RESUMEN DEL LIBRO SOBRE RAZON PATRIARCAL
Celia Amorós (1990):
Hacia una crítica de la razón patriarcal. Editorial del hombre – Anthropos-. Buenos Aires.
TEMA 1.1. RASGOS PATRIARCALES DEL DISCURSO FILOSÓFICO. NOTAS DEL SEXISMO EN FILOSOFÍA.
La creación de libros, textos, documentos filosóficos es obra de hombres y esto es considerado, según Celia Amorós como una trivialidad. Para hablar de trivialidad en los textos filosóficos, hay que hacer un análisis. Los filósofos actuales, están elaborando o reelaborando materiales nuevos tomando como fuentes bibliográficas del pasado, que tienen gran fuerza sexista con discriminación hacia las mujeres.
Esto lo refleja Amorós en su libro diciendo: “A su vez, la ideología sexista está en unión de una organización social discriminatoria – de una u otra forma, en distinto grado, pero que constituye un hecho universal-para el sexo femenino”. (pp.22).La ideología sexista en filosofía se centra en estos dos aspectos:
Una de las finalidades del discurso filosófico femenino, es empleado para excluir a la mujer en muchos ámbitos de la especie humana, intentando limitarle el campo de actuación.
Otra finalidad, es que la mujer no tenga mucha intervención en la elaboración de textos filosóficos para así no influir en la autoconciencia que se genera en la mujer desde la filosofía.
1.1 EL SUJETO DEL DISCURSO FILOSÓFICO.
Es importante señalar que no son todos los hombres los que emplean el discurso filosófico como medio de discriminación del sexo femenino en la sociedad. Pues es una parte de ellos, pertenecientes a una clase social determinada los que están difundiendo valores sobre la mujer para concienciar a la sociedad. Con todo esto, lo que se pretende es incorporar la legitimación sobre las ideologías que están promulgándose en los textos.
El pacto entre varones para la difusión de las ideologías sobre las mujeres en el terreno filosófico parece ser real. La selección de los filosóficos, es el método empleado para pertenecer a este grupo generador de valores y normas que se van aceptando socialmente.
Debemos prestar atención a lo que dice Celia Amorós: “Se dirá que el análisis que hacemos las feministas del patriarcado es una hipóstasis, que partimos de una sustantivación de los atributos-prerrogativas del género masculino como si todos los varones los poseyeran por igual.” (pp.26).
Una línea más adelante, señala lo siguiente. “Ciertamente, no puede decirse sin más puntualizaciones que sea el varón el sujeto del discurso filosófico, pero si que el discurso filosófico es un discurso patriarcal, elaborado desde la perspectiva privilegiada a la vez que distorsionada del varón, y que toma al varón como su destinatario en la medida en que es identificado como el género en su capacidad de elevarse a la autoconciencia”. (pp27).
Según esta autora, los filósofos se apoyan mutuamente unos a otros y difunden unas ideologías en sus libros donde se defienden colectivamente. La función básica es buscar el beneficio e intereses de estos grupos y grupos hegemónicos y dominantes.
1.2 EL SEXISMO IDEOLÓGICO Y LA FILOSOFÍA MODERNA.
FILOSOFIA. SEXO MASCULINO O FEMENINO. DIFUNDE IDEOLOGÍASBASÁNDOSE ENLOS INTERESES DE CLASES HEGEMÓNICAS.PATRIARCADO.DIFUSIÓN DE VALORES, CONDUCTAS Y NORMAS.APOYO ENTRE LOS FILÓSOFOS.
Para determinar que el patriarcado y el sexismo existen en la filosofía, se podría analizar la historia. De este análisis, extraeríamos las ideologías difundidas desde los textos escritos y cuál era el sexo que los escribía.
Aristóteles, tenía dicotomías diferenciales como la siguiente:
Materia (atribuida a la mujer y que significaba pasividad y alogicidad) y
Forma (atribuida al hombre y su significado era de actividad, inteligibilidad). Esta autora, se centra más en el análisis de los filósofos actuales ya que, de lo contrario, habría que recorrer mucho tiempo en el pasado.
Se explica que la naturaleza es la encargada de predecir el sitio que debe ocupar cada sexo en un mundo social y civilizado, que las facetas a desempeñar están adjudicadas de antemano. Habla de Levi-Strauss y de su teoría que dice: “La mujer es por doquier naturaleza” (pp 31).Esta afirmación está poniendo a la mujer en una situación donde su labor en la sociedad va ligada a la natural, atribuyendo al sexo masculino la cultura.
Esta separando a ambos sexos según la función que deben desempeñar y esto no es correcto, porque ninguna raza, clase social o sexo debe nacer precintado, donde se indique cual será la función que deben desempeñar. Las funciones sociales no son hechos biológicos y no se debe infundir en la sociedad los roles que debe desempeñar cada sexo.
No obstante, si esto ocurre es el juego de la lotería, según nazcas hombre o mujer, tu faceta social, está preestablecida. Esto no es justo, porque de este modo, se está produciendo discriminación, opresión y puede que explotación como dice Celia Amorós. Para conseguir la igualdad de oportunidades, el sexo femenino tiene que tener tanto peso como el masculino en todas las actividades intelectuales y que no queden expuestas a la expectativa en un segundo plano.
Rousseau decía que la mujer por naturaleza, pertenecía al mundo interior y el hombre al exterior. Esto es puro machismo y no se puede dejar que la única labor de la mujer sea el amamantamiento de los niños/as, el cuidado de la casa sin posibilidad de implicarse en actividades externas al hogar.
Esta característica, es típica de la sociedad burguesa capitalista según indica Celia Amorós. Esta autora señala lo siguiente: “En una época en que todo el mundo era muy sensible a la exigencia de sus derechos naturales, resultaba particularmente eficaz enseñar a la mujer a concebir su propia subordinación como algo natural” (pp. 36).
Celia Amorós, comenta que en la obra de Rousseau, existen muchas paradojas y contradicciones y que además, su obra es difícil y complicada. Ante todo, debemos destacar la siguiente cita: “Pero, en lo que se refiere a su concepción de la mujer, la complejidad y la riqueza de matices se convierten en esquematismos y tosquedad en un discurso en el que no se sabe qué es lo que prima, si la chapucería teórica o el cinismo epistemológico.”
(pp. 36).
Estas concepciones entre otras, eran típicas de Rousseau y este pensaba, como dice Celia Amarós, que “Rousseau deduce de la menor fuerza corporal de la mujer, que ha sido creada para someterse al hombre y proporcionarle placer”. (pp. 38).
Sosteniendo también, que el hombre es más fuerte, siendo esto una estupidez para Mary Wollstonecraft. Kant decía lo siguiente: “Derecho personal de naturaleza real” (pp. 39).Esto viene sosteniendo que unos hombres y mujeres debían de estar a las órdenes de otros hombres, que se consideraban superiores a ellos. Aquí es donde reluce la sumisión de unos sujetos a otros. Para Kant, este derecho consiste en: “Poseer un objeto externo como una cosa y usarlo como una persona”. (pp. 39).
Esto era concebido en el seno de la familia como indica Celia Amorós, al señalar la obediencia y sumisión de hombre-mujer, padre-hijo. También era percibido en el medio salarial entre producción-proletariado. Como conclusión, destacar que se concebía a la mujer como objeto del hombre (esto lo señala también Aristóteles en su libro de La Política), que la mujer era utilizada en beneficio de los intereses del hombre y ella estaba sometida a las órdenes del macho.
Su función era la de proporcionar placer al hombre, de amamantamiento, cuidado de los niños y preocuparse de las tareas domésticas. La separación del trabajo intelectual o del cultural con el trabajo manual se llevaba a cabo entre ambos sexos, dedicándose el hombre al cultivo de la psique.
1.3 MEDIACIÓN E INMEDIATEZ, UNIVERSALIDAD Y SINGULARIDAD, INSCONSCIENCIA Y AUTOCONCIENCIA: LA ANTÍGONA DE HEGEL.
Hegel, en la Fenomelogía del Espíritu ha expuesto la dialéctica del amo y el esclavo que sirvió a Simone de Beauvoir en El segundo sexo como esquema de análisis de la relación hombre-mujer. (pp. 41). La Ley de Antígona se combina con la Ley divina, perteneciente al hombre y excluye a la mujer. Como dice Celia Amorós, sobre la ley de Antígona, la mujer tiene poco que ver con la Ley porque señala que la Ley es por excelencia Ley de padre. (pp. 42). Creonte, decía: “Mientras yo viva, no será la mujer quien me haga la Ley”. Según D. Janicaud, esta es una Ley cuasi natural, ya que se refiere a derechos y deberes que afectan al miembro de la familia. (pp.43).
La Ley divina dice que hay que enterrar al muerto para que no pertenezca a una Ley natural, para que su sepultura se afirme en el derecho de la conciencia como dice Celia Amorós. Celia Amorós comenta lo siguiente: “El concepto de naturaleza, por otra parte, aparece a su vez con las dos funciones ideológicas que antes diferenciamos: naturaleza en el sentido tradicional, como lo que no es cultura y la cultura debe reprimir, controlar y domesticar, y naturaleza en el sentido ilustrado, como orden que legitima y sanciona a su vez la adecuada distribución de los papeles entre la naturaleza y la cultura.” (pp. 46).
1.4 INDIVIDUO Y GÉNERO. LO CONCRETO Y LO ABSTRACTO.
El sexo al que pertenece la especie humana, va a determinar en un grado muy elevado su orientación y función dentro de una sociedad. Así lo indica Celia Amorós. “Por su parte, la distinción género-individuo cumple aquí un papel fundamental por su articulación orgánica con la oposición entre naturaleza y cultura. Siendo naturaleza en última instancia, la mujer no accede al estatuto de la individualidad, estatuto cultural por excelencia: la individualidad requiere un determinado desarrollo de la autoconciencia y un despegue de la inmediatez (….) que no puede lograr la esencia de lo femenino, compacta en un bloque de características genéricas en la que cada uno de sus ejemplares individuales es irrelevante en tanto que tal y carece de entidad en la medida en que no es representación del Género”. (pp. 47)
Teniendo en cuenta estos aspectos, en el hombre es en el cual recae la universalidad y la fuerza autoconsciente, como indica Amorós. Esto viene a ser el poder, el libertinaje, el mandato del hombre sobre la mujer, ya que si este accede a la cultura, cumpliendo la mujer una función social que le concierne a lo relacionado con las tareas del hogar y cuidado de los niños – función natural según Levi Straus y otros autores-, nunca tendrá una iniciativa propia ni libertad en su toma de decisiones porque siempre tiene dependencia del sexo masculino.
La mujer cumple otra función en la sociedad, que es la disposición sexual para el hombre según la apetencia de este último. Esto debe ser así, pero Celia Amorós, así lo constata en su libro afirmando lo que sigue: “Mientras que, para el hombre, una determinada mujer puede (y, por tanto, debe, o al menos, está justificado) ser objeto de deseo individualizado, no precisamente por su entidad como individuo, sino por el carácter individualizado de la apetencia del hombre, posible por la distancia que la autoconciencia introduce entre el sujeto y su propia apetencia”. (pp. 48)
Para Schopenhauer, la mujer también está a disposición del hombre. Ella se encarga de cumplir sus derechos para satisfacer al sexo masculino. Sobre este auto, habla Amorós cuando señala lo siguiente: “La mujer es la depositaria de, si bien, expresándolo en.” (pp. 49) La mujer ocupaba una posición social de servir al hombre para sus apetencias.
Si renunciaba a los derechos que le estaban encomendados desde que nacían, que no eran otros que ser “utilizadas” como producto fabricado y de uso para el hombre, eran tomadas como personas traidoras por renunciar a los derechos que debían cumplir. La mujer, constituía un conjunto monolítico en la sociedad. El pacto matrimonial, era el que determinaba las funciones que recaían sobre la mujer para cumplir con sus derechos de servidumbre al hombre.
Si la mujer rechazaba las funciones a las que se veían obligadas porque así se consideraban que debían de ser desde el enfoque de la naturaleza, estaba violando los pactos naturales, porque había unas preconcepciones, que iban pasando de generación en generación, persistiendo con el paso del tiempo.
Esto era, lo de servir como objeto en beneficio del hombre. Entonces, lo que ocurría era la existencia de un enfoque considerado como antinatural, porque no cumplía con sus obligaciones. Celia Amorós, destaca que la dicotomía de intuición-abstración, tiene que ver con la de mujer-hombre. La intuición perteneciente al sexo femenino y la abstracción (elaboración, mediación,…), al sexo masculino. Esta autora, hace una crítica de estas concepciones que se suelen asociar según el género perteneciente.
1.5 INMANENCIA Y TRASCENDENCIA; ESENCIA Y EXISTENCIA.
Celia Amorós habla del Diario de un seductor, un filósofo danés que dice lo siguiente: “La esencia de la mujer viene indicada justamente como gracia, expresión que nos recuerda la vida vegetativa; ella es como una flor, gusta decir a los poetas, y por último lo que en ellas hay de espiritual tiene algo de vegetativo. Ella entra en los límites de la naturaleza y es, por esto, libre más bien estéticamente. En un sentido más profundo, es liberada por medio del hombre.” (pp. 52)
Simone de Beauvoir, fue la primera mujer en escribir un libro donde critica el papel que ocupaba la mujer dentro de la sociedad. Para ello, tomo como referencia, escritos de Jean-Paul Sartre. Esta mujer, tomo como base las dicotomías preestablecidas como eran lo de sujeto-objeto, naturaleza-cultura, lo mismo-lo otro.
Celia Amorós, destaca lo siguiente sobre lo dicho por Simone de Beauvoir: “La hembra humana es un producto de la historia, lo que la humanidad ha hecho de ella. Pero ella … Por ello reivindica hoy en día . (pp.54) Simone de Beauvoir, es una de las piezas fundamentales contra la lucha sexista existente en las obras filosóficas. Sartre, a pesar de las críticas recibidas por esta mujer, siguió escribiendo, a partir de 1949 de forma discriminatoria en lo que concierne al sexo femenino.
TEMA 2. ¿FEMINISMO EXISTENCIALISTA VERSUS FEMINISMO ESTRUCTURALISTA? Notas para una reflexión sobre la crítica de Juliet Mitchell a Simone de Beauvoir.
La función del hombre era tener un esclavo, que le pertenecía y elaboraba todas las actividades y tareas solicitadas. Del mismo modo, buscaba una mujer que le servía como método de liberación de tensiones y la utiliza a como un objeto que proporcionaba relax. La esclavitud y el sometimiento de la mujer al hombre, son normas que se adquieren con la mente inconsciente, al igual que las otras normas, en la sociedad en la que vive inmerso una persona.
Según Celia Amorós, el inconsciente del que habla Freud en su psicoanálisis podría describirse como la reproducción de la cultura o ideología. Para Michael, el hombre no oprime a la mujer en tanto que macho: la mítica opresión originaria del macho en cuanto tal sobre la hembra jamás ha existido. (pp63).
En muchas ocasiones, hay sociedades que tienen asumido de que la mujer no debe cumplir un papel como objetos de intercambio. Sin embargo, son las clases dominantes las que insisten constantemente e intentan que la mujer, cumpla funciones de servidumbre para el hombre, tan tradicionales como el naturalismo. La mujer no puede ser considerada, en ningún momento, como símbolo del hombre, donde este se aproveche de ella y la utilice para aquellas tareas y actividades de la vida cotidiana de interés propio.
Hay que tener en cuenta, el tabú del incesto presente en muchos grupos sociales y en razas. Esto impide el aparejamiento entre personas de distintas razas. Esto está prohibido en el seno de muchas familias. Hay que buscar alternativas para luchar contra la imposición del patriarcado como elemento de gobernar la familia. El orden, la justicia, las normas, las tareas, las actividades, la resolución de problemas en el entorno familiar, debe ser resuelto por ambos sexos y no dejar que recaiga todo el peso sobre el sexo femenino. Estas características, deben ser observables por hijos e hijas y, ellos mismos, deben comprobar que no existen discriminaciones ni diferencias en el tratamiento recibido.
Celia Amorós, comenta lo siguiente al respecto: Desde un punto de vista teórico, en el que nos vamos a centra aquí, se trata, en la línea propuesta por Mitchaell, de dar una alternativa al patriarcado. A que el patriarcado se constituye, en un determinado nivel, como un orden simbólico, deberemos tener en cuenta y analizar las teorías acerca de su constitución y su sentido como tal para decidir de qué modo debe enfocarse la búsqueda de nuevos esquemas de mediación en la relación madre-hijo que no impliquen la opresión de un sexo por el otro. (pp.66)
Siguiendo esta línea que estamos abordando, Celia Amorós destaca lo siguiente: “Rosolato a puesto de manifiesto que la genealogía masculina es una institución específicamente cultural y se constituye como un orden simbólico estructurado en torno al nombre del Padre, que funciona como pivote del sistema. (pp. 67) El apellido del padre, siempre permanecerá en la familia de generación en generación. En cambio, el apellido de la mujer, se va perdiendo en el transcurso de las generaciones.
Este hecho, demuestra la existencia de una línea patriarcal que se está produciendo actualmente. Tanto niñas como niños, tendrán como primer apellido el del padre y este permanecerá eternamente, siempre y cuando en la procreación familiar, exista un varón.
TEMA 3. ¿HEREDAS O DESEHEREDADAS? NOTAS PARA UNA CRÍTICA DE LA RAZÓN PATRIARCAL.
3.1. EL PROBLEMA DE LA CAPTACIÓN DE Y LA NECESIDAD DE LA DECONSTRUCCIÓN DEL PATRIARCARDO.
Celia Amorós empieza diciendo lo siguiente en esta parte de su libro: “El oprimido parece estar condenado a no saber de sí mismo sino bajo la forma de la falsa conciencia”. (pp. 72) Esto es verdad en todas las esferas de la vida. Una persona debe gozar de libertad e igualdad de oportunidades y no estar bajo el mandato de ninguna persona. Siempre que exista alguien que ordene tus conductas, tus comportamientos y tu forma de actuar y de enfrentarte a los acontecimientos, te están quitando la libertad y careces de iniciativa propia.
En todos los entornos de la vida, está delimitado de antemano, la posición que ocupará cada uno de los sexos. La dinámica social del sexo masculino y femenino está segregada, donde unos lugares están predeterminados para los hombres y otros para las mujeres. Esto no significa igualdad, ya que a la mujer se le cierra el acceso a diversos campos de los que disfruta el varón y sólo tendrá posibilidad de involucrarse, cuando la presión sea significativa.
Celia Amorós hace constancia de ello al destacar lo siguiente: “…..tenemos ya diseñados los así como los espacios simbólicos: se desplazarán quizás un poquito los límites para hacernos sitio si presionamos desde posiciones marginales, o bien harán los gestos de que se aprietan un poco entre ellos si pretendemos integrarnos-las que puedan-. Y no hay fórmulas de síntesis fácil: algo así como una marginación integrada, una integración marginal, una igualdad en la diferencia o una diferencia en la igualdad.
¿Qué hacer? ¿Hay salida, planteadas así las cosas, de la perplejidad y de la parálisis? (pp.73) La cita o referencia a la que se hace mención arriba, habla del sexo femenino. El problema está en la aceptación o rechazo de la mujer de unas preconcepciones que se vienen difundiendo de generación en generación. La aceptación, evita el conflicto y el rechazo terminará en conflictividad.
Las clases dominantes, intentan utilizar métodos eficaces para que la mujer no salga del lugar que se pretende que ocupe en la sociedad. Cuando a la mujer se de cuenta de que su función social está siendo manipulada por clases hegemónicas que, de forma implícita y desde diferentes medios se transmite el lugar que debe ocupar, no logrará una igualdad social.
Celia Amorós señala lo que sigue: “Buscad primero el reino de la igualdad y su justicia y la diferencia se os dará por añadidura” (pp. 75) Nunca mejor dicho porque siempre que se de la igualdad entre sexos, la diferencia ya no existirá. Entonces, si comparamos el momento presente (donde existe igualdad) con la situación pasada (donde existían diferencias entre ambos sexos) la diferencia se observa de forma fácil.
Sartre decía que el hombre es libre porque se ve obligado a hacer lo que han hecho de él. Esto viene afirmando que si un hijo es educado en un ambiente donde el patriarcado y la opresión a la mujer se dan dentro de la familia, este educará a sus hijos de forma muy similar, lo que asegura la situación de la opresión de la mujer con el transcurso entre generaciones. Las mujeres tienen que buscar la igualdad de herencia cuando el patriarcado distribuye sus pertenencias, sus riquezas, sus propiedades… y no aceptar en todo momento las desigualdades que se están produciendo en el interior de la familia.
En muchas ocasiones, la mujer adopta una actitud pasiva ante lo que le corresponde debido a que piensa que no tiene derecho a más propiedades, que es suficiente lo que se él aporta y por eso no reclaman más beneficios. La distribución está muy mal repartida entre ambos sexos.
3.2 ARISTÓTELES: LA LEGITIMACIÓN GENAEALÓGICA DE LA FILOSOFÍA.
Aristóteles, fue el primero en interesarse por el estudio de la genealógica sobre la filosofía, donde buscaba la legitimación. Aristóteles, se centra en su teoría de las cuatro causas. Estas son la material, la formal, la eficiente y la final. Podemos considerarla como la “operación patriarcal de legitimación genealógica en la historia de la filosofía”.
Aristóteles, considera su teoría como definitiva, y viene siendo como un análisis de las anteriores representaciones filosóficas que buscan la legitimación. El re-conocimiento retrospectivo y la ceremonia de la adopción los que convierten a los filósofos anteriores en sus precursores. El que carece de propiedades, no tiene posibilidad de heredar a sus hijos/as.
Por tanto, la genealogía de Aristóteles explicaba que el hombre, normalmente, era el que tenía mayor disposición de propiedades y sería el encargado de heredar a sus hijos/as. Por tanto, sería el hombre quien tomaría la función legitimadora de dejar las propiedades.
Esto viene destacando que será el patriarcado el que deje las mejores propiedades y mayor número a los hijos que a hijas, considerando que esto es legítimo.
Celia Amorós lo explica diciendo lo siguiente: “Pues la fundación de genealogía y el establecimiento de una legitimidad van íntimamente unidos a la constitución de la herencia, concepto que hace necesaria la precisa distinción entre el poseedor de los títulos que le convierten en el destinatario de la misma y el que carece de ellos. La razón patriarcal determina obsesivamente los efectos, muy positivos, de lo que ella define como carencias, distribuye sus marcas en función de la imposición o no imposición del Nombre del Padre, distinguiendo así al heredero y al desheredado, al legítimo y al bastardo. No hay legitimidad sin bastardía, y la razón patriarcal, en su observación demarcadora, necesita construir y remodelar, de acuerdo con las variaciones de su concepción de la legitimidad, su concepto correlativo de la impostura. (PP. 83)
Para Rosolato la genealogía masculina es una institución específicamente cultural y se constituye como un orden simbólico estructurado en torno al Nombre del Padre, que funciona como pivote del sistema. Es un orden simbólico, en primer lugar en cuanto sistema de mediaciones que se deriva de la prohibición del incesto al mismo tiempo que hace posible que se la instituya a título de Ley.
En efecto, la genealogía aparece como mediación de la relación conflictiva dual Padre- Hijo que, abandonada a sí misma, devendría un callejón sin salida, por el abuelo en cuanto Padre del Padre. Funciona como sello de una alianza entre hombres por un pacto de renuncias sistemáticamente desplazadas hacia arriba en la serie: renuncia a la mujer del padre en nombre del Nombre del Padre quien, en la medida en que renunció a su vez en nombre del Padre, desaparece como Padre concreto para constituirse como Ley de la serie, se legitima así en el mismo movimiento por el que instaura la universalidad de la Ley. (pp. 84)
Esto viene afirmando de forma clara, como las mejores propiedades pasan a formar parte de la herencia de los hijos, porque es un fenómeno que acontece dentro de las familias y que esto trasciende de Padre a Padre, convirtiéndose en una Ley familiar, donde puede considerarse legítimo el que las pertenencias recaigan, ante todo, sobre el sexo masculino, quedando excluidas las mujeres en la mayoría de los casos.
Celia Amorós hace referencia a lo siguiente: “La razón patriarcal, ante la perplejidad de los orígenes ante el enigma de la génesis, pone orden genealógico”. (pp. 85) Hay una doble dimensión, que es la retrospectiva y la prospectiva. Ambas vienen señalando la genealogía patriarcal y esto es explicado por Celia Amorós, teniendo como punto de referencia a Aristóteles:
“La doble dimensión-retrospectiva y prospectiva- de la genealogía filosófica legitima respectivamente las dos dimensiones, retrospectiva y prospectiva por las que se define toda herencia, como legado que se recibe pero que a su vez se ha de administrar y explotar para transmitirlo en tanto que patrimonio inagotable”. (pp. 86)
Aristóteles, destaca que ante el documento escrito de la herencia, se puede justificar y dar crédito de que existe una herencia, que está provista de unas propiedades, que le pertenecen y esto constituye lo legítimo. Es su herencia mientras viva (pertenencia propia) y herencia de sus herederos cuando este muera y esté en la tumba. Esto viene señalando la genealogía en la eternidad de las propiedades pasando a sus descendientes de generación en generación.
HERENCIA RETROSPECTIVA DURANTE LA VIDA GENEALOGÍA PROSPECTIVA. HEREDEROS, DESCENDIENTES. MUJER HOMBRE
3.3 LA DOBLE GENEALOGÍA EN LA CIUDAD DE DIOS DE SAN AGUSTÍN.
Dice Celia Amorós que es en San Agustín donde… Esto, viene reflejado en el nuevo y viejo testamento. Diferencia entre… Diferenciamos dos tipos de ciudades. Estas son las siguientes: LA CIUDAD CELESTIAL: Son los hijos de la promesa. Son los que llevarán la herencia. LA CIUDAD TERRENAL: Pertenecen al orden de la naturaleza. Son criaturas de lo perecedero y lo fugaz.
Hay una genealogía instaurada y aquellos que no pertenezcan a ella, ya que no forman parte de una familia con propiedades, quedan excluidos de la genealogía. San Agustín, al tener que instaurar el Antiguo Testamento en el nuevo y hacer las modificaciones oportunas, se ve obligado a aceptar la genealogía existente de la herencia haciendo que esta perdure en el tiempo, porque pasa de generación en generación-casi siempre pasa a formar parte del sexo masculino-, convirtiéndose así en una genealogía prospectiva.
De este modo, aparece la diferencia entre hijos bastardos e hijos legítimos. La mujer, es concebida como ama o esclava. Un acontecimiento peculiar es el ocurrido cuando Abraham tiene dos hijos, uno de una esclava y otra de una mujer libre. El de la esclava, no le corresponde herencia porque nació de modo natural. Sin embargo, el de la mujer libre le corresponde herencia porque es una obra y regalo de Dios. Entonces, la herencia, no será repartida entre los dos hijos.
En este caso, la genealogía buena depende de la procedencia del hijo, del tipo de madre que dio a luz y la trajo al mundo. La genealogía mala, viene determinada por la misma característica. Como conclusión, decir que el acceso a la herencia por parte de los hijos viene determinada por su descendencia. Se pare a lo hijos, según sea objeto de ira (hijo de la esclava) o objeto de misericordia (hijo de la mujer libre y virgen).
Se pretende que el hijo de la mujer esclava, no se apodere de la herencia de la hija de la mujer libre. En San Agustín, la mujer es tomada como la causante de la unión hombre-mujer entre las distintas ciudades. Se concebía, que es la mujer la que provoca al hombre para que se produzca el aparejamiento heterosexual entre los distintos pueblos. Era aceptada la unión dentro de una misma ciudad, pero no se concebía que la unión se llevara a cabo entre distintas ciudades, eso no era legítimo socialmente. Por tanto, cuando sucedía lo contrario, se culpabilizaba al sexo femenino.
Celia Amorós dice: “Pero la relevancia de la mujer en la genealogía aparece solamente en cuanto agente distorsionante o perturbador, causante de uniones no controladas por los pactos entre varones: uniones, a , como diría Claude Lévi Strauss, versus la deseable alianza que queda a medio camino entre la unión endogamia o incestuosa –demasiado próxima- y la unión con la extranjera – demasiado lejana – . (pp. 95)
Se manifiesta, que la regeneración de la especie es cosa de los hombres. Las mujeres son definidas como carne y, a pesar de contribuyen a la procreación, les toca asumir la faceta de la genealogía del pecado.
3.4 KANT: EL PROBLEMADE LA LEGITIMACIÓN PATRIARCAL ILUSTRADA.
En la actualidad, no se acepta el patriarcado como legítimo, pues la mujer busca un campo de actuación, busca intervenciones en las sociedades modernas de igualdad, luchando contra las injusticias sobre impuestas en épocas precedentes. La mujer lucha contra la genealogía de la herencia- concebida como linaje- para buscar igualdades y erradicar las injusticias sociales.
Hay una gran diferencia entre las concepciones de Descartes y San Agustín. Para Descartes, era injusta la genealogía de la herencia impuesta en la sociedad. En cambio, para San Agustín, la herencia era un fenómeno que corresponde a la genealogía, los genes del sujeto.
En Descartes, en cuyo momento se suele situar convencionalmente el acto fundacional de la filosofía moderna, encontramos una actitud de renegación genealógica, una puesta entre paréntesis de la fiabilidad de la herencia recibida en cuanto herencia verdadera (mientras que para San Agustín de lo que se trataba era de la verdadera herencia, la dotada de eficacia salvadora). (pp. 99).
Celia Amoros destaca lo siguiente: “La obsesión de Kant, recogiendo el reto de Hume, será encontrar los criterios de regulación del uso legítimo de la razón. El conocimiento de las condiciones de legitimidad del uso –objetivo- de la razón ha de proporcionar un criterio rigurosamente crítico y definitivo para delimitar lo que hasta ahora no han sido sino producto de los extravíos de la razón en las ilusiones que se hacía acerca de su propia capacidad y que, como hijos naturales de la razón, solamente pueden ser legitimados a posteriori, en la misma operación por la que es reconstruido críticamente el mecanismo de su génesis.”(pp. 100)
Kant no incide sobre la genealogía de la herencia, sobre actos patriarcales. Su enfoque consiste en buscar una crítica de las preconcepciones que se tenían y se estaban llevando a cabo en las sociedades, intentaba extraer la realidad al exterior utilizando como sistema la razón y haciendo las críticas ante las apreciaciones de injusticia.
TEMA 4. NOTAS PARA UNA ÉTICA FEMINISTA.
En la presentación de una ética feminista, no se trata de resaltar los valores de lo femenino y excluir a todo lo masculino. De lo que se trata, es de buscar un equilibrio o, mejor dicho, una complementariedad. Celia Amorós, habla de Sartre y su libro de la Crítica de la razón dialéctica y dice lo siguiente sobre una cita de este autor: “El valor no es sino el propio límite de la praxis cuando es vivido como plenitud, y las mujeres, en esa noche de nuestra situación marginal, donde todos los gatos son pardos, vivimos con plenitud tanto nuestras eventuales grandezas como nuestras miserias”. (pp. 109)
Por eso, en los valores se debe buscar un equilibrio o una complementariedad y no sentirse hundidos por la miseria o estar volcados en la grandeza. Cuando se busca una reivindicación en un valor determinado que no se suele identificar con el sexo femenino sino que se le atribuye al sexo opuesto, las mujeres no pueden asumir que no tienen las condiciones, capacidades, cualidades necesarias para asumir tales funciones. Un ejemplo, sería la ejecución de tareas en las que se exigiera un gran derroche de energía y capacidades físicas adecuadas para soportar trabajos de una carga exigente.
Tampoco, deben aceptar valores como son la afectividad y lo emocional como únicos válidos para ellas. Claro que son valores que tienen que ser considerados, pero no regirse únicamente por ellos, sino que pueden abarcar otros que no están considerados para el sexo femenino. Celia Amorós dice que: “Un programa de concienciación consistente en que las mujeres profundicen en la toma de conciencia de sus propias peculiaridades como grupo oprimido y se autoafirmen en ellas, si no va acompañado de una lucha por construir alternativas en el nivel del ser social, corre el peligro de encerrar a la conciencia feminista en un círculo de difícil salida, al pensar u proponer como valores los propios límites de una situación objetiva de alienación, opresión y marginación”. (pp. 110)
Hay que tener en cuenta, que toda ética es ética del perfeccionamiento personal. Esta afirmación, la indica Amorós en su libro (pp. 111). Para la existencia de una ética personal, donde cada uno busque su propio perfeccionamiento, es necesario una sociedad bien organizada y que se establezca una igualdad entre ambos sexos y que no se trate sólo de una parafernalia, sino que sea un hecho llevado a la práctica y real. El problema no radica en que las definiciones que se encuentran en los libros sobre la mujer como su papel socialmente dedicado a funciones conocidas como naturales o como objeto para el hombre, sino en que las mujeres interioricen en su estructura cognitiva esas afirmaciones.
Lo que tiene que hacer, es huir de las mismas y buscar la ética personal para su perfeccionamiento. Celia Amorós dice lo siguiente: “Lo grave es que la ideología patriarcal ha modelado nuestro propio inconsciente, hasta el punto de que la representación que las mujeres nos hacemos acerca de nosotras mismas y de nuestro rol en la sociedad no es sino nuestra propia asunción de las consignas patriarcales”. (pp. 112)
La relación entre hombre y mujer, es concebida como una relación de poder y dominio. El hombre, domina y tiene poder sobre la mujer. Esto es justificado como venía afirmando Levi-Strauss, por la naturaleza del ser humano. Kant decía lo siguiente al respeto: “Superioridad natural de las facultades del hombre sobre las de la mujer”. La mujer es percibida como un objeto del hombre y como estimulante sexual. Esto fue así en tiempos pasados pero la sociedad ha cambiado y con ello la percepción de la mujer.
La mujer, en los tiempos actuales, es percibida como un ser valioso, con la misma importancia que el hombre y no como objeto de este. En los tiempos que corren, la represión del sexo femenino, se va reduciendo con el paso de los años. A pesar de todo, la mujer, en la actualidad, sigue constituyendo un fenómeno seductor para el hombre. Ellas seducen al hombre y ellos buscan la chica que más les seduce para aparejarse con ella. Existe un contexto competitivo entre hombres para lograr a la hembra que les atrae. Al mismo tiempo, las mujeres, también compiten entre ellas para seducirlos a los hombres y atraparlos. En muchas ocasiones, al ritmo que avanza la sociedad, ahora incluso son las mujeres las que buscan al hombre y no se dedican sólo a seducir al macho.
5. FEMINISMO: DISCURSO DE LA DIFERENCIA, DISCURSO DE LA IGUALDAD.
El sexo femenino, es concebido como una cultura diferente del hombre. La mujer podemos compararla con la explotación que ejercen las clases dominantes sobre grupos sociales reprimidos. Eso mismo, es lo que ocurre con la mujer de hoy en día. En lo referente a este fenómeno, habla Celia Amorós indicando que: “…es el de las mujeres un fenómeno comparable al de oros grupos sociales explotados, sometidos a la presión ideológica de la clase dominante y que han creado una cultura indudablemente subalterna, pero no inespecífica ni desprovista de los valores universalizables”. (pp.133).
Lo que se tiene que hacer son discursos de las diferencias existentes entre ambos sexos, para así intentar lograr la igualdad. La reivindicación de la mujer de un modo universalista, sería la única manera de lograr la plena igualdad y sus derechos. Aún que se avanzó mucho, queda bastante por recorrer para conseguir una igualdad con plenitud entre ambos sexos. La superioridad es del hombre porque desde tiempos remotos era el que cazaba y el que mataba. La superioridad de sexo, viene propulsada por quién mata y no por quien engendra.
Esta ideología, fue inventada por el sexo masculino para establecer la supremacía sobre el sexo femenino. Al respeto, Celia Amorós indica lo siguiente: “Lo que ellas reivindican hoy en día es ser reconocidas como existentes al mismo título que los hombres, y no someter la existencia a la vida, el hombre a su animalidad” (pp.136) “Sea como fuere- dejemos así planteada la discusión-, el problema es que las mujeres tenemos dos formas de aprobar al vencedor. Una de ellas consiste en aceptar sus definiciones de la cultura, los valores, la trascendencia y la universalidad, y exigir, sencillamente, que se nos apliquen en los mismos términos.
Otra es la de impugnar sus definiciones y afirmar muestra propia diferencia como valor, consagrar como valores todo aquello que nos relaciona particularmente con la naturaleza y la vida, la inmediatez, la inmanencia,…. lo cual no es sino otro modo reaceptar las definiciones patriarcales.” (pp.136)
Los valores de las mujeres son constituidos por el sexo masculino desde hace mucho tiempo, no son ellas las que determinan sus propios valores tras una lucha permanente para encontrar un mundo que las beneficie. Por ese motivo, son desfavorecidas en ocasiones en la vida actual.
T EMA 6. FEMINISMOS ILUSTRADOS Y FEMINISMOS HELENÍSTICOS.
El feminismo consiste en la reivindicación de la mujer en busca de un mundo más favorable e igualitario para ella con respeto al hombre. Lo que se requiere para conseguir mejoras en la lucha del feminismo, es una autoconciencia para reivindicar sus derechos. Es importante tener en cuenta lo que afirma Celia Amorós. Ella dice: “Ante todo, podríamos considerar si el feminismo, considerado aquí como la conciencia de la mujer de su protagonismo ético, debe o no poner en cuestión, por fin y radicalmente, lo que con tan diferentes ropajes y racionalizaciones ha constituido uno de los mayores lastres de hipocresía de la moral falocrática y patriarcal: nos referimos al doble código de moralidad, para hombres y para mujeres”. (pp.144).
La distribución de las tareas entre ambos sexo, vienen siendo explicaciones justificadas que pasan a convertirse en ideologías que impregnan las mentes de las mujeres y hombres, atribuyéndole a cada sexo, unos roles determinados dentro de la sociedad. La división de los deberes según el sexo, descansa en dos falacias como dice Amorós. Una de ellas es la falacia biológica y la otra la falacia del “debe”. La primera de ellas, viene diciendo, que es la naturaleza la que establece las funciones según el sexo perteneciente debido a su isomorfismo y, la segunda dice que se “debe” que no es lo mismo que “es” o “ser”.
Es decir, se puede decir que se deben hacer muchas cosas para conseguir la igualdad entre ambos sexos, pero una cosa es lo que se dice (debe) y otra cosa bien diferente, es lo que se hace (es o ser). Celia Amorós señala lo siguiente: “La bifurcación de la sustancia ética en los principios masculino y femenino corresponde a la división de la ley entre ley humana, asignada a la masculinidad, y ley divina, propia de la feminidad”. (pp147).
Antígona, para desafiar la ley de Creonte (ley humana) enterrará a su hermano Polinice en oposición de la ley divina (o acción ética positiva hacia lo singular) frente a la comunidad, como expresión de la fuerza autoconsciente de la universalidad. Esto lo explica Celia Amorós en la página 147.
Hegel separa entre lo ético de lo femenino y lo ético de lo masculino. No hay una misma ética para ambos sexos, sino una bifurcación. La naturaleza, asignada a la mujer, pero cargada de todas las connotaciones valorativas negativas de la idea ancestral de naturaleza como lo contrapuesto y lo inferior a la cultura, como lo inmediato en el sentido del consciente.
Celia Amorós destaca lo siguiente sobre Hegel: “La lucha de sexos le dio sus fundamentos teóricos Hegel mucho antes que las feministas radicales”. (pp.149).
El oprimido necesita liberarse de la inevitable interiorización del menosprecio al que les somete el opresor, crear ciertos mecanismos de autoafirmación (pp.152) Durante el período helenístico, surgen motivaciones para intentar solventar algunos problemas de marginación y discriminación al que estaban sometidos muchas clases sociales, grupos o etnias. La mujer ha sido como condenada, a las ideologías de los hombres y ejercieron socialmente un papel de inferioridad.
La mujer, ante situaciones de discriminación, desfavorables con respeto al hombre, toma manos en el asunto y adopta una postura de cinismo feminista, con acciones antipatriarcales. La mujer pide que sea considerada en las labores que les toca asumir y que el patriarcado no valora. Insiste en que el papel que ejercen como madres de amamantamiento a los niños y niñas, de los cuidados que les dan, de las labores hogareñas y el parto,…..tienen que ser tenidas en cuenta.
“Algunas mujeres, como Amelia Valcárcel, han reivindicado con especial energía, frente a los planteamientos del feminismo de la diferencia, el feminismo de la igualdad de cuño ilustrado.”(pp.156) La mujer, lo que pretende ante todo es que desaparezca el sistema de dominación del hombre sobre la mujer.
TE MA 7 NATURALEZA, CULTURA, MUJER Y MEDIACIÓN: 7. 1VARIACIONES LEVI-STRAUSSIANAS SOBRE UN TEMA DE HEGEL”. MUJER Y NATURALEZA.
A la mujer, se le aplica la definición de naturaleza, desde una perspectiva discriminatoria. Existe una dicotomía entre cultura y naturaleza. La naturaleza, asociada a la mujer y, la cultura, asociada al hombre. Esta dicotomía, es la que establece las relaciones intrasociales e intraculturales entre ambos sexos.
Incluso, en el Romanticismo y en la Ilustración, el patriarcado y la discriminación hacia el sexo femenino, estaban presentes en los escritos de los autores, entre los más destacados, los filósofos.
El concepto de naturaleza, es uno de los puentes entre Ilustración y el Romanticismo (José María Ripalda, pp. 161). A la mujer se le asignó el papel de naturaleza, por el hecho de que es considerada como un ser poco inteligente, que no le corresponde la definición de lo cultural.
El sexo femenino, fue separado de lo cultural, fue segregada, porque se estableció que le correspondía lo natural, para que la especie siguiera progresando. Estas ideologías son fenómenos del pasado que dejan sus huellas en las sociedades actuales.
“La categoría de naturaleza cumple así, a la vez, la función de juez que asigna su lugar a cada parte y de lugar asignado a una de las partes” (pp. 162) Celia Amorós. La afirmación de Celia Amorós, viene diciendo que a la parte que le toca la naturaleza, es la del sexo femenino.
MUJER Y LEY.
La Ley que determina la naturaleza para la mujer, es elaborada por una de las partes, el patriarcado. Así lo explica Celia Amorós: “En la ideología patriarcal, para la mujer la naturaleza es norma, y debe ajustarse a esa norma en la medida en que la cultura ha decidido que para ella lo sea, constituyéndose así en norma de norma” (pp. 163).
Los deberes y derechos, fueron separados por el patriarcado para los dos sexos. Eso conlleva al cumplimiento de unas normas sociales y, al mismo tiempo, a la discriminación y desigualdades. Hegel, ha establecido categorías ideológicas (privado-público, naturaleza-cultura, individuo-género, universalidad-.singularidad,..). Estas categorías, acuñan las diferencias existentes entre ambos sexos. Hegel establece dos…
Creonte dijo: “Mientras yo viva, no será una mujer…diferencias: quien me haga la ley” (pp. 165). En épocas pasadas, se pensaba que la ley debía ser elaborada por el sexo masculino, quedando excluida la mujer en la realización de las mismas.
LA LEY DIVINA Y LA LEY HUMANA.
La mujer no se puede relacionar con la Ley porque entraría en oposición con los ideales del patriarcado. Entonces, surgiría una bifurcación entre hombres y mujeres. Los hombres, no aceptarían los ideales femeninos y esto conllevaría a confrontaciones. Por ese motivo, la mujer es segregada. La ley divina, corresponde con lo natural y la ley humana, con la cultura.
Antígona, desafiando la Ley de Creonte (ley humana), enterrará a su hermano Polinice en nombre de la ley (ley divina) o acción ética positiva hacia lo singular Mediación, asociada a la cultura. (ser consciente). Esta pertenece al sexo masculino. Inmediatez, asociada a la naturaleza (ser inconsciente). Perteneciente al sexo femenino. (pp. 166). Pero la ley divina, es una ley no escrita, una ley inexistente, que emerge de la nada, como si de una ley natural.
MUJER, FAMILIA, MEDIACIÓN Y MUERTE.
La Ley divina termina en la muerte y, además, es una ley de la singularidad. La mujer vive apartada del mundo de la ciudad, ella sólo está inmersa en un mundo rural, desempeñando todas las tareas en el interior del hogar, cuidando a los niños y niñas entre otras cosas. Es importante, tener muy claro, que la Ley Divina, es una Ley no escrita. La mujer, pasará a ser recordada, en la tumba. Allí, una vez enterrada, la familia podrá escribir textos sobre ella haciéndose preguntas y extrayendo respuestas. El hecho de enterrar a la mujer, es como un sistema empleado para que no pertenezca sólo a la naturaleza.
Así, lo afirma Celia Amorós diciendo: “De este modo, constituyéndose como mediación cultural de la naturaleza, precisamente por ser la familia lo más natural en el seno de la cultura”. (pp. 169) La familia, lo que impide es que el muerto sea destruido. Esto no entraría dentro de las ideologías culturales. Aún que hay en culturas que el muerto es incinerado, pero en muchas otras, en la cual se entierra al muerto y, en especial a la mujer, es símbolo de no desprecio una vez muerta, para que no pertenezca sólo a lo natural o naturaleza, que constituya también parte de la cultura, pero una vez muerta.
LA HERMANA Y EL PRESENTIMIENTO DE LA ESENCIA ÉTICA.
Habla de las relaciones entre hermanos como algo antinatural. Las relaciones entre hermano y hermana, no están bien vistas y por tanto, no es practicable. También habla de las desigualdades entre hermana y hermano en el seno de la familia. Una hermana, siempre tendrá desventajas sobre el hermano por el hecho de nacer mujer. En caso contrario, sería salirse de la norma. Aunque todo depende, de la cultura y valores difundidos. Hay que tener en cuenta lo que dice Deleuze: “Nombrar es clasificar y clasificar es prohibir, y el nombre de la hermana como mujer prohibida la constituye como prohibida.” (pp171)
El don de perplejidad, que consiste en la libre elección de la mujer en sus actos e intervenciones, no es cedido a esta, ya que sus actuaciones, dependen de quien formula la ley y, como sabemos, es el patriarcado. El papel de la hermana en la familia, está orientado hacia el cuidado de los niños y tareas relacionadas con el hogar. La función del hombre, es la integración en el trabajo en el pueblo. Ante la presencia de varios hermanos, pueden surgir confrontaciones. Cuando la mujer se revela ante las funciones asignadas a cada uno de los sexos, los conflictos, también pueden aflorar.
EL DOBLE CÓDIGO DE MORALIDAD. INDIVIDUO Y GÉNERO.
Según Hegel, las diferencias entre ambos sexos, es una teoría de las diferencias que la sustancia ética se da. Hegel, para diferenciar el código de la mujer y el hombre utiliza diferentes dicotomías como las que siguen a Singularidad y universalidad. Naturaleza y Cultura. Inmediatez y mediación. Consciente e inconsciente.
Según Lévi-Strauss, las diferencias que se establecen entre hombre y mujer, son un foco de atención importante y que debemos prestar especial atención a la hora de estudiar las pautas de actuación prefijadas a cada uno de los sexos. Un análisis profundo, facilitaría la obtención de mucha información oculta en todas las dicotomías. La mujer no conseguirá nunca la singularidad, mientras no deje de actuar desde una perspectiva de inmediatez (inconsciente, sin pensar,…).
Para conseguir la mediación, se necesita autoconciencia y si actúa inconscientemente con relación a sus actos, no conseguirá nunca obrar con total libertad y ser un ser único (universalidad), sino que estará movilizándose en un mundo, con unas pautas estándares prefijadas (individualidad), haciendo todas las acciones, que se encomiendan al sexo femenino y que se marcan, teniendo en cuenta la naturalidad, la cual, le corresponde a la mujer.
TEMA 8. LA IDEOLOGÍA DEL AMOR Y EL PROBLEMA DE LOS UNIVERSALES.
8.1 SOSPECHEMOS DE HEGEL. LOS MISTERIOS DE LA MUJER
El feminismo, se constituye en una nueva forma filosófica, que consiste en adoptar una actitud hermenéutica para sacar la verdad de todo lo oculto que se esconde en escritos del pasado. Para ello, es necesario hacer un análisis desde un enfoque iconoclasta, que consiste en ir al pasado e investigar todo tipo de documentos, informes, fotografías,… en todo lo que concierne a la filosofía u otros temas, en los cuales la mujer, es segregada, discriminada, apartada, rechazada o perjudicada de todo lo que se indican en los escritos e ilustraciones. El discurso masculino, introduce elementos favorecedores para el varón y desfavorables para la mujer, incorporando una ética positiva para el patriarcado y negativo para el feminismo.
En resumen, podemos afirmar que la idea principal que quería promocionar Hegel en su discurso, era que la mujer no tiene ni goza del derecho de placer y apetencia en cuanto a la elección del hombre. Es el hombre, quien elige a la mujer y esta, aceptará o no su propuesta, pero el sexo femenino, nunca propone ningún tipo de relación al hombre. Ella depende, únicamente, de la postura adoptada por el hombre si le propone o no una relación. Por tanto, ella permanece a la expectativa, esperando la decisión del hombre.
Celia Amorós dice lo siguiente: “ ….. la mujer no es individuo sino esencia genérica, y la feminidad denota en ella un bloque de características compacto en relación al cual su individualidad no es sino una ejemplificación irrelevante. Pues la individualidad viene dada por la fuerza de la autoconciencia, y la mujer para Hegel se queda fijada en un estadio poco evolucionado, muy cercano a la inmediatez, en el proceso por el cual el espíritu accede a la plena conciencia de sí, que coincide con su verdadera realidad, del verdadero peso ontológico,..” (pp.180)
Hay que tener muy claro, que en la realidad, no es correcto establecer diferencias entre los sexos. Al fin y al cabo, ambos tienen que tener el mismo derecho en la elección, ya que son los dos quienes tienen apetencia y no se puede hacer, recaer todo el cargo en la toma de las decisiones a una de las partes, quedando la otra abolida. Lo que hay que hacer, es establecer un equilibrio en la elección, para que ambos pasen a formar parte de la decisión y no dejar que la mujer quede excluida. Al fin y al cabo, ella tiene que tener el derecho de elección también, porque es la que decide si le proporcionará placer y gozará de ello.
El hombre, busca principalmente en una mujer una cosa, que es si follan. La primera pregunta que suelen hacer, es preguntar a sus compañeros si folla o no folla. Según su respuesta, despertará el interés de él o se abstendrá. Esto ocurre, cuando el hombre busca una relación pasajera. La representación de la apetencia sexual, en este caso, sería no selectiva para la mujer ya que ella no toma la decisión con quien se irá.
Sin embargo, sí que es selectiva para el hombre, ya que el elige la hembra con la que quiere estar y, por tanto, hace una selección. El sí que tiene apetencia y goza, porque tiene poder de decisión sobre sus actos.
8.2 SOSPECHEMOS DE LOS FABRICANTES DE ESENCIAS.
Los fabricantes de las ideologías, suelen corresponder al patriarcado, también denominado sistema género-sexo. Las prácticas de control y opresión que ejercen los hombres sobre las mujeres, son tomados como actos paranoicos según Celia Amorós.
Celia Amorós señala: “Así la opresión se justifica por sí sola; los opresores producen y mantienen por la fuerza los males que hacen, a sus ojos, al oprimido, cada vez más parecido a lo que debería ser para merecer su suerte.”(pp. 186) La opresión, viene constituyendo, el odio del opresor contra el oprimido. El hombre oprime a la mujer no porque la teme, sino para tener un control y mandar sobre esta. Siempre que esté oprimida, no gozará de libertad propia, sino que debe acapararse a las normas impuestas por el hombre.
Celia Amorós destaca lo siguiente: “Una cosa, es que la mujer recupere su propia capacidad sexual y se identifique con ella, y otra que interiorice la propia mitología masculina sobre ella.” (pp. 187) Debemos saber, que todo sistema de dominación, en este caso el patriarcado, es un eficiente creador de esencias.
En la actualidad, sigue procreando el eterno esclavo, el eterno siervo o el eterno proletariado, aunque de una forma menos vistosa. Pues, detrás de cada acción, ideología o intención, siempre se esconde algo, algo oculto que no reluce. Lo mismo ocurre con lo feminismo, estando expuestas a una explotación y manipulación de las ideas patriarcales.
8.3 EL EFECTO DRÁCULA O EL AMOR COMO MITO FUNDACIONAL DEL MATRIMONIO.
Según Rougemont, el amor cortés nació en Provenza, a principios del XII, en un movimiento de guerrillas, de los cátaros contra la iglesia católica romana. Se estaba consiguiendo imponer la doctrina cristiana, sobre el matrimonio. Se produce un cambio notable en las relaciones hombre-mujer. Antes, se ganaba a la mujer por la fuerza. Ahora, se consigue por el valor. El amor pasa a convertirse en compartido entre ambos sexos; antes no existía amor cortés.
Celia Amorós señala lo siguiente: “…el matrimonio parece cumplir claramente el papel de la iniciación, de dar al varón su estatuto pleno de en cuanto sucesor del padre”. (pp194) Duby piensa que el amor, es incompatible con el matrimonio. Amor es el deseo. El matrimonio, cuando desaparece el amor, lo que aparece es una afectividad entre la pareja, pero no hay deseo.
Según Amoròs, “el amor es el mito del matrimonio”. En el matrimonio, de lo que se trata, es de intentar “amarrar” a una persona para vivir en sociedad, para compartir una vida. Pero matrimonio, no podemos asemejarlo a amor, porque este desaparece con el transcurso del tiempo. Muchas veces, se intenta que este reviva a través de segundas lunas de mieles estratégicas. Tenemos que diferenciar dos aspectos muy importantes.
El primero, consiste en que el amor verdadero, aparece en la juventud, cuando tienes pareja. Una vez contraído matrimonio, gran parte del amor desaparece porque se pierde gran parte del interés hacia la otra persona. Es muy difícil mantener el amor que se tiene en la juventud, en la edad adulta.
Celia Amorós destaca lo siguiente: “Quizás la explicación de que las relaciones entre hombre y mujer funcionan tan mal sea la de que apenas existen: son las relaciones entre varones por persona interpuesta. Hace poco tiempo que los hombres y las mujeres en algunos ámbitos hemos empezado a relacionarnos de forma algo más sustantiva: no hay que olvidar nunca que llevamos muy poco rodaje, ni perder la perspectiva histórica.” (pp.199).
Muchas mujeres, al casarse y pasar a formar una vida matrimonial, pasaban a cambiarse su nombre. Hoy en día, quedan huellas históricas y parece que algunas mujeres, siguen haciendo lo mismo. El matrimonio, pasaría a convertirse en lo que explica Celia Amorós: “La conquista simbólica de la Dama representaría la del Poder de su marido, el poder del Padre Metafórico” (pp. 200). El amor permite pasar de la imposibilidad a la posibilidad entre las parejas. Pues pasamos de un estado totalmente prohibido en las relaciones, a otro estado lleno de posibilidades una vez que la pareja se junta. Según Freud: “El hecho de encontrar un objeto sexual no es, a fin de cuentas, más que una manera de volver a hallarlo” (pp.201)
8.4 NOMINALISMO, REALISMO Y AMOR CORTÉS.
Según Hegel, el deseo masculino, es mucho más individualizado que el deseo femenino. Sin embargo, Celia Amorós, dice totalmente lo contrario, que es el deseo femenino, más individualizado que el deseo masculino. Entre las parejas, es necesario dejar claro, que hay muchas reticencias. Esto quiere decir que siempre se ocultan acontecimientos entre ellos, para evitar enfrentamientos y posible ruptura matrimonial. Es como mantenerse reservados en muchos aspectos de la vida entre ellos. Muchas mujeres que se desposan con un marido rico en vez de elegir a un marido pobre, es cuestión de capital, de poder, de pertenencias económicas. Puesto que aman más su dinero que al marido en sí.
III FEMINISMO, MARXISMO Y MOVIMIENTOS SOCIALES.
TEMA 9. 9.1 NOTAS SOBRE FEMINISMO Y CRISIS DE CIVILIZACIÓN.
El feminismo se encuentra en un estado de crisis en la civilización actual donde imperan culturas discriminatorias sobre la mujer. La ecología y el feminismo, podemos equipararlo ya que ambos elementos constituyen estados de autocrítica. El ecologismo, por la destrucción de ecosistemas que conlleva a la desaparición de la biodiversidad. En cuanto al feminismo, por el mero hecho al que se encuentra sometido en las sociedades, ya que la mujer es marginada en muchos aspectos en las relaciones macrosociológicas.
Celia Amorós lo explica diciendo lo siguiente: “Si el ecologismo critica lo forma como la especie humana ha tratado a la naturaleza – el cuerpo inorgánico del hombre como decía el joven Marx-, y se ha tratado, de rechazo, a si misma, el feminismo critica la forma como la especie se ha tratado a si misma en la medida en que se ha tenido que asumir como naturaleza biológica – y, de rechazo, ha tratado a la naturaleza exterior-. (pp.217). Hay característica que son identificables con el sexo femenino y estas son la opresión, explotación y marginación. “El rol de la mujer es cultural, las características que se nos atribuyen son culturales”. (pp.218)
El rol de la naturaleza, viene asignado por que a ella le corresponde el papel de reproductora de la especie humana y tal función es natural y, por esa misma cuestión, se le atribuye el rol de naturaleza. “Tanto el feminismo como el ecologismo, representan nuevas formas culturales de la autoconciencia de la especie humana en un momento crítico determinado y ambas formas pueden aspirar a la lucidez”. (pp.223)
La atribución de unos nuevos valores o la consolidación de unos valores nuevos para el sexo femenino, sólo se lograrán cuando la mujer se decida a luchar contra las injusticias para conseguir un equilibrio, entre el sexo femenino y el masculino.
9.2 SOBRE LA IDEOLOGÍA DE LA DIVISIÓN SEXUAL DEL TRABAJO.
Una de las principales metas que pretende alcanzar el sexismo es culminar con la división del trabajo en función del sexo. No es que exista una división del trabajo según el sexo; realmente, lo que sucede, es que existe una diferencia en las funciones reproductoras que corresponden respectivamente al macho y a la hembra de la especie humana, como ocurre en otras especies de mamíferos, hecho determinado por la propia biología. (pp. 227)
No están prescritas las funciones, roles, trabajos que ejercerá cada sexo. Lo que pasa es que es como un código genético el que determina ese aspecto. La mujer, por el simple hecho de nacer mujer, le toca asumir unos roles en la sociedad que no están asignados para el hombre ya que es la mujer la que debe cumplir con tales fines. Lo mismo ocurre con el sexo masculino.
Las tareas de reproducción y amamantamiento, llevan parejas siempre detrás las directrices del sexo femenino. Normalmente, son los hombres en los grupos sociales quien ejerce el control de la mujer y no a la inversa. Aunque esta tendencia, puede que esté cambiando en las últimas décadas, en las cuales las mujeres reivindican sus derechos para lograr una igualdad de oportunidades. Según Marx, la primera división del trabajo es la que se hizo entre el hombre y la mujer para la procreación de los hijos. Marx y Engles afirman: “La división del trabajo sólo se convierte en verdadera división a partir del momento en que se separan el trabajo físico e intelectual”. Pp.129)
La causa de la división del trabajo, viene promovido por las civilizaciones primitivas, cuando se estableció los roles que debían cumplir cada uno de los sexos. Actualmente, perduran sus huellas. Es fundamental tener en cuenta lo que indica Celia Amorós. Esta dice lo siguiente: “La división sexual del trabajo no se explica, pues, de forma unilateral, ni por necesidades objetivas del propio proceso de producción ni por las constricciones biológicas que la reproducción lleva consigo, sino en función de los efectos que inciden en la producción de la necesidad del control de la reproducción por parte de los hombres. Debe entenderse en función de que la mujer, a través del mecanismo de dependencia que le es impuesto por la prohibición de tareas relacionadas con la producción, esté controlada en sus funciones reproductoras.” (pp. 237)
La división sexual del trabajo, se establece de forma que será el hombre quien ejerce tal labor, quedando la mujer exenta, prohibiéndole ejercer trabajos para acumular capital para el hogar. Su función, será la de que se le asigna por la naturaleza. Podemos establecer una dicotomía entre hombre/mujer y pesca/doméstico repetidamente. Esto diferencia la biología – correspondiente a la mujer- de lo económico – correspondiente al hombre-.
Lo económico, porque es el encargado de traer las riquezas al hogar y la el papel biológico, porque la mujer es la que se encarga del cuidado de los niños/as. Celia Amorós destaca lo siguiente: “Al comparar la sociedad capitalista con las sociedades primitivas desde el punto de vista de la ideología de la división sexual del trabajo debe advertirse ante todo, como cuestión de método, que aquí, como siempre, . (pp. 245)
En el tema del capitalismo, a diferencia de las antiguas civilizaciones, la producción es unisexo. Esto no justifica que no existan en algunas ramas de la producción o puestos que están destinados a un sexo en particular. Aunque es necesario saber que el capitalismo no destruyó las bases mismas de la ideología de la división sexual del trabajo. Según Zaretsky: “Con el crecimiento de la industria, el capitalismo dividió la producción material entre sus formas socializadas (la esfera de la producción de mercancías) y el trabajo privado realizado predominantemente por las mujeres en el seno del hogar. De esta manera, la supremacía masculina, que precedió ampliamente al capitalismo, se convirtió en parte institucional del sistema capitalista de producción”. (pp.247)
Es necesario, tener en cuenta, que la mujer es más explotada cuando elabora trabajos iguales o similares a los del hombre o, en el peor de los casos, está expuesta a trabajos en los cuales están más explotadas por las tareas que les son impuestas. “El capitalismo, se constituye como un sistema de discriminación en la explotación – como ya lo vio Rosa Luxemburgo – y de explotación sistemática de toda forma de discriminación.” (PP. 250)
9.3 ORIGEN DE LA FAMILIA, ORIGEN DE UN MALENTENDIDO. 9.3.1 ANALOGÍAS Y MALENTENDIDOS.
El marxismo, relacionó siempre el naturalismo con el hombre, en la producción social humana, bajo el signo de la producción. (pp.252). Engels, divide la evolución de la familia en dos períodos: 1. Hasta que operan los mecanismos de selección natural. Es el momento de la unión de la familia, el aparejamiento entre hombre y mujer. Es el momento en que se dan las uniones consanguíneas, aparecen los parentescos familiares. Aparecen las relaciones sexuales y las restricciones y prohibiciones se reducen. Esta primera fase de la evolución, se conoce como familia sindiásmica. 2. Familia monógama. Momento en el cual aparecen las ganancias económicas y excedentes producidos por el ganado. Ahora, aparece la esclavitud de la mujer y la propiedad privada, pasa a manos de los patriarcas o jefes de la familia.
Aquí, aparece la dependencia de la mujer, ya que está al servicio del hombre elaborando las tareas del hogar. La familia monógama, fue la primera que tuvo condiciones sociales y no naturales y fue, más que nada, el triunfo de la propiedad individual. Engels nos dice: “La selección natural había realizado su obra al llegar a la familia sindiásmica y a partir de ahí entraron en juego otras causas de carácter social. La familia monogámica fue la primera forma de familia que tuvo por base condiciones sociales y no las naturales, y fue, más que nada, el triunfo de la propiedad individual”. (pp.254)
Amorós habla de la reproducción indicando lo siguiente: “La reproducción queda, pues, en el marxismo, como diría Althusser en sus buenos tiempos, como algo , es decir, no conceptualizado en sus propios términos, como un vacío teórico. Ocurre entonces lo inevitable, y es que se proyectan por analogía, en este dominio, las categorías que han servido para analizar la producción, y de ahí, se deriva un proceso en cadena de razonamiento por analogía, cuya mecánica no solamente se da en el caso concreto de la reproducción, sino que puede también ser ilustrada en otros casos”. (pp.254).
Hay que tener muy en cuenta, que Engels, comete muchos paralogismos en sus escritos. Un caso específico, es el de relacionar infraestructuras con superestructuras y, más tarde, señala el choque que existe entre el conflicto de las voluntades individuales y sus choques. Engels, no diferencia bien lo que significa producción y reproducción. Pues este, en sus escritos, utiliza en muchas ocasiones, la palabra reproducción, como sinónimo de producción teniendo ambas significados muy diferentes. Engels, dice que en la familia el hombre es el y la mujer el .
9.3.2 LAS APORTACIONES DE ENGELS.
Engels, acierta cuando aporta la idea de que el poder social y sobre el grupo familiar, recae sobre el patriarcado. Engels se hacía la pregunta de que si existe igualdad y existe propiedad privada, ¿Por qué siempre termina convirtiéndose en propiedades del varón? Pues el dominio masculino, ya existía en las sociedades donde no se producía un excedente (esto es lo que decía Engels).
La mujer, cumple la función de administradora de la casa, pero esto, no es una tarea de producción, sino que consiste en una función social. La propiedad privada, según Engels, aparece cuando surge la división del trabajo. Es fundamental tener en cuenta lo que señala Celia Amorós: “En este sentido, podría decirse que, en términos generales, si bien la dominación masculina es anterior a la propiedad privada y a las sociedades de clases, lo que parece fuera de duda es que, aunque no pueda hablarse aquí de una relación biunívoca, la propiedad privada y las sociedades de clases, basadas en la explotación, han acentuado enormemente la subordinación de la mujer y han agudizado su dependencia en relación a las sociedades no clasistas.” (pp. 264)
Aunque a la mujer le correspondan unos bienes o propiedades, no significa que no esté subordinada al hombre. Imaginemos en un Estado, en el cual los bienes se reparten entre hombres y mujeres de forma equilibrada y, además, donde en el matrimonio se busca un equilibrio de bienes por ambas partes. Estos aspectos, no son suficientes para alcanzar un equilibrio pleno, sino que la mujer puede seguir estando subordinada al macho. La pregunta de oro es ¿Por qué?
Por el simple hecho que, cuando la mujer, en un Estado que establece lo privado y lo público, el que determinará en última instancia quien accederá a los puestos de trabajo mejor remunerados, puede darse la circunstancia de que la mujer quede excluida. Entonces, es ahí cuando surge la dependencia de la mujer al hombre. La subordinación de la mujer al hombre, implica una situación de mayor opresión de la mujer por su falta de independencia. El capitalismo, por razones históricas, explota tanto a la mujer como al hombre.
A pesar de esta circunstancia, hay que tener claro que la mujer está expuesta a una explotación más profunda, más intensa, más acentuada por el hecho de ser mujer y todas las connotaciones que lleva históricamente; pues la mujer, siempre estuvo más explotada que el hombre. Aunque en ocasiones, las clases explotadores, según afirma Sax, han preferido explotar a los hombres.
La clave está en obtener la respuesta a tal acontecimiento y, esta respuesta, dice Sax, que se debe a lo siguiente: “…las clases explotadoras han preferido a los hombres por tener mayor movilidad al estar exentos de las servidumbres reproductivas (como ocurre en muchas empresas, que no emplean a la mujer porque puede quedar embarazada) y ser así una mano de obra sin ningún tipo de restricciones en su capacidad para ser explotada” (pp.268)
Los padres en el hogar ordenan la ejecución de las tareas domésticas a las mujeres. Esto, constituye un enfoque vital, en el cual se están estableciendo unas bases, que indican la subordinación de la mujer al hombre. Podemos decir que existe un pacto interclasista, para la explotación de las clases menos favorecidas y, sobre todo, para el sexo femenino. La fórmula de actuar de modo efectivo es simple y consiste en sólo en . Además de las clases interclasistas que dividen y separan, también existe un pacto patriarcal interclasista, que opera de igual modo, venciendo y explotando a la mujer.
9.3.3 DEBATE SOBRE EL MATRIARCADO.
Engels, comparte la idea con Bachofen y con Morgan, sobre un patriarcado primitivo. Celia Amorós habla de la filosofía y dice lo siguiente: “Una de las ideas más absurdas que nos ha transmitido la filosofía en el siglo XVIII es la de decir que en el origen de la sociedad la mujer fue la esclava del hombre. Entre todos los salvajes y entre todos los bárbaros de los estadios medio e inferior, y en parte hasta los del estadio superior, la mujer no sólo tiene una posición libre, sino también muy considerada”. (pp. 274) Hay que tener en cuenta lo señalado por Maurice Godelier cuando dice:
“Porque los hombres, tienen dos posibilidades: renunciar al control de las esposas y mantener el de las hermanas (que es lo que harían en las sociedades matriliniales), o, si quieren tener el control de las esposas, obviamente, han de perder, al menos hasta cierto punto, el de las hermanas.” (pp. 275)
La mujer, cuando está controlada por el hermano, no es un fenómeno tan fatídico porque se mantiene dentro del mismo clan y del grupo consanguíneo. En cambio, cuando opta por el matrimonio, se está exponiendo a una situación de mayor dominio, siendo el marido el que tiene mayor poder. La mujer, en esta última situación, pierde gran parte de su poder y se lo cede al hombre, estando esta a su servicio.
El matriarcado, ha existido si pero siempre y cuando tengamos como fundamento que no ejercieron en ningún momento ningún poder político. En casi todos los casos, se da el caso de que es el hombre quien expulsa a la mujer del grupo. Sin embargo, existe una ocasión en la que se dice que sucede a la inversa, que es la mujer quien expulsa al hombre. Este acontecimiento, no se sabe si es del todo cierto, más bien quedo como un mito y hoy en día, aún no se sabe si tal acontecimiento fue cierto o incierto.
Esta hipótesis, se conoce con el “mito de la Atlántida” o “poder de la mujer” (ginocracia o poder de la mujer). No podemos concluir si existió o no un matriarcado, es un tema de interés en el cual deberían involucrarse e investigar los antropólogos o especialistas en prehistoria. Al comienzo de los tiempos, eran las mujeres las que tenían el poder, tenían sus casas para cotillear.
Este caso, supone ser uno de los mitos de los que estamos hablando. Ellas ordenaban trabajar a sus maridos. Estos, a su vez, no reconocían los rostros de sus mujeres porque llevaban una máscara. La mitología, cuenta que el hombre se reveló y le dio la vuelta a la tortilla, pasando a tomar las riendas de la situación y controlando, ahora, ellos a las mujeres. Ante tal situación, el hombre no concede la opción de recuperar el poder a la mujer porque, ellos piensan, que no son dignas de su posesión, debido a que cuando lo poseían hicieron un uso inadecuado del mismo, considerado como un suceso caótico.
Celia Amorós en relación a este tema, opina dice lo siguiente: “En la línea de Banberger, la mayoría de las feministas antropólogas consideran que el mito del matriarcado en el origen es justamente un mito misógino, un mito patriarcal, un mito, por tanto, paralizante para la mujer y del que habría que prescinder. Otras autoras, sin embargo, lo valoran de forma muy diferente.” (pp. 281) Podemos diferenciar dos tipos de mitos:
Mitos de origen: Momento en el cual surge el mito, una fecha determinada. Suelen nacer porque surge el caos. Es como una carta fundacional de la sociedad.
Mitos de comienzo: Surgen cuando se implanta una dinastía. De entre todos los mitos que surgen, se toma uno como modelo y es implantado. En el comienzo de la implantación de estos mitos, surgen grandes disputas entre diferentes opiniones.
Mito fundacional: Es el que se va constituyendo y está constituido en un momento dado y en lugar determinado. Es importante tener en cuenta que: “En las sociedades donde no existen formaciones estatales, no hay más mito que el mito del origen, y el origen coincide con el comienzo.” (pp.282) Algo muy entrañable citado por Celia Amorós es la siguiente afirmación: “Cuando hay sistema de prohibiciones es precisamente porque hay mecanismos de poder interesados en que existan” (pp.283)
Los pensamientos se consiguen instalarlos en la mente de los seres humanos gracias a un sistema muy efectivo. Este, se trata de una mitología tautológica, que consiste en ir explicando y transmitiendo mensajes que tiene el mismo significado, pero que es explicado de diferentes maneras. Este método, es muy eficaz. Nunca se cita que la falta de poder del matriarcado, tenga que ver con el proceso de producción. Esto nunca se explica, puesto que constituye el lado oscuro u oculto de la información transmitida. Lo que se dice, es que perdieron el matriarcado porque lo hicieron mal. Siempre hay que buscar una explicación convincente que pueda ser creíble para la ciudadanía. Nunca se saca a relucir, el lado oculto de la situación. Las preguntas claves son:
¿Estaremos e un ciclo de alternancia de poder entre los sexos? ¿O bien debería llamarse matriarcado simplemente a una situación más igualitaria? (pp.286) Simome de Beauvoir y Firestone, dicen que antes de la aparición de la propiedad privada, existía una situación más igualitaria entre hombres y mujeres. Sin embargo, Engels, dice que el matriarcado existió antes de la aparición del a propiedad. Lo que queda en el aire, es saber si la mujer estuvo dotada de poder o no. Pero Celia Amorós, en relación con el matriarcado, señala lo siguiente:
“Sólo , y sólo su propia lucha la dotará de sus propios instrumentos”. (pp. 287)
TEMA 10. MARXISMO Y FEMINISMO.
10.1 MARXISMOS Y FEMINISMOS.
“EL marxismo ha seguido en este punto la tendencia ideológica, profunda y recurrente, a pensar la llamada división sexual del trabajo – a la que preferimos, por considerarlo más exacto, llamar… – como un mecanismo basado, en el sentido de que constituiría algo así como una extensión de su propia interna, en la diferenciación de las funciones entre los sexos en el acto sexual y en la reproducción.” (pp. 292)
Engels, cita un manuscrito de Marx inédito que dice lo siguiente: “La primera división del trabajo es la que se hizo entre el hombre y la mujer para la procreación de los hijos”. (pp.292) Marx y Engels, dejan claro que: “La división del trabajo sólo se convierte en verdadera división a partir del momento en que se separan el trabajo físico y el intelectual” (pp.293)
Firestone dice: “Es claro que Engels captó que la división del trabajo se daba ya entre hombre y mujer, siendo su objeto la criaza de los hijos; que en el seno de la familia el marido era el patrono, la mujer los medios de producción y los hijos el trabajo, y que la reproducción de la especie humana constituía un importante sistema económico diferenciado de los medios de producción”. (pp.296)
Es fundamental tener presente lo citado por Celia Amorós: “En su espacio interclasista, el control sobre mujeres se regula por pactos entre caballeros que, naturalmente, sólo pueden violar los propios sujetos del pacto por mutuamente. (pp.298). Marx, con respeto a lo anteriormente dicho opina: “Pasa por encima del problema de la relación de los varones proletariados con sus mujeres…”