Los posibles escenarios de la guerra de pensamiento en Cuba. Algunas ideas

Los posibles escenarios de la guerra de pensamiento en Cuba. Algunas ideas

12 Nov 2015

Por Orlando Cruz Capote*
“Si no tenéis cuidado, los periódicos lograrán que odiéis a los oprimidos y améis a los que los oprimen”
Malcolm X

Introducción

Estos son unos apuntes reflexivos críticos sobre la actual desinformación e insuficiente información, tanto externa como interna, sobre la cambiante recomposición orgánica del capitalismo transnacionalizado reflejada en los acelerados procesos de las megafusiones monopólicas corporativas y la paradójica desindustrialización-desnacionalización, en la búsqueda de menores costos y mayores ganancias, la terciarización de la economía en el sector de los servicios, las finanzas, la informatización y la cultura, sin olvidar el auge de la industria de los armamentos muy asociada a la civil altamente tecnificada, más la profundización y el acortamiento en tiempo de las crisis cíclicas del sistema, ahora múltiples,(1) en un entorno también transicional de su geopolítica imperialista con implicaciones en las distintas escalas del orbe, además de las zigzagueantes interacciones de las correlaciones de fuerzas internacionales en todos los espacios-temporales, que nos interroga sobre el cómo funcionará la conexión causa-efecto de éstas con el proceso de restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Cuba – EE.UU. y la paulatina normalización de los vínculos, que no deben presumir de la voluntad de apoyar a Cuba en la defensa, el fortalecimiento de su independencia, soberanía política y el afán de equidad e igualdad social. (2)

Esta coyuntura conlleva al análisis histórico-político, marxista y crítico de la evolución de este complejo escenario interrelacional global, y el mantenimiento de la dominación y hegemonía de los EE.UU., a pesar de su relativo declive y declinación (3) en cuyas mudanzas está insertada la actualización del modelo socialista cubano (4) que, como escribió José Martí, sin fatalismos sino con pleno derecho a la trinchera activa “(…) El mundo marca, y no se puede ir, ni hombre ni mujer, contra la marca que nos pone el mundo”.(5)

Al unísono, debe realizarse el estudio, profundo y serio, sobre el uso instrumental del nuevo lenguaje de las élites de poder de los centros del capital, en especial el norteño, con la intención de reinstaurar el viejo status quo capitalista dependiente de la Isla con una desafiante ‘guerra de espectro total’, las guerras culturales, ‘los conflictos híbridos’ y las guerras de cuarta generación (4GW).(6)

Urge, entonces, una transparencia, coordinación y articulación coherente. congruente y sistemática del procesamiento en los distintos niveles de información, del funcionamiento del sistema educativo y la enseñanza, en especial la historia y el marxismo, la comunicación y los conocimientos contemporáneos, acerca de los procesos en curso, con vistas a una comprensión aproximada de la presente y futura cambiante realidad, para descubrir en ese ‘neolenguaje’ los diversos significados simbólicos contradictorios de la insistente ‘excepcionalidad’ norteamericana en sus sueños por apoderarse de Cuba, lo que ha estado presente en el imaginario de los círculos de poder y los medios de comunicación de EE.UU., incluyendo amplias capas de su población, (7) desde el siglo decimonónico, el decursar de la pasada centuria, hasta este siglo XXI. (8)

La supremacía de la imagen controvertida de los Estados Unidos de América en sus albores como nación, y en la evolución imperialista posterior, es esgrimida permanentemente para encubrir sus propósitos de neo-colonización en Nuestra América y a nivel planetario, y enaltecer la decisión de luchar por la ‘libertad’ propia y la ajena, partes indispensables de los principios del ‘pensamiento doble’ y sometimiento de las mentes.

La enunciación simultánea de dos ideas y, practicar en una lo contrario, suscita una desintegración de la memoria y consciencia histórica e ideopolítica, impide toda representación y juicio valorativo crítico real, “suprimiendo” la conflictualidad, en búsquedas de consensos artificiales y reales, modificando a individuos y colectividades, poblaciones y clases sociales en sujetos indiferentes ante los elementos de la realidad, petrificando y adocenando todo impulso de pensar y organizar la voluntad espiritual para resistir activamente. (9) Según los ideólogos del imperialismo, la condición de la paz social comienza cuando los explotados y oprimidos colonizados se sienten impotentes.

Ante esa paradójica sustancialidad, si el socialismo está lejos de haber sido transitado o construido en Cuba, más bien se reinicia en circunstancias históricas más complejas, tal empeño constituye por fuerza un HOY. No se puede, por tanto, dejar al libre quehacer del desarrollo de las fuerzas productivas, una visión economista bajo el signo inexorable del mercado que debe ser regulado por el pueblo, con el fin de robustecer y hacer más eficiente al país desde el punto de vista económico, alcanzando el bienestar común, para luego retornar y repensar ideopolítica y culturalmente el socialismo.
Los peligros relacionados ante estas tardanzas, como los comportamientos desideologizadores latentes, nos compulsan a relanzar la persuasión y seducción de una teoría filosófica, política y estética marxista para la reconstrucción práctica socialista en el cuerpo societal desde otras perspectivas actualizadas, con novedosos códigos y métodos democráticos, esencialmente participativos desde abajo (10) y con una impronta cultural-civilizatoria de liberación socialista, contrahegemónica y antistemica al capitalismo. (11)
Tal reclamo ideopolítico y cultural no puede desistir de la prontitud, los raquitismos paralizadores y las prórrogas, ya que en el medio educacional y comunicativo cotidiano no se estudia y escribe con asiduidad, tampoco se argumenta concienzudamente, ni se leen y escuchan señales en el mundo simbólico y de lo político, sobre los vastos conceptos del antimperialismo esencial, con sus novedosas características, el marxismo y leninismo creador articulado ad infinitum con el ideario martiano, acerca del socialismo, la ética socialista y su concreción emancipatoria humanista. La convocatoria a los patriotas, comunistas y revolucionarios al constante el proceso de la repolitización y reideologización de la sociedad constituye una tarea multidimensional que debe acometerse de inmediato. (12)
Habrá que evocar del marxismo, especialmente V. I. Lenin, el cómo se articula en los distintos períodos, etapas y fases, en contextos sociohistóricos concretos, las diferentes tácticas, lo que explicará en última instancia la interrelación entre la flexibilidad táctica, ante coyunturas histórica-políticas, con la intransigencia ideológico-política. Sin dar cuenta de esto, las apelaciones al realismo, la capacidad de reconocer las amenazas, las oportunidades y desafíos, la necesidad de realizar transacciones y compromisos mesurados, siempre justificados por las circunstancias, podrán terminar reduciendo la política revolucionaria a los pretextos sobre planteos pragmáticos de disímiles tipos.
De tal manera, se plantearía qué y cómo hacer este diálogo con los EE.UU. y el mundo del capital transnacional neoliberal, con la colosal influencia de los Tics, (13) para emerger victoriosos en el tránsito socialista cubano, en momentos en que se oculta el discurso belicoso e intimidante de los círculos de poder estadounidenses respecto a Cuba, y se práctica la modelación de un seuda-narración sobre un intercambio y diálogo constructivo entre iguales. (14)
I
En ese entramado contextual, se leía en un editorial de un periódico digital, simpatizante de Cuba por más señas, una interpretación y perspectiva histórica-política predominantemente positiva pero, al mismo tiempo, inadecuada acerca de las causas, los escenarios y el porqué de los resultados en los encuentros y pronunciamientos de altas autoridades estadounidenses y cubanas en el marco del restablecimiento de relaciones diplomáticas y el iniciado largo proceso de normalización entre los EE.UU. y Cuba.
Al valorar los pasos que se estaban originando entre ambas naciones, el diario destacó que “(…) Esa perspectiva es saludable en la medida que apunta a romper un aislamiento económico y comercial que ha sido, desde hace décadas, objeto de rechazo de prácticamente toda la comunidad internacional; que ha significado un castigo injustificable, inhumano y estéril para los cubanos, y cuya persistencia resulta por demás obsoleta en términos políticos se trata [subrayo] de una determinación adoptada en el contexto de un conflicto geoestratégico e ideológico hoy superado y económicos; a fin de cuentas la persistencia de la medida constituye una contradicción a los principios de libre comercio que Washington ha impuesto en otras latitudes del continente y el mundo…”.(15)
La premisa de la equivocada e ingenua apreciación se ‘derivó’ de la notificación acerca del incrementado número de aeropuertos norteamericanos que envían vuelos chárter directos hacia la isla, la primera ronda de negociaciones sobre aviación civil, así como la declaración de la secretaria de Comercio de Estados Unidos, Penny Pritzker, a La Habana, quien afirmó en forma diplomática (aséptica y abstracta en realidad) que ambos gobiernos están en posibilidad de “…construir una relación más abierta”, señalando que Washington también “…quiere ayudar a todos los cubanos a insertarse en la economía mundial y a disfrutar de un mejor nivel de vida, pero también dar al pueblo de los Estados Unidos de aprender sobre Cuba y de desarrollar relaciones con las personas de una isla que está a sólo 90 millas de las costas…”, de su país.
Aunque es cierto que en la fecha de aparición del editorial, todavía no se distinguía la intensa campaña oficial acerca de la presentación del informe cubano contra el bloqueo estadounidense, (16) finalmente aprobado el 27 de octubre en la Asamblea General de las Naciones Unidas con una victoria categórica (17) de 191 países a favor y dos en contra, EE.UU. e Israel,(18) en que señalaron los límites e inoperancia de los tímidos pasos dados por el mandatario Barack Husseim Obama,(19) no podía ser óbice para que un analista objetivo pudiera percatarse que el eufemístico ‘embargo’ extraterritorial estaba vigente, que los castigos y las presiones norteamericanas contra Cuba continuaban, y en realidad eran más crecientes durante esta administración.(20)
Las interrogantes devienen en obligación.
¿Se ‘cerró o esfumó’, de la noche a la mañana, el diferendo histórico, devenido en confrontación al triunfo de la Revolución Cubana, en específico con la aprobación de la Primera Ley de Reforma Agraria en 1959, junto al mesianismo geopolítico del establishment imperialista norteño de pretender ser los dueños del mundo, específicamente apoderarse de Cuba por todos los medios posibles desde hace más de tres siglos? ¿Se superaron de un plumazo las diferencias ideológicas entre ambos países con sistemas socioeconómicos y políticos disímiles, hasta antagónicos? ¿Desapareció el enemigo secular por antonomasia de Cuba, aunque se sustituya la semántica imperial y la jerga retórica de algunos de sus dirigentes, por el ‘vecino’ a 90 millas que ya ni siquiera es adversario de su proyecto revolucionario y socialista?
¿No conocía el diario de la Patria de Benito Juárez cuáles son las condiciones impuestas en el ‘libre comercio internacional’ por parte de EE.UU., ya sea directamente o a través de la Organización Mundial del Comercio, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional? ¿Cómo insertarían los EE.UU. a Cuba en la economía capitalista mundial bajo el dominio de las transnacionales neoliberalizadoras, cuyas casas matrices esenciales radican en su territorio, en medio del secreto y perentorio Acuerdo de Asociación Transpacífico (TTP), más la Asociación Transatlántica para el Comercio y la Inversión (TTIP), con grandes ventajas para Washington?
II
La visión de la prensa extranjera, salvo excepciones, no difiere en muchos matices, lamentablemente, de la percepción interpretativa de algunos amigos-simpatizantes solidarios de la Revolución Cubana en el exterior, de los propios nacionales de la Isla y fuera de ella, no importando relativamente su nivel educacional – cultural, y sí la cultura política, (21) a pesar de la imprescindible articulación que debe existir entre ambas, porque los mediáticos transnacionales, transfronterizos por su esencia globalizadora capitalista, han impuesto la mediocridad empírica y acrítica en los receptores y son raros los ciudadanos, incluyendo algunos intelectuales y políticos, que suelen acercarse a la interpretación del complicado y frágil equilibrio estratégico global del sistema-mundo capitalista, en la que los Estados Unidos, como potencia hegemónica,(22) a lo que se suman sus aliados estratégicos claves, la Unión Europea con los otanistas en primer lugar y Japón, tratan de llevar a cabo sus objetivos de expansión y dominio económico, comercial, financiero y cultural, así como la supuesta defensa ‘moral’ de ‘la democracia y los derechos humanos’, con vistas a proteger su ‘seguridad nacional’ y el ejercicio de hegemonía planetaria.(23)
Asimismo, la deficiencia y carencia de perspectiva crítica tiende a sobrevalorar o subestimar el peso de nuevos actores internacionales, caso de China Popular y Rusia como potencias emergentes, así como los demás integrantes del grupo de los Brics, que anuncian el lento rediseño y reordenamiento de las relaciones internacionales y, con ello, el inicio de una multilateralidad selectiva, pluricéntrica o multipolar.
Las maniobras en el discurso-accionar del marketing político-público, el uso del ‘lenguaje políticamente correcto’ y las ‘redescripciones pragmáticas de la realidad’ en que la re-construcción del lenguaje figurado, retórico y metafórico, como un modo de participación cognoscitiva, ideológica e indagativa-constructora de aceptaciones al servicio del poder imperialista y sus intereses bajo signos de “imperativos morales, nobles y benéficos”, escamotean a la opinión pública los verdaderos enemigos de los pueblos y las naciones, inventando adversarios con una direccionalidad indicada, como es el caso de los traficantes de drogas, personas y armas, y los terroristas “islámicos”, ahora ‘díscolos’ ante sus creadores.
Las fronteras entre los terroristas ‘malos y buenos’ están borrándose por mandato imperial, (24) que venden cual falsa mercancía, quiénes son los agresores reales que difuminan y desaparecen Estados, como lo sucedido en los casos de Afganistán, Irak y Libia la supervivencia de Siria radica en una geopolítica que llamaremos la ruleta ajedrecística rusa convirtiéndolos en chatos territorios donde se evaporan las identidades nacionales, y en los que se despliegan cruentos enfrentamientos étnicos, tribales y religiosos, culturales, conflictos internos aprovechados y exaltados-apoyados desde el exterior.
Tales rejuegos engañosos del pragmatismo político imperialista yanqui, junto a las contradicciones interimperialistas no superadas, contenciosas y convivientes como resultado de incesantes condicionamientos norteños en las negociaciones, pueden situar a la China Popular como el peligro fundamental para los valores e intereses de occidente; en otro momento a Rusia, capaz de ‘devorar a Ucrania’ y amenazar a Europa; a las dos unidas en una alianza estratégica en la llamada ‘la nueva ruta de la seda’; y, más adelante, suman al resto de los Brics para, al unísono, ubicar a Cuba, Venezuela, Bolivia, Ecuador, Brasil, Argentina, Nicaragua, y los procesos integracionistas como el Alba-Tcp, Unasur y Celac, como adversarios en su traspatio natural o tercera frontera, en instantes en que los gobiernos progresistas-populares de Nuestra América y los movimientos sociales y políticos reacomodan sus economías y movilizan a los movimientos de masas ante la crisis de la caída de los precios de las ‘commodities’, las presiones financieras de la deuda externa e interna, sumando el accionar de los ‘fondos buitres’, y el probable viraje político de una estrenada ‘clase media’ ‘humo negro’ le llamaba, en su tiempo, Leon Trotsky surgida de las políticas sociales que promovieron la inclusión, a través, de la redistribución y el consumo.
Mientras, la derecha continental se recicla y reestructura sus fuerzas aprestándose a revertir el mal denominado ‘ciclo progresista’ de la región, (25) con amenazas de aplicar el ‘impeachent’ en los parlamentos y con el apoyo del sistema judicial contra los presidentes legítimamente elegidos, acusándolos de casos de corrupción, y la intención de emplear los ‘golpes suaves’, la aplicación del ‘poder duro’(hard power), con golpes de Estado, hasta militares, las intervenciones e injerencias directas, la utilización del ‘poder blando’ e ‘inteligente’ (soft power – smart power),las ‘revoluciones de colores’, los asaltos mediáticos y la profusa instalación de bases militares, partes de una totalidad estratégica hegemónica.
Ante ese maremagno de situaciones y coyunturas políticas, nadie está exento de deslizarse en simplezas y confusiones acerca de la envergadura de los rápidos cambios mundiales y regionales que están sucediéndose, y en cuanto a los propósitos de las relaciones restablecidas entre la Isla, de una parte, y el imperialismo norteamericano, de la otra, así como las nuevas expectativas que pueden abrirse para la nación cubana cuando se logre un intercambio económico, comercial y financiero con los EE.UU., que se intentará concebir de la única forma que saben hacerlo las élites de poder de Washington: desigual y asimétrico, si el Estado cubano no ajusta y limita el mismo.
El qué hacer ante tantos vacíos, lagunas y digresiones informativas, insuficiente conocimiento y deficiente coherencia y sistematización comunicacional,(26) en esta delicada coyuntura histórica-política, se convierte en sí misma en la pregunta del momento, teniendo como respuesta-resolución alternativa, nunca exclusiva, la vivencial práctica transformadora de una mayor y perfeccionada democracia popular directa-participativa, una significativa ampliación-profundización de la política informativa, de los conocimientos y saberes, con una mayor cultura del debate, los diálogos y las polémicas públicas en el seno de la ciudadanía.
Si una de las piedras angulares de la efectividad de las guerras culturales imperialistas y de las penetraciones e injerencias físicas, morales y culturales se encuentran en el nivel de conciencia ideológica, política y ética-cultural que posean las sociedades a las que intentan someter a través de esas guerras de variado tipo, no es ilógico que las elites de poder capitalistas, sus tanques pensantes, sometan a un frío estudio calculador y una medición constante, la “temperatura” sociológica y política de las contradicciones y valores que evolucionan conflictivamente en los Estados que desean conquistar y recolonizar; así como indaguen acuciosamente los grados de violación de la legalidad, la corrupción presente, el estado de las cifras delincuenciales, los niveles de inconformidad, descontento, escepticismo y la pérdida de expectativas presentes y futuras de los disímiles grupos y sectores poblacionales, más la detección de los focos agudos de tensiones internos, todos los cuales se convierten en indicadores a los que dirigen los esfuerzos de su propaganda, que responden a las interrogantes de cómo deben ser “trabajados” y explotados por las guerras psicológicas, de ideas y las culturales. Una veces utilizan las causas, otras los efectos, que alientan y provocarían desordenes no tan aislados, desestabilizaciones más articuladas y el aprovechamiento oportunista de brindar ayuda, con infiltraciones y proposiciones en la labor de ablandamiento de los cuerpos societales hasta llegar a la (des) ingobernabilidad.
Entonces, no es casual que entre los primeros en llegar a Cuba para negociar su espacio en el intercambio entre ambos países, estén las gigantes corporaciones de las comunicaciones, los dueños de Google y el deseo estadounidense de poner a disposición del pueblo cubano las amplias autopistas de internet, a través de su sistema de cables y satélites. (27) La acechanza de la guerra de pensamiento ya tocó a las puertas.
Asimismo, se interpreta con una deficiente interconexión lógica y racional acerca de las visitas a Cuba del presidente de Francia, Francois Hollande, del Sumo Pontífice del Vaticano, Francisco Bergoglio por las razones del exiguo conocimiento popular del significado de ‘las doctrinas sociales de la iglesia’ y porque el Papa es solo representante de una corriente progresista, pero no la predominante en la Santa Sede y las iglesias en las distintas latitudes geográficas, así como de otras personalidades con altos cargos gubernamentales en Europa, delegaciones de empresarios, hombres de negocios, entre otros. Actualmente se está llevando a cabo la continuación, más acelerada, de los diálogos con la Unión Europea (iniciados en 2014), con el fin de que ésta elimine la injerencista ‘Posición Común’, instaurada en 1996, y restablezca la cooperación, sin condicionamientos, con el gobierno revolucionario sobre de los derechos humanos y políticos.(28)
Considerando que estas no son visitas comunes, ni asiduas, como las que realizan numerosos representantes de países amigos, debían ser analizadas con criterios dialécticos rigurosos, en el contexto nacional e internacional, sin brindar la visión apologética acerca que ‘Cuba se abre paso a la inserción internacional de su economía y comercio con ‘consumadas inversiones extranjeras’ en el marco de la nueva política económica, principalmente en la ‘Zona Especial de Desarrollo de Mariel’ (ZEDM), (29) luego de los cambios introducidos, en el 2014, en la política inversionista nacional, porque debe concientizarse que las zonas de desarrollo alcanzan su madurez luego de cinco años y que, la expansión de la inversión extranjera en Cuba nunca será un proceso sensacional y de corto plazo como algunos piensan, más aun cuando persista el bloqueo estadounidense.
Aunque la opacidad pública de las finanzas isleña es notable, no constituye un impedimento para percibir, consecuencia del bloqueo e insuficiencias propias, la escases actual de dinero efectivo, dado por la caída de los precios del níquel + cobalto, rubro importante en las exportaciones nacionales, entre otras materias primas, así como la baja estimación del crecimiento del precio del azúcar en el futuro inmediato, y la posibilidad de aumentar las exportaciones de este producto en el mercado internacional, (30) aunque se resalte la llegada in crescendo de turistas a la Mayor de las Antillas y el potencial de recursos humanos, altamente capacitados, que trabaja en muchos países, que recaudan una parte considerable de las divisas que actualmente necesita el país.
Asimismo, hay que considerar, la desaceleración, recesión y contracción de las economías de los principales socios económicos-comerciales de Cuba, la tendencia a la baja del flujo de inversiones en el mundo y, desde 2014 en la región latinoamericana-caribeña, según datos de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL). Igualmente, deben tenerse en cuenta, las demoras en la aprobación por el gobierno cubano, caso a caso, de cada proyecto inversionista directo; la consideración que la cartera de oportunidades de negocios supone cierto enfoque restrictivo en relación a otras áreas de inversión; la valoración inapropiada del sistema de contratación de fuerza de trabajo en manos del Estado; la insuficiente infraestructura de transporte, de la industria de la construcción, informática y telecomunicaciones en la Isla; los limitados y lentos cambios de la legislación nacional; la dualidad monetaria; la no existencia de licencias para el comercio exterior a actores no estatales; la no viabilidad del sistema financiero; la desindustrialización existente y el carácter burocrático de la gestión estatal. (31)
Por tanto, ante las dificultades, el gobierno revolucionario tiene que asumir, con natural dificultad y precaución, diversos frentes políticos y diplomáticos, económicos y comerciales, ya que se requiere de adecuaciones estructurales más aceleradas en la economía y comercio nacionales,(32) ante estos contactos internacionales que no son habituales, existiendo entre los visitantes, casi todos del Grupo de los Siete (G-7), pocas diferencias y si intenciones comunes, nada ingenuas, si bien se escribe de ‘conversaciones constructivas-respetuosas’.
III
De hecho y para orgullo nacional, existe en la sociedad cubana un espíritu solidario, patriótico y ético, como parte de la experiencia, aprendizaje y el acumulado vital en estos años de transición y logros socialistas, pero también se hacen visibles zonas de desasosiegos e interrogantes, al lado de deslumbramientos y expectativas no es nada casual las banderitas de las barras y las estrellas en casas, autos, gorras y establecimientos privados y estatales, así como fotografías expuestas con imágenes de la república neocolonial,(33) incluso de un liberalismo, consumismo e individualismo acrecentados, junto a desigualdades, inequidades y zonas de marginación, que condicionan el estado anímico societal que pudieran ser fatales para el proceso de actualización del socialismo, si continuaran enraizándose.
Más por la guerra cultural, ideológica y política que se nos avecina, y la pérdida relativa de la hegemonía socialista y el debilitamiento del estudio del marxismo en el país, ante una tangible quiebra de valores, palpable y reconocido.
Pero este ciudadano (a), que es diverso y plural, no ideal como tampoco perfecto, en especial el juvenil, inmerso en un proceso contradictorio de actualización del modelo del socialismo cubano, en realidad un colosal proceso de reformas término evadido en el discurso y los documentos oficiales económicas y sociales, políticas, jurídicas, constitucionales, ideológicas y culturales, que no sólo actualiza sino rectifica, cambia, renueva, reinventa y elimina deformaciones dentro del socialismo, constituye el sujeto social que protagonizará el proceso de transformaciones, si el partido comunista lo orienta, conduce y persuade de modo que éste conozca, comprenda y haga suya la meta del socialismo, en medio de una práctica revolucionaria socialista en la que se empoderará de poder, a través de una efectiva democracia popular, desde abajo hacia arriba y horizontalmente, capaz de enrumbar definitivamente los destinos del país, acompañado de una superación filosófica, al mejor estilo gramsciano, política e ideológica que le permita mayor conciencia y comprometimiento,(34) sin abandonar la ética de la virtud política y los valores de la emancipación humana.(35)
El repensar crítica y creativamente, con escasos límites espaciales y temporales, Raúl Castro lo expresó con apremio de tiempo, sin prisa y sin pausa, en y sobre la Cuba de hoy es urgencia vital para las ciencias sociales, las humanísticas y la filosofía.(36) No sólo para prever negativas consecuencias que serían ya, más o menos, suficientes o no en el contexto actual sino porque actualmente existen muchos sucesos y procesos en marcha que deben ser diagnosticados, pronosticados y realizarles proposiciones de solución, sean o no aceptadas por los decisores políticos, con vistas a repensar críticamente sobre la realidad societaria cubana, y participar en la elaboración teórica-conceptual estratégica que ponga sobre la mesa de discusión las agudas problemáticas de la propia existencia de la nación, la identidad nacional-cultural y la continuación-ruptura superadora del tránsito del modelo socialista próspero y sustentable.
Notas y citas:
(1) Las crisis capitalistas contemporáneas son estructurales y sistémicas, de superproducción y subconsumo, financieras, energéticas, económicas y ecológicas ’interconexión de las crisis’, le denomina el politólogo y economista belga, Eric Toussaint manifestándose a través de explosiones de las “burbujas financieras”, el derrumbe de las bolsas de valores, que dañan por el sobreendeudamiento al crédito utilizable para la inversión y el consumo. Gilberto Valdés Gutiérrez Posneoliberalismo y movimientos antisistémicos, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 2009; Luciano Vasapollo y Joaquín Arriola Crisis o Big Bang. La crisis sistémica del capital ¿qué, cómo y para quién?, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 2010.
(2) Tal apoyo financiero no está dirigido a las empresas estatales cubanas, sino a los emprendedores-cuentapropistas y las nuevas ‘cooperativas’ del sector manufacturero-industrial y de los servicios. La Secretaria de Comercio de EE.UU., Penny Pritzker, en La Habana, el 7 de octubre del año en curso, declaró: “(…) las últimas regulaciones [al referirse a las medidas del presidente Barack Husseim Obama del 18 de septiembre] estaban diseñadas para apoyar al sector privado emergente en Cuba…” Sergio Rodríguez Gelfenstein El bloqueo estadounidense a Cuba, huella putrefacta de la Guerra Fría, Con Nuestra América (digital), Costa Rica, 24 de octubre de 2015.
(3) El Imperio Recargado, Editores Leo Panitch y Colin Leys, Socialist Register 2005, The Merlin, Londres, CLACSO, Buenos Aires, 2005; Inmanuel Wallerstein La decadencia del poder estadounidense, Capital Intelectual S. A., Ediciones Le Monde Diplomatique, Edición Cono Sur, Buenos Aires, 2006.
(4) Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución, VI Congreso del PCC, Editora Política, La Habana, Abril de 2011; Primera Conferencia Nacional del Partido Comunista de Cuba, Idem., 2012.
(5) José Martí Carta a Bernarda Toro Pelegrín (esposa del general Máximo Gómez), 11 de abril de 1895, Obras Completas, T. 20, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1975, p. 481.
(6) Las guerras culturales remiten al cuestionamiento de la legitimidad de un sistema social, un gobierno y procesos eleccionarios, la sociedad civil, las clases sociales y las creencias; sobre la autoridad moral, el derecho y la razón para la imposición persuasiva. El uso masivo de internet y con ello de virus informáticos para entorpecer y eliminar las comunicaciones, y la idea de espiar en las redes de los Tics, se convierten en la obtención de información valiosa a través de ‘ciberguerreros’. James Davison Hunter Culture Wars: The Struggle to Define America, New York, Basic Books, 1992, en http:// en.wilkipedia.org/wiki/culture_war; Eliades Acosta Matos Imperialismo del siglo XXI: Las Guerras Culturales, Casa Editora Abril, La Habana, 2009; Orlando Cruz Capote ¿Industrias culturales y guerras culturales? Un futuro imprevisible, Revista Cubana de Filosofía. Edición Digital, No. 22. Junio-Diciembre 2012. ISSN: 1817-0137; Jorge Autié González Del Poder Inteligente a la Guerra No Convencional (I y II), Cuba Defensa, (digital), 1 y 3 de julio de 2014; Ignacio Ramonet Los nuevos Estados de vigilancia, Le Monde Diplomatique, Octubre 2015, Francia.
(7) Louis A. Pérez Jr. Cuba en el imaginario de los Estados Unidos, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 2014.
(8) Report: CSIS Commission on Smart Power: A Smarter, More Secure America, 2007, FastMail WARNING: URL text and host don’t match, possible phishing attempt. URL disabled. Original URL=’http://wwww.crisis.o rg;%20’. Original text=’http://wwww.crisis.org; ‘. For more information on phishing click here.Joseph S. Nye The Changing Nature of American Power (1990); The Paradox of American Power (2002); Soft Power: The Means to Success in World Politics (2004); The Power Game: A Washington Novel (2004); The Benefits of Soft Power, February 8, 2004, en, http://hbswk.hbs.edu/archive/4290.html; The Decline of Soft Power, Foreign Affairs, U.S.A., May-June, 2004.
(9) El General de Ejército, Raúl Castro Ruz, Presidente del Consejo de Estados y Ministros, Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba, expresó en Santiago de Cuba, el primero de enero de 2014: “En nuestro caso, como sucede en varias regiones del mundo, se perciben intentos de introducir sutilmente plataformas de pensamiento neoliberal y de restauración del capitalismo neocolonial, enfiladas contra las esencias mismas de la Revolución Socialista a partir de una manipulación premeditada de la historia y de la situación actual de crisis general del sistema capitalista, en menoscabo de los valores, la identidad y la cultura nacionales, favoreciendo el individualismo, el egoísmo y el interés mercantilista por encima de la moral”. Raúl Castro Ruz No cederemos ante agresiones, chantajes y amenazas, Cubadebate (digital), 1 de enero de 2014.
(10) “El poder popular que se construye en aras de la superación del capitalismo no es un “contrapoder” ni un “antipoder”; es otro tipo de poder, sobre bases diferentes a las del capital. (…) un proceso integral de creación-construcción de la sociedad superadora de la alienación del capital y su consumismo Todo se va transformando inter-articuladamente marcado por la actividad consciente de los sujetos protagonistas, quienes en su caminar y construir van (auto) constituyéndose en actor colectivo protagonista del cambio. Es un proceso autogestado por los sujetos y, en ese sentido, es a la vez formador de nuevos hombres y nuevas mujeres, creadores y constructores protagónicos de la utopía anhelada. De ahí el lugar central y permanente que -en este proceso ocupa la batalla cultural por la construcción de una hegemonía de liberación.” Isabel Rauber Hegemonía, poder popular y sentido común. Subjetividades e imaginarios interculturales para un nuevo mundo. El debate cultural alter-hegemónico de nuestro tiempo, “Diálogos Culturales de Invierno”, San Salvador, El Salvador, 21 de Julio de 2015.
(11) Orlando Cruz Capote ¿Existen “deudas” con la Modernidad y el liberalismo burgués en Cuba socialista contemporánea? Algunas ideas para un debate, Nodo50.org/cubasigloXXI, No. CXVII, agosto de 2013, (Versión ampliada), y en Revista Cubana de Filosofía. Edición digital, No. 24, Julio-Enero 2014. ISSN. 1817-0137; Clara G. Meyra Segura Los desafíos culturales en la realidad actual de Cuba, Entrevista con Juan Valdés Paz, Las estrategias van produciendo una sociedad distinta a la que teníamos, Rosa Luxemburg Stiftung, Extractado porLa Haine (digital), 2 de noviembre de 2015.
(12) El escritor cubano Luis Toledo Sande expresó que “(…) sería imperdonable cruzarse de brazos y de pensamiento, y dejarles libre el camino a “ingenuos” y a neoliberales proanexionistas, cuyas ideas, o carencia de ellas, sirve objetivamente a las pretensiones imperiales, o a la banalización que les allana a estas el camino. Si el peligro estuviera solamente representado en la estulticia, la chabacanería y la superficialidad, aliadas naturales de la improfesionalidad y las actitudes irresponsables, ya sería grave. Pero tampoco se debe descartar la participación de interesados conscientes. Y no olvidemos que la desidia acaba siendo tan nociva como la complicidad voluntaria, y hasta más peligrosa tal vez”. Luis Toledo Sande Derechos de la cultura cubana, Cubadebate,La Habana,20 octubre 2015.
(13) El compañero Ricardo Alarcón de Quesada, lo expresó de la forma siguiente: “(…) La dictadura mediática es, probablemente, en la actualidad el instrumento más eficaz en la política hegemónica del imperialismo. Domina ampliamente la información a escala planetaria, determina lo que la gente puede saber y bloquea con mano de acero lo que quiere encubrir”. Ricardo Alarcón de Quesada Palabras pronunciadas por el Día Mundial de la Libertad de Prensa, La Habana, 3 de mayo 2011;http://teveo.icrt.cu/trrf6f/.
(14) Orlando Cruz Capote La historia en el debate contemporáneo, Memorias Evento científico: El marxismo y la crisis del pensamiento neoliberal (2000), Editorial Félix Varela, La Habana, 2003, pp. 184-191; René González Barrios El desmontaje de la historia y cómo enfrentarlo, La pupila insomne (digital), 15 de octubre de 2015.
(15) Editorial, Cuba-EE. UU: Normalización plausible y deseable’, ‘La Jornada’ (digital), 8 de octubre de 2015.
(16) El Informe de Cuba sobre la Resolución 69/5: “Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiera por los Estados Unidos de América contra Cuba”, www.cubavsbloqueo.cu/…/INFORME%20BLOQUEO%202015%20Esp.pdf.
(17) No obstante, el embajador cubano ante la ONU, Rodolfo Valdés Rodríguez, destacó el 27 de octubre, en una entrevista vespertina para el programa la ‘Mesa Redonda’, que la diplomacia tuvo que realizar un arduo trabajo para persuadir a algunos gobiernos del porqué de esa posición contra el bloqueo, debido a las interpretaciones vagas y confusas existentes. Granma, Contundente rechazo al bloqueo en la ONU, Granma, La Habana, 28 de octubre de 2015, p. 1.
(18) El representante de EE.UU. en la ONU, Ronald Godard, declaró sobre el voto negativo que “(…) Lamentamos que el Gobierno de Cuba haya seguido adelante con su resolución anual. El texto se queda corto al reflejar los significativos pasos que se han dado, y el compromiso liderado por el presidente Obama”, a lo que el canciller cubano, Bruno Rodríguez Parrilla, refutó en entrevista de prensa que “(…) No debemos confundir la realidad con los deseos ni las expresiones de buena voluntad. En asuntos como estos, solo puede juzgarse por los hechos. Y los hechos demuestran, con toda claridad, que el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto contra Cuba está en plena y completa aplicación.” Agencia de Prensa EFE, 27 de octubre de 2015.
(19) El presidente estadounidense tiene prerrogativas para autorizar el comercio bilateral entre ambos países; el uso del dólar en sus transacciones internacionales y permitir que adquiera en el mercado mundial productos con más del 10 % de componentes estadounidenses; ampliar dentro de las clasificaciones existentes los viajes de ciudadanos norteamericanos a Cuba; legalizar la importación de productos fabricados en todo el mundo a partir de materias primas cubanas, así como consentir la venta a crédito de productos no alimenticios a la Isla. Salim Lamrani Las contradicciones de Barack Obama hacia Cuba, Almayadeen (digital), Líbano, 24 de octubre de 2015.
(20) Unos días después otro banco francés, el Crédit Agricole, era multado con más de medio millón de dólares por realizar transacciones financieras con instituciones cubanas.
(21) Darío L. Machado Rodríguez Cultura política en Cuba. Una aproximación sociológica, Casa Editora Abril, La Habana, 2009; Yelina Gómez Martínez Informar no equivale a comunicar. Cinco valores incinerados durante ese trastorno, Alianet, 20 de octubre de 2015, http://www.alainet.org/es/articulo/173122.
(22) Ver artículos y debates en La transición socialista cubana: actualidad, desafíos y perspectivas Instituto de Filosofía, Sello editorial filosofi@.cu, La Habana, 2013; Orlando Cruz Capote El complejo mundo capitalista que rodea a Cuba socialista, http://cubacoraje.blogspot.com/, y otras web de izquierda, septiembre-noviembre 2011.
(23) Los medios de comunicación masivos, los mediáticos, hoy con emisiones rápidas e instantáneas, que debían erigirse en una poderosa herramienta que permitiera mantenernos en continua interrelación cultural con los distintos procesos-sucesos sociales, políticos y económicos, tanto a escala nacional como regional e internacional, no están cumpliendo cabalmente su función educativa-cognoscitiva, analítica-reflexiva, demostrativa y crítica de verdades aproximadas y de diálogos interculturales constructivos. Al contrario están tratando, de manera abierta y encubierta, de homogeneizar y uniformar y, paradójicamente, fragmentar y atomizar a las sociedades con sus informaciones tendenciosas y manipuladoras, construyendo las imágenes, noticias y comentarios con sensacionalismos de variado tipo, relatos banales, reportajes incendiarios, violencias exageradas, mentiras infundadas, coberturas y opiniones parcializadas, censuras de verdades incómodas, terrorismos mediáticos y de Estado contra agrupaciones, naciones y sistemas regímenes es el término peyorativo más utilizado ideopolíticamente adversos al capitalismo dominante, fobias paralizantes introducidas con oscuros propósitos políticos y exacerbación de ánimos contraproducentes a una lógica racional y emancipadora humanista. Orlando Cruz Capote y Lavinia Esther Pérez García Aprender para aprehender y comprender críticamente el mundo actual, Revista Cubana de Filosofía, Instituto de Filosofía. Edición Digital, No. 18. Mayo-Septiembre 2010. ISSN: 1817-0137.
(24) Los grupos de terroristas ‘islámicos’ surgieron y fueron creados como consecuencia de la agresión estadounidense y la OTAN contra Irak, Afganistán y Libia ahora en Siria, y contaron desde el inicio con el irrestricto apoyo logístico por los gobernantes estadounidenses, su aliado Israel y otros países del Golfo Pérsico, con vistas a la recomposición del mapa del Levante y más allá de esas fronteras.
(25) Roger Landa La historicidad del “ciclo progresista” actual. Sus nudos problemáticos, III parte, en tres partes, Alainet (digital), septiembre -octubre de 2015; Aran Aharonian Movimientos sociales: un ciclo que no se detiene, Miradas al Sur (digital), Argentina, 18 de octubre de 2015; Raul Zibechi Se acelera el fin del ciclo progresista sudamericano, La Jornada (digital), 30 de octubre de 2015; Álvaro García Linera Cinco pasos para contrarrestar la vulnerabilidad de los procesos progresistas, Contrainsurgencia, Rebelión (digital), 3 de noviembre de 2015; Katu Arkonada ¿Fin del ciclo progresista o reflujo del cambio de época en América Latina? 7 tesis para el debate, Alainet, 8 de noviembre de 2015, entre otros.
(26) Falta la profundización crítica acerca del pensar-accionar estadounidense en el seno de las organizaciones políticas, de masas y sociales cubanas, porque se desconoce por la mayoría del pueblo las dobles intenciones del ‘espectáculo’ de exponer viejos autos, made in USA, al fondo del acto de apertura de la embajada (18/08/2015), en el malecón habanero, que constituyó un montaje propagandístico subliminal; y que, el Secretario de Estado, John Kerry, contactó ese día, en La Habana, en la residencia del jefe de la Oficina de Intereses, con la gran mayoría de representantes de la contrarrevolución interna (algunos no asistieron mostrando su desafío y presión ante EE.UU.), en la cual los mercenarios mostraron satisfacción por el intercambio sostenido.
(27) Asimismo, no escapan de los radares políticos de las guerras culturales contemporáneas la existencia y aprovechamiento de las mediocridades humanas, los individualismos, las ambiciones, la codicia, los egoísmos, los fatuos protagonismos y egocentrías, las vanidades, el afán de lucro, las ansias de poseer riquezas desmedidas y el deseo de ostentarlas, los privilegios “obtenidos” muy por encima de lo que realmente se obtiene a través del trabajo y con una diferencia abismal con respecto a lo que tienen los demás miembros de la sociedad, los beneficios malhabidos, la pérdida del colectivismo y la solidaridad. John T. Bennet El Pentágono declara que Internet es un dominio de guerra, en The Hill, Washington, U.S.A., 2011, http://thehill.com/blogs/hillicon-valley/technology/171531-pentagon-declares-the-internet-a-domain-of-war; Iroel Sánchez (Ciberespacio) Miedo en el Pentágono: una fórmula peligrosa, La Pupila Insomne, La Habana, 19 de julio de 2011; Deisy Francis Medidor EE.UU: Ciberguerra, piratería y otras especies,publicado por M. H. Lagarde para Cambios en Cuba, 23 de julio de 2011.
(28) Solo destacaremos, además, las visitas del Presidente del Consejo de Estado y Ministros, Raúl Castro Ruz, a la Cumbre de las Américas en Panamá, también a la Cumbre de las Naciones Unidas dedicada a la aprobación de la Agenda de Desarrollo posterior al 2015, al Debate General del 70 Período de Sesiones de la Asamblea General la ONU y la Reunión de Líderes Mundiales sobre Equidad de Género y Empoderamiento de la Mujer, así como las que efectuó a Argelia, Rusia, Italia, Vaticano y México; la del Primer Vicepresidente del Consejo de Estado y Ministros, Miguel Díaz-Canel, a Bruselas, donde dialogó con la alta representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Federica Mogherini. La llegada a Cuba de los presidentes de Panamá, Argentina, Colombia y Serbia, el primer ministro de Italia Matteo Renzi; los cancilleres de Japón, México y los Emiratos Árabes Unidos, etc. Más los múltiples encuentros y visitas de trabajo con las secretarías del gobierno, senadores, representantes y gobernadores estadounidenses, y otros empresarios de ese país.
(29) El diario Granma publicó, recientemente, los primeros ocho usuarios de la ‘Zona Especial Mariel’, con cinco empresas de capital 100 % foráneo, dos cubanas y una mixta, destacándose las corporaciones de México, España, Bélgica, Brasil, Singapur y Estados Unidos. No se mencionó, como en otras ocasiones, a compañías chinas y rusas. Presentan a los primeros ocho usuarios de la Zona Especial Mariel, Granma, La Habana, viernes, 6 de noviembre de 2015, p. 2.
(30) La tasa de formación bruta de capital en Cuba bajó de 10.9 a 7.6 % en los últimos cinco años, obligando a la liquidación de la deuda externa vencida en un 27 % de su valor total, según estimados internacionales, lo que hizo inaplazable su pago, iniciándose un proceso de saneamiento de las finanzas internas y externas. La refinanciación de la deuda externa por algunos países e instituciones bancarias es positivo, aunque su reciclaje futuro es un escenario real, ante la necesidad de créditos, preferiblemente con bajos intereses, e inversiones de capital, en instantes en que la economía nacional está afectada por los ya mencionados bajos precios de sus materias primas y la difícil ubicación de los avanzados productos médicos, farmacéuticos y de la biogenética en el mercado internacional, dado el predominio de las poderosas transnacionales capitalistas. José Luis Rodríguez Valoraciones externas sobre la inversión extranjera en Cuba,Cubadebate, tomado originalmente deCuba contemporánea (digital), 5 de noviembre de 2015.
(31) Estas limitaciones para la capacidad de absorción de la inversión extranjera en Cuba, fueron enunciados por Fulton Amstrong, economista de la American University, coincidiendo, en parte, con las apreciaciones de la CEPAL. Idem.
(32) Jesús Arboleya Una aproximación a las nuevas medidas tomadas por Obama, Progreso Semanal (digital), EE.UU., 20 de septiembre de 2015.
(33) Luis Toledo Sande Porque si está la bandera…, Cubadebate, 16 de octubre de 2015.
(34) Acerca de diversos criterios sobre lo que distingue y define al dirigente político socialista; los mecanismos que aseguran la comunicación entre dirigentes-dirigidos; el peso que da el dirigente a la construcción del consenso y el significado de construir el mismo; entre otras problemáticas, puede leerse Hacer política socialista: un simposio, revista Temas, No. 78, abril-junio 2014, pp. 4-18. Cuba. ¿Actualización del modelo o reforma del Estado?, en Cuba Posible, (digital), 1 de junio de 2015.
(35) Gilberto Valdés Gutiérrez Algunos referentes para soñar y pensar a Cuba, @RevistaTemas, 25-04-2013, http://www.temas.cult.cu/catalejo/economia/Gilberto_Valdes.pdf.
(36) Pablo González Casanova Las nuevas ciencias y las humanidades, De la Academia a la Política, Anthropos Editorial, México, 2004.

*El Dr. Capote es Investigador Auxiliar, Instituto de Filosofía, CITMA, Cuba.

Concreciones diferenciadas iníciales de la conciencia de clase obrera y de la celebración del primer día del Trabajo en Guatemala

Concreciones diferenciadas iníciales de la conciencia de clase obrera y de la celebración del primer día del Trabajo en Guatemala

José Luis BALCÁRCEL ORDÓÑEZ*

  • Filósofo. Guatemalteco. Profesor de tiempo completo titular “A” definitivo, por oposición, con 45 años de antigüedad académica en la facultad de filosofía y letras de la UNAM, en los Colegios de filosofía y de estudios latinoamericanos.

Se trata aquí de procurar restablecer el enfoque filosófico de la dialéctica de las formaciones iníciales, de carácter histórico-social, de la conciencia de clase obrera en Guatemala, y su concreción que condujera a manifestarse en hacer posible celebrar el primer primero de mayo, como día internacional del trabajo.

Según las fuentes hemerográficas de Guatemala, la primera vez que se llevó a cabo en el país la celebración del 1 de mayo como día del trabajo, correspondió a un jueves de 1924.

Así lo consignan de manera expresa dos periódicos. Ambos en primera plana: el Diario de Centro América, de la fecha y del día siguiente, le dedicó comentarios en tono retórico y solemne y reseñó el desarrollo de los festejos, respectivamente. El Imparcial, del 2 de mayo, además de informar de los actos realizados en diferentes partes de la república,
destacó una nota declamatoria alusiva a la conmemoración, la cual, sin duda, estaba preparada para aparecer el día anterior, en que por razones técnicas no circuló el diario y conservó al pie la fecha 1 de mayo como signo de homenaje. Su título: “¡loor al trabajo y honor a sus sacerdotes, los obreros!”, seguramente escrita por el director del periódico, Alejandro Córdova, quien antes había sido telegrafista.

El mismo diario informó el 29 de abril acerca de los preparativos y programas del acontecimiento. En cambio, la versión de un viejo dirigente obrero, perseguido y preso por años, nos proporciona datos e información que resultan diferentes, no sólo con respecto del año en que empezó a celebrarse en el país el día del trabajo, sino en cuanto a lo que concierne al significado que adquirió desde un principio, distinto del convencional de efemérides que trató de asignársele, tal como se refleja en las notas y comentarios de prensa.

En sus breves “Apuntes para la historia del movimiento obrero en guatemala”,1 Antonio Obando Sánchez señala el 1 de mayo de 1922 como la primera celebración del día del trabajo, en la cual, por lo demás, él mismo participó. Y afirma que, durante diez años, los obreros lograron que se celebrara, hasta que la dictadura terminó por cancelarla mediante la represión. Aquello constituyó una muestra de la actitud combativa, de protesta y de planteamiento de demandas, de exigencia de prestaciones por parte de los obreros guatemaltecos.

1 Antonio Obando Sánchez, “Apuntes para la historia del movimiento obrero en guatemala”, antigua Alero, núm. 30, tercera época, mayo-junio, Guatemala, 1978, pp. 76-82.

En otra parte se afirma que en 1921 se llevó a cabo la primera celebración: “En medio
de un gran entusiasmo se celebró por primera vez en Guatemala el día internacional de los Trabajadores, el Primero de Mayo de 1921. Junto a sus demandas específicas y la bandera nacional se alzó su voz solidaria con todos los trabajadores de la tierra”.2

2 Jorge del Valle Matheu y Moisés Castro Morales, Correspondencia Latinoamericana, números 20 y 21, Buenos Aires, marzo, 1927. Alfonso Bauer Paiz, Catalogación de leyes e instituciones del trabajo en Guatemala del periodo 1872-1930, Instituto de investigaciones Económicas y Sociales, universidad de san Carlos de Guatemala, Guatemala, 1965, p. 79. Cfr. Bernardo Alvarado Monzón, “la penetración imperialista, la lucha de clases y las primeras organizaciones marxistas en Guatemala”, Experiencias, números 6, 7 y 8, Guatemala, diciembre, 1961, enero-febrero, 1962. También Huberto Alvarado Arellano, Apuntes para la historia del Partido Guatemalteco del Trabajo, ediciones del PGT, Guatemala, 1975, pp. 5-6.

Sin embargo, adentrado más en la averiguación hemerográfica y documental directas al
respecto, durante una estancia semestral sabática que, con apoyo de la dirección general del
Personal Académico (DGAPA) de nuestra universidad nacional Autónoma de México, me permitió cumplir una invitación del Centro de estudios urbanos y regionales de la universidad de san Carlos de Guatemala, entonces bajo la dirección del doctor óscar Guillermo Peláez Almengor, para investigar la gestación de las ideas y el pensamiento marxistas en el país, y su relación con méxico,3 pude hallar y corroborar informaciones que con claridad y precisión confirman lo siguiente:

Por un lado, haber sido, en realidad, el año de 1921 el de la primera celebración en Guatemala del día del trabajo, el 1 de mayo. Por el otro, que durante años, al menos los últimos de la dictadura de “el señor presidente”, Manuel estrada Cabrera, entre grupos de trabajadores, con todo e imperar en el país un sistema productivo que todavía daba lugar de manera predominante a la integración suya en torno a gremios y mutualidades, por oficio o dedicación, en su seno orgánico —en sus albores si se quiere— venían propagándose niveles y grados de concientización entre los trabajadores, por elementales que todavía se mostraran, tendientes a reclamar para sí, colectivamente: reconocimiento, impulsar luchas por el logro de reivindicaciones y exigir prestaciones, por mínimas que fueran.

Entre ellas la exigencia por reducir el tiempo de la jornada de trabajo a 8 horas. Todo lo cual se pondría de manifiesto a la caída de la dictadura, a la que contribuyeron en lucha armada decisiva los trabajadores, artesanos combatientes, y la instalación del gobierno de los conservadores, contrarios a los liberales, el cual se promovía con oferta y cariz democratizadores. Esa primera celebración del día del trabajo, o fiesta del trabajo como también se le denominó por parte de alguno de los grupos que la conmemoraron, contó con diversas actividades promovidas a través de “actos literarios”, según el sector y posición ideológica que la sustentara hasta con manifestaciones -o desfiles, como tendió a llamárselos en Guatemala aún en tiempo de la revolución de octubre (1944-1954)- y concentraciones. Lo señalamos en plural porque no sucedió que se llevara a cabo entonces una sola manifestación y concentración, sino alrededor de tres, cinco o seis, por separado, conforme a distintas tendencias sustentadas, las que entre manifestaciones o marchas, concentraciones y actos diversos escenificaron esa primigenia conmemoración.

3 el título del protocolo de la investigación correspondiente, actualmente en desarrollo, presentado a DGAPA, es el siguiente: “Proyección de las ideas y el pensamiento marxistas en Guatemala a través de México. su incidencia ideológica en los movimientos obrero, político, cultural e intelectual”. Protocolo presentado en el año 2002, que tiene antecedente de investigación de mi parte en la publicación “el movimiento obrero en la historia
de Guatemala”, incluido en el tomo 2 de la Historia del movimiento obrero en América Latina, coordinado por el doctor Pablo González Casanova (instituto de investigaciones sociales, UNAM-siglo xxi, 1985). Investigación citada en la obra debida a varios autores: Más de 100 años del movimiento obrero urbano en Guatemala. Tomo i: Artesanos y obreros en el período liberal 1887-1944, Asociación de investigación y estudios sociales,
Editorial Piedra Santa, Guatemala, 1991. la investigación citada, incluida en la obra coordinada por el doctor González Casanova, a su vez tiene como referente una mía anterior, publicada en Cuadernos Americanos (México, mayo-junio, año xxxix, vol. CCxxx, núm. 3, 1980), bajo el título de “la primera celebración del día del trabajo y las formaciones iníciales de la conciencia de clase obrera en Guatemala”.

Indudablemente, todo ello ponía de manifiesto un modo de culminación de las modificaciones que demostraban operarse en distintas formaciones de conciencia social entre los trabajadores, como indicador de lo que apuntaba a tornarse movimiento obrero propiamente. Incluso en el medio laboral comenzaban a sonar voces aspirantes a la conversión posible de arribo al sindicalismo, por incipiente que consiguiera llegar a plasmarse su concreción, aprovechando la coyuntura emergente planteada. Baste anotar que ya en 1920, en plena dictadura de Estrada Cabrera, se habían producido varias huelgas y protestas: las de panaderos, telegrafistas, trabajadores cerveceros, barberos, en contra de las cuales el gobierno actuó con medidas de represión extrema.

Más tarde se presentarían planteamientos sobre la necesidad de cambiar modos de organización de los trabajadores que rompieran con la corporativización que venía imponiendo la dictadura para controlar su actividad y utilizarla como supuesta arma de respaldo al régimen, de pretendida adhesión y apoyo al cumplimiento de sus propósitos y designios. Tal sería el caso del llamamiento lanzado por el artesano tipógrafo Nicolás Reyes, ya en 1920, aunque un año antes de aquel primer Primero de mayo (quien, por cierto ironías del destino, en tiempos de la dictadura de Ubico se convertiría por nombramiento de éste en director de la Tipografía Nacional), para que las organizaciones de trabajadores se deslindaran de aquel control impuesto y actuaran con independencia, valiéndose por su cuenta. Hablando, mejor dicho, escribiendo de sindicalismo. Importantísimo criterio que trascendió en texto suyo y en información a la prensa.4
4 Diario de Centro América, Guatemala, 10 de junio de 1920, p. 2.

La que arriba llamamos ironía del destino, tiene explicación, sin embargo, dado que Ubico tomó en cuenta la ruptura de Reyes con los conservadores (el Partido Unionista, que entró en conflicto con los trabajadores, en el fondo por cuestiones de origen clasista), y se hizo a las filas del Partido Liberal.

Por cierto, El Demócrata, periódico que se presentaba como diario independiente, órgano del Partido democrático, defensor de los principios liberales, tratándose de una fracción
escindida del Partido liberal con motivo de la lucha y caída de Estrada Cabrera, misma que
había intervenido en tratar de acelerar dicha caída, publicaba el sábado 30 de abril de 1972
en primera página, en pequeño recuadro de la parte inferior de la misma, de su número de
circulación 252, ya en su año ii: la fiesta del trabajo. Mañana, primero de mayo, a iniciativa de la sociedad “Federación Obrera para la Protección Legal del Trabajo”, celebrarán los obreros de la Capital “la fiesta del trabajo”, según programa que está circulando y que por falta de espacio nos privamos del gusto de publicar. La cultura y el entusiasmo serán las notas predominantes en este festival, digno por todos conceptos de la más franca ponderación.

Por su lado, desde posiciones ideológicas diferentes, en torno a la fecha conmemorativa
inicial del día del trabajo, se dio a la publicidad una convocatoria que a la letra decía:
Con el fin de festejar debidamente la toma de posesión de la nueva Junta Directiva de la
sociedad federada “Gremial de Albañiles” tenemos el honor de invitar a Ud. y apreciable familia para que, con su presencia, dé mayor realce al Acto literario que tendrá lugar
el día 1º de mayo, en la casa número 34 de la 6ª Avenida sur a las 7 p.m., con la cual
tomamos parte en la “FIESTA DEL TRABAJO”, que se inaugura en esta fecha, por acuerdo de la Federación Obrera de Guatemala, y cuya celebración anual tendrá lugar en Centro América. Logramos esta oportunidad para suscribirnos de Ud. sus Altos y ss.ss.
Manuel Francisco Leche, Presidente. Pedro García manzo, secretario.

PROGRAMA.
1º. Discurso oficial, por don Arturo Centeno.
2º. Lectura del Acta de fundación por el socio Toribio Gómez.
3º. Cambio de la Junta directiva.
4º. lectura de la memoria de los trabajos llevados a cabo durante el año de 1920 al 1º de mayo de 1921, por el Secretario saliente.
5º. Disertación científica por el Doctor Eduardo Aguirre Velásquez.
6º. Frases finales por el Br. Emilio García Narváez.5
5 Excélsior, Guatemala, sábado 30 de abril de 1921, primera plana.

Después de celebrado el acto literario conmemorativo señalado, Excélsior (Guatemala, 2/5/1921) recogería el desarrollo del mismo con los siguientes titulares de primera plana:
“EL PROLETARIADO DE GUATEMALA INICIA UN MOVIMIENTO SOCIALISTA”; “EL HORROR A LOS POLÍTICOS PROFESIONALES COMO MEDIO DE DEFENSA DE LAS CLASES TRABAJADORAS CONTRA EL CAPITALISMO”;
“Discurso pronunciado por el doctor Aguirre Velásquez en la ‘gremial de Albañiles’, anoche”.

Volviendo en fechas al aviso de la celebración del primer primero de mayo conmemorativo, el mismo Excélsior de fecha 30 de abril de 1921, en su página 6, titulaba una nota “la
fiesta del trabajo”, con el siguiente contenido: la celebración de esta fecha obrera, decretada por la “Federación Obrera de Guatemala” y que celebran también instituciones de igual índole de muchas naciones, se verificará principalmente en el Hipódromo. En el Parque de Minerva dará por la tarde un concierto la Banda marcial. Punto del programa de celebración es también la manifestación que se organizará en la plazuela del templo de San Sebastián.
La celebración culta de esta fiesta, contribuirá a dar solidez al buen nombre de que
gozan las instituciones obreras de Guatemala.

Conviene traer a cuento que el lugar de la celebración al que se refiere la nota anterior como Parque Minerva, era ni más ni menos que el mismo que “el señor presidente” Manuel Estrada Cabrera había mandado construir, con réplicas en las más importantes ciudades del país, para celebrar frente a sus templos (“templos de minerva” se les denominaron) las fiestas de Minerva, dedicadas a la cultura, el arte y la educación. Tales templos tuvieron por modelo imaginario el Partenón griego, en chiquito. A dichas fiestas asistían importantes personalidades invitadas, para ofrendarle, junto a las multitudes escolares presentes, cálidos ditirambos al tirano. Rubén Darío, José Santos Chocano y Enrique Gómez Carrillo, fueron algunas de ellas.

Sobre los diversos festejos realizados, de nuevo Excélsior volvería a informar en su página
4 del 2 de mayo de 1921. En ella, con el título de “el día de los obreros”, daba cuenta de lo
llevado a cabo: la celebración de la fiesta del trabajo fue, como lo habíamos predicho, una serie de actos cultos del obrerismo, que tiende a elevarse conforme a las modernas orientaciones.

Esta tendencia fue la base de las alocuciones pronunciadas en los puntos marcados
por el programa: en la plaza de san Sebastián, por el obrero Silverio Valenzuela; en la
Plaza del Centro, por el ciudadano Virgilio Narváez, a nombre del Consejo federal; en
el teatro Colón, por el ciudadano Vicente Arriola; y por último, en “la Concordia” por
el Br. César Izaguirre; base sólida que, bien comprendida e interpretada, tiene que hacer
la felicidad de los pueblos.

Por la noche la sociedad federada gremial de Albañiles celebró solemne extraordinaria sesión, en la cual tomó posesión la nueva Junta directiva. En el Hipódromo y Parque de minerva la Banda marcial y dos marinos contribuyeron a dar el domingo el aspecto de un día de fiesta del trabajo.

Por lo que tiene que ver con la concentración o mitin en el parque “la Concordia”, a partir de la revolución de octubre “Parque Enrique Gómez Carrillo”, debemos hacer ver que
se trataba de la conmemoración de los comunistas. En realidad, aquélla no fue otra que la
concentración que llevara a culminar la manifestación o marcha que los comunistas habían
hecho arrancar desde la Plaza de la estación (de los ferrocarriles). Además, cierto era que
“la Concordia” había funcionado como punto de reunión para concentrar otros encuentros
o manifestaciones, como la concentración que se llevaría a efecto el 2 de abril del mismo
1921, para de allí partir al Cementerio general, en donde tendría lugar un acto en homenaje
a Justo Rufino Barrios, frente a su tumba.6
6 Excélsior, Guatemala, 1 de abril de 1921, primera plana. Justo Rufino Barrios, máximo dirigente de la revolución de reforma de 1871, que hizo imperar el liberalismo en el país, en su segunda fase.

Sin embargo, parecería que para la fecha de concentración comunista por el primero de mayo se disponía de más amplios espacios para la concentración, puesto que se había efectuado importante tala de árboles, según noticia de la Gaceta de la Policía Nacional.7
7 Gaceta de la Policía Nacional, año i, del 19 de junio de 1921, p. 22.

Resulta importante saber que en la concentración celebrada en “La Concordia” se enarboló la bandera roja con la hoz y el martillo, plena identificación de la tendencia ideológica que llevara a cabo la conmemoración alusiva al evento.8

8 Información obtenida gracias al testimonio de don Carlos Cáceres Ávila, militante de aquel primer partido comunista que, a la sazón, funcionara en Guatemala. Dicha información me fue comunicada, en decenios anteriores, por mi compañero y amigo, el doctor Carlos Navarrete Cáceres, investigador del instituto de investigaciones Antropológicas de la UNAM, y nieto de aquel participante en el acto de celebración del 1 de mayo.

Importa señalar que el marxismo, y por lo tanto el movimiento comunista al que arriba
aludo por su participación en la primera efeméride del día del trabajo, no constituía entonces ninguna improvisación. Indudablemente de modo clandestino se estudiaba e impulsaba el marxismo. Como puede concluirse, por ejemplo, del texto que por entregas presentara al Excélsior de 13 y 14 de abril del mismo 1921 José Luis Barrientos, en relación con una conferencia que sobre el socialismo científico había pronunciado en días anteriores para “Unificación Obrera” en el edificio de la Asociación de Estudiantes Universitarios (AEU).

José Luis Barrientos estudiaba a la sazón derecho y actuaba como representante en la AEU, junto a otro compañero también estudiante de derecho, Miguel Ángel Asturias, muchísimo tiempo después Premio nobel de literatura. Juntos actuaron en varias luchas populares y entablaron solidaria relación con organizaciones comunistas mexicanas, sobre todo con motivo del conflicto provocado por Estados Unidos que contrapuso a Panamá con Costa Rica.

Vale la pena recordar acerca de dicho conflicto que con el patrocinio de la AEU se integró la Junta Patriótica de estudiantes universitarios del estado de Guatemala, de la que igualmente formaron parte miguel Ángel Asturias y José Luis Barrientos; asimismo, es importante rememorar que los distintos documentos que se redactaron y distribuyeron con aquel motivo, concluían con la glosa final: “SALUD Y RENOVACIÓN SOCIAL”.9
9 véase, por ejemplo, Excélsior de Guatemala, del 7 de marzo de 1921, p. 3.

Debe descartarse la posibilidad de cualquier celebración anterior en Guatemala, porque
no se tiene ningún indicio de que la haya habido. No sólo porque la prensa de gran tirada no
haya recogido la información. Por lo visto, tampoco lo hizo en 1921, 1922 y 1923. De las
del 21 y 22 no puede inculparse de omisión a El Imparcial, puesto que éste se fundó el 16 de junio de 1922. Nada registran tampoco a este respecto los periódicos de trabajadores o de partidos políticos que se oponían al régimen de Estrada Cabrera (8-ii-98 a 8-iv-20).

Es el caso de El Obrero Libre, que empezó a editarse el 15 de febrero de 1920, bajo la dirección de Silverio Ortiz, autor, a la vez, de unas extraordinarias memorias que recoge Rafael Arévalo Martínez en ¡Ecce Pericles!,10 en las que nada se dice en ese sentido, e, igualmente, ninguna referencia hay en el Unionista, que sale a circulación en la misma fecha que aquél y que, a diferencia suya ser el órgano de la fracción obrera del Partido unionista, expresaba al partido orgánica y políticamente a nivel nacional. No se alude a la fecha o a la conmemoración ni en el número 78 de su primer año, correspondiente al sábado 1 de mayo de 1920, ni en números anteriores o posteriores. Es más, en la edición de ese día ni siquiera aparece mención alguna relacionada con problemas de los obreros, a diferencia de ediciones de otras fechas, como sucede en los números 12, 13, 23, 29 y 53, para citar sólo algunos ejemplos.

10 Rafael Arévalo Martínez. ¡Ecce Pericles!, tipografía nacional, Guatemala, 1945.

En la década anterior al 20, por lo que puede establecerse, en Centroamérica no existía, ni remotamente, la idea del día del trabajo. Así se desprende del Primer Congreso Centroamericano de obreros, celebrado en San Salvador, cuyas resoluciones rezan (“Centenario del Primer grito de independencia de Centro América”, en evidente manifestación de homenaje): “[…] i Base… art. 5º. Recomendar a los jefes de talleres que no suspendan los trabajos por motivo de fiestas civiles o religiosas innecesarias, exceptuando únicamente el día 15 de septiembre”.11
11 El Nuevo Tiempo, Tegucigalpa, Honduras, 24 de enero de 1912, p. 966.

Lo anterior llama la atención porque, de no obedecer a intereses manipuladores tendientes
a evitar la celebración del 1 de mayo, ante repercusiones inmediatas —demasiado inmediatas— previsibles por lo que en este sentido venía preparándose en México, tiene que admitirse que al atraso del movimiento obrero de Centroamérica se sumaba el aislamiento de los trabajadores del movimiento internacional, así como del gobierno, porque de haberlo sabido, el gobierno probablemente hubiera manipulado la fecha, tal como lo hacía con otros aspectos de la actividad obrera, sobre todo durante las campañas reelectorales del “señor presidente”.

El primer supuesto debe desecharse por completo, pues resultaría incompatible con el
conjunto resolutivo del mencionado congreso obrero, que planteó entre otras demandas: que los gobiernos centroamericanos graven con impuestos a las manufactureras extranjeras que de igual clase se elaboren en todos o algunos de los estados […] formación de un Comité en cada estado, que se ocupará en la creación y administración de un fondo especial dedicado a la construcción de casas higiénicas y baratas para obreros pobres […] Para reglamentar las horas de trabajo… conforme a las necesidades de la región, recomendando especialmente sostener como máximo ocho horas diarias para los obreros que trabajan por día, destinando dos horas al almuerzo […] Creación de centros de recreo, casas de salud y asilos para obreros […] …sistema de cédulas personales para los obreros que se trasladen de un estado a otro o de una población a otras, dentro de un mismo estado; en las cuales se hará constar que el portador es miembro activo de alguna de las sociedades confederadas, la cual dará en ella la identificación de las cualidades personales y competencia profesional, y de haber cumplido sus obligaciones de socio.

En todo caso, cabe recordar que aparte de que en Estados Unidos, desde mucho tiempo
atrás se había determinado la festividad de una fecha conmemorativa del día del trabajo, la
Segunda internacional socialista, marxista, acordó en 1889, en París, la celebración del día Internacional del trabajo para que comenzara a celebrarse en 1890; en 1892 insistieron en la necesidad de la conmemoración los sindicatos franceses en Bruselas y en 1893 se estableció su confirmación en Zurich; siempre en el contexto de reivindicaciones como la jornada de ocho horas, la supresión o reglamentación de la jornada nocturna y del trabajo de mujeres y niños. en países de latinoamérica, como es el caso de Chile, el día del trabajo comenzó a celebrarse en 1898, en su primera conmemoración pública, con el antecedente del primer manifiesto de saludo a la fecha, en 1893.12
12 Alejandro Witker, Chile: sociedad y política, Antología, lecturas universitarias, núm. 30, UNAM, México, 1978, pp. 699-700.

En México, el día del trabajo se celebró en 1912 y, sobre todo, en 1913, en forma masiva, teniendo como antecedente la conmemoración en Chihuahua, que se inició en la década de 1890.

La primera mención que se hace en Guatemala del 1 de mayo como fecha conmemorativa
laboral, es la que cita el artículo 40 de la llamada Constitución Obrera Centroamericana,13
y que debió ser el instrumento constitutivo de la Confederación Obrera Centro Americana
(COCA), que se fundó en Guatemala en 1921, a instancias de los jefes de estado de los cinco países, resultado del Congreso Obrero Centro Americano que se reunió el 15 de septiembre, con motivo del Centenario de la independencia, convocado por la federación obrera de Guatemala (“Queda facultado el Consejo federal para pactar con las demás agrupaciones de la América Central la Confederación Obrera Centroamericana”): “Se reconoce día de fiesta obligatoria: 1 de mayo, fiesta del trabajo, y el 15 de septiembre, aniversario de nuestra emancipación política”. Sin embargo, no obstante su fundación en 1919, la COCA, cuya sede sería rotativa por año en cada uno de los países centroamericanos, comenzó a funcionar en Guatemala, precisamente hasta 1924.
13 El Imparcial, 29 de abril de 1924.

La cuestión que aquí se plantea tenía como contexto un medio social de relaciones productivas en donde las actividades laborales se hallaban –predominantemente- aún en la fase artesanal, cuando apenas comenzaban a darse las diferenciaciones de los talleres a las fábricas, y en el que de éstas sólo muy pocas surgieron propiamente como tales; mientras en el campo imperaban rasgos de servidumbre y sólo principiaban a generarse las correspondientes a la explotación capitalista.

De todos modos, hay que tener en cuenta la afirmación de Obando Sánchez: “Antes de la
caída de Manuel Estrada Cabrera no hubo sindicalismo propiamente dicho; hubo sociedades mutualistas”.14
14 Op. cit., “Apuntes para la historia del movimiento obrero en Guatemala”.

El planteamiento del autor alude a los linderos que marcan el inicio de la década de los 20 y si aquí nos interesa establecer la cuenta, el tiempo es sólo para efectos de situar la fecha de la primera celebración del día del trabajo en Guatemala dentro de condiciones bien determinadas. Lo que resulta necesario de tomarse en consideración es lo que tiene que ver con las condiciones de un desarrollo económico y social respecto del cual se producen las posibilidades de desarrollos de clase, ideológicos y, por supuesto, políticos, no sólo en lo que concierne a las organizaciones laborales, y lo que en ello participa y determina el proceso de la conciencia de clase, sino, a nivel nacional, en las interrelaciones con otras clases sociales.
En este sentido, las “Memorias” de Silverio Ortiz son un magnífico y valioso escrito -de
grata lectura, además, por su sencillo bien decir-, fundamental para conocer la actividad gremial y política de los trabajadores guatemaltecos en una época en que eran todavía, más que todo, artesanos transitando hacia el obrerismo. Este documento, que ha resultado muy utilizado por algunos autores, quienes al mencionarlo lo repiten de manera textual, y, sin entrecomillarlo, ha dado lugar a interpretaciones forzadas que llevan a adjudicarle al momento y a las condiciones a las que se refiere, características que corresponderían a una etapa de desarrollo obrero, proletario, ya completamente definido como tal. Pretendiendo desconocer las manipulaciones y la mediatización a que la burguesía sometió a los trabajadores, denominados, aun por ellos mismos, obreros, desde tiempo atrás, muchas veces a través de los dueños de los talleres. Asumir posiciones políticas y de lucha contra la dictadura no forzosamente implicaba decir haberse desarrollado como obrero ni alcanzado la conciencia respectiva.

La lucha por el control del gobierno fue entre fracciones de la burguesía, secundada por artesanos y obreros en ciernes, quienes también estuvieron en primera línea de la lucha, o por delante de la burguesía, combatiendo para ella. Sería absurdo pretender, en cambio, que el tiempo, tan breve, que va del 20 al 21, 22 o 24, y que pasó entre el derrocamiento de la dictadura y la fecha en que se haya celebrado el 1 de mayo, constituyera el elemento transformador de la conciencia social de los trabajadores guatemaltecos y que, automáticamente, se produjo con ello el cambio de las sociedades mutualistas a los sindicatos.

Lo que no puede desconocerse es que la lucha misma contra la dictadura
actuó como coadyuvante que de alguna manera incidió en cambios de actitudes, en modificaciones de convivencia, en transformaciones ideológicas dentro de un contexto nacional que tuvo variantes, pasando por un breve y atenuado democratismo hacia la dictadura otra vez, aunque con las diferentes peculiaridades que le asignó la continuada y creciente penetración imperialista norteamericana. Tampoco podría pretenderse que los cambios, modificaciones y transformaciones aludidas fueran homogéneas y en igual sentido. fue un hecho concreto que entre el 21 y el 22 “surgieron los primeros sindicatos: zapateros, panificadores, albañiles y carpinteros”, recuerda Ovando Sánchez en el mismo lugar.

Otro hecho, no menos concreto, fue que los obreros se integraron en organizaciones que, por sus principios y postulados, muchas veces resultaron divergentes. Algunas, proclives a entrar en juego con los intereses de la burguesía y su estado, en la mediatización que produce tranquilizantes con poco o nada, y otras, por el contrario, adversas y combatientes contra tales intereses.

De ahí que la diferencia que anotamos desde el principio no se reduzca a la discusión simple sobre escuetos datos de carácter temporal, consignados en años, y a la credibilidad
que pueda otorgarse a las respectivas referencias, en donde la historicidad se establecería a
partir del dato público, puesto que así lo asevera la prensa de la época, sino porque así debió ser, cuanto más si con anterioridad la misma nada refiere al respecto. Y de ahí surgiría la duda sobre si el protagonista consultado pudo equivocar las fechas, máxime si no alude a 1921, pues al cabo ha pasado mucho tiempo desde entonces.

El asunto no se limita a fechas, sino la distinción de las mismas queda inserta en la diversidad de concepciones, de tendencias, de actitudes y posiciones en relación con las condiciones existentes, que se llegaron a producir con el desarrollo del movimiento obrero de Guatemala. La diferencia, pues, no radica en que se asiente, por una parte, que aquello se realizó por primera vez en 1924 o que, por otra, se afirme que se produjo en 1921 o 1922, sino en la determinación del contenido de ambas celebraciones, ya que su significado indicará de qué se trataba en cada caso. Así pueden desprenderse, para el estudio del movimiento obrero de Guatemala, las razones que fundamentaron la celebración de 1924 y los factores que produjeron la de 1922.

Lo cual deja al descubierto los elementos que privaron para que la prensa nada hubiera dicho a propósito de las del 21 y 22 y dedicara, en cambio, las primeras planas a la del 24.
La celebración de la que informó la prensa, la de 1924, repetimos, por las peculiaridades que revistió, no pudo haber tenido otro carácter que el de oficial, consistente en un conjunto de actos, organizados a instancias o con el acuerdo de una fracción de la burguesía, por el gobierno pro imperialista y explícitamente anticomunista del general José maría Orellana (5 de diciembre de 1921-26 de septiembre de 1926), dictadura que surgió del golpe de estado al régimen democratizante del terrateniente azucarero Carlos Herrera (8 de abril de 1920-5 de diciembre de 1921), el que, a su vez, se estableció tras el derrocamiento de la dictadura de 22 años de Manuel Estrada Cabrera, con la cual, al iniciarse el siglo, se constituyó plenamente la intervención monopólica norteamericana en el país.

El de Orellana fue un gobierno que para contar con el reconocimiento norteamericano debió renegociar los contratos de la Electric Bond and Share, matriz de la empresa eléctrica de Guatemala, otorgándole mayores concesiones. y legalizar las facilidades que demandaba la Internacional Railways of Central America, subsidiaria de la United Fruit Company y matriz de ferrocarriles internacionales de Centroamérica (IRCA), para construir el tramo de vía férrea que uniría a Guatemala y el Salvador.15
15 Alfonso Bauer Paiz, Cómo opera el capital yanqui en Centroamérica (El caso de Guatemala), editora ibero-mexicana, México, 1956, pp. 55-56.

Y para no dejar lugar a dudas en cuanto a su posición, con base en el acuerdo gubernativo
del 23 de junio de 1922, el gobierno de Orellana erogó $22,422.00, moneda nacional, para
cubrir el valor de 100 quintales de frijol, destinados a los que consideraba hambrientos de
Rusia, tras el triunfo del bolchevismo.16
16 Op. cit., Alfonso Bauer Paiz, Catalogación…, p. 33.

De no haber sido directamente el gobierno el organizador del la celebración del 1 de mayo,
sino auspiciador de la iniciativa de una corriente de trabajadores, canalizada por algunos de
sus dirigentes, o se hubiera tratado de una idea surgida al nivel de los dirigentes, en todo caso el gobierno contó con una central de trabajadores para llevar a cabo la “fiesta del trabajo”, central que respondía a posiciones conciliadoras. Las características que asumieron los festejos laborales, por lo que dice la prensa, el tono mismo de ésta para informar y comentar al respecto al hablar de tono no nos referimos a la cuestión formal estilística, que alguien podría calificar de decimonónica, sino a la expresión y a la función del lenguaje, que trasluce posiciones ideológicas de clase, que el Diario de Centro América, periódico oficial del gobierno, manifestara su solidaridad con la conmemoración y con sus participantes, y que entre éstos estuvieran algunos empresarios, no pueden ser más que evidencias de un interés manifiesto de contrarrestar al movimiento obrero en su desarrollo, de desvirtuar su proceso y mediatizar sus efectos.

De salirle al paso a los alcances derivados de la transformación que comenzaba a producirse en la actitud de núcleos de trabajadores guatemaltecos con la formación de una conciencia que se iba constituyendo, resultado de la asimilación crítica que principiaba a darse colectivamente al atisbar las consecuencias que surgían de las contradicciones que iba engendrando la acumulación capitalista, la concentración del capital y las relaciones de explotación.

Las celebraciones del 21 y del 22 respondían a otros intereses. Constituyeron la expresión del desarrollo de la clase obrera en su proceso de manifestarse activamente de modo combativo. y oportunidad para exponer de manera pública una situación determinada, denunciando inconformidad en ella y con ella; planteamiento de la necesidad de cambio y, mientras tanto, exigencia de reivindicaciones. Fueron esas celebraciones una manera de externar las manifestaciones iníciales del cambio del en sí al para sí de la constitución de la clase.

De ahí la posición de independencia respecto de la que se va distanciando al irse convirtiendo en antagónica, en la formación de un sistema económico determinado que entraña salir a la calle dejando constancia de oposición a ese sistema que se está forjando. Por eso, su solidaridad con otros de otras partes, que son ellos mismos: la clase; la clase obrera guatemalteca comenzaba a existir como tal. No por hacerse presente en la celebración del día del trabajo, sino porque está adquiriendo existencia y cobrando conciencia de ella, organiza la celebración que la exprese públicamente, en actitud de protesta.

Más que de demanda, de exigencia, por necesidad (social que históricamente se iba determinando), se trataba de celebrar las manifestaciones de concreción de la clase, que ya se venía expresando como tal en luchas y batallas concretas relacionadas con intereses concretos de su clase, en el proceso de adquirir su realidad como clase obrera. Los dirigentes y lo que expresaban fueron otros y distintos de los que encarnando aún posiciones de artesanos y propietarios de talleres que participaron, mediatizados por fracciones de la burguesía, en el derrocamiento del dictador, y otros y distintos de los que, también mediatizados por fracciones de la burguesía, celebraría el día del trabajo de 1924.

El Imparcial del 29 de abril publicó comentarios alusivos y dio a conocer el programa de
actividades de la que sería primera celebración oficial del primero de mayo, las cuales, por
cierto, se extendían a varios días:
día primero […] 6 a.m. alborada en la Concordia [hoy parque enrique Gómez Carrillo;
sabemos que en la celebración de los años posteriores la alborada se realizaba en diferentes barrios de la capital]; 9 a.m. sesión pública en el edificio de la exposición. Sgts. actos:
a) Himno al trabajo […] b) saludo a las sociedades obreras […] c) lectura del artículo
40 [ya citado] […] banda [sabemos que se entonaba La Marsellesa] […] e) Conferencia
[…] f) Himno nacional […] Clausura del acto. 2 p.m. reunión de todas las sociedades
obreras y el obrerismo en general en La Concordia, de donde desfilará la gran manifestación hacia el monumento al trabajo [sabemos que se habilitó como tal a la estatua de Fulton, y que a la cabeza de dicha marcha, amenizándola, participó la Banda marcial del
Hospicio nacional de guatemala17], organizándose de la manera siguiente:
A) discursos pronunciados por los obreros Guillermo letona y v. Mérida C.
B) Para la manifestación se observará el orden que sigue: Consejo federal, Comité ejecutivo, sociedades, sindicatos obreros y obrerismo en general.
C) en el Parque Central, frente al Palacio, con el propósito de llevar las peticiones a los poderes del estado, en provecho del obrerismo, llevará la palabra el Presidente del Comité ejecutivo. d) en el Parque Morazán hablará el obrero Concepción Estrada Ruyama. e) en el monumento al trabajo, hablarán los obreros Damián Caniz [el mismo dirigente de artesanos y obreros en la campaña contra la dictadura de estrada Cabrera] y perfecto Lara. f) tribuna libre. g) marimba.
H) 8 p.m. Concierto.

El 11 de junio se llevaría a cabo un concurso infantil de escuelas de la capital (sin que se
anote el tema), lo mismo que un encuentro de fútbol entre equipos de obreros en el Hipódromo del norte. El 1 de junio se realizaría una sesión pública en el teatro Abril para entregar premios entre los participantes de la exposición de la industria nacional, y entre concursantes niños y obreros. Una nota anuncia que del 1 al 18 de mayo, por la noche, se leerían conferencias a cargo de obreros, en presencia de la directiva de la federación obrera. Y a continuación una advertencia: “las personas que hagan uso de la palabra en el trayecto de la manifestación, serán LAS ÚNICAS RESPONSABLES de las opiniones que emitan”.

Ningún indicio mejor para señalar el temor de los imponderables. Lo que a su vez quería decir que otros, y desde antes, se venían pronunciando públicamente respecto de la problemática de los asuntos laborales y, con seguridad, de manera distinta a como lo había planeado la federación obrera de Guatemala para la Protección legal del trabajo. De tal manera las cosas, era de preverse que obreros en desacuerdo con la manipulación pudieran presentarse ahí mismo a manifestar sus posiciones. En efecto, Obando sánchez18 se refiere a las interferencias que los sindicalistas llevaban a cabo entre los mutualistas, agitando en sentido opuesto al de desvirtuar el significado de la conmemoración y el proceso del movimiento obrero, propósito manifiesto de los organizadores.
17 información proporcionada al autor en decenios atrás por el licenciado óscar Benítez Bone, suegro suyo
y quien formara parte en aquel momento de la citada banda marcial.
18 Op. cit., Obando Sánchez, Apuntes…, p. 79.

La central que tuvo a su cargo la celebración de 1924, y que en los años subsiguientes
seguiría actuando en términos de mediatizar el movimiento obrero, según su propia identificación a través de la prensa, y por lo que señalan autores como Obando Sánchez fue, pues, la federación obrera de Guatemala para la Protección legal del trabajo, que para organizar los festejos se apoyaba en el Comité Pro día del trabajo. Dicha central —señala Obando Sánchez—, era en Guatemala, como sus homólogas en los demás países centroamericanos, la organización que tenía personería jurídica […] su composición era de sociedades mutualistas, algunas uniones obreras todas de artesanos […] jamás dio su apoyo y asesoría en los conflictos e intervenía en ellos para venderlos a la patronal y al gobierno.

Era una federación oportunista y traidora que en los años de 1923-24 perteneció a la federación Americana del trabajo (American federation of labor), dirigida entonces por William Green.19
19 Ibidem, pp. 77-78.

Y para precisar mejor posiciones ideológicas y de acción, no está de más recordar que uno
de los oradores de aquel 1 de mayo, expresión por lo tanto de esta tendencia del movimiento obrero guatemalteco, Damián Caniz, fue uno de los dirigentes del bloque obrero, representante más bien de los artesanos y dueños de talleres del partido unionista, de la fracción de la burguesía, cabeza de la lucha que derrocó a la dictadura de Estrada Cabrera. De los que confiaban en una fracción de la burguesía como salvadora de la patria frente a otra fracción de la misma burguesía. Al respecto decía Caniz, comparándolos con un ejemplo que atribuía a Jesucristo:
¿Por qué no vamos nosotros a amar a estos señores que vienen hacia nosotros abandonando sus intereses y familias, sin necesidad alguna? estos hombres poseen un solo interés: salvarnos de la esclavitud […] No dudo que existan hombres avaros que explotan el trabajo del obrero; pero no son todos. Fíjense, los dedos de la mano no son iguales; y lo mismo pasa a los hombres. Estos dos que hemos visitado tienen gran patriotismo; podemos llamarlos “liberales de verdad”, porque darán su vida, si es necesario, para salvar a la patria del despotismo en que vivimos.20

20 Silverio Ortiz, “memorias”, en rafael Arévalo martínez, ¡Ecce Pericles!, p. 357.

En el mismo diario, El Imparcial del 29 de abril, se da a conocer el pronunciamiento
de la federación obrera guatemalteca para la Protección legal del trabajo, dirigida “a los
patrones y los obreros”. No queremos exagerar en la búsqueda de posiciones ideológicas,
propósitos y actitudes que pudieran oscilar entre lo implícito y lo explícito en los textos, pero sí llama la atención el orden de colocar o de situar a quienes buscan llegar a la federación en su mensaje. El documento está precedido del dato informativo que anuncia como actividad “Pro día del trabajo” una exposición industrial que sería inaugurada el mismo día 1 de mayo, en la que se exhibirían artículos enviados por los industriales [sic], haciendo saber que dicha exposición tendría “lugar en una hermosa casa situada en la 6ª Avenida norte, frente al templo de san Sebastián” —y, no obstante la indicación de que al día siguiente se darían todos los pormenores de dicha exposición industrial, parece que el periódico no recibió información al respecto; nada dijo el periódico de lo que se exhibiría— la exposición, “acto al que concurrirán las diferentes asociaciones obreras de la capital”, se hizo en una casa que pudo haber sido el magnífico inmueble, muestra de art nouveau guatemalteco, propiedad de los señores Paiz, empresarios e incipientes industriales.

Entre sus consideraciones, el pronunciamiento expone: “el 1º de mayo ha sido consagrado
universalmente como día del trabajo. Así lo reconoce, también, la Constitución de la Confederación obrera”. Los obreros no tenían un día especial para su socialidad y esparcimiento, en el que con todo el derecho que les asiste, se reunirán en una sola alma, para rendir pleite [sic] homenaje al trabajo y en el que a la vez, demostrarán su fuerza moral y numérica.

Sólo sabía de continuas festividades en las que se cierran los talleres dejándole sin el
sustento propio y de los suyos, lo que desde luego representa una ingratitud.
En vista de ello, las organizaciones obreras de todos los países del mundo han acordado que el 1 de mayo se consagre exclusivamente al trabajo y por tal motivo, las fábricas y los talleres se cierran y los obreros todos, en compactas masas, invaden las calles entonando himnos, agitando sus banderas rojas y pronunciando discursos que, al mismo tiempo que significan el grado progresivo de cultura, son una enérgica protesta contra las diarias ingratitudes de sus explotadores.

Ningún otro día como éste tan a propósito para ejercer los derechos ciudadanos, derechos que ninguna fuerza puede cohibir sin llegar a la arbitrariedad; y es por eso que los obreros guatemaltecos no deben ver con indiferencia el Primero de Mayo, ya que él significa la consagración de la Humanidad Proletaria, al TRABAJO que redime y dignifica.
Desde este año la “federación obrera de Guatemala para la Protección legal del
trabajo” y el “Comité Pro día del trabajo y exposición obrera de Artes e industrias”,
atendiendo al Art. 40 de la Constitución obrera Centroamericana (ya citada y que aparece transcrito a pie de página en la edición periodística), hace un atento llamamiento
a los dueños de fábricas y talleres y constructores de obras para que concedan asueto a
sus trabajadores, sin que sus salarios sufran mengua, e invitan al obrerismo en general
para que asista a los actos que se desarrollarán ese día y en los sucesivos, a fin de que
revistan mayor esplendidez y trascendencia. Guatemala, abril de 1924.

Por la federación obrera, José Félix Quintanam, presidente; Bartolomé Avendaño, vicepresidente; manuel leyva n., secretario del interior; J. víctor Palacios, secretario de relaciones exteriores; Bonifacio tánches, tesorero. Por el comité ejecutivo, Jorge A. García B., presidente; felipe e. molina, vicepresidente; Javier s. soberanis, prosecretario; diego Amenábar, prosecretario; francisco leyva n., tesorero.

Debe recordarse que la federación obrera de Guatemala para la Protección del trabajo y
la Confederación Obrera Centroamericana, de la que aquélla y las federaciones oficiales de
cada país centroamericano formaban parte, recibieron subvenciones, muchas de ellas bastante considerables, desde el año de 1922, tanto para operación y funcionamiento como para la adquisición y construcción de inmuebles de sus sedes y ayudas a sus delegados y representantes. Otras organizaciones mutualistas también las obtuvieron. Lo significativo es que las organizaciones sindicales fueron ajenas a esas prebendas.21
21 véase Alfonso Bauer Paiz, Catalogación…, op. cit., pp. 53-55.

La nota de fondo que publica El Imparcial el 2 de mayo, clamaba:
Hacemos mal en dejar que por las calles urbanas desfilen solamente los gremios de las
artes mecánicas y manuales. Debieran incorporarse a esa procesión santa [sic], los escritores que ilustran al pueblo, los oradores que señalan rutas de bienandanza, los poetas
que presagian mejores días y todos los que operan con su cerebro en el que han recogido
las conquistas del pasado y en el que se incuban los embriones del porvenir.
Obreros son todos los que trabajan en alguna suerte de ocupación que resulte de
utilidad colectiva. Y de los más nobles, si clasificación cupiera, son aquellos que consumen su fósforo encefálico por dar luz a los otros; luz de chispa o luz de sol, el esfuerzo
es siempre meritorio. El mecánico que transforma las fuerzas; el físico que de un imán
sacó raudales de energía eléctrica; el químico que de la retorta en la hornilla produce
sustancias de alimentación y medicina, dando al mundo cuerpos raros, tal como si creara
materia nueva, ellos son los paladines del actual torneo, los matadores de la tradición
homicida, los heraldos de una dicha futura, tan extendida y fácil, que el anhelo de con-
quistarlo constituya hoy la aspiración más alta de los buenos y los libres.

En términos semejantes habla de telegrafistas, de dactilógrafos y de linotipistas, de artesa-
nos en general y de filósofos. De tal manera que se hace pertinente que […] estimulemos, pues, a nuestros con-nacionales, los magos de la herramienta. Confortemos su fe en la salvación de clase y su esperanza en el bienestar a que tienen derecho, mediante una labor perseverante y noble de buenas costumbres […]

El obrero actual ya no es el cataléptico a quien hay que gritar: ¡levántate y anda!, sino
el triunfador a cuyo paso, la civilización clama: ¡asciende siempre! Pero, si bien las proclamas o pronunciamientos, los comentarios, programas y notas de fondo a que hemos aludido se refieren al obrero y al trabajo en abstracto, eludiendo todo lo que pudiera tener relación con los planteamientos que dieron lugar al establecimiento de la celebración; esto es, con todo lo que en concreto tiene que ver con las reivindicaciones como exigencia de la clase obrera, conviene recoger lo que el periódico oficial, Diario de Centro América, dijo el propio día de la efemérides y la información del día siguiente.

En cuanto a la edición de la fecha queda de manifiesto cómo no sólo se mantiene al nivel
de coadyuvar a la mediatización del movimiento obrero, sino que tiene el claro propósito de manipular en el desarrollo de los actos al fijar los lineamientos y el comportamiento que debían observarse por parte de las organizaciones y de los trabajadores participantes para satisfacer completamente los intereses y objetivos de la burguesía y su gobierno representativo.

Por lo que se refiere al número que da cuenta de la celebración ya realizada, hay que ad-
vertir cómo se consumó la maniobra. [Jueves 1º de mayo de 1924:] EL DÍA DEL TRABAJO. Cómo lo celebran nuestros obreros. Por primera vez celebran hoy nuestros obreros el día del trabajo. y lo hacen en una forma progresista y culta, digna de los más sinceros aplausos. En esta fecha del obrerismo internacional, los hombres de nuestras fábricas y talleres dan una demostración pacífica de lo que hacen y pueden hacer en un Certamen que, puede afirmarse, ha de constituir un positivo triunfo.

Sin estridencias ni oratorias de mitin, ni conflictos que no tienen razón de ser porque
no somos un país industrial, nuestros obreros celebran el día del trabajo de una manera
verdaderamente apropiada y digna: exponiendo sus productos en un noble torneo de
estímulo, de cooperación y de entusiasmo. Ya daremos cuenta de la exposición obrera que se inauguró hoy. Entre tanto, nos contentamos con felicitar cordialmente al obrerismo nacional por esta gallarda prueba de progreso y solidaridad.

Aparte de que lo que se desprende de su redacción, de la hora del desfile y de la circulación
del periódico, es que esta nota fue escrita con anterioridad a la celebración —de ahí su carácter normativo—, es reveladora la manera de confundir deliberadamente la actividad del trabajador, su papel en el proceso productivo, los resultados de la producción y los productos propiamente; y confundir también al obrero con el empresario. Por lo demás, se pone en evidencia que se han producido manifestaciones combativas que conviene modificar, según lo plantea. [viernes 2 de mayo de 1924:] EL PRESIDENTE ORELLANA Y LOS OBREROS. Nota Altamente democrática de la manifestación de Ayer tarde. La manifestación se detuvo frente a la Casa de gobierno (8ª calle poniente). En uno de los balcones estaba el Primer magistrado.

El tipógrafo Jorge B. García pidió su venia para hacerle peticiones, a lo que el mandatario accedió gustoso. Indicó García: “la conveniencia de que se suprimiera la renta de licores para que cesara el espectáculo de un estado que se sostiene en parte con la degeneración de sus ciudadanos”.

Soy de la misma opinión, fue la respuesta; y ojalá se pudiera encontrar una renta que
la sustituyera, pues entonces no sólo la suprimiría, sino que establecería el imperio de la
ley seca, en bien de Guatemala.

A otra demanda contestó: “nadie cohíbe el derecho de locomoción y asociación. El hecho mismo de este acto en que se dirigen a mí con toda libertad es prueba de que no se
les prohíben sus manifestaciones lícitas. Yo soy un amigo sincero del obrerismo”.
La petición de libertad del obrero señor del Pinal que según entendemos está sujeto
a proceso por aparecer responsable de una imprenta clandestina cuya captura comentó
ampliamente la prensa, obtuvo la siguiente respuesta:
“diríjanse ustedes al Poder Judicial para que lo sentencie, y si fuera condenado a alguna pena, yo lo indultaré”.

Algunos tópicos más se trataron en ese animado diálogo entre un obrero y el Presidente de la república. Satisfechos los manifestantes de su cortés cordialidad se retiraron gritando vivas entusiastas y espontáneamente al general Orellana. En fin, parecería como si todo hubiera sido coexistencia y cordialidad entre los obreros y el gobierno que además de poner énfasis en lo que entendía por “manifestaciones lícitas”, en octubre de 1923 prohibió el derecho de huelga en los servicios públicos y el mismo año acusó a la liga obrera unionista de grupo obrero con tendencias comunistas, de estar supuestamente comprometida en un golpe de estado.22

22 Ibidem, pp. 34 y 37.

El evento laboral resultó tan meritorio que el gobierno dispuso crear, el 23 de mayo de
aquel año, la Distinción Honorífica Nacional a la Clase Obrera para premiar a quienes resultaran ganadores de un concurso entre los que exhibieran productos en la exposición que se instituyó con motivo de la “fiesta del día del trabajo”, la cual ha dado muestras de la
“aptitud y competencia de la clase obrera”. Se trataba de medallas con la hoz y el martillo
suspendidas por un listón con los colores de la bandera nacional. Las medallas ostentaban
esta leyenda: “en la virtud y el trabajo hallaréis la felicidad” (decreto legislativo 1326).
Indudablemente que si con ellos se lograba dar la imagen que se deseaba, bien valía la pena
mistificar y mitificar en aras de la mediatización en toda su inmediatez.

Lo que no podemos establecer es si fue por oportunismo de los dirigentes de ese 1 de mayo, por presiones de los sectores progresistas del movimiento obrero, o por interés de confundir, que se solicitó ese día al presidente la libertad de Alberto del Pinal, miembro del Partido Comunista.

Las celebraciones del 21 y del 22 tuvieron distintas raíces y respondieron a diferentes objetivos. Fueron organizadas por los trabajadores que constituían otra tendencia del movimiento obrero. Mejor aún, por quienes comenzaban a integrar el movimiento obrero de Guatemala. Eran ellos, en la propia actividad concreta del trabajo, los que venían adquiriendo una actitud crítica de las relaciones en las que se producía su actividad. Se trataba de quienes alcanzaban un grado de desarrollo en el conocimiento de las condiciones en las que se producía su existencia misma y el contenido social de ésta. Del papel que desempeñaban en tales condiciones, y del que les correspondía necesariamente como suyo.

Eran los obreros que tuvieron sus predecesores en aquellos que denunciaron la explotación,
formularon exigencias salariales y plantearon como necesaria la organización para la lucha a favor de sus reivindicaciones en la época de la dictadura de Manuel estrada Cabrera, a diferencia de los artesanos mutualistas que siguieron viendo en la burguesía —y en la propia dictadura— la solución que los liberaría de la esclavitud, tal como quedó dicho antes. Artesanos mutualistas que lo siguieron siendo durante otras dictaduras y que accedieron a sus manipulaciones en la creencia de que los festejos, las promesas y las ayudas resolverían sus problemas.

Los trabajadores de las celebraciones del 21 y el 22 comenzaron a expresar la conciencia
de clase obrera en el país. Con ellos se concretaban las manifestaciones iníciales, ya defini-das, de la determinación del para sí en el proceso de la formación de la clase obrera en Guatemala. Las celebraciones que llevaron a cabo las reuniones del 1 de mayo de 1921 y
1922 y que las siguieron realizando hasta 1932, deben tenerse, por ende, como muestras de
exteriorización pública, de las posibilidades —llevadas a su concreción— de impulsar y desarrollar la lucha por sus reivindicaciones, dirigida contra la burguesía, como clase opuesta, que implicaba forzosamente al gobierno.

Dentro de esta tendencia del movimiento obrero se fue gestando la lucha por la obtención
de reivindicaciones. A ella se debe la conquista de la jornada de ocho horas que comenzó a aplicarse en 1922 para los albañiles, precepto que se había establecido constitucionalmente a nivel centroamericano un año antes (artículo 163 de la Constitución Política de la república de Centroamérica, decretada el 9 de septiembre de 1921: “la jornada máxima obligatoria de trabajo asalariado será de ocho horas diarias. Por cada seis días de trabajo habrá uno de des- canso”), aunque sólo había sido letra muerta, razón por la cual esa tendencia de trabajadores siguió demandando —durante años— su implantación a nivel nacional.

Con manifestación orgánica de esa tendencia se constituyó Unificación Obrera, converti-
da poco después, “con miras políticas de expresión”, en Unificación Obrera Socialista. Los sábados y domingos se reunían sus miembros y simpatizantes en los cines para discutir sus problemas económicos y sociales. Con esa actividad se estimuló el desarrollo de dirigentes obreros y de la membrecía de las organizaciones obreras, lo cual terminó por crear conflictos con el propio gobierno democratizante que se organizó a la caída de la dictadura de estrada Cabrera, el de Carlos Herrera.23
23 Op. cit., Obando Sánchez, Apuntes…, p. 77.

“[El] ala izquierdista de Unificación obrera socialista se reagrupó consecuentemente, fun-
dando el partido de la clase obrera, partido independiente, creado por primera vez en 1922, lo que se denominó Partido Comunista de Centroamérica, sección de Guatemala; que desde su nacimiento hasta 1932, mantuvo la dirección obrera y sindical de Guatemala […].”24
24 Ibidem.

En 1922 se publicó El Comunista, primer periódico de ese partido, muy pronto clausurado
por el gobierno. En 1925 se publicó otro, Vanguardia Proletaria, con un tiraje de mil ejemplares, considerable en aquel momento.25
25 Huberto Alvarado, Apuntes…, op. cit., 1975, p. 7.

Pronto, la organización del partido comunista se extendió de la capital hacia diferentes partes del interior de la república, a Quetzaltenango, Jutiapa y otros lugares.
En contraposición a la federación obrera de Guatemala para la Protección legal del trabajo, con el surgimiento de varios sindicatos en 1923, de panificadores, de tipógrafos, se constituyó la federación regional del trabajo.

La agudización de las contradicciones fue haciéndose mayor a partir de 1921, y a la par que
se integraban los sindicatos se formulaban distintas demandas, sobre todo salariales y en pro de la jornada de ocho horas. Muchas huelgas se fueron produciendo y ya entre el 24 y el 26 se suscitaron varias que causaron gran impacto: la de los muelleros, la de los ferrocarrileros, la de los zapateros; la primera de trabajadoras, en el ramo del café; luego, la de costureras, de carpinteros, de trabajadores de curtimbre, de trabajadores en velas y jabón, y muchas más.26
26 véanse obando sánchez, Alvarado monzón, Huberto Alvarado, op. cit.

Ante el auge de las luchas obreras, en 1926 el gobierno de Orellana restringió el derecho
de huelga. A esa orientación del movimiento obrero correspondieron las celebraciones del 1 de mayo de 1921 y de 1922 y, por lo tanto, la que debió realizarse el 23. Es muy importante destacar que la de 1922 se llevó a cabo con el apoyo de varias organizaciones. Según don Rufino Guerra Cortave,27 22 organizaciones obreras nombraron delegados para integrar el comité organizador. El desarrollo alcanzado por esta tendencia de trabajadores hizo que después de 1924 actuaran conjuntamente con las organizaciones mutualistas, mediatizadas, modificando el contenido de la conmemoración. Los sindicatos llevaban banderas rojas, diferentes a las amarillas que usaban los mutualistas.
27 información vertida a Elisa Benítez Porta, mi esposa y compañera, historiadora formada en la facultad
de filosofía y letras de la UNAM, a quien debo muchos de los datos aquí utilizados, mismos que ella recopiló

Otro rasgo característico fue que para comprometer y legalizar toda acción de calle, llegábamos a la Federación del Trabajo a invitarla para los desfiles y que ella sacara los permisos. Obtenido el permiso les arrebatábamos toda iniciativa y tomábamos en el camino la dirección del desfile. Como ellos no nos daban participación en la tribuna, por ser nosotros “radicales y comunistas”, elegíamos de antemano, o en el camino, a oradores que apostados en parques y lugares propios, disertaban, agitaban y denunciaban sin piedad a los “amarillos”. De ese modo, las masas nos seguían y ganábamos las calles con acciones directas. El desarrollo alcanzado por la tendencia comunista en el movimiento obrero guatemalteco llegó a ser tal que aquélla terminó por dirigirlo, con lo cual la celebración del 1 de mayo se siguió realizando de manera combativa como demostración de la actitud de lucha de los obreros guatemaltecos hasta que Ubico la canceló, reprimiendo la marcha y provocando una masacre en 1932.

Una de las celebraciones más combativas fue la de 1927, entre cuyas consignas destaca aquella que exigía respetar las vidas de Sacco y Vanzetti. Igualmente, en esos últimos años, las que se solidarizaban con la lucha de César Augusto Sandino contra la intervención imperialista norteamericana en Nicaragua. Hasta que se produjo la iniciación del movimiento democrático, nacionalista y popular, volvió a celebrarse en Guatemala el primero de mayo, en 1945, mediante una iniciativa de ley presentada al Congreso revolucionario de la república por el diputado y escritor Luis Cardoza y Aragón.*

  • Agradecimientos: el autor debe reconocer y manifestarle su agradecimiento a quienes le prestaron diversa ayuda, facilitándole acceso informático posible relacionado con la temática concerniente al inicio y desarrollo de las ideas y el pensamiento marxistas en Guatemala a través de México, su incidencia ideológica en los movimientos obrero, político, cultural e intelectual, de la que este texto forma parte parcial. De la Hemeroteca

Nacional “Clemente Marroquín Rojas” de Guatemala, a su directora, la periodista María Eugenia Gordillo y a su equipo de trabajo, así como al infatigable y dedicado lector de información sobre los problemas sociales de la época referida, compañero Edmundo Urrutia; del Archivo Histórico de Centroamérica, a los historiadores Julio Galicia Díaz, entonces su director, y al investigador Carlos Haeussler; del Centro de investigaciones
regionales de mesoamérica (CIRMA), en Antigua Guatemala, a la directora de su Archivo Histórico, la historiadora thelma Porres morfín y a su equipo de trabajo. Del Centro de estudios urbanos y regionales de la universidad de san Carlos de Guatemala, al doctor óscar Guillermo Peláez Almengor, entonces su director, y al investigador de dicho centro, enrique gordillo Castillo, por sus valiosos comentarios y observaciones a los planteamientos al desenvolvimiento inicial de la investigación de la que el presente texto forma parte parcial.

Del Colegio de estudios latinoamericanos de la facultad de filosofía y letras de la UNAM, al doctor Jorge ruedas de la serna, editor del Anuario 2007, por su interés en que este material se diera a conocer aquí y al estudiante de maestría en estudios latinoamericanos, Gabriel Nagore Cárdenas, quien tuvo a su cargo la digitalización del presente material para su publicación.

Hacia la revolución panamericana. La Comintern y la creación del comunismo centroamericano

Hacia la revolución panamericana. La Comintern y la creación del comunismo centroamericano
Lazar Jeifets1 y Víctor Jeifets2

Presentamos una muestra documental que da cuenta de los vínculos y rupturas entre el comunismo ruso y el movimiento obrero centroamericano durante la década de 1920, desmitificando y abriendo camino a nuevas interpretaciones acerca de estas relaciones.
Palabras clave: comunismo, Centroamérica, soviet, movimiento obrero, revolución

El Buró Latinoamericano de la III Internacional3 era la primera estructura del Partido Comunista Mundial que prestó su atención al istmo centroamericano. Si creyéramos en las palabras del dirigente del Buró y el Secretario General del recién fundado Partido Comunista Mexicano (PCM) José Allen, sabríamos sobre varios propagandistas que supuestamente salieron desde México rumbo a la región vecina con la tarea de unir “la Unión Centro Americana, o sea la República de Morazán” con el movimiento comunista mexicano y formar posteriormente “una sola Federación de “Soviets”, desde el Bravo hasta Panamá”.[4] Sin embargo, eran pura palabrería y no existe ningún indicio de que tales emisarios algún día empezaran sus actividades.

La apertura del archivo de la Comintern no ayuda mucho al rescate de pormenores de este viaje que, al parecer, sólo se realizó en la imaginación de Allen.
Cabe notar al mismo tiempo de que algunos sectores del movimiento obrero guatemalteco quisieron en aquel entonces de establecer los lazos con México. Al considerar la revolución mexicana como un ejemplo ilustre y un ideal de liberación popular, los miembros del “Alianza Obrera” visitaron a finales de 1919 la embajada de México en su país para entregar una misiva al encargado de negocios mexicano y confesar su deseo de luchar en contra del gobierno dictatorial de Estrada Cabrera y con la esperanza de que México se sume a estos esfuerzos.[5] Los diplomáticos mexicanos han seguido la actividad del llamado “Partido Obrero” en Guatemala estimándolo como un peligro potencial para las autoridades locales. Sin embargo, ni el gobierno de México ni sus representantes diplomáticos tuvieron ganas de ayudar a las fuerzas opositoras en el país vecino.

Un año después de la creación del Buró Panamericano (la Agencia Americana) de la Comintern (fundado en 1920), las repúblicas de Centroamérica de nuevo aparecieron en el horizonte de la visión revolucionaria del comunismo mundial. La actividad de esta estructura cominternista en la región se limitó, al igual que la de su antecesora, a la leve tentación del terreno. No hubo esfuerzos activos de los emisarios de la III Internacional en los países centroamericanos, sin contar el hecho sobre la distribución en la región de unos 75 ejemplares del folleto de John Murphy sobre la Internacional Sindical Roja (Profintern); este trabajo, según se desprende de los documentos, se atribuye a los colaboradores del Buró Mexicano de la Profintern José Rubio y Felipe Leija Paz. No era nada más que un acto simbólico, si tomamos en cuenta que la circulación total del folleto fue cerca de 10 mil copias. Se sabe también del Manifiesto del presidente del Buró Panamericano Sen Katayama para los grupos comunistas y socialistas enviado a Centroamérica, pero tampoco fue escrito especialmente para estos países; al igual lo enviaron a toda Sudamérica.[6]

José Allen, en Historia del comunismo en México, de Arnoldo Martínez Verdugo (ed.), México, Ed. Grijalbo, 1985

El mayo de 1921 trajo unos cambios drásticos e inesperados a la actividad de esta estructura cominternista. El gobierno mexicano cuyo enojo sobre la actividad de los radicales rojos llegó a un punto máximo, ordenó la expulsión del país de “extranjeros perniciosos”. Entonces, los colaboradores del Buró Mexicano de la ISR el estadounidense Frank Seaman (Charles Phillips), el español Sebastián San Vicente y la rusa Natalia Mijailova,[7] tuvieron que salir para Centroamérica, estuvieron en Guatemala y Panamá mas o menos un mes.
Allá Seaman (que desde aquel entonces adoptó el nombre de “Manuel Gómez”) y San Vicente emprendieron por su propia cuenta y sin instrucciones de los órganos superiores de la III Internacional el proceso de creación de los núcleos comunistas sobre la base “Unión Obrera Socialista” fundada el 1 de mayo de 1921 que era heredera política de la Unión Obrera. Las células comunistas fueron organizadas, según Seaman, de manera secreta y sin esperar algún éxito.[8] Efectivamente, el campo para la actividad cominternista no era propicio. El movimiento obrero local apenas empezó a organizarse y ni siquiera los dirigentes obreros sabían sobre la existencia del comunismo internacional, ni la Comintern; ni ningún periódico o folleto de ideas izquierdistas lograba alcanzar Guatemala y Panamá. Seaman no tuvo ninguna posibilidad de estar en comunicación regular con el presidente del Buró Panamericano y siguió sus actividades así como le parecía.
De hecho, Sen Katayama, propuso a Seaman actuar exactamente de esa manera; el viejo cominterniano japonés explicó en su carta al miembro del Buró Charles Scott (Karl Janson) que no consideraba posible entregar a Seaman algunas directivas pormenorizadas ya que tenía dudas sobre las circunstancias sobre la detención del estadounidense y su “comportamiento” en la cárcel.[9] De hecho, Seaman –quien era miembro del CC del PCM– se encontraba en un vacío informativo y no tenía ningunas noticias desde afuera. Solo a principios de junio logró recibir una carta escrita por su colega en el Buró Mexicano de la ISR José C. Valadés y que le informaba sobre una liquidación casi completa del Partido Comunista y las estructuras de la ISR en el país, así como sobre una situación crítica de la Confederación General de Trabajadores.
Según se desprende de los documentos del archivo de la Comintern, los representantes de la izquierda radical mexicana no intentaron transformar la UOS en una organización comunista ya que consideraban a sus dirigentes (con la excepción del encarcelado J. L. Barrientos) unos “demagogos”. Es por eso que los núcleos comunistas fundados por Seaman y San Vicente dentro de la UOS tuvieron la tarea de convertirse en una oposición interna. Sobre su base fue fundado el PC de Guatemala en 1922, el cual fue ampliado un año más tarde hacia el PC de América Central. No obstante, durante un largo lapso del tiempo el PC seguía siendo un grupo de propaganda marxista y no el partido comunista auténtico.[10] Al respecto del desarrollo sindical, los resultados de Seaman y San Vicente eran casi nulos. Después de dos meses de pláticas con los choferes y meseros de origen indígena, apenas dos o tres personas demostraron “un interés muy moderado” sobre la actividad sindical11 lo que hizo que Seaman dejaría de ser demasiado optimista.
Sin embargo, antes de regresar a México, logró ir a Panamá donde también fundó un grupo comunista. Esta organización declaró su deseo de luchar por las mejoras económicas de los trabajadores nacionales y del mundo, anunció que se basaba sobre los principios de la lucha de clases negando la posibilidad de armonía entre capital y trabajo. Al igual que sus correligionarios comunistas mexicanos, los neófitas panameños han adoptado las actitudes antielectorales considerando todos los gobiernos como servidores de los elites gobernantes.
El comunismo como el único modo de resolver los problemas sociales y el apoyo directo a la Rusia Soviética y la III Internacional, este era el camino trazado por el grupo para si mismo. A pesar de la cantidad muy escasa de los militantes y falta completa de las publicaciones, el grupo comunista panameño excedió al guatemalteco en el número de afiliados.[12] Al parecer, este núcleo creado con la participación inmediata de los representantes del comunismo mexicano (y no olvidemos que Seaman en este caso también debe ser considerado como representante de la Comintern) fue la primera estructura comunista en Panamá que se proclamó partidario de la III Internacional.[13]
El estilo del informe sobre la situación y perspectivas del movimiento revolucionario en América Central (resguardado entre los materiales del Buró Panamericano en el Archivo de la Comintern) hace pensar que el documento fue elaborado por Seaman. El texto es interesante. Según el autor del informe, el factor clave por el cual no se tenía comunismo desarrollado en la región es el hecho de que Centroamérica se convirtió en una colonia de los Estados Unidos controlada completamente por el imperialismo norteamericano; por el control militar directo en Costa Rica y Nicaragua donde “las bayonetas americanas apoyan a la “legalidad y el orden”, así como por el control político absoluto en Guatemala, Honduras y El Salvador. Panamá no era controlada por las tropas estadounidenses, sin embargo los militares de la zona del canal intervenían en los asuntos interiores del país en el caso de disturbios.[14]
Añadiremos también que los yanquis de hecho ocuparon los territorios panameños que les interesaban, así, para ejemplo, en el año de 1920, ellos instalaron control sobre la isla de Taboga cerca de la entrada al Canal por la costa del Pacífico; las protestas de la población y del gobierno del país no cambiaron la situación.[15] Claro está, que tales actividades promovían el descontento serio entre los panameños. No obstante, la falta casi completa de las empresas industriales y del proletariado excluía la posibilidad de formar una base sólida para el desarrollo del movimiento comunista fuerte que intentaría convertir las emociones anti-yanquis en lemas concretos políticos. Entonces, concluía el informante, no había que sorprenderse con la inexistencia del movimiento comunista y el hecho de que el grupo comunista en Panamá era “nada más un grupo, mientras el grupo comunista en Guatemala cuenta con apenas una docena de camaradas”. Tampoco se podía observar indicios del movimiento socialista y ni siquiera hubo intentos de aceptar este nombre (a excepción del Partido Socialista en El Salvador, el cual, según el autor del documento, era absolutamente reaccionaria y reformista, no disponía de alguna estructura organizativa y programa definido.[16]
¿Cuales eran, entonces, las perspectivas de la revolución social en América Central? Según las conclusiones del informe, eran casi nulas y esto llevaba al orden del día de la izquierda empezar con “despertar y organizar a los obreros citadinos” iniciando el proceso de la creación de los sindicatos. Esto requería el ejemplo y la dirección de parte del “Partido Comunista Mexicano, consciente y competente” (¡que ilusión! El PCM estuvo en una bancarrota organizativa y en diciembre de 1921 sus militantes tendrían que convocar un Congreso de refundación) para “mover a Centroamérica por conducto de México”.[17]
Mientras tanto, un par de meses después Seaman (con los documentos falsos a nombre de Manuel Gómez) y su esposa Natalia Mijailova regresaron ilegalmente a México; San Vicente también logró cruzar la frontera usando la identificación falsa de “P. Sánchez”.[18]

José C. Valadés
Seaman y Katayama ya no se encontraron después de la aparición del primero en la Ciudad de México, y, tal vez, era una de las causas del fracaso del intento de organizar ligazones inmediatos entre América Central y los órganos centrales o regionales de la Comintern en el año de 1921. Sin embargo, los vínculos establecidos entre la izquierda de los países de la región gracias a las actividades de los militantes mexicanos expulsados a Centroamérica en mayo de 1921 resultaron con la presencia de los delegados guatemaltecos en el Congreso de la FJC de México en 1922.
Allá recibieron varias instrucciones y consejos y esto contribuyó a la creación del PC de Guatemala el 1 de septiembre de 1923, el cual se hizo una base para formar más adelante el PC de América Central.[19] Mientras tanto, los comunistas neófitas panameños intentaron establecer un contacto directo con Moscú en 1922 (véase el documento número 5). La aspiración suya, por toda la evidencia, ha desaparecido a Lethe. Para la primavera del 1922, cuando esta carta llegó a Moscú, el estado mayor de la III Internacional ha enterrado ya la idea de una revolución panamericana resumiendo así la actividad poco productiva del Buró Panamericano.[20] Consecuentemente, el partido comunista mundial ya no consideraba las relaciones con Panamá alejado de todos los centros de la actividad comunista como una de sus prioridades. La Comintern olvidó al grupo comunista centroamericano. De una vez para siempre.
El caso de Guatemala resultó ser diferente, al parecer, esto se debió, a los contactos esporádicos entre el PCM y el movimiento obrero guatemalteco. El 28 de julio de 1923 el Secretariado del Comité Ejecutivo de la Comintern, al escuchar el informe de “Alfred Stirner” (Edgar Woog) sobre el PC de América Central, decidió crear una comisión para preparar un llamamiento al PCCA y su aprobación por el Secretariado. Stirner, quien era en los años de 1919 a 1922 el representante del CE de la Internacional Comunista de las Juventudes en México, conocía perfectamente bien a Seaman.
Además, como colaborador en el Departamento de Información del CEIC, tuvo acceso a todos los nuevos y antes recibido materiales sobre y de Latinoamérica y tenía que analizarlas detalladamente. El informe “El movimiento centroamericano” y la carta de Seaman registrada en el Secretariado del CEIC el 23 de septiembre de 1921 no deberían evitar las manos del suizo. Ojalá, haya visto también algunos otros materiales sobre este asunto.
Consecuentemente, una recomendación del CEIC a los dirigentes del PCCA fechada el 1 de septiembre de 1923, no debe sorprender al lector que verá que era la continuación lógica del informe arriba mencionado: “El Partido Comunista de América Central no podrá luchar siendo aislado de otros partidos comunistas y grupos de América del Norte y del Sur. La base fundamental para el triunfo de la clase obrera americana sobre el capitalismo es el frente único del movimiento obrero revolucionario de todos los países americanos. Debéis establecer inmediatamente el contacto con el Partido Obrero de los Estados Unidos y los partidos [comunistas] de Canadá, México, Chile, Brasil, Argentina, Uruguay y el grupo comunista de Cuba».[21]
Sin embargo, los lazos planeados tardaron en desarrollarse y la revolución panamericana tan esperada por los comunistas latinoamericanos no llegó nunca. Aunque, los malos cálculos de la Comintern no eran la única causa de este hecho.
Documento Núm. 122
La carta del dirigente del Buró Latinoamericano de la III Internacional José Allen a Edgar Woog, el 29 de abril de 1920.
Camarada Edgar Woog
Presente
Muy querido camarada:
Por correspondencia recibida de Alemania, firmada por el compañero M. Borodin, sabemos que en el próximo mes de mayo se efectuará una Junta internacional, en cualquier parte de la Europa Oriental. Nosotros deseamos que a esa junta asista en nuestra representación algún camarada cuyas ideas vayan de acuerdo con las nuestras y, siéndonos ya imposible poder mandar a alguien de los compañeros aquí en México, que llevará esa representación, hemos acordado dar a usted pleno poder para que se dirija a alguno de los camaradas en Suiza, que pueda llevar dicha representación.
Para el objeto, adjuntamos a usted copia del Manifiesto, lanzado por el Partido y Bureau de la Tercera Internacional, que publicamos en nuestro órgano “EL COMUNISTA” y algunas exposiciones de la situación reinante en esta Región.
1 – El Manifiesto va en el mismo ejemplar de “EL COMUNISTA” adjunto.
2 – El Partido Comunista fue creado prácticamente a resultas de Primer Congreso Nacional Socialista que tuvo verificativo el mes de Octubre y Septiembre del año pasado de 1919.[23]
Como resultados de dicho Congreso, se formó el Partido Socialista Mexicano, que quedó incluyendo locales en varios de los Estados de la República. Adjunto las conclusiones de dicho Congreso, que deberían haber servido de bases, para los trabajos del Partido. En esas bases, debido a las circunstancias reinantes en el carácter de los trabajadores de la Región Mexicana, se daba valor al voto y aún se recomendaba la participación de ellos en las luchas políticas. El movimiento era incipiente y trabajo costó poder realizar el Primer Congreso.
Los elementos verdaderamente revolucionarios que estábamos dentro del Partido, tuvimos que ceder ante la falta de conciencia aún reinante entre los demás camaradas, comprendiendo que debíamos por lo pronto sacrificar algo en beneficio de la organización. Entre los elementos componentes del Partido y que llegaron a ocupar puestos en el Comité Central Directivo, teníamos a hombres que, diciéndose trabajadores conscientes de la clase, no eran otra cosa que instrumentos de la burguesía, apoyados en este caso por el propio Jefe del Gabinete del Presidente Carranza, cuyos actos posteriores han demostrado sus tendencias a la dictadura “democrática” tan común en los países latino-americanos. Los compañeros que realmente estamos conscientes y consecuentes con la verdadera lucha por la real emancipación de la clase trabajadora, es decir, que queremos el total advenimiento de los productores, a la dirección administrativa de los bienes de la Comunidad, decimos hacer la declaración terminante de nuestra adhesión absoluta a la Tercera Internacional, abandonando todo sistema de lucha que implique reconocimiento o contemporización con los antiguos métodos legalitarios, demócratas, parlamentarios. Al efecto, hicimos la propuesta, firmada por mí y el compañero M. N. Roy24 quien actualmente debe ya encontrarse en Rusia; en la que nos declarábamos francamente partidarios de los sistemas indicados por las camaradas que iniciaron la Tercera Internacional, repudiando enérgica y enfáticamente a todos los demás partidos, de cualquier denominación que entrara tendencia política – social – democráticas.

EdgarWoog
Nuestra determinación fue duramente combatida, principalmente por aquellos elementos que obteniendo subsidios secretos del Estado, tenían por la norma el retardar cuanto movimiento sea eficaz para la emancipación de la clase. A pesar de la oposición primordial, logramos hacer comprender a los elementos sanos que contábamos en nuestro seno, la imperiosa necesidad que había de definir nuestra actitud, señalando a la clase trabajadora de toda la América Latina, el verdadero sendero que tenemos que recorrer para lograr de una manera efectiva la consecución de nuestro deber – que ya no es ideal.
Fundamos desde luego un semanario, titulado “El Comunista”, – que sirviera de órgano a nuestros trabajos, y profusamente lo distribuimos en toda la América, logrando hacerlo conocer entre los principales centros radicales revolucionarios de dicha América Latina, y haciendo que él nos ponga en contacto con todas las organizaciones revolucionarias del Continente. En la actualidad, todas ellas reconocen como centro a este Bureau y han demostrado su ansiedad para verificar el Primer Congreso Latino Americano Comunista, con el objeto plausible de ponernos todos de acuerdo en los trabajos que debemos emprender para la liberación de todo el continente.
No sabemos todavía que decir, si desgraciadamente o afortunadamente, los acontecimientos políticos en esta Región Mexicana, han venido a trastornar esos planes, precipitando los acontecimientos: En efecto, estando próximas las elecciones presidenciales y de diputados, el gobierno de Carranza pretendió imponer un candidato impopular, desconocido; en otros dos candidatos presentados fueron, uno un General cuyo prestigio es nulo, por ser considerado por el pueblo laborante como un “reaccionario”; el otro es el Gral. Álvaro Obregón, cuyas tendencias fueron marcadamente amantes del trabajador, desde los comienzos de la Revolución que llevó al poder al actual Presidente Carranza. Los obreros, en un enorme por ciento, han visto siempre en el, al hombre que dentro del Régimen Democrático podría darles mejores libertades y garantías para su organización. En consecuencia, desde el principio, en su propaganda pro-Presidencia, Obregón ha tenido las simpatías populares. En este sentido, nosotros, los Comunistas hicimos una campaña tendente a quitar prejuicios, normalizando el criterio de la clase trabajadora, para evitar que de nuevo dieran su contingente de votos en la elevación al poder democrático, a elementos que, si bien pudieran ser liberales en la concesión de derechos a los trabajadores, tendrían que encerrarse en los estrechos límites que marcan las leyes, que él no podría anular ni cambiar hasta el grado que nosotros deseamos y haremos: es decir, a que quedaríamos esclavos con mas libertades que con otros Gobiernos.
Nuestra labor fue entorpecida, como era natural, por todos aquellos elementos interesados en sostener los antiguos regímenes. Nosotros, relativamente pocos y sin elementos de fuerza económica, para hacer una propaganda fuerte, hicimos cuantos esfuerzos nos eran posibles en nuestra penuria; pero el enemigo contaba con poderosos elementos, no tanto intelectuales como financieros. El Gobierno ha prodigado liberalmente el dinero a individuos como Linn A.E. Gale25 y Luis N. Morones,[26] quienes, teniendo a su disposición papel, dinero y seguridad de obra, lograron inculcar entre las mujeres elementos de trabajo, la idea de que los que formamos el grupo Comunista pretendíamos vivir a costa de ellos, los trabajadores. Como esto aquí, como en todas partes, ha sido frecuente, los trabajadores desconfiaron de unos y otros. Fue entonces cuando yo, habiéndome quedado sólo con la compañera Elena Torres27, cuya labor es de enaltecerse, decidimos trabajar en otra forma. Con ese objeto, siguió funcionando solamente el Consejo Feminista Mexicano y el Bureau, del cual desertaron cobardemente algunos elementos que se creyeron fervientes.

Sin dinero, vistos con desconfianza por los mismos compañeros trabajadores, nuestra labor tuvo que ser naturalmente dura; pero las circunstancias nos han venido a favorecer por medio de la lucha política que se ha venido a desarrollar, al declararse en rebeldía el Gral. Obregón, contra el Gobierno de Carranza, a quien acusan los rebeldes, de atentados contra las libertades democráticas, por la descarada imposición que ha tratado de hacer, en la Candidatura de Ignacio Bonillas para Presidente de la República.
Decimos que nos ha venido a favorecer porque ha hecho que nos acerquemos todos los elementos revolucionarios, cuya desconfianza o ambición de democratismo los hacía estar alejados de nosotros. Esos elementos, comprendiendo, por la experiencia, que era inútil soñar en que el cambio de “personalidad” en el poder, cambiaría la miserable vida del Proletariado, al cual muchos de ellos pertenecen, y sabiendo que ya nosotros estábamos perfectamente decididos a fomentar el revolucionarismo proletario, se acercaron a nosotros, manifestando su desencanto en las anticuadas ideas y convencidos de que nada podrá hacerse si nos dedicamos a prestar contingente de sangre y votos para sostener a los inútiles sistemas del “demos” aprovechado por el capitalismo en su propio beneficio.
Como consecuencia de esa desilusión y de la persistente propaganda que hemos haciendo por toda la república, hoy tenemos una organización bien distribuida, para aprovecharnos del actual movimiento político en beneficio de la colectividad. Por primera vez en la historia, ya larga, de las revoluciones políticas en esta Región, se ve ahora que las tropas, sin gran derramamiento de sangre, van a engrosar las filas de los “rebeldes” a quienes van a combatir; que los principales directores de esa campaña son civiles, en su mayoría diputados –es decir, gente que más o menos ha sabido conquistarse la buena voluntad del pueblo, y que, militares y civiles, en su mayoría trabajadores, que fueron a la revolución, están de acuerdo para propagar las doctrinas nuestras, las genuinas comunistas, para hacer que en esta Región, la Revolución Social de al traste con las ambiciones personalistas de los demócratas.
Adjunto encontrarás una copia fotográfica de las bases firmadas, para buscar de una vez por todas, la mejor manera de lograr la implantación en México, del sistema comunista.
En Cuba tenemos secciones perfectamente organizadas, que solo esperan nuestro movimiento, para efectuar el suyo; de Sud América tenemos correspondencia que nos indica el deseo de poder encontrar la oportunidad de hacerlo; pero el despotismo en sus respectivos Gobiernos y la vigilancia del imperialismo Norte Americano, les impide hacer nada. En Centro América ya tenemos propagandistas, perfectamente bien interiorizados y conocidos en la Región, quienes están laborando para hacer que la Unión Centro Americana, o sea la República de Morazán, se una al movimiento Comunista Mexicano, formando una sola Federación de “Soviets”, desde el Bravo hasta Panamá.
Comunica todo esto a quien tú creas conveniente y adviérteles, que todos los centros radicales, no solo de Sud y Centro América, sino aún los del Norte, están pendientes de nosotros. Que aquí hacemos cuanto podemos, pero nuestra penuria es miseria; necesitamos derrocar la propaganda escrita, oral, con ejemplos; pero para ello nos faltan dos elementos, los más poderosos que son (armas, porque) y dinero. Los compañeros Lenin y Trotzky pudieron realizar la Revolución en Rusia, debido a la facilidad de obtención de esos elementos. Nosotros tenemos una ventaja sobre Rusia: podemos producir TODO lo necesario para la vida, pero muy poco para la defensa. Si sufrimos un ataque militar, no lo podremos resistir a menos que recibimos auxilios del exterior. Si se nos bloquea, podemos organizar los aprovisionamientos a resistir cuanto tiempos sea necesario, sin sentir el pueblo dicho bloqueo.
Para terminar, tenemos la seguridad de que nuestro movimiento, si es ayudado por el exterior –quizá los compañeros en Estados Unidos hagan algo en ese sentido– triunfaremos. México, por su etnografía ha sido siempre comunista. Podemos educarlo en breve tiempo. Si en esta región triunfamos, logrando sostenernos por un tiempo suficiente, nuestros hermanos Rusia y demás, podrán cimentar sólidamente el Comunismo en Europa y Asia. Los imperialismos británico y Anglo Americano morirán.
Haz que lleguen hasta los camaradas del Continente Europeo, y asiático, los saludos de los suyos, de América, y los particulares de quien tiene fe en el triunfo del Proletariado Mundial.
José Allen Secretario General del Partido Comunista Mexicano y del Bureau Latino Americano de la Tercera Internacional México, abril 29 de 1920

Documento Núm. 228
La carta de Frank Seaman y Natalia Mijailova al presidente de la Comintern Grigorii Zinoviev, el 7 de julio de 1921.
Guatemala, a 7 de julio de 1921.
Cam. G. Zinoviev,
Presidente del Comité Ejecutivo de la Comintern
Querido camarada Zinoviev:
Esta carta es una copia de la carta que estoy enviando al cam. M. D. Ramírez quien se encuentra en Moscú siendo delegado del Partido Comunista Mexicano al 3er Congreso de la Comintern y también delegado de la Confederación General de Trabajadores al Primer Congreso de la Internacional Roja de los Sindicatos.
Con la esperanza de obtener el reconocimiento de parte del Gobierno de los Estados Unidos, el Presidente de México Obregón ha abandonado todos los intentos de parecer político radical y emprendió una campaña de persecuciones, utilizando todos los recursos del Terror Blanco inventados por los Estados Unidos. El movimiento obrero mexicano se llenó de espías, los mítines han sido disueltos y varias uniones enteras han sido destruidas. Además, desde mayo, cualquier extranjero que tenía que ver con el movimiento revolucionario, fue detenido y «deportiert» del país (incluyendo a Rubio, San Vicente, Paley,[29] Fortmayer30 y mi mismo). Creo que Usted tiene conocimiento sobre el caso de Gale,[31] que era muy diferente. Incluso José Allen, Secretario General del Partido Comunista Mexicano y mexicano por nacimiento fue «deportiert» a los Estados Unidos, porque no pudo comprobar su nacionalidad.
San Vicente y yo fuimos primeros en ser detenidos, el día 16 de mayo, nos subieron al tren que iba hacia Laredo, Texas (los Est. Un.). Todo fue hecho en secreto, con la esperanza de que estaríamos en el extranjero antes de que alguno de los compañeros mexicanos logre saber sobre nuestra detención. Sin embargo, hemos encontrado un compañero entre los soldados que nos estaban vigilando, y así pudimos comunicarnos con la Confederación General de Trabajadores. El Comité Ejecutivo de la C.G.T. protestó inmediatamente ante el Presidente Obregón, resultando esto una promesa de que no estaríamos enviados a los Estados Unidos y de que podríamos nosotros mismos elegir el lugar de nuestro exilio; esta última parte de la promesa nunca fue cumplida. El Presidente rechazó la solicitud de cancelar el acuerdo sobre nuestra expulsión. Nuestro tren fue parado en Monterrey y a nosotros nos enviaron de regreso. Después de casi un mes de encarcelamiento nos metieron, por fin, a la 3-era clase de un barco en el Pacífico y dentro de unos días nos desembarcamos en San José para proceder a Guatemala. Ya que casi es imposible ganar algo para vivir en esta república cómica y de opereta, nuestro pensamiento principal se gira alrededor del plan de salir de aquí lo más temprano posible. Rubio y Paley fueron detenidos en Tampico a donde habían ido realizar el giro de propaganda para la Internacional Roja de las Uniones Obreras (Rubio, Paley, Leija Paz y Valadés formaban parte del Buró Mexicano del Consejo Internacional de los Sindicatos; este Buró fue organizado por mi conducto bajo los auspicios del compañero Sen Katayama). Rubio y Paley hicieron dos discursos cada uno y varias conferencias antes de ser detenidos. Paley fue enviado a los Estados Unidos. A Rubio iban enviar allá, pero las actividades de los compañeros han prevenido esto y le enviaron a algún otro lugar.

Segundo Congreso de la Internacional Comunista.
Palacio Tavrichesky de Petrogrado, 1921.
Fortmayer, la persona que apenas está conectado con [nuestro] movimiento aunque es un muy buen compañero, fue enviado a los Est. Un. y ahora se encuentra en la cárcel en Laredo acusado en deserción del ejército americano durante la guerra. – Allen, el Secretario General del Partido Comunista Mexicano, también se encuentra en los Estados Unidos, pero está libre.
Hubo muchos mítines de protesta y a favor de desterrados, mientras que en Veracruz, Tampico y Progreso declararon unas huelgas.
El Gobierno Mexicano está dispuesto a destruir todo el movimiento avanzado de la clase obrera. Obregón declaró que expulsaría a cualquier extranjero que atacaba a “las instituciones fundamentales Mexicanas” (o sea al capitalismo) y que él estaría dispuesto reprimir cualquier huelga o manifestación obrera. Las primeras expulsiones habían sido organizadas muy bien desde el punto de vista del gobierno ya que el Partido Comunista perdió a dos miembros de su Comité Ejecutivo (Allen y yo) y la C.G.T. también perdió a dos personas (Rubio y San Vicente, los dos mejores elementos de su C.E.). También el Buró Provisional Mexicano de la Internacional [Sindical] Roja, al perder a Rubio y Paley, fue completamente aplastado y echado a clandestinidad. Pero, el Buró sigue haciendo su trabajo (aunque lo realiza ahora de forma secreta), publicando un periódico semanalmente etc. – el Partido Comunista se descompuso por completo, lo que significa que ahora en México no hay Partido Com. (el pequeño grupo de Gale ha desaparecido ya desde hace algún tiempo). A pesar de todo Valadés trabaja muy asiduamente en los intereses del Partido Comunista y me comunica en su carta que recibí hace poco que él piensa que la Unión de la Juventud Comunista que tendrá su congreso en agosto, se convertirá en el Partido Comunista, junto con los compañeros Araoz, Gulbeaux y algunos restantes elementos del Partido Comunista Mexicano. La Unión de la Juventud Comunista32 cuenta con 400 militantes y está creciendo cada día.
La C.G.T. cuenta con 84,000 mil miembros, según los datos comunicados hace poco por su secretario, com. Quintelo. Aunque está sufriendo de la pérdida de sus líderes principales (San Vicente y Rubio), todavía tiene mucha energía y vida.
Incluso en esta pequeña y cómica república de Guatemala el reino del Terror Blanco es visible. Aunque aquí casi no hay movimiento obrero (en todo el país hay no más que 1 mil obreros organizados, y estos son las uniones reaccionarias afiliadas con la Federación Americana del Trabajo a través de la Confederación [Obrera] Panamericana); el gobierno demuestra tal ferocidad hacia las organizaciones obreras que no se puede comparar con las persecuciones en los países grandes. Dentro de las últimas tres semanas 11 miembros de la “Unificación Obrera” (algo parecido al club semi-socialista y semi-reformista) fueron detenidos y encarcelados. Mientras tanto, San Vicento y yo nos esforzamos de hacer algo – organizar los núcleos comunistas etc. Pero todo esto se hace de manera secreta y sin muchas esperanzas. Los obreros locales no saben nada sobre el movimiento internacional, ni siquiera sus dirigentes saben que es la Comintern. Aquí no llegan ningunos periódicos, ni siquiera burgueses. Y no es solo así en Guatemala, sino en toda América Central.
Usted entenderá que tan solos estamos si ni siquiera hemos recibido alguna noticia sobre el IIIer Congreso de la Comintern. No sabemos si tuvo lugar según lo planeado o no, quien asistió al evento y que decisiones han sido tomadas. Pero sabemos que los compañeros están llevando a cabo su trabajo.
¡Saludo al Primer Congreso de la Internacional [Sindical] Roja y a todos los compañeros rusos!
Su compañero
Frank Seaman (Jesús Ramírez)
Traducción del inglés hecha por Natalia Mijailova
Con respeto y el saludo de su compañero.

Documento Núm. 333
El movimiento centroamericano
En la ciudad de Panamá, la capital de República de Panamá hace poco fue organizado un grupo comunista a base de los siguientes principios:
1) Aspiramos, como medio para más altos fines, a mejora material y moral [de obreros], o sea aumento de salario, disminución de horas de trabajo, buen trato etc., a base de una perfecta solidaridad entre todos los trabajadores del país y del Mundo después.
2) Proclamamos, consecuentemente, la franca lucha de clases. Nunca y en ningún caso, aceptaremos el principio falso de “harmonía entre trabajo y capital”. Los explotadores y explotados no podrán realizar ninguna colaboración real y efectiva.
3) Somos partidarios del Comunismo como la única solución del problema social que beneficiaría a toda la gente sin distinción de clase social. En lógica consecuencia, declaramos injusta y dañosa para la Humanidad cualquier propiedad privada y cualquier acumulación de capitales en manos particulares.
4) Puesto que la República Sovietista Rusa es sin duda la mejor y única expresión práctica de nuestros ideales de hoy en el mundo, manifestamos nuestra plena y decidida adhesión a ella, así como aceptamos los principios de la Tercera Internacional creada en Moscú.
5) Condenamos cualquier participación en la política; pues sabemos que ningún gobierno burgués puede ser un amigo de los trabajadores, Mientras exista la propiedad privada todos los gobiernos de cualquier nombre no serán más que unos servidores más o menos declarados de la clase gobernante”.
Este grupo es relativamente chico y no publica ningún periódico, sin embargo, es el único grupo comunista en toda América Central, si no contemos un grupo menor en Guatemala.
Colonia de los Estados Unidos.
Es necesario entender la situación general en América Central para entender la esencia del movimiento [comunista] de aquel lugar (o más bien, las causas de su ausencia).
América Central cuenta con seis países con la población aproximada de 6 millones de personas – Guatemala, Costa Rica, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Panamá) (hay que añadir también a ellos el pequeño Honduras Británico). Hace poco los tres de ellos, o sea Guatemala, Honduras y El Salvador han unido en la República Centroamericana con la población total de 4 millones de personas.
El mayor factor político y económico es el que sigue: América Central es la colonia de los Estados Unidos que esta bajo el control del imperialismo americano.
Antes que todo, recordemos que existe el control militar directo que prevalece en Costa Rica y Nicaragua donde las bayonetas americanas sostienen “legalidad y orden”. En cualquier parte donde iría una persona en ambos países, se encontrará con la bandera de “Old Glory” que está ondeando de manera insolente en las casas de monedas, en las aduanas y otros edificios públicos. Las aduanas y finanzas están completamente controladas por el gobierno de los Estados Unidos. El temor mortal y el odio hacia los soldados americanos reinan aquí.
En Guatemala, Honduras y El Salvador no hay control militar directo, pero el control político americano es absoluto (con la excepción de El Salvador que logró conservar alguna especie de la independencia). Cualquier palabra de Washington se convierte en una orden para estas “Repúblicas”, una orden que están apurados para cumplir.

Russell Blackwell
En Panamá no hay control militar directo, pero las tropas americanas que de la zona del canal intervienen en el caso de cualquier “disturbio” visible. Panamá es la obra del imperialismo americano y su creación misma es la característica de los métodos americanos en América Central. Panamá era antes una provincial de Colombia. Cuando los Estados Unidos insistían en el derecho de construir el canal de Panamá, Colombia negó la solicitud de entregarlo a los Estados Unidos. Entonces, el gobierno americano del presidente Roosevelt organizó con intrigas una “revolución” en Panamá y esta proclamó su independencia en el año de 1903 bajo el control y con la iniciativa inmediata del gobierno americano. Dentro del congreso americano hubo una oposición a estos hechos, sin embargo, Roosevelt apresuró los eventos usando trámites administrativos y reconoció la independencia de Panamá pagando 10 millones de dólares por el derecho de construir el canal de Panamá. Más tarde Roosevelt describió insolentemente estos acontecimientos: “Tomé la zona del canal y luego permití al Congreso discutirlo”…
La prueba del completo control político ejercido por los Estados Unidos en América Central es el hecho de que todas estas Repúblicas (a excepción de El Salvador) declararon la guerra a Alemania bajo la presión de los Estados Unidos. Esta declaración fue utilizada para los intereses económicos y esto lo demuestra la confiscación de las empresas eléctricas en Guatemala que pertenecían a los alemanes; al hacerlo, el gobierno guatemalteco los vendió inmediatamente a los yanquis.
Este control político y militar es por sí solo el producto del control financiero y económico y lo refuerza.
Aproximadamente 75% del comercio centroamericano (de la exportación e importación) es el comercio con los Estados Unidos. Incluso el comercio del Honduras Británico es casi monopolizado por los Estados Unidos – en el año de 1918 la importación desde los Estados Unidos alcanzaba unos 77%, mientras la exportación se ubicó en el marco de 92%.
Este control económico es ejercido, de primera mano, por la “United Fruit Company”, una de las corporaciones más influyentes en los Estados Unidos y un sostén del imperialismo americano en América Central, Colombia y Venezuela. La conquista económica de América Central es el logro, principalmente, de la “United Fruit” la que monopoliza la producción de frutas en América Central, la que controla las plantaciones, los ferrocarriles y los bancos. Cuando el imperialismo americano entendió la importancia de América Central para sus proyectos de dominación [sobre el continente], encontró el terreno ya preparado por la “United Fruit Company”.
En América Central existen también el capital alemán (las plantaciones) y británico (principalmente, los ferrocarriles), pero el capital americano es dominante. La dominación suya en esferas económica y política no tiene límites y la usa como una dictadura feroz.
La dictadura dentro de la otra dictadura
Dentro de la dictadura de los Estados Unidos en América Central existe otra dictadura – la del Presidente de la República que está bajo los auspicios del imperialismo americano.
A pesar de las formas republicanas y democráticas en los países centroamericanos efectivamente no hay libertades políticas. Aquí, en efecto, no hay partidos políticos, porque la política es personalista y los partidos están agrupados alrededor de la personalidad fuerte, mientras el partido “gobernante” es siempre el partido del presidente. No existe oposición, la “crítica” en la prensa se limita con los complimentos hacia el presidente y su familia. Estos presidentes son dictadores absolutos y normalmente están vinculados con el capital americano y apoyado por este con la benevolencia del gobierno de Estados Unidos.
En las repúblicas centroamericanas no hay ni siquiera unas libertades simbólicas. A los oponentes del presidente les detienen, ellos desaparecen y nadie vuelve de escuchar sobre ellos. La «Unificación Obrera» en Guatemala publicó un programa muy moderado y conservador, y nueve personas fueron metidas en la cárcel por el simple hecho de firmarlo. La dictadura del presidente Meléndez en El Salvador destruyó a los sindicatos y expulsó a la mayoría de los dirigentes obreros. Todas las organizaciones obreras están destruidas.
Estas dictaduras centroamericanas se basan sobre la unión entre los propietarios de las plantaciones grandes y minas y el capital extranjero, en particular, el americano. Los dictadores son unos simples lacayos del gobierno de los Estados Unidos, el cual en el curso de las diversas “revoluciones” siempre apoya a la gente los quienes sería en calidad de dictador un fiel servidor de los intereses americanos.
Falta del proletariado industrial
La soltura, de que las dictaduras se establecen y se conservan en la América Central, además de las intrigas del capital americano, es peor, que las condiciones feudales predominantes. América Central es el país de plantaciones grandes y de las minas. Aquí casi no hay fábricas y empresas industriales y la cantidad siquiera relativamente significativo de los obreros citadinos. Los obreros citadinos que existen son los artesanos: los carpinteros, panaderos etc. Hay obreros en plantaciones, los cuales viven y trabajan en el sistema del peonaje feroz y los obreros de las minas.
En América Central no se observan algunos intentos de emprender la producción industrial y no existe tal producción ya que el capital americano considera la región como un abastecedor del crudo y el consumidor de mercancías hechas. Toda la América Central es algún tipo de la plantación enorme explotada por los Estados Unidos de acuerdo con la demanda de su progreso industrial; y esto significa la exportación de las mercancías estadounidenses e importación de los recursos crudos.
En estas circunstancias no hay base para desarrollar el movimiento proletario revolucionario en América Central, aunque los obreros y campesinos sufren de la explotación implacable. Entre los obreros de las plantaciones (la mayoría de ellos son los indígenas y negros) no hay movimiento consciente, el sindicalismo es muy débil y el movimiento político está casi ausente.
Los sindicatos.
Honduras, Nicaragua, Costa Rica se están deshaciendo fácilmente a los sindicatos – estos no existen aquí o no están realizando alguna actividad.
En 1918 un relativamente grande sindicato existía en El Salvador uniendo en sus filas las organizaciones de obreros textiles, zapateros, peluqueros, obreros linotipistas y panaderos. Estas uniones eran vinculadas con la «Confederación Obrera del Salvador» que contaba de 2 a 4 mil militantes. La Confederación era desesperadamente reaccionaria y vinculada con la Federación Panamericana de Labor gompersista. No obstante, este sindicato fue destruido por el gobierno, como ya estuvo mencionado arriba.
La situación no está mejor en Guatemala. Aquí existe una «Federación Obrera» que consiste de aproximadamente de 2 mil militantes, incluyendo las uniones de panaderos y carpinteros. La Federación está formada por las uniones arriba mencionadas, de varios clubs obreros y sociedades de ayuda mutua; está sostenida por el gobierno que la usa durante las elecciones; no solo obreros, sino también los empresarios tienen derecho de ser militantes de la Federación, e incluso el puesto del presidente de la Confederación está ocupado por un prominente capitalista.
Tal es el tamaño del movimiento sindical de América Central con su población de 6 millones de habitantes. Las causas de esto son obvias. Antes que todo, es el hecho de que las dictaduras molestan a la creación de cualquier organización obrera. Además, los obreros (sin contar a los de las plantaciones) forman un grupo reducido de la población y están dispersados en el territorio extenso que tiene los medios de comunicación muy mal desarrolladas; las ciudades son chicas y se encuentran lejos de cada una. En toda América Central hay solamente tres ciudades relativamente grandes que tienen población de entre 65 y 70 mil, 6 ciudades – de entre 25 y 45 mil personas, las demás tienen en su mayoría entre 2 y 15 mil habitantes.
Más vale decir que las ciudades son parasitas y constituyen un punto mercantil para las plantaciones; están privadas de la base industrial. Dado estas circunstancias, el carácter del movimiento obrero está prácticamente predeterminado.
El movimiento político
Aquí no hay movimiento comunista. El grupo panameño es nada más un grupo, mientras el grupo comunista en Guatemala cuenta con apenas una docena de camaradas.
Casi no hay movimiento socialista y se observa una falta absoluta de alguna educación socialista.
En Guatemala, Costa Rica y Nicaragua no hay movimiento socialista y ni siquiera hubo intentos de aceptar este nombre.
El Partido Socialista existe en El Salvador, sin embargo, la podemos llamar ‘socialista” solo de indulgencia. Es desesperadamente reaccionaria y reformista, no dispone de alguna estructura organizativa y programa definido. Su actividad y aspiraciones están limitadas con aprobar las decisiones del presidente-dictador a nombre de la clase obrera. Efectivamente, la oposición política en El Salvador es una cosa imposible.
En Guatemala no hay un partido socialista, aunque la “Unificación Obrera” prometió organizarlo. A diferencia de la federación sindical, la «Unificación» está abierta solamente para los trabajadores contratados. Sin embargo, no más que la mitad de sus 1500 militantes son obreros, el resto son los burócratas y carreristas pequeño-burgueses. El programa de la organización llama a realizar varias ideas socialistas por el medio de las leyes; es una mezcla del socialismo reformista y el cooperativismo, la energía organizativa en el momento está dirigida hacia la creación de una panadería cooperativa como un primer experimento de esta especie. Los dirigentes de la organización son unos demagogos que declaran de voz alta que “no son bolcheviques”. Entre estos dirigentes hay, sin embargo, un revolucionario – José Luis Barrientos quien está ahora en la cárcel. El Grupo Comunista guatemalteco existe como una oposición organizada dentro de la «Unificación», pero las áreas suyas son muy difíciles.
En toda América Central hay solo dos o tres periódicos que circulan con largos interrupciones.
Las perspectivas del desarrollo del movimiento revolucionario en América Central son poco prometedoras. La parte principal de las masas oprimidas está formada de los obreros de plantaciones y ellos no van a emprender algunas actividades antes de recibir un impulso de las actividades de los obreros citadinos. Toda la situación depende del despertar y organizar a los obreros citadinos, la cual hay que iniciar desde la fundación de una simple organización sindical. En este respecto, mucho puede ser alcanzado si usaríamos el ejemplo, la dirección y la inspiración de parte del Partido Comunista Mexicano, consciente y competente. A Centroamérica hay que moverla por conducto de México”.
Documento Núm. 434
Grupo comunista.
El domingo 17 de julio de 1921, quedó constituido en Panamá un GRUPO COMUNISTA, que aprobó por unanimidad los siguientes principios:
1 – Aspiramos, como medio para más altos fines, a toda mejora material y moral, tales cual aumento de salario, disminución de horas de trabajo, buen trato etc., a base de una perfecta Solidaridad entre todos los trabajadores del país, primero, y del Mundo después.
2 – Proclamamos, por tanto, la franca lucha de clases. Esto quiere decir que nunca en ningún caso, aceptaremos esa vieja falsedad que se llama “armonía entre trabajo y capital”. Explotados y explotadores no podrán establecer ninguna concordia real y efectiva.
3 – Somos partidarios del Comunismo, única solución del problema social que puede ser beneficiosa a todos los seres humanos, sin distinciones de ninguna clase. En lógica consecuencia, declaramos injusta y dañosa para la Humanidad toda propiedad privada y toda acumulación de capitales en manos particulares.
4 – Puesto que la República Sovietista Rusa es sin duda la mejor y única expresión práctica de nuestros ideales, que se conoce hasta el presente en el Mundo, manifestamos nuestra decidida y firme adhesión a su existencia, y nuestra conformidad con los principios de la Tercera Internacional, constituida en Moscow.
5 – Condenamos toda sumisión a cualquier política; pues sabemos que ningún gobierno burgués ha sido, ni es, ni será, ni podrá ser un leal amigo de los trabajadores, Mientras perdure la propiedad particular y el capitalismo, los gobiernos de cualquier nombre no serán más que unos servidores más o menos declarados de las clases adinerados e influyentes.
En cuanto a su manera de funcionar, como el Grupo Comunista quiere destruir prácticamente los viejos y autoritarios y pomposos formulismos de la burguesía, su Directiva se compone solamente de un Secretario de Actas, un Secretario del Interior, un Secretario del exterior, un Tesorero, y el Presidente, que se renovará cada mes, siguiendo el orden alfabético de todos los asociados, por tanto sencillo procedimiento, cada uno de los socios ocupara sucesivamente la presidencia, con lo cual habrá entre todos ellos una verdadera fraternidad, haciendo imposibles los privilegios y las pedanterías que tanto contribuyen a la disociación y al desacuerdo.
Documento Núm. 535
La carta de miembros del Grupo Comunista de Panamá al presidente de la Comintern Grigorii Zinoviev, el 29 de abril de 1922.
Panamá, a 29 de abril de 1922.
Cam. Zinoviev, el Presidente de la III Internacional.
Moscú.
Estimado camarada.
Desde la fundación del grupo comunista en nuestra ciudad nosotros teníamos, estimados compañeros, un deseo fuertísimo de establecer relaciones con ustedes; sin embargo, el correo negaba de recibir nuestra correspondencia con el pretexto de falta de comunicación con Rusia. Pero ahora, cuando tenemos las noticias sobre el Tratado sobre la paz firmado por ustedes con Alemania, tengo la esperanza que nuestra carta enviada por este camino llegará al destinatario. A todos nosotros nos daría una gran satisfacción si esta carta llegaría a sus manos y si nosotros recibiríamos la respuesta.
Hacemos todo lo posible para propagar nuestros ideales comunistas a los cuales entregamos todas nuestras fuerzas y todos los recursos. Ya que este trabajo apenas empieza, el gobierno de la República no nos molesta en absoluto en nuestras actividades y nuestros artículos (definitivamente comunistas) se publican hasta por los periódicos burgueses; organizamos mítines en las plazas, varios teatros presentaron unas obras dramáticas del contenido comunista; nuestras reuniones las anunciamos públicamente y con anticipación y a veces las visitan los policías, los burócratas, etc.
Entonces, debe sorprender el tamaño del trabajo realizado por nosotros dentro de un breve lapso transcurrido desde nuestra salida a la escena de la lucha. Hemos fundado el grupo en la ciudad de Colón, otro – en la Soná, y esperamos alcanzar mismos resultados en otras ciudades del país. Recibimos varias publicaciones periódicas comunistas desde México, España y Cuba, etc. las cuales distribuimos gratuitamente entre los obreros.
En conclusión, estimado camarada, escribo abajo los nombres de los compañeros que por el momento son miembros del órgano director de nuestro grupo, dando a conocer después los nombres de los compañeros más fieles en general: José María Piasquez de Pedro, secretario del exterior, Braulio G. Montenegro secretario de actas, José Antonio Brower, secretario del interior, Pedro López – tesorero que está sustituido en el momento presente por el compañero Narciso Navas. Ahora siguen los nombres de los compañeros más fieles: César Caballero (secretario de correspondencia del grupo comunista de provincial Colón) Cossana J. Kiev Julia Palau de Gómez – encargada por las escuelas laborales en nuestra ciudad, etc.
Con respeto a Usted y por la causa del proletariado
José A. Brower
(Secretario del interior del grupo comunista de Panamá)
Cartas a mi nombre: Box 289, Panamá
Notas:
[1] Dr. Titular en Historia. Universidad Estatal de San Petersburgo.
[2] Dr. Titular en Historia. Universidad Estatal de San Petersburgo.
[3] Creado a finales del año de 1919 en México con la ayuda y bajo los auspicios del emisario de la Comintern Mijail Borodin.
[4] J. Allen a E. Woog, el 29 de abril de 1920. – El Archivo Estatal Ruso de Historia Política y Social (RGASPI), fond 495, opis’ 108, delo 3, foja 9.
[5] Leonov N. S. Ocherki novoi i noveishei istorii stran Tsentralnoi Ameriki (Los ensayos de historia moderna y contemporánea de los países de América Central). Moscú, 1975, P. 195.
[6] La distribución del folleto de J. Murphy. – RGASPI, fond 495, opis 18, delo 65, foja 259; el informe del Buró Panamericano a G. Zinoviev, el 24 de septiembre de 1921. – Ibíd., delo 66, foja 116.
[7] Frank Seaman a G. Zinoviev, el 7 de julio de 1921. – Ibíd., opis 108, delo 14, foja 16; Taibo II P. I. y Vizcaíno R. Memoria Roja. México, 1984, p.187.
[8] Frank Seaman a G. Zinoviev…, foja 16v; Gómez M. From México to Moscow, II. – «Survey» (London), 1965, April, Núm. 65, p.117.
[9] Sen Katayama a Bray, el 11 de junio de 1921. – RGASPI, fondo 495, opis 18, delo 66, foja 12.
[10] Kommunisticheskii partii Latinskoi Ameriki. (Partidos Comunistas de Latinoamérica). Moscú, 1982, P. 114; Fortuny J.M. Nekotorye aspekty vlianiia Oktiabrskoi sotsialisticheskoi revolutsii. Materialy mezhdunarodnoi teoreticheskoi konferentsii, organizovannoi redaktsiei zhurnala “Problemy mira i sotsializma” v Prage 22-24 iyunia 1967g. (Algunos aspectos de la influencia de la Revolución Socialista de octubre. Los materiales de la conferencia mundial organizada por la redacción de la revista “Problemas del Mundo y del Socialismo” en Praga, a 22-24 de junio de 1967). Moscú, 1967, P.372. Cabe notar los fuertes cambios de la base de militantes del PCM en los años 1921-1923 muchas actividades internacionales del período cayeron en olvido. Así, el informe del representante del PCM y de la Liga Antiimperialista de las Américas Rosalío (Russell) Blackwell sobre su viaje a Centroamérica (la parte dedicada a la historia del PC local) no contiene ni una sola referencia a los actos realizados por los colaboradores del Buró Panamericano deportados a Guatemala por el gobierno de A. Obregón en 1921. – R. Blackwell. El informe sobre el viaje con el fin de organización en América Central. – RGASPI, fond 495, opis 108, delo 54, foja 7.
[11] Shipman Ch. It Had to be a Revolution. Ithaca, 1992, p. 133.
[12] El movimiento centroamericano. [1921] – RGASPI, fond 495, opis’ 18, delo 66, foja 245.
[13] La historiografía comunista panameña hace algunas menciones breves sobre los grupos marxistas que existieron a inicios de la década de los 20, pero considera al Partido Comunista Panameño (fundado el 4 de abril de 1930 por “doce luchadores heroicos”) el único antecesor del Partido de Labor. – Véase: Castellanos R. Oktiabrskaia revolutsiia i kommunisticheskoie dvizheniie v Paname (La Revolución de Octubre y el movimiento comunista en Panamá) // Istoricheskoie znacheniie Velikoi Oktiabrskoi sotsialisticheskoi revolutsii. Moscú, 1967, P. 468. Si tomamos en cuenta la cantidad de los fundadores del partido, no hay razón para considerar el grupo comunista surgido en el año de 1921 una estructura menos significativa. Notemos también que las llamadas “olas de la explosión revolucionaria de 1917” no llegaron a las costas panameñas por sí solas; la “teoría revolucionaria” fue llevada al país como consecuencia del contacto entre el movimiento obrero local y los representantes de las estructuras cominternianas instaladas en México.
[14] Las observaciones del informante sobre el grado de dependencia de la vida política panameña de los EE.UU. eran precisas. El gobierno yanqui intervenía de una manera descarada en los asuntos interiores del país istmeño. Al declarar el gobierno de Ciro Urriola un acuerdo sobre el cambio de la fecha de las elecciones al parlamento, el Departamento de Estado ha protestado enérgicamente exigiendo la anulación de la votación. Las autoridades panameñas no cedieron y entonces las tropas estadounidenses ocuparon las ciudades de Colón y de Panamá obligando al presidente del país derogar la ley y anunciar nueva fecha de elecciones. La votación fue realizada bajo el control de los representantes estadounidenses y llevó el triunfo al partido encabezado por el embajador panameño en los EE.UU. Belisario Porras. Solo después de que fueron contabilizadas las urnas, los militares yanquis regresaron a sus cuarteles. – Véase: Castillero Pimentel E. Panamá y los Estados Unidos. Panamá, 1961. PP. 239-240.
[15] Kalmykov N.P. et al. (ed.) Istoriia Latinskoi Ameriki (Historia de América Latina), 19198-1945. Moscú, 1999. P. 368
[16] El movimiento centroamericano…, fs. 246-248.
[17] El movimiento centroamericano…, f. 249.
[18] Taibo II P. I. y Vizcaino R. Op. cit., p.188; Gómez M. From México to Moscow, II…, p.117.
[19] El informe del PC de Guatemala al Secretariado Sudamericano de la IC. 1929. – RGASPI, fond 495, opis’ 112, delo 4, foja 22.
[20] Los detalles véase en Jeifets V.L. Proval kontinentalnoi revolutsii: Komintern i evolutsiia levogo dvizheniia Meksiki v 1919-1921gg. (El fracaso de la revolución continental: la Comintern y la evolución de la izquierda mexicana en 1919-1920) // Rossiia v kontekste mirovoi istorii. San Petersburgo, Ed. Nauka, 2002, PP. 252-276; Jeifets V.L., Jeifets L.S. Die Komintern und Argentinien in den Jahren 1919-1922. Die Kommunistische Partei Argentiniens gegen die “argentinischen Lenins” // International Newsletter of Communist Studies. Vol. XV (2009), No. 22. PP.137-147.
[21] El protocolo Núm. 67 de la reunión del Secretariado del CEIC, el 28 de julio de 1923. – RGASPI, fond 495, opis’ 18, delo 163, list 10; El Manifiesto del CEIC al Comité Dirigente del Partido Comunista de Centroamérica, el 1 de septiembre de 1923 г. – Ibíd., delo 177, foja 20.
[22] RGASPI, fond 495, opis’ 108, delo 3, fojas 4-10. El texto escrito a máquina, en castellano, en el papel membretado del Buró Latinoamericano de la III Internacional. En el margen derecho de arriba hay un sello “El Archivo de la Comintern, №1018 Moscú”; rúbrica. Todos los documentos se publican con el permiso del Archivo Estatal Ruso de Historia Política y Social.
[23] De hecho, el Partido Comunista Mexicano fue proclamado en la reunión de varios miembros del Partido Socialista Mexicano en noviembre de 1919. Algunos miembros de la dirección del PSM no estuvieron de acuerdo y prefirieron conservar el nombre ‘Socialista”. Además, en septiembre de 1919 ya había aparecido el Partido Comunista de México encabezado por Linn A. E. Gale. Esto quiere decir, que para finales de otoño de 1919, la izquierda radical mexicana (escasa en número) se dividió en tres sectores. – Nota de autores.
[24] Roy, Manabendra Nath (el nombre verdadero – Narendranath Bjattacharya) (conocido también como Martin; Roberto Allen y Villagarcía; Robert Allen; Robert Allen-Roy; Roberts; Manuel Méndez) (1892-1954). Revolucionario indio. Estudiante en la Universidad de Calcutta. Ingresó en la organización ilegal antibritánica. Fue detenido varias veces, pero escapó de la cárcel. Después de la derrota de la insurrección armada fue enviado a búsqueda de armas y estableció contactos con las autoridades alemanas para recibir su ayuda en la lucha contra Gran Bretaña. En verano de 1916 llegó a los EUA, pero después del ingreso de este país a la I Guerra Mundial fue detenido y tuvo que mudarse a México (junio de 1917). En México fundó la Sociedad de los Amigos de India y se acercó con algunos socialistas participando en el periódico «El Socialista». Era uno de los organizadores y delegado al I Congreso Socialista Nacional de México. Miembro del CN del Partido Socialista Mexicano. Bajo la influencia del emisario de la Comintern Mijail Borodin evolucionó finalmente al marxismo y participó en la «sesión extraordinaria» del CN del PSM (24.11.1919), que declaró la creación del Partido Comunista Mexicano, su adhesión en la IC y la fundación del Buró Latinoamericano de la III Internacional. Junto con E. Trent-Roy fue delegado del PCM al II Congreso de la IC (1920) donde presentó las tesis sobre la cuestión nacional y colonial discutidas por el II Congreso de la IC junto con las tesis de Vladimir Lenin. Miembro de la Comisión del Congreso para la cuestión nacional y colonial. Miembro del Comité Ejecutivo de la Comintern con la voz consultativa (como representante de México e India) (desde julio de 1921); más tarde fue incluido en el Buró Pequeño del CEIC. Uno de los fundadores del PC de India (con el carnet número 4). Fue delegado a los III-VI Congresos de la Comintern. Miembro suplente del CEIC (por el Oriente) (desde diciembre de 1922). Era uno de los representantes del CEIC en Tashkent para el trabajo en los países orientales. Miembro del Departamento Oriental del CEIC (hasta del V congreso de la IC). Miembro del CEIC por India (desde 1924), miembro suplente del Presidium del CEIC (desde 1924), miembro del Presidium del CEIC por India (de 1926 a febrero de 1928), del Secretariado Político del CEIC (desde diciembre de 1926). Miembro del Buró de Organización del CEIC (desde enero de 1926), del Secretariado del CEIC (desde marzo de 1926). Miembro del Secretariado para Lejano Oriente del CEIC (de abril de 1926 a 1927). Secretario responsable del Secretariado del CEIC para América y Canadá, miembro del Secretariado para Inglaterra, Irlanda, Holanda, Australia y Sudáfrica (secretario responsable del subgrupo para India Británica), del Secretariado para Lejano y Cercano Oriente (desde marzo de 1926), miembro del Buró del Lejano Oriente del CEIC (desde marzo de 1927). Representante del CEIC en China (desde abril de 1927). Miembro del lender-secretariado Británico-Americano, del lender-secretariado Oriental del CEIC (desde julio de 1927). Fue expulsado de la Comintern por decisión del Presidium del CEIC como partidario de Nikolai Bujarin en noviembre de 1929. Al salir de la URSS vivía en Europa. Al regresar a India en 1931 fue detenido y pasó varios años en la cárcel. Colaboraba con el Congreso Nacional de India. Encabezó el Partido Radical Demócrata Popular en 1940.
[25] Gale, Linn A.E. (Nueva York, 31 de mayo de 1892 – ?). Hijo de granjero. Estudiaba en la escuela de Oxford. Reportero (1907). Participaba en la campaña presidencial del demócrata Wilson (1912). Desde 1917 era editor de la revista “Gale’s Magazine”. En marzo de 1918 fue al servicio militar, pero en julio desertó del ejército y escapó a México donde reinició la edición de su revista y organizó también su edición español “Nueva Civilización”. Mantenía relaciones amistosas con el Secretario de Gobernación Aguirre Berlanga y apoyaba la política antiestadounidense del presidente mexicano Venustiano Carranza. Fue delegado al Primer Congreso Socialista Nacional en 1919, pero abandonó las sesiones del congreso protestando en contra de la aceptación de credenciales del dirigente de la CROM Morones. Fundador del Partido Comunista de México y miembro de su Comité Ejecutivo. Fue electo delegado del PC de M al II Congreso de la Comintern, pero nunca logró salir para Moscú. Intentaba varias veces establecer contactos con la Comintern, enviaba cartas al Buró de Ámsterdam de la III Internacional y a otras estructuras comunistas con el objeto de desprestigiar al Partido Comunista Mexicano encabezado por José Allen y Manabendra Nath Roy. Sin embargo, la Internacional Comunista jamás reconoció su partido como su sección nacional en México. Director del órgano del PC de M (el periódico “El Comunista de México”) (1.1920-2.1921). En primavera de 1920 fundó una nueva organización de los Obreros Industriales del Mundo en México. En abril de 1921 fue detenido y expulsado del país por “extranjero pernicioso”. En los EUA fue detenido por desertar del servicio militar y en la cárcel renunció a las convicciones comunistas. Más tarde intentó ingresar en el Partido Obrero de América, sin embargo, le negaron el carnet del militante. Fue electo presidente del Socorro Rojo (Labour Defense) en Washington en 1925 lo que fue mal percibido por los comunistas que lograron su destitución de este puesto. Según agente de Scotland-Yard y del Departamento de Justicia de los EUA Nosovitsky, Gale le brindó su ayuda durante la preparación del informe sobre la actividad roja en México.
[26] Se refiere al dirigente de la CROM y el Partido Laborista Mexicano Luis N. Morones quien era uno de los delegados al Primero Congreso Socialista Nacional en agosto-septiembre de 1919.
[27] Torres Elena. Maestra en Yucatán. Delegada al I Congreso Socialista Nacional de México (8-9.1919). Miembro del Consejo Feminista Mexicano. Secretaria internacional y tesorera del Buró Latinoamericano de la III Internacional (1919-1920). Directora responsable del periódico «El Soviet» (desde 23.12.1919 – «El Comunista»). Encabezó el periódico «La mujer». Realizaba la propaganda política pro general A. Obregón en 1920. Los adversarios del PCM dijeron que Elena Torres trabajaba como secretaria del Inspector General de Policía en 1920. Abandonó el PCM en 1920 o 1921.
[28] RGASPI, fond 495, opis’ 108, delo 14, fojas 16 y 16 vuelta. El texto escrito a mano, en ruso, rúbricas. En el margen derecho de arriba hay un sello” “№39 23. Sept. 1921. El Secretariado del Exec. de la Intern. Comun.”
[29] Paley M. – Simons, William (su nombre verdadero era Levine, Hyman (fue conocido también como German P. Levin; Moris Levine; George Hunter). Nació el 3 de diciembre de 1893 en Nueva York en una familia judía que antes había emigrado de Lituania. Al graduar de City College, ingreso en Columbia University en 1914, donde estudió hasta 1916. Desde 1916 forma parte del Partido Socialista de América. Al rechazar el servicio militar obligatorio fue detenido. Al salir a la libertad, emigró a México donde trabajaba en una tienda y daba clases de inglés. El director de la Administración Mexicana de los Obreros Industriales del Mundo y el editor de su periódico. Delegado de los Obreros Industriales del Mundo y de los obreros petroleros de Tamaulipas al Convento Radical Rojo en 1921. Miembro del Buró Provisional Mexicano de la ISR, cumplía algunas encomiendas suyas en Tampico. En mayo de 1921 fue expulsado de México a los Estados Unidos donde cambió su nombre al de W.Simons e ingresó en el PC de los EUA. Era columnista del periódico “The Voice of Labour” y organizador del PC en Boston y Chicago. Secretario Nacional del Comité Progresivo de Obreros Metalúrgicos en 1927-1928. Delegado estadounidense al IV Congreso de la ISR y representante de la Liga de Educación Sindical de los EUA en el Congreso Sindical Latinoamericano en Montevideo en 1929. Delegado del Partido Obrero de América a la Primera Conferencia Comunista Latinoamericana (Buenos Aires, 1929). Organizador del Partido Obrero en California en 1929-1930. Instructor del Buró del Caribe de la Comintern en el CC del PC de Cuba de mayo a octubre de 1931. Secretario General de la Liga Antimperialista de los EUA en algunos años. Publicó varios artículos sobre el movimiento revolucionario latinoamericano en “The Communist”, “El Mundo Obrero” y “The Anti-Imperialist Review”. Estudiante del doctorado en la Escuela Internacional Lenin en Moscú en 1933.
[30] Fortmayer, Walter (1890, Cincinnati, -?). Miembro de los Obreros Industriales del Mundo. Emigró a México en junio de 1917, vivió en Yucatán. Al ser detenido el 16 de mayo de 1921 en la Ciudad de México, fue expulsado a los Estados Unidos junto con J. Allen. Fue detenido en Laredo y acusado en ser desertor del ejército estadounidense. Los documentos del Archivo de la Comintern sobre Formayer son contradictorios; mientras algunos refieren a él como un militante activo del PCM, otros dicen que casi no tuvo vínculos con el movimiento radical obrero.
[31] Seaman se refirió a la deportación del dirigente del Partido Comunista de México (que era otro de los PCs en el país) Linn A. E. Gale “por extranjero pernicioso” en primavera de 1921.
[32] Su nombre era la Federación de las Juventudes Comunistas.
[33] RGASPI, fond 495, opis’ 18, delo 66, fojas 245-249. El texto a máquina, en inglés; traducción al castellano hecha por los autores.
[34] RGASPI, fond 495, opis’ 1, delo 63, foja 18. El texto escrito a maquina, en castellano.
[35] RGASPI, fond 495, opis’ 1, delo 63, fojas 15-16. El texto escrito a maquina, en ruso, traducción al castellano hecha por los autores.
Cómo citar este artículo:
JEIFETS, Lazar y Víctor Jeifets, (2012) “Hacia la revolución panamericana. La Comintern y la creación del comunismo centroamericano”, Pacarina del Sur [En línea], año 3, núm. 10, enero-marzo, 2012. ISSN: 2007-2309.
Fuente: Pacarina del Sur – http://www.pacarinadelsur.com/home/huellas-y-voces/404-hacia-la-revolucion-panamericana-la-comintern-y-la-creacion-del-comunismo-centroamericano – Prohibida su reproducción sin citar el origen.

¿Hasta dónde irá el pensamiento crítico de la CLACSO?

¿Hasta dónde irá el pensamiento crítico de la CLACSO?
x François Houtart
Hay muchos ejemplos de transición a una orientación post-capitalista, que ya funcionan a pequeña escala o son realizados por movimientos populares

La CLACSO que ha jugado un papel esencial en las transformaciones socio-políticas reciente, organiza la VII Conferencia Latinoamericana y Caribeña de Ciencias sociales en Medellín entre el 7 y el 13 de Noviembre. Dentro de los invitados principales se encuentran el ex presidente Lula, el vice-presidente Álvaro García Linera, el ex presidente Mujica, actores importantes de la orientación post-neoliberal del continente.

América latina fue el único lugar en el mundo en donde países salieron del neo-liberalismo y por eso vale la pena reflexionar sobre esta experiencia. Ya pasaron más de diez años, lo que permite tomar una cierta distancia. Sin embargo, las dificultades económicas y políticas ponen en peligro lo que se llama “el modelo post-neoliberal”, por razone a la vez generales que afectan a todos los países concernidos, como la caída de los precios de las “commodities” y a la vez particulares para cada uno. El pensamiento crítico promovido por la CLACSO ha sido eficaz en la deslegitimación del neo-liberalismo. ¿Cómo actuara frente a la situación difícil de los países post-neoliberales¿ Utilizando un pensamiento funcionalista para legitimar las políticas actuales o un enfoque crítico para preparar el futuro de una orientación post-capitalista?

Para entrar en la materia utilizaremos el método de Max Weber de los “modelos- tipos”, es decir la descripción de cada una de las orientaciones fundamentales, neo-liberal, pos-neoliberal modernizadora y pos-capitalista.1 Sin duda, la realidad de cada nación es más compleja, porque se inscribe en un proceso histórico específico, pero la gran lógica se encuentra como cuadro general.

I. LA ORIENTACIÓN NEOLIBERAL

1° Las características generales

El neoliberalismo es una fase del capitalismo que, para favorecer el proceso de acumulación, acentúa la privatización de la producción de los bienes y servicios y la liberalización de los intercambios y reduce el papel del Estado a sus funciones de protección de la propiedad privada y de seguridad. Debemos recordar que el capitalismo considera la acumulación del capital como el motor fundamental de la economía y el conjunto de los otros factores (sociales, políticos, culturales) como auxiliares de esta meta. La ley del mercado es universal, tanto geográficamente como sectorialmente. Es así como la economía se desenclava de la sociedad e impone sus normas al conjunto social (Karl Polanyi). Hoy en día, es el capital financiero que domina e orienta, por su lógica específica (especulación), la economía mundial. Robert Reich, antiguo secretario del Trabajo del presidente Carter, escribió para ilustrar este fenómeno, en un libro sobre la Globalización: “Siemens es un banco que también fabrica aparatos electrodomésticos”.

2° Las consecuencias estructurales para las sociedades latino-americanas

Las dos estrategias del capitalismo para garantizar o acelerar el proceso de acumulación son la concentración de los recursos y de las decisiones y la ignorancia de las externalidades, es decir lo que no entra en el cálculo del mercado (en el caso, los daños ecológicos y sociales). La concentración se realiza en tres dominios precisos. La tierra, con un verdadero proceso de contra-reforma agraria, en manos de grandes productores o de empresas multinacionales, para desarrollar monocultivos de exportación; el capital que se amplía en varios sectores: finanzas, petróleo, minas, agricultura y finalmente la riqueza. Esta última se mide con el índice de Gini (distancia entre los ingresos de los más ricos y de los más pobres), que queda alto y se manifiesta también por el aumento del número y del tamaño de las grandes fortunas.

La ignorancia de las externalidades no pagados por el capital, sino por las comunidades, los pueblos, los individuos, concierne el ambiente natural y la vida colectiva. En el primer caso se trata de consecuencias muy graves, como la destrucción de la selva amazónica, la contaminación de los suelos, de las aguas, del aire, la desaparición de ecosistemas y de la biodiversitad, la pérdida de la soberanía alimentaria. En el segundo, el desplazamiento de poblaciones, las migraciones hacia las grandes ciudades o el extranjero, la desertificación social del campo, son algunas de las consecuencias.

Se pueden ofrecer algunos ejemplos. Los agro-combustibles presentados como energía verde y una solución a corto plazo frente al agotamiento de las energías fósiles, de hecho, en sus procesos de producción dañan considerablemente el medio ambiente y provocan la expulsión de millones de campesinos de sus tierras (en Colombia con paramilitares). Se observan así, la concentración de las tierras; la destrucción de los bosques y de la biodiversidad; la utilización masiva de productos químicos y el uso de energía fósil para procesarlos. Las condiciones de trabajo son generalmente malas y la sumisión de los pequeños campesinos por los contratos crea una total dependencia del capital. La producción de agro-combustibles, como de todos los otros monocultivos, afectan gravemente la salud de los trabajadores y de las poblaciones vecinas. Finalmente, contribuyen a reforzar la división internacional del trabajo y la reprimarización de la economía latino-americana.

Otro ejemplo es el extractivismo, afectando todos los continentes del Sur. A diferencia de la extracción basada sobre el valor de uso (utilidad para los seres humanos) el extractivismo corresponde al predominio del valor de cambio, lo que se introduce en América latina con el capitalismo mercantil y la colonización. Para el capitalismo, existe un solo valor capaz de contribuir a la acumulación, el valor de cambio (todo debe transformarse en mercancía para ser base de ganancia) y el valor de uso debe ser sometida a ella. De riquezas naturales se pasa a recursos naturales. A eso se junta hoy en día, el agotamiento de las riquezas naturales, que exige nuevas tecnologías (fragmentación, minas a cielo abierto) que provocan también daños ecológicos considerables y en muchos casos significan una agresión territorial a pueblos indígenas. Un tercer ejemplo es la selva amazónica. En la lógica neoliberal se trata de un recurso natural, que debe ser explotado según el principio del mercado, sin preocuparse de las externalidades, sino cuando afectan la tasa de ganancia. No hay ningún otro límite a la explotación petrolera, minera, de gas o de madera ni al monocultivo o a los megaproyectos de hidroenergía.

3° Otras consecuencias sociales y culturales

Los países neoliberales estiman que la lucha contra la pobreza es importante, porque amplía la base del mercado. En el conjunto de América Latina desarrollan programas en esta dirección, con un grado elevado de éxito. Apoyaron los objetivos del Milenio y siguen las orientaciones del Banco Mundial en este sentido. La educación debe ser al servicio del mercado, en particular la educación superior, con preferencia para el sector privado. Es en este sentido que se orientan las reformas educacionales. La salud es un sector donde el Estado debe disminuir su intervención para privilegiar el sector privado. Lo mismo vale para el resto de los servicios públicos que solamente contribuyen a la acumulación del capital si son privatizados. Se reduce así al mínimo el espacio del Bien Común. Finalmente, los Tratados de Libre Comercio refuerzan la división internacional del trabajo; el sector agro-exportador en detrimento de la agricultura tradicional y con pérdida progresiva de la soberanía alimentaria y los derechos de propiedad intelectual monopolizados por las empresas multinacionales.

Los países de América latina que entran en esta categoría con grados diferentes, son México, Guatemala, Honduras, Panamá, Colombia, Perú, Paraguay, y Chile. Conclusiones Esta orientación de desarrollo entra en la lógica de la absorbsión del sobreproducto por mecanismos reales (proletarización), formales (deuda externa, políticas monetarias, concentración del capital) y por despojo (expulsión de tierras). Se trata en el Continente de la aplicación de una lucha de clases a escala mundial donde el capital con sus instituciones legales (FMI, Banco Mundial, BID, OMC) e ilegales (paraísos fiscales) actúa para mantener y ampliar su proceso de acumulación.

II. LA ORIENTACIÓN POSTNEOLIBERAL DE MODERNIZACION

El resultado del cambio político en América latina ha sido la adopción de otra orientación con las particularidades siguientes.

1° Retorno del Estado

La característica principal de una fase post-neoliberal del capitalismo es el retorno del Estado como regulador de la economía y redistribuidor de la riqueza. No se trata de una transformación del modelo de acumulación. Eso permite desde un punto de vista político, alianzas entre acumulación capitalista y preocupaciones sociales. Es la era de un capitalismo social y hoy en día verde, que no cambia la lógica fundamental del sistema económico (maximización de la ganancia e ignorancia de las externalidades), sino que alivia, en cierta medida según los países, las consecuencias más penosas. Se realiza por políticas económicas (renegociación de la deuda externa en Ecuador) o sociales (medidas asistencialistas de lucha contra la pobreza que creen clientes pero no actores sociales nuevos) y con mejor acceso a los servicios públicos (salud, educación).

2° Modernización de la sociedad

Se trata al mismo tiempo de hacer salir un país de un “retraso” económico, social y cultural que lo impide competir en el mercado mundial y de edificar una sociedad de bienestar social que sitúe la nación en una escala aceptable dentro del panorama internacional. La concepción de la modernidad adopta implícitamente y de manera acrítica la idea de un progreso lineal sobre un planeta inagotable, es decir un concepto desviado por la lógica del capitalismo, como lo decía Bolívar Echevarría. Es lo que pasó también con los países socialistas europeos y asiáticos.

3° Un capitalismo moderno

El nuevo capitalismo o capitalismo moderno, acepta la lucha contra la pobreza, porque crea más consumo, lo que a medio o largo tiempo, favorece el mercado. Él está a favor de un trabajo formal y de un seguro social, porque estabilizan la mano de obra. Pagar más impuestos no molesta, si el Estado asegura un grado suficiente de estabilidad política, que permite el proceso de ganancia. Son gastos razonables para garantizar la reproducción del sistema de acumulación. El capitalismo moderno toma sus distancias frente al capitalismo oligárquico tradicional. Una parte de sus protagonistas hacen parte del sistema político nuevo. Otros hacen parte de la oposición, cuando piensan que este último no asegura una tasa de ganancia suficiente. Mucho depende también de las vinculaciones con el capital monopolista exterior. Sin embargo, en caso de crisis de acumulación, son los logros sociales que son las primeras víctimas (Brasil). En Argentina, los monocultivos de soja son la expresión del vínculo entre el capital local e internacional. En Brasil el código forestal está redactado a favor de la “agricultura moderna”, es decir los monocultivos (soja, palma, caña). En Bolivia un acuerdo vincula el Gobierno con los propietarios terrenos de la Media Luna, para extender la frontera agraria de un millón de hectáreas. En Ecuador, la nueva matriz productiva, favorece los monocultivos de exportación a pesar de sus consecuencias ambientales y sociales. En Nicaragua, el capital agrario tradicional se transforma en moderno y entra en los nuevos sectores de acumulación (comercio internacional, etc.).

Al mismo tiempo, el petróleo, el gas, la minería, se desarrollan como fuentes de financiación de las políticas sociales, pero hacen también parte del extractivismo mundial (forma capitalista de la extracción) y dan un nuevo espacio a empresas multinacionales. El sector financiero, el gran comercio, las comunicaciones, los intermediarios con los nuevos inversores (China, Qatar, Arabia Saudita), conocen tasas elevadas de ganancias. La desindustrialización relativa, aún de un país como Brasil, es el resultado de la reprimerización de las economías latinoamericanas, impuesta por el capitalismo como sistema-mundo y apoyado por las instituciones financiarías internacionales.

4° Las políticas sociales

El retorno del Estado en varios sectores de los “comunes” se traduce por inversiones públicas importantes: infraestructuras (Ecuador), educación y salud (todos), lucha contra la pobreza, con medidas compensatorias (Brasil, Ecuador, Bolivia), ampliación del seguro social, etc. Como se trata de modernizar una sociedad, la iniciativa viene esencialmente del poder político, que por razones de eficacia tiende a centralizarse, dando al ejecutivo un lugar privilegiado, dejando poco espacio a la participación y concibiendo la comunicación como una explicación de lo que se ha hecho. Los valores de excelencia y de competencia son centrales, también en la reforma del sistema educacional (en el Ecuador: escuelas del milenio y las super-universidades). La agricultura familiar campesina y la agricultura indígena son marginalizadas, porque son poco productivas (en todos los países). A pesar de las constituciones, la pluriculturalidad y la plurinacionalidad tienen poco espacio. Una clase media ha conocido un aumento importante (representa entre el 30 % y el 50 % de la población según los países), pero su consumo influye mucho sobre la balance comercial. Existen en América latina varias versiones de este modelo.

En Brasil, Lula, sindicalista de la metalurgia, siempre ha tenido dos valores claves: la eficacia y la justicia social. La eficacia en el dominio económico es el capitalismo y la justicia, la redistribución de una parte del producto social a los más pobres. En Ecuador, la nueva matriz productiva, que quiere, con razón, favorecer la producción nacional y reducir las exportaciones, reemplaza progresivamente el concepto inicial del “buen vivir”. Con la crisis que afecta al continente se asiste a un agotamiento del modelo post-neoliberal. Es lo que la presidente Dilma afirmo en su discurso en la Asamblea general de las Naciones Unidas en Septiembre. En Brasil eso significa claramente el retorno a políticas que satisfacen los mercados. El peligro de una evolución del mismo tipo existe para los otros países post-neoliberales de América, es decir Argentina, Uruguay, Nicaragua, Venezuela, Ecuador y Bolivia. En este último país la existencia de reservas importantes (porque hubo menos inversiones) puede atrasar un poco el proceso.

El ejemplo de Grecia muestra que dentro de una lógica que no ha salido del modelo de acumulación capitalista, no hay muchas alternativas a las políticas de austeridad, que hacen pagar a los más vulnerables los efectos de la crisis financiera y económica y permiten al capital reanudar un ciclo de acumulación, en particular con el aporte de inversiones exteriores y nuevos préstamos. No se trata de negar los logros de los países post-neoliberales, sino de saber cómo van a reaccionar frente a una crisis mundial que afecta al proyecto: regresar al neoliberalismo o iniciar transiciones hacia una orientación post-capitalista ¿ Cuál será el aporte de la Conferencia de la CLACSO sobre este tema?

III. HACIA UNA OPCIÓN POSCAPITALISTA

Esta orientación solo se puede proponer como una meta, porque no tiene realización política, aun si existen muchas iniciativas económicas, sociales y culturales que van en este sentido. Hablaremos de los ensayos en América latina y después de los principios y aplicaciones posibles.

1° Los ensayos

La Revolución cubana ha sido el resultado de la voluntad de constituir una sociedad post-capitalista, pero con todas las dificultades, los obstáculos y las limitaciones, por una parte del aislamiento en un océano capitalista (y con un embargo) y por otra parte, de un socialismo del siglo XX : concepción acrítica de la modernidad, una división del trabajo interna al mundo socialista (monocultivo del azúcar dentro del COMECOM), un socialismo de guerra y últimamente ensayos para salvar los logros socialistas frente a las nuevas relaciones económicas y políticas con un mundo dominado por la ley del mercado. Sin embargo muchas enseñanzas pueden servir de base de reflexión. El ALBA se construyó sobre una base de teoría económica opuesta al capitalismo: no sobre la competencia, sino la complementaridad y la solidaridad. Varias aplicaciones concretas resultan de estas primicias. En plan económico, Petrocaribe, con un precio preferencial por los países no productores de petróleo; en el plan social, con la operación milagros (cura de los ojos con la técnica medical cubana y el apoyo económico venezolano) y en lo cultural con TeleSur. A escala del continente, la experiencia se queda relativamente marginal y muy vulnerable, dependiente en mayor parte de un Venezuela bolivariano.

2° Los pasos de una transición posible

Un paradigma post-capitalista de la vida colectiva sobre el planeta exige una redefinición de sus ejes fundamentales: la relación con la naturaleza: de explotación a respeto como fuente de toda vida; la producción de la base material de la vida: privilegiar el valor de uso sobre el valor de cambio; la generalización de los procesos democráticos en las instituciones sociales y políticas y en todas las relaciones sociales (incluido hombres-mujeres) y el fin de la hegemonía de la cultura occidental para adoptar la interculturalidad. Podemos dar algunos ejemplos de transiciones hacia un post-capitalismo, que lo llamamos Socialismo del siglo XXI, el Buen Vivir, el Bien Común de la Humanidad o cualquier nombre, a condición de preocuparse del contenido del concepto.

1) Transformar la relación con la naturaleza

Se trata de realizar el paso del extractivismo (basado sobre el valor de cambio) a la extracción (basada sobre el valor de uso), implicando como primer elemento la aplicación de leyes duras sociales y ambientales; una acción a escala de la integración continental, porque un solo país no puede afrontar solo la fuerza de las multinacionales del sector y una legislación internacional para evitar las “ventajas comparativas” de países no respetando normas sociales y ambientales. Medidas similares valen para los monocultivos de exportación. Frente a la destrucción de las selvas y bosques, una reforestación masiva con plantas y árboles nativos sería un inicio de cambio, acompañado por la creación de condiciones necesarias a la ampliación de la agricultura familiar campesina e indígena..

2) Privilegiar el valor de uso

La transición en este sector podría consistir en abolir los paraísos fiscales en la región y nacionalizar las principales instituciones financieras; realizar una .Reforma agraria integral y popular (ver programa del MST en Brasil); promover el mercado interno, los circuitos cortos y la soberanía alimentaria y luchar contra la reprimarización. promover la economía popular solidaria.

3) Generalizar los procesos democráticos y la participación

Luchar para erradicar la pobreza por políticas centradas sobre la manera de producir más que sobre el aumento del consumo, construyendo actores sociales y no clientes (políticas de compensación) es una primera propuesta. También se puede ampliar los mecanismos de participación en todos los sectores (la economía, la política, la cultura, el deporte, los sindicatos, las religiones, etc.). Un punto esencial será la descentralización de los Estados, desde abajo y la comunicación y el diálogo como formas de participación.

4) Promover la interculturalidad

Asegurar la participación de todas las culturas, los saberes, las espiritualidades a la construcción de un paradigma pos-capitalista, es un paso indispensable para la construcción de una ética adecuada, de un pensamiento crítico y de valores espirituales capaces de transformar lo cotidiano y de dar un sentido a la vida.

Muchos otros ejemplos de transición a una orientación post-capitalista podrían ser citados, porque ya funcionan a pequeña escala o son realizados por iniciativas y movimientos populares, en varias partes del mundo, prueba que no se trata de una utopía en el sentido de una ilusión. La nueva etapa consiste en construir los nuevos actores políticos, lo que no será fácil frente a la presión del capitalismo de monopolio y al ritmo de la necesaria transformación de la cultura política. Sin embargo es una tarea esencial, donde las ciencias políticas y sociales tienen su lugar.

CALPU

Texto completo en: http://www.lahaine.org/ihasta-donde-ira-el-pensamiento

Ficciones el intelectual y el poder en El Salvador (1928-1932)

Ficciones el intelectual y el poder en El Salvador (1928-1932)

Publicado por: Tres Mil 7 noviembre, 2015 en Suplemento Tres Mil

Rafael Lara-Martínez

New Mexico Tech,

soter@nmt.edu

Desde Comala siempre…

“La poesía es más filosófica que la historia”, Aristóteles

Más allá de la memoria se halla el archivo, a menudo oculto a la mirada actual. De su búsqueda nace la ficción. Se le llama literatura, porque su nombre evoca la letra. Transcribe signos en vez de calcar los hechos antecesores del habla. En su afición funeraria excava un mundo deslucido, sin más esmalte que lo negro y lo blanco. En su arcaísmo, ignora la técnica del color. Por hábito milenario, la tinta oscura se imprime en la página lechosa del fondo. Su labor la realiza el encierro en una celda bibliotecaria. En el claustro, el registro de lo antiguo despierta los espectros y los difuntos. Pervive en un 2 de noviembre intacto, cual fósil recluso del tiempo. A contracorriente, retrocede hacia un origen —furtivo quizás— sitio de la palabra. De ahí escarba un logos escrito en el silencio retraído de los comienzos (arkhe). Su arqueología no surge del sentimiento íntimo ni del recuerdo. La ficción germina de la huella recóndita que estampa el luto perenne de lo escrito. Lo dibuja, para que el presente no olvide oficiar el réquiem de un pasado que siempre resulta peor. Sin ilusión de semejanza con lo actual, salvo la añoranza de lo perdido, que jamás fue.

I.

La ficción literaria consiste en documentar la presencia de tres grandes intelectuales latinoamericanos antes de la revuelta de 1932 en El Salvador: el peruano Víctor Haya de la Torre (23 de agosto-14 de septiembre de 1928), el mexicano José Vasconcelos (18 de noviembre de 1930) y la chilena Gabriela Mistral (19 de septiembre-9 de octubre de 1931). A nivel político, el trío difunde una conciencia bolivariana continental, a la vez que inculcan ideas antiimperialistas, indigenistas y, hacia la época, de apoyo a la lucha de César Augusto Sandino. Asimismo, en lo cultural, promueven la educación popular y la producción poética propia. La ficción indaga los vínculos de estos escritores con los intelectuales nacionales. A. Masferrer recibe a Haya de la Torre en su periódico Patria; Julio Enrique Ávila, entre otros, a Vasconcelos y Mistral en la Universidad Nacional, quien por paradoja luego apoya a Maximiliano Hernández Martínez al forjar el nombre literario del país: “el Pulgarcito de América” (http://www.redicces.org.sv/jspui/bitstream/10972/2190/1/3.%20Cronica%20de%20encuentro%20con%20el%20Pulgarcito%20de%20America.pdf).

Tradicionalmente de izquierda —calco pasado del presente— esas tres posiciones revierten sus valores en suelo salvadoreño. No incitan ni expresan necesariamente su defensa de la revuelta de 1932, como tampoco condenan el quehacer represivo posterior (véase, G. Mistral, “El Salvador”, Repertorio Americano, 2 de septiembre de 1933). Existe evidencia documental —ficticia por supuesto— que apunta lo contrario. Hacia diciembre de 1931, ante muchos intelectuales nacionales y del istmo, el general Maximiliano Hernández Martínez figura como presidente antiimperialista sin reconocimiento de Washington y en oposición a empréstitos extranjeros (véase: Octavio Jiménez Alpízar, “Estampas. Si El Salvador capitula… Urge ya el ejemplo viril. Ya no queremos más el tutelaje del amo yanqui”, Repertorio Americano, Tomo XXIII, No. 22, 12 de diciembre de 1931 y placa de Asamblea Legislativa (1937) y A. Masferrer, “Contra el presidente Araujo”, Diario Latino, diciembre de 1931 (cortesía de Caralvá), al igual que V. Sáenz, Rompiendo cadenas, las del imperialismo yanqui en Centroamérica. México, D. F.: Editorial Ciade, 1933).

Años después, Martínez se configura en mecenas del arte indigenista por su aporte financiero a la Primera Exposición Centroamericana de Arte en Costa Rica (“Salarrué en Costa Rica (1935)”, http://afehc-historia-centroamericana.org/index.php?action=fi_aff&id=2257). También se consolida por sus gestiones de atraer a Vasconcelos a su gobierno y por el reconocimiento del Instituto Indigenista Interamericano (1941). Según la ficción documental, defienden su presidencia quienes celebran la gesta de Sandino en pleno 1932 y durante su largo mandato (G. Alemán Bolaños y luego A. Guerra Trigueros, etc.). La poesía exhuma documentación primaria olvidada en los periódicos y las revistas nacionales y latinoamericanas, así como interpreta un capítulo inédito de la literatura salvadoreña.

A la historia en boga según la cual Martínez gobierna sólo por terror y opresión, el proyecto ficticio agrega una hipótesis descabellada y engorrosa, a saber: el apoyo ideológico e intelectual a su presidencia. Martínez no sólo deriva su prestigio del cargo de presidente del Ateneo de El Salvador en 1929, el cual ocupa el General Calderón en 1932. También, se renombre procede de las redes teosóficas, así como del apoyo editorial al regionalismo de Salarrué, L. Mejía Vides, A. Guerra Trigueros, C. Lars, M de Baratta, S. Flores, etc., en revistas oficiales como la de la Biblioteca Nacional o la de la Logia Teotl (nótese el término náhuatl-mexicano).

Si la gesta antiimperialista de Haya de la Torre la diluye el golpe de estado de diciembre de 1931, el indigenismo de Vasconcelos y Mistral lo disuelve una política cultural de la misma índole. Su tesón disemina la obra de sus mayores exponentes nacionales por un “leer y escribir” masferreriano. Mientras los hechos comprobados auguran que a los campesinos analfabetas —a los indígenas náhuat-pipiles— los incitan las tertulias poéticas y las lecturas de los autores latinoamericanos clásicos —Haya de la Torre, Mistral, etc.— la ficción documenta la distancia entre la élite intelectual y los insurrectos. Los letrados recriminan que se “habla de degollar” –al reclamar la “justicia”— y organizar “su levantamiento de venganza”.

La enemistad entre los hechos en bruto, la historia, y la palabra, la poesía, es milenaria. La historia fotografía hechos sin palabras, mientras la ficción restituye un mundo donde las palabras crean las cosas. En su ficción ancestral, en su uso performativo (hágase la luz; Ud. es culpable; lo nombro ministro…), las palabras declaran el contenido subjetivo de los objetos que nombran.

Jacobo Hurwitz: semblanza de un revolucionario latinoamericano

JacoboHurwitz: semblanza de un revolucionario latinoamericano
Daniel Kersffeld1

[inset image=“images/stories/pacarina/0028.jpg” imgwidth=“300” side=“left” title=”“ width=“300”][/inset]Nacido en Lima, el 24 de enero de 1901, Jacobo Hurwitz fue el penúltimo hijo (de un total de once) de una pareja de judíos inmigrantes de origen alemán que se conoció y casó en la capital peruana. Su padre, además de haber sido masón, participó en la Guerra de Secesión norteamericana en el bando perteneciente a los estados norteños de la Unión y, una vez establecido en Perú, a mediados de la década del ’70 del siglo XIX, se convirtió en dirigente de la comunidad judía local, contribuyendo a la creación de la Sociedad de Beneficencia Israelita y del cementerio comunitario de Lima. Durante esta época, su principal ocupación económica estuvo dada por la adquisición y venta de semillas.

Una vez terminados sus estudios secundarios, y después de un breve pasaje por las carreras de abogacía y de economía, en 1918 Jacobo Hurwitz ingresó en la Facultad de Letras de la Universidad de San Marcos, siguiendo así sus iniciales inquietudes literarias y, fundamentalmente, su gusto por la poesía. Sería también en el ámbito universitario donde se produciría su paulatino acercamiento a la política. Así, y en medio del contexto producido por el movimiento de la Reforma Universitaria, fue elegido como uno de los representantes de los alumnos de primer año de su Facultad. En 1919, al convocarse a elecciones para ocupar nuevos cargos en la Federación de Estudiantes de Perú, renunció a su candidatura para cederle el espacio a otro alumno, Víctor Raúl Haya de la Torre, futuro fundador del APRA y con quien para entonces tenía una directa relación política. Paralelamente, y por medio de los debates producidos con los estudiantes y los obreros en torno a cuestiones clave como la ley del divorcio y el establecimiento de la jornada laboral de ocho horas, continuaría con su formación ideológica, rompiendo con su anterior educación religiosa judaica para ir acercándose progresivamente al pensamiento marxista.

Para 1920, inmerso ya en la actividad literaria, Jacobo Hurwitz participaría en la creación de la Universidad Popular González Prada, siendo uno de sus profesores y conociendo poco después a quien se convertiría en uno de sus mayores inspiradores, el dirigente y teórico comunista José Carlos Mariátegui. Participaría luego en las violentas movilizaciones de 1923 en las que se rechazó la consagración de Perú al Corazón de Jesús, y al siguiente año, al ser detenido por el gobierno de Augusto Leguía, sufriría la primera deportación de las tantas por las que atravesaría en su vida, a apenas una semana de poder graduarse como profesor de literatura en la Universidad. No sería el único en ser expulsado: junto con él, también se dispersó por los países de la región el principal núcleo estudiantil del reformismo peruano, como fueron los casos del propio Haya de la Torre, Oscar Herrera, Manuel Seoane, Luis F. Bustamente, Nicolás Pavletich, Nicolás Terreros y Luis Heysen, entre otros. Sin embargo, y poco antes de su salida de Perú en julio de 1924, tendría al menos el consuelo de ver publicada su única obra, el poemario De la fuente del silencio (texto que, al decir de José C. Mariátegui, era “incipiente” aunque demostraba “algunas emociones originales y sutiles”).

Luego de una breve estancia en Panamá arribó a Cuba, y gracias a la información suministrada previamente por un conocido, pudo alojarse en la casa de Julio A. Mella, a quien a partir de entonces lo uniría una estrecha amistad. Al cabo de un tiempo, y por mediación de los dirigentes del Partido Comunista Cubano, consiguió empleo como administrador de una hacienda azucarera, propiedad de una empresa estadounidense, cumpliendo así también funciones de espionaje. Hacia fines de 1925 se convirtió en uno de los más destacados miembros del Comité Pro Libertad de Julio A. Mella, constituido en rechazo al injusto encarcelamiento padecido por el joven comunista cubano. Paralelamente, colaboraba también con algunas publicaciones de la época como Venezuela Libre y América Libre, redactadas por profesionales y estudiantes cubanos y por los núcleos de exiliados venezolanos y peruanos momentáneamente instalados en la Isla. En rechazo a la política cada vez más represiva del presidente Gerardo Machado y Morales, fue uno de los firmantes del manifiesto “Nuestra Protesta”, impulsado por el grupo de intelectuales vinculado directamente con el Partido Comunista y dado a conocer públicamente a fines de marzo de 1927.

A causa de su creciente actividad política y de su identificación por parte del gobierno cubano, debió exiliarse nuevamente, llegando a México hacia abril de 1927. En este último país no tardó en vincularse a otros militantes de origen peruano también allí exiliados, como Esteban Pavletich y Nicolás Terreros, constituyendo con ellos una célula aprista y firmando el así denominado “Plan de México” por la liberación de Perú y el derrocamiento de la dictadura de Leguía. Sin embargo, y para mediados de ese mismo año, su creciente cercanía con el comunismo, y particularmente su relación con hombres como Mella y los venezolanos Gustavo Machado y Salvador de la Plaza (todos ellos también como él exiliados en México), lo llevaría a romper con el APRA. Su acusación pública de que Haya de la Torre estaba provocando el divisionismo en las filas del movimiento antiimperialista latinoamericano probablemente estuvo motivada en la decisión de este dirigente de no acompañar la declaración final de sus pares comunistas en el Congreso Antiimperialista de Bruselas de febrero de 1927. Por otra parte, las repercusiones de su ingreso al comunismo fueron amplias, como puede observarse en la polémica desarrollada por esta misma época a través de las páginas de la revista aprista cubana Atuei.

Poco después de su ruptura con el APRA Jacobo Hurwitz sería designado como secretario general del Comité Manos Fuera de Nicaragua (MAFUENIC), organizado en México por la dirección continental de la Liga Antiimperialista de las Américas, con apoyo directo de la Comintern. Su finalidad era la de asegurar suministros médicos y pertrechos militares al ejército comandado por Augusto C. Sandino en aquel país centroamericano. En 1928 cumplió distintas misiones encargadas por la Comintern, llegando a participar en el movimiento inquilinario de Panamá, por lo que pronto fue expulsado por el gobierno de este país. Al siguiente año, sus responsabilidades en la estructura comunista aumentaron cuando fue designado primero como miembro del Comité de Organización del Socorro Rojo Internacional en México y, luego, como secretario del Buró del Caribe dentro de la misma entidad, motivo por el cual debió viajar a su sede central, en Nueva York, bajo el seudónimo de “Agustín Gutiérrez Elizalde”. Al mismo tiempo que se dedicaba a la enseñanza de idiomas, dado además su buen conocimiento de la lengua alemana, cumpliría también diversas tareas en la dirección de la Liga Antiimperialista de las Américas y se desempeñaría como uno de los principales animadores de su órgano propagandístico, El Libertador. Por otro lado, sería también por esta misma época cuando formalizó su relación con la que se convertiría en su pareja de toda la vida, la fotógrafa y maestra Marsha (o María) Oynick, quien junto con sus padres, dirigentes bundistas polacos, había inmigrado a México en 1926.

Conmocionado como muchos de sus compañeros de militancia con el asesinato en México del conocido líder comunista cubano en enero de 1929, formó parte como titular del Socorro Rojo Internacional del “Comité Julio A. Mella”, organizado con la finalidad de realizar una investigación paralela a la policial para hallar respuestas frente a este crimen, mientras que paralelamente se desempeñaba como uno de los animadores centrales de los distintos actos de repudio convocados por el Partido Comunista Mexicano. Posteriormente, fue también uno de los principales impulsores de Mella, el boletín del Secretariado del Socorro Rojo Internacional para México, América Central y El Caribe, en el que también colaboraban Tina Modotti y Diego Rivera. Su ímpetu revolucionario se profundizó todavía más cuando en julio de 1929 acudió como representante de la sección mexicana de la Liga Antiimperialista y como secretario del MAFUENIC al congreso antiimperialista celebrado en la ciudad alemana de Frankfurt.

En enero de 1930, y por encargo del PCM, cumplió diversos trabajos en El Salvador, participando además en los preparativos para el congreso constituyente del Partido Comunista de ese país, y en los de la insurrección campesina que finalmente estallaría dos años más tarde. Una vez de regreso a México, un atentado fallido en contra del presidente Emilio Portes Gil desencadenaría una ola represiva en contra del movimiento comunista que lo llevaría a la clandestinidad, momento en el que también aprovecharía para intercambiar su pasaporte con el del dirigente italiano Vittorio Vidali para posibilitar la salida de éste rumbo a Europa junto a un grupo de compañeros expulsados del país.

En julio de 1932, Jacobo Hurwitz fue finalmente detenido y recluido en la prisión de las Islas Marías junto a otros destacados dirigentes e intelectuales comunistas como José Revueltas (a quien probablemente informaría sobre las nuevas ideas políticas de José Carlos Mariátegui), Miguel Ángel Velazco y Rosendo Gómez Lorenzo. Durante este período de encarcelamiento, extendido hasta fines de ese mismo año, su actividad dentro del penal sería la de escribiente. La presión internacional impidió su traslado forzoso a Perú, en donde el gobierno había dado orden de revisar a todos aquellos barcos que llegaran a sus costas para evitar de ese modo su ingreso clandestino al país. A causa de la vigilancia a la que fue sometido a su salida de la prisión, fue recién a fines de los años ’30 cuando decidió volver a su patria, nuevamente bajo el alias de “Agustín Gutiérrez Elizalde”, que ya había utilizado anteriormente. En su travesía de retorno a Perú recorrió toda Centroamérica, Colombia y Ecuador, cumpliendo además distintas funciones para el movimiento comunista. Una vez llegado a Lima, continuó viaje rumbo a Chile para finalmente volver a Perú en 1941. Al siguiente año, una nueva expulsión dictada por el presidente Manuel Prado lo llevaría a solicitar asilo en México, país en el que nacerían sus dos hijos.

Recién en 1957 Jacobo Hurwitz pudo retornar a Perú, involucrándose nuevamente en la actividad política local. A su llegada, su primera actividad en Lima fue el cultivo y venta de rosas para florerías, hasta que finalmente, y por un breve tiempo, pudo volver a hacer funcionar una librería que había fundado en su anterior estancia en Perú, a principios de la década del ’40. Posteriormente, se dedicaría a trabajar como intermediario para una imprenta. Debido a las condiciones políticas imperantes en el país, hacia 1961 fue enviado a prisión, cumpliendo una condena de tres meses hasta que por su condición de intelectual, y dadas sus deficientes condiciones de salud, fue enviado al hospital de la policía, en donde estuvo recluido un mes más. A continuación, y mientras se desempeñaba como corresponsal de la agencia soviética TASS en Lima, contribuyó a la formación del Movimiento Peruano por la Paz, organismo que presidiría en la siguiente década y en representación de la cual viajaría en 1969 al Congreso Mundial por la Paz celebrado en Nueva Delhi, India. Aprovecharía además esta oportunidad para seguir viaje a China y a la Unión Soviética, país éste último al que había consagrado su propia militancia sin nunca haberlo conocido. Jacobo Hurwitz continuó activo en el comunismo peruano hasta que el 3 de marzo de 1973 un accidente automovilístico tronchó su vida militante.

Bibliografía:

Alvarado, Lourdes y Renata Marsiske 1999 Movimientos estudiantiles en la historia de América Latina (México: UNAM/Plaza y Valdés).

Jaifets, Lazar, Víctor Jaifets y Peter Huber 2004 La Internacional Comunista y América Latina, 1919-1943. Diccionario Biográfico (Moscú: Instituto de Latinoamérica de la Academia de Ciencias/Ginebra: Institut pour l´Histoire du Communisme).

Kersffeld, Daniel 2008 La recepción del marxismo en América Latina y su influencia en las ideas de integración continental (México: UNAM). Tesis de doctorado inédita.

LEA “Jacobo Hurwitz. Militante comunista desde antes que José Carlos fundara el Partido” en Revista Unidad (Lima) 21 de enero de 1971, página 9.

Mac Gregor Campuzano Javier 2002 “Comunistas en las Islas Marías, Julio-Diciembre de 1932” en Signos Históricos (Ciudad de México: Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa) N° 8, Julio-Diciembre.

Mariátegui, José C. 2006 Literatura y estética (Caracas: Fundación Biblioteca Ayacucho).

Entrevista con Anita Schwartzman, hija de Jacobo Hurwitz (Ciudad de México: 15 de octubre de 2007).

[1] Dr. en Estudios Latinoamericanos (UNAM). Actualmente en una estancia posdoctoral en el Centro de Estudios Teóricos y Multidisciplinarios en Ciencias Sociales (UNAM). Fuente: Pacarina del Sur – http://www.pacarinadelsur.com/home/figuras-e-ideas/50-jacobohurwitz-semblanza-de-un-revolucionario-latinoamericano – Prohibida su reproducción sin citar el origen.

El Comité Manos Fuera de Nicaragua: primera experiencia del sandinismo

El Comité Manos Fuera de Nicaragua: primera experiencia del sandinismo
Daniel Kersffeld

La campaña libertaria llevada adelante por el General Augusto C. Sandino no sólo fue importante como punto de articulación en las demandas nacionalistas y antiimperialistas suscitadas desde mediados de los años ’20 en distintos puntos de América Latina, en los que se veía con inocultable preocupación el avance la presencia de las potencias europeas y, sobre todo, el creciente avance de los Estados Unidos en términos políticos pero, sobre todo, económicos. Este primer sandinismo fue útil además para terminar de construir los puentes políticos entre nuestra región y la Unión Soviética, consolidando de este modo una relación que aun con intermitencias había comenzado a forjarse desde los inicios de la revolución del ’17, sobre todo, a partir de la aparición de partidos, sindicatos y organizaciones culturales, intelectuales y estudiantiles afiliadas ideológica y emocionalmente con el movimiento bolchevique.

Palabras clave: Sandino, comunismo, Latinoamérica, Unión Soviética, Liga Antiimperialista de las Américas

Ejército Defensor de la Soberanía Nacional (EDSN), conducido por su cada vez más famoso caudillo, fue útil para que desde Moscú se comenzara a ver con mayor atención la realidad social y económica de una región virgen y de la que todavía se conocía poco, provocándose por primera vez una verdadera reciprocidad hacia aquellos partidos y organizaciones latinoamericanas que desde un primer momento habían manifestado su solidaridad con el proceso soviético. América Latina se presentaba así como un continente en el que la transformación social podía ser una realidad, sobre todo, una vez frustrado el ciclo revolucionario europeo.

Jacobo Hurwitz (1901-1973)
Jacobo Hurwitz (1901-1973)

Con todo, el apoyo de Moscú y de la Comintern a Sandino no fue directo si no mediado por estructuras políticas periféricas, principalmente, por la Liga Antiimperialista de las Américas, fundada en México a principios de 1925 con la intención de sumar tanto a comunistas como a militantes de izquierda y progresistas en general a la lucha en contra del expansionismo de las potencias europeas y, principalmente, de los Estados Unidos. Se trataba, en suma, de robustecer el sostenimiento político de la guerrilla nicaragüense sin por ello manifestar en un primer plano una identidad que podría haber sido reactiva para una gran cantidad de adherentes que, al menos en un principio, no buscaban de manera prioritaria defender a la Unión Soviética. El Comité Manos Fuera de Nicaragua, con su principal punto de apoyo también en México, fue la principal expresión de este nuevo interés de Moscú en las cada vez más explosivas condiciones sociales latinoamericanas.

La organización del Comité “Manos fuera de Nicaragua” (MAFUENIC)

Julio Antonio Mella (1903-1929)
Julio Antonio Mella (1903-1929)Con la intención de prestar apoyo al EDSN mediante la compra de distintos implementos médicos, a principios de 1928 se conformó en México un primer Comité Pro Sandino, integrado originalmente por ciudadanos nicaragüenses y presidido por el que hasta entonces se había desempeñado como el principal referente del General insurgente en dicho país: el cónsul y dirigente liberal Pedro L. Cepeda. La iniciativa llevada adelante principalmente por los nicaragüenses residentes en México se convirtió en un gran aliciente para la entrada en acción del Partido Comunista de México (PCM), desarrollada en este caso a través de la LADLA. Gracias sobre todo al trabajo previo del venezolano Gustavo Machado, el 18 de enero de 1928 fue fundada en el Distrito Federal una nueva organización de frente único, el “Comité Manos Fuera de Nicaragua” (MAFUENIC),[1] basada en gran medida en el éxito suscitado el año anterior por el Frente Único Pro Sacco y Vanzetti: la nueva entidad tuvo su presentación social el 4 de febrero en el “Gran Mitin contra el imperialismo yanqui, por la liberación de Nicaragua y de toda América, por el triunfo de los mineros de Colorado, por la libertad de Isidoro Azzario y contra la farsa panamericana en La Habana”. Así, y gracias al nuevo dinamismo impreso, no resultó extraño que al cabo de un tiempo la nueva organización fundada desde el PCM terminara por absorber al inicial Comité integrado por los nicaragüenses.

Los principales objetivos del Comité Manos Fuera de Nicaragua, tal como fueron expresados en el primer número de su propio Boletín diario, consistieron en: “1) el envío de medicamentos y en general de auxilios médicos a Sandino, ya que son los únicos elementos que le faltan para continuar la lucha contra los invasores extranjeros; 2) hacer la propaganda más amplia contra los procedimientos del imperialismo norteamericano en Nicaragua, así como en los demás países latinoamericanos, y a favor de la lucha emancipadora de Sandino”.

Diego Rivera (1886-1957)
Diego Rivera (1886-1957)Varias fueron las organizaciones, nacionales e internacionales, muchas de ellas ligadas directamente al PCM y a la Comintern, que formaron parte del MAFUENIC, contándose entre ellas la Liga contra el Imperialismo y por la Independencia Nacional, el Socorro Obrero Internacional, la Liga Antiimperialista de las Américas (Comité Continental y sección mexicana), la UCSAYA2 (Unión Centro Sud Americana y Antillana, representada por el Dr. Carlos León), la Liga Internacional Pro Luchadores Perseguidos (representada por Luis G. Monzón), la Liga Internacional Antifascista; la Internacional de los Trabajadores de la Enseñanza (encabezada por Rafael Ramos Pedrueza), la Federación Anticlerical Mexicana (con la española Belén de Sárraga como su referente), la Unión Patriótica de Haití (con su representante, J. Jolibois Fils, exiliado y ex director de Le Courrier d’ Haiti), la Asociación de los Trabajadores del Ferrocarril (presidida por Hernán Laborde, concejal en la Ciudad de México), la Liga Nacional Campesina (con su delegado, Úrsulo Galván) y la Federación Minera de Jalisco (con su máximo referente, David Alfaro Siqueiros). Finalmente, su Comité Directivo quedó conformado de la siguiente manera: como Presidente de Honor, Augusto C. Sandino, y como Tesoreros, el Profesor Rafael Ramos Pedrueza (asesorado por el ex senador Luis G. Monzón) y el Dr. Carlos León. Por último, como Secretario General fue designado el peruano exiliado Jacobo Hurwitz3. Además, de Gustavo Machado, otros miembros destacados del Comité fueron Diego Rivera, Julio Antonio Mella y también el ex aprista Nicolás Terreros, pronto convertido en unos de sus principales oradores.

Úrsulo Galván (1893-1930)
Úrsulo Galván (1893-1930)Desde su misma constitución, el MAFUENIC demostró su intención de convertirse en el principal soporte internacional del Gral. Sandino efectuando una amplísima campaña de divulgación tanto de los efectos del imperialismo estadounidense sobre Nicaragua y América Central, como de las acciones llevadas a cabo por la guerrilla insurgente en dicho país. Desde un primer momento, y a fin de eludir cualquier crítica o investigación por parte de las autoridades, el Comité definió su perfil como eminentemente humanitario, convocando a hacer una colecta pública mundial destinada a la adquisición de medicamentos para los hombres de Sandino. Por otro lado, y al mismo tiempo que la central de apoyo y único contacto con Nicaragua se fijaba en México, se hacía un llamado público a la conformación de comités en todo el mundo, convocando también a la prensa internacional a la realización de una amplia propaganda de este movimiento. La estrecha vinculación con la LADLA resultaría finalmente amarrada cuando se designara a El Libertador como el órgano oficial del MAFUENIC, más allá de que éste continuó editando un boletín diario con las principales novedades en torno a la lucha en Nicaragua. Aun con amplias diferencias tácticas y estratégicas, parecía que por el momento y a través de la LADLA y del MAFUENIC, el acuerdo entre los comunistas y el líder insurgente sumaba más beneficios que complicaciones: mientras que el último ganaba en apoyo y en proyección internacional a su propia lucha, los otros adquirían una nueva referencialidad y, consecuentemente, mayor popularidad, al mismo tiempo que parecían cerrarle el paso a los rivales apristas (Cerdás, s/a: 83).

Con su principal objetivo centrado en la obtención de dinero para la compra de medicinas, el MAFUENIC anunció que poco después de constituirse ya había conseguido recolectar doscientos cincuenta pesos (aclarándose que los primeros cinco pesos eran de una donación realizada por un obrero mexicano). A través de toda una seguidilla de actos y declaraciones públicas, los máximos esfuerzos estuvieron colocados, sin embargo, en la fundación de comités en otras ciudades de México como así también en otros países, principalmente en Argentina, Cuba, Colombia y El Salvador.

David Alfaro Siqueiros (1896-1974)
David Alfaro Siqueiros (1896-1974)Por otra parte, y para difundir la existencia del Comité y llamar a la conformación de más filiales, sobre todo en los Estados Unidos, se fijó al 11 y al 12 de febrero como “Días Manos fuera de Nicaragua”, en los que varios grupos de mujeres se ocuparon de recorrer las calles y lugares de trabajo y esparcimiento solicitando aportes para Sandino. Al cabo de unos meses, y sobre todo gracias al clima de movilización generado en México, ya funcionaban filiales del Comité en lugares como Monterrey, Puebla, Veracruz, Tampico, Ciudad Victoria, Guadalajara, Pachuca, Durango y Oaxaca. El 4 de abril, un mitin celebrado en el “Teatro Virginia Fábregas”, de la Capital, marcó un hito para la militancia pro sandinista al ser colmadas las instalaciones por más de cinco mil asistentes. No resultó extraño entonces que, ante el evidente éxito de la campaña pro Nicaragua, el PCM realizara un exitoso balance público tanto por la difusión de la ideología antiimperialista vinculada a las masas obreras y campesinas, como a la fundación de nuevas filiales y secciones del MAFUENIC en territorio mexicano4.

Luis G.Monzón (1872-1942)
Luis G.Monzón (1872-1942)Por otra parte, la campaña de apoyo a Sandino fue también utilizada como plataforma para difundir otros casos de ocupación, como por ejemplo el de Haití, o para denunciar a los gobiernos dictatoriales de la región, como el de Venezuela. Las movilizaciones atravesaban a prácticamente todo el continente, señalándose con particular intensidad en Cuba y en Colombia, así como también en distintos países europeos, principalmente, Francia5. Sin embargo, no en todos los países había condiciones aptas para el desarrollo de una campaña de solidaridad: fue por ejemplo lo que ocurrió en Guatemala, cuando un mitin de apoyo a Sandino fue violentamente reprimido por el gobierno6.

Además de México, uno de los países que más se destacó en la campaña de solidaridad con Sandino fueron los Estados Unidos. Como venía ocurriendo en otros sitios, también aquí fueron los dirigentes comunistas quienes llamaron a la movilización de “todas las organizaciones laborales y progresistas” y a la conformación de un comité norteamericano del MAFUENIC7. El domingo 19 de febrero, luego de una conferencia multitudinaria, finalmente se conformó el frente de apoyo a Sandino a partir de la participación de un amplio conjunto de organizaciones. Su comité directivo se conformó con el dirigente Manuel Gómez como secretario general y con la participación de distintas personalidades vinculados a la intelectualidad, la cultura y el movimiento obrero norteamericano, y en el que la vinculación con el movimiento comunista no siempre era explícita. Así, participaron de dicho comité dirigentes del Workers Party, intelectuales de izquierda, un representante de la comunidad filipina y de la china, entre muchos otros. Por último, los representantes latinoamericanos dentro de este Comité revistieron particular importancia: el venezolano Eduardo Machado, hermano de Gustavo, y Sócrates Sandino, medio hermano del general rebelde y residente en los Estados Unidos con el oficio de mecánico.

José Allen
José AllenPor otra parte, la conformación del Comité norteamericano fue acompañada por la aprobación de una gran cantidad de iniciativas a favor del EDSN, que iban desde campañas de divulgación y de presión a las instancias gubernamentales correspondientes para el retiro de los marines de Nicaragua a la impresión de folletos de propaganda, y desde la publicación de resoluciones de condena por parte de organizaciones partidarias, sindicales y culturales a la fundación de filiales en distintas ciudades de los Estados Unidos. Por último, y tal como estaba ocurriendo en México, también aquí se decidió priorizar la campaña de obtención de dinero para la compra de implementos médicos. De todas las iniciativas llevadas a cabo, probablemente la más original fue la impresión de diez mil estampillas con la leyenda “Proteste contra la intervención de los marines en Nicaragua”[8].

Sin embargo, las importancia creciente de las movilizaciones y de las campañas de agitación no tardaron en provocar la respuesta represiva por parte del gobierno: así, al arresto de más de cien manifestantes provenientes de todo el país en una concentración frente a la Casa Blanca a fines de abril, le siguió en junio la desarticulación de la cúpula de la Liga en Los Ángeles mediante el arresto de sus principales dirigentes, y la detención en julio de más de una docena de militantes concentrados frente al Edificio del Tesoro en Nueva York.

Desde la búsqueda al traslado de fondos

Tina Modotti (1896-1942)
Tina Modotti (1896-1942)Como adelantábamos, la función más importante del comité MAFUENIC fue la recaudación de dinero para la posterior compra y envío de material médico al EDSN: sin embargo, también podemos afirmar que cierta cantidad de lo finalmente recaudado era utilizado para la adquisición de pertrechos militares, algo que obviamente no podía ser difundido. En este sentido, y más allá de las campañas públicas, esta labor debió ser realizada prácticamente en el mayor de los secretos, cuidándose frente a la atenta mirada de las autoridades (sobre todo, las de los Estados Unidos) ansiosas por señalar la presencia de organizaciones que se encargaban de satisfacer las necesidades militares de la guerrilla nicaragüense bajo una acción presuntamente humanitaria.

Aun con el establecimiento de propósitos en común, y de la mutua colaboración en una causa política, el gran movimiento de dinero que se generó sobre todo desde México y los Estados Unidos y el secreto permanente sobre cantidades y rutas de envío fue un factor que tensionó las relaciones entre los partidos comunistas de ambos países: las acusaciones de corrupción fueron reiteradas y hasta la Comintern debió tomar cartas en el asunto a fin de atemperar los ánimos y aclarar los conflictos. Más allá de todas estas complicaciones, resulta interesante notar la confusión y el desconcierto de los aparatos de seguridad estatales, principalmente de sus cuerpos policiales y de espionaje, en la vigilancia de una red que, como la comunista, creían conocer a fondo y a la que sin embargo no pudieron desarticular, por lo menos, hasta la puesta en práctica de políticas claramente represivas terminando la década del ’20 y a principios de la siguiente.

Hernán Laborde (1896-1955)
Hernán Laborde (1896-1955)La red de apoyo a Sandino se estructuró en torno a algunas personalidades de la máxima confianza del general nicaragüense. A fin de no alertar a las autoridades y de no generar malos entendidos con la población en general, se puso especial cuidado en que todo el dinero fuera únicamente recaudado por los comités MAFUENIC en el que tenían participación militantes tanto comunistas como no comunistas y cuyos tesoreros, por lo general, eran hombres comprometidos con la causa pero no necesariamente identificados con la política tradicional o, directamente, con las estructuras de la izquierda más orgánica: intelectuales, artistas, científicos, etc. De ahí que en México el tesorero fuera Rafael Ramos Pedrueza, tal vez más conocido públicamente por su rol de historiador, periodista y diplomático que por su participación dentro del movimiento comunista, mientras que su principal contacto en Honduras (segundo y, en realidad, más importante filtro antes del acceso directo a Sandino) fue el intelectual Froilán Turcios quien, como editor de la prestigiosa revista Ariel operó como vocero internacional del Ejército Defensor de la Soberanía Nacional prácticamente desde su mismo surgimiento. Por último, fueron varias las veces que la misma Cruz Roja se encargó de guiar a aquellas personas que pretendían parlamentar directamente con Sandino en su campamento, en medio de la selva nicaragüense. Antes de llegar a Ramos Pedrueza y entre medio de él y de Turcios, una amplia cantidad de contactos y mediaciones (entre los que se encontraban el Dr. Cepeda junto con otros dirigentes como el venezolano Carlos León y el mexicano José Allen) se encargaban de asegurar tanto el traslado de dinero e implementos médicos, como de generar confusión entre las autoridades que pretendían seguir la pista a los distintos envíos.

Jorge Fernández Anaya
Jorge Fernández AnayaEn este sentido, la red de apoyo a Sandino se extendía desde el centro hacia el sur de la república mexicana, incluyendo también a varios países de América Central9. Sin embargo, y más allá de esta ruta finalmente establecida, representantes propios ya sea por parte de los comunistas como de Sandino, también se encargaron de asegurar los contactos entre las distintas organizaciones, provocando con ello un desconcierto todavía mayor entre espías y policías10.

Según la propia información vertida por el MAFUENIC, para abril de 1928 se llevaban recaudados en México un total de cuatro mil cien pesos, los que fueron enviados a Sandino en dos pagos. Para junio se logró recaudar cinco mil pesos, al parecer, una suma todavía menor a las expectativas generadas, lo que motivó la puesta en marcha de una campaña para llegar a los diez mil pesos. Sin embargo, y por las acusaciones manifestadas, al parecer también los desvíos de dinero fueron una práctica reiterada, que obviamente hubo que ocultar para no ensombrecer la campaña de solidaridad. En este sentido, y además de las quejas que, fundadas o no, se elevaron desde las filas sandinistas en contra de la red de apoyo comunista, nuevamente hubo problemas entre los camaradas estadounidenses y mexicanos. Sin pruebas concluyentes, e inevitablemente teñidas de manejos políticos e ideológicos, hoy dichas acusaciones pertenecen más bien al terreno de las sospechas y de los mutuos recelos que a efectivos actos de corrupción11. En todo caso, para mayo de 1928 el MAFUENIC anunció la recaudación de un total de cinco mil pesos (con importantes donaciones de Puebla y Veracruz) y, al mismo tiempo que dio a conocer la adhesión del Partido Socialista Fronterizo a la causa sandinista, lanzó la campaña para la obtención de diez mil pesos y el llamado a la creación de más comités a lo largo de todo el continente12.

Por otro lado, la salida de dinero de los Estados Unidos con rumbo a Nicaragua y el nivel de agitación creciente en las calles, pronto motivaron la intervención directa del gobierno. Fue para febrero de 1928 que de hecho se comenzó a investigar a Manuel Gómez, quien para el gobierno asumió de pronto más interés que otros dirigentes del Workers Party, tal vez, un poco más conocidos13. Ante la intriga por saber cómo se estaba enviando a México el dinero recaudado, y por recomendación directa del Departamento de Justicia, Washington también empezó a controlar los movimientos financieros de algunos de los principales bancos estadounidenses, sospechados de contribuir de alguna manera con las actividades encubiertas de los comunistas14. También se puso bajo vigilancia a todos aquellos que por su perfil o por sus actividades previas, podían llegar a estar vinculados con el movimiento sandinista, como fue el caso del poeta nicaragüense Salomón de la Selva, de quien se llegó a pensar que podía actuar como un contacto directo del líder rebelde. Por otro lado, y ante la posibilidad de que el dinero se trasladara por medio de un mensajero, se inspeccionó con especial cuidado la frontera con México registrándose todas aquellas actividades que el gobierno estadounidense pudiese consignar como subversivas.

Salvador de la Plaza (1896-1970)
Salvador de la Plaza (1896-1970)Pronto, sin embargo, la vigilancia excedió los límites de la frontera estadounidense y se aplicó al gobierno mexicano, sospechándose que incluso el jefe del Estado Mayor presidencial, el Gral. Álvarez, podía llegar a formar parte de la red de apoyo a Sandino: bajo este contexto no resultó extraño que entonces aparecieran acusaciones de que el propio presidente Calles se encontraba financiando a la guerrilla nicaragüense15. Dada la envergadura asumida por el caso, para mediados de 1928 lo que había comenzando siendo únicamente una investigación desarrollada por el Buró de Investigación del Departamento de Justicia, había pasado a ser una amplia pesquisa seguida también por la Sección Latinoamericana, la División de Inteligencia Militar, el Departamento de Guerra y el Departamento de Estado de los Estados Unidos16. Finalmente, y luego de meses de investigación, la conclusión a la que se llegó fue que a principios de abril el dinero recaudado fue llevado a la embajada soviética en México por un mensajero del Workers Party: una vez allí se le agregaron otros quince mil dólares y el total de la suma fue luego directamente enviado a Sandino. Si bien nunca pudo descubrirse la identidad de este emisario, el establecimiento de la embajada soviética en México no sólo resultó útil para encubrir estas actividades: era también una manera de evidenciar la responsabilidad de Moscú en todo el asunto, señalando sus relaciones con el gobierno de Calles y justificando, de paso, la continuidad de la política de no reconocimiento a la URSS seguida por Washington y que se continuaría por bastantes años más.

La actividad de los delegados

Una de las primeras acciones concretas de la Comintern, por mediación del MAFUENIC, fue el envío de tres de sus más importantes militantes antiimperialistas. El primero de ellos fue el venezolano Gustavo Machado (quien al parecer ocultó a Sandino su filiación comunista cuando estuvo en su campamento) y que luego de su partida en febrero rumbo a Nicaragua, retornó al Distrito Federal en julio de 1928 como representante del EDSN en México. A diferencia de los dos siguientes delegados, a quienes preponderantemente se les asignó un papel militar y hasta político, en el caso de Machado, su estancia en el campamento de Las Segovias fue, sobre todo, de carácter propagandístico: se trataba del primer contacto directo establecido entre el MAFUENIC y Sandino, y la portación de dinero y medicinas para la guerrilla nicaragüense constituyó una excelente publicidad para la labor que venía desarrollando el movimiento antiimperialista mexicano, sostenido en las sombras por los camaradas del Partido Comunista.

Una serie de crónicas enviadas por Machado desde diversas escalas en su viaje a Nicaragua fueron también oportunamente publicadas en El Libertador y se ocuparon de ilustrar, fundamentalmente a la militancia mexicana, acerca de las difíciles condiciones políticas y sociales existentes en los países visitados, así como también sobre la labor siempre sacrificada de los comunistas para dar vida y sostener a las organizaciones populares por ellos creadas. También fue altamente publicitado el regreso de Machado a México, quien retornó acompañado nada menos que por Sócrates Sandino: aprovechando este suceso, el PCM organizó toda una serie de actos y mítines que fueron desplegados en el recorrido de los cuadros antiimperialistas desde Veracruz hasta su arribo al Distrito Federal. Una vez establecido en México, puede decirse que la misión de Machado en Nicaragua recién culminó cuando hizo entrega al Comité MAFUENIC de una bandera estadounidense que había sido tomada por la guerrilla sandinista en el combate de El Zapote y que había sido otorgada al enviado venezolano en calidad de trofeo y como signo de buen entendimiento entre los pueblos latinoamericanos17.

El segundo delegado, el sargento mayor Carlos Aponte, de origen venezolano y, como tantos de sus compañeros, exiliado en México, llegó a las Segovias en marzo de 1928 con el conocimiento que le daba el hecho de haber participado en dos acciones insurreccionales: en 1917 contra Juan V. Gómez en su patria y en 1925 contra Gerardo Machado en Cuba. El activo compromiso demostrado por Aponte (por ejemplo, en la decisiva batalla de El Chipotón, en marzo de 1928), sumado a su experimentada capacidad militar, motivó su promoción a Teniente Coronel del Ejército rebelde y a segundo ayudante de campo de Sandino a tan sólo ocho meses de su llegada a Nicaragua. Sin embargo, la participación de Aponte en las filas sandinistas encontró su límite en febrero de 1929. En este sentido, el progresivo enrarecimiento de las relaciones con los comunistas, sumado a la perspectiva de una operación militar en Curazao para obtener armas para una posterior invasión a Venezuela motivaron el urgente regreso de Aponte, al tiempo que su amigo Gustavo Machado constituía el Comité Militar del Partido Revolucionario Venezolano. Pronto el clima anticomunista que comenzaba a prevalecer en México alteró los planes de los venezolanos: en efecto, y como encargado de la preparativos militares para la lucha contra Gómez, Aponte fue primero detenido y luego deportado del país. Dado su temperamento y su formación, todo indica que la contribución más importante del teniente coronel venezolano fue de tipo militar. Por otra parte, y dada las relaciones establecidas por la Comintern, es probable que además de su actividad militar a las órdenes de Sandino, Aponte también fungiera como comisario político del líder nicaragüense. En todo caso, se trata de un fragmento de la historia hasta ahora poco dilucidado18.

El tercer y último enviado por la Comintern, Agustín Farabundo Martí, sí pareció haber cumplido, además de las actividades propiamente militares, un papel mucho más político e ideológico. Se había hecho conocido primero como dirigente estudiantil y, en 1920, como uno de los fundadores del Partido Socialista Centroamericano, lo que le valió su primera orden de expulsión. En 1923, y luego de una breve estadía en Guatemala, México y Honduras, retornó al primero de estos tres países para crear, bajo directivas de la Comintern, el Partido Comunista de América Central, del que fue su Secretario Internacional en 1925. Una vez retornado a su patria de manera clandestina, fue uno de los principales dirigentes de la Federación Obrera de los Trabajadores y el principal impulsor de la sección salvadoreña de la Liga Antiimperialista, convirtiéndose en 1927 en secretario de la Sección Centroamericana de la LADLA. En los primeros meses del siguiente año viajó a Nueva York por invitación de la filial norteamericana de la Liga, aunque resultó detenido luego de que la policía allanara el local de dicha entidad: antes de abandonar el país fue designado como representante del Socorro Rojo Internacional en el Buró del Caribe. Llegó a México en mayo de 1928 donde tomó contacto con la Liga y con el MAFUENIC, vinculándose además con algunos de los principales dirigentes comunistas comprometidos con la lucha sandinista, como fueron los casos de Julio A. Mella y, particularmente, Gustavo Machado.

Por instrucciones del Comité, Agustín F. Martí fue comisionado para integrarse al Ejército rebelde de Nicaragua. Debiendo eludir espías y puestos fronterizos, el cuadro salvadoreño llegó a su destino luego de atravesar Cuba, Jamaica, Belice, Guatemala y, por último, Honduras, donde aparentemente se entrevistó con Froilán Turcios, a quien le presentó sus cartas credenciales y una recomendación firmada por Gustavo Machado. El 22 de junio de 1928 el cuadro salvadoreño finalmente arribó al campamento del ejército rebelde. Al parecer, y de una manera similar a como estaba operando Carlos Aponte, también Martí ingresó a la guerrilla nicaragüense bajo el doble papel de consejero político y militar pero también de comisario político aunque, al menos en un primer momento, la estrecha relación de camaradería prevaleciente entre estos hombres y el reconocimiento del fuerte liderazgo popular emanado por Sandino pudo suavizar los originales intentos de control. Gracias a la representatividad conferida por la Comintern, a su preparación teórica y a la valentía demostrada en sus primeras acciones militares, Martí pronto pudo ganarse la confianza de Sandino, quien lo promovió primero al cargo de secretario personal, en agosto de 1928 y de Coronel del EDSN a principios de mayo de 192919.

Belén de Sárraga (1874 – 1951)
Belén de Sárraga (1874 – 1951)Sin embargo, no fue Martí el único representante extranjero perteneciente a una fuerza de izquierda dentro de la guerrilla sandinista. Prácticamente un mes antes de su arribo, en el mes de mayo de 1928, el diario mexicano Excélsior publicaba la noticia de la integración al EDSN de la supuesta “Legión del APRA”, compuesta únicamente por el dirigente de origen peruano Esteban Pavletich, convertido en uno de los hombres de máxima confianza de V. R. Haya de la Torre luego de producido el alejamiento y conversión comunista de Jacobo Hurwitz y Nicolás Terreros (Cerdás, s/a: 98). Con una amplia experiencia militante en su país natal, Guatemala, Cuba y México, Pavletich fue nombrado con tan sólo 22 años de edad “secretario del Sector Caribe” del APRA y a partir de esta representación fue integrado al ejército de Sandino con el grado de coronel. Era, además, una pieza de suma importancia en el contacto entre las redes intelectuales de la época, como lo prueba su participación en Amauta, dirigida en Perú por José C. Mariátegui, y en las revistas Repertorio Americano, de Costa Rica, y Sagitario, de Argentina. La participación de Pavletich en la guerrilla nicaragüense fue de tan sólo dos meses: hacia principios de julio de 1928 se radicó en San Salvador, donde se ocupó de ampliar los círculos apristas por medio de la inclusión de intelectuales, como fue el caso de Alberto Masferrer, designado pronto secretario general de la sección salvadoreña (Taracena Arriola, 1985: 265).

A manera de cierre

Romain Rolland (1866-1944).
Romain Rolland (1866-1944).Pronto la campaña de apoyo a Sandino, encarada desde el movimiento comunista internacional por medio de sus organizaciones periféricas y de apoyo encontraría, sin embargo, un serio límite a su desenvolvimiento y, por ende, a su propio crecimiento. Las diferencias cada vez más profundas con las corrientes ligadas con las luchas nacionalistas que, aun situadas dentro de un marco antiimperialista, no pretendían la transformación del modelo capitalista por uno de tipo socialista, sumado a la desconfianza generalizada acerca de la potencial traición por parte de los movimientos anticoloniales de matriz liberal o pequeño burguesa hacia las masas obreras y populares, finalmente terminaron favoreciendo el progresivo aislamiento de los comunistas frente a sus antiguos aliados y colaboradores. En este sentido, la cada vez más cercana crisis capitalista, presuntamente “terminal”, y un renovado optimismo en la posibilidad concreta de la revolución, auspiciaron una mayor preparación de los cuadros comunistas y un mayor apego a las bases y las doctrinas, en detrimento justamente de cualquier política de alianza que, de manera abierta, hubiera significado compromisos de clases no deseados aun con la posibilidad de expandir el movimiento insurgente hacia nuevas fronteras sociales. La relación entre los comunistas mexicanos y Sandino fue justamente un reflejo, quizás el más notorio en la Latinoamérica de aquellos tiempos, de estos desencuentros y de la generalización de los mutuos recelos y desconfianzas.

Notas:

[1] En su editorial del N° 15, El Libertador, órgano de la LADLA, se refería al MAFUENIC en los siguientes términos: “Veinte pueblos unidos, si no por otras razones, por la necesidad de defenderse del peligro común, reconocen en Sandino al mejor de sus representantes; y atentos a su llamado, se aprestan a ofrecerle los elementos de que carece. El sector consciente de los Estados Unidos del Norte y los pueblos de Europa se apresuran también a ofrecer su contribución” (México, febrero de 1928: 3).

[2] La UCSAYA había surgido en México en 1927 motorizada por el venezolano Carlos León y por el argentino Alejandro Maudet, más conocido por su seudónimo de “Alejandro Sux”. Se trató de una organización latinoamericanista y antiimperialista cuyo principal eje de acción se centró en el apoyo a Sandino en Nicaragua. Su periódico era La Batalla, y algunos de sus colaboradores, además de los dos mencionados, fueron Salvador de la Plaza, Gustavo Machado y Jacobo Hurwitz. Para más información, ver Melgar Bao (2006/7).

[3] Boletín Diario N° 1 del Comité Manos Fuera de Nicaragua, México, 19 de enero de 1928. Relación de documentos sobre México en el Centro Ruso (Biblioteca Manuel Orozco y Berra-Instituto Nacional de Antropología, México) Rollo N° 10/542-1-28.

[4] Ver El Machete, en su número 123, del 14 de julio de 1928.

[5] Uno de los principales propagandistas de la lucha nicaragüense en Francia fue León Debayle Sacasa, cuñado de Anastasio Somoza, quien había estudiado derecho en la Escuela de Ciencias Políticas de París. Como representante del Partido Liberal en Francia, tenía relación con Henri Barbusse y participó en distintos mítines organizados por la Liga contra la Opresión Colonial y el Imperialismo. También era amigo de otros exiliados y estudiantes residentes en Francia, como el uruguayo Carlos Quijano y el cubano Leonardo Fernández Sánchez (Taracena Arriola, 1985: 268-9).

[6] “Contra el gobierno de Guatemala”, en El Libertador (México, febrero de 1928) N° 15: 9.

[7] http://foia.fbi.gov/filelink.html?file=/allamerican/all_american_imperialist_league1b.pdf: 5 USC 552 (b)(1)(d): consultado el 5/2/07.

[8] Otras acciones emprendidas por el MAFUENIC y la sección estadounidense de la LADLA fueron la distribución de veinticinco mil carpetas con información sobre la invasión a Nicaragua, distribuida a través del Daily Worker; la realización de actos con oradores del Partido e intelectuales en locales sindicales, fábricas, teatros y plazas; la impresión de folletos de divulgación, como Enlist with Sandino (que mereció una felicitación pública a la LADLA, en castellano y en inglés, por parte de Sócrates Sandino), Defeat the war against Nicaragua y Facts about the war in Nicaragua, repartidos con la finalidad de sumar adhesiones a la Liga; etc. Cabe remarcar además que sin bien todas estas iniciativas se ponían en marcha en Nueva York pronto eran reproducidas en otras ciudades como, por ejemplo, Chicago, San Francisco y Los Ángeles. Toda esta gran actividad desplegada motivó, por otra parte, el comentario de Manuel Gómez de que “se trata de la campaña más importante de todas las que se han puesto en marcha”. (http://foia.fbi.gov/filelink.html?file=/allamerican/all_american_imperialist_league1b.pdf: 5 USC 552 (b)(1)(d): consultado el 7/2/07).

[9] Además de Turcios, Sandino también tenía otros contactos en Honduras, como Serapio Fernández y Hernández, cónsul general de Colombia (quien le compró y envió municiones); en San Salvador, como el Dr. José de Jesús Zamora; en Sonsonate: el Dr. Ramón Quesada; en Santa Ana: Alberto García (comerciante); en Tapachula, Chiapas: José Calderón (casero); en Córdoba, Veracruz: Francisco de la Llave (presidente de la federación local de trabajadores). En el Distrito Federal, México, además de los ya mencionados, también se encontraba el capitán Leopoldo Carotti (de origen italiano, propietario de varias embarcaciones con las que se trasladaron distintos suministros al EDSN). Otros contactos eran Santos Sequeira, quien llevaba correspondencia de Tegucigalpa a Sandino, y el periodista estadounidense Carleton Beals, a su vez, en estrecha relación con el Dr. José de Jesús Zamora, de El Salvador. Toda esta información según declaraciones efectuadas por el Gral. Julio César Rivas, en la penitenciaría de Managua, el 21 de abril de 1928. (http://foia.fbi.gov/filelink.html?file=/allamerican/all_american_imperialist_league1b.pdf: 5USC 552 (b) (b) (b) (7): consultado el 7/2/07).

[10] En este sentido, uno de los operadores más importantes de Sandino en la tarea de recolección de fondos y armas fue el Gral. Julio César Rivas, quien luego haría también una gira propagandística por Argentina. Al parecer, en los primeros meses de 1928 Rivas realizó un total de cuatro viajes a México, contactándose con Cepeda quien, aparentemente, le posibilitó la entrada al círculo gubernamental presidido por Plutarco E. Calles. Aparte, Rivas también obtuvo apoyo económico de distintas logias masónicas y de la UCSAYA. (http://foia.fbi.gov/filelink.html?file=/allamerican/all_american_imperialist_league1b.pdf: 5USC 552 (b) (b) (b) (7): consultado el 7/2/07).

[11] En el primer caso, y ante la falta de comentarios por parte de Sandino, una carta enviada por Froilán Turcios, desde Honduras, a Carlos León, en México, señala sus propias dudas acerca de que el enviado del MAFUENIC, Gustavo Machado, realmente le hubiera entregado al líder rebelde una suma superior a los 700 pesos en la visita que este último realizara a su campamento, por lo que le solicitaba al dirigente venezolano que lo mantuviera informado al respecto (http://foia.fbi.gov/filelink.html?file=/allamerican/all_american_imperialist_league1b.pdf: 5USC 552 (b) (b) (b) (7): consultado el 8/2/07). En segundo lugar, en dos cartas enviadas desde el PCM al Workers Party, los mexicanos se quejaban de que su principal contacto en los Estados Unidos, Manuel Gómez, todavía no les dijera la cifra exacta de lo recaudado en dicho país, y que aún en mayo de 1928 no habían recibido los envíos de dinero de manera regular, los que por otra parte debían ser remitidos directamente al comité MAFUENIC y no a la redacción de El Machete, como venía haciendo el secretario de la Liga Antiimperialista norteamericana. Relación de documentos sobre México en el Centro Ruso (Biblioteca Manuel Orozco y Berra-Instituto Nacional de Antropología, México) Rollo N° 15/ 515-1-1328.

[12] Ver “Informe de MAFUENIC”, por Jacobo Hurwitz, en El Libertador (México) 18: 8-10.

[13] Así, se descubrió que en realidad “Manuel Gómez” era el seudónimo de Charles L. Phillips y no el nombre de un mensajero de origen mexicano, como en un principio llegó a pensarse. Carta confidencial de Robert F. Kelley a John Edgar Hoover (Director del Buró de Investigación del Departamento de Justicia de los Estados Unidos) 21 de febrero de 1928 (http://foia.fbi.gov/filelink.html?file=/allamerican/all_american_imperialist_league1b.pdf: 5 USC 552 (b)(1)(d): consultado el 7/2/07).

[14] Las investigaciones llegaron incluso a la Superintendencia de Bancos, a la Reserva Federal y al New York Trust Co., todas ellas instituciones radicadas en Nueva York. Sin embargo, se sospechó particularmente del Bankers Trust Company, ya que se sabía que poco tiempo antes había brindado un préstamo al gobierno de la Unión Soviética de unos 5 millones de dólares, generándose cierta controversia ya que ante la prohibición formulada por el gobierno norteamericano para realizar una trasferencia de esta naturaleza, la operación debió llevarse a término desde Cuba. Asimismo, se sospechó del Amalgamated Bank, institución en la que los comunistas del Workers Party habían hecho algunos depósitos (por ejemplo, de su propia venta de libros) y que solía prestar dinero a otros países: aunque no constaban transferencias directas a México, sí pudo hacerlo a través de otro socio, el Canadian Bank. Por último, también constaba que el New York Trust Co. prestaba dinero a varios países latinoamericanos, aunque se carecía de información sobre alguna transferencia proveniente del Amalgamated Bank. (http://foia.fbi.gov/filelink.html?file=/allamerican/all_american_imperialist_league1b.pdf: 5 USC 552 (b)(1)(d): consultado el 7/2/07).

[15] Ver http://foia.fbi.gov/filelink.html?file=/allamerican/all_american_imperialist_league1b.pdf (5USC 552 (b) (b) (b) (7): consultado el 7/2/07).

[16] Ver http://foia.fbi.gov/filelink.html?file=/allamerican/all_american_imperialist_league1b.pdf (5 USC552 (b) (7) (D): consultado el 8/2/07).

[17] La bandera, que había sido capturada por el General nicaragüense P. Sánchez H., fue entregada por Machado al MAFUENIC el 10 de octubre de 1928 y en ella constaba la siguiente inscripción, hecha de puño y letra por el general rebelde: “Esta bandera fue avanzada a la 47 Cía. 11 Rgto. del cuerpo de marinos de los EE.UU. en el combate de ‘El Zapote’ el 14 de mayo de 1928. Patria y Libertad. El Chipotón, 25-5-28.-A.C. Sandino”. La entrega de la insignia fue también acompañada de la siguiente carta que el propio Machado se encargó de leer en dicho acto: “Esta bandera arrebatada por mi ejército a los filibusteros yankees la he destinado al C. C. MANOS FUERA DE NICARAGUA! de México, como una prueba más de que el gobierno de los Estados Unidos está en guerra con el pueblo de Nicaragua. El pueblo norteamericano ha permitido, por su indiferencia, que los banqueros de Wall Street mancillen el símbolo de su honor nacional, manchando con lodo y sangre la bandera de las barras y las estrellas en una guerra feroz de agresión contra una nación pequeña. A los compañeros de México encomiendo el depósito sagrado de este trofeo como manifestación de agradecimiento y de confianza en sus actividades a favor de Nicaragua, de Centro América y de la América Latina”. El MAFUENIC nombró como depositarios de la bandera a Rafael Ramos Pedrueza y a Úrsulo Galván. Ver “Entrega de la bandera norteamericana enviada por el General Sandino al C.C. ‘Manos Fuera de Nicaragua’”, en El Libertador (México) 20: 3.

[18] Luego de ser deportado de México, Aponte vivió por un tiempo también en Estados Unidos y en Ecuador. Envuelto nuevamente en actividades conspirativas, participó en los levantamientos contra la dictadura de Sánchez Cerro en Perú, en 1931. Con la caída de Machado, retornó a La Habana y, a solicitud del PPC, tejió un acuerdo con la organización guerrillera nacionalista “Joven Cuba”. Siendo el principal apoyo militar de su líder, Antonio Guiteras, fue asesinado junto con él en 1935, con apenas 35 años de edad, cuando nuevamente se disponía a abandonar Cuba rumbo a México. El portorriqueño Pablo de la Torriente Brau, dijo de Aponte que fue “el símbolo del hombre-brújula frente al imperialismo” (Jeifets, 2004: 37 y Cerdás, s/a: 94-5).

[19] Además de A. Martí, también hubo otros interesados, que con mayor o menor grado de apoyo por parte de las estructuras comunistas, se internaron en Nicaragua para participar en la lucha sandinista. En este sentido, un caso particular fue el de José de Paredes quien finalmente lograría entrar dentro del círculo íntimo de Sandino una vez que éste decidiera viajar a México a mediados de 1929, convirtiéndose en una pieza clave para el contacto de los comunistas con el líder guerrillero, sobre todo, luego de la ruptura con Martí. La historia de de Paredes, de 21 años, originario de Guadalajara y estudiante de la Academia Militar de San Francisco (en los Estados Unidos) y de todas las peripecias por las que debió atravesar hasta llegar al campamento de Sandino, fueron descriptos en varios números de El Machete publicados entre septiembre y octubre de 1928.

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Periódicos

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El Machete (periódico del Partido Comunista Mexicano) 1924-1925, 1930-1931, 1937-1938.

Archivos

Relación de documentos sobre México en el Centro Ruso (México: Biblioteca Manuel Orozco y Berra-Instituto Nacional de Antropología) 24 rollos de microfilm.
Archivo del FBI: http://foia/fbi.gov/allamerican//al_american_imperialist_league.pdf

La creación del patriarcado

LA CREACIÓN DEL PATRIARCADO
GERDA LERNER

Traducción castellana de
NICA TUSELL

Para
Virginia Warner Brodine y Elizabeth Kamarck Minnich, cuyas ideas han estimulado y confirmado las mías, y cuya amistad y cuyo amor me han dado fuerzas y ánimos

INTRODUCCIÓN

La Historia de las mujeres es indispensable y básica para lograr la emancipación de la mujer. Esta es la convicción a la que he llegado, basándome en la teoría y en la práctica, después de veinticinco años de estudiar, escribir y enseñar Historia de las mujeres. El argumento teórico se tratará ampliamente en este libro; el argumento práctico nace de la observación de los fuertes cambios de conciencia que experimentan las estudiantes de Historia de las mujeres. Ésta transforma sus vidas. Incluso un breve contacto con las experiencias de las mujeres del pasado, como el de un cursillo de dos semanas o en un seminario, ejerce un profundo efecto
psicológico entre las participantes.

Y, sin embargo, la mayor parte de las obras teóricas del feminismo moderno, desde Simone de Beauvoir hasta el presente, son ahistóricas y han descuidado los estudios históricos feministas. Era comprensible en los primeros días de la nueva ola de feminismo, cuando casi no se sabía nada acerca del pasado de las mujeres, pero en los años ochenta, cuando hay gran abundancia de excelentes trabajos especializados en Historia de las mujeres, en otros campos continúa persistiendo una distancia entre el saber histórico y la crítica feminista. Los antropólogos, críticos literarios, sociólogos, estudiantes de ciencias políticas y poetas han ofrecido obras teóricas que se apoyan en la «historia», pero el trabajo de los especialistas
en Historia de las mujeres no ha entrado a formar parte del discurso común.

Creo que las causas de ello van más allá de la sociología de las mujeres que hacen crítica feminista y más allá de los imperativos de su bagaje y formación académica. Las causas se encuentran en la relación, muy conflictiva y problemática, de las mujeres con la historia. ¿Qué es la historia?

Debemos distinguir entre el registro no escrito del pasado –todos los sucesos del pasado que recuerdan los seres humanos- y la Historia -el registro y la interpretación del pasado. (1)

Al igual que los hombres, las mujeres son y siempre han sido actores y agentes en la historia. Puesto que las mujeres representan la mitad de la humanidad, y a veces más de la mitad, han compartido con los hombres el mundo y el trabajo de la misma manera. Las mujeres no están ni han estado al margen, sino en el mismo centro de la formación de la sociedad y la construcción de la civilización.

Las mujeres también han cooperado con los hombres en la conservación de la memoria colectiva, que plasma el pasado en las tradiciones culturales, proporciona un vínculo entre generaciones y conecta pasado y futuro. Esta tradición oral se mantuvo viva en los poemas y los mitos, que tanto hombres como mujeres crearon y conservaron en el folklore, el arte y los rituales.

Construir la Historia es, por otro lado, una creación histórica que data
de la invención de la escritura en la antigua Mesopotamia. Desde la época
de las listas de los reyes de la antigua Sumer en adelante, los historiadores, fueran sacerdotes, sirvientes del monarca, escribas y clérigos, o una clase profesional de intelectuales con formación universitaria, han seleccionado los acontecimientos que había que poner por escrito y los han interpretado a fin de darles un sentido y un significado.

Hasta un pasado reciente, estos historiadores han sido varones y lo que han registrado es lo que los varones han hecho, experimentado y considerado que era importante. Lo han denominado Historia y la declaran universal. Lo que las mujeres han hecho y experimentado no ha sido escrito, ha quedado olvidado, y se ha hecho caso omiso a su interpretación.

Los estudios históricos, hasta un pasado muy reciente, han visto a las mujeres al margen de la formación de la civilización y las han considerado innecesarias en aquellas ocupaciones definidas como de importancia histórica.
Por consiguiente, el registro del pasado de la raza humana que se ha escrito e interpretado es sólo un registro parcial, pues omite el pasado de la
mitad de la humanidad, y está distorsionado, porque narra la historia tan
sólo desde el punto de vista de la mitad masculina de la humanidad.

Oponerse a este argumento, como a menudo se ha hecho, diciendo que a
muchos grupos de hombres, posiblemente a la mayoría de los hombres, se
les ha eliminado durante largo tiempo del registro histórico a causa de las
interpretaciones tendenciosas hechas por intelectuales que actuaban en
representación de las pequeñas elites en el poder, es obviar la cuestión.

Un error no borra otro: hay que corregir ambos errores conceptuales. Las
experiencias de grupos anteriormente subordinados, tales como los
campesinos, los esclavos, los proletarios, han entrado a formar parte del
registro histórico en cuanto han ascendido a puestos de poder o se les ha
incluido en política. Es decir, en las experiencias de los varones de esos grupos; las mujeres se encontraban, como siempre, excluidas. Lo cierto es que hombres y mujeres han sido excluidos y discriminados a causa de su clase.

Pero ningún varón ha sido excluido del registro histórico en razón a su sexo y en cambio todas las mujeres lo fueron.

Se ha impedido que las mujeres contribuyeran a escribir la Historia, es decir, al ordenamiento e interpretación del pasado de la humanidad. Como este proceso de dar sentido resulta esencial para la creación y perpetuación de la civilización, inmediatamente podemos ver que la marginación de las mujeres en este esfuerzo nos sitúa en un lugar único y aparte. Las mujeres somos mayoría y en cambio estamos estructuradas en las instituciones sociales como si fuésemos una minoría.

Si bien este y otros muchos aspectos de su prolongada subordinación a los hombres han victimizado a las mujeres, es un craso error intentar
conceptualizarlas esencialmente como las víctimas. Hacerlo oscurece lo que
debe asumirse como un hecho de la situación histórica de las mujeres: las
mujeres son parte esencial y central en la creación de la sociedad, son y
han sido siempre actores y agentes en la historia.

Las mujeres han «hecho historia», aunque se les haya impedido conocer su Historia e interpretar tanto la suya propia como la de los hombres. Se las ha excluido sistemáticamente de la tarea de elaborar sistemas de símbolos, filosofías, ciencias y leyes. No sólo se las ha privado de la enseñanza en cualquier momento histórico y en cualquier sociedad conocida, también se las ha excluido de la formación de teorías.

He llamado «dialéctica de la historia de las mujeres» al conflicto existente entre la experiencia histórica real de las mujeres y su exclusión a la hora de interpretar dicha experiencia. Esta dialéctica ha hecho avanzar a las mujeres en el proceso histórico.

La contradicción entre la centralidad y el papel activo de las mujeres en
la creación de la sociedad y su marginación en el proceso de interpretar y dar una explicación ha sido una fuerza dinámica, que las ha impulsado a luchar contra su condición. Cuando en ese proceso de lucha, y en ciertos momentos históricos, las mujeres toman conciencia de las contradicciones de su relación con la sociedad y el proceso histórico, las perciben correctamente y las denominan privaciones que ellas comparten en cuanto a que son un
colectivo.

Esta toma de conciencia de las mujeres se convierte en la fuerza dialéctica que las empuja a la acción a fin de cambiar su condición y entablar una nueva relación con una sociedad dominada por los varones.

A causa de estas condiciones únicas en sí mismas, las mujeres han tenido
una experiencia histórica significativamente diferente a la de los hombres.
Comencé haciendo esta pregunta: ¿cuáles son las definiciones y los conceptos que necesitamos para explicar la relación única y aislada de las mujeres con el proceso histórico, con la elaboración de la historia y la interpretación del propio pasado?

Otra cuestión a la que esperaba que respondería mi estudio era la relativa al largo retraso (unos 3.500 años) en la toma de conciencia de las mujeres de su posición subordinada dentro de la sociedad. ¿Qué podía explicarlo? ¿Qué es lo que explicaría la «complicidad» histórica de las mujeres para mantener el sistema patriarcal que las sometía y para transmitir ese sistema, generación tras generación, a sus hijos e hijas?

Ambas preguntas son de gran magnitud y molestas, y parecen conducir a
respuestas que prueban la victimización de las mujeres y su inferioridad
básica. Creo que es esta la causa de que las pensadoras feministas no se
hayan formulado antes dichas preguntas, si bien el saber masculino
tradicional nos ha dado la respuesta patriarcal: las mujeres no han
producido avances importantes en el conocimiento a causa de su
preocupación, determinada por la biología, por la crianza de los hijos y porla afectividad, lo que las llevó a una situación de «inferioridad» en lo que atañe al pensamiento abstracto.

En cambio yo parto del presupuesto de que hombres y mujeres son biológicamente distintos, pero que los valores y las implicaciones basados en esta diferencia son consecuencia de la cultura. Cualesquiera diferencias discernibles en el presente por lo que respecta al colectivo de los hombres y al de las mujeres son consecuencia de la historia particular de las mujeres, que es esencialmente distinta a la historia de los hombres. Esto se debe a la subordinación femenina a los hombres, previa a la civilización, y al rechazo de una historia de las mujeres. El pensamiento patriarcal ha oscurecido y olvidado la existencia de una historia de las mujeres, hecho que ha afectado enormemente a la psicología tanto femenina como masculina.

Comencé con la convicción, compartida por la mayoría de las pensadoras feministas, de que el patriarcado es un sistema histórico, es decir, tiene un inicio en la historia. Si es así, puede acabarse gracias al proceso histórico. Si el patriarcado fuera «natural», es decir, que estuviera basado en un determinismo biológico, entonces cambiarlo supondría modificar la naturaleza. Se podría aducir que cambiar la naturaleza es precisamente lo que la civilización ha hecho, pero que hasta ahora la mayor parte de los beneficios de la dominación de la naturaleza, lo que los hombres llaman «progreso», ha ido a parar al macho de la especie.

Por qué y cómo ha sucedido esto son preguntas históricas, independientes de cómo se expliquen las causas de la subordinación femenina. Mis propias hipótesis sobre las causas y el origen de la subordinación femenina se tratarán con mayor profundidad en los capítulos 1 y 2. Lo que importa dentro de mi análisis es la idea de que la relación de hombres y mujeres con el conocimiento de su pasado es de por sí una fuerza determinante en la elaboración de la historia.

Si era verdad que la subordinación femenina antecedió a la civilización
occidental, y partiendo de que la civilización comenzó con el registro
histórico escrito, mi investigación había de empezar en el cuarto milenio
a.C. Eso fue lo que me condujo a mí, una historiadora norteamericana
especializada en el siglo XIX, a pasar los últimos ocho años trabajando en
la historia de la antigua Mesopotamia con la intención de responder a
aquellas preguntas que a mi modo de ver son esenciales para crear un
teoría feminista de la historia. Aunque las cuestiones relativas al «origen»
me interesaron inicialmente, pronto comprendí que eran mucho menos
importantes que las cuestiones sobre el proceso histórico por el cual se
estableció e institucionalizó el patriarcado.

Este proceso quedó manifiesto en cambios en la organización del parentesco y en las relaciones económicas, en la instauración de las burocracias religiosa y estatal y en el giro que dan las cosmogonías con la ascensión de los dioses masculinos. Basándome en los trabajos teóricos que ya existían, presumí que estos cambios ocurrirían «de repente» en un
período relativamente breve, que podría haber coincidido con la fundación
de los estados arcaicos o que quizá se habría dado antes, cuando se
implantó la propiedad privada, la cual daría paso a la sociedad de clases.

Bajo la influencia de las teorías marxistas del origen, que trataré más
extensamente en el capítulo 1, imaginé una especie de «derrota»
revolucionaria que habría alterado visiblemente las relaciones de poder
existentes en la sociedad. Esperaba hallar cambios económicos que llevasen
a cambios en las ideas y los sistemas explicativos religiosos. En concreto,
buscaba cambios visibles en el estatus económico y jurídico de las mujeres.

Pero a medida que profundizaba en el estudio de las innumerables fuentes
existentes para la historia del antiguo Próximo Oriente, y empezaba a
colocarlas dentro de una secuencia histórica, comprendí que mi asunción
había sido demasiado simplista.

No se trata de un problema de fuentes, porque la verdad es que hay de sobras para llevar a cabo una reconstrucción de la historia social de la
antigua sociedad mesopotámica. El problema de interpretación es similar
al que afronta un historiador de cualquier campo que se aproxima a la
historia tradicional con cuestiones relativas a las mujeres. Hay pocos
trabajos de categoría acerca de las mujeres, y lo que existe es puramente
descriptivo. Los especialistas de esos campos no han dado todavía
interpretaciones o generalizaciones referentes a las mujeres.

Así que todavía están por escribir la historia de las mujeres y la historia del cambio en las relaciones entre los sexos en las sociedades mesopotámicas. Siento un enorme respeto por los estudios y los conocimientos técnicos y lingüísticos de los especialistas dedicados a estudiar el antiguo Próximo Oriente, y estoy convencida de que de entre sus filas saldrá finalmente una obra que sintetice y ponga en la perspectiva apropiada la historia jamás contada del cambio de estatus social, político y económico experimentado por las mujeres en el tercer y segundo milenios a.C. Puesto que no soy una asirióloga cualificada y soy incapaz de leer los textos cuneiformes en versión original, no pretendí escribir esa historia.

Observé, sin embargo, que la secuencia de los acontecimientos parecía
bastante distinta de la que había previsto. Aunque la formación de los estados arcaicos, que siguió o coincidió con importantes cambios económicos, tecnológicos y militares, trajo consigo diversas alteraciones en las relaciones de poder entre hombres, y entre hombres y mujeres, no existía evidencia alguna de una «derrota».

El período de la «formación del patriarcado» no se dio «de repente» sino que fue un proceso que se desarrolló en el transcurso de casi 2.500 años, desde aproximadamente el 3100 al 600 a.C. E incluso en las diversas sociedades del mismo antiguo Próximo Oriente se produjo a un ritmo y en una época distintos.

Además, parecía que las mujeres poseían un estatus muy diferente en distintos aspectos de su vida de manera que, por ejemplo, en Babilonia durante el segundo milenio a.C. los hombres controlaban totalmente la sexualidad femenina y aun así algunas mujeres disfrutaban de una gran independencia económica, numerosos derechos legales y privilegios, y ocupaban cargos de importancia en la sociedad. Me quedé desconcertada cuando averigüé que las evidencias históricas relacionadas con las mujeres carecían casi de sentido si las juzgaba con los criterios tradicionales. Al cabo de un tiempo empecé a comprender que debería centrarme más en el tema del control de la sexualidad femenina y la procreación que en las cuestiones económicas de rigor, así que comencé a indagar las causas y consecuencias de dicho control sexual.

Cuando lo hice, las piezas del rompecabezas empezaron a encajar. No había podido comprender el significado de las evidencias que tenía ante mí porque miraba la formación de clases, tal y como se aplica a hombres y mujeres, desde el presupuesto tradicional de que lo que es cierto para los hombres tiene que serlo para las mujeres. Cuando empecé a preguntarme en qué se diferenciaba la definición de clase para las mujeres de la de los hombres al comienzo mismo de la sociedad de clases, las evidencias que tenía ante mí cobraron sentido.

Voy a desarrollar en este libro las siguientes propuestas:
a) La apropiación por parte de los hombres de la capacidad sexual y
reproductiva de las mujeres ocurrió antes de la formación de la propiedad
privada y de la sociedad de clases. Su uso como mercancía está, de hecho,
en la base de la propiedad privada. (Capítulos 1 y 2.)
b) Los estados arcaicos se organizaron como un patriarcado; así que
desde sus inicios el estado tuvo un especial interés por mantener la familia
patriarcal. (Capítulo 3.)
c) Los hombres aprendieron a instaurar la dominación y la jerarquía
sobre otros pueblos gracias a la práctica que ya tenían de dominar a las
mujeres de su mismo grupo. Se formalizó con la institucionalización de la
esclavitud, que comenzaría con la esclavización de las mujeres de los
pueblos conquistados. (Capítulo 4.)
d) La subordinación sexual de las mujeres quedó institucionalizada en
los primeros códigos jurídicos y el poder totalitario del estado la impuso. A
través de varias vías se aseguró la cooperación de las mujeres en el sistema: la fuerza, la dependencia económica del cabeza de familia, los privilegios clasistas otorgados a las mujeres de clase alta que eran dependientes y se conformaban, y la división, creada artificialmente, entre mujeres respetables y no respetables. (Capítulo 5.)
e) Entre los hombres, la clase estaba y está basada en su relación con
los medios de producción: quienes poseían los medios de producción
podían dominar a quienes no los poseían. Para las mujeres, la clase estaba
mediatizada por sus vínculos sexuales con un hombre, quien entonces les
permite acceder a los recursos materiales. La separación entre mujeres
«respetables» (es decir, ligadas a un hombre) y «no respetables» (es decir,
no ligadas a un hombre o totalmente libres) está institucionalizada en las
leyes concernientes a cubrir con velo la figura femenina. (Capítulo 6.)
j) Mucho después que las mujeres se encontraran sexual y económicamente subordinadas a los hombres, aún desempeñaban un papel activo y respetado al mediar entre los humanos y los dioses en su calidad de sacerdotisas, videntes, adivinadoras y curanderas. El poder
metafísico femenino, en especial el poder de dar vida, era venerado por
hombres y mujeres en forma de poderosas diosas mucho después que las
mujeres estuvieran subordinadas a los hombres en casi todos los aspectos
de su vida terrenal. (Capítulo 7.)
g) El derrocamiento de esas diosas poderosas y su sustitución por un
dios dominante ocurre en la mayoría de las sociedades del Próximo
Oriente tras la consolidación de una monarquía fuerte e imperialista.
Gradualmente, la función de controlar la fertilidad, hasta entonces en
poder de las diosas, se simboliza con el acto de unión, simbólica o real,
del dios o el rey divino con la diosa o su sacerdotisa. Por último, se
separa la sexualidad (erotismo) y la procreación con la aparición de una
diosa distinta para cada función, y la diosa madre se transforma en la
esposa o consorte del principal dios masculino. (Capítulo 7.)
h) El resurgimiento del monoteísmo hebreo supondrá un ataque a los
numerosos cultos a las distintas diosas de la fertilidad. En el relato del
Libro del Génesis se atribuyen el poder de creación y el de procreación a
un dios todopoderoso, cuyos epítetos de «Señor» y «Rey» lo identifican
como un dios masculino, y que asocia toda sexualidad femenina, que no
sea con fines reproductores, al pecado y al mal. (Capítulo 8.)
i) Con el establecimiento de la comunidad de la alianza, el simbolismo
básico y el contrato real entre Dios y la humanidad dan por hecha la
posición subordinada de las mujeres y su exclusión de la alianza
metafísica y la comunidad terrenal de la alianza. Su única manera de
acceder a Dios y a la comunidad santa es a través de su papel de madres.
(Capítulo 9.)
j) Esta devaluación simbólica de las mujeres en relación con lo divino
pasa a ser una de las metáforas de base de la civilización occidental. La
filosofía aristotélica proporcionará la otra metáfora de base al dar por
hecho que las mujeres son seres humanos incompletos y defectuosos, de
un orden totalmente distinto a los hombres. (Capítulo 10.) Es con la
creación de estas dos construcciones metafóricas, que se encuentran en las
raíces de los sistemas simbólicos de la civilización occidental, con lo que la
subordinación de las mujeres se ve como «natural» y, por tanto, se torna
invisible. Esto es lo que finalmente consolida con fuerza al patriarcado
como una realidad y como una ideología.

¿Qué relación hay entre las ideas, y en concreto las ideas del género,
(2) y las fuerzas sociales y económicas que determinan la historia? El modelo
en cualquier idea es la realidad: las personas no pueden concebir algo que no hayan experimentado por sí mismas o que, al menos, otros lo hayan experimentado antes. De este modo, las imágenes, las metáforas y los mitos encuentran todos expresión en formas que están «prefiguradas» en experiencias pasadas. Durante los períodos de cambio, las personas
reinterpretan estos símbolos de una nueva manera que conduce a nuevas
combinaciones e ideas.
Lo que intento hacer con mi libro es seguir, por medio de las evidencias históricas, el desarrollo de las principales ideas, símbolos y
metáforas a través de los cuales las relaciones de género patriarcales
quedaron incorporadas a la civilización occidental. Cada capítulo está
elaborado en torno a una de estas metáforas sobre el género, que
queda plasmada en el título que lo encabeza.

En la presente obra he intentado aislar e identificar las formas en que la civilización occidental construyó el género y estudiarlas en los momentos o en los períodos de cambio. Estas formas consisten en normas sociales expresadas en cometidos sociales, en leyes y en metáforas. En cierta manera, estas formas son artefactos históricos a partir de los cuales se puede deducir la realidad social que dio lugar a la idea o a la metáfora. Si se buscan los cambios de la metáfora o de la imagen, se podrán seguir los avances históricos subyacentes en la sociedad, incluso en ausencia de otros datos históricos.

En el caso de la sociedad mesopotámica, la abundancia de testimonios históricos hace posible, en la mayoría de los casos, confirmar el análisis que hago de los símbolos comparándolo con estos datos más fidedignos.
Los principales símbolos y metáforas del género de la civilización
occidental provenían de las fuentes mesopotámicas y, más tarde, de las
hebreas.

Por supuesto, sería deseable ampliar este estudio a fin de incluir las influencias arábigas, egipcias y europeas, pero una empresa de este
porte exigiría más años de estudio de los que yo, a mi edad, podré
dedicar. Sólo me queda esperar que mi esfuerzo por reinterpretar las
evidencias históricas disponibles sirva de inspiración a otras personas
para que sigan trabajando en las mismas cuestiones desde su propio
campo y con las herramientas de estudio más refinadas de que
dispongan.

Cuando empecé este libro, lo concebí como un estudio de la
relación de las mujeres con la creación del sistema simbólico mundial, su
exclusión de él, sus esfuerzos por salirse de la desventaja educativa
sistemática a la que se veían sujetas y, por último, su llegada a la
conciencia feminista.

Pero a medida que fue avanzando mi trabajo con las fuentes mesopotámicas antiguas, la abundancia de datos me impulsó a ampliar mi obra a dos volúmenes, el primero de los cuales finalizaría aproximadamente en el 400 a.C. El segundo volumen tratará del nacimiento de la conciencia feminista y cubrirá la era cristiana.

Aunque opino que mi hipótesis tiene aplicación universal, no pretendo ofrecer, basándome en el estudio de una sola región, una «teoría general» del surgimiento del patriarcado y del sexismo. Hay que verificar y contrastar las hipótesis teóricas que doy para la civilización occidental con otras culturas y ver si su aplicación es generalizada.

Cuando emprendamos esta exploración, ¿cómo vamos a pensar en las
mujeres como un colectivo? Hay tres metáforas que nos pueden ayudar a
ver desde esta nueva perspectiva: En un brillante artículo del año 1979, Joan Kelly hablaba de la nueva «doble perspectiva» de los estudios feministas:
… el lugar que ocupa la mujer no es una esfera o un dominio aparte de la existencia, sino que está dentro de la existencia social en general … El pensamiento feminista se está alejando de la desgajada visión de la realidad social que heredó de un pasado reciente. Nuestra perspectiva actual ha cambiado, cediendo paso a una nueva conciencia del «lugar» que ocupa la
mujer dentro de la familia y la sociedad … Lo que vemos no son dos esferas de realidad social (la casa y el trabajo, lo privado y lo público), sino dos (o tres) grupos de relaciones sociales. (3)

Estamos añadiendo la visión femenina a la masculina y ese proceso es
transformador. Pero hay que obligar a dar un paso más a la metáfora
de Joan Kelly: cuando miramos sólo con un ojo, nuestro campo de
visión es limitado y carece de profundidad. Si miramos luego con el otro, nuestro campo visual se amplía pero todavía le falta profundidad. Sólo cuando abrimos ambos ojos a la vez logramos tener todo el campo
de visión y una percepción exacta de la profundidad.

El ordenador nos proporciona otra metáfora. La pantalla nos muestra la imagen de un triángulo (bidimensional). Conservando todavía
esa imagen, el triángulo se desplaza y se transforma en una pirámide
(tridimensional). Ahora la pirámide se desplaza y crea una curva (la cuarta
dimensión), aunque todavía aparecen las imágenes de la pirámide y el
triángulo. Vemos las cuatro dimensiones a la vez, sin perder ninguna de
ellas, pero observando también la relación que hay entre una y otra.
La forma en que hemos estado viendo es, en términos patriarcales,
bidimensional. «Añadir las mujeres» al esquema patriarcal lo convierte en
tridimensional. Pero sólo cuando la tercera dimensión queda plenamente
integrada y se mueve con el todo, sólo cuando la visión femenina es igual
a la masculina, percibimos las verdaderas relaciones existentes en el todo
y la conexión entre sus partes.

Para acabar, otra imagen. Hombres y mujeres viven en un escenario en
el que interpretan el papel, de igual importancia, que les ha tocado. La
obra no puede proseguir sin ambas clases de intérpretes. Ninguna
contribuye «más o menos» al todo; ninguna es secundaria o se puede
prescindir de ella. Pero la escena ha sido concebida, pintada y definida
por los hombres. Ellos han escrito la obra, han dirigido el espectáculo, e
interpretado el significado de la acción. Se han quedado las partes más
interesantes, las más heroicas, y han dado a las mujeres los papeles
secundarios.

Cuando las mujeres se dan cuenta de la diferencia de la manera en que
participan en la obra, piden una mayor igualdad en el reparto de papeles. A
veces eclipsan a los hombres, otras veces sustituyen a un intérprete
masculino que ha desaparecido. Finalmente las mujeres, tras un esfuerzo
considerable, obtienen el derecho a acceder a un reparto igualitario de los
papeles, pero primero deberán mostrar que están «cualificadas».

Nuevamente son los hombres quienes fijan los términos de su
«cualificación»; ellos juzgan si las mujeres están a la altura del papel; ellos
les conceden o niegan la admisión. Dan preferencia a las mujeres dóciles y
a aquellas que se adecuan perfectamente a la descripción del trabajo. Los
hombres castigan con el ridículo, la exclusión o el ostracismo a cualquier
mujer que se arroga el derecho a interpretar su propio papel o, el peor
de todos los males, el derecho a reescribir el argumento.

Las mujeres tardan mucho tiempo en comprender que conseguir partes
«iguales» no las convertirá en iguales mientras el argumento, el atrezzo, la
puesta en escena y la dirección estén en manos de los hombres. Cuando las mujeres empiezan a darse cuenta de ello y a reunirse durante los entreactos, e incluso en medio de la representación, para discutir qué hacer al respecto, la obra se acaba.

Si miramos la Historia de la sociedad que se ha escrito como si de dicha obra se tratara, caemos en la cuenta de que el relato de las representaciones dadas durante miles de años ha sido escrito sólo por hombres y contado con sus propias palabras. Han fijado su atención principalmente en los hombres. No es de sorprender que ni se hayan dado cuenta de las acciones emprendidas por mujeres. Finalmente, en los últimos cincuenta años, algunas de ellas han adquirido la formación necesaria para escribir las obras de la compañía.

Cuando lo hacen, empiezan a prestar una mayor atención a lo que hacían las mujeres. Sin embargo, sus mentores masculinos las habían adiestrado bien. Así que encontraban que lo que hacían los hombres era más importante y, en sus ansias de realzar la parte de las mujeres en el pasado, buscaban a
aquellas mujeres que hubieran hecho las mismas cosas que los hombres.
De esta forma nació la historia compensatoria.

Lo que las mujeres deben hacer, lo que las feministas están haciendo,
es señalar con el dedo el escenario, el atrezzo, el decorado, el director y el
guionista, igual que lo hiciera aquel niño del cuento que descubrió que el
emperador iba desnudo, y decir: la verdadera desigualdad que hay entre
nosotros está dentro de este marco. Y luego han de derrumbarlo.

¿Qué tipo de historia se escribirá cuando se aleje la sombra de la dominación, y hombres y mujeres compartan por un igual la tarea de hacer las definiciones? ¿Devaluaremos el pasado, depondremos categorías, suplantaremos el orden por el caos?

No. Simplemente caminaremos bajo el cielo. Observaremos cómo cambia,
cómo salen las estrellas y gira la Luna, y describiremos la Tierra y el
trabajo que en ella se hace con voces masculinas y femeninas. Después
de todo, su visión nos podrá enriquecer. Ahora sabemos que el hombre no
es la medida de todo lo que es humano; lo son los hombres y las
mujeres.

Los hombres no son el centro del mundo: los son hombres y mujeres. Esta idea transformará la conciencia de una forma tan decisiva
como el descubrimiento de Copérnico de que la Tierra no es el centro
del universo. Podemos interpretar partes distintas sobre el escenario, a
veces intercambiándonoslas o decidiendo conservarlas, según nos
parezca. Podemos descubrir talentos nuevos entre aquellas a las que
siempre se ha mantenido a la sombra de lo que otros hacían. Podemos
encontrarnos con que los que siempre habían asumido la carga de actuar y definir pueden disponer ahora de más libertad para interpretar y experimentar el puro goce de vivir. No tenemos ninguna obligación de describir qué hallaremos al final, igual que no la tenían aquellos exploradores que navegaron al otro extremo del mundo para encontrarse con que la Tierra era redonda.

Nunca lo sabremos hasta que no empecemos. El mismo proceso es el
camino, es el objetivo.

1. Para marcar la diferencia escribiré «historia», el pasado que no ha quedado escrito, en minúscula, e «Historia», el pasado que se ha escrito e interpretado, con mayúscula.
2. El sexo es una realidad biológica en hombres y mujeres. El género es la definición cultural de la conducta que se considera apropiada a los sexos en una sociedad y en un momento determinados. El género es una serie de papeles culturales; por lo tanto, es un producto cultural que cambia con el tiempo (se recomienda consultar los apartados de sexo y género
en el Apéndice: «Definiciones»).

3. Joan Kelly, conferencia sobre «The Doubled Vision of Feminist Theory: A Postscript to the “Women and Power“», Feminist Studies, vol. 6, n.° 1 (primavera de 1987), pp. 221-222

Mujeres en el imaginario masculino

Mujeres en el imaginario masculino (La Cuerda, marzo de 1998)
Sergio Valdés Pedroni

En Guatemala la masculinidad aparece casi siempre como una amenaza a la integridad y la dignidad de las mujeres; un ejercicio arbitrario de hegemonía y subordinación arraigado en lo más profundo de la vida cotidiana. Las representaciones masculinas sobre lo femenino en general y sobre la mujer en particular, nos remiten de entrada a un enorme promontorio de prejuicios, insultos y gestos de violencia vedada o manifiesta.

En las calles de la ciudad se advierten a cada instante manifestaciones de desprecio y burla por la naturaleza de las mujeres. Según el sentido común, se trata de seres inacabados y estúpidos que —como expone un panfleto humorístico que obtuve en una imprenta offset de la 4a. avenida de la zona 1— pueden ser muchas veces animales: culebras rastreras con la suegra, camaleones hipócritas con el marido, cerdos cochinos en la cocina… Una taxonomía insultante para cualquier ser humano.
Tal percepción y representación de lo femenino se construye en un intrincado mapa de territorios simbólicos. El discurso eclesiástico, en el que se dan cita curas católicos, pastores fundamentalistas, predicadores musulmanes, etc.; el de los políticos, de derecha, centro e izquierda por igual; el de buena parte de los intelectuales y cuadros académicos; el de los publicistas y voceros empresariales —¿han visto los anuncios de Aguardiente Venado y Cerveza Gallo?— entre muchos otros, constituyen bastiones de una masculinidad aberrante que sustrae a hombres y mujeres del placer de relaciones equitativas y edificantes. A los chicos se les prohibe la ternura y la dulzura y a los grandes se les exige autoridad o compasión por tan débiles e indefensos seres sub-humanos.
No estoy en contra de la contemplación física ni del placer sexual recíproco, nada de eso. Lo que pasa es que en la escuela, en el partido, en la calle, en los bares, en la estación de policía no digamos, las mujeres no pasan de ser buenos culos o buena onda o muy simpáticas e interesantes, útiles a la hora de las compulsiones sexuales. Y otro tanto sucede con los hombres en boca de las mujeres que cayeron en la trampa discursiva de sus victimarios.
Cuando el consenso machista entra en crisis o cuando una mujer lo cuestiona mediante un artículo periodístico, lo expone públicamente con una denuncia legal o lo desafía con un acto de genuina rebeldía en el seno de la pareja, el sistema opta por la coerción, la represión o la violencia abierta y sistemática. Y todo esto, no me cabe la menor duda, es algo que debe transformarse de raíz, empeñando los recursos que hagan falta e impulsando acciones individuales y colectivas, sobre todo de aquellos hombres que renuncian al angustiante rol dominador que la sociedad les impuso. La magnitud del problema es tal que guardar silencio y no actuar constituye una muestra de complicidad y una absoluta falta de solidaridad humana, próxima a la de los genocidas y torturadores.
No será fácil desplazar de la vida cotidiana formas de representación y relación tan enfermas y retorcidas, sobre todo porque Guatemala tiene la estúpida vocación de darle continuidad a los aspectos más desagradables de su vida. No obstante, vale la pena comenzar a enfrentarlas ahora, allanado el camino hacia esta impostergable forma de justicia humana.
Comparto la sugerencia de los Hombres de Sevilla organizados contra la violencia hacia las mujeres en el sentido de que, como mínimo, cada hombre sensible al problema debería escribir un texto crítico para distribuirlo en su familia, en su lugar de trabajo y en los sitios de entretenimiento que visita. Además, podría enviarlo a los periódicos, estaciones de radio y canales de televisión a los que tiene acceso, reclamando campañas para que se legisle y se sancione en contra de quienes violen la dignidad femenina. Cada vez que por chingar los cuates o cuatas se pongan a reproducir la representación machista sobre la mujer, las personas con otro criterio deberían pronunciarse, invitando a la reflexión y al cambio de actitudes.
La masculinidad y la feminidad no son realidades antagónicas sino complementarias, de ahí que sus representaciones públicas simbólicas, materiales, etc. deban cambiar y frenar la espiral de violencia que sus formas actuales originan.
Vale la pena vivir con solidaridad, ternura y placer. Inténtelo y verá….

El evangelio contracultural

El evangelio contracultural

En la discusión sobre la relación entre evangelismo y cultura, no se debe olvidar que el mensaje de Jesús, en su tiempo, fue una enseñanza contracultural. La razón de su impacto y su aceptación no fue el resultado de ser acorde a la cultura del momento. Por el contrario, fue debido a su oposición.

La mujer no era muy valorada en el mundo greco-romano. No obstante, Jesús rompió las normas aceptadas socialmente cuando fue y le habló a solas a una mujer samaritana, cuando recibió a la mujer pecadora, cuando puso en igualdad de condiciones a la mujer adúltera con los hombres adúlteros, cuando escogió mujeres que le acompañaron como grupo de apoyo adondequiera que iba.

En el siglo primero, se consideraba que los niños eran seres humanos incompletos. Pero Jesús los recibió, los cargó en brazos y los bendijo. También recibió a los cobradores de impuestos, prostitutas, leprosos, cojos, ciegos y a todas aquellas personas que culturalmente eran despreciadas y evadidas.

Pero aún más, en una época cuando perdonar se consideraba una debilidad, Jesús insistió que se debe perdonar setenta veces siete y que se debe orar por el enemigo, poner la otra mejía a quien nos golpea y no resistir a quien quiere robarnos. Si el mensaje del evangelio fue buenas nuevas, lo fue porque desafió la manera de ser y pensar de la cultura de su tiempo. Hoy en día, la fuerza del evangelio seguirá siendo su sentido contracultural más que la concordancia que se pueda lograr con las tradiciones.