El Salvador: campaña electoral y crisis política

EL SALVADOR: CAMPAÑA ELECTORAL Y CRISIS POLITICA

SAN SALVADOR, 2 de octubre de 2007 (SIEP) El Servicio Informativo Ecuménico y Popular publica esta nota a partir de la libre trascripción de entrevista en TCS a Dagoberto Gutiérrez el 2 de octubre de 2007. A continuación fragmentos de esta entrevista:

1. Hay dos figuras que deben de diferenciarse. Una la campaña política y otra la campaña electoral. La campaña electoral esta comprendida dentro de la campaña política pero rebasa a esta. No todo lo político es electoral pero si todo lo electoral es político. La política lo es todo, hasta la economía. Y no hay nada más político que la economía.

Hay ya una campaña política aunque las elecciones, como momento de votaciones, son hasta el 2009. Pero lo político se enciende. ¿Por qué se enciende lo político con tanta anticipación al momento electoral, con 17 meses de anticipación? Porque el régimen esta en crisis.

En la reciente convención de ARENA el presidente se refirió al sistema pero estaba hablando del régimen. Del régimen. A veces a uno le preguntan: ¿Cuál es su régimen de vida? Como se alimenta, como descansa…ese es su régimen de vida. Es lo mismo en la política. Y en la actualidad el régimen político atraviesa por un momento de enfermedad, de inestabilidad, de quiebre, de desencuentro.

El poder tiene varios centros y varias partes, así sucede también en el planeta, el poder se manifiesta dispersándose. En la actualidad, el Presidente tiene problemas para echar adelante su proyecto político y esos problemas no derivan de su partido. Y por eso es que esta llamando al orden. Es una contradicción entre el instrumento político que es ARENA y la oligarquía financiera. Esto forma parte de la realidad objetiva. El movimiento es objetivo. Es lo que tiene motor interno, independientemente de la voluntad de las personas.

¿Qué pasa en ARENA? Están pasando cosas extrañas. Por ejemplo, las declaraciones de Calderón Sol sobre Figueroa. ¿Cuándo se había visto esto? Otro caso, Ana Vilma se lanza sola como precandidata, sin acompañamiento partidario, sin nadie de ARENA ni del COENA, lo hace sola en un hotel.¿Esta realmente sola? No, no lo esta. Saca estuvo fuera como ocho días, fue a Nueva York, a Estados Unidos. Cuentan que cuando regreso Ana Vilma lo ataja y le dice: me lanzo!

Y luego Figueroa tuvo que lanzarse. Ella, Ana Vilma, representa sectores e intereses, pero no los del Presidente. Cosa insólita. Y luego René dice: esperare el calendario que dicte el partido. René es un hombre de partido, allí ha nacido, es de la estructura partidaria. Dos candidatos de un mismo partido. Y no de cualquier partido. Del partido de gobierno. Y todo esto forma parte de la campaña política. De la iniciativa de cada fuerza que se mide en la campaña política. De lo que se llama correlación de fuerzas.

2. Si la lucha política electoral es entendida como competencia nadie debe tener ventaja al principio, debiéndose estar en igualdad de condiciones, como sucede en las carreras, que todos salen de un mismo lugar. Pero sucede que la lucha política en las campañas electorales no es competencia sino que es confrontación, donde cada quien acumula la correlación de fuerzas que necesita para vencer al adversario, para adelantarse, para mantener la iniciativa.

En la actualidad en la campaña política, ARENA cuenta con las siguientes ventajas: además de las encuestas favorables, uno, el control del aparato del estado, que es diferente del control del gobierno.

El gobierno esta constituido por los órganos ejecutivo, legislativo y judicial. Estos son, de acuerdo a nuestra Constitución, los órganos fundamentales de gobierno. Y la pelea básica de los partidos es por el control del ejecutivo, porque esta tiene una influencia importante en la Corte Suprema de Justicia y naturalmente, en la Asamblea Legislativa. Dos, ARENA cuenta con el apoyo del aparato ideológico, que esta adentro del aparato del Estado. Y tres: tiene apoyo financiero. Y hay una ventaja extra: el debate entre ellos, que tiene sus riesgos pero que puede formar parte de la campaña política.

Las ventajas del FMLN son: el éxito del proyecto económico y político neoliberal. Ese éxito es una ventaja para el FMLN porque no ha fracasado sino ha sido exitoso, y es como una clase de economía política vivida, experimentada por la población: la dolarización, las privatizaciones, los precios, los salarios. Los resultados de este modelo es lo que la gente vive. Dos, el rompimiento de la comunicación entre el aparato de estado y los seres humanos. La gente ya no le cree al gobierno y eso es grave, gravísimo.

Es como los celulares. El celular conecta pero no comunica. Conecta un aparato con otro aparato. Peo no un ser humano con otro ser humano. Tres: los aliados estratégicos del gobierno tienen crisis. Sobre todo los Estados Unidos por su involucramiento en Irak, Afganistán, Georgia, el Oleoducto Azerbaijano. Incluso el mismísimo Alan Greenspan, quien fue el Jefe de la Reserva Federal expreso recientemente que “el dólar debe ser sustituido por el euro.” Increíble, pero cierto, hasta guarde el recorte de periódico.

3. ¿Qué ocurre en el país y que ocurre en ARENA? En el país el régimen político sufre una crisis política: a) se rompe la armonía en el equipo gobernante…Nunca un país es gobernado por una persona. Es siempre un equipo. En nuestro caso, gente del aparato del gobierno y gente de la clase dominante. Hemos experimentado el cambio de clase dominante. La oligarquía agro-exportadora es suplantada por la oligarquía financiera y esta a su vez se convierte en empleada de la oligarquía transnacional, que domina transnacionalmente, son grandes consorcios financieros internacionales.

Uno podría pensar que la confrontación fundamental actual es entre ARENA y el FMLN. Y no, no lo es. La confrontación fundamental es entre ARENA y clase dominante. Es algo extraordinario. Que haya dos candidatos del partido de gobierno. Nunca ha sido así. Nunca ha habido alternancia. ¿Quien decide? Es el debate. ARENA es el instrumento del capital financiero y no engaña a nadie, habla de manera pelada sobre esto.

¿Esta sola Ana Vilma? No, pero sola de Partido, sí. Y René aparece con partido. ¿René es el candidato de la oligarquía financiera? No. El discurso de Cesar Funes y de Saca sobre cambios en el COENA es interesante. Ellos dicen: cambio no, ajustes si. La oligarquía financiera exige que haya cambios. Pero no hay precandidatos. Al final ¿quien ganó? No ganó el capital financiero y la confrontación por eso crece. ARENA tiene complicaciones…

El FMLN avanzó en su campaña política y ARENA no tiene candidato. ARENA no puede construir fuerza que impida el avance del FMLN. ¿De que depende que esto se modifique? De la forma en que se resuelva este gran debate entre los sectores dominantes.

4. El Frente resolvió inteligentemente el tema de los candidatos. Un candidato es una construcción política. El origen del término viene de toga candida. En la antigua Roma usaban un traje blanco. El candidato es una construcción. Adentro del hombre que es candidato esta el ser humano. En la campaña electoral se trata de evitar que la gente conozca al ser humano. En el caso de Mauricio Funes el es la persona y tiene aún otra ventaja: si va mandar o no. Cuando digo esto estoy diciendo que el va a ser el presidente, el va a mandar ¿quien va a mandar? Aparece ya como el ganador, el presidente es el que manda.

El Partido que alcanza el gobierno debe evitar fusionarse con el gobierno. Cuando el Partido se convierte en gobierno deja de hacer trabajo político y pierde la relación con la gente. La fórmula del frente, resolvieron eso inteligentemente. Fueron construyendo, fuera del marco legal político.

Con respecto a los ataques a Sánchez Ceren, en la medida que más lo ataquen más lo hacen fuerte y potable. El tiene méritos, abundantes. Toda una vida dedicada a la lucha. Las personas deben ser muy claras y muy definidas. Yo valgo por mis enemigos…Solo el que no vale nada no cuenta con enemigos…

Cristóbal Colón y la expansión del mercado

Cristóbal Colón y la expansión del mercado
Lunes, 01 de Octubre de 2007 / 10:26 h
Dagoberto Gutiérrez

La palabra descubrimiento, usada para referirse a la llegada de los barcos españoles a nuestras tierras, encierra una manera europea de ver la realidad y es una especie de coloniaje postcolonial.

Vistas las cosas desde Europa resulta cierto que ellos descubrieron; pero vistas las cosas con nuestros ojos es igualmente cierto que nosotros no estábamos para ser descubiertos, porque los pueblos dueños de estas tierras constituían civilizaciones y culturas con su propia energía y expresiones que funcionaban, de manera diferente a las europeas de ese momento.

España recién había derrotado a los árabes que durante ochocientos años habían poseído buena parte del sur de la Península Ibérica, los reyes católicos Alfonso de Aragón e Isabel de Castilla además de expulsar a los árabes también lanzaron de la península a la población judía llamada Sefardita y se encontraron, de repente, con la realidad de ser una potencia a las puertas de un momento de expansión y de búsqueda de nuevos mercados.

Las élites intelectuales conocían que el planeta era redondo y España junto con Portugal tenía flotas navales muy importantes; pero la Corona no contaba con los fondos necesarios para financiar empresas grandes y mercantiles.

Así las cosas, la búsqueda de nuevos mercados suponía rutas nuevas que llevaran la mercancía hacia el oriente del planeta.

Se buscaba La India porque allí estaba la canela, la seda, la mostaza, la nuez moscada y las maravillas del mundo.

El genovés Cristóbal Colón era una mezcla de aventurero, comerciante e intelectual y era, en suma, el adecuado para la aventura de llegar al este desde el oeste. El viaje fue una empresa privada y cada barco de madera llevaba al mundo a una España feudal, con naturaleza devastada, de mentalidad católica y dueña de una Inquisición sangrienta.

Al tocar tierra en las Bahamas la empresa muestra su verdadera naturaleza de invasión porque se trató siempre de un imperio que se apropia de las tierras que encontró y las convierte en propiedad de su rey, esto que era un pillaje total se vuelve un acto jurídico por voluntad de la corona española y puestas las cosas así esta invasión se convierte, al mismo tiempo, en un choque sangriento de culturas diferentes.

El derecho, la lengua y la religión junto con la espada, el cañón y el miedo fueron las armas que usó España para establecer su dominio, y por cierto es lo que usan todos los imperios para consolidarse.

San Salvador le llamó Colón al primer punto que tocó en estas tierras y esto tiene que ver con la batalla de Belgrado (Capital de Serbia), lugar en donde en 1447 fue derrotado el ejército turco que avanzaba hacia Europa, Calixto III que era Papa en Roma dijo que en Belgrado se había salvado el mundo y tres años después de esta batalla dispuso que se construyeran iglesias en honor al Divino Salvador del Mundo.

Aparecieron templos dedicados al salvador y aún hoy se pueden encontrar y por eso, cincuenta años después Colón llamó San Salvador a las primeras tierras que invadía y en 1524 Jorge Alvarado, hermano de Pedro Alvarado, Adelantado de Guatemala, llamó San Salvador a una ciudad que fundó la columna invasora que el comandaba y, más adelante, en 1915 mediante un decreto de cinco artículos, se establece que el nombre de nuestro país era El Salvador y no San Salvador como era conocida.

De modo que la salvadoreñidad tiene que ser buscada en las callejuelas de una ciudad llamada Belgrado en el corazón de los Balcanes y no en las florestas de Cuscatlán.

España recién salía de la guerra contra los moros, con armas poderosas y tácticas militares modernas y su dominio fue logrado a través de victorias militares, verdaderamente espectaculares, juego político habilidoso y aniquilamiento del enemigo y de la población.

La victoria de Hernán Cortés contra los aztecas es una hazaña que impresionará siempre porque mezcla la religión, la política del imperio Azteca, la ausencia de una nación y la intrépida locura de un pequeño grupo de invasores dispuestos a todo.

Años después, Pizarro haría algo parecido destruyendo el poderoso imperio Inca y en lo que sería la Capitanía General de Guatemala, Pedro de Alvarado sometería a los pueblos mayas, quichés, tzutuiles, cachiqueles y otros.

Europa, al saquear el continente estableció las bases para el desarrollo del Capitalismo que después llegaría a ser planetario, esto que es la acumulación originaria pone a los Europeos en la condición de nuestros deudores y al continente americano en la calidad de acreedores, por supuesto que este saqueo no se basó solamente en minerales y piedras preciosas porque abarcó la cultura, los recursos naturales, semillas, plantas y todo lo imaginablemente de valor que existía.

Es sorprendente, sin embargo, que después de más de quinientos años Europa siga gravitando poderosamente en la mente del ser humano contemporáneo y que en sociedades como la nuestra se rinda homenaje al que te destruyó la vida y la posibilidad de un desarrollo independiente, es alucinante la figura del día de la raza, y que se hable de encuentro de culturas, ignorando invasiones sangrientas y genocidios; sigue siendo provocador que se hable de herencias culturales cuando se prohibió el idioma propio a estos pueblos para imponer el castellano, por eso, en nombre de la construcción de una identidad propia resulta impostergable mirar las cosas de hoy y de ayer con los propios ojos y no con los ojos extranjeros.

La proletarización orgánica e ideológica del Partido

LA PROLETARIZACION ORGANICA E IDEOLOGICA DEL PARTIDO

Publicaciones de la Comisión Nacional de Educación

Por SANCHEZ

PENETRAR EN EL PROLETARIADO

Por discusiones habidas en diversas asambleas del P. y a través del estudio que en las células se hizo del Proyecto de Estatutos previo al V Congreso, se ha hecho evidente que entre los puntos ideológicamente no bien comprendidos por todos los militantes está el del contenido de clase de nuestro P. Hay compañeros que evidentemente tienen confusiones en este punto básico. Se oyen de vez en cuando opiniones que de alguna manera intentan establecer diferencias artificiales entre obreros e intelectuales en el interior del P. Hay quienes, por el contrario, no le dan suficiente importancia al factor de contenido proletario teórico y práctico de nuestro P. Ambas posiciones perjudican: la primera cae en el sectarismo, creando y agudizando luchas internas artificiales; la otra, conduce a no realizar los esfuerzos necesarios para llevar a cabo la proletarización –ideológica práctica- de nuestro P., con toda la secuela de consecuencias de tal situación. La inclinación hacia la primera desviación ha sido fuerte en determinadas situaciones de la vida del P. Por suerte ya bastante lejanas; pero es evidente que aún quedan remanentes adormecidos, quede vez en cuando se manifiestan con alguna virulencia. La inclinación hacia la segunda manifestación tiene entre otras manifestaciones, la muy dañina de hacernos perder de vista la necesidad de realizar una labor de concentración constante y campaña para elevar la composición proletaria del P. y para penetrar decisivamente en las concentraciones básicas de la clase obrera en el país.

Nos esforzaremos por enfocar distintos aspectos de esta cuestión.

I- EL P. C., PARTIDO MARXISTA LENINISTA

¿Por qué se dice que el Partido Comunista es el Partido de la clase obrera? El marxismo descubrió la verdad de que no puede haber un partido político sin contenido de clase. Todo partido encarna los intereses de su clase. Las clases sociales expresan sus intereses de clase en el terreno político a través de sus propios partidos políticos. La burguesía tuvo sus propios partidos políticos, antes de que la clase obrera adquiriera conciencia política independiente.

Durante muchos años, la clase obrera fue dirigida en lo político por la burguesía. En las grandes batallas revolucionarias contra el feudalismo y durante la consolidación del régimen capitalista, la clase obrera, aunque en lo económico luchó desde su surgimiento por sus intereses, en lo político iba tras la burguesía, sin tener aún una clara conciencia política clasista.

Al desarrollarse y concentrarse, la clase obrera adquirió conciencia de clase no solo en lo económico sino también en lo político. El marxismo, teoría científica del proletariado, le dio a este el arma teórica completa en su lucha de clases. La clase obrera pudo crear entonces su propio partido político independiente. Este encarna los intereses inmediatos y mediatos de la clase obrera que es la sepulturera de la burguesía.

Gran merito de Marx y Engels es haber descubierto, dentro de las distintas clases de la sociedad capitalista, aquella clase que es el motor decisivo de los grandes cambios revolucionarios: la liquidación del capitalismo, la edificación de la sociedad sin clases, hasta a desaparición definitiva de las mismas y del Estado; hasta la sociedad comunista en su etapa más elevada. Haber descubierto que es la clase obrera la que juega ese papel, y no otra clase de la sociedad capitalista, es un gran mérito histórico de los fundadores del marxismo. Y tal descubrimiento pudieron realizarlo, a través del más riguroso análisis científico sobre el carácter de las clases, de su posición en la sociedad y las perspectivas históricas de su desarrollo.

De acuerdo al “manifiesto Comunista”:

“…de todas las clases que hoy se enfrentan a la burguesía solo el proletariado es una clase verdaderamente revolucionaria. Las demás clases van degenerando y desaparecen con le desarrollo de la gran industria. El proletariado, en cambio, es su producto más peculiar.”

Y precisamente, por ser la clase obrera la más avanzada de la sociedad, la que tiene las metas más lejanas de todas las otras clases., abarca, al mismo tiempo que los propios, los intereses de las otras clases progresistas que forman en conjunto las inmensas mayorías: EL PUEBLO.

II- LA ELABORACION DE LA TEORIA CIENTIFICA DEL PROLETARIADO.

En este proceso de formación de la conciencia revolucionaria de la clase obrera, la teoría científica del proletariado no brota espontáneamente, como sería lógico suponer, de las entrañas del movimiento de lucha económica de obreros contra los patronos. Es decir, de una de las expresiones de la lucha de clases: que es la expresión económica. Sino que tiene su elaboración en la sintetización científica de todo lo más excelso que el pensamiento y la experiencia humana habían logrado crear hasta la fecha. Tuvo su origen en el trabajo creador de la intelectualidad revolucionaria, de científicos revolucionarios tales como Marx y Engels, que apoyados en el conocimiento de las leyes de la naturaleza y la sociedad, y de una profunda labor de investigación y síntesis lograron elaborar armoniosamente la ciencia del marxismo, teoría científica del proletariado.

Para los obreros, por si mismos, era materialmente imposible realizar esa titánica labor científica, dado el hecho de que as condiciones creadas por la burguesía no permiten al proletariado alcanzar alta instrucción intelectual: esa era labor de científicos, cumplida con honor por los grandes genios creadores y desarrolladores de la ciencia revolucionaria del proletariado: Marx y Engels, y posteriormente por Lenin y otros dirigentes del proletariado.

Es interesante y útil comprender que la lucha por las reivindicaciones económicas por si misma no conduce a crear la conciencia revolucionaria de la clase obrera, sino que solo conduce a la idea sindical reformista (trade-unionista) y a la política de reformas –como meta-, dentro de los marcos de la sociedad existente (política tradeunionista). Para nosotros es muy comprensible este hecho, pues solo tenemos que observar el tipo de “lucha económica” que sigue el movimiento sindical gubernativo en nuestro país, y el tipo de “política obrera” que preconizan los líderes sindicales oportunistas.

Con claridad asombrosa consigna este hecho Lenin en su libro “Qué hacer?”cuando dice:

“Hemos dicho que los obreros no podían tener conciencia social-demócrata. Esta solo podía ser introducida desde afuera. La historia de todos los países atestigua que la clase obrera, exclusivamente con sus propias fuerzas, solo esta en condiciones de elaborar una conciencia tradeunionista, es decir, la conciencia de que es necesario agruparse en sindicatos, luchar contra los patronos, reclamar del gobierno la promulgación de tales o cuales leyes necesarias para los obreros, etc. En cambio, la doctrina del socialismo ha surgido de categorías filosóficas, históricas y económicas que han sido elaboradas por representantes instruidos de las clases poseedoras, por los intelectuales. Por su condición social, también los fundadores del socialismo científico contemporáneo, Marx y Engels, pertenecían a la intelectualidad burguesa…” (p. 206 de I Tomo de “Obras Escogidas.”

Lenin, en la obra mencionada, cita juicios de Kautsky, que profundiza en esta misma idea:

“El socialismo como doctrina, tiene sus raíces en las relaciones económicas y sociales, exactamente igual que la lucha de clases del proletariado y, lo mismo que esta, se deriva aquella de la lucha contra la miseria y la pobreza de las masas, miseria y pobreza que el capitalismo engendra; pero el socialismo y la lucha de clase surgen paralelamente y no se derivan el uno de la otra; surgen de premisas diferentes. La conciencia socialista moderna puede surgir únicamente sobre la base de un profundo conocimiento científico. En efecto la ciencia económica contemporánea constituye una premisa de la producción socialista, lo mismo que, pongamos por caso, la técnica moderna, y el proletariado, por mucho que lo desee, no puede crear ni la una ni la otra, ambas surgen del proceso social contemporáneo. Pero no es el proletariado el portador de la ciencia, es la intelectualidad burguesa (subrayado por C.K.); es el cerebro de algunos miembros aislados de esta capa de donde ha surgido el socialismo moderno, y han sido ellos los que lo han trasmitido a los proletarios destacados por su desarrollo intelectual, los cuales lo introducen luego en la lucha de clase del proletariado, allí donde las condiciones lo permiten. De modo que la ciencia socialista es algo introducido en la lucha de clase del proletariado y no algo que ha surgido espontáneamente de ella.”

III- El P. C. es la unión del movimiento obrero con la teoría científica del proletariado.

El movimiento obrero y la teoría revolucionaria del proletariado vinieron a tener su punto de unión en el Partido Revolucionario de la clase obrera. Este encarna en sí mismo ambas partes esenciales: LA TEORIA REVOLUCIONARIA (la ciencia revolucionaria del Proletariado) y el MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DE LAS MASAS OBRERAS.

El P. C. tiene así dos bases esenciales e inseparables que conforman su propio ser: LA BASE IDEOLOGICA, que esta formada por la ideología científica del proletariado –el marxismo leninismo- y su BASE DE CLASE: LA CLASE OBRERA.

Sin fundirse la teoría del marxismo con su clase, con el proletariado, es letra muerta; despojada de la fuerza histórica que la concretara en práctica transformadora de la sociedad. Asimismo, una clase obrera sin su ciencia, si su luz que es el marxismo, será un clase sin conciencia de clase, sin su instrumento científico transformador. Dentro del P., ambos elementos esenciales quedaron conjugados: la teoría se fundió con su clase, y esta quedo en capacidad de emprender las grandes tareas revolucionarias que le son propias.

Es claro, que no toda clase en su conjunto esta en capacidad de elevarse a la conciencia revolucionaria y, por ello, no toda la clase entra a su partido, el representante de sus intereses vitales; sino que es la parte más consciente de esta clase, su parte más avanzada y activa, su vanguardia, la que entra a organizarse dentro del P., de la clase obrera que, armado con una teoría científica revolucionaria y compuesto por revolucionarios proletarios, es capaz de dirigir a su clase y a su pueblo hasta las metas revolucionarias

Es claro, también, que no solo elementos proletarios entran a formar parte del partido de la clase obrera, sino también elementos de otras clases –del campesinado, de los distintos sectores de la pequeña burguesía, elementos de la intelectualidad burguesa y pequeño-burguesa-que por su elevada conciencia revolucionaria están dispuestos a transformarse en REVOLUCIONARIOS PROLETARIOS y, en consecuencia, acepten la ideología marxista-leninista , el Programa, los estatutos, la disciplina proletaria, y el trabajo revolucionario activo dentro de una de las organizaciones de base del partido revolucionario del proletariado. Es decir, que al ingresar al Partido de la clase obrera, los elementos revolucionarios procedentes de otras clases, lo hacen conscientes de que entran a un partido proletario y no a un partido de la pequeña burguesía o de otras clases, y que han de conformar su actividad revolucionaria y SU VIDA, a las normas ideológicas, organizativas y prácticas del organismo revolucionario de la clase obrera. Que, en consecuencia, han de hacer los esfuerzos por despojarse de los rasgos negativos característicos de las clases de donde proceden, y por encarnar en sí las cualidades positivas que son propias del revolucionario proletario.

Desde el punto de vista orgánico, dentro del Partido del proletariado no hay diferencia entre obreros y no obreros. Independientemente de su extracción social, dentro del partido del Proletariado solo hay una calidad: la calidad de MIEMBRO DEL PARTIDO, que involucra, igualdad de condiciones. Para todos es igual la disciplina, lo derechos, los deberes, etc. Dentro del Partido todos son comunistas, y esa es la única calidad que vale. Cualquier diferencia basada en la extracción social constituye un grave error, perjudicial para la vida del Partido. No se puede tolerar que dentro del P. se desarrollen desviaciones anti-intelectuales, ni que se divida al mismo en dos categorías: categoría de miembro de extracción obrera y categoría de miembro de extracción no obrera. La calidad revolucionaria del miembro del P. no se fundamenta en su extracción social, sino en su conducta comunista dentro del Partido. En este, todos son revolucionarios proletarios marxistas-leninistas y eso borra cualquier otra diferencia existente antes de entrar al P.

Ello es básico para nuestro P. y, en esta ocasión, deseamos subrayarlo de manera especial. Eso es en cuento a la membresía dentro del P.

Resumiendo: el partido de la clase obrera no cierra las puertas a los hombres de vanguardia revolucionaria de otras clases, que acepten la base ideológica del proletariado, su organización y disciplina, y que estén dispuestos a proletarizarse.

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Conviene tomar en cuenta también otro aspecto no menos importante de esta cuestión: el proceso educativo revolucionario no cuenta solo para los miembros de extracción no proletaria, sino que es parte fundamental del proceso de formación revolucionaria de todo miembro, independientemente de su procedencia de clase.

Los elementos de la C. O. que entraron a su partido, no proceden de un invernadero, donde hayan crecido limpios de toda costumbre y prejuicio propio de las clases explotadoras; ni viven aislados del resto de la sociedad –en condiciones revolucionarias generales ideales- sino que viven en una sociedad burguesa y siguen rodeados diariamente del mundo burgués, de sus costumbres e ideas.

Es preciso que ellos luchen diariamente y minuto a minuto a través de la teoría y la práctica revolucionaria, contra tales prejuicios que impregnan el ambiente en que se mueven, y que saturan las ideas y costumbres de la sociedad capitalista. Si no se lucha con empeño constante, a través de un proceso consciente de superación contra la ideología y los prejuicios burgueses y pequeño-burgueses, éstos NO DEJARAN QUE EL MIEMBRO DEL PARTIDO SE CONVIERTA EN UN REVOLUCIONARIO DEL PROLETARIADO, y, por el contrario, podrán hacer retrocederlo a posiciones no avanzadas, independientemente de la procedencia social del revolucionario.

La lucha de la ideología avanzada contra la reaccionaria, de la ideología de la clase obrera contra la burguesa y pequeño-burguesa, en una lucha que se realiza no solo en el plano social y en la colectividad, sino también en LOS MARCO DE CADA INDIVIDUO, en cada instante, y no solo en lo abstracto y general, sino en cada acto público y privado, en la colectividad, en el trabajo y en el seno de la familia de cada miembro del Partido.

Si el revolucionario descuida este aspecto vital, es indudable que a ideología y la práctica ajena al proletariado irán predominando sobre su conciencia revolucionaria. El dilema del cual no se exceptúan los miembros del Partido de extracción proletaria, ni los miembros de extracción no proletaria en el partido, es el siguiente: o ideología y práctica revolucionaria en ascenso constante o ideología y práctica reaccionaria en ofensiva.

IV- ALTA COMPOSICION OBRERA DEL PARTIDO

Problema de especial importancia es la cuestión relativa al peso específico del obrero dentro del partido de su clase. Este no es un problema secundario, es el aspecto fundamental en la vida y desarrollo del mismo: este es el Partido de la clase obrera y tiene importancia el hecho de que tenga miembros de extracción obrera o no los tenga, de que sea alta su composición obrera o insignificante. Porque, mientras más alta sea su membresía de extracción obrera, más capacitado está el Partido del proletariado para cumplir su papel dentro de la historia TODA VEZ QUE AL MISMO TIEMPO TENGA UNA POLITICA CORRECTA BASADA EN EL MARXISMO LENINISMO APLICADO A LAS CONDICIONES ESPECIFICAS DEL PAIS y que, al mismo tiempo, APLIQUE METODOS CORRECTOS DE DIRECCION Y DE TRABAJO, DESPOJADOS DE SECTARISMO Y OPORTUNISMO.

Algunas veces se opina que no importa tanto que sea alta o baja la composición orgánica obrera del P., y que el problema fundamental es la ideología del Partido. Esta formulación, expuesta en forma tan simplista, difícilmente puede ser correcta. No se pude desligar mecánicamente la ideología marxista (las ideas científicas del proletariado) de su base social (la clase obrera), porque hay una interrelación dialéctica entre lo uno y lo otro. Precisamente, el Partido es la fusión de ambos elementos. El Partido puede nacer en el seno de grupos de intelectuales progresistas o de pequeños propietario de talleres y en los países poco desarrollados económicamente esto es lo corriente; pero, si no se proyecta hacia la clase obrera, si no se funde con ella, si no la convierte en su BASE SOCIAL principal, no llega a ser un verdadero partido comunista. Si se estatifica en las capas de la intelectualidad o de los pequeños propietarios, sin buscar a la clase obrera, posiblemente se llegue a convertir con el tiempo en un partido oportunista, apéndice de la burguesía, o en un partido aventurero, sectario, que refleje las desesperaciones propias de la pequeña burguesía o de los pequeños propietarios en trance de arruinarse. Es decir, que aunque en un período determinado la ciencia del marxismo leninismo le ilumine, pero no se asienta en la base natural del mismo, caerá con el tiempo bajo las influencias de la ideología de clases contrarias al proletariado. (Y esto, poniéndonos en el supuesto, de que pueda haber verdaderos marxistas que no busquen fundirse con la clase obrera. En esto lo más corriente es, que aun reconociendo esta verdad, no se ponga el empeño o no se tenga capacidad para encontrar los métodos correctos de penetrar en el seno de la clase obrera).

No es cuestión, pues, solo de ideología sino TAMBIEN de composición orgánica social.

¿Por qué tiene importancia la alta proporción obrera del Partido del proletariado?

Por las cualidades intrínsecas de la clase obrera ( firmeza, disciplina, constancia, espíritu de organización, de planificación, de control, etc.) , determinadas por sus CONDICIONES DE VIDA MATERIALES que modela en ella su actitud ante los éxitos, los fracasos, las dificultades, las incomodidades, su perseverancia en el esfuerzo, su espíritu de organización, etc.

Bien sabido es que las condiciones materiales de existencia determinan la conciencia social. Y es la clase obrera como clase, la que por las mismas condiciones en que trabaja y vive, posee las cualidades que la convierten en la enterradora de la burguesía y de toda explotación de clase, y en loa dirigente de la construcción de la futura sociedad sin clases y sin explotadores. Ninguna otra clase posee las cualidades de ella, que la convierten en la dirigente de la historia hacia el socialismo y el comunismo.

Lenin, al recalcar las cualidades de la clase obrera, explica las diferencias que existen, en este sentido, entre la clase obrera y la intelectualidad burguesa (no se refiere aquí a los intelectuales de avanzada que han ingresado al partido del proletariado y que, por consiguiente, están en un proceso de proletarización revolucionaria, sino a la intelectualidad burguesa). En “¿Qué hacer?” dice lo siguiente:

“Nadie se atreverá a negar que la intelectualidad, como una capa especial dentro de las sociedades capitalistas contemporáneas, se caracteriza, en conjunto, precisamente por su individualismo y su inadaptabilidad a la disciplina y ala organización…; en esto consiste por cierto, la diferencia que separa del proletariado, con desventaja a ese sector social; en esto reside una de las razones que explican la flojedad y vacilación de los intelectuales, que tantas veces ha sentido el proletariado.- Y es cualidad de los intelectuales esta inseparablemente ligada a sus condiciones habituales de vida, a sus condiciones de salario, que en muchísimos puntos se acercan a las condiciones de existencia pequeño-burguesa (trabajo individual o en colectividades pequeñas, etc.)…”

Refiriéndose no a la intelectualidad sino a la pequeña burguesía en general en su actitud política, dice LENIN en su obra “las tareas de los socialistas rusos”:

“La pequeña burguesía tiene por su propia naturaleza una actitud doble: por un lado se siente atraída hacia el proletariado y hacia el democratismo, y por otro, se siente atraída hacia las clases reaccionarias, trata de detener la historia, es capaz de dejarse arrastrar por los experimentos y por los coqueteos del absolutismo… es capaz de concertar una alianza con las clases dominantes contra el proletariado, en aras del fortalecimiento de su posición de pequeños propietarios. La gente instruida, “la intelectualidad” en general, no pude menos de rebelarse contra el salvaje yugo policíaco del absolutismo, que persigue al pensamiento y el saber, pero los intereses materiales de esta intelectualidad la ligan al absolutismo, a la burguesía, la obligan a ser inconsecuente, a transigir, a vender su ardor oposicionista y revolucionario por los sueldos estatales o por la participación en ganancias y dividendos”. (Obras Escogidas, Tomo I, pág. 164-165).

Es fácil explicarse, entonces, porqué algunas personas procedentes de esta capa social, y que no tuvo el Partido la capacidad de asimilarlas al espíritu revolucionario proletario, hayan defeccionado en distintas épocas, lo que es utilizado a veces por algunos compañeros para sacar conclusiones incorrectas y cimentar prejuicios anti-intelectuales. Eso es muy equivocado y nocivo, porque la conducta de tales individuos no puede equipararse a la trayectoria general de todos los luchadores que de las mismas capas sociales han ingresado al Partido. Ni tampoco las defecciones en el partido se han limitado a personas que habían procedido de sectores no obreros. Frente a las defecciones y traiciones vergonzosas de tales elementos, se levanta la militancia de muchos luchadores de extracción no proletaria, que en nuestro Partid han logrado encarnar ejemplos de sacrificio y trabajo revolucionario.

Fácilmente se comprende entonces, que un Partido que tenga alta proporción de miembros de extracción obrera (con el dominio de la ciencia del marxismo) esta en mejor capacidad de modelar a todo su conjunto en las altas cualidades proletarias; facilitando una amplia asimilación de los revolucionarios de vanguardia de otras clases, mayormente si estos no dominan la ciencia del marxismo-leninismo, dificulta la proletarización revolucionaria de todo el Partido, lo que puede dar por resultado el predominio de la influencia pequeño-burguesa o burguesa dentro de él y, en último término, si la situación no cambia, puede conducir a la degeneración ideológica y práctica del Partido revolucionario de la clase obrera o a las vacilaciones y fracasos continuos que conduzcan a su debilitamiento extremo.

Se puede decir, entonces, que en términos generales, mientras más alta sea la membresía de extracción obrera de un Partido comunista (con un buen nivel de conciencia marxista-leninista), mayor capacidad tendrá asimismo, de PROLETARIZAR a toda su membresía, de elevar las cualidades proletarias de todo el P., de educar más rápidamente en el espíritu proletario a los miembros que han sido extraídos de otras clases y a los extraídos de la propia clase obrera.

V- ES CIERTO QUE ES POCO NUMEROSA LA CLASE OBRERA EN EL PAIS?

Todo esto no hay que desligarlo naturalmente, de las condiciones concretas del desarrollo económico nacional. A veces se dice: el Partido refleja la composición existente en el país. Y se agrega, que en El Salvador la industria es muy poco desarrollada. De lo que se concluye, que no podemos mecánicamente tratar de que haya una alta composición obrera en el partido. Esto se ha dicho y se ha repetido como un estribillo. Sin embargo, esto es una pobre justificación de nuestro mal trabajo de concentración entre la clase obrera.

Es cierto que un país subdesarrollado, semi-colonial y agrícola, con fuertes remanentes feudales no cuenta con un proletariado tan desarrollado en número y tradición, tan amplio y consolidado, como el de los países industrializados. Pero de allí no debe sacarse deducciones absolutas que conduzcan a aminorar nuestros esfuerzos en la dirección correcta hacia la clase obrera. Por otra parte, hay que tomar en cuenta que el natural desarrollo del capital en un país subdesarrollado y la misma penetración ilimitada del imperialismo va proletarizando aceleradamente alas masas.

En nuestro país, no puede decirse que la clase obrera sea pequeña. Es cierto que la producción industrial sigue siendo bastante débil, y que la producción agrícola casi duplica (19% y 37% respectivamente del Producto Nacional Bruto de 1962; en 1963, según datos aún no confirmados, la producción agrícola representó solo el 31%). La misma producción agrícola va tomando rápidamente modalidad distinta a la de hace varios años, con la penetración acelerada de las relaciones capitalistas en el campo. La producción de algodón, del azúcar, del café crece (y de manera especialmente acelerada la del algodón) no sobre bases predominantemente feudales sino sobre bases predominantemente capitalistas, con el empleo cada vez mayor de cantidades de asalariados le va dando nueva configuración al agro salvadoreño.

De un total de 321,000 personas económicamente activas (1961) en los centros urbanos, son asalariados 234,000 y hay 305,000 asalariados en el campo de un total de 485,000 personas económicamente activas. El total de asalariados eran en 1961 de 540,000 que representaban el 66.9% del total de la población económicamente activa del país (que era de 809.590).

No se puede ya más seguir diciendo que en el país la clase obrera (urbana y rural) sea minoritaria; sino, todo lo contrario, representa ahora, la mayoría de la población. Y crece aún más de día en día. Solo en el último año casi diez mil nuevos obreros han entrado a trabajar en nuevas fábricas y este año miles de obreros ingresaran indudablemente en la industria, tanto en concepto de nuevas fábricas como en la ampliación de las antiguas; fenómeno corriente en los periodos de reanimación de la economía que sigue a las crisis.

La gran población obrera del país trabaja en fábricas, en talleres, en empresas industriales, etc., trabaja en grandes concentraciones algodoneras, azucareras, cafetaleras, henequeneras, en la pesca del camarón, etc.

En 1961 el siguiente era el cuadro de la población económicamente activa del país, por el cual se puede apreciar la gran mayoría de asalariados sobre el resto de la población económicamente activa. Hoy en 1964 ha aumentado aún más la proporción de asalariados.

TOTAL PATRONOS ASALARIADOS CUENTA PROPIA FAMILIARES OTROS

806.590 15.100 540.080 175.080 64.090 12.240

100% 1.8% 66.9% 21.7% 7.9% 1.5%

Siendo esto así, como se puede seguir sosteniendo que no concentremos nuestro esfuerzo organizativo entre el proletariado porque nuestro país es poco desarrollado industrialmente y la clase obrera poco numerosa?

El V Congreso de nuestro Partido tuvo tan gran trascendencia porque mostró a todo el Partido esta realidad importante de nuestro país, que es su característica actual. Y porque mostró, que la dirección de la economía tiende al crecimiento rápido de la proletarización de las grandes masas del país. Y puso ante el Partido, como tarea primordial la de penetrar con decisión en la clase obrera.

“Hacer de nuestro P. realmente el partido del proletariado y ante todo del proletariado de la gran producción, dándole amplitud numérica, dotándole de una base de elevada composición proletaria y formada predominantemente por células de empresa. Construirlo nacionalmente, como lo exige la tarea de vincularlo a las grandes masas trabajadoras de la ciudad y el campo, que en nuestro país se encuentran distribuidas en casi todo el territorio.”

VI- HACIA DONDE DIRIGIR NUESTRO TRABAJO ORGANIZATIVO

La proletarización ideológica y práctica de nuestro Partido representa la clave de su poderío y fuerza, porque de eso depende que el Partido se encuentre enclavado en los sectores fundamentales de la economía del país. El Salvador ha estado cambiando en cuanto al crecimiento acelerado de su población asalariada, mientras que nuestro Partido no ha seguido los cambios del desarrollo proletario. Es débil en las fábricas y en las regiones donde hay concentraciones industriales y rurales.

Se ha llegado el momento de comprender que hay que cambiar esta situación radicalmente, con una política de organización enérgica y decidida, encaminada a hacer crecer al Partido allí donde están desarrollándose grandes concentraciones obreras industriales y agrícolas.

SAN SALVADOR: se ha llenado de fábricas, y se sigue llenando aceleradamente no sólo en su casco, sino también en su periferia (Villa Delgado, Mejicanos, Ilopango, Soyapango, Apopa, y sobre todo los primeros kilómetros de la carretera internacional y troncal del norte, esta última en menor escala).

SANTA TECLA: de ciudad apacible y quieta se ha convertido en población con muchas fábricas, beneficios, etc.

ACAJUTLA: es ahora, después de San Salvador, el centro industrial mayor del país, con un moderno puerto internacional que será ampliado, refinería de petróleo (capital imperialista), fabricas de abono, de estructuras metálicas (capital imperialista) fabrica de cemento CESSA (de la oligarquía), grandes construcciones, varias fábricas más en proyecto de construcción, nudo de transportes terrestres y ferroviarios, etc.

SAN MIGUEL: Se ha convertido en centro textil, de aceites, de la industria henequenera y algodonera.

USULUTAN: con sus grandes concentraciones de trabajadores del algodón, beneficios desmotadores, fabricas de aceite, de fertilizantes, industria camaronera salinera, etc.

LA UNION: nudo ferroviario, centro de pesca para la exportación, deposito de combustible de las compañías imperialistas para El Salvador y Honduras, centro algodonero.

METAPAN: Donde se construyo una gran fábrica de cemento.

SANTA ANA: con sus beneficios de café y sus fábricas en aumento.

Además de otras concentraciones de obreros agrícolas en distintas partes del país.

He allí nuestro tesoro revolucionario. No necesitamos en nuestro país lámparas para buscarlo, está a la vista. Allí está el porvenir del movimiento revolucionario.

VII- COMO TRANSFORMAR, ENTONCES, A NUESTRO PARTIDO

Teóricamente, la respuesta no es difícil: acercarnos a las masas obreras de la ciudad y del campo, elevar su conciencia y organizarla en las formas necesarias. Mas difícil en realidad, es convertir en hechos las palabras, porque eso solo puede hacerse si hay verdadera conciencia de ello, que nos permita concentrar el trabajo diario con planes y objetivos en esta tarea. Y no es tarea de un solo organismo. Es tarea de todo el Partido, permanente, constante. A propósito llevamos años repitiendo la misma consigna, sin que hayamos avanzado de hecho en su realización práctica. Será porque no hemos tenido la completa conciencia de su importancia? Es probable que de tanto repetirlo, sin penetrar en su fondo, se haya estereotipado esta vital consigna, de la que depende el desarrollo real y permanente del Partido. Pero hoy más que nunca, ir a las fábricas y grandes concentraciones obreras, es la vida del P. No hacerlo es vegetar, es irse separando del movimiento, del desarrollo, del futuro. La historia no nos perdonara si no cobramos plena conciencia de la necesidad de fundirnos con la clase obrera de la ciudad y del campo.

Debemos comenzar por trazarnos objetivos limitados: 2 o 3 principales planos de zonas proletarias y concentrar nuestro trabajo en ello, usando todos los medios a nuestro alcance. Cada célula debe trazarse el objetivo de penetrar en una fábrica o empresa, sin desesperación pero con firme determinación.

Algunos tenemos familiares o amigos cercanos que trabajan en fábricas, y que son personas progresistas, aunque posiblemente indiferentes a la defensa de los intereses colectivos, por falta de conocimientos y conciencia clasista. Cada militante revolucionario debe pertenecer al sindicato de su fábrica o propiciar su creación donde no lo haya. Nuestro métodos de trabajo deben de cambiar, debemos botar el sectarismo, ser amplios en nuestro trabajo de acercamiento a las masas, orientar a los compañeros en sus dificultades con los patronos; no querer resolverlo todo con fraseología revolucionaria; y aunque al principio no les hablemos de revolución a nuestros compañeros de trabajo, ganémonos su confianza siendo solícitos con sus problemas inmediatos, y no nos desesperemos cuando de pronto no veamos resultados espectaculares.

Ya no debemos hacer el reclutamiento a ciegas. Conozcamos cuales son los obreros más conscientes y hagamos crecer al Partido con ellos. Este es el eslabón clave del crecimiento del Partido.

El desarrollo de nuestro Partido está ligado al reclutamiento de nuevos miembros entre la clase obrera.

No será cerrando las puertas a los patriotas provenientes de otras clases como se va a proletarizar al P. Hay un solo camino correcto marxista-leninista el cual es el de la planificación y concentración del trabajo en un objetivo. Y a partir de eso, no descuidar el ingreso de los elementos de vanguardia revolucionaria de otras clases. El medio para llevar a cabo el crecimiento es el trabajo de reclutamiento, el cual tiene carácter diario y sistemático y que, cuando las condiciones existen para ello, puede ser reforzado por campañas periódicas.

EN CONCLUSION: el futuro del Partido esta en la clase obrera, así como el futuro del país y de su historia. Los mayores esfuerzos de todos sus miembros tienen que estar dedicados a hacerlo penetrar y crecer en las empresas industriales y concentraciones obreras rurales. Al mismo tiempo, el P. debe tener sus puertas abiertas a toda persona honrada y consciente proveniente de otras clases, que está decidida a proletarizarse, a luchar por la liberación nacional y el socialismo. Es preciso combatir con decisión toa posición sectaria que con ropaje de radicalismo “proletario” adopte la desviación antiintelectualista dentro del Partido; así como las posiciones de desprecio e indiferencia al desarrollo del Partido dentro de la Clase Obrera.

Dirigir el reclutamiento hacia la masa proletaria industrial y agrícola, ese es el camino de desarrollo del P. C. S.

El V Congreso de nuestro Partido lo ha subrayado. He allí la tarea primordial que nos plantea la historia.

Cumplámosla con honor.-

CEM publica documento organizativo del PCS de 1964

CEM PUBLICA DOCUMENTO ORGANIZATIVO DEL PCS DE 1964

Explicó que “este documento que circuló clandestinamente entre la militancia del PCS en 1964, refleja la polémica que ya se desarrollaba al interior de esta organización entre un sector “obrerista” que desconfiaba de la intelectualidad revolucionaria, y otro sector que no establecía diferencias entre obreros e intelectuales al interior del partido.”

“Su autor es Schafik Handal, que bajo el seudónimo de Sánchez había pasado a conducir la Comisión Nacional de Educación del PCS, luego de estar al frente del FUAR desde su fundación. Estamos hablando de los meses posteriores al V Congreso del PCS, celebrado en marzo de 1964, donde fue electo Saúl, Salvador Cayetano Carpio, al cargo de secretario general.”

El documento señala que “hay compañeros que evidentemente tienen confusiones en este punto básico. Se oyen de vez en cuando opiniones que de alguna manera intentan establecer diferencias artificiales entre obreros e intelectuales en el interior del P. Hay quienes, por el contrario, no le dan suficiente importancia al factor de contenido proletario teórico y práctico de nuestro P. Ambas posiciones perjudican: la primera cae en el sectarismo, creando y agudizando luchas internas artificiales; la otra, conduce a no realizar los esfuerzos necesarios para llevar a cabo la proletarización –ideológica práctica- de nuestro P., con toda la secuela de consecuencias de tal situación.”

Finalmente, el Lic. Pineda subrayó que “este importante documento nos enseña sobre las preocupaciones de los revolucionarios de la década de los sesenta del siglo pasado, orientadas a construir un partido fuerte, enraizado en la clase obrera, poseedor de una teoría revolucionaria y comprometido a luchar por la democracia y en el socialismo en El Salvador.”

Patria chiquita nuestra

Patria chiquita nuestra

Rev. Héctor Fernández
Instituto Ecuménico Diaconal “Esteban”
San Salvador, El Salvador, Centroamérica

Otra vez el mes de la Patria. Celebraciones del 15 de septiembre, con discursos y actos de funcionarios de gobierno y muestras de “agilidad, eficacia y poder” bélico de las fuerzas Armadas de El Salvador, desfiles de soldados, aviones y helicópteros, tanques y novedades de tecnología militar que hasta erizan el cuerpo al hacer presente con sus movimientos y piruetas lo grotesco de la armamentizacion, que nos ha llevado entre otras situaciones, a la vergüenza de acompañar con soldados tierras, población civil invadidas por el Imperio, celebración con soldados en un país chiquito y económicamente pobre, alarde militar que contrasta escandalosamente con la pobreza que hay en la mayoría de mesas y estómagos en El Salvador

Otra vez el mes de la Patria, en el que con argucias de palabrería deshonesta se intenta decir que “somos un país independiente”, eso si, cualquier decisión que se tome en cualquiera de los rubros de la vida nacional debe ser cuidadosamente analizada con el fin de que “el gran amigo” del norte no se sienta incomodo, si es necesario hay que concensuarlo con este “amigo” aunque públicamente esto se niegue. “gozamos los frutos de la libertad” dice el actual gobernante y uno se pregunta ¿Cuál libertad? Si ni el derecho constitucional de protestar tiene el pueblo organizado

Otra vez las cadenas nacionales que le obligan al pueblo a apagar su televisor porque esta cansado de que cada año el presidente de turno dice que “estamos mejor” pero el pueblo se pregunta ¿a quienes les esta yendo mejor, cuando a la mayoría de la población le va peor?

Otra vez el día de la patria utilizado por el señor “todopoderoso” Mercado para vender en combos, electrodomésticos, celulares y cualquier otra cosa que se le ocurra, a plazos, promocionar tarjetas de crédito para de alguna manera endeudar y esclavizar aun más al pueblo

Otra vez el mes de la patria, que se celebra en los Estados Unidos, porque por allá viven machismos hombres y mujeres salvadoreños, se van obligados porque aquí “ya no hay como vivir” y “ganarse el pan de cada día”

Otra vez el mes de la Patria, a la cual le quitaron hasta su moneda nacional, para imponerle la del Cesar del Norte

Otra vez el mes de la Patria, alegra a unos cuantos emocionados en sus brindis y reuniones en hoteles de lujo y mansiones en el “otro San Salvador” en ese que no se ven los pobres y si se les ve se les echa encima a los perros, los vigilantes privados y si se considera necesario a la PNC, celebración que pasa de largo en la mayoría de hogares salvadoreños porque es demasiado profunda la angustia en los hogares de mas escasos recursos, donde, por más que se quiera, no hay como sentirse en la Patria pues lo único que esta en la mente y el corazón es ¿y que vamos a comer hoy? Y como futuro únicamente dos alternativas: morirse de hambre o migrar a Los Estados

Algún día no muy lejano lo superfluo, la manipulación y el circo que hoy sufrimos en el día, el mes de la Patria serán cosa del pasado y los sueños y esperanzas de los mejores hijos e hijas de la Patria serán una realidad

Nosotro/as en este tiempo y todos los días del año recordamos y llevamos en el corazón y la mente a hombres y mujeres que con su sangre han escrito en muchos momentos de la historia de la Patria, la Palabra: Libertad

Parafraseando la canción de Cutumay Camones: algún día veremos a la Patria Chiquita nuestra con vestidito nuevo y cachetes chapuditos, podrá ser bien grandota, será bien hermosa

Y tanto hoy, como mañana la Patria nos llama para que continuemos caminando juntos/as todos los que tengamos un corazón para querer a la Patria y que sea una realidad: Dios Unión y Libertad

Los superrevolucionarios

Leo cuidadosamente todos los días las opiniones sobre Cuba de agencias tradicionales de prensa, incluidas las de los pueblos que formaron parte de la URSS, las de la República Popular China y otras. Me llegan noticias de órganos de prensa escrita en América Latina, España y el resto de Europa.

El cuadro es cada vez más incierto ante el temor de una recesión prolongada como la de los años que siguieron a 1930. El gobierno de Estados Unidos recibió el 22 de julio de 1944 los privilegios otorgados en Bretton Woods a la potencia militar más poderosa, emitir el dólar como moneda internacional de cambio. La economía de ese país estaba intacta después de la guerra, en 1945, y disponía de casi el 70 por ciento de las reservas en oro del mundo. Nixon decidió unilateralmente, el 15 de agosto de 1971, suspender la garantía en oro por cada dólar emitido. Con eso financió la matanza de Vietnam en una guerra que costó más de 20 veces el valor real de las reservas en oro que le quedaban. Desde entonces la economía de Estados Unidos se sostiene a costa de los recursos naturales y los ahorros del resto del mundo.

La teoría del crecimiento continuo de la inversión y el consumo, aplicada por los más desarrollados a los países donde la inmensa mayoría es pobre, rodeada por lujos y derroches de una exigua minoría de ricos, no solo es humillante sino también destructiva. Ese saqueo y sus desastrosas consecuencias es la causa de la rebeldía creciente de los pueblos, aunque muy pocos conozcan la historia de los hechos.

Las inteligencias más dotadas y cultivadas se incluyen en la lista de recursos naturales y están tarifadas en el mercado mundial de bienes y servicios.

¿Qué ocurre con los superrevolucionarios de la llamada extrema izquierda? Algunos lo son por falta de realismo y el agradable placer de soñar cosas dulces. Otros no tienen nada de soñadores, son expertos en la materia, saben lo que dicen y para qué lo dicen. Es una trampa bien armada en la que no debe caerse. Reconocen nuestros avances como quienes conceden limosnas. ¿Carecen realmente de información? No es así. Les puedo asegurar que están absolutamente informados. En determinados casos, la supuesta amistad con Cuba les permite estar presentes en numerosas reuniones internacionales y conversar con cuantas personas del exterior o del país deseen hacerlo, sin traba alguna de nuestro vecino imperial a sólo 90 millas de las costas cubanas.

¿Qué aconsejan a la Revolución? Veneno puro. Las fórmulas más típicas del neoliberalismo.

El bloqueo no existe, pareciera una invención cubana.

Subestiman la más colosal tarea de la Revolución, su obra educacional, el cultivo masivo de las inteligencias. Sostienen la necesidad de personas capaces de vivir realizando trabajos simples y rudos. Subestiman los resultados y exageran los gastos en inversiones científicas. O algo peor: se ignora el valor de los servicios de salud que Cuba presta al mundo, donde en realidad, con modestos recursos, la Revolución desnuda el sistema impuesto por el imperialismo, que carece de personal humano para llevarlo a cabo. Se aconsejan inversiones que son ruinosas, y los servicios que aportan, como el alquiler, son prácticamente gratuitos. De no haberse detenido a tiempo las inversiones extranjeras en viviendas, habrían construido decenas de miles sin más recursos que la venta previa de las mismas a extranjeros residentes en Cuba o en el exterior. Eran además empresas mixtas regidas por otra legislación creada para empresas productivas. No había límites para las facultades de los compradores como propietarios. El país suministraría los servicios a tales residentes o usuarios, para lo cual no se requieren los conocimientos de un científico o un especialista en informática. Muchos de los alojamientos podían ser adquiridos por los órganos de inteligencia enemigos y sus aliados.

No se puede prescindir de algunas empresas mixtas, porque controlan mercados que son imprescindibles. Pero tampoco se puede inundar con dinero el país sin vender soberanía.

Los superrevolucionarios que recetan tales medicamentos ignoran de forma deliberada otros recursos verdaderamente decisivos para la economía, como es la producción creciente de gas, que ya purificado se convierte en una fuente inestimable de electricidad sin afectar el medio ambiente y aporta cientos de millones de dólares cada año. De la Revolución Energética promovida por Cuba, de vital y decisiva importancia para el mundo, no se dice una palabra. Llegan todavía más lejos: ven en la producción cañera, un cultivo que se sostuvo en Cuba con mano de obra semiesclava, una ventaja energética para la isla, capaz de contrarrestar los elevados precios del diésel que derrochan sin freno los automóviles de Estados Unidos, Europa Occidental y otros países desarrollados. Se estimula el instinto egoísta de los seres humanos, mientras los precios de los alimentos se duplican y triplican.

Nadie ha sido más crítico que yo de nuestra propia obra revolucionaria, pero jamás me verán esperar favores o perdones del peor de los imperios.

Fidel Castro Ruz

3 de septiembre del 2007

8 y 36 p.m.

¿Llegarían las rivalidades mayas al territorio salvadoreño?

¿LLEGARÍAN LAS RIVALIDADES MAYAS AL TERRITORIO SALVADOREÑO?

Jorge Vargas Méndez
jvargasmendez@yahoo.com

La lectura más reciente de una columna de piedra labrada hallada en Tikal en 1960 –que se conoce como Estela 31–, fue realizada por el especialista David Stuart hace apenas siete años (2000). Ese hecho ha permitido conocer sucesos que vienen a explicar algunas etapas de la historia maya en Mesoamérica.

Gracias a esa lectura se sabe que dicha estela fue esculpida apenas sesenta años después de la llegada del conquistador Nace el Fuego a la ciudad de Tikal, lo que sucedió el 16 de enero de 378 tras haber sometido exactamente ocho días antes –y al parecer en forma pacífica– al soberano de la vecina ciudad de Waka, en el norte de Guatemala. David Freídel y otros especialistas creen que una alianza entre Nace el Fuego y Jaguar con Rostro de Sol, rey de Waka, evitó el derramamiento de sangre.

Nace el Fuego invadió el mundo maya en calidad de emisario del poderoso imperio de Teotihuacan, en el altiplano mexicano. Llegó escoltado por un enorme ejército debidamente armado. El mismo día que invadió la ciudad de Tikal venció a las huestes leales al rey Gran Garra de Jaguar en las afueras de la ciudad y, acto seguido, éste fue sacrificado.

La Estela 31, esculpida 60 años después por órdenes de Cielo Tormentoso, entonces rey de Tikal y seguramente vasallo de Teotihuacán, revela además que para esa época en la escultura maya ya estaban presentes deidades teotihuacanas como Tláloc, dios de la lluvia. Por lo tanto, es posible afirmar que desde mediados del período clásico, la cultura maya empezó a ser teotihuacanizada política y culturalmente.

La guerra campea en la frontera sur del mundo maya

A la teotihuacanización de Tikal por la vía armada siguieron otras ciudades, lo que dio lugar a pactos de alianzas entre ciudades o incluso al avasallamiento por vías pacíficas. En el año 562 el soberano de Calakmul inflingió una derrota militar a Tikal, pero como ni la población ni la ciudad fueron destruidas a finales del siglo VII ésta se recuperó y terminó derrotando a su rival.

Posteriormente, las huestes de Tikal la emprendieron contra Dos Pilas, que había sido su aliada antes de serlo de Calakmul. Pero en 761 la derrota militar llegó a Dos Pilas a manos de sus antiguos aliados y vasallos.

Las investigaciones y hallazgos arqueológicos que han realizado diferentes especialistas, revelan que la guerra se extendió por una vasta zona que incluyó el valle del río La Pasión, donde también sucumbió ante las huestes invasoras la pareja real de Cancuén. Es más, no se descarta que aquella atmósfera bélica se haya hecho sentir en la ciudad de Copán, ya en territorio hondureño.

Si la Estela 63 es la más antigua encontrada en Copán y está fechada el 11 de diciembre del año 435, eso hace probable que se tratase de una comunidad y nobleza mayas que llegaron huyendo de las guerras, pues para esa fecha habrían pasado 57 años de la invasión de Nace el Fuego a Waka y Tikal. La guerra podría ser una explicación, no del surgimiento de ciudades monumentales como Copán, pero sí de nuevas influencias que llegaron con las migraciones. En Cancuén, por ejemplo, se refugió la nobleza de algunas ciudades que fueron abatidas por la guerra o que fueron invadidas.

¿Abarcaría aquella atmósfera bélica las ciudades mayas de El Salvador?

Los escuetos y escasos estudios realizados han llegado a afirmar que el sitio arqueológico Tazumal (departamento de Santa Ana), presenta fases de construcción que se ubican entre los años 300 y 900 d.C., aunque se ha afirmado también que estuvo habitada desde el 1200 a.C. hasta los tiempos de la conquista española.

El sitio arqueológico San Andrés (departamento de La Libertad), también acusa fases de construcción que coinciden con Tazumal. Lo mismo se ha dicho de Sihuatán (departamento de San Salvador), Tehuacán (departamento de San Vicente), y Quelepa (departamento de San Miguel). Sin embargo, para evitar mayores imprecisiones en la datación, la mayoría de investigaciones ha terminado inclinándose por ubicar esa variada riqueza arqueológica en los períodos preclásico y/o clásico, apoyándose desde luego en otros hallazgos como cerámica, piedras talladas, osamentas, etc.

Es decir, cabe la posibilidad de que algunas ciudades mayas ubicadas en el actual territorio salvadoreño, también hayan colapsado a partir de las guerras que se dieron en la región desde el siglo IV. La cantidad de restos de armas como flechas, hachas, etc., así parece indicarlo. Pero mientras las investigaciones no lo confirmen, tópicos como ese continuarán en duda.

Otros factores que posiblemente empujaron el colapso

Por lo menos en el actual territorio salvadoreño, se puede hablar de otros factores –sequías, inundaciones, terremotos, actividad volcánica, etc.– que contribuyeron al colapso maya. Joya de Cerén, que no fue centro ceremonial sino aldea maya, por ejemplo, sucumbió instantáneamente por una erupción volcánica hacia el año 600.

Esos factores, sumado a la atmósfera bélica regional, hicieron que las comunidades mayas vivieran errantes en todo el territorio hasta los tiempos de invasión de otros núcleos étnicos, como los nahuas, de quienes se afirma que comenzaron a llegar uno o dos siglos después. Los nahuas, tal como se sabe, esclavizaron a los hombres y a las mujeres las utilizaron para la procreación. Aquellos grupos humanos se mezclaron.

En ese sentido, insistimos, el sincretismo no es la negación de una cultura sino una forma de evolución de un grupo humano, es su resistencia en el tiempo y el espacio, y demuestra su enorme capacidad de integración cultural. Y, en consecuencia, tienen sentido aquellas palabras de nuestro antropólogo y lingüista Pedro Geoffroy Rivas: “Los nietos del jaguar todavía estamos aquí”.

(FE DE ERRATA: En la edición anterior, el artículo de nuestra autoría incluyó por error involuntario una imagen que nada tiene que ver con la cultura maya. Pedimos disculpas y rogamos tomar nota)

Reflexión sobre las celebraciones del Mes de la Patria

REFLEXION SOBRE LAS CELEBRACIONES DEL MES DE LA PATRIA

A los maestros y maestras
de los Centros Escolares de Nueva Granada
formadores de quienes serán el futuro de este municipio.

Alcides Ernesto Herrera Guevara
alcidesh@navegante.com.sv

En las homilías siempre han tenido los maestros un lugar muy importante, mayormente de crítica a la labor que desempeñan; mejor dicho, a la labor que muchos profesores dejan de hacer, como es la pérdida de clases, que en algunas escuelas es hasta de dos horas diarias.
El interés que tengo al dedicarles estas reflexiones a los maestros es por la importancia que tienen en la construcción de un país en paz, a través de una educación que promueva valores en los niños y niñas de nuestras comunidades que les lleve a construir una sociedad en justicia y equidad.
Esta preocupación me lleva a afirmar que en los meses de agosto y septiembre es cuando menos se promueven valores que lleven a la paz. Dicho de otra forma en estos días es cuando se promueven valores que pueden llevar a los niños y niñas a la violencia, pues se enaltecen acciones y actitudes ajenas a una educación que promuevan la paz. Concretamente me refiero a la preparación y celebración de la independencia patria. Casi todos los gestos, símbolos y acciones que se preparan para esta celebración son militares. Analizo alguno de ellos:

a) Formación de alumnos. En estos días se forma n a los estudiantes como militares, unos tras otros y firmes. Esta acción la hacen antes de cualquier “acto a la patria”, antes de entrar a las clases, cuando los van a adiestrar para marchar, es decir, para cualquier situación los forman. Les gusta tanto a los maestros que algunos lo practican durante todo el año y lo tienen en su reglamento interno: “formarse antes de clases”. Les quiero hacer ver que los niños y niñas no son militares, sino civiles, entonces ¿por qué inculcarles esa acción militar? Algunos dirán que por orden y disciplina. No confundamos el orden con el sometimiento. A los militares se les elimina su autoestima, el ser personas, para prepararlos al sometimiento jerárquico y adiestrarlos para matar. Por eso desde el principio se les rapa el cabello, se les exige traten de señor a sus superiores, se les maltrata, se les pone en formación, etc. Aunque parezca exagerado es esa la disciplina que padecen en estos días los niños y niñas de todo El Salvador, que los prepara para que en el futuro la policía los baje de los buses y no digan nada, que abusen de ellos en los autobuses, que abusen con las altas tarifas de los servicios y siempre digan “si, señor”… pues peor maltrato recibieron en la escuela.
b) Marchas. En algunas escuelas desde parvularia se pone a marchar como militares a los niños y niñas. Pasan días entrenándolos. En este asunto se muestran acciones que llegan hasta el ridículo, por ejemplo a las niñas que llevan banderas les toca marchar con zapatos de tacones altos, terminan con sus pies dañados y su cuerpo adolorido. Me hago una pregunta ¿por qué marchan nuestros niños y niñas si no los estamos preparando para la guerra y ni son militares, sino civiles? Algunos dirán que así lo manda el ministerio. Hay muchas otras cosas que manda el ministerio y no le hacen caso ¿por qué en esto si son tan obedientes? Además es falso que el ministerio lo mande, lo que el ministerio manda es que se celebre el 15 de septiembre, cómo se haga dependerá de la creatividad de los maestros. Aunque claro, las autoridades del ministerio se sienten complacidos con maestros que transmiten un patriotismo como lo concibe la clase hegemónica.
c) Tambores de guerra. Aunque hoy les llamen bandas de paz, el nombre no cambia el sentido de la acción militar, de sonar tambores para la guerra y para acompañar la marcha de los que se van a la guerra ¡la guerra de la independencia! Es una lástima que en muchas escuelas hay bandas de guerra y no biblioteca. Muchos maestros se preocupan por preparar bien a los músicos durante casi cuatro meses perdiendo muchísimas clases y después premian a los alumnos con buenas notas, aunque muchos de ellos no han aprendido ni lo elemental; a los niños y niñas que sus padres les inculcan no marchar les amenazan con quitarles notas. Hay alumnos que desde el tercer grado participan en las bandas, cuando llegan a bachillerato han perdido años de estudio y no aprendieron nada de historia, matemáticas o lenguaje.
d) Otros gestos: ponerse la mano en “el pecho” cuando se canta el himno nacional, pedir que se pongan firmes los alumnos, rezar el himno gritado, el vestuario de los integrantes de las bandas musicales y otros más son gestos y acciones militares, por lo tanto gestos llenos de autoritarismo y violencia que no se deben promover si queremos una cultura de paz. Se confunde el patriotismo con el militarismo.

Hay otras acciones que debemos reflexionar, pues se violenta la dignidad de los niños y niñas y el derecho a la educación. Estas son:
a) El desfile de cachiporras. Además del gasto económico de los padres de familia, se está violando derechos fundamentales de las niñas, pues se les expone sexualmente. Todos los hombres van a estos desfiles a ver las piernas y la ropa interior a las niñas que van desfilando, además de ser un uso sexual, hay una violación a la dignidad de las niñas como mujer ¿seguirán promoviendo esta acción desde las escuelas? Además quienes promueven estas cosas son los amantes de una moral conservadora que durante todo el año piden a las niñas que lleven faldas largas, pero en ese día se sienten orgullosas por la niña que mejor muestre sus piernas y su trasero.
b) Pérdida de clases. Además que todo el año en algunas escuelas pierden hasta dos horas diarias de clases, en estos días, con la excusa del mes de la patria, se pierden clases todos los días ¡cómo se violenta el derecho que tienen los niños a recibir clases en nombre de la patria!
c) Los niños y niñas los tratan como payasos. Me refiero a los de parvularia. Los sacan a marchar para que los demás se diviertan. Entre más hace el ridículo el niño o la niña más se divierten los que salen a ver el espectáculo. Además los maestros caen en la trampa del poder hegemónico que busca promover “el nacionalismo” y con ello el militarismo desde los niños más pequeños.

Hay otras reflexiones que deseo hacerles y tienen que ver con la palabra patria, la fiesta de la independencia y los próceres.
a) La patria. En nombre de la patria se asesinaron más de 75 mil salvadoreños en la guerra civil, por defenderla. Las dictaduras que ha habido en América Latina han justificado las masacres de la población civil en nombre de la patria. El actual Presidente de la República llamó “héroe de la patria” al Coronel Monterrosa, uno de los peores asesinos que ha tenido la fuerza armada, de quien deberían sentirse avergonzados, pero parece que en vez de avergonzarse se sienten orgullosos de haber defendido a “la patria”, asesinando a miles de campesinos. Por otro lado una patria que expulsa a más de 70 mil salvadoreños al año porque no les brinda salud, educación, trabajo y vivienda y deben salir fuera de ella para sobrevivir, además que la mayoría de compatriotas se quieren ir de ella ¿qué clase de madre patria es esta que expulsa a sus hijos? ¿merece que le celebremos y le dediquemos un mes? También deberíamos preguntarnos ¿qué clase de madre patria es esta que mantiene a un 43 por ciento en extrema pobreza, mientras 7 familias tienen activos arriba de los 5 mil millones de dólares?
b) Las fiestas de la independencia. Con ellas se pretende crear un sentimiento de nacionalismo con el que debemos tener mucho cuidado. Pues quienes nos mandan darle culto a la patria y a tener nacionalismo han vendido al país a empresas transnacionales. Aquí en el pueblo hay una casa que tiene dos rótulos, en uno dice “cien por ciento nacionalista” y en el otro “cien por ciento Barcelona”, algo parecido con “el banco local del mundo” ¿qué les parece este nacionalismo? Por otra parte tenemos que ser honrados con la historia. Lo que pasó el 15 de septiembre de 1821 no fue la independencia de El Salvador, sino la independencia de Guatemala. El Salvador como república independiente nace en febrero de 1841, cuando se redacta y aprueba la primera Constitución de la República. También debemos tomar en cuenta que la forma en que celebramos nuestra independencia es una burla a la realidad en que vivimos, que difícil es rezar con la oración a la bandera las partes que hablan de la naturaleza y dice “fértiles campiñas, ríos majestuosos, soberbios volcanes, cielos de púrpura y oro”, pero nuestros ríos están altamente contaminados, hemos destruido la flora y la fauna. Desde el inicio la oración a la bandera es una mentira, con ella decimos “Dios te Salve Patria Sagrada en tu seno hemos nacido y amado”, pero son miles de salvadoreños los que nacen en el extranjero, toda nuestra historia ha estado llena de emigración, destierros y guindas. Celebramos algo que no hemos tenido, ni tenemos ¡cómo engañamos a nuestros niños y niñas!
c) Los próceres. Se les da culto a estos llamados fundadores o padres de la patria, entre ellos varios curas, pero muy poco se habla de los intereses económicos, políticos y religiosos que tenían estos hombres y que en vez de crear una patria para todos fundaron una patria para unos pocos, en donde históricamente podemos encontrar el origen de tanta desigualdad y explotación que hay en el país. Todos ellos eran grandes propietarios de latifundios y eran exportadores de distintos productos a Europa. Alguno de ellos que quería una nueva patria con leyes que fomentaran la equidad y se anulara la esclavitud, terminó desterrado y murió en la extrema pobreza.

Por todas estas razones les solicito a ustedes lo siguiente:

a) Si se celebra la independencia, por mandato, seamos creativos y más discretos. Hay temas que pueden servir para “hacer patria” como es el cuido de la naturaleza, analizar la situación de la emigración, el desempleo, la pobreza, etc. También enseñar a vivir valores como la justicia, la equidad, la igualdad, la fraternidad, la tolerancia, el cuido, la hospitalidad, etc.
b) Debemos eliminar las acciones militares que tanto daño le causan a nuestros niños y niñas y promover valores que lleven a la paz.
c) Que no se pierda muchas clases. “Haríamos más patria” dando clases y haciendo que nuestros niños aprendan lenguaje, matemática, historia, ciencia, que marchando por las calles, con actos que celebran una historia que encubre el sufrimiento de las mayorías populares.
d) Reflexionen la historia. Hay muchos libros de historia que nos cuentan las consecuencias de la independencia para las mayorías populares, si no se quiere enseñar desde esos libros, hay textos aprobados por el Ministerio de Educación y Concultura que nos brindan una historia más cercana a lo que pasó. Desde allí podemos ir educando a los niños y niñas a crear un país diferente, un país en paz y equidad, en libertad, con vida digna.

Con todo lo dicho no pretendo descalificar la gran labor que hacen los maestros, ni estoy criticando a personas concretas, sino más bien critico el rol que ustedes desempeñan en las celebraciones del 15 de septiembre, además lo hago por la importancia que tiene vuestro trabajo. Que mi reflexión ayude a formar a nuestros niños en valores que lleven a la paz. Debemos dejar atrás un pasado centrado en valores autoritarios, militaristas. Lo vuelvo a decir: Debemos formar a nuestros niños y niñas con valores que nos lleven a construir un país en paz.
Créditos: las imágenes han sido tomadas de la edición digital de El Diario de Hoy en su sitio web: www.elsalvador.com

Nueva Granada, agosto de 2007.

Programa Agrario del Partido Comunista de El Salvador (marzo de 1964, primera parte)

EL PROGRAMA AGRARIO DEL PARTIDO COMUNISTA DE EL SALVADOR P C S

Aprobado en el V Congreso del P. C. S.

Celebrado en MARZO de 1964

El nuestro es un país agrario, semi-feudal, semi-colonial y en desarrollo capitalista deformado. Las transformaciones de mayor envergadura a que dará origen nuestra revolución serán por eso las de la Reforma Agraria. Del acierto de ella dependerá, en grado decisivo, la correcta solución de los problemas de nuestro desarrollo social en conjunto, el acierto de todo el Programa de la Revolución en la presente etapa.

Qué se necesita para que el Programa Agrario de nuestro Partido sea acertado? Lo que se necesita para eso es que se funde en el conocimiento de nuestro problema agrario y tome en cuenta, además de la riquísima experiencia internacional, los rasgos peculiares conformados en el proceso histórico nacional. Por eso, antes de presentar el programa agrario del Partido, estudiaremos nuestro problema agrario.

El territorio agrícola y su conformación.

Según el censo Agropecuario de 1961, la superficie ocupada por las 222.289 explotaciones agrícolas por él registradas es de 2.229.999 manzanas (41.637 manzanas superior al dato arrojado por el Censo de 1950) Este es el territorio agrícola de nuestro país. Comparado con el territorio total que mide 2.860.000 manzanas (equivalente a 20,000 Kilómetros cuadrados), resulta una diferencia de 630,000 manzanas que es la superficie que se supone ocupada por las ciudades, pueblos y villas, por los ríos, lagos, vías férreas, carreteras, cráteres volcánicos, etc. Con todo, esta superficie no agrícola resulta abultada. La causa de tal exageración esta en que los terratenientes, en especial los grandes, ocultan siempre en sus declaraciones el tamaño real de sus propiedades, proporcionando cifras disminuidas. La consecuencia es que la parte ocupada por el conjunto de las explotaciones agrícolas resulta inferior a la real y mayor la parte no agrícola. Por esta razón, pese a que las ciudades y carreteras experimentaron un considerable aumento en los once años transcurridos entre ambos censos, la superficie agrícola aparece mayor en 1961 e inferior la ocupada por las ciudades, carreteras, vías férreas, etc. Con toda seguridad puede afirmarse que tampoco los datos del último censo son exactos a este respecto y que continúa oculta una parte de las extensiones de propiedad de los grandes terratenientes.

Sin embargo, tomados en general, los datos de estos censos son suficientemente concluyentes como para hacer un estudio acertado del problema agrario.

En el territorio nacional pueden distinguirse tres fajas horizontales y casi paralelas, que presentan un distinto relieve, un clima diverso y una distinta calidad de los suelos.

a) La faja costera, de clima cálido, tiene un ancho de unos treinta kilómetros en sus puntos de mayor ensanche y esta formada en gran medida por amplias planicies de tierra fértil de origen aluvial. Hasta hace pocas décadas estaba en su mayor parte cubierta por bosques espesos y carecía casi por completo de vías de comunicación. En la parte centro oriental de esta faja, se ah desarrollado el cultivo del algodón, con gran impulso desde 1945, y en los últimos años ha sido cruzada por una moderna carretera (la carretera del Litoral) y muchos caminos de alimentación.

b) La faja central, de clima templado, tierra fértil de origen volcánico y de reciente formación. En ella se combinan las alturas los picachos fríos y los valles superiores de clima más bien caliente. Es el asiento de la parte principal de nuestra agricultura, en primer lugar del café. Gran parte de la producción cerealera procede también de esta faja. Es la zona de mayor concentración de la población y de más abundantes vías de comunicación.

c) La faja norte, con una amplia variedad de climas, es montañosa y en gran parte erosionada. Allí se registran desde los climas más fríos de nuestro país, hasta los calientes de los valles bajos. En ella se encuentran una parte importante de las reservas forestales y durante el siglo pasado fue el asiento principal de las plantaciones de jiquilite (de cuyas hojas se extraía el añil). El cultivo añilero realizado irracionalmente, expuso las tierras a la erosión. En a actualidad gran parte de esa faja esta cubierta por los llamados “pastos naturales.” Esta es la parte peor dotada de vías de comunicación y la más atrasada en todos los sentidos.

Lo principal de nuestra agricultura se encuentra actualmente concentrado en las fajas central y costera, como resultado del proceso histórico nacional. (Ver Anexo No. 1).

Puede decirse que la faja central es la zona del café y la costera la del algodón. En ambas se asienta la producción de cereales y caña de azúcar. La faja norte es ahora la más atrasada y menos fértil y allí se asienta principalmente la ganadería de los llamados pastos naturales, que es una ganadería de engorde de hatos importados de Honduras para su exportación posterior a Guatemala.

2. El aprovechamiento de la tierra, la tierra cultivada y la inculta

El territorio agrícola de nuestro país se encuentra pésimamente aprovechado. Más de la mitad no se cultiva y la parte cultivada se haya en un nivel muy atrasado de desarrollo, excepción hecha de los cultivos destinados a la exportación.

El Censo de 1961 clasificó el territorio agrícola, desde el punto de vista de su aprovechamiento en los seis renglones siguientes: “Tierra de labranza” “Cultivo permanente” “Pastos sembrados” “Pastos naturales” “Montes y bosques” y “Otras tierras.” El contenido de estos renglones para las autoridades estadisticas, según sus pablaras textuales en el «avance del Segundo Censo Agropecuario 1961´´, es el que sigue:

TIERRAS DE LABRANZA:” La constituía los terrenos ocupados con cultivos abiertos, anuales en su mayoría, y que generalmente se cultivan por medio de araduras. También se considero “tierra de labranza” la superficie que permaneció en descanso (no cultivada) durante un periodo menor de cinco años”.

Ejemplos de cultivos propios de estas tierras son el maíz, el maicillo, la caña de azúcar, el algodón, etc.

CULTIVO PERMANENTE:” Se consideran aquellos con proceso vegetativo mayor de un año, como el café, cacao, frutales, etc.

PASTOS SEMBRADOS:” Las superficies cultivadas con el objeto de alimentar al ganado o producir zacate de corte (incluyo las “huateras”)

PASTOS NATURALES:”este rubro incluyo las superficies cubiertas de gránales y demás extensiones dedicadas al pastoreo y que no han sido sembradas ni cultivadas.

MONTES Y BOSQUES:” incluye las arboledas y “chárrales” naturales o plantados, explotables para leña, madera de construcción t ebanistería, o cualquier otro producto forestal incluyendo “árboles de sombra” de cafetales, cacaotales, etc.

OTRAS TIERRAS:” así se definieron las extensiones que, dentro de cada explotación, eran ocupadas por edificios, instalaciones, caminos, ríos, lagos, pantanos, lava, etc. o las que por mala calidad de los suelos no eran cultivadas, ejemplo: parcelanas excesivamente rocosas”.

Claramente se comprende que los primeros tres renglones constituyen la superficie cultivada y que los otros tres forman la parte inculta. Las cifras arrojadas por el censo para cada uno son estas:

Total……………………………..2.229.999 manzanas…………………………..100%

Tierra cultivada

Tierra de labranza……….. 697.252 manzanas………………………….31.3%

Cultivo permanente…….. 228.774 manzanas………………………….10.3 %

Pastos sembrados……….. 144.424 manzanas…………………………..5 %

Total de Tierra Cultivada 1.070.450 manzanas………………………….48.1%

Tierra No Cultivada

Pastos naturales………….. 719.376 manzanas…………………………..32.2%

Montes y bosques………. 323.587 manzanas…………………………14.5%

Otras tierras……………….. 116.586 manzanas………………………….5.2%

Total de Tierra no Cultivada 1.1589.549 manzanas…………………………51.9%

En comparación con las cifras el censo de 1950 la variación es insignificante:

1950 1961

TIERRA CULTIVADA 46.99% 48.1%

TIERRA NO CULTIVADA 53.01% 51.9%

Las modificaciones más importantes ocurridas entre ambos censos son:

a) El aumento en 138.038 manzanas de la ”Tierra de Labranza” dentro del cual fue el algodón el que registró un mayor crecimiento proporcional de su área de cultivo, con 39.848 manzanas por encima de 1950 (152.5% más que ese año)

b) La reducción de 105.656 manzanas en las tierras dedicadas a los “Pastos sembrados”· (42.2 % menos que en 1950).

c) La superficie cubierta por “pastos naturales”· apenas sufrió una disminución de 37.790 manzanas (un 5% menos con respecto a 1950).

La cifras del aumento en las “Tierras de labranza” y de la reducción en los pastos sembrados y naturales, indican que el cr4ecimiento de la primera se realizó principalmente a costa de los pastos sembrados; es decir de lo mejor de nuestra ganadería, sumiendo más a esta en la crisis en que se halla desde hace muchos años. Este es sin duda uno de los efectos más dañinos del monocultivo en nuestro país, fenómeno que explicaremos más adelante.

d) El crecimiento en 29.707 manzanas de los “Bosques y Montes.”No se trata de un autentico crecimiento de nuestras reservas forestales que es solo posible mediante una sistemática política de replantación y plantación de árboles, que no existe en nuestro país, sino del “encharralamiento” de nuevas extensiones antes dedicadas a otros cultivos y ahora abandonadas. Esto es también un efecto del deformado y unilateral proceso de desarrollo de nuestra agricultura, al que nos referiremos después.

Las cifras del censo de 1961 indican que más de la mitad del territorio agrícola, nada menos 1.159.549 manzanas (el 51.9%) se encuentra fuera de cultivo en nuestro pequeño y densamente poblado país (125 habitantes por kilómetro cuadrado-censo de 1961) Y esta no es toda la verdad. La parte no cultivada es todavía mayor en los hechos., puesto que habría que agregarle una porción de los “pastos sembrados” que son vastos terrenos en cuya mayoría solamente de tarde en arde se aplica el trabajo del hombre. Grandes haciendas ganaderas de pésimo rendimiento funcionan en nuestro país con veinte o treinta trabajadores, casi todos en la condición de colonos o mozo-colonos pagados miserablemente. Así considerada la situación, la parte no cultivada se eleva a 1.303.973 manzanas (el 57.14%) del total). De este modo es que los organismos internacionales entienden la tierra inculta en El Salvador.

A tenor de estos datos, solamente contamos en El Salvador con 0.37 de manzanas de tierra cultivada por cada habitante. En comparación con el resto de Centroamérica, somos el país que cultiva menos tierra por habitante y el que tiene el área cultivada menor, sólo superior a Costa Rica (ver cuadro en el anexo No. 2).

Cifras del Monopolio sobre la tierra en nuestro país.

Los rasgos característicos de nuestra agricultura dependen en grande decisivo de como se encuentra repartida la tierra. En una agricultura basada sobre la propiedad privada sobre la tierra, no son los intereses de la comunidad sino los intereses de los terratenientes los que determinan el rumbo que la producción ha de tomar. El régimen de propiedad sobre la tierra determina el rumbo que la producción ha de tomar. El régimen de propiedad sobre la tierra determina también la situación social de las masas rurales.

Por todo esto, en el estudio de nuestro problema agrario juega un papel central el conocimiento d las cifras del monopolio de la tierra.

Veamos esas cifras en el censo de 1961:

TAMAÑO NUMERO PORCENTAJE SUPERFICIE PORCENTAJE

DE LAS DE EXP. RESPECTO AL EN RESPECTO AL

EXPLOTACIONES TOTAL DE MANZANAS TERRITORIO

EXP. AGRICOLA

Hasta 4.28 mna. 175.615 78.30 245.863.87 11.03

De 4.29 a 14.29 29.106 12.98 230.502.51 10.34

De 14.30 a 28.59 8.665 3.86 188.336.43 8.22

De 28.60 a 71.49 6.454 2.88 300.790.47 13.49

De 71.50 a 142.99 2.391 1.07 237.770.32 10.66

De más de 143 mna. 2.058 0.92 1, 031,735.69 46.27

TOTALES 224.289 100 2, 229,999.29 100

(Ver en anexo No. 2 el cuadro comparativo de las cifras del monopolio de la tierra en 1950 y 1961).

Para el censo Agropecuario, “unidad de explotación”, según las palabras textuales tomadas del “Avance del Segundo censo agropecuario 1961”, es “todo terreno utilizado, total o parcialmente, para la producción agropecuaria por una solo persona (productor o con la ayuda de otros, sin consideración de título o tamaño.” “La unidad de explotación puede constar de uno o más lotes o parcelas siempre que estén ubicadas en el mismo municipio y que en conjunto están bajo una misma administración. Sin embargo puede darse el caso de que una unidad de explotación este comprendida entre dos o más municipios limítrofes.” El censo clasificó las “explotaciones” en 14 tamaños, “pero nosotros los hemos agrupado en seis para facilitar la comprensión.”

En este cuadro puede verse que mientras 175.615 explotaciones menores de 4.28 manzanas (el 78.30 % de todas las explotaciones)., abarcan solamente 245.863 manzanas; 2,058 grandes explotaciones mayores de 143 manzanas (apenas el 0.92 % de todas) comprenden 1.031.735 manzanas (el 46.27 % de la tierra), casi la mitad del territorio agrícola.

Con todo y que esas cifras revelan una extremada concentración de la tierra, no muestran toda la verdad. En primer lugar, las2.058 explotaciones mayores de 143 manzanas, pertenecen a un número mucho menor de terratenientes. Entre los grandes terratenientes es frecuente el caso de que cada uno posea dos, tres o más haciendas en distintos municipios y departamentos. Por eso, podemos afirmar que los dueños de esas 2.058 explotaciones no llegan a mil. En segundo lugar, los dueños de esas explotaciones de más de 143 manzanas son al mismo tiempo y en su mayor parte, propietarios de explotaciones menores. Hasta cuentan con parcela de las más pequeñas. Hay que tomaren cuenta que la inmensa mayoría de las fincas cafetaleras son de un tamaño inferior a 143 manzanas y que de ellas los grandes terratenientes poseen en algunos casos hasta decenas (de 36.035 explotaciones cafetaleras en 1961, 35.287 eran menores de 143. manzanas.

Habría que considerar también entre el grupito de monopolistas de la tierra acierto tipo de propietarios que, sin poseer ninguna explotación que llegue a 143 manzanas, tienen sin embargo numerosas parcelas, fincas, lotes, etc.; que en conjunto suman cientos o miles de manzanas.

Tomando en cuenta todas esta consideraciones, pese a que el censo no es claro y oculta el número de propietarios así como la cantidad de tierra que cada uno posee, se puede afirmar, sin temor a equivocación, que no más de Mil grandes terratenientes, son dueños de UN MILLON Y MEDIO DE MANZANAS o más, es decir, de las dos terceras partes de nuestro territorio agrícola.

4. La relación entre el monopolio de la tierra, los pastos y la tierra inculta.

Entre el monopolio de la tierra y la superficie inculta existe una estrecha relación en nuestro país. La tierra inculta se encuentra en los latifundios y pertenece al puñado de grandes terratenientes.

De acuerdo a los datos del censo Agropecuario de 1961 de 1.031.735 manzanas que comprenden las explotaciones mayores de 143 manzanas, 652,606 se encuentran sin cultivar. En otras palabras, un promedio del 63% de la tierra de las grandes haciendas no se cultiva. En cambio en las explotaciones menores de 4.28 manzanas, el promedio de tierra cultivada se eleva hasta el 85%.

La superficie no cultivada total, como ya vimos, es de 1.159.549 manzanas y de ellas, 652.606, es decir, el 56% se encuentra en los latifundios.

En general, los datos del censo demuestran que en la medida en que son mayores las explotaciones, es mayor también su parte no cultivada (ver cuadro correspondiente en el anexo No. 2).

Es muy importante hacer notar que entre la tierra inculta y los pastos existe también una estrecha relación. Hay en nuestro país 863.800 manzanas cubiertas de pastos sembrados o naturales. Con este solo dato pudiera creerse que El Salvador es un próspero país ganadero, pero en la realidad ocurre todo lo contrario. La ganadería salvadoreña es primitiva y se encuentra en franco proceso de liquidación. En 1962, el número de cabezas de ganado vacuno era solamente de 671.190 las que repartidas en la superficie cubierta por pastos resultan a menos de una por cada manzana.

La situación d ela ganadería ha venido empeorando. En 1950 el número de cabezas de ganado vacuno era de 890.838, 138,648 más que en 1962. Durante 1963 el proceso de reducción del ganado ah continuado de manera alarmante.

La ganadería es uno de los ejemplos que demuestran más categóricamente lo efectos desastrosos del curso unilateral, monocultivista, que sigue ahora nuestra agricultura.

La superficie cubierta de pastos no es, por tanto, en nuestro país el resultado del crecimiento de la ganadería. Los pastos son únicamente un manto que cubre la tierra inculta. Y así como esta se encuentra en su mayor parte en los latifundios, los pastos tienen en ellos también la mayor superficie. Los datos del último censo demuestran en efecto, que en las explotaciones mayores de 143 manzanas, los pastos ocupan un promedio del 47% de la superficie de cada una. En tanto que en las explotaciones menores de 4.28 manzanas, el promedio cubierto de pastos es solamente del 5%. En general, también la parte cubierta por pastos en cada explotación es mayor en la medida en que es mayor el tamaño de éstas. (Ver el cuadro correspondiente en el anexo No.2)

5. Desarrollo capitalista y remanentes feudales.

A- El desarrollo del capitalismo en nuestra agricultura.

En nuestra agricultura se opera un proceso de desarrollo capitalista que en los últimos años ha tomado u mayor impulso con la ampliación del cultivo algodonero.

Dos son los caminos fundamentales de desarrollo del capitalismo en la agricultura que ha registrado la Historia. Esos caminos son en síntesis los siguientes:

Primero.

Los latifundios feudales se van transformando en grandes empresas capitalistas agrícolas donde predomina le trabajo asalariado, se produce con destino al mercado y se incorporan técnicas e implementos avanzados. Este camino presupone la realización de reformas en el régimen de propiedad, que conducen al despojo de las masas de pequeños propietarios de la tierra y demás medios de producción, los cuales se concentran en poder de los grandes terratenientes. De este modo, los pequeños propietarios (campesinos, pobres y medios) son transformados en trabajadores que solamente poseen su fuerza de trabajo y necesitan venderla para subsistir. En otras palabras, los campesinos son transformados en asalariados libres, en proletarios.

Es propio de este camino el aparecimiento del arriendo capitalista, de la tierra en gran escala. Capitalistas provenientes de la ciudad arriban a la agricultura, invirtiendo sus capitales en la producción de aquellos artículos que cuentan con aceptación en el marcado (interno o exterior) pero como no poseen tierras, las adquieren en arrendamiento de los latifundistas. Así, grandes haciendas donde prevalecían las relaciones de producción y las fuerzas productivas propias del feudalismo, se transforman en empresas capitalistas y los terratenientes se convierten en una clase absolutamente parasitaria, que no contribuye con ninguna cuota de trabajo personal a la producción, ni siquiera en las labores administrativas y de dirección inmediata del trabajo, pero que percibe la renta del suelo extraída a los trabajadores asalariados por la explotación capitalista. De esta manera se crea una situación en la que por el sólo hecho de poseer el monopolio sobre la tierra, la clase de los grandes terratenientes recibe un tributo arrancado a la inmensa mayoría de la sociedad por la explotación asalariada.

Solamente algunos latifundistas se transforman en empresarios capitalistas de la agricultura, convirtiendo ellos mismos sus haciendas feudales en unidades capitalistas de producción. De ese modo obtienen la renta del suelo y además la ganancia normal en la rama de producción de que se trata.

Este proceso de desarrollo capitalista de la agricultura no liquida consecuentemente todas las relaciones feudales de producción. Por el contrario, conserva celosamente todas aquellas que, siendo compatibles con el sistema de salario y con la nueva organización del trabajo, permiten al capitalista una mayor explotación de los trabajadores.

El pago de la renta del suelo a los terratenientes y la supervivencia de remanentes feudales, determinan un bajo nivel de salarios y cierto estancamiento en el progreso de la técnica, especialmente en aquellos casos en que son necesarias fuertes inversiones en la tierra misma ( desecación de tierras pantanosas, regadío, obras del conservación del suelo, etc.) pues los capitalistas arrendatarios se cuidan de no realizarlas en lo ajeno, a sabiendas de que, además, ello conduciría a un aumento del canon de arrendamiento. Se comprende fácilmente que semejante situación determina un uso irracional de la tierra, la imposibilidad de la rotación de cultivos, un rápido empobrecimiento de su fertilidad y un proceso irrefrenable de la erosión.

Segundo

En algunos países, en los que tuvo lugar una revolución burguesa con la activa y directa participación de las masas campesinas y de los trabajadores de la ciudad, el feudalismo fue liquidado consecuentemente. Los latifundios feudales fueron repartidos en parcelas para ser distribuidos a los campesinos, en propiedad o en arrendamiento. El posterior desarrollo del capitalismo en esos países, condujo a un nuevo proceso de concentración de la tierra en pocas manos. El endeudamiento de los campesinos parceleros con los grandes comerciantes, con los prestamistas o bancos, termino haciéndolos perder la tierra. La gran propiedad y el monopolio sobre la tierra resurgieron así sobre una nueva base, en manos de grandes capitalistas, sociedades anónimas, bancos, etc. Pero los remanentes feudales en las relaciones de trabajo, por haber sido liquidadas por la revolución burguesa, no reaparecen, o solamente se conservan en un grado muy pequeño.

En nuestro país el capitalismo en la agricultura se ha venido desarrollando por el camino descrito en primer lugar.

En El Salvador, como en toda la América Latina, las relaciones de salario aparecieron en las ramas de la producción mercantil destinada a la exportación, cuando en ellas llegó a ser incompatible la necesidad de de ampliar el volumen de la producción, determinada por el crecimiento de la demanda en Europa, con la relaciones esclavistas y feudales de trabajo, que le imprimían a este un carácter forzado e impedían la elevación de su productividad. En muchos países latinoamericanos el trabajo asalariado libre, más o menos libre, apareció primero en la minería que en las demás ramas de la producción, porque la minería representaba en ellos la fuente más abundante de productos para la exportación. Pero en nuestro país, sin una minería rica, la producción de materias primas agrícolas para Europa al través de España fue la principal actividad destinada a la exportación. Concretamente fue en la producción de añil donde en El salvador surgieron primero las relaciones de salario, en un principio envueltas en resabios esclavistas.

El cultivo del café, que vino sustituir al del añil a mediados del siglo pasado, se afianzó sobre la base de una completa reforma burguesa del régimen de propiedad sobre la tierra y le imprimió gran impulso al desarrollo del capitalismo en nuestra agricultura.

Tres factores se conjugaron en el inicio del cultivo cafetero para imprimirle un rumbo capitalista:

a) La formación del monopolio privado de la tierra mediante el despojo violento de las Comunidades Indígenas., de los Ejidos y de los pequeños propietarios campesinos. Las leyes de Extinción de Comunidades, de Extinción de Ejidos y de Registro de la Propiedad Raíz e Hipotecas, promulgadas en los años de 1881, 1882 y 1897 respectivamente, vinieron a legalizar el despojo ya realizado de hecho en gran medida y a facilitar el definitivo asalto sobre la tierra por parte de los grandes terratenientes, y, de manera especial, de los altos funcionarios estatales o municipales, que estaban en mejores condiciones para utilizar en su favor la fuerza pública. (Ver Anexo no.1)

b) La formación de una gran masa de trabajadores desposeídos de todo medio de producción, con su fuerza de trabajo para vender por un salario como único medio de subsistencia. Esta masa desposeída fue el resultado inmediato de la formación del monopolio privado sobre la tierra, que ya ha sido descrita. Las plantaciones de café y el beneficiado del mismo pudieron contar de esta manera con mano de obra abundante y barata.

c) La inversión en el cultivo cafetero de importantes capitales monetarios acumulado anteriormente en el cultivo y la exportación de añil que, con la eliminación de los impuestos gravosos y de las trabas para su libre comercio con Europa que la independencia trajo consigo, se convirtió en un negocio muy lucrativo y próspero durante la mayor parte del siglo pasado. Fue precisamente cuando comenzaba a declinar el añil como consecuencia de la producción de colorantes sintéticos en Europa, que se iniciaron los esfuerzos oficiales en El Salvador para arraigar y extender el cultivo del café.

En el cultivo del café fueron invertidos también, capitales procedentes de la malversación de fondos municipales y estatales.

El cultivo del café, por ser de carácter permanente y requerir inversiones considerables en la creación de sus plantaciones, exigía la propiedad privada de la tierra. Quién, en efecto, estaría dispuesto a plantar en tierra ajena los arbustos que producen el grano , a mantenerlos libre de maleza, a podarlos y abonarlos sistemáticamente durante algunos años, en espera de las primeras cosechas raquíticas además, por ser las primeras? Tales inversiones no era posible realizarlas sino en tierra propia. Esta circunstancia impulso decisivamente el proceso de liquidación de las formas colectivas de la propiedad territorial (comunidades y ejidos) y el despojo de los pequeños propietarios individuales, a que nos hemos referido atrás.

La producción de café, sobre la base de la reforma burguesa del régimen de propiedad, se desarrolló hasta convertirse en los últimos años del siglo XIX en el principal renglón de las exportaciones y la principal actividad económica del país. Hasta hace muy pocos años, el café representaba el 80% ya veces el 90% de las exportaciones anuales.

El cultivo, beneficiado y exportación del café han jugado un papel de primer orden en el desarrollo del capitalismo en nuestra agricultura y también en el desarrollo del capitalismo en toda la economía nacional. El trabajo asalariado se convirtió en la forma predominante de las relaciones de producción en esa rama y con ello se extendió la circulación mercantil y se dio fuerte impulso a la formación del mercado nacional, superándose el aislamiento y la dispersión anteriores. El comercio entre el campo y la ciudad se acrecentó; la producción artesana se convirtió por entero en una producción mercantil y se incorporaron otras ramas de la agricultura a este tipo de producción. Las relaciones de salario se generalizaron en la ciudad y se extendieron parcialmente a otros sectores de la producción agropecuaria.

La producción de capital en el negocio cafetalero dio origen ala formación de una rica capa de compradores monopolistas de la cosecha para su exportación. Como una lógica consecuencia de sus negocios, estos exportadores se convirtieron en habilitadores de crédito a los medianos y pequeños finqueros y en grandes importadores de mercancías industriales. Como prestamistas se colocaron en situación de acaparar más tierras arrancadas a los deudores morosos, incrementando así sus ya extensas posesiones territoriales. Grandes capitales fueron acumulados por este pequeño grupo de burgueses, que más tarde invirtieron en la organización del sistema bancario, y de varias compañías aseguradoras. Así pasaron a monopolizar los recursos financieros del país y a invadir otras ramas de la economía.

Se convirtieron gradualmente en empresarios de la industria y dieron origen a sociedades anónimas de diverso género. A este puñado de multimillonarios es al que se le ha dado en llamar los “14 grandes.” Son pues, un reducido grupo de grandes burgueses monopolistas de la tierra, del comercio exterior, de la banca y de la industria.

En los últimos veinte años ha cobrado gran extensión y desarrollo técnico el cultivo del algodón. Este cultivo, cuyo ciclo vegetativo es de un año, no exige la propiedad privada de la tierra como el café. Por tal motivo, aparejado al desarrollo algodonero apareció y se extendió el arrendamiento capitalista de la tierra. El cultivo del algodón es propio de los climas cálidos y de las planicies y en nuestro país tal tipo de tierras se encuentran en la faja costera, que hasta entonces permanecía muy atrasada, sin vías modernas de comunicación, cubierta en gran media por bosques y “charrales”, dedicada en gran parte a la producción de maíz y otros cereales y a la ganadería rudimentaria en grandes latifundios predominantemente feudales en sus relaciones de producción ( colonia y pequeño arrendamiento) y en el nivel de sus fuerzas productivas ( arado de madera, tracción animal, etc.)

Capitales monetarios acumulados en el comercio, en la usura, en la malversación de caudales públicos, en el café o en el ejercicio de algunas profesiones liberales (abogacía, medicina, farmacia, odontología, etc.) afluyeron hacia la faja costera, inicialmente en el oriente del país, para invertirse en el cultivo del algodón, tomando en arrendamiento grandes extensiones a los terratenientes. Una parte de estos también se dedicó por cuenta apropia al cultivo algodonero, pero la mayoría se ha convertido en una clase absolutamente parasitaria. (Ver cuadro sobre el arrendamiento en el Anexo No. 2)

De las 126,000 manzanas sembradas en 1962,64.135 lo fueron por arrendatarios y 5.818 por agricultores mixtos (parte en tierra propia y parte en tierra arrendada). Ese año el número de empresarios algodoneros que arrienda tierra fue asimismo mayor al de los que cultivan tierras propias; 1.542 arrendatarios, 207 mixtos y 1.069 propietarios.

El desarrollo del cultivo algodonero ha sido vertiginoso. Entre 1951-52 y 1961-62 su área sembrada creció de 42,000 a 110,000 manzanas y la producción de 213.500 a 1.300.000 quintales (sin la semilla). El área cultivada para la cosecha 1962-63, fue de 126,000 manzanas.

Para tener una idea más completa de lo que significa la velocidad del crecimiento algodonero, es útil hacer una ligera comparación con el café. El crecimiento del volumen de las exportaciones de café entre 1945 y 1957 fue de una vez y media, en cambio en el algodón se registró un aumento de 42 veces. El valor de esas exportaciones creció en cinco y 55 veces respectivamente durante el mismo periodo. Esto a pesar de que en esos años es cuando se registraran los más altos precios para el café.

El algodón representó en 1962 el 23% del valor de las exportaciones totales del país, después del café que continuó en el primer lugar con el 55%. Sin embargo, en 1953 el algodón representaba solamente el 7% de las exportaciones totales, mientras el café hacía el 85%.

El cultivo algodonero ha significado también un incremento considerable de la técnica y la mecanización agrícola. Según datos de la Dirección General de Economía Agropecuaria (Sección de Previsión de Cosechas) en el algodón se utilizaron en 1962-63 los siguientes promedios de abonos e insecticidas:

ABONOS………………………………..7.81 quintales por manzanas

INSECTICIDAS……………………..en polvo: 0.85 quintales por mna.

líquido: 13.08 galones por mna.

Y según la misma fuente, en el cultivo algodonero se emplearon 1.393 tractores en 1960-61 (965 de llantas y 428 de oruga) es decir, a promedio de un tractor por cada 59 manzanas, lo que representa un nivel bastante elevado de mecanización. Ahora el número de tractores ha aumentado mucho más, aunque no se poseen datos concretos recientes.

El base del crecimiento de su mecanización que incluye no solamente tractores, sino otras maquinas (hasta aviones para el riego de insecticidas) del uso de abonos e insecticidas y del desarrollo técnico en general, la producción por manzana se ha elevado de 6 a 12 quintales de algodón ( sin la semilla) entre los años 1951-52 y 1961-62.

La producción algodonera y su rápida expansión han extendido la proletarización en el campo, acelerando la ruina de los pequeños propietarios y aumentando la concentración de la tierra en pocas manos.

La caña de azúcar, aunque en un grado menor, también ha contribuido al desarrollo del capitalismo en el campo. Desde el bloqueo comercial decretado por los imperialistas yanquis en contra de la Cuba Socialista en 1960, las compras de azúcar de los EEUU se han desplazado a otros países de la América Latina y Asia. Bajo esa influencia la producción azucarera salvadoreña se ha venido ligando más y más a la exportación y, con ello, incrementándose en volumen y productividad. Entre 1958-59y 1961-62, la producción de azúcar aumento de 46,000 a 56,000 toneladas. En los momentos actuales, la gran burguesía en primer lugar los “14 Grandes” se preparan para realizar cuantiosas inversiones en el cultivo de la caña y en al producción de azúcar. Tal proceso proletarizara aún más a las masas rurales y concentrará en mayor medida la propiedad sobre la tierra.

Tanto en el algodón como en la caña, el desarrollo de los cultivos ha producido cambios radicales en la composición de clase de la población rural. Ahora son los asalariados la inmensa mayoría de la población económicamente activa en el campo. Según el censo de Población de 1961, de 485,380 personas que formaban entonces la población económicamente activa en la agricultura, 305.810 eran asalariados y solamente 8.970 eran patronos. 111.530 eran campesinos parcelarios (colonos, propietarios o pequeños arrendatarios) que, por no utilizar mano de obra asalariada o solamente contar con la ayuda de familiares, son llamados en el lenguaje estadístico “trabajadores por cuenta propia”. Los trabajadores familiares que les ayudaban resultaron ser 58.880 (las 190 personas restantes fueron clasificadas en el renglón de “otros.”)

Si se comparan estas cifras con las correspondientes del censo de 1950, saltan a la vista las grandes proporciones que ha tomado en nuestro país el proceso de proletarización de las masas del campo. En efecto, en 1950 los asalariados eran 194.182, en cambio, los campesinos minifundistas (“trabajadores por cuenta propia”) eran 125.487 y los familiares que les ayudaban 75.994.

B. La tierra inculta y el capitalismo en el campo.

La tierra inculta juega un papel concreto en nuestra agricultura; asegura la existencia de una masa abundante de trabajadores carentes de todo medio de producción, en la miseria y dispuestos a vender su fuerza de trabajo por un bajo salario.

Es notoria la tendencia de los latifundistas en El Salvador en el sentido de impedir el cultivo de la tierra por los campesinos. Los grandes finqueros de café y los grandes algodoneros son con frecuencia propietarios de grandes haciendas en regiones no apropiadas para esos cultivos y allí se niegan sistemáticamente a entregar parcelas en colonía o pequeño arrendamiento a los campesinos, más que en una proporción muy reducida. Conscientemente buscan con eso el poder contar con una masa abundante de trabajadores en la miseria, del la cual poder disponer por poco precio en la época de las cosechas del algodón y el café, cuando la demanda de mano de obra crece enormemente hasta absorberla toda.

Los grandes terratenientes que dan sus propiedades en arrendamiento a los capitalistas algodoneros, también cooperan al mismo fin negándose a ceder parcelas en colonía o pequeño arrendamiento en sus tierras no cultivadas. Así contribuyen a la “prosperidad” del cultivo algodonero, prosperidad que lleva envuelta la suya propia.

Esta conducta de los latifundistas no es reciente. En 1827, poco tiempo después de la Independencia de España y de fundada la Republica Federal de Centroamérica, los hacendados interesados en contar con abundante mano de obra asalariada (añileros principalmente) lograron que el gobierno federal promulgara una ley prohibiendo el alquiler de la tierra a cambio de trabajos personales (forma de la colonía) y unos meses más tarde otra ley que obligaba a los “vagos” a trabajar en las haciendas (la ley contra la vagancia)mediante el uso de la fuerza pública. Los “vagos”, desde luego, eran los campesinos que se resistían a dejarse convertir en asalariados.

Si bien es cierto que la colonia ha experimentado aumento entre 1950 y 1961 (Ver cuadro correspondiente en el Anexo No. 2) ello se debe a que los finqueros del café y los hacendados algodoneros acostumbran ceder pequeñas parcelas en número limitado a los trabajadores de carácter permanente que precisan para sus plantaciones, a cambio de trabajo personal o del compromiso de trabajar para ellos aceptando los salarios que fijen o a cambio de un pago de alquiler en especie y en trabajo. En las fincas de café generalmente se trata de insignificantes retazos para edificar ranchos pajizos donde vivir, sin espacio para cultivar. En las algodoneras se ven parcelas más grandes para esos colonos, sembradas generalmente con maíz, frijoles o maicillo. De esta forma los capitalistas cafetaleros y algodoneros se procuran trabajadores permanentes muy baratos y cereales prácticamente gratuitos para cocinar las miserables raciones que dan en parte de pago a los cortadores durante la cosecha. Esta forma de la colonía no esta, pues, en contradicción con el capitalismo sino que se compagina perfectamente con él y su incremento entre 1950 y 1961 está en relación con el incremento del cultivo capitalista del café y el algodón durante ese período.

Los pastos permiten a los latifundistas ocultar la ociosidad de la mayor parte de sus tierras, dándole la apariencia de unidades incorporadas a la producción. Realizan así una ganadería rudimentaria que les permite obtener la renta del suelo y algunas ganancias, sin necesidad de emplear un gran número de trabajadores. Los pocos que es actividad requiere, se encuentran en la condición de colonos y mozo-colonos que pagan en trabajo el uso de la parcelas o ranchos, o reciben un miserable salario.

C- Los remanentes feudales en nuestra agricultura.

En las fincas y haciendas cafetaleras, algodoneras y cañeras de más elevado desarrollo capitalista, las masas asalariadas están sometidas a un régimen de explotación que incluye grandes remanentes del feudalismo. En los corte de café, por ejemplo, se obliga a los trabajadores a diversas formas de trabajo gratuito; el acarreo y “picado” de leña, la “trasegada” (completar los sacos casi llenos que vienen del corte con el contenido de los más vacíos, para preparar los fletes en carretas o camión) la chapoda de pequeñas áreas gratuitamente el día de pago, el acareo de agua, etc. Todas estas formas de trabajo no pagado son restos de la servidumbre feudal. También son residuos de feudalismo en las haciendas cafetaleras , algodoneras y azucareras, el pago en comida de una parte del salario, que obstruye el desarrollo de la circulación monetaria en el campo, y por lo tanto, la producción y la circulación mercantil; el uso por los terratenientes de la Guardia Nacional como tropa a sus servicio; el establecimiento de cárceles en las haciendas y el “derecho” de los hacendados para ordenar la captura de los trabajadores; que son crudas supervivencias de las tropas feudales y de los derechos absolutos de los señores sobre los siervos de la gleba.;la forma moderna del pago en fichas, el descuento obligado por planilla de las deudas a la tienda de la hacienda, mucho más cara que los precios de fuera; la prohibición al libre comercio dentro de las propiedades del terrateniente, que son un evidente acomodamiento moderno de la autoridad que tenían los señores feudales para regular el comercio y el tránsito de las mercancías por sus dominios; el uso de medidas arcaicas y arbitrarias para valuar las labores, como por ejemplo: la “puya” para ”pesar” el café cortado por los trabajadores durante la cosecha, las ”brazadas” para medir las “tareas” en las chapoda y peinas, etc., el régimen legal a que están sujetas las masas rurales, que prohíbe su libre organización, el desamparo en que se encuentra su vivienda contra el allanamiento de la fuerza pública; el trato humillante que reciben los trabajadores por parte de los llamados cuerpos de seguridad , incluso por motivos fútiles como portar el machete con puñera, trato humillante y carencia de derechos que hacen de los trabajadores del campo ciudadanos de segunda categoría, que recuerdan en mucho la situación de los siervos de la gleba durante el feudalismo. Esto son los más sobresalientes ejemplos de supervivencia del feudalismo en las haciendas capitalistas donde predomina el trabajo asalariado. Además como ya vimos, los capitalistas en las haciendas algodoneras y cafetaleras recurren frecuentemente a la colonía en sus dos formas.

Pero no solamente estas son las remanencias feudales en la agricultura de nuestro país. En la parte que no esta destinada a la exportación se encuentra muy extendida la parcela campesina minifundista y de un nivel técnico atrasado, la colonia y el pequeño arrendamiento. (Ver cuadros correspondientes en el Anexo No. 2)

Los terratenientes entregan la tierra a los campesinos en colonato, es decir, a cambio de un “censo” o renta en especie o se las dan en arrendamiento a cambio de un “terraje” o canon de dinero. Ambas modalidades se combinan con diversas tareas gratuitas, sobre todo en el caso de los colonos.

Entre los colonos pueden distinguirse dos categorías: los colonos propiamente dichos y los mozo-colonos. El colono recibe para sus cultivos propios una pequeña parcela dentro de la hacienda y un solar para construir su rancho. A cambio de esto debe pagar una renta en especie (censo) y realizar trabajos gratuitos o mal remunerados en los cultivos o labores ganaderas propias del hacendado. El mozo-colono únicamente recibe un pequeño solar dentro de la hacienda para construir su rancho sin tierra para cultivar. A cambio de esta concesión, esta obligado a toda suerte de tareas gratuitas que varían según las zonas y según la arbitrariedad de los patronos y administradores, y a trabajar por un salario miserable inferior al común, sin que pueda contratarse libremente en otra parte por uno mejor. Así pues, sin tener cultivos propios el mozo-colono tampoco es un asalariado libre.

Una parte de la cosecha de los campesinos propietarios esta destinado al pago de las deudas con los grandes terratenientes y usureros y otra al consumo familiar. Solo lleva al mercado un pequeño excedente, si lo hay, donde cae bajo la explotación de los comerciantes acaparadores. Los insignificantes recursos monetarios de que dispone no le permiten mejorar su técnica y la tierra va perdiendo gradualmente su fertilidad. Eso redunda en un mayor endeudamiento y en peores cosechas.

Los colonos y pequeños arrendatarios, además de las limitaciones y dificultades que soportan los pequeños propietarios, deben entregar al terrateniente una parte importante de la cosecha o su equivalente en dinero, como pago por el alquiler. La continua reducción de sus cosechas, determinada por las causas ya referidas, ha conducido a un gran número de ellos a una situación en la que, después de pagar al hacendado la renta no les resta nada o solamente les resta una cantidad insignificante del producto, que es destinado íntegramente al consumo propio o familiar. Hay un número crecido de ellos cuyas cosechas ni siquiera son suficientes para pagar la renta y caen en un endeudamiento permanente con los terratenientes, que los obliga a permanecer decenios trabajando para ellos en sus haciendas por un pequeño salario y entregándole una alta cuota de trabajo gratuito. Cuando las cosechas mejoran por efecto de factores atmosféricos benignos o por el uso de variedades mejores de simientes, la renta sube y el círculo vicioso entra en una nueva vuelta.

En la producción de maíz, arroz, frijoles y maicillo se encuentra la masa principal de estos campesinos minifundistas, colonos y terrajeros.

Los instrumentos de trabajo que predominan en la producción cerealera son el arado de madera con punta de hierro, la tracción con bueyes, el machete o la cuma. El uso de abonos o insecticidas es casi inexistente en ella.

Entre los grandes terratenientes y los pequeños y medianos propietarios, existen relaciones cargadas de remanentes feudales. El hacendado trata d ahogar económicamente a todos los pequeños propietarios vecinos con el objeto de obligarles a venderle la tierra a malbarato. En muchos casos las maniobras de los hacendados terminan con la usurpación de la tierra de los campesinos, sin pago de ningún precio. Se valen con este fin del cierre de los caminos que cruzan por la hacienda para impedir el paso de oso campesinos con sus productos hasta las vías públicas, que conducen a centros de mercadeo; se niegan a permitirles el uso del río que atraviesa la hacienda, los obligan a pagar el uso de los caminos o del río; los endeudan con fuertes intereses y los obligan a entregarles en pago sus cosechas, cotizándoles precios muy inferiores a los del mercado; les ponen pleitos legales obligándolos a fuertes gastos en abogado, para hostilizarlos y llevarlos a la conclusión de que deben vender al terrateniente e irse, etc. De esta manera las tierras de los pequeños y medianos parceleros se van agregando a las haciendas.

En las haciendas donde predominan las relaciones feudales de producción y las fuerzas productivas atrasadas, hay sin embargo, cierto grado de combinación de la técnica moderna, de la mecanización, de las semillas selectas, abonos e insecticidas y de las relaciones de asalariado libre. No existen en El Salvador pues, unidades feudales puras así como tampoco existen unidades capitalistas puras.

Ch. La “Ley Agraria” legaliza la represión permanente en el campo.

Mención especial merece la “Ley Agraria” vigente. El primer cuerpo de leyes conocido con el nombre de “Ley Agraria” fue dictado en el año de 1907. En 1941 debido a múltiples reformas en su articulado fue sustituida por otra que guardó los rasgos fundamentales de la primera. Esta, con algunos agregados de gobiernos posteriores, es la que se halla en vigencia.

La “Ley Agraria” es, ni más ni menos, el monumento jurídico del feudalismo en El Salvador. Por medio de la misma se delimitan rígidos estamentos en el agro salvadoreño, en los cuales se distinguen desde el terrateniente, que se halla en la cúspide de la pirámide social, hasta el jornalero (trabajador asalariado), pasando por el administrador de fincas o haciendas, por el capataz, etc.

Esa estratificación en el campo que involucra una cadena de explotación humana, en el cual el último eslabón es le proletariado agrícola, es defendida por varios cuerpos represivos. Entre estos se cuenta la Guardia nacional (que hace las vece de policía agrícola), los comisionados de cantón y las patrullas militares, estas últimas integradas con civiles armados y que constituyen una especie de milicias al servicio de la reacción.

La “Ley Agraria” vigente incluye disposiciones que datan de los tiempos coloniales y que llevan por mira mantener el terror entre los trabajadores del campo. Mencionamos algunas:

Artículo 71- “Los agentes de la Guardia Nacional, al primer requerimiento de cualquier hacendado o agricultor capturarán a la persona o personas que este les indique como sospechosas, bajo su responsabilidad; se constituirán en la siembra o labor del requirente y le prestaran un eficaz auxilio para salvarlo de cualquier hecho ilícito que se pretende ejecutar, poniendo a los indiciados a la disposición de la autoridad competente.”

Artículo 72- “Requerirán a los habitantes de los campos que pertenezcan a la clase de jornaleros para que les presenten sus boletas que acrediten hallarse trabajando en alguna finca o heredad; y a los que no presenten dichas boletas los conducirán a la Alcaldía Municipal, más inmediata para que les proporcionen ocupación en los trabajos públicos o d particulares en la población o fuera de ella.”

Artículo 78- “Los agentes de la Guardia Nacional pueden allanar, en el cumplimiento de sus obligaciones, cualquier jurisdicción de la República, y especialmente en la persecución de los jornaleros y operarios que hayan faltado a los compromisos contraídos con los agricultores, y en la persecución de malhechores de todo género.”

La “Ley Agraria” , en pocas palabras, resuma la más odiosa arbitrariedad en contra de los proletarios y se mi-proletarios del campo; es un instrumento de permanente represión.

6. Nuestra agricultura es semi-colonial.

El monocultivo y sus consecuencias

Nuestra agricultura no ha sido independiente ni un solo momento desde la llegada de los españoles hasta los días actuales. Durante los tres siglos de la dominación española, la agricultura fue condicionada ala satisfacción de los intereses de los colonialistas. La Corona prohibía los cultivos que hacían competencia a los de la Península, o sometía a ciertos productos a un régimen agobiador de impuestos y a limitaciones para su libre comercio, incluso con los puertos de España. Nuestro añil, para el caso, estuvo sujeto a un régimen de limitaciones. La Independencia abolió esas trabas y con ello reforzó a nuestra agricultura en su condición de apéndice abastecedor de Europa. Por ese mismo camino colonial prosiguió su marcha al abandonar el añil y adoptar el café, durante la última mitad del siglo pasado, lo mismo que al desarrollar el algodón en los últimos veinte años.

Seguimos siendo hoy, y lo somos en mayor proporción que ayer, un País de una agricultura apéndice de las potencias industriales, que no produce los alimentos y materias primas necesarias para nuestra población y para nuestra industria, que gira en torno de los pocos cultivos para la exportación, que es en suma una agricultura propia de una colonia y no de un país independiente.

A- El monocultivo y sus consecuencias.

El capitalismo surgió y se ha desarrollado en la agricultura salvadoreña totalmente bajo la influencia de esta condición colonial. Por eso el desarrollo del capitalismo ha sido al mismo tiempo un proceso de deformación de la agricultura y de la economía nacional en conjunto. El fruto más dañino de este camino deformado de desarrollo es el monocultivo.

Se llama monocultivo al desarrollo unilateral de la agricultura, cargado a uno o dos cultivos para la exportación. Estos cultivos concentran las mejores tierras, las mejores vías de comunicación, los mejores implementos y técnicas, el volumen principal de los créditos, la mayor parte de la actividad del Estado hacia la agricultura, etc. Lo peor y más raquítico de estos renglones prevalece en el resto de la producción agropecuaria.

El cuadro que presenta nuestra agricultura es el típico cuadro del monocultivo; alto desarrollo y productividad de vanguardia en los cultivos de exportación, estancamiento y proceso de liquidación de los cultivos destinados al consumo interno.

Veamos algunos datos estadísticos (*) que demuestran la presencia de este fenómeno:

CULTIVOS PARA EL CONSUMO INTERNO

MAIZ

Cosecha de los años Manzanas Quintales Quintales por manzana

1951-52 225.345 3.881.448 17.22

1961-62 221.795 3.144.665 14.18

FRIJOL

1951-52 50.462 655.265 12.99

1961-62 30.700 227.815 7.42

ARROZ

1951-52 23.340 367.220 15.73

1961-62 12.710 252.665 19.88

MAICILLO

1951-52 97.996 1.744.785 17.80

1961-62 140.470 1.835.510 13.06

GANADO VACUNO

1950 1962 Diferencia

809.838 cabezas 671.190 cabezas 138.648 menos

GANADO PORCINO

388.790 cabezas 156.203 cabezas 232.587 menos

CULTIVOS DE EXPORTACION

CAFÉ

Cosecha de los años manzanas cultivadas total de quintales quintales

por manzana

1949-50 165.063 1.599.726 9.69

1962-63 178.150 1.709.346 9.59

ALGODÓN

1951-52 42.646 213.516.02 5.6

1961-62 110.275 1.325.090.00 12.1

AZUCAR

1950-51 10.252 572.677 55.86

1960-61 11.114 1.073.057 96.55

El monocultivo en El Salvador ha llegado a alcanzar un peso mucho más aplastante que en cualquier país de Centroamérica. Particularmente el veloz desarrollo del algodón que desde 1945 a 1957 aumentó en 42.64 veces el volumen de su exportación y en 55.71 veces el valor de las mismas, ha desalojado bruscamente los cultivos cerealeros, arrojándolos a las tierras de inferior calidad y peor dotadas de vías de comunicación. El café, pese a ser un cultivo de las alturas, también ha desplazado en gran medida a las siembras cerealeras. Cuando los precios del café llegaron a los más altos niveles (1951-57) las plantaciones se extendieron incluso a tierras no recomendables para ese cultivo y aumentó considerablemente la siembre de “bajío” (es decir en los valles). En esa forma, El Salvador ha llegado a ser en Centroamérica el que relativamente produce menos cereales. El cuadro siguiente permite conocer mejor esta verdad: (*)

PRODUCCION EN TONELADAS METRICAS

Producto Costa Rica El Salvador Guatemala Honduras Nicaragua

Arroz 57.000 13.000 14.000 23.000 34.000

Maíz 76.000 180.000 506.000 288.000 119.000

Trigo —— ——- 21.000 1.000 ———

Frijoles 14.000 19.000 31.000 35.000 22.000

(*) Cuadro aparecido en La Prensa Gráfica del 14 de junio de 1963 y elaborado con datos oficiales de los respectivos países.

Esta situación calamitosa de la producción alimenticia repercute gravemente en la dieta popular. Según estimaciones oficiales incluidas en el informe de la delegación del gobierno salvadoreño ante la Conferencia sobre Educación y Desarrollo Económico y Social, celebrada en Santiago de Chile en marzo de 1962, en el año 1957 la necesidades alimenticias mínimas en materia de cereales fueron de 19.903.283 quintales (de maíz, maicillo, frijoles y arroz) Pero la producción de ese año solamente fue de 6.766.883 quintales. Es decir que apenas una tercera parte de las necesidades en cereales fue cubierta por la producción nacional. En ese mismo informe se dijo también que de un mínimo de 80 libras de carne que son necesarias en la alimentación de cada persona por año, durante 1957, apenas se consumieron en nuestro país 13.6 libras por habitante. El consumo de carne fue solamente, pues, la sexta parte de las necesidades mínimas.

La producción de cereales y de carne desde 1957 no sólo no ha mejorado, sino que se ha reducido más. La población nacional, en cambio, ha crecido desde entonces en casi medio millón de habitantes.

Al desarrollarse unilateralmente nuestra agricultura, las masas trabajadoras del campo están sujetas a permanecer la mayor parte del año sin empleo. La cosecha del café se inicia a fines de octubre y se extiende hasta finales de diciembre o principios de enero. En diciembre, enero y parte de febrero se recoge la cosecha del algodón y en febrero y parte de marzo se realiza la zafra, que absorbe ya una cantidad pequeña de trabajadores en comparación con el café y el algodón. Esos son los meses de mayor empleo en el campo, de los cuales, diciembre es el punto sobresaliente. Durante ese periodo los asalariados logran emplearse un promedio de unos tres meses, durante los cuales devengan salarios miserables. El resto del año, aparte de pequeños intervalos en los que aumenta la demanda de mano de obra para la preparación de la tierra y siembra del algodón, para labores de limpieza y poda de los cafetales, que de todos modos solamente absorben una parte de los trabajadores el resto es tiempo muerto para la inmensa mayoría, tiempo de hambre y padecimientos de todo género. La fuerza de trabajo de miles de trabajadores permanece así pasiva y su completa carencia de ingresos reduce drásticamente la capacidad de compra del mercado nacional, afectando toda la actividad económica del país. Durante esos meses, por tal motivo, también las ciudades son recorridas por el espectro del desempleo y el hambre.

Este problema del paro temporal se acrecienta más cada día, pues el aumento anual de la población, que en nuestro país es uno de los más altos del mundo (3.5% anual) arroja a decenas de miles de jóvenes a la edad de trabajo, sin que el desarrollo de la agricultura en particular, ni el de la economía en su conjunto, asegura la creación de nuevas fuentes de empleo en la proporción suficiente. Anualmente por eso, se va sumando un saldo de hombres y mujeres que llegan a edad de trabajo sin ser absorbidos. En los periodos de las cosechas de los cultivos de exportación sus posibilidades crecen, peor al pasar estas, las filas de los parados son mayores.

De esta manera, el actual desarrollo capitalista de la agricultura, por una parte, significa un progreso, puesto que implica la incorporación de nuevas relaciones de producción, más avanzadas que las feudales y nuevas fuerzas productivas de un nivel superior a las del feudalismo, peor también significa un enorme obstáculo, un freno al desarrollo de las fuerzas productivas y de las relaciones de producción en la agricultura tomadas en conjunto, imponiendo al mismo tiempo grandes limitaciones al desarrollo económico general del país.

Solamente mediante una profunda transformación revolucionaria, que liquide el monocultivo diversificando la producción agropecuaria, se abrirá ancha vía al desarrollo de las fuerzas productivas en la ciudad y el campo. La industrialización y la diversificación de la agricultura podrán así absorber las enormes masas de desocupados parciales y totales que hoy existen en el campo y la ciudad y elevar su nivel de vida material y cultural.

B- Una peculiaridad nacional: el monopolio de la tierra y el monocultivo son de propiedad de terratenientes y capitalistas nacionales.

A diferencia de otros países de América Latina, en El Salvador el monopolio de la tierra esta en manos de grandes terratenientes nacionales y lo mismo ocurre con la producción de café y algodón.

En otros países del Continente, los más grandes terratenientes y empresarios capitalistas de la agricultura son los monopolios imperialistas yanquis. Así es en la mayoría de Centroamérica, donde la United Fruit Company monopoliza la producción bananera, maderera, ganadera y cafetalera y así era en Cuba, donde la mayor parte de la producción de caña y de azúcar, así como los más grande latifundios, se encontraban en poder de monopolios norteamericanos, incluida la United Fruit Co.

El hecho de que en nuestro país no sea así favorece el surgimiento y desarrollo de contradicciones entre los capitalistas del café y el algodón, con los imperialistas norteamericanos por motivos de precios y competencia en el mercado internacional que permiten acrecentar las fuerzas de la liberación nacional. Es particularmente nocivo para los intereses cafetaleros y algodoneros de nuestro país, especialmente para los pequeños y medianos, la política de bloqueo comercial hacia el Campo Socialista que el gobierno yanqui impone.

7- El nivel de vida material y cultural de las masas del campo es miserable.

Las peores consecuencias de los rasgos semifeudales y semicoloniales de nuestra agricultura las soportan las masas de asalariados agrícolas y campesinos. Entre ellas se registran los más elevados niveles de analfabetismo y falta de aulas, los más agudos extremos de la desnutrición, de la insalubridad general, de la falta de viviendas, etc. Los trabajadores del campo comienzan a soportar la dura explotación desde la niñez. La estadística solamente registra el número de niños que trabajan de manera permanente o que aparecen registrados en las planillas, pero durante los cortes de café y algodón decenas de miles de niños más se incorporan a las labores sin que aparezcan contabilizados porque solamente se inscribe al padre o la madre.

Veamos algunos datos estadísticos sobre las condiciones de vida en el campo:

LOS SALARIOS EN EL CAMPO (*)

CATEGORIAS SALARIOS DIARIOS EN COLONES

Mínimo Máximo Medio

Mayordomo 0.16 7.00 2.53

Caporales 0.16 7.00 1.69

Oficinistas 0.60 9.58 3.61

Obreros

Especialistas o

Especializados 0.40 10.00 3.66

Obreros no

Especializados

Permanentes

Hombres 0.33 4.10 1.08

Mujeres 0.16 4.50 0.98

Menores de 16 años 0.12 2.80 0.85

CATEGORIAS

Temporales:

Hombres 0.27 5.40 1.57

Mujeres 0.12 2.80 1.39

Menores de 16 años 0.24 2.00 0.95

(*) (Pág. 22) datos tomados del Informe al Gobierno salvadoreño sobre los Asalariados Avícolas” por j. Ambrosini de la OIT. El informe fue elaborado en base de una encuesta a 23,000 trabajadores de las distintas zonas del país.

Según el Censo de Población de 1961 había en el campo 46,190 trabajadores de una edad entre los 10 y los 14 años. De hecho hay varios miles más de niños menores d e10 años que trabajan y que no han sido registrados.

Según ese mismo censo, de 751.150 niños y muchachos e edad escolar (de 6 a 29 años) que habría en el campo, 602.530 no asistían a la escuela y pasaban a engrosar la s multitudinarias filas de los analfabetas.

Sobre la vivienda rural no se poseen datos serios y generales. Pero al simple observación revela su estado calamitoso e insalubre, y permite apreciar la falta de ella para enormes masas que se amontonan en las galeras y ramadas de las haciendas y fincas, de “posada” en los ranchos de los colonos, o simplemente bajo los árboles o a la intemperie.

La prosperidad y los millones de los grandes terratenientes y burgueses se han amasado con la salud, el atraso cultural y la miseria de las grandes masas de nuestra campiña. Nada que no sea hambre, desnudez y enfermedad han sacado los trabajadores del desarrollo capitalista deformado de nuestra agricultura.

8- El monopolio sobre la tierra es la base de nuestra estructura agraria semicolonial y semi-feudal.

Qué es lo que permite que nuestra agricultura se desarrolle por los cauces coloniales, que sea monocultivista, que se conserven en ella tanto remanentes del feudalismo, que las masas trabajadoras soporten tan pésimas condiciones de vida? La respuesta salta a la vista y no puede ser otra: la existencia del monopolio de la tierra en manos de una reducida oligarquía de grandes latifundistas y capitalistas. Mientras ellos conserven el monopolio de la tierra, estarán en condiciones de imprimir a la agricultura y a toda la economía nacional el rumbo que exigen sus interese mezquinos e insaciables. Mientras ellos conserven el monopolio de la tierra, las masas trabajadoras, que son las mayoritarias en nuestro país, arrastraran una vida de miseria, desocupación y falta de derechos: la producción no podrá diversificarse, faltaran los alimentos, no podrán producirse las materias primas para nuestra industrialización, ni aumentarse la capacidad de compra de la población para impulsarla; no podrán ser liquidados completamente y para siempre los remanentes feudales en las relaciones de trabajo ni el atraso feudal de la técnica.

El monopolio de la tierra es el tapón que impide el progreso general del país.

9. las clases sociales en el campo.

A- Los grandes terratenientes o latifundistas.

Estos son los monopolistas de la tierra y, como ya vimos, algunos son dueños tanto de haciendas capitalistas donde predomina le trabajo asalariado y la técnica avanzada, como de haciendas donde predomina el feudalismo.

Una gran parte de los latifundistas arriendan sus tierras a los empresarios capitalistas y se han convertido en parásitos absolutos. En tanto que muchos son empresarios cafetaleros y últimamente algodoneros y cañeros.

De esta clase, como vimos, se ha destacado un grupo minúsculo de multimillonarios (los “14 Grandes”) que son los amos de toda la economía nacional. Los “14” y los demás grandes terratenientes forman la oligarquía, aliada del imperialismo norteamericano, con el cual tiene, al mismo tiempo contradicciones en cuanto a los precios de los productos agrícolas de exportación, en cuanto a la demagogia social impulsa últimamente por la Alianza para el Progreso, en cuanto a la posición privilegiada de sus inversiones en nuestro país, y sobre todo, después del 25 de enero de 1961, en cuanto al control hegemónico sobre la tiranía militar. Hasta el golpe cuartelario de esa fecha, la tiranía militar había venido siendo un instrumento fundamentalmente bajo la dirección de la oligarquía interna, pero desde entonces se convirtió en un instrumento bajo la hegemonía norteamericana.

B-La burguesía media del campo.

Esta clase esta formada principalmente por los finqueros medianos del café y los algodoneros medianos. Sus propiedades o plantaciones no abarcan extensiones superiores a las cien hectáreas (143 manzanas), y en ellas dominan las relaciones de salario y es aplicada en escala considerable la técnica moderna (abonos, tractores, insecticidas, semillas selectas, etc.) A esta misma clase pertenecen aquellos medianos cañeros, cerealeros, ganaderos, henequeneros, hortelanos, etc., en cuyas labores emplean mano de obra asalariada y hacen uso de una técnica adelantada.

Esta clase tiene contracciones con la de los grandes terratenientes, por motivo de créditos caros, los bajos precios para sus cosechas y los altos alquileres de la tierra. Esto último es de especial importancia en el caso de los algodoneros medianos, pues en su mayoría no son propietarios de la tierra, sino arrendatarios que pagan elevados cánones a los grandes hacendados. El alquiler de una manzana de tierra para algodón ha llegado a ser en algunos años superior a ciento cincuenta colones.

La burguesía media del campo tiene asimismo, contradicciones con los imperialistas norteamericanos: los cafetaleros resientes de ellos sus maniobras para bajar los precios y mantenerlos a baja altura, los altos precios de sus mercancías industriales siempre en crecimiento (aperos, automóviles, etc.) Los algodoneros, tienen una doble contradicción con los imperialistas: son por una parte, competidores de la producción algodonera yanqui y, en este sentido, las contradicciones con ellos se producen en torno a la disputa de los mercados consumidores. En los últimos años el gobierno norteamericano ha establecido una bonificación que ha crecido ya bastante (ahora es de ocho dólares por quintal) a los exportadores, para que rebajen sus precios en el mercado mundial y compitan en mejores condiciones contra los algodoneros de nuestros países latinoamericanos y los de aquellos países africanos donde se produce esa fibra. Por otra parte, los monopolios yanquis que compran nuestra cosecha desde Japón y otros países lo mismo que el propio gobierno de los EEUU le imponen de hecho a nuestros algodoneros la prohibición de vender sus productos a los países socialistas, que pagan precios mucho más ventajosos que los que reciben de ellos. A esta doble contradicción se agregan las derivados de los altos precios de las mercancías industriales yanquis, principalmente de la maquinaria e implementos anexos que son de uso muy extendido entre los algodoneros.

Peor al mismo tiempo que la burguesía media del campo tiene esas contracciones con los imperialistas y grandes terratenientes, tiene con ellos algunas coincidencias: son al igual que ellos explotadores y desde ese punto de vista coinciden en la defensa de los bajos salarios. Cada vez que se ha planteado el problema de los bajos salarios de los trabajadores rurales en nuestro país, los más bulliciosos en la defensa de los miserables niveles actuales han sido precisamente los burgueses medios. Además están ligados íntimamente al monocultivo y han ayudado a extenderlo lo cual los hace coincidir también con los intereses de los grandes terratenientes y de los imperialistas.

Esta clase puede ser atraída al lado del proletariado revolucionario, si este es fuerte, arrastra tras de sí a las masas trabajadoras no proletarias (campesinos pobres, pequeños productores urbanos, obreros independientes, empleados, etc.) y pone en práctica una amplia y acertada política de alianza.

C-Los campesinos.

Entre los campesinos cabe distinguir a tres capas:

1) Los campesinos pobres o semi-proletarios del campo: Los campesinos pobres son aquellos que cuentan con una pequeña parcela; ya sea en propiedad o en colonía. Pero sus parcelas son tan pequeñas y su carencia de recursos monetarios tan grande, que no pueden vivir solamente de lo que cultivan de ellas. Se ven obligados a buscar trabajo como asalariados una parte del año. Por lo general los campesinos pobres carecen de animales y aperos para el laboreo, o solamente cuentan con las herramientas rudimentarias más indispensables (“cuma” machete, arado de madera, piedra de afilar, etc.) y les es muy difícil conseguir las semillas. Hay muchos de ellos que se ven obligados a dejar sus parcelas sin cultivar por la falta de semillas y bueyes o dinero para alquilarlos.

Los campesinos pobres que cultivan parcelas como colonos, trabajan como jornaleros en la misma hacienda donde han recibido la parcela., devengando salarios inferiores a los usuales en la región y realizan, como ya se ha sabido, numerosas tareas gratuitas para el hacendado.

Los recursos en dinero de que disponen los campesinos pobres son insignificantes y a menudo ni siquiera les sobre de la cosecha para llevar al mercado, después de pagar los censos como colonos, o después de calcular su propio consumo. El campesino pobre esta casi al margen de la economía mercantil y lo estaría totalmente a no ser por las pequeñas sumas de dinero que recibe cuando logra obtener un pequeño excedente de la cosecha y la vende, o en concepto de salario cuando encuentra trabajo.

Entre los campesinos pobres los hay quienes están en las peores condiciones y los que se encuentran en una situación relativamente bonancible dentro de su capa.

Los campesinos pobres forman la masa de semi-proletarios del campo porque tiene tanto de propietarios de medios de producción como de trabajadores que venden su fuerza de trabajo.

Los campesinos pobres tienen contradicciones con los grandes terratenientes y burgueses medios, que constantemente acechan sus parcelas, los endeudan, los obligan a pagar con trabajo mal remunerado, elevan los censos y los exigen aunque no quede nada después de pagarlos.

2) Los campesinos medios: Los campesinos medios son aquellos que poseen una pequeña parcela, ya sea en propiedad, en arrendamiento o en colonía, aperos de labranza y ganado de labor ( o al menos cuentan con dinero para alquilar ese ganado) en una medida suficiente para vivir de sus cultivos, sin necesidad de recurrir a la venta de su fuerza de trabajo por salario. Solo excepcionalmente los campesinos medios necesitan trabajar como asalariados.

Los campesinos medios trabajan sus cultivos ellos mismos o a lo sumo ayudados por miembros de su familia. Muy rara vez contratan jornaleros y cuando lo hacen es solamente por pocos días, durante la siembra o la cosecha, y se trata de uno o dos. Entre los campesinos medios, los hay algunos bastante acomodados, que cuentan con “bestia” ,con carreta, pozo y rancho de adobe o bahareque. Los campesinos medios acomodados hasta pueden costear la educación de algún hijo más allá de la escuela primaria.

Los campesinos medios disponen de recursos monetarios en mayor medida que los campesinos pobres y mozo-colonos y consumen una mayor cantidad de mercancías. Muchos de ellos adquieren a plazos radiorreceptores y diversos utensilios domésticos.

Pero esta es una capa de cruce y al lado de los relativamente acomodados, entre los cuales algunos logran ascender a la capa de los campesinos ricos y hasta más “arriba” hay muchos otros que van hacia “abajo”, hacia las filas de los campesinos pobres y de los proletarios del campo. En los últimos diez años muchísimos campesinos medios han sido proletarizados en nuestro país.

Los campesinos medios tienen contradicciones con los grandes terratenientes por los altos censos y terrajes, por la voracidad de estos sobre sus parcelas, por las deudas usurarias, por toda la hostilización de que los hacen objeto y a las que nos hemos referido antes, por los precios de la cosecha, etc. También tienen contradicciones con los burgueses medios que, en menor medida que los hacendados, también muestran sus apetitos por las parcelas.

En 1950 entre los campesinos pobres y los campesinos medios hacían un número aproximado de 125,000. Pero las cifras del último Censo de Población (el de 1961) revelan que han disminuido a 111,530. Si se considera que desde 19590 ha crecido la población y se han subdividido las propiedades medias para efectos de la herencia y las dotes a los hijos mayores, tendría que haberse producido un aumento de estas dos capas. Sin embargo, es tan grande la explotación y la presión que sufren de parte de los grandes terratenientes y burgueses medios, y es tan grande la crisis a que los ha llevado el monocultivo que se han arruinado por miles, perdiendo sus tierras y convirtiéndose en asalariados libres. Es asimismo revelador de este fenómeno el hecho de que, según este mismo Censo de Población, se haya reducido el número d e “trabajadores familiares” agrícolas en 19,115 respecto al año 1950 (de 75,994 en 1950 a 58,880 en 1961). Estos trabajadores son precisamente los que laboran en las parcelas de los campesinos medios, familiares suyos, sin recibir salario. Tan drástica reducción en tan poco tiempo confirma que estas capas campesinas se encuentran soportando un proceso profundo y rápido de proletarización, que los lleva violentamente a la ruina. En este proceso de proletarización de las masas campesinas pobres y medias, ha jugado el principal papel en los últimos años el veloz crecimiento del cultivo del algodón.

3) Los campesinos ricos: Son aquellos que poseen una parcela de regular tamaño, ya sea en propiedad o en arrendamiento, cuentan con implementos y ganado para el laboreo, tienen varias yuntas de bueyes, carreta (a veces cuentan con automóvil, jeep o camioncito). Para realizar sus cultivos se valen del trabajo de jornaleros asalariados, cuentan con capital.

El campesino rico por lo general vive en el campo y participa de las costumbres rurales. Es corriente que tome parte personalmente en algunas de las labores de sus cultivos o se encargue de algunas de sus tareas, como el ordeño y la fabricación de los quesos, si es que se dedica a la ganadería.

Esta capa es francamente acomodada y cuenta con medios hasta para darle a sus hijos una educación superior. Muchos de los campesinos ricos en nuestro país viven en los pequeños pueblos rurales y viajan con cierta frecuencia ala capital con fines de diversión y de compra de mercancías casi todo el año, aunque de manera especial durante las semanas que siguen a la cosecha. Muchos campesinos ricos en la zona oriental del país se han dedicado al cultivo del algodón, dando origen a una capa muy acomodada, de la que anualmente ascienden algunos a la burguesía media. Al mismo tiempo, decenas de elementos de esta capa han sido arruinados en los últimos años por los prestamistas, los grandes terratenientes y su propio despilfarro.

Los campesinos rico son relativamente poco numerosos en El Salvador y tienen contradicciones con los grandes terratenientes, pero también las tienen, aunque en grado menor que los burgueses medios, con los asalariados, campesinos pobres y medios. Los campesinos ricos son víctimas del crédito usurario y tienen un acceso muy limitado al crédito bancario. Muchos de ellos se encuentran sumamente endeudados. Les resultan caros los abonos e insecticidas, que solamente pueden comprar en pequeña cantidades. Los grandes terratenientes acechan también las tierras de los campesinos ricos y tratan de absorberlas. Para esto se valen preferentemente de los préstamos hipotecarios. Muy pocos campesinos ricos son los que en la actualidad tienen sus parcelas libres de hipotecas.

El monocultivo ha lanzado a la ruina a muchos campesinos ricos que se dedicaban al cultivo de los cereales. Por no contar con recursos en dinero suficiente para sembrar algodón, muchos se vieron obligados a dar en alquiler sus tierras a los empresarios algodoneros y han terminado perdiéndolas.

La revolución les ayudar a resolver todos estos problemas y por ello pueden ser aliados del proletariado si este los atrae con una correcta política de frente único.

Ch- Los asalariados del campo o proletarios agrícolas.

Pertenecen a esta clase todos aquellos trabajadores desposeídos de tierra y de todo otro medio de producción, que solamente cuentan con su fuerza de trabajo y la venden por un salario a cualquier patrono. Los asalariados agrícolas solamente poseen un machete o una”cuma” instrumento de trabajo propio. La gran mayoría de ellos no tienen vivienda ni lugar fijo de residencia. Sus pertenencias personales se reducen en el mejor de los casos, a una muda para usarla el día domingo, más o menos en buen estado, y una harapienta para el uso diario; aun par de caites y excepcionalmente un par de zapatos, a una “cebadera” par cargar todas estas cosas y a un sombrero de palma (excepcionalmente cuentan también con un sombrero de fieltro barato). El salario más difundido es el de un colón diario, aunque no pocos de ellos devengan sumas muchos menores.

Con la modernización de las labores del algodón, la caña de azúcar y otros cultivos en menor escala, se ha formado gradualmente entre los asalariados del campo un sector calificado de tractoristas, mecánicos, conductores de camiones, manejadores de diversas maquinas, etc. En los beneficios del café, ingenios azucareros y en plantas desmotadoras del algodón ha tenido lugar también la calificación de miles de asalariados rurales en diversos aspectos del trabajo que en ellos se realiza. Asimismo existe otro sector calificado de asalariados agrícolas, que es mucho más antiguo, formado por carpinteros, albañiles, mecánicos, hojalateros, “peceros” (prácticos en la apertura de pozos y en el uso de la dinamita) queseros, “campistos”, aserraderos, que trabajan, ya sea por cuenta propia, o como asalariados permanentes o temporales en las fincas u haciendas. Todos estos trabajadores calificados devengan salarios un poco más elevados que el resto, peor tampoco alcanzan los niveles de la ciudad para los mismos.

(que son todavía bajos).

Los asalariados agrícolas son la clase más numerosa del campo y del país. Junto con los asalariados de las ciudades forman el proletariado salvadoreño. Según los datos del Censo de Población de 1961, 540.080 trabajadores forman el total de asalariados en nuestro país, y de ellos 305.810 son asalariados agrícolas. Su número ha crecido en 110.268 desde 1950 en que se efectuó el otro censo de Población (en 1950 los asalariados agrícolas eran de 194.182) lo cual significa un crecimiento de 56.60% en once años.

Los asalariados agrícolas solamente disponen de sus ingresos monetarios, durante están empleados, los cuales gastan totalmente en su subsistencia, sin la más remota posibilidad de ahorro. Con los ingresos durante las cosechas es que procuran hacerse de una muda u otros objetos indispensables. Para poder subsistir durante las interminables semanas de desocupación, muchos de ellos procuran realizar una pesca en los ríos, lagunas y costa., lo mismo que alguna cacería de iguanas, conejos y otros animales. Una dieta exclusivamente formada por un par de tortillas de maicillo comprado con los ingresos de la época de empleo, es el sostén durante esas semanas para miles y miles de asalariados. Entretanto, grandes extensiones de tierra acaparadas por los monopolistas permanecen en la ociosidad.

Los asalariados agrícolas son la clase más explotada de nuestro país, las que produce las fabulosas ganancias a la oligarquía y los millones de dólares que obtienen como utilidad negociando con nuestro café y algodón, los monopolios yanquis relacionados con estos ramos. Son también los más duramente afectados por el monopolio de la tierra y por el monocultivo, que los condena a una vida de penalidades, de ayuno, de desocupación. Siendo la clase más explotada, la contradicción entre ella por una parte, y los grandes capitalistas oligárquicos y los monopolios yanquis por la otra, constituye la contradicción más importante de nuestro campo. Los asalariados tienen también una contradicción general con todos los patronos, y en gran número por trabajar en las fincas y algodoneras de los burgueses medios están enfrentados a ellos a propósito de los miserables salarios y de las más pésimas condiciones en que se realiza el trabajo.

Para los asalariado del campo no existe regulación de la jornada ni medidas para las “tareas”, ni derecho a organizarse, ni todas las demás conquistas legales con que cuentan los trabajadores de la ciudad, aunque también limitadamente. El gobierno actual ha emitido algunas regulaciones de la jornada, de la contratación individual, de la alimentación y el descanso dominical remunerado. Estas medidas del gobierno han constituido claramente un esfuerzo demagógico, para rebajar la combatividad de las masas y salir de la crisis política iniciada en octubre de 1960, así como también son la ejecución servil de la llamada política de “Alianza para el Progreso”, que impulsa el gobierno yanqui como medida para apuntalar su tambaleante dominación en América latina. Pero tales regulaciones no solamente no se cumplen, sino que dieron pretexto a una reducción general de los salarios por parte de los capitalistas y para realizar despidos masivos y sustituir en gran medida la mano de obra por maquinaria, particularmente entre los algodoneros.

10- La importancia del proletariado agrícola como fuerza revolucionaria y de la alianza obrero-campesina para el triunfo de la revolución en esta etapa.

Movilizar, organizar, llevar a la lucha por sus reivindicaciones y politizar a las masas proletarias del campo constituyen la tarea principal de nuestro partido y de todo el movimiento revolucionario en el campo. El proletariado agrícola dirigido por el proletariado urbano, organizado y consciente, aliado estrechamente con los campesinos pobres y medios, encabezados por su vanguardia, el PCS, constituyen las fuerzas revolucionarias principales y la columna vertebral del frente único de liberación nacional.

Los campesinos, incluso una parte de los campesinos ricos, no tienen otra salvación que a que les proporcionara la revolución. De nadie más que del proletariado pueden esperar la tierra y el paro a la profunda crisis que sufren, llevados a la ruina por los grandes terratenientes y el monocultivo. En diez años más, los campesinos pobres y medios casi habrán desaparecido. “Nada que no sea el despojo y la ruina pueden los campesinos esperar ya de los terratenientes y la burguesía”. “La alianza con los obreros es lo único que puede darles la tierra y salvarle de la voracidad de los latifundistas.”

La incorporación de las masas de obreros agrícolas al campo de las fuerzas revolucionarias, será el fenómeno que modificará radical y definitivamente la correlación de fuerza dentro de nuestro país y decidirá el triunfo de la revolución democrática, anti-feudal y anti-imperialista.

11. Resumen de las características de nuestro problema Agrario.

Después de realizado el estudio anterior, podemos resumir así las características más sobresalientes de nuestro problema agrario:

1-Más de la mitad de nuestro territorio agrícola se encuentra inculto la mayor parte de la tierra inculta se encuentra cubierta por pastos para una ganadería, raquítica, en crisis y sumamente atrasada.

2-Existe un extremo monopolio sobre la tierra. Los dos tercios de la tierra se encuentran concentrados en poder de una reducida oligarquía de grandes terratenientes y multimillonarios capitalistas, exportadores e importadores, dueños también del sistema bancario y d la gran industria, en sociedad con los monopolios yanquis.

3- En nuestra agricultura tiene lugar un proceso de desarrollo capitalista ligado a las ramas destinadas a la exportación (café, algodón y azúcar) este desarrollo capitalista conserva y ensancha la gran propiedad territorial y numerosos remantes feudales en las relaciones de producción., al mismo tiempo que estanca dentro del atraso feudal al resto de la agricultura. Por eso puede decirse que la agricultura salvadoreña es semi-feudal y en desarrollo capitalista deforme.

4- Tenemos una agricultura monocultivista, que gira en torno a dos o tres cultivos destinados a la exportación. El monocultivo ha llevado a crisis la producción de alimentos, determina el desempleo masivo temporal y obstruye el desarrollo armónico y general de toda la agricultura.

5- Los asalariado forman la inmensa mayoría de la población rural y constituyen una gran masa desposeída, con un poder comprador extremadamente pobre y unas pésimas condiciones de vida.

6- Todos esto rasgos son el resultado del proceso deformado de desarrollo de nuestra agricultura, interferido por los intereses coloniales desde la llegada de los españoles. El monopolio de la tierra la ociosidad de su mayor parte, el desarrollo capitalista, el monocultivo, son rasgos formados históricamente bajo la presión del rumbo colonial que ha tenido nuestra producción agrícola desde la conquista. Nuestro país es ahora más que ayer un apéndice agrícola de las potencias capitalistas industriales y en primer lugar de los EE.UU.

Pero la tierra y demás medios de producción en la agricultura, la exportación de sus productos monocultivistas, y demás negocios conexos, no pertenecen a monopolios extranjeros, sino a un puñado de multimillonarios nacionales. Por todo esto es que decimos que n lustra agricultura es semi-colonial.

7- La siguiente caracterización sintetiza todos los rasgos de nuestro problema agrario:

Nuestra agricultura es semi-colonial, semi-feudal y en desarrollo capitalista deforme.-

CEM publica Programa Agrario aprobado por V Congreso del PCS en 1964

SAN SALVADOR, 8 de agosto de 2007 (SIEP) “El conocimiento de la realidad agraria de nuestro país, y de las clases y la lucha de clases en el campo, fueron elemento claves para elaborar una estrategia política organizativa que movilizara a estos sectores rurales” afirmo el Lic. Roberto Pineda, Coordinador del Centro de estudios Marxistas “Sarbelio Navarrete.”

Agregó que “el proceso revolucionario salvadoreño alcanzó un nuevo nivel al definir que la incorporación de las masas de obreros agrícolas al campo de las fuerzas revolucionarias, será el fenómeno que modificará radical y definitivamente la correlación de fuerza dentro de nuestro país y decidirá el triunfo de la revolución democrática, anti-feudal y anti-imperialista.”

“Y fue esto –señaló el catedrático universitario- lo que presenciamos en la década de los setenta del siglo pasado, se formaron grandes organizaciones revolucionarias de masas del campo, dirigidas por sectores revolucionarios que luego fueron base social del ejercito popular de liberación, el FMLN.”

“Publicamos este documento histórico, la primera parte del Programa Agrario del Partido Comunista de El Salvador, de marzo de 1964, aprobado por su V Congreso, que iluminó las conciencias de muchos lideres campesinos, que sirvió para comprender la realidad para transformarla.

“Lo hacemos en homenaje a Schafik Handal, en ese momento secretario de educación del PCS, su principal artífice, y en tributo a los miles de mártires campesinos de FECCAS-UTC, de ATACES, del MCS y de otras expresiones revolucionarias campesinas. De esta forma continuamos cumpliendo con nuestro compromiso de divulgar los principales documentos del movimiento revolucionario salvadoreño” concluyó Pineda.

De acuerdo con Domingo Santacruz, que fue uno de los principales dirigentes del Frente Unidosde Acción Revolucionaria de esa época, “parte de este importante documento fue tomado en el Programa del FUAR, en su Tercera Plenaria Nacional del 20 de Mayo de 1962, el cual no fue aprobado por carecer de una amplia discusión en los diferentes sectores organizados en ese entonces. Sin embargo, el evento del FUAR sirvió para motivar su difusión y discusión, lo que al final se convirtió en el Programa General y el Programa Agrario del PCS.”