educación Política e Ideológica, SNEPI, por esta oportunidad para compartir algunas valoraciones y tendencias sobre la situación internacional y nacional. Deseo compañeros y compañeras, invitarlos a un diálogo y de ser posible provocarlos para un debate.

En esta presentación, se abordaran de manera resumida, seis temáticas clave: la situación internacional, lo político, el FMLN, lo económico, lo social y lo cultural.

Situación internacional

1. Presenciamos la disputa geopolítica entre las grandes potencias capitalistas: USA, China, Unión Europea (Alemania), y Rusia. En realidad, la contradicción principal es entre EE.UU. y China. Y el enfrentamiento es global: económico, comercial, tecnológico, diplomático, militar, etc.

Algunos analistas consideran que a mediano plazo, India reemplazara a China en esta disputa. Un dato interesante de esta pelea es que el año pasado 2023, México logró rebasar a China como el principal socio comercial de Estados Unidos. ya que las importaciones chinas a EE.UU. cayeron en un 20%. Se rompió un ciclo de 21 años.

Por otra parte, en 2022 China fue el principal socio comercial de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Cuba, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela. En nuestro caso, EE.UU. es el principal socio exportador de El Salvador, seguido por Honduras, Guatemala y Nicaragua, mientras que las importaciones provienen principalmente de los EE.UU., Guatemala y China.

Como país en relación a Estados Unidos en 2023 ocupamos el puesto 66 a nivel de importaciones, una posición más abajo que hace un año, y la número 51 a nivel de exportaciones. Costa Rica, Honduras, Guatemala y Nicaragua se colocan en los puestos 37, 51, 53 y 55, en términos de importaciones hacia USA.

Marcos de referencia

Es importante para entender esta disputa, identificar marcos de referencia. Según datos del FMI de octubre del año pasado, el PIB  del 2023 ( bienes y servicios producidos en un año) de EE.UU equivale a 26, 949,643 (millones de dólares); le sigue China con 17, 700,899. Unión Europea con 16,641,391, de los cuales 4,429 838 corresponden a Alemania(cuarto lugar).

En quinto lugar la India con 3,732, 224. le sigue Reino Unido el sexto, Francia, el séptimo, Italia con el octavo, Brasil con el noveno lugar: 2, 126,809. Rusia con el undécimo lugar: 1 862 470. México el doceavo: 1,811,468. Guatemala, el 69 lugar con 102,765, Costa Rica ( puesto 74) con 85 590 y El Salvador  (puesto 101) con 35, 339. (Brasil paso del noveno al octavo lugar en el primer trimestre de 2024, desplazando a Italia).

Podemos observar según estas cifras, que la UE tiene un peso económico comparable a EE.UU y China, pero carece de fuerza militar de similar magnitud, mientras que Rusia tiene un peso militar comparable a EE. UU. y China, pero no una fuerza económica de magnitud similar.

En esta pugna global, es de reconocer que el movimiento ciudadano y de los trabajadores, es marginal y son los Estados, con sus intereses imperiales, los actores principales, por lo que debemos desde las resistencias populares -de sindicatos, ambientalistas, mujeres, indígenas, etc.- trabajar por un nuevo Seattle.  

También, debemos registrar que a partir de enero de este año se incorporan al BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) , cinco nuevas naciones: Irán, Egipto, Etiopía, Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos, con lo cual se fortalece este agrupamiento, Argentina estaba invitado pero por Milei no se incorporara. Este BRICS ampliado -auspiciado por China-enfrenta al poderoso G-7, integrado por Reino Unido, Estados Unidos, Canadá, Francia, Alemania, Italia y Japón.

Las guerras forman parte del ADN de los imperios. Y ha sido una constante en el sistema capitalista, e incluso en el socialismo                          ( invasión china a Vietnam en 1979). En los actuales conflictos armados de Gaza y de Ucrania -y en el futuro quizás Taiwan-la pregunta indicada es la del latino Seneca: qui prodest? A quien beneficia en el plano global.

Debido a la guerra de Ucrania, Rusia ha vendido petróleo barato a China y a la India, y se ve obligada a buscar el respaldo chino. Paradójicamente, antes los chinos buscaban a los rusos (Mao con Stalin), y hoy los rusos buscan a los chinos (Putin con Xi).

En el caso de la guerra del Israel de Netanyahu en Gaza, esta debilita imagen de Estados Unidos en el mundo árabe así como lo hace incurrir a Biden en sendos gastos militares en época electoral, en beneficio de China y de Rusia. Todo esta interrelacionado.  

2.  La disputa electoral USA que concluye en noviembre de este año , en la que Trump compite contra Biden, y en la que compiten dos  modelos imperiales en lo económico y lo político: la globalización (libre comercio, invertir afuera) y el  nacionalismo (proteccionismo, invertir adentro), la democracia liberal y el autoritarismo.

Es de notar que el senador republicano Marco Rubio de Florida, felicitó a presidente Bukele por su reelección, lo mismo que el senador Tom Cotton de Arkansas visitó recientemente El Salvador y se reunió con el presidente Bukele. Ambos son potenciales candidatos a la vicepresidencia con Trump.

Según una reciente encuesta del WSJ, Trump aventaja a Biden en 6 de los estados más disputados: Pensilvania, Michigan, Arizona, Georgia, Nevada y Carolina del Norte. Como ustedes saben, en febrero de este año, el presidente Bukele participó en la conferencia anual de la CPAC, la Acción Política Conservadora, con presencia de Trump y de incluso Milei. Por ahí es que va la hebra…

Por su parte los Demócratas, que representan a los sectores más internacionalizados del capitalismo estadounidense, a los globalistas, ( y que cuentan además con el voto latino/salvadoreño) han sido críticos de la administración Bukele, y el mismo Biden le ha negado hasta ahora un préstamo del FMI, alegando problemas con el Bitcoin, aunque esto puede modificarse.

Lo político

1. Es un momento de readecuación general  para todas las clases, fuerzas políticas y sociales en la disputa y ejercicio del poder, caracterizado por la consolidación de proyecto autoritario de Bukele ( político y económico) y debilitamiento de la oposición, en el marco de una ya prolongada situación de reflujo político.

2. Nuevas Ideas, como partido hegemónico, enfrentará nuevos desafíos, entre estos: la compleja readecuación municipal ( pasar administrativamente de 261 a 44 municipios), lo económico (desafío principal vinculado a la continuidad del respaldo popular), la reforma constitucional (modernización del Estado), mantener los cercos militares (Chalatenango) y el CECOT, la hegemonía mediática (continuar dictando agenda de país), sobre el Bitcoin y el préstamo del FMI (negociación con EE.UU.)…

3. El bloque político aliado al proyecto Bukele: impulsará la disputa política frente al 2027, tanto del PCN, con fuerza en Ahuachapán, Chalatenango y el apoyo de los cañeros de CASSA/Regalado, el PDC con fuerza en San Miguel, Usulután Este y Sonsonate, GANA con fuerza en Cabañas, la Paz, La Libertad, e incluso el minúsculo  FS con fuerza en Usulután Norte.

4.  Los desafíos para ARENA son el de administrar el conflicto interno. Presenciamos una nueva ARENA, dividida, con pensamiento de  derecha pero huérfana de apoyo oligárquico. Hay ya dos ARENA; la tricolor y la rosada.

5. Por otra parte, las fisuras en el bloque oligárquico vienen desde 2018 (de la disputa en ARENA de Calleja contra Simán), se agudizaron durante la pandemia del 2020 y hoy continúan manifestándose. 

Hay un claro sector pro Bukele: Regalado (CASSA), Dueñas (Urbánica), Kriete ( grupo Abra (Avianca+ la brasileña Gol), Calleja (Superselectos) y un sector contra Bukele: Murray (Agrisal), Poma (grupo Roble), de Sola (grupo Bolívar), Quiroz (grupo Q), Simán (Alsicorp) y Cristiani. Este último profundamente debilitado por las incautaciones que suman más de 200 bienes e inmuebles desde el 1 de junio del 2023, y que incluyen la simbólica Droguería Santa Lucía, desde la que esta familia oligárquica inició la construcción de sus empresas.

De todas estas familias oligárquicas, hay que reseñar que los Dueñas -a comienzos de los años 60 del siglo pasado- junto con las familias Guirola, Sol y Daglio, eran familias de terratenientes con más de 10,000 manzanas cada una (Albiac, 1998).

Los Dueñas son los dueños de Portal del Casco, Puerta La Castellana, Puerta Los Faros y del centro Comercial La Gran Vía, todos estos desarrollos en la famosa e icónica para ellos, Finca El Espino, allá en Santa Tecla. En el pasado, controlaron Molinos de El Salvador S.A.(MOLSA), Cementos de El Salvador (CESSA), Banco de Comercio (hoy el colombiano Scotiabank) y Canal 6 en sus inicios.

Es interesante notar que también la base desde la que Armando Bukele (padre de Nayib) inició la construcción de su proyecto empresarial fue la droguería SINQUIMIA, la cual obtuvo licitaciones en el ISS y el Ministerio de Salud con el gobierno de Antonio Saca (2004-2009), desplazando en ese entonces a la droguería del expresidente Cristiani. 

Actitudes en la oligarquía empresarial este 2024 varían desde el respaldo, la oposición inicial y el actual acomodamiento, con base en el espiritual adagio – quizás consensuado- de dedicarse a hacer plata y abstenerse de hacer política.

6. El movimiento popular y social, está encabezado por el Bloque de Resistencia y Rebeldía  Popular (BRP) junto con la Alianza Nacional El Salvador en Paz, ambas instancias se encuentra en un proceso de unidad, junto con otras fuerzas democráticas, tales como el MOVIR, Resistencia Ciudadana, y otros, orientado a constituirse en un frente amplio contra el presidente Bukele. Este acuerdo de unidad será posiblemente anunciado durante las celebraciones del 1 de mayo próximo.

En general, presenciamos un movimiento popular y social disperso, en el que juega un papel relevante el financiamiento de ONGs internacionales, por lo que carece de autonomía, y existe por otra parte, un sector que brinda apoyo sindical -entre estos el poderoso STISSS- al presidente  Bukele).

Es también importante registrar que entre los sectores populares  no organizados, que son la mayoría, predomina un estado de animo pasivo, de confianza en la gestión del presidente Bukele, que clara y alegremente  sacrifican una democracia ideal por una seguridad tangible, reflejada en la presencia policial/militar en las calles, el CECOT y en general, el régimen de excepción.

Esto abre una peligrosa brecha política crítica, que es necesario superar con mucha sabiduría, lo que requiere comprender las causas de esta situación, y acompañar a estos sectores  en su aprendizaje político, sin descalificarlos previamente, para poder así volver a ganar su confianza y disposición de lucha. Esto forma parte de la disputa ideológica de los sectores populares, que debe de estar planteada en la agenda de la izquierda.

EL FMLN

1. ¿Fuimos derrotados o salimos invictos en las pasadas elecciones?  ¿Cómo nos ve la gente? Es crucial definir que pasó, y por qué pasó así. ¿Cuáles eran las expectativas? ¿Cuál es el balance? Electoralmente, con datos fríos, seguimos cayendo en las preferencias populares.

Políticamente, no contamos con representación legislativa ni municipal. ¿Importa esto? Algunos piensan que no, y para otros es fundamental. Depende de lo que se persiga, de los objetivos que uno tenga planteados. 

2. ¿Qué tipo de partido de izquierda necesita la sociedad salvadoreña?  Un partido del sistema o en contra del sistema. ¿Cual es nuestra visión, nuestro modelo? Un partido combativo de denuncia, un partido de propuesta, un partido de acompañamiento a las luchas del movimiento popular, un partido de lucha por la democracia liberal, un partido de ciclos de participación electoral, de funcionarios electos? Es crucial definirlo.  Lo peligroso, y más par aun partido de izquierda, es la ambigüedad.

3. ¿Cómo construir una estrategia revolucionaria. Hay elementos fundamentales tales como:

– Un análisis de país lo más sistemático posible de la etapa histórica que vivimos, que permita entender que cambios en este siglo XXI han ocurrido en la política, la economía, sociedad, cultura, tecnología, etc.  O sea entender en que tipo de país vivimos.

– A partir de este análisis se define: a) el enemigo por derrotar ( el principal y el secundario) b) el sujeto de la revolución (clases y sectores) c) la política de alianzas d) la línea política ( plan de lucha) para unir las fuerzas del cambio, ganar a los aliados y aislar y derrotar al enemigo e) elaborar el programa máximo  (socialismo) y el programa mínimo (democracia) y f) construir la fuerza dirigente (cohesionada política e ideológicamente).

4. ¿Cómo construir una táctica revolucionaria

La táctica se relaciona con el momento político, con la coyuntura. Y esta relacionada con la definición del momento, sea de flujo (auge popular) o de reflujo (situación de derrota). La línea táctica comprende sustituir con rapidez los viejos métodos de lucha por los nuevos ante el cambio de situación.

La realidad avanza con mayor rapidez que nuestros esquemas mentales. Muchas  veces la situación cambia y nosotros seguimos aferrados a lo viejo. Por ejemplo, debe haber claridad que concluyó el periodo del bipartidismo (1992-2019) así como antes había concluido el periodo del enfrentamiento armado (1981-1992). Han sido tres periodos diferentes.

La táctica comprende diversos elementos: a) definir las formas de lucha ( legal/ilegal, pacífica/armada, de calle/electoral, etc.)  y de organización ( publica/clandestina, partido de cuadros/de masas, etc.) b) definir las consignas de propaganda ( explica situación) y de agitación (llamados a la lucha) c) construir la línea política ( plan de lucha) para el periodo que permita unir las fuerzas del cambio, ganar a los aliados y aislar y derrotar al enemigo concreto e inmediato.

5. Perspectivas de futuro

Ante el FMLN se plantean diversos desafíos y diversos escenarios: los desafíos se relacionan con superar este momento de debilidad y de aislamiento, y los escenarios sobre las posibilidades de desarrollo. El futuro nunca esta garantizado, siempre está abierto.

Se debe de evitar tanto una visión triunfalista ( siempre salimos airosos, “sobrevivimos”)  como una visión derrotista ( todo esta perdido, no hay nada que hacer). Lo adecuado es construir una visión equilibrada y lo más objetiva del momento.

Así como evitar la amenaza del internismo ideologizado (ponernos solo a discutir) y la amenaza del activismo irracional ( ponernos solo a luchar). Combinar teoría y práctica política, reflexión y acción.  Y esto pasa también por afinar nuestro manejo de redes.

Un compañero de Izalco me explicaba que para tirar piedras efectivamente en este época, se necesitaba usar la hondilla tecnológica, el internet. Y hay algunos que todavía se aferran tercamente al “trabajo en el territorio” y hacen reuniones con 20 gentes, cuando un mensaje por internet bien elaborado puede alcanzar a miles  de personas.

El internet es en la actualidad, políticamente, el organizador, el divulgador y el  movilizador colectivo más efectivo, como lo fue en el pasado, en el tiempo de Lenin,  la prensa revolucionaria. La batalla principal en el terreno ideológico sucede en el campo de las redes sociales, en el horizonte abierto por le internet. No comprender esto, es auto condenarse al ostracismo, a la marginalidad política, sino observen al manejo de medios del presidente Bukele…  

6. Los escenarios

A futuro, sí se decide fortalecer la unidad  del instrumento FMLN debe definirse reglas claras de entendimiento entre las tendencias, sobre objetivos a lograr en este periodo de lucha. Debemos de acordarnos que el FMLN nació como una gran fuerza política-militar, integrada por cinco partidos, con diversas visiones, pero unidos frente a un enemigo común, la dictadura militar.  Había unidad política pero diversidad ideológica.

Si se decide la construcción de otro instrumento de lucha, debe garantizarse que este proceso no conduzca a una mayor debilidad orgánica de la izquierda, sino a su fortalecimiento. Y tener en mente que los instrumentos políticos no son eternos, desaparecieron el PCS y las FPL. Hasta el todopoderoso PCUS, con 8 millones de miembros,  desapareció. Y la lucha sigue…

Lo que debe evitarse es la repetición de un proceso de “rectificación” formalista como ha venido sucediendo a lo largo de las ultimas derrotas electorales, 2018, 2019, 2021 y esta de 2024. Pero lamentablemente para la izquierda, ya hay los que sueñan con ser candidatos para la próxima derrota del 2027. Insisto: no se puede pretender resultados diferentes cuando la práctica es la misma.

Lo económico

1.  Hay readecuaciones del capital transnacional: la inglesa Shell regresa al país ( y a Honduras) en alianza con la suiza Puma, para competir contra la hondureña UNO; el dominicano Grupo Rizek compra AFP Crecer en El Salvador por $60 millones; el hondureño Grupo Ficohsa compra la aseguradora ASESUISA, marcas chinas de teléfonos ‘se apoderan’ del mercado salvadoreño (disputa global); la empresa turca Yilport Holdings, reveló que firmó un memorándum de entendimiento con el gobierno de El Salvador para la concesión de los puertos de Acajutla y La Unión por 100 años, a formalizarse en el primer trimestre de 2024. No sucedió, pero puede suceder.

2. Readecuaciones del capital oligárquico transnacionalizado: Plaza Mundo Usulután de Grupo Agrisal dirigido por  Patrick Murray, el heredero de Roberto Murray Meza ( ya existen en Soyapango y Apopa) iniciará operaciones a finales de mayo; Millenium Plaza, la torre más alta de El Salvador inició operaciones en diciembre 2022, cuatro grandes empresas salvadoreñas se afianzan en el mercado colombiano:  Grupo Poma (hoteles), Dollarcity (Marco Andrés Baldocchie Kriete), Kingsland Holdings (grupo Abra/Kriete) y más recientemente Grupo Calleja ( compra la principal cadena de supermercados en Colombia  llamada Éxito, con presencia también en Uruguay y Argentina), hotel Crowne Plaza (Agrisal) se convirtió en Hilton en octubre del año pasado.

Y tenemos diversas disputas entre el capital transnacional y el capital oligárquico, entre estas las de Superselectos/Walmart y Pollo Campestre/ Campero. Es interesante como la familia Calleja se enfrenta y desafía al gigante estadounidense Walmart. Y el migueleño Campestre lo está haciendo también con el guatemalteco Campero.

3.  Las cifras  del momento económico: según BCR la economía salvadoreña creció un 3.5 % al término de 2023, una dinámica apalancada sobre todo por la industria de construcción y demanda de servicios. El valor nominal del PIB de 2023 fue de US$34,015.62 millones, lo cual significó un aumento de US$2,026.7 millones respecto al PIB de 2022. Es preciso en este campo como izquierda evitar las tradicionales visiones polarizadas y maniqueas: país en crisis y país paraíso.

4. La construcción estuvo impulsada por los proyectos en carreteras, pasos a desnivel, mejora en el Puerto de Acajutla, ampliación de las terminales aéreas, así como complejos residenciales horizontales y verticales, edificios corporativos y centros comerciales.

5. La electricidad registró la segunda tasa más importante de crecimiento, con un 14.6 %, seguido del rubro de servicios profesionales y técnicos en un 11.1 %. En contraste, se mantuvo en negativo, por siete trimestres consecutivos, la industria manufacturera con un 3.4 % al cierre de 2023, lo cual impactara  en la organización sindical.

El BCR proyecta que el crecimiento para 2024 oscilará de un 3 % a un 3.5 %, impulsados principalmente por la inversión pública y privada, el turismo, y la recuperación de la demanda externa de las exportaciones de bienes (manufactura, maquila). Pero, las exportaciones de bienes y servicios de El Salvador cayeron un 8.7 % en 2023 en comparación con el 2022.

DEUDA PREVISIONAL. Desde que comenzó a emitir nueva deuda bajo la actual ley de pensiones, el gobierno ha tomado $1,397.5 millones entre abril de 2023 y febrero de 2024, a través de Certificados de Obligaciones Previsionales (COP), es decir que en menos de un año el endeudamiento con los cotizantes creció en $942.08 millones.

LA BANCA. Todos los bancos del sistema obtuvieron ganancias el 2023. Particularmente los bancos colombianos: el primer lugar lo ocupa el Banco Agrícola  que terminó el año con 5,683.4 en activos ( en millones de dólares); le siguió en tercer lugar el Banco de América Central, con 3,333.6  y el Davivienda con el cuarto lugar: 3,095.2. El segundo lugar lo ocupa el hondureño Cuscatlán, con 4,016.6.

Lo social

1.  La seguridad. Prevalecen visiones polarizadas y maniqueas: continua delincuencia/ delincuencia eliminada. Sobre estado de excepción: visiones también polarizadas: positivo/negativo. Una compañera nos ilustraba que para la mayoría de la gente el enemigo principal era la delincuencia y no pudimos como izquierda  dimensionarlo.

Pero -por otra parte- debe de registrarse que 6 ONGs informaron esta semana, de más de 6,000 denuncias de derechos humanos en dos años del régimen de excepción, incluyendo el caso de Santa Marta.  Se necesita construir una visión objetiva sobre este tema, que incluya tomarle el pulso a sectores populares. 

2. Desempleo. En 2023, más de 161,000 personas fueron catalogadas por el Banco Central de Reserva como desempleadas en El Salvador. Más de 10,000 salvadoreños se sumaron a las filas del desempleo en El Salvador entre 2022 y 2023, revelaron datos del BCR, causado por caída en exportaciones, que provocó caída en la producción, cierres de empresas y un incremento en las personas despedidas.

3. Empleo. El BCR señala que 2.8 millones de personas eran parte de la población empleada en 2022, la cifra subió en un 3 % en 2023 y alcanzó los 2.9 millones de salvadoreños, al sumar 86,930 colaboradores adicionales. El 2023 cerró como el año en el que más personas conformaron la población ocupada en El Salvador. El Ministerio de Trabajo y Previsión Social reveló que en 2023 se contabilizó el millón de trabajadores formales: tienen un contrato y cotizan en el sistema de salud (ISSS) y pensiones.  Este es nuestro horizonte de clase, nuestro desafío para organizar, educar y movilizar.

4. Remesas. Ascendieron en 2023 a $8,181.8 millones es decir, $15 de cada $100 que llegaron a la región. En comparación,  remesas representan en la economía hondureña un 26.6 % del PIB, mientras que para El Salvador asciende a un 23.5 %. Los municipios de San Miguel y Usulután acumulan la mayor cantidad de inversión que los salvadoreños residentes en el exterior realizaron en el país entre 2022 y 2023, según el Observatorio Digital sobre Movilidad Humana, a cargo del Ministerio de Relaciones Exteriores.

5. IDH y migración. El Salvador se ubica en la posición 127 en el índice de desarrollo humano, según el informe 2023/2024 presentado en marzo por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Representa una caída de dos puntos respecto al informe de 2022. Migración: Año 2024 inició con caída del 43 % en migración irregular de salvadoreños en EEUU. La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) de Estados Unidos reportó 3,666 salvadoreños encontrados en la frontera sur de Estados Unidos durante enero de 2024, lo que representa un 43 % menos que los 6,396 del mes anterior.

Lo cultural

1.  La BINAES  y el desafío de construir una cultura democrática. De nuevo en este tema existen visiones polarizadas: no sirve para nada/ es una maravilla. Necesitamos onstruir visión equilibrada y sintonizar con visión popular.

2. Reflujo del movimiento artístico y cultural. Existe necesidad de impulsar esfuerzos organizativos en esta área, que es clave para la concientización política. Y esto pasa por una UES fortalecida y democrática.

3.  Asumir como izquierda la defensa de los derechos culturales de los sectores populares.  Esto incluye reforzar los procesos de gestión de las diversas expresiones culturales y nuestra responsabilidad con la memoria, la vivencia y la imaginación del país que deseamos construir, ya que  es desde la cultura que se desarrollan  los procesos de construcción de sentidos que involucran las identidades, la pertenencia, el bienestar, la felicidad, la autoestima, la utopía, la lucha.

[1] Ponencia realizada en Escuela de Cuadros del FMLN, en Planes de Renderos.

Propaganda y política en la ecuación en Chalatenango. LPG. 26 de marzo de 2024

El asesinato de dos personas, presuntamente por miembros de la pandilla, supuso la militarización del nuevo municipio Chalatenango sur. Un millar de policías y cinco mil soldados habrían sido desplegados en los cinco distritos de esa demarcación, según fuentes oficiales. Como se ha vuelto costumbre en la comunicación oficial, las autoridades no brindaron explicaciones sobre el móvil de estos crímenes ni sobre si un despliegue de ese calibre era imprescindible para capturar a los sospechosos.

Nada de eso extraña a nadie, porque el grueso de las preguntas son irrelevantes en esta época, cuando el régimen de excepción ya adquirió visos de normalidad, cuando los abusos de autoridad están a la orden del día y cuando pese a las consecuencias que tuvieron en el rediseño de la política de seguridad y en la suspensión de garantías y libertades constitucionales de toda la nación, aún no se ha individualizado responsabilidades intelectuales ni materiales por los homicidios de la ola terrorista de marzo de 2022. Es obvio que la militarización cumple con dos efectos, uno propagandístico y el otro político.

Propagandísticamente, la alineación de militares y soldados en esos números permite renovar la comunicación del gobierno en clave espartana, un contenido con el que la administración de GANA se siente cómoda. La popularidad del presidente se sustenta en la narrativa de que es un líder fuerte, implacable con sus enemigos -aun cuando estos no sean necesariamente los enemigos del Estado, la república o la democracia-. Pese a que la pandilla perdió un porcentaje aún no precisado de su control territorial y de su músculo delictivo, a más no haber continúa siendo el polo contra el cual enfilar la batería discursiva oficial sin que parezca ficticio, y por eso los lamentables hechos de sangre registrados en Chalatenango fueron capitalizados comunicacionalmente de ese modo.

Hay otro componente, de esencia política, involucrado en esta ecuación. Esa zona ha sido de mayoritaria simpatía con el FMLN, por algo ese partido opositor dominó las votaciones en esos distritos en las pasadas elecciones municipales. A falta de información del gabinete de seguridad, pareciera que la hipótesis del gobierno es que se está urdiendo algo de proporciones inusuales en la zona; es eso, o se creyó que la coyuntura justifica un despliegue que no puede sino intimidar a la comunidad. Un observador imparcial preguntaría si todo esto no es a propósito de las afiliaciones de los lugareños.

Es en cualquier cosa la confirmación de que en el robustecimiento del proyecto autoritario y de control territorial y social, el gobierno continuará idealizando la fuerza, comunicándose de modo insuficiente con la población y que en su relación con aquellos sectores que le son desde indiferentes hasta críticos se aprovechará de las licencias que el régimen de excepción le brinda.

Nota aparte es que cada una de esas movilizaciones le cuesta dinero a los salvadoreños en un momento en el que las finanzas públicas atraviesan un grave impase, tanto como para estarlas financiando con el dinero de los trabajadores. ¿Cuánto costó poner en Chalatenango mil agentes policiales y cinco mil efectivos militares? Es un dato sobre el cual la administración no brindará información, como ya se sabe.

¿Recomposición con los fracasados de la “izquierda” reformista o retomar el camino revolucionario? Alberto Castro. PSOCA. Marzo 2024

Las elecciones del 2024 ya pasaron a los registros históricos, cuyos resultados en general no fueron ninguna sorpresa, en lo que respecta a la elección de diputados para Asamblea Legislativa (AL), resalta el desplomo definitivo del partido Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), a su vez la consolidación de Nuevas Ideas (NI), como el partido mayoritario que por sí mismo hace mayoría absoluta.

La bancada cyan es la pieza fundamental para la continuidad de este proyecto dictatorial, ya que permitirá el maquillaje de la democracia burguesa ahora erosionada, por eso la función parlamentaria al bukelismo no le es necesaria sino útil en este momento, caso contrario puede recurrir en cuanto le plazca a su aparato militar.

Ahora bien, de cara al futuro inmediato no se visualiza la recomposición de la izquierda, tras la debacle del FMLN no faltarán quienes quieran ocupar el espacio dejado por este partido dentro del sistema democrático burgués.

¿El partido de izquierda adecuado al interés de quién?

Antes de las autoproclamaciones, iniciativas y propuestas de todo tipo, es importante esclarecer sobre la recomposición esta de la que se ya se habla, porque definitivamente muchas personas llegaron al convencimiento de la inviabilidad del FMLN como vehículo electoral, en este sentido considerar el reemplazo del vacío dejado por el FMLN, pone como medular de inicio, concretamente la proposición de organizar de manera llana y simple otra alternativa electoral, la cual debe ser democrática y light; la izquierda dócil que el bukelismo y la oligarquía esperan y que probablemente permitan como válvula de escape.

Dicho lo anterior, tenemos por resolver un problema actual que se antepone a toda iniciativa, intención o propuesta organizativa, esto tiene que ver con la desarticulación que tienen en cuanto a organización los movimientos populares, así como el movimiento sindical.

En cuanto a los movimientos populares, la enorme influencia de las ONG tiene aminorado cualquier indicio de potencial de lucha clasista, se imponen agendas desmovilizadoras internacionales. En lo que respecta a los sindicatos todo se reduce a la corriente sindical gubernamental que se convierte en una policía patronal que actúa según directrices, quedan sindicatos independientes, sus dirigentes con dignidad aún resisten, necesitamos ir más allá de este fraccionamiento, para superar el control que desde el Ministerio de Trabajo y Previsión Social (MINTRAB), se tiene sobre la organización de clase trabajadora, deben organizarse espacios diferentes como lo pueden ser asambleas, comités, etc,.

Plantear organizar otro partido de izquierda pasa por considerar aspectos como la base social sobre la cual se habrá de desarrollar, sino hay condiciones entre los movimientos populares y tampoco entre sindicatos, entonces a este tipo de partido no le queda más que el impulso de plataformas electorales pragmáticas., la esencia de un partido electoral cualquiera.

Partido revolucionario y organización popular

Si el problema fuera solo electoral, entonces bastaría con reagrupar lo que queda del FMLN dentro de un espacio amplio y democrático, donde además converjan diversas fuerzas cobijadas por una misma identidad política, para aprovechar esos pequeños espacios de participación en la próxima coyuntura electoral, o lo que es lo mismo tomar el papel que el bukelismo puede otorgar para evitar que el descontento popular desemboque eventualmente en un clima insurreccional, entonces acá es donde tiene cabida la izquierda electorera, y para esto ya sobra quienes soliciten la oportunidad de serlo, lo cual obtendrán siempre y cuando gocen de su venia.

Construir o fortalecer un partido revolucionario es algo diferente, está demás decir lo complejo que esto es bajo las condiciones actuales, sin embargo es una tarea por resolver en el futuro inmediato, no sin antes solventar algo con lo que debe compaginar, como lo es la reconstrucción del poder popular.

Quienes entendemos que la insurrección va más allá de un precepto electoral, debemos abocarnos en nuestros propios espacios, con independencia y unidad de clase.

Los empresarios salvadoreños más admirados. E&N. Junio de 2022

En el marco del día nacional del empresario, recordamos los perfiles de los salvadoreños que los tomadores de decisiones y las audiencias de Estrategia & Negocios nombraron como admirados en nuestro más reciente especial, que conocimos entre diciembre de 2021 y enero de 2022.

Ricardo Poma (Grupo Poma)

Mantener a sus equipos motivados y comprometidos “ha sido crucial para superar los desafíos que hemos tenido que enfrentar”. Además, el grupo ha mantenido una disciplina estratégica y un “colador fino” para la toma de decisiones, “lo que ha reducido la posibilidad de equivocarnos”.

Roberto Kriete (Avianca)

La transición hacia un nuevo enfoque de negocios se trata de una “decisión muy audaz”, valora el empresario. Nadie nunca en la historia de la aviación ha convertido una aerolínea legacy (tradicional) en una low cost… sí han reducido costos, pero cambiar de modelo mientras estás volando es complicado”.

y Roberto Murray (Grupo Agrisal) fueron los mencionados en el estudio.

La cabeza de Agrisal explicó en una entrevista que para manejar los negocios a futuro deberá haber un mayor aprovechamiento de las tecnologías relacionadas con el negocio, una revaloración del factor humano en las empresas así como también una mayor sensibilidad sobre los grupos de interés y el entorno, con una visión estratégica de mediano y largo plazo buscando aprovechar las disrupciones.

En la categoría de Nuevos Liderazgos, el favorito fue Fernando Poma, un empresario de tercera generación que lleva las riendas de Real Hotels & Resorts, de Grupo Poma. “Si tuviese 90 años y en mis últimos días de vida, viendo hacia atrás, reflexionara ¿me hubiese gustado tomar esta decisión o no?”. Esa es la pregunta que guía a Fernando Poma. Más allá de su faceta como empresario exitoso, Fernando se define como un ser humano que gusta de vivir una vida de manera auténtica y alineada con su esencia personal.

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 Cimentó su empresa a base de reclutar personas apasionadas, “necesitábamos gente apasionada por lo que hacen, por cambiar el rumbo o la percepción de la región”, recordó el ejecutivo. Salvadoreño sobre los inicios de la súper app, que ofrece entregas de supermercado, alimentos, bebidas, medicinas, mandaditos, retail.

Al mencionar Emprendedores resaltó el nombre de Darwin Romero (Applaudo Studios).

“Empezamos a darnos cuenta que teníamos la capacidad de encontrar nuevos clientes en Estados Unidos. No solo era de encontrar trabajo, sino encontrar clientes. Así comenzamos a crecer. Invertimos en procesos comerciales en EE.UU.”, detalló en 2018 Darwin Romero, cofundador y director ejecutivo.

https://www.youtube.com/embed/a7Z4nx0evPk Por país, la lista está dominada por innovadores como

Rodrigo Tona (Ternova)

Termoencogibles se ha convertido en Grupo Ternova. Como su CEO, se enfoca en la transformación, la innovación y la sostenibilidad. “Mi trabajo ha sido entender que esto no es un tema de opción: o nos transformamos o moriremos”, sentencia.

Alfredo Atanacio Cader (Uassist.Me)

es una firma dedicada a proveer ayuda administrativa remota y se ha convertido en un punto de referencia en la industria de outsourcing en el mundo, el concepto dio al centro de negocios SPACE, así como al proyecto habitacional LIVE enfocado en jóvenes ubicado en el centro histórico de San Salvador.

Diego de Sola (Inversiones Bolívar)

“La forma en la que conducimos nuestros negocios cimentará el camino para volver a dignificar la labor productiva”, sostuvo el joven ejecutivo salvadoreño.

Carlos Calleja (Grupo Calleja)

Su promesa es que el Super Selectos sea la tienda con más surtidos en El Salvador, ‘con más refrigerados, más productos importados, mejores ofertas. Hemos querido dignificar la experiencia de compra a nivel nacional’, dijo en 2019.

https://www.instagram.com/p/CdVyXdBs7YE/embed/captioned/?cr=1&v=14&wp=540&rd=https%3A%2F%2Fwww.revistaeyn.com&rp=%2Fempresasymanagement%2Flos-empresarios-salvadorenos-mas-admirados-JN8690694#%7B%22ci%22%3A1%2C%22os%22%3A1304%2C%22ls%22%3A312%2C%22le%22%3A1224%7D y Mario Simán (Grupo Unicomer).

Grupo Unicomer inició sus operaciones en el año 2000 con la adquisición de las marcas comerciales del grupo holandés CETECO, entre ellas, La Curacao, Almacenes Tropigas, Servitotal y Loco Luis, todas dedicadas a la venta de electrodomésticos, electrónicos y artículos para el hogar. Hoy, casi una década después, está presente en 27 países, incluyendo Centroamérica, El Caribe, Suramérica y Estados Unidos, con más de 25 marcas.

En la categoría mujeres empresaria destacó Carolina Escobar de Fiallos (Grupo Paill)

“La integridad implica un compromiso por desarrollar de forma competente y eficaz nuestra profesión. Como resultado se consigue hacer el bien a nuestro entorno, al desarrollarnos en nuestro trabajo, pero, sobre todo, implica tener calidez humana, promover la escucha activa y ante todo, ser solidarios”, reflexionó.

Metodología del estudio

Los protagonistas fueron elegidos mediante una encuesta que se promovió del 21 de septiembre al 4 de octubre de 2021, tanto en las redes sociales de E&N como por gestión directa del equipo de corresponsales de la publicación a lo largo de Centroamérica.

Con una participación de 880 encuestados y 2.700 votos emitidos, los centroamericanos seleccionarona sus favoritos.

https://www.revistaeyn.com/empresasymanagement/los-empresarios-salvadorenos-mas-admirados-JN8690694

Orígenes y desarrollo del proyecto político y económico oligárquico y neoliberal del Clan Bukele liderado por Nayib. ¿Cuáles son sus verdaderas intenciones de mantenerse en la Presidencia de la República?. Colectivo Tetzáhuitl. 25 de marzo de 2023

Antecedentes

El período presidencial de Félix Alfredo Cristiani (1989-1994) marca el agotamiento definitivo del modelo agro exportador de más de un siglo de existencia y el afianzamiento de una economía más orientada al comercio, las finanzas y los servicios.

Las privatizaciones que comenzaron con Cristiani y que se profundizaron en los gobiernos de Calderón Sol y de Francisco Flores, el desmontaje y reducción del Estado, la liberalización de la economía así como la suscripción de Tratados de Libre Comercio, como el TLC de Centro América con EEUU, el acuerdo comercial con México y con Chile, entre los más destacados, permitieron el surgimiento de un nuevo eje de acumulación que provocó la mutación y conversión de la oligarquía tradicional que había surgido en el último cuarto del siglo XIX y que tenía sus intereses fundamentalmente en la agro exportación, sobre todo del café y en la industria, en nuevos grupos empresariales cuyos intereses estarían más centrados en el sector financiero y de servicios así como en el comercio.

Se trata en esencia de una nueva oligarquía de la que forman parte los antiguos grupos económicos que mantuvieron su prosperidad y que supieron aprovechar las oportunidades de negocios que se crearon con el nuevo modelo económico afianzado a lo largo de los 20 años de gobiernos de ARENA.

Las ganancias de los diferentes sectores de esta oligarquía alcanzaron en el 2019 la exorbitante cifra de 9 mil 14 millones de dólares, repartidos de la siguiente forma: el 45% corresponde a Servicios Varios, el 31% a la Industria, el 16% al Comercio, el 5% al Agro y el 3%  a las Finanzas.

Solo el grupo Kriete tiene activos por más de 7 mil millones de dólares y un conglomerado de más de 10 empresas o sociedades, entre ellas AVIANCA Holding, lo que lo convierte en uno de los grupos empresariales más fuertes de la región centroamericana.

Los ejes de acumulación de esta nueva oligarquía, que nace a finales de los años 80 y se consolida a lo largo de los 4 gobiernos de ARENA, se basan en la utilización de los resortes del Estado para acumular y expandir sus riquezas.

Estamos hablando de grupos empresariales como los Kriete, los Poma, los Calleja, los Regalado, los Dueñas, los Wright, la familia De Sola, el grupo AGRISAL liderado por Roberto Murray Meza (ya fallecido), el grupo empresarial del ex presidente Cristiani, los Simán y el grupo Eserski, dueño de la más importante cadena de televisión comercial, de varias frecuencias radiales y de agencias de publicidad además de inversiones en otros sectores de la economía como los bienes raíces.

Otros grupos, con menos poder económico y que aún no forman parte de esta nueva oligarquía pero que siempre han tenido la aspiración de pertenecer a ella, son empresarios de origen árabe como los Zablah, los Salume, los Saca, los Safie y más recientemente el clan Bukele.

Existen también empresas extranjeras dedicadas a las comunicaciones telefónicas (Por ejemplo, el grupo Claro del mexicano-libanés Carlos Slim) o bien, empresas dedicadas a la generación y distribución de energía eléctrica y otras empresas como La Constancia, que fue adquirida por un grupo económico transnacional de origen sudafricano, dedicada a la producción, comercialización e importación de Cervezas, que sin ser grupos oligárquicos salvadoreños reciben beneficios del gobierno y participan en algunos negocios del Estado.

Fue en el período de Saca (2004-2009), el último de ARENA con el control del Ejecutivo, que desde la Presidencia de la República se promueve un intento de apertura en la oligarquía y se logran abrir algunos espacios para hacer negocios con el gobierno a capitales de origen árabe representados por los Salume, por familiares del ex Presidente Saca, incluyendo al mismo Tony Saca, los Safie, los Zablah y el clan Bukele.

No fue casual que la candidatura de Tony Saca en ARENA fuera promovida y financiada en el 2003 con importantes aportes de estas familias, sobre todo de Ricardo Simán (Presidente de la ANEP en ese momento y cabeza del grupo Simán) y Nicolás Salume (Presidente del Grupo COMERSAL).

Familias como los Bukele y los Safie entraron con poca fuerza, aunque no dejaron de aprovechar algunas licitaciones públicas para hacer crecer sus negocios y aumentar sus riquezas.

Armando Bukele, cabeza del clan familiar y principal accionista de las empresas del grupo, ganó licitaciones en el ISSS y en el Ministerio de Salud que hicieron crecer la droguería SINQUIMIA, en un rubro que por años había sido controlado por las droguerías del ex Presidente Cristiani.

Esta incursión en la actividad económica gestada desde el gobierno es la que estimula la ambición del grupo empresarial de los Bukele y sus aspiraciones de convertirse en un grupo oligárquico y aumentar de esa forma sus inversiones y por ende sus riquezas y su poder político.

¿Cómo construye el clan Bukele su ascenso político y su llegada a la Presidencia de la República para formar parte de la oligarquía salvadoreña?

Con la victoria del FMLN en el 2009, los Bukele planean su ingreso a la política partidista en la medida que encuentran la oportunidad de aliarse con un sector de la dirigencia efemelenista liderado por José Luis Merino (alias Ramiro Vásquez).

Desde que Shafick Handal fue candidato a la Presidencia en el 2004, Armando Bukele, jefe del clan y padre de Nayib, tiene acercamientos más frecuentes con el FMLN al manejar varias de sus  campañas electorales con la agencia que Armando Bukele había comprado por esos años y que dirigía su hijo Nayib.

Aunque la historia registra una relación que venía desde los años 80 de Armando Bukele con Shafick Handal y su hermano Farid no fue sino hasta la candidatura presidencial de Shafick que este acercamiento se profundiza.

La muerte de Shafick a su regreso de la toma de posesión del ex Presidente Evo Morales le llevan a Armando Bukele a reforzar sus acercamientos con otros dirigentes del FMLN y poner más empeño en la participación de sus hijos en política, sobre todo de Nayib, a quién él siempre consideró que estaba destinado a ser Presidente de la República.

El triunfo electoral del FMLN en el 2009 abre de nuevo la posibilidad de incursionar en política partidista y comenzar a construir una alianza empresarial con el grupo dirigencial de José Luis Merino que tiene bajo su responsabilidad la administración del Grupo Alba, vinculado a la importación y comercialización del combustible venezolano.

Su plataforma inicial fue la alcaldía de Nuevo Cuscatlán, donde se trasladó a vivir Nayib y su familia.

Los Bukele estaban claros que para tener acceso a los negocios del Estado y utilizar estos negocios como un eje de acumulación había que ganar la Presidencia de la República, tal como en el pasado lo habían hecho los grupos Oligarcas por más de 150 años desde el nacimiento de la República.

Así lo hizo la oligarquía cafetalera en el último cuarto del Siglo XIX con la promulgación de las leyes de extinción de las tierras comunales (1881) y la abolición de los ejidos municipales (1882) en el gobierno de Rafael Zaldívar para ser cultivadas con Café y la aprobación de reformas legislativas, reducción de impuestos para estimular la producción del café y la entrega de insumos agrícolas a bajos precios que le permitieron a los ricos cafetaleros tener una presencia dominante en la naciente economía agro exportadora del país.

Así lo siguió haciendo en el siglo pasado, esta oligarquía agro exportadora que diversificó sus inversiones con la ayuda de los gobierno de turno y consolidó su poder económico.

Así lo hizo también la nueva Oligarquía que surge a finales de los 80 y que tuvo como instrumento de su proceso de acumulación y expansión de sus negocios y riquezas a los gobiernos areneros.

Nayib Bukele ingresa al FMLN en el 2011 como candidato a la alcaldía de Nuevo Cuscatlán, un pequeño municipio del Departamento de la Libertad de apenas 12 mil habitantes, que muy pronto se convertiría en residencia de familias de clase media-alta y alta y receptor de inversiones inmobiliarias donde una empresa del Grupo Alba, INVERVAL S.A. de C.V., desarrollaría importantes proyectos urbanísticos (construcción de Residenciales y Apartamentos) que Bukele autorizó desde el Concejo Municipal con claras ventajas competitivas para la empresa que manejaba José Luis Merino mediante testaferros de su confianza.

Fue por esos años que Bukele obtiene dos préstamos del Grupo Alba: Uno para comprar la mayoría de las acciones de la sociedad que manejaba el Canal de señal abierta TVX y otro para ampliar la empresa de publicidad OBERMET S.A de C.V., propiedad de la familia, que ganó contratos con el Ministerio de Turismo en los gobiernos del FMLN hasta por montos que sobrepasaron los $30 millones en solo tres años.

Otras empresas del clan Bukele que lograron contratos con el gobierno fueron: Global Motors S.A. de C. V., distribuidora de la reconocida marca japonesa de motos YAMAHA, que vendió un importante lote de motos acuáticas y chalecos salvavidas a la PNC, y Droguería SINQUIMIA con la que ganó varios contratos de suministros de medicamentos con el ISSS y el MINSAL.

De hecho esta relación comercial con el gobierno inició en la Presidencia  de Saca pero se amplió considerablemente en el segundo gobierno del FMLN.

El proyecto político de los Bukele, muy vinculado a sus intereses económicos, lo expuso el propio padre de Nayib en el 2012 en un programa de TV que tenía en Megavisión titulado “Aclarando Conceptos”.

En ese programa Armando Bukele sentenció: “La comunidad salvadoreña de origen árabe tiene ahora suficiente poder para ser el grupo dominante. Pero como no tenemos conciencia hegemónica, al menos actuemos para dejar de ser dominados”.

En esta afirmación hay dos ideas a destacar y que explican tanto las aspiraciones presidenciales como oligárquicas de Nayib Bukele y sus hermanos.

Armando Bukele siempre consideró que el conflicto entre Israel y Palestina era una expresión del conflicto entre Oriente y Occidente y que en el caso de El Salvador tenía su expresión en la lucha histórica de los migrantes árabes y sus descendientes contra la oligarquía de origen blanco-europeo en El Salvador.

En la práctica los grupos oligárquicos de descendientes europeos o judíos que vivían en Estados Unidos y en Europa siempre bloquearon la entrada de las familias árabes, incluyendo las más acaudaladas, a la oligarquía salvadoreña.

En sus concepciones islámicas, Armando Bukele era de la opinión que los árabes debían estar siempre unidos y aumentar su presencia en la política con los elegidos por Alá.

En una conversación privada en el Club Árabe y que fue registrada por la Revista “Elementos” que se dedica al periodismo investigativo, Armando Bukele le dice a otros empresarios de origen árabe con los que conversaba citando referencias al Corán (la Biblia de los musulmanes) que “es el momento que se encienda la antorcha porque Alí ya comenzó. Nayib ha sido ungido con la llama de Alí”, les dijo.

Por eso es que no es de extrañar el ritual que Bukele usó durante la ocupación militar de la Asamblea Legislativa en Febrero del 2020 donde simula que conversa con Dios y es quién, según Nayib, le ordena ceder en su intento de destituir a los Diputados por la fuerza.

Según Nayib Bukele, todo lo que él hace como gobernante es guiado por la mano de Dios y por eso es que no tiene que dar cuentas a nadie de sus actos y decisiones.

Ya siendo Alcalde de San Salvador (2015-2018), Bukele renovó el contrato de eliminación y tratamiento de desechos sólidos con las empresas del empresario suizo-salvadoreño Enrique Rais, socio de José Luis Merino.

Otorgó además un contrato de supervisión de la obra pública realizada por la alcaldía capitalina a la empresa consultora de obras civiles (Rivas Franco Consultores SA de CV) propiedad de su asesor en el despacho municipal, Rogelio Rivas, quien luego se convirtió en su primer Ministro de Seguridad y Justicia.

Ya en la Presidencia de Bukele, esta misma empresa de Rivas obtiene un contrato de supervisión de las obras de modernización de la Planta Potabilizadora Las Pavas, en Tacachico, La Libertad, por más de 2 millones 600 mil dólares.

Otras empresas vinculadas a los Bukele como la empresa productora de semillas y granos básicos, propiedad de la familia del ex Ministro de Agricultura, Pablo Salvador Anliker (PRECOSAL SA de CV), ganó contratos con el Ministerio de Agricultura del gobierno de Sanchéz Cerén cuando el titular del Ministerio era el tío de Nayib por el lado materno, Orestes Ortez, quien también fue directivo de la empresa Alba Petróleos.

De hecho esta empresa del Grupo Alba le otorgó un crédito de salvataje a PRECOSAL que estaba al borde de la quiebra en los primeros años del gobierno de Sánchez Cerén, la que luego fue absorbida como parte del Grupo Alba.

Según la agencia de noticias INFOBAE y algunas agencias federales de investigación en EEUU, como el FBI y la DEA, el otorgamiento de préstamos millonarios a empresas en quiebra que finalmente no eran cancelados por los deudores fue uno de los mecanismos utilizados por ALBA para lavar dinero.

Los contratos que ganó la empresa de Pablo Anliker en el gobierno de Sánchez Cerén afectaron a los pequeños y medianos productores y a las cooperativas agrícolas que en el primer gobierno del FMLN eran los proveedores de granos y semillas para los paquetes agrícolas y la merienda escolar.

Una práctica muy frecuente en los gobiernos de la derecha de entregar a dedo o sin licitación contratos a proveedores provenientes o vinculados a los grupos oligárquicos del país siguió siendo utilizada por Bukele y su gobierno, donde existen claras evidencias de corrupción y despilfarro, que no favorecen al pueblo, sino únicamente a empresas del clan familiar y del grupo cercano de amigos del gobierno.

Citamos a continuación algunos ejemplos de esta práctica corrupta.

En los primeros días de la Pandemia fue favorecida con un contrato de suministro de mascarillas y otros insumos médicos una empresa propiedad de la familia de Jorge Aguilar, quien en ese entonces era Presidente del FONAES (Fondo de Sanidad Ambiental) del gobierno.

Este contrato además de ilegal representaba un claro conflicto de interés que es prohibido y sancionado por la Ley.

La misma empresa de Aguilar se encargó del reciclaje de toneladas de plástico que habían sido recogidas casi al inicio del gobierno de Bukele por ONGs ambientalistas y personal del Ministerio de Medio Ambiente y del FONAES.

Otro contrato irregular que fue autorizado por el gobierno fue la compra de un lote de botas de hule para el personal médico que se encontraba en la primera línea de combate del COVID-19 a una empresa de familiares del Ministro de Salud, Frank Alabí, registrada como “Autodo, SA de CV” y que según el CNR, su giro ordinario era la importación y venta de repuestos para automóviles.

Lo mismo ocurrió con la empresa “Kamar Store”, propiedad del hermano mayor de Nayib, Yamil Bukele, nuevo Iman de los Musulmanes salvadoreños luego del fallecimiento de Armando Bukele, a la que el gobierno le compró sin licitación insumos médicos durante la emergencia del COVID-19 siendo que en el CNR esta empresa figura como una tienda que se dedica a la venta de ropa y zapatos deportivos.

Entre las empresas favorecidas con la construcción del Hospital El Salvador, se encuentra la empresa “Aire Frío”, propiedad del actual jefe de bancada de Nuevas Ideas, Christian Guevara.

Menos de un año después Guevara fue candidato a Diputado por San Salvador y ganó la jefatura de la bancada oficialista, siendo que la Constitución prohíbe que un proveedor del Estado sea candidato a un cargo de elección popular.

A pesar de esta evidente ilegalidad, sigue en la Asamblea y seguramente buscará su reelección a Diputado.

La empresa de capital hondureño, Alutech El Salvador, S.A., que donó un millón de dólares a la campaña presidencial de Nayib Bukele en el 2019, fue favorecida por CEPA en el 2020 con el contrato de ampliación de la terminal de carga del Aeropuerto Internacional San Romero.

Negocios similares esta empresa ganó en Honduras, durante el gobierno de Juan Orlando Hernández, como fue la ampliación del Aeropuerto de Tegucigalpa y la modernización de la base militar en Palmerola.

Se sabe de otros empresarios que han ganado contratos con el Estado partiendo de la relación que tienen con el clan Bukele o con funcionarios de gobierno.

Es el caso de la constructora del Grupo Salazar Romero (cuyo principal accionista es primo hermano de Adán Salazar, alias “Chepe Diablo”, jefe del cártel de Texis) que con los contratos otorgados por el Ministerio de Vivienda de Bukele y FONAVIPO sus activos aumentaron de 18 millones 300 mil dólares en 2019 a 80 millones 800 mil dólares en el 2020.

Se tiene registro además que entre Mayo y Junio del 2020, en un contexto de confinamiento absoluto por el COVID-19, el CNR autorizó la creación de 82 empresas o sociedades nuevas, algunas de las cuales se cree que están relacionadas con el clan Bukele o con personas cercanas a la familia presidencial.

El eje de acumulación implementado por los Bukele utilizando los resortes del Estado ha consistido, entonces, en hacer negocios con el gobierno, adjudicar licitaciones “a dedo” o simplemente otorgar obras y contratos sin concurso público, mantener en reserva los contratos, favorecer con estos negocios a empresas del clan familiar o a empresarios amigos y funcionarios cercanos.

La estrategia también supone una alianza con los grupos oligarcas para que éstos no pongan trabas en la “repartición del pastel gubernamental” y a la distribución de recursos y utilidades.

Esta estrategia implica el compromiso de no afectar los intereses corporativos de estos grupos de poder, mantener el sistema de privilegios creados desde los gobiernos de ARENA, legislar en favor de la obtención de jugosas ganancias de parte de los más importantes y poderosos grupos empresariales del país (aprobación de la Ley del Agua, Reforma Previsional para favorecer a las AFPs en detrimento de los pensionados, exención de impuestos y reducción de aranceles para la gran empresa, ampliar los beneficios fiscales para los grupos empresariales, autorización de proyectos urbanísticos que impactan negativamente en el medio ambiente, oposición a aprobar una reforma tributaria progresiva que haga pagar más impuestos a los sectores de mayores ingresos, etc.) así como el respaldo a resoluciones o sentencias judiciales que favorezcan a los más ricos del país como fue el caso AVIANCA, el caso MOLSA o la probable indemnización a favor del grupo Guirola-Hill, del que forma parte la familia de la Canciller de la República.

Si Bukele abriera las licitaciones a la participación de la pequeña y mediana empresa o promoviera nuevos impuestos al gran capital que permitieran reducir los impuestos que pagan los pobres y la clase media, o bien, si Bukele combatiera el despilfarro en el gasto público y la corrupción de su gobierno, habría entonces más dinero para atender las necesidades de la población de menos recursos y no tendría que recurrir al endeudamiento externo o a medidas lesivas como el despido de trabajadores y empleados públicos y los drásticos recortes al gasto social.

Por qué Bukele necesita la reelección en el 2024 y al menos 5 años más como Presidente de la República?

Bukele no tiene más salida, viendo las experiencias de sus vecinos, que poner sus barbas en remojo y asegurarse 5 años más de inmunidad.

Nadie ni nada puede garantizarle que al dejar la Presidencia en Junio del próximo año no enfrentará procesos judiciales, tanto en el país como en el exterior.

Bukele está urgido de seguir ejerciendo el control del Ejecutivo y de los demás Órganos del Estado para no ser juzgado penal y políticamente por graves violaciones al ordenamiento constitucional (empezando por la búsqueda de una reelección ilegal e inconstitucional), por violar el Estado de Derecho durante su ejercicio público como gobernante, por violar los Derechos Humanos durante la vigencia del Régimen de Excepción, por financiar y encubrir asesinatos cometidos por las pandillas y por agentes del Estado dentro de las cárceles o por cometer y encubrir actos de corrupción en su gobierno.

Bukele sabe que para garantizar esta impunidad debe seguir ejerciendo control sobre el Fiscal General de la República y los Jueces y Magistrados de la Corte Suprema de Justicia. Debe además tener el control sobre las decisiones calificadas del Órgano Legislativo y mantener el mando sobre la Policía y el Ejército.

El eje de acumulación que le permitirá al Clan Bukele formar parte de la Oligarquía y ejercer un poder hegemónico sobre el país (tal como lo expresó Armando Bukele en un programa televisivo como hemos visto antes) necesita también de continuar en la Presidencia de la República por muchos años más.

El modelo oligárquico agroexportador requirió de más de 100 años para desarrollarse y consolidarse. Fueron necesarios varios gobiernos de derecha que se sucedieron en el tiempo y que requirieron de prácticas autoritarias para enfrentar la resistencia popular.

El modelo económico neoliberal y oligárquico que reemplazo al modelo agroexportador una vez agotado demandó de 20 años de control del Ejecutivo por parte de la nueva Oligarquía y el uso del partido ARENA como su instrumento de dominación.

Las aspiraciones oligárquicas del clan Bukele y del capital árabe en el país aliado al grupo empresarial creado por el padre de Nayib necesitan más de 5 años de control del gobierno y de los demás Órganos del Estado.

Bukele buscará su relección inmediata en el 2024 no porque el pueblo mayoritariamente se lo demande. Y mucho menos porque sea necesario que continúe en el poder para asegurar mejores condiciones de vida a la población.

Por el contrario, su ejercicio presidencial solo ha permitido que la Oligarquía aliada a los intereses de EEUU en el país y en la región siga exprimiendo a la población y continúe robándose los recursos públicos para incrementar sus riquezas.

Con Bukele los ricos son ahora más ricos que antes, incluso más ricos que cuando ARENA gobernaba. Los pobres continúan sumidos en la pobreza y no existen perspectivas claras de que su situación económica y social vaya a mejorar.

Con Bukele la pobreza ha vuelto a los niveles que existían antes que llegara el FMLN al gobierno, se ha abierto aún más la brecha entre ricos y pobres y ha aumentado la concentración de la riqueza.

A quiénes beneficia, entonces, que Bukele siga en la Presidencia?

Indudablemente que solo a su clan familiar aliado del Grupo Alba y a la Oligarquía que nació y se fortaleció en los gobiernos de ARENA.

*El colectivo está formado por analistas e investigadores salvadoreños. Tetzahuitl es un nombre Náhuatl que hace referencia a un presagio, a un fenómeno insólito considerado una señal que anuncia un hecho del futuro. La palabra náhuatl “tetzahuitl” significa una cosa escandalosa o cosa de agüero.  En general, es posible decir que tetzahuitl es un suceso que provoca temor y además constituye un presagio o augurio.

Proceso electoral y lucha contra el régimen. Carlos Peña. Colatino. 17 de marzo de 2024

1.Las recientes elecciones se caracterizaron por un fraude estructural y constitucional, un alto nivel de abstencionismo y una victoria holgada del régimen. Bukele ganó con el 82% de los votos válidos y en 2019 había ganado con el 54%. Su partido (NI), que hoy tiene el 66% de las diputadas y diputados, a partir de mayo tendrá el 90%. También reforzará su poder en las alcaldías, pues gobierna en el 57% de ellas y gobernará en el 64%.

2.Los partidos llamados de oposición (ARENA, FMLN, NT y VAMOS) aceptaron la candidatura inconstitucional de Bukele y los cambios en las reglas electorales a favor de NI. Y pese a que Bukele será presidente de facto porque la Constitución prohíbe la reelección continua, esos partidos aceptaron su victoria y solo cuestionan las elecciones legislativas, donde el fraude técnico encubrió el fraude constitucional.

 3.El régimen repartió votos entre partidos aliados y moribundos (GANA, PCN, PDC y CD) para humillar a los demás. También le dio una alcaldía a FS, de reciente creación.

4.El FMLN tuvo un fuerte descenso con respecto a 2019:

1.El candidato presidencial anterior obtuvo 390,000 votos y el actual recibió 204,000 (-48%).

    2.Tenía 23 diputadas y diputados y no tendrá ninguno.

    3.Gobernaba en más de 50 alcaldías y no gobernará en ninguna.

5.La dirección del FMLN no asume responsabilidad ante la derrota, no se autocritica y le envía a la militancia cinco mensajes para justificar los resultados.

6.A partir del primero de mayo el Estado será controlado totalmente por la derecha, bajo la hegemonía absoluta del clan gobernante y su partido. Cinco partidos de derecha tendrán presencia en la Asamblea Legislativa y siete gobernarán las 44 alcaldías.

    7.Sin embargo, pese a su gran poder, el grupo gobernante no estabilizará al país, pues la gente demanda mejorías que no llegarán. Lo que vendrá es la desilusión.

8.En la nueva coyuntura que se abre, el movimiento popular seguirá luchando contra el régimen. Ya veremos si un referente partidario de izquierda se suma a esa lucha.