Forman en San Salvador Red Centroamericana y del Caribe sobre Pensamiento Decolonizador

Forman en San Salvador Red Centroamericana y del Caribe sobre Pensamiento Decolonizador

SAN SALVADOR, 21 de septiembre de 2018 (SIEP) “Con mucha alegría y entusiasmo anunciamos ante el mundo la creación de la Red Centroamericana y del Caribe de Pensamiento Decolonizador…”indicó el académico de la Universidad de El Salvador, Guillermo Campos, uno de los organizadores del recién concluido Primer Foro Centroamericano y del Caribe de Pensamiento Decolonizador.

Por su parte, Roberto Pineda, de la Iglesia Luterana Popular, ILPES participante de esta nueva red académica y popular, señaló que “hacemos un llamado a personas interesadas, mujeres y hombres, de la academia, de los pueblos originarios o de los movimientos populares, a integrarse a este esfuerzo académico por la emancipación epistémica de nuestros pueblos y naciones.”

Como parte concluyente del foro se dio a conocer una Declaración en la que saluda “los avances en la teoría y en la práctica que hacen posible fortalecer la emancipación y la soberanía frente al actual orden hegemónico.”

Agrega que la creación de la Red “abre el propósito de mantener un contacto permanente y productivo para la coordinación de actividades conjuntas, y la articulación de investigaciones orientadas a enriquecer nuestros acervos culturales, nuestros lazos solidarios y nuestra capacidad de pensamiento y movilización.”

Entre los firmantes de la Declaración se encuentran Alberto Pérez Lara y Santiago Feliú por Cuba; Jorge Dimitrov Escalante y Tamara Pérez por Nicaragua, Xiomara Cacho por Honduras; Luis Mora por Costa Rica; Margot Pérez, Roberto Pérez, Guillermo Campos, Vicente Cuchillas, Leonel Zelaya, Oscar Ponce, Roberto Pineda, Hugo Figueroa, y Rafael Paz Narváez , por El Salvador.

Resistiendo los ataques de la dictadura y combatiendo sin armas…

Resistiendo los ataques de la dictadura y combatiendo sin armas…Entrevista a Rolando Orellana (IV)
La represión contra el PCS y FAL en San Salvador

SAN SALVADOR, 30 de junio de 2017 (SIEP). “Dejo de ejercer el papel de Comisario Político de las FAL en 1983 y regresó clandestinamente a San Salvador…nos relata Rolando Orellana, dirigente revolucionario salvadoreño.

Explica que “estando en Managua se reciben noticias que nuestras fuerzas partidarias y de las FAL estaban siendo golpeadas, y que nuestros equipos de conducción se encontraban asediados por las fuerzas de la dictadura, las capturas de militantes y combatientes los ponían en un grave peligro. Se evaluó la situación y se decidió hacer cambios en la conducción sacando cuadros estratégicos de San Salvador. Para darle continuidad a la dirección política se decide mi traslado a la capital, dejo de ejercer el papel de Comisario Político de las FAL y regresó clandestinamente a San Salvador haciendo varios movimientos en el exterior. “
“Estando ya en San Salvador, asumo la conducción del partido y la atención de una parte de la estructura de las FAL. El trabajo de masas era muy importante contactando inmediatamente con el equipo de conducción intermedia de ese trabajo político integrado por Norma Guevara (Celia), Víctor Quintanilla “Cantarito”, originario de Usulután; Arturo García (Emilio), conocido también por “El Bello”, que fue estudiante del Bachillerato en Artes y Dora Muñoz, Doctora en Química. Con este equipo manteníamos comunicación y reuniones constantes con el fin de orientar y mantener la lucha política de masas.”
“El frente político era estratégico en la lucha contra la dictadura, se daba en su retaguardia y en el corazón del país: San Salvador. Someter la lucha de masas era vital para la dictadura. Por eso este frente era una lucha de todos los días. La dictadura no tenía estrategia política hacia las masas. Su estrategia era aplastar, silenciar, dominar con la represión policial y sangrienta la lucha de masas; doblegarla, rendirla con asesinatos, secuestros y desapariciones abiertas y descaradas; con los escuadrones de la muerte que actuaban abiertamente protegidos por el aparato del Estado.”
Los Tribunales nunca enjuiciaron a nadie por ser miembro de los Escuadrones de la Muerte. Pero si enjuiciaron a los líderes y activistas políticos y sociales. Era una lucha férrea, agitada y tensa. Ese trabajo político comprendía la lucha sindical, la lucha estudiantil, el trabajo con profesionales y las actividades de derechos humanos.
En el trabajo con las FAL me apoyé mucho en Miguel Claros (Anselmo), quien era para entonces responsable de la estructura de personal, compañero hábil y creativo para mantener la organización de los contactos en San Salvador y cierta comunicación con los familiares de los combatientes de las FAL. Por aparte mantenía comunicación con ciertos compañeros de logística para resolver sus necesidades personales.
Yo no intervenía para nada en las actividades propias de las FAL. Atendía las necesidades personales de algunos compañeros y cuando me veía con ellos era para trasladarles valoraciones políticas, para informarles de la lucha social de la población.
Y como había que estructurar la conducción política del FMLN en San Salvador, tomé contacto con los compañeros de las organizaciones hermanas. Con quién fue complicado establecer contacto fue con Miguel Castellanos “El Ronco”, entonces dirigente de las FPL. Este fulano era arrogante desde su época como activista estudiantil en la Universidad Nacional, con una actitud visceral anti PC.
No acepto de primas a primeras reunirse y como para probarme me propuso una reunión en su campamento militar ubicado en una loma que quedaba entre Nejapa y Quezaltepeque, pero más cerca de Quezalte; era una zona fuertemente vigilada y controlada por la inteligencia enemiga. Me estaba poniendo a prueba, pensando que iba a desistir. Nos exponíamos a ser capturados. Pero me la jugué. Le acepte ir hasta ahí, pues era necesario restablecer el mando conjunto del FMLN en la capital. Fijamos con compañeros intermediarios un punto de encuentro cercano a Quezaltepeque para llegar hasta el campamento.
Me acompañó a esa reunión el compañero Tito Bazán “Rodrigo”. Llegamos en bus hasta el Ingenio El Ángel, que está en la carretera de Apopa a Quezaltepeque. Desde ahí comenzamos a caminar solos con Rodrigo por caminos rurales, luego de pasar por los alrededores del pueblo de Nejapa nos contactó René Canjura, “Mario” compañero de las FPL y él nos condujo hasta el campamento del “Ronco”.
Miguel Castellanos al verme llegar se mostró sorprendido pues nos habíamos conocido en la Universidad de El Salvador, él estudiante y yo profesor universitario, donde él vociferaba contra los comunistas. Él me citó a su campamento como condición previa para participar en el mando político del FMLN en San Salvador y si yo no iba, pues se atrasaba la integración de esa estructura.
La reunión la hicimos amigable. Estuvimos conversando mucho sobre la situación política del país y las posibles actividades de masas que podríamos impulsar de manera coordinada. Salimos del campamento al día siguiente, seguimos el mismo camino que tomamos para entrar e igual sin acompañamiento.
El trabajo en la metro era bien complicado, sumido en la clandestinidad había que mantener la comunicación y coordinación con muchos compañeros por separado. Las fuerzas represivas de la dictadura habían encontrado unos hilos en nuestras estructuras y nos estaban golpeando. Se actuaba con mucho cuidado. Con frecuencia cambiaba de casa para dormir, y se nos agotaban los lugares de reunión y de contacto, era estresante la situación.
Con Anselmo nos veíamos casi a diario, organizábamos encuentros a pie; nos encontrábamos en ciertas calles dentro de lugares de vivienda y caminando resolvíamos asuntos operativos, lo necesario. Para definir orientaciones del trabajo político, formalizábamos, con Norma o “Cantarito”, reuniones de su equipo de trabajo en casas de seguridad o lugares públicos como si fuéramos buenos amigos departiendo una agradable charla. No portábamos armas, ni siquiera una “gillette”, así es que si nos descubrían quedábamos a la “buena de Dios”. Esos eran los riesgos de la lucha.
1983 fue un año muy difícil, las fuerzas represivas nos buscaban a toda costa, eran persistentes. A inicios de marzo capturaron a un grupo de cuatro compañeros, a dos de ellos, Víctor Ordoñez “Lucas” y “Nestor”, que eran parte de un grupo de jóvenes que se fueron a estudiar a universidades de la ex Unión Soviética y que estando allá, decidieron dejar sus estudios e incorporarse a la lucha, a ese grupo se le conocía como “Los Esquimales”.
A “Lucas” y “Ernesto” los desaparecieron. Semanas después les cayeron a otros compañeros “El Chino” y “Hugo”. Capturaron a “Jonathan”, otro “Esquimal” y también lo desaparecieron. Todos ellos eran de las FAL. En junio capturaron a Alfredo Acosta “Nery”, miembro de la dirección del partido, junto a su esposa Rosa Ada y su hijo Ramón Ernesto.
Bueno, una vez le cayeron a una casa de simpatizantes donde había dormido unas semanas antes. La familia que me albergó colaboraba seguido alojando compañeros de las FAL por varios días, les cayó la policía una noche y se los llevaron a todos.
Con todos esos riesgos continuábamos en la lucha, tampoco nosotros descansábamos, éramos más persistentes que la dictadura. Cuando nos golpeaban, tomábamos inmediatamente medidas para cerrar los espacios vulnerados, movíamos a compañeros que quedaban al descubierto, reorganizábamos las estructuras y proseguíamos en la lucha.
Fíjate que, en esas circunstancias de persecución, sucedió una cosa interesante de relatar. Estábamos reunidos los miembros del mando conjunto del FMLN de la metro, analizando la situación política del país, cuando por la radio se transmitió la noticia de que habían asaltado la agencia del Banco Agrícola Comercial en Soyapango, que los asaltantes armados no pudieron escapar y se atrincheraron en el banco.
Le prestamos atención al suceso y nos preguntamos si alguien tenía conocimiento de eso. Nadie dijo saber algo. Continuamos nuestra reunión, pero más tarde se difundió la noticia de que los asaltantes del banco declararon ser del FMLN y pedían negociar su salida. Eso nos sorprendió y suspendimos la reunión para darle seguimiento al acontecimiento.
Resultó que una unidad de las fuerzas especiales de las FAL había bajado de Guazapa y había asaltado esa agencia bancaria, con tan mala suerte que al salir se le va un tiro a uno de los compañeros y en ese momento iba pasando un camión de soldados que se detuvieron, y se arma el desparpajo; los soldados se bajan del camión rodean la zona, y nuestros compañeros logran ingresar de nuevo al banco, se desarrolla entonces una negociación y llegan más fuerzas de la policía, luego de algunas horas de negociación los compañeros deciden entregarse, son capturados y se los llevan presos, todo esto saliendo en la televisión.
Al conocer el desenlace, “El Ronco” se mostró enardecido, nos miraba y decía: ¿cómo puede ser esto posible? Un revolucionario no se doblega frente al enemigo. ¿Y estas son las FAL? Me confronta echándome en cara que éramos unos débiles, que habíamos claudicado, que en esas circunstancias el revolucionario auténtico se muere con las armas en la mano, etc. etc.
Yo lo escuché, no le contradije su discurso moralista. Y me comprometí a obtener más información y compartirla con el mando conjunto. Bueno, decidimos terminar la reunión, coordinamos lo que había que coordinar y nos marchamos, yo con un sabor amargo por lo que habíamos pasado…
Con El Ronco seguimos trabajando, coordinando, porque éramos las fuerzas principales en la metro, teníamos frecuentemente reuniones bilaterales. Él prefería reunirse en restaurantes.
En este trajinar conspirativo un día de octubre el enemigo logra darnos un golpe estratégico. El compañero que trabajaba como motorista, en la estructura de conducción del trabajo político de masas, me contactó temprano de la mañana y me contó que habían capturado a “Cantarito” y a “Emilio El Bello”. Le di instrucciones para resguardar a Norma, que era quien coordinaba ese equipo y que utilizará otro vehículo para movilizarse. Después me di cuenta del secuestro también de la Doctora Muñoz.
Los compañeros fueron luego asesinados y sus cuerpos lanzados en una calle cerca del mercado “San Miguelito”. Junto a ellos también fue asesinado Guillermo Orellana Osorio, abogado que colaboraba con ellos. De ese hecho se responsabilizó un escuadrón de la muerte que hizo llegar a la televisión un video de ellos en el que confesaban su militancia en el PCS y esa fue la justificación de los criminales para quitarles la vida violentamente.
A nosotros en la ciudad nos tocó resistir fieramente los ataques de la dictadura. Como te decía, no teníamos armas para defendernos, solo Dios con nosotros. La Dictadura era despiadada, utilizaba todos los recursos del Estado sin piedad alguna; desata una persecución a muerte, pretendía agarrarnos a como diera lugar, nos aplicaba la cárcel, la tortura, el asesinato, el terror para doblegarnos. Cantarito, sabía que su seguridad era frágil porque trabajaba con líderes sindicales y sociales, pero continuaba luchando.
Yo me reunía con él muy frecuentemente, nos reuníamos fuera de San Salvador y en la ciudad, no acudíamos a los lugares públicos, tampoco utilizábamos casas de seguridad para reunirnos. Para evitar el seguimiento policial nos subíamos a un carro. Él me recogía en un lugar y nos sentábamos en el asiento trasero, conversábamos, analizábamos la situación y establecíamos directrices de trabajo. Así recorríamos la ciudad entera por una o dos horas. Dos días antes de su secuestro habíamos hecho una de esas reuniones rodantes”.
Al conocer del asesinato de los compañeros di instrucciones para sacar a Norma (Guevara) del país, pues estaba muy expuesta y toda comunicación con ella en las calles significaba un alto riesgo para el trabajo revolucionario. Norma que era claramente un objetivo importante que no pudieron capturar, fue sacada clandestinamente hacia Nicaragua.
De 1983 hasta mediados de 1985 el único miembro de la Comisión Política del PC dirigiendo la lucha en San Salvador era yo, me toco capear todas esas tormentas, que no fueron tan fáciles. Se sufre, duele cada muerte y desaparición de los compañeros con quienes te encariñas, pero se sigue en la lucha recordándolos y hasta hoy, yo los sigo recordando.
En esas circunstancias de asedio y pasando de casa en casa, logré un lugar seguro y estable para dormir. El compañero y viejo militante del PC Daniel Castaneda vivía con su hija en una colonia cerca de Montserrat. Ellos me alojaron en una habitación, eso me dio un poco de tranquilidad por lo menos en ese aspecto; me proporcionaron un ambiente acogedor y los sentí como mi familia, pues yo por seguridad de mis hermanos decidí no tener comunicación con ellos; con el único que esporádicamente conversaba brevemente era con mi hermano mayor Tito; no tenía ninguna comunicación con mis tías, hermanas de mi mamá, Rufina y Alicia, quienes me querían mucho y por quienes yo también sentía mucho amor. Me aislé de la familia por el peligro que representaba para ellos, pues ya en 1973 cuando me capturaron y estuve secuestrado por la Guardia Nacional mi familia fue vigilada y mi hermano Tito fue sacado de su casa sin orden judicial por la Policía y preso por varios días e incomunicado de la familia.
En abril de 1985, capturan al Ronco. Y para mi sorpresa, aquel revolucionario “probado” se doblega frente al enemigo a las primeras de cambio y se convierte en un vulgar delator. Y aparece en televisión en vísperas del 1 de mayo, denunciando al FMLN como manipulador de la marcha de los trabajadores.
Habíamos tenido reuniones para coordinar una movilización de masas populares para celebrar el día internacional de los trabajadores. El Ronco tenía conocimiento de eso. Solo me acorde de la vez que nos maltrató y nos dijo con arrogancia que era preferible morir, antes que ceder frente al enemigo.
En ese mismo mes de abril se da la captura de Nidia en un enfrentamiento con el ejército en San Vicente, después en agosto nos capturan a Hugo (Américo Araujo, subsecretario general del PCS). El venía de una reunión que había tenido con Ramiro en el restaurante Los Globos, que quedaba frente al Café de Don Pedro, en la Alameda Roosevelt.
Resulta que la dirección del partido valoró la necesidad que otros miembros de la Comisión Política se incorporaran al trabajo en San Salvador. Así a mediados del año aparecen, José Luis Merino “Ramiro”, Américo Araujo “Hugo”, “Eduardo” Domingo Santa Cruz y “Octavio” Héctor Acevedo , éramos ya un buen equipo.
La captura de Hugo no la conocimos inmediatamente, nos dimos cuenta porque él no apareció en unos contactos y días después de su desaparición se hizo presente un tipo que se identificó que era de la Cruz Roja Internacional al apartamento donde dormía Hugo, en la colonia Zacamil, y habló con la señora que le daba el alojamiento; este fulano le dijo a ella que Américo le enviada un recado, que estaba detenido en la Policía. Resulta que este tipo era un agente de la policía y la señora fue objeto de seguimiento para ubicar a otros compañeros o casas de seguridad, pero la señora no conocía nada de la estructura partidaria ni de las FAL, aun así se las ingenió para hacerme saber que Américo estaba preso; y es que esa casa era parte de mi seguridad, yo la abrí para que Américo se alojará ahí.
Tiempo después Américo me comentó que estando el preso en la policía se presentó un hombre diciéndole que era de la Cruz Roja Internacional y que llegaba para saber de su detención y de las condiciones en qué el estaba detenido y le propuso que él podría llevar un recado a su familia para que supieran que estaba bien. Me dijo Américo que el razonó que nosotros no sabíamos nada de él y que para que supiéramos que estaba capturado le dio a ese hombre el nombre y la dirección de la señora que colaboraba conmigo.
Al conocer la captura de Hugo decidimos reunirnos el equipo de dirección, como era apremiante la situación les propuse la casa donde yo dormía en la colonia Santa Ursula. Para mí era norma de seguridad, que el lugar de vivienda no se utilizara para reuniones, pero lo hicimos por la urgencia.
Cuando estábamos ya reunidos Ramiro, Domingo, Octavio y yo, le pedimos a Coni, hija de Daniel Castaneda, saliera de la casa y fuera a la tienda a comprar cualquier cosa para observar si no había personas extrañas alrededor de la casa. Luego de dos salidas llega Coni a avisarnos que hay movimientos raros de hombres con vehículos alrededor de la casa, por lo que decidimos parar la reunión que apenas había comenzado y se organizó la salida de los tres compañeros.
Domingo logra pasar y se va. Ramiro y Octavio salen juntos de la casa y unas dos cuadras después se separan. En ese momento le caen a Octavio y lo capturan, Ramiro logra ver la captura y se escapa corriendo. Después me contó Octavio que al momento de su captura los policías le preguntaban: ¿dónde está Cesar?, ¿dónde se esconde Cesar? Y él para despistarlos les dijo que César era el que salió corriendo para abajo. Digamos eso me salvó de la captura.
También me contó Octavio que durante los interrogatorios en la policía le mostraban una foto grande mía, como poster, donde yo estaba uniformado de combatiente con barba y cachucha, preguntándole que quien era el de la foto. Resulta que esa foto fue tomada por Mónica Zak, periodista sueca que había ingresado al cerro Guazapa y nos había tomado fotografías. Durante estuve en Guazapa en los primeros meses de 1983 me presente ante los combatientes de las FAL como Comisario Políticoy como “Mincho”, en las comunicaciones radiales que teníamos con los Mandos de los otros frentes siempre me identifique como “Mincho”.
Los rollos con las fotos sin revelar, que la sueca tomó, se sacaron de Guazapa por la logística que dirigía Orestes Ortez “Darío” y se depositaron en una casa de seguridad para luego trasladarlos al exterior. A esa casa de seguridad le cayó la policía capturando al “Chino” y en el cateo de la casa encontraron los rollos fotográficos, los revelaron y los analizaron, de las personas que aparecimos en las fotografías al que no lograban identificar era al tal “Mincho”. Y creo que no lo lograron.
En mi caso preferí quedarme en la casa, y así llegó la noche. Coni salió nuevamente a la tienda y observo de nuevo dos vehículos parqueados en las dos esquinas de la casa con hombres armados. La situación se puso nuevamente tensa. No salí de la casa y me quedé a observar los movimientos. Me dormí y desperté como a las cinco de la madrugada, notando que había amanecido un vehículo con hombres adentro.
Ellos se movían con el carro que hacía una gran bulla con el motor y el escape y pasaban frente a la casa bien despacio observando hacia la casa. Luego se paraban en la esquina de abajo permanecían ahí unos quince minutos y luego aceleraban para darle la vuelta a la manzana y apostarse en la esquina de arriba.
Hicieron así dos movimientos y entonces pensé que ese era un patrón de ellos para controlar la casa, que habría que aprovechar cuando ellos se movieran de la esquina de abajo y darle la vuelta a la manzana para yo escapar. En el siguiente movimiento de ellos salí de la casa y corrí hacia una calle que lleva a la colonia Montserrat. En ese preciso momento se acercaba un bus de la ruta 5, me subí y logré salir del lugar. Me había salvado.
Habíamos dejado con Ramiro un lugar de reunión y al llegar me contó que habían capturado a Octavio. Y entonces me dijo: chero, vámonos para Guazapa. Ramiro contacto con las unidades del cerro Guazapa con quienes nos encontramos en la carretera hacia Apopa e ingresamos al Frente protegidos por las FAL. Ya estando allá recibimos la noticia que Hugo ya había sido pasado para la cárcel de Mariona.
Y mandaba una carta al Mando en la que solicitaba que se le avisara a César que tuviera cuidado porque El Ronco había dado mucha información al enemigo, incluso sobre la identidad falsa pero legal con la que me manejaba, que era la de Ricardo Ortiz. En realidad, El Ronco sabía mucho sobre todos mis movimientos porque el trabajo conjunto nos había generado confianza. Lo que Hugo no sabía es que yo ya estaba en Guazapa y recibí directamente el aviso.
Días después se da el secuestro de la hija de Duarte para negociar la salida de Nidia, Hugo, Octavio y un grupo más de compañeros presos, así como la salida al exterior para curarse, de lisiados de guerra del FMLN. De esta acción me enteré hasta que estuve en Guazapa, que Ramiro me contó.
En el cerro paso el resto del año, no podía regresar a la capital. Llegó diciembre y con ello las celebraciones de fin de año. Los compañeros de las FAL organizaron justo el 24 y 31 diciembre dos fiestas, con radiograbadoras de fuerte sonido armaron una fiesta y se pusieron a bailar. Tal era lo confianza que se tenía del control de la zona del cerro Guazapa donde se ubicaba las FAL que hasta bailes musicales armaron. En enero de 1987 salí del país rumbo a Managua.
Luchando por los derechos humanos de mí pueblo

El año 87, la Comandancia General del FMLN decide crear un nuevo instrumento internacional. La Secretaría de Protección y Promoción de los Derechos Humanos (SPPDH), y se me asigna a esta nueva tarea. Integramos un equipo de tres personas: Nidia, que es la presidente, mi persona como director ejecutivo y el sacerdote jesuita Rafael Moreno. Retome mi legalidad y ya no use nombre ni documento falso. El siguiente año, en ese carácter asistí, en Ginebra, Suiza, a la reunión anual de la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. Ingresé como miembro de la Asociación Internacional contra la Tortura, que tenía su sede en Italia, y tomé la palabra cuando se conoció la situación de los derechos humanos en El Salvador.
Me presenté como miembro de dicha organización y luego dije que era miembro del FMLN, se dio una sorpresa total, se había infiltrado en la sesión de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU un guerrillero. Fue llamada la seguridad que se posó prudencialmente detrás de mí mientras pronunciaba mi discurso.
Al terminar mi intervención se levantaron un buen número de embajadores y delegados de organizaciones internacionales participantes en la sesión dirigiéndose hacia mí para pedirme copia de mi discurso, pues yo había hecho una serie de denuncias sobre violaciones al derecho internacional humanitario y a los derechos humanos. Yo había sacado 10 copias de mi discurso por si me lo pedían, pero me quedé corto, muy corto y me comprometí a entregar más copias al día siguiente. Los agentes de seguridad al ver al grupo de personas que se acerco a mí, se retiraron.
En la presentación estuve muy emocionado en hacer la denuncia de los casos de masacres cometidas por el ejército salvadoreño, los asesinatos y desapariciones de líderes sociales y la existencia de números presos políticos. Como profesional del derecho internacional me sentí muy satisfecho al aplicar mis conocimientos del derecho internacional y experiencia académica en los terrenos de la lucha internacional contra la Dictadura Militar. Asistí a estas reuniones en Ginebra, hasta el 1991, un año antes de la firma de los Acuerdos de Paz, la mayor parte como delegado de la Federación Mundial de la Juventud Democrática que tenía su sede en Budapest, Hungría, para facilitar mi ingreso a las sesiones de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU.
En la Universidad de Harvard

En octubre de 1988 recibí una carta invitación para hacer una ponencia sobre los derechos humanos en El Salvador en la Universidad de Harvard en Estados Unidos. Con esta carta de invitación me fui para México para intentar obtener en la embajada de Estados Unidos, una visa y para mi sorpresa me dieron visa múltiple.La invitación por parte de la Universidad de Harvard impresionó a las autoridades consulares. Estuve en esta prestigiosa universidad y di una charla que fue muy concurrida, después pase por la ciudad de Nueva York, donde también participe en diversos eventos. Estando ahí recibí una invitación por parte de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA, para visitarlos en la ciudad de Washington.
Fue tal el entusiasmo de los compañeros de la solidaridad con El Salvado en Estados Unidos, que aprovechando que tenía visa múltiple por un año, me invitaron para regresar a los Estados Unidos para abril-mayo de 1989. Y en ese otro viaje, realice una gira que comprendió las ciudades de Nueva York, Boston, Washington, Los Ángeles, San Francisco, Santa Ana, Stanford, con visitas a diversas universidades. Fui a una universidad que es solo para mujeres, tuve reuniones con intelectuales y poetas, así como con la comunidad salvadoreña.
Estuve en Washington donde me reuní con el staff de la Oficina de Washington para América Latina (WOLA), visitando congresistas, a consejos municipales, me reuní con líderes afroamericanos de la Coalición Arcoiris dirigida por el Reverendo Jesse Jackson; en California con la Coalición La Raza; con el gremio nacional de abogados, el NLG.
En Nueva York me reuní con un millonario, explicándole la situación de los derechos humanos, quien al finalizar la conversación me dijo que entregaría al comité de solidaridad con El Salvador mil dólares, que el salía al día siguiente para África, pero que al regresar buscaría a 150 amigos suyos y les pediría que donaran la misma cantidad que él daría.Bueno, cada día era un desayuno con diversos grupos que expresaban su simpatía y solidaridad con el FMLN.
En Los Ángeles, con los contactos que tenía la comunidad de salvadoreños, fui alojado en una casa ubicada en el exclusivo barrio de Beverly Hill. Y ahí por vez primera, y última, dormí en cama de agua, muy agradable, por cierto. En esa ciudad se organizo una reunión interesante. Un millonario de origen griego interesado en la problemática salvadoreña, organizó una cena con 50 invitados, todos norteamericanos. Ante ellos, hable sobre la legitimidad de nuestra lucha armada para acabar con la dictadura militar que por más de 50 años dominaba en El Salvador.
En mi exposición me base en la película de Hollywood muy conocida, “El Puente sobre el Río Kwai”. La trama de la película se da durante la segunda guerra mundial, en el sureste asiático, donde prisioneros de los países aliados son obligados a construir un puente sobre el río Kwai para trasladar tropas japonesas, lo cual convierte en objetivo militar una construcción civil por servir a la guerra; derribar el puente significó evitar el transporte de las tropas japonesas y una derrota militar para los japoneses.
Así, con esa comparación, les explique porque se derribaban las torres eléctricas, porque servían para la comunicación militar del ejército gubernamental. Entendieron y acogieron positivamente mi punto de vista. Se mostraron más interesados en la situación de El Salvador y expresaron su propósito de contribuir económicamente a la lucha del pueblo salvadoreño. En realidad, la solidaridad del pueblo estadounidense fue crucial en nuestra lucha. Nosotros como FMLN efectuamos una exitosa labor diplomática y relaciones políticas, en Estados Unidos, Europa y América Latina.
Me acuerdo de que una vez me reuní en La Haya con un parlamentario holandés. Le hable de la situación de los derechos humanos en El Salvador, me hizo varias preguntas y luego me dijo: la semana pasada estuvo sentado en esa misma silla donde está usted el embajador de El Salvador y me contó cosas distintas a las que Usted me dice, pero le creo más a Usted.
Así era el trabajo que yo desarrollaba. Año con año nos preparábamos para viajar a Ginebra, documentando las violaciones al derecho internacional humanitario y los derechos humanos cometidas por el gobierno salvadoreño y sus fuerzas armadas, demostrando que se trataba de una política de Estado que se aplicaba para aniquilar a la oposición.
Llevamos a Ginebra a un lisiado de guerra para que diera su testimonio sobre las violaciones al derecho internacional humanitario; en otra oportunidad llevamos a la esposa de un militante del PRTC secuestrado por la policía a quien le negaban la captura de su marido, para con su testimonio demostrar también las violaciones a los derechos humanos. Cada sesión de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU era una batalla con el gobierno salvadoreño. La Comisión debería de emitir una resolución sobre la situación de los derechos humanos en El Salvador y en todas las resoluciones que se aprobaron el gobierno salvadoreño salió mal.
La Comisión de Derechos Humanos nombró al español José Antonio Pastor Ruidrejo como Relator Especial para El Salvador, me reuní con él en 1988. Le explique la Secretaría de los Derechos Humanos del FMLN se había creado para contribuir al respeto al derecho internacional humanitario y a los derechos humanos, para informar a los organismos nacionales e internacionales de la situación de esos derechos durante el conflicto interno que vivía El Salvador, así como para conocer las denuncias que se hicieran a ese respecto contra el FMLN y procesar esas denuncias.
Pastor Ridruejo en su informe de 1989 a la Comisión de Derechos Humanos de la ONU valoró positivamente la iniciativa del FMLN de crear un organismo del FMLN para velar por el respeto a los derechos humanos. Ese informe nos creó mejores condiciones para desarrollar nuestro trabajo en las Naciones Unidos. Tuvimos acceso a los medios de prensa. El día que se aprobaba la resolución sobre El Salvador, acudíamos al Fax y desde la sede de la ONU en Ginebra, enviábamos el texto de la resolución a los periódicos de todo el mundo, especialmente a El Salvador.
Utilizamos el incipiente internet, que para entonces no tenía conexión intercontinental, solo funcionaba para Europa y en América únicamente en Estados Unidos y Canadá. El gobierno salía de cada sesión de la CDH ONU más debilitado y aislado.
Para hacer este trabajo nos apoyamos en la solidaridad internacional. Así conseguíamos los pasajes de avión a Ginebra y luego de Ginebra a otros países europeos viajando por tren. Los alojamientos y alimentación los facilitaba también la solidaridad europea. En una ocasión me aloje en Ginebra, en un apartamento de una enfermera suiza, ella dejaba la llave debajo de la alfombra colocada al pie de la puerta de entrada. Otro año me alojé con una familia española, con ellos conocí la comida del mediterráneo. El año que llevamos al lisiado de guerra, la solidaridad suiza alquilo un apartamento amueblado para nosotros por un mes.
Yo viajaba a Ginebra con 200 dólares, era todo lo que me daba el cajero del partido. En 1991 regresando de Ginebra a México, mi último viaje, el avión en que viajaba hizo escala en Houston, Estados Unidos, nos bajaron a los pasajeros en tránsito que previamente la línea aérea alemana Lufthansa nos había dicho que no pasaríamos por Migración y que seríamos acomodados en una sala de espera. Para mi sorpresa nos hicieron pasar por el control migratorio.
Al llegar ante el agente de Migración gringo le entrego mi pasaporte, lo revisa, pasan unos minutos y luego me dice: usted no puede ingresar a territorio de Estados Unidos porque no tiene visa, tendrá que regresar de donde viene y tramitar allá la visa. Me puso en aprietos. Los norteamericanos, después de mi viaje a Estados Unidos en 1989 ya no me renovaron la visa en represalia por ser del FMLN. ¿Me mandarán de regreso a Ginebra y yo sin dinero? ¿Cómo regresaré a México? ¿Qué pasará con mi familia?
A esa altura de la vida con Iliana, mi esposa y nuestros primeros dos hijos vivíamos en México y apareció la preocupación por mi propia familia. Le explique al agente de Migración que yo viajaba a México luego de haber participado en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra, que mi intensión no era quedarme en los Estados Unidos, que era residente en México, que iba de paso, que la línea aérea me había asegurado que no haría ningún trámite migratorio porque iba de paso, apele a mis derechos de pasajero en tránsito. Llamaron a más personal de Migración y me pasaron a una sala, aislado de los demás pasajeros.
Me quitaron el atache que traía en mis manos, lo abrieron y vieron los documentos de la ONU que traía ahí; revisaron el maletín con el scanner de rayos x; me preguntaron. ¿Traes dinero? Si les contesté. ¿Cuánto traes? Bueno lo suficiente para terminar de llegar a México les respondí. Campas, les mentí, regresaba de Ginebra acabado. Paso un tiempo, que para mí fue largo, luego llegaron de la línea aérea y me invitaron a abordar el avión. Al llegar a mi asiento todos los pasajeros me veían con cara seria y ceños fruncidos porque, según interpreté, a causa mía el vuelo se había retrasado, más no sabían el problema que había tenido. Regresé a México, abracé a mi familia y me sentí feliz de estar de nuevo con ellos.
De esa manera contribuimos al proceso de negociación entre el FMLN y el Gobierno salvadoreño que termino con la firma del acuerdo de paz en la ciudad de México en 1992.
Luego vendrían otros retos, pero eso lo conversamos en otra ocasión.

Realizan en UES Primer Foro Centroamericano y del Caribe sobre Pensamiento Decolonizador

Realizan en UES Primer Foro Centroamericano y del Caribe sobre Pensamiento Decolonizador

SAN SALVADOR, 19 de septiembre de 2018 (SIEP) “Decolonizar nuestro pensamiento es uno de los grandes desafíos del presente…” indicó el Maestro Guillermo Campos, jefe del departamento de Filosofía de la Universidad de El Salvador y uno de los organizadores del Primer Foro Centroamericano y del Caribe sobre Pensamiento Decolonizador.

La actividad inicio por la mañana con el tema Epistemologías del Sur moderado por el Maestro Hugo Figueroa y que contó con la participación del cubano Alberto Pérez, con el tema Una mirada la epistemología del sur, comprometida con la emancipación múltiple del pueblo; del salvadoreño Roberto Pineda que habló sobre ¿Cómo pensar desde el sur? La construcción de nuevas epistemologías y del costarricense Luis Mora, que disertó sobre La descolonización de las humanidades.

En su intervención, el cubano Pérez planteo que debe existir claridad que el poder imperial “aplica para nuestra América Latina un sistema de dominación múltiple. No hay una sola forma de dominación, sino una multiplicidad de estas…”

Por su parte, el salvadoreño Pineda enfatizó que “debemos reconocer que hemos mimetizado el pensamiento del norte, sabemos cómo pensar desde el norte, hemos sido desde niños socializados a pensar desde el norte. Y no hablo del norte geográfico sino desde el norte histórico, epistémico, de relaciones de poder…”

Finalmente, el costarricense Mora argumentó que “la relación entre humanismo y colonialidad debe ser vista a través de una serie de acercamientos críticos que tengan en cuenta la realidad material de su propio desarrollo…”

He luchado por la justicia social desde 1960…Entrevista con Raúl Vargas

HE LUCHADO POR LA JUSTICIA SOCIAL EN EL SALVADOR DESDE 1960…
Entrevista con Raúl Vargas.

SAN SALVADOR, 23 de febrero de 2018 (SIEP) “He luchado por la justicia social en El Salvador desde 1960…” nos comparte Raúl Vargas, destacado militante revolucionario salvadoreño, conocido popularmente como el “Bachiller Campesino”.

“Me incorpore a las luchas populares por influencia de un tío, de nombre Salvador Vargas, que era tipógrafo y además militante del Partido Comunista; el me platicaba y me llevaba literatura revolucionaria; aprendí mucho de él sobre el compromiso revolucionario, el amor a nuestro pueblo y la defensa de sus intereses
Él vivía allá por la Isla, en la colonia San Judas en la zona conocida por La Isla en la capital San Salvador. Cuando él consideró que ya era el tiempo adecuado me contactó con otro camarada, con Bonifacio Ramirios, conocido como Chito, que era hermano de Julia, de Eva y de Juanita. Julia era la mujer del Oso Castro Belloso y Juanita, que llegó a ser posteriormente la señora de Miguel Mármol.
Con Chito nos reuníamos periódicamente, respondía a mis preguntas y dudas sobre el Partido, me llevaba materiales para estudiar. Y en 1960, a los 21 años cumplidos y recién salido de estudiar la secundaria, me dio ingreso y fui juramentado por él mismo como miembro del PCS en un lugar en las afuera de la ciudad, allá en Soyapango.
Miguel Mármol el legendario sobreviviente de la insurrección de 1932 frecuentaba la casa del compañero Chito y ahí lo conocí y nos poníamos a platicar sobre temas de la realidad del país. Él hablaba del 32 como si hubiera sido ayer y ya habían pasado casi treinta años. Era una riqueza de conocimientos los que adquiría, aprendí mucho con Miguelito. Forjamos una relación entrañable, de muchos años, de persecuciones y sacrificios, de alegrías y de trabajo conjunto, hasta que él murió ya después de los Acuerdos de Paz.
Luego de ingresar formalmente al Partido me asignaron a una célula, de nombre Rafael Bondanza, la integrábamos uno de los hijos de Modesto Ramírez, uno de los fundadores del Partido Comunista, dos compañeros más y mi persona. Una de las actividades que realizábamos era ir a repartir por las madrugadas propaganda del Partido, la metíamos por debajo de las puertas de las casas, para que los trabajadores la encontraran al despertarse. Esto se realizaba en los cantones del municipio como eran: El Limón, Buena Vista, Venecia, el Plan del Pino y otras comunidades. Otra actividad que era permanente era la capacitación política que era impartida por Miguelito Mármol, él fue mi maestro, nos hablaba acerca del socialismo y del viaje que realizó en 1930 a la Unión Soviética, nos hablaba de las ideas del marxismo, de los éxitos de Cuba, de las tesis de Lenin; de un viaje a una reunión sindical en Montevideo, Uruguay; de la historia de lucha y sacrificio del PCS, de su fundación en la playa de Asino en Ilopango…
Como no estaba trabajando y habiendo terminado mis estudios de secundaria, me dediqué a tiempo completo al trabajo partidario, incluso sin cobrar salario. Me dedicaba a recorrer los cantones rurales, a establecer nuevos contactos entre jóvenes y trabajadores, y ampliar nuestra área de influencia partidaria…y así fueron surgiendo nuevos grupos de simpatizantes, en otros lugares como en el cantón Asino del lago de Ilopango; y en un cantón perteneciente al municipio de Comasagua.
Como resultado de este trabajo Miguel Mármol en 1964 me incorpora a la Comisión Rural del Partido, y ahí conozco a Modesto Ramírez y Segundo Ramírez ambos sobrevivientes del 32; a Alfonso Martínez y a Fidel, hijo de Segundo Ramírez. Los cinco integrábamos la Comisión Rural bajo la dirección de Miguelito Mármol. La formación de este organismo era resultado de los acuerdos adoptados por el V Congreso: trabajar con fuerza políticamente el campo.
Todo este esfuerzo organizativo culmina con la creación en 1970 de la organización campesina ATACES, Asociación de Trabajadores Agrícolas y Campesinos ya con la participación de Víctor Rivera destacado militante del Partido en el Departamento de Sonsonate. Y nos distribuimos el trabajo para visitar a las bases rurales en todo el país. Teníamos trabajo campesino en la zona de los Nonualcos, en particular en Santiago Nonualco, donde vivía una familia de apellido Crespín, muy aguerrida, todos eran comunistas, sólidos, entusiastas . A un joven de esta familia me acuerdo que lo mataron los escuadrones de la muerte de ese tiempo, cuando se dedicaba a realizar propaganda de la Unión Nacional Opositora, UNO. Se llamaba el joven mártir del Partido, Lorgio Crespín. La organización también cobró auge en municipios del departamento de Santa Ana; en Sonsonate, había ahí un camarada sobreviviente de 1932, de nombre Bartolo.
El trabajo de organización campesina era mi responsabilidad partidaria principal por lo que con respecto al FUAR solo me acuerdo que asistí a principios de los años 60 a una asamblea general allá en la terraza del Edificio Chahín. Los asistentes en su gran mayoría eran militantes o por lo menos simpatizantes del Partido, ahí vi a tantos rostros de gente del PC, que posteriormente fui conociendo personalmente. Acordémonos que para esa época predominaba la clandestinidad, éramos un partido ilegal, prohibido. La asamblea la dirigía Schafik. Ahí conocí a Armando Herrera, con quien fuimos cheros, un gran camarada. También ahí me entere de la disputa existente entre Schafik y Cayetano.
Con Carpio tuve muy buena relación y me acostumbre a escucharle sus críticas a los que él llamaba los “pequeños burgueses” del Partido. Ya para ese tiempo iba tomando protagonismo al interior del Partido. En 1964 la dirección del Partido me ofrece la oportunidad de ir a estudiar una carrera técnica en la Unión Soviética y acepto la responsabilidad. Hice todos los trámites. Y ya para irme Cayetano me mandó a llamar para platicar. Me dijo con su típico estilo: “compañero, Usted tiene cualidades para ser un buen comunista, para ser un destacado revolucionario y le digo francamente que no quisiera que se fuera, porque vamos a perder a un cuadro, quiero que se quede y quiero pedirle que lo piense, que nuestro pueblo necesita luchadores como Usted…” La verdad, su discurso era muy sincero y me persuadió, me convenció, elogió mi persona y el trabajo que realizaba. Tuve que deshacer la maleta y no me arrepiento de haberlo hecho…
No obstante, todos nuestros planes y entusiasmo por desplegar el trabajo de organización campesina, y el siguiente año, el 65, nos vimos lanzados a una actividad nueva, la actividad electoral, realizada haciendo uso de un partido legal, el PAR Nueva Línea. Y abandonamos temporalmente el trabajo campesino. Nos involucramos en el trabajo electoral que nos permitió crecer partidariamente, acumular experiencia política, y lo más importante: establecer un fuerte contacto con la gente y sus necesidades y particularmente, llevar nuestra propaganda a las áreas rurales de nuestro país.
En el Oriente del país como resultado de esta nueva cancha de trabajo político que se abría en lo electoral, el Partido decide enviarme a San Miguel para abrir trabajo partidario. Llego y me encuentro al “Diablo”, es decir a Ernesto Alemán, un camarada del Partido que por su trabajo de motorista de una fábrica de dulces, viajaba seguido a San Miguel y ahí se quedaba por varios días y así decidimos buscar un cuarto de habitación y pagarlo entre los dos. A él lo conocí en el cantón Venecia siendo cipotes, los dos éramos colonos de la hacienda. Yo me encargue de politizarlo aunque por su modo de ser juguetón esto fue un poco difícil. En San Miguel nos encontramos con directivos del PAR que nos abrieron las puertas al trabajo político. Contábamos incluso con local que quedaba una cuadra al norte de la Alcaldía. Y entonces logramos desarrollar una campaña política “cachimbona”, con muchos mítines y pega de propaganda.
La vez que llegó nuestro candidato presidencial el Dr. Fabio Castillo, quedo asombrado del trabajo realizado y nos felicitó. Quedamos en segundo lugar a nivel de alcaldía. Nuestro candidato a Alcalde se llamaba Arístides Pineda, y era un verdadero líder. Arístides tenía mucho arraigo popular, era locutor de la YSKL, y siempre estaba rodeado de gente, su presencia fortaleció mucho al PAR. Después de la campaña lo echaron de la radio y logró irse para Estados Unidos, allá en Washington consiguió empleo en la Voz de las Américas.
Bueno ahí estuvimos con el PAR en San Miguel hasta que nos ilegalizaron después de la campaña de 1967. Incluso dimos la batalla en contra de la ilegalización, con jornadas de protesta ya que el grupo se mantuvo unido, fueron grandes jornadas de lucha popular. Logramos organizar una célula partidaria en la que militábamos. Estaba Alfonso Martínez, Armando Chacón, que era panadero y otro compañero que se me escapa el nombre…Todo el año 67 lo pase en San Miguel haciendo trabajo político.
1968 y 1969 fueron años dedicados a mi formación política en la Unión Soviética, allá me encontré con Mario Aguiñada, Berta Deras, la esposa de Rafael Aguiñada, Domingo Santacruz y también Guadalupe Carpio, maestra, hija de Cayetano Carpio. Cuando regrese al país a principios de 1970, la dirección del Partido me volvió a enviar a San Miguel. No obstante esto, Mario Aguiñada, a quien siempre le tuve mucho afecto, me contó sobre la disputa que existía al interior del Partido. Por su parte, Cayetano me invitó a una conferencia en la Universidad, y después supe de su renuncia a finales de marzo.
Asimismo asistí al VI Congreso, que se realizó en una casa en Los Planes de Renderos. Ahí fui elegido para integrar el Comité Central. En ese tiempo logramos ampliar el trabajo partidario en el oriente del país. Logramos contar con una célula en el puerto de La Unión, en la que estaba Don Lito, zapatero. Otra célula en Usulután en la que estaba Manuel Quintanillla, conocido por Cantarito, un abogado que olvido el nombre, Raúl Granillo, y Farid Handal. Otra en San Miguel con Armando Chacón, Alfonso Martínez, y un sastre de apellido Ortega. Y teníamos grupos de simpatizantes en Alegría y en Santa Elena.
En 1971 la dirección del Partido decide regresarme a San Salvador. Me asignan la tarea de apoyar el trabajo electoral alrededor de la candidatura presidencial de José Napoleón Duarte por las Unión Nacional Opositora, UNO, en la que participábamos como UDN junto con los democristianos, los pescados del PDC y los socialdemócratas del MNR. Pero además me nombran responsable de la Comisión Rural para impulsar el trabajo de organización campesina.

Participe en la campaña del PAR en 1967 Entrevista con Celia Pineda Dubon

Participe en la campaña del PAR en 1967 Entrevista con Celia Pineda Dubon

SANTA ANA, 21 de enero de 2018 (SIEP) “Desde muy pequeña me incorpore a la lucha revolucionaria por transformar a El Salvador, a la lucha por la justicia social y la paz…”nos comparte Celia Pineda Dubon, en la tranquilidad de su casa rodeada de sus pinturas y de su hermoso jardín lleno de orquídeas.

“Me influyeron principalmente las ideas y el sacrificio de mi hermana Eloísa, y también de mi hermano José Alfredo, dirigente magisterial, fundador de ANDES 21 de junio, de mi padre Pedro Pineda Alvarenga, que fue fundador del Partido Comunista y que falleció en 1976 a los 62 años….él fue transportista a nivel de Centroamérica, motorista y finalmente taxista del Parque Colón, casado con mi madre Teodora Dubon.”
“Y así pude conocer a muchos militantes y dirigentes comunistas como Virgilio Guerra y Daniel Castaneda, como Pedro Yan, como Eduardo Camporreales y Alfredo Acosta. Todos ellos fueron mis referentes de lucha. Mi papá iba a organizar a los pobladores de las comunidades de aquí del volcán de Santa Ana. Siempre fui muy apegada a él.”
Cuando tenía como siete años me acuerdo que iba con mi papá a los repartos de propaganda del Partido, las hojas volantes las llevábamos dentro de botes de leche Ceteco, mi papá nos llevaba al centro en el carro, y repartíamos en los mesones de ese entonces…
Cuando tenía como diez años viví una experiencia que me marcó profundamente, capturaron a mi hermana Eloísa. Ella falleció en Costa Rica en 1996. Bueno, la capturan y nos llegan a avisar a la casa que se la habían llevado. Esto fue allá por 1962 en las actividades del FUAR. Resulta que ella estaba asistiendo a una escuela de entrenamiento político-militar allá en San Salvador, en un lugar llamado La Campiña, y cayó la policía y capturaron a todos los participantes y a los maestros, incluyendo entre estos a Schafik (Handal) y Carlos Quijada, Nicolas Rivera, José Antonio…
Nomás supimos de la captura de Eloisa y de los demás compañeros iniciamos aquí en Santa Ana una campaña de denuncia para que fueran puestos en libertad. Había que sacarlos de la cárcel…y al final lo logramos, pero me golpeó fuertemente esta captura, estaba muy pequeña…
Estuve en la Vanguardia de la Juventud Salvadoreña
Ya siendo adolescente me organice en la Vanguardia de la Juventud Salvadoreña, la VJS. Venía Mario Aguiñada a atendernos políticamente. Y pasábamos tiempo con otros jóvenes en el local del PAR junto con Alfredo Acosta y Antonio Moran, al que mi papá le decía Morancito. Ya era para la campaña del doctor Fabio Castillo, finales del 66 y principios del 67.
Para ese tiempo estudiaba en el INSA, y me acuerdo que fui reina de los bachilleres de Occidente, pero eso no quitó el sueño.También jugué en el equipo de sofboll del INSA.
Me acuerdo también que nos llevaban a limpiar casas de seguridad para reuniones de la dirección política. Y había que tener un alto nivel de discrecionalidad, de compartimentación, esa fue mi escuela de clandestinidad…Virgilio nos contactaba por eso me afectó mucho cuando leí en los periódicos el “Yo renunció…” seguramente influenciado y presionado por su hijo, que siempre fue de derecha.
Esta también fue casa de seguridad, esta es la casa histórica donde siempre vivíamos con mi papá y mi mamá. Aquí estuvieron reunidos Schafik Handal, Raúl Castellanos Figueroa, Roberto Castellanos Calvo, Salvador Cayetano Carpio, Roque Dalton y muchos más…
Me acuerdo que una vez nos mantuvieron encerrados durante como tres días, en una bodega que antes teníamos donde este ese jardín, porque ellos estaban reunidos, y nosotros desde pequeños aprendimos a entender ese tipo de reuniones que eran importantes, y lo más interesante es que nadie nunca se enteraba, porque nos hubieran preguntado, ellos entraban y salían de la casa en horarios diferentes…
Como VJS hacíamos muchas actividades, mezclábamos la labor política con la labor cultural. Hacíamos bailes, yucadas, rifas, caminatas. Hacíamos pintas y poníamos mantas, en esa época una favorita era: “Cuba Sí, Yankees No.” Usábamos unas crayonas de esterina roja. Me acuerdo que una vez me equivoque y puse Cuba con ve pequeña, o sea Cuva, y me empezaron a bromear y de atrevida regrese al lugar que era público y discretamente, mi padre me mando a corregir el error.
Participamos en la campaña del PAR que llevaba de candidato al doctor Fabio Castillo. Fue una campaña muy agitada. A veces me ponía a vender bonos, otras veces iba repartiendo volantes en un carro Chevrolet descapotado que tenía Farid Handal, que era el orador estrella de la campaña, ya que con su oratoria levantaba a las masas populares…También estaba el Dr. Noyola y Quijada. Una vez fuimos al Cuco y era el día de mi cumpleaños. Y se lo dijeron al Dr. Castillo pero como no tenía los audífonos no entendió. Luego que se los puso le volvieron a decir y ordenó: Postre a Celia, por favor.
Me acuerdo que una vez fuimos a Chalatenango, con una amiga de nombre Rosa Melida, que era dirigente del sindicato de panaderos, del mismo que era Carpio…También fue esa vez una compañera de nombre Rosada, que era la compañera de Alfredo Acosta.
Allá en Chalatenango cuando llegamos me impactó que en el centro del parque estaba un cuadro de la tierra que prometíamos como PAR, porque nosotros fuimos los primeros que después de 1932 hablamos de reforma agraria, pero las tierras estaban cubiertas de cruces, ese era el mensaje que nos estaba mandando la derecha, los militares de ese entonces que nos iban a matar como efectivamente lo hicieron después…pero en ese momento, al terminar el mitin, la Guardia Nacional nos disparó, en las puertas de las casas quedaron los hoyos de los balazos que tiraron…
Pero antes de eso cuando estábamos iniciando el mitin el cura del pueblo empezó a repicar las campanas para que no se oyera en el pueblo lo que decíamos, nuestros mensajes antimilitaristas…y como esto no les funcionó llevaron los pecenistas a la banda de guerra, y entonces a Farid se le ocurrió mandarnos a comprar limones al mercado y nos pusimos a pelar y comer limones y entonces los de la Banda ya no pudieron seguir tocando, porque se les hizo agua la boca…
Farid era un excelente improvisador, se las inventaba en el momento…Y también bailamos para la audiencia, me acuerdo bailamos El Mar de Ray Coniff, que estaba muy de moda en ese tiempo…A mí me miraban y decía la gente : ahí está La Zarquita.
Lo que no le he contado es que mis papas se oponían a que fuera a Chalatenango, incluso mi hermano y mis hermanas se oponían, decía que iba a ser muy peligroso, porque Chalate era muy reaccionario, de derecha, pero yo en mis adentros me decía: “yo tengo que ir.” Era una cuestión de honor. Y siendo todavía una muchacha de 15 años desafié a mi familia y me fui a cumplir mi compromiso revolucionario… y ¿no ellos mismos me habían enseñado esas ideas? Me acuerdo que hable con Farid y me llegó a traer desde Usulután para que fuera.
Luego de la campaña del PAR, participe en el año 68 en la primera huelga de ANDES 21 de Junio, y luego en la campaña electoral de la Unión Nacional Opositora, UNO, que llevó como candidato al ingeniero José Napoleón Duarte. En el 72 intervienen a la U y capturan a mi hermano Alfredo y lo envían exilado a Costa Rica. Lo vinieron a capturar a esta casa, y se lo llevaron golpeándolo, sin zapatos…allá reside todavía.
El amor de mi vida fue Toño Sandoval
Me enamore del que fue candidato a Alcalde en 1963. Me llevaba 20 años pero me enamora locamente de él, fue el amor de mi vida, padre de mis tres hijas…progresista, simpatizante en esa época del PCS y ya para la guerra anduvo con el ERP. Yo no sabía que le gustaba a Toño desde los 13 años, él era amigo de mi hermano alfredo. Me ganó con sus atenciones, así me enamoro. Una vez me trajo una oveja bebe con un lazo rosado en el cuello, muy linda.
Lamentablemente nos separamos, luego que regresó de un exilio político en Guatemala 1973, ya regresó cambiado con una mujer de derecha. Ya tenía yo a Celia Ester. Pero fuimos novios eternos, no quisimos mucho, pero no pudimos vivir juntos. La última hija nació en Costa Rica en 1982. A sus hijas y mis hijas las eduque en el amor a la justicia, con los pies en el suelo, hoy son profesionales , las crie con amor a los pobres porque soy revolucionaria y moriré siendo revolucionaria, orgullosa de luchar por los demás sin nada a cambio. Ah y en 1971 hicimos con Toño un viaje maravilloso.
Un viaje en moto desde Nicaragua hasta Argentina. Y de ahí en moto de regreso de Argentina viajamos a Chile. Y en el transatlántico Donizzetti de Valparaíso a Panamá. Tres meses estuvimos viajando y amándonos.
En los años 80 me vi obligada a abandonar el país por la persecución política y porque intervinieron de nuevo la U, y ametrallan a mi hermano Manuel Pineda Dubon, que andaba con el FAPU y tenían tomada las instalaciones de la U. Le dio el tiro de gracia un militar de la segunda brigada de infantería de apellido Pineda, hermano de Aniceto Porsisoca. Entonces un militar nos avisó que nos iban a llegar a matar y me fui para Nicaragua, nos fuimos huyendo, dejamos abandonada esta casa.
Me incorpore allá a la solidaridad con las luchas del pueblo salvadoreño, me acuerdo trabaje con la esposa de Chanti Ruiz, una compañera chilena que ya murió, Blanqui… Recibíamos educación revolucionaria de Miguel Mármol que me acuerdo que siempre aconsejaba que “un revolucionario debe de andar siempre ordenado” porque la gente se fija como nos vestimos, como hablamos, como nos comportamos y debemos ser siempre ejemplo.
Hacíamos actividades, y vendíamos artesanías salvadoreña, me acuerdo que mi hija Celia Ester, bien chiquita, pero me ayudaba a vender…Una vez pasó Daniel Ortega a una de nuestras ferias y se interesó, se le quedo viendo a un pirograbado del Che, y con mi hija, pensamos y nos dijimos: ¿se lo damos? Y así lo hicimos y él lo agradeció. A ella le gustaba mucho como hablaba y como era Tomas Borge, el Ministro del Interior. También los sábados hacíamos y vendíamos pupusas en la UNAN.
También me incorpore en Nicaragua a las Milicias Populares Sandinistas y llegue a ser oficial. También pertenecí a los Comités de Defensa Sandinista. Cuando en 1981 llega Fidel Castro a Nicaragua, con mucho orgullo puedo contarte que participe de su seguridad como miliciana…
Luego de los Acuerdos de Paz regrese a mi patria, Santa Ana. Soy una apasionada de recuperar la memoria histórica de las luchas populares. Y rescatar la memoria histórica de héroes y heroínas, y mártires y martirezas de la guerra en El Salvador , incluso soy responsable aquí de la Memoria Histórica en el FMLN. Concluyo diciéndole que en mi vida siempre ha sido fundamental la revolución, la justicia social, la verdad, mi familia, la música, el arte.

Luche por los intereses de la clase obrera salvadoreña…

Luche por los intereses de la clase obrera salvadoreña…Entrevista con José Antonio Morán Mendoza

SAN JOSE, C.R. 28 de diciembre de 2017 (SIEP) “Luche por los intereses de la clase obrera salvadoreña, a eso dedique mi vida…” manifiesta con alegría el revolucionario José Antonio Morán Mendoza, de 75 años, originario de Santa Ana y experimentado dirigente sindical y comunista salvadoreño.

Nos comparte que “mi papá participó en el movimiento indígena de 1932, en el levantamiento, su nombre era Silvestre Antonio Morán, fue capturado y le quebraron las costillas de un balazo. Por eso mi papá siempre mantenía viva la memoria subversiva y nos contaba del levantamiento del 32, nos hablaba del revolucionario cubano José Martí, y que para la libertad solo había dos caminos: o pagar su precio o resignarse a vivir sin ella.”

“Nos hablaba que cuando uno se metía en el mundo de la lucha por la justicia en esta causa se empeñaba la palabra y la vida, se empeñaban los huevos y había que ser fiel hasta la muerte.”
“Nací el 1 de junio de 1943 en Santa Ana. Fuimos trece hermanos y hermanas. Siendo muy pequeños quedamos huérfanos y manteniéndonos por nuestra cuenta. Y hubo personas que nos ayudaron mientras otras se aprovecharon de nuestra situación, como fue el caso de un cura que violó a una hermana, y lo mismo le paso a otra hermana en una iglesia evangélica.
De aquí nace mi aversión a la religión y a las iglesias, por eso es que soy ateo. Mi esposa se llama Ana Luz Molina. Y tengo cuatro hijos: Boris Ulises, José Vladimir, Paul Iván y Tania Patricia. He sido carpintero, zapatero, técnico textil, oficinista, chofer de autos y taxista.
Desde niño trabaje en el campo
Desde muy niño tuve que trabajar en el campo para ayudar a mantener a mi numerosa familia. Desde los 7 años se me encomendó trabajar una tarea, que es un cuadrante de tierra, una superficie de 10 varas cuadradas para arar o limpiar. Y hay que meterle la cuma, el azadón, el machete, Y te enfrentás con las culebras y las hormigas bravas que se te suben al cuerpo. O se parecen las serpientes llamadas bejuquillos en los ríos.
Cerca de la casa de nosotros vivía un señor blanco, que se dedicaba a hacer muebles, y yo siempre me detenía ver cómo era que los hacía, y una vez me pregunto si no quería aprender el oficio, que si quería ser carpintero, y yo le dije que sí, entonces me explicó que él era profesor en una colegio técnico, que tenía me acuerdo en el logo un yunque y un martillo.
Para ese entonces estaba estudiando tercer grado y tenía nueve años. Cuando me vieron en el colegio técnico dijeron que estaba muy pequeño pero logre convencerlos que me hicieran una prueba. La prueba consistía en que les respondiera preguntas sobre reglas de matemáticas, geometría, tonelajes y tuercas. Pensaron que no la iba a pasar pero resulta que estudiaba en la escuela nocturna y precisamente tenía los apuntes de esas materias, los cuales estudié rigurosamente y logre pasar la prueba. Y me convertir en estudiante del Colegio Técnico INPI.
Por esos años hubo dos acontecimientos que influyeron fuertemente en mi vida. El primero fue el triunfo de la Revolución Cubana el 1 de enero de 1959. Ya para entonces era carpintero graduado, aunque joven, de 15 años. Me había graduado a los 14 años.
Me acuerdo cuando obtuve mi primer trabajo en una fábrica de muebles, de puertas y ventanas. Llegue y busque al dueño y le pedí trabajo y me respondió que él no necesitaba aprendices sino carpinteros. Le dije que yo era carpintero y soltó la carcajada y lo mismo se rieron los demás carpinteros, ya viejos, burlándose de este bicho. Y eont4omces el dueño del taller me preguntó que sabía hacer. Y le respondí: lo que Usted me ponga a hacer. Y me dice: no seas tan rajón. Y le respondo que ¿por qué dice eso? Vaya –me dice- haceme una silla de vano de pilarcillo.
Y los demás se secreteaban pensando que ni sabía de qué estaba hablando el maistro. Por cierto al taller le decían el “taller de los Micos”, mal apodo que tenían los dueños. Bueno, saque mi metro tranquilamente y empecé a tomar medidas y a hacer los cortes ante la mirada sorprendida de todos ahí. Hasta dibuje un plano en mi cuaderno de notas. Y efectivamente hice el mueble solicitado. Si yo era de escuela. Y ante la evidencia el dueño del taller no tuvo otra que contratarme.
Después pasé a otro taller, esta vez de muebles acolchados, otra experiencia laboral. Ahí éramos alrededor de 70 obreros, grande el taller, me acuerdo del lema publicitario: “Muebles Bonalco, Salvadoreños como el Izalco.” A mediodía, durante el almuerzo nos poníamos a escuchar las noticias trasmitidas por Radio Rebelde, éramos partidarios la mayoría de carpinteros del Ejército Rebelde y de su líder Fidel Castro.
Una vez despidieron injustamente a un compañero nuestro a un carpintero, y entonces a alguien se le ocurrió que buscáramos para asesorarnos a un carpintero que tenía experiencias en asuntos sindicales y que incluso había participado en el levantamiento del año 32. Y fue entonces que fui a buscar y conocí al legendario Virgilio Guerra, dirigente santaneco del Partido Comunista. Virgilio tenía una venta de madera y productos de carpintería. El me dio un papelito y me dijo: vaya este lugar ahí lo van ayudar. Me mandó para el local del Sindicato de la Industria de la Construcción.
Fui y les explique el problema que enfrentábamos y me propusieron que nos organizáramos para resistir los ataques de la patronal, que creáramos la seccional del Sindicato y así ellos podía llegar a asesorarnos y a explicarnos los beneficios de estar unidos, organizados. Esta fue mi primera charla de educación sindical. Te estoy hablando de los años 1959-1960, en esa época se vivía la euforia causada por el, lanzamiento del primer Soyuz, la nave espacial soviética, todo mundo decía con admiración: ¡Qué vergones esos cabrones rusos!
Conocí al Che cuando no era todavía el Che
Una vez fui a hacer mostradores en la finca Las Cruces, propiedad de Armando Tomás Monedero, esto fue en tiempos de cosecha de café, y estando ahí trabajando se apareció un muchacho y Don Armando me dijo: siéntase tranquilo que este muchacho es muy buena gente. Al preguntarle el nombre me dijo: soy argentino, me llamo Ernesto Guevara. Pero todavía no era el Che pero después iba a ser el Che. Se interesó por lo que estaba haciendo. Ese medico paliducho que entonces conocí llegaría a sr el Che que peleó al lado de Fidel en la Sierra Maestra y luego moriría en Bolivia.
Regresando a la historia, hicimos una asamblea y organizamos el sindicato en la fábrica. Y cuando cumplí los 18 años pude integrarme a la Junta Directiva del Sindicato de la Construcción. Fue toda una experiencia. Como directivo sindical atendía los departamentos de Santa Ana, Ahuachapán y Sonsonate, y así fue adquiriendo experiencia, destrezas que solo las dan el tiempo y la práctica. Y me dedique a formarme políticamente, leía La Verdad, órgano del PCS, y un boletín sindical de nombre Voz Obrera. Y así fui creciendo sindicalmente y políticamente, habituándome a la lectura. Y estudie hasta sexto grado en la escuela nocturna.
Fue por ese tiempo que me reclutaron para la Juventud Comunista. Me acuerdo que a la célula llegaba a atendernos Roque Dalton, que era muy chistoso. En mi célula estaba Diógenes, que era hijo de Antonio Gonzalez, fundador del PCS en Ilopango en marzo de 1930. Toda su familia era del PC. Carlos Solórzano, conocido en el mundo de los carpinteros como “El Rostro Impenetrable” por una famosa película de Marlon Brando de esa época. Y es que en realidad era bien feíto.
Por esa época como Vanguardia de la Juventud Salvadoreña contribuimos a la formación del FUAR sección Santa Ana, que la coordinábamos junto con Diogenes y Eduardo Camporreales; la Columna Campesina dirigida por Mariano Carranza; la Columna Estudiantil por Dagoberto Marroquín y Jorge Vargas. Hacíamos sesiones para aprender el manejo de armas, de diverso tipos de armas incluso una escuadra ametralladora.
A los 17 años, en octubre de 1960 soy juramentado por Eduardo Camporreales para ingresar al Partido. Ese mismo año caí preso. Sucede que le trabajábamos a la mueblería de Salvador Arce Zablah, que quedaba en Santa Tecla. Y fuimos a dejarle unos muebles y coincidió con el golpe de estado de ese año. Y nos detuvieron tropas del ejército y nos acusaron de revoltosos. Nos llevaron al cuartel y luego de una golpiza nos pusieron en libertad. Fue mi primera captura.
La siguiente captura fue cuando vino al país el presidente gringo Lindon Johnson. Le organizamos un recibimiento con pintas y mantas. Entonces la embajada gringa quedaba en el centro. Me acuerdo que participaba Mario Moreira, que era presidente de AGEUS. Participábamos en la protesta estudiantes y obreros. Nos capturan y nos llevan a un lugar aparatad allá por MOLSA y nos golpean y luego nos sueltan. En esa época los cuerpos de seguridad todavía no desaparecían a los opositores.
En 1964 participo en el V Congreso del PCS. Me acuerdo que en la comisión organizadora estaba Raúl Castellanos Figueroa y Rafael Aguiñada Carranza. Y por Santa Ana participamos Marianito (Carranza), Virgilio, Eduardo.
Entre los acuerdos tomados me acuerdo que estaba que el Partido debía convertirse en un aglutinador de las masas populares, desarrollarse en el seno de la clase obrera, crecer en el campo, potenciar a la Juventud, fortalecer el movimiento obrero y crecer, reclutar más comunistas. En la Comisión de Organización queda de responsable el Chele Aguiñada. Me acuerdo que uno de los debates era el de la necesidad de que los compañeros que estaban en la producción pasaran a formarse como cuadros militares.
Había en el Partido también profesionales. Me acuerdo de Luis Ernesto Acevedo, fiscal de la UES que era colaborador nuestro. De Gustavo Adolfo Noyola, que era camarada y fue secretario general de la UES.
Se hablaba también de influir en empresas y constituir grupos tácticos y grupos estratégicos. Por lo estratégico nos referíamos a organizar a las principales empresas del país, a los trabajadores de telecomunicaciones, energía, agua, el transporte, etc. Y por tácticos a empresas del sector textil, alimentos, bebidas, etc. La UTF era un sindicato clave, poderoso, los ferrocarrileros y era conducido por nosotros, por el Partido. Y había la visión etapista que después de la lucha de masas venía la lucha armada.
Reclute para el PCS a Dagoberto Gutiérrez
En determinado momento me volví funcionario sindical, abandone la producción para dedicarme al trabajo sindical y partidario. Me esmere en estudiar sobre Métodos y Sistemas Organizativos. Y ya pasaba bastante tiempo en san salvador, pero también hacía trabajo partidario en santa Ana, incluso reclute a varios cuadros del Partido, incluyendo a Dagoberto Gutiérrez, que era de Chalchuapa pero estudiaba en Santa Ana y después se volvió un destacado dirigente comunista.
El avanzó mucho porque se fue a estudiar a la Unión Soviética, allá lo formaron. También por esa época organizamos una Escuela de Educación Sindical y tuvimos la visita y participación de Salvador Cayetano Carpio, Schafik Handal, Raúl Castellanos Figueroa, Rafael Aguiñada Carrranza, Alfredo Acosta (constructor y carpintero) y otros. Para esa época bromeábamos mucho. A Delfino Perez lo jodíamos porque en su modo de hablar trataba de imitar a Schafik yle decimaos “Chafino.” Al viejo Edito Genovés le decíamos “Burro de Años” o “Tía Cabra.” A Carpio le decíamos Chambacú, como la canción.
En 1967, en mi calidad de secretario de organización de la Federación Unitaria Sindical, FUSS participe activamente en las jornadas huelguísticas de abril de 1967, que incluye la huelga de los trabajadores de Acero allá en Zacatecoluca, y lo hice junto con otros compañeros, entre estos Salvador Cayetano Carpio, que era el encargado de Educación.
Ya para ese entonces estaba el debate sobre si era adecuado o incorrecto la militarización del movimiento obrero y como resolver el problema de la formación de cuadros militares dentro del movimiento obrero. Me acuerdo que para esa época Salvador o Chamba como le llamábamos era muy enfático en la necesidad que como obreros comunistas rechazáramos la religión.
Me acuerdo que una vez que impulsamos la organización de los trabajadores de IMACASA, una fábrica de implementos agrícolas, fuimos con José Dimas Alas, que era secretario general de la FUSS, y al llegar allá, un obrero de IMACASA le grito emocionado: Hola Cutuyeya. Nos sorprendimos al descubrir que se trataba de su primo de nombre Secundino Ardón, y que se habían criado juntos allá en Chalatenango y Cutuyeya se refería a que cuando niño así decía por decir “costurera”. A Cutuyeya después Carpio se lo llevó para formar las FPL.
Por ese tiempo también participamos en la campaña del PAR que llevaba como candidato a la presidencia al Dr. Fabio Castillo. Anduvimos de pueblo en pueblo haciendo campaña de una plataforma de cinco puntos, en el que sobresalía el de realizar una reforma agraria, que en aquella época era un tema explosivo. Esta campaña política tuvo como base el movimiento huelguístico de ese año 1967, que fue muy intenso.
Y fue a partir de esta experiencia electoral que pudimos como Partido iniciar pláticas con los socialcristianos del PDC dirigidos por Duarte y los socialdemócratas del MNR dirigidos por Guillermo Manuel Ungo, para luego formar la Unión Nacional Opositora, UNO y derrotar en la urnas a la dictadura militar, en 1972 y 1977. Y en Santa Ana ganamos el consejo municipal e incluso fui regidor.
Y también fui candidato a diputado pero aunque la mayoría me apoyaba, la dirección del Partido nos impusieron a Alfredo Acosta, esa era la línea nos dijeron…Pero debo reconocer que esta experiencia electoral me ayudo a desenvolverme, aprendí a hablar en público en las concentraciones populares, “pico de oro” me decían por lo fogoso de mis discursos.
Con Carpio debatimos bastante sobre el rumbo del movimiento obrero y las formas de lucha. Él era dirigente de sindicato del pan. Era un poco egocéntrico y necio. Aunque también un gran luchador social, hay que reconocerlo, fue su mérito personal…
En este año 1967 soy capturado por la Guardia Nacional y paso encarcelado tres meses. Y soy víctima de torturas físicas y psicológicas. Me acusaban de comunista. El director de la “benemérita” era el Chato Casanova.
En San José, Costa Rica
En 1968 fui nombrado para representar al movimiento obrero salvadoreño en un Congreso de Unidad Sindical Centroamericana que se celebró en San José, Costa Rica. Y hable con mi estilo combativo, de choque, porque así hablábamos en El Salvador, y esto no le cayó en gracia a Manuel Mora, el dirigente de los comunistas ticos que me acusó de practicar un “discurso incendiario”, desde entonces no les caí bien a los del Partido Vanguardia Popular.
Ah y fíjate que cuando llegue a San José en el aeropuerto me detuvieron y me interrogaron y traía una carta de Raúl Castellanos Figueroa para Manuel Mora y me la tuve que comer, me la tuve que tragar, suerte que era de papel cebolla. Conocí a Elena Mora, que era hermana de Raúl y vivía en Costa Rica, esposa de Eduardo Mora. Este me llegó a saludar también peor lo sentí falso.
En 1969 se recibe una invitación para asistir a un Congreso de la Federación Sindical Mundial en Moscú. El Partido eligió a su candidato, se trataba de Dimas Alas, que era el “niño bonito” de Carpio. Carpio siempre se rodeaba de un grupo de seguidores. Dimas era linotipista. Pero nos plantamos como movimiento obrero y termine asistiendo. Yo había sido fundado de la FUSS en 1965. Como detalle te cuento que también asistieron a ese primer congreso representantes del Sindicato de Pilotos Aviadores de El Salvador.
Estuve en Moscú y ya ahí recibí una invitación de la CGT para visitar Francia y de los sindicatos británicos para viajar a Inglaterra. Los camaradas soviéticos admiraban el ardor con que defendía mis posiciones en favor de los derechos de la clase obrera. Ahí conocí al chileno Luis Corvalan que me increpo por mis actitudes antimilitaristas. No se imaginaba, en las vueltas que da la vida, lo que le tenían preparado los militares chilenos a su pueblo y su mismo partido.
Al regresar de la Unión Soviética volví a caer preso en la Guardia Nacional, esta vez por sindicalista. Pero logre fugarme, porque resultas que practicaba judo y me había adelgazado bastante, y logre pasar por los barrotes y salí normalmente…Ah, fíjate que en 1986 de nuevo invitado por los sindicatos soviéticos volví a visitar a la URSS. Esta vez por un camarada uruguayo, el líder sindicalista Marcelo Pineto, de la FSM, que incluso vino a visitarnos acá a El Salvador. Él me decía me acuerdo: “vos so esperanza para nuestros pueblos.”
En 1971 en un pleno del comité central del Partido me absorbieron para este organismo y pase a formar parte de la Comisión Nacional de Organización. Y me desplazaba a la zona oriental, organice a los pescadores de Cutuco, forme sindicatos en los algodonales, la base social del Partido se había ampliado y penetramos el oriente del país, en particular Usulután. En las discusiones al interior de la dirección del Partido impugne a dos compañeros lo que me trajo diversos niveles de aislamiento.
Impugne a Roberto Castellanos Calvo, “Boca de Trapo” , lo acuse de ser un borracho empedernido; y también a Mario Aguiñada, acusándolo de farsante y falso, irrespetuoso, esto me valió que su hermano, el Chele, Rafael Aguiñada dejara de estimarme. Y lo mande a comer mierda, a los dos. Pero así soy yo, de una sola pieza. Las verdades las digo a la cara y no reparo en consecuencias. Pienso que así debe de ser un revolucionario, un comunista, sincero, autocrítico, así fui educado políticamente.
Captura y expulsión a Guatemala en 1973
En 1973 después del 1 de mayo fuimos capturados 22 comunistas por la Guardia Nacional y fuimos torturados y luego expulsados hacia Guatemala, a las garras de la Mano Blanca, un escuadrón de la muerte chapín de los primeros. Te pintaban una mano blanca en tu puerta y era una condena de muerte. Cuando me capturan ando leyendo Los Condenados de la Tierra de Franz Fanon. Estuvimos presos en los sótanos más recónditos de la policía. Y al final tuvieron que liberarnos porque logamos comunicarnos con nuestros compañeros guatemaltecos.
En la capital chapina nos teníamos que reportar a las 6 de la mañana, 112 del mediodía y 6 de la tarde en el cuartel de la policía. Y logramos contactarnos con los camaradas del PGT y se levantó una campaña mundial para exigir nuestra libertad. Hubo una carta exigiendo nuestra libertad que fue firmada por Pablo casal, Pablo Picasso, la actriz Gina Lolobrigida y su esposo, el músico Mikis Teodorakis. Entre los capturados estaban Lito Sandoval Luna y su hermano; un obrero de apellido Polanco, Reginaldo Hernandez, el Flaco Quezada. Y nos pusimos a luchar luego porque el gobierno guatemalteco nos concediera el derecho de asilo.
Pero en realidad lo que queríamos era ganar tiempo para organizar nuestro regreso al país. Y así fue. Les solicitamos a los policías que queríamos ir a confesarnos a la iglesia y a diez de los 22 presos políticos nos permitieron ir. Pero ya nuestros compañeros guatemaltecos habían organizado la fuga y tenían listo el transporte que nos conduciría a la frontera y así fue efectivamente.
Regresamos a la patria, regresamos a la lucha. En mi caso me quede unos días en San Cristóbal, todavía en Guatemala, porque tenía unos conocidos ahí. Y luego me metí a El Salvador y me unos días estuve clandestino. Luego me reincorpore a mis actividades sindicales y políticas, volví a la legalidad. Nuestra fuga causó un gran alboroto en Guatemala.
Fíjate que a mí me mataron los escuadrones de la muerte a 13 familiares, por eso yo no perdono ni mierda a esos asesinos, tiene que haber justicia…
En 1986 fui representante del FMLN-FDR en Costa Rica. Ese mismo año, luego de 26 años de militancia partidaria, y con una visión crítica de su práctica política, presente mi renuncia irrevocable al Partido Comunista de El Salvador, PCS.-

Realizan en El Salvador XV Encuentro de Catedras Martianas

CIUDAD UNIVERSITARIA, 23 de noviembre de 2017 (SIEP) “Es un gran honor para nuestra Universidad de El Salvador ser sede de este XV Encuentro Internacional de Cátedras Martianas, expresó el Lic. Vicente Cuchillas, Decano de la Facultad de Ciencias y Humanidades de la Universidad de El Salvador.

Por su parte el Lic. Guillermo Campos, Jefe del Departamento de Filosofía y uno de los organizadores de la actividad, indicó que “esta actividad forma parte del esfuerzo que como UES estamos realizando por promover un pensamiento emancipador latinoamericano, que ilumine la lucha por la transformación de nuestras sociedades.

La actividad contó con las Conferencias Magistrales impartidas por el catedrático mexicano de la UNAM, Dr. Adalberto Santana, que verso sobre “Francisco Morazán y José Martí: el pensamiento de la integración latinoamericana” y por el Dr. Ibrahim Ferrer, del Centro de estudios Martianos de La Habana, con el tema: “José martí: guerra sin odios.”

Por Nicaragua participan el Dr. Jorge Dimitrov Escalante, y la Maestra Tamara Iveth Pérez, ambos de la UNAN-Managua, con el tema “Descolonización y Segunda Independencia en Martí.”
Entre los ponentes salvadoreños se encuentran Jeimy Magaña, que tratará el tema “Martí y la emancipación de la mujer”; José Alfredo Pineda Dubón, con el tema “José Martí: Segundas Independencia y Soberanía de Nuestra América”; Raúl Martínez con el tema: “Legado histórico de José Martí en la Revolución Salvadoreña” y Roberto Pineda, con el tema: “Martí y la Revolución salvadoreña.”
Roberto Pineda indicó en su intervención que “es un gran privilegio participar en este XV Encuentro de Cátedras Martianas, para nosotros como salvadoreños hablar de Martí no es un tema académico, es un tema político, y es un tema hasta emocional, porque Martí es Cuba, Martí es Fidel, martí es el Che, Martí es el Granma; Martí es la Sierra Maestra; Martí es la dignidad latinoamericana y caribeña; Martí es el socialismo a 90 millas del imperialismo…”
“Las ideas emancipadoras de Martí –agregó- junto con las de miles de luchadores sociales, con sus sueños, con sus esfuerzos, con sus victorias y derrotas, se juntan para formar el ideario de los procesos revolucionarios latinoamericanos, y cada nueva generación va dando su aporte.”
“Martí sufrió cárcel y destierro como las han sufrido los luchadores sociales latinoamericanos y caribeños. Y estas experiencias lo marcaron y contribuyeron a la construcción de sus ideas básicas, de sus planteamientos fundamentales. Martí con su palabra, con su vida y su muerte nos convoca al compromiso político con los pobres de la tierra.“
“Hay tres grandes ideas fuerza del pensamiento martiano que nos han acompañado en nuestro proceso revolucionario salvadoreño. La primera es su latinoamericanismo. Martí nos ensueño a pensar y sentir como latinoamericanos, como hijos e hijas de Nuestra América. Y fue este espíritu lo que impulsó a Farabundo Martí a incorporarse al Ejercito Defensor de la Soberanía Nacional, conducido por el General de Hombre Libres, Augusto Cesar Sandino, allá en las Segovias de ese hermano país.”
“Lo segundo es su antiimperialismo. Martí vivió en lo que él llamó las “entrañas del monstruo:” Y nos enseñó que únicamente podremos ser independientes en enfrentamiento constante y hasta derrotar al imperialismo yanqui, como el pueblo cubano lo hizo en Playa Girón. Y fue ese antiimperialismo el que guió al pueblo salvadoreño durante doce largos años de Guerra Popular Revolucionaria, enfrentado a la maquinaria y los planes elaborados en Washington.”
“Y lo tercero es su espíritu emancipador. Martí nos enseñó la necesidad de transformar nuestras sociedades. La necesidad de luchar por los intereses más sentidos de los sectores populares. La necesidad de acabar con las minorías que explotan y oprimen a nuestros pueblos…”
“Martí tuvo dos granes amistades salvadoreñas. El primero fue el general Carlos Ezeta, se conocieron en Nueva York en el exilio y ya cuando era presidente Carlos ayudó al movimiento independentista representado por el Partido Revolucionario Cubano, con armas y pertrechos militares. Carlos Ezeta fue presidente de 1890 a 1894.”
“Y hay una mujer, Ana Rosa Ochoa, que fue la secretaria de Alberto Masferrer, pensador de principios de siglo XX, y que tuvo una librería ubicada en el centro de San Salvador, llamada Claridad donde se vendía literatura subversiva, marxista y les estoy hablando de los años 40,50,60 del siglo pasado, en plena dictadura militar. Ella fue una gran Martiana, una admiradora del revolucionario cubano y vendía sus obras, las promovía….
“Deseo terminar con un verso de Martí que me sigue cautivando y convocando a la lucha: ¡Yo quiero cuando me muera, sin patria pero sin amo, tener en mi fosa un ramo, de flores y una bandera” finalizó Pineda.

Presentación de libro de Roberto Pineda en UES

CIUDAD UNIVERSITARIA, 21 de noviembre de 2017 (SIEP) “Es para nosotros un honor presentar este nuevo libro del maestro Roberto Pineda…” indicó William Gómez, dirigente de la Asociación de Estudiantes de Periodismo,. AEP, de la Universidad de El Salvador. El libro se titula Crónica de los Patriarcas. Poder oligárquico y capital transnacional en El Salvador, y fue editado por Ediciones Prometeo.

Por su parte Roberto Pineda explicó que “este es un esfuerzo por comprender la evolución del capital oligárquico que ha sido desplazado de la conducción del país por las corporaciones transnacionales, las cuales como nuevos dueños del país controlan en la actualidad la generación y distribución de energía, la telefonía, la baca y los seguros, los fondos de pensiones, el cemento, las líneas aéreas, etc.”

Hizo un llamado a los jóvenes asistentes a convertirse “en protagonistas de las transformaciones estructurales que demanda nuestra sociedad ya que cada nueva generación tiene el desafío de echar adelante los cambios, de dejar impresa su huella en la arena de la historia.”

Finalmente Pineda los exhortó a los jóvenes periodistas a “buscar temas y enamorarse de ellos, y darles seguimiento por años, este libro es expresión del seguimiento que le he dado a las clases y la lucha de clases de la sociedad salvadoreña, en este caso

CEM reproduce revistas Estrella Roja de FPL

CEM reproduce revistas Estrella Roja de FPL

SAN SALVADOR, 29 de agosto de 2017 (SIEP) “En el espíritu combativo de los coquimbos, revolucionarios de mediados del siglo XIX, seguidores del Capitán General Gerardo Barrios, fusilado por la oligarquía en un día como este en 1865, concluimos de reproducir los cinco números de la revista teórica Estrella Roja de las Fuerzas Populares de Liberación FPL “Farabundo Martí” , dignos herederos y herederas de las tradiciones revolucionarias antioligárquicas de este líder liberal morazanista…” indicó Roberto Pineda, Coordinador del Centro de Estudios Marxistas “Sarbelio Navarrete.”

Agregó que “este esfuerzo no hubiera sido posible sin la colaboración eficaz y generosa del Centro de Información, Documentación y Apoyo a la Investigación (CIDAI) de la Universidad Centroamericana “Jose Simeon Cañas” dirigido por la Licda. Verónica Guerrero.”

Explicó que “el primer número de la revista, publicado en enero de 1975, comprende valoraciones sobre táctica y estrategia, la clase obrera, los perfiles de la organización revolucionaria, el programa mínimo y máximo, las condiciones objetivas y subjetivas del proceso revolucionario y las alianzas de clase.”

“El segundo número, aparece en febrero de 1975 y se trata de la famosa Carta que las FPL enviaron a los sacerdotes progresistas, y cristianos en general, en la que desarrollaban una serie de aspectos sobre la teoría y la práctica revolucionaria de las FPL. Se realiza en la carta breve exposición de la línea de la organización; las FPL son una organización marxista-leninista; normas de organización y funcionamiento interno; órganos de comunicación con las masas populares; línea sobre las alianzas de clases; actitud ante la religión y sobre el clero progresista en el proceso revolucionario.”

“El tercer numero aparece en enero de 1976 y trata sobre la estrategia revolucionaria en las condiciones concretas de El Salvador, incluyendo rasgos básicos de la formación social salvadoreña, el carácter y el contenido de la revolución; características del nuevo Estado que surge con el triunfo de la revolución, y sobre las tareas específicas del gobierno popular revolucionario.”

“El cuarto numero de junio de 1976 trata sobre el Informe que Marcial (Salvador Cayetano Carpio) presenta a nombre del Comando Central (Co-Cen) al Primer Consejo Revolucionario de las FPL y que incluye los problemas surgidos en el proceso de desarrollo, antecedentes históricos, rasgos adquiridos por la organización, la semilla de futuras debilidades, y los principales escalones en el desarrollo de las FPL.”

“El quinto y último número de Estrella Roja, de junio de 1977, aborda los acuerdos de la II Reunión del Consejo Revolucionario de las FPL, incluyendo una amplia perspectiva y posición ante la situación internacional, y sobre aspectos de conducción del partido, de la fuerza guerrillera y miliciana, y del movimiento popular encarnado en el Bloque Popular Revolucionario, BPR.”
Concluyó Pineda que “con la publicación digital de estos materiales continuamos cumpliendo con los objetivos de divulgar el pensamiento marxista salvadoreño, representado en esta ocasión por una de las más poderosas organizaciones revolucionarias surgidas en el fragor de la lucha popular de nuestro país: las FPL. Adjuntamos los enlaces para estas cinco publicaciones.”
https://ecumenico.org/article/estrella-roja-de-las-fpl-no-1/
https://www.ecumenico.org/article/carta-de-las-fpl-a-los-sacerdotes-progresistas/
https://www.ecumenico.org/article/elementos-de-la-estrategia-revolucionaria-politico/
https://www.ecumenico.org/article/estrella-roja-no-5-junio-de-1976/
https://www.ecumenico.org/article/estrella-roja-no-5-junio-de-1977/

CEM reproduce documento del ERP de 1974: Grano de Oro de Rafael Arce Zablah

CEM reproduce documento del ERP de 1974: Grano de Oro de Rafael Arce Zablah

SAN SALVADOR, 10 de agosto de 2017 (SIEP) “En el fragor de la batalla ideológica librada por la izquierda salvadoreña durante toda la década del setenta del siglo pasado, surge desde las filas del Partido de la Revolución Salvadoreña-Ejército Revolucionario del Pueblo, PRS-ERP, un importante esfuerzo teórico realizado por uno de sus fundadores, por el estudiante universitario Rafael Arce Zablah en 1974, titulado Grano de Oro, que trata precisamente sobre el papel del café en la economía salvadoreña…” explicó Roberto Pineda, Coordinador del Centro de Estudios Marxistas “Sarbelio Navarrete.”
“Con esta publicación, – explicó Pineda- como CEM continuamos en el cumplimiento del compromiso que adquirimos públicamente, de divulgar física y digitalmente las obras principales del pensamiento marxista salvadoreño e internacional. La obra teórica de Amílcar, además comprende el folleto de 1972 titulado ¿Es tu arma el voto? y fascismo y revolución social, de 1975, que esperamos también reproducir.”
Inicia GRANO DE ORO planteando que “la renta del suelo puede ser absoluta o pue¬de ser diferencial. Es renta diferencial si el dueño del terreno se apropia mediante el contrato de arrendamiento de toda o parte de la sobre ganancia, dejándole al arrendatario el beneficio usual y parte o nada del beneficio extraordinario. Es ren¬ta absoluta si el arrendatario, para pagar el alqui¬ler del terreno, se ve obligado a aumentar el pre¬cio de venta (precio comercial) del quintal de maíz, pues, o bien no ha logrado ninguna renta diferencial, o no puede con ella pagar el alquiler del terreno, no quedándole otra alternativa que aumentar de precio de ventas o precio comercial para obtener su ganancia media y pagar las de¬mandas de rentas al dueño del terreno.”
Nos comenta que “mientras el “rey de la oligarquía salvadoreña” Francisco de Sola, estuvo retenido por fuerzas del ERP en una cárcel del pueblo, tuvo oportunidad de conocer este análisis. A pesar de su confesada incomprensión de la economía marxista, confirmo datos vertidos en este material: en particular los relativos a la incuestionable posición de monopolio de Brasil (un tanto auxiliado por Colombia) y al hecho de que, en el país, es la medida de 30 qq. Por manzana la que predomina como cálculo para establecer la rentabilidad de un cafetal por parte de los cultivadores.”
Afirma que “en los análisis del modo de producción capitalista Marx contempla la existencia de la clase terrateniente como una clase parasitaria del régimen de producción capitalista. A su vez, considera como excepcional la coincidencia del capitalista y el terrateniente en una sola persona, en base, por supuesto, al desarrollo histórico concreto que sirve de base a su análisis.”
Explica que “a partir de la independencia, y con ella, se consolida la producción añilera. La situación aquí es bastante clara: se trata de un capital comercial que mediando entre la producción y el mercado internacional subordina a la producción sin transformar las condiciones que en ella imperan. Es decir, que su ganancia proviene básicamente de la operación comercial, por lo que no necesita transformar las relaciones de producción pre capitalistas en capitalistas. De esto no se deriva el carácter predominantemente capitalista que ha querido atribuirse a dicha sociedad, puesto que aun habiendo ciertas formas de capital, está ausente la relación de producción capitalista.”
Señala que “nos queda por analizar las variaciones que a tra¬vés de la historia del país sufre el papel de la ren¬ta diferencial en la estructura económico social salvadoreña y su inserción en el sistema económi¬co mundial. Es claro que solamente destacaremos de mane¬ra esquemática los rasgos esenciales, sin detener¬nos en un análisis detallado.”
“Fundamentalmente dividiremos el proceso histórico – enfatiza- en dos períodos, aparte del período de formación de la caficultura a la que ya nos referimos anteriormente. Se trata de los períodos comprendidos entre principios del siglo hasta 1950 y aproximadamente una fase de transición hasta 1962; y el período que va de esta fecha a la actualidad. Esta división en el tiempo es sólo una expresión aproximada de va¬riaciones en el desarrollo económico a nivel global, en el cual consideramos decisiva pero no única, la cuestión del destino económico de la renta diferencial.”
Considera como rasgos del primer periodo el “predominio casi absoluto de la producción cafetalera dentro de la economía del país, con implicaciones a nivel social similares a las que hasta aquí hemos analizado cuan¬do veíamos sólo la producción cafetale¬ra. Con la década del 50, y el régimen de Osorio se inicia el galopante y brusco ciclo expansivo de la renta diferencial arrojando en pocos años sobreganancias. Este ciclo es parte de la expansión imperialista norteamericana de la posguerra. Con este proceso, se produce una notable recuperación “pacífica” de la hegemonía oligárquica, pues el café “vuelve a demostrar su capacidad para vitalizar la economía”.

Como rasgos del segundo periodo para 1962-1967 señala los de un “nuevo impulso de la orientación imperialista hacia la inversión en el exterior. Esta necesidad, junto con la de neutralizar políticamente los efectos de la revolución cubana, se realizan en América Latina a través de la “Alianza para el Progreso”, unido al “impulso del Mercado Común Centroamericano permitieron cierto desarrollo industrial manufacturero.”
Concluye Zablah que “sólo una alternativa no capitalista puede responder a las actuales exigencias históricas. Para esto, la historia plantea con redoblado fuerza la exigencia de la irrupción violenta de las masas en ella para tomar en sus manos, de manera definitiva, su destino. Esta revolución social sólo puede desembocar en una revolución proletaria que en un proceso de construcción socialista resuelva, a la vez, los fracasos históricos del capitalismo dependiente.”