Perdiendo la Cabeza de Jaguar

Perdiendo la Cabeza de Jaguar
Federico Paredes Umaña *
El Faro / Publicado el 6 de Marzo de 2015

El robo del monumento prehispánico #47 de la tradición Cabeza de Jaguar del occidente de El Salvador revela la existencia de grupos de contrabando de arte prehispánico especializado y pone a la Secretaría de Cultura en entredicho, debido a que, por su negligencia, el monumento no estaba registrado en la Lista Roja de Bienes patrimoniales, lo que dificulta su repatriación en caso de ser localizado fuera del país.

Monumento #47 de la Tradición Cabezas de Jaguar fue robado el 1 de marzo de la finca Loma de Paja, en Santa Ana. Pesa 5 quintales y mide mide 0.80 m de alto, 0.63 de ancho y 0.60 de grueso. / Fotos cortesía de Federico Paredes.

Monumento #47 de la Tradición Cabezas de Jaguar fue robado el 1 de marzo de la finca Loma de Paja, en Santa Ana. Pesa 5 quintales y mide mide 0.80 m de alto, 0.63 de ancho y 0.60 de grueso. / Fotos cortesía de Federico Paredes.

Que un bien cultural antiguo sea robado en El Salvador no es inusual; hemos visto robos a iglesias coloniales, saqueo de sitios arqueológicos mediante excavaciones nocturnas, robos de vasijas de cerámica polícroma de las mismas vitrinas de los museos de sitio. Sin embargo, el caso del robo del Monumento #47 de la tradición “Cabeza de Jaguar”, en el primer fin de semana de marzo del 2015, me tiene francamente desconcertado.

El reporte de robo me llegó el domingo 1 de marzo por la noche, mediante un correo electrónico del dueño de la finca cafetalera en la que se encontraba el monumento, un lugar alto y poco accesible. La escultura había permanecido ahí desde que fue hallada por el padre del finquero, hace tantos años que nadie recuerda bien.

Soy el arqueólogo que registró la pieza por primera vez, durante mi trabajo de tesis doctoral. Era una tarde nublada en 2011 cuando por fin tuve acceso al lugar para ver y registrar el monumento. Lo sumé como el número 47 de mi lista. Hoy conocemos un registro de 53 monumentos que pertenecen a esa tradición oriunda del occidente de El Salvador, algunos llegan a medir un metro de altura y en general son artefactos bastante pesados, lo que hace pensar que su robo es un acto planificado. Los ejemplares conocidos proceden de los departamentos de Ahuachapán, Sonsonate y Santa Ana. Esta prolija tradición escultórica representa rostros estilizados de felinos y otros seres del reino animal, fusionados con rostros humanos, y pertenecen a una cultura que se desarrolló cerca del año 300 AC en el occidente de El Salvador. Su importancia para entender el surgimiento de la cultura Maya es incalculable, y sin embargo conocemos muy poco todavía de sus creadores. Los hallazgos que reporté en mi tesis muestran que las cabezas de jaguar se usaron junto con retratos de gobernantes, una práctica acompañada de escritura jeroglífica y notaciones calendáricas que están a la base de los desarrollos civilizatorios del sureste de Mesoamérica. Todos estos monumentos han sido tallados en bulto en rocas basálticas, andesitas o escorias volcánicas, material adecuado para una cultura que surge y se desarrolla en la cadena de volcanes que corre paralela a la costa del Pacífico.

El Museo Nacional de Antropología de El Salvador tiene en su colección 15 ejemplares; los 38 restantes se distribuyen en colecciones particulares en el territorio nacional, o fuera de él. La cabeza de jaguar #53 de mi catálogo la conozco solo por fotos; está en una colección particular cuya localización no me ha sido revelada por mi informante, curador de arte prehispánico en los Estados Unidos.

Los ejemplares que sí he podido ver, tocar y medir en el territorio nacional están distribuidos por los caminos de fincas, estanques, piletas y hasta gasolineras del occidente de El Salvador o en casas de recreo. Otros han corrido la suerte de estar en propiedad municipal, en condiciones de preservación variable; algunos empotrados en cemento y expuestos a la intemperie y otros con tratos más dignos, como en el caso de Ataco, donde se ha abierto una pequeña sala de exhibición para resguardarlos que cuenta con vigilancia las 24 horas.

Monumentos #24 y #25 de la Tradición Cabezas de Jaguar pintados de campaña política en la pileta de la ex-hacienda La Labor. / Fotos cortesía de Federico Paredes.

Monumentos #24 y #25 de la Tradición Cabezas de Jaguar pintados de campaña política en la pileta de la ex-hacienda La Labor. / Fotos cortesía de Federico Paredes.

El robo del monumento #47 pone de relieve varias cosas sobre las pasadas y la actual administración de cultura. Una de estas cosas es la inexplicable negligencia de las autoridades en el procesamiento de información relevante, que resalta la importancia y vulnerabilidad de una tradición escultórica de características únicas en Mesoamérica. Dicha investigación fue socializada desde el año 2012; ejemplares de la tesis doctoral Local Symbols and Regional Dynamics: The Jaguar Head Core Zone in Southeastern Mesoamerica During the Late Preclassic, por la Universidad de Pensilvania, fueron entregados a la Dirección Nacional de Patrimonio Cultural, a la biblioteca especializada del Museo Nacional de Antropología, a la biblioteca de la Asamblea Legislativa y a la biblioteca de la escuela de Antropología de la Universidad Tecnológica. Copias digitales de la misma fueron entregadas en la Universidad de El Salvador, y circulan entre arqueólogos nacionales e internacionales.

En el año 2014 hice entrega a la Dirección Nacional de Patrimonio Cultural de una base de datos en formato digital de los 52 registros localizados hasta ese momento de la tradición escultórica cabeza de jaguar, procedente del occidente de El Salvador.

La entrega del material se hizo con el propósito expreso de que los monumentos fueran debidamente registrados como patrimonio cultural de la nación. A la fecha no poseo información fidedigna que pruebe que esos registros se llevaron a cabo.

Monumento #36 de la Tradición Cabezas de Jaguar luce empotrado en cemento en una gasolinera del occidente de El Salvador. / Fotos cortesía de Federico Paredes.

Monumento #36 de la Tradición Cabezas de Jaguar luce empotrado en cemento en una gasolinera del occidente de El Salvador. / Fotos cortesía de Federico Paredes.

La urgencia de acción ante un robo como este es evidente para todo el mundo, por lo tanto no es extraño que las autoridades hayan reaccionado rápidamente tomando nota del mismo y que manifiesten haber interpuesto ya la denuncia ante la fiscalía. Sin embargo, lo que se observa como constante en la gestión del patrimonio cultural del país, en pasadas administraciones y en la actual, es la acción reactiva ante las crisis. Casi nunca vemos las políticas preventivas, ni las acciones legales que aseguren que no actuemos como bomberos, ya ante el incendio.

Si efectivamente los registros derivados de la investigación mencionada hubieran sido usados para actualizar la Lista Roja de Bienes Culturales, de acuerdo con los convenios internacionales, estaríamos ante una acción preventiva de parte de las autoridades de cultura. No parece ser el caso; una institución que registra bienes culturales sabe dónde y en qué condiciones están. Dudo que un funcionario comprometido con la salvaguarda y defensa del patrimonio nacional pueda dormir tranquilo conociendo las condiciones del Monumento #12, quizá una de las piezas más exquisitas del arte escultórico de El Salvador, y su ubicación actual, empotrado en una pileta en un establecimiento comercial en la ciudad de Santa Ana. Tampoco tendría un sueño tranquilo un funcionario que hubiera registrado estos monumentos en la Lista Roja si supiera que hay dos monumentos de esta tradición Monumentos #24 y 25 empotrados en una pileta en una finca en el municipio de Turín, y que a una de ellas le han instalado un tubo para que saque agua por la boca, y que todos los años estos dos monumentos prehispánicos son pintados con la bandera política de un partido en contienda electoral. Tampoco podría un secretario de cultura ufanarse de preservar el patrimonio cultural del país si supiera que uno de los monumentos más espectaculares de la talla en piedra de la tradición Cabeza de Jaguar, el Monumento #36 yace empotrado en una cápsula de cemento en una gasolinera de occidente.

Monumento #12 de la Tradición Cabezas de Jaguar empotrado en pileta en una colección particular Santa Ana. / Fotos cortesía de Federico Paredes.

Monumento #12 de la Tradición Cabezas de Jaguar empotrado en pileta en una colección particular Santa Ana. / Fotos cortesía de Federico Paredes.

Me preocupa el robo del monumento #47 porque nos confronta con su desaparición y nos habla del peligro que otros desaparezcan en los días venideros. Nos enfrenta con la logística criminal de grupos especializados, con la capacidad de entrar a una finca remota con vehículos adecuados y fuerza suficiente para cargar un monumento de por lo menos 5 quintales de peso. Esto nos pone de manifiesto que hay comandos especializados dedicados al robo de arte prehispánico, y que existe un mercado nacional e internacional, donde estos artefactos patrimoniales son requeridos. También nos muestra, quizá, que la investigación arqueológica que se genera en el territorio nacional no la están leyendo las personas adecuadas, no está siendo usado para crear políticas que aseguren el resguardo y disfrute de estos monumentos por parte de la población.

El conocimiento del pasado no es un fin en sí mismo, no se lleva a cabo para que los académicos desarrollen sus carreras en universidades e institutos de investigación. Su fin en una sociedad como la nuestra es prepararnos para razonar sobre los procesos sociales de nuestra especie, para dimensionar el tiempo profundo en el proceso de formación de sociedades, sus alcances y sus limitaciones. El territorio simbólico es el escenario de las disputas más duras en nuestra sociedad de posguerra. Los investigadores ofrecemos datos para nuevos imaginarios. Si el presente no nos unifica, el pasado tiene un potencial profundo. Nuestra relación con el pasado es esquizofrénica; sanarla es el papel de la cultura. Hay que recuperar la cabeza.

Los jaguares de Chalchuapa y la civilización maya

Los jaguares de Chalchuapa y la civilización maya
Federico Paredes Umaña
El Faro / Publicado el 15 de Abril de 2013

Los recientes hallazgos arqueológicos en Chalchuapa a cargo del Dr. Ito, el Lic. Shibata y el Lic. Alvarado aportan nuevos e interesantes datos al escaso conocimiento que tenemos sobre las sociedades prehispánicas que habitaron el occidente de El Salvador hace unos 23 siglos.

Los dos monumentos tallados en piedra reportados por dicho proyecto pertenecen a una tradición escultórica que llamaremos “Cabezas de Jaguar” y que según mis investigaciones se distribuye en los actuales departamentos de Ahuachapán, Sonsonate y Santa Ana.

Desde el año 2006 que inicié mis investigaciones sobre monumentos esculpidos de la época prehispánica del sureste de Mesoamérica, he podido registrar 50 esculturas de dicha tradición. Estos monumentos y sus creadores son el tema central del presente escrito. Parte de esta información la he difundido ya en trabajos académicos, así como en foros profesionales de arqueología en El Salvador, Guatemala, México, Canadá y Estados Unidos y forman parte de mi tesis doctoral por la universidad de Pennsylvania (2012). Recientemente he puesto a disposición del público general el sitio web www.cabezasdejaguar.com.

Contribuciones al surgimiento de la civilización maya

Sabemos que los antiguos pobladores de estas regiones crearon y usaron estos monumentos de piedra algunos cientos de años antes de la terrible erupción volcánica de Ilopango que se produjo entre los siglos IV y VI. Así lo demuestran los trabajos arqueológicos de Robert Sharer, realizados en Chalchuapa en los años 60´s. Mis propios trabajos al frente del Proyecto Arqueológico Ataco (2009-2011) demuestran que los primeros ejemplos de esta tradición están asociados al surgimiento de la civilización Maya en el sureste de Mesoamérica, y poco tienen que ver con el llamado horizonte Olmeca, por ser este mucho más antiguo (1200-400 AC). Mis investigaciones me permiten señalar que las cabezas de jaguar más antiguas reportadas a la fecha fueron talladas en el periodo Preclásico Tardío, es decir entre el 300 AC y el 250 DC. Sin embargo, la tradición bien puede ser mucho más longeva. De hecho los datos de mis investigaciones en Ataco señalan que hacia el año 1000 DC, tres de estos monumentos, originalmente tallados durante el periodo Preclásico fueron objeto de culto y veneración. A pesar de este dato bien documentado, la relación de las cabezas de jaguar con la arqueología de los grupos Nahuas en El Salvador es todavía difícil de establecer. Por lo antes expuesto, lo más adecuado es señalar que las cabezas de jaguar son una innovación local del sureste de Mesoamérica (actuales territorios del occidente de El Salvador) durante la gestación de la civilización Maya.

¿Que nos dicen los monumentos de piedra prehispánicos?

Los monumentos en piedra nos hablan de la historia y los procesos sociales que ocurrieron en los territorios del actual occidente salvadoreño muchos siglos antes de que existiera la república. Nos hablan de sociedades que alcanzaron desarrollos sofisticados y comparables con otras regiones del planeta tierra en donde la vida social tomó formas organizadas. La arqueología del occidente de El Salvador nos permite conocer los restos materiales de grupos humanos con clases sociales muy bien diferenciadas hacia el año 200 AC. En esta época, el poder de los gobernantes era retratado en piedra y a estos retratos se sumaban anotaciones calendáricas, escritura jeroglífica y retratos de los mismos gobernantes ya sea de pie durante un rito público o sentados sobre tronos. Así lo demuestran las estelas talladas con retratos de gobernantes en diferentes sitios arqueológicos de Mesoamérica. Dos monumentos de estas características han sido localizados al este del Río Paz, uno en Chalchuapa y otro en Ataco. En el caso de las cabezas de jaguar, sostengo que dichos monumentos son testimonio de las prácticas mágico religiosas de las sociedades que las crearon y que estas fueron usadas para apuntalar el poder de los gobernantes. Esta conclusión se deriva de que las cabezas de jaguar se usaron en asociación a las estelas talladas con los retratos de gobernantes. Las estelas talladas representan el retrato de gobernantes, un cargo de carácter hereditario que se confiere a los líderes políticos de diversos núcleos poblacionales en el sureste mesoamericano en los albores de la civilización maya.

Los monumentos de la tradición cabeza de jaguar se usaron en grupos de tres. Así lo demuestran los hallazgos en Ataco, Ahuachapán y en Tapalshucut, Izalco. El Museo Nacional de Antropología en San Salvador resguarda 15 de estos monumentos, el resto se encuentra en propiedades municipales y en colecciones particulares. Las condiciones de conservación de estas piezas varía dependiendo de muchos factores, pero ese tema amerita un artículo por separado.

El peso de un nombre

Estos monumentos fueron llamados “jaguares estilizados” a principios del siglo XX, particularmente en dos publicaciones de arqueólogos norteamericanos, uno en 1915 y otro en 1940, de estos escritos se desprende la asociación del jaguar con el estilo en cuestión. También hay que decir que durente aquellos años, muchos de los elementos zoomorfos del arte indígena de las Américas se interpretaban como felinos y particularmente como jaguares. El hecho histórico es que casi todas las referencias a estos monumentos en la literatura posterior fueron cimentando la idea de que se trataba de jaguares.

A pesar del peso del nombre, es necesario aclarar que este solo debe orientarnos para identificar el estilo como tal, y no debe pesar en la búsqueda del antiguo significado de los monumentos. También sugiero que las proporciones del rostro son semejantes al rostro humano, por lo tanto son representaciones zoo-antropomorfas que conjugan elementos de la anatomía humana con elementos de felinos, aves y reptiles entre otros. La posibilidad de que también incorporen atributos de mamíferos voladores, como lo han propuesto los investigadores japoneses resulta interesante.

El occidente de El Salvador y el sureste de Mesoamérica en el periodo Preclásico.

En la vertiente del Pacífico existen al menos 9 entidades políticas que cuentan con evidencia de estelas talladas durante el periodo Preclásico (400 AC-250 DC). Estas entidades son: Izapa, El Jobo, Takalik Abaj, Chocolá, El Baúl/Bilbao, Kaminaljuyú, El Portón, Chalchuapa y Ataco. Estos centros de gran importancia regional se pueden interpretar como ciudades estado, con influencia política sobre sus vecinos más pequeños y con niveles de autonomía y competencia entre ellos. En una escala más local, existen todavía muchas preguntas que formular y responder, por ejemplo una que atañe a la relación entre los gobernantes de Chalchuapa y los de Ataco. Si bien no tenemos suficientes elementos aun para contestar esta interrogante, podemos decir que ambos centros utilizaron estelas talladas y cabezas de jaguar como monumentos públicos. La naturaleza de sus relaciones políticas es un tema sumamente interesante, pero todavía difícil de conocer. Nuevas investigaciones dirigidas a esclarecer estos aspectos resultarían de gran utilidad.

Para referirme a lo relevante que es la arqueología del occidente salvadoreño en el estudio de las antiguas dinámicas regionales del sureste mesoamericano del periodo preclásico, he acuñado el término “zona nuclear de las cabezas de jaguar”. Con este calificativo me refiero a una región de unos 3000km2 localizada al este del Río Paz que incluye zonas costeras, montañas, volcanes y fértiles valles, y que se caracteriza por concentrar los hallazgos de monumentos de la tradición cabeza de jaguar en asociación con otros monumentos tallados en piedra, que son: a) Estelas Talladas b) Estelas Lisas y c) Barrigones.

A manera de cierre

La zona nuclear de las cabeza de jaguar en el sureste de Mesoamérica es una propuesta original que permite la exploración de símbolos locales y dinámicas regionales como procesos complementarios en la formación de sociedades complejas tempranas. El estudio de varias tradiciones escultóricas es usado para iluminar la vida social durante el Preclásico Tardío (ca. 300 ac-250 dc). La zona nuclear está definida por la distribución geográfica de una tradición monumental identificada por Francis Richardson en su artículo de 1940: Escultura Monumental No Maya de América Central.

La tradición escultórica cabeza de Jaguar consiste en rostros estilizados tallados en bulto, distribuidos principalmente en el actual territorio del occidente salvadoreño. Dicha región abarca un área de aproximadamente 3000 km2 al este del Río Paz. A la luz de nuevas evidencias, se propone como una representación de actividades de índole mágico religioso, descritas por muchos autores como chamanismo. Los datos considerados muestran que se asocia con la centralización del poder político en un escenario regional de estados teocráticos o estados arcaicos emergentes. Mi investigación pone de relieve las estrategias de los gobernantes para apuntalar su poder y describe cómo la escultura monumental fue parte de dichas estrategias. Junto al surgimiento de las capitales regionales en el Sureste de Mesoamérica ocurre la institucionalización de los sistemas de creencias. La zona nuclear de las cabezas de jaguar representa la oportunidad para documentar procesos locales de evolución sociopolítica en el sureste mesoamericano durante los inicios de la civilización Maya.

*El autor es arqueòlogo salvadoreño y Becario del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Publican libro de Roberto Pineda sobre las Voces de la Memoria Rebelde

Publican libro de Roberto Pineda sobre las Voces de la Memoria Rebelde

SAN SALVADOR, 3 de marzo de 2015 (SIEP) “El Salvador: las Voces de la Memoria rebelde es el título del nuevo libro del periodista Roberto Pineda, publicado en esta ciudad por Ediciones Prometeo Liberado. La edición consta de mil ejemplares y su precio es de ocho dólares por ejemplar.

El autor informó que “este libro consiste en 23 entrevistas a revolucionarios y revolucionarias salvadoreños, realizadas por el Servicio Informativo Ecuménico y Popular (SIEP) entre los años 2004 al 2009. Es el primer tomo de una serie orientada a rescatar las voces de la memoria rebelde de nuestro pueblo.”

Añadió que “en este primer tomo aparecen entrevistas a Dagoberto Gutiérrez, Schafik Handal, Matilde Elena López, Fabio Castillo Figueroa, Blas Escamilla, Andrés Menjivar, Sihuat Tutut (Teresa Escamilla), Raúl Farfán, Jorge Federico Baires, Berta Deras, Domingo Santacruz, Víctor Gregorio Rivera, Consuelo Acosta, Julia Ramirios, Carlos Marin, Américo Duran, Julio Mendoza, Ernesto Alemán, Tula Alvarenga, Ángel Membreño, Hipolito Calles, Alfredo Acosta Díaz y José Napoleón Rodríguez Ruiz.”

Indicó el director de SIEP que “cada una de estas entrevistas refleja diversos aspectos de las luchas revolucionarias en las que participaron a aún participan. Entrevistar a cada uno de estos personajes fue para mí una valiosa oportunidad para ampliar la información referente a sucesos políticos que el tiempo va borrando. Agradezco a cada uno de ellas y ellas por su tiempo y paciencia.”

Concluyó Pineda afirmando que “la palabra de nuestros compañeros y compañeras nos sigue convocando a la lucha por la paz, por la democracia, por la justicia y por el socialismo, y nos enseña que los proceso revolucionarios pueden paralizarse o debilitarse, pero que siempre, como enseñaba Mao, como principio histórico, “donde hay opresión, hay resistencia.”

Varoufakis en el laberinto del Minotauro

Varoufakis en el laberinto del Minotauro

NACHO ÁLVAREZ*

Diversos nombres sonaban semanas atrás en los medios económicos y financieros internacionales como posibles ministros de Finanzas en un nuevo ejecutivo liderado por Syriza. Finalmente será el profesor Yanis Varoufakis quien asuma la considerable misión de renegociar el Memorándum firmado por Grecia con la Troika en 2010, y renovado posteriormente.

Yanis Varoufakis es catedrático de Teoría Económica en la Universidad de Atenas y profesor visitante en la Universidad de Texas. Tiene una dilatada carrera académica centrada en la teoría de juegos, esa disciplina a caballo entre la economía y las matemáticas que analiza el éxito o fracaso de las posibles decisiones de un agente en función de sus interacciones con otros actores.

Asesor de Papandreu hasta 2006, gobierno al que criticó duramente a partir de esa fecha, Varoufakis es un economista que a raíz de sus análisis ha adquirido una merecida fama internacional en el curso de la crisis. Además de las interesantes contribuciones semanales que han ido nutriendo su blog en estos años, la publicación en 2011 de El Minotauro global. Estados Unidos, Europa y el futuro de la economía mundial (Capitán Swing Ed.) le consagró como economista de referencia.

Varoufakis analiza en esta obra la evolución del sistema económico y financiero internacional tras la Segunda Guerra mundial, hasta llegar a la crisis de 2008. El gigantesco y continuo flujo de capitales hacia la economía estadounidense para financiar sus déficits gemelos –sector público y balanza de pagos– es uno de los principales rasgos que definen, a juicio del autor, el periodo neoliberal del capitalismo. Este reciclaje masivo de capitales que alimenta al Minotauro global (Estados Unidos), se ha sostenido sobre el proceso de globalización y financiarización. Su cortocircuito parcial a partir de 2008 determina, según Varoufakis, que el crecimiento norteamericano resulte más débil y errático.

Hay sin embargo un segundo trabajo de Varoufakis que resulta aún de mayor interés, y cuyo conocimiento apenas había superado los círculos especializados hasta el domingo pasado. En Una modesta proposición para resolver la crisis de la Eurozona, Varoufakis, junto a Stuart Holland y James K. Galbraith, plantea una posible solución al actual escenario de estancamiento y deflación que recorre la zona euro. Para ello señala la necesidad de abordar un proceso de reestructuración mancomunada de las deudas soberanas, la emisión de eurobonos, una recapitalización de las entidades financieras a través del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) sin intermediación estatal, un mecanismo para reciclar los excedentes financieros en inversiones productivas y un programa de atención a las necesidades sociales más urgentes desatendidas por la crisis.

Esta propuesta, que, como el propio Varoufakis señala, es inmediata y factible en el marco de los tratados europeos actuales, dormía hasta hoy en el sueño de los justos. Todo parece indicar que ahora tendrá que ser al menos considerada por el Eurogrupo y las instituciones de Bruselas. Ahora bien, sabemos que la solvencia académica poco tiene que ver en ocasiones con la capacidad política, entre otras cosas porque esta última viene determinada por la correlación de fuerzas con la que cada actor acude a la mesa de negociación.

Los desafíos que el nuevo ministro de Finanzas griego tiene ante sí son enormes. También esperanzadores. Los primeros meses de su gestión resultarán determinantes, y permitirán verificar si Varoufakis resulta ser el Teseo que su país y Europa necesitan, capaz de adentrarse en el laberinto de las negociaciones con la Troika hasta dar muerte a ese Minotauro que en la zona euro hoy toma la forma de políticas de austeridad.

El margen es limitado, sin duda, pero existe. A pesar de la nula voluntad de negociación que algunos gobiernos conservadores han mostrado, como el de Merkel o el de Rajoy, la realidad europea actual admite alianzas de geometría variable. Así, los actuales gobiernos socialistas de Francia e Italia pueden encontrar en Syriza un inesperado aliado que les ayude a hacer el trabajo que ellos no parecen dispuestos a empujar: poner punto y final a la austeridad fiscal. Es más, el gobierno irlandés, de centro-derecha, se ha mostrado partidario de avanzar hacia la convocatoria de esa Conferencia europea para la reestructuración de la deuda que Syriza reclama insistentemente.

Sin duda, resultará interesante ver, en el curso de los próximos meses, a un especialista en teoría de juegos y negociación en contextos de incertidumbre desenvolverse en semejante madeja de intereses. Confiemos en que la gestión de Varoufakis pueda ayudar a desencadenar las fuerzas políticas necesarias para poner fin a las medidas de austeridad fiscal y devaluación salarial, pues difícilmente Europa podrá salir de la crisis si no es terminando de una vez con estas políticas. Confiemos por tanto en que no nos veamos abocados a reeditar, durante un lustro más, otro de los mitos griegos, este más oscuro. Ese en el que Sísifo fue obligado a cargar una gran piedra ladera arriba una y otra vez.

*Profesor de Economía Aplicada (Universidad de Valladolid) y
Miembro del Consejo Ciudadano Estatal de Podemos

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La Guerra Fría cultural: intelectuales al servicio de la CIA

La Guerra Fría cultural: intelectuales al servicio de la CIA [Excelente texto, recomendamos lectura y difusión]
Date: Tue, 17 Feb 2015 23:16:40 -0600

Por Ernesto Carmona*

http://api.ning.com:80/files/TL-la4qMC-0ZLHfHzt5kUiAykf7CzWUM1uqutU4G1piurlF8ax5NirHk2A5Rc2EO8DBC0Z3CfDReyi4sQDTVtZFmQPoAys6J/xxx.jpgLas 600 páginas de “La CIA y la Guerra Fría cultural”, de Frances Stonor Saunders, recorren los millonarios esfuerzos de EE.UU. por imponerse sobre la cultura y el arte del campo socialista.

Saunders caracteriza la Guerra Fría como la lucha por el control de las mentes entre los dos bloques políticos socialismo versus capitalismo que se confrontaron hasta fines de los 80. La eficacia del lavado de cerebro implementado por la CIA explicaría la sumisión europea de hoy a la política imperial de George W. Bush.

“…Y la verdad os hará libres (Juan 8:32)” reza en las paredes de la CIA en Langley, Virginia. Sin embargo, la agencia elevó el embuste a la categoría de ideario filosófico. Acuñó la doctrina de “la mentira necesaria”, puso los dólares y aportó la retórica sobre “libertad” y “cultura”.

Esta prédica libertaria inundó Europa y América Latina mientras EE.UU. aún aplicaba el apartheid y experimentaba fármacos de “control mental” en pacientes siquiátricos. En esos años, el FBI llevó a la silla eléctrica a Ethel y Julius Rosenberg, en un juicio amañado mientras el macarthismo arruinaba la vida de miles de ciudadanos acusados de pro comunistas.

La CIA sostenía que la Unión Soviética perseguía a los artistas e intelectuales disidentes, justo cuando en EE.UU. ocurría lo mismo bajo el imperio de la delación y la caza de brujas. El pasado que abordó la escritora es prácticamente igual al presente. Sólo que ahora el “comunismo” tiene como sustituto al “terrorismo”.

El Congreso por la Libertad de la Cultura (CLC) fue el instrumento central de la operación ideológica de la CIA, constituido como una organización asentada en París con apoyo de los servicios de inteligencia francés y británico. Washington “pagó la música”… sin fijarse en gastos. Entre crímenes y golpes de Estado, la CIA se dio tiempo para funcionar también como ministerio de la Cultura.

SARTRE NO SE CONTAGIÓ

La revista Encounter Encuentro fue el “acorazado insignia” de esta operación. O más bien el transatlántico de lujo del Congreso norteamericano, porque pagó viajes, hoteles, becas, artículos, ediciones, conciertos y exposiciones. Pocos artistas e intelectuales se resistieron a aparecer en las 50 revistas “culturales” de la CIA y el CLC, a publicar sus libros en grandes tiradas, a que sus piezas musicales fueran ejecutadas por la Sinfónica de Boston o que sus obras fueran mostradas en exposiciones itinerantes del Museo de Arte Moderno de Nueva York.

La CIA embaucó o utilizó a sabiendas a la intelectualidad europea y latinoamericana durante más de dos décadas. Cuando The New York Times destapó la olla, en mayo de 1967, todos dijeron “yo no sabía”. Encounter se hundió ese mismo año, lentamente, como el Titanic, pero… en 1996 fue reflotada en España como Encuentro.

Excepto Jean Paul Sartre, Albert Camus y otros pocos, la Europa pensante cayó en las redes de la fachada cultural de la CIA, urdida por el agente Michael Josselson. La intelectualidad se mostró dispuesta a ingerir el discurso de “libertad cultural” y a repeler todo lo que oliera a Unión Soviética. Especial mención merece en este libro el “anarquista” inglés George Orwell, que fungió como activo militante reclutando a intelectuales que dudaban de ingresar a esta mafia.

Desde el filósofo pacifista británico Bertrand Russell al ideólogo demócrata cristiano Jacques Maritain, las mentes más brillantes del Viejo Mundo se pusieron al servicio de EE.UU. La cruzada cultural fue financiada con partidas secretas del Plan Marshall y dinero lavado por la CIA a través de una docena de fundaciones estadounidenses.

Bertrand Russell presidió la telaraña del CLC internacional. Dimitió cuatro veces, hasta que en 1956 se alejó para siempre. El centro en París tuvo también sucursales en otros países de Europa, América Latina y en India, además del American Committee for Cultural Freedom, que se disolvió en Nueva York en 1957, tras grandes pleitos internos entre “duros” y “blandos”.

El CLC acogió como directivos, participantes activos o simpatizantes a Igor Stravinsky, Benedetto Croce, T.S. Elliot, Karl Jaspers, André Malraux, Ignacio Silone, Jean Cocteau, Isaiah Berlin, Ezra Pound, Claude Debussy, Laurence Oliver, Salvador de Madariaga y muchos otros. El líder del CLC en Chile fue Jaime Castillo Velasco, ideólogo de la DC y valiente defensor de derechos humanos durante la dictadura.

Cuando el CLC se constituyó en Berlín, en 1950, la CIA pagó los gastos de 200 delegados y 4.000 asistentes recibidos por el alcalde Ernest Reuter, un ex comunista que conoció a Lenin. Entre otros acudieron Arthur Koestler, Arthur Schlesinger Jr. (después asesor de J.F. Kennedy), Sydney Hook (ex izquierdista radical), James T. Farrel, Tennessee Williams, el actor Robert Montgomery, David Lilienthal (jefe de la Comisión de Energía Atómica de EE.UU.), Sol Levitas (editor de New Leader), George Schuyler (editor del Pittsburg Courier) y el periodista negro Max Yergan. La presencia de “gente de color” contrarrestaba las críticas europeas a la segregación racial.

También participaron los británicos Hugh Trevor-Roper (que resultó crítico y desde el principio sospechó la injerencia de la CIA), Julian Amery, A.J. Ayer, Herbert Read, Harold Davis, Christopher Hollis, Peter de Mendelssohn. Desde Francia llegaron Malraux, Jules Romain, Raymond Aron, David Rousset, Rèmy Roure, Ander Phillip, Claude Mauriac y George Altman. De Italia, Ignacio Silone, Guido Piovene, Altiero Spinelli, Franco Lombardi, Muzzio Mazzochi y Bonaventura Tecchi.

En el festival Berliner Festwochen, convocado en 1964 por el alcalde de Berlín, Willy Brand, el CLC financió la participación de Günther Grass, Jorge Luis Borges, Langston Hughes, Roger Caillois, Woly Soyinka, Cleant Brooks, Robie Macauley, Robert Penn, Warren James Merrill, John Thompson, Ted Hughes, Herbert Read, Peter Russel, Stephen Spender, Pierre Emmanuel, Derek Walcott y muchos más, entre ellos Keith Botsford, encargado de la CIA-CLC para América Latina.

La Fundación Fairfield fue la principal tapadera de la CIA para encubrir los gastos. En el rubro “Viajes y estudios” hubo una multitud de beneficiarios, entre otros Mary McCarthy, el pintor chileno Víctor Sánchez Orgaz, el poeta Derek Walcott, Patricia Blake, Margerita Buber-Neumann, Lionel Trilling y Alfred Sherman, colaborador de The Spectator.

Los líderes del Comité Americano fueron Hook, Irving Kristol después ferviente partidario de Reagan y Sol Stein, un trío de ex izquierdistas. Entre los “blandos” figuraron Schlesinger, Koestler, Reinhold Niebuhr, Henry Luce, dueño de Time-Life, James T. Farrel, Richard Rovere, de The New Yorker, Norman Thomas, ex presidente del Partido Socialista y candidato a la Casa Blanca en seis ocasiones, y Phillip Rahv, director de Partisan Review.

El CLC prefirió a intelectuales de Izquierda no comunistas o, al menos, a anticomunistas moderados tipo Bertrand Russell. Pero en Nueva York se impusieron los “duros”, como Lionel y Diana Trilling, y la conexión sionista de Jason Epstein, James Burnham, Arnold Beichmann, Peter Viereck, Clement Greenberg, Elliot Cohen, director de Commentary, y los izquierdistas Mark Rothko y Adolph Gottlieb. Pocos escritores y artistas de EEUU desoyeron los llamados del CLC, entre otros Arthur Miller, Norman Mailer, Erskine Caldwell, Upton Sinclair, Howard Fast, Ben Shahn, Ad Reinhart, Paul Robeson, George Padmore y John Steinbeck, quien después sucumbió, al final de su vida, apoyando la guerra en Vietnam.

LA CIA PAGÓ LA MÚSICA

EE.UU. estimó que la música calaba la mente y la sensibilidad europeas más rápido que otras artes. Por eso, el lavado de cerebro comenzó con grandes conciertos, organizados por el agente Nicolás Nabokov, un mediocre y frustrado compositor ruso primo del autor de Lolita, quien organizó conciertos y festivales reclutando músicos alemanes, sin asco por su pasado nazi. Bien pagados, actuaron la Sinfónica de Boston y la soprano negra Leontine Pryce. Yehudi Menuhin, su maestro rumano Georges Enesco y los ex nazis Herbert Von Karajan y Wilhelm Furtwängler que recibieron becas y dinero.

Desde su primer festival musical de 1951, Nabokov consiguió obras o actuaciones de Igor Stravinsky, Aaron Copland, Samuel Barber, del New York City Ballet, la Boston Simphony Orchestra, James T. Farell, W.H. Auden, Gertrude Stein, Virgil Thompson, Allen Tate, Glenway Westcott, la participación del Museo de Arte Moderno de Nueva York y de muchos otros.

Tampoco negaron su colaboración Cocteau, Malraux, De Madariaga, Oliver, William Walton, Benjamin Britten, la Opera de Viena, la Opera del Covent Garden, la Trouppe Balanchine, Czeslaw Milosz, Ignacio Silone, Denis de Rougemont y Guido Piovene. El elenco de setenta artistas negros de la ópera Porgy and Bess hizo presentaciones por casi diez años. También actuaron Dizzy Gillespie, Marian Anderson, William Walfield, y multitud de artistas seleccionados por un comité secreto de presentaciones culturales coordinado con el Departamento de Estado.

PROMOCIÓN DEL LIBRO Y LA LECTURA

La CIA no descuidó los libros. Publicó millones de ejemplares además de lanzar tras “la cortina de hierro” miles de biblias. “Los libros son diferentes a todos los demás medios de propaganda escribió uno de los jefes del Equipo de Acciones Encubiertas de la CIA, fundamentalmente porque un solo libro puede cambiar de manera significativa las ideas y la actitud del lector hasta un grado que no se puede comparar con el efecto de los demás medios, (por lo que) la publicación de libros es el arma de propaganda estratégica (de largo alcance) más importante”.

“Hacer que se publiquen o distribuyan libros en el extranjero sin que aparezca la influencia de EE.UU., subvencionando de forma encubierta a las publicaciones extranjeras o a los libreros” fue un objetivo de la CIA. “Hacer que se publiquen libros que no estén ‘contaminados’ por ninguna vinculación pública con el gobierno de los EE.UU., especialmente si la situación del autor es “delicada”.

Cuatro cuartetos, de T.S. Elliot, fue arrojado como arroz sobre los países socialistas, mientras La tierra baldía se reproducía una y otra vez. Hubo versiones cinematográficas de los libros de George Orwell y se reprodujo Regreso de la URSS: el cero y el infinito, de André Gide y El libro blanco de la revolución húngara, de Melvin Lasky, un ex marxista que merodeó en el Cominform, la contraparte soviética del CLC. A fin de cuentas, los soviéticos no hicieron más que responder a lo que hacía la CIA.

También se publicaron títulos de Herbert Lüthy, Patricia Blake, Max Hayward, Leopoldo Labedz, Bertrand de Jouvenel, Nicolo Tucci, Luigi Berzini, Boris Pasternak, Nicolás Maquiavelo, André Gide, Louis Fischer, Richard Wright, y… Anton Chéjov, traducido y publicado por la Chekhov Publishing Co., editorial subsidiada en secreto. La CIA también publicó a agentes de sus propias filas, como John Hunt, James Michener y William Buckley, a quien la agencia encomendó “que ayudase a otro intelectual, el marxista peruano Eudocio Ravines, a terminar su influyente libro El camino de Yenán.

El esfuerzo editorial CIA-CLC reprodujo también La nueva clase, de Milovan Djilas, un estudio sobre la nomenklatura, y otros textos “significativos” editados por Frederick A. Prager Inc. Los “intelectuales propios”, en tanto, publicaban artículos en todos los medios influidos o controlados por la CIA.

COMPAÑEROS DE VIAJE

La CIA llamaba “compañeros de viaje” a los amigos de los comunistas, pero también reclutó los suyos para el CLC, de preferencia intelectuales progresistas bien vacunados contra el virus del comunismo. William Donovan, uno de los fundadores de la CIA, se hizo amigo en Europa de Antoine de Saint-Exúpery y de Ernest Hemingway. Hemingway, sin embargo, jamás se interesó en el CLC y terminó siendo espiado por el FBI durante 25 años, hasta su muerte en 1961. Edgard J. Hoover supo cuando el Nobel se internó con nombre falso en una clínica de Minnesota para tratarse una depresión que lo condujo al suicidio.

Notorias compañeras de viaje del CLC-CIA fueron Hanna Arendt, ex pareja del filósofo alemán Martin Heidegger quien no se llevó mal con los nazis, y su íntima amiga, Mary McCarthy.

También se involucraron, participaron y/o beneficiaron otros notables como Alberto Moravia, quien asistió a un evento “cultural” armado por Nabokov en 1960 en la isla veneciana San Giorgio, junto con John Dos Passos, Julian Huxley, Mircea Eliade, Thornton Wilder, Guido Piovene, Herbert Read, Lionel Trilling, Robert Pen Warren, Stephen Spender, Isak Dinesen, Naum Gabo, Martha Graham, Robert Lowell, Robert Richman, Franco Venturi, Iris Murdoch, Daniel Bell, Armand Gaspard, Anthony Hartley, Richard Hoggart y el indio Jaya Praksash Narayan, entre muchos otros. La Fundación Ford fue la más relevante lavadora de dinero para actividades “culturales”, aunque la CIA también levantó tapaderas propias y seguras como la Fundación Farfield, cuyo “palo blanco” fue “Junkie” Fleischmann, folclórico millonario que terminó creyéndose “mecenas” a costa del dinero ajeno.

Además se usaron las fundaciones y/o fondos Andrew Hamilton, Bacon, Beacon, Borden Trust, Carnegie, Colt, Chase Manhattan, Edsel, Florence, Gotham, Hobby, Hoblitzelle, Kentfield, Josephine and Winfield Baird, J.M. Kaplan, Lucious N. Littauer, M.D. Anderson, Michigan, Rockefeller, Ronthelyn Charibable Trust, Shelter Rock, Price, etc.

El dinero circuló por una maraña de sociedades culturales en cuyos consejos se repetían los nombres de directores de fondos, fundaciones, bancos y hasta agentes de la CIA. La agencia adquirió maestría en evadir impuestos por sus “donaciones” encubiertas y dificultó las investigaciones que en los 60 haría el congresista Wright Patman y en los 80, el senador Frank Church.

LAS REVISTAS

Las revistas financiadas por el CLC-CIA dieron trabajo a una multitud de colaboradores mediocres y desconocidos. El plan era “poner a navegar en primera clase a figuras de segunda”, en compañía de intelectuales relevantes que sabían o no para quién trabajaban. La agencia de noticias Forum World Features y las radios Europa Libre y Liberty emplearon una multitud de periodistas e intelectuales. La primera revista fue Der Monat, fundada en Berlín en 1949, como un “puente ideológico” con los escritores europeos, dirigida por Lasky, del trío que forjó estas redes (con Nabokov y Joselsson).

Encounter llegó a ser la más importante, también dirigida por Lasky, gran censurador de los artículos críticos a EE.UU. de autores que de verdad creyeron estar haciendo “periodismo libre de opinión”. Preuves se fundó en París en 1951, como antagonista de Les Temps Modernes de Sartre y Simone de Beauvoir. Paris Review apareció en 1953, animada por George Plimpton y el agente de la CIA Peter Matthiessen: allí trabajó Frances Fitzgerald, hija del jefe de la CIA encargado de planificar el asesinato de Fidel Castro.

En Italia aparecieron Libertá della Cultura y Tiempo Presente (1956), animadas por Silone y Nicola Chiaromonte como desafío a Nuovi Argumenti (1954), de Alberto Moravia. Nuova Italia, dirigida por Michael Goodwin, sólo recibió subsidios. Otro grupo, en el que también estuvo Silone, animó en Londres Censorship (1964-67), que en 1972 reapareció como Index on Censorship, financiada esta vez por la Fundación Ford. El periódico izquierdista francés Franc-Tireur recibió subsidios del CLC cuando lo dirigía George Altman, al igual que el Figaro Littéraire. En lengua árabe apareció Hiwar, en 1962. Transition, en Uganda, 1968; Quadrant, en Australia todavía existe; Quest en la India, 1955; y Jiyu, en Japón. Hubo otras que integraron la vasta madeja, como Forum, National Review, Science and Freedom y Soviet Survey.

En EE.UU. hubo publicaciones propias y otras subsidiadas mediante compra de ejemplares que la CIA-CLC distribuía en Europa y el resto del mundo:

Partizan Review, Daedalus, Hudson, Kenyon, Poetry, Sewanee y The Journal of the History of Ideas. La CIA aportaba las plumas de Kostler, Chiaromonte, Mary McCarthy, Alfred Kazin y otros, por cuenta del American Committee. New Leader, a cargo de Levitas, recibía subsidios de Times Inc. a cambio de “información sobre tácticas y personalidades del comunismo en todo el mundo”.

LIBRO CON FINAL ABIERTO

Cuadernos fue lanzada en París en 1953 para penetrar el mundo intelectual de América Latina. Su primer director fue Julián Gorkin, dramaturgo y novelista hispano, co-fundador, en 1921, del Partido Comunista de Valencia, España, y ex activista del Cominform. Después que Cuba popularizó la revista Casa de las Américas, Cuadernos se transformó en los 60 en Mundo Nuevo, bajo la conducción del uruguayo Emir Rodríguez Monegal. Los grandes de la literatura regional, como el argentino Julio Cortázar, rehusaron publicar en sus páginas.

Ya no existe el CLC, pero la CIA no ha abandonado su misión. En 1996 lanzó en Madrid la revista Encuentro, dirigida por el cubano Jesús Díaz, con financiamiento de la Fundación Ford y del Fondo Nacional para la Democracia, “organización privada sin fines de lucro” creada en 1983 “para promover la democracia a través del mundo”. También financia en Venezuela a las organizaciones empresariales que conspiran contra el gobierno de Hugo Chávez.

“Siempre cabe la posibilidad de que un libro de ficción arroje alguna luz sobre las cosas que antes fueron contadas como hechos”, escribió Hemingway, en el prólogo de París era una fiesta. Saunders hizo lo contrario: relató hechos verídicos para desmontar una ficción que también atañe al presente. Una vez más, la realidad es superior a la ficción. Como el juego sucio no ha terminado, la historia tiene abierto el final.

El hispano Javier Ortiz se formuló una pregunta inevitable: “¿Qué profesionales españoles de la comunicación serán los que trabajan para la CIA? No me refiero a gente que lo esté haciendo sin conciencia de ello que de ésos puede haber toneladas, sino a los que lo hacen a sabiendas, porque están en nómina”. Las dudas de Ortiz son válidas en todo el planeta y para todas las profesiones vinculadas a la cultura.

Fuentes: La Haine / cubarte.cu

Tomado de Cubaperiodistas

*Ernesto Carmona Ulloa es escritor y periodista chileno, nacido en Temuco. Se formó como periodista en la escuela de Periodismo de la Universidad de Chile y es columnista de varias publicaciones de América Latina, EEUU y Europa.

Ordenanzas municipales de Nahuizalco (2010) e Izalco (2012) sobre derecho indígenas

ORDENANZA MUNICIPAL SOBRE DERECHOS DE LA COMUNIDADES INDIGENAS ASENTADAS EN EL MUNICIPIO DE NAHUIZALCO.

NAHUIZALCO, DEPARTAMENTO DE SONSONATE, EL SALVADOR, C.A

OCTUBRE 2010

ORDENANZA MUNICIPAL SOBRE DERECHOS DE LAS COMUNIDADES INDIGENAS ASENTADAS EN EL MUNICIPIO DE NAHUIZALCO

Cuando todo era tinieblas, cuando no había luna, la mujer y el hombre vivían en la oscuridad. Solamente distinguíamos la dualidad de las cosas; entonces los peñascales estaban desiertos. Primero surgió una claridad y esta era la luna, aprendimos a danzar con las energías de la luna, luego apareció otra claridad: ¨yo estoy aquí para calentarlos a todos!¨ dijo el Padre Sol. Luego, los Muchachos de la Lluvia, que nacieron del fruto de un árbol de morro y que son también los Señores de las Flores, fueron los que descubrieron el maíz que estaba en una gran montaña, nuestra Madre Tierra, así los Muchachos de la Lluvia, produciendo un rayo con sus hachas de pedernal, lograron partir la montaña, recogieron las mazorcas y empezaron a cultivar el maíz aprendiendo a manejar el agua para obtener cuatro cosechas en el año.

Somos el pueblo milenario que habitó desde tiempos inmemoriales, este lugar que hoy se llama Nahuizalco, por lo tanto, somos los primeros pobladores de este lugar. Somos el pueblo Náhuatl. Somos un pueblo que ha sido sometido al extermino cuyos hechos más conocidos se ubican en el genocidio de 1932 donde nuestras comunidades sufrieron graves masacres; y el conflicto armado 1980-1992 donde igual, nuestras comunidades sufrieron masacres y otras graves violaciones a derechos humanos. Por eso, somos un pueblo en resistencia y nos negamos a morir. ¿Qué mueve a un grupo humano para exterminar a otro? no hay dios ni razón ni ley que justifique esto; si se nos niega a los pueblos indígenas, se están negando todas y todos salvadoreños y salvadoreñas pues somos un solo río de 400 voces y casi todos en este país tenemos sangre indígena. Nuestra cosmovisión nos habla de que nuestras abuelas y abuelos con su ciencia, transformaron el maíz haciéndolo más grande para que pudiéramos comer todas y todos. Tenemos derecho a existir y a continuar con nuestra semilla, a reproducirnos como se reproduce este maíz. Estas son nuestras montañas, éstos nuestros ríos, esta es nuestra Madre Tierra, por eso necesitamos hacer ley la palabra justa, esa palabra que danza con las fuerzas del cosmos, con la sabiduría del movimiento inteligente, con la armonía.

DECRETO N° D

EL CONCEJO MUNICIPAL DE NAHUIZALCO, DEPARTAMENTO DE SONSONATE:

I Considerando que nuestra Constitución de la República establece en su art. 1 El Salvador reconoce a la persona humana como el origen y el fin de la actividad del Estado, que está organizado para la consecución de la justicia, de la seguridad jurídica y del bien común (…) es decir, que el fin primordial del Estado es la promoción de la persona humana y por otra parte, en su art. 3 reconoce “que todas las personas son iguales ante la ley. Para el goce de los derechos civiles no podrán establecerse restricciones que se basen en diferencias de nacionalidad, raza, sexo o religión (…)” es decir que prescribe el derecho a la igualdad de todas y todos los seres humanos, derecho que implica la necesidad de reflejar y equiparar mediante la norma jurídica, las diferentes condiciones de los diferentes grupos humanos que constituyen la población de El Salvador constituyendo con esto, el marco legal para legislar a favor de los derechos de los pueblos indígenas de El Salvador;

II Teniendo en cuenta que, la Convención Internacional para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Racial, que es ley de la república, a su vez establece el derecho a la igualdad en su art. 1 en su número 1 prescribe: Los Estados partes condenan la discriminación racial y se comprometen a seguir, por todos los medios apropiados y sin dilaciones, una política encaminada a eliminar la discriminación racial en todas sus formas y a promover el entendimiento entre todas las razas…y que parte de este derecho es el derecho a ser reconocidos en nuestras diferencias

III Valorando que en función de esta Convención, el Estado salvadoreño está especialmente llamado a cumplir las recomendaciones que hace el Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial, CERD, el cual en su Recomendación número XXIII correspondiente al 51º período de sesiones de dicho Comité emitió la siguiente recomendación:

El Comité exhorta en particular a los Estados Partes a que:

a) Reconozcan y respeten la cultura, la historia, el idioma y el modo de vida de los pueblos indígenas como un factor de enriquecimiento de la identidad cultural del Estado y garanticen su preservación;

b) Garanticen que los miembros de los pueblos indígenas sean libres e iguales en dignidad y derechos y libres de toda discriminación, en particular la que se base en el origen o la identidad indígena;

c) Proporcionen a los pueblos indígenas las condiciones que les permitan un desarrollo económico y social sostenible, compatible con sus características culturales;

d) Garanticen que los miembros de los pueblos indígenas gocen de derechos iguales con respecto a su participación efectiva en la vida pública y que no se adopte decisión alguna directamente relacionada con sus derechos e intereses sin su consentimiento informado;

e) Garanticen que las comunidades indígenas puedan ejercer su derecho a practicar y reavivar sus tradiciones y costumbres culturales y preservar y practicar su idioma.

El Comité exhorta especialmente a los Estados Partes a que reconozcan y protejan los derechos de los pueblos indígenas a poseer, explotar, controlar y utilizar sus tierras, territorios y recursos comunales, y en los casos en que se les ha privado de sus tierras y territorios, de los que tradicionalmente eran dueños, o se han ocupado o utilizado esas tierras y territorios sin el consentimiento libre e informado de esos pueblos, que adopten medidas para que les sean devueltos. Únicamente cuando, por razones concretas, ello no sea posible, se sustituirá el derecho a la restitución por el derecho a una justa y pronta indemnización, la cual, en la medida de lo posible, deberá ser en forma de tierras y territorios.

IV Resaltando que el Estado salvadoreño en 2007 votó a favor de la Declaración de Naciones Unidas sobre Derechos de los pueblos indígenas y por tanto se encuentra en el compromiso de ser consecuente con dicha votación;

V Teniendo en consideración que el Estado salvadoreño no posee una legislación actualizada y especializada en el tema del derecho de los pueblos indígenas;

VI Habida cuenta de que además la Constitución de la República de El Salvador en el artículo 203 y 204 les concede a los municipios autonomía en lo económico, en lo técnico y en lo administrativo, que dicha autonomía comprende según el art.204 ord.5° “Decretar las ordenanzas y reglamentos locales” entre otras contenidas en el Código Municipal, tal y como lo señala en su Art.4 que es competencia del municipio: 1 “la elaboración y ejecución de planes de desarrollo local”; y 10 ‘ La regulación y desarrollo de planes y programas destinados a la preservación, restauración aprovechamiento racional y mejoramiento de los recursos naturales de acuerdo a la ley” y por tanto, es importante promover una normativa que impulse el desarrollo de las comunidades indígenas, considerando su propia cultura e identidad cultural, especialmente su cosmovisión de vida en equilibrio con la naturaleza y la Madre Tierra, factores esenciales para un desarrollo humano sustentable y sostenible apropiado a la forma de vida de estas comunidades indígenas asentadas en este municipio;

VII Reconociendo que los pueblos indígenas de El Salvador constituyen la forma originaria de vida de los seres humanos que se asentaron en este territorio que hoy se conoce como El Salvador constituyendo las primeras naciones y por tanto les asiste el derecho a ser reconocidos y garantizar el respeto a sus derechos y a la autonomía de sus formas originarias de organizarse conservarse y a desarrollarse con autonomía;

VIII Retomando el hecho de que los pueblos indígenas en general y en especial las comunidades indígenas náhuatl han sufrido un proceso de exterminio cuya expresión más dramática fue el Genocidio de 1932 donde especialmente el municipio de Nahuizalco sufrió gran parte de este condenable hecho, y por esto fueron cruelmente asesinados hombres, mujeres, ancianos y ancianas, y niños y niñas; teniendo en cuenta que, también los pueblos indígenas sufrieron en el pasado conflicto armado donde también fueron masacradas comunidades indígenas tal y como sucedió en el cantón Las Hojas en 1983;

VII Reconociendo por tanto, el deber de ser consecuentes con la fuerte necesidad de reivindicar la memoria de las víctimas tanto los que fueron asesinados, como los sobrevivientes y sus descendientes;

VIII Retomando el aliento de nuestros antepasados y antepasadas desde nuestra historia milenaria de peregrinaje haciendo frente a todo tipo de adversidades y nuestra resistencia desde la época de la colonia hasta nuestros días; herencia que nos afirma como pueblos decididos a luchar por la vida y por nuestra Madre Tierra.

IX Afirmando, en consecuencia nuestra decisión de no dejar que los pueblos indígenas seamos exterminados por un sistema que ha negado la posibilidad de vivir dignamente y en condiciones de autodeterminación como humanos y humanas;

X Sabiéndonos herederos y herederas de nuestra cosmovisión que como pueblos mesoamericanos tenemos siendo por tanto poseedores de nuestra sabiduría ancestral que nos ha de asistir en este esfuerzo,

POR TANTO:

En uso de las facultades legales, la Municipalidad de Nahuizalco, departamento de Sonsonate decreta la siguiente:

ORDENANZA MUNICIPAL SOBRE DERECHOS DE LAS COMUNIDADES INDIGENAS ASENTADAS EN EL MUNICIPIO DE NAHUIZALCO

Objeto

Art. 1.- La presente ordenanza tiene por objeto promover el desarrollo integral en lo económico, social, cultural, y participación efectiva en el ejercicio de los derechos civiles y políticos de las comunidades indígenas del municipio de Nahuizalco lo que incluye la protección y preservación de su propia cultura, de su tierra y territorio, y especialmente de los recursos naturales renovables y no renovables, que constituyen el entorno ecológico de dichas comunidades

Ámbito de Aplicación

Art. 2.- Las presentes disposiciones serán de obligatorio cumplimiento para todas las personas naturales y jurídicas que residan o realicen su actuaciones dentro de la jurisdicción del Municipio de Nahuizalco.

Reconocimiento de los pueblos indígenas de Nahuizalco.

Art. 3.- La Municipalidad de Nahuizalco reconoce a los pueblos y comunidades indígenas del municipio quienes se asentaron hace varios miles de años y por tanto son los primeros pobladores de este territorio que hoy se conoce como municipio de Nahuizalco;

Dichas comunidades son predominantemente náhuatl y poseen los rasgos culturales de dicho pueblo en sus diferentes factores como la ascendencia, el idioma, las prácticas agrícolas, las artesanías, y toda manifestación cultural.

Art. 4.- El municipio de Nahuizalco reconoce que dichas comunidades tienen todos los derechos que les competen de acuerdo a la Declaración de Naciones Unidas sobre Derechos de los Pueblos Indígenas.

Art. 5.- En consecuencia, la municipalidad estará especialmente comprometida con la promoción y protección de los derechos de cada miembro de dicho pueblo y comunidad.

Derechos de los pueblos indígenas de Nahuizalco.

Art. 6.- Los pueblos y comunidades indígenas de Nahuizalco tienen derecho a ser protegidos contra la discriminación racial manifestada ésta de cualquier forma y entendida ésta como toda expresión toda distinción, exclusión, restricción o preferencia basada en motivos de raza, color, linaje u origen nacional o étnico que tenga por objeto o por resultado anular o menoscabar el reconocimiento, goce o ejercicio, en condiciones de igualdad, de los derechos humanos y libertades fundamentales en las esferas política, económica, social, cultural o en cualquier otra esfera de la vida pública. Tal y como lo prescribe la Convención para la Eliminación de Toda Discriminación Racial.

Derecho a vivir en paz y compromiso de la municipalidad.

Art. 7.- Los pueblos indígenas tienen derecho a vivir en paz y armonía como pueblos y comunidades diferentes y la municipalidad debe establecer las instituciones y mecanismos para proteger a dichos pueblos contra toda situación que amenace la existencia y desarrollo de dichas comunidades como pueblos indígenas que son, especialmente en lo concerniente a su cultura y los recursos naturales del medio donde se encuentran asentadas.

Art. 8.- En ningún caso los pueblos indígenas podrán ser trasladados forzosamente de sus tierras y territorios donde se encuentran asentados, la municipalidad tomará las medidas pertinentes para hacer valer este derecho.

Derechos culturales

Art. 9.- Los pueblos indígenas tienen derecho a practicar y revitalizar sus tradiciones y costumbres culturales. Ello incluye el derecho a mantener, proteger y desarrollar las manifestaciones pasadas, presentes y futuras de su cultura, como el idioma náhuatl, lugares arqueológicos e históricos, utensilios, diseños, ceremonias, tecnologías, artes visuales e interpretativas y literaturas.

Art. 10.- El Municipio de Nahuizalco promoverá en consenso con las organizaciones representantes de las comunidades indígenas, el rescate de la cultura indígena en todas sus manifestaciones para lo cual podrá solicitar la asistencia de instituciones estatales u organizaciones e instancias nacionales o internacionales que puedan coadyuvar a este esfuerzo.

Art.11.- La municipalidad promoverá la preservación y divulgación del idioma náhuatl en coordinación con el Ministerio de Educación y las diferentes instancias nacionales e internacionales que puedan sumarse al esfuerzo.

Art.12.-Asimismo, la municipalidad de Nahuizalco protegerá toda manifestación espiritual o religiosa propias de las comunidades indígenas, especialmente en lo concerniente a las prácticas ancestrales espirituales, lo que implica la protección de los lugares sagrados, las organización y celebraciones de los cultos espirituales sean estos sincréticos o autóctonos.

Art. 13.- La Corporación Municipal de Nahuizalco estará comprometida con la formulación y desarrollo de políticas municipales para garantizar la transmisión generacional de las tradiciones y prácticas culturales.

Art. 14.- La municipalidad garantizará y promoverá los conocimientos científicos de las comunidades indígenas como las practicas medicinales, agrícolas, etc. que sean propias de dichas comunidades, lo que implica toda medida de protección de las plantas, animales, minerales que sirvan para estas prácticas medicinales.

Art. 15.- Las comunidades indígenas de Nahuizalco podrán desarrollar sus propios medios de comunicación con el apoyo y la asistencia de la municipalidad de Nahuizalco la cual estará comprometida con apoyar estos proyectos en la medida de sus posibilidades.

Art.16.- La municipalidad en coordinación con las diferentes organizaciones y comunidades indígenas, desarrollará un esfuerzo de recuperación y sistematización de la memoria histórica de dichas comunidades haciendo énfasis especial en las graves violaciones a derechos humanos que estas comunidades sufrieron durante el genocidio de 1932 y las diferentes masacres perpetradas durante el conflicto armado 1980-1992 de nuestro país, con la idea de que se conozca la verdadera historia de las comunidades indígenas y que esto sirva de base para acciones de reparación que se puedan coordinar oportunamente.

Derechos laborales y derechos de la niñez

Art. 17.- La municipalidad en coordinación con el Ministerio de Trabajo y Previsión Social, desarrollará programas de protección de los derechos laborales de los pueblos indígenas, especialmente en lo concerniente al acceso a trabajo justo y condiciones laborales dignas y apegadas a la legislación laboral vigente en El Salvador.

Art. 18.- En coordinación con las instituciones estatales vinculadas al tema, como el Instituto Salvadoreño para la protección de la Niñez y la Adolescencia, protegerá a la niñez y adolescencia indígena contra todo abuso; toda forma de explotación y toda labor que vulnere su condición física, social o espiritual de la niñez indígena.

Se deberá promover y proteger el derecho que tiene la niñez indígena a tener su propia cultura, a profesar y practicar su propia religión, emplear su propio idioma, y a rescatar su identidad indígena y a sentirse orgulloso de ésta.

Derechos de nuestras abuelas y abuelos

Art. 19.- Las abuelas y abuelos que habitan en las comunidades indígenas, deberán ser considerados especialmente por la municipalidad porque son el Corazón de la comunidad. Se formulará una política especial para protegerles y garantizar que se les brinde la ayuda pertinente, especialmente en los aspectos económicos, sociales y culturales.

Derechos de las personas indígenas con discapacidad.

Art. 20.- La municipalidad de Nahuizalco reconoce el derecho de las personas indígenas con discapacidad, a un nivel de vida y de protección social adecuado, incluso viviendas, servicios y asistencia públicos en lo que respecta a las necesidades relacionadas con las discapacidades, y asistencia para el pago de los gastos conexos en caso de pobreza.

Especialmente, la municipalidad de Nahuizalco considerará los siguientes derechos de las personas indígenas con discapacidad:

1) Protección contra todo tipo de discriminación por su condición especial de discapacitada;

2) Protección contra todo tipo de abuso físico, psíquico o moral que por su condición puedan sufrir, especialmente en el caso de la niñez indígena con discapacidad.

3) Promoción de programas especializados de salud para las personas indígenas con discapacidad;

4) Generar y promover la infraestructura y los medios adecuados para el mejor desempeño de las actividades de las personas con discapacidad lo que incluye, las comodidades adecuadas en su lugar de trabajo;

5) Promoción del empleo de personas con discapacidad;

6) Promoción del acceso a la educación con los materiales, las técnicas educacionales y las formas de comunicación adecuados; y

7) Todas las medidas de promoción y protección que la municipalidad considere pertinentes.

Derechos de la mujer indígena.

Art. 21.- Siendo que la tierra es femenina y nuestra cosmovisión está muy vinculada al nacimiento de la vida a partir de la Madre Tierra, consideramos que la mujer en general y en especial la mujer indígena es la expresión humana de nuestra Madre Tierra. Aparte de esto, la mujer indígena de Nahuizalco por su condición, debe ser especialmente protegida contra toda forma de discriminación, por tanto debe ser considerada en esta condición de representante de nuestra Madre Primigenia. La Municipalidad promoverá políticas públicas locales para garantizar los derechos individuales y sociales de la mujer indígena, especialmente en lo concerniente a sus derechos sexuales y reproductivos de acuerdo a su cosmovisión de vida y conservación de la salud.

Art. 22.- De manera particular, la mujer indígena tiene derecho a:

a) Ser protegida por sus familias, comunidades y gobierno municipal

b) Que se reconozca su trabajo tanto en la casa como fuera de ella; que la mujer decida sobre su compromiso laboral repartición de tareas.

c) Derechos de las abuelas indígenas a ser especialmente protegidas

d) No ser maltratadas física, sexual o psicológicamente;

e) Ser informada de los métodos para decidir el número de hijos que quieran tener;

f) Elegir el método anticonceptivo que consideren más adecuado;

g) Elegir a su pareja libremente y sin presión alguna, o decidir no tenerla;

h) Participar activamente con voz y voto; y que sean escuchadas en las diferentes instancias comunitarias o gubernamentales;

i) Tener acceso a recursos públicos para proyectos productivos;

j) Recibir servicios de salud, educación y capacitación;

k) Ocupar cargos políticos en su comunidad;

l) Decidir sobre el manejo de los recursos naturales de su comunidad;

m) Recibir información sobre sus derechos;

n) Una vida digna;

o) Compartir responsabilidades y satisfacciones con su pareja en un plano de igualdad;

p) Que se les reconozca efectivamente en su condición de manifestación humana de nuestra Madre Tierra sin importar las diferencias físicas entre hombres y mujeres; y

q) Vivir de acuerdo con las costumbres y tradiciones de su comunidad.

Derecho de las mujeres parteras.

Art. 23.- Las mujeres indígenas parteras son una institución cultural de los pueblos y comunidades indígenas, por tanto las mujeres indígenas parteras tienen derecho a ejercer su oficio y a que se respeten sus costumbres del oficio de parteras en cuanto al uso de medicinas, y procedimientos y demás elementos culturales propios de su ejercicio, siempre que éstas estén de acuerdo con las normas médicas de protección de la salud de las madres y sus hijos e hijas que atiendan. Para esto, deberán recibir capacitaciones profesionales para prevenir riesgos durante el oficio de parteras.

Derechos medioambientales

Art. 24.- El entorno natural, es nuestra casa, es nuestra Madre Tierra la que nos da el sustento y debemos respetarla.

Toda actividad, programa, empresa o proyecto que relacionado con la tierra, territorio y los recursos naturales y el medioambiente de las comunidades indígenas; y toda actividad que afecte los intereses legítimos de la comunidad indígena debe ser previamente consultado a éstas a través de sus representantes constituidos de acuerdo a sus formas propias de organización.

Derecho a la autodeterminación

Libre determinación

Art. 25.-Las comunidades indígenas de Nahuizalco tienen derecho a la libre determinación y por tanto, la municipalidad establecerá las instancias pertinentes para que dicho derecho sea ejercido con plenitud y con el objetivo de promover de forma progresiva, el desarrollo económico político y social de dichas comunidades.

Art. 26.- Las comunidades indígenas crearán sus propias organizaciones políticas, jurídicas, culturales etc. que consideren pertinentes para poder ejercer con propiedad el derecho a la libre determinación, por tanto el municipio se compromete a reconocer dichas organizaciones y a respetar sus decisiones.

Art. 27.- Los representantes junto con la municipalidad someterán a consulta popular sobre todos los aspectos mencionados en el art. 18 de la presente ordenanza y de cualquier otro tema que interese a las comunidades indígenas de Nahuizalco. Para desarrollar el proceso de consulta popular se buscará la asistencia del Tribunal Supremo Electoral a efecto de garantizar la legitimidad de tal proceso.

Derecho al desarrollo

Art. 28.- El municipio promoverá políticas de desarrollo económico, cultural y social hacia los pueblos y comunidades indígenas en concordancia y armonía con la propia cultura de estas comunidades y bajo la consulta popular a las comunidades indígenas.

Derecho a la salud

Art. 29.- La Municipalidad, en coordinación con el Ministerio de Salud y demás instituciones públicas o privadas relacionadas al tema, promoverá una política de salud física y mental en las comunidades indígenas, respetando siempre las prácticas de medicina que las mismas comunidades tienen.

Derecho a la preservación de los recursos naturales y medioambiente sano

Art. 30.-La municipalidad, en coordinación con el Ministerio de Medioambiente y Recursos Naturales, estará comprometida con proteger los recursos naturales de las tierras y territorios de las comunidades indígenas.

Derecho a la tierra

Art. 31.- Los pueblos y comunidades indígenas recibirán la protección y asesorías necesarias por parte del Municipio de Nahuizalco en coordinación con el Ministerio Público en orden a proteger la propiedad de la tierra de las comunidades indígenas.

Derecho a la reparación

Art. 32.- La municipalidad, en la medida de sus posibilidades promoverá la reparación, por medios que pueden incluir la restitución o, cuando ello no sea posible, una indemnización justa, imparcial y equitativa, por las tierras, los territorios y los recursos que tradicionalmente hayan poseído u ocupado o utilizado de otra forma y que hayan sido confiscados, tomados, ocupados, utilizados o dañados sin su consentimiento libre, previo e informado.

Promoción de la integración y relaciones locales, nacionales e internacionales para el desarrollo integral de las comunidades indígenas

Art. 33.- La municipalidad de Nahuizalco promoverán asociaciones o coordinaciones con otras municipalidades que tengan comunidades indígenas a nivel nacional, regional e internacional para desarrollar la unidad de los pueblos indígenas y generar relaciones que impulsen el desarrollo económico social, cultural y medioambiental de las comunidades indígenas.

El Departamento de Comunidades Indígenas será el ente coordinador de tales actividades.

Divulgación y conocimiento

Art. 34.- La municipalidad de Nahuizalco, tiene el compromiso de dar a conocer la presente Ordenanza a todos los habitantes del municipio.

Creación de la instancia municipal de comunidades indígenas.

Art. 35.- Créase el Concejo de Comunidades Indígenas el cual estará constituido por un representante de la Alcaldía Municipal y un o una representante de cada uno de los cantones que constituyen comunidades indígenas.

El Concejo de Comunidades Indígenas tiene las siguientes funciones:

1) Representar a las comunidades indígenas en la Alcaldía Municipal;

2) Formular las políticas y demás planificaciones concernientes a la presente ordenanza;

3) Coordinar las actividades concernientes a la presente Ordenanza;

4) Emitir opiniones, informes, o posición sobre temas atingentes a las comunidades indígenas que puedan guiar el criterio de la Alcaldía Municipal; y

5) Todas las facultades y mandatos que el Consejo Municipal tenga a bien otorgarle.

Art.36.- El Consejo de Comunidades Indígenas deberá tener representatividad de la mujer indígena de Nahuizalco a fin de que sus intereses se vean reflejados en dicha instancia.

Disposiciones finales

Art. 37.- Ninguna disposición en la presente ordenanza podrá ser interpretada en orden a menoscabar los derechos de los pueblos indígenas.

Art. 38.- Para orientar el cumplimiento de la presente Ordenanza, se tomarán en cuenta la normativa internacional como la Declaración de Naciones Unidas Sobre Derechos de los Pueblos Indígenas, la Convención para la Eliminación de Toda Forma de Discriminación Racial; y las recomendaciones, interpretaciones, y demás doctrina generada en el sistema de Derechos Humanos tanto de la Organización de Naciones Unidas como de la Organización de Estados Americanos.

Dado en Nahuizalco a los 24 días del mes de Octubre de 2010; el día 8 Ozomatli del cargador——-

IZALCO, 16 DE ABRIL DEL AÑO 2012
ORDENANZA MUNICIPAL SOBRE DERECHOS DE LA COMUNIDAD INDIGENA DE IZALCO

IZALCO, DEPARTAMENTO DE SONSONATE, EL SALVADOR, C.A.

ABRIL DE 2012
ORDENANZA MUNICIPAL SOBRE DERECHOS DE LA COMUNIDAD INDIGENA DE IZALCO
INTRODUCCIÓN:
Cuando todo era tinieblas, cuando no había luna, la mujer y el hombre vivían en la oscuridad, solamente distinguíamos la dualidad de las cosas; entonces los peñascales estaban desiertos. Primero surgió una claridad y ésta era la luna, aprendimos a danzar con las energías de la luna, luego apareció otra claridad: ¨yo estoy aquí para calentarlos a todos¨ dijo el Padre Sol. Luego, los Muchachos de la Lluvia, que nacieron del fruto de un árbol de morro y que son también los Señores de las Flores, fueron los que descubrieron el maíz que estaba en una gran montaña, nuestra Madre Tierra. Así, los Muchachos de la Lluvia, produciendo un rayo con sus hachas de pedernal, lograron partir la montaña, recogieron las mazorcas y empezaron a cultivar el maíz aprendiendo a manejar el agua para obtener tres cosechas en el año.
Somos el pueblo milenario que habitó desde tiempos inmemoriales, el que hoy se llama Izalco, por lo tanto, somos los primeros pobladores de este lugar. Somos el pueblo Nahua-pipil y como tal, hemos sido sometidos a un proceso de extermino, cuyos hechos más conocidos se ubican en el genocidio de 1932 donde nuestra comunidad sufrió graves masacres, despojó de nuestra tierra y otras graves violaciones a derechos humanos.
También, hemos vivido la marginación y la exclusión como pueblo originario, pero somos un pueblo en resistencia y nos negamos a morir. ¿Qué mueve a un grupo humano para exterminar a otro? no hay dios ni razón ni ley que justifique esto; si se nos niega a los pueblos indígenas, se les están negando a todos y todas los salvadoreños y salvadoreñas, pues somos un solo río de 400 voces y casi todos en este país tenemos sangre indígena.
Nuestra cosmovisión nos habla, que hace varios miles de años, nuestras abuelas y abuelos con su creencias, transformaron el maíz haciéndolo más grande para que pudiéramos comer todos y todas. Tenemos derecho a existir y a continuar con nuestra semilla, a reproducirnos como se reproduce este maíz. Estas son nuestras montañas, éstos nuestros ríos, esta es nuestra Madre Tierra, por eso necesitamos hacer ley la palabra justa, esa palabra que danza con las fuerzas del cosmos, con la sabiduría del movimiento inteligente.

POR LO QUE:
DECRETOMERO DOS

EL CONCEJO MUNICIPAL DE IZALCO, DEPARTAMENTO DE SONSONATE:
CONSIDERANDO:
I- Que la Constitución de la República en su Art. 3 reconoce que: “todas las personas son iguales ante la ley. Para el goce de los derechos civiles no podrán establecerse restricciones que se basen en diferencias de nacionalidad, raza, sexo o religión (…), principio que implica la necesidad de reflejar y equiparar mediante la norma jurídica, las diferentes condiciones de los diversos grupos humanos que constituyen la población de El Salvador, con lo cual, dicho principio es el marco normativo para legislar a favor de los derechos de las comunidades indígenas;
II- Que la Convención Internacional para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Racial, que es ley de la República, a su vez, en su Art. 1 Nº 1, establece el derecho a la igualdad, manifestando que: Los Estados partes condenan la discriminación racial y se comprometen a seguir, por todos los medios apropiados y sin dilaciones, una política encaminada a eliminar la discriminación racial en todas sus formas y a promover el entendimiento entre todas las razas…y que parte de este derecho es el derecho a ser reconocidos en nuestras diferencias;

III- Que en función de la anterior mencionada Convención, el Estado salvadoreño está especialmente llamado a cumplir las recomendaciones que hace el Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial, CERD, el cual en su Recomendación número XXIII, correspondiente al 51º período de sesiones de dicho Comité, emitió la siguiente recomendación:
El Comité exhorta en particular a los Estados Partes a que:
a) Reconozcan y respeten la cultura, la historia, el idioma y el modo de vida de los pueblos indígenas como un factor de enriquecimiento de la identidad cultural del Estado y garanticen su preservación;
b) Garanticen que los miembros de los pueblos indígenas sean libres e iguales en dignidad y derechos y libres de toda discriminación, en particular la que se base en el origen o la identidad indígena;
c) Proporcionen a los pueblos indígenas las condiciones que les permitan un desarrollo económico y social sostenible, compatible con sus características culturales;
d) Garanticen que los miembros de los pueblos indígenas gocen de derechos iguales con respecto a su participación efectiva en la vida pública y que no se adopte decisión alguna directamente relacionada con sus derechos e intereses sin su consentimiento informado;
e) Garanticen que las comunidades indígenas puedan ejercer su derecho a practicar y reavivar sus tradiciones y costumbres culturales y preservar y practicar su idioma.
El Comité exhorta especialmente a los Estados Partes a que reconozcan y protejan los derechos de los pueblos indígenas a poseer, explotar, controlar y utilizar sus tierras, territorios y recursos comunales, y en los casos en que se les ha privado de sus tierras y territorios, de los que tradicionalmente eran dueños, o se han ocupado o utilizado esas tierras y territorios sin el consentimiento libre e informado de esos pueblos, que adopten medidas para que les sean devueltos. Únicamente cuando, por razones concretas, ello no sea posible, se sustituirá el derecho a la restitución por el derecho a una justa y pronta indemnización, la cual, en la medida de lo posible, deberá ser en forma de tierras y territorios.
IV- Que el Estado salvadoreño en el año 2007 votó a favor de la Declaración de Naciones Unidas sobre Derechos de los Pueblos Indígenas y por tanto se encuentra en el compromiso de ser consecuente con dicha votación;
V- Que existe en El Salvador la necesidad del reconocimiento público de los pueblos indígenas y los derechos que en esta calidad les competen;
VI- Que la Constitución de la República, en el artículo 203 y 204 Nº 5, les concede a los municipios autonomía en lo económico, en lo técnico y en lo administrativo, facultándolos para “decretar las ordenanzas y reglamentos locales”, normativa que se desarrolla en el Código Municipal estableciendo que es competencia del municipio: 1 “la elaboración y ejecución de planes de desarrollo local”; y en su número 10 establece ¨ La regulación y desarrollo de planes y programas destinados a la preservación, restauración aprovechamiento racional y mejoramiento de los recursos naturales de acuerdo a la ley” . Con lo cual consideramos por tanto, que es importante promover una normativa que impulse el desarrollo de la comunidad indígena de Izalco, atendiendo a su propia cultura e identidad cultural, especialmente su cosmovisión de vida en equilibrio con la naturaleza y la Madre Tierra, factores esenciales para un desarrollo humano sustentable y sostenible apropiado a la forma de vida de esta comunidad asentada en este municipalidad;
VII- Que los pueblos indígenas de El Salvador constituyen la forma originaria de vida de los seres humanos que se asentaron en este territorio, siendo las primeras naciones y que por tanto, les asiste el derecho a ser reconocidos y garantizar el respeto a sus derechos;
VIII- Que el hecho de que los pueblos indígenas en general, y en especial la comunidad indígena nahua-pipil, sufrió un proceso de exterminio cuya expresión más dramática fue el Genocidio de 1932, en donde especialmente en el municipio de Izalco sucedió gran parte de este condenable hecho, siendo cruelmente asesinados hombres, mujeres, niños y niñas;
VII- Que existe el deber de ser consecuentes con la fuerte necesidad de reivindicar la memoria de las víctimas, tanto de los que fueron asesinados, como los sobrevivientes y sus descendientes;
VIII- Que el aliento de nuestros antepasados, desde nuestra historia milenaria de peregrinaje, hace frente a todo tipo de adversidades y resistencia, desde la época de la colonia hasta nuestros días; herencia que nos afirma como pueblos decididos a luchar por la vida y por nuestra Madre Tierra.
IX- Que es nuestra decisión de no dejar que la comunidad indígena sea exterminada por un sistema que ha negado la posibilidad de vivir dignamente y en condiciones de autodeterminación como humanos y humanas;
X- Que siendo todos herederos y herederas de nuestra cosmovisión, que como pueblos mesoamericanos tenemos, poseedores de nuestra sabiduría ancestral que nos ha de asistir en este esfuerzo;
POR TANTO:
En uso de las facultades legales, DECRETA la siguiente:
ORDENANZA MUNICIPAL SOBRE DERECHOS DE LA COMUNIDAD INDIGENA DE IZALCO
Objeto
Art. 1.- La presente ordenanza tiene por objeto promover el desarrollo integral y el ejercicio pleno de los derechos civiles y políticos de la comunidad indígena del municipio de Izalco, lo que incluye la protección, conservación y preservación de su propia cultura, de su tierra, territorio y de su organización, especialmente de los recursos naturales renovables y no renovables, que constituyen el entorno ecológico de dicha comunidad.

Ámbito de Aplicación
Art. 2.- Las presentes disposiciones serán de obligatorio cumplimiento para todas las personas naturales y jurídicas que residan o realicen su actuaciones dentro de la jurisdicción del municipio de Izalco.

Reconocimiento de la comunidad indígena de Izalco
Art. 3.- La municipalidad de Izalco reconoce a la comunidad indígena del municipio cuyos miembros descienden de los primeros pobladores de este territorio que hoy se conoce como Izalco;
Dicha comunidad es nahua-pipil y posee los rasgos culturales de este pueblo en sus diferentes factores como la ascendencia, el idioma, las prácticas agrícolas, las artesanías, y toda manifestación propia de esta cultura.
Art. 4.- La municipalidad de Izalco reconoce que dicha comunidad tiene todos los derechos que les competen de acuerdo a la Declaración de Naciones Unidas sobre Derechos de los Pueblos Indígenas.
En consecuencia, la municipalidad estará especialmente comprometida con la promoción y protección de los derechos de cada miembro de dicha comunidad.
Derechos de la comunidad indígena de Izalco
Art. 5.- La comunidad indígena de Izalco tiene derecho a ser protegida contra la discriminación racial manifestada ésta de cualquier forma y entendida como: toda distinción, exclusión, restricción o preferencia basada en motivos de raza, color, linaje u origen nacional o étnico que tenga por objeto o por resultado anular o menoscabar el reconocimiento, goce o ejercicio, en condiciones de igualdad, de los derechos humanos y libertades fundamentales en las esferas política, económica, social, cultural o en cualquier otra esfera de la vida pública, tal y como lo prescribe la Convención Internacional sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Racial.
Derecho a vivir en paz y compromiso de la municipalidad
Art. 6.- La comunidad indígena tiene derecho a vivir en paz y armonía. La municipalidad debe establecer las instituciones y mecanismos para proteger a dicha comunidad contra toda situación que amenace la existencia y desarrollo de la misma, especialmente en lo concerniente a su cultura y los recursos naturales del medio donde se encuentra asentada.
Art. 7.- En ningún caso la comunidad indígena podrá ser desplazada forzosamente de sus tierras y territorios donde se encuentra asentada, la municipalidad tomará las medidas pertinentes para hacer valer este derecho.
Derechos culturales
Art. 8.- Los comunidad indígena tiene derecho a practicar y revitalizar sus tradiciones y costumbres culturales. Ello incluye el derecho a mantener, proteger y desarrollar las manifestaciones pasadas, presentes y futuras de su cultura, como el idioma nahuat, lugares arqueológicos e históricos, utensilios, diseños, ceremonias, tecnologías, artes visuales e interpretativas y literaturas.
Art. 9.- La Alcaldía de Izalco promoverá, en consenso con la comunidad indígena, el rescate de su cultura en todas sus manifestaciones, como también el rescate de los sitios arqueológicos y ceremoniales, para lo cual podrá solicitar la asistencia de instituciones estatales u organizaciones e instancias nacionales o internacionales que puedan coadyuvar a este esfuerzo.
En este contexto, debe hacerse especial énfasis en el rescate de la historia verdadera de la comunidad indígena de Izalco.
La Alcaldía Municipal promoverá la protección, restauración, rescate y la recuperación de los objetos histórico-culturales del patrimonio de la comunidad indígena.
Art.10.- La municipalidad promoverá la preservación y divulgación del idioma nahuat, para lo cual podrá coordinar con el Ministerio de Educación y las diferentes instancias nacionales e internacionales que puedan sumarse al esfuerzo.
Art.11.-Asimismo, la municipalidad de Izalco, en coordinación con la comunidad indígena, protegerá toda manifestación espiritual o religiosa propias de dicha comunidad, especialmente en lo concerniente a las prácticas ancestrales espirituales, lo que implica la protección de los lugares sagrados, las organización y celebraciones de los cultos espirituales sean estos sincréticos o autóctonos.
Art. 12.- La Alcaldía de Izalco estará comprometida con la formulación y desarrollo de programas y actividades municipales para garantizar la transmisión generacional de las tradiciones y prácticas culturales.
Art. 13.- La municipalidad conservará, protegerá y promoverá los conocimientos de la comunidad indígena como las prácticas medicinales, agrícolas, etc. que sean propias de dicha comunidad, lo que implica toda medida de protección de las plantas, animales, minerales que sirvan para estas prácticas medicinales.
Todo acceso o utilización de los saberes de la comunidad nahua-pipil de Izalco, debe ser previamente consultado con los representantes de dicha comunidad.
Art. 14.- La comunidad indígena de Izalco podrá desarrollar sus propios medios de comunicación con el apoyo y la asistencia de la municipalidad de Izalco, la cual estará comprometida con respaldar estos proyectos en la medida de sus posibilidades.
Art.15.- La municipalidad, en coordinación con la comunidad indígena, desarrollará un esfuerzo de recuperación y sistematización de la memoria histórica, haciendo énfasis especial en las graves violaciones a derechos humanos que la comunidad indígena sufrió durante genocidios, como el de 1932 y las diferentes masacres perpetradas durante el conflicto armado 1980-1992 de nuestro país, con la idea de que se conozca la verdadera historia de dicha comunidad y que esto sirva de base para acciones de reparación que se puedan coordinar.
Derechos laborales y derechos de la niñez
Art. 16.- La municipalidad, en coordinación con el Ministerio de Trabajo y Previsión Social, desarrollará programas de protección de los derechos laborales de los miembros de la comunidad indígena, especialmente en lo concerniente al acceso a trabajo justo y condiciones laborales dignas y apegadas a la legislación laboral vigente en El Salvador.
Art. 17.- La municipalidad, en coordinación con las instituciones estatales vinculadas al tema, como el Instituto Salvadoreño para la Protección de la Niñez y la Adolescencia, protegerá a la niñez y adolescencia indígena contra todo abuso, toda forma de explotación y toda labor que vulnere la condición física, social o espiritual de la niñez y adolescencia indígena.
Se deberá promover y proteger el derecho que tiene la niñez indígena a tener su propia cultura, a profesar y practicar su propia religión, emplear su propio idioma, a rescatar su identidad indígena y a sentirse orgullosa de ésta.
De igual manera, la municipalidad desarrollará esfuerzos para promover el derecho a la identidad de la niñez indígena mediante la correspondiente inscripción en el Registro del Estado Familiar.

Derechos de nuestras abuelas y abuelos
Art. 18.- Las abuelas y abuelos que habitan en la comunidad indígena, deberán ser considerados especialmente por la municipalidad el corazón de la comunidad. En coordinación con la comunidad indígena, se formulará una política especial para protegerles y garantizar que se les brinde la ayuda pertinente, especialmente en los aspectos económicos, sociales y culturales.
Derechos de las personas indígenas con discapacidad
Art. 19.- La municipalidad de Izalco reconoce el derecho de las personas indígenas con discapacidad, a un nivel de vida y de protección social adecuado, incluso viviendas, servicios y asistencia públicas en lo que respecta a las necesidades relacionadas con las discapacidades y asistencia para el pago de los gastos conexos en caso de pobreza.
Especialmente, la municipalidad de Izalco considerará los siguientes derechos de las personas indígenas con discapacidad:
1) Protección contra todo tipo de discriminación por su condición especial de discapacitada;
2) Protección contra todo tipo de abuso físico, psíquico o moral que por su condición puedan sufrir, especialmente en el caso de la niñez indígena con discapacidad.
3) Promoción de programas especializados de salud para las personas indígenas con discapacidad;
4) Generar y promover la infraestructura y los medios adecuados para el mejor desempeño de las actividades de las personas con discapacidad, lo que incluye, las comodidades adecuadas en su lugar de trabajo;
5) Promoción del empleo de personas con discapacidad;
6) Promoción del acceso a la educación con los materiales, las técnicas educacionales y las formas de comunicación adecuados; y
7) Todas las medidas de promoción y protección que la municipalidad considere pertinentes.

Derechos de la mujer indígena
Art. 20.- Siendo que la tierra es femenina y que nuestra cosmovisión está muy vinculada al nacimiento de la vida a partir de la Madre Tierra, se considera que la mujer en general y en especial la mujer indígena, es la expresión humana de nuestra Madre Tierra. Aparte de esto, la mujer indígena de Izalco, debe ser especialmente protegida contra toda forma de discriminación, por tanto, debe ser considerada en esta condición de representante de nuestra Madre Primigenia. La Municipalidad promoverá políticas públicas para garantizar los derechos individuales y sociales de la mujer indígena, especialmente en lo concerniente a sus derechos sexuales y reproductivos de acuerdo a su cosmovisión de vida y la conservación de la salud.
Art. 21.- De manera particular, la mujer indígena tiene derecho a:
a) Ser protegida por sus familias, comunidades y gobierno municipal
b) Que se reconozca su trabajo tanto en la casa como fuera de ella; que la mujer decida sobre su compromiso laboral y repartición de tareas.
c) No ser maltratadas física, sexual o psicológicamente;
d) Ser informada de los métodos para decidir el número de hijos que quiera tener;
e) Elegir el método anticonceptivo que considere más adecuado;
f) Elegir a su pareja libremente y sin presión alguna, o decidir no tenerla;
g) Participar activamente con voz y voto; y que sea escuchada en las diferentes instancias comunitarias o gubernamentales;
h) Tener acceso a recursos públicos para proyectos productivos;
i) Recibir servicios de salud, educación y capacitación;
j) Ocupar cargos en su comunidad;
k) Decidir sobre el manejo de los recursos naturales de su comunidad;
l) Recibir información sobre sus derechos;
m) Una vida digna;
n) Compartir responsabilidades y satisfacciones con su pareja en un plano de igualdad;
o) Que se les reconozca efectivamente en su condición de manifestación humana de nuestra Madre Tierra sin importar las diferencias físicas entre hombres y mujeres; y
p) Vivir de acuerdo con las costumbres y tradiciones de su comunidad.

Derecho de las mujeres parteras
Art. 22.- Las mujeres parteras son parte de una práctica cultural de la comunidad indígena. Por tanto, las mujeres parteras tienen derecho a ejercer su oficio y a que se respeten sus costumbres propias de su función en cuanto al uso de medicinas, procedimientos y demás elementos culturales propios de su ejercicio, siempre que éstas estén de acuerdo con las normas médicas de protección de la salud de las madres y sus hijos e hijas que atiendan. Para esto, deberán recibir capacitaciones profesionales a efecto de prevenir riesgos durante el oficio de parteras.
Derecho de consulta
Art. 23.- Toda actividad, programa, empresa o proyecto que estén relacionadas con la tierra, territorio, recursos naturales y el medioambiente de la comunidad indígena en general, o cualquier acción que afecte los intereses legítimos de la comunidad indígena, debe ser previamente consultada a ésta, a través de sus representantes constituidos de acuerdo a su formas propia de organización.
Dicha consulta debe ser libre, previa e informada; condiciones que deben garantizarse fehacientemente y los resultados de ésta deben valorarse atendiendo al derecho de la comunidad a definir su propio destino.
Libre determinación
Art. 24.-La comunidad indígena de Izalco, dentro del marco legal vigente, tiene derecho a determinar su propio destino y por tanto, la municipalidad establecerá los mecanismos pertinentes para que dicho derecho sea ejercido con plenitud y con el objetivo de promover de forma progresiva, el desarrollo económico y social de dicha comunidad.
Derecho al desarrollo
Art. 25.- La municipalidad promoverá políticas de desarrollo económico, cultural, social y medioambiental hacia la comunidad indígena en concordancia y armonía con la propia cultura de la misma y bajo la consulta a dicha comunidad.
Derecho a la salud
Art. 26.- La municipalidad, en coordinación con el Ministerio de Salud y demás instituciones públicas o privadas, nacionales e internacionales relacionadas al tema, desarrollará una política de salud física y mental con carácter intercultural en la comunidad indígena, respetando especialmente, las prácticas de medicina que la misma comunidad tiene.
Derecho a la preservación de los recursos naturales y medioambiente sano
Art. 27.-La municipalidad, en coordinación con el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, estará comprometida con proteger los recursos naturales de las tierras y territorios de la comunidad indígena. Toda acción estatal en este sentido, debe ser ampliamente consultada con dicha comunidad.
Derecho a la tierra
Art. 28.- La comunidad indígena recibirá la protección y asesorías necesarias por parte de la Alcaldía de Izalco en coordinación con las instancias que se consideren pertinentes en orden a proteger la propiedad de la tierra de dicha comunidad.
Derecho a la reparación
Art. 29.- La municipalidad, en la medida de sus posibilidades y dentro del marco legal vigente, promoverá la reparación a la comunidad indígena, por las tierras, los territorios y los recursos que tradicionalmente hayan poseído, ocupado o utilizado de otra forma y que hayan sido confiscados, tomados, ocupados, utilizados o dañados sin su consentimiento libre, previo e informado. Dicha reparación puede ser por medios que pueden incluir la restitución o, cuando ello no sea posible, una indemnización justa, imparcial y equitativa.
Promoción de relaciones para el desarrollo integral de la comunidad indígena
Art. 30.- La municipalidad de Izalco promoverá convenios y coordinaciones de la comunidad indígena a nivel nacional, regional e internacional para establecer relaciones que impulsen el desarrollo de ésta.
Alcaldía del Común de Izalco
Art. 31.- La Alcaldía del Común de Izalco, es la organización histórica ancestral que ha representado y representa a la comunidad nahua-pipil desde épocas coloniales hasta nuestros días, y por lo tanto es la representante legítima de los intereses de la comunidad indígena de Izalco.
La Alcaldía del Común de Izalco tiene las siguientes atribuciones:
1) Representar a la comunidad indígena ante la Alcaldía Municipal;
2) Participar en la formulación de las políticas y demás planificaciones concernientes a la presente ordenanza;
3) Participar en la coordinación de las actividades concernientes a la presente Ordenanza;
4) Emitir opiniones, informes, ó posición sobre temas concernientes a la comunidad indígena que puedan guiar el criterio de la Alcaldía Municipal; y
5) Todas las facultades y mandatos que el Concejo Municipal tenga a bien otorgarles.
Divulgación y conocimiento
Art. 32.- La municipalidad de Izalco, tiene el compromiso de dar a conocer la presente Ordenanza a todos los habitantes del municipio.
Disposiciones finales
Art. 33.- Ninguna disposición en la presente ordenanza podrá ser interpretada en orden a menoscabar los derechos de la comunidad indígena.
Art. 34.- Para orientar el cumplimiento de la presente Ordenanza, se tomará en cuenta la normativa internacional como la Declaración de Naciones Unidas sobre Derechos de los Pueblos Indígenas, la Convención para la Eliminación de toda forma de Discriminación Racial; y las recomendaciones, interpretaciones, y demás doctrinas generadas en el sistema de Derechos Humanos, tanto de la Organización de Naciones Unidas como de la Organización de Estados Americanos.
Dado en el Salón de Sesiones de la Alcaldía Municipal de Izalco, a los once días del mes de abril de dos mil doce.

F.———————————————————- f—————————————————————
Lic. Roberto Abraham Alvarado Barrientos Prof. Ángel Ramos Montoya
Alcalde Municipal Síndico Municipal

f————————————————————
Lic. Ricardo Dionicio Ayala Barrientos
Secretario Municipal
ANEXO
GLOSARIO

Ancestral: Adj. De los antepasados o relativo a ellos: recuerdos ancestrales. De origen remoto o muy antiguo: costumbres ancestrales.
Ceremonia: Acto o serie de actos públicos y formales que se realizan de acuerdo con las reglas o ritos fijados por la ley o por la costumbre
El Común: Organización Indígena del Territorio de Izalco, creada por los españoles en tiempos de la colonia, para organizar y aglutinar a la comunidad Indígena, con similar forma de estructura de poder de sus antepasados, para poder tener control; esto con el fin de colonizarlos.
Cosmovisión: Estudia la comprensión del orden que posee la realidad de acuerdo a los distintos puntos de vista que posee cada cultura. Cada persona observa la realidad de una manera distinta, puesto que todos tenemos los mismos criterios.
La Madre Tierra: Es la personificación de la Tierra, generalmente además descrita en varias culturas como una diosa fértil, que representa a la tierra fértil; siendo también descrita en algunas culturas como la madre de otras deidades, en la que se las ve como patronas de la maternidad. Generalmente se creía esto porque la tierra era vista como madre de toda la vida que crecía en ella.
Milenario, -ria: Que tiene mil años o más: la pirámide de Tazumal es milenarias. Que es muy antiguo. Fecha en que se cumplen uno o varios millares de años desde que se produjo un acontecimiento.
Náhuat-Pipil: Cultura que se desarrollo en el área del Pacifico Sur del territorio salvadoreño. Es hablar de Grupo humano con rasgos y cultura, parcialmente diferente a la Cultura Maya, pero con rasgos y similitudes a la Cultura Toltecas, es hablar de la dualidad divina en Mesoamérica, la referencia más inmediata del territorio salvadoreño recita el término náhuat-pipil, Umeteu (t). (Dos-Dios; Dios de la Dualidad). Se le juzga un concepto cultural universal en toda el área, al menos entre el grupo nahua.
Partera: Es la persona que se encarga del cuidado de la salud de las mujeres durante el embarazo, de la asistencia al parto y seguimiento del postparto, así como también de la regulación de la fecundidad.
Sitio Arqueológico: Es un lugar donde pueden hallarse huellas significativas de la accion humana de determinada cultura pasada, donde queda plasmado su arte, cultura, escritura, arquitectura, espirtitualidad etc.
REF : ACTA NUMERO TRECE
SESION : EXTRAORDINARIA
FECHA : 28 DE MARZO DE 2012

El Infrascrito Alcalde Municipal de ésta Ciudad.-
Certifica: el Acuerdo Municipal que literalmente dice: ACUERDO NUMERO VEINTIUNO.- La Municipalidad visto el Informe presentado por la mesa de trabajo municipal, que coordina las relaciones entre esta alcaldía y la comunidad Indígena de esta ciudad, en el sentido de crear los mecanismos necesarios para la recuperación, protección y conservación de la comunidad indígena Izalqueña, este concejo, en uso de las facultades que le confiere el Código Municipal ACUERDA: I) Aprobar la creación del decreto de “Ordenanza Municipal Sobre Derechos de la Comunidad Indígena de Izalco”, consagrados en la constitución de la Republica de el Salvador.- Certifíquese y mándese a publicar en el Diario Oficial, para los demás efectos legales.—————————————————————————————-y no habiendo más que hacer constar, damos por terminada la presente que firmamos.———————————————
/////////R. A. ALVARADO B./////////////ALC. MPAL.///////////////A. R. MONTOYA///////////M. P. CISNEROS DE SANABRIA///////////////D. A. MASIN C.///////////////////E. A. CASTRO. P//////////////// V. I. PERALTA ////////E. E. SEGURA D. //////////////M. DE. J. BRIZUELA. O. ////////////////D. A. CHINCO P.///////////GUST///////////////J.C. RAMOS. M.//////////////M. T. VEGA M. //////////////////H. S. ZANCO M.////////////////////////////////R. MEJIA M,//////////////////////////////////J. I. SARMIENTO G./////////////////////////////////////////////////R. D. A. Btos/Srio. Mpl. ///////////////////////////////////////////////////////////RUBRICADAS.////////////////
ES CONFORME CON SU ORIGINAL CON EL CUAL SE CONFRONTO.————————————————————————————-
Alcaldía Municipal: Izalco, veintinueve de marzo del año dos mil doce.-

Lic. Roberto Abraham Alvarado Barrientos
Alcalde Municipal

Lic. Ricardo Dionicio Ayala Barrientos
Secretario Municipal

El hambre de los cortadores

El hambre de los cortadores
19 de Enero de 2014 a la(s) 6:0 – Una crónica de Sigfredo Ramírez / Fotos de Giovanni Lemus y Ana María González
La temporada de corta de café es la estampa más folclórica de El Salvador. La imagen que representa a la alegría, a la bonanza, al trabajo de miles de personas y el colorido de la vieja república cafetalera. Pero en los últimos años, la roya inmoló cafetales en todo el país. En muchas fincas ni siquiera hay granos qué cortar. Esta temporada 113,000 familias se quedaron sin su mayor o única fuente de ingresos. Los colonos ya no tienen qué comer, un drama que sufren en silencio.
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Sin comida. El 96 % de los hogares que depende del jornal en los cafetales tenía pocas o no poseía ninguna reserva de alimentos en diciembre de 2013, según el PMA.

En las profundidades de la finca de La Malinche, en un rincón escarpado del municipio de Apaneca, en Ahuachapán, el silencio parece estar hermanado con la tristeza, con la soledad. Es un silencio incómodo en plena temporada de corta del café. Porque esta mañana de enero –según la tradición– debería de ser festiva en el cafetal, pero solo se escucha el viento. No se oyen las voces de los cortadores, el griterío de los niños que los acompañan, ni la voz fuerte de los mandadores. Todo parece embargado por el silencio, también la familia Girón.

René Girón –padre–, Sara Girón –su hija– y Leonardo Girón –el nieto de seis años– lucen distantes en un sendero de esta finca. Los tres son colonos en La Malinche. René y Sara lucen estoicos. Leonardo corretea tímido entre los arbustos. Los adultos lucen preocupados. El niño no lo entiende. En toda la mañana, los Girón solo han recolectado dos arrobas (50 libras) de café. Una jornada en la que solo han ganado $2 entre Sara y René. Por eso no cruzan palabras. El silencio tiene una explicación.

—Es por la roya… –dice René, derrotado, mínimo, casi susurrando.

Su hija Sara –morena y de ojos taciturnos– habla de años pasados en que les iba bien. Y “bien” acá es tener suficiente dinero para comprar frijoles y maíz. Nada más. Nada. Pero eso era antes de que la roya quemara las hojas de este cafetal y del resto de fincas en Apaneca, en Ataco, en Juayúa, en las faldas del volcán de Santa Ana, en San Salvador, en Chinameca, el 40 % de los cafetales del país. Sara habla de 2011 como si ya fuera lejano. Habla de jornadas en las que 200 cortadores trabajaban en las profundidades de La Malinche –rompiendo con su trajín el silencio del cafetal– y una sola persona podía recolectar más de 10 arrobas de café. “No como ahora que andan 40 personas y ajustamos una arroba”, dice Sara, cabizbaja. Nada es exagerado y esta no es una plática trivial. La vida de colonos como la familia Girón está reducida a un acto de supervivencia: sin terreno, sin milpa, sin frijolar, sin ganado, sin luz eléctrica, sin agua potable. El límite no se mide en posesiones sino en tener algo sobre el fogón para engañar al hambre.

Entonces el silencio del cafetal se vuelve trampa. Uno puede morir en esta finca, que es una montaña fértil desde donde se ve el océano Pacífico, sin que nadie se dé cuenta de ello. Y en medio de una crisis agrícola como la que el hongo de la roya ha llevado a los cafetales, no hay espacio para la exageración.

Se corta café y hay dinero justo para el maíz y un poco de frijoles. No se corta y una familia puede pasar días sin comer. En El Salvador hay 50,000 familias vulnerables a la inseguridad alimentaria por la roya, según las cifras del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de Naciones Unidas. Son 50,000 familias como la de René Girón, su hija Sara y su nieto. “La situación de los colonos es una bomba de tiempo, una verdadera emergencia silenciosa”, plantea Dorte Ellehammer, representante del PMA en el país. René Girón dice que en su casa se han quedado otras seis bocas qué alimentar, dos son recién nacidos. Uno es el bebé de su hija Sara. Pero hoy, en la finca La Malinche, al mediodía, mientras otros cortadores comen tortillas y tomatada; René, su hija y su nieto de seis años no tienen comida para almorzar. René miente y dice que uno puede engañar al estómago para no sentir tanta hambre después del trabajo. Se resigna. Los tres descansan bajo la sombra de un árbol de pepeto que no luce ni un solo fruto. No cruzan palabras. Como si estuvieran esperando que alguien viniera o quisieran mimetizarse en este paisaje bucólico. El hambre se sufre en ese silencio.

***

René Girón se está quedando sordo. Hace años, el colono de La Malinche sufrió un dolor de cabeza que lo dejó sin audición. Era un dolor punzante que lo aturdía y lo mareaba. Fue a consulta pero nunca se sometió a los exámenes correspondientes. Dice que nunca tuvo “esa facilidad”. Así que René desconoce el motivo por el cual apenas escucha lo que los demás dicen. Y poco a poco, las voces de toda su familia se le van apagando. Su hija Sara casi le grita para comunicarse con él.

—¡Le pregunto si ya había visto una cosecha más mala que esta! –grita Sara.

—No, nunca en todo el tiempo que llevo aquí –responde René, tranquilamente.

El tiempo que René lleva en La Malinche es toda la vida. El colono nació y creció en este cafetal de Apaneca. Antes eran él, su madre y sus hermanos. Ahora son él, su esposa María del Tránsito Álvarez, sus hijas y sus nietos. Pocas son las cosas que han cambiado. Todos son colonos y viven como siempre han vivido los colonos: con frío, lejos de todo y de todos, habitando en un refugio levantado por su propia necesidad con madera, plásticos y cartones. A 1,326 metros sobre el nivel del mar y casi dos horas caminando del pueblo de Apaneca. Solos.

René se queda cortando en el cafetal sin haber almorzado, mientras otros cortadores caminan por los senderos de La Malinche. La mayoría de ellos han subido hasta esta finca desde San Pedro Puxtla, Guaymango o Ataco. Todos vienen huyendo de los cafetales que están a menor altura sobre el nivel del mar. Allí, la infección de la roya ha sido aún más letal. “Allá abajo no hay corta, hay fincas que ni siquiera hojas tienen y uno, por la necesidad, no se puede quedar sin cortar”, asegura Javier Jiménez, un cortador que ha venido junto a su hijo de 15 años desde el cantón La Esperancita de Guaymango, donde no hay luz eléctrica ni agua potable.

La finca de La Malinche tiene poco café. Tan poco que dejaron de pagar $1.25 por cada arroba recolectada como en 2012 y ahora paga solo $1. Centavos que son cruciales para los colonos. El número de cortadores también se ha reducido drásticamente en la finca. Si uno se adentra mucho en el cafetal de 150 manzanas pronto se encuentra totalmente solo. Pero siguiendo por el sendero principal de la finca se llega a la casa del colono René Girón. La vivienda está en un filo angosto de la montaña. A esta hora del mediodía, María del Tránsito, la compañera de vida de René, cuida a los cinco niños de la familia. Pero sobre todo, ella resiste en su propio calvario.

Este es el segundo año que no corta café en La Malinche. Su aporte es una entrada menos para este hogar. Porque a finales de 2011, a María del Tránsito Álvarez le diagnosticaron cáncer en la matriz. Por eso se queda cuidando a los niños junto a su hija Mercedes. Y María del Tránsito sigue resistiendo su cáncer sin medicinas ni hospitales. A esta hora del almuerzo, las dos están sentadas –sin comer– dentro de la vivienda con paredes de madera donde se cuela el viento. Cada una chinea a un bebé: Mercedes carga a su hijo Élmer, de cinco meses; María del Tránsito carga a su nieto Otoniel, quien nació el 15 de septiembre de 2013, en un país que celebraba su independencia y donde alrededor del 6 % de su población todavía sobrevive con $1 al día, según las mismas estadísticas oficiales.

Y en la emergencia alimentaria por el impacto de la roya en los cafetales hay 25,860 niños afectados. Alrededor de 8,410 de ellos son menores de cinco años de edad. Porque nacer en el seno de una familia de colonos es tener todo en contra desde el primer momento. La noche del 18 de septiembre de 2013, Sara Girón se adentró en el cafetal con su hijo de tres días de nacido en brazos –después de que le dieron el alta en el hospital de Ahuachapán– y le tocó correr bajo la lluvia. Antes hizo lo suyo al solicitar ayuda a la unidad de salud, a la policía, a la alcaldía municipal pero nadie la vino a dejar hasta las profundidades de la finca. Le dijeron que la ambulancia estaba en el taller, que no había suficiente gasolina para la patrulla policial, o que no había carros municipales de Apaneca para auxiliarla a ella y a su hijo de tres días de edad. Al final, un conductor de mototaxi se apiadó de los Girón y los acercó lo más que pudo a su casa. Pero igual se mojaron. Unos días después de la tormenta, Sara y su bebé volvieron de emergencia al hospital. Madre e hijo pasaron casi una semana internados. Nacer como colono es tener garantizado un rosario de adversidades.

Los dos bebés en la familia Girón se parecen mucho entre ellos. Mercedes –madre de uno y tía del otro– los amamanta a ambos mientras su hermana, Sara, corta café en la finca. El cuadro familiar de los Girón es completado por Kenya, de ocho años, la inquieta hija de María del Tránsito; y Jessica, la hija de cuatro años de Sara. Jessica es la única que come a esta hora. La niña tiene un plato lleno arroz entre sus manos. Es el arroz que les dio el Programa Mundial de Alimentos (PMA) en septiembre, octubre y noviembre.

Porque la situación de los colonos –y otras familias que dependen de la corta del café– es tan precaria a escala nacional, que el PMA ya les entregó tres raciones de alimentos de 20 libras de frijol, 66 libras de maíz, 66 libras de arroz y un galón de aceite. Fueron 11,205 familias beneficiadas y que ya se habían quedado sin comida ante el impacto de la roya en las fincas cafetaleras. Y en enero de 2014, a casi dos meses de la última entrega de alimentos, la familia Girón sigue comiendo de esa ayuda. Es lo único que tienen.

—A saber qué hubiera pasado si no nos dan esos frijolitos –cuenta María del Tránsito, sentada frente a una estrecha mesa de madera.

—¿Y qué cenaron el 24 y el 31 de diciembre solo con esa ayuda?

–Ah, si no cenamos, como no teníamos nada ligerito nos acostamos.

—¿Nunca cenan?

–A veces, solo cuando conseguimos algo.

***

La precaria vivienda de la familia Girón es solo una de las más de 1,000 que están sumergidas en el océano de los cafetales de Apaneca. Cada finca tiene uno, dos, cinco o hasta una comunidad de más de 40 colonos. Ninguno de ellos tiene milpa o frijolar así que la comida casi siempre escasea. La roya solo ha sido el tiro de gracia. Los colonos hacen lo que pueden por sobrevivir. Nelson Santos en la finca La Bellota sube al vecino cerro Chichicastepec y baja pantes de leña para venderlos. Tiene un ingreso de $1.25 al día. El hijo de Reina Granados de la finca Miramar se cansó del cafetal y se fue a trabajar de vigilante a Santa Ana. Gana $90 cada quincena.

Cada quien se rebusca como puede. Eso se nota al caminar por la finca Pretoria, una de las comunidades de colonos más grandes en Apaneca. Casi todos en este asentamiento con nombre de ciudad sudafricana recibieron el paquete de alimentos del PMA. Adelina Ordóñez, de 63 años, cuenta sobre la emergencia alimentaria que viven en Pretoria, mientras camina rumbo a su casa después de pasar todo el día intentando cortar café en la vecina finca Santa María.

—Con esta temporada sí que nos desconsolamos, si solo puchitos hacemos, hoy hice tres arrobas porque me tocó lo bueno –dice Adelina, caminando.

—¿Y cuánto dinero les va a quedar al final de la temporada?

–Ah Dios, tata. Nada…

Adelina es una mujer morena, bajita y de paso ágil. De todos sus años de vida, solo salió de esta finca durante tres, cuando era joven y se fue a trabajar como empleada doméstica en una casa de la colonia San Francisco, en la ciudad de San Salvador. Ese es el camino que la mayoría de colonos siguen por la crisis del café. Adelina se para a la orilla del cafetal que rodea a Pretoria, ve a todos lados, y asegura que antes había muchos más que los 70 colonos que todavía viven en esta finca. Pero poco a poco, más hombres y mujeres dejan el cafetal ante la falta de trabajo. O porque no les alcanza con el $4.60 que pagan por un día de trabajo en el cafetal durante la temporada lluviosa. La llegada de la roya solo ha acelerado el éxodo de los colonos.

No se van rumbo a Estados Unidos. De hecho, solo cuatro de cada 100 personas reciben remesas en Apaneca, según las estadísticas del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Los hombres se van a San Salvador para convertirse en los guardias de seguridad que vigilan bancos y restaurantes. Son los uniformados que abren la puerta y se pasean por los estacionamientos con una escopeta al hombro. Las mujeres también se van y trabajan de empleadas domésticas en la cocina o cuidando niños. Es una vida difícil la que aguarda a los colonos afuera del cafetal. Lejos del lugar donde crecieron pero que nunca les perteneció, para llegar a otro donde el sacrificio es grande y el salario es mínimo. “Pero al menos ganan perenne, aunque sea un poquito”, dice Adelina, con tono de resignación, mientras llega al extremo sur del casco de la finca Pretoria.

La anciana luce extenuada por el trabajo de todo el día entre los cafetos. La hija de Adelina sale a encontrarla cuando la oye llegar. Se llama Margarita y esta temporada no ha salido a cortar porque está cuidando a su bebé de dos meses. Margarita regresó hace un tiempo a Pretoria después de trabajar por años en la cocina de una casa en la colonia Maquilishuat de San Salvador. Le pagaban $100 cada quincena y cocinaba para 10 personas. Es bachiller General pero eso no le valió para conseguir un mejor empleo. No volvió a la finca porque quiso, sino porque su madre enfermó y no había quien cuidara de ella. Pero ahora, después de unos meses de maternidad, ya está pensando en volver a la ciudad para buscar empleo.

—Si la situación no mejora quizás si vuelva a San Salvador, aunque sea tan sacrificado –dice Margarita, de pie en el pasillo de su casa de madera, frente a una vieja y oxidada báscula para pesar el café.

Ella no es la única que piensa irse de nuevo del cafetal y probar suerte en la ciudad. Uno de los vecinos de Margarita, el colono Tereso Pérez, también medita la idea. Él ya trabajó por 11 años como guardia de seguridad en la zona industrial del puerto de Acajutla, y en un negocio de máquinas tragamonedas en Sonsonate. Allí, Tereso veía cómo niños, jóvenes y adultos perdían cientos de dólares por su adicción a los juegos, mientras a él le pagaban $120 quincenales y venía de una finca donde cada centavo es vital para la comida. “Al local casi siempre llegaba un niño que quizás ‘gaveteaba’ a la mamá porque de las 8 de la mañana a las 3 de la tarde se podía gastar $300 jugando en las maquinitas ¡Imagínese! Lo que una familia hace en una buena temporada cortando café”, exclama Tereso todavía impactado, desde el reducido solar de su casa construida con tablas de pino y laurel.

Pero Tereso Pérez volvió a Pretoria –después de tanto tiempo lejos del hogar– para encontrar una situación más complicada de la que se vivía cuando se fue por primera vez. Apenas y ha conseguido trabajar en la finca La Cubana en las faldas de un alto cerro cerca a Pretoria, y la comida que el PMA le entregó a su familia de 11 integrantes ya se está terminando. Los próximos meses de 2014 no pintan nada bien. La temporada de corta fue mala y efímera, todos dudan que los dueños de los cafetales inviertan mucho en el mantenimiento de la finca. Van a ser pocos los colonos que logren trabajar abonando, cortando la maleza y podando las ramas que hacen sombra al cafetal durante la próxima temporada lluviosa. Aquí en la finca Pretoria, y en el resto de Apaneca, nadie sabe con certeza cómo va a sobrevivir.

“Estas son familias tan pobres que con cada golpe que ellos reciben, pierden el entusiasmo de poder salir adelante, muchos ya se han resignado, es triste, pero esta solo es la punta del iceberg y el panorama no es alentador, como PMA ya tenemos un nuevo proyecto de entrega de comida que esperamos iniciar en marzo de 2014, pero este es un problema que no tiene soluciones fáciles, la pobreza de los colonos no se va a solucionar solo dando cositas, hay que buscarle nuevas alternativas a la problemática”, explica Dorte Ellehammer, representante del PMA en El Salvador.

La funcionaria de Naciones Unidas asegura que en cualquier comunidad en un estado de emergencia como el que se vive en Pretoria, la estrategia del PMA sería desarrollar proyectos que beneficien al asentamiento, como el mejoramiento de caminos o aprender nuevas prácticas agrícolas. Pero los colonos habitan en las profundidades de fincas privadas y sin tierra que cultivar.

Tereso asegura que se va a rebuscar lo más que pueda. Ya comenzó a buscar trabajo en las fincas cercanas a Pretoria. Hoy cortó café en la finca de El Ópalo, después dice que irá más lejos. A donde sea. No quiere dejar a su familia. Tereso está decidido a agotar todos los recursos antes de irse a la ciudad y desvelarse trabajando como vigilante. Asegura que esa vida está llena de amarguras y frustraciones. En el trabajo que tenía en la sala de máquinas tragamonedas en Sonsonate, su jefa le descontaban las cuotas del Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS), pero una vez que enfermó y fue a consultar a la clínica le dijeron que a él nunca se las habían depositado. “No es justo que uno tenga necesidad y aún así le roben”, dice Tereso.

***

La roya también destrozó los cafetales de Ataco. Eso se ve a simple vista si uno deja atrás el casco del pueblito y se adentra en el camino de tierra que lleva al cantón El Naranjito. Los cafetales se ven calvos y sin frutos. Un martes a las 4 de la tarde, un hombre triste camina con un guacal lleno de orquídeas sobre su espalda. Dice que la corta está mala, que no hay nada que hacer, que pocos andan cortando, que todo da lástima. El hombre sigue su camino entre el polvo. Vende cada orquídea a $1.50 y también la aromática planta que llaman Galán de novia.

Pocos cortadores vienen por la calle polvosa que lleva hasta El Naranjito. Un grupo de hombres, mujeres y niños que está separando el café verde del rojo, en la finca San José, tienen rostro melancólico. Casi no han cortado nada. Una de los mejores cafetales en la zona dejó de producir como solía hacerlo. Esta temporada, el pesar todo el café recolectado ha dejado de ser un acto de alegría, y se ha convertido en algo triste. No hay ningún ingreso extra qué celebrar.

—No hayamos para dónde agarrar –dice un cortador llamado Miguel Reynosa.

En las fincas aledañas el panorama es igual. A esta hora, un grupo de cortadores viene bajando desde la finca Santa Fe, una cumbre empinada a más de 1,300 metros de altura sobre el nivel del mar. Todas son mujeres. Todas vienen cabizbajas. Casi no cortaron nada. Rosa Martínez, una de las cortadoras, asegura que esperaba mejor suerte. Creyó que ante la falta de cortadores podría hacer un par de arrobas de más. Porque muchos se fueron ya de estos cantones de Ataco urgidos por la necesidad. La mayoría de hombres se han ido a rebuscar a Juayúa o Salcoatitán.

Al llegar a la encumbrada finca Santa Fe, el mandador Manuel Aguilar asegura que buscó a 50 personas para la temporada de corta, pero no pudo apuntar a más de 20 en su cuaderno. Tuvo que traer a 35 personas desde Atiquizaya. El camión rojo que los trajo hasta aquí hace maniobras de salida a esta hora. Es una tarde fría en la cima de la montaña. Los rayos del sol se reflejan en el Pacífico. El mandador Manuel Aguilar camina raudo por la finca Santa Fe, donde ha vivido por el último año.

Él se ha encargado de todos los trabajos para combatir a la roya. En buena parte de la propiedad ya sembró un nuevo cafeto resistente al hongo. El mandador dice que apenas el 20 % de la hacienda va a rendir sus frutos esta temporada, el resto de nuevos árboles tendrá granos de café hasta dentro de dos a tres años.

“La crisis más grande será en los próximos años, porque en muchas fincas de aquí han cambiado todo el cafetal y va a costar que crezca, ahora se corta poco pero en los próximos años no va a ser nada, ¿qué va a ser la gente sin ese ingreso? ¿Con qué van a comprar los frijolitos”, dice Manuel mientras se adentra en la finca Santa Fe.

***

Hay quienes parecen no tener nada que perder. Cuando todos los cortadores que vinieron desde Atiquizaya se van de la finca Santa Fe, solo queda el mandador del cafetal y una familia que ha venido desde el vecino Guaymango. Es la familia Sigüenza. Ellos han sido los únicos perseverantes. Ya pasaron tres días cortando los pocos granos de la finca y todavía no se van. Hubo otras familias que también vinieron desde Guaymango y prefirieron regresar a sus casas, después de ver la ínfima ganancia que les dejaba la temporada de corta.

Los Sigüenza son cinco adultos y cinco niños. Ahora, juegan fútbol con unas metas hechas de madera. Se ven felices a pesar de todo, más los niños que corretean atrás del balón. Los rayos del sol se extinguen en la montaña. El casco de la finca Santa Fe está rodeado de un jardín de hortensias. El cortador Samuel Sigüenza juega con su hija Jennifer, de cuatro años de edad.

—¿Ha sido provechoso venir desde Guaymango a cortar café? –se le pregunta a Samuel Sigüenza, mientras toma café de una vaso de plástico.

—No, no lo vale, antes hacíamos $150 por la temporada y ahora solo hacemos $40.

—¿Y por qué se vino toda la familia?

–Este es como un paseo familiar, y acuérdese que la gente humilde como nosotros no tiene nada que perder.

Jennifer hala a su papá del suéter gris que lleva puesto. Samuel la ve de reojo y le sonríe. La niña quiere llevarlo hacía la cocina de leña que está en la parte de atrás del rancho. Le pide un vaso de café caliente para sortear el frío antes de irse a dormir. Mañana, la niña de cuatro años se va a levantar en la gélida madrugada para acompañar a Samuel a cortar granos de café, el poco que queda ya en esta cumbre de Concepción de Ataco.

Las aventuras del padre Guido

Las aventuras del padre Guido
22 de Mayo de 2011 a la(s) 0:0 – Un reportaje de Carlos Chávez Fotografías de Rony González

Sammy Guido es un fraile gringo; 51 de sus 80 años de edad han transcurrido en una escabrosa y empobrecida región entre Ahuachapán y Sonsonate. Allí, incluso para el bastión más grande de nahuahablantes, él es el “padre Guido”. A manera de los antiguos misioneros coloniales, pero con humor, el padre Guido también ha empezado a escribir la crónica de su vida. Una mezcla de Sicilia, Massachusetts y San Pedro Puxtla.

Al mediodía, un vapor propio de una jungla envuelve a San Pedro Puxtla. Y ni aún así fray Sammy Guido se quita su sotana franciscana o sus tenis blancos New Balance. Suda. Pero no prende el ventilador de techo de la casa parroquial. Su figura chaparrita parece más preocupada en hojear una vieja National Geographic en inglés.

—¡Aquí está! Mire esta foto, este avioncito es un Spitfire. Los británicos lo construían durante la Segunda Guerra Mundial. El Spitfire tenía estas cosas que dan vuelta… –con revista en mano, busca explicarse el fraile de marcado acento gringo.

—¿Tenía hélices?

—¡Exacto! Pues, en 1960, así me vine a El Salvador: en un avión de cuatro hélices. Ni me quise asomar por la ventanilla porque los motores vibraban fuerte como si fueran a desprenderse. ¡Nunca oré tanto en mi vida como en esa ocasión!

El fraile intenta hacerme entender que hace 51 años, y por designios de la iglesia católica, se alejó de su natal Massachusetts para radicar en un trío de apartados y empobrecidos poblados: San Pedro Puxtla, Guaymango y Santo Domingo de Guzmán, el fortín más grande nahuahablantes indígenas del país.

El padre Guido –quien recién el mes pasado alcanzó los 80 años– dice que desde 196o ha experimentado todo tipo de andanzas y malandanzas. Asaltos. Terremotos. Diluvios. Viajar con tuncos. Escuchar regaños en náhuat. Objetos que vuelan. Y hasta exorcismos. Quizá por eso, hace unos minutos, me dejó caer un gran chorro de agua bendita sobre mi cara y camisa. Lo hizo, porque soñé con el diablo.

A este fraile gringo le tiene sin cuidado que lo comparen con un moderno fray Bartolomé de las Casas. O con Robinson Crusoe, el literario náufrago inglés que pasó 28 años en una remota isla tropical. A estas alturas de su vida, lleva meses en su ordenador, engrosando un libro-bitácora, en inglés y español, llamado “Las aventuras reales del padre Guido”. En la página 13, hay una crónica sustanciosa de cuatro partes.

Parte I: El recordatorio constante

Uno de los pueblos de los cuales yo era responsable era Santo Domingo de Guzmán. Allí casi todos sus pobladores hablaban el dialecto náhuat, proveniente del lenguaje Uto-Azteca. El mismo que hoy ha caído en desuso.

Como pastor, era mi obligación celebrar misa, especialmente para las festividades del patrono. En este caso: Santo Domingo, cuya solemnidad ocurre el 4 de agosto. Sin embargo, sucedió que la fiesta se acercaba y yo no había cumplido con mi responsabilidad.

En los primeros días de junio, tres hombres originarios de aquel lugar vinieron muy serios a recordarme mi obligación pastoral. Debía llegar un día antes, el 3 de agosto, para poder rezar el Santo Rosario y oficiar la misa de víspera. Les dije que estaba de acuerdo sin recapacitar mucho en su visita.

Un mes después, en julio, vino otro grupo a recordarme mi promesa y mi obligación. Yo pensé: Creo que quieren asegurarse que no vaya a olvidar mi compromiso. Y así me quedé pensando en la manera que realizaría ese viaje de seis horas montado a lomo de caballo.

El 1 de agosto, volvieron a recordármelo y me dije: “¿Es que no confían en mí?” Y comencé a sentirme incómodo con esta situación, así que tranquilamente les dije: “No tengan pena. Estén seguros que allí estaré”.

Lo que me sorprendió es que el 2 de agosto, a las 6 de la mañana estaban tocando otra vez mi puerta. Esta vez, con el grupo de hombres venía un niño. Habían caminado once kilómetros solo para asegurarse que yo estaría listo para el viaje. ¡Era increíble!

Bueno, el día convenido llegó. Y a las 9 de la mañana partí acompañado de mi sacristán, que era un campesino. Este cabalgaba detrás de mí, llevando mi estuche para la misa y mi valija negra. Parecíamos Sancho Panza y Don Quijote. Yo cabalgaba sin saber lo que me esperaba.

Parte II: Maltratado, golpeado y magullado.

A las 10:30 de la mañana aún estábamos muy lejos de Santo Domingo de Guzmán. El sacristán me preguntó la hora, y me replicó “¡Es tarde!” Se colocó detrás de mi caballo y con un látigo de bambú le pegó en las ancas. ¡Y zaz! El caballo sale volando y yo con él, abiertas mis piernas y saltando en el aire, como en un rodeo. ¡Hasta llegué a pensar que iba en un avión jet!

Tomó algún tiempo para que el caballo se aquietara. Yo no estaba muy contento con mi compañero, quien volvió a preguntarme por la hora, estaba tan distraído con el paisaje, que me había olvidado del látigo. ¡Y zaz! Volví a volar por los aires, teniendo que calmar al caballo, no sin grandes esfuerzos. Tenía unas ganas de quitarle el látigo a mi compañero y darle su medicina. Y le dije: “¡Pare, ya está bueno!”

Para calmarme, el campesino empezó a enseñarme unas palabras indígenas. Quería distraerme. Allá al rato, me volvió a preguntar la hora. Entonces, fui más inteligente que él. Lo vi seriamente y no le contesté. Con ello le hice ver que no me engañaría por tercera vez, pues yo no era un gringo tonto.

Cuando habíamos recorrido tres cuartas partes del trayecto, cayó una fuerte tormenta, característica del mes de agosto. Dichosamente yo llevaba puesta una capa, pero mi pobre sacristán no. Y tuvo que cubrirse apenas con un pedazo de plástico.

Llegamos a Santo Domingo a eso de las 5 de la tarde, hora y media después de lo esperado. Aún llovía, y entramos directamente a una casita de adobe y paja donde nos hospedaríamos. La casita tenía un corredor de frente y traté de entrar con todo y caballo, pero mi cabeza no entraba bajo el techo. El agua corría como un río sobre mi cabeza. Yo imaginaba que estaba tomando un baño de regadera a lomo de caballo. El cacique –nombre que recibe el jefe del lugar– nos estaba esperando. Él era el encargado de los festejos patronales. Me miró fijamente y vociferó:

—¡Llegó tarde!

—¡Por Dios Santo! ¡Ayúdeme a bajar de este caballo, no sé cómo hacerlo! –“¡Dios mío! ¿Qué vendrá después?”, pensé.

Cuando por fin bajamos de los caballos, secamos nuestras ropas. El cacique se notaba que no tenía consideración alguna y volvió a vociferar:

—¡Llegó tarde!

Mejor me fui directamente a la iglesia a oficiar la santa misa. A pesar de que no había comido desde el desayuno, cuando llegó el momento de las peticiones, el lector de la misa pidió algo.

—¡Que el padre Guido trate de cumplir a tiempo sus compromisos!

No podía creer lo que mis oídos escuchaban.

Parte III: El regalo del cacique

Después de desayunar sopa de patas y tortillas verdes, celebré la misa en honor de Santo Domingo, tal como lo prometí en reiteradas ocasiones.

Como es costumbre, para la fiesta del patrono los campesinos celebran con danzas folclóricas de origen español, conocidas como “Historiantes”. Pues bien, me hallaba observando con sumo cuidado la danza y a la vez tomaba fotos con mi cámara. Celestino, el cacique, me miraba curioso y asombrado. Él era el padre de una de las niñas que participaba en la danza folclórica. Yo seguía observando cada escena. De pronto, Celestino se acerca y me pregunta algo.

—¿Le gusta, padre?

—¡Claro que sí! –respondí, pensando que se refería a la danza.

—Le doy a mi hija, padre. ¡Se la regalo!

No sabía qué pensar. ¿Era otra de sus bromas?

—Un momento, jefe. Aprecio su obsequio, pero no puedo aceptarlo. ¡Ni siquiera puedo cuidar de mí mismo, mucho menos podría ser capaz de cuidar a su hija! ¡Y basta, no se moleste!

Dicho esto regresé a la iglesia a bendecir a los feligreses. “¡Por Dios Santo!, dije, ¡Gracias a Dios que me escapé!”

Llueve a cantarazos sobre San Pedro Puxtla. En el aire, vaga una fría sensación de aislamiento.

—¡Esta tormenta no es nada! Han pasado muchas peores por aquí –asegura el fraile, mientras fisgonea el aguacero que cae detrás de su puerta con malla antimosquitos.

El padre Guido recuerda que bautizó como “El Diluvio” a los doce días de lluvia intermitente que dejó el huracán Stan en 2005. Durante el diluvio, dice que ocurrieron cosas muy peculiares. El volcán de Santa Ana explotó y “todo San Pedro parecía como si lo hubieran pintado a brochazos con pintura gris”. Al mismo tiempo, albergaba en la parroquia a unos 80 damnificados por la lluvia. Y sus dos mascotas –una gata y una perra pastor alemán– hacían lo suyo.

El 9 de octubre, su gata, llamada Penny como las monedas de un centavo de dólar, parió seis gatitos. Dos días después, su pastor alemán, llamada Cora como las monedas de 25 centavos de dólar, tuvo siete perritos, “cuatro varones y tres hembras”.

—Cora le ganó a Penny por uno. Y debido a que el último perrito nació el 12 de octubre, el día de Cristóbal Colón, decidí darles nombres relacionados con él. Así pues, a los perritos los llamé: Cris, Columbus, Discovery y Atlantic. A las hembras las nombré: Pinta, Tinta y Marry.

El fraile gringo dice que agradeció a Dios por mandarle estos animalitos: “Así verdaderamente puedo decir que aquí: ‘Me llovieron gatos y perros’”.

El padre Guido continúa platicando sentado en una silla plástica. A su alrededor, las paredes intentan robarle atención. Cuelga una bandera de EUA, junto a la de El Salvador. Enmarcado, tiene el pergamino que desde 2003, y por decreto legislativo, lo convirtió en ciudadano salvadoreño. También hay un mapa de la isla italiana de Sicilia, o “Chichilia”, desde donde emigraron sus padres rumbo a Massachusetts a inicios del siglo pasado, para trabajar en fábricas de lana.

—Yo nací un Viernes Santo, justamente durante las tres horas de sufrimiento de Cristo, el Salvador, en la cruz . Por eso me bautizaron como Salvatore. Para los no-italianos, Salvatore o Salvador es difícil de pronunciar. Y me inscribieron como “Sammy”.

Eso explica el fraile cuyo nombre completo es Sammy Salvatore Guido Vellardita. Él encuentra curioso que su “Chichilia”, Massachusetts y El Salvador tienen en común ser territorios de alrededor de 25,000 kilómetros cuadrados. Pero, lo que más cosquillea mi curiosidad es un comalito con inscripciones acrílicas y que cuelga de la pared. ¿Qué dice?

—¡Es el Padre Nuestro en náhuat! –explica el fraile que sabe inglés, italiano, español y una cuantas palabritas en lengua nativa. En Santo Domingo de Guzmán se tomó la tarea de traducirlo.

El comal reza: “Tegu tupal ga tenemi gaigacu santoshisigua ma tugai maguigui…”. El fraile me resume que los “inditos” son interesantes. Dice que cuando regañaban a sus cipotes, en su presencia, lo hacían en náhuat, para que no entendiera. De su gastronomía rescata el alguashte. Tanto, que podría jurar que su platillo favorito no son las hamburguesas o los hot-dogs, sino el pollo frito ahogado en salsa de alguashte. Lo que aún no digiere es cómo hornean los comales como el que está aquí colgado. Dice que es una dura faena exclusiva de mujeres indígenas “topless”, que casi parecen quemarse junto a los comales.

Mientras me habla de comales, miro una antigua fotografía suya que ha dejado sobre una mesita. En ella, aparece mucho más joven, como de 30 años, oficiando algún evento en Santo Domingo. Luce como el hollywoodense actor ítalo-americano Al Pacino. De hecho, su cabellera, de melena lacia, es similar.

—Padre, ¿Y en estos 51 años de vivir aquí, ninguna muchacha se enamoró de usted?

—No sé… Yo creo que no. Y no es que no me llamen la atención, pero soy un religioso.

Dicho esto, mejor me invita almorzar algo “humilde”. Sobre la mesa desfilarán albóndigas con arroz. Tortillas gordas. Mangos y naranjas. Salva Cola. Y una sopa de espinacas, a la que, él le añadirá quesito parmesano del gringo, y trocitos de aguacate del indio. Todo lo preparó su longeva ama de llaves. Una robusta y chele señora de 84 años, con rostro de beata, María Ernestina Ramos. El fraile aprovecha para comentar que disfruta de la música de otros ítalo-americanos como él, como Liza Minelli y Frank Sinatra. Y habla de otras “medio-italianas”, Madonna y Lady Gaga. “La primera está loca. ¡Y la otra es una sinvergüenza!”

Tras el almuerzo, el fraile chupa una naranja y dice estar listo para mostrarme San Pedro Puxtla. Antes de salir, en la puerta, me obsequia un escapulario verde. Uno como el que él utilizó durante un exorcismo que sucedió en Ataco, y que él describe en su libro-bitácora. Se trata de una crónica de tres partes.

Parte I: Un desafío

Un domingo, estaba rezando mi breviario cuando llegó una mujer con dos galones de agua.

—Padrecito, quiero que usted bendiga estos dos galones de agua.

—¿Para qué?

—Padrecito, quiero que usted bendiga esta agua por mi hijo José. Está poseído, y quiero bendecirlo con ella. Hay un espíritu malo que entra en mi hijo.

—¡Un momento, señora! Tengo que consultar al pastor de Ataco, al padre Sully.

Yo le conté todo al padre Sully. Y me dijo que iría con el doctor a visitar a ese joven, y que me quedara aquí. Al día siguiente, el doctor no llegó por lo cual el padre Sully decidió enviarme a mí. ¡Qué reto! Fui con Tito, Martín, el sacristán, y un hijo de la señora.

La casa estaba ubicada en una finca de café, propiedad de otra persona. Era de adobe. Todos entramos a la casa y hayamos acostado al enfermo, José. Él estaba boca arriba sobre una cama de madera. A pesar de que se veía muy enfermo, estaba normal.

La mamá de José me pidió que lo bendijera con agua bendita. Y que a la vez bendijera la casa, adentro y por fuera, lo cual hice con gusto. Y le dije a la señora que no se preocupara más por José porque acaba de recibir toda la protección espiritual que necesitaba.

Parte II: La señora enloquecida

El siguiente domingo, la mamá de José me estaba esperando. Me dijo que su hijo seguía igual, como poseído. No pude creerlo, y comencé a pensar que ella estaba perdiendo la cabeza.

Al día siguiente, fui con mi grupo de acompañantes. Esta vez llevé un crucifijo, mucha agua bendita, escapularios verdes y cafés. Y otra cuerda franciscana, como la que uso. Entramos en la casa de adobe y pude ver a José, el enfermo. Estaba profundamente dormido.

Preferí salir de la casa, a platicar con el papá de José debajo de una planta de banano. Mientras platicaba con él, la señora salió corriendo de la casa gritando: “¡Aquí, aquí, aquí! ¡Aquí está el espíritu malo!”

Me sentí muy nervioso y asustado. Oré intensamente a Dios. Y sentí la protección de Dios entrando en mí. Entré con la mamá y el papá de José a la casa. Estaba extremadamente caliente, como a 45 grados.

Parte III: El exorcismo

El joven, que tenía alrededor de 19 años, ahora parecía como de 120 años de edad. Estaba acostado boca arriba. Y su cara estaba negra como el carbón. Rechinaban sus dientes y tiraba puñetazos al aire como si estuviera boxeando. Hablaba en voz baja y ronca. Dos tonos salían de él. La voz de una señora espiritista que vivía cerca y la de otra espiritista que vivía en un pueblo como a 80 kilómetros de distancia. ¡Estaban utilizando al joven como médium de conversación!

Cuando las espiritistas terminaron su conversación el poseso hablaba entrecortado. Dijo que estaba en un campo de juego, en las cantinas, en el alcohol.

—¡Deja a este joven libre! ¡Déjalo en paz porque él tiene todas las bendiciones y la protección de la iglesia!

—¡No estamos solos! ¡Somos varios!

Esa voz salió de José. Me retiré de la cama, la cara del joven estaba más negra que antes, y él me preguntaba: “¿Dónde están tus adoradores? ¿Dónde están los Legionarios de María y de la Sociedad del Santísimo Sacramento?” Empecé a rociar agua bendita sobre el poseído. Y con mi otra mano sostenía el crucifijo. Se ponía más furioso. Tomé el cordón de San Francisco para golpearlo suavemente. A la vez, tiré sobre él los escapularios. El poseso saltó. Se dio vuelta hacia donde estaba una pequeña mesa con imágenes de Jesús y la Virgen.

—¿Dónde están sus feligreses para que lo defiendan? Ahora voy a pelear contra este altar y el altar de su iglesia… ¡Voy a pelear contra usted y su iglesia!

Aquello fue el acabose. Nunca estuve más asustado en mi vida. Oré a Dios y a todos los santos. Apuntaba el crucifijo y rociaba agua bendita. Finalmente, el joven empezó a calmarse. Su tono de voz bajo. Sus dientes aún rechinaban y murmuraba cosas, pero se quedó dormido.

Al día siguiente, el sacristán y unos amigos lo llevaron al hospital de Ahuachapán. Amarrado, por si se ponía violento. Estuvo tan manso como un cordero. Poco después, el mismo José llegó a visitarme. Me agradeció lo que había hecho por él. Y hasta se hizo parte del grupo de la iglesia. Su madre, también muy agradecida, me contó que hallaba sapos disecados en botes de vidrio. Y que creía que los dueños de la finca los ponían allí para asustarlos y así provocar que se fueran.

—Juanita: ¡Sálgase de allí lo más pronto posible! —Así lo hizo, y desde entonces todo ha sido diferente para ellos. ¡Gracias a Dios!

En San Pedro Puxtla, el teléfono fijo e internet no funcionan. Algunos no tienen ni energía eléctrica. Ayer, cerca de la casa del fraile Guido, un rayo gordo achicharró parte del cableado aéreo del poblado. O eso es lo que murmura el adormitado pueblo.

A diferencia, el fraile gringo parece más diligente. En poco tiempo, se subió a un caballo. Me mostró una ambulancia y la escuela de 233 alumnos que el hizo construir en 1977. Saludó a varios parroquianos. Vio una casa, en cuya fachada alguien mantiene una fétida paloma ahorcada, dijo que averiguaría qué pasaba allí. Pidió un “coffee break”, en su casa, con galletas de avena con choco chips. Me mostró el espacioso interior de la parroquia. Me platicó que en Santa Ana, pistola en mano, lo llevaron a un cafetal para intentar robarle su camioneta. Y en la calle, varios chuchos bravos se le abalanzaron. Él los adormitaba con la misma frase.

—You’re a good boy. You’re good boy…

El padre Guido parece tener simpatía por los animales. Hace unos años, dice que tuvo una “lora piadosa”. Por aquí cerca, solía vivir una señora muy devota. Tanto, que a su lora le enseñó varias expresiones religiosas. Al fallecer la señora, la lora le fue obsequiada.

—Ernestina, la ama de llaves, le dio a la lora más gustos de los normales. El problema era Fluffy, el gato. Fluffy tenía sus ojos puestos en la lora, siempre esperando la oportunidad para comérsela.

El padre Guido dice que trató de mantener vigilancia, pero un día, Fluffy atacó a la lora. Salvaron al pájaro, pero el ataque la dañó mucho.

“Manteníamos en cuidados a la lora, pero no albergábamos muchas esperanzas. Un día, mientras estaba en mi cuarto, escuché el canto: ‘Ave, Ave, Ave María’. Era el mismo tono del himno que cantan en el santuario de Lourdes, en Francia. ¡No podía creerlo! Salí al patio, donde estaba la lora envuelta en una toalla, para que tomara el sol y el aire fresco. Mientras la veía, la lora cantaba la parte final del himno, ‘Ave, Ave, Ave María’. Al terminar cerró los ojos para siempre con un suspiro. Recé y le impartí la bendición. La lora honraba a nuestra bendita madre. Seguramente está en el cielo en una estaca de oro, cantando a Jesús y su madre bendita: Ave, Ave, Ave María”.

Tras el cuento de la lora, el fraile gringo me confiesa que más de alguna vez se ha sentido como solo o “abandonado acá”. Pero transcurridos más de 51 años sería pecado que no se hubiera labrado un séquito de conocidos y amigos. Eso sí, es incapaz de olvidar la primera vez que puso un pie en El Salvador. Cuando bajó del avión de cuatro hélices en el aeropuerto de Ilopango. Lo hizo con unas botas de caña alta, pensando en culebras mordedoras. Dice que nadie le dio la bienvenida al entonces religioso de 28 años. Tuvo que esperar más de cinco horas allí, hasta que un par de curas lo recogieron y lo llevaron hasta el otro lado del mundo, Sonsonate. Allí, un superior esbozó su destino. Le asignó un primer pueblo ahuachapaneco: Ataco.

—El día que llegué a Ataco (el 2 de febrero de 1960), di mi primera misa a las 6 de la tarde. ¡Y tan pronto hice la señal de la cruz, la tierra se estremeció! Proseguí, pero luego sucedió un segundo temblor, y ni corto ni perezoso dije a los presentes: ¡Salgamos del templo!

Antes de despedirnos, el fraile me lleva a la cúspide de un cerro jalonado por un amate y una inmensa cruz. En un pick up, ascendemos hasta allí. Y pronto, el padre descubre que el pedestal de la cruz tiene un grafito en spray: “Susan patas de lora y culo de tabla”.

—¡Oh, my God! Esto no estaba el 3 de mayo, en el día de la cruz. Hace poco lo han hecho. ¡Qué barbaridad! –hace cara compungida. Luego pierde su mirada en el paisaje que se abre en dirección sur. A vista de pájaro se adivinan las tejas y láminas oxidadas de San Pedro Puxtla. Y más allá, el muelle de Acajutla.

—Mire aquel cerro, por allá queda Guaymango, allí solía dar misas, pero iba en mi jeep. Y de este otro lado, por allá, queda Santo Domingo de Guzmán. Bueno, allí usted ya sabe, antes de que pavimentaran el camino, tenía que ir a lomo de caballo.

—Padre, después de 51 años acá, ¿no extraña su Estados Unidos? ¿No se siente solo a veces?

—Sí, pero ya solo me sobrevive un hermano en Massachusetts. Él nunca ha venido aquí, yo lo visito una vez al año. Pero mi misión es esta, estar con la gente más sencilla y humilde que es la que mejor entiende a Dios. Y para estar siempre conectado con Estados Unidos, recibo por suscripción la revista National Geographic. Antes recibía aquí la revista Time, pero ya no. El Salvador que yo conozco no es El Salvador del que habla Time.

How to Read a Maya Glyph

How to Read a Maya Glyph

by Lily Ball
published on 25 January 2015

For over three centuries, the ancient Maya flourished in Mesoamerica. They built giant stone pyramids surrounded by dense jungle, used a calendrical system that made many believe that 2012 would be the end of the world, and created a writing system that is as beautiful as it is complex. Its decipherment is ongoing, even today. In fact, it is so aesthetically rich and difficult to master, one needed to be an accomplished artist in order to write it properly. Fittingly, ancient Maya scribes and artists were all known by the same title: t’zib.
Deciphering Ancient Maya: Syllables and Concepts

The Maya writing system is logosyllabic, meaning its symbols can represent sounds in the form of syllables (like “ma” or “tot”), or they might represent whole concepts (like “river” or “house”). This made the language very difficult to decode, and in fact, scholars initially thought the entire writing system was phonetic due to the unfounded assumptions of a missionary named Diego de Landa. Originally from Spain, de Landa’s first language was naturally Spanish. Therefore, when he attempted to decipher the Maya language, he broke it down into individual sounds (vowels and consonants) rather than syllables, the product of which is an inaccurate record of the Maya written and spoken language and a misleading guide for scholars. It wasn’t until 1952 CE that it was suggested that the language might be syllabic rather than phonetic. This was a major breakthrough in the decipherment of the ancient Maya written language.
Even with all these hurdles, scholars have managed to decipher much of the ancient Maya written language, which covered topics from astronomical mathematics to their royal lineage.

The distinction between a phonetic and a syllabic language is small but essential. A phonetic language uses individual sounds to build spoken words. English, German, and modern Romance languages like French, Italian, and Spanish are phonetic languages, to name a few. When written, each symbol (letter) represents a single sound (a vowel or consonant) like “o” or “b”. Syllabic languages, however, are made up of consonant-vowel (CV) or consonant-vowel-consonant (CVC) combinations, like “ta” or “bot.” Japanese, for example, uses the CV model for the majority of two of its alphabets: katakana and hiragana.

The Maya glyphs are further complicated by their use of conflation, wherein two or more glyphs are combined, and some elements of the glyphs are eliminated or simplified, diminishing their individual complexity in order to create a legible, aesthetically pleasing glyph that fits within the space provided, whether that be on a small decorated cup, or a giant stone stela.
Reading Ancient Maya

Even with all these hurdles, scholars have managed to decipher much of this ancient written language, which covered topics from the Maya’s vast understanding of astronomical mathematics, to their vivid storytelling, to their royal lineage. The basic structure of this writing system consists of one or more main glyphs with additional glyphs attached to it. For example, this complex glyph represents the ancient Maya city of Copan. The main glyph is the head of a bat, complete with upturned nose, a flaring ear, and grinning mouth. With a glyph like this, it’s easy to see the complex artistry necessary to become an accomplished t’zib.

Copan glyph
Copan glyph

Arguably one of the most famous glyphs of the Maya written language is the glyph for chocolate. This glyph has been painted or inscribed onto many vessels, some of which have been found to contain traces of chocolate, leading scholars to believe that in these cases, the Maya labeled vessels with their intended use. Luckily, the glyph for chocolate is entirely syllabic, making it easy for us to read.

Glyph representing chocolate
Glyph representing chocolate

There are three elements we need to recognize in order to read this glyph:

the main glyph, which resembles a fish (we’ll call this part of the glyph element “A”);
the oval and hook shapes on the right, which resemble a fish’s tail but are actually a separate glyph (let’s call this element “B”);
the two dots that resemble a colon near the fish’s mouth (element “C”).

The main glyph, A, represents the syllable sound “ka”. Element B, near the fish’s tail, represents the syllable sound “ua” (also written “wa”). So far, the glyph is pronounced “ka-ua” since the Maya read their glyphs left-to-right and top-to-bottom. Next, we need to take into account element C near the fish’s mouth. Anyone who reads music will recognize element C as a repeat sign, which can be placed at the end of a bar of music to indicate that a portion of the piece should be repeated. Surprisingly, that’s exactly the function it serves here, too. It tells the reader to repeat the sound of the symbol next to it. Here, that’s element A, “ka”. So, when each element is read in the correct order, left-to-right and top-to-bottom, the glyph reads “ka-ka-ua.”

Just one further insight is needed to pronounce this glyph properly: the Maya were known to drop the last vowel of a spoken word. Therefore, this glyph should be read without the final “a” sound at the end. Without that last “a,” the glyph reads “ka-ka-u,” or as we currently spell it, cacao, the main ingredient for chocolate.

Meet The 80 People Who Are As Rich As Half The World

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Rich People
Meet The 80 People Who Are As Rich As Half The World

7:01 PMJan 18 By Mona Chalabi
Prince Al-Waleed bin Talal Bin Abdulaziz Alsaud, right, nephew of King Abdullah of Saudi Arabia, and his wife, Princess Amira, left, arrivel in Mogadishu, Somalia, to witness the famine in the Somali capital on Aug. 27, 2011.

Prince Al-Waleed bin Talal Bin Abdulaziz Alsaud, right, nephew of King Abdullah of Saudi Arabia, and his wife, Princess Amira, left, arrivel in Mogadishu, Somalia, to witness the famine in the Somali capital on Aug. 27, 2011.

Farah Abdi Warsameh / AP

Eighty people hold the same amount of wealth as the world’s 3.6 billion poorest people, according to an analysis just released from Oxfam. The report from the global anti-poverty organization finds that since 2009, the wealth of those 80 richest has doubled in nominal terms — while the wealth of the poorest 50 percent of the world’s population has fallen.

To see how much wealth the richest 1 percent and the poorest 50 percent hold, Oxfam used research from Credit Suisse, a Swiss financial services company, and Forbes’s annual billionaires list. Oxfam then looked at how many of the world’s richest people would need to pool their resources to have as much wealth as the poorest 50 percent — and as of March 2014, it was just 80 people.

Four years earlier, 388 billionaires together held as much wealth as the poorest 50 percent of the world.

Thirty-five of the 80 richest people in the world are U.S. citizens, with combined wealth of $941 billion in 2014. Together in second place are Germany and Russia, with seven mega-rich individuals apiece. The entire list is dominated by one gender, though — 70 of the 80 richest people are men. And 68 of the people on the list are 50 or older.

If those 80 individuals were to bump into each on Svenborgia, what might they talk about? Retail could be a good conversation starter — 14 of the 80 got their wealth that way. Or they could discuss “extractives” (industries like oil, gas and mining, to which 11 of them owe their fortunes), finance (also 11 of them) or tech (10 of them).

There might be some quiet voices in the room, though, because 11 of the wealthiest people on the planet were simply born into their money (19 others inherited their wealth and then made it grow). The remaining 50 names on the list, according to Forbes, are self-made billionaires.

Oxfam notes that global wealth inequality is increasing while the rich get richer. If trends continue, the organization projects that the richest 1 percent of people will have more wealth than the remaining 99 percent by 2016.

Here’s the list of the 80 people with as much wealth as the world’s poorest 3.6 billion people:

RANK NAME 2014 WEALTH (BILLIONS) COUNTRY SELF-MADE? SECTOR

1 Bill Gates $76 USA ✓ Tech
2 Carlos Slim Helu $72 Mexico ✓ Telecom
3 Amancio Ortega $64 Spain ✓ Retail
4 Warren Buffett $58 USA ✓ Finance
5 Larry Ellison $48 USA ✓ Tech
6 Charles Koch $40 USA Diversified
7 David Koch $40 USA Diversified
8 Sheldon Adelson $38 USA ✓ Entertainment
9 Christy Walton $37 USA Retail
10 Jim Walton $35 USA Retail
11 Liliane Bettencourt $35 France Product
12 Stefan Persson $34 Sweden Retail
13 Alice Walton $34 USA Retail
14 S. Robson Walton $34 USA Retail
15 Bernard Arnault $34 France Luxury
16 Michael Bloomberg $33 USA ✓ Finance
17 Larry Page $32 USA ✓ Tech
18 Jeff Bezos $32 USA ✓ Retail
19 Sergey Brin $32 USA ✓ Tech
20 Li Ka-shing $31 Hong Kong ✓ Diversified
21 Mark Zuckerberg $29 USA ✓ Tech
22 Michele Ferrero $27 Italy Food
23 Aliko Dangote $25 Nigeria ✓ Commodities
24 Karl Albrecht $25 Germany ✓ Retail
25 Carl Icahn $25 USA ✓ Finance
26 George Soros $23 USA ✓ Finance
27 David Thomson $23 Canada Media
28 Lui Che Woo $22 Hong Kong ✓ Entertainment
29 Dieter Schwarz $21 Germany Retail
30 Alwaleed Bin Talal Alsaud $20 Saudi Arabia ✓ Finance
31 Forrest Mars Jr. $20 USA Food
32 Jacqueline Mars $20 USA Food
33 John Mars $20 USA Food
34 Jorge Paulo Lemann $20 Brazil ✓ Drinks
35 Lee Shau Kee $20 Hong Kong ✓ Diversified
36 Steve Ballmer $19 USA ✓ Tech
37 Theo Albrecht Jr. $19 Germany Retail
38 Leonardo Del Vecchio $19 Italy ✓ Luxury
39 Len Blavatnik $19 USA ✓ Diversified
40 Alisher Usmanov $19 Russia ✓ Extractives
41 Mukesh Ambani $19 India Extractives
42 Masayoshi Son $18 Japan ✓ Telecom
43 Michael Otto $18 Germany Retail
44 Phil Knight $18 USA ✓ Retail
45 Tadashi Yanai $18 Japan ✓ Retail
46 Gina Rinehart $18 Australia Extractives
47 Mikhail Fridman $18 Russia ✓ Extractives
48 Michael Dell $18 USA ✓ Tech
49 Susanne Klatten $17 Germany Cars
50 Abigail Johnson $17 USA Finance
51 Viktor Vekselberg $17 Russia ✓ Metals
52 Lakshmi Mittal $17 India Metals
53 Vladimir Lisin $17 Russia ✓ Transport
54 Cheng Yu-tung $16 Hong Kong ✓ Diversified
55 Joseph Safra $16 Brazil ✓ Finance
56 Paul Allen $16 USA ✓ Tech
57 Leonid Mikhelson $16 Russia ✓ Extractives
58 Anne Cox Chambers $16 USA Media
59 Francois Pinault $16 France ✓ Retail
60 Iris Fontbona $16 Chile Extractives
61 Azim Premji $15 India Tech
62 Mohammed Al Amoudi $15 Saudi Arabia ✓ Extractives
63 Gennady Timchenko $15 Russia ✓ Extractives
64 Wang Jianlin $15 China ✓ Real Estate
65 Charles Ergen $15 USA ✓ Telecom
66 Stefan Quandt $15 Germany Cars
67 Germán Larrea Mota Velasco $15 Mexico Extractives
68 Harold Hamm $15 USA ✓ Extractives
69 Ray Dalio $14 USA ✓ Finance
70 Donald Bren $14 USA ✓ Real Estate
71 Georg Schaeffler $14 Germany Product
72 Luis Carlos Sarmiento $14 Colombia ✓ Finance
73 Ronald Perelman $14 USA ✓ Finance
74 Laurene Powell Jobs $14 USA Entertainment
75 Serge Dassault $14 France Aviation
76 John Fredriksen $14 Cyprus ✓ Transport
77 Vagit Alekperov $14 Russia ✓ Extractives
78 John Paulson $14 USA ✓ Finance
79 Rupert Murdoch $14 USA ✓ Media
80 Ma Huateng $13 China ✓ Tec