Entrevista con Padre Jon Cortina

El Salvador, noviembre de 1989. La guerrilla del FMLN asedia la capital salvadoreña. En plena ofensiva, un escuadrón militar asesina a seis sacerdotes jesuitas vinculados a la Teología de la Liberación. En la lista de víctimas aparece uno de los fundadores de la Universidad Centroamericana: Jon Cortina, un cura de origen vasco, ingeniero y profesor en la universidad.
Su nombre en la lista fue un error. Cortina estaba aquel día en Chalatenango, la aldea donde vivía durante gran parte de la semana. Una aldea en zona de conflicto que Cortina no abandonó después de la matanza. No fue él pero pudo serlo: de haber estado en la Universidad, le habrían disparado. Quizá el destino le salvó la vida para encontrarse, años después, con una herida abierta en la memoria colectiva del pueblo.
Cuando la Comisión de la Verdad creada para investigar las violaciones de los derechos humanos durante la guerra salvadoreña publicó su informe en 1993, pasó de puntillas sobre un tema del que Jon Cortina había oído hablar: el secuestro de niños por parte del ejército. Más de quinientos niños desaparecidos que no se mencionan en ese informe. Así que, argumentando el derecho a la verdad y la justicia, Cortina se puso en marcha. No estaba completamente solo: había otra persona y una moto.
Desde entonces han recuperado a casi doscientos niños perdidos, el equipo ha crecido hasta quince personas y ha llegado el reconocimiento. Recientemente, Cortina ha estado en España recogiendo el Premio Memorial por la Paz “Josep Vidal y Llecha”.

-¿Qué significan los premios para usted?
-Éste tiene un significado especial, porque una entidad internacional reconoce aquello por lo que luchamos, aunque muchas veces en el país no se reconozca. Tiene una pequeña retribución económica y el dinero se necesita para trabajar y pagar un salario a las personas que trabajan. Pero creo que es más importante el reconocimiento, porque puede hacer que algunos políticos cambien sus ideas.

-¿Cuándo empezó a buscar a estos niños?
-La idea surge cuando llega la Comisión de la Verdad, formada por Naciones Unidas para estudiar las violaciones de los derechos humanos durante la guerra. Tres mujeres presentan una denuncia acusando al ejército de haberles robado a punta de pistola a sus hijos e hijas pequeñas. En primer lugar, la Comisión de la Verdad se queda asustada, y en segundo lugar no tiene tiempo de estudiar la situación. Dos personas que trabajábamos en derechos humanos decidimos hacerlo, porque sabíamos que en aquel operativo militar habían desaparecido por lo menos 52 niños. Así empezamos. Ahora tenemos 571 solicitudes de búsqueda y se han resuelto 188.

-¿Con qué apoyos cuentan?
-No recibimos ninguna ayuda económica por parte del Estado. Nos interesa la colaboración de las Fuerzas Armadas, que son los que tienen datos, pero no hemos recibido ningún apoyo de ellos.

-¿Cuál es la posición de la Iglesia?
-Tenemos apoyo dentro de las comunidades de base. La gente sencilla, los que han sufrido la represión y la guerra, ésos están de acuerdo. A nivel de jerarquía se ha empezado a aceptar un poco más. Un obispo nos ha apoyado desde el principio, pero respecto a otros, cuando fuimos a contarles lo que hacemos y por qué, escucharon como un tronco de árbol, sin decir absolutamente nada. “¿Cómo salieron los niños?”, fue la única pregunta que hizo uno. “Pues mire, en avión”, le respondí.

-Se ha dicho que este trabajo hurga en las heridas. Esos niños ya se han incorporado a una unidad familiar y se encuentran con que tienen otros padres. ¿Cómo se trata algo tan delicado?
-Nosotros no pedimos al menor encontrado que vuelva con su familia biológica, ellos deben decidir dónde quieren vivir, cómo, con quién y por qué. Estos jóvenes tienen derecho a saber quiénes son, a conocer su identidad porque han vivido con ella alterada. Ese derecho se les ha negado. Los padres también tienen derecho a saber cómo está su hijo, y la sociedad entera tiene derecho a la verdad que ha sido negada, cambiada y falsificada. Queremos que la verdad aparezca, contribuir a la memoria histórica. Las víctimas tienen derecho a una reparación que ya se pidió a la Comisión de la Verdad y no se ha dado, una reparación moral y material. Lo material va a ser muy difícil, pero al menos que les pidan perdón a las víctimas y les devuelvan la dignidad robada.

-¿Cuántos jóvenes vuelven con sus familias?
-Hay dos grupos, los que están en El Salvador y los que viven fuera, que es un número ligeramente más alto. Los hemos encontrado en nueve países: Francia, Italia, Holanda, EEUU, Guatemala, Honduras… Es más fácil que los que están en El Salvador tengan relación con sus familias, porque aunque ellos ya hayan hecho su vida, muchas veces se visitan. Sobre todo en aquellos que viven fuera, el primer contacto puede ser difícil, porque en los orfanatos les han dicho que están vivos por la generosidad del ejército, que los encontró medio muertos en el campo de batalla y los salvó. Una de las primeras cosas que los niños preguntan a su madre es: “Mamá, ¿usted por qué me dejó abandonado?”, y la mamá le tiene que explicar. Cuando, a través de los grupos de terapia familiar, estos jóvenes empiezan a ver que no les abandonaron, que les han buscado, cambia la actitud. Con los que están fuera es mucho más difícil mantener una relación, pero procuramos que existan cartas desde las familias de El Salvador a sus hijos, y hay respuestas de los hijos.

-¿Cuál es la reacción de los padres?
-Dicen frases como: “Cuando vi a mi hijo me parecía que estaba en una nube”. Me acuerdo que se le dijo a una señora: “¿Cuál es la mejor noticia que le pueden dar?” y ella respondió: “Que tengo carta de mi hijo” y se le contestó: “No, su hijo está en San Salvador, va a venir pasado mañana”. Tartamudeaba, decía que era el momento más feliz de su vida.

-¿Ha pensado alguna vez en tirar la toalla?
-Ha habido momentos difíciles pero tirar la toalla, no. Si los fondos no dan para poder trabajar quince personas, pues trabajaremos nueve. Pero seguiremos.

-Usted escapó de la masacre perpetrada contra sus compañeros jesuitas. Supongo que esto le hizo luchar con más fuerza.
-Lo que uno va viendo es como las injusticias aparecen por todas partes, en el caso de mis hermanos jesuitas esto es clarísimo. Y en estos casos de violación de los derechos humanos también aparece la impunidad por parte de los que han cometido esta serie de tropelías, impunidad que sigue ahí sin que se haga nada. Parte de nuestro trabajo es acabar con ella.

-¿Siente alguna responsabilidad por haberse salvado?
-Yo no estaba en aquel momento, fue una casualidad y en ese sentido no siento ninguna responsabilidad. Siento una especie de impotencia por no poder hacer nada para que haya verdadera justicia; y también desencanto, porque después de una guerra tan larga, con tanto derramamiento de sangre, no llega una paz que merezca la pena. Parece sangre malgastada.

-En este momento, en El Salvador está muriendo más gente que durante la guerra. ¿Cuál es la razón?
-Hay una violencia muy grande en delitos comunes, aunque uno no sabe exactamente si son comunes o aparecen como tal. Creo que los escuadrones de la muerte no van a actuar ahora de la misma manera en que lo hicieron, pero no sería extraño que algunos de esos delitos comunes tuvieran aspectos políticos.

-¿Qué influencia ha tenido en su vida la Teología de la Liberación?
-Formalmente, no la he estudiado nunca. Leí los documentos de Medellín, que son como la base de la Teología de la Liberación y, viviendo con tanta necesidad, aquello parecía evidente. Después parece que a las jerarquías les ha dado miedo dar voz a los pobres. Me gustaría que quien ataca la Teología de la Liberación viviese esas injusticias, con hambre y persecuciones, a ver qué tiene que decir. Es muy fácil desde Roma condenar situaciones que no se viven ni de lejos.

-¿Cuál es su responsabilidad como representante de la Iglesia en este país de conflictos?
-Lo más importante es acompañar a la gente, nunca podremos hablar si no estamos con ellos. Y una vez con ellos nuestro trabajo tiene que ser dar esperanza, aliento. Sería de un paternalismo absurdo decirles lo que tienen que hacer. Acompañé a la gente viviendo en la zona de guerra después de que mataran a los jesuitas, y ahora sigo estando con ellos, aunque solamente sea de viernes a domingo.

-¿Ahora su labor está centrada en la Asociación?
-Y en la Universidad. Soy ingeniero y vivo de las clases que doy. Así trabajo en la Asociación, donde me puedo permitir la libertad de no percibir nada, y lógicamente trabajo también con los campesinos.

-¿De qué forma se puede dar el mensaje evangélico en estas situaciones?
-Simplemente diciendo la verdad que está en el evangelio, sin ver a quién le va a molestar. Yo creo que tenemos que ser sencillos y fuertes. ¿Y a quién le duele? ¿Al poder establecido? Lo siento mucho, no creo que Jesús andara cuidando a quién le decía una cosa y a quién otra, creo que él dijo lo que tenía que decir a quien tenía que decirlo. Así debe ser.

-La democracia no ha sido suficiente para acabar con la pobreza en Centroamérica. ¿Qué hace falta?
-Habría que ver si una verdadera democracia sería suficiente. Lo que ocurre es que no la tenemos, se piensa que democracia es poner un papel en una urna en unas elecciones y yo creo que hay algo más. ¿Qué más? Por lo menos una justicia igual para todos, que se respeten los derechos de los grupos y las colectividades, y otras cosas que no se están dando. No creo que con una verdadera democracia se pudieran resolver todos los problemas, pero algunos sí.

-Usted no cree en el olvido como camino para la paz y defiende la lucha por la verdad y la justicia. ¿Qué camino debe seguir esa lucha?
-Yo diría que no va a tener una concreción muy clara, va a ser un conjunto de acciones. La lucha por la verdad es darla a conocer, es tremendamente importante porque ella nos llevará a la justicia. Hay que contar los hechos como han ocurrido, sin darle ningún matiz político. Hoy en día se dice: “esto políticamente no me conviene”, “no existe voluntad política de hacer esto”, y cuando hablamos de cosas tan serias como la vida y la desaparición forzada de seres humanos no podemos hablar de decisiones políticas sino de decisiones éticas. Por desgracia, política y ética militan en bandos opuestos, y la mayor parte de las veces no coinciden.

Iglesia Luterana Popular lamenta fallecimiento de Padre Jon Cortina

SAN SALVADOR, 12 de diciembre de 2005 (SIEP) “El testimonio de vida del Padre Jon Cortina es patrimonio del pueblo salvadoreño, es por nuestra gente por quien vivió y soñó intensamente, hoy ya descansa al lado de nuestro Padre celestial” dijo el Rev. Ricardo Cornejo, pastor de la Iglesia Luterana Popular de El salvador.

El sacerdote jesuita Jon Cortina, de origen vasco y con muchos años viviendo y luchando en El Salvador, sufrió un derrame cerebral el pasado 24 de noviembre en la ciudad de Guatemala y ya no pudo recuperarse, falleció esta madrugada.

“Como Iglesia Luterana Popular expresamos nuestro pesar a la Compañía de Jesús, a la Universidad Centroamericana UCA, al pueblo de Guarjila en Chalatenango, a la Asociación pro Búsqueda y en general a todo nuestro pueblo” añadió.

“Jon como Juan Bautista, se entregó con toda su fuerza e inteligencia a la proclamación del Evangelio en nuestra tierra, a la lucha por la luz de la justicia y por los derechos de los excluidos, se identificó y luchó junto con los pobres, con los campesinos, siguiendo a Jesús de Nazaret.”

“Nos deja su ejemplo, su entusiasmo, su alegría, su firmeza, su claridad política, su compromiso social que lo llevó a acompañar las luchas de nuestro pueblo por la paz y la justicia social. En los últimos meses había acompañado las protestas populares por la instalación de la Escuela Internacional de Policía (ILEA) así como fue un tenaz opositor a los TLC y al Plan Puebla Panamá.”

Indicó el Rev. Cornejo que “ya antes con la creación de la Asociación Pro Búsqueda nos había señalado el camino para combatir la impunidad y lograr la reconciliación por medio de la verdad. Centenares de personas lograron conocer su origen y conocer a sus familias. Es una gran contribución a la paz en nuestro país.”

“Y también nos queda su testimonio de vida en Guarjila, Chalatenango, acompañando a nuestras comunidades campesinas en plena guerra, luchando por la educación y por la salud, por la recreación y el deporte, por la solidaridad y la justicia.”

Concluyó afirmando que “estamos seguros que ya Jon se encuentra frente a nuestro Padre celestial y le decimos desde este mundo, que lo recordaremos porque nos enseñó que siempre la palabra del Evangelio debe estar unida a la acción, al proyecto de vida de los humildes que es donde se encuentra Dios.”

Realizan Festival Ecológico en Ceiba de Guadalupe

SAN SALVADOR; 11 de diciembre de 2005 (SIEP) “En el nombre de la Virgen de Guadalupe les pedimos, les rogamos, les ordenamos a los Poma, Dueñas, Paíz, Siman. FEPADE: no sigan destruyendo el Bosque El Espino”rezaban las mantas colocadas ayer alrededor de la Plaza Brasil durante Festival Ecológico.

El Grupo Ecológico Emiliani realizó esta actividad con la participación de organizaciones ambientalistas y grupos musicales para conmemorar el primer aniversario de la siembra de un árbol de Ceiba en esta Plaza Brasil, al costado norte de la Iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe.

En la actividad se denunció la destrucción del adyacente Bosque El Espino realizada por familias poderosas, con el respaldo de los gobiernos areneros, y el propósito de construir centros comerciales como Multiplaza y la Gran Vía así como lujosos complejos residenciales como La Castellana.

Uno de los organizadores de la actividad, el Profesor Juan Alvarado indicó que “estamos muy contentos que el árbol de Ceiba va creciendo y es un símbolo de nuestro compromiso con la defensa de la vida, de la naturaleza aquí en Antiguo Cuscatlan.”

Por su parte, una representante de la Asociación Herencia Natural, explicó que “aquí en el Bosque El Espino se encuentran los dormitorios de los pericones, que es una especie e peligro de extinción, que debemos de proteger y para eso debemos de evitar que sigan destruyendo este bosque.”

El sacerdote somasco Salvador Acevedo agradeció la asistencia al acto y dijo que “dios va caminando con nosotros y tengamos la certeza que El tiene la última palabra y no las fuerzas de la muerte y la destrucción de la naturaleza.”

Asimismo el Rev. Roberto Pineda, de la Iglesia Luterana Popular, enfatizó que “este sitio es simbólico del enfrentamiento de dos proyectos. El proyecto de vida representado por esta Ceiba que va creciendo, por esta Iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe, por el Bosque El Espino y el proyecto de muerte de Multiplaza, del cemento y la ganancia, de los transgénicos, del capitalismo consumista y depredador.”

“Hagamos el compromiso –exhortó- de cara al Dios de la vida, para acompañar esta Ceiba cada año, como expresión de nuestro testimonio de vida, de la misma forma que Juan el Bautista dio testimonio de la luz, de Jesús que ilumina nuestros corazones y nos impulsa a la lucha por la justicia.”

El profesor David Velasco, director del Instituto Emiliani, compartió que “hace 46 años llegue a este lugar, y la Ceiba Centenaria estaba muriendo, tenía remanentes de cemento en su tronco y ramas, quedaba entre el Emiliani y la Iglesia, en un redondelito. Y hace un año iniciamos este nuevo proyecto de Ceiba y vamos a continuarlo.”

El sacerdote somasco Mario Ramos, señaló que “así como en México el cura Hidalgo y Castilla llevaba la efigie de la Virgen de Guadalupe para luchar por la independencia así nosotros con la efigie de nuestra virgen realizaremos esta lucha por evitar la destrucción de este Bosque El Espino.”

Entre los grupos musicales que participaron en la actividad estaba Horizontes del Puerto de la Libertad, Resistencia de San Pedro Perulapan, Vaguada de Suchitoto y Sal y Vida de Soyapango.

Vaguada, de siete meses de existencia, cuenta entre sus vocalistas a Mariposa, la locutora de la legendaria Radio Venceremos. Interpretaron canciones del recuerdo y de protesta, entre estas El Planeta de los Cerdos, de principios de los años setenta del siglo pasado, original de la Banda del Sol.

Iglesia Luterana Popular apoya lucha de trabajadoras de maquila

ILOPANGO, 7 de diciembre de 2005 (SIEP) “Es una gran injusticia la que estan cometiendo” dijo el Rev. Ricardo Cornejo con respecto al despido de 560 trabajadoras el 25 de noviembre de la Maquila Ever Green, ubicada en esta zona franca de San Bartolo.

Indicó el pastor de la Iglesia Luterana Popular que “sabemos que ustedes son jefas de hogar en su gran mayoría y algunas han laborado por más de 15 años en esta empresa que hoy no las quiere indemnizar, ni darle sus prestaciones. Este es el inicio del TLC. Estas son tácticas corruptas de los dueños de las empresas, de los que monopolizan con su dinero el poder y hasta compran voluntades.”

Reflexionó que “las entendemos muy bien porque lo mismo nos ha pasado a nosotros, en la iglesia donde antes trabajabamos el Obispo Gómez nos despidió e igual que estos maquileros se niega a pagarnos nuestras prestaciones y salarios que justamente nos corresponden. Estamos en la misma lucha.”

Indicó que “como Iglesia Luterana Popular les vamos a acompañar desde este momento y tocaremos puertas, y alzaremos nuestra palabra para exigir justicia. Es triste como utilizan el tiempo de las vacaciones de Navidad para violar las leyes y no pagar prestaciones laborales. Esta es la Navidad que nos ofrecen los explotadores de este país.

Concluyó haciendo un llamado a “solidarizarnos con la justa lucha de estas 560 trabajadores que han sido dejadas cesantes, que caen en el desempleo, y que esta Navidad tendrán muchas dificultades para llevar el pan a la mesa de sus hijos e hijas. Apoyemos a estas hermanas. Unámonos para que se les haga justicia.”

Por otra parte, representantes de las 560 trabajadoras y trabajadores de la Empresa Maquilera Evergreen, se presentaron para pedir audiencia ante la Comisión de Trabajo y Seguridad Social, de la Asamblea Legislativa y presentar ante los Diputados, la situación por la que atraviesan. Los Diputados de Arena y PCN, se opusieron a recibirlos, aduciendo que ellos no son quienes van a solucionar ese problema.

Se les explico que ya se habían iniciado los procedimientos ante las instancias competentes, y lo que se les iba a solicitar era que interpusieran sus buenos oficios para agilizar la respuesta a sus demandas, tomando en consideración lo cerca que se encuentran las Vacaciones de Fin de Año, y poder pasar la Navidad y Año nuevo, con la tranquilidad el tener garantizada la subsistencia de ellos y sus familiares, tomando en consideración que la mayoría son mujeres, jefas de hogares.
La empresa Evergreen, empezó a retirar Maquinaria, Equipo y otros activos del Local que ocupan, el día viernes 25 de noviembre, recién pasado, para trasladarlos a otra empresa en la misma Zona Franca de San Bartola. Las trabajadoras y trabajadores al enterarse de lo que estaba sucediendo, impidieron que terminaran de sacar los activos de la empresa, y desde ese día están cuidando las instalaciones para que no se termine de sacar la maquinaria y materia prima que aun se encuentra en el local.
El día lunes 28 de noviembre las trabajadoras y trabajadores, se presentaron ante el Ministerio de Trabajo par presentar la demanda ante la violación de sus derechos por parte de la Empresa Evergreen. Entre las trabajadoras y trabajadores, se encuentran personas que tienen, entre 14 a 9 años de laborar para Evergreen, mujeres embarazadas, quienes exigen se les de su indemnización, pago de vacaciones, aguinaldos y que se pague al ISSS y AFP, las cuotas descontadas y no canceladas, ante el cierre de la Empresa.
El Representante Legal de Evergreen, interpuso en el Ministerio de Trabajo el día jueves, 1 de diciembre, una solicitud de Cierre Temporal de la empresa, aduciendo falta de materia prima, lo cual es falso, según información en poder de las trabajadoras, quienes han investigado y descubierto que la Empresa Columbia Express, con sede en Los Ángeles, USA, tiene una orden de pedido a ser entregado en los meses de Enero y Febrero de año 2006, además tienen evidencia de que en el local, se encuentra la materia prima para satisfacer estos pedidos.

Jesús es la Buena Noticia de Navidad

Estamos en Adviento. Adviento significa venida. Estamos esperando la venida de nuestro Señor Jesucristo que va a nacer en un pesebre en Belén. Estamos aguardando la estrella de la esperanza, una nueva Navidad.

Los seres humanos construimos esquemas para ordenar el mundo que nos rodea. El día lo dividimos en mañana, tarde y noche. Y hay tres tiempos de comida. Desayuno, almuerzo y cena. Esto nos permite ordenar nuestras vidas. Y cada día nos levantamos y sabemos que vamos a desayunar o a no desayunar, y después almorzamos y cenamos. El año lo dividimos en doce meses. Y durante el año hay períodos de fiesta.

En nuestro país celebramos tres grandes fiestas: Semana Santa, Vacaciones de Agosto y Navidad. Cada fiesta tiene su propia magia. La semana santa es una fiesta solemne, con procesiones y alfombras, unida al compromiso y al sacrificio. Las vacaciones de Agosto estan relacionadas con la alegría y la amistad. Y siempre se va a la playa o a algún río.

Navidad esta vinculada con la solidaridad, con la misericordia, con el compartir. Navidad es la negación del espíritu individualista del capitalismo. Es la fiesta de la familia reunida alrededor del niño Jesús. Es la fiesta de la comunión de la comunidad. Pero tenemos que reconocer que los ideólogos capitalistas han logrado penetrar esta fiesta y darle un carácter consumista.

El mercado amenaza la Navidad con su ofertas en los escaparates de los almacenes. El individualismo surge del mercado para hacernos creer que Navidad es una fiesta superficial de comprar y vender y no de dar y recibir. El espíritu de dar y recibir es el verdadero espíritu de Navidad porque es el mismo espíritu de Jesús. Navidad se enlaza con la cruz y la resurrección. La Navidad explica el testimonio de Jesús y es la raíz de su martirio y la luz de su victoria. La alegría de la Navidad es la señal del reino de Dios, para todos y todas.

Cuando comprar y vender se convierte en el fin de la Navidad y de nuestras vidas nos convertimos en rehenes del mercado, en víctimas de una propaganda que entiende la felicidad como el poseer objetos. Y nos volvemos objetos. La vida es más que poseer objetos, la vida es compromiso, desafío, lucha, resistencia, comunidad, amistad. Los valores del reino de Dios chocan con los valores de los imperios a lo largo de la historia que se basan en explotar, oprimir, saquear, violentar, y conquistar.

Jesús proclamó la buena nueva de dar y recibir

Jesús proclamó la Buena Nueva de dar y recibir como la semilla de las relaciones entre los seres humanos. Esto fue una revolución muy profunda. Dar y recibir amistad, solidaridad, compañía. Y por eso la presencia y la palabra de Jesús trasmitían entre los oprimidos alegría, confianza, resistencia, lucha, y esperanza.

Los poderosos basan su dominación en el comprar y vender. En su visión de mundo todo puede ser comprado, incluyendo los sueños de las personas. Y el corazón del poder de los imperios radica en la opresión. La gente oprimida acepta su condición subordinada y obedece, admira al amo y lo sigue. Pierden el derecho a la esperanza de la rebelión.

A Jesús la gente lo buscaba porque hablaba con autoridad, porque denunciaba la opresión, porque la gente sabía que iba a encontrar en su vida la luz de la dignidad, porque Jesús les iba a compartir el pan de la esperanza y el vino de la resistencia. Y nuestras iglesias deben seguir haciéndolo.

Y no es casual sino muy significativo que Marcos inicie este Evangelio con una cita de Isaías, el profeta Isaías, el rebelde antiimperialista, el heraldo de la resistencia contra los imperios de Mesopotamia y Asiria. La voz de los profetas nos permite siempre sacudir y definir el rumbo de nuestras vidas, de nuestras iglesias, de nuestros pueblos.

Decir Isaías es decir Monseñor Romero. Así de claro. Cada Navidad es un momento especial en nuestras vidas y en la vida de la humanidad. Les comparto tres navidades muy especiales en mi vida.

Cuando era niño…

Cuando era niño esperaba con mucha ansia la llegada de la Navidad. Ibamos a comprar cohetes con mi papá a la Plaza Barrios. Una bolsa de cohetes. Y la ciudad estaba decorada y muy iluminada. Comprabamos también uvas y manzanas. Esperaba la noche del 24 porque iba a poder abrir los regalos. Tenía un padrino y una madrina que siempre me daban regalos.

No los veía en el resto del año pero si sus regalos siempre se hacían presentes. Mi padrino se llamaba Conrado. Y uno esperaba las doce de la noche para abrir los regalos. Todavía me acuerdo de un carro de juguete, un Buick negro, que por cierto mi mamá me lo guardó porque lo iba a arruinar. ¡Se imaginan! Una época maravillosa, vivía en un taller mecánico cerca de aquí, a dos cuadras de aquí.

La Navidad del 91…

La Navidad de 1991 fue una Navidad especial. Se vivía el fin de la guerra. Y estaban en Nueva York representantes del FMLN y del Gobierno negociando el Acuerdo de Paz. Y todo el mundo estaba pendiente de esa negociación. Hablábamos mucho de los cambios que venían. Había mucha ansiedad y tensión. Discutíamos sobre la reducción de las fuerzas armadas, sobre el juicio a los militares responsables de masacres, sobre la legalización del FMLN. Fue una Navidad de mucha esperanza.

Una lección de humanidad…

Una vez en Nueva York viví una experiencia que me marcó para toda la vida. Era tiempo de Navidad. Había ido a un restaurant a comprar un desayuno y cuando estaba tranquilamente haciendo fila, de repente la persona de adelante me empujó y casi me caigo. El impulso venía de delante de la fila. Se trataba de dos señoras de la calle, que allá llaman shopping bag ladies, estaban delante del mostrador y despedían un olor nauseabundo, insoportable, y su aspecto era de una gran pobreza y suciedad. No sabíamos que hacer, esperábamos quizas que la seguridad las echara del lugar.

Observamos y vimos que tenían un rimero de centavos y estaban pidiendo dos cafés. El hedor era realmente insoportable. No sabíamos que hacer. Y de repente una ancianita, salió de la fila y se fue al mostrador a comprar dos desayunos y se los ofreció. Ellas los aceptaron y en sus rostros sus ojos brillaron con sorpresa y alegría.

Todos nos vimos a los ojos y descubrimos que en esas ancianas marginadas por la sociedad, golpeadas por la vida, estaba el espíritu de la Navidad, ellas eran nuestra familia humana. Y estoy seguro que a todos se nos llenaron los ojos de lágrimas. Y las miradas de rechazo se transformaron en miradas de cariño y solidaridad. Y todavía llevo en mi memoria la sonrisa agradecida de esas dos mujeres…nos evangelizaron. Nos hicieron más humanos.

Esa es Navidad. Navidad es una oportunidad para ver en cada persona un ser humano, un familiar, un compañero, un hermano y hermana. Y podemos extender nuestra mano de ayuda y podemos brindarle una sonrisa. Y podemos y debemos luchar para que no haya niños y niñas durmiendo en las calles. Navidad es también lucha, es también resistencia. Que el Espíritu de Dios nos de la fuerza para sembrar el reino de nuestro Padre y Madre. Amén.

*Predicación realizada por Rev. Roberto Pineda en Iglesia Luterana Popular el 4 de diciembre de 2005.

Mensaje a los cristianos

Mensaje a los Cristianos

Las convulsiones producidas por los acontecimientos políticos, religiosos y sociales de los últimos tiempos, posiblemente han llevado a los creistianos de Colombia a mucha confusión. Es necesario que en este momento decisivo para nuestra historia, los cristianos estemos firmes alrededor de las bases esenciales de nuestra religión.

Lo principal en el Catolicismo es el amor al prójimo. “El que ama a su prójimo cumple con su ley.” (S. Pablo, Rom. XIII, 8). Este amor, para que sea verdadero, tiene que buscar eficacia. Si la beneficencia, la limosna, las pocas escuelas gratuitas, los pocos planes de vivienda, lo que se ha llamado “la caridad”, no alcanza a dar de comer a la mayoría de los hambrientos, ni a vestir a la mayoría de los desnudos, ni a enseñar a la mayoría de los que no saben, tenemos que buscar medios eficaces para el bienestar de las mayorías.

Esos medios no los van a buscar las minorías privilegiadas que tienen el poder, porque generalmente esos medios eficaces obligan a las minorías a sacrificar sus privilegios. Por ejemplo, para lograr que haya más trabajo en Colombia, sería mejor que no se sacaran los capitales en forma de dólares y que más bien se invirtieran en el país en fuentes de trabajo. Pero como el peso colombiano se desvaloriza todos los días, los que tienen el dinero y tienen el poder nunca van a prohibir la exportación del dinero, porque exportándolo se libran de la devaluación.

Es necesario entonces quitarles el poder a las minorías privilegiadas para dárselo a las mayorías pobres. Esto, si se hace rápidamente es lo esencial de una revolución. La Revolución puede ser pacífica si las minorías no hacen resistencia violenta. La Revolución, por lo tanto, es la forma de lograr un gobierno que dé de comer al hambriento, que vista al desnudo, que enseñe al que no sabe, que cumpla con las obras de caridad, de amor al prójimo, no solamente en forma ocasional y transitoria, no solamente para unos pocos, sino para la mayoría de nuestros prójimos. Por eso la Revolución no solamente es permitida sino obligatoria para los cristianos que vean en ella la única manera eficaz y amplia de realizar el amor para todos. Es cierto que “no haya autoridad sino de parte de Dios” (S. Pablo, Rom. XXI, 1). Pero Santo Tomás dice que la atribución concreta de la autoridad la hace el pueblo.

Cuando hay una autoridad en contra del pueblo, esa autoridad no es legítima y se llama tiranía. Los cristianos podemos y debemos luchar contra la tiranía. El gobierno actual es tiránico porque no lo respalda sino el 20% de los electores y porque sus decisiones sales de las minorías privilegiadas.

Los defectos temporales de la Iglesia no nos deben escandalizar. La Iglesia es humana. Lo importante es creer también que es divina y que si nosotros los cristianos cumplimos con nuestra obligación de amar al prójimo, estamos fortaleciendo a la Iglesia.

Yo he dejado los privilegios y deberes del clero, pero no he dejado de ser sacerdote. Creo que me he entregado a la Revolución por amor al prójimo. He dejado de decir misa para realizar ese amor al prójimo, en el terreno temporal, económico y social. Cuando mi prójimo no tenga nada contra mí, cuando haya realizado la Revolución, volveré a ofrecer misa si Dios me lo permite. Creo que así sigo el mandato de Cristo: “Si traes tu ofrenda al altar y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda” (S. Mateo V, 23-24).

Después de la Revolución los cristianos tendremos la conciencia de que establecimos un sistema que está orientado por el amor al prójimo.

La lucha es larga, comencemos ya…

Camilo Torres

Preparados frente al imperio

Preparados frente al imperio…
Reflexión sobre Marcos 13:33-37

“Hemos vivido para la alegría; por la alegría hemos ido al combate y por ella morimos…”
Julius Fucik

Este texto de Marcos, que es la culminación del capítulo 13, comprende dos aspectos: trata sobre la represión del imperio a los cristianos y también sobre la venida gloriosa del Hijo del Hombre. Es el texto con el que este año iniciamos Adviento. Abordamos el aspecto relativo a la persecución imperial.

La recomendación fundamental de Jesús de Nazaret a sus militantes fue la de estar siempre alertas, no bajar la guardia, no confiar en las promesas del imperio, mantenerse siempre firmes, estar preparados, perseverar en la oración, construir sus propias fuerzas.

Estén preparados y vigilando…

Para Jesús de Nazaret una de las principales responsabilidades de toda conducción revolucionaria de masas y por lo tanto de toda iglesia, es la de estudiar detenidamente los movimientos que realiza el enemigo para aislar y destruir a las fuerzas del cambio revolucionario.

Es con base a este análisis que los cristianos determinan las estrategias y los instrumentos a utilizar para enfrentar a los enemigos del reino de Dios. Jesús enfatizó en la necesidad que los oprimidos manejaran las diversas formas de lucha para enfrentar al imperio.

Y es por esto que Jesús aconseja fíjense bien: que nadie los engañe. La preparación política comprende el conocimiento de los diversos proyectos del imperio y de la necesidad de impulsar la lucha ideológica contra sus defensores. La claridad política era una necesidad para enfrentar los planes del imperio. La militancia debía identificar claramente a sus enemigos.

La preparación política también comprendía la actitud frente a la represión. Jesús advierte que los cristianos serán llevados los tribunales, serán azotados, encarcelados, desaparecidos. Y en esas situaciones límite el que se mantenga fiel hasta el fin se salvará. Había que resistir la represión.

Y había que mantener la vigilancia frente a las provocaciones del enemigo que no descansa en su objetivo de aplastar al movimiento revolucionario. Y el imperio romano utilizaba a CNN para engañar al mundo y amenazaba a los pueblos con sus portaviones.

No saben cuando será el día

El imperio hace uso de la sorpresa para atacar a la fuerza de los oprimidos. Y es por eso que Jesús recomienda insistentemente que debamos estar preparados para resistir, y no hay que dormirse. Hay que estar siempre despiertos, alertas, preparados. Recuerdo un estudiante hondureño en 1989 que gritaba en Pyongyang: “Alerta…alerta…alerta… que camina el antiimperialismo por la América Latina.”

El peligro radica en que el imperio nos encuentre dormidos. Ya ha sucedido muchas veces. El imperio espera el momento más adecuado para golpear. El momento de mayor debilidad o aislamiento. El imperio cuenta con todos los medios a su alcance. Nosotros tenemos la fe de la dignidad y no podemos dormirnos.

Los mártires del Frente Democrático Revolucionario

Hace 25 años, muchas cosas sucedieron hace 25 años, 1980 fue como un año síntesis, un 27 de noviembre fueron capturados seis dirigentes del mayoritario Frente Democratico Revolucionario, FDR, el histórico, que estaban reunidos en el Externado San José.

El ejército realizó un amplio operativo militar, fueron capturados por la mañana y por la tarde aparecieron sus cuerpos torturado en la calle hacia el Lago de Ilopango. Fue un golpe muy fuerte. El imperio aplastaba a los líderes de la resistencia.

Sus nombres ocupan lugar destacado en el altar de nuestros mártires. Ellos son su presidente Enrique Alvarez Córdova, del MIPTES, Manuel Franco, del UDN, Juan Chacón, del BPR, Humberto Mendoza, del MLP, Enrique Barrera, del MNR y José María Maravilla y Francisco Barrera, de la UPT.

De estos siete conocí a tres. Conocí a Manuel Franco en 1974, yo era de la Asociación de Estudiantes de Secundaria y él era del Frente de Acción Universitaria. Me acuerdo que era tranquilo, callado, sonreía, hablaba con seguridad pero no mucho. Estudiaba Derecho y fue presidente de AGEUS. Cuando murió recien regresaba de un viaje por el Oriente Medio y venía con bigote, lo que lo hacía lucir diferente.

A Enrique Alvarez Córdoba lo conocí en Detroit, Estados Unidos, dos meses antes que lo mataran. Era una conferencia sobre Teología en las Américas a la que habían sido invitados como dirigentes del FDR. También asistieron Salvador Arias y Ruben Zamora. Tenía una personalidad carismática. Persuasivo y simpático, amable. Hubiera sido seguramente el Presidente de un nuevo El Salvador.

A Juan Chacón lo conocí en las oficinas del Comité Ecuménico de Ayuda Humanitaria, CEAH, que funcionaba en el Arzobispado. Llegaba clandestino. Era callado, de pocas palabras, muy serio, llevaba sobre sus hombres el peso de dirigir al Bloque Popular Revolucionario, la más grande organización de masas que hemos construido como pueblo.

Me pongo a pensar que las necesidades de hacer avanzar el proceso y el ambiente insurreccional que se vivía a finales del año ochenta, nos hicieron olvidar reglas básicas de compartimentación, que le permitieron al enemigo acabar con parte fundamental de la conducción nacional del movimiento popular. Nos golpearon el corazón del movimiento popular.

25 años despues no podemos dormirnos…

Y 25 años despues, con una guerra a nuestras espaldas, y trece años de posguerra, habría que preguntarnos seriamente si el sistema no nos ha dormido y pensamos que este espejismo de libertades públicas y de permitir ciertos espacios de poder formal, de contar con diputados y alcaldes, no será roto cuando el imperio vea en serio peligro su dominación, como sucedió con la campaña presidencial de Schafik. No podemos confiarnos.

Dios Padre y Madre te pedimos que nos des la sabiduría y la voluntad para no bajar la guardia, para estar siempre vigilantes, para no confiar en las promesas del imperio, para no sucumbir ante sus dólares empapados en la sangre de nuestros mártires, para recibir el Espíritu de fe, de resistencia y de dignidad, siempre preparados frente al imperio, amén.

Rev. Roberto Pineda

Iglesia Luterana Popular de El salvador

San Salvador, 27 de noviembre de 2005

2005 Christmas Message from the LWF President

Dear Sisters and Brothers in the worldwide Lutheran communion,

“Do not be afraid.” So began the angel’s announcement of Jesus’ birth. It was also Gabriel’s greeting to a bewildered Mary, “Do not be afraid.” To the grieving women at Jesus’ tomb, angels again declared, “Do not be afraid.” To exiles in Babylon who felt forsaken by God comes the announcement, “Be strong, do not fear!” (Isaiah 35:4)

To be human is to have fears. Fear has permeated life in this past year and haunting images will remain with us. Children fear abandonment as their parents die from HIV/AIDS. Parents clutch their children, terrified there will not be food enough to keep death and disease away. People struggle for survival in the midst of natural disasters. Others seek safety from violence. All know the reality of fear.

We know the reality of fear, but fear must not become our defining reality. When fear becomes our orientation to the world, we either withdraw in isolation or lash out in acts of aggression. Fear hardens lives, dares not acknowledge failures, and closes borders. Fear leaves us cynical, immobilized, and turned in upon ourselves.

The angel says, “Do not be afraid. For see, I am bringing you good news of great joy for all the people: to you is born this day in the city of David a Savior, who is the Messiah, the Lord.”

God sends messengers to hold back the walls of fear. We can then hear the good news of God’s love in Christ Jesus for the whole creation. We entrust our lives to God’s promise. Faith rather than fear defines us.

Faith frees us to confess our bondage to sin and to accept God’s gift of forgiveness. Faith calls us to take up our cross and follow Jesus into our suffering world. Faith compels us to bear witness to the signs of God’s reign of justice, mercy, and peace. As one writer said, “Faith quells our fears, but never our courage.” We receive the future, trusting in the power and promise of Christ’s death and resurrection.

May our voices in the communion of the Lutheran World Federation be joined with the chorus of every time and every place as we joyfully sing:

Glory to God in the highest heaven,
and on earth peace
among those whom [God] favors.

In God’s grace,

Bishop Mark S. Hanson
President, The Lutheran World Federation

November 2005

Las banderas de lucha de Jesús de Nazaret

Las banderas de lucha de Jesús de Nazaret

Reflexión sobre Mateo 25: 34-50*

Hermanos y hermanas:

Este domingo estamos concluyendo el período de Pentecostés y nos estamos preparando para Adviento, para la venida de nuestro Salvador y Liberador, para Navidad. Hace dos semanas hablábamos de las diez muchachas que salieron con sus lámparas para recibir al novio. Cinco fueron prudentes y cinco descuidadas. Y a las descuidadas se les terminó el aceite. Es un llamado a mantenerse alertas. A que nunca se nos termine el aceite de la esperanza en nuestras vidas.

Hace una semana hablábamos sobre el desafío de poner a funcionar todos nuestros talentos al servicio de la construcción del reino de Dios. Dios nos entrega talentos, habilidades, destrezas para vivir y para luchar. Nos entrega espíritu de organización, sabiduría, voluntad de resistencia. Y este domingo el texto trata sobre el juicio de Dios. Dios nos va a examinar, nos va a preguntar sobre lo que hicimos en este mundo.

Los cristianos creemos que esta vida no es la definitiva sino que existe un más allá, creemos en la vida eterna, en la salvación. Y esta fe poderosa en un Dios solidario, en el Compañero del Hombre, nos impulsa a transformar este mundo de pecado en un mundo nuevo, en el reino de Dios, en el socialismo.

La vida es breve, efímera. Y este texto sobre el juicio nos habla sobre la vida y la muerte. Al morir rendiremos cuentas de nuestros actos. Y al crearnos a cada uno de nosotros Dios nos entregó talentos y nos asignó una misión: luchar por la paz y la justicia. Y nos pedirá cuentas. Nos va a examinar. De esto trata el juicio, de nuestra participación en la lucha.

Y es muy significativo que Dios nos hable sobre aspectos muy concretos de nuestra realidad. El criterio para obtener la vida eterna, el pasaporte al cielo, el examen para la salvación esta determinado por seis aspectos cotidianos, vinculados a problemas básicos de la humanidad.

Cada pueblo construye su propio programa de lucha. Y elabora su estrategia. Y construye sus instrumentos de liberación. Pero lo esencial es el acompañamiento de Dios. Dios nos acompaña en nuestras luchas. Dios esta presente, ahora y siempre, con los débiles, con los que sufren, con los que luchan y tienen esperanza.

La lucha por el pan para todos y todas

Lo primero que Dios nos dice es tuve hambre y ustedes me alimentaron. ¡Tuve hambre y ustedes me alimentaron! La primera pregunta de este examen que Dios nos hará tiene que ver con la comida, con la alimentación. El hambre es un pecado es un mundo que tiene la capacidad de garantizar la comida para todos y todas. Hay millones de personas que mueren de hambre en África, y en las fotografías se ven a los niños desnutridos, cadavéricos, con los huesitos a flor de piel.

Y no solo en África, si vamos a Tacuba, a Guaymango, a Jujutla en Ahuachapan nos encontramos con el mismo espectáculo. En nuestro país hay gente que muere de hambre. Y esto es un gran pecado. Y hay responsables, culpables de esta atrocidad. Y nosotros como Iglesia nos volveremos cómplices si no lo denunciamos.

Los ricos de este país han destruido la agricultura para fortalecer la importación de alimentos y obtener ganancias. Han destruido nuestra soberanía alimentaria. Y hoy con el TLC van a patentar nuestras semillas criollas, el maiz, los frijoles. Dios nos llama a luchar por el pan, por la comida en la mesa para todos y todas, y que nadie diga como en el cuento de Salarrué: para vos nuay! Para todos y todas debe de haber.

Es por esto que celebramos la comunión, para mantener la memoria del pan compartido por Jesús, para todos y todas, símbolo de justicia y hermandad.

La lucha por el agua de la vida

La segunda pregunta que Dios nos hará tendrá que ver con el agua. Dios no nos va preguntar si hemos rezado tres veces al día, o si hemos asistido a misa los domingos. Nos va a preguntar sobre el agua. Nos va a decir: tuve sed y ustedes me dieron de beber.

El agua que es creación de Dios la han privatizado. En todo el mundo hay grandes corporaciones que se dedican a la explotación del agua. Hay corporaciones francesas y de otros países. Obtienen grandes ganancias por la explotación de esta creación de Dios.

Antes uno bebía agua, se llama agua de consumo humano, del chorro de su casa. O la sacaba de un pozo, o del río. Hoy hay que comprarla, la venden embotellada. Y han presentado los ricos de este país un proyecto de ley para privatizarla completamente. Van a privatizar ANDA.

Y destruyen los bosques para construir viviendas caras y para vender agua embotellada. Estan desertificando el país, para vender agua embotellada. Hay que dar la lucha, luchar por agua abundante y de calidad en nuestras comunidades. El agua es la vida de nuestra gente y debemos evitar que se privatice. Es la lucha por la vida. Es el agua de la resistencia.

La lucha por los derechos de los extranjeros

El tercer punto del examen que Dios nos hará esta relacionado con nuestra actitud ante los extranjeros, los forasteros, los refugiados. En todas las épocas y culturas siempre han existido personas de otro lugar que han sido discriminadas. Y la conducta nuestra frente a los extranjeros es importante para Dios. El nos dice: pase como forastero y ustedes me recibieron en su casa.

El mismo Jesús fue refugiado en Egipto cuando sus padres huían de la persecución política. En el mundo se arremete contra los emigrantes que por lo general son los pobres del sur que sueñan con vivir en el norte. Así ha sido siempre. El mismo pueblo de Jesús, el pueblo hebreo, surge cuando Abraham sale de Ur como refugiado en busca del pan y de la tierra prometida. Es un peregrinaje de esperanza.

Estas últimas semanas en Francia, en los alrededores de Paris los jóvenes de origen árabe han salido a quemar negocios y automóviles en una protesta violenta contra el sistema, que los condena a ser ciudadanos de segunda clase aunque hayan nacido en Francia. Son hijos e hijas de emigrantes que han sufrido el racismo, la discriminación y hoy responden a un mundo que los rechaza.

En nuestro país también hay discriminación, debemos reconocer que hay una nueva categoría de pobres, los extranjeros, los trabajadores nicaragüenses y hondureños que vendran a cortar la caña de azucar, a recoger el algodón y el café. Estan siendo ya discriminados.

No tienen derechos. Les van a pagar menos que a los nacionales. Estan también en el servicio doméstico y en los pordioseros en las esquinas. Nuestra sociedad se modifica y debemos abrir nuestros ojos ante las nuevas realidades de la pobreza. Hay que ir a buscarlos. Son nuestros hermanos y hermanas.

La lucha contra la pobreza que es la lucha contra la riqueza

Los niveles de pobreza estan vinculados a los niveles de riqueza. El cuarto punto que nos plantea Dios en este programa de lucha esta relacionado con la opresión que se deriva de la pobreza. Dios nos dice: anduve sin ropas y me vistieron.

Dios se preocupa porque vivamos una vida digna con salud, educación, seguridad, recreación. Dios nos llama a vivir una vida con plenitud. Hemos sido creados a imagen y semejanza de Dios, como hijos e hijas de Dios.

En nuestro país la pobreza genera mucho sufrimiento, angustia, desesperación. En las calles se van a ancianitas con grandes canastos para lograr el sustento. O los niños durmiendo en las aceras. O las niñas prostituidas. La pobreza tiene muchos rostros y lleva el sello del sistema. Un sistema que es inhumano, frío, calculador, el sistema capitalista.

Dios nos llama a luchar contra el capitalismo, contra este sistema basado en la acumulación de ganancias. Dios nos convoca a unir fuerzas para recuperar la alegría de la vida que ha sido secuestrada por los imperios, por los poderosos a lo largo de la historia.

La lucha por la salud

El quinto punto del examen de Dios tiene que ver con la salud, con la enfermedad, con los enfermos y enfermas. Dios nos dice: estuve enfermo y fueron a visitarme. Por lo general como sociedad discriminamos a los enfermos. El Hospital Rosales es un monumento al desinterés gubernamental por la salud de la población.

Y también al desinterés popular, no hay protestas, no hay organización de pacientes. No hay medicinas, la atención es deficiente. La salud no es prioridad de los capitalistas a menos que sea el negocio de la salud.

Enfrentamos en los últimos años la pandemia del VIH-SIDA. Las personas que viven con el VIH-SIDA son discriminadas en nuestra sociedad, a veces hasta por su propia familia, no digamos las iglesias. Es un sector muy oprimido. Los explotadores saben que un pueblo saludable es un pueblo que exige derechos y por eso le apuestan a la enfermedad.

Esta semana se realizó un encuentro internacional en la Feria y las personas viviendo con VIH-SIDA denunciaron la falta de medicinas públicamente. Es una señal de esperanza. Como iglesias debemos de ir al encuentro de este nuevo sector popular, acompañarlo, darle animo. La lucha por la salud es la lucha por la vida de nuestro pueblo.

La lucha por la solidaridad

Por lo general consideramos que las personas que se encuentran encarceladas estan recibiendo su merecido castigo y ya no deben gozar de una segunda oportunidad. Esa es nuestra visión. Son criminales y ladrones. Pero Dios opina diferentes, siempre nos rompe los esquemas al decirnos: estuve en la cárcel y me fueron a ver.

Dios siempre nos ofrece una segunda oportunidad. La oportunidad de cambiar, de reinsertarnos en la comunidad. En la actualidad enfrentamos la situación de miles de jóvenes que pertenecen a las maras, a pandillas juveniles.

Y viven en nuestras comunidades y golpean diariamente a la gente pobre porque han sido golpeados por el sistema y regresan el golpe. Cada joven que se hace un tatuaje para desfigurar su cara nos esta gritando que le hemos fallado. Y es una protesta social. Y es un llamado.

En determinado momento van a salir como en Francia a destruir negocios e incendiar la ciudad. Y serán masacrados como estan siendo ya masacrados. Y nuestra actitud es darles la espalda y olvidar que existen o como otros apoyar las medidas represivas de los fascistas de ARENA.

Como iglesia debemos de preocuparnos por este problema. Son nuestros jóvenes, y cada uno de ellos ha sido creado a imagen y semejanza de Dios, son nuestros hermanos y hermanas. Son ellos los que estan llenando las cárceles y los que hay que recuperar para la lucha, para la esperanza.

Es por nuestra fe, por nuestros actos, por nuestras acciones que lograremos la salvación. Dios nos señala este programa de lucha, son seis puntos, seis banderas de lucha que debemos de levantar por las calles y plazas, seguros y confiados que la salvación, la vida eterna se define en la lucha por la paz y la justicia. Amén.

*Predicación realizada por Rev. Roberto Pineda, el 20 de noviembre de 2005 en Iglesia Luterana Popular de El Salvador.

Common challenges

Greeting from Mr. Roberto Pineda (El Salvador), representing World Student Christian Federation of Latin America and the Caribbean to the 1984 Asia Youth Assembly, held in New Delhi, India from 2 to 8 of October, 1984.

COMMON CHALLENGES

I want to share with you some common challenges that are faced by young Christians in Latin America and the Caribbean as in Asia and the Pacific.
We face the challenge to be faithful to our understanding of the message of Jesus Christ as a message of peace and justice, of liberation.
We face the challenge of understanding our concrete national realities and the role we as Christian students must play.
We face the challenge of being involved with the poor, with the oppressed, with the people in their fight for their fundamental rights, against poverty, against dictatorship, against foreign domination.
We share the dream that some day we will be able to build new societies based on love, peace and justice.