Los monopolios y oligopolios industriales en la economía salvadoreña (1978)

Los monopolios y oligopolios industriales en la economía salvadoreña*
Instituto de investigaciones Económicas (UCA)

Introducción

El presente trabajo tiene por objetivo determinar los grados de concentración y desigualdad existentes en las principales ramas y grupos de la manufactura salvadoreña. Para tal efecto, se procede en un primer momento a determinar mediante criterios, ciertamente discutibles, las ramas y grupos de actividad que pueden considerarse importantes. A continuación se procede a determinar, mediante |os índices de Herfindahl y Gini los grados de concentración y desigualdad.

A nuestro juicio, lo anterior no tiene interés en sí mismo, salvo que se utilice para establecer las formas o estructuras de mercado o, lo que es lo mismo, el tipo de competencia que prevalece en las mismas. Sobre esta base, este trabajo intenta clasificar las ramas y grupos principales dominados por monopolios u oligopolios. En un momento final se intenta estimar algunas de las pérdidas que experimenta la sociedad salvadoreña como resultado del dominio monopolista de las principales ramas industriales.

LAS RAMAS Y GRUPOS IMPORTANTES DE LA MANUFACTURA

La manufactura salvadoreña estaba constituida en 1978 por un total de 28 ramas.1 Con el objeto de extraer las ramas más importantes de la manufactura, definiremos el siguiente criterio: serán ramas importantes, aquellas cuyo nivel de participación en el sub-sector, en términos del valor de producción, fue mayor que la tasa media de participación, en ese año,

El cuadro siguiente nos presenta las ramas cuyo nivel de participación en la manufactura fue mayor que 3.7% en 1978 y, por lo tanto, importantes.El presente trabajo se ha basado fundamentalmente en la tesis de Licenciatura de Roberto Rivera Campos y titulada: “La Concentración Manufacturera Salvadoreña: Un Intento de Cuantificación”, Departamento de Economía, Universidad Centroamericana José Simeón Cañas, San Salvador 1983.

CUADRO No. 1

RAMAS IMPORTANTES DE LA MANUFACTURA Y TASA DE CONTRIBUCION AL VALOR DE LA PRODUCClON SECTORIAL 1978

CODIGO 1978
MANUFACTURA 100.0
Alimentos 311-312 19.7
Bebidas 313 6.6
Textiles 321 13.8
Prendas de vestir 322 4.0
Fábricas de papel 341 4.3
Imprentas y editoriales 342 3.8
Químicos industriales 351 5.9
Otros químicos 352 8.1
Petróleo 353 8.1
Productos minerales no metálicos 369 4.8
Total ramas importantes 79.5

Fuente: R. Rivera Campos, “La Concentración Manufacturera Salvadoreña: un intento de Cuantificación” Tesis presentada al Departamento de Economía U.C.A,, San Salvador, 1983. pág. 14.

Del total de 28 ramas de la manufactura, solamente 10 aportaban individualmente más del 3.7% del valor de la producción del subsector en 1978. Esta situación nos presenta un primer nivel de concentración de la producción manufacturera: de un total de 28 ramas sólo 10, esto es el 40.7%, producían el 79.5% de toda la producción manufacturera.

Si penetramos al interior del conjunto de ramas importantes, este primer nivel de concentración se acentúa: el 50.4% de la producción de todas las ramas importantes se concentraba en tres ramas, en 1978; éstas eran las de alimentos, bebidas y textiles.

Referida esta comparación al total de la manufactura, encontramos que estas 3 ramas que representaban el 10.7% del total de ramas del subsector concentraban en 1978 el 40.1 % de todo el valor de la producción.

Cada rama está constituida por un número variado de grupos, en 1978 en la manufactura había un total de 68 grupos. De la misma manera que extrajimos las ramas importantes de la manufactura, así extraeremos de estas ramas importantes a los grupos cuyos aporte a la producción de la correspondiente rama sea significativo. Este procedimiento nos permitirá, —tal como lo mencionamos anteriormente— dedicar nuestra atención a los grupos esenciales de la manufactura.

El cuadro No. 2 presenta las ramas importantes y los grupos importantes que las constituyen, asimismo el valor de la producción de cada grupo y su tasa de participación en la rama correspondiente; a la derecha aparece la tasa media de participación por cada rama.

De los 68, grupos de la manufactura, sólo 17 (25.0%) pueden ser caracterizados como importantes en 1978. El valor de la producción de estos grupos en el conjunto ascendió en aquel año a C1890.5 millones, representando el 68.7% de toda la manufactura. Estamos ante un segundo nivel de concentración, entre grupos importantes y no importantes.

Este segundo nivel de concentración se acentúa al interior de los grupos importantes; 5 grupos concentraban en 1978 el 49.3% del valor de la producción de todos los grupos importantes y, por consiguiente, el 33.8% de la manufactura. Estos grupos son: Aceites, hilados y tejidos, prendas de\vestir, abonos y plaguicidas y refinerías petroleras.

CUADRO No. 2

GRUPOS IMPORTANTES DE LA MANUFACTURA. VALOR DE PRODUCC10N EN MILLONES DE COLONES Y TASA DE PARTICIPACIÓN EN LA RAMA CORRESPONDIENTE EN 1978

Grupo Código Valor producción TP 78 tp
Lacteos 3112 50.0 9.2
Aceites 3115 122.9 22.7
Molinerías 3116 86.3 15.9
Panaderías 3117 104.4 19.3
Alimentos diversos 3121 51.7 9.5
9.1
Bebidas mal. 3133 80.4 44.3
Bebidas gaseosas 3134 71.8 39.5
25.9
Hilados tejidos 3211 307.0 80.9
30.03
Prendas de vestir 3220 121.9 100.0
Envases y cajas 3412 91.3 76.3
33.3
Imprentas y Editoriales 3420 103.5 100.0
100.0
Abonos y plaguicidas 3512 158.2 97.9
33.3
Farmacéuticos y med. 3522 80.2 36.1
Jabones, perfumes y cosmeticos 3523 115.1 51.8
25.0
Refinerías pet. 3530 221.6 100.0
100.0
Cemento, cal y yeso 3692 57.4 743.8
Minerales no metálicos 3699 66.8 50.9
33.3
Total Grupos Importantes 1890.5
Simbología: TP: Tasa de participación del grupo en la rama correspondiente. t.p: Tasa media de participación de los grupos por rama.
FUENTE: Ibíd., pag. 21.

LA CONCENTRACION Y LAS FORMAS DE MERCADO

La concentración industrial hace referencia al grado en que un pequeño número de empresas controlan una gran proporción de una variable de una industria. La problemática en torno a la concentración consiste en los efectos económicos y políticos que genera en la sociedad, a través de las formas oligopolícas y monopólicas de mercado a que da origen.

La relación entre grado de concentración y monopolio ha sido motivo de amplias
discusiones; sin embargo, existe una corriente de opinión que plantea que:
“Los monopolios y oligopolios consisten en la relación de poder entre vendedores o compradores en un cierto mercado; y esta relación de poder depende grandemente del número y distribución de vendedores o compradores en competencia. Las medidas de concentración tratan de expresar el número y distribución de competidores en términos de un parámetro, el cual podría ser considerado, por lo tanto, como una medida directa del grado de monopolio.”2

La concentración puede ser medida tanto en términos absolutos, como en términos relativos; en este último caso se le llama desigualdad. El grado de concentración (absoluta) determina que tan pequeño es el número de empresas que controlan un elevado porcentaje de una variable específica. El grado de desigualdad que tan pequeño es el porcentaje de empresas que controlan un elevado porcentaje de dicha variable.3

Entre las medidas más conocidas de concentración se encuentran las siguientes: 4

1. Coeficiente de concentración; mide el porcentaje del producto controlado por las 3 o 4
empresas más grandes.
2. Indice de Rosenbluth.
3. Indice de Herfindáhl, se calcula sumando los cuadrados de las participaciones de cada empresa en el total del producto.
4. Indice de Hirshman
5. Indice de entropía

Entre las medidas de desigualdad destacan:

l- Indice de Gini; es un número que resume la distancia existente entre la curva de Lorenz y la recta de equidistribución. El diagrama de Lorenz se muestra a continuación.

El índice de Gini representa el doble del área entre la curva de Lorenz y la recta de distribución. En la medida que la curva de Lorenz se aproxima a la recta de equidistribución el área se hace menor, la distribución en el tamaño de las empresas se hace más igual y el índice de Gini se acerca a cero. Por el contrario, una distribución más desigual del tamaño de las empresas aproxima el índice de Gini a 1.

De los índices presentados trabajaremos con el de Herfindahl en cuanto a la medición de la concentración absoluta y con los de Gini en cuanto a la medición de la desigualdad.

Finalmente es necesario definir cuál, será nuestra unidad de trabajo más adecuada y cuál la variable apropiada para determinar la concentración.

La unidad de trabajo será el establecimiento manufacturero con 5 ó más empleados. Aquí se presenta el problema de las firmas que operan en diferentes industrias y que agudizan los efectos de la concentración; sin embargo, las limitaciones de información censal nos impiden considerar tal situación. Con respecto a la variable adecuada para la medición T. Scitowsky identifica 4 variables posibles: el empleo, valor de las ventas, valor agregado, valor de activos.

El que las empresas grandes utilicen tecnologías intensivas en capital y las pequeñas tecnologías intensivas en mano de obra, descarta el uso del empleo y de los activos como variable representativa de la concentración. Esta situación deja al valor de las ventas o al valor de la producción y al valor agregado como las mejores medidas. La selección última dependerá de las disponibilidades de información. En nuestro caso particular por tal motivo utilizaremos como variable el valor de la producción.

El Cuadro 3 presenta los índices de Herfindahl y Gini de los grupos importantes de la manufactura, así como su evolución en el período 1951-78. Destaca el hecho que todos los grupos analizados mostraban índices altos de concentración desde 1951; lo cual parece sugerir que el desarrollo industrial salvadoreño no fue un proceso que se inició a partir de pequeñas empresas iguales, sino más bien por transferencias de fuertes capitales que sólo podrían originarse del excedente del sector primario.6

Los elevados índices de concentración se conservan con algunas variaciones a lo largo de las 3 décadas estudiadas.

Con respecto a la desigualdad la caracterización de los grupos es similar al caso de la concentración En los inicios del proceso de industrialización ya se marca su naturaleza desigual; los índices de Gini son elevados para la mayoría de los grupos, y a lo largo de todo el período tales niveles tienden a conservarse.

Entre 1951 y 1971 casi todos los grupos disminuyeron su índice de Herfindahl, mientras que entre 1971 y 1978, 7 grupos lo disminuyeron, 5 lo aumentaron y 2 lo mantuvieron; esto nos indica que no hubo una sola tendencia en el comportamiento de los grupos analizados individualmente.

En cuanto a la desigualdad, en el primer período la mayoría de los grupos aumentaron su índice de Gini; por el contrario, en la década del 70, 9 grupos lo
disminuyeron y solamente 3 lo aumentaron.

El cuadro 3 nos permite concluir que en las primeras dos décadas de industrialización, la manufactura tendió a ser menos concentrada, pero más desigual; mientras que en la década del 70 las tendencias de concentración no se definen, pero si la desigualdad tendió a disminuir.

A la derecha del cuadro 3 se presenta el orden jerárquico en 1978 de los niveles de concentración Herfindahl y Gini. Los cinco grupos de concentración más elevada en su orden fueron: refinerías de petróleo, bebidas malteadas, abonos y plaguicidas, cemento, y alimentos diversos. El mayor grado de desigualdad en su orden correspondió a: refinerías de petróleo, bebidas malteadas, alimentos diversos, perfumes y cosméticos, y productos lácteos.

Con el objeto de determinar las tendencias en el tiempo de los grupos, se han clasificado los grados de concentración y desigualdad en 4 categorías o estratos 7.

Los cuadros siguientes resumen la distribución de los grupos de industria según las categorías de concentración y desigualdad.

El cuadro 4 muestra que en el periodo 51-71 disminuyó la participación de 35 grupos en el estrato MAC (Muy Altamente Concentrado), que aumentó ligeramente en el estrato AC (Altamente Concentrado), y que disminuyó el estrato MC (Medianamente Concentrado) para incrementar la participación de los estratos PC (Poco Concentrado). Se podría decir, pues, que en ese período se dio una redistribución más uniforme de todos los subgrupos en los diferentes estratos. En el período 71-78 por el contrario, aumentó notablemente la participación de los estratos MAC y AC pasando el primero de 20.0% a 23.5%, y el segundo de 26.6% a 41.2%.

Con respecto a la desigualdad, en el cuadro 5se observa que en el primer periodo considerado, hubo una tendencia a aumentar conjuntamente la participación de los dos estratos superiores, pasando de 54.5% a 73.4%; esta tendencia se invirtió en el siguiente período, mostrando tendencias a uniformizarse la participación de los grupos importantes en los estratos.

Concluimos que en el periodo 51-71 los grupos se redistribuyeron más uniformemente en todos los estratos de concentración; pero tendieron a ocupar estratos de mayores desigualdades y en este sentido podemos decir que la manufactura se hizo menos concentrada, pero más desigual. Por el contrario, en la década del 70 aumentó la participación de los estratos de mayor concentración y disminuyó la de los estratos de mayor desigualdad; es decir la manufactura se hizo más concentrada pero menos desigual.

Analizando las cifras del cuadro No. 6 se deduce que en 1978, el estrato “muy altamente concentrado” participaba solamente con el 1.3% de los establecimientos de todos los grupos importantes de la manufactura; daba empleo al 5.9%; participaba con el 10.2% del total de remuneraciones; y concentraba el 19.2% del valor agregado, el 27.2% de toda la potencia instalada y el 27.4% del valor de la producción.

Tenemos, pues, un tercer nivel de concentración. El cuadro anterior nos indica que en 1978, 8 empresas que representaban el 0.7% del total de la manufactura y que generaban solamente el 3.5% de empleo y el 6.6% de las remuneraciones del sub-sector, concentraban el 18.4% de la potencia instalada, el 13.2%del valor agregado y el 18.8% del valor de la producción de todo el sub-sector.

En 1978, la quinta parte de la producción manufacturera era generada por sólo 6 empresas gigantes; es decir, por el 0.5% del total de establecimientos del sub-sector. La desproporcionalidad se hace aún más aguda si se considera las empresas que empleaban menos de 4 personas. En este caso el 0.06% del total de establecimientos controlaban el 19.43% de toda la producción manufacturera.

PRODUCTIVIDAD, SALARIOS, EXCEDENTE Y ESTRATOS DE CONCENTRACION

Las relaciones que nos presenta el cuadro 7 son evidentes: entre mayor es el nivel de concentración mayores son la productividad, el salario y el excedente generado por trabajador. Asimismo se observa que solamente los estratos MAC y AC se encuentran arriba de los valores medios de productividad, salarios y excedente por trabajador de toda la manufactura.

Es importante destacar que el salario relativo guarda una relación inversa con los niveles de concentración. En la medida en que los niveles de concentración se hacen mayores cada trabajador recibe mayores salarios absolutos, pero menores salarios relativos. El excedente del que se apropia el empresario por cada Colón que paga de salarios es mayor entre mayor es la Concentración:
Se puede concluir que en promedio un trabajador de una empresa que pertenezca a un grupo caracterizado como muy altamente concentrado, será 5 veces más productivo, recibirá el doble de salario absoluto y sólo la tercera parte del salario relativo, y generará 6 veces más excedente que un trabajador de una empresa de los grupos mediano y poco concentrados.
Las causas de las diferencias anteriormente mencionadas se encuentran en la naturaleza de los procesos de trabajo que constituyen los diferentes estratos. En la medida en que la concentración es mayor los procesos de trabajo tienden a ser más intensivos en capital. Tal aseveración se sostiene en el cuadro No. 8.

El cuadro No. 8 nos permite observar qué parte de cada Colón de producción lo constituye el valor agregado; y a su vez, que parte de este valor agregado lo forman los salarios y qué parte los gastos generales, la depreciación y las ganancias, según estratos de concentración. Entre mayor es el nivel de concentración menor es el aporte en valor agregado al producto y menor la participación de los salarios.

Las formas de Mercado Dominantes en la Manufactura

La concentración económica genera efectos negativos sobre la sociedad a través de las formas de mercado monopólicas y oligopolicas a que da lugar.

Pero estas formas de mercado no pueden ser establecidas por un solo indicador económico cuya base de determinación ha sido la economía nacional.8
En una economía como’ la salvadoreña, cuyo empuje dinamizador lo obtuvo principalmente en el Mercado Común Centroamericano, el sector externo juega un papel importante en la determinación de las formas de mercado dominantes.

Con este objetivo en mente, es necesario tener en cuenta la incidencia de las importaciones y exportaciones en la manufactura nacional; esto se hace definiendo los índices de importaciones y exportaciones, así como el grado de abastecimiento del consumo aparente.

a) Indica de Importaciones: Este indicador expresa la proporción de las importaciones con relación al valor de la producción nacional; se obtiene dividiendo el Valor de las importaciones entre el valor de la producción:
Un índice de importaciones elevado nos indica que las importaciones son de tal magnitud, que se establece una fuerte competencia para la producción local 9 tendiendo, por lo tanto, a disminuir el poder oligopólico nacional sobre el mercado y aumentando el grado de competitividad.

Por el contrario un bajo índice de importaciones nos muestra que el sector externo no incide en el poder económico de los grupos concentrados. La competitividad no es significativa y predomina la forma oligopólica de mercado.

b) lndice de Exportaciones: Este indicador expresa la proporción de las exportaciones con relación al valor de la producción nacional: se obtiene dividiendo el valor de las exportaciones entre el valor de la producción:
Un elevado valor de índice nos muestra que el mercado del grupo correspondiente no es el local sino el regional. Por lo tanto la determinación de la forma de mercado a la que se enfrenta debería realizarse en términos regionales y no locales. Un bajo índice de exportaciones nos indica que la mayor proporción de la producción se dedica a abastecer el mercado local.

c) Indice de abastecimiento del mercado interno:
Para definir este índice, es necesario primeramente definir el concepto de consumo aparente, el cual es igual al valor de la producción local menos el valor de las exportaciones netas.

Esta oferta es llamada consumo aparente en cuanto se supone que será consumida en su totalidad, siendo nulas por consiguiente las variaciones de inventario. El índice de abastecimiento del mercado interno nos muestra que proporción del consumo aparente es suplido por la producción local. Se obtiene diviendo el valor de la producción entre el consumo aparente:
Un alto valor de este índice nos muestra la importancia de la producción local en la oferta interna. Un bajo valor, por el contrario, nos indica la presencia de
la producción extranjera en el abastecimiento interno.

Complementando los índices de concentración con los índices del sector externo, podemos intentar establecer un criterio de clasificación de las formas de mercado según sean los valores de los índices anteriormente mencionados 10. La teoría de los oligopolios no define un límite en el número de empresas dominantes de un mercado, por esta razón la caracterización de las formas de mercado se basará fundamentalmente en el rango en que se encuentre el índice de Herfindahl; a su vez el valor del índice de Gini nos permitirá conocer la presencia o ausencia de empresas pequeñas en torno a las empresas dominantes del grupo. Por otra parte los índices del sector externo nos indicarán si estos grupos son abiertos o cerrados a las importaciones y exportaciones

Los criterios han sido adoptados en base a las siguientes observaciones; Si el índice de Herfindahl es 1.0, estamos frente a un. monopolio puro. Si Herfindahl se haya entre 0.50 y 1.0, se pueden presentar dos casos:
a) existe en el grupo una sola empresa dominante rodeada de una cierta cantidad de empresas pequeñas, en cuyo caso el índice de Gini será mayor que cero; b) hay dos empresas gigantes iguales sin presencia de empresas pequeñas; éste es el caso extremo y le corresponde un índice de Gini igual a cero. En ambos casos podemos hablar de oligopolios concentrados.

Si Herfindahl está entre 0.25 y 0.50, de igual manera se pueden presentar dos casos: a) hay dos o tres empresas dominantes rodeadas de empresas pequeñas; estos grupos tendrán índices de Gini diferente de cero; b) existen sólo 4 empresas gigantes sin participación de empresas pequeñas; este es el Caso limite y le corresponde un índice de Gini igual a cero. Se trata, por consiguiente, de un máximo de 4 empresas dominantes, por esta razón les llamaremos a estos grupos simplemente oligopolios.

Con respeto al sector externo hemos establecido un límite de 10% en los índices de las importaciones y de las exportaciones para definir la apertura al exterior, dado que muy pocas empresas no tienen relaciones comerciales externas. De esta manera para nuestros objetivos hemos considerado que índices abajo de 0.10 no representan una apertura significativa como para afectar una forma de mercado determinada a partir de H, y en este sentido se definen cómo cerradas al exterior. Se ha establecido, asimismo, un límite superior de apertura externa de 0.50, a partir del cual la forma de mercado determinada exclusivamente por H se alterará notablemente.

El cuadro No. 9 resume los criterios de determinación de las formas de mercado a partir de los índices de concentración y del sector externo.

El cuadro No. 10 presenta los valores de los diferentes índices para cada grupo concentrado de la manufacturera salvadoreña; asimismo a la derecha se presenta la correspondiente forma de mercado de acuerdo al criterio que antes definimos.

De los 17 grupos importantes de la manufactura salvadoreña sólo 10 tenían en 1978 índices de concentración arriba de 0.25. De ellos dos eran monopolios y no tenían competencia del exterior; estos grupos eran el de bebidas malteadas (3133) y el de refinerías de petróleo (3530). (Constancia y RASA)

Dos grupos se caracterizaban como oligopolios concentrados, ambos con H de 0.50. El grupo de cemento (3692) mostraba un G de 0.00,‘ lo cual nos indica que se trataba de sólo 2 empresas gigantes CESSA y MAYA y ninguna empresa pequeña; este grupo era cerrado a las importaciones y ligeramente abierto a las exportaciones. El otro grupo de abonos y plaguicidas l3512) tenia un G de 0.45 indicándonos que se trataba de una sola empresa gigante –FERTICA- y muchas empresas pequeñas; este grupo era altamente abierto a las importaciones, alcanzando su IM un valor de 0.81. Esta apertura al exterior disminuye drásticamente el poder económico de la empresa gigante sobre el mercado; por tal razón no será considerado como oligopolio concentrado.

Los restantes 6 grupos se caracterizaban como oligopolios y mostraban valores de G diferentes de cero. Eran por lo tanto grupos donde existía a lo sumo 3 empresas gigantes rodeadas de muchas empresas pequeñas. Dos de ellos Molinerías (3116) y bebidas gaseosas (3134) eran cerradas a las importaciones y a las exportaciones. Los restantes 4 grupos eran abiertos a las importaciones, pero con valores de IM bajos que oscilaban entre 0.23 y un máximo de 0.37. Por ser relativamente bajos los valores de IM en estos grupos, la
influencia del sector externo no es lo suficientemente fuerte como para alterar las formas de mercado oligopólicas de estos grupos.

En general se puede concluir que en 1978 las importaciones solamente volvían más competitivo el mercado de abonos y plaguicidas; en las restantes industrias se conservaba las formas de mercado oligopólicas y monopólicas a pesar de una pequeña apertura a las importaciones en algunos inercados.

En cuanto a los índices de exportaciones notamos el predominio de las industrias cerradas a las exportaciones. De las 10 industrias analizadas en 1978, 6 poseían índices de exportaciones menores que 0.10 y por lo tanto se caracterizaban como cerradas: 3 tenían índices de exportaciones mayores que 0.10 y menores que 0.25; y sólo 1 llegaba tan alto como 0.47. Esta observación es importante en cuanto que se refiere a los grupos más importantes de la manufactura salvadoreña y como ya vimos los más dinámicos y de vanguardia tecnológica y señala que su mercado de explotación es el local y sólo ligeramente el regional.

Esta conclusión destaca: por un lado el evidente desaprovechamiento de las economías de escala a que condujo el modelo implantado de desarrollo industrial; por otro, como en el proceso de integración centroamericana de los años 60 predominó el criterio de libre mercado que prioriza las ganancias del gran Capital y no el de máximo aprovechamiento del mercado ampliado para un desarrollo nacional eficiente.

Con respecto al capital extranjero que penetró las manufacturas centroamericanas en la década del 60, la conclusión anterior estaría cuestionando la concepción tradicional de que la estrategia de la inversión extranjera fue la explotación regional y estaría planteando que el mercado interno no puede ser subestimado en el papel que desempeña en la valorización del capital “internacional”. Más parecería que en Centroamérica se dió una repartición del
mercado regional y sólo en un menor grado de importancia la especialización de empresas en la explotación regional.

Estamos, por consiguiente, ante un segmento oligopolizado de la manufactura salvadoreña dedicado principalmente a la explotación del mercado local y cuya participación en el sub-sector es significativo, como lo muestra el siguiente cuadro. . ‘ ‘
El cuadro No. ll nos permite concluir que el 31 .7% del valor de la producción, el 27.4% del valor agregado y el 30.8% del excedente de toda la manufactura es creado dentro de formas de mercado oligopólicas y monopólicas.

Asimismo se observa que es el oligopolio el que aporta la mayor producción dentro de las tres formas definidas, contribuyendo con cerca de la quinta parte de toda la producción manufacturera.

Los porcentajes anteriores subestiman la verdadera magnitud del segmento oligopolizado, pues este ha sido obtenido investigando solamente al conjunto de grupos importantes de la manufactura, el cual representa el 57.8% del total. Si las tendencias observadas en estos grupos se conservaran en el conjunto no investigado podríamos esperar, mediante extrapolación, que el 46.1% del valor de la producción, el 39.8% del valor agregado y el 43.9% del excedente de la manufactura fuera creado bajo formas oligopólicas y monopolicas.

Es claro, por lo tanto, que la manufactura salvadoreña se caracteriza por la
existencia de un segmento significativo que opera en mercados oligopolizados. Cerca de la tercera parte de la producción manufacturera, en el caso subestimado, o así la mitad, en el caso de la estimación por extrapolación, sería realizada bajo una de estas formas de mercado.

UNA ESTIMACION CUANTITATIVA DEL COSTO SOCIAL DE LA
CONCENTRACION MANUFACTURERA.
,
Cuando iniciamos esta investigación lo hicimos con el convencimiento de que la concentración económica, resultado de las leyes más generales del sistema capitalista en cuanto generadora de efectos negativos tanto económicos como políticos, es una de las múltiples causas del conflicto político y social en que se debate actualmente la sociedad salvadoreña.

En este sentido consideramos que este trabajo quedaría inconcluso si nos conformáramos únicamente con demostrar los altos niveles de concentración en la manufactura
salvadoreña y no trataremos de al menos estimar los efectos negativos antes mencionados. T. Scitovsky en su artículo “Economic Theory and the measurement of Concentration”l3, distingue, como resultado de la concentración tantos efectos directos como indirectos. Entre los primeros clasifica a los efectos en la distribución del ingreso y del poder político y social, en la asignación de recursos, y en el progreso tecnológico. En los segundos caracteriza a los que actúan sobre el empleo resultado indirecto de todos los efectos directos.

La distribución del ingreso es afectada por la concentración debido a su influencia en el margen de beneficio y a los altos precios en el mercado de productos, así como por los precios pagados por los insumos en el mercado de factores. El progreso técnico se afecta debido a los secretos de las industrias en cuanto a los nuevos inventos.

El monopolista puro alcanza su equilibrio en aquel punto en el cual el costo marginal es igual al ingreso marginal, ofreciendo qo al precio Po. En una situación de competencia perfecta con un precio de mercado Po la oferta de este empresario aumentaría hasta qo. El valor adicional que recibiría la sociedad está representada por el área qoN0qO y el costo para producirlo por el área qo-M0qó.

La ganancia de la sociedad, por lo tanto, sería el área MNO. Obviamente el monopolista deja de producir una cantidad de bienes cuyo valor para la sociedad está representado por el área sombreada. A propósito de este costo social T. Scitovsky dice lo siguiente14: “Cuando los oligopolistas venden a precios arriba de los costos marginales los precios relativos dejan de funcionar como índices de escasez y demanda relativas… demasiado poco será producido y muy pocos recursos utilizados”.

El costo social de la existencia de un monopolio puro está representado por el área NMO y puede ser estimado de la siguiente manera: Si el monopolista opera con una función de producción homogénea de grado1, sus costos marginales en el largo plazo serán constantes15 y por lo tanto su elasticidad costo marginal tenderá a infinito.

El costo social del monopolio es función directa del valor de la producción e in-
versa de la elasticidad precio de la demanda del producto en cuestión. La aplicación directa de la ecuación del costo social está limitada por la no disponibilidad de la elasticidad precio de la demanda; para solventar parcialmente tal limitante haremos uso de la ecuación de homogeneidad de las elasticidades.

La aplicación de la ecuación anterior para calcular la elasticidad precio de la demanda presenta dos limitaciones a este trabajo: por un lado desconocemos los valores de la elasticidad cruzada, y por otro, no disponemos—de todos los valores de la elasticidad ingreso. Estas limitaciones nos obligan a establecer dos supuestos que al menos nos permitan definir el rango en que se encuentra el costo social del segmento oligopolizado de la manufactura; éstos son:
1. La elasticidad cruzada de los mercados oligopólicos es pequeña y podría estimarse entre 0.1 y 0.5. Las razones que sustentan este supuesto son las siguientes:
La elasticidad cruzada de la demanda de un producto depende de la existencia de sustitutos cercanos; en la medida en que nos acercamos a un monopolio puro dicho valor se aproxima a cero, y tiende a infinito en la competencia perfecta16.

El grado de sustitulbilidad está influenciado también por el tamaño relativo de las producciones del bien en cuestión y de sus posibles sustitutos, es decir, si la oferta de los bienes sustitutos no es suficiente para absorber una demanda significativa desviada del otro bien, un cambio en los precios de los productos sustitutos no alterará mucho la demanda del otro producto. Por otra parte campañas de publicidad intensivas pueden eliminar cualquier grado de sustitubilidad existente entre productos.

Las condiciones señaladas se aproximan a las existentes en las industrias que en este trabajo hemos llamado oligopólicas. Para los productos petróleo, cemento y minerales no metálicos, cuya elasticidad ingreso desconocemos, supondremos que su elasticidad precio
varía entre —-O.5 y 1.0. Los productos mencionados se caracterizan por ser inelásticos, debido generalmente a que su demanda depende de factores estructurales de la economía y una variación de los precios incide sólo levemente en la demanda del producto.

Las tremendas elevaciones de precio en el petróleo durante la década del 70 en las cuales la demanda de dicho producto no se redujo en las mismas proporciones muestran su naturaleza inelástica.

Pugnas y alianzas en la banca salvadoreña 2004-2014

Pugnas y alianzas en la banca salvadoreña 2004-2014 10 de febrero de 2015
Introducción
La decisión del Citi de vender sus bancos en Centroamerica ha despertado las ambiciones y maniobras de diversos actores financieros locales y extranjeros, en un último capítulo de una cadena de fusiones y alianzas que han caracterizado en los últimos años al sistema bancario salvadoreño. Ya antes se había ido el británico HSBC y hoy se va el estadounidense Citi. La cancha parece que queda libre para los intereses financieros de los experimentados equipos colombianos.

Es un nuevo momento histórico, el sexto luego del surgimiento de la banca a finales del siglo XIX, del viraje producido durante la dictadura de Martínez, de los cambios vinculado a los procesos de industrialización de mediados del siglo pasado, de la nacionalización contrainsurgente, de la reprivatización neoliberal y hoy de la internacionalización globalizante.

Una de las características del capitalismo periférico salvadoreño es que la banca desde su surgimiento en 1880 estuvo atada a los grupos productores y exportadores de café, nacional pero orientada hacia el mercado internacional. Nos insertamos como productores de productos primarios, cacao, añil, café, caña de azúcar, algodón. Fue una banca nacional creada al servicio de los intereses oligárquicos de los cafetaleros.

Es hasta la primera década del siglo XXI que esta tendencia se rompe y que la globalidad imperial nos impone en diciembre de 2004 un acuerdo comercial con Estados Unidos, el CAFTA. Luego de esta imposición imperial del capitalismo globalizador, la banca junto con otros sectores estratégicos de la economía salvadoreña fue subordinada y hasta devorada por las grandes corporaciones internacionales financieras. Atrás quedaron 125 años de control de la banca por grupos empresariales locales, los cuales por medio de sus representantes se mantuvieron, pero ya en calidad de empleados.

Es por esto que al observar la conducta de los principales actores del sistema bancario salvadoreño, en la última década, presenciamos diversos desplazamientos que rompen con la estructura surgida en 1990 luego de la reprivatización de la banca, y que reflejan tanto la pugna creciente como la construcción de poderosas alianzas entre grupos financieros nacionales e internacionales, en el marco de la compleja transición vigente del capitalismo periférico al capitalismo globalizado.

Pueden registrarse en esta década cuatro niveles de avance de la concentración bancaria. El primero es el surgido en 1990 y caracterizado por una banca al servicio de una nueva oligarquía financiera y sus principales bloques empresariales, que utilizó el manejo del estado- conquistado en 1989 por los grupos empresariales de ARENA- para consolidar su control sobre la banca. Era entonces una pugna y sistema de alianzas entre grupos empresariales salvadoreños. Aunque ya en este periodo, en 1997 el Scotiabank rápidamente se apoderó del banco Ahorromet.

Un segundo momento aparece al entrar en escena en 2005 el canadiense Scotiabank y adquirir el Banco de Comercio y de esta forma insertarse en el ranking bancario y pasar ya en el 2008 a ocupar la cuarta posición. El canadiense Scotiabank fue la punta de lanza de la banca internacional para penetrar en El Salvador, pero no tuvo la capacidad ni se tomó el riesgo de comprar al Banco Agrícola, la joya de la corona, por lo que se vio luego desbordada por el capital colombiano.

Un tercer momento inicia en el 2006 cuando vemos aparecer en el horizonte bancario las luminarias de neón del inglés HSBC, del estadounidense Citi y del sudamericano Bancolombia, los cuales habían devorado a los tres principales bancos locales, al Salvadoreño, Cuscatlan y Agrícola, respectivamente.

A continuación, en julio del 2010, el Grupo Aval de Colombia, uno de los conglomerados financieros más grande ese país conformado por el Banco de Bogotá, Banco de Occidente, Banco AV Villas, Banco Popular y el fondo de pensiones AP Porvenir, suscribió un contrato de compraventa de acciones con GE Consumer Finance, relativo a la adquisición del 100% de las acciones del Grupo BAC Credomatic, incluyendo la sucursal salvadoreña. En diciembre de 2010 el Grupo Aval era ya dueño de BAC Credomatic.

Luego, en noviembre de 2012, vino otra movida de cumbia colombiana, se formalizó la compra de las operaciones financieras y de seguros, del Banco HSBC en El Salvador, por parte del Banco Davivienda, del también colombiano Grupo Bolívar.

Un cuarto momento comienza el año pasado, 2014, cuando por primera vez los bancos colombianos pasan a ocupar las posiciones primera, segunda y cuarta del ranking bancario. Scotiabank y Citi son desplazados a las posiciones tercera y quinta. Los colombianos pasan a formar la parte decisiva del grupo hegemónico de la banca salvadoreña. En este momento la pugna es interna y el sistema está hegemonizado por el grupo Bancolombia, dueño del antiguo Banco Agrícola Comercial. Y posiblemente este año presenciemos otros cambios.

El abordaje de este singular proceso financiero de concentración y fusión bancaria, clave para entender la actual correlación de fuerzas en el plano político, se realiza mediante el estudio de la evolución histórica de los activos de los bancos que ocupan las cinco primeras posiciones del ranking local, de acuerdo a informaciones de la Superintendencia del Sistema Financiero salvadoreño y de entes similares regionales.

I. La banca reprivatizada 1990-2004

En 1989 los sectores oligárquicos aglutinados en ARENA ganan la presidencia e inician desde este espacio privilegiado, un proceso de reversión acelerada de las medidas reformistas implementadas en marzo de 1980, bajo el patrocinio estadounidense, en el marco de una estrategia de contrainsurgencia.

Estas medidas incluyeron la nacionalización de la banca y del comercio exterior, además de un proyecto de reforma agraria, que independientemente de sus fines, modificó profundamente el sistema de tenencia de la tierra y golpeó a poderosos sectores terratenientes de la antigua oligarquía agro-exportadora, lo cual se vio reflejado en su desplazamiento del control de los bancos principales del país.

Ya en 1990 el gobierno de Alfredo Cristiani se encargó de distribuir entre sus principales aliados del nuevo bloque de poder los principales bancos, luego de ser “saneados” de sus cuantiosas deudas. De las cenizas de este reparto surgen cinco grandes bancos: el Agrícola Comercial, Cuscatlán, Salvadoreño, Comercio y de Desarrollo, que representan a cinco nuevos grandes grupos oligárquicos. Es un nuevo bloque de poder, relacionado pero diferente al que se inicio la guerra, son nuevos actores, con una visión más globalizada. Y por su peso en la actualidad agregamos a este listado el grupo del Scotiabank, antes Ahorromet.

Los principales bancos

Gráfico 1. Ranking bancario salvadoreño 1999 y 2013
1999 2013
1. Banco Agrícola Comercial (1) 16,138,487 (Colones)* $1,844,398 1. Banco Agrícola (Bancolombia) $3,789.95
2. Banco Cuscatlan (2) 13,988,432 (Colones) $1,598,677 2. Scotiabank 1,921.46
3. Banco Salvadoreño (3) 8,468,224 (Colones) $967,797 3. Davivienda 1,890.31
4. Banco de Comercio (4) 7,462,999 (Colones) $852,914 4. Citibank de El Salvador 1,749.31
5. Banco Desarrollo (5) 5,127,328 (Colones) $585,980 5. Banco de América Central (Banco de Bogotá) 1,466.84
6. Ahorromet Scotiabank (6) 3,698,135 (Colones) $422,644
1. Comprado por Bancolombia 2. Comprado por Citigroup. 2. Comprado primero por HSBC, y luego por Davivienda 4. Comprado por Scotiabank 5. Absorbido en junio de 2000 por Banco Agrícola Comercial 6. El 52.5 de acciones eran de Scotiabank. * La tasa de cambio es: 8.75 Colones por 1 US dólar. Fuente: elaboración propia y SSF.

1. Banco Agrícola Comercial
Era y continúa siendo el buque insignia de sistema bancario salvadoreño. El banco Agrícola Comercial saneado y reprivatizado es conducido por la familia Baldocchi Dueñas, por lo que en 1992 ingresa como Presidente del banco, el Ing. Archie Baldocchi Dueñas hasta su muerte en junio de 2003. Es un nuevo equipo diferente del grupo inicial desplazado en1980 y de nuevo hecho a un lado en 1990.
Y Archie no llega solo sino se hace acompañar de un nuevo grupo empresarial que lo integra la familia Schildknecht, por cierto Roberto Schildknecht asume la dirección del banco luego de su fallecimiento, hasta la venta del banco en 2006. Pero llegan también las poderosas familias Kriete-Avila, hoy socias minoritarias de Avianca; Palomo Deneke, Araujo Eserski (que hoy encabezan el esfuerzo por crear el Banco Azul), Cohen y los poderosos Meza, que incluye al famoso Roberto Murray Meza, nada más y nada menos que actual Presidente del Fomilenio II.

El Banco Agrícola Comercial había sido creado en 1955 por un “grupo de agricultores, ganaderos y comerciantes con fuertes interés en urbanizaciones” (Castellanos 2002), dirigidos por los núcleos empresariales Sol-Millet y Escalante Arce, que antes habían sido parte del Banco Salvadoreño pero habían decidido separarse. Durante todo este periodo que concluye en 1980 su presidente es su mismo fundador, el sonsonateco Luis Escalante Arce, hábil banquero y cuadro financiero, casado con Marta Sol Araujo, hija del cafetalero Benjamín Sol Millet. Escalante Arce había acumulado experiencia como empleado del Banco Salvadoreño desde 1937.

En diciembre de 2006 Bancolombia adquiere el Banco Agrícola a un costo aproximado de 900 millones de dólares. Y al comprarlo asegura también el sector seguros (Asesuiza) pensiones (AFP Crecer) e intermediación bursátil (Bursabac). En enero de 2001 Bancolombia vendió AFP Crecer por 103 millones de dólares a la también colombiana Protección, y Asesuiza fue adquirida por Sudamericana, ambas pertenecientes al poderoso Grupo Sura, con inversiones en sectores financieros, seguros, pensiones, seguridad social, alimentos, cementos y energía.

2. Banco Cuscatlán

El Banco Cuscatlán ocupaba la segunda plaza del mercado bancario y luego de ser saneado y reprivatizado, aparece en 1990 conducido por un nuevo equipo encabezado por el mismísimo ex presidente Alfredo Cristiani Burkard, en una interesante alianza tanto con el núcleo familiar de capital árabe Bahaia, como con el núcleo de capital judío de Sola, lo que se revela a través del director suplente del Grupo Financiero Cuscatlán, nada más y nada menos que el judío-salvadoreño Diego Herbert de Sola Jokish, director de Inversiones Bolívar. En el caso del Banco Cuscatlán, este fue creado en 1972 por Roberto Hill quien lo dirigió hasta marzo de 1980. En 1990 ha desaparecido del mapa de este banco.

En septiembre de 2008 finalizó la adquisición por parte de Citigroup del Banco Cuscatlán, incluyendo el sector seguros (Sisa), el sector pensiones (AFP Confía) y de intermediación bursátil ( Corfinge ). En octubre de 2014 Citi anunció que venderá su banca de consumo en El Salvador, Costa Rica, Guatemala, Nicaragua y Panamá. Frente a ese anuncio diversos intereses bancarios se han movido para adquirir este segmento de banca salvadoreña, incluyendo al hondureño Banco Atlántida, quien ha manifestado interés en adquirir el apetecido fondo de pensiones Confía.

3. Banco Salvadoreño

El Banco Salvadoreño ocupaba la tercera posición del mercado bancario y luego de ser saneado y reprivatizado aparece en las manos de sectores del capital árabe, en particular la familia Simán, en alianza con la familia Salume.

El Banco Salvadoreño fue fundado en 1885, el más antiguo todavía funcionando, y por largas décadas fue controlado por las familias Quiñonez y Guirola, cafetaleros de la zona central, con sede en Santa Tecla (Castellanos 2002). El último presidente de esta etapa que finaliza en marzo de 1980 fue Carlos Alberto Guirola Klein (Colindres 1977). Guirola Klein no solo perdió un banco, sino fue afectado también en sus propiedades agrarias, incluyendo la Hacienda Cangrejera, en la Libertad. Era hijo del también banquero y presidente del Banco Salvadoreño, Carlos Alberto Guirola Drews.

En 1990 se pone fin a la privatización de la banca, después de 10 años de estar en vigencia, pero el banco no regresa a manos de los Guirola sino que el Banco Central de Reserva nombra a Don Félix José Simán como presidente de Banco Salvadoreño. Don Feliz, presidente todavía en 2001, cede su puesto a la primer mujer presidenta de un banco, María Eugenia de Brizuela, quien luego realiza la venta de sus activos y pasa a formar parte del equipo ejecutivo de HSBC.

En julio de 2005 el Banco de Construcción y Ahorro (BANCASA), conducido por el núcleo árabe Zablah Touché y las familias García Prieto y Palomo, es absorbido por el Banco Salvadoreño. En el 2006 este banco fue adquirido por el grupo panameño Banitsmo, el cual fue a la vez comprado ese mismo año por el británico HSBC, con lo cual pasó a ser parte de este banco internacional. En enero de 2012 el colombiano Davivienda llego a un acuerdo con el británico HSBC para adquirir sus filiales en El Salvador, Honduras y Costa Rica.

4. Banco de Comercio

El Banco de Comercio ocupaba la cuarta posición del mercado bancario que surgió de la reprivatización de 1990. El presidente diez años después, en 1999 -2000, era José Gustavo Belismelis Vides, del poderoso núcleo empresarial Belismelis, que gobernaba en alianza con las familias Freund y Sol-Millet. El grupo Sol Millet fue crucial en la creación del Banco Atlacatl, que se fusiono en 1999 al de Comercio. El banco de Comercio fue creado en 1950 por cafetaleros de las tres zonas del país, Dueñas, Regalado, Hill, García Prieto (Castellanos 2002). El Banco de Comercio fue adquirido en enero de 2005 por el Scotiabank.

5. Banco de Desarrollo

El Banco de Desarrollo ocupaba la quinta posición del mercado bancario salvadoreño en el año 2000. Su presidente desde 1990 era el cafetalero y dirigente de ARENA, el ahuachapaneco José Antonio Salaverría Borja. El vicepresidente era José Adolfo Salume Artiñano, fundador y dueño del recién creado partido Democracia Salvadoreña.

Este banco fue adquirido en junio del 2000 por el banco Agrícola Comercial.
Ahorromet Scotiabank. El Ahorromet era el sexto en importancia luego de la reprivatización de la banca en 1990. En1999 el 52.5 de las acciones estaban ya en manos del canadiense Scotiabank que finalmente terminó absorbiéndolo. El presidente del banco en el 2000 era Juan Federico Salaverría Prieto y el secretario era José Ángel Quiros. En este banco aparece la poderosísima familia Poma, dueña del Grupo Roble. El segundo director es Luis Eduardo Poma Delgado. Y también aparece el núcleo Llach Hill.

II. La evolución de la banca salvadoreña 2004-2014 (En dólares EE.UU.)
POS. BANCOS 08 dic 09 dic. 10 dic. 11 dic. 12 dic. 13 dic. 14 dic.
1 Agrícola 3,856.8 3,864.5 3,749.7 3,624.1 3,833.0 3,995.9 4,039.4
2 Cuscatlan/Citibank/Citibank/
Citibank/Scotiabank/Davivienda/Davivienda 2,698.5 2,481.5 2,253.9 2,114.8 1,951.17 2,051.6 2,118.4
3 HSBC/Scotiabank/HSBC/
Scotiabank/Citibank/Scotiabank/ Scotiabank 2,149.8 2,007.9 1,899.3 1,955.8 1,877.1 2,020.8 1,973.7
4 Scotiabank/HSBC/Scotiabank/ HSBC/
Davivienda/Citibank/BAC 2,085.5 1,843.6 1,867.6 1,801.5 1,865.7 1,690.4 1,721.5
5 BAC/BAC/BAC/BAC/BAC/
BAC/Citibank 1,086.4 1,109.0 1,194.6 1,242.0 1,376.4 1,534.2 1,583.1

POS BANCOS 04 jun. 05 jun. 06 dic. 07 dic.
1. Agrícola 2,841.6 2,969.1 3,377.3** 3,652.6
2 Cuscatlan 2,560.0 2,487.7 2,583.6 2,624.2***
3 Salvadoreño/Salvadoreño/ Salvadoreño/ HSBC 1,742.6 1,762.6 2,016.9* 2,115.3
4 Scotiabank 407.6 1,556.0**** 1,728.2 1,948.1
5 BAC 370.1 409.7 540.8 874.0

*HSBC compra en julio de 2006 a Banitsmo, que incluye al Banco Salvadoreño. **Bancolombia compra en diciembre de 2005 a Banco Agrícola *** Citigroup compra el marzo de 2007 a Banco Cuscatlan ****Scotiabank absorbe en enero de 2005 al Banco de Comercio

En el periodo que va del 2004 al 2014 detectamos varias tendencias. En primer lugar el ahora colombiano Banco Agrícola conserva la supremacía bancaria. Es una posición muy difícil de diputar dada la ventaja existente que casi dobla al más cercano competidor, era así durante el periodo de la banca nacional y lo es hoy mucho más. Con respecto al por dos años ya segundo lugar, el ahora colombiano Davivienda, es el heredero del Cuscatlán, pero su posición es constantemente disputada por el canadiense Scotiabank.

En relación al tercer lugar, Scotiabank mantiene esta posición durante los últimos dos años, pero puede avanzar o retroceder. En la cuarta posición aparece este 2014 por primera vez el colombiano BAC Credomatic y seguramente mantendrá este lugar. En el caso del Citi, que va de salida del circuito bancario salvadoreño, observamos una clara tendencia a la pérdida de posiciones, ya que cae desde la segunda posición que mantuvo en los años 2009, 2010 y 2011, pasando a la tercera posición en 2012, a la cuarta posición en 2013 y a la quinta el 2014. El 2015 seguramente cambiara de dueño.

En conclusión la banca colombiana mantiene una posición hegemónica en el sistema bancario salvadoreño a la vez que avanza en otras áreas, incluyendo el sector hoteles, ya que la cadena hotelera colombiana GHL construirá el Hyatt Place, ren el centro comercia Las Cascadas, de Antiguo Cuscatlán. Controlan los colombianos el 53% de los activos totales del sistema financiero. Una posición que únicamente es compartida con la banca canadiense y con quienes compren la banca comercial de Citi. Estaremos pendientes.

La política rebajada a mercadería

LA POLITICA REBAJADA A MERCADERÍA
“El poder político no es sino el tercer poder.
Antes está el poder económico y en segundo el poder mediático”.
Ignacio Ramonet

Oscar A. Fernández O.
Desde que el Presidente Obama se convirtió en el símbolo de todo aspirante al éxito mediático, los “neo” políticos se parecen mucho. Ahora desfilan por el escenario como en las galas de televisión y coquetean con lasemociones, como los actores y actrices en la gala de los premios Oscar. Sonríen a todas horas y hablan en sucesiones de mensajes de treinta segundos. Escriben en blogs (ignorando los comentarios), compadrean en Twitter (bloqueando a los críticos) y se retocan con Photoshop (y otras técnicas no tan sutiles)

Por supuesto, no estoy generalizando y no todos los políticos se han dejado domesticar por las promesas de este marketing mal entendido al servicio del poder por el poder. Algunos políticos, convencidos de que la comunicación es una herramienta imprescindible para su labor pública, detestan, en todo caso, las servidumbres que obligan a simplificarlo todo para hacerlo más digerible. Más emotivo y vendible. Más manipulable.
Pero la máquina no puede parar. Son los signos de los tiempos. O te acoplas o te quedas fuera del tinglado, se suele afirmar con frivolidad. Antes el asesor de un político se dedicaba a marcar una estrategia y leer mucho. Hoy en día tiene que estar a la última en tintes de pelo y pendiente de que a su político no le sude demasiado el sobaco o se agarré a palabrotas con el público en las redes sociales. En fin, muchos asesores se han convertido en chamanes del autobombo, adictos a los libros de autoayuda y toda esa publicidad de correspondencia que venden los “gurús” del posmodernismo.
No estoy en contra de los políticos, soy yo uno de ellos, creo que los políticos de ahora son mejores y están más preparados e instruidos, pero reconozcámoslo, muchos de ellos, embaucados por el marketing político, son menos auténticos, más frívolos y nos tratan como si fuéramos idiotas.
La competencia por el poder entre los partidos políticos, así como la presencia de diversos factores en el sistema político, y en particular la nueva naturaleza de los medios de comunicación, instituidos como el nuevo espacio público y lugar privilegiado de la política, son elementos que han sido determinantes en la aparición del marketing político. Los medios, con sus reglas comerciales (y políticas), no les han dejado hasta el momento a los actores políticos otra salida que ajustarse a sus criterios y, en consecuencia, los han empujado a incursionar en la escena mediática a través del uso del marketing como respuesta ante la capacidad de influencia delos medios sobre el espacio de la comunicación política y del presunto poder de la imagen sobre el discurso racional. En este sentido, el uso del marketing político se puede pensar como una consecuencia relacionada con el poder de los medios. Estamos cayendo en la trampa de reducir la política, esencia del ser humano, a frases des contextuadas, muchas veces ininteligibles y a poses exageradas que semejan la publicidad de pantalones Levi’s.
Muchos estudiosos del tema (Morato, 1898; Qualter, 1994; Sartori, 1998 y otros) han establecido la tesis que la democracia está siendo reducida a unos procesos electorales competidos pero con un escaso o nulo debate de ideas y propuestas políticas, en los que los partidos y candidatos sustentan las campañas políticas no tanto en sus propuestas y planteamientos ideológicos, sino en torno a las características carismáticas de los candidatos y procurando seguir casi siempre las pautas del mercado político.
Es un fenómeno que se puede advertir en los mensajes o temas insertos en la publicidad política (la cual está apoyada en los estudios de marketing político) transmitida a través de los medios, en donde los políticos, más que exponer al público sus programas de gobierno e ideas, proponen personas para solucionar los conflictos sociales. (Murillo: 2005) De esta manera, el uso de la publicidad política en los medios sobresale no tanto por informar, sino por persuadir, por valerse de las emociones, seducir, y si presenta alguna información, es sólo aquella que sirve para apoyar la idea central del mensaje: el candidato y no los programas de gobierno (Kaid, 1999).
G. Sartori, relacionando los conceptos democracia y sociedad de la información, dice que ésta última nos inunda con información trivial e insuficiente lo que trae como consecuencia el desarrollo de “sub ciudadanos”, es decir, ciudadanos totalmente desinformados, no interesados e ignorantes. Lejos de informar a la ciudadanía sobre asuntos públicos de interés público, los medios de comunicación masiva, como mediadores entre el sistema político y la sociedad civil, consideran información cualquier cosa que esté en la red, sub informando y desinformando es decir, entregando información insuficiente y distorsionada. (Sartori, 1999)
Para Fernando Mires los medios son indispensables en un proceso de manufactura del discurso, lo que prueba una vez más su doble carácter: por una parte son agentes que modelan e incluso manipulan la opinión pública, pero, por otra, la transcriben. “Los medios, independientemente de muchas de sus consecuencias negativas, documentan periódicamente el malestar frente a la política, a la economía y a la cultura.” “No hay crítica a lo político sin recurrencia medial” (Mires, 97: 136)
Bourdieu señala que “los medios son, en su conjunto, un factor de despolitización que actúa, evidentemente, de manera prioritaria sobre las fracciones más despolitizadas del público, más sobre mujeres que hombres, más sobre los menos instruidos que sobre los más instruidos, más sobre los pobres que sobre los ricos. La televisión, mucho más que la prensa, propone una visión cada vez más despolitizada, aséptica e incolora del mundo y arrastra cada vez más a la prensa hacia la demagogia y la sumisión a las presiones comerciales” (Bourdieu, 1999:112)
El capitalismo fabrica una similitud entre las actividades económicas y la política. José Nun, refiriéndose a la actividad política señala que “la similitud con el modo en que funciona una economía de mercado es ostensible: los partidos actúan como empresas que les ofrecen sus productos a ciudadanos que se comportan como si fueran consumidores que, en este caso, no disponen de dinero sino de votos.
Pareciera que la tendencia es que la política tiene cada vez menos importancia para los medios, como no sea la trivialización, la espectacularización de la misma. Lo anterior no invalida el importante papel que juegan los medios de comunicación en las distintas campañas políticas para proponer, más que propuestas programáticas, candidatos convertidos en productos mediáticos elaborados por profesionales del marketing comercial, expertos en imagen, publicistas, y, aún, militantes o dirigentes de los partidos en competencia.
De forma reiterada nos encontramos reflexionando sobre las dificultades de la izquierda para la comunicación política en nuestros días. Eso también tiene que ver con carencias en torno a una acertada política de comunicación. Pero hay cuestiones más de fondo, las cuales tienen que ver con el terreno que hemos ido cediendo a la derecha en la medida en que nos hemos ido obsesionando con el llamado “marketing político”.
El método de la mediocre reflexión y debate programáticos, aparte de ser rústicamente efectivo, es cómodo para ciudadanos con poco tiempo y totalmente privatizados. Los asesores comunicacionales lo saben y, por eso, aconsejan no llenar de palabras, apretados folletos que pocos leerán. Adiestrados en las indiferentes charcas de la mercadotecnia, afirman que si la demanda electoral es así, la oferta política debe ser igual. Y a veces sus aconsejados logran ganar las elecciones. Lo único malo de este razonamiento, propio de consumidores de barras de desodorantes y no de ciudadanos encargados de cuidar y mejorar la polis, es que lo empobrece todo; la primera, a la democracia, el gobierno del demos, del pueblo, de nosotros.
Visto desde otra perspectiva el dilema entre el mercado y el Estado (lo político) es auténtico (más allá de los jingles) en cuanto a las repercusiones que tiene en las condiciones de vida de las personas y en la redefinición constante de las pautas de la vida colectiva. Este sí es un asuntodecisivo de la política.

Contra el estilo de cliché en el partido

CONTRA EL ESTILO DE CLICHÉ EN EL PARTIDO∗
Mao Tse-tung

El camarada Kai Feng acaba de señalarnos el propósito de la reunión de hoy. Quisiera hablar ahora acerca de cómo el subjetivismo y el sectarismo han hecho del estilo de cliché del Partido su instrumento de propaganda o forma de expresión. Luchamos contra el subjetivismo y el sectarismo, mas si no liquidamos al mismo tiempo el estilo de cliché del Partido, los dos conservarán un lugar donde esconderse. Si terminamos con ese estilo, daremos jaque mate al subjetivismo y al sectarismo, exhibiendo esos dos monstruos en sus verdaderos colores. Entonces quedarán como una rata que cruza la calle seguida por los gritos de “¡Matadla!”, y así podremos aniquilarlos fácilmente.

No es muy grave si uno escribe en estilo de cliché del Partido sólo para sí mismo. Pero si da a leer lo escrito a otra persona, se duplica el número de lectores, y eso ya causa un daño mayor. Y si fija en la pared su escrito, si lo reproduce en mimeógrafo, lo publica en los periódicos o lo imprime en forma de libro, el problema es verdaderamente serio, porque su influencia puede alcanzar a mucha gente. Los que escriben en estilo de cliché del Partido siempre desean que sus artículos sean leídos por mucha gente. Por lo tanto, es necesidad imperiosa denunciar y liquidar este estilo.
El estilo de cliché del Partido es una variante del [Pág. 37] estilo de cliché extranjero, que Lu Sin combatió hace tiempo.1 ¿Por qué, entonces, lo llamamos etilo de cliché del Partido? Porque, aparte del olor extranjero, tiene un tufillo a suelo natal. ¡Tal vez se lo pueda considerar como una creación! ¿Quién dice que nuestra gente no crea nada? ¡He aquí un ejemplo! (Carcajada general.)
El estilo de cliché del Partido ya tiene una larga historia en nuestras filas; particularmente en el período de la Revolución Agrafia, llegó en ocasiones a ser un problema muy serio.
Desde el ángulo histórico, el estilo de cliché del Partido es una reacción contra el Movimiento del 4 de Mayo.
1 La oposición al estilo de cliché, nuevo y viejo, es el consecuente espíritu de las obras de Lu Sin. El estilo de cliché extranjero fue desarrollado después del Movimiento del 4 de Mayo por intelectuales burgueses y pequeñoburgueses de conceptos mezquinos. Difundido por ellos, este estilo tuvo vigencia por largo tiempo entre las filas revolucionarias del campo cultural. Contra dicho estilo Lu Sin se manifestó en muchas de sus obras, y lo criticó en los siguientes términos:
“El estilo de cliché, sea viejo o nuevo, debe ser extirpado radicalmente […] Otro tipo de cliché es, por ejemplo, el de aquellas personas que sólo saben ‘insultar’, ‘intimidar’ y ‘pronunciar su fallo’, pero no quieren utilizar, de manera concreta y en concordancia con la realidad, las fórmulas extraídas de la ciencia, para explicar los nuevos hechos y fenómenos cotidianos, y se limitan a copiar fórmulas ya confeccionadas y a aplicarlas sin discernimiento a todos y cada uno de los hechos”. (“Respuesta a Chu Siu-sia).
Durante este Movimiento, la gente de ideas nuevas se opuso a la lengua clásica y preconizó la lengua escrita moderna, combatió el viejo dogma y propugnó la ciencia y la democracia. Todo esto fue muy justo. El Movimiento era entonces vivo, vigoroso, progresista y revolucionario. Las clases dominantes de aquel tiempo inculcaban a los estudiantes las doctrinas confucianas y obligaban al pueblo a venerar esas doctrinas como un dogma religioso; todos los autores escribían en lengua clásica. En una palabra, lo que entonces escribían y enseñaban las clases dominantes y sus acólitos era de estilo estereotipado y dogmático, tanto en la forma como en el contenido. Se trataba del viejo estilo de cliché y el viejo dogma. Un gran mérito del Movimiento del 4 de Mayo consistió en que puso al desnudo ante el pueblo la fealdad del viejo cliché y del viejo dogma y llamó al pueblo a luchar contra ambos. Otro gran mérito, ligado con el precedente, fue su lucha contra el imperialismo; pero, de todos modos, la lucha contra el viejo estilo de cliché y el viejo dogma fue una de sus grandes contribuciones. Más tarde, sin embargo, hicieron su aparición el estilo de cliché y el dogma extranjeros. Cierta gente de [Pág. 38] nuestro Partido, gente que contravenía al marxismo, los desarrolló hasta convertirlos en subjetivismo, sectarismo y estilo de cliché del Partido. Estos son el nuevo estilo de cliché y el nuevo dogma. Se encuentran tan profundamente enraizados en la mente de muchos camaradas que incluso hoy hemos de realizar grandes esfuerzos en el trabajo de reeducación. Vemos, pues, que el vivo, vigoroso, progresista y revolucionario movimiento del período del 4 de Mayo, que luchó contra el viejo estilo de cliché y el viejo dogma feudales, fue convertido luego por cierta gente en su contrario, dando origen al nuevo estilo de cliché y al nuevo dogma. Estos últimos no son vivos ni vigorosos sino muertos y rígidos; no son progresistas sino retrógrados; no son revolucionarios sino un obstáculo para la revolución. Esto significa que el estilo de cliché extranjero, o estilo de cliché del Partido, es una reacción contra la naturaleza misma del Movimiento del 4 de Mayo. Sin embargo, este movimiento tuvo también sus defectos. Muchos de los dirigentes de entonces carecían aún del espíritu crítico marxista, y sus métodos eran en general los de la burguesía, es decir, métodos formalistas. Tenían toda la razón al combatir el viejo estilo de cliché y el viejo dogma y preconizar la ciencia y la democracia. Pero, para valorar la situación de aquel tiempo, la historia y lo extranjero, carecían del espíritu crítico del materialismo histórico, consideraban lo que calificaban de malo como algo absoluta e íntegramente malo, y lo que calificaban de bueno como algo absoluta e íntegramente bueno. Esta manera formalista de abordar los problemas influyó en la evolución subsiguiente del Movimiento, el cual se dividió en dos corrientes en el curso de su desarrollo. Un sector heredó su espíritu científico y democrático y lo transformó sobre la base del marxismo; eso fue lo que hicieron los comunistas y algunos marxistas que no militaban en el Par- [Pág. 39] tido. El otro tomó el camino de la burguesía, lo cual significó el desarrollo del formalismo hacia la derecha. Pero dentro del Partido Comunista tampoco había unanimidad: una parte de sus miembros, sin haber asido firmemente el marxismo, se desviaron y cayeron en errores formalistas, es decir, en el subjetivismo, el sectarismo y el estilo de cliché del Partido, lo cual constituyó el
desarrollo del formalismo hacia la “izquierda”. De lo anterior se deduce que el estilo de cliché del Partido es, por un lado, una reacción contra los factores positivos del Movimiento del 4 de Mayo, y por el otro, una herencia, continuación o desarrollo de sus factores negativos; en modo alguno es un fenómeno fortuito. Es útil que comprendamos este punto. Si durante el Movimiento del 4 de Mayo era revolucionario e indispensable luchar contra el viejo estilo de cliché y el viejo dogmatismo, hoy para nosotros lo es también criticar a la luz del marxismo el nuevo estilo de cliché y el nuevo dogmatismo. Sin la lucha contra el viejo estilo de cliché y el viejo dogmatismo en el período del Movimiento del 4 de Mayo, la mente del pueblo chino no hubiera podido liberarse de esas trabas y China no hubiese tenido esperanza de libertad e independencia. El Movimiento del 4 de Mayo no fue más que el comienzo de esta empresa, y la liberación completa del pueblo chino de la dominación del viejo estilo de cliché y el viejo dogmatismo requiere aún grandes esfuerzos y sigue siendo una inmensa obra en el camino de la transformación revolucionaria. Si hoy no luchamos contra el nuevo estilo de cliché y el nuevo dogmatismo, la mente del pueblo chino se verá sometida a otro tipo de formalismo. Si no anulamos el efecto producido por el veneno del estilo de cliché del Partido en una parte de nuestros camaradas (claro que sólo en una parte), si no corregimos los errores dogmáticos que ellos han cometido, será imposible despertar el vivo [Pág. 40] y vigoroso espíritu revolucionario, erradicar el vicio de tomar una actitud incorrecta hacia el marxismo, y difundir y desarrollar ampliamente el auténtico marxismo; además, no seremos capaces de sostener una enérgica lucha contra la influencia del viejo estilo de cliché y el viejo dogma existente entre todo el pueblo, ni contra la del estilo de cliché y el dogma extranjeros entre mucha gente del país, y por consiguiente no lograremos el objetivo de destruir y barrer estas influencias.
El subjetivismo, el sectarismo y el estilo de cliché del Partido, los tres, son antimarxistas y no responden a las necesidades del proletariado sino a las de las clases explotadoras. Son reflejo de la ideología pequeñoburguesa en nuestro Partido. China es un país donde la pequeñoburguesía es muy numerosa; nuestro Partido está rodeado de esa enorme clase, un gran número de sus miembros provienen de ella, y es inevitable que ingresen en el Partido con su larga o corta cola pequeñoburguesa. Si no se refrena el fanatismo de los revolucionarios pequeñoburgueses ni se rectifica su unilateralidad, pueden fácilmente engendrar subjetivismo y sectarismo, una de cuyas formas de expresión es el estilo de cliché del Partido.
No es fácil arrancar y barrer estas cosas. Hay que hacerlo en la forma debida, es decir, empleando argumentos persuasivos. Si nuestros argumentos son convincentes y adecuados, surtirán efecto. En el proceso de la argumentación, debemos empezar por provocar una gran conmoción en el paciente, gritándole:
“¡Estás enfermo!”, y luego, cuando sude de miedo, aconsejarle sinceramente que se haga tratar.
Analicemos ahora el estilo de cliché del Partido para ver dónde está el mal. Vamos a presentar, a la manera del viejo estilo de cliché, un “ensayo en ocho
2 Véase “Problemas estratégicos de la guerra revolucionaria de China”, nota 36, Obras Escogidas de Mao Tse-tung, t. I.
partes”,2 administrando un veneno como an- [Pág. 41] tídoto de otro, y lo llamaremos “Los ocho cargos principales”.
El primer cargo contra el estilo de cliché del Partido es que llena de palabras vacías un número interminable de páginas. Algunos camaradas gustan de escribir artículos largos pero sin sustancia, que son como las “vendas de los pies de una mujer indolente, tan largas como hediondas”. ¿Por qué persisten en escribir artículos tan largos y por añadidura tan hueros? No hay más que una explicación: están decididos a impedir que las masas los lean. Ante estos escritos tan extensos y vacíos, las masas menan la cabeza al primer vistazo. Así, ¿qué ganas pueden tener de leerlos? Tales artículos sólo pueden engañar a los ingenuos, extender entre ellos una influencia perniciosa e inculcarles malas costumbres. La guerra contra la agresión que la Unión Soviética sostiene desde el pasado 22 de junio (1942) es de proporciones gigantescas; no obstante, el discurso de Stalin el 3 de julio no fue más largo que un editorial de nuestro Diario de la Liberación. Si uno de nuestros señores hubiera escrito dicho discurso, habría resultado una cosa terrible: un discurso de decenas de miles de caracteres por lo menos. Ahora, en tiempos de guerra, debemos estudiar la manera de escribir artículos breves y sustanciosos. Aunque todavía no hay batallas en Yenán, nuestras tropas combaten todos los días en el frente y la gente de la retaguardia está muy ocupada en su trabajo. Si los artículos son demasiado largos, ¿quién los va a leer? Algunos camaradas del frente gustan también de escribir largos informes. Gastan muchas energías para redactarlos y los mandan aquí con el propósito de que los leamos. Pero ¿quién tiene el coraje de leerlos? Si los artículos largos y vacíos no son buenos, ¿qué decir de los cortos e insustanciales? Tampoco lo son. Debemos terminar con toda palabrería. Pero la primera y principal tarea es echar [Pág. 42] de inmediato al basurero las largas y hediondas vendas de la mujer indolente. Puede haber quienes pregunten: “¿Qué hacer con El Capital, que es tan largo?” Es muy simple: continuar leyéndolo. Hay un dicho popular que reza: “Que en una nueva montaña otra sea tu canción.” Y otro dice: “Acomoda el apetito a la comida, y haz el traje según la talla.” Todo lo que hacemos debe estar en conformidad con la situación, sin exceptuar el escribir artículos y pronunciar discursos. A lo que nos oponemos es al estilo de cliché que se manifiesta en los artículos largos y vacíos, pero esto no quiere decir que todo deba ser corto para ser bueno. Claro que en tiempos de guerra necesitamos artículos cortos, pero sobre todo, sustanciosos. Los artículos sin contenido son los menos justificables y los más condenables. Lo mismo puede decirse de los discursos; debemos terminar con toda clase de peroratas difusas y sin sustancia.
El segundo cargo contra el estilo de cliché del Partido es que se da ínfulas con miras a intimidar a la gente. Algunos artículos escritos en ese estilo no sólo son largos y vacíos, sino que se muestran presuntuosos para intimidar a la gente, lo que lleva en sí un veneno de la peor especie. Escribir artículos largos y vacíos puede calificarse de un acto infantil, pero darse ínfulas con la intención
3 Título de una obra de Lu Sin, escrita en 1932 e incluida en la colección “Dialectos mixtos”, Obras Completas de Lu Sin, t. V.
de intimidar a la gente es más que eso: es prácticamente una canallada. Criticando a personas de este tipo, Lu Sin dijo: “Insultar e intimidar no es en modo alguno luchar.”3 Lo que es científico jamás teme a la crítica, porque la ciencia es verdad y no tiene miedo a la refutación. Pero el subjetivismo y el sectarismo que se expresan en artículos y discursos en estilo de cliché del Partido, tienen un miedo mortal a la refutación; son de una gran cobardía, y por eso asumen una actitud presuntuosa para intimidar a la gente, calculando que con amenazas [Pág. 43] pueden reducirla al silencio y “volver triunfantes a la corte”. La presunción, lejos de reflejar la verdad, constituye un obstáculo para ella. La verdad no asume una actitud presuntuosa para intimidar sino que habla y actúa con honestidad y sencillez. Antes, en los artículos y discursos de muchos camaradas solían aparecer dos expresiones: “lucha despiadada” y “golpes implacables”. Estos procedimientos son totalmente necesarios para hacer frente al enemigo u oponerse a las ideologías enemigas, pero es erróneo utilizarlos para tratar con nuestros propios camaradas. Sucede con frecuencia que en el Partido se infiltran enemigos e ideologías enemigas, como se señala en el punto 4 de la Conclusión del Compendio de Historia del Partido Comunista (bolchevique) de la URSS. Contra esa gente sin duda debemos recurrir a la lucha despiadada y a los golpes implacables, pues esos malvados usan estos mismos procedimientos contra el Partido; si los toleramos, iremos derecho a caer en sus trampas. Pero no debemos emplear estos medios para tratar con los camaradas que hayan cometido errores ocasionalmente, caso en el cual es necesario utilizar el método de la crítica y la autocrítica, señalado en el punto 5 de la Conclusión de la obra citada. La razón por la cual en el pasado aquellos camaradas gritaban en favor de la “lucha despiadada” y los “golpes implacables” contra los camaradas que cometían errores ocasionalmente, es que, por un lado, no hacían ningún análisis del blanco de su ataque, y por el otro, se daban ínfulas para amedrentar a la gente. Esta táctica de intimidación es inadmisible, no importa a quién le sea aplicada, porque es completamente ineficaz si se emplea contra el enemigo, y no puede sino causar perjuicio si se utiliza contra los propios camaradas. Es una táctica a la que suelen recurrir las clases explotadoras y los lumpemproletarios, pero el proletariado [Pág. 44] no la necesita. Para el proletariado, el arma más afilada no es otra que una seria y combativa actitud científica. El Partido Comunista no vive de la intimidación, sino de la verdad del marxismo-leninismo, de la búsqueda de la verdad en los hechos, de la ciencia. Huelga decir que es infame la idea de alcanzar fama y buena posición dándose ínfulas. En resumen, cuando las entidades oficiales tomen decisiones o den instrucciones, y cuando los camaradas escriban artículos o pronuncien discursos, deben basarse en la verdad del marxismo-leninismo y esforzarse porque su labor sea útil. Sólo actuando de esta manera podremos alcanzar la victoria de la revolución; de otro modo no se logrará nada.
El tercer cargo contra el estilo de cliché del Partido es que dispara la flecha sin tener un blanco, que no tiene en cuenta a quién se dirige. Hace algunos años, se vio en la muralla de Yenán la siguiente consigna: “¡Obreros y campesinos,
4 Los habitantes de Shanghai llamaban piesan a los vagabundos que vivían de la mendicidad o el robo y que, por lo general, eran muy flacos.
uníos para alcanzar la victoria de la Guerra de Resistencia contra el Japón!” La idea de esta consigna era intachable, pero en la palabra “obreros”, uno de sus caracteres estaba mal escrito, a la vieja usanza, lo que hacía del todo ininteligible la consigna. El camarada que los había escrito era sin duda un discípulo de los antiguos letrados, pero ¡cuán incomprensible es que se escriban así estos caracteres en la muralla de una ciudad como Yenán cuando sostenemos la Guerra de Resistencia contra el Japón! Tal vez el autor había jurado impedir que la gente sencilla leyera su consigna; es bien difícil encontrar otra explicación. Si los comunistas desean realmente hacer propaganda, deben tener en cuenta a quién se dirigen, quién va a leer sus artículos y manuscritos o a escuchar sus discursos y charlas; si actúan de otro modo, es como si hubieran decidido impedir que la gente los leyera o los escuchara. Con frecuencia, muchos se imaginan que lo que [Pág. 45] han escrito y dicho es fácil de comprender; sin embargo, la realidad es completamente distinta. Si sus artículos y discursos están en estilo de cliché del Partido, ¿cómo los va a entender la gente? El dicho “tocar el laúd ante un buey” implica la idea de burlarse del auditorio. Si interpretamos el dicho de otra manera, respetando al auditorio, la burla se vuelve contra el que toca. ¿Para qué rasguear el instrumento sin considerar quién es su auditorio? Peor aún es cuando el son que se toca es el estilo de cliché del Partido, que es como un cuervo que insiste en graznar ante las masas populares. Cuando uno dispara una flecha, debe apuntar al blanco, cuando uno toca el laúd, debe tener en cuenta quién es su auditorio. ¿Puede uno escribir artículos o pronunciar discursos sin tener en cuenta quiénes son sus lectores u oyentes? Cuando trabamos amistad con una persona, quienquiera que sea, ¿podemos llegar a ser íntimos amigos si no nos conocemos a fondo, si el uno no sabe qué piensa el otro? Los que hacen el trabajo de propaganda no llegarán a ninguna parte si se dedican a parlotear a su capricho sin investigar, estudiar ni analizar a su auditorio.
El cuarto cargo contra el estilo de cliché del Partido es su lenguaje insípido, que recuerda a un piesan.4 Esos tipos que los habitantes de Shanghai llaman “pequeños piesan” son tan resecos y feos como el estilo de cliché del Partido. ¿No es cierto que un artículo o un discurso que se limita a repetir unos cuantos términos en tono escolar y sin rastro de viveza ni vigor, tiene un lenguaje insípido y un aspecto repelente, como un piesan? Cuando se trata de una persona que ingresó en la escuela primaria a los siete años, pasó a la secundaria siendo adolescente y terminó sus estudios en la universidad a los veinte y tantos, no podemos reprocharle la pobreza y monotonía de su lenguaje, pues nunca [Pág. 46] ha estado en contacto con las masas; si no aprendemos su lenguaje, no podremos trabajar bien. Ahora incluso muchos de nuestros camaradas que trabajan en la propaganda no estudian el idioma. Su propaganda es muy insípida, sus artículos tienen pocos lectores y sus discursos pocos oyentes. ¿Por qué debemos aprender el idioma, y más aún, estudiarlo con gran empeño? Porque el idioma no se domina fácilmente; para dominarlo hay que hacer un esfuerzo tenaz. Primero, debemos aprender el lenguaje de las
masas populares. El vocabulario popular es muy rico y vivo, y refleja la vida real. Como muchos de nosotros no dominamos el idioma, nuestros artículos y discursos contienen pocas frases vivas, precisas y vigorosas; no se parecen a un hombre saludable, sino a un piesan desagradablemente extenuado, con un cuerpo esquelético. Segundo, debemos asimilar de las lenguas extranjeras lo que nos sea necesario. No podemos adoptar mecánicamente expresiones extranjeras, ni abusar de ellas, sino asimilar de esas lenguas todo aquello que sea bueno y convenga a nuestras necesidades. Como el antiguo vocabulario chino era insuficiente, ya hemos incorporado a nuestro vocabulario corriente muchas expresiones extranjeras. Por ejemplo, lo que celebramos hoy es una reunión de kampu (cuadros), y el término kampu es de origen extranjero. Debemos seguir asimilando muchas cosas nuevas del extranjero, no sólo las ideas progresistas sino también expresiones nuevas. Tercero, también hemos de aprender lo que haya de vivo en el idioma de nuestros antepasados. Como no nos hemos esforzado lo suficiente en el estudio del idioma, no hemos podido utilizar en forma plena y adecuada lo mucho que hay de vivo en el lenguaje antiguo. Desde luego, nos oponemos firmemente al uso de las expresiones y alusiones muertas; en esto no cabe duda alguna, pero debemos heredar lo que es bueno y [Pág. 47] sigue siendo útil. En la actualidad, los que están demasiado envenenados por el estilo de cliché del Partido se niegan a hacer un esfuerzo tenaz para estudiar lo que hay de útil en el lenguaje popular, en las lenguas extranjeras y en el lenguaje antiguo; por eso, las masas no acogen bien su propaganda insípida y seca, y nosotros tampoco necesitamos de esos propagandistas tan mediocres e incompetentes. ¿Quiénes son propagandistas? No sólo los maestros, periodistas, artistas y escritores, sino también todos nuestros cuadros. Tomemos a los mandos militares, por ejemplo. Aunque no hacen declaraciones públicas, tienen que hablar con los soldados y tratar con el pueblo. ¿Qué es eso sino una forma de propaganda? Cuando una persona habla con otras, está haciendo propaganda. Y a menos que uno sea mudo, tiene que hablar con otros. Por eso, es de necesidad imperiosa que nuestros camaradas estudien el idioma.
El quinto cargo contra el estilo de cliché del Partido es que dispone las cosas según el orden A, B, C, D… como en una botica de medicina china. Si ustedes echan una ojeada en el interior de una de esas boticas, verán armarios con numerosas gavetas, cada una de las cuales lleva una etiqueta con el nombre de un medicamento: angélica, digital, ruibarbo, sulfato sódico… todo lo que se quiera. Nuestros camaradas han hecho suyo este método. En sus artículos y discursos, en sus libros e informes, primero usan los numerales chinos en mayúscula, luego en minúscula, después los signos de los sistemas decimal y duodecimal del zodíaco chino, para seguir con las letras A, B, C, D en mayúscula, luego en minúscula, los números árabes, y qué sé yo cuántas cosas más. ¡Qué suerte que los antiguos chinos y los extranjeros hayan creado todos estos signos para que nosotros podamos instalar boticas sin ningún esfuerzo! Un artículo que esté [Pág. 48] lleno de tales números y signos, que no plantee problemas, no los analice ni los resuelva y que no se manifieste ni en favor ni en contra de nada, carecerá de todo contenido real, y con toda su verborrea, no
pasará de ser una botica de medicina china. No quiero decir que esos signos no puedan usarse, sino que el método para abordar los problemas es equivocado. El método tomado de la botica de medicina china, que deleita a tantos camaradas, es en verdad el más rudimentario, infantil y vulgar. Es un método formalista, que clasifica las cosas de acuerdo con sus rasgos exteriores y no con sus conexiones internas. Si en un artículo, discurso o informe uno no hace más que poner en orden un montón de conceptos sin mutuas conexiones internas, basándose en los rasgos exteriores de las cosas, entonces está jugando con los conceptos y puede inducir a los demás al mismo juego, y a que se conformen con una disposición de los fenómenos en el orden A, B, C, D… en lugar de servirse de su cerebro para pensar en los problemas y estudiar la esencia de las cosas. ¿Qué es un problema? Es la contradicción en una cosa. Allí donde la contradicción no está resuelta, hay un problema. Cuando existe un problema, uno debe tener una posición en favor de una parte y en contra de la otra, y tiene que plantearlo. Para esto, hay que hacer, en primer término, una investigación y un estudio en líneas generales, se puede descubrir y plantear el problema, pero no resolverlo. Para resolverlo es preciso hacer una investigación y estudio sistemáticos y minuciosos. Éste es el proceso de análisis. Para plantear el problema también se requiere el análisis, [Pág. 49] pues ante un montón de fenómenos confusos e intrincados, sin analizar no se sabrá dónde está el problema o contradicción. El proceso de análisis de que aquí se trata es un proceso de análisis sistemático y minucioso. Sucede con frecuencia que, aun después de planteado un problema, es imposible resolverlo porque no se han puesto de manifiesto las conexiones internas entre los fenómenos, porque no se ha pasado por un proceso de análisis sistemático y minucioso, y en consecuencia, no se puede ver claramente los rasgos del problema, ni sintetizarlo, ni llegar a su solución en la forma debida. Un artículo o discurso que sea importante y esté destinado a orientar, siempre debe plantear un problema específico, analizarlo y hacer luego una síntesis a fin de precisar su naturaleza y proporcionar el método para su solución; en todo esto el método formalista no sirve para nada. Como este método formalista, infantil, rudimentario, vulgar y que no exige ninguna actividad cerebral está muy de moda en nuestro Partido, debemos denunciarlo; sólo así todo el mundo podrá aprender a utilizar el método marxista para observar, plantear, analizar y resolver los problemas, sólo así podremos realizar bien nuestro trabajo y lograr la victoria de nuestra causa revolucionaria.
El sexto cargo contra el estilo de cliché del Partido es que no tiene sentido de responsabilidad y dondequiera que aparece perjudica a la gente. Todas las faltas denunciadas más arriba se deben en parte a la inmadurez y en parte al insuficiente sentido de responsabilidad. Tomemos, por ejemplo, el lavado de la cara. Todos nos lavamos diariamente la cara, y muchos, más de una vez al día, y después de lavarnos, nos miramos al espejo a modo de “investigación y estudio” (carcajada general), temiendo que algo no esté bien. Fíjense, ¡qué sentido de responsabilidad! Si nuestros artículos y discursos [Pág. 50] se hicieran de esta manera, serían más o menos aceptables. No se debe mostrar lo que no es presentable. Hay que entender que lo presentado influirá en el pensamiento y
en la acción de otros. Si un hombre ocasionalmente deja de lavarse la cara uno o dos días, eso desde luego no está bien; si, después de lavársela, le quedan todavía una o dos manchas, por cierto no tendrá un buen aspecto; sin embargo, ninguno de los dos casos encierra un gran peligro para nadie. La cuestión es distinta cuando se trata de escribir artículos o pronunciar discursos, que están destinados especialmente a influir sobre otras personas. Sin embargo, nuestros camaradas toman esta tarea a la ligera, lo que significa poner lo secundario por encima de lo importante. Mucha gente escribe artículos o pronuncia discursos sin previo estudio ni preparación y después de escribir un artículo, no se molesta en revisarlo varias veces, como se miraría al espejo después de lavarse la cara, sino que lo envía despreocupadamente para su publicación. El resultado suele ser el siguiente: “De un tirón mil palabras salidas de la pluma, pero diez mil li del tema.” Escritores de este tipo tienen aires de genios, pero en realidad causan daño en todas partes. Hay que corregir esta mala costumbre, este escaso sentido de responsabilidad.
El séptimo cargo es que esparce veneno en todo el Partido y obstaculiza a la revolución. El octavo cargo es que, al difundirse, ocasiona desastres al país y al pueblo. Estos dos cargos son evidentes por sí mismos y no requieren más explicación. En otras palabras, si en vez de rectificar el estilo de cliché del Partido, se le da rienda suelta, las consecuencias serán muy graves. En el estilo de cliché del Partido se oculta el veneno del subjetivismo y del sectarismo; permitir la difusión de este veneno causará daño al Partido y al país. [Pág. 51]
Los ocho cargos arriba expuestos constituyen nuestra declaración de guerra al estilo de cliché del Partido.
Como forma de expresión, el estilo de cliché del Partido no sólo es inadecuado para traducir el espíritu revolucionario, sino que muy fácilmente puede sofocarlo. Para desarrollar el espíritu revolucionario, debemos descartar ese estilo y adoptar en su lugar un estilo literario marxista-leninista, vivo, fresco y vigoroso. Este último existe desde hace mucho tiempo, pero aún no se ha enriquecido, ni extendido ampliamente. Una vez que hayamos terminado con el estilo de cliché extranjero y con el estilo de cliché del Partido, lograremos enriquecer y extender ampliamente el nuevo estilo, y de este modo, impulsaremos la causa revolucionaria del Partido.
El estilo de cliché del Partido no se limita a los artículos y discursos, aparece también en nuestras reuniones: “1. Apertura; 2. Informes; 3. Discusión; 4. Conclusiones, y 5. Clausura.” ¿Acaso no es también una forma del estilo de cliché del Partido el repetir este rígido orden del día en todas las revoluciones, sean grandes o pequeñas, y por todas partes? Con frecuencia, los “informes” presentados en las reuniones contienen los mismos puntos: “1. La situación internacional; 2. La situación nacional; 3. La situación en la Región Fronteriza, y 4. La situación en nuestra sección”; a menudo las reuniones duran de la mañana a la noche y hasta los que no tienen nada que decir toman la palabra, como si en caso de no hacerlo, faltaran a su deber. En resumen, esto significa desprecio por las condiciones reales y testarudo apego a las rígidas y viejas formas y costumbres. ¿No debemos corregir también estas actitudes?

Actualmente, muchos propugnan la transformación de nuestro estilo literario en un sentido na- [Pág. 52] cional, científico y de masas. Esto está muy bien. Pero transformación significa un cambio de la cabeza a los pies, por dentro y por fuera. Hay quienes propugnan la “transformación” mientras ellos mismos no han cambiado ni siguiera un poco. Yo aconsejaría a esos camaradas que empezaran por cambiar un poco ellos mismos antes de proceder a su “transformación”; si actúan de otra manera, no se librarán del dogmatismo ni del estilo de cliché del Partido; esto es lo que se llama “mirar muy alto teniendo cortos los brazos”, “ser muy ambicioso pero con escasas aptitudes”, y con ello no se logrará ningún resultado. Aquel que habla de una transformación en el sentido de grandes masas, pero que en realidad practica una transformación en el sentido de “pequeñas masas”, debe tener mucho cuidado, porque si un día se encuentra en la calle con alguien de las masas que le diga: “Señor, sírvase mostrarme un poquito de su ‘transformación’”, se hallará en un gran aprieto. Los que se pronuncian por la transformación en el sentido de masas, no sólo de palabra, sino con un verdadero deseo de realizarla, deben aprender honestamente de la gente sencilla; de otro modo, su “transformación” quedará en el aire. Aquellos que claman todos los días por una transformación en el sentido de grandes masas pero no saben decir siquiera tres frases en el lenguaje de la gente sencilla, evidentemente nunca se han decidido a aprender de ella, y en el fondo de su corazón siguen deseando una transformación en el sentido de “pequeñas masas”.
En esta reunión se han repartido ejemplares de Guía para la propaganda, folleto que contiene cuatro documentos; aconsejo a los camaradas que los lean una y otra vez.
El primer documento, compuesto de extractos del Compendio de Historia del Partido Comunista (bolchevique) de la URSS, trata de la manera como [Pág. 53] Lenin llevaba la propaganda. Describe, entre otras cosas, cómo Lenin redactaba octavillas:
“La ‘Unión de lucha’ por la emancipación de la clase obrera de Petersburgo fue, bajo la dirección de Lenin, la primera organización de Rusia que llevó a cabo la fusión del socialismo con el movimiento obrero. Cuando estallaba una huelga en cualquier fábrica, la ‘Unión de lucha’, que conocía magníficamente, a través de los obreros que tomaban parte en sus círculos de estudios, la situación en cada empresa, reaccionaba inmediatamente, con la publicación de hojas y proclamas socialistas. En estas hojas, se denunciaban los abusos de que los patronos hacían objeto a los obreros, se explicaba cómo debían luchar éstos para defender sus intereses y se reproducían sus reivindicaciones. Estas hojas contaban toda la verdad acerca de los horrores del capitalismo, de la mísera vida de los obreros, de su trabajo brutal y agotador, con jornadas de 12 a 14 horas, de su carencia total de derechos. Y en estas mismas hojas se formulaban las reivindicaciones políticas correspondientes.”
Fíjense: ¡”conocía magníficamente” y “contaban toda la verdad”!
“A fines de 1894, Lenin redactó, en colaboración con el obrero Bábushkin, la primera de estas hojas de agitación y una proclama dirigida a los huelguistas de la fábrica de Semiánikov, en Petersburgo.”
5 Compendio de Historia del Partido Comunista (bolchevique) de la URSS, I, 3.
6 J. Dimitrov: Por la unidad de la clase contra el fascismo, conclusiones del VII Congreso de la Internacional Comunista, parte VI: “No es suficiente tener una línea justa”.
7 Revista mensual publicada de 1931 a 1932 por la Unión de Escritores de IZquierda de China. El artículo de Lu Sin “Respuesta a la revista Osa Mayor” aparece en la colección “Dos corazones”, Obras Completas de Lu Sin, t. IV.
Para escribir una octavilla, se debe consultar a los camaradas que estén bien informados de la situación. Era sobre la base de esta investigación y estudio sobre la que Lenin escribía sus artículos y realizaba su labor. [Pág. 54]
“Cada una de ellas [esas hojas] levantaba y fortalecía el espíritu de los obreros. Estos veían que los socialistas les apoyaban y les defendían”5
¿Estamos de acuerdo con Lenin? Si lo estamos, debemos trabajar siguiendo su espíritu. Es decir, tenemos que trabajar como Lenin, y no llenar interminables páginas con palabras vacías, ni disparar la flecha sin tener un blanco, ni hacer caso omiso de aquellos a quienes nos dirigimos, ni considerarnos infalibles, ni fanfarronear.
El segundo documento está compuesto de extractos del informe de Dimitrov ante el VII Congreso de la Internacional Comunista. ¿Qué dijo Dimitrov? Lo siguiente:
“Hay que aprender a hablar con las masas no en el lenguaje de las fórmulas librescas, sino en el de los que luchan por la causa de las masas, de los que en cada palabra, en cada idea reflejan el pensar y el sentir de millones de seres.”
“[…] es imposible que las amplias masas hagan suyas nuestras decisiones si no aprendemos a hablar un lenguaje asequible a ellas. Estamos lejos de saber hablar siempre con sencillez, concretamente, con imágenes familiares y asequibles a las masas. Aún no somos capaces de prescindir de las fórmulas abstractas aprendidas de memoria. En realidad, mirad nuestras octavillas, periódicos, resoluciones y tesis, y veréis que con frecuencia están escritos en un lenguaje tal y redactados de una manera tan pesada, que son difíciles de entender incluso para los funcionarios de nuestros Partidos, no digamos ya para los simples obreros.”
¿Qué les parece? ¿No es verdad que pone el dedo en la llaga de nuestros defectos? Obviamente, el estilo de cliché del Partido existe tanto en China [Pág. 55] como en los países extranjeros; por lo que se ve, es una enfermedad universal. (Risas) Pero, de todos modos, debemos curarnos pronto de nuestra enfermedad, de acuerdo con las indicaciones del camarada Dimitrov:
“Cada uno de nosotros debe asimilar a fondo, como una ley, como una ley bolchevique, la siguiente regla fundamental:
Cuando escribas o hables, piensa siempre en el simple obrero que ha de entenderte, creer en tu llamamiento y seguirte de buena gana. Debes pensar en aquel para quien escribes y a quien hablas.”6
He aquí la receta que nos prescribe la Internacional Comunista para curar la enfermedad, receta a la que debemos atenernos. ¡Es una regla!
El tercer documento, tomado de las Obras Completas de Lu Sin, es la respuesta del autor a la revista Osa Mayor 7 acerca de cómo escribir. ¿Qué dijo
8 Citado de las Analectas de Confucio, libro V: “Kungye Chang”.
9 Jan Yu (768-824) fue un célebre escritor de la dinastía Tang. En su obra “Acerca de cómo estudiar”, escribió: “El éxito de lo que se hace está en la reflexión, y el fracaso, en la irreflexión”.
Lu Sin? Formuló en total ocho reglas para escribir, algunas de las cuales voy a citar aquí.
Regla 1: “Presta atención a todo tipo de cosas; observa más, y no escribas tan pronto como hayas visto sólo un poco.”
Dice que debemos “prestar atención a todo tipo de cosas”, y no una sola cosa o a la mitad de una. Nos insta a “observar más”, y a no lanzar sólo una o media ojeada. ¿Y cómo actuamos nosotros? ¿No solemos proceder completamente al contrario, empezando a escribir apenas hemos visto un poco?
Regla 2: “No te fuerces a escribir cuando no tengas nada que decir”.
¿Y de qué manera actuamos nosotros? ¿No sole- [Pág. 56] mos escribir profusamente cuando en realidad no tenemos nada que decir? Es irresponsable tomar la pluma y “forzarse a escribir” sin investigación ni estudio previos.
Regla 4: “Lee tu escrito por lo menos dos veces después de haberlo terminado, y procura en lo posible suprimir sin ninguna piedad las palabras, frases y párrafos superfluos. Es preferible condensar en un relato el material para una novela a estirar el material de un relato para escribir una novela.”
Confucio aconsejó: “piensa dos veces”;8 Jan Yu dijo también: “El éxito de lo que se hace está en la reflexión.”9 Uno y otro se referían a cuestiones de los tiempos antiguos. Hoy las cosas son mucho más complicadas y en ocasiones ni siquiera basta con pensar en ellas tres o cuatro veces. Lu Sin nos recomendó leer lo escrito “por lo menos dos veces”, pero ¿cuántas veces como máximo? Eso no lo dijo; en mi opinión, si se trata de un artículo importante, es conveniente leerlo más de diez veces, revisándolo a conciencia antes de que se publique. Los artículos reflejan la realidad objetiva, pero, como la realidad es intrincada y compleja, debemos estudiarla una y otra vez antes de que podamos reflejarla con propiedad; actuar con negligencia a este respecto es ignorar las nociones más elementales del arte de escribir.
Regla 6: “No inventes calificativos u otras cosas parecidas que nadie entiende excepto tú mismo.”
Hemos “inventado” demasiadas expresiones “que nadie entiende”. A veces, una sola frase contiene hasta cuarenta y cincuenta caracteres, y está llena de “calificativos u otras cosas parecidas que nadie [Pág. 57] entiende”. Muchos que nunca se cansan de proclamarse seguidores de Lu Sin, ¡son precisamente quienes han vuelto la espalda a sus enseñanzas!
El último documento, tomado del informe adoptado en la VI Sesión Plenaria del Comité Central elegido en el VI Congreso Nacional del Partido Comunista de China, trata de cómo desarrollar un estilo nacional de propaganda. En esta Sesión, celebrada en 1938, dijimos: “Si [los comunistas…] hablasen de marxismo, separándolo de las características de China, su
marxismo no pasaría de ser abstracto y vacío.” Es decir, hay que combatir la palabrería sobre el marxismo, y nosotros, comunistas, que vivimos en China, debemos estudiar el marxismo ligándolo con la realidad de la revolución china.
El informe dice:
“Debe eliminarse el estilo de cliché extranjero, debe haber menos cantinelas abstractas y vacías, y debe mandarse a descansar el dogmatismo, dando paso al estilo y espíritu chinos llenos de vida y lozanía, que gustan a la gente sencilla de nuestro país. Separar el contenido internacionalista de la forma nacional es la práctica de quienes no entienden nada de internacionalismo. Nosotros, por el contrario, debemos ligar los dos estrechamente. Los graves errores que a este respecto se cometen en nuestras filas deben ser corregidos a conciencia.”
En este documento se propugnaba la eliminación del estilo de cliché extranjero, pero algunos camaradas siguen fomentándolo en la práctica. En él se pedía que hubiera menos cantinelas abstractas y vacías, pero algunos camaradas se obstinan en repetirlas con mayor energía. Allí se instaba a que se mandara a descansar al dogmatismo, pero algu- [Pág. 58] nos camaradas lo llaman a levantarse de la cama. En resumen, este informe adoptado por la VI Sesión Plenaria del Comité Central a muchos les entra por un oído y les sale por el otro; actúan como si se opusieran a él deliberadamente.
Ahora el Comité Central ha decidido que se descarten de una vez por todas el estilo de cliché del Partido, el dogmatismo y sus semejantes, y por eso he venido y hablado un buen rato. Espero que los camaradas piensen en lo que he dicho y lo analicen, y que cada cual haga un análisis de su caso particular. Cada uno debe examinarse bien a sí mismo, discutir con sus amigos íntimos y con los camaradas que trabajan junto con él sobre lo que haya aclarado en su examen, y vencer de manera efectiva sus propias debilidades.
[Finaliza en la página 59. Las notas en el original están al final. Las tres primeras notas a pie de página corresponden a la página 59. El resto, a la página 60]
∗ Éste texto es la trascripción de un discurso pronunciado por Mao Tse-tung ante una reunión de cuadros en Yenán, 8 de febrero de 1942. Ha sido extraído del volumen El estilo de trabajo en el partido, Ediciones R. Torres, Barcelona, 1976. La versión en español de este conjunto de textos procede de Ediciones en Lenguas Extranjeras, Pekín, 1968. Como expresa la Nota Editorial al comienzo del libro: “Se presenta a continuación una selección de trabajos de Mao Tse-tung elaborados en el plazo que va de 1929 a 1945. Todos ellos se refieren a problemas concretos de la vida interna del Partido Comunista de China”.

Los caminos de Sánchez y los caminos de Funes

Los caminos de Sánchez y los caminos de Funes 21 de enero de 2015 Roberto Pineda
Al acercarse las próximas elecciones legislativas y municipales del 1 de marzo, debemos de evaluar, con la mente fría y el corazón ardiente, como aconsejaba Lenin, en qué medida se ha modificado la correlación de fuerzas sociales y políticas que disputan la conducción del proceso político nacional. Las siguientes notas se orientan en esa dirección.
Un presidente risueño en un país atormentado
La sonrisa del presidente Sánchez es ya proverbial. En un país sumido en una profunda crisis social y económica, con altos índices de criminalidad y aplazado en los principales índices económicos, esta es una cualidad que puede ser muy útil. La táctica de limar asperezas y proponer la “unidad nacional” tiene sus ventajas y a la vez sus desventajas. Entre las ventajas se encuentran las de evitar el fatal aislamiento político.
Y entre las desventajas está la de confundir amigos con enemigos e ilusionarse tanto con la “armonía social” como con el “imperio benefactor.”Ojala con toda su experiencia, esto no le esté sucediendo al presidente Sánchez y comprenda que los oasis en los desiertos por lo general son espejismos y que al final la arena siempre golpea en el rostro, y más cuando es arena oligárquica.
Por otra parte existe la peligrosa tentación de seguir gobernando desde arriba, como es la tradición política del orden oligárquico desde el cubano Barriere en 1821, la cual es estimulada por los actuales aliados políticos (GANA) y económicos (fracción árabe Saca-Bukele-Salume) que integran el bloque de poder y que fue el estilo asumido por el gobierno Funes y heredado desde entonces.
Pero de esta manera se abandona la posibilidad real de construir poder popular por medio del probado método de gobernar desde abajo, respaldado en la conciencia y la movilización popular más que en las negociaciones de cúpulas legislativas. Pero existen temores para emprender este rumbo, posiblemente originados en cuarteles y embajadas.
Y es que la crisis nacional es muy compleja y ha provocado altos niveles de violencia social, y ha creado una situación paradójica, en la cual incluso los policías se han convertido en un grupo social altamente vulnerable, olfateado, cercado y asediado por las pandillas delincuenciales. Y esto no se resuelve con oraciones ni marchas, sino con planes, voluntad y recursos.
El segundo gobierno del FMLN: rupturas y continuidades
Entre el gobierno de Funes y el de Sánchez hay rupturas y continuidades. Mientras el primer gobierno del FMLN exhibió un estilo de gobierno confrontativo con la oligarquía, este segundo gobierno práctica un estilo conciliador, con un discurso de “unidad de la nación.” ¿Es este un problema de forma o de contenido? ¿Obedece a una línea táctica de no confrontar para avanzar o a una línea estratégica de conciliación de clases?
Es todavía muy temprano para juzgar. Y si bien es cierto que la gobernabilidad y la búsqueda de consensos es importante para evitar el aislamiento, también lo es la necesidad de irle abriendo paso a la ruptura con el sistema vigente. Al final los hechos hablan por sí solos. Y lo que es clave es saber al servicio de quien se está gobernando y esto no puede ocultarse.
Por ejemplo, escuchamos por segunda vez un ya conocido discurso que nos indica que hay que crecer en la economía para poder luego distribuir. Pero fue precisamente con ese mismo discurso que se implantó un destructor modelo a partir de 1989, que privatizó la banca y vendió recursos estratégicos como la distribución de energía, las telecomunicaciones y hasta los fondos de pensiones. Hoy se habla de asocios público privados. Ojala bajo esta fórmula mágica no vendamos hoy hasta nuestras nuestras playas, con el Fomilenio II.
Entre los principales desafíos de este segundo gobierno del FMLN, desde una óptica de los sectores populares, se encuentran en el plano económico los de promover una profunda reforma económica que comprende la reversión de los mecanismos del modelo neoliberal (privatizaciones, tratados comerciales lesivos y dolarización). No podemos confiar en un crecimiento económico sin justicia económica. De hacerlo así, únicamente seremos administradores del crecimiento económico de la oligarquía financiera y de las corporaciones y bancos transnacionales.
En el plano social asumir el desafío de crear las bases para la incorporación social de los amplios sectores sociales que han caído en la delincuencia ante la fragilidad de las políticas sociales y la destrucción del aparato productivo; En el plano político promover la participación popular en la toma de decisiones fundamentales y en el plano cultural, recuperar el terreno perdido y enfrentar los avances de la derecha en el pensamiento de los sectores populares, en particular a nivel religioso y educativo.
Es preciso llamar la atención sobre los avances de la derecha a nivel ideológico. Los avances logrados mediante las luchas populares de los años sesenta, setenta y ochenta que permitieron que los sectores populares tuvieran claridad acerca de la explotación generada a partir del capitalismo así como la construcción de una cultura progresista y tolerante se han venido perdiendo.
La derecha mediante el proyecto ideológico neoliberal ha logrado construir, afianzar o recuperar poderosas instituciones tales como iglesias y universidades, incluyendo la UES y la Iglesia Católica, que moldean fuertemente las visiones de los sectores populares, orientándolas hacia el individualismo, consumismo, pesimismo, racismo, chovinismo, machismo, homofobia y el autoritarismo.
Incluso hay sectores políticamente de izquierda, que votan por el FMLN pero se congregan en iglesias de derecha, donde son adoctrinados en la pasividad y la indiferencia social. No basta con votar hay que también luchar. Pero incluso en el debate parlamentario, se escuchan opiniones desde la izquierda sobre temas como el aborto o las luchas y organizaciones sociales, que no se diferencian de las esgrimidas por el ultraderechista Opus Dei o el Diario de Hoy.
Es este retroceso en la cultura política de los sectores populares unido a la desintegración social, lo que sustenta ideológicamente la expansión territorial del accionar de las pandillas. Es un problema ideológico y a la vez político. Enfrentar este desafío requiere un profundo trabajo de educación política en la militancia de izquierda y en los sectores populares.
En cada uno de estos campos señalados existen amenazas desde visiones extremas de derecha y de izquierda. En el plano económico una visión de derecha, oportunista, pragmática sostiene en los hechos aunque conservando un lenguaje progresista que hay que adecuarse a la realidad y convertirse en empleados privilegiados del imperio y sus proyectos. En el otro extremo existen sectores de izquierda que con sus acciones llevan agua al molino de la derecha y no entienden la complejidad del momento.
En el plano social hay sectores dentro de la misma izquierda que en sintonía con la derecha más recalcitrante, propugnan por un holocausto similar al de 1932 para terminar con “las maras” sin tomar en cuenta que la actual situación de violencia tiene entre una de sus múltiples causas, el debilitamiento del movimiento popular a partir de los Acuerdos de Paz de 1992.
La izquierda salvadoreña
El FMLN como la expresión mayoritaria y de mayor experiencia de la izquierda salvadoreña, enfrenta múltiples retos y responsabilidades.
A nivel táctico existe la necesidad objetiva de volver a derrotar a la derecha, al partido ARENA en estas próximas elecciones del 1 de marzo para evitar que esta bloquee los planes de gobierno. El camino al socialismo pasa ineludiblemente por continuar derrotando a la derecha política mientras se fortalece el control y la experiencia política de gobernar y el despliegue de un movimiento popular. Un obstáculo en este camino es la aparición pública –entendible aunque no justificable luego de veinte años de lucha electoral en la que los aliados nos influyen- de usar la política para objetivos de enriquecimiento personal.
Por otra parte, la decisión táctica del FMLN desde 1992 es fortalecer el aparato partidario y sus alianzas por encima del movimiento popular y social, lo cual es un grave error y explica las dificultades para enfrentar desde el Ejecutivo los problemas de la delincuencia, el empleo y el alto costo de la vida.
A nivel estratégico la tarea estratégica principal consiste en desmontar el aparato neoliberal que incluye las privatizaciones, tratados comerciales lesivos y dolarización, que implica remover el modelo neoliberal implantado desde 1989 y que sobrevivió a los acuerdos de paz de 1992 y que sigue vigente ya en dos gobiernos del FMLN.
Esto tomara seguramente –y mis disculpas a los impacientes- por lo menos otros dos periodos en el ejecutivo y seguramente esta tarea estratégica sería acelerada si contáramos con un fuerte movimiento social y popular que exigiera ese tránsito. Y permitiera una victoria decisiva, que aun no se ha dado, sobre la derecha reaccionaria.
A nivel estratégico existe la necesidad de construir un frente nacional por los cambios que permita movilizar a diversos sectores alrededor de una plataforma de reformas estructurales que permitan elevar los niveles de la calidad de vida de la población.
Un imperio benefactor y complacido
El gobierno de Estados Unidos ha logrado a partir de 1992 presentarse como una fuerza interesada en la estabilidad y el progreso de El Salvador, pretendiendo borrar en la opinión pública el nefasto papel jugado en apoyo de la dictadura militar durante sesenta años (1932-1992) y en particular el respaldo militar de contrainsurgencia durante la guerra popular revolucionaria (1980-1992) desde el que se desarrollaron masacres como El Mozote y asesinatos de personalidades como Monseñor Romero.
Y hoy se nos presenta como una potencia benefactora interesada en nuestro desarrollo (Fomilenio I y II) e incluso funcionarios gubernamentales de los gobiernos del FMLN agradecen quizás hasta sinceramente, la vigencia del CAFTA, de la ILEA y la presencia desinteresada de sus compañías internacionales como AES, además que en estos tiempos de globalización neoliberal algunos consideran como obsoleto y de muy mal gusto hablar de imperialismo.
No obstante esto, es importante registrar la actitud del gobierno estadounidense en el marco de la evolución de las relaciones entre nuestros dos países. En los años que van desde el fin de la II Guerra Mundial hasta mediados de los años setenta se consolida la presencia hegemónica de los Estados Unidos frente a otras potencias, como Alemania o Japón, muy a pesar del corazoncito nazi del General Martínez.
Durante este período la economía estadounidense se fundamentaba en el desarrollo industrial de las gigantescas corporaciones transnacionales. Se basaba en una economía real, material, que comprendía la producción, distribución y consumo de bienes y servicios. Y en este marco se desarrollan en nuestra región procesos de integración y de industrialización dependiente, simbolizadas por el Mercado Común Centroamericano.
A mediados de los años setenta concluye este periodo de crecimiento del capitalismo global que duró treinta años. Inicio un nuevo periodo caracterizado por un débil crecimiento y altos niveles de inflación, agudizados por el aumento de los precios del petróleo.
Frente a esto las corporaciones transnacionales decidieron revertir los logros y conquistas sociales, alcanzados por los sindicatos durante el periodo anterior y cerraron industrias e incorporaron nuevas tecnologías al proceso productivo y lo más decisivo, sacaron sus capitales de la industria y canalizaron de manera masiva sus cuantiosas ganancias hacia el sector financiero, la banca, inversiones en bienes raíces, búsqueda de mano de mano de obra barata en el tercer mundo, gestión de derechos de propiedad, de patentes de semillas, privatización de la salud, educación, seguridad social, agua , prisiones, parques, etc. Esto creo una nueva realidad internacional en la que los mercados financieros y la OMC se convirtieron en los nuevos dueños del mundo.
Y luego mediante el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) y el famoso Consenso de Washington (Williamson) de 1989 nos impusieron esta doctrina y nos obligaron a alinearnos, nos arrodillaron. Y esta modalidad neoliberal del capitalismo global de la actualidad, de economía basada en las finanzas, se establece a mediados de los años ochenta, cuando nuestro país estaba en la mitad del conflicto armado.
Y este proyecto global levanta cabeza en Estados Unidos con la llegada al gobierno en 1981 de Ronald Reagan y en nuestro país llega en 1989 mediante el primer gobierno de ARENA, que firma en 1992 la paz y a la par firma las privatizaciones. Es un proyecto que no solo es económico, sin tiene componentes sociales, militares, políticos y culturales. Y a partir de 1989 en El Salvador se abandona la agricultura, nuestra economía real, y va tomando fuerza el sector financiero, la oligarquía financiera, que se ve obligada en el 2006 a despojarse de sus bancos y a vender a los grandes capitales colombianos, canadienses ingleses y estadounidenses.
Pero la oligarquía se quedó con sus grandes inversiones en bienes raíces, hoteles y centros comerciales mediante los cuales rebasaron las fronteras nacionales y se regionalizaron, aumentando sus ganancias. A nivel local el capital imitó a sus referentes internacionales y se fortaleció como fuerza oligárquica. Pero en 2008 este proyecto global entró en crisis. Y los mismos gobiernos de los países globalizadores se vieron obligados a salir al auxilio de sus bancos, para mitigar la pérdida de empleos, ingresos, viviendas, etc. Hoy desde finales del 2014 asistimos a nuevos fenómenos vinculados a esta misma crisis, caracterizados por la baja en el precio del petróleo, lo cual va generar una nueva redistribución de poder mundial, en el que seguramente las grandes corporaciones transnacionales y bancos internacionales saldrán de nuevo favorecidos.
Las luchas del movimiento popular y social
Lo más seguro es que el movimiento popular deberá recuperar su papel histórico de lucha mediante su propias fuerzas, sin contar con el acompañamiento de la principal fuerza de izquierda. Esto vuelve el proceso más difícil y prolongado, pero a la vez le libera de compromisos con la institucionalidad partidaria. Esta situación rompe con una tradición de sesenta años de la izquierda salvadoreña, surgida desde la fundación del PCS en 1930. Pero es una realidad desde 1992 y en particular desde el 2003, y así debemos de asumirla. Ojala en el camino de reconstruir el movimiento popular y social podamos de nuevo encontrarnos las diversas expresiones de izquierda, hoy dispersas.
Han pasado más de veinte años desde el último gran oleaje de lucha de masas vinculado con la lucha contra la privatización de la salud. En este periodo han existido diversos proyectos organizativos así como diferentes expresiones de lucha. En el periodo anterior, el de los gobiernos de ARENA, era más fácil aglutinar fuerzas y esfuerzos. Había claridad sobre el enemigo a vencer. Lo mismo fue antes, durante el periodo de la Guerra Popular Revolucionaria.
Hoy la situación es mucho más compleja, inédita y a veces confusa. A partir del 2009 el respaldo a los gobiernos del FMLN se ha convertido en la pauta principal de acción, lo cual ha desmovilizado al grueso del movimiento popular, que muestra su poderoso musculo los primeros de mayo, y luego se repliega obediente hasta la próxima marcha o campaña electoral. Modificar esta conducta política es un reto principal, de carácter estratégico.
Y solo podrá lograrse en la medida que logremos identificar las agendas de lucha que nos permitan construir poder popular, generar organización popular mediante su coordinación y solidaridad. Es un gran reto y lo principal radica en unificar en un solo torrente las diversas luchas dispersas que vemos surgir casi a diario, como la de los bomberos pidiendo mejores condiciones de trabajo. Y la exigencia justa y válida será hacia nuestros propios compañeros funcionarios locales y nacionales. Y esto va generar conflictos con nuestro mismo gobierno, pero es parte del aprendizaje.
Los vericuetos electorales
En un mes (1 de marzo) se definirá la nueva correlación política de fuerzas legislativas. Es un desenlace que permitirá obstaculizar o facilitar la gestión del segundo gobierno del FMLN. Lo más probable es que se reproduzca con mínimas variaciones la actual correlación de fuerzas. Y esto beneficia al FMLN y a GANA en el caso que mantenga su condición de tercera fuerza. Naturalmente, ARENA lo mismo que el FMLN aspiran a aumentar su cuota. Pero modificar las realidades territoriales es sumamente difícil. Y más con las reformas electorales que permitirán como elemento de novedad, el voto cruzado.
Es muy interesante en el caso de la izquierda que estarán participando cinco formaciones políticas. Únicamente queda fuera el PSOCA y los Anarquistas por el momento. Entre las exquisiteces electorales pueden mencionarse al CD que lleva como candidato a la Alcaldía de San Salvador al excomandante guerrillero Roberto Cañas; al PSD que le ha prestado la camisa a Mario López, dirigente del MNP; al FMLN con Nayib Bukele como candidato a la Alcaldía de San Salvador. Y como dato histórico la participación de un candidato independiente, de origen trotskista, del joven maestro Ernesto García, dirigente de la Unidad Socialista de los Trabajadores,(UST).
Y también es interesante en el caso de la derecha participen siete formaciones políticas: ARENA, GANA, PCN, PDC, DS, PSP y FPS. Lo más destacado es el recambio a mitad de la carrera del actual Alcalde Norman Quijano por el empresario Edwin Zamora para la Alcaldía de San Salvador; por la que compiten también el exdirigente arenero Walter Araujo y el empresario Adolfo Salume.

Las teorías conspiranoicas de Washington y Arabia Saudí para bajar el precio del petróleo y hundir a Rusia e Irán

El precio del petróleo sigue en descenso y ha llegado a los 53 dólares el barril. Si bien muchos atribuyen esta caída al simple resultado de la oferta y la demanda por el hidrocarburo, hay otros, como Larry Elliott de The Guardian, que asignan este descenso a una burda manipulación de la política de Estados Unidos. Para Elliott, si Arabia Saudita fue capaz de cuadruplicar el precio del petróleo en los años 70 para castigar a Estados Unidos por su apoyo a Israel, y luego hundir el precio en los 80 para desestabilizar el régimen de Saddam Hussein, hoy tiene mayores razones para bajar el precio a la mitad y así eliminar a los enemigos número uno de Estados Unidos que son Siria, Rusia e Irán. Según Larry Elliott, Washington ha convencido a los saudíes que deben inundar el mercado con petróleo barato para bajar los precios y así diezmar la economía de Rusia e Irán. Con esto se reduciría la resistencia de Moscú para la ampliación del cerco de la OTAN y el aumento de las bases militares estadounidenses en Asia Central. Según esta teoría el plan estadounidense-saudí ha conseguido reducir los precios del petróleo en un 50 por ciento desde sus últimos máximos hace seis meses, creando gran turbulencia en los mercados con un auténtico “golpe petrolero”. Otro autor que confirma la “conspiración” estadounidense es F.William Engdahl, quien en El estúpido secreto entre Estados Unidos y Arabia Saudí sobre el reparto de Siria, señala:

“Los detalles entre un nuevo acuerdo secreto, y bastante estúpido, entre Arabia Saudí y Estados Unidos contra Siria y los llamados países del bloque IS están emergiendo… Esto implica el control del petróleo y el gas en toda la región y el inundamiento de petróleo barato por Arabia Saudita para el debilitamiento de Rusia e Irán. Estos detalles fueron acordados en la reunión del 11 de septiembre entre el secretario de Estado estadounidense, John Kerry y el rey saudí… Desde entonces, el reino de Arabia Saudita ha estado inundando el mercado con petróleo barato, lo que provocó una guerra de precios dentro de la OPEP… Los saudíes están apuntando las ventas a Asia y en particular a su principal cliente asiático, China, donde han comenzado a ofrecer el crudo a tan sólo 50 dólares el barril en lugar del precio anterior de 100 dólares el barril. Esta operación de descuento financiero saudí tiene todas las luces de constituir una operación de guerra financiera de Estados Unidos contra Rusia, a través de la oficina de Terrorismo e Inteligencia Financiera anclada en Wall Street, donde se controla el comercio de los derivados del petróleo. El resultado de todo esto ha sido un pánico que cobra fuerza diaria y al cual algunos mercados, como China, están muy felices de comprar petróleo barato, pese a que sus aliados más cercanos, Rusia e Irán, están siendo golpeados severamente…

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Lo que se busca, de acuerdo a esta teoría “conspiranoica”, es desestabilizar a la región asiática, ofreciéndole petróleo barato que las haga romper sus vínculos con Rusia, el proveedor oficial que resultaría cobrando precios “abusivos”. De hecho, Arabia Saudí está vendiendo petróleo a China a 50 dólares el barril, bastante menos de los 110 dólares que tenía hace seis meses.
Petróleo barato para hundir a Rusia

Para Rashid Abanmy, Presidente de las Políticas petroleras de Arabia Saudita, con sede en Riad, el colapso de los precios está siendo causado deliberadamente por los saudíes. El motivo esgrimido por Arabia es ganar nuevos mercados ante un debilitamiento global de la demanda de petróleo. Pero la verdadera razón, según Abanmy, es para presionar a Irán sobre su programa nuclear, y hacer que Rusia ponga fin a su apoyo a Bashar al-Assad en Siria. Más del 50% de los ingresos del Estado ruso proviene de sus venta de exportación de petróleo y gas. La manipulación de los precios del petróleo entre Estados Unidos y Arabia está dirigido a desestabilizar a los máximos oponentes de las políticas expansivas de Estados Unidos que hoy se encuentran a un paso de su broche de oro con el Tratado de libre comercio entre Europa y Estados Unidos, que no solo da amplias ventajas a las megacorporaciones de Estados Unidos sino que de acuerdo a un informe independiente generaría la pérdida de 600 mil empleos en Europa.

Si bien las “teorías conspiranoicas” que exponen estos autores tienen un fundamento sólido como lo es la manipulación del precio que realiza Arabia Saudí, hay otros elementos que muestran que el tema es algo más complejo por las presiones geopolíticas que gravitan en el Medio Oriente.

En primer lugar, es efectivo que Arabia Saudí ha manipulado anteriormente el precio del petróleo. En 1973, el presidente egipcio Anwar Sadat convenció al rey Faisal de Arabia Saudi de reducir la producción y aumentar los precios, y luego ir aún más lejos como embargar las exportaciones de petróleo. Todo esto con el objetivo de castigar a Estados Unidos por su apoyo a Israel en su lucha contra los países árabes. El castigo funcionó y los precios se cuadruplicaron al pasar de 3 a 12 dólares el barril. Además, este hecho permitió idear el acuerdo que brindó la protección militar de Estados Unidos a Arabia Saudí y que dió inicio a los petrodólares

En 1986, 1990 y 1998 los saudíes volvieron a manipular los precios para hacerlos caer en picado como una forma de hundir a Rusia. En 1998 tuvieron un gran éxito cuando lograron reducir el precio más del 50 por ciento (de 25 a 12 dólares el barril). Tras este hecho, Rusia dejó de pagar su deuda y entró en una severa crisis económica. La conocida crisis de 1998 que se sumó a la crisis asiática iniciada en julio de 1997 y que dio pie a la quiebra de Long Term Capital Management, la quiebra de Enron y la crisis de las puntocom.
Geopolítica y “guerra de precios”

Sin embargo, la teoría de la conspiración entre Washington y Arabia Saudí se desploma si consideramos que esta “guerra de precios” también destruye la industria del Shale Oil, incubada en Estados Unidos y responsable de reducir el desempleo y aumentar el crecimiento de manera muy significativa. ¿Puede querer, Estados Unidos, destruir sus fuentes de empleo y riqueza por una guerra geopolítica con Rusia? El análisis no es fácilmente atribuíble a una teoría conspiranoica dado que es más complejo.

Al bajar el precio del petróleo Arabia Saudí da un golpe a su principal enemigo en la región que es Irán, país que posee armas nucleares y que a su vez es el principal apoyo del gobierno de Siria en la región. Con su estrategia de bajar los precios, Abdullah da un serio golpe a Siria e Irán. El conflicto es una guerra de poder entre Irán y Arabia Saudi, que atraviesa el Libano, Siria e Irak. Los saudíes saben que Irán es vulnerable al precio del petróleo dado que necesita 130 dólares por barril para equilibrar su presupuesto. Con el petróleo a 50 dólares Irán tiembla y el ayatolá Alí Jamenei puede hacerse más flexible a las presiones de occidente para contener sus ambiciones nucleares. El presidente iraní Hassan Rouhani señaló que la violenta caída en el precio del petróleo era “una conspiración contra los intereses de la región, contra el pueblo musulmán y contra el mundo musulmán”. El descenso en el precio del petróleo afecta a todos los países productores. Las necesidades presupuestarias de Rusia y Arabia Saudí se encuentran casi en el mismo nivel de acuerdo a esta gráfica de Deutsche Bank y el FMI. Pero Venezuela, Nigeria, Algeria, Irán y Libia se deslizan hacia la asfixia financiera por la guerra de precios emprendida por Arabia Saudí.

El objetivo principal para los saudíes es deshacerse de Bashar al-Assad para romper el acuerdo entre Siria, Irán e Irak y la construcción del oleoducto que va desde el puerto iraní Assalouyeh a la ciudad siria de Damasco a través de Irak.

Este proyecto de 10 mil millones de dólares tardaría tres años en terminarse y se alimentaría de gas en los campos de South Pars que Irán comparte con Qatar. Las autoridades iraníes manifestaron su intención de extender el gasoducto hacia el Mediterráneo para suministrar gas a Europa. El temor a que este cordón umbilical económico ayude a consolidar un eje predominantemente chiita en la región siembra los miedos en occidente. Es el miedo que propaga Estados Unidos para impulsar una guerra estratégica que paralice a Rusia y China y evite la creación de una eje euro-asiático que ponga en apuros el orden mundial que controla Estados Unidos. Oil Cost Sin embargo la guerra de precios está lejos de hundir a Rusia y más cerca de socavar los avances de Estados Unidos en materia de empleo y crecimiento en los últimos años. Rusia posee reservas por más de 500 mil millones de dólares lo que lo instala muy lejos de un colapso aunque caiga en una profunda recesión. Tras la crisis de 1998 Rusia aprendió la lección (al igual que los países asiáticos tras la crisis de 1997) y ha acumulado una gran cantidad de reservas. Asimismo, la deuda pública de Rusia llega al 14 por ciento del PIB, lo que instala a este país en una situación inmejorable frente a Estados Unidos y los países europeos donde la deuda pública supera el 100 por ciento del PIB. La amenaza de Rusia al igual que los países europeos, es la abultada deuda del sector privado, que llega a los 700 mil millones de dólares.

Los factores que no toman en cuenta las teorías conspiranoicas en torno al precio del petróleo, es quien pierde más a un precio de 53 dólares el barril. Como vemos en la gráfica siguiente, los países de la OPEP tienen un costo promedio de 37 dólares el barril mientras Rusia tiene un costo de 44 dólares el barril. Aún a 50 dólares el barril, Rusia (y por cierto los países de la OPEP) tienen un margen, aunque sea pequeño, de utilidades. No ocurre lo mismo en Estados Unidos donde el Shale-Oil, el producto estrella de Estados Unidos en estos seis años de crisis, tiene un costo de 75 dólares el barril.

El fuerte descenso en el precio del petróleo afecta, de sobremanera, a Estados Unidos y la industria del fracking se encamina a su desplome. La burbuja del fracking fue la responsable del aumento en la producción de petróleo y la disminución del desempleo en Estados Unidos. La reversa que ha comenzado a sufrir esta industria amenaza con volver a disparar el desempleo en Estados Unidos y devolverlo al epicentro de la crisis. Una vez que se agoten los stocks el petróleo volverá nuevamente a subir y puede volver sin problemas a los 145 dólares el barril de julio de 2008. Y en esta nueva explosión del precio también tendrá mucho que ver Arabia Saudí, el principal manipulador del precio del petróleo.

Stakes are high as US plays the oil card against Iran and Russia (The Guardian)

Imagine that at the start of 2014 you were an investor who liked to dabble in the commodity markets. You could sniff something going seriously wrong in Ukraine and you were alarmed by early reports of groups of militants marauding across northern and western Iraq.

With hopes that the global economy would continue to strengthen, the smart money would have been on oil prices continuing to climb. That’s what geopolitical tension plus robust demand usually means.

On this occasion, though, the smart money was wrong. After standing at well over $110 a barrel in the summer, the cost of crude has collapsed. Prices are down by a quarter in the past three months. More oil has been pumped at a time when the global recovery has faltered, with traders caught unawares by the slowdown in China and renewed stagnation in the eurozone.

That, though, is not the whole story. The fourfold increase in oil prices triggered by the embargo on exports organised by Saudi Arabia in response to the Yom Kippur war in 1973 showed how crude could be used as a diplomatic and economic weapon. History is repeating itself.

Think about how the Obama administration sees the state of the world. It wants Tehran to come to heel over its nuclear programme. It wants Vladimir Putin to back off in eastern Ukraine. But after recent experiences in Iraq and Afghanistan, the White House has no desire to put American boots on the ground. Instead, with the help of its Saudi ally, Washington is trying to drive down the oil price by flooding an already weak market with crude. As the Russians and the Iranians are heavily dependent on oil exports, the assumption is that they will become easier to deal with.

John Kerry, the US secretary of state, allegedly struck a deal with King Abdullah in September under which the Saudis would sell crude at below the prevailing market price. That would help explain why the price has been falling at a time when, given the turmoil in Iraq and Syria caused by Islamic State, it would normally have been rising.

The Saudis did something similar in the mid-1980s. Then, the geopolitical motivation for a move that sent the oil price to below $10 a barrel was to destabilise Saddam Hussein’s regime. This time, according to Middle East specialists, the Saudis want to put pressure on Iran and to force Moscow to weaken its support for the Assad regime in Syria.

Turning on the oil spigots comes at a cost. The Saudis, like all other producers, have become accustomed to oil above $100 a barrel. The Arab spring in Libya and Egypt raised fears that the political unrest would spread. Oil revenues financed higher public spending, so Saudi Arabia needs the price to be above $90 a barrel to balance the books.

But a bit of pain is acceptable. The Saudis are gambling that they can live with a lower oil price for longer than the Russians and the Iranians can, and that therefore the operation will be relatively short-lived.

There is no question that this new manifestation of cold war muscle is hurting Russia. Oil and gas account for 70% of Russia’s exports and the budget doesn’t add up unless the oil price is above $100 a barrel. Moscow has foreign exchange reserves, but these are not unlimited. The rouble fell by 10% last week. That adds to the debt servicing costs of Russian firms, and the central bank is under pressure to push up interest rates, which should help stabilise the currency, but only at the expense of a deeper recession.

But thus far, Russia’s foreign policy does not appear to have been affected. Support for President Bashar al-Assad of Syria remains strong and there were reports at the end of last week of Russian troops entering eastern Ukraine. It remains to be seen how Iran will react. In the meantime, the Middle East looks as unstable as it has ever done.

Provided it is sustained, a falling oil price will boost global growth. Andrew Kenningham at Capital Economics estimates that if the cost of Brent crude settles at $85 a barrel, the upshot will be a transfer of income from producers of oil to consumers of oil amounting to 0.9% of global GDP. As consumers tend to spend a higher proportion of their income than producers, demand will increase. The big winners will be the big oil consumers: China, India and Europe.

Simultaneously, inflation will fall. The drop in the oil price so far is enough to ensure that headline inflation is around half a percentage point lower in advanced countries next year. That would be enough to take inflation below 1% in the UK and below zero in the eurozone. Lower inflation should help to boost consumer and business spending because budgets will stretch further. For the US, the picture is more mixed. Washington’s willingness to play the oil card stems from the belief that domestic supplies of energy from fracking make it possible for the US to become the world’s biggest oil producer. In a speech last year, Tom Donilon, then Barack Obama’s national security adviser, said the US was now less vulnerable to global oil shocks. The cushion provided by shale oil and gas “affords us a stronger hand in pursuing and implementing our national security goals”.

Recent US production of crude has certainly been impressive, with a jump of almost 50% from 5.7m barrels a day in 2011 to 8.4m barrels a day in the second quarter of 2014. This increase in supply has meant that any reduction in supplies from Iran or Russia due to sanctions can be absorbed without disrupting the global economy.

But the sharp drop in the oil price will make some shale fields unviable. That is especially true of planned new developments, where a high price is needed to cover start-up costs. But it is also true of some of the more mature fields, where the rapid depletion of reserves has forced companies to go deeper – at greater expense – in search of supplies.

At the weekend, George Osborne announced that he supported the idea of putting revenues from shale production in the north of England into a sovereign wealth fund for the north. The idea would be to prevent the proceeds being squandered on day-to-day spending, which – sadly – is what happened to the revenues from the North Sea.

Friends of the Earth said the chancellor’s intervention was a cynical ploy designed to win over strong opposition to fracking. It was certainly ill-timed. One side-effect of the US-Saudi attempt to drive down the oil price will be to prick the shale bubble.

El peligroso juego político en la manipulación del precio del petróleo

El petróleo ha llegado a los 45 dólares el barril y no hay atisbos de que revierta la tendencia en el corto plazo. El peligroso juego político de Arabia Saudita tiene a los productores petroleros en ascuas. Rusia, Irán, Venezuela, Noruega, Nigeria y Canadá dependen de sus exportaciones de petróleo para estabilizar su presupuesto. Por eso el derrumbe del precio de su motor comercial los tiene al borde de la bancarrota. Para Venezuela el petróleo constituye el 96 por ciento de sus ingresos de exportación y con cada dólar de descenso el país pierde 800 millones de dólares.

Venezuela se tambalea con una inflación que supera el 60 por ciento y con escaséz de alimentos básicos. Para Rusia los ingresos del petróleo y el gas representan las tres cuartas partes de su factura de exportación; mientras que para Nigeria el petróleo representa el 90 por ciento de sus exportaciones. Irán lucha por hacer que su dependencia del petróleo llegue en el corto plazo al 30 por ciento en lugar del 50 por ciento actual.

El descenso del petróleo tiene múltiples aristas y ramificaciones pero lo que ya nadie descarta es la mano de Washington y Arabia Saudita en el desplome del precio oro negro. El príncipe saudí Alwaleed bin Talal aseguró el pasado fin de semana que “Nunca más volverá el petróleo a los 100 dólares”, manifestando su clara intención de hacer que el petróleo baje aún más, a los 30 e incluso a los 20 dólares como apuestan los mercados de futuros. Arabia Saudita está segura de ser un ganador, al menos en el corto y mediano plazo, dado que tiene las mayores reservas y los menores costos de producción mundial. Además, desde 1945 el gobierno de Riad es el brazo armado de Estados Unidos en la política mundial del petróleo, recurso energético que durante todo el siglo 20 fue un arma geopolítica.

Arabia Saudí representa el 10 por ciento de la producción mundial de petróleo y ha sido el gran regulador del precio desde el estallido de la crisis del petróleo en 1973. Su sola decisión de subir o bajar la producción influye en el precio y por eso la decisión de mantener la producción no ha podido tomarse sin el consentimiento de Estados Unidos, dado que Estados Unidos es un claro perdedor con el precio del petróleo a 45 dólares. Sin embargo Estados Unidos busca estrangular económicamente a Rusia, Venezuela e Irán, en una repetición de lo que hizo con Arabia Saudita en 1985 cuando arrastró al colapso a la Unión Soviética al hundir el precio del petróleo a 10 dólares. Lo que vivimos ahora, 30 años más tarde, es una repetición de ese escenario con la salvedad de que Rusia esta vez está más fortalecida que Estados Unidos: su deuda pública es del 12 por ciento del PIB mientras la de Estados Unidos supera el 100 por ciento del PIB.

El discurso de Arabia Saudita es que quiere recuperar el mercado del petróleo que perdió por el ingreso de otros competidores y que no reducirá su producción aunque el precio siga descendiendo. Si consideramos que Arabia Saudi produce el petróleo a un costo de 20 dólares el barril y que es el petróleo más barato del mundo, podemos entender lo que espera al resto de los productores que, como Rusia, producen a 30 o 35 dólares el barril… Este es el punto en el cual también pierde Estados Unidos: la producción de petróleo via Shale-Oil y responsable de gran parte de la generación de empleo y del crecimiento en ese país tiene un costo de 50 dólares el barril. ¿Puede Washington echar por tierra el camino que ha sido su principal fuente de recuperación? Aquí entra la manipulación financiera.
Desregulación y manipulación financiera

En julio de 2013 y cuando el petróleo Brent y WTI se disputaban los 115 dólares el barril, aseguramos que ese precio estaba fuertemente manipulado y anticipamos un pronto descenso a 80 e incluso a 60 dólares el barril. Año y medio tardó en cumplirse nuestro pronóstico y hay que apuntar ahora que el descenso en el precio va para largo porque estamos asistiendo a la explosión de una burbuja financiera que infló los precios gracias a las bajas tasas de interés de los bancos centrales y el siempre delirante optimismo de quienes invocan la esperada “recuperación”. Esto es porque las finanzas y la macroeconomía están estrechamente interconectadas, aunque la teoría económica indique que el dinero es completamente neutral. Si la desregulación financiera provocada en el mundo desde fines de los años 80 ha permitido el más obsceno y corrosivo nivel de manipulación de los mercados, ¿qué podemos esperar de la salud de la macroeconomía cuando ésta depende justamente del juego limpio de los participantes del mercado?

Lo que estamos presenciando es el estallido de la burbuja especulativa con el petróleo (y también de otras materias primas como el cobre y el acero), resultado de la prolongación de la crisis. La burbuja del petróleo viene desde fines del siglo pasado dado que se convirtió en uno de los deportes favoritos del mundo financiero. Hacia el año 2005 el intercambio financiero en el mercado del petróleo representaba 3 veces el mercado físico y la crisis financiera que estalló en 2008 lejos de revertir esta tendencia la acentuó: el año 2013 los intercambios financieros por el petróleo eran más de 8 veces los intercambios reales.

Existen miles de instrumentos financieros (o “derivados”) que apoyaron estratégicamente la especulación con el petróleo. Paquetes por cientos de miles de millones de dólares que, bajo la garantía del petróleo, generaron una montaña de compromisos financieros que hoy, bajo la inclemencia de la crisis, se derrumba como un castillo de naipes.

El aumento en el precio del petróleo hasta los 147 dólares el barril en julio de 2008 fue visto como una gran oportunidad para muchos inversionistas que apostaron por duplicar las perforaciones en busca del oro negro. Este nuevo El Dorado, permitió a Estados Unidos más que duplicar su producción de petróleo y pasar de los 4,3 millones de barriles diarios de 2008 a los 9,4 millones de barriles diarios en diciembre pasado, cifra que no se producía desde 1982. Rusia, Irán, Nigeria y Noruega también aumentaron la producción para satisfacer la demanda creciente de China.

Sin embargo, el crecimiento de China se detuvo y Europa entró de nuevo en un camino a ninguna parte por lo que la demanda de petróleo se desplomó. Se calcula que cada día se producen un exceso de oferta de 3 a 4 millones de barriles. La recuperación no ha llegado y la especulación con el petróleo tiene una arista aún más compleja. Muchas empresas se están declarando en insolvencia y cerrarán la producción. La consultora petrolera noruega Rystad Energy advierte de proyectos de perforación por valor de más de 150 mil millones de dólares serán detenidos en los próximos meses y que 800 proyectos de producción de petróleo por más de 500 mil millones de dólares podrían aplazarse.

Si el petróleo permanece en los niveles actuales o desciende aún más se puede desatar el efecto boomerang: como muchos proyectos están siendo aplazados o abandonados, la falta real de nuevas inversiones puede hacer que hacia fines de la década se produzca una seria escasez de petróleo que lleve a un aumento extremo de los precios y lo disparen sobre los 150 dólares el barril. Ese será el momento para recordarle la palabra al príncipe saudí “Nunca más volverá el petróleo a los 100 dólares”. Habrá que ver qué dice, y si Washington lo autoriza.

Carta al Presidente de la República

Carta al Presidente de la República
enero 05, 2015 Voces 5 Comentarios
Publicado en: Contracorriente – Dagoberto Gutiérrez, Nacionales, Voces Ciudadanas

Dagoberto Gutiérrez

Estimado Salvador,

Llegar a ser presidente de la República parece ser, o la culminación de una carrera, o la asunción de las mayores responsabilidades políticas en los países, o también puede ser la captación de las mayores esperanzas de un pueblo empobrecido que espera bastante de aquellos en los que confía. Si esa esperanza fuera el caso, quiere decir que estás parado en un terreno donde millones de voluntades esperan mucho de lo que vos hagas o no hagas.

Tu gobierno, siendo como es, el de un país en la mayor de las crisis, es, también, un gobierno en crisis, y esto hace que tu trabajo sea altamente comprometido, porque te mueves en medio de las contradicciones de los intereses más enfrentados, y tu gobierno y tu partido, son el escenario mayor de esas contradicciones.

Hasta ahora, el mensaje de la unidad se ha estrellado y naufragado en el mar de la realidad de la mayor confrontación entre la riqueza rampante y la pobreza agobiante, el llamado al diálogo carece de una quilla que abra el camino a los débiles para dialogar con los fuertes, y sobre este punto, te diré que no está claro si vos te ubicas o con los fuertes o con los débiles, porque los primeros no necesitan de vos, y los segundos, no parecen contar con vos.

Ambos sabemos que los cambios, más bien dicho, las transformaciones, producen desorden, siempre y cuando sean verdaderas, porque este desorden es el que anuncia un orden nuevo, y un gobierno comprometido lo está, en primer lugar, con ese orden diferente que cruza el territorio del desorden.

Tu gobierno no es, hasta ahora, más que uno comprometido con el orden establecido, con las savias, los jugos y los olores de los más viejos de los poderes ejercidos y de las prácticas inveteradas, como si se tratara de un gobierno de alumnos dedicados de las más rudas oligarquías dominantes, y en estos momentos, el pueblo está aprendiendo a mirar tu gobierno, que es el de tus compañeros, con los mismos ojos de miedo, desconfianza y resquemor con el que siempre se ha mirado a las oligarquías.

Cuando la guerra social despliega sus alas de sangre sobre todo el territorio y pasa a controlar políticamente la vida de las personas que habitan esos territorios, el Estado no aparece y el gobierno no funciona, y lo peor de todo, Salvador, es que el gobierno no parece ni aparece con un pensamiento rector, con una guía, y vos sabes muy bien que cuando hay una realidad quemante, aquellos que no pueden interpretarla pueden ser devorados por ella.

Así las cosas, las próximas elecciones no aparecen como un momento de esperanzas o de posibilidades, sino más bien como un día de mercado, con ofertas de distinto tipo y de distinto olor, donde el trueque de un voto del votante a cambio de una esperanza de los partidos, está entusiasmando menos a los clientes.

Ciertamente, comprometerse con la gente de abajo y con los últimos es hacerlo con aquellos que no tienen nada y que les falta todo, y tu partido no aparece con la disposición de aprender nuevamente el oficio de pensar y actuar desde abajo, porque cuando las transformaciones se hacen desde arriba, éstas, si son populares, requieren que abajo hayan fuerzas comprometidas con esos cambios, pero haz de recordar que en su momento tu partido cortó todo vínculo con toda organización popular, porque se preparaba para gobernar desde arriba. Y, es cierto, que desde ahí pueden hacerse cambios poderosos, sin los de abajo, pero hasta ahora, esa no es la vocación de tu gobierno, que además, estimado Salvador, no aparece con la voluntad para contar con un movimiento popular que asegure transformaciones. Es más, tu gobierno aparece temeroso de las organizaciones populares y, desde luego, tu gente persigue toda autonomía y toda independencia de organismos y organizaciones sociales con respecto a lo que se llama el partido o el gobierno, y la carrera precipitada a capturar todos los rincones posibles del aparato estatal que caracteriza tu gobierno se compagina con la mayor ceguera y la mayor sordera hacia el inmenso rumor y el mayor clamor de justicia y hasta de legalidad que sube desde abajo, de los más oscuros barrancos de la vida, y desde los últimos de los seres humanos.

Entenderás que el que está arriba lo es solamente en relación con los de abajo, pero este compromiso, que es lo que define y te clava en la historia, no admite ni discursos imparciales ni encantadores de serpientes, porque requiere palabras claras y sobre todo acciones sin vacilaciones.

Tu gobierno está ya definido y el pueblo también parece estar definiéndose frente a los gobernantes, porque los años de espera no producen esperanza, y en este horno, y solo en este de altas temperaturas, se está cocinando, sin falta, el pan que definirá lo que comeremos en los próximos meses y años, tanto los de abajo como los de arriba.

Yo te deseo a ti la mejor salud física del mundo para trabajar afanosamente, y la mayor salud política e ideológica para descubrir que la gente te dio su voto esperando transformaciones en su vida, que la mejore y le de dignidad. Ese es el clamor que recorre los caminos y los barrancos, que te recuerdan las mariposas y los pájaros, y que no puede, en ninguna circunstancia, ser ignorado.

Un abrazo de año nuevo para vos y tu familia.

San Salvador, 04 de enero del 2015.

Por qué la ultraizquierda ha fracasado en América Latina

Por qué la ultraizquierda ha fracasado en América Latina
Emir Sader

Desde finales del siglo pasado y, sobretodo desde comienzos de este siglo, se han instalado en América Latina gobiernos producto del fracaso del neoliberalismo. En la última década del siglo XX, amplios movimientos han resistido a los gobiernos neoliberales, hasta que, llegada la hora de construir alternativas, hubo diferencias en el seno de la izquierda.

Algunos han preferido distanciarse de esa construcción, sea con slogans de impacto – “Que se vayan todos”, de los piqueteros argentinos -, sea con visiones intelectualistas – “autonomía de los movimientos sociales” o “cambiar el mundo sin tomar el poder”. Otros se han lanzado a la disputa de la hegemonía en la sociedad, construyendo alternativas nuevas – como en Ecuador y en Bolivia – o concentrando fuerzas en alternativas de la resistencia al neoliberalismo – como en Venezuela, Brasil, Argentina, Uruguay.

Pasada más de una década, es posible evaluar el debate desde el punto de vista concreto, de las realidades políticas existentes, ya no más desde el punto de vista de las palabras. ¿Cuál es el cuadro que presenta América Latina, ya en la segunda década del nuevo siglo?

Por una parte, gobiernos posneoliberales, que han construido fuerzas con gran arraigo popular, gracias a la prioridad que dan a las políticas sociales, en el continente más desigual del mundo. Que, a pesar de los pronósticos negativos de algunos, han logrado constituirse en los gobiernos de más grande apoyo popular y de más larga continuidad en el tiempo, a pesar de la profunda y prolongada crisis internacional del capitalismo.

Nadie puede sostener que la Argentina de los Kirchner sea igual a la de Carlos Menem, ni que el Brasil de Cardoso sea igual al de Lula y de Dilma, ni que el Uruguay previo al del Frente Amplio sea similar al del Frente. Vale igual para Venezuela, Bolivia, Ecuador. En todos ha mejorado sustancialmente las condiciones de vida de la población, todos esos gobiernos han articulado y fortalecido procesos de integración regional soberanos, participan, por medio de los Brics y de los acuerdos de Celac con China y con Rusia, en la construcción de un mundo multipolar, independiente respecto a la hegemonía imperial norteamericana.

Los gobiernos posneoliberales latinoamericanos representan el polo progresista en un mundo todavía ampliamente dominado por el modelo neoliberal, disminuyendo la desigualdad, la pobreza y la miseria, mientras ella crece en el mundo. No hay como negar que son gobiernos progresistas, democráticos y populares, apoyados por la mayoría de su población, como nunca había ocurrido antes en la historia de esos países y del continente.

Del otro lado, los que planteaban la autonomía de los movimientos sociales – autonomía respecto a la política, a los partidos, al Estado – no han logrado construir ninguna fuerza mínimamente significativa en ningún país del continente. Ni siquiera han dado cuenta de la desaparición de los piqueteros, que habían seguido sus orientaciones. Los 20 años del surgimiento de los zapatistas ha sido conmemorados sin ningún balance de qué fuerza han construido hoy en México, de porque han quedado – heroicamente, es cierto – recluidos en Chiapas, dejando de representar una referencia en la política nacional mexicana.

Son posiciones que se quedaron en las denuncias puntuales, en la crítica critica, mientras que las alternativas a los gobiernos progresistas están siempre en fuerzas de derecha, nunca de los sectores de ultraizquierda, que a menudo se alían a la derecha contra esos gobiernos.

El fracaso de la ultraizquierda en América Latina se da, ante todo, porque no han sabido valorar los extraordinarios progresos de los gobiernos posneoliberales en el plano social. Al parecer no tienen en cuenta las condiciones de vida del pueblo para valorar un gobierno, tan alejados están del pueblo. Porque no entienden el inmenso retroceso por que ha pasado el mundo en las últimas décadas, con reflejos duros en América Latina, y que los gobiernos posneoliberales son la forma que asume la izquierda contemporánea.

Porque la ultraizquierda no valora el debilitamiento de la hegemonía imperial norteamericana con el Mercosur, Unasur, Celac, el Consejo Suramericano de Defensa, el Banco del Sur, los Brics. Porque no sabe valorar el rescate del Estado como agente activo para el crecimiento económico y la garantía de los derechos sociales.

La ultraizquierda, en lugar de aprender de la realidad concreta, ha asumido el Cambalache: Nada es mejor, todo es igual. Por ello el pueblo le da las espaldas, mientras sostiene a los gobiernos y fuerzas progresistas de América Latina. Si faltara algo, la realidad concreta confirma quiénes han logrado contestar al neoliberalismo con alternativas concretas, mientras que los otros han quedado en los artículos y los pequeños núcleos sectarios.

– Emir Sader, sociólogo y cientista político brasileño, es coordinador del Laboratório de Políticas Públicas de la Universidade Estadual do Rio de Janeiro (Uerj).