Los jaguares de Chalchuapa y la civilización maya

Los jaguares de Chalchuapa y la civilización maya
Federico Paredes Umaña
El Faro / Publicado el 15 de Abril de 2013

Los recientes hallazgos arqueológicos en Chalchuapa a cargo del Dr. Ito, el Lic. Shibata y el Lic. Alvarado aportan nuevos e interesantes datos al escaso conocimiento que tenemos sobre las sociedades prehispánicas que habitaron el occidente de El Salvador hace unos 23 siglos.

Los dos monumentos tallados en piedra reportados por dicho proyecto pertenecen a una tradición escultórica que llamaremos “Cabezas de Jaguar” y que según mis investigaciones se distribuye en los actuales departamentos de Ahuachapán, Sonsonate y Santa Ana.

Desde el año 2006 que inicié mis investigaciones sobre monumentos esculpidos de la época prehispánica del sureste de Mesoamérica, he podido registrar 50 esculturas de dicha tradición. Estos monumentos y sus creadores son el tema central del presente escrito. Parte de esta información la he difundido ya en trabajos académicos, así como en foros profesionales de arqueología en El Salvador, Guatemala, México, Canadá y Estados Unidos y forman parte de mi tesis doctoral por la universidad de Pennsylvania (2012). Recientemente he puesto a disposición del público general el sitio web www.cabezasdejaguar.com.

Contribuciones al surgimiento de la civilización maya

Sabemos que los antiguos pobladores de estas regiones crearon y usaron estos monumentos de piedra algunos cientos de años antes de la terrible erupción volcánica de Ilopango que se produjo entre los siglos IV y VI. Así lo demuestran los trabajos arqueológicos de Robert Sharer, realizados en Chalchuapa en los años 60´s. Mis propios trabajos al frente del Proyecto Arqueológico Ataco (2009-2011) demuestran que los primeros ejemplos de esta tradición están asociados al surgimiento de la civilización Maya en el sureste de Mesoamérica, y poco tienen que ver con el llamado horizonte Olmeca, por ser este mucho más antiguo (1200-400 AC). Mis investigaciones me permiten señalar que las cabezas de jaguar más antiguas reportadas a la fecha fueron talladas en el periodo Preclásico Tardío, es decir entre el 300 AC y el 250 DC. Sin embargo, la tradición bien puede ser mucho más longeva. De hecho los datos de mis investigaciones en Ataco señalan que hacia el año 1000 DC, tres de estos monumentos, originalmente tallados durante el periodo Preclásico fueron objeto de culto y veneración. A pesar de este dato bien documentado, la relación de las cabezas de jaguar con la arqueología de los grupos Nahuas en El Salvador es todavía difícil de establecer. Por lo antes expuesto, lo más adecuado es señalar que las cabezas de jaguar son una innovación local del sureste de Mesoamérica (actuales territorios del occidente de El Salvador) durante la gestación de la civilización Maya.

¿Que nos dicen los monumentos de piedra prehispánicos?

Los monumentos en piedra nos hablan de la historia y los procesos sociales que ocurrieron en los territorios del actual occidente salvadoreño muchos siglos antes de que existiera la república. Nos hablan de sociedades que alcanzaron desarrollos sofisticados y comparables con otras regiones del planeta tierra en donde la vida social tomó formas organizadas. La arqueología del occidente de El Salvador nos permite conocer los restos materiales de grupos humanos con clases sociales muy bien diferenciadas hacia el año 200 AC. En esta época, el poder de los gobernantes era retratado en piedra y a estos retratos se sumaban anotaciones calendáricas, escritura jeroglífica y retratos de los mismos gobernantes ya sea de pie durante un rito público o sentados sobre tronos. Así lo demuestran las estelas talladas con retratos de gobernantes en diferentes sitios arqueológicos de Mesoamérica. Dos monumentos de estas características han sido localizados al este del Río Paz, uno en Chalchuapa y otro en Ataco. En el caso de las cabezas de jaguar, sostengo que dichos monumentos son testimonio de las prácticas mágico religiosas de las sociedades que las crearon y que estas fueron usadas para apuntalar el poder de los gobernantes. Esta conclusión se deriva de que las cabezas de jaguar se usaron en asociación a las estelas talladas con los retratos de gobernantes. Las estelas talladas representan el retrato de gobernantes, un cargo de carácter hereditario que se confiere a los líderes políticos de diversos núcleos poblacionales en el sureste mesoamericano en los albores de la civilización maya.

Los monumentos de la tradición cabeza de jaguar se usaron en grupos de tres. Así lo demuestran los hallazgos en Ataco, Ahuachapán y en Tapalshucut, Izalco. El Museo Nacional de Antropología en San Salvador resguarda 15 de estos monumentos, el resto se encuentra en propiedades municipales y en colecciones particulares. Las condiciones de conservación de estas piezas varía dependiendo de muchos factores, pero ese tema amerita un artículo por separado.

El peso de un nombre

Estos monumentos fueron llamados “jaguares estilizados” a principios del siglo XX, particularmente en dos publicaciones de arqueólogos norteamericanos, uno en 1915 y otro en 1940, de estos escritos se desprende la asociación del jaguar con el estilo en cuestión. También hay que decir que durente aquellos años, muchos de los elementos zoomorfos del arte indígena de las Américas se interpretaban como felinos y particularmente como jaguares. El hecho histórico es que casi todas las referencias a estos monumentos en la literatura posterior fueron cimentando la idea de que se trataba de jaguares.

A pesar del peso del nombre, es necesario aclarar que este solo debe orientarnos para identificar el estilo como tal, y no debe pesar en la búsqueda del antiguo significado de los monumentos. También sugiero que las proporciones del rostro son semejantes al rostro humano, por lo tanto son representaciones zoo-antropomorfas que conjugan elementos de la anatomía humana con elementos de felinos, aves y reptiles entre otros. La posibilidad de que también incorporen atributos de mamíferos voladores, como lo han propuesto los investigadores japoneses resulta interesante.

El occidente de El Salvador y el sureste de Mesoamérica en el periodo Preclásico.

En la vertiente del Pacífico existen al menos 9 entidades políticas que cuentan con evidencia de estelas talladas durante el periodo Preclásico (400 AC-250 DC). Estas entidades son: Izapa, El Jobo, Takalik Abaj, Chocolá, El Baúl/Bilbao, Kaminaljuyú, El Portón, Chalchuapa y Ataco. Estos centros de gran importancia regional se pueden interpretar como ciudades estado, con influencia política sobre sus vecinos más pequeños y con niveles de autonomía y competencia entre ellos. En una escala más local, existen todavía muchas preguntas que formular y responder, por ejemplo una que atañe a la relación entre los gobernantes de Chalchuapa y los de Ataco. Si bien no tenemos suficientes elementos aun para contestar esta interrogante, podemos decir que ambos centros utilizaron estelas talladas y cabezas de jaguar como monumentos públicos. La naturaleza de sus relaciones políticas es un tema sumamente interesante, pero todavía difícil de conocer. Nuevas investigaciones dirigidas a esclarecer estos aspectos resultarían de gran utilidad.

Para referirme a lo relevante que es la arqueología del occidente salvadoreño en el estudio de las antiguas dinámicas regionales del sureste mesoamericano del periodo preclásico, he acuñado el término “zona nuclear de las cabezas de jaguar”. Con este calificativo me refiero a una región de unos 3000km2 localizada al este del Río Paz que incluye zonas costeras, montañas, volcanes y fértiles valles, y que se caracteriza por concentrar los hallazgos de monumentos de la tradición cabeza de jaguar en asociación con otros monumentos tallados en piedra, que son: a) Estelas Talladas b) Estelas Lisas y c) Barrigones.

A manera de cierre

La zona nuclear de las cabeza de jaguar en el sureste de Mesoamérica es una propuesta original que permite la exploración de símbolos locales y dinámicas regionales como procesos complementarios en la formación de sociedades complejas tempranas. El estudio de varias tradiciones escultóricas es usado para iluminar la vida social durante el Preclásico Tardío (ca. 300 ac-250 dc). La zona nuclear está definida por la distribución geográfica de una tradición monumental identificada por Francis Richardson en su artículo de 1940: Escultura Monumental No Maya de América Central.

La tradición escultórica cabeza de Jaguar consiste en rostros estilizados tallados en bulto, distribuidos principalmente en el actual territorio del occidente salvadoreño. Dicha región abarca un área de aproximadamente 3000 km2 al este del Río Paz. A la luz de nuevas evidencias, se propone como una representación de actividades de índole mágico religioso, descritas por muchos autores como chamanismo. Los datos considerados muestran que se asocia con la centralización del poder político en un escenario regional de estados teocráticos o estados arcaicos emergentes. Mi investigación pone de relieve las estrategias de los gobernantes para apuntalar su poder y describe cómo la escultura monumental fue parte de dichas estrategias. Junto al surgimiento de las capitales regionales en el Sureste de Mesoamérica ocurre la institucionalización de los sistemas de creencias. La zona nuclear de las cabezas de jaguar representa la oportunidad para documentar procesos locales de evolución sociopolítica en el sureste mesoamericano durante los inicios de la civilización Maya.

*El autor es arqueòlogo salvadoreño y Becario del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Publican libro de Roberto Pineda sobre las Voces de la Memoria Rebelde

Publican libro de Roberto Pineda sobre las Voces de la Memoria Rebelde

SAN SALVADOR, 3 de marzo de 2015 (SIEP) “El Salvador: las Voces de la Memoria rebelde es el título del nuevo libro del periodista Roberto Pineda, publicado en esta ciudad por Ediciones Prometeo Liberado. La edición consta de mil ejemplares y su precio es de ocho dólares por ejemplar.

El autor informó que “este libro consiste en 23 entrevistas a revolucionarios y revolucionarias salvadoreños, realizadas por el Servicio Informativo Ecuménico y Popular (SIEP) entre los años 2004 al 2009. Es el primer tomo de una serie orientada a rescatar las voces de la memoria rebelde de nuestro pueblo.”

Añadió que “en este primer tomo aparecen entrevistas a Dagoberto Gutiérrez, Schafik Handal, Matilde Elena López, Fabio Castillo Figueroa, Blas Escamilla, Andrés Menjivar, Sihuat Tutut (Teresa Escamilla), Raúl Farfán, Jorge Federico Baires, Berta Deras, Domingo Santacruz, Víctor Gregorio Rivera, Consuelo Acosta, Julia Ramirios, Carlos Marin, Américo Duran, Julio Mendoza, Ernesto Alemán, Tula Alvarenga, Ángel Membreño, Hipolito Calles, Alfredo Acosta Díaz y José Napoleón Rodríguez Ruiz.”

Indicó el director de SIEP que “cada una de estas entrevistas refleja diversos aspectos de las luchas revolucionarias en las que participaron a aún participan. Entrevistar a cada uno de estos personajes fue para mí una valiosa oportunidad para ampliar la información referente a sucesos políticos que el tiempo va borrando. Agradezco a cada uno de ellas y ellas por su tiempo y paciencia.”

Concluyó Pineda afirmando que “la palabra de nuestros compañeros y compañeras nos sigue convocando a la lucha por la paz, por la democracia, por la justicia y por el socialismo, y nos enseña que los proceso revolucionarios pueden paralizarse o debilitarse, pero que siempre, como enseñaba Mao, como principio histórico, “donde hay opresión, hay resistencia.”

Varoufakis en el laberinto del Minotauro

Varoufakis en el laberinto del Minotauro

NACHO ÁLVAREZ*

Diversos nombres sonaban semanas atrás en los medios económicos y financieros internacionales como posibles ministros de Finanzas en un nuevo ejecutivo liderado por Syriza. Finalmente será el profesor Yanis Varoufakis quien asuma la considerable misión de renegociar el Memorándum firmado por Grecia con la Troika en 2010, y renovado posteriormente.

Yanis Varoufakis es catedrático de Teoría Económica en la Universidad de Atenas y profesor visitante en la Universidad de Texas. Tiene una dilatada carrera académica centrada en la teoría de juegos, esa disciplina a caballo entre la economía y las matemáticas que analiza el éxito o fracaso de las posibles decisiones de un agente en función de sus interacciones con otros actores.

Asesor de Papandreu hasta 2006, gobierno al que criticó duramente a partir de esa fecha, Varoufakis es un economista que a raíz de sus análisis ha adquirido una merecida fama internacional en el curso de la crisis. Además de las interesantes contribuciones semanales que han ido nutriendo su blog en estos años, la publicación en 2011 de El Minotauro global. Estados Unidos, Europa y el futuro de la economía mundial (Capitán Swing Ed.) le consagró como economista de referencia.

Varoufakis analiza en esta obra la evolución del sistema económico y financiero internacional tras la Segunda Guerra mundial, hasta llegar a la crisis de 2008. El gigantesco y continuo flujo de capitales hacia la economía estadounidense para financiar sus déficits gemelos –sector público y balanza de pagos– es uno de los principales rasgos que definen, a juicio del autor, el periodo neoliberal del capitalismo. Este reciclaje masivo de capitales que alimenta al Minotauro global (Estados Unidos), se ha sostenido sobre el proceso de globalización y financiarización. Su cortocircuito parcial a partir de 2008 determina, según Varoufakis, que el crecimiento norteamericano resulte más débil y errático.

Hay sin embargo un segundo trabajo de Varoufakis que resulta aún de mayor interés, y cuyo conocimiento apenas había superado los círculos especializados hasta el domingo pasado. En Una modesta proposición para resolver la crisis de la Eurozona, Varoufakis, junto a Stuart Holland y James K. Galbraith, plantea una posible solución al actual escenario de estancamiento y deflación que recorre la zona euro. Para ello señala la necesidad de abordar un proceso de reestructuración mancomunada de las deudas soberanas, la emisión de eurobonos, una recapitalización de las entidades financieras a través del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) sin intermediación estatal, un mecanismo para reciclar los excedentes financieros en inversiones productivas y un programa de atención a las necesidades sociales más urgentes desatendidas por la crisis.

Esta propuesta, que, como el propio Varoufakis señala, es inmediata y factible en el marco de los tratados europeos actuales, dormía hasta hoy en el sueño de los justos. Todo parece indicar que ahora tendrá que ser al menos considerada por el Eurogrupo y las instituciones de Bruselas. Ahora bien, sabemos que la solvencia académica poco tiene que ver en ocasiones con la capacidad política, entre otras cosas porque esta última viene determinada por la correlación de fuerzas con la que cada actor acude a la mesa de negociación.

Los desafíos que el nuevo ministro de Finanzas griego tiene ante sí son enormes. También esperanzadores. Los primeros meses de su gestión resultarán determinantes, y permitirán verificar si Varoufakis resulta ser el Teseo que su país y Europa necesitan, capaz de adentrarse en el laberinto de las negociaciones con la Troika hasta dar muerte a ese Minotauro que en la zona euro hoy toma la forma de políticas de austeridad.

El margen es limitado, sin duda, pero existe. A pesar de la nula voluntad de negociación que algunos gobiernos conservadores han mostrado, como el de Merkel o el de Rajoy, la realidad europea actual admite alianzas de geometría variable. Así, los actuales gobiernos socialistas de Francia e Italia pueden encontrar en Syriza un inesperado aliado que les ayude a hacer el trabajo que ellos no parecen dispuestos a empujar: poner punto y final a la austeridad fiscal. Es más, el gobierno irlandés, de centro-derecha, se ha mostrado partidario de avanzar hacia la convocatoria de esa Conferencia europea para la reestructuración de la deuda que Syriza reclama insistentemente.

Sin duda, resultará interesante ver, en el curso de los próximos meses, a un especialista en teoría de juegos y negociación en contextos de incertidumbre desenvolverse en semejante madeja de intereses. Confiemos en que la gestión de Varoufakis pueda ayudar a desencadenar las fuerzas políticas necesarias para poner fin a las medidas de austeridad fiscal y devaluación salarial, pues difícilmente Europa podrá salir de la crisis si no es terminando de una vez con estas políticas. Confiemos por tanto en que no nos veamos abocados a reeditar, durante un lustro más, otro de los mitos griegos, este más oscuro. Ese en el que Sísifo fue obligado a cargar una gran piedra ladera arriba una y otra vez.

*Profesor de Economía Aplicada (Universidad de Valladolid) y
Miembro del Consejo Ciudadano Estatal de Podemos

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La Guerra Fría cultural: intelectuales al servicio de la CIA

La Guerra Fría cultural: intelectuales al servicio de la CIA [Excelente texto, recomendamos lectura y difusión]
Date: Tue, 17 Feb 2015 23:16:40 -0600

Por Ernesto Carmona*

http://api.ning.com:80/files/TL-la4qMC-0ZLHfHzt5kUiAykf7CzWUM1uqutU4G1piurlF8ax5NirHk2A5Rc2EO8DBC0Z3CfDReyi4sQDTVtZFmQPoAys6J/xxx.jpgLas 600 páginas de “La CIA y la Guerra Fría cultural”, de Frances Stonor Saunders, recorren los millonarios esfuerzos de EE.UU. por imponerse sobre la cultura y el arte del campo socialista.

Saunders caracteriza la Guerra Fría como la lucha por el control de las mentes entre los dos bloques políticos socialismo versus capitalismo que se confrontaron hasta fines de los 80. La eficacia del lavado de cerebro implementado por la CIA explicaría la sumisión europea de hoy a la política imperial de George W. Bush.

“…Y la verdad os hará libres (Juan 8:32)” reza en las paredes de la CIA en Langley, Virginia. Sin embargo, la agencia elevó el embuste a la categoría de ideario filosófico. Acuñó la doctrina de “la mentira necesaria”, puso los dólares y aportó la retórica sobre “libertad” y “cultura”.

Esta prédica libertaria inundó Europa y América Latina mientras EE.UU. aún aplicaba el apartheid y experimentaba fármacos de “control mental” en pacientes siquiátricos. En esos años, el FBI llevó a la silla eléctrica a Ethel y Julius Rosenberg, en un juicio amañado mientras el macarthismo arruinaba la vida de miles de ciudadanos acusados de pro comunistas.

La CIA sostenía que la Unión Soviética perseguía a los artistas e intelectuales disidentes, justo cuando en EE.UU. ocurría lo mismo bajo el imperio de la delación y la caza de brujas. El pasado que abordó la escritora es prácticamente igual al presente. Sólo que ahora el “comunismo” tiene como sustituto al “terrorismo”.

El Congreso por la Libertad de la Cultura (CLC) fue el instrumento central de la operación ideológica de la CIA, constituido como una organización asentada en París con apoyo de los servicios de inteligencia francés y británico. Washington “pagó la música”… sin fijarse en gastos. Entre crímenes y golpes de Estado, la CIA se dio tiempo para funcionar también como ministerio de la Cultura.

SARTRE NO SE CONTAGIÓ

La revista Encounter Encuentro fue el “acorazado insignia” de esta operación. O más bien el transatlántico de lujo del Congreso norteamericano, porque pagó viajes, hoteles, becas, artículos, ediciones, conciertos y exposiciones. Pocos artistas e intelectuales se resistieron a aparecer en las 50 revistas “culturales” de la CIA y el CLC, a publicar sus libros en grandes tiradas, a que sus piezas musicales fueran ejecutadas por la Sinfónica de Boston o que sus obras fueran mostradas en exposiciones itinerantes del Museo de Arte Moderno de Nueva York.

La CIA embaucó o utilizó a sabiendas a la intelectualidad europea y latinoamericana durante más de dos décadas. Cuando The New York Times destapó la olla, en mayo de 1967, todos dijeron “yo no sabía”. Encounter se hundió ese mismo año, lentamente, como el Titanic, pero… en 1996 fue reflotada en España como Encuentro.

Excepto Jean Paul Sartre, Albert Camus y otros pocos, la Europa pensante cayó en las redes de la fachada cultural de la CIA, urdida por el agente Michael Josselson. La intelectualidad se mostró dispuesta a ingerir el discurso de “libertad cultural” y a repeler todo lo que oliera a Unión Soviética. Especial mención merece en este libro el “anarquista” inglés George Orwell, que fungió como activo militante reclutando a intelectuales que dudaban de ingresar a esta mafia.

Desde el filósofo pacifista británico Bertrand Russell al ideólogo demócrata cristiano Jacques Maritain, las mentes más brillantes del Viejo Mundo se pusieron al servicio de EE.UU. La cruzada cultural fue financiada con partidas secretas del Plan Marshall y dinero lavado por la CIA a través de una docena de fundaciones estadounidenses.

Bertrand Russell presidió la telaraña del CLC internacional. Dimitió cuatro veces, hasta que en 1956 se alejó para siempre. El centro en París tuvo también sucursales en otros países de Europa, América Latina y en India, además del American Committee for Cultural Freedom, que se disolvió en Nueva York en 1957, tras grandes pleitos internos entre “duros” y “blandos”.

El CLC acogió como directivos, participantes activos o simpatizantes a Igor Stravinsky, Benedetto Croce, T.S. Elliot, Karl Jaspers, André Malraux, Ignacio Silone, Jean Cocteau, Isaiah Berlin, Ezra Pound, Claude Debussy, Laurence Oliver, Salvador de Madariaga y muchos otros. El líder del CLC en Chile fue Jaime Castillo Velasco, ideólogo de la DC y valiente defensor de derechos humanos durante la dictadura.

Cuando el CLC se constituyó en Berlín, en 1950, la CIA pagó los gastos de 200 delegados y 4.000 asistentes recibidos por el alcalde Ernest Reuter, un ex comunista que conoció a Lenin. Entre otros acudieron Arthur Koestler, Arthur Schlesinger Jr. (después asesor de J.F. Kennedy), Sydney Hook (ex izquierdista radical), James T. Farrel, Tennessee Williams, el actor Robert Montgomery, David Lilienthal (jefe de la Comisión de Energía Atómica de EE.UU.), Sol Levitas (editor de New Leader), George Schuyler (editor del Pittsburg Courier) y el periodista negro Max Yergan. La presencia de “gente de color” contrarrestaba las críticas europeas a la segregación racial.

También participaron los británicos Hugh Trevor-Roper (que resultó crítico y desde el principio sospechó la injerencia de la CIA), Julian Amery, A.J. Ayer, Herbert Read, Harold Davis, Christopher Hollis, Peter de Mendelssohn. Desde Francia llegaron Malraux, Jules Romain, Raymond Aron, David Rousset, Rèmy Roure, Ander Phillip, Claude Mauriac y George Altman. De Italia, Ignacio Silone, Guido Piovene, Altiero Spinelli, Franco Lombardi, Muzzio Mazzochi y Bonaventura Tecchi.

En el festival Berliner Festwochen, convocado en 1964 por el alcalde de Berlín, Willy Brand, el CLC financió la participación de Günther Grass, Jorge Luis Borges, Langston Hughes, Roger Caillois, Woly Soyinka, Cleant Brooks, Robie Macauley, Robert Penn, Warren James Merrill, John Thompson, Ted Hughes, Herbert Read, Peter Russel, Stephen Spender, Pierre Emmanuel, Derek Walcott y muchos más, entre ellos Keith Botsford, encargado de la CIA-CLC para América Latina.

La Fundación Fairfield fue la principal tapadera de la CIA para encubrir los gastos. En el rubro “Viajes y estudios” hubo una multitud de beneficiarios, entre otros Mary McCarthy, el pintor chileno Víctor Sánchez Orgaz, el poeta Derek Walcott, Patricia Blake, Margerita Buber-Neumann, Lionel Trilling y Alfred Sherman, colaborador de The Spectator.

Los líderes del Comité Americano fueron Hook, Irving Kristol después ferviente partidario de Reagan y Sol Stein, un trío de ex izquierdistas. Entre los “blandos” figuraron Schlesinger, Koestler, Reinhold Niebuhr, Henry Luce, dueño de Time-Life, James T. Farrel, Richard Rovere, de The New Yorker, Norman Thomas, ex presidente del Partido Socialista y candidato a la Casa Blanca en seis ocasiones, y Phillip Rahv, director de Partisan Review.

El CLC prefirió a intelectuales de Izquierda no comunistas o, al menos, a anticomunistas moderados tipo Bertrand Russell. Pero en Nueva York se impusieron los “duros”, como Lionel y Diana Trilling, y la conexión sionista de Jason Epstein, James Burnham, Arnold Beichmann, Peter Viereck, Clement Greenberg, Elliot Cohen, director de Commentary, y los izquierdistas Mark Rothko y Adolph Gottlieb. Pocos escritores y artistas de EEUU desoyeron los llamados del CLC, entre otros Arthur Miller, Norman Mailer, Erskine Caldwell, Upton Sinclair, Howard Fast, Ben Shahn, Ad Reinhart, Paul Robeson, George Padmore y John Steinbeck, quien después sucumbió, al final de su vida, apoyando la guerra en Vietnam.

LA CIA PAGÓ LA MÚSICA

EE.UU. estimó que la música calaba la mente y la sensibilidad europeas más rápido que otras artes. Por eso, el lavado de cerebro comenzó con grandes conciertos, organizados por el agente Nicolás Nabokov, un mediocre y frustrado compositor ruso primo del autor de Lolita, quien organizó conciertos y festivales reclutando músicos alemanes, sin asco por su pasado nazi. Bien pagados, actuaron la Sinfónica de Boston y la soprano negra Leontine Pryce. Yehudi Menuhin, su maestro rumano Georges Enesco y los ex nazis Herbert Von Karajan y Wilhelm Furtwängler que recibieron becas y dinero.

Desde su primer festival musical de 1951, Nabokov consiguió obras o actuaciones de Igor Stravinsky, Aaron Copland, Samuel Barber, del New York City Ballet, la Boston Simphony Orchestra, James T. Farell, W.H. Auden, Gertrude Stein, Virgil Thompson, Allen Tate, Glenway Westcott, la participación del Museo de Arte Moderno de Nueva York y de muchos otros.

Tampoco negaron su colaboración Cocteau, Malraux, De Madariaga, Oliver, William Walton, Benjamin Britten, la Opera de Viena, la Opera del Covent Garden, la Trouppe Balanchine, Czeslaw Milosz, Ignacio Silone, Denis de Rougemont y Guido Piovene. El elenco de setenta artistas negros de la ópera Porgy and Bess hizo presentaciones por casi diez años. También actuaron Dizzy Gillespie, Marian Anderson, William Walfield, y multitud de artistas seleccionados por un comité secreto de presentaciones culturales coordinado con el Departamento de Estado.

PROMOCIÓN DEL LIBRO Y LA LECTURA

La CIA no descuidó los libros. Publicó millones de ejemplares además de lanzar tras “la cortina de hierro” miles de biblias. “Los libros son diferentes a todos los demás medios de propaganda escribió uno de los jefes del Equipo de Acciones Encubiertas de la CIA, fundamentalmente porque un solo libro puede cambiar de manera significativa las ideas y la actitud del lector hasta un grado que no se puede comparar con el efecto de los demás medios, (por lo que) la publicación de libros es el arma de propaganda estratégica (de largo alcance) más importante”.

“Hacer que se publiquen o distribuyan libros en el extranjero sin que aparezca la influencia de EE.UU., subvencionando de forma encubierta a las publicaciones extranjeras o a los libreros” fue un objetivo de la CIA. “Hacer que se publiquen libros que no estén ‘contaminados’ por ninguna vinculación pública con el gobierno de los EE.UU., especialmente si la situación del autor es “delicada”.

Cuatro cuartetos, de T.S. Elliot, fue arrojado como arroz sobre los países socialistas, mientras La tierra baldía se reproducía una y otra vez. Hubo versiones cinematográficas de los libros de George Orwell y se reprodujo Regreso de la URSS: el cero y el infinito, de André Gide y El libro blanco de la revolución húngara, de Melvin Lasky, un ex marxista que merodeó en el Cominform, la contraparte soviética del CLC. A fin de cuentas, los soviéticos no hicieron más que responder a lo que hacía la CIA.

También se publicaron títulos de Herbert Lüthy, Patricia Blake, Max Hayward, Leopoldo Labedz, Bertrand de Jouvenel, Nicolo Tucci, Luigi Berzini, Boris Pasternak, Nicolás Maquiavelo, André Gide, Louis Fischer, Richard Wright, y… Anton Chéjov, traducido y publicado por la Chekhov Publishing Co., editorial subsidiada en secreto. La CIA también publicó a agentes de sus propias filas, como John Hunt, James Michener y William Buckley, a quien la agencia encomendó “que ayudase a otro intelectual, el marxista peruano Eudocio Ravines, a terminar su influyente libro El camino de Yenán.

El esfuerzo editorial CIA-CLC reprodujo también La nueva clase, de Milovan Djilas, un estudio sobre la nomenklatura, y otros textos “significativos” editados por Frederick A. Prager Inc. Los “intelectuales propios”, en tanto, publicaban artículos en todos los medios influidos o controlados por la CIA.

COMPAÑEROS DE VIAJE

La CIA llamaba “compañeros de viaje” a los amigos de los comunistas, pero también reclutó los suyos para el CLC, de preferencia intelectuales progresistas bien vacunados contra el virus del comunismo. William Donovan, uno de los fundadores de la CIA, se hizo amigo en Europa de Antoine de Saint-Exúpery y de Ernest Hemingway. Hemingway, sin embargo, jamás se interesó en el CLC y terminó siendo espiado por el FBI durante 25 años, hasta su muerte en 1961. Edgard J. Hoover supo cuando el Nobel se internó con nombre falso en una clínica de Minnesota para tratarse una depresión que lo condujo al suicidio.

Notorias compañeras de viaje del CLC-CIA fueron Hanna Arendt, ex pareja del filósofo alemán Martin Heidegger quien no se llevó mal con los nazis, y su íntima amiga, Mary McCarthy.

También se involucraron, participaron y/o beneficiaron otros notables como Alberto Moravia, quien asistió a un evento “cultural” armado por Nabokov en 1960 en la isla veneciana San Giorgio, junto con John Dos Passos, Julian Huxley, Mircea Eliade, Thornton Wilder, Guido Piovene, Herbert Read, Lionel Trilling, Robert Pen Warren, Stephen Spender, Isak Dinesen, Naum Gabo, Martha Graham, Robert Lowell, Robert Richman, Franco Venturi, Iris Murdoch, Daniel Bell, Armand Gaspard, Anthony Hartley, Richard Hoggart y el indio Jaya Praksash Narayan, entre muchos otros. La Fundación Ford fue la más relevante lavadora de dinero para actividades “culturales”, aunque la CIA también levantó tapaderas propias y seguras como la Fundación Farfield, cuyo “palo blanco” fue “Junkie” Fleischmann, folclórico millonario que terminó creyéndose “mecenas” a costa del dinero ajeno.

Además se usaron las fundaciones y/o fondos Andrew Hamilton, Bacon, Beacon, Borden Trust, Carnegie, Colt, Chase Manhattan, Edsel, Florence, Gotham, Hobby, Hoblitzelle, Kentfield, Josephine and Winfield Baird, J.M. Kaplan, Lucious N. Littauer, M.D. Anderson, Michigan, Rockefeller, Ronthelyn Charibable Trust, Shelter Rock, Price, etc.

El dinero circuló por una maraña de sociedades culturales en cuyos consejos se repetían los nombres de directores de fondos, fundaciones, bancos y hasta agentes de la CIA. La agencia adquirió maestría en evadir impuestos por sus “donaciones” encubiertas y dificultó las investigaciones que en los 60 haría el congresista Wright Patman y en los 80, el senador Frank Church.

LAS REVISTAS

Las revistas financiadas por el CLC-CIA dieron trabajo a una multitud de colaboradores mediocres y desconocidos. El plan era “poner a navegar en primera clase a figuras de segunda”, en compañía de intelectuales relevantes que sabían o no para quién trabajaban. La agencia de noticias Forum World Features y las radios Europa Libre y Liberty emplearon una multitud de periodistas e intelectuales. La primera revista fue Der Monat, fundada en Berlín en 1949, como un “puente ideológico” con los escritores europeos, dirigida por Lasky, del trío que forjó estas redes (con Nabokov y Joselsson).

Encounter llegó a ser la más importante, también dirigida por Lasky, gran censurador de los artículos críticos a EE.UU. de autores que de verdad creyeron estar haciendo “periodismo libre de opinión”. Preuves se fundó en París en 1951, como antagonista de Les Temps Modernes de Sartre y Simone de Beauvoir. Paris Review apareció en 1953, animada por George Plimpton y el agente de la CIA Peter Matthiessen: allí trabajó Frances Fitzgerald, hija del jefe de la CIA encargado de planificar el asesinato de Fidel Castro.

En Italia aparecieron Libertá della Cultura y Tiempo Presente (1956), animadas por Silone y Nicola Chiaromonte como desafío a Nuovi Argumenti (1954), de Alberto Moravia. Nuova Italia, dirigida por Michael Goodwin, sólo recibió subsidios. Otro grupo, en el que también estuvo Silone, animó en Londres Censorship (1964-67), que en 1972 reapareció como Index on Censorship, financiada esta vez por la Fundación Ford. El periódico izquierdista francés Franc-Tireur recibió subsidios del CLC cuando lo dirigía George Altman, al igual que el Figaro Littéraire. En lengua árabe apareció Hiwar, en 1962. Transition, en Uganda, 1968; Quadrant, en Australia todavía existe; Quest en la India, 1955; y Jiyu, en Japón. Hubo otras que integraron la vasta madeja, como Forum, National Review, Science and Freedom y Soviet Survey.

En EE.UU. hubo publicaciones propias y otras subsidiadas mediante compra de ejemplares que la CIA-CLC distribuía en Europa y el resto del mundo:

Partizan Review, Daedalus, Hudson, Kenyon, Poetry, Sewanee y The Journal of the History of Ideas. La CIA aportaba las plumas de Kostler, Chiaromonte, Mary McCarthy, Alfred Kazin y otros, por cuenta del American Committee. New Leader, a cargo de Levitas, recibía subsidios de Times Inc. a cambio de “información sobre tácticas y personalidades del comunismo en todo el mundo”.

LIBRO CON FINAL ABIERTO

Cuadernos fue lanzada en París en 1953 para penetrar el mundo intelectual de América Latina. Su primer director fue Julián Gorkin, dramaturgo y novelista hispano, co-fundador, en 1921, del Partido Comunista de Valencia, España, y ex activista del Cominform. Después que Cuba popularizó la revista Casa de las Américas, Cuadernos se transformó en los 60 en Mundo Nuevo, bajo la conducción del uruguayo Emir Rodríguez Monegal. Los grandes de la literatura regional, como el argentino Julio Cortázar, rehusaron publicar en sus páginas.

Ya no existe el CLC, pero la CIA no ha abandonado su misión. En 1996 lanzó en Madrid la revista Encuentro, dirigida por el cubano Jesús Díaz, con financiamiento de la Fundación Ford y del Fondo Nacional para la Democracia, “organización privada sin fines de lucro” creada en 1983 “para promover la democracia a través del mundo”. También financia en Venezuela a las organizaciones empresariales que conspiran contra el gobierno de Hugo Chávez.

“Siempre cabe la posibilidad de que un libro de ficción arroje alguna luz sobre las cosas que antes fueron contadas como hechos”, escribió Hemingway, en el prólogo de París era una fiesta. Saunders hizo lo contrario: relató hechos verídicos para desmontar una ficción que también atañe al presente. Una vez más, la realidad es superior a la ficción. Como el juego sucio no ha terminado, la historia tiene abierto el final.

El hispano Javier Ortiz se formuló una pregunta inevitable: “¿Qué profesionales españoles de la comunicación serán los que trabajan para la CIA? No me refiero a gente que lo esté haciendo sin conciencia de ello que de ésos puede haber toneladas, sino a los que lo hacen a sabiendas, porque están en nómina”. Las dudas de Ortiz son válidas en todo el planeta y para todas las profesiones vinculadas a la cultura.

Fuentes: La Haine / cubarte.cu

Tomado de Cubaperiodistas

*Ernesto Carmona Ulloa es escritor y periodista chileno, nacido en Temuco. Se formó como periodista en la escuela de Periodismo de la Universidad de Chile y es columnista de varias publicaciones de América Latina, EEUU y Europa.

Ordenanzas municipales de Nahuizalco (2010) e Izalco (2012) sobre derecho indígenas

ORDENANZA MUNICIPAL SOBRE DERECHOS DE LA COMUNIDADES INDIGENAS ASENTADAS EN EL MUNICIPIO DE NAHUIZALCO.

NAHUIZALCO, DEPARTAMENTO DE SONSONATE, EL SALVADOR, C.A

OCTUBRE 2010

ORDENANZA MUNICIPAL SOBRE DERECHOS DE LAS COMUNIDADES INDIGENAS ASENTADAS EN EL MUNICIPIO DE NAHUIZALCO

Cuando todo era tinieblas, cuando no había luna, la mujer y el hombre vivían en la oscuridad. Solamente distinguíamos la dualidad de las cosas; entonces los peñascales estaban desiertos. Primero surgió una claridad y esta era la luna, aprendimos a danzar con las energías de la luna, luego apareció otra claridad: ¨yo estoy aquí para calentarlos a todos!¨ dijo el Padre Sol. Luego, los Muchachos de la Lluvia, que nacieron del fruto de un árbol de morro y que son también los Señores de las Flores, fueron los que descubrieron el maíz que estaba en una gran montaña, nuestra Madre Tierra, así los Muchachos de la Lluvia, produciendo un rayo con sus hachas de pedernal, lograron partir la montaña, recogieron las mazorcas y empezaron a cultivar el maíz aprendiendo a manejar el agua para obtener cuatro cosechas en el año.

Somos el pueblo milenario que habitó desde tiempos inmemoriales, este lugar que hoy se llama Nahuizalco, por lo tanto, somos los primeros pobladores de este lugar. Somos el pueblo Náhuatl. Somos un pueblo que ha sido sometido al extermino cuyos hechos más conocidos se ubican en el genocidio de 1932 donde nuestras comunidades sufrieron graves masacres; y el conflicto armado 1980-1992 donde igual, nuestras comunidades sufrieron masacres y otras graves violaciones a derechos humanos. Por eso, somos un pueblo en resistencia y nos negamos a morir. ¿Qué mueve a un grupo humano para exterminar a otro? no hay dios ni razón ni ley que justifique esto; si se nos niega a los pueblos indígenas, se están negando todas y todos salvadoreños y salvadoreñas pues somos un solo río de 400 voces y casi todos en este país tenemos sangre indígena. Nuestra cosmovisión nos habla de que nuestras abuelas y abuelos con su ciencia, transformaron el maíz haciéndolo más grande para que pudiéramos comer todas y todos. Tenemos derecho a existir y a continuar con nuestra semilla, a reproducirnos como se reproduce este maíz. Estas son nuestras montañas, éstos nuestros ríos, esta es nuestra Madre Tierra, por eso necesitamos hacer ley la palabra justa, esa palabra que danza con las fuerzas del cosmos, con la sabiduría del movimiento inteligente, con la armonía.

DECRETO N° D

EL CONCEJO MUNICIPAL DE NAHUIZALCO, DEPARTAMENTO DE SONSONATE:

I Considerando que nuestra Constitución de la República establece en su art. 1 El Salvador reconoce a la persona humana como el origen y el fin de la actividad del Estado, que está organizado para la consecución de la justicia, de la seguridad jurídica y del bien común (…) es decir, que el fin primordial del Estado es la promoción de la persona humana y por otra parte, en su art. 3 reconoce “que todas las personas son iguales ante la ley. Para el goce de los derechos civiles no podrán establecerse restricciones que se basen en diferencias de nacionalidad, raza, sexo o religión (…)” es decir que prescribe el derecho a la igualdad de todas y todos los seres humanos, derecho que implica la necesidad de reflejar y equiparar mediante la norma jurídica, las diferentes condiciones de los diferentes grupos humanos que constituyen la población de El Salvador constituyendo con esto, el marco legal para legislar a favor de los derechos de los pueblos indígenas de El Salvador;

II Teniendo en cuenta que, la Convención Internacional para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Racial, que es ley de la república, a su vez establece el derecho a la igualdad en su art. 1 en su número 1 prescribe: Los Estados partes condenan la discriminación racial y se comprometen a seguir, por todos los medios apropiados y sin dilaciones, una política encaminada a eliminar la discriminación racial en todas sus formas y a promover el entendimiento entre todas las razas…y que parte de este derecho es el derecho a ser reconocidos en nuestras diferencias

III Valorando que en función de esta Convención, el Estado salvadoreño está especialmente llamado a cumplir las recomendaciones que hace el Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial, CERD, el cual en su Recomendación número XXIII correspondiente al 51º período de sesiones de dicho Comité emitió la siguiente recomendación:

El Comité exhorta en particular a los Estados Partes a que:

a) Reconozcan y respeten la cultura, la historia, el idioma y el modo de vida de los pueblos indígenas como un factor de enriquecimiento de la identidad cultural del Estado y garanticen su preservación;

b) Garanticen que los miembros de los pueblos indígenas sean libres e iguales en dignidad y derechos y libres de toda discriminación, en particular la que se base en el origen o la identidad indígena;

c) Proporcionen a los pueblos indígenas las condiciones que les permitan un desarrollo económico y social sostenible, compatible con sus características culturales;

d) Garanticen que los miembros de los pueblos indígenas gocen de derechos iguales con respecto a su participación efectiva en la vida pública y que no se adopte decisión alguna directamente relacionada con sus derechos e intereses sin su consentimiento informado;

e) Garanticen que las comunidades indígenas puedan ejercer su derecho a practicar y reavivar sus tradiciones y costumbres culturales y preservar y practicar su idioma.

El Comité exhorta especialmente a los Estados Partes a que reconozcan y protejan los derechos de los pueblos indígenas a poseer, explotar, controlar y utilizar sus tierras, territorios y recursos comunales, y en los casos en que se les ha privado de sus tierras y territorios, de los que tradicionalmente eran dueños, o se han ocupado o utilizado esas tierras y territorios sin el consentimiento libre e informado de esos pueblos, que adopten medidas para que les sean devueltos. Únicamente cuando, por razones concretas, ello no sea posible, se sustituirá el derecho a la restitución por el derecho a una justa y pronta indemnización, la cual, en la medida de lo posible, deberá ser en forma de tierras y territorios.

IV Resaltando que el Estado salvadoreño en 2007 votó a favor de la Declaración de Naciones Unidas sobre Derechos de los pueblos indígenas y por tanto se encuentra en el compromiso de ser consecuente con dicha votación;

V Teniendo en consideración que el Estado salvadoreño no posee una legislación actualizada y especializada en el tema del derecho de los pueblos indígenas;

VI Habida cuenta de que además la Constitución de la República de El Salvador en el artículo 203 y 204 les concede a los municipios autonomía en lo económico, en lo técnico y en lo administrativo, que dicha autonomía comprende según el art.204 ord.5° “Decretar las ordenanzas y reglamentos locales” entre otras contenidas en el Código Municipal, tal y como lo señala en su Art.4 que es competencia del municipio: 1 “la elaboración y ejecución de planes de desarrollo local”; y 10 ‘ La regulación y desarrollo de planes y programas destinados a la preservación, restauración aprovechamiento racional y mejoramiento de los recursos naturales de acuerdo a la ley” y por tanto, es importante promover una normativa que impulse el desarrollo de las comunidades indígenas, considerando su propia cultura e identidad cultural, especialmente su cosmovisión de vida en equilibrio con la naturaleza y la Madre Tierra, factores esenciales para un desarrollo humano sustentable y sostenible apropiado a la forma de vida de estas comunidades indígenas asentadas en este municipio;

VII Reconociendo que los pueblos indígenas de El Salvador constituyen la forma originaria de vida de los seres humanos que se asentaron en este territorio que hoy se conoce como El Salvador constituyendo las primeras naciones y por tanto les asiste el derecho a ser reconocidos y garantizar el respeto a sus derechos y a la autonomía de sus formas originarias de organizarse conservarse y a desarrollarse con autonomía;

VIII Retomando el hecho de que los pueblos indígenas en general y en especial las comunidades indígenas náhuatl han sufrido un proceso de exterminio cuya expresión más dramática fue el Genocidio de 1932 donde especialmente el municipio de Nahuizalco sufrió gran parte de este condenable hecho, y por esto fueron cruelmente asesinados hombres, mujeres, ancianos y ancianas, y niños y niñas; teniendo en cuenta que, también los pueblos indígenas sufrieron en el pasado conflicto armado donde también fueron masacradas comunidades indígenas tal y como sucedió en el cantón Las Hojas en 1983;

VII Reconociendo por tanto, el deber de ser consecuentes con la fuerte necesidad de reivindicar la memoria de las víctimas tanto los que fueron asesinados, como los sobrevivientes y sus descendientes;

VIII Retomando el aliento de nuestros antepasados y antepasadas desde nuestra historia milenaria de peregrinaje haciendo frente a todo tipo de adversidades y nuestra resistencia desde la época de la colonia hasta nuestros días; herencia que nos afirma como pueblos decididos a luchar por la vida y por nuestra Madre Tierra.

IX Afirmando, en consecuencia nuestra decisión de no dejar que los pueblos indígenas seamos exterminados por un sistema que ha negado la posibilidad de vivir dignamente y en condiciones de autodeterminación como humanos y humanas;

X Sabiéndonos herederos y herederas de nuestra cosmovisión que como pueblos mesoamericanos tenemos siendo por tanto poseedores de nuestra sabiduría ancestral que nos ha de asistir en este esfuerzo,

POR TANTO:

En uso de las facultades legales, la Municipalidad de Nahuizalco, departamento de Sonsonate decreta la siguiente:

ORDENANZA MUNICIPAL SOBRE DERECHOS DE LAS COMUNIDADES INDIGENAS ASENTADAS EN EL MUNICIPIO DE NAHUIZALCO

Objeto

Art. 1.- La presente ordenanza tiene por objeto promover el desarrollo integral en lo económico, social, cultural, y participación efectiva en el ejercicio de los derechos civiles y políticos de las comunidades indígenas del municipio de Nahuizalco lo que incluye la protección y preservación de su propia cultura, de su tierra y territorio, y especialmente de los recursos naturales renovables y no renovables, que constituyen el entorno ecológico de dichas comunidades

Ámbito de Aplicación

Art. 2.- Las presentes disposiciones serán de obligatorio cumplimiento para todas las personas naturales y jurídicas que residan o realicen su actuaciones dentro de la jurisdicción del Municipio de Nahuizalco.

Reconocimiento de los pueblos indígenas de Nahuizalco.

Art. 3.- La Municipalidad de Nahuizalco reconoce a los pueblos y comunidades indígenas del municipio quienes se asentaron hace varios miles de años y por tanto son los primeros pobladores de este territorio que hoy se conoce como municipio de Nahuizalco;

Dichas comunidades son predominantemente náhuatl y poseen los rasgos culturales de dicho pueblo en sus diferentes factores como la ascendencia, el idioma, las prácticas agrícolas, las artesanías, y toda manifestación cultural.

Art. 4.- El municipio de Nahuizalco reconoce que dichas comunidades tienen todos los derechos que les competen de acuerdo a la Declaración de Naciones Unidas sobre Derechos de los Pueblos Indígenas.

Art. 5.- En consecuencia, la municipalidad estará especialmente comprometida con la promoción y protección de los derechos de cada miembro de dicho pueblo y comunidad.

Derechos de los pueblos indígenas de Nahuizalco.

Art. 6.- Los pueblos y comunidades indígenas de Nahuizalco tienen derecho a ser protegidos contra la discriminación racial manifestada ésta de cualquier forma y entendida ésta como toda expresión toda distinción, exclusión, restricción o preferencia basada en motivos de raza, color, linaje u origen nacional o étnico que tenga por objeto o por resultado anular o menoscabar el reconocimiento, goce o ejercicio, en condiciones de igualdad, de los derechos humanos y libertades fundamentales en las esferas política, económica, social, cultural o en cualquier otra esfera de la vida pública. Tal y como lo prescribe la Convención para la Eliminación de Toda Discriminación Racial.

Derecho a vivir en paz y compromiso de la municipalidad.

Art. 7.- Los pueblos indígenas tienen derecho a vivir en paz y armonía como pueblos y comunidades diferentes y la municipalidad debe establecer las instituciones y mecanismos para proteger a dichos pueblos contra toda situación que amenace la existencia y desarrollo de dichas comunidades como pueblos indígenas que son, especialmente en lo concerniente a su cultura y los recursos naturales del medio donde se encuentran asentadas.

Art. 8.- En ningún caso los pueblos indígenas podrán ser trasladados forzosamente de sus tierras y territorios donde se encuentran asentados, la municipalidad tomará las medidas pertinentes para hacer valer este derecho.

Derechos culturales

Art. 9.- Los pueblos indígenas tienen derecho a practicar y revitalizar sus tradiciones y costumbres culturales. Ello incluye el derecho a mantener, proteger y desarrollar las manifestaciones pasadas, presentes y futuras de su cultura, como el idioma náhuatl, lugares arqueológicos e históricos, utensilios, diseños, ceremonias, tecnologías, artes visuales e interpretativas y literaturas.

Art. 10.- El Municipio de Nahuizalco promoverá en consenso con las organizaciones representantes de las comunidades indígenas, el rescate de la cultura indígena en todas sus manifestaciones para lo cual podrá solicitar la asistencia de instituciones estatales u organizaciones e instancias nacionales o internacionales que puedan coadyuvar a este esfuerzo.

Art.11.- La municipalidad promoverá la preservación y divulgación del idioma náhuatl en coordinación con el Ministerio de Educación y las diferentes instancias nacionales e internacionales que puedan sumarse al esfuerzo.

Art.12.-Asimismo, la municipalidad de Nahuizalco protegerá toda manifestación espiritual o religiosa propias de las comunidades indígenas, especialmente en lo concerniente a las prácticas ancestrales espirituales, lo que implica la protección de los lugares sagrados, las organización y celebraciones de los cultos espirituales sean estos sincréticos o autóctonos.

Art. 13.- La Corporación Municipal de Nahuizalco estará comprometida con la formulación y desarrollo de políticas municipales para garantizar la transmisión generacional de las tradiciones y prácticas culturales.

Art. 14.- La municipalidad garantizará y promoverá los conocimientos científicos de las comunidades indígenas como las practicas medicinales, agrícolas, etc. que sean propias de dichas comunidades, lo que implica toda medida de protección de las plantas, animales, minerales que sirvan para estas prácticas medicinales.

Art. 15.- Las comunidades indígenas de Nahuizalco podrán desarrollar sus propios medios de comunicación con el apoyo y la asistencia de la municipalidad de Nahuizalco la cual estará comprometida con apoyar estos proyectos en la medida de sus posibilidades.

Art.16.- La municipalidad en coordinación con las diferentes organizaciones y comunidades indígenas, desarrollará un esfuerzo de recuperación y sistematización de la memoria histórica de dichas comunidades haciendo énfasis especial en las graves violaciones a derechos humanos que estas comunidades sufrieron durante el genocidio de 1932 y las diferentes masacres perpetradas durante el conflicto armado 1980-1992 de nuestro país, con la idea de que se conozca la verdadera historia de las comunidades indígenas y que esto sirva de base para acciones de reparación que se puedan coordinar oportunamente.

Derechos laborales y derechos de la niñez

Art. 17.- La municipalidad en coordinación con el Ministerio de Trabajo y Previsión Social, desarrollará programas de protección de los derechos laborales de los pueblos indígenas, especialmente en lo concerniente al acceso a trabajo justo y condiciones laborales dignas y apegadas a la legislación laboral vigente en El Salvador.

Art. 18.- En coordinación con las instituciones estatales vinculadas al tema, como el Instituto Salvadoreño para la protección de la Niñez y la Adolescencia, protegerá a la niñez y adolescencia indígena contra todo abuso; toda forma de explotación y toda labor que vulnere su condición física, social o espiritual de la niñez indígena.

Se deberá promover y proteger el derecho que tiene la niñez indígena a tener su propia cultura, a profesar y practicar su propia religión, emplear su propio idioma, y a rescatar su identidad indígena y a sentirse orgulloso de ésta.

Derechos de nuestras abuelas y abuelos

Art. 19.- Las abuelas y abuelos que habitan en las comunidades indígenas, deberán ser considerados especialmente por la municipalidad porque son el Corazón de la comunidad. Se formulará una política especial para protegerles y garantizar que se les brinde la ayuda pertinente, especialmente en los aspectos económicos, sociales y culturales.

Derechos de las personas indígenas con discapacidad.

Art. 20.- La municipalidad de Nahuizalco reconoce el derecho de las personas indígenas con discapacidad, a un nivel de vida y de protección social adecuado, incluso viviendas, servicios y asistencia públicos en lo que respecta a las necesidades relacionadas con las discapacidades, y asistencia para el pago de los gastos conexos en caso de pobreza.

Especialmente, la municipalidad de Nahuizalco considerará los siguientes derechos de las personas indígenas con discapacidad:

1) Protección contra todo tipo de discriminación por su condición especial de discapacitada;

2) Protección contra todo tipo de abuso físico, psíquico o moral que por su condición puedan sufrir, especialmente en el caso de la niñez indígena con discapacidad.

3) Promoción de programas especializados de salud para las personas indígenas con discapacidad;

4) Generar y promover la infraestructura y los medios adecuados para el mejor desempeño de las actividades de las personas con discapacidad lo que incluye, las comodidades adecuadas en su lugar de trabajo;

5) Promoción del empleo de personas con discapacidad;

6) Promoción del acceso a la educación con los materiales, las técnicas educacionales y las formas de comunicación adecuados; y

7) Todas las medidas de promoción y protección que la municipalidad considere pertinentes.

Derechos de la mujer indígena.

Art. 21.- Siendo que la tierra es femenina y nuestra cosmovisión está muy vinculada al nacimiento de la vida a partir de la Madre Tierra, consideramos que la mujer en general y en especial la mujer indígena es la expresión humana de nuestra Madre Tierra. Aparte de esto, la mujer indígena de Nahuizalco por su condición, debe ser especialmente protegida contra toda forma de discriminación, por tanto debe ser considerada en esta condición de representante de nuestra Madre Primigenia. La Municipalidad promoverá políticas públicas locales para garantizar los derechos individuales y sociales de la mujer indígena, especialmente en lo concerniente a sus derechos sexuales y reproductivos de acuerdo a su cosmovisión de vida y conservación de la salud.

Art. 22.- De manera particular, la mujer indígena tiene derecho a:

a) Ser protegida por sus familias, comunidades y gobierno municipal

b) Que se reconozca su trabajo tanto en la casa como fuera de ella; que la mujer decida sobre su compromiso laboral repartición de tareas.

c) Derechos de las abuelas indígenas a ser especialmente protegidas

d) No ser maltratadas física, sexual o psicológicamente;

e) Ser informada de los métodos para decidir el número de hijos que quieran tener;

f) Elegir el método anticonceptivo que consideren más adecuado;

g) Elegir a su pareja libremente y sin presión alguna, o decidir no tenerla;

h) Participar activamente con voz y voto; y que sean escuchadas en las diferentes instancias comunitarias o gubernamentales;

i) Tener acceso a recursos públicos para proyectos productivos;

j) Recibir servicios de salud, educación y capacitación;

k) Ocupar cargos políticos en su comunidad;

l) Decidir sobre el manejo de los recursos naturales de su comunidad;

m) Recibir información sobre sus derechos;

n) Una vida digna;

o) Compartir responsabilidades y satisfacciones con su pareja en un plano de igualdad;

p) Que se les reconozca efectivamente en su condición de manifestación humana de nuestra Madre Tierra sin importar las diferencias físicas entre hombres y mujeres; y

q) Vivir de acuerdo con las costumbres y tradiciones de su comunidad.

Derecho de las mujeres parteras.

Art. 23.- Las mujeres indígenas parteras son una institución cultural de los pueblos y comunidades indígenas, por tanto las mujeres indígenas parteras tienen derecho a ejercer su oficio y a que se respeten sus costumbres del oficio de parteras en cuanto al uso de medicinas, y procedimientos y demás elementos culturales propios de su ejercicio, siempre que éstas estén de acuerdo con las normas médicas de protección de la salud de las madres y sus hijos e hijas que atiendan. Para esto, deberán recibir capacitaciones profesionales para prevenir riesgos durante el oficio de parteras.

Derechos medioambientales

Art. 24.- El entorno natural, es nuestra casa, es nuestra Madre Tierra la que nos da el sustento y debemos respetarla.

Toda actividad, programa, empresa o proyecto que relacionado con la tierra, territorio y los recursos naturales y el medioambiente de las comunidades indígenas; y toda actividad que afecte los intereses legítimos de la comunidad indígena debe ser previamente consultado a éstas a través de sus representantes constituidos de acuerdo a sus formas propias de organización.

Derecho a la autodeterminación

Libre determinación

Art. 25.-Las comunidades indígenas de Nahuizalco tienen derecho a la libre determinación y por tanto, la municipalidad establecerá las instancias pertinentes para que dicho derecho sea ejercido con plenitud y con el objetivo de promover de forma progresiva, el desarrollo económico político y social de dichas comunidades.

Art. 26.- Las comunidades indígenas crearán sus propias organizaciones políticas, jurídicas, culturales etc. que consideren pertinentes para poder ejercer con propiedad el derecho a la libre determinación, por tanto el municipio se compromete a reconocer dichas organizaciones y a respetar sus decisiones.

Art. 27.- Los representantes junto con la municipalidad someterán a consulta popular sobre todos los aspectos mencionados en el art. 18 de la presente ordenanza y de cualquier otro tema que interese a las comunidades indígenas de Nahuizalco. Para desarrollar el proceso de consulta popular se buscará la asistencia del Tribunal Supremo Electoral a efecto de garantizar la legitimidad de tal proceso.

Derecho al desarrollo

Art. 28.- El municipio promoverá políticas de desarrollo económico, cultural y social hacia los pueblos y comunidades indígenas en concordancia y armonía con la propia cultura de estas comunidades y bajo la consulta popular a las comunidades indígenas.

Derecho a la salud

Art. 29.- La Municipalidad, en coordinación con el Ministerio de Salud y demás instituciones públicas o privadas relacionadas al tema, promoverá una política de salud física y mental en las comunidades indígenas, respetando siempre las prácticas de medicina que las mismas comunidades tienen.

Derecho a la preservación de los recursos naturales y medioambiente sano

Art. 30.-La municipalidad, en coordinación con el Ministerio de Medioambiente y Recursos Naturales, estará comprometida con proteger los recursos naturales de las tierras y territorios de las comunidades indígenas.

Derecho a la tierra

Art. 31.- Los pueblos y comunidades indígenas recibirán la protección y asesorías necesarias por parte del Municipio de Nahuizalco en coordinación con el Ministerio Público en orden a proteger la propiedad de la tierra de las comunidades indígenas.

Derecho a la reparación

Art. 32.- La municipalidad, en la medida de sus posibilidades promoverá la reparación, por medios que pueden incluir la restitución o, cuando ello no sea posible, una indemnización justa, imparcial y equitativa, por las tierras, los territorios y los recursos que tradicionalmente hayan poseído u ocupado o utilizado de otra forma y que hayan sido confiscados, tomados, ocupados, utilizados o dañados sin su consentimiento libre, previo e informado.

Promoción de la integración y relaciones locales, nacionales e internacionales para el desarrollo integral de las comunidades indígenas

Art. 33.- La municipalidad de Nahuizalco promoverán asociaciones o coordinaciones con otras municipalidades que tengan comunidades indígenas a nivel nacional, regional e internacional para desarrollar la unidad de los pueblos indígenas y generar relaciones que impulsen el desarrollo económico social, cultural y medioambiental de las comunidades indígenas.

El Departamento de Comunidades Indígenas será el ente coordinador de tales actividades.

Divulgación y conocimiento

Art. 34.- La municipalidad de Nahuizalco, tiene el compromiso de dar a conocer la presente Ordenanza a todos los habitantes del municipio.

Creación de la instancia municipal de comunidades indígenas.

Art. 35.- Créase el Concejo de Comunidades Indígenas el cual estará constituido por un representante de la Alcaldía Municipal y un o una representante de cada uno de los cantones que constituyen comunidades indígenas.

El Concejo de Comunidades Indígenas tiene las siguientes funciones:

1) Representar a las comunidades indígenas en la Alcaldía Municipal;

2) Formular las políticas y demás planificaciones concernientes a la presente ordenanza;

3) Coordinar las actividades concernientes a la presente Ordenanza;

4) Emitir opiniones, informes, o posición sobre temas atingentes a las comunidades indígenas que puedan guiar el criterio de la Alcaldía Municipal; y

5) Todas las facultades y mandatos que el Consejo Municipal tenga a bien otorgarle.

Art.36.- El Consejo de Comunidades Indígenas deberá tener representatividad de la mujer indígena de Nahuizalco a fin de que sus intereses se vean reflejados en dicha instancia.

Disposiciones finales

Art. 37.- Ninguna disposición en la presente ordenanza podrá ser interpretada en orden a menoscabar los derechos de los pueblos indígenas.

Art. 38.- Para orientar el cumplimiento de la presente Ordenanza, se tomarán en cuenta la normativa internacional como la Declaración de Naciones Unidas Sobre Derechos de los Pueblos Indígenas, la Convención para la Eliminación de Toda Forma de Discriminación Racial; y las recomendaciones, interpretaciones, y demás doctrina generada en el sistema de Derechos Humanos tanto de la Organización de Naciones Unidas como de la Organización de Estados Americanos.

Dado en Nahuizalco a los 24 días del mes de Octubre de 2010; el día 8 Ozomatli del cargador——-

IZALCO, 16 DE ABRIL DEL AÑO 2012
ORDENANZA MUNICIPAL SOBRE DERECHOS DE LA COMUNIDAD INDIGENA DE IZALCO

IZALCO, DEPARTAMENTO DE SONSONATE, EL SALVADOR, C.A.

ABRIL DE 2012
ORDENANZA MUNICIPAL SOBRE DERECHOS DE LA COMUNIDAD INDIGENA DE IZALCO
INTRODUCCIÓN:
Cuando todo era tinieblas, cuando no había luna, la mujer y el hombre vivían en la oscuridad, solamente distinguíamos la dualidad de las cosas; entonces los peñascales estaban desiertos. Primero surgió una claridad y ésta era la luna, aprendimos a danzar con las energías de la luna, luego apareció otra claridad: ¨yo estoy aquí para calentarlos a todos¨ dijo el Padre Sol. Luego, los Muchachos de la Lluvia, que nacieron del fruto de un árbol de morro y que son también los Señores de las Flores, fueron los que descubrieron el maíz que estaba en una gran montaña, nuestra Madre Tierra. Así, los Muchachos de la Lluvia, produciendo un rayo con sus hachas de pedernal, lograron partir la montaña, recogieron las mazorcas y empezaron a cultivar el maíz aprendiendo a manejar el agua para obtener tres cosechas en el año.
Somos el pueblo milenario que habitó desde tiempos inmemoriales, el que hoy se llama Izalco, por lo tanto, somos los primeros pobladores de este lugar. Somos el pueblo Nahua-pipil y como tal, hemos sido sometidos a un proceso de extermino, cuyos hechos más conocidos se ubican en el genocidio de 1932 donde nuestra comunidad sufrió graves masacres, despojó de nuestra tierra y otras graves violaciones a derechos humanos.
También, hemos vivido la marginación y la exclusión como pueblo originario, pero somos un pueblo en resistencia y nos negamos a morir. ¿Qué mueve a un grupo humano para exterminar a otro? no hay dios ni razón ni ley que justifique esto; si se nos niega a los pueblos indígenas, se les están negando a todos y todas los salvadoreños y salvadoreñas, pues somos un solo río de 400 voces y casi todos en este país tenemos sangre indígena.
Nuestra cosmovisión nos habla, que hace varios miles de años, nuestras abuelas y abuelos con su creencias, transformaron el maíz haciéndolo más grande para que pudiéramos comer todos y todas. Tenemos derecho a existir y a continuar con nuestra semilla, a reproducirnos como se reproduce este maíz. Estas son nuestras montañas, éstos nuestros ríos, esta es nuestra Madre Tierra, por eso necesitamos hacer ley la palabra justa, esa palabra que danza con las fuerzas del cosmos, con la sabiduría del movimiento inteligente.

POR LO QUE:
DECRETOMERO DOS

EL CONCEJO MUNICIPAL DE IZALCO, DEPARTAMENTO DE SONSONATE:
CONSIDERANDO:
I- Que la Constitución de la República en su Art. 3 reconoce que: “todas las personas son iguales ante la ley. Para el goce de los derechos civiles no podrán establecerse restricciones que se basen en diferencias de nacionalidad, raza, sexo o religión (…), principio que implica la necesidad de reflejar y equiparar mediante la norma jurídica, las diferentes condiciones de los diversos grupos humanos que constituyen la población de El Salvador, con lo cual, dicho principio es el marco normativo para legislar a favor de los derechos de las comunidades indígenas;
II- Que la Convención Internacional para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Racial, que es ley de la República, a su vez, en su Art. 1 Nº 1, establece el derecho a la igualdad, manifestando que: Los Estados partes condenan la discriminación racial y se comprometen a seguir, por todos los medios apropiados y sin dilaciones, una política encaminada a eliminar la discriminación racial en todas sus formas y a promover el entendimiento entre todas las razas…y que parte de este derecho es el derecho a ser reconocidos en nuestras diferencias;

III- Que en función de la anterior mencionada Convención, el Estado salvadoreño está especialmente llamado a cumplir las recomendaciones que hace el Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial, CERD, el cual en su Recomendación número XXIII, correspondiente al 51º período de sesiones de dicho Comité, emitió la siguiente recomendación:
El Comité exhorta en particular a los Estados Partes a que:
a) Reconozcan y respeten la cultura, la historia, el idioma y el modo de vida de los pueblos indígenas como un factor de enriquecimiento de la identidad cultural del Estado y garanticen su preservación;
b) Garanticen que los miembros de los pueblos indígenas sean libres e iguales en dignidad y derechos y libres de toda discriminación, en particular la que se base en el origen o la identidad indígena;
c) Proporcionen a los pueblos indígenas las condiciones que les permitan un desarrollo económico y social sostenible, compatible con sus características culturales;
d) Garanticen que los miembros de los pueblos indígenas gocen de derechos iguales con respecto a su participación efectiva en la vida pública y que no se adopte decisión alguna directamente relacionada con sus derechos e intereses sin su consentimiento informado;
e) Garanticen que las comunidades indígenas puedan ejercer su derecho a practicar y reavivar sus tradiciones y costumbres culturales y preservar y practicar su idioma.
El Comité exhorta especialmente a los Estados Partes a que reconozcan y protejan los derechos de los pueblos indígenas a poseer, explotar, controlar y utilizar sus tierras, territorios y recursos comunales, y en los casos en que se les ha privado de sus tierras y territorios, de los que tradicionalmente eran dueños, o se han ocupado o utilizado esas tierras y territorios sin el consentimiento libre e informado de esos pueblos, que adopten medidas para que les sean devueltos. Únicamente cuando, por razones concretas, ello no sea posible, se sustituirá el derecho a la restitución por el derecho a una justa y pronta indemnización, la cual, en la medida de lo posible, deberá ser en forma de tierras y territorios.
IV- Que el Estado salvadoreño en el año 2007 votó a favor de la Declaración de Naciones Unidas sobre Derechos de los Pueblos Indígenas y por tanto se encuentra en el compromiso de ser consecuente con dicha votación;
V- Que existe en El Salvador la necesidad del reconocimiento público de los pueblos indígenas y los derechos que en esta calidad les competen;
VI- Que la Constitución de la República, en el artículo 203 y 204 Nº 5, les concede a los municipios autonomía en lo económico, en lo técnico y en lo administrativo, facultándolos para “decretar las ordenanzas y reglamentos locales”, normativa que se desarrolla en el Código Municipal estableciendo que es competencia del municipio: 1 “la elaboración y ejecución de planes de desarrollo local”; y en su número 10 establece ¨ La regulación y desarrollo de planes y programas destinados a la preservación, restauración aprovechamiento racional y mejoramiento de los recursos naturales de acuerdo a la ley” . Con lo cual consideramos por tanto, que es importante promover una normativa que impulse el desarrollo de la comunidad indígena de Izalco, atendiendo a su propia cultura e identidad cultural, especialmente su cosmovisión de vida en equilibrio con la naturaleza y la Madre Tierra, factores esenciales para un desarrollo humano sustentable y sostenible apropiado a la forma de vida de esta comunidad asentada en este municipalidad;
VII- Que los pueblos indígenas de El Salvador constituyen la forma originaria de vida de los seres humanos que se asentaron en este territorio, siendo las primeras naciones y que por tanto, les asiste el derecho a ser reconocidos y garantizar el respeto a sus derechos;
VIII- Que el hecho de que los pueblos indígenas en general, y en especial la comunidad indígena nahua-pipil, sufrió un proceso de exterminio cuya expresión más dramática fue el Genocidio de 1932, en donde especialmente en el municipio de Izalco sucedió gran parte de este condenable hecho, siendo cruelmente asesinados hombres, mujeres, niños y niñas;
VII- Que existe el deber de ser consecuentes con la fuerte necesidad de reivindicar la memoria de las víctimas, tanto de los que fueron asesinados, como los sobrevivientes y sus descendientes;
VIII- Que el aliento de nuestros antepasados, desde nuestra historia milenaria de peregrinaje, hace frente a todo tipo de adversidades y resistencia, desde la época de la colonia hasta nuestros días; herencia que nos afirma como pueblos decididos a luchar por la vida y por nuestra Madre Tierra.
IX- Que es nuestra decisión de no dejar que la comunidad indígena sea exterminada por un sistema que ha negado la posibilidad de vivir dignamente y en condiciones de autodeterminación como humanos y humanas;
X- Que siendo todos herederos y herederas de nuestra cosmovisión, que como pueblos mesoamericanos tenemos, poseedores de nuestra sabiduría ancestral que nos ha de asistir en este esfuerzo;
POR TANTO:
En uso de las facultades legales, DECRETA la siguiente:
ORDENANZA MUNICIPAL SOBRE DERECHOS DE LA COMUNIDAD INDIGENA DE IZALCO
Objeto
Art. 1.- La presente ordenanza tiene por objeto promover el desarrollo integral y el ejercicio pleno de los derechos civiles y políticos de la comunidad indígena del municipio de Izalco, lo que incluye la protección, conservación y preservación de su propia cultura, de su tierra, territorio y de su organización, especialmente de los recursos naturales renovables y no renovables, que constituyen el entorno ecológico de dicha comunidad.

Ámbito de Aplicación
Art. 2.- Las presentes disposiciones serán de obligatorio cumplimiento para todas las personas naturales y jurídicas que residan o realicen su actuaciones dentro de la jurisdicción del municipio de Izalco.

Reconocimiento de la comunidad indígena de Izalco
Art. 3.- La municipalidad de Izalco reconoce a la comunidad indígena del municipio cuyos miembros descienden de los primeros pobladores de este territorio que hoy se conoce como Izalco;
Dicha comunidad es nahua-pipil y posee los rasgos culturales de este pueblo en sus diferentes factores como la ascendencia, el idioma, las prácticas agrícolas, las artesanías, y toda manifestación propia de esta cultura.
Art. 4.- La municipalidad de Izalco reconoce que dicha comunidad tiene todos los derechos que les competen de acuerdo a la Declaración de Naciones Unidas sobre Derechos de los Pueblos Indígenas.
En consecuencia, la municipalidad estará especialmente comprometida con la promoción y protección de los derechos de cada miembro de dicha comunidad.
Derechos de la comunidad indígena de Izalco
Art. 5.- La comunidad indígena de Izalco tiene derecho a ser protegida contra la discriminación racial manifestada ésta de cualquier forma y entendida como: toda distinción, exclusión, restricción o preferencia basada en motivos de raza, color, linaje u origen nacional o étnico que tenga por objeto o por resultado anular o menoscabar el reconocimiento, goce o ejercicio, en condiciones de igualdad, de los derechos humanos y libertades fundamentales en las esferas política, económica, social, cultural o en cualquier otra esfera de la vida pública, tal y como lo prescribe la Convención Internacional sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Racial.
Derecho a vivir en paz y compromiso de la municipalidad
Art. 6.- La comunidad indígena tiene derecho a vivir en paz y armonía. La municipalidad debe establecer las instituciones y mecanismos para proteger a dicha comunidad contra toda situación que amenace la existencia y desarrollo de la misma, especialmente en lo concerniente a su cultura y los recursos naturales del medio donde se encuentra asentada.
Art. 7.- En ningún caso la comunidad indígena podrá ser desplazada forzosamente de sus tierras y territorios donde se encuentra asentada, la municipalidad tomará las medidas pertinentes para hacer valer este derecho.
Derechos culturales
Art. 8.- Los comunidad indígena tiene derecho a practicar y revitalizar sus tradiciones y costumbres culturales. Ello incluye el derecho a mantener, proteger y desarrollar las manifestaciones pasadas, presentes y futuras de su cultura, como el idioma nahuat, lugares arqueológicos e históricos, utensilios, diseños, ceremonias, tecnologías, artes visuales e interpretativas y literaturas.
Art. 9.- La Alcaldía de Izalco promoverá, en consenso con la comunidad indígena, el rescate de su cultura en todas sus manifestaciones, como también el rescate de los sitios arqueológicos y ceremoniales, para lo cual podrá solicitar la asistencia de instituciones estatales u organizaciones e instancias nacionales o internacionales que puedan coadyuvar a este esfuerzo.
En este contexto, debe hacerse especial énfasis en el rescate de la historia verdadera de la comunidad indígena de Izalco.
La Alcaldía Municipal promoverá la protección, restauración, rescate y la recuperación de los objetos histórico-culturales del patrimonio de la comunidad indígena.
Art.10.- La municipalidad promoverá la preservación y divulgación del idioma nahuat, para lo cual podrá coordinar con el Ministerio de Educación y las diferentes instancias nacionales e internacionales que puedan sumarse al esfuerzo.
Art.11.-Asimismo, la municipalidad de Izalco, en coordinación con la comunidad indígena, protegerá toda manifestación espiritual o religiosa propias de dicha comunidad, especialmente en lo concerniente a las prácticas ancestrales espirituales, lo que implica la protección de los lugares sagrados, las organización y celebraciones de los cultos espirituales sean estos sincréticos o autóctonos.
Art. 12.- La Alcaldía de Izalco estará comprometida con la formulación y desarrollo de programas y actividades municipales para garantizar la transmisión generacional de las tradiciones y prácticas culturales.
Art. 13.- La municipalidad conservará, protegerá y promoverá los conocimientos de la comunidad indígena como las prácticas medicinales, agrícolas, etc. que sean propias de dicha comunidad, lo que implica toda medida de protección de las plantas, animales, minerales que sirvan para estas prácticas medicinales.
Todo acceso o utilización de los saberes de la comunidad nahua-pipil de Izalco, debe ser previamente consultado con los representantes de dicha comunidad.
Art. 14.- La comunidad indígena de Izalco podrá desarrollar sus propios medios de comunicación con el apoyo y la asistencia de la municipalidad de Izalco, la cual estará comprometida con respaldar estos proyectos en la medida de sus posibilidades.
Art.15.- La municipalidad, en coordinación con la comunidad indígena, desarrollará un esfuerzo de recuperación y sistematización de la memoria histórica, haciendo énfasis especial en las graves violaciones a derechos humanos que la comunidad indígena sufrió durante genocidios, como el de 1932 y las diferentes masacres perpetradas durante el conflicto armado 1980-1992 de nuestro país, con la idea de que se conozca la verdadera historia de dicha comunidad y que esto sirva de base para acciones de reparación que se puedan coordinar.
Derechos laborales y derechos de la niñez
Art. 16.- La municipalidad, en coordinación con el Ministerio de Trabajo y Previsión Social, desarrollará programas de protección de los derechos laborales de los miembros de la comunidad indígena, especialmente en lo concerniente al acceso a trabajo justo y condiciones laborales dignas y apegadas a la legislación laboral vigente en El Salvador.
Art. 17.- La municipalidad, en coordinación con las instituciones estatales vinculadas al tema, como el Instituto Salvadoreño para la Protección de la Niñez y la Adolescencia, protegerá a la niñez y adolescencia indígena contra todo abuso, toda forma de explotación y toda labor que vulnere la condición física, social o espiritual de la niñez y adolescencia indígena.
Se deberá promover y proteger el derecho que tiene la niñez indígena a tener su propia cultura, a profesar y practicar su propia religión, emplear su propio idioma, a rescatar su identidad indígena y a sentirse orgullosa de ésta.
De igual manera, la municipalidad desarrollará esfuerzos para promover el derecho a la identidad de la niñez indígena mediante la correspondiente inscripción en el Registro del Estado Familiar.

Derechos de nuestras abuelas y abuelos
Art. 18.- Las abuelas y abuelos que habitan en la comunidad indígena, deberán ser considerados especialmente por la municipalidad el corazón de la comunidad. En coordinación con la comunidad indígena, se formulará una política especial para protegerles y garantizar que se les brinde la ayuda pertinente, especialmente en los aspectos económicos, sociales y culturales.
Derechos de las personas indígenas con discapacidad
Art. 19.- La municipalidad de Izalco reconoce el derecho de las personas indígenas con discapacidad, a un nivel de vida y de protección social adecuado, incluso viviendas, servicios y asistencia públicas en lo que respecta a las necesidades relacionadas con las discapacidades y asistencia para el pago de los gastos conexos en caso de pobreza.
Especialmente, la municipalidad de Izalco considerará los siguientes derechos de las personas indígenas con discapacidad:
1) Protección contra todo tipo de discriminación por su condición especial de discapacitada;
2) Protección contra todo tipo de abuso físico, psíquico o moral que por su condición puedan sufrir, especialmente en el caso de la niñez indígena con discapacidad.
3) Promoción de programas especializados de salud para las personas indígenas con discapacidad;
4) Generar y promover la infraestructura y los medios adecuados para el mejor desempeño de las actividades de las personas con discapacidad, lo que incluye, las comodidades adecuadas en su lugar de trabajo;
5) Promoción del empleo de personas con discapacidad;
6) Promoción del acceso a la educación con los materiales, las técnicas educacionales y las formas de comunicación adecuados; y
7) Todas las medidas de promoción y protección que la municipalidad considere pertinentes.

Derechos de la mujer indígena
Art. 20.- Siendo que la tierra es femenina y que nuestra cosmovisión está muy vinculada al nacimiento de la vida a partir de la Madre Tierra, se considera que la mujer en general y en especial la mujer indígena, es la expresión humana de nuestra Madre Tierra. Aparte de esto, la mujer indígena de Izalco, debe ser especialmente protegida contra toda forma de discriminación, por tanto, debe ser considerada en esta condición de representante de nuestra Madre Primigenia. La Municipalidad promoverá políticas públicas para garantizar los derechos individuales y sociales de la mujer indígena, especialmente en lo concerniente a sus derechos sexuales y reproductivos de acuerdo a su cosmovisión de vida y la conservación de la salud.
Art. 21.- De manera particular, la mujer indígena tiene derecho a:
a) Ser protegida por sus familias, comunidades y gobierno municipal
b) Que se reconozca su trabajo tanto en la casa como fuera de ella; que la mujer decida sobre su compromiso laboral y repartición de tareas.
c) No ser maltratadas física, sexual o psicológicamente;
d) Ser informada de los métodos para decidir el número de hijos que quiera tener;
e) Elegir el método anticonceptivo que considere más adecuado;
f) Elegir a su pareja libremente y sin presión alguna, o decidir no tenerla;
g) Participar activamente con voz y voto; y que sea escuchada en las diferentes instancias comunitarias o gubernamentales;
h) Tener acceso a recursos públicos para proyectos productivos;
i) Recibir servicios de salud, educación y capacitación;
j) Ocupar cargos en su comunidad;
k) Decidir sobre el manejo de los recursos naturales de su comunidad;
l) Recibir información sobre sus derechos;
m) Una vida digna;
n) Compartir responsabilidades y satisfacciones con su pareja en un plano de igualdad;
o) Que se les reconozca efectivamente en su condición de manifestación humana de nuestra Madre Tierra sin importar las diferencias físicas entre hombres y mujeres; y
p) Vivir de acuerdo con las costumbres y tradiciones de su comunidad.

Derecho de las mujeres parteras
Art. 22.- Las mujeres parteras son parte de una práctica cultural de la comunidad indígena. Por tanto, las mujeres parteras tienen derecho a ejercer su oficio y a que se respeten sus costumbres propias de su función en cuanto al uso de medicinas, procedimientos y demás elementos culturales propios de su ejercicio, siempre que éstas estén de acuerdo con las normas médicas de protección de la salud de las madres y sus hijos e hijas que atiendan. Para esto, deberán recibir capacitaciones profesionales a efecto de prevenir riesgos durante el oficio de parteras.
Derecho de consulta
Art. 23.- Toda actividad, programa, empresa o proyecto que estén relacionadas con la tierra, territorio, recursos naturales y el medioambiente de la comunidad indígena en general, o cualquier acción que afecte los intereses legítimos de la comunidad indígena, debe ser previamente consultada a ésta, a través de sus representantes constituidos de acuerdo a su formas propia de organización.
Dicha consulta debe ser libre, previa e informada; condiciones que deben garantizarse fehacientemente y los resultados de ésta deben valorarse atendiendo al derecho de la comunidad a definir su propio destino.
Libre determinación
Art. 24.-La comunidad indígena de Izalco, dentro del marco legal vigente, tiene derecho a determinar su propio destino y por tanto, la municipalidad establecerá los mecanismos pertinentes para que dicho derecho sea ejercido con plenitud y con el objetivo de promover de forma progresiva, el desarrollo económico y social de dicha comunidad.
Derecho al desarrollo
Art. 25.- La municipalidad promoverá políticas de desarrollo económico, cultural, social y medioambiental hacia la comunidad indígena en concordancia y armonía con la propia cultura de la misma y bajo la consulta a dicha comunidad.
Derecho a la salud
Art. 26.- La municipalidad, en coordinación con el Ministerio de Salud y demás instituciones públicas o privadas, nacionales e internacionales relacionadas al tema, desarrollará una política de salud física y mental con carácter intercultural en la comunidad indígena, respetando especialmente, las prácticas de medicina que la misma comunidad tiene.
Derecho a la preservación de los recursos naturales y medioambiente sano
Art. 27.-La municipalidad, en coordinación con el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, estará comprometida con proteger los recursos naturales de las tierras y territorios de la comunidad indígena. Toda acción estatal en este sentido, debe ser ampliamente consultada con dicha comunidad.
Derecho a la tierra
Art. 28.- La comunidad indígena recibirá la protección y asesorías necesarias por parte de la Alcaldía de Izalco en coordinación con las instancias que se consideren pertinentes en orden a proteger la propiedad de la tierra de dicha comunidad.
Derecho a la reparación
Art. 29.- La municipalidad, en la medida de sus posibilidades y dentro del marco legal vigente, promoverá la reparación a la comunidad indígena, por las tierras, los territorios y los recursos que tradicionalmente hayan poseído, ocupado o utilizado de otra forma y que hayan sido confiscados, tomados, ocupados, utilizados o dañados sin su consentimiento libre, previo e informado. Dicha reparación puede ser por medios que pueden incluir la restitución o, cuando ello no sea posible, una indemnización justa, imparcial y equitativa.
Promoción de relaciones para el desarrollo integral de la comunidad indígena
Art. 30.- La municipalidad de Izalco promoverá convenios y coordinaciones de la comunidad indígena a nivel nacional, regional e internacional para establecer relaciones que impulsen el desarrollo de ésta.
Alcaldía del Común de Izalco
Art. 31.- La Alcaldía del Común de Izalco, es la organización histórica ancestral que ha representado y representa a la comunidad nahua-pipil desde épocas coloniales hasta nuestros días, y por lo tanto es la representante legítima de los intereses de la comunidad indígena de Izalco.
La Alcaldía del Común de Izalco tiene las siguientes atribuciones:
1) Representar a la comunidad indígena ante la Alcaldía Municipal;
2) Participar en la formulación de las políticas y demás planificaciones concernientes a la presente ordenanza;
3) Participar en la coordinación de las actividades concernientes a la presente Ordenanza;
4) Emitir opiniones, informes, ó posición sobre temas concernientes a la comunidad indígena que puedan guiar el criterio de la Alcaldía Municipal; y
5) Todas las facultades y mandatos que el Concejo Municipal tenga a bien otorgarles.
Divulgación y conocimiento
Art. 32.- La municipalidad de Izalco, tiene el compromiso de dar a conocer la presente Ordenanza a todos los habitantes del municipio.
Disposiciones finales
Art. 33.- Ninguna disposición en la presente ordenanza podrá ser interpretada en orden a menoscabar los derechos de la comunidad indígena.
Art. 34.- Para orientar el cumplimiento de la presente Ordenanza, se tomará en cuenta la normativa internacional como la Declaración de Naciones Unidas sobre Derechos de los Pueblos Indígenas, la Convención para la Eliminación de toda forma de Discriminación Racial; y las recomendaciones, interpretaciones, y demás doctrinas generadas en el sistema de Derechos Humanos, tanto de la Organización de Naciones Unidas como de la Organización de Estados Americanos.
Dado en el Salón de Sesiones de la Alcaldía Municipal de Izalco, a los once días del mes de abril de dos mil doce.

F.———————————————————- f—————————————————————
Lic. Roberto Abraham Alvarado Barrientos Prof. Ángel Ramos Montoya
Alcalde Municipal Síndico Municipal

f————————————————————
Lic. Ricardo Dionicio Ayala Barrientos
Secretario Municipal
ANEXO
GLOSARIO

Ancestral: Adj. De los antepasados o relativo a ellos: recuerdos ancestrales. De origen remoto o muy antiguo: costumbres ancestrales.
Ceremonia: Acto o serie de actos públicos y formales que se realizan de acuerdo con las reglas o ritos fijados por la ley o por la costumbre
El Común: Organización Indígena del Territorio de Izalco, creada por los españoles en tiempos de la colonia, para organizar y aglutinar a la comunidad Indígena, con similar forma de estructura de poder de sus antepasados, para poder tener control; esto con el fin de colonizarlos.
Cosmovisión: Estudia la comprensión del orden que posee la realidad de acuerdo a los distintos puntos de vista que posee cada cultura. Cada persona observa la realidad de una manera distinta, puesto que todos tenemos los mismos criterios.
La Madre Tierra: Es la personificación de la Tierra, generalmente además descrita en varias culturas como una diosa fértil, que representa a la tierra fértil; siendo también descrita en algunas culturas como la madre de otras deidades, en la que se las ve como patronas de la maternidad. Generalmente se creía esto porque la tierra era vista como madre de toda la vida que crecía en ella.
Milenario, -ria: Que tiene mil años o más: la pirámide de Tazumal es milenarias. Que es muy antiguo. Fecha en que se cumplen uno o varios millares de años desde que se produjo un acontecimiento.
Náhuat-Pipil: Cultura que se desarrollo en el área del Pacifico Sur del territorio salvadoreño. Es hablar de Grupo humano con rasgos y cultura, parcialmente diferente a la Cultura Maya, pero con rasgos y similitudes a la Cultura Toltecas, es hablar de la dualidad divina en Mesoamérica, la referencia más inmediata del territorio salvadoreño recita el término náhuat-pipil, Umeteu (t). (Dos-Dios; Dios de la Dualidad). Se le juzga un concepto cultural universal en toda el área, al menos entre el grupo nahua.
Partera: Es la persona que se encarga del cuidado de la salud de las mujeres durante el embarazo, de la asistencia al parto y seguimiento del postparto, así como también de la regulación de la fecundidad.
Sitio Arqueológico: Es un lugar donde pueden hallarse huellas significativas de la accion humana de determinada cultura pasada, donde queda plasmado su arte, cultura, escritura, arquitectura, espirtitualidad etc.
REF : ACTA NUMERO TRECE
SESION : EXTRAORDINARIA
FECHA : 28 DE MARZO DE 2012

El Infrascrito Alcalde Municipal de ésta Ciudad.-
Certifica: el Acuerdo Municipal que literalmente dice: ACUERDO NUMERO VEINTIUNO.- La Municipalidad visto el Informe presentado por la mesa de trabajo municipal, que coordina las relaciones entre esta alcaldía y la comunidad Indígena de esta ciudad, en el sentido de crear los mecanismos necesarios para la recuperación, protección y conservación de la comunidad indígena Izalqueña, este concejo, en uso de las facultades que le confiere el Código Municipal ACUERDA: I) Aprobar la creación del decreto de “Ordenanza Municipal Sobre Derechos de la Comunidad Indígena de Izalco”, consagrados en la constitución de la Republica de el Salvador.- Certifíquese y mándese a publicar en el Diario Oficial, para los demás efectos legales.—————————————————————————————-y no habiendo más que hacer constar, damos por terminada la presente que firmamos.———————————————
/////////R. A. ALVARADO B./////////////ALC. MPAL.///////////////A. R. MONTOYA///////////M. P. CISNEROS DE SANABRIA///////////////D. A. MASIN C.///////////////////E. A. CASTRO. P//////////////// V. I. PERALTA ////////E. E. SEGURA D. //////////////M. DE. J. BRIZUELA. O. ////////////////D. A. CHINCO P.///////////GUST///////////////J.C. RAMOS. M.//////////////M. T. VEGA M. //////////////////H. S. ZANCO M.////////////////////////////////R. MEJIA M,//////////////////////////////////J. I. SARMIENTO G./////////////////////////////////////////////////R. D. A. Btos/Srio. Mpl. ///////////////////////////////////////////////////////////RUBRICADAS.////////////////
ES CONFORME CON SU ORIGINAL CON EL CUAL SE CONFRONTO.————————————————————————————-
Alcaldía Municipal: Izalco, veintinueve de marzo del año dos mil doce.-

Lic. Roberto Abraham Alvarado Barrientos
Alcalde Municipal

Lic. Ricardo Dionicio Ayala Barrientos
Secretario Municipal

El hambre de los cortadores

El hambre de los cortadores
19 de Enero de 2014 a la(s) 6:0 – Una crónica de Sigfredo Ramírez / Fotos de Giovanni Lemus y Ana María González
La temporada de corta de café es la estampa más folclórica de El Salvador. La imagen que representa a la alegría, a la bonanza, al trabajo de miles de personas y el colorido de la vieja república cafetalera. Pero en los últimos años, la roya inmoló cafetales en todo el país. En muchas fincas ni siquiera hay granos qué cortar. Esta temporada 113,000 familias se quedaron sin su mayor o única fuente de ingresos. Los colonos ya no tienen qué comer, un drama que sufren en silencio.
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Sin comida. El 96 % de los hogares que depende del jornal en los cafetales tenía pocas o no poseía ninguna reserva de alimentos en diciembre de 2013, según el PMA.

En las profundidades de la finca de La Malinche, en un rincón escarpado del municipio de Apaneca, en Ahuachapán, el silencio parece estar hermanado con la tristeza, con la soledad. Es un silencio incómodo en plena temporada de corta del café. Porque esta mañana de enero –según la tradición– debería de ser festiva en el cafetal, pero solo se escucha el viento. No se oyen las voces de los cortadores, el griterío de los niños que los acompañan, ni la voz fuerte de los mandadores. Todo parece embargado por el silencio, también la familia Girón.

René Girón –padre–, Sara Girón –su hija– y Leonardo Girón –el nieto de seis años– lucen distantes en un sendero de esta finca. Los tres son colonos en La Malinche. René y Sara lucen estoicos. Leonardo corretea tímido entre los arbustos. Los adultos lucen preocupados. El niño no lo entiende. En toda la mañana, los Girón solo han recolectado dos arrobas (50 libras) de café. Una jornada en la que solo han ganado $2 entre Sara y René. Por eso no cruzan palabras. El silencio tiene una explicación.

—Es por la roya… –dice René, derrotado, mínimo, casi susurrando.

Su hija Sara –morena y de ojos taciturnos– habla de años pasados en que les iba bien. Y “bien” acá es tener suficiente dinero para comprar frijoles y maíz. Nada más. Nada. Pero eso era antes de que la roya quemara las hojas de este cafetal y del resto de fincas en Apaneca, en Ataco, en Juayúa, en las faldas del volcán de Santa Ana, en San Salvador, en Chinameca, el 40 % de los cafetales del país. Sara habla de 2011 como si ya fuera lejano. Habla de jornadas en las que 200 cortadores trabajaban en las profundidades de La Malinche –rompiendo con su trajín el silencio del cafetal– y una sola persona podía recolectar más de 10 arrobas de café. “No como ahora que andan 40 personas y ajustamos una arroba”, dice Sara, cabizbaja. Nada es exagerado y esta no es una plática trivial. La vida de colonos como la familia Girón está reducida a un acto de supervivencia: sin terreno, sin milpa, sin frijolar, sin ganado, sin luz eléctrica, sin agua potable. El límite no se mide en posesiones sino en tener algo sobre el fogón para engañar al hambre.

Entonces el silencio del cafetal se vuelve trampa. Uno puede morir en esta finca, que es una montaña fértil desde donde se ve el océano Pacífico, sin que nadie se dé cuenta de ello. Y en medio de una crisis agrícola como la que el hongo de la roya ha llevado a los cafetales, no hay espacio para la exageración.

Se corta café y hay dinero justo para el maíz y un poco de frijoles. No se corta y una familia puede pasar días sin comer. En El Salvador hay 50,000 familias vulnerables a la inseguridad alimentaria por la roya, según las cifras del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de Naciones Unidas. Son 50,000 familias como la de René Girón, su hija Sara y su nieto. “La situación de los colonos es una bomba de tiempo, una verdadera emergencia silenciosa”, plantea Dorte Ellehammer, representante del PMA en el país. René Girón dice que en su casa se han quedado otras seis bocas qué alimentar, dos son recién nacidos. Uno es el bebé de su hija Sara. Pero hoy, en la finca La Malinche, al mediodía, mientras otros cortadores comen tortillas y tomatada; René, su hija y su nieto de seis años no tienen comida para almorzar. René miente y dice que uno puede engañar al estómago para no sentir tanta hambre después del trabajo. Se resigna. Los tres descansan bajo la sombra de un árbol de pepeto que no luce ni un solo fruto. No cruzan palabras. Como si estuvieran esperando que alguien viniera o quisieran mimetizarse en este paisaje bucólico. El hambre se sufre en ese silencio.

***

René Girón se está quedando sordo. Hace años, el colono de La Malinche sufrió un dolor de cabeza que lo dejó sin audición. Era un dolor punzante que lo aturdía y lo mareaba. Fue a consulta pero nunca se sometió a los exámenes correspondientes. Dice que nunca tuvo “esa facilidad”. Así que René desconoce el motivo por el cual apenas escucha lo que los demás dicen. Y poco a poco, las voces de toda su familia se le van apagando. Su hija Sara casi le grita para comunicarse con él.

—¡Le pregunto si ya había visto una cosecha más mala que esta! –grita Sara.

—No, nunca en todo el tiempo que llevo aquí –responde René, tranquilamente.

El tiempo que René lleva en La Malinche es toda la vida. El colono nació y creció en este cafetal de Apaneca. Antes eran él, su madre y sus hermanos. Ahora son él, su esposa María del Tránsito Álvarez, sus hijas y sus nietos. Pocas son las cosas que han cambiado. Todos son colonos y viven como siempre han vivido los colonos: con frío, lejos de todo y de todos, habitando en un refugio levantado por su propia necesidad con madera, plásticos y cartones. A 1,326 metros sobre el nivel del mar y casi dos horas caminando del pueblo de Apaneca. Solos.

René se queda cortando en el cafetal sin haber almorzado, mientras otros cortadores caminan por los senderos de La Malinche. La mayoría de ellos han subido hasta esta finca desde San Pedro Puxtla, Guaymango o Ataco. Todos vienen huyendo de los cafetales que están a menor altura sobre el nivel del mar. Allí, la infección de la roya ha sido aún más letal. “Allá abajo no hay corta, hay fincas que ni siquiera hojas tienen y uno, por la necesidad, no se puede quedar sin cortar”, asegura Javier Jiménez, un cortador que ha venido junto a su hijo de 15 años desde el cantón La Esperancita de Guaymango, donde no hay luz eléctrica ni agua potable.

La finca de La Malinche tiene poco café. Tan poco que dejaron de pagar $1.25 por cada arroba recolectada como en 2012 y ahora paga solo $1. Centavos que son cruciales para los colonos. El número de cortadores también se ha reducido drásticamente en la finca. Si uno se adentra mucho en el cafetal de 150 manzanas pronto se encuentra totalmente solo. Pero siguiendo por el sendero principal de la finca se llega a la casa del colono René Girón. La vivienda está en un filo angosto de la montaña. A esta hora del mediodía, María del Tránsito, la compañera de vida de René, cuida a los cinco niños de la familia. Pero sobre todo, ella resiste en su propio calvario.

Este es el segundo año que no corta café en La Malinche. Su aporte es una entrada menos para este hogar. Porque a finales de 2011, a María del Tránsito Álvarez le diagnosticaron cáncer en la matriz. Por eso se queda cuidando a los niños junto a su hija Mercedes. Y María del Tránsito sigue resistiendo su cáncer sin medicinas ni hospitales. A esta hora del almuerzo, las dos están sentadas –sin comer– dentro de la vivienda con paredes de madera donde se cuela el viento. Cada una chinea a un bebé: Mercedes carga a su hijo Élmer, de cinco meses; María del Tránsito carga a su nieto Otoniel, quien nació el 15 de septiembre de 2013, en un país que celebraba su independencia y donde alrededor del 6 % de su población todavía sobrevive con $1 al día, según las mismas estadísticas oficiales.

Y en la emergencia alimentaria por el impacto de la roya en los cafetales hay 25,860 niños afectados. Alrededor de 8,410 de ellos son menores de cinco años de edad. Porque nacer en el seno de una familia de colonos es tener todo en contra desde el primer momento. La noche del 18 de septiembre de 2013, Sara Girón se adentró en el cafetal con su hijo de tres días de nacido en brazos –después de que le dieron el alta en el hospital de Ahuachapán– y le tocó correr bajo la lluvia. Antes hizo lo suyo al solicitar ayuda a la unidad de salud, a la policía, a la alcaldía municipal pero nadie la vino a dejar hasta las profundidades de la finca. Le dijeron que la ambulancia estaba en el taller, que no había suficiente gasolina para la patrulla policial, o que no había carros municipales de Apaneca para auxiliarla a ella y a su hijo de tres días de edad. Al final, un conductor de mototaxi se apiadó de los Girón y los acercó lo más que pudo a su casa. Pero igual se mojaron. Unos días después de la tormenta, Sara y su bebé volvieron de emergencia al hospital. Madre e hijo pasaron casi una semana internados. Nacer como colono es tener garantizado un rosario de adversidades.

Los dos bebés en la familia Girón se parecen mucho entre ellos. Mercedes –madre de uno y tía del otro– los amamanta a ambos mientras su hermana, Sara, corta café en la finca. El cuadro familiar de los Girón es completado por Kenya, de ocho años, la inquieta hija de María del Tránsito; y Jessica, la hija de cuatro años de Sara. Jessica es la única que come a esta hora. La niña tiene un plato lleno arroz entre sus manos. Es el arroz que les dio el Programa Mundial de Alimentos (PMA) en septiembre, octubre y noviembre.

Porque la situación de los colonos –y otras familias que dependen de la corta del café– es tan precaria a escala nacional, que el PMA ya les entregó tres raciones de alimentos de 20 libras de frijol, 66 libras de maíz, 66 libras de arroz y un galón de aceite. Fueron 11,205 familias beneficiadas y que ya se habían quedado sin comida ante el impacto de la roya en las fincas cafetaleras. Y en enero de 2014, a casi dos meses de la última entrega de alimentos, la familia Girón sigue comiendo de esa ayuda. Es lo único que tienen.

—A saber qué hubiera pasado si no nos dan esos frijolitos –cuenta María del Tránsito, sentada frente a una estrecha mesa de madera.

—¿Y qué cenaron el 24 y el 31 de diciembre solo con esa ayuda?

–Ah, si no cenamos, como no teníamos nada ligerito nos acostamos.

—¿Nunca cenan?

–A veces, solo cuando conseguimos algo.

***

La precaria vivienda de la familia Girón es solo una de las más de 1,000 que están sumergidas en el océano de los cafetales de Apaneca. Cada finca tiene uno, dos, cinco o hasta una comunidad de más de 40 colonos. Ninguno de ellos tiene milpa o frijolar así que la comida casi siempre escasea. La roya solo ha sido el tiro de gracia. Los colonos hacen lo que pueden por sobrevivir. Nelson Santos en la finca La Bellota sube al vecino cerro Chichicastepec y baja pantes de leña para venderlos. Tiene un ingreso de $1.25 al día. El hijo de Reina Granados de la finca Miramar se cansó del cafetal y se fue a trabajar de vigilante a Santa Ana. Gana $90 cada quincena.

Cada quien se rebusca como puede. Eso se nota al caminar por la finca Pretoria, una de las comunidades de colonos más grandes en Apaneca. Casi todos en este asentamiento con nombre de ciudad sudafricana recibieron el paquete de alimentos del PMA. Adelina Ordóñez, de 63 años, cuenta sobre la emergencia alimentaria que viven en Pretoria, mientras camina rumbo a su casa después de pasar todo el día intentando cortar café en la vecina finca Santa María.

—Con esta temporada sí que nos desconsolamos, si solo puchitos hacemos, hoy hice tres arrobas porque me tocó lo bueno –dice Adelina, caminando.

—¿Y cuánto dinero les va a quedar al final de la temporada?

–Ah Dios, tata. Nada…

Adelina es una mujer morena, bajita y de paso ágil. De todos sus años de vida, solo salió de esta finca durante tres, cuando era joven y se fue a trabajar como empleada doméstica en una casa de la colonia San Francisco, en la ciudad de San Salvador. Ese es el camino que la mayoría de colonos siguen por la crisis del café. Adelina se para a la orilla del cafetal que rodea a Pretoria, ve a todos lados, y asegura que antes había muchos más que los 70 colonos que todavía viven en esta finca. Pero poco a poco, más hombres y mujeres dejan el cafetal ante la falta de trabajo. O porque no les alcanza con el $4.60 que pagan por un día de trabajo en el cafetal durante la temporada lluviosa. La llegada de la roya solo ha acelerado el éxodo de los colonos.

No se van rumbo a Estados Unidos. De hecho, solo cuatro de cada 100 personas reciben remesas en Apaneca, según las estadísticas del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Los hombres se van a San Salvador para convertirse en los guardias de seguridad que vigilan bancos y restaurantes. Son los uniformados que abren la puerta y se pasean por los estacionamientos con una escopeta al hombro. Las mujeres también se van y trabajan de empleadas domésticas en la cocina o cuidando niños. Es una vida difícil la que aguarda a los colonos afuera del cafetal. Lejos del lugar donde crecieron pero que nunca les perteneció, para llegar a otro donde el sacrificio es grande y el salario es mínimo. “Pero al menos ganan perenne, aunque sea un poquito”, dice Adelina, con tono de resignación, mientras llega al extremo sur del casco de la finca Pretoria.

La anciana luce extenuada por el trabajo de todo el día entre los cafetos. La hija de Adelina sale a encontrarla cuando la oye llegar. Se llama Margarita y esta temporada no ha salido a cortar porque está cuidando a su bebé de dos meses. Margarita regresó hace un tiempo a Pretoria después de trabajar por años en la cocina de una casa en la colonia Maquilishuat de San Salvador. Le pagaban $100 cada quincena y cocinaba para 10 personas. Es bachiller General pero eso no le valió para conseguir un mejor empleo. No volvió a la finca porque quiso, sino porque su madre enfermó y no había quien cuidara de ella. Pero ahora, después de unos meses de maternidad, ya está pensando en volver a la ciudad para buscar empleo.

—Si la situación no mejora quizás si vuelva a San Salvador, aunque sea tan sacrificado –dice Margarita, de pie en el pasillo de su casa de madera, frente a una vieja y oxidada báscula para pesar el café.

Ella no es la única que piensa irse de nuevo del cafetal y probar suerte en la ciudad. Uno de los vecinos de Margarita, el colono Tereso Pérez, también medita la idea. Él ya trabajó por 11 años como guardia de seguridad en la zona industrial del puerto de Acajutla, y en un negocio de máquinas tragamonedas en Sonsonate. Allí, Tereso veía cómo niños, jóvenes y adultos perdían cientos de dólares por su adicción a los juegos, mientras a él le pagaban $120 quincenales y venía de una finca donde cada centavo es vital para la comida. “Al local casi siempre llegaba un niño que quizás ‘gaveteaba’ a la mamá porque de las 8 de la mañana a las 3 de la tarde se podía gastar $300 jugando en las maquinitas ¡Imagínese! Lo que una familia hace en una buena temporada cortando café”, exclama Tereso todavía impactado, desde el reducido solar de su casa construida con tablas de pino y laurel.

Pero Tereso Pérez volvió a Pretoria –después de tanto tiempo lejos del hogar– para encontrar una situación más complicada de la que se vivía cuando se fue por primera vez. Apenas y ha conseguido trabajar en la finca La Cubana en las faldas de un alto cerro cerca a Pretoria, y la comida que el PMA le entregó a su familia de 11 integrantes ya se está terminando. Los próximos meses de 2014 no pintan nada bien. La temporada de corta fue mala y efímera, todos dudan que los dueños de los cafetales inviertan mucho en el mantenimiento de la finca. Van a ser pocos los colonos que logren trabajar abonando, cortando la maleza y podando las ramas que hacen sombra al cafetal durante la próxima temporada lluviosa. Aquí en la finca Pretoria, y en el resto de Apaneca, nadie sabe con certeza cómo va a sobrevivir.

“Estas son familias tan pobres que con cada golpe que ellos reciben, pierden el entusiasmo de poder salir adelante, muchos ya se han resignado, es triste, pero esta solo es la punta del iceberg y el panorama no es alentador, como PMA ya tenemos un nuevo proyecto de entrega de comida que esperamos iniciar en marzo de 2014, pero este es un problema que no tiene soluciones fáciles, la pobreza de los colonos no se va a solucionar solo dando cositas, hay que buscarle nuevas alternativas a la problemática”, explica Dorte Ellehammer, representante del PMA en El Salvador.

La funcionaria de Naciones Unidas asegura que en cualquier comunidad en un estado de emergencia como el que se vive en Pretoria, la estrategia del PMA sería desarrollar proyectos que beneficien al asentamiento, como el mejoramiento de caminos o aprender nuevas prácticas agrícolas. Pero los colonos habitan en las profundidades de fincas privadas y sin tierra que cultivar.

Tereso asegura que se va a rebuscar lo más que pueda. Ya comenzó a buscar trabajo en las fincas cercanas a Pretoria. Hoy cortó café en la finca de El Ópalo, después dice que irá más lejos. A donde sea. No quiere dejar a su familia. Tereso está decidido a agotar todos los recursos antes de irse a la ciudad y desvelarse trabajando como vigilante. Asegura que esa vida está llena de amarguras y frustraciones. En el trabajo que tenía en la sala de máquinas tragamonedas en Sonsonate, su jefa le descontaban las cuotas del Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS), pero una vez que enfermó y fue a consultar a la clínica le dijeron que a él nunca se las habían depositado. “No es justo que uno tenga necesidad y aún así le roben”, dice Tereso.

***

La roya también destrozó los cafetales de Ataco. Eso se ve a simple vista si uno deja atrás el casco del pueblito y se adentra en el camino de tierra que lleva al cantón El Naranjito. Los cafetales se ven calvos y sin frutos. Un martes a las 4 de la tarde, un hombre triste camina con un guacal lleno de orquídeas sobre su espalda. Dice que la corta está mala, que no hay nada que hacer, que pocos andan cortando, que todo da lástima. El hombre sigue su camino entre el polvo. Vende cada orquídea a $1.50 y también la aromática planta que llaman Galán de novia.

Pocos cortadores vienen por la calle polvosa que lleva hasta El Naranjito. Un grupo de hombres, mujeres y niños que está separando el café verde del rojo, en la finca San José, tienen rostro melancólico. Casi no han cortado nada. Una de los mejores cafetales en la zona dejó de producir como solía hacerlo. Esta temporada, el pesar todo el café recolectado ha dejado de ser un acto de alegría, y se ha convertido en algo triste. No hay ningún ingreso extra qué celebrar.

—No hayamos para dónde agarrar –dice un cortador llamado Miguel Reynosa.

En las fincas aledañas el panorama es igual. A esta hora, un grupo de cortadores viene bajando desde la finca Santa Fe, una cumbre empinada a más de 1,300 metros de altura sobre el nivel del mar. Todas son mujeres. Todas vienen cabizbajas. Casi no cortaron nada. Rosa Martínez, una de las cortadoras, asegura que esperaba mejor suerte. Creyó que ante la falta de cortadores podría hacer un par de arrobas de más. Porque muchos se fueron ya de estos cantones de Ataco urgidos por la necesidad. La mayoría de hombres se han ido a rebuscar a Juayúa o Salcoatitán.

Al llegar a la encumbrada finca Santa Fe, el mandador Manuel Aguilar asegura que buscó a 50 personas para la temporada de corta, pero no pudo apuntar a más de 20 en su cuaderno. Tuvo que traer a 35 personas desde Atiquizaya. El camión rojo que los trajo hasta aquí hace maniobras de salida a esta hora. Es una tarde fría en la cima de la montaña. Los rayos del sol se reflejan en el Pacífico. El mandador Manuel Aguilar camina raudo por la finca Santa Fe, donde ha vivido por el último año.

Él se ha encargado de todos los trabajos para combatir a la roya. En buena parte de la propiedad ya sembró un nuevo cafeto resistente al hongo. El mandador dice que apenas el 20 % de la hacienda va a rendir sus frutos esta temporada, el resto de nuevos árboles tendrá granos de café hasta dentro de dos a tres años.

“La crisis más grande será en los próximos años, porque en muchas fincas de aquí han cambiado todo el cafetal y va a costar que crezca, ahora se corta poco pero en los próximos años no va a ser nada, ¿qué va a ser la gente sin ese ingreso? ¿Con qué van a comprar los frijolitos”, dice Manuel mientras se adentra en la finca Santa Fe.

***

Hay quienes parecen no tener nada que perder. Cuando todos los cortadores que vinieron desde Atiquizaya se van de la finca Santa Fe, solo queda el mandador del cafetal y una familia que ha venido desde el vecino Guaymango. Es la familia Sigüenza. Ellos han sido los únicos perseverantes. Ya pasaron tres días cortando los pocos granos de la finca y todavía no se van. Hubo otras familias que también vinieron desde Guaymango y prefirieron regresar a sus casas, después de ver la ínfima ganancia que les dejaba la temporada de corta.

Los Sigüenza son cinco adultos y cinco niños. Ahora, juegan fútbol con unas metas hechas de madera. Se ven felices a pesar de todo, más los niños que corretean atrás del balón. Los rayos del sol se extinguen en la montaña. El casco de la finca Santa Fe está rodeado de un jardín de hortensias. El cortador Samuel Sigüenza juega con su hija Jennifer, de cuatro años de edad.

—¿Ha sido provechoso venir desde Guaymango a cortar café? –se le pregunta a Samuel Sigüenza, mientras toma café de una vaso de plástico.

—No, no lo vale, antes hacíamos $150 por la temporada y ahora solo hacemos $40.

—¿Y por qué se vino toda la familia?

–Este es como un paseo familiar, y acuérdese que la gente humilde como nosotros no tiene nada que perder.

Jennifer hala a su papá del suéter gris que lleva puesto. Samuel la ve de reojo y le sonríe. La niña quiere llevarlo hacía la cocina de leña que está en la parte de atrás del rancho. Le pide un vaso de café caliente para sortear el frío antes de irse a dormir. Mañana, la niña de cuatro años se va a levantar en la gélida madrugada para acompañar a Samuel a cortar granos de café, el poco que queda ya en esta cumbre de Concepción de Ataco.

Las aventuras del padre Guido

Las aventuras del padre Guido
22 de Mayo de 2011 a la(s) 0:0 – Un reportaje de Carlos Chávez Fotografías de Rony González

Sammy Guido es un fraile gringo; 51 de sus 80 años de edad han transcurrido en una escabrosa y empobrecida región entre Ahuachapán y Sonsonate. Allí, incluso para el bastión más grande de nahuahablantes, él es el “padre Guido”. A manera de los antiguos misioneros coloniales, pero con humor, el padre Guido también ha empezado a escribir la crónica de su vida. Una mezcla de Sicilia, Massachusetts y San Pedro Puxtla.

Al mediodía, un vapor propio de una jungla envuelve a San Pedro Puxtla. Y ni aún así fray Sammy Guido se quita su sotana franciscana o sus tenis blancos New Balance. Suda. Pero no prende el ventilador de techo de la casa parroquial. Su figura chaparrita parece más preocupada en hojear una vieja National Geographic en inglés.

—¡Aquí está! Mire esta foto, este avioncito es un Spitfire. Los británicos lo construían durante la Segunda Guerra Mundial. El Spitfire tenía estas cosas que dan vuelta… –con revista en mano, busca explicarse el fraile de marcado acento gringo.

—¿Tenía hélices?

—¡Exacto! Pues, en 1960, así me vine a El Salvador: en un avión de cuatro hélices. Ni me quise asomar por la ventanilla porque los motores vibraban fuerte como si fueran a desprenderse. ¡Nunca oré tanto en mi vida como en esa ocasión!

El fraile intenta hacerme entender que hace 51 años, y por designios de la iglesia católica, se alejó de su natal Massachusetts para radicar en un trío de apartados y empobrecidos poblados: San Pedro Puxtla, Guaymango y Santo Domingo de Guzmán, el fortín más grande nahuahablantes indígenas del país.

El padre Guido –quien recién el mes pasado alcanzó los 80 años– dice que desde 196o ha experimentado todo tipo de andanzas y malandanzas. Asaltos. Terremotos. Diluvios. Viajar con tuncos. Escuchar regaños en náhuat. Objetos que vuelan. Y hasta exorcismos. Quizá por eso, hace unos minutos, me dejó caer un gran chorro de agua bendita sobre mi cara y camisa. Lo hizo, porque soñé con el diablo.

A este fraile gringo le tiene sin cuidado que lo comparen con un moderno fray Bartolomé de las Casas. O con Robinson Crusoe, el literario náufrago inglés que pasó 28 años en una remota isla tropical. A estas alturas de su vida, lleva meses en su ordenador, engrosando un libro-bitácora, en inglés y español, llamado “Las aventuras reales del padre Guido”. En la página 13, hay una crónica sustanciosa de cuatro partes.

Parte I: El recordatorio constante

Uno de los pueblos de los cuales yo era responsable era Santo Domingo de Guzmán. Allí casi todos sus pobladores hablaban el dialecto náhuat, proveniente del lenguaje Uto-Azteca. El mismo que hoy ha caído en desuso.

Como pastor, era mi obligación celebrar misa, especialmente para las festividades del patrono. En este caso: Santo Domingo, cuya solemnidad ocurre el 4 de agosto. Sin embargo, sucedió que la fiesta se acercaba y yo no había cumplido con mi responsabilidad.

En los primeros días de junio, tres hombres originarios de aquel lugar vinieron muy serios a recordarme mi obligación pastoral. Debía llegar un día antes, el 3 de agosto, para poder rezar el Santo Rosario y oficiar la misa de víspera. Les dije que estaba de acuerdo sin recapacitar mucho en su visita.

Un mes después, en julio, vino otro grupo a recordarme mi promesa y mi obligación. Yo pensé: Creo que quieren asegurarse que no vaya a olvidar mi compromiso. Y así me quedé pensando en la manera que realizaría ese viaje de seis horas montado a lomo de caballo.

El 1 de agosto, volvieron a recordármelo y me dije: “¿Es que no confían en mí?” Y comencé a sentirme incómodo con esta situación, así que tranquilamente les dije: “No tengan pena. Estén seguros que allí estaré”.

Lo que me sorprendió es que el 2 de agosto, a las 6 de la mañana estaban tocando otra vez mi puerta. Esta vez, con el grupo de hombres venía un niño. Habían caminado once kilómetros solo para asegurarse que yo estaría listo para el viaje. ¡Era increíble!

Bueno, el día convenido llegó. Y a las 9 de la mañana partí acompañado de mi sacristán, que era un campesino. Este cabalgaba detrás de mí, llevando mi estuche para la misa y mi valija negra. Parecíamos Sancho Panza y Don Quijote. Yo cabalgaba sin saber lo que me esperaba.

Parte II: Maltratado, golpeado y magullado.

A las 10:30 de la mañana aún estábamos muy lejos de Santo Domingo de Guzmán. El sacristán me preguntó la hora, y me replicó “¡Es tarde!” Se colocó detrás de mi caballo y con un látigo de bambú le pegó en las ancas. ¡Y zaz! El caballo sale volando y yo con él, abiertas mis piernas y saltando en el aire, como en un rodeo. ¡Hasta llegué a pensar que iba en un avión jet!

Tomó algún tiempo para que el caballo se aquietara. Yo no estaba muy contento con mi compañero, quien volvió a preguntarme por la hora, estaba tan distraído con el paisaje, que me había olvidado del látigo. ¡Y zaz! Volví a volar por los aires, teniendo que calmar al caballo, no sin grandes esfuerzos. Tenía unas ganas de quitarle el látigo a mi compañero y darle su medicina. Y le dije: “¡Pare, ya está bueno!”

Para calmarme, el campesino empezó a enseñarme unas palabras indígenas. Quería distraerme. Allá al rato, me volvió a preguntar la hora. Entonces, fui más inteligente que él. Lo vi seriamente y no le contesté. Con ello le hice ver que no me engañaría por tercera vez, pues yo no era un gringo tonto.

Cuando habíamos recorrido tres cuartas partes del trayecto, cayó una fuerte tormenta, característica del mes de agosto. Dichosamente yo llevaba puesta una capa, pero mi pobre sacristán no. Y tuvo que cubrirse apenas con un pedazo de plástico.

Llegamos a Santo Domingo a eso de las 5 de la tarde, hora y media después de lo esperado. Aún llovía, y entramos directamente a una casita de adobe y paja donde nos hospedaríamos. La casita tenía un corredor de frente y traté de entrar con todo y caballo, pero mi cabeza no entraba bajo el techo. El agua corría como un río sobre mi cabeza. Yo imaginaba que estaba tomando un baño de regadera a lomo de caballo. El cacique –nombre que recibe el jefe del lugar– nos estaba esperando. Él era el encargado de los festejos patronales. Me miró fijamente y vociferó:

—¡Llegó tarde!

—¡Por Dios Santo! ¡Ayúdeme a bajar de este caballo, no sé cómo hacerlo! –“¡Dios mío! ¿Qué vendrá después?”, pensé.

Cuando por fin bajamos de los caballos, secamos nuestras ropas. El cacique se notaba que no tenía consideración alguna y volvió a vociferar:

—¡Llegó tarde!

Mejor me fui directamente a la iglesia a oficiar la santa misa. A pesar de que no había comido desde el desayuno, cuando llegó el momento de las peticiones, el lector de la misa pidió algo.

—¡Que el padre Guido trate de cumplir a tiempo sus compromisos!

No podía creer lo que mis oídos escuchaban.

Parte III: El regalo del cacique

Después de desayunar sopa de patas y tortillas verdes, celebré la misa en honor de Santo Domingo, tal como lo prometí en reiteradas ocasiones.

Como es costumbre, para la fiesta del patrono los campesinos celebran con danzas folclóricas de origen español, conocidas como “Historiantes”. Pues bien, me hallaba observando con sumo cuidado la danza y a la vez tomaba fotos con mi cámara. Celestino, el cacique, me miraba curioso y asombrado. Él era el padre de una de las niñas que participaba en la danza folclórica. Yo seguía observando cada escena. De pronto, Celestino se acerca y me pregunta algo.

—¿Le gusta, padre?

—¡Claro que sí! –respondí, pensando que se refería a la danza.

—Le doy a mi hija, padre. ¡Se la regalo!

No sabía qué pensar. ¿Era otra de sus bromas?

—Un momento, jefe. Aprecio su obsequio, pero no puedo aceptarlo. ¡Ni siquiera puedo cuidar de mí mismo, mucho menos podría ser capaz de cuidar a su hija! ¡Y basta, no se moleste!

Dicho esto regresé a la iglesia a bendecir a los feligreses. “¡Por Dios Santo!, dije, ¡Gracias a Dios que me escapé!”

Llueve a cantarazos sobre San Pedro Puxtla. En el aire, vaga una fría sensación de aislamiento.

—¡Esta tormenta no es nada! Han pasado muchas peores por aquí –asegura el fraile, mientras fisgonea el aguacero que cae detrás de su puerta con malla antimosquitos.

El padre Guido recuerda que bautizó como “El Diluvio” a los doce días de lluvia intermitente que dejó el huracán Stan en 2005. Durante el diluvio, dice que ocurrieron cosas muy peculiares. El volcán de Santa Ana explotó y “todo San Pedro parecía como si lo hubieran pintado a brochazos con pintura gris”. Al mismo tiempo, albergaba en la parroquia a unos 80 damnificados por la lluvia. Y sus dos mascotas –una gata y una perra pastor alemán– hacían lo suyo.

El 9 de octubre, su gata, llamada Penny como las monedas de un centavo de dólar, parió seis gatitos. Dos días después, su pastor alemán, llamada Cora como las monedas de 25 centavos de dólar, tuvo siete perritos, “cuatro varones y tres hembras”.

—Cora le ganó a Penny por uno. Y debido a que el último perrito nació el 12 de octubre, el día de Cristóbal Colón, decidí darles nombres relacionados con él. Así pues, a los perritos los llamé: Cris, Columbus, Discovery y Atlantic. A las hembras las nombré: Pinta, Tinta y Marry.

El fraile gringo dice que agradeció a Dios por mandarle estos animalitos: “Así verdaderamente puedo decir que aquí: ‘Me llovieron gatos y perros’”.

El padre Guido continúa platicando sentado en una silla plástica. A su alrededor, las paredes intentan robarle atención. Cuelga una bandera de EUA, junto a la de El Salvador. Enmarcado, tiene el pergamino que desde 2003, y por decreto legislativo, lo convirtió en ciudadano salvadoreño. También hay un mapa de la isla italiana de Sicilia, o “Chichilia”, desde donde emigraron sus padres rumbo a Massachusetts a inicios del siglo pasado, para trabajar en fábricas de lana.

—Yo nací un Viernes Santo, justamente durante las tres horas de sufrimiento de Cristo, el Salvador, en la cruz . Por eso me bautizaron como Salvatore. Para los no-italianos, Salvatore o Salvador es difícil de pronunciar. Y me inscribieron como “Sammy”.

Eso explica el fraile cuyo nombre completo es Sammy Salvatore Guido Vellardita. Él encuentra curioso que su “Chichilia”, Massachusetts y El Salvador tienen en común ser territorios de alrededor de 25,000 kilómetros cuadrados. Pero, lo que más cosquillea mi curiosidad es un comalito con inscripciones acrílicas y que cuelga de la pared. ¿Qué dice?

—¡Es el Padre Nuestro en náhuat! –explica el fraile que sabe inglés, italiano, español y una cuantas palabritas en lengua nativa. En Santo Domingo de Guzmán se tomó la tarea de traducirlo.

El comal reza: “Tegu tupal ga tenemi gaigacu santoshisigua ma tugai maguigui…”. El fraile me resume que los “inditos” son interesantes. Dice que cuando regañaban a sus cipotes, en su presencia, lo hacían en náhuat, para que no entendiera. De su gastronomía rescata el alguashte. Tanto, que podría jurar que su platillo favorito no son las hamburguesas o los hot-dogs, sino el pollo frito ahogado en salsa de alguashte. Lo que aún no digiere es cómo hornean los comales como el que está aquí colgado. Dice que es una dura faena exclusiva de mujeres indígenas “topless”, que casi parecen quemarse junto a los comales.

Mientras me habla de comales, miro una antigua fotografía suya que ha dejado sobre una mesita. En ella, aparece mucho más joven, como de 30 años, oficiando algún evento en Santo Domingo. Luce como el hollywoodense actor ítalo-americano Al Pacino. De hecho, su cabellera, de melena lacia, es similar.

—Padre, ¿Y en estos 51 años de vivir aquí, ninguna muchacha se enamoró de usted?

—No sé… Yo creo que no. Y no es que no me llamen la atención, pero soy un religioso.

Dicho esto, mejor me invita almorzar algo “humilde”. Sobre la mesa desfilarán albóndigas con arroz. Tortillas gordas. Mangos y naranjas. Salva Cola. Y una sopa de espinacas, a la que, él le añadirá quesito parmesano del gringo, y trocitos de aguacate del indio. Todo lo preparó su longeva ama de llaves. Una robusta y chele señora de 84 años, con rostro de beata, María Ernestina Ramos. El fraile aprovecha para comentar que disfruta de la música de otros ítalo-americanos como él, como Liza Minelli y Frank Sinatra. Y habla de otras “medio-italianas”, Madonna y Lady Gaga. “La primera está loca. ¡Y la otra es una sinvergüenza!”

Tras el almuerzo, el fraile chupa una naranja y dice estar listo para mostrarme San Pedro Puxtla. Antes de salir, en la puerta, me obsequia un escapulario verde. Uno como el que él utilizó durante un exorcismo que sucedió en Ataco, y que él describe en su libro-bitácora. Se trata de una crónica de tres partes.

Parte I: Un desafío

Un domingo, estaba rezando mi breviario cuando llegó una mujer con dos galones de agua.

—Padrecito, quiero que usted bendiga estos dos galones de agua.

—¿Para qué?

—Padrecito, quiero que usted bendiga esta agua por mi hijo José. Está poseído, y quiero bendecirlo con ella. Hay un espíritu malo que entra en mi hijo.

—¡Un momento, señora! Tengo que consultar al pastor de Ataco, al padre Sully.

Yo le conté todo al padre Sully. Y me dijo que iría con el doctor a visitar a ese joven, y que me quedara aquí. Al día siguiente, el doctor no llegó por lo cual el padre Sully decidió enviarme a mí. ¡Qué reto! Fui con Tito, Martín, el sacristán, y un hijo de la señora.

La casa estaba ubicada en una finca de café, propiedad de otra persona. Era de adobe. Todos entramos a la casa y hayamos acostado al enfermo, José. Él estaba boca arriba sobre una cama de madera. A pesar de que se veía muy enfermo, estaba normal.

La mamá de José me pidió que lo bendijera con agua bendita. Y que a la vez bendijera la casa, adentro y por fuera, lo cual hice con gusto. Y le dije a la señora que no se preocupara más por José porque acaba de recibir toda la protección espiritual que necesitaba.

Parte II: La señora enloquecida

El siguiente domingo, la mamá de José me estaba esperando. Me dijo que su hijo seguía igual, como poseído. No pude creerlo, y comencé a pensar que ella estaba perdiendo la cabeza.

Al día siguiente, fui con mi grupo de acompañantes. Esta vez llevé un crucifijo, mucha agua bendita, escapularios verdes y cafés. Y otra cuerda franciscana, como la que uso. Entramos en la casa de adobe y pude ver a José, el enfermo. Estaba profundamente dormido.

Preferí salir de la casa, a platicar con el papá de José debajo de una planta de banano. Mientras platicaba con él, la señora salió corriendo de la casa gritando: “¡Aquí, aquí, aquí! ¡Aquí está el espíritu malo!”

Me sentí muy nervioso y asustado. Oré intensamente a Dios. Y sentí la protección de Dios entrando en mí. Entré con la mamá y el papá de José a la casa. Estaba extremadamente caliente, como a 45 grados.

Parte III: El exorcismo

El joven, que tenía alrededor de 19 años, ahora parecía como de 120 años de edad. Estaba acostado boca arriba. Y su cara estaba negra como el carbón. Rechinaban sus dientes y tiraba puñetazos al aire como si estuviera boxeando. Hablaba en voz baja y ronca. Dos tonos salían de él. La voz de una señora espiritista que vivía cerca y la de otra espiritista que vivía en un pueblo como a 80 kilómetros de distancia. ¡Estaban utilizando al joven como médium de conversación!

Cuando las espiritistas terminaron su conversación el poseso hablaba entrecortado. Dijo que estaba en un campo de juego, en las cantinas, en el alcohol.

—¡Deja a este joven libre! ¡Déjalo en paz porque él tiene todas las bendiciones y la protección de la iglesia!

—¡No estamos solos! ¡Somos varios!

Esa voz salió de José. Me retiré de la cama, la cara del joven estaba más negra que antes, y él me preguntaba: “¿Dónde están tus adoradores? ¿Dónde están los Legionarios de María y de la Sociedad del Santísimo Sacramento?” Empecé a rociar agua bendita sobre el poseído. Y con mi otra mano sostenía el crucifijo. Se ponía más furioso. Tomé el cordón de San Francisco para golpearlo suavemente. A la vez, tiré sobre él los escapularios. El poseso saltó. Se dio vuelta hacia donde estaba una pequeña mesa con imágenes de Jesús y la Virgen.

—¿Dónde están sus feligreses para que lo defiendan? Ahora voy a pelear contra este altar y el altar de su iglesia… ¡Voy a pelear contra usted y su iglesia!

Aquello fue el acabose. Nunca estuve más asustado en mi vida. Oré a Dios y a todos los santos. Apuntaba el crucifijo y rociaba agua bendita. Finalmente, el joven empezó a calmarse. Su tono de voz bajo. Sus dientes aún rechinaban y murmuraba cosas, pero se quedó dormido.

Al día siguiente, el sacristán y unos amigos lo llevaron al hospital de Ahuachapán. Amarrado, por si se ponía violento. Estuvo tan manso como un cordero. Poco después, el mismo José llegó a visitarme. Me agradeció lo que había hecho por él. Y hasta se hizo parte del grupo de la iglesia. Su madre, también muy agradecida, me contó que hallaba sapos disecados en botes de vidrio. Y que creía que los dueños de la finca los ponían allí para asustarlos y así provocar que se fueran.

—Juanita: ¡Sálgase de allí lo más pronto posible! —Así lo hizo, y desde entonces todo ha sido diferente para ellos. ¡Gracias a Dios!

En San Pedro Puxtla, el teléfono fijo e internet no funcionan. Algunos no tienen ni energía eléctrica. Ayer, cerca de la casa del fraile Guido, un rayo gordo achicharró parte del cableado aéreo del poblado. O eso es lo que murmura el adormitado pueblo.

A diferencia, el fraile gringo parece más diligente. En poco tiempo, se subió a un caballo. Me mostró una ambulancia y la escuela de 233 alumnos que el hizo construir en 1977. Saludó a varios parroquianos. Vio una casa, en cuya fachada alguien mantiene una fétida paloma ahorcada, dijo que averiguaría qué pasaba allí. Pidió un “coffee break”, en su casa, con galletas de avena con choco chips. Me mostró el espacioso interior de la parroquia. Me platicó que en Santa Ana, pistola en mano, lo llevaron a un cafetal para intentar robarle su camioneta. Y en la calle, varios chuchos bravos se le abalanzaron. Él los adormitaba con la misma frase.

—You’re a good boy. You’re good boy…

El padre Guido parece tener simpatía por los animales. Hace unos años, dice que tuvo una “lora piadosa”. Por aquí cerca, solía vivir una señora muy devota. Tanto, que a su lora le enseñó varias expresiones religiosas. Al fallecer la señora, la lora le fue obsequiada.

—Ernestina, la ama de llaves, le dio a la lora más gustos de los normales. El problema era Fluffy, el gato. Fluffy tenía sus ojos puestos en la lora, siempre esperando la oportunidad para comérsela.

El padre Guido dice que trató de mantener vigilancia, pero un día, Fluffy atacó a la lora. Salvaron al pájaro, pero el ataque la dañó mucho.

“Manteníamos en cuidados a la lora, pero no albergábamos muchas esperanzas. Un día, mientras estaba en mi cuarto, escuché el canto: ‘Ave, Ave, Ave María’. Era el mismo tono del himno que cantan en el santuario de Lourdes, en Francia. ¡No podía creerlo! Salí al patio, donde estaba la lora envuelta en una toalla, para que tomara el sol y el aire fresco. Mientras la veía, la lora cantaba la parte final del himno, ‘Ave, Ave, Ave María’. Al terminar cerró los ojos para siempre con un suspiro. Recé y le impartí la bendición. La lora honraba a nuestra bendita madre. Seguramente está en el cielo en una estaca de oro, cantando a Jesús y su madre bendita: Ave, Ave, Ave María”.

Tras el cuento de la lora, el fraile gringo me confiesa que más de alguna vez se ha sentido como solo o “abandonado acá”. Pero transcurridos más de 51 años sería pecado que no se hubiera labrado un séquito de conocidos y amigos. Eso sí, es incapaz de olvidar la primera vez que puso un pie en El Salvador. Cuando bajó del avión de cuatro hélices en el aeropuerto de Ilopango. Lo hizo con unas botas de caña alta, pensando en culebras mordedoras. Dice que nadie le dio la bienvenida al entonces religioso de 28 años. Tuvo que esperar más de cinco horas allí, hasta que un par de curas lo recogieron y lo llevaron hasta el otro lado del mundo, Sonsonate. Allí, un superior esbozó su destino. Le asignó un primer pueblo ahuachapaneco: Ataco.

—El día que llegué a Ataco (el 2 de febrero de 1960), di mi primera misa a las 6 de la tarde. ¡Y tan pronto hice la señal de la cruz, la tierra se estremeció! Proseguí, pero luego sucedió un segundo temblor, y ni corto ni perezoso dije a los presentes: ¡Salgamos del templo!

Antes de despedirnos, el fraile me lleva a la cúspide de un cerro jalonado por un amate y una inmensa cruz. En un pick up, ascendemos hasta allí. Y pronto, el padre descubre que el pedestal de la cruz tiene un grafito en spray: “Susan patas de lora y culo de tabla”.

—¡Oh, my God! Esto no estaba el 3 de mayo, en el día de la cruz. Hace poco lo han hecho. ¡Qué barbaridad! –hace cara compungida. Luego pierde su mirada en el paisaje que se abre en dirección sur. A vista de pájaro se adivinan las tejas y láminas oxidadas de San Pedro Puxtla. Y más allá, el muelle de Acajutla.

—Mire aquel cerro, por allá queda Guaymango, allí solía dar misas, pero iba en mi jeep. Y de este otro lado, por allá, queda Santo Domingo de Guzmán. Bueno, allí usted ya sabe, antes de que pavimentaran el camino, tenía que ir a lomo de caballo.

—Padre, después de 51 años acá, ¿no extraña su Estados Unidos? ¿No se siente solo a veces?

—Sí, pero ya solo me sobrevive un hermano en Massachusetts. Él nunca ha venido aquí, yo lo visito una vez al año. Pero mi misión es esta, estar con la gente más sencilla y humilde que es la que mejor entiende a Dios. Y para estar siempre conectado con Estados Unidos, recibo por suscripción la revista National Geographic. Antes recibía aquí la revista Time, pero ya no. El Salvador que yo conozco no es El Salvador del que habla Time.

How to Read a Maya Glyph

How to Read a Maya Glyph

by Lily Ball
published on 25 January 2015

For over three centuries, the ancient Maya flourished in Mesoamerica. They built giant stone pyramids surrounded by dense jungle, used a calendrical system that made many believe that 2012 would be the end of the world, and created a writing system that is as beautiful as it is complex. Its decipherment is ongoing, even today. In fact, it is so aesthetically rich and difficult to master, one needed to be an accomplished artist in order to write it properly. Fittingly, ancient Maya scribes and artists were all known by the same title: t’zib.
Deciphering Ancient Maya: Syllables and Concepts

The Maya writing system is logosyllabic, meaning its symbols can represent sounds in the form of syllables (like “ma” or “tot”), or they might represent whole concepts (like “river” or “house”). This made the language very difficult to decode, and in fact, scholars initially thought the entire writing system was phonetic due to the unfounded assumptions of a missionary named Diego de Landa. Originally from Spain, de Landa’s first language was naturally Spanish. Therefore, when he attempted to decipher the Maya language, he broke it down into individual sounds (vowels and consonants) rather than syllables, the product of which is an inaccurate record of the Maya written and spoken language and a misleading guide for scholars. It wasn’t until 1952 CE that it was suggested that the language might be syllabic rather than phonetic. This was a major breakthrough in the decipherment of the ancient Maya written language.
Even with all these hurdles, scholars have managed to decipher much of the ancient Maya written language, which covered topics from astronomical mathematics to their royal lineage.

The distinction between a phonetic and a syllabic language is small but essential. A phonetic language uses individual sounds to build spoken words. English, German, and modern Romance languages like French, Italian, and Spanish are phonetic languages, to name a few. When written, each symbol (letter) represents a single sound (a vowel or consonant) like “o” or “b”. Syllabic languages, however, are made up of consonant-vowel (CV) or consonant-vowel-consonant (CVC) combinations, like “ta” or “bot.” Japanese, for example, uses the CV model for the majority of two of its alphabets: katakana and hiragana.

The Maya glyphs are further complicated by their use of conflation, wherein two or more glyphs are combined, and some elements of the glyphs are eliminated or simplified, diminishing their individual complexity in order to create a legible, aesthetically pleasing glyph that fits within the space provided, whether that be on a small decorated cup, or a giant stone stela.
Reading Ancient Maya

Even with all these hurdles, scholars have managed to decipher much of this ancient written language, which covered topics from the Maya’s vast understanding of astronomical mathematics, to their vivid storytelling, to their royal lineage. The basic structure of this writing system consists of one or more main glyphs with additional glyphs attached to it. For example, this complex glyph represents the ancient Maya city of Copan. The main glyph is the head of a bat, complete with upturned nose, a flaring ear, and grinning mouth. With a glyph like this, it’s easy to see the complex artistry necessary to become an accomplished t’zib.

Copan glyph
Copan glyph

Arguably one of the most famous glyphs of the Maya written language is the glyph for chocolate. This glyph has been painted or inscribed onto many vessels, some of which have been found to contain traces of chocolate, leading scholars to believe that in these cases, the Maya labeled vessels with their intended use. Luckily, the glyph for chocolate is entirely syllabic, making it easy for us to read.

Glyph representing chocolate
Glyph representing chocolate

There are three elements we need to recognize in order to read this glyph:

the main glyph, which resembles a fish (we’ll call this part of the glyph element “A”);
the oval and hook shapes on the right, which resemble a fish’s tail but are actually a separate glyph (let’s call this element “B”);
the two dots that resemble a colon near the fish’s mouth (element “C”).

The main glyph, A, represents the syllable sound “ka”. Element B, near the fish’s tail, represents the syllable sound “ua” (also written “wa”). So far, the glyph is pronounced “ka-ua” since the Maya read their glyphs left-to-right and top-to-bottom. Next, we need to take into account element C near the fish’s mouth. Anyone who reads music will recognize element C as a repeat sign, which can be placed at the end of a bar of music to indicate that a portion of the piece should be repeated. Surprisingly, that’s exactly the function it serves here, too. It tells the reader to repeat the sound of the symbol next to it. Here, that’s element A, “ka”. So, when each element is read in the correct order, left-to-right and top-to-bottom, the glyph reads “ka-ka-ua.”

Just one further insight is needed to pronounce this glyph properly: the Maya were known to drop the last vowel of a spoken word. Therefore, this glyph should be read without the final “a” sound at the end. Without that last “a,” the glyph reads “ka-ka-u,” or as we currently spell it, cacao, the main ingredient for chocolate.

Meet The 80 People Who Are As Rich As Half The World

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Rich People
Meet The 80 People Who Are As Rich As Half The World

7:01 PMJan 18 By Mona Chalabi
Prince Al-Waleed bin Talal Bin Abdulaziz Alsaud, right, nephew of King Abdullah of Saudi Arabia, and his wife, Princess Amira, left, arrivel in Mogadishu, Somalia, to witness the famine in the Somali capital on Aug. 27, 2011.

Prince Al-Waleed bin Talal Bin Abdulaziz Alsaud, right, nephew of King Abdullah of Saudi Arabia, and his wife, Princess Amira, left, arrivel in Mogadishu, Somalia, to witness the famine in the Somali capital on Aug. 27, 2011.

Farah Abdi Warsameh / AP

Eighty people hold the same amount of wealth as the world’s 3.6 billion poorest people, according to an analysis just released from Oxfam. The report from the global anti-poverty organization finds that since 2009, the wealth of those 80 richest has doubled in nominal terms — while the wealth of the poorest 50 percent of the world’s population has fallen.

To see how much wealth the richest 1 percent and the poorest 50 percent hold, Oxfam used research from Credit Suisse, a Swiss financial services company, and Forbes’s annual billionaires list. Oxfam then looked at how many of the world’s richest people would need to pool their resources to have as much wealth as the poorest 50 percent — and as of March 2014, it was just 80 people.

Four years earlier, 388 billionaires together held as much wealth as the poorest 50 percent of the world.

Thirty-five of the 80 richest people in the world are U.S. citizens, with combined wealth of $941 billion in 2014. Together in second place are Germany and Russia, with seven mega-rich individuals apiece. The entire list is dominated by one gender, though — 70 of the 80 richest people are men. And 68 of the people on the list are 50 or older.

If those 80 individuals were to bump into each on Svenborgia, what might they talk about? Retail could be a good conversation starter — 14 of the 80 got their wealth that way. Or they could discuss “extractives” (industries like oil, gas and mining, to which 11 of them owe their fortunes), finance (also 11 of them) or tech (10 of them).

There might be some quiet voices in the room, though, because 11 of the wealthiest people on the planet were simply born into their money (19 others inherited their wealth and then made it grow). The remaining 50 names on the list, according to Forbes, are self-made billionaires.

Oxfam notes that global wealth inequality is increasing while the rich get richer. If trends continue, the organization projects that the richest 1 percent of people will have more wealth than the remaining 99 percent by 2016.

Here’s the list of the 80 people with as much wealth as the world’s poorest 3.6 billion people:

RANK NAME 2014 WEALTH (BILLIONS) COUNTRY SELF-MADE? SECTOR

1 Bill Gates $76 USA ✓ Tech
2 Carlos Slim Helu $72 Mexico ✓ Telecom
3 Amancio Ortega $64 Spain ✓ Retail
4 Warren Buffett $58 USA ✓ Finance
5 Larry Ellison $48 USA ✓ Tech
6 Charles Koch $40 USA Diversified
7 David Koch $40 USA Diversified
8 Sheldon Adelson $38 USA ✓ Entertainment
9 Christy Walton $37 USA Retail
10 Jim Walton $35 USA Retail
11 Liliane Bettencourt $35 France Product
12 Stefan Persson $34 Sweden Retail
13 Alice Walton $34 USA Retail
14 S. Robson Walton $34 USA Retail
15 Bernard Arnault $34 France Luxury
16 Michael Bloomberg $33 USA ✓ Finance
17 Larry Page $32 USA ✓ Tech
18 Jeff Bezos $32 USA ✓ Retail
19 Sergey Brin $32 USA ✓ Tech
20 Li Ka-shing $31 Hong Kong ✓ Diversified
21 Mark Zuckerberg $29 USA ✓ Tech
22 Michele Ferrero $27 Italy Food
23 Aliko Dangote $25 Nigeria ✓ Commodities
24 Karl Albrecht $25 Germany ✓ Retail
25 Carl Icahn $25 USA ✓ Finance
26 George Soros $23 USA ✓ Finance
27 David Thomson $23 Canada Media
28 Lui Che Woo $22 Hong Kong ✓ Entertainment
29 Dieter Schwarz $21 Germany Retail
30 Alwaleed Bin Talal Alsaud $20 Saudi Arabia ✓ Finance
31 Forrest Mars Jr. $20 USA Food
32 Jacqueline Mars $20 USA Food
33 John Mars $20 USA Food
34 Jorge Paulo Lemann $20 Brazil ✓ Drinks
35 Lee Shau Kee $20 Hong Kong ✓ Diversified
36 Steve Ballmer $19 USA ✓ Tech
37 Theo Albrecht Jr. $19 Germany Retail
38 Leonardo Del Vecchio $19 Italy ✓ Luxury
39 Len Blavatnik $19 USA ✓ Diversified
40 Alisher Usmanov $19 Russia ✓ Extractives
41 Mukesh Ambani $19 India Extractives
42 Masayoshi Son $18 Japan ✓ Telecom
43 Michael Otto $18 Germany Retail
44 Phil Knight $18 USA ✓ Retail
45 Tadashi Yanai $18 Japan ✓ Retail
46 Gina Rinehart $18 Australia Extractives
47 Mikhail Fridman $18 Russia ✓ Extractives
48 Michael Dell $18 USA ✓ Tech
49 Susanne Klatten $17 Germany Cars
50 Abigail Johnson $17 USA Finance
51 Viktor Vekselberg $17 Russia ✓ Metals
52 Lakshmi Mittal $17 India Metals
53 Vladimir Lisin $17 Russia ✓ Transport
54 Cheng Yu-tung $16 Hong Kong ✓ Diversified
55 Joseph Safra $16 Brazil ✓ Finance
56 Paul Allen $16 USA ✓ Tech
57 Leonid Mikhelson $16 Russia ✓ Extractives
58 Anne Cox Chambers $16 USA Media
59 Francois Pinault $16 France ✓ Retail
60 Iris Fontbona $16 Chile Extractives
61 Azim Premji $15 India Tech
62 Mohammed Al Amoudi $15 Saudi Arabia ✓ Extractives
63 Gennady Timchenko $15 Russia ✓ Extractives
64 Wang Jianlin $15 China ✓ Real Estate
65 Charles Ergen $15 USA ✓ Telecom
66 Stefan Quandt $15 Germany Cars
67 Germán Larrea Mota Velasco $15 Mexico Extractives
68 Harold Hamm $15 USA ✓ Extractives
69 Ray Dalio $14 USA ✓ Finance
70 Donald Bren $14 USA ✓ Real Estate
71 Georg Schaeffler $14 Germany Product
72 Luis Carlos Sarmiento $14 Colombia ✓ Finance
73 Ronald Perelman $14 USA ✓ Finance
74 Laurene Powell Jobs $14 USA Entertainment
75 Serge Dassault $14 France Aviation
76 John Fredriksen $14 Cyprus ✓ Transport
77 Vagit Alekperov $14 Russia ✓ Extractives
78 John Paulson $14 USA ✓ Finance
79 Rupert Murdoch $14 USA ✓ Media
80 Ma Huateng $13 China ✓ Tec

Le capital au XXIe siècle

Le capital au xxie siècle
Thomas Piketty

Introduction

La répartition des richesses est l’une des questions les plus vives et les plus débattues aujourd’hui. Mais que sait- on vraiment de son évolution sur le long terme ? La dynamique de l’accumulation du capital privé conduit- elle inévitablement à une concentration toujours plus forte de la richesse et du pouvoir entre quelques mains, comme l’a cru Marx au xixe siècle ? Ou bien les forces équilibrantes de la croissance, de la concurrence et du progrès technique conduisent- elles spontanément à une réduction des inégalités et à une harmonieuse stabilisation dans les phases avancées du développement, comme l’a pensé Kuznets au xxe siècle ? Que sait- on réellement de l’évolution de la répartition des revenus et des patrimoines depuis le xviiie siècle, et quelles leçons peut- on en tirer pour le xxie ?

Telles sont les questions auxquelles je tente de répondre
dans ce livre. Disons- le d’emblée : les réponses apportées sont
imparfaites et incomplètes. Mais elles se fondent sur des don-
15
nées historiques et comparatives beaucoup plus étendues que
tous les travaux antérieurs, portant sur trois siècles et plus de
vingt pays, et sur un cadre théorique renouvelé permettant de
mieux comprendre les tendances et les mécanismes à l’oeuvre.
La croissance moderne et la diffusion des connaissances ont
permis d’éviter l’apocalypse marxiste, mais n’ont pas modifié
les structures profondes du capital et des inégalités – ou tout
du moins pas autant qu’on a pu l’imaginer dans les décennies
optimistes de l’après-Seconde Guerre mondiale. Dès lors que
le taux de rendement du capital dépasse durablement le taux
de croissance de la production et du revenu, ce qui était le
cas jusqu’au xixe siècle et risque fort de redevenir la norme
au xxie siècle, le capitalisme produit mécaniquement des
inégalités insoutenables, arbitraires, remettant radicalement en
cause les valeurs méritocratiques sur lesquelles se fondent nos
sociétés démocratiques. Des moyens existent cependant pour
que la démocratie et l’intérêt général parviennent à reprendre
le contrôle du capitalisme et des intérêts privés, tout en
repoussant les replis protectionnistes et nationalistes. Ce livre
tente de faire des propositions en ce sens, en s’appuyant sur
les leçons de ces expériences historiques, dont le récit forme
la trame principale de l’ouvrage.
Un débat sans source ?
Pendant longtemps, les débats intellectuels et politiques
sur la répartition des richesses se sont nourris de beaucoup
de préjugés, et de très peu de faits.
Certes, on aurait bien tort de sous- estimer l’importance
des connaissances intuitives que chacun développe au sujet
des revenus et des patrimoines de son temps, en l’absence
de tout cadre théorique et de toute statistique représentative.
Nous verrons par exemple que le cinéma et la littérature, en
particulier le roman du xixe siècle, regorgent d’informations
LE CAPITAL AU XXIe SIÈCLE
16
extrêmement précises sur les niveaux de vie et de fortune des
différents groupes sociaux, et surtout sur la structure profonde
des inégalités, leurs justifications, leurs implications dans la vie
de chacun. Les romans de Jane Austen et de Balzac, notamment,
nous offrent des tableaux saisissants de la répartition
des richesses au Royaume- Uni et en France dans les années
1790-1830. Les deux romanciers ont une connaissance intime
de la hiérarchie des patrimoines en vigueur autour d’eux.
Ils en saisissent les frontières secrètes, ils en connaissent les
conséquences implacables sur la vie de ces hommes et de ces
femmes, sur leurs stratégies d’alliance, sur leurs espoirs et leurs
malheurs. Ils en déroulent les implications avec une vérité et
une puissance évocatrice qu’aucune statistique, aucune analyse
savante ne saurait égaler.
De fait, la question de la répartition des richesses est trop
importante pour être laissée aux seuls économistes, sociologues,
historiens et autres philosophes. Elle intéresse tout le
monde, et c’est tant mieux. La réalité concrète et charnelle
de l’inégalité s’offre au regard de tous ceux qui la vivent,
et suscite naturellement des jugements politiques tranchés
et contradictoires. Paysan ou noble, ouvrier ou industriel,
serveur ou banquier : chacun, depuis le poste d’observation
qu’il occupe, voit des choses importantes sur les conditions
de vie des uns et des autres, sur les rapports de pouvoir et
de domination entre groupes sociaux, et se forge sa propre
conception de ce qui est juste et de ce qui ne l’est pas. La
question de la répartition des richesses aura toujours cette
dimension éminemment subjective et psychologique, irréductiblement
politique et conflictuelle, qu’aucune analyse prétendument
scientifique ne saurait apaiser. Fort heureusement,
la démocratie ne sera jamais remplacée par la république des
experts.
Pour autant, la question de la répartition mérite aussi d’être
étudiée de façon systématique et méthodique. En l’absence
de sources, de méthodes et de concepts précisément définis,
INTRODUCTION
17
il est possible de dire tout et son contraire. Pour certains, les
inégalités sont toujours croissantes, et le monde toujours plus
injuste, par définition. Pour d’autres, les inégalités sont naturellement
décroissantes, ou bien spontanément harmonieuses,
et surtout rien ne doit être fait qui risquerait de perturber cet
heureux équilibre. Face à ce dialogue de sourds, où chaque
camp justifie souvent sa propre paresse intellectuelle par celle
du camp d’en face, il existe un rôle pour une démarche
de recherche systématique et méthodique – à défaut d’être
pleinement scientifique. L’analyse savante ne mettra jamais
fin aux violents conflits politiques suscités par les inégalités.
La recherche en sciences sociales est et sera toujours balbutiante
et imparfaite. Elle n’a pas la prétention de transformer
l’économie, la sociologie et l’histoire en sciences exactes.
Mais en établissant patiemment des faits et des régularités,
et en analysant sereinement les mécanismes économiques,
sociaux, politiques, susceptibles d’en rendre compte, elle peut
faire en sorte que le débat démocratique soit mieux informé
et se focalise sur les bonnes questions. Elle peut contribuer
à redéfinir sans cesse les termes du débat, à démasquer les
certitudes toutes faites et les impostures, à tout remettre toujours
en cause et en question. Tel est, à mon sens, le rôle
que peuvent et doivent jouer les intellectuels, et parmi eux
les chercheurs en sciences sociales, citoyens parmi d’autres,
mais qui ont la chance d’avoir plus de temps que d’autres
pour se consacrer à l’étude (et même d’être payés pour cela
– privilège considérable).
Or, pendant longtemps, force est de constater que les
recherches savantes consacrées à la répartition des richesses se
sont fondées sur relativement peu de faits solidement établis,
et sur beaucoup de spéculations purement théoriques. Avant
d’exposer plus précisément les sources sur lesquelles je me
suis fondé et que j’ai tenté de rassembler dans le cadre de ce
livre, il est utile de dresser un rapide historique des réflexions
sur ces questions.
LE CAPITAL AU XXIe SIÈCLE
18
Malthus, Young et la Révolution française
Quand naît l’économie politique classique, au Royaume- Uni
et en France, à la fin du xviiie et au début du xixe siècle,
la question de la répartition est déjà au centre de toutes les
analyses. Chacun voit bien que des transformations radicales
ont commencé, avec notamment une croissance démographique
soutenue – inconnue jusqu’alors – et les débuts de
l’exode rural et de la révolution industrielle. Quelles seront
les conséquences de ces bouleversements pour la répartition
des richesses, la structure sociale et l’équilibre politique des
sociétés européennes ?
Pour Thomas Malthus, qui publie en 1798 son Essai sur
le principe de population, aucun doute n’est permis : la surpopulation
est la principale menace 1. Ses sources sont maigres,
mais il tente de les mobiliser au mieux. Il est notamment
influencé par les récits de voyage d’Arthur Young, agronome
anglais qui a sillonné les routes du royaume de France en
1787-1788, à la veille de la Révolution, de Calais aux Pyrénées,
en passant par la Bretagne et la Franche- Comté, et qui
raconte la misère des campagnes françaises.
Tout n’est pas faux dans ce passionnant récit, loin de là. À
l’époque, la France est de loin le pays européen le plus peuplé,
et constitue donc un point d’observation idéal. Autour de
1700, le royaume de France comptait déjà plus de 20 millions
d’habitants, à un moment où le Royaume- Uni comprenait
à peine plus de 8 millions d’âmes (et l’Angleterre environ
5 millions). L’Hexagone voit sa population progresser à un
rythme soutenu tout au long du xviiie siècle, de la fin du
règne de Louis XIV à celui de Louis XVI, à tel point que
1. Thomas Malthus (1766-1834) est un économiste anglais, considéré
comme l’un des plus influents de l’école « classique », aux côtés d’Adam
Smith (1723-1790) et de David Ricardo (1772-1823).
INTRODUCTION
19
la population française s’approche des 30 millions d’habitants
dans les années 1780. Tout laisse à penser que ce dynamisme
démographique, inconnu au cours des siècles précédents, a
effectivement contribué à la stagnation des salaires agricoles
et à la progression de la rente foncière dans les décennies
menant à la déflagration de 1789. Sans en faire la cause
unique de la Révolution française, il paraît évident que cette
évolution n’a pu qu’accroître l’impopularité grandissante de
l’aristocratie et du régime politique en place.
Mais le récit de Young, publié en 1792, est également
empreint de préjugés nationalistes et de comparaisons approximatives.
Notre grand agronome est fort insatisfait des auberges
qu’il traverse et de la tenue des servantes qui lui apportent
à manger, qu’il décrit avec dégoût. Il entend déduire de
ses observations, souvent assez triviales et anecdotiques, des
conséquences pour l’histoire universelle. Il est surtout très
inquiet des excès politiques auxquels la misère des masses
risque de conduire. Young est notamment convaincu que
seul un système politique à l’anglaise, avec Chambres séparées
pour l’aristocratie et le tiers état, et droit de veto pour la
noblesse, permet un développement harmonieux et paisible,
mené par des gens responsables. Il est persuadé que la France
court à sa perte en acceptant en 1789-1790 de faire siéger
les uns et les autres dans un même Parlement. Il n’est pas
exagéré de dire que l’ensemble de son récit est surdéterminé
par sa crainte de la Révolution française. Quand on disserte
sur la répartition des richesses, la politique n’est jamais très
loin, et il est souvent difficile d’échapper aux préjugés et aux
intérêts de classe de son temps.
Quand le révérend Malthus publie en 1798 son fameux
Essai, il est encore plus radical que Young dans ses conclusions.
Il est comme son compatriote très inquiet des nouvelles
politiques venant de France, et pour s’assurer que de tels excès
ne s’étendront pas un jour au Royaume- Uni, il considère
qu’il faut supprimer d’urgence tout système d’assistance aux
LE CAPITAL AU XXIe SIÈCLE
20
pauvres et contrôler sévèrement la natalité de ces derniers,
faute de quoi le monde entier sombrera dans la surpopulation,
le chaos et la misère. En vérité, il est impossible de
comprendre la noirceur – excessive – des prévisions malthusiennes
sans prendre en compte la peur qui saisit une bonne
part des élites européennes dans les années 1790.
Ricardo : le principe de rareté
Rétrospectivement, il est évidemment aisé de se moquer
de ces prophètes de malheur. Mais il est important de réaliser
que les transformations économiques et sociales en cours à la
fin du xviiie et au début du xixe siècle étaient objectivement
assez impressionnantes, voire traumatisantes. En vérité, la plupart
des observateurs de l’époque – et pas seulement Malthus
et Young – avaient une vision relativement sombre, voire
apocalyptique, de l’évolution à long terme de la répartition
des richesses et de la structure sociale. C’est notamment le
cas de David Ricardo et de Karl Marx, qui sont sans doute
les deux économistes les plus influents du xixe siècle, et
qui s’imaginaient tous deux qu’un petit groupe social – les
propriétaires terriens chez Ricardo, les capitalistes industriels
chez Marx – allait inévitablement s’approprier une part sans
cesse croissante de la production et du revenu 1.
Pour Ricardo, qui publie en 1817 ses Principes de l’économie
politique et de l’impôt, le principal souci concerne l’évolution
à long terme du prix de la terre et du niveau de la rente
foncière. De même que Malthus, il ne dispose pratiquement
1. Il existe bien sûr une école libérale davantage portée sur l’optimisme :
Adam Smith en semble pétri, et à dire vrai ne se pose pas véritablement
la question d’une possible divergence de la répartition des richesses à long
terme. Il en va de même de Jean- Baptiste Say (1767-1832), qui croit lui
aussi dans l’harmonie naturelle.
INTRODUCTION
21
d’aucune source statistique digne de ce nom. Mais cela ne
l’empêche pas d’avoir une connaissance intime du capitalisme
de son temps. Issu d’une famille de financiers juifs d’origine
portugaise, il semble en outre avoir moins de préjugés
politiques que Malthus, Young ou Smith. Il est influencé
par le modèle de Malthus mais pousse le raisonnement plus
loin. Il est surtout intéressé par le paradoxe logique suivant :
à partir du moment où la croissance de la population et
de la production se prolonge durablement, la terre tend à
devenir de plus en plus rare relativement aux autres biens.
La loi de l’offre et de la demande devrait conduire à une
hausse continue du prix de la terre et des loyers versés aux
propriétaires terriens. À terme, ces derniers recevront donc
une part de plus en plus importante du revenu national, et
le reste de la population une part de plus en plus réduite, ce
qui serait destructeur pour l’équilibre social. Pour Ricardo,
la seule issue logiquement et politiquement satisfaisante est
un impôt sans cesse plus lourd sur la rente foncière.
Nous verrons que cette sombre prédiction ne s’est pas
vérifiée : la rente foncière est certes longtemps restée à des
niveaux élevés, mais pour finir la valeur des terres agricoles
a inexorablement décliné relativement aux autres formes de
richesses, au fur et à mesure que le poids de l’agriculture
dans le revenu national diminuait. En écrivant dans les années
1810, Ricardo ne pouvait sans doute pas anticiper l’ampleur
du progrès technique et de la croissance industrielle qui allait
avoir lieu dans le siècle qui s’ouvrait. De même que Malthus
et Young, il ne parvenait pas à imaginer une humanité
totalement affranchie de la contrainte alimentaire et agricole.
Son intuition sur le prix de la terre n’en demeure pas moins
intéressante : le « principe de rareté » sur lequel il s’appuie
peut potentiellement conduire certains prix à prendre des
valeurs extrêmes pendant de longues décennies. Cela peut
être amplement suffisant pour déstabiliser profondément des
sociétés entières. Le système de prix joue un rôle irrempla-
LE CAPITAL AU XXIe SIÈCLE
22
çable pour coordonner les actions de millions d’individus
– voire de milliards d’individus dans le cadre de la nouvelle
économie-monde. Le problème est qu’il ne connaît ni limite
ni morale.
On aurait bien tort de négliger l’importance de ce principe
pour l’analyse de la répartition mondiale des richesses au
xxie siècle – il suffit pour s’en convaincre de remplacer dans
le modèle de Ricardo le prix des terres agricoles par celui
de l’immobilier urbain dans les grandes capitales, ou bien par
le prix du pétrole. Dans les deux cas, si l’on prolonge pour
la période 2010-2050 ou 2010-2100 la tendance observée
au cours des années 1970-2010, alors on aboutit à des déséquilibres
économiques, sociaux et politiques d’une ampleur
considérable, entre pays comme à l’intérieur des pays, qui
ne sont pas loin de faire penser à l’apocalypse ricardienne.
Certes, il existe en principe un mécanisme économique
fort simple permettant d’équilibrer le processus : le jeu de
l’offre et de la demande. Si un bien est en offre insuffisante
et si son prix est trop élevé, alors la demande pour ce bien
doit baisser, ce qui permettra de calmer le jeu. Autrement
dit, si les prix immobiliers et pétroliers augmentent, il suffit
d’aller habiter à la campagne, ou bien d’utiliser le vélo (ou
les deux à la fois). Mais outre que cela peut être un peu
désagréable et compliqué, un tel ajustement peut prendre
plusieurs dizaines d’années, au cours desquelles les propriétaires
des immeubles et du pétrole peuvent accumuler des créances
tellement importantes vis- à- vis du reste de la population
qu’ils se retrouveront à posséder durablement tout ce qu’il
y a à posséder, y compris la campagne et les vélos 1. Comme
1. L’autre possibilité est bien sûr d’augmenter l’offre, en découvrant
de nouveaux gisements (ou de nouvelles sources d’énergie, si possible plus
propres), ou en densifiant l’habitat urbain (par exemple en construisant des
tours plus hautes), ce qui pose d’autres difficultés. En tout état de cause,
cela peut également prendre des décennies.
INTRODUCTION
23
toujours, le pire n’est jamais certain. Il est beaucoup trop
tôt pour annoncer au lecteur qu’il devra payer son loyer à
l’émir du Qatar d’ici à 2050 : cette question sera examinée
en son temps, et la réponse que nous apporterons sera évidemment
plus nuancée, quoique moyennement rassurante.
Mais il est important de comprendre dès à présent que le
jeu de l’offre et de la demande n’interdit nullement une telle
possibilité, à savoir une divergence majeure et durable de la
répartition des richesses liée à des mouvements extrêmes de
certains prix relatifs. C’est le message principal du principe
de rareté introduit par Ricardo. Nous ne sommes pas obligés
de jouer avec les dés.
Marx : le principe d’accumulation infinie
Quand Marx publie en 1867 le premier tome du Capital,
soit exactement un demi- siècle après la publication des
Principes de Ricardo, les réalités économiques et sociales ont
profondément évolué : il ne s’agit plus de savoir si l’agriculture
pourra nourrir une population croissante ou si le prix de la
terre montera jusqu’au ciel, mais bien plutôt de comprendre
la dynamique d’un capitalisme industriel en plein essor.
Le fait le plus marquant de l’époque est la misère du
prolétariat industriel. En dépit de la croissance, ou peut- être
en partie à cause d’elle, et de l’énorme exode rural que la
progression de la population et de la productivité agricole
a commencé à provoquer, les ouvriers s’entassent dans des
taudis. Les journées de travail sont longues, pour des salaires
très bas. Une nouvelle misère urbaine se développe, plus
visible, plus choquante, et par certains côtés plus extrême
encore que la misère rurale de l’Ancien Régime. Germinal,
Oliver Twist ou Les Misérables ne sont pas nés de l’imagination
des romanciers, pas plus que les lois interdisant le travail
des enfants de moins de 8 ans dans les manufactures – en
LE CAPITAL AU XXIe SIÈCLE
24
France en 1841 – ou de moins de 10 ans dans les mines – au
Royaume- Uni en 1842. Le Tableau de l’état physique et moral
des ouvriers employés dans les manufactures, publié en France en
1840 par le Dr Villermé et qui inspire la timide législation
de 1841, décrit la même réalité sordide que La Situation de
la classe laborieuse en Angleterre, publié en 1845 par Engels 1.
De fait, toutes les données historiques dont nous disposons
aujourd’hui indiquent qu’il faut attendre la seconde moitié
– ou même plutôt le dernier tiers – du xixe siècle pour
observer une hausse significative du pouvoir d’achat des
salaires. Des années 1800-1810 aux années 1850-1860, les
salaires ouvriers stagnent à des niveaux très faibles – proches de
ceux du xviiie siècle et des siècles précédents, voire inférieurs
dans certains cas. Cette longue phase de stagnation salariale,
que l’on observe aussi bien au Royaume- Uni qu’en France,
est d’autant plus impressionnante que la croissance économique
s’accélère pendant cette période. La part du capital
– profits industriels, rente foncière, loyers urbains – dans le
revenu national, dans la mesure où on peut l’estimer avec
les sources imparfaites dont on dispose aujourd’hui, progresse
fortement dans les deux pays au cours de la première moitié
du xixe siècle 2. Elle diminuera légèrement dans les dernières
décennies du xixe siècle, quand les salaires rattraperont en
partie leur retard de croissance. Les données que nous avons
rassemblées indiquent toutefois qu’aucune diminution structurelle
des inégalités ne se produit avant la Première Guerre
1. Friedrich Engels (1820-1895), qui deviendra ami et collaborateur de
Marx, a une expérience directe de son objet : il s’installe en 1842 à Manchester
et dirige une fabrique possédée par son père.
2. L’historien Robert Allen a récemment proposé de nommer « pause
d’Engels » cette longue stagnation salariale. Voir R. Allen, « Engels’ pause :
a pessimist’s guide to the British industrial revolution », Oxford University,
2007. Voir également R. Allen, « Engels’ pause : technical change, capital
accumulation, and inequality in the British industrial revolution », Explorations
in Economic History, 2009.
INTRODUCTION
25
mondiale. Au cours des années 1870-1914, on assiste au mieux
à une stabilisation des inégalités à un niveau extrêmement
élevé, et par certains aspects à une spirale inégalitaire sans fin,
avec en particulier une concentration de plus en plus forte des
patrimoines. Il est bien difficile de dire où aurait mené cette
trajectoire sans les chocs économiques et politiques majeurs
entraînés par la déflagration de 1914-1918, qui apparaissent
à la lumière de l’analyse historique, et avec le recul dont
nous disposons aujourd’hui, comme les seules forces menant
à la réduction des inégalités depuis la révolution industrielle.
Toujours est- il que la prospérité du capital et des profits
industriels, par comparaison à la stagnation des revenus allant
au travail, est une réalité tellement évidente dans les années
1840-1850 que chacun en est parfaitement conscient, même
si personne ne dispose à ce moment de statistiques nationales
représentatives. C’est dans ce contexte que se développent les
premiers mouvements communistes et socialistes. L’interrogation
centrale est simple : à quoi sert le développement de
l’industrie, à quoi servent toutes ces innovations techniques,
tout ce labeur, tous ces exodes, si au bout d’un demi- siècle
de croissance industrielle la situation des masses est toujours
aussi misérable, et si l’on en est réduit à interdire le travail
dans les usines pour les enfants au- dessous de 8 ans ? La
faillite du système économique et politique en place paraît
évidente. La question suivante l’est tout autant : que peut- on
dire de l’évolution à long terme d’un tel système ?
C’est à cette tâche que s’attelle Marx. En 1848, à la veille
du « Printemps des peuples », il avait déjà publié le Manifeste
communiste, texte court et efficace qui débute par le fameux
« Un spectre hante l’Europe : le spectre du communisme 1 »
1. Et la première phrase de se poursuivre ainsi : « Toutes les puissances
de la vieille Europe se sont unies en une Sainte- Alliance pour traquer ce
spectre : le pape et le tsar, Metternich et Guizot, les radicaux de France et
les policiers d’Allemagne. » Le talent littéraire et polémique de Karl Marx
LE CAPITAL AU XXIe SIÈCLE
26
et se termine par la non moins fameuse prédiction révolutionnaire
: « Le développement de la grande industrie sape,
sous les pieds de la bourgeoisie, le terrain même sur lequel
elle a établi son système de production et d’appropriation.
Avant tout, la bourgeoisie produit ses propres fossoyeurs. Sa
chute et la victoire du prolétariat sont également inévitables. »
Dans les deux décennies qui vont suivre, Marx va s’appliquer
à écrire le volumineux traité qui devait justifier cette
conclusion et fonder l’analyse scientifique du capitalisme et
de son effondrement. Cette oeuvre restera inachevée : le
premier tome du Capital est publié en 1867, mais Marx
s’éteint en 1883 sans avoir terminé les deux tomes suivants,
qui seront publiés après sa mort par son ami Engels, à partir
des fragments de manuscrits parfois obscurs qu’il a laissés.
Comme Ricardo, Marx entend asseoir son travail sur
l’analyse des contradictions logiques internes du système capitaliste.
Il entend ainsi se distinguer à la fois des économistes
bourgeois (qui voient dans le marché un système autorégulé,
c’est- à- dire capable de s’équilibrer tout seul, sans divergence
majeure, à l’image de la « main invisible » de Smith et de
la « loi des débouchés » de Say), et des socialistes utopiques
ou proudhoniens, qui selon lui se contentent de dénoncer la
misère ouvrière, sans proposer d’étude véritablement scientifique
des processus économiques à l’oeuvre 1. Pour résumer,
Marx part du modèle ricardien du prix du capital et du principe
de rareté, et pousse plus loin l’analyse de la dynamique
du capital, en considérant un monde où le capital est avant
tout industriel (machines, équipements, etc.) et non terrien,
et peut donc potentiellement s’accumuler sans limite. De
(1818-1883), philosophe et économiste allemand, explique sans doute une
part de son immense influence.
1. Marx avait publié en 1847 Misère de la philosophie, livre dans lequel
il tourne en dérision la Philosophie de la misère publiée quelques années plus
tôt par Proudhon.
INTRODUCTION
27
fait, sa principale conclusion est ce que l’on peut appeler le
« principe d’accumulation infinie », c’est- à- dire la tendance
inévitable du capital à s’accumuler et à se concentrer dans
des proportions infinies, sans limite naturelle – d’où l’issue
apocalyptique prévue par Marx : soit l’on assiste à une baisse
tendancielle du taux de rendement du capital (ce qui tue le
moteur de l’accumulation et peut conduire les capitalistes à
s’entre- déchirer), soit la part du capital dans le revenu national
s’accroît indéfiniment (ce qui conduit à plus ou moins
brève échéance les travailleurs à s’unir et à se révolter). Dans
tous les cas, aucun équilibre socio- économique ou politique
stable n’est possible.
Ce noir destin ne s’est pas davantage réalisé que celui
prévu par Ricardo. À partir du dernier tiers du xixe siècle,
les salaires se sont enfin mis à progresser : l’amélioration du
pouvoir d’achat se généralise, ce qui change radicalement la
donne, même si les inégalités demeurent extrêmement fortes
et continuent par certains aspects de progresser jusqu’à la
Première Guerre mondiale. La révolution communiste a bien
eu lieu, mais dans le pays le plus attardé d’Europe, celui où
la révolution industrielle avait à peine commencé (la Russie),
pendant que les pays européens les plus avancés exploraient
d’autres voies, sociales- démocrates, fort heureusement pour
leurs populations. De même que les auteurs précédents, Marx
a totalement négligé la possibilité d’un progrès technique
durable et d’une croissance continue de la productivité, force
dont nous verrons qu’elle permet d’équilibrer – dans une
certaine mesure – le processus d’accumulation et de concentration
croissante du capital privé. Sans doute manquait- il de
données statistiques pour affiner ses prédictions. Sans doute
aussi est- il victime du fait qu’il avait fixé ses conclusions dès
1848, avant même d’entreprendre les recherches susceptibles
de les justifier. De toute évidence, Marx écrivait dans un
climat de grande exaltation politique, ce qui conduit parfois
à des raccourcis hâtifs auxquels il est difficile d’échapper
LE CAPITAL AU XXIe SIÈCLE
28
– d’où l’absolue nécessité de rattacher le discours théorique
à des sources historiques aussi complètes que possible, ce que
Marx ne cherche pas véritablement à faire autant qu’il aurait
pu 1. Sans compter que Marx ne s’est guère posé la question
de l’organisation politique et économique d’une société où
la propriété privée du capital aurait été entièrement abolie
– problème complexe s’il en est, comme le montrent les
dramatiques improvisations totalitaires des régimes qui s’y
sont engagés.
Nous verrons cependant que, malgré toutes ses limites,
l’analyse marxiste conserve sur plusieurs points une certaine
pertinence. Tout d’abord, Marx part d’une vraie question
(une invraisemblable concentration des richesses pendant la
révolution industrielle) et tente d’y répondre, avec les moyens
dont il dispose : voici une démarche dont les économistes
d’aujourd’hui feraient bien de s’inspirer. Ensuite et surtout,
le principe d’accumulation infinie défendu par Marx contient
une intuition fondamentale pour l’analyse du xxie comme du
xixe siècle, et plus inquiétante encore d’une certaine façon
que le principe de rareté cher à Ricardo. Dès lors que le
taux de croissance de la population et de la productivité
est relativement faible, les patrimoines accumulés dans le
passé prennent naturellement une importance considérable,
potentiellement démesurée et déstabilisatrice pour les sociétés
concernées. Autrement dit, une croissance faible ne permet
d’équilibrer que faiblement le principe marxiste d’accumulation
infinie : il en résulte un équilibre qui n’est pas aussi
apocalyptique que celui prévu par Marx, mais qui n’en est
1. Nous reviendrons dans le chapitre 6 sur les relations que Marx entretient
avec les statistiques. Pour résumer : Marx tente parfois de mobiliser au
mieux l’appareil statistique de son temps (qui a fait quelques progrès depuis
l’époque de Malthus et de Ricardo, tout en restant objectivement assez
rudimentaire), mais le plus souvent de façon relativement impressionniste,
sans que le lien avec ses développements théoriques soit toujours établi très
clairement.
INTRODUCTION
29
pas moins assez perturbant. L’accumulation s’arrête à un point
fini, mais ce point peut être extrêmement élevé et déstabilisant.
Nous verrons que la très forte hausse de la valeur
totale des patrimoines privés, mesurée en années de revenu
national, que l’on constate depuis les années 1970-1980 dans
l’ensemble des pays riches – particulièrement en Europe et
au Japon –, relève directement de cette logique.
De Marx à Kuznets : de l’apocalypse au conte de fées
En passant des analyses de Ricardo et de Marx au xixe siècle
à celles de Simon Kuznets au xxe siècle, on peut dire que
la recherche économique est passée d’un goût prononcé – et
sans doute excessif – pour les prédictions apocalyptiques à
une attirance non moins excessive pour les contes de fées, ou
à tout le moins pour les « happy ends ». Selon la théorie de
Kuznets, les inégalités de revenus sont en effet spontanément
appelées à diminuer dans les phases avancées du développement
capitaliste, quelles que soient les politiques suivies ou
les caractéristiques du pays, puis à se stabiliser à un niveau
acceptable. Proposée en 1955, il s’agit véritablement d’une
théorie pour le monde enchanté des « Trente Glorieuses » :
il suffit d’être patient et d’attendre un peu pour que la
croissance bénéficie à tous 1. Une expression anglo- saxonne
résume fidèlement la philosophie du moment : « Growth is
a rising tide that lifts all boats » (« La croissance est une vague
montante qui porte tous les bateaux »). Il faut aussi rapprocher
ce moment optimiste de l’analyse par Robert Solow en
1. S. Kuznets, « Economic growth and income inequality », The American
Economic Review, 1955. Les Trente Glorieuses sont le nom souvent
donné – surtout en Europe continentale – aux trois décennies suivant la
Seconde Guerre mondiale, caractérisées par une croissance particulièrement
forte (nous y reviendrons).
LE CAPITAL AU XXIe SIÈCLE
30
1956 des conditions d’un « sentier de croissance équilibré »,
c’est- à- dire une trajectoire de croissance où toutes les grandeurs
– production, revenus, profits, salaires, capital, cours
boursiers et immobiliers, etc. – progressent au même rythme,
si bien que chaque groupe social bénéficie de la croissance
dans les mêmes proportions, sans divergence majeure 1. C’est
le contraire absolu de la spirale inégalitaire ricardienne ou
marxiste et des analyses apocalyptiques du xixe siècle.
Pour bien comprendre l’influence considérable de la théorie
de Kuznets, au moins jusqu’aux années 1980-1990, et dans
une certaine mesure jusqu’à nos jours, il faut insister sur le
fait qu’il s’agit de la première théorie dans ce domaine qui
s’appuie sur un travail statistique approfondi. De fait, il faut
attendre le milieu du xxe siècle pour que soient enfin établies
les premières séries historiques sur la répartition des revenus,
avec la publication en 1953 de l’ouvrage monumental
consacré par Kuznets à La Part des hauts revenus dans le revenu
et l’épargne. Concrètement, les séries de Kuznets ne portent
que sur un seul pays (les États- Unis), et sur une période de
trente- cinq années (1913-1948). Il s’agit cependant d’une
contribution majeure, qui mobilise deux sources de données
totalement inaccessibles aux auteurs du xixe siècle : d’une
part, les déclarations de revenus issues de l’impôt fédéral sur
le revenu créé aux États- Unis en 1913 ; d’autre part, les
estimations du revenu national des États- Unis, établies par
le même Kuznets quelques années plus tôt. C’est la toute
première fois qu’une tentative aussi ambitieuse de mesure de
l’inégalité d’une société voit le jour 2.
1. R. Solow, « A contribution to the theory of economic growth »,
Quarterly Journal of Economics, 1956.
2. Voir S. Kuznets, Shares of Upper Income Groups in Income and Savings,
NBER, 1953. Simon Kuznets est un économiste américain, né en Ukraine
en 1901, installé aux États- Unis à partir de 1922, étudiant à Columbia,
puis professeur à Harvard ; il décède en 1985. Il est à la fois l’auteur des
INTRODUCTION
31
Il est important de bien comprendre que sans ces deux
sources indispensables et complémentaires il est tout simplement
impossible de mesurer l’inégalité de la répartition des
revenus et son évolution. Les premières tentatives d’estimation
du revenu national datent certes de la fin du xviie et du
début du xviiie siècle, au Royaume- Uni comme en France,
et elles se sont multipliées au cours du xixe. Mais il s’agit
toujours d’estimations isolées : il faut attendre le xxe siècle et
la période de l’entre- deux- guerres pour que se développent,
à l’initiative de chercheurs comme Kuznets et Kendrick aux
États- Unis, Bowley et Clark au Royaume- Uni, ou Dugé
de Bernonville en France, les premières séries annuelles de
revenu national. Cette première source permet de mesurer
le revenu total du pays. Pour mesurer les hauts revenus et
leur part dans le revenu national, encore faut- il disposer de
déclarations de revenus : cette seconde source est fournie,
dans tous les pays, par l’impôt progressif sur le revenu global,
créé un peu partout autour de la Première Guerre mondiale
(1913 aux États- Unis, 1914 en France, 1909 au Royaume-
Uni, 1922 en Inde, 1932 en Argentine) 1.
Il est essentiel de réaliser qu’en l’absence d’impôt sur le
revenu il existe certes toutes sortes de statistiques portant sur
les assiettes fiscales en vigueur (par exemple sur la répartition
du nombre de portes et fenêtres par département dans la
France du xixe siècle, ce qui n’est d’ailleurs pas sans intérêt),
mais il n’existe rien sur les revenus. D’ailleurs, les personnes
concernées ne connaissent souvent pas bien leur propre revenu
tant qu’elles n’ont pas à le déclarer. Il en va de même pour
l’impôt sur les sociétés et l’impôt sur le patrimoine. L’impôt
premiers comptes nationaux américains et des premières séries historiques
sur les inégalités.
1. Les déclarations de revenus ne concernant souvent qu’une partie de la
population et des revenus, il est essentiel de disposer également des comptes
nationaux pour mesurer le total des revenus.
LE CAPITAL AU XXIe SIÈCLE
32
n’est pas seulement une façon de mettre à contribution les
uns et les autres pour le financement des charges publiques
et des projets communs, et de répartir ces contributions de
la manière le plus acceptable possible ; il est aussi une façon
de produire des catégories, de la connaissance et de la transparence
démocratique.
Toujours est- il que ces données permettent à Kuznets de
calculer l’évolution de la part dans le revenu national américain
des différents déciles et centiles supérieurs de la hiérarchie des
revenus. Or que trouve- t-il ? Il constate qu’une forte réduction
des inégalités de revenus a eu lieu aux États- Unis entre 1913
et 1948. Concrètement, dans les années 1910-1920, le décile
supérieur de la répartition, c’est- à- dire les 10 % des Américains
les plus riches, recevait chaque année jusqu’à 45 %- 50 %
du revenu national. À la fin des années 1940, la part de ce
même décile supérieur est passée à environ 30 %- 35 % du
revenu national. La baisse, supérieure à dix points de revenu
national, est considérable : elle est équivalente par exemple
à la moitié de ce que reçoivent les 50 % des Américains
les plus pauvres 1. La réduction des inégalités est nette et
incontestable. La nouvelle a une importance considérable,
et aura un impact énorme dans les débats économiques de
l’après- guerre, aussi bien dans les universités que dans les
organisations internationales.
Voici des décennies que Malthus, Ricardo, Marx et tant
d’autres parlaient des inégalités, mais sans apporter la moindre
source, la moindre méthode permettant de comparer précisément
les différentes époques, et donc de départager les
différentes hypothèses. Pour la première fois, une base objective
est proposée. Elle est bien sûr imparfaite. Mais elle a le
1. Dit autrement, les classes populaires et moyennes, que l’on peut
définir comme les 90 % des Américains les plus pauvres, ont vu leur part
dans le revenu national s’accroître nettement : de 50 %- 55 % dans les années
1910-1920 à 65 %- 70 % à la fin des années 1940.
INTRODUCTION
33
mérite d’exister. En outre, le travail réalisé est extrêmement
bien documenté : l’épais volume publié par Kuznets en 1953
expose de la façon le plus transparente possible tous les détails
sur ses sources et ses méthodes, de manière que chaque calcul
puisse être reproduit. Et, de surcroît, Kuznets apporte une
bonne nouvelle : les inégalités se réduisent.
La courbe de Kuznets : une bonne nouvelle
au temps de la guerre froide
À dire vrai, Kuznets lui- même est parfaitement conscient
du caractère largement accidentel de cette compression des
hauts revenus américains entre 1913 et 1948, qui doit beaucoup
aux multiples chocs entraînés par la crise des années
1930 et la Seconde Guerre mondiale, et n’a pas grand- chose
à voir avec un processus naturel et spontané. Dans son épais
volume publié en 1953, Kuznets analyse ses séries dans le
détail et met en garde le lecteur contre toute généralisation
hâtive. Mais en décembre 1954, dans le cadre de la conférence
qu’il donne comme président de l’American Economic
Association réunie en congrès à Detroit, il choisit de proposer
à ses collègues une interprétation beaucoup plus optimiste
des résultats de son livre de 1953. C’est cette conférence,
publiée en 1955 sous le titre « Croissance économique et
inégalité du revenu », qui va donner naissance à la théorie
de la « courbe de Kuznets ».
Selon cette théorie, les inégalités seraient partout appelées à
suivre une « courbe en cloche », c’est- à- dire d’abord croissante
puis décroissante, au cours du processus d’industrialisation
et de développement économique. D’après Kuznets, à une
phase de croissance naturelle des inégalités caractéristique des
premières étapes de l’industrialisation, et qui aux États- Unis
correspondrait grosso modo au xixe siècle, succéderait une
LE CAPITAL AU XXIe SIÈCLE
34
phase de forte diminution des inégalités, qui aux États- Unis
aurait commencé au cours de la première moitié du xxe siècle.
La lecture de ce texte de 1955 est éclairante. Après avoir
rappelé toutes les raisons d’être prudent, et l’importance
évidente des chocs exogènes dans la baisse récente des inégalités
américaines, Kuznets suggère, de façon presque anodine,
que la logique interne du développement économique,
indépendamment de toute intervention politique et de tout
choc extérieur, pourrait également conduire au même résultat.
L’idée serait que les inégalités s’accroissent au cours des
premières phases de l’industrialisation (seule une minorité
est à même de bénéficier des nouvelles richesses apportées
par l’industrialisation), avant de se mettre spontanément à
diminuer lors des phases avancées du développement (une
fraction de plus en plus importante de la population rejoint
les secteurs les plus porteurs, d’où une réduction spontanée
des inégalités 1).
Ces « phases avancées » auraient commencé à la fin du xixe
ou au début du xxe siècle dans les pays industrialisés, et la
compression des inégalités survenue aux États- Unis au cours
des années 1913-1948 ne ferait donc que témoigner d’un
phénomène plus général, que tous les pays, y compris les pays
sous- développés présentement empêtrés dans la pauvreté et la
décolonisation, devraient en principe être amenés à connaître
1. Voir S. Kuznets, « Economic growth and income inequality », art.
cité, p. 12-18. Cette courbe est parfois appelée « courbe en U inversé »
(« inverted- U- curve »). Le mécanisme spécifique décrit par Kuznets repose
sur l’idée d’un transfert progressif de la population d’un secteur agricole
pauvre vers un secteur industriel riche (seule une minorité commence par
bénéficier des richesses du secteur industriel, d’où un accroissement des
inégalités, puis tout le monde en bénéficie, d’où la réduction des inégalités),
mais il va de soi que ce mécanisme hautement stylisé peut prendre une
forme plus générale (par exemple sous la forme de transferts progressifs de
main- d’oeuvre entre différents secteurs industriels ou différents emplois plus
ou moins porteurs, etc.).
INTRODUCTION
35
un jour ou l’autre. Les faits mis en évidence par Kuznets dans
son livre de 1953 deviennent subitement une arme politique
de grande puissance 1. Kuznets est parfaitement conscient du
caractère hautement spéculatif d’une telle théorie 2. Il reste
qu’en présentant une théorie aussi optimiste dans le cadre de
sa « Presidential address » aux économistes américains, qui étaient
tout disposés à croire et à diffuser la bonne nouvelle apportée
par leur prestigieux confrère, Kuznets savait qu’il aurait une
influence énorme : la « courbe de Kuznets » était née. Afin
de s’assurer que tout le monde avait bien compris de quoi
il était question, Kuznets prit d’ailleurs soin de préciser que
l’enjeu de ses prédictions optimistes était tout simplement le
maintien des pays sous- développés « dans l’orbite du monde
libre 3 ». Dans une très large mesure, la théorie de la « courbe
de Kuznets » est le produit de la guerre froide.
Que l’on me comprenne bien : le travail réalisé par Kuznets
pour établir les premiers comptes nationaux américains
et les premières séries historiques sur les inégalités est tout
à fait considérable, et il est évident à la lecture de ses livres
– davantage que de ses articles – que Kuznets avait une
véritable éthique de chercheur. Par ailleurs, la très forte
croissance que connaissent tous les pays développés dans
l’après- guerre est un événement fondamental, et le fait que
tous les groupes sociaux en aient bénéficié l’est encore plus. Il
est bien normal qu’un certain optimisme ait prévalu pendant
les Trente Glorieuses et que les prédictions apocalyptiques du
1. Il est intéressant de noter que Kuznets n’a pas de série démontrant la
hausse des inégalités au xixe siècle, mais que cela lui semble une évidence
(comme à la plupart des observateurs de l’époque).
2. Comme il le précise lui- même : « This is perhaps 5 per cent empirical
information and 95 per cent speculation, some of it possibly tainted by wishful
thinking. » Ibid., p. 24-26.
3. « The future prospect of underdevelopped countries within the orbit of the free
world. » Ibid., p. 26.
LE CAPITAL AU XXIe SIÈCLE
36
xixe siècle sur la dynamique de la répartition des richesses
aient perdu en popularité.
Il n’en reste pas moins que la théorie enchantée de la
« courbe de Kuznets » a été formulée en grande partie pour
de mauvaises raisons, et que son soubassement empirique est
extrêmement fragile. Nous verrons que la forte réduction
des inégalités de revenus qui se produit un peu partout dans
les pays riches entre 1914 et 1945 est avant tout le produit
des guerres mondiales et des violents chocs économiques et
politiques qu’elles ont entraînés (notamment pour les détenteurs
de patrimoines importants), et n’a pas grand- chose à
voir avec le paisible processus de mobilité intersectorielle
décrit par Kuznets.
Remettre la question de la répartition
au coeur de l’analyse économique
La question est importante, et pas seulement pour des raisons
historiques. Depuis les années 1970, les inégalités sont
fortement reparties à la hausse dans les pays riches, notamment
aux États- Unis, où la concentration des revenus a retrouvé
dans les années 2000-2010 – voire légèrement dépassé – le
niveau record des années 1910-1920 : il est donc essentiel de
bien comprendre pourquoi et comment les inégalités avaient
diminué la première fois. Certes, la très forte croissance des
pays pauvres et émergents, et notamment de la Chine, est
potentiellement une puissante force de réduction des inégalités
au niveau mondial, de même que la croissance des pays riches
pendant les Trente Glorieuses. Mais ce processus génère de fortes
inquiétudes au sein des pays émergents, et plus encore au sein
des pays riches. Par ailleurs, les impressionnants déséquilibres
observés ces dernières décennies sur les marchés financiers,
pétroliers et immobiliers peuvent assez naturellement susciter des
doutes quant au caractère inéluctable du « sentier de croissance
INTRODUCTION
37
équilibré » décrit par Solow et Kuznets, et selon lequel tout
est censé progresser au même rythme. Le monde de 2050 ou
de 2100 sera- t-il possédé par les traders, les super- cadres et
les détenteurs de patrimoines importants, ou bien par les pays
pétroliers, ou encore par la Banque de Chine, à moins que ce
ne soit par des paradis fiscaux abritant d’une façon ou d’une
autre l’ensemble de ces acteurs ? Il serait absurde de ne pas se
poser la question et de supposer par principe que la croissance
est naturellement « équilibrée » à long terme.
D’une certaine façon, nous sommes en ce début de xxie siècle
dans la même situation que les observateurs du xixe : nous
assistons à d’impressionnantes transformations, et il est bien
difficile de savoir jusqu’où elles peuvent aller, et à quoi ressemblera
la répartition mondiale des richesses, entre les pays
comme à l’intérieur des pays, à l’horizon de quelques décennies.
Les économistes du xixe siècle avaient un immense mérite :
ils plaçaient la question de la répartition au coeur de l’analyse,
et ils cherchaient à étudier les tendances de long terme. Leurs
réponses n’étaient pas toujours satisfaisantes – mais au moins se
posaient- ils les bonnes questions. Nous n’avons dans le fond
aucune raison de croire dans le caractère autoéquilibré de la
croissance. Il est plus que temps de remettre la question des
inégalités au coeur de l’analyse économique et de reposer les
questions ouvertes au xixe siècle. Pendant trop longtemps,
la question de la répartition des richesses a été négligée par
les économistes, en partie du fait des conclusions optimistes
de Kuznets, et en partie à cause d’un goût excessif de la
profession pour les modèles mathématiques simplistes dits « à
agent représentatif 1 ». Et pour remettre la répartition au coeur
1. Dans ces modèles, qui se sont imposés dans la recherche comme dans
l’enseignement de l’économie depuis les années 1960-1970, on suppose par
construction que chacun reçoit le même salaire, possède le même patrimoine
et dispose des mêmes revenus, si bien que par définition la croissance
bénéficie dans les mêmes proportions à tous les groupes sociaux. Une telle
LE CAPITAL AU XXIe SIÈCLE
38
de l’analyse, il faut commencer par rassembler le maximum
de données historiques permettant de mieux comprendre
les évolutions du passé et les tendances en cours. Car c’est
d’abord en établissant patiemment des faits et des régularités,
et en confrontant les expériences des différents pays, que nous
pouvons espérer mieux cerner les mécanismes en jeu et nous
éclairer pour l’avenir.
Les sources utilisées dans ce livre
Ce livre s’appuie sur deux grands types de sources permettant
d’étudier la dynamique historique de la répartition des
richesses : les unes portant sur les revenus et l’inégalité de
leur répartition ; et les autres portant sur les patrimoines, leur
répartition, et le rapport qu’ils entretiennent avec les revenus.
Commençons par les revenus. Dans une large mesure, mon
travail a simplement consisté à étendre à une échelle spatiale et
temporelle plus vaste le travail novateur et pionnier réalisé par
Kuznets pour mesurer l’évolution de l’inégalité des revenus aux
États- Unis de 1913 à 1948. Cette extension permet de mieux
mettre en perspective les évolutions constatées par Kuznets (qui
sont bien réelles) et conduit à remettre radicalement en cause
le lien optimiste qu’il établit entre développement économique
et répartition des richesses. Étrangement, le travail de Kuznets
n’avait jamais été poursuivi de façon systématique, sans doute
en partie parce que l’exploitation historique et statistique de
la source fiscale tombe dans une sorte de « no man’s land »
académique, trop historique pour les économistes, et trop économique
pour les historiens. Cela est dommage, car seule une
perspective de long terme permet d’analyser correctement la
simplification de la réalité peut se justifier pour étudier certains problèmes
très spécifiques, mais limite évidemment de façon drastique l’ensemble des
questions économiques que l’on peut se poser.
INTRODUCTION
39
dynamique des inégalités de revenus, et seule la source fiscale
permet d’adopter cette perspective de long terme 1.
J’ai commencé par étendre les méthodes de Kuznets au
cas de la France, ce qui a donné lieu à la publication d’un
premier ouvrage en 2001 2. J’ai eu ensuite la chance de
bénéficier du soutien de nombreux collègues – au premier
rang desquels Anthony Atkinson et Emmanuel Saez –, qui
m’ont permis d’étendre ce projet à une échelle internationale
beaucoup plus vaste. Anthony Atkinson a traité du cas du
Royaume- Uni et de nombreux autres pays, et nous avons
dirigé ensemble deux volumes publiés en 2007 et 2010
rassemblant des études similaires portant sur plus de vingt
pays, répartis sur tous les continents 3. Avec Emmanuel Saez,
nous avons prolongé d’un demi- siècle les séries établies par
Kuznets pour les États- Unis 4, et il a lui- même traité de plusieurs
autres pays essentiels, comme le Canada et le Japon.
De nombreux chercheurs ont contribué à ce projet collectif :
Facundo Alvaredo a notamment traité du cas de l’Argentine,
de l’Espagne et du Portugal ; Fabien Dell de celui de l’Allemagne
et de la Suisse ; avec Abhijit Banerjee, j’ai étudié le
1. Les enquêtes sur les revenus et les budgets des ménages réalisées par
les instituts statistiques débutent rarement avant les années 1970-1980, et
elles tendent à sous- estimer gravement les hauts revenus, ce qui est problématique,
dans la mesure où le décile supérieur détient souvent jusqu’à la
moitié du revenu national. Malgré ses limites, la source fiscale fait mieux
apparaître les hauts revenus et permet de remonter un siècle en arrière.
2. Voir T. Piketty, Les Hauts Revenus en France au XXe siècle : inégalités
et redistributions 1901-1998, Grasset, 2001. Pour une version résumée, voir
également « Income inequality in France, 1901-1998 », Journal of Political
Economy, 2003.
3. Voir A. Atkinson et T. Piketty, Top Incomes over the 20th Century :
A Contrast Between Continental- European and English- Speaking Countries,
Oxford University Press, 2007 ; Top Incomes : A Global Perspective, Oxford
University Press, 2010.
4. Voir T. Piketty et E. Saez, « Income inequality in the United States,
1913-1998 », The Quarterly Journal of Economics, 2003.
LE CAPITAL AU XXIe SIÈCLE
40
cas de l’Inde ; grâce à Nancy Qian, j’ai pu traiter celui de
la Chine ; et ainsi de suite 1.
Pour chaque pays, nous avons tenté d’utiliser les mêmes
sources, les mêmes méthodes et les mêmes concepts : les
déciles et les centiles de hauts revenus sont estimés à partir
des données fiscales issues des déclarations de revenus (après
de multiples corrections pour assurer l’homogénéité temporelle
et spatiale des données et des concepts) ; le revenu national
et le revenu moyen nous sont donnés par les comptes
nationaux, qu’il a fallu parfois compléter ou prolonger. Les
séries débutent généralement à la date de création de l’impôt
sur le revenu (autour de 1910-1920 dans de nombreux pays,
parfois dans les années 1880-1890, comme au Japon ou en
Allemagne, parfois plus tard). Elles sont constamment mises
à jour et vont actuellement jusqu’au début des années 2010.
Au final, la World Top Incomes Database (WTID), issue
du travail combiné d’une trentaine de chercheurs de par le
monde, constitue la plus vaste base de données historiques
disponible à ce jour sur l’évolution des inégalités de revenus,
et correspond au premier ensemble de sources mobilisé dans
ce livre 2.
Le second ensemble de sources, que je mobiliserai en réalité
en premier dans le cadre de ce livre, concerne les patrimoines,
leur répartition et les rapports qu’ils entretiennent avec les
1. Les références bibliographiques complètes sont disponibles en ligne
dans l’annexe technique. Voir également l’article de synthèse suivant :
A. Atkinson, T. Piketty et E. Saez, « Top incomes in the long- run of
history », Journal of Economic Literature, 2011.
2. Nous ne pourrons évidemment traiter de façon détaillée du cas de
chaque pays dans le cadre de ce livre, qui propose une synthèse d’ensemble.
Nous renvoyons le lecteur intéressé aux séries complètes disponibles en ligne
sur le site de la WTID (voir http://topincomes.parisschoolofeconomics.eu)
et dans les ouvrages et articles techniques indiqués plus haut. De nombreux
textes et documents sont également disponibles dans l’annexe technique du
livre : voir http://piketty.pse.ens.fr/capital21c.
INTRODUCTION
41
revenus. Les patrimoines jouent déjà un rôle important dans
le premier ensemble de sources, à travers les revenus issus
des patrimoines. Rappelons en effet que le revenu comprend
toujours deux composantes, d’une part les revenus du travail
(salaires, traitements, primes, bonus, revenus du travail non
salarié, etc., et autres revenus rémunérant le travail, quelle que
soit leur forme juridique précise), et d’autre part les revenus
du capital (loyers, dividendes, intérêts, bénéfices, plus- values,
royalties, etc., et autres revenus obtenus du simple fait de la
détention d’un capital terrien, immobilier, financier, industriel,
etc., quelle que soit là aussi leur forme légale). Les données
issues de la WTID contiennent beaucoup d’informations sur
l’évolution des revenus du capital au cours du xxe siècle. Il
est cependant indispensable de les compléter par des sources
portant directement sur les patrimoines. On peut distinguer
ici trois sous- ensembles de sources historiques et d’approches
méthodologiques, tout à fait complémentaires les unes des
autres 1.
Tout d’abord, de la même façon que les déclarations de
revenus issues des impôts sur les revenus permettent d’étudier
l’évolution de l’inégalité des revenus, les déclarations de
successions issues des impôts sur les successions permettent
d’étudier l’évolution de l’inégalité des patrimoines 2. Cette
approche a d’abord été introduite par Robert Lampman en
1962 pour étudier l’évolution des inégalités patrimoniales aux
États- Unis de 1922 à 1956, puis par Anthony Atkinson et
Alan Harrison en 1978 pour étudier le cas du Royaume-
1. La WTID est actuellement en cours de transformation en une « World
Wealth and Income Database » (WWID) intégrant ces trois sous- ensembles
de données complémentaires. Nous présentons dans le présent livre les
principaux éléments actuellement disponibles.
2. On peut aussi utiliser les déclarations de patrimoines issues des impôts
annuels sur le patrimoine des vivants, mais ces données sont plus rares que
les données successorales sur la longue durée.
LE CAPITAL AU XXIe SIÈCLE
42
Uni de 1923 à 1972 1. Ces travaux ont récemment été mis à
jour et étendus à d’autres pays, comme la France et la Suède.
Nous disposons malheureusement de moins de pays que pour
les inégalités de revenus. Mais il est possible, dans certains
cas, de remonter beaucoup plus loin dans le temps, souvent
jusqu’au début du xixe siècle, car la fiscalité successorale est
beaucoup plus ancienne que la fiscalité des revenus. En particulier,
nous avons pu, en rassemblant les données établies
aux différentes époques par l’administration française, et en
collectant avec Gilles Postel- Vinay et Jean- Laurent Rosenthal
un vaste ensemble de déclarations individuelles dans les
archives successorales, établir des séries homogènes sur la
concentration des patrimoines en France depuis l’époque de
la Révolution 2. Cela nous permettra de replacer les chocs
causés par la Première Guerre mondiale dans une perspective
historique beaucoup plus longue que les séries portant sur les
inégalités de revenus (qui fort malencontreusement débutent
souvent autour de 1910-1920). Les travaux réalisés par Jesper
Roine et Daniel Waldenström à partir des sources historiques
suédoises sont également riches d’enseignements 3.
Les sources successorales et patrimoniales nous permettent
également d’étudier l’évolution de l’importance respective
de l’héritage et de l’épargne dans la constitution des patrimoines
dans la dynamique des inégalités patrimoniales. Nous
avons réalisé ce travail de façon relativement complète pour
1. Voir les ouvrages pionniers suivants : R. J. Lampman, The Share of
Top Wealth- Holders in National Wealth, 1922-1956, Princeton University
Press, 1962 ; A. B. Atkinson and A. J. Harrison, Distribution of Personal
Wealth in Britain, 1923-1972, Cambridge University Press, 1978.
2. Voir T. Piketty, G. Postel- Vinay et J.-L. Rosenthal, « Wealth
concentration in a developing economy : Paris and France 1807-1994 »,
American Economic Review, 2006.
3. Voir J. Roine et D. Waldenström, « Wealth concentration over
the path of development : Sweden, 1873-2006 », Scandinavian Journal of
Economics, 2009.
INTRODUCTION
43
le cas de la France, dont les très riches sources historiques
offrent un point de vue unique sur l’évolution de l’héritage
sur la longue durée 1. Ce travail a été partiellement étendu
à d’autres pays, en particulier au Royaume- Uni, à l’Allemagne,
à la Suède et aux États- Unis. Ces matériaux jouent
un rôle essentiel dans notre enquête, car les inégalités patrimoniales
n’ont pas le même sens suivant qu’elles sont issues
de l’héritage légué par les générations précédentes, ou bien
de l’épargne réalisée au cours d’une vie. Dans le cadre de
ce livre, nous nous intéressons non seulement au niveau de
l’inégalité en tant que telle, mais également et surtout à la
structure des inégalités, c’est- à- dire à l’origine des disparités
de revenus et de patrimoines entre groupes sociaux, et aux
différents systèmes de justifications économiques, sociales,
morales et politiques susceptibles de les conforter ou de les
condamner. L’inégalité n’est pas nécessairement mauvaise en
soi : la question centrale est de savoir si elle est justifiée, si
elle a ses raisons.
Enfin, les sources patrimoniales permettent d’étudier sur
très longue période l’évolution de la valeur totale du stock
de patrimoine national (qu’il s’agisse du capital terrien, immobilier,
industriel ou financier), mesuré en nombre d’années
de revenu national du pays considéré. L’étude de ce rapport
capital/revenu au niveau global est un exercice qui a ses
limites – il est toujours préférable d’analyser également l’inégalité
des patrimoines au niveau individuel, et l’importance
relative de l’héritage et de l’épargne dans la constitution
du capital –, mais qui permet toutefois d’analyser de façon
synthétique l’importance du capital au niveau d’une société
considérée dans son ensemble. En outre, nous verrons qu’il
est possible, en rassemblant et en confrontant les estimations
1. Voir T. Piketty, « On the long- run evolution of inheritance : France
1820-2050 », École d’économie de Paris, 2010 (version résumée publiée
dans Quarterly Journal of Economics, 2011).
LE CAPITAL AU XXIe SIÈCLE
44
réalisées aux différentes époques, de remonter pour certains
pays – en particulier le Royaume- Uni et la France – jusqu’au
début du xviiie siècle, ce qui nous permettra de replacer la
révolution industrielle en perspective dans l’histoire du capital.
Nous nous appuierons ici sur les données historiques que
nous avons récemment rassemblées avec Gabriel Zucman 1.
Dans une large mesure, cette recherche consiste simplement
à étendre et à généraliser le travail de collecte de bilans
patrimoniaux par pays (« country balance sheets ») réalisé par
Raymond Goldsmith dans les années 1970-1980 2.
Par comparaison aux travaux antérieurs, la première nouveauté
de la démarche développée ici est d’avoir cherché à rassembler
des sources historiques aussi complètes et systématiques
que possible afin d’étudier la dynamique de la répartition des
richesses. Il faut souligner que j’ai bénéficié pour cela d’un
double avantage par rapport aux auteurs précédents : nous
disposons par définition d’un recul historique plus important
(or nous verrons que certaines évolutions longues n’apparaissent
clairement que si l’on dispose de données portant sur les années
2000-2010, tant il est vrai que certains chocs causés par les
guerres mondiales ont été longs à se résorber) ; et nous avons
pu, grâce aux possibilités nouvelles offertes par l’outil informatique,
rassembler sans peine excessive des données historiques
à une échelle beaucoup plus vaste que nos prédécesseurs.
Sans chercher à faire jouer un rôle exagéré à la technologie
dans l’histoire des idées, il me semble que ces questions
purement techniques ne doivent pas être totalement négligées.
Il était objectivement beaucoup plus difficile de traiter
1. Voir T. Piketty et G. Zucman, « Capital is back : wealth- income
ratios in rich countries, 1700-2010 », École d’économie de Paris, 2013.
2. Voir en particulier R. W. Goldsmith, Comparative National Balance
Sheets : A Study of Twenty Countries, 1688-1978, The University of Chicago
Press, 1985. Des références plus complètes sont données dans l’annexe
technique.
INTRODUCTION
45
des volumes importants de données historiques à l’époque
de Kuznets, et dans une large mesure jusqu’aux années
1980-1990, qu’il ne l’est aujourd’hui. Quand Alice Hanson
Jones rassemble dans les années 1970 des inventaires au décès
américains de l’époque coloniale 1, ou quand Adeline Daumard
fait de même avec les archives successorales françaises du
xixe siècle 2, il est important de réaliser que ce travail s’effectue
pour une large part à la main, avec des fiches cartonnées.
Quand on relit aujourd’hui ces travaux remarquables, ou bien
ceux consacrés par François Simiand à l’évolution des salaires
au xixe siècle, par Ernest Labrousse à l’histoire des prix et
des revenus au xviiie siècle, ou encore par Jean Bouvier et
François Furet aux mouvements du profit au xixe siècle, il
apparaît clairement que ces chercheurs ont dû faire face à
d’importantes difficultés matérielles pour collecter et traiter
leurs données 3. Ces complications d’ordre technique absorbent
souvent une bonne part de leur énergie et semblent parfois
prendre le pas sur l’analyse et l’interprétation, d’autant plus
que ces difficultés limitent considérablement les comparaisons
internationales et temporelles envisageables. Dans une
large mesure, il est beaucoup plus facile d’étudier l’histoire
de la répartition des richesses aujourd’hui que par le passé.
Le présent livre reflète en grande partie cette évolution des
conditions de travail du chercheur 4.
1. Voir A. H. Jones, American Colonial Wealth : Documents and Methods,
Arno Press, 1977.
2. Voir A. Daumard, Les Fortunes françaises au XIXe siècle. Enquête sur la
répartition et la composition des capitaux privés à Paris, Lyon, Lille, Bordeaux et
Toulouse d’après l’enregistrement des déclarations de successions, Mouton, 1973.
3. Voir en particulier F. Simiand, Le Salaire, l’évolution sociale et la monnaie,
Alcan, 1932 ; E. Labrousse, Esquisse du mouvement des prix et des revenus
en France au XVIIIe siècle, 1933 ; J. Bouvier, F. Furet et M. Gilet, Le Mouvement
du profit en France au XIXe siècle. Matériaux et études, Mouton, 1965.
4. Il existe aussi des raisons proprement intellectuelles expliquant le
déclin de l’histoire économique et sociale consacrée à l’évolution des prix,
LE CAPITAL AU XXIe SIÈCLE
46
Les principaux résultats obtenus dans ce livre
Quels sont les principaux résultats auxquels m’ont conduit
ces sources historiques inédites ? La première conclusion est
qu’il faut se méfier de tout déterminisme économique en cette
matière : l’histoire de la répartition des richesses est toujours
une histoire profondément politique et ne saurait se résumer
à des mécanismes purement économiques. En particulier, la
réduction des inégalités observée dans les pays développés entre
les années 1900-1910 et les années 1950-1960 est avant tout le
produit des guerres et des politiques publiques mises en place
à la suite de ces chocs. De même, la remontée des inégalités
depuis les années 1970-1980 doit beaucoup aux retournements
politiques des dernières décennies, notamment en matière fiscale
et financière. L’histoire des inégalités dépend des représentations
que se font les acteurs économiques, politiques, sociaux, de ce
qui est juste et de ce qui ne l’est pas, des rapports de force
entre ces acteurs, et des choix collectifs qui en découlent ;
elle est ce qu’en font tous les acteurs concernés.
La seconde conclusion, qui constitue le coeur de ce livre,
est que la dynamique de la répartition des richesses met en jeu
de puissants mécanismes poussant alternativement dans le sens
de la convergence et de la divergence, et qu’il n’existe aucun
processus naturel et spontané permettant d’éviter que les tendances
déstabilisatrices et inégalitaires l’emportent durablement.
Commençons par les mécanismes poussant vers la convergence,
c’est- à- dire allant dans le sens de la réduction et de la
compression des inégalités. La principale force de convergence
est le processus de diffusion des connaissances et d’investissement
dans les qualifications et la formation. Le jeu de
l’offre et de la demande ainsi que la mobilité du capital et
des revenus et des patrimoines (parfois appelée « histoire sérielle »), déclin
à mon sens regrettable et réversible, sur lesquelles nous reviendrons.
INTRODUCTION
47
du travail, qui en constitue une variante, peuvent également
oeuvrer en ce sens, mais de façon moins forte, et souvent de
façon ambiguë et contradictoire. Le processus de diffusion des
connaissances et des compétences est le mécanisme central
qui permet à la fois la croissance générale de la productivité
et la réduction des inégalités, à l’intérieur des pays comme
au niveau international, comme l’illustre le rattrapage actuel
des pays riches par une bonne partie des pays pauvres et
émergents, à commencer par la Chine. C’est en adoptant
les modes de production et en atteignant les niveaux de
qualification des pays riches que les pays moins développés
rattrapent leur retard de productivité et font progresser leurs
revenus. Ce processus de convergence technologique peut
être favorisé par l’ouverture commerciale, mais il s’agit fondamentalement
d’un processus de diffusion des connaissances
et de partage du savoir – bien public par excellence –, et
non d’un mécanisme de marché.
D’un point de vue strictement théorique, il existe potentiellement
d’autres forces allant dans le sens d’une plus grande
égalité. On peut par exemple penser que les techniques de
production accordent une importance croissante au travail
humain et aux compétences au cours de l’histoire, si bien
que la part des revenus allant au travail s’élève tendanciellement
(et que la part allant au capital diminue d’autant),
hypothèse que l’on pourrait appeler la « montée du capital
humain ». Autrement dit, la marche en avant vers la rationalité
technicienne conduirait mécaniquement au triomphe
du capital humain sur le capital financier et immobilier, des
cadres méritants sur les actionnaires bedonnants, de la compétence
sur la filiation. Par là même, les inégalités deviendraient
naturellement plus méritocratiques et moins figées
(si ce n’est moins fortes en niveau) au fil de l’histoire : la
rationalité économique déboucherait mécaniquement sur la
rationalité démocratique, en quelque sorte.
Une autre croyance optimiste très répandue dans nos sociétés
LE CAPITAL AU XXIe SIÈCLE
48
modernes est l’idée selon laquelle l’allongement de la durée
de la vie conduirait mécaniquement au remplacement de
la « guerre des classes » par la « guerre des âges » (forme de
conflit qui est somme toute beaucoup moins clivante pour
une société, puisque chacun est tour à tour jeune et vieux).
Autrement dit, l’accumulation et la répartition des patrimoines
seraient aujourd’hui dominées non plus par un affrontement
implacable entre des dynasties d’héritiers et des dynasties ne
possédant que leur travail, mais bien plutôt par une logique
d’épargne de cycle de vie : chacun accumule du patrimoine
pour ses vieux jours. Le progrès médical et l’amélioration
des conditions de vie auraient ainsi totalement transformé la
nature même du capital.
Malheureusement, nous verrons que ces deux croyances
optimistes (la « montée du capital humain », et le remplacement
de la « guerre des classes » par la « guerre des âges »)
sont en grande partie des illusions. Plus précisément, ces
transformations – tout à fait plausibles d’un strict point de
vue logique – ont partiellement eu lieu, mais dans des proportions
beaucoup moins massives que ce que l’on imagine
parfois. Il n’est pas sûr que la part du travail dans le revenu
national ait progressé de façon véritablement significative sur
très longue période : le capital (non humain) semble presque
aussi indispensable au xxie siècle qu’il l’était au xviiie ou au
xixe siècle, et on ne peut exclure qu’il le devienne encore
davantage. De même, aujourd’hui comme hier, les inégalités
patrimoniales sont à titre principal des inégalités à l’intérieur
de chaque groupe d’âge, et nous verrons que l’héritage n’est
pas loin de retrouver en ce début de xxie siècle l’importance
qu’il avait à l’époque du Père Goriot. Sur longue période, la
force principale poussant véritablement vers l’égalisation des
conditions est la diffusion des connaissances et des qualifications.
INTRODUCTION
49
Forces de convergence, forces de divergence
Or le fait central est que cette force égalisatrice, si importante
soit- elle, notamment pour permettre la convergence
entre pays, peut parfois être contrebalancée et dominée par
de puissantes forces allant dans le sens contraire, celui de la
divergence, c’est- à- dire de l’élargissement et de l’amplification
des inégalités. De façon évidente, l’absence d’investissement
adéquat dans la formation peut empêcher des groupes sociaux
entiers de bénéficier de la croissance, ou même peut les
conduire à se faire déclasser par de nouveaux venus, comme
le montre parfois le rattrapage international actuellement à
l’oeuvre (les ouvriers chinois prennent la place des ouvriers
américains et français, et ainsi de suite). Autrement dit, la
principale force de convergence – la diffusion des connaissances
– n’est qu’en partie naturelle et spontanée : elle dépend
aussi pour une large part des politiques suivies en matière
d’éducation et d’accès à la formation et à des qualifications
adaptées, et des institutions mises en place dans ce domaine.
Dans le cadre de ce livre, nous allons mettre l’accent sur
des forces de divergence plus inquiétantes encore, dans la
mesure où elles peuvent se produire dans un monde où
tous les investissements adéquats en compétences auraient
été réalisés, et où toutes les conditions de l’efficacité de
l’économie de marché – au sens des économistes – seraient
en apparence réunies. Ces forces de divergence sont les
suivantes : il s’agit d’une part du processus de décrochage
des plus hautes rémunérations, dont nous allons voir qu’il
peut être très massif, même s’il reste à ce jour relativement
localisé ; il s’agit d’autre part et surtout d’un ensemble de
forces de divergence liées au processus d’accumulation et de
concentration des patrimoines dans un monde caractérisé par
une croissance faible et un rendement élevé du capital. Ce
second processus est potentiellement plus déstabilisant que le
LE CAPITAL AU XXIe SIÈCLE
50
premier, et constitue sans doute la principale menace pour la
dynamique de la répartition des richesses à très long terme.
Entrons immédiatement dans le vif du sujet. Nous avons
représenté sur les graphiques I.1 et I.2 deux évolutions fondamentales
que nous allons tenter de comprendre, et qui
illustrent l’importance potentielle de ces deux processus de
divergence. Les évolutions indiquées sur ces graphiques ont
toutes des formes de « courbe en U », c’est- à- dire d’abord
décroissantes puis croissantes, et on pourrait croire qu’elles
correspondent à des réalités similaires. Pourtant, il n’en est
rien : ces évolutions renvoient à des phénomènes tout à fait
différents, reposant sur des mécanismes économiques, sociaux
et politiques bien distincts. En outre, la première évolution
concerne avant tout les États- Unis, et la seconde concerne
principalement l’Europe et le Japon. Il n’est certes pas exclu
que ces deux évolutions et ces deux forces de divergence
finissent par se cumuler dans les mêmes pays au cours du
xxie siècle – et de fait nous verrons que cela est déjà partiellement
le cas –, voire au niveau de la planète entière, ce qui
pourrait conduire à des niveaux d’inégalités inconnus dans le
passé, et surtout à une structure des inégalités radicalement
nouvelle. Mais à ce jour ces deux évolutions saisissantes
correspondent pour l’essentiel à deux phénomènes distincts.
La première évolution, représentée sur le graphique I.1,
indique la trajectoire suivie par la part du décile supérieur
de la hiérarchie des revenus dans le revenu national américain
au cours de la période 1910-2010. Il s’agit simplement de
l’extension des séries historiques établies par Kuznets dans les
années 1950. On retrouve de fait la forte compression des
inégalités observée par Kuznets entre 1913 et 1948, avec une
baisse de près de quinze points de revenu national de la part
du décile supérieur, qui atteignait 45 %- 50 % du revenu
national dans les années 1910-1920, et qui est passée à
30 %- 35 % à la fin des années 1940. L’inégalité se stabilise
ensuite à ce niveau dans les années 1950-1970. Puis on
INTRODUCTION
51
observe un très rapide mouvement allant en sens inverse
depuis les années 1970-1980, à tel point que la part du décile
supérieur retrouve dans les années 2000-2010 un niveau de
l’ordre de 45 %- 50 % du revenu national. L’ampleur du
retournement est impressionnante. Il est naturel de se demander
jusqu’où peut aller une telle tendance.
Nous verrons que cette évolution spectaculaire correspond
pour une large part à l’explosion sans précédent des très hauts
revenus du travail, et qu’elle reflète avant tout un phénomène
de sécession des cadres dirigeants des grandes entreprises. Une
explication possible est une montée soudaine du niveau de
qualifications et de productivité de ces super- cadres, par comparaison
à la masse des autres salariés. Une autre explication,
qui me semble plus plausible, et dont nous verrons qu’elle est
nettement plus cohérente avec les faits observés, est que ces
cadres dirigeants sont dans une large mesure en capacité de
fixer leur propre rémunération, parfois sans aucune retenue,
et souvent sans relation claire avec leur productivité indivi-
25 %
30 %
35 %
40 %
45 %
50 %
1910 1920 1930 1940 1950 1960 1970 1980 1990 2000 2010
Part du décile supérieur dans le revenu national
Lecture : la part du décile supérieur dans le revenu national américain est passée de 45-50 % dans les
années 1910-1920 à moins de 35 % dans les années 1950 (il s’agit de la baisse mesurée par Kuznets) ;
puis elle est remontée de moins de 35 % dans les années 1970 à 45-50 % dans les années 2000-2010.
Sources et séries : voir piketty.pse.ens.fr/capital21c.
Graphique I.1.
L’inégalité des revenus aux États-Unis, 1910-2010
LE CAPITAL AU XXIe SIÈCLE
52
duelle, au demeurant très difficile à estimer au sein d’organisations
de grande taille. Cette évolution s’observe surtout
aux États- Unis, et à un degré moindre au Royaume- Uni,
ce qui peut s’expliquer par l’histoire particulière des normes
sociales et fiscales qui caractérise ces deux pays au cours du
siècle écoulé. La tendance est à ce jour plus limitée dans les
autres pays riches (Japon, Allemagne, France et autres pays
d’Europe continentale), mais la pente pousse dans la même
direction. Il serait bien hasardeux d’attendre que ce phénomène
prenne partout la même ampleur qu’aux États- Unis
avant de s’en préoccuper et de l’analyser aussi complètement
que possible – ce qui n’est malheureusement pas si simple,
compte tenu des limites des données disponibles.
La force de divergence fondamentale : r > g
La seconde évolution, représentée sur le graphique I.2,
renvoie à un mécanisme de divergence qui est d’une certaine
façon plus simple et plus transparent, et qui est sans doute
plus déterminant encore pour l’évolution à long terme de
la répartition des richesses. Le graphique I.2 indique l’évolution
au Royaume- Uni, en France et en Allemagne de la
valeur totale des patrimoines privés (immobiliers, financiers
et professionnels, nets de dettes), exprimée en années de
revenu national, des années 1870 aux années 2010. On
notera tout d’abord la très grande prospérité patrimoniale qui
caractérise l’Europe de la fin du xixe siècle et de la Belle
Époque : la valeur des patrimoines privés s’établit autour de
six- sept années de revenu national, ce qui est considérable.
On constate ensuite une forte chute à la suite des chocs des
années 1914-1945 : le rapport capital/revenu tombe à tout
juste deux- trois années de revenu national. Puis on observe
une hausse continue depuis les années 1950, à tel point que
les patrimoines privés semblent en passe de retrouver en
INTRODUCTION
53
ce début de xxie siècle les sommets observés à la veille de
la Première Guerre mondiale : le rapport capital/revenu se
situe dans les années 2000-2010 autour de cinq- six années
de revenu national au Royaume- Uni comme en France (le
niveau atteint est plus faible en Allemagne, qui il est vrai
partait de plus bas : la tendance est tout aussi nette).
100 %
200 %
300 %
400 %
500 %
600 %
700 %
800 %
1870 1890 1910 1930 1950 1970 1990 2010
Valeur du capital privé, en % du revenu national
Graphique I.2.
Le rapport capital/revenu en Europe, 1870-2010
Allemagne
France
Royaume-Uni
Lecture : le total des patrimoines privés valait entre 6 et 7 années de revenu national en Europe en
1910, entre 2 et 3 années en 1950, et entre 4 et 6 années en 2010.
Sources et séries : voir piketty.pse.ens.fr/capital21c.
Cette « courbe en U » de grande ampleur correspond à
une transformation absolument centrale, sur laquelle nous
aurons amplement l’occasion de revenir. Nous verrons en
particulier que le retour de rapports élevés entre le stock de
capital et le flux de revenu national au cours des dernières
décennies s’explique pour une large part par le retour à un
régime de croissance relativement lente. Dans des sociétés
de croissance faible, les patrimoines issus du passé prennent
naturellement une importance disproportionnée, car il suffit
d’un faible flux d’épargne nouvelle pour accroître continûment
et substantiellement l’ampleur du stock.
LE CAPITAL AU XXIe SIÈCLE
54
Si de surcroît le taux de rendement du capital s’établit
fortement et durablement au- delà du taux de croissance (ce
qui n’est pas automatique, mais est d’autant plus probable que
le taux de croissance est faible), alors il existe un risque très
fort de divergence caractérisée de la répartition des richesses.
Cette inégalité fondamentale, que nous noterons r > g
– où r désigne le taux de rendement du capital (c’est- à- dire
ce que rapporte en moyenne le capital au cours d’une année,
sous forme de profits, dividendes, intérêts, loyers et autres
revenus du capital, en pourcentage de sa valeur), et où g
représente le taux de croissance (c’est- à- dire l’accroissement
annuel du revenu et de la production) –, va jouer un rôle
essentiel dans ce livre. D’une certaine façon, elle en résume
la logique d’ensemble.
Lorsque le taux de rendement du capital dépasse significativement
le taux de croissance – et nous verrons que cela
a presque toujours été le cas dans l’histoire, tout du moins
jusqu’au xixe siècle, et que cela a de grandes chances de
redevenir la norme au xxie siècle –, cela implique mécaniquement
que les patrimoines issus du passé se recapitalisent
plus vite que le rythme de progression de la production
et des revenus. Il suffit donc aux héritiers d’épargner une
part limitée des revenus de leur capital pour que ce dernier
s’accroisse plus vite que l’économie dans son ensemble. Dans
ces conditions, il est presque inévitable que les patrimoines
hérités dominent largement les patrimoines constitués au
cours d’une vie de travail, et que la concentration du capital
atteigne des niveaux extrêmement élevés, et potentiellement
incompatibles avec les valeurs méritocratiques et les principes
de justice sociale qui sont au fondement de nos sociétés
démocratiques modernes.
Cette force de divergence fondamentale peut en outre
être renforcée par des mécanismes additionnels, par exemple
si le taux d’épargne progresse fortement avec le niveau de
INTRODUCTION
55
richesse 1, et plus encore si le taux de rendement moyen
effectivement obtenu est d’autant plus élevé que le capital
initial est important (or nous verrons que cela semble être de
plus en plus le cas). Le caractère imprévisible et arbitraire des
rendements du capital et des formes d’enrichissement qui en
découlent constitue également une forme de remise en cause
de l’idéal méritocratique. Enfin, tous ces effets peuvent être
aggravés par un mécanisme de type ricardien de divergence
structurelle des prix immobiliers ou pétroliers.
Résumons. Le processus d’accumulation et de répartition
des patrimoines contient en lui- même des forces puissantes
poussant vers la divergence, ou tout du moins vers un niveau
d’inégalité extrêmement élevé. Il existe également des forces
de convergence, qui peuvent fort bien l’emporter dans certains
pays ou à certaines époques, mais les forces de divergence
peuvent à tout moment prendre le dessus, comme cela semble
être le cas en ce début de xxie siècle, et comme le laisse
présager l’abaissement probable de la croissance démographique
et économique dans les décennies à venir.
Mes conclusions sont moins apocalyptiques que celles
impliquées par le principe d’accumulation infinie et de divergence
perpétuelle exprimé par Marx (dont la théorie repose
implicitement sur une croissance rigoureusement nulle de
la productivité à long terme). Dans le schéma proposé, la
divergence n’est pas perpétuelle, et elle n’est qu’un des avenirs
1. Ce mécanisme déstabilisateur évident (plus on est riche, plus on
accroît son patrimoine) inquiétait beaucoup Kuznets, d’où le titre donné à
son livre de 1953 : Shares of Upper Income Groups in Income and Savings, National
Bureau of Economic Research. Mais il manquait de recul historique
pour l’analyser pleinement. Cette force de divergence est également au
coeur du livre classique de J. Meade, Efficiency, Equality, and the Ownership
of Property, Allen & Unwin, 1964, et de l’ouvrage de A. Atkinson et de
A. Harrison, Distribution of Personal Wealth in Britain, 1923-1972, op. cit.,
qui en est d’une certaine façon le prolongement historique. Nos travaux se
situent directement dans les traces de ces auteurs.
LE CAPITAL AU XXIe SIÈCLE
56
possibles. Mais elles ne sont pas pour autant très réjouissantes.
En particulier, il est important de souligner que l’inégalité
fondamentale r > g, principale force de divergence dans
notre schéma explicatif, n’a rien à voir avec une quelconque
imperfection de marché, bien au contraire : plus le marché
du capital est « parfait », au sens des économistes, plus elle
a de chances d’être vérifiée. Il est possible d’imaginer des
institutions et des politiques publiques permettant de contrer
les effets de cette logique implacable – comme un impôt
mondial et progressif sur le capital. Mais leur mise en place
pose des problèmes considérables en termes de coordination
internationale. Il est malheureusement probable que les
réponses apportées seront en pratique beaucoup plus modestes
et inefficaces, par exemple sous la forme de replis nationalistes
de diverses natures.
Le cadre géographique et historique
Quel sera le cadre spatial et temporel de cette enquête ?
Autant que possible, je tenterai d’analyser la dynamique de
la répartition des richesses au niveau mondial, aussi bien à
l’intérieur des pays qu’entre les pays, depuis le xviiie siècle.
En pratique, cependant, les multiples limitations des données
disponibles m’obligeront souvent à restreindre assez nettement
le champ étudié. Pour ce qui concerne la répartition de la
production et du revenu entre les pays, que nous étudierons
dans la première partie, il est possible d’avoir un point de
vue mondial depuis 1700 (grâce notamment aux comptes
nationaux rassemblés par Angus Madisson). Quand nous étudierons
la dynamique du rapport capital/revenu et du partage
capital- travail, dans la deuxième partie, nous serons contraints
de nous limiter pour l’essentiel au cas des pays riches, et de
procéder par extrapolation pour ce qui concerne les pays
pauvres et émergents, faute de données historiques adéquates.
INTRODUCTION
57
Quand nous examinerons l’évolution des inégalités de revenus
et de patrimoines, dans la troisième partie, nous serons
également fortement contraints par les sources disponibles.
Nous tenterons de prendre en compte le maximum de pays
pauvres et émergents, grâce notamment aux données issues
de la WTID, qui essaie autant que possible de couvrir les
cinq continents. Mais il est bien évident que les évolutions
sur longue période sont nettement mieux documentées dans
les pays riches. Concrètement, ce livre repose avant tout
sur l’analyse de l’expérience historique des principaux pays
développés : les États- Unis, le Japon, l’Allemagne, la France
et le Royaume- Uni.
Les cas du Royaume- Uni et de la France seront particulièrement
sollicités, car il s’agit des deux pays pour lesquels
les sources historiques sont les plus complètes sur très longue
période. En particulier, il existe pour le Royaume- Uni comme
pour la France de multiples estimations du patrimoine national
et de sa structure, permettant de remonter jusqu’au début
du xviiie siècle. Ces deux pays constituent en outre les
deux principales puissances coloniales et financières du xixe
et du début du xxe siècle. Leur étude détaillée revêt donc
une importance évidente pour l’analyse de la dynamique
de la répartition mondiale des richesses depuis la révolution
industrielle. En particulier, ils constituent un point d’entrée
incontournable pour l’étude de ce que l’on nomme souvent
la « première » mondialisation financière et commerciale, celle
des années 1870-1914, période qui entretient de profondes
similitudes avec la « seconde » mondialisation, en cours depuis
les années 1970-1980. Il s’agit d’une période qui est à la fois
fascinante et prodigieusement inégalitaire. C’est l’époque où
l’on invente l’ampoule électrique et les liaisons transatlantiques
(le Titanic appareille en 1912), le cinéma et la radio, la voiture
et les placements financiers internationaux. Rappelons
par exemple qu’il faut attendre les années 2000-2010 pour
retrouver dans les pays riches les niveaux de capitalisation
LE CAPITAL AU XXIe SIÈCLE
58
boursière – en proportion de la production intérieure ou
du revenu national – atteints à Paris et à Londres dans les
années 1900-1910. Nous verrons que cette comparaison est
riche d’enseignements pour la compréhension du monde
d’aujourd’hui.
Certains lecteurs s’étonneront sans doute de l’importance
particulière que j’accorde à l’étude du cas français, et me
suspecteront peut- être de nationalisme. Il me faut donc me
justifier. Il s’agit tout d’abord d’une question de sources. La
Révolution française n’a certes pas créé une société juste et
idéale. Mais nous verrons qu’elle a au moins eu le mérite
de mettre en place un incomparable observatoire des fortunes
: le système d’enregistrement des patrimoines terriens,
immobiliers et financiers institué dans les années 1790-1800
est étonnamment moderne et universel pour l’époque, et
explique pourquoi les sources successorales françaises sont
probablement les plus riches du monde sur longue période.
La seconde raison est que la France, parce qu’elle est le
pays qui a connu la transition démographique la plus précoce,
constitue d’une certaine façon un bon observatoire de ce
qui attend l’ensemble de la planète. La population française
a certes progressé au cours des deux derniers siècles, mais
à un rythme relativement lent. La France comptait près de
30 millions d’habitants au moment de la Révolution, et elle
en compte à peine plus de 60 millions au début des années
2010. Il s’agit bien du même pays, des mêmes ordres de grandeur.
Par comparaison, les États- Unis d’Amérique comptaient
à peine 3 millions d’habitants au moment de la Déclaration
d’indépendance. Ils atteignaient les 100 millions vers 1900-1910
et dépassent les 300 millions au début des années 2010. Il
est bien évident que quand un pays passe de 3 millions à
300 millions d’habitants (sans parler du changement radical
de l’échelle territoriale au cours de l’expansion vers l’ouest
au xixe siècle), il ne s’agit plus vraiment du même pays.
Nous verrons que la dynamique et la structure des iné-
INTRODUCTION
59
galités se présentent très différemment dans un pays où la
population a été multipliée par cent et dans un pays où elle
a tout juste doublé. En particulier, le poids de l’héritage est
naturellement beaucoup plus réduit dans le premier que dans
le second. C’est la très forte croissance démographique du
Nouveau Monde qui fait que le poids des patrimoines issus
du passé a toujours été plus réduit aux États- Unis qu’en
Europe, et qui explique pourquoi la structure des inégalités
américaines – et des représentations américaines de l’inégalité
et des classes sociales – est si particulière. Mais cela implique
également que le cas américain est dans une certaine mesure
non transposable (il est peu probable que la population mondiale
soit multipliée par cent au cours des deux prochains
siècles), et que le cas français est plus représentatif et plus
pertinent pour l’analyse de l’avenir. Je suis convaincu que
l’analyse détaillée du cas de la France, et plus généralement
des différentes trajectoires historiques observées dans les pays
aujourd’hui développés – en Europe, au Japon, en Amérique
du Nord et en Océanie –, est riche d’enseignements pour
les dynamiques mondiales à venir, y compris dans les pays
actuellement émergents, en Chine, au Brésil ou en Inde, qui
finiront sans doute par connaître eux aussi le ralentissement
de la croissance démographique – c’est déjà le cas – et économique.
Enfin, le cas de la France a ceci d’intéressant que la
Révolution française – révolution « bourgeoise » par excellence
– introduit très tôt un idéal d’égalité juridique face
au marché, dont il est intéressant d’étudier les conséquences
pour la dynamique de la répartition des richesses. La Révolution
anglaise de 1688 a certes introduit le parlementarisme
moderne ; mais elle a laissé derrière elle une dynastie royale,
la primogéniture terrienne jusqu’aux années 1920, et des privilèges
politiques pour la noblesse héréditaire jusqu’à nos jours
(le processus de redéfinition de la pairie et de la Chambre
des lords est toujours en cours dans les années 2010, ce qui
LE CAPITAL AU XXIe SIÈCLE
60
est objectivement un peu long). La Révolution américaine
de 1776 a certes introduit le principe républicain ; mais elle a
laissé l’esclavagisme prospérer pendant un siècle de plus, et la
discrimination raciale légale pendant presque deux siècles ; la
question raciale continue dans une large mesure de surdéterminer
encore aujourd’hui la question sociale aux États- Unis.
La Révolution française de 1789 est d’une certaine façon plus
ambitieuse : elle abolit tous les privilèges légaux, et entend
créer un ordre politique et social entièrement fondé sur l’égalité
des droits et des chances. Le Code civil garantit l’égalité
absolue face au droit de propriété et à celui de contracter
librement (tout du moins pour les hommes). À la fin du
xixe siècle et à la Belle Époque, les économistes conservateurs
français – tel Paul Leroy- Beaulieu – utilisaient souvent cet
argument pour expliquer que la France républicaine, pays
de « petits propriétaires », pays devenu égalitaire grâce à la
Révolution, n’avait aucunement besoin d’un impôt progressif
et spoliateur sur le revenu ou sur les successions, contrairement
au Royaume- Uni monarchique et aristocratique. Or
nos données démontrent que la concentration des patrimoines
était à cette époque presque aussi extrême en France qu’au
Royaume- Uni, ce qui illustre assez clairement que l’égalité
des droits face au marché ne suffit pas à conduire à l’égalité
des droits tout court. Là encore, cette expérience est tout à
fait pertinente pour l’analyse du monde d’aujourd’hui, où de
nombreux observateurs continuent de s’imaginer, à l’image
de Leroy- Beaulieu il y a un peu plus d’un siècle, qu’il suffit
de mettre en place des droits de propriété toujours mieux
garantis, des marchés toujours plus libres, et une concurrence
toujours plus « pure et parfaite », pour aboutir à une société
juste, prospère et harmonieuse. La tâche est malheureusement
plus complexe.
INTRODUCTION
61
Le cadre théorique et conceptuel
Avant de se lancer plus avant dans ce livre, il est peutêtre
utile d’en dire un peu plus sur le cadre théorique et
conceptuel dans lequel se situe cette recherche, ainsi que sur
l’itinéraire intellectuel qui m’a conduit à cet ouvrage.
Précisons tout d’abord que je fais partie d’une génération qui
a eu 18 ans en 1989, année du bicentenaire de la Révolution
française, certes, mais aussi et surtout année de la chute du mur
de Berlin. Je fais partie de cette génération qui est devenue
adulte en écoutant à la radio l’effondrement des dictatures
communistes, et qui n’a jamais ressenti la moindre tendresse
ou nostalgie pour ces régimes et pour le soviétisme. Je suis
vacciné à vie contre les discours anticapitalistes convenus et
paresseux, qui semblent parfois ignorer cet échec historique
fondamental, et qui trop souvent refusent de se donner les
moyens intellectuels de le dépasser. Cela ne m’intéresse pas
de dénoncer les inégalités ou le capitalisme en tant que tel
– d’autant plus que les inégalités sociales ne posent pas de
problème en soi, pour peu qu’elles soient justifiées, c’est- àdire
« fondées sur l’utilité commune », ainsi que le proclame
l’article premier de la Déclaration des droits de l’homme et du
citoyen de 1789 (cette définition de la justice sociale est imprécise,
mais séduisante, et ancrée dans l’histoire : adoptons- la
pour l’instant ; nous y reviendrons). Ce qui m’intéresse, c’est
de tenter de contribuer, modestement, à déterminer les modes
d’organisation sociale, les institutions et les politiques publiques
les plus appropriés permettant de mettre en place réellement
et efficacement une société juste, tout cela dans le cadre d’un
État de droit, dont les règles sont connues à l’avance et applicables
à tous, et peuvent être démocratiquement débattues.
Il est peut- être adapté d’indiquer aussi que j’ai connu mon
rêve américain à 22 ans, en me faisant embaucher par une
université bostonienne, sitôt mon doctorat en poche. Cette
LE CAPITAL AU XXIe SIÈCLE
62
expérience fut déterminante à plus d’un titre. C’était la première
fois que je mettais les pieds aux États- Unis, et cette
reconnaissance précoce n’était pas désagréable. Voici un pays
qui sait y faire avec les migrants qu’il souhaite attirer ! Et
en même temps j’ai tout de suite su que je voulais revenir
très vite en France et en Europe, ce que je fis à tout juste
25 ans. Je n’ai pas quitté Paris depuis, sauf pour quelques
brefs séjours. L’une des raisons importantes derrière ce choix
est directement pertinente ici : je n’ai pas été très convaincu
par les économistes américains. Certes, tout le monde était
très intelligent, et je conserve de nombreux amis au sein de
cet univers. Mais il y avait quelque chose d’étrange : j’étais
bien placé pour savoir que je ne connaissais rien du tout aux
problèmes économiques du monde (ma thèse se composait
de quelques théorèmes mathématiques relativement abstraits),
et pourtant la profession m’aimait bien. Je me rendais vite
compte qu’aucun travail de collecte de données historiques
conséquent n’avait été entrepris sur la dynamique des inégalités
depuis l’époque de Kuznets (ce à quoi je me suis attelé dès
mon retour en France), et pourtant la profession continuait
d’aligner les résultats purement théoriques, sans même savoir
quels faits expliquer, et attendait de moi que je fasse de même.
Disons- le tout net : la discipline économique n’est toujours
pas sortie de sa passion infantile pour les mathématiques
et les spéculations purement théoriques, et souvent
très idéologiques, au détriment de la recherche historique
et du rapprochement avec les autres sciences sociales. Trop
souvent, les économistes sont avant tout préoccupés par de
petits problèmes mathématiques qui n’intéressent qu’euxmêmes,
ce qui leur permet de se donner à peu de frais des
apparences de scientificité et d’éviter d’avoir à répondre aux
questions autrement plus compliquées posées par le monde
qui les entoure. Être économiste universitaire en France a un
grand avantage : les économistes sont assez peu considérés
au sein du monde intellectuel et universitaire, ainsi d’ailleurs
INTRODUCTION
63
que parmi les élites politiques et financières. Cela les oblige
à abandonner leur mépris pour les autres disciplines, et leur
prétention absurde à une scientificité supérieure, alors même
qu’ils ne savent à peu près rien sur rien. C’est d’ailleurs le
charme de la discipline, et des sciences sociales en général :
on part de bas, de très bas parfois, et l’on peut donc espérer
faire des progrès importants. En France, les économistes sont
– je crois – un peu plus incités qu’aux États- Unis à tenter de
convaincre leurs collègues historiens et sociologues, et plus
généralement le monde extérieur, de l’intérêt de ce qu’ils font
(ce qui n’est pas gagné). En l’occurrence, mon rêve quand
j’enseignais à Boston était de rejoindre l’École des hautes
études en sciences sociales, une école dont les grands noms
sont Lucien Febvre, Fernand Braudel, Claude Lévi- Strauss,
Pierre Bourdieu, Françoise Héritier, Maurice Godelier, et tant
d’autres encore. Dois- je le confesser, au risque de sembler
cocardier dans ma vision des sciences sociales ? J’ai sans doute
plus d’admiration pour ces savants que pour Robert Solow,
ou même pour Simon Kuznets – même si je regrette qu’une
grande partie des sciences sociales ait dans une large mesure
cessé de s’intéresser à la répartition des richesses et aux classes
sociales, alors que les questions de revenus, de salaires, de prix
et de fortunes figuraient en bonne place dans les programmes
de recherches de l’histoire et de la sociologie jusqu’aux années
1970-1980. J’aimerais en vérité que les spécialistes comme
les amateurs de toutes les sciences sociales trouvent quelque
intérêt aux recherches exposées dans ce livre – à commencer
par tous ceux qui disent « ne rien connaître à l’économie »,
mais qui ont souvent des opinions très fortes sur l’inégalité
des revenus et des fortunes, ce qui est bien naturel.
En vérité, l’économie n’aurait jamais dû chercher à se
séparer des autres disciplines des sciences sociales, et ne peut
se développer qu’en leur sein. On sait trop peu de chose
en sciences sociales pour se diviser bêtement de la sorte.
Pour espérer faire des progrès sur des questions telles que
LE CAPITAL AU XXIe SIÈCLE
64
la dynamique historique de la répartition des richesses et la
structure des classes sociales, il est bien évident qu’il faut
procéder avec pragmatisme, et mobiliser des méthodes et des
approches qui sont celles des historiens, des sociologues et
des politistes autant que celles des économistes. Il faut partir
des questions de fond et tenter d’y répondre : les querelles
de clocher et de territoire sont secondaires. Ce livre, je crois,
est autant un livre d’histoire que d’économie.
Comme je l’ai expliqué plus haut, mon travail a d’abord
consisté à rassembler des sources et à établir des faits et des
séries historiques sur les répartitions de revenus et de patrimoines.
Dans la suite de ce livre, je fais parfois appel à la
théorie, aux modèles et aux concepts abstraits, mais je tente
de le faire avec parcimonie, c’est- à- dire uniquement dans la
mesure où la théorie permet une meilleure compréhension
des évolutions étudiées. Par exemple, les notions de revenu
et de capital, de taux de croissance et de taux de rendement,
sont des concepts abstraits, des constructions théoriques, et non
des certitudes mathématiques. Je tenterai toutefois de montrer
qu’ils permettent d’analyser plus efficacement les réalités historiques,
pour peu que l’on adopte un regard critique et lucide
sur la précision – par nature approximative – avec laquelle
il est possible de les mesurer. J’utiliserai également quelques
équations, comme la loi α = r × β (selon laquelle la part du
capital dans le revenu national est égale au produit du taux de
rendement du capital et du rapport capital/revenu), ou encore
la loi β = s/g (selon laquelle le rapport capital/revenu est égal
dans le long terme au rapport entre le taux d’épargne et le
taux de croissance). Je prie le lecteur peu féru de mathématiques
de ne pas refermer aussitôt le livre : il s’agit d’équations
élémentaires, qui peuvent être expliquées de façon simple et
intuitive, et dont la bonne compréhension ne nécessite aucun
bagage technique particulier. Surtout, je tenterai de montrer
que ce cadre théorique minimal permet de mieux comprendre
des évolutions historiques importantes pour chacun.
INTRODUCTION
65
Plan du livre
La suite de ce livre est composée de quatre parties et de
seize chapitres. La première partie, intitulée « Revenu et
capital », constituée de deux chapitres, introduit les notions
fondamentales qui seront abondamment utilisées dans la suite
de l’ouvrage. En particulier, le chapitre 1 présente les concepts
de revenu national, de capital et de rapport capital/revenu,
puis décrit les grandes lignes d’évolution de la répartition
mondiale du revenu et de la production. Le chapitre 2 analyse
ensuite plus précisément l’évolution des taux de croissance
de la population et de la production depuis la révolution
industrielle. Aucun fait véritablement nouveau n’est présenté
dans cette première partie, et le lecteur familier de ces
notions et de l’histoire générale de la croissance mondiale
depuis le xviiie siècle peut choisir de passer directement à
la deuxième partie.
La deuxième partie, intitulée « La dynamique du rapport
capital/revenu », est formée de quatre chapitres. L’objectif
de cette partie est d’analyser la façon dont se présente en ce
début de xxie siècle la question de l’évolution à long terme du
rapport capital/revenu et du partage global du revenu national
entre revenus du travail et revenus du capital. Le chapitre 3
présente tout d’abord les métamorphoses du capital depuis le
xviiie siècle, en commençant par le cas du Royaume- Uni et
de la France, les mieux connus sur très longue période. Le
chapitre 4 introduit le cas de l’Allemagne et de l’Amérique.
Les chapitres 5 et 6 étendent géographiquement ces analyses
à la planète entière, autant que les sources le permettent, et
surtout tentent de tirer les leçons de ces expériences historiques
pour analyser l’évolution possible du rapport capital/
revenu et du partage capital- travail dans les décennies à venir.
La troisième partie, intitulée « La structure des inégalités »,
est composée de six chapitres. Le chapitre 7 commence par
LE CAPITAL AU XXIe SIÈCLE
66
familiariser le lecteur avec les ordres de grandeur atteints en
pratique par l’inégalité de la répartition des revenus du travail
d’une part, et de la propriété du capital et des revenus qui en
sont issus d’autre part. Puis le chapitre 8 analyse la dynamique
historique de ces inégalités, en commençant par contraster
les cas de la France et des États- Unis. Les chapitres 9 et 10
étendent ces analyses à l’ensemble des pays pour lesquels nous
disposons de données historiques (en particulier dans le cadre
de la WTID), en examinant séparément les inégalités face au
travail et face au capital. Le chapitre 11 étudie l’évolution de
l’importance de l’héritage dans le long terme. Enfin le chapitre
12 analyse les perspectives d’évolution de la répartition mondiale
des patrimoines au cours des premières décennies du xxie siècle.
Enfin, la quatrième partie, intitulée « Réguler le capital
au xxie siècle », est composée de quatre chapitres. L’objectif
est de tirer les leçons politiques et normatives des parties
précédentes, dont l’objet est avant tout d’établir les faits
et de comprendre les raisons des évolutions observées. Le
chapitre 13 tente de dresser les contours de ce que pourrait
être un État social adapté au siècle qui s’ouvre. Le chapitre
14 propose de repenser l’impôt progressif sur le revenu à la
lumière des expériences passées et des tendances récentes. Le
chapitre 15 décrit ce à quoi pourrait ressembler un impôt
progressif sur le capital adapté au capitalisme patrimonial du
xxie siècle, et compare cet outil idéal aux autres modes de
régulation susceptibles d’émerger, de l’impôt européen sur
la fortune au contrôle des capitaux à la chinoise, en passant
par l’immigration à l’américaine ou bien le retour généralisé
au protectionnisme. Le chapitre 16 traite de la question
lancinante de la dette publique et de celle – connexe – de
l’accumulation optimale du capital public, dans un contexte
de détérioration possible du capital naturel.
Un mot encore : il aurait été bien hasardeux de publier
en 1913 un livre intitulé Le Capital au XXe siècle. Que le
lecteur me pardonne donc de publier en 2013 un livre
INTRODUCTION
67
intitulé Le Capital au XXIe siècle. Je suis bien conscient de
l’incapacité totale qui est la mienne à prédire la forme que
prendra le capital en 2063 ou en 2113. Comme je l’ai déjà
noté, et ainsi que nous aurons amplement l’occasion de le
voir, l’histoire des revenus et des patrimoines est toujours une
histoire profondément politique, chaotique et imprévisible.
Elle dépend des représentations que les différentes sociétés se
font des inégalités, et des politiques et institutions qu’elles se
donnent pour les modeler et les transformer, dans un sens ou
dans un autre. Nul ne peut savoir quelle forme prendront
ces retournements dans les décennies à venir. Il n’en reste
pas moins que les leçons de l’histoire sont utiles pour tenter
d’appréhender un peu plus clairement ce que seront les choix
et les dynamiques à l’oeuvre dans le siècle qui s’ouvre. Tel
est dans le fond l’unique objectif de ce livre, qui en toute
logique aurait dû s’intituler Le Capital à l’aube du XXIe siècle :
tenter de tirer de l’expérience des siècles passés quelques
modestes clés pour l’avenir, sans illusion excessive sur leur
utilité réelle, car l’histoire invente toujours ses propres voies.

Sommaire

Remerciements . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
Introduction . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15
PREMIÈRE PARTIE. REVENU ET CAPITAL . . . . . . . . . 69
Chapitre 1. Revenu et production . . . . . . . . . . . . . . 71
Chapitre 2. La croissance : illusions et réalités . . . . . 125
DEUXIÈME PARTIE. LA DYNAMIQUE DU RAPPORT
CAPITAL/REVENU . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 181
Chapitre 3. Les métamorphoses du capital . . . . . . . . 183
Chapitre 4. De la vieille Europe au Nouveau Monde 223
Chapitre 5. Le rapport capital/revenu
dans le long terme . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 259
Chapitre 6. Le partage capital- travail au xxie siècle . . 315
7
TROISIÈME PARTIE. LA STRUCTURE DES INÉGALITÉS 373
Chapitre 7. Inégalités et concentration :
premiers repères . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 375
Chapitre 8. Les deux mondes . . . . . . . . . . . . . . . . . . 427
Chapitre 9. L’inégalité des revenus du travail . . . . . . 481
Chapitre 10. L’inégalité de la propriété du capital . . 535
Chapitre 11. Mérite et héritage dans le long terme . 599
Chapitre 12. L’inégalité mondiale des patrimoines
au xxie siècle . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 685
QUATRIÈME PARTIE. RÉGULER LE CAPITAL
AU XXIE SIÈCLE . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 749
Chapitre 13. Un État social pour le xxie siècle . . . . 751
Chapitre 14. Repenser l’impôt progressif
sur le revenu . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 793
Chapitre 15. Un impôt mondial sur le capital . . . . . 835
Chapitre 16. La question de la dette publique . . . . . 883
Conclusion . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 941
Table des matières . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 951
Liste des tableaux et graphiques . . . . . . . . . . . . . . . .